Tumgik
#no quisiera que lloviera
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No quisiera que lloviera
te lo juro
que lloviera en esta ciudad
sin ti
y escuchar los ruidos del agua
al bajar
y pensar que allí donde estás viviendo
sin mí llueve sobre la misma ciudad
Quizás tengas el cabello mojado el teléfono a mano
que no usas
para llamarme
para decirme
esta noche te amo
me inundan los recuerdos de ti
discúlpame la literatura me mató
pero te le parecías tanto.
No quisiera que lloviera, Cristina Peri Rossi
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cielcarolina · 11 months
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He tenido pesadillas desde que te fuiste de mi lado, de mi lado físico porque en de mi corazón te has quedado. Quisiera tener la mente limpia y despertar como el cielo un espacio despejado, pero veo todo gris como si solo lloviera sobre mi, mi día está nublado.
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poematrica · 1 year
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las despedidas y la lluvia
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llueve sobre la ciudad, los bunkers / eterno resplandor de una mente sin recuerdos / tumbas de la gloria, fito paez / "no quisiera que lloviera", cristina peri rossi
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lileuph-milkybanana · 6 months
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Capítulo final
Se fueron a casa.
Hoseok se lamentó por el estado de sus plantas después de que fueron dejadas solas por casi una semana y revoloteó por la casa para revivirlas con unos cuantos toques. Yoongi hizo que lloviera en el invernadero, grandes gotas caían desde el techo, donde Yoongi había esparcido una manta grande de agua desde la manguera del invernadero.
-Puedo sentir eso, hyung -susurró Jimin con una mano en su pecho -tú magia.
Taehyung atrapó agua en sus manos, una piscina reluciente en sus palmas. -Yo también.
Era como un segundo latido, pensó Jungkook. Vida extra.
--
Se fueron a casa y Jungkook se acurrucó en la cama de Yoongi para besarlo. Para besarlo y besarlo y besarlo con sus dedos hundidos profundamente en su cabello negro y Yoongi respondió con sus propios dedos en la cintura de Jungkook, presionando lo suficientemente fuerte para dejar un moretón.
No habían hablado todavía sobre lo cerca que estuvieron del fin. Sobre el agarre frío de la muerte que Jungkook todavía podía sentir revoloteando por su espalda en medio de la noche, haciendo que la oscuridad se volviera pesada y sofocante.
Por ahora, tenía la voz gentil de Yoongi en su cabeza, susurrando te amo, y eso era suficiente.
--
Volvió a la universidad con una nota del hospital para excusar su inasistencia. Ninguno de sus profesores parecía impresionado y tuvo que realizar dos exámenes y terminar un ensayo que debía entregar en dos semanas.
Hizo que quisiera llorar un poco, al igual que el vacío de su departamento cuando por fin volvió para recoger más de su ropa. Su cabeza dolía sin la ruidosa presencia de los demás, y aunque sabía que era por el lazo (inestable e inseguro todavía, intentando recuperarlo), este lugar que sus padres rentaron para él se seguía sintiendo como un recordatorio. De todas las cosas que necesitaba decir, de las ataduras que todavía tenía, la cadena que iba desde aquí hasta Busan.
Todavía no, susurró su cobarde corazón. Les diría pronto, pero todavía no.
Empacó una maleta con casi toda la ropa de su armario, tiró a la basura toda la comida perecible que se pudrió en su refrigerador y dejó el resto en un bolso para dárselo a Seokjin. Luego, cerró la antigua y ruidosa puerta y se dirigió a la estación de metro sin mirar atrás.
--
-Bien -anunció Taehyung donde estaban todos amontonados. Eras las siete a.m de un martes en la mañana y estaban de pie frente a la Tienda Mágica, abrigados para combatir el repentino frío tardío de la primavera que descendió a la ciudad, como si el invierno quisiera enterrar sus garras una última vez antes de ceder ante el verano abrasador.
Taehyung tenía puestas las gafas de lectura de Yoongi en el puente de su nariz porque lo "hacían verse más inteligente" y un maldito portapapeles en sus manos que desenterró de algún lugar profundo de la tienda. -Gracias a todos por venir.
Nos arrastraste aquí, gruñó Yoongi en sus cabezas mientras se tomaba la segunda taza de café. Nos despertaste.
Cantando sonoramente Frere Jacque en toda la casa, canción que Jungkook todavía tenía en su cabeza, aunque no sabía si era su propia mente o si era de los demás. Todos estaban cansados, a excepción de Jimin, quien tenía que estar despierto por sus clases y era una de las razones por la cual se juntaron tan temprano, y un poco malhumorados, aunque había emoción en el fondo, también.
Usualmente la había, cuando se trataba de este extraño lazo que tenían.
-Por ciencia muy importante -dijo en voz alta Taehyung. Golpeó el portapapeles con un lápiz. -¿Estás listo, Kook?
-¿Por qué tengo que ser yo quien se mueva? -se quejó Jungkook. Solo había tomado una taza de café y sueños extraños lo mantuvieron despierto en la noche. Su cabeza se sentía estridente y sensible esta mañana y prefería volver a la cama y acurrucarse en Yoongi en vez de caminar por la ciudad para poder saber la extensión de su radio.
-Porque eres el factor común aquí -explicó pacientemente Taehyung -y es más fácil. Tenía mucho miedo como para pedirle a Yoongi-hyung que se moviera.
Yoongi bufó en su taza, pero Jungkook no podía decir si era en negación o afirmación. Probablemente afirmación, juzgando por la diversión que irradiaba de él en una ola calmada.
-Bien -dijo -¿en qué dirección primero?
-En esa -decidió Taehyung, señalando el Washington Square Park -buena suerte.
Jungkook suspiró y comenzó a caminar. Sintió como si estuviera en esos molestos comerciales que Seokjin le mostró una vez: camina unas cuadras, detente, ¿pueden escucharme ahora?
Recibió un sí mientras caminaba por fuera de su universidad y cuando llegó al parque. Esquivó la banca en donde Yoongi lo besó como si fuera un adiós y siguió caminando, ignorando el repentino sabor a ceniza en su boca.
Recibió un sí cuando llegó a Greenwich Village y a la estación Christopher Street. Su celular decía que había caminado cerca de dos kilómetros.
¿Ahora qué? Preguntó, debatiéndose si ir por una segunda taza de café. Pasó por un Starbucks hace unos minutos...
Entra al metro, Taehyung respondió de vuelta y suspiró, buscando la tarjeta del metro mientras bajaba las escaleras.
¿Hacia dónde voy?
Hacia el norte. Toma el tren 1 hasta la estación Penn.
Está bien.
Se subió en el maldito tren, aplastado contra la puerta por hombres y mujeres en trajes de negocio, estudiantes adormilados con su mochila en sus regazos, una mujer con un abrigo que parecía no saber mucho de moda, muchos hombres vestidos como si hubieran salido de la portada de un álbum de punk-rock y dos presumibles artistas que dibujaban furiosamente en sus cuadernos.
La estación Penn era un lugar caótico de ruido y cuerpos. Entró en Shake Shack, solo para liberarse de la corriente humana.
¿Pueden escucharme ahora?
(Tres kilómetros, decía su celular)
Sí, respondió Namjoon. Pero te estás desvaneciendo.
Suprimió otro suspiro y se preguntó si las 8 a.m. era demasiado temprano para un milkshake. Probablemente. Pero a la mierda. Se compró uno de frutilla con un monto excesivo de crema porque era un adulto, muchas gracias.
¿Por qué estás contando dinero? Preguntó Taehyung mientras buscaba en su billetera el monto exacto de dinero. ¿Estás comprando algo? Esto es ciencia muy seria, Jeon Jungkook, tienes que concentrarte.
Estoy concentrado, respondió de vuelta, aceptando el milkshake de la trabajadora. Estoy completamente concentrado.
Una pausa sospechosa. Bien.
Jungkook inclinó su cabeza para esconder una sonrisa divertida. Tenerlos en su cabeza podía ser molesto, pero la mayor parte del tiempo se sentía como si no estuviera solo, incluso en el caos de la ciudad de Nueva York en la hora punta.
¿A dónde iré ahora?
Un momento, por favor.
Estaban viendo un mapa, pensó. Probablemente en la pantalla quebrada del celular de Namjoon. Peleando sobre dónde enviarlo ahora. Encontró una banca y bebió de su milkshake en silencio para que pudieran decidir.
Bien, dijo finalmente Taehyung, sigue hacia el norte. Hasta la Calle 59.
El límite inferior de Central Park. Bien.
¿Metro?
Camina. Es un día bonito.
Lo era, soleado y brillante a pesar del frío que permanecía. No le importaba mucho y finalmente salió de la estación Penn y siguió su camino, con música en sus orejas y su sudadera.
¿Pueden escucharme ahora? Preguntó cuando pasó el Times Square.
Sí.
Y fue un sí todo el camino hasta la calle 58, justo en el Museo de Arte y Diseño hasta que su celular vibró en su bolsillo.
Taehyung [8:30 a.m]
Te perdimos
Revisó su celular. 6 km. Diablos.
Yoongi [8:31 am]
No lo he perdido?
Espera.
¿Puedes escucharme?
Sí.
¿Claramente?
Sí.
Taehyung [8:30 am]
Entonces sigue caminando kookie
Tragó una extraña ráfaga de vértigo ante el hecho de que Yoongi todavía podía escucharlo, aparentemente su lazo con Yoongi era un poco más fuerte que con los demás. Tenía sentido, considerando que fue forjado por fuego y a punto de morir, pero, aun así. Era agradable saber que aún tenían algo que era solo para ellos, por más que amara al resto de su extraño grupo.
Giró a la derecha y pasó por las puertas de Central Park. Yoongi se quedó con él por todo el camino del Museo de Historia Natural, el Great Lawn y el castillo Belvedere. Por la orilla de un lugar que nunca recordaba el nombre y la calle 97.
Entonces, su celular vibró.
Yoongi [9:16 am]
Ok ahora te perdí
10 Km. Casi el doble que los demás. Diablos.
Jungkook [9:17 am]
Wow
Namjoon [9:18 am]
Están literalmente a diez kilómetros de distancia y solo puedo ver a uno de ustedes pero SÉ que ambos están mirando su celular de manera cursi. Deténganse.
Taehyung [9:18 am]
Son amantes jóvenes namjoon-hyung déjalos vivir
Seokjin [9:19 am]
Por favor no les digas amantes jóvenes
Hoseok [9:20 am]
Ya que no pueden ver, les digo que Jin-hyung está haciendo muecas al celular
Taehyung [9:21 am]
Pero lo son! A pesar de que estoy bastante seguro de que no han tenido sexo todavía, o al menos no desde que volvimos del hospital porque DEFINITIVAMENTE lo habríamos sabido
Oh dios cómo va a funcionar ESO?
Vamos a tener que escuchar a Jungkook y Yoongi-hyung teniendo sexo en nuestras cabezas?
Soy un alma inocente, no firmé para este tipo de cicatriz mental
Yoongi [9:22 am]
Cállate
Por favor
Jimin [9:23 am]
Al menos yo y Tae no estamos teniendo sexo o tendríamos un problema real en nuestras manos
Taehyung [9:24 am]
Sí, todos deberían agradecerle a Jimin por ser tan genialmente asexual
Jimin [9:24 am]
Toda la maldita razón
Hoseok [9:24 am]
Ahora jin-hyung y joonie corrieron a buscar café
Jungkook [9:25 am]
Voya tirar mi celular a este lago
Taehyung [9:26 am]
Creo que técnicamente es un embalse
Y no te preocupes kookie, si tú y yoongi-hyung quieren tener sexo todo lo que tendremos que hacer es asegurar que estaremos a seis kilómetros de ustedes mientras lo hagan
Pueden mandarnos un mensaje cuando terminen
Jungkook [9:27 am]
Oh por dios
Yoongi [9:27 am]
DETÉNGANSE
Sigo de pie a su lado
También deja de sonreírme así
Y deja de hacer eso con tus cejas
Anda a clase, mocoso
Tú también Jimin, no veo qué es tan gracioso
Hoseok deja de alentar este comportamiento
Taehyung [9:28]
Claro hyung
Aunque, crees que el sexo sea diferente a un lazo mágico?
Deberían experimentar y hacernos saber qué encuentran
Por la ciencia
Esto es algo revolucionario
Esto es
Hoseok [9:28 am]
Y Yoongi explotó
Puedes volver ahora Jungkook-ah
Taehyung corrió hasta el metro
Después de que Yoongi le lanzara café frío
Voy a volver a la cama
Jungkook enterró su cara ardiente en sus manos y se rió, sin poder evitarlo. Dios, todos eran unos ridículos.
Y no ayudaba el hecho de que había pensado sobre tener sexo con Yoongi por mucho tiempo. Sobre tener más. Sobre la piel en los muslos de Yoongi y sus caderas y en su espalda. En sobre cómo se sentiría, cuál sería su sabor, sobre lo bueno y aterrador y bueno podría ser.
Pero ahora no era el tiempo correcto. Estaba en medio de Central Park y tenía un largo camino hasta la casa. Y una clase a las once a la cual no podía llegar tarde.
Abrió su mapa para ver cuál era la mejor forma de devolverse.
El tren todavía estaba lleno, pero logró arreglárselas para encontrar un asiento en el rincón, rodeado por todos lados por un grupo de turistas japoneses y se puso sus auriculares para ahogar su conversación y el movimiento del tren a su alrededor, la presión de tantas emociones juntas.
No tomó mucho hasta que una voz familiar entró en su cabeza.
Bienvenido de vuelta.
Cerró sus ojos y sonrió.
--
La primavera continuó su marcha hacia el verano mientras los días pasaban, Jimin y Taehyung gradualmente se pusieron más frenéticos y privados del sueño y generalmente desesperados.
-Nunca vayas a la universidad -le dijo Taehyung, rodeado de docenas de diseños rechazados. Parecía que su cuaderno había vomitado en la mesa de la cocina. Incluso había uno atrapado en la lámpara arriba de su cabeza.
-Estoy en la universidad -le recordó Jungkook, sacando cuidadosamente el jarrón con café donde descansaba cerca del codo de Taehyuung. Estaba en la cuarta y ya comenzaba a vibrar un poco. Además de que su mente estaba frenética y resonaba contra la de Jungkook y sabía que estaba tensando al resto.
Sin saber qué más hacer, envolvió sus brazos alrededor de los hombros de Taehyung y descansó su barbilla arriba de la cabeza de Taehyung. Todos lo habían consolado tanto estos últimos siete meses, supuso que ahora era su turno. -Estará bien, Tae. Eres increíble en esto. Y modelaré para ti, ¿recuerdas? A pesar de lo mucho que me aterra.
-Voy a asegurarme de que tengas todos los malditos ojos de la habitación en ti -murmuró Taehyung, tomando su quinto lápiz y su tercer cuaderno. -Solo espera, Kook -sonaba vagamente como una amenaza.
-Creo en ti -le aseguró Jungkook.
-Quiero que Yoongi camine por la pasarela también -continuó Taehyung, lo que no era...una sorpresa, de hecho, considerando lo seguido que Yoongi modelaba la ropa de Taehyung durante el proceso del diseño. Siempre con una mirada exasperada en su cara, pero una paciencia infinita. Incluso cuando Taehyung rompió las faldas e hizo que Yoongi se pusiera almohadillas en sus caderas para poder tener el ajuste correcto. -Pero no estoy seguro de cómo preguntarle.
-Solo hazlo -dijo Jungkook -te ama.
Yoongi los amaba a todos ellos, Jungkook siempre podía sentirlo, una capa bajo todo lo demás, una parte silenciosa de lo que Yoongi era. Estaba ahí incluso cuando les rodaba los ojos o se quejaba sobre que tenían mucha energía o cuando estaban siendo demasiado ruidosos o cuando se comían todo su cereal.
Taehyung hizo un sonido extraño. -Sigue siendo intimidante.
-No deberías estar tan preocupado -dijo Jungkook, tirándole de vuelta algunas de las palabras de Taehyung de hace unos meses -Es solo Yoongi.
Taehyung se rió, entendiendo la referencia -Sí -dijo, sacudiendo su cabeza -es solo Yoongi.
--
Al final, Taehyung le preguntó a Yoongi durante el desayuno una mañana, justo cuando acababa de morder su tostada. Simplemente lo soltó para que Jimin, Yoongi y Jungkook escucharan. -¿Modela para mí en mi presentación de último año, hyung?
Yoongi se atragantó, brevemente y migajas de tostada cayeron en el plato. Sus ojos estaban muy abiertos, un poco aturdido, pero Jungkook sabía por la sorpresa en el pecho de Yoongi, por la oleada de felicidad que le siguió, que no era una mala expresión.
¿De verdad quieres que lo haga?
-Sí, hyung -respondió Taehyung, serio.
Yoongi mordió su labio. Miró hacia abajo, donde la manga de su sudadera cubría hasta la mitad de su mano. Pero...las cicatrices...
-Nadie los verá -insistió Taehyung, viéndose como si quisiera estirar su mano y posarla en el hombro de Yoongi, pero se estaba conteniendo -Lo prometo, hyung. Me aseguraré de que se mantengan cubiertas.
¿A pesar de que es una colección de verano?
-Los abrigos están a la moda todo el año -dijo Taehyung y Yoongi por fin sonrió.
Bien, entonces.
Taehyung dejó salir un grito y se abalanzó hasta Yoongi para abrazarlo, quien alejó su tostada para protegerla del impacto del cuerpo de Taehyung.
-Hyung -dijo Jimin desde donde veía con una expresión divertida lo que ocurría -Taehyungie se me adelantó, pero ¿podrías tocar el piano para mi presentación, también? Pensé que sería más genial si bailaba con música en vivo.
La boca de Yoongi se abrió y el pecho de Jungkook se apretó con del eco de todo lo que Yoongi estaba sintiendo: asombro, alegría, amor, incertidumbre.
¿En serio?
-Sí -le aseguró Jimin.
-Deberías decir que sí -dijo Taehyung, amortiguado porque su cara todavía estaba en el cabello de Yoongi.
Sí, articuló Yoongi mientras asentía.
Jimin sonrió, Taehyung gritó de nuevo y fue una buena mañana.
--
Sentía que se estaba quedando sin buenas mañanas, sin embargo, porque ya casi era final de semestre y sus padres lo estaban persiguiendo para conversar, queriendo sentarse y planear su regreso a Busan por el verano.
Se estaba quedando sin tiempo y los iba a perder, sabía eso. Se preparó a sí mismo cuando volvió a su departamento una tarde, cuando se puso sus guantes y dejó su computadora en su escritorio, abriendo skype. Por lo menos estaba el consuelo de Yoongi, quien estaba buscando café en la tienda de al frente.
Jungkook-ah, una chica acaba de escribir su número en mi café.
Sonaba tan desconcertado que logró esbozar una sonrisa débil y temblorosa en la boca de Jungkook.
Eres atractivo, hyung, ¿cuántas veces tengo que decírtelo?
(Probablemente muchas más, lo sabía, porque había inseguridades enterradas en lo profundo de Yoongi como raíces espinosas, plantadas por gente que se suponía debían amarlo. Quizás Jungkook podía entenderlo.)
Seguro, pero no el atractivo para recibir interés de extraños. Ese eres tú. O Jin-hyung.
Jungkook no pudo contestar porque el sonido distintivo de Skype llenó su departamento. Tomó un suspiro tembloroso y aceptó la llamada.
Estoy aquí, le dijo Yoongi. Estoy justo aquÍ, Kook.
--
Le contó todo a sus padres. Lo sacó todo de su pecho en un largo torrente: su magia, la tienda, la casa, el lazo, Yoongi.
Lo amo, dijo a través de sus lágrimas a las caras endurecidas de sus padres, y él me ama. Somos felices.
Pero no era suficiente. Sabía que ellos siempre quisieron que fuera perfecto, no feliz. No él mismo. Aplastó todos sus sueños, todo lo que esperaban que fuera y podía ver esa devastación, la pena incluso sin su habilidad.
Pensó que no era nada comparado con el desierto en su propio pecho cuando anunciaron que ya no podían apoyar esas "opciones de vida". Cuando dijeron, con firmeza aterradora, que lo iban a cortar. Que hasta que no se recompusiera, ya no era bienvenido en su hogar, ya no recibiría su apoyo financiero, que ya no era su hijo.
Y lo esperaba, lo hacía, pero aun así dolió como una herida de bala. Como el corte de un cuchillo en sus costillas, cortando hasta sus pulmones.
-Está bien -dijo, y su voz sonó estable y sus lágrimas no cayeron porque Yoongi todavía murmuraba estoy aquí aquí aquí te amo estoy aquí y era más fuerte ahora, más fuerte de lo que jamás pensó. Lo suficientemente fuerte para sentarse derecho. Para erguir sus hombros. Para mirarlos a ambos a los ojos y mostrarles que, por primera vez en su vida, ya no les tenía miedo. -Lo entiendo. Adiós.
Colgó antes de que pudieran decir algo. Todo su estómago se sentía golpeado. Su pecho, Su interior.
Se quitó los guantes de sus manos y los lanzó por la habitación. Los vio golpear la pared con un sonido satisfactorio y se recordó a sí mismo respirar. Dejarlo salir despacio. No estaba solo e iba a estar bien. Quizás más que bien, a largo plazo, al final.
(Casi morí, les dijo y todo lo que preguntaron fue sobre su magia.
Lo amo, dijo de Yoongi y todo lo que querían saber era las formas en las que Yoongi lo corrompió.
Soy feliz, insistió y en todo lo que se enfocaron era en el peligro que podía ser para los demás.)
Puso su computadora en su mochila y miró una vez más el departamento vacío. Sus padres compraron todos los muebles y estaba su nombre en el arrendamiento. Los dejaría arreglar todo para que lo sacaran de sus vidas.
Dejó las llaves en el escritorio, se puso la mochila en sus hombros y bajó las escaleras al primer piso. Caminó hasta la calle, cruzó las puertas de un tranquilo café en la esquina y se lanzó a los brazos de Yoongi.
Te tengo. Yoongi depositó un beso cálido en su mejilla, en su mandíbula, se puso de puntillas para rozar sus labios por la cien de Jungkook, también. Te tengo, amor.
Lo sé. Jungkook se hundió en su cuerpo, besó la piel expuesta del cuello de Yoongi que no estaba tapada por su bufanda. Lo sé.
Iban a estar bien. Ahora mismo, estaba sufriendo un poco, pero pensaba que eso era natural. Pensó que los demás lo entenderían y lo apoyarían y, honestamente, valía la pena. Eran sus padres y una parte de él probablemente los amaría por siempre, a pesar de todo lo que hicieron, de todas las formas en las que lo dañaron, pero ya no les debía nada.
La cadena se había ido.
Era libre.
--
Se fueron a casa y Jin los recibió en su forma de gato, se acurrucó en el regazo de Jungkook cuando se sentó en el sofá y restregó su cabeza esponjosa en la mandíbula de Jungkook. Abrazó a Jin, tranquilizado por la suavidad de su pelaje.
-No creo que me amaran alguna vez -susurró en el silencio de la habitación, a todos los chicos que se habían juntado, a Yoongi quien estaba a su lado con sus dedos enterrados en el cabello de Jungkook -No de la forma en que yo quería.
-Bueno, nosotros te amamos -dijo Jimin, apretando la parte trasera de su cuello -mucho.
-Y sé que eso no arregla todo... -añadió Namjoon, y había enojo en lo profundo de su corazón, como un dragón enrollado.
-Ayuda -le aseguró Jungkook, desacostumbrado a tener el enojo de alguien más, a alguien que lo amara lo suficiente para que se enojara por las cosas que le hacían daño. -Ayuda mucho.
Se sentía inadecuado el comprender todo lo que significaban para él, todas las formas en la que lo habían salvado y continuaban salvándolo y haciéndolo más fuerte y simplemente...mejor. Mucho mejor. Pero creía que lo entendían, podían sentirlo, a través del lazo o por cualquiera sea la expresión que tenía en su rostro. Las lágrimas que se habían juntado que tenían poco que ver con la tristeza.
Jin ronroneó, lo suficientemente alto para escucharlo y los dedos de Yoongi se hundieron más en su cabello y el enojo de Namjoon se durmió y todo su amor quemaba y estaba...bien.
Más que bien.
--
Terminó el semestre porque ya estaba pagado y dudaba que sus padres fueran lo suficientemente mezquinos para decirle a su universidad que ya no iría a clases, ni siquiera estaba seguro de que fuera legal hacer eso cuando ya tenía veinte años.
-¿Cuáles son tus planes para el otoño? -preguntó su consejera académica en su última reunión, después de que todos sus exámenes terminaron y todos sus ensayos fueran entregado, cuando sus notas estaban calculadas e impresas en el papel que se encontraba en sus manos.
Tenía lentes que siempre se encontraban en el borde de su nariz y el pelo más enrulado que Jungkook había visto, era una masa larga de pelo castaño que caía en sus hombros como una cascada. Siempre fue amable con él y eso era todo lo que podía decir. -No lo sé. No puedo seguir aquí. Mis padres...no seguirán pagando.
Ella elevó una ceja tupida pero no lo presionó. -¿Entonces te retirarás?
-Eso creo -susurró y el admitirlo sabía pesado en su lengua, como fracaso. A pesar de que odiaba negocios, seguía queriendo un título. Sabía que estaría arruinado sin uno, probablemente, aquí o en Corea.
-Si no te retirarás, ¿qué quieres hacer?
Había pensado sobre esto, en sus sueños más imposibles, mientras estaba despierto y observando el techo de la habitación de Yoongi, intentando construir un futuro entre grietas que Yoongi insistía que necesitaba enyesar.
-Transferirme -dijo. Intentó no retorcer sus manos en su regazo. -A la Tisch School of the Arts. Su programa de cine. Si es que pudiera entrar. Creo que...quiero hacer documentales.
Había tantas historias que necesitaban ser contadas, tantas personas sin voz. Siempre había querido darles una, darse una a sí mismo, desde que fue silenciado cuando era niño.
La sonrisa de su consejera era simpática, sin desviarse a lamento. -Bueno, tus ojos definitivamente se iluminaron cuando dijiste eso -le pasó el papel con sus calificaciones y comenzó a escribir en su computadora, el sonido de sus dedos delgados era fuerte contra las teclas -Aquí -dijo después de unos momentos -déjame imprimir unas cosas para ti.
Como si fuera una señal, la impresora en la orilla tomó vida con un sonido. Le entregó más papeles. -Estos son los requisitos de ingreso para Tisch. Y sus plazos establecidos. Y esto -escribió un nombre y un número en una hoja naranja brillante y la pegó arriba de la hoja -es el nombre y número de uno de sus profesores de cine. Un chico genial.
-Yo... -no estaba seguro de qué decir. Era un sueño sin sentido, eso lo sabía, pero de todas formas guardó cuidadosamente los papeles en su mochila. -Gracias.
-Tus calificaciones no son las más brillantes -continuó, subiendo sus lentes. Se bajaron enseguida. -Pero deberían cumplir sus requisitos. Te perdiste el plazo para la admisión para transferirte, pero llámalos. A veces aceptan admisiones tardías.
-Gracias -repitió -por todo.
Estiró su mano por arriba de la mesa para estrechar la suya. Su palma estaba seca contra la suya y fue rápido, un movimiento hacia arriba y abajo, pero aun así captó el buen chico ojalá lo logre y sonrió sin poder evitarlo. Le sonrió de vuelta.
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De vuelta en casa, puso los papeles en el cajón del escritorio que era de Yoongi y que se convirtió en el de ambos, los enterró en medio de cables de audio y sintetizadores polvorientos y se dijo a sí mismo que se olvidara de ellos.
Se podían quedar en el cajón, junto a los sueños incumplidos de Yoongi.
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La presentación de Taehyung era un viernes por la noche, junto con los otros estudiantes que se graduaban. Era un tornado atrás del escenario, yendo de modelo a modelo con sus alfileres en su boca y cinta en su espalda y una mirada maniática en sus ojos que Jungkook se había acostumbrado a ver en las últimas semanas. Sus pensamientos estaban salvajes, pero enfocados, como un enjambre de abejas, y no ayudaban con los nervios que comían el estómago de Jungkook.
Pero sonrió por Taehyung, intentado verse confortante mientras dejaba que Taehyung le pusiera el primero de los tres conjuntos que usaría. Había dos modelos más aparte de Yoongi y él, dos mujeres tan altas que Yoongi las miraba con algo cerca a desanimo y Jungkook tuvo que esconder la risa atrás de su manga.
Una de ellas maquilló a Jungkook, delineador, rímel y sombra de ojos dorada que admitía lo hacían ver increíble cuando vio su reflejo en el espejo. La ropa era suelta y fluida y colorida, todo el conjunto gritaba Taehyung, y viendo el resultado final, pensó que podría hacer esto.
-Definitivamente serás capaz de hacer esto -le dijo Taehyung, arreglando su cabello.
-Quédate fuera de mi cabeza -bufó Jungkook.
Taehyung lo pinchó. -No puedo. Tú culpa -le guiñó un ojo, sin embargo, y no había malicia en sus palabras. -¡Oh! Yoongi-hyung -arrastró a Yoongi hacia ellos y el corazón de Jungkook se detuvo porque se veía tan bien, Yoongi se veía etéreo. Alguien enruló su cabello negro y lo maquilló con tonos plateados a diferencia de los dorados de Jungkook, y Taehyung dejó un sombrero de ala ancha blanco es su cabeza con una brillante sonrisa.
-Ambos se ven increíbles, de nada. Ahora salgan y hagan que mis profesores se desmayen, ¿está bien?
Yoongi lo miró, un reflejo de los nervios de Jungkook y Jungkook estiró su mano para sostener la suya fuertemente. Lo quería besar, también, pero no se atrevía a arruinar el maquillaje que fue cuidadosamente aplicado. -Tae nos hizo caminar en modo de práctica como quinientas veces en la última semana. Podemos hacerlo, hyung.
Cierto. Dijo Yoongi y apretó su mano de vuelta. Hagamos esto.
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A pesar de sus nervios abrumadores, lo hicieron genial, según Taehyung. Genial.
-Muchas gracias -dijo después de que terminara la presentación, intentando abrazarlos a ambos al mismo tiempo. Su pelo estaba alborotado, de alguna inexplicable manera tenía lápiz labial en su mejilla y muchos alfileres en su manga y se veía mucho más feliz de lo que Jungkook había visto antes.
Yoongi estiró su brazo y alborotó más su cabello.
Estoy realmente orgulloso de ti, chico.
Taehyung sorbió por la nariz y sonrió de nuevo, más inestable pero no menos sincero y enterró sus dedos en la parta trasera de la sudadera de Yoongi.
Gracias, dijo, a través del lazo esta vez, solo para ellos.
Estoy orgulloso, también, añadió Jungkook porque sentía que su pecho iba a estallar por la fuerza de ellos. Sé que eso no significa tanto como cuando lo dice Yoongi-hyung-
-Significa mucho -lo interrumpió Taehyung, con los ojos sospechosamente brillosos. Depositó un beso en la mejilla de Jungkook. -Definitivamente significa mucho, Kook. Los amo a ambos. Un montón.
Y luego se giró y besó la mejilla de Yoongi, también, ignorando el graznido sorprendido y Jungkook se sentía lo suficientemente ligero para flotar, impulsado por la alegría y el amor que podía sentir irradiando de Taehyung en un ola feroz y brillante.
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La presentación de Jimin fue dos días después y todo lo que Jungkook podía pensar desde la audiencia era que nunca había visto a Jimin bailar así, tan fluido y elegante como el agua. Era solo él y Yoongi en el escenario, lo blanco del piano contrastaba con el conjunto negro de Jimin. Estaba descalzo y su cabello brillaba bajo las luces de escenario. Jungkook estaba fascinado por la forma en que se movía, por la curva de los hombros de Yoongi sobre las teclas del piano, por el arte que creaban juntos.
Cuando la canción terminó, la última nota desapareciendo lentamente, Jimin hizo una reverencia al centro del escenario. Taehyung se puso de pie sobre su silla, moviendo el ramo de flores que compró hasta que Jimin se sonrojó y enterró su cara en sus manos.
Estuviste increíble, le dijo Jungkoook sobre el clamor del público, eres tan increíble.
Gracias, respondió de vuelta Jimin, sus ojos aterrizaron en él y le dio una gran sonrisa. Y a ti también, Yoongi-hyung.
Cuando quieras, Jimin-ah, dijo Yoongi, suave suave suave. Lo sabes.
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Afuera del teatro, Taehyung llenó la cara de Jimin con besos, declaró su amor y admiración lo suficientemente fuerte para que toda la calle lo escuchara sobre la risa de Jimin y Jungkook casi quedó ciego por su esplendor. No necesitaba la habilidad de Taehyung para saber que su futuro estaría junto a las estrellas en alguna parte.
Y no le importaba, sinceramente, tener sus pies en el suelo. Estar atrapada aquí abajo mientras ellos se elevaban.
Pero su pecho dolía, con un qué podría haber sido que permanecía y no se sorprendió cuando los dedos de Yoongi se entrelazaron con los suyos. Yoongi lo atrajo para besarlo y había comprensión en eso que no era exactamente dolor.
Reconocimiento, quizás, de cosas que no habían notado todavía. De sacrificios, tanto voluntarios como forzados.
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-Tengo miedo -le susurró a Yoongi una noche. La ventana estaba abierta y el ventilador del techo giraba lentamente arriba de ellos. Todavía podía sentir las sábanas pegadas a su espalda a través de su camiseta. En una casa así de antigua, el aire acondicionado es tan poco fiable como el calefactor y el verano estaba llegando con venganza, con el aire caliente incluso después de la oscuridad. -No sé lo que voy a hacer. Tengo una visa de estudiante y si no puedo entrar a otro programa, tendré que volver a Corea. Solo que no puedo volver a Corea porque no puedo dejar a ninguno de ustedes y... -frotó una mano es su cara sudorosa.
Se dijo a sí mismo: respira respira respira.
Lo resolveremos, le aseguró Yoongi. Siempre lo resolvemos.
Cierto. Pensó que Yoongi, Namjoon y Hoseok debían ser expertos en nuevos comienzos. En reconstruir algo sobre escombros esparcidos en el suelo.
El miedo no se disipó por completo, sin embargo, y Yoongi debió sentirlo, porque se giró y se acomodó cuidadosamente en el regazo de Jungkook. Jungkook dejó de respirar, podía sentir cada centímetro de los muslos de Yoongi contra su cadera, todos los lugares donde su piel se tocaba.
Todavía había mucho de lo que no habían hablado. Todavía había sal en su boca, a veces, y cenizas. En las noches malas tenía que presionar su palma en el pecho de Yoongi hasta que sintiera su latido. Pero ahora mismo Yoongi se estaba inclinando, besándolo y todos los pensamientos de Jungkook desaparecieron de su cabeza cuando la lengua de Yoongi se deslizó por sus labios abiertos.
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El verano se volvió perezoso, ralentizó todo. Namjoom volvió de la biblioteca pública de Nueva York una tarde calurosa con sus brazos llenos de libros mágicos.
-Voy a ver si puedo averiguar más sobre círculos mágicos -explicó mientras los depositaba en la mesa de la cocina -mantendré a todos actualizados.
Seokjin tomó muchos de ellos para leer, también, y gradualmente una lista con encuentros creció, pegada en el refrigerador con un imán del trasero de un gato que nadie explicó a Jungkook (pero probablemente era un regalo de ellos hacia Jin) escrita con la letra desordenada de Namjoon y la letra ordenada de Jin.
Deberíamos ser capaces de controlar el lazo. Como puertas abriéndose y cerrándose. (¿Qué significa exactamente esto?)
Hay que practicar el control, pero cuidadosamente (definitivamente con cuidado). No queremos romper el lazo, especialmente cuando se está estableciendo.
Debería tomar muchos meses en establecerse. Seis máximos.
En teoría debería hacer nuestra magia más fuerte ¿? No he notado nada. (Probablemente tendremos que esperar a que termine de establecerse. Eso es lo que este estúpido y complicado libro me dice)
SIN SEXO HASTA QUE PODAMOS CERRAR ESTAS PUERTAS METAFORICAS. (Detente, Taehyung-ah, este es un documento de investigación)
LITERALMENTE ESTÁ ESCRITO EN UN PAPEL FLORAL. (SIGUE SIENDO UN DOCUMENTO DE INVESTIGACIÓN)
Jungkook es nuestra ancla, así que siempre estaremos un poco más en sintonía con él que con los demás. Debería ser capaz de ejercer mayor control en el lazo. (Comienza a practicar, Jungkook-ah)
Incluso fuera del radio, deberíamos poder identificar cuando alguno esté en peligro.
De nuevo, romper el lazo = MUERTE. Mucha y mucha muerte. (Creo que entendimos, Joon-ah)
VALE LA PENA REPETIRLO
Estos libros no tienen mucha información. (No jodas)
-Siento que esto es un ciego guiando a otro ciego -murmuró Namjoon después de que todos los libros fueron leídos y todas las notas posibles con información fueran creadas y todos estaban igual de confundidos que antes.
-Te estoy diciendo -dijo Taehyung con la boca llena de cereal -Haz un enayo real. Serán famosos.
-Y luego probablemente querrán convertirnos en sujetos de prueba inmediatamente -señaló Hoseok.
-Mierda -gruñó Taehyung.
Jungkook trazó patrones en la mesa gastada de madera. Había toda una vida en ella: llena de los restos de los lápices de Taehyung y abolladuras de los cuchillos de la cocina y otros utensilios y también con una brillante manche azul cuando Seokjin aparentemente tuvo una extraña faceta de arte. Toda la casa suspiraba historias, memorias y se preguntó ahora qué es lo que sentía Namjoon cuando caminaba por ella, cuando deslizaba sus manos en las viejas paredes. Jungkook solo podía sentir la vida en ella, a los seis de ellos como brillantes puntos en su mente, hilos yendo desde sus pechos a el suyo.
Puertas, seguía diciendo Namjoon-hyung.
-Quizás estamos viendo esto de forma incorrecta -dijo e inmediatamente intentó no sonrojarse cuando los tres chicos se giraron para mirarlo. -Dijiste que la magia era intuición, ¿cierto? ¿Qué tal si esto lo es, también?
Se sentó en su silla y se imaginó la casa en su mente. Cada una de las habitaciones, con sus puertas. La habitación de Yoongi ahora, con sus paredes y su aura tranquilizante y con Yoongi quien estaba actualmente en la cama, escribiendo ideas para venta para el mes que venía. Jungkook se sentó a su lado, apoyó su barbilla en el hombro de Yoongi y cerró la puerta.
En la mesa, Namjoon murmuró un "whoa" y Hoseok dijo -de pronto estás todo amortiguado, ¿qué diablos hiciste?
-Creo que cerró la puerta metafórica -dijo Taehyung mientras masticaba su cereal.
¿Yoongi? ¿Puedes escucharme?
Un segundo y luego el Yoongi imaginario (quizás el Yoongi real, también) miró hacia arriba. ¿Sí? ¿Todo bien?
Sí, simplemente estaba probando algo. ¿Namjoon-hyung, puedes escucharme?
-Sí -respondió Namjoon en voz alta -pero a penas. Es como si estuviera susurrando.
Bien, la puerta tenía algunos agujeros, pero probablemente podrían trabajar en ello.
-¿Qué hiciste? -preguntó nuevamente Hoseok.
Jungkook abrió sus ojos. -Simplemente me imaginé cerrando una puerta. Cerrando todo. Necesita más trabajo, pero creo que es un comienzo, hyung.
Namjoon se rió y frotó sus manos. -La magia es instintiva -murmuró para sí mismo, arrepentido.
-No le digas a Seokjin que se leyó todos esos libros por nada -le advirtió Hoseok.
Namjoon hizo una mueca.
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-Jungkook-ah, ¿puedo hablar contigo? -le preguntó Seokjin en una perfectamente aburrida tarde de un jueves y su corazón cayó en picada hasta su pie.
Sabía, lógicamente, que no lo iba a echar. Que pertenecía aquí y que lo querían aquí (incluso si ahora mismo se sentía más que nada inservible, sin la universidad y casi nada de trabajo, recurriendo a limpiar obsesivamente la casa y regar todas las plantas de Hoseok solo para sentir que contribuía en algo), pero por instinto construido por una década de rechazo era difícil de quitar. La mirada seria en la cara de Seokjin tampoco ayudaba.
-¿Sí?
Seokjin no se sentía enojado o triste, solo... ¿nervioso? Y todos habían estado practicando con las puertas, así que sus pensamientos estaban amortiguados y borrosos. Solo escuchaba el hazlo bien Seokjin recuerda lo que ensayaste-
Con su estómago revolviéndose, Jungkook siguió a Seokjin a la cocina. Eran los únicos en la casa, algo raro, y el comedor se sentía demasiado tranquilo, la cabeza de Jungkook demasiado silenciosa, pero aun así tomó asiento en la mesa, intentando no contener el aliento.
Y luego vio los folletos. Los que metió dentro del cajón de Yoongi hace casi tres semanas y que había intentado olvidar desde entonces. Estaban esparcidos en la mesa ahora, cuidadosamente extendidos, con los pliegues estirados y Seokjin tomó uno: Tisch School of the Arts estaba estampado en la parte de arriba con letras moradas.
-¿Es aquí... donde quieres estudiar, Jungkook-ah?
-¿Dónde encontraste esto? -preguntó Jungkook, intentando no sonar a la defensiva.
Sekjin rascó su mejilla, avergonzado. -Ah, Yoongi-yah me los entregó. Los encontró en su escritorio, ¿te suena de algo?
-¿Por qué te los daría Yoongi-hyung? Eso no tiene sentido.
-Pensó que podría ayudar -dijo Soekjin, poniendo el folleto abajo -pero primero, ¿es aquí donde quieres estudiar?
-Sí -admitió Jungkook y sintió que la palabra fue arrancada de su estómago. Dolía, ver su sueño otra vez cuando había intentado tanto olvidarlo. Debió botar los folletos. Eso habría sido más fácil. -Pero no importa. No puedo costearme la matrícula y no puedo pedir un préstamo o ayuda económica, lo revisé. No califico para ninguna de ellas y es muy tarde para postular a becas-
-Yo lo pagaré -soltó Soekjin. Jungkook contuvo la respiración. -Eso es lo que quería decirte. Lo pagaré. Todo.
Jungkook sacudió su cerebro en busca de una respuesta apropiada, pero ninguna llegaba. Solo había conmoción. -Yo...hyung, no puedo pedirte-
-No me estás pidiendo -insistió Jin, firme -te lo estoy ofreciendo.
-Serían casi doscientos mil dólares -protestó débilmente Jungkook.
Jin se inclinó sobre la mesa y puso su mano cálida sobre la de Jungkook, con una sonrisa irónica en su cara. -Jungkook-ah, no me gusta hablar de cuánto dinero tiene mi familia, pero doscientos mil dólares es cambio de bolsillo. Y no digo eso para hacerte sentir mal. Esto es literalmente lo menos que puedo hacer. Escribir un cheque. Tú serás quien haga todo el trabajo.
Oh Dios. Jungkook iba a llorar. -¿P-por qué?
Un apretón en su mano. La expresión de Jin era gentil, pero sincera. -Porque eres familia, ¿recuerdas? Y quiero hacer algo que valga la pena con todo este dinero. Invertí en la tienda, al principio y ayudé a renovar esta casa y ayudé a Jimin y a Taehyung con la universidad, también. Ahora es tú turno. Entraras, cubriré tus gastos, sin ninguna atadura.
-¿Pero qué ganas con eso? -preguntó Jungkook, quien seguía intentando hacerse la idea de que Jin pagara sus estudios.
-Puedo ver como alguien que amo tiene la oportunidad para perseguir sus sueños -dijo Jin con una sonrisa brillante -Eso es más que suficiente para mí. El dinero es dinero, Jungkook. Sé que eso es fácil para mí de decir porque soy rico, pero enserio. ¿Tú obteniendo la oportunidad que mereces? Eso no tiene precio.
-¿Acabas de citar...un comercial de una tarjeta de crédito?
-¿No? -dijo Jin con inocencia, y Jungkook intentó decidir si quería reirse o llorar o ambas.
-¿Y de verdad estás bien con...cubrir mi matrícula?
-Completamente -le aseguró Jin -pero por favor no hagas chistes sobre Sugar Daddy. Yoongi me matará.
Jungkook finalmente se rió, a pesar de que salió hiposa y húmeda por sus lágrimas y se puso de pie para envolver sus brazos fuertemente alrededor de Jin. Jin le devolvió el abrazo.
-Gracias -susurró Jungkook contra el nudo en su garganta, con las lágrimas cayendo -No sé cómo voy a pagarte.
-No tienes que hacerlo -insistió Jin -solo haz tu mejor esfuerzo, ¿está bien?
-Estás asumiendo que voy a entrar -señaló Jungkook.
Jin lo abrazó más fuerte. -Lo harás. Mejor que comiences a llenar la solicitud.
Cierto. Mierda.
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Las dos semanas siguientes fueron un tornado. Una conversación telefónica con su contacto en Tisch llevé a lo promesa de que, si podía llevar su solicitud a fin de mes, lo considerarían para el semestre de otoño. Llamó a la escuela de negocios de NYU y siguió la cadena de redireccionamiento a través del departamento de admisiones hasta que logró encontrar a alguien dispuesto a enviar sus transcripciones a Tisch. Trabajó en sus muchos ensayos escritos. ("describe una experiencia en la cual exhibiste liderazgo..." y "¿cómo una película, obra, libro, serie televisiva, pintura, música u otra obra de arte significativa ha inspirado o influenciado tu propio trabajo o la forma en que ves el mundo?") y se rompió la cabeza intentando descifrar lo que quería entregar para la parte cinematográfica. Apenas dormía, apenas comía y consumió el café suficiente para ponerlo intranquilo y su corazón latía fuertemente casi constantemente.
-Te pareces a mí y a Tae -observó Jimin una mañana, pasando un dedo por debajo del ojo de Jungkook, donde sin duda había un círculo negro que debía parecer un moretón -Necesitas cuidarte, también.
-Estoy casi listo -insistió Jungkook. Finalmente había elegido el tema para su película. Solo necesitaba que Yoongi y los demás aceptaran sentarse y dejarlo entrevistarlos. -Puedo dormir cuando termine.
Jimin besó su cabeza y lo dejó terminar.
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Hoseok fue el primero, sentado en el invernadero con plantas floreciendo a su alrededor -¿Familia?
-Sí -dijo Jungkook, mientras centraba cuidadosamente la cámara -¿qué significa para ti?
-Crecimiento -dijo Hoseok, rozando su mano por encima de una planta -La familia es familia si están dispuestos ayudarte a ser más fuerte, a ser mejor. Quienes te apoyan cuando estás creando tu propio camino.
-Ruido -dijo Jimin, sentado en el suelo de las escaleras de la sala de ensayo, con una risa arrugando sus ojos -Pero algo que se queda contigo. ¿Conexión, quizás? No importa en qué parte del mundo estés, puedes contactarlos y seguirán ahí.
-Invaluable -dijo Seokjin con un guiño exagerado, inclinándose en el mostrador de la cocina. Estaba usando un delantal floreado que insistió en no quitarse antes de la entrevista. -Son las personas que te hacen feliz, más contento. Puedes comprar amigos, si eres lo suficientemente rico, pero una familia de verdad vale más que eso.
-Legado -dijo Taehyung, recorriendo sus dedos sobre los intrincados diseños del Tarot de su abuelo, esparcido en la mesa de la cocina -Lo llevamos con nosotros, incluso después de que se han ido. Estarán en nuestros corazones por siempre.
-Seguridad -dijo Namjoon, descansando su codo en el mostrador de la tienda, sus lentes reflejaban la luz de la tarde -Son las personas que nos hacen sentir más seguros, donde podemos ser nosotros mismos. La sangre no tiene nada que ver con ello, en realidad.
-Amor -dijo Yoongi con sus manos y la voz de Taehyung -son las personas que nos aman más que a nada. Incondicionalmente. Quienes se quedarían contigo incluso cuando nuestro mundo colapse. Quienes te mirarán y verán las ruinas a tu alrededor y dirán "No te dejaré". Quienes aceptaran tus imperfecciones y tus problemas junto con tus talentos y alegrías. Quienes estarán ahí en las buenas y en las malas. La familia es la gente que eliges y la gente que te elige.
-Hogar -dijo Jungkook, sentado en el escritorio de Yoongi con la cámara arriba de una pila de libros -la familia es donde realmente te sientes en tu hogar. Donde sabes que perteneces -presionó una mano sobre su corazón, donde su pecho estaba apretado y dolía de buena forma -donde realmente y verdaderamente perteneces.
Editó el vídeo en su computadora antigua, probablemente deformándose la espalda en la mesa de la cocina mientras añadía los vídeos de la casa y la ciudad: las plantas de Hoseok y el baile de Jimin y la comida de Seokjin y los libros de Namjoon y los diseños de Taehyung y la música de Yoongi; pedazos de cada uno.
Dejó el ensayo personal para el final y para él escribió sobre la primera vez que atravesó la puerta de La Tienda Mágica y todas las otras veces. Como cada una de esas veces lo cambió de alguna forma hasta que conoció a Yoongi una tarde lluviosa y los cambios se volvieron más grandes hasta que miró hacia atrás y se dio cuenta de que ya no era el mismo para nada.
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Para cuando juntó todo en su portafolio y puso los documentos en el correo, estaba muerto, pero lo terminó con tres días de sobra.
Estoy tan orgulloso de ti, murmuró Yoongi en su mente cuando colapsó en la cama. Tan orgulloso, Jungkook-ah.
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Se resignó a muchas semanas de espera ansiosa, pero tres días después de mandar su solicitud, Yoongi lo despertó temprano una mañana y dijo, haz un bolso.
-¿Iremos a algún lugar? -preguntó Jungkook, quien seguía frotando su cara para quitar el sueño.
Yoongi lo besó, profundamente. Es una sorpresa.
Oh. No había pensado que Yoongi tuviera ese tipo de espontaneidad, pero estaba emocionado.
Ropa casual, le dijo Yoongi. Traje de baño. Quizá un suéter o dos.
Tiró todo en una bolsa de lona, guardó cuidadosamente su cámara, también, y siguió a Yoongi 'por la casa dormida hasta la cochera que por alguna razón nunca había entrado, incluso después de vivir meses aquí. Se sorprendió al ver un antiguo pero impecable Sedan adentro. Era café y aburrido, algo que una madre probablemente tendría, y era raro ver a Yoongi detrás del volante,
-¿Puedes conducir? -preguntó Jungkook mientras dejaba su bolso atrás y se sentaba en el asiento de copiloto. Ya había comida y una maleta en los asientos de atrás. Yoongi debió despertarse mucho antes para preparar todo.
Yoongi asintió. Solo que no lo hago tan seguido.
No necesitaba hacerlo, en realidad, en la ciudad de Nueva York. Los padres de Jungkook insistieron en que tuviera licencia de conducir, pero no la había usado desde que se mudó a Seúl.
Las calles estaban llenas, incluso temprano en la mañana, incluso antes de que el sol saliera y lentamente lograron salir de la ciudad y se dirigieron al norte.
-¿Este auto es tuyo? -preguntó Jungkook, viendo los dedos de Yoongi golpear el volante.
Mío y de Joonie. Lo compramos juntos después de la universidad.
Jungkook se rió. -Dios, parecen un matrimonio.
Esperaba que Yoongi rodara los ojos o sacudiera su cabeza o sonriera, no que hiciera una visible mueca. Su agarre se volvió más fuerte en el volante y su mandíbula se apretó y una voz que no era de Yoongi se escuchó en la cabeza de Jungkook.
Te lo estás cogiendo, ¿no es así? Admítelo. Te lo estás cogiendo a mis espaldas.
... ¿qué?
Jungkook-ah, dijo Yoongi nuevamente, vacilante, casi en pánico, Sabes que no hay nada entre nosotros, ¿cierto? Yo y Namjoon. Nunca ha habido nada-
-Sí -insistió Jungkook, un poco alarmado. Estiró su mano para posarla en la rodilla de Yoongi. Frotó su pulgar sobre su pantalón con la esperanza de aliviar la tensión en la cara de Yoongi. -Era una broma, hyung. Ustedes son...almas gemelas, de alguna forma. Pero nunca me importó. Sé que no es romántico. Lo amas, pero de forma diferente a como me amas a mí, y así es como debe funcionar, ¿no?
Yoongi dejó salir un suspiro lento, relajado. Sí. Perdón, yo...sacudió su cabeza, pero las piezas rápidamente estaban encajando.
-A él no le gustaba. Que amaras a Namjoon-hyung.
No. Yoongi sonaba pequeño, cansado. Jungkook seguía moviendo su pulgar en círculos reconfortantes. Lo odiaba. Quería que dejara de verlo a él y a Hoseok. Y sé que no piensas eso. Solo...me lo recordó.
-Está bien -dijo Jungkook, tragándose el enojo ante el imbécil sin nombre que destrozó tanto a Yoongi -Entiendo. Pero de verdad no me importa. Amo a Namjoon-hyung, también. Y a los demás. Pero no quiero besarlos.
Yoongi finalmente sonrió. El enojo se esfumó. Bien.
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Conducieron. La ciudad dio paso a uun bosque y a montañas y al brillo del océano a su derecha. Jungkook cambió las estaciones de radio hasta que encontró un Top 40 y pasó una hora cantándole canciones de Katy Perry y Justin Bieber y Selana Gomez a Yoongi hasta que sus hombros se estaban sacudiendo por la risa.
Sabes, en realidad eres un buen cantante.
Jungkook se sonrojó y negó. -Moriría de miedo en el escenario, sin embargo. Esto es más divertido.
Y luego sonó Ke$ha y comenzó a cantar de nuevo. -DON'T STOP MAKE IT POP DJ BLOW MY SPEAKERS UP...
Oh por dios, dijo Yoongi y volvió a estallar en risas de nuevo, sus pensamientos eran cálidos y un poco aturdidos, como mierda es tan tierno por qué y Jungkook se sintió más liviano de lo que se había sentido en semanas.
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Se detuvieron para almorzar en algún lugar de Massachusetts y comieron sandwiches sentados en el capó del auto.
No falta mucho, le aseguró Yoongi, luciendo demasiado adorable con sus mejillas llenas de pan. Solo unas dos horas.
¿Hay alguna razón para esto? Preguntó Jungkook, recurriendo al lazo para no tener que hablar con la boca llena. Estaba mucho más rica de lo que pensó que sería.
Yoongi se encogió de hombros. ¿Para celebrar que terminaste tu solicitud? Pero más que nada porque pensé que sería agradable tener tiempo para nosotros.
Sí, coincidió Jungkook. Amaba a los demás, de verdad, pero había extrañado tener tiempo a solas con Yoongi. Tener espacio solo para ellos dos en la cabeza de Jungkook. Lo será.
Yoongi le sonrió brillantemente, y mierda, Jungkook estaba tan enamorado.
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-¿Un transbordador? -preguntó Jungkook viendo como Yoongi pagaba las entradas en Woods Hole -Vamos a ir a Martha's Vineyard, ¿no es así?
Quizás, respondió evasivamente, como si no hubiera comprado dos entradas para Oak Bluffs, lo cual estaba escrito en la pizarra como Oak Bluffs, Martha's Vineyard.
Jungkook se tragó un grito de emoción y sorpresa. Había escuchado hablar a sus compañeros de pasar las vacaciones aquí, siempre pensó que sería divertido, pero demasiado caro.
Tienen que dejar de gastar dinero en mí.
Yoongi golpeó su cuello con su dedo. Silencio, quería hacer esa cosa de novios.
-¿Cosa de novios? -dijo Jungkook en voz alta mientras se ponían en la fila para abordar el transbordador detrás de un auto demasiado lujoso.
Yoongi rodeó sus ojos. Tú sabes. Llevarte a algún lugar, darte algo especial, mierdas tiernas como esas, ¿está bien?
Jungkook sonrió, burlón, a pesar de que estaba conmovido. -Que tierno de tu parte, hyung.
Cállate, mocoso. Pero Yoongi estaba sonriendo, también, y no se alejó cuando Jungkook tomó su mano y la llevó hasta su regazo, jugando con los dedos delgados de Yoongi.
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Yoongi rentó una cabaña de una habitación para ellos, rodeada de bosque y con el mar viéndose como una franja en el horizonte lejano. Estaba cálido y aireado, con las paredes llenas de ventanas y con muebles hechos de colores brillantes y Jungkook besó a Yoongi en medio de la cabaña, tan pronto como la puerta estuvo cerrada atrás de ellos. Lo besó como quería besarlo de hace semanas, con un brazo alrededor de la cintura de Yoongi, con su lengua dentro de la boca de Yoongi, con la cabeza de Yoongi inclinada para recibirlo. La última vez que se dejaron llevar así, Taehyung comenzó a gritar por medio del lazo y Jin dijo "NIÑOS" en escandalizada indignación y Jungkook seguía queriendo morir cuando pensaba en ello, pero ahora eran solo los dos y dios, dios, quería.
Esteremos aquí por cinco días, dijo Yoongi cuando finalmente se separaron, sonrojado. Sus labios rojos. Tengo algunas cosas que sería divertido ver, pero sería bueno solo relajarse, también.
-Sí -coincidió Jungkook, rozando sus dedos en la piel del estómago de Yoongi, bajo su suéter -me gustaría eso.
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Cenaron en el pueblo y caminaron por la playa después de que oscureció, se pararon descalzos en el frío océano.
-Casi morimos -dijo Jungkook, viendo las olas negras romper en la orilla -eso todavía me asusta a veces.
Yoongi entrelazó sus dedos. Seguimos vivos, sin embargo. Enfócate en eso.
-Sí -dijo Jungkook -es difícil, sin embargo.
Lo sé. Yoongi estaba lleno de comprensión triste y dios, por supuesto que sabía. Casi se desangró en el piso de un departamento. Pero desaparece, créeme.
-Lo hago -le aseguró Jungkook -lo hago.
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Fueron a Gay Head Lighthouse, solo por el nombre, y visitaron algunas tiendas en el pueblo. Jungkook le compró un collar a Yoongi hecho de piedras del mar, llenas de magia y Yoongi encontró un nuevo par de aros para él que pretendían ser una broma (caballitos de mar) pero Jungkook los usó por el resto del día porque le gustó como atrapaban la luz.
Caminaron por algunas sendas de la naturaleza y se acostaron en la playa bajo el sol. Jungkook dejó que su miedo por el océano se instalara, tomó fotografías de Yoongi en el agua y no pensó para nada en la muerte. Su cámara se llenó con otras fotografías, también: flores y árboles y cabañas bonitas con exteriores coloridos. Y de Yoongi. La sonrisa de Yoongi y su cabello en el sol y su cara malhumorada antes de beber café, cada una de ellas era una memoria que Jungkook iba a mantener cerca de su pecho.
En su tercera noche allí, cocinaron juntos como una verdadera pareja, cenaron pasta y vino y se rieron ante lo pretensiosos que se sentían. Luego se besaron y se besaron y se besaron, hasta que Yoongi estuvo presionado contra los cojines del sillón y Jungkook se sentó en su regazo e imaginó que podía sentir cada centímetro de él, a pesar de que tenían ropa puesta.
Las manos de Yoongi encontraron sus caderas y había deseo saliendo de él, pero nervios también. ¿Estás seguro?
Jungkook se movió, un pequeño roce que fue solo calor calor calor a pesar de lo avergonzado que se sentía. No sabía cómo mover su cuerpo, pero por la cara sonrojada de Yoongi, por el pequeño jadeo de Yoongi y el apretón de sus dedos contra la piel de Jungkook, creía que no importaba.
-Sí -dijo -sí, te necesito.
Tanto.
Yoongi seguía dudando. A pesar de que nunca has...
-No me importa -insistió Jungkook. Acunó la cara de Yoongi en sus manos, rozó gentilmente sus dedos contra sus mejillas y luego subió a su cabello -sé que me cuidarás.
Yoongi tembló y el deseo creció, tan caliente y maravilloso bajo la piel de Jungkook. Seguía asustado, sin embargo. Había malos recuerdos allí, también, Jungkook lo sabía, porque la última persona a la que Yoongi le dio esto fue quien más daño le hice. Eso lo motivó para inclinarse y descansar su frente contra la de Yoongi.
Y te cuidaré, también. Lo prometo.
Mierda, gruñó Yoongi a través del beso, se movió para besarlo. Está bien, está bien.
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Jungkook sabía que no tenía experiencia, quizás era demasiado ansioso, pero no se molestó en intentar ocultar lo mucho que deseaba a Yoongi. Hizo que Yoongi se sonrojara y se sintiera satisfecho y feliz (y Jungkook sintió un poco de dolor, al darse cuenta de que Yoongi no estaba acostumbrado a que alguien lo deseara así) pero dudó cuando iba a quitarse su suéter.
Puede dejarme esto. Son...no tienes que mirarlas...
-No -insistió Jungkook, llevando sus dedos al dobladillo y ayudando a Yoongi a sacárselo -no, por favor, quiero verte. Quiero verte.
Mierda, hipó Yoongi, sobrecogido y abrumado y nervioso, mierda.
Las cicatrices estaban pálidas en la tenue luz y Jungkook fue gentil cuando las tocó, cuando trazó su mano sobre el estómago de Yoongi y sus hombros y brazos y por sus caderas.
-Eres hermoso -insistió cuando Yoongi mordió su labio y miró al techo, temblando bajo el toque de Jungkook -eres tan hermoso, Yoongi.
Eres ridiculo. Pero las mejillas de Yoongi estaban rojas y había una sonrisa apareciendo en su cara y su felicidad era una bola de luz en el pecho de Jungkook.
Y tengo razón. Respondió de vuelta y atrajo a Yoongi para besarlo otra vez.
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Aprendió muchas cosas esa noche:
Las cicatrices se extendían hasta la parte superior de los muslos de Yoongi y jadeó, fuertemente, cuando Jungkook trazó su lengua por sobre ellas.
A Yoongi no le importaba cuando Jungkook dudaba, cuando su inexperiencia lo ponía nerviosos y le daba problemas. Simplemente tomaba las manos de Jungkook y susurraba así, tócame así así así.
Yoongi era tan gentil con él que dolía, preguntaba siente y constantemente esto está bien se siente bien todavía estás conmigo y Jungkook temblaba bajo sus manos, bajo su boca, bajo su lengua y respondía de vuelta sí sí sí por favor sí bien se siente bien y el placer que Yoongi le daba se quedaba tiernamente en su cabeza.
El arco de la espalda de Yoongi era impresionante y los sonidos que hacía, los jadeos y suspiros e incluso un gemido suave cuando los dedos de Jungkook tocaron algún lugar profundo dentro de él, eran música. Toda una maldita sinfonía.
Yoongi se abrió, se volvió tan vulnerable y Jungkook lo iba a querer por siempre, lo sabía. Lo recordaría a él y este momento: el sonido de la cama, la luz de la luna filtrándose por la ventana, el movimiento de las caderas de Yoongi contra el suyo, la forma en que el cuerpo de Yoongi lo atraía cerca, más cerca.
Podías acercarte tanto a una persona que todo se entrelazaba: sus pensamientos, sus cuerpos, sus emociones. Yoongi estaba en cada parte de él. En cada respiro, en cada célula y esto, esto es amor.
Estaba tan, tan enamorado.
Y Yoongi...Yoongi lo estaba, también.
--
Después, Jungkook se acurrucó en la cama y volvió despacio, con el cuerpo temblando. Yoongi trajo una toalla pequeña del baño y los limpió, gentilmente. Compartió un vaso de agua con Jungkook. Su cabello estaba pegado a su frente y en miles de direcciones por las manos de Jungkook y estaba sonrojado y sudoroso por todas partes y seguía siendo lo más hermosa que Jungkook había visto.
Estaba pensando lo mismo sobre ti, lo molestó Yoongi mientras los cubría con una manta.
(No se puso un suéter después que terminaron y Jungkook consideró eso como una victoria)
-Cállate -bufó Jungkook -no tengo las neuronas suficientes para pensar en qué responder.
Estuvo así de bueno, ¿huh? Preguntó Yoongi, con una pizca de nervios nuevamente.
-Increíble -Jungkook se acercó más, besando el hombro de Yoongi -Dios, eso estuvo...joder.
Sí, eso fue lo que hicimos.
-Eres terrible -se rió Jungkook y Yoongi le sonrió de medio lado. Quitó los mechones sudados de su frente. -Te amo.
Te amo, también. Y gracias, por cuidar de mí.
No añadió mucha gente no lo ha hecho, pero Jungkook lo escuchó y lo besó nuevamente, yendo desde su cuello hasta su mejillla hasta la orilla de su boca rojo. -Digo lo mismo. Tú...eso estuvo muy bien.
Hiciste que mi primera vez fuera muy buena.
Me alegro, murmuró Yoongi, besándolo también. Quería darte eso.
El corazón de Jungkook estaba lleno, a punto de reventar y su cuerpo estaba exhausto pero contento. Suspiró, feliz y enredó su brazo por la cintura de Yoongi, girandolo para poder abrazar a Yoongi por detrás, deleitándose al sentir tanta pieñ contra la suya.
Duerme ahora. Yoongi ya sonaba casi dormido, girando su cuello para que Jungkook pudiera besarlo de nuevo y dejó salir un suspiro feliz.
Se durmieron así, enredados en el otro.
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En la mañana, se sentaron en la playa y vieron el sol salir. Yoongi estaba fumando con dedos tímidos y Jungkook se preguntó cómo hablar sobre el hecho de que Yoongi se despertó abruptamente en la noche, sintió su pánico hasta que se desvaneció, escuchó su respiración temblorosa cuando se acostó.
Quizá Yoongi sabía porque presionó su hombro contra el de Jungkook y dijo, fue una pesadilla. La he tenido antes. Está bien.
-¿De qué...de qué se trata?
Yoongi dejó salir una columna de humo. Estoy con...con él . A veces estamos peleando, o estamos en la cama o estoy en el suelo para el ritual. Quiero que se detenga. Intento decirle que se detenga. Está gritandome o tocandome o haciendo otra cosa, siempre quiero que se detenga. Pero no puedo...sostiene mi voz en sus manos. O, a veces, está alrededor de su cuello. Y la puedo ver ahí, pero no la puedo alcanzar y no puedo hablar y nadie puede escucharme y hay un agujero en mi garganta y no para de sangrar...
Pasó una mano por su cabello y sacudió su cabeza. Jungkook envolvió su brazo alrededor de sus hombros, intentando ofrecer el apoyo que podía a través de su estómago apretado.
Pero es solo un sueño, continuó Yoongi. Me deja un poco tembloroso, por eso...sacudió el cigarro. Pero estoy bien. Y no fue nada que tu hiciste, lo prometo. Solo pasa a veces.
Jungkook asintió. Presionó su boca contra la sien de Yoongi. -Te escucho, hyung -susurró.
Lo sé. Yoongi se apoyó sobre él. Siempre lo has hecho.
Lo que quería decir era: incluso antes de esto, incluso cuando estaban limitados a cartas y mensajes escritos en el celular y a la voz de otra persona. Jungkook siempre lo había escuchado, siempre quiso más de sus palabras, pensamientos, opiniones. Solía absorberlas como agua en el desierto, cada pieza de información que podía darle forma a Yoongi para él, darle una imagen más grande y detallada de una persona que ya admiraba tanto.
Yoongi apagó el cigarro. El sol estaba brillante sobre el agua y se acostó en la arena, tirando de Jungkook con él.
Ven. Acuéstate conmigo.
Jungkook sonrió, sin preocuparse por la arena que probablemente estaba entrando en todos lados mientras jugaba con el cabello de Yoongi.
-Así que...tendremos sexo de nuevo, ¿cierto? -dijo después de unos momentos de cómodo silencio. Porque después de lo de anoche...mierda, quería más, todo lo que Yoongi estuviera dispuesto a darle.
Dios, mocoso, déjame beber mi café primero, refunfuñó Yoongi, pero estaba sonriendo.
Jungkook se rió y Yoongi tenía razón.
A pesar de las sombras que permanecían, estaban bien. Estaban bien.
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Dejar el Vineyard fue difícil después de cinco días de relajo y actividades turísticas bobas y buena comida y francamente asombroso (en la humilde opinión de Jungkook) sexo, pero extrañaba a los demás y la familiaridad de la casa y la tienda. El bullicio de Nueva York.
-Nunca te di las gracias -le dijo a Yoongi mientras los edificios saltaban a la vista -por entregarle esos papeles a Jin-hyung.
Quería ayudar, dijo Yoongi mientras alzaba los hombros. Estiró su mano para rozar sus nudillos contra la mejilla de Jungkook. Era lo menos que podía hacer.
-Jin-hyung dijo eso, también.
A veces, en ocasiones raras, Kim Seokjin tiene razón.
-Todavía tengo que entrar, sin embargo -señaló Jungkook, con la ansiedad acercándose en su mente de nuevo.
Lo harás, dijo Yoongi y Jungkook no podía sentir ninguna duda en él. Ni por asomo.
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Hubo muchos abrazos de los demás y una cena cocinada en casa esperándolos cuando volvieron. Chistes sobre su "escapada romántica" y la inundación de ellos llenando el espacio en la cabeza de Jungkook de nuevo.
Julio llegó, el aire caliente y pesado en la lengua de Jungkook y el lazo siguió asentándose. Todos mejoraron en cuanto abrir y cerrar puertas, para tener momentos para sí solos lejos de los demás.
Taehyung recibió una pasantía con una marca muy famosa de moda y lloró en el pastel que Jin le hizo, mientras que Jimin frotaba su espalda y besaba su cabello y no se molestó en esconder su orgullo. Jimin, en cambio, entró a una compañía de danza que se especializaba en incorporar magia en sus rutinas, todos se emborracharon con champaña barata y se tomaron turnos para girar a un sonriente Jimin en el comedor.
El negocio incrementó en la tienda cuando la temporada de turistas llegó al máximo y Jungkook pasó casi todas las tardes llenando los estantes y armando compras y hablando con personas de todo el mundo.
El departamento de admisión de Tisch estaba silencioso y la preocupación se comía el estómago de Jungkook, sin importar qué hiciera para disiparla.
Entraras, le decían todos. Lo harás.
Entonces, en una tarde normal de un día lunes, Jungkook estaba en medio de ordenar los estantes cuando Taehyung habló a través del lazo desde su propio trabajo.
Deberías recoger el correo cuando vayas a casa.
Su estómago de inmediato dio un salto mortal y mariposas explotaron en su pecho. Faltaba una hora para cerrar y el tiempo pasó lentamente en agonía. Quizás no sea, se dijo a sí mismo. Las visiones de Taehyung eran vagas. Quizá es otro tipo de noticia. Quizás es un maldito catálogo de muebles que Namjoon pidió hace semanas y que seguía esperando.
Pero aun así corrió hasta casa y con torpeza abrió el buzón, sacando el montón de letras adentro. Cuentas, cuentas, basura, basura, basura y allí: su nombre con la dirección de Tisch Scool of the Arts.
Mierda.
Un coro de voces le respondieron de inmediato.
¿Llegó?
¿Es la carta?
Ven aquí y ábrela, estamos esperando.
¡Esperen! Sigo en el metro.
Entonces date prisa de una puta vez, Tae.
Sacudiendo su cabeza, se tropezó en la entrada y se quitó sus zapatillas. Un grupo de gente, a excepción de Taehyung, estaba esperándolo en el comedor, viéndose igual de ansiosos.
Estaré ahí en cinco minutos, declaró Taehyung, sonando sin respiración incluso a través del lazo mental. No te atrevas a abrirla antes de que llegue.
Jungkook asintió, a pesar de que Taehyung no podía verlo y Jimin tomó su mano mientras los dedos de Yoongi encontraron la parte trasera de su cuello.
-Sea lo que sea que pase, estaremos contigo -dijo Jimin.
-En todo momento -añadió Namjoon.
Jungkook asintió y se mordió el labio lo suficientemente fuerte para que doliera, no muy seguro cómo explicar lo mucho que eso significaba para él.
Finalmente, finalmente la puerta frontal se abrió y Taehyung se apresuró al comedor, sonrojado y jadeante.
-Bien, estoy aquí, ábrela ábrela ábrela.
Jungkook tomó un suspiro profundo y abrió el envase. Sea lo que sea que pase, se recordó mientras abría la carta. Sea lo que sea que pase, no estaba solo.
-Querido Jungkook -leyó, con la voz temblorosa -En nombre del comité de admisiones, es un honor y un privilegio compartir con usted...que ha sido admitido en la Universidad Tisch School of the Arts en Nueva York.
Taehyung gritó y envolvió sus brazos alrededor de Jungkook, aplastando a Jimin contra el costado de Jungkook en el proceso. Todos los demás estaban celebrando y saltando y causando jaleo en general y la frente de Yoongi estaba presionado contra su sien, con una corriente de te amo te amo te amo sabía que lo lograrías lo harás increíble felicitaciones sonando en su mente.
Jungkook notó escasamente que estaba llorando, incluso cuando los demás se tomaron turnos para abrazarlo y Seokjin tomó la carta de sus dedos para ponerla en el refrigerador, junto a su lista de investigación.
No estaba seguro si alguna vez fue así de feliz. No sabía, incluso hace unos cuantos meses atrás, que este tipo de felicidad existía. Del tipo que hacía que tus huesos dolieran por la forma en que llena cada parte de tu cuerpo, expandiendo tu corazón hasta que estaba presionando sus costillas. Que hacía que tu boca se estirara hasta que dolía y lágrimas caían de tus ojos. El cuerpo completamente feliz. Su alma completamente feliz.
Cruda y alegre y dolorosa, lo suficiente para hacerte sentir tan tan tan vivo.
Serás asombroso, le dijo Yoongi de nuevo cuando Seokjin declaró que necesitaba hacer un pastel de inmediato y que alguien tenía que ir a comprar alcohol de inmediato, iban a tener una fiesta, maldita sea. Serás tan asombroso, Jeon Jungkook.
Jungkook estiró su mano hasta que encontró la de Yoongi y la sostuvo fuertemente. Ambos lo somos. Todos lo somos.
Su círculo. Su familia.
Finalmente, después de tantos años, después de tanto buscar, estaba en casa.
Estaba en casa.
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tomorrowisapromise · 9 months
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No quisiera que lloviera - Cristina Peri Rossi
No quisiera que lloviera te lo juro que lloviera en esta ciudad sin ti y escuchar los ruidos del agua al bajar y pensar que allí donde estás viviendo sin mí llueve sobre la misma ciudad. Quizá tengas el cabello mojado el teléfono a mano que no usas para llamarme para decirme esta noche te amo me inundan los recuerdos de ti discúlpame, la literatura me mató pero te le parecías tanto.
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lalettres · 11 months
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Un poema de Peri Rossi
No quisiera que lloviera
te lo juro
que lloviera en esta ciudad
sin ti
y escuchar los ruidos del agua
al bajar
y pensar que allí donde estás viviendo
sin mí
llueve sobre la misma ciudad
Quizá tengas el cabello mojado
el teléfono a mano
que no usas para llamarme
para decirme esta noche te amo
me inundan los recuerdos de ti
discúlpame,
la literatura me mató
pero te le parecías tanto.
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lizortizsblog · 1 year
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¡Atásquense que hay lodo!
Elizabeth Ortiz
No es lo mismo irte de pinta en la adolescencia, que cuando ya eres algo mayor. Antes te ilusionaba la idea de irte a donde quisieras sin dar explicaciones y, cuando menos te das cuenta, llega el momento en que te debes autoconvencer de tener permiso para salir a pasear, al fin y al cabo, eres tu propia jefa.
Mis amigas y yo planeamos salir muy temprano al cenote Sac-Aua en Valladolid, Yucatán, antes de que empezaran a llamar los clientes. A pesar de que todos los cenotes son similares, cada uno tiene su encanto, su propia escenografía, historia y personajes.
Salir de la rutina, perderte entre las callecitas de un pueblo te hace sentir en un mundo real en el que la mayor parte del tiempo no habitas. Es un poco raro ver niños jugando en chanclas por las calles que te ponen los pelos de punta cuando salen de donde menos te lo imaginas sin miedo a ser atropellados.
Al llegar nuestro destino, bajamos por unas escaleritas de madera y me causó un gran impacto ver debajo la islita rodeada por un anillo de agua cristalina. Tuvimos la suerte de que lloviera, porque de ese modo no había nadie, teníamos todo el cenote solo para nosotras. Es como cuando llueve y la gente se sale de la alberca, es algo gracioso, ¿no? Así pudimos nadar y dar vueltas en el kayak con plena libertad.
Después nos fuimos al tour por la caverna que está a un costado del cenote. El guía estaba caracterizado con su vestimenta para rituales mayas. Cada detalle tan bien cuidado como el taparrabos, las sandalias, las cintas, canilleras, el maquillaje y los rasgos físicos del hombre le daban plena validez a todo lo que decía sin someter a tela de juicio lo que nos contaba sobre la historia del lugar. Nos fuimos introduciendo en la cueva. A pesar de la oscuridad y de no saber que había más adelante confiábamos. Si te guía alguien que pertenece al sitio, es como si te abriera las puertas de su casa y te mostrara cada rincón de la cueva como su propio hogar. De pronto nos encontrábamos en una zona de agua única, una piscina natural oculta en las profundidades de la tierra. La iluminación era muy tenue apenas se lograba filtrar por pequeñas aberturas en el techo rocoso y, con la ayuda de luz artificial, la atmósfera era misteriosa, como si viajaras al pasado.
Nunca había sido valiente, pero el guía nos dijo que nadáramos y que, si nos sumergíamos en medio, en el fondo encontraríamos un lodo con el que podíamos purificar nuestra piel. No sé por qué le hice caso, así pasa cuando los maestros te dan una instrucción y la obedeces por tu alto sentido del deber. Mis amigas se quedaron en la orilla. Por fortuna, al ser muy alta pude tocar el fondo con mis pies, claro, traía zapatos para nadar, no lo hubiera hecho descalza. Aun así, podía sentir la tierra blanda que se había sedimentado durante siglos. Llegué a pensar que podría haber restos humanos en el fondo, pero, extrañamente, no tuve miedo, el eco suave del agua goteando me tranquilizaba. Era como un santuario en penumbras. Dejé que mi cuerpo flotara en ese entorno místico, fue una sensación bastante relajante. Luego bajé los pies y para tomar un poco de lodo y untármelo en la piel, pero no lograba alcanzar el fondo. Había dos chicos nadando que sacaron lodo para todas. Era un poco extraño como aceitoso porque quedaba bastante impregnado.
Salimos de la caverna para hacer el ritual final. El guía nos dijo que nos tomáramos de las manos y que cerráramos los ojos y que el objetivo era asegurar la protección y el éxito en los diferentes aspectos de nuestra vida. Es uno de esos momentos en los que puedes ver con todos los sentidos: las percusiones, los silbidos de la flauta, los coros en lengua maya. Los sonidos de la naturaleza iban guiando nuestra mente en un recorrido ancestral. Los olores a copal y a incienso se internaban en nuestro espíritu. El calor de las manos de mis amigas que a su vez me transmitían la energía de las demás me hacía sentir, aunque parezca cursi y trillado, en una fraternidad. Al abrir los ojos nos sentimos diferentes.
Cuando tomamos nuestras mochilas para sacar la propina del guía regresé al presente. El dinero, al fin y al cabo, rige tu vida. Y, a decir verdad, también se necesita dinero para desconectarse de la realidad.
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mishimasworld · 1 year
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“No quisiera que lloviera
te lo juro
que lloviera en esta ciudad
sin ti
y escuchar los ruidos del agua
al bajar
y pensar que allí donde estás viviendo
sin mí
llueve sobre la misma ciudad
Quizá tengas el cabello mojado
el teléfono a mano
que no usas
para llamarme
para decirme
esta noche te amo
me inundan los recuerdos de ti
discúlpame,
la literatura me mató
pero te le parecías tanto.”
—Cristina Peri Rossi
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boybeblue · 2 years
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Miro mis pies, los converse grises no se diferencian mucho del asfalto, los cordones y la punta blanca de los conversé están igual de sucios que las calles de Bogotá. Quisiera que lloviera. Llueve. La luz amarilla de los postes brilla sobre las calles mojadas, un millón de gotas caen con fuerza y apenas me dejaban ver lo que había enfrente de mí, el agua caí sobre mi ropa, se pegaba a mi piel, la sentía fría. Estoy frio, mi piel esta fría, me congelo, pero no me incomoda, no siento, solo miro al frente y me pierdo en el millón de gotas de agua que caen frente a mis ojos. No puedo mentir que no he tomado nada y que estoy completamente sobrio, pero en ese momento si hubiera deseado estar más borracho, lo suficiente como para no recordar nada, como para perderme y no volverme a encontrar. Aunque realmente no hubiese querido eso. Creo que el recordar es algo que valoro demasiado y por eso mismo le tengo miedo a perder la memoria y frenéticamente intento recordarlo todo, aunque con el tiempo resulto olvidando, solo queda aquello que es capaz de marcar una impresión en mi mente, como un sensor capturando la luz. Me detengo. Me detuve. En la historia y acá me detengo, pienso retomar, pero primero siento necesaria una aclaración, se me olvido, ya, no quiero párrafos, porque quiero que sea un momento, según yo. Vuelvo a mirar mis pies y retomo, estoy cansado de usarlos, no los quiero, quiero sentir el agua en mis pies, andar descalzo me hace sentir, en este momento quiero sentir. Por eso me quite los converse, los agarre de los cordones y empecé a balancearlos. Camino por la 7ma, frente al parque nacional, pero decido cruzar e ir por el pequeño anden que queda entre las calles. Después me aburro de balancear los converse, ya ni carros pasan, así que solo los tiro. Siendo muy sincero no se donde cayeron y tampoco quiero saberlo. Nunca quise saber. Ahora me doy cuenta de eso. Las gotas se suspenden en el aire, crearon una niebla que hizo todo más tenue, la luz era difusa. Ya no sé dónde están mis converse y solo camino descalzo, las plantas de mis pies pasan sobre las calles totalmente secas. Se ponían cada vez más negras y sucias. Abandone la 7ma y camine entre calles que me parecían desconocidas así ya hubiera caminado por esas mismas calles mil veces. Lloré, quizás me dolía los pies. Veo un Oxxo abierto y camino hacia él, entro, cojo unas cervezas, hay gente, pero no sé cómo lucen y no quiero saberlo, solo son sombras, cosas, bultos. Pago y camino a la salida, suena el timbre “hello, welcome”. Camine tomándome las cervezas y simplemente mi camiseta ya me incomodaba así que termine quitándomela, esta no la bote, está la amarre en un poste y me fui. Sigo caminando, lloro de nuevo, solo lloro, no sé qué pienso… o quizás si lo sé, pero no quiero escribir un montón de sentimientos o recuerdos por los cuales justificar el por qué lloro, quizás solo puedo decir que lloro porque estoy vivo. Camino, camino descalzo, con el torso desnudo, ya ni cervezas tengo. No sé a dónde voy. Saco mis audífonos, los conecto a mi celular y escucho, tove lo. Pensé, y si corro. Corrí, el agua dejo de estar suspendida e inmóvil en el cielo y callo con fuerza, me golpeo los hombros, no se sintió pesada, solo siguió por mi piel y descendió hasta el suelo, se mezcló con un gran caudal de agua y se fue entre las canales de las calles. Continúo corriendo, el corazón se me acelera, lo siento latir, toco mi pecho, lo siento, ahí está, rápido, parece a punto de salir, continuo corriendo, quiero correr más rápido, explotar, que mis pies exploten.
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la-poesiee · 8 years
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No Quisiera que lloviera No quisiera que lloviera te lo juro que lloviera en esta ciudad sin ti y escuchar los ruidos del agua al bajar y pensar que allí donde estás viviendo sin mí llueve sobre la misma ciudad. Quizá tengas el cabello mojado el teléfono a mano que no usas para llamarme para decirme esta noche te amo me inundan los recuerdos de ti discúlpame, la literatura me mató pero te le parecías tanto. No Quisiera que lloviera
Cristina Peri Rossi
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hijadelviento · 2 years
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No quisiera que lloviera te lo juro que lloviera en esta ciudad sin ti y escuchar los ruidos del agua al bajar y pensar que allí donde estás viviendo sin mi llueve sobre la misma ciudad Quizá tengas el cabello mojado el teléfono a mano que no usas para llamarme para decirme esta noche te amo me inundan los recuerdos de ti disculpame, la literatura me mató pero te le parecías tanto.
– Cristina Peri Rossi.
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Cristina Peri Rossi - "No quisiera que lloviera..."
[en Poesía Completa, 2022]
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josemmalaga · 3 years
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Cristina Peri Rossi.
"No quisiera que lloviera
te lo juro
que lloviera en esta ciudad
sin ti
y escuchar los ruidos del agua
al bajar
y pensar que allí donde estás viviendo
sin mí
llueve sobre la misma ciudad.
Quizá tengas el cabello mojado
el teléfono a mano
que no usas
para llamarme
para decirme
esta noche te amo
me inundan los recuerdos de ti
discúlpame,
la literatura me mató
pero te le parecías tanto".
*En la imagen, Audrey Hepburn y George Peppard en un fotograma de "Desayuno con diamantes".
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Bueno yo recién vi la película Luca y tengo dos opiniones un poco contraídas en ver a Luca y Alberto como parte de la comunidad lgbtq+
Primero que nada, admito que yo si los vi como gays, mi instinto shipeador y tal vez fujoshi me hizo verlo de ese modo y no estoy completamente orgullosa de ello.
Segundo, quisiera echarle la culpa a la institución del entretenimiento en sí por ello, porque hace años cuando estaba aún menos normalizado ver ese tipo de relaciones en el cine o televisión en general se llegaban a hacer ese tipo de gestos y conexiones entre dos personajes para dar a entender que eran parte de la comunidad lgbtq+ y algunos como niños, (me incluyo en ellos), era ingenuo o distraído y no los veía de esa forma, sin embargo otras personas sí y al final los directores estaban orgullosos de que se haya dado a conocer el mensaje correcto a los espectadores.
Y luego viene esta película que me confunde y el director dice que es sólo una amistad muy linda y estrecha, entonces yo ya no sé qué creer o ¿me estoy perdiendo de algo?
Y entonces llega esta otra opinión sobre si antes había menos comunicación y relación de este tipo en amistades de hombres porque se podía llegar a ver comportamiento homobifco o simple incomodidad si se veía de otra forma por los espectadores y cuando ahora lo muestran así ya no se puede pensar en algo distinto que una pareja gay.
No es que yo quiera mostrar mis pruebas después de haber visto la película una sola vez, pero aquí van de todos modos:
- Más que nada yo pienso que el que realmente pertenece a la comunidad lgbtq+ es Alberto, porque sí, el quería verse como una figura digna para Luca y se ponía celoso cuando Luca estaba con Giulia, quería a Luca sólo para él y lo entiendo, tenían un plan para escapar juntos porque Alberto no tenía otra familia pero creo que eso hizo que dependiera mucho de su amigo y no sé, que también que se haya enamorado de él.
- Luego está Luca, quien llega a un nuevo mundo y tiene Alberto para que le hable de él y comienza a admirarlo mucho por ello, al final no está tan decepcionado de que Alberto le haya mentido sólo que ya no quiere lo mismo que antes.
- La pareja de viejitas monstruos marinos que se muestra en el final de la película y que para mí significan una pareja de lesbianas revelando su amor después de tantos años.
- Ah, y casi lo olvido, la frase que era algo como: "Algunas personas nunca lo aceptarán, pero habrá otras que sí" pues me hace pensar en la tolerancia y respeto dirigido hacia esta comunidad.
- Para mí sólo faltaba un arcoiris al final de la película después de que lloviera para hacerlo más explícito. Xd 🏳️‍🌈
En fin, no creo que nadie lea ésto pero lo uso para no dejar mis pensamientos flotando.
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Quisiera que no lloviera tanto sin ti, que se caiga el cielo solo si te tengo aquí.
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senig-fandom · 4 years
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Terapia capitulo 3
-En serio, no sé qué hacer…
Era medio día en Saltillo, Coahuila, en una casa urbana. Se encontraba Norte en una oficina, con una librería atrás de ella, hablando a través de vídeo llamada con otros dos países.
-Japón, estas segura de que no puedes aceptar a mi hermano en Tokio…-­Hablaba norte a la joven asiática.
-Mi querida amiga, te juro que aceptaría a Sur en cualquier parte de mis tierras, pero no creo ser la solución a su problema- menciono Japón. – Si no fuera que en mis tierras hay mucha esencia espiritual, aceptaría a Sur sin pensar, pero creo yo que su problema radica en su conexión con los espíritus.
-Eso o su carácter, que se gana enemigos como si lloviera – hablo el irlandés, con cierta razón.
-Me he comunicado con casi todos los países, pero algunos me dicen que no, o que están muy ocupados, como para vigilar a mi hermano, hasta suiza rechazo mi petición, pueden creerlo…
-Puedo creerlo – dijo Irlanda con seriedad.
-En serio Sur no puede estar con alguno de ustedes, en América o en Norte América, ¿Creía que tenían buenas relaciones con Canadá? – cuestión Japón.
-Claro que las tenemos, pero las relaciones de amistad política y comercio, no son el interés de mi hermano. Ya saben cómo es…-Norte recordaba las veces que la gente le pedía cosas a Sur, la gente le gritaba, lo jalaban de un lado a otro, a él no le gustaba que la gente se lo pidiera así, siempre está dispuesto a ayudar, pero hay demasiados cosas que arreglar y él no puede con eso.
-Desearía, realmente ayudarlo…-Fue lo último que dijo norte.
- Hay mi querida amiga, me duele verlos a los tres así de decaídos, siempre con la cabeza baja, desde la llegada de Centro creíamos que por fin levantarían la mirada, pero parece más complicado de lo que se ve.- Declaro Irlanda.
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-Claro que es complicado-­Hablo Japón-imagínate yo cuando mi padre murió, tuve que cargar con el peso de Hiroshima y Nagasaki, pero yo creo en ustedes, se han mantenido bien aun con todo, y no creo que Sur sea un gran problema.
-¿A qué te refieres? – pregunto Norte, curiosa.
-Bueno hace mucho, quise jugar algo que podría ser peligroso, pero no tenía en cuenta lo real que es… - mientras Japón contaba lo que paso ese día, recordaba las cosas que decía Sur.
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-TE DIJE QUE NO TE METIERAS CON LOS ESPÍRITUS!- Estaba un Sur, con una silla de madera, cargándola frente a un muñeca de tela.
-NUNCA CREÍ QUE REALMENTE FUNCIONARIA!- Decía una estérica Japón.
-¡CLARO PENDEJA!, ¡QUE CREES QUE YO VEO ESPÍRITUS POR MAMES O QUE! - La muñeca salto hacia ellos, ambos gritaron despavoridos, pero Sur le estampo la silla contra la muñeca mandándola hacia el otro lado de la habitación, haciendo que soltase el arma que tenía. – ¡AHORA CORRE! – Ambos salieron del lugar.
Ambos corrían alrededor de la casa de Japón, una casa tradicional, muy grande y amplia.
Sur cerró la puerta en una habitación que ambos entraron, y empujo el armario más cercano, para que la puerta no se abriera.
-De acuerdo, que es esto, y porque esta poseída esa muñeca.-Pregunto sur entre susurros, precaviendo a que la muñeca no los escuchara, ya que quería capturar a Japón, o tal vez, matarlos a ambos.
-Bueno se llama HITORI KAKURENBO o en español el juego de las escondidas, y digamos que es un ritual para convocar un espíritu…-Japón agachaba la cabeza.
-¿Y porque demonios, invocarías a un espíritu que quiere matarte? – pregunta un alterado Sur.
-Lo hice al principio sin pensar, creía que no funcionaria, pero en mi mente pensaba, que si ganaba el juego, tal vez, solo tal vez, podría decirme donde está la katana de mi padre…
Sur, observaba la cara de Japón, desde la segunda guerra mundial, Japón paso toda su infancia sin su padre, a pesar de sus malas acciones, Japón tenía el corazón para perdonarlo, pero no fue lo más fácil para ella, tras su muerte, quedo con cicatrices en su cuerpo que dejo la terrible bomba en Hiroshima y Nagasaki.
-Lo lamento Sur, debí haberte escuchado, pero realmente quisiera recuperar el tesoro de mi padre, esa katana no es cualquier cosa – suspiro- pero ya no importa, estoy en problemas y tú también lo estas, por mi culpa,…lo siento.-Japón iba a inclinarse para disculparse, pero Sur la detuvo.
-Oye, tranquila, yo me metí también en esto por mi cuenta, además, siempre me gustan los nuevos retos, así que te parece si tú y yo nos chingamos a esa muñeca poseída, y que sepa que ni contigo, ni con nadie, ganara.
Ambos sonrieron, y escucharon a la muñeca hablar y el arrastre de algo metálico por el piso.
-Estas, lista- Sur vio a Japón.
-Si- Japón sonrió.
-¿Que debemos hacer? –pregunto sur.
- Debemos vertír media taza con agua salada en la boca pero no beberla, sólo mantenerla ahí, y salir del escondite y empezar a buscar a la muñeca. Cuando encontremos, vaciamos el agua salada, que queda dentro de la taza sobre ella, luego decir "Yo gané" 3 veces. Esto supone el final del ritual. Después de esto hay que asegurarnos de secar bien a la muñeca, luego hay que quemarla y deshacernos de los restos, y para terminar, hay que rociar con sal, los lugares por dónde estuvo la muñeca.-Explico Japón.
-Wow que especifico, ya ni los míos tienen rituales tan bien diseñados, se nota que ustedes si hacían rituales, muy locos. – decía sur con una gota de sudor frió en su frente, aunque Japón lo miraba seriamente, mientras Sur sonreía y reía bajamente.
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-A pesar del miedo, Sur me dio mucha seguridad, su carácter despreocupado, no era por no tener miedo, todos los tenemos, pero él lo ocultaba con su característica sonrisa y con su firme carácter a lo espiritual, trasmitía valentía.- Norte escuchaba atentamente las palabras de Japón, de cierto modo se sentía feliz, porque hablaban de las cosas buenas de su hermano, pero al mismo tiempo sentía algo de celos, su hermano nunca le contó algo como eso.
-¿Y qué paso con la muñeca? –Pregunto Irlanda mientras abrazabas sus piernas.
-Nos desasimos de ella, la quemamos y esparcimos sal por toda mi casa, dure así como tres días.-Irlanda y Norte reían ante el problema que tuvo Japón con el espíritu y su hogar. –por eso te digo que Sur no es el problema, si como mencione antes, puedes enviarlo con migo, y lo aceptare, pero temo que pase estrés por los espíritus de mis tierras.
-¿Y qué tal si lo envías conmigo? Hace tiempo que no lo veo, y me gustaría poder pasar tiempo con él.
-Pero tú también has estado atado a los espíritus, últimamente casi todos los países andan buscando y provocando a los seres del más allá.-declaro Norte.
En los últimos 2 años, Norte ha llegado a ver personas invadiendo lugares abandonados, que dicen estar embrujados, algunos con realidad, otros no muy creíbles y claro, los que no son reales y que son desmentido al instante, pero de todas modos, has estado provocando y eso a echo que muchos escaparan de su tumba o de vagar en ciertas áreas para molestar a los vivos.
-y por lo que escuche de Japón, a Sur no le gusta nada de eso.- Finalizo norte.
-Bueno no todos, hay países escépticos, que analizan demasiado lo espiritual, como por ejemplo mi amigo Alemania.- confeso Japón.
-Es verdad, ahora que lo mencionas, hace dos días atrás, hable con él, y me dijo que ante cualquier cosa, que podía contar con el – Alegremente contó Norte, recordando el apoyo de Alemania ante la situación.
-* En serio dijo eso*-Pensó Japón, comúnmente ella creía que su viejo amigo Alemán, era tan frió con todo el mundo, que esas palabras de Norte le hacían dudar.- Si bueno ya lo conoces.
- Pero, de todos modos, veremos si podemos arreglar los problemas aquí y no incluir a otros países en asuntos personales, Centro no le gusta que la gente u otras personas vean las debilidades que tiene, pero espero poder convencerlo de mi idea, creo que es lo mejor.- De manera repentina, el celular de Norte empezó a vibrar, al sostenerlo llegaron mensajes masivo de noticieros contando un nuevo reportaje.
México del Sur ataca a una organización (FEPADE) otra inocente a manos del dictador.
Norte vio las diferentes cadenas de noticias, hablando del tema, cada una con su versión diferente del relato, pero en todas, salía un vídeo, y era Sur apuñalando fríamente a la organización, la gente lo rodeaba y tomaba fotos, y se cortaba en cuando su hermano mayor, se ponía en frente de todos los reportero, y junto a PM y CDMX separaban a Sur de FEPADE.
Lo peor era el amarillismo, si es verdadero, lo entiende, pero no permitiría que utilizaran esto solo para hacer aun peor la relación que tiene su hermano con los ciudadanos, recordaba lo anteriores suceso, su hermano en tantas portadas, con temas como ´´ México del Sur es un asesino´´ ´´la falta de morar en los Mexicanos del sur´´ ´´ la ignorancia mexicana, por culpa de un mal representante´´ ´´ Hambre, descubran quien se los robo´´.
Esto solo hacía que la gente lo odiara sin saber la verdad, pero su pobre hermano ya no intentaba buscar la forma de desmentirlos, ´´que piensen lo que quieran´´, él decía, ´´ los seguiré ayudando aun si me odian tan profundamente´´.
-Lo siento chicos tengo que retirarme por hoy- apagaba su celular, y empezar a guardar las cosas a su alrededor.
-¿que paso México? – pregunto alterado Irlanda.
-Se los explicare más detalladamente después, o tal vez lo logren ver en sus países, espero que no, pero por ahora me voy, nos vemos después, adió besos. ­– Y sin mucha explicación, Norte corto el vídeo llamado.
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Coahuila se encontraba barriendo la parte de enfrente de su casa, que compartía con su madre, quitando la tierra, polvo y musgo que en ciertas parte de esa enorme casa había. La joven mexicana, estaba muy concentrada en la música que escuchaba, hasta que una mano la toco haciendo que saltara e hiciera un pequeño grito de espanto, hasta que se percató que era su madre, que le hablaba.
-Mama, casi me matas de un susto, ¿Qué pasa?- Coahuila se tranquilizaba ante el susto, mientras se quitaba los audífonos en sus oídos.
-Cariño, llama a tu hermano Nuevo león, y dile que me prepare un vuelo a ciudad de México.-Agarro a su hija de la muñeca, haciendo que soltase la escoba, y fuera con su madre a dentro de la casa.
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En el aeropuerto de CDMX, salía entre una multitud de hombres y mujeres, una bella mujer, Cabello castaño oscuro, muy ondulado y largo, con unos ojos color avellanas, tan bellos y radiantes, una piel morena perfectamente cuidada, vistiendo un vestido color crema, y con un collar dorado.
La gente la empezó a observar y murmuraba, lo bella que es. ´´ Quien es ella´´ ´´que hermosura´´ ´´una modelo´´. Hasta los que llegaban de otros países, se les quedaba viendo.
México Norte, caminaba con sus pocas maletas, dirigiéndose a la salida más cercana, viendo como algunas personas se le acercaban.
Una multitud de personas empezó a rodearla, pidiéndole fotos o autógrafos, Norte se quedaba tiesa mientras aceptaba las cosas de algunas personas, fotos, tras foto, hasta firmando camisetas, gorras, las maletas etc. La tenían totalmente a su merced.
Pero mientras más gente se acercaba, sin darse cuenta, la norteña había desaparecido, haciendo preguntas en donde se había ido.
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PM llevaba con él en brazos a una mujer hermosa, mientras lo rodeaban otros elementos de seguridad, dirigiéndose hacia un auto.
-PM ya habíamos hablado de esto…- Norte era llevada en los brazos del policía, mientras este también llevaba las maletas de Norte.
-Es mi deber, siempre he sido reconocido por llevar la bandera, mi querida México- Hablaba mientras reía ante el puchero que hacia norte.
-Sí, pero no soy la bandera, soy un país, PM- Norte fue llevada hasta un auto negro, donde ella misma se metió al auto, mientras PM dejaba sus maletas en el maletero.
Dos policías militares se metieron al auto con Norte, mientras los otros 4 iban y se subían a unas motos, delante y detrás del auto negro, PM se sentó en el asiento del conductor, mientras otro elemento se sentaba al lado como copiloto. Y con ello se fueron del aeropuerto.
-Nunca creí que mi hermano enviaría elementos de seguridad- confeso norte con los policías.
-El señor Eduardo ha estado muy preocupado por la seguridad de ustedes, señorita María, y por lo que acababa de suceder, con el joven Alejandro, no quiere el que se le acerquen los periodistas a hostigarla más. – Contesto con tranquilidad el otro elemento policíaco.
-Lo entiendo, pero eso no evitara que ellos hagan lo que se les pega en gana. – Confeso norte angustiada.- ¿ Me pueden decir cuánto lleva mi hermano en prisión?
-El ya lleva dos días, Centro dijo que no lo sacáramos hasta que él no se presente con nosotros, y con tu llegada, creo que tal vez te lleve con él a verlo. – Norte suspiraba, no es como si le sorprendiera, su hermano ha estado en prisión tantas veces, pero de esas tantas veces, nunca se quedaba por mucho tiempo, en ocasiones Sur se quedaba por el hecho de dormir en una cama, y en un lugar caliente a diferencia de donde vive ahora.
-*En una cueva oscura, húmeda y fría*-pensó.
Norte veía los alrededores a través de la ventana, circulando alrededor del ángel de independencia, para llegar al Zócalo capitalino. Anteriormente ella pasaba su vida aquí, desde el 2000 hasta el 2017, ella se encargaba de todo México, o eso es lo que la gente pensaba.
El auto se estaciono en frente de la puerta en el zócalo, donde centro los esperaba afuera, en cuanto el auto se acomodó, centro se dirigió a la puerta del auto y al abrirlo Norte salía y abrazo a Centro, luego ambos se saludaron de beso en los cachetes y centro la acompaño a dentro.
-Es bueno verte hermanita, espero que los dos vuelos que hiciste, no te hayan causado problemas. –Dijo centro mientras caminaba junto a su hermana.
-No, no te preocupes, el único conflicto que tuve, fue con Nuevo león, quería venir aquí para molestar a Guerrero.
-¿Y eso por qué?
-Tuvieron un pleito ambos, ya sabes que Guerrero es salvaje por instinto y Nuevo león es salvaje por personalidad. Solo me dijo mi hijo, que quiere partirle la madre o algo así, y ya con eso le jale la oreja y le dije que, NO.- Explicaba norte mientras ambos llegaban a una mini sala con un escritorio negro y dos sillas.
-je, no puedo creerlo, desde cuando todos los estados son enemigos, antes o no te interesaba o simplemente, no había nada que envidiar, todos tenían lo suyo, ahora se pelean por tonterías sin sentido.
-jejeje, bueno no diría que es normal, pero las cosas se pusieron un poco problemáticas cuando desapareciste…
-lo siento mucho…
-No te disculpes, ni tú mismo hubieras adivinado que iba a pasar.
Centro mueve la silla al frente del escritorio y hace que su hermana se siente en ella, mientras él se sentaba al frente de ella.
-Por lo que tengo entendido, creo que sabes lo que sucedió.- afirma centro ya con más seriedad.
-Él te dijo algo…
-Ni una palabra, aunque claro solo lo de siempre.- No era la primera vez que Centro y Sur discuten por algunas cosas, en todos esos momentos, Sur huía de los regaños de su hermano, por el hecho de que escucharía lo mismo de siempre, mientras que centro, solamente se sentaba de nuevo o suspiraba fuertemente.
- Intente interrogar a todos los latinoamericanos, pero todos parecen estar a la par con Sur, hasta Guatemala, que a pesar del odio que le tiene el también prefirió guardar silencio.-Decía Centro ya gruñendo ante estos secretos.
-Me imagino más bien que realmente no lo saben…-Dijo norte a la defensa de los demás latinoamericanos.
-Como no lo sabrían, ellos son también víctimas de esta cosa – Señalaba a su collar- no lo repartimos en 5 piezas porque se veía bonito, y además de que alguno de ellos tienen cicatrices por cosas que también van a la par con Sur.
-Relájate un poco hermanito, sé que estamos desesperados, pero no creo que culpar a los demás nos ayude, Sur debe tener una buena razón para no hablarlo, y lo mismo va para ti,-Señalo con su dedo a su hermano. – Desde que llegaste no nos has dicho que fue lo que paso, desapareciste 17 años, y en esos años, yo y Sur tuvimos muchas dificultades.-Centro miraba a los ojos de su hermana, quien reflejaba tristeza, mientras se dilataban queriendo guardar las lágrimas.
-Lo sé, pero…
-¿Pero que Centro?, No des consejos, si tú mismo no las puedes cumplir… -norte quitaba algunas lágrimas que salían, y volvía a tomar la compostura, respirando y resoplando – por lo menos tú y el comparten algo en común, ocultan cosas que ni siquiera yo puedo descifrar…
Ambos mantenían en silencio, un silencio incomodo, que antes las acusaciones de Norte hacia Centro, hacían aún más lejana el calor y la amistad entre los hermanos.
Centro recordaba en su mente algunas cosas, momentos en las que eran conocidos, amigos y familia, aun cuando eran un solo país, y no había divisiones entre ellos, no había un norte, un centro y un sur, eran solamente México.
-Hable con Japón y Irlanda…-Norte rompió los pensamientos de Centro, haciéndolo mirarla una vez más.
-Y que dijeron – Centro ante la actitud de su hermana ante la posible respuesta, él ya se imaginaba, el no.
-Dijeron que no podían aceptarlo, y que esperan poder apoyarnos en otras cosas, pero que, realmente querían ayudarlo. – Centro suspiro, y se levantó.
-Está bien, diles que no se mortifique mucho- Centro abrió una mini alacena, donde sirvió un poco de jugo.
-¿Ahora bebes jugo?
-Jugo natural, recomendado por la doctora, tu sabes quién – sonrió levemente, al recordar los regaños de la secretaria de SALUD. – Dijo que por pasar días sin comer bien, tengo que mantenerme hidratado, saludable y esas cosas. Para tener una buena recuperación, cosa que funciono, porque mis cicatrices, ya casi han desaparecido.
Centro serbia en dos vasos de cristal, un néctar naranja, para luego agarrar ambos vasos, uno para norte y otro para él.
-Cuando me dijiste que vendrías, estuve pensando – Volvía a sentarse Centro, mientras cruzaba sus brazos – Ya has intentado mantener a Sur en un solo lugar…
Tumblr media
-mmm… - Confundida ante esa cuestión, Norte negó con la cabeza.-Porque haría eso… pareciera que quieres volverlo a encarcelar como en la revolución.
-¡NO! No me refiero a eso – Centro se alteró ante esa idea – quiero decir, hacer que se quede en un solo municipio y que solamente se dedique a relajarse en ese lugar. No a encerrarlo en una prisión… - Norte lo veía con una mirada seria- Bien, si está encerrado en una prisión ahora, pero se lo merece, imagínate si digiera, ´´No, Sur está libre, y haciendo lo mismo de siempre´´ me crucifican a mí, junto a él.
Norte reía un poco ante la alteración de su hermano, puesto que verlo así era una obra de arte, ya que comúnmente, tiende a no mostrar emociones al quien lo rodé, pero al parecer, últimamente muestra la otra cara de la moneda, recordando las palabras de un hombre ´´ él también fue un niño, que obligaron a hacerse un adulto.´´ Cada día más entendía esa frase.
-Bueno lo que quiero decir es – Se tapaba el rostro avergonzado – Que el tú y el pasen más tiempo juntos…
-¿Disculpa?
-Recuerdo que cuando los conocí, ustedes eran el soporte del otro, tú eras la piedad que a él le faltaba, y él era la antipatía que a ti te faltaba. Desde la revolución, como tú mencionas, ambos cambiaron mucho, tú te volviste, demasiado ingenua y amnistía, mientras que el, demasiado vengativo y bélico. Creo yo que eso es el problema…aunque si tienes otra idea…
-Bueno…Japón piensa que Sur tiene demasiada relación con la muerte e espíritus…esa fue una razón del porque no quería aceptarlo, por la unión que ella también tiene con ciertos espíritus.
-También puede ser… y por esa razón, deberían por lo menos intentarlo, yo y sur chocamos mucho por nuestras personalidades, pero apuesto que por la lástima que te tiene sur – Centro sintió un golpe en su pierna, haciéndolo poner su cabeza sobre la meza por el dolor.
-Disculpa – Norte sonreía mientras un aura negra la rodeaba.
-Quiero decir, que por el amor que te tiene, apuesto a que ambos, podrían resolverlo, - se sobaba el golpe, mientras veía a su hermana. – los problemas del pasado, sé que no tuviste tiempo por lo del país, pero ahora que te puedo ayudar, quiero que tú y el resuelvan sus problemas… - Norte y Sur, siempre peleaban, ya sea por la irresponsabilidad de Sur o lo amable que era Norte con los Estados unidos.
-…* Que puedo decir, realmente…quiero ayudar a mi hermano…tal vez esta sea la oportunidad de hacerlo…*
-Solo es una idea, pero mientras ningún otro país acepte,- decía - * Aunque realmente no quería que ninguno de ellos se entrometiera * -pensaba – Tenemos que ayudar e insistir a Sur que acepte nuestro apoyo…
-Está bien…
Continuara.
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Al fina llego X3
Muchas gracias por el apoyo que le dan en ambas plataformas.
Últimamente me esta pasando lo que le pasa a los iniciales de una historia, querer escribir rápido y terminar una historia en 7 capítulos XD pero yo le quiero poner empeño a esto así que, seguire haciéndolo bien, sin saltarme tantas cosas importantes.
Gracias de nuevo a @remedysix​ por su ayuda constante X3
Aquí el link de terapia capitulo 3 : https://www.wattpad.com/926118540-terapia-capitulo-3
Eso es todo, espero y lo disfruten.
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