cuerdasmuertas

[cuerdasmuertas]

Lego

Mis días han sido más rutinarios y aburridos que nunca.

Entiendo y siento sensaciones que antes jamás había experimentado. Como esa de desperdiciar tu vida, de la tristeza profunda y la melancolía.

Muchas cosas se han ido acomodando solas, como si un lego se armara solo y yo solo pudiera contemplarlo.

La gente se mueve, crece y cambia.

No puedo frenar el tiempo y debería moverme junto con ellos, pero siento que no me apetece. Que yo no quiero moverme. Tal vez por miedo.

¿Será que todos pensamos igual y solo nos movemos en automático porque nadie quiere gritarlo?

No lo sé. 

[cuerdasmuertas]

Carta Otra vez ha vuelto a mí esa vieja sensación. Que me hace recordarte a medio día. Y arruina mi concentración. Me pregunto que haces al otro lado, donde quiera que estés. ¿Cuál es tu nuevo itinerario?¿Con quién tomas café? ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué no me quieres responder? ¿A caso no he llorado tanto como para tu voz no merecer? La muerte es tan frívola, no me dio ni un lápiz ni un papel como medio para contactarte, que me vayas a sorprender. Y así saber qué hacer para dejar de agobiarme. No me he vuelto a vestir, llevo días sin querer desayunar. ¿A caso será eterno el vacío y el dolor? Me pregunto que haces al otro lado donde quiera que estés. Llámame en la mañana, podemos tomar café. ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué no me quieres responder? ¿A caso no he llorado tanto como para tu voz no merecer? La muerte es tan frívola, no me dio ni un lápiz ni un papel como medio para contactarte, que me vayas a sorprender Y así saber qué hacer para dejar de agobiarme. Y al fin saber qué hacer para dejar de extrañarte.

[cuerdasmuertas]

QUERIDO ÚNICO LECTOR

búscame cuando quieras encontrarme.

[cuerdasmuertas]

repaso

Te estoy a punto de rescatar tu mitad.

Intento corretearla con esta espina dorsal.

Pero es difícil alcanzarla con cemento que

Fija los pies a este lugar.

Dijiste que falta poco para averiguar

A dónde nos vamos.

Ya me quiero marchar,

Aunque sé que el trayecto

Dolerá a ratos.

"¿Qué no ves que así todo está mal?"

Me pudres el ánimo.

Escucha mi articular,

Me quiebra caminar a ningún lado

¿Qué es lo que soy?

¿Qué es lo que soy?

¡QUÉ ES LO QUE SOY!

Me preguntas a diario.

No me dejas descansar.

Me atascas de parásitos.

Y por tu culpa,

Tengo raíces muertas

Que quiero quemar a diario.

[cuerdasmuertas]

Atasco

Me tocó enterrar

lo que había allá.

Descubrí que la enfermedad

los acecha más.

Puede ser que el amor

los haga sanar.

Puede ser que el olor

los alivie ya.

Asco, me das.

Asco.

Puede ser que mañana

haya más.

Puede ser que la mierda

crezca bajo la piel.

¿Qué haces aquí?

Déjame vivir.

¿Qué haces aquí?

Déjame huir.

Puede ser que solución,

ya no pueda haber.

Y que al final me toque morir

bajo tu suelo gris.

Atasco, te das.

Atasco.

[cuerdasmuertas]

Tierra lejana

Allí, lejos, muy lejos. A kilómetros de distancia, siglos en tiempo. Cerca de una casa que no es tu casa, cerca de otra que tampoco es mía. Por la cafetería que odiamos, pero no es la que odiamos. Sentados bajo el aire acondicionado.

Ahí, mientras te leo, me miras fijamente. Puedo inherte leer en segundo plano y en primero memorizarte: los ojos brillosos, la sonrisa que siempre has tenido. Las cejas detalladas, el cabello más largo, más nutrido. Rastros de entradas, pero sin rastros de enfermedades raras ni de conflictos emocionales y llena de confianza.

Ahí suspiro en un punto, cierro el libro y tú preguntas mientras te desanimas:

-"¿Qué pasa? ¿Por qué has parado?"-

Me acerco a tus labios y, bajo el presente que no es presente, puedo quitarte la resequedad. Puedo creer que estoy completo, que cada partícula, cada glóbulo y célula se exaltan y que los impulsos eléctricos de mis neuronas oscilan tu nombre.

Ahí, en el presente que no es nuestro presente, ahí en mis sueños, es el único lugar donde nos terminamos amando y no olvidando. Ahí en la tierra lejana, donde la humedad densa el aire, donde siempre es marzo y casi nunca octubre. Ahí en la tierra lejana dejé de escribir, porque al tenerte a mi lado ya no había motivo de escribir cartas, ya no había necesidad de sanar heridas.

Entonces leía y leía, mientras tú escuchabas. Mientras el cielo observaba, mientras los astros intentaban contemplar lo hermoso, lo hermoso que era esa tierra lejana.

[cuerdasmuertas]

Entrada Cero

Estímulos supernormales

Querido diario, caos es una palabra enorme. No me refiero a que conste de muchas sílabas o su morfología suene rimbombante. Es más bien su significado. Analizando me he encontrado con lo subjetivo que es dicha palabra y lo que actualmente en este milisegundo significa para mí: incertidumbre, inestabilidad.

A su vez, caos puede significarle al maníaco el orden más preciso y pulcro. A su vez, para el humano común caos es sinónimo de natural, contrario de maquinaria y de perfección.

Lo curioso es que caos es una palabra subjetiva, y su trágico final solamente marca el comienzo de su antónimo, de un orden. Sólo espero que así como bauticé mi caos con su nombre, el suyo sea debido a mi influencia. Y que al igual que mi deseo de orden lleva su nombre junto al mío, el suyo también.

[cuerdasmuertas]

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No es talgía.

[cuerdasmuertas]

Macbeth y el café de los sentidos

Para la Reina Roja: 

 Quería invitarte un café. Me dijeron que debía comenzar con el grano y con el grano pensé en empezar. Ahora ya sé, ya sé que no te gusta el café, porque comienzo a estudiarte. Sí, te he estado pensando y mucho, lo admito. Admito que tu nombre retumba en mi cerebro de lóbulo a lóbulo sin dejarme concentrar en algo que no sea abstraerte. 

 Y ahora estoy quebrando mi cráneo, tratando de unir las piezas que no encajan. Incrédulo retomo los detalles para tratar de hacer que se unan y así finalmente encontrar paz, estabilidad en mi atención. Tengo la reputación de ser un desastre emocional, he de resaltarlo. 

 Es por eso que comencé con un leve repaso en los detalles. Hasta este instante, que ya no es el mismo en el que me lees, es todavía hasta ahorita y espero que siga siendo, el instante en el que no he querido olvidar algo de ti. Así que retomé tu crónica y me di cuenta, al redactar esta carta, de la situación en la que erré: con el café no empiezan las primeras citas, empiezan con los sentidos.

 ¿Por qué con los sentidos? Vivimos en un mundo donde lo moderno, como ya lo he mencionado en otros pasajes bíblicos, es tan moderno que no prestamos atención a los detalles. Es por esto que la ardua labor de pasar más de cuatro horas a tu lado teniendo miedo de quedarme callado y repentinamente no saliera nada de nosotros más que un incómodo silencio, resultó no ser ardua, ni ocurrir. Porque evaluando los detalles me di cuenta que somos personas que aprecian los detalles. Y para apreciar los detalles basta con utilizar los sentidos. Mi café no se volvió otro mas que el que envidiaban mis ojos de los tuyos. 

 Las ingeniosas primeras citas empiezan con lo que estoy viendo en este instante: un ocaso con aires nostálgicos otorgados por el otoño. Lástima que comience a oscurecer más temprano. Lástima que no te he tenido últimamente a mi lado para hablar de ello juntos.

 Así que animoso, en este pequeño manuscrito digital, debido a que el servicio postal se encuentra actualmente extinto, vengo a plasmarte una propuesta. Sé que ésta no sería la primera cita y que te gusta más el invierno. Pero ya huele a muerte con esperanza, huele a un tipo de perfume arcaico que me trae malos recuerdos y es la combinación perfecta para sobrescribir memorias. Qué mejor que hacerlo contigo.

 Fue una época algo fatigante y será peor, pero para esos malos ratos siempre hay letras, en este caso las mías que fungen como invitación. Así que la propuesta: ¿Vamos al teatro? Bueno, realmente no me importa adónde sea que quieras ir conmigo, no me importa si es a matarnos trágicamente o a imaginarlo en el teatro. Porque sí, aunque en tiempos modernos tratamos de enterrar los sentimientos, sí, la verdad es que te extraño. Que los detalles no pueden codificarse para enviarse en forma de caracteres. No puedo mostrarte mi corazón por texto, mucho menos dibujarlo. Y sé que no es tanto ni para tanto, pero para los detalles siempre hay tiempo, porque se elaboran con el alma y no con relojes. Mira que he aprendido a ser lo que dicta la sangre y no la manecilla.

 Será más hermoso en otoño ver encender las luces y apagarse el cielo, lo prometo. Te prometo que mientras nadie diga Macbeth, visitaremos más seguido el café de los sentidos y nunca beberemos café, sólo nuestras miradas. 

                                                      Acepta la cordial invitación. -C.M.

[cuerdasmuertas]

Por ambos lados del cuerpo

 Quítame la vida entre rasguños; casca cada parte de mi piel dejando huella de tus pasos y hazme sentir lo que suelo confundir con mariposas en el estómago. Sacúdeme el polvo que vengo cargando como si fueran cruces desde hace décadas; hazme recordar viejas memorias y rematémoslas de una vez por todas; hagámoslas reminiscencias que serán solamente utilizadas en nuestras futuras citas a medianoche para romper el hielo.   Musitemos gorgoteos de lluvia que simula caer en una tarde nublada llena de nostalgia y melancolía mientras alguien ve el agua derramada en su ventana, sin prestarle atención al patio mojado. Vuelve melodías tus besos, que yo trataré de seguirte el ritmo mientras me haces dar vueltas por inercia una y otra vez hasta el final de nuestro destino. Que cuando volvamos a encontrarnos me arranques más piel, me mates un poco más, que para eso somos buenos. Somos avezados en encontrarnos infinitas veces y repetir el mismo desenlace trágico. Lo contaremos hasta que se nos acabe la vida útil. Hasta que un día nuestra melodía se vuelva agridulce, insonora, disonante e insoportable. Hasta que no haya más excitación al oír nuestras voces.   Hagamos picos, hagamos contrabajos, hagamos frecuencias, hagamos lo que quieras pero hagamos. Jálame siempre a la velocidad que sabes moverte, no te despegues ni rebotes, que siempre vamos al mismo ritmo y el más ligero desliz podría matarme al instante y muerto no te sabría a nada mi cuerpo. Lamer mi piel en dicho estado sería una ominosa aberración.   Tritúrame, carcómeme, masacra hasta que ya no soportemos volvernos a encontrar. Hasta que el destino nos grite que no habrá más citas de medianoche, ni botellas de vino, ni vasos vacíos, ya que nuestro tiempo juntos ha terminado. Hasta que te fatigue tener que aguantar mi peso. Hasta que nuestra relación sea tan tóxica, que tus golpes se sientan como simples caricias en la espalda hechas con plumas.  Mátame, por mientras, en lo que yo soporto tu trato y estoy ahí hasta que no quede huella de mí. Hasta que hayas recorrido los dos lados de mi cuerpo tantas veces, que sólo queden huesos. 

                                                                                       -Mauricio R.

[cuerdasmuertas]

Quebrado (Crema o perfume que olía extraño)

Lo que haces me hace sufrir. Aléjate no quiero huir. ¿Qué no ves que muero ya? Tu culpa, no es mi impuntualidad.

No estoy dispuesto a pagar una pista de más para poder borrarte. No estoy dispuesto a encarar la misma verdad para poder olvidarte.

Lo que haces me hace sufrir. Tu piel tan suave y el olor de abril. ¿Acaso crees que lo olvidé? Vivo sólo para volverte a ver.

Me engaño y jamás podré encarar que no quiero olvidarte. Me miento, esto es un verso de más para no borrarte.  

[cuerdasmuertas]

Casualidad

No vienes seguido por aquí ¿verdad? Se nota en tu forma de vestir. La verdad es que de verdad no hay verdad y que no me interesa si no vienes mucho por aquí. Tampoco me interesa si de verdad no te gusta el café y me citaste aquí solamente por el chocolate. Siempre me han interesado más otras cosas.

Mi familia suele decir que soy muy observador, así que es natural que me interese más tu sonrisa y tus piernas, incluso tus ojeras o el cabello corto. Me interesa más que sepas leer y escribir porque, ya sabes, muchos no saben saber escribir.

Retórica, es una de mis palabras favoritas. Cuatro sílabas, ocho letras, una tilde. Si sumas esos números, se vuelven trece y el trece para mí es de la suerte. Dicen que la suerte es casualidad y que la casualidad es destino. La retórica es destino.

Son tiempos modernos y lo moderno vuelve lo moderno en moderno. Ya sabes, sencillo. Como escribir una carta y saber al instante si el destinatario ya la recibió, o incluso, si ya la leyó ¿No? ¿No entiendes? Mira, más claro. Es como a estar a un desliz de conocer a tu pareja perfecta, según un algoritmo preestablecido por una compañía que, gracias a tu dedo, ahora se pudre en dinero. Eso no es retórica, no es destino y no es, ni por poco, casualidad.

Lo sencillo se extinguió y lo difícil se volvió tan sencillo que ni siquiera sé qué tanta casualidad debió ocurrir para tenerte enfrente de mí y no enfrente de una pantalla.

Tomamos la tecnología y la volvimos alimento. Nos deshicimos de las tradiciones complejas y optamos por desinteresarnos con todos. Hasta con el destino. Y ese es otro punto. ¿Acaso tú ya creías que el chocolate sería más dulce conmigo? Pues yo no puedo tratar de besarte hasta que me contestes.

No lo sé ¿Tú de cuál giras? ¿Eres de los que creen que estamos aquí para causalidad o de los que creen que por casualidad estamos aquí? ¿Eres de los que dicen estamos destinados o de los que dicen estamos?

Déjame confundirte ¿Eres de los que creen que estamos aquí por algo o de los que creen que haremos algo por haber estado aquí? ¿No? ¿No queda claro? Es sencillo, como lo moderno, como sumar trece y como saber qué tan dulce sabrá el chocolate.

Si te beso y nos casamos ¿pensarás que estabamos destinados? ¿O creerás que simplemente se me antojaron tus labios?

-M. Ramos

[cuerdasmuertas]

Útil, bello y firme.

Mira, mientras no te tires de la azotea de nuevo, todo estará bien. Y es que la vida es muy extraña; algunas veces le gustas y otras tantas no.

He tratado de averigüar su patrón de acción, de medir lo intangible materializando anécdotas o eventos. Pero al final la estadística no me dice nada de nada. Así que sí, mientras no te acerques a la orilla, sé que no caerás.

Últimamente trato de variar más mi rutina de ejercicios para que esta vez no me de un esguince al tratar de tomar tu pie. Te escondí los ansiolíticos y me encargaré de monitorear su consumo tal como lo recetó el doctor. Ya basta con las tonterías de escuchar esa patraña de "me tomé una pastilla me juraron que haría.." o tu barco estará alfombrado de rojo punzante.

Vacíe el refrigerador, reemplacé lo necesario para que cada que lo abras puedas comer lo que sea. Escondí las fotos, algunas las quemé y dejé las que más te gustan. Posicioné algunos discos encima del restirador, junto a los pinceles y estilógrafos. Me dediqué toda la semana a sacudir tus libros y escribirte en las paredes unas cuántas poesías: la que habla sobre un arroyo y la otra de una moneda, pues sospecho son las que más te gustan. Compré el triple de vendaje, compré más alcohol, creé una especie de caja roja en dónde sí habrá utensilios por si tú, yo o ambos nos desangramos.

Mira, lo que intento explicar es que podríamos tratar con algo distinto esta vez, pues ya vimos como fracasó nuestra inferencia. Lo que acordamos no salió bien y parece que debíamos darnos cuenta; parece que fue necesario llegar a este absurdo y fatal punto.

Lo que digo es, si ya entendimos que tu idea no funcionó ni tampoco mis estimaciones, debemos trazar un nuevo sistema. Podríamos ir de paseo, visitar cines, museos, edificios (con debidas precauciones), mirar los cielos, tocar la arena y nadar en algún mar. Escapar a no sé dónde y no sé cuándo, para que forces un poco mas la muñeca y sueltes libremente el lapiz; opino que lo estás estrujando demasiado. Esta vez podría comprarte un par de flores, ponerlas en el florero y no dejar que se sequen. Esta vez podría leerte la carta que le escribieron a Pacheco después de muerto.

Tú podrías hacer cosas también, lo que quieras, pero que te palpite fuerte el corazón cuando las hagas, pues quiero ver que sigues viva. Basta de soñarte occisa, basta de sobrevalorar el tiempo, basta de apuñalar. Posiblemente no lo entiendas, pero si yo te quiero y tú también, podríamos dejar de decir "podríamos".

Escúchame, no sé cómo te sientes y lo peor es que no sé cómo te sentirás mañana, pero la ventaja es que podemos hacer un itinerario. Cada veinticuatro de mes podrías estar feliz, cada veintiocho podríamos ir por café, cada catorce podrías sentirte un poco más muerta y cada primero podrías ignorarme. Yo no tengo problema alguno; lo llamaríamos calendario funesto, porque me gusta lo lúgubre y tú a veces eres así. Puedes proponer nombres, si quieres, incluso podríamos quitar marzo o que cada mes lo sea.

La cosa es hacer esto más útil, bello y firme ¿Comprendes, cariño? Solamente se trata de que lo nuestro sea más útil, bello y firme.

[cuerdasmuertas]

Ellos tan cansados

Ustedes tan cansados de tomar antidepresivos, yo tan cansado de no tener dinero para comprarlos. Ustedes tan cansados de que las vacaciones duren poco, yo tan cansado de desvelarme estudiando. Ellos tan cansados de no poder ver a su familia en seis meses. Ustedes tan cansados de preguntarse adónde irán a tomar este viernes, yo tan cansado de decirle a mis amigos: hoy no puedo, mañana, tengo que ahorrar, tengo que estudiar. Ustedes tan cansados de tener que llegar a casa y pedir algo para comer, yo tan cansado de comer lo mismo siempre. Ellos tan cansados de no tener qué comer. Ustedes tan cansados de escuchar la misma canción, yo tan cansado de no encontrar sólo una canción. Ustedes tan cansados de leer algo, yo tan casado de forzar la vista en cada letra, en cada punto y en cada coma. Ustedes tan cansados de que en las bibliotecas no nos dejen comer, yo tan cansado de que no me dejen plantar más de tres libros en mi mesa. Ellos tan cansados de no saber leer.

Ustedes tan cansados de pensar en ciento veinte caracteres, algunos tan cansados de no llenarse ni con ciento veinte cuartillas. Ellos tan cansados de no saber escribir.

Ustedes tan cansados de que les pinten sus paredes, yo tan cansado de contar muertos. Ellos tan cansados de desaparecer. Ustedes tan cansados de que la droga no les haga efecto, yo tan cansado de asfixiarme con su humo al sentarme en el pastizal. 

[cuerdasmuertas]

Insomnio. (Amor mal correspondido)

Ha pasado un tiempo desde que dejé de verte. Ya no puedo imaginarme tus ojos ni mejillas; la sonrisa fingida a la que solías acostumbrarme.

Y no es que lo admita, porque no creo enamorarme. Más bien es costumbre de no dar ni un beso. Así que a medianoche, espérame de nuevo. Espérame de nuevo

Sabes que en la noche mientras duermes, allí estaré esperando. En una esquina de tu cuarto, mientras nadie pueda verme indagaré tu mente. Y ahí estaré, ahí estaré.

Entiende, la vida en el infierno, no es tan divertida, me remata de aburrida. Quiero entretenerme, probar algo indecente. No quiero volver a dormir. Volver a dormir.

Qué es lo que pasa, por qué actúas muy rara. No entiendo nada y no respondes ni una carta.

¿No fue suficiente lo que hice para verte? Admito que te amo y ahora me ignoras al cantar.

¿Acaso esto empieza o está apunto de terminar? ¿Acaso estás muerta o a ti también te da igual? La vida y la muerte son una retórica, mi amor; no importa donde las veas, no hay una explicación.

Sabes que en la noche mientras duermes, allí estaré esperando. En una esquina de tu cuarto, mientras nadie pueda verme indagaré tu mente. Y ahí estaré, ahí estaré.

Entiende, la vida en el infierno, no es tan divertida, me remata de aburrida. Quiero entretenerme, probar algo indecente. No quiero, volver a dormir. No te puedo olvidar.

Agua bendita, dientes de ajo, unas cuantas velas y estatuas no harán daño. ¿Por qué me ofendes? ¿No ha quedado claro? Que ni la santería podrá separarnos.

No me desprecies, lo nuestro era especial. No te ha importado, te dio por igual. Mi único pecado fue volver a amar. Recién decepcionado mejor me dejo sepultar.

Maldito demonio, bastardo mal parido. No mereces ni un gesto, no quiero que me toques, aléjate en las noches. Quisiera poder dormir. Lárgate de aquí.

[cuerdasmuertas]

Sobre toroides y otros ciclos.

Otra vez te escribo.

Otra vez te escribo y es la última. Estoy cansado de dar tantas vueltas alrededor de un hoyo, de que mi cerebro sea consumido cuando se lo come mi corazón. En primer instancia me cansé de las despedidas ya que al fin me di cuenta que no sirven, ¿por qué un adiós diría más que un hola? Apartir de hoy sólo te notifico que ya no voy a imaginarme tu rostro al dormir, que ya no voy a amanecer queriéndote encontrar y que de nuevo ya no me importarás. Y aunque en un principio me mienta sé que se me hará costumbre hacerlo y aunque te siga escribiendo, ahora irá dedicado todo al viento.

No pienso seguir el mismo camino que todos, no pienso que el destino me diga que hacer o qué absurda lección debo aprender. Es estúpido creer que hay una razón para que me niegues. La única realidad es que como yo con otras personas tú no estás interesada en mí. Y es así de sencillo, si tú me dice quédate me quedo y si tú no dices nada me largo ¿Y sabes? No hay problema, lo entiendo todo y lo entiendo muy bien. Si realmente quiero dejar de dar vueltas al hoyo debo ver mi realidad. Si deseo ser un ser que no esté atado a sus miserables tres dimensiones, debo tronar todos los paradigmas, así que tengo cosas que hacer. Hoy me das igual, me darás igual al igual que todo, hoy dejaré de escribir enigmas y por primera vez fundaré mi estilo, te olvidaré a mi estilo. Así que sí, ahora sí, la tercera es la vencida.

[cuerdasmuertas]

¿Tenía que recordarte algo?

Para: Enésimo.

Prometí que no te escribiría ninguna carta en bastante tiempo y sin embargo heme aquí echándote mi sufrir, porque en efecto mi vida está llena de errores.

Paremos un momento, necesito justificar todos esos actos de valentía que resultan siendo un fiasco. Hablo sobre mis malas decisiones, como aquella vez que te dije que no debías enamorarte de mí.

Abordemos el tema, ¿qué es un error para mí? Llamo error a esa decisión de la que, transcurrido un tiempo de haberla tomado, me arrepiento, pero ¿con que criterio? Exacto, el mío. No podemos definir errores de una manera general; son diferentes para el criterio de otras personas.

¿Así que realmente fue un error dejarte ir? No sé si volverás a mis brazos, o si besarás otros labios. No me incumbe averiguarlo, yo tuve mi oportunidad de asegurarte y no quise por egoísta. Un egoísmo que echa raíz en contra del conformismo.

¿Y ambos lo sabemos no? Siempre decíamos que el amor no existe, para sólo terminar besándonos. Entonces nunca entendía qué era lo que sentía después de cada beso y caricias. ¿Entonces qué es lo que sentía por ti? Llegue a una conclusión después de admirar tus ojos la última vez, pensando que ese sería el único instante en el que podría memorizarlos.  

Vivimos buscando el amor cuándo posiblemente el significado no es encontrarlo. El amor no se busca, llega sólo. El amor no es lo que uno espera, el amor es una carga. El amor sólo se entiende. No nos amarán como queremos, nuestra misión no es estar para siempre al lado de una persona. El punto de amar es tan fuerte y tan hermoso que por eso nadie, ni siquiera nosotros, lo entendemos. Pienso que amar se trata de comprender; estar apoyando tanto a una persona que en un punto tú ya no le estorbes para crecer.

Entendí que amarte es dejarte ir, aunque suene a cliché. Dejar ir esos atardeceres llenos de mordidas y poca comida.  Dejar tu bella sonrisa, porque yo solamente te amarraría a mí. No te compartiría, sería un estorbo porque yo no puedo amarte como se debería. Yo sólo sé llenar de caricias y afectos, de citas románticas y sueños. Sólo sé sobre fidelidad y respeto mutuo.

En esta vida eso no es amar, no funciona. Pregúntale a tus padres. No podrías superarte a mi lado, porque ese afecto no es amor, es una atadura que no te deja progresar. Qué lástima que para amar debas ver como tu pareja ideal huye con alguien más. Resulta que en este universo todo se termina, así que tú y yo no podemos ser infinitos en esta vida. Claro que, en otra quién sabe.

Atte: Intento.  -Mau R.