Tumgik
#Viera Valere
thefinalwitness · 2 days
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valeré lynoir :) born and raised in ishgard some 80 years ago, she's an accomplished astrologian and considered lesser nobility due to being the wife (and widow) of a haillenarte duke—the "lesser" coming from both haillenarte's tarnished reputation in recent years and her own non-blood status within the house. her own reputation is further damaged due to having been among the soldiers stationed at both stone vigil and steel vigil, two fortresses house haillenarte lost to the dravanians.
and she... has a little secret. just a teensy one.
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xjulixred45x · 11 months
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Suguru Geto x Lector Discapacitado
Sinopsis: El S/o de Geto es un no hechicero discapacitado (porque no creo que un hechicero sea muy útil, por ejemplo, en una silla de ruedas).
Lector: Neutral/Mujer
Género: Headcanons
Advertencias: pequeña divergencia con Canon al final, amigos a amantes, suave Geto, Lector es DISCAPACITADO (No se especificará qué tipo de discapacidad, pero es una que dificulta la movilidad, que podría ser el uso de muletas, falta de extremidades, silla de ruedas , etc. Trataré de ser vaga al respecto, para cubrir todo lo posible), el lector recibe BULLYING (¡NO DE GETO! La sociedad japonesa se considera muy inclusiva y todo, pero las personas con discapacidades no tienen una muy buena experiencia), algo de Soft yandere Geto? Más bien cómo actuaría si algo así realmente sucediera en el canon, Angst con Fluff. PUBLICACIÓN LARGA
Bien, pensé que tú y Geto probablemente podrían ser 1- vecinos o 2- haber ido a la misma escuela (antes de ser un Hechicero, obviamente).
Sea como fuere, Geto te conoce desde hace mucho tiempo, desde que eras joven se acuerda de echarte una mano cuando no podías por tu cuenta (ya fuera empujando tu silla de ruedas o buscando tus muletas).
Siempre sintió que naturalmente gravitaba hacia ti, pensó que era por su creencia de que los No Hechiceros necesitaban protección, y en tu caso fue más grave, debido a tu discapacidad, sintió que tenía que cuidar de ti.
pero pronto se dio cuenta que en realidad esa no era la razón, pues a pesar de tus cadencias, eras realmente capaz, eras inteligente, creativa, tenías un buen nivel académico y hasta motriz, por lo que se sintió más tranquilo de alguna manera, al saber que el queria estar contigo para por ser VOS en general.
Así nació una hermosa amistad.
Geto era un amigo muy divertido, sobre todo porque, en general, era muy atento para que no te sintieras excluido.
Era así incluso cuando eran pequeños, si había un juego al que no podías jugar, él lo cambiaba para que tú también pudieras participar. Traducido a la actualidad, si viera que sus compañeros te dejaban de lado, intervendría para hacerte valer.
Dios no permita que alguien haga un mal comentario sobre tu discapacidad a su alrededor☠️
Geto no toleró esa mierda.
Por lo mismo, cuando fue a Jujustu High, le preocupaba un poco que no tuvieras a nadie con tanta experiencia ayudándote como él, aunque en ese momento lo tranquilizaste y le deseaste suerte en su "nueva escuela".
...si, al principio no sabías realmente qué era Jujutsu High, siempre tuviste la sensación de que Geto tenía ciertas cualidades extrañas, pero solo pensabas que era excéntrico.
(Geto definitivamente se comió varias maldiciones que intentaron acercarse a ti o a tu hogar a lo largo de los años)
Aunque Geto te ayudó con lo que necesitarás, también quería que hicieras las cosas por tu cuenta para que pudieras tener más capacidad y en general sentirte más "normal", por así decirlo. obviamente cosas que no te harían sentir incómodo.
Por eso tenías mucha confianza en ti mismo, incluso cuando él se fue, fue otra razón por la que pensaste que estarías bien sin él. que alguien más pueda cuidar de usted.
¡Y al principio todo parecía ir bien! Continuó yendo a la escuela secundaria, recibiendo actualizaciones semanales de Geto (ya sea en persona o por mensaje de texto) y todo se sintió casi sin cambios. excepto...
Te diste cuenta de que, aparte de Geto, nadie más se atrevía a hablar contigo ahora. Ni siquiera fue porque no lo intentaste, la gente te vio (con una expresión extraña) y se despidieron inmediatamente.
y lo intentaste MUCHAS veces, una, y otra, y otra, y otra vez, pero siempre lo mismo, te vieron y se alejaron a toda prisa, con esa expresión en el rostro.
Esa fue tu historia durante la primera parte del año, donde también identificaste el sentimiento detrás de esos rostros.
asco.
"Es normal" decían cuando te quejabas con alguien "si no puedes seguir el ritmo de los demás te dejarán atrás o te aislarás, no te estás esforzando lo suficiente".
Obviamente eso solo te hizo sentir peor.
pero no te atreviste a compartir esa parte con Geto, no cuando se vieron y él estaba tan feliz de verte y hablarte de sus compañeros (compañeros normales, al parecer), especialmente de un "Satoru" que siempre aparecía en sus anécdotas, fue lindo verlo así de feliz.
No te atreviste a romper su burbuja con tus "problemas sin sentido" así que solo hablaste de la parte académica y cosas de casa, y él lo creyó.
En cierto modo, estas salidas fueron las que te ayudaron a mantenerte cuerdo, porque la soledad del primer año fue abrumadora.
pero el segundo año fue peor. mucho peor.
Ya sabían que contra el aislamiento no se haría mucho, así que dieron un paso más: la agresión.
Al principio eran comentarios típicos de alguien ignorante (no necesariamente maliciosos) pero con el tiempo fueron escalando a bromas hirientes y comentarios más desagradables.
aunque al menos una o dos personas se apiadaron de tu situación y empezaron a ayudarte cuando tenías problemas con tu discapacidad (antes, la mayoría de las veces solo lo hacían los profesores) y hablabas de ellos como "amigos" (aunque apenas eran conocidos) cuando salías con Geto, logrando así eludir sus radares por un año más.
eso pensabas, aunque Geto empezó a notar ciertos cambios en tu actitud en el segundo año, pensó que tal vez esos "amigos" podrían ser amigos tóxicos, lo que hizo que te invitara a salir con más frecuencia.
¡Incluso pudiste conocer a sus compañeros de clase! Satoru y Shoko. Aunque sentías que dejaban algunas cosas… fuera de las conversaciones, eran divertidos, especialmente Gojo, entendías por qué Geto estaba tan encantado con él.
Incluso en un momento en que Geto los dejó a solas contigo, siguieron hablándote de las cosas más normales, incluso bromeando con que Geto hablaba de ti de vez en cuando en el colegio, como si estuvieran insinuando algo...
pero Geto regresó antes de que continuaran con eso.
¿Alguien recuerda esa escena en la que Geto y Gojo andan juntos en bicicleta? Probablemente lo intentarían contigo, con MUCHAS precauciones, obviamente, pero lo lograrás de alguna manera (¿es esto físicamente posible? No preguntes) y ¡GUAU!, es casi como volar.
Esto sucedería un par de veces más en el segundo año, aunque no eras ni la mitad de cercano a Shoko y Gojo que Geto, definitivamente eran buenas personas con las que disfrutabas pasar el rato. Casi amigos, por así decirlo.
Si bien las cosas en tu propia escuela no estaban mejorando, pero al menos no intentaban nada más que el acoso verbal, una parte de ti siente que deberías haberlo esperado.
Tu familia no estaba contenta con esto, estaban mucho más conscientes de tu situación, pero como no hubo daños físicos, no pudieron hacer mucho y no querías hacerles perder el tiempo.
El acoso continuaría incluso si cambiaras de escuela, lo sabías. ellos lo sabían.
Al menos todavía tenías a Geto y eso te ayudó a sobrellevar todo.
Así fue hasta el tercer año, donde todo se fue al carajo.
Eso fue lo primero que notó Geto.
Decidió ser honesto con lo que hacia en Jujutsu High, aunque no dio toda la información, ahora todo tuvo MUCHO más sentido, es lo primero que recuerdas de ese año.
El tercer año fue borroso, lo que comenzó como el típico acoso escolar se convirtió en violencia física directa y agravios más directos.
esconder tus cosas, tirarlas a la basura, sacudirte y tirarte del pelo, hacer rondas para empujarte, pellizcarte hasta que lloraras, golpearte con una regla-
Todo fue tan rápido que tu familia decidió a mediados de año que ya no irías a la escuela y estudiarías en casa.
Aún así, nunca le dijiste esto a Geto, más que nada porque solo le dejaste contar cómo estaba últimamente y si te preguntaba, simplemente le contabas alguna historia de drama familiar.
No lo compro está vez.
Y para empeorar las cosas, sus familiares accidentalmente le contaron la verdad a SUS padres.
No había escapatoria, había que decírselo.
y sorprendentemente no estaba enojado contigo. de nada.
Más bien, estaba enojado por no haber preguntado más profundamente, sabiendo que había agujeros en tu historia, y tal vez ayudarte durante todo el proceso.
pero se conformó con consolarte y darte una mano ahora que estarías más a su alcance que antes.
Si tu familia tuviera algún asunto que atender y no pudieran cuidar de ti, Geto se ofrecería. Obviamente al principio se mostraron escépticos, pero rápidamente se dieron cuenta de que no había nada de qué preocuparse.
En esos días, prácticamente eran ustedes dos haciendo cosas como niños de su edad, jugando algunos juegos, viendo televisión basura, tomándose un descanso del mundo exterior.
Geto también acaba conociendo aún más su padecimiento para poder cuidarte mejor estos días, aunque cree que lo mejor es pedir consejo a su familia ya que son ellos quienes más interactúan con usted durante el día y saben mejor cómo tratar su caso específico.
Aunque también te preocupas mucho por él, incluso si no comprendes completamente su "trabajo", no querrás que deje de cuidarte.
Honestamente, solo lo haces caer aún más fuerte.
Quizás por eso no comparte mucho de lo que hace en Jujutsu High, no sólo porque técnicamente no debería hacerlo, sino porque siente que si te cuenta TODO te estaría manchando de alguna manera -¡es sólo que tú eres tan amigable y lindo! ¡Él quiere mantenerte siempre así!
Incluso si sois una "pareja no oficial" en este momento, Geto es muy cuidadoso con vosotros, en el sentido de que no quiere que el mundo de Jujustu os alcance de alguna manera.
Luego, cuando está cayendo en espiral, eres el primero en notarlo y tratar de hablar con él, pero al principio parece evitarte :(
Pero no pasa mucho tiempo (tal vez una semana) antes de que regrese (prácticamente corriendo) y se disculpe por ello, simplemente no puede soportar verte lastimado por su culpa :'(
También continúa mostrando un comportamiento preocupante, cuando habla de los No Hechiceros, por ejemplo, se puede ver el ODIO en sus ojos cuando habla de ellos, diciendo cosas francamente espeluznantes, solo para darse la vuelta por completo y decir que no te incluye, eres diferente, eres bueno.
Intentas hablar con Shoko y Gojo pero no tienes sus contactos y, sinceramente, no sabes si es buena idea pedírselos a Geto en su estado actual.
y un día... simplemente sucede, el colmo.
y Geto desaparece por un tiempo, un tiempo que parece eterno.
y lo último que recuerdas es que ya estabas en el Culto. sin tener idea de cómo ni cuándo, pero ya estabas allí.
pero... ¿te sientes extrañamente seguro?
Como puedes, sales de la cómoda habitación en la que te despiertas y buscas cualquier pista que te diga lo que acaba de suceder.
Tu familia también está contigo, pero a diferencia de ti, están mucho más desconcertados por toda la situación. Todos están vestidos con ropa extraña, bueno, excepto tú, tienes ropa bastante similar a la que usas en casa.
Cuando menos te das cuenta, Geto está contigo, a tu lado, preguntándote cómo te sientes (como si no los hubiera secuestrado a todos), es diferente, lo notas, está mucho más tranquilo.
aunque se ve notablemente más irritado cuando habla con su familia (llega incluso a llamarlos "monos").
y básicamente les explica POR QUÉ están todos aquí.
Eres una excepción a su regla y tu familia puede quedarse mientras te cuiden (porque ni loco dejaría a un desconocido o un "mono" cualquiera tocarte, menos tratarte).
No entiendes mucho de lo que está hablando, pero esa parece ser su intención. y nuevamente es increíblemente gentil al dirigirse a usted.
Estar con Geto es un placer, incluso cuando es malvado, sabes que no trama nada bueno, pero poco puedes hacer para detenerlo. Entonces haces lo que haría cualquiera: aceptar su situación ventajosa.
Además no está nada mal.
Geto te presenta a la familia, quienes, aunque al principio eran MUY escépticos contigo, te tomaron cariño mucho más rápido de lo que quieren admitir.
A excepción de las gemelas, ellas ya te tenían en alta estima por cómo Geto hablaba de ti.
Ahora que tiene los recursos, tenga la seguridad de que le conseguirá cosas para que su condición sea más manejable (si no consigue algún Hechicero que pueda aliviar los síntomas, pero aún así se los conseguirá por si acaso).
ESTAS.MIMADO.MAL. Ni siquiera es divertido ahora, antes el joven Geto habría hecho cualquier cosa para que pudieras pararte por tu cuenta o caminar hacia él, pero hoy en día parece que ni siquiera quiere que muevas un músculo. Quédate en su regazo y deja que te mime.
Esa es otra cosa, se vuelve considerablemente más pegajoso. Respeta si no quieres tener contacto por sobrecarga sensorial, pero el hombre literalmente TIEMBLA cuando no puede darte ni 3 abrazos.
También te vuelves más gordito, él insiste en que debes comer más para estar más saludable (incluso insiste en alimentarte con cuchara si estás teniendo un mal día). Tal vez simplemente no quiera verte en un estado enfermizo como en la época escolar (todavía tiene un poco de culpa por eso).
No lo malinterpretes, si quieres mejorar tu condición, Geto te brindará todo su apoyo (y el de la familia junto a la tuya, ellos son tus animadores🤣), cualquier progreso es un logro.
¿Conocéis esos vídeos de novias parapléjicas que caminan hacia el altar (aunque sea con un soporte)? Si haces eso con Geto (ya sea el malvado o el Maestro) lo más probable es que comience a llorar (de felicidad y amor puro)
Tu familia pasó de = aprobarlo completamente a = ODIARLO CON TODA EL ALMA. Geto esta igual, pero se dio cuenta que te pondría de mal humor si se refería a ellos como "monos" (al menos delante de ti), así que hicieron un pacto de "Guerra Fría", solo dicen cosas para el uno al otro cuando no están cerca.
Cómo:
*Tú:Va de compras con las gemelas*
Geto: (asegúrate de que te has ido) MONOS
Tu familia: LOCO, LUNÁTICO, FEO, MUERETE--
si estamos hablando de una AU donde Geto no se vuelve malvado (también conocido como terapia gratuita), TODO ES FLUFF.
¡Mimiko y Nanako TE AMAN! (independientes del AU) y definitivamente te defenderán de cualquier idiota que piense que burlarse de ti es "divertido".
(en el canon nadie se atrevería siquiera a mirar en la dirección equivocada gracias a la protección de Geto)
En general, está mucho más abierto a dejarte hacer cosas.
Sigue siendo pegajoso, pero en un nivel "normal" por así decirlo, puede morir en cualquier momento a pesar de ser (junto con Satoru) el más fuerte, por lo que aprecia mucho los momentos contigo y las chicas.
A menudo va contigo con Shoko, quien se convierte en una especie de amiga cercana de la familia.
Gojo hace MUCHAS bromas sobre "tortolitos" cuando ustedes dos están cerca, o cuando Geto te llama para ver cómo estás, puede escuchar a Gojo burlarse afectuosamente.
"Voy a conseguirte un abogado de divorcios para tu cumpleaños." "Vete a la mierda Satoru"
En general Geto te ve como alguien precioso, y que tu discapacidad (aparte de no impedirte ser una persona capaz) solo resalta tu personalidad suave y amigable a pesar de todo, tu forma de afrontar la vida, sinceramente solo quiere cuidar de ti.
Te ama mucho independiente de tus capacidades.
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boymc25 · 1 year
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Había pasado un tiempo desde que ví al padre de mi amigo, me obsesione con su cuerpo y con esa noche, soñaba con el y despertaba totalmente húmedo, ningún chico del colegio me exitaba como el, si cuerpo bañado en sudor, su piel salada el sabor de su boca, sus saliva, su cuerpo musculoso y peludo.
Un viernes por la tarde al salir de la escuela me lo crucé, fui a saludarlo, el esperaba a su hijo que aún no había salido.
Me comentó si quería ir a su casa más tarde y quedarme, le dije que consultaba con mis padres y le avisaba, cuando llegue a casa le consulte a mi madre, le dije que era para realizar un trabajo del colegio, ella me dió permiso, me apronte y luego se un rato me dirigí a la casa de mi amigo.
Llegué y toque la puerta, me abrió el papá de mi amigo, saludo y me dejó pasar, note que no había nadie más y le pregunté dónde estaban y me contestó que habían salido de la ciudad hasta el otro día en la noche, le dije que le había mentido a mi madre para quedarme, el sonrió y me respondió que iba a valer la pena.
Me puso contra la pared y comenzó a besarme, lo comí con tantas ganas que lo mordí, me tomó del cuello y me dió una cachetada y me escupió la cara, limpio mi cara con sus dedos y los puso en mi boca y mientras chupaba sus dedos me dijo al oído: -tengo toda la noche para hacerte mío pendejito, te voy a someter.
Sentí como mi culito se dilataba, lo mire y asentí; subió mi remera y buzo juntos, subí mis brazos para que desvistiera pero sostuvo mi ropa junto con mis muñecas, mi cara quedó cubierta por mi ropa, me sujeto fuerte, sus labios tocaron mis dos pezones, empecé a gemir porque me enloquecía de placer, con mis piernas rozaba su entrepierna que ya estaba dura, me soltó, termine de sacarme el buzo y comencé a desvestirlo le saque la remera, su torso desnudo, marcado y peludo me provocaron una erección, baje su short su boxer estaba húmedo de semen, me detuve a sentir su olor y luego comencé a lamer su entrepierna, luego de 7n rato baje su boxer y su verga salto sobre mi cara, me arrodille, estaba muy mojada, limpie todo el líquido que salía de su verga con mis labios mientras miraba su cara, su miembro me parecía enorme, me encantaba tenerla en mi boca.
No parada de mamar su verga que continuamente se mojaba, 3n un momento si verga se hincho en mi boca y un chorro de semen mojo mi lengua mientras estaba dentro de mi boca, el soltó un gemido y la saco se retiró de mi, cuando me miró, abrí mi boca y saque mi lengua para que viera que no había nada.
Me llevo a la cama y me acostó boca arriba con la cabeza colgando de la cama, metió todo su miembro en mi boca y se acostó sobre mi, metió toda mi verga mojada en su boca y cuando sentí el placer de estar dentro de él, enterró toda su verga en mi garganta, me vine en su boca sin avisarle, el comenzó a mover tan fuerte su cabeza que no pude aguantar ni una gota.
Estaba totalmente atragantado y con mi verga diminuta en su boca llena de semen, sostenía mis brazos y seguía moviéndose, me ahogaba con su miembro en mi garganta.
Cuando salió de mi y yo de él, me puso sobre la cama y llevo su rostro sobre el mío, me besó, yo lo bese abriendo mi boca lo más que podía, sentí que junto con su saliva y la mía se mezclaba mi semen, nos besamos sosteniendo el líquido en la boca hasta que lo escupió completamente dentro de mi boca, puso su mano sobre ella y me ordenó que lo tragara, y eso hice.
Abrió un cajón de su Placard y saco un par de corbatas, sujeto mis manos en mi espalda con ellas y me acostó boca arriba mientras me decía: ahora te vas a tomar toda mi leche.
Se sentó sobre mi cara, entendí que quería que le comiera el culo, comencé a chuparlo, en un momento apoyo todo su peso sobre mi cara no podía respirar,comencé a sacudirme y el se acostó sobre mi quitando su culo de mi cara y poniendo toda su verga en mi boca, tenía una especie de moco en la punta que empujó hasta el fondo de mi garganta, me provocó arcadas de lo mojada que estaba, sacaba y volvía a deslizar su verga dentro de mi hasta que empezó a cogerla como si fuera un mi culo, sus huevos colgaban en mi cara, yo intentaba respirar cada vez que lo sacaba.
Cuando no pudo aguantar más las ganas, me sentó contrala cama, introdujo la cabeza de su verga en mi boca mientras se masturbaba, apreté bien la punta dentro de mi boca, comenzó a gemir y respirar agitado, sentí como el semen brotaba y me llenaba la boca, caliente y salada, trague cada gota de semen, el sabor amargo era fuerte y espesa pero aún así me encantaba.
Me desató las manos, los dos estábamos completamente desnudos, el acostado boca arriba, como todo un semental y yo sobre él, besándolo, desesperado por el sabor de su boca, estuvimos así por un largo rato, una de sus manos sostenía mi cadera u la otra una nalga diminuta, al principio era con delicadeza, después de un rato ya apretaba mi nalguita.
Sentí que su miembro volvía a ponerse rígido xq se metía entre mis piernas, no podía dejar de pensar que quería que me hiciera el amor, necesitaba tenerlo dentro.
Fuimos al baño, mientas el preparaba la ducha yo no paraba de tocar y besar su fornido cuerpo; entramos a la ducha y el comenzó a enjabonar mi cuerpo, mientras lo hacía, yo lo masturbaba, sentí como se mencionaba en mi mano, quería poner ese enorme miembro en mi boca.
Terminamos de ducharnos y volvimos a la cama se sentó sobre ella y yo sobre el, mientras nos besábamos, el sujetaba mi culito, con sus dedos lubricados introdujo uno de cada mano, los empujó dentro de mi, era como estar sentado en sus dedos, los metía y sacaba, yo estaba abrazado a su espalda y comiéndole la boca.
En cierto momento, abrió mi culito con sus dedos, estaba tan exitado que gemí en su cara pero no pare de besarlo, el abrió lo más que pudo; sus besos eran más intensos cuando empecé a sentir que intentaba meter su verga enorme en mi culo abierto con sus dedos, no saco los dedos, pero empujaba su miembro dentro de mi.
Su cabeza entro fácilmente pero el resto de su miembro dolía....
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antonio-gregorio · 4 months
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JOÃO GARCIA
Foi o R. que me contou que o nosso amigo P. tinha morrido. Amigo é maneira de dizer, o R. conhecia-o de conversas de circunstância e eu só de nos cruzarmos no centro da cidade. A figura era fácil de fixar – tirante a gordito, calva polida, bigode ruivo, militância nos suspensórios em desfavor dos cintos – e sabia-lhe o nome por causa de uma certa fama de músico relevante que o perseguia e levava amigos comuns ligados ao ramo a falarem-me dele, músico que o P. na verdade seria só vagamente mas calhara ainda jovem andar pelo estúdio (a servir cafés?, a enrolar cabos?) onde se gravava um álbum que se tornaria dos mais importantes da música popular do século passado quando houve necessidade urgente de uma mão extra numa percussão – e eis o nome do P. para sempre na mais gloriosa das fichas técnicas. Ou talvez não tenha sido assim e eu esteja a ser mauzinho, o P. afinal um músico de primeira água e a mão dele há quarenta anos naquela percussão não um desenrasque mas uma escolha ponderada, o produtor para o artista principal que Estes ferrinhos ou Esta pandeireta ou Este chocalho só com a mão do P., e o facto de desde aí nunca mais ninguém o ter ouvido tocar poderá valer como um activismo, um finca-pé contra a mediocridade que tomou conta de tudo.
    Se o R. não me tivesse contado que o P. tinha morrido, é provável que só voltasse a lembrar-me dele daí a meses ao avistamento casual de outro bigode ruivo – a memória camaleónica a piscar uma luz da mesma cor –: Não vejo o P. há que tempos, arrumando porém logo o assunto com uma suposta mudança de cidade ou, dando-me para o diletantismo especulativo, que retomara os ferrinhos ou a pandeireta ou o chocalho e estava em digressão. Mas não só o R. me contou que o P. tinha morrido como continuei depois disso a cruzar-me com o P. no centro da cidade.
    A ilação óbvia é a de que terei andado estes anos todos a confundir o P. com outra pessoa. É verdade que ele nunca me foi formalmente apresentado e não recordo já o que me fez primeiro associar o nome à figura, mas duvido que tenha sido apenas um expediente logístico contra o desconforto de carregar um nome sem o costado solidário de uma materialidade que o personificasse e o carregasse comigo (ou seja, eu em esforço decidindo de impulso adoptar o gordito de calva polida, bigode ruivo e suspensórios roxos que acabara de passar); o mais plausível é terem-mo apontado numa fotografia ou que o P. viesse de facto a passar e o R. ou o H. ou o S., interrompendo de repente a conversa sobre um pormenor bizarro da ficha técnica de um dos álbuns mais importantes da música popular do século passado, me tenha dado uma canelada e, assestando o queixo, que Isto nem de propósito, olha lá o gajo.
    Para o tira-teimas só outra coincidência do género, agora post mortem. A canelada e o assestamento do queixo estariam fora de questão por o R. ser razoável e pão pão queijo queijo até à náusea: Aquele que lá vem não é o P?, e já o estou a ver a medir-me de alto a baixo e a pôr por tabela a minha sanidade mental em causa, Qual P., o que morreu?, de modo que, sendo assim, só eu indo-me deslocando subtilmente durante a conversa até garantir o P. no campo de visão do R. e esperar pela reacção: espanto – P., pensei que tinhas morrido! (a informação viera de amigos de amigos do P. e estas cadeias são falíveis) – ou indiferença, e portanto, de uma vez por todas, aquele homem gordito, de calva polida, bigode ruivo e suspensórios com gatinhos não era o P. No entanto a indiferença poderia querer dizer também outra de duas coisas: era o P. e, de nós, só eu o via (hipótese que descarto por ser um cliché de mau cinema); era o P. e o R., embora vendo-o tão bem quanto eu, disfarçou por ter uma reputação de pessoa razoável, de pão pão queijo queijo até à náusea, a defender.
    Ai de mim!, se eu fosse contar as vezes que vi a passear pelo centro da cidade quem poucos dias antes tinha visto exposto no painel necrológico. Pelo meio com certeza algumas confusões, fotografias de mortos que são a cara chapada de transeuntes vivos, mas havia gente que eu de facto conhecia, conterrâneos que embora fora dos meus círculos de convívio regular eu cumprimentava com acerto. Um deles, por exemplo, cuja lentidão do séquito fúnebre inclusive me atrasara a saída de casa, coincidiu comigo na baldeação da banca de saldos de uma loja de roupa. Era evidente a sua aura gelada: falo com ele?, não falo com ele?, até me sair um Como são as coisas desse lado? Parou de baldear a roupa, aproximou o rosto do meu rosto, soprou-me para o nariz – um hálito afinal quente – e sem dizer nada desapareceu com dois pares de calças para dentro de um provador. Alguém entrou logo a seguir no mesmo provador tomando-o por vazio. E estava vazio: o braço estendido por entre a cortina com os dois pares de calças na mão chamava uma funcionária, Alguém deixou isto aqui dentro, que, abanando a cabeça, as resgatou e veio devolver à banca onde eu baldeava ainda. Olhámo-nos e pareceu-me reconhecê-la de algum lado; leu-me a expressão: Não conclua que é do painel necrológico, seria foleiro, uma coisa à mito urbano que há uns anos os pseudo-cineastas de shopping exploravam muito. Riu-se: Quem disse isto?, fui eu ou você? e aconselhou-me a tratar da queimadura no nariz, um creme ou assim, para não ficar como aquele alpinista, o João Garcia.
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thanatle · 3 years
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Yeah, know what, I’m gonna do a self-indulgent thing and write something for Valere and Zenos in my Viera-Garlean AU. 
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𝗜𝗡𝗖𝗢𝗥𝗥𝗘𝗖𝗧 𝗤𝗨𝗢𝗧𝗘𝗦 #𝟭
Tudo se encaminhava para um fim de culto tranquilo e agradável. Ao sair pela porta principal, já era possível observar os vários grupos se formando à beira do portão, com pessoas trocando abraços e risadas entre si.
No meio deles, uma jovem também buscava se misturar entre as pessoas para distrair a cabeça. Estava determinada a deixar certas coisas de lado para focar no que era importante, mas não estava sendo nada fácil.
Enquanto se envolvia numa conversa em que ela pode se encaixar, sentiu um toque em seu ombro que a fez se virar.
- Irmã, preciso de uma ajuda sua. Pode me acompanhar?
Como não tinha muito tempo para pensar, ela aceitou, buscando disfarçar o máximo possível o que estava se passando dentro dela, afinal, o motivo do seu desalinho estava ali, pedindo casualmente que o ajudasse.
Após caminharem um pouco, estavam na cozinha do templo. A jovem, sem entender nada, olhou para ele, arqueando as sobrancelhas.
- Não tem nada aqui. Por que o irmão precisa da minha ajuda?
Ele cruzou os braços.
- Eu preciso mesmo responder a essa pergunta?
- Não precisa responder. Mas entender o que você quer de mim seria um ótimo jeito de começar essa conversa - arregalou os olhos em sinal de deboche.
Ela faria qualquer coisa pra disfarçar que, por dentro, estava tomada pelo nervosismo.
- O que tinha no bilhete?
Ela engoliu em seco.
- Não lembro, já apaguei - dissimulou.
- Deus não se agrada de mentiras - respondeu, cruzando os braços.
- Não sei se esse é o melhor lugar pra gente ter essa conversa.
- Ah, mas isso não é problema - alcançou-lhe a mão - Vem comigo.
- Misericórdia, vamos ficar presos aqui - buscou se desvencilhar discretamente enquanto subiam as escadas que davam para as salinhas de apoio.
- Não vem com esse papo, você sabe que eu também tenho a chave.
Ela estava tão nervosa que tinha até esquecido de tal detalhe.
Ao entrarem na salinha que costumava ser lotada de crianças aos domingos, o rapaz ligou a luz, se sentou em uma das cadeiras e cruzou os braços. Não estava disposto a sair de lá sem ouvir a resposta que viera buscar.
- Pode começar.
- Nossa, que insensível!
- Ué, você me deixa com a pulga atrás da orelha por causa de um bilhete e quer que eu aja como?
- E como você tem tanta certeza que o bilhete foi pra você?
- Ah, qual é! Eu sou de boa, mas não sou bobo. Eu saquei quando você me perguntou se eu tinha lido o bilhete.
Ela revirou os olhos.
- E mesmo sabendo que era pra você, fingiu demência e mandou dois joinhas. Sério?
- O que você queria que eu fizesse, considerando que eu nem sabia o que estava acontecendo antes de ler aquilo?
- De fato, eu fui meio covarde em continuar.
- É verdade. Então que tal você parar de graça e me contar agora?
- Você não entende, né? - suspirou a garota.
- Não enquanto você não esclarecer.
Ela engoliu em seco.
- Minha cabeça tá uma grande zona. Eu estava tranquila, só focada em fazer a obra de Deus e passar de ano na faculdade. Minha vida sentimental já tinha deixado de ser prioridade. Até que... que... - O fôlego lhe fugira e buscava um apoio para jogar o peso do corpo, até encostar as costas na única mesa que tinha na sala.
O rapaz permanecia fixando seu olhar na garota, que estava há metros de distância dele, recobrando os sentidos.
Por alguns segundos, o silêncio invadiu a sala, deixando ambos ainda mais ansiosos.
A jovem, percebendo que ele realmente não estava disposto a ir embora, respirou fundo para espantar os pensamentos que lhe atormentavam, aconselhando-lhe a fugir, como já fizera em outras situações não tão diretas. Mas forçou-se a continuar, afinal, crescera muito e sabia que devia a verdade a si mesma.
- (...) O meu medo virou realidade. Eu voltei a me interessar pra valer em alguém depois de cinco anos e eu simplesmente não sabia o que fazer com isso. Eu queria estar perto, segurar a mão, abraçar, rir, orar, buscar... Não se limitava a um desejo adolescente.
E então seus olhos se inundaram.
- Sabe qual o grande problema? É que eu não sou correspondida e não tem ninguém que me compreenda. Imagina só você estar na rodinha e ver que seus amigos estão tentando juntar o cara que você gosta com outras mulheres praticamente o tempo todo e ter de ficar calada? Ter de engolir em seco que qualquer uma teria uma possibilidade maior do que a minha?
- Eu... - ele deu sinais de que iria rebater, mas ela pediu para que se calasse.
- Como você insistiu, eu vou até o fim. Depois você fala.
Ele assentiu com a cabeça.
- Sabe o quão horrível pode ser para alguém se apaixonar sabendo que tem grandes chances de não vingar porque a pessoa não quer nada com você? Aí se dar conta de que, alguns meses depois você vai encontrá-la namorando com outra pessoa, dado os históricos anteriores?
E então o resto da fala ficou embargada pelas lágrimas e soluços involuntários que saiam de sua boca.
- Sabe o que é ter de lidar com a rejeição iminente? De ter de voltar a passar pelo processo de esquecer a pessoa, quando você nem ao menos escolheu se apaixonar por ela? Quantos tapas invisíveis você leva ao perceber que mais uma vez errou o alvo? Dói não ser a escolhida de alguém.
Ao terminar de falar, sacou de seu bolso o celular quase sem bateria. Ao ter certeza que o wifi do vizinho estava funcionando, lhe encaminhou um arquivo de foto.
- Queria saber o que tinha escrito no bilhete? Leia e tire suas próprias conclusões.
E saiu porta afora, em direção à saida da igreja.
Ele permaneceu ali por alguns segundos, lendo e relendo o conteúdo da nota autoadesiva, tentando decifrar o que se passava dentro dele.
No andar de baixo, ela aproveitou a oportunidade que já procurava há um tempo: se derramar no altar e chorar, afinal, havia dias que se sentia como Ana, amargurada de espírito.
Quanto mais pensava no que tinha acontecido poucos minutos atrás, tinha ainda mais vontade de arrancar de dentro de si a agonia que pesava em seu peito. A bagunça entre o racional e o emocional a despertavam, que sequer sentiu alguém lhe abraçando.
Os braços curtos e firmes a seguravam, enquanto o queixo repousava sobre a cabeça. Era perceptível a fraqueza dela em se mover, não por sufocá-la, mas pela exaustão em que se encontrava.
Lentamente, após alguns minutos, ele se desvencilhou para alcançar seu celular. Respirando fundo, ali, diante de Deus, proferiu as palavras que tanto ansiou descobrir.
"Olá mestre do som do Grupo Alvorecer.
É provável que eu não seja sua Rebeca.
E sei que um dia irei superar tudo isso.
Aqui registro que hoje gosto de você.
Mas você não corresponde e tá tudo bem.
Não te conto porque não quero que nada mude.
Só quero que seja feliz.
Que Deus te abençoe e te acompanhe.
Que a vontade dEle prevaleça sobre ti."
Ouvindo aquelas familiares palavras, ela levantou seu olhar para o rapaz, que também a observava, com compaixão. Respirando fundo, forçou-se a se colocar de pé, apesar da pouca força e da enorme dor de cabeça que herdou da choradeira.
Juntando o pouco de fôlego que ainda tinha, pôs-se a questionar tudo aquilo.
- Essa é a resposta para a sua pergunta. Satisfeito? - resmungava ela, enquanto calçava novamente os saltos rosa que retirara ao se ajoelhar.
- Estou sim, obrigado. Eu já disse que você escreve bem?
- Sim, você mesmo me disse quando recebeu minha carta. Não foi à toa que coloquei foto de escrever carta como papel de parede na sua conversa.
Ele soltou um riso contido que a fez erguer as sobrancelhas com indignação.
- Você quer que eu esqueça o que acabei de ler? - disse, por fim.
- Você quem sabe - respondeu ela, de cabeça baixa - Eu não sou ninguém para te influenciar nas suas decisões.
Ele respira fundo e começa a se aproximar dela, que dilata as pupilas involuntariamente.
- Alguma vez você já cogitou que você pode estar errada nas suas concepções?
- Como assim? - questionou ela, sem conseguir se mover de onde estava.
- Já imaginou que você pode ser correspondida?
Os olhos dela voltaram a se inundar, afinal, seu corpo vibrava de forma incontrolável com o choque de sensações que enfrentava. Pela primeira vez estava sendo surpreendida.
Antes de responder, engoliu em seco.
- Eu nunca penso nisso, afinal, nunca acontece comigo - deu de ombros.
Ele se aproximou ainda mais, diminuindo drasticamente a distância entre eles. O coração da garota só faltava sair pela boca.
Sem dizer uma palavra, ele a puxou para um longo e caloroso abraço. O primeiro desde que se conheceram, afinal, não costumava ser apropriado que homens e mulheres solteiros trocassem afetos entre eles. Mas naquele momento não pode evitar.
Ali eles deram voz ao espírito e se encheram do renovo que Deus lhes dera, enquanto lágrimas eram novamente derrubadas.
Eles estavam tão envolvidos em seu próprio mundo, que não ouviram a irmã do rapaz chamando-lhe para irem embora, afinal já tinha conversado com todos os amigos e somente ela sobrara do lado de fora.
Como estranhara a demora do irmão e da amiga, resolveu procura-los para oferecer ajuda e agilizar o processo.
Ao chegar à porta lateral do templo, se deparou com a cena. Por alguns minutos, pensou em algo para interromper o momento, pois sua mente estava fundindo com teorias.
- Como eu não percebi antes? - falava baixinho para si.
Ela não sabia o que de fato acontecera entre eles. Só sabia que era o começo para algo especial.
Baseado em fatos e fantasias reais da minha vida - Karina Franchi
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golittlebluefairy · 4 years
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Trilha sonora: qual seria a música que definia o seu personagem no primeiro dia deste semestre e qual se encaixaria melhor pro atual cenário de Aether?
Ugly Duckling - Iu
Alyssa sentia-se perdida tanto quanto sempre se sentiu desde que chegou em Aether. Acreditava que precisava desempenhar o mesmo lugar num conto que sua mãe, e cobrava de si mesma se encaixar dentro dos estereótipos que criara para si mesma enquanto fada.
Last Fantasy - Iu
Atualmente, reconhece que é jovem e tem muito a aprender; Tem em mente que seus amigos são seus principais apoios e que não precisa se cobrar algo fixo no momento, pois está na fase de se descobrir e descobrir e aceitar qual será seu papel num conto; da mesma forma, aceita que qualquer papel escrito pelo Narrador será desempenhado com amor, não precisando ser o mesmo papel que sua genitora teve.
Relação com contos: considerando o seu desenvolvimento, nesse exato momento você acreditaria que seu personagem assumiria qual papel num conto?
Coadjuvante, possivelmente como alívio cômico ou escudeiro de protagonista.
Casa de Aether: o seu personagem se considera parte da casa na qual ele está inserido? Se pudesse, você acredita que ele faria uma mudança para entrar em alguma outra casa?
Alyssa se sente completamente parte da Aderem, e não poderia se sentir mais contemplada pela escolha do Caldeirão. Acredita em todos os ideais da casa, se dá bem com seus membros e adora a diversidade de personalidades que o local possui. Também tem uma inclinação, como criatura mágica, a se sentir à vontade com o pensamento de que poderia ter ido para Anilen, porém ainda crê que não haveria opção melhor que Aderem para morar.
Lembranças: qual é a primeira lembrança que seu personagem tem de Aether? Que idade tinha quando aconteceu? Foi algo importante?
Se lembra muito de todos os fatos da primeira semana no Instituto, ainda muito confusa e perdida com toda a verdade que viera à tona tão recentemente - sobre ser uma fada, sobre os contos serem reais e ela estar inserida nesse meio - aos 17 anos. A primeira vez que presenciou magia a deixou extremamente empolgada e aterrorizada ao mesmo tempo, e é uma memória que guarda com carinho desde então. Fora durante a aula de Feitiços e Encantamentos, e apesar de se complicar com a própria magia, se sentiu emocionada ao aprender o primeiro feitiço. 
Passado: cite algum acontecimento desse semestre que marcou fortemente o seu personagem. Quando aconteceu e como isso o afetou?
Apesar das diversas aventuras - e desventuras - durante o ano letivo, a primeira vez que viu sua mãe foi o acontecimento mais marcante para a fada. Fora durante um interrogatório sobre desaparecimentos de mais aprendizes, e a Fada Azul não dirigira sequer uma palavra à garota - ficara apenas no canto da sala, servindo como detector de mentiras para Merlin. Mesmo imaginando que a Fada tenha tido tal atitude por ordem do Diretor, Alyssa até hoje pensa sobre o dia e imagina como seria poder conversar com a mãe, se perguntando o por quê ela nunca entrara em contato com a jovem e se sequer lembra da sua existência. Isso foi uma grande quebra de expectativas para a Archeron, que sempre imaginou como seria esse encontro. 
Família: como seu personagem tem lidado com as suas relações familiares? O contato com seus pais tem sido mantido? Existe alguma pressão para que ele deixe o instituto?
Alyssa nunca teve contato com a genitora, mas tem em seus pais adotivos todo o amor e carinho que poderia desejar. Apesar de agora distantes por estarem no mundo humano, Alyssa vê nos pais seu maior porto seguro e sabe que eles lhe apoiarão em qualquer coisa que a fada quiser para a vida. Não há pressão por continuar estudando em Aether, tampouco por deixar o Instituto; os pais demoraram a aceitar que a garota precisava estudar no local, tentando criá-la como uma humana comum, mas desde que Alyssa fora para Aether eles enxergam o quanto o Instituto lhe faz bem - apesar do ano agitado que está acontecendo - e acreditam que apoiá-la em se manter no local esteja sendo fundamental para o amadurecimento da garota. 
Rotina: como tem sido a rotina do seu personagem em Aether? A sua participação em clubes/atividades escolares têm sido frequentes? E como tem estado os seus estudos? Transcreva o último boletim do char, utilizando a grade curricular escolhida por ele.
Alyssa não possui uma rotina muito bem estabelecida - e isso inclui horários de dormir, acordar, fazer suas refeições e outras atividades. Frequentemente se atrasa para as aulas, às vezes perdendo algumas, por ser muito distraída e dispersa. Entretanto, ama as atividades extracurriculares das quais faz parte. Tem um pouco de dificuldades no balé, mas não deixa de se dedicar; Ama o Clube de Astrologia com todo o coração; As reuniões do Clube de Proteção aos Animais é um dos momentos favoritos da semana, onde passa mais tempo com Pixie - seu camundongo de estimação - e os outros pets de Aether.
O desempenho escolar é, em geral, bem mediano. Por ter perdido toda a grade básica oferecida no Instituto, até hoje se sente um tanto perdida nos estudos, e suas notas apenas se destacam em matérias de interesse.
Grade Especializada II (Criaturas Mágicas):
Adivinhação - 8 (vem se dedicando mais a esta disciplina depois de desenvolver o poder de leitura de auras) Alquimia - 8,5 Aritmância I a IV - 5,5 Astrologia - 9 Climatologia - 6,5 Combinações Elementais - 7,5 Controle Animal - 8 Cura - 6,5 Defesa Contra as Artes das Trevas - 5,5 Ether e suas propriedades I a VII - 4 Explosivos - 4 Feitiços e Encantamentos - 7,5 Geologia - 6 Herbologia - 9 História da Magia II e III - 6 Linguagem Animal - 8 Línguas Místicas - 8 Maldições - 5 Poções - 6,5 Reações Químicas - 3 Teoria dos Elementos - 6 Treinamento de Combate com Poderes - 6,5 Treinamento de Combate sem Poderes - 6 Venenos e suas propriedades - 8,5 Voo - 7
Obstáculos: que hábito ou pessoa mais atrapalha a vida de seu personagem? Ele tenta fazer algo para superar essa dificuldade ou tem esperança de que o problema se resolverá sozinho? O que ele faria ou até onde iria se não houvesse um obstáculo para detê-lo?
Sua própria indisciplina é o maior obstáculo na vida. Alyssa se dedica apenas nos próprios interesses, porém qualquer atividade considerada “desinteressante”, por mais necessária que seja, é deixada de lado pela fada. Mesmo assim, não tem ânimo ou pensa em mudar de perfil; continua sendo irresponsável e vive um dia de cada vez, mesmo que se preocupe com o futuro, não faz nada para mudar as dificuldades encontradas.  Se fosse um pouco mais responsável e aplicada, poderia tornar-se uma poderosa fada com grandes capacidades mágicas - tanto quanto sua mãe, capaz de dar vida à objetos inanimados como foi com Pinóquio.
Mudanças: caso seu personagem pudesse mudar três coisas em Aether, o que seriam? Por quê? Está disposto a fazer algo para realmente mudar essas três coisas?
Não seriam mudanças sábias, mas Alyssa mudaria a rigidez com a qual Merlin leva as coisas. A primeira coisa seria retirar os horários fixos: toque de recolher, horário de refeições, grade de aulas integral, etc.Também faria com que todas as casas pudessem ser mais integradas, permitindo a entrada de membros de qualquer casa nas outras - o que poderia gerar grandes confusões, mas a fada não pensaria nisso ao tomar essa decisão. Por último, e provavelmente a única decisão sensata, seria o acompanhamento psicológico de todos os alunos no Instituto: principalmente nesse ano, a maior parte dos problemas ali seriam resolvidos se as pessoas fizessem terapia.
Arrependimentos: há algo que seu personagem desejaria não ter feito no instituto? Quais foram as consequências trazidas por essa ação ou decisão?
Acredita que todo o caminho trilhado até hoje a ajudou e foi necessário para seu crescimento pessoal. Alyssa tenta seguir a filosofia de que tudo acontece por uma razão, por mais que ela mesma não entenda no momento.
Decisões erradas: alguma vez seu personagem fez ou decidiu algo que não deveria ser feito no instituto, mas acabou tendo uma boa história pra contar? É algo de que ele se arrepende ou o desfecho do caso fez o erro valer a pena?
Provavelmente as implicâncias que tinha com @gcrotaverde até algum tempo atrás teria sido evitadas. Principalmente quando tentou enfeitiçar a bruxa e, por consequência, teve fotos suas expostas no nimbo. Felizmente, o período que Alyssa passou na casa dos pais, longe de Aether, fez muito bem à garota - junto do acompanhamento psicológico que teve em conseguinte, que a levou a amadurecer em muitos aspectos. Hoje não tem problemas com a Upland, apesar de não serem amigas ou sequer próximas, Alyssa mudou muito da visão que tinha sobre a esverdeada.
Passatempos: qual o passatempo favorito do seu personagem em Aether? Quando foi a primeira vez que fez isso e com que frequência faz atualmente?
Caminhar pelo Instituto, apreciando a natureza nos Jardins de Aether ou entre as árvores da Floresta. Também ama observar o céu noturno - muitas vezes as caminhadas acontecem durante a noite -, e frequentemente é encontrada fora do quarto após o horário do toque de recolher. Faz tais coisas com grande frequência, geralmente quase todos os dias tira um tempo para fazer nada além de observar a paisagem e admirar cada aspecto da natureza do local. Da mesma forma, sempre anda com um livro na mochila para poder ler nesses momentos.
Amizades: quem são as pessoas com as quais seu personagem pode ser visto com maior frequência? Eles se deram bem desde o início ou tiveram um período de atrito? Conte um ponto mais sobre o que ele pensa das relações com essas pessoas.
Definitivamente Alyssa é vista com frequência acompanhada dos colegas de quarto. @tresdedoze é ‘a mãe’ de todos ali, sempre cuidando das armações que todos aprontam dentro - e fora - do quarto 502. Ever fora amigo de infância de Alyssa, mas ambos se afastaram um pouco quando o príncipe fora para o Instituto aos 11 anos, se reencontrando depois apenas quando Aly tinha 17 e chegou em Aether. @neevcn é um dos companheiros de bagunça da fada, e provavelmente a pessoa que mais alimenta a garota - seus dotes culinários são muito bem apreciados por Aly, que frequentemente aproveita o garoto acordado de madrugada para convencê-lo a ir clandestinamente à cozinha preparar algum lanche noturno e conversar sobre a vida. @lxcglr é o companheiro feérico do quarto, e aquele que definitivamente topa qualquer loucura que alguém possa propor - é o amigo que pode ser visto com Aly pelo Instituto usando fantasias malucas, ou fazendo coisas malucas; e que frequentemente leva bronca dela quando se pergunta se estrelas existem mesmo “Lux?! Qual é?! Você mora com uma estrela, alôo!” Alyssa tem uma proximidade peculiar com @oceancoralie. A ruiva foi a sua primeira experiência com alguém do mesmo sexo, e apesar de não terem um relacionamento além da amizade, o carinho e senso de proteção entre as duas é gigantesco - e, basta beberem um pouquinho a mais, para que as duas sejam vistas aos beijos novamente. @lunctico é seu companheiro de caminhadas e admiração do céu noturno, e por conta do hobby em comum acabou se tornando muito próximo da fada, que conta ao garoto sobre tudo que lhe acontece. Apesar de Aly ter grande senso de proteção com seus amigos, muitas vezes comprando brigas que não são dela - como quando quase brigou com @jamesfrst durante a festa de aniversário de Margaery Pendragon, por causa da ameaça que Frost fizera a Lux -, a fada também tem seus “anjos da guarda”. Considera @a-hood quase como uma figura materna dentro do Instituto - uma mãe que a incentiva a ser mais inconsequente e encher a cara em festas, mas ainda assim.. - e se for pega distraída, é bem possível que sem querer chame a garota por “mãe” mesmo. Da mesma forma, vê @notsantc como um protetor e referência de figura feérica.  Não chamaria exatamente de amizade, mas há um tempo fizera um acordo com @cssabesta - algo sobre massagem em troca de doces -, e desde então não tem nada contra o rapaz; na verdade seria até fácil influenciá-la a tentar ajudá-lo em qualquer coisa, desde que o pagamento em doces fosse muito bem feito. Já teve uma relação de drinking buddies com @sxweselton, mas aparentemente o fenômeno de beberem juntas em festas não vai mais acontecer tão cedo. Apesar de não serem tão próximas no dia-a-dia, Alyssa gosta muito da Weselton. Não é próxima de @zanedetaubate, mas quando ocorreu o episódio do vazamento de nudes seus, o rapaz a procurou para conversar sobre o assunto e até hoje Alyssa o vê com outros olhos além de apenas um simples conhecido, tendo consciência de que suas marcas e traumas são mais profundos do que ele deixa aparentar, o que a leva a sentir grande empatia por Zane. Há também pouca proximidade da fada com @naimxl, mas sempre gostou do homem como professor - ele era muito paciente, mesmo com a extrema dificuldade de Alyssa na matéria - e agora que o mesmo cuida da Biblioteca, Aly frequentemente cruza com ele no local quando vai passar um tempo atrás de livros para suprir o hábito de leitura. Tem uma amizade estranha com @marloweking: a garota parece doida demais pra Alyssa, que nunca sabe se deve manter a amizade ou ter medo da loira. Na maioria das vezes entra na onda da garota, mas por vezes se sente assustada - como quando Marlo queria comer um pedaço dela em seu vestido de bolo no Dia do Amor Verdadeiro; Marlowe parecia estar falando sério demais.
Inimizades: quem é o pior inimigo do seu personagem em Aether? Por que e desde quando eles se odeiam? Ele faria algo para reverter a situação com essa pessoa?
Não considera que possui inimigos no Instituto, apesar de já ter tido certos atritos com algumas pessoas. A principal inimizade que possuía era com Melena Upland, e ambas já fizeram coisas graves uma à outra por simples provocação, mas mesmo esse caso Alyssa deixou para trás. Agora não tem rancores pela bruxa, mesmo que não sejam amigas, tampouco a considera uma inimiga.
Já teve menos apreço por @yourhghness em algum momento do ano, quando Karou o acusou de ameaçar seu bichinho de estimação - como membro do Clube de Proteção aos animais, Alyssa achou um absurdo e desde então sempre teve um pé atrás com Njord. Isso, é claro, foi esquecido após o Male Ma’is, o clube sexual secreto e provavelmente a maior aventura da fada. Teoricamente era um evento com máscaras, mas por simplesmente cair no sono após o encontro e acordar nua no meio da Floresta acompanhada de Coralie e Njord, não havia como fingir não saberem as identidades uns dos outros. Desde então Alyssa sente uma grande vergonha na presença do rapaz, mas tenta agir como se não se importasse e nem lembrasse do ocorrido.
Não chega perto de ser uma inimizade, mas Alyssa se sente levemente amedrontada perto de @margaerythings, entretanto não tem nada contra a garota.
Segredos: há alguma coisa que seu personagem esconde com todas as forças? Existe alguma chance de que seus colegas venham a descobrir esse segredo?
Alyssa sofreu episódios traumáticos de bullying na escola humana, antes de entrar para Aether, por ter dois pais gays. Um desses ocorridos levou a garota a desenvolver claustrofobia.
Por conta do medo, sempre busca estar ao ar livre, se sentindo desconfortável até mesmo em estar no quarto com as janelas fechadas ou em meio a grandes multidões. Prefere não comentar sobre isso com ninguém, por medo de alguém usar isso contra ela de alguma forma, e acredita que não há muita possibilidade de alguém descobrir.
Fofocas: há algo que seu personagem tentou esconder, mas todos ficaram sabendo? O segredo se espalhou por descuido do seu personagem ou alguém descobriu e contou para outros? Esse é um assunto que ainda marca a sua reputação em Aether?
Quando teve suas fotos expostas no nimbo, diversas fofocas sobre o assunto surgiram. Alyssa buscou não ficar a par de nenhuma delas, portanto não sabe exatamente o que as pessoas espalharam sobre si.
Descontrole: o que costuma deixar seu personagem estressado e como ele lida com isso? Como ele costuma agir com pessoas irritantes? Ele desconta a raiva em outras pessoas ou guarda pra si? Como identificar um dia de mau-humor do seu personagem?
Alyssa se irrita com qualquer um que aparentemente aja de forma má, sem um motivo muito plausível. Acredita que ninguém é superior para agir como se fosse, então pessoas arrogantes ou exibidas tendem a tirar a garota do sério. Seu mal-humor é muito facilmente notado, já que em situações normais está sempre muito animada e saltitante, e quando mal humorada tende a ficar mais quieta ou impaciente.
Superação: alguma vez seu personagem passou por cima de um obstáculo? Como tem sido a evolução dos seus poderes em Aether? Ele estaria pronto para lutar em um novo ataque?
Alyssa definitivamente não estaria pronta para lutar em um novo ataque. Seu controle dos poderes evoluiu desde que chegara ao instituto, mas não o suficiente para usá-los com segurança e de forma confiante. Já faz feitiçoes que chegam perto do que pretendia, porém ainda comete muitas confusões, e se emocionalmente instável - como provavelmente ficaria em um ataque - a magia se tornaria instável também.
Expectativas: quais são as verdadeiras expectativas do seu personagem pro fim do ano letivo? Existe algo que ele ainda esteja com vontade de fazer nesse semestre?
Espera conseguir progredir no uso dos poderes e causar menos acidentes. Também pretende sempre preservar as amizades e criar novos laços, pois acredita que bons relacionamentos nunca são demais!
Apesar de tentar não pensar muito sobre, ainda tem esperanças de se tornar um orgulho para a mãe e ser notada pela Fada Azul.
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amordemaeve · 4 years
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◜⋅ ༄ 𝐓𝐀𝐒𝐊 𝟎𝟎𝟓. 𝕴 𝖈𝖆𝖓 𝖋𝖊𝖊𝖑 𝖙𝖍𝖊 𝖋𝖑𝖆𝖒𝖊𝖘 𝖔𝖓 𝖒𝖞 𝖘𝖐𝖎𝖓.
                                they're burning all the witches, even if you 𝔞𝔯𝔢𝔫'𝔱 𝔬𝔫𝔢                                               they got their pitchforks and proof                                                   their 𝓇𝑒𝒸𝑒𝒾𝓅𝓉𝓈 and reasons                               they're BURNING all the witches, even if you aren't one                                                                                          𝐒𝐎 𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐌𝐄 𝐔𝐏!
trigger warning: o texto a seguir contém uma retratação de uma cena de abuso psicológico e físico. Desaconselhada a leitura caso seja um assunto sensível.
               As aulas da manhã passaram como um borrão para a sereia. O olhar sempre tão altivo e interessado nas aulas, visto que mesmo sempre tão atenta era capaz de tirar notas relativamente ruins, ocasionalmente se lançavam para a floresta de onde um chamado percorria, adentrando o próprio corpo e fazendo com que os ossos tremessem; o frio cortante era capaz de transpassar a pele, tal como fazia com que as noites de sono se tornassem dificílimas. Até mesmo seus sonhos usuais eram sempre permutados pelo constante chamado que a levaria para a Floresta Assombrada. Seria loucura partir em tal aventura não dispondo de quaisquer habilidades para defender a si mesma! A típica loucura que uma criatura como Maeve, sempre tão ligada à própria autopreservação, não faria. Ou, ao menos, não até Úrsula entrar em contato consigo.
                                                                           ***
              A alvorada fora avistada pela filha da Bruxa do Mar em seu passeio matinal pela orla do Mar Prateado. Não se aproximou o suficiente para que a água a transformasse, todavia, era capaz de inspirar uma quietude que apenas o mar poderia lhe proporcionar. O som das ondas se quebrando nas rochas era reconfortante e até lhe fazia se esquecer do cântico que emanava de todo canto. Entretanto, a tranquilidade que viera buscar em seu habitat natural se dissipou quando uma enguia apareceu bem abaixo da pedra na qual descansava, olhando para as águas prateadas.
              ‘ Maeve. Finalmente! Comecei a acreditar que não conseguira nada minimamente interessante. ’ A voz inconfundível de Úrsula se fez audível para a filha que não surpreendeu-se. Embora derrotada, Úrsula jamais perdera seus poderes, assim, era capaz de utilizar-se da feitiçaria com poções para encantar as criaturas marinhas. No entanto, fazia pouco após sua derrota para Tritão e Ariel. Era, inclusive, uma das razões para jamais mencionar para a mulher que estivera auxiliando a filha de Ariel em uma tentativa de presentear uma das colegas de instituto.
              ‘ A senhora sabe onde me encontrar mamãe. Não precisa desse show todo. ’ Não, nem um: “como está?”, mas exigências que eram habituais para a Bruxa do Mar. A Styliani soltou o ar gradativamente. Sua mãe era sempre tão carinhosa e maternal quanto ouriços do mar! ‘ Eu hipnotizei Margaery Pendragon no ataque dos ogros. Consegui invadir a mente dela uma vez, derrubei as barreira; hipnotizá-la depois será mais fácil. Mas preciso de algo que me ajude a chegar lá sem uma cauda, mamãe. ’ O tom era firme. Há anos Úrsula a prometia algo que a ajudasse a utilizar os poderes fora d’água, mas nunca chegava. ‘ Eu também consegui algumas coisas de Neevan. Ele acreditou em mim quando disse que estava grávida. Mas não serviu para muita coisa. Ele não se importaria em ter um filho sem se casar, por exemplo, e eu não poderia mentir por muito tempo. Não iria engravidar para isso. ’ O que era uma verdade incontestável. Jamais, nem em um milhão de anos, iria engravidar para prender homem a si. ‘ Oh, também mandei para a China uma capa do jornal em que consta Meili e Qili. Mas fiz por vingança. Qili me queimou, mamãe! ’
              ‘ O que posso fazer? Sou um pouco dramática. ’ A resposta viera em tom bem-humorado, no entanto, para Úrsula nunca era o suficiente. ‘ Só isso? Você some por dias e me volta com meia dúzia de coisas sem importância? Enganar um príncipe com uma gravidez falsa? Isso é a coisa mais ridícula que você já fez e você é estúpida o bastante para fazer diversas coisas ridículas. E você é burra, Maeve! Como posso ter criado uma filha tão burra?! ’ Parecia indignada, abrindo sua caixa de ofensas. Não deveria se abalar por estar acostumada com o tratamento que sua mãe dispensava para si, entretanto, a face retorceu-se em uma careta ligeiramente melancólica; a surpresa tristonha que não deveria existir. ‘ Irritar os filhos de Fa Mulan? Eu deveria arrancar cada escama da sua cauda! Você não tem poderes, filha. Eu preciso sempre lembrá-la de como nasceu? ’ Maeve engoliu em seco com a fala da mãe. ‘ E por que ele a queimou? Ora, tenho certeza que você foi burra o bastante para ter deixado a chegar nesse ponto — e não duvido. Você não faz nada certo. Não tem nada que possa valer a pena um contrato de verdade para que seja útil para você. Sinceramente, por que eu e seu pai perdemos nosso tempo com você? ’ A enguia viajou alguns centímetros, como se estivesse lidando com a possibilidade de retorno ao alto mar.
              ‘ Mas Margaery é importante! Ela-ela pode-pode nos ajudar com seus poderes. ’ O volume de sua voz baixou ligeiramente quando a enguia retornou, afastando-se da borda da rocha alguns centímetros. Geralmente, terminava sendo eletrocutada pelo animal que sua mãe escolhia para aparecer.
              ‘ Não diga como se fosse uma conquista. Não é nada. ’ Proferiu a bruxa em desgosto. ‘ Então é só isso que você tem? Nada? ’ O questionamento a levou a encarar os olhos amarelados da criatura, tentando perceber a mãe dentro deles. Ora, embora Úrsula fosse ligeiramente hostil, precisava acreditar que a Bruxa do Mar a amava. Embora de um jeito torto, mas estava pensando em seu bem-estar, não é? Era o que ela dizia. Era para Maeve se tornar rainha para que ambas pudessem ter a vida que lhe fora negada por Tritão. Portanto, Úrsula se importaria consigo caso externasse suas preocupações.
              ‘ Depois do ataque dos ogros, uma voz estranha tem ecoado na minha cabeça. Me chama para ir à floresta. Diz que é para encontrarmos os aprendizes que desapareceram. ’ Contou-lhe o resumo do que ouvia, pensando na possibilidade de sua mãe lhe relatar o que poderia vir a ser aquilo. Não era necessariamente uma informação, também; tratava-se apenas de uma preocupação da cria da bruxa.
              ‘ E você foi? ’ Diante da negativa da filha, a bruxa irritou-se novamente. ‘ Eu deveria tê-la lançando aos humanos, Maeve! Lançada aos caçadores! É o que deveria ter feito quando vi que era uma sereia! ’ E fora o pensamento que passara pela cabeça da mulher quando as ovas eclodiram, revelando a cauda preta com pontos roxos de sua cria. ‘ Certamente seria melhor do que lidar com todas as suas burradas! Por que não foi? É a sua chance de pegar algo que seja minimamente útil! Algo que possa utilizar ao meu favor! Ao nosso favor. ’ Usualmente, não era sempre o “nós”, mas geralmente o “eu” — e sempre em referência a Úrsula. Mas a crença de que o benefício viria para ambas não abandonava o cerne da sereia. ‘ Você vai! Não me retorne de mãos vazias. ’
              A incredulidade fizera com que se aproximasse do Mar Prateado. Sentiu a corrente elétrica do animal marinho após alguns segundos em silêncio. O gritinho de dor fez com que seu corpo retornasse ao ponto original. Por sorte, porém, não respingara água em si. ‘ Achei que tivesse morrido com essa expressão de mosca-morta. ’ A mãe proferiu, fazendo com que Maeve limpasse a garganta.
              ‘ Mas, mãe, eu posso morrer. ’ Talvez estivesse hiperbolizando, ou talvez fosse, de fato, uma possibilidade com a qual lidava constantemente em Aether. Os perigos da Floresta Assombrada eram muitos, pois se tratava da parte mais sombria e escura da Ilha.
              ‘ Ao menos fará algo útil. Vamos, não tenho o dia todo. Merlin pode me sentir a qualquer momento. Vá e não retorne sem alguma coisa. ’ Proferiu a Bruxa antes que a enguia voltasse a ser um animal comum. Maeve até tentara chamar pela cecaelia, entretanto, a enguia apenas a encara sem tanta racionalidade. Úrsula se fora e a jovem ficara de posse de uma missão.
                                                                            ***
               Piscou ao perceber o aviso do professor sobre o término da aula. Encontrava-se tão imersa na discussão --- ou monólogo --- com Úrsula que não vira o tempo passar. Procurando a sua mochila para que a colocasse em seu ombro com os pergaminhos do dia, retirou-se do espaço com passos exaustos. De acordo com sua grade daquele semestre, poderia retornar para seu quarto na Imre e descansar, pois não possuía qualquer aula após História da Magia. Entretanto, o caminho fora exatamente o oposto. Sua mãe deixara bem claro o que deveria fazer e, muito embora Maeve sentisse o medo percorrer sua espinha, sabia que era uma ação necessária. Ora, cabia a ela salvar sua mãe e salvar a si mesma! Não poderia depender de Merlin. Contos não se ganhavam com terceiros, mas sozinhos. No máximo teria um par romântico, o que não era necessário de fato. O que ela precisava era uma chance de fazer algo grande realmente e, então, Úrsula poderia ver o quanto era valiosa.
               O hall de entrada do castelo indicava que Maeve se encontrava fazendo o caminho oposto do que muitos aprendizes. Àquela altura, muitos funcionários não se importariam com a sereia andando para a orla da floresta. Era apenas dizer que possuía uma aula naquele horário ou inventar uma desculpa qualquer. Era realmente boa em enrolar funcionários.
              Venha até mim…  Venha até mim… Venha até mim… Venha até mim…
              Começara sua caminhada atendo-se à trilha dos primeiros metros de vegetação, conquanto, quanto mais se embrenhava na floresta, percebia que a tal trilha desaparecia. As copas das árvores se fechavam acima de sua cabeça, tal como os troncos tornavam-se mais escuros enquanto o ar se tornava um tanto mais úmido. É certo afirmar, também, que já não sabia se era dia ou noite, porém, sentia as pernas reclamarem da caminhada. Pensou mais de uma vez em desistir, todavia, o chamado voltava a ecoar em sua mente. Ir até ele e resgatar os que se foram. Poderia, de fato, descobrir o Jason Bee perdido ou até mesmo Cheryl Labouff. Qualquer um. E seria recompensada por isso. Sua mãe iria a recompensar. Sonhar com os elogios que nunca chegavam fê-la se inebriar cada vez mais com o chamado.
              Em dado momento, porém, a trilha cessou. Os uivos se tornaram mais altos e Maeve apertou as alças de sua mochila preta com bolinhas roxas. A confiança fora se dissipando à medida que se embrenhava na Floresta Assombrada. Por vezes olhou para trás, sentindo olhos sobre as suas costas ou tendo a nítida impressão de estar ouvindo passos. Mais de uma vez, também, quando um galho se agarrava aos fios soltos, a garota virou-se, deixando com que um gritinho escapasse de seus lábios. Quase tropeçou em outras tantas, pois sua visão já não conseguia enxergar muita coisa. Percebeu-se, por fim, perdida dentro da floresta. Perdida, mas não sozinha.
              ‘ Está muito longe do Castelo Dillamond, aprendiza. ’ Ouviu às suas costas, girando-se em seus calcanhares rapidamente. Procurou quem falava consigo, mas mantinha seu olhar erguido, como se procurasse uma pessoa de um metro e sessenta, no mínimo. ‘ Aqui em baixo, garota! ’ Impacientemente, a criatura demandou, fazendo com que seu olhar recaísse sobre a criaturinha sentada em um cogumelo gigante.
              Um gnomo! Certo, ele era realmente feio. Seu nariz parecia ter uns quinze centímetros, fácil, enquanto sua cabeleira caía pelas laterais já que muito parecia ser calvo no meio da cabeça diante da touca que utilizava. Para completar, água parecia ser um recurso em falta naquele lugar, pois a criatura não tomava banho havia muito tempo. Estava sentado de perninhas cruzadas enquanto observava a aprendiza com curiosidade e desdém.
              ‘ Hm, é. Eu vim- É você quem está me chamando? ’ Ora, dentre todas as possibilidades terríveis que passava por sua cabeça, um gnomo calvo e imundo não era uma delas.
              ‘ Eu a chamando? Claro que não! Eu não perderia tempo com os aprendizes de Merlin. Vocês são tão arrogantes quanto o seu Mestre. ’ O gnomo respondeu, saltando do cogumelo para inspecionar a garota. ‘ O que você está fazendo aqui? ’ Demandou. Observar a criaturinha andando em suas pernas fê-la ficar tonta.
              ‘ Quer parar, por favor? Estou ficando tonta! ’ Pediu ao parar a cabeça. Olhar para baixo também lhe dava torcicolo, portanto, decidiu se abaixar na altura da criatura. ‘ Eu estou aqui pelos aprendizes perdidos. Diz que eu encontrei respostas dentro da Floresta Assombrada. ’
              O gnomo avaliou a aprendiza por um longo e constrangedor minuto. A sestra fora para o queixo enquanto alisava os fiapos de uma barba que já não existia há muito tempo. Ao término da sua análise, proferiu: ‘ Você pode falar com as fadinhas. Elas moram na Árvore das Profecias. Dizem que todas as profecias um dia proferidas — ou que um dia proferirão — estão inscritas nas folhas dessa árvore. E, a cada uma que se cumpre, uma folha cai. ’ Maeve sorriu com a resposta tão objetiva, começando a gostar do gnomo rabugento, mas ele rapidamente tratou de retirar o sorriso da face da sereia. ‘ Não fique tão feliz! As fadinhas que guardam a árvore não conversam com qualquer um. Você precisa convencê-las a falar com você. E você só pode fazer isso se dar algo preciso e de valor inestimável para elas. ’ Algo de valor inestimável? Ora, Maeve não viera com peças de ouro!
              ‘ Onde eu encontro essa árvore? ’ Perguntou tentando não se desanimar. Era boa de lábia, conseguiria convencer as tais fadas a concederem respostas para si. ‘ Ah, você vai saber quando encontrar, só continuar andando. ’
              Verdade. Styliani soube no momento em que se aproximou da Árvore das Profecias que se tratava da mesma. Uma árvore tão imponente e com tantas folhas brilhantes... E, claro, as fadas. Mesmo em uma floresta escura, elas brincavam com diversos animais, fazendo com que a sereia se recordasse do cachorro perdido que até o dia atual não encontrara dono, ficando em seu encalço.
              ‘ Ah, oi! ’ Começou ao se lançar com um sorriso. Era desavergonhada o bastante para acreditar que apenas sua lábia seria o suficiente. ‘ Eu gostaria de uma informação. ’ Proferiu, mas, surpreendentemente, a aprendiza não obtivera resposta. As fadinhas pareciam realmente mais interessadas em suas brincadeiras. Os ombros caíram, ligeiramente decepcionada e constrangida. Ora, nunca fora ignorada! ‘ Hey, eu estou aqui! ’ Chamou outra vez, sendo ignorada novamente. Certo, não havia vindo aqui por nada! Mas, se precisava de algum objeto de valor para as fadinhas, o que poderia conceder? Não possuía nada naquele momento! Seus brincos de conchas eram bijuteria perto das joias. Sem valor nenhum, Rogerinho!
              Mexeu-se irritada, ouvindo o baque em sua mochila. Ao passar o dedo para ver o que acontecera, a sereia pode sentir o chaveiro que ganhara de presente de Alistair. Segurou o objeto por um momento, sentindo-se incomodada com o fato de deixá-lo ali mesmo depois de ambos terem terminado definitivamente. Tentou tirar diversas vezes, mas sempre dissera que era bonito e ele tinha bom gosto. Depois, ele a ajudara durante o Calanmai e tentara a salvar de sua ideia burra de pular janelas. Acabara se tornando o mais perto de um amigo — ou o mais perto do que seria nutrir sentimentos românticos por alguém, mesmo que ela jamais fosse compreender o que era realmente gostar de uma pessoa. ‘ Eu tenho algo que vocês podem querer. ’ Palavrinhas mágicas por aqui, aparentemente, pois tão logo o proferiu e as fadinhas pararam as brincadeiras, olhando para a Argyris. ‘ É valioso. ’ Passou a mochila para frente do corpo a fim de retirar o chaveiro. Ao fazê-lo, esticou-o para que as fadas vissem. ‘ E foi um presente. É valioso pra mim. ’
              ‘ Coisas valiosas não são objetos que podemos trocar por muitas peças de ouro. ’ A fada cujo cabelo lhe parecia vermelho a meia luz proferiu ao se aproximar do chaveiro, tomando em suas mãos com um sorriso satisfeito nos lábios. ‘ O que você quer? ’
              ‘ Quero saber o que aconteceu com os aprendizes desaparecidos. Ou algo que possa me dar a resposta. ’ O tom talvez fosse impaciente. Aquela viagem estava começando a lhe custar caro.
              ‘ Não temos essa resposta, mas o Oráculo dos Mares tem. ’ A fadinha de cabelo esverdeado se aproximou.
              ‘ Oráculo dos Mares? ’ ‘ Sim! Ele sabe como você pode encontrar respostas para todas as perguntas do Universo! ’ Oh, certo, e onde ela poderia encontrar esse Oráculo? Entreabriu os lábios para perguntar quando foi interrompida pelo pigarrear de ambas as fadas.
Se com o Oráculo quer falar, não é difícil não Com o Guia da Balsa deve falar e escutar com atenção O Guia da Balsa tem um segredo que de você vai esconder A concha não importa, o que tem dentro deve ver.
               O farfalhar das árvores acima de sua cabeça revelou uma folha que despencava do alto. ‘ Uh, uma profecia se cumpriu! ’ Comentou uma das fadinhas, animada. Maeve, entretanto, possuía um caminho todo para fazer. O Guia da Balsa era um dos responsáveis de levar os filhos dos contos marinhos para Atlântica.
                                                                          ***
               A vontade era bater em alguém por ter feito todo o caminho de volta. Deveriam tê-la dito que o Guia da Balsa era a resposta! Teria evitado toda aquela caminhada! Embora, racionalmente, pensasse que não havia quem pudesse lhe dar aquela direção a não ser as tais fadinhas que acabaram ficando com algo que lhe pertencia. O projeto de bruxinha do mar se aproximou do cais onde o Guia da Balsa sempre estava, esperando com que um dos integrantes da Corte de Atlântica resolvesse ir para o mais profundo do Oceano.
               Bom, para os marinheiros de plantão que estejam se indagando: “afinal quem é esse tal de Guia da Balsa?”, respondo-lhes: trata-se de um caramujo de quatro metros com uma concha no lugar do casco. Sua aparência é lilás, com pequenas manchas azuladas; possui olhos grandes e brilhantes, tal como uma única crista semelhante às encontradas em galos. Usualmente, é o responsável por levar os filhos dos mares para as profundezas e está sempre à serviço de Aether, portanto, possuía bancos que se ajustavam à necessidade; isto é, à quantidade de alunos. Tinha mais bancos agora do que quando ela chegou em Aether, segundo sua memória. Pegara o ônibus para a escola, mas nunca o pegara de volta para casa.
               ‘ Uma para atravessar? ’ Indagou o Guia. Sua voz era melódica, calma, mas parecia possuir séculos de vida. Seu nome? Delfos.
               ‘ Não. Eu quero saber onde encontrar pistas sobre os desaparecidos! ’ Sem tempo para rodeios, Maeve soltou.
               ‘ Então ninguém para atravessar? ’ Meneou sua cabeça, fazendo a crista se balançar. Ora, era sério? Styliani olhou para a água. Sabia que iria se transformar caso subisse nos bancos, mas, bem, era sua grande chance! A chance de orgulhar sua mãe. Provar para Merlin que poderia encontrar alguma coisa útil.
               ‘ Uma para atravessar! ’ Proferiu ao se lançar no banco próximo, as pernas tocando as águas do Mar Prateado. Praticamente no mesmo segundo, sua cauda deu o ar das graças, rasgando uma das raríssimas calças que ela utilizava --- pois não acreditava que ir para floresta de saia seria uma boa ideia. As barbatanas eram alongadas, assemelhando-se às pétalas de flores, enquanto quatro escamas, semelhante às asas de uma fada, cresciam; duas em cada lateral e uma menor que a outra. A cor, obviamente, preto e roxo.
               ‘ Ora, por que não disse antes. Segure-se. ’ Indicou ao imergir na água. Enquanto o sol da tarde era visualizado pela sereia, pegou-se pensando no que as fadinhas da Floresta lhe disseram e, então, olhou para a concha.
               ‘ Senhor Delfos, o que há dentro da sua concha? ’ Era sempre importante mostrar respeito e candura quando fazia as perguntas difíceis. Descobriu com a profissão que exercia em Aether. Jornalismo era importante.
               ‘ Por que a curiosidade? ’
‘ Por que o senhor está escondendo um segredo de mim e tenho certeza que está dentro da sua concha. ’ Dito isso, o caramujo a olhou com um sorriso astuto; aparentemente, era uma das poucas aprendizes que lhe pedira isso. Poderia ter continuado em linha reta, todavia, a criatura foi para o branco de areia no fundo do mar, fazendo com que a Argyris saísse do lugar onde se assentava, afastando-se da criatura alguns centímetros para dar-lhe espaço.
               A concha era em tom lilás, tal como o resto da criatura; parecia que estava vendo uma ostra sobre um caramujo. Ao abri-la, Delfos emitiu uma luz. Não havia realmente nada dentro da mesma, apenas um espelho que refletia Maeve com um olhar confuso. Ora, o que aquilo quer dizer? Disseram-lhe que Delfos possuía um segredo que esconderia dela e, possivelmente, estava dentro da concha! Mas tudo o que via era ela mesma, olhando para si, indo de descrença para confusão, e depois para melancolia, como se a resposta certa não existisse. Inspirou algumas vezes, olhando para a criatura e, então, para si, no espelho. O guia da balsa tem um segredo que de você vai esconder... ‘ Você é o Oráculo de Delfos. As histórias dizem que você guarda o espírito de Delfos. Descende de Delphine, a criatura dos mares. ’ A concha se fechou ao término da fala da sereia e Maeve se afastou para encarar o rosto do Oráculo de Delfos.
               ‘ A concha não importa, o que tem dentro deve ver. ’ Repetiu a linha. ‘ Você entendeu, muito bem. Poucos entendem. ’ Não era o que havia dentro da concha de Delfos, mas o que havia dentro da concha de Maeve; por detrás da sua casca, da sua imagem, o que havia? Uma garota que, por mais que fosse cheia de Cs e Ds, possuía um conteúdo muito vasto; alguém que sabia as histórias dos mares como nenhuma outra criatura poderia pensar em conhecer. ‘ O que você quer de mim? ’ A indagação da criatura fê-la inspirar algumas vezes, sem saber o que perguntar. Estava diante do Oráculo dos Mares; poderia perguntar qualquer coisa! Mas, ainda assim, mantivera-se no que fora perguntar. Só teria uma chance. Talvez, no futuro, voltasse para conversar com ele — se é que estaria ali.
               ‘ Como faço para encontrar os desaparecidos? ’
               ‘ O que você quer é uma questão de difícil resposta. Você não encontrará nada concreto, mas uma pista. Deverá ir para as Profundezas do Desespero e encontrar o Espelho da Neblina. Para encontrar o Espelho da Neblina, terá de confiar em si mesma e terá de fazer um sacrifício. ’ Afirmou a criatura, piscando para que Maeve compreendesse o que estava lhe dizendo. ‘ Que tipo de sacrifício? ’ Indagou a sereia, esticando-se um pouco mais para frente. ‘ A Profundezas do Desespero são perigosas e necessita de uma forma subaquática que é provida por tentáculos e não por uma cauda. Para conseguir chegar ao Espelho da Neblina, você terá de desistir da sua cauda e trocá-la por tentáculos. ’ Meio segundo se passou entre a informação e a fala de Styaliani. ‘ Eu não quero trocar minha cauda! ’ Respondeu num rompante, negando-se. Embora sempre tenha dito que odiava a sua versão sereiana, aquela ideia lhe trouxera pânico. ‘ Você não odiava sua cauda? ’ Indagou o Oráculo, fazendo com que a sereia se calasse. Touché! ‘ Mas, caso mude de ideia... ’
               A concha se abriu novamente. Desta vez, possuía em seu interior um colar de pérolas roxas. ‘ Com este colar, você poderá desejar tentáculos no lugar de sua cauda. As pérolas ficarão pretas ao fazer. Se estiver na forma humana quando todas as pérolas voltarem para o roxo, recuperará sua forma sereiana. Se não, será sempre uma cecaelia. ’ Afirmou o Oráculo antes de retornar para a superfície, deixando a sereia com o colar e um caminho para percorrer em busca do Espelho da Neblina. Por muito tempo, desistir de sua cauda para ter tentáculos fora seu sonho; se ela ao menos pudesse trocar! Todavia, agora, diante da possibilidade real de fazer tal barganha, a sereia se encontrava estática, sem uma resposta.
               O caminho para as Profundezas do Desespero era incerto, mas conhecido por um dos cidadãos dos mares. Assim, não tivera problemas em se dirigir através dos corais e recifes, aprofundando-se nas águas que tanto conhecia. A barreira de Merlin poderia vir a ser um problema, todavia, não era como se estivesse indo em frente, mas cada vez mais profundo. Percebia que se encontrava completamente longe da superfície ao notar que a luz solar fora perdendo a sua intensidade. A visão, aos poucos, se adaptava a pouca iluminação.
Em uma conversa com Fa Meili, dissera para a chinesa que estava acostumada com as profundezas, todavia, jamais estaria acostumada com as Profundezas do Desespero. Muitos que foram para o local, jamais conseguiram retornar e Maeve, embora soubesse o caminho, jamais se aventurara para as águas mais sombrias e temíveis dos Sete Mares. Procurava manter-se otimista, no entanto; sabendo que estava prestes a ver o que ninguém mais tinha visto. Talvez sua mãe ou Tritão, mas eles eram personagens mais velhos do que ela. De sua geração, seria a primeira e isso era motivo para Úrsula se orgulhar. Ou, ao menos, mantinha o pensamento positivo ao se adaptar cada vez mais a escuridão ao redor.
               Estava nadando há quanto tempo? Não sabia. Todavia, parecia que jamais chegava ao túnel que disseram haver para que se chegasse às profundezas. Maeve estava ligeiramente cansada, embora um tipo diferente de cansaço; algo mais mental do que necessariamente físico. A atlântica, por fim, parou, olhando ao redor para saber onde estava. Bem, não fora decepcionante ao constatar que não estava em lugar algum. Havia água e mais água ao seu redor, mas nenhuma criatura ou...
               ‘ Eu quero tchu! Eu quero tcha! Eu quero tchu, tcha, tcha, tchu- Hey! É feito observar um peixe-quimera limpando sua casa! ’ Ouviu a repreensão de um peixinho verde e amarelo que parecia falar pela cabeça. Estava se lavando com uma anêmona. Que curioso! ‘ O que você acha que tá fazendo, sereinha? Nossa, mas sua cauda é linda, deixa eu- ’
               ‘ Não! ’ Maeve se afastou. Peixes-quimera eram extremamente venenosos. ‘ Você acha que eu sou trouxa? Tu vai me envenenar. Eu caio dura no chão e você come meu corpo! ’ A jovem repreendeu o ser marinho, olhando-o com as pálpebras apertadas.
               ‘ Sua cauda já está toda lascada, não faz diferença. Mas não respondeu minha pergunta. Vir pras Profundezas do Desespero é literalmente a decisão mais estúpida que alguém pode tomar. ’ A expressão da sereia se modificou: os dentes foram expostos e um guincho escapou pela garganta. ‘ Calminha, deusa guerreira. Eu não tô te chamando de estúpida. ’ O peixe nadou para perto de Argyris, mas não a tocou. ‘ E aí, garota? ’
               ‘ Eu quero falar com o Espelho da Neblina. ’
               ‘ Você sabe que não vai chegar lá com essa cauda, não é? Ninguém passa pelo Fosso do Desespero com uma cauda. Tem de ter força. Desculpa, deusa guerreira, mas essa sua cauda é delicadinha demais. ’
               ‘ E eu não pedi sua opinião. Você é o peixe-quimera sábio dos mares agora? ’ Cruzou os braços sobre o peito, olhando para o peixe abissal em expectativa. Não a culpe por sua irritabilidade; estava começando a se cansar de uma busca que não dava a lugar algum!
               ‘ Não. Só vivo aqui e vejo muita coisa. Pode continuar descendo, inclusive. Mas se quiser companhia, vou com você, deusa guerreira. ’
               ‘ Acabou de dizer que não pode ter uma cauda para ir. Se com cauda eu não vou, você com esse corpinho não passa. ’ E contra fatos não há argumentos. O peixe não comentou mais nada, todavia, Maeve não sabia para qual lado descer. ‘ Mas eu te conto o que descobrir se me levar à entrada do Fosso. ’ Os olhos jabuticaba tentaram denotar a sedução, tal como a hipnotize estava empregada em seus dizeres. É claro que a criatura abissal a acompanharia.
               A descida de mais alguns quilômetros ocorrera de forma silenciosa. Maeve, então, acabara chegando em um fosso cuja luz não emanava, sua visão se acostumando minimamente. Era capaz de discernir formas, mas incapaz de chegar à conclusão acerca das cores; era como se enxergasse vultos, em verdade. ‘ É aqui, né? ’ Os olhos vagaram para o fosso diante de si. Teria de nadar através dele para chegar ao Espelho da Neblina. Oh, certo.
               Argyris começou sua caminhada, sentindo a pressão naquele fosso maior do que o esperado, embora não incômoda totalmente. Continuava nadando, sem olhar para trás ou para os lados, embora fosse possível sentir que não estava sozinha. Além, é claro, de ouvir o silvo de algo sempre passando perto demais de sua cabeça. Confiar em si mesma. Ela poderia fazer isso. Confiar em si mesma para chegar ao Espelho da Neblina e descobrir o que quer que estivesse à sua espera. À medida que nadava, porém, a pressão crescia, tornando-se mais difícil chegar ao seu destino. Mas desistir não era uma das suas opções.
              Era capaz de vislumbrar a luz no final do túnel quando sentiu um aperto em uma de suas barbatanas. Ao lançar o olhar para ver do que se tratava, percebeu que algo se prendera, puxando-a para o lado direito. Ao tentar nadar, porém, a sereia sentiu que o aperto se intensificou. Sacudia-se, mas anda realmente era funcional. Aos poucos, notara que se afastava da saída do fosso, sendo feita refém de sombras que eram incapaz de ver. Apenas quando o corpo fora envolvido por uma das formas, sendo capaz de tocá-las, fora capaz de discernir a textura. Tratava-se de uma espécie marinha de uma planta que se encontravam no mais profundo dos Oceano, alimentando-se de qualquer ser vivo. Eram como plantas carnívoras, mas não havia realmente uma forma de matá-las. Tentou se soltar, mas acabara se prendendo cada vez mais. A única coisa capaz de lutar com as algas era...
               Procurou livrar o próprio braço, tocando as pérolas roxas com a mão livre. ‘ Eu quero trocar minha cauda por tentáculos. Cauda por tentáculos. ’ Um brilho incandescente fê-la fechar os próprios olhos, percebendo guinchos aqui e acolá de criaturas acostumadas à escuridão. Quando o brilho diminuiu, sentiu o corpo diferente, percebendo que já não possuía mais sua cauda. O que foi que eu fiz? Constantemente repetia em sua cabeça, todavia, preocupou-se em se livrar dos apertos da planta marinha e carnívora. Cada tentáculos — e possuía oito — envolveu-se em uma pétala gigante diferente, empurrando-a com força para que o topo se abrisse. Como era característico para os cefalópodes, era capaz de produzir e liberar uma tinta que confundia os predadores. No caso da cecaelia, era o suficiente para desnortear qualquer um em contato; o suficiente para tornar o aperto em seu corpo mais leve, livrando-a da planta. Um de seus tentáculos fora puxado, mas a Styliani rapidamente, se livrou, nadando para a sua luz. No caminho, obviamente, fazia a incidência de tinta aumentar, causando desconforto nas plantas para que, em sua volta, passasse sem problemas. Havia uma cortina de água escura diante de si, fazendo com que ela, ao atravessar a boca do Fosso do Desespero, tenha levado consigo pigmentos de tinta preta, olhando para trás ao perceber que estava livre.
               Passaram-se alguns segundos encarando o local de onde viera até perceber que a luminosidade ao seu redor mudou. A claridade não a incomodou, entretanto, olhar para os novos tentáculos sim. A cor era a mesma, tal como era capaz de visualizar as marcas causadas por Fa Qi Liang, entretanto, não parecia consigo de fato. Sentia deslocada, como se sua consciência estivesse em outro corpo. Styliani não se demorou em observá-los. Rapidamente buscou o que estava atrás de si, atentando-se no que parecia o crânio de uma criatura há muito tempo extinta. Era branco como marfim e de seu interior uma luz intensa emanava, revelando uma ostra branquíssima tal como a lã no centro. Aproximou-se com cautela, rondando o objeto como se esperasse que se abrisse ao notar a aproximação de alguém.
               ‘ Quem está aí? ’ Indagou uma voz que não a sobressaltou, surpreendentemente.
               ‘ Maeve Styliani Argyris. A filha de ’
               ‘ Úrsula. Eu sei quem você é. O que você quer aqui? ’ E, ao proferir o questionamento, um peixe ligeiramente gorducho saiu de uma pequena caverna. Parecia ser a caverna construída para que fosse a sua morada. Indagou-se se a criatura passaria a eternidade guardando o Espelho da Neblina.
               ‘ Eu quero saber onde posso encontrar uma pista sobre os desaparecidos do Instituto Aether. ’ Proferiu. Ao aproximar-se de si, porém, a criatura possuía uma expressão reticente.
               ‘ Você veio de tão longe para perguntar isso? O Espelho concede uma única resposta por toda a sua vida. Não terá como voltar e perguntar novamente. Vai desperdiçar sua única chance com uma pergunta como essa? Pode saber qualquer coisa: se será protagonista de seu conto; se vai recuperar sua cauda... ’ Argyris pressionou os lábios diante daquilo. Sempre almejara ser famosa em seu conto; ser a protagonista era tudo para si e saber se iria conquistar isso, bem, poderia dizer-lhe se estava no caminho certo. Poderia saber agora. Ao mesmo tempo, descobrir que não seria poderia decepcioná-la por sua vida! Ademais, não voltaria com o que sua mãe quisera e... Tinha uma chance ali. Uma chance real de saber algo que ajudaria outra pessoa além de si mesma. Havia dado algo valioso para si em troca daquela aventura! Não que fosse preocupada com qualquer pessoa além dela, mas, ali, parecia cada vez mais ponderativa quanto à possibilidade de descobrir algo real. No mais, sabia que poderia utilizar a tal pista ao seu favor --- e o faria ---, tal como Úrsula gostaria dela caso voltasse com algo concreto. Se trocasse pela informação do seu futuro, talvez estragasse as chances reais que havia de fazer algo que sua mãe iria reconhecer.
              O tempo em silêncio fora compreendido pelo peixe, afinal, era uma decisão difícil. Uma única pergunta em toda sua vida. Saber onde estava o pobre Jason Bee ou saber o que era seria sua vida. O Narrador só poderia estar de brincadeira por confiar nela para tomar aquela decisão da melhor forma! Sua mãe constantemente dizia que era burra e estúpida, que não fazia nada certo, então por que faria agora? Por que confiaria em si mesma para tomar a decisão que seria, no final, a que o Narrador veria como a correta? A que mudaria a sua história.
               ‘ Eu ’ parou. Esperava não se arrepender daquilo. ‘ Eu quero encontrar qualquer coisa que me leve aos desaparecidos. O meu futuro ainda vai me esperar e eu irei vivê-lo, mas talvez os aprendizes não tenham um amanhã. ’ E ao proferir aquilo, arrependeu-se profundamente, mas já era tarde.
               O peixe passou por si, soprando contra a ostra que se abriu, revelando uma superfície espelhada. Alguns segundos em silêncio e fora capaz de contemplar uma neblina emanando da pérola em seu interior. Seus olhos seguiram para a névoa, mas rapidamente se voltaram para o Espelho. A imagem era um pomar onde diversas frutas estavam espalhadas, entretanto, não era acima d’água, mas dentro da mesma; ela sabia onde isso ficava! Mas a imagem não acabara. Os olhos da garota focaram no pergaminho dentro de uma esfera cristalizada.
               ‘ É onde encontrará o que procura. ’
               Maeve estava perto de sair, fazendo o caminho inverso, quando a imagem tremeluziu, revelando algo adiante lhe chamou atenção. Olhando para si, envolto em neblina, dentro do Espelho, o Tridente de Poseidon se mostrava para si. Reconhecia o local, afinal, estava nele. Ao levantar a cabeça, percebeu a arma forjada para o antigo rei de Atlântica. Era o que sua mãe queria em mãos e estava diante de si, embora soasse-lhe como uma miragem demasiadamente sedutora.
               ‘ Isso é... Real? ’ Indagou, aproximando-se do objeto. O Rei Poseidon fora o mais lendário dos governantes; também seu avô. Mas não obtivera resposta. O primeiro ímpeto foi, de fato, tocar o tridente, mas se arrependeu no instante seguinte. O choque que lhe percorreu o corpo só não era maior do que a incidência da voz em transe da criatura atrás de si.
A meio atlântica às Profundezas do Oceano descerá E com a cura voltará As filhas de Poseidon à caverna dos pesadelos devem seguir E uma na outra confiar Para a maldição de ambas se encerrar
              Ao soltar o Tridente, este desapareceu e Maeve curvou-se, sentindo a mão que tocara a arma do rei queimar. Ao olhar para a mesma, percebeu que, agora, possuía as letras do que ouvira gravada em sua mão, como se o objeto tivesse se derretido ali. Ao olhar para trás, encontrou-se sozinha novamente. Era melhor ir embora daquele lugar de uma vez.
              Ao pegar o peixe-quimera no caminho, precisou controlar o ímpeto alheio para não comentar sobre seus tentáculos. Mas é claro que o peixinho tinha muito o que dizer, mas, como prometido, acabara lhe contando o que fariam.
              ‘ Vamos aos Campos Elísios. ’
                                                                         ***
              Os campos Elísios se tratava de um grandioso pomar onde diversas frutas se encontravam. Foi criado em uma fenda que dizem ter sido atingida por um raio — e daí o nome —, porém, nada realmente certo. Era apenas uma nova história que Maeve conhecia aleatoriamente sobre seu reino. A aprendiza se aventurou pela fenda com um pouco de dificuldade, afinal, os tentáculos eram espaçosos demais. Ao conseguir passar, encontrou-se diante de campos floridos e as mais estranhas frutas. Foi ao ouvir um silvo diferente que ela pode tocou o colar. Ao lançar as pérolas diante da face, pode ver que duas das três pérolas se transformaram novamente, assumindo a coloração arroxeada. Sim, precisava se apressar. E possuía muito tempo de nado para voltar à superfície.
              Por dentro da fenda, poderia ser capaz de contemplar quase um outro mundo. Diversas frutas, das mais diversas cores se encontravam ali. Era quase o paraíso, se é que existia algo assim. Mas, caso fosse esquecida, não se importaria em ser enviada para aquele lugar.
              ‘ Estamos procurando o quê, gata guerreira? ’ Indagou o peixe-quimera.
              ‘ Uma esfera perolada com um pergaminho dentro. ’ ‘ Ah, então é aquela ali. ’ Indicou com o dedo para a esquerda. Sempre a esquerda!
              Os olhos da aprendiza focaram na esfera que vira no Espelho, aproximando-se e tocando-a com um dos tentáculos. Obviamente, tinha uma pegadinha. Sentiu o choque no mesmo instante, queimando a ponta do tentáculo, mas sabendo que, ao tocar, era capaz de abrir uma pequena fissura.
              ‘ Espere um momento... ’ O peixe-quimera proferiu, rodeando a esfera enquanto a analisava. Não acreditava que aquele peixinho seria realmente útil até que se provara de grande ajuda em sua aventura. ‘ Me dê suas pérolas. ’ Pediu ao esticar as finas barbatanas.
              ‘ Espera, o quê? Preciso disso para virar sereia e humana de novo! ’ Recusou-se, colocando a mão sobre as pérolas. Caso desse para ele e falhasse, jamais retomaria sua forma sereiana.
              ‘ Olha, garota, eu sei, mas esse campo só vai se dissipar se colocarmos algo duro o bastante para suportar sua carga por um tempo. Esse campo não foi feito de raio atoa. Ou você me dá isso ou veio em vão. ’ O peixe respondeu impaciente, deixando-a pensativa por um momento. Era essa sua escolha? O seu sacrifício? Desistir da sua vida como sereia em prol daquela resposta? A pior parte era que, mesmo sabendo o que estava prestes a fazer, a sua decisão já havia sido tomada.
              ‘ Mas. ’ Comentou a garota, olhando para os tentáculos. Tudo bem, não eram ruins, mas não era ela. Não era quem gostava de ser. No entanto, talvez o colar não se quebrasse como imaginava... Oh, bem, imaginou errado. Torceu, é claro. Quando o peixe-quimera colocou as pérolas no lugar exato para abrir uma fenda que possibilitou a bruxa a pegar o pergaminho, pensou que daria tempo de retirar o colar, mas segundos mais tarde, ele se desfizera, juntamente com a sua oportunidade de retornar para a forma sereiana.
              Passaram-se alguns bons minutos com Maeve segurando o pergaminho sem lê-lo, olhando para seus tentáculos enquanto contemplava os restos do colar. Oh, certo, ela odiava ser uma sereia no geral. Os poderes limitados, o modo como a água era sempre um problema, ou até mesmo o preconceito que existia em Aether para com outras criaturas. Caso fosse uma cecaelia, sua vida teria sido muito mais fácil, porém, ao contemplar os tentáculos agora, sabendo que ficaria assim — e sem mimetismo — a aprendiza não conseguia deixar de pensar em como aquilo era tudo, menos reconfortante. Naqueles minutos contemplando seus tentáculos, descobriu que amava a vida acima d’água e até mesmo sua cauda. Era deslumbrante, diferente, dava-lhe acesso a todos os locais do Oceano. Não, ela não queria ser uma cecaelia como sua mãe. Ela queria que Úrsula gostasse de si, queria ser amada pela Bruxa do Mar, e se fosse possível se transformar, faria, mas não queria realmente ser.
              ‘ Você pode comer a fruta que revela seu verdadeiro eu. ’ O peixe se aproximou, sem tocar na cecaelia. ‘ É aquela dourada. Dizem que se você comer, ela vai revelar quem você é de verdade. Mas precisa de uma Bruxa ou uma Fada das Águas para fazer o feitiço. ’ Bom, Maeve conhecia várias bruxas, só precisava de uma delas. E, no final, não custava tentar, não é? Entretanto…
              ‘ E se o meu verdadeiro eu for igual a minha mãe? Tentáculos, e não cauda. E se eu não puder voltar a ser humana novamente? Tá, eu nunca trocaria minha cauda por humanidade, como a Ariel --- ela foi burra sim! ---, mas… Eu gosto de ser humana na medida que eu posso. Gosto de fazer parte do mundo humano. ’ Os ombros caídos enquanto observava a ação do peixinho. Ele possuía pouco mais de quarenta centímetros, nadadeiras amarelas enquanto seu corpinho era em tom verde neón. A característica marcante, certamente, encontrava-se em sua boca: esta se encontrava em seu crânio. O peixe-quimera, com dificuldade, retirou uma das frutinhas dourada de seu ramo, voltando-se para a sereia.
              ‘ E será realmente tão ruim? Você ainda será você. Uma deusa guerreira. ’ Aparentemente, o peixe-quimera possuía uma grande capacidade de bajulação. ‘ Você foi às Profundezas de Mítica para saber sobre pessoas que nem gosta tanto, enfrentou o Fosso do Desespero e sabia sobre os Campos Elísios. Você pode ser louca por fazer tudo isso, mas fez. Essa é você --- e não conquistou isso por causa de tentáculos ou cauda. ’ Caso alguém indagasse acerca do que ocorrera naquele momento, negaria até a morte. Mas a verdade é que, diante de palavras tão bonitas acerca de si mesma, os olhos de Agyris preencheram-se de lágrimas. Oh, não.
              Fungou, fingindo que nunca passara por si tal emoção. Sereias eram capazes de controlar as lágrimas até mesmo no luto. Todavia, diante de emoções positivas, era incapaz de não sentir-se verdadeiramente emocionada.
                                                                           ***
              Quando retornou para a superfície, o tom azulado que vira ao partir fora tomado pela escuridão. Estrelas brilhavam intensamente, indicando a parte alta da madrugada. O tempo realmente passara como imaginado, tal como sua mochila continuava à beira do cais. Entretanto, não estava sozinha --- e percebeu tardiamente que não estava. Apenas quando Ophelia exclamou seu nome é que notara a presença da fada. Ela esteve sentada na beirada, com os pés dentro d'água, até a chegada de Maeve.
              ‘ Ih, ala, é a fada que você falou. Ela tem jeitinho de gata guerreira também. ’ Não era capaz de cutucar o peixe pela sua falta de educação, mas batera na água para lhe chamar atenção. ‘ Eu falo o que vejo, deusa guerreira. ’ A mandíbula, que se encontrava perto do crânio, travou; o peixe-quimera estava contrariado por ser repreendido.
              ‘ Ele não tem contato com seres humanos, não tem modo para agir. ’ A cecaelia abriu um sorriso exausto. De fato, estava exausta de toda aquela viagem.
              ‘ Ah, não tem problema. Gata guerreira parece um elogio. ’ Ela retribuiu o sorriso, mas parecia tão cansada quanto. Seu olhar caiu então para os tentáculos de Maeve, que levaram uma expressão confusa ao seu rosto. ‘ Mas Maeve... o que aconteceu com sua cauda? ’
              Explicar para Ophelia a razão por detrás dos tentáculos não fora realmente difícil, embora não tenha lhe falado toda a verdade. Maeve fora bem mais heróica do que necessariamente queria expor aos colegas, afinal, sua moral de vilã precisava ser mantida. Não que ela possuía uma grande moral em Aether, porém, era minimamente respeitada por aqueles que não queriam ser expostos no Jornal de Aether; ou sabia de vários segredos e era o suficiente para que ninguém a importunasse.
              ‘ Eu preciso de você para um feitiço. Esse peixe-quimera disse que essa fruta pode trazer minha cauda de volta. ’ Terminou sua explanação, esticando a fruta para a fada. Expectativas de algo bom acontecer? Maeve não possuía tantas assim, todavia, Ophelia era quase sua Fada Madrinha. Deveria confiar que se havia alguém capaz de desfazer aquele feitiço era a fada.
              ‘ Uh... Eu nunca tentei transfigurar alguém tão drasticamente antes, mas se você diz que isso pode trazê-la de volta… ’ Ela estudou o fruto em sua mão. Embora não parecesse confiante, sacou a varinha de condão e encarou Maeve novamente. ‘ Ok, eu preciso que você diga exatamente qual é o seu desejo. Desejo ter minha cauda de volta. Assim. ’
              Os lábios se pressionaram novamente ante a inspiração da cecaelia. ‘ Desejo ter minha cauda de volta. ’ Proferiu na direção da fada.
              Ophelia balançou a varinha e, da ponta dela, saíram pequenas fagulhas prateadas.
              Certo, talvez estivesse esperando algo grandioso decepcionando-se ligeiramente com as fagulhas prateadas. Mas, aparentemente, terminara. Era só morder.
              Styliani tomou a fruta dourada entre os dígitos, olhando-a por um momento. De acordo com a fala do seu mais novo guia, ser ela mesma não era ruim. Se possuísse tentáculos, poderia se virar com isso. E, quem sabe, não pudesse pedir a Merlin um objeto que a transfomasse de volta em humana? Ele tinha obrigação de fazê-lo.
              Com o pensamento mais positivo, Maeve mordeu o fruto dos Elísios. Era doce, quase enjoativo, mas não fez uma careta ao provar-lhe. Em verdade, preocupava-se bem mais com o que poderia ocorrer, acabando sendo surpreendida pela luz que emanava dos tentáculos, tal como o ardor. Ora, se havia algo para ocorrer, definitivamente ocorreria.
              Segundos mais tarde, quando o brilho cessou, a descendente de Úrsula já não possuía oito tentáculos pretos com manchas roxas, mas a sua tão conhecida cauda. As escamas brilhantes, as quatro nadadeiras --- duas em cada lado do corpo --- e os as manchas arroxeadas no fundo preto.
              ‘ Eu tenho cauda! ’ Comentou ao utilizar-se da pouca força que possuía em um nado até as profundezas daquela bacia do Mar Prateado, utilizando-se do impulso para fazer um arco acima da cabeça de Ophelia, cruzando o pier completamente. A retomada para água fora digna de um dez. Sentou-se no pier, esticando a cauda com as conhecidas marcas para fora d’água, esperando que se secasse. ‘ Ok, vou abusar. Pode fazer um feitiço para me secar mais rápido? Quero saber se sou humana de novo! ’ O pedido era empolgado, como uma criança. ‘ Eu desejo que você me seque! ’ Afinal, era como os poderes da fadinha funcionavam.
              Ophelia concordou e, quando Maeve fez o pedido, a fadinha apontou a varinha para ela e uma rajada de ar quente saiu do objeto mágico, deixando-a seca outra vez.
              Com perninhas queimadas de novo, mas igualmente suas, e completamente nua, Argyris colocou-se de pé, afastando-se da água para que não voltasse a se transformar. ‘ Eu nunca mais falo mal das minhas pernas, com certeza. ’ Afinal, embora não fosse poderosa como Ophelia, possuía coisas que apenas duas pernas poderia lhe conceder.
              ‘ E-eu acho que você devia me desejar umas roupas. ’ Disse Goodwyn, que, diante da figura nua de Maeve, virara o rosto avermelhado para o outro lado.
              A reação alheia fê-la lançar um olhar para o próprio corpo. Ora, não tinha problemas com a nudez, é verdade, mas sabia que em Aether era o suficiente para Merlin fazer um feitiço para que, ao se transformar, seu corpo fosse tomado por uma cobertura que escondesse os seios.
              ‘ Ah, certo. Eu desejo roupas novas. Nada de Cinderella. ’ Advertiu à filha da Fada Madrinha.
Com outro aceno da varinha, Ophelia conjurou o uniforme da Imre sobre o corpo da sereia, provavelmente constrangida demais para pensar em algo mais criativo. Guardou o instrumento mágico no bolso e, enfim podendo olhar para Maeve outra vez, perguntou: ' Isso é tudo? '
              ‘ Acho que sim. ’ Olhou para o uniforme, pegando o pergaminho. Afastou-se alguns passos para pegar sua mochila, pois precisava guardar a pista e lê-la em outro momento. Precisava pensar, também, em como convencer Merlin a trocá-la consigo por alguma coisa, pois, se havia algo que Maeve não faria, seria permanecer de posse de algo que a levaria para quem estava sumindo com os aprendizes. Tá doido? Ela jamais o faria! ‘ Boa noite, Quimera! ’ Acenou para o companheiro que voltou para as profundezas, agarrando-se ao braço de Ophelia como se a obrigasse ir para o Castelo Dillamond consigo. ‘ Me conte: o que você está fazendo do lado de fora, Fada Madrinha? ’
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noquedabadeotra · 4 years
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Tú no.
Me pones tan triste cuando sale el tema, me pone más triste saber que ni siquiera te gusta hablarlo porque siempre termino llorando. Quizás eso te haga creer que sigo siendo una niña pequeña, una inmadura. Me duele saber que si salgo a la calle y me gritan obscenidades tú no me defenderás. No lo harás. Me lo has dejado en claro varias veces. 
De igual forma comprendo que al final del día no necesitaría tu ayuda porque me puedo valer sola, no obstante, sigue siendo bastante triste. Es triste, muy triste. 
Quisiera que de verdad te interese aprender respecto al tema, que fueras como esas madres que sí se esfuerzan en entender y aceptar, que sí se sienten orgullosas de sus hijos e hijas… Pero no lo harás, no, tu no. Ya lo has demostrado. Nunca lo has dicho tampoco. Supongo que eso está bien, pero sigue siendo triste.
Ojalá me vieras con los ojos de papá, el sí se siente orgulloso de quien soy y nunca me ha demostrado no estarlo. Pero no, tu no, tu no lo harás. 
Y está bien, supongo.
Es extraña la sensación de querer lo que otros y otras sí pueden tener. Aunque sé que no soy la única en mi posición, sigue dándome pena.
Tampoco te interesa si me pongo a llorar, o si me siento frustrada, si debido a esto ya no quiera contar más contigo cuando algo pase. Ojalá lo entendieras, ojalá te sintieras orgullosa de mí, ojalá me apoyaras sobre ir a las marchas y demostrar mis verdaderos colores, ojalá apoyaras mis futuras relaciones. Ojalá no me tengas que pedir que me siga escondiendo. 
 Pero no, tú no, tú no lo harás.
04-07-2020 21:11
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larn-solo · 5 years
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«Desperté.  
La luz del alba empieza a infiltrarse por la ventana de la habitación, opacando poco a poco la amarillenta luz artificial de la calle. Intuyo que pronto sonará el viejo teléfono que ahora sólo uso como despertador, y me pregunto nuevamente para qué carajos lo tengo programado si siempre he de estar despierto antes de que suene para no despertar a nadie más en casa. Una locura más de las que me aqueja. La peor parte de la locura, es tener aún la suficiente cordura para saber que se sufre de ella. Y eso, también aplica al sentimiento de vacío y soledad. Mis ojos, acostumbrados a la oscuridad, empiezan a doler con la claridad que va en aumento. Podría estar levantado haciendo ejercicios, pero la flojera es mayor que mis ímpetus de tener un cuerpo más sano, y aunque necesito tenerlo, el hastío ya me hizo nido. Respiro con dificultad, y hago el recuento obligatorio de daños: podrían ser la falla en mis pulmones por mi adicción al cigarrillo, o el corazón, por la misma causa y mi recurrente sedentarismo, o quizás la presión arterial, pues ya no ostento la resistencia que brinda la juventud. Lo más claro en mi pensamiento es que me encuentro en la intersección de todas las causas, y si bien podría  darme un maldito infarto, prefiero seguir echado en la cama que caerme de bruces sobre el piso si perdiera el control. Mi pulso se acelera, y aún sigo recostado. Otra maldita taquicardia, y ni siquiera me he duchado ni cepillado los dientes… los dientes. Mi horrenda dentadura. Aún no estoy enfrentando a mi reflejo matutino y ya me estoy odiando. El pulso sigue acelerado. ¿Podría morir hoy? No. No tengo tanta suerte, y una vez más me será esquiva la muerte. Suspiro, no sé si por el estrés o la depresión. Quisiera por un momento que existiera un dios, para creer que la misericordia existe más allá del ser humano. Sonrío agriamente, recordando todo el tiempo que perdí tantos años rezando por los estúpidos “milagros” a los que anhelamos los mortales promedio: ganarse la lotería para no sufrir por deudas, o que tu ser querido supere ese cáncer que ahora lo tiene bajo tierra mientras el milagro nunca llegó, que nada malo haya de pasarme, cuando siempre dependió del humor del ladrón si me robaba a mí o a cualquier otro transeúnte. Sólo sé que un día, de improviso, desperté y dejé de rezar. Me robé la popularizada sentencia de Nietzsche y noté que nada mejoró ni empeoró con la ausencia divina. Debí haber dejado de creer en Él, como en el amor, desde que tuve conciencia de mi existencia, para orgullo del buen Descartes. Dos errores que me costaron demasiado tiempo perdido.
Empieza a sonar la canción destinada a ser el despertador, y rápidamente tomo el teléfono y deslizo el dedo para callarlo. Ya el pulso está normal, lo que implica que la rutina está sentada y hambrienta de mí. Otro maldito día más que ha de engordar al Olvido. Como el autómata de carne y hueso que soy, mis pies se mueven por inercia y me acerco al mueble a sacar la muda de ropa para hoy, mientras mi cabeza no se calla. No. No lo hace. Casi nunca lo hace. No saben lo desesperante que es tener ésta maldita voz, que es la mía, evaluando absolutamente todo sin descanso ni clemencia. Creo que es mi principal motivo para desear morir, aunque nadie de los que dicen quererme puedan entenderlo. Si realmente me quisieran, deberían dejarme partir, pero por algún estúpido motivo, aún me tienen atado a éste mundo.
Suicidio. Nuevamente la propuesta me llega, pero salta cual resorte de trampa el asqueroso sentido de la responsabilidad que enmascara  mi cobardía. Podría lanzarme del puente o al tren. Podría beber veneno junto con pastillas para dormir. Pensé en un momento volarme los sesos, pero con mi mala suerte, seguro no muero y quedo aún vivo pero paralítico o vegetal, que es mucho peor que morir. Pero aún no me mato… y aún no me he duchado ni cepillado los dientes y ya estoy pensando en matarme, otra  vez.
Ya se apagaron las luces artificiales afuera y el alba se apodera de todas las calles. Enciendo un cigarrillo y paladeo su asqueroso sabor en ayunas. Debería dejarlo. Lo sé. ¿Quisiera dejarlo? Absolutamente, no. Termino pronto de fumar y voy al baño. Me desnudo rápidamente y entro a la bañera para perderme en el agua que fluye. Tengo los ojos cerrados. No quiero ver mi cuerpo ni parte alguna de él. Me odio. Odio mis pies, mis manos, mis brazos, mis piernas… mi panza, mis rodillas, mi cabello, mi piel... Nadie puede, o quiere entender una condición así. “Debes pensar en positivo.”, te dicen. “Todo cambiará.”, te dicen. Yo ya no escucho mentiras, pero me siguen doliendo las verdades. Odiarme, es una de ellas. Por ello gasto más tiempo bajo la ducha. Entiendo mejor a Heráclito y el no bañarse dos veces en el mismo río. Sueño despierto, y sonrío. El agua se lleva el tiempo, mi nombre, mi vida, mi dolor. Las pocas veces que he llorado, fue duchándome, para que el agua se lleve todo, y no deje en mí ningún rastro. A nadie le gusta ver llorar al prójimo. Tenemos esa estúpida necesidad de querer estar lejos de la tristeza, cuando es algo tan natural como el defecar, pero nadie quiere saber de esa mierda, literal. Otra alarma suena, para recordarme que debo darle una pausa a mi ahora mojada locura. Me seco rápidamente y me visto. Y aunque la voz me escupe su diaria letanía por las cuales me odio, al menos ya me he duchado y me estoy cepillando mis horribles y amarillentos dientes. Regreso a mi habitación y el pequeño ritual da comienzo: colocarse y revisar que se carga absolutamente todo lo necesariamente inútil: el reloj, para medir ese concepto de teóricos físicos, la billetera conteniendo  papeles que dan la valía al alimento de hoy, y que con ceros menos terminan sin uso y con números más, pueden valer el cegar una vida. ¿Podría pagar por un sicario para que me mate? No. Aún están persistentes mis cobardes obligaciones familiares. Sigo pensando en morir y aún no he desayunado.
Salgo hacia el trabajo y el calor de verano me golpea sin aviso, y después de unos pasos ya estoy sudando. Y maldigo. Mi ducha diaria siempre termina hecha una pérdida ante el calor inclemente… y mi sudor ya está empapando mi rostro. Y me odio por eso. Veo a la gente alrededor caminar con frescura sin problemas de sudor. Eso me pasa sólo a mí, con éste cuerpo defectuoso que cargo y que odio. Apuro el paso y tomo el bus, en el cual casi nunca encuentro un asiento vacío. Busco siempre estar cerca de una ventana. El calor me sofoca. La gente me sofoca… Y el segundo ritual del día comienza: veo a otros tipos más altos, y quisiera tener su talla. Veo algunos de atlética figura, y quisiera tener su figura. Veo hombres que roban las miradas de las mujeres, y quisiera que alguna me viera así, y no con desprecio. Porque nací feo, y moriré feo. La estética nunca fue de mis virtudes. Lo único positivo que poseo, si algo tengo, es portar un decente intelecto. No tan erudito para entender física cuántica pero no tan bajo para no saber quién fue Atila, el Huno. Y de mis auto–desprecios estéticos me preguntó en qué se fijó mi ex esposa en mí, o algunas de las mujeres que conocí antes. Quizás tenían un complejo de enfermera, o quizás fui su buena acción en la vida. Quizás fui el acto de misericordia para limpiarse de esa mierda que llaman Karma o quizás se cruzaron conmigo durante ese ataque de pánico que posee la soledad. Aún me quedan quince paraderos, y sigo odiándome más.
La máquina tatúa sobre la acartonada tarjeta el inicio de las labores. O mejor dicho, de los problemas. No importa cuál sea la novedad: resolver un pago, ver un despido, coordinar una reunión… no importa. Si lo piensas bien, sólo son problemas por resolver. Cada puto día, sólo es un problema más, al cual el prójimo se encarga de empeorar de manera tozuda, con increíble eficiencia. Compañeros ineptos que dejan las tareas mal hechas. Gente irresponsable que prefiere no hacerlas. Todos prefiriendo ocuparse de vidas ajenas. Y sólo un imbécil que quiere tener las cosas perfectas. Demás está decir, quién es el imbécil. Y ya me estoy odiando otra vez, y todavía no he acabo el reporte de la semana.
Un tímido mensaje aparece en el teléfono. Es ella. Y sonrío. Me tomo unos minutos y no le respondo. No tengo nada en su contra. Al contrario, no le respondo en esos lentos minutos para contener cualquier sentimiento que pudiera sentir por ella. No tenemos ninguna relación salvo la de amigos y mi cabeza no me deja en paz, sacando de la nada la lista interminable de motivos por los cuales no podemos estar juntos. Y sonrío.  Recuerdo que el otro día me dio un ataque de celos… por su novio. Sí. Así de estúpido soy. Así de estúpido es tener que sentir. Bendita sea la insana locura de mi jamás callada cabeza, que me recuerda por qué no puedo estar con ella… o con alguien. Le arruiné la vida a mi ex esposa gastando su juventud a mi lado. No pienso dañar a nadie más. Si al menos he de morirme haciendo un bien, que sea ése. Y estoy pensando en morir, y aún no le he contestado. Respiro profundo, y me alegro de leerle tan feliz. Se lo merece. Un sentimiento sincero que puedo dejar fluir libremente, porque no puede dañarla, sólo asesinar cualquier sueño o esperanza vana en latir.
He retornado a la habitación. Detrás quedaron los informes, los buses sin asientos, todos los hombres mejores que yo y todas las miradas que jamás se posarán sobre mí. Detrás dejé el amor que nunca tendré, y contestaré a alguna amistad caritativa, que pregunta cómo estoy, para decirle en flemático tono que estoy bien y que sigo vivo… que aún no he muerto, para que respiren aliviados de no tener una tristeza más que enfrentar. Y sigo hablando de la muerte, aunque todavía no he ido a dormir.
Reviso si el viejo teléfono tiene batería suficiente y que la alarma está programada correctamente. No quiero despertar después de su sonido. Mañana será otro día para repetirlo como éste. Apago las luces y repaso todas las cosas que quise y quiero, pero jamás tendré: como ya no despertar más y que la alarma despierte a todo el mundo, menos a mí. Y estoy pensando nuevamente en morir, ante el castigo cotidiano de tener que vivir.» © Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ Lima/Perú • 27/feb./2020
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hisprettysleeper · 4 years
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Hay que aprender a desaprender.
No es contradicción, es enmendarse.
No todo lo que se ve es realidad,
no todo lo que se escucha es la verdad
Debemos aprender que no todo lo que se enseña nos hace crecer.
-Cultura Profética.
¿Se puede ser víctima y cómplice del machismo al mismo tiempo?
Mis mamá y mi papá se casaron a la temprana edad de 25 y 23 años, mi mamá es mayor que mi papá, yo fui la primogénita. No eran tan conservadores pero recuerdo que ambos sufrían desde que yo era pequeña, podría decirse que sufría por sus hijos (en ese entonces éramos dos, ahora somos tres), no era por tenernos o que fuéramos el problema sino que temían que algo nos pasara, temían una violación, un secuestro, cosas que las papás temen que les pase a sus hijos, en mi caso hasta un embarazo que pues en menores de edad, bendición, bendición, no es.
Además de otras cosas que frustran a los padres es la difamación (sin importar que sean conservadores o no), que les digan que sus hijas andan con uno y con otro, que las ven que cambian de novio cada mes (cosa que la gente asume porque no sabe si solo son amigos. ¡Sí doña chonita! una mujer y un hombre pueden ser amigos), cosas que nos deberían de valer verga a nosotros, (mamá y papá deciden que importancia le dan) pero, así como en mi pueblo, nos encanta el chisme y pues nos ponemos a ver qué pasa en la vida ajena. Y la mayoría de veces a quienes "se nos ensucia" es a las mujeres.
Conforme pasaba el tiempo pues iban bajándose las restricciones, un año más, un permiso más, un poco más de tiempo para pasar fuera de casa y hasta me pasaba porque pues, adolescente cagandola.
Algo que tenía prohibido era tener novio, podía salir a ver películas, a tomarme un café y a jugar fútbol cada semana pero no podía tener novio, y hasta cierto punto obedecía además que no tenía muchos pretendientes o pretendientes que me gustaran, y cuando me gustaban y casi se iba a dar algo resultaban siendo novios de alguien más. Casual.
Al pasar el tiempo, luego de varias decepciones de ilusiones, porque realmente no me había enamorado, porque alguien te puede gustar físicamente pero a los 14 años no conoces ni un 10% de lo que es esa persona. Por mi parte fingía ser alguien para gustar, para encajar, aunque negaba rotundamente que deseaba aceptación.
Había pasado por más problemas entre amigas que por un tipo, es decir, "mis amigas" decidían que ya no me iban a invitar a salir o hablar porque, no sé, jaja no teníamos conocimiento ni práctica en la comunicación asertiva para poder saber que hice mal o que querían que cambiara de mí, ni menos tenía la oportunidad de decirles que me cagaba de ellas. Típicas amistades que siguen pero siempre hay malos entendidos porque nadie se atreve a hablar sin insultar, porque para tirarnos mierda si éramos buenas.
Tenía una camarada, de esas que son buenas para el desmadre y pues me tenían prohibido salir con ella, pero andaba en mi papel de madre Teresa dando oportunidades a quienes decían que no las merecían, pajas, era para llevarle la contraria a mi mamá. Una tarde estábamos en una fuente en el colegio super-hiper-mega evangélico en el que iba a perder la mayoría de mi tiempo. Sucede que a mi camarada alguien le dijo como ver cuándo perdiste tu flor, el tesorito, la virginidad pues, venía con ese cuento desde primaria y en básico no podía faltar. Me dijo que viera a fulanita que por como caminaba se veía que "ya", porque estábamos tan desinformadas que ni sabíamos cómo expresarlo. En fin esta chamaca se inventaba de todo para llamar la atención y ahí estaba la babosa de la Sofía escuchando sus estupideces.
Paso un tiempo y como les dije, no era buena con la comunicación asertiva y en vez de decirle: "me voy a alejar de vos porque sos problemática y juntas somos peor", solo me alejé. En venganza mi ahora, ex-camarada, fue a contarle a fulanita que yo había dicho que ella "YA". Para que quise, fulanita llorando, se quejó con sus amigas mayores y que fueron a amenazarme de que me iban a golpear por lo que dije de ella. Cuando me estaban alegando yo, educadamente respondí: "No fui yo, fue esa tu madre que tenés atrás." Sí, ahí estaba mi ex-camarada, echandole leña al fuego. No, no me golpearon. Se quedaron dudosas de las acusaciones y me libré. Ahí sí, agradecida con el de arriba mil veces.
El punto es que esas acusaciones dañaron mucho a fulanita y con toda la razón, se estaba comentando de su cuerpo, de su intimidad. No use la información en su contra pero tampoco la defendí ni me opuse a escuchar, tenía curiosidad, era normal y muy fácil hablar de otras mujeres. Alguien sin experiencia viene y levanta suposiciones de "como cambió su cuerpo" sin ni siquiera ser su amiga, pero si teniendo los ovarios para atacarla.
Realmente fue un problema aislado, no se enteró toda la clase, ni nada por el estilo, pero a la víctima si le afectó. Pasaron muchos años para darme cuenta que entre mujeres pasa mucho esto, que yo fui cómplice de algo muy grave, que de haberse denunciado podría haber llegado hasta un proceso legal, hasta esclarecerse y dar apoyo a la persona afectada.
Al pasar los años fulanita se me acercó y me pidió perdón por inculparme de lo que se dijo en su contra, no sé cómo pero creo que mi ex-camarada le pidió disculpas y le dijo que había sido ella (o eso quiero creer). En su momento me sentí liberada, ahora estoy decepcionada de mí, tampoco era mi culpa del todo, no nos daban educación sexual así que solo repetíamos lo que escuchábamos en nuestras casas o en la calle.
Es inevitable escuchar y contar chismes, más para los que la lengua se nos descose si mencionan algo que vimos o que escuchamos. La cosa es como usamos esa información, si solo queda como experiencia para no tropezar con la misma piedra o como piedra para lapidar a la persona de la que hablamos.
Además que se nos educa para ser la mujer ideal que en vez de autocriticarse, tiene que juzgar primero a la vecina, a la amiga, a la maestra, ver quién es más gorda o más flaca, más atractiva o más cae bien. Peleamos con la novia del cacas, en vez de advertirle que tenga cuidado porque el pendejo es más inestable que viga con polilla.
No somos monedita de oro para caerle bien a todo el mundo pero hay algo que se llama sororidad, es solidaridad entre mujeres, se emplea generalmente en un contexto de discriminación sexual. Podemos ser solidarias entre nosotras, ponernos en el lugar de la otra y pensar que hay algo más allá de lo que dice y lo que hace, no quiere decir que todas vamos a andar de la mano brincando por hermosos valles, NO, no todas nos vamos a llevar bien pero no quiere decir que nos debamos atacar. Me refiero el hecho de aceptar que somos diferentes pero somos mujeres, que hemos pasado por algún tipo de acoso cibernético, acoso en la calle, nos han tocado sin nuestro consentimiento, hemos hablado mal de otras, nos han dicho: putas, fáciles, que si no nos da vergüenza decir malas palabras, que nos vemos mal maquilladas, que esas no son horas para andar en la calle, que se nos ven mal los piercing y los tatuajes, somos cuestionadas por nuestra vida sexual y reproductiva y un sin fin de cosas. Créanme que más de algo hemos pasado similar y es feo saber que muchas hemos pasado por esas mismas situaciones incómodas. Tenemos la oportunidad de mejorar cada día. No quiere decir que yo esté absuelta de todo lo que alguna vez dije, ya he tenido confrontaciones y sé que aún las tendré. Mis actos tendrán consecuencias y estoy dispuesta a afrontarlas.
Si sos menor de edad, no tomes bandera y creas que atacar a tus papás por sus pensamientos conservadores es la solución, hay algo que se llama comunicación asertiva y podes empezar poco a poco, haciéndote escuchar de manera pasiva, llegar con insultos y gritos no es la solución para que te comprendan. Empezá cambiando la visión que tenés de otras mujeres, ya no te compares, solo podés ser la mejor versión de quién fuiste ayer.
Así como podemos aprender muchas actitudes tóxicas podemos desaprenderlas, el cambio empieza en nosotras, en poner nuestros límites, en hacer lo que queremos sin dañar a los demás y sin dañarnos a nosotras mismas.
Tenemos la oportunidad de retractarnos, no todo lo que decimos queda escrito en piedra, seamos conscientes que las y los demás no tienen por qué soportar nuestras actitudes tóxicas como nosotras tampoco debemos soportar las de los demás.
Podemos dejar de ser cómplices del machismo, podemos ser más humanos.
Este blog es más dedicado a como podemos dejar de ser machistas como mujeres en un sentido muy básico, en el siguiente espero poder hablar de cómo, según mi perspectiva, afecta el machismo a los hombres.
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Imagen de Instagram: lorrainesorlet
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alexalma · 5 years
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#1: Stephanie Salas
Como empezar...
Yo conocí a esta chica en UNITEC, cuando todavía yo no iba ahí y visitaba a mis amigos un día la vi y pensé wooow que bonita esta, pregunte a uno de mis amigos que quien era y ya me dijeron quien era. Ella tenía ondas con mi amigo Tavera, en ese momento lo deje pasar pero no me imaginaría lo que me esperaba.
En el cumpleaños de Paco; Tavera estaba contando que esta chica le gustaba un buen y que se la quería chingar hahaha, yo en realidad no me importó porque no la conocía, aunque ahora admito que ya cuando anduvimos si me incomodaba el hecho de saber que ella había tenido algo con mi amigo Tavera
Pasaron algunos meses y dejaron de tener ondas, me apareció en facebook y le envié solicitud, empezamos a hablar y me agradó, antes teníamos platicas muy buenas, no nos conocíamos y hablar de equis cosa era muy divertido e interesante, aunque nunca he sido bueno para hablarle a las chicas creo que de alguna manera hice algo bien
Ella para esto tenía como ondas con un wey que yo conocía en la primaria hahaha pero pues a mi me empezaba a gustar, así que quedamos en un día la fuera a ver a UNITEC, fuí y me daba demasiada pena hablarle, la ví y fue como chale que hago hahaha, me hice imbécil unos minutos y después no recuerdo si Lizzie me habló o yo me acerqué pero el punto es que hablamos (muy poco en verdad, como 5 mins) y después ella se fue. Yo la iba a ver más pero me daba pena abrazarla, recuerdo que ella me decía que la abrazara y yo como de xd hace calor haha, pero no era por el calor, era porque estaba ahí Tavera y no quería que se diera cuenta de que tenía algo con ella aunque era obvio.
Un día en una fiesta hablé con Tavera, yo ya estaba medio pedo y por eso agarré valor, al ser Tavera una persona tan voluble no sabía como iba a reaccionar pero lo hizo de la mejor forma y me dio como “luz verde” para estar con ella, me dijo que no había ningún problema así que me sentí aliviado
Uno de tantos días en los que iba a UNITEC a verla yo quería besarla pero soy medio tímido con eso haha así que le empece a hace cariñitos y agarrarla y besarla en sus cachetotes haha :3 pero no le besaba la boca por miedo, hasta que ella se dió cuenta y me pregunto ¿Me quieres besar? y yo como deeee mmm jejejeje y nos besamooooos y no les puedo explicar lo que sentí aquella vez, fue wow, creo es de las veces que mas he disfrutado un beso, porque fue el comienzo de todo
Todo pasó muy rápido y a la vez no, había algunas cosas que pasaron demasiado rápido, el día que le pedí la verdad no tenía nada planeado, solo se que quería que ella fuera mi novia, estabamos en mi cuarto y pensé “Este es el momento”, así que empecé a decirle lo mucho que significaba para mi, lo mucho que me gustaba y cuanto la quería, con cada palabra me estaba poniendo mas nervioso, hasta que le hice la pregunta, ella aceptó, tal vez yo ya sabía que lo haría porque ya llevabamos un tiempo de tener ondas en ese entonces, pero me puse nervioso porque sabía que a partir de ese momento todo cambiaría y quería que fuera un momento en verdad memorable, quería hacerlo bien.
Cuando me dijo que si obvio me sentí muy feliz, fue un 25 de Julio de 2017 en la mañana-tarde, guardaré ese día para el resto de mi vida
Recuerdo nuestra primera cita, la recogí por Aquiles Serdan y fuimos a comer pizza a patio, comimos pizza hawaiana y hablamos, a ella al principio no la dejaban salir mucho porque pues sus papas no me conocían tanto, su mamá yo la conocí una vez porque hicieron como una fiesta por cumpleaños de Steph así que yo fui y comimos chilquileeeees :3 Ahí yo me porté bien aunque después empezamos a tomar y se me empezó a soltar un poco la lengua y junto con los amigos de su tío y sus parejas empezamos a jugar Yo nunca nunca, a lo que en algunas cosas sabía que llegarían a decir cosas sobre sexo o así (siempre pasa), y digamos que yo ya medio flamas casi la cago como 3 veces hahaha, donde no debia tomar y Steph solo andaba como viendo que yo no le tomará porque su mamá iba a decir a que pedoooooo haha, sobre todo en cosas acerca de sexo xd
Cuando entré a UNITEC yo creo que fue la mejor época de todas, la veía todos los días, todos los días veía a mi novia, la besaba, la abrazaba y era lo maaaaaas bonito, salíamos en sábado y pues era verla casi toda la semana, nos saltabamos clases luego para ir a mi casa o así haha, algo que contaré ya que creo que ya nadie me lee, es que Steph y yo eramos muuy calientes, y ha sido la chica con la que he tenido mas veces relaciones, porque cuando íbamos en UNITEC podíamos hacerlo casi diario, o al menos unas 3 veces por semana, lo cual para mi era mucho ya que antes no fue así; Y así fue la época de cuando los dos ibamos en UNITEC, cuando ella salió, cambiaron un poco las cosas.
Vivimos esa época donde todo era perfecto, no peleabamos y las veces que lo hacíamos eran discusiones pequeñas. Vivimos momentos tambíen muy bonitos, por ejemplo la primera vez que nos dijimos “Te amo” fue en una fiesta, era en una casa adentro de un fraccionamiento y fuimos, y ya estabamos medio flamas, nos salimos de la fiesta y hablamos, sinceramente esa vez llore porque antes de ese momento no había dicho te amo en muuuucho tiempo, por eso fue como ahsahdahflaksjfajsfa, ella me lo dijo primero si no mal recuerdo, pero yo también lo sentía así que se lo dije sin más
Tuvimos nuestra primera de tantas rupturas y fue porque yo me equivoqué (como en casi todas), a partir de aquí, creo que fue cuando empezó a valer todo, yo antes era un wey al que le gustaban mucho los comics, los leía y gastaba dinero en eso, hasta una vez le presté un comic a ella de flash, pues cambié ese hobby por jugar videojuegos, ya lo hacía pero no como para obsesionarme con eso, empecé a descuidarla, al punto de que me tardaba horas en contestarle, a veces no le daba las buenas noches, en vez de querer salir los sábados yo prefería quedarme en mi casa jugando, y así fue como empecé a lastimarla, siendo un completo estúpido. Cada quien tuvo sus errores, tampoco les diré que ella nunca hizo nada que me lastimara, porque no es así, claro que ella llegó a lastimarme, pero nada como lo que yo; y puesto que este es mi blog y aquí es donde me sincero y saco todo; pues no me queda mas que decir la verdad y la verdad es que si la relación fracaso, fue por mi culpa, así de sencillo, no quiero echarle la culpa a nadie, tengo que aceptar las consecuencias
Esta temporada de nuestra relación tuvimos unos cuantos (muchos) problemas, algunos mas grandes que otros, y empezamos a caer en la rutina, en una rutina no tan mala, pero que al menos yo siento que nos tenía en blanco, no avanzabamos ni retrocedíamos, solo estabamos ahí existiendo, ¿Qué pasó? Pues la respuesta puede que algunos piensen como es que eso es malo, o como es que pueden cansarse de eso? Pues ya había contado que ella y yo eramos muy calientes, pues, hubo un periodo donde, no hacíamos otra cosa mas que vernos para “coger” “hacer el amor” y pongo entre comillas eso porque a pesar de que lo disfrutaba pues ya no sabía si lo haciamos por amor o por calientes, claro que en el momento no te importa, pero después de un tiempo solo el sexo nos tenía unidos, no había una sola vez en que nos vieramos sin hacerlo, y se volvió horrible porque, ya no salíamos, ya no haciamos cosas nuevas o ibamos a conocer lugares o así, solo era una rutina de ir a mi casa o la suya y listo, por supuesto que lo hablamos después, ella me lo comentó y yo aunque sabía lo que pasaba creo que no hice mucho para cambiar las cosas (otra vez yo la cagué)
De aquí la relación se vuelve un poco (mucho) tóxica, obviamente omití muchos detalles anteriores, como salidas, cuando la presenté con mi familia, cuando fuimos la lleve al parque a un día de campo con mi familia, cuando conocí a toda su familia, cuando conocí a Salvador, cuando Salvador me empezó a odiar, cuando su mamá le prohibió que me viera, cuando ella se escapó todo el día y estuvimos juntos y su mamá se super enojó, muchiiiisimas cosas que pasamos, obvio en 2 años y 2 meses pasan demasiadas cosas, algunas las conté pero si cuento la mayoría creo que me tardaría demasiado, algunas me las quedo en mi mente, omití algunas cosas que ella y yo sabemos, algunas si son importantes en la historia, pero no tanto como lo que ya he puesto.
Después de nuestra época de rutina queríamos cambiar las cosas, pero el problema era que sus papas me odian y no querían que estuviesemos juntos, y no la dejaban verme, así que anduvimos a escondidas y nos veíamos cuando podíamos, la iba a ver a la escuela, aunque sea solo para encaminarla a la parada, o de repente cuando sus papás salian en la noche yo la iba a ver a su casa, veíamos películas, o de repente ella se saltaba una clase y nos veiamos en la mañana, tratabamos y hacíamos el intento, en serio que yo quería cambiar las cosas, pero era muy difícil cuando estas condicionado de esa forma. Así que aquí todo empieza a empeorar, yo tenía ganas de salir con ella, de llevarla con mis amigos, de salir a una fiesta, de tener todo un día con ella, para ir a todos los lugares a los que me hubiese gustado llevar, pero no se podía, en la semana porque los dos trabajamos y en fin de semana porque sus papás no la dejarían salir conmigo, todo lo que teníamos era vernos entre semana, e iba por ella a la escuela; quieras o no eso te desanima muchisimo, porque tratas de cambiar las cosas y no ves por donde, y no dudo un solo segundo en que ella no quisiera cambiar las cosas, pero pues yo empece con la indiferencia, y con eso tambien la de ella, a partir de aquí solo hay peleas, rompíamos y regresabamos y así tantas veces que sinceramente perdí la cuenta
Creo que me dí por vencido, no lo había pensado y ni lo había decidido, y cada que terminabamos, solo pensaba en que no me imagino sin ella y volviamos y pensaba “esta vez si sera diferente” pero no lo era, lo nuestro ya estaba muy desgastado, creo que ya no dí mi 100% y ella tampoco lo dió, pero todo empezó por mi, y me siento tan impotente, tan mal, tan triste, cuando sabes que es tu culpa y no puedes sentirte de otra forma que pues: mal
Porque se que nunca volvere a conocer a una niña como ella, y que nunca volveré a amar a una chica como la amo a ella, y que nadie me va a amar de esa manera como ella me amó, ahora que en verdad estoy consciente de que fue por mi culpa, no hay otra cosa que quisiera mas, que una ultima oportunidad para demostrar que puedo hacerlo, quisiera no darme por vencido, pero desafortunadamente... es demasiado tarde
Como ya lo dije, la amo, y no creo dejar de hacerlo, le prometí que lo haría para siempre y mantendré esa promesa. También prometí que seria el amor de mi vida, aunque creo que eso si esta ya mas difícil, y no por mi, pero pffff...
Stephanie Salas ha sido la niña que mas he querido, amado, con la que más he durado, la que sabe probablemente todo de mí, desde la comida que me gusta, las caras que hago cuando estoy enojado, incomodo, triste, sabe la música que me gusta, sabe todas mis inseguridades, sabe que me gusta flash, harry potter, que a pesar de que diga que no en verdad si me gustan las películas de amor, sabe todo sobre mí, y creo que eso es lo difícil de cuando terminas una relación, porque te llevas todo de esa persona y no hablando materialmente, ella me parece perfecta, claro que hay cosas que no siempre me agradaron, pero para mi es la chica con la que me hubiera gustado compartir el resto de mis días, había mucho amor ahí.
Cuando se termina una relación siempre hay uno que sale mas golpeado, y no me gusta hacerme la victima pero esta vez me tocó a mi, tengo mucho mas que me gustaría decir, pero es ya algo tarde y creo que necesito dormir
Steph, si algun día lees esto, gracias por todo, sabes que casi no me gusta decir esto porque odio las despedidas, me gusta pensar que no es el final y por eso cuando terminabamos casi nunca te daba las gracias, ni ponía nada, solo me iba así sin más, pero esta vez es tiempo hacerlo, así que si lees esto:
Gracias por haberme hecho sentir como nunca lo habían hecho, me sentí amado de verdad, siempre fuiste muy atenta conmigo y todas esas cosas que por las que yo me sentía inseguro, tu te encargabas de hacerme sentir todo lo contrario, me demostraste que si existe una persona que me amó con todas sus fuerzas y nunca había sentido esa clase de cariño, de atención, de todo.
Siempre me has parecido la niña mas bonita que he conocido, tus ojos son hermosos, tus cejas, tus labios, tus super cachetes, tus chapitas... demonios
Quisiera seguir haciendo esto pero creo que debo de parar por mi propio bien, siempre estaré aquí y cumpliré mi promesa de amarte hasta el fin de mis días
Disculpa todas las veces en las que te hice llorar, sufrir, hacerte sentir frustrada, que no te correspondí y no me entregué como tu lo hiciste
Te mereces lo mejor y es bueno saber que por fin te sientes como tanto habías querido
Creo ya me extendí demasiado y siendo sincero ni siquiera se si lo leeras, que demonios conmigo
Te amo, Chapítas
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Sonnaria, junio de 2019
Sonnaria, junio de 2019
 Ah, no sé cómo se empieza a escribir una carta. ¿Qué se supone que escriba? ¿Hola? La puta madre, no sé cómo se hace. ¿Escribo como quién espera una respuesta? Sé que el niño del correo las va a repartir, pero esta mierda no es el correo postal, no nos dijeron si también podemos recibir cartas.
Bueno, ya estamos instalados. La primera noche fue la más culera. Hay niños. El más joven recién cumplió quince. No sé si es la inexperiencia lo que lo hace a uno ser tan idealista, pero yo a esa edad todavía me ahogaba cuando fumaba mota, y ellos ya están aquí jugándose la vida cuando todavía no saben qué es realmente lo que pueden perder.
Era el segundo día y yo ya me había arrepentido de haber venido. Yo sé que teníamos problemas, y que discutíamos por cualquier mínima mierda. Y tal vez si no hubiera venido ahorita estaríamos rompiendo putos platos y yo arreglando chamarras para dormir en el sillón, pero te juro que preferiría eso mil veces a lo que hay aquí.
El destacamento está en una sección más o menos montañosa en la región de Sonnarie. Es bonito, cerca hay unas siembras de uvas, y nos traen a regalar cada mañana. También nos dan pan, tortillas, y leche cruda. Hace tanto que esta gente no ve a nadie pelear por ellos, que creen que un grupo de niños con apenas pelos en las bolas van cambiar el país.
Sí, es bonito. Los locales dicen que Sonnaria significa “sol de agua” o una mierda así, por el canal del río que circula la mayor extensión de los campos. Pero cómo me hacés de falta.
Quisiera que vieras esto. Que comieras estas uvas, que probaras la leche tibia de sus cabras, aunque pasaras todo el día cagando aguado por tu intolerancia a la lactosa.
Quisiera que me vinieras a gritar aquí, donde los vecinos no nos van a mandar a callar. Que rompieras platos contra las piedras del río, y luego fuéramos a coger donde crecen las uvas.
Llegar a casa y no saber si me querés enterrar las uñas en la cara o en la espalda. Si vamos a llorar de lejos o abrazados. Si todavía tenemos el descaro de desearnos buenas noches cuando ya está amaneciendo, Mariana. Te extraño con tu rabia y tu ternura. Con tu odio a los guerrilleros porque sólo sabemos morir por amor y no vivir por él también. Te extraño a vos y a la casa que es nuestra, con las fugas de gas y el calentador que se chinga cada semana y nos hacía bañarnos juntos, temblando a punto de tener un shock de hipotermia.
Te extraño, Mariana. Te extraño como no te he extrañado desde que te fuiste de intercambio seis meses cuando aún íbamos en la universidad, y llevábamos dos meses de novios.
Le estoy enseñando a los niños a sostener un rifle, cuando ni siquiera sé si aprendieron qué es el amor, para que entiendan la razón por la que van a luchar. Si saben cómo se siente tener un hogar que te pertenece de veras. Cómo es dejar la casa sola, no llevar el gasto, no pagar la renta. Dejar la cama que compramos juntos. Dejar los reclamos ahogándose en la cafetera, y no saber si vas a volver por ellos.
Te prometo que vamos a hacer una patria digna, Mariana. Para vos, y para los niños que vamos a hacer cuando terminemos de hacer la patria. Esto va a valer la pena. Y la distancia va a valer la pena. Cuando vuelva a verte, vamos a comenzar de nuevo como quien ve a los ojos todos sus errores y pasa llorando un mes entero.
Perdón por dejarte. Perdón por haber desperdiciado el tiempo que tuvimos antes. Pero no te puedo pedir perdón por estar aquí. Porque esto es por vos también.
Cuando aparezca en la puerta con la maleta llena de uvas y los ojos llenos de esperanza, y el corazón lleno de miedo. Entonces, vamos a comenzar de nuevo.
 Yours truly,
Sebastián.
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thanatle · 5 years
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There’s an intro scene for legacy players. You see the character summoned in the rift and then Lahabrea shows up to challenge them. To each their own interpretation, but for my Garlean mage verse, this is Hydaelyn’s attempt to bring back some of the Twelvesblades. 
Lahabrea had been successful in defeating several Twelvesblades. He confirms as much to Valere during Praetorium, but does hint that she was one of the few to escape his efforts when they ‘first’ meet at Thousand Maws of Toto-Rak. 
Valere doesn’t know where Bhaldhtota or the other WoL in their close group are. Either dead by Lahabrea’s hand, still lost in the rift while Hydaelyn grew too weak to call the rest of them back, or somewhere in Eorzea or other lands.
Despite heeding Hydaelyn’s call as a warrior of light, a major reason Valere continued with the Scions is in hopes of finding her adopted-sister and friends. 
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sociedadparaiso · 4 years
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Un peregrino sentado en el banco de una plaza, después de no recordar lo que era el afuera, salio solo por el hecho de volver a sentir el sol en su rostro gastado. Porque estando encerrado se hacia mas difícil arriesgarse a verlo, porque con un poquito que se viera se hubiera rendido. Siempre vivía en indecisión, nada era lo suficiente, las ganas se iban yendo. Las personas ya estaban completamente instaladas, asquerosamente insertadas  y aunque el peregrino  los rechazaba a la vez los envidiaba. Siempre andaban  teniendo sueños baratos o inexistentes.El se creía tan enfermo, síntomas por todos lados, que  se volvieron un acertijo- Podría estar todo perfecto, pero no podía verlo. Todo estaba latente en el, sus ojos no mentían. Alguna vez se había confesado , me había contado sobre sus miedos,sus dolencias, algunas pocas decisiones que había tomando sin seguridad. mirándolo, lo escuchaba y sabia muy bien que estaba jodido. Por todos lados había baches. Y había que tener una voluntad enorme para salir de eso que lo atormentaba que no era mas que la incertidumbre de vivir. Siempre tuve la capacidad de poder ver lo que otros no podían. Quizás hasta me metía mas y mas en algo que no me correspondía, pero no importaba porque eso calmaba al monstruo, aunque fuera por un instante.Le dije que nadie podría saber, todas son creaciones , células, sangre. Para mi eran todas figuritas, iban pasando y quedándose pegadas. No se si ya me había quedado con ellos,o no me encontraban. Y seguía, y le explicaba lo que sentía, lo que hacia para estar, las artimañas que usaba, de que me escondía, donde aparecía. Le explique todo de mi, o eso creí. El solo me escucho o hizo que me escuchaba y continuo contándome sus lamentos, seguía pensando en el y en su dolor. Solo el existía aunque eramos dos. Entonces me di cuenta de que andábamos, pero no estábamos hablando de lo mismo, esa vez fue una de muchas. De las tantas palabras que salían sin sentido. Que parecían valer algo pero eran la nada misma.En algún momento me daré cuenta de que no se nada de la incertidumbre, de estar y no estar, de despreciar. Porque no se y el tampoco sabe, por eso todavía nos seguimos encontrando o eso creo…
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youroyalheadache · 7 years
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Another fanfic of Deus salve o Rei, based on @berensaats headcanons + canon scenes. It’s in portuguese.
Afoncássio, POV do Cássio na cena em que Afonso lhe conta que conheceu uma mulher; YOU CAN BET IT’S ANGST. Lara, essa é pra tu, irmã
Então era isso.
Afonso, finalmente, estava apaixonado.
E não era por ele.
Se lembrava da primeira vez que viu o príncipe herdeiro. Ironicamente, não se tocara de quem se tratava. Estava treinando sozinho quando um outro rapaz da sua idade se aproximou, perguntando se poderia se juntar a ele.
Decidiram praticar luta de espadas e se impressionou com as habilidades do outro, que julgara ser um iniciante quando se aproximara. Na época, o outro lhe parecia desafiador e Cássio sempre fora um dos grandes destaques da academia. Mas não era nada sério e achou bastante divertido, até mesmo rindo e brincando com o desconhecido após seu pequeno aquecimento.
E então o treinamento do dia efetivamente começou e ele descobriu que aquele rapaz era Afonso Monferrato.
Cássio não conseguiu tirar da cabeça o rapaz, o espanto de saber quem era e a sensação estranha de ter encontrado um igual. Ou era isso que chamava na época.
Argumentou contra a loucura de Afonso se casar com essa mulher. Era seu dever como conselheiro. Ou talvez fosse alguma partezinha egoísta de si que quisesse se manifestar… Mas suas próprias palavras lhe soavam vazias.
Mal ouvia o que dizia, mais focado na expressão de Afonso. Um rosto que viera a conhecer tão bem, que sabia reconhecer cada emoção, cada reação. E ele sabia que não tinha mais jeito. Via nos olhos dele e se machucava por saber que suas palavras machucariam Afonso também.
Mas ele tinha que enxergar a verdade (Mas ele tinha que enxergá-lo bem ali, na sua frente).
Logo não era mais só as lutas de espadas e os treinos. Afonso lhe tratava como um bom amigo. Conversavam sobre bobagens, sobre o reino, sobre qualquer assunto. E a admiração que Cássio sentia só crescia, em ver o tipo de pessoa que Afonso era. Honesto, honrado, sempre tendo consideração pelas pessoas e pela justiça em geral. Já sabia que ele seria um bom rei, antes mesmo dele completar a maioridade.
Era fácil antes para Cássio ignorar seus sentimentos. Afonso era tão… Intocável. Não parecia se interessar por ninguém, nunca tivera a mesma necessidade do irmão mais novo de ir atrás de mulheres, só pelo prazer que isso trazia. Sabia que Afonso um dia iria casar. Mas era fácil ignorar isso quando Afonso mesmo não parecia preocupado com tudo isso.
Mas… Agora era diferente. E ele sempre teve certeza que quando Afonso se apaixonasse, seria para valer. Seria para sempre. Porque Afonso era esse tipo de pessoa; um homem de compromisso.
Já era um cavaleiro, capitão da guarda e a amizade com Afonso continuava forte. Fora Afonso quem disse que ele seria um bom conselheiro. E quando a rainha o nomeou, viu nos olhos e no sorriso de Afonso que aquilo se devia a ele.
Sentia que não adiantava muito o que dissesse. Poderia torcer, rezar mas… De que adiantava? Sempre soube que Afonso, vossa alteza, príncipe herdeiro e futuro rei, jamais poderia ser seu. Seus destinos já estavam traçados há muito tempo e Cássio sempre achara que estava acostumado com isso.
(Talvez, no fundo, ainda tivesse esperanças.)
Mas a felicidade de Afonso era sua felicidade e se essa mulher o fazia feliz… Cássio não poderia privá-lo disso e aprenderia a conviver. Seria como Deus quisesse, no final.
Era o conselheiro da rainha, mas estava sempre com Afonso. Todos diziam.
Ele era o guarda pessoal do príncipe.
Seu maior aliado.
Seu melhor amigo.
Seu grande admirador.
Mas não seu amante.
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