Tumgik
#mi vida se tornó oscura
lolastarperu · 2 months
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Camino hacia mi propio yo
Escribir mi historia no es sencillo. No quiero sonar narcisista, pero sé que, en algún momento, habría dado cualquier cosa por leer y formar parte de lo que estoy a punto de contarles.
Nací en una provincia mágica del Perú llamada Huánuco, un valle encantado entre la sierra y la selva. Imaginen un lugar donde los colores vibran y el cielo te hace soñar de día y noche. Así era Huánuco cuando nací, una ciudad conservadora, manejada por familias de renombre, donde las diferencias entre las clases sociales eran tan evidentes como la luz del día y la oscuridad de la noche. Era 1996, un año que ahora parece lejano. Mi bisabuelo, un hombre de férrea voluntad y vastas tierras, se hizo próspero, y en medio de ese éxito, un 8 de febrero, llegué yo al mundo. Fui recibidx con los brazos abiertos por papá, mamá, bisabuelos, dos abuelas y más de 15 tíos. Una estrella naciente en un firmamento repleto de historias.
Mis padres eran jóvenes artistas, unidos por su pasión por la danza peruana. Se enamoraron entre giros y pasos, y en una de sus giras por el Perú, me concibieron. Como muchos artistas, enfrentaron la falta de apoyo familiar, pero su amor fue una llama que nunca se extinguió, a pesar de los altibajos. Sin embargo, la vida no siempre es un cuento de hadas. A los 12 años, mi mundo se desmoronó cuando mi padre tuvo una relación extramatrimonial y nos dejó. Fue la gota que rebalsó el vaso de muchas tensiones acumuladas.
Mi madre fue mi guía y mi inspiración, mi propia Carrie Bradshaw antes de saber quién era ese icónico personaje de Sex and the City. Ella es mi ícono de la moda, y hoy puedo decir con orgullo que compartimos una visión única de la vida. Con su baile, su trabajo, su empatía y su luz, me sacó adelante. Gracias, mamá.
Terminé la escuela católica y, a los 17 años, tenía dos destinos posibles: la Universidad del Pacífico y la UPC. Ya en Lima, estudiando comunicaciones en la UPC, descubrí la intensidad de mi pasión por el arte. Mi amor por la moda me llevó a crear un blog, desafiando normas y escribiendo sobre lo que otros no se atrevían. Todo iba viento en popa, hasta que la vida nos recordó su naturaleza impredecible. La pandemia de COVID-19 en 2019, combinada con mi transición, me llevó a terapia psicológica obligada. Dejé de escribir, ahogada por mis propios pensamientos.
A fines de noviembre de 2019, justo antes de que la pandemia cambiara nuestras vidas, ocurrió algo mágico. Cinco hadas cruzaron mi camino, convirtiéndome en la princesa que siempre quise ser. Rodeada de princesas toda mi vida, finalmente mis súplicas fueron escuchadas. Luna, Faggy, Rogue, Blue y Alice me transformaron en: Lola Star.
[2019: Lola regresa a Huánuco y la pandemia se lleva a su mejor amigo y mentor, además de a su única tía LGBT, Melissa, víctima de cáncer.]
Recuerdo como un destello la primera fiesta donde me presentaron como “la primera drag queen de Huánuco”. Fue alucinante, pero cada vez el desafío era mayor tanto en mi arte como en el día a día. Demostrar mi arte se convirtió en mi forma de canalizar sentimientos que no podía expresar de otro modo. Lola brilló y conquistó una ciudad que me recibió con los brazos abiertos. Nuestra comunidad Pride se convirtió en una familia. “Pueblo pequeño, familia grande”. Junto a mi primo, creamos una familia y, sin darnos cuenta, una pequeña revolución.
Pero la vida, con sus matices, también se tornó gris. La depresión regresó con fuerza, el suicidio rondaba mis noches más oscuras. La pérdida de mi mejor amigo y mi tía en COVID dejó una herida profunda. Huánuco ya no era el refugio de antes. Catástrofes se sucedieron, pero Lola Star, al timón de la embarcación, nunca se rindió.
Entre luces y sombras, me reencontré. Entre tantos reflectores y oscuridades, renací. Con otro nombre quizá, pero mi esencia permaneció intacta. Los nombres, los lugares y los coprotagonistas pueden cambiar, pero yo siempre seré yo.
Sé fiel a tu esencia, no te rindas y deja que Dios haga el resto.
Canción recomendada luego de leer este post:
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quevidalavida · 6 months
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El día que tu corazón dejó de latir el mío se aceleró.
Mis piernas temblaban y yo no podía caer en la realidad, no podía aceptarlo.
Sólo pensaba que ya no iba a verte más, me imaginaba lo difícil que iba a ser mi vida a partir de ese instante.
El día que te fuiste mi vida se tornó oscura, mis ojos comenzaron a brillar sin parar, porque jamás se iban esas lágrimas.
Siempre aparecían en mi rostro una y otra vez.
El dolor que sentí sigue intacto, lo llevo dentro de mi alma, guardado en una gran caja de cristal que a veces se rompe y lo vuelvo a sentir como el primer día.
El día que te fuiste te llevaste a la persona que algún día fui y me convertí en un ser totalmente diferente.
Mucho más frágil, pero a la vez tan fuerte....
¡Gracias por tanto!..siempre en mi pensamiento, en mi alma y corazón ¡Te amo!
Te amo alisson casi 2 años 🥺
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2nd part
Más allá de las tierras colindantes con el paraíso se
escuchó una risa como alud de piedras. Era Lilith.
Al escucharla, Adán pensó: “lilith nunca hubiera
comido del fruto”, y siguió caminando mientras Eva
iba tras él.
El cielo se tornó gris, una tormenta centelleante los
cubrió. Yahveh estaba triste. La pareja caminó durante
tres días y sus noches. Al amanecer del cuarto día, escampó.
Supieron que allí debían parar. Ésas eran sus
tierras.
Cuando Samael regresó a Zmargad, se arrastraba
cansado y polvoriento. Lilith lo recibió distante.
—¡Por qué no me creíste cuando te dije que Adonai
lo sabría todo? No puedo evitar los aleteos de los
colibríes en mi garganta al observar la forma en que
hiciste caer a la pareja de Éden. Sin embargo, también
escuché al Terrible. Solamente Él y yo conocíamos esa
mitad oscura. Siento su dolor como aguijones de abejas
ciegas que quisieran salir de mi cuerpo, su decepción
no me alegra. Mira la lluvia. No nos perdonó—Supo
que samael no podría responderle y sin embargo hizo
la pregunta—, ¿cómo podré vivir sin sentir de nuevo
su presencia? Adonai, Elohim, Yahveh, ¿dónde estás?
Al disponerse a descansar en su nuevo hogar, Adán
notó un brote de sangre que partía de entre las piernas
de Eva; lo supuso un castigo, era la muestra de su impureza;
ella no lo había mencionado, temerosa de que
éste fuera el medio que Jehová hubiese elegido para
que muriera. Sin embargo, al tercer día el sangrado
se detuvo. El hombre se acercó a la mujer y la conoció
por primera vez en tierra inhóspita. A los pocos meses
el vientre de Eva se infló, sus pechos crecieron y son
aullidos de lobo dio a luz al primer niño nacido de
mujer. Lo llamó Caín. Toda vía conservaba la imagen
pero era pequeño y lloraba. A Eva le brotaban rios de
leche de los pechos, el niño bebió, dejó de llorar y se
quedó dormido. Adán no acertaba a comprender la
concepción de esa pequeña creatura, era Eva quien
debía dar la vida, ella quien alimentaba al nuevo ser,
en su vientre se hallaba el futuro de la humanidad; sin
embargo, Eva y el niño eran frágiles.
A él correspondía solamente sembrar la simiente. Se
asustó ante semejante descubrimiento, debía proteger
a su descendencia. Eva era madre, de su cuerpo había
brotado vida y con eso le bastaba; estaba atada a este
pequeñísimo hombre por la enredadera más fuerte.
Dejó de prestar atención a lo que Adán hacía mientras
ella admiraba la tez brillante de su crío y lo ofrecía a
Jehová. Después nacieron Abel y Set. Con cada alumbramiento.
la carne de Eva envejecía, se aflojaba. Pero
no conoció el verdadero dolor, la rajadura del cuerpo,
si no la muerte de Abel y el destierro de Caín; entonces
comprendió el significado del castigo impuesto por
Yahveh. Eva lloró tanto que se hizo más pequeña, casi
como una nuez, encorvada y reseca como tierra árida.
A cada desgracia escuchaba la lamentación de Adán:
—Si tú no hubieras comido del árbol...
Ella bajaba la cabeza y callaba, no tenía nada que
decir, nada que repararía la pérdida.
Por esos tiempos, Lilith, dolorosamente bella y
eterna, comenzó a rondar los sueños del hombre; quería
mirar de nuevo la semejanza; quiso atraerlo a su
universo onírico para poder asomarse por los ojos de
Adán y ver al menos la sombra de Adonai. Pero encontró
tan sólo a un anciano de setecientos años, medio
calvo y estriado, de enorme nariz y grandes orejas
pobladas de pelos blancuzcos; que se gozaba en sus
sueños y sonreía desdentado pero que no podía darle
nada a cambio, ni la más leve imagen, el tiempo se la
había robado. Lilith comprendió que había perdido la
oportunidad de ver la faz de Dios, que estaba condenada
a buscarla por toda la eternidad hasta que Elohim
se dignara a volver a mirarla.
Por medio de sus sueños guió al hombre hasta su
estanque, a las orillas de Zmargad. Adán, que había
caminado un largo trecho, tuvo sed; al inclinarse a beber
creyó que lo que el espejo de agua reflejaba era un
animal que él había olvidado nombrar, pero al reconocer
los movimientos paralelos gritó; se observaba
aterrado, se tentaba la cara y los brazos sin poder creer
lo que veía. Huyó del Lugar despavorido, ésa no podía
se su imagen. Entonces no sólo Eva, sino también
él había cambiado.
No en los cien años que le restaron de vida pudo
Adán olvidar esa cara decrépita; ni las palabras de Lilith
susurradas en un vientecillo suave al su oído entre
tintineos de risa:
—Mi imagen no refleja por no verlo a Él en mí, pero
tú lo has perdido también. ¿A qué reflejarse para mirar
lo que tú viste? ¿Dónde está tu belleza Adán? ¿Y tu
soberbia? Dentro de poco serás sólo polvo. Parece que
después de todo, Adonai nos amó por igual. El Señor
Todopoderoso es justo. Adonai, Elohim, Yahveh, ¡aquí
estoy ..
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secuelasamarillas · 2 years
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a quien me lastimó (olvidó)
cuando la noche se alarga y mis respiraciones se hacen mas pesadas, cuando siento en el pecho esa sensación que nada calma, mi mente te está recordando. Y en un intento desesperanzado por sentirme mejor comienzo a escribirte, como si las palabras que te dedico fueran formas oscuras que desprendo de mi corazon para depositar en mis escritos. Y lo que te escribo lo siento oscuro porque solo sale de la tristeza que emana el pensarte, porque solo sale desde el dolor.
las huellas que dejaste en mi alma parecen no disiparse siquiera, y me sorprendo a mi misma cada impensada vez que se cristalizan mis ojos ante las sensaciones que genera lo que creía olvidado. Qué habrás hecho para marcarla tanto, lo cotidiano ya se torna intransitable cuando veo que el tiempo pasa pero no tu recuerdo, y mi ciudad ya dejó de ser mía si vaya donde vaya te hacés ver por sus rincones, en tu color favorito, en las veredas que recorrimos, en las cosas que se que te gustan y no puedo mostrarte. Hasta la música que disfruto se tornó aburrida y sosa porque no estás vos para escucharla conmigo, para intercambiar canciones.
el amor está en los detalles y yo te veo detallado en todo lo que leo, en todo lo que escribo. Mi dolor más grande siempre será sentir que no estoy en ningún detalle de tu vida, que para vos los días pasaron y con ellos se fueron mis retazos que aún seguían a tu lado. Ojalá pudiera yo desprenderme de los tuyos, pero sin ellos quedaría tan solo una coraza que se rellena con el eco silencioso e interminable del vacío, castigador de mis más miserables pensamientos.
quiero soltarte pero no tengo dónde caer
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helloneighborfan · 2 years
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Finalmente aquí está, la traducción en inglés está hasta abajo, disfruten!! <3 En los comentarios me dijieron que la hiciera, ¡disfruten!
The Guest no le costó trabajo encontrar a Theodore, sabía que su miedo lo dirigía hacia el, empezó a pelear con la criatura pero algo que no se daría cuenta es que era más fuerte, Theodore lo pateo en su estómago, fue nulo pero fue suficientemente como para hacerlo retroceder.
“¿PORQUÉ HACERLO COMPLICADO PETERSON, PODEMOS DEMOSTRARLE AL PUEBLO LO QUE MERECE?” Dijo roncamente, mientras se recuperaba del golpe, fue a la superficie a llenar sus pulmones de oxígeno ya que estaban a punto de rendirse. -Maldición- exclamó, empezó a toser agua, mucha agua. Levantó una pierna para poder salir lo más rápido posible.
Quería aprovechar lo que le quedaba de su cordura en ese momento, no le importaba más su vida, ya era una miseria desde que Yi murió, tirándole basura o incluso viéndolo como un asesino; pero veía en algunas ocasiones a su hija y esposa, le decían que siguiera adelante aunque eso ya no surtía efecto,era ya un hombre solitario, gruñón y que no sabía amar. ¿Qué era el amor?, ¿Qué se sentía el dolor? ¿Qué era la felicidad? ¿Qué era la compasión? Eran conceptos muy desconocidos para el. Siente que algo lo toma del tobillo. -No me dejas de otra- lo jala hacia el agua, lo agarra del cuello contemplando sus ojos verdosos como el pasto, de repente una oscuridad lo envolvió hasta que todo se volvió negro.
“Sr Peterson, todo bien allá abajo?!” Llamó una voz chillona. Abrió los ojos lentamente y vio que no había nada más que una eterna oscuridad, no le quedaba más que otra que investigar el lugar hasta que vió un reflejo más adelante. Era un pequeño charco de agua puerca con un espejo en un muy buen estado. “Acaso soy un buen hombre o . . . uno malo” La paranoia lo empezó a consumir, se dejó caer al suelo poniendo sus manos en el piso. Miró su reflejo en el espejo, empezó a acercar una de sus manos en el. -Quería enterrar todo lo malo de mi en el pasado, pero¿ para que sirvE!? Volvió a levantar su mirada al cristal hasta que hizo una mueca. “INTERESANTE.” El agua se tornó en un negro como la oscuridad y se empezó a formar a un cuervo humanoide, con unas garras que parecieran que le robarían su alma y su dignidad. Retrocedió unos cuantos metros de el. “Tiembla ante el”
“NO ME HE IDO DE AQUÍ, SIEMPRE ESTARÉ EN ESTE PUEBLO PARA ¡¡SIEMPRE!!” Alzó la voz hacia el. -¿¡Qué quieres de mi?! Ya no tengo nada más para ti, todo me lo ¡¡ARREBATASTE!! Solo tengo para ti, mi dolor, mi sufrimiento y a este hombre que tienes enfrente tuyo. No dijo nada. “ilumíname” ya no estaba con el cuervo,. Estaba con Gordon Cleave, la mayor persona que le hizo daño, en la cárcel, quién podría creerlo. “Esto no es un sueño mi amigo, es lo que REALMENTE QUISISTE HACER, DARLE LO QUE SE MERECE.” Carcajeó. Había un tubo en la mesa, el lo agarró y lo analizó, viendo que con esa punta fina, lo podía apuñalar hasta la muerte, Cleave intentó negociar con el, pero fracasó. “Es hora de que te vaYAS” Lo empezó a golpear hasta empezar a dejar sangre en la celda, no había guardias, estaban muertos por la criatura, nadie podía salvarlo. -cough, cough- H-Házlo, Peterson. Cuando finalmente lo iba a apuñalar, vio otra vez su reflejo, espantado, soltó el arma y sintió un terrible dolor de cabeza. Estaba de vuelta en aquel lugar oscuro.
“Eso fue inútil de mi parte, que tal esto?” Ahora estaba en su jardín, viendo a su hija en el pasto, su cuerpo ya estaba descompuesto como un zombie, los insectos lo habían reclamado y algo que no olvidará es que antes sus ojos estaban llenos de vida, una chispa, ahora eran una cáscara hueca verde. Alzó la vista y vio a Aaron, el tenía la cara oscura, sin sentimiento alguno. “¿No harás algo? El merece estar en el puesto de su hermana, no crees? Derrepente, sostenía a su esposa en brazos, estaba en la misma condición que Mya, solo que algunas partes de su vestido estaban rotas y un tacón le hacía falta, su cabello anaranjado estaba revuelto, sus ojos los tenía cerrados. El sentía algo en su pecho, pero no le salía una lágrima, ahora el era parte de el, encarnación del dolor. “¿¡No harás nada?!” ¡Mató a tu hija! Intervino con tu némesis y siempre fue una piedra en el camino, admítelo!!!!
Sale de su sombra y lo encarna cara a cara tomándolo del cuello. -Solo e- es -un niño! Intenta safarse del agarre pero no sirve para nada. “No entiendo, CÓMO ES POSIBLE QUE- -Es lo único de cordura que tengo -sonríe- “Eres astuto PETERSON pero no te lo pondré fácil.
¡KRA! Todo se volvió negro. ¿Dónde estás, Regina? Escucha un grito de ayuda. De seguro era ella. Corre hasta la estación lo más pronto posible no quería perder a su hermana morir. “¡Pris!” Antes que nada podrías desatarme? Está bien. “Vamos, salgamos de aqu-”
-Espera,tenemos que apagar la máquina- Toma la mano de su hermana, gira la cabeza y confundida le dice: “Pero si el sr. Peterson no lo conocemos en su totalidad y no sabemos el propósito de la máquina. -Por favor Pris, esta cosa inundará al pueblo en segundos, el confesó que lo hizo- Piensa por un momento. “Bien, Bien, ¿Cómo se apaga? Suspira Pris mientras masajea sus sienes.
“Ella, a ella se le arrebatará lo que NO merece”. Ahora somos un solo ser, demostraremos lo que es el caos en la vida, lo merecen” .
“Nadaba para ver el transformador pero parece que no estoy sola, así que haré esto de manera rápida. Tocó el transformador con la regla, lo voy abriendo lentamente hasta que una fuerza me aleja de ahí. ¿¡Qué?!No puedo respirar. Tiro del cable, fue un error. El trueno cae en el techo. “Ughh” “TE TENGO”.
Me empieza a agarrar el cuello intentando estrangularme, pero siento una fuerte determinación que hace que sienta que no todo está perdido -No me dejaré atrapar, maldito!! No está vez- Con la regla picoteo en su pico. CORRE. Nado lo más rápido posible hasta la superficie. “Regina” Cough, Cough. Sal de aquí. “....” ¡No estoy preguntando, es una orden! Siento algo en el tobillo. “Pagarás, Prisilla” ¡Ayuda! Regina corre y agarra del otro brazo a su hermana. ¡No!
Regina tira de su brazo pero causa que ambas caigan de espaldas. “con el dolor y sufrimiento a mi lado, el mundo sabrá quién es Theodore Masters Peterson! Contempla a las dos chicas analizándolas de la cabeza hasta los pies, Pris sostiene la muñeca de su hermana, pese a que no eran de sangre, siempre quería verla bien y que estuviera agusto. Descontroladamente Theodore ve una conexión de tubos y agarra un tubo.
¿Porqué quiere hacer esto, Sr. Peterson? Es como si de la noche a la mañana, quiera matarme”. Dice Pris, segura de su respuesta. El no responde un tiempo hasta que abre la boca: ¿Acaso quieres ser única Regina? No quisieras que todos te pusieran atención en tu dolor y rechazo? Dice solemnemente caminando, sus botas resuenan en el lugar. Regina queda pensativa, “¡No!” Es mejor dejar el pasado atrás, se lo que has sentido. . . Se... Se lo que es ser rechazado,mis amigos se separaron de mi creyendo que Flan seguía siendo solo mi único amigo, creía que estaba vivo pero no. Empieza a levantarse hacia el, el tenía aún el tuvo en mano listo para golpearla, una chispa hacia que esa oscuridad empezará a desvanecerse. “NO SERÁ FÁCIL, NIÑA” -Tiene que confiar en mí- Aquellas palabras empezaban a volverse como un poder, para derrotarlo. “¡Alto Regina, es una trampa!”
«Estoy en una celda junto a el, compartiendo las mismas cadenas y sufriendo lo mismo que yo, aún tengo ira en mi» “Ahora verás mi regalo” Ríe maniáticamente. Empieza a agarrar las cadenas del cuervo, solo el empieza a sentir orgullo, finalmente lo hizo perder la cordura. “¡TODOS FINALMENTE ME CONOCERÁN COMO THEODORE PETERSON!”
¡Regina! Atrás, Prisilla, si no quieres que ella esté en mis manos, no le quedaba más de otra. “wof, wof” Es mi oportunidad, quedó con Regina, corriendo lo que más puedo hasta que tropiezo y caigo. Mis ojos están en terror. “¡¡NO LO MERECES!!” LANZA EL TUBO HACIA PRIS HASTA QUE. . .
Siento que algo empuja al hombre con una fuerza sobrenatural, causa que se golpee la cabeza dejándolo inconsciente y que poco a poco fuese cayendo a la inmensa cantidad de agua. “¿Flan? Digo. Lentamente voy acercándome al perro, es idéntico a Flan, mismo tamaño, misma especie... Siento que alguien me toma de la mano, luego me pone en su pecho y me abraza, tengo que admitirlo, “gracias Pris, lo necesitaba” Salimos rápido del edificio y luego explota, salimos a tiempo. Hay un coche que se acerca. Mamá, papá. “Chicas”. Lamento no haberlas cuidado lo suficientemente, su padre nos está esperando en el coche. Correspondemos al abrazo, huele a un perfume de vainilla. Volvemos a casa y nos ponemos cómodas, no nos olvidemos de FranchiePie, lo quise adoptar así que, es un nuevo miembro de la familia. Espero que nunca más volvamos a ver a ese hombre, quiso matarnos, a mi y a mi hermana.
«¿Qué era la compasión? ¿Acaso debería acabar con todo esto? Toda historia tiene su final pero está no, seré el villano y ella la víctima, sufrirá las consecuencias como debe de ser. Siento un vacío en mi corazón y siempre será así,Diane y Mya serán otro fragmento más de mi naufraga mente mientras que Aaron, Aaron será testigo de lo que soy capaz de hacerle a este pueblo.
~Ahora soy un ser renacido, un huésped que nadie querrá en sus pesadillas~
~Fin~
~English version~
The Guest had no trouble finding Theodore, he knew that his fear was leading him towards him, he began to fight with the creature but something he would not realize is that it was stronger, Theodore kicked him in his stomach, it was null but it was enough how to push it back.“WHY MAKE IT COMPLICATED PETERSON, CAN WE SHOW THE PEOPLE WHAT THEY DESERVE?” He said hoarsely, as he recovered from the blow, he went to the surface to fill his lungs with oxygen as they were about to give up. "Damn," he exclaimed, beginning to cough up water, a lot of water. He raised one leg so he could get out as quickly as possible.
He wanted to take advantage of what was left of his sanity at that moment, he didn't care about his life anymore, he was already a misery since Yi died, throwing garbage at him or even seeing him as a murderer; but on some occasions he saw his daughter and his wife, they told him to go ahead although that no longer had any effect, he was already a lonely man, grumpy and that he did not know how to love. What was love? What was pain like? What was happiness? What was compassion? They were very unknown concepts for him. He feels something grab his ankle. -You don't leave me another choice- he pulls him towards the water, grabs him by the neck contemplating his greenish eyes like grass, suddenly a darkness enveloped him until everything turned black.
Mr Peterson, is everything alright down there?!” He called a shrill voice. He opened his eyes slowly and saw that there was nothing but an eternal darkness, he had no choice but to investigate the place until he saw a reflection ahead. It was a small puddle of dirty water with a mirror in very good condition. “Am I a good man or . . . a bad one.” Paranoia began to consume him, he dropped to the ground putting his hands on the floor. He looked at the reflection of himself in the mirror, started to reach one of his hands into it. -I wanted to bury everything bad about me in the past, but what is it for? He looked up at the glass again until he grimaced. "INTERESTING." The water turned black as darkness and began to form a humanoid crow, with claws that seemed to steal his soul and his dignity. He backed up a few feet from him. “Tremble before him”
“I HAVE NOT LEFT HERE, I WILL ALWAYS BE IN THIS TOWN FOREVER!!” he raised his voice to him. -What do you want of me?! I don't have anything else for you, you took everything from me!! I only have for you, my pain, my suffering and this man that you have in front of you. He said nothing. "enlighten me" was no longer with the raven. He was with Gordon Cleave, the biggest person who hurt him, in jail, who could believe it. "This is not a dream my friend, this is what you REALLY WANTED TO DO, GIVE HIM WHAT HE DESERVES." He laughed. There was a tube on the table, he grabbed it and analyzed it, seeing that with that fine point, he could stab it to death, Cleave tried to negotiate with it, but failed. "It's time for you to LEAVE" He began to beat him until he began to leave blood in the cell, there were no guards, they were dead by the creature, no one could save him. -cough, cough- H-Do it, Peterson. When he was finally going to stab him, he saw his reflection again, shocked, dropped the gun and felt a terrible headache. He was back in that dark place.
"That was useless of me, how about this?" Now he was in his garden, seeing his daughter in the grass, his body was already decomposed like a zombie, the insects had claimed him and something he will not forget is that before his eyes were full of life, a spark, now they were a shell green hole. She looked up and saw Aaron, his face dark, without any feeling. "Won't you do something? He deserves to be in his sister's position, don't you think? Suddenly, he was holding his wife in his arms, she was in the same condition as Mya, only some parts of her dress were torn and a heel was missing, her orange hair was messy, his eyes I had them closed. He felt something in his chest, but not a tear came out, now he was part of him, incarnation of pain. “Will you do nothing?!” He killed your daughter! She intervened with your nemesis and was always a rock in the road, admit it !!!! He comes out of his shadow and embodies him face to face, taking him by the neck. -It's just t-it's -a boy! he tries to get out of his grasp but it's no use. “I don't understand, HOW IS IT POSSIBLE THAT- -It's the only sanity I have -smiles- “You're clever PETERSON but I won't make it easy for you.
KRA! Everything went black. Where are you Regina? Hear a cry for help. Surely it was her. Run to the station as soon as possible, she didn't want to lose her sister to die. "Pris!" First of all could you untie me? It's okay. "Come on, let's get out of here-" -Wait, we have to turn off the machine- She takes her sister's hand, turns her head and, confused, says: “But if Mr. Peterson we do not know in its entirety and we do not know the purpose of the machine. -Please Pris, this thing will flood the town in seconds, he confessed that he did it- Think for a moment. “Well, well, how do you turn it off?
I will take the things she does not deserve , she doesn't deserve nothing, we are now as one, we'll show people them the chaos in life, they deserve it.
“I swam to see the transformer but it seems that I am not alone, so I will do this quickly. She touched the transformer with the ruler, I open it slowly until a force moves me away from there. What?! I can't breathe. I pulled the cable, it was a mistake. Thunder crashes on the roof. “Ughh” “I GOT YOU”.
He starts to grab my neck trying to strangle me, but I feel a strong determination that makes me feel that all is not lost -I won't get caught, damn you!! Not this time- With the ruler pecking at his beak. RUN. Swim as fast as possible to the surface. "Regina" Cough, Cough. Get out of here. “....” I'm not asking, it's an order! I feel something in my ankle. “You will pay, Prisilla” Help! Regina runs and grabs her sister's other arm. Do not!
Regina pulls on her arm but causes them both to fall on their backs. “With pain and suffering by my side, the world will know who Theodore Masters Peterson is! She contemplates the two girls analyzing them from head to toe, Pris holds her sister's doll, even though they were not blood, he always wanted to see her well and that he was comfortable. Uncontrollably Theodore sees a pipe connection and grabs a pipe.Why do you want to do this, Mr. Peterson? It's like overnight, he wants to kill me." Pris says, sure of her answer. He doesn't answer for a while until he opens his mouth: Do you want to be the only Regina? Wouldn't you want everyone to pay attention to your pain and rejection? She says solemnly walking, her boots clicking on the spot. Regina is thoughtful, "No!" It's better to leave the past behind, I know what you've felt. . . I know... I know what it's like to be rejected, my friends separated from me believing that Flan was still just my only friend, I thought he was alive but no. She starts to get up towards hers, he still had his in hand ready to hit her, a spark making that darkness start to fade. "IT WILL NOT BE EASY, KID" -You have to trust me- Those words began to become like a power, to defeat him. "Stop Regina, it's a trap!"
«I am in a cell next to him, sharing the same chains and suffering the same as me, I still have anger in me» «Now you will see my gift» He laughs maniacally. He starts to grab the raven's chains, only he starts to feel pride, it finally made him lose his sanity. "EVERYONE WILL FINALLY KNOW ME AS THEODORE PETERSON!" Back off Prisilla, if you don't want her to be in my hands, she had no other choice. "Wof, wof" It's my chance, I met Regina, running as fast as I can until I stumble and fall. My eyes are in terror. "YOU DO NOT DESERVE IT!!" THROW THE PIPE TOWARDS PRIS UNTIL. . .
I feel that something pushes the man with a supernatural force, causing him to hit his head, leaving him unconscious and gradually falling into the immense amount of water. "Flan? Say. I slowly approach the dog, it's identical to Flan, same size, same species... I feel someone take me by the hand, then put me on his chest and hug me, I have to admit, "thanks Pris, I needed it" We left fast from the building and then it explodes, we got out in time. There is a car approaching. Mom Dad. "Girls". I'm sorry I didn't take enough care of you, his father is waiting for us in the car. We return the hug, he smells like a vanilla perfume. We go back home and get comfortable, let's not forget about FranchiePie, I wanted to adopt him so, he's a new member of the family. I hope we never see that man again, he wanted to kill me and my sister.
"What was compassion? Should I end all of this? Every story has its end but not this one, I will be the villain and she the victim, she will suffer the consequences as it should be. I feel a void in my heart and it will always be like this, Diane and Mya will be another fragment of my sinking mind while Aaron, Aaron will witness what I am capable of doing to this town.
~Now I am a being reborn, a guest that no one wants in their nightmares~
~The end~
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El día que tu corazón dejó de latir el mío se aceleró.
Mis piernas temblaban y yo no podía caer en la realidad, no podía aceptarlo.
Sólo pensaba que ya no iba a verte más, me imaginaba lo difícil que iba a ser mi vida a partir de ese instante.
El día que te fuiste mi vida se tornó oscura, mis ojos comenzaron a brillar sin parar, porque jamás se iban esas lágrimas.
Siempre aparecían en mi rostro una y otra vez.
El dolor que sentí sigue intacto, lo llevo dentro de mi alma, guardado en una gran caja de cristal que a veces se rompe y lo vuelvo a sentir como el primer día.
El día que te fuiste te llevaste a la persona que algún día fui y me convertí en un ser totalmente diferente.
Mucho más frágil, pero a la vez tan fuerte....
¡Gracias por tanto!..siempre en mi pensamiento, en mi alma y corazón ¡Te amo!
🍃🌻
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myhelaxavier · 3 years
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Un poco Desvergonzado
6/22
Timothée bostezó mientras intenta enterrar su rostro más profundo dentro de su almohada, intentando recuperar su sueño, pero… está se movió.
-Levántate y brilla, estrellita dormilona - abrió los ojos lentamente, para descubrir a sí mismo observando dentro de la oscura mirada de Armie, tiene el maduro rostro a pulgadas de distancia - ¿Has dormido bien? -consultó el hombre con una voz espesa y un poco de admiración en ella.
Está dividido entre golpear su pecho o empujarlo sobre su espalda para poder lamer su cuerpo de pies a cabeza, nadie debe tener autorización para ser tan jodidamente atractivo y tener una voz tan sexy - Dormí como un bebé -murmuró de manera dócil, reprimiendo ambas tentaciones - Tu brazo es muy cómodo.
-Me alegra saber que al menos uno de los dos se sintiera cómodo - dijo 011 crispando sus labios- Siento mi brazo entumecido desde hace horas - Sonrojándose, movió su cabeza hasta apoyarla en el pecho del Agente.
- ¿Mejor? - Escucho la suave riza del hombre - Me gustas Timmy - él sonrió contra la piel caliente de Armie, moviendo su rostro lo suficiente para besar el centro de su pecho.
- También me gustas Armie - Jodidamente de verdad lo hace, demasiado para el bien de su salud mental, no es sólo atracción física, en todos sus años, se había sentido atraído por muchas personas, pero se sintió tan bien con 011, cómodo, protegido, con una sensación hormigueante y cálida en su interior, como si nada malo le pudiese pasar - ¿Es obligatorio levantarse? - Murmuró acariciando con su nariz el cálido pecho sintiendo los finos bellos que lo cubren, los pectorales son fantásticos, pero, para su consternación, esa no es la razón por la cual no quiere moverse - Acaricia mi cabello por favor - escucho al Agente bufar , para después soltar una ricita.
- Eres un mandón Bambi - Dijo antes de hacer lo que le pidió, tarareó contento mientras los dedos de Armie empezaron a pasearse a través de sus rizos, joder, se está volviendo adicto a esas manos, trató de no imaginarse cuán bien se sentirían esas manos sobre su cuerpo, pero no tiene sentido preguntarse algo que nunca sucedería - Tenemos que levantarnos - Dijo el hombre después de unos cuantos minutos de cómodo silencio - Estoy hambriento, y probablemente tú también, estás en pleno crecimiento y debes alimentarte bien, además, deberíamos ir al restaurante a buscar a Henry.
Suspiró de manera resignada, sabe que 011 tiene razón, no pueden pasar todo el día en la cama, sin importar cuan tentadora fue la perspectiva - Esta bien - respondió apartándose del Agente a regañadientes, tratando de mentalizarse de vuelta a la misión.
Sin mencionar que probablemente es una buena idea poner algo de distancia entre ellos, se está comenzando a sentir Tienen cómodo con el hombre, como alguien que ha sido independiente toda su vida, este… Nuevo apego rápidamente formado está empezando a alterar sus nervios, si no es cuidadoso, puede encontrarse en un problema, necesita recordar que sólo es un novato que 011 tiene que cuidar en la misión, nada más, y mientras más pronto terminasen el trabajo, mejor.
________________________
Eliza, una de las chicas que había participado en la subasta con él le dirigió una discreta señal de aprobación con sus pulgares cuando él y Armie tomaron asiento en una de las mesas libres del restaurante, ella tiene de compañía a un hombre de edad madura con cabello encanecido quien se maneja como si fuera el dueño del mundo, tiene un rostro casi atractivo, duro y rugoso, pero luce como si pudiese ser más su padre que su amante, sin embargo ella parece feliz, así que supuso que su Sugar Daddy no estaría tan mal.
Volteo a ver al Agente, tuvo que contener un suspiro, el Sugar Daddy de Eliza no tiene ninguna comparación con el suyo, Armie se ve fantásticamente bien en su traje gris oscuro, y camisa negra, los primeros botones desabotonados, revelando una piel bronceada cubierta con una capa de vellos oscuros, contra el cual quiere frotar su rostro hasta quedarse dormido, con total seguridad está observándolo fijamente de nuevo, afortunadamente, Armie parece no notarlo, pues sus ojos registraron el restaurante aparentemente sin prisa.
A pesar de no estar muy alerta en lo que sucede a su alrededor, supo inmediatamente cuando Henry entró al comedor, pues la expresión de Armie no cambió, tampoco se endureció ni fijó, lo único que le traicionó fue cuán dura se tornó su mirada, mientras sorbía su café, recordó incómodamente que aquel hombre no sólo es un espía, también un asesino contratado por el gobierno cuando la situación lo requiere.
- Prueba estos - Ofreció mientras toma un trozo de su wafle cubierto con mermelada - Son realmente deliciosos - El hielo se derritió de los ojos del Agente al dirigir su mirada hacia él.
- ¿Lo hijo? - Preguntó mientras levanta una de sus cejas - Deberías comer tus vegetales también - Dijo mientras señala las verduras al vapor en otro de los platos.
-No eres mi madre - Replicó alcanzando otro wafle, Armie le dirigió una mirada apasionada -Espero que no - casi gimió en voz alta atragantándose con un trozo de wafle ¿Aquella voz tan sensual es realmente necesaria ?, sin duda 011 merece un jodido Oscar por su actuación - Ven aquí Bambi - Incitó el hombre mientras palmea su regazo.
- Estamos en un restaurante, Armie - Repuso con una sonrisa, incluso siendo plenamente consciente de cuán estúpida es su excusa.
No se puede afirmar que es un restaurante común, ya que otros Sub´s están acurrucados contra sus Sugar Daddy´so sentados sobre sus regazos, uno incluso está arrodillado junto a los pies de una mujer madura con la mejilla descansando en su rodilla, Henry incluso tiene a Emma con una correa mientras la lleva hacia el interior del restaurante; él y Armie son una de las pocas parejas que se comportan con “normalidad”, comienzan a llamar la atención por ello.
- Timmy - Contuvo un suspiro, el Agente tiene razón, no pueden permitir que Henry sospechase algo, por mínimo que sea.
Se puso de pie y se movió alrededor de la mesa sentarse para en el regazo de 011, esperaba sentir algo de incomodidad por parte del hombre, pero debió haber imaginado lo que sucedería, su cuerpo pareció fundirse inmediatamente junto con el de Armie, permaneciendo asquerosamente relajado y dócil apoyado sobre el pecho firme y cálido… Dios, olía tan bien.
- Nos está mirando - le advirtió el Agente al oído, mientras que con una mano acaricia su espalda en lentos movimientos circulares, con total seguridad, para los demás parecía como si Armie lo estuviese acariciándolo y susurrándole cosas dulces al oído - Está usando una cadena de oro alrededor de su cuello, y parece que hay algo colgando en ella, pero está bajo su camisa, por lo que resulta imposible decir si es lo que buscamos o no.
- Tendremos que esperar hasta que tome un baño en la piscina - Murmuró suavemente, luchando por mantener su atención en la misión cuando todo lo que quiere es cerrar los ojos y permanecer en los brazos de Armie por siempre, el hombre rió entre dientes
- ¿La piscina? ¿Cuál de ellas?
- ¿Hay más de una? - Suspiró de manera cansada, ya podría verlos vagando por la cubierta todo el día, tratando de atrapar a Henry sin camisa - ¿Te he mencionado que mi piel odia el sol? y el sentimiento de odio es recíproco porque él también la odia - 011 se echó a reír, inclinando su rostro para depositar un besó en su nariz fruncida por disgusto.
- Te protegeré de ello Bambi, estarás bien - Definitivamente lucho por no derretirse en las piernas del Agente y terminar por convertirse en un charco de glucosa; por lo que decidió odiar a los hombres heterosexuales, especialmente a aquellos que son ridículamente apasionados y lo tratan como si fueran algo precioso.
- ¿Puedes protegerme del sol?
- Puedo ponerte bloqueador solar - Sonrió obscenamente al hombre.
- ¿En todos lados? - Los ojos de Armie se iluminaron con diversión.
- Niño travieso - Él sonrió, mientras fingía una mueca de disgusto.
- ¿Sigues pensando en mí como un niño? Incluso después de lo de anoche - Una mueca apenas visible surcó el rostro de Armie.
- No me lo recuerdes - Fue un golpe directo contra su pecho, trató de no ofenderse, pero falló asquerosamente.
- Debes saber que me han comentado fuentes muy fiables, que soy magnífico haciendo mamadas -la expresión de 011 se volvió cansada.
- Siendo sincero, no necesita saber eso, ricitos - Una carcajada abandonó sus labios cuando se percató de lo que sus palabras significan, bajó la voz antes de responder.
- He estado viviendo en las calles desde que era un niño Armie ¿realmente piensas que soy una especie de niño inocente? algo así como un virgen sonrojado y que seguro estaría preocupado por lo que sucedió por la noche, no tienes que preocuparte por mi inexistente virtud - Sonrió y besó la mejilla del Agente, temblando ligeramente cuando la barba de éste hizo cosquillas contra sus labios - Pero , de cualquier modo, es un detalle muy dulce por tu parte.
- Dulce - 011 repitió las palabras con diversión en su voz- No recuerdo la última vez que alguien me llamó dulce - Junto su mejilla contra la de Armie.
-Bueno, tu pene sabe bastante dulce a mi parecer.
- Timmy - Dijo 011, medio riendo y medio gimiendo, lo que fue que el hombre estaba a punto de decir, fue interrumpido cuando una familiar voz irrumpió en su burbuja privada.
- Una buena mañana ¿no es así? - Se tensó enseguida, pero se relajó cuando la mano de Armie acarició su espalda.
-Lo es - Respondió el Agente, extendiendo su mano libre a modo de saludo, su expresión es cortés y amistosa- Henry y… Me temo que no recuerdo el nombre de tu acompañante.
- Ella es mi sub, Emma - presentó Henry, apretando la correa de cuero en su mano, Emma luce muy hermosa, aunque bastante callada, está representando toda una figura de la sumisión, Henry la miraba con una vaga expresión posesiva que, para su sorpresa, parece realmente cariñosa - ¿No es hermosa?
- Estoy seguro de que lo es - el Agente le dirigió una corta mirada neutral a Emma antes de regresar su mirada hacia él, volviéndose más meticulosa y apreciativa, incluso sent sonrojar sus mejillas bajo ella - Pero me temo que no soy un buen juez de la belleza femenina.
Dios, es tan bueno, incluso sabiendo que el Agente es heterosexual, no puede decir que es más que honesto, Henry se rió entre dientes.
-Ya veo…. - el mafioso le dirigió una larga mirada, su instinto lo llevo apretarse más contra Armie, esperando que su disgusto no fuera tan obvio.
- ¿Asistirás a la demostración shibari con tu chico? - Preguntó el hombre, regresando su atención hacia 011 - Me han dicho que tienen artistas maravillosos - Esperaba que el Agente accediera, pero negó con la cabeza mientras encogía los hombros.
- Todavía no llegamos a la parte del bondage, aunque es probable que asistamos a alguno más adelante en el camino, cuando Timmy se sienta seguro de querer intentarlo - Contesto casualmente 011, dándole una sonrisa cariñosa.
- Es una pena, pero estoy seguro que nos veremos en alguno entonces - Henry les dio una última mirada, para luego asentir como despedida y guiar a Emma de vuelta a su mesa.
- ¿Por qué dijiste que no? - Susurró al Agente cuando estaban solos de nuevo, Armie besó la esquina de su boca.
- Estoy bastante seguro que está probándonos, no podemos parecer tan ansiosos de ir a donde sea que él vaya, además, Armand Hammer no tiene un historial muy amplio de haber estado inmiscuido altamente en el BDSM, así que, hubiera sido doblemente sospechoso.
- ¿Qué hay de ti? - Murmuró lamiendo sus labios los cuales le hormiguean, tratando de no mirar la boca de Armie, nunca había estado tan duramente pendiente de la boca de otro hombre.
- ¿De mí?
- ¿Estás interesado en el bondage?
- Créeme ricitos, no te gustaría saber - Cuestionó el Agente, dejando un beso sobre su nariz, no puedo evitar poner carita de pena, 011 se echó a reír.
- ¿Y ahora qué? - Consultó mirando para asegurar que nadie estuviera cerca y les podrían escuchar.
- Comemos y nos después damos un largo paseo alrededor del barco, si tenemos suerte, Cavil se quitará la camisa en algún momento.
- ¿Y si no la tenemos? - El rostro del Agente se volvió serio en automático.
- Si no la tenemos, nos veremos obligados a pensar en otra opción…. ¿Puedes robar esa cadena? -Se tomo un momento para considerarlo, las probabilidades en que puede fallar y en las que tendrá excito.
-Sí, si estoy lo suficientemente cerca y él está distraído con algo, es probable que lo logre - 011 lo observo atentamente.
- ¿Y podrás volver a ponerla alrededor de su cuello sin que se dé cuenta? - hizo una mueca un tanto preocupado, regresar un objeto robado a su lugar inicial es otra gran consideración.
- Tal vez - Ese es un gran tal vez lleno de posibilidades terriblemente malas.
- No es suficiente, no voy a permitir que corras ese riesgo cuando ni siquiera estamos seguros de que la memoria esté en esa cadena.
- Puede que no tengamos otra elección - Habló en voz baja, aunque tampoco es un gran fan de ese plan, realmente es demasiado arriesgado.
- Ese sería nuestro último recurso - Sentenció el Agente llevando su taza de café a los labios - Tenemos tiempo para encontrar una mejor solución - Apretó los labios, enterrando su nariz en el hueco del cuello de Armie.
- Hay otra opción, ya sabes… -susurró de mala gana - Para hacer que se bastante la camisa - Sintió los músculos del Agente volverse rígidos contra él.
-No.
-Sólo digo que ...
-No - Lo cortó el Agente con una voz gélida; él suspiró con pesadez.
- Henry está interesado en mí, lo sé, tal vez no lo suficientemente lo suficientemente para pujar por mí, pero lo suficiente como para no negarse si un amigo le ofrece compartir su juguete - Armie se mantuvo callado, como si lo estaba considerando, su boca estaba seca para cuando finalmente continuo.
-Encontraremos otra manera - Observo la expresión mortalmente seria de 011, sintió una emoción cálida instalándose en su pecho, en su corazón. Dios, aquello es tan jodidamente malo
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baudelaire-vader · 3 years
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Canto primero - Danto Alighieri
En medio del camino de la vida
me vi perdido en una selva oscura,
la buena senda errada y la andadura,
cuando el alma vagaba adormecida.
Largo fuera contar, que no se olvida,
cómo era aquel lugar de desventura
y es sólo recordar tanta amargura,
y la mente quedar despavorida.
Aquel lugar terrible, desolado,
aquel lugar inhóspito, intrincado,
aquel lugar de pena y destemplanza,
aquel vagar sin rumbo ni sentido,
y cuanto más los pasos, más perdido,
sólo a la muerte tiene comparanza.
Mas al llegar al pie de una colina
donde acababa aquel valle de horrores
que en la noche crucé, con mil terrores,
y a punto estuvo de causar mi ruina,
alcé los ojos, vi la matutina
luz en el altozano. Mis temores
cesaron al mirar los resplandores
del astro que a los seres encamina.
Y hé que al subir la cuesta, una pantera
que me cierra el camino, y espantable,
un altivo león terrible y fuerte,
y de pronto, una loba, seca, fiera.
flaca, voraz, ansiosa y miserable.
Y perdí la esperanza de mi suerte.
Como aquel que respira, superado
el peligro mortal que le ha abatido,
para ver, desdichado, que ha caído
en otro más cruel y despiadado,
así yo, que un instante, sosegado,
miré aquel sitio del que no ha salido
alma viviente, me sentí vencido
por el espanto, y muerto, y devorado.
Cuando lleno de horror retrocedía,
vi una figura que me parecía
sin voz: tal fue el silencio que sentí.
Y al punto le grité en mi desespero:
—¡Quien seas!, sombra u hombre verdadero,
¡ven en mi ayuda!, ¡ten piedad de mí!
Me respondió: —Hombre no soy, lo he sido.
Cuando Julio nací, aunque ya tarde,
con Augusto viví, bajo el alarde
de falsos dioses que hoy han fenecido.
Poeta fui, y canté el valor cumplido
de aquel hijo de Anquises que cuando arde
la altiva llión, vencido —no cobarde—
funda imperio mayor que el destruido.
Y dime, ¿por qué estás en tanta pena
y no subes al Monte venturoso,
razón y causa de toda alegría?
Y al escuchar su voz, tornó serena
mi alma, pese al valle tenebroso,
porque mi corazón le conocía.
Así, ¿tú eres Virgilio? ¡Luminar
de los poetas, nobilísima fuente
de palabras, caudal que justamente,
por su grandeza, se llamara mar!
Cuántas horas he puesto en estudiar
tus libros, larga y amorosamente,
por ti, se me mostró, sabio eminente,
mi Maestro, el gran Arte y su rimar.
—Mira la fiera que me está acosando,
impidiéndome el paso, su presencia
sola me hace temblar venas y pulso.
Mira el lugar al que me va arrastrando,
ayúdeme, ante ella, tu prudencia,
pues en mí se ha parado todo impulso.
—Te conviene tomar otro camino
—respondió—, esa fiera es tan malvada,
sanguinaria, perversa y despiadada,
que es matar por matar, su desatino.
Su natural es bajo y tan mezquino
que no se sacia nunca. No acabada
de devorar la presa y la punzada
de hambre mayor abrasa su intestino.
Mas llegará el Mastín que entre dolores
la ha de dar muerte, porque Él no atesora
oro ni tierras, sino paz Amor.
Él la habrá de arrojar a los horrores
del Infierno, de donde, en mala hora,
la hizo salir la envidia y su rencor.
Seré tu guía, por eso he pensado
que te habré de sacar de este paraje
de otra manera, tras un largo viaje
por eterno lugar no visitado.
Oirás el llanto del desesperado
para siempre y el canto del linaje
que, humilde en su tormento, da homenaje
al que ver es ser bienaventurado.
Y en el lugar que todo en Él consiste,
feliz aquél a quien consigo lleva, ser
más digno que yo, te ha de guiar.
—¡Por ese Dios que tú no conociste,
ayúdame, Poeta, en cuanto deba!
Y así empecé a seguir su caminar.
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girl-psique · 4 years
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pesadilla dormí.. despierta
Se tornó la primera noche más oscura de mi vida donde se me hacía pesadillas dormir la habitación era helada y la gente no era más que igual de helada que el lugar.
Era como estar caminando dormida entre varios pasillos oscuros, no debía hacer mucho ruido habían animales en ese lugar de los que era fácil despertarse con apetito. Entonces camino descalza y en pijama sintiendo lo frío que era el piso con mis pies entonces se provoca un apagón justo en el lugar que me encontraba y el frío ya no se sentía en mi pies si no en toda mi piel.
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No culpo al ruido, ni al tiempo hice todo como lo planie al momento de recorrer el lugar descalza fallé en no percatarme del animal que había despertado quien me seguía y en un cerrar de ojos ya estaba detrás de mi parado, no encontró la comida con la que debía saciar su sed entonces aprovechó de arrancarme el alma.
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Amaneció, pero yo no amanecí nunca camine dormida. Nunca dormi, la parálisis de mi cuerpo me hizo entender que yo no soñé y al ver las garras marcadas en mi piel y mi ropa rasgada asumí que estuve despierta entonces fue cuando desie que fuera este un sueño. Abrí el grifo y el agua recorría mi cuerpo vi como el agua se teñía de negro fue cuando apague el agua y me mire tenía tatuajes nuevos inútiles de borrar, es ahí cuando me senté en la ducha con ganas de vomitar y mi cara goteaba, no por el agua si no por mi infinitas ganas de no dejar de llorar.
• autor d£ @girl-psique 🖤
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sietemaravillashq · 4 years
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TU NACIMIENTO ES MI NACIMIENTO, TU MUERTE ES MI MUERTE. Los juramentos no están para romperse y eso lo sabes. ¿Recuerdas GALILEA ‘ILEA’  ROMELLO cuando profesaste aquellas palabras? Ahora que tu Aquelarre te necesita, ¿le harás justicia a la promesa que selló tus labios?
FRESITA, ¡Bienvenida a las Siete Maravillas! Gracias por acompañarnos en este proyecto, esperamos disfrutes del grupal. A partir de este momento tienes 24 horas para enviarnos la cuenta de tu personaje, pero si necesitas más tiempo nuestro buzón está abierto.
fuera de personaje
pseudónimo: fresita
pronombres: femeninos
edad: +18
país o zona horaria: utc +1
nivel de conexión del uno al diez: 7/10
triggers: pedofilia, maltrato animal, abusos sexuales, homofobia.
en caso de unfollow ¿permitirías que usemos a tu personaje para el desarrollo de la trama? ¡sí!
¿algo que añadir? -
dentro de personaje
nombre: galilea ‘ilea’ romello
pronombres: femeninos
faceclaim: camila morrone
edad y fecha de nacimiento: veintidós años. 19 de diciembre.
ocupación: empleada en la tienda de joyas/antigüedades familiar. los fines de semana es mesera en un bar nocturno.
cupo y a qué aquelarre pertenece: cupo 96, aquelarre laveau.
personalidad: independiente, altiva, desordenada, versátil, engañosa, observadora.
¿qué poderes posee?
piroquinesis, descendum, adivinación. atmokinesis, espiritismo.
¿cómo fue la primera vez que desarrolló uno de sus poderes?
aún cuando la confusión se arremolinaba dentro del pequeño cuerpo de niña de tan solo cinco años, como una coraza de espinas que alimentaba la tristeza sin sentirla del todo. cuando llegó a terreno estadounidense con familia nueva, recuerdos distorsionados y nudo permanente en el pecho, se despertó con gotas de sudor bajando por el rostro, respiración agitada y el recuerdo de una pesadilla casi real. lo que sucedió después es que la pesadilla se tornó en realidad, su familia tomaría posesión de una pequeña tienda de antigüedades cuando encontraron a propietario anterior inconsciente dentro del lugar.
de desearlo, puedes añadir tres puntos relevantes a la historia de tu personaje o curiosidades.
  ‘ traslados forzosos. ’      tw: accidente. a la edad de cinco años se vio obligada a dejar tierras argentinas a consecuencia de la repentina muerte de sus progenitores, de la noche a la mañana figura aún anclada en la infancia se quedó sola en el mundo, con la esperanza constante de que algún día aparecerían con un obsequio de uno de sus viajes. la pareja viajaba mucho: por trabajo, ocio, placer, pero sobre todo por trabajo, ausentándose durante largos períodos de tiempo.
  ‘ familia olvidada.’      apenas logra recordar los rostros de verdadera familia, cada vez que lo intenta una nube borrosa sustituye sus caras, y entonces se resigna a que continúe siendo así durante el resto de su vida. después de quedar envuelta en soledad a los cinco años, sus cuatro tías la acogieron en su gran casa pero modesta en nueva orleans. supone un antes y un después en su historia, en su forma de ver el mundo, en el idioma que conocía… sin embargo las cuatro mujeres terminan convirtiéndose en figuras maternas.
   ‘ distorsión de la realidad. ’      en ocasiones era difícil, era difícil el hecho de aceptar tanto poder relativamente temprano, viéndose sumida muchas noches en una marea oscura de imágenes que no era capaz de identificar. sus tías le confesaron que eran brujas, con esto la introdujeron más y más dentro del mundo de la brujería, aprendió sobre sus poderes; pero también aprendió a temerles. era tan grande la presión que sentía que se dejó engatusar por alcohol que decoraba estanterías de la casa, empezando a beber solamente para alejar problemas.
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mypatchseries · 4 years
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Hush, Hush - Capítulo 10
Salón de Bo. Te estoy esperando.
 Guardé de nuevo el teléfono celular luego de haber leído el mensaje. Supe que era Dabria muchísimo antes de leer el remitente, y suspiré de frustración. Solo había una manera de sacármela de encima, no matándola. Tendría que ir a verla.
 Debía existir un motivo, aparte de que ella quería que recuperara mis alas, para que fuera tan insistente. Pensé que había cerrado todo tipo de contacto aquella última vez que nos vimos, hace ocho meses. Dabria sabía que iba tras Nora, y entendía cual era mi objetivo. Pues se llevaría una sorpresa al saber que había cambiado mis planes. Si es que se lo decía, claro.
 Me puse un pantalón de cuero negro, mis botas negras y una camiseta, negra también. La mayoría de mi ropa era de color negro, lo cual era una ventaja si querías pasar desapercibido en las noches. Tomé las llaves de mi moto que reposaban en la cama, y salí de los túneles. El Delphic, como en cualquier otro día bañado por el sol, estaba completamente vacío. Me acerqué con pasos lentos a la moto, y en el trayecto observé largos segundos el arcángel.
 Ahora me recordaba a Nora.
 Aceleré en dirección al club de billar, pensando en qué podría querer Dabria.
 Minutos luego de detenerme en el estacionamiento de Bo., estaba sentado en una mesa frente a mi ex novia. Si horas atrás me hubiesen preguntado cuál sería el momento que más quería evitar a toda costa, diría que sería este.
 —Te escucho, ¿Qué quieres decirme? —le pregunté, tratando de estar calmado.
 Apreté los puños bajo la mesa, tratando de no mostrar signos que denotaran que odiaba estar aquí con ella. Ya me iría luego de que dijera lo que tenía que decir.
 —Es sobre Nora—dijo.
 Esa oración fue suficiente para que captara completamente mi atención. Enarqué mis cejas, instándola a continuar.
 —Volví a ver en su futuro.
 — ¿Y?
 —Nora va a morir.
 Me quedé frio.
 — ¿Voy a asesinarla? —pregunté.
 Dabria negó con la cabeza.
 —No puedo verlo.
 Apreté los puños de nuevo, y la mandíbula.
 —Mira de nuevo—le ordené.
 Ella enarcó las cejas y se cruzo de brazos.
 — ¿Qué me darás a cambio? —preguntó.
 Estuve a punto de lanzármele encima.
 —Te dejaré permanecer con las alas—le dije, con toda tranquilidad.
 Si había algo que asustara a un ángel de la muerte, era la posibilidad de perder las alas y toda aquella visita al cielo. Tenía el poder de hacerlo, por supuesto, ya que se suponía que Dabria no debería estar aquí, y los arcángeles no podían defender a aquellos que habían roto las reglas.
 Dabria apretó los labios en una clara muestra que decía que me creía capaz de unirla a los caídos y cerró los ojos.
 Lo más paciente que pude, esperé las palabras de ella. Gemía, hacia muecas y apretaba los puños mientras observaba. Muy lentamente, los efectos fueron pasando y ella abrió los ojos. La fulminé con la mirada mientras se limitaba a observarme, sin decir nada.
 — ¿Y bien? —pregunté, dejando salir el aire por entre los dientes.
 —Vas a salvarla. Regresarás conmigo—dijo, con una sonrisa.
 Resoplé.
 —Si la salvo, no será por ti, créeme.
 — ¿Por quién sino, entonces? —Preguntó, muy interesada en saber.
 Me quede en silencio, estirando mis piernas y cruzando los brazos detrás de mi cabeza. Sonreí al ver lo exasperada que comenzaba a ponerse Dabria al darse cuenta.
 —No estarás haciéndolo por Nora, ¿Verdad? Es una humana.
 — ¿Qué pasa con eso?
 —No son compatibles.
 — ¿Es tu opinión? Vaya, no recuerdo habértela pedido.
 Entonces su mirada se tornó oscura, y supe que otra visión llegaba a ella. Fue cuestión de segundos, pero lo noté. Luego de eso, me miraba con una sonrisa, sin decir absolutamente nada.
 —Va a morir. Ahora.
 Me levanté de un saltó, tomándola por el cuello y acercándola a mí. Ahora si estaba mostrando mí enojo.
 — ¿Dónde está? —demandé saber.
 Volvió a sonreír.
 —No dejaré que estén juntos, Patch. Lo sabes.
 Apreté el agarre en su cuello. Si las miradas mataran, lo más probable es que estuviera sin vida ya.
 — ¿Dónde. Está?
 —Victoria's Secrets.
 La solté y salí corriendo de allí. Subí a la moto con el corazón repentinamente acelerado. Era extraño como las cosas cambiaban de un momento a otro. Días atrás, estaba sediento de la sangre de esta chica, y ahora corría lo más rápido que podía solo para salvarla. Era la primera persona en todo el jodido mundo que me hacía cambiar de opinión. Aceleré la Ducati en dirección al centro comercial y fijé mi vista en las calles.
 Pasé varias veces frente a la tienda donde se encontraban. A la primera, vi a Nora y a Vee mirando ropa interior; tuve que alejar mis ojos de allí para tratar de evitar imaginar a Nora semidesnuda. A la segunda, Nora le entregaba a Vee su chamarra. Y a la tercera, se encontraba Nora sola. Se le veía preocupada, y detuve la moto a escasos metros de ella. No lo notó. ¿Dónde se había metido Vee? Abrí completamente mis sentidos, y la localicé. Mi cuerpo se tensó y comencé a correr hacia un callejón oscuro que se encontraba a unos cuantos pasos.
 A primera vista, la persona que se encontraba en el suelo podría pasar por Nora, con su chamarra puesta, ya que la oscuridad no ayudaba mucho. Un tipo vestido completamente de negro la golpeaba con furia, como si deseara acabar con ella. Se me heló la sangre y corrí aún más rápido en su dirección. Me arrojé sobre él, quitándolo de encima de ella. Por unos segundos, nos sumergimos en una pelea carnal; cada golpe resonaba con fuerza. Pude sentir a alguien caminar hacia nosotros, así que nos detuvimos. Él salió corriendo antes de poder descubrir de quien se trataba, y no conocía su mente. Maldije. Me arrodillé frente a Vee, pensando en si me la llevaba conmigo, o la dejaba aquí. Después de todo, Nora estaba con ella Los pasos seguían acercándose, esta vez con más velocidad, así que me levante. Vee me miró por entre las rendijas que ahora eran sus ojos. Y me fui de allí.
 Más tarde escuché a Nora llamar a una ambulancia, y a personas acercándose para ayudar. Yo me mezcle entre ellos, hasta llegar a mi moto. Subí a ella, y aceleré al Delphic.
 Estuvieron a punto de matar a Nora de nuevo, si es que hubiese sido ella la que saliera de la tienda. Apreté los puños y la mandíbula.
 Me estaba cansando de perseguir a un fantasma.
 Encontraría al responsable de todo esto, y le daría la muerte más dolorosa que jamás habría podido imaginar.
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El día que tu corazón dejó de latir el mío se aceleró. Mis piernas temblaban y yo no podía caer en la realidad, no podía aceptarlo. Sólo pensaba que ya no iba a verte más, me imaginaba lo difícil que iba a ser mi vida a partir de ese instante. El día que te fuiste mi vida se tornó oscura, mis ojos comenzaron a brillar sin parar, porque jamás se iban esas lágrimas. Siempre aparecían en mi rostro una y otra vez. El dolor que sentí sigue intacto, lo llevo dentro de mi alma, guardado en una gran caja de cristal que a veces se rompe y lo vuelvo a sentir como el primer día. El día que te fuiste te llevaste a la persona feliz que algún día fui y me convertí en un ser totalmente diferente. Mucho más frágil, pero a veces tan fuerte.
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lilietherly · 5 years
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[Fanfic] Inevitable
I Insostenible.
¿El señor Holmes le creía un estúpido? Por su puesto, el tonto inspector Lestrade que no puede darse cuenta sobre lo que ocultaba en su bolsa o aquello que estaba ardiendo en la chimenea y había sido arrojado a lo más profundo por el doctor Watson. Lestrade dio una patada al asfalto. Sí, era obvio que su inteligencia jamás se compararía con la de ese hombre, pero eso no quería decir que necesitara tratarlo como un estúpido. El señor Holmes abusaba de su posición, pues si Scotlan Yard no lo necesitara muy seguramente ya habría ido a la cárcel, no solo por omisión de palabra sino por robo de pruebas y provocación verbal a casi cualquier oficial.
Lestrade caminó mucho más rápido buscando un poco de tranquilidad. Se sentía tan frustrado, poco era lo que faltaba para que comenzara a correr. Se dijo, a unos pasos de doblar la esquina, que iría hasta el parque para darse un respiro de tranquilidad entre los altos y frondosos árboles. No obstante, como casi siempre en toda su vida, las cosas no estaban a su favor. Al doblar la esquina se había encontrado con una pared cubierta de tela oscura y no solo eso, la sorpresa de saberse empujado había extraído de su garganta un para nada varonil gemido, sí, porque eso había sido más un gemido que otra cosa. Mientras deseaba que un agujero se abriera de la tierra y que en la trayectoria de su viaje hasta el suelo ese hoyo se lo tragara completito, el tipo con quien había chocado le salvó de pasar aquella vergüenza a cambio de una mucho más grade.
Al cielo dio gracias al saber que la calle estaba totalmente vacía, no podría dormir por la noche a sabiendas de que alguien lo hubiera visto en aquella bochornosa posición, entre los brazos de un hombre que le sacaba por lo menos tres cabezas de ventaja. Él no era un hombre alto y en lo posible trataba de convencerse de que la altura no lo es todo. Sin embargo, teniendo a ese tipo prácticamente cargándolo por la cintura estando mucho-muy inclinado sobre él, su pequeña altura volvió a ser uno de sus mayores complejos.
Abrió con rapidez los ojos y con la misma velocidad se alejó de él, por más vergüenza que sintiera al mirar hacia arriba para ver directamente al hombre no se le pasó desapercibido el que aquellos ojos grises se le hacían demasiado familiares, aunque quizá los de él eran más fríos, más calculadores. El hombre parpadeó un par de veces, Lestrade se sintió evaluado bajo aquella mirada escrutadora. Quiso disculparse pero se sentía abrumado y ya había estado demasiado tiempo cerca de un hombre que le hacía sentirse pequeño, no solo intelectualmente hablando, y el estar una vez más siendo tal vez juzgado, era algo que no le agradaba ni un poco. Dio media vuelta, con todo el orgullo que aun creía conservar trató de seguir con su camino.
Pero, a tan solo un paso de aquel alto hombre con los calculadores ojos grises, fue obligado a detenerse.
—Lamento mi torpeza, le ruego que me perdone. —A Lestrade se le erizaron los cabellos de la nuca. Jamás en toda su vida había escuchado un tono de voz tan... tan amable, suave, profundo y estaba casi seguro, un Rey debería escucharse así. Se sonrojó. ¿Qué diablos estaba pensando?
—La culpa ha sido mía, con su permiso —el detective intentó tener su brazo de regreso, pero llegó a ser solo eso, un intento. El hombre tomó su mano entre la suya y para sorpresa, susto y vergüenza de Lestrade, la besó. ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Con el permiso de quién? ¿Desde cuándo Lestrade se había convertido en una damisela? Mierda, él veía cadáveres todos los malditos días. Puede que fuera pequeño, que su rostro no fuera el más varonil, que su voz no fuera la más gruesa, que su físico no fuera el de un dios griego, ¡pero aun así! Qué maldita sea pasaba por la cabeza de ese tipo al hacer esa clase de cosas, era algo que Lestrade se preguntó indefinidas veces. Lo que apenas vagó un microsegundo por su mente fue la pregunta sobre por qué su corazón latía tan rápidamente.
—Por favor, caballero, deje que le recompense adecuadamente por mi torpeza. —Lestrade una vez más intentó recuperar su brazo y aun si pudo conseguirlo, la sensación en su mano de la calidez dejada por los labios ajenos le recorrió hasta la punta de los pies. Había algo malo en él y en el alto hombre de ojos gris acero, de eso no cabía la menor duda. El problema era que no sabía exactamente quién estaba más mal, si él mismo por asentir a la proposición aún no anunciada o el hombre por hacerla.
El aura de depredador que rodeaba al sujeto que había tomado nuevamente posesión de la mano de Lestrade no permitía el adecuado estudio de la situación. Lestrade sentía, más que cualquier otra cosa, el hombre frente a él lo devoraría sin pensarlo dos veces si es que llegara a negar alguna palabra de sus labios. Y su instinto de supervivencia le hacía desear salir lo más vivo posible de las garras del tipo de los ojos gris hielo.
Porque Lestrade no quería ser comido.
II Irracional
Justo un segundo antes de que Mycroft Holmes se topara con una persona interesante había resoplado por décimo tercera vez en el día. Una berlina tuvo la enorme desgracia de cruzarse en el camino de su propio coche y, por consiguiente, se había visto obligado a no solo caminar cinco calles hasta el hogar de su querido hermano menor, sino que además, por si realmente fuera poco, el caso de Charles Augustus Milverton continuaba siendo un delicado tema sobre el que debía seguir tratando.
Más ahora ahí estaba. Admirando, por decir lo menos, a esa interesante persona. Ese pequeño caballero que había tenido la osadía de cruzarse en su camino, cuando no estaba precisamente en su mejor humor, con aquella aura de presa rodeándolo venía a ser el blanco perfecto para que la bilis acumulada pudiera por fin ver la luz. No obstante, había sido aquella misma aura lo que apaciguó, de una manera increíble, los deseos insanos, por no decir asesinos, que desde hace un rato acaparaban los pensamientos de Mycroft.
Con una inteligencia tan notoria como la suya, poco había tardado en dar cuenta sobre aquella inmediata tranquilidad. Sin embargo, aún no comprendía cómo es que una sola persona podía poseer tan innata capacidad para apaciguarlo con tan solo su mera presencia. Entendía, por supuesto, la parte en la que él se había interesado de una manera no precisamente amistosa con el hombre, lo que deseaba saber era por qué. ¿Qué de atractivo había en el caballero de delicadas manos, de estrecha cintura, grandes ojos avellana y pequeña estatura? Mycroft necesitaba averiguarlo, el físico de alguien jamás había significado gran cosa para él, entonces ¿por qué ahora sí?
—¿Una cena será suficiente para que pueda perdonar mi descuido? —Interrogó al mismo tiempo en que apretaba sutilmente la mano del hombrecillo. Su piel clara inmediatamente se tornó escarlata, Mycroft notó con claridad cómo es que su corazón comenzó a latir más rápido y la duda, por sobre otras cosas, acaparó su atención. ¿Por qué le parecía tan atractivo ese rostro sonrojado?
Mycroft pudo ver que, a pesar del obvio deseo del pequeño caballero a negar la invitación, terminó finalmente asintiendo. No quería mostrarse intimidador, pero no había ahora una cosa que le hiciera apartar su mente del tema en cuestión. Él descubriría el encanto de ese hombre así se viera en la necesidad de secuestrarlo, usar sus contactos e incluso acudir a su hermano menor. Más, por fortuna, parecía ser que el caballero aceptaría sus términos por las buenas.
Besando una vez más la delicada mano del hombre, le indicó que debían verse en ese mismo lugar dentro de un par de horas. Obviamente no estaba dispuesto a esperar, por lo tanto, debía terminar sus asuntos antes de la hora acordada. Una vez se despidió adecuadamente, marchó en dirección al 221B de Baker Street. Se dio cuenta, luego de unos minutos, que no sabía el nombre de tan encantador caballero, más, por si llegaba a darse el caso de que este no se presentase a la cita, Mycroft bien podía encontrarlo en las instalaciones del Scotlan Yard. Como había podido deducir por el porte y la fuerza usada del mismo, además de la calidad de su traje, el hombre era inspector, por lo tanto, no debería tomarle mucho esfuerzo el descubrir incluso más que su nombre, en caso de necesitarlo, claro.
Aun si estaba convencido de obtener sus resultados de la forma más sencilla posible, siendo realistas, no creía en absoluto que fuese tan fácil, estaba planeando ya algún modo de descubrir más sobre el adorable caballero. Por supuesto, tratándose de quien se trataba, Mycroft no planeaba fallar. Cual depredador, perseguiría a su presa hasta fatigarla, le acorralaría y haría de su cuerpo el más delicioso manjar.
Sonrió casi divertido, ya podía saborearlo.
III ¿Indómito?
Lestrade llegó casi puntual al sitio en donde se había sentido rodeado por el aura dominante de aquel hombre de ojos gris hielo. Ante el solo recuerdo, un estremecimiento le recorrió por completo, ciertamente deseaba no ser consumido por aquel hombre intimidador, más, por otro lado, tampoco veía alguna forma ya de escapar. Mucho menos ahora que llegaba casi media hora antes de lo acordado.
Intentó respirar profundamente, pero en todo el día no había encontrado una sola razón para traerle un poco de calma. Por el simple hecho de que nada tenía sentido. Se sentía atrapado por un hombre cuyo nombre ni siquiera conocía, ¿los nervios le atacaban solo por la aparente fuerza que emanaba de aquel sujeto? De alguna forma había vuelto a sus días de colegial. Una vez más se estaba dejando ofuscar por alguien solo porque resultaba ser mucho más alto, mucho más fuerte… mucho más atractivo. Fingió toser. Se estaba dejando llevar por demasiadas emociones a las cuales no iba a permitirse identificar.
Mucho menos ahora, mientras sentía cómo el hombre en cuestión se acercaba por alguno de sus flancos. Pero, ¿acaso era eso posible? Un simple mortal, hasta donde sabía, no debía ni podía poseer un alma, un aura con la suficiente fuerza como para hacerse notar antes de que el dueño de tal realmente se hiciera presente. Por otro lado, no se supone debería ser él quien lo notara, quien diera cuenta de un resplandor tan… así. Tan orgulloso, caballeroso, varonil, encantador, dominante. Una vez más se detuvo. Pensó, dado el frío que había, tenía ya una excusa para dar en caso de que el escarlata de sus mejillas se notara más de lo que el mismo podía notar. Además, desde luego, el frío congelaba su pequeño cerebro haciéndole pensar en cosas sin sentido.
No, sin embargo. Lestrade no tenía el suficiente poco autoconocimiento, ni una infalible censura, para no colocar las cosas en su respectivo lugar. Lestrade se sabía valiente, audaz, inteligente y con la capacidad necesaria para dejar de renegar lo incuestionable. Lo indiscutible. El hecho irrefutable de que, sin lugar a dudas, aquel hombre había tomado ya todo de sí.
Le había marcado.
A tal punto de que en sus pensamientos no cabía otra cosa fuera de él. Ya poco o nada importaba qué tanto pudiera o quisiera evitar ese hecho. Desde el momento en el cual se dejó tomar por ese hombre, ya no hubo algo más que le quitara de ahí en dónde lo había tocado. Podía sentir con claridad la suavidad y al mismo tiempo la fuerza usada para retener su mano entre las suyas más grandes. Podía recordar el tono exacto de su voz. Podía sentir aún el férreo abrazo con el que había impedido su vergonzosa caída. Y para terminar la lista, en toda la tarde no pudo dejar de mirar su reloj, temiendo y al mismo tiempo anhelando la llegada de la hora para volver a esa calle.
Esta vez, el sonrojo se esparció por todo su rostro. Lestrade tenía el suficiente valor para comprender y aceptar que en tan solo un segundo se había enamorado de ese alto hombre. Se había rendido ante esa aura dominante. Había caído ante el encanto natural e imperioso, arrogante y seductor.
Por aquella alma depredadora, Lestrade deseaba ser consumido.
IV Ilativo
¡Oh! Así que ese adorable ratoncito era, de hecho, el extrañamente útil inspector Lestrade. Mycroft casi quería reír. Estaba seguro, su querido hermano menor seguro lo haría. Cortejar a uno de los conocidos de Sherlock no estaba en sus planes, y si bien eso no le impediría continuar, había en todo ello cierto aire de vergüenza. Pero bueno, Mycroft supuso que mientras no se tratara del amable doctor Watson, no importaba en realidad.
Por la noche, ataviado con uno de sus mejores trajes, una vez hubo comprado el más hermoso ramo de rosas rojas y rentado un elegante transporte, tomó por sorpresa al adorable caballero que ya le esperaba. Entre la neblina que empezaba a formarse y el frío alrededor, la clara piel de su presa lucía un brillante color carmín. Y ahora, en la calidez de su hogar, y una vez hecha las presentaciones por las cuales se debió comenzar, el encantador inspector se sentaba a una de las mesas del gran comedor.
—Siento que debería disculparme con usted, querido inspector —comenzó Mycroft, sentado enfrente del hombrecillo. Para hacer del ambiente algo más íntimo y menos formal había decidido usar una pequeña mesa cercana a una de las ventanas, ayudado con las velas, la luna, las estrellas y esa suave neblina, Mycroft había creado el escenario ideal para acercarse de la mejor de las formas al lindo caballero—, por algunos de los inconvenientes que mi hermano menor pudiera haberle causado.
—Por favor no, su hermano hace un excelente trabajo y mientras siga de esa forma, no creo provechoso cambiar alguna cosa. —Mycroft pudo notar que su inspector era sincero, aun así, él también hablaba en serio, sabía que Sherlock no era el hombre más amable cuando se trataba de su trabajo, y dejando fuera al honorable doctor Watson, Mycroft podría asegurar que su hermano llegaba a ser… impertinente, por decir lo menos. Por supuesto, el hecho de que el adorable hombre no hiciera escándalo por Sherlock, solo le hacía interesarse más y más por él. No cualquiera podía hablar así del detective.
—Muy bien, entonces… —terminó diciendo, tomando suavemente la pequeña mano del inspector, mismo que casi sin disimular trataba de evitar su contacto. Mycroft, sin embargo, tenía una clara ventaja y no solo, como bien pudo notar, por su fuerza física sino más bien porque el mismo adorable ratón no opuso demasiada resistencia luego de alar su mano un par de veces. Un fiero sonrojo adornó nuevamente esas suaves mejillas al enroscar también sus dedos, por el rostro de Mycroft se imprimió una sutil sonrisa al tiempo en que, con la otra mano, tomaba un poco de vino.
Su pregunta no anunciada había sido respondida en el mismo tono taciturno y casi efímero. Su inspector correspondía esos sentimientos tan sutiles como silenciosos, tan intensos como su primer encuentro y quizá, tan finitos como el universo. Por otro lado, aquel gesto tomó más control del que debería haberle atañido, Mycroft deseaba tomar en sus manos al pequeño hombre, marcarlo como su propiedad y nunca más dejarle hacer un trabajo tan peligroso. Aquel gesto le daba plena libertad de acción sobre ese adorable caballero. Le daba un automático sí, a cualquier decisión que pudiese tomar en pos de mantenerlo a su lado.
Y, sin embargo, Mycroft había sido el primero en caer ante aquella pálida piel, por esos brillantes ojos avellana fue él quien se rindió. Solo por eso, no podía ser él quien pudiera hacer alguna de esas cosas. No mientras su encantadora presa le mirase con el rostro cubierto de un hermoso escarlata, no mientras esa pequeña mano hiciera llegar su calidez hasta lo más profundo de su pecho. Sin embargo, Mycroft debía y tenía que atarlo a su lado, esa adorable presa sería suya en todo sentido.
—No seré su esposa, señor Holmes.
Mycroft dudaba realmente sobre eso, él mismo se encargaría de hacérselo ver.
V Ideal
Podría haber sido peor. Diez veces. Mil veces. Un millón de veces peor. No obstante, aquella palabra ni siquiera asomaba sus narices delante de él, pues de hecho, las cosas iban relativamente bien. Hacía ya más de un año que Lestrade mudó sus pertenencias a Pall Mall y hasta ahora, pocos habían sido los momentos en los que las situaciones no fueron de lo mejor.
Por ejemplo, aquel lejano primer beso, justo cuando ese depredador le había tomado en brazos luego de bajar su copa y aprovechando sus manos unidas, le llevó en un solo y fluido movimiento hasta su regazo, donde sin más, tomó hasta el último aliento de Lestrade. Luego de eso, sinceramente, no había podido hacer nada para alejar esas grandes manos y esos arrebatadores besos, pero tampoco es como si hubiese querido hacer algo para frenarle. Simplemente se había dejado llevar por sus instintos, mismos que le obligaron a corresponder favorablemente a cualquier cosa que Mycroft le hiciera o pidiera. No obstante, no había sido del todo malo, solo quizá el momento para eso había llegado demasiado rápido.
Y, por raro que fuese, Lestrade no se arrepentía. Toda su vida se había hecho cargo de él mismo y de las situaciones que le rodeaban, tanto en su vida personal como en la laboral, nunca pudo realmente experimentar lo que era dejarse ir. Soltarse. Jamás hubiera pensado que ser cuidado, adorado y mimado podría llegar a ser tan extraordinario. Dejarse sostener por alguien más era, en todo sentido, lo que siempre había deseado si bien no lo sabía hasta que el momento llegó.
Terminó siendo feliz, contra todo pronóstico, en el papel de presa que nunca hubiera admitido ser. Pero ahora estaba ahí y eso bastaba. Había chocado con el gran caballero que lo sostendría por el simple hecho de ser quien era. Ya no más complejos con su altura, misma que ahora amaba. Ya no más tratar de convencerse sobre que parecer un dios griego no era malo, pues ahora lo sabía, estaba seguro de ello. Ya no más problemas con sus grandes ojos, o con su voz, o con su cuerpo.
Había chocado con el gran caballero que le susurraba amor todas las noches mientras le abrazaba con su cuerpo y las mantas tibias. Había chocado con ese depredador que juraba mantenerlo a su lado por el resto de sus días y devorarlo lentamente a cada oportunidad. Ante ese depredador Lestrade se había rendido.
Se rindió ante los deseos de Mycroft sin que al menos pudiera decirlos en voz alta. Lestrade había caído por aquellos claros ojos gris hielo, los mismos que le miraban con una calidez abrumadora y tomaban de él todos y cada uno de sus latidos. Para ese gran caballero eran sus sueños, sus suspiros, cada uno de sus torpes pensamientos. Por él había cambiado su trabajo, renunciando a Scotland Yard para solo convertirse en un visitante frecuente, a puerta cerrada, en el Salón de Forasteros del Club Diogenes. Por Mycroft Holmes, Lestrade había dejado a un lado el trabajo por el que había luchado tan duramente, había hecho a un lado su excitante vida persiguiendo criminales.
Y aun sabiendo eso, Lestrade no encontraría jamás una gota de arrepentimiento. Lo había hecho por cuenta propia, fueron sus propios deseos los que le llevaron a tomar aquella dura decisión. Porque Mycroft se había convertido rápidamente en algo, en alguien mucho más importante. Diez veces. Mil veces. Un millón de veces más importante que cualquier otra cosa. Como una hembra a su alfa, se sabía atado por la eternidad a ese depredador. Y Lestrade, sumisamente, había sucumbido ante aquella aura dominante, sabiéndose por ello el más feliz de los hombres.
Lestrade estaba siendo devorado…
Y no había manera en que no amara cada segundo de ello.
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burakrevista · 2 years
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Asperezas. Marcela Rosenfeld
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    Solía asustarnos de noche. Entraba en la habitación a oscuras, con su bastón en la mano, haciendo sonidos raros. Llorábamos con desesperación, y mi mamá entraba al cuarto a consolarnos. Ese era el tipo de sentido del humor retorcido de mi tía Norma. En ese momento, a Daniela, mi madre, no le quedaba otra que aceptarlo. Después de todo, era la única que ofrecía su ayuda. Nadie más colaboraba para cuidarnos, cuando ella estaba en su turno como empleada doméstica.
    Recuerdo la renguera de mi tía, resultado de un accidente de tránsito que tuvo. A pesar de la rehabilitación, ella no logró que su pata vuelva a la normalidad. Usaba un bastón, con la esperanza de recuperar su buen caminar. Pero, con el tiempo, ese objeto resultó cómodo para ella. Aunque no para nosotras. Con el tiempo, fue adoptando un aspecto más fantasmagórico por las noches, rondando por el pasillo, casi siempre acompañada con un vaso con whisky en su mano, hasta que llegará Dani. Y ese insoportable ruido del bastón apoyando en el suelo.
  El choque le costó la vida a su novio. Desde ese momento, su humor se tornó más escabroso. Eso parecía ser lo único que la mantenía a flote. Era común que ella terminase las noches en el sillón, con un llanto ahogado. De adulta, conocí lo que era tener un corazón roto. En esos momentos, comprendía más a Norma. Por eso, aún me duele pensar en su trágico final. Norma tenía la costumbre de ridiculizar a todo aquel que mostrase un mínimo interés o cariño hacia ella. A la larga, lograba lo que en el fondo deseaba, mantenernos a todos a una cierta distancia, para no sentir. Sólo a nosotras, “sus niñas”, nos tenía permitido darle algunos abrazos. Y, con suerte, podíamos abrazarla por nuestra cuenta, cuando la encontrábamos desprevenida.
    Una tarde Norma llegó a casa de buen humor. Hasta se le dio por juntarnos a Martina, mi hermana, y a mí en el comedor, para contarnos una buena noticia. Ella se había cruzado con un señor, en el banco de una plaza. Y le había contado su tristeza, porque “le vió cara de bueno”. Ella no confiaba en desconocidos, pero éste tenía un “no sé qué, que que se yo”. Al terminar de contar su historia, él le preguntó qué es lo que más deseaba en este momento. Mi tía respondió que quería ver de nuevo a Miguel, el amor de su vida. Ella nos dijo que el hombre se fue, antes de que pudiera preguntarle su nombre. Pero, antes de verlo doblar la esquina, ya se sentía más aliviada. Y eso era lo que la tenía contenta, dado que, hace años que no tenía esa paz. Todavía puedo sentir el gran abrazo que nos dio a las dos, antes de prepararnos la chocolatada.
    Mi mamá tenía que quedarse a trabajar en aquella casa esa noche, y Norma se ofreció a cuidarnos. Escuché unos golpes en la puerta de calle en la madrugada. Me preocupó que alguien llamara tan tarde. Oí a mi tía exaltada, y yo abrí la puerta de mi habitación, para ver quién era. Aún agradezco que Martina tenga el sueño tan pesado. Escuché otra voz, muy grave, como de ultratumba. Cuando me asomé al pasillo para acercarme a la cocina, vi que mi tía hablaba con alguien. Luego ella lo abrazó, pero cuando le pidió que se saque la capucha, pudo ver a Miguel. Por desgracia, él tenía la apariencia de cuando había sufrido el accidente. La mitad de su rostro estaba abollada, y la mitad del cuerpo se movía con dificultad. Norma se asustó, tiró su vaso con wiskhy, y corrió hacia la calle solitaria. Miguel fue detrás suyo, mientras yo corrí hacia la entrada. Llegué en el momento en que un conductor, doblaba la esquina, y embestía contra mi tía. Juro que, el que manejaba era también igual a Miguel. De hecho, el que estaba hablando con ella, había desaparecido. Aún no puedo reponerme de esa muerte, sobre todo porque, en algunas noches como hoy, me parece escuchar el ruido de un bastón cerca de mi puerta.
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Marcela Rosenfeld
Publicista, escritora y fotógrafa. Gestiona un emprendimiento de identidad visual. Da clases particulares. Publicó Ravis y Más allá de lo extraño.
Participó en la antología Escritores en la Sade y trabaja en la segunda edición de Ravis.
Instagram: @marrosenfeld
Facebook: escritoraensutinta
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bloodandpaper · 2 years
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Final sangriento.
Los juguetes tienen suerte de carecer de la capacidad de sentir, ya que de lo contrario, se habrían vuelto unos locos suicidas por el mal trato continuo a manos de cualquier persona que le diera igual si vives o mueres, si lloras o ríes, si estás feliz o estás triste. Habría desembocado en una guerra en la que los humanos saborearían la derrota y se convertirían en esclavos. Un trapo. Un juguete roto y sucio. Así es como podía describirse durante estos meses desde aquel trato firmado de la manera más sucia posible: follando en los servicios del psiquiátrico. Sabía de sobra dónde se estaba metiendo, sabía que aquel tipo había maltratado a cada mujer que se enamoró de él para engañarlas y tenerlas bajo su red, como una mosca en la telaraña. — Aquí tienes, tu arma. Me has estado sirviendo bien. — Ya era hora, maldito... No le dio la oportunidad de acabar la frase cuando sus nudillos chocaron de golpe la mejilla derecha de la mujer haciéndole girar la cabeza y silenciar sus labios. — ¿Qué ibas a decir? Sabes que te tienes que comportar bien conmigo o jamás recuperarás tu vida. Sé mucho de ti, Angie Czwójdak. — ¡Eres un hijo de puta, jamás vuelvas a tocarme ni un pelo! ¿Te enteras? La punta del arma le apuntaba directamente a su cabeza cuando recuperó la estabilidad. Mano temblorosa, ojos llorosos que complicaban la visión haciéndola difusa. Sentía que iba a cumplir su venganza por fin, que ese hijo de puta iba a ser castigado al infierno después de haberla tratado como su exclava sexual y saco de boxeo. El tiempo pasaba lento, segundos de tensión, se palpaba la indecisión de si sería bueno cometer dentro el asesinato, pero no aguantaba más y acabó por apretar el gatillo. Una risa masculina cuando no recibió el disparo debido a que no estaban las balas puestas, sino en su mano derecha. El rostro femenino se tornó blanco cuando cayó en su trampa, estaba siendo la mosca atrapada en su telaraña, no podía escapar de él. — ¡Eres un hijo de puta, bastardo! ¡Muérete! Se abalanzó sobre él agrediéndole con el puño de la pistola en diversas zonas. Se llevó a cabo una pelea entre ambos en el vestidor mientras que el guardia de seguridad, tranquilo, lo estaba viendo por la cámara. No haría nada. Estaba comprado por aquel tipo. La rabia, la ira, la impaciencia de verle morir fueron las emociones más fuertes que sacaron a la luz la verdadera cara de la fémina: un demonio súcubo junto con el poder de una bruja. Le rasgó la piel del cuello con los dientes provocando una fuerte hemorragia, atravesó con los dedos su piel para arrancar sus costillas y dejarle inerte. — Púdrete en el infierno, maldito. Y esto me lo quedo. ¿Dónde había quedado su inocencia? ¿Dónde había quedado todo lo que fue de cría? Su personalidad había cambiado, estaba latente una oscuridad asombrosa de la cual no era consciente hasta ese momento. Por sus venas sería una potente energía oscura que le llevaría más lejos aún. Se sentía poderosa, capaz de aniquilar a cualquier ser que le impidiera salir de ahí, pero primero, iría a por su objetivo: el Doctor Albert Einstein. "Toc, toc..." Susurró cuando los nudillos chocaron contra la superficie de la puerta que escondía su despacho. Se encontró a aquel hombre que le inyectaba sustancias raras que comenzó a provocarles diversos mareos por el día. Estaba muerto. Los ojos se volvieron totalmente oscuros, la pistola, e convirtió en un arma de cercanía. — Deberías de estar en tu habitación, Czwójdak. — Quiero divertirme con usted, como lo ha hecho conmigo. ¿Cree que no me he dado cuenta de que cuando me dormías abusabas de mi? Eso se ha acabado... Empezaré por comerme tu miembro cuando lo separe de tu cuerpo, seguiré por tu estómago, pulmones hasta.... Tu corazón. Y empezó la acción cuando cerrando la puerta dando el último empujón con el pie. Se acercó hasta él con una sonrisa maquiavélica. Ambiente denso. Gritos de dolor al arrancarle a tirones el miembro para comérselo delante de él mientras se desangraba a gran velocidad. Llegó al corazón y dejó un segundo cadáver.
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velmocha · 3 years
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El día que tu corazón dejó de latir el mío se aceleró.
Mis piernas temblaban y yo no podía caer en la realidad, no podía aceptarlo.
Sólo pensaba que ya no iba a verte más, me imaginaba lo difícil que iba a ser mi vida a partir de ese instante.
El día que te fuiste mi vida se tornó oscura, mis ojos comenzaron a brillar sin parar, porque jamás se iban esas lágrimas. Siempre aparecían en mi rostro una y otra vez.
El dolor que sentí sigue intacto, lo llevo dentro de mi alma, guardado en una gran caja de cristal que a veces se rompe y lo vuelvo a sentir como el primer día.
El día que te fuiste te llevaste a la persona que algún día fui y me convertí en un ser totalmente diferente.
Mucho más frágil, pero a la vez tan fuerte....
¡Gracias por tanto! siempre en mi pensamiento, en mi alma y corazón.
🐅🐅🐅
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