Tumgik
#jungkook acostado
aricastmblr · 6 months
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G.C.F in Budapest
BTS_twt X 8:00 a. m. · 20 nov. 2023
G.C.F in Budapest
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lileuph-milkybanana · 1 month
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Capítulo 3
Una vez más despertó con Jimin sentado arriba suyo, pero esta vez había manos en su cara y el zumbido de los pensamientos de Jimin mezclándose con los suyos: buenos días arriba arriba arriba eres tierno cuando duermes pero como que estás babeando todo tengo que hacer el desayuno ven a ayudarme...
—Estoy despierto —murmuró, aun medio dormido —estoy despierto.
Estaba acostado sobre muchos cojines de sillón juntos en el piso, medio aplastado entre Yoongi y Taehyung. El brazo de Yoongi estaba alrededor de su cintura y la cara de Yoongi estaba enterrada en su cuello y sus pensamientos estaban en su cabeza, también: demasiado temprano demasiado frío váyanse
Jungkook sofocó una risa y abrió sus ojos. La luz del invierno se coló a través de las cortinas delgadas de la ventana del balcón y la sonrisa de Jimin era igual de brillante.
Va a ser una buena mañana, pensó Jungkook.
Y lo fue.
——
Las vacaciones de invierno resultaron ser así:
Después de cuatro llamadas por Skype y el doble de discusiones por correo y mensajes de texto, Jungkook convenció a sus padres para que lo dejaran quedarse en Nueva York, siempre y cuando se esforzara por salir de probación académica para el comienzo del próximo semestre.
El invierno llegó barriendo con una tormenta y volvió todo blanco. Se paró bajo la nieve hasta que su cara se entumeció, porque se sentía diferente a la nieve en Seúl; era más pesada y tajante. Le gustaba la mordida del viento en su piel.
La tienda fue cubierta por una cantidad obscena de guirnaldas de luces, haciendo que Namjoon tuviera incluso más miedo de salir de detrás del mostrador. Taehyung se paró en medio del caos, con una hebra de luz enredada en su brazo y le enseñó a Jungkook como cambiar los colores con magia, de azul a verde, de verde a rojo, de rojo a morado, de morado a amarillo y de amarillo a naranjo.
Fue a un mercado de árboles de navidad con Hoseok y Yoongi y vio cómo Hoseok revoloteaba de árbol en árbol, hablando para sí mismo mientras deslizaba sus manos por su follaje y sus troncos, con la magia chispeando en sus dedos. Los árboles se veían más vivos cuando los dejaba atrás, como si sus vidas hubieran sido extendidas un poco más, y finalmente Hoseok se detuvo frente a un árbol pequeño y de apariencia triste en una esquina. El corazón de Jungkook dolió un poco, por lo triste y olvidado que se veía, pero entonces Hoseok se agachó frente a el y declaró "este". Y el árbol...Jungkook juró que se enderezó cuando Hoseok acarició una de sus ramas, como si supiera que fue escogido.
El árbol creció casi nueve metros en el comedor de la casa, estirando sus ramas hacia el techo como si siguiera en un bosque. Pasaron toda una tarde cubriéndolo con luces y adornos de mal gusto. Seokjin hizo vino con azúcar caliente y Taehyung puso Merry Christmas de Mariah Carey a todo volumen hasta que Jimin le hizo cambiarlo a Michael Buble. Jungkook se emborrachó ligeramente, ignorando el murmullo de Seokjin sobre que era menor de edad y presionó su frente contra la de Yoongi mientras Hoseok y Namjoon se balanceaban juntos y hacían una interpretación que hacía que doliera la cabeza de Feliz Navidad. Los pensamientos de Yoongi eran lentos y cálidos, como el vino en el estómago de Jungkook y sus ojos estaban arrugados en las esquinas por su sonrisa y Jungkook pensó, por primera vez, podría enamorarme de ti.
Aunque se guardó eso para él. Por ahora.
Otra pijamada se llevó acabo en navidad, aunque nadie se durmió hasta casi las tres de la mañana, demasiados ocupados hablando alrededor de la chimenea en el comedor. Jungkook vio como las llamas proyectaban luz y sombras sobre los dedos de Yoongi mientras hacía señas y escuchaba la risa hiposa de Seokjin. Jimin y Tae cantaron Silent Night, con sus brazos envueltos alrededor del otro como si fuera la cosa más fácil de hacer y Hoseok y Namjoon se estaban durmiendo en el sillón, con sus cabezas inclinadas contra la del otro. Y Jungkook...Jungkook estaba feliz.
Le regalaron un nuevo cuaderno de dibujo para navidad y ya estaba tan abrumado que casi comenzó a llorar por enésima vez frente a ellos. Y eso fue antes de que revelaran que también le hicieron lápices hechos a mano. —Tienen magia adentro —le explicó Namjoon y dibujó un hombre de palo en la primera página. Tomó vida y los saludó. —Es una imagen en bucle, hacen lo que tú quieras que hagan. Las aves vuelan y el mar tendrá olas, cosas así.
—Oh Dios —susurró Jungkook, y cedió a las lágrimas. Solo un poquito.
Pasó la semana entre navidad y año nuevo estudiando frenéticamente, con los libros esparcidos en el piso de la tienda y en la mesa de la cocina de la casa. Namjoon y Yoongi, quienes aparentemente tomaron un curso de negocio mientras intentaban entender cómo tener una tienda, se ofrecieron a ayudar y pronto sus cuadernos se llenaron con los garabatos desordenados de Yoongi y la escritura elegante y fluida de Namjoon, párrafos tanto en inglés como en coreano. Lo ayudó, lo hizo, pero no se sentía suficiente.
Aun se estaba ahogando, de distintas maneras, el agua subía y estaba más cerca.
El cumpleaños de Taehyung y el año nuevo fueron juntados en dos días de celebración con un montón de comida y champaña barata. Taehyung lloró por el abrigo de diseñador que todos contribuyeron para comprar e incluso por el dibujo que Jungkook titubeantemente le entregó. Era un dibujo de Taehyung en la mesa de la cocina, con los hombros doblados y una expresión de concentración en su rostro, el sol de la ventana abierta se reflejaba en su cabello plateado. El diseño que dibujaba formaba un bucle infinito, tomando vida y color una y otra vez.
Justo antes de la medianoche, subieron al techo para ver los fuegos artificiales sobre el Times Square, amontonados contra el viento cortante. Hoseok y Seokjin gritaron la cuenta hacia atrás ("¡DIEZ! ¡NUEVE! ¡OCHO! ¡SIETE! ¡SEIS!") y se tomaron turnos para besar a Namjoon en la mejilla. Jimin y Taehyung se besaron apropiadamente, los brazos de Jimin estaban en los hombros de Taehyung y las manos de Taehyung estaban detrás de su cabeza, como una portada sacada de una novela romántica.
Los dedos de Yoongi acariciaron su cabello y sus labios depositaron un beso cálido y perfecto contra su cien, y sus pensamientos le susurraron Feliz año nuevo, Jungkook-ah.
Podría amarte, pensó Jungkook, viendo la cara de Yoongi siendo iluminada por los fuegos artificiales azules. Podría amarte.
——
La universidad comenzó de nuevo con venganza, pero mantuvo su cabeza agachada y logró salir de probación académica, justo como sus padres querían. Le contó a Yoongi en la tienda, mostrándole la carta oficial que lo dejaba limpio (por ahora).
Son muy buenas noticias, Kook, escribió Yoongi y Jungkook quería sentirse aliviado, lo hacía.
Pero solo había agua.
——
—¿Pueden enseñarme sobre este mundo? —les preguntó durante el desayuno una mañana, cuando estaban todos presentes y se sentía atrevido. (Ya estaba muy adentro, más allá de su cintura, de su pecho, bien podría entrar por completo.) —Sobre la magia. Yo...hay tantas cosas que no sé.
Sobre la magia, sobre sí mismo, sobre todas las cosas geniales y aterradoras que podría ser capaz de hacer.
Una conversación sin palabras se desarrolló frente a él, Namjoon a Hoseok, Hoseok a Yoongi, Yoongi a Seokjin, Seokjin a Jimin y Jimin a Taehyung, era más que nada una serie de cabezas inclinadas, cejas levantadas y ojos entrecerrados.
—Está bien —dijo al final Namjoon, sonriéndole. Suavemente —Hay cosas que puedes aprender de todos nosotros, así que planearemos algo.
—Una planificación de clase —dijo Taehyung, con su sonrisa mucho más aguda y salvaje —Y tarea.
—Pero iremos a tu ritmo —añadió Jimin con lo que pareció ser una patada a Taehyung bajo la mesa.
Por supuesto —arregló Taehyung —A tu rimo, Jungkook-ah.
Su ritmo, no tenía idea de qué significaba eso. Qué era rápido o lento o si quiera qué le esperaba bajo las olas. Sus padres lo mantuvieron lo más lejos posible, le enseñaron a cerrar sus ojos contra la magia que fluía en Seúl, las tiendas, la calles, los mercados que a veces se levantaban, los adivinos que se quedaban fuera de la estación de Busan, el extraño tirón del mar.
Casi diez años con sus ojos cerrados. Estaba aterrado, pero listo para abrirlos de nuevo.
—Está bien —dijo, encontrando la mirada de Yoongi en la mesa. Los ojos de Yoongi eran gentiles y estaban negros como una noche de invierno. (Yoongi, quien perdió su voz por culpa de la magia, pero que seguía inmerso en ella, sin miedo.) —Está bien.
——
Namjoon fue el primero. Esparció libros antiguos y desgastados en la mesa de la cocina y habló sobre historia. Sobre brujas y Salem y la persecución que llevó a una aceptación renuente. —En algunos países, en otros la magia aún está prohibida —Jungkook lo observó trazar una línea a través de los siglos hasta ahora: protección y regulación en medida equivalente.
(— Nadie tiene permitido ser discriminado por su magia, pero el uso está prohibido en ciertas áreas, como en las escuelas, y si un niño tiene una habilidad potencialmente violenta debe ser registrado — le explicó Namjoon, subiendo sus lentes.
—¿Cómo...Yoongi? —preguntó Jungkook, con un nudo en el estómago.
—Sí —respondió Namjoon, en voz baja, con el peso de historia detrás de la palabra —Sí, como Yoongi.
No es un gran problema, le escribió Yoongi al otro día. Simplemente tengo que llevar una tarjeta siempre conmigo e incluirla en mis papeles si quiero postular a un trabajo. Dado que no tuve ningún accidente violento en los últimos diez años, no tienen permitido rechazarme basados en eso.
Pero fue un gran problema, una vez, pensó Jungkook. Y el zumbido bajo de ansiedad que provenía de Yoongi indicaba que a veces, aún lo era, porque si una cosa había aprendido Jungkook, es que no todas las personas eran lo suficientemente amables y justas como deberían.)
En la mesa, Namjoon dibujó una hélice doble en su cuaderno de dibujo. —Creen que tiene algo que ver con nuestro ADN, pero nadie está seguro. Ya que en algunas familias todos son mágicos y en otras nadie lo es. Pero más personas están naciendo con magia ahora, más que antes. No pueden explicar eso, tampoco.
—Hay mucho que no entendemos —comentó Jungkook. Era el primero en tener magia en su familia (el primero) y nunca supo con exactitud qué significaba eso. Si es que significaba algo en absoluto.
Namjoon sonrió —Sí, pero eso es lo que lo hace hermoso.
Jungkook nunca consideró eso antes, que lo desconocido podía ser hermoso en vez de aterrador, pero quizás Namjoon tenía razón.
——
Ir a la casa de los chicos no dejaba de ser una aventura, incluso cuando el invierno llegó. Podría ser Sekjin volando en las vigas como un cuervo, intentando aprender a controlar sus alas, o Jimin discutiendo con uno de sus fantasmas en francés, español, alemán, japones. O, como hoy, Taehyung tenía a Yoongi sentado en una de las bañeras de uno de los baños de arriba con una toalla esponjosa en sus hombros.
Yoongi le hacía señas a Taehyung con sus manos. Jungkook (quién quizá estaba aprendiendo lenguaje de señas en su tiempo libre limitado) logró captar "no" y "demasiado brillante".
—No lo haré —prometió Taehyung —Esto no será como el accidente morado del invierno pasado, lo juro. Creo que tengo bien el balance esta vez.
—¿Qué están haciendo? —preguntó Jungkook, sentándose en la tapa del retrete cerrada para mirar.
—Tiñendo el cabello de Yoongi —le explicó Taehyung —estoy intentando usar magia en vez de químicos. Ha sido un proceso.
Yoongi apuntó su celular en el mueble. Jungkook se lo entregó y vio como abría su confiable aplicación de notas. Levantó el celular por arriba de su hombro cuando terminó, para que Jungkook pudiera leer.
Soy el único que lo deja experimentar.
—Por lo cual estoy muy agradecido —dijo Taehyung, dibujando símbolos en un papel que tenía en su regazo —el estúpido Jimin usa tinte de caja como si estuviéramos en la edad media.
—¿De verdad no te importa? —preguntó Jungkook dudoso.
Yoongi se encogió de hombros. Es solo cabello. Y usualmente puede dejarlo como estaba antes. Una pausa. Bueno, una vez estuvo rosado y morado por una semana y preferiría no repetir eso.
—Lo luciste —insistió Taehyung y Yoongi hizo una mueca exagerada que hizo que Jungkook escondiera una risa detrás de su mano —Y estoy apuntando a rubio esta vez, así que no te preocupes.
La última vez aterrizaste en plateado.
Taehyung lo golpeó en el hombro con su lápiz —Y me dijiste que te gustó, hyung.
Me gustó, admitió Yoongi mientras asentía. Taehyung se veía muy petulante.
Por unos minutos, hubo solo silencio, a excepción del lápiz de Taehyung contra el papel. Jungkook lo vio dibujar, vio los hombros de Yoongi apoyados contra las piernas de Taehyung, su cabeza reposando contra las rodillas de Taehyung, y una vez más se maravilló con la intimidad que compartían. Estaba comenzado a abrirse y la agonía se detuvo, pero era, como Taehyung probablemente lo llamaría, un proceso.
(Tenía permitido tocarlos, ir hasta ellos, pero era difícil recordarlo a veces.)
Taehyung tarareaba silenciosamente y Jungkook cerró sus ojos, hundiéndose en la gentil neblina de la felicidad adormilada de Yoongi y el ligero contraste con la concentración de Taehyung.
—Listo —anunció finalmente Taehyung, sosteniendo el papel —creo que lo tengo.
Yoongi se enderezó, inclinándose para que Taehyung pudiera presionar el papel en la parte trasera de su cabeza. Taehyung susurró algo que Jungkook no pudo entender, ¿latín, quizá? Y luces destellaron en el papel y el color barrió el cabello de Yoongi en una ola, reemplazando el negro con...
Bueno, no rubio. Cerca, pero definitivamente con un tinte azulado.
—Diablos —murmuró Taehyung, frotando unos cuantos mechones entre sus dedos.
¿Qué? Hizo señas Yoongi.
—Está un poco mal. Es como rubio, pero uno o dos pasos hacia la izquierda —dijo Taehyung —Todavía no debo tener la formula correcta.
Yoongi tomó su celular de nuevo y abrió la cámara frontal. Era imposible saber qué es lo que pensaba mientras giraba su cabeza de un lado a otro, viendo como el azul se veía en la luz.
—Creo que se te ve bien —le dijo Jungkook, porque lo pensaba. Lo hacía ver un poco más etéreo, quizás. Más mágico de lo que ya era.
—Definitivamente lo hace —dijo rápidamente Taehyung, apretando el hombro de Yoongi —Y, además, sabes que desaparecerá en unas semanas. No he podido hacerlo permanente, todavía.
Yoongi sonrió y palmeó la rodilla de Taehyung, un silencioso está bien, Tae-ah.
—Algún día —dijo Taehyung mientras tomaba una peineta para arreglar los lugares que la magia desordenó en el cabello de Yoongi —Lo perfeccionaré y luego lo venderé y entonces me haré una fortuna.
Yoongi palmeó su rodilla de nuevo, aunque esta vez parecía mucho más condescendiente. Jungkook escondió otra risa. Taehyung terminó de peinar el cabello de Yoongi con un sonido de satisfacción y se giró hacia Jungkook, su expresión cambiando a una pensativa, haciendo que las alarmas de Jungkook se encendieran en su cabeza —Oye, Jungkook-ah, ¿has pensado en teñir tu cabello?
—No —dijo Jungkook, y huyó.
——
Yoongi lo encontró más tarde, acurrucado en el sillón del comedor, y se sentó junto a él. Los cojines se hundieron, acercándolos más, haciendo que sus hombros se juntaran. Jungkook juntó valor y tocó el cabello de Yoongi. Había un aire de duda cerca de Yoongi, colgando de sus hombros como una capa invisible, lo que también le dio coraje a Jungkook para susurrar —De verdad me gusta, hyung. Te ves bien.
Yoongi agachó su cabeza, con un sonrojo en su cara y el corazón de Jungkook dio un vuelto.
Quizás, pensó mientras sentía como la duda se levantaba, algunas de las cosas de las cuales era capaz no tenía nada que ver con la magia.
——
Seokjin lo llevó a caminar por la ciudad y le habló de su familia, todos cambia formas, muchos de ellos en Corea, pero algunos en Nueva York también. Lo dijo superficialmente, pero Jungkook determinó que su familia era muy rica, con magia antigua y dinero antiguo. Seokjin era el segundo hijo, lo que le dio la libertad de explorar su propio camino en la vida. Dudaba, dijo secamente, que sus padres anticiparan que estuviera envuelto en una tienda mágica y compartiendo casa con otras cinco personas, pero no lo habían criticado por ello.
(—Puede que lo hagan —añadió, mientras llevaba a Jungkook por una calle para mostrarle un grafiti que se movia cuando le ponías una chispa de magia —cuando cumpla treinta y siga sin casarme o con mi casa propia o con una carrera, pero cruzaré ese puente cuando llegue a eso.
—¿Quieres casarte? —le preguntó Jungkook.
Jin se encogió de hombros —Me gusta la idea de hacerlo, pero tendría que ser con la persona indicada. Por ahora, soy feliz donde estoy —sonrió, su hermosa cara se formó en una expresión de cariño —Cuando eres un cambia formas, aprendes a conocerte bastante rápido. Necesitas ese anclaje.)
Llevó a Jungkook donde la señora Russo, una tienda mágica de reparaciones no muy lejos del Washington Square Park. La señora Russo tenía cabello gris y desordenado y un acento ruso acentuado que era difícil de entender incluso para Jungkook, pero su magia era agradable y su sonrisa estaba torcida y le venía bien a su cara arrugada. Le mostró a Jungkook muchos artefactos mágicos que estaba en proceso de arreglar: un cristal curativo partido por la mitad, un tazón con un agujero en el fondo, una cajita musical encantada que supuestamente podía soportar todo.
—Hago cosas, también —dijo, apuntando a una pared —relojes, más que nada.
Estaban pintados a mano y tenian un tallado muy complicado, recordándole a Jungkook los que había visto en las paredes de las mansiones victorianas en las películas de esa época.
—Algún día —murmuró Seokjin —compraré uno para la casa.
—¿Por qué no lo has hecho? —preguntó Jungkook.
Seokjin deslizó una mano por un reloj con dos pajaritos en una banca con flores. —Ninguno me ha llamado todavía.
La señora Russo asintió con una expresión de comprensión en su cara.
Había otras tiendas, además de la de ella y muchos mercados con artefactos mágicos. La mayoría estaban alejadas, en calles silenciosas, pero tampoco estaban disfrazados.
—Casi siempre somos reservados —explicó Seojkin —es por eso que algunos vecindarios son más mágicos que otros. Nos atraemos los unos a los otros y hay lugares que sabemos que son seguros —vio la expresión que debía estar en la cara de Jungkook y se apuró en corregirse —Nada malo pasa realmente, no como hace unas décadas, pero aun así hacemos que la gente se sienta incómoda. Es mejor ser...cuidadosos. La gente siempre tiene problemas con lo que perciben como diferente. No natural.
Jungkook pensó sobre el dolor de la mano de su madre contra la de él. El enojo en su cara mientras lo regañaba por usar su habilidad.
(Pensó en su segundo año en la secundaria, cuando se dio cuenta de que no era una chica a quien quería besar o llevar al baile de graduación. Del saber, dentro de él, que sus padres lo odiarían por eso, también, así que lo metió en la caja junto a su magia.
Del hecho de que pensaba que quería besar a Yoongi, de vez en cuando, y lo mucho que eso lo aterrorizaba.)
—Sí —dijo, en voz baja —lo entiendo.
Seokjin apretó su mano, cálida incluso a través de su guante.
——
Jimin [8:13 am]
Jungkook-ah, ¿qué harás esta noche?
Jungkook [8:17 am]
Nada, por qué?
Jimin [8:18 am]
Ven a bailar con nosotros!
Jungkook [8:19 am]
...bailar?
Jimin [8:20 am]
Sí, será divertido, lo prometo
Jungkook [8:21 am]
En realidad no bailo...
Jimin [8:22 am]
No te preocupes, será diferente, además está en la planificación, tendrás que venir
Jungkook [8:23 am]
Está bien...
Jimin [8:24 am]
SÍ. Ven a la casa a las 7, está bien?
Jungkook [8:25 am]
A las 7, lo tengo
Jimin [8:25 am]
<3 <3 <3
——
Se preguntó exactamente qué significaba "bailar" todo el día y pasó la media hora de vuelta a su casa en agonía por no saber qué ponerse. Jimin no le dio especificaciones a excepción de que no irían a un club y que debía vestirse "cómodamente". Pero ¿eso significaba jeans y una camisa o ...ropa de deporte?
Eventualmente, dijo "a la mierda" en voz alta en su departamento vacío y se puso sus pantalones más cómodos y un suéter cálido, ya que estaba nevando afuera.
Jimin lo recibió en la puerta con un gran abrazo, con sus dedos rozando la parte trasera de su cuello para que Jungkook captara sus pensamientos emocionados. Había en general un aire de emoción en la casa, aunque de Yoongi podía captar una diversión silenciosa.
—Hola —dijo una vez que Jimin lo soltó.
Yoongi lo saludó con su mano. Tenía su cabello teñido bajo una gorra de béisbol y la mitad de su cara estaba escondida detrás de su bufanda gigantesca de lana y no debería ser tierno, pero lo era. (Jungkook se estaba acostumbrado a las mariposas en su estómago cuando estaba cerca de Yoongi. Podía soportarlo.)
—¿Qué haremos, exactamente? —le preguntó a Namjoon, quién pensó sería el más indicado para que le diera una respuesta exacta.
—Iremos al estudio de baile donde Hoseok enseña.
—A medio tiempo —explicó Hoseok, en el proceso de poner una gorra en su cabeza —unas cuantas noches en la semana y fin de semanas. La dueña es mágica y me dejar usarlo una vez al mes.
—¿Para...qué?
Hoseok sonrió y le guiñó un ojo, de entre todas las cosas. —Ya verás.
El estudio estaba a unas cuantas paradas del metro y Hoseok los dejó entrar con una llave. Se detuvo dentro para deshacer los hechizos en el lugar y las salas de práctica.
—La señora Koepler es un poco paranoica —explicó Hoseok —no piensa que un hechizo en el exterior es suficiente.
—Está convencida de que este todavía no es un buen vecindario —murmuró Jimin mientras negaba con su cabeza.
—Eso, también —dijo Hoseok y los apresuró a entrar en una de las salas más grandes. El piso de madera estaba rayado pero muy limpio y las paredes estaban pintadas con un azul pálido relajante. Bueno, dos de las paredes. Una pared estaba cubierta de espejos y la otra con ventanas, con todas las cortinas abajo para alejar las luces de la ciudad.
—Bien —dijo Hoseok, juntando sus manos. El eco fue fuerte —Este lugar está demasiado encantado. Nada de lo que hagamos puede dañarlo. Yoongi-hyung, ¿una demostración?
Yoongi rodó sus ojos, pero golpeó su pie contra el piso. Se crearon grietas como una tela de araña y desaparecieron instantáneamente.
Diablos.
—Diablos —dijo Jungkook.
—Síp —estuvo de acuerdo Hoseok —así que, como dije antes, nuestra maravillosa señora Koepler nos deja venir para bailar y usar nuestra magia.
Jungkook estaba muy perdido.
—¿Usar su magia?
Namjoon se aclaró su garganta, enderezándose en lo que Jungkook reconoció como su postura de profesor. Imaginaba que, si Namjoon estuviera usando sus lentes, se los subiría. —Entonces, todos nosotros creamos energía mágica dentro de nuestros cuerpos, ¿cierto? —Jungkook asintió, porque parecía ser la respuesta correcta —Y podemos canalizarla en todo tipo de cosas, nuestras habilidades, magia más concentrada como encantos o símbolos o incluso rituales, pero también podemos expulsarla como energía pura. Ahora, si dejamos que nuestra energía mágica crezca demasiado, puede tener efectos negativos. Diferente a lo que pasa cuando bloqueas tu magia, pero igual de dañino para-
—Oh por Dios —dijo Jimin, interrumpiéndolo —versión abreviada, Kook. Es bueno expulsar la energía mágica, ¿Es como limpiar nuestro cuerpo? Nos ayuda. Usualmente no es dañina a menos que queramos, ya que la magia es sobre intención —se giró, de pronto, y estiró sus manos frente a él. Jungkook parpadeó mientras una ola casi invisible golpeó a Taehyung lo suficiente como para hacerlo retroceder.
—Oye —jadeó.
—Y bailar es una muy buena forma de hacer eso —continuó Jimin, ignorando a Taehyung —Esa es la razón por la cual la señora Koepler designó tiempo para los usuarios de magia.
—Estaba llegando a eso —murmuró Namjoon.
Jimin sacudió su cabeza. —Sí, muy lento —se giró de nuevo a Jungkook —Además, se ve muy genial. Mira.
Deslizó su pie por el piso y una línea azul se formó, para luego desaparecer lentamente.
—Whoa —murmuró Jungkook. Su cabeza daba vueltas —¿Cómo hiciste eso?
—Es sobre la intención, ¿no? —dijo Jimin —así que simplemente pensé azul realmente fuerte y ese es el color que tomó la energía.
—Toma un poco de control —dijo Hoseok —para entender cuánto estás soltando y no sobrepasarte, pero es casi instinto.
—Y.... ¿no dañaré a nadie? —preguntó dudoso Jungkook.
—No —dijo Hoseok, despreocupado —Este lugar en inquebrantable y podemos cuidarnos. Esto se trata de divertirse, Jungkook. Dejar salir energía.
Aún estaba nervioso. Había pasado unos cuantos años desde que bailó, aunque lo extrañaba con un dolor dentro de él, un dolor fantasma que aún permanecía. Y, ¿añadir magia? Su magia todavía se sentía salvaje en su sangre, inestable, y a pesar de sus promesas, herir a uno de ellos sería...
Manos envolvieron su cara. Taehyung.
Relájate respira estás bien Jungkook nos tienes a nosotros, ¿recuerdas?
—Sí —dijo, algo de pánico alejándose al ver la confianza de Taehyung en su cara —Lo recuerdo.
Taehyung le sonrió, en forma de caja y brillante y acarició el costado de su cara antes de ir a pelear con Hoseok sobre la música. Eventualmente, escogieron música electrónica de baile, canciones con ritmos fuertes y letras de cantantes que reconocía vagamente. Hoseok apagó las luces y Jimin saltaba mientras animaba a los demás, y rápidamente todo se disolvió en caos.
Seokjin y Namjoon estaban haciendo lo que solo se podía describir como sacudirse entusiásticamente en una esquina, compitiendo para ver quién podía hacer el arco de energía más grande, el de Seokjin rosa y el de Namjoon amarillo, sin importarles el ritmo. Se veían ridículos, pero ambos estaban riéndose y la felicidad que irradiaba de ellos golpeó la piel de Jungkook como petardos.
Taehyung y Hoseok giraban por la sala, con la energía floreciendo en ráfagas estelares debajo de sus pies y sus risas resonando en las paredes.
Jimin fue directo hacia Yoongi, quien estaba en la puerta todavía —Vamos, hyung —insistió, tomando las manos de Yoongi y llevándolo hasta la sala —La participación de todo el grupo, por favor. —Yoongi bufó, pero su mirada era suave, suave, suave (como siempre que miraba a alguno de ellos, se dio cuenta Jungkook) y estaba perdiendo la batalla con la sonrisa que se estaba formando en su boca. Se veía más que nada encariñado cuando Jimin intentó que se le uniera en una coreografía que se veía muy complicada.
Con su corazón lleno, Jungkook se tomó unos minutos para practicar. Se conectó con su energía corriendo a través de él y se concentró en empujarla fuera de su piel, al piso. Sus dos primeros intentos fueron muy débiles y el tercero demasiado fuerte, haciéndolo tambalearse al ser empujado hacia atrás.
Hoseok se detuvo a su lado. Presionó una mano en su pecho —Lo estás sobre pensando. Este tipo de magia en instintiva. Solo respira y siéntela. Muévete con ella. No intentes forzarla.
Obedeció, abriéndose un poco más. Hasta que pudo saborear la magia en su lengua, hasta que pudo sentirla en sus pulmones, rozando sus labios al exhalar. El cuarto atento resultó ser mejor. Para el intento número ocho, podía hacer un arco brillante de energía roja con sus manos, y vio cómo se desvanecía con asombro vertiginoso.
Diversión. Aplicado a la magia. Que novedad.
Pero era divertido y se dejó llevar incluso más. Dejó que el ritmo pulsara a través de él, dejó que su cuerpo recordara cómo moverse, un poco borracho con la magia y las emociones en el aire. Se río ante la vista de Jimin moviendo a Yoongi, con sus manos en sus caderas mientras que Yoongi miraba el techo con una expresión avergonzada. Fue girado en un círculo por Taehyung y luego Hoseok estaba yendo hacia él, con deleite en su cara.
—¡Jimin dijo que no bailabas!
—No lo hago —discutió Jungkook.
—Mentiroso —dijo Hoseok.
—Ya no lo hago.
—Deberíamos arreglar eso —insistió Hoseok, pero afortunadamente no presionó más que eso, distraído por Jimin y Yoongi.
—Vamos, hyung —lloriqueaba Jimin —tienes que hacerlo.
Yoongi elevó una ceja que claramente decía, ¿tengo que hacerlo, mocoso?
—Lúcete frente a Jungkookie —dijo Jimin y Jungkook sintió como calor subía a sus mejillas, calor que no tenía nada que ver con la temperatura de la sala.
Yoongi se congeló por un momento, viéndose como si quisiera huir, pero Jimin no iba a dejarlo. Simplemente lo llevó al centro de la habitación —Vamos, vamos, no es una noche de baile sin ti, Yoongi-hyung.
Yoongi suspiró, subiendo las mangas de su suéter. Los demás parecían haberse puesto en una clase de formación.
—Grupo de baile —explicó Hoseok, llevando a Jungkook hacia adelante —no te preocupes, la coordinación no es necesaria.
—Eso duele, Hobi —dijo Namjoon desde su izquierda.
—Simplemente estoy diciendo los hechos, Joonie —le respondió Hoseok.
Yoongi tomó una bocanada de aire y luego su talón tocó el piso. El cual cambió de color. Todo el piso. A un brillante azul. Y no se desvaneció.
—Mierda —susurró Jungkook.
—Elementales —dijo Taehyung con sabiduría.
—Son ridículos —Hoseok murmuró con buena intención.
El grupo de baile resultó ser seguir a Hoseok y Jimin lo mejor posible para hacer patrones en la luz que Yoongi aportó. Lograron hacer un vago dibujo de una mariposa y un montón de flores. Ocasionalmente añadían explosiones con sus manos, explosiones de color que se desvanecían en la oscuridad como fuegos artificiales. Yoongi cambió el color a blanco y crearon un mar sobre el. Luego a negro y lo cambiaron a nebulosas y estrellas enanas como el libro que Yoongi leyó una vez.
Jungkook pensó café y creó un pequeño globo en el aire.
—Pluto —dijo en respuesta a la cara interrogante de Yoongi.
Yoongi sonrió.
——
Se detuvieron a medianoche, después de que Jungkook bailara un muy entusiástico (y terrible) tango con Taehyung, después de que bailara swing con Jimin y tuviera un vals con Yoongi, riéndose mientras dejaba que Yoongi lo guiara. Jungkook estaba sudado y exhausto y sus costillas dolían de tanta risa. Se sentía bien, como si hubiera bebido de esos jugos para limpiar el cuerpo que su madre siempre hacía, pero mil veces mejor
Estaba enamorado, pensó. De este mundo, con su lugar en el.
(Quizás con Yoongi, también. Algún día. Inevitablemente.)
——
El invernadero de Hoseok era como otro mundo. Jungkook no creía haber visto tanto color en su vida, o tantos tipos de plantas. Colgaban del techo y estaban en maceteros y en las paredes. Toda la pared trasera estaba llena de vegetales, hierbas y unos cuantos árboles de frutas. Había otra sección de plantas repletas de flores y Jungkook tuvo que apartar muchos helechos tropicales para encontrar a Hoseok en su lugar de trabajo, sentado al medio de todo, amarrando lo que parecían ser hierbas secas.
—Salvia —explicó cuando Jungkook se paró a su lado —Buenas para limpieza.
—¿Las vendes? —preguntó Jungkook.
Hoseok asintió —En la tienda. También hago entregas y ofrezco servicios de limpieza a las casas y unas cuantas técnicas curativas básicas. Remedios, cosas así.
Le indicó a Jungkook que se sentara frente a él y le enseño cómo amarrar bultos de hierbas. El olor a savia era relajante, mezclado con el olor general a tierra del invernadero. Podía ver por qué Hoseok pasaba tanto tiempo aquí, por qué los demás eran atraídos, también. Jin durmiendo en forma de gato, Taehyung dibujaba diseños en medio de todas las flores, Namjoon tarareaba para sí mismo mientras ayudaba a Hoseok a regar las plantas.
(—Es mejor cuando logro que Yoongi me ayude —dijo Hoseok, en un susurro conspirador —Puede mover el agua de la fuente y cubrir todas las áreas. Usualmente tengo que sobornarlo con comida gratis, pero lo vale.)
Hoseok le contó sobre su familia en Gwangju. Su padre era profesor, pero casi todos ayudan con el negocio familiar. Su invernadero familiar era dos veces más grande que su modesto invernadero aquí. Le contó cómo pasó su infancia ayudando a las plantas y siguiendo a su madre y abuela al bosque para conseguir plantas raras. Como su abuela pasaba su mano por el tronco roto de un árbol y se arreglaba sin ninguna cicatriz. Como, cuando todavía aprendía a controlar su magia, la hiedra se expandió por cada rincón de su habitación y cubrió por completo su techo. Como siempre había podido sentir el tirón de la Tierra, el peso de ella bajo sus pies.
—Creo que mi familia estaba un poco triste —dijo Hoseok mientras Jungkook lo seguía para hacer una entrega de remedios curativos a una señora anciana en el vecindario —cuando dije que quería estudiar danza y producción musical. Pero lo entendieron, también. Mi madre me dijo que todos tenemos que encontrar nuestro propio camino —se alzó de hombros y sonrió —el mío terminó trayéndome de vuelta, de todas formas.
—¿Te arrepientes de eso? —preguntó Jungkook, esperando desesperadamente no ser demasiado insensible con la pregunta.
Hoseok sacudió su cabeza. —No. Quiero decir, extraño hacer presentaciones con Joon y Yoongi, pero esto es bueno, también —tocó uno de los árboles que crecían frente a la casa de la señora —Mi abuela siempre me dijo que éramos más susceptibles a la gravedad que el resto. Que la Tierra siempre nos traerá de vuelta. Quizás era inevitable. De todas formas, no es malo —tomó la mano enguantada de Jungkook para ayudarlo a subir las escaleras —Vamos, te mostraré por qué.
La mujer les dijo que su nombre era Maxine y era pequeña, encorvada por su edad, con una mano desgastada en su bastón. Pero sus ojos azules brillaban con una chispa de juventud y su cabello largo y blanco caía en sus hombros como una cascada. Aceptó agradecida los remedios de Hoseok (—me ayudan a engrasar mis articulaciones crujientes — explicó) con un beso en la mejilla e insistió en alimentarlos.
Jungkook se sentó en un sofá floral con un gato ronroneando en su regazo y un plato lleno con sándwiches y galletas, escuchando cómo Maxine le contaba emocionada los descuentos que le hacía Hoseok (— a diferencia de los vendedores más grandes, estafadores, la mayoría de ellos —le contó Maxine) y cómo sus remedios la habían ayudado a evitar una enfermera.
Hoseok rechazó su alago, pero estaba sonriente y sonrojado a la vez, y Jungkook entendió, entonces.
—La magia puede ayudar a las personas, ¿cierto? —soltó cuando estuvieron de vuelta en la vereda.
Hoseok se detuvo, a mitad de envolver su bufanda en su cuello. —Sí, Kook, realmente lo hace. Quiero decir, hay oscuridad en todo. Hay estafadores, como dijo Maxine, que pretenden tener remedios mágicos, pero no lo hacen. Y hay magia negra, también, que puede causar un montón de daño, pero... —se detuvo y Hoseok raramente pensaba sus palabras, así que debían ser importantes —Pero la tierra está llena de magia. Está destinada a estar aquí. Ha estado aquí desde el principio. Como los árboles y el océano y la luna —estiró su mano para apretar la mano de Jungkook de nuevo, con su cara abierta y dolorosamente cariñosa —La magia no es malvada, Jungkook-ah. Simplemente es. Tenemos que decidir qué queremos ser.
Miró de nuevo la puerta azul de Maxine. —Y quiero usar la mía para ayudar a las personas.
Jungkook apretó la mano de Hoseok —Eso es bueno, Hoseok-hyung. Gracias...por mostrarme.
Hoseok le sonrió, brillante como siempre —Cuando quieras, Jungkook-ah.
También quiero ayudar a las personas, fue lo que no dijo Jungkook. Simplemente no sé cómo hacerlo.
Quizás, simplemente necesitaba esperar.
——
Estos días, pasaba más noches en casa de los chicos que en su departamento, y usualmente eran pacíficos. El sillón era incluso más cómodo que su cama y le gustaba la magia relajante que impregnaba el aire.
Pero una noche, a mitad del invierno, despertó con un estruendo. Una taza se rompió en el suelo, a su lado, y se sentó con un aterrado sobresalto. Otra taza voló a su cabeza, forzándolo a quitarse del camino, saltando desde el sofá al otro sillón. Un sonido raspó sus oídos, un grito bajo y penetrante, y miedo y rabia impregnaba tanto el aire que prácticamente podía saborear la agria quemada en su boca.
Un fantasma, se dio cuenta al fin su cansada mente. Es un fantasma.
Se escondió detrás del sillón, usándolo como escudo ante el plato que llegó volando, e intentó hacer un plan de escape. Hasta donde sabía, el fantasma estaba entre él y la puerta al pasillo, pero quizás si corría...
Pasos. Pasos humanos.
Se atrevió a mirar por la cima del sillón y vio a Jimin aparecer en la puerta, su silueta reflejada por la luz de la luna.
—Jungkook-ah —dijo, con la voz cuidadosamente calmada —ven hasta aquí.
Otro grito furioso por parte del fantasma. Jungkook no podía verlo, pero podía sentirlo, su forma. Como que el aire estaba comprimido a su alrededor, creando un vació en la habitación.
—¿Estás seguro-? —susurró.
—Jungkook —la voz de Jimin era como metal —ven aquí —estaba estirando su brazo y no tenía miedo, se dio cuenta Jungkook. Estaba proyectando un aura estable en el aire, ya sea para calmar a Jungkook o al fantasma. O a ambos. Es todo lo que Jungkook podía sentir, lo cual era desconcertantes después de haberse acostumbrado a las emociones brillantes de Jimin.
Pero nada de eso importaba ahora. Tenía que moverse.
Se puso de pie y corrió lo más rápido que pudo hasta Jimin. Algo más, un jarrón, llegó volando hasta en y se quedó parado en el aire, atrapado por la magia de Jimin. El fantasma rugió y Jungkook tembló bajo la fuerza de su furia. Mierda, despertó en una película de terror.
Luego la mano de Jimin tomó la suya y los pensamientos de Jimin se estrellaron en su cerebro: ve hacia arriba ve hacia arriba ve a la habitación de Yoongi es el lugar más seguro de la casa...
—¿Qué hay de ti? —susurró Jungkook.
Jimin apretó su mano. Estaré bien es lo que hago, ¿recuerdas? Y Jin está sellando el comedor va a entrar si algo malo pasa así que ve donde Yoongi ahora.
—Está bien —aceptó Jungkook, sabiendo que necesitaba confiar en Jimin. Aun así, presionó la mano de Jimin fuertemente —Cuídate.
Jimin le sonrió, reconfortándolo. Estaba en su pijama de puntos y con su bata, su cabello rubio era un desastre, pero se sentía poderoso, más grande que el comedor y que el fantasma furioso.
Esto es lo que hago, ¿recuerdas?
Jungkook se fue. Seokjin estaba parado en el pasillo y también le dio una sonrisa reconfortante a Jungkook. —No te preocupes, Jungkook-ah. Esta no es la primera vez —apuntó la escalera con su cabeza y mientras Jungkook pasaba por su lado, notó un papel con símbolos en el.
Hechizos, supuso. Para sellar la habitación y mantener al fantasma encerrado.
(Y a Jimin encerrado con el dentro)
Tuvo un escalofrío y siguió moviéndose, subiendo las escaleras hasta el segundo y luego tercer piso. La puerta de Yoongi era la última del pasillo y ya se estaba abriendo mientras se acercaba, revelando a Yoongi poniéndose su bata. Estiró una mano y Jungkook entrelazó sus dedos.
Tranquilo tranquilo te tengo estás a salvo entra...
Fue solo entonces que Jungkook se dio cuenta de que estaba temblando de pies a cabeza, devastado con su propio terremoto personal.
—Perdón —susurró, pero Yoongi sacudió su cabeza y lo llevó hasta la habitación. Taehyung, Hoseok y Namjoon ya estaban ahí y una barrera cubrió la puerta cuando Yoongi la cerró de nuevo.
Solo había estado en la habitación de Yoongi unas cuantas veces, pero siempre la encontró como un lugar confortante. Limpio y organizado, con un estante lleno de libros y una silla por la ventana, en la cual estaba sentado Hoseok. Namjoon estaba en la silla de ruedas cerca del escritorio y Taehyung en la cama de dos plazas, sentado con su espalda contra la pared. Las paredes de Jimin y Taehyung estaban llenas de arte, mientras que las de Yoongi estaban casi vacías, con un mapa, una tabla con constelaciones, un poster réplica del cuadro de Andres Achenbach, un regalo de Taehyung (porque le recuerdo a una tormenta.)
La cama de Yoongi estaba cubierta de mantas porque el calefactor de la casa no era el más confiable y siempre hacía frío. Jungkook se enterró bajo ellas, acurrucándose contra Taehyung mientras Yoongi se posicionaba a su otro lado y otro estruendo se escuchó en el piso de abajo.
—Jimminie estará bien —murmuró Taehyung, aunque se veía un poco asustado bajo su determinación —es bueno en esto.
Aun así, todos se sentaron nerviosos en silencio por lo que se sintieron horas. Yoongi acarició su cabello, al parecer por instinto, sus ojos en algún lugar lejano, y Jungkook amaba mucho la sensación como para decir algo, a pesar de la sonrisa ligera que le dio Taehyung, como si supiera.
Finalmente, finalmente todo se quedó en silencio y el miedo y furia que Jungkook podía sentir incluso tres pisos más arribas y dos barreras mágicas, se desvaneció hasta que solo quedo el eco.
—Creo que estamos a salvo —susurró justo antes de que Seokjin les gritara que había terminado.
El comedor parecía haber sido arrasado por un huracán, escombros por todos lados, las cortinas rajadas, los muebles dados vueltas. Jimin estaba en el centro, sentado en el sofá con su cabeza en sus manos. Tenía un corte en su mano y sangraba lentamente y Taehyung dejó salir un sonido bajo y afligido. Corrió para envolver a Jimin en sus brazos.
—Era una niña —dijo Jimin entre sus dedos y Jungkook podía sentir el peso de su pena contra sus costillas —Siete años. Su hermano...su hermano mayor la ahogó.
Taehyung lo acercó más y besó su cabeza. Yoongi hizo un pequeño ruido de enojo. Estaba asustada, se dio cuenta con una sensación de hundirse. Le recordaba al hermano que la mató.
De pronto, se sintió enfermo.
—¿Está...está bien? —preguntó e inmediatamente hizo una mueca ante la pregunta. ¿Los fantasmas pueden estar bien?
Jimin finalmente levantó su cabeza. Sus ojos estaban rojos y había un corte en su mejilla, pero asintió. —Lo está. Siguió adelante.
Taehyung besó su cien. Su mejilla ensangrentada. La esquina temblante de su boca. —Lo hiciste bien, Jiminie.
—No se siente suficiente —susurró Jimin y un silencio pesado le siguió a la confesión, pero tenía razón. No lo era. ¿Qué clase de hermano asesinaba a su hermana? ¿Qué clase de mundo está lleno de niños que morían jóvenes?
No por primera vez, Jungkook, mientras miraba la expresión embrujada de Jimin, se preguntó sobre los costos de sus habilidades.
—Prepararé té —finalmente anunció Seokjin mientras se abría paso entre el mar de vidrio roto hasta la cocina.
Pasaron el resto de la noche limpiando, acomodando los muebles y haciendo un inventario de lo que se rompió (la mitad de los platos, dos jarrones, un macetero, una lampara y una silla en la cocina). Jimin se recuperó cuando las primeras señales del amanecer se pusieron en el cielo, de negro a azul, sonriéndole agradecidos a todos.
—Gracias —dijo. Miró a Jungkook. —¿Estás bien?
—Estoy bien —insistió Jungkook a pesar de que todavía se sentía agitado. Sus nervios no eran nada, en realidad, en comparación.
—Es sábado —dijo Namjoon —yo digo que todos volvamos a la cama.
Murmullos cansados de aceptación se escucharon en la habitación y Taehyung tomó la mano de Jimin para llevarlo hacia arriba, Seokjin, Namjoon y Hoseok caminando tras ellos. Jungkook miró dudoso el sillón. Preferiría no dormir allí de nuevo, no con las consecuencias de todo lo que acababa de pasar, el miedo que seguía desapareciendo. Quizás debería irse a su departamento. Era solitario ahí, usualmente, pero-
Un tirón en su manga. Yoongi.
Vamos, articuló con su boca y apuntó las escaleras.
—¿Estás seguro? —preguntó Jungkook, patéticamente desesperado para que le dijera que sí, pero también sin querer entrometerse.
Yoongi asintió. Tiró de su manga de nuevo.
Jungkook aceptó fácilmente. Se permitió ser llevado a las escaleras y luego a la habitación de Yoongi. Se metió bajo las mantas y suspiró por la calidez, por la presencia de Yoongi junto a él.
—Gracias —le susurró a Yoongi.
Yoongi le sonrió y acarició su cabello. Gentilmente deslizó sus dedos por la cara de Jungkook, para que pudiera escuchar duerme fuerte y claro. El toque era tan ardiente como relajante y Jungkook presionó su cara en la almohada para ocultar el sonrojo en sus mejillas, la sonrisa que se apoderó de su cara.
—Está bien, hyung —susurró, pero fue la respiración de Yoongi la que se calmó primero.
Con cuidado, con mucho cuidado, Jungkook presionó su palma contra el pecho de Yoongi, contra la suave tela de su suéter. Sintió la subida y bajada de su respiración, el pulso estable de su corazón.
Vida, todavía. A pesar de todos los fantasmas.
Desde entonces, en vez de dormir solo en el sillón, Jungkook se encontró en la habitación de Yoongi, acurrucado en su cama junto a él.
Y debería detenerse, lo sabía. Yoongi solo estaba siendo amistoso, estaba apoyandolo y siendo amable, mientras que Jungkook codiciosa y egoístamente quería más. Imaginaba, a veces, cómo sería inclinarse y besar Yoongi. Cómo se sentirían los labios de Yoongi contra los suyos y como las manos de Yoongi envolverían su cara.
Debería detenerse, pero amaba la calidez demasiado. Era un cobarde y solo se acercaba más en vez de alejarse.
——
Taehyung era de un pequeño pueblo en Daegu y la magia era rara en su familia. Saltó de su abuela hasta él y se saltó a sus padres por completo.
—Por eso me fui a vivir con ella en Busan —explicó Taehyung mientras tomaban el metro hacia el norte. Era tarde, o quizás temprano, pero el tren estaba casi vacío. Taehyung parecía existir en las horas más raras. Decía que tenía que ver con la magia, con el velo entre este plano de existencia y el otro siendo más débil, pero Jungkook sospechaba que simplemente tenía que ver con Taehyung —para que ella me pudiera enseñar.
—¿Por cuánto tiempo viviste con ella? —preguntó Jungkook.
—Catorce años —dijo en voz baja —murió hace dos años.
La pena era algo sutil, suavizada por el viento, pero Jungkook todavía sentía el dolor, lo suficiente como para estirar su brazo y acariciar el hombro de Taehyung por la tela de su abrigo. Sonrió en gratitud. —Me enseño todo lo que sé.
—¿Era vidente también?
—Sí. Mucho mejor que yo.
El tren se detuvo en una estación, estaban en algún lugar de Harlem, creyó Jungkook y Taehyung lo hizo bajarse. Dejaron la vía pública principal atrás bastante rápido y a esta hora, tan tarde, o temprano, las calles estaban vacías y tranquilas. Se sentía como una ciudad diferente, como si él y Taehyung fueran las dos únicas personas vivas.
La hora de las brujas. Finalmente entendió a qué se refería.
En una de esas calles vacías había un pequeño teatro y Taehyung se paró frente a el.
—Conozco al dueño —explicó mientras sacaba un trozo de papel de su bolsillo —así que no estamos entrando a la fuerza o algo así.
Presionó el papel contra la puerta y murmuró un hechizo. El cerrojo sonó. Atravesaron el vestíbulo, con su alfombra roja un tanto desteñida, pasada de la tienda donde vendían comida. Atravesaron las puertas desgastadas hacia el pasillo con asientos vacíos. Era un espacio más grande del que Jungkook esperaba, con un balcón y un techo anticuado.
—Estaba condenado a ser destruido —explicó Taehyung mientras subía al escenario —Pero Carlos y su esposo lo compraron y lo arreglaron. Creo que quieren etiquetarlo como un edificio histórico.
Se estiró en el piso de espaldas y le dio palmaditas al lugar que estaba a su lado. Jungkook se estiró a su lado con una risa baja, sintiéndose un poco ridículo, curioso de por qué Taehyung lo trajo a este lugar.
—En realidad no tengo nada que enseñarte sobre la magia —dijo Taehyung después de un momento —No soy bueno enseñando, en realidad. No como Namjoon o Jin. Pero pensé que podrías aprender un poco más de mí, si quieres.
Jungkook dio vuelta su cabeza para apoyarla contra la de Taehyung. Taehyung, quien le dijo que volviera el jueves por la tarde a la tienda y cambió su vida. Taehyung, quien siempre estaba estresado por su título y su carrera, pero nunca lo suficiente como para no dejar tiempo para el resto. Taehyung, quien era un ancla para Jimin y teñía el cabello de Yoongi con su magia y vivía con un pie en un futuro que nadie podía ver.
— Por supuesto que quiero —dijo Jungkook, con el corazón lleno, de pronto —cuéntame sobre el misterioso Kim Taehyung.
Taehyung se río. —No soy realmente misterioso. Eso es solo la cosa de ser vidente.
—Bueno, cuéntame sobre el Kim Taehyung ordinario, entonces.
Así que Taehyung lo hizo. Le dijo que venía al teatro porque el silencio lo ayudaba a pensar. Dijo que estaba aterrado cuando llegó por primera vez a Estados Unidos, porque no era su plan original. Nunca lo vio venir. Pero no podía dejar que Jimin fuera solo.
(—Siempre hemos estado juntos —explicó Taehyung, la voz suave con amor antiguo y establecido —desde que éramos niños. No quería que eso cambiara.)
Dijo que ahora amaba Nueva York y que no quería irse, incluso si eso significaba que siempre sería algo como un extranjero de una forma que no lo sería si regresara a corea. Dijo que su magia era silenciosa de una manera en que la de los demás no, pero prefería eso. No necesitaba nada llamativo, solo sentirlo profundo dentro de su medula era suficiente para mantenerlo estable. Se enojaba, sin embargo, cuando las personas pensaban que podría prenderlo y apagarlo, le pedían que les dijera el futuro como si las cosas que recibía dependieran de él.
(—Todos esos adivinos, la mitad de ellos no sabe una mierda. Solo lo inventan. El futuro es demasiado impredecible para ese tipo de profecía.)
Dijo que alguna vez quiso ser cantante, antes de que descubriera diseño de modas cuando estaba en la secundaria y nunca miró atrás. Su carrera puede que lo esté matando, pensaba, pero habría valido la pena.
—Me gusta Kim Taehyung —dijo Jungkook cuando el reloj de su celular mostraba las tres a.m. y la voz de Taehyung se había vuelto áspera.
—Bien —dijo Taehyung con otra risa —me gusta Jeon Jungkook y creo que debería ser mi modelo para mi presentación de último año.
Jungkook se sentó. —¿En serio?
Taehyung levantó una ceja. —¿Te has visto? Por supuesto, lo digo en serio. Y para las fotografías de mi portafolio, también.
Jungkook todavía se sentía inseguro sobre eso. Claro, se ejercitaba, se cuidaba, pero nunca se consideró material para modelar. Confiaría en Taehyung, sin embargo, si esto es lo que Taehyung quería. Incluso si moría de vergüenza intentando caminar por una pasarela.
—Claro —dijo, y Taehyung gritó. Lanzó sus brazos por el cuello de Jungkook y lo tiró al piso de nuevo, ignorando los gritos de protesta que escapaban de la boca de Jungkook.
—Y lo has hecho —continuó hablando Jungkook cuando se habían acomodado de nuevo, acostados el uno al lado del otro. Necesitaba que Taehyung supiera esto, pensó, porque se veía inseguro, con dudas por todos lados —Me enseñaste sobre la magia.
La magia no siempre era un río o un océano o una tormenta. No siempre era visible como las plantas de Hoseok o como cambiar de forma como Seokjin. Simplemente podía existir, silenciosa, bajo la superficie. Como un lago quieto con aguas profundas.
Y de esa forma, podía ser suficiente, también.
—Llámame Yoda, entonces —dijo Taehyung y desordenó el cabello de Jungkook.
——
Aprendió la historia de la voz de Yoongi en inicios y paradas y piezas esparcidas en los días muertos de invierno. De Hoseok y de Namjoon y del mismo Yoongi.
Había un chico, le dijo Namjoon. Tercer año de universidad. En ese entonces, los tres ya estaban haciendo música, Namjoon y Hoseok eran dos estudiantes de segundo año transferidos, se cambiaron porque conocieron a Yoongi y vieron todo el resplandor en el estudio de intercambio y vieron un futuro que querían perseguir. Yoongi lo amaba.
Algo pesado en la voz de Namjoon sugirió que el chico no amaba a Yoongi de vuelta. Al menos, no en la misma forma.
Era un imbécil, dijo Hoseok, arrancando hierbas malas del invernadero con veneno, algo no muy usual en él. Lo odiaba.
Fue jodidamente estúpido, escribió Yoongi en su celular, sentado junto a Jungkook en la banca del piano que se encontraba en el sótano, uno que llevaba al jardín y que funcionaba como sala de práctica para Jimin y Hoseok. El piano estaba frente a las ventanas grandes y a las puertas, la madera café iluminada por el sol, y Yoongi lo tocaba menos de lo que solía hacerlo. Y ciego.
Eso no es cierto, quiso decir Jungkook, pero no sabía si tenía el derecho.
El chico estaba lleno de insultos y juicios. Hacia la apariencia de Yoongi y su magia y su música. Y Yoongi, tan fuerte y frágil, le creyó demasiado.
Hizo que Yoongi se sintiera menos, dijo Namjoon, con sus dedos apretados fuertemente en la taza de café. Intentó hundirlo porque se sentía intimidado. Porque quería ser quien reluciera más.
Lo odiaba, repitió Hoseok desde el otro lado de la mesa. Debí golpearlo en la maldita cara. Repetidamente.
La relación duró casi un año, y durante ese tiempo Yoongi solo creció, a pesar de los intentos del chico para evitarlo. Los tres, Namjoon, Hoseok y Yoongi, comenzaron a hacer presentaciones, comenzaron a publicar música en SoundCloud y a la gente le gustaba. La gente quería escuchar más.
Podemos hacer esto, pensamos, escribió Yoongi arriba del cuaderno de Jungkook, las palabras temblorosas por los dedos de Yoongi. Podríamos ser algo.
El chico no quería eso. El chico quería que eligiera; él o la música.
Elegí la música, susurró Yoongi a la mente de Jungkook mientras estaban acostados en la cama. Los dedos de Yoongi descansaban en la piel desnuda del brazo de Jungkook. Y me odió por eso.
Debimos haberlo previsto, dijo Hoseok.
Debimos detenerlo, dijo Namjoon.
Debí saberlo, escribió Yoongi.
Pero no lo hicieron, y Yoongi volvió al departamento que alguna vez compartieron para llevarse sus cosas y caminó directo a una trampa.
Había un sello de encuadernación dibujado justo en el piso, escribió Yoongi con sus dedos temblorosos. No tenía ni una oportunidad.
El chico hizo que sus amigos lo ayudaran. Necesitaron a cuatro, aparentemente, para mantener a Yoongi bajo control lo suficiente para completar el ritual. Después, Yoongi despertó en una banca de la facultad, mareado y enfermo, con su magia peligrosamente inestable y sin voz.
Todo se destrozó un poco, después de eso.
Casi lo perdimos, dijo Namjoon con una expresión lejana, una mueca en su cara. Estuvimos tan cerca de perderlo.
Intenté hacer algo realmente, jodidamente estúpido, escribió Yoongi mientras sacudía su cabeza, sus palabras llenando el margen del cuaderno de química de Jungkook. Un ritual para recuperar mi voz. Casi me mató. Hobi me encontró.
No entró en más detalles, pero el horror de la memoria seguía en la cara de Hoseok cuando hablaba de ello, cuando dijo, pensé que se había intentado matar. Pensé que la ambulancia no iba a llegar a tiempo. Pensé que iba verlo morir.
Tomó mucho tiempo, sospechó Jungkook, para que Hoseok perdonara a Yoongi. Tomó incluso más para que volvieran a la normalidad. Yoongi tuvo que dejar la universidad por un año y terminó un año después y se graduó junto a Hoseok y Namjoon. Tuvo que ver a un especialista para poner bajo control su magia. Tuvo que tomar clases de lenguaje de señas en la noche en un centro comunitario, con Hoseok y Namjoon a su lado, practicando señas bajo las luces fosforescentes.
Namjoon fue quien tuvo que decirle a su familia, pero Yoongi aún escuchaba a su madre llorar en el celular. A través de Namjoon, tuvo que convencerla de dejarlo quedarse en Estados Unidos, de que estaría bien.
Los tres dejaron de hacer presentaciones, dejaron de producir, también, porque la herida era demasiado ruda y sangrienta y no sabían cómo cerrarla aún. Buscaron lo que más pudieron, hablaron con cada experto que pudieron encontrar, pero la voz de Yoongi se había ido. Vendida, probablemente, a alguien quien quería la magia que todavía permanecía por un conjuro.
Hay todo un maldito mercado para cosas como esas, dijo Hoseok con disgusto. Es horrible.
Eventualmente lo dejamos ir, susurró Yoongi en su mente en la noche. Lo superamos. La tienda nos dio algo en qué concentrarnos.
Todavía había pena por la perdida en él, Jungkook podía sentirlo. El dolor de lo que podría haber sido. Lo que habría sido.
Lo siento, fue lo que no dijo Jungkook, sabiendo que Yoongi no necesitaba escucharlo. Que Yoongi estaba aquí y Yoongi era fuerte y Yoongi realmente estaba bien, la mayoría del tiempo. Había malos días, todavía. Los Días Malos, los llamaba Namjoon, cuando la tristeza se volvía sofocante y no dejaba que Yoongi se concentrara en nada, incluso lo privaba de interactuar con ellos, a veces no podía salir de la cama.
(Aprendieron, dijo Namjoon, cuando Yoongi necesitaba tiempo para estar solo en los Días Malos y cuando necesitaba compañía. Necesitaba que alguien ocupara el mismo espacio que él; Taehyung en la silla dibujando, Namjoon leyendo un libro en voz alta, Jimin trabajando en sus asignaturas en la cama, Hoseok poniendo flores en maceteros, Seokjin contando chistes estúpidos.
Y un día, será el turno de Jungkook y se meterá a la cama junto a Yoongi y envolverá sus brazos por la cintura de Yoongi, y Yoongi se dará vuelta, se acurrucará en él, dejará que Jungkook tome un poco de la tristeza y ambos respirarán en el silencio de la habitación. Inhala, exhala, inhala, exhala...)
Lo siento, fue lo que no dijo Jungkook. Creo que eres increíble.
Simplemente optó por presionar su frente contra la cien de Yoongi y dejar que su magia se entrelazara hasta que calmara la tormenta en los pensamientos de Yoongi.
——
Le pidió a Jimin que lo llevara a Coney Island, a pesar de que apenas era primavera y el viento todavía tenía dientes. Jimin sonrió, los envolvió en bufandas y gorras y suéteres y tomaron el tren hacia el sur en un domingo por la tarde.
El sol estaba puesto, bailando por encima del mar, incluso si su calidez no combatía el frío que había.
—¿Extrañas Busan? —preguntó Jungkook mientras estaban en la cima de la costa, dejando que el mar mojara sus botas. Podía sentir el agarre/tirón de la marea en su pecho, podía sentir la forma en que el agua se extendía hacia abajo, hacia el centro de la tierra y entendió por qué la gente antigua adoraba esta increíble y terrible fuerza de la naturaleza.
—Sí, a veces —dijo Jimin —Especialmente en el verano. Pero soy feliz aquí. ¿Tú lo extrañas?
—Extraño el océano —decidió, pero no podía pensar en nada más. Busan era sofocante, sus padres eran sofocantes y no podía esperar para escapar. No había mirado hacia tras desde entonces.
Jimin asintió y unió sus brazos. —Puedes sentirlo, ¿cierto? ¿en tus huesos?
—Sí —dijo, todavía sorprendido.
—Supongo que eso es lo que pasa cuando naces en el mar.
Caminaron por el paseo entablado y le compraron pretzeles dulces a uno de los vendedores ambulantes. Se los comieron en una banca junto a la noria donde Jimin habló un poco más de Busan.
—Vengo de una familia grande —dijo —todos médiums. Tienen un negocio, hacen sesiones de espiritismo y limpian casas y cosas así. Creo que querían que participara, después de la universidad, pero quiero encontrar mi propio camino —se río —todos estaban siempre en el mismo negocio en mi familia y necesitaba saber quién era Park jimin, sin toda la influencia, ¿sabes?
—Sí, lo hago —respondió Jungkook, porque huyó por muchas de esas razones.
—Quiero decir, aún los llamo una vez a la semana, pero la distancia es buena por ahora.
—¿Es difícil? —preguntó Jungkook, pensando en la chica ahogada en su comedor y las lágrimas en la cara de Jimin —¿Estar rodeado por tanta muerte?
—A veces —dijo Jimin, limpiando la azúcar de sus dedos en sus pantalones —pero creo que más que nada me ha hecho apreciar más la vida. Y me agrada que pueda ayudarlos, al menos un poco.
El corazón de Jungkook dolió. Jimin, tan amable —Creo que los ayudas más que un poco.
Los ojos de Jimin eran suaves y su sonrisa agradecida era gentil pero un poco insegura. Como si no estuviera seguro de que creía las palabras de Jungkook, pero de igual forma las apreciaba. —Gracias.
Sintiendo que era tiempo de cambiar de tema, Jungkook se metió el resto de su pretzel en la boca y se puso de pie —Vamos —dijo, amortiguado por tener la boca llena, y fue premiado con una risa por parte de Jimin —Quiero ir a la noria.
Jimin la miró titubeante, pero se dejó arrastrar —No lo sé...
—Ni siquiera es tan alto —insistió Jungkook —y puedes sostener mi mano todo el tiempo. —estaba usando guantes, pero aun así podría sentir si Jimin se ponía demasiado nervioso, lo ayudaría a mantenerlo calmado.
—Oh, bueno, si darle la mano a un chico lindo está en la mesa —dijo sonriendo Jimin, con un movimiento exagerado de sus cejas y entrelazó sus dedos.
Jungkook se río a través de su sonrojo, murmuró un "cállate" y llevó a Jimin al mostrador a comprar entradas.
——
Estaba enamorándose. De este mundo mágico y su lugar en el. De Yoongi.
Y no sabía que el amor podía ser una culminación de momentos silenciosos, pero aquí estaba, con una caja llena de ellos:
Yoongi, quedándose dormido en el tren, desplomándose contra el por segundos, hasta que su cabeza estuvo descansando en el hombro de Jungkook y todo el lado derecho de Jungkook estuvo cálido con su peso.
Yoongi, caminando junto a él mientras seguían a Taehyung a través de una exhibición en el museo de arte moderno, con su expresión ligeramente descontenta, pero con su cabeza inclinada para escuchar cada explicación que Taehyung daba sobre una escultura rara o una pintura con varios tonos de rojo.
Yoongi, temprano en la mañana con su cabello desordenado y su cara hinchada por el sueño, tocando un ritmo en el brazo de Jungkook que era su propia versión de un hola. Sus pensamientos arrastrándose lentamente por su mente, pero con una sonrisa gentil en su cara.
Yoongi, calentando el café de Namjoon por él mientras Namjoon estaba demasiado enfocado en una discusión con Hoseok para notarlo. Sus dedos presionados a un lado de la taza hasta que estaba caliente de nuevo. Y Namjoon tomaba un sorbo sin pausar, sin notar que estuvo frío para comenzar, pero Yoongi sonreía, satisfecho.
Yoongi, cuando dejaba que Taehyung tiñera su cabello azul y le preguntaba a Jungkook si le gustaba el color en palabras escritas en el cuaderno de Jungkook. Jungkook enterraba su dedo en los mechos de cabello azul como el mar, tragando contra el agarre/tirón en su pecho que se sentía como la marea entrando y respondía sí, hyung, me gusta.
Yoongi, dormido en el escritorio de su computadora en la parte trasera de la tienda, con sus lentes torcidos en su cara y el libro de contabilidad en la pantalla. Se despertaba cuando Jungkook dejaba té a su lado y lo arropaba con una manta, pero su sonrisa era suave suave suave y sus ojos eran suaves suaves suaves y estiraba su mano para rozar la mejilla de Jungkook para que pudiera escuchar un adormilado gracias, y la misma tierra se movía bajo los pies de Jungkook.
Yoongi, apareciendo en la puerta de su departamento con comida después de que Jungkook estuviera hundido en dos días de estudio frenético. Lo dejaba en el mostrador y chasqueaba la lengua ante el desastre de la cocina de Jungkook y comenzaba a limpiar, ignorando la insistencia de Jungkook sobre que podía hacerlo él mismo, a pesar del hecho de que estaba exhausto y tembloroso por tanto café. Cuando terminaba, le daba una mirada a Jungkook, debía ver la expresión cansada de Jungkook y lo abrazaba. Dejaba que Jungkook se hundiera en el centímetro a centímetro hasta que lo estaba sosteniendo por completo, con sus dedos en la parte trasera de su cuello para hacerle saber shh, te tengo, Kook, estoy aquí. Estoy aquí aquí aquí.
Yoongi, cubierto de suéteres y bufandas, quejándose por la nieve que permanecía.
Yoongi, bajo las luces del Tompkins Square Park, riéndose con su risa rasposa mientras Jimin intentaba enseñarle a Jungkook cómo hacer un giro que aprendió en clases, ambos tropezándose y riéndose tanto que sus costillas dolían.
Yoongi, comiendo brochetas de cordero con él, en el mismo restaurante que antes, con sus piernas amontonadas bajo la mesa pequeña y sus dedos sucios y los ojos brillantes de Yoongi bajo la tenue luz. Le estaba mostrando a Jungkook cómo deletrear cordero en lenguaje de señas con una mano mientras que con la otra sostenía la brocheta, usándola para indicarle a Jungkook cuando se equivocaba.
Te amo, pensó Jungkook, y sintió las palabras posicionarse en sus huesos como una verdad absoluta. Te amo.
— —
Y aquí estaba Yoongi ahora, en el piano en el sótano, tocando Claire de Lune a la luz de la luna. La casa estaba en silencio y Jungkook estaba sentado a su lado, viendo como los dedos de Yoongi se movían por las teclas.
Jungkook quería besarlo. Quería hacerlo desde hace semanas, incluso meses, pero aún estaba demasiado aterrado. Atrapado entre el deseo, la llama que se elevaba y todo lo que debería ser, lo que se esperaba que fuese. Había roto las reglas de sus padres sobre la magia y si rompía esto, su sueño de un futuro donde tendría una esposa y una casa agradable y un buen trabajo y les daría nietos, entonces dudaba que siguieran amándolo, y no estaba seguro si podía vivir con eso.
Pero aquí estaba Yoongi, dejando que la música se moviera a través de él mientras tocaba, con sus ojos cerrados, y aquí estaba todo el amor que Jungkook no sabía cómo mantener en su pecho, derramándose por todos lados.
La canción terminó y las manos de Yoongi se detuvieron en el piano. Sus ojos se abrieron y le sonrió a Jungkook, mostrando sus encías y un poco avergonzado, como si estuviera preocupado de que Jungkook se molestara por perderse tanto en la música. Y Jungkook juntó cada gota de valor, cada pizca preciosa de valor que tenía y se inclinó hacia adelante a pesar del nudo de terror que tenía en su estómago y sus manos temblorosas.
Los labios de Yoongi estaban fríos y ligeramente agrietados y sintió a Yoongi sobresaltarse, y escuchó el eco de su nombre, y Dios esta fue una pésima idea, ¿no es así? Arruinó todo, toda esta amistad y-
Shhh shhh ven aquí, pensó Yoongi cuando Jungkook comenzó a alejarse. Sus manos acunaron su cara, acercándolo nuevamente, y entonces Yoongi lo besó apropiadamente y todo lo que podía sentir Jungkook era calidez, en su corazón, en su sangre, en el desliz gentil de la lengua de Yoongi en su boca. Podía sentir el zumbido de los pensamientos de Yoongi, la prisa de su incredulidad, de su emoción.
Mierda Jungkook Jungkook Jungkook increíble fantástico no pensé que querías esto no quería presionarte te sientes tan bien maldita sea Jungkook...
Jungkook seguía temblando cuando se separaron, cuando Yoongi presionó unos cuantos besos ardientes en su mandíbula, en su mejilla, en su cien. Ya no había vuelta atrás, se dio cuenta. Ya no tenía que esconderse o romperse para encajar en la caja que sus padres crearon para él. Amaba este mundo y amaba a Yoongi y tenía tanto miedo, pero quería seguir corriendo en este futuro sin mirar hacia atrás.
Los dedos de Jungkook se deslizaron por su mejilla. ¿Estás bien?
—Tengo miedo —susurró Jungkook en el silencio de la habitación —Pero quiero esto. A ti. Lo que sea que terminemos siendo.
Los ojos de Yoongi estaban suaves suaves suaves mientras se acercaba y juntaba sus frentes, pasando sus brazos por la cintura de Jungkook.
Estoy aquí, Kook, me tienes. Lo prometo.
Lo sé, fue lo que no dijo Jungkook, porque todavía no estaba seguro de aquello. Pero lo estaría. Pronto, pensó, lo estaría.
—¿Bésame de nuevo? —le pidió, sintiéndose un poco atrevido.
Y Yoongi lo hizo.  
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7 impactantes teorías de los fans sobre BTS, que en realidad podrían ser ciertas.
¿Finalmente ARMY lo ha descubierto?
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Los Fans de BTS tienen un interminable suministro de teorías retorcidas que cambian a cada momento y que se vuelven más complejas cada vez que BTS hace su regreso. Big Hit Entertainment adora mantener a los fanáticos adivinando, pero estas teorías son tan locas que, en realidad, podrían ser ciertas.
1.  El efecto mariposa y Jin como viajero del tiempo.
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En la teoría del caos, el efecto mariposa se refiere a un fenómeno donde el cambio más pequeño tiene un efecto dominó que puede causar grandes efectos en otros lugares.
De acuerdo a la teoría, una mariposa agitando sus alas podría causar un tifón. Un pequeño cambio puede cambiar el universo entero, para mejor o para peor.
Las mariposas son un recurrentes en BTS y pueden estar vinculados a esta teoría. De hecho, una tarjeta de mariposa aparece en el video musical de “Run”.
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…En el vídeo de “On Stage: Prologue”, V parece imitar a la tarjeta cuando está acostado sobre el colchón. RM es el primero en acercarse a V y RM es también quien recogió la tarjeta de mariposa.
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En el vídeo musical de “I Need U” se presentó la trama individual de cada miembro.
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Los vídeos musicales posteriores reinventaron la situación de cada uno de diferentes maneras, apoyando la idea de que el más mínimo cambio en el presente puede alterar el futuro.
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De “I Need U” en adelante, todas las tramas han estado vinculadas a Jin, llevando a muchos a creer que él es un viajero del tiempo; él es quien ha estado tratando una y otra vez de cambiar el destino de sus miembros.
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En el vídeo de “Euphoria”, Jin parece finalmente haber tenido éxito. En “On Stage: Prologue” V fue el único que saltó al agua... 
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...pero en el vídeo de “Euphoria” Jin saltó en su lugar. Esto sugiere que él ha cambiado o intercambiado sus destinos.
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“Fake Love”, sin embargo, implica que el destino no puede ser cambiado después de todo. Jin, quien fue el encargado de cambiar sus destinos, se encuentra encerrado solo en una habitación, al igual que los otros miembros.
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Cuando Jin intercambió lugares con V, parece que su papel de viajero del tiempo / cambiador de destino fue pasado a Jungkook, continuando así su interminable ciclo.
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A lo largo del vídeo, Jungkook corre a través del edificio pero, como Jin, es incapaz de salvar a sus miembros.
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2.  La Flor de Esmeraldo
Los fans tienen la enorme sospecha de que la flor de Esmeraldo está intrincadamente enlazada a BTS. La flor, la cual no existe en la realidad, fue descubierta el 12 de Junio de 2013, el mismo día del debut de BTS.
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El 9 de Agosto de 2019, Jin agregó fuerza a ésta teoría cuando posteó una foto de él sosteniendo un ramo de flores, en la cual escribió “Esmeraldo”.
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Un jarrón, con estas flores en su interior, hicieron una breve aparición en el vídeo musical de “Run”, 2 años antes de la publicación de Jin.
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Los fans estuvieron impactados al ver la flor una vez más, casi un año después de la publicación de Jin, cuando BTS publicó su vídeo musical “Singularity”. En este, V pudo ser visto sosteniendo lo que se parece mucho a una flor de Esmeraldo.
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Estas flores no existen en la naturaleza, pero pueden ser creadas pintando con aerosol flores blancas de azul. La letra de “The Truth Untold” menciona una “flor azul” que “floreció en un jardín de soledad”.
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En el lenguaje de flores, “Esmeraldo” significa “La sinceridad que no pudo ser entregada” o “La verdad que no puede decirse”. Este sentimiento se expresa fuertemente en “The Truth Untold” (La verdad no contada).
Esta flor también hace una aparición dentro de la linterna de Jin, durante el vídeo musical de “Fake Love”.
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3.  Todo es una mentira
Algunos fans han teorizado  que todo lo que hemos visto en los videos musicales del universo de BTS podría ser falso.
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Esta teoría nace a partir del teaser de “Fake Love” como base para el análisis sugieren que varios de los objetos vistos en el teaser representan “temores”. Los artículos que BTS recibió a cambio de estos “temores” son recuerdos que representan felicidad.
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“La tienda mágica (Magic Shop) es una técnica psicodramática que intercambia un “temor” por una actitud positiva”. Esta cita aparece al comienzo del teaser de “Fake Love”.
Sin embargo, estos recuerdos que fueron vistos en “Highlight Reel” de BTS, no son recuerdos en absoluto, son producto de la imaginación de cada miembro.
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4.  Jungkook es el chico en Omelas
Los Fans han especulado que existe una conexión entre “Fake Love” y la historia de Ursula K. Le Guin, titulada “The Ones Who Walk Away from Omelas” (Los que se alejan de Omelas).
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En la historia, un chico que está encerrado en el sótano de Omelas, un pueblo, debe sacrificar su propia felicidad por el bien de la felicidad del pueblo.
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Los Fans creen que en la historia de “Fake Love”, Jungkook debe sacrificar su propia felicidad por la felicidad de sus miembros o de lo contrario todos continuarán su ciclo de sufrimiento interminable.
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5.  V es la mente maestra
¿Podría V ser el titiritero que controla las cuerdas de Jin? ¡Algunos fans piensan que sí!
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Esta teoría retrocede al video musical de “Blood, Sweat & Tears”, donde V interpretó a un ángel caído.
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Durante todo el vídeo musical, V se ve acostado debajo de un velo. El interior oscuro de V se revela una vez que se levanta el velo.
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Esto pasa al mismo tiempo que Jin besa a la estatua del ángel con alas oscuras.
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V esconde su verdadero “Yo” detrás de un velo, luego lo esconde una vez más en “Singularity”, cuando se coloca la máscara. Esto ha hecho que algunas fans teoricen que su personaje puede tener motivos ocultos, tal vez, motivos siniestros.
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6.  La figura misteriosa
Muchos fans creen que la figura enmascarada en “Fake Love” puede ser la misma figura encapuchada de “Fire”. Esto podría explicar el por qué las historias de Suga y Jungkook están tan fuertemente vinculadas.
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Cuando Suga estrechó la mano de la figura encapuchada en “Fire”, esto pudo haber indicado un acuerdo de venta de almas que selló el ardiente destino de Suga.
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En toda la serie, Jungkook trata de salvar a Suga…
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…Pero Finalmente Falla.
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Quizás, al final de “Fake Love”, Jungkook está a punto de hacer su propio acuerdo con la figura enmascarada que negará la original de Suga.
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7.  La figura misteriosa – Parte 2
¡Giro de la trama!, ¡La versión extendida del video musical de “Fake Love” de BTS ha sacado a relucir muchas de las teorías anteriores de ésta lista!
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Al final de éste video, Jungkook sale encapuchado del edificio.
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Cuando él se coloca la máscara, se revela que él es la figura encapuchada del video original de “Fake Love”.
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Los percheros en el video estaban desnudos porque las diferentes versiones de los otros seis miembros de BTS están usando las capas.
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¡BTS conoció las versiones enmascaradas de ellos mismos en la tienda mágica!
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Con un final culminante como éste, es imposible saber donde estará BTS a partir de ahora.
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¿Tienes alguna teoría?
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Yooni🍃   @ bangbangtan Crédito @ Koreaboo Foto AnzuuEo  @ Nochumon Compatir con creditos  
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horosebi · 6 years
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✦Los castigas durante el sexo✦
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⊰ 𝓚𝓲𝓶 𝓢𝓮𝓸𝓴𝓳𝓲𝓷 ⊱
ㅡ Pero es que lo tuyo es increíble.
Cerraste de un portazo la puerta de la habitación, la sangre te hervía y apretabas tus dientes tratando de calmar tu enojo, pero es que era imposible. Minutos antes ambos estaban en una cita algo importante, pero una fan un tanto pegajosa se acercó a ustedes. Comprendías que era su trabajo, pero el coquetear con ella descaradamente no estaba en su contrato.
Ella se restregaba contra él y él no hacía más que sonreírle abiertamente olvidándose de tu presencia por momentos, cuando dedujiste que ella no se iría y que él no se lo pediría educadamente, atinaste a levantarte y dejarlos a ambos en sus estúpidos juegos. Supusiste que corrió detrás tuyo y justo ahora te observaba desde la cama donde yacía sin interés alguno.
ㅡ No hagas tanto drama, sólo era una fanㅡmurmuró cansado, pero cuando vio que eso no disminuía tu furia, decidió tratar de convencerteㅡ, lo juro.
Más que ofendida caminaste deshaciéndote de tus prendas quedando completamente desnuda, reíste cuando él también bajó sus pantalones y bóxer, pobre ingenuo. Te sentaste en su abdomen, tomaste con fuerza su playera atrayendo sus labios a los tuyos, amaba cada faceta tuya, pero cuando esa sonrisa se formaba en ti y estabas desnuda, era peligro.
Bajaste tus caderas pasando tu humedad por su miembro descubierto logrando lo que esperabas, volverlo loco. La sonrisa que tu rostro conservaba se ensanchó, tú misma lo alienaste para, de golpe, auto penetrarte violentamente comenzando con un vaivén que causaba todo tipo de sensaciones y corrientes eléctricas por todo su cuerpo, trató de mantener contacto visual contigo pero no pudo, de pronto se sintió muy abrumado con tanto placer que de repente le brindabas.
ㅡ ¿Crees que esa zorra te haría sentir así?ㅡHalaste con fuerza su cabello hacia atrás a lo que gimió complacido con tu brusquedadㅡ. Responde.
Negó con una sonrisa igual de sádica que la tuya, para cualquiera su relación sexual sería una locura, pero es que eso era lo que la volvía fascinante. 
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⊰ 𝓚𝓲𝓶 𝓝𝓪𝓶𝓳𝓸𝓸𝓷 ⊱
Movías tu pierna frenéticamente, por los nervios, la decepción y el enojo hacia tu novio. Esa noche habías invitado a tus padres a cenar puesto que volverían a tu país natal el día siguiente, se lo venías comentando desde la mañana cuando comieron su desayuno y se lo recordaste cuando se despidió de ti con un beso.
Minutos antes de que diera la hora acordada te llamó diciendo que saldría con los chicos, tuviste que mostrar una falsa y triste excusa a tus padres cuando te preguntaron por él. Para cuando llegó abriendo la puerta con torpeza, tú estabas sentada con piernas y brazos cruzados viendo cómo quitaba sus zapatos y chaqueta, estaba ebrio.
Con rigidez caminaste hasta la habitación que ambos compartían haciendo resonar cada paso que dabas, te seguía cuidadosamente tratando de hacer el menor ruido posible, se lanzó a la cama cubriendo sus ojos con sus brazos suspirando en el trayecto, NamJoon no era de los ebrios necios o con mal temperamento cuando tomaba, simplemente llegaba a casa en busca del refugio de sus sábanas o tus brazos.
ㅡ ¿Qué haces, cariño?ㅡcaminaste hasta él llevando sus brazos a los costados de su cabeza recargando tu peso en esa zona, tu rodilla apoyada entre sus piernas, muy cerca de su entrepiernaㅡ. Tenemos que dejar unas cosas claras aquí.
Cuando quiso reaccionar, tu mano ya presionaba con algo de fuerza su cuello, fácilmente pudo haberte hecho de lado, pero la excitación del momento y el alcohol en su sistema no lo dejó.
ㅡ Esta noche vas a pagarme todas tus faltasㅡbalanceaste tus caderas sobre su hombría haciéndolo sisearㅡ, una a una.
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⊰ 𝓜𝓲𝓷 𝓨𝓸𝓸𝓷𝓰𝓲 ⊱
Se suponía que debían estar de camino a la fiesta que la empresa había organizado por el inicio del tour, algo íntimo. Pero tu novio se quedó dormido mientras esperaba que terminaras de arreglarte, era costumbre que después de tú terminar él corriese a último minuto para vestirse. 
Hablando con la verdad no tenías ánimos de salir, tuvieron una ardiente sesión de besos que te dejó muy mal, lo suficiente como para que te importara poco si después de lo que estabas por hacer te diera el castigo de tu vida. Pusiste tus manos en tus caderas suspirando y debatiendo contigo misma, los pros y contras.
Al final, terminaste sacando del cajón de la mesita de noche un par de esposas que él había utilizado contigo días atrás. El sueño de YoonGi era pesado, ni aunque pusieras un estéreo a todo volumen lograría despertarlo a la primera. Lo observaste, desnudo y a tu disposición. Tomaste su miembro acariciando la base con tus manos y de su glande se ocupaba tu boca, de momento despertó desesperado por tocarte, viste como forcejeaba por soltarse.
ㅡ Tranquilo bebéㅡhablaste con dulzura y una inocente sonrisaㅡ, planeo tenerte despierto toda la noche.
Te analizó un segundo sonriendo con procacidad, esa era su chica.
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⊰ 𝓙𝓾𝓷𝓰 𝓗𝓸𝓼𝓮𝓸𝓴 ⊱
Subiste tus medias negras ajustándolas y acomodando de manera correcta tus zapatos del mismo color, caminaste hasta tu tocador dando los últimos retoques a tu maquillaje lista para deslizar un vestido precioso, rojo, por tu cuerpo.
Tu novio estaba disfrutando de ti caminado en ropa interior por la habitación, hasta que te inclinaste y por naturaleza estampó firmemente su mano en tu trasero, chillaste debido a la poca gentileza que había utilizado en su golpe. 
ㅡ Me estás tentandoㅡlevantó sus manos con una sonrisa coqueta.
Debido al estrés que sentías aquella acción, que resultaba bastante común en él, te molestó más de lo normal. Dejaste de lado lo que estabas haciendo y simplemente te lanzaste hacía él, colocando tu mano en su cuello y recargando tu cuerpo con la otra, entreabrió sus labios comenzando a excitarse y su situación empeoró cuando rozaste frenéticamente sus intimidades sin aflojar aquel agarre.  
Echó su cabeza hacía atrás tomando tus caderas presionándote más contra él, sabías perfectamente que nunca estaría satisfecho hasta no sentir como tus paredes lo apretaban y recibían felizmente, sentirte temblar alrededor suyo y escuchar de tus labios su nombre ser gritado una y otra vez.
ㅡ ¿Quieres sentirme?, ¿Quieres sentir cuán húmeda me puedes poner?ㅡgimió mordiendo sus labios, amaba cuando eras así de rudaㅡ. Es una pena que hayas estado molestándome toda la tarde, espero tengas entendido que vas a tener esa erección hasta que volvamos a casa.
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⊰ 𝓟𝓪𝓻𝓴 𝓙𝓲𝓶𝓲𝓷 ⊱
Estabas caliente y todo por su culpa. Te pidió que lo acompañaras a la empresa puesto que tenía practica y tu el día completamente libre, accediste sin pensar a lo que te metías.
En lo que los chicos estaban en lo suyo, se te acerco un amigo tuyo que era parte del staff, no era cercano, pero intercambiaban palabras de vez en cuando. Pero JiMin era muy, pero muy celoso y cuando algún hombre se acercaba con demasía se salía de control; luego de hablar un poco desviaste la mirada a tu novio, conecto su mirada a la tuya exagerando el movimiento de sus caderas pues sabía que te volvía loca.
Tragaste duro cuando dirigió sus manos a su entrepierna, y estabas segura de que aquello no formaba parte de la coreografía. Te enderezaste en tu sitio cruzando y apretando tus piernas entre sí, tratando de calmar tus sentidos.
Cuando la puerta de tu departamento fue cerrada se giró hacía ti con un aura de inocencia pura.
ㅡ Nena, creo que iré a darme una ducha.
Negaste tomándolo y armando en un puño el cuello de su camisa, besaste y succionaste su sudoroso cuello, trazando con tu lengua su línea mandibular llegaste a sus labios, observando como estos se entreabrieron esperando impacientemente un beso.
ㅡ ¿Tu mamá no te dijo que es malo jugar con fuego?ㅡacariciaste débilmente sus labiosㅡ. Yo voy a enseñarte el porqué. 
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⊰ 𝓚𝓲𝓶 𝓣𝓪𝓮𝓱𝔂𝓾𝓷𝓰 ⊱
Le gustaba jugar contigo, le encantaba provocarte y ponerte en aprietos. Tú nunca te habías quejado hasta esa noche que creíste fue suficiente. Para TaeHyung siempre serías la sumisa, que equivocado se encontraba. 
Ambos estaban acostados, tú leías tu libro favorito mientras él seguía molestando con lo sucedido horas atrás, cansada, apartaste el libro y en movimiento rápido te colocaste sobre él poniendo sus manos a la altura de su cabeza enterrando tu fuerte vista en la suya. Guardo silencio esperando tu siguiente movimiento, la situación lo estaba excitando.
ㅡ Creí haberte dicho que pararasㅡmurmuraste sin un rastro de dulzuraㅡ. Te advertí que tu comportamiento iba a cansarme.
ㅡ ¿V-vas a dejarme? Jagi fue una broma, yo-...ㅡBesaste sus labios con rudeza robándole completamente el aliento.
Intento escabullir sus manos para sacar de tu cuerpo su camiseta, que además de tus bragas, era lo que cubría tu cuerpo, de un manotazo lo apartaste riendo en el trayecto.
ㅡ Oh no cariño, ésta noche la que manda soy yo.
Y lo único que obtuviste de su parte, fue una coqueta y satisfactoria sonrisa.
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⊰ 𝓙𝓮𝓸𝓷 𝓙𝓾𝓷𝓰𝓴𝓸𝓸𝓴 ⊱
Subiste lentamente las escaleras que daban a la segunda planta del departamento que compartías con tu novio completamente cansada. Desabrochaste tu sostén lanzándolo a la cama soltando un gemido de satisfacción, estabas tan sumergida en tus cosas que no habías escuchado el agua caer y los suaves gemidos de tu chico.
Chasqueaste tu lengua riendo por dentro, bajaste tus pantalones acomodando tus bragas negras de encaje, caminaste hasta la ducha entrando sin tocar. JungKook bajaba y subía su mano alrededor de su miembro gimiendo tu nombre, te acercaste acariciando sus hombros, con tu dedo trazaste sus abdominales haciendo que retuviera la respiración por un milisegundo.
Su expresión demostraba lo sorprendido que estaba, se suponía que no debías haberte enterado, porque esa era la apuesta. Durante una semana ninguno debía masturbarse y la ayuda del otro estaba totalmente prohibida.
ㅡ Parece que nuestro Kookie ha perdidoㅡte burlaste de élㅡ. Supongo que ya sabes cuál es tu castigo.
Suspiro cuando tú misma apretaste su miembro, dejaste un beso en el lóbulo de su oreja derecha.
ㅡ No te puedes correr sin que yo me haya venido más de tres vecesㅡsusurraste y él trago tan duro, que su garganta dolió un pocoㅡ. Será una larga y deliciosa noche para mí.
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╰ Estoy muy cansada pero aquí está, debido a cosas del colegio estaba pensando en actualizar las reacciones cuando tenga mucho tiempo, porque siento que necesito sentarme con tranquilidad para que queden a como debe ser. Gracias por esperar. 💜
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bngtanarmy · 6 years
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3
Yo estaba dormida y alguien me acariciaba la cara haciendo que me durmiera más a gusto. La mano que me hacía cariñitos era suave y larga, no tenía ni la menor idea de quién era el dueño de esta pero me importaba menos saberlo. De repente escuché a alguien reír. Una risa grave pero tierna, creo que yo la conocía pero no me acordaba de donde. Yo solo me dejaba acariciar y una que otra vez me mordía mis labios. La persona siguió riéndose por lo que me hizo abrir los ojos.
En frente mío, se encontraba nada mas ni nada menos que Kim Taehyung. Al ver su rostro, de inmediato se me vino a la mente lo que me había ocurrido. <<Por supuesto que no era un sueño, Valentina...>>
—Buenos días, bebé.—
Todo seguía pareciendo un sueño y mis manos comenzaron a temblar nuevamente. El mayor al notar mi expresión, frunció el ceño y se enderezó, pues estaba acostado.
— ¿Que tienes? — Su voz era más grave y rasposa en la vida real pero eso no era lo que más me sorprendió.
Verán, el estaba hablando en Coreano y yo podía comprender lo que decía, como si yo supiera el idioma desde nacimiento.
—¿No vas a hablar? ¿Te dule algo?
¿Que debía hacer? Este no era mi cuerpo y la persona que tenía en frente era Kim Taehyung. No sabía si decirle o no, aunque pensaba que tarde o temprano se daría cuenta de todas formas.
— Yo no soy Jungkook... — Dije en voz muy bajita, casi en un susurro inaudible. Esperaba que no me hubiera escuchado pero igual no me decepcionaría si lo había hecho.
— Anda, arréglate que iremos a desayunar. —
Tal vez estaba pensando en otras cosas que ni siquiera me estaba poniendo demasiada atención.
<<Eso es bueno, ¿no? >>
Cuando volví a parpadear otra vez, Taehyung ya estaba cerrando la puerta del cuarto.
Segundos después me paré encima de la cama y comencé a saltar sonriendo y canturreando: “¡Conocí a Taehyung, conocí a Taehyung! “
Mi celebración no duró más que 5 segundos al recordar sus últimas palabras.
<< ¿Como que arreglarme? >>
Eso implicaria cambiarme de ropa y para hacerlo, obviamente tendría que desvestirme por completo...
Tapándome media cara, deje escapar un pequeño grito y un “oh my god” después.
No sabía si debía estar aterrada o no, pues de todas formas tendría que ver aquellas partes íntimas al momento de usar el baño. Eso me hizo pensar en mi propio cuerpo. ¿Que le pasó? ¿Y en donde está el Jungkook real?
Por instinto comencé a buscar su celular con la mirada. Cuando lo encontré, rápidamente fui hacia el y lo tomé para después prenderlo.
—¡ah, de veras!...— Maldije por lo bajo al ver que necesitaba poner contraseña para poder desbloquearlo. Había pensado que quizás podría contactarme con Jungkook si es que el estaba atrapado en mi cuerpo pero ahora eso era imposible.
Estaba tan distraída debatiendo conmigo misma, que ni siquiera me di cuenta que la puerta había vuelto a abrirse hasta que sentí a alguien tomarme del brazo con suavidad.
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puppysmind · 2 years
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(Día 1) (o casi)
Adivina qué estoy escuchando. Voy a tomar tu silencio como el pie para decirlo: Still loving you u ú siempre la escucho cuando estamos mal/distanciados/cuando rompimos porque me gusta romperme el corazón solo 👌🏻
Al final empecé otro coso, pero igual te voy a contar mis días porque ajá. Ayer llegó a casa una chica, nos conocíamos de niños pero no éramos amigos o algo así, pero mi mamá se habla con la suya y ajá, el punto es que esta chica tenía que dar tres exámenes en mi ciudad así que vino a dormir a casa. No molesta para nada porque es más callada que yo mismo pero igual me sentía incómodo TT no podía ni andar en pijama a gusto. Lo bueno es que gracias a eso pude comer pastas, compramos en el restaurante frente a casa, el que se ve a veces en las fotos que te mando. Estaban riquísimas. Y bueno, eso. Ah y el día fue ufff, en el trabajo quiero decir. No una sino DOS señoras me fueron a reclamar el vuelto y eran ellas que contaron mal, harto. Y después fue un flaco, esto es lo que pensaba en la ducha que iba a contarte u u como decía, fue un flaco que va siempre y me dice "ah menos mal que estás vos y no el mamotreto de tu compañero" y yo como 👀 y me contó que el jueves lo cagó con plata ???? El flaco le pagó con un billete de mil que serían...momento. Ya me fijé, 193.11 pesos mexicanos. Y bueno, le pagó con un billete de mil y mi compañero le devolvió como si hubiera pagado con 500, el flaco obvio se quejó y mi compañero negó todo ?????? Y bueno, me comentó a mí y hoy le contó a mi compañera de la mañana porque sabe que es la hija de la dueña así que parece que van a echarlo cuando mi jefa vuelva de vacaciones, ojalá no me pongan a trabajar los sábados en la noche o me pego un ti. Esto último lo supe hoy en la mañana porque bajé a comprar papitas y me contó, en realidad bajé a chusmear xd soy como una doña (?).
Y nada, a la tarde se fue esta chica y caí en coma mil horas, ni siquiera me levanté por el fútbol y jugaba el equipo del que soy hincha, imagina eso. Igual ganó, hehé.
Y ahora estoy acostado. Estoy enojado porque la señal del wifi va cOMO EL ORTO en mi cuarto así que apagué la compu aunque estaba haciendo la presentación para un proyecto y me pasé al celular a escribirte esto mientras como las papitas y escucho música. Siempre me dio risa lo diferentes que somos en gustos musicales, como cuando me dijiste que MCR te parecía muy pesado (?). Literalmente el he was a punk, she did ballet. Con decirte que cada tanto paro la escritura para tocar la batería ficticia en el aire.
Espero hagas yoga hoy >:( y que pienses en mí.
Ah, me acordé algo. Cuando me desperté por la tormenta (no me acuerdo cual de los dos días qué pasó) y te dije que había soñado feo además, ¿te acordás? Estaba soñando con Jungkook ??????? Pero no como pensás. Ahora no lo recuerdo bien pero estaba tipo en un apocalipsis zombie ???? Aunque parecían ignorarme, no sé por qué y bueno, llegaba tipo a un refugio pero pedían dinero para entrar ????? Ahí estaba con una amiga, con la que viajé la vez anterior. Y entonces ella veía un cajero automático y me decía que vayamos pero había que responder una trivia de BTS y obvio yo no sabía un culo y en eso venía JK y me ayudaba, pero no era JK...o sea, era él pero no era integrante del grupo, ni yo de EXO, éramos chicos normales. A, el aleatorio me puso Incomplete de BSB, soy lágrimas- BUT WITHOUT YOU ALL I'M GOING TO BE IS...INCOMPLEEEEETE /chilla. Bueno, me fui. Entonces él me ayudaba y ya después estaba con él en el refugio así en plan bff y así ocupando el regazo de los dos había- creo que era un gatito y JK lo estaba acariciando y hablándole y yo escuchaba gente diciendo que había que matar la mascota porque estaba infectada y empezaba a llorar porque 1. Ya le traía cariño a la mascota yo también y 2. Mi nuevo amigo se iba a poner triste. Y ahí vino el rayo re fuerte y me desperté. Encima tenía la ventana abierta y llovía en esta dirección así que me estaba mojando toda la cara :@ tuve que pararme, cerrar la ventana aunque me diera calor y tratar de dormir otra vez. Odio. Encima me llegó alerta para mañana y el lunes también, creo que elegí mal día para el tiempo AAAAA. Me llevé uno de tus peluches igual.
Y ya, lo voy a subir porque me duele el brazo de teclear xd es que desde que tuve covid como que se me cansan mucho los brazos ????? Es lo único que me quedó. A veces los levanto para hacerme la palmerita y que no me moleste el flequillo y ya se me cansan ????? Pero en fin, es todo por hoy.
Te amo, no lo olvides.
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Cap 3 | Let the light in |
Una vez más despertó con Jimin sentado arriba suyo, pero esta vez había manos en su cara y el zumbido de los pensamientos de Jimin mezclándose con los suyos: buenos días arriba arriba arriba eres tierno cuando duermes pero como que estás babeando todo tengo que hacer el desayuno ven a ayudarme...
—Estoy despierto —murmuró, aun medio dormido —estoy despierto.
Estaba acostado sobre muchos cojines de sillón juntos en el piso, medio aplastado entre Yoongi y Taehyung. El brazo de Yoongi estaba alrededor de su cintura y la cara de Yoongi estaba enterrada en su cuello y sus pensamientos estaban en su cabeza, también: demasiado temprano demasiado frío váyanse
Jungkook sofocó una risa y abrió sus ojos. La luz del invierno se coló a través de las cortinas delgadas de la ventana del balcón y la sonrisa de Jimin era igual de brillante.
Va a ser una buena mañana, pensó Jungkook.
Y lo fue.
——
Las vacaciones de invierno resultaron ser así:
Después de cuatro llamadas por Skype y el doble de discusiones por correo y mensajes de texto, Jungkook convenció a sus padres para que lo dejaran quedarse en Nueva York, siempre y cuando se esforzara por salir de probación académica para el comienzo del próximo semestre.
El invierno llegó barriendo con una tormenta y volvió todo blanco. Se paró bajo la nieve hasta que su cara se entumeció, porque se sentía diferente a la nieve en Seúl; era más pesada y tajante. Le gustaba la mordida del viento en su piel.
La tienda fue cubierta por una cantidad obscena de guirnaldas de luces, haciendo que Namjoon tuviera incluso más miedo de salir de detrás del mostrador. Taehyung se paró en medio del caos, con una hebra de luz enredada en su brazo y le enseñó a Jungkook como cambiar los colores con magia, de azul a verde, de verde a rojo, de rojo a morado, de morado a amarillo y de amarillo a naranjo.
Fue a un mercado de árboles de navidad con Hoseok y Yoongi y vio cómo Hoseok revoloteaba de árbol en árbol, hablando para sí mismo mientras deslizaba sus manos por su follaje y sus troncos, con la magia chispeando en sus dedos. Los árboles se veían más vivos cuando los dejaba atrás, como si sus vidas hubieran sido extendidas un poco más, y finalmente Hoseok se detuvo frente a un árbol pequeño y de apariencia triste en una esquina. El corazón de Jungkook dolió un poco, por lo triste y olvidado que se veía, pero entonces Hoseok se agachó frente a el y declaró "este". Y el árbol...Jungkook juró que se enderezó cuando Hoseok acarició una de sus ramas, como si supiera que fue escogido.
El árbol creció casi nueve metros en el comedor de la casa, estirando sus ramas hacia el techo como si siguiera en un bosque. Pasaron toda una tarde cubriéndolo con luces y adornos de mal gusto. Seokjin hizo vino con azúcar caliente y Taehyung puso Merry Christmas de Mariah Carey a todo volumen hasta que Jimin le hizo cambiarlo a Michael Buble. Jungkook se emborrachó ligeramente, ignorando el murmullo de Seokjin sobre que era menor de edad y presionó su frente contra la de Yoongi mientras Hoseok y Namjoon se balanceaban juntos y hacían una interpretación que hacía que doliera la cabeza de Feliz Navidad. Los pensamientos de Yoongi eran lentos y cálidos, como el vino en el estómago de Jungkook y sus ojos estaban arrugados en las esquinas por su sonrisa y Jungkook pensó, por primera vez, podría enamorarme de ti.
Aunque se guardó eso para él. Por ahora.
Otra pijamada se llevó acabo en navidad, aunque nadie se durmió hasta casi las tres de la mañana, demasiados ocupados hablando alrededor de la chimenea en el comedor. Jungkook vio como las llamas proyectaban luz y sombras sobre los dedos de Yoongi mientras hacía señas y escuchaba la risa hiposa de Seokjin. Jimin y Tae cantaron Silent Night, con sus brazos envueltos alrededor del otro como si fuera la cosa más fácil de hacer y Hoseok y Namjoon se estaban durmiendo en el sillón, con sus cabezas inclinadas contra la del otro. Y Jungkook...Jungkook estaba feliz.
Le regalaron un nuevo cuaderno de dibujo para navidad y ya estaba tan abrumado que casi comenzó a llorar por enésima vez frente a ellos. Y eso fue antes de que revelaran que también le hicieron lápices hechos a mano. —Tienen magia adentro —le explicó Namjoon y dibujó un hombre de palo en la primera página. Tomó vida y los saludó. —Es una imagen en bucle, hacen lo que tú quieras que hagan. Las aves vuelan y el mar tendrá olas, cosas así.
—Oh Dios —susurró Jungkook, y cedió a las lágrimas. Solo un poquito.
Pasó la semana entre navidad y año nuevo estudiando frenéticamente, con los libros esparcidos en el piso de la tienda y en la mesa de la cocina de la casa. Namjoon y Yoongi, quienes aparentemente tomaron un curso de negocio mientras intentaban entender cómo tener una tienda, se ofrecieron a ayudar y pronto sus cuadernos se llenaron con los garabatos desordenados de Yoongi y la escritura elegante y fluida de Namjoon, párrafos tanto en inglés como en coreano. Lo ayudó, lo hizo, pero no se sentía suficiente.
Aun se estaba ahogando, de distintas maneras, el agua subía y estaba más cerca.
El cumpleaños de Taehyung y el año nuevo fueron juntados en dos días de celebración con un montón de comida y champaña barata. Taehyung lloró por el abrigo de diseñador que todos contribuyeron para comprar e incluso por el dibujo que Jungkook titubeantemente le entregó. Era un dibujo de Taehyung en la mesa de la cocina, con los hombros doblados y una expresión de concentración en su rostro, el sol de la ventana abierta se reflejaba en su cabello plateado. El diseño que dibujaba formaba un bucle infinito, tomando vida y color una y otra vez.
Justo antes de la medianoche, subieron al techo para ver los fuegos artificiales sobre el Times Square, amontonados contra el viento cortante. Hoseok y Seokjin gritaron la cuenta hacia atrás ("¡DIEZ! ¡NUEVE! ¡OCHO! ¡SIETE! ¡SEIS!") y se tomaron turnos para besar a Namjoon en la mejilla. Jimin y Taehyung se besaron apropiadamente, los brazos de Jimin estaban en los hombros de Taehyung y las manos de Taehyung estaban detrás de su cabeza, como una portada sacada de una novela romántica.
Los dedos de Yoongi acariciaron su cabello y sus labios depositaron un beso cálido y perfecto contra su cien, y sus pensamientos le susurraron Feliz año nuevo, Jungkook-ah.
Podría amarte, pensó Jungkook, viendo la cara de Yoongi siendo iluminada por los fuegos artificiales azules. Podría amarte.
——
La universidad comenzó de nuevo con venganza, pero mantuvo su cabeza agachada y logró salir de probación académica, justo como sus padres querían. Le contó a Yoongi en la tienda, mostrándole la carta oficial que lo dejaba limpio (por ahora).
Son muy buenas noticias, Kook, escribió Yoongi y Jungkook quería sentirse aliviado, lo hacía.
Pero solo había agua.
——
—¿Pueden enseñarme sobre este mundo? —les preguntó durante el desayuno una mañana, cuando estaban todos presentes y se sentía atrevido. (Ya estaba muy adentro, más allá de su cintura, de su pecho, bien podría entrar por completo.) —Sobre la magia. Yo...hay tantas cosas que no sé.
Sobre la magia, sobre sí mismo, sobre todas las cosas geniales y aterradoras que podría ser capaz de hacer.
Una conversación sin palabras se desarrolló frente a él, Namjoon a Hoseok, Hoseok a Yoongi, Yoongi a Seokjin, Seokjin a Jimin y Jimin a Taehyung, era más que nada una serie de cabezas inclinadas, cejas levantadas y ojos entrecerrados.
—Está bien —dijo al final Namjoon, sonriéndole. Suavemente —Hay cosas que puedes aprender de todos nosotros, así que planearemos algo.
—Una planificación de clase —dijo Taehyung, con su sonrisa mucho más aguda y salvaje —Y tarea.
—Pero iremos a tu ritmo —añadió Jimin con lo que pareció ser una patada a Taehyung bajo la mesa.
Por supuesto —arregló Taehyung —A tu rimo, Jungkook-ah.
Su ritmo, no tenía idea de qué significaba eso. Qué era rápido o lento o si quiera qué le esperaba bajo las olas. Sus padres lo mantuvieron lo más lejos posible, le enseñaron a cerrar sus ojos contra la magia que fluía en Seúl, las tiendas, la calles, los mercados que a veces se levantaban, los adivinos que se quedaban fuera de la estación de Busan, el extraño tirón del mar.
Casi diez años con sus ojos cerrados. Estaba aterrado, pero listo para abrirlos de nuevo.
—Está bien —dijo, encontrando la mirada de Yoongi en la mesa. Los ojos de Yoongi eran gentiles y estaban negros como una noche de invierno. (Yoongi, quien perdió su voz por culpa de la magia, pero que seguía inmerso en ella, sin miedo.) —Está bien.
——
Namjoon fue el primero. Esparció libros antiguos y desgastados en la mesa de la cocina y habló sobre historia. Sobre brujas y Salem y la persecución que llevó a una aceptación renuente. —En algunos países, en otros la magia aún está prohibida —Jungkook lo observó trazar una línea a través de los siglos hasta ahora: protección y regulación en medida equivalente.
(— Nadie tiene permitido ser discriminado por su magia, pero el uso está prohibido en ciertas áreas, como en las escuelas, y si un niño tiene una habilidad potencialmente violenta debe ser registrado — le explicó Namjoon, subiendo sus lentes.
—¿Cómo...Yoongi? —preguntó Jungkook, con un nudo en el estómago.
—Sí —respondió Namjoon, en voz baja, con el peso de historia detrás de la palabra —Sí, como Yoongi.
No es un gran problema, le escribió Yoongi al otro día. Simplemente tengo que llevar una tarjeta siempre conmigo e incluirla en mis papeles si quiero postular a un trabajo. Dado que no tuve ningún accidente violento en los últimos diez años, no tienen permitido rechazarme basados en eso.
Pero fue un gran problema, una vez, pensó Jungkook. Y el zumbido bajo de ansiedad que provenía de Yoongi indicaba que a veces, aún lo era, porque si una cosa había aprendido Jungkook, es que no todas las personas eran lo suficientemente amables y justas como deberían.)
En la mesa, Namjoon dibujó una hélice doble en su cuaderno de dibujo. —Creen que tiene algo que ver con nuestro ADN, pero nadie está seguro. Ya que en algunas familias todos son mágicos y en otras nadie lo es. Pero más personas están naciendo con magia ahora, más que antes. No pueden explicar eso, tampoco.
—Hay mucho que no entendemos —comentó Jungkook. Era el primero en tener magia en su familia (el primero) y nunca supo con exactitud qué significaba eso. Si es que significaba algo en absoluto.
Namjoon sonrió —Sí, pero eso es lo que lo hace hermoso.
Jungkook nunca consideró eso antes, que lo desconocido podía ser hermoso en vez de aterrador, pero quizás Namjoon tenía razón.
——
Ir a la casa de los chicos no dejaba de ser una aventura, incluso cuando el invierno llegó. Podría ser Sekjin volando en las vigas como un cuervo, intentando aprender a controlar sus alas, o Jimin discutiendo con uno de sus fantasmas en francés, español, alemán, japones. O, como hoy, Taehyung tenía a Yoongi sentado en una de las bañeras de uno de los baños de arriba con una toalla esponjosa en sus hombros.
Yoongi le hacía señas a Taehyung con sus manos. Jungkook (quién quizá estaba aprendiendo lenguaje de señas en su tiempo libre limitado) logró captar "no" y "demasiado brillante".
—No lo haré —prometió Taehyung —Esto no será como el accidente morado del invierno pasado, lo juro. Creo que tengo bien el balance esta vez.
—¿Qué están haciendo? —preguntó Jungkook, sentándose en la tapa del retrete cerrada para mirar.
—Tiñendo el cabello de Yoongi —le explicó Taehyung —estoy intentando usar magia en vez de químicos. Ha sido un proceso.
Yoongi apuntó su celular en el mueble. Jungkook se lo entregó y vio como abría su confiable aplicación de notas. Levantó el celular por arriba de su hombro cuando terminó, para que Jungkook pudiera leer.
Soy el único que lo deja experimentar.
—Por lo cual estoy muy agradecido —dijo Taehyung, dibujando símbolos en un papel que tenía en su regazo —el estúpido Jimin usa tinte de caja como si estuviéramos en la edad media.
—¿De verdad no te importa? —preguntó Jungkook dudoso.
Yoongi se encogió de hombros. Es solo cabello. Y usualmente puede dejarlo como estaba antes. Una pausa. Bueno, una vez estuvo rosado y morado por una semana y preferiría no repetir eso.
—Lo luciste —insistió Taehyung y Yoongi hizo una mueca exagerada que hizo que Jungkook escondiera una risa detrás de su mano —Y estoy apuntando a rubio esta vez, así que no te preocupes.
La última vez aterrizaste en plateado.
Taehyung lo golpeó en el hombro con su lápiz —Y me dijiste que te gustó, hyung.
Me gustó, admitió Yoongi mientras asentía. Taehyung se veía muy petulante.
Por unos minutos, hubo solo silencio, a excepción del lápiz de Taehyung contra el papel. Jungkook lo vio dibujar, vio los hombros de Yoongi apoyados contra las piernas de Taehyung, su cabeza reposando contra las rodillas de Taehyung, y una vez más se maravilló con la intimidad que compartían. Estaba comenzado a abrirse y la agonía se detuvo, pero era, como Taehyung probablemente lo llamaría, un proceso.
(Tenía permitido tocarlos, ir hasta ellos, pero era difícil recordarlo a veces.)
Taehyung tarareaba silenciosamente y Jungkook cerró sus ojos, hundiéndose en la gentil neblina de la felicidad adormilada de Yoongi y el ligero contraste con la concentración de Taehyung.
—Listo —anunció finalmente Taehyung, sosteniendo el papel —creo que lo tengo.
Yoongi se enderezó, inclinándose para que Taehyung pudiera presionar el papel en la parte trasera de su cabeza. Taehyung susurró algo que Jungkook no pudo entender, ¿latín, quizá? Y luces destellaron en el papel y el color barrió el cabello de Yoongi en una ola, reemplazando el negro con...
Bueno, no rubio. Cerca, pero definitivamente con un tinte azulado.
—Diablos —murmuró Taehyung, frotando unos cuantos mechones entre sus dedos.
¿Qué? Hizo señas Yoongi.
—Está un poco mal. Es como rubio, pero uno o dos pasos hacia la izquierda —dijo Taehyung —Todavía no debo tener la formula correcta.
Yoongi tomó su celular de nuevo y abrió la cámara frontal. Era imposible saber qué es lo que pensaba mientras giraba su cabeza de un lado a otro, viendo como el azul se veía en la luz.
—Creo que se te ve bien —le dijo Jungkook, porque lo pensaba. Lo hacía ver un poco más etéreo, quizás. Más mágico de lo que ya era.
—Definitivamente lo hace —dijo rápidamente Taehyung, apretando el hombro de Yoongi —Y, además, sabes que desaparecerá en unas semanas. No he podido hacerlo permanente, todavía.
Yoongi sonrió y palmeó la rodilla de Taehyung, un silencioso está bien, Tae-ah.
—Algún día —dijo Taehyung mientras tomaba una peineta para arreglar los lugares que la magia desordenó en el cabello de Yoongi —Lo perfeccionaré y luego lo venderé y entonces me haré una fortuna.
Yoongi palmeó su rodilla de nuevo, aunque esta vez parecía mucho más condescendiente. Jungkook escondió otra risa. Taehyung terminó de peinar el cabello de Yoongi con un sonido de satisfacción y se giró hacia Jungkook, su expresión cambiando a una pensativa, haciendo que las alarmas de Jungkook se encendieran en su cabeza —Oye, Jungkook-ah, ¿has pensado en teñir tu cabello?
—No —dijo Jungkook, y huyó.
——
Yoongi lo encontró más tarde, acurrucado en el sillón del comedor, y se sentó junto a él. Los cojines se hundieron, acercándolos más, haciendo que sus hombros se juntaran. Jungkook juntó valor y tocó el cabello de Yoongi. Había un aire de duda cerca de Yoongi, colgando de sus hombros como una capa invisible, lo que también le dio coraje a Jungkook para susurrar —De verdad me gusta, hyung. Te ves bien.
Yoongi agachó su cabeza, con un sonrojo en su cara y el corazón de Jungkook dio un vuelto.
Quizás, pensó mientras sentía como la duda se levantaba, algunas de las cosas de las cuales era capaz no tenía nada que ver con la magia.
——
Seokjin lo llevó a caminar por la ciudad y le habló de su familia, todos cambia formas, muchos de ellos en Corea, pero algunos en Nueva York también. Lo dijo superficialmente, pero Jungkook determinó que su familia era muy rica, con magia antigua y dinero antiguo. Seokjin era el segundo hijo, lo que le dio la libertad de explorar su propio camino en la vida. Dudaba, dijo secamente, que sus padres anticiparan que estuviera envuelto en una tienda mágica y compartiendo casa con otras cinco personas, pero no lo habían criticado por ello.
(—Puede que lo hagan —añadió, mientras llevaba a Jungkook por una calle para mostrarle un grafiti que se movia cuando le ponías una chispa de magia —cuando cumpla treinta y siga sin casarme o con mi casa propia o con una carrera, pero cruzaré ese puente cuando llegue a eso.
—¿Quieres casarte? —le preguntó Jungkook.
Jin se encogió de hombros —Me gusta la idea de hacerlo, pero tendría que ser con la persona indicada. Por ahora, soy feliz donde estoy —sonrió, su hermosa cara se formó en una expresión de cariño —Cuando eres un cambia formas, aprendes a conocerte bastante rápido. Necesitas ese anclaje.)
Llevó a Jungkook donde la señora Russo, una tienda mágica de reparaciones no muy lejos del Washington Square Park. La señora Russo tenía cabello gris y desordenado y un acento ruso acentuado que era difícil de entender incluso para Jungkook, pero su magia era agradable y su sonrisa estaba torcida y le venía bien a su cara arrugada. Le mostró a Jungkook muchos artefactos mágicos que estaba en proceso de arreglar: un cristal curativo partido por la mitad, un tazón con un agujero en el fondo, una cajita musical encantada que supuestamente podía soportar todo.
—Hago cosas, también —dijo, apuntando a una pared —relojes, más que nada.
Estaban pintados a mano y tenian un tallado muy complicado, recordándole a Jungkook los que había visto en las paredes de las mansiones victorianas en las películas de esa época.
—Algún día —murmuró Seokjin —compraré uno para la casa.
—¿Por qué no lo has hecho? —preguntó Jungkook.
Seokjin deslizó una mano por un reloj con dos pajaritos en una banca con flores. —Ninguno me ha llamado todavía.
La señora Russo asintió con una expresión de comprensión en su cara.
Había otras tiendas, además de la de ella y muchos mercados con artefactos mágicos. La mayoría estaban alejadas, en calles silenciosas, pero tampoco estaban disfrazados.
—Casi siempre somos reservados —explicó Seojkin —es por eso que algunos vecindarios son más mágicos que otros. Nos atraemos los unos a los otros y hay lugares que sabemos que son seguros —vio la expresión que debía estar en la cara de Jungkook y se apuró en corregirse —Nada malo pasa realmente, no como hace unas décadas, pero aun así hacemos que la gente se sienta incómoda. Es mejor ser...cuidadosos. La gente siempre tiene problemas con lo que perciben como diferente. No natural.
Jungkook pensó sobre el dolor de la mano de su madre contra la de él. El enojo en su cara mientras lo regañaba por usar su habilidad.
(Pensó en su segundo año en la secundaria, cuando se dio cuenta de que no era una chica a quien quería besar o llevar al baile de graduación. Del saber, dentro de él, que sus padres lo odiarían por eso, también, así que lo metió en la caja junto a su magia.
Del hecho de que pensaba que quería besar a Yoongi, de vez en cuando, y lo mucho que eso lo aterrorizaba.)
—Sí —dijo, en voz baja —lo entiendo.
Seokjin apretó su mano, cálida incluso a través de su guante.
——
Jimin [8:13 am]
Jungkook-ah, ¿qué harás esta noche?
Jungkook [8:17 am]
Nada, por qué?
Jimin [8:18 am]
Ven a bailar con nosotros!
Jungkook [8:19 am]
...bailar?
Jimin [8:20 am]
Sí, será divertido, lo prometo
Jungkook [8:21 am]
En realidad no bailo...
Jimin [8:22 am]
No te preocupes, será diferente, además está en la planificación, tendrás que venir
Jungkook [8:23 am]
Está bien...
Jimin [8:24 am]
SÍ. Ven a la casa a las 7, está bien?
Jungkook [8:25 am]
A las 7, lo tengo
Jimin [8:25 am]
<3 <3 <3
——
Se preguntó exactamente qué significaba "bailar" todo el día y pasó la media hora de vuelta a su casa en agonía por no saber qué ponerse. Jimin no le dio especificaciones a excepción de que no irían a un club y que debía vestirse "cómodamente". Pero ¿eso significaba jeans y una camisa o ...ropa de deporte?
Eventualmente, dijo "a la mierda" en voz alta en su departamento vacío y se puso sus pantalones más cómodos y un suéter cálido, ya que estaba nevando afuera.
Jimin lo recibió en la puerta con un gran abrazo, con sus dedos rozando la parte trasera de su cuello para que Jungkook captara sus pensamientos emocionados. Había en general un aire de emoción en la casa, aunque de Yoongi podía captar una diversión silenciosa.
—Hola —dijo una vez que Jimin lo soltó.
Yoongi lo saludó con su mano. Tenía su cabello teñido bajo una gorra de béisbol y la mitad de su cara estaba escondida detrás de su bufanda gigantesca de lana y no debería ser tierno, pero lo era. (Jungkook se estaba acostumbrado a las mariposas en su estómago cuando estaba cerca de Yoongi. Podía soportarlo.)
—¿Qué haremos, exactamente? —le preguntó a Namjoon, quién pensó sería el más indicado para que le diera una respuesta exacta.
—Iremos al estudio de baile donde Hoseok enseña.
—A medio tiempo —explicó Hoseok, en el proceso de poner una gorra en su cabeza —unas cuantas noches en la semana y fin de semanas. La dueña es mágica y me dejar usarlo una vez al mes.
—¿Para...qué?
Hoseok sonrió y le guiñó un ojo, de entre todas las cosas. —Ya verás.
El estudio estaba a unas cuantas paradas del metro y Hoseok los dejó entrar con una llave. Se detuvo dentro para deshacer los hechizos en el lugar y las salas de práctica.
—La señora Koepler es un poco paranoica —explicó Hoseok —no piensa que un hechizo en el exterior es suficiente.
—Está convencida de que este todavía no es un buen vecindario —murmuró Jimin mientras negaba con su cabeza.
—Eso, también —dijo Hoseok y los apresuró a entrar en una de las salas más grandes. El piso de madera estaba rayado pero muy limpio y las paredes estaban pintadas con un azul pálido relajante. Bueno, dos de las paredes. Una pared estaba cubierta de espejos y la otra con ventanas, con todas las cortinas abajo para alejar las luces de la ciudad.
—Bien —dijo Hoseok, juntando sus manos. El eco fue fuerte —Este lugar está demasiado encantado. Nada de lo que hagamos puede dañarlo. Yoongi-hyung, ¿una demostración?
Yoongi rodó sus ojos, pero golpeó su pie contra el piso. Se crearon grietas como una tela de araña y desaparecieron instantáneamente.
Diablos.
—Diablos —dijo Jungkook.
—Síp —estuvo de acuerdo Hoseok —así que, como dije antes, nuestra maravillosa señora Koepler nos deja venir para bailar y usar nuestra magia.
Jungkook estaba muy perdido.
—¿Usar su magia?
Namjoon se aclaró su garganta, enderezándose en lo que Jungkook reconoció como su postura de profesor. Imaginaba que, si Namjoon estuviera usando sus lentes, se los subiría. —Entonces, todos nosotros creamos energía mágica dentro de nuestros cuerpos, ¿cierto? —Jungkook asintió, porque parecía ser la respuesta correcta —Y podemos canalizarla en todo tipo de cosas, nuestras habilidades, magia más concentrada como encantos o símbolos o incluso rituales, pero también podemos expulsarla como energía pura. Ahora, si dejamos que nuestra energía mágica crezca demasiado, puede tener efectos negativos. Diferente a lo que pasa cuando bloqueas tu magia, pero igual de dañino para-
—Oh por Dios —dijo Jimin, interrumpiéndolo —versión abreviada, Kook. Es bueno expulsar la energía mágica, ¿Es como limpiar nuestro cuerpo? Nos ayuda. Usualmente no es dañina a menos que queramos, ya que la magia es sobre intención —se giró, de pronto, y estiró sus manos frente a él. Jungkook parpadeó mientras una ola casi invisible golpeó a Taehyung lo suficiente como para hacerlo retroceder.
—Oye —jadeó.
—Y bailar es una muy buena forma de hacer eso —continuó Jimin, ignorando a Taehyung —Esa es la razón por la cual la señora Koepler designó tiempo para los usuarios de magia.
—Estaba llegando a eso —murmuró Namjoon.
Jimin sacudió su cabeza. —Sí, muy lento —se giró de nuevo a Jungkook —Además, se ve muy genial. Mira.
Deslizó su pie por el piso y una línea azul se formó, para luego desaparecer lentamente.
—Whoa —murmuró Jungkook. Su cabeza daba vueltas —¿Cómo hiciste eso?
—Es sobre la intención, ¿no? —dijo Jimin —así que simplemente pensé azul realmente fuerte y ese es el color que tomó la energía.
—Toma un poco de control —dijo Hoseok —para entender cuánto estás soltando y no sobrepasarte, pero es casi instinto.
—Y.... ¿no dañaré a nadie? —preguntó dudoso Jungkook.
—No —dijo Hoseok, despreocupado —Este lugar en inquebrantable y podemos cuidarnos. Esto se trata de divertirse, Jungkook. Dejar salir energía.
Aún estaba nervioso. Había pasado unos cuantos años desde que bailó, aunque lo extrañaba con un dolor dentro de él, un dolor fantasma que aún permanecía. Y, ¿añadir magia? Su magia todavía se sentía salvaje en su sangre, inestable, y a pesar de sus promesas, herir a uno de ellos sería...
Manos envolvieron su cara. Taehyung.
Relájate respira estás bien Jungkook nos tienes a nosotros, ¿recuerdas?
—Sí —dijo, algo de pánico alejándose al ver la confianza de Taehyung en su cara —Lo recuerdo.
Taehyung le sonrió, en forma de caja y brillante y acarició el costado de su cara antes de ir a pelear con Hoseok sobre la música. Eventualmente, escogieron música electrónica de baile, canciones con ritmos fuertes y letras de cantantes que reconocía vagamente. Hoseok apagó las luces y Jimin saltaba mientras animaba a los demás, y rápidamente todo se disolvió en caos.
Seokjin y Namjoon estaban haciendo lo que solo se podía describir como sacudirse entusiásticamente en una esquina, compitiendo para ver quién podía hacer el arco de energía más grande, el de Seokjin rosa y el de Namjoon amarillo, sin importarles el ritmo. Se veían ridículos, pero ambos estaban riéndose y la felicidad que irradiaba de ellos golpeó la piel de Jungkook como petardos.
Taehyung y Hoseok giraban por la sala, con la energía floreciendo en ráfagas estelares debajo de sus pies y sus risas resonando en las paredes.
Jimin fue directo hacia Yoongi, quien estaba en la puerta todavía —Vamos, hyung —insistió, tomando las manos de Yoongi y llevándolo hasta la sala —La participación de todo el grupo, por favor. —Yoongi bufó, pero su mirada era suave, suave, suave (como siempre que miraba a alguno de ellos, se dio cuenta Jungkook) y estaba perdiendo la batalla con la sonrisa que se estaba formando en su boca. Se veía más que nada encariñado cuando Jimin intentó que se le uniera en una coreografía que se veía muy complicada.
Con su corazón lleno, Jungkook se tomó unos minutos para practicar. Se conectó con su energía corriendo a través de él y se concentró en empujarla fuera de su piel, al piso. Sus dos primeros intentos fueron muy débiles y el tercero demasiado fuerte, haciéndolo tambalearse al ser empujado hacia atrás.
Hoseok se detuvo a su lado. Presionó una mano en su pecho —Lo estás sobre pensando. Este tipo de magia en instintiva. Solo respira y siéntela. Muévete con ella. No intentes forzarla.
Obedeció, abriéndose un poco más. Hasta que pudo saborear la magia en su lengua, hasta que pudo sentirla en sus pulmones, rozando sus labios al exhalar. El cuarto atento resultó ser mejor. Para el intento número ocho, podía hacer un arco brillante de energía roja con sus manos, y vio cómo se desvanecía con asombro vertiginoso.
Diversión. Aplicado a la magia. Que novedad.
Pero era divertido y se dejó llevar incluso más. Dejó que el ritmo pulsara a través de él, dejó que su cuerpo recordara cómo moverse, un poco borracho con la magia y las emociones en el aire. Se río ante la vista de Jimin moviendo a Yoongi, con sus manos en sus caderas mientras que Yoongi miraba el techo con una expresión avergonzada. Fue girado en un círculo por Taehyung y luego Hoseok estaba yendo hacia él, con deleite en su cara.
—¡Jimin dijo que no bailabas!
—No lo hago —discutió Jungkook.
—Mentiroso —dijo Hoseok.
—Ya no lo hago.
—Deberíamos arreglar eso —insistió Hoseok, pero afortunadamente no presionó más que eso, distraído por Jimin y Yoongi.
—Vamos, hyung —lloriqueaba Jimin —tienes que hacerlo.
Yoongi elevó una ceja que claramente decía, ¿tengo que hacerlo, mocoso?
—Lúcete frente a Jungkookie —dijo Jimin y Jungkook sintió como calor subía a sus mejillas, calor que no tenía nada que ver con la temperatura de la sala.
Yoongi se congeló por un momento, viéndose como si quisiera huir, pero Jimin no iba a dejarlo. Simplemente lo llevó al centro de la habitación —Vamos, vamos, no es una noche de baile sin ti, Yoongi-hyung.
Yoongi suspiró, subiendo las mangas de su suéter. Los demás parecían haberse puesto en una clase de formación.
—Grupo de baile —explicó Hoseok, llevando a Jungkook hacia adelante —no te preocupes, la coordinación no es necesaria.
—Eso duele, Hobi —dijo Namjoon desde su izquierda.
—Simplemente estoy diciendo los hechos, Joonie —le respondió Hoseok.
Yoongi tomó una bocanada de aire y luego su talón tocó el piso. El cual cambió de color. Todo el piso. A un brillante azul. Y no se desvaneció.
—Mierda —susurró Jungkook.
—Elementales —dijo Taehyung con sabiduría.
—Son ridículos —Hoseok murmuró con buena intención.
El grupo de baile resultó ser seguir a Hoseok y Jimin lo mejor posible para hacer patrones en la luz que Yoongi aportó. Lograron hacer un vago dibujo de una mariposa y un montón de flores. Ocasionalmente añadían explosiones con sus manos, explosiones de color que se desvanecían en la oscuridad como fuegos artificiales. Yoongi cambió el color a blanco y crearon un mar sobre el. Luego a negro y lo cambiaron a nebulosas y estrellas enanas como el libro que Yoongi leyó una vez.
Jungkook pensó café y creó un pequeño globo en el aire.
—Pluto —dijo en respuesta a la cara interrogante de Yoongi.
Yoongi sonrió.
——
Se detuvieron a medianoche, después de que Jungkook bailara un muy entusiástico (y terrible) tango con Taehyung, después de que bailara swing con Jimin y tuviera un vals con Yoongi, riéndose mientras dejaba que Yoongi lo guiara. Jungkook estaba sudado y exhausto y sus costillas dolían de tanta risa. Se sentía bien, como si hubiera bebido de esos jugos para limpiar el cuerpo que su madre siempre hacía, pero mil veces mejor
Estaba enamorado, pensó. De este mundo, con su lugar en el.
(Quizás con Yoongi, también. Algún día. Inevitablemente.)
——
El invernadero de Hoseok era como otro mundo. Jungkook no creía haber visto tanto color en su vida, o tantos tipos de plantas. Colgaban del techo y estaban en maceteros y en las paredes. Toda la pared trasera estaba llena de vegetales, hierbas y unos cuantos árboles de frutas. Había otra sección de plantas repletas de flores y Jungkook tuvo que apartar muchos helechos tropicales para encontrar a Hoseok en su lugar de trabajo, sentado al medio de todo, amarrando lo que parecían ser hierbas secas.
—Salvia —explicó cuando Jungkook se paró a su lado —Buenas para limpieza.
—¿Las vendes? —preguntó Jungkook.
Hoseok asintió —En la tienda. También hago entregas y ofrezco servicios de limpieza a las casas y unas cuantas técnicas curativas básicas. Remedios, cosas así.
Le indicó a Jungkook que se sentara frente a él y le enseño cómo amarrar bultos de hierbas. El olor a savia era relajante, mezclado con el olor general a tierra del invernadero. Podía ver por qué Hoseok pasaba tanto tiempo aquí, por qué los demás eran atraídos, también. Jin durmiendo en forma de gato, Taehyung dibujaba diseños en medio de todas las flores, Namjoon tarareaba para sí mismo mientras ayudaba a Hoseok a regar las plantas.
(—Es mejor cuando logro que Yoongi me ayude —dijo Hoseok, en un susurro conspirador —Puede mover el agua de la fuente y cubrir todas las áreas. Usualmente tengo que sobornarlo con comida gratis, pero lo vale.)
Hoseok le contó sobre su familia en Gwangju. Su padre era profesor, pero casi todos ayudan con el negocio familiar. Su invernadero familiar era dos veces más grande que su modesto invernadero aquí. Le contó cómo pasó su infancia ayudando a las plantas y siguiendo a su madre y abuela al bosque para conseguir plantas raras. Como su abuela pasaba su mano por el tronco roto de un árbol y se arreglaba sin ninguna cicatriz. Como, cuando todavía aprendía a controlar su magia, la hiedra se expandió por cada rincón de su habitación y cubrió por completo su techo. Como siempre había podido sentir el tirón de la Tierra, el peso de ella bajo sus pies.
—Creo que mi familia estaba un poco triste —dijo Hoseok mientras Jungkook lo seguía para hacer una entrega de remedios curativos a una señora anciana en el vecindario —cuando dije que quería estudiar danza y producción musical. Pero lo entendieron, también. Mi madre me dijo que todos tenemos que encontrar nuestro propio camino —se alzó de hombros y sonrió —el mío terminó trayéndome de vuelta, de todas formas.
—¿Te arrepientes de eso? —preguntó Jungkook, esperando desesperadamente no ser demasiado insensible con la pregunta.
Hoseok sacudió su cabeza. —No. Quiero decir, extraño hacer presentaciones con Joon y Yoongi, pero esto es bueno, también —tocó uno de los árboles que crecían frente a la casa de la señora —Mi abuela siempre me dijo que éramos más susceptibles a la gravedad que el resto. Que la Tierra siempre nos traerá de vuelta. Quizás era inevitable. De todas formas, no es malo —tomó la mano enguantada de Jungkook para ayudarlo a subir las escaleras —Vamos, te mostraré por qué.
La mujer les dijo que su nombre era Maxine y era pequeña, encorvada por su edad, con una mano desgastada en su bastón. Pero sus ojos azules brillaban con una chispa de juventud y su cabello largo y blanco caía en sus hombros como una cascada. Aceptó agradecida los remedios de Hoseok (—me ayudan a engrasar mis articulaciones crujientes — explicó) con un beso en la mejilla e insistió en alimentarlos.
Jungkook se sentó en un sofá floral con un gato ronroneando en su regazo y un plato lleno con sándwiches y galletas, escuchando cómo Maxine le contaba emocionada los descuentos que le hacía Hoseok (— a diferencia de los vendedores más grandes, estafadores, la mayoría de ellos —le contó Maxine) y cómo sus remedios la habían ayudado a evitar una enfermera.
Hoseok rechazó su alago, pero estaba sonriente y sonrojado a la vez, y Jungkook entendió, entonces.
—La magia puede ayudar a las personas, ¿cierto? —soltó cuando estuvieron de vuelta en la vereda.
Hoseok se detuvo, a mitad de envolver su bufanda en su cuello. —Sí, Kook, realmente lo hace. Quiero decir, hay oscuridad en todo. Hay estafadores, como dijo Maxine, que pretenden tener remedios mágicos, pero no lo hacen. Y hay magia negra, también, que puede causar un montón de daño, pero... —se detuvo y Hoseok raramente pensaba sus palabras, así que debían ser importantes —Pero la tierra está llena de magia. Está destinada a estar aquí. Ha estado aquí desde el principio. Como los árboles y el océano y la luna —estiró su mano para apretar la mano de Jungkook de nuevo, con su cara abierta y dolorosamente cariñosa —La magia no es malvada, Jungkook-ah. Simplemente es. Tenemos que decidir qué queremos ser.
Miró de nuevo la puerta azul de Maxine. —Y quiero usar la mía para ayudar a las personas.
Jungkook apretó la mano de Hoseok —Eso es bueno, Hoseok-hyung. Gracias...por mostrarme.
Hoseok le sonrió, brillante como siempre —Cuando quieras, Jungkook-ah.
También quiero ayudar a las personas, fue lo que no dijo Jungkook. Simplemente no sé cómo hacerlo.
Quizás, simplemente necesitaba esperar.
——
Estos días, pasaba más noches en casa de los chicos que en su departamento, y usualmente eran pacíficos. El sillón era incluso más cómodo que su cama y le gustaba la magia relajante que impregnaba el aire.
Pero una noche, a mitad del invierno, despertó con un estruendo. Una taza se rompió en el suelo, a su lado, y se sentó con un aterrado sobresalto. Otra taza voló a su cabeza, forzándolo a quitarse del camino, saltando desde el sofá al otro sillón. Un sonido raspó sus oídos, un grito bajo y penetrante, y miedo y rabia impregnaba tanto el aire que prácticamente podía saborear la agria quemada en su boca.
Un fantasma, se dio cuenta al fin su cansada mente. Es un fantasma.
Se escondió detrás del sillón, usándolo como escudo ante el plato que llegó volando, e intentó hacer un plan de escape. Hasta donde sabía, el fantasma estaba entre él y la puerta al pasillo, pero quizás si corría...
Pasos. Pasos humanos.
Se atrevió a mirar por la cima del sillón y vio a Jimin aparecer en la puerta, su silueta reflejada por la luz de la luna.
—Jungkook-ah —dijo, con la voz cuidadosamente calmada —ven hasta aquí.
Otro grito furioso por parte del fantasma. Jungkook no podía verlo, pero podía sentirlo, su forma. Como que el aire estaba comprimido a su alrededor, creando un vació en la habitación.
—¿Estás seguro-? —susurró.
—Jungkook —la voz de Jimin era como metal —ven aquí —estaba estirando su brazo y no tenía miedo, se dio cuenta Jungkook. Estaba proyectando un aura estable en el aire, ya sea para calmar a Jungkook o al fantasma. O a ambos. Es todo lo que Jungkook podía sentir, lo cual era desconcertantes después de haberse acostumbrado a las emociones brillantes de Jimin.
Pero nada de eso importaba ahora. Tenía que moverse.
Se puso de pie y corrió lo más rápido que pudo hasta Jimin. Algo más, un jarrón, llegó volando hasta en y se quedó parado en el aire, atrapado por la magia de Jimin. El fantasma rugió y Jungkook tembló bajo la fuerza de su furia. Mierda, despertó en una película de terror.
Luego la mano de Jimin tomó la suya y los pensamientos de Jimin se estrellaron en su cerebro: ve hacia arriba ve hacia arriba ve a la habitación de Yoongi es el lugar más seguro de la casa...
—¿Qué hay de ti? —susurró Jungkook.
Jimin apretó su mano. Estaré bien es lo que hago, ¿recuerdas? Y Jin está sellando el comedor va a entrar si algo malo pasa así que ve donde Yoongi ahora.
—Está bien —aceptó Jungkook, sabiendo que necesitaba confiar en Jimin. Aun así, presionó la mano de Jimin fuertemente —Cuídate.
Jimin le sonrió, reconfortándolo. Estaba en su pijama de puntos y con su bata, su cabello rubio era un desastre, pero se sentía poderoso, más grande que el comedor y que el fantasma furioso.
Esto es lo que hago, ¿recuerdas?
Jungkook se fue. Seokjin estaba parado en el pasillo y también le dio una sonrisa reconfortante a Jungkook. —No te preocupes, Jungkook-ah. Esta no es la primera vez —apuntó la escalera con su cabeza y mientras Jungkook pasaba por su lado, notó un papel con símbolos en el.
Hechizos, supuso. Para sellar la habitación y mantener al fantasma encerrado.
(Y a Jimin encerrado con el dentro)
Tuvo un escalofrío y siguió moviéndose, subiendo las escaleras hasta el segundo y luego tercer piso. La puerta de Yoongi era la última del pasillo y ya se estaba abriendo mientras se acercaba, revelando a Yoongi poniéndose su bata. Estiró una mano y Jungkook entrelazó sus dedos.
Tranquilo tranquilo te tengo estás a salvo entra...
Fue solo entonces que Jungkook se dio cuenta de que estaba temblando de pies a cabeza, devastado con su propio terremoto personal.
—Perdón —susurró, pero Yoongi sacudió su cabeza y lo llevó hasta la habitación. Taehyung, Hoseok y Namjoon ya estaban ahí y una barrera cubrió la puerta cuando Yoongi la cerró de nuevo.
Solo había estado en la habitación de Yoongi unas cuantas veces, pero siempre la encontró como un lugar confortante. Limpio y organizado, con un estante lleno de libros y una silla por la ventana, en la cual estaba sentado Hoseok. Namjoon estaba en la silla de ruedas cerca del escritorio y Taehyung en la cama de dos plazas, sentado con su espalda contra la pared. Las paredes de Jimin y Taehyung estaban llenas de arte, mientras que las de Yoongi estaban casi vacías, con un mapa, una tabla con constelaciones, un poster réplica del cuadro de Andres Achenbach, un regalo de Taehyung (porque le recuerdo a una tormenta.)
La cama de Yoongi estaba cubierta de mantas porque el calefactor de la casa no era el más confiable y siempre hacía frío. Jungkook se enterró bajo ellas, acurrucándose contra Taehyung mientras Yoongi se posicionaba a su otro lado y otro estruendo se escuchó en el piso de abajo.
—Jimminie estará bien —murmuró Taehyung, aunque se veía un poco asustado bajo su determinación —es bueno en esto.
Aun así, todos se sentaron nerviosos en silencio por lo que se sintieron horas. Yoongi acarició su cabello, al parecer por instinto, sus ojos en algún lugar lejano, y Jungkook amaba mucho la sensación como para decir algo, a pesar de la sonrisa ligera que le dio Taehyung, como si supiera.
Finalmente, finalmente todo se quedó en silencio y el miedo y furia que Jungkook podía sentir incluso tres pisos más arribas y dos barreras mágicas, se desvaneció hasta que solo quedo el eco.
—Creo que estamos a salvo —susurró justo antes de que Seokjin les gritara que había terminado.
El comedor parecía haber sido arrasado por un huracán, escombros por todos lados, las cortinas rajadas, los muebles dados vueltas. Jimin estaba en el centro, sentado en el sofá con su cabeza en sus manos. Tenía un corte en su mano y sangraba lentamente y Taehyung dejó salir un sonido bajo y afligido. Corrió para envolver a Jimin en sus brazos.
—Era una niña —dijo Jimin entre sus dedos y Jungkook podía sentir el peso de su pena contra sus costillas —Siete años. Su hermano...su hermano mayor la ahogó.
Taehyung lo acercó más y besó su cabeza. Yoongi hizo un pequeño ruido de enojo. Estaba asustada, se dio cuenta con una sensación de hundirse. Le recordaba al hermano que la mató.
De pronto, se sintió enfermo.
—¿Está...está bien? —preguntó e inmediatamente hizo una mueca ante la pregunta. ¿Los fantasmas pueden estar bien?
Jimin finalmente levantó su cabeza. Sus ojos estaban rojos y había un corte en su mejilla, pero asintió. —Lo está. Siguió adelante.
Taehyung besó su cien. Su mejilla ensangrentada. La esquina temblante de su boca. —Lo hiciste bien, Jiminie.
—No se siente suficiente —susurró Jimin y un silencio pesado le siguió a la confesión, pero tenía razón. No lo era. ¿Qué clase de hermano asesinaba a su hermana? ¿Qué clase de mundo está lleno de niños que morían jóvenes?
No por primera vez, Jungkook, mientras miraba la expresión embrujada de Jimin, se preguntó sobre los costos de sus habilidades.
—Prepararé té —finalmente anunció Seokjin mientras se abría paso entre el mar de vidrio roto hasta la cocina.
Pasaron el resto de la noche limpiando, acomodando los muebles y haciendo un inventario de lo que se rompió (la mitad de los platos, dos jarrones, un macetero, una lampara y una silla en la cocina). Jimin se recuperó cuando las primeras señales del amanecer se pusieron en el cielo, de negro a azul, sonriéndole agradecidos a todos.
—Gracias —dijo. Miró a Jungkook. —¿Estás bien?
—Estoy bien —insistió Jungkook a pesar de que todavía se sentía agitado. Sus nervios no eran nada, en realidad, en comparación.
—Es sábado —dijo Namjoon —yo digo que todos volvamos a la cama.
Murmullos cansados de aceptación se escucharon en la habitación y Taehyung tomó la mano de Jimin para llevarlo hacia arriba, Seokjin, Namjoon y Hoseok caminando tras ellos. Jungkook miró dudoso el sillón. Preferiría no dormir allí de nuevo, no con las consecuencias de todo lo que acababa de pasar, el miedo que seguía desapareciendo. Quizás debería irse a su departamento. Era solitario ahí, usualmente, pero-
Un tirón en su manga. Yoongi.
Vamos, articuló con su boca y apuntó las escaleras.
—¿Estás seguro? —preguntó Jungkook, patéticamente desesperado para que le dijera que sí, pero también sin querer entrometerse.
Yoongi asintió. Tiró de su manga de nuevo.
Jungkook aceptó fácilmente. Se permitió ser llevado a las escaleras y luego a la habitación de Yoongi. Se metió bajo las mantas y suspiró por la calidez, por la presencia de Yoongi junto a él.
—Gracias —le susurró a Yoongi.
Yoongi le sonrió y acarició su cabello. Gentilmente deslizó sus dedos por la cara de Jungkook, para que pudiera escuchar duerme fuerte y claro. El toque era tan ardiente como relajante y Jungkook presionó su cara en la almohada para ocultar el sonrojo en sus mejillas, la sonrisa que se apoderó de su cara.
—Está bien, hyung —susurró, pero fue la respiración de Yoongi la que se calmó primero.
Con cuidado, con mucho cuidado, Jungkook presionó su palma contra el pecho de Yoongi, contra la suave tela de su suéter. Sintió la subida y bajada de su respiración, el pulso estable de su corazón.
Vida, todavía. A pesar de todos los fantasmas.
Desde entonces, en vez de dormir solo en el sillón, Jungkook se encontró en la habitación de Yoongi, acurrucado en su cama junto a él.
Y debería detenerse, lo sabía. Yoongi solo estaba siendo amistoso, estaba apoyandolo y siendo amable, mientras que Jungkook codiciosa y egoístamente quería más. Imaginaba, a veces, cómo sería inclinarse y besar Yoongi. Cómo se sentirían los labios de Yoongi contra los suyos y como las manos de Yoongi envolverían su cara.
Debería detenerse, pero amaba la calidez demasiado. Era un cobarde y solo se acercaba más en vez de alejarse.
——
Taehyung era de un pequeño pueblo en Daegu y la magia era rara en su familia. Saltó de su abuela hasta él y se saltó a sus padres por completo.
—Por eso me fui a vivir con ella en Busan —explicó Taehyung mientras tomaban el metro hacia el norte. Era tarde, o quizás temprano, pero el tren estaba casi vacío. Taehyung parecía existir en las horas más raras. Decía que tenía que ver con la magia, con el velo entre este plano de existencia y el otro siendo más débil, pero Jungkook sospechaba que simplemente tenía que ver con Taehyung —para que ella me pudiera enseñar.
—¿Por cuánto tiempo viviste con ella? —preguntó Jungkook.
—Catorce años —dijo en voz baja —murió hace dos años.
La pena era algo sutil, suavizada por el viento, pero Jungkook todavía sentía el dolor, lo suficiente como para estirar su brazo y acariciar el hombro de Taehyung por la tela de su abrigo. Sonrió en gratitud. —Me enseño todo lo que sé.
—¿Era vidente también?
—Sí. Mucho mejor que yo.
El tren se detuvo en una estación, estaban en algún lugar de Harlem, creyó Jungkook y Taehyung lo hizo bajarse. Dejaron la vía pública principal atrás bastante rápido y a esta hora, tan tarde, o temprano, las calles estaban vacías y tranquilas. Se sentía como una ciudad diferente, como si él y Taehyung fueran las dos únicas personas vivas.
La hora de las brujas. Finalmente entendió a qué se refería.
En una de esas calles vacías había un pequeño teatro y Taehyung se paró frente a el.
—Conozco al dueño —explicó mientras sacaba un trozo de papel de su bolsillo —así que no estamos entrando a la fuerza o algo así.
Presionó el papel contra la puerta y murmuró un hechizo. El cerrojo sonó. Atravesaron el vestíbulo, con su alfombra roja un tanto desteñida, pasada de la tienda donde vendían comida. Atravesaron las puertas desgastadas hacia el pasillo con asientos vacíos. Era un espacio más grande del que Jungkook esperaba, con un balcón y un techo anticuado.
—Estaba condenado a ser destruido —explicó Taehyung mientras subía al escenario —Pero Carlos y su esposo lo compraron y lo arreglaron. Creo que quieren etiquetarlo como un edificio histórico.
Se estiró en el piso de espaldas y le dio palmaditas al lugar que estaba a su lado. Jungkook se estiró a su lado con una risa baja, sintiéndose un poco ridículo, curioso de por qué Taehyung lo trajo a este lugar.
—En realidad no tengo nada que enseñarte sobre la magia —dijo Taehyung después de un momento —No soy bueno enseñando, en realidad. No como Namjoon o Jin. Pero pensé que podrías aprender un poco más de mí, si quieres.
Jungkook dio vuelta su cabeza para apoyarla contra la de Taehyung. Taehyung, quien le dijo que volviera el jueves por la tarde a la tienda y cambió su vida. Taehyung, quien siempre estaba estresado por su título y su carrera, pero nunca lo suficiente como para no dejar tiempo para el resto. Taehyung, quien era un ancla para Jimin y teñía el cabello de Yoongi con su magia y vivía con un pie en un futuro que nadie podía ver.
— Por supuesto que quiero —dijo Jungkook, con el corazón lleno, de pronto —cuéntame sobre el misterioso Kim Taehyung.
Taehyung se río. —No soy realmente misterioso. Eso es solo la cosa de ser vidente.
—Bueno, cuéntame sobre el Kim Taehyung ordinario, entonces.
Así que Taehyung lo hizo. Le dijo que venía al teatro porque el silencio lo ayudaba a pensar. Dijo que estaba aterrado cuando llegó por primera vez a Estados Unidos, porque no era su plan original. Nunca lo vio venir. Pero no podía dejar que Jimin fuera solo.
(—Siempre hemos estado juntos —explicó Taehyung, la voz suave con amor antiguo y establecido —desde que éramos niños. No quería que eso cambiara.)
Dijo que ahora amaba Nueva York y que no quería irse, incluso si eso significaba que siempre sería algo como un extranjero de una forma que no lo sería si regresara a corea. Dijo que su magia era silenciosa de una manera en que la de los demás no, pero prefería eso. No necesitaba nada llamativo, solo sentirlo profundo dentro de su medula era suficiente para mantenerlo estable. Se enojaba, sin embargo, cuando las personas pensaban que podría prenderlo y apagarlo, le pedían que les dijera el futuro como si las cosas que recibía dependieran de él.
(—Todos esos adivinos, la mitad de ellos no sabe una mierda. Solo lo inventan. El futuro es demasiado impredecible para ese tipo de profecía.)
Dijo que alguna vez quiso ser cantante, antes de que descubriera diseño de modas cuando estaba en la secundaria y nunca miró atrás. Su carrera puede que lo esté matando, pensaba, pero habría valido la pena.
—Me gusta Kim Taehyung —dijo Jungkook cuando el reloj de su celular mostraba las tres a.m. y la voz de Taehyung se había vuelto áspera.
—Bien —dijo Taehyung con otra risa —me gusta Jeon Jungkook y creo que debería ser mi modelo para mi presentación de último año.
Jungkook se sentó. —¿En serio?
Taehyung levantó una ceja. —¿Te has visto? Por supuesto, lo digo en serio. Y para las fotografías de mi portafolio, también.
Jungkook todavía se sentía inseguro sobre eso. Claro, se ejercitaba, se cuidaba, pero nunca se consideró material para modelar. Confiaría en Taehyung, sin embargo, si esto es lo que Taehyung quería. Incluso si moría de vergüenza intentando caminar por una pasarela.
—Claro —dijo, y Taehyung gritó. Lanzó sus brazos por el cuello de Jungkook y lo tiró al piso de nuevo, ignorando los gritos de protesta que escapaban de la boca de Jungkook.
—Y lo has hecho —continuó hablando Jungkook cuando se habían acomodado de nuevo, acostados el uno al lado del otro. Necesitaba que Taehyung supiera esto, pensó, porque se veía inseguro, con dudas por todos lados —Me enseñaste sobre la magia.
La magia no siempre era un río o un océano o una tormenta. No siempre era visible como las plantas de Hoseok o como cambiar de forma como Seokjin. Simplemente podía existir, silenciosa, bajo la superficie. Como un lago quieto con aguas profundas.
Y de esa forma, podía ser suficiente, también.
—Llámame Yoda, entonces —dijo Taehyung y desordenó el cabello de Jungkook.
——
Aprendió la historia de la voz de Yoongi en inicios y paradas y piezas esparcidas en los días muertos de invierno. De Hoseok y de Namjoon y del mismo Yoongi.
Había un chico, le dijo Namjoon. Tercer año de universidad. En ese entonces, los tres ya estaban haciendo música, Namjoon y Hoseok eran dos estudiantes de segundo año transferidos, se cambiaron porque conocieron a Yoongi y vieron todo el resplandor en el estudio de intercambio y vieron un futuro que querían perseguir. Yoongi lo amaba.
Algo pesado en la voz de Namjoon sugirió que el chico no amaba a Yoongi de vuelta. Al menos, no en la misma forma.
Era un imbécil, dijo Hoseok, arrancando hierbas malas del invernadero con veneno, algo no muy usual en él. Lo odiaba.
Fue jodidamente estúpido, escribió Yoongi en su celular, sentado junto a Jungkook en la banca del piano que se encontraba en el sótano, uno que llevaba al jardín y que funcionaba como sala de práctica para Jimin y Hoseok. El piano estaba frente a las ventanas grandes y a las puertas, la madera café iluminada por el sol, y Yoongi lo tocaba menos de lo que solía hacerlo. Y ciego.
Eso no es cierto, quiso decir Jungkook, pero no sabía si tenía el derecho.
El chico estaba lleno de insultos y juicios. Hacia la apariencia de Yoongi y su magia y su música. Y Yoongi, tan fuerte y frágil, le creyó demasiado.
Hizo que Yoongi se sintiera menos, dijo Namjoon, con sus dedos apretados fuertemente en la taza de café. Intentó hundirlo porque se sentía intimidado. Porque quería ser quien reluciera más.
Lo odiaba, repitió Hoseok desde el otro lado de la mesa. Debí golpearlo en la maldita cara. Repetidamente.
La relación duró casi un año, y durante ese tiempo Yoongi solo creció, a pesar de los intentos del chico para evitarlo. Los tres, Namjoon, Hoseok y Yoongi, comenzaron a hacer presentaciones, comenzaron a publicar música en SoundCloud y a la gente le gustaba. La gente quería escuchar más.
Podemos hacer esto, pensamos, escribió Yoongi arriba del cuaderno de Jungkook, las palabras temblorosas por los dedos de Yoongi. Podríamos ser algo.
El chico no quería eso. El chico quería que eligiera; él o la música.
Elegí la música, susurró Yoongi a la mente de Jungkook mientras estaban acostados en la cama. Los dedos de Yoongi descansaban en la piel desnuda del brazo de Jungkook. Y me odió por eso.
Debimos haberlo previsto, dijo Hoseok.
Debimos detenerlo, dijo Namjoon.
Debí saberlo, escribió Yoongi.
Pero no lo hicieron, y Yoongi volvió al departamento que alguna vez compartieron para llevarse sus cosas y caminó directo a una trampa.
Había un sello de encuadernación dibujado justo en el piso, escribió Yoongi con sus dedos temblorosos. No tenía ni una oportunidad.
El chico hizo que sus amigos lo ayudaran. Necesitaron a cuatro, aparentemente, para mantener a Yoongi bajo control lo suficiente para completar el ritual. Después, Yoongi despertó en una banca de la facultad, mareado y enfermo, con su magia peligrosamente inestable y sin voz.
Todo se destrozó un poco, después de eso.
Casi lo perdimos, dijo Namjoon con una expresión lejana, una mueca en su cara. Estuvimos tan cerca de perderlo.
Intenté hacer algo realmente, jodidamente estúpido, escribió Yoongi mientras sacudía su cabeza, sus palabras llenando el margen del cuaderno de química de Jungkook. Un ritual para recuperar mi voz. Casi me mató. Hobi me encontró.
No entró en más detalles, pero el horror de la memoria seguía en la cara de Hoseok cuando hablaba de ello, cuando dijo, pensé que se había intentado matar. Pensé que la ambulancia no iba a llegar a tiempo. Pensé que iba verlo morir.
Tomó mucho tiempo, sospechó Jungkook, para que Hoseok perdonara a Yoongi. Tomó incluso más para que volvieran a la normalidad. Yoongi tuvo que dejar la universidad por un año y terminó un año después y se graduó junto a Hoseok y Namjoon. Tuvo que ver a un especialista para poner bajo control su magia. Tuvo que tomar clases de lenguaje de señas en la noche en un centro comunitario, con Hoseok y Namjoon a su lado, practicando señas bajo las luces fosforescentes.
Namjoon fue quien tuvo que decirle a su familia, pero Yoongi aún escuchaba a su madre llorar en el celular. A través de Namjoon, tuvo que convencerla de dejarlo quedarse en Estados Unidos, de que estaría bien.
Los tres dejaron de hacer presentaciones, dejaron de producir, también, porque la herida era demasiado ruda y sangrienta y no sabían cómo cerrarla aún. Buscaron lo que más pudieron, hablaron con cada experto que pudieron encontrar, pero la voz de Yoongi se había ido. Vendida, probablemente, a alguien quien quería la magia que todavía permanecía por un conjuro.
Hay todo un maldito mercado para cosas como esas, dijo Hoseok con disgusto. Es horrible.
Eventualmente lo dejamos ir, susurró Yoongi en su mente en la noche. Lo superamos. La tienda nos dio algo en qué concentrarnos.
Todavía había pena por la perdida en él, Jungkook podía sentirlo. El dolor de lo que podría haber sido. Lo que habría sido.
Lo siento, fue lo que no dijo Jungkook, sabiendo que Yoongi no necesitaba escucharlo. Que Yoongi estaba aquí y Yoongi era fuerte y Yoongi realmente estaba bien, la mayoría del tiempo. Había malos días, todavía. Los Días Malos, los llamaba Namjoon, cuando la tristeza se volvía sofocante y no dejaba que Yoongi se concentrara en nada, incluso lo privaba de interactuar con ellos, a veces no podía salir de la cama.
(Aprendieron, dijo Namjoon, cuando Yoongi necesitaba tiempo para estar solo en los Días Malos y cuando necesitaba compañía. Necesitaba que alguien ocupara el mismo espacio que él; Taehyung en la silla dibujando, Namjoon leyendo un libro en voz alta, Jimin trabajando en sus asignaturas en la cama, Hoseok poniendo flores en maceteros, Seokjin contando chistes estúpidos.
Y un día, será el turno de Jungkook y se meterá a la cama junto a Yoongi y envolverá sus brazos por la cintura de Yoongi, y Yoongi se dará vuelta, se acurrucará en él, dejará que Jungkook tome un poco de la tristeza y ambos respirarán en el silencio de la habitación. Inhala, exhala, inhala, exhala...)
Lo siento, fue lo que no dijo Jungkook. Creo que eres increíble.
Simplemente optó por presionar su frente contra la cien de Yoongi y dejar que su magia se entrelazara hasta que calmara la tormenta en los pensamientos de Yoongi.
——
Le pidió a Jimin que lo llevara a Coney Island, a pesar de que apenas era primavera y el viento todavía tenía dientes. Jimin sonrió, los envolvió en bufandas y gorras y suéteres y tomaron el tren hacia el sur en un domingo por la tarde.
El sol estaba puesto, bailando por encima del mar, incluso si su calidez no combatía el frío que había.
—¿Extrañas Busan? —preguntó Jungkook mientras estaban en la cima de la costa, dejando que el mar mojara sus botas. Podía sentir el agarre/tirón de la marea en su pecho, podía sentir la forma en que el agua se extendía hacia abajo, hacia el centro de la tierra y entendió por qué la gente antigua adoraba esta increíble y terrible fuerza de la naturaleza.
—Sí, a veces —dijo Jimin —Especialmente en el verano. Pero soy feliz aquí. ¿Tú lo extrañas?
—Extraño el océano —decidió, pero no podía pensar en nada más. Busan era sofocante, sus padres eran sofocantes y no podía esperar para escapar. No había mirado hacia tras desde entonces.
Jimin asintió y unió sus brazos. —Puedes sentirlo, ¿cierto? ¿en tus huesos?
—Sí —dijo, todavía sorprendido.
—Supongo que eso es lo que pasa cuando naces en el mar.
Caminaron por el paseo entablado y le compraron pretzeles dulces a uno de los vendedores ambulantes. Se los comieron en una banca junto a la noria donde Jimin habló un poco más de Busan.
—Vengo de una familia grande —dijo —todos médiums. Tienen un negocio, hacen sesiones de espiritismo y limpian casas y cosas así. Creo que querían que participara, después de la universidad, pero quiero encontrar mi propio camino —se río —todos estaban siempre en el mismo negocio en mi familia y necesitaba saber quién era Park jimin, sin toda la influencia, ¿sabes?
—Sí, lo hago —respondió Jungkook, porque huyó por muchas de esas razones.
—Quiero decir, aún los llamo una vez a la semana, pero la distancia es buena por ahora.
—¿Es difícil? —preguntó Jungkook, pensando en la chica ahogada en su comedor y las lágrimas en la cara de Jimin —¿Estar rodeado por tanta muerte?
—A veces —dijo Jimin, limpiando la azúcar de sus dedos en sus pantalones —pero creo que más que nada me ha hecho apreciar más la vida. Y me agrada que pueda ayudarlos, al menos un poco.
El corazón de Jungkook dolió. Jimin, tan amable —Creo que los ayudas más que un poco.
Los ojos de Jimin eran suaves y su sonrisa agradecida era gentil pero un poco insegura. Como si no estuviera seguro de que creía las palabras de Jungkook, pero de igual forma las apreciaba. —Gracias.
Sintiendo que era tiempo de cambiar de tema, Jungkook se metió el resto de su pretzel en la boca y se puso de pie —Vamos —dijo, amortiguado por tener la boca llena, y fue premiado con una risa por parte de Jimin —Quiero ir a la noria.
Jimin la miró titubeante, pero se dejó arrastrar —No lo sé...
—Ni siquiera es tan alto —insistió Jungkook —y puedes sostener mi mano todo el tiempo. —estaba usando guantes, pero aun así podría sentir si Jimin se ponía demasiado nervioso, lo ayudaría a mantenerlo calmado.
—Oh, bueno, si darle la mano a un chico lindo está en la mesa —dijo sonriendo Jimin, con un movimiento exagerado de sus cejas y entrelazó sus dedos.
Jungkook se río a través de su sonrojo, murmuró un "cállate" y llevó a Jimin al mostrador a comprar entradas.
——
Estaba enamorándose. De este mundo mágico y su lugar en el. De Yoongi.
Y no sabía que el amor podía ser una culminación de momentos silenciosos, pero aquí estaba, con una caja llena de ellos:
Yoongi, quedándose dormido en el tren, desplomándose contra el por segundos, hasta que su cabeza estuvo descansando en el hombro de Jungkook y todo el lado derecho de Jungkook estuvo cálido con su peso.
Yoongi, caminando junto a él mientras seguían a Taehyung a través de una exhibición en el museo de arte moderno, con su expresión ligeramente descontenta, pero con su cabeza inclinada para escuchar cada explicación que Taehyung daba sobre una escultura rara o una pintura con varios tonos de rojo.
Yoongi, temprano en la mañana con su cabello desordenado y su cara hinchada por el sueño, tocando un ritmo en el brazo de Jungkook que era su propia versión de un hola. Sus pensamientos arrastrándose lentamente por su mente, pero con una sonrisa gentil en su cara.
Yoongi, calentando el café de Namjoon por él mientras Namjoon estaba demasiado enfocado en una discusión con Hoseok para notarlo. Sus dedos presionados a un lado de la taza hasta que estaba caliente de nuevo. Y Namjoon tomaba un sorbo sin pausar, sin notar que estuvo frío para comenzar, pero Yoongi sonreía, satisfecho.
Yoongi, cuando dejaba que Taehyung tiñera su cabello azul y le preguntaba a Jungkook si le gustaba el color en palabras escritas en el cuaderno de Jungkook. Jungkook enterraba su dedo en los mechos de cabello azul como el mar, tragando contra el agarre/tirón en su pecho que se sentía como la marea entrando y respondía sí, hyung, me gusta.
Yoongi, dormido en el escritorio de su computadora en la parte trasera de la tienda, con sus lentes torcidos en su cara y el libro de contabilidad en la pantalla. Se despertaba cuando Jungkook dejaba té a su lado y lo arropaba con una manta, pero su sonrisa era suave suave suave y sus ojos eran suaves suaves suaves y estiraba su mano para rozar la mejilla de Jungkook para que pudiera escuchar un adormilado gracias, y la misma tierra se movía bajo los pies de Jungkook.
Yoongi, apareciendo en la puerta de su departamento con comida después de que Jungkook estuviera hundido en dos días de estudio frenético. Lo dejaba en el mostrador y chasqueaba la lengua ante el desastre de la cocina de Jungkook y comenzaba a limpiar, ignorando la insistencia de Jungkook sobre que podía hacerlo él mismo, a pesar del hecho de que estaba exhausto y tembloroso por tanto café. Cuando terminaba, le daba una mirada a Jungkook, debía ver la expresión cansada de Jungkook y lo abrazaba. Dejaba que Jungkook se hundiera en el centímetro a centímetro hasta que lo estaba sosteniendo por completo, con sus dedos en la parte trasera de su cuello para hacerle saber shh, te tengo, Kook, estoy aquí. Estoy aquí aquí aquí.
Yoongi, cubierto de suéteres y bufandas, quejándose por la nieve que permanecía.
Yoongi, bajo las luces del Tompkins Square Park, riéndose con su risa rasposa mientras Jimin intentaba enseñarle a Jungkook cómo hacer un giro que aprendió en clases, ambos tropezándose y riéndose tanto que sus costillas dolían.
Yoongi, comiendo brochetas de cordero con él, en el mismo restaurante que antes, con sus piernas amontonadas bajo la mesa pequeña y sus dedos sucios y los ojos brillantes de Yoongi bajo la tenue luz. Le estaba mostrando a Jungkook cómo deletrear cordero en lenguaje de señas con una mano mientras que con la otra sostenía la brocheta, usándola para indicarle a Jungkook cuando se equivocaba.
Te amo, pensó Jungkook, y sintió las palabras posicionarse en sus huesos como una verdad absoluta. Te amo.
— —
Y aquí estaba Yoongi ahora, en el piano en el sótano, tocando Claire de Lune a la luz de la luna. La casa estaba en silencio y Jungkook estaba sentado a su lado, viendo como los dedos de Yoongi se movían por las teclas.
Jungkook quería besarlo. Quería hacerlo desde hace semanas, incluso meses, pero aún estaba demasiado aterrado. Atrapado entre el deseo, la llama que se elevaba y todo lo que debería ser, lo que se esperaba que fuese. Había roto las reglas de sus padres sobre la magia y si rompía esto, su sueño de un futuro donde tendría una esposa y una casa agradable y un buen trabajo y les daría nietos, entonces dudaba que siguieran amándolo, y no estaba seguro si podía vivir con eso.
Pero aquí estaba Yoongi, dejando que la música se moviera a través de él mientras tocaba, con sus ojos cerrados, y aquí estaba todo el amor que Jungkook no sabía cómo mantener en su pecho, derramándose por todos lados.
La canción terminó y las manos de Yoongi se detuvieron en el piano. Sus ojos se abrieron y le sonrió a Jungkook, mostrando sus encías y un poco avergonzado, como si estuviera preocupado de que Jungkook se molestara por perderse tanto en la música. Y Jungkook juntó cada gota de valor, cada pizca preciosa de valor que tenía y se inclinó hacia adelante a pesar del nudo de terror que tenía en su estómago y sus manos temblorosas.
Los labios de Yoongi estaban fríos y ligeramente agrietados y sintió a Yoongi sobresaltarse, y escuchó el eco de su nombre, y Dios esta fue una pésima idea, ¿no es así? Arruinó todo, toda esta amistad y-
Shhh shhh ven aquí, pensó Yoongi cuando Jungkook comenzó a alejarse. Sus manos acunaron su cara, acercándolo nuevamente, y entonces Yoongi lo besó apropiadamente y todo lo que podía sentir Jungkook era calidez, en su corazón, en su sangre, en el desliz gentil de la lengua de Yoongi en su boca. Podía sentir el zumbido de los pensamientos de Yoongi, la prisa de su incredulidad, de su emoción.
Mierda Jungkook Jungkook Jungkook increíble fantástico no pensé que querías esto no quería presionarte te sientes tan bien maldita sea Jungkook...
Jungkook seguía temblando cuando se separaron, cuando Yoongi presionó unos cuantos besos ardientes en su mandíbula, en su mejilla, en su cien. Ya no había vuelta atrás, se dio cuenta. Ya no tenía que esconderse o romperse para encajar en la caja que sus padres crearon para él. Amaba este mundo y amaba a Yoongi y tenía tanto miedo, pero quería seguir corriendo en este futuro sin mirar hacia atrás.
Los dedos de Jungkook se deslizaron por su mejilla. ¿Estás bien?
—Tengo miedo —susurró Jungkook en el silencio de la habitación —Pero quiero esto. A ti. Lo que sea que terminemos siendo.
Los ojos de Yoongi estaban suaves suaves suaves mientras se acercaba y juntaba sus frentes, pasando sus brazos por la cintura de Jungkook.
Estoy aquí, Kook, me tienes. Lo prometo.
Lo sé, fue lo que no dijo Jungkook, porque todavía no estaba seguro de aquello. Pero lo estaría. Pronto, pensó, lo estaría.
—¿Bésame de nuevo? —le pidió, sintiéndose un poco atrevido.
Y Yoongi lo hizo.
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BTS cuando están en la cama y su novia se hecha un gas dormida
Jin
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Después de un largo día de trabajo, no encontraron mejor idea que ir a acostarse temprano y ver una película acurrucados.
El cansancio fue más fuerte que las ganas fe terminar de ver la película, por lo que ya casi al final no pudiste aguantar más el sueño.
Sin embargo, un inesperado ruido hizo que despertaras de golpe. Jin se había dado cuenta y eso te hizo sentir aun más avergonzada. Te tapaste la cara, pero Jin rápidamente la descubrió mostrándote una sonrisa.
— Hasta tirándote gases eres completamente adorable –mencionó tratando de que no te sintieras mal.– No te sientas mal, jagi, es algo natural.
Jin no se reiría de ello, no la primera vez al menos, para que no te sintieras peor de lo que seguramente ya estabas. Él es un novio muy comprensivo, incluso no te lo recordará para que así pensaras que lo había olvidado.
-
Suga
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Ambos estaban acostados, él te rodeaba por detrás con su brazo sobre tu cintura para mantenerte cerca de él. Ya las luces estaban completamente apagadas y estaban casi quedándose dormidos, cuando de un momento a otro, involuntariamente soltaste un gas.
Tu estado somnoliento se fue por completo, rogando en tu interior de que Yoongi se haya quedado dormido y no haya escuchado nada. Te harías la dormida, solo por si en realidad estuviera despierto, para al día siguiente hacer como si nada hubiera pasado.
Sin embargo, él si lo escuchó, evitando reírse a toda costa para no hacerte sentir avergonzada, se hizo el dormido. Para él, allí no había pasado nada. Eso sí, si salía el tema entre ustedes, él te lo dirá en modo de queja (siempre con humor).
— Nunca más gaseosas para ti en la noche, jagi. Después soy yo el que no puede dormir.
— Cállate, Yoongi.
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J-Hope
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Hoy era el día libre de ambos, por lo que decidieron quedarse acostados por más tiempo y mimarse un buen rato. No todos los días se podían repetir el momento, por lo que lo aprovecharon al máximo conversando de temas triviales o simplemente besarse hasta que se aburrieran... que no era fácil.
Era un día flojo, así que incluso volvieron a dormirse un rato antes de levantarse definitivamente. Al rato, Hobi despertó decidido a traerte el desayuno a la cama, pero antes de que siquiera pudiera levantarse, soltaste un gas.
Hobi no podía parar de reír, aquello te hizo despertar de golpe, entre adormecida y curiosa de la razón por la que el se estaba riendo. Cuando te contó, abriste los ojos de la sorpresa mientras te ponías roja como tomate, por lo que te ocultaste con la sábana para esconder la vergüenza.
— Tranquila, jagi. No te tapes, te amo con gases y todo –aquello te hizo reír aunque aún siguieras avergonzada.
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RM
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Después de una larga jornada de mucho trabajo en el estadio, Namjoon llegó finalmente al departamento que ambos compartían desde hace unos meses.
Ya eran las pasadas las doce de la noche, por lo que te encontró profundamente dormida. Pensó en despertarte al ver que llevabas un “pijama” más atrevido de lo acostumbrado y no quería desaprovechar la oportunidad de verlo mejor. Sin embargo, cuando se acercaba a besarte, un gas salió de ti, dejándolo completamente sorprendido.
Después de unos segundos de procesarlo bien, comenzó a reír tratando de no despertarte, ya vería mejor el pijama en la mañana.
— Debes estar muy relajada, bebe –susurró para sí.
Después de eso, no le prestó mucha importancia, no es como si fuera anormal en las personas tirarse un gas de vez en cuando.
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Jimin
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El día había sido muy tedioso, Jimin en sus prácticas de baile y tu con tantos trabajos en la universidad. Aquello los dejó agotados.
Ambos dormían profundamente, cuando de repente, algo despertó a Jimin dejándolo confundido. Pensando que solo estaba soñando, pensó en dormirse nuevamente hasta que volvió a sentir nuevamente el ruido, esta vez seguro de qué se trataba.
Sin embargo, no te despertará. Pensaría que tal vez no estabas muy bien del estómago así que no dirá nada para que no te sintieras incómoda.
Al día siguiente, te llevaría un té y comida liviana al desayuno. No quería que tu estómago se sintiera mal nuevamente.
— Jagi... ¿anoche estabas bien?
— Emmm... si, ¿por qué?
— No nada, solo preguntaba –diría riendo, lo que te dejaría bastante confundida.
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Taehyung
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Ambos se fueron a acostar muy tarde esa noche, aun así, ninguno podía dormir. Sobretodo Tae, quien se sentía muy amoroso aquella noche y no paraba de darte besos cortos por toda la cara haciéndote reír.
Casi ya rendidos por el sueño, tu novio te abrazaba por la espalda negándose a dejarte estar aunque sea a un centímetro de distancia. A ti no te molestaba en lo absoluto, sabías que él necesitaba abrazar algo por las noches para poder dormir, incluso amabas que lo hiciera.
Ambos seguían conversando, ya con respuestas más cortas y con la voz más pesada. Dispuestos ya a dormirse, Tae te acomodó más hacia él, apretándote un poco el estómago, lo que hizo que soltaras un gas.
Quedaste completamente paralizada de la vergüenza, pero como era de esperarse, Tae hizo un comentario muy poco usual que te hizo sentir extrañamente mejor.
— Ya era hora, supongo que yo puedo hacerlo también ahora que entramos más en confianza –mencionó antes de soltar un gas sin avergonzarse.
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Jungkook
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Ambos estaban acostados viendo alguna película que Jungkook eligió confiado en que te gustaría. Y así fue, ambos disfrutaban de aquella comedia mientras comían pollo frito que habían pedido antes a domicilio y gaseosas.
Ya pasadas las horas de la madrugada, caíste profundamente dormida. Sin embargo, al cabo de unas horas tu estómago no parecía estar feliz, ya que comenzaba a dolerte y una leve sensación de hinchazón te molestaba.
De pronto, ya no podías soportar más y un gas no tan silencioso salió de ti, lo que te hizo despertar nerviosa al no saber si aquello realmente había pasado o había sido un sueño. Lo que te hizo sentir una vergüenza obvia. Pero trataste de ser disimulada, inútilmente, pues Jungkook, que resultaba haberse despertado, estaba aguantando su risa.
— ¡Olvida que eso pasó! –dices sonrojada.
— ¿Qué pasó? –decía él tratando de lucir inocente mientras luchaba, sin mucho éxito, por aguantar la risa.
— ¡Deja de reírte!
— No me estoy riendo.
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aricastmblr · 5 months
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정국 (Jung Kook) ‘3D (feat. Jack Harlow)’ Promotions Sketch
bts_bighit X 28 dic. 2023 정국 (Jung Kook) ‘3D (feat. Jack Harlow)’ Promotions Sketch (https://youtube.com/watch?v=wEc8lmprRQs)
정국 #JungKook #JungKook_3D
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Besos y Abrazos
- RM:
Te encontrabas observando cómo los chicos ensayaban, te encantaba ver a tu novio namjoon bailar y aún si se equivocaba te parece algo muy lindo, no podías evitar sonreír como una verdadera enamorada, tenían 4 meses saliendo y a pesar de que llevaban ese tiempo nunca se habían besado, y no era porque no quisieran simplemente era arriesgado hacerlo en cualquier lugar y en el único lugar donde podían hacerlo era el estudio pero los chicos siempre estaban ahí y era algo vergonzoso para ti.
Un día mientras estabas en los camerinos, veías como una del staff observaba a tu novio y aunque lo tomarás de la mano mientras ella lo maquillaba no hacía que lo dejara de ver, no era una mirada cualquiera, ambas son mujeres y entienden cuál es esa mirada que le daba en específico, estabas un poco celosa por lo que decidiste robarle un beso mientras le pintaban los ojos a lo que el asustado dijo
"No, rayos, yo quería ser el que te lo robará, eres muy traviesa jagi"
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- Suga :
Llevabas mucho tiempo de relación con yoongi y sin embargo nunca habían hecho la actividad preferida de ambos, asi es dormir, no porque no quisieras, simplemente porque muchas veces al dormir ocurrían cosas de las cuales te daba pena que él notará, como por ejemplo:
- Tirar baba
- Hablar dormida
Por lo que cuándo se suponía que ambos dormían fingías hacerlo hasta que él quedará profundamente dormido y sólo te limitabas a observar como dormía tan pacíficamente, no te quejabas puesto que te encantaba verlo, sin embargo yoongi se daba cuenta de eso gracias a tu álbum que encontró ya hace tiempo.
Un día ustedes decidieron ir a la playa, aunque yoongi no quería jugar, tú hiciste que el jugará, realmente parecían dos niños pequeños jugando lo que te dejó exhausta, ese día se quedaron a dormir en un hotel que se encontraba cerca de la playa, tú tenías miedo, sabías que la relación ya era algo bastante avanzada, pero de todos modos te daba algo de pendiente lo que pudiera pasar, te diste una ducha y al terminar se recostaste en la cama observando el techo pensando en que podrías hacer, pero sin darte cuenta quedaste profundamente dormida Al despertar lo primero que pudiste observar fue a yoongi viéndote del otro lado de la cama mientras decía
"Ahora entiendo porque no querías dormir conmigo, pero sabes el tirar baba mientras duermes no es malo, para mi es lo mejor, eso significa que tu sueño es un bueno sueño que hará que recuperes las energías"
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- Jin :
Tú y jin llevaban un buen tiempo en su relación, sin embargo nunca se habían besado o por lo menos los besos que se daban no pasaban de ser en la frente o en el cachete, estabas realmente preocupada porque pensabas que probablemente no le gustabas lo suficiente como para dártelo en la boca, sin embargo es algo que no podrías preguntar porque tenías miedo a escuchar la respuesta, realmente lo amabas y no querías escuchar algo que te lastimara aunque sabías que tú sola te lastimabas al pensar eso cada que él te da un beso en dichas partes.
Un día mientras cocinaban juntos él te dijo que te veías preciosa, pero tú estabas en esos días del mes y cualquier comentario que recibieras asi fuera bueno te haría enojar, cuando escuchaste decir eso de la boca de tu novio ibas a explotar de enojo, puesto que en tu cabeza pasaba el "¿Y si estoy preciosa porque nunca me has besado bien?", "¿Acaso no soy lo suficientemente bonita?".
Así que decidiste embarrarlo un poco en los labios, sonreír y darle un beso sorpresa, lo cual lo dejo muy sorprendido
"Jagi wou, eres tan tierna, realmente quería un beso tuyo, pero cada que intentaba dártelo tu linda carita de perrito me ponía nervioso y terminaba dándotelo en otro lugar, perdón, ahora quiero otro"
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- J-hope:
Hoseok y tú estaban teniendo algunos problemas puesto que se estaba sospechando sobre que tu novio tenía pareja y eso era malo ya que no querías causarle problemas por lo que dejaron de verse tan seguido ya no podías ir a su casa y solamente lo veías en el estudio y eso era cuando tenías tiempo porque en la escuela estabas en exámenes finales, te sentías muy triste, apesar de que en ocaciones hablaban por video llamada no era lo mismo, tenía tiempo que ambos no se abrazaban y platicaban cara a cara.
Un día mientras llegabas a tu casa después de la escuela encontraste una sorpresa grande, era tu novio hoseok con un gran pastel y flores, de tanto estrés que tenias y preocupaciones en la escuela olvidaste que era su aniversario, aún cuando le pediste perdón te sentías mal, él negaba con la cabeza porque sabía tu situación y lo podía notar aún más por las ojeras que se notaban.
Después de comer y celebrar pasaron su tarde acostados viendo películas, cuando te despertaste viste a j-hope viendo la tele y diste un tierno beso en sus labios a lo que el contesto
"Realmente extrañaba verte despertar, aún si no es por la mañana, es un lujo para mi verte dormir en mis brazos, te amo".
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- Jimin :
Tu novio y tú tenían una relación muy linda, era una relación respetuosa y tranquila apesar de ser famoso, los demás miembros amaban molestarlos porque al hacerles preguntas incómodas ambos se ponían nerviosos, apesar de llevar un par de meses juntos jamás se habían vuelto a dar un besos desde que tu le diste el "sí" que su pregunta de ser su novia, era algo que te molestaba un poco porque sentías que el ser tan tímida en el amor terminaría por desespera a tu novio el cual en ocaciones te trataba de robar un beso, pero era interrumpido por algún miembro.
Un día mientras terminaban de presentar una canción y regresaban para retoque de maquillaje y cambiarse, decidiste robarle un beso mientras le secabas el sudor, no importó que el staff y los chicos estuvieran presentes, tú necesitabas demostrarle a jimin que lo querías igual que él a ti, al ver tu reacción de nervios después de darle el beso te abrazo y te dijo al oído
"Me haces realmente feliz, espero el siguiente al terminar el concierto"
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- Taehyung:
Te encontrabas jugando con tae y jungkook videojuegos, todo el día se la pasaban jugando y no sólo videojuegos sino que se la pasaban haciendo cosas por toda la casa, juegos de mesa, retos y esas cosas.
Estabas agotada y sin darte cuenta te quedaste dormida esperando tu turno en la consola.
Cuando te levantaste te encontraste con tu novio sentado en una esquina de la cama observando su celular con una expresión de felicidad, cuando le preguntaste que veía con tanta alegría él te mostró unas fotos tuyas dormida, por más de que le pediste que las borrará se negaba a hacerlo mientras decía
"Son mi tesoro, te ves realmente hermosa, ¿Por qué las tendría que borrar?, date por vencida que no pasará"
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- Jungkook:
Era un día bonito, hoy salias a ver una película con tu novio, sin embargo apesar de que por fin lo volverías a ver había algo que te estaba molestando y era el que apesar de que tenían tiempo juntos nunca se habían besado, probablemente nunca se había dado la oportunidad porque cuando lo veías siempre era en ensayos o cuando ibas a sus conciertos, al salir siempre estába junto con otro miembro y para ti era algo triste porque nunca lo habías besado y era algo que deseabas demaciado, mínimo pedías un beso en el cachete, era el día, si él hoy no te daba el beso lo harías tu sin importar quien estuviera presente.
Mientras veían la película te mataban los nervios, realmente querías hacerlo, pero tenias miedo de que el te negara el beso por alguna razón, después de meditarlo demasiado decidiste hacerlo cuando apagaron las luces y su reacción fue un jungshook
"Jagi, pero que atrevida, se querías tanto un beso me hubieras dicho, pensé que no querrías un beso frente a las gente, pero ahora tienes que soportar que lo haga aún si nos ven"
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180328 MORE edición de mayo - JIMIN & J-HOPE, sentimientos en el comienzo de la primavera
(Segunda Parte)
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P: Ustedes dos eligieron las presentaciones para las promociones en este momento. ¿Cómo reaccionaron los demás miembros?
JM: Tenemos un grupo en donde los siete de nosotros hablamos por mensajes y para que no estén preocupados les envío mensajes diciendo "¡Esto hicimos hoy!". ¡Con fotos!
JH: Nuestros días de descanso se superpusieron con nuestra estadía en Japón así que les pregunté después a bailarines japoneses y bailé junto a ellos. El video está subido en Twitter. Los miembros lo vieron y mandaron mensajes diciendo "Es increíble que estés bailando también en Japón."
P: ¿Qué les gusta en particular acerca de la cultura japonesa?
JM: Amo el anime, los manga, películas y todo.
JH: Siempre he escuchado a mucha música japonesa, pero en este tiempo que vinimos a Japón estuve mirando a muchos nuevos artistas. Uno que me gusta demasiado ahora se llama "DAOKO x Yonezu Kenshi's - Uchiage Hanabi".
P: ¿Qué es lo que siempre tienen en su refrigerador?
JH: ¡Paquetes de máscaras!... Y bebidas.
JM: Yo pongo leche, es mi bebida favorita. ¡Puedes tomarlo así como es o puedes ponerle cereal! ¡Es muy bueno en cualquier manera!
JM: Yo comúnmente como pecho de pollo o salchichas cuando estoy hambriento.
JM: J-HOPE siempre come comida saludable, ¿Cierto? El también tiene estas ensaladas elegantes que parecen que estuvieran en un menú de una casa de café... Yo amo la comida grasosa con fuertes harinas como la carne y el tamen, ¡Pero J-HOPE es genial!
P: ¿Qué es lo que normalmente compran en Japón?
JM: Yo a veces compro ropa que me gusta que me encontré por casualidad. Quiero ponermela y presumirla pronto. (risas)
JH: Yo también compro ropa y figuras, ¡Así que estoy muy satisfecho! Tengo mi propio estudio en la compañía y es divertido poner mis figuras allí.
JM: ¡Comprar bebidas energéticas también es una misión importante! Escuché en Corea que "las bebidas energéticas te hacen tener más energía a la mañana siguiente" así que voy a comprar 20 o 30 botellas y traerlas para dárselas al staff y a los miembros.
P: Jimin tu has viajado a Tokio el año pasado junto a JUNGKOOK, ¡Cuéntanos tus recuerdos sobre el viaje!
JM: Fue nuestro primer viaje juntos y los otros miembros estaban preocupados diciendo "No pierdan su pasaporte o su dinero". (risas) Pero visitar Japón en nuestro tiempo privado fue algo que siempre hemos estado planeando hacer. Comer donde queramos e ir de shopping
fue divertido!
P: Ustedes dos son compañeros en su habitación. ¿Qué es lo que les gusta sobre su cuarto?
JH: Nosotros somos los únicos que compartimos habitación de los siete, asi que estamos acostumbrados a usar la habitación más grande. El closet es también realmente grande, amo todo acerca de nuestro cuarto.
JM: ¡Amo todo nuestro cuarto!
JH: ¿Es porque siempre estás acostado en el piso? (risas)
JM: Eso es porque amo el piso también. (risas) Yo especialmente me recuesto en el fondo del pasillo donde la gente pasa bastante seguido.
JH: Pero nuestra habitación donde se acuesta ahora tiene un piso de mármol así que debe ser frío recostarse allí...
JM: Tienes razón. Por eso es que he estado corriendo alrededor de la habitación en vez de irme a acostar tarde. (risas)
Traducción: A~
Créditos: @zskvr
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kokolxdlittlecrazy · 6 years
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Puedes hacer una reacción de BTS cuando les pides, un sábado lluvioso que no trabajais ninguno de los dos, quedaros todo el dia en cama?😄😂 gracias 😘
¡Aquí está tu pedido! Espero te guste.
⚫SeokJin: Para él sería algo difícil cumplir con estar todo el día acostados, pero por ti lo intentaría. Esto no duraría mucho, este hombre necesita hacer algo.
—Haré algo de comer.
Misión: 🚫FAILED🚫
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⚫YoonGi: —¿Creías que haríamos otra cosa?—Te miraría con una sonrisa ladeada, siempre manteniendo su SWAG.—Ven a aquí.— Te abrazaría y verían películas, bueno, tu verías películas porque él dormiría toda la tarde.
Misión: ✔COMPLETE✔
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⚫Hoseok: Al igual que Jin, para este chico estar sin hacer nada sería un gran desafío.
—¿Todo el día?—Te preguntaría y ,al ver que asientes, suspiraría.—Bien.
Al rato estaría bailando debajo de las sabanas, haciendo que lo botes de la cama.
—¡Ouch!— Diría mientras sigue bailando.
Misión: 🚫FAILED🚫
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⚫NamJoon: —¿Todo el día en la cama?—Te preguntaría mientras sube y baja las cejas con una sonrisa traviesa, recibiendo un pequeño golpe de tu parte.—Bien, solo estar acostados, solo eso.— Diría mientras de abraza por la espalda y te da besos.
Misión: ✔COMPLETE✔
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⚫JiMin: Con gusto aceptaría, no le molestaría mucho estar acostado sin hacer nada mas que abrazarte. Estarían acostado hablando de cosas muy random.
—Te amo— Diría de repente haciéndote sonreír.
Misión: ✔COMPLETE✔
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⚫TaeHyung: —Me gusta la lluvia, salgamos.—Este bebé te convencería para salir, luego de que te negaras diez veces… Estaría camino al cine, cabe destacar que estaban empapados, verían una película y comerían muchas palomitas. Es Kim TaeHyung, señoras, nadie se puede resistir a él.
Misión: 🚫FAILED🚫
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⚫JungKook: —Está bien.— Diría para besarte y acomodarse para dormir nuevamente. No hay mucho problema con el, estarían todo el día acostados viendo películas, usando el celular o durmiendo.
Misión: ✔COMPLETE✔
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me110k-blog · 6 years
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Bad Boy
La humedad de las paredes de aquella celda y el olor a pozo que todo tenía le revolvió el estómago. Yoongi pasó saliva mientras Jeongguk lo miraba apoyado ligeramente en los barrotes. Sus brazos estaban cruzados sobre su pecho y sus ojos parecían comérselo mientras entraba en la celda. Cuando le dió la espalda pudo sentir claramente como su amigo miraba descaradamente su culo y sabía que no podía hacer nada, pues el policía que se encontraba en la entrada mirando su celular tampoco le daba confianza. Dio una larga respiración y se arrepintió al instante pues un horrible olor llenó sus fosas nasales “¿Acaso habían matado a alguien allí dentro?“. No quiso imaginar la respuesta y simplemente alejó de su mente aquel pensamiento.
– Hola Koo-.— no fue capaz de terminar la oración cuando sintió la caliente mano de Jeon tocando su nuca enviando un cosquilleo directo a su pene.
– ¿Por qué no viniste antes?.— El aliento húmedo y caliente de Jeongguk golpeó contra su oído y tuvo que calmarse para no sufrir de una erección.
Se quedó callado unos segundos acomodando sus ideas y pensando bien en lo que diría a continuación.
– Hoseok se enfermó y tuve que cuidarle.— Se tensó cuando la presión del agarre en su cuello incrementó.
– ¿Y sus padres? Él debería poder cuidarse solo.
Yoongi suspiró mientras tocaba con delicadeza la mandíbula de Jeon brindándole leve caricias antes de reprenderlo con suavidad:
– No seas egoísta Jeon.— Finalmente se dio vuelta para mirar el rostro de un mucho más relajado Jungkook. Este lo miraba con cariño mientras se frotaba suavemente contra su pálida mano.
– Perdón… realmente me enferma ese idiota.
– Pues te recuerdo que ese idiota es mi primo, y gracias a ese idiota nos conocimos.— Deslizó sus dedos por el pelo es Jeongguk mimándolo y viendo como este se aflojada y destencionaba con su familiar toque.— ¿Cómo a ido todo? ¿Ya te darán la libertad?
Jeongguk antes de responder hundió su nariz en el cuello del mayor y aspiró con fuerza la colonia varonil de este.
– Tal vez en una semana pueda salir.
Yoongi reprimió su sonrisa al escuchar eso y en vez de eso un mohín se formó en sus labios.
– No puedo creer que te hayan encerrado durante un mes aquí sólo por pelearte en un bar.
Jungkook tomó la cintura de Yoongi y frotó sus penes juntos sobre la ropa ganándose lo que parecía más ronroneo que un gemido ahogado.
– Te extrañé tanto bebé.— Cuando habló el aliento golpeó contra el cuello de Yoongi haciendo su pene palpitar bajo su ropa.
– Se terminó el tiempo par de tórtolos.
Antes de que Jeon pudiera quejarse Yoongi ya había escapado de entre sus brazos y salido con el rostro rojo de la vergüenza. Jeongguk sonrió con burla y hizo un ademán de despedida. Él siempre fue un chico malo después de todo.
┐(˘–˘ )┌ esto es un separador ┐( ˘–˘)┌
Una semana y media pasó y Min no había vuelto a ver a Jeon, este le había mandado un mensaje avisando de su libertad y desde ese día no había podido estar tranquilo realmente. Sonaba estúpido pero luego de que se vieron el otro día, le ponía nervioso simplemente pensar en  encontrarse con Jeongguk, un mal presentimiento.
En ese momento Yoongi se encontraba acostado en su sofá viendo por septimacuartajesima ves el Titanic y como Jack se moría. Sus ojos estaban brillantes por las lágrimas y se arrepintió de haber puesto la película para empezar. Soplo su nariz por última vez con un pañuelo mientras escuchaba el timbre sonar insistente y se levantó con pereza del cómodo mueble acolchado.
Arrastró sus pies por el cerámico del piso y tomó sus llaves para abrir la puerta.
Ya voy, ya voy.— Se quejó por escuchar los aún insistentes golpes. — Va a romper mi puerta si sigue golpeando as-.
No pudo terminar su oración cuando un gran cuerpo lo atrapó contra la pared, no se atrevió a levantar la cabeza para ver al “agresor” y se quedó viendo a la nada mientras contenía la respiración. Su puerta estaba cerrada y el silencio hubiera gobernado si no fuera por el sonido de la televisión que aún estaba prendida en la sala. El aliento de aquella persona le cepillaba sus labios suavemente y un montón de dudas lo llenaron ¿Iba a ser violado? ¿Le robarían? ¿Lo asesinarían para vender sus órganos en el mercado negro? Trago saliva y junto el valor suficiente para ver a quien lo estaba sosteniendo…
¿Jungkook?
¡Hola! Éste es el primer fanfic que subo a Tumblr :D tiene una conti (que ya esta en Wattpad, en mi perfil), sí quieren puedo subirla. Claro, sólo si esta cosa les llega a gustar.
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car2092maza · 4 years
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Imagina Con Jeon Jungkook
9 * no tenías pensado contar me lo verdad
Me hallaba en la cama de Jungkook estaba cansada hoy fue un día muy divertido primero porque baile delante de los chicos que bailan mejor que yo, segundo había olvidado como se sentía correr la adrenalina por mi cuerpo y por último, revelar quién soy realmente mientras, mantenía mis ojos cerrado escuche que alguien entro, lo supe por su aroma.
La cama se hundía junto a mi dándome entender que se hallaba acostado abro mis ojos para verlo, su mirada buscaba una respuesta.
-¿Qué? – sonreí mientras lo miraba-
-Porque nunca me hablaste de sabias bailar – me miro detenidamente-
-Lo había olvidado Jungkook- me parecía que esta conversación seria para largo-
-¿Y? dime no habrá algo que me estés ocultando – me levante molesta para mirarlo sería-
-Pues no ahora seguirás molestando me – dije seca-
Discutir es un caso perdido por algo que yo aunque esto fuera, lo mejor aún, cuando mi vida cambio gracias a Jungkook no creía que, revelaría mi talento.
-Perdona me hermosa – sus dedos acariciaban mi mentó mientras dejaba un beso sobre ellos-
-Porque actúas de esa forma y si nunca hubiera dicho que era en realidad-cerraba mis ojos cuando sus labios atacaban mi cuello –
-Perdona me si estaba un poco celoso – fruncí el ceño-
-está bien te perdono, pero ¿Celoso? Porque Jungkook
-De que se lo contaras a Jin y no a mí –lo empuje-
-Como se te ocurre, además lo mencione con todos ahí no solo a Jin – me perdía en su mirada-
-duermes conmigo hermosa debemos levantarnos mañana bien temprano- viendo la hora que eran las 10:30 y nosotros aun seguíamos despiertos-
-Está bien –sonreí al sentir un cálido beso en mi mejilla-
No acomodamos en la cama para después de unos minutos, quedarnos totalmente dormidos con Jungkook abrazando me por la cintura.
3:00 a. m
La alarma que puso Jungkook se había activado lo que significa, que era momento de alistarse para ir al aeropuerto.
Fui a ducharme, para así hacer que mi sueño se fuera, pero nada estaba muy agotada al salir del baño ya lista Jungkook me abrazaba, mientras salíamos de la habitación, donde veo a Teahyung dormido en el sofá vestido, corro a donde se hallaba para recostarme, junto a él lo cual se asustó pero después poso su brazo sobre mis hombro, para seguir durmiendo hasta que todos estén listos.
Tenía mi vista sobre Jungkook quien parecía estar molesto, y yo no entendía realmente porque se puso así.
Vi que los de seguridad comenzaron a subir todas nuestras maletas, a los carros para ir al aeropuerto. 
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youjustgoforit · 7 years
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Hola Aiko. ¿Podrias hacer una reacción de BTS cuando eres su novia y eres insegura por tener los pechos pequeños? Please🙏
Holu! Siento mucho haber tardado tanto en hacerlo, espero que te guste
(He hecho reacción/escenario espero que no te moleste) si lo querías de otra manera, dímelo
JIN:
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Estabais comiendo tranquilamente, cuando decidiste hablar seriamente con el para confesar tu inseguridad, ya que estabais solos y en silencio, esperaste a acabar de comer y así se lo dijiste, sin mirarle a la cara, de la vergüenza, pero el te levantaría de la barbilla, para que le miraras a los ojos y te diría:
-Odio que sientas esa inseguridad, por algo tan superficial como los pechos, jagi, estan perfectos como estan y punto.
SUGA:
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Estabais viendo una película, el acostado en tus piernas, cuando, de repente miro hacía arriba y tu, de acto-reflejo, los tapaste disimuladamente, el, al ver como lo habías hecho, te miraría seriamente, por que sabía de tu inseguridad, así que se sentaría a tu lado y suavemente, quitaría tus brazos de alrededor y te diría:
-Mocosa, no hay necesidad de taparlos.
Y se volvería a acostar en tus piernas.
J-HOPE:
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Estabais bailando, juntos y pasándooslo bien, cuando te pegó un bajón, al notar, por el espejo, que el top que llevabas te hacia pocos pechos. El notó tu cambio de humor y te miró para preguntarte:
-Jagi, ¿Que pasa? ¿Estas bien?
Al ver que no contestabas, pero te quedabas viendo tu pechos, con ese top, el te diría:
-Ay jagi, no te preocupes por cosas así, son preciosas, quiero decir, te quiero por como eres.
RAP MONSTER:
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El estaba abriendo la puerta del cuarto, cuando te vio, muy concentrada mirando tus pechos, cubiertos por una fina camiseta, frente al espejo, tan concentrada que ni te enteraste de que abrió la puerta, el miraba tu expresión al verlos y supo lo que te pasaba al instante, así que entró y te abrazó por la espalda, mientras te susurraba:
-Cariño, tus pechos están perfectos como son y tu estas perfecta, no me gusta verte así, voy a intentar hacerte sentir mejor, ya veras, te quiero.
Y así saldría de la habitación, para ir a la cocina a buscar tus dulces favoritos.
JIMIN:
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Estabais dando una vuelta por la ciudad, cuando por vuestro lado pasaron un grupo de chicas, que parecían menores que tu y tenían más pechos, así que al verlas, te sentiste algo mal e insegura. Jimin, que es muy atento, se dio cuenta y te cogió de la mano, para decirte:
-Cielo, no te sientas mal por eso, te quiero como eres y lo sabes. 
Para después abrazarte fuertemente y consolarte.
V:
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Tae al llegar a casa, para verte y encontrar que estabas decaída, se sentiría mal y haría todo lo posible para animarte, pero primero querría saber que te había pasado, así que hasta que no le contaras que te sentías insegura por tener los pechos pequeños, no te dejaría. Cuando se lo contaras, seguramente se sorprenda, pero porque no se esperaba que fuera por cosas de tu físico.             El te repetiría más de mil veces lo perfecta que eres ante sus ojos y lo mucho que te quiere, no dejaría que en ningún momento te sintieras mal por tus pechos.
JUNGKOOK:
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Al enterarse Jungkook, de tu inseguridad, se sentiría algo mal, pero de todas maneras se acercaría a ti, a pasos decididos, pero con algo de vergüenza a la vez, y te diría:
-No tienes porque sentirte así por eso, son perfectos, no hacen falta que sean más grandes
Para luego abrazarte.
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jxmxnboyfrixnd · 7 years
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Días rojos. (Periodo)
Jimin. - Te deja estar en cama todo el día. - Comidas especiales. - Muchos tés. - Muchos besos. - Te abraza cuando estás tranquila. - Una ducha antes de dormir. - Te canta mientras te arrulla. Hoseok. - Guarda silencio. - Preocupado como si fuera la primera vez que pasa eso. - Intenta facilitarte las cosas. - Te lleva a algún lugar para relajarte. - Ven tus películas favoritas​. - Helado. - Te apapacha. Joon. - Está más preparado que tú. - Te recuerda un día antes que van a llegar esos días. - Intenta que no tengas dolor. - Bolsas calientes listas. - Compró helado y chocolates por si las dudas. - Masajes para relajarte. - Baños con rosas y velas. Jin. - Carga toallas, tampones y todo lo necesario por si hay un accidente. - Te recuerda llevar una muda de ropa extra a dónde sea que salgan. - Hace que se te olvide que estás en esos días. - Cuida mucho de ti. - Está al pendiente de que no manches tu ropa. - Cocina tus comidas favoritas​. Tae. - Es un cacharro perdido. - Sigue sin saber que hacer apesar de llevar más de dos años juntos. - Tus dolores son sus dolores. - En un segundo están riendo. - Al siguiente están llorando porque su personaje favorito murió. - Chucherías todo el día. - Pequeños besos a tu barriga para aliviar el dolor. Yoon. - Frustración porque tú estás frustrada. - No sabe qué hacer cuando te enojas. - Se termina enojado también. - Se le pasa cuando te ve llorar. - No sabe cómo sobrellevar los cambios de humor. - Terminan acostados todo el día. - Te llena de besos. - "Perdón, me frustra no poder tocarte y que después estés llorando". - Lloras más porque él es muy lindo. Jungkook. - Pide consejos a su mamá. - Él sigue siendo un niño. - Prepara comida ligera. - Se ocupa de que nadie te moleste durante esos días. - Ni siquiera él. - Ultra cuidadoso cuando va a abrazarte. - Velas aromáticas en su habitación para que relaje el ambiente. - Te canta para dormir.
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