Tumgik
#espesor
teresaescdero · 2 years
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rinconliterario · 6 months
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Sí. Llueve… el cielo gime montones desteñidos sombras mojadas recogen sus trozos cavidades barrosas tremendas mezquinas gotas de agua sulfurada si bien no sé cómo recojo las masas de ver si me agita la pálida lumbre tremendo espesor de perros y gatos las gotas siguen.
Alejandra Pizarnik.
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nevenkebla · 4 months
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Un miembro de pleno derecho
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Fantastic Four (1961) #171 Roy Thomas (Escritor), George Perez, Rich Buckler (Dibujantes)
— Susan Storm: ¡Lo logré! He logrado poner un campo de fuerza increíblemente fino alrededor de mi cuerpo… de solo unos milímetros de espesor… y ahora… lo he expandido… solo un poco… es hora… de un último… ¡Intento! — Reed Richards: ¡Sue! ¡Gracias a Dios que estás bien! No sabíamos cómo… — Susan Storm: Soy miembro de pleno derecho de los 4F, cariño… El día en que solo sirva para hacer de rehén colgaré los leotardos. Aun así, no me importaría en absoluto… que me abrazaras… tan solo un poquito… — Reed Richards: A… a mí tampoco, cariño. — Johnny Storm: Ey… ¡Mirad! — Ben Grimm: ¡Oh-oh! ¿Ahora qué? — Johnny Storm: ¡Parece que nuestro peludo amigo se ha cabreado de verdad!
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las-microfisuras · 7 months
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El óxido se posó en mi lengua como el sabor de una desaparición.
El olvido entró en mi lengua y no tuve otra conducta que el olvido,
y no acepté otro valor que la imposibilidad.
Como un barco calcificado en un país del que se ha retirado el mar,
escuché la rendición de mis huesos depositándose en el descanso;
escuché la huida de los insectos y la retracción de la sombra al ingresar en lo que quedaba de mí;
escuché hasta que la verdad dejó de existir en el espacio y en mi espíritu,
y no pude resistir la perfección del silencio.
No creo en las invocaciones pero las invocaciones creen en mí:
han venido otra vez como líquenes inevitables.
La fermentación del verano se introduce en mi corazón y mis manos se deslizan cansadas en la lentitud.
Vienen rostros sin proyectar sombra ni hacer crujir la sencillez del aire;
sin osamenta ni tránsito, como si consistieran únicamente en el contenido de mis ojos, en la unidad de mis palabras, en el espesor de mis oídos.
Son obedientes y yo siento su reunión como una salud que se refugia en la oscuridad.
Es una amistad dentro de mí mismo;
es un estambre urdido por manos que son suaves en el interior de los días.
- Antonio Gamoneda
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manoelt-finisterrae · 2 years
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vede a forza
entre un silencio esgotado a invisibilidade do lóstrego      atopara o líquido do presente tiven un país descoñecido enganado era a miña patria vixiada un país de mercado de veráns e muros
espesor de bosques marítimos vixiada forza do teu rostro de bolboreta na túa chaqueta a auga absorta para conciencia primavera perseguida da túa realidade a dor da inutilidade frea as horas no vaso das proposicións e o seu medo
© Manoel T, 2023
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actnod · 8 months
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𝐂𝐈𝐄𝐑𝐑𝐄 𝐃𝐄 𝐀𝐂𝐓𝐈𝐕𝐈𝐃𝐀𝐃 ;
Manto oscuro se cernió sobre el horizonte de la elegancia, arrastrando consigo un desastroso caos que devoró la prometedora noche. Lo que inicialmente se anticipaba como una velada impregnada de refinamiento y la promesa de una celebración amena, se desvaneció entre los susurros de desesperación de los chiquillos recién abrazados y la reacción en cadena de aquellos que se resistían a quedar extintos de terrenal mundo. 
El palacio, testigo silente de la intrincada danza política de los clanes, se convirtió en un escenario de pesadilla donde espesor de líquido carmín se mezclaba con la opulencia de sus salones. La elegante atmósfera se descompuso en un frenesí de colmillos afilados y el caos, como un vendaval voraz, despojó a la noche de su esplendor. 
¿Formaste parte del grupo de afortunados a los que facilidad para huir de situación le sonrió en la cara? Tal vez hiciste de recoveco entre pasillos y salones vacíos un escondite, ¿o eres de aquellos quienes decidieron enfrentar a criaturas que navegan bajo bandera de confusión? Las horas se han encargado de engullir los ruidos distractores que horas atrás envolvían por completo al complejo, la música clásica que antes tocaba en el salón principal no suena más e incluso, murmullos, gritos, o el simple sonido de pasos yendo en diferentes direcciones se ha silenciado. 
Sales de tu escondite, irises deambulan por blanco paisaje mancillado con rojizos rastros que evidencian el paso de algún cainita; el origen de manchas es aún desconocido pero no encuentras difícil imaginar con exactitud de dónde ha venido. Tu es pies obedecen el camino que orbes van trazando, curiosidad te obliga a continuar camino que metros más adelante se rompe en dos, eres cauteloso aunque posiblemente la intromisión de neonatos te ha parecido el menor de los problemas que has enfrentado, ¿creíste que tus compañeres estaban exagerando? 
Falanges inmóviles se asoman desde detrás de pared que da vuelta a un pasillo pero no puedes distinguir el rostro que se esconde de oscura cabellera, debes acercarte para poder acertar la identidad de quien yace en ostentoso azulejo; Devi Darji. Posiblemente no le des importancia, alma desafortunada se habrá topado con el shovelhead equivocado pero ¿por qué Kim Taewoo ha sufrido el mismo destino? Gotas carmesíes no han tardado en adoptar la forma de vástagos conocidos, Darcy Ya, Cricket y Luka Hong son nombres que pueden tener sentido, Sabbat y Camarilla se encuentran en un eterno tira y afloja, por el contrario, los independientes no suelen tomar partido en disputa política, por ello hace eco que también el nombre de Ryota Hiroaki deba ser sumado a la lista, ¿es aquella Zia? puedes jurar que horas atrás la viste correr en dirección contraria al salón principal. Las coincidencias dentro del mundo de las sombras, simplemente, no suelen serlo.
𝐀𝐂𝐋𝐀𝐑𝐀𝐂𝐈𝐎𝐍𝐄𝐒 𝐎𝐎𝐂
⦾ Los sucesos narrados son de conocimiento IC.
⦾ Cualquier consulta, les recordamos que estamos a su disposición y a tan solo un mensaje de distancia. ¡Nos seguimos leyendo!
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vozaho · 2 years
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NieYao | post-canon.
Cien años han pasado, el templo continúa destruido: la madera erosionada por el pasar de las estaciones, el oro y las finas telas arruinadas, velas e inciensos quemados hace mucho tiempo atrás. La luz se filtra entre las grietas y el polvo danza. El templo ha escuchado por un siglo los gritos que ahora permanecen como ecos guardados entre los muros. El espesor de la sangre y el resentimiento han mantenido alejado a cualquier forma de vida.
–¿Valió la pena? –Pregunta una voz masculina, sin más ira para dar, solo cansancio y vacío. Una duda genuina–. ¿Obtuviste lo que querías?
–Lo que te hice no se trataba sobre el poder, se trataba de sobrevivir. No me dejaste otra opción –la segunda voz responde suavemente, casi en un susurro, sonando tan cansado como la primera voz–. Yo no quería hacerlo.
Jin GuangYao se levanta. Aunque su cuerpo está roto, sus movimientos son graciles, su largo cabello fluye con el viento en una ligereza casi antinatural. Sangre que podría ser suya o no se adhiere a su piel.
Nie MingJue fija su mirada en los suaves movimiento del hombre más pequeño, emociones conflictivas arremolinándose en sus ojos.
El ex líder de la secta Nie se levanta también, como una fuerza de la naturaleza. El piso debajo de él podría partirse en cualquier momento con su poder. Hay un crujido siguiendo sus movimientos, pero son solo sus huesos una vez fragmentados. Hilos se entretejen por todo su cuerpo manteniendo unidas sus extremidades.
–Tú tampoco me dejaste opción, Meng Yao. Te dirigías hacia un terrible camino.
–Con todo respeto, no era de tu incumbencia, Da-ge. No tenías derecho a intentar asesinarme. Era una guerra, hice lo que creí mejor, pero ahora me doy cuenta de que quizá debí dejarte morir, ambos estaríamos en paz entonces, habrías tenido una muerte digna de un guerrero, y yo no hubiese vivido tanto tiempo aterrado de ti. En ese entonces solo intentaba salvarme –una pausa para respirar profundamente, casi parece que no dirá más, hasta que continúa en un débil susurro–, y, erróneamente, traté de salvarte también. Sé que no crees que mi vida valiera algo, pero, más allá del poder, sobrevivir es todo lo que siempre he buscado. Puedes culparme todo lo que quieras, pero no me arrepiento –Los ojos de Meng Yao se llenan de lágrimas, pero se niega a llorar más–. ¿Qué se supone que hiciera? ¿Dejar a todos humillarme y lastimarme una y otra vez? ¿Dejarte asesinarme? ¿Por qué matar te vuelve justo a ti y un monstruo a mí?
–Lo lamento, Meng Yao –interrumpe Nie MingJue, una de sus grandes manos colocada con cuidado en el hombro de Meng Yao. Es el toque más tierno que han tenido entre ellos incluso antes de sus muertes.
–¿Disculpa? –Jin GuangYao no puede creer lo que escucha. Su respiración, más una costumbre que una necesidad real, se detiene. Siente la mano en su hombro apretarse, como intentando que no huya, pero por primera vez, no lo lastima.
–Tienes razón, debí hablar contigo, realmente escucharte por una vez. Pero estaba enojado, me engañaste una y otra vez, Meng Yao. Fuiste hasta el punto de apuñalarte a ti mismo, ¿Cómo podría creer una sola palabra de ti?
–Estaba asustado. Tu juicio o el de mi padre, ambos me importaban, y ambos acabarían conmigo.
Los dos hombres permanecen en silencio, solo mirándose entre ellos por varios minutos, imágenes de cada momento juntos reviviendo en sus mentes aleatoriamente. Nie MingJue finalmente deja caer su mano, y da un paso atrás.
–Antes de mis últimos momentos, te escuché hablando con XiChen sobre mí, en ese entonces pensé que mentías, dime, no más engaños, ¿Realmente me temes, Meng Yao?
–Ya no. Estuve aterrorizado por ti durante mucho tiempo, pero cuando me tomaste del cuello antes de arrebatarme la vida y arrastrarme aquí, ya no te temía más. Solo había odio y resentimiento. El miedo se había ido.
–¿Aún hay solo odio? –Pregunta Nie MingJue, su mirada se posa intensa en el rostro frente a él, pero no hay juicio en su voz o su expresión. Parece incluso arrepentido.
–No. Ya no hay odio ni temor. Solo... Estoy cansado, Da-ge.
Le toma un momento a ambos asimilar las palabras de Jin GuangYao. Ninguno está seguro de qué significan, pero ambos saben que no son más mentiras.
–Yo también, Meng Yao.
La frase igualmente sincera. Es lo más cerca que ambos han estado de la paz.
–No puedo arrepentirme de haber intentado sobrevivir, Da-ge, pero te aseguro, lamento nuestro final, nunca fue mi deseo que ambos termináramos así.
Nie MingJue se gira mientras Jin GuangYao habla y vuelve a sentarse. Da unas palmadas al lugar a su lado antes de hablar él mismo:
–Acompañame, Meng Yao. Creo que tenemos mucho de que hablar aún.
Jin GuangYao duda por un momento, hasta que nota la mirada de tranquilo anhelo de Nie MingJue, y su propio rostro se suaviza en una pequeña sonrisa.
–Si aún ha quedado algo en este templo, permíteme preparar un té para nosotros antes, Da-ge.
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sangredetoro · 1 month
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La práctica del escribir y plasmar la experiencia. Vertir las palabras como un vaso de agua formando un charco para no morir, para ser recuerdo.
En el tren pensaba en los stickers y estampitas plagados de dibujos peluche de animales con frases tales y como "Solo te amaré 3 veces: hoy, mañana y para siempre". Siempre me enternecieron o desarmaron, como elicitando una suavidad interior. Me recuerdan un estado del humano lejos de su oscuridad TragatierraDevoraUniversos, un lugar seguro donde existe la inocencia del querer por querer, del apreciar. Amor en estado puro sin metamorfosis libidinosas o interesadas.
Un espacio diferente separado por una membrana donde la humanidad se vuelve pequeñas criaturas animadas y juguetonas, lejos y sin saber de qué el otro lado está habitado por todos los lobos que alguna vez devoraron el sol.
Ya desconcertado por la música que emanaba de mis auriculares y el jugo de alma y cúrcuma que se evaporaba de mis poros gracias a fotones lejanos, divagaba en mis tripas mentales (desplazandome entre el lóbulo frontal y la amigadala exactamente) la coexistencia de Caín y Abel en la panza de cada hombre y mujer. Allí entre los restos de un guiso o una pizza los hermanos recreaban el dolor una y otra vez, la devoción y el amor, el asesinato y la sed sangrienta. El castigo enterrado siempre en un lugar entre el hígado, el intestino delgado y el estomago. La ternura infinita de la empatía, la de mí ser llorón que abraza el todo, y la veneración putrida-salvaje de la violencia.
Todos gruñimos entre lágrimas y gotones de sangre bruxados previamente.
Me levanté y fui succionado al andén por el vacío que se generó al abrir las puertas. Igual que el resto en la fila de hormigas.
Las calles de Retiro son una trompada seca para terminar de despertar de ese estado de somnolencia idiota post siesta: Apenas hice girar el molinete con mí cadera, apenas pise la calle, me arme de la caparazón, del escudo blindado. Mostraba los dientes y fruncía el seño usando el amplio espesor masculino de mis cejas. Empareje mí caminar, hasta ese momento chueco por un golpe en mí dedo meñique derecho.
(1/2)
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Postales de la culpa
La casa de campo estrena visitas, es un grato reencuentro con amigos y los ánimos están por las nubes. La construcción misma coquetea con los nimbos en los días húmedos, enclavada al pie del cerro hace equilibrio entre la imponencia de la montaña y el paisaje que la altura obsequia a quien gusta columbrar las ciudades desde el atalaya de las sierras.
No me puedo ufanar de mayores destrezas en el arte del asador de carnes, lo mío es cumplir la misión, para lo cual pongo en juego toda mi abnegación, compromiso y responsabilidad. Todo el tiempo me invaden pensamientos que delimitan mi devenir conductual, tales como "la alimentación de toda esta gente depende de mi" o "la dicha momentánea de este conjunto de personas puede desvanecerse por mi causa", una incorrecta ignición, una deficiente manipulación de las brasas, un manejo prepóstero en el volteo de los cortes expuestos al calor pueden ser condenatorios.
Los niños revolotean como mariposas por toda la extensión de la propiedad, las mujeres preparan la mesa imaginando que la comida estaría próxima a servirse. Los hombres no se involucran en el asado fogoneado por otro, es una intromisión inexcusable que por convención no se discute, por lo que se dedican a entorpecer los quehaceres de las mujeres, criticar la manera de condimentar las ensaladas. y otros modos sencillos de molestar jocosamente.
Colindante con la casa hay un terreno desmalezado cuyo cuidador más notorio es un algarrobo adolescente de no menos de treinta años, escoltado por varios espinillos escuálidos aunque envalentonados por la prestancia de su capitán. El terreno contiguo es propiedad de un campesino pequeño ganadero al que todavía le queda optimismo para criar algunas vacas, cabras, cerdos y ovejas, las que cuenta por menor número de una decena de cada animal, aunque tiene sembrado y cosechado un ejército de gallinas ponedoras, con todo y sus gallos y pollitos que las persiguen, cada cual con su pretensión, por toda la extensión de la campaña.
Durante el último año transcurrido el avance en las obras de la casa ha sido continuo, se completaron las instalaciones de agua y de luz, aunque el paraje cuenta con servicio de energía eléctrica domiciliaria no sucede lo propio con el agua corriente, que todavía es provista por camiones cisterna.
Próximo gasto a afrontar: la construcción de un asador de material. Mientras tanto, los costillares y chacinados de hoy se preparan improvisando un espacio en la parte posterior de la casa colocando contra la pared algunas hojas de chapa y otras tantas a nivel del suelo sobre las que se encienden los carbones por el lado izquierdo y se asienta la parrilla a estribor para mejor trasladar las brasas encendidas.
Mi empeño viene dando los resultados esperados, pronto la carne esparcida en la parrilla estará a punto, los cortes de menor espesor están en condiciones de pasar a la fuente que se servirá en la mesa. El transporte de los cortes ya cocinados al salón del comedor implica abandonar la zona de influencia del asador, dejándola libre de todo contralor humano, aunque en todo momento hay animales a la vista que merodean el perímetro.
La primera bandeja con embutidos es celebrada con beneplácito, algunas hurras y bromas divertidas, todo con la brevedad que exige una urgente satisfacción del apetito general. La aceptación extendida al universo de paladares hizo aligerar la presión autoimpuesta, pocas cosas hay más gratificantes que contemplar el producto de nuestra industria siendo causa eficiente del disfrute de los seres queridos. Tuve algunos minutos de ensimismamiento placentero por causa del éxito casi asegurado, luego la materialización de mi buena obra me condujo a ser parte de los festejos, por lo que poco tiempo más transcurrió hasta el momento en que recordé que debía volver para recargar las bandejas con el resto de la carne asada.
Me dirijo de regreso a mi centro de operaciones, caminando en dirección a la parrilla, el humo torna surrealista la imagen que tengo delante de mis ojos: una gallina está literalmente trepada sobre los hierros calientes a la manera de los faquires hindúes, es evidente que el calor bajo sus patas está controlado por un gran poder de concentración, la mente y el cuerpo de la gallina están confabulados, focalizados en perfecta comunión para atrapar con el pico un trozo de vacío cuyo peso probablemente la exceda. A la vista está que deidades aladas han sido convocadas a efectos de proveer una fuerza incomprensible de otro modo, he visto pollos con hambre pero ninguno capaz de esta clase de prodigios.
Atónito, imposibilitado de procesar claramente la combinación de sentimientos hacia la gallina, admiración por una parte, indignación por la otra, emerge triunfante la última al advertir cómo había logrado salirse con la suya bajando al piso con todo y el buen trozo de carne. El riesgo cierto de dejar a los comensales sin uno de los cortes estrella de toda parrillada me hace reaccionar con vehemencia y agilidad.Un certero, furibundo y veloz puntapié aplicado sobre su bajo pecho logra que el vacío, aún jugoso, sea liberado del pico de la amiga de lo ajeno.
La susodicha salió corriendo a todo cacareo emulando una vuelta olímpica que abarca la zona de los corrales, el terreno de algarrobos y espinillos, el pozo de agua, la hamaca paraguaya, el portón de tejido, despertando la solidaridad de todas las criaturas que, siendo o no testigos oculares del incidente, quedaron atrapados por el monstruo de la novedad, cuando se esperaba una siesta como cualquier otra.
La primera circunferencia trazada en el recorrido del ave se cumple a velocidad de atleta, cuando la línea de su órbita pasa cerca de mi posición, la gallina fija su mirada directo a mis ojos, retirándola solamente cuando encuentra algún animal que se hace eco de su drama emitiendo el sonido que le compete a su especie.
La segunda vuelta se realiza al trote, aunque sin disminuir los aspavientos, repitiendo las artimañas y arengas que no tienen otro fin más que forzar la conmiseración generalizada, y sobre todo el de provocar la condena social de toda la flora y fauna comunal hacia mi persona.
Decido no conceder mayor importancia al asunto, si por la plumífera fuera debería detenerse el mundo allí mismo, rescato los cortes de asado que faltan de servir y me dirijo de regreso a interactuar con los humanos. Ellos seguramente comprenderán mi aflicción.
No me toma mucho tiempo comunicar los sucesos a todos los reunidos que se encuentran aún en plena interacción con el banquete puesto a su disposición. Mientras relato a los presentes, asomo mi cabeza por la puerta ventana que me permite observar lo que acontece afuera, la gallina prosigue su marcha elíptica, aunque ahora con paso de caminante, semejante a la disciplina deportiva que consiste en caminar a la mayor velocidad posible, lo que hace apreciar en sus cultores una curiosa manera de posicionar las caderas durante la carrera.
Entretenido por lo cautivante de la historia, al menos el interés de los oyentes así lo indica, ceso entonces de prestar atención a la escena exterior, en la que dicho sea al paso se advierte una tensa calma. Demasiado silencio para tratarse de algo bueno.
La más enardecida de mis amigas me acompaña a verificar la situación, la gallina se quedó parada debajo del algarrobo desde donde me mira con hierática ojeriza. Un séquito de pollos variopintos continúa con las vueltas en círculo no pudiendo contener la fuerza centrífuga que los mantiene en el exterior de la elipsis.
La amiga extrovertida vuelve con el grupo para agregar detalles de gracia, es evidente que está fascinada con el avance en tiempo real de esta anécdota, y sospecho que tiene expectativas de sorprendentes aventuras por venir.
Durante los minutos que quedo a solas -es mi sensación - a merced de los insultos en dialecto avícola, un gallo se suma a la intimidación por avistaje, me descubrió, me enjuició y pronunció su sentencia, yo soy el culpable de poner en riesgo su familia y quiquiriquí, quiquiriquí.
Atendiendo las recriminaciones vertidas al batir de cresta, descubro a la gallina sentada en posición de empollar, sin dejar ni un segundo de acusarme con sus pares. La atmósfera condenatoria se me hace difícil de sobrellevar, por lo que respondo al llamado de mis amigos que demandan un reporte actualizado de noticias. Todo lo relatado es motivo de pasmo y regocijo, algunos ya notan cierta turbación de ánimo en mis maneras.
Todos los comensales satisfechos de la comida principal, los niños incontenibles en su deseo de abandonar el lugar cerrado para irse a jugar a campo abierto. Ni la tentación del helado próximo a servirse logra sosegar a los diablillos que bajan con la firme intención de molestar a unos potrillos que andan deambulando en las cercanías.
Ya debería olvidarme del tema de la gallina, no lo consigo, miro mi pie y no concibo contar con un poder suficiente de impacto en la patada que pueda ser causa de daño considerable en ningún ser vivo.
Saboreo el postre con el paladar libre de sugestiones, el gusto del asador ya está inducido por los olores de la cocción, el humo, el fuego, la grasa derritiéndose, el sonido de la carne que brama por la acción de las brasas.
Luego de transcurridos algunos minutos, recuerdo que debo apagar las cenizas para evitar cualquier riesgo de incendio. Mi esposa y mi amiga, con la curiosidad ya instalada, me acompañan menos para ayudar que para enterarse sobre el estado de la gallina. Esta se encuentra donde la última vez, bajo el algarrobo, pero recostada. Mueve sus patas como si soñara caminar. A ciertos intervalos de distancia en su caminata onírica alternaba un movimiento que equivaldría al de un salto con posterior aterrizaje suavizado por el característico aleteo.
Segundos, terceros pollos y siguientes puestos de rezago se desbandan de la pista como respondiendo a un llamado de asamblea. La cosa se puso seria, la pintoresca comicidad de lo acontecido deja paso a la preocupación. La gallina va de mal en peor y todos parecen notarlo. Una congregación de ponedoras indiscretas, doble pechugas santiguadoras, gallos púberes y algunas lechuzas curiosas aparecidas de sabe uno dónde se instalan en las proximidades de la convaleciente.
No atino a desaparecer de esta escena, no puedo decidir si debo retirarme o permanecer en mi lugar siendo testigo de la extrema unción de mi propia víctima siendo practicada por el gallo, a quien ya mi imaginación de duermevela hace aparecer vestido con dalmática rojinegra.
"Si tu mano derecha te hace caer en pecado, córtatela y échala lejos de ti, es mejor que pierdas una sola parte de tu cuerpo, y no que todo tu cuerpo vaya a parar al infierno", recordé esta frase del evangelio, y de manera automática miro de reojo la punta de mi pie, miro haciéndolo responsable de todo, luego elucubro alguna manera de exonerarlo, me baso en la literalidad de las escrituras, la mano es más consciente del peligro de pecar que el torpe pie, quiero hacer a este último inimputable e inamputable.
El fatal desenlace no tarda en caer, no hay milagro, no hay justicia en los designios del destino, le pese a quien le pese la gallina paró la pata para no moverla nunca más. El cortejo de animales permanecen junto a la difunta con los ojos entrecerrados, como izando una bandera a media asta. Los humanos presentes salieron de su refugio para asistir con ojos grandes al funeral menos pensado.
El escozor es total, fulminante. Por la noche cuando no queda ningún deudo presente, mi amiga, con la lucidez y el arrojo que la caracteriza, sortea los alambrados que separan el patio con el terreno donde se produce el deceso para rescatar el cadáver e introducirlo en una caja de cartón que luego sella y coloca dentro una bolsa plástica. Decidimos no dejar huellas de la desaparición forzada de uno de los tantos ejemplares que producían frutos al granjero vecino, al que de otra manera habría que darle las explicaciones del caso.
La desazón que me ocasionó esta experiencia todavía carcome mis días. Sin éxito intento deslindar mis culpas, solamente me queda encomendar esperanzadamente al tiempo que se erija en instrumento de mi sanación ética. Cuando poco a poco voy logrando progresos en este sentido, una noticia sacude mi atención: El granjero debió sacrificar a un perro callejero que estaba comiendo sus gallinas. No es una, son dos vidas que me cobrará San Pedro a quien, rogando por su intercesión, ni la vista podré elevar.
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bocadosdefilosofia · 5 days
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«Pues bien, el vínculo capital entre estos pueblos es la lengua, la cual está "realizada", fijada, unificada en una Literatura. Sin ella, no somos -ni los españoles ni, por supuesto, los hispanoamericanos-. Para estos es cuestión de vida o muerte histórica la conexión mutua, y no menos el “espesor” histórico, que les viene de una tradición literaria que arranca del Poema del Cid o de las jarchas. Sin esto, ¿a qué indigencia quedaría reducido cada país hispánico? Y como la proyección histórica de España o de cualquier país hispánico no es posible más que dentro del marco de su conjunto, la Literatura es el vehículo de nuestro futuro.»
Julián Marías: «El lugar de la literatura en la educación», en Literatura y generaciones. Espasa-Calpe, S. A., pág. 191. Madrid, 1975.
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1
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tactilmente · 28 days
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yo podria ser
una mujer que trabaja la tierra en su casa
podria tranquilamente hacer eso de dia
y ser bailarina en el club nocturno del pueblo
volver y darle un beso en la frente
a cada uno de mis bebes mientras duermen
y amamantar y cocinar por la mañana
podria meter las manos en esta tierra
llena de lombrices gigantes
del tamaño de mis dedos y aun mas largas
despedazarla y planificar un combate mental a la vez
un combate atroz
para los proximos meses
empaparme de su oscuridad y su espesor, de su fertilidad
asociar la cercania del arroyo
no podria estar en este momento en otro lugar
y podria encontrarme sola, comiendo una naranja con cascara
mordiendola mientras mi cerebro cuestiona parametros ancestrales y 
mi corazon busca espiritualidad en la distorsion 
tambien podria estar arrodillada
pelando un kiwi cautelosamente con un cuchillo pequeño muy bien afilado
hasta podria estar pelando una uva y sacandole las semillas para alimentarnos
podria enseñar a decenas de humanos el valor de una palabra y su orden
y diagramar mensajes en la compu como un activismo que se expande sin gran voluntad
y se concreta en la realidad
creo que amo concretar
no podria estar en otro lugar que no sea el pavimento, el fuego, la arena, el agua y el barro
pensaba hoy qué dicha ver el mar desde la ciudad, desde la explanada el cemento
y volver a casa 
acá donde para acceder al mar tenes que atravesar senderos y bosques, sentir la arena entre los dedos del pie, pegada a la suela de la zapatilla
esa niebla pegajosa en la cara, o el viento que te despeja la psiquis y se te mete en los huesos 
así bien podría ser cualquier cosa
lo que vos quieras
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whencyclopedes · 1 month
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Herculano
Herculano, en el golfo de Nápoles, fue una ciudad romana que quedó destrozada por la erupción del Vesubio del 79 d.C. Como su vecina Pompeya, se conservó en perfectas condiciones gracias a una capa de ceniza volcánica de varios metros de espesor que, en el caso concreto de Herculano, quedó cubierta después por un río de lava que, al petrificarse, permitió que se preservasen incluso los restos orgánicos. Edificios de varios pisos, frescos, papiros y esqueletos son solo algunos de los restos aparecidos en las excavaciones que han ayudado a arqueólogos e historiadores a recomponer el día a día de una ciudad romana del siglo I d.C. Herculano forma parte de la Lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
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ocasoinefable · 3 months
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Entre la luna. Al espesor de una estrella que se ancla. En la brisa que arranca las lilas y las hace plumas. Este corazón sueña ...
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hijadelviento · 1 year
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EL ECO DEL ECO DE SU VOZ
Yo quiero escribir muertos. Escribir mi madre muerta y los demás. No somos todos, ellos, mi madre y yo— más que historias contadas hasta el infinito y vueltas a contar. Este es el páramo donde se escucha el murmullo de los ya idos. Ella habla a través de mí y me los convoca. Yo escribo su palabra que no es la que se dice. Es la palabra de silencio, de lo que nunca es lo dicho.
Pero es así, una cuestión gramatical, determinada por el uso de las preposiciones: esto que escribo es acerca de ella. Quiero rodearla, describirla, construirla como un objeto de saber (mi madre sería fuera de mí, un imposible). Es sobre ella —sobre esa carne, sobre esa piel, en el clivaje de su pecho arrugado—. Es con ella también, en tanto transcribo —con inexactitud, una vez más—nuestras voces que se cruzan, se confunden, se repelen. Extraño duetto el nuestro. A veces es un coro, las voces se van multiplicando hasta saturar el espacio y el tiempo de sonidos. Otras veces el vacío. Podemos enmudecer hasta la enfermedad. ¿Quién habla desde nosotras? ¿Qué pila de muertos nos ocupa? Escribo, entonces, desde ella, para saberlo.
Repaso la lista de preposiciones: a mi madre, ante mi madre, bajo mi madre, cabe mi madre, con mi madre, contra mi madre, de mi madre, desde mi madre, en mi madre, entre mi madre, hacia mi madre, hasta mi madre, para mi madre, por mi madre, según mi madre, sin mi madre, sobre mi madre, tras mi madre.
Es el espesor de su lengua lo que quise siempre, lo que quiero, la densidad de su palabra dicha —por ella y por los otros—. Todas las voces se cruzan en el eco de la palabra de mi madre. Ella es todos los muertos. Ella es todo lo que ha muerto. Literalmente lo que fue habla por su boca (y yo le doy la letra).
El lenguaje es mi casa embrujada.
Liria Evangelista, Sangra en mí (2018).
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tejadosroofs · 4 months
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Cómo instalar RASTRELES para colocar TEJAS sin mortero | ROOFS 🔴
Hoy estamos en Sonseca, Toledo, instalando una cubierta con más de 20 aguas. 🚧
🔧 Hemos fijado los perfiles primarios al forjado con taco metálico y tornillos. Para el aislamiento, utilizamos espuma de poliuretano proyectada (densidad de 50 kg/m3 y espesor de 7 cm). En este vídeo, mostramos cómo instalar correctamente los rastreles metálicos secundarios para las tejas cerámicas imitación pizarra.
🔍 Les enseñamos cómo hacer el replanteo previo considerando la medida del paso de rastrel necesario. Los rastreles secundarios son esenciales en cubiertas sin mortero, asegurando una ventilación adecuada y mayor eficiencia energética.
En ROOFS, recomendamos evitar el mortero para obtener un tejado ventilado, duradero y menos propenso a goteras. 🌬️🏠
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mantecol · 2 years
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🍪 ALFAJORES DE PEPITOS 🍪
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Dificultad: Fácil
Tiempo: 25 minutos aproximadamente
Porciones: 26 (dividir cantidades en dos si desean menos) pueden ser más dependiendo del grosor de la masa
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INGREDIENTES
4 huevos
2 tazas de harina de avena (pueden usar harina 000 pero agregen polvo para hornear)
2 ½ tazas de maicena (fécula de maiz)
4 cucharadas de aceite vegetal (usen a gusto personal; coco, oliva o girasol)
200gr de chocolate (chips o barra)
Una cucharadita de extracto de vainilla
Dulce de leche repostero cantidad a gusto
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PROCEDIMIENTO
Mezclar todos los ingredientes en un bowl hasta obtener una masa semi homogénea.
Pasar la masa a una mesada y amasar hasta ver que estén todos los ingredientes bien integrados y se obtenga una consistencia uniforme
Con un palo de amasar, estirar la masa obtenida hasta lograr aproximadamente 5mm de espesor y cortar medallones con un cortapasta (tamaño a gusto)
Acomodar los medallones en una fuente previamente enmantecada y enharinada o con papel manteca y cocinar a horno moderado (180°C) por 10 a 15 minutos (el tiempo de cocción depende de que dorados los quieran)
Una vez retirados del horno, dejar enfriar para luego rellenar con dulce de leche repostero
A disfrutar !!!
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