#Gallinas Invitadas
Explore tagged Tumblr posts
Text
PAQAMD – 85

PAQAMD - Episodio 85 Bianca Tourbet quedó viuda nada más casarse. Después de eso, ella confió sólo en su fe y con el legado que había heredado de su marido se hizo cargo de huérfanos y madres solteras. Ella creía que todo el mundo tiene un lado bueno y, poco a poco, comienza a abrir su corazón a un hombre más joven que se aferra a ella y le promete tirar su violín si no la conoce. Ella declaró que nunca podrían tener relaciones físicas antes del matrimonio, pero Paolini persistió. Apeló con lágrimas, diciendo que, si ella realmente lo amara, podría dejar de lado sus creencias por un tiempo. Al final, Bianca aceptó la petición de su amante de demostrar su verdadero amor. (N/T: ¡Típico!) Pero al día siguiente, un rumor vulgar se extendió en los círculos sociales. Paolini inmediatamente rompió con Bianca. Al darse cuenta de que ella era sólo un juguete momentáneo, dejó de lado las burlas de la gente y acabó con su propia vida. El escándalo que hundió a la noble comenzó con una apuesta entre Paolini y sus amigos. Los amigos, que tenían dinero y tiempo de sobra y estaban aburridos de todo, animaron a Paolini a cazar a la inocente Bianca, no a otro tipo de mujer. Pero Bianca no fue la única víctima del incidente. Cuando ella murió, los huérfanos y las madres solteras que Bianca ayudó también tuvieron que dispersarse. Leonie lo recordaba claramente porque fue nada menos que Gidon quien compró el edificio para el orfanato que ella dirigía. “Bien.” Leonie se limitó a sonreír. “Oh, una cosa más. Antes de que te ocupes de Paolini, quiero que te reúnas con Madame Bianca Tourbet.” “¿Bianca?” - Stein frunció el ceño y pareció preocupada. “Bueno, Leonie. Hay algunas cosas que nadie puede hacer. ¿Estás segura de que esa noble dama trataría con alguien como yo?” (Stein) “Mientras vivo, puedo presumir que he escuchado a Stein quejarse. Creo que ella me odiará más de lo que te odiaría a ti.” Bianca odiaba a los nobles. Esto se debía a que estos consideraban a los plebeyos como hormigas que no paraba de sembrar y les extorsionaban la vida. “Déjame reunirme con ella y te daré información interesante.” “Uf, no puedes creer que la pequeña diga algo tan divirtiendo. ¿Estoy realmente deseando que llegue? Mira esto, se me puso la piel de gallina.” (Stein) Stein se arremangó y extendió el antebrazo. Leonie hizo un gesto con la mano y dio la orden de despedida a su invitada. “Ahora, si quieres atraer a una dama que es como un ciervo, muévete rápido.” Stein, que salía de la sala, se detuvo y la miró. “Por cierto, chica, ¿qué está pasando?” (Stein) “¿Por qué?” “El ambiente ha cambiado mucho.” (Stein) “¿Cómo?” “¿Estás tranquila y parece que hubieras vivido todo una vida a diferencia de tu edad?” “He sido así antes.” “Por supuesto que es así. Pero ahora es más que antes.” (Stein) “Así como Stein cumplió cuarenta y cinco años, yo también soy mayor.” “Ja, de todos modos, sólo tienes dieciséis años. ¡Deja de actuar como si tuvieras 40!” (Stein) Stein resopló, hizo un puchero y salió. Se veía bastante linda para una mujer de mediana edad. Y Stein demostró sus habilidades. Tres días después de la petición, Bianca Tourbet envió una invitación a Leonie. Leonie fue a verla con un regalo especial. Su casa era muy pequeña, pero estaba impecablemente limpia y tenía un aire elegante. “Bienvenida.” (Bianca) Tan pronto como Leonie vio a Bianca, se dio cuenta de lo que significaba la belleza, independientemente de la apariencia. Llevaba un vestido de algodón sin adornos y no tenía maquillaje en la cara. Sin embargo, brillaba intensamente, como si tuviera un halo. ‘Una señora así...’ Leonie apretó ligeramente los dientes al pensar en Paolini. Heidegger era el pináculo de la sangre azul que Bianca se resistía a tener. Sin embargo, no había ni un solo rastro de fingimiento en la sonrisa que le dio a Leonie. A Leonie le gustaba cada vez más. “Me pregunto por qué querías conocerme.” (Bianca) “Alguien que comparte los mismos pensamientos que la dama me pidió que le transmitiera esto. Por supuesto, me pidió que no dijera su nombre.” Leonie le entregó un regalo que casi le había quitado a María amenazándola. Bianca dudó por un momento y desenvolvió el regalo cuando escuchó que era anónimo. Había lápices de colores de siete colores diferentes, incluidos rojo, amarillo, verde y azul. Bianca se tapó la boca con la mano y dejó escapar una exclamación. “Es tan lindo. Es similar a un lápiz, pero la mina no es negra.” (Bianca) “Son lápices de colores. Este es un producto nuevo que ni siquiera ha llegado al mercado todavía. La persona que lo hizo dijo que quería dárselo a los niños primero y lo hizo muy generosamente.” Por supuesto que no era verdad. María se arrancó el cabello y gritó: ‘ladrón perverso.’ “Oh Dios, esta cosa preciosa... Gracias.” (Bianca) Estaba verdaderamente feliz, pensando en los niños que disfrutarían recibiendo los lápices de colores. Hasta el punto de sentirse apenada por desconfiar de Leonie. “Jovencita, por favor perdóneme.” (Bianca) “¿Qué?” De repente qué... “Me di cuenta de que me había atrevido a tener prejuicios contra la señorita. Por favor, perdóneme en el nombre de Dios Misericordioso.” (Bianca) “Ah.” Leonie rápidamente negó con la cabeza. La palabra que podía abrir el corazón de Bianca parecía ser la fe. “Mmm... Pero sólo Dios puede otorgar el verdadero perdón, así que, si le pide perdón, yo también estaré contenta… de la misma manera.” Bianca estaba emocionada como si hubiera conocido a un ángel sin alas. “Bueno, usted es una persona de espíritu puro y un corazón bondadoso.” (Bianca) Pero lo que era realmente brillante era la expresión de Bianca. “No sé si se sentirá agobiada porque es una confesión repentina, pero... Durante mucho tiempo he admirado y querido seguir a la dama, quien es un conducto de bendiciones.” Leonie actuó como una niña llena de anhelo. “Oh, no digas eso, jovencita. Tengo miedo de volverme arrogante.” (Bianca) “No. ¿Será porque siempre la admiré? No hace mucho estaba en un concierto y me detuve cuando escuché el nombre de la dama. Por supuesto, no lo escuché a propósito. Fue realmente una coincidencia. Pero era una historia tan terrible... Así que no pude dormir durante varios días y me preocupé. Lo escuché por casualidad, pero no puedo decir nada descuidadamente. Por eso, todos los días ofrecía mis lágrimas como sacrificio y pedía sabiduría a Dios.” “Oh mi...” (Bianca) “Al final, Dios respondió. Estos lápices de colores son prueba de ello. Él me llevó hasta usted.” Leonie incluso rompió a llorar. “Oh, qué pena. Entiendo perfectamente lo difícil que debe haber sido. Cálmese y tome un poco de té, jovencita.” (Bianca) Leonie lloró un rato, luego fingió haber oído a Paolini y su pandilla hacer una apuesta y se lo contó a Bianca. “Oh, Dios mío. ¡Qué cosa tan horrible...! ¡Qué alma tan miserable!” (Bianca) ‘¿Quién se compadece de quién?’ Leonie intentó tragarse el suspiro que quería escapar sin que ella lo supiera. “Señora, por supuesto que creo que el Dios misericordioso también cuidará del alma de Paolini. Incluso si hubiera vendido su alma al diablo.” “Seguro. Aunque esté al borde del infierno, Dios es quien escucha las oraciones de las almas que claman su nombre.” (Bianca) Bianca parecía muy conmovida por la fe sincera de Leonie. ‘Vaya, si no hubiera hecho esto, habría hecho oídos sordos al decirme que no incriminara a alguien sin ningún motivo.’ De todos modos, parecía que Dios la estaba protegiendo a su manera misteriosa. Leonie la convenció aún más para que llegara a una resolución firme. “La dama no está sola. ¿Qué pasará con las almas jóvenes que Dios le ha confiado si queda atrapada en asuntos mundanos? Por su bien, creo que Dios me ha permitido escuchar las conversaciones de gente poco caballerosa.” “Oh, Señorita. ¡Gloria a Aquel que todo lo controla! También le pediré que derrame sobre nosotras una paz que nunca se secará. Por favor, deme su mano.” (Bianca) “¿Qué?” “Oremos juntas. Dios responde las oraciones de dos almas más rápido que a la de una sola.” (N/T: Jaja… ;e imagino la cara de Leonie cuando le dicen que orando todo se arreglará…) No podía hacerlo. Leonie tomó la mano de Bianca y cerró los ojos. Y recibió discursos de felicitación tan apasionados que se sintió como si estuviera e n una reunión de avivamiento. “Jovencita, yo también me armaré de oraciones para no dejarme llevar por falsas tentaciones.” (Bianca) Tomó una decisión con expresión firme y Leonie respondió con una sonrisa significativa. ‘¡Lo conseguí!’ Como dijo Leonie, ella no era filántropa. Todo lo que necesitaba eran dos conejos, Paolini y Bianca. En el futuro, el imperio se volverá cada vez más caótico y el número de pobres aumentará exponencialmente. En ese momento, Karl Jaspers y Bianca Tourbet serán de gran ayuda. Todo lo que Leonie tenía que hacer era preparar muchas balas para sostenerlos. * * * Un tiempo después llegó una carta de Bianca. Como dijo Leonie, Paolini se le acercó, pero ella se negó rotundamente. ‘Paolini, definitivamente cruzaste la línea.’ Era sorprendente cómo todos los malhechores eran iguales. Leonie informó a Stein de ese hecho y le pidió que ‘golpeara con firmeza’ a Paolini como estaba planeado. Y unos días después, la capital estaba patas arriba. Otra mujer con la que había jugado Paolini, conocido como el violinista del diablo, se enfureció tanto que le rompió tres dedos. Los títulos de los artículos periodísticos eran todos provocativos. Y un mes después, Stein fue a ver a Leonie y trajo a Paolini con él. Con las manos envueltas en vendas, estaba tan débil que apenas podía caminar. Probablemente intentó todo lo que pudo para arreglar su mano. Leonie lo saludó casualmente. “Te ves muy incómodo. ¿Te lesionaste algo más que la mano?” Ante la pregunta llena de flagrante burla, una luz apareció en los ojos de Paolini como pescado podrido. “Dicen que es por la mente, no por el cuerpo.” (Stein) Stein respondió por él como si se muriera de diversión. Paolini no tuvo más remedio que apretar los dientes y contener su ira. “Escuché que una vez curó las quemaduras del Marqués Karl. Por favor, tenga piedad de mí.” (Paolini) Se acercó a Leonie, se arrodilló sobre una rodilla y miró hacia arriba con mirada apasionada. Desde los ojos seductores que habían conquistado a innumerables mujeres hasta la expresión doliente que estimula el amor maternal. Eso era repugnante. Leyó el disgusto en los ojos de Leonie y rápidamente cambió de actitud. “Si quiere dinero, puedo darle todo el dinero que quiera.” (Paolini) Cuando la expresión de Leonie se enfrió, Paolini se puso a llorar. “No, haré lo que me pida.” (Paolini) Como si finalmente hubiera encontrado la respuesta que buscaba, Leonie empezó a recitar. “Lo que quiero es simple. Apoya al Príncipe Isaac. Y puedes acompañarlo y tocar el violín cuando quieras.” ----------------------------------------------------- Nameless: Ayer no me alcanzó el tiempo para subir las traducciones. Espero que la próxima semana pueda cumplir con las fechas. Anterior Novelas Menú Siguiente Read the full article
1 note
·
View note
Text
Análisis de la representación de la mujer en dos concursos de arte de Guayaquil - por Diana Gardeneira
Marzo 8, 2017
INTRODUCCION
Me interesa estudiar el nivel de representación de las mujeres en los concursos porque son espacios de representación del arte. El estudio se basa en Guayaquil, considerando los concursos de mayor trascendencia, tales como son el Salón de Octubre (fundado en 1958) y el Salón de Julio (fundado en 1959). He decidido investigar los archivos de los concursos para evidenciar la desigualdad que existido por tanto tiempo, tanto en los artistas participantes, el jurado y sus directores. Por medio de los resultados de este trabajo deseo generar conciencia sobre la posición femenina en el arte local.
Desde la fundación de ambos salones, solo ha habido hombres artistas que han predominado las cifras. En el actual siglo XXI, se dice que las mujeres han alcanzado grandes logros con respecto a sus derechos en el mundo. Sin embargo, analizando de manera cuantitativa el arte de Guayaquil nos damos cuenta que las cosas siguen estancadas.
Posibles razones que explicarían esta desigualdad son por ejemplo que hay pocas mujeres ejerciendo la profesión de artistas. O quizás si hay hombres y mujeres en el arte en igual cantidad, pero ellas no han participado tanto en estos concursos. Otra alternativa es que puede que ellas sí han participado pero no han sido escogidas como ganadoras. Y esto puede ser porque el jurado piensa que las hombres son mejores que las mujeres en este ámbito. Al final, la limitada representación de mujeres hace difícil que el género femenino pueda empoderarse y alcanzar las mismas oportunidades.
METODOLOGIA
La Casa de la Cultura Ecuatoriana fue fundada en Quito en1944, por Benjamín Carrión, artista que concibió el proyecto, con el fin de que hubiera un espacio para el desarrollo de las artes del momento, los artistas e investigación de la cultura. Un año después, se funda en Guayaquil, el Núcleo del Guayas, enfocada en la visión de la principal provincia costera. Sin embargo, fue en 1958 que se crea el Salón de Octubre.
Por otra parte, el Museo Municipal de Guayaquil fue creado en 1908, fue el primero de la ciudad. Como dice en su sitio web oficial es “consagrado a las piezas arqueológicas, objetos y artículos históricos relacionados con la historia guayaquileña.” El Salón de Julio fue creado en 1994.
Ambos concursos son de pintura, pero el Salón de Octubre es considerado más tradicional que el de Julio. En el Salón de Julio se acepta la pintura en todas sus manifestaciones, según sus bases. Sin embargo existen críticas al respecto, ya que en la actualidad posee dos series de jurado que a la larga garantizan una obra que guste a la mayoría, lo cual ayuda a alejarse un poco de las nociones contemporáneas.
De acuerdo con el libro 100 años de historia del MUMG “El Museo Municipal de Guayaquil ha formado una de las colecciones de arte (moderno y contemporáneo), más importantes del Ecuador. (…) La plataforma fundamental sobre la que se erige este patrimonio es el Salón de Julio Fundación de Guayaquil…”
La importancia de ganar un concurso de arte está en que ayuda a visibilizar a un artista particular y su obra, que llegue a un público más amplio y luego que el medio lo legitima. Sin embargo, las obras ganadoras, a lo largo de los años son siempre cuestionadas, se dice que siempre hay palancas o intereses de por medio. Ambos salones son en el fondo tradicionales, entonces no permiten que las obras escogidas sean cuestionadoras, provocadoras e inteligentes.
DESARROLLO
Los datos obtenidos sobre cada concurso fueron tomados de medios de comunicación en línea que informaban sobre los ganadores de los salones; pero la fuente más completa fue el blog de arte Rodolfo Kronfle, Río Revuelto. Fui al MUMG y a la Casa de la Cultura Ecuatoriana y me informaron que no tenían esos datos en una tabla sino en libros para revisar.
Lo que se hizo fue crear un formato de tabla para ingresar la información relevante para este estudio, como los nombres de los ganadores de premios, las menciones de honor, los jurados y los directores de salones. Luego, se marcó quienes eran hombres y quienes mujeres. Se hizo un conteo por año de la representación de cada sexo y finalmente un conteo de todos los años que da un panorama del siglo XXI con respecto a los concursos.
• SALÓN DE OCTUBRE
Se ha hecho un estudio de los años 2006 al 2016. En ese tiempo vemos que de jurados, directores de salón y ganadores hay un total de participantes de 92 personas. De ese número, 15 son mujeres (16%) y 77 son hombres (84%). Ya desde aquí podemos ver la poca participación de las mujeres en este concurso de arte. En total tenemos que participaron 91 artistas, no tenemos el dato de cuántas fueron mujeres y cuántos hombres. Esta información puede ser vista en el Anexo 1.
Los años más recientes, 2016 (Tabla 1.1) y 2015 (Tabla 1.2) los números son exactos y desalentadores, ninguna mujer fue elegida como directora de salón, jurado o ganadora. Si se cree que cada vez mejora la situación de las mujeres, aquí podemos ver que esta afirmación es equivocada.
En el año 2014 (Tabla 1.3) solamente tenemos a un jurado mujer, Karen Schulze, artista venezolana - ecuatoriana. Pero en este caso no vemos una ayuda hacia el sexo femenino porque todos los ganadores fueron hombres.
En el 2013 (Tabla 1.4) tenemos la presencia de dos mujeres, la directora del salón Dra. Inés M. Flores, historiadora de Arte y Museografía y la jurado Madeleine Hollander quien es promotora cultural. Este año no se repartieron menciones de honor.
Por otro lado, en el año 2012 (Tabla 1.5) y tenemos la presencia de tres mujeres, Rosy Revelo, artista nacida en Ibarra y con un Doctorado en Estética, Valores y Cultura; Inés Flores fue jurado y vemos algo interesante este año, hubo una mención de honor para la artista Jacqueline Villamar con la obra “Proyecto de restauración en paisajes urbanos”.
En el 2011 (Tabla 1.6) tenemos la presencia de dos jurados mujeres artistas Pilar Bustos y Mariela García. Sin embargo este año hubieron siete ganadores hombres, agregaron una mención de honor.
En el 2010 (Tabla 1.7) estuvo Inés Flores de jurado y con un tercer lugar, el premio Revelación que fueron $ 1.000 y la organización de una exposición, que se llevó Graciela Guerrero con la obra “De lo espiritual en el aire”, un acrílico sobre lienzo políptico de 96 x 81 cm (Anexo 3, imagen 1). También obtuvo otra mención de honor la artista Jacqueline Villamar con la obra “Asepsia”, un acrílico sobre lienzo de 150 cm x 150 cm.
No se han conseguido datos por el año 2009.
Por otro lado se mantienen los número parecidos a los anteriores y el año 2008 vemos la presencia de dos mujeres, de jurado a la artista visual rusa Ala Kondratova. Este año ocurre algo no común, compartieron dos artistas el primer lugar y por ende dividieron en dos partes el premio de $10,000. Es curioso que quien comparte el premio es Karen Schulze y Jimmy Lara. Primera vez que vemos una mujer ganar un primer premio en este concurso, pero no puede llevárselo completo y le toca compartirlo. (Anexo 3, imagen 2).
En el año 2007 (Tabla 1.10) no tenemos representación de mujeres.
En el año 2006 (Tabla 1.11) tenemos la presencia de dos mujeres, Lorena Peña obtuvo el segundo lugar con la obra “Interior Nº 1” e “Interior Nº 2” y ganó $1.000 una medalla y el auspicio de una exposición individual, con catálogo incluido (imagen 3) con una obra hecha con escarcha, un material poco convencional. La artista Hellen Constante ganó una mención de honor con la obra .
• SALÓN DE JULIO
Se ha hecho un estudio de los años 2004 al 2016. En ese tiempo vemos que de jurados, directores de salón y ganadores hay un total de participantes de 145 personas. De ese número, 33 son mujeres (23%) y 112 son hombres (77%). Esta información puede ser vista en el Anexo 2.
En el año 2016 (Tabla 2.1) solamente hubo la presencia de dos mujeres, la artista guayaquileña Larissa Marangoni como parte jurado de admisión y la artista chilena Sara Roitman como parte jurado de premiación. Sin embargo, ninguna dio el premio a una mujer.
En el 2015 (Tabla 2.2) también hubo dos jurados de premiación mujeres, Marianne de Tolentino de República Dominicana y de Paula Duarte de Colombia. Además de directora del salón estuvo la curadora y critica de arte cubana Amalina Bomnin. Esto pudo hacer que hubieran dos menciones de honor mujeres: las artistas guayaquileñas del ITAE “E-topías” (La ilusión del fin), de Mónica López Gordillo, y la obra sin título (desbordes) de la artista Andrea Ramírez Cabrera.
El 2014 (Tabla 2.3) estuvo nuevamente Amalina Bomnin de directora del salón y Adriana Morales Balinas de México. Este año hubo un primer lugar femenino ganado por Mónica López con “Short-lived fault”, grafito y lápiz pastel sobre cartulina, de 120 x 168 cm, una extraordinaria obra (imagen 4).
Por otro lado el año 2013 (Tabla 2.4) están de jurado de admisión Larissa Marangoni y de jurado de premiación Lauren Click artista estadounidense. Este año solo hubieron artistas hombres de ganadores.
En el año 2012 (Tabla 2.5) Larissa Marangoni es la directora del salón, Hellen Constante estuvo de jurado de admisión y Elizabeth Grady, artista estadounidense estuvo como jurado de premiación. Sin embargo, otro año más donde solo ganaron hombres.
En el 2011 (Tabla 2.6) Sara Bermeo fue directora del salón y Larissa Marangoni fue jurado de admisión. Y una vez más no ganaron las mujeres.
El 2010 (Tabla 2.7) es un año que parece tener más representación femenina, cuatro mujeres y cuatro hombres. La reconocida historiadora Alexandra Kennedy Troya fue la directora del salón, hubieron dos jurados de premiación: Adrienne Samos (Panamá) y Beatriz Lemos (Brasil) y la primera mujer que ha ganado un primer lugar en el salón de julio, Mayra Silva con la obra “Manuelita sin gasofa”. Hubo mucha controversia con esta obra porque se decía que hubo fraude ya que el reglamento del salón no permite participar con obras que ya hayan sido expuestas y dicen que esta obra ganadora ya había sido expuesta en un certamen organizado por la Ilustre Municipalidad de Cuenca, en el Centro Cultural «Quinta Bolívar», la muestra «La libertad tiene nombre de mujer», en mayo del 2010. Sin embargo la obra era una sola acuarela y para participar en el salón de julio cambió a un díptico y el título de la misma (imagen 5).
A Rodolfo Kronfle le preguntaron sobre cuáles considera él han sido los lineamientos para que el jurado eligiera esta pieza como ganadora y él respondió:
(…) a mi me desborda el comprender el porqué esa obra sería la mejor (hay varias que veo con mayores méritos), me parece que el jurado enuncia con claridad en el veredicto lo que le ha llamado la atención sobre esta: “impacto inmediato y delicadeza inusual”, descripciones que desde mi particular subjetividad aplican de manera mucho más potente al segundo premio, la fantástica obra de Óscar Santillán cuya decantación intelectual es adicionalmente, a mi criterio, bastante superior.
Por otra parte, Adrienne Samos escribió sobre la misma obra este texto:
Rara vez se encuentra modestia más extrema que la de Manuelita sin gasofa (Primer Premio), de Mayra Silva, por lo que dice y lo que no dice. Su fuerza poética radica justo en la elíptica frugalidad, en la concentrada sencillez sin pretensión ni virtuosismo. El pequeño díptico prescinde de casi todo: trasfondo o densidad pictórica, contexto discursivo, sofisticación conceptual o formal, intertextualidad estética... Sin embargo, captura la naturaleza esquiva, pero a la vez socialmente manipulada y oprimida, de las identidades sexuales, así como de clase y procedencia. La memoria de la ecuatoriana Manuelita Sáenz, que vivió sus últimos años en la pobreza y el destierro, ha venido idealizándose de manera pomposa y acrítica en época reciente, para conveniencia de dirigentes y artistas de turno. Silva la recrea como una figurita solitaria, travestida de Bolívar (la “libertadora” de un “libertador” que no liberó a nadie) y desplazada hasta por su caballo, cuyo trasero es el único elemento del segundo cuadro del díptico. Ironía y patética ternura rozan el parco comentario visual.
En el año 2009 (Tabla 2.8) obtuvo un tercer lugar la artista Janneth Mendez con la obra “Pasado mañana es miércoles”, una obra hecha con fluidos orgánicos culturalmente estigmatizados, estereotipos de género y las referencias a valores simbólicos procedentes de diferentes tradiciones culturales, como es la sangre humana (imagen 6).
En el año 2008 (Tabla 2.9) Pamela Cevallos obtuvo un tercer lugar con la obra “Vista desde el Cerro” (imagen 7).
En el año 2007 (Tabla 2.10) Manuela Ribadeneira estuvo de directora del salón, hubo dos mujeres jurados Rosina Cazali de Guatemala y Larissa Marangoni. Gracias a ella gana el primer lugar Gabriela Chérrez con la obra “Ardo por un semental que me llene toda” (imagen 8).
CONCLUSIONES
Observamos que ambos concursos no tienen suficiente representación de mujeres, desde el puesto de dirección del salón, hasta jurado y peor en ganadores. El Salón de Octubre tiene las cifras más preocupantes. El Salón de Julio tuvo unos buenos años en la década pasada, sin embargo estos últimos las mujeres no han pasado por ahí. Esto nos deja pensando si la razón por la que no hay mujeres representadas es porque no hay suficientes artistas mujeres en la ciudad.
La mujer no la tuvo fácil en el siglo XIX e inicios del siglo XX y sus verdaderos sentimientos difícilmente eran revelados a los demás por temores graves. En el libro Arte y Feminismo, María Teresa Alario comenta:
Durante la mayor parte de la historia de la Humanidad las mujeres que pintaron, esculpieron o trabajaron en cualquier otra actividad que hoy se integra bajo el nombre de Bellas Artes intentaron o bien que sus obras no evidenciaran su condición de mujeres, pues se consideraban un elemento de minusvalorización que la creadora fuera de sexo femenino, o bien se sometieron a las condicionantes socio-artísticos que marcaban lo que debía definir las creaciones femeninas. Así, entre el ocultamiento y el sometimiento, pocas artistas se atrevieron a reflejar las verdaderas condiciones de vida de las mujeres, ni a llevar a sus obras sus reivindicaciones y su visión del mundo.
Ser mujer significaba estar inmediatamente en desventaja y aún lo es. Si deseo participar en un concurso de arte estas cifras me demuestran que probablemente no gane. La escritora Virginia Woolf, en su cuento Un Cuarto Propio, ahonda sobre las dificultades de mujeres escritoras para poder trabajar en este oficio. Ella misma podía entender lo que podían estar sintiendo las mujeres de esa época,
Así… es evidente que aún en el siglo XIX la mujer carecía de todo estímulo si quería ser artista. Al contrario, la desairaban, le pegaban, la sermoneaban y la exhortaban. La necesidad de hacer frente a esto y de refutar aquello debe haber torcido su mente y disminuido su vitalidad. Porque otra vez estamos dentro de aquel complejo masculino tan interesante y oscuro que ha influido tanto en el movimiento de la mujer: ese arraigado deseo, no de que ella sea inferior, sino de que él sea superior, que lo sitúa no solo a la cabeza de las artes…
-
Nuevas cifras del Salón de Julio de Guayaquil
Información obtenida gracias a la Directora de cultura del Municipio de Guayaquil, María José Felix (2021). Tabulacion de datos por Diana Gardeneira.
BIBLIOGRAFÍA
Hoyos, M. (2009) 100 años de historia: Museo Municipal de Guayaquil. Guayaquil, Ecuador: MUMG
Kronfle, Rodolfo. Salón de Julio 2010. http://www.riorevuelto.net/2010/07/salon-de-julio-2010.html
Kronfle, Rodolfo. Salón de Julio 2014. http://www.riorevuelto.net/2014/07/salon-de-julio-2014-museo-municipal-de.html
Kronfle, Rodolfo. Salón de Julio 2007, http://www.riorevuelto.net/2000/07/borrador.html
50 años Salón de Octubre : Casa de la Cultura Núcleo del Guayas. Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión. Núcleo del Guayas. Guayaquil. 2008.
Villegas, Andrea. “Análisis de la gestión cultural del Museo Municipal de Guayaquil en cuanto a los espacios para el arte contemporáneo en la ciudad, durante el presente siglo.” Guayaquil. 2013. http://dspace.casagrande.edu.ec:8080/bitstream/ucasagrande/595/1/Tesis608VILa.pdf
ANEXO 3
Imagen 1
De lo espiritual en el arte. Graciela Guerrero
Acrílico sobre Lienzo (políptico). 1.29 x 1.65 mts. Premio Revelación, Salón de Octubre 2010
Imagen 2
The eye of the Shiva. Karen Schulze
133 x 157 cm. Primer Premio, Salón de Octubre 2008
Imagen 3
“Interior Nº 1” e “Interior Nº 2” . Lorena Peña
Técnica mixta. Segundo Lugar, Salón de Julio 2006
Imagen 4
Short-lived fault. Mónica López
Grafito y lápiz sobre cartulina. 120x168 cm
Primer Premio Salón de Julio 2014
Imagen 5
Manuelita sin gasofa. Mayra Silva
Tinta y acuarela / cartulina. 28 x 170 cms. Primer premio, Salón de Julio 2010
Imagen 6
PASADO MAÑANA ES MIÉRCOLES. Janneth Méndez Salamea
Sangre humana, papel de arroz, resina vinílica. 186 x 133 cms.
Tercer premio, Salón de Julio 2009
Imagen 7
Vistas desde el cerro/ Pamela Cevallos
Tercer Premio, Salón de Julio 2008
Imagen 8
Ardo por un semental que me llene toda. Gabriela Cherrez
Primer Premio Salón de Julio 2007
0 notes
Text
Día 99:
Día 39 de la metamorfosis: aún no termina mi cuarentena, pero he podido salir de la serpiente (para los que fueron siguiendo las pequeñas migas de pan que dejé: y aunque perdí la cabeza aún la traigo puesta). Sabiendo en lo que mutaré ahora tomo esta última posición, esperando ser desenrollada a la luz de un nuevo día en el que el arcoíris se vea a lo lejos, después de semejantes tormentas...
Gracias maestro artesano por resguardarme de ellas...
Si les soy sincera hoy no quiero redactar estas líneas, me siento... meh. Tal vez es el cansancio residual, tal vez es, bueno, muchas circunstancias concomitantes, tal vez es que en realidad no me puede dar un infarto y mi cuerpo por fin se está acostumbrando a la idea.
No me malentiendan, toda la noche no he podido dormir, solo quería levantarme a hacer esto, al final el cansancio cedió y dormí un poco.
En serio no quiero... me paralizo... la hora de saltar al abismo se aproxima... ¿es este el vértigo del que me hablaste maestro artesano? ¿los pétalos con los que me investiste se convertirán en alas?¿...?
Sin embargo, hay una lección que deseo dejarles hoy y que estuve preparando desde hace mucho: el camino del guerrero nunca termina.
El maestro de hoy nos enseña que “hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles...”
Como ustedes han notado y les he dicho: yo he vivido mil vidas, en todas he intentado lograr llegar a algún pináculo autoimpuesto, en algunas me he tenido que rendir antes de tiempo pues mi cuerpo a veces no corresponde a mis ambiciones, en otras tuve que trasformar mis aspiraciones, en algunas incluso he ayudado a otros a lograr las suyas...
En todas he logrado sentirme yo misma, paradójicamente en esta las paradojas fueron mis damas de compañía desde el día que fui invitada al reto, ha sido el viaje más lleno de emociones mixtas de mi vida, mi maestro artesano me ha regalado una paleta de colores de emociones tan completa que incluso hay colores que no conocía, que mi débil vista ni alcanzaba a imaginar...
la lección de hoy es esta: no importa cuanto luchen compañeros guerreros, otra gesta siempre está a la vuelta de la esquina, pero siempre es más fácil de transitar cuando alguien toma tu mano y te jala hacia la cima.
Por lo tanto, sean agradecidos, paguen sus respetos y acepten su naturaleza guerrera.
Hoy el contrincante me lanza una parvada, vocabulario hermoso, y hojas de morera para devorar cuando brote... Sabe que es demasiado tarde... ¡Jaque! (con reina) (muevo la reina con todo el miedo del mundo, dudando si realmente consideré todas las bifurcaciones, por cierto, siempre me pasaba en los torneos, es mi titubeo característico...)
*inserten sonido de reloj siendo golpeado con toda la delicadeza del mundo apenas y se escucha que se levanta el del contrincante, el sonido de la audiencia que inspira con fuerza y ahogadamente y el rostro del contrincante... muy orgulloso de mí...
2278. 罵: hablar mal de
2279. 蔑: desdén
2280. 罠: trampa
2281. 烏: cuervo(¡Oh, Leonora, Leonora!)
2282. 鴨: pato
2283. 鳩: paloma, pichón
2284. 鶏: “pollo”, gallina
2285. 渓: barranco, cañada
2286. 鷹: halcón
2287. 鷲: águila
2288. 璽: sello imperial
2289. 爽: refrescante
2290. 綴: cosidos juntos, enlazados, componer (詩歌を綴る), “spell”
2291. 桑: morera
2292. 蚕: gusano de seda
2293. 蛋: huevo
2294. 蟹: cangrejo
2295. 蚊: mosquito
2296. 巳: “la serpiente”
2297. 蛇: serpiente(蛇行する: ir en zigzag)
2298. 繭: capullo(繭糸: hilo de seda)
2299. 蝶: mariposa
2300. 虹: arcoíris (虹の彼方に)
1 note
·
View note
Text
CARTA ABIERTA A LOS IMBÉCILES.
Mi nombre es Juan Manuel Jiménez Muñoz. Soy médico de familia en Málaga. Tengo 60 años, y ejerzo mi profesión desde hace 35. Mi número de colegiado es el 4.787. Y este dato lo aporto por si alguien, a raíz de esta lectura, me quiere denunciar o poner una querella. Será un honor.
El método científico, desde Galileo Galilei, nos ha sacado de las sombras. La electricidad, la radio, la televisión, los GPS, los teléfonos, los viajes espaciales, los antibióticos, las vacunas, los telescopios, la anestesia general, el saneamiento de las ciudades, la depuración del agua, las radiografías, las resonancias, los rascacielos, los aviones, los trenes, el cine, las fotografías, los ordenadores, y nuestra vida al completo, dependen de una ocurrencia de Galileo. Una ocurrencia en tres pasos para averiguar entre todos cómo funciona el mundo:
1-Establecer una hipótesis plausible sobre un problema concreto. Por ejemplo: “yo creo que el agua estancada contiene unos animalitos minúsculos que causan enfermedades”. O: “yo creo que cuando un imán gira alrededor de una bobina se genera una corriente eléctrica”. O: “yo creo que la Tierra gira alrededor del Sol, y no al revés”.
2-Realizar experimentos para comprobar la veracidad o la falsedad de esa hipótesis.
3-Publicar los experimentos para que cualquier otro los pueda reproducir, afirmar o refutar.
Y ya está. Qué tontería. Y gracias a eso, Y NADA MÁS QUE A ESO, la sociedad de 2020 es completamente distinta a la de 1700. Diré más. Si como por arte de magia pudiésemos trasladar un habitante del año 1 hasta el año 1700, apenas notaría diferencias en lo esencial de la vida: se adaptaría sin problema. Pero si trasladásemos a un habitante del año 1700 al 2020, se moriría del susto. Literalmente.
Gracias al método científico tenemos herramientas para erradicar una pandemia, o para hacerla soportable: la del coronavirus, por ejemplo. Gracias a la ciencia no hay viruela. Gracias a la ciencia no hay leprosos en Europa (o son casos muy contados). Gracias a la ciencia, los pacientes VIH positivos ya no se mueren de SIDA, sino que llevan su enfermedad como los pacientes crónicos. Gracias a la ciencia, muchos cánceres se curan.
Y que después de 300 años de éxitos tenga uno que soportar lo insoportable, resulta estremecedor: la caída del modelo y la sustitución por la farsa, por la charlatanería, por la incultura, por el pensamiento mágico, por la vulgaridad, por el despropósito y por la democracia aplicada a la ciencia, donde el analfabeto opina sobre el coronavirus en igualdad de altavoces que el más docto catedrático de virología, y donde los tratamientos y las medidas de contención de una epidemia son a la carta.
Hay grupos organizados que parecen añorar la Alta Edad Media, aquella que tan magníficamente plasmó Umberto Eco en “El Nombre de la Rosa”: con su mugre y sus hambrunas, con sus gentes muriéndose de peste o de viruela, con los libros encerrados en monasterios sin acceso para nadie, sin luz eléctrica, sin agua potable, sin nada.
Aunando esfuerzos, una mezcla infernal de terraplanistas, antivacunas, conspiranoicos, sectas satánicas, neonazis, adoradores de ovnis, hedonistas ácratas, cazadores de masones, fetichistas de los porros, delirantes con el 5G, ecologistas que no han visto jamás una gallina e imbéciles con pedigrí, pululan en todas las redes sociales instaurando una nueva religión que, mucho me temo, está calando más de lo que imaginaba en una población carente de cultura y liderazgo. Eso no es nuevo. Tarados los hubo siempre. Pero médicos y biólogos liderando imbéciles acientíficos y abjurando de la ciencia para adquirir una fama pasajera, eso nunca lo viví. Y nunca pensé que mis ojos lo verían. Y nunca creí que los Colegios de Médicos, o de Biólogos, giraran la cabeza hacia otra parte y no alzaran su voz contra el medievalismo.
Que un grupo de 200 médicos se autodenomine “Médicos Por la Verdad”, ya es una ofensa gravísima para el resto de los médicos que ejercemos en España, que somos 160.000. Porque quiere decir, ni más ni menos, que los 159.800 médicos restantes que no estamos en la secta somos “Médicos Por la Mentira”. Y a mí no me llama mentiroso ningún hijo de la gran puta. Por mucho título que tenga.
Que se estén dando conferencias, y publicando libros (uno de ellos con seis ediciones en un mes), para afirmar que no hay pandemia, o que los individuos sin síntomas no contagian, o que esto es igual que una gripe, o que es preferible la experiencia personal a las publicaciones científicas revisadas por pares, o que el dióxido de cloro funciona contra el coronavirus, o que el dióxido de cloro no es tóxico, o que las vacunas que existen ahora provocan autismo, o que las vacunas llevan microchips para controlarnos, o que los aviones esparcen desde el cielo cristales para contagiarnos, o que no llevar mascarillas es un acto saludable de rebeldía, resultaría risible si no fuese mortal de necesidad, y si quienes defienden esas barbaridades fuesen mariscadores gallegos, aceituneros andaluces o pescadores cántabros, y no licenciados o doctorados por una Universidad.
Hace poco, sesenta imbéciles acudieron a Las Canarias para reunirse en una playa a contagiarse a propósito. Habían quedado por Internet. Y yo, desde mi muro, acuso a quienes deberían ser líderes sociales, y no lo son, de favorecer esos comportamientos criminales con sus discursos absurdos.
No es época de división, ni de actuar cada uno a su bola. Por desgracia, nadie lidera la crisis. Es evidente. Digo ningún político. El Gobierno Central ha dimitido de sus responsabilidades. Incluso tiene que sobornar a los autonómicos para que acudan a las reuniones. 17 Reinos de Taifas, 17 desastres organizativos. A cuál peor. Ni una puñetera norma en común. Ni un solo registro compatible. Y además de eso, por si fuese poco, una sarta de embusteros con el título de licenciado envenenan a la sociedad en lugar de aconsejarla, de guiarla, de cuidarla, prestándose a decir lo que muchos quieren escuchar, lo que ahora vende: que el coronavirus es un invento de las superpotencias para disminuir la población mundial, para enriquecer a las farmacias y para cargarse a los ancianos, pero que, sin embargo (y mira tú que curiosa paradoja), la tal pandemia no existe.
Compañeros médicos, biólogos, abogados, farmacéuticos y licenciados de toda clase y condición que habéis optado por llevarnos otra vez a la Edad Media: sois la vergüenza de la profesión, y no sois dignos de que os llamemos compañeros, y mucho menos científicos. Sois pocos, pero metéis mucho ruido y confundís. Sois pocos, sí. Pero mala gente. Y decís cosas por las que, de haberlas dicho en la Facultad de Medicina o de Biología cuando eráis estudiantes, jamás habríais obtenido ese título del que ahora os valéis para vuestro propio beneficio. Un título del que, si de mí dependiera, seríais desposeídos de inmediato. Lástima que no se pueda.
Podría elegir muchas estupideces de las que defendéis, muchas barbaridades solemnes, pero me centraré en una sola, que en vuestra boca merecería la cárcel: “las personas sin síntomas no contagian”. Cagoentóloquesemenea. ¿Dónde estabais el día que explicaron la tuberculosis, o el SIDA, o la varicela? ¿No contagian los VIH positivos a pesar de estar asintomáticos? ¿No hay tuberculosos bacilíferos sin síntomas de enfermedad? ¿No se contagia la varicela desde pacientes en fase prodrómica? En fin. Mejor callar, que me van a estallar las meninges.
Sois líderes que habéis elegido no serlo para convertiros en bufones. Y eso, en época de zozobra, no tiene perdón de Dios. Ojalá se os seque la yerbabuena.
Ah. Y otra cosa. Mis señas las di al principio. A ver si tenéis cojones para meteros conmigo. Cojones, digo; ya que neuronas… las justitas pa beber sin ahogarse.
Cagoentó.
Firmado:
Juan Manuel Jimenez Muñoz.
Médico del Servicio Andaluz de Salud.
Colegiado en Málaga 4787.
No se le debe agregar más nada y obviamente la imbecilidad no es patrimonio exclusivo de España, estamos a horas de una marcha por la democracia inventada e invitada por unos hijos de putas que ya dijeron que no van.
14 notes
·
View notes
Text
Cómo es que un huevo reserva en su espacio tan íntimo y frágil, el silencio

En el mes de agosto de 1975, Clarice Lispector fue invitada al Primer Congreso Mundial de Brujería celebrado en Bogotá. Para su intervención, escribió las siguientes palabras: «Tengo poco que decir sobre la magia para un público tan exigente. Considero mágico el inexplicable sol que calienta todo mi cuerpo y la semilla que germina. Alguna vez un escritor dijo que le parecía imposible estar vivo; yo diría que lo imposible es nacer».
Al llegar la hora señalada para su presentación, la autora desistió de dar lectura a estas líneas, y se limitó a pedir que alguien más leyera un cuento por ella. «Este texto es misterioso incluso para mí misma», dijo, porque contiene una simbología secreta, «si consigo que media docena de ustedes realmente lo sienta, me daré por satisfecha».
El nombre del cuento es “El huevo y la gallina” y en una de sus párrafos dice así: «Cuando yo era antigua un huevo se poso en mi hombro. Cuando yo era antigua fui su depositaria. Caminé suavemente, para no derramar su silencio». Tanto el agua como el huevo son símbolos genéricos en la obra de la autora, primarios y concretos en el marco de su materia sagrada, ¿qué sentido develan?
En “Las metamorfosis”, Ovidio escribió cómo el pavo real, las palomas, el águila -y todas las aves- nacen de la parte central de un huevo. Pero si no supiésemos que es así ¿quién podría imaginárselo? Muchas veces he querido pasarme la mañana entera como la protagonista del cuento, observando un huevo expuesto en silencio sobre la mesa de la cocina. Trayendo a mi memoria las palabras de Clarice, intento decirle en voz alta: «no te reconozco pero mi corazón late», sentirlo en verdad hasta que se rompe.
1 note
·
View note
Text
Día 99:
(Este día lo más seguro irá mutando, pero mi conexión tal vez lo impida...)
Día 39 de la metamorfosis: aún no termina mi cuarentena, pero he podido salir de la serpiente (para los que fueron siguiendo las pequeñas migas de pan que dejé: y aunque perdí la cabeza aún la traigo puesta). Sabiendo en lo que mutaré ahora tomo esta última posición, esperando ser desenrollada a la luz de un nuevo día en el que el arcoíris se vea a lo lejos, después de semejantes tormentas...
Gracias maestro artesano 蛍 por resguardarme de ellas...
Si les soy sincera hoy no quiero redactar estas líneas, me siento... meh. Tal vez es el cansancio residual, tal vez es, bueno, muchas circunstancias concomitantes, tal vez es que en realidad no me puede dar un infarto y mi cuerpo por fin se está acostumbrando a la idea.
(Otra vez está en plan de hacerme sentirme profundamente miserable, sabe que hoy es el día pero no le importa nada...)
No me malentiendan, toda la noche no he podido dormir, solo quería levantarme a hacer esto, al final el cansancio cedió y dormí un poco.
En serio no quiero... me paralizo... la hora de saltar al abismo se aproxima... ¿es este el vértigo del que me hablaste maestro artesano? ¿los pétalos con los que me investiste se convertirán en alas?¿...?
Sin embargo, hay una lección que deseo dejarles hoy y que estuve preparando desde hace mucho: el camino del guerrero nunca termina.
El maestro de hoy nos enseña que “hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles...”
Como ustedes han notado y les he dicho: yo he vivido mil vidas, en todas he intentado lograr llegar a algún pináculo autoimpuesto, en algunas me he tenido que rendir antes de tiempo pues mi cuerpo a veces no corresponde a mis ambiciones, en otras tuve que trasformar mis aspiraciones, en algunas incluso he ayudado a otros a lograr las suyas...
En todas he logrado sentirme yo misma, paradójicamente en esta las paradojas fueron mis damas de compañía desde el día que fui invitada al reto, ha sido el viaje más lleno de emociones mixtas de mi vida, mi maestro artesano me ha regalado una paleta de colores de emociones tan completa que incluso hay colores que no conocía, que mi débil vista ni alcanzaba a imaginar...
la lección de hoy es esta: no importa cuanto luchen compañeros guerreros, otra gesta siempre está a la vuelta de la esquina, pero siempre es más fácil de transitar cuando alguien toma tu mano y te jala hacia la cima.
Por lo tanto, sean agradecidos, paguen sus respetos y acepten su naturaleza guerrera.
Hoy el contrincante me lanza una parvada, vocabulario hermoso, y hojas de morera para devorar cuando brote... Sabe que es demasiado tarde... ¡Jaque! (con reina) (muevo la reina con todo el miedo del mundo, dudando si realmente consideré todas las bifurcaciones, por cierto, siempre me pasaba en los torneos, es mi titubeo característico...)
*inserten sonido de reloj siendo golpeado con toda la delicadeza del mundo apenas y se escucha que se levanta el del contrincante, el sonido de la audiencia que inspira con fuerza y ahogadamente y el rostro del contrincante... muy orgulloso de mí...
2278. 罵: hablar mal de
2279. 蔑: desdén
2280. 罠: trampa
2281. 烏: cuervo(¡Oh, Leonora, Leonora!)
2282. 鴨: pato
2283. 鳩: paloma, pichón
2284. 鶏: “pollo”, gallina
2285. 渓: barranco, cañada
2286. 鷹: halcón
2287. 鷲: águila
2288. 璽: sello imperial
2289. 爽: refrescante
2290. 綴: cosidos juntos, enlazados, componer (詩歌を綴る), “spell”
2291. 桑: morera
2292. 蚕: gusano de seda
2293. 蛋: huevo
2294. 蟹: cangrejo
2295. 蚊: mosquito
2296. 巳: “la serpiente”
2297. 蛇: serpiente(蛇行する: ir en zigzag)
2298. 繭: capullo(繭糸: hilo de seda)
2299. 蝶: mariposa
2300. 虹: arcoíris (虹の彼方に)
0 notes
Text
Admiraba las perfectas y vírgenes facciones de la pelirroja como si fuese una obra de arte, si algo hacía que el corazón del rubio se encogiera, era la belleza de Lady Sansa. Y, por otra parte no existía ninguna cosa en el planeta que hiciese que él no se sintiera tan atraído por su sufrimiento. Una hermosura tan virgen e inocente, tan corrompible… Le colocaba la piel de gallina el solo pensarlo. Adoraba tentar a las personas en su contra, pero que éstas estuviesen impotentes por el mero hecho de no querer su cabeza directo en la porquería de los caballos de los nobles del reino. Joffrey la soltó bruscamente cuando escuchó sus palabras, sus sucias palabras.
Si algo le había enseñado su madre, era que las damas nunca mienten, y si lo hacen, no son más que escoria con harapos elegantes. Mentirle así a su rey… ¿Qué demonios pensaba? Mantuvo la compostura por un momento, esbozándole una pequeña mueca como resultado de un intento de sonrisa. Debía jugar sus cartas bien con ella, o todo se iría directo al infierno. Bien pudo haberle gritado e incluso haberle dado un manotazo por mentirle tan descaradamente pero eso no le correspondía hacer ahora que su abuelo estaba de regreso como mano del rey, viejo aguafiestas, como siempre pifiando la diversión del joven rey. Parpadeó varias veces ante las últimas palabras de la chica.
—Sé que hoy es un buen día, no hace falta que me lo recuerdes, tonta. ¿Acompañarte? Por supuesto. —Comentó de lo más normal, incluso su voz estaba tomando un tono ligeramente animado. El joven rubio sin medir sus acciones, tomó con confianza la suave mano de la hembra y procedió a caminar a su lado. Y como siempre, entre ambos, él era el primero en romper el tan frecuente silencio.
—No hemos tenido la oportunidad de hablar acerca de cómo todo ha surgido de manera tan inesperada, mi Lady. Si soy sincero contigo, porque todo caballero-príncipe-o-rey necesita serlo, me cansé de ti, fuiste un buen entretenimiento pero al fin y al cabo me aburrí. Sin embargo, eso no significa que deje de tener un ojo puesto sobre ti. Seguirás siendo miserable. Después de todo, eres mi invitada permanente aquí. Al menos, hasta que tú estúpido hermano se muera de una vez por todas, si no fuese por la amenaza que él representa a mi reinado, ya tú estuvieses reuniéndote con tu mugriento padre.
ㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ악몽 ; 𝐀 𝐰𝐚𝐥𝐤.
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝐅𝐭: Гоблин.
ㅤ
El silencio gobernaba en la soledad de la habitación, en la cual solo el cantar de los pájaros y el murmullo del viento hacían eco, también una tenue respiración se escuchaba. Sansa se vio en paz luego de haber despachado a sus doncellas con la excusa de estar cansada y necesitar algo de siesta, a decir verdad lo que más quería en ese momento era estar acompañada de la soledad, algo que no tenía la fortuna de poseer con frecuencia al estar tan enfocada en su labor de sobrevivir en esa jauría de leones y serpientes que en cualquier momento, si daba un paso en falso, podría ser atacada.
Era agotador tener que medir sus palabras, sus modales y sus gestos para no delatarse a pesar del obvio disgusto que cada día, cada segundo pasaba en aquel terrible lugar. En más de un momento llegó a pensar que quizá lo mejor era morir, acabar con la miseria de vida que había llegado a poseer desde el preciso instante en que la cabeza de su padre fue desprendida de su cuerpo ante la pena de muerte de Joffrey. Contuvo un suspiro de frustración, y trató de no volver sus manos un puño pues sujetaba una tela en la que realizaba un bordado pequeño, el bordado la ayudaba a calmar la furia y la tristeza que gobernaban su interior, la hacían despejarse, olvidarse del resto del mundo y volver a esos recuerdos felices que atesoraba en lo más profundo de sí para evitar que alguien los manchara, era lo más valioso que tenía hasta el momento.
De pronto sintió que alguien tocaba su puerta.
Sansa se exaltó, tomando la tela junto a la aguja y el hilo color azabache, apresurándose a esconderlos en el resto de sus cosas, quizá era alguna de sus doncellas. Afortunadamente era Margaery quien venía a buscarla, pidiendo para dar un paseo por los jardines para aprovechar el espléndido día que hacía, comentándole que era un desperdicio que estuviera allí encerrada.
Y así, ofreciendo una pequeña sonrisa y aceptando su invitación a pasear (más por cortesía que por otra cosa…), se arregló un poco para luego unirse a quien sería su futura reina. Sería mentira decir que no estaba feliz de que el compromiso entre ella y Joffrey fuera roto, al contrario, la felicidad estallaba en su interior pero no podía sentir ese sentimiento por completo, la advertencia que Lord Baelish le había comunicado el mismo día en que el Rey aceptó la oferta de la Casa Tyrell, le hizo entender que no estaría por completo a salvo, que tendría que seguir sobreviviendo midiendo sus palabra, modales y gestos.
Como cada día, rezaba a los Siete que su hermano mayor, Robb, ganase la guerra y fuera a rescatarla para volver a su hogar en Invernalia. Quizá estaba siendo un poco ingenua todavía.
Durante el paseo con Margaery, varios temas salieron a la luz como la futura boda entre ella y el Rey, como también algunos temas relacionados con la política en Desembarco del Rey y los chismorreos. Fue un largo paseo, que relajó y despejo aún más a Sansa más de lo normal, era bueno poder entablar conversación con alguien más aparte de su doncella, Shae. Pronto, Margaery se despidió y se marchó con el resto de sus doncellas para seguir discutiendo detalles de la boda.
Sintiendo que sería aburrido regresar a su habitación, prefirió quedarse un poco más en el jardín y en cambio, procedió a iniciar una pequeña caminata hacía la zona donde se ubicaba la fuente.
4 notes
·
View notes
Text

Primer show como invitada.
La danza jamás te abandonará ❤️
Muchas emociones, piel de gallina. Orgullosa de lo que estoy logrando 💃🏻
0 notes
Text
Vivir dentro de una roca
February 17, 2018 at 09:57AM
Firma invitada: José Serrano Belinchón
Pienso que más pronto que tarde el tiempo atmosférico terminará por suavizar su aspecto y permitir a las gentes de tierra adentro el lujo de tirarse al campo -echarse a la carretera quiero decir; poner en funcionamiento el vehículo familiar y disfrutar no solo de la Naturaleza, que ya valdría a la pena, sino de tanto como el medio natural contiene no lejos de nosotros. Digo esto porque hace no mucho pasé por la Casa de Piedra de Alcolea del Pinar, en la Nacional II, tramo final de la provincia de Guadalajara, en los rayanos con la provincia de Soria camino de Zaragoza. Un alto en carretera con establecimientos de restauración donde poderse reponer. En este interesante pueblo existe algo muy importante, único en reconocer como algo realmente novedoso que he considerado, sin miedo a equivocarme, como una de las “Siete maravillas de Guadalajara”.
Se trata de un curioso ejemplar de vivienda horadada dentro de una voluminosa peña de arenisca, cuyo interior no es sino el hogar donde en otro tiempo habitó una familia numerosa, la de Lino Bueno, un buen hombre cargado de hijos que, con la valiosa ayuda de su mujer, dedicó veintiún años de su vida (de 1907 a 1928) a ahuecar una enorme peña a base de pico y pala, en interminables noches de vela, hasta convertirla en un habitáculo donde poderse instalar con todos los suyos.
La vivienda tiene en su interior un amplio portal de entrada, comedor, cocina, pequeña cuadra donde poder albergar a la caballería que la familia solía tener como animal de ayuda, además de una media docena de gallinas, y escalera interior de ascenso al cumplido dormitorio del piso de arriba.
Se trata de una de las rarezas con más valor y mayor mérito que existen en la provincia de Guadalajara. La Casa de Piedra ha recibido en distintos momentos de su ya casi centenaria historia, la visita de dos reyes de España con sus respectivas esposas: Alfonso XIII en 1928 y Juan Carlos I en 1978. En la actualidad, cuando todavía viven algunos miembros de la familia de su hacedor, se emplea únicamente como objeto de muestra al público y motivo de admiración para los turistas y personal de paso, que al verla en sus diferentes departamentos, no son capaces de salir de su asombro.
La entrada Vivir dentro de una roca aparece primero en El Liberal de Castilla.
http://ift.tt/2C3P6Vg
0 notes
Text
OQN – Realización 2.5
Los gemelos no montaron a caballo ni corrieron por el jardín. En cambio, se encerraron en una habitación y murmuraron algo. Los sirvientes sacudieron la cabeza ante la aparición de los dos, que parecían estar planeando algo desde hacía mucho tiempo. Dijeron que habían estado callados durante algunos años, pero no intentaron indagar en el secreto de los gemelos, aunque dijeron que no parecía que hubieran perdido su personalidad heterogénea. A lo sumo, fue porque supusieron que debían haber estado planeando alguna broma como lo hicieron en el pasado. Mientras tanto, también concluyó la conversación entre el Conde y Rudbeckia. El Conde estaba ocupado saliendo de su asiento para saludar al cuidador oficial, que llegaría pronto. A Rudbeckia se le permitió vagar libremente como invitada que visitaba la finca de los Phlox. De hecho, se pregunta si habría un hombre que podría haber detenido a Rudbeckia incluso sin el permiso del Conde. Justo después de que acababan de terminar una planificación exitosa. Pudieron enfrentarse a Rudbeckia con una sonrisa traviesa. "Aquí tienes, joven maestro Phlox." La expresión de Elua se iluminó al ver a Rudbeckia, quien fingió conocerlo primero como si lo hubiera estado buscando. Kalmia, que miraba a su hermano que no podía ocultar su alegría, miró a Rudbeckia. Rudbeckia, que ha crecido en los últimos tres años, parecía volverse más guapo también. Esa altura de alguna manera la hizo sentir más disgustada. Fue porque parecía demostrar que la persona en cuestión había vivido una vida completa, saltando de la nada y echando agua fría sobre la vida de otra persona. Temiendo que si lo miraba más, captaría su mirada poco atractiva. Kalmia silenciosamente se alejó de él. La suave voz de Rudbeckia llegó a mis oídos. "El Conde dijo que los logros académicos del joven maestro son extraordinarios, parece que le espera un futuro brillante". Kalmia aprendió por primera vez lo que significaba tragar saliva seca. Elua, que miró a Kalmia que tosía violentamente con ojos extraños, respondió de inmediato con las mejillas sonrojadas. "Bueno, no hasta ese punto." "Ya estás aprendiendo la humildad, eres hijo del Conde Phlox". A Kalmia se le puso la piel de gallina en el antebrazo. Ella no sabía qué expresión poner. Su rostro se calentó como si estuviera viendo una obra torpe. ¿Por qué diablos mi hermano está teniendo una conversación vergonzosa con él? "Es bueno ver que el futuro del Conde Phlox parece brillante". Su rostro, que había subido de calor, se enfrió. Kalmia no pudo ocultar sus ojos fríos y miró a Rudbeckia. Rudbeckia le sonreía a Elua. "Ja, ja, ja gracias... ... ." "Joven Maestro Matari." La mirada de Rudbeckia, que había estado fija en Elua todo el tiempo, se movía lentamente. "Sí, señora Phlox." "No te he visto en mucho tiempo, ¿te importaría darme algo de tiempo para charlar?" No fue una petición tímida de su prometida. Debió haber leído la feroz emoción en la voz de Kalmia, pero Rudbeckia aun así la miró con una sonrisa inquebrantable. No hubo vacilación ni siquiera cuando asintió con la cabeza. "Por supuesto." Elua quería unirse al chat. Sin embargo, Hetchi le insta a que deje que su hermana y su prometida pasen algún tiempo juntas, quienes se conocieron por primera vez después de tres años. Las palabras de Rudbeckia de que se quedaría en la finca por un tiempo ayudaron a tranquilizarlo. Elua quedó satisfecha con la promesa de Rudbeckia de montar a caballo. "Tal como lo sentí hace tres años, este lugar es pacífico". Kalmia, que estaba mirando la parte posterior de la cabeza de Rudbeckia cuando él entró al jardín dándole la espalda, respondió sin rodeos. "¿Has venido a disfrutar de la paz de este lugar?" "Hay muchas razones, pero yo diría que es solo una de ellas". "Oh, parece que el joven maestro ha estado muy ocupado estos últimos tres años. Para que busques la paz desesperadamente". Kalmia no pudo soportarlo e hizo un comentario sarcástico. Ante esas palabras, Rudbeckia se giró con una expresión hosca. "Y usted, mi señora, debe haber pasado tres años muy mundanos. Viendo cómo critica a su prometida por ser indiferente". Frente a otras personas, incluso pone cara de prometida amigable, pero como son solo ellos dos, ni siquiera hace eso. Kalmia se burló de la actitud de Rudbeckia, pero claramente sintió una sensación de distancia. "Así que recuerdas que estamos comprometidos. Pensé que lo habías olvidado por completo". Ante las palabras de Kalmia, Rudbeckia se encogió de hombros como si no importara. Respondió, caminando sin obstáculos hacia las profundidades del jardín. "Se enviaban cartas todos los meses. Usted fue la que no se molestó en responder a mis cartas, mi señora". Esa fue una excusa realmente tonta. Al menos durante el año en que envió la respuesta, Kalmia intentó sinceramente cambiar el contenido. ¿Pero qué volvió? Kalmia se mordió el labio y siguió a Rudbeckia. "No me importaría si mostraras sinceridad, al menos cambiando tus saludos". "No pensé que serías tan sensible en cuanto a los saludos en las cartas". Kalmia vaciló ante las contundentes palabras de Rudbeckia. "¿A qué se refiere? En lugar de responder, Rudbeckia puso una expresión de desconcierto. Kalmia se acercó a él y lo agarró del brazo, ya que parecía no querer explicar. Ni siquiera esperaba que la audaz joven lo tocara tan repentinamente, por lo que Rudbeckia levantó los ojos con sorpresa. De cualquier manera, Kalmia lo agarró del brazo y lo sacudió como para incitarlo a responder rápidamente. Rudbeckia miró el brazo que agarró con expresión molesta y comenzó a hablar. "Pensé que habías renunciado a querer ser el heredero". "Ja, según quién. ¡Tú eres el que no ha cumplido tu promesa de ayudarme!" "¿Quieres decir que debería haber tomado la mano de la joven por completo?" Rudbeckia frunció el ceño y le torció el brazo. "El Conde ya tenía algo en mente, pero ¿qué hizo la Señora durante los últimos tres años?" Sus palabras sonaron como moretones. Kalmia, que había estado allí parpadeando, frunció el ceño de inmediato. "¿Me estás regañando ahora? Fuiste tú, joven maestro, quien pidió un compromiso. ¡Cosechaste los beneficios y no cumpliste tu promesa de ayudarme! Nunca planeaste ayudarme, ¿verdad?". "Si querías que te ayudara, al menos deberías haber sido digno de eso. Te di tres años, pero nada ha cambiado". La palabra "digno" le recordó reflexivamente a Kalmia la "biblioteca subterránea". Los conocimientos que necesitas saber para heredar el título. Las palabras de Rudbeckia parecían conocer la difícil situación de Kalmia, que no había recibido la llave de la biblioteca subterránea. Es imposible que Rudbeckia lo supiera. Rudbeckia miró a Kalmia, que se quedó sin palabras por un momento, y murmuró en tono lastimero. "No, hay una cosa que ha cambiado. Parece que tienes un amante." "¿Un amante?" "El único aprendiz del Conde Phlox". La piel de gallina recorrió la columna de Kalmia por un instante. Ella entrecerró las cejas involuntariamente, haciendo que una sensación de inquietud brotara por dentro. Aunque aún no se había aclarado nada, surgió una desgana instintiva. Kalmia inmediatamente negó las palabras de Rudbeckia. "Él no es mi amante". "¿Es eso así?" Rudbeckia no pareció especialmente sorprendida, ni tampoco lo creyó. Sin embargo, como si hubiera vislumbrado la desesperada negativa de Kalmia, continuó con una voz mucho más suave. "Bueno, entonces al menos eso significa que no estabas perdiendo el tiempo con él." ¿Por qué Rudbeckia la asoció con Storoni? El primer pensamiento que me vino a la mente fue el del Conde Phlox. Dado que originalmente quería romper este compromiso. Kalmia no sabía qué tipo de cosas podría haberle insinuado a Rudbeckia. Quizás usó la excusa de que su hija parecía haber encontrado el amor verdadero. Si hubiera querido romper el compromiso con la familia Matari y casarla con Storoni, habría tenido que decir algo así de antemano. "¿Qué dijo mi padre?" Era una pregunta, pero era un tono cercano a la certeza. Rudbeckia, que miró la expresión seria de Kalmia, sacudió la cabeza. "El Conde no dijo nada." Miró a Kalmia durante mucho tiempo con ojos que no sabían lo que estaba pensando. Luego, mirando alrededor del cuidado árbol del jardín con una expresión tranquila, preguntó. "¿Sigues esperando ser el heredero?" "¡Por supuesto! ¿Crees que estoy bromeando?" "Pero escuché que el único niño al que enseña el Conde es el joven maestro". La respuesta de Kalmia no llegó de inmediato. En lugar de insistir, Rudbeckia estudió los árboles del jardín. No es demasiado barato y es una variedad moderadamente discreta. La familia Phlox, que ha servido a la familia real durante mucho tiempo, no era insignificante. El conde insistió en vivir una vida íntegra, por lo que no lo demostró en el exterior. El arduo trabajo del conde se podía sentir incluso en este árbol del jardín. Quizás el conde esperaba que otros despreciaran a su familia a través de esta apariencia externa. Por supuesto, al duque Matari le parecería realmente insignificante. Fue porque era solo un puñado de propiedades en comparación con el ducado de Matari. Sin embargo, el verdadero valor de la familia Phlox no proviene de la riqueza. "... ... Es por eso que necesitas la ayuda del joven maestro." Rudbeckia, que estaba mirando los árboles del jardín, miró hacia atrás. Kalmia estaba de pie con ambas manos, agarrando con fuerza el dobladillo de su falda. Sus pálidos labios dejaron claro lo mucho que le costaba mantener la boca cerrada. Rudbeckia entrecerró los ojos mientras observaba la tez de Kalmia, que era claramente visible gracias a que casi no llevaba maquillaje. "¿Quieres que fuerce al Conde con el poder de mi familia? ¿Qué significado tendría heredar el título de esa manera?" "Al menos no estaría confinada a una mansión, resignada a cuidar de mi marido por el resto de mi vida" Kalmia nunca pensó que tendría el valor de decir palabras tan descaradas y directas. Sin embargo, ella sinceramente quería convertirse en su sucesora. Aunque fuera tomando prestada la mano de un viejo enemigo que luchaba con crujir de dientes. "¿No te gusta eso?" "No, no quiero eso." "¿Por qué?" Kalmia guardó silencio. Ella ya había vivido una vez como condesa. Ella se convirtió en la dueña de la familia y participó en política. Se convirtió en una de las pocas que heredó el linaje familiar como mujer. Solo eso hizo que mucha gente la admirara. Su envidia se alegró y fue interesante estar al mismo nivel que los hombres. Sentía alegría cuando alguien era derribado debido a una artimaña, y era divertido ser reconocida por su habilidad. El mundo sucio y astuto era tan encantador que estaba dispuesta a soportar un insulto momentáneo. Había tantas razones, pero no había nada que pudiera decirle a Rudbeckia. Al darse cuenta de que Kalmia no tenía intención de responder, Rudbeckia volvió a preguntar con un suspiro. "Entonces, ¿qué hará la dama si hereda el puesto de conde?" "Soy... ... ." 'Soy buena elaborando estrategias'. Eso fue lo primero que me vino a la mente. La mitad de mis enemigos solo porque era mujer fueron descuidados frente a ella. Desde que Kalmia se dio cuenta de eso, utilizaba esa imagen a fondo. Sin embargo, no se puede decir que fuera solo su habilidad. Era porque él siempre estaba con Storoni cuando ella tramaba algo. Storoni fue un hombre que refinaba con delicadeza las toscas ideas de Kalmia. Si le pidieran que ideara un plan sola sin Storoni, ¿podría hacerlo ella misma? "No crees que la sucesión de títulos es el final, ¿verdad?" Kalmia de repente recobró el sentido ante la pregunta llena de dudas de Rudbeckia. Ella respondió rápidamente con voz aguda. "¡Por supuesto!" "Entonces, ¿quieres entrar en política después de heredar el título? ¿Tienes algún objetivo en mente?" Kalmia empezó a sentirse incómoda con esta situación. Era evidente que Rudbeckia la estaba interrogando. ¿Por qué? Ella le pidió que me nombrara sucesora, ¡pero nunca le pidió que juzgara si ella era digna de ser la sucesora! "¿Por qué debería explicarle eso al joven maestro?" La voz que salió se volvió feroz por sí sola. Sin embargo, Rudbeckia no cambió en lo más mínimo su actitud. "Si es posible, aparte de las habilidades individuales de la señorita. El verdadero significado simbólico de la familia Phlox no puede ignorarse. Es una casa de nobles que enseñó a generaciones de miembros de la realeza. Un acto irreflexivo de su parte podría ser una gran amenaza para mí". Al escuchar eso, mis nervios sensibles se suavizaron un poco. Kalmia bajó la mirada con timidez. En su vida anterior, ella experimentó más que nadie el significado simbólico de mi familia. "Venerable honor" es muy conveniente. Kalmia no contribuyó en lo más mínimo a la reputación de su familia, pero el mero nombre Phlox llamó la atención de muchas personas. Los nobles se rieron de la actitud poco sofisticada y torpe de Kalmia, pero no podían excluirla de la política. El nombre Phlox tenía su propio poder. Si no fuera por el nombre Phlox, ella... ... . Kalmia respiró hondo. Las acusaciones de la gente que debería haber muerto de repente perturbaron sus oídos. Aunque no tenía nada que escuchar en esta vida, tenía miedo de que alguien le susurrara al oído de inmediato. "Se lo demostraré". Ni siquiera mencionó lo que iba a demostrar. Porque no tiene sentido hablar. Kalmia se alejó de Rudbeckia. La tranquila voz de Rudbeckia se escuchó en sus oídos."Aún no lo entiendo, pero sé muy bien que su deseo de convertirte en la heredera no ha cambiado. Además, que... ... Es el testamento de la señorita." Había un poco de arrepentimiento en la voz de Rudbeckia. No le sonó bien a Kalmia porque parecía lamentar no haber abandonado su codicia por el sucesor. Pero decidió dejar de ser quisquilloso. Fue porque hablaron emocionalmente todo el tiempo, pero coincidieron hasta cierto punto en lo que él señaló. Como Rudbeckia dijo, Kalmia desperdició tres años. Ella solo tenía el deseo de convertirse en la sucesora, pero no se preparó en absoluto y solo esperó a que cayera en su regazo. Porque en su vida anterior, era un puesto que ella había obtenido. Aunque sabe con certeza que esto no sucederá a menos que Elua muera. Se dio cuenta de lo pesada que había sido su carga. La reflexión que siguió también fue rápida. Kalmia, que estaba masticando la suave membrana mucosa de su boca como si fuera su antigua tonta, dijo con calma. "De todos modos, nos comprometimos. Incluso si esto es un truco, no seamos una amenaza el uno para el otro mientras nos tomemos de la mano. El joven maestro también habló sobre la amistad entre familias, así que ¿no es eso lo que querías?" Se sintió un poco extraña escupirlo de su boca. Fue bastante descarada decirle a alguien que ella misma envenenó. Pero no importó. Si hubiera sido en una vida anterior, no habría ningún beneficio en enemistarse con Rudbeckia ahora. ¿No descubrió lo que su padre, el Conde Phlox, estaba tratando de hacerle? Por muy reacia que fuera, si quería asegurar su posición dentro de su familia, tendría que pedirle ayuda. Ese chico no tenía idea de ningún vínculo en su vida anterior. Dado que incluso intercambiaron compromisos, sería mejor no convertirse en una molestia el uno para el otro. Además, la familia Matari es muy eficaz solo por su nombre. Incluso si Rudbeckia no la apoya directamente, Kalmia tiene muchas opciones con solo mantenerlo a su lado. Especialmente ahora, cuando no hay poder ni nadie a quien apoyar. "¿No sea una amenaza?" "Por lo que el joven maestro le dijo a Elua. 'Es bueno ver que el futuro de la familia del Conde Phlox parecía brillante' ¿No significa eso que mi hermano es un digno sucesor? Como dijo el joven maestro, no será fácil incluso si yo trato de demostrar mi valía. Además de ayudar, ¿no debería ser una molestia para mí? Ante esas palabras, Rudbeckia levantó las cejas sorprendido. Su reacción, que no pudo ocultar su sorpresa, hizo que Kalmia se sintiera mal sin motivo alguno. ¿Podría ser que se burló de ella en la cara porque pensó que ella ni siquiera entendería lo que estaba diciendo? "No olvides tu promesa". No fue Elua, sino ella misma, a quien Rudbeckia decidió presionar para el puesto de sucesora del Conde Phlox. La expresión de Rudbeckia se volvió extraña ante la baja amenaza de Kalmia. De pie, con una expresión que no sabía si estaba riendo o llorando, de repente miró por encima del hombro de Kalmia. Kalmia estaba a punto de darse la vuelta siguiendo esa mirada, pero Rudbeckia de repente le levantó su mano derecha. Gracias a esto, Kalmia tuvo que mirar a Rudbeckia con sorpresa en lugar de mirar atrás. "Qué queja tan encantadora, no puedo evitar reflexionar sobre ello. Nunca volveré a olvidar su amor". Tenía los labios presionados contra el dorso de su mano. Sorprendida por el toque, Kalmia intentó quitar la mano, pero Rudbeckia la apretó con fuerza y no la soltó. Después de echar otra mirada, dijo con una sonrisa amistosa que pareció derretirse. "No sabía que estás interesada en las pulseras. Perdona la torpe visita de tu prometido. Además de esta disculpa, te traeré un hermoso regalo en mi próxima visita". ¿Se ha vuelto loco? Kalmia, que había quedado atónita por un momento por las aterradoras palabras de Rudbeckia, de repente recobró el sentido y sintió la presencia de alguien a sus espaldas. Incapaz de librarse de la mano de Rudbeckia, finalmente se dio la vuelta mientras seguía cogida de la mano. Podía ver su cabello rubio, pálido, brillando a la luz del sol y balanceándose. -¿Storoni? De pie a distancia, movió lentamente su cuerpo como si respondiera a la llamada de Kalmia. "El Conde está buscando al joven Maestro Matari". Le habló a Kalmia con voz tranquila y miró a Rudbeckia. "Hubo algo que olvidó compartir, así que preguntó si podrían hablar ahora. Un sirviente lo está esperando en el vestíbulo de la mansión para guiarlo". "No sabía que el aprendiz del conde también podía hacer tareas como esta". En lugar de enviar a un sirviente para transmitir la palabra, el trato del propio Conde es enviar a su aprendiz Storoni. Sin embargo, desde el punto de vista de Storoni, no lo trataban de manera diferente a un sirviente. Era un mal presentimiento del punto de vista de Rudbeckia, Storoni sonrió y dijo que no importaba. "También me pidieron que cuidara de Kalmia, así que no es una tarea ardua". "¿Quieres confiar tu prometida a un extraño?" Read the full article
0 notes
Text
Gallinas Invitadas: Laura Nivela sobre “Mandíbula”
Los devenires mujeres mediante las atmósferas de horror y represión.
“Mandíbula” de Mónica Ojeda repta como la columna de la madre muerta de Miss. Clara entre los devenires animales y los devenires mujer. La casa abandonada donde las chicas de "Mandíbula" experimentan es como "una colección amorfa de trozos yuxtapuestos, cuya conexión puede hacerse de infinitas maneras (...)", según Deleuze. La casa-pachtwork aparece en las primeras páginas del libro siendo un presagio del horror, un territorio corrompido y sin dueño habitado por las tardes por 6 brujas-anómalas angloparlantes, mestizas y burguesas estudiantes del Delta High-School-for-Girls. La casa-pachtwork que se va trabajando a lo largo de la narración es como una atmósfera en descomposición, porque según Annelise, la atmósfera que desarrolló Lovecraft es fundamental para crear la sensación de pánico. La sensación de encierro es necesaria para el horror, por ello, la casa y el cuarto blanco, el colegio Delta y el bosque andino son como los fractales cuya estructura básica o fragmentaria se replica a diferentes escalas hasta el infinito. Cada espacio es una consecuencia del anterior, cada territorio ha sido parido por su antecesor, porque los que nos rodea también nos atrapa como presas indefensas. "Los paisajes (...) insinuaban su propia destrucción" según Ojeda. A partir de los espacios de represión, el odio, la culpa al cuerpo se crea un tipo de mujer/adolescente, en este caso podríamos pensar en la quote de Simone de Beauvoir “No se nace mujer: se llega a serlo” en este caso, la mujer/adolescente se crea en un grado 0 de locura. Ahora me doy cuenta de que ser mujer es ser una niña enferma. Todas tenemos cucarachas en la cabeza, secretos de familia, amores enclaustrados en el útero y una pequeña voz, en la parte derecha del oído (como mi madre solía hablarme por las noches) gritando por la locura que nos pertenece. "Las niñas que imaginan demasiado terminan enfermas de la mente”
Información de contacto:
Sigue a Laura Nivela en Instagram @crimesvenus y en su blog crimesvenus.wordpress.com
Puedes seguir a Monica en Instagram y Twitter @monaojedaf

1 note
·
View note
Text
16. ¿Qué es el veganismo?

Hoy quiero hablaros de algo diferente. Quiero dejar de lado jabones, hamburguesas, pintalabios y patés para hablaros de la realidad.
No sé quiénes sois ni cómo habéis llegado hasta aquí, pero me gustaría dejar clara mi postura en lo que se entiende, y en lo que yo entiendo, como veganismo.
Estáis invitadas e invitados a pasar y a leer, a desaprender, a volver a aprender y a empatizar en el caso de no haberlo hecho todavía.
En la foto que encabeza esta entrada (obtenida de la web de Igualdad Animal) podéis ver la vida de unas cuantas gallinas en una “granja”. Digo la vida porque así es como viven el poco tiempo que pueden hacerlo. Traídas al mundo para ser explotadas, con la terrible suerte de no haber nacido machos y acabar en la trituradora por inservibles.
Como ellas, miles de animales como vacas, cerdos, terneros, conejos, pavos o patos, son hacinados y cebados hasta que llega el día en que ponen fin a sus vidas. Que no os engañen, porque ninguno de estos animales no humanos es “sacrificado” de una forma humanitaria. No existe ninguna manera de hacer bien algo que de entrada está mal. Y es que todos ellos, al igual que nosotrxs, tienen el deseo de vivir, la inquietud de curiosear, de descubrir, de sentirse queridos por los suyos o de proteger a su familia.
Escribo esta entrada porque estoy bastante harta de que se relacione el veganismo con la salud o miles de recetas ricas. El veganismo no trata de eso. Está claro y más que demostrado que una dieta 100% vegetal es sana en todas las etapas de la vida, pero eso no es lo que debería entenderse por veganismo, no es lo que debería aparecer en las cincuenta primeras páginas de google cuanto tecleas veganismo.

Siento mucho si os duele ver estas imágenes. A mí me está costando horrores navegar entre las muchas que hay en la galería de Igualdad Animal. No quiero exponer algo a medias tintas, las cosas son como son, la industria es así de cruel, nos guste pensarlo o no.
Como decía Redes Antiespecistas, una muy buena activista, “cuando tienes valor para mirar, adquieres la fuerza para luchar”.
La personas veganas no buscamos que te gusten los platos de comida que preparamos o que te sientas bien con tu salud. Está claro que nosotrxs y la salud también nos importan, pero lo que no debe ser es el ser humano como centro del veganismo. El ser humano ya es el centro de todo. En el caso del veganismo, los animales no humanos son y deben ser el centro. Es por ellos por quienes luchamos, para que dejemos de usarlos, de explotarlos, de tratarlos como cosas. Debéis cambiar el chip y entender que son seres que sienten, que tienen intereses, que quieren vivir, que sienten miedo, que quieren huir de las naves industriales donde son traídos a este mundo a la fuerza por el egoísmo del ser humano.

El ser humano es empático por naturaleza. Sólo hace falta fijarse en lxs niñxs, quienes se desviven por abrazar a un perro, sienten debilidad y amor por todos los animales que se cruzan en sus vidas, ya sea en documentales, cuentos o dibujos que ven en televisión. Hay un momento en nuestras vidas en que nos deshumanizan, creyendo que hacen lo mejor para nosotros al darnos ternera muerta para comer, diciéndonos que si no la comemos no creceremos. Hay un punto en nuestras vidas en el que pasamos de ver a un cerdo como algo adorable a un objeto de consumo sin más. Evidentemente, no culpo para nada a nuestra familia, que cree que hace lo mejor por nosotrxs porque así se lo han hecho creer.
No quería hablar de alimentación, porque no es ni debe ser el centro de lo que entiendo por veganismo, pero está demostrado que los productos animales o derivados de ellos que comemos no nos hacen otra cosa que mal. Podéis, por ejemplo, leer El estudio de China, del Dr. T. Colin Campbell o descargaros el libreto que ha editado El Hogar ProVegan, donde tenéis muchísima información, toda documentada. Como os digo, llevar una alimentación 100% vegetal es factible, así que el hecho de no hacerlo a sabiendas de lo que conlleva la típica dieta omnívora, no es más que un reflejo del egoísmo. Los “es que tenemos que comer carne porque nos hace falta”, “hay nutrientes y vitaminas específicos que sólo están en la carne” o “necesitamos la B12 de los animales” están de más, pues no son más que excusas.

Os horrorizan festivales como el de Yulin, os indignáis por las corridas de toros. Y no me malinterpretéis, a mí también me indignan, estoy en contra de este tipo de prácticas y lucho por su erradicación. El problema viene cuando os mostráis en contra de ello y lo rechazáis porque no tenéis que renunciar a nada: no coméis perro y no vais a las corridas de toros. Entendéis al perro como sinónimo de animal de compañía y jamás pensaríais en comeros uno básicamente porque en nuestra cultura occidental no se tiene esta costumbre, en China sí. Del mismo modo que aquí se entienden a las vacas como bienes de consumo, en India son animales sagrados protegidos por la ley que viven y campan a sus anchas. Es, simplemente, una cuestión cultural que se ha extendido a lo largo de la historia. Además de ser parte de la cultura (impuesta, realmente) es también una cuestión económica, ya que las industrias que se dedican a explotar a los animales no humanos ganan una barbaridad de dinero y el hecho de que haya personas que deciden no financiar esas industrias hacen que, evidentemente, éstas pierdan dinero, y es algo que no pueden permitirse, por eso organizan campañas, nos bombardean con anuncios de lo “beneficiosos” que son sus “productos” para que no dejemos de comprarlos. Hay empresas que pagan para que personas con cierta influencia mediática, escriban sobre el veganismo de una forma negativa, desprestigiándolo y, sobretodo, reduciéndolo a una simple cuestión alimenticia. Básicamente, usando el poder de la desinformación.

Os invito a cuestionar lo que habéis creído toda la vida, a buscar por vosotrxs mismxs, a reeducar la mente, a aprender que veganismo no significa comer sano, a ampliar vuestro círculo de empatía más allá de los perros o los gatos, a rechazar cualquier tipo de explotación animal, sea humana o no humana. Os invito a comprender que los animales no humanos no son cosas, objetos o bienes de consumo. Os animo a luchar por ellos, ya que ellos no pueden hacerlo por sí solos. Os invito a que rechacéis los zoos, los espectáculos con animales no humanos, los carros de caballos, la experimentación animal, el uso de pieles y lana como prendas de vestir. Os animo a que rechacéis el daño que, consciente e inconscientemente, le estamos haciendo al planeta Tierra, y es que Tierra sólo tenemos una, no hay otra de repuesto. Debemos entender que somos parte de ella y que ella no vive al servicio del ser humano, no somos el centro del universo. Dejemos el egoísmo, aprendamos a vivir con ellos y no a costa de ellos.
Por último, me gustaría recomendaros algunos documentales que a mí me sirvieron de ayuda para comprender mejor las cosas, que me ayudaron a terminar de abrir los ojos.

Earthlings es un documental muy duro pero muy necesario para entender lo que hay detrás de la industria, que explota animales a nuestras espaldas y que, por delante, nos muestra dibujos de animales como La vaca que ríe siendo explotados con la mayor felicidad.
Cowspiracy se centra más en el problema medioambiental que conlleva el hecho de que sigamos explotando a los animales no humanos, un verdadero problema para la Tierra, ya que es el primer y mayor responsable del abismo al que estamos empujando al ecosistema global. En el transcurso del documental podemos ver como su director, Kip Andersen, ve cómo el veganismo es la única respuesta medioambiental pero, sobretodo, justa y emocional sobre los derechos de los que no tienen voz.
Forks over knives está orientado a la dieta, sé que aunque he dicho que no quería hablar de alimentación, el veganismo también tiene parte de ello, eso sí, de manera secundaria, pero también es importante saber el daño que nos provoca el hecho de alimentarnos de otros animales.
Peaceable Kingdom muestra la labor que llevan a cabo los santuarios de animales considerados de granja, donde son cuidados el resto de sus vidas, lejos de la mano cruel humana. En España hay muchos santuarios de animales con los que podéis colaborar donando, por ejemplo, un euro al mes en la plataforma Teaming. Santuario Gaia, El hogar ProVegan o Santuario La Candela, son algunos ejemplos.

Como os decía al empezar la entrada, siento si las imágenes que he elegido (todas son de Igualdad Animal) os han herido de alguna forma, pero para saber a veces tenemos que ver. No sirve de nada apartar la mirada y seguir con lo que estamos haciendo si a lo que le damos la espalda es injusto. Si os parecen imágenes ofensivas, luchad para que lo que veis en ellas no ocurra, no luchéis por no ver las imágenes, pues lo que en ellas se muestra, seguirá ocurriendo por mucho que no lo veamos. Vengáis de donde vengáis, si habéis llegado hasta aquí, os doy las gracias, así como también se las doy a todas aquellas personas que, día a día, luchan por erradicar el especismo y la crueldad con la que el ser humano trata a los animales.
Un mundo mejor es posible, y está en vuestras manos hacer lo que es correcto, no lo que es fácil.
1 note
·
View note
Text
Albert King - King Albert

Sé que Cachu es fana de Albert King, por lo que postea en su Facebook y porque varias veces nos enganchamos hablando de música. Sabe que trabajé con él cuando vino a tocar a Buenos Aires en 1992 porque lo conté varias veces. El sábado en la boletería de Teatro Vorterix nos entusiasmamos haciendo un ranking de sus mejores discos. En mi lista estaban I Wanna Get Funky, Albert King - King Albert, todos los del sello Stax y uno en particular que se llama New Orleans Heat, porque se puede apreciar su veta más funky y salvaje y además porque fue uno de los primeros LP que compré en Showco, una casa de importados que quedaba en Cabildo y Echeverría. Cuando dobló el colectivo por la esquina de Federico Lacroze trataba de sintonizar YouTube en mi celular. Por suerte conseguí asiento y entonces comencé a buscar los temas de Albert que más me gustaban. Descarté el terrible In Session que grabó junto a su fan número uno Stevie Ray Vaughan, porque no iba a aguantar el 4G de mi plan y además porque dura hora y media. Después de elegir entre tantos, encontré el indicado para cubrir el recorrido Colegiales – San Isidro y le di play.
En 1991 la manager de Durazno de Gala se llamaba Irene Sadak. Una mujer de cuarenta años, rubia, dentadura prominente. Se había asociado a Roberto el dueño de Oliverio Jazz & Blues, un sótano que quedaba en Paraná y Corrientes al que íbamos porque tocaban bandas nacionales y porque había zapadas larguísimas que duraban hasta la madrugada y eso nos divertía mucho. Una noche estábamos con Dafne, mi amiga y en ese momento mujer de Botafogo, en una de las mesas del bar, tomando cerveza, comiendo maníes de cáscara. En un momento Irene le comentó a Botafogo que pensaban traer a Albert King en mayo, los escuché perfectamente. Era la época del resurgimiento del blues. Unos meses antes BB King explotaba el Luna Park con un cartel de Sold Out. Nosotras habíamos estado ahí, en los camarines como invitadas. Y fue todo un acontecimiento. Aunque me gustaba BB King, para mí los grosos eran Albert y Freddie, muerto de una úlcera en 1976. -Haceme un favor. Andá y como quien no quiere la cosa averigua si es verdad que traen a Albert King. Dafne se paró enseguida. Encaró a Irene que estaba cerca, conversando, haciendo cuentas con una calculadora enorme.
-Ustedes traen a Albert King? Me di cuenta que era verdad porque se le dibujó una sonrisa de oreja a oreja mientras se acercaba a la mesita inundada de cerveza, cáscaras de maníes y tres paquetes de puchos de distinta marca. A los dieciséis años soñaba con verlo y se lo pedía a Dios todas las noches. Miré a Dafne a los ojos y le dije seriamente: -Nosotras tenemos que estar ahí.
-Le pido entradas a Irene? -No, no entendés lo que te quiero decir. Nosotras tenemos que estar ahí en los camarines. -Y cómo vamos a hacer? -Decile que le hacemos el catering. A Dafne la idea le pareció genial. Entonces fundamos nuestra pequeña empresa: “Blues Lunch”. Cuando recibimos el fax con las exigencias de los músicos, no nos costó demasiado organizarnos porque trabajábamos duro. Invertimos plata en vajilla, copas, manteles. Nuestro servicio iba a ser personalizado. Pensamos en algo que nos diferenciara del resto - nada de plástico, nada artificial - y comprendimos que a los músicos les encanta estar “como en casa”. Entonces arrasamos los domicilios de nuestras familias y amigos. Nos llevábamos lámparas, alfombras, todo lo que diera ambiente.
Llegué temprano a la casa de Dafne el primer día de show. Las nenas dormían en el piso de arriba. Había cáscaras de frutas desparramas en la mesada de la cocina. Andrés, el hijo más grande que en ese momento tenía trece años y ya tocaba la batería, guardaba en su mochila una carpeta enorme. Me pidió que lo acompañara a la escuela y salimos en el Ford Falcon amarillo que Dafne manejaba a toda velocidad. Cuando llegamos a la ORT eran como las ocho de la mañana. Andrés nos saludó levantando su regla T, se perdió entre una multitud de adolescentes vestidos con jeans y zapatillas.
Paramos en un supermercado a comprar algunas cosas que hacían falta. Ya teníamos todo lo demás ordenado en el baúl. Cuando llegamos al Gran Rex estaban bajando los equipos. La avenida Corrientes lucía pálida ese viernes. No había estado muchas veces a esa hora por ahí y me sentí como una nena a la que llevan por primera vez al centro. Mientras miraba el horizonte asfixiado de edificios, bares y a los autos y colectivos que avanzaban juntos, vislumbré a Buenos Aires como una ciudad imponente. Levanté la vista hacia la marquesina del teatro. Un cartel enorme anunciaba que estaba “El Mejor Blues del Mundo” Albert King & Taj Mahal: 8, 9, y 10 de Mayo. Sentí miedo y alegría al mismo tiempo, un poco de angustia me encapsuló la garganta. Tardé unos segundos en darme cuenta que era una privilegiada y entré envalentonada con la credencial colgada sobre el pecho como una medalla de honor. El ordenanza nos mostró los camarines. El de Albert era el principal. Un espejo con bombitas de luces alrededor del marco colgaba de la pared. Olía a humedad y no había ventanas para abrir. Entonces pasamos Pinolux y comenzamos a transformar ese sucucho en un living, un lugar acogedor donde pasar los días de gira. Ubicamos a un costado la lámpara de pie Art Decó, la alfombra a los pies del sillón de cuero verde, el jarrón azul con flores blancas. Las tollas y toallones acomodados en el placard empotrado, las gaseosas y cervezas Budweiser en la heladera. Armamos platos de fiambres y frutas. Prendimos velitas con aroma a vainilla.
La gente de producción y los plomos estaban encantados con la ambientación. Es que nosotras éramos buenas amas de casa y además amantes de la música. Dimos los últimos retoques durante la tarde y nos vestimos en los camarines de arriba que eran incómodos. Cerca estaban los amigos de Memphis La Blusera, la banda nacional que abría los shows.
Los músicos de Albert y Taj Mahal fumaron porro nacional en la prueba de sonido. Eran unos negros muy capos. Tocaron como si nada un tema funky y se nos puso la piel de gallina. Mientras nosotras servíamos café, Coca Cola “regular” o le preparábamos esos típicos sándwiches norteamericanos de atún, ellos se reían a los gritos. Había conocido a Albert y a Taj en la conferencia de prensa organizada el día anterior por Fernando Basabru, un periodista de la revista Expreso Imaginario con el que inmediatamente pegué onda, pero igual estaba muy nerviosa. La gente comenzó a llenar el teatro. Es un ritual que eriza la piel. Los acomodadores entregaban el programa y nos dimos cuenta que figurábamos en los créditos. Las butacas eran de terciopelo, igual que los cortinados. Parecía el Titanic, madera lustrada desde planta baja hasta las dos bandejas de arriba. En nuestras credenciales figuraba el texto ALL ACCES, así que podíamos ir a cualquier parte. Recorrimos el Gran Rex como si estuviéramos buscando un fantasma.
Estaba todo preparado a las siete de la tarde. Las luces encendidas de los equipos titilaban como manchas difusas sobre el escenario. De pronto nos vinieron a buscar para decirnos que estaba llegando Albert. Nos paramos al costado del camarín. Me temblaban las piernas. Casi me desmayo cuando lo divisé entre la comitiva con su gorra de béisbol y un traje claro. Era muy alto, medía más de metro noventa. Después de unos minutos nos hicieron pasar. Encaró Dafne porque ella hablaba inglés perfectamente. Estaba muy elegante, sentado en el sillón verde de cuero. Tenía los pies apoyados en el butacón. Levantó la vista y su manager, una mujer blanca y rubia, que había sido la esposa de un mafioso de Las Vegas, una especie de Sally Conforte del blues, nos presentó y él sonrió amablemente. Mordía con el premolar de oro su pipa azul de lunares rojos. Lo envolvía un halo de humo y luz opaca. Sentí un sacudón en el cuerpo. Tuve miedo de desmayarme y apreté con fuerza mis muslos para contener la emoción. Cuando adelantó su mano para saludarme yo estaba volando. Un apretón sincero me devolvió al camarín, a ese sector del teatro. Minutos después salió con su guitarra Flying V color fuxia colgada al hombro. El cuello de la camisa sobresalía la solapa de su traje a rayas. El teatro se vino abajo con los primeros acordes de Born Under A Bad Sign.
1 note
·
View note
Text
Calle Benito Juarez
Ernesto San Miguel
Entre Recoleta e Independencia, calle que corre paralela al río Mapocho, vale decir desde el poniente a la cordillera, no tiene más de cuatro cuadras, y en medio de ella una escuelita primaria que tiene como nombre al héroe y padre de la patria mexicano. Benito Juárez
La cruza la Avenida de la Paz, camino casi obligado de todos los cortejos rumbo a los cementerios tanto al General como al Católico. En general sus casas son profundas, con muchas piezas, por esa razón vivían allí muchos comerciantes de la vega central, donde llegaban las frutas y verduras que surtían al gran Santiago.
Allí vivían mis tíos, quienes me tuvieron durante varios años de mi vida y compartí con mis primos una parte de mi niñez y mi adolescencia.
La niñez no fue fácil, principalmente porque un niño pide un amor que solo los padres pueden dar y además mis tíos tenían varios hijos de quienes preocuparse. Yo y mi hermana ocupábamos la pieza de empleada que estaba al fondo y daba al patio grande, después de la cocina, colindaba con el lavadero, que se encontraba al lado del gallinero que podía albergar sus cincuenta gallinas y dos gallos que pisaban hasta la escoba.
La parte delantera de la casa constaba de 3 dormitorios que se encontraban a la derecha y a la izquierda comenzando por el salón, que era más que nada una decoración y se usaba en raras ocasiones, principalmente cuando había fiestas; después el escritorio que era además una biblioteca, lugar donde yo pasaba el mayor tiempo, a continuación el comedor grande, también decoración, al lado el comedor chico que se usaba en el invierno, al frente terminando los dormitorios el baño principal, que comunicaba con el dormitorio de mis primos, al medio el dormitorio de mi prima y en el primer dormitorio mis tíos; al lado de las dos puertas que se cerraban generalmente a tempranas horas, un poco después de la provisión de cervezas para mi tía, que bebía durante todo el día, pero en mayor cantidad después que mi tío se acostaba entre 7 y 8 de la noche.
Si, era alcohólica, todo el mundo lo sabía y todo el mundo lo callaba; nosotros eramos demasiado pequeños para entender razones e ir a buscar la causa.
Al fondo antes de entrar al patio de tierra donde se encontraba el gallinero, había un patio embaldosado donde se encontraba bajo seis parras con un andamiaje para que sirviera de sombra en el verano, la gran mesa de comedor, que en realidad era una mesa de ping-pong que cumplía las dos finalidades, entretener y ser a la vez mesa de comedor de verano.
El loro tampoco faltaba, y no había conversación donde no se metiera, el “cara de huevo” como todo el mundo lo llamaba, se mimetizaba con las hojas de parra y desde ahí nos observaba a nosotros y a los dos perros a quienes temía. Bajaba cuando la comida estaba servida y no faltaba el bromista que le daba pan con vino, para que hablara sin complejos.
Antes que mi tío comprara esta casa, vivíamos en una casa grande en la acera de enfrente más al poniente de la calle Fariña, al costado izquierdo estaba el depósito donde la
Municipalidad de Santiago, guardaba una parte importante de los camiones de la basura.
Eramos todos pequeños, mi primo mayor tenía apenas 9 años, yo bordeaba los 5 años y mi hermana 4. Era un día domingo, mis padres habían venido a visitarnos y las conversaciones después de la cena se alargaban entre risas, vasos de tinto y de blanco; todos era jóvenes, he visto las fotos de la época, mi madre tenía entre 22 y 23 años, mi tía a lo sumo 29 años, ninguno de ellos tenía más de 35 años, generalmente cuando la vida nos parece eterna y somos capaces de gozar sin ni siquiera pensar en el mañana.
Mi primo venía de partir al cine, cuando el timbre sonó tres veces, al abrir la puerta, frente a nosotros estaba Juanita junto a su madre quién le pedía a mis tíos si podían cuidar a su hija mientras ellos iban al cementerio a enterrar a su pequeño que había muerto con solamente algunos días de vida.
Su padre se encontraba un poco más atrás con una cajita blanca debajo de su brazo; el rostro de ellos era triste, habían tratado durante mucho tiempo de darle un hermano o hermana a Juanita que en la época tenía 9 años. La vida les había puesto tan felices con el pequeño que había llegado a sus vidas, pero efímera felicidad, les había dejado caer y llenado de tristezas.
El padre de Juanita era compañero de trabajo de mi tío, y además habían sido muy buenos amigos de juventud, antes de que nos cambiaremos a la casona de Juarez, vivían en el mismo pasaje Fariña, ellos seguían viviendo allí, y se frecuentaban como siempre; pero el embarazo de la señora Amalia había sido difícil y eso había espaciado los encuentros.
Juanita con los ojos llenos de lágrimas se sentó en un rincón, lejos de los juegos nuestros, pero las mujeres, mi mamá y mi tía entre ellas vinieron a consolarla.
La recuerdo porque era mi gran amiga, dulce, hermosa, querida, adorada de los suyos y de todos quienes la conocíamos. Siempre nos tomaba de la mano cuando caminabamos con ella, sobretodo de mi hermana que era la más pequeña. Los hombres que hacían sobremesa contándose chascarros e historias cómicas pararon su conversación y mi tío con la mejor de las intenciones y la mejor de sus sonrisas dijo: todos los niños hagan una cola y yo les voy a dar dinero para ir a comprar chocolates; mi tía llevó a Juanita donde mi tío y los tres tomamos las monedas que nuestro tío nos dió.
Los tres partimos a comprar al almacen de la señora Lucy, que quedaba distante de un cuarto de cuadra de nuestra casa, por la misma acera. Camino que siempre realizabamos, cuando faltaba algo para la comida, y nos mandaban a comprar. Juanita iba al rincón, mi hermana al medio tomada de su mano y yo hacia la orilla, quien también tomaba la mano de Leo.
Ambas iban vestidas con un chaleco del mismo diseño, que les había regalado mi tía, hacía algunas semanas, íbamos felices pensando en los chocolates que nos comeríamos, cuando un ruido espantoso nos hizo mirar hacia arriba, y ver al mismo tiempo que el frontis de la casa por donde pasábamos se estaba derrumbando.
Seguramente atravesé la calle corriendo con mi hermana tomada de la mano, y nos escondimos detrás de una puerta porque el polvo que se levantó y la tierra que venía nos llenó los ojos y la cara ¡ Estábamos mudos de espanto!
Salimos al escuchar los gritos de mi madre y de mi tía levantando los escombros que habían caído en la vereda. Ellas estaban como locas llorando y gritando. Mi madre gritaba
- Mi niña, mi niña, mataron a mi niña y nosotros petrificados de miedo mirando desde la cera de enfrente, sin saber que hacer.
El cuerpo de Juanita yacía inerte, con la cabeza destrozada.
Nunca supe que sucedió con la persona que fué el culpable de la muerte de ella. Había un tipo subido en una escalera, golpeando con un mazo (martillo grande) debajo de la cornisa de la casa y después desde enfrente lo había visto apegado a la escalera; creo que mi padre al salir nos vió y nos fue a buscar.
José era el padre de Juanita, él y Amadeo mi tío se conocieron en la niñez, cuando este último venía de llegar de España y todo los niños lo conocían por el coño. Tenía un caracter retraído que contrastaba con el caracter alegre y suficiente de José, pero es bien conocido que polos opuestos se atraen; así es en la amistad y en el amor. En la adolescencia ya, José era alto y atleta, era el mejor jugador de la escuela y todas las chicas andaban tras de él, tratando de llamar su atención, Amadeo era muy delgado y por su caracter pasaba siempre desapercibido, raras eran las ocasiones en que sonreía y siempre escondía sus emociones.
- Amadeo, gritó José desde el rincón opuesto de la sala; esta tarde tengo dos minas invitadas al cine; estoy seguro que te gustarán.
- Si pero debo hablar con mi papá, para ver si me da permiso, respondió Amadeo.
- Estás loco, esto no te lo puedes perder, tienes que inventar cualquier cosa, sino Coño, pierdes mi amistad y diré a todo el mundo que no te gustan las mujeres, ja, ja, ja. Tu decides.
- Tu sabes que tengo que trabajar con mi papá después de la escuela y al viejo no puedo mentirle.
- Lo siento amigo, le gritó José riéndose a carcajadas.
Esa tarde Amadeo estuvo muy pensativo y con la cabeza elucubrando sueños.
- Si yo tuviera una novia sería muy feliz. Me pregunto si alguna chica se fijaría en mi. ¿Porqué soy tan requeteflaco dios mío? Dicen que cuando Jesucristo murió en la cruz, también era harto flaco y lo más bien que tenía a su María Magdalena. Claro que él tenía otros poderes. Y ser hijo de dios no es fácil. Bueno mi papá es reflaco y ha tenido dos señoras, mi mamá y la actual. Le voy a preguntar como lo hizo. Lástima que mi mamá haya muerto cuando aún era un niño, con ella era fácil conversar, con el viejo siempre es difícil y nunca tiene tiempo para hablar conmigo. Sus hijas del nuevo matrimonio acaparan toda su atención, ahora entiendo porque mi hermana quiere entrar al convento. Mi padre no la deja tener ningun amigo. Y tiene muchos problemas con la actual señora, entre mujeres siempre hay mucho celo pero además ella quiere que mi padre solo se preocupe de sus hijas, aduciendo que nosotros ya somos grandes, a veces me siento muy solo, si no fuera por José que es como mi hermano mayor. Como me gustaría ser como él.
Asi estaba Amadeo, pensativo cuando su padre le pregunta de improviso
- Oye, te he hablado tres veces y no me has escuchado ¿Estás enamorado acaso?
- ¿Y cuando tengo tiempo para buscarme una mina? En cambio el José siempre tiene alguien con quien salir.
- Me estás diciendo que quieres tiempo para perderlo como tu amigo José.
- José es un excelente alumno, y además un excelente amigo y justo quería presentarme unas amigas, pero le respondí que no podía, porque tenía que trabajar con usted papá.
- Uhm, pienso que estás en edad de tomar un día libre para tí y espero que escojas bien.
- !Gracias Papá !
Al día siguiente, cuando Amadeo encontró a José, le contó la conversación con su padre y que estaba muy contento porque tendría un día a la semana para salir con amigas.
- Un día a la semana es harto poco Amadeo, le respondió José.
- Si no es mucho, pero es mucho más que nada.
- Tienes razón. ¡Eso es pensar positivo! y manos a la obra, esta tarde vamos a encontrarnos con Amelia y con Amalia.
- ¿Cómo dices que se llaman? Amelia y Amalia. ¿ Acaso son hermanas? O sólo es el azar, de llamarse con una diferencia de una letra, resulta hasta cómico.
- Tengo una idea, las llamaremos por su diferencia una será la A y la otra la E. ¿Qué te parece Amadeo?
- Me parece extraño, pero así nadie sabrá de quien hablamos, si es una buena idea.
El cine del barrio hervía de gente a la hora de la matinée, era el sitio de reunión preferido de la adolescencia. Ambas chicas se llevaban muy bien con José, quien siempre estaba contando chascarros y haciendo bromas, en cambio Amadeo solo respondía con algunos monosílabos cuando alguién le preguntaba algo; tanto fué que las chicas le preguntaron a José, si su amigo era enfermo que no hablaba y además las eses sonaban como zetas.
- Ja, Ja. Es que Amadeo es coño, es español y ellos hablan diferente a nosotros, lo que pasa, es que él es un poco tímido, pero es un buen amigo y espero que le quieran tanto como a mí.
Esa primera salida, no fue sensacional pero sirvió para ir tejiendo lazos de amistad y de comprensión, como era natural el desparpajo y la simpatía natural de José hizo que las chicas A y E, casi no tuvieran ojos para Amadeo pero los tres rieron de buenas ganas con las salidas comicas de él.
- Antes de despedirnos, dijo José tenemos que ponernos de acuerdo para hacer de este día, el de los cuatro, ya que nuestro amigo no tiene otra oportunidad, por las circunstancias de la vida o bien porque su karma es trabajar y trabajar y además tiene un padre que se lo recuerda de manera bastante fuerte.
- ¿Es verdad Amadeo? preguntó A, con un rostro en el que se pintaba la incredulidad.
- No, estás loca agregó E, no te das cuenta que están bromeando.
- Amadeo las miró seriamente y añadió, me gustó mucho poder compartir con ustedes, pero encuentro ilógico que tengan que conversar de mi. Buenas noches.
Mientras sus amigos se quedaron conversando, Amadeo se fue repasando los momentos vividos, era la primera vez que estaba solo con chicas, aunque su timidez le impedía mostrar sus sentimientos, iba feliz. ¡Qué mirada tiene A! se decía Amadeo y el cuerpo magnifico, como me gustaría pasear mis manos por ella. E tiene más personalidad, y un rostro más hermoso, además es más alta, se nota que vienen de una familia adinerada, la forma en que se visten, la calidad de sus zapatos. Mierda, no creo que se fijen en mi, además es el único pantalón que tengo para salir, y ni hablar del resto, así cavilaba Amadeo al entrar a su casa.
- ¿Y como fue la velada, preguntó su padre?
- Bien, gracias padre, la película era interesante.
- ¿Y las amigas, no lo eran acaso?, añadió su padre.
- Si , muy interesantes padre, sólo que, se ven de otro nivel social, y no creo que se vayan a fijar en mí, como yo quisiera.
- Tienes que tener confianza en ti; eres un chico bueno, sano; tienes muchos valores y las mujeres tienen muy buen olfato para distinguir lo importante. Ya lo verás.
Al día siguiente, José y Amadeo, rememoraban el encuentro con las chicas. Amadeo ya suspiraba al caminar.
- Bueno Amadeo, ¿Por cual suspiras más?
- La verdad, es que las dos son hermosas; pero ellas sólo tenían ojos para tí.
- No seas loco, lo que pasa es que tu tienes miedo de hablar, y pareces mudito. Tienes que romper el huevo y salir a tomar aire, expresar lo que piensas, ser capaz de sonreir y que tus ojos hablen cuando miran. Que digan aqui estoy yo el rey de los gitanos.
- ¡Si pero yo no soy gitano!
- Qué importancia tiene, tu debes sentirte feliz de lo que eres o de lo que no eres y si ellas no lo valoran, encontraremos otras más inteligentes. Créeme.
Durante muchos años de mi niñez, la escena volvía a mi mente, y me producían un terror inmenso. Hasta que el tiempo comenzó a sepultarlo.
Ahora cuando los evoco, mis lágrimas caen sin que pueda detenerlas, es probable que en la época, no haya podido llorar.
El cortejo empezaba en la calle Recoleta y se alargaba hasta la Avenida de la Paz, el colegio al que ella pertenecía asistió entero, con sus profesores y todo el alumnado que venía para decir adios a una niña especial, todos los compañeros de trabajo, sus amigos y los amigos de sus padres. También toda nuestra familia.
Mis recuerdos son los recuerdos del niño que vivió una tragedia, que trajo serios problemas a las familias que las vivieron, no recuerdo todos los entretelones. No recuerdo por ejemplo la llegada de los padres de Juanita, ni la conversación para enterarlos de que su hija que habían dejado al cuidado de sus amigos mientras iban a enterrar a su bebé, estaba también muerta.
Pero no puedo olvidar, los gritos en la calle de la madre de Juanita, cuando le gritaba a mi tía:
- Asesina, asesina y aquello duró meses. Ella perdió la razón y mi tía cayó en el alcohol.
Juarez 755 era diferente a la otra casa, era menos grande, pero mejor su construcción, que he detallado al inicio de este recuerdo.
Al frente en un conventillo, donde se arrendaban piezas, vivían mis abuelitos. Una pequeña pieza, donde en invierno no faltaba la tetera en el brazero y alrededor mis abuelos y yo tomando una taza caliente de té o bien un mate. ¡Qué contraste! Con la casona donde vivía su hija.
Pero para ellos dos, con el amor bastaba, incluso tenían para darme a mí hospedaje y a quien lo necesitara; por ahí pasaron muchos tíos y primos de ambos sexos.
Mi prima Chela, a quien me gustaba tocarles las piernas, cuando no debe haber tenido más de 18 años y yo cerca de los 10.
- “Déjate de molestar huevón”, me decía acompañando la palabra a la acción y me dejaba las manos rojas por inquietas.
A mi me tocaba dormir con mi abuelo Felipe, me dejaba las piernas pellizcadas durante la noche, porque le pegaba muchos puntapies y además lo destapaba.
Cumplido los once años ingresé al Comercial, constituyó un gran cambio comenzar la secundaria, era la primera vez que estudiaba en colegio mixto y de aquellos tiempos mis recuerdos me hablan de María Angélica, era la mejor alumna del curso, siempre ordenadita, sus cuadernos eran un ejemplo; muchas veces debió prestármelos para que me pusiera al día en las materias.
¡Qué contraste con los míos!
Fué el amor más platónico de cuantos viví, pienso que nunca supo que estuve cerca de un año enamorado de ella.
Siempre me hizo perder los pedales y una vez casi perdí la cabeza.
Ibamos caminando por la calle Santo Domingo, ambos hacia el colegio, cuando la divisé, por la vereda de enfrente y más atrás que yo, eso implicaba darme vuelta para mirarla, ella sonriente se dejaba admirar hasta que tropezé con dos enormes tarros de basura, cuando no se usaban las bolsas plásticas y el basural se desparramó por el suelo y yo entremedio con los olores putrefactos y con la cabeza adolorida y la basura entre mis ropas y ella cruzando con su sonrisa sarcásticamente dulce me dice:
- “Siempre eres tan loco para caminar” y yo rojo granate sin contestar.
Pensé entre mi, solo cuando te veo pierdo los kilates, pero sonreí timidamente y entramos al colegio como si nada.
Dicen que los primeros amores causan estragos en nuestras mentes y en nuestro accionar; con el correr del tiempo, me he dado cuenta que en mi caso particular, que no han sido solamente los primeros.
Recuerdo que tenía una compañera que se llamaba Juanita y éramos muy amigos, ella tenía una hermana llamada María, de quien mi amigo Roberto, estaba muy enamorado. El no estudiaba con nosotros, pero pasaba más en nuestra escuela que en la de él.
María tampoco estudiaba con nosotros y para verla debíamos ir hasta la población Juan Antonio Ríos y la única forma para mi amigo, era entrar conmigo a su casa, simulando ir a estudiar.
Uno de aquellos días, Roberto llegó a la escuela a la hora de salida de clases y me llevó a un lado para contarme que era el día del cumpleaños de María.
Cuando repetía su nombre, diría que sus ojos brillaban.
- Para mi, el cumpleaños de ella no tiene ninguna importancia, además no he sabido que vayan a celebrarlo y si lo hacen, no estamos invitados.
- Eso no tiene importancia, se donde venden los mejores pasteles de Santiago y ella se va chupar los bigotes y no me olvidará jamás. ¡Ay María del Alma mía! cantaba mi amigo eufóricamente.
En la Alameda de las delicias, pleno centro de Santiago, se encontraba la famosa pastelería, y a la hora de punto ibamos corriendo, para poder subir al microbus.
Tomamos el bus después de muchas peripecias, yo haciendo espacio y él pasando con la docena de pastelitos para su amada.
Ese año habían llegado los buses Fiat, de color verde que tiritaban ostensiblemente antes de partir y los asientos de atrás estaban abiertos y sólo habían a sus costados asientos perpendiculares, de modo que los pasajeros de pié, quedaban tocándonos las piernas.
Dos señoras regordetas que iban a bajar nos cedieron el asiento, pero esperando la llegada al paradero, se quedaron paradas a nuestro lado; en ese momento el autobus partió con sus tiritones extraños y las señoras cayeron sobre nuestras piernas, esto significaban en el caso de mi amigo, sobre la docena de pastelitos que quedaron absolutamente achuñuscados bajo los enormes cachetes de la gentil dama.
- ¡Mis pasteles! gritaba Roberto, tratando de parar a la dama, empujándola por los glúteos
- Déja de tocarme el poto, chiquillo de mierda y zas cachetada en el cabeza.
A Roberto todavía le dolía la cachetada de la dama, pero más le dolía el ego, de verlos achatados sobre la mesa, cuando nos sirvieron el tecito para acompañar los sabrosos pasteles.
Con el tiempo no sé si María habrá olvidado a Roberto, pero de la gorda arriba de los pastelitos no me voy a olvidar nunca. Ni tampoco de la risa colectiva que se produjo en el microbus, después del incidente.
Rosario venía de un pueblo al sur de Santiago y vivía, mientras estudiaba, con su hermana quién ya trabajaba y compartía en una casa con una compañera de trabajo, pero además ambas pertenecían a un grupo de canto, cuya especialidad eran las zambas argentinas.
Nos juntábamos dos veces por semana para guitarrear y cantar.
Rosario ya estaba de novia cuando yo la conocí; a pesar de ello entre el canto y los paseos por el parque Forestal, nació una atracción que superó las barreras de lo establecido y de los compromisos que ambos teníamos.
Una tarde del mes de noviembre, después de dejar el colegio nos aventuramos hasta el cerro San Cristobal, nos fuimos por los recovecos más escondidos, empezamos alucinados de pasión detrás de un árbol y terminamos en forma abrupta tirados a la sombra del mismo árbol.
Estábamos en pleno vuelo de fantasía en un beso de nunca acabar, ella ya sin calzones y yo con la mitad de mis pantalones abajo, cuando una mano violenta me lanzó al costado de mi corcel; ella y yo semidesnudos y una pareja de pacos mirando nuestros genitales a destajo, más un invitado de piedra, que no sabíamos quien era.
- ¿Ustedes no saben que está prohibido hacer cochinadas en lugares públicos y además con uniforme escolar?
- ¡Presos por faltar a la moral y a las buenas costumbres! y el otro paco agregó y por calientes mi capitány a este otro por sapo (mirón).
- ¡Los tres presos y en silencio! Gritó el capitan
Rosario tomaba mi mano con desesperación y con una risa nerviosa, me hablaba con sus ojos. Decidí ir a conversar con el carabinero de más rango, para poder influir en su actitud.
- Perdón señor ¿ que va a pasar con nosotros?
- Muy fácil jovencito, se iran presos hasta que algún adulto de su familia venga a buscarlos.
Panorama bastante sombrío para Rosario, cuyos padres vivían fuera de Santiago.
- Señor ¿Le puedo pedir un favor?
- Lléveme preso a mi, pero ella no tiene ninguna culpa; además todos hemos sido jovenes alguna vez, y hemos hecho algo indebido por desconocimiento pero no hay mala intención en amarse.
- ¡Amarse a poto pelado en un paseo público! Si lo es jovencito, me gritó el jefe de los dos; el otro miraba a Rosario con lujuria pero no dijo nada, el mirón iba adelante.
Cuando estábamos por llegar al retén, el capitan me llamó para un lado y me dijo
- Eres un caballero cabro; te salvastes por eso no más; ándate con la niña y la próxima vez sáquense el uniforme para venir al cerro.
¡De todas maneras nunca más volvimos!
Rosario se enfermó, uno de esos días en que estabamos en pleno frenesí y fui a visitarla; la dueña de casa me encontró muy simpático y me preguntó a que venía.
Vengo del colegio por que Rosario debe estar enferma y queremos saber si necesita ayuda.
Entré a su pieza y me estaba esperando con la cama calentita, en pocos segundos había dos enfermos en la misma cama.
Seguramente la dama llamó a la hermana de Rosario, diciendo que tenía visita, lo cierto es que estábamos en los inicios de la danza del amor, cuando ella siente los pasos de su hermana en el corredor y me saca de encima de ella, vístete rápido por favor, apúrate; solo alcancé a ponerme la camisa y me senté a poto pelado en una silla al lado de la mesa que hacía de comedor y me tapé con el mantel, lo más que pude.
Detrás de mi había una pared.
Rosario reía desde la cama y yo colorado como grana y con la erección que no quería bajar.
Pienso que su hermana se dió cuenta que estaba desnudo, porque salió inmediatamente mientras decía que iba al baño y volvía; me dió el tiempo suficiente para vestirme y volver a sentarme ya que la erección continuaba.
Ella muy gentil vino después a darme un beso y se dio cuenta que no me paraba.
- ¿Qué te pasa, tienes un pié malo? No nada, un pequeño calambre solamente. Si agregó Rosario con una mirada picarona, en la parte superior de la pierna,
- Extraño dijo su hermana
- Con un tecito se te va a quitar. Y efectivamente se me quitó.
Al atardecer decidí partir, después de las conversaciones de rigor, de algunas canciones y del guitarreo que nunca faltaba.
¡Como adoraba la zamba argentina que ellas cantaban y yo tarareaba!
”Zamba de mi esperanza, amanecida como un ....”
- Yo me levanto y te voy a dejar, así camino un poco, estoy cansada de estar en cama, dijo Rosario.
Su hermana le dice:
- Es una buena idea, mientras yo ensayo algunas posturas nuevas (se refería a la guitarra); ella se acercó a mi y me dijo al oído.
- Yo tambien, mientras mi rostro se cubría de un rojo casi granate.
La calle Catedral, no tenía muchos rincones oscuros de manera que fuimos buscando en las calles aledañas, sin encontrar nada apropiado a nuestros deseos, hasta que llegamos a la Quinta Normal, y comenzamos a mirar sus arboledas y a caminar entrelazados; pero la pasión era tan fuerte que nuevamente un árbol centenario nos atrajo y entre beso y beso nos fuimos cayendo: el temor de mostrar el calor que nos abrazaba, las maneras se hicieron trizas entre meneo y tocaditas y la luna que me alumbraba a los ojos como si fuera un sol, pensaba yo con ilusión; hasta que una voz ronca y profunda me hizo abrir los ojos y encontrarme con la linterna potente de un guardia de la Quinta que nos instaba a retirarnos del lugar que era para pasearse y no para sobarse.
- ¡Jovencitos de hoy que no aprenden nada bueno en la escuela!
La verdad es que acariciarse como lo hacíamos con Rosario nunca me lo habían enseñado en la escuela, eso venía como los circuitos electrónicos, con la marca de fábrica escrito en los genes.
¿Porqué las expresiones del amor, son tan difíciles de entender?
En cambio las del odio, como la guerra, las diferencias sociales, el racismo, el clasismo son parte de la vida común y lo han sido a través de la historia, no están tan lejanos, ni el holocausto ni la inquisición; así cavilaba cuando encontramos, a proposito de inquisición una iglesia en la calle Portales, cuyos muros permitían que me adosara como en un asiento mientras ella se ponía a horcajadas en mis piernas.
Sus labios que sabían a miel, no se podían separar de los míos.
Mis manos buscaban con ahínco sacar sus pequeños calzones, y en la iglesia el cura de turno decía su misa; mientras sus manos desabrochaban mi pantalón y jugaban falicamente en la oscuridad del anochecer. Adentro las velas ardían pacientemente. Los feligreses oraban por la paz y el amor.
Justo cuando la danza del amor tomaba ritmo, dos potentes faros me cegaron y desde dentro de un autopatrullas alguien gritó
- ¿Qué están haciendo mocosos de mierda?
En el mismo instante saqué a Rosario de encima mío y traté de guardar el pecaminoso con tanta mala suerte, que el cierre de bronze se enredó con mi glande y como diría un chino ”Glande fue el dolor”, que demostré con un grito que espantó a todos los feligreses ensimismados en sus plegarias y la risa de los pacos, sonaba estridente en mis oídos.
- Eso te pasa por hue...,¡cabro caliente!
Nada nos hicieron..., mientras caminabamos de retorno a la casa de mi amor, nunca había caminado con tanto dolor entre mis piernas.
Ella tan tierna quería acariciarme la causa de mi dolor, pero le pedía por favor que no me tocara. Demás está contarles que me fui con la cola entre las piernas, y estas últimas lo bastante abiertas para que no me rozaran, ni me causaran más dolor.
La dueña de casa, le contó a Rosario que yo tenía una cara de niño bueno, de manera que nunca tuve problemas para entrar.
Otro día que Rosario no vino al colegio, fui a verla a su casa, entré a su pieza y pensé que era ella quien estaba enferma de nuevo, tenía la cabeza tapada y yo muy chistoso la destapé; gritando
- te pillé.
Cual no sería mi sorpresa al ver a un hombre de pelo canoso acostado durmiendo una siesta en la cama de ella, mirándome con sus ojos serios. Solo acerté a preguntar.
- ¿Perdón quién es usted? Me miró serio y me dijo;
- El que hace las preguntas soy yo.
- Perdon dije tartamudeando, soy compañero de Rosario y traje un par de zapatos que me pidió.
- Ah bueno, yo soy el padre de ella.
Dejé la mercadería que por casualidad llevaba ese día y partí en tornado. Ella me contó después que su padre me había encontrado un niño muy lindo y simpático y yo que pensé que estaba muy enojado conmigo por patudo y destapar a su hija, sin miramiento.
Máximo o Chimo como le llamábamos estaba enamorado de Rosario y era uno de los que asistía a los guitarreos del anochecer. El siguió viéndola después que nosotros fuimos tomando distancia, ella porque se acercaba su casamiento y yo porque andaba interesado mirando otras chicas y escuchando otras canciones.
Ese verano contrajo matrimonio y fueron invitados todos los del grupo de la zamba, entre ellos yo, solo que no asistí para no causar problemas con su novio, ya que me veía con mal ojo; o con uno muy bueno.
Máximo asistió, y me contó los pormenores con detalles que me hicieron darme cuenta de su inmenso amor por ella.
Nosotros solo jugábamos a ser adultos y nos dejábamos llevar por la pasión visceral que nos encendía en cada reencuentro. En cambio él hablaba de ella como de una vírgen, recordaba cada uno de sus pequeños gestos, de sus sonrisas, de las lágrimas que rodaban cuando dijo que si, a la pregunta del cura de turno.
- ¿Aceptas por esposo a ......., para toda la vida? Nunca más la volví a ver; pero jamás la olvidé.
Estaba por cumplir los 6 años, cuando escuché que la hermana de mi tío venía a pasear desde Estados Unidos, donde vivía desde algunos años y venía con su novio para casarse en Chile.
Se quedó algunas semanas viviendo con nosotros, tendría talvez unos 20 años muy jovencita y atractiva, delgada de largas piernas y siempre sonriente. Ella cambió el ambiente de la casa, mi tío se veía muy contento de estar con su hermana y hasta la hermana que era monja, vino a visitarla.
Una mañana en que estaba lustrándome los zapatos en el corredor, desde la posición en que estaba, veía la tina de baño donde ella se bañaba cada mañana y yo tomé como hábito lustrarme los zapatos a la misma hora para poder admirarla a destajo. Durante esas dos semanas tuve los zapatos mejor lustrados del colegio, porque los repasaba entre 15 y 20 minutos, cada día.
Nos vimos hace algunos años y contemplé como el tiempo había dejado sus estragos y yo había perdido el hábito de lustrarme los zapatos.
En esa misma época, descubrí los bolsillos de mi tío y los billetes de 5 pesos, que tenían un color celeste que me atraían mucho y comencé a guardarlos en un tarro de café, los estuve robando durante mucho tiempo, hasta llenar el tarro que contenía como 40 billetes hasta que un adulto los encontró y descubrieron que estaba guardándolos como si fueran estampillas.
Ni siquiera conocía el valor del dinero.
La segunda vez que cometí un acto parecido, tenía como 10 años y fui a cambiar un número de loto de un primo que tenía un pequeño premio. El trabajaba con mi tío y me gasté una cierta cantidad en dulces y lápices, pero Mario me perdonó también la irresponsabilidad o frescura.
Cuando estudiaba en el comercial, hicimos un viaje de fin de año. Eramos más o menos como 15 entre hombres y mujeres y acampamos en una playa en El Tabo. El mes de diciembre no siempre es cálido en la costa central y en aquel año, la noche se puso fría y decidimos tomarnos una cantidad de cafés que las chicas preparaban acompañado de huevos a la ostra. (huevos crudos con limón), todo el grupo siguió celebrando con licor durante toda la noche y cantando con guitarreo y huifa, salvo el que cuenta porque sufrí un ataque al hígado, con dolores intensos y vomitos constantes, de manera que las chicas se turnaron para cuidarme durante la noche.
Pasé dos días bastante mal y ya el tercero estaba bien, pero los otros terriblemente agotados de tanta fiestoca.
Cuando volvimos a Santiago en la tarde del día sabado, encontré una monjita muy jóven en la casa y mi tía me llamó inmediatamente para decirme que era la hija de unos amigos de La Costa y debía entrar al convento al día siguiente y si la podía entretener.
Estaba de moda la música de Paul Anka, el rock and roll y bailar mejilla a mejilla; ninguna de estas cosas ella las conocía y fue la primera vez que fui profesor de algo.
Tuvimos algunos contratiempos con el rock y su hábito largo, pero en el chick to chick terminamos abrazados en un gran beso en el gran sofa, recuerdo sus ojos azules intensos, su sonreir dulce y sus mejillas coloradas después del baile y del beso. Durante dos horas y media charlamos, nos movimos al son de la música, aprendimos a conocernos, pero no fue capaz de decirme la razon de su estadía en el convento.
Cinco años más tarde, mientras estaba bailando en una discoteca en el centro de Santiago, alguien me abrazó por atrás. La oscuridad no me permitió conocerla inmediatamente, y además sin hábitos ni la vestimenta del convento, después de algunos segundos grité
- ¡La monjita ! y se lanzó a mis brazos de nuevo. No hablamos mucho, ella estaba con su grupo y yo acompañado y en las discotecas la música a todo volumen, no permiten conversar.
Me quedó la sensación que le había robado una esposa a Dios.
Ella murió jóven junto a su hermana en un accidente automovilístico, lo supe cuando andaba en el sur de Francia en la ciudad de Marsella. Paseando me topé con un convento y lo encontré igual al de Santiago donde la iba a dejar cada tarde de domingo en que volvía a su convento.
Me vino a la memoria cuando me contó que viajaría a Francia por un año y el azar quiso que lo encontrara en mi camino treinta años después. Toqué sus muros como para volver a la adolescencia y reencontrar el rostro risueño de mi amiga de antaño.
Caminaba a orillas del puerto siempre teniéndola a ella en mi mente y preguntándome ¿Qué habrá sido de su vida? Nunca más supe de ella y es extraño que hoy su recuerdo venga a visitarme con tanta insistencia.
Estábamos comiendo en familia, cuando alguien se acerca y me dice usted habla español, lo escuché hablando con su hija y contándole de una amiga que estudió en el convento cercano donde le ví pasearse y sucede que yo también tuve una amiga que vivía en el mismo pueblo chileno que yo y estudió un año en este convento.
- ¿De que pueblo es? Pregunté sorprendido.
- -De La Costa me respondió, ella se llamaba Margarita.
- ¿Se llamaba?
Había partido el mismo día que nos encontramos.
Cualquiera diría que fué el azar el día de nuestro reencuentro y también el azar de encontrar a Mauro mi coterraneo quién me entregara los pormenores de su partida en aquella tragedia para su familia y para el pueblo costero de donde eran.
Cada cual tiene su propio destino, seguramente no podía crear una familia, porque debía partir pronto y por ello había elegido el camino de la religión. Nunca es tarde para entenderlo.
Con el tiempo he aprendido a comprender que el azar no existe, que nuestras vidas están trazadas de antemano y que la distancia entre el aquí y el más allá es tan breve, solo que no somos capaces de verla ni entenderla.
Chao Margarita y Hola Margarita. Margarita, Margarita como diría Cocciante en su canción.
Y si ella está durmiendo, yo no puedo descansar.
Para que pueda volver aquí, Su sonrisa aún ahora brilla en la mañana.
Hablaremos horas y horas abracemonos más fuerte….porque ella ama el Amor.
Porque Margarita es Buena, porque Margarita vive, porque Margarita es un sueño porque es el sol, porque Margarita es el viento.
Ella es mi locura, porque Margarita es mía.
Recuerdo a su madre platicando con mi tía y contándole que ella siempre había sido diferente, desde bebé era toda sonrisa y quién la conociera se enamoraba de ella. Todos mis amigos nos decían que tuvieramos mucho cuidado que a veces hay gente mala que no soporta la belleza y la bondad que se leía en su Mirada. Empezamos a pensar con mi marido que lo mejor sería llevarla por el camino religioso e hicimos el trabajo de comenzar a convencerla desde pequeña que estaba destinada a ser la esposa de dios.
En esa misma época conocí a la que iba a ser mi primera esposa, quien era vecina en la misma calle. Me encontraba sentado leyendo en la puerta de la casa, cuando ella vino con una amiga del colegio que vivía en Colina, pequeño pueblo al norte de Santiago.
- Hola perdona que te moleste me podrías prestar $ 5.00 pesos, para mi amiga quien debe tomar el autobus y perdió su dinero.
- Si encantado, respondí yo, mi nombre es Ernesto.
- Ya lo sé, mi hermana juega con tu hermana Pía.
- No, no es mi hermana, es mi prima.
Después de una semana, me vino a devolver el dinero y me presentó en ese momento a una prima que vivía cerca de ella y que tenía unos enormes senos; lo recuerdo porque un día después la vi alegando con algunos amigos de la cuadra, en que ellos insistían en que sus senos no podían ser verdaderos, y ella entonces con su ingenuidad a flor de piel, decía
- ¡Toquen! ¡Vengan a tocar por favor!
Y entonces cada uno de ellos pasaba a cerciorarse de la realidad, yo tambien tuve ganas de dudar, pero pasaba casualmemente por el lugar y preferí ignorar el juego de los bandidos.
En el barrio vivía una pareja que hacía escándalos todos los días. Ella se llamaba Enriqueta, y todo el mundo la conocía como la señora Queta a él se le conocía como el “pelao”, por su calvicie.
Cuando él llegaba de su trabajo, tanto a la hora de almuerzo como en la tarde, la encontraba ebria, y la salía persiguiendo. Desde lejos ella le gritaba epítetos, él gritaba borracha y así todos los días y en diferentes horarios comenzaba la persecución.
Los espectadores no faltaban, pero nadie pensaba en el drama que se vivía detrás de esas persecuciones; en la época contaban con unos cincuenta años. Pero sin lugar a dudas debieron comenzar la vida, en la juventud y con todos los deseos y sueños de vivir felices eternamente. Pero el destino les tenía guardada una jugarreta que ninguno de ellos esperaba; al igual que sufren miles y miles de parejas y no tuvieron la fuerza para conversar los problemas que les aquejaban y una se escondía en el alcohol y el otro en culpabilizar.
Siempre me obsesionó la idea de que alguna vez en mi vida, tuviera una relación de ese tipo; y a diferencias de otros que se burlaban de ambos, a mi me producía pena cuando los veía correr como adolescentes o animalitos perdidos en la jungla de la vida.
Chile es un país productor de vino, los hay de muy buena calidad, y el que se vende por litros a precios tan bajos, que a veces un litro de leche vale mas que un mosto litreado (entiéndase un litro bien aguado).
Cada barrio cuenta con varios negocios donde se vende la caña de 1/2 litro; el nuestro tenía a don Sergio que estaba en la esquina de Juarez y el pasaje Irisarri; allí siempre había un grupo de hombres conversando, típica reunión en torno a estos clandestinos e iban pasando de a uno a pegarse un pencazo y volvían sonriendo limpiándose la boca y gustando aún los últimos sabores.
Pero no hay clandestino que no tenga sus borrachitos tirados; de hombres que han perdido la fe y ausentes se abandonan a la suerte.
El vino y las bebidas alcoholicas me produjeron siempre una repulsión porque temía que terminaría como los miles de borrachitos, botados en alguna callejuela.
Tuve un miedo acentuado a ser débil de carácter y dejarme llevar por los vicios.
En aquel entonces comenzaron a salirme verrugas en la mano izquierda, y me avergonzaba terriblemente tenerlas. Mientras más me avergonzaba, más me salían.
Usaba la mano siempre en el bolsillo, incluso vendada por el tratamiento que estaba siguiendo, la mantenía escondida de las miradas intrusas. Marité lo era y un día me llamó sólo para preguntarme que me había pasado en la mano; seguramente pensaba que me la habían cortado y cuando supo me dijo
- ¡Ah eso no es nada!
- Se te quitarán pronto.
Solo que en la realidad me las extirpaban y a los días me brotaban otras; hasta que viajé con mis tíos a Til-Til y un administrador y socio de uno de los fundos de mi tío, me dijo.
- Anda detrás de la casa hay varias higueras, rompe las verrugas y te pones la leche o jugo del fruto verde en cada verruga, vas a ver como te sanas (le llaman leche, porque el jugo es de color blanco y es tan fuerte que rompe y disuelve las verrugas completamente).
La tercera vez que hablamos mis verrugas se estaban deshaciendo, pero comenzaba a nacer una amistad que duró hasta los 50 años. Ambos teníamos 15 años pero ella se veía mayor que yo, fisicamente las mujeres se desarrollan ante que los hombres.
Ella en especial tenía unos senos prominentes cuyos nacimientos le gustaba exhibirlos usando blusas escotadas, le gustaba usar zapatos de tacon y su figura parecía el de una niña mayor.
En cambio yo era delgado con rostro de niño, bajo de estatura y sin ninguna malicia; tenía 15 y representaba 13, incluso la primera vez que la invité al cine, me dijo con mucho desparpajo
- ¡A mi no me gusta ver películas para cabros chicos!
Nos fuimos al cine muy de la mano y yo con la esperanza de que me dejaran entrar a ver una película para mayores de 18 años.
Cuando íbamos pasando, la dama le dice a ella,
- El es muy jóven para esto tipo de películas.
Yo estaba rojo mientras discutía con la dama, quien para cortar toda discusión me dice:
- Muéstreme su carnet señor.
Terminamos viendo una película de Walt Disney en medio de un monton de niños pequeños y de papás y abuelitos.
Cuando comencé a pololear con mi vecina, tenía la costumbre en días calurosos de subirme al techo del gallinero y estudiar o leer a la sombra de la acacia perfumada, no faltaban algunos días donde dormía una siesta después de leer, todo esto para evitar que me molestaran mis primos pequeños.
Una tarde que me quedé dormido más de lo acostumbrado, desperté cuando el sol se había entrado y las luces de las casas se habían alumbrado.
Fue la primera vez que descubrí el desnudo de mi vecina en la casa a los pies de la nuestra, asistí durante mucho tiempo al espectáculo gratuito y descubrí que era un voyeur en ciernes.
En la casa de nuestros vecinos ensayaba una orquesta dedicada a los valses clásicos, mi amigo era el sobrino del director de la orquesta y eso nos permitía asistir a los ensayos en las tardes de verano, él tenía una hermana más pequeña de dos años menos que nosotros.
Ella no tenía ninguna coquetería, y ni siquiera había crecido como una adolescente, es más, no tenía ningún atributo físico que me atrajera, sin embargo ella se acercaba a mi e inmediatamente se me producía una ereccion, nunca pude entender lo que me pasaba con ella.
Siempre debía disimular o taparme con algo mientras escuchaba a Strauss; después de aquel verano ellos no volvieron más o bien no nos encontramos por que cada uno siguió su rumbo.
Mi primo era cuatro años mayor que yo, y naturalmente era mi modelo. Tenía mucho encanto con las muchachas y siempre pololeaba con más de dos a la vez. Ninguna de las que conocí era fea, más bien eran todas muy hermosas y me gustaban mucho.
Recuerdo su primera mujer, quien quedó embarazada y se escapó al norte del país, para no tener problemas con su madre; al enterarse mi tío no permitió que ella se quedara por allá y fuimos a buscarla para que se casaran.
El auto, un chevrolet convertible del año 1956, lo conducía mi tío Pablo, quien era chofer de profesión y con el viajábamos mi tío Amadeo, su hijo Tato (futuro marido) y yo como invitado de piedra.
El viaje fue largo, más de siete horas a traves de dunas y cerros y de vez en cuando se asomaba el mar, o algún pueblo pequeño salido de la nada y que desaparecía a mis ojos casi al instante.
Llegamos a Ovalle al anochecer, un pueblo en la época oscuro, encontramos la dirección y con ella a su amada. El encuentro fue tierno, de risas y de llantos; yo miraba con atónitos ojos los rostros encendidos de aquellos casi veinteañeros que a través de sus miradas prometían el cielo y La Meca .
Fuimos a celebrar el encuentro en un restaurant ubicado en la Plaza de Armas, seguramente era lo más lujoso, no recordaba haber entrado a un lugar tan elegante, los mozos con uniformes impecables y de humitas, nos pusieron unos platos humeantes con servilletas blancas y solo agua al interior; estaba pensando que se habían equivocado cuando la futura novia mirandóme con una hermosa sonrisa, me dice:
- Es para limpiarse las manos,
- Ya me parecía, que como sopa, era muy extraña, dije casi al unísono, lo que causó la hilaridad de mis parientes.
La comida me pareció exquisita ya que teníamos un hambre devoradora, pero aún no he olvidado el postre, un plátano partido a lo largo cuya parte inferior no sufría alteración y la parte superior cortada en pequeñas rebanadas que sobresalían como un teclado de piano entre negras y blancas en cuya cavidad se acumulaba una miel de palma de la zona; un hermoso epílogo para una historia de amor turbulenta.
Pero la verdad es que la historia solo comenzaba y al igual que una barca en un mar embravecido no fue capaz de sortear todos los escollos que la vida le presentó.
La vuelta a Santiago fue en las primeras horas de trayecto, de mucha alegría y yo era el oído compañero en el asiento posterior de todos los sueños y proyectos que se juraban, a mi derecha el mar jugueteaba entre rocas y arenas, pero ellos en su mundo no tenían ojos para el paisaje ni para sentir la paz que de ella emanaba.
No sé cuanto tiempo dormí, pero un ruido de explosión me hizo brincar y el auto comenzó a zigzaguear de izquierda a derecha, íbamos bajando una cuesta, en medio de una bruma espesa y el neumático izquierdo delantero se había reventado.
Hacia nuestra derecha, sabíamos que estaba el precipicio y hacia la izquierda la posibilidad de un vehículo en sentido contrario y después la ladera de la montaña.
Terminamos la loca carrera al costado de la ladera con una parte del auto en el sentido contrario y los triángulos de señalización era imposible verlos en la intensa bruma. La noche era fría, nosotros tratábamos de avistar algún vehículo en el sentido contrario, mientras mis tíos intentaban cambiar el neumático averiado, en la más completa oscuridad.
Si hubieramos sabido escuchar a la naturaleza, diríamos que aquella pareja, se inició caminando en las tinieblas.
El regreso fue lento y peligroso y llegamos a altas horas de la madrugada a Santiago.
Durante muchos días dormí a sobresaltos y la explosión sonaba en mis oídos mientras mis ojos se habrían en la neblina de la noche.
No recuerdo como fue el matrimonio, seguramente con un cura de la orden de los dominicanos, en los tiempos en que el latín era la lengua de las misas.
La iglesia estaba llena, la familia era grande, los amigos muchos, tanto de los recién casados como de los padres de ambos. Cada quien lucía sus mejores prendas y mi líbido era ya capaz de preocuparse de adivinar lo que escondía cada disfraz.
Antes de los ocho años de matrimonio, ya cada cual marchaba con rumbos distintos y el pequeño niño nacido de esta pareja era uno más de los tantos hijos de familias dislocadas con el correr del tiempo.
Mucho tiempo más tarde cuando cuando estaban cercanos los 19 años, en un agradable mañana de primavera salí de mi casa para ir al que fué mi primer trabajo en la profesión.
Como todas las mañanas, caminé hacia el paradero del bus silbando una canción; pero no sólo yo cantaba, sino también los pájaros y en la esquina una pareja de mendigos sonreía mirándose a los ojos.
El microbus estaba como siempre lleno hasta la pisadera, pero alguien bajó por la puerta trasera y corrí conjuntamente con una chica y pudimos subirnos no sin problemas.
Talvez la complicidad creada, talvez la ternura de ella y la juventud de ambos en un día de primavera, hizo que ella se fijara en mi, o bien que yo me fijara en ella, como si el día del renacimiento hubiera comenzado.
Mostrando mi mejor sonrisa así el fierro para sostenerme, en ése mismo instante una brusca frenada del chofer nos dejó a todos en una posición de 1/2/3 momia.
Mi mano se incrustó en la blusa de ella, mientras mis ojos llenos de estupor crecían al mismo compás conque se llenaba mi mano. Ella en cambio, bajó los ojos mientras despegaba con dulzura la atrevida mano y sonriéndome dejó caer una frase amistosa:
- Tu mano está un poco fría.
Mi rostro cambiaba de colores como una acuarela loca. Los pasajeros en cambio gritaban bromas en todos los tonos y una señora regordeta en contralto allegro; más de un pedo expuso sus olores en la trifulca y las uñas postizas de una secretaria quedaron enganchadas, en la chasca melenuda del ocupante del primer asiento.
El chofer en posición de feto y con el pié hundido en el freno, dejaba caer un kilo de baba en el estornudo.
- Chitas compadre, gritó un pasajero de atrás, un estornudo más y nos vamos al cielo.
Una dama sonriente que había quedado como sandwich entre dos pasajeros del mismo sexo, gritó entre ambos¨
- Con lo que me está gustando esto, seguro que no llego al mismo cielo que uste dice.
Y en medio de tanta algarabía primaveral, los ojos de dos jovenes mascullaban el lenguaje del amor, del amor violento talvez, pero el amor tiene muchas expresiones, en buenas cuentas.
Y hablando de cuentas ella bajó su mano y buscó mis argumentos mientras me murmuraba al oído:
- Salgo a las seis del trabajo y te espero en tal esquina.
En un ímpetu arrebatador y tartamudeando dije:
- Yo también.
Ella siguió hablando dando calles, horas y cifras y ella bien tomada mientras yo seguía creciendo sientiendo que me explotaban hasta las espinillas.
Las calles del centro de Santiago, hervían de gente a las 6 de la tarde; una agradable brisa hacía flamear los coloridos vestidos y faldas de temporada; la tarde era todo piernas.
Llegué antes que ella y silbando miraba la cartelera del cine.
Ella seguramente mucho más de armas tomar, y con mayor experiencia imaginaba galopes de nunca acabar.
Entramos a la platea alta del cine Florida. No era una hora concurrida, en aquel día de semana.
Me senté tranquilamente y cual no sería mi sorpresa al verla sentarse a horacajadas en mis piernas.
- No podemos hacerlo aquí, le susurro.
- Tu elegistes el terreno y a mi toca elegir las armas del duelo; me dijo ella sonriéndome en forma desvergonzada.
Las butacas antiguas se quejaban ostensiblemente, mientras mis pantalones se arrastraban por el suelo. Ella al galope descubría los caminos del placer y nada más contaba en ese instante.
Traté de persuadirla hablándole cosas locas que me venían a la mente.
- Lo que yo elegí, fue la película; mientras enrojecía viendo que mis vecinos más abajo, se daban vuelta para contemplar la danza demoniaca y el ritmo desenfrenado de mi compañera de cine. Fue demasiado para mi pudor y en un arrebato de histeria le grité.
- Si no te bajas, me voy.
Ella en el apoteosis del baile gritó con voz destemplada e ida
- ¡Espérame para que nos vayamos juntos!
Pero aquella tarde cada cual hablaba en un idioma distinto. Enfurecido me levanté con mi carga a cuestas y ella agarrada y embutida por angas y por mangas se mantuvo firme en el corcel.
Salí y encontré una puerta a mi derecha y entré con ella mientras buscaba un lugar para dejar mi carga.
El agua del lavatorio del baño y la bajada intespestiva de su pilar o sostén enfríaron las ansias irrefrenables de Julieta. Tierna y comprensiva, ella me acaricia y me dice desde el limbo
- ¡Eres maravilloso! Yo con la mirada de niño bueno, le sonrío y salgo mientras ella se limpia con todo pudor femenino. Bajo silbando las escaleras mientras me pregunto.
- ¿Cuál habrá sido el final de la película?
Las emociones, siempre me fueron difíciles de manejar y mucho más en los inicios de la juventud. Entablar una conversación con el sexo opuesto solo podía realizarse si ella era quien comenzaba. Me dejaba llevar por el ritmo como si fuera un baile más y las palabras solo fueran una técnica de razonamiento. Sin embargo el sentimiento mezclaba mis ideas y las palabras salían a trastabillones y estaban lejos de lo que quería expresar sólo me daba cuenta cuando los ojos de mi interlocutora se abrían desmesuradamente o bien cuando una risa sonora me hacía sentir como si estuviera loco.
Pienso que el hecho de tener que haber vivido lejos de los padres, crea una inseguridad inconsciente que se manifiesta en un miedo exacerbado al rechazo. El niño siempre piensa que fue rechazado por sus padres. No es capaz de entender las razones materiales que motivaron la separación y está viviendo constantemente el dolor de esa soledad y aún cuando el tiempo haya pasado, la herida sigue viva y está presente en cada etapa de la vida.
Siempre buscamos la aceptación de los demás como lo más importante en nuestras relaciones.
La calle Juarez fué el tiempo de una niñez incierta y el inicio de la adolescencia, buscando en los libros las respuestas que no sabía encontrar. Perdido en los recovecos de las ansias que nacen y que las sentía sin futuro como un negro tunel. Sentir que puedes vivir teniendo dos vidas al mismo tiempo, la pragmática la de cada día, la sin emociones, la del rostro serio y la otra la de los sueños, donde el sentimiento a flor de piel se aferraba al mundo de los espíritus, de los imposibles. Ya que a veces la realidad te da golpes que no esperas y tienes que hacerle frente con los elementos que tienes y que en general no son muchos. Y tu vida que creas en el interior es tan viva que a veces cuesta volver a la que te golpea y te tiene a maltraer.
Cuantos son los jóvenes que se quedan en la esquizofrenia y van dando tumbos. Y yo tenía miedo de ello y cada noche me escapaba de lo que yo pensaba que era como una tumba que me impedía respirar y en aquel tiempo aprendí a desdoblarme y me veía durmiendo mientras yo flotaba y solo volvía al amanecer, hora en que tenía que despertar para comenzar el día.
0 notes
Link
Dolly Irigoyen es considerada una eminencia de la gastronomía argentina y latinoamericana. Es la única artista no musical que ha sido contratada por Sony BMG Argentina para desarrollar proyectos regionales e internacionales.
El secreto está en la granja
Dolly Irigoyen nació en una zona agrícola de Buenos Aires llamada General Las Heras. Su infancia estuvo marcada por los aromas y las recetas de su abuela. Pronto descubrió en la cocina su pasión porque era en esa cocina donde se hacían realidad las delicias que acompañarían las dinámicas familiares.
Se puede decir que su extensa carrera culinaria comenzó desde esos momentos en la casa familiar. A veces cocinando con su mamá y otras con su abuela. La abuela se encargaba de las conservas y de aprovechar todo los más posible. Mientras que su mamá era la del exceso para conseguir el gusto deseado. Con su papá era matar la gallina o pollo. Todo en el campo se aprovecha.
${INSTAGRAM:B5bKQoQAvLC}
Esas sesiones de observar, olear, tocar y probar son las que le dieron la experticia para saber cuando era temporada de pocos huevos y había que usar aceite para preparar las tortas. Fueron años de ensayo y error, cuando echó mano a su primer emprendimiento: vender las tortas que preparaba en la casa. Tenia 24 años, era madre soltera de morochos de dos años.
Fue una época de mucho trabajo repartido entre ser maestra en la escuela y las tortas de su hechura. Hasta que le llegó la primera oportunidad de dedicarse el mundo de la restauración gracias a la invitación para encargarse del restaurante del club social de la localidad. Estuvo a cargo durante doce años muy exitosos, el secreto era que toda la comida era casera.
Te puede interesar: La Feria Gastronómica "Masticar" de Buenos Aires celebró otra grandiosa edición
El comienzo de una carrera de más de 40 años
Fue con esta experiencia que Dolli comenzó a forjarse como chef. Aprendiendo a respetar los productos locales, garantizando la mayor calidad, por su frescura. Aprendiendo a cocina con lo que se tiene, con los ingredientes de cada temporada. Ella sabía que ese olor a comida deliciosa, a hogar era el secreto del éxito del pequeño restaurante local.
${INSTAGRAM:B3Xpd2eAHv1}
Sería aquí donde encontraría su segunda oportunidad cuando un cliente local dueño de una cadena de supermercados la invita a trabajar como asesora de los proyectos gastronómicos de la empresa. De pronto, Dolli se vio haciendo el trayecto todos los días hasta Buenos Aires a las seis de la mañana.
Esta situación duró varios años hasta que finalmente se muda la ciudad de Buenos Aires. Ese cambió significo un nuevo emprendimiento: Dolli empezó a dar clases de cocina. En poco tiempo hace su debut televisivo en Canal 7 y pasa a Utilísima.
El negocio se expande a dos restaurantes de nombre “Dolli”. En 1998 cuando decide cerrar el restaurante, lo menos que se imaginaba era que una oportunidad increíble llegaría para convertirse en la Dolli de El Gourmet. Fueron casi catorce años de ser invitada a los hogares latinoamericanos con recetas deliciosas, hogareñas.
Puedes leer: Mauro Colagreco, chef argentino que encontró el éxito en la costa azul francesa
Una nueva etapa: el retorno a las raíces
Dolli asume una posición más estratégica en El Gourmet y retoma el mundo de la restauración en Espacio Dolli. La estela de estrellas que visitan su nuevo proyecto incluye a personalidades como Antonio Banderas.
Dolli Irigoyen aprovechó su contrato con Sony para crear una seriado de ocho volúmenes en DVD, llamado “Cocina a la hora de la siesta”. Nuevamente Dolli toma de sus recuerdos de infancia para recrear sabores y olores llenos de nostalgia que se convierten en experiencias únicas para sus espectadores.
La carrera de esta increíble cocinera argentina se expande por más de 4 décadas. Sus logros incluyen libros, viajes, fogones y enseñanza. Rodeada de cariño de sus colegas como Gato Dumas y muchos otros nombres reconocidos dentro y fuera de la Argentina.
Si quieres seguirla en sus redes la puedes buscar en Instagram @dolliirigoyen y en Twitter @DOLLIIRIGOYEN.
Si te gustó la nota compártela en tus redes sociales y menciona a @lanetasiempre
via La Neta – La comunidad más grande de influencers emergentes y creadores en español
0 notes
Text
Caso de éxito: Un ejemplo de emprendimiento se presenta en la ONU
Con la ayuda de microcréditos, Jessica pudo comprar lavadoras para alquilar y, luego, inició su taller de confección de ropa para niños supliendo una necesidad de la comunidad
Con una lavadora sobre las espaldas, Jessica Hernández, de 28 años y madre de cuatro hijos, recorrió durante años las calles de Soacha y con su esfuerzo construyó un emprendimiento que más tarde le permitió instalar un taller de confección de ropa para niños, un ejemplo de vida que fue destacado por Naciones Unidas. Tal cual lo reseña el portal web Colombia-inn.
“Me considero una mujer trabajadora. Cuando uno tiene la motivación de sus hijos, hace lo que sea. En mi comunidad no había quien alquilara lavadoras y dije: hay que cubrir esa necesidad”, recordó la joven en declaraciones a Colombia-inn.
Jessica comenzó a alquilar lavadoras por horas. Las cargaba sobre sus hombros y las llevaba de casa en casa. “Empecé un proyecto (en una zona) donde el agua llega cada 15 días o cada mes, y eso me afectó muchísimo, más de uno me dijo vas a fracasar. Yo dije: déjenme con mi fracaso, tengo lavadora en la casa. Seguí con mi terquedad y compré tres lavadoras más”, agregó.
Con los ahorros de este trabajo y un préstamo de 500.000 pesos, emprendió otro proyecto que anhelaba y montó un taller de confección de ropa para niños, supliendo una necesidad en su comunidad y a su vez generar empleo.
De cargar lavadoras en Soacha a inspirar mujeres en la ONU
Su historia de empeño, fortaleza y constancia no se perdió en el olvido, y el pasado 5 de marzo Jessica pasó de recorrer las calles del municipio de Soacha, a ser la invitada de honor a una sesión de Naciones Unidas sobre emprendimiento, en la que estuvo acompañada por la embajadora de Colombia ante esa organización, María Emma Mejía.
“Fue muy gratificante, es algo que uno no vive todos los días. El hecho que tú veas que estás brindando un ejemplo de vida es muy conmovedor, porque la idea es que también otras mujeres se motiven y salgan adelante”, expresó la emprendedora al referirse a su visita a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
Según ONU Mujeres, en la región, por cada 100 hombres de entre 25 y 34 años en extrema pobreza, hay 132 mujeres en esas condiciones.
Venciendo las adversidades
“Yo trabajaba en el campo con mi mamá desde muy niña. Desde que tengo uso de memoria he trabajado. En el campo atendíamos a las gallinas, íbamos a recoger cacao, a sembrar maíz, a recoger café”, recordó Jessica.
Como miles de mujeres colombianas, su infancia no fue fácil. Cuando tenía ocho años su madre murió y tuvo que dejar su natal Bucaramanga para irse a vivir con su padre, en Bogotá. Terminó el bachillerato, se casó muy joven y enseguida tuvo a su primer hijo. Aunque inició estudios técnicos en mercado y ventas, nunca los terminó.
Viviendo en Altos de la Florida (Soacha) y responsable de sus cuatro hijos, Jessica vio en el alquiler de lavadoras una oportunidad de generar ingresos.
Con una tarifa de 2.000 pesos por una hora de alquiler o 5.000 pesos por tres horas, la mujer levantaba sobre sus hombros la pesada carga, y la trasladaba a la casa del cliente. Cumplido el tiempo, de igual manera cargaba el aparato y lo regresaba a su casa.
Con un microcrédito de 500.000 pesos logró comprar repuestos y hacerse a tres nuevas máquinas, pues los recursos que le generaba la primera lavadora no le alcanzaban para el sustento de su familia.
Llegó a tener más de cien clientes. “Tuve acaparado todo el barrio. No hay casa a donde no hubiera entrado y persona que no conozca. Me volví un referente”, contó.
Emprendimiento sobre emprendimiento
Jessica advierte lo pesado que es, físicamente, ese trabajo, razón por la que buscó otras alternativas de negocio. Nuevamente, con el apoyo de Bancamía, accedió a otro microcrédito de medio millón de pesos, para emprender en un taller de confección de ropa para niños.
Actualmente la joven estudia confección industrial y trabaja, desde hace ocho meses, en su propio taller. “En el momento estamos haciendo pantalones camuflados y vendemos 100 mensuales en Soacha. Quiero seguir estudiando, el conocimiento es la puerta del mundo”, afirmó.
Destacó que su objetivo es que el taller siga creciendo, producir más prendas y diseños y ayudar a más personas generándoles empleo. Eso sí, entre risas cuenta que, aunque no ha dejado el negocio de alquiler de las lavadoras, en el taller no tiene que cargar nada pesado.
Asegura que no le falta nada, solo tiempo para cuidar de sus hijos e impulsar su taller. Se siente afortunada, por fin su casa tiene techo e incluso una nevera.
“Mis sueños son varios: construir mi casa, estudiar, ver estudiar a mis hijos, tener mi microempresa donde pueda ayudar a madres cabezas de hogar y a personas que no tienen oportunidades laborales”, concluyó.
Artículo escrito por Leonardo Numpaque Moreno y publicado originalmente con el título “De alquilar lavadoras a ejemplo de emprendimiento en la ONU”
Este artículo fue publicado por:
http://colombia-inn.com.co/de-alquilar-lavadoras-a-ejemplo-de-emprendimiento-en-la-onu/
Caso de éxito: Un ejemplo de emprendimiento se presenta en la ONU was originally published on Victor Vargas
0 notes