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#EL JAMON ESPAÑOL UNICO EN EL MUNDO
cristinabcn · 9 months
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ESPAÑA: EL JAMÓN
https://agenciamundialdeprensa.com/gastronomic-planet/ El Jamón Español es único en el mundo y es símbolo de la gastronomía española, siendo un reclamo gastronómico en todo el mundo. Esto se puede apreciar en cada extranjero o turista que llega a España, ya que es lo primero de lo que pregunta. El Jamón, se ha convertido en un “imprescindible” en las cocinas de todos los hogares y en el mundo de…
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nadirelsabio · 4 years
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Viajes con Alsacia (Relato)
Alsacia esta sentada a mi lado en el sillon, atacada porque siempre tiene algo que hacer y ni siquiera tiene tiempo para dejarse llevar. Trato de cogerle la mano, la evita. Necesita dias de 48 horas, me replica. Su madre nos mira desde el sillon, y durante todo el tiempo que estoy ahi se me olvida de que ya lo sabe, de que ella se lo ha contado. Noto un reflejo diferente en sus ojos, como si esa mujer supiera algo que yo no se. Quizas de fecundo salvador he pasado a ser un afligido por la misma dolencia que acecha a su prole. En la tele estan echando Los Simpsons, creo que algun capitulo antiguo de aquellos en los que Homer aun llevaba la voz de Carlos Revilla. Mejor aun, es aquel en el que acusan al simpatico gordo de acoso sexual. Increible que ese episodio producido hace casi dos decadas resultara profetico en ver como se iba a ir desarrollando el movimiento feminista durante los proximos años. Alsacia va al baño, yo me quedo mirando la tele. Pasan tres horas, sale, tenemos que irnos. Me despido de la familia mientras me pongo el abrigo, que fuera hace frio y uno no esta acostumbrado a esas temperaturas.
Entramos en la Renfe, le pregunto a Alsacia que billete tengo que usar mientras saco la cartera. Tu que crees, me dice ella con un suspiro de exasperacion, no hace falta que me lo diga para saber la respuesta. Introduzco el papelito en la ranura y las puertas se abren como por arte de magia. Bajamos las escaleras mecanicas, siempre a la derecha, me recuerda ella. Hay que dejar pasar a la gente, pero hay gente que no nos deja pasar a nosotros. Seran los ultimos en entrar en el reino de los Cielos. Por aqui todavia hay muy poca gente, se puede respirar bien y hay asientos libres en la mayoria de los vagones. Es llegar al centro y la cosa cambia. Una gran marea humana que respira y se arrastra y se mueve y que a mi se me asemeja a un cuadro apocaliptico. No estoy acostumbrado, nunca terminare de acostumbrarme. Me pego a la pared para que no me aplasten. Piedad, por favor, que soy solo un cenutrio de pueblo. Pierdo a Alsacia, pero ella a mi no, es imposible perderme porque sobresalgo entre la multitud. Cogemos la guagua, perdon, el autobus, hasta la facultad. Cruzamos una rampa que va sobre una autopista dentro de poblado. Me despido de ella con un beso mientras ella coge un camino y yo otro. Voy a la biblioteca, a pesar de que me han dicho que en ese edificio roban un huevo noto que la gente deja sus pertenencias por cualquier parte de manera bastante despreocupada. Me aburro en la biblioteca, voy a la cafeteria, cargo el movil mientras oigo a la gente hablar. Me pido una cerveza, cuando es la hora de que Alsacia salga me pongo a andar por fuera mientras miro los tablones de anuncios y los carteles que estan colgados. Cogemos la guagua, perdon, el autobus, hasta el centro, y de nuevo el mismo trayecto.
La primera vez que Alsacia y yo salimos juntos de España nos vamos en avion a Portugal. Me molesto en adelantar que al final no compramos toallas, en un intento por desafiar el topico. Nos quedamos en un ‘hostel’ localizado en la rua Maria da Fonte, en un barrio de clase obrera. Delante de la puerta de nuestro albergue teniamos las vias del viejo tranvia que es tan caracteristico. Visitamos el monasterio dos Jeronimos en Belem y al salir vemos a Stephen Hawking atravesando la multitud con su silla de ruedas motorizada. Yo no lo reconozco al principio, aunque su cara me suena, pero Alsacia me lo confirma tremendamente emocionada. De vuelta en el centro, grupitos de chavales magrebies nos ofrecen hachis a cada rato, procuramos ser educados en nuestro rechazo a tan generoso ofrecimiento. Con todo me voy dando cuenta de que en sector servicios de Lisboa se da una estratificacion racial tremenda, y es que casi todas las limpiadoras que hemos visto en nuestra semana en la capital son negras. No es que no hayamos visto blancas fregando suelos en Lisboa, es que no hemos visto ni siquiera a mulatas haciendolo. Estas ultimas, generalmente de origen brasileño o caboverdiano, suelen predominar como dependientas en los comercios. La lluvia nos sorprende en Sintra mientras visitamos la Quinta da Regaleira, el sueño de un indiano que llego desde Brasil importando sus ideas ocultistas que quedaron plasmadas en profundos pozos donde se llevaban a cabo ceremonias secretas. Menudas orgias se tendria que haber montado, el maldito. No nos da tiempo a llegar al tren antes de que la lluvia nos empape y cale hasta nuestros huesos. De vuelta a la capital dirigo una mirada sociologica a los barrios de mayoria afrodescendiente que se hallan a las afueras, me recuerda bastante a Paris. Todos estos chavales son hijos de la inmigracion subsahariana. Sus padres vinieron de Angola, Mozambique, Sao Tome y Principe, Guinea-Bissau… y ellos ahora se sienten atrapados en un mundo que no es obra suya. En el tranvia tengo que ir fuertemente agarrado, de repente echo de menos el que tenemos alla en Achinech. Volvemos a Madrid en un tren hotel, comparto habitacion con dos hermanos hungaros y un japones. Intento hablar con ellos y conocerlos un poco, ya que vamos a pasar muchas horas juntos. No llego a dormirme en ningun momento del viaje, es la primera vez que duermo en un tren en marcha, es mas dificil que dormir en avion.
Ella me lleva por todos los barrios de Madrid, todos ellos distintos y con gente que no se parecen nada entre si. Hay barrios que son sorprendentemente caucasicos, donde el unico atisbo de elementos foraneos lo constituyen las chachas filipinas o sudamericanas que van a deslomarse a la casa de sus patronos desde los claros del dia para despues volver a su hogar por via subterranea. Despues hay barrios donde cuesta encontrar a alguien que sea blanco y hable español, los autoctonos se cuentan con los dedos de una mano. Alsacia me lleva a pasear por el barrio de Salamanca, y vemos mujeres rubias con tetas operadas que van exhibiendo modelitos ajustados a un cuerpo que se esfuerza por continuar siendo joven en los estertores de su fecundidad, pandillas de quinceañeros pijos con moviles de ultima generacion y polos de marca que se amontonan en un VIPS que a mi me parece mas limpio de lo habitual, veinteañeras que conducen descapotables mientras echan miradas furtivas a sus bolsos de Channel y de Prada. Al dia siguiente vamos por Tetuan, y es todo lo contrario. Ves todas esas caras marrones, negras, rumanas, mestizas, moras, bulgaras, amerindias, mulatas, paquis, chinas, turcas, gitanas… toda esa marabunta de gente que hace lo posible por sobrevivir en un mundo que no es obra suya. Al igual que en el lado bueno de la ciudad, hay cuerpos hermosos y cuerpos feos. Y aqui tambien hay moviles de ultima generacion, posiblemente esto sea lo unico que no cambia en ninguna parte. En Vallecas vemos mujeres que llevan el cabello cubierto, y a veces hasta la cara, mientras empujan un carrito de bebe y entonan una cancion de cuna en arabe. Viven en un mundo con reglas distintas a las mias y probablemente sus vidas contienen una satisfaccion que a mi no me es posible alcanzar, al menos de momento. Alcobendas sigue siendo un sitio muy blanco, quitando el centro, que se ha petado de dominicanos en los ultimos años. Alcobronx, lo llaman, a veces los veo con sus rastas y sus gorras demasiado pequeñas para tremendas cabezas. Me dan pena esos chavales que van de gangster, la verdad, ellos desearian vivir en una favela, pero para su desgracia se han criado en un pais que tiene uno de los indices de homicidio mas bajos del mundo. Que se jodan.
Dicen que Zamora no se gano en una hora, ni en media. Estoy acostumbrado a que Alsacia me lleve por ciudades castellanas, me muestre un poco mas del pais que es el mio pero que al mismo tiempo siento tan lejano, mas por lejania geografica que por convicciones politicas. El canario se pasa la vida viajando, es un nomada perpetuo que huye de si mismo, pero que siempre vuelve a su patria chica cuando se le tuercen las cosas. Y la peninsula esta tan lejos que a veces un viaje alla arriba nos parece toda una salida al extranjero. Cogemos la guagua, perdon el autobus, por Atocha para llegar alli al mediodia. Las tres horas se pasan demasiado rapido, y mientras Alsacia duerme con su cabeza apoyada en mi hombro, yo miro el paisaje castellano circular por la ventana. Hacemos una parada en Tordesillas y en la cafeteria de la estacion una mulata madura me ofrece un calorico sandwich de queso y jamon. Volvemos a la guagua, perdon el autobus, y seguimos haciendo camino mientras imagino las vidas de todos los conductores que nos cruzamos. A donde iran, a que gente amaran… llegamos a Zamora y nos instalamos en el hotel. Nos dan una suite demasiado grande para el poco precio que hemos pagado, y se nos nota en seguida que somos pobres ya que no nos lo creemos. Todo el rato estamos pensando que al poco vendra alguien del hotel para decirnos que se han equivocado al darnos la suite, y nos llevaran a otra habitacion mas pequeña y mas roñosa. Alsacia y yo salimos a la calle, y nos dedicamos a ver iglesias romanicas, que es lo que abunda en Zamora. Cae la noche y nos damos cuenta de que en todo el dia no hemos visto a un solo negro en la ciudad. Nos extraña ya que en casi todos los sitios mas o menos turisticos estamos acostumbrados a ver a senegaleses y nigerianos que exponen su mercancia sobre una manta para los turistas. Ni siquiera hemos visto latinoamericanos, salvo en grupos de turistas que vienen de otras ciudades. Si habia un grupo de zingaros rumanos sentados en las escaleras de un cine abandonado, viendo la vida pasar, pero hasta entonces solo eso. Reserva natural de Occidente, nos descojonamos, mientras vemos a la gente pasar a nuestro lado y comprar pastas para el recuerdo en las dulcerias locales. Eso si, la juventud esta aqui tan agitanada como en todas partes, oyendo esa porqueria de reggaeton y al Juan Magan. En fin, hay cosas que nunca cambian.
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