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#un pequeño pueblo de la provincia de Badajoz
armatofu · 9 months
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#🇪🇸 Martín Álvarez Galán. Era extremeño#hijo de una tierra que es cuna de conquistadores. Nació en Montemolín#un pequeño pueblo de la provincia de Badajoz#en 1766. Tenía 24 años cuando abandonó Montemolín con dirección a Sevilla#y allí conoció a Lucas#un granadero de la Infantería de Marina#que fue quien logró convencer a Martín de alistarse en el cuerpo. El 26 de abril de 1790#el joven extremeño se incorporó a la 3ª Compañía del 9º Batallón de Marina. Una vez allí#y por sus buenas aptitudes#es seleccionado para la élite del cuerpo: los granaderos#que siempre combatían en la vanguardia abriendo paso a los demás.Ya con 26 años#el joven extremeño embarcó en el navío “Gallardo”. Con él participó Martín en la campaña de Cerdeña entre 1793 y 1794. A continuación#nuestro joven granadero embarcó en el “San Carlos”#partiendo hacia La Habana. El periplo de Martín por los buques de la Armada Española continuó en 1796 con sendos servicios a bordo del “San#dos formidables navíos con 112 cañones cada uno. Finalmente#el 1 de febrero de 1797 Martín embarcaba en el buque que le llevaría a la fama: el “San Nicolás de Bari”#de 74 cañones. En octubre de 1796#tras la firma del Tratado de San Ildefonso con Francia#España le había declarado la guerra a Inglaterra y a Portugal. Apenas dos semanas después de embarcar en su nuevo destino#Martín se vio en aguas del Cabo de San Vicente. El “San Nicolás de Bari” acompañaba a otros 23 navíos#7 fragatas y varios buques más. El 14 de febrero de 1797 la escuadra española fue interceptada por una escuadra británica Horatio Nelson pr#logrando la captura de cuatro de sus navíos#entre ellos el “San Nicolás de Bari”. Antes de morir#el Brigadier Tomás Geraldino confió a Martín la misión de defender la bandera. Arrinconados hacia el castillo de popa#los infantes de Marina fueron cayendo uno a uno. Finalmente sólo quedaba Martín#sable en mano y aferrándose a la bandera rojigualda todavía izada#pues su arriado habría sido una señal de rendición. Un sargento de los marines británicos#William Morris#armado con un sable y una pistola y que pretendía arriar la bandera rojigualda#se acercó hacia Martín y desoyó la señal de alto del granadero español. Martín lo atravesó con tal fuerza que lo dejó clavado con su sable
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sanotsantosanto · 1 year
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Sentado en un estrecho asiento de Ryanair tengo el corazón encogido. Me pasa siempre que tengo que volver, cada vez me cuesta más volver a casa desde mi casa. Una de mis guías espirituales me dijo una vez algo muy sabio “la casa de uno es aquel lugar dónde uno tiene paz interior. “Qué gran verdad. Pero mi pregunta es cómo saber dónde está mi paz interior. Definitivamente, mi paz interior se encuentra en el lugar dónde están mis seres más queridos. Ese lugar es dónde habitan las personas que me quieren y se preocupan por mí y que ansían mi compañía, pero qué ocurre cuando ese lugar está dividido entre varios lugares o qué ocurre cuando la paz interior de alguien depende de muchas personas en muchos lugares diferentes.
 Aterrizaré pronto en el aeropuerto de Weeze y el padre de Karsten nos recogerá en su coche para llevarnos a Kleve. Allí pasaremos una noche y montaremos en bici a orillas del Rin, antes de viajar en nuestro coche hasta Dresde, la ciudad donde se encuentra mi actual hogar, el lugar donde trabajo y comparto mi vida con la persona a la que quiero. Pero a pesar de llevar tres años viviendo en esta maravillosa cuidad llena de historia y lugares increíbles, aún no me siento que pertenezco a ese lugar. Pero lo más curioso es que nunca me he sentido que pertenezco a un lugar determinado. 
Mi familia viene de un pequeño pueblo en la provincia de Badajoz llamado Albuquerque, en la frontera con Portugal (nombre que utilizaron los conquistadores extremeños en América para nombrar uno de los lugares más famosos de Nuevo México en Los Estados Unidos). Mis padres en su veintena, poco después de morir Franco, tuvieron una boda exprés, en la cual, con la excusa de la muerte de mi abuela materna no invitaron más que a la familia más cercana, sin celebración. Todo ello para poder ir a Madrid donde mi padre empezaría a trabajar como policía nacional en plena transición a la democracia. Allí nació mi único hermano y casi tres años después nací yo. Vivíamos en Móstoles, ciudad dormitorio no lejos de Madrid. De Móstoles nos mudamos a San Lorenzo del Escorial ya que mi padre empezó a trabajar allí en una academia de policía. Luego, después de vivir de alquiler en San Lorenzo un par de años mis padres se compraron un piso en una urbanización cercana al Escorial llamada Ciudad Bosque Los Arroyos. Todos estábamos seguros de que ese iba a ser nuestro hogar definitivo junto con Valdebótoa, un pueblo dormitorio de la provincia de Badajoz donde vivían mis abuelos paternos y toda la familia de mi padre y done aún viven mis tíos, primos y mi abuela materna. También El barrio del Pilar en Madrid era otro de nuestros hogares, allí vivía y vive la única hermana de mi madre con su marido, mi tío, y en aquel entonces mis primos.
En Los Arroyos vivíamos mi padre, mi madre, mi hermano, mi abuelo materno y yo. Éramos felices a pesar de la falta de servicios y transporte público en aquel entonces, mi madre para poder llevarnos al médico a mi hermano y a mí, tenía que caminar con nosotros una distancia bastante considerable, a través de un camino sin alumbrado ni pavimento. Yo allí tenía decenas de amigos y a pesar de mi corta edad, como era un lugar pequeño y seguro, disfrutaba de una libertad que ningún crío de esta generación se pudiera nunca imaginar. En los veranos solíamos jugar hasta las tantas de la madrugada al escondite o a liebre, y el municipio entero era válido para esconderse, lo que hacía que el juego se hiciera interminable.
Un buen día, en el autobús que la policía nacional proporcionaba a los trabajadores para que sus hijos pudieran ir al colegio, se escuchaba el rumor de que iban a cerrar la academia de policía donde trabajaban nuestros padres para convertirse en un cuartel de la guardia civil. Como la mayoría de rumores, resultó siendo una realidad. Todos nuestros padres debían decidir si querían viajar sesenta kilómetros diarios para ir a trabajar a Madrid o pedir un nuevo destino en cualquier parte del país. Mi padre fue uno de los que decidió irse ya que no estaba dispuesto a viajar sesenta kilómetros diarios y tampoco estaba dispuesto a renunciar a su trabajo de electricista que hacía paralelamente al de policía.
Era el año 1989 y por todas partes se anunciaba que en Sevilla se iba a celebrar en unos años una exposición universal, la gran Expo 92 de Sevilla. En aquel entonces cada vez que íbamos a visitar a mi abuela y al resto de mi familia paterna en Valdebotoa mi padre tenía que conducir con los cinco en el coche atravesando carreteras interminables por las provincias de Toledo, Cáceres y Badajoz. La larga distancia entre Madrid y Badajoz y la exposición universal fue motivo suficiente para mi padre elegir Sevilla como nuestro nuevo hogar.
Ya aterrizamos en Weeze y el padre de Karsten nos ha venido a buscar en su coche para pasar una noche en Kleve con la familia de Karsten antes de volver a Dresde en nuestro coche. Dresde, esa ciudad con una historia llena de contrastes. Ciudad en la que sus habitantes han tenido que renacer de sus cenizas como el Ave Fénix. Como tuve que renacer cuando nos mudamos del Escorial a Sevilla. Como tuve que renacer cuando mi abuelo y mi padre murieron y el número de miembros que conforman mi hogar y paz interior se redujo. Como tuve que renacer cuando decidí mudarme a Londres para acabar conociendo a Karsten, mi actual compañero de hogar y nuevo miembro de mi familia. Como tuve que renacer cuando decidimos a causa de la pandemia y el Brexit irnos a vivir a Dresde.  Como tengo que renacer todos los días al levantarme y ver que todo está bien, y decirme que no hay nada por lo que preocuparse.
No importa las veces que cambies de escenario, si encuentras tu paz interior siempre encontrarás tu hogar, ya que tu hogar es tu cuerpo. Tu cuerpo protege tu esencia, tu espíritu, tu alma, tu ser, tu energía que a la vez forma parte de la energía del universo. El universo está hecho de la misma energía que habita nuestro cuerpo y por lo tanto el universo al igual que nuestro cuerpo es nuestro hogar. No importa lo lejos que estés de tus seres queridos, ellos siempre te van a acompañar y tú a ellos, porque vivimos en el mismo hogar y estamos hechos de lo mismo, es decir, somos lo mismo.
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monstruos-ibericos · 4 years
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9. Pantaruja (Extremadura)
Por toda Extremadura está muy extendida la figura de la Pantaruja, un malvado espectro envuelto en sábanas viejas y harapos que, según la tradición, se llevaba a los niños que no querían dormir. Al parecer esta criatura provendría de un personaje carnavalesco del que muchos jóvenes se disfrazaban durante las fiestas para asustar a sus vecinos o gastar bromas pesadas. Solían cubrirse con capuchas o mantones viejos anudados con cuerdas, y a menudo portaban un candil que anunciaba su llegada en la noche. Es fácil hallar por toda la región varios festejos y tradiciones relacionados con la Pantaruja, a veces representada como asustaniños y otras como efigie procesional. 
En el pueblo de Almendralejo (Badajoz) se quema un monigote de la Pantaruja durante la fiesta de las Candelas, la noche del primer día de febrero, para representar la destrucción del mal. Algo similar ocurre en Santa Marina, otro pueblo de la misma provincia, aunque en esta ocasión el pelele es llamado Marimanta, palabra también utilizada en otras zonas de España para referirse a espíritus y fantasmas perversos. En Mijadas y Alcollarín (Cáceres) son llamadas Pantarullas, y se representan mediante alguien que asusta a los chicos cubriéndose con sábanas blancas y portando una sandía tallada en forma de calavera, con una vela dentro que la ilumina de forma terrorífica. En Mérida se las conoce como Mantarujas, y en los pueblos pacenses de Garbayuela y Siruela encontramos a la  Pamparamanta, otra figura ensabanada y espectral que vagaba por cementerios y caminos. Su origen estaría en un rito de penitencia que los vecinos de la zona realizaban cuando un deseo que habían pedido a los santos se cumplía. 
Pero existe además una tercera y peculiar tradición que involucra a la Pantaruja: la de aquellos que se disfrazaban de este ser para no ser reconocidos. Según parece, en épocas pasadas era habitual que muchas personas se colocaran una capucha y una manta blanca sobre los hombros para acudir a reuniones secretas por la noche, como podían ser los encuentros furtivos entre amantes o quehaceres de carácter más bien delictivo. Así, si alguien se topaba con uno de estos espantos por los caminos, todo de blanco e iluminados por la luz del farol que llevaban, lo más común es que huyera despavorido en lugar de dar el alto a tan terrorífica figura.
Aunque también podía suceder que, ya fuera porque se hubiera corrido la voz acerca de la naturaleza del disfraz o debido el pánico colectivo, muchas Pantarujas fueran perseguidas e incluso linchadas. La tradición popular narra un trágico suceso relacionado con este fenómeno acaecido en el pueblo de Barcarrota. Se dice que dos jóvenes enamorados cuya relación no era bien vista por sus familias se encontraban cada noche en la plaza del pueblo, disfrazados de almas en pena. El rumor de que estas pantarujas recorrían las calles hizo que el propio alcalde de la localidad hiciera guardia en el lugar, esperando a los supuestos espectros y armado con una escopeta. No es difícil imaginar el desenlace: la fatalidad quiso que este hombre acertara a una de las figuras blancas para luego descubrir con horror que acababa de asesinar a su propia hija.
Lo más curioso de todo es que estos disfraces no son una costumbre completamente olvidada. No es necesario que remontarse demasiado en el tiempo para hallar noticias sobre las Pantarujas: a finales del año 2005, una de estas criaturas hizo de las suyas en el pueblo de Alburquerque (Badajoz), creando una psicosis colectiva que llegaría a aparecer en numerosos medios de comunicación y programas televisivos. Al parecer, uno o varios individuos del pueblo cogieron el gusto a deambular disfrazados por las noches asustando a los vecinos, especialmente a los que pasaban por un pequeño callejón que comunica las calles San Antón y San Pedro. Según los testigos, la “aparición” vestía una sábana o túnica blanca que le llegaba hasta los pies, una capucha que le cubría la cabeza, anudada al cuello con una soga, y portaba en las manos unas cadenas y un enorme cirio. Fueron varios los habitantes de Alburquerque que se toparon con tan extraño personaje, y uno de ellos, un joven de 22 años, llegó a encararse con él y a zurrarle con una vara que previamente le había arrebatado. La Pantaruja, que por lo que se ve era de carne y hueso, huyó precipitadamente y a buen seguro se planteó luego dejar de realizar sus incursiones nocturnas. Quizá por esto o debido a las patrullas vecinales organizadas ante el miedo general, a las pocas noches la Pantaruja desapareció y hasta la fecha no se la ha vuelto a ver.
Cabe mencionar que la costumbre del atuendo de fantasma para espantar a fisgones indiscretos no es exclusivamente extremeña: en el pueblo de Bocairent (Valencia) la gente se disfrazaba de un ser llamado Momerota o Mumo para salir de noche a citas secretas sin ser reconocidos. También en el Levante y Baleares existe la Bubota o Bubota negra, a menudo representada como una figura ensabanada similar a la Pantaruja.
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euro-naturalista · 5 years
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23 propuestas para estrenar el otoño
Paseos entre viñedos, citas gastronómicas y el emocionante espectáculo de los bosques. Escapadas irresistibles para los próximos meses
Hoy, 23 de septiembre, comienza el otoño. Y se inicia una de las etapas del calendario natural más activas, con profundos cambios en el paisaje y los hábitos de la fauna. Muchos destinos viven durante los próximos tres meses su mejor momento e invitan a disfrutar de la vista a través de los colores del arte o de los paisajes otoñales, y de los aromas y sabores de la nueva estación gastronómica.
Flores viajeras (Córdoba)
Córdoba celebrará del 18 al 27 de octubre la tercera edición de su Festival Internacional de las Flores FLORA, un evento que durante 10 días transformará los patios y espacios históricos cordobeses en una convención de pétalos y aromas con intervenciones florales diseñadas por artistas de todo el mundo —como el colectivo español Flor Motion, la australiana Mary Lennox, el estudio tailandés PHKA, la paisajista estadounidense Lisa Waud o el decorador francés Thierry Boutemy—. Sus propuestas florales tendrán como hilos conductores el viaje y la lejanía.
Iglesias mozárabes (
Huesca)
Por el antiguo camino medieval que conduce al valle oscense de Tena siguiendo el curso del río Gállego, entre Biescas y Sabiñánigo, se reparte un grupo de 17 minúsculas iglesias prerrománicas construidas durante los siglos X y XI, en los albores del reino de Aragón. Las iglesias mozárabes del Serrablo estuvieron olvidadas durante siglos. Su recuperación se debe a la asociación Amigos de Serrablo, una comarca al pie del Pirineo salpicada de pequeños pueblos de piedra y pizarra, en muchos casos abandonados, donde Julio Llamazares sitúa su relato La lluvia amarilla. Su estilo arquitectónico se compone de una sola nave rectangular y de reducidas dimensiones, terminada en un ábside con arcos ciegos y friso de baquetones. Tampoco faltan el característico arco de herradura, alfices en puertas y ventanas y una esbelta torre campanario. Todas ellas están a un tiro de piedra y tienen nombres tan sonoros como San Juan de Busa, Isún de Basa, Arto, Ordovés, Lárrede, Oliván, Susín, Otal, Orós, San Bartolomé de Gavín o Satué.
La senda de los arrieros (Álava y Bizkaia)
La Ruta del Vino y del Pescado (­GR-38) permite atravesar el País Vasco siguiendo los senderos y caminos que recorrían en carretas los arrieros transportando anchoas, trigo y vino riojano entre los puertos del Cantábrico y las tierras del valle del Ebro. Con un recorrido total de 166 kilómetros y siete etapas, arranca en Oyón (Álava) y termina en Bermeo (Biz­kaia), atravesando los viñedos de la Rioja Alavesa, la sierra de Cantabria y los bosques de hayas del macizo del parque natural de Urkiola, para descender después hasta Durango y la reserva de la biosfera de Urdaibai.
Aventuras en
el geoparque (Granada)
Pasados los sofocos veraniegos, apetece navegar en kayak por el pantano del Negratín, una refrescante lámina de agua azul en el árido altiplano granadino, o pedalear en bici eléctrica por los barrancos del desierto de Gorafe, dos de las actividades de bajo impacto ambiental del proyecto Geoparque de Granada, con 70 lugares de interés geológico de las comarcas de Guadix, Baza, Montes y Huéscar.
Caminos del aceite (Jaén y Córdoba)
ALOJAMIENTOS CON CHIMENEA
Hotel Consolación Monroyo (Teruel)
Las arquitectas Estela Camprubí y Eugènia Santacana reinventaron el concepto de hotel rural con un alojamiento de diseño en la comarca agreste de Matarraña. Habitaciones en forma de cubo con chimenea colgante y bañera excavada en el suelo de pizarra. Desde 127 euros por noche.
La Vieja Chimenea (Herreros, Soria)
La fuegoterapia, charlas al calor de un lar celta de más de 200 años de antigüedad, es una de las propuestas otoñales que ofrece la posada real La Vieja Chimenea. Desde 85 euros.
Maderolum (Maderuelo, Segovia)
En el piso inferior de este hotel, donde estuvo la cuadra, se reparten la zona de lectura y el comedor, separados por una gran chimenea. En los alrededores se pueden visitar el hayedo de La Pedrosa y pueblos como Riaza o Madriguera. Desde 55 euros la noche (hay que reservar mínimo dos).
El Rincón de Babia (La Cueta de Babia, León)
Arquitectura tradicional leonesa y vistas a la comarca de Babia, declarada junto a las vecinas de Omaña, Laciana y Luna reserva de la biosfera. Desde 57 euros.
En Martos (Jaén) se celebra el 8 de diciembre la fiesta de la aceituna, que marca oficialmente el comienzo de la recolección, en la que se repartirán miles de hoyos aceituneros (pan con aceite, olivas y migas de bacalao). Dos puntos de partida para iniciarse en la cultura de la aceituna en Jaén son el Museo Activo del Aceite de Oliva y la Sostenibilidad Terra Oleum, a las afueras de Mengíbar, y el Museo de la Cultura del Olivo, en Baeza. En la provincia de Córdoba, la referencia es el Museo del Olivar y el Aceite de Baena, que recorre la historia de sus diferentes usos. Y en la cordobesa Montilla se puede visitar el Molino y Museo del Aceite Juan Colín, una almazara del siglo XVI donde se organizan almuerzos camperos y degustaciones.
Exquisitas geometrías (Segovia)
Los reyes de Castilla y de León, y más tarde los Austrias y los Borbones, dejaron su impronta en forma de exquisitos jardines y palacios de recreo. Lugares como La Granja de San Ildefonso (Segovia), en la vertiente norte de la sierra de Guadarrama, donde el rey Felipe V, nacido francés, se hizo construir en 1720 un palacio de verano a imagen de los de Versalles y Fontainebleau. Obra de Ardemans, Juvara y Sachetti, el edificio está rodeado por 146 hectáreas de jardines de estilo francés diseñados por Carlier y Boutelou. Parterres y avenidas de trazo cartesiano que se abren en el bosque creando una trama geométrica delimitada por tilos, castaños de Indias, arces, hayas y setos de carpe en cuyas intersecciones se abren glorietas con estatuas y 26 fuentes monumentales. También hay un intrincado laberinto vegetal concebido por Dezallier d’Argenville para los juegos de la corte. Pasear por ellos en otoño es una delicia.
Días de queso y miel (Asturias)
El 12 de octubre, coincidiendo con la tradicional feria ganadera, en la localidad de Cangas de Onís se celebran dos ferias en torno a productos emblemáticos de la zona: el concurso exposición de quesos de los Picos de Europa y la Feria de la Miel del Oriente de Asturias. Participan más de 50 productores artesanos especializados en queso de Cabrales, gamonedo, beyos y otras piezas regionales.
Setas, pato y turrón (Lleida)
Los fines de semana de octubre, varios restaurantes de la comarca pirenaica leridana de la Alta Ribagorza ofrecerán recetas de temporada elaboradas con setas de la zona. En la Mòstra Gastronomica dera Codina Aranesa, que se celebrará los fines de semana de septiembre y octubre, el protagonista es el pato: una veintena de restaurantes del valle de Aran lo emplearán en diversas recetas de la cocina tradicional del Pirineo. Y el 12 y 13 de octubre, la villa leridana de Agramunt celebra su Fira del Torró i la Xocolata a la Pedra.
Almossassa (Badajoz)
Badajoz celebra en la última semana de septiembre la Almossassa, una fiesta que conmemora la fundación de la ciudad por Ibn Marwan en el año 875. Ibn Marwan fue un muladí (descendiente de hispanorromanos conversos al islam tras la invasión árabe de la Península), hijo del valí o gobernador de Mérida, que en la segunda mitad del siglo IX volvió a sus raíces y se rebeló contra los emires omeyas de Córdoba. Las fiestas incluyen espectáculos de cetrería, conciertos de música andalusí y mercado medieval en la Plaza Alta.
Un río de sabores (Tarragona)
La Asociación de Ecoturismo en España agrupa empresas y destinos que ofrecen experiencias de turismo sostenible en espacios protegidos como el parque natural del Delta del Ebro (Tarragona), donde la empresa Nòmada Viatges organiza rutas para conocer la gastronomía tradicional a través de productores locales y empresas familiares de la zona.
Cefalópodos en Lugo
Del 4 al 12 de octubre se celebran en la ciudad de Lugo las fiestas de San Froilán, con una semana de verbenas, pasacalles, mercado medieval, feria de artesanía y conciertos. Y, por supuesto, toneladas de pulpo a feira que se preparan y consumen, tras ser hervidos en ollas de cobre y espolvoreados con pimentón y sal gruesa, en las casetas instaladas en el ferial, a un precio único de 12 euros la ración.
Formentera en forma
La naturaleza, el deporte y el turismo de bienestar protagonizan la agenda de la isla balear en octubre más allá de sus playas, con propuestas como Formentera Zen (11 al 13 de octubre), un programa de talleres y conferencias sobre yoga y pilates; competiciones como la BTT Challenge La Mola (del 25 al 27 de octubre) o la carrera Cross Popular Illetes (17 de noviembre), y el fórum Save Posidonia Project, del 10 al 12 de octubre, para conservar las praderas submarinas de la isla.
Fiesta del orujo
(Cantabria)
El fin de semana del 8 al 10 de noviembre, las viejas alquitaras abandonarán los baúles y desvanes donde están guardadas para llenar de aromas espiritosos la plaza del mercado de Potes, en el valle cántabro de Liébana. Los alambiques de cobre y estaño, desprecintados para la ocasión (está prohibido su uso por particulares el resto del año), destilarán en público el aromático aguardiente de hollejo de uva para continuar con catas, talleres de cocina y la elección del orujero mayor.
Cine y vino (Barcelona)
Del maridaje entre las uvas y el celuloide llega la novena edición del Most, Festival Internacional de Cine del Vino y el Cava, que se celebrará del 7 al 17 de noviembre en la localidad barcelonesa de Vilafranca del Penedès.
Época de castañas (Cáceres)
Desde el próximo 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, hasta el 11, Día de San Martín, se suceden los magostos y calvotadas, celebraciones de raigambre pagana con la castaña como protagonista, y fiestas como El Magusto de la localidad cacereña de Carbajo (el 3 de noviembre), un festival de música celta aderezado con caldereta, castañas y migas extremeñas.
Colores de Cuenca
Al noroeste de Cuenca, en las lindes con Guadalajara, el paisaje se pliega formando un corto y estrecho desfiladero de paredes calcáreas que rezuman humedad. Es la hoz que el río Guadiela traza al poco de nacer, entre Beteta (la antigua Vetera romana) y Cañizares, una de las más profundas y frondosas de la Alta Sierra. Un sendero botánico permite recorrerla entre el puente de las Tablas, que cruza el Guadiela a la altura de Beteta, y la fuente de los Tilos, cerca de Puente de Vadillos, un paseo de tres kilómetros boscosos en la umbrosa y colorida compañía de sauces, pinos, avellanos, acebos, tejos, sabinas, tilos y álamos temblones. Cerca de allí, los campos de Cañamares, Villaconejos de Trabaque, Priego o Fuertescusa se tiñen del rojo púrpura de las mimbreras.
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almadenysusrincones · 3 years
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Capilla, a sus pies se extiende el Embalse de la Serena
Capilla, a sus pies se extiende el Embalse de la Serena
Capilla es un pequeño pueblo situado en el este de la provincia de Badajoz, muy cerca ya de las provincias de Córdoba y Ciudad Real. A sus pies se extiende el Embalse de la Serena y la infinita comarca del mismo nombre y a su espalda una agreste sierra donde se asienta una fortaleza construida por los árabes para dominar las comunicaciones entre Mérida y Córdoba. Ellos la llamaron Cábala pero…
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aichatrinidad · 5 years
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[MOR-A]MOR-A
Voy a hablar en primera persona, el hacerlo en tercera desde un yo ajeno a nosotras es, como otros muchos aprendizajes, un modelo intrínseco de la academia, y no estoy dispuesta a despersonalizar mis textos que, como todos los demás, se basan en la propia experiencia. Para darle sentido a este ensayo, creo que lo primero que tengo que hacer es situarme. Nací en La Zarza, un pueblo pequeño de la provincia de Badajoz, mi madre es marroquí y mi padre español. Mujer cisgénero y bisexual.
Haciendo memoria llevo toda la vida luchando por poder situarme como lo hacían todas mis amigas, ‘soy 100% algo’ era lo que siempre quise poder decir. Los niños son crueles, y yo llegué a odiar que mi madre fuera mora, que no me gustaran solo los chicos, y ser mujer porque me impedía jugar a lo que quería. Son las fuerzas exteriores del mundo las que hicieron que pasara por eso, legitimizadas por unas estructuras en las que yo nunca entraba. Son estas mismas fuerzas, las que ahora me permiten decir soy un 100% todo, siempre. Soy un cuerpo invisibilizado, pero no invisible, y a partir de esto surge todo lo que onteras entre lo que soy o no, nunca mejor dicho, son líneas existentes en ningún mapa.
Además, soy consciente de que ser mora se relaciona instintivamente a una supuesta homogeneidad de población de otra cultura que cumple con unas características determinadas. Todas ellas impuesta desde la superioridad moral que nos da ciertos valores meramente occidentales, probablemente heredados del colonialismo que tanto nos ha marcado. El caso, es que yo soy mora, y no cumplo ninguno de ldesde dentro de estas estructuras en las que no encajaba, quiero cambiar.
Y sí, soy consciente de la dificultad de ir en contra, pero me aferro a la ‘’teoría de la fantasía no como lo opuesto a la realidad sino como parte de la articulación de lo posible que nos lleva más allá de lo que es meramente actual o presente hacia el reino de la posibilidad” (J. Butler), esta frase que resumen bien muchos de mis pensamientos en cuanto a la viabilidad de mis proyectos, la saqué de la clase en la que Yera Moreno nos introdujo los conceptos de ‘’Aparecer y existir’’.
Hoy en día viviendo en España lo singular de mi es que soy medio mora. En Kenitra me hace gracia como mis primos presumen de su prima española. En ambos países existo de la misma manera, pero para cada cual aparezco de diferente forma. De repente me veo inmersa en un juego de identidad, y siento que en cada episteme ésta se conforma de manera diferente, y a la vez me conforman a mí. Y que las fros estereotipos que me quieren imponer. De esta disyuntiva surgen mis inseguridades, al preguntarme, por ejemplo, cómo hablar de que en Marruecos no puedo besar a una chica, si vivo en España. Me han faltado referentes, en los que sentirme acogida, y me he visto sola intentando adaptarme a lo que creía que sabía, a la ‘normalidad’. Esa doble opresión estructural; racista y machista, realmente suprimió muchos de mis deseos, y me sentí infeliz. De esa frustración que en algún momento de mi vida experimenté y que me hizo pensar que no era válida tal y como era, nace la necesidad de querer poner sobre el centro de debates los olvidos que existen en nuestras estructuras. Y como estos atentaron contra mí y contra muchas otras personas, sin ofrecernos posibilidad alguna de sentirnos parte de algo que nos respetara y diera un espacio.
A los 12 jugaba en un equipo de fútbol solo de chicos, porque en mi pueblo no había femenino. Algún padre me llegó a gritar ‘sacad a la niña’ desde las gradas, me pegaron y me insultaron. Esto no lo escribo a modo ‘ay pobrecita’, porque lejos de sentirme mal intentaba consolarme pensando que algún día se tragaría sus palabras, y logré hacerlo, solo que ellos no quisieron darse cuenta, ¡ay, qué débil la masculinidad! Pero es cierto, que ya desde esa edad empecé a tomar conciencia de la desigualdad entre ellos y yo. Tampoco entendía muy bien por qué un grupo de personas en un programa debatía sobre si la mujer musulmana debía o no llevar velo. Mi madre nunca lo llevó, y no miento si digo que le han preguntado más veces el por qué en España que en Marruecos. En ese momento vi el claro olvido de la mujer racializada en las primeras olas feministas. Ahora pienso que si quiero ocupar algún lugar en estas luchas será el de dar voz y no hablar por ellas. Estas pequeñas experiencias que he presenciado o sentido han ido poco a poco posicionándome en otro lado de estas estructuras que nos cohíben, en un lado en el que quiero hacer que se tambaleen. Que ahora, yo tengo control sobre lo que me pasa, y no siento esa ingenuidad que hacía preguntarme ¿por qué me hacen esto a mí? ¿por qué siento este vacío en mi persona? Sé que nuevas posibilidades se abren a mi vista, y supongo que acogeré los conceptos descolonización, desterritorialización, segregación de lo masculino y femenino, incomprensión de las cosmologías, desheterosexualización y muchos más, desde una parte más humana y tratando estos conceptos no como teorías, sino como procesos que forman parte de esas fuerzas del mundo que afectan a nuestras vidas e identidades.
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EL DIARIO DE INÉS MUÑOZ - AÑO 1513 - ANTECEDENTES --
1513 - 25 de Septiembre. El Pacífico Mar del Sur. Vasco Nuñez de Balboa, conquistador nacido e Jerez de Caballeros, en Extremadura, parte de Santa María, en Panamá, para tratar de encontrar un mar hacia el oeste, por el Darién, ha recibido esta información del cacique de la región Tumaco, quien le informa que al sur de este mar existía un Imperio muy rico y muy poderoso, después de una larga y difícil travesía arriba al otro lado del Istmo llegando al divisar un mar al que denominó Mar del Sur, se ha descubierto para el Mundo el Océano Pacífico.
Vasco Núñez de Balboa, nació en Jerez de los Caballeros, actual provincia de Badajoz en 1475 y falleció en Acla, actual Panamá, 15 de enero de 1519, fue un adelantado, explorador, gobernante y conquistador español. Fue el primer europeo en divisar el océano Pacífico desde un acantilado de su costa oriental y el primer europeo en haber fundado una ciudad estable en solares continentales del Nuevo Mundo.
1513 - 29 de Septiembre. El Descubrimiento. Después de cuatro días de camino, recién los Sesenta y siete hombres de Vasco Nuñez de Balboa pueden tocar el nuevo mar descubierto, en emotiva ceremonia toma posesión del Mar del Sur.
1513. La Florida. El capitán Juan Ponce de León descubre la península de la Florida, recibe esta denominación por haber llegado el día de Pascua Florida.
Juan Ponce de León y Figueroa, nació en Santervás de Campos, el 8 de abril de 1460 y falleció en La Habana, julio de 1521, adelantado, fue un explorador y conquistador español, primer gobernante de Puerto Rico y descubridor de la Florida (actual Estados Unidos).
En la cultura popular se asocia su viaje de descubrimiento a Florida con la búsqueda de la fuente de la eterna juventud, sin embargo no hay datos históricos que corroboren esa versión, que probablemente fue un mito posterior.
De ascendencia noble, fue paje de Fernando el Católico en la corte de Juan II de Aragón. Estuvo en el ejército durante diez años y combatió en la conquista del reino de Granada junto a su tío Rodrigo cuando contaba 32 años. Granada fue tomada el 2 de enero de 1492 y Juan participó en la marcha triunfal de entrada en la ciudad. Otra de las personas que acudió a esa marcha fue Cristóbal Colón, que descubriría el Nuevo Mundo el 12 de octubre de ese mismo año. Ponce de León, si bien al terminar la Reconquista podría haberse desplazado a las tierra de León, para continuar con una vida dentro del sistema feudal, prefirió participar en la empresa española en ultramar.
1513. Esposas Reales. El Inca Huayna Capac llega Huaylas y establece lazos de parentesco con los caciques del lugar, para de esta manera aumentar la seguridad del poder en su Imperio. Toma por esposas a dos ñustas jóvenes y hermosas, primero se casa con la hija de Pomapacha llamada Contarhuacho y luego con la hija de Guacachillac llamada Añas Colque. De la unión con el Inca Contarhuacho tuvo primero un hijo que falleció de niño y luego una hija llamada Quispe Sisa que se convertiría en Inés Huaylas Yupanqui, la primera esposa del conquistador Francisco Pizarro y madre de la famosa mestiza Francisca Pizarro nacida en 1534.
1513. Maquiavelo se retiró a su casa de campo en el Albergaccio, cerca de San Casiano, y fue allí donde a lo largo de todo el año, escribió El Príncipe tomando como modelo a nada menos que a Cesar Borgia. En ese trabajo literario Maquiavelo volcó toda la experiencia que había acumulado en el curso de los quince años en que había servido a la a república, y toda la amargura que le provocó su fracaso político.
Nicolás Maquiavelo, nació en Florencia el 3 de mayo de 1469 y falleció en Ibídem el 21 de junio de 1527, fue un diplomático, funcionario, filósofo político y escritor italiano, considerado padre de la Ciencia Política moderna. ​ Fue así mismo una figura relevante del Renacimiento italiano. En 1513 escribió su tratado de doctrina política titulado El príncipe, póstumamente publicado en Roma en 1531.
Nació en el pequeño pueblo de San Casciano in Val di Pesa, a unos 15 km de Florencia, el 3 de mayo de 1469, hijo de Bernardo Machiavelli, un abogado perteneciente a una empobrecida rama de una antigua familia influyente de Florencia, y de Bartolomea di Stefano Nelli, ambos de familias cultas y de orígenes nobiliarios, pero con pocos recursos a causa de las deudas del padre.
Entre 1494 y 1512 estuvo a cargo de una oficina pública y visitó varias cortes en Francia, Alemania y otras ciudades-estado italianas en misiones diplomáticas.
En 1512 fue encarcelado por un breve periodo en Florencia, y después fue exiliado y despachado a San Casciano. Murió en Florencia en 1527 y fue sepultado en la Santa Cruz.
1513. (1510) Nace en Trujillo, España, Gonzalo Pizarro el menor de los hermanos del conquistador del Perú, Francisco  Pizarro. Gonzalo Pizarro fue un conquistador español, hermano paterno menor de Francisco Pizarro y uno de los principales actores de la Conquista del Perú y de las guerras civiles entre los conquistadores.
Encabezó la Gran Rebelión de Encomenderos de 1544 contra la corona española, en protesta por la dación de las Leyes Nuevas. Fue nombrado Gobernador del Perú (1544-1548). Derrotado por Pedro de la Gasca, en la batalla de Jaquijahuana (9 de abril de 1548), fue apresado, enjuiciado, condenado a muerte y decapitado. El Encuentro de Dos Mundos - [email protected]
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kiro-anarka · 4 years
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Al día siguiente papá ya no volvería de la fábrica. Ni al otro. Ni al otro. Mamá recibió la noticia de que había sido apresado de camino al trabajo, mientras recortaba los primeros trozos de fieltros para empezar a hacer flores de papel.
—¿Y qué vamos a hacer? ¿Y qué vamos a hacer? — preguntaba al viento.
En la misma postura estaba cuando le comunicaron que había enfermado de tuberculosis. Mientras Rafael, con apenas tres años, lloraba y lloraba, mamá me miraba y volvía a preguntar:
—¿Y qué vamos a hacer? ¿Y qué vamos a hacer?
Recuerdo que fui a ver a papá entre rejas en dos ocasiones. La segunda vez que caminábamos hacia la prisión, ya bajando por la esquina con la calle Embajadores, a lo lejos distinguimos una figura enclenque, desaliñada y abatida, acompañada de otra que le conducía como podía. Era mi padre, que ya en libertad, se acercaba hacia nosotros con un mono de trabajo caído y rajado, acompañado por mi tío Pepe.
—Pero bueno, ¿no te has podido quitar esto? —le saludó mamá, mientras apretaba las manos para no abrazarle con fuerza en público.
—No teníamos tiempo, había que salir rápido —le respondía mi tío, quien había conseguido liberarle por causas humanitarias.
Los siguientes pasos nos condujeron hasta el hospital. La siguiente batalla para librar era contra la tuberculosis. La cárcel fue el peor traje mugriento con el que mi padre pudo vestirse. Y, finalmente no consiguió salir airoso. Una mañana de 1937 mamá acudía al hospital para presentarle a su nueva hija, Carmen. Él la miraba desde la cama sin apenas ya poder alzar los brazos. Esa sería la última vez que mamá y papá cruzaran sus miradas. Mi padre abandonaba este mundo sin la posibilidad de abrazar a su tercera hija. Mi madre, sin tiempo apenas para el duelo, nos trasladó a la casa de mis abuelos —sita en la madrileña calle Ercilla— y se aferró fuerte a las riendas del hogar mientras lloraba a escondidas.”
Fragmento de Nietas de la memoria
Mi abuela María cuenta así la historia de su madre, Vicenta. Vicenta sacó adelante ella sola a tres criaturas durante la guerra y la posguerra, en un Madrid mutilado y masacrado, esquivando bombas y grandes camiones remolque que recogían a niños y niñas para conducirlos al exilio de València.
Ella se resistió a entregar a sus pequeños, que crecieron pegados a la subsistencia que les facilitaba la venta ilegal de flores de papel junto a cementerios. Vicenta pasaba las noches en vela confeccionando nutridos ramos que se convertían en aceite, judías y pan para sobrevivir. Su marido, sindicalista de CNT, fue apresado y encerrado en una cárcel que acabó con su vida en forma de tuberculosis. Nanas de una cebolla anónima que hoy salen a la luz en boca de mujeres que fueron la parte silenciada de la contienda.
Diez periodistas feministas nos hemos juntado para escribir Nietas de la memoria (Bala Perdida, 2020) y recuperar la memoria histórica de nuestras abuelas, mujeres anónimas que, ante la adversidad, enterraron muertos, tragaron lágrimas y gestionaron sus respectivos hogares en una trágica España. Mujeres que se cobijaban en los túneles de metro para sobrevivir durante los bombardeos del ejército golpista, como Juana. Juana, una burgalesa que pasó sus primeros días en un hospicio y que acabó en Madrid de la mano de su marido, quien se fue al frente republicano dejándola con cuatro hijos y una angustia vital. Sabía que no le volvería a ver y su intuición no fallaba. Fue asesinado en la batalla mientras ella, que no sintió nunca el calor materno, se veía empujada a resguardar a sus hijos en un camión que les condujo lejos. A todos, menos al pequeño Fausto y a la criatura que aún llevaba en su vientre. “No creo haber sido nunca una mujer temerosa, más bien precavida. He pasado suficiente dolor durante años como para saber reconocer la sensación destructora de esa angustia que si comienza no tiene fin, y prevenirme ante ella (…) Pero nunca he dejado que el miedo me devorara”, relata Juana con la pluma de la periodista Carolina Pecharromán de la Cruz, autora de este relato.
En un Madrid gris de penurias y recato sobrevivía Cristina, con un hambre presente a todas las horas del día durante 10 años de supervivencia e ingenio gastronómico. “Ahora que están tan de moda en canales de televisión y revistas los cocineros y sus creaciones, creo que las verdaderas artistas de los fogones eran nuestras madres. La mía colocaba en una cazuela los chicharros o las sardinas con un poco de agua, cebolla, una hoja de laurel y unas gotas de aceite porque no teníamos suficiente para freírlos, ya que la cartilla de racionamiento solo incluía un octavo de litro por persona a la semana”, explica en su relato Cristina Prieto, hija de la protagonista y otra de las periodistas que participan en el libro. Cristina madre, que vio su enseñanza atada a un colegio de monjas que les hacía pedir limosna de casa en casa, visitó una vez a la mismísima Pilar Primo de Rivera, fundadora de la Sección Femenina, que insuflaba en su escuela dinero e ideales de sumisión al hombre. REPRESIÓN EN LA ESPAÑA RURAL
Al mismo tiempo, en la España rural las mujeres trabajaban en duras jornadas de labranza en el campo y de cuidados en las casas, mientras batallaban con los silencios y las miradas de pueblos pequeños que clasificaban a las familias en diferentes sacos en función de las sospechas. Ser rojo era sinónimo de condena y ser la mujer del rojo o la hija del rojo era equivalente a condena también. Así, Angelines, que paseaba su niñez por las calles de Villademor de la Vega, en León, veía como su padre, de UGT, escondía a socialistas en casa y su madre se deshacía en miedos ante las sospechas de un pueblo vigilante. Esta leonesa trabajaba desde muy corta edad, en las labores del hogar o recogiendo moñigas de vacas que contenían semillas. “Cuando iba al colegio, a la salida tocaba trabajar. Íbamos a cardos, a gargantillas, a mielgas, a amapolas para dar a los conejos y los cerdos. (…) También íbamos a entresacar patatas. Cuando los ricos ya las habían recogido en sus campos, tanto las tempranas en mayo como las tardías en agosto, los niños y niñas pobres hacíamos rebusco en la tierra para encontrar los pocos tubérculos que se podían haber quedado”, recuerda de la mano de Marian Álvarez Macías, su hija y creadora de este relato. A los doce años, Angelines ya trabajaba sirviendo en casas de ricos y cuidando a sus hijos e hijas.
Mientras, en la dura estepa extremeña, desde Villafranca de los Barros, Coronada, con tan solo ocho años, tenía que salir huyendo del pueblo acompañada de toda su familia ante la embestida de las tropas franquistas. Era julio de 1936 y huían sin saber muy bien por qué, pero huían ante un tumulto de vecinos y vecinas, todos preparando sus aperos para emprender el camino hacia la nada. Coronada se situaba en la encrucijada de la historia; era Badajoz una provincia que resistía al paso de las tropas franquistas en su camino hacia Madrid y donde la población fue duramente masacrada. La violencia se cebaba también con las mujeres, algo de lo que poco se habla, pero de lo que da testimonio Isa Gaspar Calero, la nieta de Coronada, quien firma este relato.
   “Era habitual que los soldados entrasen en las casas y violasen a las mujeres, alguna vez mi propio padre tuvo que espantar a más de uno”
“Era habitual que los soldados entrasen en las casas y violasen a las mujeres, alguna vez mi propio padre tuvo que espantar a más de uno. (…) Un padecimiento que no acababa con el acto en sí, pues ser violada era un estigma que las acompañaba siempre. Las violadas eran violadas para toda la vida. Hubo muchos niños sin padre, se les conocía como niños de la guerra. Las que tenían suerte se casaban, pero era a las más pobres a las que dejaban atrás con los hijos”, cuenta.
Desde Zamora, Concha San Francisco Rodríguez recupera la historia de su abuela Juliana, quien se arremangaba para hacer chocolate desde muy temprana edad en el negocio familiar de Casaseca de las Chanas. Su familia, los chocolateros, republicanos y laicos, se tiñó de luto cuando su hermano Baltasar fue fusilado en la tapia del cementerio. Juliana, áspera, austera y práctica, vivió pasajes dolorosos como mujer, muy unidos a la sexualidad y a los burdos métodos anticonceptivos antaño utilizados. “Uno de los más extendidos en ese tiempo era la pluma de ave o la rama de perejil, que se introducían en la vagina. Pero yo sabía de su toxicidad, así que optaba por las irrigaciones de agua con vinagre caliente, hirviendo más bien; tanto, que una de las veces me quemé la matriz y tuvieron que extirpármela”, relata. También con la muerte de su hermana tras dar a luz. “Muchas mujeres entonces morían sobre todo de fiebres puerperales, infecciones de las que no lograban recuperarse, en unas condiciones de higiene a veces penosas y agravadas por la conocida cuarentena tras el parto, durante la cual las parturientas no podían lavarse. Mi hermana murió del parto, algo muy común en aquel tiempo”, explica. EXILIO Y CÁRCELES DE MUJERES
En una relación puramente epistolar, las hermanas Primitiva y Benita fueron siguiendo su paradero hasta que su nexo de conexión se perdió al estallar la guerra y un exilio forzado llevó a Primitiva más allá de los Pirineos. La periodista Noemí San Juan Martínez recompone este relato con los pedazos de noticias que ambas iban recibiendo la una de la otra.
Todo comenzó cuando Benita, de Vera de Moncayo (Zaragoza), escribe a su hermana, que está en Bilbao, para pedirle un favor: quieren llevar con ella a su hija Lola, enferma, por recomendación médica. Pero el estallido de la guerra se entrecruzó en esta tarea y Benita pronto dejó de tener noticias de Primitiva y de Lola que, en su huida desde un Bilbao bombardeado, llegaron hasta Francia, donde compartieron aventura y desventura con cientos de refugiados y refugiadas españoles. De las altas penas que hizo pagar el bando golpista a las mujeres habla el relato de María Grijelmo García. Su protagonista, María, que regentaba junto a su marido la pensión-taberna ‘Ambos Mundos’ de Burgos, se vio acusada de urdir un complot contra el bando nacional, una trama política de la que poco entendía, más allá de haber albergado alguna tertulia en el colmado.  Y su fortuna fue a parar a la cárcel de mujeres de Pamplona, donde frío, humillación y sinsentido se entremezclan.
“Dejé de pensar en mí misma y comencé a observar al resto de mujeres y niños, todos presos de la misma fortuna. Me fijé en las otras mujeres, de todas las edades, casi todas zarrapastrosas, con las ropas sucias y medio rotas. Todas calvas como yo. Algunas con mejor tono de piel que otras. Unas pocas muy enfermas. Otras solo despojadas de sí mismas, mirando sin ver”, describe María.
Y de la servidumbre como trabajo principal de las mujeres habla el relato de Isabel Donet Sánchez, cuya abuela Isabel llegó a servir al mismísimo rey de España, Alfonso XIII. Formó parte del personal del palacio de Benisuera (València) y tuvo una vida de trabajo duro desde la más tierna infancia. “No había cumplido los doce años y me llevaron a València para ser niñera. Lo sería del señorito Enrique. Aprendí a solas a deletrear, a leer y a escribir. De las cocineras fui alumna aventajada, me esforcé con la aguja y el dedal, lo suficiente para zurcir hasta las amarguras. Siendo como era una simple sirvienta me sentía afortunada, con solo acordarme de mi hermano, al que apenas llegué a conocer, y que murió siendo un zagal en las Minas de Ojos Negros en Sierra Menera”, explica.
   En algunas familias pesan los silencios,  porque algunas familias se resquebrajaron por los avatares de una contienda  
En este recorrido por la historia de mujeres reales también hay hueco para los silencios, porque algunas familias se resquebrajaron por los avatares de una contienda que hizo mella en los destinos de muchas. Así pesan los silencios que se viven en la casa de Carme Freixa Zurita, donde la historia es un misterio, ocultado por las mentiras y las ausencias. Esta catalana no conoce a su abuela, apenas sabe nada de sus antepasados y toca desenterrar aún con más ganas para recuperar la memoria.
Estas mujeres, que componen un retrato coral de una España negra, que recorren ciudades y pueblos, que faenan entre tempestades, tendrán el sitio que la historia, escrita por hombres, les ha robado. Sus nietas aspiran a que sus vivencias suenen, resuenen y se conviertan en eternas, como las flores de papel con las que Vicenta sacó adelante a toda su familia.
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Dentro de unos pocos días, concretamente la noche del 12 al 13 de agosto será el día en el que caigan sobre nuestro cielo las llamadas “Lágrimas de San Lorenzo” o Perseidas. Es un fenómeno natural que se repite todos los años y que, sin duda, puede ser un fantástico regalo y que cuesta muy poco.
Solo hay que llevar una sillas, unos prismáticos (el que los tenga), un bocadillo o algo para picar y ropa de abrigo por si las moscas. Eso si, es importante ir a un lugar oscuro y que no tenga contaminación lumínica.
Respecto a este último punto, hoy en día es bastante dificil encontrar algún rincón donde poder encontrar esta oscuridad tan necesaria para poder contemplar este fenómeno en todo su esplendor. Pero hoy, os traemos un recopilatorio de algunos de los mejores rincones de España para poder ver las Perseidas y además clasificados según los diferentes territorios.
Galicia
Esta tierra es rica en acantilados y parajes naturales abiertos y donde no existe mucha luz al rededor. Un rincón perfecto para ponerse a mirar al cielo esa noche en la provincia de Ourense, puede ser el albergue Os Biocos de San Xoán do Río o el mirador de O Rañadoiro, en A Veiga o en el alto de Peña Trevinca (2.127 metros); los observatorios de Cotobade y Forcarei, o el Alto de Fonfría en Pontevedra también, así como la playa ferrolana de Esmelle.
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A Veiga
Playa de Esmelles
También en esta provincia encontramos el Faro del Cabo Home, localizado a pocos kilómetros de Cangas. El mide 17 metros y es el lugar perfecto para ver las estrellas en un entorno mágico.
En la provincia de Lugo podemos encontrar también la Playa de las Catedrales. Un paraje perfecto para ver la lluvia de estrellas sobretodo si el cielo está despejado.
Un rincón que hallamos en A Coruña será el Faro de Punta Nariga. Lo encontrarás en la Costa da Morte y si tienes la suerte de tener el cielo despejado esa noche verás un espectáculo natural asombroso.
Asturias
Uno de los mejores lugares para contemplar las lágrimas de San Lorenzo es el refugio de Áliva, situado en la vertiente cántabra de los Picos de Europa, a tan sólo tres kilómetros de Cabrales y a una altura de unos 1.700 metros de altitud.
Otro paraje de ensueño es la Playa del Silencio, situada en la localidad de Castañeras. Esta playa es limpia y pura, rodeada de naturaleza, con impresionantes acantilados y asombrosas formaciones rocosas.
Playa del silencio – Castañares – Asturias
El Monte Deva en Gijón es otro de los lugares de excepción para ver la lluvia de Perseidas. Los Lagos de Covadonga, paraje montañoso cerca de los Picos de Europa será otro rincón maravilloso para observar las estrellas la noche del 12 de agosto.
Cantabria
El municipio de Valderrible, alejado de la contaminación lumínica, es el lugar donde se localiza el Observatorio Astronómico de Cantabria. En una noche de cielos despejados, es un lugar ideal para observar las estrellas en todo su esplendor.
Otro lugar que encontramos maravilloso y sin contaminación lumínica es la Campa de Ucieda. El monte de Ucieda se localiza en la zona media del valle del río Saja, en las inmediaciones de Cabezón de la Sal. 
País Vasco
Las tierras vascas tienen grandes rincones y zonas montañosas donde poder observar las estrellas de esta noche tan especial. Así, en la provincia de Álava encontramos el Parque de Garaio. Los expertos aseguran que el lugar más adecuado para situarse es en la playa, frente a la Isla de Orenin y parking de autocaravanas.
Dentro de la provincia de Guipúzcoa tenemos lugares fantásticos. El flysh de Zumaia es uno de esos lugares donde podrás aislarte de la civilización y sumergirte en esa lluvia de estrellas. Además, estarás al lado del mar escuchando la brisa y en plena naturaleza.
Vizcaya ofrece a quien quiera disfrutar de este fenómeno un lugar sin igual: San Juan de Gaztelugatxe. Precioso rincón situado cerca del cantábrico. Un lugar que te emocionará.
Flysch Zumaia
Parque de Garaio
San Juan de Gaztelugatxe
Navarra
Las Bardenas Reales es uno de los lugares más hermosos de la provincia navarra para observar el cielo. Éste, destaca por su paisaje semidesértico, un lugar donde podrás disfrutar a lo largo de sus mas de 40.000 hectáreas de todo el esplendor de las estrellas.
La Reserva natural de la Foz de Arbayún es otro de los lugares indicados para este evento. Es un profundo cañón con un paisaje agreste atravesado por el río Salazar.
La Rioja
Un lugar excelente donde ver las estrellas es el los viñedos de La Rioja. Esta tierra está plagada de campos llanos y amplios aislados de toda contaminación lumínica donde podrás observar el cielo estrellado con toda claridad.
Castilla y León
Esta tierra se caracteriza por su amplia variedad de paisajes y lugares solitarios. En la provincia Ávila encontramos la preciosa Sierra de Gredos. Aunque la situamos en esta provincia, en realidad esta Sierra está ubicada entre Salamanca, Madrid, Cáceres, Toledo y Ávila.
La provincia de Valladolid recoge los territorios de las Riberas de Castronuño, el Centro Astronómico Tiedra, Museo de la Ciencia o el Observatorio «El Castillo».
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Riberas de Catroñudo
Sierra de Gredos
Otro paraje estupendo para este evento está ubicado en Soria: la localidad de Borobia. En este pequeño pueblo permite gracias a su situación ver el cielo con toda claridad.
Por otra parte, encontramos a Becerril de Campos (Palencia), la Sierra de la Demanda (Burgos) y la Sierra de Gata (Salamanca). 
Aragón
En la zona pirenaica de la provincia de Huesca encontramos el Parque Natural Sierra y los Cañones de Guara.
Cataluña
Las tierras catalanas ofrecen multitud de lugares donde poder ver las Perseidas. En la provincia de Lleida descubrimos el valle de Ortedó y la Sierra del Montsec.
Otro destino sin excepción para este fenómeno es la localidad de Esponellà situado en la provincia de Girona. En este municipio se organiza anualmente un evento de observación de las estrellas.
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Pueblo de Esponella
Montsec
Finalmente, en la provincia de Barcelona y a pocos kilómetros de la ciudad condal hallamos el Parque Natural del Montseny.
Comunidad Valenciana
En la provincia de Alicante tenemos la Mata, una localidad del municipio de Torrevieja, la Comarca de Los Serranos o la localidad de Ayora en Valencia.
Castilla la Mancha
Entre los mejores lugares para ver las estrellas podemos hallar las ruinas romanas de Valeria o Bonilla, ambas en la provincia de Cuenca.  Entre las provincias de Cuenca y Guadalajara encontramos la Sierra de Albarracín. Finalmente, en Toledo tenemos el Castillo de las Guadalerzas.
Madrid
La capital ofrece también muchos lugares donde poder ver las Lágrimas de San Lorenzo: Buitrago de Lozoya, los Parque de Juan Carlos I, la Casa de Campo o el vallecano Cerro del Tío Pío junto con la Pedriza.
Extremadura
Por una parte, en la provincia de Cáceres está el Aeródromo de la Cervera, el Parque Nacional de Monfragüe y el Fregenal de la Sierra (Badajoz).
Murcia
Las tierras murcianas cuentan con lugares de ensueño. Entre ellos, el Paraje Natural Municipal de La Murta y la Casella y el Castillo de Lorca.
Andalucía
Playas como la de las Salinas, en Roquetas de Mar, la Sierra de los Filabres, Desierto de Tabernas, el Observatorio del Calar Alto en la provincia de Almería.
Rota, la Playa de Camposoto ambos en Cádiz. Sierra Nevada en Granada, el Almadén de la Plata, Castillo de las Guardas en Ribera del Guadiamar (Sevilla) o El Torcal de Antequera en la provincia de Málaga.
Islas Baleares
Parajes como Puig Major o la Torre de Ses Ànimes en la provincia de Mallorca. 
Islas Canarias
Desde la cumbre de la isla de Gran Canaria se podrán observan perfectamente la lluvia de estrellas. El Roque de los Muchachos en la Isla de la Palma, El Teide o Roque Cinchado en Tenerife.
Aquí encontramos algunos de los lugares más emblemáticos de España para ver las estrellas en la siguiente noche del 12 de agosto. Si conocéis algún otro lugar donde poder situarse, podéis dejarlo en los comentarios o en las redes sociales.
¡Hasta el próximo post!
  Los mejores lugares para ver las Perseidas 2017 Dentro de unos pocos días, concretamente la noche del 12 al 13 de agosto será el día en el que caigan sobre nuestro cielo las llamadas "Lágrimas de San Lorenzo" o Perseidas.
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HISTORIA UNIVERSAL - ESPAÑA - EL LEVANTAMIENTO DEL 2 DE MAYO -
El día uno de mayo, la tensión es ya palpable; por la mañana aparecen unos impresos titulados Carta de un oficial retirado en Toledo donde se propone el cambio de dinastía. Horas más tarde, Murat pasa revista a sus tropas en el madrileño paseo del Prado, desde la puerta de Atocha hasta la de Recoletos, y al volver a su palacio del Almirantazgo – expropiado a Godoy y situado en la madrileña plaza de la Marina, esquina a Bailén – es alcanzado por varias piedras que le lanza la gente reunida en la Puerta del Sol. Rápidamente intervienen las autoridades y el suceso no va a más.
El lunes, 2 de mayo, amanece despejado, tras una noche lluviosa. A las siete de la mañana salen de las caballerizas reales dos carruajes hacia la puerta del Príncipe del palacio Real. Murat ha dispuesto la salida para Francia de la Reina de Etruria, con sus hijos y del infante Francisco de Paula. La de éste, pretende retrasarla a la noche para ocultarla a la población y evitar posibles alteraciones. La Reina de Etruria no es muy querida por el pueblo a causa de las maniobras que ha hecho ante Murat para derogar la abdicación de su padre, y la intermediación por la liberación de Godoy. El infante es el hijo pequeño de Carlos IV y junto a su tío Antonio, presidente de la Junta de Gobierno, formada tras la marcha de Fernando VII son los últimos miembros de la familia real que quedan en Madrid. A las ocho y media de la mañana la Reina de Etruria sale por la puerta del Príncipe y se monta en uno de los dos carruajes, junto a sus hijos, una aya y un mayordomo. Una vez todo dispuesto, parte hacia Francia ante la mirada de un pequeño grupo de gente que se ha reunido frente al palacio Real. El otro carruaje queda junto a la puerta a la espera de que monte el resto de la servidumbre que acompañará a la Reina de Etruria o el pequeño infante, tal como teme la gente, que sigue acercándose a palacio y que ya forma un número significativo de personas. Entre éstas se encuentra Blas Molina, cerrajero de profesión, que al observar detenidamente el carruaje sospecha de la salida de los infantes exclamando en voz alta:
– ¡Traición! ¡Traición! ¡Nos han llevado al Rey y se nos quieren llevar a todas las personas reales! ¡Mueran, mueran los franceses!
Un grupo de los reunidos en la puerta, con Blas a la cabeza, se introduce en palacio y suben a las plantas nobles, donde se encuentran los infantes. Ante su presencia se calman los ánimos, y con la promesa de la salida del infante Francisco a un balcón de palacio para tranquilizar al pueblo, se les convence para que se retiren. Por el balcón a la derecha de la puerta del Príncipe, aparece el Príncipe causando el delirio de la ya gran multitud que se ha congregado frente a la residencia real. El Mariscal Joaquín Murat, desde su palacio, observa el tumulto y manda a uno de sus ayudantes a que se informe de lo que pasa. Al llegar, el francés sufre la ira del pueblo y si no es por la protección de un oficial de las Guardias Walonas[2] hubiera peligrado su vida. Un correo que lleva órdenes para el General francés Grouchy[3] es acorralado, consiguiendo escapar en el último momento. Un soldado francés procedente del cercano cuartel de San Nicolás[4], es asesinado. Estos acontecimientos alarman a Murat que toca generala poniéndose en movimiento las tropas situadas en los diversos campamentos y acantonamientos franceses de Madrid, y en las afueras.
El primer acto de la rebelión y que quedó como simbolismo del nacionalismo revolucionario – el levantamiento del 2 de mayo – fue obra del bajo pueblo y alarmó al Consejo de Castilla
tanto como al Mariscal Murat. Éste, presionó ostensiblemente sobre la Junta de Gobierno, para que autorizase la salida del infante Francisco de Paula (decimocuarto hijo de Carlos IV), hacia Francia, lo que llevó a aquélla a convocar una reunión para hablar sobre el tema. Fueron llamados representantes del Consejo de Castilla, de Hacienda, de las Indias
y Órdenes, además de otras altas personalidades del Reino. En la tensa reunión se planteó la posibilidad una guerra para defender y hacer frente a la ocupación francesa. En esa reunión se decidió crear otra Junta suplente por si Murat cumplía sus amenazas de acabar con la que había nombrado Fernando VII. En la mañana del día siguiente de esa segunda reunión – ya era el dos de mayo – comenzó una agitación en Madrid entre los que asistieron a la salida de palacio de los últimos miembros de la familia real. El intento de evitar que abandonasen la ciudad provocó un choque entre la población madrileña y una unidad militar francesa. El levantamiento popular se generalizó al ser público el número de muertos y heridos producidos por la reacción francesa, al sofocar la revuelta. El pueblo ignoró las recomendaciones reiteradas de calma por parte de las ya desprestigiadas autoridades españolas, produciéndose asesinatos, fusilamientos en masa a causa de la durísima represión que siguió, ordenada por Murat. Se generó una sangrienta y desordenada lucha entre los madrileños y las tropas francesas.
Hubo actos heroicos como los protagonizados por los capitanes de Artillería Luis Daoíz y Pedro Velarde, aunque a costa de sus vidas. Francisco de Goya, plasmó esas situaciones en cuadros como “La carga de los mamelucos” y “Los fusilamientos del dos de mayo”.
Los madrileños comenzaron así un levantamiento popular espontáneo, pero largamente larvado desde la entrada en el país de las tropas francesas, improvisando soluciones a las necesidades de la lucha callejera. Se constituyeron partidas de barrio comandadas por caudillos espontáneos; se buscó el aprovisionamiento de armas, ya que en un principio las únicas de que dispusieron fueron navajas; se comprendió la necesidad de impedir la entrada en la ciudad de nuevas tropas francesas. Todo esto no fue suficiente y Murat pudo poner en práctica una táctica tan sencilla como eficaz; cuando los madrileños quisieron hacerse con las puertas que estaban cerca de la ciudad para impedir la llegada de las fuerzas francesas, acantonadas en sus afueras, el grueso de las tropas (unos 30.000 hombres) ya había penetrado, haciendo un movimiento concéntrico para dirigirse hacia el centro. No obstante, la gente siguió luchando durante toda la jornada utilizando cualquier objeto que fuera susceptible de servir de arma, como piedras, ramas de árboles, tirachinas, todo tipo de barras, cubos de agua, macetas arrojadas desde los balcones, etc. Así, los acuchillamientos, degollamientos y detenciones se sucedieron en una jornada sangrienta.
Mamelucos y lanceros napoleónicos extremaron su crueldad con la población y varios cientos de madrileños, hombres y mujeres, así como soldados franceses, murieron en la refriega. Si bien la resistencia al avance francés fue mucho más eficaz de lo que Murat había previsto, especialmente en la puerta de Toledo, la Puerta del Sol y en el Parque de Artillería de Monteleón (actualmente existe un arco de entrada a dicho Parque de Artillería integrado en el monumento a Daoíz y Velarde, en la Plaza del dos de Mayo de Madrid), su operación de cerco le permitió someter a Madrid bajo la jurisdicción militar y poner bajo sus órdenes a la Junta de Gobierno. Poco a poco, los focos de resistencia popular fueron cayendo. Como un reguero de pólvora corrieron las noticias de lo que estaba aconteciendo en Madrid. La gente estaba cansada de soportar a los franceses.
El mismo día que estalló la revuelta en Madrid, en el pueblo de Móstoles, cercano a la capital, su alcalde ordinario por el Estado, Andrés Torrejón García, junto a Simón Hernández, alcalde ordinario por el Estado General, firmó el conocido como Bando de Independencia, redactado por Juan Pérez Villaamil[9], que alertaba sobre la masacre cometida en Madrid por las tropas napoleónicas y que llamaba al auxilio de la capital por parte de otras autoridades, incitando a la nación a armarse contra los invasores franceses. Dicho bando decía:
Señores justicias de los pueblos a quienes se presentare este oficio, de mí, el alcalde ordinario de la villa de Móstoles. Es notorio que los franceses apostados en las cercanías de Madrid, y dentro de la Corte, han tomado la ofensa sobre este pueblo capital y las tropas españolas; por manera que en Madrid está corriendo a estas horas mucha sangre. Somos españoles y es necesario que muramos por el Rey y por la Patria, armándonos contra unos pérfidos que, con su color de amistad y alianza, nos quieren imponer un pesado yugo, después de haberse apoderado de la augusta persona del Rey. Procedan vuestras mercedes, pues, a tomar las más activas providencias para escarmentar tal perfidia, acudiendo al socorro de Madrid y demás pueblos, y alistándonos, pues no hay fuerza que prevalezca contra quien es leal y valiente, como los españoles lo son. Dios guarde a vuestras mercedes muchos años. Móstoles, dos de mayo de mil ochocientos y ocho.
Andrés Torrejón Simón Hernández
El Bando tuvo una enorme repercusión, ya que en las siguientes semanas se fueron produciendo revueltas en bastantes Provincias. Aparte, las tensiones producidas en España por el centralismo borbónico y la marginación de sectores de la población en ciudades pobladas, ayudaron bastante en el desarrollo del estallido anti francés. El andaluz Pedro Serrano, quizá Oficial del Ejército, acompañante de Fernández de León[10], se ofreció a llevar el parte por la carrera real de Extremadura hasta Andalucía, llegando a Badajoz dos días más tarde. La situación de los defensores del Antiguo Régimen fue indecisa. Se vieron obligados a decidir: apoyar el levantamiento, en contra de su filosofía, o bien, aceptar los planes de Napoleón.
Abdicaciones de Bayona
A pesar de todo lo sucedido, la realidad era que el Ejército francés tenía desplegados en la Península más de 95.000 hombres. Napoleón aprovechó los cambios producidos en el Reino de España, para seguir implementando sus posibilidades, opciones y poderío. Su idea secreta era apoderarse del débil Reinado de Fernando VII, – y de España con sus colonias – como lo había hecho en otras naciones europeas. El emperador nombró al Mariscal Joachim Murat, gran duque de Berg, cuñado suyo (su esposa era Carolina Bonaparte), jefe de las tropas francesas en la Península, que llegó a Madrid el 23 de marzo, un día antes que el Rey Fernando. El Mariscal francés empezó sus maniobras diplomáticas en su propio beneficio: consiguió del ex Rey Carlos un documento en que éste declaraba nulo su decreto del 19 de marzo abdicando en favor de su hijo, con lo que ambos, padre e hijo, vieron debilitadas sus posiciones y consiguiendo una nueva discusión sobre la legitimidad del titular como Rey de España. El General francés Jean René Savary, llegó a Madrid, como enviado especial de Napoleón, para convencer a Fernando en que se reuniera con éste para asegurar el apoyo francés a la causa fernandina. El joven Fernando acudió a la cita, engañado, acompañado por Savary y “tropas” del Mariscal Murat, ignorando que el final del viaje acabaría en Francia. En Madrid, quedó una Junta Suprema de Gobierno, presidida por el infante Antonio Pascual (hermano menor de Carlos IV) y algunos de los Ministros de Fernando, con instrucciones poco precisas (fundamentalmente tener buenas relaciones con el Ejército ocupante) para cubrir el vacío de poder, que de poco valió.
A finales de abril, Napoleón tenía en su poder a casi todos los miembros de la familia real, a Godoy y al canónigo Juan Escóiquiz Morata (ambicioso e intrigante preceptor de Fernando, partidario abierto de Napoleón, que llegó incluso a convencerlo para que escribiera una sumisa carta al Emperador en la que solicitaba humildemente una mujer de su familia con la que casarse), empezando su presión sobre ellos, para de esta manera, dividirlos y ahondándolos aún más, de acuerdo con sus intereses. Pocos días después, Carlos IV, se reafirmó en la nulidad de su abdicación, resultado de la fuerza y de la violencia – según él – cediendo sus derechos al Emperador a cambio de asilo en Francia y unas rentas, argumentando que Napoleón era el único que podía poner paz en España. Al día siguiente, el 6 de mayo, Fernando, que aún no conocía la decisión paterna, también se sometió a la voluntad napoleónica. El resultado fue que Napoleón se convirtió, en un santiamén, en dueño y señor de España. Pero en la Península, las fuerzas invasoras, comenzaron a tener las primeras escaramuzas, no con la Junta de Gobierno nombrado por el Rey Fernando, sino con el pueblo llano, que ya se estaba dando cuenta de las verdaderas intenciones de los franceses.
Las abdicaciones de Bayona, por desgracia, habían abierto aún más el camino del Emperador que continuaba presionando a la Junta y al Consejo de Castilla para legalizar sus decisiones. Pero el diez de mayo, éste organismo, desafortunadamente para el Reino, aceptó a Murat como Teniente General de la Monarquía, lo que implicaba que el Mariscal francés ejercería el mando supremo en el Ejército español. Mientras tanto, Napoleón continuaba con su inmisericorde labor de zapa ofreciendo a su hermano, José, el Reino de España, dejando su trono italiano, que ostentaba en esos momentos. Murat recibió instrucciones concretas para preparar la llegada del nuevo Rey, cosa que no le costó mucho trabajo debido al beneplácito de las instituciones españolas, a las que les quedaban pocas horas de libertad, así como a todo el pueblo español.
Conclusión
En el fondo, Napoleón y los franceses no comprendieron en absoluto el significado de este levantamiento popular. Los funcionarios franceses sabían que el patriotismo de las clases oficiales era dudoso y vacilante; pensaban que, si los capitanes generales se sometían, el pueblo les seguiría. Creían que el pueblo español estaba plagado de cobardes, como los árabes – según decían ellos. En cuanto a la tropa, José I, aseguró a su hermano que seguiría al mejor postor. La nobleza, el clero y los militares se unieron al pueblo a tiempo y apaciguaron los desórdenes, que iban en aumento día tras día. A medida que los ejércitos franceses avanzaban, en la zona cada vez más reducida controlada por los anti franceses, en el que hubo diversos Gobiernos españoles (Junta, Regencia, Cortes), el Gobierno efectivo y el esfuerzo bélico de los años 1808-1814 estuvo en manos de las Juntas que concedían pasaportes, hacían levas locales, expedían licencias a los boticarios, etc. Por encima de las Juntas ciudadanas se hallaban las Juntas provinciales, organismos controlados por propietarios locales, clérigos, oficiales y funcionarios que se habían unido a la causa patriótica.
El Consejo de Castilla, pese a sus repetidos llamamientos a que era la única autoridad legalmente constituida, estaba desacreditado por su sumisión a Murat por lo que las Juntas provinciales trataban sus órdenes despreciativamente. En septiembre de 1808, los delegados de las Juntas provinciales se reunieron en Aranjuez – ya se había librado la decisiva batalla de Bailén a favor de las tropas españolas – constituyendo la Junta Central. Pero esta Junta tenía mala fama. La formaban 35 personas presididas por Floridablanca que entre otras cosas pretendía que, al anciano Presidente, se le llamara “majestad”.
El levantamiento del 2 de mayo fue un fracaso ya que Madrid no consiguió expulsar al invasor francés y la revuelta fue sofocada, pero si triunfó plantando la semilla y sembrando la combatividad en todo España, comenzando de esta forma la Guerra de la Independencia, en la que ya sí participó activamente el Ejército español que conseguiría alguna importante victoria como la de la Batalla de Bailén (primera derrota de un ejército Napoleónico). A su vez, el grado de heroicidad que consiguió la revuelta, inspiró a decenas de miles de españoles que se encuadraron en las llamadas guerrillas, fundamentales para hostigar a las fuerzas francesas y a la postre vital para acabar con toda presencia gala en España.
Había empezado la Guerra de la Independencia y el Antiguo Régimen había pasado a mejor vida… aparentemente.
Autor: José Alberto Cepas Palanca para revistadehistoria.es
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