Tumgik
#te estamos esperando
mylovefor-you · 2 years
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Yeshua
Te estoy esperando.
Mi corazón ardiendo.
Vuelve pronto.
¡Maranatha!
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delphis-oracle · 1 year
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si no viene el colectivo mato a todos en esta puta ciudad diría Fito Paez
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malkaviian · 2 years
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DALE BEBÉ NACÉ DE UNA VEZ NO VES QUE TE QUEREMOS CONOCER
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semuereaca · 2 years
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caostalgia · 3 months
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CONVOCATORIA.
Caostalgia es un blog grupal que está en busca de nuevos escritores, y por esa razón abre sus puertas una vez más a todo aquel que junto a nosotros desee expresar lo que siente. Si te gusta escribir y quieres compartirlo con alguien más, ésta es tu oportunidad.
Los requisitos para unirse son:
Uso activo de WhatsApp.
Una buena ortografía. (Muy importante).
Disponibilidad de tiempo para escribir.
Compromiso con el blog.
Si tienes estos requisitos y aún te interesa ser parte, lo único que debes hacer es enviar a @caostalgia una colaboración o ask sin anónimo con lo siguiente:
Uno o dos escritos de tu autoría.
Pueden ser escritos largos, frases cortas, imágenes, etc. Lo importante es que sea algo realizado por ti.
El texto debe tener coherencia, sentido y que sea agradable de leer, con esto último me refiero a tener una ortografía aceptable.
2 Razones por las que te gustaría unirte a nosotros.
Todos los puntos son importantes y serán revisados, si falta alguno lo más probable es que no seas aceptado.
La convocatoria finaliza el día 26 de marzo y el mismo día a todos los participantes seleccionados se les contactará por mensaje directo enviándoles el enlace de nuestro grupo de WhatsApp. (Por favor revisar que tengan activada la opción de recibir mensajes).
Tendrán máximo 48 horas para poder responder, pasado este tiempo el enlace será restablecido y ya no podrán ingresar.
No se tiene pensado abrir otra convocatoria este año, así que no lo pienses dos veces e inténtalo ¡Te estamos esperando!
Cualquier duda puedes preguntar dando tap aquí, o directamente dejar un mensaje a @catastrophelya.
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jaquemuses · 4 months
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lindaa podes hacer uno de esteban kuku smut, me dio tierno, corte primera vez o algo asi, si no haces de él no pasa nada, yo entiendo
hola reina!! OBVIO que escribo para kuku, estaba esperando que alguien pida aaa te adoro !! hice esto recien, super rapidito, espero que te guste ♡
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𝜗𝜚⊹ ‧₊˚ petit-déjeuner
pairing: bf!esteban x gf!r
sinopsis: Esteban acaba de volver de su viaje a Venecia y estas dispuesta a recuperar todo el tiempo perdido.
content: age gap sin desarrollar (ambos +18), stablished relationship, smut sin plot (jiji), fingering, p en v, mentions of breeding, fluff, no se que más.
word count: 1.7k cortito y conciso.
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Hacía ya un día que Esteban había vuelto de su viaje a Venecia, donde asistió al prestigioso festival de cine. Lo habías extrañado, aunque te costara admitirlo incluso solo para vos misma. Tu cuerpo lo ansiaba.
Por eso, cuando escuchaste el familiar sonido del motor del auto apagándose en el garage, prácticamente corriste a lanzarte encima de él en cuanto entró por la puerta. Hizo a un lado su bolso para sostener tu cuerpo entre sus brazos mientras le llenabas de besos la cara.
Pasaron la noche entre copas de vino y pasta, compartiendo experiencias de Venecia, la gente que conoció, el éxito de la película y la felicidad de estar de vuelta en su queridisima Buenos Aires junto a vos. Esteban y vos llevaban once meses juntos, aunque los últimos meses habían sido caóticos debido a los rodajes, viajes y todo el trabajo de producción, dejando la vida sexual en segundo plano, sin embargo ambos tenían necesidades y estabas dispuesta a saciarlas.
Sabías que Esteban estaba cansado por el viaje, así que esperaste hasta la mañana siguiente para deslizarte desnuda en la cama que compartían. La luz matutina resaltaba los marcados rasgos de tu novio, y por un segundo pensaste, "¿Cómo puede tener una cara tan angelada?". Aunque Esteban ya estaba despierto desde que entraste a la habitación, mantuvo los ojos cerrados hasta que te subiste completamente a la cama y encima de él.
"Ah, bueno...", dijo, recorriendo con la mirada tu cuerpo y regalándote una sonrisa ladeada. Te mordiste el labio mientras comenzabas a restregarte contra él. Solo llevaba puestos unos boxers, así que frotaste tu cuerpo contra el suyo, disfrutando del calor de su piel.
"¿Estamos cariñosas hoy?", señaló con un tono burlesco pero dulce. Gemiste suavemente, besando ligeramente su muñeca cuando sentiste sus dedos entrelazándose en tu cabello.
"Estuviste lejos mucho tiempo", dijiste en un suspiro.
"Fue solo un mes, gorda."
"Mucho tiempo".
Esteban soltó una pequeña carcajada mientras te acomodabas sobre él, tus manos reposando en su pecho definido.
"Me debes algo", dijiste finalmente, mirándolo con ojos suplicantes.
Esteban arqueó sus cejas mientras sus manos se paseaban suavemente por tus muslos y costillas, a veces subiendo a tus pechos, acariciándolos con un poco de fuerza y bajando otra vez.
"¿Ah sí? ¿Y cómo puedo saldar la deuda?"
"Vos sabes perfectamente cómo, kuku."
"No, ángel, decime qué querés."
"A vos."
El mayor deslizó su pulgar por tu cadera, acariciándola con una sonrisa en su cara. "¿Sí? Pero si ya estoy acá, a mí ya me tenés hace mucho tiempo", refutó, haciéndose el desentendido.
Tu pecho estaba rojo de la vergüenza, sabías que te iba a hacer decirlo. "Quiero que me cojas", dijiste ahogando un gemido, tus caderas todavía moviéndose encima de su ya erecto bulto generando una fricción extasiante.
Esteban parpadeó ensimismado ante la vista que tenía delante suyo.
"¿Sí?"
"Sí, kuku, porfa", rogaste sobre su regazo.
"¿Cuánto?" volvió a preguntar, sus dedos estimulando tus pezones mientras se incorporaba lentamente. "Dios, te necesito adentro mío, Esteban, te necesito ya", exclamaste desesperada ante tantas preguntas.
El mayor soltó una risa, sus palmas sujetándote suavemente pero con firmeza.
"Está bien, preciosa, pero primero te quiero preparar."
"No, no, no, por favor, no hace falta."
"No es negociable, nena. Si quieres que te coja, primero te vas a tener que correr dos veces con mis dedos. Sino no hay trato", dijo, terminando de incorporarse y volteándote, quedando así en la posición en la que él estaba hace unos segundos atrás, su cuerpo por encima tuyo. Ambos sabían que tenía la fuerza suficiente para manejarte como quisiera.
Mordiste su brazo en respuesta, pero a él pareció no importarle mientras marcaba su camino hacia tus muslos con besos, así que simplemente te dejaste llevar. Después de todo, no te molestaba tener un par de orgasmos adicionales. Esteban siempre había sido hábil con sus manos y boca, pero después de tantos meses sin ningún tipo de contacto, cuando por fin sentiste sus largos dedos acariciando y estirando tus paredes empapadas, mientras su lengua jugaba con tu clítoris, llegaste a los dos orgasmos sin problema después de un par de minutos, casi rozando un tercero antes de gemir y arañarle los bíceps; tus uñas dejando marcas rojas en su piel.
"Ahora sí, tebi", dijiste sin aliento, tus piernas temblando por tus orgasmos recientes. "Por favor, no puedo más."
"Ahi va, bebé, esperaste todos estos meses ¿Qué te va a hacer unos segundos más?", murmuró coqueto, levantándose para que te sujetaras de sus hombros y te acomodaras encima suyo, tus rodillas seguían débiles, por lo que intentaste alinearte y sentarte encima de su polla con rapidez.
Sin embargo, él no te dejó apurarte y te fue ubicando lentamente encima de su duro miembro, entreteniéndote con un beso hambriento, su lengua introduciéndose en tu cavidad bucal mientras dibujaba círculos sobre tu sobreestimulado clítoris. Te estremeciste alrededor de él cuando sentiste cómo su punta se abría paso entre tu apretado interior, tan mojada que goteabas sobre su polla y sus muslos.
Cuando finalmente se hundió por completo, intentaste moverte de inmediato, deseando sentir cómo te destrozaba. Pero nuevamente te retuvo, retorciéndote y gimiendo, apretada contra él.
"Shh, disfruta un poquito", te dijo mientras presionaba besos y mordidas en tu hombro, tus uñas clavadas con fuerza en sus hombros ante la repentina intrusión y anticipación.
Cuando finalmente aflojó su agarre en tus caderas, inclinaste tu peso hacia adelante, apretándolo contra el borde de la cama, y bajaste las manos hacia su ancho pecho. Cambiaste el ángulo de manera que veías estrellas al sentir su polla tan dentro tuyo.
"Dios, kuku", dijiste en un gemido, con la voz temblando un poco mientras tus caderas empezaban a mecerse contra su pelvis. Él gimió, casi como alentándote, viendo cómo la luz del sol se filtraba por la ventana y daba contra tu cuerpo desnudo, sus palmas se encontraban ligeramente presionadas sobre tus muslos mientras su pene bombeaba en tu interior. Todo se sentía increiblemente bien.
"Dios amor, es como si hubieras sido creada solo para mí", balbuceó envuelto en el delirio del momento, y por un momento pensaste que sí;
estabas hecha solo para él.
El mayor guió tus caderas hasta encontrar un ritmo adecuado que te hacía rozar tu clítoris contra el suave vello rubio sobre su pelvis. Toda esta situación era mucho para vos, realmente mucho después de haber alcanzado el clímax dos veces, pero no paraste incluso cuando algunas lágrimas comenzaron a salir de tus ojos, escurriéndose por tus mejillas, siendo resaltadas por la suave luz del sol golpeando tu cara.
Su polla se sentía tan bien dentro tuyo, te llenaba de una manera exquisita. La punta de su miembro se curvaba contra tus paredes y rozaba perfectamente ese punto dentro tuyo. Gemiste y jadeaste ante tal estímulo mientras mordisqueabas distraídamente su cuello y clavículas y gemías su nombre en su oído.
Una de sus manos subió hasta uno de tus pechos, tomándolo en su boca, chupándolo y besándolo vorazmente mientras que la otra estimulaba tu clítoris con velocidad.
Lo montaste vigorosamente mientras sentías cómo tu tercer orgasmo amenazaba cada vez más con llegar. Tus caderas comenzaron a moverse de forma desincronizada cuando un gemido agudo se escapó de tus labios. Esteban entendió la situación al instante, por lo que tomando tus caderas, salió de tu interior y te volteó nuevamente, un quejido abandonó tus labios ante la falta de estímulo. Sin embargo, Esteban volvió a adentrarse en tu coño apenas terminaste de acomodarte en cuatro, con tus antebrazos apoyados sobre la cama y el culo alto en el aire, dándole una vista asombrosa a su parecer, lo cual lo incentivó a mover sus caderas de una forma lenta y seductora, sin embargo golpeando justo el punto adecuado.
"Amor! Por dios!", gritaste contra la almohada, saliva escapándose de tu boca hacia la sábana, tu clímax cada vez más cerca, "Por favor, que rico, seguí, seguí, justo ahí." lloriqueaste de placer, tu respiración agitada "M-mas fue-fuerte." dijiste fuera de si.
Te desmoronaste debajo suyo apenas treinta segundos después, temblando, colapsando sobre el colchón y apretando las sábanas en tus puños como buscando que eso te salve de la sensación tan abrumadoramente satisfactoria, tu espalda todavía arqueada para mantenerlo adentro tuyo. Él acarició tu espalda, suavizando sus estocadas mientras sentía cómo lo apretabas tan, tan fuerte.
"Amor", murmuraste después de un minuto, incorporándote un poco, luciendo completamente agotada.
"¿Listo?" preguntó, sacando su miembro de adentro tuyo a punto de ayudarte a levantar.
Negaste, girando tu cuerpo, quedando ahora boca arriba y volviste a abrir tus piernas, sabías que todavía faltaba él.
"Acabá", le dijiste mientras guiabas su polla hacia tu entrada una vez más, apretándote alrededor suyo y sonriendo maliciosamente cuando sus ojos se cerraron con fuerza ante la sensación. "Porfi, quiero que acabes antes de que vayamos a desayunar."
Él no esperó ni una palabra más y te sacudió fácilmente de arriba hacia abajo, penetrándote con intensidad, buscando su propia liberación y vos seguiste el ritmo felizmente, apretando tus paredes cada vez que se empujaba dentro tuyo, exprimiéndolo. Miraste ensimismada sus músculos tensándose y emitiste pequeños sonidos ante la sobreestimulación, llorando de placer y aferrándote a sus brazos, rasguñando los mismos.
Cuando él llegó al clímax, gemiste como si hubieras acabado de nuevo, inclinando la cabeza hacia atrás mientras sentías su cuerpo desplomarse encima del tuyo durante unos segundos.
"¿Eso era lo que querías?" preguntó con su respiración agitada, tus dedos acariciando sus claros cabellos mientras él presionaba suaves besos en tu mejilla.
"Mhmm."
"Dios, te extrañé tanto, preciosa", dijo incorporándose, saliendo de tu interior con delicadeza y presionando un beso en tus labios.
"Mhmm", repetiste, tus ojos estaban cerrados y tenías una sonrisa pintada en la cara. Esteban se rió por lo bajo, acomodando los cabellos que estaban en tu rostro detrás de tu oreja.
"¿Quieres ir a bañarte mientras hago el desayuno?" dijo acariciando tu mejilla con tanto amor que pensaste que podías derretirte ahí mismo. Consideraste la oferta, pero terminaste negando con la cabeza. "Bañemonos y después hacemos juntos el desayuno", dijiste mirándolo a los ojos. Esteban entendió enseguida a lo que te referías y depositó un beso en tu nariz.
"Bueno, vamos a bañarnos, el desayuno puede esperar."
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lareinadelplata · 13 days
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que series/pelis debería ver de argentina, quiero ver más con acento rioplatense (y perdón por mi mal español, mi inglés es peor jaja)
Holaaa, cómo estás? No sé cuánto te puedo ayudar pero haré lo posible jajaja
En términos de series obviamente creo que todxs estamos de acuerdo en que es NECESARIO que veas Los Simuladores (tené cuidado de buscar la original porque después salieron remakes en un montón de países) y Okupas. Después una que no es magnífica pero a mí me resultó muy graciosa si superás el cringe es Porno y Helado (y ya que estamos hablando de Piroyansky el amor de mi vida, la webserie Tiempo Libre). División Palermo también está buena qué sé yo, no sé si se traduce bien igual y es muy del larretismo pero la pasé bien. Más seria está El Reino que fue bastante popular, por ahí te engancha, a mí no me gustó. Pero la tiro. Y algunas que no vi pero que me dicen por cucaracha que están buenas, Mujeres Asesinas, Hermanos y Detectives, El Marginal y Todos contra Juan.
Para películas te tengo que dar un pantallazo al azar porque son demasiadas jajaj las clásicas que te van a recomendar primeras en todos lados (creo) son Pizza Birra Faso (más historias de marginalidad), Relatos Salvajes (dios cómo se merecía el Oscar), La Ciénaga (esta confieso que no la vi! no me peguen), Esperando la Carroza (a pesar de que es una obra de teatro uruguaya es la película más argentina que vas a ver en tu vida; no sé cuán bien se aprecia sin contexto de argentinidad pero no la puedo dejar de lado), Nueve Reinas (otra obra maestra tristemente hecha remake), Silvia Prieto (es ~rara~ medio ~quirky~ hasta un poco nouvelle vague pero de los 90, a mí me re gustó pero entiendo que no es para todo el mundo jajsjs), Tiempo de Revancha (QUÉ PEDAZO DE CINE), Plata Dulce (puro neoliberalismo de los 70 otra obra maestra). Después, Las furias es una película fascinante, Moebius para mí no es tan buena pero igual es muy interesante, Pajarito Gómez es una sátira brutal de la cultura pop de los 60s y un peliculón. Recomiendo cualquier cosa hecha por Torre Nilsson. Me dicen por cucaracha que veas Historias mínimas, No habrá más penas ni olvido, La Patagonia Rebelde y La nonna.
Mucha suerte! Si alguien quiere sumar recomendaciones mándese. Un abrazo ❤️❤️
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deepinsideyourbeing · 1 month
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Hermanaaa pensamiento random: Enzo con su novia embarazada 😭
Como le dice, el acariciándole la pancita aunque ni siquiera se le note todavía, las primeras pataditas, enterarse que es nena (porque let's be honest Enzo girl dad de acá a la china) y lo estresado que estaria en el parto porque nunca te vio en un estado tan doloroso y desesperado.
Y ya que estamos smutty though: pregnant sex 🫦
+18!
Enzo tiene tremendo breeding kink, adora la idea de tener hijos con la persona que más ama en el mundo y adora pensar en cómo tu cuerpo se transformaría con el pasar de los meses. Pasaría semanas y semanas revisando el calendario, calculando la fecha indicada, y cada vez que tengan sexo se aseguraría de acabarte dentro varias veces (¿y la forma en que le suplicás que lo haga...? Sólo alimenta su obsesión).
Creo que al momento de recibir la noticia permanecería en silencio por un momento y en lugar de comunicar qué siente, primero preguntaría cómo te sentís vos: cuando sepa que estás feliz y emocionada no ocultaría ni por un segundo más cuánto lo alegra la noticia. Desde el momento cero se convertiría en el padre más devoto y sobreprotector, además de tratarte con (todavía más) delicadeza y hacer de todo por y para vos.
¿Eventos? ¿Sesiones de fotos? ¿Entrevistas? ¿Ensayos? Comienza a organizar todo basándose en tus chequeos y ecografías, no acompañarte no es una opción para él y no quiere perderse ningún momento. Lloraría al escuchar el latido del bebé por primera vez, enmarcaría fotos de las ecografías y las tendría por toda la casa. Después de sentir las primeras pataditas del bebé pasaría todo el día poniendo las manos en tu panza y esperando que vuelva a suceder.
¿Girl Dad Enzo? Patente pendiente. Él sabe que el bebé va a ser nena pero cuando les comunican la noticia no puede evitar gritar de la emoción y se contiene porque teme lastimarte si te abraza demasiado fuerte. Es el encargado de pintar la habitación de la bebé, te muestra mil opciones de muebles y decoraciones, pasa horas pegado a su celular o computadora viendo ropita y juguetes. En cuanto a la elección del nombre es muy probable que esté 24/7 haciendo sugerencias, pero sabe que la última palabra la tenés vos.
Enzo siempre está a cargo, pero el embarazo hace que te trate cual pillow princess. Va a dedicar mucho tiempo a darte todo tipo de placer (masajeando y besando tus pechos hinchados, haciéndote acabar en sus dedos y su lengua, etc) antes de siquiera pensar en su propio placer. Adora cualquier posición que le permita poner una mano sobre tu panza o ver la forma en que se mueven tus pechos y en las raras ocasiones en que permite que estés arriba suyo ("¿Estás segura bebé? Te vas a cansar") va a acariciar tus piernas, tu cadera, tu cintura, tu cara y todo lo que pueda.
Ambos se prepararon durante todo el embarazo para el momento del parto, pero llegada la hora él va a estar al borde del desmayo porque aunque está feliz, también está nervioso y ansioso... Pero en ese momento no le importa cómo se siente porque su atención está puesta en vos, en cómo te tratan las personas que te atienden, en tus necesidades, en intentar calmar de alguna forma el dolor que sentís (se siente muy culpable), en recordar todos los detalles y tenerlos en cuenta para tu recuperación durante las próximas semanas ♡
(Como que de repente me dieron ganas de tener un bebé y que Enzo sea el padre...)
taglist:
@madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @chiquititamia @delusionalgirlplace
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florinaranja · 3 months
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can i have this dance? ; juani caruso
pairing: juani caruso x fem!r
summary: puro friends to lovers la verdad, eres amiga de juani y los dos estáis descubriendo nuevos sentimientos y lo que eso conlleva! 1.9k.
warnings: none
n/a: vale este no me lo ha pedido literalmente NADIE pero i'm just a girl que se monta muchas películas así que estaba escuchando highschool musical y se me vino un escenario a la cabeza y dije o hago esto o no hago nada so here we are
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—juani no me puedo creer lo que acaba de salir de tu boca. retira tus palabras o me voy ahora mismo. 
el rubio soltó una carcajada y miró a su alrededor. —¿a dónde piensas irte? estamos en la sección de patatas fritas de un supermercado. 
la joven lo miró completamente seria. él se encogió de hombros. —esta vez has tenido suerte, pero a la próxima no me vuelves a ver. 
lara cogió una bolsa de campesinas y comenzó a caminar hacia la caja, siendo perseguida por su amigo. 
—vamos lai, eres una dramática. no puedes ponerte así solo porque te haya dicho que gabriella no me cae mal —ella lo miró de reojo, estaba con una sonrisa pintada en la cara. se estaba tomando a broma todo su numerito. grave error —. además, te escuchas todas las canciones que tiene… un poco hipócrita por tu parte, si me lo preguntas.
—genial, porque no te he preguntado nada. 
llegaron a la caja y callaron su discusión. la cajera los miró curiosa mientras pasaba las patatas. 
—son 2 euros, por favor. 
por primera vez, lara miró directamente a juani, haciéndole un gesto con la cabeza. 
—ah, ¿encima tengo que pagar yo?  
—yo pongo la casa, es lo mínimo que puedes hacer.
el joven bufó y le tendió el dinero a la mujer, quien lo aceptó observando la situación bizarra que esos dos jóvenes se traían. lara cogió la bolsa y ambos salieron del supermercado tras despedirse. 
juani la seguía de cerca. les quedaban unos quince minutos de camino hasta la casa de la chica, y no le hacía demasiada ilusión pasarlos en silencio. fue a entrelazar sus brazos cuando la chica se giró de repente hacia él, haciendo que abandonara su idea.
—es que no lo entiendo. ¿qué clase de fan de highschool musical eres si te gusta gabriella? estás fallando a un fandom entero. y a mí, sobre todo a mí. 
—si te digo que era una broma, ¿queda todo arreglado? —el chico le puso un puchero al que lara ya no pudo responder con su molestia fingida. 
—por supuesto que no, estaba dramatizando por dramatizar. no me importa que te caiga bien, pero tienes que admitir que es insoportable y tóxica. 
—bueno, un poco sí, pero lo compensa con los temazos que canta. 
la chica rio, en eso no podía llevarle la contraria. como si hubiera leído la mente de su amigo, entrelazó sus brazos. balanceaba la bolsa del mercado mientras tarareaba una melodía inventada, con el vaho acompañando la escena. era un invierno más frío de lo que estaban acostumbrados, de esos que te ponen las orejas rojas y hacen que te resfries en un suspiro. juani odiaba el frío, pero a lara le quedaba genial; las hojas secas combinaban con sus ojos y las noches invernales iluminaban su piel. 
el rubio admiró el perfil de su amiga, siendo lo más discreto que pudo. rebuscó en su riñonera y sacó la cámara digital que siempre le acompañaba y que había sido objeto de burla de lara por el color tan feo que tenía. con un poco de esfuerzo, juani consiguió fotografiar la belleza de su amiga.
la chica no tardó en darse cuenta y posó para una siguiente foto, mostrando toda su hilera de dientes en una gran sonrisa.
—deberíamos hacer un canal para subir blogs. nos haríamos muy famosos, estoy segura. 
—creo que nos verían solo por ti —juani dirigió su vista al suelo, a las hojas pisoteadas.
—¿por qué dices eso? somos un pack. además, tú eres el talentoso de los dos, además del gracioso, por supuesto. yo estoy de relleno para decir estupideces —la chica le dio un leve empujón, esperando una respuesta positiva, cosa que consiguió al ver que la seriedad se iba de la cara de su amigo.
—gracias. te aprecio mucho, lai.
lara le regaló un beso tierno en la mejilla. no era nada del otro mundo que se vieran tan cariñosos el uno con el otro, eran amigos desde los últimos años de instituto y con el pasar del tiempo el afecto que se tenían solo crecía. lara había estado en cada momento en el que juani se había sentido menos, uno más del montón, alguien que no podría cumplir nunca sus sueños; en todas las ocasiones siempre consiguió darle el apoyo para que siguiera intentando. y cada vez estaba más cerca de conseguirlo, ya que hacía pocos días se había presentado a un casting para una gran película. aún sí, de algún modo u otro, el pesimismo se le escapaba de vez en cuando, como en momentos como aquellos. y lara seguiría estando para él.
—¡eh, parejita! ¿os interesaría comprar una pulsera que os recuerde vuestro amor? 
ambos pararon en seco ante el puestecito de madera en el que una mujer les enseñaba pulseras de colores a lo lejos. juani abrió los ojos sorprendido, algo acalorado.
—no, nosotros no… —el chico fue interrumpido por lara, quien comenzó a tirar de él para acercarse al puesto.
—¡por supuesto! vamos juani.
lara comenzó a observar cada uno de los modelos que la mujer tenía para ofrecer. tenía desde pulseras de plata con iniciales grabadas hasta pulseras simples, de todos los colores posibles.
juani, por su parte, no sabía dónde meterse. solo pensar que podría tener una pulsera con una "l" tallada le removía un sentimiento que quería tener lo más oculto posible. 
—mira, es del mismo celeste que tus ojos —la joven llevó dicha pulsera a la altura de los ojos del otro, confirmando que eran iguales—. decidido. me llevo esta, por favor.
juani vio como pagaba por ella, ensimismado. bajó la vista de nuevo a las pulseras, encontrándose de frente con una que también combinaba con los ojos verdes de su amiga. no lo pensó dos veces y la cogió, bajo la atenta mirada de lara. 
se alejaron un poco del puesto, recibiendo la gracias de la mujer. lara miró su pulsera y después a juani, a sus ojos.
—¿puedes ponérmela? —juani asintió torpe, anudando con un lazo la pulsera a su muñeca. sentía que se le subía el corazón a la garganta. le mostró su pulsera verde y la chica repitió sus acciones. 
ambos se quedaron por unos momentos admirando sus respectivas muñecas: lara descubriendo nuevas emociones y juani rindiéndose ante las que había estado reprimiendo por un largo tiempo. después, conectaron sus miradas. el joven se sintió indefenso ante esos ojos verdes y su boca reseca luchaba por soltar todo lo que su corazón sentía. 
—nunca me había fijado en que aquí había un jardín —gracias a dios, la joven aligeró la tensión del momento —. ¿sabes a qué recuerda? —el joven negó— a la escena de highschool musical 3 en la que gabriella y troy bailan en la azotea.
la chica le sonrió, dedicándole una mirada cómplice que juani entendió al momento. se dirigieron corriendo hacia el jardín como dos niños y una vez allí, dejando las patatas de lado, lara carraspeó para preparar su voz y quedó en frente del joven. entonces, comenzó a cantar las primeras líneas de can i have this dance? al tiempo que le tendía la mano a juani, quien la aceptó sonriente. la mano fría de ella contrastó con el calor que irradiaba la de él, estremeciendo a ambos. 
comenzaron con su espectáculo, lo más parecido que pudieron al original. lara recorría el jardín, subiendo escalones seguida por el chico. daban vueltas juntos al ritmo de sus voces, dedicándose miradas que lejos estaban de parecer de simple amistad. llegó la parte en la que gabriella se paraba en un pequeño círculo y lara, deseosa de hacer lo mismo, subió a un escalón y trastabilló. 
—¡cuidado! 
juani llegó justo para sostenerla en el escalón. la chica estalló en risas mientras juani la miraba aún algo preocupado. 
—estoy bien, estoy bien. gracias, mi caballero. 
lara continuó la canción y juani con ella, haciendo que lara girara sobre ella, guiada por las manos firmes del chico en su cintura, tal como los protagonistas de la película. se acercaba el final de la canción, los jóvenes estaban jadeando, pero felices; confusos, pero expectantes. 
terminaron abrazados el uno al otro, cogiendo el aire helado de la tarde. lara suspiró ante la cercanía y la extrañeza de la situación. en algún punto de la tarde, sentía que algo había cambiado entre ellos dos.
cuando se encontró con sus ojos celestes, vio en ellos algo que la asustó. se separó de él como si quemara, dándole una sonrisa apenada en respuesta. 
—será mejor que lleguemos ya a mi casa, el frío se me está colando en los huesos. 
—dale. 
y así, retomaron el camino hacia la casa de la chica. lara tenía mucho que pensar en su cabeza y un remolino de sentimientos encontrados en el corazón, pero sobretodo se sentía una horrible persona por cortar de esa forma a juani. estaba claro que algo iba a pasar antes de que se separara de él. ¿una confesión? ¿un beso? pensar en cualquiera de las dos opciones hacía que le sudaran las manos de los nervios. 
llegaron a su casa con solo el viento como sonido de fondo. la casa de lara siempre había sido uno de sus lugares favoritos, principalmente porque podía estar con ella y le ayudaba a despejarse de sus propios problemas. y con solo pasar por el marco de la puerta, sentía que toda la tensión se desvanecía. 
—vamos, me he dejado todo preparado para vernos todas las pelis de una sentada. 
esa tarde habían quedado para ver la saga de los juegos del hambre, la favorita de ambos.
la habitación de la chica te recibía con un golpe de aire caliente y una luz tenue que provenía de la mesilla de noche. se desprendieron de sus abrigos y de sus zapatos y poco después se acomodaron en la cama uno junto al otro. 
—te quedas a dormir, ¿verdad? 
juani asintió en respuesta y la chica reprimió una sonrisa contenta. mientras ella se encargaba de poner la película, el joven se quedó observando la pulserita verde de su muñeca. estaba decidido a dar el paso que llevaba temiendo tanto tiempo y después de lo ocurrido, no se equivocaba al no intentarlo. puede que nunca pudiera estar con lara en la forma que él quería, pero cualquier cosa era mejor que llegar a perderla. 
—¡listo! a por la viciada. 
lara se acomodó en la cama, cogió una manta y los tapó a ambos mientras la peli comenzaba. 
después de ver la primera, el espacio que los separaba se había reducido. tras la segunda, sus hombros ya chocaban el uno con el otro. con la tercera, juani había recostado su cabeza en el cuello de la chica y esta había hecho lo mismo sobre los rizos del joven. cuando los créditos de la segunda parte de sinsajo ya estaban pasando, ambos chicos estaban profundamente dormidos: lara abrazaba el torso de juani y tenía su rostro sobre la barriga de este; juani se limitaba a arropar a la chica que tenía sobre él. 
puede que ese día en el jardín no fuera el momento en el que confesarían sus emociones, pero una cosa estaba clara: el amor que les unía nunca podría desvanecerse, sino solo unirlos más hasta que fuera irremediable que ambos dejaran el miedo atrás y se atrevieran a sentir.
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casos ilícitos
Matías Recalt x f!Reader
Cap 5
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E eu seria esperta em ir embora, mas você é areia movediça. Essa ladeira é traiçoeira, esse caminho é imprudente, e eu, eu, eu gosto.
Estamos no ponto de visto da leitora outra vez. E já deixo um spoiler que o próximo será da perspectiva do Matias de novo. Espero que gostem, e quero avisar que eu to amando receber os comentários e perguntas de vocês 😊🩷. Boa leitura 🫶
Avisos: Angst, linguagem Imprópria
Palavras: 8,1 k (vocês pediram agora aguentem 🙈)
Você entra no carro, em um estado de frenesi, completamente desnorteada e sentindo como se estivesse fora do próprio corpo. Você ainda não consegue raciocinar o que está acontecendo, ou o que acabou de acontecer, só sabe que tem que sair do mesmo lugar que o garoto se encontra o mais rápido possível.
Colocando o cinto de segurança da maneira mais patética que existe, com as mãos trêmulas e errando o fecho várias vezes no processo, sendo bem-sucedida somente na terceira tentativa, você olha ao redor a procura do garoto ou sinal de alguém por perto, e reza para que seu cunhado termine rápido de colocar as poucas compras no porta-malas, para poderem sair logo daqui. Ajustando o espelho retrovisor interno do veículo, para que se alinhe com o seu rosto, você acha melhor conferir se está tudo certo, já que no banheiro só conseguiu dar uma olhadinha rápida, e arregalando os olhos, agradece por tê-lo feito. O seu cabelo até que está razoável, mas os seus lábios ainda estão inchados e vermelhos, porém nem se compara a vermelhidão que se encontra o seu colo e pescoço. O garoto poderia ser bagunceiro e criativo quando queria, e você o deixou te pintar como uma tela pessoal. No momento é apenas a coloração que está aparente, mas sabe que logo as marcas começaram a se formar, em vários tamanhos e cores. Um lembrete para te recordar de que ele esteve ali, e do que fizeram juntos. Você se apressa para cobrir aquilo antes que alguém veja, e sua única opção no momento é tentar ocultar a área com o cabelo, e colocar a expressão mais neutra no rosto, esperando que Wagner não faça nenhuma pergunta ao entrar no veículo e te encontrar.
Assim que ele chega e se acomoda no banco do motorista, não diz nada e dá partida, e rapidamente vocês saem dali. Mas assim que se afastam um pouco, ele direciona o olhar para você e não deixa passar em branco:
- Você está toda corada, tá tudo bem? – Aparentemente o seu teatrinho não foi muito longe, mas tentando contornar a situação, diz que ficou um pouco alterada, pois teve uma discussão acalorada com o garoto.
- Por que vocês brigaram? – Pergunta preocupado, mas então abrindo um sorriso de lado, ele se dá conta. - Ah entendi. Aquele moleque quem era o seu namorado. – Conclui, como se tivesse desvendado um enigma complexo.
- Eu já disse, ele não é, e nunca foi o meu namorado. – Afirma incomodada. Ele não era seu ex, não era seu namorado, e gostaria que seu cunhado parasse de se dirigir a ele assim. Não precisa dar mais significância para algo do que de fato foi. Você tem que continuar afirmando isso a si mesma e diminuir a situação, pois quanto menor ela for, menos motivos você tem para ficar machucada ou magoada.
Mas não adianta brigar por causa disso agora. O rótulo que tinha na relação de vocês dois, ou no caso a falta dele, não era o seu maior problema, e sim a falta de confiança, comunicação e honestidade. Dane-se a forma como o seu coração doía querendo chamá-lo de namorado, chamá-lo de seu, ou algum apelido idiota que os casais usam, ele nunca seria esse pilar para você, então não adiante ficar pensando nisso.
Wagner retira o sorriso do rosto ao continuar, parecendo arrependido ao se lembrar de algo:
- Foi mal, acho que a parte da camisinha não caiu bem né? – te olha de canto- Mas foi sua culpa. – Declara o mais velho.
- Minha culpa? – Você rebate, mesmo não estando brava.
- Sim, você quem me provocou primeiro, eu só devolvi na mesma moeda. – Explica.
Você finge um olhar triste, cabisbaixo, como se estivesse relembrando a reação do garoto, e em como Wagner só te colocou em problemas, mas quando ele te olha preocupado, você não aguenta, e cai no riso. Ele não entende nada a princípio, mas depois vendo que você não se importou, ele se entrega a uma gargalhada junto com você, quebrando a tensão.
- Fica de boa. – Você o tranquiliza, limpando as lágrimas que se formaram no canto dos seus olhos devido a risada intensa.
- Mas ele ficou bravo? – Questiona, só para ter certeza de que não te prejudicou com o rapaz. - Se quiser, sei lá, eu posso falar com ele e esclarecer tudo. Não quero passar a ideia errada de você para seus amigos. – Diz receoso.
Você sabe o que ele está insinuando, e entende agora a imagem distorcida que Matías e os outros devem ter tido sua. Com um cara mais velho, comprando bebidas, e preservativos, mas sinceramente, não liga nenhum pouco. Até onde todos os garotos sabiam, você estava solteira – o que tecnicamente era verdade mesmo – só nutrindo uma paixão platônica pelo rapaz, então poderia sair com quem quisesse sem dar satisfações, talvez tenham estranhado que isso tenha acontecido logo depois do aparecimento da ex do dito cujo, mas enfim. Sabia também que Fran, o único que sabia de tudo, não te julgaria, sendo verdade ou não. E Matías, ele que se fodesse pelo que pensa ou deixa de pensar, isso já não é mais problema seu.
Este não é o caso, mas você poderia estar muito bem sim, transando por aí e afogando suas mágoas no primeiro corpo quente que encontrasse pra aquecer sua cama, mas não quer, e mesmo se quisesse, isso não dizia respeito a ele.
- Obrigado por defender a minha honra, Senhor – Você diz fazendo graça, e até mesmo uma mini reverência improvisada e debochada – Mas não será necessário, eu não devo satisfações a ele, e se quiser pensar algo de mim, o problema é dele.
Você se mexe desconfortavelmente no acento do carro. O mero mencionar do garoto já faz com que seu íntimo estremeça e se feche em torno de nada, sentindo falta dele e de seu corpo. Mesmo não querendo admitir, você acha que uma boa parte do seu mau humor ultimamente, se deva também a falta de sexo, além do coração partido. Não queria se render tão rápido e com tanta facilidade aos encantos dele como fez. Mas foi muito prazeroso, e você também estava com saudades.
Mas não sabe ainda por que ele insistiu em falar com você, se não queria ter nada sério. Honestamente, só deve ter ido atrás, pois pensou que você estava com outra pessoa. O típico cara que só dá valor quando perde. E você o deixou acreditando nisso, porque uma parte sua gostou que ele estivesse machucado, que estivesse na sua posição do restaurante, só para ver a quão boa é a sensação. E você não gosta dessa parte de si mesma. Por mais que tenha dito que não liga para o que ele pensa, você não quer ser a escrota da história e machucar alguém a custo de nada. É errado, sujo, e totalmente mesquinho. Não tem para que ficar jogando esses joguinhos psicológicos se você quer por um final em tudo.
Mas foi tão bom. Matias sempre foi um bom amante na cama, mas quando estava com raiva, se transformava em algo a mais. Sentia uma fome e necessidade de te repreender e te pôr em seu lugar. Te mostrar quem estava no controle da situação, e como poderia te reduzir a uma bagunça de gemidos se quisesse. E com muita vergonha, você se pergunta, se está com mais raiva por ter cedido, e ter inflado o ego dele, ou por terem tão pouco tempo e não poderem ter continuado. É ridículo como você já sabe a resposta para isso.
Mas tentando deixar o assunto de lado por enquanto, você liga o rádio e deixa tocando uma música aleatória, só para preencher o ambiente. Você não quer ficar pensando no garoto que te dedou em um banheiro a minutos atrás, enquanto está do lado de seu cunhado. Ainda tensa se encolhendo no banco, e sendo cautelosa para que ele não veja através de você, e descubra algo, ou que note os hematomas roxos começando a aparecer.
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O resto da sua tarde é bem tranquila e monótona, o que você aceita de bom grado depois da manhã movimentada. Como estava um dia quente, seria estranho colocar uma blusa de gola alta, então teve que pesar a mão na maquiagem, e esperar que ninguém suspeitasse. Assiste suas aulas, conversa com suas amigas, e depois vai para casa descansar. A vida parece tão cinza sem ele por perto. Era uma quietude que você pensou que gostaria depois de um tempo, mas não estava sendo o caso.
Já em sua cama, tarde da noite, você tenta miseravelmente cair no sono. Mas está sendo impossível. Se você estivesse sozinha em casa, provavelmente iria beber algo forte que pudesse te apagar rápido, mas não faria isso com a presença de sua irmã sob o mesmo teto. Ela iria surtar se descobrisse que você está se embebedando no meio da semana. E não queria arriscar chamar a atenção dela de maneira exagerada para você, foi um milagre que ela não tenha notado o seu pescoço quando chegou. Você não iria brincar com a sorte. Com um bufo irritado, você se vira no colchão e tenta encontrar uma posição mais confortável. Um sono balanceado nunca foi um problema para você, e quando era, Matías encontrava um jeito muito bom de te cansar, e te fazer dormir a noite toda. Mas agora, ele quem era o motivo de você não conseguir pregar os olhos. Os flashbacks dos dois naquele banheiro, te deixam excitada e frustrada. Não deixando que seu corpo relaxe o suficiente para sucumbir a um repouso merecido.
Decidindo que não consegue continuar assim, se levanta vai até a cozinha tomar um copo d’água, e tentar acalmar os ânimos. Mas não adianta muito. Sem outra escolha, começa a voltar para o quarto, silenciosamente, não querendo fazer barulho e acordar os outros.
Mas no meio do percurso, no corredor, escuta alguns sons abafados, e decide se aproximar para ver do que se tratava:
- Isso, continua – Vinha do quarto de sua irmã, e definitivamente era a voz dela – Isso, não para! – Exclama um pouco mais alto, e dessa vez o som é acompanhado com o ranger da cama, e a mesma batendo na parede.
Você dá um passo pra trás assustada ao perceber o que está acontecendo. Dá meia volta com nojo, e se esconde em seu quarto tentando esquecer o que acabou de ouvir. Pelo menos tiveram a decência de te esperarem dormir para começarem com suas atividades noturnas.
Mas isso só te traz ao seu problema inicial. O sexo nunca foi muito importante para você antes dele. Mas depois, se tornou algo essencial, contínuo, um desejo que precisava ser satisfeito a todo momento. Quando estava feliz, e queria comemorar, triste e queria esquecer, quando estava calma e queria algo mais preguiçoso, e quando estava com raiva. Principalmente com raiva. Querendo fazê-lo se submeter a você e vice-versa.
Recusava a tocar a si mesma, pois saberia quem iria vir a sua mente no momento, e não queria que ele fosse dono de mais essa parte de você. Então passa a noite quase em claro, adormecendo somente quando falta poucas horar para amanhecer.
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No dia seguinte, quando está na faculdade, você e os outros estudantes são recebidos com a notícia de que o último período seria vago, o que foi muito bom para vocês, mas muito ruim para o professor que teve que se ausentar, pois não estava se sentindo muito bem, e não pode comparecer. Você manda uma mensagem avisando a sua irmã, para que ela não venha te buscar no horário combinado, pois iria embora mais cedo, o que ela é bem rápida em responder. Depois da noite passada, você mal falou com ela essa manhã, ainda envergonhada por ter flagrado um momento tão íntimo. E para o seu horror e surpresa, ela diz que está indo agora te pegar, pois tem planos para a tarde das duas.
- Já sei o que podemos fazer hoje. - Diz com as mãos no volante dirigindo para só Deus sabe onde.
- O que? – Você rebate interessada.
- Compras! – Responde com um gritinho animado e erguendo os ombros.
Você tenta fazer o seu melhor para demonstrar excitação com esse plano, mas não sabe exatamente se consegue. Vocês fizeram compras no dia seguinte em que ela tinha chegado, passando o domingo inteiro no shopping, comendo, vendo um filme romântico clichê em cartaz, comprando besteiras, e encerrando o dia com boliche e comida de fast food. Foi legal ter um dia das garotas, mas era isso, um, e pra você já era mais do que o suficiente. A ideia de ter que passar o resto do dia carregando sacolas, ou experimentando roupas, tendo que tirar, colocar, e depois tirar de novo, não te atrai em nada.
Ainda no estacionamento você a tenta fazer mudar de ideia. Considerar alguma outra alternativa ou atividade que ambas gostem.
- A gente não pode fazer outra coisa? – Diz ainda no carro.
Ela se vira para trás esticando o braço, tentando alcançar sua bolsa no banco de traseiro.
- Como o que? - Pergunta, finalmente agarrando o acessório e conferindo se tem tudo o que precisa dentro.
- Ir pra casa, ver um filme, e pedir alguma coisa. – Você descreve sua noite ideal, o que te rende um olhar incrédulo e julgador em sua direção. Ela sai do veículo e te espera do lado de fora, o que com um grunhido você obedece e faz. Ela retoma o assunto então:
- Primeiro, já é tarde demais porque já paguei o cartão de estacionamento – Explica, e você não consegue evitar revirar os olhos com essa desculpa – E segundo, tenho que ver a roupa do casamento. – Conclui, fechando e acionando o alarme do carro, se dirigindo a entrada do lugar enorme e lotado, sem esperar que você a siga.
- Como assim roupa do casamento? – Questiona incrédula - A cerimônia é daqui um mês e você ainda não tem o seu vestido? – Você sente como se pudesse arrancar os cabelos agora.
Ela te encara, e parece magoada ao rebater:
- O meu vestido está pronto a meses, você é uma das madrinhas, e deveria saber disso. – Diz duramente.
Então tudo volta em um borrão. As chamadas de vídeo no ateliê, fotos infinitas de modelos e tipos de tecido, por Deus, você até tinha opinado no tipo de corte que teria melhor caimento no corpo dela. Como pode esquecer?
- Me desculpa, acabei me confundindo. – Fala arrependida, e se encolhendo.
Ela começa a dar passos apressados, ficando muito a sua frente, e você a segue prontamente. Quando se aproxima, ela recomeça:
- É o meu casamento, como você esquece da droga de vestido que eu vou usar? – Ela diz exaltada, claramente magoada e sem olhar em sua direção, te ignorando. Mas se recompondo, para de caminhar, e se vira para você – Às vezes sinto que você anda dispersa e não liga para mais nada. – Te acusa.
- O que? É claro que eu ligo. – Você se defende imediatamente – Eu só me atrapalhei um pouco pra lembrar do vestido, mas é claro que eu me importo.
Ela te olha, e pela primeira vez, sente como se ela estivesse realmente brava contigo:
- Você não tem estado presente para opinar em nada em relação ao casamento, seja decoração, comida ou até a droga dos guardanapos de mesa. – Ela aponta friamente - Eu e a mamãe quem decidimos a maioria dos detalhes. Eu tive que escolher o meu buquê com uma outra amiga minha que vai ser madrinha, sendo que é você quem é a obcecada por flores, e nem nisso você se dispôs a me ajudar. – Nessa parte, a voz dela vacila, e você se sente afundando no lugar. Não tinha notado que tinha negligenciado sua irmã tanto assim. Para ser franca, você se lembrava bem brevemente de uma discussão a respeito dos arranjos de flores nas mesas e decoração, mas não prestou atenção o bastante para recordar com clareza.
- Me desculpa, não tinha percebido que estava tão ausente. – Ela ignora suas palavras e decide continuar com o sermão, o qual você merece é claro:
- E sabe o que mais? Você também não fez a sua parte em outras coisas. To te pedindo o nome de algum acompanhante a semanas. Preciso saber, se vai levar alguém para encaixar os lugares, tanto na festa quanto nas fotos em família.
E aí quem está o problema. Você tem evitado pensar na cerimônia, pois não sabia quem iria levar, mas sabia quem queria levar. O que são coisas bem diferentes. Como convidar alguém que não demonstra o mínimo de interesse em ter algo sério e concreto com você para um casamento? Onde estariam presentes toda a sua família, amigos, e pessoas que te conhecem desde sempre. É simples, você não convida.
Fica um silencio desconfortável entre as duas. Você, sem saber o que dizer, e ela, medindo as palavras para debaterem o assunto.
- E não foi para mim que eu vim ver roupa. – Declara um minuto depois.
- Então pra quem? – Agora você está mais confusa ainda.
- Pra você. – Ela se dirige a escada rolante, indo para o próximo andar, e você vai atrás, ficando um degrau abaixo. – Eu te passei a paleta de cores a meses atrás, para que você pudesse comprar ou alugar algo que te agradasse. Mas desde que eu cheguei na tua casa, não tem uma peça de roupa na cor que eu havia falado. Você esqueceu não foi? – Ela te fita, olhando para baixo por trás do ombro.
- Foi – Mesmo já esperando essa resposta, ela fica ainda mais desapontada.
- É uma data importante sabia? Você além de ser madrinha, vai estar em todas as fotos da nossa família, não pode deixar para ver esse tipo de coisa no dia. – Te relembra. Vocês saem da plataforma giratória e começam a percorrer o local, repleto de lojas e pessoas.
- Eu já disse que sinto muito. – Está começando a ficar irritante agora. Você sabe que errou, mas já pediu desculpas. O que mais ela quer?
- Então demonstre! Eu tentei ser legal, mas sendo bem sincera – Ela se aproxima e te encara desafiadoramente - A gente não vai sair daqui hoje, enquanto não achar a droga de um vestido marsala, estamos conversadas? – Aponta o dedo no seu peito. Você se sente uma criança de novo, levando bronca por alguma travessura, e se segura para não arranjar uma briga no meio de todos.
- Sim. – Engole em seco, fechando os punhos e desviando o olhar.
- Ótimo! – E continua andando, como se não tivesse te destruído a apenas alguns segundos atrás.
Vocês visitam várias lojas, mas não encontram nada que agrade as duas de primeira. É muito estressante, e você começa a entender o nervosismo dela. Em um ateliê teriam que ver o aluguel ou comprar a roupa, o que sairia uma fortuna tão em cima da hora, isso considerando que tivesse algo disponível para alugar na mesma data e na cor exigida. O que seria difícil. Se fossem encomendar, teriam gastos semelhantes com mão de obra ou para fazer algum ajuste. A culpa começa a te corroer por dentro. Você quem deveria ajudá-la, não o contrário.
Eventualmente, acabam encontrando uma loja que chama a atenção das duas. É um espaço aconchegante e acolhedor. Bem iluminado e repleto de araras com vestidos de vários comprimentos, modelos e cores, adornando o ambiente. Assim que adentram, são recebidas por uma vendedora atenciosa e muito prestativa. Após alguns minutos de conversa, com sua irmã explicando, o que procuravam e queriam, a vendedora às guiam para uma sala de espera com o provador, e retorna depois com diversas opções para que você experimente.
- Eu estou me sentindo como um enfeite de Natal. – Diz com a primeira opção no corpo. Um vestido colado, cheio de brilho e decotado na frente.
Ela te avalia de cima a baixo:
- Um enfeite de Natal Sexy – Conclui.
Na segunda opção, é preciso que ela entre no provador, para te ajudar com a amarração nas costas. E você aproveita para se redimir:
- Me desculpa, eu não tenho sido eu mesma nos últimos meses. – Encontra o olhar dela através do espelho - Em vários aspectos. – Você diz, e ela sabe ao que se refere, ou a quem. - Mas vou ser mais presente agora, prometo! – Termina, esperando que ela acredite em suas palavras.
Ela suspira, e segurando firme em seus ombros, te aconselha:
- Eu sei que o primeiro amor pode ser animador e estimulante, mas não se perca por causa disso.
Suas bochechas queimam com essa afirmação. Como assim amor? Tudo bem, você admite que estava de cabeça para baixo pelo garoto, ficava encantada com a presença dele e admirava sua inteligência, humor ácido e em como ele te tratava na cama. Mas era só isso certo? Uma paixão boba, que iria passar eventualmente depois de algum tempo.
- Mas tudo bem, eu te desculpo – Te tira de seus pensamentos, te olhando afetuosamente – E que bom que você disse que seria mais presente – Surge um sorriso maléfico em seu rosto – Depois daqui iremos ver sapatos! – E com um pulinho animado ela começa a fastar as mãos, e se distanciar, mas no último segundo, com um olhar franzindo, ela volta com os dedos e os esfrega com força no seu pescoço, o que te arranca um chiado baixo. Você vê os dedos dela levemente mais claros por conta da maquiagem, e então entende o que aconteceu.
- Que merda é essa? – Diz com os dedos pintados e vendo o seu pescoço, que agora está mostrando um leve hematoma, o qual você tinha se empenhado tanto em cobrir. – Quer saber, você me conta depois, estamos com pressa agora – E se retira, te deixando confusa e com medo.
Ocasionalmente acabam escolhendo um vestido, que agrade as duas. É elegante, te caiu bem, não é tão chamativo, se adequa aos padrões e expectativas que a ocasião pede, e está em um valor acessível. Você agradece aos céus, quando a vendedora retorna com um par de saltos que combinam com a roupa escolhida, poupando tempo e esforço para você. Obviamente, ela fez isso pensando em sua comissão, mas ainda assim, te ajudou bastante.
Se despedem da moça, satisfeitas com a compra e com sorrisos no rosto. Seu alívio não dura muito, quando sua irmã se vira, e diz que precisam conversar. Se dirigem a uma praça de alimentação, e você começa a contar o que aconteceu. Em como devolveu as coisas dele, não mandou mensagem, e o encontrou na manhã passada enquanto estava com o noivo dela. Relata que o rapaz pediu para que conversassem e assim você o fez, não querendo causar uma comoção na hora, e que consequentemente, acabaram se beijando.
- Beijo? Você quer que eu acredite que está com chupão no pescoço por causa de um beijinho? – Diz debochada.
- Ok, a gente deu uns amassos no banheiro tá bom? Só isso – Afirma com o rosto queimando de vergonha, sabendo que é mentira – Não conta pro Wagner, não quero que ele saiba disso. – Pede meio embaraçada.
- Não contar o que? Que você foi dar uns pega no banheiro ou que voltou com o garoto?
Você ignora a provocação dela.
- Não é bem assim, e eu não voltei com ele, foi só um beijo. – Rebate.
- Não vou questionar o porquê não me disse, porque é obvio que você não queria ouvir sermão, mas é bom você estabelecer limites com ele, e logo – Observa - Não adianta devolver as coisas dele e o dar o que ele quer. - Acusa.
As palavras dela te machucam, com a insinuação que acabou de fazer. Você é amarga ao responder:
- E o que ele quer exatamente? Sexo? Uma rapidinha no banheiro? - Pergunta com desgosto.
- Não – Ela nega prontamente – Você. Isso é o que ele quer, você.
A afirmação dela em dizer que ele te queria, e não somente ao seu corpo, te conforta. Mas não tem como saber exatamente se é verdade, já que você e ele nunca exploraram mais do que isso um no outro.
- Bom, podemos ir embora se quiser, a menos que você queira comprar alguma coisa? – Ela diz, encerrando o assunto e pegando a bandeja, começando a descartar os restos de comida. Você se levanta também, e para a surpresa dela, concorda e diz que quer comprar sim algo.
- O que? - Ela questiona curiosa.
- Tampões de ouvido – Responde – Não quero mais ter que ouvir os gritos da noite passada vindo do seu quarto. – Explica ao descartar a comida também, e segue em direção a próxima loja. Agora, é ela quem fica envergonhada, e você dá um riso de satisfação com isso, enquanto caminham.
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Já em casa, você começa a refletir sobre o que sua irmã disse, em estabelecer limites com o garoto. Você deveria ser a madura da história e tentar resolver a situação com ele, mas se recusava a dar o primeiro passo e ceder, e estava mais uma vez desapontada pela falta de tentativa de comunicação pelo lado dele. Como ele poderia em um instante te proporcionar um momento desenfreado de paixão, e no outro simplesmente não dizer nada? Você quem o deu as costas e o deixou lá, mas o que ele queria que você fizesse? Ficasse enrolando, enquanto ele dizia que sentia sua falta para te convencer a voltar a mesma situação de merda que se encontravam antes? Ou para dizer que tinha voltado com a ex e essa seria a última vez? Ou até pior, para dizer que queria que você fosse sua amante e continuassem se vendo em segredo? De qualquer forma, você sabia que o que quer que ele fosse falar, não iria te agradar, então fugiu, como o garoto sempre faz, não ligando para o que ele pensou ou vai pensar.
Também não parava de pensar na possibilidade de amar ele, e isso te assustava, pois se fosse verdade, você não saberia o que fazer com esse sentimento. Ele não era parecido em nada com o que você queria ou procurava em um namorado. Ele não era educado, gentil, galante ou culto, muito pelo contrário, ele era sarcástico, teimoso, com um humor ácido e as vezes difícil de lidar. E mesmo assim, você se encantou por ele, e foi o bastante para o sentimento florescer e crescer cada vez mais dentro de seu peito.
Isso era tão patético! Provavelmente ele estava nos braços dela, enquanto você estava aqui se martirizando. Você tinha que mostrar a ele que não iria voltar com um simples estalar de dedo, tinha que demonstrar convicção e certeza, mas sabia que se ele aparecesse na sua porta, agora, e te prometesse tudo o que você queria, falasse todas as palavras certas, você se deixaria levar e se entregaria com o maior prazer do mundo. Você se olha no espelho do seu quarto, passando a mão pelo pescoço e admirando as marcas deixadas, a única conexão que tem com o garoto no momento. Seus olhos viajam para o guarda-roupa, onde se encontra o vestido recém comprado e os pares de sapatos. Você o pega e o traz em frente ao corpo, dessa vez querendo realmente ver como fica sua aparência, não avaliando se era bom o bastante ou adequado para a ocasião, e não consegue deixar de se perguntar, o que ele acharia. Te acharia bonita? Sexy? Te ajudaria a tirar do corpo após o casamento? Em um universo alternativo, onde você o convida e ele aceita de bom grado, e conhece toda a sua família e os encanta, assim como fez com você.
Mas isso é uma ilusão idiota, você nem sabe o porquê se deu ao trabalho de concordar com sua irmã, quando ela perguntou se você iria querer reservar o lugar de alguém como acompanhante. Mas já estava saindo com o Matias, e pensou que até a data já teriam se oficializado e poderiam ir juntos, que ingenuidade a sua.
Com um suspiro cansado e de derrota, decide se preparar para dormir e começa a guardar as coisas, devolvendo a roupa para o cabide com cuidado para não amassar o tecido. Enquanto faz isso, é notificada com o som do telefone, alertando que chegou uma nova mensagem. Olha ao redor a procura do aparelho e o avista em cima da cômoda com a tela virada para baixo. O pega sem prestar muita atenção, e se dirige para a cama, provavelmente deve ser alguma das meninas mandando mensagem no grupo, ou algo relacionado a faculdade. Mas assim que desbloqueia a tela inicial, agradece por ter se deitado e assim não ter como cair devido a surpresa:
- Precisamos conversar – Diz a mensagem que Matias acabou de enviar.
Seu coração dá um pulo, e os pequenos pontos pulando na tela, indicam que ele ainda está escrevendo alguma coisa, e você espera, mordendo os lábios em sinal de ansiedade.
- Posso ir te ver? – Pergunta o garoto.
NÃO! Você quer escrever em letras maiúsculas e mandar pra ele. Deve te achar muito idiota para acredita que você vai recebê-lo em sua casa tarde da noite, para “conversarem”.
- Não vou tentar nada. – Ele envia, parecendo ler os seus pensamentos.
E quando você pensa em dar ao garoto o benefício da dúvida, ele replica:
- A menos que você queira, é claro.
Arghh! Isso te faz entrar em uma nova onda de fúria. Como ele tem coragem de falar assim com você? Ficar brincando depois de tudo? Você não perde tempo em respondê-lo, e acabar com as expectativas dele:
- Você é ridículo, não quero nem olhar na tua cara.
Ele responde prontamente.
- Desculpa, vou parar. Mas precisamos conversar.
E realmente precisam. Você precisa de um fechamento para poder seguir em frente, e mesmo sabendo que talvez não goste da resposta, decide que você merece uma explicação pelo motivo dele ter agido como moleque em toda essa história. Se ele estiver disposto a ter uma conversa séria, ótimo, se não for o caso, pelo menos vai poder falar todas as coisas que ficaram entaladas na sua garganta todo esse tempo.
- Ok – Você responde, e antes que ele possa te enviar mais alguma coisa, você é mais rápida e envia antes – Amanhã de manhã, no café perto do Campus.
É claro que você não vai arriscar ter ele na sua casa ou ir à dele e acabarem na cama um do outro, então optou por um lugar público, mas se lembra envergonhada, que nem isso foi o suficiente para impedi-los da última vez.
- Combinado.
E com isso você acha que o assunto está encerrado. Mas se surpreende ao ver uma última mensagem.
- Boa noite.
E indo contra todos os seus desejos de ignorá-lo, ser rancorosa, e tratá-lo mal, você o responde:
- Boa noite.
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Você esteve em um estado de espírito completamente inquieto e perturbador a manhã inteira desde que acordou, sem saber muito bem o que esperar dessa conversa que iriam ter, e em como iria reagir quando o visse de novo.
Quando você se aproxima do local, examina o ambiente e surpreendentemente, ele já está te esperando. Sentado em uma mesa para dois, parecendo nervoso, e para seu descontentamento, bonito como sempre. Você até fantasia por um momento, que isso poderia ser um encontro. Que você estava indo passear com o garoto para se conhecerem melhor. Mas não é o caso. Uma das possibilidades que passou por você, do motivo dele ter te chamado, foi para se desculpar e te dar um fora, para contar que voltou com a ex, mas que não queria ter pontas soltas contigo. Mas não valia a pena se perguntar o que ele iria te dizer, a dúvida estava te matando, então era melhor acabar com isso de vez.
Com esse pensamento, você se aproxima da mesa, e ele como o cavalheiro que nunca foi, puxa a cadeira para que você se sente.
Assim que você se acomoda, uma garçonete chega, depositando uma xícara de café preto para o rapaz, e um prato com um doce na sua frente, você está prestes a falar que é um engano, que não pediu nada, mas ao notar que é o seu favorito, e olhar para Matias, ele te entrega tudo com o olhar:
- Você lembrou. – É a primeira coisa que diz a ele, assim que a garota se afasta.
- Sim. – Concorda, te lançando um sorriso contido.
Lembranças passam por você de todas as vezes em que estiveram aqui. Não era um lugar especial, mas era perto do Campus, e tinha o seu doce favorito, nada muito requintado, apenas uma fatia de cheesecake, que te fazia contente sempre que comia, então vinham aqui com certa frequência, mas nunca era um encontro, claro.
- Ok, então vamos conversar. – Você fala mudando o seu semblante, ficando séria, e o encarando, esperando que ele comece a dizer algo.
- Oi, como você tá? Estou bem também, obrigado. – Retruca debochado.
- Caso não tenha dado pra notar, eu estou brava com você, não vim aqui pra jogar conversa fora, então ou você fala algo que valha a pena, ou vou embora. – Ameaça.
Ele parece considerar se você está falando sério, e algo em seu olhar o faz desistir e concordar com o que disse. Ele se endireita na cadeira, e limpando a garganta, recomeça:
- Eu quero me desculpar – Você não diz nada, em um sinal claro para que ele prossiga – A noite no restaurante, foi injusto com você, sinto muito.
- Por que você fez aquilo? – Interroga ele.
- Eu, eu estava confuso, eu e a Malena nós... – Ele dá uma pausa, sem saber como continuar, e você fica aflita com o que vem a seguir. – Nós namoramos por dois anos, e terminamos cerca de um ano atrás... – Ele recapitula os fatos.
- Por que terminaram? – O interrompe, com a dúvida que sempre passava por sua cabeça. Um casal não termina um relacionamento de tanto tempo por nada. Quando os dois se viram no restaurante, ela ainda parecia claramente interessada, e após o comportamento dele, não poderia dizer que o mesmo estava ileso a presença dela, então o que houve realmente para que rompessem?
- Ela tinha conseguido uma bolsa pra desenvolver a tese dela no exterior – Diz, e começa a mexer o café, o revirando com a pequena colher que se encontrava na mesa, claramente desconfortável com o assunto - Eu quis continuar com o relacionamento, mesmo que fosse à distância, mas...ela não.
Um sentimento de choque e tristeza, passam por você. Primeiro, o fato deles não terem terminado por conta de alguma briga, desentendimento, discussão, ou a falta de carinho um pelo outro, e sim por conta do distanciamento. Segundo lugar, o cara por quem você estava louca, e que era averso a compromisso, quis tentar uma relação à distância? Isso parecia uma ideia tão absurda dele considerar, mas talvez essa parte, essa fração dele, esteja reservada apenas para ela, não para olhares forasteiros como o seu.
- Então terminaram porque ela foi embora? – Pergunta para confirmar, e odeia como suas palavras saem baixas, assim como o seu olhar e seus ombros se encolhendo, conforme se afunda na cadeira, tentando sumir.
- Sim, até pensamos em ter um relacionamento aberto, mas não era minha praia, então tomamos essa decisão mútua. – Ele solta um suspiro, e procura o seu olhar ao continuar – Eu não quero te machucar, não precisamos falar sobre isso. – Cessa o assunto, preocupado com sua reação.
- Não, eu quero saber – Ele te fita, ainda indeciso se deve prosseguir – Não quero ficar no escuro sobre isso. – Você justifica.
- Tudo bem – Acena com a cabeça, ainda duvidoso - A gente ainda se gostava, sabíamos que só era um momento ruim, e não queríamos acabar com tudo por causa de alguns meses separados, então... meio que fizemos um acordo um com o outro. – Nessa última frase, ele desvia o olhar e coça a nuca, em sinal de embaraço.
- Que acordo? – Você acha que pode estar hiperventilando agora.
Matías não quer falar, isso é obvio, ele olha para os lados, e solta uma expiração, conformado que não tem mais como evitar esse assunto.
- Ela poderia ficar com quem quisesse, e eu também. Se quando ela voltasse, ambos estivessem solteiros, aí voltaríamos, se não, continuaríamos amigos. – Conta por fim.
Você não sabe como reagir a essa nova informação. Isso só prova que ele nunca teve a intenção de te levar a sério, era só um escape enquanto a pessoa certa estava ausente. O que ele faria quando ela voltasse? Iria te descartar sem mais nem menos? Te jogar fora como um brinquedo quebrado?
- F-foi por isso que você não quis assumir nada, n- não é? Porque se ela voltasse e você estivesse namorando alguém, aí teria quebrado o acordo. – Gagueja ao pronunciar as palavras.
Ele engole em seco antes de responder:
- Sim.
Você sabia. Sabia, e ainda assim te machuca saber que estava certa. Você era só um passatempo, uma distração de quem realmente importava. Se sente suja, e usada, percebendo que os seus esforços, e paciência com ele, nunca te levariam a nada, pois desde o começo já estava fadado ao fracasso.
- Bom, acho que deu tudo certo no final então – Com a costa da mão, você limpa uma lágrima teimosa, que insistiu em aparecer, - Agora você pode ter sua garota de volta. - Constata.
- Eu quero você, por isso to aqui. – O rapaz diz, mas você mal presta atenção, ainda brava por sua confissão anterior.
- Não, você acabou de dizer, você estava esperando por ela, por isso que não me assumiu, eu devia ser só um prêmio de consolação pra você – As lágrimas, começam a querer vir a todo custo, e você se inclina sobre a mesa, trazendo as mãos ao rosto, se cobrindo e tentando controlar um soluço.
- Não, é claro que não, você nunca foi um prêmio de consolação, ou uma segunda opção, eu gosto de você, por isso to aqui, pode não ter começado como algo sério, assim como qualquer outro relacionamento, mas eu certamente me importo e tenho sentimentos por você. – Ele tenta se explicar.
- Você disse que quando ela voltasse, dependendo da situação, iriam reatar. Foi no dia do restaurante que ela voltou? Que você a convidou? – Questiona, ignorando as palavras anteriores dele. O mesmo só solta uma lamentação e prossegue:
- Ela já havia voltado alguns dias antes, só estava terminando de se instalar. Não mantivemos contato durante o término, mas quando ela chegou na cidade me enviou mensagem, me chamou pra sair e eu disse que já tinha planos, juro que não chamei ela, mas ela apareceu mesmo assim. Aquele dia, foi a primeira vez em que a vi pessoalmente depois do término. - Conclui ele.
- Se ela tivesse te perguntado aquele dia, pedindo pra reatar, vocês teriam voltado, não é? – Interroga em um tom de acusação.
- Eu já disse, estava confuso. Não tem como responder isso, eu disse pra ela para conversarmos em outro momento, longe de todos. – Relata o garoto.
- E longe de mim também, certo? – Sua voz é carregada de rancor.
- Sim, mas não como você está pensando. Eu não sabia o que fazer, estava desconcertado, tinha que falar com ela também e apaziguar a situação. - O mesmo argumenta.
- Tadinho de você, tendo que escolher qual garota levar pra cama dia sim, ou dia não. – Retruca com raiva e deboche.
Ele morde as bochechas, tentando se conter, e não dizer a coisa errada.
- Olha, eu admito que fiquei na dúvida, ok? Eu tenho um passado e história com ela, então fiquei balançado quando a vi depois de tanto tempo, mas eu to com você agora, eu quero você, sei que não acredita em mim, mas quero uma chance pra te mostrar que melhorei- Fala em um tom sério e decidido.
Você não sabe o que responder, mas não precisa, pois a conversa é interrompida, por um pequeno zumbido de notificação em seu celular, o qual você verifica imediatamente, querendo fugir da situação, e tem vontade de revirar os olhos ao ver que é apenas sua irmã te perguntando se poderia pegar uma bota emprestada.
- É aquele cara? Seu namorado? – Erguendo os olhos da tela, você nota como o garoto está com o semblante fechado, carrancudo e parecendo uma criança com birra. Mas ignora e responde sua irmã, dizendo que sim, e para ter cuidado.
- Ele não é meu namorado. – Diz irritada, já sabendo a quem ele está se referindo, e guardando o celular na bolsa, para não serem mais interrompidos.
- Um ficante então? – Questiona cruzando os braços e tensionando a mandíbula.
- Não que eu te deva satisfações, é claro – Você o encara, com a melhor feição de desgosto que consegue fazer e responde – Mas não, ele não é meu ficante, namorado, ou algo assim, ele é meu cunhado. – Explica por fim.
Ele parece confuso, franzindo o olhar, como se estivesse tentando se lembrar de algo.
- Eu não sabia que você tinha irmã – Ele diz.
- Eu sei, você nunca perguntou da minha família lembra? Isso não fazia parte da nossa “relação” – Você acusa. Sabe que é injusto trazer isso à tona agora, mas quer fazer com que ele reconheça que te tratou mal, e que você não merecia isso.
- Você está certa, me desculpe. – Diz com a cabeça abaixada em arrependimento.
Mas de repente, ele parece tentar conter um sorriso de surgir, aliviado ao saber que você não estava ficando com ninguém, mas isso rapidamente muda para nervosismo, remorso e até mesmo, pânico? talvez? Você realmente não o entende as vezes.
Depois de um momento de silencio, você quem decide o questionar:
- E você? Voltou com ela, ou ficou com alguém? – O receio e medo da resposta é bem perceptível em seu tom, e ele nota isso.
O rapaz paralisa, ficando com a cara pálida e baixando o olhar, parecendo culpado. E quando você está prestes a falar que vai ir embora, e pra ele não te procurar mais, ele se recompõe e diz com a maior convicção que você já viu:
- Não. – Sua voz não treme, ele não gagueja, e não dá nenhum sinal de que possa estar mentindo. Ainda assim, você não sabe o porquê, mas não se convence totalmente com a resposta dele. Mas se obriga a acreditar, pois o mero pensamento dele com ela, ou com outra pessoa, depois de como as coisas ficaram entre vocês, te machuca profundamente. Então empurra esse sentimento para o fundo do seu âmago e ignora os seus instintos. Ele percebendo sua relutância, continua:
- Por favor, a gente pode recomeçar, e eu vou fazer certo dessa vez. Vamos ter encontros, andar de mãos dadas, fazer o que você quiser, até flores se for a sua vontade, só me dá uma chance. – Os olhos dele são suplicantes agora.
- Eu não sei. Isso é muita informação Matías, você acabou de me dizer que não ficamos sérios por meses, porque estava se “guardando” pra ela, e do nada, depois de dias sem nos falarmos, você quer voltar? É meio difícil entender o seu raciocínio aqui. – Explica, para que ele entenda o seu ponto de vista.
Ele procura sua mão em cima da mesa, hesitante em segurá-la, mas você não se afasta e deixa com que ele entrelace seus dedos junto com os dele, unindo os dois. Ele te fita e continua:
- Eu sei que errei, mas quero consertar isso – Aperta sua mão suavemente, e acaricia sua palma com os dedos, te trazendo uma sensação gostosa com o calor emanando dele - Quero me comprometer e ser melhor pra você, só com você. Por favor. – Ele termina a frase, e indo contra tudo o que você espera, ele traz a sua mão até os lábios, deixando um beijo casto ali.
Que merda era essa? Ele nunca demonstrou afeto em público, e de repente, além de segurar em sua mão, ainda a beija? No meio de várias pessoas? Ele com certeza sabe como te fazer derreter, você fica sem palavras e corada com o gesto, estupefata e ao mesmo tempo se odiando por ser tão afetada por ele. Mas não era isso o que você queria o tempo todo? Que ele se desculpasse, e te prometesse o mundo? Então por que está sendo tão relutante em aceitar?
- Eu vou pensar sobre isso. Mas tenho condições. – Começa, se sentindo uma vitoriosa por sua voz não sair falha, e tentando controlar o rubor em sua face.
- Ok. – Ele diz, dando um último beijo em sua mão, e a largando. Você imediatamente sente falta do contato.
- Primeiro, e se você não concordar, já finalizamos por aqui. – Lança um olhar sério - Não quero que você mantenha contato com a Malena, você vai ficar comigo e somente comigo, não ligo pro acordo que vocês fizeram de continuarem a amizade. Não me importa se é sua ex, se tem uma história, ou o que for, ela acabou pra você entendeu? – Termina, cruzando os braços e arqueando a sobrancelha, e dane-se que você parece uma psicopata obsessiva.
- Tudo bem, eu concordo. – Responde prontamente.
Isso é estranho, ele está aceitando tudo muito fácil, você esperava um pouco mais de resistência da parte dele, não que você esteja reclamando, óbvio.
- E segundo, se me quiser de volta, vai ter que lutar por isso – Declara convicta, apontando um dedo em sua direção - Vamos no ritmo que eu quiser, ou seja, com calma, e vamos fazer certo desta vez. – Ele não parece entender o que você implicou, só inclinando a cabeça para o lado em confusão. Você revira os olhos e diz:
- Eu to querendo dizer: sem beijo, toque ou sexo. Você tem que me cortejar antes, se quiser chegar nisso.
A expressão dele cai, com certeza não esperando por essa exigência sua, e considerando a vida sexual dos dois antes do término, sabia que não seria fácil pra ele. Mas precisava disso, se ele te quisesse de verdade, e não somente o seu corpo, teria que te provar. Ele arruma o rosto e responde:
- Tudo bem – Diz convencido – Eu te conquistei uma vez, posso fazer de novo.
- Veremos. – Retruca em tom de desafio.
E com isso, um silencio se instala na mesa. De repente você se sente extremamente tímida, e sem saber como devem prosseguir a diante. Tem tantas coisas que ainda precisam ser ditas, esclarecidas, mas vocês vão se acertando pouco a pouco, ao menos é o que você espera.
- Você tá bonita. – Ele quebra o silêncio.
- Me bajular não vai te levar a lugar nenhum – Diz o alertando.
- Eu sei, mas ainda assim vou dizer. – Retruca, teimoso como sempre.
- Obrigado. – Agradece a contragosto.
- Me conta mais sobre sua irmã – Ele começa a se servir com mais café – Ela é mais velha?
Você é pega de surpresa com isso. Não acostumada com a demonstração de interesse dele em relação a sua vida pessoal, só quando envolvia estar entre suas pernas.
- Sim, ela é. – Confirma.
E antes que você se de conta, a situação não está mais tensa, com os dois tentando não pisar em ovos. Estão rindo, e conversando. Você pega o telefone e o mostra fotos de sua irmã, dela com seu cunhado, e dos três juntos. Até comenta do casamento, e ele se mostra realmente contente com os detalhes, provavelmente ainda aliviado de o homem não ser próximo de você, pelo menos não da maneira em que ele imaginava.
Você pergunta sobre os garotos, como eles estão, e pede para que o mesmo envie um abraço seu a todos, e se desculpe em seu nome por não terem conversado ultimamente. Você fica receosa em saber se eles estão chateados, ou ressentidos do seu comportamento, o que ele é rápido em negar, te tranquilizando, dizendo que eles entenderam a situação, e que apenas estão com saudades. Relata que contou ao grupo do envolvimento entre vocês, e que eles compreenderam. Mais uma vez te surpreendendo, em como ele está sendo transparente agora.
Ele é atencioso, e antes de irem embora, insiste para que você coma mais alguma coisa, sabendo como você é apaixonada pelas sobremesas de lá. Ele ri em como você abre um sorriso, e aponta animada para o doce, para que a garçonete o pegue. E em meio a isso, você não consegue parar de pensar, que se ele continuasse se comportando assim, você vai amar ele mesmo, e não vai se importar nenhum pouco com isso. Mas se está tudo tão bem, por que você ainda sente que tem algo errado?
__ __
Espero que tenham gostado do capítulo, até o próximo 😚🩵
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wosohavemyheart · 2 months
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TORNADA PT. 2
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He vueltooo, os dejo aquí la continuación de esta.. vamos a llamarlo serie porque tengo otros dos capítulos hechos y seguramente surgan más, no lo se...
Disfrutad.
Parte 1
2 meses han pasado desde que Alexia volvió a pisar el césped, un par de días después volví a Mallorca. No nos habíamos visto desde entonces pero hablábamos a diario.
Le conté que había ido a ver varias veces a Paula y también le hablé de Alexandra pero no el porqué de estas visitas. No quería distraerla con mis cosas, tenía que ganar la Champions cosa que hizo y celebraron por todo lo alto.
Yo por otro lado me quedaba un partido que era decisivo para ganar la liga y firmé por dos años con el Barça.
En un mes me mudo a Barcelona junto con Ale así que quería aprovechar ahora que viene unos días para ayudarme con la mudanza a presentarle a Alexandra y decirle mi locura.
Ahora mismo estamos de camino al partido que tienen las chicas, como a Paula la han subido de categoría juega junto a Alexandra.
Llegamos justo a tiempo para ver cómo se alinean y se saludan, así que nos sentamos al lado de Marta.
-Hola- Saludamos
-Hola, ¿que tal el viaje, Alexia?
-Bien, cortito, Mallorca es increíble.
-Eso dicen todos los que vienen- Se ríen y entablan una conversación hasta que empieza el juego.
Ale pone su brazo encima de mis hombros.
-¿Paula es el 11?- Pregunta Ale
-Si, cariño y Alexandra el 10
Están todo el partido jugando sucio contra Paula al verla más pequeña piensan que es más débil, están metiendo piernas y cuerpo cuando no hay porque y el árbitro no dice nada.
-Y el árbitro este para que esta? - Dice Ale enfadada y se levanta- Pero mira coño, van a por ella a muerte.
-Siempre pasa lo mismo, piensan que con ella lo tienen fácil al ser más pequeña pero luego ven que no y se frustran y van más a por ella- Digo acostumbrada de verlo en partido si y partido también.
En ese momento una compañera le pasa el balón a Alex a la que le vienen dos rivales y como puede les regatea dejándolas a ambas en el suelo y enseguida se la pasa a Paula que se había desmarcado. Ella chuta y la portera rival no puede hacer nada.
-Vamoss- Me levanto a celebrarlo y abrazo a Ale.
-Son muy buenas, tienen buena técnica- Comenta Alexia- Destacan entre las otras
-Lo sé- Digo orgullosa
Nos volvemos a sentar y continuamos viendo el partido pero por detrás escucho como unas madres cuchicean.
-¿Has vista la niña esa? La 11?
-Si, no sé que hace aquí, esa tiene que estar con su categoría. Aquí se va a hacer daño siendo tan poca cosa
-En algún momento sale volando por querer jugar con los mayores- Se ríen
Me voy a girar para decirles de todo pero Ale me pone una mano en el muslo y se gira ella.
-Ahora se donde han salido vuestras hijas- Suelta Alexia.
-¿Perdón?- Dice la vieja rubia
-Digo que vuestras hijas son igual de groseras que vosotras, no se como podéis desearle el mal a alguien y menos a una niña pequeña- Pausa y veo como se callan, suelto una risita- Y para vuestra información la número 11 se llama Paula y juega con los mayores porque tiene más talento que todas, solo hay que ver cómo les está pateando el culo.
Dicho esto se gira para seguir viendo el partido y yo no puedo evitar reírme fuerte de las caras de las viejas.
Me acerco a su oído
-¿Te he dicho ya cuanto te quiero?
-Si, pero no me cansaré nunca de oírlo
-¿Y sabes lo que me pones cuando te pones en plan protectora?- Le doy un beso en el lóbulo y veo como se tensa.
Le beso la mejilla y me separo para seguir viendo el partido.
El partido finaliza 3-0 con los otros dos goles de Alex con asistencia de Paula.
Estábamos esperando a un lado del túnel a que salieran las chicas.
-T/n- Viene corriendo Paula y me abraza y detrás de ella veo que Alex viene también pero despacio, con cautela, mirándonos con desconfianza sobretodo a Ale- ¿Has visto esos goles?
-Sii- Digo eufórica mirándola- Ha sido increíble, habéis jugado genial- Fijo mi mirada en Alex ahora.
Detrás de ese muro que se ha construido veo un poco de emoción aunque intenta ocultarlo pero conmigo no lo consigue y le sonrío.
-Habéis jugado muy bien- Choca los cinco Ale con Paula y se gira a Alex- ¿Alexandra, verdad?- La niña asiente precavida- Tienes un pie izquierdo asombroso.
Asiente con recelo.
-Soy Alexia, por cierto- Mi novia sonrie cálidamente presentándose.
-Alexandra-
-Podemos ir a cenar algo para celebrar la victoria no?- Miro a Ale y a Marta que asienten con la cabeza y miro a las niñas.
-Siiiiiiii- Grita Paula y se gira hacia su amiga- Porfi porfi porfi Alex, nos lo pasaremos bien. Te lo prometo- Le suplica.
-Esta bien- Cede dándole una pequeña sonrisa que quita cuando ve que la miramos- ¿Qué mirais?- Se cruza de brazos.
Alexia niega con la cabeza y suelta una sonrisa.
-Creo que ella y yo nos llevaremos bien- Me susurra en el oído- Se parece demasiado a ti
El resto de la tarde pasa. Conocemos más a las chicas o por lo menos lo que nos dejan sobretodo Alex que sigue mirando todo con recelo y contestando a la mayoría de cosas con respuestas cortas.
Pero ahora de camino a dejarlas en el orfanato veo que Alexandra y Alexia están unos metros por delante de nosotras hablando animadamente.
-Parece que Alexia se la ha llevado al bolsillo- Comenta Marta.
-Tiene ese don, conmigo también lo consiguió y eso que me hacia la dura.
-Alex solo necesita un poco de cariño, seguridad y confianza- Suelta de repente Paula que estaba agarrada a mi mano- Yo no tengo recuerdos fuera de ese orfanato pero ella sí, ella a tenido una vida antes de eso y eso hace que le cueste confiar y abrirse a nuevas personas.
-Lo entiendo y no hay prisa, Paula. Conseguiremos que se sienta así- Le prometo- Ella y tú.
Después de despedirnos y dejar a las niñas Ale y yo volvimos a mi casa.
-Hola Thor- Acaricio a mi perro
-Que pasa grandullón, yo también te he echado mucho de menos
Me río al ver a mi novia y mi perro emocionados saludandose.
Cojo la correa para ir a pasearlo
-¿Vienes?-Le pregunto
-¿Contigo? Pffff... Al fin del mundo
-Eres un amor- Rodeo sus hombros y la beso.
Pasa sus brazos por mi cintura y pone las manos en mi culo mientras intensifica el beso pero cuando me quedo sin aire me separo.
-Na na, primero Thor.
-Tienes razón- Con un último beso me suelta pero entrelaza nuestras manos y salimos de la casa.
Paseamos disfrutando del silencio y de la compañia de la otra ya que no hemos podido tener todos los momentos así que hubiéramos querido en estos casi 4 años de relación.
-Echaba de menos estar así contigo- Pasa su brazo por mis hombros
-Y yo también
-Menos mal que esta es la última vez que vamos a estar separadas.
-Si, solo unos días más- Silbo para llamar a Thor y le tiro la pelota de tenis. -Vamos a los bancos esos.
Nos sentamos y la miro queriendo abrir la boca
-¿Qué pasa, cariño?- Me mira preocupada
Ahí va, sueltalo ya
-Quiero adoptarlas- Suelto rápida y jadea
Muy bien t/n, rápido y sin anestesia. Si no fuera porque estoy acojonada me estaría partiendo de risa con la cara de Alexia.
-¿Qué? ¿Adoptarlas? ¿En plural?- Abre la boca- Creo que cuando vaya a revisión médica le voy a decir que me miren la audición
-Has escuchado bien Ale, adoptarlas, a Paula y a Alexandra.
-Pero...
-Dejame terminar, luego me dices lo que piensas- La interrumpo- Se que es una locura. Voy a empezar una nueva etapa profesional y tú volviendo de tú lesión lo único que quieres es seguir jugando y centrarte en tú carrera. Pero cuando vi a Paula ese día y me enteré de una parte de su historia algo hizo que quisiera protegerla y que sintiera que tenía una familia. Luego está Alex, ambas podían haber sido adoptadas ¿sabes?- Le digo y niega con la cabeza.
-¿Si?
-Sí, solo que separadas y han hecho hasta lo imposible para que las volvieran a juntar y no voy a ser yo quien las vaya a separar ahora. Alexandra me transmite tanto sin decirme nada... ¿Sabes? Desde el momento en el que te ha visto la has impactado como con Paula la primera vez. No se esperaba que su ídola apareciera ahí y mucho menos de una manera tan mundana, pero no lo ha demostrado.
-Es muy buena, entonces- Suelta una risa.
-Cuando la conozcas un poco más te darás cuanta de que es pura fachada y que se muere por un poco de amor y atención.
-Estoy segura de ello- Me mira con adoración.
-Pero al caso, no quiero que te sientas presionada ni nada de eso, somos dos en esta relación y si no quieres voy a entenderlo. Puede que me haya precipitado un poco- Le cojo la mano y se la aprieto encogiéndome de hombros- Alomejor no es tu momento de formar una familia o alomejor no quieres formarla o no conmigo... Pero lo entenderé
-Ey, para el carro- Me da un apretón y pone su otra mano en mi mejilla- Claro que quiero formar una familia contigo, mi amor, quiero hacer cualquier cosa contigo- Pausa- Y sí, puede que me haya venido esto de sorpresa y que sea un poco precipitado- Se ríe y me seca las lágrimas- pero quiero hacerlo, me enamoré de lo poco que conocí ese día a Paula y ahora que he estado con ella más y Alex... Creo que podría tener una buena conexión con ella.
-Lo he notado- La abrazo fuerte y me acurruco en su cuello- Vas a ser una buena mamá.
-Tanto como tu seguro que no- Me besa la frente.
Nos quedamos así en silencio mientras Thor juega en el césped.
No pude dormir mucho esa noche y llamé pronto a Marta. Le comenté lo que hablé con Alexia y me dijo que se iba a poner con los papeles para que la adopción sea cuanto antes pero faltaba una parte importante, hablar con las niñas.
Y en eso estamos, esperando a que vengan las niñas al patio.
Y de pronto todos los niños que habían ya alrededor empezaron a murmurar.
-Esa no es Alexia Putellas?-Dice uno
Ale llevaba una gorra así que se camuflaba un poco pero es imposible con 40 miradas encima.
-¿Quién?- Pregunta otro
-Ahhh si, esa que a ganado dos balones de oro- Dice otra niña
-Creo que me suena de la tele.
Ale se acerca demasiado a mi para susurrarme
-Me siento un poco observada.
Pero antes de que pueda decir nada veo a alguien correr y estrellarse contra mis piernas. Paula.
-Hola, cariño.-La saludo dándole un beso en la mejilla.
-Hola t/n- Se separa y abraza a Alexia que me mira con sorpresa pero le corresponde.- Hola Alexia.
-Hola pequeña, ¿cómo estás?
-Bieen, ¿vamos a ir otra vez de paseo?- Pregunta ilusionada.
-Podemos ir- Le revuelve el pelo y hace un puchero.
-¿Esas están interesadas en las antisociales esas?- Escuchamos que dice una y enseguida a Paula se le cambia la cara.
-¿Pero quien las va a querer? - Dice otra.
Veo que Alexandra aparece. Ha escuchado todo y veo como esta apretando los puños lista para abalanzarse.
-Quieta ahí, señorita- Me pongo enfrente y hago que me mire- Te dejaría que le pegaras dos hostias bien dadas pero queremos salir con vosotras y si te castigan eso no va a ser posible.
Me mira y luego mira a Paula y Ale que se habían acercado.
-Sí- Alexia pone una mano en su hombro para tranquilizarla y parece que surge efecto ya que destensa las manos- ¿Os apetece un helado? Luego podemos ir al parque a jugar o lo que queráis un rato.
-Si, porque luego tengo el último partido de la temporada
-Vamos a ir a verlo ¿verdad? - Le pregunta Paula impaciente a Ale.
-Si, quiero ver cómo les pateas el culo al Villarreal.
-Me haría mucha ilusión que vengáis-Les sonrío y Ale pasa un brazo por mis hombros.
-Venga, vámonos que no nos dará tiempo a todo.
Íbamos hablando de lo que estaban haciendo estos últimos días en el cole de camino a la heladería.
Una vez tuvimos los helados nos sentamos en una mesa y asentí con la cabeza a Alexia.
-Chicas, tenemos que deciros algo importante- Comienzo.
-Ayer, T/n y yo estuvimos hablando...
-Os habéis cansado de mi ¿no? De nosotras. Y por eso ahora os vais a ir, no vais a volver.- Habla Alex y es la primera vez que la veo con los ojos llorosos- He escuchado que te vas a Barcelona, sabia que no podía ser tan bonito- Habla mirándome fijamente y se quita una lágrima con rabia.
-¿Qué? ¿De que estas hablando Alex?- Se gira a mirarme la pequeña- ¿Eso es verdad?
-Primero de todo-Agarro la mano de Alex aunque se rehúsa un poco- Alexandra, no me he cansado de ti y no me voy a cansar nunca de vosotras- Digo sería mirandolas
-Ni yo tampoco- Interviene Ale agarrando la mano de ambas niñas- Os he conocido hace poco pero ya tenéis una parte de mi con vosotras y siempre voy a estar cuando me necesitéis.
Joder. Me he enamorado más de ella y no lo creía posible.
-Y sí, es verdad que me voy a Barcelona, me ha fichado el Barça. Sois las primeras en saberlo.
-¿ENSERIO? Eso es genial, t/n- Dice emocionada Paula.
-Si que lo es- Ale sonrie orgullosa.
-Queremos que vengáis con nosotras- Les digo.
-¿Qué?- Dicen ambas a la vez.
-Queremos adoptaros- Dice Ale- Si vosotras estais de acuerdo- Añade nerviosa
-¿Adoptarnos? ¿A las dos juntas?- Dice la mayor.
-Juntas- Afirmo.
Paula y Alexandra se miran sin decir nada durante un minuto y luego nos miran.
-Vale- Dicen
-¿Si? -Me levanto emocionada de la silla y empiezo a esparcir besos a las 3- Siiii
-Entre nosotras y yo- Hace como que les cuenta un secreto a las niñas pero la oigo- Esta un poquito loca, así que os podéis ir acostumbrando pronto- Las niñas se ríen cuando le doy un golpe en la nuca
-Estoy loca si, pero así me quieres y lo que te queda por aguantar- La beso sentándome en sus piernas-
-También es un poco bipolar - Les susurra y intento levantarme pero me agarra fuerte de la cintura- Así te quiero
-Y yo te quiero a ti- Me giro a las niñas, Paula tenía una sonrisa boba mirándonos y Alex aunque lo intentara ocultar tenía una mirada soñadora- Queremos que os sintais en familia, queridas y protegidas con nosotras y enserio no tenéis la obligación de llamarnos mamás por adoptaros, es algo que sale solo y si no sale nunca también estará bien.
-Gracias por todo- Dice la mayor mirándome- A las dos- Gira a la capitana.
-No es nada- Mira el reloj la catalana y abre los ojos- Hay que irse, cariño. Tienes un partido que ganar.
POV ALEXIA
Estábamos en las gradas del campo de fútbol. Habían unas 500 personas alrededor, la mayoría apoyando al equipo mallorquín.
-Woah. Hay mucha gente con pancartas de t/n
-Es la mejor, hace magia con el balón-Dice la menor- Ojalá llegar un día a ser como ella-Susurra
-Pensaba que yo era la favorita de las dos- Hago como que me ha dolido
-Ella no lo sabe, se piensa que eres tú. Pero ella es increíble.
-Pienso lo mismo, te guardaré el secreto- Le guiño un ojo
Me da una media sonrisa y se gira a mirar el partido.
-La mayoría de esa gente han visto crecer a T/n y la han ayudado cuando era pequeña- Comento señalando un grupo de 15 personas todos con camisetas de ella.
-¿Qué quieres decir con esto?- Pregunta la menor
-Ella tampoco lo tuvo fácil cuando era pequeña y se merece todo lo mejor al igual que vosotras- Les sonrío un poco triste.
-Ella es una buena persona- Dice la número 10.
Sonrío de acuerdo y ya lo próximo es ver el partido y comentar todo lo que sucede.
-Alexia- Me llama Alex
-Mmmh? - La miro
-Ver contigo un partido es diferente- Comenta- Siempre tienes algo que aportar para ajustar, te adelantas a lo que puede pasar, ves cosas que otros no ven...
Me sonrojo sin decir nada
-Si, es increíble. Ver contigo un partido es muy guay- Dice ahora la otra.
-Bueno, vosotras también habéis visto cosas que no todos llegan a ver. Tenéis una muy buena visión de juego y eso lo lleváis dentro- Halago porque de verdad que siendo tan pequeñas me ha impresionado las cosas que han comentando.
-¿Has pensado en ser entrenadora cuando te retires?- Dice Alexandra
-Vaya, me estas llamando vieja?- Digo divertida y ella niega eufórica
-No, no, no, eres Alexia Putellas por favor- Dice escandalizada y me río de su cara
-Era broma- Informo y veo que respira más tranquilamente- Pero si, cuando me jubile, que espero que sea de aquí a muchos años, no pienso dejar el fútbol así que entrenadora es una buena opción.
-Hagas lo que hagas lo harás genial- Dice Paula y sonrío tiernamente.
-Gracias pequeña
El partido al final terminó 2-0 con ambos goles de mi novia.
Bajamos al campo y viene corriendo hacia nosotras con su medalla colgada.
-¿Habéis visto eso?- Dice toda emocionada
Paula la abraza primero, después Alex y por última yo.
-Han sido dos golazos, nena- Digo orgullosa.
-Sisi, ese caño de tacón y luego el chute a sido impresionante
-Y y ese regate de las 4 defensas para luego marcar- Dice exaltada Alex- Puffff
-Increíble, nena- La beso orgullosa de ella.
Viene la fotógrafa y nos pregunta si queremos fotos y T/n le dice enseguida que si.
Primero ella sola después conmigo y luego ella con las niñas
-Ven Ale- Me llama Paula y me acerco.
Me pongo al lado de T/n rodeando su cintura y ella mi cuello con una mano luego la otra mano la pone encima del hombro de Paula y yo en la de Alex, la copa está frente a las niñas que con sus manos la tocan y la medalla la tiene Pau en el cuello.
Desde ese momento se volvió una de mis fotos favoritas y también de T/n porqué nos la pusimos de fondo de pantalla.
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aranzaaguinaco2 · 2 months
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Que sea recíproco por amor, no por obligación, que lo que me quieras dar sea porque quieres y no porque tengas que dármelo, que te nazca sin que te lo tenga que pedir, desde adentró, desde las ganas y no desde la demanda. Que te den ganas de construir, de sumar, de compartir algo juntos, no qué lo hagas para que yo no te reclame, que te surja, que lo sientas, que se te ocurra no que debas para que no se pudra todo lo conseguido hasta ahora. Pedir esta bien claro que sí, claro que es parte de la comunicación, pero pedir varias veces lo mismo es hacer ojos ciegos a que del otro lado no quieren dártelo. Y nadie debería mendigar lo que se merece.
Una persona no debería quedarse eternamente esperando lo que la otra no quiere dar, lo que no le nace, no le surge o no se le ocurre, luego de habérselo hecho entender.
Una persona no merece sufrir el desgaste de la agonía que genera esa espera que desespera, mientras a la otra no le nace nada. Una persona no debería quedar paralizada en el tiempo esperando a ver si a la otra se le ocurre darse cuenta que ya no es lo mismo de antes, una persona no debería sufrir en silencio callando lo que siente, ocultando lo que le molesta, tapando con una sonrisa un dolor qué le parte el alma por dentro, una persona debería recibir lo que da porque eso es la reciprocidad, porque ya estamos grandes para ese cuento estúpido de “dar sin esperar nada a cambio”, eso no es amor, eso es necedad, eso es sometimiento, eso es ser emocionalmente dependiente del alguien.
Una persona merece que sea recíproco por amor, no por obligación.
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bts-scenarios-br · 2 months
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Reaction - Quando ele age de forma superprotetora com você.
(gên. feminino)
Kim Namjoon
Um dos hobbies favoritos do Namjoon era visitar exposições de arte, e isso não era segredo já para ninguém. E é claro que você, como a boa namorada que tenta ser, adora o acompanhar nestes momentos, por mais que às vezes não entenda muito as obras. Em uma de suas visitas, no entanto, algo um tanto quanto estranho começou a acontecer com você, quando um homem que aparentava ser alguns bons anos mais velhos que você começou a andar de forma estranha ao redor de onde você estava com seu namorado.
No início você o ignorou completamente, mas depois de alguns minutos do homem ficar para lá e para cá sempre muito próximo de vocês, enquanto te olhava de forma estranha, você começou a se sentir desconfortável demais para permanecer quieta.
“Nam…” Você sussurrou, se aproximando do seu namorado. “É impressão minha ou aquele cara tá meio esquisito?”
“Hm?” Ele respondeu, virando o rosto para você e passando o braço pela sua cintura. “Esquisito como?”
“Não sei, ele parece que não sai da nossa cola…” Falou, e viu seu namorado dirigir um olhar não muito amigável para o cara. “E ele fica me olhando meio estranho também, dando uns sorrisinhos nojentos, sei lá…”
“Ele deve ter a idade pra ser seu pai…” Ele falou, olhando fixamente para o homem dessa vez. “Babaca… mas olha, acho que ele recebeu a mensagem.”
Você olhou para trás e, de fato, o homem que estava ali há poucos instantes já não estava mais à vista.
“É, acho que realmente tenho privilégio de namorado assustador…” Eu falei, o dando um leve beijinho na bochecha, o que o fez rir de leve.
Vocês aproveitaram a exposição por mais alguns minutos em paz, quando um dos organizadores veio informar que um dos principais artistas estava em outra sala e gostaria de tirar algumas fotos com o Namjoon, que aceitou de bom grado.
“Tem certeza que não quer vir junto? Sabe que não tem problema” Ele disse pra você, que já estava se sentando em um banco que tinha por perto.
“Estou meio cansada de andar tanto, na verdade.” Disse, sorrindo de leve. “Pode ir, enquanto isso eu descanso meus pés um pouco.”
Ele acabou por fim cedendo, entendendo o seu lado, e se despediu com um beijo doce na sua testa, prometendo que logo logo estaria de volta. Assim que todos se afastaram, você soltou um suspiro profundo, fechando os olhos por alguns segundos e aproveitando o silêncio que tinha ficado na sala vazia. Mas é claro que o seu sossego durou pouco.
“Olha só, está sozinha agora?” Uma voz surgiu ao seu redor enquanto você sentia alguém se sentando do seu lado, fazendo com que abrisse seus olhos e se deparasse com o homem de mais cedo. “Pensei que nunca iam nos deixar a sós.” Você não respondeu nada, apenas franziu o cenho e olhou para frente, esperando que ele percebesse que você não estava muito afim de conversar. “Está se fazendo de difícil, entendi… aposto que seria muito mais simpática se soubesse quantos dígitos eu tenho na minha conta bancária…”
Okay, com isso você tinha chegado no seu limite, mas não um limite de nervoso, e sim do ridículo. Não teve como você ter qualquer outra reação que não fosse começar a rir do comentário idiota daquele homem. Ele queria o que, se tornar seu Sugar Daddy ou algo assim??
“Olha, o senhor me desculpa, viu, mas eu não tenho o menor interesse em saber quanto dinheiro tem.” Disse, e viu ele ficar visivelmente ofendido por o ter chamado de senhor. “E se me der licença, eu realmente gostaria de aproveitar um pouco o silêncio.”
“Isso aqui é um lugar livre, você não manda aqui.” Ele disse, sem paciência. “Acha que é a dona do lugar, por acaso?” Você suspirou, vendo que não teria o seu tão precioso silêncio tão cedo. “Você devia ter muito cuidado com o que fala, viu garota… caso não tenha percebido estamos sozinhos aqui, se eu quisesse eu poderia-”
Você não pôde ouvir o resto, porque ficou em silêncio logo em seguida, parecendo totalmente assustado com algo que viu atrás de você. Quando voltou o olhar para lá, em curiosidade, deu um pequeno sorriso ao se deparar com o seu namorado parado na grande porta do local, acompanhado de dois seguranças logo atrás dele.
“Poderia o que?” O Namjoon perguntou para o homem, que permaneceu em silêncio. “O que, perdeu a coragem agora que sabe que não pode vencer na força? Se for o caso eu sinto em lhe informar, mas você é bem covarde.” Seu namorado se aproximou, pegando na sua mão e te trazendo para perto dele. “Esse foi um péssimo dia para você sair por aí achando que pode fazer o que quiser com as mulheres só porque é homem e tem dinheiro.” Ele começou a andar para fora, sem soltar a sua mão, acenando com a cabeça para os dois seguranças assim que saiu de lá.
Ele demorou um pouco para te soltar, só fazendo isso quando estavam do lado de fora, e te puxando para um abraço imediatamente.
“Me desculpa por te deixar sozinha, eu não devia ter saído.” Ele murmurou, finalmente se afastando e te olhando, acariciando o seu rosto. “Você tá bem, ele encostou em você? Eu juro que se esse homem tiver relado em um fio de cabelo seu eu volto lá e perco o meu réu primário…”
“Eu tô bem, Nam.” Você disse, rindo de leve e o puxando para mais um abraço. “E não foi sua culpa, quem quis ficar pra trás fui eu.” Completou. “E devo admitir que você estava bem atraente me defendendo todo bravo lá dentro…” Disse também, fazendo ele soltar uma risada e te dar um selinho, mas percebeu que ele também ficou levemente envergonhado.
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Kim Seokjin
Duas das suas coisas favoritas eram viajar, e o seu namorado, então não é difícil de imaginar como estava se sentindo quase no céu por estar passando as férias na praia com ele, depois de meses sem terem um bom momento para relaxar à sós como esse.
“Droga…” Você disse, revirando a sua bolsa. “Acho que esqueci minha garrafinha de água no quarto…” Suspirou, com sede.
“Não tem problema.” Ele disse, se levantando e limpando a areia da bermuda. “Eu vou lá comprar outra pra você, minha carteira tá aí?” Você concordou com a cabeça, a tirando da sua bolsa e a entregando para ele, que a pegou e colocou no bolso. “Sem gás, certo?” Você concordou de novo, e ele se abaixou para dar um beijo no topo da sua cabeça.
“Obrigada, amor!” Você gritou quando ele estava se afastando, fazendo com que ele se virasse para você e te mandasse um de seus beijos característicos enquanto piscava um olhos, te fazendo rir alto.
Ficou apenas observando o movimento por um tempo enquanto esperava ele, e focou em específico um grupo de caras que estava jogando vôlei um pouco mais à frente de onde estavam. Apesar de estar olhando para eles, porém, você estava completamente perdida em seus próprios pensamentos, o que fez com que se assustasse quando a bola escapou e veio em sua direção. Por sorte, ela não te acertou, aterrissando bem na sua frente, e antes mesmo que pudesse se mexer para jogar a bola de volta, um dos rapazes já estava abaixado na sua frente, com a bola na mão.
“Desculpa pela bola, ela te acertou?” Ele perguntou, parecendo até que preocupado.
“Não, ela parou na areia.” Respondeu, de forma educada. “Voou um pouco de areia, mas nada que o vento não faria sozinho eventualmente.” Ele riu do seu comentário, de forma um tanto quanto exagerada (você era engraçada… mas não tanto).
“Que bom.” Ele se levantou, te estendendo a mão dele, o que te fez olhar confusa para o gesto. “O que acha de vir jogar com a gente?”
Você segurou uma risada, fingindo ter tossido um pouco. Não que não soubesse jogar, mas a ideia de um completo desconhecido que deveria ser mais novo que o seu irmão caçula ter te chamado para jogar bola com ele e os amigos dele enquanto você esperava o seu namorado era um tanto quanto ridícula.
“Muito obrigada, mas eu vou passar dessa vez.” Disse. “Hoje estou aqui para relaxar, nada mais.”
“Mas gastar energia jogando vôlei pode te ajudar a relaxar também.” Ele falou, voltando a se abaixar na sua frente, e você apenas arqueou uma sobrancelha em resposta. “Vamos, você parece bem legal… sem contar que deve ser uma gracinha te ver correndo e pulando por aí.”
Você abriu sua boca se forma espantada, e só não teve a oportunidade de ofender o cara porque seu namorado, que aparentemente tinha chegado no momento perfeito, foi mais rápido nisso.
“Gracinha vai ser a sua cara cheia de areia quando eu esfregar ela no chão.” Ele falou, parando atrás de você e fazendo sombra sobre vocês dois. “Ela já falou não, é tão difícil assim de entender?” O rapaz se levantou, levemente assustado. “Mas se quiser eu posso jogar com vocês, sou ótimo em bater em bolas” Você tossiu mais uma vez para esconder a risada, observando então o cara murmurar alguma coisa mal criada enquanto se virava de cara feia, voltando aos seus amigos.
“Tá tudo bem, jagiya?” O Jin perguntou, preocupado, se sentando do seu lado e acariciando a sua perna.
“Tudo sim.” Você respondeu, rindo e o dando um beijo na bochecha, o que fez ele sorrir em resposta. “Mas na próxima vez por favor não faça ameaças tão engraçadas, senão eu vou rir e quebrar o clima completamente.” Completou, rindo.
Min Yoongi
“Olha, sinceramente eu espero que não haja próxima vez.” Ele disse, mais alto do que o necessário, como se quisesse que as pessoas ouvissem. “Mas se tiver, vou levar a sua crítica em consideração.” Completou, dessa vez mais baixo para que apenas você ouvisse, o que te fez rir mais uma vez.
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Ir em eventos com a família do Yoongi era sempre uma aventura. No geral, eram todos muito respeitosos, até porque tinham uma grande admiração para com o seu namorado, e não eram doidos de faltar com respeito por você. Mas é claro que, como em todas as famílias, a dele também não era perfeita, e essa foi uma das situações onde você percebeu isso.
Era o casamento de uma prima um tanto quanto proxima do Yoongi, então ele fez questão de participar da cerimônia presencialmente. Estavam sentados em uma mesa junto com os pais do Yoon e mais alguns parentes, estando ali, basicamente, as pessoas que você conhecia.
“Acho que vou pegar alguma coisa para beber, você quer algo Jagiya?” O Yoongi disse, já se levantando da mesa e olhando em volta.
“Só uma água tá bom” Você respondeu, e ele concordou, se virando e indo até onde ele acreditava ser o bar da recepção.
“E então, como está a sua mãe, S/N?” A mãe do Yoon falou, estendendo a mão para segurar na sua.
“Ela está bem, disse que não vê a hora de vir visitar para ir tomar vinho de novo com a senhora!” Você respondeu, rindo um pouco, e a sua sogra se juntou a você.
“Que ótimo, mas olha, dá próxima vez você tem que vir com a gente também, quero ter uma noite das meninas com você!”
“Eu super topo” Você disse, e ela deu um leve aperto na sua mão, sorrindo, e parecia que ia dizer algo quando vocês acabaram ouvindo algo que preferiam não ter ouvido.
“Eu não acredito que ele realmente trouxe uma estrangeira pro casamento da prima.” Você ouviu vindo de trás de você, e logo se lembrou que se tratavam de algumas primas distantes que nunca se mostraram muito simpáticas.
“Pois é…” Outra voz concordou. “Já não basta ele estar estragando a imagem da família pro mundo inteiro, ainda quer esfregar essa vergonha na nossa cara…”
Você ficou alguns segundos sem reação, apenas encarando o arranjo no centro da mesa, e só acordou da transe quando sentiu a mão da sua sogra na sua mais uma vez. Foi quando percebeu que ela também tinha ouvido, o que te fez ser tomada por um sentimento de vergonha, por algum motivo.
“Não liga pra o que essas mal amadas estão dizendo, minha querida…” Ela disse, te olhando fundo nos olhos. “Elas sentem inveja de você porque você conquistou mais essa família do que elas que estão com a gente desde que nasceram…” Ela completou, o que chamou a atenção do seu sogro, que franziu o cenho.
“O que aconteceu?” Ele perguntou, deixando a taça de vinho dele de lado. “Essas mal criadas aprontaram alguma coisa, foi?” Ele disse, já se levantando, mas foi parado por uma mão no ombro dele. Uma mão que você já conhecia muito bem.
“Deixa que eu resolvo isso, pai.” O Yoongi disse, aparecendo de repente, e indo direto em direção à mesa vizinha de vocês, colocando a mão sobre ela e se inclinando sobre as mulheres, que de repente ficaram em completo silêncio. “Olha aqui, eu só vou dizer isso uma vez… eu posso arruinar a vida de vocês com essa família, sabem muito bem disso.” Você conseguiu ouvir, mesmo que ele estivesse falando baixo para que não chamasse muita atenção. “Então eu tomaria muito cuidado com as merdas que falam sobre as pessoas que eu amo, se fosse vocês.”
Curto e direto, esse era o seu homem, que depois dessas breves palavras voltou para a mesa de vocês como se nada tivesse acontecido.
“Normalmente eu te daria bronca por arrumar encrenca, mas dessa vez, acho que foi merecido.” Sua sogra disse, enquanto o seu namorado se sentava entre vocês.
“E põe merecido nisso.” O seu sogro completou. “Tava demorando pra alguém colocar essas chatas no lugar delas…” Ele fez você e seu namorado rir, e sua sogra o dar um leve tapinha, mas ela riu logo em seguida também.
“Você não acredita nelas, né?” O Yoon perguntou baixinho pra você depois de um tempo. “Elas não sabem o que falam, desde sempre só gostam de ofender quem é mais querido do que elas…” Ele disse, apontando então para o palco, onde os noivos estavam tirando foto. “Quando eles começaram a namorar, elas tentaram convencer todo mundo de que ela tinha traído ele, só porque não conseguiam aceitar que a prima delas estava sendo feliz com alguém bom, mas ninguém nem deu bola.” Ele deu de ombros, rindo de leve logo em seguida. “Ser alvo delas é um sinal de que na verdade todo mundo da família te ama, então eu ficaria lisonjeada se fosse você.” Você riu um pouco também.
Jung Hoseok
“Quando você diz desse jeito, realmente parece uma honra então ser ofendida por elas…” Disse, rindo mais uma vez, e recebendo um beijo na bochecha do seu namorado.
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Nos últimos dias o Hoseok estava um tanto quanto estressado e nervoso, e sua saúde mental não estava das melhores. Isso era claramente pela pressão do lançamento do novo álbum, e da auto-cobrança dele para a perfeição. Uma das únicas coisas que o dava um pouco de sanidade era você e a sua companhia, e era por isso que nós últimos dias você estava fielmente acompanhando o Hobi em seus compromissos todos (por pedido dele mesmo).
Nesta tarde, por exemplo, o trabalho era gravar uma faixa para o álbum. Acabou que infelizmente um imprevisto ocorreu que já deixou o Hobi nervoso, que foi que o produtor que tinha se preparado para trabalhar com ele teve uma emergência familiar, e então o Hoseok obviamente o deu uma folga por quanto tempo fosse preciso. Mas isso acabou fazendo com que ele tivesse que trabalhar com literalmente quem quer que estivesse disponível naquele dia (já que parecia que todos os bons produtores da empresa tinham evaporado - até mesmo o Yoongi, que nunca é visto fora do estúdio, que aparentemente tinha o casamento de uma prima ou algo assim).
“Estamos muito ansiosos para trabalhar com o senhor, e é uma honra ter essa oportunidade em tão pouco tempo na empresam.” Um dos homens disse pouco tempo depois de vocês terem entrado no estúdio.
“É verdade, acho que é uma das maiores realizações da minha carreira até hoje.” O outro completou se curvando, e fazendo o seu namorado rir com os novatos.
“Parem de exagerar, tenho certeza que são ótimos.” Ele falou, deixando a bolsa dele no sofá, onde você se sentou logo em seguida, o que chamou a atenção dos homens que finalmente pareciam perceber a sua presença lá.
“A senhorita vai ficar aqui por enquanto?” O primeiro perguntou, apontando para você mas falando com o seu namorado, que concordou com a cabeça no mesmo instante.
“Sim, é minha namorada, ela está me acompanhando essa semana.” Ele sorriu. “Já posso entrar na cabine de gravação?”
Os homens rapidamente concordaram, abrindo a porta para o seu namorado e então se sentando na frente do equipamento, mas não sem antes dirigirem um olhar para você, que não conseguiu entender muito bem a mensagem que carregava.
“Okay, quando estiver pronto!” Um deles falou, e em instantes você estava ouvindo a voz doce de seu namorado, mesmo que um pouco abafada pelas parede a prova de som.
Porém, logo o nervosismo do Hobi começou a se mostrar presente mais uma vez, pois ele começou a errar a música repetidas vezes.
“Sinto muito.” Ele disse, pelo microfone, suspirando depois da sétima vez que estava tendo que voltar a gravar.
“Está tudo bem, isso acontece.” Um dos homens falou, segurando o botão que permitia que o Hobi o ouvisse, o soltando logo em seguida.
“Quando estiver pronto!” O outro completou, dando um tempo para o Hobi revisar sua parte, e repetindo o que o outro havia feito com o botão. “Olha eu aposto que ele está assim por causa dessa vadia.” Ele falou, se virando para o outro e apontando para você, que conseguiu claramente ouvir tudo. Eles achavam que você não falava coreano, por acaso? Ou só não tinham a menor vergonha na cara?
“Pois é… e ela nem é tão gostosa assim que mereça tirar a concentração desse jeito, convenhamos.” O outro completou, e os dois deram uma risadinha nojenta, enquanto você tentava assimilar o que tinha acabado de acontecer.
Mas de fato nem deu tempo de você reagir, porque em poucos segundos a porta da cabine para o estudo abriu abruptamente, revelando o seu namorado furioso. Foi só então que um dos homens percebeu que o seu cotovelo estava em cima do botão do microfone esse tempo todo, ou seja, o Hoseok ouviu tudo o que disseram para você.
“Saiam daqui!” Ele disse, exaltado, apontando para a porta e olhando com fúria nos olhos para os homens. “Saiam agora daqui, vocês estão demitidos!”
“Mas, senhor-” Um dos homens tentou falar, com desespero em seus olhos, mas não conseguiu terminar por conta de seu namorado, que tinha aberto a porta do estúdio e apontava para a saída.
“Não quero ouvir um pio, quero vocês fora daqui!” Ele disse, observando os homens saírem quase cambaleando. “Vocês nunca mais pisam nessa empresa, e se bobear em nenhuma mais, então vazem!”
Depois de alguns segundos em silêncio enquanto observavam os homens fugirem em desespero, o Hobi mudou completamente a fisionomia, se virando para você com total preocupação e carinho em seu rosto.
“Jagi, tá tudo bem?” Ele se aproximou, se sentando no sofá e te puxando para fazer o mesmo. “Eu sabia que esses caras não prestavam no momento em que os vi, mas não achei que seriam tão baixos assim…” Ele te puxou para se aproximar dele. “Eu sinto muito por isso, de verdade.”
“Está tudo bem.” Você sorriu, se afastando um pouco para que ele pudesse olhar nos seus olhos e ver que era genuíno. “Eu fiquei mais assustada com a coragem de deles de falar aquilo na minha cara do que ofendida, pra ser sincera.” Seu namorado riu.
“Nem me diga… nunca vi pessoas serem tão caras de pau desse jeito, sinceramente… não sei como é que foram contratados….”
“E como fica a sua gravação agora?” Você disse, preocupada, e o Hobi suspirou.
Park Jimin
“Eu vou ver se o Jungkook está livre para ajudar, a faixa já está quase pronta de qualquer maneira, não é nada que ele não consiga fazer com excelência.” Ele sorriu, ele dando um beijo na testa. “E sei também que ele sim vai saber cuidar bem de você enquanto eu gravo.”
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Graças ao título de It Boy dado (com muita razão) ao seu namorado, não era incomum ele ser convidado para eventos e desfiles de marcas luxuosas, e, nos últimos tempos, também não era incomum que você o acompanhasse em tais eventos.
No momento, por exemplo, vocês estavam rindo dentro de um carro provavelmente mais caro do que o seu apartamento enquanto aproveitavam a vista do lado de fora da cidade das luzes, mais conhecida como Paris.
“Eu ainda não acredito que me convenceu a comer lesma ontem.” Você disse, revirando os olhos.
“Qual é, queria mesmo vir para Paris e não comer Scargot?” Ele perguntou, rindo ao se lembrar da sua reação com o prato. “Se for assim já aproveita e não visita o Louvre.”
“Pelo menos ele não me fez quase vomitar!” O deu um leve tapa, começando a rir também.
Em mais alguns poucos minutos vocês chegaram no local onde seria realizado o evento. Assim que desceram já se depararam com inúmeras pessoas os aguardando, não apenas da imprensa mas também muitos fãs do seu namorado. Vocês sorriram e posaram para todos, e ele até mesmo conseguiu se aproximar sorrateiramente para falar com alguns fãs, ficando contente ao ouvir deles todos o quanto vocês dois estavam lindos juntos.
Mas é claro que, como tudo o que é bom dura pouco, logo a paz é animação de vocês com tudo teve que acabar.
“Como assim querem que ela sente lá no fundo?” O seu namorado perguntou para o rapaz que estava organizando os convidados.
“Sinto muito senhor, são direções dadas à mim.” Ele respondeu, com um certo desinteresse.
“Tá tudo bem, Jimin, eu fico lá sem problemas…” Você disse no ouvido dele.
“Nem pensar.” Ele respondeu, mas alto, e logo se virou para o rapaz novamente. “Vocês por acaso têm algum problema com a minha namorada?” Ele perguntou, perdendo um pouco a paciência. “Porque não apenas querem que fiquemos separados, mas querem praticamente esconder ela.”
“Não senhor, não é nada disso… são apenas protocolos…” O rapaz disse, começando a perceber que não seria tão fácil o trabalho dele.
“Protocolo para que?!” O Jimin perguntou.
“Para a propaganda da marca, é preciso que as pessoas de maior influência apareçam juntas para aumentar nossas chances de-” O rapaz nem conseguiu terminar a frase, pois já foi cortado por seu namorado irônico.
“Ahhh, então me querem rodeados de celebridades que eu mal conheço para ficar melhor nas propagandas, entendi…” Ele deu uma risada irônica. “Mas olha, sinto em lhe informar que se não for pra ficar com a minha mulher do meu lado, eu não fico.” O Jimin disse, cruzando os braços em uma tentativa de aparentar intimidador.
“Mas o senhor não pode sair assim, nós temos um contrato…” O homem começou a dizer, já visivelmente desesperado.
“Quer tentar a sorte?” Seu namorado falou, mas o homem nem teve a chance de responder, pois uma mulher um pouco mais velha, que parecia ser uma das grandes responsáveis pelo evento interviu na conversa no mesmo instante.
“Olha eu sinto muitíssimo pelo mal entendido, nós já resolvemos o problema!” Ela disse, com uma expressão de cautela. “Vocês dois se sentaram juntos onde já era planejado, não se preocupem.” Sorriu, apontando para a direção para aonde deveriam ir. “E como pedido de desculpas pelo inconveniente, por favor aceitem que nós lhe oferecemos um jantar em um restaurante de nossa recomendação para depois do desfile.”
Vocês aceitaram a oferta, e seu namorado também se desculpou para caso tenha parecido mal educado. Logo foram conduzidos para os seus lugares, onde se sentaram e observaram o movimento por um tempo enquanto o desfile não começava.
“Olha, eu tenho que começar a discutir mais se isso me garantir um jantar sempre.” O Jimin disse, e você riu, o dando um empurrão de leve com os ombros.
“E eu tenho quase certeza que alguém levará uma bela bronca da chefe por ter tentado discutir com o Park Jimin…” Você o provocou, fazendo ele rir.
Kim Taehyung
“Para com isso…” Ele falou. “Mas você não está errada…”
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O fato que o Taehyung é uma borboleta social já não é segredo para ninguém, e como consequência disso você acabava tendo que o acompanhar em festas e eventos constantes de pessoas que muitas vezes mal conhecia. Como era o caso atual, é claro. Um dos amigos dele tinha lançado um filme de produção muito grande, e é claro que fez uma grande festa para comemorar (e não, não era o Jackson) com o máximo de pessoas possível.
“Tem certeza que tá tudo bem a gente ter vindo, Jagi?” O Tae te perguntou, quando conseguiram parar no balcão do bar que tinha no lugar.
“É claro.” Você sorriu, apertando de leve a mão dele. “Você sempre me acompanha quando quero ir em algum lugar, mesmo que seja chato para você, o mínimo que posso fazer é te acompanhar também às vezes.” Ele sorriu.
“Tenho tanta sorte em te ter…” Ele murmurou, se aproximando e te dando um selinho, fazendo você ficar levemente envergonhada.
“Eu é que tenho… todo mundo aqui que gosta de homem não tira os olhos de você.” Disse, fazendo ele revirar os olhos. “Estou falando sério, acho que até devem me odiar, ficar pensando ‘o que essa baranga tá fazendo com ele?”
“Cala a boca…” Ele disse, segurando seu rosto e te dando mais um selinho. “Para de falar bobagem.”
O que ele não te disse, no entanto, era que enquanto você dizia suas preocupações em forma de piadas, ele conseguia perceber as duas mulheres que estavam atrás de você (que você não conseguia ver por estar de costas para elas) estavam, de fato, o olhando de uma forma até desrespeitosa. Mas ele ficou quieto, até porque não queria alimentar seu desconforto nesse lugar.
“Com licença.” Vocês se assustaram quando uma das mulheres em questão disse, de repente parada entre vocês dois. “Você é o Kim Taehyung, não é?” Ela se virou para ele, literalmente dando as costas para você.
“Um… sim, sou eu.” Ele respondeu, franzindo a testa e já se levantando para poder ir até o seu lado, mas ele acabou parando quando ela colocou a mão no braço dele, o segurando no lugar.
“Ui que ousada…” Você murmurou, meio que pra si mesma, mas pelo olhar que o seu namorado te deu, meio que pedindo socorro, você soube que tinha sido alto o suficiente para eles ouvirem.
“Ué, onde você esta indo?” Ela falou, com uma voz que tentava ser sedutora. “Ainda nem comecei a falar.”
“É, mas sinto muito, não estou interessado em ouvir.” Ele disse, e ela riu. Riu.
“Você é engraçado…” Ele colocou a mão no peito dele, que se afastou na hora, mas ela nem pareceu ligar. “Mas eu acho que você ficaria muito interessado…”
“Olha, caso não tenha percebido, eu estou aqui com a minha namorada.” Ele falou, e ela deu de ombros.
“Ela não precisa saber…” A mulher falou, fazendo você e o seu namorado arregalarem o olho.
“Eu tô literalmente aqui…” Você falou, se dirigindo diretamente para eles pela primeira vez, mas nem precisou brigar, porque o seu namorado já fez isso por você.
“Olha, só pelo desrespeito de você estar flertando comigo enquanto minha namorada que eu amo tanto está bem atrás de você, da pra ver que você não seria do meu interesse nem se eu estivesse solteiro.” Ele falou, e ela pareceu se abalar pela primeira vez. “Eu gosto de pessoas com integridade, sabe.” Ela já ia se virar para sair de lá, mas seu namorado foi mais rápido em a segurar pelo pulso. “Onde pensa que está indo?”
“Ué, agora quer que eu fique?” Ela disse, com um sorriso irritante.
“Credo não.” Um franziu o cenho. “Mas não vai embora sem pedir desculpas pra S/N.”
Ela o olhou indignada, e estava prestes a bater boca de novo, mas ele foi mais rápido em abrir a boca.
“E se eu fosse você eu a pediria desculpa agora mesmo… senão eu vou garantir que nunca mais pise os pés em nenhuma festa desse tipo de novo.”
Ela suspirou, mas a ameaça acabou funcionando, porque ela se virou para você, e, pelo menos tentando segurar o deboche, te pediu desculpas, indo embora logo em seguida, quando o seu namorado soltou o braço dela.
“Me desculpa, Jagi, você não merecei ter ouvido isso tudo.” Ele disse, quando ela se afastou, se aproximando de você. “Essa mulher é louca sinceramente…tava achando que chegava aos seus pés…”
“Não exagera, Tae…” Você riu, o dando um beijo na bochecha.
Jeon Jungkook
“Não estou!” Ele rebateu, pegando na sua mão, fazendo com que se levantasse. “Vem, vamos pra casa, eu já já de ficar fazendo fita pras câmeras… vou mandar uma mensagem pro Hyung, ele vai entender.”
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Quando você recebeu uma ligação do manager dos meninos naquela manhã em desespero perguntando se você poderia ser a tradutora deles para a entrevista que tinham marcado para aquela tarde, você nem mesmo pensou duas vezes antes de aceitar a proposta, apesar de ter se arrependido depois.
“Jagi, esse não é seu trabalho, e eles nem vão te pagar pra isso, estão se aproveitando de você.” Seu namorado disse, ranzinza, assim que você o deu as notícias.
“Qual é Jungkook, a tradutora de vocês está muito mal, ela me disse que teve que passar a noite no hospital, qual o problema de eu ajudar?” Você perguntou, colocando a xícara onde tinha tomado o seu café na pia. “Você acha que eu não sou capaz? Ou está com vergonha de mim, hein?”
“Que?” Ele te olhou, com a testa franzida. “Pelo amor de Deus, S/N, você é uma das pessoas mais inteligentes que eu conheço, é claro que é capaz.” Ele disse como se fosse a coisa mais óbvia do mundo. “E eu vivo me exibindo por te ter como namorada para todo mundo naquela empresa, então é óbvio que não tenho vergonha de você, para de falar bobeira…” Ele suspirou, fechando os olhos por alguns segundos. “Eu só não gosto que eles abusem da sua bondade, e estou com um mal pressentimento com isso tudo…” Você suspirou também, se aproximando e segurando o rosto dele com as suas duas mãos, olhando no fundo dos olhos dele.
“Eles não estão abusando de mim, Kook, eu realmente quero fazer isso.” Você o deu um selinho. “E além disso, o que pode dar errado?? Eu vou estar com vocês o tempo todo.”
“Espero que você esteja certa.” Ele disse, rendido, e te puxando para um beijo doce, fazendo você sorrir contra ele.
Mais tarde, foi enfim o momento de você fazer o seu trabalho (temporário). Seria uma entrevista com uma grande revista internacional, e o entrevistador tinha vindo até a Coreia apenas para falar com o grupo, por isso era muito importante que ela acontecesse naquele dia.
Mas assim que entraram na sala onde o homem estava, o Jungkook percebeu que seu mal pressentimento estava certo. Bastou o cara te ver para mudar completamente a expressão, passando a ficar com uma praticamente pornografia todas as vezes que olhava para você. O JK não sabia ao certo se você não tinha percebido, ou se estava ignorando pelo bem de conseguirem essa entrevista logo, a única coisa que ele tinha certeza é que o sangue dele estava quase fervendo todas as vezes que o homem te secava de cima a baixo, sem qualquer pudor.
“Então, e se pudessem colaborar com alum artista americano, qual seria?” O homem perguntou, para você.
“De novo essa pergunta…” O Namjoon murmurou baixinho antes mesmo que você pudesse a traduzir para todos, fazendo você segurar uma risada.
“Acho que no momento eles não tem ninguém em mente, já tiveram oportunidades com artistas incríveis.” Você disse, tentando ser sutil, e o homem concordou, sorrindo e se ajeitando no sofá onde estava, se aproximando de forma discreta de você.
Foi então que o Jungkook percebeu você vacilar pela primeira vez. Assim que o joelho do homem tocou no seu, você congelou por alguns segundos, olhando fixamente para suas pernas antes de pegar uma garrafa de água, usando disso como desculpa para se afastar. Mas infelizmente seu espaço já estava acabando, já que estava agora encostada no braço do sofá.
“É impressão minha ou esse cara tá perto demais da S/N?” O Yoongi sussurrou para o seu namorado, mas nem mesmo conseguiu uma resposta, pois em pouco segundos tudo virou um caos.
O homem começou a fazer a próxima pergunta, mas começou o grandiosíssimo erro de achar que não haveria problema em dar mais uma investida, colocando a mão dele na sua coxa e a apertando de leve. Para você, foi como se tudo tivesse acontecendo em câmera lenta. Em um momento estava em pânico por um estranho estar te tocando assim, e no outro estava sendo puxada por seu namorado para ficar atrás dele, que se levantou e se colocou entre você e o homem, que também se levantou pelo susto.
“Ei, ei, o que houve?” O Namjoon, que mal tinha raciocinado o que tinha acontecido perguntou, se levantando, e todos os outros fizeram o mesmo.
“Ele tocou nela.” O Jungkook respondeu, de forma seca, e instantaneamente você foi puxada para os braços de alguém, que logo reconheceu ser o Tahyung, que junto com os demais membros parecia querer te deixar o mais longe possível do homem.
“Você tá bem?” O Jimin perguntou, e você só conseguiu assentir com a cabeça, estando mais confusa do que tudo.
“Olha, eu nem fiz nada demais, qual é.” O homem disse, claramente irritado. “Só relei nela de forma gentil… agora é proibido tentar flertar com uma mulher bonita, por acaso?”
“Quando é minha mulher é proibido sim.” O Jungkook conseguiu dizer em um inglês apressado, e de longe você conseguiu ver a cor sumir do rosto do homem.
Foi só então que você percebeu que, na correria de ajeitar tudo, vocês nunca o informaram diretamente que mais do que uma substituta, você era namorada do Jungkook. Na cabeça dele, você não passava de uma tradutora contratada de última hora, então não imagina que os garotos se incomodariam se ele te assediasse ao longo da entrevista.
“Acho que o que ele quis dizer.” O Namjoon falou, se intervindo entre os dois. “É que quando é uma mulher que não te deu a liberdade pra isso, não é certo a tocar sem permissão” Seu tom era calmo, mas seu olhar era quase que assustador.
“Não, olha esperem, houve um mal entendido.” O homem de repente começou a dizer de forma desesperada. “Eu não fazia ideia de que ela era sua namorada, se eu soubesse eu claramente não teria feito nada disso, foi só…”
“Então acha que se não fosse namorada de ninguém estaria tudo bem você a assediar assim?” O Nam respondeu, e o homem tentou inutilmente se defender mais uma vez.
Afinal, os managers e produtores dos meninos foram todos chamados, juntamente com os seguranças. A entrevista foi cancelada e, por mais que você tenha optado por deixar aquilo tudo em segredo, rapidamente foram informados pela direção da revista que punições seriam tomadas com o homem, e vocês seriam recompensados.
“Aqueles idiotas acham que dinheiro vai resolver…” O Jungkook disse, mais tarde, quando estavam já no conforto da sua cama. “Eu sabia que você não deveria ter ido, se eu tivesse sido mais firme com a empresa e te protegido melhor nada disso teria acontecido…”
“Para com isso, amor, a culpa não foi sua…” Você disse, se alinhando no peito dele, que te segurou com os braços. “Eu estou bem, tenho um namorado que é quase como um cão de guarda.” Levantou o olhar para ele, sorrindo de leve. “Cada dia que passa você se parece mais e mais com o Bam.” Ele enfim deu uma leve risada, beijando sua testa.
“Acredite, eu sou mais esperto que o Bam.” Ele respondeu, fazendo você rir também.
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Oiee, como estão?? E então, como se sentem depois de quase dois anos sem eu postar um react???
mds como eu tava com sdds disso
Mas então, espero que tenham gostado, e me desculpem por qualquer erro!!
Beijinhos, e se cuidem <3
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tomlinsongirl · 1 year
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The Shows
onde Louis vai a um show de sua ex aluna e ela escolhe ele para dançar consigo no seu show de Carnaval.
h¡cisgirl
🩸
Nesse momento Harry andava em direção a sala dos professores.
Ela tinha dúvidas sobre um trabalho que o professor Tomlinson tinha passado na última aula, e aproveitaria a aula vaga dela e coincidentemente de seu professor também para resolver isso.
Ela chega na sala, batendo na porta e ouvindo passos, antes de ver a porta se abrindo e seu professor aparecendo ali. Ele a olha de cima a baixo, olhando em seus olhos em seguida, abrindo passagem para ela entrar na sala vazia.
-Veio falar comigo, Harry? - Ele pergunta se sentando em um pequeno sofá. Harry o segue, ficando em sua frente, quase no meio de suas pernas, que estavam meio abertas. - Se não for comigo sinto em dizer mas você vai ter que voltar outra hora.
- É com você sim, professor Tomlinson. queria tirar algumas dúvidas sobre o trabalho que você nos passou, aproveitei que estamos em aula vaga agora e você também e decidi te procurar.
-E o que está te deixando com dúvidas? me diga e eu te ajudo. - Ele diz olhando ela com um sorriso cafajeste no rosto. Ela retribui e começa a falar sobre o trabalho, tentando entender o que ele considera um "movimento social",
-Harry você pode falar sobre qualquer coisa. Pessoas lutam por diversos motivos, para conseguir diversas coisas. Ache algo que você se interesse, que você se identifique, algo que você tem curiosidade, quero apenas que me conte sobre uma pessoa, algumas pessoas, diversas pessoas, que juntas, separadas ou em grupos, não importa, mas pessoas que lutaram por algo, e conseguiram algo com essa luta. Sei que você é capaz de me entregar um trabalho nota 10, gracinha, e estou esperando isso de você.
-Me conte o segredo para conseguir nota máxima então, Tomlinson. - Ela diz, se aproximando um pouco mais, finalmente estando no meio das pernas do professor. Ele se desencosta do sofá, se inclinando levemente para a frente e ficando próximo das coxas da garota, tendo a visão quase toda tampada pelos seios da menina. Ele toca levemente seu joelho, incentivando a garota se aproximar mais discretamente. Ela o faz, olhando para Louis de forma provocativa, fazendo o sorriso de lado dele voltar para seu rosto.
-Você é uma nota 10, gracinha. Só escreve sobre que tenho certeza que seu trabalho vai ser como você, Harry. - Ele diz começando um carinho na coxa da garota, que está vestida com uma saia do unifome que está um pouco curta demais para o ambiente escolar, mas ninguém se importava com isso realmente, era o uniforme afinal. - Vocês tem aula de educação física hoje, não tem? Não deveria estar vestida assim.
-É para poder pular a aula. Eu infelizmente vou ter que ficar dentro da sala de aula escrevendo sobre alguma baboseira que eu vou procurar no Google e tirar um 10 por isso. Não é difícil conseguir nota com o senhor Bernadi. Ele aceita qualquer coisa. - Ela diz tentando provocar Louis. O que parece funcionar, já que ela sente os carinhos leves em sua coxa pararem e um aperto forte no lugar, enquanto ele retruca.
-Oh, então você faz de tudo por nota? Não sabia que você era assim, querida. - Diz ironicamente.
-Só quando eu posso tirar vantagem disso, Louis. - Ela diz, tombando a cabeça levemente para o lado, provocando cada vez mais o professor.
-Me conte, Harry, já tentou tirar vantagem de quem aqui? - Ele diz se levantando, quebrando todo o contato dos corpos.
-De várias pessoas, senhor Tomlinson. E agora talvez eu esteja tentando com você.
-Você é uma gracinha Harry, mas é muito sem vergonha, querida. Tem que melhorar isso. É uma pena que você não consiga o que quer de mim, meu bem. - Ele diz em falsa simpatia, cruzando os braços em superioridade em seguida.
-Você sabe que eu consegui, Tomlinson. - Ela diz levando uma de suas mãos para o cacete de Louis, que está começando a ficar duro e está ainda mais marcado na calça social que ele usa, sentindo ele endurecer mais um pouco em sua mão. - Viu?! Eu consegui.
-Não conseguiu nada Harry. Não estou te fodendo.
-Ainda não, mas você vai. E vai ser agora, senhor Tomlinson. - Ela diz, empurrando ele de leve para o sofá outra vez, assistindo ele se sentar ainda com os braços cruzados, esperando que ela subisse em seu colo logo.
E ela o faria, se não fosse pelo professor Bernadi entrando na sala a procura de Harry. Louis quando vê ele ali a procurando sente seu semblante mudando para um raivoso, enquanto a garota se despede de si com um beijinho na bochecha e segue Bernardi para sua sala.
Ele nunca agradeceu tanto a ideia que Paula, a professora de biologia, teve de levar os segundos anos para uma excursão naquele dia, pois assim ele tinha algumas aulas vagas, e essa era mais uma delas.
Ele espera alguns bons minutos e vai até a sala de Harry. É uma sala um tanto quanto escondida e afastada. Quando ele chega estranha a porta encostada e a abre devagar sem fazer barulho.
Harry está de costas para si, sua saia erguida e presa em sua cintura, deixando sua bocetinha e sua bunda redondinha a mostra. Ela está toda empinada, se esfregando rapidamente contra a quina da mesa.
Sua calcinha está em sua boca, deixando os gemidos que saem por seus lábios quase mudos. Seu quadril se movimenta rapidamente para frente e para trás, hora rebolando em círculos tentando se aliviar.
Seus peitos estão para fora da blusa coladinha, balançando enquanto seu grelinho é pressionado contra a mesa no fundo da sala. Suas pernas já estão começando a tremer.
O pau de Louis está duro e incomodando dentro de suas calças, mas por enquanto ele apenas o aperta por cima dos tecidos, enquanto observa a garota rebolando na mesa enquanto treme e murmura coisas incompreensíveis.
Louis não duvida que ela esteja nessa há um tempo, já que não demora para ela parar de rebolar e suas pernas tremerem absurdamente, enquanto o melzinho dela esteja escorrendo pela mesa.
Ela se deita sobre a madeira, tentando se recompor rapidamente. Enquanto ela está assim, Louis acha um post-it em uma mesa a sua frente, e deixa um bilhete para ela.
"Foi uma ótima visão, gracinha. Obrigado pelo sowzinho particular.
LT."
Ele cola na lousa, garantindo que ela vai conseguir vê-lo, e volta para a sala dos professores. Ele sabe que ninguém entraria ali nessa aula e agradece aos deuses que não existem câmeras naqula sala. Ele então se senta outra vez no sofá, abrindo sua calça e tirando seu cacete do aperto.
Louis se masturba forte e rápido, cuidando para não ser pego. Não demora até que um gemido rouco escape por seus lábios e ele esteja gozando em toda a sua mão.
Agora ele só tem que limpar sua bagunça rapidamente.
🩸
-Louis a gente precisa ir em um show, por favor. - Lana entra em seu apartamento quando ele abre passagem para ela, despejando em Louis de uma vez sobre um show.
Louis odeia shows. E Louis odeia Carnaval.
-Nem fodendo. Você pode ir sozinha, não é do meu interesse, obrigado. - Ele diz depois de trancar a porta e indo se sentar no sofá.
-Mas eu nem disse de quem é o show, querido Lou. - Ela diz ficando na frente dele. - Adivinha de quem é? Uma dica, ex aluna nossa.
-Nossa eu com certeza vou saber quem é, até porque eu não tenho muitos ex alunos mesmo né?! - Ele sorri debochado para ela, mas seu sorriso se desfaz quando ela começa a gargalhar em sua frente.
-Você sabe que eu não diria isso se não fosse ela. Você sabe que ela foi a única que você gostou o suficiente para se lembrar mesmo depois de alguns anos. - Ela diz, fazendo aspas com os dedos quando diz a palavra gostou. Ambos sabem porque Louis não esqueceu da garota.
Eles nunca tiveram algo realmente, mas Louis nunca perdeu a vontade de foder a garota.
E bom, quem sabe essa não fosse uma possibilidade de um reencontro. Isso se ela ainda lembrasse de si.
-Eu nem sei se ela se lembra de mim, Lana.
-Ah, qual é, Louis. Você sabe que ela se lembra sim. Você é um trintão gostoso, ela não iria se esquecer. E você realmente acha que ela esqueceria de você depois do que ela fez na sala dela? Não começa com isso, idiota.
Lana era a única pessoa que sabia. Eles eram amigos de longa data, e eles lecionam na mesma escola. Aquilo estava matando Louis e ele precisava contar para alguém. Lana foi a escolhida. Ela não o julgou como ele pensou, ela entendia o lado dele afinal.
Harry era espetacular.
Mas agora era uma cantora famosa, e muita gente gosta dela. Louis não sabia se ela se lembraria de si ou se ele teria a oportunidade de ver e conversar com ela, mas não podia deixar o que talvez fosse sua única chance passar.
Ele iria nesse show.
-Compre os ingressos antes que eles acabem.
🩸
Hoje era o grande dia do show de Harry.
Louis e Lana se aprontavam no apartamento da mais nova enquanto conversavam sobre a escola.
-Como estão suas turmas novas?
-Normais, alguns animados como sempre, outros nem tanto, mas não tive nenhum grande problema ainda. E o seu primeiro ano? Como é ter que lidar com apenas três turmas? - Ele pergunta interessado, já que Lana era professora de um dos cursos técnicos que sua escola oferecia, e por isso ela só trabalhava com turmas específicas. Um primeiro, um segundo e um terceiro.
-É legal. Menos nomes pra decorar. Mas chega de falar disso, quero aproveitar meu feriado. Já está pronto? Não quero me atrasar, Lou. - Ela diz meio afobadaz terminando de guardar algumas coisas em sua bolsa.
-Não. Não sei que blusa usar, me ajuda. - Ele diz com três blusas nas mãos, e já faz um bom tempo que ele está tentando escolher uma delas.
-Vai sem camisa, ué. Vai estar um calor da porra, se você for com camisa provavelmente vai querer tirar depois. E é Carnaval, ninguém vai te julgar por estar sem. E é como o ditado diz, o que é bonito tem que ser mostrado. - Ela diz simples, tentando ajudar ele.
-As vezes eu tenho a impressão que você dá em cima de mim, sabia? - Ele diz largando as camisas na cama.
-Que pena, mas eu só digo as verdades. Você sabe que é um trintão gostoso e que eu gosto da mesma fruta que você, querido. Agora vamos logo ou vamos nos atrasar.
🩸
Louis não sabe como, mas ela conseguiu que eles ficassem entre a grade e o palco, com alguns influencers, segundo a mais nova. Aparentemente ali só tinha gente famosa e Louis ainda não entende como eles estão ali, mas assim que descobriu que ali era uma área open bar ele parou de questionar e se preocupar.
Faltavam poucos minutos pro show começar, e Louis começava a ficar ansioso. Já havia uns anos que Louis não se encontrava com Harry, agora ela deve ter uns 21 ou 22 anos, Louis não tem certeza.
Logo algumas luzes de Led se acendem no palco, e não demora até que Harry apareça no palco subindo em uma plataforma de costas para o público.
E porra ela está linda. Um vestido preto emoldura seu corpo perfeitamente, e Louis passa a admirá-la quando ela se vira e começa a falar com a plateia. A parte de cima é um corset de tule, com flores de renda cobrindo seus seios. Ele desce com algumas rendas florais na cintura e ela sustenta um pedaço do mesmo tecido em seus braços, como se fosse um boa. A parte de trás é longa, e a da frente tem apenas um pequeno pedaço de pano um tanto quanto transparente cobrindo uma calcinha preta que desce com o vestido e está ligada a uma meia que termina na metade de suas coxas.
De seus lábios escorre sangue, e de onde Louis está é possível ver presinhas nos caninos da menina.
Ela é uma vampira.
E o show está só começando.
🩸
Caralho
Era tudo o que se passava na mente de Louis nesse momento.
A última música estava prestes a começar, e foi uma tortura assistir ao show. Harry rebolando durante grande parte do tempo foi o suficiente para o deixar com o pau duro durante o show todo. Sua sorte é que sua bermuda é preta e esconde o pau marcado.
-O que está acontecendo? - Ele pergunta quando percebe uma movimentação diferente no palco e uma cadeira sendo posicionada no meio do espaço.
-Ela vai chamar alguém e rebolar no colo dela agora. - E então Louis vê Harry se aproximando da beirada e a multidão gritar para tentar chamar a atenção da garota.
Ele pega o cigarro de maconha da mão de Lana, tragando enquanto seus olhos acompanham Harry por todo o palco.
Ela passa os olhos pelo lugar enquanto fala vagamente com a plateia, concentrada em achar a pessoa sortuda.
Ela parece procurar por pessoas que estão atrás da grade onde Louis está encostado, e não demora até que seus olhos se cruzem. Louis sorri para ela e ergue sua garrafa de cerveja, cumprimentando ela, que sorri para ele e anuncia que já achou a pessoa que subirá ali.
Tomlinson está encostado na grade, sem camisa e com uma bermuda jeans preta um tanto apertada. O baseado em uma mão e a garrafa na outra, seu cabelo bagunçado e seu tronco um tanto soado pelo calor desgraçado que faz nessa época do ano. O sol está se pondo, e as luzes reluzem em sua pele a deixando ainda mais dourada.
Ele fica cada vez mais gostoso - pensa Harry enquanto observa ele do palco.
Louis vira o resto de cerveja na boca e entrega a garrafa e o cigarro para Lana, não antes de tragar mais uma vez, sentindo a fumaça encher seus pulmões e a sensação gostosa se espalhar por seu corpo. Logo ele vê um segurança se aproximar, depois de Harry indicar quem foi o escolhido.
- Se vire com isso, não sou lixeira, querido. - Ela diz, sem pegar a garrafa.
-Vai logo, segura pra mim, eu vou ir lá agora. Quando eu voltar eu jogo, prometo. - Ele praticamente implora, e ela pega a garrafa e o cigarro, vendo o segurança se aproximar e chamar Louis para o palco.
Ele sobe, e é colocado em uma cadeira, logo vendo Harry se aproximar com um sorriso safado e com as presinhas de fora.
Louis está com cheiro de cigarro e seu tronco brilha um pouco pelo suor em sua pele. O calor estava acabando com ele.
E Harry também.
Ela já não sustentava mais o pano que estava sobre seus braços, e seus seios brilham pelo suor também. Seus cachos estavam um pouco bagunçados, mas ela continua perfeita.
Não demora nada até que ela esteja sobre seu colo, se sentando em seu pau já duro propositalmente. Ele pode sentir sua bocetinha se esfregando de levinho ali, enlouquecendo ainda mais ele.
Harry leva suas mãos até as mãos de Louis, as colocando em sua cintura e logo as levando para as laterais de seu pescoço, começando a rebolar devagarinho em seu pau.
Louis ouve a música e sente Harry se movendo no mesmo ritmo, deixando seu pau ainda mais duro. Eles se encaram e o olhar é sustentado até que Harry vai para seu pescoço, cheirando o perfume forte e gostoso dele, logo voltando a encarar seus olhos.
-Espero que tenha gostado desse show também, senhor Tomlinson. - Ela diz provocando, logo voltando para o pescoço do mais velho. Louis sente mordidinhas leves por sua tez, enquanto as reboladas se tornam mais rápidas e intensas.
-Pode ter certeza que eu gostei, gracinha. Uma pena esse não ter sido só pra mim. - Ele devolve as provocações, apertando forte a cintura da garota, levando suas mãos um pouco para trás, quase em sua bunda. - Posso? - Ele pergunta, e logo aperta a pele quase exposta da garota, ajudando nos movimentos dela, quando ela sussurra um "com certeza" baixinho.
O tempo vai passando e a música fica cada vez mais intensa. Ambos gemem baixinho, e Louis agora tem a cabeça jogada para trás, os olhos fechados e as mãos acompanhando os movimentos, ainda na bunda redondinha dela.
Harry se deleita no pescoço de Louis, deixando mordidas, chupões de leve e marquinhas na pele bronzeada. Ela está toda molhadinha e sente seu melzinho escorrendo para a bermuda de Louis, deixando tudo melado.
Ambos ouvem gritos e elogios vindo da plateia, as pessoas ovacionam eles, e isso traz boas sensações para os dois. Harry geme contra o pescoço de Louis, que aperta ainda mais a bunda de Harry, fazendo ela se esfregar com mais força contra seu cacete. A mais nova perde um pouco o controle da força que coloca nos chupões e nas mordidas, deixando o pescoço de Louis extremamente marcado.
Louis sente a respiração batendo de leve em sua pele e alguns gemidos e suspiros batendo com cada vez mais frequência. Ele sente ela se afastar de seu pescoço e puxar os cabelos de sua nuca, fazendo ele olhar outra vez para ela.
-Eu queria tanto te beijar. Queria poder quicar no seu pau aqui e agora, na frente de toda essa gente. Só pra mostrar pra todo mundo que você é meu. E só meu, Tomlinson. Hoje eu vou me divertir muito usando você, Louis. É bom que você se prepare. - Ela diz, com as pernas tremendo em cima de Louis, ouvindo um gemido mais alto do mais velho, e deixando uma última mordida no pescoço dele. - Esse show acabou, Tomlinson. Mas agora você vai ter um só para você. Me espere no meu camarim, amor.
-Com certeza, gracinha. Mal posso esperar por mais um show seu só pra mim. - Ele diz deixando um aperto mais forte em sua bunda, se segurando para não deixar um tapa forte ali.
Ela se levanta e Louis não desce do palco, o que faz a plateia estranhar um pouco, já que sempre depois da dança a pessoa escolhida volta para o meio da galera lá em baixo. Ele acaba saindo por uma passagem ao lado do palco e é levado para o camarim dela logo após ela conversar com um dos seguranças do show. Harry encerra rapidamente o show, se despedindo do público e avisando para um segurança pagar um uber caso Lana precisasse, seguindo na mesma direção que Louis foi anteriormente, logo ouvindo gritos da plateia e acaba revirando os olhos pensando em todos os sites de fofoca que postariam algo sobre isso.
Mas tudo o que ela consegue pensar quando chega em seu camarim é nos lábios de Louis que se juntam aos seus assim que ela cruza a porta, logo sendo pressionada contra ela.
Suas mãos logo estão na cintura da mais nova, e ele sente ela colocando as mãos em seus ombros. Eles se beijam, brigando por quem vai comandar o beijo e quem vai se deixar ser conduzido. Cada um tenta impor um ritmo, e não demora até que Harry morda o lábio de Louis, machucando um pouco por conta das suas presinhas.  Ela o empurra até que ele a solte, se afastando e juntando algumas coisas rapidamente.
-O que você está fazendo, Harry?  - Ele pergunta confuso vendo ela colocar algumas coisas dentro de uma bolsa grande.
-Não temos coisas aqui. Quero ir pra minha casa. Vamos. - Ela diz pegando a mão dele e saindo do camarim.
🩸
Ele entra primeiro no banco de trás do carro, vendo uma divisão que impede ao motorista uma visão do que acontece ali. Logo ela está sentada em seu colo, puxando seus cabelos e atacando seu pescoço outra vez.
Ela deixa mordidas, beijos molhados e chupões fortes dessa vez, marcando a pele de Louis. Ele leva as mãos para a bunda dela outra vez, apertando e obrigando ela a rebolar em seu colo. Uma de suas mãos sai dali depois de um tempo, passando pela coxa e indo para a bocetinha dela. Ele começa a passar os dedos ali de leve, sendo impedido de tocar a bocetinha pelo tecido do vestido, mas massageando o grelinho como pode. Ele sente seu melzinho escorrendo em seus dedos e gemidos baixinhos baterem contra seu pescoço.
-Harry, vamos ter que parar em uma blitz, eles provavelmente vão mandar a gente abrir os vidros de trás, coloquem os cintos se estiverem sem, por favor. - O motorista diz depois de bater na janela que separa as duas partes do carro.
-Caralho. - Louis diz quando sente ela dando um forte chupão em seu pescoço e se sentando ao seu lado.
-Merda, tenho que ir do outro lado. - Ela diz, tentando se mover sem fazer uma bagunça ali.
-Por que, gracinha? - Ele pergunta confuso, ajudando ela a passar para o outro lado, ainda sentado no banco do meio.
-Eles vão estar do lado do motorista. Não quero ficar ali pra eles ficarem me olhando. - Ela diz se encolhendo.
-Eu estou aqui, ok?! Vai ficar tudo bem dessa vez. - Ele diz pegando na mão dela e deixando um beijo nos nós dos dedos.
Eles colocam o cinto e ela deita a cabeça no ombro dele, que continua segurando a mão dela, até eles passem pelos policiais, o que não demora muito.
Não demora até que eles estejam subindo as escadas e a cena do camarim não demora a se repetir, no quarto dela dessa vez.
Eles continuam brigando pela dominância do beijo, que é conquistada por Harry quando ela leva a mão até o pau de Louis e o aperta por cima da bermuda, moldando Tomlinson da maneira que ela quer.
Eles vão para a cama, Louis se deitando no meio dela com a cabeça nos travesseiros e Harry sentando em seu colo. Ela rebola em seu pau, deixando beijos e mordidas por todo o seu pescoço e seu tronco. As mãos de Louis estão jogadas no colchão, seus olhos estão fechados e ele aproveita os estímulos levinhos de Harry por seu corpo.
-Me espere aqui e não ouse se mexer, Louis. Estou de olho em você. - Ela diz se levantando e entrando em uma das portas que tem no quarto, deixando Louis sozinho por um momento.
Quando ela volta para o quarto Louis pode ver dois pares de algemas em suas mãos. Ela sobe outra vez na cama e coloca elas ao lado de sua cabeça.
-Vou finalmente poder usar você, senhor Tomlinson. Usar seu pau e sua boca só para o meu prazer. E você vai aceitar tudo o que eu quiser fazer com você, certo? - Ela diz, e tudo o que ele consegue fazer é concordar com a cabeça enquanto solta um gemido baixinho.
Ele nunca teve que assumir essa posição, sempre foi do jeito dele e todo mundo sempre quis assim. Mas ele faria tudo o que Harry pedisse, e se isso significasse ser preso enquanto ela usava tudo de si, ele aceitaria sem pensar duas vezes.
Cada uma das algemas fica entre um de seus punhos e a cabeceira da cama, e não demora até que ela esteja abaixando sua bermuda e sua cueca. Ela tira suas meias e leva as mãos para a parte de trás do vestido, mas ele a interrompe.
-Me deixa fazer isso, por favor. Me solta e deixa eu tirar sua roupa, me deixa ter esse prazer, gracinha, por favor. Me solta e deixa eu te deixar peladinha para você me usar como bem entender, amor. Por favor. - Louis diz tentando erguer o tronco sem muito sucesso, implorando para Harry deixar ele tirar sua roupa e ter o prazer de tocar seu corpo pelo menos uma vez.
-Oh, Tomlinson, tão bom pra mim. Implorando só para ter a chance de tocar meu corpo e tirar minha roupa, huh? - Ela diz, subindo no colchão e engatinhando por cima de Louis. Ela se senta no peito dele, se esfregando ali e o fazendo sentir ela toda molhadinha para ele. - Vou te soltar mas você vai ter que ser bonzinho e me deixar te prender depois outra vez. Se você não se comportar você vai ficar sem me comer. Entendeu? - Ela diz séria, vendo o mais velho afirmando com a cabeça desesperado e soltando um coro se "sim" para ela.
Ela pega as chaves e solta ele, se sentando em seus tornozelos do lado dele, esperando ele se ajoelhar e chegar perto dela. Ele se levanta da cama, parando atrás dela, que está quase na beirada, abrindo o zíper quase invisível de seu vestido.
Ele volta para a frente dela, vendo ela segurando o vestido em seus seios. Ele leva suas mãos para as dela, as tirando dali. Louis puxa o corset para baixo, deixando o vestido em sua cintura. Ele tira um tempo para observar os peitos grandinhos dela, levando os dedos para os biquinhos que apontam em sua direção e torcendo um e depois o outro.
Ele se perde ali por um tempo, observando e admirando a tatuagem de mariposa no meio dos peitos dela. Logo ele está estendendo sua mão para ela, ajudando ela a se levantar para então se ajoelhar no chão e descer o resto do vestido pelo quadril, coxas, pernas e enfim passa ele pelos tornozelos dela.
Ele apenas fica observando a bocetinha dela, livre de pelos e com os lábios gordinhos, o grelinho já encharcado quase todo escondido no meio deles e ela toda molhadinha para ele.
Louis sobe suas mãos por seus tornozelos e pernas, refazendo o caminho, e quando chega em suas coxas ele começa a apertar de leve, indo para a parte interior delas. Não demora até que ele chegue na bocetinha, passando um dedo por dentre os lábios e sinta seu dedo se melar inteiro.
Ele leva o dedo para a boca, chupando o melzinho dela e gemendo baixinho em deleite, logo vendo ela se afastar. Ele se levanta, se sentando na cama.
-Muito obrigado gracinha. Muito obrigado. Vou me deitar para você me prender agora, e então você pode fazer o que você quiser comigo. - Ele diz, logo voltando a se deitar e sentindo ela prender seus punhos outra vez.
-Você está sendo tão bom pra mim, senhor. Espero que continue assim.
Ela desce até estar perto de seu pau, o pegando nas mãos e começando a masturbar ele fraquinho. Ela deixa lambidinhas por todo ele, mas nunca passando disso, enlouquecendo ainda mais o mais velho.
Ela se senta em uma das pernas dele, começando a se esfregar ali e gemendo baixinho na ponta do seu pau. Ela lambe a fenda na cabeça inchada e vermelha, recolhendo toda a pré porra de Louis. Harry provoca ele por um tempo, melando toda a sua perna enquanto rebola sem parar ali.
-É uma pena que eu não possa te chupar hoje, amor. Minhas presinhas iriam machucar tanto o seu cacete. - Ela diz, finalmente colocando a cabecinha na boca e chupando levinho.
Ela não coloca mais do que a glande inchadinha na boca, não querendo machucar o maior. Ela ainda tem que brincar com o pau dele, e o machucar iria arruinar toda a diversão.
Ela perde muito tempo ali, provocando Louis até que ele quase chega em seu orgasmo. Quando ele avisa que está perto de gozar ela simplesmente larga o pau, vendo ele bater contra a barriga do maior e apenas se esfrega por mais um tempo na perna dele, vendo ele se contorcer em prazer, desesperado para gozar.
-Continua amor, por favor, eu estava quase lá, gracinha. - Ele praticamente implora, sentindo ela se levantar de sua perna, se abaixando para pegar um pouco do melzinho com os dedos e lamber o que restou em sua perna.
Ela se senta novamente em seu peito, levando os dedos agora melados para seus lábios, fazendo ele os chupar e engolir seu melzinho. Ela se abaixa, beijando sua boca assim que tira seus dedos dos lábios finos, não deixando muito tempo para ele respirar, sem deixar de se esfregar em Louis em nenhum momento.
Ela quebra o beijo mordendo o lábio inferior do mais velho, suas presas tirando um pouco de sangue dali e logo se afasta. Ela deixa mais alguns beijos e mordidas em seu pescoço, logo se endireitando em seu tronco.
-Vamos começar a brincar, Lou. Você vai me chupar gostoso agora, ok? Vai deixar eu me esfregar na sua língua e me fazer gozar, certo? E depois eu vou sentar no seu pau, até gozar outra vez, e então você vai poder gozar gostoso dentro da minha bocetinha, Tomlinson. - Ela diz, se abaixando e lambendo a bochecha dele, não demorando para continuar falando. - E depois, senhor, você vai poder me usar do jeitinho que você quiser. Fazer tudo o que você quiser comigo. Vou ser boa para você, mas só se você for bom pra mim. Você vai ser bom para mim, certo?
-Sim, sim, sim. Vou ser bom para você amor. Muito bom para você.
Harry se ajeita até estar com as coxas ao lado do rosto de Louis, deixando a xotinha sobre sua boca. Ela sente a língua se esfregando por toda a boceta, melando ainda mais a área sensível. A boca de Louis se move por toda a xotinha, chupando o grelinho inchado e sentindo seu rosto se melar com a lubrificação dela.
Não demora até que ela esteja se esfregando em sua língua, que está se movendo levemente de um lado para o outro, enquanto Harry rebola para frente e para trás, segurando no cabelo de Louis e olhando para ele.
Suas pupilas estão dilatadas e vez ou outra ela pode ver seus olhos se revirando levemente. Ela vê o prazer em lhe dar prazer transbordar em seus olhos, ela sente os gemidos baixinhos batendo contra a pele sensível de sua boceta, sendo encobertos pelos seus próprios gemidos, que ficam cada vez mais altos.
Ela sente seus próprios olhos se revirarem, o prazer ocupando cada um dos poros de seu corpo. É tudo demais para ela. Ela finalmente tem a oportunidade de dar para o professor Tomlinson, e ninguém pode culpá-la por querer gozar tão rápido.
Ela teve tantos estímulos e está se segurando por tanto tempo. Ela sente que não vai conseguir se segurar por muito tempo, e Louis parece perceber isso. Ele se afasta levemente da bocetinha, vendo ela olhar para si confusa.
-Sei que você quer gozar. Sei também que não quer que isso acabe logo. Se você quiser posso te fazer gozar mais uma vez te chupando, assim você não precisa se segurar, gracinha. Você sabe que consigo fazer você gozar várias vezes assim, amor. Me deixa fazer isso. Por favor. - Ele a convence, e não demora até que ela volte a rebolar em seu rosto.
-Tão bom pra mim, Lou. Se esforçando tanto para me agradar, senhor. Muito obrigada, meu amor. - Ela diz, parando algumas vezes para gemer sem conseguir se conter.
Ela para de tentar segurar seu orgasmo, não demorando nada até que suas pernas comecem a tremer, ainda prendendo a cabeça de Louis entre elas. Seus gemidos começam a ficar cada vez mais altos e logo ela começa a sentir seu ventre formigar.
Louis chupa seu grelinho para dentro de sua boca, esfregando sua língua ali ao mesmo tempo em que mama o clitóris já sensível. Ele ouve um gritinho agudo dela, sentindo ela gozando en sua boca, recolhendo o máximo que pode do melzinho gostoso que escorre por seu queixo e pescoço, sujando as coxas dela também.
Ele não para de chupar toda a boceta, começando a foder a grutinha enxarcada com sua língua, desejando mais que tudo que fosse seu pau ali. Ele sente a grutinha toda melada se contraindo em sua língua e ela ainda tremendo.
Ela ainda não parou de gozar na língua de Louis, e ela pode ver seus olhos se revirando outra vez, sentindo e ouvindo um gemido mais alto batendo contra sua bocetinha molhada.
Ela fica um tanto confusa, sentindo Louis se contorcendo e vendo suas mãos com os punhos fechado. Ela olha para trás e vê Louis gozando também, melando toda a sua barriga e peito. Harry se afasta do rosto do mais velho, se sentando em suas clavículas, tentando parar de tremer, e melando ainda mais Louis.
-Não amor, não. Desculpa, não consegui me segurar. Volta aqui, por favor, deixa eu te fazer gozar mais uma vez gracinha, por favor. - Louis implora desesperado, querendo mais que tudo Harry se esfregando em seu rosto outra vez.
Ela segura seus cabelos, inclinando sua cabeça para trás, puxando os fios com força e Louis acaba fazer uma careta de dor. Com e outra mão ela separa os lábios de sua bocetinha, começando esfrega-la no queixo do maior.
Ela o provoca por algum tempo, esfregando seu grelinho na cara dele, sem deixar ele tocar devidamente nela, até que ela se abaixa, deixando seu rosto próximo ao de Louis e limpando toda a bagunça no queixo dele com sua boca, lambendo e chupando seu próprio melzinho, vendo louis revirar seus olhos mais uma vez.
Logo ela junta suas bocas outra vez em um beijo rápido e molhado, logo quebrando o contato e raspando as presinhas pelo pescoço dele, voltando a olhar em seus olhos.
-Você foi um menino muito malvado, Louis. Era só você ter me pedido que eu te deixava gozar amor, não precisava fazer isso escondido de mim. Mas você foi muito desobediente e não vai mais poder gozar até que eu diga que você pode, entendeu? - Ela diz ainda em suas clavículas, ouvindo mais uma vez o coro se "sim" vindo de Louis para si.
E ela finalmente percebe que nesse momento, Louis era realmente só dela. Ele faria tudo o que ela quisesse e pedisse, era só ela dizer e ele faria. Sem pensar duas vezes, sem contestar. Ele iria dizer sim para tudo. Absolutamente tudo.
-Agora você vai me fazer gozar mais uma vez enquanto eu limpo sua bagunça e tomo o seu leitinho, e depois eu vou sentar no seu pau até eu gozar mais uma vez. E depois, e só depois, você vai poder gozar e me encher com a sua porra.
Ela vira de costas para Louis, logo se sentando outra em seu rosto, não demorando até que comece a rebolar na língua de Louis, que volta a foder sua grutinha.
Ela se apoia no colchão com uma mão, levando dois de deus dedos para a porra de Tomlinson espalhada por seu abdômen definido, a recolhendo e levando para sua boca, repetindo os movimentos até que tivesse tomado toda a porra de Louis, sem deixar de rebolar em sua cara em nenhum momento.
Suas pernas não param de tremer, seus gemidos são altos e escandalosos, e ela masturba o pau de Louis devagarinho, deixando lambidinhas na cabecinha vermelha sempre que consegue parar de se desesperar para gozar.
Louis esfrega a língua por toda a boceta, chupando todo o melzinho que sai da grutinha. Ele volta a foder a grutinha com a língua, sentindo ela tremer ainda mais. Harry não aguenta ficar apoiada em seus joelhos, caindo no tronco de Louis.
Seu grelinho encosta em seu tronco, obrigando Louis a abaixar um pouco a cabeça para alcançar a grutinha apertada. Ele fode a entradinha até sentir ela gozando outra vez em seus lábios, soltando um grito alto e desesperado.
Ela tenta juntar forças para se levantar e fugir da língua de Tomlinson, querendo mais que tudo uma pequena pausa, só até que suas pernas parem de tremer, porém ela sente que não pode se mecher, então apenas desaba em cima do corpo do maior, se permitindo apenas sentir os estímulos e os espasmos que percorrem todo o seu corpo.
Quando ela consegue se mover ela sai de cima dele, logo sentando sobre o pau e rebolando ali, sentindo ele de esfregar no meio dos lábios gordinhos de sua boceta.
Ela provoca o mais velho durante algum tempo, logo se levantando um pouco e guiando o cacete para sua grutinha, sentando de uma vez e sentindo ele alargando toda a sua bocetinha.
Ela demora um tempo até se acostumar com o tamanho de Louis em si, dando leves reboladas até que esteja pronta para começar a quicar no pau dele.
Ela sobe e desce pelo cacete, sentindo seu melzinho escorrendo pela sua bocetinha. Derrepente tudo se torna muito intenso, os gemidos altos de ambos, o barulho das peles se chocando e o barulho molhado da lubrificação de Harry nas bolas de Louis tomam conta quarto.
Não demora até que Harry sinta Louis tentando foder ela, investindo contra suas sentadas. Ela para, dando um tapa no rosto de Tomlinson e apertando suas bochechas logo depois.
-Você não pode me foder agora Louis. Eu vou brincar com seu pau, vou te usar para me dar prazer e fazer o que eu quiser. Você está aqui apenas para ser usado. Não tenha pressa, Tomlinson. Ainda temos muito tempo. Não faça outra vez, ou eu te deixo sem gozar, está entendendo? - Ela enfim solta as bochechas de Louis, o livrando do aperto dolorido, voltando a sentar ainda mais rápido no pau do mais velho.
-Porra - Louis geme alto, sentindo a boceta de Harry se contrair, apertando seu pau, e olhando para Harry ele percebe que é de propósito. - Você é tão gostosa amor. Me usa tão bem, se fode tão gostoso no meu cacete, gracinha. Eu sei que você quer gozar, princesa, está tão óbvio. Tão desesperada com meu pau tão fundo em você.
-Eu sinto ele tão fundo em mim, Lou. - Ela responde, colocando a mão em sua barriga, bem onde sente uma elevação causada pelo pau de Louis. - Você vê, amor? Ele me deixando tão cheia, tão satisfeita, senhor.
Suas pernas voltam a tremer. Ela já está tão sensível que sente que não vai demorar nada até que ela goze outra vez.
Louis não consegue se segurar, voltando a foder a grutinha apertada quando sente ela diminuindo o ritmo das sentadas, sentindo outro tapa em seu rosto.
Ela sai de seu colo, se levantando da cama rapidamente e entrando novamente no closet, voltando com cordas nas mãos. Ela para ao lado da cama, e Louis se desespera um pouco quando vê ela amarrando as pontas nas beiradas da cama.
-Que porra você está fazendo, Harry? - Ele pergunta, tentando se erguer, mas todo o esforço sendo em vão.
-Você não consegue ficar quieto, não é mesmo, querido? - Ela diz de forma debochada. - Vou te amarrar, amor. Assim eu posso fazer o que eu quiser sem você me atrapalhando. Já te disse que você vai poder fazer o que quiser comigo depois, mas você tem que ser bom para mim agora. E você não está sendo. Esperava mais de você Louis.
Ele não a responde, apenas a encara com um olhar de raiva, sentindo ela amarrar seus tornozelos e o deixando totalmente imobilizado.
Ela volta a se sentar no pau de Louis, quicando rápido e forte em seu cacete, sentindo suas pernas tremerem cada vez mais.
Ela não diminui o ritmo dessa vez, segurando seu orgasmo o máximo que consegue. Ela geme alto, sua cabeça jogada para trás e as mãos arranham o peito de Louis inconscientemente.
Ela sente as pernas dele tremendo abaixo de si, vendo as mãos se fechando em punhos outra vez. Ela tenta se segurar por mais tempo, mas ver Louis todo preso e entregue para si dessa maneira faz ela chegar em seu ápice mais uma vez.
Dessa vez seu grito é ainda mais alto, e ela esguicha por toda a virilha do mais velho, molhando Louis e os lençóis. Ela se deita sobre o corpo do maior outra vez, e demora algum tempo até conseguir se recuperar, e quando consegue leva seus lábios até a orelha de Louis, deixando um leve beijo ali.
-Você pode gozar agora amor. Me enche com a sua porra para me foder mais depois. - Ele goza no mesmo instante, gemendo alto e enchendo a bocetinha de Harry, logo se recuperando também e tentando se soltar e investir os quadris contra Harry, sem muito sucesso.
-Me solta. A gente ainda vai se divertir muito, gatinha.
Ela se levanta, sentindo a porra de Louis escorrer por suas pernas enquanto solta primeiro os pés e então as mãos de Louis, logo sendo jogada no colchão e sentindo o corpo do mais velho sobre o seu.
-Agora é a minha vez de brincar, gracinha.
🩸
espero que vcs gostem, a parte dois sai em breve.
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little-blurry · 14 days
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Amor, você dá sentido a nossa breve existência, minha mente freudiana não consegue encontrar palavras que definam sua imensurável essência.
Amor, temos reinventado todas as suas definições, nenhuma filosofia conseguiria explicar nossas motivações.
Amor, você é incompreendido, tento não te decepcionar, você me resgatou milhares de vezes esperando quem eu costumava ser retornar.
Amor, você me consome intensamente, espero que um dia as provações que enfrentamos tenham sido suficiente.
Amor, estamos perdendo tempo, daria a vida para voltar a segurança do seus braços por alguns momentos.
Amor, não controlamos o que está predestinado, buscamos um propósito para viver, espero que amar seja esse caminho que me leve até você.
Quantidades infinitas de poesia ainda assim não demonstram nada, nossos corações estão sendo invadidos por curiosos eles julgam o que não podem entender, estou construindo morada permanente para aqueles que desejam permanecer.
Tumblr media
Qual o sentido do verbo amar.
little-blurry 💭📓
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amethvysts · 21 days
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liv diva como tu tá????? nois aki estamos todas felizes q nossa prima voltou a aceitar pedidos entao n podemos deixar de pedir mais mafia!enzo 😚
desculpa liv mas quando vc escreveu essa canetada vc deu asa pra cobras (nois primas obcecadas por cenários assim) Lembro q tive um treco quando cheguei na facul e me deparei com enzo querendo me engravidar ai liv pq vc escreveu isso??????????? 😭😭😭😭😭 nao consigo mais dormir sem pensar nessas possibilidades 😥 fora a nossa prima anon q pensou na lobinha sendo o cão com o enzo INCLUSIVE penso aki q rolou até segurança pra barrar as graça da loba pois a querida só dava perdido no enzo. ele ficava todo louco pq chegava em casa e a mulher dele simplesmente NÃO tava lá, mas já chegava no mesmo instante uma notificação no celular dele com a loc da lobinha num rolê com as manas 😝😝😝 o homi ficava puto né 😝😝😝😝😝
oooh my goodness i loveeee this questiooon i think... 🤓☝️ temas dark viu divas
a gente sabe que o máfia!enzo fica totalmente obcecado por você, né? e mesmo depois do casamento, o sentimento não vai passar, na verdade, fica ainda pior. é como se ele precisasse sempre estar no controle de todo e qualquer mínimo aspecto da vida dele, e naturalmente, você é um deles. e quando ele te percebe um pouco mais rebelde, vai fazer de tudo pra que você comece a ficar mais em casa com ele.
inclusive, nesse cenário, é por isso que o enzo fica tão obcecado por te engravidar: quer alguma coisa que ligue vocês dois para sempre, além de ver a gravidez como uma maneira de te obrigar a ficar em casa, do lado dele. então, pode ter certeza que ele vai furar camisinha, trocar o seu anticoncepcional por aquelas pílulas placebo... até conseguir o que ele tanto quer. e dá certo. você engravida e vocês vivem nove meses de muita expectativa e calmaria (da parte dele, porque não precisa mais se preocupar em te pedir pra mandar localização, ou te mandando trocar de roupa toda vez que você cisma em sair de casa). e esse sentimento de completude dura por bastante tempo, até o dia que você decide começar tudo de novo, para o terror do teu marido.
veja bem, você é uma lobinha nova, com muita vontade de viver e pouquíssimo desejo de passar o resto dos seus dias trancafiada em casa. então, é claro que você vai arranjar passatempos pra fazer! yoga em horário de madame, um cursinho de línguas, aquelas aulas da autoescola que você nunca conseguiu terminar, e até aulinhas de natação para o bebê de vocês. e até aí tudo bem, o enzo não pode reclamar muito porque te fazer prisioneira da própria casa já é demais... até você começar a pegar amizade com algumas pessoas de fora do círculo de vocês e iniciar aquele círculo vicioso de noitadas. aí só falta ele virar do avesso.
vai contratar um chauffeur só para você, que te leva para onde você quiser e tem a obrigação de te esperar para te trazer de volta para casa. enzo fica até altas horas de madrugada te esperando sentado no sofá, se for preciso, só para levantar e verificar se você tá bem e se bebeu muito, sempre terminando as inspeções com um "amanhã a gente conversa". óbvio que não tem conversa nenhuma porque o que ele quer mesmo é te fazer aprender uma lição que só pode ser ensinada com ele te fodendo ao ponto de te levar as lágrimas, descontando toda a raiva e preocupação que passou na noite anterior no seu corpo. entre os apertões nas suas coxas, com os dedos se afundando na carne, e o pau dele te alargando todinha, enzo vai ser muito vocal. os grunhidos dão espaço a reclamações dele, "porra, eu te dou tudo, e como você me paga? se vestindo que nem uma puta e saindo de casa sem mim", o quadril se choca com o seu em um ritmo intenso, desnorteante. "tem noção de como isso me deixa?", uma risada amarga sai dos lábios do mafioso, "não, não sabe. porque se soubesse não estaria levando pau que nem uma cadela na nossa cama".
é um contraste imenso ao jeito que ele te trata normalmente, como se você fosse a bonequinha mais preciosa do mundo. nesses momentos, enzo quer te fazer sentir exatamente como você o deixou: machucada. mesmo quando você não dá mais conta de se sustentar, pode ter certeza que ele vai te segurar bem forte entre os braços dele e continuar te fodendo até o momento em que ele não aguentar mais imagino que em um primeiro momento ele esteja tão acabado (e ainda se mordendo de raiva) que nem vai conseguir te ajudar a se limpar, ou a te levantar para te levar até o banheiro, então, o aftercare é inexistente. mas na manhã seguinte, depois de um soninho revigorante e a certeza que é inútil ficar sacrificando a felicidade de vocês por uma sainha curta, enzo volta a programação normal; te acorda com café da manhã na cama para vocês dividirem, uma massagem gostosinha nas pernas e beijos passionais em meio a pedidos de desculpas por ter sido tão bruto na noite anterior, "mas é que você me deixa louco, nena". aí, vai fazer questão de passar o dia inteirinho com você. te leva para o escritório, deixa você ficar sentadinha lendo um livro ou uma revista no sofá que ele colocou especialmente para as suas visitas, ou te pede para ficar no colo dele enquanto trabalha.
e vocês ficam assim até o momento que você decide acabar com o juízo dele de novo <3
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