Tumgik
#que me dormí e hice menos cosas de las que quería ;A;
un-invierno-eterno · 1 year
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Querido M:
Ya no sé si decirte querido, pero en este momento no lo siento. Me siento bastante vacía y engañada por el Love Bombing de la primera semana. Yo pensaba que te mantendrias así todo tierno, romántico, comunicativo y especial.
Me hiciste sentir incomoda, pero al tercer día recapacite y dije "¡basta! Me lo merezco" y te seguí el juego, porque sentía que es lo que merezco y lo que tanto busqué por años. Y la verdad es que merezco eso y más.
Merezco que me traten con amor, que me digan que soy linda, que les gusto, que los hago sentir bien, que les doy paz o que se sienten bien conmigo. Porque ese es mi propósito, que se sientan bien conmigo porque yo me siento bien con la persona y me gusta que sea mutuo. Quiero que sea mutuo.
Me hiciste sentir que si lo era y la verdad me quedaría con el recuerdo tuyo hasta el domingo pasado.
Solías ser perfecto, fue como casi tocar el cielo, me dieron mis crisis a tal punto de no creerme que podía recibir tanto amor por parte de alguien. Y se que fueron estando contigo, pero temía que estuvieses tan enamorado y no quería dañarte. Porque sentía que tenía la responsabilidad de un corazón en mis manos y que podía hacer de él lo que quisiera.
Yo creía.
Ya no sé si pensar lo mismo, pasaron como 2 días y cambiaste tanto. Me sentí como un juguete, sentí que ya me tenias y que ya no era suficiente el ser así de romántico e intenso conmigo porque habías logrado tu objetivo.
Pero no, entraste a tu crisis depresiva, en la que tanto vives a diario por lo que me explicaste ayer. Osea, quizás ese momento que me entregaste sólo fue un momento feliz donde podías dar amor y pues muy bien que lo lograste.
Pero cambiar tanto, ¿por qué?, porqué cuando yo a pesar de estar en mi peor momento igual te seguí tratando igual pero no de la misma forma porque sentí que ya no estaba la misma persona que conocí. No puedo dar tanto si no dan lo mismo por mi.
Antes de ayer fuiste frío para preguntarme donde y cuando nos juntamos, ni siquiera fuiste un poco tierno. Sólo lo dijiste y ya. Me sentía como cualquier cosa.
Sentía que sólo lo hacías por compromiso. Es loco como las cosas cambian de una semana a otra, como pase a ser casi el amor de tu vida a ser la chica que quizás buscas para sentirte un poco menos vacío.
Hace unas horas atrás cuando estaba contigo pude notar algo y me dolió. Soy lamentablemente y nuevamente la mujer del proceso, me gustas mucho, y me costó que me gustaras, pero al final si lo lograste. Tus acciones y tus tratos. Me hicieron caer como una niña enamorada. Y lo sé porque hace años que no le dedicaba un dibujo tierno a alguien. Hiciste que tomara un lápiz y pensara en ti y que además en cada línea pensara en ti para hacerte sentir bien.
Lo hice con tanto amor, con el corazón repleto y la ilusión por las nubes. Ni siquiera dormí ese día dibujando porque me sentía completa y me sentía bien... (nunca terminé de escribir porque me invadió una pena enorme)
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Ayer acabé oficialmente de exámenes. Fue un día bastante malo, bueno en general esta última semana la he pasado como bastante mal por todo el estrés. Sentía que me jugaba tanto en estos cuatros días. El cuerpo también me estaba matando, las piernas las notaba totalmente atrofiadas y la espalda no me daba descanso por todas las horas que he pasado sentada leyendo y escribiendo.
El domingo llamé a mis padres por la noche y empecé a llorarles por lo mal que lo estaba pasando y les dije que tenía tanto miedo que no podía ya con nada. Llevaba toda la semana pasada diciéndome "venga, un último esfuerzo" pero se me estaba haciendo todo cuesta arriba.
El lunes tuve el examen de 48 horas, cuando lo vi creo que me quedé un poco en blanco, no sabía ni por donde empezar ni qué hacer, pero bueno al final lo hice. En sí me estresé ese día por la noche porque mi intención era dejar acabada una cosa y no pude, pero bueno, el martes creo que se dio mejor. En sí acabé el examen como a las 12 de la noche y sólo me quedaba reescribir la conclusión y revisar el examen. Lo acabé entregando como 45 minutos antes de la hora limite. Luego después de acabar me dormí un rato, comí y me fui a dar un paseo para mover las piernas.
Y sobre las 4 me puse de nuevo con el examen que me faltaba. Sí, ese que suspendí el semestre pasado. Me dejé preparadas unas cosas y luego Lucas me llamó por la noche. Estabamos dentro de lo que cabía bien, yo me iba a ir a dormir sobre las 12 de la noche, como mucho 1 de la mañana, pero luego me entró el estrés y la ansiedad y todo lo que una pueda tener para mantenerla en vela toda la noche y no pude dormir. Estuve intentando dormirme toda la noche pero si no era el calor, eran las piernas que me daban calambres, si no era eso pues eran las ganas de ir al baño, luego el corazón me iba a mil por hora, me toém una tila y me fui al sofá con el ventilador a ver si era mejor así, pero nada. Obviamente no estaba en la lista de planes dormir ese día y me jodía bastante porque yo quería estar bien descansada para el examen.
Dieron las cuatro y media de la mañana y me rendí y me puse a hacer cosas. Leí unos artículos que no me había leído. Desayuné sobre las 7, fui como 4 veces al baño para cagar, y no miento. Estaba completamente muerta de miedo. Sobre las 7 y media vi que Lucas ya estaba despierto y le mandé un mensaje contándole lo mal que lo estaba pasando. Me llamó pero tampoco es que me calmara mucho. Luego cuando llegó la hora del examen me preparé dos tilas y me puse al lío.
Escribí, escribí y escribí. Escribí como muchísimo, más de lo normal pero bueno, yo lo di todo. Terminé el examen, o por lo menos eso que yo tenía preparado sobre las 12 y algo entonces las dos horas que me quedaban las dediqué a rellenar cosas sueltas. No sé, por un lado pienso que se van a quedar un poco sorprendido el ver tanto escrito y tan bien organizado (aunque no sé sobre el contenido) pero bueno.
El caso es que entregué el examen a la una y media de la tarde, media hora antes de lo que ponía. No sé, me sentí extraña, también pienso que ya más no podía dar de mí.
Me fui a dormir sobre las 4 de la tarde y me desperté a las 9 de la noche. De verdad me siento todo rara, porque oficialmente he acabado de examenes y si todo va bien será el último en mucho tiempo. Aun así sigo pensando un poco en el último examen e incluso pienso que no lo hice taaaaan bien y me da por pensar en otra posibles respuestas...pero bueno. Así soy.
Hoy me he despertado me he arreglado y he ido a que me dieran un masaje en la espalda. La verdad, lo necesitaba. Y he salido como nueva. Luego tenía una reunión con Debora sobre la universidad y después he ido a tomar algo con Lucas, Luisa, Victoria y Alejandra. Ha estado bien y el día ha estado muy bien. También he notado el cambio en mi estado de un día para otro, me he puesto un vestido y me he puesto tacones. Hoy iba super guapa y me he sentido genial.
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marrywiththefood · 1 year
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Dia de observación 4
Hoy fue un día terrible. No dormí casi nada, y me dió una crisis en la noche al solo querer descansar.
Mi mamá me mandó un audio de 4 minutos diciéndome que lamentaba ser uno de los monstruos que me atormentan por las noches y solo pude llorar.
Los invité a cenar en la noche y mi madre se negó porque no se sentía preparada.
Tuve una cita con el psiquiatra y fue fatal. Vero estuvo presente porque últimamente esta presente hasta en mis respiros. Tuve que sacar todo frente a alguien y que me viera vulnerable. La cita fue lo peor que he vivido, el psiquiatra fue nada empatico, diciendo que el apoyo y cariño que recibo va a terminar en fracaso. Inclusive me comentó que aunque tomara mas agua como "cuidado" cuando me corte voy a sangrar más por lo mismo(solo me dió ideas) me dijo que qué estaban haciendo mal las terapeutas para que yo no entendiera que algo termino, que si me reemplazaban mas despacio a poco me iba a doler menos. Él me presentó mis síntomas, él los sabe, pero aun así juzga y me dice que sabe que estoy enferma pero me dice que porqué llevo meses con lo mismo. Van dos, y días de la última vez que lo vi y que mi corazón se rompió al saber que está con alguien más y ya no quiere estar conmigo y se supone que sabe lo que eso provoca(mi psiquiatra). También días donde intenté quitarme la vida. Vió mis heridas y solo me dijo que por qué no me las hice mas profundas si me quería morir, que solo era alguien que vivía con ilusiones y nadie era suficientemente fuerte para apagarlas. Que solo siguiera adelante, estudiara, trabajara, algo. ¿Pero cómo si ni siquiera puedo pararme de la cama? Minimizó mi dolor y yo solo quería decirle dame las pinches medicinas y ya, no eres mi terapeuta, no me conoces.
Me dijo que de pedírselas desesperada en un internamiento a él le daría igual porque a él no le afecta que yo no duerma. "Pues no duermas una semana y al 8vo día vas a ver cómo vas a descansar" le dije que mi vida estaba pendiendo de un hilo y solo siguió violentando.
Se despidió como si nada y le aseguré a Vero que de estar sola yo simplemente me hubiera matado de verdad esta vez, no me dejó nada de ilusiones. ¿Cómo tratas a una paciente en crisis de esa manera?
Vero quedó en shock y yo también. Hablamos mucho y gritamos que no podíamos creer lo que habíamos escuchado. Me dijo que no iba a volver a ver a esa persona, que la olvidara, no existió, buscáremos otro/otra psiquiatra, aunque siento que todos son iguales.
Al final mis papás accedieron a verme, y aunque empezaron con las mismas cosas culpabilizantes de siempre, pude poner un alto y decir que lo importante era saber qué habia pasado para yo tomar esa decisión, porque me separaron de ellos apenas pasó.
Nos entendimos un poco más. Aunque aun falta. Cuando pensé que estaba mejorando un poco, decidí contarle a Vero que quería ir a mi casa por ropa, e ir a la facultad, y miercoles y jueves estar ahi que son los días mas pesados. Asi como el viernes tenía planeado ver a mis amigas de la facu y quería estar en mi casa con ellas y celebrar mi cumpleaños de adelantado. Me dijo que aun no queria que volviera a esa casa. Se enojó conmigo. Que ahora sí quería estar con mis papás, que ahora sí quería verlos, yo nunca dije que no quería, solo estaba dolida. Me dijo que la estaba retando. Y que para ella yo todavia no podia ir a mi casa y seguia en las mismas condiciones. Asi como se burló de mi perro, le dije que quería mucho a mis animales y me dijo pues si pero no se nota..., me dijo que quería volver ahí y aun asi tener su ayuda, no rehabilitarme bajo sus condiciones. Que queria negociar, buscar un punto medio en tono burlon. Que ahora sí era capaz. Que entonces me iba a mi casa por comodidad y "seguridad" nuevamente en tono burlon y que ahora sí mi cuarto mis papás y la familia feliz. Solo quería festejar por adelantado mi cumpleaños con mis amigas, pero quiere que ignore a mis papás toda la noche y que regrese a casa de mi abuelita.
Por mas que estoy enojada, a mis papás también les duele y quieren ser participes de mi recuperación. Me siento entre la espada y la pared porque veo los ojos llorosos de mi padre pero luego vero me dice que entonces solo me va a despedir para que haga mi vida como si nada.
En vez de ayudarme, solo me esta dejando en crisis y con mas ansiedad y con mas pensamientos intrusivos. Ese no era el plan. Solo quiero estar con mi abuelita tejiendo.
Supongo que será otro cumpleaños de la verga porque tengo prohibido todo. Aunque la psicóloga me dijo "algo bueno tiene que pasar en el mes de tu cumple!!" Porque todo va en picada, pero a veces ya ni siquiera me imagino llegando a él. Estoy agobiada. No quiero lastimar a mis papás y también quiero que me entiendan, así como no quiero condiciones para el amor de mi tía.
En fin, estoy en casa de mi abuelita con un clonazepam encima y aun no tengo sueño. Pero me acompaña el gato y la película de donde saque el collar que hice.
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vikyjames · 1 year
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Hace unos días tuve un sueño con un mundo Marino… es la segunda vez que sueño con ese lugar. Es un poco bizarro porque en el primer sueño fue como un resort muy bonito y elegante, con una playa muy llena de gente a donde llevaba a mi mamá y hermanos. En este segundo sueño había una especie de transporte que precia muy tecnológico o al menos a avanzado para lo que tenemos ahora pero no tan avanzado como los que se ven en películas de ciencia ficción, hasta un poco rudimentario. Había locales y edificios sobre el mar pero muy al estilo mexico en una calle cualquiera. Y ciertamente ese transporte en el que iba montada era algo peligroso o descuidado … me sentí arriba de un bus oaxaqueño.
después desperté 5:40 am y fui al baño, al regresar me metí a twitter solo para sentir que fue una mala idea, siempre es una cloaca de opiniones arbitrarias.
Dormí, sentí como un saltito, de pronto comencé a ver* árboles pasar a través de una ventana de coche, alguien estaba ahí, creo que entré en el cuerpo de un niño pequeño o alguna animal (perro posiblemente) y pude ver lo que él veía, había alguien sentado cómodamente al lado mío, recargando su brazo sobre la puerta del coche.
Nota: Al decir saltito, me refiero a una sensación de movimiento en mi cuerpo tendido en la cama, como una sacudida, me ha pasado antes cuando he tenido la idea de que me desprendo del cuerpo y sueño o visualizo cosas que se supone no están ahí o no están pasando, generalmente es en el mismo lugar donde me encuentro, como si mi alma o una parte muy leve de mí pudiera desprenderse del cuerpo y echar un vistazo al contexto inmediato… creo que son cosas diferentes. Pero lo explicaré mejor en otra entrada.
El otro día hace una semana tal vez, regrese de la oficina y estaba súper agotada, me eche a dormir boca arriba y en cuanto cerré los ojos me dormí, comencé a mirar (y digo mirar porque siento que no es un sueño*) las copas de unos árboles, estaba volando… después era como si fuese un cometa o algo parecido porque veía que alguien me llevaba de la mano. Ahora tengo la sensación de haber sido alguna clase de insecto amarrando con un hilito como con los que juegan los niños o un ave regresando a su amo… el caso es que la persona sobre la que me posaba seguía corriendo mientras yo regresaba a él/ella.
* en ambas ocasiones las imágenes fueron como en sepia o blanco y negro, algo desdibujadas como un boceto. Y en ambas ocasiones sentí un salto o desprendimiento e iniciaron muy rápidamente después de iniciar el sueño o cerrar los ojos para dormir, un dormir y soñar o transporte instantáneo.
El sueño de hoy, (después de la visualización de los árboles a través del coche) fue que estábamos como en brenamiel (un crucero en la entrada a oaxaca ciudad), pero el terreno de esa carretera ya no estaba más… había una especie de cerro rocoso y puentes dorados o de bronce rudimentarios… yo iba en bici (con casco, y es que creo que lo soñé porque en mi break de sueño de las 5:40 am me salió algo en twitter del tipo de casco que es el adecuado e hice captura de pantalla, llevo meses queriendo comprar mi casco y postergando mi regreso a la vida ciclista por temor de mi último accidente)… iba con Pedro, Jaz y Ely, y creo que Carlos… pero yo me separaba porque quería andar en bici sobre la piedra… tuve varias posibilidades de caer, por los puentes de bronce, por una ladera… los riscos se veían sumamente oscuros, parecía que la piedra estaba viva… y lo está.
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solo-deslices · 2 years
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27. Jul. 22
8:44 am
Recuerdo aquel 3 de enero de 2021 dónde me diste a probar por primera vez de un bate, era de tarde si no mal recuerdo, 2 o 3 pm aproximadamente, apenas le pude dar un puff. 🤣 Te pregunte si era normal que resecara la boca o que al menos diera sueño, me dijiste que sí. Recuerdo que te acostaste conmigo y dormimos juntos. 🥺💕
El primer café que me hiciste, nos reímos mucho y solo quería saber cómo era besarte, ese día fuiste a la Vega con Moisés; nos reímos mucho y te bromeé diciendo que la mochila que llevé era para quedarme en tu casa, jamás podría olvidar el rostro que hiciste.
Recuerdo el primer beso que me diste, cómo podría olvidar algo así, fue hermoso y de los mejores momentos de mi misera existencia, jamás besar se sintió tan bien.
Cuando dormí contigo por primera vez, lo más raro es que no me sentí rara a pesar de que apenas te estaba conociendo, me sentí demasiado bien; cuando en la madrugada tenía mucho frío y casi no pude dormir por eso y que apagaste el abanico por mí 🥺🙆
Cuando te sentaste en mis piernas y me pediste ser tu novia, fui tan feliz en ése momento pero me sentía rara porque no sabía si lo haría bien y ni siquiera sé si lo hice bien.
Cuando fui y te cociné por primera vez y tuve que dormir allá, por esa noche en específico es que terminamos viviendo juntos. Recuerdo cuando estábamos en la habitación, tu pegado a la pared y yo de espaldas entre tus piernas, tenías la playlist *chllmsc* sonando, Dios no sabes lo bien que me sentí y más sabiendo de todo lo que hablamos, me sentía plena y era feliz en ése momento, recuerdo que te acabé todo el aceite ese día 🤣🤣🤣
Cuando me mudé que fuiste a buscar conmigo un cuaderno que al final estaba en mi gavetero y que en la noche te quedaste conmigo e incluso me ayudaste con las clases 🥺💓
Luego de ahí no tengo orden en los recuerdos.
Cuando salias a fumar para no despertarme y yo no quería que te fueras, quería que te quedarás conmigo 🥺
No puedo seguir escribiendo, me estoy yendo en llanto puro.
Esto lo hago como algo bonito para ambos, que a pesar de todo lo que está pasando hay cosas lindas que al menos para mí siguen ahí y son esas cosas que me hacen mantenerme a tu lado apoyándote, aunque ahora quizás no sea de esa manera.
Luego te escribiré más. 💓
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rewritemx · 3 years
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( The town we live in )
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La sola idea le provocaba rechazo, pero debía de verlo con sus propios ojos para acabar de despertar todo lo mal que le provocaba esa idea. -¿Y el mundo queda reducido a esto? Preguntó a quién creía tener cerca (sin ser muy consciente si se trataba de una conexión o bien estaba allí físicamente), y movió la cabeza en señal de desaprobación. -¿No es justamente ir en contra de lo que somos? ¿Cerrar así todo... No ver expandir nuestras mentes y sentimientos a lo largo de otras muchas ciudades? Aunque bien sabía que ese era su pensamiento y que le daba vueltas sumado al rechazo (y rencor) que le provocaba Bates, seguramente toda idea que hubiera mostrado o expuesto no le hubiera parecido del todo bien.
Suspiró y trató de abrazar la neutralidad, algo que era complicado y que la hizo tomar aire seguidamente de manera repetida antes de hablar. -¿Ves más cosas buenas que malas en algo así? Preguntó creyendo que saber de otra persona no se estaría cegando con su propio razonamiento (aunque también era posible que encontrara alguien como ella, alguien que no creyera en Bates cofcof). -¿Piensas que todo esto sí ayuda a toda esta gente...? ¿Que es un sitio de paz y no un lugar dónde recluirlos?
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multyeverything · 3 years
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Ciega Devoción
Capitulo #5: Cambio de Planes
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Autor: multyeverything
TW: Insultos, peleas entre amigos, mención de d*monios, menciones de bruj*ría, viol*encia leve, muestras de arranques de ira.
Rating: 16+
Sinopsis: El destino no parece favorecer los planes de los protagonistas del capítulo, excepto a uno. Quién no parece estar enterado del panorama completo entre su nuevo "crush" y su amigo.
Una fiesta se avecina, ¿Será divertida?
Au: Paranormal, Drama, Slow burn
Emparejando: Yang Jeongin X t/n X Seo Changbin
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La semana ha ido espectacular! Resulta que soy muy buena en volley Ball (sin tener que mejorar mi desempeño con algún hechizo)! Claro que se me fue la respiración algunas veces, pero nada mal... Bueno también me dolía cada centímetro del cuerpo al día después, pero no tiene importancia ya.
Hice algunas amigas en el equipo y fuera de él; el otro día unos chicos se acercaron a nuestra mesa de restaurante después de nuestra práctica y pideron nuestros números, también dijeron que soy linda, me sentí halagada; luego nos reunimos con el equipo masculino, también nos hicimos amigos aunque guarden su distancia con las nuevas, que somos Chae, Hana y yo.
Somos 11 chicas en el equipo: Jessica, Lina, Moon, Anna, Hyo, Jiyu, Hana, Misuk, Sook, Chae y yo; creo que nos podremos llevar bien con el tiempo. Aunque soy más cercana a Jessica y Chae, me agradan porque no fuerzan mi personalidad a ser extrovertida. Entienden mi comportamiento, creo.
Por cierto, ya abrí mis redes sociales. Estoy asombrada con la cantidad de solicitudes, nunca pensé que tantas personas quisieran ser mis amigos.
Retomando mi relato, he podido pasar tiempo con más estudiantes de todos los grados ya que han reunido a las academias deportivas para una cálida bienvenida (lo digo en serio) y un convivio de la tarde tras las clases. Seungmin está en el equipo de béisbol, es increíble con el bat, parece que podría lanzar una bola hasta el espacio con esa tremenda fuerza. Lo que me hace pensar, ¿Utilizará algún truco para mejorar su desempeño o será talento nato? Difícil distinguir.
No he dado muchas vueltas al asunto sobre la fuente de sus poderes, ya mi paranoia ha disminuido. La buena alimentación y descanso han hecho que despeje mi mente para pensar con claridad, ya no estoy tan desesperada después de todo, creo que fue el impacto inicial sumado a que no dormí la noche en qué ocurrió. Todo fue cuesta abajo desde ahí. Necesito pruebas contundentes para actuar de cualquier manera.
Dejaré que todo fluya, así será más natural el curso y no tendré la sensación de equivocarme a cada paso, como los detectives.
Estoy emocionada porque este viernes será la primera fiesta de bienvenida en el año. Todos están invitados, incluso los que no nos unimos a ninguna fraternidad (no es obligatorio), afortunadamente mis amigas sí y prometieron estar conmigo todo momento para que me sintiera cómoda. Bobas, si tan solo supieran que viví en este tipo de ambientes desde antes que ellas pudieran cruzar la calle sin ayuda. Cómo sea aprecio el gesto de preocuparse por mí.
Decidí que era buena idea invitar a Changbin a a fiesta para poder callarlo de una buena vez con que necesitamos salir, para mí sorpresa ya sabía del evento e iba a preguntarme si iría. Era inevitable que nos viéramos, así que le dije que sí. "Es una cita nena" dijo por llamada con su voz más grave de no normal, claramente la forzó para verse sexy. Es un tonto.
En otras noticias, Ashur no contesta mis llamadas o mensajes, pero le hago llegar cartas con todos mis avances y los datos que consigo con la esperanza de que me ayude. No le enviaré las hojas del diario en que relato mis charlas con Changbin o los chicos llamándome apodos coquetos, lo harían enojar demasiado (¿Le importaría siquiera?) Entiendo que nunca ha sido partidario de la tecnología, pero me vendría muy bien escucharlo de nuevo. Lo extraño es la verdad, es por eso que me mantengo ocupada para no sobre pensar todo y recaer en el estado zombi que libera humo como chimenea.
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Las cosas no como Changbin planeaba que lo harían. Menos a poco tiempo de llevarse a cabo.
Ocupándose de sus asuntos, había olvidado mencionar sus planes para la noche a su colega más cercano. Supuso que no era necesario mencionarlo, ya que era de confianza al líder electo del grupo, Chan, y era imposible que cualquier cosa saliera mal. Los malentendidos sobraban entre ambos, pero jamás nada fuera de lo normal; nunca interfiriendo con las desiciones del otro. Hasta ahora.
- Ohhhh, ¿Es colonia lo que huelo? -
- ¿Qué más? Debo causar una impresión está noche. -
- ¿Planes? -
- Así es amigo. -
- ¿Quién vendrá? -
- Nadie, saldré yo. -
A Chan no le parece la respuesta que le dan. Va en contra de los acuerdos entre todos, pero está dispuesto a hacer una excepción si no interfiere con los demás. Al fin y al cabo, es su mejor amigo entre los siete.
- ¿Ah si? Cuéntame. -
- Uh, es algo simple. Una fiesta, en la fraternidad JYP, la de la universidad del pequeño Jeongin. -
Un silencio que Changbin no había notado incómodo inunda la habitación. Continúa con su rutina de preparación sin notar que el otro en la habitación trata de armar una frase la que sea para decir lo que quiere.
No le había parecido desde que mencionó salir de su vivienda esa noche aunque estaba dispuesto a dejarlo pasar, pero que rompa dos reglas más (locación no usual y compartir espacio con otro miembro que se supone no deben encontrarse juntos por mucho tiempo) era impermisible.
Cambia de lugar de sus espaldas a sentarse en la esquina del vestidor enfrentandolo. Sus sentidos comienzan a captar la postura incómoda del otro. Puede notar la emoción en esos ojos que usualmente se muestran calculadores y distantes.
- Amigo no podrás ir. -
- ¿Por qué no? -
- Lo sabes, ayudaste a escribir las reglas. -
Su personalidad brusca hace que reaccioné rápidamente a la prohibición, jamás ha sido el mejor conteniendo su ira. Acorta distancias y clava su mirada a los oscuros ojos sobre él. Chan tampoco permite ser intimidado.
- Esto es una mierda Chan, ya tengo planes. No hay alternativa. Además eso fue hace un buen tiempo. -
- ¡Lo siento! Pero es por nuestro bien, no es tu turno de salir. Además, esos sitios no son los que recurres, ¿Por qué carajos insistes? -
- Porque quiero ir y ya, ¿Estás escuchando lo que digo? -
- Lo he hecho desde la primera vez. -
- ¡Es una jodida fiesta! No es sospechoso en lo absoluto que un joven de mi edad asista a una aunque no sea de la universidad. Todos lo hacen, ¿Quién crees que lleva las drogas? -
- Cortala Changbin, me importa un carajo tus suposiciones. No. -
- Al carajo, no se porque siquiera pido tu opinión, ¿Quién te crees para darnos órdenes? ¿En qué momento se te nombró amo nuestro? -
Aparta la mirada para continuar estilizando su cabello. Aún prestando toda su atención a lo que tenga que decir.
Tiene que mantener la facha de poco interés por sus palabras, esa es su manera de hacerlo, luciendo desinteresado.
- Deja de actuar como un maldito niño, acata una orden por primera vez en ti vida. No por tomar las riendas soy tu amo. -
- No recibo órdenes de nadie, no me revelé para que otro tirano me mande. Soy un demonio, tengo el poder para acabar con quien sea que de cruce en mi camino con solo pensarlo. Sobra decir que puedo cuidar de mi mismo. - Rompe el peine con su fuerza de agarre.
- Tal vez seas muy fuerte, pero no olvides quien lo es más que tú. No quiero tener que sellarte hermano, pero no dudaré en hacerlo. -
- ¿Enfrentar a quien apoyó tu trasero primero que nadie? ¿Sellarme? Ningún infierno tuyo puede contenerme. -
- Si es por protegernos, sí. Se te pasará el enojo en un tiempo, el tiempo exacto para que dejes de intentar salir. -
- Suenas igual a él ¿Sabes? Justificas tus idioteces con el cuento de un bien mayor y no nos dejas ser nosotros mismos porque "no es lo que debemos hacer". Vas por buen camino para heredar el infierno. -
- Cuida tus palabras. - Abandona el asiento provisional en el mueble.
- Cómo sea, saldré de aquí. No volveré temprano hoy. -
- ¿A dónde vas? -
- Te importa un carajo. -
- ¡Deja de hacerlo tan difícil! Responde la pregunta. -
- A cancelar mi cita con la chica que quería llevar a la fiesta que tengo estrictamente prohibido asistir. Mi primera cita con ella.- Enfatiza fuertemente la palabra.
- Citas o no de por medio, nosotros somos más importantes que todo. -
- Cómo sea, necesito tiempo a solas para inventar una historia que no la haga sentir como una mierda por echarme para atrás horas antes. -
- Lo siento... -
- No, no lo haces Chan. Eres un terrible mentiroso. Solo te pido una cosa, no te atrevas a ir tú. No sé cómo reaccionaré de enterarme que asististe. -
- No iré, tengo planes también. -
- Genial. -
- Claro... - Toma una chaqueta, sus básicos y azota la puerta tras él.
Poco le importa si escandaliza a los vecinos con el golpe, nada puede importarle más. Está listo para desquitarse con quién se meta en su camino.
Esta vez decide caminar antes que manifestarse en el dormitorio de la joven, eso es lo mismo que había hecho la vez anterior en el punto de reunión donde de habían conocido, para sorprenderla con su puntualidad. No se supone que sabe dónde vive, así que envía un mensaje para reunirse, a lo que ella le pide ir a su lugar ya que está ocupada junto su dirección.
Siente la necesidad de llevar algo a manera de disculpa, unos chocolates, rosas, yo que sé... Pero todo parece insuficiente o poco detallista.
El camino es más rápido de lo que hubiera deseado, muy poco tiempo para pensar la excusa perfecta. Changbin nunca ha sido partidario de las mentiras, aunque es muy bueno en el juego del engaño, se jacta de decir que tiene un honor inquebrantable, a pesar de ser un rebelde de corazón. Con pocos ánimos presiona el botón para acceder a la construcción, de la nada crea un ramo de rosas simple como regalo, ya que ninguno en las pocas tiendas abiertas le pareció adecuado. Es pequeño, ni siquiera la docena, pero se asegura que tenga un aroma intenso a frescura con vivos colores rojos.
- Soy yo t/n, abre la puerta por favor. -
- Hola Changbin, ¡Que hermosas, gracias!-
- Me aseguré de escoger las más frescas, estoy seguro durarán más tiempo igual de hermosas que tú. -
- ¡Detente! Me apenas. -
Con la confianza que estar en su espacio personal le confiere, toma su mano para guiarlo dentro al sofá largo, y desaparece en la barra de la cocina para reacomodarlas en un jarrón vacío que afortunadamente encontró hace poco al revisar mejor "sus pertenencias".
La observa hacer todo en silencio, no quiere interrumpirla. Diría que se ve igual de delicada que las rosas que tiene entre las manos. Claro, seguro de haber retirado las espinas de los tallos.
- Llegas más temprano de lo esperado, aún no estoy lista. Espera ahí en el sillón por favor, siéntete como en casa, ¿Quieres algo de tomar? -
- Aprecio tu inmensa amabilidad linda, pero no vine a recogerte. De hecho vine a decirte que no podré ir contigo a la fiesta esta noche... -
- Oh... Que directo. -
Una decepcionada t/n toma asiento en el opuesto del sofá, dejando de acomodar los pendientes de su lóbulo para solo prestar atención a lo que tenga que decir. Esto lo resiente el joven en el corazón, una hermosa mujer ilusionada vestida en un vestido satinado que la hace lucir como un regalo divino, siendo rechazada por el mayor patán. Solo espera que note el gesto de haber venido en persona y no por texto/llamada.
- Te ofrezco una sincera disculpa t/n pero mi compañero de departamento se enfermó y no hay nadie que pueda cuidarlo, si se agravara no podría ir al hospital por si solo. -
No hay lágrimas o gestos tristes de su parte, si bien se decepcionó un poco, casi nada en el mundo puede herirla significativamente. Una persona más bien, lo demás es despreciable en comparación.
Pude vestirme más casual de saber que te acobardarías.
- Lo entiendo, no tienes porqué disculparte. La salud de tu amigo es más importante. -
- Prometo compensarlo la próxima vez que salgamos, por haberte fallado y eso. Las rosas no bastan, lo sé. -
-Ehhh, claro... -
La duda en su voz lo desconcierta hasta ponerlo nervioso. ¡Maldita sea! Jamás volverá a salir conmigo, cancelé de la manera más cobarde.
- Pensé que era mejor decirlo en persona. Poder explicarme de mejor manera. -
- Si, por mensaje habría sido demasiado para mí. Al menos fue de frente. -
- De nuevo lo siento. -
- Ya te dije que no hay problema, aunque tengo que ir de todas maneras... Mis amigas estarán ahí. -
- Oh, ¿Amigas? -
La inocente pregunta sale con el tono de voz que menos esperaba, no es un celoso por amor a Dios. Solo tiene interés.
Una simple pregunta detona la poca paciencia que tiene t/n.
- Si, tengo derecho a tenerlas ¿No? - Frunce el ceño.
- No es lo que quise decir. Claro que lo tienes, pero estará llena de hombres hambrientos de carne, no es seguro. Además luces tan hermosa. -
- Puedo arreglarmelas sola por sorprendente que sea. - Mantiene el tono tranquilo y bajo, utilizando el sarcasmo eficientemente.
- Estoy seguro que sí, ¿pero es necesario que vayas? -
- Ahora lo es, ¿Por qué no vuelves con tu amigo? Puede que se agrave. -
- ¿Estás molesta? -
- Para nada, solo dispongo de poco tiempo. Espero lo puedas entender. -
- Claro, en ese caso diviértete por ambos t/n. Cuídate. -
- Que tengas buenas noches Changbin, que tenga pronta recuperación tu amigo...-
- Chan. -
- Que se mejore pronto Chan. Adiós. -
Ni siquiera espera a que responda para cerrar la puerta en su nariz. Su cuento del amigo enfermo no había causado gran impacto, pero su pequeña muestra de celos/dominancia terminó por hundir el barco de posibilidades de amistad.
Ni Ashur actúa de esta manera, ¿Por qué tengo que soportarlo de él?
Poco dispuesta estaba a cambiar su ropa, lo que traía puesto sería lo que usaría toda la noche. Demasiado empeño puso en escoger prendas para desecharlo en cualquier conjunto que poco llamase la atención. Menos por un hombre. Con su vestido blanco casi ceñido, tacones hasta el tobillo y larga melena suelta, un impacto era seguro.
Una idea se le ocurre, necesita transporte. Un mensaje es suficiente para asegurarlo. Mirando al reloj se da cuenta que tiene 40 minutos para que Jeongin y su grupo de amigos pasen por ella.
Un embrollo de emociones abruman al rechazado demonio. Lo que parecía estar arreglado entre ambos terminó por irse por el caño.
No la culpa, en lo absoluto. Se reprochará un buen tiempo el error. Pero los retos le producen más placer que fáciles victorias, quizás hasta le agradece hablarle aplastado el rostro con desición.
Aún así, no libra del culpas a su "enfermo" compañero.
Te voy a matar cuando te vea Chan
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Índice
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viannquechelonn · 3 years
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Como ya tiene mucho que no escribo contaré la historia de porqué dejé mi trabajo.
Ps ya tenía 3 años casi 4 en mi trabajo, recién recibí mi plaza y ya contaba con mi humilde sueldito de esos que el esposo de la fosfo menosprecia. *se pone cómoda y jala papel porque recordar es volver a vivir*
Resulta que cuando recién entré a éste lugar deseado y soñado por muchos me presentaron con el "Director" un tipo todo horrendo que desde el día que me lo presentaron me dijo -Viannquita, eres muy hermosa.
1. ME CAGA QUE ME DIGAN VIANNQUITA
2.¿Qué chingados? No puedes decirme eso.
Al terminar ese día me buscó para preguntarme cómo me había sentido y se despidió de mi con -HASTA MAÑANA *UN SUSPIRO TODO INCÓMODO* VIANNQUITA.
Y yo solo le dije -mm :) porque es lo que digo cuando no sé que decir.
Total que muchos días fueron de él yendo a mi oficina a decirme buenos días y algunos otros me llevaba café.
Algunas veces recibí flores o dulces.
Siempre fue incómodo, hasta que un día en un desayuno de directivos me preguntó si me había gustado una pulsera que me había dejado y le dije que no, que dejara de hacer eso, le agradecía pero no me gustaba recibir regalos y menos de alguien con quien trabajo, que le agradecía nuevamente pero no quería tener malos entendidos.
Porrrrrrrrque sí habían algunas que entraron por "palancas" y seguían o crecían por "palancas medias raras" y no quería tener esa fama.
No me importa lo que piensen de mi, peeeero me siento muy orgullosa de mi trabajo, mis estudios, esfuerzo y bastante dedicación con la que he hecho todo, así que bueeeeeeeeno.
Me pidió una disculpa y dijo que no quería incomodarme y sí paró de hacer eso de dejarme cosas, peeeeeeeeeero no dejó de ir a saludarme casi diario o de llamarme Viannquita entre su suspiro horrible.
Siempre aprovechó momentos que ahora pienso MALDITO INFELIZ, siempre me agarraba sola o mientras todos estaban distraídos porque parece que nadie se había dado cuenta, excepto conocidos y amigos míos con quienes había comentado esas cosas.
Y no era que yo fuera sonriente con él o algo, en realidad siempre tuve mi cara de enojada y de incómoda con él. Siempre fui muy seria y más si él estaba presente.
Total que un día todo se puso heavy cuando en una cena, una señora que dice que lee el aura y que sabe cosas o chingadera y media dijo que tenía un aura muy agresiva y lo dijo frente a él, luego me dijo que también veía que estaba nerviosa y que sentía que tenía una conexión con alguien de ese mismo lugar. Y todos decían cosas tipo "abr que vez en mi" y el wey este me dijo ¿Seré yo? Y yo por dentro sentía entre coraje y nervios, porque claro que me ponía nerviosa, pero nerviosa de incómoda, de hastepa'llá. Y yo con mi "mm:)".
Volvió a los regalos hasta que le junté 3 y se los llevé a su oficina y le dije que no me gustaban sus regalos y me estaba incomodando, que dejara de hacerlo porque yo tenía novio *cosa que siempre me ando inventando pero que sí me ha echado muchos paritos*
Y los próximos días ya no me pelaba, yo estuve feliz y contenta, qué digo feliz, YO ESTABA ORONDA.
Total que en ese momento recurrí a un amigo de ahí dentro, alguien con quien siempre estaba para todos lados. Y supuso que era él.
Él es casado (mi amigo) y total que luego de tiempo, un día yo estaba en mi cama toda dormida cuando empezó a sonar mi teléfono, era de madrugada y me estaba marcando el director este. Me dio un poco de raro, pero era viernes o sábado, uno de esos días donde no tenía que hablar y en general a esas horas. Y no contesté, puse silencio y me dormí y a los pocos minutos me andaba mandando mensajes de whasap, y mi teléfono vibre y vibre, entré a ver y me mandó audios BIEN BORRACHO diciéndome que yo le gustaba mucho, que estaba muy bonis y luegoooooo audios diciéndome que por queeeeé andaba con tal, que ya entendía que me gustaban jodidos y que él no me gustaba porque no era casado y yo KÉ. No le dije nada, solo lo blokié.
El lunes ya me fue a buscar y me pidió perdón y que blah blah. Le dije que dejara de molestarme y que no me volviera a faltar al respetoooo. Y yo por dentro CAGADA.
Total que luego de eso siempre mantuvo distancia pero no tanta, ¿topan?
Me seguía buscando pero más espaciado todo, con quién lo acusaba? ¿Con su mamá? Ese tipo es el puesto más perro alto.
Y así pasó por esos 4 años. Recuerdo que un día me dijo que él me daría todo, me ofreció una casa, mi propia agencia, carro, viajar con él y todas las rechacé porque de verdad me da asco.
Y lo peor pasó el 28 de Junio. Desde una semana antes me había invitado a desayunar o a comer, me buscaba y me decía Te invito a desayunar y le decía ¡Ay ezdeke ya desayuné! o que llevaba lonche o que estaba ocupada y a la salida me buscaba para ir a comer y le decía que no podía, que tenía planes o que me estaban esperando.
Y el lunes, ese bendito lunes 28 entró más temprano de lo que normalmente llegaba y al yo llegar me dijo NO TIENES EXCUSA VIANNQUITA HOY DESAYUNAMOS y le dije -(: esque tengo trabajo y no creo salir a desayunar y me dijo -no, ya revisé y no tienes tanto.
:( y me fui a trabajar y ahí estaba yo diciéndole a Julio que cuando llegara que porfitas se inventara trabajo, incluso a mi equipo lo puse a adelantar porque quería que me viera ocupada. Y yo de ay@Dios
Cuando llegó eran como las 9 y me dijo vámonos y yo le dije- Ay es que estoy ocupada y me dijo, deja ahí vamos y me agarró la mano.
No saben el asco con el que recuerdo todo, y vi a Jul y Jul solo hacía cara de molestia y me acerqué para encargarle mi tablet y me dijo que mejor fuera y que ya me lo quitara de encima por otro rato.
Y ya, fui a desayunar, entonces en el restaurante que estaba medio vacío pidió la terraza y ahí estábamos. En el segundo piso casi por completo solo.
Y nos llevaron la comida y todo, cuando el mesero se alejó volvió a decirme que yo sabía cuanto le gustaba, y me preguntaba ¿Por qué eres tan difícil mi Viannquita? y entre tanto que me dijo yo no supe reaccionar, solo escuchaba que me decía que yo le gustaba y le dije que iba al baño. Cuando me paré me agarró de la mano y ya me fui al baño. Luego luego le mandé mensaje a Ez. Un amigo y el señor que me metió, Ez me dijo que regresara e intentara grabar todo y yo le decía que ya no quería regresar porque me daba miedo. Y así fue, puse el teléfono en grabadora y play en mi bolsa. Regresé a la mesa y en silencio, y el siguió hablando. Volvió a ofrecerme todo lo que se le ocurría y yo le dije que no me gustaba, que no sabía cómo más decirle, y que no estaba buscando una relación. Me agarró la pierna y me dijo -Ya te ofrecí todo, qué más me falta? Si no quieres nada lo acepto, qué puedo hacer para saber cómo es mi viannca en la cama. Y yo PASMADA, no supe que hacer y el con su mano en mi pierna. Y yo solo pensaba vete Viannca pero también pensaba en su mano y no podía reaccionar, hasta que la movió un poco más arriba y fue cuando pensé O TE VAS VIANNCA O ALGO TE VA A PASAR, entonces me hice para atrás en la silla y me paré y me fui, sin decir nada, y caminé rápido para salir de ahí y al salir ya me puse a llorar, porque me quedé pensando ¡TIENE QUE PAGAR PARA PODER SALIR! Al salir luego luego me di la vuelta en la primer calle y tomé un taxi y el señor del taxi me preguntaba si estaba bien y yo ni le podía contestar, apenas si le pude decir a dónde quería ir.
Llegando al trabajo fui a buscar a Ez y me acordé de detener la grabación, y ya con Ez *yo seguía llorando* le medio dije que me había dicho y lo de que me había intentado tocar y ya Ez estaba muy en "cálmate" y fue cuando me dio un ataque de pánico y yo incontrolable. Intentó calmarme pero le terminó hablando a enfermería y ya me intentaron tranquilizar, no sé cuánto tiempo pasó, para mi fue eterno.
Cuando me pude calmar un poco le di mi teléfono con la grabación y me dijo que tenía que hablar, que entendía cuan difícil iba a ser pero que tenía que hablar. Me llevó a RR.HH. y yo intentando explicar, y Ez ahí ayudándome a dar a entender.
Les dijo que tenía pruebas y sólo se veían entre ellos. Y dijeron que tenían que hacer un careo y le hablaron y el se veía tan tranquilo.
Y al final Ez me llevó a su oficina y fue por mis cosas. Los de RR.HH le dijeron que él se quedara el teléfono para que se hiciera el proceso, me llevó a mi casa y yo me fui todo el camino dormida pero también llorando. Todavía lo tengo muy presente, y sigue dándome asco.
Solo agarré mi chip y ya.
Al otro día no fui y tempranito Ez me marcó para decirme que necesitaba ir, que no podía faltar porque podría ser algo malo, y fui, llegué tarde pero me dio igual, y me fui directo con Ez, le marque a mi amigo Anth para contarle todo, todavía se me salían mis lagrimitas y al medio día me llamaron, hicieron una "junta" donde me tenían una carta de renuncia y un cheque.
Diciendo que lamentaban la situación, que lo mejor que podría hacer era aceptar firmar mi renuncia NO DESPIDO, RENUNCIA. Y aceptar el dinero que me ofreció. Que me esperaban al otro día.
Y me salí de ahí, otra vez muy triste y luego de un rato platicando con Ez y Anth me dijeron que quizás sí era lo mejor, que no valía la pena pelear con alguien con el poder que él tipo ese tiene.
Yo me puse bien triste porque fue un "cállate y vete, toma".
Lo pensé mucho, y siempre perdía yo. Esos días lloré muchísimo, porque aparte me sentía culpable si aceptaba y me sentía culpable por haber ido a ese desayuno y culpable por tener miedo y culpable por no haber podido reaccionar rápido.
Al otro día hablaba con Ez y me acompañó, firmé mi renuncia y Ez le recibió el cheque, porque estaba ahí viéndome, con su mirada descarada.
Y me salí de ahí, Ez me trajo a mi casa. Y ya me agarré de llorar muchos días. Jajajaja, hasta que pensé en qué hacer con ese dinero.
Bueno, tengo un negocio. Que si bien me ha dado muchos momentos felices en este poquito tiempo, también hay noches como ésta donde me siento mal conmigo por haberme callado.
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cxrsedlovers · 4 years
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-  ̗̀♘CARLA’S STORY O6: ESPAÑOL
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【♕Lugar: Mansión Violet - Habitación de Carla】
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Carla: Lo que acaba de suceder en ese bosque...
Carla: (Mi brazo izquierdo que fue cortado duele menos. Sin embargo... Duele un poco por el hecho de que fue cortado).
Carla: (No... Yo tengo la culpa por haber bajado la guardia. Pero, en ese momento——)
—Flashback—.
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Shin: Entonces crees que mi técnica de espada es bastante buena. Pero, ¿¡qué tal esto!?
—Shin ataca con la espada—.
Carla: Fallaste.
Shin: ¡Tch! Realmente es complicado golpear a alguien de esta forma...
Carla: Entonces ataca con tu espada... La precisión de tu puntería no es mala. Pero——
Carla: ¡No creas que las técnicas a pequeña escala pueden funcionar contra mí!
—Choque de espadas—.
Shin: Ugh... ¡Fui un idiota...!
Carla: Justo ahora, voy a destrozarte. ¡Di tus últimas palabras antes de que sea demasiado tarde!
Shin: ¡Tch...!
—Zumbido extraño—.
Carla: ¿¡Ugh...!? ¿De nuevo...? ¿Por qué justo ahora...?
Carla: ¿Por qué estoy recordando las palabras de esa mujer justo ahora...?
Shin: ¿Q-Qué...? ¡Nunca te rindas frente a un enemigo!
—Shin ataca a Carla—.
Carla: ¡Ugh!
Shin: ¡Es una tontería arrodillarse frente al enemigo! No puedo creer que tú seas el jefe de una familia tan poderosa.
Carla: ... No logré esquivarlo a tiempo. Entonces, realmente cortaste mi brazo izquierdo...
Shin: Esto es para reírme. Estás arrodillado frente a mí. Desearía poder reírme...
Shin: Pero... ¿Por qué es tan frustrante...?
Carla: ¿Qué...?
Shin: ¿Por qué tú estás permitiéndome lastimarte con tanta facilidad? ¿No deberías estar de pie?
Shin: Joder, ¿¡qué es este sentimiento...!?
—Fin del flashback—.
Carla: (Pensando en aquel entonces... El segundo hijo mayor de Orange, Shin, estaba actuando extraño).
Carla: (Y Ruki, el mayor de Orange. Era como si Kou y Azusa lo hubieran distraído).
Carla: (Ambas partes optamos por retirarnos y mi familia regresó a salvo, pero——)
Carla: El único herido soy yo. Realmente, nunca llegué a esperar que un hombre llamado Shin fuese el que me lastimase...
Carla: Pero, ¿por qué estaba tan frustrado por mi comportamiento?
Carla: (Yo también estoy frustrado. Si no uso la sangre de Eva, el dolor no desaparecerá...)
Carla: (Y lo que escuché en ese momento fueron las palabras de esa mujer).
Carla: Shin, mi hermano menor... Me reía del estúpido engaño de esa mujer.
Carla: Parece que tendré que escuchar esa historia con profundidad.
Carla: ... ¿Hm? Ah, el vendaje se está deshaciendo. Fue un error dejárselo a Kou.
Carla: (... Como siempre, alguien—— Pensaba que alguien me estaba cuidando todo el tiempo...)
Carla: (No siento que haya nadie más agitado por mi lesión que yo).
Carla: (... ¿O sí había alguien...?)
【♕Lugar: Mansión Violet - Habitación Disponible】
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Yui: Nn...
Yui: ... ¿D-De nuevo? ¿Estaba durmiendo otra vez...?
Yui: (Tal vez porque tenía un resfriado, pero estaba durmiendo demasiado...)
Yui: (Pero, comí la comida que me trajeron, y mi condición física mejoró).
Yui: (Parece que Subaru-kun no ha regresado... ¿Debería ir yo también a la sala de estar?)
—Puerta abriéndose—.
Yui: Ah, ¿Subaru-kun?
Carla: ... Estás despierta.
Yui: ¡Carla-san!
Carla: Tu salud parece haber mejorado.
Yui: Creo que fue porque dormí profundamente en la cama. Muchas gracias.
Yui: Yo, Carla-san...
➜ ELECCIONES:
♙ Alegrarte de su regreso (camino bueno/pieza blanca).
♟ Preguntar sobre el resultado de la batalla (camino malo/pieza negra).
[♙]Alegrarte de su regreso:
Yui: Fuiste a luchar contra los Orange, ¿verdad? Me alegra que estés de regreso y a salvo.
Carla: ¿Pensaste en mí en tu tiempo de descanso? Éso es algo extraño.
Carla: Pese a que mi hermano menor estaba contigo, solo te importaba mi bienestar en la batalla.
Yui: No digas eso, es natural que me preocupe por Carla-san.
[♟]Preguntar sobre el resultado de la batalla:
Yui: Fuiste a pelear contra los Orange, ¿verdad? Eso... ¿Cómo fue?
Carla: Preguntar sobre ese tema es extraño. ¿Por qué quieres saberlo?
Yui: (Si le digo sobre mi razón a Carla-san, se podría quejar de eso——)
—Fin de las opciones—.
Yui: Uh... ¿Hay algún herido?
Carla: ... No es gran cosa.
Yui: No es gran cosa, dices... ¿¡Eh!? ¿¡Alguien se lastimó!?
Carla: Ninguno de nosotros murió allí. Por lo que no tienes razones para preocuparte.
Yui: ¿No las tengo?
Yui: De ninguna manera—— ¿Carla-san está herido?
Carla: ...
Yui: (Está guardando silencio... Así es, se lastimó).
Yui: ... ¿Te duele?
Carla: ... En absoluto. Si ya eres consciente de eso, no digas nada más como eso...
Carla: No hay dolor. Yo fui el único que resultó herido. No pierdas tu tiempo preocupándote por mí.
Yui: Tal cosa...
Yui: (Realmente, Carla-san resultó herido... Está siendo paciente, ¿pero por qué trata de ocultar el dolor?)
Yui: (Siendo tan orgulloso y fuerte, trata de no demostrar su debilidad a nadie).
Yui: (Porque sabe que si lo hiciera, volvería a hablar sobre él...)
Carla: No hagas una cara tan pesimista. Mi cuerpo es diferente respecto al de los humanos. Con esta medida, está casi completamente curado.
Yui: Pero, Carla-san siempre aguanta el dolor por su cuenta——
Yui: Estoy preocupada por ti, porque intentas esconderme tu dolor.
Carla: ... Te dije que no necesito tu preocupación.
Yui: Aun así sigo preocupada por ti, así que, por favor, perdóname.
Carla: De cualquiera manera, ¿por qué sigues preocupándote por mí luego de todo lo que te hice?
Yui: ¿Eh?
Carla: Te encerré en esa mazmorra para aprovecharme de tu poder. Te dejé afectada por esa enfermedad.
Carla: Sin importar lo que diga, te sigues preocupando de forma innecesaria por mí.
Yui: Aún así, siempre me preocuparía por ti, ya que esta vez no estabas junto a mí.
Carla: No es necesario que sigas preocupándote ya que no morí.
Yui: Te detuviste antes de dirigirte a la familia Orange, ¿verdad?
Carla: Solo para comprobar que todo estaba en orden.
Yui: ... Mientras dormía, agarraste mi mano y no podías soltarla.
Carla: ¡...! Tú, ¿estabas despierta en ese momento?
Yui: Estaba algo borroso, pero lo recuerdo. Estuviste allí por mucho tiempo.
Carla: ... Eres una mujer inteligente.
Yui: Ciertamente, está bien que me preocupe por ti, ya que tú te preocupas por mí...
Yui: Pero, después de todo, Carla-san es Carla-san.
Yui: Exacto, permaneciste junto a mí todo el tiempo. Viniste a verme de forma continua, porque querías verme.
Yui: No puedo expresar lo feliz que me siento de que te hayas preocupado por mí... Hablo en serio.
Carla: Es suficiente. Cierra la boca.
Yui: ¡...!
Yui: (Tan frío... Estaba tan feliz de poder decirle eso después de mucho tiempo pero, ¿dije demasiado?)
Yui: (Podría haber perdido los nervios. Debería haberme detenido...)
Carla: ... ¿Esto llamó tu atención realmente o es el poder de la Eva legendaria? No es que me importe, es solo que no lo entiendo.
Carla: De hecho, tal y como me dijiste, tiendo a guardar mi dolor para no preocupar a nadie.
Yui: ¿Eh...?
Carla: ¿Qué sucede? ¿No creías que quería ocultárselo a todos?
Yui: B-Bueno... Sí. Pensé que te enojarías por haber sido honesta.
Carla: Algo así no es necesario. Fue mi culpa el que me lastimase, por lo que permitiré que estés conmigo.
Yui: (Ah... Así es. Carla-san realmente era una persona muy tolerable).
Yui: (El estado de ánimo y su atmósfera cambió respecto a la anterior).
Carla: Esta lesión ha sido por mi culpa, en primer lugar, no tuve el cuidado suficiente.
Carla: Porque recordé tus palabras durante la batalla.
Yui: ¿Mis palabras?
Carla: Sobre Shin de Orange. Dijiste que ese era mi hermano menor. ¿Qué significa eso?
Yui: ¡...! Shin-kun, ¿¡sucedió algo con él!?
Carla: Estábamos peleando. Pero, por alguna razón me arrodillé frente a él.
Carla: En ese momento vi una escena—— Estaba con ese tal Shin, estábamos practicando para pelear.
Yui: ¡...!
Yui: (Sin duda. ¡Son los viejos recuerdos de Carla-san...!)
Carla: Ese tipo, Shin, también estaba muy frustrado de haberme lastimado el brazo. Exactamente, no creo que sea una coincidencia.
Carla: Dime todo lo que sabes. Voy a escucharte esta vez. Quiero saber.
Yui: Ah... ¡E-Espera!
Yui: (No sé si sus recuerdos vuelvan. Pero—— Necesito hacer que me crea).
Carla: ... Ugh.
Yui: Eh, ¿Carla-san?
Carla: ... No te preocupes por mí. Más que eso, comienza a hablar.
Yui: Me preocupo por ti. ¿No te lastimó gravemente?
Carla: Tenía unas buenas pero básicas técnicas. Ese hombre, Shin, era consciente de lo que hacía.
Yui: (Así es, se ve tan feliz... A pesar de que Carla-san fue herido en esa batalla).
Yui: (Pero, me hace sentir feliz que esté recordando a su hermano pequeño. Finalmente comenzó a recordar algo sobre Shin-kun).
Yui: Respecto a tu herida... Si chupas mi sangre, ¿no sanaría más rápido?
Carla: Tú... ¿Realmente lo dices en serio?
Yui: Por supuesto. No dejaré de hablar en serio hasta que el dolor desaparezca.
Carla: Resulta incompetente traerme este tipo de negociaciones...
Carla: Pero, lo admitiré. Realmente te preocupas por mí.
Yui: (Ah... Carla-san... En este momento se rió).
Carla: Ven aquí. A mi lado.
Yui: ... Sí.
—Yui se acerca a Carla—.
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Yui: (Se supone que una succión de sangre es dolorosa, pero ahora mi pecho está caliente por dentro).
Yui: (Carla-san, haré todo lo que pueda para que estés bien——)
Carla: Eres una mujer muy extraña. Ofreciéndome tu sangre de esa forma.
Carla: Prometo hacerte sentir bien... Nn... Nn... Nn... —Carla muerde a Yui—.
Yui: Ah... Nn...
Yui: (Sus colmillos están en mi piel... Pero lo hizo muy despacio para no lastimarme).
Carla: Ah... El sabor tu sangre ha vuelto a la normalidad... No, es más rico que antes.
Carla: Después de todo, ¿es por que la enfermedad que estaba dañando tu cuerpo desapareció por completo...?
Yui: No creo que sea solo por eso. Puede ser... Porque siento mucho placer cuando Carla-san chupa mi sangre...
Carla: ¡...! ¿Qué? No digas cosas tan estúpidas.
Yui: Pero, es la verdad.
Carla: ... De acuerdo. Tus palabras, las aceptaré tal y como son.
Carla: Si dices que chuparte es un gran placer para ti, entonces no seré indulgente... Nn... Nn... —Carla muerde a Yui—.
Yui: Sí... ¡Ah!
Yui: (Mi cuerpo, se siente cálido... Pero, a la vez se siente muy cómodo...)
Carla: Además, ¿ha aumentado la dulzura? Es extraño. De alguna manera me siento nostálgico por este sabor.
Carla: No te desmayes. Prometiste contarme todo lo que sepas después de que chupe tu sangre...
Yui: ... Carla-san...
Yui: (Quiero permanecer despierta, pero... A este paso... Mi cuerpo perderá la consciencia).
Carla: Paremos aquí. Estoy seguro de que pronto estarás en tu límite.
Yui: (Ah... Carla-san dejó de chupar mi sangre...)
Yui: (Honestamente, no quería que él se detuviese...)
Carla: Tu expresión codiciosa me muestra que querías que continuara. Pero, no sería bueno si llegas a desmayarte ahora.
Carla: Además, si tomo demasiado tu sangre, volveremos a lo mismo otra vez.
Yui: Eso quiere decir que... ¿Te preocupaba la cantidad de sangre que me estabas chupando hace un momento?
Carla: Piensa lo que quieras.
Yui: Carla-san...
Carla: El dolor en la herida se curó. Vamos, sigue con la historia anterior——
Carla: ¿¡...!?
Yui: ¿¡Carla-san...!? ¿¡Qué sucede!? Puede que esos sean tus recuerdos...
—Del lado de Carla—.
Carla: ... No, no es solo eso. Además, mi cabeza me duele un poco...
—Flashback—.
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Carla: Eso era... ¿Sangre?
Yui: ¿Viste algo de nuevo? ¿Estás bien?
—Yui intenta acercarse—.
Carla: ¡No te acerques! ¡Podrías contagiarte de la enfermedad nuevamente!
Yui: Eh...
Carla: ¿Esa enfermedad...? ¿Qué significa esto...?
Carla: ¿Por qué tengo una espada ensangrentada——?
Carla: Ugh, ugh... Aah...
Yui: ¿¡Carla-san!?
—Zumbido extraño—.
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Carla: Eva... Respóndeme... Si tú sabes de esto, dímelo cuanto antes...
Carla: Yo... Siento que voy a morir, ¿Qué es... Esta enfermedad...?
Yui; Ah... E-Eso es...
—Del lado de Yui—.
Yui: (¿Está bien decirle? Será un recuerdo doloroso para Carla-san).
Yui: (¿Está realmente bien hacerle recordar su doloroso pasado?)
Carla: No te preocupes... Soy el rey. No importa lo difícil que sea—— Lo aceptaré.
Yui: Carla-san...
Yui: (De acuerdo. Lo haré para que Carla-san pueda recuperar sus recuerdos).
Yui: Eso es... La enfermedad que fue matando a los fundadores dejando solo a dos...
Yui: Su nombre es—— Endzeit.
Carla: ... Endzeit...
—Del lado de Carla—.
—Zumbido extraño—.
Carla: ... Ah... Ugh...
Yui; ¿¡C-Carla-san!?
Carla: ... Así es... Todos murieron a causa de eso.
Carla: Shin y yo somos los únicos que quedamos vivos...
Yui: ¡Carla-san! ¿¡Lo recuerdas!?
Carla: Con esta mano sangrienta, maté a mi loco padre... Y todos los fundadores murieron por eso. ¡Y no pude hacer nada...!
Yui: ¡Por favor recuerda todo! ¡No lo perdiste todo!
Yui: Carla-san, tienes a Shin-kun, tu hermano menor.
Yui: Y además, ¡me tienes a mí...! ¡Nunca me separaré de tu lado...!
Carla: ... ¿Tú... No lo harás?
Yui: Sí. Yo siempre estaré a tu lado——
—Del lado de Yui—.
Carla: ... Sí, es cierto. Siempre estabas junto a mí...
Carla: Solo tú, que tienes la sangre de los fundadores, puedes ser mi esposa. Yui...
Yui: ...
Yui: (Para que diga algo como esto... Sin duda eso significa...)
Yui: ¿Has recuperado tus recuerdos...?
Carla: Sí, me llevó algo de tiempo. Tuviste que trabajar tan duro...
Yui: ¡...! Eso es bueno... ¡Eso es muy bueno...!
Carla: No llores, Yui.
Yui: ... ¡Carla-san...!
—Carla abraza a Yui—.
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Carla: ... Lo siento. Trabajaste demasiado para que mis recuerdos volvieran.
Yui: Eso es... Realmente no quería hacerte recordar algo tan doloroso...
Carla: Eso es lo que había que hacer. Y no lo hubiera logrado sin tu ayuda.
Carla: Debo darte las gracias por todo.
Yui: (La forma en la que me abraza. La forma en la que me habla. Realmente está conmigo de nuevo...)
Yui: (¡Estoy tan alegre de que Carla-san haya recuperado sus recuerdos...!)
Carla: No llores demasiado. Luego de haber chupado tu sangre, esto podría ser malo para tu cuerpo.
Yui: ¡E-Eso es...! ¡Estoy feliz y quiero parar, pero mis lágrimas no se detienen...!
Carla: .. Ya veo. Si es así, déjame quedarme contigo hasta que te sientas mejor.
Yui: (La mano de Carla-san está acariciando mi espalda...)
Yui: (Estoy tan feliz por esto, te amo——)
[Monólogo]:
❝ Las lágrimas que se derrumbaban por mi rostro no se detuvieron fácilmente.
Mientras tanto, su mano grande acariciaba mi espalda sin cansarse.
Carla-san, quien recuperó sus recuerdos, simplemente me escuchó en silencio—— ❞
O5 | O6 | O7
Masterlist Scarlet
Masterlist Violet
Masterlist Orange
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sarithmorales-06 · 3 years
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Crónica
Cumpleaños en tiempos de COVID.
 Con la llegada de la pandemia por el nuevo virus del COVID-19, muchos planes, hábitos, rutinas y costumbres cambiaron en nuestra vida.
Semanas antes de mi cumpleaños #17, estaba un poco desanimada y triste, hacía meses que no veía a mis amigos, y todos mis cumpleaños siempre fueron muy divertidos, pensar que este no seria como los anteriores me desmotivaba un poco, no podía hacer reuniones ni nada por el estilo y tampoco estaría al lado de todas las personas que quiero y aprecio; por este motivo, no había organizado nada (cuando antes duraba semanas planeándolo), no tenía nada en mente y con más razón, el pico de la pandemia estaba pasando por uno de los momentos más fuertes.
Lo único que tenía en mente seria estar todo el día en clases virtuales, hacer tareas y de pronto pedir una hamburguesa y estar con mi familia, nada más, suena muy aburrido, pero era lo único que se podía hacer.
La anoche anterior me dormí muy tarde ya que empecé a recibir muchos mensajes de mis amigos y familiares, como es de costumbre a las 12am, revisé todos los estados y etiquetas, agradecí a todos por sus lindos mensajes y me fui a dormir, aún estaba triste, pero con la esperanza de que el próximo fuese diferente.
6 de Octubre del 2020, esa día me levanté como cualquier otro día a las 5:30 de la mañana porque tenía clase a las 6am, todos seguían durmiendo y algo que me gusta hacer cada vez que me levanto antes que nada es bañarme, así que lo hice, entre a mi cuarto, me cambie, ordene mi habitación y saqué el cargador del computador para entrar a clase, justo cuando abro la puerta me encuentro a mi papá con el bafle, a mi mamá con un desayuno sorpresa y a mi hermano (aún dormido como un zombie), en ese instante ponen la canción del “feliz cumpleaños” y me felicitan. Estaba muy feliz por esa sorpresa y pensé que de pronto ese día no seria tan malo, me senté en el comedor para probar mi desayuno que por cierto tenía todas mis cosas favoritas, cuando entré a la clase, todos mis compañeros y profesores me felicitaron.
Recuerdo que vi clase de trigonometría, química y español, por suerte ese día terminaba clases hacia aproximadamente las 11 de la mañana, cuando normalmente finalizaban a la 1:40 de la tarde. Al terminar guarde todo ya que no tenia tareas y ese día no dejaron (estaba muy feliz), en esos tiempos, siempre que acabábamos clases, mis amigos y yo hacíamos llamada por Zoom para jugar Among Us, nuestro juego favorito, aproximadamente éramos 11 y duramos casi dos horas en el juego, mientras jugábamos me preguntaban qué haría ese día y les respondía que nada que tal vez iría por un helado con mi novio, el también estudiaba con nosotros y estaba en la llamada, que nada más. Terminamos de jugar y había llegado el almuerzo, era mi cumpleaños así que podía pedir lo que yo quisiera, mi comida favorita siempre han sido los camarones, así que almorcé sopa de camarones, arroz y aguacate, no teníamos que lavar loza y por lo tanto solo botamos el icopor del almuerzo, nos sentamos a hablar y mis papás me preguntaron que si quería ir al centro comercial a comprarme algo para mí y por supuesto dije que sí.
Ese día estaba haciendo mucho calor y aunque ya me había bañado por la mañana, volví a darme una ducha, me puse un vestido rosado porque si iba a comprar ropa, era mejor ponerme algo ligero, me maquillé, me peiné y salimos con mis papás aproximadamente a eso de las tres de la tarde, entramos a mi tienda favorita llamada “FOREVER 21”, me considero una persona muy complicada para elegir ropa, pero siempre que voy allá es fácil.
Me probé mucha ropa, vestidos, pantalones y más, pero terminé eligiendo un vestido muy lindo, fue una decisión difícil porque estaba en color negro y plateado, ambos me quedaban muy bien, y duré mas tiempo en decidirme sobre que color, que en que ponerme. Terminé eligiendo el vestido negro porque había un par de zapatos altos muy lindos y eran negros, así que iba a combinar más, también un collar brillante y una funda para mi celular. Mis papás pagaron y salimos, fuimos a la heladería Popsy y pedí un cono de oreo porque es mi favorito, nos quedamos hablando mientras terminábamos el helado y les comenté que mi novio me había invitado a comer, terminamos y bajamos a pagar el parqueadero, cuando íbamos a pagar nos faltaban 100 pesos, pero por suerte encontramos en el carro dinero para pagar e irnos.
Cuando llegué a mi casa, mi mamá me dijo que fuera a la peluquería porque la señora Martha me quería saludar, ella es una vecina de nosotros y me quiere mucho, así que dejé las bolsas en mi habitación y recogí mi celular. Al llegar a la peluquería, la señora Martha me felicitó y chocamos el puño porque no podíamos abrazarnos, cuando de repente me dice que, si quiero que me arregle el cabello, no tenia intención de arreglarme porque no haría nada, pero ella insistió, le dije que traería el cargador del celular y que volvía de inmediato.
Subí a mi casa y le conté a mi mamá que doña Martha me arreglaría el cabello y me dijo que está bien, que no pasaba nada, entré por mi cargador y volví a bajar para ir a la peluquería, entré y me senté en una silla, ella empezó a peinarme y cepillarme el cabello, luego lo planchó y empezó a hacerme ondas por todo el cabellos, yo estaba muy cansada porque llevaba ahí como 2 horas y estaba preocupada porque se estaba haciendo de noche y casi llegaría mi novio para ir a comer, cuando terminó me puso laca en el cabello y le di las gracias porque había quedado muy hermoso todo.
En el camino me encontré a mi mejor amiga ya que vivía al lado, ella si me dio un abrazo y me felicitó, hablamos un rato y me preguntó que qué iba a hacer y simplemente le dije que saldría a comer con Daniel, ella estaba un poco rara y me sorprendió porque estaba muy arreglada (y ella casi nunca esta así) y le pregunté que qué haría ella, me dijo que solo se estaba tomando fotos, pero no le creí.
Subí a mi casa a cambiarme porque ya tenia varias llamadas de Daniel y no podía demorarme, me puse mi vestido negro con los zapatos y me maquillé, me puse perfume y mi despedí de mis papás porque ya había llegado él en el carro. Me pareció muy extraño que mi mamá no me dijera a qué hora llegara porque siempre lo repite, así que bajé y entré al carro, me preguntó que a dónde quiere ir a comer y yo le dije que a donde él quisiera, pero insistió porque dijo que era mi cumpleaños y yo debía elegir. Mi restaurante favorito de hamburguesas se llama Chopes, así que decidimos ir allá porque a ambos nos encantaba muchísimo. Cuando llegamos menos mal que no había tanta gente y pasamos de primeros, nos trajeron las cartas y ambos pedimos solamente una porque era muy grande.
Mientras llegaba, estábamos hablando y le conté todo lo que hice en el día, pero también le dije que estaba un poco triste porque no estaba con mis amigos y con toda mi familia, como siempre reunidos y comiendo torta, me dijo que no me preocupara porque habrían más cumpleaños y los demás los podríamos disfrutar mejor. Cuando estábamos terminando de comer, de repente nos llama mi mamá y eso significaba que teníamos que regresarnos a la casa porque ella siempre nos llamaba. Cuando iba llegando a mi casa, mi mamá me llamó a mi celular y me preguntó que, si podía ir a la casa de mi abuela porque quería saludarme y felicitarme, cómo iba con Daniel me llevó en el carro, fuimos escuchando música y cantando.
Al llegar a la casa de mi abuela, todo estaba muy oscuro y mi mamá estaba arreglada, se me hizo un poco extraño, pero no sospeché nada, subí y mi abuela me dio un abrazo y me felicitó, me dio un regalo y le dijo a Daniel y a mí que nos sentáramos un momento. Pasaron aproximadamente 20 minutos, cuando me pide el favor de subir a la terraza a bajarle una sabana y como era de noche, le pedí a Daniel que me acompañara, iba subiendo y todo estaba muy oscuro, cuando de repente enciendo la luz y me llevé una gran sorpresa, estaba tan feliz que ni siquiera pasaron 10 segundos y ya estaba llorando.
Estaba en shock porque no sabia que estaba pasando, estaba toda mi familia y amigos que no veía en meses, pasé y los saludé a todos mientras sentía una felicidad inexplicable, no podía dejar de llorar y pensaba que era la mejor sorpresa que me habían dado en mucho tiempo. Cuando terminé de saludarlos a todos, entró mi papá y me explicó lo que estaba pasando, me dijo que ellos sabían cuánto quería esto y me lo merecía. Todo estaba muy lindo, había muchos globos y un pastel muy grande, me cantaron el cumpleaños, hablé con mis amigos, nos tomamos muchas fotos, comimos hamburguesa y todos mis amigos y familiares terminaron bailando.
Ya era un poco tarde y todo el mundo se tenía que ir, despedí a mis amigos que se fueron todos juntos y a mi familia igual, por último, nos quedamos limpiando y organizando el desorden porque no estábamos en nuestra casa y nos teníamos que ir, estaba muy cansada y solo quería llegar a dormir. Cuando terminamos no subimos al carro y llegamos a la casa, me quite lo zapatos para subir las escaleras porque me dolían los pies, abrieron la puerta y todos nos dirigimos a mi habitación porque queríamos ver los regalos que me dieron, pero estábamos tan cansados que preferimos dejarlo para el día siguiente.
Me puse la pijama, les agradecí a mis papás por esa sorpresa tan linda y les dije que los amaba, me acosté y también les deje un mensaje a mis amigos y les agradecí por haberme acompañado, dejé mi celular a un lado y solo estaba muy agradecida con Dios, mi familia y mis amigos por ese día, pensé que sería el peor cumpleaños pero fue todo lo contrario.
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moninaa · 3 years
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Creía que era mi amigo mi hermano lloré me sentía triste le conté mi dolor me desahogué creí que entendería que como un hermano me consolaría o tan solo me bastaba con que estuviera pero no, se aprovecho de eso me dijo vamos al ht. Ahí tomamos unos vinos dije vamos porque me sentía triste y quería desahogarme creo que le di una mala señal sin saber creo que no entendía como me sentía solo quería tirar conmigo disque le gustaba años no le importo que si mejor amigo era mi novio lo sabía que llevábamos años dijo no se enterara él no sabrá nada el me cago cuando no fue así, como sea quería hacerlo hasta pidió verme desnuda le dije no cálmate estábamos tomados pero me doy cuenta siempre de todo no iba hacer eso no podía hacer eso le dije no no haré nada no soy así si él lo es no me importa yo no soy así recuerdo que dijo ya ya me dormí 1 hora creo amaneció seguía con ropa todo normal menos mal el despertó 5 de la mañana y dijo me tengo que ir recuerdo prestarle 50 soles y solo tenia eso para mi pasaje dijo que se iría y tenia cosas que hacer le dije me puedes dar 2 soles para mi pasaje me dio su sencillo ya e fue me sentí mal lloré me sentí como puta que le dan plata cuando terminan no hice nada pero me sentí muy mal llame a mi mejor amiga me dijo que me calmara que no es mi culpa que es un imbecil que no debería confiar en nadie pudieron hacerme lo que sea le dije q lo conocía años no imaginé eso lloré me dijo que me calme que todo estaría bien que no le hable ni nada y así lo hice tuve miedo contarle a mi enamorado le conté a mi mejor amigo me dijo lo mismo q mi amiga q me calme y que le cuente si creo que está bien que igual no hice nada malo solo aceptar ir a ese lugar eso si estaba mal y me sentí culpable igual fui a ver a mi enamorado ni bien llegue le dije todo no pude aguantar le dije tengo que contarte algo y me dijo dime le conté todo me dijo Aya pasó algo ? Le dije no nada lo juro le conté tal cual todo cada detalle me abrazo me dijo confío en ti te amo tranquila otro día jamad vallas a ese lugar con nadie le pedí disculpas me dijo tranquila es un webon ya sé quién es no me imaginaba eso de él pero así es estába como indignado pero conmigo estaba como tranquila no fue tu culpa te amo y confío en todo lo que me dices y yo me sentí aliviada tranquila bien al fin se fue todo la culpa todo yo estaba protegida juro que no olvidaré eso no me violaron pero la intención cuenta querer hacerlo abrazarme tocarme el trasero y decirme muchas cosas ya me hicieron sentir así asqueada pero acabo y ni lo guarde y sentí ese alivio ese peso fuera de mi fue lo mejor.
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lordofspamano · 3 years
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Déjales arder | Relato corto
Por Rolek Drakentar
Recuerdo el día en que la víbora mordió a Ciara. 
Ella y yo habíamos partido de nuestra aldea tan sólo el sol se levantó en el horizonte. Traíamos con nosotras dos sacos donde guardábamos nuestras pertenencias, así como la suficiente comida para una semana de viaje. Cuando llegásemos a Murchadh tendríamos una vida nueva como boticarias. Ya teníamos incluso el local que se volvería nuestra tienda. Ella y yo lo habíamos comprado usando casi todos nuestros ahorros y vendiendo la cabaña en la que vivíamos. Tenía veintiún años. Creía que quedaba tanto para enfrentar juntas. 
Cuando comenzamos el trayecto, el bosque alrededor de nosotras parecía idílico. Los robles extendían sus ramas serpenteantes cubiertas de musgo, llenando el aire de un aura verdosa atravesada por los rayos del sol de la mañana. Ciara andaba feliz, y a menudo tomaba de entre las raíces nudosas algún que otro hongo o hierba medicinal. 
—Para cuando lleguemos… Ya tenemos algo —decía sonriendo. Yo le sonreía de vuelta, y seguíamos nuestro camino. Ojalá pudiera haberla detenido antes de… El accidente. Pero pues… Ése era nuestro futuro. 
Todo pasó mucho más rápido de lo que se podría llegar a pensar. Era un poco más del mediodía cuando Ciara vio una pequeña ramita con bayas en una pila de hojas. Era muérdago, así que ni siquiera lo dudó. 
Cuando se inclinó para recogerla, vi de repente la figura alargada que salía de las hojas, disparada directamente su mano. Ciara cayó sobre sí, y con miedo se agarró el antebrazo. Corrí hacia ella y la tomé de la muñeca, mientras la víbora que le había mordido se deslizaba bajo las raíces de un tejo. Con asco y angustia vi las dos profundas incisiones que derramaban veneno y sangre. 
Recuerdo lo mucho que grité. Me desgarré la garganta mientras Ciara solo me veía con pánico en sus ojos. Habíamos traído muchas cosas para nuestro negocio como boticarias. Y se nos tuvo que olvidar el maldito antídoto. 
Intentamos volver por donde habíamos venido, pero fue inútil. No habíamos seguido un camino, pues en aquella época abundaban los ladrones. Nuestra única guía había sido el sol, que con cada segundo se perdía bajo las distantes montañas. Ciara no pudo caminar mucho tiempo antes de empezar a desvanecerse. Con cada pocos pasos le aumentaba la temperatura, y yo comenzaba a desesperarme. Me puse su brazo sobre los hombros e intenté llevarla así, pero no pasó mucho hasta darme cuenta de que estaba arrastrándola. Por si fuera poco, ya empezaba a oscurecer, y la luz roja pronto se convirtió en un tenue púrpura. 
La tomé en brazos e intenté seguir, pero estaba claro que no llegaría a ningún lugar a tiempo. Ciara hervía, y vi que a los costados de la boca le salían dos pequeños hilos de espuma. Varios cientos de brazas después, mis brazos no aguantaron más. Me quedé sin fuerzas, y el desespero me consumió. 
Recosté el cuerpo de Ciara junto a un roble y me arrodillé junto a ella, abrazándola mientras sollozaba. Estaba inerte y demasiado débil, casi como si le hubieran molido los huesos.
 —Ciara… Ciara… Por favor, Ciara, por favor… No… No… Tenemos que volver… Ciara… —decía yo. Ella no parecía poder oírme. 
Yo mantenía mis ojos cerrados conforme la abrazaba. Pensé en nuestra aldea… En nuestra cabaña… En nuestros recuerdos. En todo lo que nos quedaba por vivir. Las escenas que yo me había imaginado, de nosotras dos viviendo felices en Murchadh. Preparándonos el desayuno, leyendo junto a la chimenea, acurrucándonos entre las sábanas… Y eventualmente, una al lado de la otra, llegando a la vejez. Intenté convencerme de que era un mal sueño, pero el dolor en mis brazos y piernas me demostraron que no. La única reacción posible era llorar. ¿Realmente era este… Nuestro futuro?
No era lo que me habían prometido. 
No era lo que me había prometido. 
Pensé que quizá alucinaba cuando vi una luz brillante a través de mis párpados. Abrí los ojos, y me encontré que los árboles alrededor nuestro estaban bañados de una luz similar al reflejo de un estanque dorado. El suelo estaba cubierto de una niebla fina, casi cálida. Por un momento sentí que todos mis dolores estaban siendo curados. Y entonces él se manifestó, surgiendo del aire como si la niebla tomara su forma. 
Era un ser alto de piel pálida y cabellos rubios. Los ojos eran dos cuencas profundas, desde las cuales salían dos líneas carmesí que atravesaban el largo de su faz. Llevaba una túnica brocada en plata y oro, y en la cabeza portaba una corona de hueso, similar a una cornamenta. Advertí que le salía de las sienes.
—Mortales —dijo con una voz profunda que recordaba a un arpegio—. De nuevo cruzamos nebulosos caminos.
Sonrió, mostrando una boca llena de dientes puntiagudos y demasiado separados entre sí. 
Estaba tan devastada que, a pesar de su extrañeza, apenas y le presté atención. Si aquel ser iba a devorarnos, que lo hiciera. Ya no tenía fuerzas para seguir andando. Ni viviendo. 
Sin embargo, a diferencia de lo que creía, no se acercó para sorber nuestra sangre, sino que caminó con la gracia de un emperador y con un gesto de la mano hizo que la luz se posara sobre el cuerpo de Ciara. 
—Hum. Pobre fortuna de tan hermosa joven —siseó mientras hundía en ella sus ojos, que eran como salpicaduras de una noche estrellada—. Lástima que está a punto de reunirse con Crom. 
—¿Qué quieres, espíritu? —mascullé. Poco importaba ya cualquier cosa que pudiera hacerme. No tenía nada qué perder. 
—¿Preguntáis qué es lo que deseo yo? Nada, en verdad. Sólo he venido para ofreceros un pacto. La vida de esta delicada mujer aún puede ser salvada por las manos de Tír na nÓg. 
Me le quedé viendo con la boca entreabierta. Por sus ademanes y tono, hablaba en serio. 
—¿Qué quieres a cambio? ¿Mi alma? ¿Mi sangre? 
—Oh, nada tan vulgar como aquello. La única condición que existe en el pacto no os hace perder nada. Sólo que comprenderéis, esta bella criatura no pertenece a este mundo sucio y amargo. Se quedará en mi palacio, en la tierra de la eterna juventud, donde nada le faltará. Vivirá entre la realeza de los Fata, portando vestidos de seda y consumiendo los más exquisitos manjares. 
No sabía qué pensar. Claro que no quería que Ciara muriese. Era solo que… Ni siquiera en ese momento de ilusoria esperanza podía yo quedarme junto a ella. Al parecer estaba destinada.
—Únicamente si prometes que vivirá bien en Tír na nÓg —dije—. Sólo si allá será feliz. Más feliz de lo que hubiera sido conmigo. 
—Os doy mi palabra, y sobre el nombre de Auberon hago el juramento —proclamó. 
—Entonces —dije con esfuerzo—… Hazlo.
Temblorosa, me aparté para dejar a su vista el cuerpo de Ciara. El ser caminó hacia ella, y con un ademán de su raquítica mano levantó el cuerpo el aire. Con otro movimiento lo acercó hacia él, y se desvaneció junto con Ciara entre las nieblas arcanas. Se había ido. Para siempre. 
Permanecí sola unos momentos, y poco a poco la luz dorada fue apagándose, sumiendo al bosque en las tinieblas. No me quedaban fuerzas tan siquiera para derramar más lágrimas. Simplemente cerré los ojos, y dormí. 
No entraré en detalles sobre cómo aparecí al día siguiente al borde de mi aldea, ni de cómo tuve que rogarle al viejo Fergall por que me permitiera alojarme un tiempo en la vieja cabaña (al menos en lo que conseguía algún modo de recuperar el dinero del local en Murchadh). A pesar de que no me guste decirlo así, no tuve que preocuparme por mucho tiempo. A las dos semanas el viejo Fergall murió, dejando la cabaña a mi nombre en un último acto de bondad. Pero aquello no es importante. 
Aunque, si soy totalmente sincera, no recuerdo muy bien aquel tiempo. Cada día que pasaba se sentía lento y tedioso, pero cuando llegaba la noche, tenía que preguntarme si en realidad había vivido otro día más. No había nada para diferenciar uno de otro, y realmente no sé cuánto tiempo transcurrió. Recuerdo que lo de Ciara fue cuando yo tenía veintiuno, pero hasta hoy no sé qué edad tengo. Debieron pasar más de seis años. Todos y cada uno en la misma rutina siempre: Volver a casa, dejar la comida sobre la mesa, comer en soledad e ir a mi habitación. Aunque esta era la parte que más temía. 
Junto a la puerta aún estaban nuestros equipajes con los que partimos hacia Murchadh, y simplemente no tenía el valor de moverlos de ahí, el lugar hacia el que los arrastré cuando volví a casa. Cada vez que los veía ahí, enterrados bajo el polvo, tenía los mismos recuerdos, y en la noche me asolaban con terror. Sentía como si mi corazón hubiera sido atrapado en hielo. Entumecido, inmóvil, doliente. Y, aunque la deseaba, no había flama alguna que pudiera liberarlo. No así.
En la mejor de las ocasiones tenía pesadillas. En la peor, eran sueños tan hermosos y alegres que mi vida parecía un triste eco de ellos. Cuando en alguno podía estar junto a ella, me despertaba arrepintiéndome de no haberla besado una última vez. 
Una de esas noches escuché a Ciara llamándome desde lo profundo del bosque. “Saoirse”, decía. “Por favor, Saoirse… Ven conmigo… Te extraño”. Supe que soñaba, y en vez de disfrutar la dulce ilusión, hice esfuerzos por despertarme. 
Cuando abrí los ojos, lo primero que creí fue que estaba amaneciendo. Pero no era así. Por la ventana entraba a la habitación un fulgor conocido… Con un color similar al reflejo de un estanque dorado. 
Nunca he vuelto a correr tan rápido en mi vida, ni creo volver a hacerlo. Conforme me adentré en el bosque el brillo se hacía más fuerte y mágico, hasta que finalmente la vi. Flotaba en medio de las nieblas, con su lacio cabello negro ondeando en brisas que acariciaban su piel. Portaba una túnica verde y dorada que parecía estar hecha completamente de seda, tan delicada como sus ojos. Quise abrazarla, pero antes de que pudiera tocar su mano, ella me pidió que me detuviera con un gesto ligero y suave. Se sintió como una patada en el estómago. 
—No… Saoirse… 
—¿Ciara? ¿Ciara, qué pasa? —grité—  ¿Por qué no puedo acercarme?
—Saoirse… —murmuró con un rostro amargo—. No podemos tener contacto. Si tenemos contacto —tartamudeó— … No podré volver a verte. Nunca. 
—¿Qué? ¿Cómo que…? ¿Por qué? 
—Yo soy la primera que quiere abrazarte —dijo con la voz quebrada—. ¿Cuántos años han sido? Creí que no te volvería a ver nunca. 
—Ciara… Ciara… 
Cuando consiguió calmarme, me hizo sentarme bajo uno de los árboles para que pudiéramos hablar con tranquilidad. Ella se sentó frente a mí. Yo estaba confundida. Tantos sentimientos… Y todo lo que podía sentir era frustración. De que Ciara y yo no podríamos vivir juntas. Pero me dispuse a escucharla, pues al fin y al cabo, poder hablar con ella era un milagro. Uno que yo no quería desperdiciar. 
Aquella noche me lo contó todo. 
Habló del lugar en el que había vivido durante todo el tiempo en que habíamos estado separadas. De sus montañas púrpureas y los bosques titánicos. De la música que flotaba en el viento, y de las cortes de aquellos seres. Fata, les decía con la voz temblorosa, pronunciando sus nombres con murmuros, como si intentara evitar que la oyeran. 
Me dijo el terror que le generaban sus rostros pálidos, sus ojos oscuros y sus dientes de barracuda. Y cómo se había rehusado procrear con aquel ser extraño que se la llevó en mitad de la noche. El Fata le había permitido aparecer en este mundo para poder verme entre las nieblas, pero con la condición que había puesto, ni ella ni yo sabíamos si se trataba de un acto de compasión o de una tortura como veneno dulce. 
Permanecí con ella, hablando sobre todo lo que no había podido hablar desde que nos habíamos visto por última vez. Las horas fueron segundos. Únicamente el amanecer nos hizo darnos cuenta del mundo que existía más allá de los ojos de la otra. Ciara me dijo que debía irse antes de que el sol se levantara sobre el horizonte. Aunque me dolió despedirme, prometió que volvería tan sólo el Fata se lo permitiera. Así que le dije las palabras más hermosas que pude pensar, y la vi ser consumida por la neblina. Estuve mirando fijamente el árbol donde había estado sentada hasta que el cuello me comenzó a doler. 
De cierto modo, aquello sólo consiguió reabrir una herida que, si bien no había cerrado, al menos había dejado de sangrar. Fue como si me hubieran arrebatado a Ciara arrebatado de nuevo, y me di cuenta de lo triste y vaga que era mi vida. Ahora estábamos forzadas a ver cómo crecíamos lejos la una de la otra, tentándonos con una imposible esperanza. Como si la jaula de hielo de mi corazón se hubiera hecho más estrecha, y con cada latido lo atravesara una esquirla.
Las semanas que siguieron fueron dolorosas. Pero esta vez fue como si mi corazón hubiera sido curado, únicamente para volver a enfermar. Veía a las parejas alegres del tiempo en que Ciara y yo aún vivíamos juntas. Ahora tenían hijos y se les veía mayores, pero a diario salían a trabajar a sus campos sonriendo. Por mi parte, mi única compañía era el maldito equipaje tirado junto a mi habitación. Lo veía y de nuevo pensaba en el hubiera: Murchadh, nuestro local, las noches junto a Ciara… 
¿Por qué? ¿Por qué no pudo ser ese nuestro futuro?
Había noches en las que no tenía fuerzas para ir a la habitación y me quedaba dormida frente a la chimenea. Ahí observaba cómo el fuego devoraba los troncos. Me tranquilizaba verlos arder. 
Me reencontré con Ciara un par de veces más, y aunque no me resistía a verle, lo hacía con miedo. Porque cada vez que la veía me daban unas profundas ganas de romper en llanto. Después del primer encuentro con ella, había adquirido cierto temor a escuchar voces dentro de mis sueños. Eso cambió en una noche de Imbolc. Nevaba, y la chimenea me arrullaba con su crepitar. 
Estaba yo en medio de un sitio oscuro. Bajo mis pies sentía algo que se despedazaba. Carbón. Y de repente, en medio del aire surgió una chispa. Se expandió, y se convirtió en una enorme conflagración que hizo un círculo flamígero alrededor de mí. Entonces vi surgir flotando de las llamas a una figura en posición fetal. Su piel asemejaba el bronce, con cabellos que serpenteaban como ígneos látigos. Poco a poco apartó sus brazos y sus piernas, extendiéndose como si fuera una orquídea naciendo. Vi sus ojos, como plata derretida, y escuché su voz vibrante. 
—Hola, mortal —dijo mientras pequeñas flamas le salían de los labios—. Mi nombre es Aillen Mac Midhna, y yo… Quemo. 
No temí. No me inspiraba miedo. Al contrario. Sentí dentro de mi alma una ráfaga de emociones que me tensó los músculos.
—¿Qué buscas de mí? ¿Qué es lo que quieres? —exigí saber.
—¿Qué busco? —rio—. Pero si tú me has llamado
—Yo no te llamé. Yo no he llamado a nadie. 
—Lo has hecho. Has invocado mi nombre en silencio desde hace siete años. Tu corazón anhela mi presencia. 
—Pero… ¿Quién eres?
—Te lo he dicho ya. Mi nombre es Aillen Mac Midhna. Y yo quemo. He venido para convertir en cenizas a aquello que te acosa en la oscuridad. Cuando despiertes, llámame. Estaré esperando. 
Me desperté sintiendo las perlas de sudor deslizarse por mi frente. De inmediato me levanté de la silla, y sin arreglarme el cabello ni abrigarme para el frío, tomé el equipaje empolvado y salí en medio de la nevada. 
Hice la hoguera en medio de un claro del bosque, usando la mejor leña que tenía. Era enorme, con casi una braza de diámetro. Cuando la encendí, me quedé quieta observando las llamas crecer. De la chispa fue surgiendo la conflagración, hasta que las lenguas se levantaron como un ave en vuelo, y comenzaron a relamer la leña. Entonces, decidida, lancé el equipaje hasta dentro de las llamas. Lo que allí había estalló y se cubrió rápidamente de la marea ígnea. En ese instante lo vi a él salir de mi pecho y saltar hacia la hoguera. Aillen, danzando con éxtasis en sobre viento y el humo, cantó con énfasis un solo verso. 
—¡Déjales, déjales, déjales arder!
Cuando mis ojos escocieron las suficientes lágrimas, me sentí limpia. Pura. Como no había estado en mi vida. Y entonces caminé hacia el bosque, viendo los ecos de la luz dorada en la distancia. Dejé que todo lo demás ardiera, y entré yo sola al encuentro con Ciara. Por que las llamas me revelaron con su crepitar que ese, y únicamente ese, era nuestro futuro. 
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0takudl · 4 years
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Diabolik Lovers Chaos Lineage: Ayato, Historia 12
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Muchas gracias a @kyouxa​ por permitirme traducirla desde el inglés.
historia 1- historia 2- historia 3- historia 4- historia 5- historia 6- historia 7- historia 8- historia 9- historia 10- historia 11
traducciones chaos lineage
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Monólogo
Después de irnos de la mansión Scarlet incendiada, nos escondimos en el bosque.
Encontramos una casa abandonada en nuestro camino, tomaremos un descanso y nos instalaremos.
Yo estaba feliz de que los recuerdos de Shu-san y de Reiji-san finalmente regresaron. Pero justo ahora, estoy preocupada por Ayato-kun, quien ha estado en silencio por un tiempo.
A pesar de que ellos no conocen la situación, Laito-kun, Subaru-kun y Kanato-kun están siguiéndonos...
Estoy tan feliz de que ahora estén todos juntos.
Ahora todos los hermanos Sakamaki están reunidos, mientras caminamos le dije a Reiji-san y Shu-san sobre lo sucedido hasta ahora—
-Casa abandonada.-
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Yui: … Lo siguiente que recordé fue despertar en esa iglesia.
(De repente caminé en varias direcciones, y me confundí... pero no me quedaba mucho tiempo... )
Reiji: Ya veo... Mientras escuchaba tu historia, comprendí lo extraña que es esta situación.
Shu: No puedo recordar todo plenamente, pero esto no es algo que sucede naturalmente.
Supongo que alguien hizo esto artificialmente. Pero, ¿quién es y cuál es su beneficio por hacer esto?
Ayato: Yo conozco el propósito, creo. ¡También sé quién nos hizo esto!
Yui: Oh, ¿es así?
Shu: ¿Quién?
Ayato: Heh, ¡no pudo haber sido nadie más que el viejo de nuestro padre!
Yui: (¿KarlHeinz-sama, quien es el padre de Ayato-kun y la cabeza de la familia Sakamaki... ?)
Ayato: Cambiar los recuerdos de todos, traernos a un lugar tan extraño, no es algo que pudiera hacer una persona normal.
Yui: Ya veo, tal vez sea cierto.
Shu: *Suspiro.* … Es tan simple como siempre. Pero la probabilidad es alta.
Ayato: ¿Verdad?
Reiji: Si en realidad esto es obra de nuestro padre, ¿por qué haría algo así?
No es como que solo la familia Sakamaki esté aquí, los Mukami e incluso los Tsukinami también están involucrados.
No quiero pensar que nuestro padre es la causa, pero probablemente esto es obra de alguien que al menos es tan fuerte como él.
Shu: Si es así, deberíamos acabar con esta ceremonia del té tan pronto como sea posible. No podemos quedarnos así por siempre.
Reiji: Creo que podremos comprender la pista y la solución si podemos comprender el propósito de la mente maestra, pero nuestra situación actual es un estado de no saber nada.
Yui: (Ya veo, parece que hemos sido reunidos aquí por una razón específica y necesitamos descifrarla. )
… ¿Eh?
(Oh, mi visión está borrosa... ¿Qué le ocurre a mi cuerpo? )
Ayato: Oye, ¿qué pasa, Yui? Te vez muy mal.
Yui: … Ngh.
*Yui se debilita.*
Ayato: Oye, ¿¡estás bien!?
Reiji: Cálmate, Ayato. Asumo que solo está cansada. Este día ha sido muy largo.
Ayato: … Si eso dices...
Reiji: Deberías dejarla descansar en algún lado. No puedo garantizar que esta sea una cama confortante, pero será posible que descanse al menos un poco.
Yui: … No, no lo necesito.
Ayato: ¡Cállate, no te lo pregunté! Aquí, ahora te cargaré, así que por favor sostente.
*Ayato la carga.*
Yui: Gracias, Ayato-kun...
Ayato: Ahora cuidaré de ella, ¡así que nadie debería interrumpir!
Reiji: … Oh, vaya, nunca crecen.
-Después de un tiempo.-
Ayato: Aquí, ahora te recostaré.
Yui: … Claro.
Ayato: Voy a envolverte con mi chaqueta, ya que es un poco más cómodo. Así deberías calentarte.
*Ayato le pone la chaqueta.*
Yui: … Gracias, Ayato-kun. Realmente está caliente.
(Y el olor de Ayato-kun realmente me tranquiliza. )
*Ayato se sonroja.*
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Ayato: Y, emm... dame tu mano.
Yui: ¿Mi mano? C-Claro.
Ayato: Tu mano, nunca la dejaré ir.
Yui: (Tomándonos de la mano así... Estoy tan feliz de que podamos tomarnos las manos como verdaderos amantes otra vez. )
Sostener la mano de Ayato-kun, se siente fría pero me gusta.
Ayato: Cállate. Deberías ir a la cama y dormir ahora.
Yui: Sí.
(Me siento aliviada por ahora. Parece que regresó [No sé qué dice, sorry. ] ente Ayato-kun y yo. )
-Después de un tiempo.-
Yui: … Zzz... Zzz...
Ayato: … Al fin te duermes.
Yui: … Zzz... Zzz...
Ayato: Jeje, qué divertido. Tu cara es realmente adorable cuando duermes.
… *Suspiro.* … Lamento no haberlo notado.
(Ésta mujer, estaba tan cansada que se durmió muy rápido. Yo no estaba para nada consciente de su salud... )
(¡Maldición... ! ¿¡Por qué no sabía cómo se sentía la persona que más aprecio!? )
(Incluso si su cuerpo está cansado, ella trató de lidiar con mi egoísmo. Tú, realmente... )
… Gracias por todo, Yui. *Beso.*
Yui: … Zzz...
Ayato: Nunca te lastimaré otra vez. Lo prometo.
-Después de un tiempo.-
Yui: (… ¿Ngh... ?)
(… Ah... Ngh... ¿por qué estoy en una cama de una casa abandonada? )
(Ya recuerdo, me había debilitado en el suelo y Ayato-kun me cargó hasta aquí y me envolvió con su chaqueta. )
Ayato: Oh, ¿despertaste?
Yui: ¡Ayato-kun!
Ayato: Jeje, ¿qué con esa reacción? Estuve aquí todo el tiempo.
Yui: ¿Te refieres a que me observaste todo el tiempo mientras dormía?
Ayato: Como si lo hiciera. ¿Qué tiene de malo si lo hubiera hecho?
Yui: Está bien, gracias. Estoy feliz de que te hayas quedado conmigo aquí.
Ayato: Me alegro. Espero que ahora te sientas mejor.
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→ Sentirse mejor. (M. )
Yui: Sí. Ahora me siento mejor. Porque Ayato-kun estuvo a mi lado todo el tiempo.
Ayato: —No me mientas.
Yui: Hm...
Ayato: Tu piel está toda pálida. Deberías dormir y descansar más.
Yui: (Ayato-kun vio justo a través de mí. Tiene razón, aún me siento un poco débil... )
Ayato: No trates de esconderme nada más. Dímelo todo. Porque si algo te pasa, no podré perdonarme a mí mismo.
Yui: Sí, es cierto. ¡Gracias! Pero es cierto que ha mejorado considerablemente. ¿Será porque dormí un poco?
Ayato: … Supongo.
→ Algo débil. (S. )
Yui: Creo que me siento un poco débil.
Ayato: Bueno, entonces duerme un poco más. No te despiertes hasta que te sientas mejor.
Yui: … Pero, creo que puedo soportarlo. Solo no me sobre-exigiré a mí misma por ahora.
Ayato: … Bien.
-Terminan las opciones.-
Ayato: Caray, no trates de hacer que me preocupe todo el tiempo por ti cada vez que respiras.
Yui: Simplemente no quería molestar a todos ni ser una carga para Ayato-kun.
Ayato: Idiota. No tienes que preocuparte por cosas innecesarias como esas.
Yui: Pero...
Ayato: … Ya sé, que esto es completamente mi culpa.
Yui: … ¿Ayato-kun?
Ayato: Pensé en eso mientras dormías. Me di cuenta de lo mal que estuvo mi comportamiento todo el tiempo...
Incluso cuando fui a la mansión Scarlet y tú estabas cansada, aún así decidiste seguirme y te puse en peligro.
Yui: (Hice que él se preocupara todo el tiempo. Solo manejé mi propio egoísmo... )
En serio lo siento. Estuve callada porque no quería molestarte...
Lamento haber hecho que te preocuparas así.
Ayato: Oh, ¡no estaba tan preocupado! Solo no vuelvas a hacer nada estúpido.
*Ayato se sienta.*
Yui: Yo... eh... ¿Ayato-kun?
Ayato: Estuvo mal que tú me escondieras tus verdaderos sentimientos, ¡simplemente no puedo perdonar eso, Chichinashi!
Te castigaré por hacer que me preocupe todo el tiempo, prepárate...
Ah
Yui: (Va a beber desde mi nuca... ¡Ngh— !)
(Me pregunto cuánta sangre beberá. Pero aún no he recuperado todas mis fuerzas... )
*Ayato la abraza.*
Yui: … !? ¿Qué sucede? ¿No vas a beber más mi sangre?
Ayato: ¿Entonces no te gusta ser abrazada por mí?
Yui: Ayato... kun...
(Oh, es cierto... Lo lastimé tanto mientras lo escondía. )
(Como ya recuperé mis recuerdos antes, no pensé en él como solía hacerlo... )
(Solo estaba siendo egoísta todo el tiempo, pensé que necesitaba hacer esto por mi misma... )
(No fui capaz de manejar nada por cuenta propia, fui tan estúpida. )
Ayato: Ya no te molestaré más con eso, pero si escondes tus sentimientos otra vez no te perdonaré.
Yui: Sí... Lamento haber hecho que te preocuparas.
*Yui lo abraza.*
(Yo también lo abrazaré. Tengo que tratar de entender los sentimientos de Ayato-kun otra vez, aunque sea un poco. )
Ayato: Tú...
Yui: (Mi corazón late tan rápido... Puedes abrazarme tanto como quieras, porque estamos— )
Reiji: Hmh.
Yui: … ¡Ngh! ¿¡Reiji-san!?
Reiji: Parece que los interrumpí, lo siento mucho.
Yui: (Pensé que se habían ido, pero solo estaba observándonos. )
(Estoy tan avergonzada... mis mejillas están calientes... )
Ayato: Gracias por interrumpir, otaku de las vajillas.
Reiji: Lamento mucho haberlos interrumpido, pero parece que tenemos que movernos pronto.
Yui: ¿Oh... ?
Ayato: … Oh, eso parece. Esperaba que esos otros vampiros nos atraparan pronto.
*Los demás entran.*
Laito: Oh, al fin despiertas. Buen día, Eva.
Subaru: ¿Ya estás bien si te levantas?
Yui: Estoy bien. Me siento mucho mejor después de esa siesta. Lamento haber hecho que se preocuparan.
Shu: … Así que todos se han reunido.
Reiji: Es correcto.
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Ayato: Bueno, ¡entonces salgamos de aquí! Antes de que esos tipos vengan.
Shu: No, espera. Aún hay tiempo antes de que llegue el enemigo.
Reiji: Personalmente, pienso que el enemigo nos atacará pronto. Pero antes de eso, hablemos sobre todas las hipótesis posibles sobre esta situación.
Ayato: ¿Qué? ¿Hipótesis?
Reiji: Sí, también se le puede llamar como un plan para lo que deberíamos hacer de ahora en adelante.
A este punto, le pedí a Subaru que cooperara y me informara sobre la situación actual.
Cada miembro de exploración, la situación cuando estábamos viviendo en las mansiones, tratamos de encontrar alguna coincidencia con nuestros pensamientos.
Yui: (Oh, me pregunto por qué Subaru-kun también nos ayudaría siendo que no tiene recuerdos. )
Subaru: Para ser honesto, es extraño que yo coopere con el enemigo.
Yui: … Sí, es cierto, ¿pero aún somos enemigos? Ya nos has ayudado.
Subaru: El significado detrás de tus palabras aún no es claro para mí. “Recuerdos” y “el mundo original”...
¿Por qué el enemigo, Reiji y Shu, nos atacó y ahora de repente trabajamos juntos?
Pero, siempre y cuando Eva pueda elegir al rey no me importa ayudarles.
Seguramente, no sé si está sucediendo algo en secreto, pero continuaré hasta que lo sepa.
Yui: Subaru-kun...
Laito: Bueno, en esta situación no es necesario competir por Eva.
Ayato: No tengo un problema específico con eso. Pero, necesitamos saber más.
Reiji: El extraño terreno superior sobre el que justo ahora estamos de pie, es como un espacio creado por magia.
Yui: ¿A qué te refieres... ?
Reiji: ¿Has visto otras vidas además de las familias aquí? Por ejemplo, ¿otros humanos y animales?
Ayato: No.
Shu: Parece que no hay nadie más que nosotros y ésos chicos. Tampoco hay pájaros o insectos.
La tierra de la naturaleza, dicen, qué gracioso.
Además, hay tres casas uniformemente arregladas y una imponente iglesia en medio de esto.
Esas posiciones, también se siente que fueron a propósito como si alguien lo hubiese preparado.
Reiji: En otras palabras, alguien creó este lugar, nos instaló aquí e hizo que pensáramos que estamos en un mundo diferente.
Entonces mi conclusión es que este es un mundo cerrado del que no podemos escapar.
Yui: (¿¡Por qué... !? ¿Por qué hemos sido atrapados en toda esta clase de problemas? )
Shu: Si piensas en eso, es una historia divertida que los suministros sean traídos por otra persona.
Subaru: ¿Qué? ¿No es natural que la comida sea traída?
Shu: Mira, tú y los demás creen que es algo natural. Pero creo que eso también fue removido de nuestros recuerdos.
Yui: Un lugar hecho con magia...
Ayato: ¡También estoy seguro de que el sujeto que hace este tipo de cosas es nuestro padre!
Shu: Bueno, tal vez sea cierto.
Yui: (Más bien, seguramente... solo pudo ser Karl Heinz quien es capaz de hacer algo así. )
(Pero, ¿por qué nos encerró en un lugar así? )
Ayato: Entiendo que es un mundo cerrado. Pero, ¿cómo podremos finalmente salir de aquí?
Reiji: —Es solo una suposición mía, pero si realmente esta es una tierra hecha por la mano de alguien...
Debería haber algún lugar central para guardar magia.
Yui: … ¡Ngh!
Reiji: Si realmente está construido como un mundo cerrado, debería estar equipado con un núcleo, el cual se supone que guarda magia y ocupa un espacio aquí.
Si podemos destruir la parte central de este mundo cerrado, también hay una posibilidad de romper con la situación actual.
Yui: ¿Realmente podremos salir de este mundo cerrado?
Shu: Si el poder de la magia es apagado, el espacio del mundo cerrado no puede continuar. Si eso pasa, podremos escapar de aquí.
Reiji: Aún no puedo decir nada. Incluso si lo rompemos, no necesariamente significa que podremos escapar a salvo.
Sería forzado contra el flujo de la magia. No sé lo que suceda si hacemos eso.
Yui: (En otras palabras—si no encontramos el núcleo, no podremos encontrar ninguna solución. )
Kanato: —Lamento interrumpir su charla, ¿pero no hay un ruido afuera?
Yui: ¿Qué?
Reiji: … Silencio. Parece que llegamos al límite de nuestro tiempo.
Ayato: … ¡Ngh! ¡Suena como que alguien se está acercando!
Reiji: Bueno, antes de escapar de este mundo, parece que nuestro primer paso será escapar de esta situación.
Yui: (Todos están apuntando hacia mí, Eva. Si ahora somos capturados, yo... )
Ayato: ¿Qué te preocupa? Tu cara se puso pálida otra vez.
Yui: Ayato-kun...
Ayato: Ya lo prometí, no dejaré que te pase algo. Prefiero morir antes de que eso suceda.
Yui: Sí, gracias, Ayato-kun. Gracias por alentarme.
Ayato: Sí, al fin sonríes otra vez. Asegúrate de caminar justo detrás de mí.
Ése viejo ya jugó lo suficiente con nosotros. Necesitamos escapar y enfrentar completamente la cara de nuestro padre.
Kanato: He, ¿es así? Eso suena emocionante.
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tucopaderon · 5 years
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No More Alcohol [AleMex]
- Wo bin ich...? (¿En dónde estoy...?) - Alemania se incorporó lentamente en lo que identificó como una cama, su cabeza dolía demasiado, nuevamente había bebido de más...
- Wie viel habe ich getrunken? (¿Qué tanto bebí?) - El pobre no podía ver nada, la habitación estaba muy oscura y no encontraba sus lentes, tentó toda la superficie de la cama, pero solo pudo sentir latas y botellas de lo que parecía haber bebido anoche, no pudo evitar hacer una mueca de disgusto.
Aún con el mundo dándole vueltas y con un horrible martillar dentro de su cabeza, el chico de bandera negra, roja y amarilla se levantó de la cama, solo para descubrir que estaba completamente desnudo, por suerte se encontraba solo en la habitación.
Después de una pequeña búsqueda entre los muebles de la habitación, Alemania por fin encontró sus queridos lentes, los cuales se encontraban en el mueble de la tele. Una vez los limpió con las sabanas de la cama, se los colocó con cuidado, logrando así que las sombras borrosas en el cuarto comenzaran a tomar forma.
Lo primero que vió fue toda su ropa desparramada por el suelo, había más de la que recordaba poder llevar encima, tal vez seguía sin ver bien, pues todas esas prendas en el suelo fácilmente cubrirían a dos cuerpos; pero él se encontraba solo.
El de grandes colmillos se acercó a lo que parecía una puerta, intentó abrirla, pero tenía seguro; al menos podía hacer una cosa o dos bien estando borracho. Tentó con cuidado la pared alrededor de la puerta, encontrando rápidamente el interruptor de la luz; el cambió repentino de iluminación lo hizo tambalearse en su lugar, su cabeza dolía aún más con tanta luz.
- Fluch... (Maldición...) - El alemán se talló ambos ojos, con cuidado de no manchar sus lentes, una vez creyó soportar la luz, abrió sus blancos ojos una vez más. Las vendas sobre sus muñecas no estaban, seguramente las había perdido estando ebrio. Alemania inspeccionó aquellas profundas marcas que se hacía cada vez que recordaba a su padre y sus acciones, había unas muy frescas y profundas cercas del codo, anoche había hecho nuevas marcas.
- Apaga la luz... - Un leve quejido salió de un lado de la cama, las sabanas estaban siendo jaladas hacía el suelo, el europeo se congeló en su lugar, no estaba solo. Preocupado, el alemán inspeccionó el resto de su cuerpo, había mordidas, chupetones y rasguños en su abdomen, brazos y piernas.
- Nein nein nein nein nein.... (No no no no no...) - El alemán se sostuvo la cabeza con fuerza, ya que esta comenzaba a dolerle a más no poder. El de lentes cayó sentado en el suelo, podía ver las vivas imágenes de lo que había pasado anoche, primero vió a un enojado EEUU arrastrándo a México, luego veía al mexicano llorando entre sus brazos, luego puede verlo sonrojado, con un hilo de saliva uniéndolos. - Nein! (¡No!) -
México se cubrió la cabeza con la sabana, estaba tan crudo como el otro chico, sus molestos quejidos en el idioma que no entendía, junto con la fuerte luz que atravesaba su protección de lana, le hacían doler horriblemente la cabeza; enojado, el pequeño país tricolor aventó la sabana contra la pared, podía ver por la ventana que todavía se encontraban envueltos en la noche, ¿porque chingados no lo dejaban dormir?
- A la verga contigo, ¡sigue siendo de noche, apaga la jodida luz! - México tomó la almohada debajo de él, para aventársela al chico que se encontraba negando con la cabeza contra el suelo. - Pinche vato ridículo, 'ta bien pue', ya apago la puta luz. - México intentó levantarse del suelo, nuevamente se había caído de la cama mientras dormía; el chico se apoyó de la cama, para luego empujar su cuerpo hacía arriba, pero un fuerte dolor en sus caderas lo mandó de nuevo al suelo. - Mierda... -
Alemania seguía negando en el suelo, el había sido virgen hasta aquella noche. - Was ist letzte Nacht passiert? (¿Qué fue lo que ocurrió anoche?) - El de mayor altura se quitó los lentes, los estaba ensuciando con sus lágrimas; volteó con la cara desfigurada a México, que se encontraba viéndolo incrédulo en la orilla de la cama.
- Neta, no te entiendo ni madres. Ya deja de lamentarte, que anoche fuiste tu el de la iniciativa. - El mexicano podía recordar la noche anterior sin ningún problema, se había puesto hasta el culo, si; pero estaba tan acostumbrando que su memoria no fallaba ni después de un barril entero de tequila.
- I- what?! (Yo- ¡¿qué?!) - México le aventó otra almohada, su cabeza no estaba de humor para ruidos fuertes e irritantes, mucho menos para los gritos graves de Alemania.
- Anoche te peleaste con el gringo, me metí y luego tu me sacaste, me metiste por entre los pasillos de tu casa y luego comenzaste a besarme, ¿es que acaso no puedes recordar ni un poco? - Alemania se maldijo en sus adentros, sabía que era malo con el alcohol, pero aún así había dado una fiesta con el alcohol suficiente para embriagar a todos los países; seguramente se había puesto depresivo para luego cambiar su tristeza por ira, razón por la que posiblemente se había peleado con el gringo.
Mientras el chico de lentes ponía cada pieza en su lugar dentro de su cabeza, México intentaba incorporarse, teniendo la cama como apoyo, el alemán realmente le había dado "duro contra el muro". Se acercó lentamente hasta Alemania, sin dejar de apoyarse en la cama, el chico de piel amarilla se encontraba en el suelo, entre la cómoda y la cama.
- Warum habe ich Mexiko mitgenommen? Ich habe so etwas noch nie gemacht.... (¿Porque tomé a México conmigo? Jamás he hecho algo como eso antes...) - México vió con curiosidad como el chico hablaba consigo mismo, se encontraba cruzado de piernas, con la mirada perdida en algún punto de la habitación. El mexicano se agachó con cuidado en el suelo, intentando no moverse mucho, pues sus caderas dolían con el más leve movimiento.
El alemán estaba demasiado sumido en su mundo, no notaba como el chico a su lado se escabullía entre sus piernas, terminando hecho bolita en su regazo desnudo, Alemania despedía un muy agradable calor corporal, México se sintió mucho mejor al lograr ser abrazado por el otro.
Alemania no se daba cuenta de sus acciones, seguía haciéndose una y mil preguntas en su cabeza, había sentido algo suave y fresco acomodándose entre sus piernas, era algo pesado, pero era realmente cómodo tener algo tan suave que abrazar. El de lentes apoyó su cabeza sobre la del más bajo, sin dejar de ver ese punto oscuro en la habitación, pero unas suaves palabras lo trajeron de vuelta a la escena con brusquedad, había olvidado donde y con quien se encontraba.
- ¿Te cortaste anoche? - México se encontraba acariciando su brazo izquierdo, rozando con cuidado cada cicatriz que el más alto se había provocado. Alemania vió confundido a México, le sorprendió lo dulce y atento que estaba siendo con sus autolesiones.
- I think I did. (Creo que lo hice.) - Alemania retiró con cuidado la mano de México de su fresca herida con su mano libre, no le gustaba que se preocuparan innecesariamente por él, no merecía tales tratos de preocupación y afecto. - Are you comfortable in my lap? (¿Estás cómodo en mi regazo?) - Alemania se sentía incómodo, ambos países seguían desnudos, sus pieles se encontraban siendo presionadas la una con la otra, el alemán no se sentía para nada cómodo con estar desnudo, pero el cuerpo entre sus brazos era bastante tentador, el mexicano tenía una perfecta figura digna de una mujer, una cadera ancha y una pequeña cintura, el tricolor sin emblema podía sentir su figura sin problemas, recorriendo sus manos sobre aquella blanca y fresca piel.
- Lo estoy, y mucho. ¿Podemos volver a dormir? - México puso sus manos sobre las de Alemania, deteniendo las caricias de este. Se sentía cansado, y la luz seguía provocándole fuertes dolores de cabeza.
- I'm sorry, but I want to find out why I slept with you. (Lo siento, pero quiero averiguar el porque dormí contigo.) - Alemania posó sus labios sobre el hombro izquierdo de México, no poseía de oportunidades como esa para ser cariñoso, no sabía que hacer respecto a su necesidad de besar y abrazar al pequeño cuerpo en sus brazos, así que simplemente se dejó llevar.
- Chingada madre... simplemente me tuviste ganas y ya, no es tan difícil de descifrar. - México inconscientemente movió su cabeza a la derecha, dejándole más camino a los suaves besos del alemán, debía admitir que le encantaba aquella sensación.
- It can't be just that, didn't you seduce me or something? (No puede simplemente ser eso, ¿no me sedujiste o algo?) - México se removió incómodo en el regazo de Alemania, no quería decirle la verdad, pero anoche él había sido el de la iniciativa, el cuerpo del alemán estaba muy bien trabajado, aunque con varias marcas de los abusos de su padre; la gran diferencia de altura entre ambos países tenía a México maravillado, al igual que la seriedad y calma del más alto; no quería contarle a Alemania acerca de su gran crush en él, pues el alemán era todo lo que buscaba en un hombre.
- Ya te dije que si. - México estaba completamente sonrojado, haciéndose bolita entre los brazos que lo rodeaban. Alemania podía sentirlo tensarse, el chico le ocultaba algo.
- Tell me it. (Dímelo.) - Alemania rozó sus colmillos en el hombro de México, dándole a entender que si no hablaba, recibiría un castigo.
El latino sintió varios escalofríos por su cuerpo, en especial en su miembro; la voz de Alemania había sido grave y sensual, la sensación a peligro lo tenía excitándose, pero el mexicano se negaba a dejar el secreto salir. No intentó escapar del ahora fuerte agarre de Alemania, quien atrapaba lentamente su hombro con su mordida de grandes colmillos, no lo mordía, sino que le daba su última advertencia con un leve apriete de su mandíbula sobre el más bajo.
México dejó que un pequeño quejido saliera de su boca, pues los grandes colmillos del otro comenzaban a hacer presión en su hombro. Alemania no podía controlarse, el lado sádico de su padre comenzaba a salir, aumentando rápidamente la fuerza con la que mordía a México, podía saborear la sangre que comenzaba a brotar de los pequeños agujeros que hicieron sus colmillos.
México dió un pequeño brinco en el regazo del alemán, mientras un suspiro se le escapaba de los labios; la brusquedad del más alto lo hacía retorcerse en excitación sobre su regazo, logrando que ambos penes comenzaran a levantarse.
Ambos países sintieron su cruda desaparecer, la tensión dentro del cuarto estaba lentamente siendo cambiada por un aire de lujuria.
Alemania apretó su mandíbula lo más fuerte que pudo en el hombro de México, haciendo que el pequeño diera un gran gemido, había descubierto el masoquismo de México.
Alemania retiró sus dientes con cuidado, con su corazón tan acelerado como el del chico a quien había mordido; el latino dejó escapar varios quejidos y gemidos mientras Alemania lamía y besaba la zona recientemente dañaba, se encontraba saboreando la sangre de México.
- A-alemania... agh... - México tenía su pene completamente despierto, aquella mordida lo había llenado de lujuria. El alemán no dijo nada, continuó mordiendo y besando el cuello de México, dejando nuevas marcas o empeorando las marcas que había hecho hace pocas horas cuando se encontraba borracho.
México se retorcía en el regazo del más alto, acariciando su pene con su trasero, no quería ser el único con una dolorosa erección. - Jetzt verstehe ich, warum ich mit dir geschlafen habe. (Ahora entiendo porque me acosté contigo.) - Alemania sonrió maliciosamente, con una gran sonrisa idéntica a las que daba su padre cuando seguía con vida. Tomó con fuerza cada muslo de México, poniéndolos sobre los suyos de manera que el latino estuviera completamente abierto de piernas en su regazo. El blanco líquido que ya hacía dentro de México comenzó a salir en una diminuta cantidad, cayendo sobre el gran pene que se presionaba contra su entrada.
México jadeaba y gemía en un tono muy agudo, los besos y caricias del alemán lo tenían a flor de piel, no podía esperar por ser nuevamente penetrado, solo que esta vez estaría totalmente consiente de ello.
Alemania tomó el rostro de México con su mano izquierda, volteándolo con brusquedad hacia él, para atrapar sus suaves labios en un intenso beso donde ambas lenguas luchaban por el control. El latino gemía entre los labios de ambos, pues el alemán comenzaba a entrar en el lentamente, sin ninguna prisa, disfrutando del agradable apretar de las paredes abusadas de México.
El de emblema de águila dejó unas pequeñas lágrimas salir, aún con el ano abierto por Alemania anteriormente, el mexicano podía sentir los músculos de su ano siendo estirados a más no poder. El alemán metió el resto de su pene en una fuerte estocada, aprovechando el grito de sorpresa del más bajo para morder su labio inferior.
Alemania estaba encantado con el sabor de los labios de México, este sabía a tequila con chocolate, quería poder saborear aquella bella combinación por el resto de su vida.
México arqueó su espalda contra el pecho de Alemania al ser levantado por los muslos, sacando casi por completo el pene del alemán de su interior; para que luego fuese jalado  con brusquedad por la gravedad hacia abajo, haciendo que el pene del alemán lo llenara de manera dolorosa y placentera.
Alemania comenzó a ser más rudo, los gemidos y quejidos de México lo alentaban a ser menos cuidadoso, a dejarlo adolorido hasta el día siguiente, a hacerlo disfrutar del dolor de manera placentera...
El alemán sacó por completo su pene del más bajo, para luego tirarlo con brusquedad de cara contra el suelo, le tomó ambas manos por la espalda y lo hizo ponerse en cuatro. México se excitó más, le encantaba que Alemania fuese rudo con él, quería que el más alto le destruyera el ano...
Alemania dejó caer su mano sobre el trasero de México, haciendo que una mezcla de placer y dolor saliera como grito de la boca del más bajo, su trasero estaba rojo y sensible por la primera vez de ambos, pero el más alto se encargaría de dejarlo morado. El alemán continuó dando fuertes nalgadas y mordidas contra la ahora rojiza y morada piel en las nalgas del mexicano, no estaba controlando bien su fuerza, los golpes estaban siendo demasiado fuertes y sonoros para el bien de México, pero este se encontraba al borde del orgasmo; los golpes y el peligro lo prendían mucho, en especial cuando eran acompañados por la grave y sensual voz del alemán quien gruñía y respiraba con dificultad.
México no tardó mucho en venirse, lo último que sintió antes de dejar caer su semilla al suelo fueron los afilados colmillos del alemán siendo enterrados sin piedad en su cadera. El pequeño México balbuceaba de la satisfacción, quería sentir más, quería sufrir más; y parecía que Alemania había escuchado sus pensamientos, pues lo sintió entrar de golpe en él, haciendo que su sensible y lastimada piel diera con fuerza contra las caderas del de lentes.
Alemania colocó ambos brazos de México a cada lado de su cabeza, para morder y rasgar con los dientes la espalda del latino, mientras seguía entrando y saliendo de su apretado agujero. El mexicano volvió a ponerse duro como una piedra, Alemania sabía perfectamente como llevarlo al borde de la locura en cuanto a placer.
Ambos estuvieron en aquella situación por largos minutos, con México gritando y gimiendo el nombre del más alto, mientras este llenaba su interior con su semilla; México se vino en su estómago, dejando que su espeso semen se escurriera hasta su pecho.
Alemania lo volteó con brusquedad, para luego lamer aquel líquido ácido y semitransparente mientras sus dientes desgarraban por descuido de él, la piel del más bajo. El alemán había caído a merced del mexicano, sus reacciones y sonidos de lujuria lo tenían maravillado, por nada del mundo dejaría que aquel pequeño cuerpo fuese de alguien más, México ahora era su propiedad.
- ¡E-ey! - México intentó remover al alemán de encima suyo, ya que se encontraba encajando sus uñas en la abierta piel del latino, haciéndolo llorar y gritar de dolor; estaba marcando a México como suyo con una gran cicatriz que jamás desaparecería. Había escrito 'mein' en letras mayúsculas en la cadera de México, abriendo las mordidas que había hecho ahí para darles la forma de cada letra.
- You are mine now. (Ahora eres mío.) - Alemania veía con seriedad al país debajo de él, iba muy en serio con lo que decía. México solo le sonrió adolorido. - Soy todo tuyo. - Acto seguido, el alemán le dió una de sus más grandes sonrisas, mostrando sus grandes colmillos, para luego atrapar la cara de México en un mar de besos; el pequeño debía acostumbrarse a los cambios bruscos de actitud de Alemania, pues aunque no fuera tan agresivo como su padre, tenía un carácter similar, solo que el alemán poseía una gran dulzura y encanto que no temía en mostrarle al mexicano.
Alemania se separó de México, levantándose del suelo; para luego tomar el pequeño cuerpo entre sus brazos, acomodarlo con extremo cuidado en la cama, y luego salir de su cuarto en su bata negra en busca del botiquín de emergencias, tenía que curar las heridas del más bajo.
Una vez fuera de su cuarto, pudo apreciar la magnitud de su fiesta, había vomito, botellas vacías y países inconscientes tirados por todos lados, el alemán sólo vió asqueado el desastre que tendría que levantar más tarde. Rápidamente caminó hasta el baño, donde dos países los cuales prefiero no identificar, se encontraban metidos en la tina, completamente desnudos. Tomó el botiquín y cerró la puerta con seguro al salir, para que nadie más viera la escena que él había visto.
Intentó pasar con cuidado por el montón de obstáculos que se interponían en su camino devuelta a su cuarto, pero una gran mano lo hizo detener su andar junto con un agudo grito interno; volteó asustado hasta aquella mano de color rojo, para luego ver la horrible mueca de incomodidad que tenía su amigo Rusia en la cara. El alemán sacudió su pie asqueado, el ruso estaba acostado sobre su propio vomito.
Alemania ignoró lo que sea que le dijo el de ushanka, para luego correr hasta su cuarto, ponerle seguro y disponerse a tratar del mexicano, quien se encontraba respirando tranquilamente mientras dormía. El alemán limpió y desinfectó todas las heridas de México, en verdad era un monstruo cuando tenía relaciones, el chico se encontraba cubierto de raspones, chupones, rasguños y mordidas, había sangre seca en todos lados. Alemania se disculpó con México aún si este no podía escucharle, se sentía mal por abusar así del delicado cuerpo contrario, pero simplemente no había podido controlarse. Una vez México estuvo lleno de benditas y bendajes, el alemán se dispuso a tratar sus propias heridas, las cuales eran los profundos cortes en sus brazos que había hecho estando ebrio, los cuales se habían abierto por la brusquedad de sus movimientos al tener relaciones con México. Limpió toda la sangre, desinfectó ambos brazos por completo y cosió las heridas, para luego tapar cada brazo con bendas.
- Das wird in der Vergangenheit liegen. (Esto se quedará en el pasado.) - Alemania subió ambos brazos al aire, juró mentalmente que nunca más se volvería a cortar, después de todo, ahora tenía a alguien a su lado.
- Ich hoffe du kannst meine Aggressivität beim Sex und meine bedingungslose Liebe aushalten. (Espero puedas soportar mi agresividad en el sexo y mi amor incondicional.) - Alemania besó los hinchados labios de México, para luego apagar la luz, quitarse la bata que llevaba puesta y luego acostarse junto a quien sería el amor de su vida.
⭐️💫⭐️💫⭐️💫⭐️💫⭐️
Chicos, hoy vengo inspirado.
Disfruten de mi OTP en este corto one-shot que me tomó mil años escribir.
Siempre emparejaré a México con países tranquilos o serios, mejor aún si son ambos.
Con amors, Ron. 💕
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«Un repentino pensamiento liberador», Kjell Askildsen.
Vivo en un sótano; lo cual es, se vea como se vea, resultado de que todo me ha ido cuesta abajo. El cuarto no tiene más que una ventana, y sólo la parte superior de esta se encuentra por encima de la acera; eso hace que vea el mundo exterior desde abajo. No es un mundo grande, pero a menudo tengo la sensación de que es lo suficientemente grande. Sólo veo las piernas y la parte inferior del cuerpo de los que pasan por delante de mi ventana, pero después de llevar cuatro años viviendo aquí, sé en la mayoría de los casos a quién pertenecen esos cuerpos y esas piernas. Eso se debe a que por este lugar hay poco tránsito; vivo casi al final de un callejón sin salida. Soy un hombre parco en palabras, pero, no obstante, de vez en cuando hablo conmigo mismo. Lo que digo en esas ocasiones son cosas que me parece necesario decir. Un día que estaba junto a la ventana y acababa de ver pasar la parte inferior del cuerpo del propietario del inmueble, me sentí de repente tan solo que decidí salir a la calle. Me puse los zapatos y el abrigo, y me metí las gafas para leer en el bolsillo, por si acaso. Luego salí. La ventaja de vivir en un sótano es que subes cuando estás descansado y bajas cuando llegas cansado a casa. Creo que es la única ventaja. Era un caluroso día de verano. Fui hasta el jardín próximo al ya desaparecido parque de bomberos, donde suelo poder sentarme en paz. Pero apenas me hube sentado, apareció un vejestorio de mi edad. Se sentó a mi lado, aunque había muchos bancos libres. Bien es cierto que había salido a la calle porque me sentía solo, pero no con la intención de hablar, sino sólo para cambiar de ambiente. Estaba cada vez más nervioso por si me decía algo, incluso pensé en levantarme y marcharme, pero adónde iba a ir, si era ese el lugar al que me había dirigido. Sin embargo el hombre no dijo nada, lo cual me pareció tan amable por su parte que sentí una predisposición positiva hacia él. Intenté incluso mirarlo, sin que se diera cuenta, claro. Pero se dio cuenta, porque dijo: —Tiene que perdonarme por decírselo, pero me senté aquí porque creí que me iba a dejar en paz. Si usted lo desea, puedo cambiarme de sitio. —Quédese —contesté, bastante perplejo. Obviamente no hice más intentos de mirarlo, me asaltó un profundísimo respeto por él. Y aún más respeto por mí mismo. No le hablé. Sentía algo raro por dentro, como una no—soledad, una especie de bienestar. Se quedó en el banco una media hora, luego se levantó con algo de esfuerzo, se volvió hacia mí y dijo: —Adiós y gracias. —Adiós. Y se marchó, con pasos extraordinariamente largos y los brazos ligeramente separados del cuerpo, como un sonámbulo. Al día siguiente a la misma hora..., no, un poco antes, volví al parque. Después de todas las reflexiones y especulaciones que me había hecho sobre él, me resultaba en cierto modo natural; apenas fue una elección libre, signifique lo que signifique ese concepto. Lo vi llegar, y lo reconocí a mucha distancia por su manera de andar. También ese día había más bancos libres, y me pregunté con cierto interés si se sentaría en el mío. Huelga decir que me puse a mirar hacia otro lado, fingiendo no haberlo visto, y cuando se sentó, aparentemente ni me fijé en él. Al parecer, él tampoco se fijó en mí; era una situación poco usual, una especie de no—encuentro no planificado. He de admitir que no sabía muy bien si quería que él dijera algo o no, y al cabo de media hora seguía sin saber si debía marcharme en primer lugar o esperar a que lo hiciera él. No es que fuera una duda incómoda, pues yo podía, en cualquier caso, quedarme sentado. Pero por alguna razón se me ocurrió que él me tenía agarrado, y por eso la decisión me resultó fácil. Me levanté, lo miré por primera vez y dije: —Adiós. —Adiós —contestó mirándome a los ojos. No había nada criticable en su mirada. Me marché, y mientras me alejaba, no podía dejar de preguntarme cómo calificaría él mi manera de andar, y en ese mismo momento tuve la sensación de que mi cuerpo se entumecía y mis pasos se volvían rígidos y entrecortados. Eso me irritó, he de admitirlo. Aquella noche, mirando por la ventana —no había gran cosa que mirar— pensé que si él llegaba al día siguiente, yo diría algo. Incluso pensé en lo que diría, cómo iniciaría aquello que posiblemente se convertiría en un diálogo. Esperaría como un cuarto de hora, y luego diría, sin mirarlo: «Ya es hora de que hablemos». Nada más que eso. Así él podría responder o no, y si no respondía, me levantaría y diría: «En el futuro, preferiría que se sentara usted en otro banco». Pensé muchas otras cosas también aquella noche, cosas que diría si llegábamos a entablar conversación, pero deseché casi todo por poco interesante o demasiado anodino. A la mañana siguiente, me sentía alterado e inseguro, incluso se me pasó por la cabeza la idea de quedarme en casa. Rechacé tajantemente la decisión de la noche anterior, si iba al parque no diría nada. Fui, y él acudió. No lo miré. De repente se me ocurrió que era extraño que siempre llegara menos de cinco minutos después que yo. Era como si me estuviera vigilando. Sí, sí, pensé, claro que sí. Vive al lado del parque de bomberos, me ve desde una ventana. No me dio tiempo a especular más al respecto, porque de repente el otro empezó a hablar. Lo que dijo, me hizo sentirme bastante mal, lo confieso. —Perdone —dijo—, pero si no tiene nada en contra, tal vez sea ya hora de que hablemos. No contesté inmediatamente, luego dije: —Tal vez. Si es que hay algo que decir. —¿No sabe si hay algo que decir? —Probablemente soy mayor que usted. —No lo descarto. No dije nada más. Sentí por dentro una desagradable inquietud relacionada con ese extraño cambio de papeles que había tenido lugar. Era él quien había iniciado la conversación y prácticamente con mis propias palabras, y fui yo quien contestó del modo en que me había imaginado que lo haría él. Fue como si yo pudiera haber sido él y él igualmente pudiera haber sido yo. Resultaba incómodo. Tenía ganas de marcharme. Pero como casi me había visto forzado, por así decirlo, a identificarme con él, me resultó difícil herirlo, o incluso ofenderlo. Transcurrió tal vez un minuto, entonces dijo: —Tengo ochenta y tres. —Entonces tenía yo razón. Transcurrió otro minuto. —¿Juega usted al ajedrez? —preguntó. —Hace mucho que no. —Ya casi nadie juega al ajedrez. Todos aquellos con los que jugaba al ajedrez han muerto. —Hace al menos quince años —dije. —El último murió este invierno. Aunque en realidad, él en concreto no supuso una gran pérdida, se había vuelto bastante memo. Le ganaba siempre tras menos de veinte movimientos. Pero le proporcionaba cierto placer, creo que fue el último placer que tuvo. Tal vez usted lo conociera. —No —me apresuré a contestar—, no lo conocía. —¿Cómo puede saberlo, si... ? Bueno, el cómo puede saberlo es asunto suyo. En eso estaba totalmente de acuerdo, y me entraron ganas de decírselo, pero ganó puntos por no haber terminado la pregunta. Noté que se volvía y me miraba. Siguió así un buen rato, me resultaba incómodo, de modo que saqué las gafas del bolsillo del abrigo y me las puse. Todo desapareció ante mis ojos: los árboles, las casas, los bancos, todo se esfumó en una neblina. —¿Es usted miope? —preguntó al cabo de un rato. —No —contesté—, al contrario. —Quiero decir..., ¿necesita usted gafas para ver de lejos? —No, al contrario. El problema lo tengo con lo que está cerca. —Ajá. No dije nada más. Entonces me di cuenta de que había apartado la mirada, así que me quité las gafas y volví a metérmelas en el bolsillo del abrigo. Él tampoco dijo nada más, de modo que cuando me pareció que había transcurrido un tiempo prudente, me levanté y dije cortésmente: —Gracias por la conversación. Hasta la vista. —Hasta la vista. Ese día me alejé con pasos más firmes, pero cuando llegué a casa y me hube tranquilizado, me precipité de nuevo a planificar mi siguiente encuentro con él. Daba vueltas por la habitación ideando una serie de absurdos, y también alguna que otra sutileza; es cierto que me sentía un poco superior a él, aunque, al fin y al cabo, lo consideraba mi igual. Aquella noche no dormí bien. Cuando todavía era lo suficientemente joven como para creer que el futuro podía depararme sorpresas, de vez en cuando dormía mal, pero de eso hace mucho tiempo, fue antes de tener claro, completamente claro, que el día de la muerte nada importa haber tenido una vida buena o mala. De modo que el hecho de no haber dormido bien aquella noche me inquietaba y me sorprendía. No había comido nada que hubiera podido causarme insomnio, sólo un par de patatas cocidas y una lata de sardinas; con eso había dormido perfectamente muchas veces antes. Al día siguiente, él no llegó hasta que hubo transcurrido casi un cuarto de hora. Yo había empezado a perder la esperanza, era un sentimiento poco usual el de tener esperanza que perder. Pero entonces llegó. —Buenos días —dijo. —Buenos días. Y no dijimos nada más en un buen rato. Yo sabía muy bien qué decir si la pausa se hacía demasiado larga, pero preferí que él hablara primero, y así fue: —¿Su mujer... vive todavía? —No, hace mucho que ya no vive, más bien la he olvidado. ¿Y la suya? —Hace dos años. Hoy. —Ah. Entonces hoy es una especie de día de luto. —Bueno. Con la pena ya no se puede hacer nada. Pero no lo conmemoro yendo a visitar su tumba, si es a lo que se refiere. Las tumbas son una mierda. Perdone. No han sido palabras muy decorosas. No contesté. —Perdone —repiti6—, tal vez le haya ofendido, no ha sido mi intención. —No me ha ofendido. —Bien. Podría usted haber sido religioso. Yo tenía una hermana que creía en la vida eterna. ¿No le parece el colmo de la vanidad? De nuevo se me ocurrió pensar que aquel hombre estaba recitando mis propias frases, y por un instante fui lo suficientemente necio como para pensar que todo era una invención mía, que él no existía, que en realidad estaba hablando conmigo mismo. Y supongo que fue esa necedad la que me llevó a hacerle una pregunta completamente irreflexiva: —¿Quién es usted realmente? Por fortuna, no respondió enseguida, de modo que tuve tiempo para repararlo un poco: —No, lo ha entendido mal. En realidad no le estaba hablando a usted. Sólo fue algo que se me ocurrió. Noté que me miraba, pero esta vez no saqué las gafas. Dije: —Por otra parte, no quiero que crea usted que tengo por costumbre hacer preguntas que no tienen respuesta. Continuamos callados. No era un silencio sereno; tenía ganas de marcharme. Dentro de dos minutos, pensé; si no ha dicho nada en dos minutos, me iré. Y me puse a contar los segundos para mis adentros. Él no dijo nada, y yo me levanté justo a los dos minutos. También él se levantó en ese momento. —Gracias por la conversación —dije. —Lo mismo digo. Sólo falta que quiera usted jugar al ajedrez. —No creo que le proporcionara mucho placer. Además, sus adversarios tienen por costumbre morir. —Ya, ya —contestó, de pronto parecía ausente. —Hasta la vista —dije. —Hasta la vista. Aquel día me encontraba más cansado que de costumbre al llegar a casa. Tuve que tumbarme en la cama. Al cabo de un rato dije en voz alta: «Yo soy viejo. Y la vida es larga». Cuando me desperté a la mañana siguiente estaba lloviendo. Sería demasiado suave decir que me sentí decepcionado. Pero como el día avanzaba y la lluvia no cesaba, vi claro que tendría que ir al parque, pasara lo que pasara. No podía hacer otra cosa. No es que me importara que él acudiera o no; no era eso. Sólo que si él llegaba, yo quería estar, tenía que estar. Y cuando me senté en el banco mojado bajo la lluvia, incluso tenía la esperanza de que no acudiría; había algo revelador, algo descarado en estar sentado en un parque completamente solo bajo la lluvia. Pero él acudió. ¡Ya lo sabía yo! A diferencia de mí, llevaba un impermeable negro que le llegaba casi hasta los pies. Se sentó. —Desafía usted al mal tiempo —dijo. Obviamente lo dijo como un simple comentario, pero debido a lo que yo estaba pensando justo antes de llegar él, me pareció un comentario un poco impertinente, de modo que no contesté. Noté que me había puesto de mal humor y que me arrepentía de haber ido. Además, empecé a mojarme, el abrigo me pesaba, había algo ridículo en estar allí sentado, por eso dije: —Sólo salí a tomar un poco el aire, pero me he cansado. Soy un hombre viejo —y añadí, para que no se imaginara nada—: uno tiene sus costumbres fijas. Él no dijo nada, y eso, por irracional que pueda parecer, me resultó provocador. Y lo que dijo por fin, tras una larga pausa, no contribuyó precisamente a suavizarme. —A usted no le gustan mucho las personas, ¿o me equivoco? —¿Gustarme las personas? —contesté—. ¿Qué quiere decir con eso? —Bueno, son cosas que se dicen. No ha sido mi intención importunarle. —Claro que no me gustan las personas. Y claro que me gustan las personas. Todavía si me hubiera preguntado si me gustan los gatos o las cabras, o las mariposas, si quiere..., pero las personas. Da lo mismo, porque conozco a muy pocas. Me arrepentí inmediatamente de la última frase, pero por suerte él no reparó en ella. —Vaya, vaya —dijo—. ¡Cabras y mariposas! Lo oí sonreír. Tuve que admitir que me había mostrado innecesariamente negativo, de modo que dije: —Si quiere usted una respuesta general a una pregunta general, entonces le diré que me gustan las cabras y las mariposas mucho más de lo que me gustan las personas. —Gracias, he captado hace mucho lo que quería decir. Procuraré ser más preciso la próxima vez que me atreva a preguntarle algo. Lo dijo amablemente, y no exagero si digo que me arrepentí, aunque era el mal humor lo que me había vuelto tan contumaz. Y porque me arrepentí, dije algo de lo que también me arrepentí enseguida. —Perdone, pero ya casi sólo me quedan las palabras. Perdone. —En absoluto. La culpa es mía. Debería haber pensado en quién es usted. Me sobresalté. ¿Sabía él quién era yo? ¿Iba todos los días allí porque sabía quién era yo? No lo pude remediar, me puse tan nervioso e inseguro que automáticamente metí la mano en el bolsillo del abrigo en busca de las gafas. —¿Qué quiere decir? —pregunté—. ¿Me conoce? —Sí. Aunque conocer... lo que se dice conocer, no. Nos hemos visto antes. No me di cuenta la primera vez que me senté en este banco. Pero poco a poco he ido descubriendo que lo había visto antes, aunque no logré situarlo hasta ayer. Dijo usted algo y, de repente, lo reconocí. Pero ¿no se acuerda de mí? Me levanté. —No. Lo miré fijamente. No sabía si lo había visto alguna vez. —Soy... fui su juez. —Usted, usted... No pude decir nada más. —Siéntese, por favor. —Estoy mojado. Ah sí. Fue usted... Fue usted el... Bueno, adiós, tengo que irme. Me marché. No fue una salida muy digna, pero me sentía estremecido, anduve más deprisa de lo que lo había hecho en muchos años, y cuando llegué a casa, apenas tuve fuerzas para quitarme el abrigo empapado antes de tirarme en la cama. Tenía fuertes palpitaciones y decidí no volver al parque nunca más. Pero cuando mi pulso volvió a palpitar de un modo normal, también empezaron a hacerla mis pensamientos. Acepté mi reacción, algo oculto había vuelto a emerger a la luz, me habían pillado por sorpresa, eso era todo. Era comprensible. Me levanté de la cama, y puedo, con cierta satisfacción, afirmar que había recobrado del todo mi propio yo. Me puse bajo la ventana y dije en voz alta: «Él volverá a verme». Al día siguiente hacía buen tiempo, lo cual fue un alivio, y el abrigo estaba prácticamente seco. Fui al parque a la misma hora que de costumbre, él no debía notar ninguna irregularidad en mí que le hiciera pensar que me llevaba ventaja. Pero cuando me acerqué al banco, ya estaba allí. Así que era él quien mostraba una conducta irregular. —Buenos días —dijo. —Buenos días —contesté mientras me sentaba, y como para coger el toro por los cuernos, añadí enseguida: —Pensé que tal vez no vendría usted hoy. —Bravo —dijo—. Uno cero para usted. Esa respuesta me satisfizo; él era mi igual. —¿Se sentía usted a menudo culpable? —pregunté. —No entiendo. —¿Se sentía a menudo culpable como juez? Pues era su profesión el adjudicar a otros la suma necesaria de culpa, ¿no? —Mi profesión era dictaminar la culpabilidad basándome en la evaluación de otras personas. —¿Intenta usted disculparse? No es necesario. —No me sentía culpable. Pero, en cambio, me sentía a menudo a merced de la inflexibilidad de la ley, como en su caso. —Sí, porque usted no es supersticioso. Me miró. —¿Qué quiere decir ahora? —preguntó. —Sólo los supersticiosos opinan que la misión de un médico es prolongar el sufrimiento de seres marcados por la muerte. —Ya, ahora entiendo. ¿Pero no le da miedo que se pueda abusar de la legalización de la eutanasia? —Por supuesto que no se puede abusar de una legalización. Porque entonces la eutanasia ya no sería eutanasia, sino asesinato. No contestó. Lo miré de reojo. Tenía una expresión hosca, impenetrable. No me importaba. Bien es verdad que no sabía si su hosquedad se debía a algo que yo había dicho, o si simplemente era así; no podía saberlo, pues no lo había mirado prácticamente nunca. En ese momento me entraron ganas de recuperar lo perdido y escudriñarlo, y lo hice sin disimulo, volví la cabeza y miré fijamente su perfil; eso era lo menos que me podía permitir ante aquel hombre que me había condenado a varios años de cárcel. Incluso saqué las gafas del bolsillo del abrigo y me las puse; no hacía falta, lo veía bien sin ellas, pero sentí un repentino deseo de provocarlo. Era algo tan impropio de mí mirar con tanto descaro a una persona que por un instante me sentí ajeno a mí mismo; era una sensación rara, pero en absoluto desagradable. Y el romper con mi habitual conducta tuvo un sorprendente efecto de contagio. Me reí por primera vez en muchos años; seguramente suena horrible. Y él dijo, sin mirarme, pero en un tono brusco: —No me importa de qué se está riendo, pero no parece que se esté divirtiendo, y es una pena, pues, por lo demás, es usted una persona sensata. Me sentí inmediatamente más indulgente y, además, un poco avergonzado. Aparté mi mirada de su perfil enfadado y dije. —Tiene usted razón. No ha sido una risa buena. No quise darle más. Permanecimos callados; pensé en mi vida miserable y me puse melancólico. Me imaginé el hogar del juez, con cómodos sillones y grandes bibliotecas. —Tendrá usted ama de llaves, ¿no? —Sí. ¿Por qué me lo pregunta? —Simplemente intento imaginarme la vida de un juez retirado. —Ah bueno, no es gran cosa. Inactividad, ¿sabe usted?, días largos y pasivos. —Sí, el tiempo no quiere moverse. —Y es lo único que queda. —Ese tiempo que se hace demasiado largo, tal vez lleno de enfermedad, que lo hace aún más largo, y luego se acaba. Y cuando por fin llegamos a ese punto pensamos: qué vida más absurda. —Bueno, absurda... —Absurda. No contestó. Ninguno de los dos dijimos nada más. Al cabo de un rato me levanté. A pesar de la soledad que sentía, no quería compartir con él mi tristeza. —Adiós —dije. —Adiós, doctor. La tristeza produce sentimentalismo, y la palabra doctor, sin atisbo de ironía, me alcanzó como una ola de calor. Me di rápidamente vuelta y me alejé muy deprisa. Allí y en ese momento supe que iba a morir. No estaba sorprendido. Como máximo, estaba sorprendido de no estar sorprendido. Y de repente me habían abandonado la tristeza y el sentimentalismo. Aminoré el paso. Necesitaba por dentro una serenidad que exigía lentitud. Al llegar a casa, aún con una lúcida serenidad por dentro, saqué papel de escribir y un sobre. En el sobre escribí: «Al juez que me condenó». Luego me senté junto a la pequeña mesa en la que suelo comer, y empecé a escribir esta historia. Hoy he ido al parque por última vez. Estaba de un humor extraño, casi arrogante. Tal vez se debía a ese inusual placer que había sentido al poner palabras a mis anteriores encuentros con el juez, o tal vez a que no había dudado ni un instante de mi decisión. También hoy él estaba allí sentado cuando llegué. Parecía atormentado. Lo saludé con más amabilidad que de costumbre, me resultó completamente natural. Me miró, como para averiguar si lo decía en serio. —Bueno —dijo—, ¿tiene usted mejor día hoy? —Pues sí, hoy tengo un buen día. ¿Y usted? —Gracias, razonablemente bueno. Entonces, ¿ya no opina que la vida es absurda? —Ah sí, completamente absurda. —Hum. Yo no habría podido vivir con un conocimiento de ese tipo. —Bueno, se olvida usted del instinto de conservación, es un instinto duro de roer que ha destrozado muchas decisiones sensatas. No contestó. Yo no pensaba quedarme mucho tiempo, de modo que tras una breve pausa dije: —Ya no volveremos a vernos. He venido a despedirme. —¿Ah sí? Qué pena. ¿Se va de viaje? —Sí. —¿Y no va a volver? —No. —Hum. Bueno. Espero que no le parezca inoportuno que le diga que echaré de menos nuestros encuentros aquí. —Es muy amable por su parte. —El tiempo será más largo. —Hay hombres solitarios sentados en muchos otros bancos. —Bueno, usted entiende muy bien a lo que me refiero. ¿Puedo preguntarle adónde va? Alguien dijo que la persona que sabe que va a morir en un plazo de veinticuatro horas se siente libre para hacer lo que sea, pero eso no es verdad, incluso en esa situación, uno es incapaz de actuar en contra de su naturaleza, de su ego. No es que el haberle dado una respuesta abierta y sincera hubiera ido en contra de mi naturaleza, pero de antemano había decidido mantenerle oculto el destino de mi viaje, así que para qué alterarlo, al fin y al cabo era mi único allegado, por así decirlo. Pero ¿qué podía contestarle? —Ya lo sabrá —contesté por fin. Lo noté algo desconcertado, pero no dijo nada. Se metió la mano en el bolsillo y sacó la cartera. Rebuscó un instante y luego me dio una tarjeta de visita. —Gracias —dije, y me la metí en el bolsillo del abrigo. Sentí que debía marcharme. Me puse de pie. Él hizo lo mismo. Me tendió la mano. —Qué le vaya bien —dijo. —Gracias, lo mismo le digo. Adiós. —Adiós. Me marché. Me pareció que él no volvía a sentarse, pero no me di vuelta para comprobarlo. Me fui tranquilamente a casa, no pensaba en nada en especial. Algo me sonreía por dentro. Cuando bajé al sótano, me quedé un rato debajo de la ventana mirando la calle vacía, luego me senté a concluir esta historia. Pondré la tarjeta de visita del juez encima del sobre. Ya he acabado, dentro de un momento doblaré las hojas y las meteré en el sobre. Y ahora, justo antes de que suceda, ahora que voy a realizar el único acto definitivo que el ser humano es capaz de efectuar, hay un pensamiento que hace sombra a todos los demás: por qué no he hecho esto hace mucho tiempo. Autor: Kjell Askildsen
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beth-nisha · 4 years
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CAPITULO 1
Sentía la sangre recorrer mi cuerpo , además de ira, contra aquel que simplemente me uso como una marioneta, tenía ganas de gritarle hasta que no me quedara voz o golpearlo hasta verlo caer, o llorar para desahogarme, pero, lo único que pude hacer fue.... gritarle tan alterado que ni siquiera me reconocí yo mismo- ¿¡PERO QUÉ HAS HECHO!?...¡EL PLAN, ERA TRAER PAZ!...¡NO DESTRUIR TODA UNA CUIDAD!
Resulta, que solo hablo....de tal forma, como si dijera" Solo comí unos cuantos panes de más" respondió tan calmado, que me daban ganas de ahorcarlo,solo de escucharlo,
-De todas formas tenían algo que nos pertenecía, solo adelante su extinción.... Unos cuantos menos-
Mi corazón latía demasiado rápido a tal grado que sentía que se me saldría, volví a gritar aunque en realidad no servía de nada, todos estaban muertos,
-! LA MAYORÍA ERAN NIÑOS ADEMÁS DE EMBARAZADAS !....-
Y con voz ronca por tanto gritar, solo dije, más bajo casi un susurro
-Y todo por una piedra....-
-O vamos no seas sentimental.... Además tú ya no servirás y en unos momentos estarás igual que ellos-
Después con un solo movimiento de su mano apuntándome y con la palabra que acabó con todos ellos y por lo visto, conmigo también,
-Mátenlo-
Su enorme ejército se abalanzó contra mí, eran demasiados, que con recorrer la vista veías millones de ellos, al principio me recorrió un escalofrío en todo mi cuerpo, a tal grado que mis piernas se volvieran gelatina, pero decidí morir, con un maldito honor, me mantuve de pie en pose de batalla y al momento de atacar me golpearon lo suficiente fuerte para ver telón un negro enfrente de mis ojos y ya no ver nada más.
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Me desperté de golpe, sentía mi cuerpo adolorido, especialmente mi pierna derecha con un buen moretón, al principio no entendía exactamente dónde estaba, pero a los minutos caí en cuenta que estaba en el bosque.
Mi mente estaba en blanco no recordaba nada, ni siquiera mi nombre, algo, que la verdad, no es muy agradable. Intenté ponerme de pie apoyándome en un árbol, me cayo en la cabeza algo como una piedra y después supe que era una nuez y una ardilla que me observaba, algo que la verdad no tome importancia, ya que al instante se largo con su esponjosa cola.
Entonces vi aproximadamente metro y medio, una mochila que cuando me acerqué mi sentido del olfato entró en acción, ya que olí algo amargo como si se estuviera hechando a perder comida algo que con solo el olor daban ganas de vomitar, o por lo menos,la sensación que me recorría la garganta, me acerqué hasta ella y me senté para poder ver que tenía dentro, había varias cosas, entre ellas, unas esferas, muy extrañas con símbolos tipos Mayas, también descubrí una libreta pequeña con varios notas que no me moleste en revisar,y un mapa algo arrugado y roto por la mitad, una barra, además de unas agujas bastantes grandes, y entonces, descubrí el motivo de aquel horrible olor, comida, efectivamente con bastante tiempo de no ser comestible y lo peor de todo es que tenía algo de hongo, por lo que al instante me aparté de esa desagradable imagen, después me di cuenta que mi pantalón estaba roto, y que portaba una camisa azul rey, un color que me gustaba.
Al momento me levanto, y llevo la mochila conmigo, y me emprendo en un viaje a través del bosque, después de unos minutos, me encuentro un sendero así que decido seguirlo. A pesar de todo, mi pierna no me ha fallado y puedo caminar con normalidad aunque este algo adolorido, en un momento a otro el bosque ha desaparecido y ahora es una llanura, con solo pasto y el aire que recorre mi cuerpo, algo que con el clima soleado, fue bastante relajante , y entonces enfrente de mí, un río, que para ser honesto me daban ganas de meterme y nadar, hasta más no poder, ya que el agua estaba cristalina, pero descarte la idea al ver la impresionante rapidez a la que aquella agua fluía, y entonces me percaté del otro lado, un desierto total.
Vi a mi izquierda y derecha y ahí estaba un árbol que me tentaba a sentarme, y comer de aquellas naranjas de sobresalían de sus hojas, así que al instante mi estómago me delató con un gran gruñido ya que desde que desperté no había probado bocado, así que decidí sentarme en aquel lugar y al momento mi espalda de relajo y el olor de aquel fruto me invadía, tome unos cuantos y procedí a comer lento para disfrutarlo, además de todo aquellas naranjas estaban jugosas, por lo que su jugo me recorría la garganta y me tranquilizaba el estomago, después el calor fuerte, y mi hambre saciada empecé a bostezar, por lo que no vi mal el dormir un momento. Cuando desperté el río ya no llevaba tanta agua, no supe cuanto dormí exactamente, pero lo que sí sé, es que tenía que avanzar ya que aquel mapa que estaba en mi mochila me lo indicaba, tome más fruto y lo guarde en mi mochila además de recoger agua, ya que no tenía planeado morir de sed en medio de un desierto, me metí en el río y como sospechaba estaba fría, pero no era un frío que te cala a los huesos, si no uno que simplemente hace que te den ganas meterte de cuerpo entero, pase aquel río y me encaminé en ese desierto al que no le veía fin, camine y camine que en un momento dado cuando miré hacia atrás ya no estaba aquel árbol, decidí ponerme tela en la cabeza, por qué, no quería tener insolación y andar como un zombi, a los pocos minutos empecé a sentir mucho viento, algo que al principio me agrado, ya que con ese calor ¿quien no quiere sentir aire que lo refresque ? Pero después comprendí que no era muy agradable, ya que la arena me atacaba los ojos y mi instinto me dijo "HE VOLTEA " así que lo hice, y entonces, vi aquella tormenta de arena que con cada segundo que pasaba, más grande y cerca se veía, no lo pensé dos veces y heche a correr con las fuerzas que tenía en ese momento, hasta olvide el calor en esos momentos de adrenalina.
A los pocos metros mi salvación se presentó, un arco que piedra, que si me ponía detrás de él por lo menos no tendría toda la arena encima de mi, al momento me puse de tras, pero, no era el único, ya que justo cuando llegue vi aquel cadáver con ojos grandes como platos, de un tono gris que con solo verlos me recorría un sensación extraña en el cuerpo, y su piel tan seca como el de un lagarto, además de su labios sin vida tan blancos como la nieve, al instante supe que estaba muerto, pero aparte tenía un arco y sus flechas se veían desgastadas, estaba recargado contra aquella pared y sus pies estirados, la verdad no quería saber cuánto tiempo llevaba ahí, y no es como que me pusiera a investigar, pero recordé mi propósito de estar allí, el no morir consumido por la arena, me senté junto a él he intente taparme la cara con las manos, con tal de que la arena no entrará en mis pulmones, aquel aire cada vez se intensificaba, y por reacción y el querer compañía, tome la mano de aquel extraño, ya que ni siquiera podía ver entre tanta arena mi propia mano estirada con la de esa persona, pasó la arena aunque el viento seguía, y después quite mi mano rápidamente de la de el, pensé " espero que no tuviera algún enfermedad contagiosa" pero al parecer ese no fue mi único problema, pues aparte de todo, con aquel aire, trono algo detrás de mí, si exacto, la piedra que era mi salvación ahora se estaba cayendo a pedazos y pensé " por lo visto me persigue la desgracia" pero al querer levantarme aquellas piedras se vinieron abajo.
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Chic@s este es el primer capítulo de una larga e interesante historia, así que no se la pierdan!! , ya que estaré subiendo nuevos cada semana. Y, claro si quieren comic en webtoon se estará subiendo próximamente :O
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