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#sepultados
villings · 2 years
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Un beso de estramonios y alhelíes, tan dulce y a la vez veneno y nieve, caliente flor o musgo sorprendido por la herrumbrosa niebla del pasado; un roce de amapolas y de plumas que nutren con certero humo las sombras postradas en los páramos desiertos y estériles al sueño de centurias. El tiempo irremediablemente arcano es cáliz destinado al sacrificio pomposo de los días sepultados en cieno de nostalgias y embalajes. Oh, dónde se perdieron las valijas antiguas y olvidadas y el enigma creado en el insomnio de lo obscuro. A dónde recurrir, dónde, vencido, saciar la sed de agua no llovida, de eterna soledad sobre el alféizar.
Juan José Vélez Otero
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parasitic-saint · 6 months
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the things i would do to this christ
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i'm just saying he wouldnt be able to rise up again on the 3rd day
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sonhos-sepultados · 1 year
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Eternizar-te.
Se algum dia eu te amei
saiba que você será eterno em mim.
A excitação esfria, o tempo passa, o amor acaba.
mas eternizo-te em meus versos
há um pedaço da tua alma em cada palavra.
Se algum dia você me machucou
a dor também será eterna.
Não no meu peito, mas nos versos que escrevi 
traduções fajutas da minha agonia interna.
Tua lembrança pode não rondar a minha mente 
tampouco você vai se lembrar de mim
mas a tua memória aqui vive
linha por linha, num legado sem fim.
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apun59-59 · 1 year
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Escogido de luto ante deceso del estelar Jesús Rojas Alou Santo Domingo, República Dominicana (Apunte.com.do). - Los restos del inmortal del deporte dominicano, Jesús Rojas Alou serán expuesto este sábado, a partir de las 2:00 de la tarde en la Funeraria Jardín Memorial de la avenida 27 de febrero, así como el domingo de 8:00 de la mañana a 1:00 de la tarde y luego recibir&aacut
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Recorrido de la procesión del Señor Sepultado de Santo Domingo por sus 50 años de consagración
¡Visitará cada "Sepultado" y "Yacente" del Centro Histórico! aquí el recorrido
Este 11 de marzo será parte del libro de oro dominico, pues se realizará el recorrido de la procesión del Señor Sepultado de Santo Domingo conmemorando 50 años de su consagración, aquél lejano 11 de marzo de 1973. Y para que puedas participar con toda la familia y llegar a su encuentro, te compartimos todos los detalles del cortejo procesional del Cristo del Amor. Aquí encontrarás:Puntos de…
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enmnoticias · 1 year
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TRABAJADORES QUEDAN SEPULTADOS Y SOBREVIVEN
Huatusco, Ver.– Dos obreros que trabajan en la obra de introducción de la red de drenaje en la colonia Enrique Trejo quedaron sepultados tras registrarse un deslave. Los lesionados responden a los nombres de Luis angel Villalobos, de 27 años de edad y José Alfonso Vichique Galindo, de 47 años, con domicilio en la colonia Trejo. Los hechos se registraron la tarde de este viernes, cuando los…
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legendarytragedynacho · 2 months
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The Paricutin Volcano and the Ruins of the Sanctuary of the Lord of Miracles. San Juan Parangaricutiro, Michoacan, Mexico. In the 1940s San Juan Parangaricutiro was consumed by lava, until it was completely buried, leaving only part of the old Sanctuary of the Lord of Miracles standing.
El Volcán Paricutín y las Ruinas del Santuario del Señor de los Milagros.  San Juan Parangaricutiro, Michoacán, México.
En los 40s San Juan Parangaricutiro fue consumido por la lava, hasta quedar completamente sepultado, quedando únicamente en pie parte del antiguo Santuario del Señor de los Milagros.
📷 photography by Juan Rulfo
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caostalgia · 3 months
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Me busca pero no me encuentra, sufre y llora detrás de la puerta, se arrodilla a mis espaldas y con lechuzas cartas manda, un fantasma ya superado y olvidado, ya velado y sepultado, por siempre lamentará no haberme valorado.
-Tinx
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refeita · 8 months
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ela disse adeus
Lágrimas negras com rímel, lenços e mais lenços diante do espelho sujo. Se despedia do banheiro, do aparelho de barbear, das escovas juntas e do próprio rosto. Não havia tristeza real no ritual, apenas a certeza vazia da melhor escolha sem sinais de amor. Este já sepultado e esquecido, perdido nas mais longas conversas sobre o que era o veneno entre as flores. Ela disse mais uma vez o que podia, o que queria, o que precisava. Ela repetiu como prece as juras, tentou se convencer da mudança, até que morressem todas as borboletas. Ele se perdeu em justificativas, como se ainda houvesse pelo que lutar. Sempre o último a saber. Então ela chorou no banheiro, em frente ao espelho que não veria outra vez. Chorou por ninguém, só porque é triste o fim. Outro amor se acabou.
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neuroconflictos · 1 month
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"Hasta los veintiocho años tuve una especie de “yo” que permanecía sepultado, que no sabía que podía hacer otras cosas, aparte de preparar salsa blanca y cuidar bebés. No tenía noción de que poseía algún tipo de profundidad creativa. Era víctima del “sueño americano”: burgués y de clase media. Todo lo que deseaba era un pedacito de vida: casarme, tener hijos. Pensaba que las pesadillas, las visiones y los demonios se apartarían si había suficiente amor como para abatirlos. Hacía mi mejor esfuerzo por llevar una vida convencional, porque así fue como me criaron, y eso era lo que mi esposo quería de mí. Pero una no puede levantar pequeñas cercas blancas para dejar fuera las pesadillas. Todo se quebró cuando estaba por cumplir veintiocho años. Tuve una crisis psicótica y traté de matarme".
— Anne Sexton
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sonhos-sepultados · 1 year
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Disponível pra você.
Você ainda falaria tanto comigo 
se eu não fosse tão disponível?
Mergulhada num mar de ilusões, me prendo a fantasia
numa busca incessante de enganar a dor. 
Me boto a disposição, como quem não sabe o seu valor
pois é isso que me pede o coração.
O celular vibra, é mensagem tua. Meu peito vibra em sintonia.
te desculpei, estou aqui
disponível pra você.
Os dias passam, nada muda... você não sabe o que quer.
mas sei o que você não quer
e me nego a enxergar.
Você me trataria de maneira tão especial
se eu não fosse tão disponível?
Reconheço o carinho e a atenção que me dá
quando não tem nada melhor pra fazer.
Será que pensa em mim nos demais momentos também?
Ou só me mantém ali,
quietinha,
disponível pra você?
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Aquel fuego que ardía en mi interior a quedado sepultado en el pasado y hoy solo yacen las cenizas del amor que te profesaba con tanta demencia. Un amor que no vio nacer la luz del sol.
Minne
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rafaelmartinez67 · 3 months
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Si para recobrar lo recobrado
debí perder lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado,
Porque después de todo he comprobado
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido.
Porque después de todo he comprendido
que lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado
(Francisco Luis Bernardez)
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Bus para la procesión del Señor Sepultado de la Escuela de Cristo el 5 de noviembre
¡Este sábado 5 de noviembre nos vamos a la Antigua Guatemala! Aquí te decimos el valor del pasaje:
En la Antigua Guatemala, una de las procesiones más esperadas con devoción por el misticismo y representación que ésta conlleva con nuestros seres queridos es la procesión del Señor Sepultado de la Escuela de Cristo. Y como el proyecto de Cucurucho en Guatemala es de todos ustedes, hemos hecho externa la convocatoria para que nos acompañes a esta tradicional procesión. Te la pasarás genial, con…
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notasfilosoficas · 6 months
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“Acá hay tres clases de gente: la que se mata trabajando, las que deberían trabajar y las que tendrían que matarse”
Mario Benedetti
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Fue un escritor, poeta, dramaturgo y periodista uruguayo, nacido en Paso de los Toros en mayo de 1920.
Fue hijo de Brenno Benedetti y Matilde Farrugia, quienes lo bautizaron con el nombre de Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia.
Vivió en Paso de los Toros los primeros tres años de su vida, y cambió de residencia a Tacuarembó por asuntos de negocios de su familia.
Estudió de manera incompleta hasta la secundaria en 1935 en donde abandonó la misma por problemas económicos, continuando de manera libre.
A los 14 años trabajó en una empresa de repuestos para automóviles, y posteriormente se desempeñó en múltiples oficios para ganarse la vida.
En 1946, se casó con Luz Lopez Alegre, con quien permanecería casado hasta el fallecimiento de ella en el 2006.
En 1944, dirigió una revista literaria y publicó un libro de ensayos integrados. En 1945 se unió al equipo de redacción de un semanario en dónde permaneció hasta 1974, año en que fue clausurado por el gobierno de Juan María Bordaberry quien fuera presidente constitucional de 1972 a 1973 y dictador de 1973 a 1976.
A partir de 1950, se convirtió en uno de los miembros del consejo de redacción de una de las revistas mas destacadas de la época, y en 1964 trabajó como crítico de teatro, y en una pagina literaria semanal de un diario.
Por su posición política y tras el golpe de estado de 1973, Benedetti abandonó Uruguay exiliándose en Buenos Aires Argentina y posteriormente a Perú en donde fue detenido, deportado y amnistiado para luego instalarse en Cuba de agosto de 1975 a fines de 1979. Un año después residió en Madrid España y posteriormente en la Isla de Mallorca.
Es durante su exilio que publica dos de sus mejores poemarios; Poemas de Otros en 1974 y La casa de ladrillo en 1977, ese mismo año, publica una de sus novelas más conocidas; Primavera con una esquina rota.
En 1985, Benedetti regresa a Uruguay, en donde es nombrado miembro del consejo editor de un nuevo semanario dando continuidad al proyecto interrumpido en 1974.
A lo largo de su vida Benedetti recibió múltiples reconocimientos y distinciones, incluyendo un doctorado Honoris Causa por la Universidad de Alicante.
Su extensa obra abarcó géneros narrativos, dramáticos y poéticos. Fue autor de ensayos y el Cantante Joan Manuel Serrat musicalizó varios de sus poemas en el disco “El sur también existe”.
Mario Benedetti fallece en mayo de 2009 en su casa de Montevideo a los 88 años de edad. Fue sepultado en el panteón Nacional de Montevideo reuniendo a cientos de ciudadanos, personalidades y amigos del escritor.
Fuente Wikipedia.
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nuestrodestinocomun · 6 months
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La Junta de los Ríos
“La luz del sol ilumina la habitación al completo, se filtra a través de los árboles del jardín y crea pequeñas sombras que se mecen proyectadas sobre la pared. Este fenómeno solo sucede durante los meses de verano. Se que estoy de vuelta en el pueblo, en casa de mis padres. Escucho a Loki, abajo con mi hermano”, dice Julia.
“Tendré que darme prisa si quiero llegar a la hora fijada, aún tengo que darle una vuelta a los animales de la granja, antes de salir hacia el lavadero del pueblo donde hemos quedado”, dice Alfredo. No quiero llegar tarde, la excursión de la Junta de los Ríos es exigente y no es recomendable hacerla al medio día durante los días de verano, cuando el sol cae implacable de pleno sobre el ardiente suelo de pizarra que abunda durante todo el camino.
“Soy como un insecto que quedó atrapado esperando ser devorada por la araña”, dice Rosa, mientras espera a Luis, contemplando la telaraña que ha crecido en un ángulo de la ventana de la cocina.
“Aún tengo tiempo de llegar a casa para asearme y cambiarme de ropa, quiero causarle buena impresión a Julia, hace tanto tiempo que no la veo”, dice Luis.
“A veces siento que si desapareciera, no le importaría a nadie, que si no acudiera hoy a la cita con mis amigos para hacer la excursión que programamos ayer, esa que tantas veces hicimos cuando vivíamos todos juntos en el pueblo, seguramente nadie me echaría en falta”, dice Ernesto mientras termina de preparar una mochila con las cosas que ayer le pidió Teresa que comprara.
“Ojalá venga Ernesto, no lo vi muy convencido ayer cuando me lo encontré en el mercado y estuvimos comprando las cosas que llevaríamos hoy para la excursión”, dice Teresa.
“Ya estamos todos, excepto Luis que siempre llega tarde”, dice Julia. Volveremos a caminar juntos como en los viejos tiempos. Nos saludaremos como si no hubiesen pasado los años. Como si fuéramos los mismos amigos que un día se separaron, justo en este mismo punto en el que ahora nos volveremos a encontrar, el antiguo lavadero del pueblo, en la Calle Gracia, con sus frías y  cristalinas aguas. Nos abasteceremos de agua, para adentrarnos en el imponente paraje que nos espera, con sus colinas y sus senderos, por los que transitaremos a la búsqueda de nuestro propio destino.
“Por una vereda entre huertos abancalados de frutales y hortalizas, de nogales y castaños, vamos dejando atrás las últimas granjas, la seguridad del hogar, y nos adentramos en lo salvaje”, dice Alfredo. Julia y Luis, van por delante, abriendo la expedición, con Loki. Teresa, Rosa y Ernesto los siguen. Nos adentramos en el desconocido mundo que me relataba mi abuelo cuando era pequeño, la tierra que fue testigo de las sangrientas guerras de Las Alpujarras, la revolución de los moriscos.
“Nos aproximamos al Molino de la Carraca, testigo de la historia reciente de estas tierras, la era de Pepe el Juez, mi abuelo, el último molino que estuvo en funcionamiento en el pueblo”, dice Luis. Ahora tristemente sepultado entre la vegetación, como mi infancia, soterrada, sumergida y olvidada bajo los años, bajo los recuerdos. Los vecinos del pueblo acudían al molino, para trabajar con mi abuelo, para recoger el grano con el que se hacía el pan del pueblo, para alimentar a los animales de la familia de Alfredo. Al llegar los recibía y me presentaba orgulloso, su nieto Luis. Al pasar por el sendero dejamos el edificio a la derecha, abandonando y desatendido, en la quietud del bosque, como a veces se descuida y se desatiende a la familia, a los amigos.
“Amigos, caminemos, pero obviando aquellas veredas que suben a la izquierda,  esas no deberemos tomarlas, no lo olvidemos, o nos perderemos”, dice Teresa. Nuestra referencia siempre debe ser la Acequia Nueva que camina paralela a nosotros, permanente y ruidosa en el fondo del valle, perseverante e infatigable guía hacia la Junta de los Ríos, a una hora de camino desde el pueblo, donde el río Grande y el río Chico se reúnen estruendosos.
“Al atravesar estos parajes resuenan en nuestras cabezas los gritos y aullidos estridentes de los rebeldes y sus familias durante los últimos días de la Guerra de las Alpujarras, escenario de traiciones y asesinatos, donde sus últimos monarcas, se aferraban al inútil e insufrible poder que presagiaba sus muertes, resistiendo a las tropas cristianas de Don Juan de Austria”, dice Ernesto. Vienen a nuestra mente, los recuerdos de esos relatos con los que el abuelo de Alfredo nos atemorizaba en las noches de verano, cuando nos reuníamos los seis en su casa. Como la historia del salvaje asesinato del último rey de Andalucía, Aben Aboo, por sus tropas, tras haber matado él mismo con sus propias manos a su primo Abén Humeya y sustituirlo en el regio cargo. Como la historia de los tres hermanos moriscos que salieron un día con su rebaño de ovejas y resultaron emboscados por los caballeros cristianos en su afán por terminar con el reinado de Abén Aboo. Estas mismas laderas fueron testigos de su desaparición a pesar de los intentos de Mofas, la perra de los tres hermanos, de encontrarlos.
“Bajemos por la ladera, vayamos despacio, como vagando sin rumbo”, dice Rosa. Tomemos el sendero de la derecha, el que conduce hacia el cruce de los ríos, el pequeño camino de bellos y gráciles tallos, de hierbas frescas, en el que un grupo de petirrojos nos viene a saludar mientras se alimentan del grano de los tallos y los insectos del lugar. Entremos en esa nebulosa de aves que nos acompaña durante un rato, mansos y confiados en nuestra buena voluntad. Incluso Loki, al frente con Julia y con Luis comprende la virtud y la paz de este lugar. Al igual que estos petirrojos, Julia se aleja y se escapa de mi, y se eleva cada vez más alto, con sus letras, con sus palabras.
“Soy un nido, soy el árbol, soy las ramas sobre los que los petirrojos se posan y descansan al descender de su vuelo”, dice Julia. Siento que me elevo con ellos sobre la vertiente escarpada del barranco que no me pierde de vista, los Tajos del Reyecillo, imponente y soberbio, con sus cuevas colgadas del abismo, desde donde cuenta la leyenda que un rey se arrojó con su caballo dejando en la roca marcadas sus huellas, la Patá.
“Debemos darnos prisa si no queremos que el sol nos encuentre en nuestra expedición hacia el horcajo”, dice Alfredo. Desde aquí puedo ver ya el sendero que debemos tomar para avanzar en nuestra marcha. Caminaremos al fin entre árboles, por pequeños senderos cubiertos de abundante vegetación, donde pasta el ganado, entre riachuelos que darán de beber a Loki y con los que jugará a atrapar el agua, que nos darán de beber a los seis y nos refrescarán del esfuerzo realizado.
“Ardo y tiemblo al salir de este sol y entrar al fin en esta sombra. Zumba una abeja en mi oreja, de repente está aquí, y de repente ya ha pasado. Escucho el discurrir del agua por las acequias a nuestros pies, acompañándonos en la marcha. Esto es aquí, esto es ahora, pero sin darnos cuenta, ha pasado”, dice Teresa.
“Estos riachuelos van secándose conforme el día va avanzando, se evaporan por el calor del sol. He visto como Rosa le ha dado la mano a Ernesto. El que ama, arde, se consume, se evapora”, dice Luis.
“Ahora, exploremos. Caminemos estos senderos, que ya se empieza a intuir nuestro destino cercano entre los árboles. La Junta del río Grande y el río Chico”, dice Ernesto. Crucemos el puente sobre el río Chico, y frente a nosotros, en el horcajo de los ríos, coronando la colina, contemplamos las ruinas de la antigua fábrica de seda, con su arco morisco, casi intacto, con su historia, la historia de nuestra tierra, que compartimos los seis, a pesar de ya no estar juntos, a pesar de ya no ser uno. A pesar de que los tres hermanos y Mofas desaparecieron entre las colinas que ahora recorremos. Rosa me escucha atentamente, las constelaciones de sus ojos iluminan mi día.
“Amigos, subamos estas sendas de fresnos, nogales y saúcos. Hablemos bajo, casi susurrando, para poder escuchar el mensaje de estos árboles milenarios. De este bosque encantado que adoro, en el que nos sumergimos. De los tres hermanos que aún vagan por estos parajes. Ernesto, dame tu mano, me gusta cuando me cuentas estas historias”, dice Rosa.
“Las terrazas casi inalteradas desde tiempos moriscos nos observan a nuestro paso. Los senderos cuajados de moreras, que en otros tiempos utilizaran para fabricar la seda de vestidos y trajes, nos custodian en nuestra marcha. En mi cabeza, una palabra árabe resuena, vergel, de donde proviene el nombre de nuestro pueblo”, dice Alfredo. Amigos, tomemos la senda que rodea la vieja fábrica por la derecha, bajo el antiguo arco, como lo hicieran antes nuestros antepasados, y continuemos nuestro camino hacia las pozas de agua de los tres hermanos.
“La vegetación se hace cada vez más y más espesa. El sendero se estrecha y nos obliga a ir en filia india, uno detrás de otro. Alfredo nos dirige y Loki da continuas batidas hacia delante y hacia atrás para controlar que los seis amigos se mantienen unidos en esta aventura”, dice Julia.
“Alfredo siempre ha sido nuestro faro, nuestro guía, por eso encabeza la expedición y va abriendo camino en el sendero que nos conduce a las pozas. Resulta evidente que es el motivo por el cual Julia termina regresando a esta tierra”, dice Luis.
“Siento que hoy, el aire en este lugar, está cargado de una electricidad magnética, puedo percibirlo en mi piel, en mis cabellos, en mis manos y en mis pies, una chispa frenética y delirante que me invita a vivir intensamente, que nos invita a mantenernos unidos, siento que empiezo a vibrar, me gustaría gritar y cantar”, dice Teresa. Una versión alternativa de la leyenda de los tres hermanos cuenta que aunque fueron emboscados por los caballeros cristianos lograron salvarse y aún siguen vagando por estos lugares, junto con su perra Mofas como espíritus mágicos, poseyendo los cuerpos de los excursionistas, que como nosotros, deciden visitar estos lugares, para mostrarles las historias de aquellos que antes que nosotros habitaron estos parajes.
“Jamás había visto a Ernesto de esta manera”, dice Rosa. “Jamás había visto a Rosa de esta manera”, dice Ernesto. Vamos de la mano hacia las pozas de los tres hermanos. Bañémonos en sus aguas límpidas, frescas y cristalinas. Una poza por cada uno de los tres hermanos. Será nuestro bautizo.
“Loki es el primero en llegar a la primera de las pozas y comienza a saltar en la orilla, intentando morder y controlar el agua”, dice Julia. Los demás llegamos a continuación, emocionados por encontrarnos en este mágico lugar, por estar los seis juntos, poseídos por el espíritu de los tres hermanos, de la Junta de los Ríos, del río Grande, del río Chico, que resuenan estruendosos en el fondo de nuestro corazón y de nuestra alma.
“Subamos a las otras pozas, bañémonos, desnudémonos, abracémonos, sumerjámonos en este instante inolvidable y eterno”, dice Teresa.
“Mis ojos estallan en lágrimas como nunca antes lo hubiesen hecho, contemplo a mis amigos, son titanes, bellas criaturas del bosque”, dice Alfredo.
“Siento que un enorme gigante de piedra nos hubiese dejado caer en esta tierra, en este lugar, desde sus manos rocosas, a través de las copas de los árboles”, dice Luis. No tendremos que regresar a los trémulos senderos de la vida, podremos permanecer aquí juntos, mis amigos y los espíritus del bosque.
“Seré tuya”, dice Rosa. “Seré tuyo”, dice Ernesto. Cada átomo mío está en el viento, será mi forma de tocarte allá donde estés, dicen los dos al unísono.
Definitivamente vibramos, nos agitamos.  Nuestro cuerpo entero se transforma en moléculas que se funden con el aire, con el agua, con la tierra de este lugar.
Ya no somos los individuos que antes conocíamos (Julia, Rosa, Teresa, Alfredo, Ernesto y Luis) somos facciones, átomos que cambian tan rápido, que se mueven y oscilan tan deprisa que parecen no existir, que desaparecen de este mundo. Solo queda de nosotros, los seis amigos, las huellas impregnadas en pintura que un día dejamos sobre la piedra.
El bosque parece desdibujarse a nuestro alrededor, la tierra se convierte en una inmensa claridad y ni un sonido rompe el silencio del paisaje que habitamos.
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