Tumgik
#lomas verdes
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sunny day comes with good state of mind
(Hope I remember that this week)
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liajyoon · 2 years
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jcmbienesraices · 1 year
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A 15 minutos de Plaza Satélite. Con excelentes vialidades.
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todossomossatelite · 2 years
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Colegio Cristóbal Colón via Marisol Paredes (@marisolparedes_fotografa) • 
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queretarotv · 2 years
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Reds CDMX convive con niños jugadores de Cowboys Lomas Verdes
Como parte de sus actividades de pretemporada, un grupo de tres jugadores de Reds de la Ciudad de México, que el próximo mes debutará dentro de la Liga de Futbol Americano Profesional (LFA), convivió con niños y jóvenes jugadores del equipo Cowboys de Lomas Verdes. Elementos de los monarcas 2022 en la liga FAM, ahora miembros de LFA, como el defensivo Francisco Espinoza, el receptor Rodrigo…
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Investigan a policía que sometió a mujer violentamente
Investigan a policía que sometió a mujer violentamente
Janette De Los Reyes Tijuana, 7 de noviembre de 2022.- Luego del video que circuló en redes sociales en el que se observa a un oficial de policía sometiendo a una mujer con exceso de fuerza, el secretario de Seguridad Pública de Tijuana y el Síndico Procurador coincidieron en que el asunto apenas se investiga y los agentes siguen en activo. Al ser entrevistados, Fernando Sánchez González y el…
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thethroneislost · 1 year
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Suffocation - July 4th, 1992 autograph session in Lomas Verdes, México - pic by Anastacio Sandoval
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SANTIAGO DE MARIA
El municipio tiene un área de 37,71 km², y la cabecera una altitud de 900 msnm. Contiene además los siguientes cantones y caseríos:
El Marquezado: Los Nietos, La Periquera, El Centro y La Carretera
Batres: Batres Arriba y Batres Abajo
El Tigre: El Guarumal, La Castellana, La Joya, Playitas
Loma de los González: El Chirrión, La Bolsa o Cusuco
Las Flores
Las Playas: Las Riveras, Las Lunas, Centro Las Playitas
Cerro Verde: Cerro Verde
Para el año 1841 existió como la aldea del Valle del Gramal en la jurisdicción del pueblo de Tecapa (Hoy conocido con el nombre de Alegría).
En ese tiempo, el cultivo del café cobraba auge en el país. El Gramal también fue una de las localidades que progresó gracias a esa industria, por lo que el 7 de marzo de 1874 fue erigido en pueblo con el nombre de Santiago de María. El nombre se debió a la unión de los nombres del presidente Santiago González Portillo, y el de su esposa María.
Las Fiestas Patronales de esta ciudad son en honor a Santiago Apóstol y se celebran del 20 al 25 de julio; se celebra también la fiesta en honor a San Francisco de Asís el 4 de octubre y casi todo el mes de diciembre sus pobladores realizan una feria en el parque de la ciudad que no se relaciona con actividades religiosas, esta es acompañada de juegos, música, gastronomía, venta de artesanías y diversos eventos.
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karen4theppl · 4 months
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Gondola Project Moves Forward
Metro Board of Directors moves the project forward to build a gondola that Los Angeles Parks Alliance says would cause “irreparable harm” to the Chinatown area. On Thursday February 22, the board voted 11-0 to certify the environmental impact report (EIR), moving the project to Caltrans, LA City and other government departments for approval.
While residents resist the gondola project, a handful of protesters attended a book signing on March 25th at LACC that featured Frank McCourt, who funds the company that proposes the gondola, according to L.A. Times. 
“Read the book,” said McCourt, in response to an audience member asking him to address the residents who would be affected by the proposed gondola. The Collegian reached out but, the McCourt Foundation did not respond to requests for comment. 
““It would ultimately turn Chinatown into the Dodger Stadium parking lot,” says Stop The Gondola member Tany Ling. “People are going to drive to our community, to Union Station,” and park near the entrance to the Gondola before taking the trip up to the stadium. Rather than reducing traffic as a whole, the project could end up redistributing cars away from the bottlenecked entrances to the stadium, into the Chinatown residential areas instead. 
“I think it would be a disaster for our communities near LA Historic,” says Xochitl Manzanilla, Chinatown Residential Representative for the Historic Cultural North Neighborhood Council. According to CBS News, the idea of the project is to transport 5,000 people per hour in a seven-minute trip from Union Station to Dodger Stadium, to allow some people to opt for this type of transit instead of driving. Los Angeles Aerial Rapid Transit, the organization behind the project, claims that this would reduce traffic. 
Critics point out that the Dodger Express already uses buses to transport fans who take the train to Union Station up the hill to the stadium. According to the news site Knock.la the gondola cars would fly only 40 feet above buildings and residents’ heads. Knock.la says that if the project runs over budget, the organization might ask to use  taxpayer money to complete the project. The project requires cutting 80 trees out of Elysian Park and LA Historic Park. 
According to Statistics Atlas and Census.gov, Chinatown is a majority Asian, minority Hispanic neighborhood with $27k median annual household income, less than half the average for L.A. County. LAist points out, this is not the first construction project to target an under-resourced non-white community. 
In 1959, right before Dodger Stadium was built, the Latine neighborhoods Chavez Ravine, Palo Verde, La Loma, and Bishop were violently repossessed by eminent domain and  destroyed, detailed in an LAist article updated on May 1st, 2023 by Elina Shatkin. Throughout the 1950s, city officials and developers used eminent domain or lowballed residents of the Hispanic neighborhood to take their homes and land. In 1957 only 20 families remained. And On Friday, May 9, 1959, cops showed up with heavy machinery to evict them and bulldoze the neighborhood. 
This is in sharp contrast to the plan to build the 710 freeway over a white neighborhood in South Pasadena, just a few miles from Chinatown. According to the LA Times, wealthy residents shut the project down, forcing truck routes to reroute through Asian and Latine Alhambra. BIPOC Angelenos near the 105 and 110 freeways suffer from the dangerous air quality created by the freeways that were constructed through their neighborhoods. 
The Guardian recounts the history of LA’s Pacific Electric “red cars” and the Los Angeles Railway “yellow cars”, which saw their last trip in 1961. Oil and Real Estate developers built the system starting in 1901, to allow the selling of land to Angelenos throughout the Los Angeles Basin. At its peak it was one of the largest transit systems in the world. 
In 1956, President Eisenhower signed the National Interstate and Defense Highways Act, to allow the military to move throughout the country and create suburbs, according to Archives.gov. National City Lines, a cartel of oil, tires, and car companies had been buying up and dismantling transit systems in many US cities like LA for years. The combination of these factors lead to an almost complete transition to Car infrastructure in L.A.
LA Times reporter, Matthew Fleischer calls the Los Angeles freeway system “one of the most noxious monuments to racism and segregation in the country.”
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las-microfisuras · 2 years
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Duelo
.
Dos sombras de pájaros
Dos nuncas
Dos sin fin
.
- Thomas Bernhard.  De Ave Virgilio.. Ediciones Península, Barcelona 1988
Trad. Miguel Sáenz
I
    Hacia el Siglo de las Vacas,
Catulo, «gens Valeria…»
    En los valles desecados
sostienes el diálogo de los muertos
    has fundado tu silencio
en nombres tenebrosos:
    Dos sombras de pájaros
    Dos nuncas
    Dos sin fin
II
Los grandes sufrimientos no eran su fuerte,
se remitían al futuro
y te piden explicaciones…
    Dos mil años vividos de menos,
eso te arruinaba… una vez
estaban sin tiempo, estaban
sin fin…
    Él lloró, se retiró al sueño de ella,
esperaba las superfluas formaciones de palabras
    de su belleza…
ella no sentía nada
    él penetró en esa NADA,
III
¿Con qué derecho
    en este lugar,
con qué derecho…?
IV
Figuras susurrantes te cubrieron
    de tinieblas,
rompieron cadenas, donde tú estabas,
    te azotaron con azotes de pájaros…
Monumento de tedio en las colinas heladas,
    los días se levantan negros
y tú en tu hambre.
V
Al final de la tumba escuché
    tu voz
en la protesta de la corneja,
    con viles mentiras te até
a las orillas del río…
VI     
¿Pues quién escribió antes que yo
que nadie vivió antes que tú
    y nadie murió
y nadie estuvo en mí,
    quién escribió antes que yo
que la primavera era invierno
    y el invierno primavera,
    quién escribió antes que yo:
ésos eran nuestros nombres:
    un verde negro,
un rojo mate,
    quién escribió antes que yo
cómo entraba en las frías tumbas
    el viento frío y la muerte fría?
VII
tú en tu sombra,
tú en tu despertar,
tú en tu tiempo,
tú en tu gloria,
tú en tu palabra,
¡tú!
VIII
En las lomas de las colinas del Adagio
    aprendí los días y las noches.
IX
Con mi cuchillo bien afilado
    grabé tu belleza
en la corteza del cielo,
cubrí tus heridas con nieve
    y la sangre se secó con la velocidad del viento…
X     
Durante mucho tiempo no supe
quiénes eran,
    confié en su llamada de auxilio,
les conté el lamento
    de nuestro lamento,
porque mi país me traicionó.
XI     
Arranqué de los grabados nobles rostros
de antiquísimas estirpes.
XII     
Sobrevivir
a las órdenes de la noche,
    tú te refugias en los libros,
a mí me retiene la tierra
    con sus pensamientos.
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wingzemonx · 11 months
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Resplandor entre Tinieblas - Capítulo 146. Sólo queda esperar
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Resplandor entre Tinieblas
Por WingzemonX
Capítulo 146. Sólo queda esperar
Los disparos y el alboroto que se escuchaban a lo lejos cesaron abruptamente, lo que aun así no terminó por tranquilizar a Mabel. Siguió avanzando por el bosque en la misma dirección, pero con paso mucho más precavido, y su mirada fija en todo su alrededor. Cerca de diez minutos más de caminata, al fin logró divisar lo que Verónica le indicó que encontraría: una enorme montaña alzándose a lo lejos, en medio de un claro entre los árboles. Aunque más que montaña, parecía más una formación rocosa vertical y recta, como una torre hecha de roca, tierra, y algo de vegetación, que se alzaba en lo alto como una atalaya que vigilaba todo aquel paramo.
Un pequeño Monte Olimpo.
Mabel se colocó pecho a tierra entre los árboles de una loma, ocultándose bien de la vista de cualquiera que pudiera pasar cerca de ahí. Tomó su rifle, y con la ayuda de la mira de éste comenzó a recorrer la parte baja de la montaña, no tardando demasiado en notar algo fuera del lugar. Había un sendero que se abría paso hacia el lateral de la montaña, al ras del suelo. El sendero terminaba en lo que parecía ser el hueco de una caverna.
Justo donde Verónica le había indicado que lo encontraría.
«Así que esa es mi entrada» pensó mientras observaba aquel agujero por la mirilla. Pero no sería tan fácil como sólo pasar caminando por ella, y eso también se lo había advertido aquella chiquilla. Y tuvo oportunidad de comprobarlo en ese mismo instante, cuando un jeep verde con al menos cinco personas encaramadas en él se dirigió justo a aquel punto.
Mabel se pegó más contra el suelo, y retrocedió un poco para ocultarse más entre la maleza. Por la mirilla de su rifle, vio como el vehículo se detenía frente a la entrada de la cueva, y de ésta salían dos hombres de uniformes azules, fuertemente armados con armas largas mucho más espectaculares que la suya. Uno de ellos se aproximó al vehículo, mientras el otro vigilaba los alrededores. Tras un rato, ambos se hicieron a un lado, y el vehículo siguió adelante, hasta perderse en el interior de la cueva. Los dos soldados los siguieron poco después.
No tenía que echar un vistazo ahí dentro para saber que aquello no era en realidad una cueva. Y, más importante, que se encontraría con más que sólo un par de soldados ahí dentro. Así que si quería en verdad ingresar a lo que se ocultaba ahí debajo, necesitaría un poco de ayuda adicional.
«Y ahora, ¿dónde está la dichosa distracción?» pensó con molestia, su dedo moviéndose inquieto contra el gatillo de su arma, pero sin intención alguna de presionarlo (aún).
Verónica le había dicho que la reconociera en cuanto la viera, pero de momento no había señal alguna de nada que pudiera darle libre acceso como prometió.
«Supongo que sólo queda esperar» concluyó con irritación, soltando justo después un largo suspiro.
Y eso hizo. Se quedó en su sitio, mirando hacia la cueva por la mirilla, y aguardó…
— — — —
La sala de monitoreo y seguridad del Nido se encontraba en el nivel superior de la base. Desde ahí, se llevaban a cabo tareas generales de control y seguridad, como el monitoreo de las cámaras de seguridad principales de todos los niveles, que se mostraban en pantallas colocadas por toda la pared frontal. Igualmente se activaban las alarmas de emergencia ante cualquier eventualidad, se detectaba la presencia de cualquier aeronave que volara en el espacio aéreo de la base, y se le autorizaba (o no) su aterrizaje en la plataforma. También se encontraban conectados directamente con el sistema de audio interno de la base, desde el cual por medio de sus altavoces podían hacerse anuncios generales para que todo el personal lo escuchara, incluso enviándolos a sus respetivos radios comunicadores.
Aquel sitio podría considerarse los ojos y los oídos del Nido, desde donde se vigilaba todo lo que ocurría en él. O, casi todo.
Usualmente había de cinco a diez personas por turno sentadas en los diferentes puestos de la sala, pero esa tarde había sólo dos. El resto o habían bajado a comer, o se preparaban para dejar la base para su permiso de Acción de Gracias. Cerca de la mitad del personal de base se ausentaría durante esos días, por lo que las cosas estarían muy tranquilas por ahí. De hecho, tras la llegada de Charlene McGee y aquel otro prisionero, las cosas ya habían estado bastante calmadas, resaltando únicamente esa intromisión de dos extraños en los terrenos, y si acaso la repentina llegada de la Capt. Cullen. Luego de eso, ya no había nada en los planes de los siguientes días. Sólo sentarse, estar de guardia, y esperar.
—¿Crees que se podamos ver el partido de los Cowboys en alguno de esos monitores? —comentó con voz monótona uno de los dos soldados asignados a la sala, el más joven de ambos, mientras observaba hacia la imágenes de la cámara de seguridad; nada fuera de lo normal en ninguna de ellas, igual que en las últimas horas; y días. Ese sería apenas su primer año asignado al Nido, así que aún se estaba acostumbrando a la manera de trabajar en aquel sitio.
Su compañero, más grande y experimentado, rio divertido.
—Toda comunicación con el exterior es restringida; entrante o saliente. Sin embargo…
Miró a su alrededor, como si temiera que alguien oculto en algún rincón pudiera oírlos. Aproximó más su silla hacia su compañero, y con voz confidente le susurró:
—Hay formas de arreglarlo sin que los jefes lo sepan —seguido después por un discreto guiño de su ojo—. Una vez que el Dir. Sinclair se vaya al fin, y la base se vacíe, las cosas se relajarán. Tú nomás ten paciencia.
—Hablando del director, ¿es usual que se quede tanto tiempo por aquí?
—Sólo cuando ocurre algo importante, supongo; como la aprehensión de esa mujer que trajeron hace una semana. Pero esta estadía me parece ha sido un poco más larga que otras, así que no debe tardar mucho en irse. Su esposa lo hará dormir en el sillón si acaso se le ocurre faltar a la cena de Acción de Gracias.
El soldado complementó su comentario con una sonora risa burlona, misma que inevitablemente su compañero más joven terminó por imitar a su propio modo.
—¿Acaso la esposa del director tiene su carácter? —preguntó curioso.
—No sé, es lo que algunos dicen; que la verdadera jefa es la Sra. Sinclair. A mí no me importaría hacer lo que ella me dijera, ¿sabes? Y es que no la has visto, pero tiene un trasero de…
Antes de que pudiera concluir su comentario, ambos escucharon como la cerradura electrónica de la puerta de la sala pitaba, y ésta se abría poco después. El soldado mayor alejó por mero reflejo su silla de la de su compañero, y carraspeó disimulado, como si intentara deshacerse de cualquier rastro que podría haberle quedado en la garganta de su inoportuno comentario.
—¿Cómo están, muchachos? —masculló de forma cantarina una voz dulce desde la puerta, seguida por el sonido de ésta volviéndose a cerrar—. ¿Se están portando bien?
Ambos hombres se giraron al mismo tiempo hacia la recién llegada, y una sonrisa alegre se dibujó en sus labios al reconocer el rostro redondo y afable de Kat (Kathy para los más allegados), la amable mujer de cincuenta años que trabajaba como secretaria del Capt. McCarthy. Aunque casi de inmediato la atención de ambos se centró en aquello que la mujer de cabellos rojizos canosos cargaba en sus manos: una charola de plástico de la cafería, con tres tazas humeantes sobre ella.
—Hoy amaneció más frío, ¿no les parece? —comentó Kat con cierto humor, aproximándose hacia ellos con la charola—. Mis huesos me dicen que dentro de poco comenzará a nevar; quizás esta misma noche, con un poco de suerte. Pero mientras tanto, les traje un poco de chocolate caliente.
—Muchas gracias, Kathy —pronunció el soldado mayor, esbozando una jovial sonrisa. Extendió sus manos hacia la charola, tomando una de las tazas entre ellas—. Qué bendición tenerte por aquí.
—Gracias, señora —secundó el soldado más joven, tomando la otra taza.
—Kathy, por favor —rio la secretaria con tono bromista, al tiempo que se permitía sentarse en otra silla con la tercera taza que había traído consigo—. Nadie me ha dicho “señora” desde que dejé de ser instructora de vuelo. Bueno, salvo mis yernos, pero a ellos se los permito.
—¿Fue piloto? —comentó curioso el soldado joven, al tiempo que daba un sorbo de su taza.
—Ahí donde la ves, Kathy participó en la Tormenta del Desierto —añadió el otro solado, con tanto orgullo como si hablara de sí mismo—. Una de las primeras mujeres en su campo.
—Eso fue hace ya bastantes presidentes —comentó Kat con tono risueño. Sujetó su taza entre las manos cerca de su rostro, soplando su contenido antes de atreverse a darle un primer sorbo—. Qué tranquilo está por aquí —señaló mirando hacia la sala casi vacía—. ¿Ya todos se fueron a sus casas?
—Aún no —negó el soldado más joven—. Los transportes llegarán hasta después de las cuatro.
—¿Tú pasarás la fiesta aquí con nosotros, Kathy? —preguntó el soldado mayor con curiosidad.
—Oh, por supuesto —respondió ella con tono animado—. ¿No sabes que esta base sería un desastre si me ausentara aunque fuera un día?
Ambos rieron con fuerza, como si aquello se tratara de alguna broma interna entre ellos. El soldado joven no lo entendió del todo, pero igualmente rio para acompañarlos.
—Este chocolate está muy bueno —comentó el soldado mayor, alzando su taza en el aire—. Pero creo que me gustaría con algo un poco más fuerte, ¿sabes?
—Voy un paso delante de ti, mi amigo —señaló Kathy con tono de complicidad, justo antes de introducir una mano en el interior de su chaqueta, y extraer de su bolsillo interno una pequeña licorera plateada—. De la botella que el jefe guarda en su escritorio. Sírvanse, yo invito.
Los dos soldados no dudaron en aceptar su ofrecimiento, y cada uno vertió un poco del licor opaco en su respectiva taza. Poco a poco los tres comenzaron a relajarse, y el ambiente se fue aflojando entre charla y charla.
— — — —
Tras haber prácticamente huido de aquella sala de investigación, dejando atrás a Gorrión Blanco y al Sgto. Schur, Lisa se dirigió hacia la cafetería para beber algo. Lo que quería era tranquilizarse, por lo que un café quizás no sería la mejor opción, y por eso optó por un té de manzanilla. Al principio no sintió que le hiciera mucho efecto, pero poco a poco pudo percibir que sus manos, y de paso el resto de su cuerpo, dejaban de temblar.
Aun estando ahí sentada, seguía sintiéndose abrumada por la sensación de esa energía invisible aprisionándola, apretándola como un doloroso abrazo del que no podía librarse. Y no necesitaba imaginarse lo que aquella chica pudiera ser capaz de hacerle teniéndola así, inmovilizada y totalmente a su merced; ella misma lo había presenciado de primera mano en aquel quirófano, como azotaba a todas aquellas personas contra las paredes, el techo y el piso como si no fueran nada.
Nada le impedía hacerle lo mismo… o incluso algo peor que superara lo que ya había visto.
Para cuando logró salir del estupor de aquellos pensamientos, se sorprendió con la sensación de sus mejillas húmedas. Había empezado a llorar sin que se diera cuenta.
Rápidamente alzó las manos hacia sus ojos y mejillas, y comenzó a tallar ambos con algo de desesperación para borrar las pruebas de aquel vergonzoso desliz. Ya había tenido suficiente de Gorrión Blanco, el Nido, y de toda esa locura. Era hora de volver a casa, aunque tuviera que subirse a la fuerza a algún helicóptero.
Una vez que terminó su té, se dirigió presurosa de regreso a su habitación, para empacar todas sus cosas y estar totalmente lista cuando el transporte llegara. Aunque antes de comenzar con eso, se tomó unos minutos para darse una ducha rápida, a pesar de que se había duchado esa mañana luego de su entrenamiento. No había algún motivo claro para ello, simplemente había tenido la necesidad de hacerlo; como si con eso pudiera quitarse de encima la sensación incomoda que los poderes de Gorrión Blanco habían dejado en su piel.
Luego de salir de la ducha, se vistió con uno de sus atuendos más casuales que había traído consigo, para estar lista para irse: pantalones rosados ajustados, una blusa blanca, y sus tenis azules para hacer ejercicio. Dejó su bata blanca de laboratorio sobre la cama, disponiéndose a no volver a ponérsela. Sacó el resto de su ropa del armario de su habitación, y comenzó a doblar prenda por prenda para meterla en su maleta de forma ordenada. Por suerte no había traído tantas cosas. Lo único que le faltaba eran su computadora, su teléfono, y demás dispositivos que le habían quitado al llegar.
Estaba ya cerca de terminar de guardar sus cosas cuando escuchó que llamaban a su puerta; de forma bastante contundente. Algo temerosa por dentro, se aproximó a la puerta y la abrió y con cuidado. Y como si fuera una repetición de aquella otra ocasión en la que igualmente alguien había ido a tocar a su puerta, aunque había sido a mitad de la noche, dos soldados de caras recias y malhumoradas aparecieron del otro lado, observándola con severidad.
—Dra. Mathews, venga con nosotros, por favor —indicó uno de ellos con tono áspero, quizás incluso con apuro.
—¿Mi transporte llegó? —musitó Lisa entre sorprendida y emocionada—. ¿Pueden esperar un minuto? Casi termino de empacar.
—No se trata de eso, señorita —respondió rápidamente el otro soldado, rompiendo rápidamente la alegría que le había llegado por un segundo—. Venga con nosotros, por favor. El Sgto. Schur la necesita para resolver un asunto.
Lisa suspiró, resignada. Ignoraba qué era lo que el sargento pudiera querer con ella, si no era quizás disculparse por lo ocurrido con Gorrión Blanco. Y si acaso era eso, ella ciertamente no tenía interés alguno en dicha disculpa. Aun así, por las expresiones en las caras de ambos soldados, supo que al igual que aquella otra noche no tenía opción de negarse.
—Está bien —masculló despacio, claramente de malagana.
Antes de salir del cuarto, sin embargo, se dirigió a su cama y tomó de nuevo su bata blanca, colocándosela sobre su atuendo de salida. Bien o mal, debía ser profesional hasta el último instante.
— — — —
Ese día más temprano, Damien Thorn fue sacado de la cámara hiperbárica por primera vez desde su arribo al Nido, y colocado en una camilla acondicionada con correas de contención. Para ese punto su recuperación era completa, y no quedaba en su cuerpo ni un sólo rastro de las horribles quemaduras, ni un hueco en su cabello, y ningún efecto secundario que sus exámenes pudieran arrojar, salvo la misma irregularidad en su sangre que aún no lograban explicar. Fuera de eso era, para todo diagnóstico, un jovencito bastante sano, y no uno que hasta hace unos días sufría de quemaduras de tercer y cuarto grado en cada centímetro de su cuerpo.
Un verdadero milagro, si es que algo que tuviera que ver con ese muchacho pudiera catalogarse como tal.
Aun profundamente dormido a causa del potente sedante, los miembros del equipo médico lo colocaron delicadeza en la camilla, y lo aseguraron fuertemente las correas de cuero, fijándose en que quedaran lo más apretadas posible. Su comodidad no era en lo más mínimo su prioridad.
Una vez recostado y sujeto, y mientras los efectos del sedante aún siguieran presentes, lo transportaron sobre la camilla desde la sala de observaciones donde lo habían tenido todo ese tiempo, hasta el nivel superior en donde se encontraban los quirófanos.
El lugar elegido para llevar a cabo el interrogatorio del Dir. Sinclair fue justo el quirófano 06, uno muy similar a aquel en donde Gorrión Blanco había despertado, de la misma forma circular, y el mismo nivel superior desde el cual las personas podían observar el procedimiento que en el nivel inferior se realizara. Una de las únicas diferencias era que éste no contaba con un techo de cristal separando ambos niveles; y esto era de hecho algo apropósito, y era uno de los motivos por lo que aquel sitio había sido elegido para tal ocasión.
Para cuando el equipo médico ingresó al quirófano por las puertas principales del nivel inferior, toda la galería del pasillo superior era ocupada por una serie de soldados, colocados uno al lado del otro a una distancia especificada, cada uno con un rifle de largo alcance en sus manos, y sus ojos bien fijos en la parte inferior. Era claro que desde su posición podían dispararle a cualquiera allá abajo sin ningún problema. Y, por supuesto, esa era la idea.
El equipo médico colocó la camilla de Thorn en el centro de aquella circunferencia. Ahí ya aguardaban dos máquinas especiales, hechas especialmente para suministrar medicamentos o diferentes químicos a los sujetos de prueba. Conectaron una de ellas al brazo derecho del muchacho, y en cuanto la encendieron comenzó a suministrar poco a poco una dosis del químico que se encargaría de mantenerlo dormido. Conectaron la segunda máquina a su brazo izquierdo, pero ésta la dejaron sin encender; al menos, de momento.
Terminada su labor, el equipo médico se retiró, y tras de ellos la puerta del quirófano se cerró con una pesada placa de acero. Thorn se quedó ahí, recostado, dormido, y vigilado por los agudos ojos de los hombres en la parte superior, con sus armas listas para ser disparadas al primer indicio de que el muchacho moviera aunque fuera un dedo antes de tiempo; al menos, esas habían sido sus órdenes.
Adyacente a las puertas de la galería de la parte superior, se encontraba una habitación de monitoreo, similar a la misma adyacente a la habitación que contenía la celda de Charlene McGee; ese había sido otro motivo para elegir aquel quirófano. Desde ahí, a través de los monitores, se podía apreciar totalmente el interior del quirófano, la camilla en el centro, y los soldados apostados en la parte superior. Todo bajo la protección de un vidrio espejeado, y una fuerte puerta blindada. Es justo desde esta habitación desde la cual Lucas, Russel, Davis y Ruby fueron testigos a través de los monitores como traían a Thorn y lo colocaban en su sitio. Adicional a ellos cuatro, se encontraba un miembro del equipo de Russel, sentado frente a los controles para su manejo durante el interrogatorio.
—Como puede ver —comenzó a explicar Russel, señalando con un dedo hacia el monitor desde el cual se apreciaba de más cerca la camilla y su ocupante—, el sujeto está conectado a la Máquina 1, que le suministra el ASP-55, configurado de momento en la dosis adecuada para mantenerlo completamente dormido. Conectamos la máquina a estos controles —prosiguió apuntando con una mano hacia la consola delante de ellos, con diferentes botones y palancas de control al alcance del hombre sentado delante de ella—. Desde aquí podemos activar la Máquina 2 para que suministre el RTP-34, y así despertarlo. Igual podemos regular la dosis del ASP-55 mientras el individuo esté despierto. En este nivel —señaló con un dedo hacia una un pequeño panel con una aguja, a un nivel inferior al que la aguja apuntaba en ese momento—, podrá estar despierto, pero lo suficientemente afectado para que no pueda hacer uso de sus habilidades.
—¿Estará lo suficientemente lúcido para responder mis preguntas? —preguntó Lucas, curioso.
—Difícil decirlo —musitó Russel, vacilante—. El efecto del sedante en esos niveles varía entre cada individuo, pero en la mayoría de los otros casos ha funcionado bien. Pero si acaso se detecta que el sujeto intenta cualquier cosa fuera de lo esperado, podemos activar al instante desde aquí que la Máquina 1 suministre la dosis máxima del ASP-55, lo que lo dormirá de nuevo en cuestión de segundos.
—Como medidas adicionales —intervino McCarthy en ese momento, apuntando también hacia los monitores—, como puede notar lo amarramos bien a esa camilla, de tobillos, muñecas y torso, lo que lo mantendrán inmovilizado. Y en la parte superior de la galería, hemos colocado diez hombres, listos para abrir fuego si acaso de alguna forma el muchacho se libera.
—Espero no tengamos que llegar a eso —señaló Lucas sin ligera preocupación. Lo que menos deseaba de momento era haber pasado por todo eso, para perder al chico tan rápido.
—Usted estará aquí en la galería, fuera del quirófano junto con los soldados —prosiguió McCarthy, señalando en la pantalla un punto vacío en el nivel superior, reservado como dijo especialmente para el director—. Así, si por algún motivo las demás medidas fallan, podremos cerrar la bóveda superior y sellar la habitación por completo, apresando Thorn, y teniendo ahora la opción de suministrar el ASP-55 en forma de gas. Como pueden ver, todo está cubierto.
Sus últimas palabras estaban acompañadas de su respectiva dosis de orgullo, mismo que al parecer era compartido por Russel. Lucas asintió, al parecer bastante conforme con la explicación. Sin embargo, alguien en aquella sala no parecía tan convencida.
—¿Están seguros? —inquirió Cullen, algo tajante, jalando la atención de los tres hombres—. En el reporte algunos de los hombres mencionaron haber visto cosas extrañas mientras intentaban apresarlo. Otros dicen que pudo hacer que sus compañeros se atacaran entre sí. Y el ataque a la Sra. Wheeler fue a kilómetros de distancia entre ambos. Todo eso señala a que el chico tiene la capacidad de ejercer algún tipo de control sobre la gente, incluso si no está cerca de ellos. De ser así, ni esas correas, ni esa bóveda de acero, evitaran que pueda hacer lo mismo con cualquiera de esos hombres armados.
—Pero el ASP-55 sí —señaló Russel con dureza—. Está diseñado justo para entorpecer las funciones cerebrales del UP que se encargan del manejo de las habilidades psíquicas. Está más que probado su efecto, como alguien de su posición ya debería saber bien, capitana.
Había desafío en su voz, la misma que se presentaba siempre que cualquiera, incluso Lucas, ponía en dudas sus métodos o conocimientos. Cullen por supuesto que percibió aquello, y todo en su postura indicó de inmediato que no le agradaba en lo más mínimo. Dio un paso hacia Russel, sólo teniendo ella claro lo que pensaba hacer. Lo que fuera, Lucas intervino de inmediato antes de que lo hiciera.
—Tranquilos, todos —exclamó el director con brusquedad, colocándose rápidamente entre Russel y Ruby—. Entiendo tus inquietudes, Cullen —añadió girándose directo hacia su agente—. Y las de todos. Pero cómo puedes ver, se han tomado todas las medidas a nuestro alcance, dadas las circunstancias. Sería irresponsable de nuestra parte afirmar que no existe un riesgo, pero siempre hay uno cuando se trata de lidiar con este tipo de individuos.
—Entiendo lo que dice —respondió Cullen, al parecer más tranquila—. Pero no es necesario que usted personalmente se exponga a ese riesgo. ¿Por qué no permite que yo realice el interrogatorio? Sabe bien que tengo bastante experiencia en esa área por mis años en la Agencia.
—Sí, bueno —masculló Russel con tono sarcástico—. Por la naturaleza inusual de nuestros prisioneros y de lo que son capaces, aquí no podemos darnos el lujo de estrellar sus cabezas contra las paredes o someterlos a ahogamientos simulados. No la mayoría de las veces, al menos.
El desafío continuaba presente en su voz. Lucas rápidamente se volteó a mirarlo sobre su hombro, y sin decir ni una palabra dejó que su sola mirada le indicara que guardara silencio. Russel alzó sus manos en señal de derrota, y dio un paso hacia atrás.
—Agradezco tu ofrecimiento, Cullen —indicó Lucas, girándose de nuevo hacia ella—. Pero como te dije hace un rato, tengo asuntos con este chico que necesito ver por mi cuenta. Si no te sientes cómoda con esto, puedes retirarte y esperarme en el despacho de McCarthy hasta que termine.
—No será necesario —respondió la agente rápidamente, negando con la cabeza—. Me quedaré a observar, si les parece bien.
Lucas asintió de forma afirmativa a sus palabras.
—Entonces comencemos, ¿les parece bien? —añadió entonces, girándose hacia el resto, que asintieron en silencio—. Cuento con ustedes para reaccionar si cualquier cosa sale mal. Y tengan ojos y oídos bien abiertos, por si detectan algo que yo no.
—Sí, señor —respondió McCarthy en nombre de todos los demás.
Dicho todo lo que se tenía que decir, y aclarado todo lo que se tenía que aclarar, era tiempo de dar inicio a aquello.
— — — —
Lisa no recordaba haber estado en el nivel a donde los dos soldados la llevaban. Si su memoria no le fallaba, era lo más abajo que le había tocado ir dentro del Nido, pues en su mayoría solía moverse en lo que respectaba a las áreas médicas y de observación, o las zonas de acceso general como la cafetería y el gimnasio. Pero a donde la llevaban estaba más abajo, peligrosamente cerca de los niveles subterráneos que le habían dicho en una ocasión que eran las zonas más restringidas y resguardadas de la base. Sintió un vuelco en el pecho al sentir que podrían estarla llevando para allá, intuyendo que las implicaciones detrás de eso no podían ser buenas.
Por suerte, no llegaron tan lejos.
Cuando bajaron del ascensor, lo que los recibió fue un pasillo bastante similar a muchos otros que había visto en esa base: de paredes y luces completamente blancas, de apariencia pulcra y silenciosa, con varias puertas enumeradas y cerradas a un costado. Lo que quizás resultó un poco diferente, fue que a su costado izquierdo había largos ventanales de cristal que daban hacia un área inferior, en donde vio varios vehículos de tierra estacionados, como jeeps, camionetas negras, incluso un par de vehículos convencionales de apariencia más común. Y quizás lo más resaltante de todo, un par de aviones de combate pequeños.
¿Era algún tipo de hangar quizás? ¿Por qué la llevaban ahí exactamente?
Pero los soldados no la llevaron ahí como esperaba, sino que dieron la vuelta en un pasillo adyacente, y los tres avanzaron por algunos minutos más. Ninguno de los soldados dijo nada, y Lisa tampoco se molestó en preguntar; había aprendido ya que no le dirían nada aunque insistiera. Al final llegaron justo ante una puerta a mitad de otro pasillo, que no tenía ningún número o letrero en ella. Uno de los soldados la abrió y se hizo a un lado, dejándole el camino libre. Lisa intuyó que debía entrar primero.
El interior se veía opaco, algo oscuro, y eso la puso nerviosa. El otro soldado, a sus espaldas, la empujó un poco con una mano sobre su hombro, por lo que no tuvo más remedio que avanzar.
Al ingresar, para su pesar, lo primero que sus ojos vieron fue el demasiado reconocible rostro de Gorrión Blanco girándose hacia ella, sonriéndole en cuanto la vio.
Lisa se detuvo de golpe a apenas unos pasos de la puerta.
—Oh, no —masculló en alto—. No quiero hablar con ella…
Se giró en ese momento rápidamente con la clara intención de salir de inmediato de ahí, pero los dos soldados que la acompañaban interpusieron sus cuerpos en el camino para impedírselo. Uno de ellos incluso cerró firmemente la puerta detrás de él, para dejar más que claro que de ahí no saldría sin su autorización.
—Dra. Mathews… ¡Lisa! —pronunció Gorrión Blanco rápidamente, como si esperara que llamarla de esa forma, y recordarle que ella misma le había pedido llamarla así, ayudara a zanjar esa situación tan incómoda—. Espera, por favor. Lamento mucho lo ocurrido hace rato, en verdad no era mi intención provocarte ningún un daño.
—¡Menos mal! —exclamó Lisa con ironía, girándose hacia ella para encararla, pero inconscientemente casi pegando su cuerpo contra los soldados que vigilaban la puerta, como esperando que estos la defendieran si algo ocurría—. ¿Qué es lo que quieres? Me dijeron que el Sgto. Schur era quien me requería.
Gorrión Blanco asintió rápidamente.
—Ocupamos tu ayuda para identificar a una persona.
—¿Identificar? —masculló Lisa confundida, y la muchacha de cabellos rubios señaló entonces con su cabeza hacia un lado de la habitación.
Sólo hasta ese momento Lisa notó que en la pared a su derecha había un gran cristal que separaba ese cuarto del adyacente, como había visto tantas veces en las áreas médicas y científicas, que separaban el área de observación de la sala de experimentación o recuperación. Solamente que esa sala se parecía mucho más a las de interrogatorio que Lisa había visto en series de televisión, con una habitación cerrada donde el detective encaraba al sospechoso, mientras sus compañeros observaban todo tras el cristal espejeado de la sala continúa. Y de hecho, lo que lograba ver a través de dicho cristal parecía ser justo eso: una mesa cuadrada, con dos personas sentadas de un lado, y un hombre de cabellos rubios y espalda ancha (que Lisa supuso era el Sgto. Schur) sentado del otro, de espaldas al vidrio.
Lista se aproximó más para echar un vistazo a las otras dos personas sentadas en la mesa: una mujer y un hombre. Y fue justo éste último el que captó por completo su atención en cuanto lo vio con claridad.
—¡Oh, por Dios! —exclamó el alto totalmente exaltada, tapándose su boca con ambas manos, como si intentara evitar decir algo más—. ¿Cody?
Sentía como si hubieran pasado años desde la última vez que lo vio, pero el tiempo que hubiera pasado no bastaba para no que no lo reconociera. No traía sus anteojos, su cabello estaba totalmente desarreglado, su rostro tenía manchas de lodo igual que sus ropas… pero era él. Estaba ahí sentado, hablándole al parecer exaltado al sargento, aunque en ese momento Lisa era incapaz de escuchar lo que decía.
Gorrión Blanco se le aproximó rápidamente por un costado, pero ella apenas y lo notó pues seguía con sus ojos bien abiertos puestos en aquel chico al otro lado del cristal.
—¿Es ese hombre tu novio? —preguntó Gorrión Blanco con cautela—. ¿Del que me hablaste?
—¡Sí!, ¡es él! —exclamó Lisa en alto, claramente alterada—. ¿Qué hace aquí? ¿Qué hace ahí?
—Los sorprendieron en los terrenos de la base, en compañía de esa mujer. Afirmó que venía a buscarte.
—¿A mí? —exclamó Lisa atónita—. No puede ser…
Gorrión Blanco extendió en ese momento su mano hacia un botón en la pared, a un lado del vidrio. Y en cuanto lo presionó, por un altavoz comenzaron a escuchar lo que se decía en la otra habitación. Y aún a través de la distorsión del altavoz, Lisa reconoció claramente la voz de Cody, lo que la estremeció un poco.
—…en especial si la base en cuestión ni siquiera está bien señalizada —indicaba con voz molesta, agitando sus manos en el aire de forma exagerada, pese a estar firmemente sujetas con unas esposas—. Ni siquiera está marcada en el mapa. No debería haber nada en esta zona.
—Saltar una barda con un cartel que indica “Propiedad Privada” es por sí solo un delito —respondió Francis con absoluta calma, que no se contagió en lo absoluto hacia Cody.
—Una barda que dos personas como nosotros cruzaron con suma facilidad, cabe mencionar. Dudo que ésta sea la primera vez que esto ocurre. Y en todo caso, a lo mucho lo que pueden hacer es culparnos de invadir propiedad privada. Porque ni siquiera pueden aceptar que este sitio existe, ¿no es cierto?
Lisa soltó un agudo resoplido, y llevó una mano a su frente como señal de frustración. Sí, por supuesto que era Cody. Y en su mente sólo pudo maldecir el tan férreo instinto de justica de su novio. ¿Lo mataría en serio quedarse callado un segundo y no buscar más problemas de los que obviamente ya tenía?
Pese a las provocaciones, Francis se mantenía sereno, quizás como un reflejo de su propia disciplina militar. Con suma calma, se apoyó hacia atrás contra el respaldo de su silla, cruzó las piernas, y dio vuelta a la pequeña libreta que tenía sobre la mesa.
—¿Por qué no empezamos de nuevo desde el principio? —propuso con voz fría, al tiempo que tomaba la pluma y acercaba la punta de ésta a la hoja en blanco—. ¿Cuáles son sus nombres? Los reales.
Cody resopló con exasperación.
—Ya se los dije, mi nombre es Cody Hobson. Soy maestro de secundaria en Seattle, mi madre vive en Fairhope, Alabama, y Lisa Mathews es… es mi novia. Ella podrá confirmarles quién soy si van y la traen aquí.
Francis anotó todo lo que decía, o al menos hizo como que lo anotaba.
—Entendido —masculló con indiferencia, y se giró entonces hacia la otra persona en la mesa—. ¿Y usted?
Lucy respingó un poco al sentirse aludida de pronto. Hasta ese momento se había mantenido en su mayoría abstraída en sí misma, como ausente, dejando que la conversación se centrara más que nada entre Cody y Francis. Al ver que su intervención era requerida, rápidamente se sentó derecha, colocó sus manos (también esposadas) sobre la mesa, y pronunció lo más firme que le fue posible.
—Greta Blake… Mi nombre, me refiero; es Greta Blake.
Cody se giró rápidamente a mirarla, la incredulidad se había apoderado totalmente de su rostro. Por su parte, Lucy prosiguió sin ponerle atención al efecto que sus palabras habían tenido en su compañero de apuros.
—Tengo veintiséis años, vivo en Bismarck, Dakota del Norte, y trabajo como diseñadora gráfica freelancer. Y no tengo a nadie que pudiera confirmar mi identidad… salvo quizás mi tía Gwen que vive en Denver, pero no he hablado con ella en mucho tiempo. Quizás debí de haberlo hecho, al menos responderle sus postales de navidad…
—Suficiente, gracias —masculló Francis, alzando una mano en su dirección para indicarle que parara. Lucy asintió, y agachó de nuevo su mirada. Algunos mechones de su cabello le cayeron sobre el rostro.
—¿Te llamas Greta? —preguntó Cody, claramente confundido.
—Por supuesto —respondió Lucy (o Greta) con tono irritado—. “Lucy” es sólo es seudónimo que uso para la Fundación. Nunca quise que ninguno de ustedes conociera mi verdadero nombre, pero ahora que me has arrastrado a todo esto…
—¿Te parece que es el mejor momento para hablar de eso?
—No, porque no es el mejor momento para nada en realidad, Cody Hobson.
—Silencio, por favor —ordenó Francis con tono autoritario, con su mirada fija en su libreta mientras seguía anotando. Ambos callaron de golpe ante su indicación.
En el cuarto adyacente, Lisa observaba todo aquello en silencio.
—¿A ella también la conoce? —preguntó Gorrión Blanco a su lado, a lo que Lisa respondió rápidamente negando con la cabeza.
—Nunca la había visto. Pero Cody tiene amigos que yo desconozco.
Había cierta amargura en su voz al decir aquello. Recordaba claramente aquella llamada que Cody había recibido la otra noche de una “amiga” que ella desconocía, y que necesitaba su ayuda. ¿Se trataría quizás de esa misma mujer en la sala de interrogatorios?
—Muy bien —pronunció Francis en alto, dejando la libreta sobre la mesa, prácticamente azotándola contra ésta—. Ahora díganme, ¿qué hacían rondando por esta zona exactamente?
—Eso también ya se los dije —contestó Cody, exaltado—. Vine a buscar a Lisa, Lisa Mathews.
—La mujer que dice que es su novia, ¿correcto? —indicó el sargento, echándole un vistazo rápido a su libreta—. ¿Por qué piensa que esa persona está aquí?
—¿Cómo puede negarlo? La otra chica lo confirmó, la llamó Dra. Mathews.
—¿Su novia es doctora?
—Sí… bueno, no. ¿Intenta confundirme?
Francis ignoró su pregunta, y en lugar de eso tomó de nuevo la pluma y fingió escribir algo más en la libreta.
—¿Cómo dieron con este sitio? —cuestionó tras unos segundo con voz acusadora.
Cody y Lucy (¿Greta?) se miraron el uno al otro.
—Eso prefiero no responderlo —murmuró Cody con firmeza.
—¿En verdad cree que está en posición de negarse a responder? —espetó Francis, notándosele por primera un rastro de enojo en su tono.
Cody suspiró, al parecer bastante agotado para ese punto. Alzó sus manos esposadas hacia su rostro, y con sus dedos se talló un poco los ojos. Extrañaba sus lentes; cuando no los usaba tras largo rato, comenzaba a dolerle la cabeza. Y si a eso le sumaba lo estresante y agobiante de toda esa situación, era el coctel perfecto para la jaqueca que comenzaba a tomar forma en su cabeza.
—Escuche, por favor —murmuró ahora procurando utilizar un tono mucho más moderado. Su expresión entera igualmente se suavizó, adoptando una postura casi suplicante—. Lamentamos en serio haber causado todas estas molestias. De haber sabido que esto era una… base militar o lo que sea, no nos hubiéramos metido de esa forma. Sólo quiero saber si Lisa está bien. Estoy en verdad preocupado por ella, y la preocupación quizás me hizo actuar sin pensar. Pero le aseguro que nuestras intenciones no son malas. Por favor, sólo dígame si Lisa está aquí, y si está bien… Por favor.
La suplica en su voz se volvió aún más intensa conforme progresó con aquellas palabras. Y aunque el rostro del militar ante él se mantuvo inmutable y frío, lo que dijo le llegó con mucha más fuerza a la persona que lo observaba a través del espejo a sus espaldas.
Lisa sintió como el corazón se le apretujaba al escuchar a su novio suplicar de esa forma para saber de ella. Y aunque gran parte de ella estaba molesta con él por lo que por supuesto que había sido una insensatez, otra comenzó a sentirse culpable. Y aunque la culpabilidad era claramente más pequeña que el enojo, por algún motivo le afectó mucho más.
—Quiero hablar con él —soltó de golpe, girándose hacia Gorrión Blanco. Ésta se sobresaltó, sorprendida.
—No sé si el sargento lo permita —respondió la muchacha, dubitativa.
—Entonces quiero hablar con el sargento —añadió Lisa, tajante—. Ahora.
Gorrión Blanco vaciló un poco sobre qué hacer. Al final, decidió que dejar aquello en manos de Francis sería lo más sensato. Así que tocó con fuerza en el vidrio con sus nudillos, para llamar la atención del sargento en la otra habitación. Éste se giró un momento sobre su hombro para ver el espejo a sus espaldas, y entonces se puso de pie.
—Vuelvo en un momento —les indicó a los dos prisioneros, y se encaminó hacia la puerta de la sala.
— — — —
Lucas salió de la sala de monitoreo, y se dirigió por el pasillo de la galería superior hacia la posición que le habían asignado. En cuanto detectaron su presencia, los diez soldados en la galería se pararon firmes, alzando sus armas con sus cañones apuntando al techo. Lucas les respondió su gesto con un ligero asentimiento, y les indicó igualmente que podían volver a sus posiciones originales. El sitio en el que se paró quedaba justo delante del rango de visión de Thorn, por lo que en cuanto se despertara, desde su posición ahí abajo podría verlo directamente a él.
Más que apropiado.
Lucas respiró hondo por su nariz, se paró firme con sus manos en los bolsillos, y miró atentamente al muchacho. Parecía igual de inofensivo y pequeño como lo había visto en la cámara hiperbárica. Apenas un muchacho convirtiéndose en adulto. Pero Lucas sabía muy bien lo peligroso que podía ser dejarse llevar por esas apariencias. Niños más pequeños y a simple vista más inofensivos que él, habían sido capaces de crear estragos inimaginables para la mayoría.
Y si una fracción de lo que todos creían de ese muchacho era cierta, podía representar incluso un peligro mayor que esos otros casos. Por lo que era importante desde el inicio mostrar confianza y firmeza ante él; demostrarle en qué posición estaban, y quién mandaba ahí.
—Despiértenlo —indicó con firmeza, mirando hacia una de las cámaras del techo para que McCarthy y los otros lo miraran por los monitores de la sala de observación.
Russel le indicó con un asentimiento al técnico en la consola que obedeciera la orden, y éste lo hizo sin chistar. Lo primero fue reducir la dosis de la Máquina 1, para que el ASP-55 no lo durmiera, pero lo mantuviera lo suficientemente atontado para no poder concentrarse lo suficiente y usar sus poderes. Lo segundo, fue activar la Máquina 2 para que administrara una dosis rápida y precisa del RTP-34, el químico especialmente diseñado para contrarrestar los efectos somníferos del ASP-55 y hacer que el sujeto se despertara.
Y una vez aplicado estos dos ajustes, sólo quedaba esperar.
Todo se quedó en absoluto silencio, tanto en el quirófano como en la sala de observaciones. Los ojos de Lucas y de los diez soldados estaban fijos en el muchacho ahí abajo en la camilla, y los de Russel, Ruby y Davis lo miraban también a través de los monitores. Los segundos corrieron con lentitud, envueltos en tensión y expectación. Los latidos de algunos se aceleraron, y sus bocas se secaron, entre ellos el propio Lucas.
Y entonces, al fin un cambio. Una pequeña contracción muscular en el rostro del muchacho, seguido de un pequeño quejido apenas audible surgiendo de su boca aún cerrada. Un instante después, aquellos parpados se abrieron con pesadez, revelando debajo de estos los somnolientos ojos azules de pupilas dilatadas, que rápidamente parecieron sufrir en cuanto la intensa luz blanca que alumbraba el cuarto entró en contacto con ellos.
Otro quejido más, un ladeo de la cabeza hacia un lado, y luego el primer intento de mover su cuerpo, dando como único resultado que su mente comenzara a volverse consciente de su situación. Los ojos se abrieron de nuevo, y a como su posición le permitió alzó su cabeza para poder ver las gruesas correas de cuero que lo rodeaban, y poco después los delgados tubos transparentes conectados a sus brazos, y que terminaban en esas dos máquinas, cada una a cada lado de su lecho.
—¿Qué? —susurró despacio, con apenas un ápice de emoción en su voz.
Pasaron unos segundos más, en donde su mente se esforzaba para salir de ese letargo que aún lo golpeaba, y ponerle un orden a cada una de esas cosas, y darle forma a algún pensamiento mínimamente coherente. Al lograr tal proeza, lo primero que pudo materializarse de sus labios fue un simple:
—¿Y ahora qué es esto…?
No había preocupación o angustia alguna en su tono, ni siquiera curiosidad, lo que podría fácilmente ser adjudicado a los efectos del sedante.
—Bienvenido al Nido, Sr. Thorn —pronunció Lucas en alto, y su voz retumbó en el eco del techo alto del lugar.
El muchacho debajo recostó de nuevo su cabeza en la camilla y posó la mirada perezosa justo en él, notándosele en ese momento al fin un tanto confundido por su presencia, y la de los otros soldados en la parte superior. Su mente, de nuevo, pareció ponerse a trabajar para poner esos nuevos pedazos de información en la pila.
Lucas continuó.
—Por la autoridad que me confiere el gobierno federal de los Estados Unidos de América, es mi placer informarle que ha sido detenido por sus acciones realizadas en contra de este país y su gente. Y será confinado a estas instalaciones hasta que se determine si representa o no un peligro a la seguridad nacional, o a los intereses de su pueblo. ¿Entiende lo que le acabo de decir, Sr. Thorn?
El muchacho lo miró fijamente mientras pronunciaba todo aquello, sin dejar muy en claro si en verdad lo escuchaba o no. Parpadeó un par de veces de manera perezosa, y entonces respondió:
—Ni una palabra, me temo. —Justo después, una sonrisa astuta y torcida se dibujó en sus labios—. Pero suena divertido.
Lucas se forzó por mantenerse sereno, resultándole difícil disimular lo mucho que aquello lo había desconcertado. Debía ser el efecto de la droga que no le permitía comprender del todo lo que le acababa de decir. De otra forma, no tenía cómo explicar esa actitud tan desconectada y perdida.
Y la misma pregunta que había rondado su mente tantas veces antes volvió de nuevo a acosarlo: ¿quién es realmente Damien Thorn?
— — — —
Unos segundos después, Francis hizo acto de presencia en la misma habitación de Lisa, Gorrión Blanco, y los dos soldados que habían escoltado a la primera.
—Srta. Mathews —saludó el sargento, acompañado de un ligero asentimiento.
—Ella lo reconoció —se apresuró Gorrión Blanco a indicar—. Sí es la persona que dice ser.
—De eso ya no me cabe duda —comentó Francis, cruzando los brazos frente a su amplio pecho.
—Entonces debe saber que no representa ningún peligro —exclamó Lisa, dando paso hacia él—. Es sólo un… tonto, pero es inofensivo. Por favor, déjenlo ir.
Francis negó categóricamente con la cabeza.
—Entró ilegalmente a los terrenos de la base. Esa es una violación muy seria, que no puede simplemente dejarse pasar.  Además, creo que todos aquí sabemos que no es tan “inofensivo” como usted afirma. ¿O sí?
Lisa se estremeció al escuchar tal acusación, y se quedó lívida, incapaz de responderle algo concreto. Era claro lo que intentaba decirle con esas palabras: “ya sabemos lo que su novio es capaz de hacer”. Aquello, en realidad, no era ninguna sorpresa, pues el Dr. Shepherd ya se lo había dado a entender antes.
Respiró hondo por su nariz, intentando recobrar la calma, antes de volver a hablar.
—Esto es mi culpa, ¿de acuerdo? Yo me vine para acá sin decirle a dónde iba, por qué, o por cuánto tiempo. Tuvimos una discusión antes de eso, y… no sé, supongo que lo preocupé. Pero nunca pensé que haría una locura como venir a buscarme.
—Con todo respeto, sus problemas personales no son de nuestra incumbencia, Srta. Mathews —sentenció Francis con severidad, haciendo que las mejillas de Lisa se encendieran—. Lo ocurrido ya trasciende más allá de usted, o de nosotros.
—¿Qué le pasará entonces? —musitó Lisa con preocupación, volteando a ver lentamente hacia la otra habitación; hacia el rostro angustiado de su novio, sentado en aquella mesa.
—Eso ya no me corresponde —respondió Francis, ecuánime—. El Dir. Sinclair quiere hablar con él, y entonces decidirá cómo proseguir.
—¿Van a arrestarlo? ¿O acaso a…?
No fue capaz de terminar su pregunta; la sola posibilidad la paralizaba.
—Como dije, ya no me corresponde a mí decidirlo —repitió Francis, de nuevo mostrándose frío, aunque ya no tanto como antes.
Lisa avanzó afligida hacia el cristal, hasta casi pegar su rostro. Colocó sus dedos cuidadosamente sobre éste, mientras sus ojos contemplaban desolados hacia aquel chico, que tantas preocupaciones pero también alegrías había traído a su vida. Aquel muchacho que la hacía enojar tanto, y le llegó incluso a asustar un poco en cuanto le mostró de lo que era capaz. Pero, y ahora veía con claridad, nada de eso tenía tanto peso o tanta importancia como todo lo bueno que había existido entre ambos, y que aún podía existir.
Siempre y cuando ambos pudieran salir con vida de ese sitio, volver a casa, y fingir que todo eso jamás había ocurrido. Aunque, por más vueltas que le diera al asunto, Lisa tenía claro que quizás no podría ser por completo de esa forma; no para uno de ellos, al menos.
—Bien —suspiró derrotada, girándose de nuevo hacia el Sgto. Schur—. Entonces d��gale al Dr. Shepherd que acepto su propuesta. Me quedaré, formaré parte de su equipo, y participaré activamente en la creación del Lote Once… y todo lo que eso implique. Sólo a cambio de que lo dejen ir sin hacerle ningún daño.
Aquella repentina propuesta tomó por sorpresa tanto a Francis como a Gorrión Blanco. Había resolución en su voz, y ni rastro de titubeo, como se esperaría de una decisión ya tomada. Aun así, su mirada reflejaba abatimiento, miedo… como se esperaría de una decisión que no se quiere tomar en realidad.
—Lisa —susurró Gorrión Blanco en voz baja, inquieta. Quería decirle algo, pero no lograba darle forma en su mente a ninguna palabra.
Quien habló al final fue Francis, aunque en realidad él no tenía mucho que decir en el asunto planteado.
—No sé si el Dr. Shepherd tenga alguna gerencia en esto… pero se lo informaré en cuanto pueda. Quizás él pueda hablar con el Dir. Sinclair para que sea indulgentes.
—Gracias —asintió Lisa agradecida, ofreciéndole además una pequeña sonrisa—. Por ahora, déjeme por favor hablar con él.
—Eso no creo que sea prudente…
—Por favor, sargento —intervino Gorrión Blanco en ese momento, parándose entre ambos—. Es una mujer enamorada deseando poder hablar con su persona especial.
—Yo no lo… diría de esa forma —susurró Lisa, algo apenada y con sus mejillas aún más encendidas—. Pero, por favor, sólo un segundo. Necesito decirle yo misma que estoy bien, o no se calmará.
Francis la miró, evidentemente debatiéndose entre aceptar o no tal petición tan fuera del protocolo. Aunque claro, mucho en toda esa situación se encontraba ya de por sí fuera de cualquier protocolo.
—Por favor, sargento —repitió Gorrión Blanco con insistencia—. Permítaselo, y le prometo que de ahora en adelante me portaré bien, y le haré caso en todo lo que usted me diga.
—Tendrías que hacerlo aunque no lo hiciera —respondió Francis, mordaz, a lo que la muchacha respondió con una risilla juguetona, y un encogimiento de hombros. El sargento suspiró, resignado—. Está bien, acompáñeme.
Dicho eso, se giró hacia la puerta y salió por ella. Lisa asintió y se apresuró a seguirlo. Antes de irse, sin embargo, en contra de todos sus instintos se giró hacia Gorrión Blanco, y en voz baja le dijo:
—Gracias…
—No, no diga eso —respondió la muchacha rubia, negando con la cabeza—. Yo soy quien te debe una disculpa por lo de hace rato.
Lisa se limitó a sólo esbozar una sonrisa incomoda, asentir, y de inmediato se apresuró a alcanzar al sargento en el pasillo.
En verdad le confundía demasiado su sentir hacia esa chica. ¿La odiaba?, ¿le temía?, ¿le tenía cierto aprecio?, ¿o incluso sentía cierta responsabilidad hacia ella? Era tan confuso sentir tantas emociones tan diferentes por una misma persona.
Y un poco así era como se sentía con Cody en esos momentos.
— — — —
La quietud que hasta hace poco reinaba en la sala de monitoreo, fue rápidamente remplazada por las risas de los dos soldados, y de su visitante inesperada que había llegado con chocolate caliente. Ésta última además, quizás un poco inspirada por el alcohol, no tardó mucho en comenzar a hablar de varias anécdotas divertidas que tenía en su historial como piloto, instructora, secretaria (o asistente ejecutiva, como prefería ella), madre y abuela. Sorprendentemente, son de estos últimos dos puestos de los que Kat tenía más cosas que contar.
—Y entonces, ese par de mocosos entraron corriendo a mi comedor a mitad de nuestra plegaria, persiguiendo a ese enorme San Bernardo, que hasta la fecha no tengo idea de dónde salió. Y los tres estaban cubiertos de lodo de cabo a rabo; en serio, eran más lodo que niños y perro en ese momento. Lo regaron todo por mi alfombra, mis paredes, mi mesa… y luego simplemente salieron por la misma puerta como si nada hubiera pasado. Se los juro, era una jodida escena de Beethoven ocurriendo ante mis ojos.
Los dos soldados rieron sonoramente, con una clara combinación de diversión e incredulidad ante la anécdota.
—No lo creo —comentó el soldado joven entre risas—. ¿Y qué les hiciste?
—¿Qué hubieras hecho tú? —le regreso Kat con tono desafiante.
—Si fueran mis nietos o mis hijos, los hubiera puesto a limpiar todo con sus rodillas pelonas, y sólo un cepillo de dientes, hasta que pudiera comer de ese suelo.
—Bastante similar a lo que me cruzó por la cabeza —comento la secretaria, encogiéndose de hombros—. Pero su madre comenzó con que “sólo son niños, no saben lo que hacen. Están muy arrepentidos. Hablaré seriamente con ellos, y no volverán a hacer nada parecido…” bla, bla, bla. Ya saben cómo son estas nuevas generaciones; oyen la palabra “disciplina” y ya creen que están en la Alemania Nazi, con la Gestapo tocando a sus puertas. Por eso este país está como está, por consentirles tantas cosas a estos niños. Tarde o temprano, alguien tendrá que poner orden, aunque sea a la fuerza.
—Amén por eso, hermana —exclamó el soldado mayor sonando como una alabanza al cielo, mientras alzaba su taza al aire.
La conversación prosiguió con animosidad en torno al mismo tema por un par de minutos más, hasta que fue drásticamente interrumpida por el tintinear de unas campanas que resonaron con fuerza.
—Oh, disculpen —pronunció Kat apenada—. Esa soy yo.
La secretaria colocó rápidamente su taza de chocolate sobre la consola más cerca de ella, y aproximó su muñeca derecha hacia su rostro. En ésta, traía lo que a todas luces se veía como un reloj inteligente, en el cuál al momento de presionar su pantalla, la alarma que había sonado se detuvo de pronto.
—Creí que no podíamos meter ese tipo de dispositivos aquí —indicó el soldado joven, observando perspicaz el reloj.
—¿Me vas a acusar, acaso? —bromeó Kat, guiñándole un ojo de forma coqueta. El soldado simplemente rio, divertido—. Descuida, es sólo un pequeño recordatorio que puse para que no se me pasara la hora —añadió con tono más relajado, parándose en ese momento de su silla.
—¿Tienes que tomar una pasilla o algo? —inquirió el soldado mayor con curiosidad, al tiempo que se empinaba lo último que quedaba de chocolate en su taza.
—Algo así…
Rápidamente, Kathy llevó su mano derecha hacia la parte posterior de su cintura, tomando lo que ahí traía oculto: una pistola 9 mm color arena, que tomó firmemente entre sus dedos delgados, y al instante siguiente jaló con rapidez hacia el frente, apuntando con ella directo al solado mayor. Sin vacilación, y sin tener que tomarse siquiera un instante para apuntar, jaló del gatillo una sola vez, y la bala salió disparada del cañón, atravesó la taza por la base, haciéndola explotar en pedazos, para luego seguir de largo directo a la cara del soldado, terminando por penetrar por la esquina interna de su ojo derecho, y saliendo por parte superior de la cabeza. Una explosión de sangre y materia cerebral bañó la consola y los monitores a sus espaldas. Su mano, con los dedos aún aferrado al asa de la ya inexistente taza, cayó colgando sin oposición hacia un costado.
Todo fue tan rápido que el otro soldado apenas y logró procesar el estruendo del disparo. Se giró a mirar rápidamente a su compañero, y apenas logró distinguir su rostro lívido, y el gran agujero en donde debería estar su ojo, antes de que un segundo estruendo retumbara en el eco de la sala. La segunda bala entró directo por su sien derecha, atravesándolo de lado a lado hasta salir del otro lado, regando lo que arrastró a su paso en la pared y el suelo. Su cuerpo se precipitó hacia adelante, quedando con su cara presionada contra los controles de la consola.
Kat mantuvo su arma en alto unos segundos más, señalando con ella a ambos, como si esperara que cualquiera diera señal alguna de requerir un disparo más. No sucedió; ambos se quedaron quietos en su sitio, mientras la sangre brotaba de sus heridas y escurría hasta gotear al suelo.
Suspiró un poco más tranquila. Bajó su arma, y con sus dedos acomodó con cuidado un mechón de cabello rojizo que se había salido de su sitio. Dejó su arma sobre la consola un momento, y tomó de nuevo su taza con chocolate, dándole un trago más largo que los anteriores. Ya estaba frío, pero ciertamente no le disgustó.
Con la taza en mano, se aproximó a la silla del soldado mayor, y con un fuerte empujón lo hizo a un lado para que el cuerpo cayera sobre su costado en el suelo, azotando con fuerza. Se sentó en la silla y se giró hacia la consola, rebuscando con su mirada el botón que necesitaba. Requirió limpiar un poco los restos en el panel antes de atreverse a presionar cualquier cosa, pero no tardó mucho en estar lista.
Se acercó el micrófono para anuncios a su boca, carraspeó un poco para darle un poco más de firmeza a su voz, y entonces presionó el botón que activaba el protocolo de emergencia; aquel que haría que su voz se escuchara en cada altavoz y radio dentro de la base.
—Atención, a todo el personal del Nido —pronunció por el micrófono, utilizando ese tono dulce y suave que tanto la caracterizaba entre sus compañeros—. Éste es un anuncio importante. Presten atención, por favor…
FIN DEL CAPÍTULO 146
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kris-escherichia · 1 year
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El planetario Luis Enrique Erro del Instituto Politécnico Nacional en el norte de la Ciudad de México es uno de los más importantes del país, una vez tuve la oportunidad de visitarlo.
Yo entonces decide pensar en lo siguiente: un modelo a escala del sistema solar en donde el Sol, nuestro astro rey, sea representado por la construcción esférica del planetario el cual posee de diámetro unos veinte metros.
Las distancias de las orbitas usadas son el punto media entre su distancia más alejada y la más cercana.
MERCURIO
Mercurio se encuentra a unos 833 metros del planetario y posee unos 7 cm de diámetro.
Algunos puntos de su orbita incluyan la parte posterior del drive-thru del Chili's Lindavista, algunas partes de Plaza Lindavista, y varios edificios de Zacatenco como la ESIT, la ESFM y el edificio 8 de la ESIQUE.
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VENUS
A 1.551 kilómetros de la representación del sol se encuentra Venus con un diámetro de 17.3 cm.
A lo largo de su orbita encontramos el Parque Lindavista, el CCH Vallejo, la ESIME Ticomán, y la estación Riobamba de la línea 6 del metrobús.
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TIERRA
Nuestro planeta con un diámetro de unos 18.3 cm se encuentra en una orbita de 2.148 kilómetros.
Pasaríamos por la estación Deportivo 18 de Marzo de la línea 6 del metrobús y también por el deportivo en sí; la UPPITA y la terminal de metro Indios Verdes de la línea 3.
Nuestro satélite de un diámetro de 5 cm gira alrededor de la Tierra a unos 5.52 metros de distancia de ella.
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MARTE
El último planeta rocoso tiene una representación de un tamaño diametral de 9.7 cm y se encontraría a ya 3.268 kilometros de distancia.
Pasaría a lo largo de esta circunferencia la estación Delegación Gustavo A. Madero de la línea 6 del metrobús junto con la parte posterior de dichos edificios gubernamentales, la estación Hospital La Raza de la línea 3 del metrobús y el cercano Portal Vallejo, la intersección de las Avenidas Cuitláhuac y Jardín, la estación Fortuna del Tren Suburbano y el Vaso Regulador Carretas.
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JÚPITER
La representación a escala del rey de los planetas tiene de circunferencia unos 2.05 metros; se encuentra a una escala de lejanía mayor: 11.186 kilómetros.
A esa distancia yacen el Center Plazas de Ecatepec, la Alameda Oriente, el CETRAM de Pantitlán, el metro Zaragoza de la línea 1, el Foro Sol, las estaciones Coyuya de las líneas 8 del metro y de la línea 2 del metrobús, el metro Xola de la línea 2, Etiopía de la línea 3 del metrobús, la intersección del Viaducto, Insurgentes Nte., División del Norte y Nuevo León; Granja Las Americas, el Campo Militar A1, el CCH Naucalpan, Gran Terraza Lomas Verdes, el Bellavista Golf & Country Club y el ayuntamiento de Atizapán de Zaragoza.
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SATURNO
Contaría con un diámetro grande de 1.73 metros y estaría a unos 20.547 kilómetros de nuestro Sol en Zacatenco.
Sobre tal orbita, el planeta pasa a lo largo del Panteón Municipal Nezahualcóyotl, la Penitenciaria de la Ciudad de México, el CECyT No. 7, el Reclusorio Oriente, la intersección de las Bombas y Miramontes, la UVM Coyoacán, por Ciudad Universitaria se traslada por la Coordinación de Humanidades y la Hemeroteca Nacional; el Panteón San Jerónimo, el Walmart de Axomiatla, el Parque la Mexicana, el Centro Santa Fe y la Plaza San Marcos Cuatitlán Izcalli.
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URANO
La representación de Urano en esta escala tiene una longitud de 73.4 cm y orbita en promedio a 41.310 kilómetros de la construcción esférica.
A tal distancia se elevan Santo Tomás Apipilhuasco, Tizayuca, Villa del Carbón, Xonacatlán, Ocoyoacac y Cocotitlán.
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NEPTUNO
El actual último planeta del sistema solar cuenta en este modelo con un diámetro de 71.1 cm y una orbita con un radio de unos 64.587 km.
Tal planeta lo podríamos encontrar a esta distancia en los altos del Iztaccíhuatl, en la área metropolitana de Cuernavaca incluyendo el centro de dicha ciudad, Ocuilan de Artega, el oeste de la zona metropolitana de Toluca y Tula.
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PLUTÓN
El ex-planeta es el objeto más pequeño con 3.3 cm y el más alejado del planetario a 84.991 kilómetros, que he decidido representar e incluir en este post.
Esta orbita increíblemente gigantesca llega a Huejotzingo, Atlocomulco y Mineral del Monte.
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10 LUGARES POCO CONOCIDOS EN COLOMBIA QUE PUEDES VISITAR
Colombia podría ser conocido como un paraíso, es un país multi diverso y esta lleno de lugares increíbles que son muy conocidos a nivel mundial, pero hoy te presentaremos un TOP de 10 lugares que no muchas personas conocen y que desearas visitar luego de leer este artículo .
PLAYAS DE NUQUI:
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Es un municipio ubicado en el departamento de Chocó, en la costa del pacífico de Colombia. La región es conocida por sus hermosas playas, un lugar exótico y relajante por descubrir. Cuenta con abundante selva tropical y biodiversidad marina.
Algunas de las playas mas populares incluyen: playa Guachalito, playa Terquito, playa Olímpica y playa Joví.
2. MAKUTE
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Es un parque temático ubicado en la cuidad Villavicencio. Ofrece diversas atracciones acuáticas como piscina de olas, toboganes, zonas de juegos y áreas verdes para disfrutar en familia, amigos y parejas.
3. ISLA GORGONA
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Parque Nacional Natural Gorgona ubicado en el océano Pacífico, en departamento del Valle del Cauca. Hogar de especies únicas como el loro orejiamarillo y la iguana negra. Contando con hermosas playas, senderos para caminatas y sitios de buceo.
Tener en cuenta que el turismo esta regulado y se requiere obtener un permiso para visitar la isla, se recomienda hacerlo guías autorizados debido a la fragilidad del ecosistema.
4. GALERAZAMBA
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Es un lugar ubicado en el departamento de Bolívar. Cuenta con arenas blancas, lo que la convierte en un lugar atractivo para los turistas que buscan disfrutar el sol y el mar ya que es poco concurrida. En la zona también puede encontrar algunas reliquias arqueológicas precolombinas.
5. CERRO DE LAS TRES CRUCES
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El Cerro de las Tres Cruces es una montaña emblemática ubicada en el corregimiento de Montebello en el área rural de Cali, capital del departamento del Valle del Cauca.
La primera parte del cerro tiene una pendiente media con pocas zonas rocosas y fáciles de transitar. Si tomas la subida por granada puedes elegir ascender por la loma o subir por las escaleras; si lo que quieres es hacer ejercicio te recomiendo las escaleras porque son más de 100 escalones para subir.
6. PÁRAMO DE OCETA
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Es una de las ultimas maravillas medio ambientales que se encuentran en Colombia, es un ecosistema de paramo ubicado en la cordillera oriental, en el departamento de Boyacá. Es una zona rica en biodiversidad y es considerada como una importante fuente de agua para la región. Además, cuenta con hermosos paisajes naturales y es un destino popular para los amantes del senderismo y la naturaleza.
7. RESERVA DE FAUNA Y FLORA "FLAMINGOS"
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Está ubicado en el departamento de La Guajira en el corregimiento de Camarones. Es conocido por su gran población de flamencos rosados y por su diversidad de ecosistemas, incluyendo manglares, playas y dunas de arena. Es un destino popular para el turismo ecológico y la observación de aves.
8. LAGUNA VERDE- NARIÑO
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Es un hermoso cuerpo de agua ubicado en el departamento de Nariño. Es conocida por su color verde intenso y hermoso, el cual se debe a los minerales y algas presentes en el agua. Su entorno está rodeado de paisajes montañosos, con hermosas vistas de los picos nevados de la cordillera.
La Laguna Verde tiene un significado importante para las comunidades indígenas de la región, como los indígenas Quillacingas y Pastos. Para ellos, la laguna es considerada sagrada y es un lugar de rituales y ceremonias tradicionales.
9. CASCADA DEL FIN DEL MUNDO
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Se encuentra en el suroccidente colombiano, en el departamento del Putumayo, entre los municipios de Mocoa y Villagarzón. Un lugar extraordinario donde las montañas de los Andes se encuentran con la selva de la Amazonía, donde podrás disfrutar de piscinas naturales, caídas de agua y de una vista panorámica del Parque Nacional Natural Serranía de los Churumbelos.
10. CERROS DE MAVECURE
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Son un conjunto de tres cerros ubicados en la región de Guainía, en Colombia. Son considerados como una de las maravillas naturales del país y son muy populares entre los turistas por su belleza y su importancia cultural para las comunidades indígenas locales.
Son considerados sagrados por las comunidades indígenas de la región, ya que se cree que allí habitan espíritus protectores. Además, los cerros ofrecen una vista espectacular de la selva amazónica y del río Inírida. Para llegar a los cerros es necesario hacer una caminata y se recomienda ir con un guía local.
Cuéntanos si alguno de estos lugares te llamaron la atención.
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ochoislas · 4 days
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Rosa celeste, luz del mundo, y digna casta de quien el universo enfrena. Sol que todo lo abarcas y contemplas de tu estrellado cerco, dime, ¿viste jamás mayor dicha de amante que la mía? Feliz, mi bien, la luz cuando te vi primero; aun más feliz la hora que suspiré por ti, pues con mi suspirar tú suspiraste; felicísimo el punto que la cándida mano de una cencida fe me diste en prenda. Si tantos corazones tuviera cuantos tiene el cielo ojos, crines en mayo estas amenas lomas, todos fueran colmados, rebosantes, del placer mismo que hoy me da contento.
*
Rosa del Ciel, vita del mondo, e degna Prole di lui che l’Universo affrena. Sol che’l tutto circondi e’l tutto miri, Dagli stellanti giri, Dimmi, vedestù mai Di me più lieto e fortunato amante? Fù ben felice il giorno, Mio ben, che pria ti vidi, E più felice l’ora Che per te sospirai, Poich’al mio sospirar tu sospirasti: Felicissimo il punto Che la candida mano, Pegno di pura fede à me porgesti. Se tanti Cori havessi Quant’ occh’hà il Ciel eterno, e quante chiome Han questi Colli ameni il verde maggio, Tutti colmi sarieno e traboccanti Di quel piacer ch’oggi mi fà contento.
Alessandro Striggio
di-versión©ochoislas
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notihatillo · 5 days
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@NotiHatillo
El Hatillo, 16 de Septiembre del 2024
Buenos días y productivo inicio de semana, nuestro diario resumen de noticias llega a ustedes gracias a @NotiHatillo /Alcaldía de @ElHatillo /Redes Sociales
TITULARES
MUNICIPALES
@eliasayegh ¡En @ElHatillo creemos en la #Venezuela de la educación, del trabajo, del esfuerzo y del merito!
Entendimos que no hay nada más grande que podamos hacer por nuestros ciudadanos que empoderarlos y formarlos, darles la oportunidad de capacitarse. #ElHatilloPosible
@eliasayegh Hoy graduamos a 580 nuevos egresados en nuestro Centro de Oficios y Artes de #ElHatillo en diversos oficios cómo barbería, peluquería, manicure, dulces criollos, herrería, carpintería y muchos otros oficios.
Ya son más de 3.200 egresados del Centro de Oficios y Artes de #ElHatillo. #ElHatilloPosible
@ServiciosEH 📢#ServiciosEHInforma 📢
Vecinos, @Corpoelecinfo nos informa que se disparo un circuito lo que afecto el servicio eléctrico. ya la cuadrilla se diriglo al lugar para solventar la falla y reestablecer el servicio.
Los sectores que han sido afectados según reportes de nuestros vecinos son los siguientes:
❌⚡ La Union (Calle Bracamonte y La Cima)
❌⚡ La lomita.
❌⚡Loma Linda.
❌⚡Bosque de Villanueva.
❌⚡La Cima
❌⚡ Villanueva del Hatillo
❌⚡Corralito
❌⚡Potro Redondo
❌⚡El Macizo
@ServiciosEH
Buenas tardes vecinos
@CorpoelecInfo nos informa que las reparaciones se han extendido más de lo esperado, debido a que se les daño el detector y están a la espera de otro para solventar la falla. ⚠️
@NotiHatillo
Se Reportaron que en está madrugada se produjo Incendio de varios vehículos en el centro comercial Casa Mall en los sótanos de dichas instalaciones en la subida de los Naranjos.
NACIONALES
El Foro Penal asegura que hay 1.808 presos por razones políticas
MCM anuncia nuevas movilizaciones internacionales para el 28 Sep
Reportero gráfico Jesús Medina salió del país tras nueva arremetida en su contra
El SNTP ha extendido su preocupación ante los recientes arrestos a periodistas y persecuciones contra medios de comunicación.
EEUU advierte de más sanciones si Maduro no publica las actas.
Denuncian traslado irregular de presos de Ramo Verde hacia cárcel militar de Charallave
El día martes a las 10 am los estudiantes de Harvard entrevistaran a MCM. En una conferencia pública a través de Zoom
España niega ser parte de una operación contra Maduro.
Nada se sabe del supuesto complot para atentar contra Maduro en el que acusan al servicio secreto de España
Diosdado Cabello pretende forzar a Nicolás Maduro para que rompa relaciones con España
Francia recomienda a sus ciudadanos evitar a toda costa los viajes a Venezuela, tras la detención de varios extranjeros por parte de la administración de Maduro
Ambientalistas encuentran muertos a un manatí y un delfín en el Lago de Maracaibo.
Pescadores zulianos denuncian contaminación por desechos petroleros en el Lago de Maracaibo. Crisis ecológica en el Lago al detectar especies marinas petrolizadas y saneamiento paralizado
Buscan reintroducir al cóndor andino a cielos merideños a través de un programa de reintroducción y conservación. La especie está en peligro de extinción
El Sistema de Orquestas del Estado Lara celebró 472 años de Barquisimeto en El Obelisco
El primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, afirma que Maduro en Venezuela es lo mejor para el sector petrolero de Guyana.
INTERNACIONALES
Rusia derriba un MiG-29 y dos Su-27 ucranianos
Zelenski pide a sus aliados occidentales permiso para "destruir" bases aéreas rusas.
Hutíes impactaron planta eléctrica en Israel con misil hipersónico desde Yemen
Israel bombardea ciudad portuaria yemení tras el ataque de los hutíes a Tel Aviv
Trump sufrió un supuesto nuevo intento de asesinato a manos de un individuo armado con un AK-47. Detienen a supuesto pistolero en el club donde jugaba golf Donald Trump. Fue identificado como Ryan Wesley Routh, de 58 años
Trump afirmó que su determinación es incluso más fuerte tras nuevo intento del supuesto intento de asesinato
Alberto Feijóo se reunirá con Edmundo González en el Congreso español
El PP intensifica su ofensiva para reconocer a Edmundo González, con iniciativas en el Senado y la Eurocámara
Parlamento Europeo debatirá el 17 Sep la respuesta de la UE a la situación en Venezuela
Fuertes inundaciones en Europa Central dejan varios fallecidos
Más de 200 personas intentan saltar la valla de Ceuta
8 migrantes murieron cruzando el Canal de la Mancha
Milei defenderá un presupuesto basado en el equilibrio fiscal
Arrestan a casi toda la tripulación de un avión que transportaba cocaína de Bolivia a España
Asesinan al líder ambientalista Juan López, que luchó contra la minería en Honduras. ONU y Comisionado de DDHH exigen a Honduras investigación del asesinato
Bukele promete que El Salvador no gastará más de lo que produce a partir de 2025.
La tormenta Boris deja ocho muertos en Europa central y oriental.
Empresario tecnológico realizó la primera caminata espacial privada y luego astronautas de Polaris Dawn regresan a la Tierra
Stellantis detiene la producción del modelo eléctrico Fiat 500 ante la disminución de los pedidos.
Un juez federal dictaminó el mes pasado que Google incurrió en prácticas ilegales para mantener su dominio en las búsquedas de Internet.
DEPORTES
Piastri gana el Gran Premio de Azerbaiyán de F1 y McLaren le arrebata el liderato de F1 a Red Bull.
Con sus 15 puntos, el Barça tiene cuatro puntos de ventaja sobre Real Madrid (2º) y Villarreal (3º), ambos con 11 puntos.
TAL DÍA COMO HOY
1224 en Italia, Francisco de Asís declara haber recibido los estigmas o heridas de la pasión de Jesucristo.
1410 en el contexto de la campaña de Granada, Fernando I de Aragón conquista la ciudad de Antequera.
1492 en el Océano Atlántico, las tres carabelas de Cristóbal Colón llegan a una amplia extensión cubierta de algas que después sería denominada Mar de los Sargazos.
1795 en Sudáfrica, Gran Bretaña captura Ciudad del Cabo.
1810 en el pueblo de Dolores (México), el cura Miguel Hidalgo convoca a una lucha armada en contra de la dominación española, en un acto conocido como el Grito de Dolores y el cual da inicio a la Independencia de México.
1816 en la provincia de Buenos Aires (Argentina), la localidad de Rojas (a 240 km al oeste de la ciudad de Buenos Aires) es destruida por un tornado.
1908 en Estados Unidos, Billy Durant funda la empresa de automóviles General Motors.
1939 termina la Batalla de Khalkhin Gol con una decisiva victoria soviética sobre fuerzas de Japón.
1940 se crea la Universidad de Colima, fundada por el presidente Lázaro Cárdenas
1955 en Argentina, los militares derrocan al gobierno de Juan Domingo Perón, dentro de la autodenominada "Revolución Libertadora".
1973 en el Estadio Chile (Santiago de Chile), agentes de la dictadura de Pinochet torturan y asesinan al cantautor Víctor Jara.
1975 Papúa Nueva Guinea se independiza de Australia.
1976 en La Plata (Argentina) sucede la Noche de los lápices: varios estudiantes secundarios que luchaban por la implementación del boleto estudiantil son secuestrados, torturados y asesinados por agentes de la dictadura.
1982 en Líbano suceden las Matanzas de Sabra y Chatila: falangistas cristianos con apoyo israelí asesinan a miles de civiles.
1987 se firma el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono.
1998 en Valencia se crea la Academia Valenciana de la Lengua.
2007 en el Europeo de Rusia 2007, la selección española de voleibol gana la medalla de oro.
SABÍAS QUE
La lengua se compone de 16 músculos individuales.
LA CITA DE HOY
No vayas contra lo que es justo para conseguir el elogio de los demás.
Lao-tsé
(570 aC-490 aC) Filósofo chino considerado el fundador del taoísmo.
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descubredonostia · 1 month
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Parque de Ametzagaina: conócela en profundidad
El Parque de Ametzagaina es un espacio verde que combina historia, naturaleza y una oferta cultural única en Donostia San Sebastián. Este parque es ideal tanto para los amantes de la naturaleza como para los interesados en el pasado histórico de la región. Desde antiguas fortificaciones militares hasta restos arqueológicos prehistóricos, Ametzagaina es mucho más que un lugar para pasear. En este artículo, descubrirás todo lo que este tesoro natural tiene para ofrecer. Historia del Parque de Ametzagaina El Parque de Ametzagaina no es solo un pulmón verde en medio de la ciudad; también es un espacio lleno de historia. El área donde hoy se encuentra el parque fue, hace miles de años, el lugar de asentamiento de los primeros habitantes de la región durante el Paleolítico. Estos antiguos pobladores dejaron su huella en forma de herramientas de sílex, lo que convierte a Ametzagaina en un lugar de gran valor arqueológico. Además, la influencia del Rey Sancho el Sabio, quien otorgó el fuero a San Sebastián en 1180, también se refleja en los nombres de varios caseríos de la zona, muchos de ellos de origen gascón. Este pasado remoto y las diversas civilizaciones que pasaron por Ametzagaina lo convierten en un sitio único, lleno de historia y leyendas. El fuerte de Ametzagaina Uno de los principales atractivos históricos del parque es el fuerte de Ametzagaina, construido en 1875 durante la última de las Guerras Carlistas. Este fuerte tenía una importancia estratégica, ya que su función era evitar que las tropas carlistas tomaran el control del convento de Uba y otras posiciones cercanas. Aunque el fuerte dejó de estar activo en 1891, sus restos aún son visibles en el parque, lo que permite a los visitantes imaginar cómo fue la vida militar en aquella época.
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El fuerte se caracteriza por su estructura pentagonal irregular, con paredes gruesas de más de cinco metros y varias cañoneras que apuntaban hacia los enemigos. Este vestigio de la historia militar de Donostia San Sebastián es uno de los puntos de interés más fascinantes del parque. Rutas y excursiones en el Parque de Ametzagaina El Parque de Ametzagaina es un lugar ideal para disfrutar de rutas y paseos en medio de la naturaleza, a la vez que se descubren sus secretos históricos. Una de las rutas más populares comienza en el Centro Comercial Garbera y se extiende por 5,1 kilómetros a lo largo de paisajes variados, pasando por puntos clave como antiguos caseríos y yacimientos arqueológicos. Este recorrido permite conocer de cerca la historia de la zona, con paradas en lugares emblemáticos como el caserío Pelegriñene y la ermita de Uba, para luego adentrarse en la naturaleza que rodea Ametzagaina. El paseo es perfecto para todo tipo de visitantes, ya que es de baja dificultad y se completa en menos de tres horas. Yacimiento prehistórico de Ametzagaina Uno de los aspectos más sorprendentes del Parque de Ametzagaina es su yacimiento prehistórico, donde se han encontrado más de 2.000 herramientas de sílex que datan de entre 28.000 y 20.000 años a.C., durante el periodo Gravetiense. Estos restos se distribuyen en dos áreas principales del parque, cerca del fuerte y en la loma sobre Garbera. Este hallazgo es de gran importancia, ya que demuestra la presencia de asentamientos humanos en la zona durante la prehistoria. Las herramientas encontradas en Ametzagaina son similares a las halladas en otras cuevas del País Vasco, como Aitzbitarte y Amalda, lo que refuerza su valor arqueológico. Para los amantes de la historia, explorar este yacimiento es una oportunidad única para conectarse con el pasado más remoto de la región. Parada en la Ermita de Uba Otra de las paradas obligatorias en una visita al Parque de Ametzagaina es la Ermita de Uba. Este pequeño templo, cuyos orígenes se remontan al siglo XIV, está rodeado de historia y leyendas locales. Cerca de la ermita se encontraban antiguamente los caseríos Uba Bea y Uba Goia, ambos del siglo XVIII, que lamentablemente ya no existen. La ermita es un lugar de culto y peregrinación, donde se venera la imagen de Nuestra Señora de Uba. Según la tradición, esta Virgen ayuda a los niños a dormir bien, y hasta hoy muchos vecinos de Altza y sus alrededores siguen visitando la ermita con devoción. El entorno natural y la tranquilidad que se respira en este lugar lo convierten en un rincón especial del parque, ideal para una parada en el camino y para disfrutar de un momento de paz. Los caseríos históricos del parque El Parque de Ametzagaina no solo es un lugar lleno de historia militar y prehistórica, sino también hogar de antiguos caseríos que representan la vida rural tradicional de la región. Uno de estos caseríos es Pelegriñene, un magnífico ejemplo de la arquitectura del siglo XVI. Su fachada principal, hecha de sillares, madera y ladrillo, está orientada al este, y en su lado norte se puede ver una cruz latina empotrada en la pared. Este tipo de cruces en caseríos es común en la zona y simboliza la protección del hogar. Otro caserío destacado es Marrus, también del siglo XVI, que tiene una cruz en su fachada oeste. Al igual que Pelegriñene, Marrus forma parte de la rica historia de la vida en el campo de la región y es una parada interesante para quienes disfrutan explorando el patrimonio cultural y arquitectónico. Naturaleza y paisajes en Ametzagaina Ametzagaina es mucho más que un espacio histórico, también es un refugio natural donde se puede disfrutar de la biodiversidad local. El parque cuenta con una variada flora y fauna, desde robles centenarios hasta pequeños mamíferos y aves que habitan en sus bosques. Este entorno natural ha sido cuidadosamente preservado para mantener el equilibrio ecológico, y es un lugar ideal para los amantes de la naturaleza que buscan escapar del bullicio de la ciudad. Además, el parque ofrece impresionantes vistas panorámicas desde sus miradores. Desde algunos puntos, se pueden observar las colinas que rodean Donostia San Sebastián, así como la propia ciudad y la costa en el horizonte. Estas vistas hacen que cualquier visita al parque sea una experiencia visualmente gratificante, perfecta para disfrutar tanto en solitario como en compañía. Eventos y actividades en Ametzagaina El Parque de Ametzagaina es también un lugar de encuentro para la comunidad, donde se organizan diversas actividades y eventos a lo largo del año. Las excursiones y rutas guiadas son una excelente manera de conocer la historia del parque en profundidad, ya que permiten a los visitantes descubrir sus secretos de la mano de expertos locales. Estas rutas combinan la historia con la naturaleza, lo que las convierte en una experiencia educativa y enriquecedora. Además, el parque ofrece actividades dirigidas a familias y niños, que incluyen talleres educativos sobre el medio ambiente y la historia local. Estas actividades no solo entretienen a los más pequeños, sino que también les enseñan la importancia de conservar espacios naturales como Ametzagaina. Este enfoque educativo refuerza el valor del parque como un recurso cultural y natural para las generaciones futuras. Conservación y futuro del Parque de Ametzagaina La conservación del Parque de Ametzagaina ha sido una prioridad para las autoridades locales y organizaciones dedicadas a preservar el patrimonio natural e histórico de Donostia San Sebastián. A lo largo de los años, se han llevado a cabo diversos proyectos para restaurar las áreas más deterioradas, incluyendo la preservación de los restos del fuerte de Ametzagaina y la protección del yacimiento prehistórico. Además de estos esfuerzos, se han implementado iniciativas para garantizar que el parque siga siendo un espacio accesible y disfrutable para todos los visitantes. Esto incluye la mejora de los senderos, la instalación de paneles informativos sobre la fauna y la flora locales, y la creación de zonas de descanso para que los paseantes puedan disfrutar de la tranquilidad del entorno. Ametzagaina no es solo un parque, es un legado vivo que se mantiene gracias al compromiso de la comunidad. El papel del parque en la vida de Donostia San Sebastián El Parque de Ametzagaina desempeña un papel fundamental en la vida de los habitantes de Donostia San Sebastián. No solo es un lugar para el esparcimiento y el ejercicio al aire libre, sino también un punto de encuentro cultural e histórico. Para muchas personas, Ametzagaina es el lugar donde se combinan la historia y la naturaleza, ofreciendo un refugio en medio de la vida urbana. El parque también ha ganado popularidad entre los turistas que buscan descubrir un lado diferente de la ciudad, alejado de las atracciones más conocidas. Su oferta de rutas históricas, yacimientos arqueológicos y paisajes naturales hace que sea un destino atractivo para quienes desean explorar la esencia de la región. En este sentido, Ametzagaina es un activo valioso para el turismo sostenible, promoviendo el respeto por el medio ambiente y la historia local. Por qué visitar el Parque de Ametzagaina Visitar el Parque de Ametzagaina es una experiencia que combina lo mejor de la historia, la cultura y la naturaleza en un solo lugar. Desde sus antiguas fortificaciones hasta sus tranquilos senderos, este parque ofrece algo para todos los gustos. Es un lugar donde se puede sentir el peso de la historia mientras se disfruta de un entorno natural protegido, ideal para desconectar y reconectar con lo esencial. Ametzagaina es un testimonio vivo del pasado de Donostia San Sebastián y, al mismo tiempo, un espacio vibrante que sigue desempeñando un papel importante en la vida de la ciudad. Ya sea que busques aprender sobre la historia de la región, disfrutar de la naturaleza o simplemente pasar un día tranquilo al aire libre, este parque es el lugar perfecto para hacerlo. ¡Anímate a descubrir todo lo que Ametzagaina tiene para ofrecer! FAQs - ¿Cuál es la mejor época del año para visitar el Parque de Ametzagaina? La primavera y el otoño son las mejores épocas para disfrutar del parque, ya que el clima es suave y la naturaleza está en su máximo esplendor. - ¿Es necesario reservar para participar en una ruta guiada por el parque? Aunque no siempre es necesario, se recomienda reservar con antelación para asegurar tu plaza en las rutas guiadas, especialmente durante los fines de semana. - ¿Es el parque accesible para personas con movilidad reducida? Algunas áreas del parque cuentan con senderos accesibles, aunque ciertas partes pueden ser más difíciles de transitar debido al terreno irregular. - ¿Se pueden hacer picnic en el parque? Sí, el parque cuenta con varias áreas de descanso donde es posible hacer picnic y disfrutar de la naturaleza en familia o con amigos. - ¿Qué otros puntos de interés cercanos se pueden visitar tras recorrer Ametzagaina? Cerca del parque, puedes visitar el fuerte de San Marcos, la ermita de Uba, y los barrios históricos de Altza y Garbera, todos ellos con gran valor cultural e histórico. Mas información: Web del Ayuntamiento Read the full article
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