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#involución
2isa-bell-6 · 1 year
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Que paja la gente que no quiere escuchar, que no se esfuerza por mejorar.
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Es increíble que a los actos de consideración, en la actualidad, se les connoten como gestos de romanticismo.
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nonperfect · 2 years
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Planeta involutivo.
-. ¿Qué les pasó? -. Ya sabes que hay dos tipos de planetas: los evolutivos y los involutivos . La tierra pertenecía a esta segunda categoría. Su destino era retroceder inexorablemente hasta convertirse en lo que es hoy. Los terrestres captaron señales de nuestro planeta evolutivo. Fue un fallo muy grave de los mecanismos de ocultación pero no hubo consecuencias. No llegaron más allá y se…
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dodypaz · 1 year
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Cuba fue pionera en aplicar inventos famosos, todos antes de la llegada del comunismo
Cuba fue pionera en aplicar inventos famosos, todos antes de la llegada del comunismo
“Cuba tuvo muchos más logros, y el comunismo arrasó con todo sin piedad, hoy hubiera sido lo más lindo del mundo y no como está” Increíblemente el régimen de Cuba a través de medios oficialistas como Radio Rebelde intenta hacer ver y adjudicarse que los inventos más notorios de este siglo y el anterior, cuando Cuba antes de 1959 ya era un país reconocido y con un desarrollo considerable. Sin…
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libros-argentinos · 3 months
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¿Cómo están?
Les dejamos saber que de los libros que estaban solicitados, logramos incorporar trece de quince:
[Vínculo enlazado](Búsqueda manual en el Drive)
El Aleph de Jorge Luis Borges (#8 > LITERATURA > #1)
Ficciones de Jorge Luis Borges ( " )
Pájaros en la boca de Samanta Schweblin ( " )
Fortuna de Hernán Díaz (#8 > LITERATURA > #5)
Plata quemada de Ricardo Piglia ( " )
Operación Masacre de Rodolfo Walsh ( " )
El juguete rabioso de Roberto Arlt (#8 > LITERATURA > #7)
Rayuela de Julio Cortázar ( " )
Cometierra de Dolores Reyes (#8 > LITERATURA > #9)
Gris de ausencia de Roberto Tito Cossa (#8 > LITERATURA > #12)
Historias para ser contadas de Osvaldo Dragún ( " )
Los peligros de fumar en la cama de Mariana Enríquez (#8 > LITERATURA > #13)
La involución Hispanoamericana. De Provincias de las Españas a Territorios Tributarios: El caso argentino, 1711-2010 de Julio C. González (#9 > HISTORIA > HISTORIA ARGENTINA)
Los libros Qué temprano anochece de Silvia Arazi y Lejos de dónde de Edgardo Cozarinsky aún no los encontramos digitalizados. Sin embargo, seguimos tomando solicitudes (por aquí) y/o recibiendo material (por acá: [email protected]). Si nos comparten algo desde sus Drives y no por correo, avísennos por acá porque por ahí no nos damos cuenta (acabo de descubrir que tenemos un montón de archivos compartidos sin clasificar -Keo.)
Si encuentran algún error en algún enlace, algún archivo, alguna clasificación, también cuéntennos por medio del inbox.
Hasta ahora, ¡contamos con ya casi cien libros, más o menos, en el Drive! Así que anímense a chusmear las carpetas. Para ser claros: todo lo que sea ficción, poesía y noficción novelada lo van a encontrar en la carpeta número ocho, de literatura.
(Hay cosas sobre la clasificación que todavía no están al cien por ciento sentadas, y hay libros que son bastante difíciles de decidir dónde meter, pero creemos que por ahora las cosas son relativamente fáciles de encontrar; igualmente siempre estamos para escuchar sus sugerencias y/o someter a plebiscito –ja– algunos cambios o decisiones.)
Buenas tardes-noches, gente. Estamos a disposición.
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viejospellejos · 1 year
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La involución humana:
Aporte: @dreapardextroes [IG]
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welele · 1 year
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Otra involución tecnológica más.
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auroratris · 1 year
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Ver "Marc Lavoine - Chère Amie (Toutes mes excuses - Vidéo Officielle)" en YouTube
youtube
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Tengo la Involución adherida a la piel,
y en el espejo a una extraña
que devuelve
la sorpresiva mirada.
Acampo en un horizonte
que no permite observar
por el espejo retrovisor
las huellas pasadas.
Cazo al viento
con sus tormentas,
para que aleje
esta incidencia del Ser perdido.
Ojalá mis excusas
se las lleve el temporal
y mi demora despegue
de este lado opaco.
© Auro
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Jesus Anarquista? Existió el tal mesias?, no hay evidencia científica. Que se podría decir de este personaje y de su manoseado mensaje , a través de la óptica anarquista?.Que nos puede dejar está visión del mítico personaje en este artículo?.Va pues buscando puntos de convergencia en la conocida historia.Lo cierto es que de haber existido es indudable la condición de esclavitud y sometimiento en la que se encontraba él y su pueblo por parte del implacable y corrupto imperio romano.
Anarquismo y el evangelio: Jesús, el Estado, el Capital y Dios.
Posted on abril 14, 2017 Por Fray Desquicio (Corresponsal Vaticano) Colaboración Extraído del El Surco N° 36-37, Junio-Julio 2012
“Cualquiera que niegue la autoridad y luche contra ella es un anarquista” (S. Faure)
“¿Creéis que estoy aquí para dar paz a la tierra? No, os lo aseguro, sino división” (Lucas 12, 49-53),
El platonismo judeocristiano valora las acciones humanas por poseer un carácter bondadoso que las acompañe, mejor aún cuando es un bien supremo que calma la conciencia hasta de un tirano. En este sentido la figura de Jesús ha sido útil para las justificar las empresas de los hombres, correspondiendo a la necesidad de ser buenos, de estar convencidos de una especie de elección sobrenatural que permita el saciar cualquier ambición terrenal. No es casual que quienes se enriquecen groseramente a costa de las masas empobrecidas, de los oprimidos, sean familias moralmente ortodoxas, fundadas en ‘valores sublimes’. Son las mismas que hacen de Cristo el modelo de piedad, garante de recta intención en la alta sociedad, en que se articula el catolicismo institucional (educativo, cultural, religioso, política, económico, ejecutivo, recreativo).
Esto provoca que creyentes y no-creyentes sintamos real fastidio hacia ese ‘Cristo lava conciencias’, sostén de la moral Oligarca, y nos convoca a hacerle frente desde su misma (teo) lógica: Jesús es además un acontecimiento histórico que podemos investigar y re-descubrir. Porque la historia es más que ‘conservar’ vestigios arqueológicos de un pasado que nos llena de ego científico, la historia se hace con lo acontecido y se proyecta desde el presente, luego, la figura de Jesús continúa en discusión y disputa. La teología tradicional, institución funcional a los linajes aristócratas, debe ser importunada en su apropiación-ocultamiento de la figura de Jesús, pues representa la invención de un Cristo condescendientemente pasivo frente al egoísmo, la codicia y el lucro de las clases dominantes.
De modo que el objetivo de este artículo es reseñar una crítica sobre la historia de este controvertido judío y su manoseado mensaje, intuyendo que la lectura anarquista de Jesús de Nazaret es más objetiva, más próxima a su identidad y menos sometida al control magisterial de la Iglesia Católica. Ahora bien, ¿Tiene notas y textos anarquistas el evangelio?
Vamos a acotar en primer lugar algunos puntos del anarquismo moderno en tanto rechazo del orden capitalista globalizado: la tríada Capitalismo-Estado-Iglesia, central en la desigualdad como evolución/involución histórica de nuestra sociedad occidental. De manera muy general y sin agotarlos, tomaremos éstos como ejes principales de la crítica anarquista a la omnipotencia de la economía neoliberal. El anarquismo no los pasa por alto y ajusta su análisis a estos cimientos del sistema, destruyendo esta perversa trinidad de poder. En ella el anarquista ve claramente la formación de un sistema de muerte e injusticia que atenta violentamente contra la vida, y no creemos que Jesús lo percibió de forma distinta, la historia en dos mil años no ha variado mucho. Pese a que se ha afirmado trilladamente la frase ‘Cristo fue el primer comunista’, las opciones de Jesús apuntan a acabar radicalmente contra todo régimen que anule el camino de liberación humana. Jesús capta los focos de estancamiento social y personal de sus contemporáneos para luego librar al ser humano de esos yugos de esclavitud. Le repugna el clasismo y el racismo judío, entre otros.
Sabemos que los evangelios canónicos (1) nos entregan la vida de Jesús desde un género teológico, sin embargo ello no le resta el valor humano y social de su mensaje, creemos que todo lo contrario, abren una vía comunitaria distinta. Cuando él rompe con las normas comiendo con prostitutas, hablando con samaritanos, no respetando el sábado, faltando al cumplimiento de las purificaciones rituales, horrorizando al Sanedrín con sus palabras, siendo declarado enemigo público por sus coterráneos que querían matarlo y muchas otras situaciones, cuando rompe con este orden, demuestra la intransable autonomía de su ser que no se deja manipular por poder alguno, ni siquiera ante Dios. Cuando aparece la ley Jesús se reb(v)ela con la subversión de los valores tradicionales, colocando al ser humano en el lugar donde impera la ambición y lo ritual, con el objeto de devolverle el lugar que le corresponde.
Esto nos da como resultado una característica esencial en la vida de Jesús y sin la cual sería imposible entender su palabra y el desenlace de la cruz: la conflictividad. A esta altura quien no asume su carácter conflictivo recae en una obcecación mental o simplemente en una complicidad con los sistemas de injusticia presentes en una sociedad tan clasista y dividida como la judía, presentes desde los tiempos de Cristo hasta la actualidad. Muchos aún persisten en soslayar este aspecto gravitante en la vida de Jesús, para ellos van dedicadas esta reflexiones.
Esta retrospectiva cristiana anarquista se enfoca en las tres categorías señaladas como ejes del sistema neoliberal y de la crítica anarquista: el Capital, el Estado y Dios (2) . No vamos a forzar anacrónicamente conceptos modernos (como el mismo anarquismo) en una época tan remota de hace dos mil años, pero vamos a obtener de ellos un punto de vista más honesto y coherente con la identidad de Jesús.
1. JESÚS Y EL CAPITAL
«El dinero es una falsa creencia, es el símbolo que hace presente a la injusticia, matando la palabra que se transforma en hechos concretos y se hace (con) vivencia entre las personas» El dinero en tiempos de Jesús era pieza fundamental de la economía judía, pero a su vez corrompía los lazos ciudadanos y la igualdad de todos ante la ley, conformando una sociedad rígidamente estratificada, dominada principalmente por los Saduceos a quienes se les permitió acuñar una “moneda de tiro” comercializada en el templo para pagar las ofrendas y los Herodianos que se beneficiaban del control de pago de los impuestos para Roma. De ese negocio se beneficiaban sacerdotes, fariseos, escribas y maestros de la ley. Rompiendo con este orden corrupto el mensaje de Jesús está dirigido a los desfavorecidos del capital, a quienes no lo detentan, a los marginados: “a los pobres se les anuncia la buena noticia” (Mt 11, 5; Lc 4,18). Incluso se advierte que para los ricos es una mala noticia: “¡ay de ustedes los ricos, pues ya han tenido su alegría!” (Lc 6, 24), a costa de los demás, claro está.
La tradición católica ha querido relativizar -cuando le conviene- este tipo de textos con directa alusión a la condición sociopolítica de un pueblo, dirán que ‘el mensaje de Cristo es para todos y no puede excluir a nadie’, además, señalan que ‘hay una riqueza espiritual que impide la entrada en el Reino de Dios y una humildad que puede ser virtud incluso de los ricos’. Pero sin dejar de reconocer que la soberbia no es exclusividad de ninguna clase social, la palabra de Jesús implica una clara toma de posición frente a los grupos de su tiempo que no admite doble lectura: para este kairós (3) no es el tiempo de glosas. Tal separación material/espiritual es restar objetividad histórica a la idea de la encarnación. Jesús no busca el consenso institucional: “¿Creéis que estoy aquí para dar paz a la tierra? No, os lo aseguro, sino división” (Lucas 12, 49-53), menos aún siendo testigo de la piramidal sociedad judía y esa abismante distancia entre ricos y pobres que degradaba a las personas.
Los evangelios canónicos (4) nos plantean sólo una opción: “No podéis servir a Dios y al dinero” (Lc 16, 13). El dinero es una falsa creencia, es el símbolo que hace presente a la injusticia, matando la palabra que se transforma en hechos concretos y se hace (con) vivencia entre las personas: “La semilla sembrada entre espinos representa a los que oyen el mensaje, pero los negocios de esta vida les preocupan demasiado y el amor por las riquezas los engaña” (Mt 13,22). En una sociedad corrupta y llena de avaricia, Jesús advierte un negro futuro para los acumuladores: “Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado? Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios” (Lc 12, 20-21).
Jesús no perteneció a la cultura del egoísmo socioeconómico (Lc 9, 58), pues el reino que dice instaurar -aquí en la tierra- es la antí- tesis de un país que abre abismos sociales entre ricos y pobres, como lo señala en la parábola de Lázaro y el Rico (Lc 16, 19-31). Claramente la “novedad” de Jesús no admite el modelo de hombre exitoso tan en boga por aquel tiempo (también hoy), simplemente su mensaje no es compatible con la acumulación de riquezas, son “dos amos…” (Mt 6,24) que se contraponen. Sabe que los ricos tienen enquistado un altivo modo de ser (ethos), que no se sana por el mero cumplimiento de preceptos rituales, sino transformando activamente el orden conocido, cambiando la estructura sociopolítica: “¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el reino de Dios!” (Lc 18, 24)
2. JESÚS Y EL ESTADO
Precisamente se rebela contra la autoridad en un acto llamado ‘purificación del templo’, porque tal purificación se traduce en limpiarlo de la corrupción económica: “comenzó a echar de allí a los que estaban vendiendo” (Lc 19, 45)
Resultado de imagen para jesus anarchistPese a que el concepto de Estado no era propio de la organización judía, Jesús se manifiesta contra su equivalente: la elite gobernante de su país. Estos son los mismos líderes del judaísmo, pues la cultura judía no tiene distinción entre poderes laicales y religiosos. Los líderes del gobierno judío son las mismas cabezas del Sanedrín: Saduceos, Fariseos, Sacerdotes, etc. Y aunque eran colonia del Imperio Romano podían contar con esa independencia similar a la regionalización de nuestros modernos estados-nación subdesarrollados respecto de los países del primer mundo.
El gobierno organizado por el Sanedrín tiene su ‘casa de gobierno’ en el lugar más sagrado de Jerusalén: el Templo, esta vez profanado por los mercaderes. Jesús percibe una vez más el peligro del poder económico, entra al templo y expulsa con autoridad a los empresarios y comerciantes que lucran con lo más sagrado de su cultura. Por eso, el miedo a desestabilizar el sistema que los favorecía les lleva a odiarle: “los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley comenzaron a buscar la manera de matar a Jesús, porque le tenían miedo, pues toda la gente estaba admirada de su enseñanza” (Mc 11, 18). Le temen porque amenaza los intereses privados de los terratenientes enriquecidos, quienes dicen servir a Dios y a su pueblo.
Precisamente se rebela contra la autoridad en un acto llamado ‘purificación del templo’, porque tal purificación se traduce en limpiarlo de la corrupción económica: “comenzó a echar de allí a los que estaban vendiendo” (Lc 19, 45). Escandalizados con su actuar, mientras Jesús andaba por el templo “se acercaron a él los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y los ancianos, y le preguntaron: ¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te dio la autoridad para hacerlo?” (Mc 11, 27- 28). Jesús les da una respuesta que abre una encrucijada: “Yo también quiero hacerles una pregunta. Si me responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas. Díganme: el bautismo de Juan Bautista, ¿venía del cielo o de los hombres?» Ellos se hacían este razonamiento: “Si contestamos: ‘Del cielo’, él nos dirá: ‘¿Por qué no creyeron en él?’. ¿Diremos entonces: ‘De los hombres’?”. Pero como temían al pueblo, porque todos consideraban que Juan había sido realmente un profeta, respondieron a Jesús: “No sabemos”. Y él les respondió: “Yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas”. Conoce la ambigüedad de los jefes políticoreligiosos, tiene claridad de sus intereses. Se niega a entrar en una discusión con quienes sólo hablan aferrados a su estatus, a ellos sólo les refleja la deshonestidad sus cargos poniéndolos frente a frente con el pueblo que aún creen engañar.
En Jesús es irreverencia su silencio ante Pilatos, pues no se deja intimidar ante su arrogancia, tampoco quiere entrar en la dinámica de un juicio ya viciado de antemano, no admite ser juzgado por ninguna de las autoridades de su tiempo: “ninguna autoridad tendrías sobre mí si no se te hubiera dado de arriba; por eso es que me entregó a ti tiene mayor pecado” (Jn 19, 11), es decir, desaprueba la legalidad vigente Romano-Judía. Tal vez el acto más rebelde de todos ya había sido señalar ante el Sanedrín su condición de instaurador de un nuevo orden: “El Sumo Sacerdote insistió: Te conjuro por el Dios vivo a que me digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios. Jesús le respondió: Tú lo has dicho… Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: Ha blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Ustedes acaban de oír la blasfemia” (Mt 26, 63-65). Ahí está Jesús frente a las autoridades gubernamentales de su tiempo: blasfemo, rebelde, desobediente agitador y peligroso insurgente.
3. JESÚS FRENTE A DIOS
¿Creía Jesús en Dios? Discutirá algún conservador católico que es un absurdo preguntarlo, por tanto se declaraba el Hijo de Dios. Pese a los reaccionarios discursos teológicos, el vocablo ‘Dios’ de origen griego no está tan claro como auténtico de Jesús,inclinándose más bien por un nombre poco usual: Abbá (5) , vocablo que dejaba perplejo a quien lo escuchara. No existe un Dios omnipotente sobrenatural ajeno a la vida de ‘acá abajo’, sino un padre, quizás una madre. En todo caso son irrelevantes para Jesús éstas imágenes antropomórficas para su experiencia inefable de amor infinito, es un Dios-Comunidad donde se conjugan todos estos arquetipos vitales, porque “nadie ha visto jamás a Dios” (Jn 1, 18). Su iluminación le lleva a darle poca relevancia a los problemas semánticos sobre la religión. Para Jesús lo que le da crédito a nuestras certezas es que el ‘cómo’ (con) vivimos.
Y si bien es cierto que Jesús no podría ser un positivista antirreligioso, es capaz de negar, especialmente con sus hechos a ese Dios tan puro como lejano, que se sitúa al lado de los poderosos. El Abbá de Jesús es alguien que se ‘juega el pellejo’, involucrado hasta la muerte con los seres humanos, alguien que no tiene otra referencia más acertada que el amor-amar. Sostiene su vivir en la divinidad impronunciable e inconocible del Antiguo Testamento sin dejar de entenderla como implicancia o cercanía absoluta con lo humano. Ese movimiento inverso a los señores y reyes del mundo (ya en sí una idea revolucionaria) no es otra cosa que el encuentro de lo trascendente con lo inmanente en el aquí y ahora, es un Dios que no tiene sentido sino se instala en medio de la miseria y la precariedad humana, para luchar activamente desde allí revirtiendo el sistema y humanizándolo.
Estas ideas apuntan a conocer mejor la figura de Jesús, a acabar con el monopolio teológico que lo tergiversa como pieza de un mecanismo de desigualdad (6) institucionalizado como ley natural de la humanidad. Lejos de la resignación, representa la apertura de un camino nuevo, la revolución integral que hace de una sociedad piramidal un reino de hermanos•
Notas
1. Marcos, Mateo, Lucas y Juan.
2. En último caso, pese a las discusiones etimológicas de la palabra, Dios no es una palabra tradicional del mundo hebreo, es de origen griego y no tiene la densidad que para los judíos tiene Yahwé.
3. Palabra griega que significa demonio fugaz que aparece como inspiración y nos lleva a otra dimensión, o sea el momento oportuno, en sentido cristiano lo llama ‘tiempo de Dios’.
4. Siguiendo los criterios de autenticidad histórica, los evangelios canónicos (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) fueron escritos el primer siglo inmediatamente después de la muerte de Jesús, por tanto resultan más fiables por su cercanía con la vida de Jesús.
5. Palabra hebrea que significa “papá” en arameo, se suele traducir también como “papito”. Este término aparece sólo tres veces en el Nuevo Testamento.
6. Se afirman en ese pasaje que dice: “Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis” (Mt 26,11). 
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kind-moth · 5 months
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en un signo de clara involución empecé a fumar tabaco
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deseopolis · 5 months
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Antropoceno (semáforo en rojo)
Vengo en bicicleta desde la casa de un amigo pensando en el auto que no necesitaba pero que quería comprar; la sensación de poder que perdí en mi treintena recuperada en forma de un motor turbo y sensación de manejo dura, responsiva, potente, cuando me paso un semáforo en rojo y una camioneta china me agarra llenito. Me está golpeando con todo de costado. Mi cadera, columna y cabeza se doblan como un látigo hecho de varias piezas pequeñas de lego que se desarman del golpe pero que no se desparraman por todos lados porque mi cuerpo ahora las sujeta en su interior. Mientras me atropellan, estoy pensando en el Antropoceno. Antes del dolor que me hará gritar pidiendo a mi madre, antes de la agonía de tener los pulmones perforados por mis propios huesos, antes de ahogarme en mi sangre y del terror solidificado en la cara que mi hermano tendrá que reconocer en el servicio médico legal, pienso en el fin del mundo. Lyotard creía que sería de una manera bien grotesca; con el sol explotando y la vida huyendo en un formato poco elegante e infinitamente superior a nuestra humanidad, tan superior y a la vez ajeno para nuestro siglo XXI que jamás podremos imaginarlo completamente. Los aceleracionistas lo delimitaban en lo que venía después del hiper capitalismo pero no alcanzaron a imaginar nunca que venía después. Yo pienso en lo que me tocó, en las energías limpias y en la incapacidad de masificarlas porque a alguien en algún lugar un Excel aún no le cuadra con las proyecciones de revenue. También en la involución que en treinta y pico de años me tocó vivir mientras los libros de Fukuyama quedan obsoletos a punta de ‘’portonazos’’, ‘’encerronas’’, emprendedorismo radical y el centro histórico transformado en un cité de varias cuadras. Y pienso que mis ideas y mis conversaciones y el auto en el que venía pensando antes que una camioneta china híbrida de 500 NM de torque me reviente por dentro por pasar un semáforo en rojo son irrelevantes. No pasan los años por mis ojos, no tengo flashbacks de mi infancia, no hay un racconto de toda mi vida hasta ese golpe seco a exceso de velocidad que me fractura pelvis y fémur. Pienso en el calentamiento global.
En que quizás debía comprar un aire acondicionado para este otoño con máximas de 30°C.
En el acuífero Guaraní privatizado y vendido a un conglomerado de maquillaje y marcas de lujo.
En que todavía no podemos entender qué dicen los pájaros, que cada vez cantan hasta más tarde y con mayor desesperación.
Y en la brisa fresca con el olor a risas y humo de asado que me hacen sonreír sin querer antes que el Antropoceno de cuenta de mí.
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esuemmanuel · 2 years
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Es una historia que se ha escrito a la par de su involución, porque la realidad es dura, como dura es la salvación.
— Esu Emmanuel©️, It is a history that has been written along with its involution, because reality is as hard as salvation.
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dyskolo · 2 years
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Sobre la literatura rusa
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Universalidad, creo yo, es la primera excelencia que hemos de señalar en la literatura rusa, sentido de lo íntegramente humano, porque sólo este valor esencial puede sufrir la ruda prueba que hemos descrito.
Antonio Machado
Hace 100 años Antonio Machado reivindicaba el papel y la participación de la literatura rusa en el concierto de la cultura europea. Vivimos tiempos de involución, en los que se hace preciso explicar lo evidente.
El siguiente texto forma parte del libro “Fabulaciones y otros textos en prosa” (Dyskolo, 2022)
SOBRE LITERATURA RUSA
En el siglo XIX la literatura rusa influye en todas las literaturas europeas, sin excluir a la española. Las obras de Turguénev, de Dostoievsky, de Tolstóy —cito no más los nombres más egregios— serán para muchos de vosotros, no sólo conocidas, sino familiares. Podemos preguntarnos: ¿Qué debe la moderna literatura europea, y dentro de ella la española, al genio creador de Rusia? ¿Qué es en literatura lo específicamente ruso?
Las lenguas eslavas —perfectamente ignoradas en España— no son todavía de uso corriente en la Europa culta. La producción literaria rusa nos es conocida por traducciones no siempre directas, frecuentemente incompletas, defectuosas muchas veces. Anotemos este hecho. Porque todos sabéis que traducir una obra es someterla a una dura prueba, y traducirla mal es casi borrarla. Al pasar de una lengua a otra sólo se salvan los más altos valores literarios. De toda la rica producción española ¿cuántas obras han logrado la estimación universal? Las Coplas de don Jorge Manrique; La Celestina, El Quijote, La vida es sueño y El burlador de Sevilla; acaso la poesía de Góngora; seguramente la obra de nuestros místicos más excelsos. Todo lo demás es literatura para andar por casa; no puede pasar la frontera. Y es que los adornos, gracias y matices que pone en su obra el habla del poeta se amenguan, marchitan y corrompen cuando se les trasiega y vierte en otros moldes lingüísticos. Sólo si una obra contiene valores esenciales hondamente humanos y una sólida estructura interna, puede —aun disminuida por la traducción disminuida ser admirada en lengua extranjera. Tal calidad pudiera tener la novela rusa. Traducida, y mal traducida, ha llegado a nosotros. Sin embargo, decidme los que hayáis leído una obra de Turguénev disminuida —Nido de hidalgos—, o de Tolstóy —Resurrección—, o de Dostoievsky —Crimen y castigo—, si habéis podido olvidar la emoción que esas lecturas produjeron en vuestras almas. Yo os daría por docenas novelas de ilustres autores contemporáneos, muchas de españoles, seguro de que habríais de devolvérmelas después de hojear sus páginas con hastío. Y si todo cuanto hay en vosotros de humano vibra hasta la raíz y se conmueve por la magia de una obra que fue, acaso, vertida del ruso al alemán, del alemán al francés y del francés al misérrimo español de un traductor catalán, que trabajó a peseta por página (y no creáis que exagero al mostraros esta escala de degradaciones literarias, porque hasta hace muy pocos años no han circulado entre nosotros sino versiones de esta índole), decidme: ¿qué riqueza estética no hemos de asignar a esta obra en su fuente originaria, en la lengua rusa en que fue pensada y escrita?
Universalidad, creo yo, es la primera excelencia que hemos de señalar en la literatura rusa, sentido de lo íntegramente humano, porque sólo este valor esencial puede sufrir la ruda prueba que hemos descrito.
Pero al decir universalidad hemos dicho demasiado y no suficiente. ¿Qué suerte de universalidad es ésta que asignamos a los libros rusos? Por la razón se define al hombre; ente de razón le diputan las escuelas filosóficas intelectualistas desde Platón a Descartes. Es la razón la facultad de los conceptos generales, de las ideas; en ellas hay una forma de universalidad. Pero no es ésta la que descubrimos en los libros rusos, muchos de los cuales nos parecen a veces frutos de la misma locura.
La razón humana será un don divino —yo no lo dudo—, pero tuvo que ser inventada, descubierta por el hombre mismo; ser el fruto bien maduro de una experiencia, que algunos pueblos no han realizado plenamente todavía. Fue en Grecia, y en la divina Atenas, cien veces sagrada, donde el hombre descubre y se adueña de su propia racionalidad por el hábito de pensar en común: al amparo de las democracias helénicas, los hombres libres, los ciudadanos convierten el pensamiento en un hábito social, en una actividad de ágora, de plaza pública. El hombre libre opina, discute, polemiza, conversa, dialoga, contrasta su propio pensar con el de su prójimo y averigua por sí mismo —no acepta como dogma— que las normas y categorías de su entendimiento no son individuales, sino específicas, que revelan la común estructura del espíritu humano y que, por ello, hay verdades a que todos los hombres pueden elevarse porque son el fruto del pensar de todos: que existe una objetividad. Tal fue el resultado, más tarde, de la mayéutica socrática, del arte de partear espíritus, la gran conquista del genio helénico realizada plenamente cuando la actividad del ágora pasó al jardín de Akademos, donde disertaba el divino Platón.
Pero el pueblo ruso, sometido hace años al imperio despótico de los zares, sin hábitos de ciudadanía, sin libertad política, no ha conocido aún, como tal pueblo, esta forma de eucaristía; la comunión en las ideas no ha socializado aún su pensamiento, ni alcanzó la dialéctica, cuyo fruto tardío es la pura especulación filosófica. Buscaréis en vano un gran nombre ruso en la historia de los grandes sistemas de ideas. Falta hoy a Rusia metafísica propia, y una de las causas del fracaso de su gran revolución acaso sea el desmedido tributo que las mentalidades directoras de Rusia rinden necesariamente al pensamiento alemán, al determinismo económico de Carlos Marx.
Pero hay otra forma de universalidad que no la expresa el pensamiento abstracto, que no es hija de la dialéctica sino del amor, que no es de fuente helénica, sino cristiana; se llama fraternidad humana, y fue la gran revelación de Cristo.
El Viejo Testamento no es todavía un libro íntegramente humano y mucho menos divino; Javeh es un Dios guerrero y nacional, tutor o guía de un pueblo elegido a través de la historia. Este pueblo apenas conoce otro valor que el genésico. Para el hebreo la castidad es sólo virtud en cuanto encauza el impulso genésico y asegura la prole. El hebreo repudia la mujer estéril y exalta al patriarca, al semental humano. No ya en el sentido trascendente ni aun siquiera en el familiar es el amor fraterno una exigencia ética. El amor no rebasa apenas las fronteras de la animalidad, cabalga sobre el eros genesiaco y no ha tomado aún la línea transversal, no es de hermano a hermano, sino de padre a hijo. El imperativo de la castidad aparece en el Evangelio con una significación completamente distinta. Castidad es ya superación, no aniquilamiento del sentido biológico del amor. Tregua de la sexualidad prolífica que haga posible la honda revelación del amor fraterno y la comunión cordial y el reconocimiento de un padre común supremo garantizador de la hermandad humana.
En la idea, dice el pensamiento platónico, hay siempre un punto de vista y al par un límite del pensar humano. Donde haya un hombre, nos dice el Cristo, allí está la humanidad entera. El pensamiento del hombre pretende vanamente anclar en lo absoluto, mas las ideas trascendentes, inasequibles como las estrellas que nunca podremos alcanzar, las ideas nunca realizadas orientan la mente humana, sirven también como las estrellas para navegar, nos guían en la ruta nunca terminada del conocer. El corazón del hombre, nos dice el Cristo con su ansia de inmortalidad, con su anhelo de perfección moral, con su sed de amor nunca saciada, tiene ante sí también un camino infinito hacia la suprema inasequible perfección del Padre. Y esta ansia, esta sed que tú, hombre, descubres con sólo mirar a tu propio corazón, es la de todos los hombres. Los que ayer comulgasteis con las ideas bajo los pórticos de Atenas, los ciudadanos libres, cuya vida entera reposaba sobre el trabajo de los esclavos, no habéis comulgado aún con los corazones. Lo que vosotros llamáis simpatía —recordemos la bella fase de Eurípides en su Antígona— es, cuando más, compasión, sufrimiento común, dolor pasivo, fatal, impuesto por los dioses; no es todavía libre tarea de los corazones, fraternidad humana.
Los, pueblos de cultura integral, los herederos de la civilización heleno-cristiana, saben de ambas formas de universalidad, porque pasaron por la doble experiencia histórica de las luchas políticas y religiosas. De entre ellos no podemos excluir a Rusia, pero el más superficial conocimiento de su historia nos muestra su enorme atraso político y social. Mas su literatura, en cambio, nos revela cuán profundamente ha penetrado el Evangelio en el alma rusa. El despotismo oriental de sus emperadores, desde Juan el Terrible hasta nuestros días, condenó a la incultura y al sufrimiento a casi toda la población eslava, al pobre campesino, al mujik triste, vacío de ideas y lleno de supersticiones, al mujik que no conoce aún la vida social y cuyo corazón, como la tierra empedernida por el hielo en que sufra y trabaja, es el fruto de esta misma cruel tiranía, y sólo encierra el odio, el miedo y la desesperanza. Y los poetas rusos, los novelistas, los pensadores, la aristocracia intelectual nacida casi toda ella en la clase noble, al mirar a su patria sólo encontró un tema realmente ruso: el dolor humano. Un sentimiento de piedad impregna toda la moderna literatura rusa. Desde Pushkin y Lérmontov, muertos trágicamente en los primeros años del siglo XIX, hasta Chéjov y Gorky, nuestros contemporáneos, los libros rusos contienen estas dos notas esenciales: 1ª Una falta de coherencia lógica, y, si queréis, una lógica extraña al genio de Occidente, sobre todo, al genio latino. El vizconde Melchor de Vogüe, en un reciente trabajo sobre la obra inmortal de Fedor Dostoievsky, El idiota, dice estas o parecidas palabras (cito de memoria): “El rasgo dominante que diferencia los personajes de esta obra, de aquellos a que estamos habituados en nuestra novela, es su falta de disciplina mental. Un buen latino domina, o cree dominar su razón; no duda del poder que posee para dirigirla, encauzarla y convertirla en una fuerza siempre sumisa. Entre los rusos de Dostoievsky esta fuerza aparece indisciplinada, su pensamiento es como un resorte que no obedece a la voluntad del mecánico, procede por saltos bruscos con súbitas transiciones del llanto a la risa. Y este pensamiento es además complicado y sutil; algunas frases sencillas en apariencia, ocultan una docena de intenciones equívocas”. Y es natural, el pensamiento ruso no es pensamiento de polemistas, de dialécticos, de razonadores ni de filósofos especulativos; es pensamiento ascético, místico, solitario; no es lógica, sino intuición.
2ª. Esta tendencia colectiva, marcadamente irracionalista o insuficientemente racional, que nos desconcierta en la novela rusa, creadora de tantos extraños personajes, que viven y se agitan como en un mundo de pesadilla, se compensa ampliamente con esa otra tendencia hacia los universales del sentimiento; ansia de inmortalidad, piedad hacia los humildes, amor fraterno, deseo de perfección moral, anhelo de suprema justicia, cristianismo en suma. Se diría que el ruso ha elegido un libro, el Evangelio, lo ha puesto sobre su corazón y con él y sólo con él pretende atravesar la historia.
¿Recordáis alguna novela de León Tolstóy? Es Tolstóy, sin duda, la síntesis del alma rusa. Su obra es además la que mejor conocemos en España. Traed a la memoria alguna página del Príncipe Delhi, de La guerra y la paz, de Resurrección, y evocad sus personajes centrales. Son hombres y mujeres siempre en pugna con las normas del mundo, siempre inquietos y descontentos de sí mismos, pero siempre, también, buscando a su prójimo para curarle de sus dolores, para aliviar su miseria. Les preocupa —como a nuestro egregio Unamuno— el problema esencial, el del último destino del hombre (recordad la hermosa muerte del príncipe Andrés en La guerra y la paz); dudan, vacilan, como dudan y vacilan las almas sinceras y profundas, siempre divididas en sus entrañas; pero siempre se diría que alcanzan a ver una luz interior reveladora de la suprema esperanza. Su religiosidad es mística, porque busca a Dios por el camino del amor. Su misticismo es cristiano, de combate íntimo, activo, dinámico..., no pasivo, contemplativo y panteístico a la manera oriental. Estos hombres y estas mujeres, estos personajes de la obra de Tolstóy, se aman y se desean con amor humano, apasionado, violento a veces.
Las pasiones desenfrenadas son frecuentes en las novelas rusas. Muchos de estos personajes son entes crapulosos y degradados. Pero yo os desafío a que me citéis una sola página rusa en que el amor carnal no esté superado por el amor íntegramente humano, en que la mujer sea exaltada únicamente como medio de placer. Lo que llamamos pornografía, esa baja literatura que halaga no más la parte inferior del centauro humano, es algo muy ajeno al alma rusa. Cuando pasamos de la novela francesa —más o menos refinadamente sensual— a la novela rusa, estamos en otro clima espiritual. De Tolstóy a Anatole France —os cito al más ilustre nombre francés— hay más distancia que de la estepa rusa al Jardín de Epicuro.
Y ahora podemos repetirnos la pregunta con que comenzamos esta conferencia: ¿Qué debe la moderna literatura occidental a las letras rusas? Los pueblos que alcanzaron un alto grado de prosperidad material —Francia, Alemania, Inglaterra, Italia— y también un alto grado de cultura (lo uno no va sin lo otro) tienen un momento de gran peligro en su historia, peligro que sólo la cultura misma puede remediar. Estos pueblos llegan a padecer una grave amnesia, olvidan el dolor humano, su civilización se superficializa, toma el sentido de la utilidad y del placer, olvidan esa tercera dimensión del alma humana: el fondo religioso de la vida, el sentimiento trágico de ella que dice el gran Unamuno; dejan a un lado los problemas esenciales y paralizan sin saberlo los íntimos resortes de su misma civilización. La literatura rusa ha sido un enérgico y vibrante despertador que nos desvela y ahuyenta de nosotros el sueño epicúreo.
(Conferencia pronunciada en la “Casa de los Picos”. Segovia, 6 de abril de 1922).
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FAMILIAS, DROGAS, MERCADOTECNIA, BRUTALIDAD.
El sujeto que llaman Bad Bunny (Benito Ocasio) fue elegido como Mejor Artista del Año.
Le preguntaron a un conocido compositor y músico que pensaba del fenómeno Bad Bunny, Maluma, J. Balvin, etc, y esta fue su opinión, aunque no quiso que dieran su nombre por temor a ser vetado por las disqueras y televisoras por decir algo que si bien es cierto, no se puede decir a través de los medios.
"Que pienso del éxito de individuos como Bad Bunny? Lamentablemente, creo que es exitoso por la incultura de la gente y América Latina es un pueblo en dramática involución cultural que no tiene remedio. Ya lo dijo Octavio Paz en el año 1982 en su libro “Tiempo Nublado”. Es algo premonitorio que un intelectual de ese calibre dijera eso.
Son tramas del lumpen e intereses de las mafias de las disqueras que obedecen a las élites económicas, a las que les conviene que la gente esté mal, se embrutezca y sea cada vez mas ignorante y estúpida, porque incita a las adicciones, el consumo de droga, la promiscuidad sexual con cualquier sexo y la vida irresponsable.
Es la promoción de una vida de fantasía totalmente fuera de la realidad en el mensaje de algo que no es música, sino un disfraz latinizado y superficializado de un movimiento social encaminado a promover las peores deformaciones de lo más bajo de la sociedad, aprovechándose de la ingenuidad e ignorancia de gran parte de la juventud.
Es un tema de mafias cupulares.
El lenguaje ha sido destrozado por completo y es uno de los más afectados.
Se ha desfigurado, torcido; ha quedado amorfo en las letras de estos bodrios que usurpan el nombre de la canción y la degeneran y prostituyen.
La gente paga lo que sea porque la realidad es que no van a escuchar música sino que van a recintos en donde se van a quedar afónicos gritando, donde van a ver a un estrafalario del playback lleno de luces y rodeado de bailarines de sexo indefinido haciendo loas de un producto tecnológico ficticio de la mercadotecnia.
No es arte, ni es baile, ni es danza, las letras solo son balbuceos incomprensibles, ni es canto, ni es música ni es nada.
Es un espectáculo que la vorágine empuja para que los jóvenes vayan a embrutecerse de forma tumultuaria. Pero están manipulados para que así lo hagan.
Ahí es donde les venden drogas, alcohol, prostitución, fármacos, etc, porque el negocio es redondo. Lo que promueven no es un cantante sino una figura, un símbolo de la decadencia, la derrota cultural, la destrucción de los valores y la familia, la desaparición del vínculo intergeneracional. La ruptura entre los padres y sus hijos.
Es el triunfo de la ignominia, la mediocridad y la ignorancia.
Son letras perversas que, si las logras descifrar son balbuceos soeces monótonos embrutecedores y elementales.
Es triste y lamentable que los niños oigan esas expresiones desde la primaria, y por imitación se promueva esa forma tan primitiva y básica de ver la vida; no les dejan escoger, no hay ni siquiera opción a esta basura...
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kpwx · 1 year
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El latín en Chile, de Walter Hanisch Espíndola
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Y así nos despedimos del latín, que fue la lengua culta de la humanidad durante más de veinte siglos, con la esperanza de que siempre sea considerado en el campo de las ideas como la nave que llevó la verdad a todas partes y como el puente tendido a todos los continentes para poner en todos los labios una misma lengua.
Cuando hice un comentario sobre ¡Viva el latín! comenté que no había logrado encontrar a alguien con quien aprender el idioma: casi un año después puedo decir que sigo en la misma situación. ¿Cómo puede generar tan poco interés una lengua tan bonita? Claro que no esperaba encontrar una multitud de gente que quisiera estudiarlo, pero ¿ni siquiera una persona? Más que por no tener una función práctica hoy en día (después de todo, la mayoría de las personas se divierte haciendo cosas que no sirven para absolutamente nada), creo que es la fama de ser una lengua particularmente difícil lo que ahuyenta a la gente a intentar aprenderla. Y aunque no puedo negar que esto último sea cierto (esa fue una de las razones para no seguir aprendiendo solo), me sorprende que nadie lo considere un idioma lo suficientemente atrayente como para tomarlo siquiera como un desafío. Sea como sea, la esperanza es lo último que se pierde: continuaré coleccionando gramáticas y leyendo cosas relacionadas con el idioma hasta que llegue alguien interesado en aprenderlo.
Entrando al libro, la sensación que queda tras leer la historia del latín en Chile es bastante amarga: pasar de tener algunos de los mejores latinistas de habla hispana a la situación verdaderamente lamentable en la que se encuentra el estudio del idioma hoy en día es una involución casi vergonzosa. Y es que ni en la Universidad de Chile ni en la Universidad Católica (que suelen aparecer como dos de las mejores de Latinoamérica) existe un departamento de filología clásica. Hay un par de diplomados y existe el ramo en algunas carreras, pero quien quiera estudiar latín y griego antiguo en Chile de forma verdaderamente profunda no le queda otra que irse a otro país.
Aunque no se puede decir que fueran los responsables de la situación actual, está bastante claro que los liberales decimonónicos fueron los principales impulsores del retroceso del latín en Chile. ¿De no haber atacado tanto a las lenguas clásicas habría sido diferente su situación hoy en día? Probablemente sí, pero me parece que en su tiempo fue la postura correcta. Por mucho que me guste el latín, yo también me opongo a su obligatoriedad. Los filósofos, los matemáticos, los profesores de Lengua, los historiadores y los filólogos: todos piensan que su materia en particular es la absolutamente crucial, pero no es necesariamente así. El tiempo es limitado y las inclinaciones de los estudiantes pueden pasar perfectamente por carreras en las que el estudio de alguno de estos conocimientos sea innecesario. El problema está en que, a diferencia del resto, en el caso del latín ni siquiera existe la posibilidad de estudiarlo seriamente. ¿Llegará a abrirse un departamento de filología clásica en algún futuro próximo? Esperemos que sí.
Los que quieren estudiar lenguas clásicas con un fin verdaderamente filológico la tienen difícil en Chile, pero no ocurre lo mismo con aquellos que quieran aprenderlo de forma más superficial. En realidad, esto puede valer para alguien de cualquier país: teniendo Internet, es posible llegar a leer latín y griego de forma fluida en menos de un año. Todos los materiales para estudiar están gratis (y ya no hablo de gramáticas únicamente, sino de materiales ideados especialmente para aprender de forma autodidacta), por lo que lo único que hace falta es tener el ánimo de hacerlo.
Un pequeño comentario para alguien de mi país interesado en el latín (lo que es doblemente raro) que por casualidad termine llegando a esta publicación: el libro es muy recomendable. Walter Hanisch relata de una forma más que minuciosa el nacimiento, el desarrollo y el fin de la lengua de Cicerón en Chile (es tan minucioso que hasta realiza un recuento de todas las obras latinas publicadas aquí). Lea este libro quien quiera conocer no solo su desarrollo desde la Conquista hasta la República, sino también quiénes fueron los chilenos que impulsaron, defendieron, atacaron y escribieron en este bonito idioma.
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polobarraganmx · 17 days
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Cuanta nostalgia, ¿Qué pasó con esa juventud?, aunque a algunos les costaba expresarse, la mayoría sabía lo que quería; qué tanto dañaron a esa generación que se perdió en el camino y por consecuencia terminó echando a perder parte de su descendencia. ¿En qué momento la involución social tomó tanta velocidad?
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