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#la princesa de hielo
flordeolvido · 19 days
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only-girlss · 2 months
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holaaa!! estuve leyendo tus historias, y me encanta como escribes, tu trabajo es muy bueno :)) quería saber si podías hacer algo para Fran: no sé por qué, pero desde que lo vi no dejo de pensarlo como uno de esos que frente a todo el mundo trata a su s/o como a una princesa, pero cuando están solos es todo lo contrario, tipo súper dominante y así, y nadie nunca se lo imaginaría pq Fran es tan soft y precioso, pero si supieran,,,🫣
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Francisco Romero - Innocent.
☆`~Advertencias: Smut. Sexo sin protección. Malas palabras.
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Vos y Fran se conocían desde la secundaria. Si bien en aquel momento no eran lo más unidos, compartían el grupo de amigos.
Una vez que esta etapa terminó, cada cual se fue por su lado. Y por alguna razón, ustedes siguieron en contacto, generalmente por llamadas y mensajes, pero muy de vez en cuando se veían. Todo dependía de sus clases y trabajos.
Y así fue como pasaron de ser compañeros que se llevaban bien, a los mejores amigos.
Era raro ver a uno sin el otro, nunca se pelearon enserio, y si se peleaban no duraban ni 3 horas distanciados. El chico te conocía como la palma de su mano, sabía lo que te gustaba comer y lo que no, sabía cómo tratarte cuando estabas en tus días, sabía hasta que marca de maquillaje usabas para regalartela.
Durante su amistad, ambos tuvieron uno que otro novio o novia, pero fueron cosas pasajeras. Excepto por esa vez hace años sufriste mucho por amor, tanto que te habías alejado completamente de la idea de tener novio. Desde entonces habían sido él y vos.
La gente a menudo sugería qué tenían que salir, qué harían linda pareja, y blablabla.
Pero ustedes siempre se negaban, riéndose. Ninguno veía al otro con ojos de amor. Creo.
Eran más de las 7 de la tarde, el sol ya se estaba ocultando de a poco, cosa rara debido qué estaban en pleno verano.
'El clima Argentino' pensaste.
De igual manera hacia tanto calor como siempre. Te estabas cambiando, te pusiste unos shorts de tiro bajo con una remera musculosa.
Ya tenias que ir yendo para la casa de Francisco. Enseguida llamaste un taxi y le diste las indicaciones.
No vivían tan lejos, pero tampoco tan cerca como para ir caminando. Siempre odiaste la distancia entre sus alquileres. Pero era la excusa perfecta para hacer pijamada.
Desde que Fran empezó su papel en La sociedad de la nieve, vos asististe a cada uno de los momentos del rodaje (A los que te permitían).
Así que conocías bien a los chicos, los amigos de Fran.
Estabas yendo a su casa ya que se había organizado una pequeña juntada casual entre todos. No eran más de 5 y solo iban a charlar y tomar.
Una vez que llegaste y pagaste al taxista, entraste a la casa. Tenias tus propias llaves, así de increíble la confianza.
Miraste al patio y notaste que ya estaban todos: Juani, Blas, Matías, Agus y Pipe.
Apenas te vieron, se levantaron de las reposeras y te saludaron.
- Yo también los extrañé chiquitos, ahora ¿Dónde está Fran?
- Justo recién salió, fue a comprar hielo. Respondió Juani.
Ya habían empezado a tomar, cada uno con una birra en la mano.
-Dale, voy a buscar una cerveza. Dijiste.
Fuiste a la cocina, buscando las latas. Agarraste la primera que viste, decepcionada. No era de la marca que te gustaba. Eras super mañosa.
En eso, alguien abrió la puerta.
-Holaaa. Fran había llegado con una bolsa de hielos. Y en su mano tenía una cerveza, de las que si te gustaban.
Enseguida lo abrazaste y saludaste.
Dejó la bolsa en el frezzer y te dio la lata.
Sonreíste encantada y le diste un beso en el cachete.
- Gracias por cumplir mis caprichos.
Fran solo sonrió contento.
Fueron rápidamente afuera y empezaron a hablar con el grupo.
La noche cayó y todos habían tomado bastante. Hubieron charlas tontas, chistes estúpidos, pero faltaba algo...
- Nena ¿verdad o reto? Dijo Agustín, leyéndote la mente.
- Verdad.
- Uy qué aburrida, aver... ¿Es verdad qué Bayona te tiró onda?
Casi escupís tu bebida. Todos se empezaron a reír.
- ¿Qué? Noo ¿De donde sacaste eso? Que enfermo sos.
Todos seguían tentados.
- Aver, Juani ¿Verdad o reto? Dijiste.
Y así continuó la noche, con retos qué podían terminar muy mal, y verdades que los hacían mearse de la risa.
- Fran? Ya sabes como va la cosa. Dijo un muy ebrio Blas.
- Verdad.
- ¿Es verdad que sos virgen?
Todos se rieron bajito, pero Fran estaba confundido ¿De donde habían sacado eso?
- No ¿Por qué?
- Bueno nunca te vimos hablar de tu vida sexual, es eso nomas. Además es raro pensarte cogiendo a alguien. Contestó Felipe.
Enseguida Francisco se puso serio.
- Pero gor, no lo dice de malo, sino que sos muy inocente como para cogerte a alguien, ¿Entendés? Dijiste intentando que no se sintiera incomodo.
'Y era verdad, el chico parecía un nene después de comer su golosina favorita, nadie se lo había imaginado nunca en medio del apareamiento' pensaste.
- Pero te estoy diciendo que si lo hice. Dijo sonriendo. Te lo juro.
- ¿Ah si? ¿Cuando fue la última vez que cogiste? Preguntó Agus.
- AGUSTÍN LAIN, ¿QUÉ ES ESA PREGUNTA? Gritaron vos y Juani al mismo tiempo.
Después se rieron.
Todos esperaban la respuesta de Fran, la cual nunca llegó. El chico solo se puso rojo y sonreía tontamente.
- Creo que todos sabemos lo que significa eso. Dijo Felipe riéndose. Pero esta vez se reía solo. Blas le dio un codazo, diciendo que se callara.
Todos podían notar incomodidad en Fran, estaba rojo y le temblaban las manos.
Este se disculpó y dijo que ya tenía sueño, total cualquier cosa vos te quedabas a cargo.
No lo detuviste, tampoco los chicos.
No pasaron ni 5 minutos para que todos se vayan. Dejaste todo más o menos impecable y cerraste la puerta. Te ibas a quedar a dormir.
No era algo raro que te quedes, incluso sin preguntar. Siempre dormías con Fran pero no sabias si iba a estar bien esta vez.
Quisiste ir a su habitación a hablarle y decirle que no tenía porque mentir, que no tenía nada de malo ser virgen. Pero en el camino escuchaste ciertos ruidos.
Te asomaste por la puerta mal cerrada y lo viste, tal como te lo imaginaste.
Estaba Fran, abierto de piernas mientras se masturbaba fuertemente.
Creíste que como después de todo lo que había pasado, lo ibas a encontrar durmiendo o llorando o algo así.
Pero ni cerca.
No quisiste interrumpir pero tenías que. Además esa rara sensación en tu entrepierna al verlo no te dejaba pensar bien.
Tocaste la puerta, haciéndote la tonta.
Escuchaste movimiento del otro lado de la puerta, y un segundo después Fran te dio permiso para entrar.
Estaba sentado en el borde de la cama, se veía agitado pero lo ignoraste.
- ¿Estás bien? Dijiste haciendote la tonta sobre lo que acababas de ver.
- De diez ¿Por qué?
- Gor, no tiene nada de malo ser virgen, no dejes que te jodan. Dijiste sería.
Pero Fran solo se rio despacito.
-Nena, ya te dije que no soy virgen.
Estabas confundida, entendías el porque les mentía a los demás ¿Pero a vos?
- No entiendo, ¿Por qué no contestaste? o ¿Por qué te fuiste?
Fran se puso rojito de nuevo.
-Es complicado. Dijo, así nomas, seco.
- ¿Por qué no me decís? Creí que nos decíamos todo Fran. Preguntaste sería.
Francisco solo suspiró y cerró los ojos.
-Prometeme que no le decís a nadie.
Asentiste, desesperada por la curiosidad.
-No soy virgen, tuve sexo en varias ocasiones, pero hace años que no puedo, y me daba vergüenza decirlo frente a todos.
- ¿De qué hablás? ¿Cómo que no podés?
Escuchaste a Fran respirar profundo, y cuando exaló, lo dijo.
- No se me para.
Te sorprendió lo que dijo. Te estaba mintiendo, hace 5 minutos vos viste claramente que la tenía más que parada.
Decidiste confesar.
-Fran, no mientas, te acabo de ver masturbándote.
-Si ya sé. Esa confesion si te sorprendió. Ahora sí que no entendias nada.
- ¿Entonces?
- Hace mucho tiempo que no se me para con otra mujer, únicamente sucede pensándote a vos. Y te juro que intento que no pase, últimamente lo tenía controlado bastante bien. Pero hoy... Me dolía, necesitaba tocarme porque dolía demasiado. Así que solo me fui.
Te quedaste sin palabras.
-Perdón si te incomodé, yo también estoy preocupado. Te miró serio.
Solo pudiste unir tus labios con los suyos como respuesta.
Fue un beso suave, necesitado. Sus bocas encastraban perfectamente. Hubo armonía.
Pero de repente Francisco te agarró de la cadera y te sentó arriba suyo. Hubo un cambio drástico en el ambiente. Estabas frente a él con una pierna a cada lado de su entrepierna. Te obligó a sentarte completamente, sintiendo su bulto.
- ¿Entendés lo que digo?
Asentiste tontamente, desesperada por seguir con el beso. Pero está vez fue violento y salvaje.
Empezó a tocarte por abajo de la remera, sacándote poco a poco la prenda. Quedando encantado al ver tus pechos semidesnudos.
Empezó a repetir besos, mientras intentaba quitar el broche del corpiño. Le temblaban las manos de la emoción.
Una vez fuera, empezó a chupar tu pezón izquierdo, intercalando besos y mordidas.
Vos, fascinada, agarraste su cabeza, empujandola más hacia vos, sin querer que se separe.
Después fue y le dio atención al otro pecho. Vos necesitabas más, querías verlo.
-Sacate esto. Mientras tironeabas de su remera.
Él rio por tu necesidad y te ayudó a retirarse la ropa.
Tocabas su cuerpo con mucho deseo, amabas su piel tan clara.
Bajaste tu mano por su abdomen, llegando a la parte más baja, donde metiste la mano en sus pantalones.
Lo tocaste, y si qué estaba duro. Tenía la punta empapada de preseme.
-Porfavor Francisco, cogeme. Te sorprendiste ante tus propias palabras pero ya no importaba.
- Obvio hermosa, pero antes...
Y te dio la vuelta, ahora estabas arriba suyo, ambos sentados en la punta de la cama. La diferencia fue que le diste la espalda.
Él empezó a tocar tu estómago, bajando lentamente la mano. Ya sabias lo que estaba por venir.
Te tiraste sobre su pecho, doblando tu espalda, mientras repartía besos por tu cuello. Acercándose a tu oído, susurró:
- Te quiero preparar, te necesito bien estirada.
Ambos sabían que era mentira, solo quería jugar un poco con vos.
Te abriste de piernas para el, gimiendo con antelación.
Sus manos bajaron tus pantalones, pero te dejó las bragas.
- Dios mio, mirate, mojando toda la bombacha, qué chica tan sucia eh.
En mil años hubieras creído que Francisco era así en la cama. Vos siempre lo creíste super tierno, de esos que lo hacen con cuidado y miedo a partirte. Pero no.
Francisco quería partirte.
Bajo la mano, tocando tu calor por encima de la molesta tela. Vos solo gemiste.
Simulaba embestidas y pasaba sus largos y blancos dedos por encima de tu clitoris vestido. Era tan desesperante.
Querías el contacto directamente.
Vos solo gemías tontamente, ese chico te iba a matar.
Una vez que tu única prenda estaba totalmente mojada, decidió moverla a un costado, por fin metiendo sus dígitos.
Tal acción te sacó un grito y él rápidamente, con su mano libre, te agarró el cuello. No podías respirar.
Amaba ver como te retorcias en su agarre. Como intentabas hablar y no podías, como tus pliegues empapados se tragaban tres de sus dedos sin problema, pero apretandolos tanto.
Estabas tan cerca del orgasmo, y él lo sabia, así que sacó sus dedos y comenzó a frotar con toda su palma en tu clitoris. Sentiste que te ibas a orinar.
- No, Fran pará, me voy a hacer pis. En respuesta, el mencionado solo empezó a hacer sus movimientos más fuertes y rápidos.
Las lágrimas llenaban tu cara. Y cuando sentiste que no podías aguantar más, cerraste los ojos.
Veías luces, escuchaste gemidos, tanto de tu parte como de Fran. Y querías abrir los ojos, ver que estaba pasando, pero no podías.
Cuando todo terminó, ese gran ardor en tu parte baja fue disminuyendo. Y pudiste abrir los ojos.
Estaba todo mojado.
Tanto las sábanas abajo tuyo, como el pantalón de Fran, y una parte del piso.
- Chorreaste nena. Dijo Fran después de chupar los dedos con los que te tocó.
Vos apenas lo creías, era la primera vez que alguien te provocaba un squirt, y eso que solo había usado sus manos.
Te acomodaste, avergonzada.
Estabas toda sudorosa, y cada vez que te movías sentías tus piernas temblar.
Fran te tranquilizó, acostandote en el centro de la cama. Repartiendo besitos tiernos por toda tu cara.
-Yo me encargo de limpiar. Dijo.
- Pará ¿Y vos? Dijiste, refiriéndote a que él no había acabado. O eso pensabas.
Ambos miraron su entrepierna, sus pantalones grises tenían tanto fluidos tuyos como de él, te dabas cuenta por la consistencia.
- Y bueno nena, te movías mucho. Dijo guiñandote el ojo, divertido.
Trajo una toalla y enseguida se puso a limpiarte.
- Fran...
- ¿Si?
- No me cogiste. Dijiste haciendo puchero.
- ¿Estás jodiendo? Dijo sin creer tu resistencia.
- Si, te estoy cargando, en realidad no doy más. Dijiste riéndo poquito. Pero lo vas a hacer ¿No? Me lo debés. Dijiste eso pensando que capaz era algo de una vez.
Fran soltó una carcajada qué te hizo sonreir.
- Obvió nena, las veces que quieras.
Dicho esto, tiró la toalla arriba de una silla y te acomodó bien para dormir.
Te dió un par de besitos antes de abrazarte. La diferencia de trato qué te había dado en ambas situaciones. Hacia mucho contraste.
- Los chicos no tienen idea de nada... Dijiste susurrando.
Y ambos rieron.
Xoxo - Emma.
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nontimesversion · 2 months
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cuál es la excusa perfecta para no comer?
Tips para no ser una cerda
1.- Ahora que voy a ingresar a un concurso de mate, me tengo que quedar en la tarde y mi familia me da dinero para comer cerca del colegio pero yo la guardo para ahorrar y pues ya no me obligan comer. 2.- Si hay talleres en la tarde en tu colegio inscribete (opcional que sea altetismo) en uno de ellos y asi te evitas el almuerzo. 3.- Se la primera en comer yo siempre sirvo mi comida y abajo dejo el plato de mi perro asi que cuando nadie ve le doy toda mi comida a mi perro. 4.-Para desayunar y eres escolar despiertate mas tarde asi no tendras tiempo para desayunar. 5.-Siempre di que te encanta comer asi nadie sospechara de ti. 6.-Si te invitan para comer o algo puedes decirle que hay muchas otras actividades que hacer, con un amigo siempre vamos a correr. 7.- Di que tienes un granito en tu boca o en tu cara asi evitaras comer y asismo evitas que te den comida chatarra. 8.-Si te llaman para cenar di que ya haz comido mucho y te sientes super llena asi nadie se dara cuenta. 9.-Para evitar hambre siempre mastico algo, despues lo escupo y rapidamente me cepillo los dientes. 10.-Consume hielo si vomitar asi evitas la inflamacion en la garganta. 11.-Evita el cafe eso te da mas ansiedad para comer, una opcion para remplazarlo seria el te o el agua con pepino. 12.-Di que no te gusta algo o eres alergica. 13.-Cuando tienes hambre siempre toma agua o hielo eso calma tu ansiedad. 14.-Juega videojuegos con personas, personalmente juego roblox, free fire y fornite ya que hace que te concentres en el juego y dejas de pensar en comer. 15.-Otra excusa es que primero me voy a bañar cuando mi familia esta almorzando y yo soy la ultima en servirme la comida asi que lo mas logico que hago en darle comida esa comida a mi perro ( mi perro es mi pro ana) 16.-Si no tienes energia come un dulce(con pongas calorias) o toma suero eso hace que te repongas. 17.-Si eres nueva empieza de poco a poco, consume 900cal en tu primer dia despues en tu sngudo dia 750cal. en el tercer dia 550cal y en tu cuarto dia 350cal y en el quinto 150cal, asi hasta tener que dejar consumir alimentos ( en este momento estoy en mi segundo dia de ayuno aun asi me siento bien y he bajado 5 kilos y eso es increible si se lo proponen pueden lograrlo) 18.- Para las mia espera 20 minutos para expulsar tus alimentos antes de comer toma agua, no durante y no despues sino antes. 19.-Si estas empenzando en lo de calorias para quemarlo haz dos horas de ejercicio pero si estas en tu ayuno intermitente haz 30 minutos, te recomiendo que sea pilates. 20.-Siempre entra a tumblr o pinterest para ver inspiracion o quieres seguir siendo una cerda. 21.-Siempre en las tardes ponte a estudiar o a leer eso evita que pienses en comer. 22.- Distraete o vee videos de personas obesas ¿Asi quieres terminar? 23.- Hablar con personas que quieren ser unas princesas como tu, ellas te daran tips o cosas que no deberias hacer, si quieren pueden hablar conmigo.
24.- Proponte metas semanales y mensuales mi meta semanal es pesar 54 y mi meta mensual es 49
25.- Igual con los ejercicio te recomiendo que hagas cardio de 10 minutos no mas ya que te pondrias desmayar y alarmaras a la gente ( si me ha pasado) obviamente la idea esque la gente no note que no estas comiendo sino que vea que te estas viendo mas delgada y mas linda.
26.- Vee al Mall y llevale comida tu familia y dices que no quieres por haz comido alla.
27.- No rechazes comida regularmente solo aceptale y cuando nadie se de cuenta botalo.
28.-Cuando sea un cumpleaños de un amigo y te invitan para comer diles que antes de eso fuistes a comer o simplemente no vayas al cumpleaños.
29.-Cuando tienes hambre duerme en la tarde asi dejas de pensar en eso. 30.- Despues del colegio llega a tu casa y duerme asi no podras comer.
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cerebrodigital · 5 months
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La Dama de Hielo, también conocida como la Princesa de Urok, es la momia de una princesa siberiana que ha sorprendido a los expertos por su excelente estado de conservación, tanto que sus tatuajes aún son visibles.
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sonicracingfan · 6 months
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Siete de Marzo ❄ La princesa de hielo ❄
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43kg4n0rx · 2 years
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🫧LISTA ANA Y MÍA 🫧
‼️¿QUÉ HACER SI TENGO HAMBRE? ‼️
//tranquila, convencete de que el hambre es psicológico. Acá te tengo unos tips que te van a ayudar en caso de que sientas hambre.//
🎀 Toma mucha agua, eso ayudará a calmar el hambre.
🎀 Mastica mucho chicle sin azúcar.
🎀 En casos extremos mastica algo, lo que sea que quieras comer, PERO NO LO TRAGUES‼️, escupelo.
🎀 mira videos de gente comiendo, generalmente ayuda a calmar tu hambre.
🎀 Toma mucho café y té.
🎀 Si llevas mucho sin comer podes comer una fruta.
🎀 mastica hielo, es rico.
🎀 intenta quedarte despierto en la madrugada hasta lo máximo que puedas, así el resto del día dormís y no tenés hambre.
🎀 lávate mucho los dientes, no por algo de ser sucio, sino que hace que no tengas hambre.
🎀 cuando estás por comer algo ponle mucha sal o vinagre, así te da asco y no comes más.
‼️¿COMO ENGAÑAR A MIS PADRES?‼️
//A Mia y Ana no les agradan tus padres ni los adultos, ellos intentarán separarlos y nadie quiere eso. Así que es mejor ocultar su amistad para que no se interpongan <3
💌 Deciles que comes, pedile comida, mucha. PERO NO LA COMAS, andá a tu cuarto y tirala.
💌 en el almuerzo/cena tenés que tener un vaso que no sea transparente, cuando mastiques escupe la comida adentro sin que lo noten.
💌 Cuando comas algo trata de que te vea alguien.
💌 ❌NO COMENTES NADA DE LOS TCA A TUS PADRES❌
💌 Usa ropa ancha así no notan que adelgazas.
💌 si estas vomitando, aunque suene asqueroso, deja que el vomito quede un momento en tu boca, así al lanzarlo no haces ruido.
💌 pon música o prende la canilla al vomitar.
💌 DESCARGA WHATSAPP PLUS, deja que puedas ocultar chats y ponerles contraseña, así si tus padres miran tu celular no se darán cuenta
‼️EN CASOS DE ATRACONES‼️
//tranquila princesa, los atracones son normales, trata de evitarlos pero acá tenemos unos tips que te ayudarán en casos de emergencia.
🧸 lo mejor que podes hacer es ejercicio duro.
🧸 si comiste demasiado aplica a mia.
🧸 haz laxantes caseros o compra laxantes.
‼️COMO VOMITAR‼️
//hay muchos tips para vomitar. A veces en casos de emergencia es mejor usarlos y más si estás en el lado de Mia, estos consejos te resultarán útiles.
🐇 Tomar agua con sal.
🐇 Tomar vinagre
🐇 Arrodillarte y que tus piernas aplasten tu estómago.
🐇 Comer algo que te resulte asqueroso.
🐇 Bebe muuucha agua de golpe.
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belencha77 · 2 months
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Princesa Real
¿Es posible encontrar el amor tras renunciar a él? Riley, una camarera neoyorquina, se sumerge en una oportunidad única al conocer a un apuesto príncipe. Viaja al extranjero para competir por su afecto y el título de Reina ¿Conquistará la corona y el corazón del príncipe? ¿La Corte Real aceptará a una plebeya como Reina de Cordonia? Aunque los desafíos son abrumadores, una certeza persiste: esta será una aventura imborrable para Riley.
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PROLOGO
CAP 1 - EL AMOR NO EXISTE
CAP 2 - ERASE UNA VEZ
CAP 3 - ADIOS NEW YORK
CAP 4 - BIENVENIDOS A CORDONIA
CAP 5 - NOCHE ESPECIAL
CAP 6 - REUNIDOS
CAP 7 - GUARDAME EL ULTIMO VALS
CAP 8 - A LAS CARRERAS
CAP 9 - EL DERBI
CAP 10 - REINA DE CORAZONES
CAP 11 - UNA ESCAPADA
CAP 12 - HIELO Y FUEGO
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moananoe · 2 years
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Tips Ana
-Cada mañana pesate y luego cepilla tus dientes ;)
-Siempre busca un sustituto del azúcar, o aprende a comer sin azúcar.
-Busca comidas sanas. 
-Es mejor comer 100 calorías 5 VECES al día que 500 en un solo momento.
-Siempre es bueno dormir bien.
-Toma por lo menos 2L de agua diarios
-Come despacio. 
-Mastica bien los alimentos x lo menos unas 40 veces. 
-Puedes comer hielo si sientes mucha hambre!
-Muy importante NO LE DIGAS A NADIE QUE ERES AMIGA DE ANA O MIA!!
-Cuando bajes de peso y estes feliz NO TE PREMIES CON COMIDA comprate una prenda de vestir! una pulsera! o lo que sea... asi completaras un look mas lindo =D!!
-Cuando sientas ansiedad come Chicles SIN AZÚCAR... no exageres con los chicles ya que estos contienen calorías...
-En tu casa usa ropa apretada para que veas por que haces esto
Y más tips...
En lugar de comprar comida, compra flores para ti misma! La comida te deprime pero las flores te hacen feliz!Cambia un mal hábito por uno bueno. Por ejemplo cambia el fumar por correr en las mañanas. Esto puede ser difícil, pero muy satisfactorio cuando lo logras.
Cambia el comer por yoga, meditación o leer.
Piensa mas de ti que lo que eres, eres demasiado para poner eso en tu boca!
Guarda el dinero que gastarías en la comida ponla en una alcancía. Por ejemplo una comida te gastas 50 pesos guárdalo y veras cuanto dinero desperdicias en comida
Compra ropa pequeña, mantenlas en tu closet colgadas entre tu ropa regular y torturarte con el hecho de que no entras en ella.
Come muy despacio. Observa como la demás gente come y siéntete superior!
Tu no necesitas esa comida. Ellos  haciéndose cada vez más gordos, puedes verlos crecer! Es asqueroso.
Agua caliente: te hace sentir cálida y llena por dentro.
Haz un diario de thinspiration- notas, pensamientos y especialmente fotos de lo que quieres de meta.
Conviértete en vegetariana y ocupa tu tiempo siendo activista en esta causa.
Alisa , no come grasa, pocos carbohidratos no come comida chatarra ni conservantes  libre de tóxicos.
Ama las frutas , y la verduras , le gusta todo natural , orgánico , y bebe mucha agua, le gustan los productos dietético , con bajo contenido calórico,  también se esfuerza en contar las calorías para que nada de lo que pueda comer no la haga subir de peso se exige mucho y también quiere tener  CONTROL Y VOLUNTAD  para ser fuerte y no caer se siente muy mal si come comida chatarra o comida que no es saludable, y puede recurrir a su amiga MÍA para librarse de lo que comió, pero como ella es ALISA, pronto volverá a planificar sus menús para seguir comiendo de manera saludable, es una princesa muy disciplinada. Nunca porque al igual que Ana y Mia , Alisa Odia la obesidad,y lucha por su perfección.
Alisa se preocupa por la cantidad de comida y que esta sea totalmente Diet, Light, saludable etc.
-Dedicas más de 3 horas al día para pensar en una dieta sana.
-Te preocupas muchísimo por la calidad de los alimentos.
-tienes sentimientos de culpabilidad cuando no cumples con tus dietas.
-Últimamente te has vuelto muy estricta contigo misma.
-Aumenta tu autoestima cada vez que comes algo que consideras saludable.
-Te sientes en paz contigo misma cuando comes de forma sana.
- renunciaste a la pizza, la carne y esas comidas que te gustaban para comer saludable.
-Prefieres ayunar antes que comer un alimento prohibido.
-Evitar  salidas con tal de no perder tu régimen
Hasta los Huesos
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Dieta extrema para adelgazar
Dia 1:
Desayuno: 1 café negro o con leche de almendras sin azúcar
Comida: 1 té a tu gusto, 1 taza de pepino y tomate
Cena: 1 taza de lechuga y tomate
Dia 2:
En ayunas: tomar un vaso de agua tibia con un limón
Desayuno: té a tu gusto y melón
Comida: una ensalada con pechuga de pollo
Cena: un vaso de leche de almendras sin azúcar
Dia 3: ayuno
Dia 4:
Desayuno: té y un pan tostado integral
Comida: sopa de verduras y pescado ( 200 gramos de verduras y 100 gramos de pescado)
Cena: lo que sobre de la sopa de pescado
Dia 5:
Desayuno: té y un yogur zero
Comida: carne de res 100 gr y 3 tortillas de beber puede ser agua de pepino o limón
Cena: empezar a ayunar para el siguiente día
Dia 6: ayuno
Dia 7:
Desayuno: 1/2 pepino y té
Comida: 1 taza de lechuga y tomate
Cena: un pan tostado integral
Todos los dias debes de tomar 3 litros de agua no mas ni menos
Nada lleva sal mi endulzante
Tomar té si te da hambre o chicles sin azúcar
Si no te llenas come hielos
Vomita si puedes y cuánto antes, mejor
Si tienes un atracón vomita o laxate
Mastica todo mínimo 40 veces
Toma un vaso de agua antes de comer y entre cada bocado un trago de agua
Suerte princesa✨🫶🏻
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colaherrerar · 5 months
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Jajajajajajajajajajajajajajakakakaka travesti princesa de hielo de su padrino argento que no la deja salir de su reino patriótico porque está protegida por su patria
JUAAAAAAAAAAJUAJAJAJAJA
JUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
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rubimoon45 · 5 months
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SANGRE Y FUEGO
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CAPÍTULO 8: una respuesta
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-Lo siento, princesa, la Reina ha ordenado que se le deje descansar.
Naerys suspiró. Llevaba el libro de relatos pegado al pecho, y su peso cargaba la debilidad de sus brazos. El guardia de delante se mantenía firme y erguida en su totalidad. Su armadura lanzaba destellos.
-Gracias, sir.
Este no respondió, pero casi pudo escuchar una respuesta. Acabó marchándose, el final del vestido de aquella noche arrastrándose por el suelo, directa al dormitorio compartido y vacío que la esperaba. Su doncella, Dorothea, estaría descansando a esas horas siguiendo sus indicaciones. Había esperado que la cena durase más, si todo iba de acuerdo a los deseos del Rey. Al final, se había adelantado su finalización cuando los príncipes rompieron el hielo a la marcha del monarca. Aegon, le habían contado, se había ido a sus aposentos a descansar acompañado de una nueva botella, y Helaena había vueltos a su dormitorio en compañía de su madre. La Mano había hablado con ella a la salida de los aposentos de la princesa Rhaenyra, al encontrársela de esa forma tan repentina y sin la compañía de su esposo.
Lo que le había dicho era que guardase el decoro llevando a una doncella siempre con ella, aunque fueran los aposentos de sus padres, y que había escuchado por algunos guardias la discusión en el pasillo. Naerys lo había agradecido, pero que no necesitaba preocuparse. Él conocía a Aemond, sobre todo después del accidente en su isla materna. Había sido uno de los que aprobaban que en sus primeras discusiones maritales durmieran separados al menos un tiempo, hasta que las cosas entre ellos se aclarasen. Conocía cómo era, y los dolores que lo llevaban a actuar así. Cualquier acto indecoroso podría manchar su reputación. Otto Hightower, la Mano del Rey, buscaba el único bienestar para su sangre. Y por ende, cualquier reflejo de que algo iba mal con ellos y que podría llevarlos a turbios rumores.
El lecho estaba frío cuando llegó a su dormitorio. Las velas y la chimenea estaban encendidas, pero su cama... Se sintió más vacía y penosa de lo que habría pensado. Ella ahí sola y con la seguridad de que sus guardias estarían custodiando su puerta, y su señor esposo en alguna de esas calles abarrotadas y sucias compartiendo...lo que ella le había prohibido. Como le había dicho.
Naerys se abrazó el vientre, hecha una bola sobre el colchón de plumas, las sabanas blancas. No podía dormirse. Se había tenido que cambiar de ropa ella al haber despedido a la doncella, y tampoco tenía ganas de encontrarse con ninguna otra. No podía creerse lo que había pasado. Rhaenyra la invitaba a Rocadragón a aclarar sus ideas. Sería genial si pudiera ir con su marido, pero... El dolor era demasiado grande. La enemistad entre ellos era demasiada. No hubiese salido nada bueno de eso... Y Naerys no era capaz de adivinar qué clase de reacción tendría Luke, o sus hermanos y hermanas, de saber después de aquella cena que ambos irían. Mejor ir ella sola. Al menos cuando fuese a Marcaderiva no tendría ningún problema. Tal vez incluso él pudiera ir. Vhagar ya había dormido una vez en esa playa. Y Baela, aunque fuera la prometida de Jace, podía intentar llevarse bien con él o al menos ver su lado bueno. El que no enseñaba a casi todo el mundo.
Luego, se había marchado al dormitorio y lo había visto vacío. Solo un guardia en la puerta que le hizo una señal. Una vez sola, casi le dieron ganas de a volver echarse a llorar, solo porque él estaba cumpliendo lo que ella le había dicho. Le estaba matando pensar que pudiera estar haciendo lo mismo de lo que se burlaba que hacía su hermano. Y que...estuviera con otra mujer, borracho, generando alguno de los bastardos que detestaba y repelía. Tal vez a Helaena no le importase, que de hecho prefiera eso a pasar el rato con su esposo y estuviera obligada a actuar como esposa, pero ella no. Había soltado algunas lágrimas, sí, pero no estaba dispuesta a dormirse de esa forma.
Y ahí estaba ahora. Despierta, sola y a oscuras. La luz lunar pasando a través de las gruesas cortinas de seda clara. Una de las ventanas estaba medio abierta, para que entrase el aire que no convertirse el dormitorio en una chimenea. Esta estaba apagada. Así lo había ordenado.
Hasta que las bisagras sonaron, la madura crujió, y alguien entró en el dormitorio. La habitación se enfrió de repente. Incluso la vela en su mesita bailó con la corriente de aire entrante.
Naerys contuvo la respiración, pero intentó no moverse. Por fortuna le estaba dando la espalda y no miraba a la puerta. Así que no tendría que verle la cara o como viniese. Solo de pensarlo... Tensó las piernas. Naerys cerró los ojos, intentó respirar como si estuviera dormida. Escuchó pasos, seguros y rectos.
Sintió el peso del colchón hundiéndose a su lado. Sus nervios se dispararon. Su mente revivió el discurso de Helaena, y varios de los moretones que veía en su cuerpo cuando pasaba tiempo con ella. Sabía que su matrimonio no era perfecto, y que se alegraba cuando no tenía que pasar tiempo al lado de Aegon... Pero también pensaba que Aemond no era él, que era el hermano que más había sacrificado y que nunca recibiría nadie a cambio. ¿No pensaría...? No. No olía a alcohol. No podía, no... Intentó rechazar esa idea, porque solo hacía que su pulso se acelerase y se tensara de pies a cabeza.
-Mēre ñelly, mēre prūmia, mēre souls, va moriot*
*Una sola carne, una sola alma, un solo corazón, ahora y para siempre
Eran los votos valyrios que el sacerdote les había hecho repetir, después de cortarse los labios con pedernal recién extraído y antes de sellar el matrimonio. Naerys lo recordaba a la perfección. Desde los cortes que se hicieron para llenar la copa, los dibujos simbólicos en sus frentes y mentón, hasta el primer beso que dieron. ¿Por qué se lo estaba diciendo? ¿Estaba tan borracho que ya ni recordaba dónde estaba y en qué idioma hablaba?
Unos dedos se enredaron en su pelo. La parte de atrás, los que caían de su cráneo desde la nuca hasta la mitad de su espalda. La tela de la ropa de cama era fina, y podía sentir casi su tacto como si estuviera desnuda.
Sintió un tirón. Estaba jugando con su pelo. Una especie de carcajada seca sonó, ni muy fuerte ni muy alto.
-Nyke've sylutan naejot sagon kostōba, sagon se vok valzȳrys, yn nyke daor naejot. Ao issi se mērī sȳz mirre nyke mirre emagon, se nyke've dōrī*
*He intentado ser fuerte, por ti, ser el esposo perfecto. Eres una de las pocas cosas que he tenido y que no me han arrebatado.
Naerys se acurrucó, y ese gesto pasó desapercibido para su fortuna. La única respuesta que recibió fue que sus dedos se detuvieran en la parte baja de su espalda, en la zona donde el fino tejido de su camisón pasaba su presencia.
Apretó los ojos, queriendo silenciar su dulce voz hablando en la lengua de sus ancestros. Las únicas veces en las que lo había escuchado hablar de esa manera eran escasas, casi ínfimas, y siempre con un contexto de fondo. Cuando se casaron, y le susurró palabras dulces después de la ceremonia en el Septo; antes de que Aegon apareciera y destrozase el buen ambiente, antes de que Aemond tuviera que intervenir y sacarlo de la Sala del Trono. Cuando debajo del árbol arciano dentro de la Fortaleza Roja le contó sus preocupaciones sobre su posición por primera vez, mientras dejaba que le hicieran pequeñas trenzas en las puntas. O el día en el que fue por su cuenta al Bosque Real, despertando a toda la guardia, en medio de una tormenta y lo escuchó sincerarse después de semanas y semanas sin verse.
Ningún otro hablaba alto valyrio, solo algunos maestres de la Ciudadela, los septones más ilustrados y la Casa Targaryen y la Casa Velaryon, y puede que la Casa Celtigar. Hablarlo era casi un idioma secreto, algo tan íntimo como la compañía de un amante. Fue su padre quien se lo había enseñado, junto con su madre y la compañía de Baela y Rhaena cuando aún eran pequeñas. Antes de que mostrase su favoritismo por Baela cuando la cáscara de su huevo se rompió. Aemond y ella habían tenido clases extra cuando eran jóvenes, a instancias del Rey y de la Reina, para mejorar su pronunciación.
Pero esa intimidad acabaría. Durante un tiempo, al menos. Dejaría de hablar alto valyrio para evitar cotilleos sobre lo que hablasen. El tiempo que pasaría en Marcaderiva esperaba que fuera para calmar su malestar, los continuos ataques que él se encargaría de echarle en cara después de aquello -que si defendía a su padre por compartir su sangre, o que protegía a ese niño Velaryon por ser el nuevo hijo de su padre y su nuevo medio hermano-, y esperaba que fuera una mejora en su matrimonio. O una nueva visión. Pasar tiempo con sus abuelos y su hermana, en la isla donde su madre se había criado y a la que pertenecía por derecho materno, el olor del mar y de la sal.
Se mordió el labio, y luego la lengua, lo suficiente como para sentir ese cosquilleo extraño en toda la zona. "Ser fuerte por ti", había dicho. Lo único que había hecho esa noche era comportarse como un niño pequeño, deseoso de venganza. Y humillarse a sí mismo, y a ella por consecuencia. En su momento había jurado proteger su honor, a ella y todo lo que les relacionaba. Él lo había tirado por la borda al momento que abrió la boca.
"Voy a marcharme a Marcaderiva un tiempo", quiso decir, pero solo quedó en un basto pensamiento. Abrazó la almohada con tanta fuerza que podía hundir el rostro en ella y ahogarse. ¿Cómo se había convertido en eso? ¿Por qué de repente sentía ese miedo feroz a que la tocase?
Naerys apretó los ojos, e hizo el esfuerzo de alejar los susurros de más palabras en alto valyrio. Vio destellos en la oscuridad, a causa de la presión. Eso le pagaría factura. Pudo dormirse al cabo de un rato, sintiendo que el otro lado de la cama estaba igual de frío que las colinas del Norte.
Esa noche estaba soñando. No recordaba nada cuando su cabeza pareció volver en sí, haciendo que su cuerpo se congelara al instante mientras sus ojos se mantenían abiertos en la oscuridad del cuarto. Con el brazo palpó el lado de su esposo, solo para darse cuenta de que estaba vacío y revuelto.
Extrañada, Naerys se irguió en medio de la oscuridad. Sentía las manos frías, las puntas redondas de sus manos inclusive heladas. Intentó calentársela frontándolas contra la tela.
Clac, Clac.
Golpeteos le llamaron la atención. Sus instintos de despertaron, perezosos, al momento de escucharlos. Miró a todos lados. ¿Se estaba volviendo loca? ¿O eran las ratas las que hablaban en nombre de su locura? Deberían llamar al exterminador que contrataba la Fortaleza Roja y su administración para deshacerse de ellas... Pero el ruido persistió. Tanto, que incluso la llevó a levantarse de la cama en su búsqueda.
-No es la forma en la que habría pensado hablar contigo esta noche.
-Padre -se pegó al cristal de la ventana.
La rendija estaba abierta para la ventilación del dormitorio, pero incluso con esas el aire apenas entraba. Podía distinguir una sombra, o la silueta de una persona a contraluz.
-Es una forma ortodoxa de hablar conmigo, ¿no crees?
-Después de lo de esta noche no pensaba dejar el dormitorio ni a los críos solos. Los verdes tienen ojos por todos lados, pero por suerte algunos pueden ser cegados.
-Independientemente de eso, no es una forma adecuada de reunirte con tu hija. Haber mandado llamar a una doncella.
Casi pudo escuchar su risa. Una respiración fuerte acompañada de un silencio ansioso entre los dos. Como cuando era pequeña y hablaba de temas adultos con su madre y que no llegaba a comprender.
-Los Hightower sabrían al momento mis intenciones y ese esposo tuyo tendría la intención de sacarte lo que hemos hablado esta noche. A las buenas, o a las malas.
Naerys, casi de rebote, se sintió ofendida por esa clase de repuesta vulgar y contra sus decisiones. Sabía que estaba en contra, pero una vez autorizado por el Rey, ya no había vuelto atrás.
-Mi señor esposo es un Targaryen, padre, te guste o no. Yo no pongo en duda ningún rumor que pueda poner en riesgo nuestra familia.
-Aemond... Claro que sí -pudo discernir a parte del susurro la contención de una carcajada, amarga-. Lo que tiene de sangre Targaryen de mi hermano se ha diluido con la sangre Hightower de la serpiente de su abuelo y beata madre.
Si bien eran ciertas algunas de sus palabras, no tenía ningún derecho a decirlas a la ligera. Como si fuera un mero perro que se conformase con las sobras. La Reina había tenido cuatro hijos, cada uno recibiendo una pizca de amor menos de su padre a medida que venían al mundo. Rhaernyra había nacido con el amor de dos padres hasta la pérdida en el parto de uno, por los esfuerzos de tener un hijo varón que heredase el trono. Más tarde, Aegon había nacido, y recibido una pizca de ese amor fraternal, pero no demasiado. Helaena se había conformado con las migas. Aemond y Daeron, respectivamente, no habían recibido nada más que miradas por encima del hombro, y más cuando Daeron fue llevado a Antigua por decisión de La Mano. Ni siquiera ninguno de los príncipes eran caballeros, y ya estaban en la edad de haber sido nombrados hacía tiempo.
-Controla a tu esposo por el bien de todos. Es lo único que vengo a decirte, me ha dejado pensativo lo ocurrido esta noche. A él, y a ese dragón suyo -fue lo único que dijo.
Naerys intentó sonsacarle más información, aunque salieran a la luz sus sospechas. Pero algo le dijo que se había marchado. Si bien una serie de extraños sonidos al otro lado del ventanal o que la puerta del dormitorio había sonado y había una segunda persona dentro.
-Naerys -dijeron a sus espaldas. Se dio la vuelta con el corazón en la boca, su pulso latiendo violento en su pecho. La figura de Aemond estaba al final de la cama, en la ropa de dormir, con el pelo cayendo sobre su espalda, mirándola extrañado-. ¿Qué se supone que haces?
-Yo...
Intentó ver si la sombra de su padre seguía estando ahí, pero no vio nada. Solo oscuridad, las antorchas que daban a la zona exterior del palacio bailando en silencio y las figuras plateadas de los guardias sin perturbarse. Naerys se irguió, entonces, y se fue alejando de la ventana mientras hablaba. Se frotaba las zonas donde antes habrían estado los anillos.
-Había pensado escuchar algo. Mi imaginación, supongo.
-Hmm -se acercó ella, y cuando la tuvo cerca puso una mano sobre su frente y otra en la parte baja de su espalda. Naerys esperó en silencio a que dijera algo razonable, y no un murmullo-. Ciertamente tienes algo de fiebre.
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Sacudió la cabeza.
-Estoy bien -tragó con fuerza, pero solo sintió el sabor amargo resultado de la conversación con su padre en el exterior. Había hecho acusaciones muy fuertes y delicadas, pero de las que tampoco dudaba después de tanto tiempo viviendo en Rocadragón y su posterior ida a Desembarco del Rey. Independientemente de lo que se hiciera, no era asunto suyo. Por lo menos, por ahora-. ¿Dónde estabas?
Naerys recordó entonces la discusión y cómo había regresado, y lo dicho mientras pensaba que estaba dormida. Se había cambiado, y puesto la ropa de cama, así que no estaba tan borracho como imaginaba que estaría ni la mitad de confuso al regresar al dormitorio conyugal. Olía bien, al menos, y el aroma a ropa limpia le inundaba.
-No importa donde estuviese -respondió él. Por supuesto, un hombre jamás admitiría dónde había estado tras una discusión como aquella en mitad del pasillo de su hogar. Y menos un príncipe arrogante y enojadizo. Le pasó un brazo por los hombros. Naerys miró por encima del hombro una vez más a la ventana. Nada-. El maestre dijo que debías descansar.
Ciertamente lo había dicho. Pero cuando él no estaba. Naerys dejó que la guiase de nuevo a la cama de ambos. Una masa nerviosa se revolvió en su estómago a medida que se alejaban de la ventana. Su padre, las advertencias, que tuviera controlado a Aemond de ahora en adelante... La estaba tratando como un perro de nuevo. No la había vendido a nadie, y sin embargo seguía sin reconocer que sus ambiciones por casarse con la princesa Rhaenyra lo habían llevado a sacrificar todo. ¿Cuánto tiempo llevaría Baela sin verlo? ¿Rhaena tenía la misma atención en el hogar ancestral de su Casa que sus hijos con la heredera? Después de la muerte de Lady Laena las cosas habían cambiado entre ellos, y no dudaba en que a peor. Y tras el matrimonio con Aemond... Mañana hablarían respecto a lo ocurrido, y se esforzaría en convencerlo para que confiase en ella de la misma forma que ahora parecía confiar más en sus hijastros que en su sangre.
Se sentó en la cama, que se hundió con ella cuando subió las piernas al suave colchón de plumas. La luz que entraba a través de las ventanas y atravesaba el grosor importante de las cortinas lo iluminaba. La melena plateada brillaba como uno de esos insectos atraídos por la luz. El nerviosismo aún estaba en su cuerpo, incapaz de olvidar la forma en la que la había agarrado y llevado a decir esas palabras tan hirientes.
-¿Cómo sabes eso?
-Antes de la cena fui a preguntarle al maestre. Me preocupa tu salud, si bien parece que pienses lo contrario algunas veces -hablaba tan condescendiente algunas veces que se le complicaba distinguir cuando hablaba enserio o bromeaba con ella. Esperaba que estuviera hablando de verdad-. Sigo siendo tu esposo, ¿no?
-Podrías haberte marchado a la Calle de la Seda. Nadie te lo habría impedido.
Silencio.
-¿De verdad crees que caería tan bajo como mi hermano, teniendo bastardos con fulanas y deshonrando nuestro matrimonio? -acabó preguntando. Otro silencio incómodo se instaló entre ellos. El pecho de Naerys se hundió, lágrimas conteniéndose en sus ojos.
Se llevó las piernas al pecho. No le habría extrañado conociendo los apetitos de un hombre, pero le hubiera dolido, sin lugar a dudas. Romper los votos de fidelidad que se habían hecho de aquella manera, por una discusión. Hacía que se pusiera mala, le pitaran los oídos y recordase todo lo ocurrido. Las damas casadas con las que se relacionaba en la Fortaleza Roja hablaban de la promiscuidad de sus maridos continuamente, quejándose de ellos después de haberlas dejado en estado lo suficiente como para ellas merecer un respiro. Que si su marido frecuentaba tales sitios en compañía, que si iban en grupo y pagaban por una doncella extranjera para volver a saborear su noche de bodas... El príncipe Aegon tenía apetitos como esos. Y lo que más temía Naerys era que alguna vez Aemond ansiara la compañía de otra persona, de una mujer que al menos pudiera darle un hijo aún bastardo y que demostrara que el problema era ella.
-Tu silencio a veces es estremecedor, mi señora -escuchó sus pasos rodeando la cama. El hundimiento a su lado demostró que se había tumbado nuevamente-. Y molesto.
-Lamento que no te hayan satisfecho esta noche como te mereces -respondió
-¿Y qué es lo que me merezco, esposa? Sin duda, algo que tú puedes darme pudiendo mirarme a los ojos. A no ser que tu poder sea el motivo.
Sus ojos se movieron por instinto hacia él. La oscuridad los consumía, pero la poca luz llegaba a iluminar algunos puntos claros como su pelo o piel. Naerys se dio cuenta de que no levaba puesto el parche; claro, que no iba a dormir con esa cosa puesta pudiendo llevarlo en la intimidad de su dormitorio privado como quisiera.
-No insinúes lo que creo que dices, Aemond, ni se te ocurra.
-Hay mujeres que desean la compañía de un hombre completo en vez de la de un tullido, un mitad hombre -se burló con amargura, solo para añadir al final la guinda del pastel-: o un tuerto.
Haciendo insinuaciones sobre una infidelidad. Suya. No de él. A sabiendas de que ella era fiel, que las pocas veces que no habían dormido juntos en su matrimonio ella había compartido cama con su doncella para evitar los rumores.
Naerys apretó los dientes, con tanta fuerza que casi pudo saborear su sangre, cuando sus palabra le atravesaron la piel. Se le puso la piel de gallina en todo el cuerpo y sintió que un calor la acechaba. Despreció esa clase de acción al momento de sentirla. Entonces, fue cuando vio por el rabillo del ojo un destello de algo que le llamó la atención.
-No.
Pero ella ya lo estaba haciendo. Pegando un vote donde estaba, Naerys gateó en la cama arrastrándose hacia la daga de acero valyrio que siempre descansaba en la mesita.
Aemond, sin embargo, fue más rápido y le agarró la muñeca con firmeza, justo cuando sus dedos ya estaban casi envueltos en la empuñadura. La hizo girarse, de nuevo, haciendo que la espalda chocase contra el colchón de plumas que se hundió de inmediato con ambos. Una mano sujetó su muñeca, que con la tensión quedó inutilizada y la daga cayó en la cama lejos, y con la otra se sujetó a él mismo encima de ella para evitar caer. Se revolvió, intentando liberarse, golpeando sus extremidades que la apresaban, pero una risa profunda resonó desde lo más profundo del pecho de Aemond. El sinvergüenza estaba disfrutando del momento.
-Eres despreciable.
Sintió su aliento tan cerca como su cuerpo.
-Lo soy, mi señora -murmuró él, apretando los mechones de pelo que caían por su oreja, por su cuello, el que ella dejó al descubierto cuando apartó el rostro viendo sus intenciones-. E incluso entonces, me desearías.
Ella jadeó y abrió los labios. Sus dedos trazan una línea a lo largo de su cuello y su clavícula, bajando tan suavemente y en un camino tortuoso a la hinchazón de sus pechos y el indicio del escote.
-Eres la mujer más bella de los Siete Reinos, y eres mía. Incluso la forma más inocente en que sonríes me hace pensar en todas las formas en que deseo que este reino sepa que eres mía. Mi vergüenza no termina ahí, mi señora.
Naerys recordó las palabras de su padre el día de su boda por la Fe de los Siete. Una simple conversación con un trasfondo venenoso sobre cómo su vida se pudriría satisfaciendo las necesidades de un hombre corrompido por el rencor, el odio y las migajas del amor de un padre que solo tenía interés en su hija mayor. Cómo estaban a tiempo todavía de orquestar un matrimonio más favorecedor con algún hijo joven de Lord Tyrell o incluso una alianza política que los acercara directamente a la dinastía de los Martell en Dorne, que favorecería las pretensiones de Rhaenyra al trono y a su estatus como Velaryon.
Estaba harta de ser una marioneta. Cansada de que le dijeran lo que hacer. ¿No se daban cuenta? Los maestres recomendándole pociones de fertilidad a deseos de la Reina para tener algún nieto más. La Mano advirtiéndola sobe los peligros de estar sola, y que volar pudiendo tener un accidente incluso siendo un Targaryen eran un insulto a lo que se esperaba de ella. O el desinterés de sus propias hermanas tras sus nuevos compromisos. No habían ni hablado con ella. Quien prácticamente las había criado desde la muerte temprana de su madre. Naerys agarró los antebrazos de su esposo como bien pudo, y con una fuerza que no supo de dónde salió lo empujó con fuerza y cayó sobre su espalda.
A horcajadas sobre sus caderas, Naerys agarró la empuñadura de la daga al lado de la almohada y presionó la hoja debajo de la mandíbula de Aemond. Podía cortarle la garganta, igual de fácil que había visto a los caballeros en los entrenamientos. Lo más estremecedor de todo era que, pese a que lo hiciera, Aemond no parecía demasiado preocupado. Se reclinó, inclusive, mirándola directamente a los ojos, el hambre haciéndose notar.
-No te atrevas a decir que te estoy siendo infiel solo porque te guste provocar en las cenas familiares. Ni te has parado a pensar en lo que yo pienso, o en lo que tu madre deseaba que saliera de aquella cena -la hoja se levantó de su piel, revelando la solitaria gota de sangre que brotó del diminuto corte. No más grande que un arañazo-. Una alianza es mejor que una guerra, idiota.
Se echó hacia atrás, todavía agarrando el arma punzante, observándolo y desafiándolo a ser un hombre de palabra. Aemond, por su lado, la estudio por un momento en completo silencio, contemplándola. Una leve sorpresa en su expresión, con el rostro pálido y la melena plateada alrededor de su cabeza como un halo divino. Naerys lo vio desde su perspectivo tan angelical, tan sumiso, tan...atractivo.
-Nos iremos. Tú y yo, un tiempo de aquí. Hasta que las cosas se calmen un poco -no hubo una respuesta clara, en especial cuando Aemond se había inclinado y capturado sus labios en un beso abrasador que hizo su piel despertar ardiente y feroz. Naerys no se alejó.
La daga se le escapó de la mano y cayó sobre el colchón, y luego al suelo rodando con un estrépito inadvertido. Ambos lo ignoraron. Las piernas a ambos lados de sus caderas temblaron. Sus manos se apretaron con fuerza sobre sus fuertes hombros.
Las manos de su esposo se aventuraron debajo de la delicada y cálida tela de su camisón, y su tacto si bien frío encendió un recorrido de fuego a lo largo de muslos y caderas. A medida que ascendía, sus dedos tiraban de los bordes de su camisón, revelando su hombro desnudo, la tierna piel blanca con motas de pecas a causa del sol de la capital de las islas. Un suave gemido escapó de sus labios mientras se entregaba al placer embriagador de su caricia, cada una alimentando el anhelo dentro de ella. Sin inhibiciones, sus caderas se movieron instintivamente, provocando una fuerte toma de aire de Aemond. El escote de su camisón se tensaba contra sus límites, los pequeños botones apenas mantenían unida la tela.
Aemond no prestó atención a su débil resistencia, rasgando el escote hasta que la cuerda que ataba los botones se rompió. El frío del dormitorio la saludó, pero pronto se vio defendida por el calor de su cuerpo. Su mano acariciaba su amplio pecho, su pulgar rozaba burlonamente su pezón antes de llevárselo a la boca, chupando con un fervor que le provocaba escalofríos.
Gimió en respuesta, su pecho expuesto, expuesto contra el suyo como las tantas veces que habían yacido juntos, su cuello adornado con marcas de fervientes besos... Sus labios acariciados con el deseo, capaces de derretir hasta el más frío de los hielos. Su mano se entrelazó en su cabello, apartándolo de su pecho, su pezón levantado ahora brillaba. Aemond, él... Estaba tan hermoso, su rostro afilado y mirada cálida, como siempre que estaba con ella, pero también con ese hambre voraz. Apretó los labios con avidez contra los suyos. Sus manos se amontonaron en su camisa, la ropa de dormir, haciendo que la tela se tensara mientras la empujaba sobre su cabeza.
Ni una palabra entre ellos hizo falta. Actuaron a consecuencia. Con un movimiento rápido, Aemond la había volteado sin esfuerzo sobre su espalda, colocándose entre sus piernas, ambas separadas por sus estrechas caderas.
La intensa mirada de Naerys se encontró con la de él, desnuda y expuesta en lo que correspondía para iniciar un juego. Mientras se desabrochaba los pantalones y se los bajaba por las piernas como buenamente podía, la melena bailando con cada movimiento, los ojos de ella se abrieron con una mezcla de anticipación y curiosidad. No le dio tiempo a admirarlo, pues se subió rápidamente encima de ella y volvió a chocar sus labios contra los de su esposa. esta vez como más fuerza. El beso se hizo más profundo, alimentado por el deseo carnal, mientras sus manos se deslizaban por sus piernas, mientras ambos jadeaban y disfrutaban del tacto del otro, levantando su camisón, arrastrándolo con violencia sobre su piel hasta su estómago, donde pudiera retenerlo.
Naerys se mordió el labio, notando lo correspondiente al acto conyugal en la parte baja. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras sus uñas se clavaban en sus hombros desnudos, rodeados con tanta fuerza para evitar que se esfumara, buscando un ancla en medio de la abrumadora sensación de su miembro hundiéndose en ella. El sabor de la sangre llenó su boca mientras se mordía el labio inferior, el aliento de Aemond golpeando el costado de su cuello, rastrillando sus uñas sobre sus hombros para hacerle sentir una fracción del dolor que ella sentía, y cerró los ojos y apartó la cara para ocultar las lágrimas que amenazaban con derramarse del placer que sentía.
Un gemido escapó de los labios de Aemond, su mano agarrando con fuerza la manta junto a la cabeza de ella, su respiración se entrecortó mientras se presionaba más. La pelvis de él se apoyó en la suya. Una de las manos de Aemond soltó la sábana y se metió debajo de la espesa mata de pelo, sujetándola por la nuca, con los dedos presionando dolorosamente, empujando su rostro contra el suyo. 
Ella se negó a apartar la mirada, apartando desafiante su rostro de su agarre. Aemond se retiró momentáneamente antes de volver a sumergirse en sus profundidades a modo de venganza, despertando las sensaciones de dolor y placer. Repitió el movimiento sin descanso, empujándola cada vez más hacia el precipicio de su propia perdición. Se mordió el labio, decidida a negarle la satisfacción de escuchar sus gemidos de placer. Ella no se lo concedería.
Fue un error.
Uno malo.
Naerys enterró la cara en el colchón para reprimir un gemido. Sobre todo cuando no le quedó más remedió que rodearle la cadera con ambas piernas y enredar sus brazos en su cuello. Si seguía arañándolo de aquella forma, no quedaría más piel y atravesaría lo que hubiera debajo. De nuevo. La última vez que lo habían hecho de esa forma no en el acto conyugal clásico de una cama, sino en una discusión por sabe qué que había acabado con ambos contra la pared. Le había dejado tales marcas que necesitó a otra persona que pudiera atenderle las heridas en caso de que se infectasen; y ella un ungüento para hacer desaparecer rápido los moratones y marcas rojas en cuerpo y caderas. Algunas damas casadas decían que sus matrimonios eran pasionales y disfrutaban de ellos, sobre todo cuando daba sus frutos, pero aquello... Lo que ellos dos hacían se alejaba de ese concepto de reproducción mediante la pasión. No había palabras que pudieran descubrir esas sensaciones, aunque tampoco es como si el pudor la llevase a preguntar ese tipo de cosas.
Y entonces, en una liberación primitiva, sintió que Aemond se derramaba dentro de ella, los últimos vestigios de esa enloquecedora sensación; las olas de placer que caían en cascada a través de ella. Se perdió en la erupción y se dejó arrastrar.
Con una fuerte bocanada de aire, Aemond soltó su agarre en ella. Naerys hizo lo mismo descruzando las piernas, adoloridas y agarrotadas. Sintió su cuerpo enfriarse cuando se alejó de ella, con la respiración entrecortada. Su cabello se desplegaba a su alrededor, un halo blanquecido contra las sábanas del mismo color, mientras su pecho aún desnudo subía y bajaba con cada respiración pesada. La evidencia de su pasión adornando su piel.
-Escribiré a alguna de las Grandes Casas nada más me levante -comenzó diciendo. Se volvía a poner la camisa, algo rasgada pero aún decente. Se había subido los pantalones de la ropa de cama-. No pienso salir de Poniente o dejar que el príncipe de Dorne o alguna pequeña Casa no sea ni capaz de atenderte si vuelves a caer enferma.
La dicha la llenó con esa respuesta. Lo suficiente como para que la tensión en todo su cuerpo disminuyera y pudiera volver a abrazarlo de vuelta a la cama. Dejó que apoyase la cabeza en su pecho expuesto, si después de aquello no era cuestión de pudor y siempre se despertaba acalorada por el camisón, y que dibujara círculos en la base de su espalda en el tiempo que tardó en dormise.
Solo unos instantes antes de caer dormida, el cuerpo de Aemond de nuevo pegado al suyo abrazándola, como si pudiera protegerla de cualquiera que se interpusiera entre ellos, Naerys se dio cuenta de que nunca le había respondido a dónde había ido.
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Quiero hacer más escenas íntimas con ellos, pero Desembarco del Rey no está en mis planes.
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flordeolvido · 3 months
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dhr-ao3 · 10 months
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Bad Blood [Cregan Stark ]
Bad Blood [Cregan Stark ] https://ift.tt/BmnyFYw by Aly_moon Emma Lilia Potter acaba de sobrevivir a un apocalipsis de zombis de hielo que transformaban a los suyos. Los pocos magos que sobrevivieron abrieron un portal aun mundo desconocido con algunos muggles. ¿Ya mencionamos que Emma nació de ese mundo? ¿La bastarda de la princesa heredera y un caballero de la Guardia Real? La llegada de la Maestra de la Muerte cambia el Juego de Tronos y Westeros por completo. Y sobre todo, el inico de la canción de Hielo y Fuego. Words: 617, Chapters: 1/?, Language: Español Fandoms: Harry Potter - J. K. Rowling, House of the Dragon (TV), Game of Thrones (TV) Rating: Not Rated Warnings: Creator Chose Not To Use Archive Warnings Categories: F/M Characters: Harry Potter, Sirius Black, Daemon Targaryen, Rhaenyra Targaryen, Criston Cole, Cregan Stark, Jacaerys Velaryon, Lucerys Velaryon (Son of Rhaenyra), Joffrey Velaryon, Baela Targaryen, Rhaena Targaryen (Daughter of Daemon), Aegon III Targaryen, Viserys II Targaryen, Alicent Hightower, Draco Malfoy, Hermione Granger, Ron Weasley, Aliandra Martell Relationships: Harry Potter/Cregan Stark, Harry Potter & Daemon Targaryen, Criston Cole/Rhaenyra Targaryen, Daemon Targaryen/Rhaenyra Targaryen, Harwin Strong/Daemon Targaryen/Rhaenyra Targaryen/Laenor Velaryon, Neville Longbottom/Pansy Parkinson, Luna Lovegood / Aemond Targaryen, Hermione Granger/Draco Malfoy, Daphne Greengrass/Ron Weasley, Harry Potter & Severus Snape, Sirius Black & Teddy Lupin, Sirius Black & Harry Potter Additional Tags: Female Harry Potter, Rhaenyra Targaryen Bashing, pro green, Parental Criston Cole, Severus Snape Lives, Mentor Minerva McGonagall, Mentor Severus Snape, Sirius Black Lives, Pureblood Culture (Harry Potter), Alternate Universe - Always a Different Sex, Pro Criston Cole, Dornish Culture & Customs (A Song of Ice and Fire), The Greens | Aegon II Targaryen's Faction, The First Men (A Song of Ice and Fire), King's Landing (A Song of Ice and Fire), The North is Powerful (A Song of Ice and Fire), Winterfell (A Song of Ice and Fire), Beyond the Wall (A Song of Ice and Fire) via AO3 works tagged 'Hermione Granger/Draco Malfoy' https://ift.tt/EL04orU July 06, 2023 at 02:11AM
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dudulalulan · 10 months
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Tw!
¿De verdad tienes hambre?
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_¿Como evitar tener hambre mientras ayunas,/ e evitar atracones_?
Solo basta con verte al espejo cada vez que tengas hambre para que te des cuenta que eres una Gorda asquerosa y si comes algo vas a engordar
Pero, tengo mucha hambre, y estoy ayunando, oh estoy en dieta que hago??
Estos son algunos consejos para evitar el hambre mientras ayunas🐽
Recuerda que eres una cerdis que nadie quiere por gorda, mírate en el espejo
¡¡Estas gorda!!
- Si ves alguna comida que te gusta, o se te antoja, tócala, apachurra para que veas toda la grasa que va salir de esa comida, piensa que si te lo tragas jamás podrás ser una princesa.
- Fumar un cigarrillo/ Tabaco eso evita el hambre 100% recomendado para evitar el hambre, y si no fumas deberías empezar a hacerlo ya que quema calorías.
- Si tomas mucha agua eso te ayudará a no sentir hambre por unos ratos.
-Mastica un chicle sin azúcar, oh cualquier chicle, mastica solo hasta que sientas que él hambre disminuye luego tíralo
- Ocupa tu mente en otra cosa, deja de pensar en comida, porque si comes algo vas a engordar.
-Mastica hielo
Recuerda que nadie quiere alas gordas como tu
¿COMO EVITAR ATRACONES?
Identifica si tienes hambre, oh solo quieres comer por comer.
- Mastica lo que quieras comer, pero no lo trages, escúpelo! eso sirve para que te quites el antojo después ve a cepillarte los dientes y toma mucha agua
- Mira fotos de chicas delgadas, y compárate! Das asco si comes todo eso jamás serás bonitas como ellas, y siempre serás una marrana.
- Si te gana la ansiedad por comer..
Te tienes que castigar, y depende de lo que hayas comido, el castigo será peor.
Recuerda que para ser princesa hay que ver 🌟
SI PASAS UNA SEMANA EN AYUNO! FELICIDADES!! LOGRASTE CONTROLAR TU ANSIEDAD POR COMER, Y YA PODRÁS HACER AYUNOS MÁS LARGOS!
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dilan-granados · 10 months
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Que es compañía? Eran las letras que recorrían en mi cabeza en esta noche fría y brillante ,talvez la compañía es tener a esa chica que hermosos ojos cafés ,talvez es sentir su mano sobre la mía mientras me susurra al oído lo mucho que me quiere ,talvez es la sensación que recorre todo mi cuerpo mientras la veo lentamente acercarse a mi , mientras siento su alma concretar perfectamente con la mía como si de una sola se tratase , talvez es el cálido sentido que recorren mis labios mientras me besa apasionadamente , talvez es ella y cada una de las cosas que me hace sentir el verdadero sentimiento de no estar solo, podría ser que todo mi vida estuve solo y justo cuando estoy con ella se desploma el hielo y soledad que cobre mi corazón ,es tan cálida y a la vez tan fría .
Es ella mi corazón grita ,es ella mi alma exclama es ella mi sonrisa demuestra sin contenerse ,mientras hablamos sobre lo mucho que nos amamos me preguntó podría ser la persona que siempre había esperado será ella el regalo perfecto que el mismo destino envío a mí para curar para sentir o incluso para dejar de sentir la soledad
Que es este sentimiento que extraño que siente mi corazón talvez es la princesa de todos mis escritos o la estrella deseada en mi universo la adoro ,la deseo ,la amo ,es mi vicio, mi inspiración ,es por ella que mis letras explotan en de alegra reposando sobre este escrito ,talvez sin darme cuenta encontré la chica de ojos cafés , la chica de labios intensos ,la chica de corazón puro ,será ella la luna radiante de mis noches ? Por qué si de eso se trata estoy dispuesto a olvidarme del sol y que la noche sea eterna para que mis ojos estés infinitamente satisfechos observando y amando por la eternidad
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thewildfl0wer · 1 year
Note
( Pia ): — Eres adorable..— entonó muy por lo bajo desviando la mirada, era como un enorme bloque de hielo, dio un suspiro mirando el libro — Son buenas respuestas, solo respondiste lo que quisiste pero esta bien, también leí los libros del imperio y la fundación tras el final de "La profunda oscuridad". El señor del imperio siempre brillará por encima de la maldad bajo el resguardo afable de Yeldhia Dios del Sol, son aburridos esos libros por eso leo romances ja, ja— a veces la princesa era un tanto frivola pero sonrió de todos modos —Morado... Es un color bastante interesante ¿Sabías que la frecuencia en la que el morado brilla es completamente diferente a la del rojo por eso es el último color del arcoiris? Debido a ello es mucho más dificil concebir una idea exacta de un morado puro comparado al rojo, a la par que incluso como pigmento natural es increíblemente raro de conseguir a menos que cruces los mares de Ibiza. Te gusta un color complicado y extraño, se parece a ti, eres complicado y extraño, eres una persona de alma morada—
Tumblr media
—Respondí esas porque fueron demasiadas preguntas en un corto periodo de tiempo, princesa— Menciono con tranquilidad mientras tomaba una cantidad considerable de libros, dejándolos encima de la mesa.—A veces es bueno saber de historia para que los hechos del pasado no vuelvan a repetirse. Si cumplo con los deseos de Su Alteza, deberé velar por las acciones que realice mi hermano menor cuando sea emperador.—El joven príncipe sabia que su existencia había lastimado a muchas personas, entre esas a la Difunta Reina —El morado como dices es un color complejo pero es uno de los más bellos del arcoíris.—
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