#SOLDADOS GRIEGOS
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ernestdescalsartwok · 11 months ago
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PERSAS-MACEDONIOS-ARTE-PINTURA-EJERCITO-ALEJANDRO MAGNO-ANTAGONISMO-ENVIDIA-ACUARELAS-ARTISTA-PINTOR-ERNEST DESCALS por Ernest Descals Por Flickr: PERSAS-MACEDONIOS-ARTE-PINTURA-EJERCITO-ALEJANDRO MAGNO-ANTAGONISMO-ENVIDIA-ACUARELAS-ARTISTA-PINTOR-ERNEST DESCALS- La sucesiva incorporación de los soldados persas al Ejército Macedonio del Rey ALEJANDRO MAGNO supuso un evidente antagonismo y competencia entre ambos grupos, los soldados macedonios que habían conquistado y derrotado al imperio Persa de Dario III manifestaron gran envidia de los bravos persas que se alistaban en el Aegema, el Rey de Macedonia tuvo que practicar verdaderos equilibrios diplomáticos para crear un ambiente de respeto para las nuevas unidades asiáticas que se consolidaron como expertos en distintas especialidades militares. Pintura del artista pintor Ernest Descals con acuarelas sobre papel de 27 x 35 centímetros, Pintar sobre la historia y sus personajes.
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ladyanakim · 4 months ago
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HEADCANON'S SHAKA DE VIRGO❤️♍️
Nació en Nueva Delhi, India.
Nació el 19 de Septiembre de 1966.
Fue hijp de una Princesa HINDÚ, llamada Swathi Kshatriya, de la misma Dinastía Kshatriya, hija de Rey de ese entonces : Ram Kshatriya, por lo cual era parte de la familia real, pero no tenía derecho a trono, ya que era hijo también de un guerrero sin fortuna.
Su nombre real era Aakesh Kshatriya "Shaka".
Sus ojos era azules y su cabello rubio, debido a que su abuela materna, era una Británica que se caso con su abuelo, el antiguo rey de la India : Shiva Kshatriya.
Es ambidiestro.
Es Homosexual (Nunca le gustado las mujeres)
Sabe hablar varios idiomas: Hindu, Español, Inglés (de parte de su familia materna), Francés, Alemán, Griego y Latin.
También habla los mismos idiomas.
Es vegano (No consume nada de Origen animal, por convicción).
Mide 1.82 METROS.
Pesa : 69 kgs siendo el más delgado de todos los golden Saints.
Veía a Kiki como su hijo adoptivo.
Su única pareja conocida fue : Mü de Aries, con quien inició una relación desde que ambos tenia 12 años.
Era Zurdo desde nacimiento.
Su nacimiento fue muy triste, ya que es soldado con quien su madre se caso, no es su verdadero padre, su madre, la Princesa Swathi, fue abusada por un turista Inglés, de quien quedo embarazada, su madre solo tenía 13 años, fue casada con este soldado, leal a su abuelo, para "Tapar" su deshonra.
Durante su tierna infancia, fue hecho de lado, por la familia imperial de la India: Kshatriya, solo por que nació, producto de un abuso.
Entreno en la India de 1971-1973, para lograr ganar, la armadura de Virgo.
Su comida favorita es: la sopa de Verduras y de Zanahoria.
Su bebida favorita es : Jugo de arándanos.
sospechaba de la Traición de Saga de Geminis, pero se negaba a creer que este fuera un asesino.
Su separación con Mü de Aries fue muy dolorosa, para ambos, ya que es  su mejor Amigo/Pareja.
Siempre creyó que Aioros de Sagitario era inocente.
Le desagradaban Dm de Cáncer, por que este siempre hacia de menos, su religión Budista.
Si le gustará el Kpop, sería: Blink (Blackpink) Midzy (Itzy).
Creía que Afrodita de Piscis, era muy superficial y demasiado vanidoso.
Le gustaba leer libros Budistas y de superación.
Le gustaba ver películas de Misterio.
Sus canciones favoritas, era las canciones de Beethoween.
Su postre favorito era : Helado de Almendras.
Su primera vez con Mü de Aries fue romántica, y tierna, aunque ambos era demasiado torpes.
Jamás creyó que Saga, Camus y Shura, haya jurado lealtad a Hades, siempre creyó que era un plan muy bien elaborado.
Le gustaba cosechar su propia comida, en un Jardín que estaba fuera de Virgo.
Cuando falleció, dejo el collar de las 108 cuentas, en armadura de Virgo, donde Kiki, las resguardo con esmero.
Creía que Ikki de Fénix sería, un excelente sucesor de Aioria de Leo.
Creía que Milo de Escorpio era demasiado infantil, por burlarse de Aioria, sin que este pudiera defenderse.
Le caía bien Aldebaran de Tauro, aunque este, le lastimara las costillas, cuando lo abrazaba.
Jamás conoció a Kanon, hasta días antes de la batalla contra Hades.
Veía a Dohko de Libra como un buen tío adoptivo.
Veía a Shion de Aries como buen patriarca & "Padre" Adoptivo.
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1864- Deimos y Fobos: dos tipos de miedo.
Según la mitología griega, Deimos y Fobos eran hijos de Ares, el dios de la guerra, y de Afrodita, la diosa del Amor.
Deimos era la personificación del terror y Fobos la personificación del pánico. Ambos acompañaban a su padre Ares a la batalla, pues eran de gran ayuda debido a que mermaban al ejército enemigo antes de la contienda.
Se cuenta que Harmonía, quien era hermana de los gemelos, era el único ser capaz de diferenciar a uno del otro. Y lo mismo ocurre en la vida real: cuando no podemos diferenciar al pánico del terror, con verdadera seguridad tendremos la batalla perdida.
La palabra "Fobos" (pánico) en griego, significa miedo en ausencia. Otra equivalencia de la palabra "miedo" en griego es "Deimos", con la diferencia de que aquí el temor sería fundado, pues el miedo sería en presencia de algo.
Me explico: si tuviese miedo de una invasión extraterrestre, eso sería Fobos porque no hay una amenaza real. Ahora bien, si efectivamente hay una cantidad inusitada de objetos voladores fuera de mi casa, entonces tendría razón para sentirme amenazado, y eso sería Deimos, pues el temor surge en presencia de algo. Fobos es un miedo imaginario e insano, razón por la cual la palabra "fobia" deriva de Fobos (phobos).
Aunque en la antigüedad no era conocida la palabra "ansiedad", si se tenían nociones acerca de sus efectos, por lo que distintos filósofos se dieron a la tarea de descubrir las causas originarias. Uno de ellos fue Séneca, quien fuera tutor y consejero de Nerón.
Séneca fue un filósofo estoico, una corriente que alcanzó una gran popularidad, incluso entre el naciente cristianismo. Los estoicos planteaban, por entre todas las cosas, una forma de vida marcada por la moderación, por lo que promovían la idea de que se puede alcanzar la paz interior limitándose de comodidades materiales.
La principal obra de Séneca fue Cartas a Lucilio, misma que escribió cuando se apartó de Nerón. A pesar de tener una salud enfermiza, debida en gran medida al asma que padecía desde su niñez, jamás perdió la paz interior como buen estoico que era.
Séneca decía que tenemos el hábito de exagerar e imaginar por anticipado el dolor, y eso es exactamente el estado que conocemos como ansiedad. El miedo aparece, pero es natural, completamente natural. Es imposible imaginar un hombre que no tenga miedo; estaría muerto.
El miedo forma parte de nuestra inteligencia natural, pues es un mecanismo que nos mantiene a salvo de cualquier amenaza. Es como las alarmas que instalan en las casas: son de gran ayuda cuando cumplen su función correctamente, pero si se activan, incluso cuando pasa una mosca, entonces de nada sirven porque nos hacen vivir en un estado de pánico innecesario.
Aquí algo de Séneca:
"Sí, mi querido Lucilio. Accedemos muy rápido a estar de acuerdo con lo que las personas dicen. No ponemos a prueba lo que causa el miedo, no lo examinamos. Nos acobardamos como soldados que escapan de su campamento por un poco de polvo levantado por el ganado. Entramos en pánico al dispersar algún rumor sin verificarlo.
Y de alguna forma, este rumor es lo que más nos aflige. La verdad tiene sus fronteras bien delimitadas. Pero lo que viene de la incertidumbre se deriva de nuestra irresponsabilidad y permiso de una mente asustada.
Por eso ningún miedo es tan ruin e incontrolable como el miedo que proviene del pánico. Otros miedos no tienen sustento, pero el miedo de rumores es de cobardes.
Analicemos con cuidado este tema. Es probable que nos lleguen problemas, pero no es un hecho del presente. ¿Cuántas veces lo inesperado nos llega? ¿Cuántas veces lo esperado no sucede? Incluso si llega, para qué correr a alcanzar tu sufrimiento por adelantado. Cuando llegue, podrás sufrir, mientras tanto dedícate a mejores cosas."
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notasfilosoficas · 1 year ago
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“De todos los infortunios que afligen a la humanidad el más amargo es que hemos de tener conciencia de mucho y control de nada”
Heródoto
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Fue un historiador y geógrafo griego, nacido en la antigua ciudad griega Jonia en Halicarnaso, famoso por su obra “Historia”, considerada una de las fuentes mas importantes de la descripción del mundo antiguo a gran escala y una de las primeras en prosa griega.
Aunque no se conocen muchos detalles de su vida, parece ser provenía de una familia aristocrática de la Asia Menor, lo cual le permitía pagar su educación, pues sus escritos reflejan un profundo aprendizaje en las mejores escuelas de la época.
Sus continuos viajes al parecer por voluntad, también dan pie a pensar que se trataba de un hombre de recursos.
Se cree que sirvió en el ejército de hoplita, pues sus descripciones de dicha batalla son bastante precisas y siempre se cuentan desde el punto de vista de un soldado de infantería.
Dedica buena parte de su obra a relatar la historia del imperio persa, así como de sus costumbres y gobernantes, y de las guerras que enfrentaron con los griegos.
Dedicó gran parte de su vida a efectuar viajes para obtener la información y los materiales que le permitieron escribir una gran obra de valor histórico y literario.
Se le considera padre de la historiografía, y la primera vez que se le cita de esta manera es en el ciceroniano De legibus, un texto de Marco Tulio Cicerón escrito alrededor del año 52 a.C.
Su obra “Historia”, que se describe literalmente como investigaciones, exploraciones, fue escrita probablemente en Turios, una ciudad de la magna Grecia en el Golfo de Tarento a corta distancia de Sibaris.
El conjunto fue dividido en 9 libros por su editor alejandrino del siglo III a.C. uno por cada musa; Clío, Euterpe, Talía, Melpómene, Terpsícore, Erato, Polimnia, Urania y Calíope, y en ellos narra con detalle Las Guerras médicas entre Grecia y Persia a principios de siglo V a.C., con especial énfasis en aspectos curiosos de los pueblos y personajes, al mismo tiempo que describe la historia, etnografía y geografía de su tiempo.
Para sus obras históricas recurrió a fuentes orales y escritas, aludiendo siempre a sus informadores, es decir, citando el origen de la Fuente de la siguiente forma; “Según los persas…”, o “a decir de los griegos” etc.
Sus libros abarcan temas tales como la historia de Creso, acontecimientos en Babilonia y Persia, geografía de Egipto, costumbres y animales de Egipto, costumbres de los Escitas, la conquista de Persia a Libia, y múltiples relatos de batallas de la época.
Al ser “La Historia” la primera obra griega en prosa, no es de extrañar que su estilo sea simple y con vocablos antiguos. Ya Aristóteles definía su estilo de escribir como “ordenado o concatenado”, y al ser muy concreto, rehuía a las abstracciones, fijándose en lugar de ello en datos perceptibles.
Heródoto muere en el año 425 a.C. a la edad de 59 años, tal vez en Turios o Calabria y hay quien señala Pella o Macedonia.
Fuentes: Wikipedia, worldhistory.org, historianationalgeographic.com.es
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joseandrestabarnia · 1 year ago
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Título completo: La procesión del caballo de Troya a Troya Artista: Giovanni Domenico Tiépolo Fechas de artistas: 1727 - 1804 Serie: Dos bocetos que representan el caballo de Troya Fecha de realización: alrededor de 1760 Medio y soporte: Óleo sobre lienzo Dimensiones: 38,8 × 66,7 cm crédito de adquisición: Comprado, 1918 Numero de inventario: NG3319
Esta pintura muestra un episodio de la mitológica guerra de Troya, tal como la describe el poeta romano Virgilio en la Eneida. Los troyanos se regocijan cuando llevan un gran caballo de madera a su ciudad, creyendo que es un regalo de los dioses; en realidad oculta una banda de soldados griegos. Al fondo, Cassandra, hija del rey de Troya, está siendo arrestada por haber profetizado un desastre si el caballo entraba en la ciudad. Resultó tener razón: una vez dentro, los griegos tomaron el control de Troya.
La actividad febril de la multitud y la constitución muscular y la imponente estatura del caballo transmiten la naturaleza épica de la historia. Los altos muros y el espacio que retrocede bruscamente conducen nuestra mirada hacia la ciudad de Troya en la distancia, que Tiepolo basó en edificios antiguos y fortificaciones en Roma.
Información e imagen de la web de la National Gallery de Londres.
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elaprendizdecinico · 8 months ago
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Enío, Oscura Diosa de la Guerra «Destructora o Saqueadora de Ciudades».
En la mitología griega, Enío es una diosa relacionada con la guerra y el caos de las batallas. Enío es una de las deidades menos conocidas, pero tiene una función destacada en el panteón griego como compañera y asistente de Ares, el dios de la guerra. En algunas versiones, es su hermana o incluso una de sus hijas, aunque las relaciones familiares entre las deidades pueden variar según las fuentes. Su papel principal es sembrar el miedo y la destrucción en los campos de batalla, donde aparece para incitar la furia entre los soldados, desatar la violencia y aumentar la brutalidad de los enfrentamientos.
Conocida por su aspecto aterrador, Enío se caracteriza por estar cubierta de sangre y por llevar una apariencia temible que simboliza la violencia de la guerra. Su presencia en las batallas representa la destrucción en su forma más extrema, con ella liderando las cargas más cruentas y motivando a los guerreros a lanzarse al combate sin piedad. En este sentido, también es vista como una diosa de las masacres, ya que su influencia se relaciona con la devastación total de las fuerzas contrarias.
A lo largo de la mitología, Enío aparece mencionada junto a las deidades conocidas como las Eriinis (Furias), asociadas con la venganza, o incluso como una figura que acompaña a Hades en su reino del inframundo. Aunque Enío no es una diosa tan prominente como Atenea, quien representa una visión más estratégica y justa de la guerra, su figura ilustra el aspecto más crudo y salvaje de la batalla, revelando que los griegos veían la guerra tanto como un arte (con Atenea) como una fuerza de destrucción (con Enío y Ares).
En algunas interpretaciones de los mitos, Enío también puede asociarse con Eris, la diosa de la discordia, ya que ambas comparten la afinidad por el conflicto. Aunque Enío tiene un rol específico en el ámbito de la guerra, su presencia es menos independiente y más complementaria a otras deidades de la guerra, especialmente en comparación con diosas como Atenea o Artemisa.
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armatofu · 1 year ago
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El 22 de abril de 1616 en Madrid, fallecía Miguel de Cervantes Saavedra,
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considerado la máxima figura de la literatura española y autor de la que quizás sea la primera novela de la historia, “Don Quijote de la Mancha”. Nacido en Alcalá de Henares en 1547, no existen datos sobre su educación inicial, se sabe que de muy joven se trasladó a Madrid para asistir al “Estudio de la Villa”, regenteado por el catedrático de gramática Juan López de Hoyos, quien en uno de sus libros publica 2 poesías de Cervantes. En 1569 acusado de herir a Antonio Sigura en un duelo, es buscado por las autoridades por lo que huye a Italia. Allí se pone al servicio del cardenal Giulio Acquaviva y por un tiempo se dedica a estudiar a escritores italianos. Abandona esa vida apacible para unirse como soldado al capitán Diego de Urbina a cargo de uno de los ejércitos del célebre militar español de servicio para Italia, Miguel de Moncada, a quienes acompaño a bordo de la galera Marquesa. El 7 de octubre de 1571 participó en la batalla de Lepanto, en la cual una esquirla le corto el tendón de la mano izquierda, por lo que a partir de allí se lo llamaba “El manco de Lepanto” aunque esto no era real. En 1575 mientras intentaba regresar en barco a España, una flotilla turca los intercepta, lo toman prisionero y es vendido como esclavo al griego Dali Mamí, quien lo compra por tener en su poder cartas de recomendación de la realeza, esto le hizo pensar en pedir un buen rescate y lo retuvo en Argel. Luego de 5 años de cautiverio y 5 intentos de fuga, era considerado muy conflictivo por lo que se lo encadenó y subió a un barco rumbo a Constantinopla, en ese momento el Fray Juan Gil se presentó con el dinero suficiente para liberarlo junto con otros españoles. Se instala en Portugal y allí comienza su verdadera carrera literaria escribiendo “La Galatea”, regresó a España donde trabaja como guardia, olivero y recaudador de impuestos. En ese puesto comete una sideral estafa quedándose con dineros públicos por lo que es detenido y llevado a la cárcel de Sevilla en 1597. Estando preso es cuando idea y comienza a elaborar la obra literaria máxima de la hispanidad “Don Quijote de la Mancha”. Cervantes falleció de diabetes el 22 de abril de 1616 y fue enterrado en el convento que recaudó los fondos para su liberación de Argel, el “Convento de las Trinitarias Descalzas” aunque el lugar exacto es un misterio.
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jgmail · 25 days ago
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El momento Constantino y el poder de las cosas divinas
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Por Claude Bourrinet
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
En el siglo II los Antoninos llevaron al Imperio, fundado por Augusto sobre las ruinas restauradas de una Res publica destartalada, a un grado de poder y equilibrio sin precedentes, como atestigua el foro de Trajano el Conquistador. La tarea de Adriano a partir de entonces, una vez alcanzados los límites de la seguridad militar, consistió en plasmar mediante una política metódica filohelénica, con peregrinaciones turísticas por los confines del Imperio y realizaciones arquitectónicas que sintetizaran la armonía y la plenitud finalmente redescubiertas, la verdad encontrada en la belleza en la que se reconoce al genio griego. Pero era un equilibrio precario. La civilización nunca había alcanzado tal grado de florecimiento clásico, pero mientras las formas mostraban una frialdad, por así decirlo, oficial, pública y política, y daban así los frutos de la paideia, la cultura humanística de las clases altas imbuidas de la retórica, la filosofía y el arte griegos, una ansiedad subterránea corroía los corazones y las mentes. Esta es la paradoja de una época elogiada por Aelio Arístides en 147 ante Antonino el Piadoso, la época de la pax romana, de la prosperidad universal, de la política sabia y del respeto al orden. Pero fue este mismo Arístides, hipocondríaco y enfermo crónico, quien rindió culto a Asclepio de un modo que olía a la superstición popular que los griegos, sin condenarla, oponían a la sabiduría filosófica.
Este defecto espiritual interior debe tenerse en cuenta si queremos juzgar correctamente a Nietzsche, que está un poco demasiado influenciado por Gibbon. No es que no debamos ver la toma del poder por Constantino como un pronunciamiento exitoso, si se quiere; pero debemos señalar varios rasgos de este Imperio que, según el filósofo del martillo, estaba destinado a durar casi eternamente. Tal vez habría sido más fiel a los presocráticos, a los que tanto amaba, como Heráclito, por ejemplo, si hubiera corregido su afirmación un tanto aventurada. Giuseppe Tomasi de Lampedusa, en Le Guépard, está sin duda más cerca de la realidad cuando pone en boca del príncipe la famosa ocurrencia: «Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie...». El Imperio «bizantino», tal y como lo instituyó brillantemente Constantino (aunque no te guste el hombre, hay que reconocer su grandeza y no es ninguna degradación ver en tus peores enemigos las virtudes que alabas en otras partes), fue la continuación por otros medios de la empresa que Diocleciano había puesto en marcha con su fórmula de la tetrarquía y, sobre todo, la legitimación del orden político por el orden divino – una idea que había perseguido a los laudadores de príncipes desde al menos la época de los Diadocos –, sin que los estoicos y, más tarde, los neoplatónicos se quedaran atrás a la hora de dar a la dureza del régimen imperial el lustre de una unción supraterrenal. Los emperadores ilirios instauraron una política consciente, metódica y brillantemente aplicada a la reorganización administrativa, financiera, militar y religiosa que salvó al Imperio. El único error de perspectiva de Diocleciano fue creer que se podía cooptar a los mejores, como bajo los Antoninos. Sin embargo, puede decirse que sentó las bases del nuevo Imperio sobre un terreno sólido, que Constantino apoyó con el cristianismo. La «segunda Roma» duraría más de mil años.
Sin embargo, ¿por qué el cristianismo? ¿Por qué no, como estuvo tentado de hacer Constantino durante un tiempo, el culto a Apolo, o, como hizo Aureliano, el de Sol Invictus? Por supuesto, hay que sopesar las influencias. Constantino estaba rodeado de aristócratas cristianizados, empezando por su madre Helena, y muchos soldados se habían convertido al galileísmo. Los factores son tan subjetivos como oportunistas. Quizá haya que invocar el maquiavelismo de todo estadista o los caprichos de un hombre que, como la mayoría de sus contemporáneos, combinaba el realismo con un alma inquieta e impulsiva.
Sin embargo, hay que situar el «momento Constantino» en una perspectiva más amplia y preguntarse por la «fuerza de las cosas», una necesidad que viene de lejos, y que forma parte de un fatum por definición irresistible. No es que tengamos que aceptar la fábula magistralmente elaborada por el alma maldita de Constantino, que Eusebio de Cesarea reescribió la historia romana interpretándola teológicamente a la luz de la saga cristiana, desde la creación del mundo hasta el advenimiento del venerado dominus. Sin embargo, existe una lógica interna en un fenómeno que Jaspers denominó el desplazamiento axial, es decir, el nacimiento del Estado hace cinco mil años. La relación viva del hombre con lo divino sufrió entonces una fractura, o más exactamente un alejamiento del principio, del origen, que, al ofrecer cierta autonomía al campo político y, por lo tanto, los medios para que los especialistas de la administración y de la religión captaran las conciencias, los corazones y los cuerpos, interiorizaran la piedad y abrieran un pozo sin fondo de angustia y esperanza en el abismo individual.
Como explica Marcel Gauchet en Le Désenchantement du monde esta dinámica política sólo podía extenderse al Imperio universal, a una paradójica igualdad de destinos ante la muerte y la supervivencia del alma, unida a una drástica jerarquización de las condiciones sociales y económicas. El proceso se desarrolló durante un largo periodo de tiempo, con fases de ralentización o precipitación, de Oriente a Occidente, según diferentes modalidades etnohistóricas (la polis griega no era el Imperio aqueménida), pero siempre en la dirección de que los hombres tomaran las riendas de su propio destino y despojándose de lo divino, una desposesión de la parte de lo sagrado trascendente. La verdadera cuestión, por lo que respecta al Imperio Romano, no radicaba en su régimen – pues estaba condenado al totalitarismo de un modo u otro –, sino en la identidad de la religión o metafísica, que iba a triunfar. Y fue el cristianismo.
El Imperio despótico y universalista disponía de una serie de dispositivos sacroideológicos (vinculando el aquí y el allá y extendiendo la legitimidad por todo el cuerpo social, recurriendo a fuentes de otros lugares y del otro); la tetrarquía de Diocleciano intentó así un «renacimiento» politeísta enraizado en el pasado pagano. Diocleciano fue literalmente un reaccionario, que reaccionó ante los desafíos y las emergencias apoderándose de lo que le legó la herencia grecorromana. Sin embargo, como aprendería a su costa Juliano, un siglo más tarde, las estatuas politeístas se habían ido petrificando y habían perdido su vida sagrada, junto con sus pedestales, que eran las polis, las antiguas ciudades-estado, que habían visto cómo un Estado central les despojaba de sus prerrogativas políticas y militares, dejándoles sólo la gestión municipal y su propia cultura. Júpiter ya no podía competir realmente con el celoso Dios de los judíos, en una época en que la tendencia abrumadora de las aspiraciones religiosas era hacia el monoteísmo.
Los emperadores orientales, como Aureliano, habían comprendido esto en virtud de sus orígenes y porque el espíritu de la época tenía un impacto particular en ellos, viniendo como venían de una tierra rica en divinidades. En efecto, si bien el sincretismo había sido una característica de las mentes inquisidoras sobre todo desde el siglo II, mezclando a Osiris, Júpiter, Cibeles, Jesús y quién sabe qué más. El Sol, en particular, que todo lo ve y parece dar existencia a todos los seres vivos, y Mitra, la divinidad irania dispensadora de luz, cuyo culto estaba muy extendido en las legiones por su carácter marcial y su dualismo radical (su luminosidad se consideraba un símbolo de la lucha del Bien contra las fuerzas oscuras del Mal).
Sin embargo, estas religiones tenían muchos rasgos que las invalidaban: el culto al Sol invictus, demasiado abstracto y menos personificado que el de Cristo, no sobrevivió hasta que fue reivindicado como símbolo (por ejemplo, en la elección del 25 de diciembre como fecha de la Natividad); el culto a Mitra, que no sólo era practicado por soldados poco populares entre el pueblo, sino que además tenía el defecto fatal de ser la religión del enemigo hereditario, los persas, volvería a Occidente en la Edad Media, en su forma caballeresca. También hay que mencionar la mística platónica, demasiado intelectual para extenderse más allá de los círculos restringidos. ¿Lograría el hombre angustiado rezar al Uno para curar sus heridas existenciales? Ciertamente, la teología y la metafísica neoplatónicas eran de una profundidad poco común y constituían un peligro latente para la ortodoxia eclesiástica, en la medida en que ejercían una influencia omnipresente en las mentes (por ejemplo, Agustín, tras su periodo maniqueo, llegaría a ella antes de abandonarse al cristianismo). Pero la metafísica de Plotino – por citar sólo al mejor pensador, discípulo, junto con Orígenes, del alejandrino Ammonio Saccas (ill. infra) – nutrió la teología cristiana e incluso la islámica.
El apofatismo, su resultado lógico, del que Damascio fue uno de los principales exponentes (y, en su versión cristiana, el pseudo-Dionisio el Areopagita), no dejó de tener consecuencias para el pensamiento europeo. Sin embargo, sus tesoros filosóficos, a pesar de sus homólogos teúrgicos (Jámblico, Porfirio) a los que se oponía la Iglesia, carecían de la carga emocional susceptible de conmover a las masas. En cuanto al cristianismo, tenía la inestimable ventaja de ser una religión capaz de conmoverlas subjetivamente, de ofrecerles una esperanza escatológica basada en la fe, de esgrimir el terror supranatural y el terror más material del brazo secular y de desplegar metódicamente un aparato de propaganda y adoctrinamiento y, por último, pero no por ello menos importante, quizá su mayor baza, dotó al Estado de un aparato de control y movilización del cuerpo social que el Imperio, ese campo atrincherado, esa fortaleza sitiada, tanto necesitaba para garantizar la máxima cohesión. Todo esto se ha repetido en excelentes obras. La Iglesia fue, pues, la gran vencedora en el vuelco del mundo, la mentalidad y la visión de la Antigüedad tardía.
Sin embargo, es esencial hacer alguna concesión a esta directriz. Si hubo victoria, no fue total. En primer lugar, aún quedaban importantes focos de resistencia, sobre todo en la parte occidental del Imperio, particularmente entre la aristocracia, pero también entre el campesinado, que, a pesar de la cristianización del campo, seguía apegado a sus hábitos y costumbres, aunque fuera para decorarlos con barniz galileo. Lo que más tarde se conocería como superstición, magia o, simplemente, folclore, no era más que una perseverancia en las certezas paganas, que seguirían presentes en el campo hasta el siglo XIX.
Ramsay MacMullen ha mostrado muy claramente cómo estas tradiciones seguían muy vivas, con su pintoresco calor, en pleno siglo constantiniano. Parece que fueron reducidas principalmente por toda una serie de medios de coacción e influencia. Si el cristianismo tuvo éxito, fue tanto por motivos políticos como por razones sociales o psicológicas que afectaban a esclavos y mujeres, explicación que no debe exagerarse, ya que la Iglesia era tan conservadora en este terreno como el entorno en el que estaba inmersa.
Por otra parte, si hay que aventurarse a toda costa en el sector económico para encontrar las raíces del triunfo cristiano, parece dudoso que puedan hallarse en la estrategia de los poderosos locales, los amos del campo que, presionados por un sistema fiscal invasivo y exigente, se habrían lanzado a inculcar las virtudes del trabajo y el apego a las tareas penosas a unos colonos cuya condición era más libre que la de los esclavos. El sistema social de la época colonial, con la escasez de mano de obra esclava y el cese de las conquistas a partir del siglo II, no puede explicar por sí solo el progreso del cristianismo, cuyos valores morales de responsabilidad, individuación e incluso individualismo, así como la rehabilitación del trabajo humano, pueden verse retrospectivamente. Aparte de que la invocación de la economía como generadora de comportamientos y mentalidades parece ampliamente cuestionable, por su simplicidad y su esquematismo abusivo (no tiene sentido repetir todas las críticas justificadas que se han hecho al marxismo sobre este tema), tal hipótesis tropieza con serias objeciones. Dejemos de lado la ingenua hipótesis de que se recurrió al divino Carpintero para revalorizar un trabajo que había sido dañado por los antiguos prejuicios, que lo asociaban al desprecio de los esclavos.
El otium era un lujo aristocrático; en la práctica, el campesino, libre o no, no se planteaba el tipo de preguntas que eran privilegio de quienes tenían el ocio para pensar: trabajar duro, por necesidad, para proporcionar a su familia lo mínimo para vivir (la economía, como la del Tercer Mundo actual, o la del Antiguo Régimen, había estado sometida a una precariedad permanente). En realidad, no siempre hubo diferencia entre el esclavo, considerado como una cosa, y el campesino «libre», ligado por necesidad a la tierra y al amo que la poseía. El hecho de que tuviera que realizar un trabajo agotador no era una cuestión de elección.
El paganismo ofrecía un marco existencial capaz de justificar el papel de cada uno en la economía de los deberes y los derechos. La vida de un hombre humilde era ante todo la de su familia. La antigua religión politeísta tenía argumentos suficientes para persuadir al campesino de que cumpliera con sus deberes. No es que a veces no pudiera abandonar su lugar de supervivencia por su cuenta y riesgo (porque Diocleciano había instituido condiciones fijas, de generación en generación). ¿Pero para qué aventura? Tal vez la ciudad (que estaba bajo vigilancia), sin duda el bandidaje. Pero se trataba de destinos individuales (otra opción, como veremos, era el monasterio, o el eremitismo). Sin embargo, suponiendo que la explicación del sistema colonial estuviera bien fundada para explicar la victoria del cristianismo, ¿por qué el cristianismo tardó varios siglos en establecerse, al mismo tiempo que se extendía el sistema colonial? También está el hecho de que fue en la parte oriental del Imperio donde más se extendió la religión de Cristo, en Antioquía y Alejandría por ejemplo, donde el dominio colonial estaba mucho menos extendido que en Europa occidental, que tardó tanto en entregarse al cristianismo.
En Asia existían pueblos de campesinos libres, autogestionados o desprotegidos. Una de las bazas de la Iglesia fue desposeer a los antiguos protectores y ocupar su lugar o incorporarlos a su aparato. Pero no olvidemos un punto esencial, que tiende a pasarse por alto, y que reapareció en toda su verdad con el advenimiento de la modernidad, después de que el cristianismo medieval, que agotó los antiguos reflejos, hubiera dado paso a un mundo individualizado y citadino: el cristianismo es esencialmente una religión del desarraigo y, por lo tanto, antipatriota, y su antropología se basa en la ciudad, el nomadismo, el individuo frente al Dios único y una intersubjetividad liberada en principio de los vínculos tradicionales. Es portadora de un proyecto dinámico que impulsa el futuro, transmuta al individuo y lo proyecta hacia un futuro escatológico indefinido.
Por último, si el dominus pudo basarse, por hipótesis, en la virtud de la obediencia que se atribuye a la moral cristiana, no es menos cierto lo contrario, pues no sólo puede justificarse la revuelta en nombre de Dios, o al menos la reprobación de los príncipes de este mundo (¡y cuántas revueltas se produjeron en el Imperio bizantino!), sino que la integración en el siglo no está garantizada. Basta pensar en el anacoretismo, que se extendió en el mismo momento del triunfo cristiano y vio cómo decenas de miles de campesinos, a veces perseguidos, huían al desierto o se refugiaban en monasterios. Si se trataba de un cálculo, resultó costoso. De hecho, el trabajo como valor productivo, después de haber sido una penitencia durante muchos siglos para los monjes, sólo se convirtió en un factor económico serio a partir del siglo XI, bajo la influencia combinada del monacato (especialmente el movimiento cisterciense) y la ciudad, que se emancipó gradualmente de las limitaciones morales del pasado, al tiempo que revalorizaba el dinero, el beneficio y el trabajo productivo. Desde el punto de vista lexical el término «trabajo» no sustituyó al de «labor» (labeur) hasta finales de la Edad Media. En cuanto a la Antigüedad tardía, que tiene una gran deuda con el mundo del pasado y que, en su modo de vida, adopta todas sus estructuras, sería un anacronismo atribuirle características que sólo pertenecen al futuro.
Por otra parte, parece que el cristianismo consiguió responder a las expectativas de las masas, cuya homogeneidad mental subraya MacMullen, sean cuales sean sus orígenes sociales (para él, el Imperio de Diocleciano sustituyó a las antiguas élites por otras nuevas, menos cultas y que compartían cada vez más la visión de las clases bajas). Es muy difícil explicar la aparición y el éxito de una religión. Se entremezclan demasiadas causas. Sin embargo, se pueden leer ciertos signos, sobre todo en lo que constituye la máxima expresión de la sensibilidad, el espíritu y la cultura, es decir, el arte. En su magnífico libro sobre el arte de la antigua Roma, publicado por Mazenod, Bernard Andrae ha seguido la evolución de los relieves de los sarcófagos a partir del siglo II, a medida que el ritual de la inhumación tendía a sustituir a la cremación y de las catacumbas con sus lóculos y columbarios.
Retomando su senda exegética para poner de relieve la evolución espiritual de los habitantes del Imperio, tanto en las clases altas (que aquí se analizan más detenidamente) como en las bajas (que, en definitiva, estaban mejor protegidas contra las revoluciones radicales). En la escena titulada «Los trabajos de Hércules», el sarcófago de Velletri (140-150) muestra la esperanza de supervivencia tras la muerte, una preocupación que había sido relativamente descuidada por la mentalidad pagana tradicional. Esta angustia se encuentra en el culto al favorito de Adriano, Antinoo, trágicamente desaparecido y divinizado por su amante, aquejado él mismo de una preocupación oculta tras el barniz helénico. Fue en esta época cuando la piedad, en las obras filosóficas, entró en contacto con la noción de responsabilidad moral, otro fenómeno relativamente nuevo en el pensamiento antiguo.
A partir de este momento, el arte transpuso los valores de sacralidad y, sobre todo, la aspiración a la eternidad. Los sarcófagos con bajorrelieves se originaron en Oriente, que no carecía de interés religioso. Las tumbas de la Vía Apia, la Vía Latina y la Vía Portuense dan testimonio de las nuevas costumbres de las clases acomodadas. Bajo las Termas de Caracalla se ha encontrado una pintura sobre fondo rojo, fechada entre 130 y 138 bajo Adriano: «Expresa una inquietud interior ajena al verdadero clasicismo, un total abandono místico al encanto del mundo dionisíaco. Estas figuras [...] delatan [...] el desgarramiento de la ratio y del anima que fue el destino de la época». Desde el punto de vista técnico, la escultura adoptó un nuevo método: el uso del zarcillo y del buril dio más interioridad a los iris y a las pupilas, mientras que el uso del zarcillo sin interrupción, para obtener un surco continuo, desmaterializó cabellos y ropajes.
En Portonaccio, en 190, bajo Marco Aurelio, una «Batalla contra los bárbaros», un hervidero cortado por luces y sombras, muestra «seres exhaustos, demacrados, marcados por el dolor y la humillación», símbolo de la fragilidad humana. Andrae insiste en la brusca ruptura que constituye el periodo entre el reinado de Antonino y el de Marco Aurelio: «este punto de inflexión fue uno de los acontecimientos más profundamente significativos para la conciencia humana en Occidente. Fue el umbral entre la Antigüedad y la Edad Media. Supuso la sustitución de un concepto empírico basado en la observación de la naturaleza por una noción especulativa y metafísica. Por muy reflexiva que sea esta nueva comprensión del arte, su motivo no es menos irracional, la búsqueda de la verdad interior de los fenómenos, de su trascendencia».
Del mismo modo, la composición de la columna aureliana  expresa a su manera este cambio, desdeñando el espacio en favor de una monotonía casi abstracta y de una preferencia por la alineación frontal, como si la proyección hacia otra dimensión espiritual borrara las asperezas de la realidad naturalista. Esta lógica se acentúa con los soldados-emperadores. La serie de retratos imperiales del siglo III, en particular, muestra rasgos desmaterializados que expresan una gran intensidad emocional, una violencia interiorizada y una angustia subyacente. A menos que, como el del hijo del emperador Valeriano, Galieno, nos ofrezcan la «forma hierática de una imagen de salvador, un nuevo ideal del ser animado por el pneuma preconizado por la filosofía de la época».
Estos bustos parecen mirar fijamente a una distancia inalcanzable, tal vez esa eternidad que aparece en un sarcófago bajo la figura de Venus, en este bajorrelieve que representa la caza de un león, el animal símbolo de la muerte. Los cristianos solían cantar: «Libera nos de ore leonis», «Líbranos, Señor, de la boca del león», es decir, de la muerte terrenal. En el sarcófago del Museo de Prétextat, los Dioscuros se refieren al destino escatológico del alma, a la salvación. En el de Flavius Arabianus (270 - 280), «vemos una severa alineación, el espacio se ha vuelto plano. Los cuerpos y los trajes también se refinan, se desmaterializan. [En el centro, [...] la pareja nupcial [...]; sus miradas se buscan con dolorosa intensidad».
El sarcófago del Museo Tolonia (597) nos lega el «ideal del aner musicos, el hombre culto que, en un mundo plagado de problemas externos, construyó un nuevo universo interior y supo encontrar en él, tanto como en las ceremonias de la vida pública, el reposo y la eternidad». La estatua monumental de Letrán muestra a un filósofo enseñando: tiene «la frente muy alta, llena de pensamientos, con la mirada interrogante». Las figuras tienen grandes manos, «en busca de la trascendencia». El gran sarcófago «Ludovisi», en el Museo dei Terme de Roma, anuncia ya la Edad Media en los rostros doloridos y terriblemente humanos de los prisioneros bárbaros. En cambio, en las representaciones de los Tetrarcas, los rasgos están «desindividualizados»: se hace hincapié en su función simbólica.
Con el Arco de Constantino, que lleva bajorrelieves del Arco de Diocleciano, nos encontramos «ante un diseño puramente lineal, sin volumen». «A través de la superficie de los lineamientos abstractos, [podemos distinguir] la forma incorpórea de los ángeles y santos cristianos que debían decorar los recintos de mármol de los coros e ilustrar, en otro estilo, el de los mosaicos, los interiores de las iglesias cristianas». Las figuras, que han perdido toda individualidad, están dispuestas, en el friso que representa la escena de la distribución del dinero, «en un orden jerárquico que asigna a cada una un lugar fijo». En la basílica construida por Majencio, la estatua del emperador (Palazzo dei Conservatori en Roma - ill. abajo) muestra «al nuevo soberano, una criatura humana sentada en el Más Allá», sobrecogido por la majestad divina. Su «rostro límpido y tranquilo, con ojos inmensos y radiantes [...] da testimonio de una nueva certeza que transforma todos los valores de arriba abajo».
El sarcófago de pórfido de Helena, madre de Constantino, en Tréveris, está relacionado con la «Dea Barberini» del palacio de Letrán, el fresco del techo del palacio de Crispo y el suelo de mosaico de la villa constantiniana de Dafne. «Todas estas obras tienen algo en común: ya no pretenden expresar una realidad exterior, sujeta a la ley orgánica natural, a la gravedad y a los imperativos del espacio euclidiano; crean un universo espiritual luminoso que trasciende la vida terrenal. [En el palacio de Tréveris, las incrustaciones de mármol pulido que, gracias a las ventanas arqueadas, arrojan luz sobre el inmenso patio, y sobre el fondo luminoso de pórfido del sarcófago gigante, destaca, libre de gravedad, la carga triunfal de los lanceros sobre los enemigos encadenados y vencidos. El espacio que barre al adversario en un torbellino es un espacio abstracto, inasible, los vencedores resplandecen en la luz reflejada, flotando más que cabalgando. La formidable pesadez del peñasco queda abolida en el brillo y el destello del pórfido pulido».
Constantino se veía así a sí mismo como el restaurador, el continuador, el que resumía en un nuevo imperio al hombre antiguo y al hombre nuevo, espiritual, místico y que desempeñaba su existencia eterna en la ciudad terrenal. Nunca fue consciente de que rompía radicalmente con el Imperio perenne. Al contrario, le daba una vida superior espiritualizándolo. ¿Cómo podía saber que se había equivocado, que había instaurado una religión que sería, como demuestra Marcel Gauchet, la religión de la salida de la religión?
Fuente: http://euro-synergies.hautetfort.com/archive/2025/05/28/le-moment-constantin-et-la-force-des-choses-divines.html
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lecturasdelamisa · 2 months ago
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SAN JORGE, MÁRTIR
Son pocos los santos que se pueden considerar que tengan un culto tan difundido y tanta veneración popular como la tiene San Jorge. Caballero, mártir de Cristo entre el siglo III y el IV. Lo testimonian las innumerables iglesias dedicadas a él, y tantos países y regiones del mundo que es patrono.  
San Jorge, mártir
23 abril
Sobre la figura de san Jorge, hay un sin fin de cuentos, narraciones fantasiosas como la del episodio cuando salvó la princesa de las garras del dragón, ocurrido en el periodo de las cruzadas. Se cuenta que en la ciudad de Selem en Libia, había un gran estanque donde vivía un terrible dragón, para calmarlo los habitantes de la ciudad, le ofrecían dos ovejas al día y luego una oveja y un joven escogido al azar. Un día le tocó la suerte a la hija del rey, y mientras la joven se dirigía hacia el estanque, pasó por allí don Jorge, y mató al dragón clavándole su lanza. Este gesto se convirtió en el símbolo de la fe que triunfa sobre el mal.
¿Quién era San Jorge?
Jorge, cuyo nombre tiene un origen griego que significa “agricultor”, nació en el seno de una familia cristiana en la Capadocia cerca del 280. Se trasladó a Palestina y entró a formar parte del ejército de Diocleciano. En el 303, cuando el emperador emana el edicto de persecución contra los cristianos, Jorge dona todos sus bienes a los pobres y, ante el mismo Diocleciano, rompe el documento y profesa su fe en Cristo. Por esta acción sufre terribles torturas y al final fue decapitado. Sobre el lugar donde fue sepultado en Lidda, que era antes la capital de Palestina y hoy es una ciudad israelí cerca de Tel Aviv, se erigió poco después de su muerte una basílica donde aún hoy día se pueden ver sus restos mortales. Esta es la Passio Georgii, considerada como una de las obras hagiográficas del Decreto Gelasianum del 496 y definida por tanto una passio legendaria. Entre los documentos más antiguos que verifican la existencia de san Jorge, está un epígrafe griego del 368 encontrada en Eraclea de Betania donde se habla de la “casa o iglesia de Jorge y sus compañeros, santos y mártires triunfadores”.
Desde mártir a un santo guerrero
Los guerreros influyeron mucho en transformar la figura de san Jorge mártir en un santo guerrero, simbolizando la escena del dragón como la derrota del Islam; Ricardo corazón de León lo invocó como protector de todos los combatientes. Con los Normandos su culto se radicó fuertemente en Inglaterra donde en 1348, el rey Eduardo III instituyó la Orden de los Caballeros de san Jorge. En todo el periodo medieval su figura fue objeto de literatura épica.
Devoción a san Jorge
A San Jorge se le considera el patrono de los caballeros, los soldados, los scouts, los esgrimadores, y los arqueros; además se le invoca contra la peste y la lepra y contra las serpientes venenosas. San Jorge es honrado también por los musulmanes que le dieron el apelativo de “profeta”. Por falta de noticias ciertas sobre su vida, en 1969, la Iglesia degradó la fiesta litúrgica de san Jorge a memoria facultativa sin tocar el culto que se le dedica. Las reliquias del santo se encuentran en diversos lugares del mundo: en Roma en la iglesia de San Jorge en el Velabro, por voluntad del Papa Zacarías, custodia el cráneo.
También san Jorge es un santo que le acompaña la leyenda, se podría concluir que su función histórica es la de recordar al mundo la idea fundamental, que el bien siempre vence al ma. La lucha contra el mal es una dimensión siempre presente en la historia humana, pero esta batalla no se gana solos; san Jorge mata al dragón porque es Dios que actúa en él. Con Cristo el mal no tendrá jamás la última palabra.
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varado · 5 months ago
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Dolores y Placeres de la Rima Pobre
Se llenó aquel lugar de indios cabreados, vaqueros con fiebre del oro, soldados de fortuna, marineros mercantes, romanos con sandalias, griegos con talón, banqueros con cheque, cocineros de estrella, muñecos michelines, muchachas exuberantes, italianos sin vergüenza, españoles sin mundo, agentes sin secretos, peregrinos sin sandalias, profesores con ciencia, alumnos sin paciencia, cebras sin…
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ernestdescalsartwok · 2 years ago
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EJERCITO-MACEDONIA-ARTE-PINTURA-FALANGE-ALEJANDRO MAGNO-HISTORIA-GRECIA-PINTOR-ERNEST DESCALS por Ernest Descals Por Flickr: EJERCITO-MACEDONIA-ARTE-PINTURA-FALANGE-ALEJANDRO MAGNO-HISTORIA-GRECIA-PINTOR-ERNEST DESCALS- Ejército de Macedonia, al mando del Rey ALEJANDRO MAGNO los hombres forman la FALANGE, la nueva estrategia militar que revolucionó el mundo antiguo en sus guerras, los soldados armados de sus sarisas, lanzas muy largas, forman un erizo que resultaba muy difícil de superar, pintura del artista pintor Ernest Descals sobre papel de acuarela, pintar sobre la historia de Grecia.
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ladyanakim · 5 months ago
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HEADCANON'S DE DEFTEROS DE GEMINIS.
Nació en Corintio, Grecia, junto a su hermano Aristóteles "Aspros".
Nació en 20 de Junio de 1720.
Era ambidiestro.
Media 1.90 metros.
Pesaba 90 Kgs.
Su nombre real era : Ángel Giannopuolus "Defteros".
Fue bautizado como Defteros, por el patriarca Sage.
Fue adoptado junto a su hermano Aspros, cuando ambos tenia 1 año, por Sage de Cáncer.
Su padre era un Gran Visir de Imperio Otomano, que en ese entonces gobernaba en Grecia.
Su madre era una Sultana (Princesa Otomana) que murió en un naufragio con ellos, abordo.
Es Bisexual (Preferencia hacia los hombres).
Su mejor amigo fue Asmita de Virgo.
Su primer beso fue con Asmita de Virgo y fue por curiosidad.
Se enamoro profundamente de Degel de Acuario, con quien tuvo una relación que termino con la muerte de ambos en la guerra santa.
Su primera vez Fue con Degel de Acuario, aunque ambos era tímidos.
Le gustaba leer Poesías y de filosofía a lado de Degel de Acuario.
Gracias a Degel aprendió hablar 5 idiomas: Griego, Turco, Latín, Español y Francés.
Le gustaba escribir historias de ciencia ficción.
Amaba pasear por la playa con su hermano mayor : Aspros.
Le dolió mucho, la muerte de su hermano Aspros, pero debia de detenerlo por el bien de todos.
Le agradaba Sisifo de Sagitario, aunque nunca fue cercano a él.
Regulus de Leo, era un chiquillo muy inteligente y amable con él y eso le agradaba.
Estaba celoso de Kardia de Escorpio, por que siempre se acercaba de más a su amado Degel.
Le agradaba Albafika de Piscis y El Cid de Capricornio, aunque estos fuera serios y distantes con él.
Le gustaba jugar ajedrez con Degel y Asmita de Virgo.
Su comida favorita era Tiropitas.
Su bebida favorita era : el Vino tinto.
A veces sentia que no merecía ser caballero dorado por que creía que mato a Su "Legítimo portador": Aspros.
Le gustaba coleccionar pequeños poemas.
Veía a Sage de Cáncer como un padre.
Veía a Hakurei de Altar como un buen tío.
De él desciende Saga y Kanon, a que tenia una prima, que era Sultana y ella se caso con otro gran visir Griego y tuvieron descendencia.
Le dolia los golpes que recibia de los soldados Rasos, pero creía que se los merecía.
Cuando murió Aspros, lloro durante días, sintiéndose culpable de la muerte de su hermano.
Durante esos momentos de dolor, su sustentos más fuertes era : Asmita y Degel.
Siempre vio a Asmita de Virgo como un hermano menor.
Le agradaba Shion de Aries y Dohko de libra, por que era amables y curiosos.
No le gustaba su cumpleaños, por que la gran mayoría de Santuario, lo veía como un apestado.
Sí viviera actualmente le gustaría las películas de Terror.
Si viviera actualmente seria Blink y army.
Le gustaría las canciones de metal pesado y Rock.
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soldierwalkerguardian · 7 months ago
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Nosotros no sabemos qué tan real era para los hombres esos dioses griegos, pero el hecho de hacer todas esas esculturas de esos dioses significa que estaban guardados todos bajo una mentalidad colectiva de lo que significaba ese panteón entre toda un pueblo. Debido ser una experiencia compartida única, que los llevaba a representar una y otra vez a sus dioses.
Como si uno de mis soldados tallara figuras del toro, una y otra vez, o entre todos elevaran sus ídolos entre el bosque y la naturaleza, representaciones de esa realidad divina vivida en conjunto. Todos armonizados por una misma idea. No una experiencia individual como sucede con nosotros en el que cada quien pinta su propio Dios, sino una experiencia común.
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de-osa · 8 months ago
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Historia y Orígenes
La historia del fútbol se remonta a siglos atrás, cuando las civilizaciones antiguas practicaban juegos que, aunque rudimentarios, compartían ciertas similitudes con el fútbol actual. Uno de los primeros registros de un juego similar al fútbol proviene de China, donde, alrededor del siglo III a.C., los soldados practicaban un deporte llamado "cuju", que consistía en patear una pelota para introducirla en una red sin usar las manos.
Los antiguos griegos y romanos también tenían juegos similares que se jugaban en las calles, y en Mesoamérica, civilizaciones como los mayas y aztecas practicaban juegos de pelota que formaban parte de su cultura y rituales. Sin embargo, el fútbol moderno, tal y como lo conocemos, comenzó a tomar forma en Inglaterra en el siglo XIX. Fue allí donde, en 1863, se fundó la primera asociación de fútbol, la Football Association (FA), que estableció un conjunto de reglas y dio lugar a la primera liga organizada. Este fue el momento en que el "fútbol asociación" o "soccer" comenzó a desarrollarse, y desde entonces, el deporte no ha dejado de evolucionar y expandirse.
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vae-victis-historia · 9 months ago
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Bronce y mimbre: la superioridad del soldado griego frente al persa https://www.larazon.es/cultura/historia/bronce-mimbre-superioridad-soldado-griego-frente-persa_2024091666e7fcadfcf7b3000135dc9b.html
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frohsinnfaust · 10 months ago
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Jornal de Cras
30/4/24:
Hoy a la madrugada estuve pensando y reflexionando caviloso sobre cômo my vida a virado a mal, es como sy todo lo que alguna vez fue se haya diphuminado. Solía ser feliz, las personas me trataron siempre mal, muchas vezes los ignorantes son aquellos que hieren por deskonozimiento.
Haze 9 meses que se rompiô my relaziôn con la bruxa y ângel caída Lúzipher. Ella y yo solíamos estar juntos, nos amamos mucho y siento una frustraziôn terrible por haber podido evitar lo que terminô akonteziendo nuestra ruptura.
Me siento prophundamente solo, siento una soledad apavullante. Una sensaziôn de dolor que jamâs pensê que sentiría. Soy un ângel caído, vivo en la tierra y tambiên tengo una forma humana, soy un ser humano a dezir verdad. Pues algún día my forma aktual suqumbirâ al tiempo como todas las cosas lo hazen.
Todo lo que venga de la tierra, volverâ a la misma.
Los ângeles no somos corporeos, somos fuerças de energia viviente que tambiên nezezitan de un cuerpo para subsistir a travês del mundo material. El mundo de los espíritus es complexo y los ângeles tendemos a vivir algo aislados del resto, aunque seamos entidades muy importantes en la vida del ser humano.
En my caso, fuy desterrado por algo que olvidê haze muchos años. No reqüerdo casy nada de mis demâs vidas pasadas. Sôlo sê que asý como fuy hombres normales, fuy reyes y emperadores.
Yo fuy el gran Alejandro Magno, tambiên fuy un rey griego llamado Nikomedes Epiphanes segundo de Bitinia. Dexê mis tierras se anexaran a Roma y partizipê en la segunda guerra mundial como soldado de inphanteria de la divisiôn azul en 1942 y fallezý en 1943, no durê nada.
Hoy my día fue agotador y el mâs largo, depresivo et lleno de desesperança que tuve en tiempo atrâs. Estuve emozionalmente muy delikado. Me distanziaba mucho de la gente en my trabaxo, tambiên evitaba las bronkas de mis molestos colegas y proquraba realiçar my cotidianidad a pesar del ambiente en sorna y pleito que mis adversos a con my merzed sembraban.
Tengo hambre, hoy no comý nada por la depresiôn, últimamente estuve pensando en muchas cosas, a vezes quisiera saber por quê perdý a Lúzipher. Mâs allâ de todo lo que hize, siento que êsta porquería fue planeada, me cerraron la puerta de su coraçôn. El cor del ângel caído mâs bello se sellô a my merzed et ahora peno por ella.
A pesar de my condiziôn como caído, tiendo a hablar mucho con Jesús, êl es el úniko que me entiende y sabe cômo me siento. Por eso soy catôliko, no soy praktikante, mas soy de susodicho dogma y propheso una fe ferrea. Que ha perdurado a lo largo de los siglos.
My última charla con Persephône fue la mierda mâs insulsa, fría, deprimente e inclusive luego de ello me bloqueo sin dexarme resarzir my fallo. Ella y yo nos identiphikamos como Hades y Persephône de la mitología griega, por ello nuestro otrora amor fue tan glorioso.
Me molesta seguir amândola y que ella prozeda con su vida con calma y haziendo como que yo nunka existý en su vida.
Seguro nisiquiera le habrâ contado de mý a sus amigas.
Que depresiôn, vivir cada día amando a alguien que te desprezia, que haze de ti un reqüerdo abyazente al pasado mâs lexano et innezesario. Mientras ego tengo que lazrar su puta absenzia cada mañana que me despierto, hasta que me voy a dormir.
Es una cagada vivir asý, ¿por quê mierda tengo que amarla tanto? ¿Por quê no puedo dexar de tener coraçôn y vivir en paz? Me duele, duele muchísimo, no lo soporto, ya casy me suizido haze un tiempo por la depresiôn y a cada cierto tiempo deseo morir con todas mis fuerças.
Sy vivo aún es por la esperança aquende my coraçôn. Jesús me dixo que suzederâ algo con los números: 27/24/21/22/ y a vezes señaliça el 20.
Es complikado entender señales asý.
Tengo sueño, no he estado emozionalmente bien hoy y me he sentido muy apagado.
Son las 19:41. Hay un clima de humedad insoportable, con un frío que casy que ny se siente. Estoy con la mente mal pero tranquilo.
Tengo pensado ver fotos de cuerpos deskompuestos para relaxar my mente.
Lo mâs impaktante es perkatarse que fueron seres humanos como yo y como tantos otros, fueron personas et lo son hasta cierto punto. Al menos son un memeto corrupto de lo que a otrora fue una persona sintiente.
Es inquietante que seamos blankos, negros, morenos o asiâtikos y aún asý la muerte nos iguale tanto. Todos cuando nos deskomponemos somos una misma cosa.
Hoy en el trabaxo una clienta se mostrô perturbadoramente coqueta con respekto a mý y eso me hiço sentir inkomodo.
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