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#Álvaro Garganta
elcorreografico · 5 months
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Imputado por la Mega Estafa en Berisso pide periciar a judiciales por el “síndrome de burnout”
Imputado por la #MegaEstafa con #pagaréstruchos en #Berisso pide periciar a #judiciales por el “#síndromedeburnout” #Judiciales | #estafas | #saludmental | #abusodedrogas | #defraudación Más info:
En una iniciativa sorprendente, uno de los imputados en la Mega Estafa con pagarés truchos de Berisso busca evaluar la salud mental de los judiciales bonaerenses. Berisso, Buenos Aires, con información de RealPolitik – En el marco de la investigación por la Mega Estafa en Berisso, Leonardo Vitale, uno de los acusados y detenido en prisión, presentó una solicitud insólita: pericias para evaluar…
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al-achunte · 4 months
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apuntes sobre lo erótico, el placer, lo pornográfico y el dolor
entre todos mis jadeos / el del chorro de agua fría / es mi favorito
el Álvaro preguntándome: / has sentido alguna vez el mismo efecto del popper sin él / cuando me ahorcan / le conteste
la repetición constante de la imagen pornográfica te saca de ella. la ficción de la imagen pasa al placer de la belleza. chiquitito el momento, siniestro y sublime, permite el imperio de los sentidos. recuerdo que huelo, recuerdo que toco, recuerdo que lamo, recuerdo que miro, recuerdo que escucho
11:11 / despertar de una cucharita en cuerpo grande / cucharear después el helado
ponme la mano / aquí
reconciliarme erótica es una victoria que nadie me podrá quitar
lxs suicidxs - 40 de santa rosa
entre todos mis rubores / el del jadeo / es mi favorito
necesito una intimidad mía que después sea compartida
la cola es un 8 / su movimiento / compone / un gesto / infinito
hacer el amor / culiar / agarrar
sentir / pensar / creer
tamal con champiñón
lo erótico como recordatorio de mi capacidad de sentir (intensamente) - audre lorde
tenemos la obligación de re-educarnos sobre lo erótico que nos gobierna. la búsqueda de lo grotesco, de lo absurdo, la violencia, el susurro, el cariño, el golpe, la caricia, la uña calando la espalda, la risa, el pudor, el gemido, el beso, la mano afirmando el cuello, los labios lamiendo, pasar lenguas por el cuello, jalar pelos y hallarlos perdidos en la boca, lo que chorrea entre las piernas, el mírame / mírame a la cara
tener miedo del limite / el aire / que no puede pasar por mi garganta: / marearme en la cama
el placer de querer morir
idealizar el dolor
arriba del lavamanos / arriba de la lavadora / en la ducha / en la tinaja / sentir placer / querer vivir para sentirlo
el placer es la semilla del dolor; el dolor es la semilla del placer - proverbio budista japones, recogido por lafcadio hearn en el japón fantasmal, recogido por jesús palacios en eroguro: horror y erotismo en la cultura popular japonesa
las panties blancas / caladas / resbalándose / por mis piernas
hay una flor adentro de tu flor / nadie la puede ver / solo yo
el agua de la tinaja es una con la estrella medusa / muy distinta / al pulpo cuerpo: / en esa / estoy sola
oye desnúdate / tengo ganas de sentir / tu piel
sacar con un cuchillo la vulva / dejarla con cariño en un jarrón / ponerle agua / todos los días
la cordillera raspando los huesos
caen cual gotitas / titilantes / las constelaciones colitas de medusas / guarisapos se encandilan / vibrando los grillos el grisáceo rio teno / proveerá agua / aventuras / alertas que se lleve lo que se tenga que llevar prefiero el mar y su vaivén
una diosa me besa el espejo / sus dedos hacen eco / del baile de la carne
insistir: / ¿te enamoraste del erotismo / de mi cuerpo / de lo sagrado / de mi corazón?
la disforia menstrual / el arrebato de que la muerte / me pille otra / es la semilla / de mi dolor placer
¿en qué momento las mujeres se conectan con sus propias fantasías, si no se tocan cuando están solas? - virginie despertes
buscar las nalgadas
placer: comer + masturbarse + dormir
el calzón hilito / esta a punto de desatarse / no hay nadie / la piscina gigante / me pertenece / borracha / si quiero dormir / en ella / sirena / descansar + + +
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flordecerezo · 1 year
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El sol y la luna lucen juntos
Sonaba en la mente de Lucía Endless Story About Sun and Moon mientras sonreía al cálido sol de invierno norteño. Estaba feliz porque llevaba meses pudiendo sentir el placer de vivir. Era capaz de llorar de felicidad, lo había hecho en varias ocasiones y esa sensación le encantaba. Notaba que poco a poco volvía a ser ella, sin embargo, Lucía se volvió a encontrar con la oscuridad en una ocasión.
Aquella noche Lucía volvió a sentir el nudo en la garganta, volvió a sentir como el ritmo cardiaco se le aceleraba, volvió a sentir como se ahogaba, como le faltaba el aire, como se le llenaban los ojos de lágrimas y como solo quería retorcerse en la cama y chillar con la sábana en la boca como si de una herida profunda y sin anestesia se tratase. Volvió a sentir lo que ella creía haber enterrado con tanto esfuerzo. En su cabeza empezó a retumbar "Ya no siento nada por mi mujer". Eso seguía ahí y se lo hizo saber la misma sensación fisiológica que sentía hace 3 años cada día durante dos años de su vida. Una herida débilmente cerrada se volvió a abrir.
Lucía veía tranquilamente los Goya en la tv, emocionada de pensar que la celebración se situaba ese año en su ciudad natal. No dejaba a su vez de pensar en Álvaro también, suponiendo que probablemente lo estaría viendo también, y más, ese año que uno sus directores favoritos pasó por aquella alfombra roja. No obstante, no le habló pero él si lo hizo recién entrada la madrugada. Le habló algo más eufórico de lo normal y con cierta ansiedad por saber si ella estaba conociendo a alguien. Lo cierto es que al día siguiente quizás iba con un chico al cine, a quien le había negado la invitación 3 veces anteriormente, pero Lucía tenía tan poco interés que no lo consideraba como conocer a alguien. Simplemente ese chico era autista y Lucía entendía que quisiera salir con la persona más tranquila del grupo, que era ella. No obstante, Álvaro parecía convencido de que Lucía estaba conociendo a alguien. Llevaba unas semanas con una sensación de desapego que quizás lo transmitió aquella noche. Álvaro era un chico al que conoció hacía dos años y medio pero al que nunca vio en persona. Desde entonces siempre han mantenido el contacto y a ella siempre le encantó ese chico, aunque sabía que era tan brillante como un alma rota, pero esto último nunca le importó.
Tras unos cuantos mensajes, Álvaro le comentó que seguía viviendo con su ex, que ambos se querían y se cuidaban. Lucía comprendía bien esa situación porque ella también había tenido una relación así no hacía mucho, sin embargo, el miedo se apoderó de ella. Revivió de forma inconsciente conversaciones con Asier, quien siempre le prometía que vivía con su mujer pero que realmente no sentía nada por ella, que alguna vez se verían y se acabaría todo. Obviamente eso nunca fue verdad. Lucía entró en pánico y notó como su cuerpo se intoxicaba de cortisol al recordar aquella historia traumática. Tuvo reacciones pasivo-agresivas impropias de ella hacia Álvaro, donde el lóbulo frontal se encontraba totalmente fuera de cobertura. Ella decidió de golpe y porrazo terminar con todo, huir y olvidarse de este chico; le aterraba por encima de todas las cosas volver al bucle que entró hacía tres años. Álvaro en un momento de impulso le contó parte de toda la verdad; y es que esa chica le estaba ayudando a salir de un turbio bucle de alcohol, drogas y preocupaciones, y que aquella noche de Goya, se había tomado 3 vermuts, 1 caña, 3 cervezas, 2 chatos de vino y 3 pastillas de M.
Lucía se quedó aliviada al confirmar lo que ella intuía. Ella sabía en el fondo que ese chico había estado teniendo problemas con el alcohol y las drogas (dudaba si también presentaba algún Trastorno de la Personalidad también) pero este motivo que ella solamente suponía, le ayudaba a comprender algunas de las reacciones que tenía normalmente. Lucía no se equivocó.
Lucía siempre quiso conocerlo y estaba dispuesta a hacer lo que fuera para ello, sin embargo, aquel día sintió la necesidad de no hacerlo. Se alegró de que Álvaro hubiese encontrado una persona en la que apoyarse para salir de ese pozo en el cual llevaba tiempo inmserso, sin embargo, también comprendió que cuando él estuviese bien, ellos volverían a tener una relación. Álvaro siempre le dejó claro que él no quería compromiso emocional con Lucía, sólo sexo, sin embargo, ella no se daba por vencida.
Aquella noche, cuando Lucía apagó su móvil y se fue a la cama, no lució igual que siempre. Ella no podía dar menos y él no podía dar más.
Al día siguiente Lucía se quedó mirando al mismo punto fijo durante 30 minutos. Otra vez.
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tarcotron · 3 years
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Nuria 1
Llegué temprano a Barcelona y rápidamente tomé un taxi para ir a la oficina del cliente. Quería terminar de trabajar con él lo antes posible y tener algo de tiempo para prepararme antes de que Nuria me recogiera para almorzar. Desde que hablamos por teléfono para encontrarnos la tarde anterior, estaba muy nerviosa. Desde que la conocí hace unas semanas, gracias a Álvaro, había pensado muchas veces en ella y en la forma en que me había dominado sin siquiera darme cuenta. Soy una sumisa experimentada, ya sabes, además de Julio he estado con muchas dominantes que me ha regalado mi dueño o con las que me ha compartido y siempre he sido consciente de que fui yo quien me sometió a las mías. libre albedrío, pero con Nuria todo sucedió sin que yo apenas me diera cuenta. Su forma un tanto desagradable de tratarme al principio, su voz autoritaria pero calidad al mismo tiempo, su forma de hacer que Álvaro me excite y me posea y luego me tenga a su merced para darle todo el placer que ella pedía ... en la cena. conversando, descubrí a una mujer culta, sensible y segura de sí misma que sabe lo que quiere en todo momento. En resumen, estoy fascinado y subyugado de manera similar a como lo hizo Julio en su día. Tenía muchas ganas de verla, pero por otro lado temía que la "magia" que había entre nosotros esa noche hubiera desaparecido. Por eso quería ser tremendamente bella a la hora de presentarme de nuevo ante ella y someterme al escrutinio de su profunda y bella mirada. El cliente que ya me conocía bastante y estaba acostumbrado a mis servicios, notó que estaba distraído y me preguntó varias veces qué me pasaba, a lo que obviamente respondí con respuestas evasivas. Lo peor llegó cuando quiso reservar para que comiéramos juntos. La idea de él como otras veces era llevarme a comer y luego pasar la tarde conmigo en un hotel. Cuando le dije que no podía porque tenía otro compromiso, se molestó mucho a pesar de que no me lo dijo abiertamente. Su reacción al levantarse con rabia para cerrar la puerta del despacho y decirme que me arrodille para chuparle la polla. Obediente, sabiendo lo enojado que estaba, me arrodillé sumisamente y le desabroché la cintura para bajarle los pantalones y quitarle la polla. Una vez en mi mano, lo miré dócilmente a los ojos y comencé a besar la punta de su pene ya darle pequeñas lamidas en la zona del frenillo al mismo tiempo que mi mano tiraba toda la piel hacia atrás. Con besos y lamidas fue creciendo poco a poco y cuando estaba semiduro me la metí en la boca y lo estaba acariciando todo con mi lengua. Sin dejar de mirarlo a los ojos se lo meto todo en la garganta mientras con la lengua fuera lamiendo sus bolas. El chico gruñía de satisfacción cada vez que mis labios chocaban con su abdomen y me decía lo puta y buena chupadora que era. Cuando estuvo muy duro me agarró violentamente por el cabello obligándome a levantarme. Me doy la vuelta haciéndome descansar mi pecho sobre su mesa y él levantó mi falda hasta su cintura. Luego me dio dos nalgadas con la palma de su mano y, poniendo mis manos entre mis bragas, me las quitó. Luego me los metió en la boca diciéndome -Esto es para que mis empleados no se enteren como vienes mientras te reviento el coño de puta. Tosdos sabe lo puta que eres y que te follo cada vez que vienes pero no se trata de ponerlos cachondos con tu puta gritona ¿no crees? Sacudí la cabeza sin poder decir nada con mis propias bragas en la boca mientras el chico deslizaba su dura polla hacia arriba y hacia abajo entre mis labios. Como siempre me pasa su violencia, lejos de molestarme, hizo que mi coño comenzara a destilar grandes cantidades de fluidos. La visión de mi coño mojándose es un poleo para el cliente, que no duda en meterlo y comenzar con un rápido y poderoso empujón hacia adentro y hacia afuera. - ¿De verdad te gusta la puta? Eres una de esas perras a las que les gusta que las follen duro, ¿verdad? Bueno, te voy a romper el coño con mi polla. Esta vez vas a disfrutar de la belleza de tu puta. Voy a matarte. Entre sus palabras obscenas y su polla entrando y saliendo salvajemente de mi coño, no pude evitar tener un orgasmo tremendo que hizo que todo mi cuerpo temblara. Esto estimuló aún más los deseos del hombre que agarró mi cabello y lo estiró para poder follarme aún más fuerte. Unos minutos después volví a correr, agarrando de nuevo su polla con los espasmos que el orgasmo provocaba en mi vagina. El chico estaba loco - Ahora se lo voy a poner por la puta. Me va a encantar abrirte ese precioso orificio con mi polla. Verás que te gustará aún más. Empecé a negar con la cabeza con fuerza y ​​dejé de colaborar en la follada parando el movimiento de mis caderas. El sorprendido me quitó las bragas de la boca para hacerlo hablar -¿Qué pasa perra? ¿Porque paraste? -No me lo puedes meter por el culo. Eso es algo exclusivo de Julio. Él no está de acuerdo y si tú lo haces, estará muy cabreado contigo. -Veremos a esa perra. Tendrá que decírmelo él mismo. Sin sacar su polla de mi coño, extendí la mano y tomé el teléfono que estaba al lado de la mesa donde me estaba follando. Después de un par de minutos lo escuché hablar por la terminal. -Hola. Si, soy yo. No pasa nada. Si estoy aquí con tu puta. Me la estoy follando. Sí, muy bien, la puta ya ha venido dos veces pero me dice que no se lo puedo meter por el culo ... Vale, vale, no pasa nada. Seguiré follándole el coño, está bien, no hay problema, solo que me hubiera gustado, si tal vez más tarde, vale, vale. El hombre colgó y tirándome fuerte del cabello me dijo -Esta vez no voy a follar tu culo de puta. Tu jefe no quiso darme ese placer pero lo negociaré con él y la próxima vez no te librarás de él, puta. Todavía no había sacado su polla de mi coño y era incluso más difícil que antes si era posible. Me folló duro de nuevo, pero esta vez en lugar de tirar de mi largo cabello puso sus manos debajo de mi blusa agarrando mis pezones. El tío empezó a retorcerlos con fuerza mientras me daba una tremenda polla. El dolor tiene un poderoso efecto afrodisíaco en mí, así que encadené dos orgasmos más seguidos y esta vez el hombre ya no pudo contenerse bajo la presión de mi vagina y se corrió dentro de mí.
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astrosmurf · 3 years
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Temporal
PARTE I
-¿Qué te detiene?
Preguntó el Señor Lima tras escuchar mi respuesta, cuatro intentos de suicidio no son ninguno.  
-Mi hermana, debo cuidarla.
Rápidamente escribió un par de cosas en la computadora.
-¿No te habían echado de esa casa hace un mes? 
-Sí 
El estómago se me hizo chiquito cuando el de bata me recordó la situación.
-¿Cómo has sobrellevado las cosas?
Llegaron a mi cabeza los gritos de mi abuela por haberle levantado la mano a mi madre borracha a modo de defensa. El par de lobas ofendidas no me va a dejar poner un pie en esa casa jamás.
-Es complicado.
-ya
Dijo y terminó de teclear unas cosas más antes de voltearme a ver.
-Eso sería todo, Iré a darle el cuestionario al Doctor Vargas. Por favor pase con la secretaria para hacer cita con Servicio social para que haga lo del nivel socioeconómico, Después de eso diríjase al área B en la clínica de TOC con su Psiquiatra. Buena tarde.
-Hasta Luego.
Con las piernas temblando y el corazón aún chiquito, sigo las instrucciones que se me han dado. La secretaria dolores, paciente como siempre, contesta todas mis preguntas y me dice que vuelva en dos semanas para lo del servicio social. Me encamino al consultorio del Doctor Vargas y toco la puerta Cuatro veces para sentarme en la sala de espera.
-Vino ya el doctor Lima ¿Hiciste lo del NSE?
Pregunta en cuanto me vio.
-Pude hacer cita para dentro de dos semanas.
-Perfecto, entonces nos vemos dentro de un mes. Mientras tanto continua con 125 mg de Topiramato, la próxima consulta veremos lo del antidepresivo si lo llevas bien.
-Está bien, nos vemos.
-Hasta luego.
Hago mi pago y logro salir del Nacional de Psiquiatría a las tres de la tarde con las tripas gruñendo.
Llego a la casa de mi novio y Toco la puerta cuatro veces. No ha llegado, o tal vez se fue temprano. Se me escapa un suspiro, quiero contarle mi mañana, me hace falta un abrazo suyo para recargarme las pilas. Me quito los tenis y el cubrebocas y me siento en el suelo para dejarme disfrutar un pequeño segundo.
Del refrigerador Agarro una mandarina, la más lisa porque mi abuela siempre dijo que esas eran las más dulces, pero del tamaño de la palma de mi mano porque mi abuelo decía que eran las correctas para el alma.
Después de esto, evitando mi reflejo en el espejo del pasillo, camino de prisa al cuarto de Álvaro y abro la puerta después de tocar cuatro veces. Pongo la mandarina con cuidado en la cama y muevo el buró para sentarme donde este estaba. Apretada entre el buró y la cama para sentirme segura, le quito la cáscara a la mandarina con cuidado de no romper los gajos. Una vez pelada me digno a voltear al frente y veo un espejo nuevo. Trago saliva en shock, ese no estaba allí en la mañana.
Con cuidado y sin apartar la mirada del espejo, me levanto del suelo y sacudo mi falda después de posar con cuidado la mandarina sobre las cáscaras, encima de la cama. Camino lento, con un nudo en la garganta, pero mi reflejo ya no se mueve y la luz brilla color Sangría. Camino lento y cada paso que doy el cuarto se hace más largo y en el reflejo hay más Sombras, y menos me reconozco.
Y entonces lo entiendo… Hoy toman la decisión, así que debo correr. No puedo ver ningún reloj, pero la luz ya es tenue, como esa de las ocho de la noche. El cansancio ya me está entumeciendo las piernas y las lágrimas del miedo me han robado el agua de los labios y el sudor.
Me planto frente al artefacto que por meses he estado evadiendo.
-¿Por qué hoy?
-Porque no te queda nada.
Respondió mi reflejo sin la menor duda.
-Aquí estorbas, ya hasta tu madre te echó de casa y tu padre ni sus luces… y mira, Alvarito prefiere pasársela en la calle a estar contigo, pobre, ¡Tenle piedad!
-Pero él me dejó estar aquí, y mi papá está desaparecido…
Dije en voz baja
-¡Peor tantito!, ni papá tienes. No hay casa, medicinas, dinero, educación… ni papá ¿algo más niña? ¿qué le puedes ofrecer a quien sea?, nada, porque aparte estás descompuesta, le saliste defectuosa a tu madre. 
El frío me pasó por la espalda y me atrapé jugando con el dobladillo de la camisa. Tiene razón, Álvaro me dio lugar para vivir, pero solo porque es generoso… ya sé que en realidad no me quiere, digo, ¿Qué hay para querer? ¿labios secos y un par de piernas flacas?
-¿Qué pasará con Edith?
Pregunté por mi hermana aún sabiendo la respuesta.
-Tu madre la cuida con lo que a ti jamás.
-Está bien
-Ya sabes dónde tiene Álvaro las cuerdas, es ahora. No le digas a nadie.
Asentí y con lágrimas constantes y llanto de despedida, tomé las cuerdas que en algún momento disfruté. Me senté en la cama e hice nuevamente ese nudo que ya me sabía de memoria.
Me dolía la cabeza y aunque el mundo se sintiera lento el corazón me palpitaba a una velocidad muy rápida. Desobediente tomé una pluma y la libreta que estaba sobre el buró que moví para escribirle una carta a Álvaro, escribiendo nada más y nada menos que un “te amo”, dejo la nota en la barra de la cocina.
Quité la enredadera que estaba colgada de una cadena en el techo de su estudio evitando los espejos y con ayuda de una escalera amarré la cuerda de la parte más alta del alambre. Posé el nudo alrededor de mi cuello y lo apreté para que mi cabeza no se saliera al quitar la escalera.
Con el cuerpo entumecido y una sensación tan fuerte de asfixia que pudo sentir que mi cabeza palpita admiro bien por última vez el árbol del otro lado de la ventana… Cómo me gustaría haber sido un árbol. Tranquila cierro mis ojos para después escuchar llaves en la puerta. Mierda. Si hubiera hecho el nudo bien no estaría en este lío… ¿No me podía dar diez minutos más?.
-Ya llegué amor
Anuncia su llegada y escucho sus pasos hacia la cocina, lo escucho dejar un par de bolsas de plástico.
-¡También te amo!
Dice con voz cantarina y camina hacia el cuarto mientras yo comienzo a dormir. A duras penas logro escuchar murmurios y pasos por la casa hasta que la puerta del estudio se abre de golpe.
-¡Mariana, Carajo!
Gritó Álvaro y el silencio llenó la habitación. 
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empessoa · 5 years
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Álvaro de Campos Ora até que enfim..., perfeitamente...
Ora até que enfim..., perfeitamente... Cá está ela! Tenho a loucura exactamente na cabeça.
Meu coração estoirou como uma bomba de pataco, E a minha cabeça teve o sobressalto pela espinha acima...
Graças a Deus que estou doido! Que tudo quanto dei me voltou em lixo, E, como cuspo atirado ao vento, Me dispersou pela cara livre! Que tudo quanto fui se me atou aos pés, Como a serapilheira para embrulhar coisa nenhuma! Que tudo quanto pensei me faz cócegas na garganta E me quer fazer vomitar sem eu ter comido nada! Graças a Deus, porque, como na bebedeira, Isto é uma solução. Arre, encontrei uma solução, e foi preciso o estômago! Encontrei uma verdade, senti-a com os intestinos!
Poesia transcendental, já a fiz também! Grandes raptos líricos, também já por cá passaram! A organização de poemas relativos à vastidão de cada assunto resolvido em vários — Também não é novidade. Tenho vontade de vomitar, e de me vomitar a mim... Tenho uma náusea que, se pudesse comer o universo para o despejar na pia, comia-o. Com esforço, mas era para bom fim. Ao menos era para um fim. E assim como sou não tenho nem fim nem vida...
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Poesias de Álvaro de Campos. Fernando Pessoa. Lisboa: Ática, 1944 (imp. 1993).
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brisa-ventania · 4 years
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A EXACTA VIAGEM (FRAGMENTO INICIAL).
A Urbano Tavares Rodrigues e David Mourão-Ferreira
Falo de um tempo incolor, Onde a luz brilha como um aço esquecido. Aqui um gesto limita carícias como vidro esmagado, e, do que sabemos, só é nossa esta sagrada flor que não desvendamos. Prodigiosos os insectos, cujo vocabulário é tão reduzido e ondulado e sentem a morte como os pássaros escuros e sem destinos. Sábios, brilhantes e frios, os dedos que nos estendem trazem eternidade de gargantas falsas onde um reino é sempre dourado, mas nunca, nunca chega a nossa voz de juncos e ausência.
Onde estás primavera de vinho e loucura que não nos restituis as acácias e os peixes das ervas pequenas e sadias?
Onde se esconde teu coração adolescente, teu riso de neve e seda em perene sigilo?
Onde colher os gestos da lua se nos cortaram as mãos e a catedral de nossa esperança agoniza todas as noites, entre estátuas e estátuas?
Não; não nos falem de palavras compondo bênçãos e escorrendo rios de alegria e paz. Não é verdade que temos ossos e músculos e o sangue dói quando nos apertam a cabeça?
... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Álvaro Neto pseudônimo literário de Liberto Cruz
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relecturas · 5 years
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Todos morían igual. La falsa droga les afectaba los centros motores de la respiración. Poco a poco se iban asfixiando en medio de terribles dolores. El aire les faltaba cada momento más y se metían la mano en la garganta y trataban de arrancar allí algo que les impedía la entrada del aire.
Álvaro Mutis, Diario de Lecumberri
Relecturas
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stmac3 · 4 years
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7
Trataba de pensar rápido y cómo salir de la fiesta y pasar desapercibido mientras Pedro Pablo insistía en darme explicaciones. Decidí que escucharlas ahí solo iba a empeorar la situación. Me paré rápido, me miré al espejo tratando de evaluar las condiciones de mi cara. Definitivamente cuando lloraba era imposible ocultarlo, quedaba con los ojos inflamados en pocos segundos y tardaba bastante tiempo en volver a la normalidad. Me lavé la cara con agua fría, respiré profundo y salí del baño. Pedro Pablo estaba sentado en el suelo con cara de víctima. Se levantó de un salto y me tomó de los brazos:
-Déjame explicarte, por favor.
En ese momento la pena que sentía se empezó a matizar con enojo.
-No hay mucho que explicar “Pepe”- dije irónico- Además no creo que este sea el lugar adecuado, después de todo es la pieza donde duermes con tu novio.
-Pero...
-No!- Lo interrumpí- No es ni el lugar ni el momento. Claramente yo no tengo nada que hacer aquí. Voy a salir rápido y me voy a ir a mi casa.
-Y tus amigos?
-A mis amigos diles que me fui al departamento.
-Pero seguramente van a estar todavía hablando con José Antonio. Cómo les digo para que pase piola?
-Ese es problema tuyo.
Salí lo más rápido que pude. En el pasillo todavía estaban los chicos esperando el baño. Traté de no mirarlos, luego de recorrer el pasillo salí esquivando gente y me fui directo a la puerta de entrada del departamento. Salí rápido al ascensor, cuando se abrió la puerta salieron otros 5 chicos que obviamente iban a la fiesta. Entré rápido apenas habían salido y presioné el botón de cerrar la puerta, cuando se estaba cerrando, salió Pedro Pablo, a esa altura yo estaba indignado, caminó rápido para intentar detener el ascensor mientras yo lo miraba sin hacer ningún gesto. Pero ya quedaban apenas unos centímetros para que las puertas se cerraran totalmente.
Salí a la calle lo más rápido que pude, ya fuera del edificio se escuchaba el murmullo de conversaciones, la música y risas de gente que se divertía en ese departamento. Yo por otro lado me sentía solo y muy estúpido por no haber visto señales que podrían haber significado que Pedro Pablo estaba en una relación.
 Lo peor de todo es que me estaba doliendo mucho lo que estaba pasando. Sentí otro nudo en la garganta y caminé lo más rápido que pude al departamento. Dos cuadras más adelante creí escuchar que alguien me llamaba. Al darme vuelta vi a Cristian y Gonzalo que caminaban hacia mi. Me quedé esperándolos.
Gonzalo todavía tenía cara de confundido, porque Cris le había explicado rápidamente mientras bajaban en el ascensor lo que había pasado.
-Lo tuve que sacar arrastrando del departamento a este- dijo Cris.
-Igual no tendrían que haberse venido, si yo quería estar solo un rato.
-Como se te ocurre que te íbamos a dejar solo ahora? -dijo Gonzalo- Lo que pasa es que no caché cuando saliste hasta que llegó el famoso Pedro Pablo y le hizo una seña a Cris para que fuera a la cocina, no entendí nada hasta que medio me explicó Cris en el ascensor.
-Yo creo que José Antonio se dio cuenta de que algo raro estaba pasando cuando me fui a la cocina detrás del hue’ón ese.
En un rato habíamos llegado al departamento. Me fui directo a mi pieza, necesitaba estar solo para pensar. Ellos se quedaron en el living, al rato sentí que pusieron música. Gonzalo me golpeó a la puerta para preguntarme si quería tomar algo, entreabrí la puerta para decirle que quería estar solo. Apagué la luz, me saqué la ropa y me recosté boca arriba sobre la cama. Pensaba en como las cosas cambian de un minuto a otro. O al menos pensamos que cambiaron, por ejemplo, hasta ese mismo día yo sentía que por fin encontraba a alguien a quien le gustara estar conmigo, que le gustara yo, que me encontrara lindo, que se preocupara por detalles tontos y que me causara ilusión, que me dejara notitas, además de que fuera guapo, atractivo, y con ese aire misterioso y desenfadado que tenía Pedro Pablo. Pero claro, yo no había visto las señales, yo dejé que pasara algunos límites y yo me dejé ilusionar. Entonces un día las cosas son lindas, el aire huele distinto, la luz brilla de una manera que no había visto antes, siento ese cosquilleo en el estómago y al rato el cosquilleo se vuelve una sensación de vacío, oscuridad y desesperanza que no sentía desde mi adolescencia, cuando descubrí en mi eso que no quería enfrentar ni reconocer; y mucho menos que alguien más lo supiera.
Me levanté de la cama y miré por el ventanal de mi pieza a la calle, a esa hora pasaban pocos autos y la mayoría de los departamentos que lograba ver desde ahí estaban a oscuras. Los que tenían luces encendidas era porque había gente reunida, en las terrazas, bebiendo y riendo, en cambio yo estaba sintiéndome miserable encerrado en mi pieza. Quise fumar y me di cuenta de que me quedaba solo un cigarrillo, lo encendí, abrí el ventanal y sentí la brisa fresca de esa hora de la noche en mi cara. De cierta forma me ayudó a refrescar un poco mi cabeza y cuando apagué el cigarrillo me puse una polera y unos shorts para ir a comprar más. Cuando salí aun estaban mis amigos conversando y tomándose una copa ambos sentados en la alfombra apoyados en el sofá. Gonzalo me preguntó si necesitaba algo.
-Se me terminaron los cigarros- respondí.
-Te paso una cajetilla que tengo de reserva, después me la repones- dijo Cris.
-Obvio que sí, mañana te la devuelvo.
Se levantó de la alfombra y se fue por el pasillo a buscar los cigarros. Gonzalo me preguntó si quería tomar algo y acepté, se fue a la cocina y me trajo un vodka tónica bien cargado. Cuando volvió Cris ya me había sentado en un sillón y les pedí que no habláramos de lo que había pasado esa noche, luego de dos rondas más me fui a acostar luego de agradecerles por todo y decirles que los quería mucho.
Una vez en la cama, tomé el teléfono y llamé sin pensarlo dos veces al numero de Pedro Pablo con la intención de dejar un mensaje en su contestadora, me sorprendió que después de varios tonos él tomara la llamada. Tenía la voz rara, no como si estuviera durmiendo, mas bien sonaba como si hubiera estado llorando. Sabía que era yo, sin que hubiera dicho ni una palabra. Sentí ganas de colgar de inmediato, porque no sabía bien que le quería decir. Además, no estaba pensando con claridad debido a todo lo que había tomado esa noche y los tragos que me tomé con mis amigos. Dejé que hablara.
-Perdóname Álvaro. No sé qué más decirte, me he portado muy mal contigo…y conmigo.
-La verdad es que no sé ni porqué te llamé, supuse que estarías en la casa de tu pololo.
-No, me vine a mi departamento unos minutos después de que te fuiste, quería ir a buscarte a tu casa y pensé que a lo mejor no era una buena idea.
-No, no era una buena idea, igual no negaste que fuera tu pololo.
-Déjame explicarte todo.
-No es a mi a quien tienes que darle explicaciones. Tienes una relación, se ve que hace bastante tiempo y bien conocida por mucha gente - dije cortante – Vi que estaban tus amigos de cuando me llevaste al Fausto en la fiesta y que me reconocieron, me di cuenta por como cuchicheaban cuando nos vieron pasar al baño de tu pololo.
- Esos no son amigos míos, son conocidos y son unas víboras. Déjame explicarte en persona, por favor.
- No “Pepe” – dije irónico – No quiero explicaciones, claramente hubo un malentendido y el que se equivocó fui yo. Te voy a colgar porque estoy un poco ebrio y tengo sueño.
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berazategui · 6 years
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Daniel Scioli: "hay un modus operandi para acallar voces críticas"
Daniel Scioli: “hay un modus operandi para acallar voces críticas”
El ex gobernador de la Provincia de Buenos Aires se defendió de las acusaciones del fiscal Garganta. “A partir de que se instala una eventual precandidatura, pasan las cosas que pasan”. (more…)
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elcorreografico · 5 years
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Allanamientos en la región por la causa de "Los cuadernos de la corrupción"
Allanamientos en la región por la causa de #Loscuadernosdelacorrupción (#LaPlata #Berisso #Ensenada)
El juez federal Claudio Bonadío ordenó procedimientos en oficinas de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) y de otras empresas de La Plata, Berisso y Ensenada en busca de elementos de la causa por pago de coimas en las obras públicas entre contratistas y funcionarios de la presidencias de los Kirchner.
El procedimiento fue realizado este jueves por la Secretaría N° 21 del Juzgado Nacional…
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joyreadspanish · 3 years
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Novela Reticencias de amor lectura en línea - Samara Arias y Álvaro Ayala - Joyread Español
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Reticencias de amor
Reticencias de amor es una novela romántica, los protagonistas son Samara Arias y Álvaro Ayala, puedes leer esta novela en línea en la página web de Joyread Español
Reticencias de amor - Capítulo 1
«Seis semanas de embarazo» Al leer esas tres palabras que aparecieron en el reporte de mi ultrasonido quedé impactada y conmocionada. «¡Solo pasó una vez! ¿Cómo pude haber quedado embarazada? ¿Ahora qué hago? ¿Debería decirle a Álvaro sobre esto? ¿Ya no querrá divorciarse de mí por esto? Neh, ¡lo dudo! Quizás piense que estoy usando a este bebé para engañarlo» Metí el reporte a mi bolso suprimiendo la frustración en mi corazón mientras salía del hospital. Había un Maybach esperando afuera con la ventana un poco abierta y apenas se podía ver un hombre atractivo con una expresión fría sentado en el asiento del conductor. Un hombre en un auto lujoso podía obtener la atención de todos los que pasaban por ahí. Álvaro Ayala era la representación exacta de tener riquezas y buena apariencia. Luego de muchos años, me acostumbré a las miradas curiosas de las personas, pero los ignoré y me senté en el asiento del pasajero. El hombre estaba descansando con los ojos cerrados cuando sintió un ligero movimiento y se pronunció un ceño fruncido entre sus cejas. Sin abrir sus ojos, preguntó con una voz profunda: —¿Ya quedó todo arreglado? —¡Sí! —Asentí mientras le pasaba el contrato firmado con el hospital, murmurando—. El Dr. Lara te mandó saludos. —Tenía la intención de firmar el contrato sola en el hospital, pero me encontré a Álvaro cuando venía aquí y por alguna razón se ofreció a traerme diciendo que estaba de camino. —Estarás a cargo del caso. ���Álvaro siempre ha sido un hombre de pocas palabras. En lugar de agarrar el contrato, me dio instrucciones de manera indiferente antes de encender el auto. Asentí y me quedé en silencio. Al parecer lo único que sabía hacer era obedecerlo y seguir sus órdenes. El auto se dirigió hacia el centro de la ciudad. Ya era tarde y no estaba segura hacia dónde conducía si no era de regreso al chalé. Aunque estaba confundida, no tomé la iniciativa de preguntarle hacia dónde íbamos y me quedé callada. El reporte del ultrasonido era lo único en mi mente, pero no sabía cómo abordar el tema. Volteé a verlo de reojo en medio de un dilema y como siempre emanaba un aura fría y distante. Su mirada firme y despiadada estaba enfocada en el camino.   —¡Álvaro! —grité. Las palmas de mi mano se volvieron sudorosas mientras apretaba mi bolso. Quizás eran por mis nervios de punta. —Habla. —Esa sola palabra fue dicha sin ningún trazo de emoción. De todas formas, siempre me ha tratado de esa forma. Después de unos segundos, la tensión se fue alejando gradualmente de mi cuerpo al calmar mis nervios. Tomé un gran respiro y anuncié: —Estoy... «Embarazada» —Solo tenía dos palabras que confesar, pero me tragué la segunda que estaba en la punta de mi lengua al momento que su teléfono sonó.   —Rebeca, ¿qué sucede?   «Algunas personas solo reservan su lado gentil y cariñoso para una persona»   Ese lado gentil de Álvaro estaba reservado para Rebeca Villa. Era fácil de ver por la forma en que conversaba con ella. Las palabras de Rebeca a través del teléfono causaron que Álvaro frenara de forma abrupta mientras hablaba con ella con un tono suave. —Está bien. Estaré ahí en un momento. No te vayas de ahí, ¿de acuerdo? —Tan pronto como terminó la llamada, su expresión frívola regresó a su lugar. Me volteó a ver y con un tono seco, ordenó: —Salte. —Su instrucción no dio lugar para discutir. Esta no era la primera vez que me sacaba de su auto. Al ver esto, asentí y tragué las palabras que planeaba decir hasta la garganta. Abrí la puerta del auto y salí. Mi matrimonio con Álvaro fue debido a un giro del destino, pero el amor nunca fue parte de la ecuación. Álvaro ya tenía a Rebeca en su corazón y mi existencia era redundante. Quizás, hasta se pudo haber considerado un obstáculo. Dos años atrás, George Fuller, el abuelo de Álvaro, sufrió un ataque al corazón. Mientras estuvo hospitalizado, obligó a Álvaro a casarse conmigo y por el bien de su abuelo, aceptó a hacerlo a la fuerza.   Él menospreciaba mi existencia, pero de todas maneras no hizo nada y ahora que su abuelo falleció, no pudo esperar a conseguir un abogado para mandarme a firmar los papeles del divorcio. El cielo había oscurecido cuando regresé al chalé. La casa enorme estaba vacía y parecía estar embrujada. Tal vez era por el embarazo que no tenía apetito y me fui a mi habitación para lavarme y terminar el día. En mi estado somnoliento, escuché un ligero sonido de un auto siendo apagado y venía del jardín.   «¿Habrá regresado Álvaro? ¿No se supone que está con Rebeca?»
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Continuar leyendo Reticencias de amor Capítulo 2 Joyread Español - El mar de las novelas, las últimas y más candentes novelas españolas
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La gota roja - Un amor entre el deber y el deseo
Primera parte - El engaño
1
 
La mano de Álvaro paseaba por la espalda de Sandra y ese calor, ese contacto, reavivaba las emociones dormidas y sepultadas bajo la piel durante años. El recuerdo de aquel primer encuentro volvió a su mente. No siempre cometía errores pero el sólo hecho de pensar en lo ocurrido días atrás, le provocaba un ardiente cosquilleo en su cuerpo. Sostenía el cigarrillo con la mano derecha y al volcar la ceniza observaba su brazo con el poco bello como escarpia. Desde el día que conoció a Álvaro en el cumpleaños de su amiga Verónica supo que necesitaría a ese hombre como necesitaba sentir que su sangre corría por sus venas. No le hacía gracia ni se sentía orgullosa haber engañado a su marido pero llegó a hacerlo sin ni siquiera darse cuenta. Apagó el cigarrillo con movimientos compulsivos y cuando fue a encender otro, miró la bolsa de la farmacia que contenía el test de embarazo que acababa de comprar.
―Cómo puedo volver a fumar si lo he dejado hace un año, ¿y si esto que me pasa es un embarazo? ―, reflexionó. Cogió la cajetilla y el mechero junto con el cenicero y lo llevó al mostrador. Le regaló sus cosas a Samanta, la chica que atendía el bar, prometiéndole que no fumaría más. Volvió a la mesa y cómo no sabía qué hacer con sus manos sacó un bolígrafo del bolso. Comenzó a dar golpecitos en la mesa. Un golpe tras otro enviaba esos encuentros con Álvaro a su cuerpo excitándolo. Pensar en la posibilidad de estar embarazada, la animaba, le daba fuerzas, la fortalecía, sin embargo no podía siquiera rozar la taza de ese café que se estaba quedando frío sobre la mesa a la espera del sorbo de sus labios. Cerró los ojos y apoyó el codo izquierdo sobre la mesa. En su mano dejó descansar la cabeza dolorida de tanto pensar y con los dedos pulgar y anular presionó sus sienes como para mitigar los latigazos que le enviaba su cerebro.
Todos los momentos de su vida volvían a su presente. Se descubrió en el mismo bar donde había conocido a Néstor años atrás, en la misma mesa en que se enamoraron. Este lugar, que ahora está reformado, se encuentra en la plaza mayor del pueblo. Los dueños habían cambiado y las caras que lo frecuentaban también pero Sandra tenía el detalle de aquel tiempo a su mente. La televisión encendida en el local, que hoy en día es tan normal ver en los bares casi sin volumen, interrumpía su visión y mezclaba ese murmullo actual con la música que ambientaba ese espacio en aquellos días. Se secaba las lágrimas que sin remedio caían desde lo más profundo de su alma.
―¿Si ya no amo a Néstor, por qué sigo a su lado? ―la ausencia de la respuesta hacía dolorosa su realidad―. Tal vez sea costumbre, o ese cariño que se toma a la gente después de convivir mucho tiempo o ese miedo a estar sola ―. Buscaba la manera de entender ese click que resonaba tan fuerte en su cabeza una y otra vez.
Se encontraba estancada y perseguida por la penosa tortura del olvido de Néstor. Su esposo no la trataba como antes y por más que fingieran ante los demás, la verdad se imponía como un manto cuando llegaban a casa. Se resignaba al recuerdo de esos días en los que fue feliz y en un esfuerzo cogió la taza para beber el café. Al sentir ese frío casi helador de la bebida las náuseas treparon por su garganta. Se tapó la boca para no vomitar con la mano que tenía libre y las convulsiones del llanto se apoderaron de ella.
―Debo de ser la comidilla del bar ―pensó, pero le daba igual. No podía más con esas imágenes que acosaban su presente y negaba con la cabeza lo cruel que puede llegar a ser la vida en los temas del amor.
Reanudó ese juicio de su conducta y Néstor se plantaba frente a ella, en un bar que dibujada más allá del vaivén de las puertas actuales. Bloqueaba su respiración y le hacía pensar en su engaño. ‹‹¿Tienes fuego? Su voz grave, profunda, tan viril. El pelo rubio de Néstor caía sobre la frente despeinando a un flequillo que le daba un toque interesante y enigmático. Los ojos celestes, cristalinos de Néstor dejaban reflejar el marrón intenso de la mirada de Sandra››. Comprendió que ese destello de ella en los ojos de Néstor siempre le producía miedo. Le pidió a Samanta que le calentara el café y un paracetamol o ibuprofeno para el dolor de cabeza. Luego al ver que una mesa en el fondo quedaba vacía se cambió de lugar sin pensarlo dos veces. Apoyó su espalda contra la pared y después de tomar el paracetamol con el vaso de agua que Samanta le ofreció, reposó su cabeza sobre ese muro frío que desplegó otra serie de recuerdos. ‹‹Mientras quería encender el cigarrillo de Néstor. Este la estudiaba con la mirada y la contemplaba con el mismo mimo que le dedicaba a su colección de piedras preciosas, que tenía desde pequeño. Siempre quería descubrir algo nuevo en ellas y las pupilas de Sandra eran un océano en donde sus pensamientos nadaban, para que Néstor los cazara. Él no paraba de jugar con ella preguntándole lo que estaba pensando a cada momento. Le sacaba la verdad con mentiras y ocurrencias que no dejaba de inventar. Sandra sonreía y Néstor no dudó en hacer suya esa sonrisa. Él seguía con su juego mientras Sandra sostenía el encendedor entre sus manos. Lo encendía y lo apagaba tantas veces como le era posible, le quemaba. Pero él no paraba de hablar, de sonreírle, de inclinar la cabeza, sacaba el cigarrillo de su boca y cuando Sandra bajaba las manos cansada de su ir y venir, él le tomaba las manos entre las suyas para colocarlas cerca del cigarrillo para poder encenderlo. Néstor sentía el contacto frío de las manos de Sandra que contrastaba con las suyas que parecían fuego.
―Están heladas tus manos ―dijo sorprendido.
―Siempre tengo frías las manos ―. Recalcó Sandra al ver que Néstor no le soltaba las manos y no podía desembarazarse de ellas. Él comenzó a restregar sus manos para darle un calor que Sandra juzgó innecesario. Néstor observó la delgadez de esas manos que ya se le antojaban por su cuerpo y sintió ganas de besarla. Fue obvio. Él encontró a la mujer perfecta para su vida, por lo menos eso creyó en ese momento. Néstor comenzó a avanzar por los brazos de Sandra para seguir con esa entrega de calor que ella supo detener cogiendo los brazos de Néstor. Al tiempo que escondió sus labios en el cuello cisne de su jersey y Sandra no sabía si temblaba de frío o porque en realidad ese calor le gustaba o porque se dio cuenta de las intenciones de Néstor. Que sin querer, coincidían con las de ella. Y aunque no quería aventurarse, comenzó a divagar en los ojos de Néstor y en ese reflejo que en un principio creyó que no era real. Pero también no podía creer que ese hombre la atrajera tanto y le provocara un gran deseo de saber cómo de tiernos eran sus labios››.
El ruido del bar la distrajo y al volver a la realidad vio como una chica mucho más joven que ella charlaba con un muchacho. No paraban de reír y en un momento de esa conversación que Sandra imaginaba palabra por palabra, porque no podía oír realmente lo que decían, él besó a la joven dejándola con un semblante serio. Sandra creyó que le iba a dar un guantazo pero no, ella lo abrazó y le devolvió el beso. Al ver ese beso Sandra se acordó de los hombres que habían pasado por su vida. No eran tantos pero no fueron los más indicados. También rememoró las promesas que nunca cumplían, las risas que suenan muy bien juntas y son muy idílicas pero luego te engañan. El amor que así como viene se va y te deja hundida por un tiempo. A lo mejor a esa chica no le pasaría lo mismo que le pasó a ella pero ¿y si ese chico era igual que Néstor? No sabía porque pensaba así de ese muchacho que ni siquiera conocía. No obstante se vio reflejada en ella y supuso que esa chica decidida a entregarle todo a ese hombre, con el tiempo también crearía un escudo para no ser dañada por la persona que se cree amar. En el caso de Sandra el supuesto Robín Hood fue Néstor que disparó mal la flecha hiriéndola de muerte. Se bebió de un trago el café y la acidez trepó nuevamente dentro de ella. Prefirió no moverse y controlar esa náusea con la respiración. Apoyó la cabeza contra la pared y cerró los ojos. Se estremeció al recordar la mirada de Álvaro y lo que nació entre ellos, cómo apareció en su vida de la nada poniendo todo patas arriba. Los comparaba sin querer. Odiaba ese tipo de comparaciones pero no las podía evitar. Medía las conversaciones, las caricias, los besos hasta la forma de hacer el amor y su respiración al hacerlo. Borró esos pensamientos y volvió a Néstor, y se preguntaba qué creencia o embrujo la llevó a pensar que él era el hombre de su vida. La gente que entraba y salía del bar renovaba el aire del ambiente y otro recuerdo la atacó:
‹‹―¿Salimos fuera, vamos a dar un paseo? ―le propuso Néstor cansado del bullicio de la gente. Sandra aceptó. Al salir del bar Las Bravas, así se llamaba ese establecimiento por aquel entonces, se encontraron con los coches que estaban aparcados delante de la puerta cubiertos por una buena capa de rocío. Llegaron a pensar que había llovido aunque en realidad era el invierno que castigaba con su dureza y hacía de Sandra un ovillo dentro de su abrigo. Levantó la cremallera de su cazadora cubriéndose hasta la nariz. Néstor comenzó a pensar que dar un paseo con una temperatura tan baja era una idea muy descabellada pero ya estaban fuera.  
―¿Qué pasa, te asusta el frío? ya estoy lista para caminar un buen rato ―dijo ella al verlo parado en la puerta del bar.
―Vale, vamos ―. Néstor no era tan friolero y se lo demostraba a Sandra cada dos por tres. La tomaba de la mano y la ponía entre las suyas o las acercaba a su cara fría. Este reía porque contrastaba el calor de sus manos con el frío de ella y hasta bromeaba diciéndole que parecía un vampiro. Cosa que a Sandra no le hacía mucha gracia y se burlaba de su risa. Caminaron por la avenida central del pueblo. Esta avenida va a la capital de la provincia para el sur y para el norte a un pueblo un poco más grande. A medida que el paseo avanzaba nacía cierta complicidad, hablaban de los sueños, de dónde trabajaban, de sus signos zodiacales, de sus amigos y de aquellas cosas que esperaban de la vida. Las palabras subían de tono cuando sus miradas chocaban de soslayo y las sostenían por un segundo. Se gustaban y esa atracción sexual que empezaban a sentir el uno por el otro ya era imposible de contener. Sandra entre los nervios y el deseo encendió otro cigarrillo. Néstor recordó al verla aspirar el humo lo que decía su padre cuando él iba visitarlo al estanco: Es tan sensual ver a una mujer fumar hijo que a veces maldigo que tu madre no fume. Ahora entendía esas palabras al ver a Sandra sostener el cigarrillo entre los labios››. Sandra se sorprendió por recordar todos los momentos vividos con Néstor y a su vez se preguntaba si él los recordaba. Ya no le amaba, era un hecho. Pero sin darse cuenta revivía ese viejo temor que la perseguía, el ser hija, nieta y bisnieta de las virginianas. Nunca lo había hablado con Álvaro y eso también le hacía temblar. No quería que la leyenda de su familia fuera una traba para su relación.
El dolor de cabeza había remitido un poco y decidió salir del bar. Caminó por la misma calle en la que Néstor casi cae al suelo aquella noche por ir de espaldas. Ella acababa de tropezar con la misma baldosa con la que él tropezó. La había acompañado hasta su casa y Sandra lo invitó a pasar. Ahí él descubrió que era hija de la virginiana y ella se lo aclaró. Recordaba la conversación como si fuera hoy:
‹‹―Sí, soy pariente, hija, nieta y bisnieta de las virginianas. Los rumores son muchos en este pueblo, sin embargo sólo son eso, rumores. Mis hermanas nunca soportaron lo del mote y los gilipollas con que me relacioné antes no supieron diferenciar una leyenda de la realidad, así que mejor no hablar.
―Bueno mi padre siempre me contaba historias del pueblo y muchas veces nombraba a las virginianas. También decía que era una leyenda muy antigua que no hacía justicia con tu madre ni con tu familia. 
―No, no hace justicia.
―¿Y cómo no nos conocemos? ―dijo Néstor sorprendido pero enseguida corrigió―. Bueno yo me fui con cinco años. Mis padres me mandaron a un internado a estudiar y volví hace unos días.
―Ahí tienes la respuesta. Es increíble como hemos conectado, ¿no? ―dijo Sandra para cambiar radicalmente de tema. Al entrar dejó el bolso en la mesita de la entrada y se miró en el espejo del recibidor. Corrigió un poco el rímel y a través del espejo descubrió la sonrisa sexy de Néstor ―. ¿Quieres beber algo?
―La verdad es que sí ―contestó Néstor que no aguantaba más las ganas de besarla. La tomó del brazo derecho y la atrajo para sí dándole la media vuelta―. Quiero besarte y de hecho lo voy a hacer ―Néstor se excusó en un  permiso ridículo. El amanecer se filtró por la ventana tiñendo el cuerpo desnudo de Sandra con su luz. Néstor la observaba dormir y recorría con su mirada aquella perfección que lo cautivó en cuanto la vio››.    
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maauad · 6 years
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¡5 terrazas para disfrutar el sol!
1.- Balmori Rooftop Bar .- Este hotspot de la colonia Roma se llena en las noches con gente de toda la ciudad por su gran ambiente, decoración moderna, tragos coquetos y comida sabrosa. Un buen oasis para refrescar la garganta con tus amigos el fin de semana. (Zacatecas 139, Col. Roma)
2.- Buena Barra .- Polanco tiene una siempre creciente cantidad de terrazas y bares que nos deslumbran con sus platos, maridajes y decoración, pero sin lugar a dudas uno de nuestros favoritos es esta importación regia que con sus carnes, cocktails, música y ambiente se robó nuestro corazón. (Aristóteles 124, Col. Polanco)
3.- Azotea Palmares .- Con una cocina a cargo de Chef Álvaro Vázquez que presume de ser libre y honesta, inspirada en el respeto, esencia, origen y temporada de los productos, ésta es una apuesta segura para comer rico y disfrutar al aire libre. (Durango 216, Col. Roma)
4.- Sud 777 .- En el sur de la ciudad de México, en el corazón del Pedregal se encuentra este restaurante de cocina fusión que ofrece diferentes espacios para tener todo en un sólo lugar, desde un rinconcito especial para una cena romántica, hasta una sala privada para una fiesta con tus mejores amigos. (Boulevard de la Luz 777, Col. Jardines del Pedregal)
5.- Jin Sab Shabu Shabu .- Un lugar donde la comida japonesa y la decoración hacen una mancuerna espectacular. Será el marco perfecto para cualquier reunión, cita de trabajo o date. (Javier Barros Sierra 540, Col. Sta. Fe)
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diariodecampinas · 3 years
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Nomes curiosos de aves intrigam observadores
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Rapazinho-dos-velhos, rabo-branco-de-margarete e capitão-de-cinta são alguns exemplos; de onde viria a inspiração para esse “batismo”? Há duas semanas estamos falando sobre o nome de algumas aves em uma série especial. Diferentemente da primeira matéria, na qual analisamos nomes relacionados aos cantos das espécies, e da segunda onde tratamos dos nomes ligados ao comportamento desses animais, hoje vamos falar de algumas que foram batizadas por nomes incomuns e que instigam os observadores. Embora a explicação para anguns deles seja um mistério até para os ornitólogos, vale sempre a pena conhecer novos bichos e se encantar pela diversidade da avifauna brasileira Capacetinho-do-oco-do-pau tem baixa densidade populacional. Álvaro Fraga/Vc no TG Capacetinho-do-oco-do-pau (Microspingus cinereus) Não há como saber a origem exata desse nome, no mínimo, diferente, mas capacetinho é possivelmente uma referência a parte superior da cabeça da ave que tem uma coloração mais escura, enquanto a garganta é branca, formando um “capacete”. Mas o que é certo é que esse animal, endêmico do Cerrado, possui uma baixa densidade populacional e está ameaçado de extinção. A espécie sofre com a destruição do bioma e é considerada globalmente vulnerável. O capacetinho-do-oco-do-pau mede cerca de 13 centímetros de comprimento e possui leve dimorfismo sexual, ou seja, as fêmeas, apesar de serem bastante parecidas com os machos, contam com uma coloração mais atenuada na região da garganta e do peito. Aves amazônicas e capacetinho-do-oco-do-pau compõem acervo de jornalista Entre outros nomes, o rapazinho-dos-velhos (Nystalus maculatus) também é conhecido como fura-barreira, macuru, apara-bala, tricolor, joão-bobo, bico-latão. Andrei Arrais/Arquivo Pessoal Rapazinho-dos-velhos (Nystalus maculatus) Com a cabeça toda escura, grande e larga, desproporcional aos 18 centímetros do corpo, e com o bico avermelhado, o rapazinho-dos-velhos exibe todo o seu charme vestindo um traje pintado de preto. A referência no nome popular “dos-velhos” pode estar ligada ao fato da espécie ser considerada “calma” e “mansa”, já que é capaz de ficar imóvel no meio da vegetação apenas observando a paisagem ao redor. Ocorre no Nordeste, na região Centro-Oeste, parte do Sudeste (Minas Gerais), em parte do Amazonas e no Pará. Biólogo do Ceará registra fotos “3×4” das aves Capitão-de-cinta-(Capito-dayi) Arquivo TG Capitão-de-cinta (Capito-dayi) É mais fácil explicar a origem do nome científico dessa ave. Do latim capito significa cabeça grande, cabeçudo, enquanto dayi é uma homenagem ao Coronel americano Lee G. Day, responsável pela expedição à América tropical em 1915 e 1927. Ou seja, o nome completo ficaria cabeçudo de Day. Já o capitão do nome popular é possivelmente uma referência ao gênero, já explicado acima, e a cinta deve-se a uma faixa preta que a espécie tem na região do ventre. A ave ocorre no Brasil e na Bolívia e chama atenção pelas cores vibrantes. Rabo-branco-de-margarette é considerado um dos beija-flores mais raros do Brasil Stephen John Jones Steve/VCnoTG Rabo-branco-de-margarette (Phaethornis margarettae) Assim como outros beija-flores do gênero phaetornis, não é difícil enxergar as penas brancas da cauda do rabo-branco-de-margarete. Mas por que Margarete? É uma homenagem à Margaretta Lammot DuPont Greenewalt, esposa de Crawford Hallock Greenewalt, presidente da DuPont Corporation, conservationista e fotógrafo. O nome científico da ave significa pássaro do Sol de Margaretta. A espécie brasileira é endêmica da Mata Atlântica. Uma curiosidade Uma curiosidade, é que a ave, como outros beija-flores, gosta de se banhar em águas límpidas. Conheça mais detalhes do rabo-branco-de-margarete. Considerada “ave fantasma”, maxalalagá atrai observadores de aves pra Pompéu (MG) Ananda Porto/TG Maxalalagá (Micropygia schomburgkii) O nome curioso dessa pequena saracura intriga quanto a origem. De acordo com o pesquisador José Fernando Pacheco, o nome tupi desta ave, de apenas 13 centímetros, apareceu em um livro da “Commisão de linhas telegráphicas estratégicas de Matto-Grosso ao Amazonas” publicado em 1916, intitulado “Missão Rondon”, pela “Typographia do Jornal do Commercio do Rio de Janeiro”. Ele explica que na página 123 tem o trecho: “Todo o chapadão em derredor de nós se apresentava tomado pelo fogo voraz…. maxalalagás (saracuras do chapadão), mal consegui escapar a rapidez do terrível elemento….”. Segundo ele, através desta fonte é possível saber que o nome “Maxalalagá” foi emprestado aos índios Nhambiquaras. Conhecida como ave fantasma pela dificuldade de ser encontrada, a maxalalagá ocorre em diversos estados brasileiras e é insetívora, consumindo grandes quantidades de formigas. Gêmeos descobrem espécies raras em Pompéu (MG) Cochicho é ave mais comum do Pampa. Ananda Porto/Arquivo Pessoal Cochicho (Anumbius annumbi) Não há referências claras sobre a origem do nome da espécie, mas pode ter sido inspirado na sua voz que é chiada e com frequência emitida em duetos, como se as aves cochichassem entre si. A espécie que varia entre 18 e 20 centímetros de comprimento, não passa dos 45 gramas. Ocorre do Brasil centro-oriental até o Paraguai, Argentina e Uruguai e é mais típica e comum no Pampa, onde costuma viver em pares ou em grupos.
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publicidadesp · 3 years
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Franca, SP, registra 27 novos casos de Covid-19 e não confirma novas mortes, diz Prefeitura
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Boletim de domingo (27) eleva total de infectados para 9.990. UTIs têm 47,72% de ocupação, com 21 internados em 43 vagas. Pronto-socorro Álvaro Azzuz Reprodução/EPTV A Secretária de Saúde de Franca (SP) apontou 27 novos casos de Covid-19 em boletim divulgado na noite de domingo (27). Com a atualização, o total de infectados na cidade subiu para 9.990. Não houve registro de novas mortes entre sábado e domingo e o número permaneceu em 218. Do total de infectados, 7.439 já estão curadores da doença. O município ainda tem 1.338 suspeitas do novo coronavírus e já descartou 17.096 diagnósticos por meio de exames. Tosse (16%), febre (12,4%), falta de ar (10%) e dor de garganta (9,8%) são os sintomas mais descritos pelos moradores que buscam atendimento médico nos postos de saúde. Aposentados (16,6%), trabalhadores do comércio (15,3%) e da saúde (11,1%) são a parcela da população que concentram a maioria dos casos. Ocupação de leitos A taxa de ocupação nos leitos de Unidade de Terapia Intensiva (UTI) nas redes pública e privada subiu de 30,2% para 47,72%, com 21 internados nas 43 vagas disponíveis. Na Santa Casa, hospital de referência no atendimento pelo SUS na região, 12 dos 30 leitos para adultos estavam ocupados. Na ala de UTI infantil, não havia internações. Dos 36 leitos de enfermaria, dez tinham pacientes, taxa de 27,77%. Initial plugin text Veja mais notícias da região no G1 Ribeirão Preto e Franca
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