VIDA
Este es el sexto partido en casa del Barcelona femenino al que voy con mi hija de 5 años. En los otros partidos no hemos tenido la oportunidad de que Lexa conociese o que le firmarán la camiseta alguna jugadora del Barça porque o las jugadoras no pasaban por donde estabamos o porque los aficionados que habian no nos dejaban pasar y pegaban empujones y demás.
Ahora acaba de terminar un partido de Liga contra la Real Sociedad donde el Barça ganó 3-0.
-Mami, venga vamos que se está acercando Mapi- Dice Lexa agarrándome la mano y tirando de mi para acercarse a la barandilla donde ya había un montón de gente
En un momento conseguí colar a mi hija pero yo no pude pasar con ella por lo que me quedé detrás.
-Mapi, Mapii- Llama mi hija cuando llega pero esta incómoda ya que la gente de al lado le están dando golpes. Le van a salir muchos moratones dentro de pocos minutos.
-Oye oye- Dice Mapi- ¿No veis que hay una niña aquí? ¿Podéis no empujarla?- Se acerca a mi hija sin prestarle más atención a la gente que empujaba y gritaba.
-Hola Mapi- Dice mi hija sonriendo mostrando el diente incisivo que le faltaba arriba.
-Hola pequeña, ¿cómo te llamas?- Dice mirándola.
-Lexa
-Vaya, es un nombre muy bonito pequeña. ¿Dónde está tu mami?
-Ahí- Se gira un poco y me señala. Al haberse calmado la gente pude acercarme hasta quedar detrás de ella por completo.
-Soy yo, me llamo t/n- Doy un pequeña sonrisa
-Encantada- Me estrecha la mano.
-Igualmente.
-Dime Lexa, ¿quieres una foto?- Pregunta Mapi
-Siiii porfa- Chilla contenta y sonrío sin poder evitarlo.
Es todo lo único que quiero, que sea feliz.
-Y que me firmes está camiseta del Barça- Añade- He venido a otros partidos pero la gente no me dejaba acercarme porque soy muy pequeña- Se encoge de hombros
Veo que Mapi cierra por un momento los ojos y se aclara la garganta antes de contestarle.
-¿Sabes que, pequeña? Tengo una idea mejor
-¿Cuál?- Dice emocionada.
-Hay que pedirle permiso a tu mami, pero... ¿qué te parece bajar al campo?- Le suelta y Lexa suelta un gritito girandose a verme con la boca abierta.
-Mamiiiiii porfiiii
-Esta bien- Levanto las manos
-¿Crees que puedes saltar esto?- Me pregunta y asiento. Le paso a Lexa a la cual carga sin dejarla en el suelo y luego salto yo.
Ellas toman la delantera hasta encontrarse a Alexia Putellas
Antes se gira para mirarme aún encima de Mapi con cara de pánico.
-Es Alexia, mami- Me gesticula con los labios para que nadie se entere y me río de ella.
-Mira Ale, hay alguien que quiere conocernos.
-Hola- Sonrie- Soy Alexia- Le tiende la mano y la pequeña se la estrecha gustosa
-Yo soy Lexa- Dice un poco tímida. Supongo que es el efecto Putellas ya que yo también estaba tímidamente escondida detrás del cuerpo de Mapi.
-Nombre de toda una campeona. ¿Cuantos años tienes?
-Cinco, casi seis ya
-Vayaaa, te estas haciendo mayor eeh, campeona.
-Mami piensa que no, que soy su bebé todavía- Se encoge de hombros.
-¿Quieres que te diga un secreto?- Asiente entusiasmada- Mi mamá todavía piensa eso de mi- Le susurra al oído haciendo reír a Lexa.
-Pero si tu ya estás grandeee- Le devuelve el susurro.
-Para las mamás nunca estamos grandes- En ese momento conectamos miradas por primera vez y me da una sonrisa tímida.
-¿Me firmas la camiseta, Alexia?- Pregunta mi hija tímida
-Claro que si, campeona- Se la firma y se hacen una foto hecha por mi. Mapi le dio a Lexa haciendo que Alexia la cargara y ambas sonrieran.
-Gracias Alexia- Le da un beso en la mejilla y ambas se quedan sorprendidas
-De nada, campeona. Mira ahí están Patri y Clau seguro que te gustan mucho- Mapi la vuelve a cargar y va para allá y yo dudo si ir o no
-Soy Alexia, encantada- Me tiende la mano como hizo con Lex y la estrecho
-Yo soy T/n, dudo mucho que la gente no sepa tu nombre- Bromeo un poco quitarme la timidez.
-Ya bueno, me gusta presentarme cuando conozco a alguien- Me sonrie- ¿Hace mucho que venis a los partidos?
-Pues este es el sexto al que venimos en Barcelona. Siempre vemos vuestro a partidos en el hospital pero llegó un momento en el que Lexa me dijo que quería venir y acepté pero sólo a los partidos del Johan.
-Oh vaya, me alegro mucho de que podáis venir y apoyarnos en casa-Hace una pausa y se me queda mirando- Se que puede ser entrometido y si quieres no me contestes... pero... ¿Qué tiene Lexa?- Pregunta suavemente.
-No te preocupes... Es normal tu curiosidad, raro que no me haya preguntado Mapi. Tiene leucemia desde que tiene 2 meses. Estamos haciendo tratamiento y sesiones de quimio y vivimos en el hospital prácticamente.
-Oh vaya, joder- Se queda sin palabras- Lexa es una niña muy fuerte, ambas sois muy fuertes.
-Bueno, no puedo desmoronarme cuando es lo único que ella tiene, no?- Digo sonriendo triste
-Oye, se que nos acabamos de conocer y que puede sonar muy cliché pero no estáis solas, ya no T/n. Me tenéis a mi y estoy segura de que también tenéis a todo el equipo al completo.
-Gracias de verdad, pero no tenéis que molestaros...
-No sois una molestia, ¿vale?- Dice muy segura y me pone una mano en el hombro apretandome con ternura.
-Vale- Me limpio dos lágrimas que se me han caído.
-Y el padre?- Pregunta suavemente.
-Él cuando se enteró de que estaba embarazada no quiso saber nada.
-Que capullo, él se lo pierde- Declara y me abraza de costado poniéndonos a caminar hacia donde esta mi hija rodeada de literalmente todo el equipo.
-¿Cuántos años tienes?- Me pregunta antes de llegar.
-22
-Vaya, la tuviste muy joven.
-Si, con 17- Contesto.
Después de eso llegamos al grupo y todos nos pusimos a hablar y a conocernos. Mi hija esta encantada con la atención que estaba recibiendo de parte de todas las jugadoras.
-T/n, está sangrando- Dice Alexia preocupada ya que ella era la que la tenía en brazos en ese momento.
Cuando la escucho dejo la conversación con Patri, Mapi, Ingrid y Claudia.
-A ver, cariño- Me acerco a ellas dos y hago presión con mis dedos en el tabique nasal haciendo presión. - Pon la cabeza hacia delante, mi amor.
En ese momento la charla amena y divertida que había en el campo desapareció y se convirtió en un silencio total. Todas pendientes de mi hija, mirando con preocupación y lastima la mayoría.
-Creo que es hora de volver, mi amor. Demasiadas emociones por hoy... - Le digo mirandola y ella intenta negar con la cabeza.
-No quiero irme mami, me lo estoy pasando bien aquí...
-Y yo también, mi amor, pero necesitas descansar. Además, estoy segura de que Carla te esta esperando para que le cuentes como ha ido el partido de las chicas- Intento convencerla pero sigue sin estar muy convencida.
-Además... Creo que mañana hay sitio para un personita muy especial en el entrenamiento de su equipo preferido- Intenta convencerla esta vez Alexia y todas la respaldan.- Claro, si mamá quiere.
-Siii porfiiii - Chilla la niña y quito mis dedos al ver que ya no sangra más.
-Mmmmmh, me parece bien... Si también hay sitio para mi, claro
-Creo que no eh, estamos al completo- Dice Claudia sonriendo
-Vaya pena- Me hago la triste.
-Siempre podemos echar a Ale para que entres tú- Me guiña un ojo Mapi
-Eso me parece perfecto
Veo como Alexia se indigna y sonrio.
-Vamos, cariño- Le ofrezco los brazos para que se venga conmigo pero veo como se agarra más fuerte del cuello de Alexia pero frotándose los ojos en señal de sueño.
-¿Cómo habéis venido?
-Andando
-¿Queréis que os lleve? Lex está cansada y no creo que camine mucho más.
Me la queda mirando por un momento. Lexa no va a andar más y yo no puedo cargar con ella hasta el hospital
-No quiero molestar. Seguro que estás cansada y quieres llegar pronto a casa...- Me mira mal
-¿Qué te he dicho antes? No sois ninguna molestia- Empieza a andar a lo que supongo que es la salida.
-Encantada de conoceros chicas- Digo porque me voy a tener que ir detrás de Alexia.
-¿No estas sola vale? Nos tienes a nosotras ahora- Dice Irene
-Y aunque te quieras despegar de nosotras no vas a poder- Dice Leila abrazándome de lado.
-Gracias chicas, de verdad- Digo emocionada y Mapi me abraza
-No es nada, hasta mañana
Me despido de todas y voy donde Alexia me espera con una Lexa dormida en su cuello.
Caminamos y nos montamos en su coche en silencio hasta que llegamos al hospital.
-¿Quieres que te ayude a llevarla a la habitación?
-Si quieres- Le doy una sonrisa de medio lado y Alexia carga a la niña hasta la habitación donde la deja suavemente en la cama.
-Ale- Susurra Lexa despertandose un poco.
-¿Qué pasa, campeona?
-Gracias por el día de hoy- Dice y se vuelve a quedar dormida.
-Gracias a ti, campeona- Le susurra y le da un beso en su pelada cabeza.
Salimos de la habitación para no despertar a Lex.
-Nos tengo palabras para agradecerte todo lo que habéis hecho, has hecho hoy por ella. Ella es una niña feliz a pesar de que sabe todo lo que le pasa pero nunca la he visto tan feliz como hoy.
-No tienes nada que agradecer. A partir de hoy será así ¿vale? No vas a tener por que preocuparte ni llorar sola nunca más. Estoy aquí contigo... Con vosotras y las chicas también- Dice y los ojos se me cristalizan.
-Puedo... Puedo darte un- No me deja terminar cuando me envuelve con sus fuertes brazos.
Me hace sentir protegida, apoyada y escuchada por primera vez en mucho tiempo.
Antes de separarnos me da un beso en la cabeza.
-Dame tu número- Se lo doy- Si necesitas algo llamame o si quieres hablar escríbeme...
-Vale, pasame luego la hora para ir al entreno.
-Vendré a buscaros- Dice
-¿Qué? No hace falta, podemos ir andando.
-Mañana estoy aquí, buenas noches, preciosa.
-Buenas noches, Alexia.
Nos despedimos y con una última mirada se va dejándome con el corazón a 1000 y con una pequeña estúpida sonrisa mirando por donde se ha ido hace minutos.
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Pasaron los meses y la relación con las chicas era genial, las consideraba familia y Lexa también. Eran sus tias.
Sin embargo con Alexia era todo diferente. Alexia todos los días estaba ahí para nosotras, iba al hospital y se quedaba con nosotras para por la noche leerle un cuento para dormir a Lexa, jugaba con ella y con el resto de niños que había en planta. Lexa estaba super orgullosa de tener a Alexia como amiga y así se lo mostraba a los otros niños.
Cuidaba de mi. Me mandaba a casa para que pudiera descansar correctamente, para que me duchara o comiera bien mientras ella se hacía cargo de Lex, nos poniamos a hablar o a ver películas demasiado cerca como para 2 simples "amigas".
Ya nos habíamos besado unas cuantas veces y habíamos tenido "citas" a solas pero sin llamarlo así. Nos lo tomábamos con calma. Quería que se pensara muy bien si quería estar conmigo a pesar de tener una hija y encima enferma.
Alexia nunca se había hechado para atrás y tomaba roles que no le pertenecían pero que los hacía encantada y desde el corazón y eso me enamoraba mucho más.
-Mira mamii, Ale nos está saludando- Dice mi hija sacándome de mis pensamientos levantando la mano y saludando emocionada.
Yo también le saludo y nos da un sonrisa encantadora.
Estábamos sentadas en la grada familiar del Camp Nou esperando a que comenzara un Barça-Madrid tan esperado de la Champions.
El partido empezó y yo nunca he sido una loca aficionada al fútbol pero desde que tengo que verlo con mi hija puede que me haya aficionado un poco al Barça y lo estábamos viviendo como nunca.
El marcador de la ida iba 2-1 a favor del Barça un partido que jugaron en Madrid pero al que no fuimos por más que me insistió mi hija.
Las chicas iban con 1 gol de ventaja pero la intensidad y la rivalidad hacía que fuera difícil mantener esa diferencia. Habían faltas por doquier, empujones, palabras susurradas para encender al contrario... Y se notaba. Me asombrada la rivalidad que podían tener en un clásico pero luego en la selección todas eran amigas y se llevaban estupendamente.
El medio tiempo llegó y todas estaban enfadadas podía verlo pero la que más era Alexia, las madridistas iba a por ella sin darle pausa y sin dejarla en su salsa haciéndole constantes faltas sobre todo en el tobillo para que no pudiera ocasionar el gol o el pase al gol.
-Mami- Me llama mi hija
-Dime, cariño
-Le están haciendo daño a Ale- Dice con el ceño fruncido.- No me gusta eso
-Ya cariño, si no la dejan jugar tienen más posibilidades de que no les metan gol.
-Ale va a meter gol- Dice confiada
-Seguro que si. Esperemos que no le hagan mucho más daño- Le doy un beso en la cabeza.
El partido se reanuda y siguen comentiendole falta a la mayoría pero a la que más a Alexia. En una ocasión pitaron una falta a favor del Barça por una entrada fea que le hizo Olga a Alexia.
-Si tira Ale la mete, mami- Dice confiada Lex.
-Pero es un poco difícil- Digo al ver el ángulo y la barrera.
-Nada es difícil para ella, mami
Y mi hija y Alexia me callan la boca. Tiró la falta por encima de la barrera a la esquina haciendo que Misa no pueda tocarla.
-Goooooooooooool- Grita Lex y ambas nos levantamos a celebrar- Te lo dijeee mamiiiiii
Cuando las chicas la dejan en paz Alexia se gira hacia nosotras besándose la muñeca derecha donde tiene una pulsera. Es un método de celebración que nos dedicaba desde que Lexa le regaló una pulsera hecha por nosotras dos
-La ha besado, mami.
Aunque Alexia siempre lo hacía aún cuando no estábamos en el partido y se lo hacía a la cámara porque sabe que la estaríamos mirándola desde el hospital mi hija siempre se emocionaba y para que esconderme, a mi también me emocionaba.
El partido terminó al final 4-1 con un gol de Pina, Aitana y Patri y del Madrid hecho por Ester.
Antes de que me pudiera dar cuenta y frenarla Lexa se escabulló de los dos guardias que habían al lado y consiguió meterse al campo con estos dos corriendo detrás de ella.
Yo negué enfadada pero al ver cómo Alexia dejó lo que estaba haciendo cuando vio a Lex correr a ella y se agachó para cogerla y abrazarla se me quitó rápido. Era imposible enfadarme con esa imagen clavada en tus ojos y memoria.
Vi como los guardias estaban hablando con ella cuando se levantó con Lex en brazos y supongo que estaban disculpándose pero después de dos palabras más vinieron hacia donde estaba.
-La señorita Putellas nos a dicho que puede entrar al campo.
-Ahora iré- Asientieron y se marcharon a otro lugar.
Yo hora mismo no quiera interrumpir en la celebración que estaba teniendo todo el equipo junto a Lexa. Alexia estaba en ese momento sosteniendo un tambor de un aficionado mientras Lex estaba dándole con la baqueta siendo grabadas en todo momento por la de redes sociales del Barça. Después les pediré el video y las fotos.
Cuando Lex se cansó le pasaron el tambor a Aitana y mi hija vio otra cosa que quería. Una bandera que estaba Leila ondeando. Supongo que se lo dijo a Ale porque ambas fueron y Leila se la dio pero obviamente sola no podía hacerlo y Alexia la ayudó a hacerlo mientras los aficionados cantaban el himno culé.
Una vez se acercaban para ir al vestuario, baje. Felicitaba a todas las chicas que me encontraba hasta llegar a dos personas en específico.
-Enhorabuena Ale- Le digo y le doy un beso en la mejilla para después darle otro a Lex que estaba acurrucada en el cuello de la mayor.
-Gracias preciosa.
-¿Sabes, Ale? Mami dijo que no creía que ibas a meter el gol de falta.
-¿Ah si? - Dice indignada
-¿Qué? Lo veía muy difícil- Me excuso- Pero siempre me sorprendes.
Recibo una sonrisa a cambio y yo también le sonrio pero se me quita enseguida cuando veo que a Lex le sale sangre por la nariz.
Saco rápido un pañuelo y presiono.
-Voy a cambiarme rápido- Me da a la niña- Dos minutos y vuelvo- Promete y se va corriendo.
-Mami, me siento mal y estoy cansada.
-¿Porque no me lo has dicho antes? - La regaño levemente.
-Me lo estaba pasando bien y no queria que os preocuparais por mi.
-Siempre nos vamos a preocupar por ti- Dice Alexia apareciendo con las llaves del coche en la mano.- Andando, reinas.
-Me siento mal, mami- Me susurra y de inmediato miro preocupada a Alexia que también lo ha escuchado.
Lexa no diría eso si realmente no se sintiera mal, muy mal. Es muy callada con esas cosas
Una vez nos sentamos en el coche veo como Lexa empieza a desenfocar la mirada y después comienza a convulsionar.
-Alexia, date prisa por favor- Digo nerviosa intentando que mientras convulsiona no se haga daño.
Al llegar al hospital sigue igual y entro con la niña así en brazos de Alexia.
-Marta, Marta- Llamo a la enfermera que esta ahí de guardia y al verme junto con un médico se la llevan mientras nos sentamos en la sala de espera.
-Todo estará bien, cariño- Me dice Alexia abrazándome.
-¿Porque le tiene que pasar esto a ella?- Pregunto al aire con la voz temblorosa
-Porque en la vida hay dos tipos de personas. Las que luchan contra viento y marea contra los obstáculos que se le ponen en el camino y los que conforman y no hacen nada y vosotras, cariño, sois las personas más fuerte que he visto nunca. Vais a salir de está, vamos a salir de esta juntas cueste lo que cueste. - Me da un beso en la frente.
-Gracias por estar aqui- Le agradezco y me acurruco más contra su cuerpo
-Sois mi lugar, no pienso estar en ningún otro sitio que no sea con vosotras.
POV ALEXIA
Estuvimos varias horas en la misma posición esperando a que el doctor que siempre a llevado a Lexa apareciera con noticias. Cuando por fin apareció ambas nos levantamos rápido pero yo me quedé un paso detrás de T/n.
-¿Cómo está, Miguel?- Pregunta T/n
-Ahora está bien. Le hemos hecho una serie de pruebas y lamento decirte t/n que Lexa no a reaccionado a está quimioterapia lo suficiente.
En ese momento el corazón se me detiene y no me puedo imaginar como se está sintiendo ahora mismo T/n
La abrazo dandole apoyo y al ver que T/n no reacciona tomo el control.
-¿Qué se va a hacer ahora doctor?
-Pues veréis, al ver que la quimioterapia sola no basta podemos hacer un trasplante de células madres junto con quimio y con esto estoy un 90% seguro de que podremos curarla.
-¿De que trata ese trasplante?-Pregunto.
-Primero de todo tenemos que hacer unas pruebas para que el donante sea compatible, cuando nos aseguramos el donante se somete a una anestesia general o una epidural para que no sienta dolor alguno. Una vez hecho esto con una jeringuilla pinchamos en la cadera donde se encuentran las células madres y extraemos algunas.- Explicar el Doctor García.
-¿Lexa va a sentir dolor con el trasplante?
-No, para nada señorita Putellas. A ella solamente se lo pondremos en la vía para que le vaya a la sangre y que la sangre la transporte a su zona.
T/n parece que vuelve a reaccionar y iba a hablar pero me adelanto.
-Hazme esas pruebas para ver si soy compatible.
-¿Qué? No no Alexia- Se niega T/n
-¿Porqué?
-Alexia eres una jugadora de fútbol, no quiero perjudicar tu carrera ni nada de eso- Dice preocupada
-El doctor lo a hecho parecer una cosa bastante sencilla, ¿verdad, doctor?
-Si, es bastante sencillo en si. Solo te tendrías que quedar un día aquí y podrías seguir jugando obviamente.
-No tienes porque hacer esto
-Ya se que no tengo porque hacerlo- Le agarro can las manos la cara para mirarnos- Quiero hacerlo, deseo hacerlo cariño.
Nos quedamos unos instantes simplemente mirándonos hasta que me besa suavemente.
-De acuerdo-Acepta y mira al doctor.
Me voy a hacer los estudios con el doctor y me dice que si soy compatible con Lexa. Estoy por abrir la puerta de la habitación pero una conversación dentro me detiene.
-¿Que pasa, cariño? Estas muy callada mirándome fijamente-Dice T/n
-¿Ale puede ser mi mami?- Suelta después de estar unos minutos más callada
-¿Qué?
-Digo mi otra mami. Los otros niños tienen un papi y una mami y otros que tienen dos papis o dos mamis. Yo quiero que Ale sea mi otra mami.
En ese momento mi corazón bombea de una manera que ni corriendo 4 horas lo hace.
-¿Porqué quieres eso, cariño?- Pregunta y noto que tiene la voz un poco rota.
-Porque Ale siempre se a preocupado por mi, me quiere, me hace reír, juega conmigo y tu eres feliz cuando estas con ella.
Me limpio una lágrima que no sabía que se me había caído.
-Soy feliz contigo, mi amor- Asegura t/n
-Ya lo sé, mami, pero eres mucho más feliz cuando ella está con nosotras y yo quiero que seas feliz
-Mi amor...
Me encantaría formar una familia con ellas y que Lexa diga esas cosas hace que mi corazón se derrita de ternura y amor por ellas.
Antes de entrar a la habitación me aclaro la garganta y toco a la puerta para que parezca que acabo de llegar.
Al entrar me encuentro con madre d hija abrazándose fuerte.
-¿Hay sitio para una más?- Pregunto con un puchero
Ambas abren un brazo para que me una y así lo hago encantada.
-¿Mami, me puedes traer un zumo?- Dice Lex después de estar un rato abrazándonos.
-¿Con un sandwich?
-Siii, de nutella porfa- Hace un puchero y yo hago otro.
-Yo también quierooo porfaa- T/n sale con una sonrisa de la habitación.
Cuando se Lexa se me queda mirando y se que me quiere decir algo
-¿Qué quieres, campeona?
-¿Puedes prometerme una cosa?
-¿El que?
-Se que el bicho que tengo dentro no funciona con la medicación y mami me a dicho que tu vas a ayudarme a matar al bicho.
Hace una pausa y yo le aliento a continuar.
-Pero si no sale bien quiero que me prometas que no dejaras sola a mami. Tu y las tias la hacéis muy feliz, se rie y sonrie mucho y yo no recuerdo que antes lo hiciera. Asi que quiero que siga así aunque yo no esté.
Frunzo el ceño y niego con la cabeza.
-Eso no pasará, campeona. Tú no te vas a ir a ninguna parte y haremos a mami siempre feliz, convenceremos a mami cuando el bicho se muera de apuntarte a fútbol, molestaremos a mi haciéndole cosquillas, estudiaras lo que quieras y cuando te vayas de casa para hacer tu vida lloraremos mucho- Le aseguro.
-No me iré de casa, Ale. No quiero que lloreis- Dice
-Eso dices ahora, campeona, cuando seas mayor no dirás lo mismo- Suelto una risita y me tumbo con ella en la cama.
-Ya soy grande- Dice segura apoyándose en mi pecho.
-Tienes razón, pero tienes que ser muuuucho más grande- Le contesto y se queda tranquila con la respuesta.
La vuelva de Alexia ha hecho que vuelva la inspiración y había terminado esta historia de una manera pero al final he decidido dejarla así porque si os gusta subiré una continuación
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Cuando ya no me quieras
Cuando ya no me quieras
Cuando ya no me quieras, no pronuncies nada.
Deja que el silencio hable por ti,
un silencio elocuente que grite a los cielos
la verdad de un amor que se ha ido.
No mires a mis ojos, porque en ellos encontrarás la desolación,
el reflejo de un amor marchitado,
un espejo que devuelve la sombra del vacío.
No me toques, porque tu piel ya no sentirá el calor de mi alma.
Serán tus manos dos extraños sobre mí,
un frío contacto que hiela la piel.
No me pidas que me quede,
porque mis alas ya no me pertenecen.
Se han quebrado con la pena del adiós, y
solo me queda un cuerpo sin vuelo.
Seré el eco en el silencio,
la sombra que se funde en el oscuro sendero.
Entre los pliegues del tiempo,
perdido en el recuerdo,
hallarás mi presencia, como un susurro quedo.
Las estrellas testigos de nuestro amor yacen,
en el firmamento guardan la historia que nace.
Pero en el jardín marchito de los sueños,
se desvanece el aroma,
los besos son dueños.
Las flores en el lecho del olvido se marchitan,
entre pétalos caídos,
nuestros amores gritan.
Las páginas del tiempo escriben con crueldad,
el fin de nuestra historia,
la triste realidad.
Cuando ya no me quieras, déjame ir.
Suelta las amarras que me atan a tu puerto,
y deja que navegue hacia otros sueños,
en busca de un nuevo sol que ilumine mi camino.
No me retengas, porque soy un ser libre,
un ave que necesita volar para encontrar su cielo.
No me llores,
porque las lágrimas no traen de vuelta lo que se ha ido para siempre.
Recuerda los momentos felices,
las flores que brotaron en la primavera de nuestro amor,
y guarda en tu corazón la mejor parte de mí,
un pedacito de la alegría que compartimos.
Aun así, en la penumbra de la noche sin aurora,
mis versos clamarán tu nombre, sin temor a la hora.
Pues aunque ya no me quieras, en cada verso mío,
hallarás el eco eterno de un amorío.
En el rincón del alma, donde el amor persiste,
seré la luz que guía, aunque el destino insista.
Porque aunque ya no me quieras, en el fondo de mi ser,
tú serás el susurro que me haga renacer.
Adiós, mi amor. Que seas feliz.
Y que en tu horizonte se dibujen nuevos amaneceres,
llenos de luz y de esperanza,
porque la vida continúa,
y el amor siempre encuentra su camino.
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