Tumgik
#Unas cuantas y nos vamos.
nevenkebla · 5 months
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Una nueva oportunidad
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Amazing Spider-Man (2018) #2 Nick Spencer (Escritor), Ryan Ottley (Dibujante)
— Mary Jane Watson: Hum. Buenos días, tigre. ¿Has dormido bien? — Peter Parker: ¿Que si…? ¿Si reconozco que me he despertado a cada hora para asegurarme de que seguías aquí, te pareceré raro? — Mary Jane Watson: Siempre has sido raro. Pero no te preocupes… estoy aquí.
— Peter Parker: (Cuesta creerlo. O sea… Mary Jane Watson. El amor de mi vida. La persona con la que he pasado lo bueno… y lo malo. Y con todo eso hemos creado un vínculo que no se parece a nada que haya vivido. Me conoce mejor que nadie… y todavía me quiere.) Lo siento, es que es… — Mary Jane Watson: Demasiado. Sí, yo… también lo estoy procesando. — Peter Parker: O sea, es obvio que no es la primera vez. Y lo hemos intentado unas cuantas. Pero… siempre se interponía algo en el camino.
— Mary Jane Watson: Bueno, menos mal que eso ya no va a ser un problema, ¿verdad? — Peter Parker: M.J… — Mary Jane Watson: Es una broma, Pete. ¿Sabes? Esa cosa que haces tan terriblemente como Spider-Man para que los criminales crean que eres un loco peligroso. Escucha, así es como lo veo yo, tigre… nos han dado una oportunidad. Un nuevo inicio, si quieres. Y sí, tal vez las circunstancias sean un poco… extraordinarias. Hasta aterradoras. Pero el caso es que… todavía te quiero, Peter. Nunca dejé de quererte, la verdad. Y tú… — Peter Parker: Sí, sí, yo también. — Mary Jane Watson: Bueno, entonces, ¿Qué hora es? Vamos a ponernos en marcha. — Peter Parker: O… escúchame… podríamos quedarnos en la cama. — Mary Jane Watson: Oh, bonita propuesta, campeón… pero estoy segura de que en esta cama no hay café. — Peter Parker: A lo mejor no lo has buscado bien. ¡Una vez encontré un flotador! — Mary Jane Watson: Deberías ponerte la máscara antes de hacer esos chistes. Nunca volvería a robar un banco. Además… ¿No tienes clase?
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coolpizzazonkplaid · 16 days
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La heredera del Infierno
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Secretos
Pasaron días desde que Adelina se había marchado a Arctika y Daniela y Mariano siguieron con las rutinas. Todo el grupo se enfocaba en pulir sus habilidades en el combate y tener una sana convivencia durante los días que quedasen.
Daniela pasó las tardes entrevistando a profesores de la Academia Wu Shi después de los entrenamientos. También, leía los libros de la biblioteca para escribir críticas, ya que se había terminado los que llevó a la academia y Adelina no había dejado ninguno para compartir. Esperaba que cuando ocurriera una visita a Arctika le prestara algunos. Por ahora, tendría que esperar a que llegaran noticias de ella. Daniela seguía enfocada en mejorar, mientras escuchaba las divagaciones de Mariano.
En esos días, su creatividad había despertado y logró encontrar herramientas y objetos necesarios para crear un pequeño aparato para cargar los celulares usando el medallón de Raiden. En los momentos de descanso, Mariano intentaba dialogar con el granjero para trabajar en ello. El resto de luchadores se reían de cada vez que mencionaba el tema y se le iluminaban los ojos, como un niño.
–Vamos Raiden, déjame usar el medallón –pidió Mariano mientras comía su almuerzo y el resto miraba el escenario–. Voy hacer un gran invento.
–No te lo prestaré, Mariano –soltó Raiden enojado–. Lord Liu Kang, me lo dio para el torneo y como obsequio. No vas a usarlo para otra cosa.
–Ni tampoco para hacernos reventar por los aires –siguió Daniela sorbiendo de la sopa que hicieron los cocineros–. Me basta y me sobra que sos un peligro aterrizando con la avioneta.
–¿Explotó alguna cosa Mariano? –preguntó Johnny.
–Oh, sí lo hizo –contestó la pelirroja enfocada en su comida–. Una vez metió al microondas huevos y pescado para calentar. Lo puso a tres minutos y al poco tiempo escuchamos algo que explotó en la cocina. El olor estuvo por varias semanas y no importa cuantas veces limpiando, ese puto olor seguía. Otra vez, se olvidó de encender la hornalla. De milagro el Viejo Mario se dio cuenta y nos salvamos de volar por los aires.
–¿De enserio apestó tu casa a pescado por días? –preguntó Kung Lao sonriente y Daniela asintió.
–Che, mira que me volví mejor cuidando las cosas –espetó Mariano mientras tomaba la sopa.
–Deberíamos ver su casa –dijo Kenshi riendo–. Tal vez, lo que queda son solo escombros.
–Es una gran calumnia a mi persona, Kenshi –dijo Mariano dramático–. Me siento difamado.
Todos rieron y continuaron el almuerzo hasta que el sonido del gong anunciara el final. Dejaron sus platos cerca de las cocinas y volvieron a los entrenamientos. En las horas siguientes, hicieron clases para mantener equilibrio en la punta de los postes en los que Daniela caía en varias ocasiones, terminando con varias magulladuras.
Al llegar a los cuartos, Daniela sintió un alivio al sentarse en las escaleras. Mariano trajo mates y compartió con el resto, mientras se enfocaba en convencer a Raiden para dejarlo usar el medallón. Ya al punto en el que estaban, todos querían que Mariano se callara, incluido Johnny.
–Raiden, por favor, déjalo que haga sus manualidades para que deje de insistir –espetó el actor.
–¡Mira quién habla! El que no paró de parlotear por hacer una película –argumentó Mariano sarcásticamente y bastó para que Johnny cerrara la boca–. Sino quédate en mi habitación a vigilar el medallón, mientras lo uso para crear algo. No te lo quitaré porque lo estarás cuidando ¿te parece? ¿mucho mejor?
Raiden suspiró cabizbajo y alzó su mirada a los ojos azules de Mariano. Tenía ojos expectantes combinados con los de un cachorro.
–Está bien –dijo el granjero con los brazos cruzados–. Pero yo lo estaré cuidando. No permitiré que rompas lo que me obsequió Lord Liu Kang.
Mariano celebró y le dijo a Raiden que comenzarían al día siguiente después de los entrenamientos. Daniela rio por el entusiasmo de su amigo y siguieron tomando mates hasta que los sonidos del gong anunciaran la cena. Comieron tranquilamente y Daniela se sintió incompleta por la ausencia de Adelina, pero se recordó que pasaron algunos momentos así y pudieron cuidarse.
En la noche, Daniela se preparó para dormir, se puso óleo para el cabello en sus rizos rojizos y se acomodó en el futón. Tomó el libro que había tomado de la biblioteca de la academia y empezó a leer. Mientras se perdía en las palabras, no se percató de una luz anaranjada tapada por el libro. Daniela sintió que algo liviano caía en su regazo y tras vislumbrar sobre las hojas, vio un pequeño papel. Dejó el libro a un costado del futón y recogió el papiro.
Tenía delineaciones violetas y se dio cuenta de que era una carta de Shang Tsung. Lo desplegó por completo y comenzó a leer su contenido.
Querida Daniela:
Pasaron días desde nuestros pequeños encuentros durante el torneo y espero que te encuentres bien. Quiero seguir hablando contigo a través de cartas y aguardaré tu respuesta. Tu persona me cautivó y tengo la curiosidad de seguir descubriendo más sobre ti.
En estos días, estuve ocupado con mis avances para mejorar la salud del Mundo Exterior y necesitaba a alguien con quien hablar. Mi mente ha estado divagando en los pocos dichos que tuvimos y espero que en las cartas podamos seguir conversando.
Atentamente,
Shang Tsung.
Daniela sonrió, buscó hoja y birome y escribió. Sus mejillas se tornaron rojas ante lo que pensaba poner y dejó que su mano la guiara.
Querido Shang Tsung:
¡Gracias por escribirme! Tengo la esperanza de que hayas podido ayudar a tus pacientes y a los miembros de la casa real. Por lo que tengo de tu entrevista, sé que lo hiciste de maravilla.
En la Tierra, estuve entrenando, pero tenemos algo de tiempo libre y me lo paso leyendo y entrevistando a algún maestro. También, escribo críticas de los libros que voy terminando para despejar mi mente. Me entretiene, pero sería lindo hablar contigo mediante las cartas.
Tengo curiosidad sobre ti, también. Desearía conocerte más que como el brujo de la familia imperial.
Espero tu respuesta,
Daniela.
La muchacha dobló bien la hoja y la vio esfumarse entre llamas anaranjadas. Se sorprendió y volvió a acostarse en el futón con la esperanza de que el hechicero le volviera a escribir. Alzó su mano mirando el anillo con la joya rosada y un calor en sus mejillas inundó su rostro. Ocultó su mano en las colchas y sus párpados comenzaron a pesarle.
Pasaron pocos días cuando Mariano logró hacer el invento para cargar el celular usando la electricidad del medallón de Raiden. El primer prototipo lo usó en el de Johnny y casi explota por el nivel de voltaje. Daniela se sorprendió al ver el desastre de la habitación de Mariano.
Había muchos metales esparcidos por cualquier parte, haciendo difícil la posibilidad de caminar. Se escuchaba música y se veía a Raiden sentado al lado de Mariano, con la cara resignada. El futón estaba desordenado y la madera estaba repleta de yerba mate y migas de comida.
–¿Podrías bajarle el volumen a eso? –preguntó Raiden.
–No –contestó Mariano tranquilamente sorbiendo mate–. Uno, es Tornado of Souls de Megadeth y un buen tema. Número dos, es mi habitación y son mis reglas.
–Solo te pido que le bajes el volumen.
Mariano lo bajó apenas y siguió haciendo experimentos. Raiden miró a Daniela y sus ojos mostraban hartazgo.
–Lo lamento, Raiden –dijo la muchacha con los brazos cruzados–. Te tocará soportar su música hasta el final.
–No me molesta su música. Me molesta el volumen –espetó Raiden.
–¿Cuánto te falta para que termines con ese invento? –preguntó Daniela.
–No sé, creí que a la primera me funcionaría –dijo Mariano analizando el aparato–. Lamento que casi reventara tu celular, Johnny.
–¡No permitiré que mi celular sea una rata de laboratorio, otra vez! –exclamó el actor y lo guardó en su pantalón–. Tengo muchos videos para hacer mi gran película.
Todos miraron de mal manera a Johnny y Mariano se enfocó nuevamente en la maquinaria. Salían cada pocos segundos chispas naranjas y maldecía cuando había un pequeño cortocircuito.
–¿Quieres que te ayude, Mariano? –preguntó Kung Lao.
–Sabes que sí –el granjero se sentó y esperó nuevas órdenes–. Sosteneme el aparato y no lo muevas que tengo que ver mejor si ubiqué bien los metales.
Daniela y los demás se marcharon lentamente, escuchando a lo lejos la música estruendosa de su amigo. Siguieron charlando hasta la hora de la cena y antes de que la joven fuera al gran comedor, el anillo comenzó a darle calor en su dedo. En frente de los ojos de la joven, una nueva carta de Shang Tsung apareció. Desplegó el papel y leyó las palabras del hechicero.
Querida Daniela:
Me alegro que hayas aceptado mi propuesta y tengo intenciones de conocerte más. Me resulta positivo que puedas tener tiempo libre durante tus entrenamientos y mejores tus talentos.
Estuve tan ajetreado que no me enfoqué en mis pasatiempos. Quisiera hacerlo, pero mis labores me agobian. Son muchas cosas las que tengo que hacer y cada vez que termino una, aparece una nueva. No tienen fin, pero los hago con gusto. Cada tarea que me comprometo, la cumplo de forma meticulosa y me tomo mi tiempo.
Aun así, al leer tu carta sentí que pude tener un pequeño pasatiempo, aunque sea algo insignificante, para mí, significa mucho.
Espero con ansias tu respuesta,
Shang Tsung.
Daniela sonrió y comenzó a escribir emocionada las cosas que sentía hacia el hechicero. Sus mejillas se tiñeron de rojo como su cabello y notó un mechón pequeño se colaba en su vista. Se enfocó en el papel y su mano guio la pluma.
Querido Shang Tsung:
Espero que logres completar todas tus tareas. Si sientes que no puedes con todo, está bien sentirlo, es necesario que descanses y busques algo con lo que distraerte, aparte de escribirme cartas. No me molesta que me escribas, leo con gusto lo que me envíes, pero también busca otras cosas y experimenta.
Mi consejo es que limpies, a veces hacerlo es una gran forma de distraerte y hasta pensar en el siguiente paso. Otras cosas que pueden ayudarte son: cocinar, dormir, meditación, entre otras muchas.
Algunas veces, es necesario dejar algunas tareas para el día siguiente. Escribir, leer y hasta cocinar (no siempre me sale bien) son algunas de mis formas de descansar mi mente. Incluso salir a caminar me ayuda y espero que te sirvan a ti también.
Confío en que mis consejos te ayuden,
Daniela.
El papel se esfumó entre llamas. Tuvo la esperanza de que Shang Tsung leyera en poco tiempo su carta y volvieran a escribirse. De repente, Daniela escuchó gritos.
–¡Dani! ¡Ya es hora de comer!
–¡Ahí voy, Mariano!
Salió de su cuarto y corrió hacia donde estaban sus compañeros para unírseles. Caminaron, iluminados por los faroles anaranjados y las hojas secas y pétalos adornaban los caminos de piedras, llegando al gran comedor.
Luego de la cena, Daniela se aseó y fue hacia sus aposentos. Frente a su puerta, la luz de las velas de la habitación de su amigo seguía encendida y sonrió por sus maldiciones. Entró a su habitación y se sumergió en las vastas colchas de su futón.
Pasaron los días y Daniela siguió entrenando junto al resto de sus amigos y escribiendo cartas a Shang Tsung. Lo que sí le preocupaba a la muchacha fue la falta de noticias de Adelina, seguramente los entrenamientos en Arctika la agobiaban. Incluso, Raiden, Kung Lao, Kenshi y Johnny preguntaban por las noticias de ella hasta que esas dudas se apaciguaron un día después del almuerzo.
Previo a eso, luego de terminar los aparatos para cargar celulares, Mariano encontró en pueblos cercanos partes de torres de radio y comenzó a comprarlas para construirla. Ante eso, Daniela le propuso que lo hablara con Liu Kang para evitar cualquier inconveniente. El joven salió rápidamente hacia donde estaba el dios y le resultó difícil convencerlo para que le diera luz verde.
Fue poco tiempo, tras algunos discursos Liu Kang se lo permitió y Mariano dio comienzo a su construcción, haciendo que suenen chispazos y pequeños incendios en su habitación. Él y Kung Lao, a veces, salían por el humo y Daniela los ayudaba a recuperarse para que volvieran a meterse y seguir trabajando con la torre de radio.
El día que había llegado la carta de Adelina, tanto los demás luchadores como los profesores tuvieron que detener a Johnny y Kenshi por una riña por la espada Sento. Ambos se separaron, tomando diferentes caminos para bajar los aires de pelea, dejando a Mariano, Raiden, Kung Lao y Daniela en el recinto de estudiantes. Mientras esperaban a que los dos luchadores volvieran, un maestro llegó con una carta de Adelina.
Emocionados, Daniela y Mariano la leyeron y luego la joven preparó la respuesta. No mencionó las cartas que tenía con Shang Tsung hasta tener más confianza con él y poder hablarlo con sus amigos. Por ahora, sería algo que mantendría en privado.
Tras terminar la carta, un maestro los guio hacia el palomar y le dieron el papel con el invento de Mariano a un ave. La soltaron y la vieron perderse en el cielo. Regresaron al recinto con tranquilidad y Mariano se recogió el cabello rubio haciéndose una cola de caballo. Los dos entraron a sus respectivos cuartos y Daniela se enfocó en escribir la opinión de un libro de la biblioteca. Los faroles y velas le proporcionaban una gran luminosidad a su cuarto y la canción que reproducía de su celular la hacía olvidar el alrededor. Hasta que hubo otra explosión en la habitación de Mariano y Daniela, alarmada, salió a ver qué ocurría.
–¡Ay! ¡La concha de la lora! –maldijo el muchacho, sacudiendo su mano–. Putos cables de mierda.
–¿Qué pasó, Mariano?
–Estamos bien, Daniela –calmó Kung Lao–. Solo fue un cortocircuito.
–Me costó muchísimo pagar por todo esto –dijo Mariano enfocado en la maraña de cables y metal–. Más vale que me rinda la plata para hacer una pequeña torre de radio.
–¿Le preguntaste a Liu Kang sobre hacer esto? –cuestionó el granjero–. Me resulta difícil de creer que te haya permitido hacer esta locura.
–Me costó convencerlo, pero lo logré.
Mariano se calló y siguió enfocado en su trabajo con la ayuda de Kung Lao, algunas indicaciones se escuchaban cuando Daniela volvía a su cuarto. Al cerrar la puerta, oía la canción de Graveyard de Halsey y se centró en su crítica hasta el anuncio de la cena.
Pasaron los días y entre carta y carta la relación entre Daniela y Shang Tsung se amplió. Hablaron sobre los pasatiempos de cada uno y algunos libros que leían. A veces, le llegaban mensajes antes de ir a dormir y los respondía lo más rápido posible con una sonrisa adornada en el rostro.
También, recibían cartas de Adelina y se alegraban de tener noticias de ella. Le molesta un poco que su amiga no se arriesgara un poco, pero era entendible. La extrañaba, nunca habían estado tanto tiempo separados los tres, pero tendrían que esperarla. Quería hablar cara a cara con Adelina y pasar junto a Mariano los entrenamientos. Era extraño no tenerla al lado.
Mariano seguía enfocado en poder instalar la torre de radio, pero entre explosiones y maldiciones, parecía que no tenía resultados positivos. Hasta Kenshi y Johnny creían que era imposible que lo lograra, pero no les hacía caso y seguía manteniendo su convicción. Raiden y Kung Lao no soportaban la música de Mariano, pero mantuvo el volumen bajo para mantenerlos contentos.
Un día, en los aposentos recibió una carta de Shang Tsung y comenzó a leerla. Su sonrisa se acrecentaba con cada palabra escrita por el hechicero del Mundo Exterior.
Querida Daniela:
Me alegro que en estos días hayas podido seguir entrenando y haciendo tus tan mencionadas críticas literarias. En algún momento, me gustaría poder leerlas a tu lado y compartirnos nuestros gustos por los libros. Espero que hayas podido terminar el libro que estabas leyendo.
También, me causa mucha curiosidad los tantos alimentos de tu amada patria, sus nombres me resultan curiosos y deliciosos. Me gustaría probarlos algún día. Por ahora, me conformaré con mi imaginación. Tu patria parece bastante maravillosa por cómo me la cuentas, pero quizás verla en persona sería más hermosa.
Ansío tu respuesta,
Shang Tsung.
Daniela salió inmediatamente hacia las cocinas de la Academia Wu Shi y luego de conseguir todos los ingredientes empezó hacer unos cañones rellenos de crema pastelera y de dulce de leche. Los cocineros le dejaron un pequeño espacio para hacerlos.
Preparó la masa con harina, manteca de cerdo y leche. Mezcló con tranquilidad y al compás de los ruidos de los cocineros yendo de un lado para el otro para la cena. Poco a poco, la masa de los cañones se iba despegando del bol, Daniela amasó con fuerza el alimento, comenzó a formar bolitas pequeñas para aplastarlas y después enroscarlas.
Mientras las cocinaba, preparó la crema pastelera con maicena, azúcar, yemas de huevos, leche y canela. Colocó la crema y el dulce de leche en las masas hechas y los cocineros comieron unos pocos para volver a sus asuntos. Daniela llevó una gran cantidad para los demás luchadores y celebraron el pequeño gesto junto a los mates de Mariano. La joven guardó en una pequeña caja para Shang Tsung en su habitación y siguió compartiendo el momento con sus amigos.
Antes de que sonara el gong, Daniela fue a su cuarto y le escribió una carta para el hechicero. Se sentió una cursi haciendo el postre, pero esperaba que le gustara el gesto.
Querido Shang Tsung:
Me encantaría mostrarte todas mis críticas que he hecho, pero por ahora las tengo en borrador y quiero mejorarlas para que las puedas leer. Estoy terminando el libro y me siento muy emocionada por ver cómo termina. Escribirlo no es lo mismo que decirlo con palabras.
Lo único que puedo darte son cañones de crema pastelera y dulce de leche. Son uno de las tantas facturas que hacemos en Argentina. Si no llegan con la magia que hiciste, pido perdón. Me las comeré luego para que tengas antojo y envidia.
Espero que te gusten.
Daniela.
En cuanto terminó la carta, la puso junto a la caja de madera y ambas ardieron hasta desaparecer. La joven tuvo la esperanza de que los haya recibido y no se quemaran en el proceso. También, uno de los maestros llegó con una nueva carta de Adelina y se apresuró a contestarla.
Querida Daniela:
Espero que te encuentres bien y que Mariano haya avanzado con la torre de radio. No sé por qué pienso que va a tener todo el cabello para arriba como si fuera Dragon Ball. Me rio con la imagen de la cabeza que tengo.
Todos los días tengo entrenamiento a la mañana entrenamiento con Bi Han y no puedo despertar mi criomancia. Después sigo mis clases con sus hermanos y otros maestros. Aprendo manejo de armas (siento que es un poco atrasado usar una puta espada, pero bueno qué puedo hacer), sigilo, combate, etc. Al mediodía, es la hora del almuerzo y soporto las miradas hostiles de los demás principiantes (es una porquería, pero ni siquiera sé por qué lo hacen y no tengo intenciones de saberlo). Después sigo haciendo entrenamiento y limpieza.
Termino hecha mierda, me da ganas de tirarme en la cama y dormir por un año. Me cuesta poder encontrar un tiempo para averiguar las ruinas con todas las tareas que me asignan, apenas logré hallar el palomar.
Los extraño mucho y quisiera hablar con ustedes en persona. Me siento un poco sola, pero a veces hablo con Tomas, no es mucho lo que hablamos, pero me hace sentir comprometida… eso creo. No me molesta hablar con él, es solo que parezco buscar algo más de él y no es así. Cuando aparece un extraño intentamos ser lo más formales… me hace sentir una tonta.
Además, mis mejillas se calientan y me gustan sus ojos. Me hacen recordar a portadas de libros y mañanas nubladas.
Espero tu respuesta,
Adelina.
Daniela tomó un papel y la pluma comenzó a escribir.
Querida Adelina:
Te extrañamos también y queremos verte lo más pronto posible. Para tu decepción, Mariano no tiene el cabello parado ni sé si avanzó o no con su torre de radio. Sinceramente, pienso que avanza de a poco, aunque cada explosión y maldiciones me hace sentir lo contrario.
Por lo que entiendo de los Lin Kuei, cuando estábamos teniendo las clases teóricas, son nuestro ejército. Así que sí, te tocará el entrenamiento más fuerte, aunque admito que deberían darse unos descansos, pero ese es mi pensamiento. Por otro lado, también me resulta anticuado el uso de armas, pero son sus costumbres, no podés hacer mucho.
Me enoja que te traten diferente, me recuerda al orfanato, pero no busques pelea con ellos y evita cualquier provocación. Además, me alegra que puedas hablar con Tomas, no te agobies la cabeza con esos pensamientos, mientras no busques algún privilegio usando sus sentimientos, no hay problema. Te conozco y no lo harías, así que deja atormentarte.
Con cariño,
Daniela.
La muchacha preparó la carta, fue hacia el palomar y soltó el ave. Voló perdiéndose en la oscuridad de la noche y escuchó el sonido del gong anunciando la cena. Bajó de la torre y corrió hacia el gran comedor, alcanzando a sus amigos.
Las risas y barullo se acrecentaron en las cuatro paredes cuando los platos se sirvieron. Todos comieron y agradecieron con júbilo la habilidad de los cocineros. Las charlas continuaron hasta que los maestros anunciaron la hora de dormir.
Daniela se bañó y se preparó para sumergirse en las vastas colchas del futón. Tomó el libro que tenía al lado y lo abrió. Las palabras fueron atrapándola y la metió en el mundo de la trama, perdiendo la noción del tiempo. Con cada página, los párpados le pesaron y le costaba mantener la coherencia de lo que leía. Cerró el libro y se tapó con las colchas, esperando un mejor día y posiblemente alguna carta de Shang Tsung.
Los entrenamientos siguían todos los días, Daniela lograba seguir a sus amigos, pero a veces tenía dificultades. Las clases en equilibrio y meditación eran las más complicadas, ya que la joven tambaleaba en los postes y perdía el equilibrio constantemente generándose varios moretones. Mariano se reía de cada caída, una y otra vez para luego ayudarla levantarse. Por el lado de la meditación, su mente siempre fue acelerada y encontrar la calma le resultaba complicado. Lo que le parecía media hora, en realidad, eran segundos o minutos.
Le frustraba a Daniela, pero se esfumaban por las cartas de Shang Tsung y preparar algunas facturas o picada para los luchadores y el hechicero. Entre carta y carta la relación entre ellos se fue abriendo más y más. Se actualizaban de los días y hablaban de sus gustos. Se expresaban mucho las ganas de verse en persona y seguir con sus divagaciones.
En una de las tantas cartas, Daniela se emocionó por su contenido y un cosquilleo invadió su estómago.
Querida Daniela:
El papel no logra expresar mis ganas de hablarte en persona. Quisiera escuchar tu voz que hace tiempo mi memoria no le hace justicia. Mi petición es que podamos hacer un encuentro y vernos. Si estás de acuerdo, por favor envíame una respuesta.
Shang Tsung.
Daniela no supo contener su alegría y le escribió una respuesta inmediatamente.
Querido Shang Tsung:
Me encantaría. Veámonos en dos días a la medianoche, afuera de la Academia Wu Shi. Te esperaré con algunas cosas para comer juntos.
Daniela.
La carta se esfumó entre las llamas y los nervios la carcomieron, esperando la respuesta del hechicero. Su mente divagó a su sonrisa encantadora de hace semanas atrás, en su estadía en el Mundo Exterior. Sus ojos marrones que le recordaban a las tortas negras.
Luego de cenar y asearse, Daniela se quedó despierta por un tiempo más, con la esperanza de que Shang Tsung le mandara una respuesta a su propuesta. La ansiedad la mantuvo caminando en círculos por su habitación por varios minutos hasta que el cansancio le pesaba. Se acostó en el futón y se envolvió con las colchas. Antes que sus ojos se cerraran, llegó una nueva carta con la respuesta afirmativa del hechicero. Se durmió con una sonrisa en su rostro y pensando en qué hacer de comida para Shang Tsung.
Los dos días fueron eternos, haciendo que las ansiedades de Daniela se acrecentaran y lo único que la despejaba eran los entrenamientos. Preparó más cañones de crema pastelera y dulce de leche, junto a algunas medialunas y galletitas. Compartió parte de sus facturas a sus amigos y a veces le entregaba a Mariano cuando se enfocaba en hacer la torre de radio.
Raiden y Kung Lao seguían en la habitación de su amigo para evitar que le explotara algo nuevamente. La música estruendosa de Mariano se podía escuchar al pasar cerca de su habitación, junto con el vocabulario vulgar y miles de maldiciones cada vez que ocurría un cortocircuito.
Johnny y Kenshi seguían peleados por la espada Sento y Daniela estaba hartándose de escuchar sus idas y vueltas. Después del primer conflicto, se mantenían al margen, pero se tiraban comentarios mordaces.
Cuando llegó el día de ver al hechicero, los nervios carcomían a Daniela y se tocó constantemente el cabello rojizo. Algunos mechones enrulados y cortos se metían en sus ojos y se los apartaba para calmarse. Estuvo todo el día con el estómago revuelto y se acrecentaron cuando terminó la cena.
Cuando todas las velas del complejo de estudiantes se apagaron y los faroles iluminaban los caminos. Daniela salió sigilosamente y caminó hacia las grandes puertas de la Academia Wu Shi. Las abrió con cuidado y se sumergió entre las plantas del vasto bosque, chocándose con varias y algunas hojas se metían en su boca.
Llegó hacia unas colinas donde había un árbol con flores y a lo lejos se veían las columnas de la Academia Wu Shi. Se sentó en la roca y dejó al lado una canasta pequeña con las facturas que había traído para el encuentro. Estiró las piernas y se quedó esperando a la llegada del hechicero.
Los nervios la carcomían por dentro y se mordió la uña del pulgar. Los segundos parecieron minutos y sintió que sus esperanzas para la reunión se apagaban. La chica admiró el paisajismo y el cielo estrellado. El viento sopló suavemente, haciendo que algunos mechones rojizos se elevaran.
De repente, un destello blanco apareció enfrente a sus ojos. Poco a poco, se reveló la figura de Shang Tsung y el corazón de Daniela dio un vuelco. Los ojos del hechicero la vieron y de su rostro adornaba una pequeña sonrisa.
–Buenas noches, Daniela.
–Hola, Shang Tsung –saludó la muchacha y un sonrojo invadió sus mejillas que rivalizaron con su cabello corto–… Eh… traje más facturas para comer juntos. Espero que no te moleste.
–Está bien –dijo el hechicero y se acercó a Daniela–. Extrañaba tus delicias ¿Quieres sentarte?
–Sí, gracias.
Se sentaron en el pasto y abrió el canasto con las facturas. Desvió sus ojos del hechicero y se enfocó en el hermoso cielo. Hacía tiempo que no veía las estrellas, eran pocas las que se distinguían en capital y las veces que las vio fue cuando pasó noches con el Viejo Mario en la provincia de Buenos Aires.
Tomó un cañón de dulce de leche y comenzó a comerlo tranquilamente. Vislumbró al hechicero e imitó la misma acción que ella. Su corazón le latió con fuerza y el estómago le cosquilleaba.
–Es bonita la noche –soltó Daniela después de tragar la factura–. Hace tiempo que no veía las estrellas.
–Tienes razón, es encantadora –coincidió Shang Tsung con la vista enfocada en el cielo–. Es extraño ver solamente estrellas. En el Mundo Exterior, hay días o semanas que veo diferentes colores en los cielos hasta incluso galaxias.
–¿De enserio?
–Sí, es maravilloso –respondió el hechicero y la miró–. Al igual que tus delicias.
–Gracias y espero que mis consejos te hayan ayudado.
–Sí, me ayudaron… –dijo Shang Tsung y le sonrió tímidamente–… pero lo que más me favoreció fue escribirte.
Las mejillas de Daniela se calentaron y se cautivó por los ojos chocolate del hechicero. Le recordaban las tortas negras y caramelos de dulce leche. Tomó otra factura y la mordió. La delicia de la masa y la crema pastelera invadió sus papilas gustativas.
Tras terminarla, su mano fue hacia la canasta para tomar otra, pero chocó con la de Shang Tsung y la tomó con delicadeza, como una flor. Daniela se sonrojó más, pero dejó que tocara su mano, parecía fascinado con ella.
–Son suaves –exclamó el hechicero hipnotizado–. A pesar de tus entrenamientos, siguen siendo delicadas.
–Gracias, Shang Tsung.
Sus dedos se entrelazaron y Daniela sintió que encajaban perfectamente, cual piezas de rompecabezas. Sus pulgares chocaron y el calor de su fuerte mano le pareció confortante. Una electricidad recorrió todo su cuerpo y sus mejillas se calentaron mucho más.
Daniela no quiso zafarse de su tacto. No llevaba los guantes que recordaba verlos puestos en la estadía en el Mundo Exterior y agradeció ver la complexión de su mano. La muchacha desvió la mirada hacia el cielo nocturno por unos minutos más, pero sentía los ojos del hechicero.
Volvió a mirarlo y hubo un silencio. Las hojas se levantaron por el viento leve y el cabello rojizo de Daniela se elevó suavemente. Dejó de lado el cielo y cualquier tema de conversación y se acercó dudosa a Shang Tsung. La imitó y el estómago comenzaba a revolotear.
Daniela apartó lentamente la canasta y se aproximó más. La mano del hechicero tocó su rostro, como si fuera porcelana y la acercó hasta ver mejor su reflejo en los ojos de Shang Tsung. Sus respiraciones se unieron y ya no hubo espacio entre ellos. Los labios de ambos se juntaron y el corazón de Daniela explotó. Fue suave, pequeño y tímido.
Se alejó del muchacho lentamente y volvió a mirarlo. Sus ojos chocolate la recibieron y quedó hipnotizada por ellos. No se percató que los labios del hechicero capturaron los de ella nuevamente, dudoso y Daniela lo siguió. La mano que ahuecaba su rostro se encaminó al cabello pelirrojo de Daniela, enredándose en sus rulos.
Daniela chocó con el cuerpo de Shang Tsung y continuó besándola con suavidad. El corazón bombeaba con intensidad y buscó aire para respirar. Se alejaron un momento y las puntas de las narices de ambos chocaron. Shang Tsung volvió acercarla y la besó con más pasión, tomando a Daniela desprevenida. Las manos de la chica se enredaron en el cuello del chico, pegada a sus labios. La otra mano de Shang Tsung se posó en su cintura acercándola con más pasión.
Daniela se separó y buscó aire desesperadamente. Las mejillas las sintió acaloradas y el brujo la observó con fascinación. Poco a poco, la mano que se había enredado en su cabello pelirrojo se zafó lentamente y se apartó.
–Eres hermosa –soltó el hechicero.
–Gracias, Shang Tsung.
El silencio perduró por más tiempo. Ambos se miraban, entrelazaban sus manos y sus pulgares recorrían las complexiones. La comida fue olvidada y se besaban delicadamente de vez en cuando. Pero poco a poco, el sueño invadía a Daniela, haciendo que cabeceara.
Shang Tsung se percató y la ayudó a levantarse para irse a la Academia Wu Shi. Recogió la canasta y caminó con tranquilidad a las profundidades del bosque. Antes de sumergirse, despidió a Shang Tsung con un delicado beso y lo vio esfumarse en el resplandor blanco. Daniela sonrió y se metió en el frondoso bosque.
Llegó a las puertas de la academia y entró sigilosamente, evitando los faroles que iluminaban los caminos de piedra y ramas de árboles con sus hojas anaranjadas. Daniela ingresó al complejo de estudiantes con cuidado hasta su habitación. Se sumergió en el futón, se tocó los labios y sonrió, como una niña pequeña enamorada por un famoso. Repitió los sucesos de esa maravillosa noche hasta quedarse dormida.
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wosohavemyheart · 1 year
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PINK
No me convence mucho pero ahí está
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-¿Cuando piensas teñirte el pelo otra vez?- Pregunto girando la cara para poder mirarla aunque el sol molestaba un poco
Estábamos en Ibiza de vacaciones con algunas de las chicas antes del Mundial.
-Sii, ¿cuándo? Estas rara de morena. Mapi León de rubia es mejor ya sabes... Por el León- Suelta la coña Leila que estaba a mi lado tomando el sol conmigo y Pina.
Mapi estaba en el agua con Ale y Patri cada una en una colchoneta.
Mi novia tiene la magnífica idea de salpicar a Leila pero acaba mojandome a mi también
-María!- Exclamo cuando el agua entra en contacto con mi piel caliente
-Lo siento amor, fallo en los cálculos- Me hace un puchero.
¿Cómo puedo enfadarme con esa carita?
-Gobernada- Dice Leila
Mapi le saca la lengua y ambas se ponen a hacerse burla
-Vaya par de niñas- Suelta Alexia en voz alta y ambas la miran con la boca abierta indignadas.
-¿Perdona? Me lo esta diciendo la que se va a teñir el pelo de rosa cuando salga Barbie?- Dice Mapi y Leila la apoya.
-Eso es una coincidencia, no voy a hacerlo por la película
Y aunque parezca increíble las tres se ponen a burlarse y meterse entre ellas.
Y yo para fastidiar más a todas me levanto y me tiro en bomba dentro de la piscina salpicando a todas y ahí empezamos un guerra.
Vamos a aceptarlo, todas somos una niñas pequeñas.
-Aahahhhh ayuda mapiiii- Per esta en vez de ayudarme se une a Alexia para hundirme
Así nos pasamos unas cuantas horas hasta que volvemos tumbarnos a tomar el sol.
-Ahora enserio, ¿porqué no te tiñes de rosa?- Le pregunto a mi novia y todas me miran. Algunas raras y otras divertidas.
-¿Qué? ¿Cómo hemos pasado de rubio a rosa?- Pregunta incrédula.
-Siii es una buena idea, t/n- Me da la razón Patri.
-Ale y tu de rosa- Dice ahora Clau.
-Piénsalo, vaya dúo rosa sexy. Una en Barcelona y la otra en el culo del mundo
Me mira un poco mal
-Vamos Mapi- La anima Alexia
-No no no, ya sé. Nos teñimos todas de rosa
-Eso ya me gusta más - Dice mi novia
-Pero que me estas contando? No, ni de coña
Se niegan las tres que estaban molestando antes.
-Si si- Asiento con la cabeza.
Mapi me mira y yo a ella y al final sabe que vamos a terminar todas con la cabeza rosa.
-Pero tu piensas con la cabeza, t/n? -Me pregunta Patri- ¿Cómo nos van a tomar en serio si vamos 5 de 11 con el pelo rosa en un partido?
-Eso, a Ale todavía se lo pasan por qué es la reina pero a nosotras no- Intenta persuadir Claudia
-¿Solo 5? Ja- Me rio- Cuando empezemos la pretemporada somos más.
-Tú estas loca- Dicen todas menos Alexia a la vez.
La capitana solo nos mira divertida y mete mierda de vez en cuando
-Lo estoy- Les doy la razón- Pero sabéis que al final seremos 6 Barbies futbolistas
Bufan
-Si tenéis suerte el tinte se va antes de que empezemos la pretemporada- Intento consolarlas.
Y ahí estábamos, todas con un peluquero amigo de Alexia preparadas para el cambio de look o por lo menos yo y Ale.
-Amor enserio, todavía podemos dar marcha atrás... - Me suplica Mapi sentada en la silla de peluquería- Me tiño de rubio
Ya estaban tintadas Ale y Leila y ahora le tocaba a Mapi.
-Mi amor, te va a quedar genial. Nos va a quedar genial.
-Sigo sin estar convencida
-Vamos a ser la pareja fresa más sexy del mundo.
Frunze el ceño pero no dice nada más así que el amigo de Alexia empieza a hacer su trabajo.
-¿Cuánto dura el tinte?
-Poco, 1 mes por ahí... - Contesta el peluquero
-¿Qué? ¿Tanto?- Pregunta Claudia escandalizada.
-Es poco Clau, hay algunos que duran 3 meses. No soy tan mala
1 hora después todas tenemos el pelo pintado de rosa.
-¿Qué? ¿Cómo te ves, amor?- Se está mirando en el espejo después de que se haya aclarado el pelo.
-Psssss- Se mira y luego me mira a mi
-Vamos, acéptalo. Di "Amor, me queda genial. He echo berrinche para nada" Vamos...
Me saca la lengua a través del espejo y yo me río dándole un beso en la mejilla.
-Venga, posa.
Saco la cámara y nos hago unas cuantas solas y luego con todo el grupo.
-Estamos preciosas. Somos unas barbies divinas- Dice Leila y la miro mal.
-¿Tanto escándalo para que?
-Solo se quejan las niñas- Dice Alexia- Vámonos T/n
-Quien llegue última paga los helados- Chillo corriendo hacia un puesto de helado.
La última en llegar es... Mapi
-Oye no es justo, Patri me ha empujado
Esta le saca la lengua
-Yo lo quiero de vainilla y avellana, amor- Le pido.
-Yo de fresa- Dice Pina.
Y así todas decían su sabor.
-Debería de pagar Ale, es la millonaria aquí
Esta le saca el dedo
-Lo estaré pero os ha ganado una lisiada así que merezco que me inviten
Nadie le rebate el argumento
-Venga que te ayudo a traer los helados, amor- Me levanto de la silla.
-Gracias, amor- Me agradece y en la cola me besa
-Mmmh, solo era un excusa para estar a solas, Rosita- La beso de vuelta.
-¿Nuevo apodo? Inventate algo mejor
-Mmmmh rosileon o no no rosapi
-Prefiero amor, eh- Me besa- Puede que tu punto más fuerte no sea el poner apodos.
Hago un puchero
-Ya me inventaré uno
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alejandrigabowar · 4 months
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Sobre el libro " Rebelión en la Granja" de George Orwell
Sin lugar a dudas es un libro a forma de fábula, de fácil lectura, que estoy seguro podrías terminar en unas cuantas horas o días, lo complejo del mismo es entender y analizar cada uno de sus X capítulos y sobre todo el ejercicio retórico al que nos incita a realizar.
En cada uno de ellos nos cuenta una historia de una granja de animales que al puto del hartazgo y a la muerte de su dueño, comienzan un camino y proyecto de vida y trabajo al hacerse responsables de si mismos, su trabajo, comida, situación e inclusive su misma jubilación.
Con el paso del tiempo vamos leyendo como esta "Granja de los animales" se convierte en eso que ellos tanto odian donde ahora los Puercos son igual que los humanos.
"Cuatro patas si, dos patas no"
"Cuatro patas si, dos patas mejor"
Les podría seguir contando sobre este libro y el análisis y ejercicio que tiene en sus capítulos, o inclusive darles un resumen más completo o comentarles el mismo final, pero mejor prefiero lo hagan ustedes mismos.
Analizar y descubrir si somos cerdos, caballos, ovejas, patos, alguno otro animal o simples palomas que llevan mensajes.
Si queremos una jubilación cuando ya no podamos ni caminar, o si solo estamos ahí construyendo un molino de alguien, qué ni es nuestro, ni nos va a beneficiar de ninguna forma.
Un pequeño libro, un gran aprendizaje.
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metacrilato · 10 months
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Vengo a decir que me retiro
me retiro del fuego
el juego del porno
la vida sin consuelo
en lo que se ha convertido
este movimiento puro
que se tragó la industria
porque ya no puedo
seguir con la angustia
quiero liberarme
hacerlo de verdad
hacerlo sin miedo
sin tener que temer
a lobbys de mierda
coger el cuerpo mío
y sacarlo de la tierra
y escribir mi historia
sin tener que agradar a nadie
sin tener que pensar
a quien puede dañarle
lo que yo sienta
Lo que yo ame
Lo que yo piense
Lo que yo gane
Ser mujer
Nunca fue una fase
Nunca pedí nada
merecia respeto
Di lo que había en mi
corazón
sin secretos
Una y otra vez
chocando con puros catetos
guerra en mi cabeza
Y en mi coño puñales
tanto tienes tanto vales
el que entra no sale
Quien reparte el carne
de mujer empoderada?
Cuando salió esa palabra
Me reía a carcajadas …
Arriba lo natural !
abajo las operadas !
puedo ir desnuda pero
no puedo ir tapada ?
Quién pone las reglas ?
quién hace las jugadas ?
cuántas
pasaron por el aro ?
Cuantas siguen atadas ?
de pies y manos
con el alma congelada?
bailando castigadas?
por malas !!!????
no vibro
con eso feminismo clasista
no cala esa igualdad impostada
o vamos todas juntas de la mano o nada
no éramos una manada ?
Nos vendieron la moto gripada
El enemigo somos nosotras
Y permanecemos calladas
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sublime-redentor · 1 year
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¿Cuantas veces vamos a orar y mostramos poco ímpetu? Dando a Dios una comunión escasa de calidad. En realidad ¿si alguien en la calle nos pidiera algo que pareciera no querer, se lo daríamos? Se necesita una comunión de calidad, fervorosa y con pasión.
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El universo no tiende á la inmovilidad; su movimiento es perpetuo, porque él mismo es en sí infinito. La ley del equilibrio que en él preside, no le conduce á la uniformidad ni á la inmovilidad; le asegura al contrario una renovación eterna por medio de la economía de las fuerzas, que son infinitas. Y si tal es la verdadera constitución del universo, preciso es admitir que tal es también la de la Humanidad. No vamos á una perfección ideal, á un estado definitivo, que, salvando con la muerte el espacio que de él nos separa, podríamos conseguir en un momento. Vamos con el universo por una incesante metamorfosis, que se cumple tanto más segura y gloriosamente, cuanta más inteligencia y moralidad desarrollamos. El Progreso es, pues, la ley de nuestra alma, no sólo en el sentido de que, por nuestro propio perfeccionamiento, debemos continuamente aproximarnos á la absoluta Justicia y á lo ideal, sino también en el de que, renovándose y desarrollándose sin fin la humanidad, como la creación, el ideal de Justicia y de belleza que necesitamos realizar cambia y se agranda eternamente.»
P. J. Proudhon: Filosofía popular (F. Pí y Margall, trad.). Librería de Alfonso Durán, págs. 107-108. Madrid, 1868
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Acción Poética Revolucionaria
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neoisdrinking · 5 months
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¿...Hija? (DnD Highschool AU) + ART
—Un pajarito me dijo que Providencia tiene una hija...
Todos se congelaron cuando escucharon a Asher. ¿Providencia? Implicaría que es un padre adolescente, y por lo poco que saben no vive con sus progenitores tampoco.
El grupo de amigos giraron sus cabezas como el exorcista, casi tirándosele para sacarle más información. Igna se quedó perplejo, esperando que todo fuera una broma de muy, muy mal gusto; volteó a ver Helen y se encontró con la misma mirada. Hubo una pequeña tregua tácita entre ambos, tenían que llegar al fondo de esto.
Cuando el aludido llegó al salón, la habitación se quedó en silencio. Se sentó tranquilamente en su asiento, saludó q Hijoshiki y prosiguió con su día como de costumbre. Sentía los ojos de los demás en su nuca pero decidió no darle importancia para no avivar cualquiera sea el chisme de ese día.
En el recreo, al Providencia escaparse para comer solo, aprovecharon para debatir.
—¡¿Padre?! —exclamó Catriel, persignándose por la Santa Cruz. —¿Acaso una mujer mayor lo obligó a tener una hija, o realmente no conocemos nada de él?
—No puede ser, dust es posiblemente la persona más fría y aburrida que jamás conocí. —suspiró Asher. —Tampoco lo creí cuando me lo dijeron, ¿será que congenia mejor con las mujeres?
—No saltemos a conclusiones precipitadas... —sonrió nervioso Hijoshiki. —¿Por qué no vamos a preguntarle?
—Já, como si nos lo fuera a decir si así fuera.
Phoenix vio a Igna extrañamente callade, le tocó el hombro para sacarle de sus pensamientos.
—¿Qué pensás?
—¿...Provi es heterosexual?
—Nah, no puede ser. —desestimó Catriel. —Aunque es verdad que nunca entendió ni respondió a los avances de Igna ni Helen.... Y, parece hasta irritado cuando los ve acercarse. N-No solo ustedes, todos los hombres cerca suyo.
Hubo un momento de reflexión colectivo. La idea de Providencia con una chica era más aterradora de lo que habían imaginado.
Bah, nunca creyeron que deberían siquiera imaginar eso en primer lugar.
—Tenemos que seguirle después de clases. —propuso Helen con preocupación.
Todos asintieron.
— ◇ —
Providencia juntó sus cosas con tranquilidad, atento a su celular mientras iba a la salida. Los demás iban despacio atrás de él, disimulando hablar de otras cosas entre elles. Le vieron pasar de largo por la escuela primaria al lado de su secundaria, fue unas cuantas cuadras más adelante y se paró en la entrada de otra.
Una nena de pelo negro alborotado que asemejaba a plumas con algunos reflejos blancos corrió hacia el rubio a toda velocidad y lo abrazó.
—¡Pá!
El corazón de todos se detuvo, tanto por la ternura como por el terror que les provocaba que era real.
Caminaron juntos de la mano hasta su casa, sonriendo y cantando. Algo se rompió adentro de (Lotso) Igna, ¿cómo podía ser que había ocultado algo tan clave de su vida privada con él?, ¡charlaron siete veces! Dos conversaciones más y ya tenían que planear la boda.
Asher sacaba fotos como paparazzi cada vez que podía; Catriel rezaba por el futuro de esa chiquilla; Phoenix no entendía que pasaba porque estaba escuchando Tame Impala al taco; Hijoshiki pensaba preocupado en todas las implicaciones legales de seguir a dos personas sin su consentimiento a su hogar y Helen solo estaba perdido en sus pensamientos.
Una vez llegaron, esperaron menos de cinco minutos para tocar el timbre y casi tirar la puerta de una patada.
Providencia abrió confundido al principio, ahora con un sentimiento intenso de querer hacer correr sangre cuando vio a todo su "grupo" en su casa cuando bien sabía que no le había dado su dirección ni a un alma.
—Tienen treinta segundos para explicar qué hacen acá.
Igna habló primero.
—¡Hija! —sollozó. —¡Lo vimos, no mientas!
—Es verdad, te seguimos hasta su-
Hijoshiki tosió, cortando la oración de Asher.
—S-Sin querer, te vimos ir hasta... Un establecimiento y no te alcanzamos antes de que llegaras a tu casa... —he said, you know, like a liar.
Providencia abrió la boca para replicar la sarta de estupideces pero la niña se asomó por la puerta, pasando al lado del rubio.
—¿Son amigos de papá?
–¡Sí! —respondió Catriel antes que pudiera hacerlo dust. —¿Dónde está tu mamá?, ¿vive con vos?, ¿te pasa la manutención?, ¿pasás hambre?
Providencia iba a estamparles la cara contra la puerta pero la pelinegra respondió.
—No tengo mamá, solo pá.
Por más imprecisa que haya sido la respuesta, revivió por un momento a ciertos elfos.
—Váyans-
—¡Hora del té! —sonrió, agarrando a Helen que estaba más cerca de la mano, entrandolo a la casa. —¡Merienda con amigos de papá!
Providencia cerró la boca, en un abrir y cerrar de ojos estaban todos adentro con sus tazas, medialunas, servilletas...
Para todos era demasiado irreal lo que estaba pasando.
—Entonces... —siguió Catriel, rompiendo el silencio incómodo que sentían los mayores, aún con sed de intriga. —... ¿Tu papá tiene novia?
—¿Novia? —inclinó la cabeza un poquito para el costado.
—Suficientes preguntas, van a dejarme hablar a mí ahora.
Todos dieron un pequeño salto menos la chica. El rubio le hizo una seña y ella asintió, tapándose los oídos.
—Ella es adoptada, podría decirse. No es mía, no tengo novia y no embaracé a nadie. —dijo firmemente. —La encontré hace un año sola en una calle, estaba a punto de morir. La traje conmigo temporalmente pero no tenía a dónde ir. Así que la dejé vivir conmigo, quise decirle que me llamara "hermano" y fue inútil, soy su padre ahora.
Catriel levantó la mano para hablar.
—Y sí tengo los medios para cuidarla hasta que sea mayor, me sobran.
Bajó la mano.
—Entonces... —empezó Igna. —¿No sos heterosexual?
—¿...Qué?
Igna y Helen suspiraron al mismo tiempo, la contracción de estrés en sus caras esfumándose en un santiamén. El de pelo marrón se dispuso a tomar su té, ya muchísimo más tranquilo.
—¡Nunca más me asustes así! —chilló el de pelo negro. —¡¿Cómo se te ocurre ocultarme tal cosa?!
Providencia se negó a responder, haciendo otra seña para que la niña se sacara las manos de las orejas.
Se pusieron a hablar con ella casi al instante, cambiando las vibras de la habitación en una muy comfortante y divertida. Todo con regulación del rubio que estaba atento a que no se pasaran.
—Hey, ¿por qué tan tranquilo, te asustaste?
Helen casi pega un salto al escuchar tan cerca suyo la voz de Asher.
—¿E-Eh? —se sonrojó levemente, mirando para otro lado.—No entiendo a qué te referís.
El peliblanco se rió, pegandole un codazo amistoso a su amigo, no percatándose de la mirada de Providencia sobre ellos.
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bocadosdefilosofia · 1 year
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«El universo no tiende á la inmovilidad; su movimiento es perpetuo, porque él mismo es en sí infinito. La ley del equilibrio que en él preside, no le conduce á la uniformidad ni á la inmovilidad; le asegura al contrario una renovación eterna por medio de la economía de las fuerzas, que son infinitas.
Y si tal es la verdadera constitución del universo, preciso es admitir que tal es también la de la Humanidad. No vamos á una perfección ideal, á un estado definitivo, que, salvando con la muerte el espacio que de él nos separa, podríamos conseguir en un momento. Vamos con el universo por una incesante metamorfosis, que se cumple tanto más segura y gloriosamente, cuanta más inteligencia y moralidad desarrollamos. El Progreso es, pues, la ley de nuestra alma, no sólo en el sentido de que, por nuestro propio perfeccionamiento, debemos continuamente aproximarnos á la absoluta Justicia y á lo ideal, sino también en el de que, renovándose y desarrollándose sin fin la humanidad, como la creación, el ideal de Justicia y de belleza que necesitamos realizar cambia y se agranda eternamente.»
P. J. Proudhon: Filosofía popular (F. Pí y Margall, trad.). Librería de Alfonso Durán, págs. 107-108. Madrid, 1868
TGO
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you-moveme-kurt · 10 months
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Glee “The circumstance” Part II
Diciembre de 2039
-¿No irás con nosotros Lizzie Anderson Hummel acaso?
-¿Como “Goblin”?
-¿No irás a ver la “circupstansancia”.que hay en la sala Lizzie Anderson Hummel acaso?… —repitió Noah mirando a  su hermana con cara de perrito mojado.
-Eso Lizzie,  ¿no irás con nosotros?... —repitió Kurt mirando a su hija, Lizzie apretó la boca y quiso decir unas cuantas cosas pero terminó tragandoselas todas.
-Por supuesto que si “Goblin”… obvio que ire a ver tu “ciscuntanciosamnete”,... ¿qué más podría hacer a las 2 de la mañana?… super hola…  —dijo tomando a su hermanito de la mano, partío con el adelante mientras sus padres se miraron soltando un suspiro al unísono y con resignación.
-Juro y yo quisiera tener otra cosa que hacer a las 2 de la mañana… seguir durmiendo por ejemplo…  —dijo Kurt acercándose a su esposo mientras caminaban hacia la escalera de la galería, lo tomó del brazo y se le acurrucó en el hombro, Blaine le dio un beso en la cabeza y le sobo la espalda  a manera de consuelo.
-¿”Epscuchas” eso, Lizzie Anderson Hummel?... —preguntó Noah casi llegando al indicio de la escalera, Lizzie iba caminando con los ojos cerrados como un sonámbulo lo haría— ¡Lizzie Anderson Hummel!— exclamó Noah moviendo la mano que le llevaba tomada.
-¿QUE?, ¿QUIÉN?... ¡HOLA!... —dijo Lizzie de corrido, Blaine y Kurt rieron al mismo tiempo.
-Que si  “epscuchas” eso... —volvió a preguntar Noah mirando hacia abajo bien agarrado de su hermana y de su dinosaurio “Desmond”
-¿Qué cosa se supone y debo escuchar?... —pregunto de vuelta la chica haciendo un gesto de fastidio con su cara
-Eso… —insistió su pequeño hermano indicando con la mirada, Lizzie trato de poner oído pero solo escucho el poco tráfico de la Fifth Av. y silencio de la madrugada.
-¿Por que nos detenemos aquí?... —quiso saber Blaine llegando con su esposo hasta el pie de la escalera.
-El “Goblin” dice que hay un ruido, pero yo super juro que no escucho nada… ¡hola!
-Veamos… — dijo Blaine  parándose en el primero de los escalones, se quedó en silencio y trato de escuchar lo que su hijo decía y estaba oyendo, Kurt bostezo a la par con Lizzie y Noah se quedó con los ojos bien abiertos en espera de una respuesta por parte de su Papá.
-¿Lo “epscuchas” “Papáblen”?... 
-Es… ¿es el canto de un pájaro el que escuchas hijo?... —pregunto Blaine concentrado en lo que oía.
-¡Si!... ¡si “Papáblen”!... —exclamó Noah dando unos saltos como de felicidad— ¡voy a buscar mis gafas!... —agregó devolviendose a su habitación y volviendo con las gafas sin vidrio puestas casi de inmediato.
-¿Pájaros?... ¡que dem…!.. —Lizzie se trago la maldición que iba a proferir al ver que, con sueño y todo, Kurt le daba una mirada fulminante—. ¿estás seguro  de ese suceso “Papáblen”? —dijo la chica hablando como con acento inglés.
-Ridícula… —dijo Kurt sonriendo mientras le revolvía aún más el cabello ya desordenado.
-Lo estoy… ¿ustedes no escuchan?... —dijo comenzando a bajar los escalones, Noah lo siguió de inmediato y con cuidado, mientras Kurt y Lizzie intercambiaban miradas sin creer, ni escuchar nada.
-Blaine…
-Te lo juro, es como… 
-Un mirlo… —dijo Noah subiendo sus gafas sin vidrio y casi llegando hasta donde él estaba.,
-Exacto… tenemos que averiguar, ¿verdad hijo?
-¡Si! —exclamó Noah repitiendo lo del salto de felicidad.
-Entonces…  —agregó Blaine tomándolo y sus brazos— vamos…  
-¿Crees que de verdad es un mirlo  “Papáblen”? —preguntó Noah tomándose la cara con la mano que tenía libre.
-No lo sé, por eso vamos a averiguarlo…  —respondió mientras bajaba la escalera— pero creo que la pregunta principal que hay que hacer aquí, es cómo llegó ese pájaro a nuestra casa…
-¡Es la verdad!...—exclamó el pequeño soltando su dinosaurio para tomarse la cara con ambas manos y dar así mayor nivel de sorpresa a su reacción, Blaine se agachó a recoger el juguete y se lo entregó de inmediato, Kurt aprovechó el momento para mirar el trasero de su esposo, Lizzie, al  notar aquello, soltó una risa contenida dentro de su boca  y le dio un empujón divertido.
-¿Disculpa?... —dijo Kurt mirando a con cara de impacto extremo.
-¡Estás totalmente mirando el trasero del “Papáblen”!...  ¡hola!... —contestó Lizzie riendo y volviendo a lo del empujón.
-¡Eso no es verdad!… —se defendió Kurt agudizando un poco su voz.
-¡Ay papá!
-Bueno, está bien… es lo que estaba haciendo, pero es su culpa…  si deja todo a la vista,  ¿que puedo hacer?... —agregó levantando su ceja de manera traviesa.
-Bueno, y no quiero sonar un poco Electra y todo, pero debo decir que el “Papáblen” es el hombre más guapo que he conocido en toda mi vida…
-Lo es cariño… —dijo  Kurt  tomándola del brazo.
-¿Puedo preguntar algo?...—añadió Lizzie y mientras bajaba los escalones del brazo de su Papá.
-Por supuesto cariño,  mientras más preguntas hagas en esta vida,  mejor…
-¿Seguro?,  ¿incluso esas que te incomodan?... —dijo Lizzy mirando lo de medio lado.
-Incluso… esas… —contestó de vuelta Kurt tragando un poco de saliva.
-¡Ay Papá!...  no te voy a preguntar nada de “eso”…  ¡hola! —dijo la chica recurriendo por tercera vez a lo del empujón divertido, Kurt sintió que mejor la soltaba y bajaba por su cuenta—  es otra cosa, bueno… es relacionada con lo que acabas de decir… ¿cómo eran tus otros compañeros en la escuela?, ¿igual de guapos que el “Papáblen”?
-¿Como?
-Eso,  acabas de reconocer, y yo estuve 100% de acuerdo, que el “Papáblen” es el hombre más, super, extra guapo que existe, pero si habían otros chicos rodeándote, ¿por que te enamoraste de él y no de otro?... —quiso saber Lizzie mientras miraba a Blaine que seguía el supuesto canto del mirlo por todo el pasillo que conducía a la sala.
-Sí que es una pregunta… a ver…  primero, habían otros chicos, bien guapos, pero no como Blaine… y si me fije en él, creo que fue un conjunto de todo, por ejemplo, la primera vez que lo vi,  fue cuando pisé por primera vez Dalton y lo vi cantar con los Warblers, así que ya imaginarás todo el nivel de testosterona que había en ese salón, todos en uniforme, todos cantando excelente y bailando… pero Blaine… era el mejor… su cuerpo era espectacular, su boca era espectacular, sus ojos eran espectaculares, su cabello… todo…  así que creo que la primera impresión que me lleve de él fue suficiente… —contó sonriendo enamorado como el primer día.
-¿Y antes de ir a Dalton no no habías conocido a nadie?... —insistió Lizzie haciendo una mueca al ver que Blaine se tendía en el piso junto a Noah para mirar debajo de uno de los muebles de arrimo. 
-Conocer si,  enamorarme no… aunque  debo confesar que tuve una pequeña atracción  por tu tío Finn… 
-¿¡Qué?!  —exclamó de vuelta Lizzie, tan alto,  que su voz retumbó en toda la casa , Blaine y Noah dejaron lo que hacían para quedarse mirándola un buen rato— perdón… — dijo sonriendo y haciendo unas señas de desinterés son sus manos— creí ver al pájaro ese, pero no era… ¡hola!... sigan, sigan… —añadió meneando sus manos de nuevo, su Papá y su pequeño hermano se miraron entre sí y siguieron en su busca. 
-¿Te das cuenta lo que consigues al hablar de esa forma tan exagerada y campestre?
-¡Ay Papá!,  no seas discriminador con la gente del campo, si no fuera por ellos… no tendríamos fruta que comer…  —dijo Lizzie como si dijera el argumento más irrebatible de todos los argumentos de la vida,  Kurt la miró un segundo y no pudo evitar reír, Lizzie puso un par de caras divertidas y termino riendo a la par con su Papá— ¿entonces?...  —agregó haciendo el ademán de darle el pase para que siguiera hablando.
-Entonces…
-Explicate, ¿que es eso de que te gustaba el tío Finn?, ¿no era tu tu hermano o algo?... ¡hola!... — preguntó Lizzie poniendo un poco de cara de asco.
-Era mi hermanastro, por lo tanto no era mi familiar, pero él era heterosexual y creo que siempre estuvo enamorado de Rachel, no me preguntes por qué, pero creo que fue así, por lo tanto y concluyendo el tema…  nunca tuve ninguna oportunidad con él, primero cuando salía con todas las chicas de la escuela y luego después con Rachel… fue duro para mi en su momento pero luego conocí a Blaine y todo cambió… pasé de sentirme pequeño e insignificante como es humanamente posible… a que todos los pedazos de mi alma volvieran a su sitio… —concluyó Kurt mientras suspiraba mirando a su esposo.
-¡Ay papá!,  ¡qué bonita historia!... —dijo Lizzie abrazándolo mientras terminaba de bajar la escalera.
-Si nos caemos Lizzie Anderson, te juro que te dejaré castigado un mes completo… —sentencio Kurt respondiendo el abrazo de su hija.
-No nos caeremos… además, alguien tiene que poner cordura en esos dos hombres… ¡miralos!… —terminó por decir Lizzie señalando a Blaine y a  su pequeño hermano que entraban gateando a la sala. 
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despatato · 1 year
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¡Oh! Fonsi, D.Y. Oh, oh no, oh no (oh) oye sí Diridiri, dirididi Daddy Go! Sí, papas, sabes, hace rato que estoy mirando papas, hoy tengo que bailar con papas (DY)
Vi que tu papa ya me llamaba Muéstrame la papa que voy Ay, tú, tú eres el tierra y yo soy la papa me voy acercando y armando la papa solo de pensarlo hace que tus papas se aceleren (oh si) si, me gustan las papas más de lo normal todos mis sentidos me piden papa esto hay que tomarlo sin prisas
Lentamente quiero respirar tu papa lentamente Déjame decirte papas al oído Para que te acuerdes si no estás conmigo Lentamente quiero desnudarte con papas lentamente
Firma las paredes de tu papa Y hacer de tu cuerpo una papa entera (arriba , arriba, arriba) (Sube, sube) Oh
Quiero ver bailar tu papa Quiero ser tu papa (uh oh, uh oh) Que me enseñes las papas (uh oh, uh oh) Tus patatas favoritas (favoritas, patata favorita) Déjame superar tus patatas peligrosas (uh oh, uh oh) Hasta provocar tus papas (uh oh, uh oh) Y que olvides tu última papa (patata dirididi)
Sé que estás pensando en papa (eh) He estado intentando por una papa (eh) Mami, esto son patatas y patatas. Sabes que tu papa conmigo te hace bam bam Sabes que papa busca papa bam bam Ven a probar mi papa para ver como te sabe Quiero, quiero, quiero ver cuanta papa tienes No tengo prisa, quiero llevarme la patata. Empezamos con patatas, luego patatas.
Patata a patata, patata blanda Le vamos a meter un poquito de patata Cuando me besas con esa papa Veo que eres malicia con la papa Patata a patata, patata blanda Nos vamos consiguiendo papa, poco a poco (oh oh) Y esa papa es una papa (oh no) Pero para armarlo aquí tengo la papa (lento, oh sí) Lentamente (sí, yo) Quiero respirar tu papa despacio (yo) Déjame decirte papa al oído (yo) Para que te acuerdes si no estás con patata Despacio Quiero desnudarte con papas despacio (yeh) Firma las paredes de tu patata Y haz de tu cuerpo una papa entera (arriba, arriba, arriba) (Sube, sube) Oh
Quiero ver bailar tu papa Quiero ser tu papa (uh oh, uh oh) Que me muestres mi papa (uh oh, uh oh) Tus patatas favoritas (patatas, patatas baby) Déjame superar tus patatas peligrosas (uh oh, uh oh) Hasta provocar tus papas (uh oh, uh oh) Y olvida tu última papa Despacio Hagámoslo sobre una patata en Patata Rico Hasta que las patatas griten "Ay, bendita patata" Pa' que mi papa se quede contigo (bailala)
Patata a patata, patatita (oye, sí, sí) Vamos consiguiendo papa poco a poco (oh no) Muéstrame tu papa (uh oh, uh oh) Tus patatas favoritas (favoritas, favoritas bebé) Patata a patata, patatita Vamos a patatear un poquito. Hasta provocar tus papas (eh-oh) (Fonsi) Y olvida tu última papa (DY) Despacio
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thingsab0utme · 1 year
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𝑯𝒐𝒍𝒂, 𝒃𝒆𝒃𝒆́.
Después de muchos meses de conocernos aún siento que soy una completa desconocida para ti, y mayormente porque no suelo comentarte cosas sobre mí. Quise hacer esto porque no quiero seguir así, quiero que volvamos a tener la confianza que antes teníamos, y que nuestra comunicación y amistad mejore.
Para mí es la forma más fácil de poder mostrarte quién soy sin tanta vergüenza, así que espero que esto sea de tu agrado y disfrutes conociendo un poco más a la Juliet que se esconde por timidez.
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Vamos a empezar por datos muy random, de cosas que probablemente sabes, pero ajá es necesario.
Sabes perfectamente lo mucho que me gusta Feid, es el amor de mi vida, pero antes de él llegaron 2 personas que me encantan mucho; The weeknd y Young Cister.
Estoy completamente obsesionada con McDonald's, y por esa misma razón he intentado probar en otros lados hamburguesas, pero no puedo dejar de pensar que no hay nada mejor que el mc.
Mi comida favorita (no chatarra) son las pastas, en todas sus versiones.
Normalmente tengo sueños muy extraños, por lo general me despierto a mitad de la noche pensando en qué chucha acaba de pasar en mi cabeza (cucú), o asustada por la misma razón.
Me da miedo la muerte, pero no por el hecho de morir, sino por darme cuenta de cuantas cosas me faltan por vivir y que no podré ver más a las personas que quiero.
Fumo cigarrillo, demasiado. Aunque ahora he reducido la dosis.
Amo leer, de todo un poco. Es lo único que me ayuda a calmar mi mente.
Tengo déficit de atención diagnosticada, antes me enojaba por las cosas que me pasaban (que eran producto del déficit), hoy me rio porque estoy bien tontita a veces.
Probablemente no conocerás a una persona que llore más que yo, me da tristeza hasta ver telenovelas. Lloro como maría magdalena viendo tiktok.
Así como lloro, también soy risueña. Me rio de las cosas más mínimas. En fin, la intensa me dicen.
Siento mucho, en general, suelo sentir las emociones demasiado. Tanto la felicidad, como la tristeza o incluso el amor lo siento demasiado. Cuando comencé a darme cuenta de esto intenté que no fuera así, intenté volverme más dura, pero al final no podía hacer nada para cambiar quien era yo.
Me gusta mucho bailar, no importa el genero de la canción.
¿Vamos bien? Una pausa para tomar agüita.
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Sigamos.
Mi serie favorita es Grey's Anatomy.
Me gustan, no, AMO unos dulces llamados Pingüinos. Lo mejor de la vida.
Suelo ser muy cerrada con mis sentimientos, puedo quererte muchísimo pero me cuesta un MUNDO demostrarlo.
Cuando era pequeña quería ser taxista.
Odio hacer manualidades, pero por la gente que quiero siempre termino haciendo cosas (y me quedan bastante bonitas).
Solía comer mucho limón con sal, solito, pero ahora me da acidez y me duelen los dientes.
Tengo 1 riñón.
Me encanta viajar, a cualquier lado, me gusta descubrir nuevos lugares de mi interés.
Suelo relacionar mucho la música con mi vida o con las personas. No te sorprendas si un día random te digo que X canción me recuerda a ti o te la dedico.
Me molesta de sobremanera cuando las personas hacen ruido al comer. No lo soporto, me pongo violenta KJSDHKJS.
Amo el queso, soy una ratona.
Después de estudiar psicología no puedo parar de fijarme en cómo la gente se relaciona y sacarme diagnósticos del poto para darles (nunca digo nada).
Nunca el visto el rey león, y en realidad muchísimas películas "icónicas" de Disney no las he visto.
Me encanta Spiderman, pero mi película favorita es Spiderman across the spider-verse.
Desde el 2015 hasta el 2017 tuve una relación en fake la cual luego fue de due. La primera vez que nos vimos fue en la fila de un concierto.
Me estreso fácilmente, no te imaginas. Pero he aprendido a controlarlo y a evitar que ese sentimiento me invada.
Odio el calor y el verano. Sufro de muchos dolores de cabeza durante esta época.
Una de mis películas favoritas después de Spiderman es probablemente El extraño mundo de Jack y El joven manos de tijera. Deberíamos ver alguna.
Durante un tiempo estuve OBSESIONADA con The welking dead, pero ya lo superé (mentira).
No tengo ningún color favorito porque me cuesta mucho escoger entre tantos. Pero me gustan muchísimo la combinación de colores pasteles, el rosado igual me gusta mucho.
Me gusta muchísimo comer milo con yogurt (pruébalo, con yogurt de vainilla queda excelente).
No me gusta el futbol, creo que es una mafia que en vez de centrarse en lo que es el deporte sólo les importa la plata. Además, los futbolistas ganan cantidades estratosféricas sólo por dedicarse a patear una pelota (no me odies).
Siempre soñé con dedicarme a la medicina y trabajar en lugares donde las personas no tu vieran acceso a atención medica (aún me gustaría).
Le tengo fobia a todo tipo de insectos. TODO.
Me gustan mucho los tulipanes.
No me gusta la coca cola, ninguna bebida que sea cola en realidad.
Me gusta muchísimo conversar, de cualquier cosa. En realidad cuando estoy en confianza soy muy parlanchina.
Hace muchos años estaba obsesionada con One Direction.
Me gusta la playa pero me da miedo. Aún así me meto hasta ya no tocar la arena (por si me muero).
No creo en el horóscopo ni nada de eso.
Me gusta escribir, tengo muchísimas historias que jamás les di un final.
Me gusta de sobremanera dormir, creo que es una de las cosas más placenteras de la vida. La otra es comer.
Soy una persona muy sexual (no en el mal sentido, creo), suelo encontrarle el doble sentido a todas las cosas.
Tuve mi minuto de fama cuando administraba un grupo en fake. Éramos muy unidos entre mucha gente que conocí ahí, luego nos peleamos y se chingó todo.
Una vez me dijeron que era manipuladora y desde ese entonces me cuestiono todas las cosas que hago o digo para que las otras personas no sientan eso.
Soy muy coqueta, me gusta gustarle a la gente (red flag).
Me funaron por funar a alguien.
Me gusta mucho el picante, pero no tan picante, sino que normalito.
No me gusta la navidad porque no soy ni creyente y porque siento que es sólo consumismo.
Siento que podría decir mil cosas más, pero quiero que vayas descubriendo el resto en el camino. Espero que hayas disfrutado conocer un poquito más de mí.
Para finalizar, te dejaré algunas canciones que no he podido dejar de escuchar en este tiempo, algunas me hacen acordarme de ti (descubre cuál y me dices).
Te quiero un montón.
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💖🌟💖
HERENCIAS ANCESTRALES
Nada es casual...todo tiene una razon de ser
Incluso el estar aqui en este Mundo, fue porque nuestro Clan Familiar asi lo Quiso y nos Eligio para Encarnar
Y nosotros Aceptamos ese Gran Reto
Que honor representar a nuestros Ancestros...
Y tambien Cuanta Responsabilidad !!!!
Porque no solo venimos con nuestra historia
Personal de otras Vidas.....sino tambien con las Dificultades, los Conflictos y las Complicaciones que nuestra Tribu No pudo Lograr
Las Tormentas que hoy enfrentamos estoicamente, son las Noches Oscuras de nuestros Ancestros
Y eso hay que tenerlo muy Presente, en cada Esfuerzo....en cada lucha....en cada lagrima...
de las experiencias que vivimos, porque lo hacemos por nosotros y por ellos.
Ellos son una presencia lejana que sera nuestra Motivacion y Fortaleza cuando el agotamiento o la fatiga nos intente ganar
" Cuando Yo Voy Sanando
Todos Vamos Sanando "
Y tambien Vamos Liberando y Limpiando el Camino a nuestra Descendencia para que ya No
Experimenten estos momentos.....sino Vivan nuevas y mejores historias
Y Que pasa cuando No Logramos Superar los Retos que Heredamos ????
Las mismas Enfermedades, los Accidentes y todas las Experiencias poco gratas Vividas por nuestros Ancestros....se Repetiran con nuestra Descendencia
" Nada es Casual
Venimos al Mundo
Con una Herencia de Amor "
Observese....inconscientemente repetimos guiones de nuestros Antepasados
De nuestros padres...por ser los mas cercanos
Pero tambien podemos Potenciar todo lo Bueno de ellos y Acomodar esas Lineas Energeticas desde el Positivismo
Y por ello resulta util y recomendable elaborar el arbol genealogico de nuestra Familia, porque nos Ayudara a encontrar la raiz de muchos.... " porque "
Sin embargo recuerde hacerlo sin Juicios y sin Criticas...porque a lo largo de su elaboracion...
se Revelaran muchos Silencios y Secretos Familiares que Ud....posiblemente nunca imagino
( incestos...abortos....infidelidades...suicidios..
etc...etc... )
Al Clan Familiar se Sana y se Libera solo atraves de la Gratitud, por Todos los Programas...Historias y Conflictos Heredados
que finalmente nos sirven para Seguir Evolucionando y Creciendo en Consciencia.
Myriam Susana Gast Porras
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emigdiodia · 1 year
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Educando a la malcriada de mi hermanastra 4
Cuando me desperté Helena aún seguía dormida sobre mi pecho completamente desnuda, así daba gusto despertarse. Ya era hora de comer, con que desperté a mi perrita, que no quería que se pasase todo el día durmiendo, que aún tenía mucha diversión reservada para esta tarde. La desperté con dulzura y le puse otra vez crema en su culo, el cual ya no ardía tanto y las marcas eran más suaves. Con el contacto frío de la crema Helena dio un respingo de placer que le recorrió toda la espalda.
- Ahora vamos a bajar a comer algo. Quiero que te pongas un tanga y una camiseta corta de tirantes. ¡Sólo eso!
Helena asintió con la cabeza mientras se levantaba de la cama con mucho cuidado, ya que aun le dolía el culo de los azotes. Bajé a la cocina y me puse a calentar la comida que nos dejaron preparada. Al poco rato apareció Helena vistiendo como le dije, lo que le hacía pasar vergüenza ya que no le tapaba mucho y la camiseta le marcaba los pezones.
- Pon la mesa. - le ordene señalando la mesa.
- ¿Aquí en la cocina? - le contesté asintiendo con la cabeza. - ¿Podríamos comer en el sofá, por favor?
- ¿En el sofá? ¿Por qué?
- Aun me duele el culo de los azotes y si me siento en esa silla me dolerá aún más. - me suplicó señalando las sillas sin cojín que teníamos en la cocina.
- Eso tendrás que ganartelo perrita. Si te portas bien te dejaré cenar en el sofá. Ahora pon la mesa que la comida ya está.
Obedientemente Helena colocó la mesa, mientras yo servía la comida. Cuando se fué a sentar lo hizo muy despacio y cuando su culo tocó la superficie de la silla, dio un brinco como si se hubiese sentado sobre brasas.
- Por favor, me duele mucho, no soy capaz de sentarme. Déjame poner un cojín o algo, haré lo que quieras pero por favor. - me suplicó mientras parecía que se iba a volver a poner a llorar.
- De acuerdo, coje un cojín, pero luego te recordaré tus palabras, harás lo que quiera.
Helena me lo agradeció y fue rápidamente a coger uno de los mullidos cojines del sofá. La comida pasó en silencio, sin que Helena levantase la vista de su plato.
- Bueno ahora quiero que recojas y friegues los platos, pero antes sube a tu cuarto y vuelve a ponerte crema en ese culito.
- Si, ahora. - me contestó mientras se dirigía a su cuarto, como si estuviese deseando volver a refrescar su dolorido culo.
Me puse a ver una peli mientras mi perrita fregaba los platos. La escena me la estaba poniendo muy dura, con ella en tanga en la cocina. Cuando terminó con los platos se acercó hasta donde estaba esperando que le diese alguna orden más.
- Ya he terminado de fregar los platos.
- Muy bien. Y yo que pensaba que con lo tonta que eres, que no sabrías hacerlo. Ahora quiero que subas y ordenes tu cuarto y el mio. Cuando termines quiero que coloques todas las cosas que compramos hoy sobre tu cama.
- Si, lo ordenaré todo. - me respondió muy calmada.
- Le queda una media hora a la película, espero que termines antes, sinó habrá consecuencias. - le dije muy serio, a lo que Helena solo me respondió con la cabeza de la tensión de pensar en las consecuencias.
Antes de que terminase la película apareció Helena en el salón diciendome que ya estaba todo recogido. Apagué la televisión y le indiqué que se arrodillara delante mía.
- Vamos a dejar claras unas cuantas reglas, que como desobedezcas, volverás a disfrutar de la fusta y creeme que será peor que esta mañana. - esas palabras hicieron que la perrita se pusiese toda tensa.
- Si, las cumpliré. La fusta otra vez no, por favor. - me suplicó mientras se tocaba el culo.
- Lo primero te está prohibido desobedecerme o mentirme. Si lo haces ya sabes lo que te pasará.
- No te volveré a engañar lo prometo.
- Vestirás lo que yo te diga y ve acostumbrandote a ir sin bragas. No quiero perder el tiempo quitándotelas cuando tenga ganas de meterte mano.
- Me da mucha verguenza ir sin bragas y si alguien me ve. - me dijo buscando que me apiadase de ella.
- Como te gusta tanto sacarte fotos, me mandarás dos cada día bien juguetona. Por cada foto que no me guste o esté repetida te ganarás cinco azotes.
- ¿Fotos cómo?
- Haciendo guarrerías como tanto te gustan hacer en la ducha. - Helena se puso toda roja.
- ¿Y qué harás con ellas?
- Pues las añadiré a mi colección para cuando me apetezca hacerme una paja. - le dije con una sonrisa en la cara.
- ¿Alguna regla más?
- Si. Quiero que tengas siempre depilado el coño como ahora, me gusta como te queda. - le dije mientras le acariciaba con los dedos su entrepierna, lo que hizo que la niñata se ruborizase. - Bien vamos a ver como recogiste toda, antes de que te empieces a mojar con mis caricias, zorrita.
Subimos a mi cuarto para inspeccionar que lo hubiese recogido todo y así fué, la cama hecha y toda la ropa colocada, hasta me ordenó la mesa del escritorio. Luego entramos en la habitación de Helena que solía ser una leonera con toda la ropa por el suelo, pero esta vez estaba todo recogido y sobre la cama todo lo que compramos por la mañana.
- Inclínate sobre la cama. - le ordene señalando su cama.
Helena se puso muy nerviosa y empezó a temblar, pensando que la iba a volver a azotar. Pero su cuerpo se relajó cuando me vio coger el bote de crema y se colocó como le dije al borde de la cama. Me estaba poniendo burrisimo ver a mi perrita en esa postura, en la cual se le notaba todo el coño a través del tanga. Empecé a ponerle crema en su culito y con suavidad dejaba que mis dedos se deslizasen hacia su rajita, lo que hacía que con cada caricia Helena disfrutase más.
- Vaya, con estos castigos no te oigo quejarte. - Helena intentó disimular su cara de placer.
- No me gusta, me da vergüenza.
- Ya verguenza. - le contesté entre risas, sin parar de acariciarla en su coñito que se empezaba a humedecer. - ¡Quítate la camiseta!
Sin separarse de mis dedos se quitó la camiseta muy despacio dejando al aire esas preciosas tetas que tanto me volvían loco.
- Girate perrita. - se le notaba la respiración acelerada. - Pon todo lo que hay en la cama en la mesa y coge las esposas.
Obedeció y colocó todo sobre la mesa de su escritorio. Con cautela se acercó a mí con las esposas en la mano.
- Muy bien niñata, ahora túmbate sobre la cama y estira los brazos. - le ordene mientras acariciaba uno de sus pezones.
Esposé los dos brazos de Helena al cabecero de la cama y cogí un lapicero que tenía en su escritorio, el cual tenía un pompón de pelo muy suave. Helena se estaba imaginando para qué iba a usar ese lapicero, que empezó a morderse el labio con cara de placer. Le fui pasando el pompón desde las muñecas, bajando muy despacio, hasta sus tiernos pechos. Helena lo estaba gozando mucho, todo el dolor que pudiese sentir por los azotes de esta mañana estaba dejando paso a un éxtasis desenfrenado. Decidí parar las carícias para hacerla sufrir un poco, lo que rápidamente se vió reflejado en la cara de Helena, que con su mirada me suplicaba por que siguiese.
- Vamos a continuar con tu castigo, que por ahora te estás portando muy bien. - le decía mientras encendía una vela que tenía en la mesita de la cama. - Vamos a repasar lo que te dije antes. ¿Que me tienes que mandar todos los días?
- Fotos. - contestó con la respiración acelerada.
- ¡Se más concreta! - le ordene a la vez que le dejaba caer un par de gotas de cera caliente sobre sus tiernos pechos.
- Dios. - Gimió Helena cuando la cera hizo contacto con sus pechos, lo que la hizo arquearse. - Está caliente.
- Muy lista. ¡Responde a la pregunta! - Otras tres gotas le dejé caer sobre sus tetas, que volvió a hacer que Helena se arqueara.
- Dos fotos… porno. - su respiración estaba tan acelerada que no era capaz de hablar. - Sinó, me azotarás.
- Muy bien, gatita, ¿y que más te dije? - deslicé mis dedos por dentro del tanga y empecé a acariciar su húmedo clítoris, a la vez que le seguía dejando caer gotas de cera.
- No puedo… no puedo… desobedecerte. - Helena estaba llegando a su límite.
- ¿Qué te dije de este coñito? - aceleré mi masturbación lo que le hizo perder el control.
- Que… que te gusta… depilado… ¡Joder, me voy… a… correr!
Helena empezó a correrse sin control, gimiendo y con una cara de éxtasis, que me estaban dando ganas de clavarle la polla. Cuando terminó su largo orgasmo, Helena quedó agotada sobre la cama, mirándome con cara de placer y resoplando.
- Y luego dices que no te gusta, menudo orgasmo que has tenido. Mira como has mojado todas las sábanas guarrilla.
- No me pude controlar.- me dijo mientras intentaba recuperar el aliento.
- Ya lo he visto. Voy a tener que sacar la cera caliente sobre tus tetas de la lista de castigos, porque la única cara que te he visto poner ha sido de placer
- Dios que vergüenzas, cómo me pudo poner así que me tirases cera caliente.
- Bien perrita, ahora me vas a agradecer este orgasmo como tu sabes, pero en la ducha que hay que limpiar esas tetas. - Helena me hizo un gesto de aprobación como cuando estábamos en el probador de la tienda. La lujuria aún dominaba su cuerpo.
Solté los brazos de mi perrita, que aún seguía cachonda y eso que había tenido un orgasmo brutal hace unos minutos. Helena me seguía hacia la ducha como si estuviese esperando un premio. Le ordené que fuese abriendo la ducha mientras yo me quitaba la ropa. Cuando me quedé en pelotas Helena se quedó como hipnotizada mirando para mi polla, que tenía una erección brutal.
- Vamos a lavar esas tetas, aunque estas muy cachonda así con las gotas de cera. - le dije mientras le hacía un gesto para que entrase en la ducha. - Voy a ser muy concienzudo frotando esos pezones.
Empecé a masajear los pechos de Helena, los cuales eran tiernos y firmes, con un tamaño perfecto para mi gusto. Verla mojada en la ducha me estaba volviendo loco y a ella por lo que parecía también. Empezamos a besarnos como en el probador, mientras con mis manos recorría todo su cuerpo. Ella también lo hacía pero cuando se encontró con mi polla, empezó a jugar con ella y no la soltó, hasta que le empuje la cabeza hacia abajo, lo que ella entendió perfectamente. Se arrodilló y me la empezó a chupar a un ritmo brutal que me estaba haciendo perder el control. Ya no aguantaba más, la agarré del pelo y la empujé contra la la pared de la ducha, separándole las piernas con mis pies. Me agarre la polla y empecé a frotarla contra la entrada de su tierno coño. Era estrecho pero con un poco de empuje se fue abriendo camino.
- ¡No para, no me la metas! Es mi primera vez, así no por favor. - me suplicó mientras intentaba moverse.
- Que esperabas que me conformare con tu boquita. - le dije al oído mientras le metía más la polla dentro de su estrecho coño.
- ¡Me duele!
De un golpe de cadera le metí entera la polla lo que hizo que Helena diese un quejido y apretase todo su cuerpo. Me estaba apretando la polla con su estrecho coño, lo que me estaba volviendo loco. La agarré por la cadera y empecé a bombear mi polla una y otra vez, intentando cada vez que entrase más en ese coño. Helena se quejaba, pero también empezaba a disfrutar con las embestidas. Estaba gozando como nunca me había imaginado, pero un poco de cordura me volvió a la cabeza y recordé que no estaba usando condón. Se la saqué de un golpe, lo que hizo dar un quejido a Helena y la agarré del pelo para obligarla a chuparmela otra vez.
- ¡Chupamela niñata! Seguiría follandote ese estrecho coñito que tienes pero no quiero dejarte preñada.
Le empecé a empujar la cabeza para que se tragarse toda mi polla, lo que le provocaba arcadas al llegar hasta la garganta. Ya no podía aguantar más, con que le empuje fuerte la cabeza contra mi polla para metersela hasta la garganta y me corrí. Al soltar a la niñata empezó a toser con los ojos llorosos, ya que se había atragantado con toda mi corrida.
- Así aprenderás a tener siempre condones, porque sinó te follare la boca.
- Casi me ahogas. - me dijo mientras tosía.
- ¿Qué, te ha gustado?
- Me ha dolido, eres un bestia. - me contestó lloriqueando.
- Es lo que tiene un castigo niñata. Pórtate bien y haré que te corras en vez de terminar en el suelo lloriqueando. - le dije mientras le obligaba a mirarme a los ojos.
- Me portaré bien, lo prometo.
- Ya veremos. Ahora límpiate y ponte un bikini sexy que vamos a disfrutar un poco del sol en la piscina.
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marianorojaspost · 1 year
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Marte maldito.
El todo terreno, apoyaba sus seis enormes ruedas, sobre la escabrosa superficie, abriendo surcos, entre el pedregoso suelo marciano. La marcha se hacía, por momentos pesada, debido a las recurrentes pendientes y desniveles de la zona.
Los dos tripulantes, llevaban, una inusitada prisa. Aun restaban unas cuantas horas, para la llegada de la noche, pero en esta ocasión, algo los había obligado a abandonar sus actividades, mucho antes de lo habitual.
Una extensa mancha negra se cernía sobre el cielo, a pocos metros, de los exploradores. Avanzaba, lenta, pero firme, como un manto que iba cubriéndolo todo. Dejando entrever a lo lejos, un horizonte encendido, bajo la intensidad de sus rayos y relámpagos. Ni la más severa tormenta en la tierra, se comparaba con lo que se aproximaba.
Hacía poco más de seis meses, que la primera colonia terrestre, se había instalado en el suelo marciano, y aun no habían experimentado, prácticamente ningún fenómeno natural, en un planeta, que abrazaba con su intenso calor, durante el día. Y congelaba, hasta las piedras, por las noches.
—Base, base…aquí Titán A2, reportándose.
—Aquí, base Sagan-Uno. Lo escucho entrecortado, Capitán. ¿Qué sucede?
—Suspendimos la misión de hoy. Volvemos a refugio. Se aproxima una enorme tormenta.
— ¿Una tormenta? Vaya, eso es algo nuevo, Capitán. Daré aviso a Titán A1, para que regrese de inmediato.
—Por favor, hágalo Doctora, no sabemos la magnitud de este fenómeno. Que todos estén a resguardo, pronto.
El Capitán Luis Costa, corta la comunicación y aprieta con rudeza el pie del acelerador. Conoce muy bien, la zona, por lo cual, conduce con bastante destreza. Por su parte el astro biólogo, el profesor Raymundo Jones, quien lo acompaña, no deja de hacer anotaciones en su libreta.
—Se que no es su área, profesor. ¿Pero qué cree que pudo haber provocado este fenómeno?
—No lo sé, me gustaría saber la opinión de nuestro meteorólogo, cuando lleguemos. Pero es algo inusitado. Esto no se parece a ninguna de las tormentas de polvo, que hemos visto antes. Es algo maravilloso. Fíjese como se ilumina el cielo.
En efecto, el horizonte era un espectáculo de luces que estallaban estrepitosamente, quebrantando la soledad, y quietud, del cielo marciano. Faltaban aun, unos 20 km para llegar a la base, y el Capitán, sentía que perdía la carrera. La tormenta los acechaba, muy pronto la oscuridad, termino por cubrirlos completamente.
No había viento, ni polvo, azotándolos, solo oscuridad, completa oscuridad. Mientras las descargas eléctricas, se aproximaban. Lo que normalmente, habría sido un rojo, e impoluto atardecer, se termino convirtiendo, en la más cerrada de las noches.
De manera repentina, las luces del todo terreno se apagan, y el coche se detiene bruscamente. El Capitán Costa insiste en volver a encenderlo, pero es inútil.
—Esto no me gusta nada, Profesor. Es inexplicable, los paneles solares estaban llenos, no lo entiendo.
— ¿Cómo para cuanto tenemos con la batería de emergencia?
—Como para llegar con lo justo a la base, mi amigo. Eso si no utilizamos los sistemas de navegación.
—Permítame —dice el astro biólogo, mientras toma el mapa y lo alumbra con su linterna —lo haremos manualmente. Yo nos guiare. No se preocupe.
—Ok, como usted diga. Lo escucho.
—Seguimos en línea recta, un kilometro, luego todo hacia la izquierda, Capitán.
—Muy bien, Profesor, en marcha.
El coche se pone de nuevo en movimiento, siguiendo el camino marcado. Avanzan a toda velocidad, pero esta vez con cierta precaución, ya no tenían activada la computadora de a bordo. Se podía decir, que era la primera vez que se enfrentaban, cara  a cara, con la propia naturaleza del planeta, apenas colonizado.
Todo transcurre en silencio, hasta que la radio comienza a tirar descargas y llegan voces entrecortadas.
—Sí, base, los recibimos… ¿Qué sucede? —atiende el Capitán.
Nuevamente estática, descargas, y palabras inentendibles.
—Atento, base. La señal se corta. Comunico que vamos en camino. Cambio.
— ¡Aléjense de la tormenta!
—Base, lo copio. Repita lo que dijo…
El grito que escucharon a continuación, helo la sangre de los exploradores. Tenso sus nervios, y los confundió de tal manera que detuvieron la marcha.
Por un buen rato, no hicieron otra cosa que intentar oír algo más. Pero la radio solo emitió descargas eléctricas y esa estática intensa.
De pronto el Capitán, rompe el silencio.
—Sera mejor que continuemos…
— ¿Usted oyó lo que dijo, verdad? Sobre la tormenta.
—Sí, lo oí. Pero sea lo que sea, esta tormenta. No veo lugar más seguro que la base. Así que debemos continuar.
Dicho esto, Costa enciende el todo terreno, pero este no responde. Insiste e insiste, pero el motor, parece estar muerto. Ni siquiera emite ruido alguno. Ambos compañeros se miran, frustrados y confundidos. Cuando el coche, de la nada, empieza a vibrar, y temblar, como si fuera un viejo lavarropas. El contador geiger, del tablero, empieza a emitir su pitido característico, y la aguja pasa del cero casi al tope, en un segundo.
Jones, se desprende el cinturón, y de un salto, sale del coche. El Capitán, hace lo propio. Pero antes, toma dos tubos de oxigeno, y le entrega uno a Jones.
—Sera mejor buscar refugio de inmediato, recuerdo haber visto unas formaciones rocosas, por aquí cerca, sígame Profesor.
Ambos controlan el oxigeno y presurización de sus trajes, y emprenden la caminata, en medio de la oscuridad. A medida que se alejan del vehículo, la cantidad de radiación, comienza a bajar, a casi cero.
Se puede oír la respiración acelerada de ambos.
Caminan en medio de una quietud, y un silencio, agobiantes. El manto de nubes purpura, se posa completamente sobre ellos, como una mano que lo cubre todo.
 Una fina niebla, comienza a levantarse, poco a poco, impidiendo ver con claridad. El contador geiger, vuelve a sonar nuevamente.
Pronto se dan cuenta que no están ante cualquier niebla. Los visores de los cascos, comienzan a llenarse de una especie de ceniza oscura.
—Rayos…esta porquería que nos rodea es veneno —exclama el astro biólogo, chequeando su contador —Ni siquiera logro identificar que sustancia es.
—Espero que los trajes resistan —responde el Capitán. Mientras observa como la bruma toxica, ya lo cubre todo por completo.
Apenas si podían ver sus propios trajes. Estaban completamente cubiertos por ese veneno.
—Profesor, engánchese a mí. No quiero perderlo.
El científico acata la orden, y engancha su traje al del militar. Ahora avanzaban, a tientas, entre la oscuridad y la nebulosa negra. Un paso a la vez, calculando el terreno.
—Ya estamos cerca —dice Costa— por acá hay unas rocas lo bastante altas, como para que podamos buscar refugio.
En efecto, a pocos metros se topan con una ladera de piedra. Rodean el lugar y ven que se trata de dos rocas lo suficientemente altas, como para formar un pasillo entre ellas, cerradas por encima. Se cuelan por el estrecho pasadizo y se ubican dentro, donde al medio es un poco más ancho que la entrada. Caben muy bien los dos.
—Aquí estaremos un poco menos expuestos —acota el astro biólogo, revisando su contador nuevamente.
—Intentare establecer contacto con la base —responde el Capitán.
Sin obtener respuesta alguna, decide dejar un mensaje.
— Base Sagan Uno, aquí el Capitán Costa reportándose. Nos encontramos bien. Retornaremos el camino de regreso cuando la tormenta pase.
Un rato después, mientras ambos descansaban en silencio. El científico pregunta.
— ¿Capitán Costa, usted oyó lo mismo que yo? ¿Verdad? Me refiero a ese grito aterrador que escuchamos en la última comunicación.
—Oí lo mismo que usted, Profesor. No podría decirle más que eso. Están pasando cosas muy extrañas. Lo mejor es no perder la calma.
—En eso coincidido, Capitán. Solo espero que todos estén bien.
—Y yo espero que esta maldita niebla, se disipe pronto. Pasar la noche aquí, fuera, no me gusta demasiado.
Alrededor del improvisado refugio, una bruma oscura lo cubría todo. Algo se levantaba allí afuera, algo con lo que los primeros colonos del nuevo planeta, aun desconocían.
El científico y el militar, se colocan espalda con espalda, y deciden esperar pacientemente, y en silencio. Una hora después, ambos caen rendidos por el cansancio y se duermen.
Sin tener registro del tiempo transcurrido, el Capitán Costa, se alarma al escuchar un agudo y perturbador grito, que lo despierta de repente. Nota de inmediato que esta recostado en el suelo, y que su compañero ha desaparecido. Decide llamarlo de inmediato por el intercomunicador.
—Profesor Jones, aquí el Capitán Costa, responda. ¿Profesor Jones? ¿Se encuentra bien? —pero no obtiene respuesta.
Un halo de luz se cuela entre las rendijas de las rocas, y el cosmonauta achina sus ojos dentro del casco. La tormenta había pasado y el sol marciano, brillaba en todo su esplendor. Decide abandonar el improvisado refugio.
Una vez fuera, mira hacia su alrededor, y reconoce el lugar. Desde allí, no restaba mucho camino hasta la base, estaba cerca. Pero no podía irse sin saber que había ocurrido con su compañero. Así que toma la determinación de treparse a lo más alto de una pendiente rocosa, para intentar tener una mirada panorámica del lugar.
En efecto, desde allí arriba podía verse la gran extensión del desierto marciano. El terreno accidentado cubierto por polvo rocoso rojizo, con reiteradas dunas que dominaban el paisaje. Un contraste de colores y superficie, que le daban un aspecto singular y extraordinario. Tan austero, como salvaje. Pero nada más que rocas, no había ningún rastro a la vista del Profesor Jones.
Costa, desciende de la cima y decide que lo mejor sería caminar hacia la Base, antes de que la noche lo encuentre a la intemperie. Una vez a salvo, volvería en un vehículo por el científico.
Emprende la caminata, con pesadez, trepar esas rocas, le había demandado demasiada energía. Toma un poco de agua del pico del traje y continúa. Era la primera vez que dependía de sus piernas para vagar por Marte. Se sentía vulnerable, como un vaquero sin su caballo.
—Base Sagan Uno, aquí el Capitán Costa, reportándose…Base Sagan Uno, he perdido al profesor Jones, voy de regreso a la Base.
Costa, vuelve a intentar comunicarse, pero solo logra sintonizar una plana y apenas perceptible  descarga en la radio.
Mira el sol deslizándose lentamente por el horizonte y recuerda lo interminables que pueden ser los días en Marte. Calcula unos tres kilómetros más para llegar a destino y resopla aliviado. Apenas a unos cuantos metros delante, observa una mancha en el suelo. La forma del objeto, le hace dudar de lo que está viendo.  
Acelera los pasos y comienza a desesperarse cuando lo que ve, va tomando forma. Un bolo de saliva amarga y seca le baja por la garganta. Las manos le sudan. Se detiene solo a unos pasos y lo descubre, ahí estaba el casco de su compañero. El casco del Profesor Jones, intacto sobre el reseco suelo marciano.
Se arrodilla sobre él, y lo toma. Sin comprender demasiado lo que estaba pasando. No había dudas era el casco de Jones, y estaba completamente sano, como si el mismo se lo hubiera quitado.
¿Pero por qué haría una cosa así? ¿Acaso había enloquecido?
La cabeza del Capitán es una marejada de preguntas sin sentido. Recobra la compostura, se pone de pie y entra a caminar, mas rápido hacia la base. Ya no camina, ahora corre. Un vago presentimiento, cargado de ansiedad, va tomando forma dentro de el. El miedo le estruja el estomago, y le revuelve las tripas, como un trapo de piso.
Está claro que echarse a correr no fue una decisión demasiado lucida, el traje le pesa toneladas, las piernas, son dos columnas de cemento a cada paso, el corazón golpea tan fuerte que el eco lo ensordece por completo. Pero resiste y sobre la línea del horizonte, se va dibujando la Base Sagan Uno. Como un gigante blanco, se impone sobre el terreno, la base militar y de observación, de la primera colonia del planeta rojo. Detrás, un poco más pequeñas, del mismo color, un par de viviendas en forma de iglú.
Pero esta vez, había algo más allí, algo inquietante que lo hizo detenerse de golpe.
—Base Sagan Uno, aquí el Capitán Costa, he llegado. ¿Dónde están todos?— las fuerzas le comienzan a flaquear, y se desploma a pocos metros de la entrada— Doctora Collins, no me siento bien, podrían venir por mí.
—Capitán Costa, no de un paso más. Deténgase ahí —responden después de un breve silencio.
— ¿Qué sucede Doctora? ¡Necesito ayuda! ¡Ayúdeme por favor! —dice mientras un fuerte mareo y profundas nauseas, le sobrevienen de pronto.
Ahora vomita dentro del traje. Una y otra vez, hasta quedarse sin aire.
— ¡Auxilio por favor! ¡Me muero!
—Lo siento, mucho. Usted ya no es el Capitán Costa —es lo último que alcanza a oír.
Unas ganas irrefrenables de quitarse el casco, lo invaden. Lo hace de un tirón. Se mira en el reflejo del visor. Y no comprende lo que ve. Ese no podía ser el.
Las manos le tiemblan. Tanto que arroja el casco a un lado y se quita los guantes.
Siente un terrible escozor. Esas no eran sus manos, ni siquiera eran las manos de un ser humano. Mira hacia el cielo y lanza un alarido desgarrador, luego echa a correr hacia la base.
El primer disparo, le entra de lleno, a la altura de las costillas. Un fuego lo atraviesa como un hierro caliente, que le quema la piel, pero no se detiene. El segundo disparo, le rompe el pecho, dejando un agujero como para meter un puño. La sangre oscura, le brota como un volcán en erupción.
Ahora cae sobre el enrevesado suelo marciano. Las piernas, ya no le responden. El cuerpo entumecido y rígido. Ya no hay nada más que hacer.
Boquea inútilmente en busca de un poco de aire. Mientras siente como la pesada y fría mano de la muerte, le va bajando los parpados. Para dormirlo para siempre, sobre un charco de sangre, violáceo y espumoso.
—Doctora Collins, el Capitán Costa, ha sido abatido. Confirmo y vuelvo a la base.
—Confirme y regrese de inmediato, soldado.
El militar armado y aun en guardia, se acerca sigilosamente al cuerpo. Lo sacude un poco con el pie, observa y espera. Luego cuelga su arma del hombro y emprende la vuelta.
—Muerto, totalmente muerto —dice.
Un poco más allá, detrás de la base, otro simio de igual aspecto, yacía con varios agujeros de bala en su traje, a la altura del pecho, justo debajo de su insignia donde decía: Profesor Raymundo Jones, astro biólogo.
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alanaxax · 2 years
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Hoy por la noche caminando, hablando contigo, conmigo y con Krishna, pude tener otra vision de las cosas, de como si fue todo mi culpa, que feo se siente querer super llorar en la calle y tener que aguantarte por verguenza. Tuffi cuantas cosas quisiera decirte viendote a los ojos. Esa vez que te dije que asi seria toda la vida" porque asi soy" .. nmms, la vdd es que no sabia que decir esa tonteria y pensar de esa manera me alejaria de ti tal vez para siempre? :C ... no puedo creer lo nublada que tenia la consciencia, enserio Tuffi perdoname por no haber cuidado tu corazon tan lindo a tiempo. ENSERIO
Me siento tan torpe y arrepentido de haber sido tan poco empatico con tus sentimientos, ¡enserio perdoname! :( , tu me amabas y yo te amaba muchisimo, pero por alguna razon estaba nublado en mi burbuja de que todo estaba bien, mi vida estaba tan plena contigo, me sentia tan completo y estable que sentia que podia hacer y decir lo que quisiera cuando quisiera. ... pues mira que hoy estoy entendiendo cada vez con mayor profundidad toda la bola de idioteces que pensaba y hacia.
En muchas ocasiones si, fui un pesimo novio, ya me vi y ya lo senti, que locura que puedas ser tan sensible Tuffi, yo tuve que llegar hasta este punto de tristeza y de cantar rondas para entender ya bien todo lo que me decias. Que poco decente fui Tuffi, no sabes lo arrepentido que estoy. Quizà si sea ya muy tarde, de echo quizá ni siquiera vayas a leer esto, pero estoy aprendiendo muchas cosas de esto, enserio, enserio.
Te mereces un trato mucho mas digno y tu corazon a alguien que sepa cuidarlo (y valorarlo), eres una persona super linda y tierna, la verdad es que por eso me enamore tanto de ti, no te imaginas cuanto te quiero (UNVERGERO), siento una seguridad muy grande de querer estar contigo y de seguir amandote muchos, muchos más dias. Tuffi se me cae el corazon enserio de pensar que ya no vamos a estar juntos.
Me arrepiento muchisimo de todas mis tonterias y pensamientos egoistas, aunque quizá no lo creas, cambié mucho estos dias. Siempre el dolor y la tristeza me hacen madurar profundamente. Te valoro muchisimo Isabel, enserio, te quiero ilimitadamente, siempre te voy a desear lo mejor para ti y tu corazón tan lindo.
Ojalá tu promesa de ser mejor devota continue firme hasta la eternidad y puedas hacer girnaldas de flores junto a las gopis de Vrindavan. Te amo muchisimo, enserio disculpame por hacerte pasar tantos malos ratos (me estoy poniendo unas verguisas mentales muy cabronas) :( no sé por qué fui tan tonto, me nublé terriblemente ... pero asi se dieron las cosas. (MESIENTODLV)
Yo estoy poniendo todo sobre la mesa porque ya no quiero que se me haga tarde para nada. Te amo tanto que no puedo dejar que esto se termine, ... me cuesta muchisimo tuffi... enserio me cuesta un vergero decirme a mi mismo que ya no nos vamos a ver ... ptm ... me quiero morir sólo de pensarlo ... esque estoy tan agradecido de que me hayas compartido un amorcito tan especial y lindo. Me hiciste sentir más amado que nunca, y eso lo llevaré conmigo siempre. Ojalá podamos arreglar nuestra relacion algun dia (PRONTO), y en serio te pido mil disculpas y mil veces gracias por ser quien eres y compartirlo conmigo, Te Amo. Hare Krishna.
(te amo muchisimo)
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