Pensé que después de estar dos años y medio fuera de Colombia sería mucho más sencillo en el futuro volver a emigrar.
Pero esta semana, en Bogotá, a tan solo 6 horas lejos de mi familia, extraño más que nunca el sol del mal llamado Valle de las Tristezas. A mi hermano entrando de la nada a mi habitación o a la sala a contarme cosas random. A mi gato y su amor tan curioso, a mis colección de…
Escribir esto desde neiva me hace la persona más feliz del mundo.Tenía 6 años sin salir del área metropolitana de Medellín, lo que lo hace el mayor tiempo que haya estado en mi vida sin moverme ni de vacaciones a un lugar. Lo más partícular de todo esto es que es la primera vez en toda mi vida que hago un viaje de trabajo y de un trabajo del que me he enamorado y al que le estoy entregando lo…
Porque alguien como tú no debería estar en mi camino, pero deseo volver a tocar ese rostro terso.
Te conocí en esos enmascarados amarillos, lleno de incógnitos y grises monocromáticos. Dónde su orgullo se torna oscuro y los colores se vuelven vergüenza. Ese lugar, dónde el mercado yace en la carne, el sexo casual, las pollas y los culos están por doquier. Urgidos de contacto, necesitados de sentir, y aburridos de la cotidianidad de sus vidas en closet. Delimitados todos por radares de pasos a kilómetros más allá.
Te encontré un día sin ilusión, más bien de máxima excitación que me derramaba en sudor y ganas de contacto cuerpo a cuerpo. Y ahí estabas, bajo una imagen de referencia y a menos de 200 metros; la universidad parecía ser el epicentro de toda esta situación ya que muchos individuos se encontraban allí, lastima porque ya no era mi horario.
Me viste tras la pantalla en fotos causales y de interiores; tres fotografías fueron suficientes para incendiar el chat y programar una posible cita. Estábamos interesados, creo que el también. Dónde mi habitación nos recibió ya cayendo el sol, yo nervioso y tú oliendo delicioso; tal y como me gustan, el café Carmelo de sus ojos, la suavidad de su cuello y la seda en sus manos, su mirada que desnudaba el nudo de la cortina. Entre miradas, besos de cuello, manos intrepidas entre las piernas, apreciando la tela y la seda de los boxers que ajustados le quedan. Mutualidad excesiva, acción y reacción lo que puede ser un nudo difícil de romper. Entre música, sudor y risas el contacto de ser cuerpo a cuerpo se convirtió en pequeños tactos al alma. Es encantador ! Todo luego de hablar y apreciar la mirada hasta ser abrazados por la oscuridad y ver el cielo sin estrellas.
Siento haber escrito esto antes, en el mismo plano, en el mismo infierno, en la misma necesidad. Solo que el es grande y lampiño.
Y qué pasó ?
Después de ti..."Me quedé en un mensaje visto y vuelto en la noche clara, de esa habitación blanca y de cama fría". Pasado una semana ya se había olvidado de mi, y extrañaba lo que nunca pudo ser para mí. Alejado, cómo si estuviese amenazado, perdido en la jungla que exhala humo, entre las juventudes tristes, los gritos de euforia y el florecer de los árboles de febrero. Me comencé a marchitar, a sentir la misma decepción de Alcalá. A sentir frío cuando sudaba, a temblar sin estar en el bosque. Estaba sintiendo de verdad.
Desalmado y solitario, caminando sobre las hojas que contaron su historia, inclemente sol triste y luna dulce coqueta. En aquel momento parece que te veo en los pasillos, esos en los que nunca te ví, en el tercer piso rojo, en las mesitas públicas y entre las rayas azules de tu camisa que me enamoraron. Porque siempre quieres más, y yo mendigo más que tú simple mirar. Porque te recuerdo en las puestas de sol y vueltas de atleta.
Nos volvimos a ver, ahora sin foto de referencia pero sabía en mi corazonada que a esos 200 metros estabas, otra vez. Otra vez para decirte que dolía y creo que lo sentías, otra vez para verte con la piel tersa, otra vez para verte los ojos café. Otra vez para que me dejases en un mensaje leído. Otra vez para creerte y volver a verte acostado en mi cama, ahora en una mañana. Ya no, aparte de solamente desear de tu cuerpo aborrezco lo que eres y lo que puedes llegar a ser. No estaré tras la pantalla maniático por una señal de vida, no me importaría dejarte leído, no me importará verte en los lugares donde no te solía ver. No me importaría quitarte la camisa de rayas ya estando sin alma.
Espero verte otra vez sin esa imagen de referencia, a menos de 200 metros. Otra vez...
Acabo de regresar de mi primer festival fuera de Medellín.Y estoy feliz y dichosa porque de este año yo no esperaba mucho: presentarme en el festival local y en la clausura de mi taller literario y nada más.Pero la cuenteria me ha dado más felicidad de la que yo pudiera esperar, y para ser mi primer año y medio contando, me ha llevado a muchos más lugares de los que yo me pudiese imaginar a…
Cuando me tocabas la cintura y teníamos esta vista en las manos. La noche sumisa gemía con ganas de llorar. La cama nos deseaba.
Te invite, a qué probaras algo de manjar joven. Me serví, en una bandeja, esas que a pocos se les ofrece.
Por qué me deseas rey, mi señor, que puedes ser mi padre, ausente y remanente. Llegas a mí con tu portafolio, la mirada caída, las ganas de quitarte la camisa, hacerte un masaje, sentir que estás presente y que pienses lo mismo que yo.
Llevarte a la cama, darte tu beso de buenas noches, dejar que la tension se abra y resalte en la sábanas. Tocarte y que me sujetes fuerte, que digas mi nombre entre susurros y gemidos, ahí creo que puedo llegar a mi climax finito.
Hasta jadear, sudar, despojarnos de las sábanas mientras la luna nos cela desde el cielo reflejado en la ventana. Que se nos haga de madrugada acariciándonos los labios.
Pero, no pretendo sentir; aún así me hagas el café y los huevos revueltos, aún así escuches música que me gusta, aún así te vea más que atractivo e interesante.
Hay que frustrar el sentir, dejar pasar al dolor, el placer de follar con la soledad, la alegría de gritar y de estar sin culpas. Para luego ser esclavo y mendigar algo de cariño que parecen sobras babosas y mal olientes.
Fortalecillas es la capital mundial del bizcocho de achira, y conocerla fue toda una experiencia.En nuestra visita a Neiva nos invitaron a un colegio allí, y debo decir que aunque es un corregimiento de Neiva, era bastante lejos, aunque a mí me encantó el viaje, yo soy de esas viajeras que les gusta mucho la ventana precisamente para chismear los paisajes.Cuando llegamos el director del colegio…