Tumgik
#ahora como que sigo media muerta
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Nadie lo sabe, pero…
En el 2022, a mediados de Julio fui diagnosticada con cuadros de ansiedad y un nivel como media alarma de depresión. Opté por ir otra vez a mi psicóloga, bueno era virtual, per, acepté por iniciar sesiones porque mi familia estaba preocupada por mi, no comía, no dormía bien, lloraba todas las noches. Y cuando hablaba, siempre con cara enojada, no cambié en eso pero sigo igual.
La verdad, solo estuve en dos sesiones, las demás no entré porque sentía que la tener otra persona escuchándola mis problemas sería más juicioso para mi, pensé que sola podía solucionar mis cosas, así terminé bloqueando a mi psicóloga para que no me llame y no pueda contactarme, no quería que mis padres pudieran notar como es que estoy, la soledad me hacía pensar que siempre podré hacer todo sola, sin ayuda de nadie. Hasta ahora es así… es por eso que me acordé en escribir este suceso, algo de mi, porque sigo siendo vulnerable para mi misma, me agobio tanto que físicamente y mentalmente estoy en ruinas… ¿Qué hacer? Pues… yo nada, ya no tengo reparo, y estoy 100% segura que puedo yo sola, aunque mi mente me diga que necesito de alguien…
PSDT: Seguiré en pie hasta que mi alma me diga ya no más, hasta aquí doy… ese momento gran parte de mi, terminará más que muerta…
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luciernagaurbana · 5 months
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El trigésimo cigarro
CHANATS
Era de noche, hacía si acaso una hora y media que Martín Silvestre había empezado su tercer trabajo como investigador privado, y para variar era otra infidelidad. Su cliente le había pedido buscar a su esposo en una de sus propiedades. La luna cubría la desgastada pintura de su viejo auto mientras recorría una carretera de las varias que conectaban León con Salamanca.
Después de su vigésimo noveno cigarro, Martín Silvestre logró vislumbrar una casa de lujo discreto pero evidente: ese era el lugar. Dejó la chatarra que llamaba auto, escondida detrás de un seco árbol de mezquite; bajó con cuidado de no hacer mucho ruido y encendió el trigésimo tubo de tabaco y nicotina. 
Emprendió su camino y revisó sus bolsillos para encontrar la llave que aquella menuda mujer le entregó para atrapar a su esposo con las manos en la masa. El silencio de la noche, fue interrumpido por el contacto de la llave y el picaporte. La puerta se abrió y Martín Silvestre se preguntó, resignado “¿Por qué chingados le sigo investigando adulterios a los ricos?”.
Cruzó el umbral y se encontró con con la respuesta a su pregunta: Pinturas originales con el precio inflado por las galerías, esculturas tan mediocres que era imposible que alguien la comprara si no costaron el triple de lo que un hombre como Martín Silvestre ganaría a lo largo de su vida de clase media-baja.  
Se quedó observando una pintura, un árbol de almendra floreciendo; la idea de llevar el cuadro en su auto y salir tan rápido como pudiera le pareció tentadora, estaba frente a él esperando, un caso sin resolver y retiro cómodo, por algo que al dueño le significaba lo mismo que a un puberto el póster de una banda. 
Mientras Martín Silvestre, indeciso, observaba aquel cuadro, un ruido apartó su mente de la jubilación. En el segundo piso, unos apenas audibles jadeos y gemidos llevaron sus ojos lejos del cuadro y cerca de las escaleras.
“¡A huevo!” - Al final ¿qué importaba el cuadro? La paga por la investigación estaba prácticamente en sus bolsillos ahora que iba a encontrar a su objetivo justo como lo quería: cojiendo a una que no fuera su cliente.
Subió las escaleras, tratando de no hacer ni el más minúsculo ruido mientras sacaba su cámara. Tenía que ser veloz, tomar la foto y salir quemando llanta; subió entonces el último escalón y siguió el ruido hasta la puerta, respiró hondo y cuando se disponía a mirar por la cerradura notó que el sonido empezaba a cambiar: ya no eran jadeos y gemidos, era un llanto ahogado, desesperado y notoriamente doloroso. Esto era nuevo, “A lo mejor el señor tiene unos gustos medio excéntricos” se dijo Martín Silvestre justo antes de mirar por la cerradura, donde encontró para su sorpresa una escena que le revolvió el estómago:
En el cuarto había dos personas desnudas: el hombre que buscaba, la foto que le mostró su cliente no dejaba dudas, un sujeto esquelético, pálido y barbudo; efectivamente, con otra mujer… muerta frente a él, con la garganta totalmente destrozada y un charco de sangre cada vez más grande fluyendo desde su yugular. 
El hombre no llevaba ningún arma encima, solo sangre escurriendo de su boca… la sangre de aquella pobre chica. Martín Silvestre no pudo evitar que un “¡No mames!” saliera de su boca, haciendo que el enfermo se incorporara a mitad de su cena para ir a abrir la puerta por la que lo espiaban. 
Martín Silvestre se dió cuenta de inmediato que había cometido una cagada del tamaño de una catedral, salió corriendo apenas un momento antes que la puerta se abriera. El escuálido monstruo salió del cuarto y comenzó a perseguir a Martín Silvestre, más y más y más rápido; los pasos de ambos retumbaban por cada una de  las paredes de aquella casa de la locura.
“¡Verga, verga, verga!” Gritó Martín Silvestre cuando comenzó a bajar las escaleras. Le arrojó a su persecutor la cámara que llevaba en las manos, falló y en cambio él sólo parecía estar más y más y más cerca cada momento. Martín Silvestre no fue capaz de mirar hacia atrás ni un solo momento, en cambio se enfocó solamente en la puerta por la que había entrado. Estaba cerrada “¡CHINGADA MADRE!” - gritó antes de voltear hacia el caníbal y juntando todas las fuerzas que pudo otorgarle la adrenalina, logró encajar una patada bien puesta en sus asesinos huevos. 
El malnacido cayó de cuclillas y Martín Silvestre logró abrir la puerta de nuevo en tiempo récord. Salió de aquella casa justo como había planeado: Corriendo como si su vida dependiera de ello y sin mirar atrás. Llegó hasta su chatarra, la encendió en un parpadeo y regresó a la carretera pisando el acelerador tan profundo como le permitió el automóvil.
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hisbel · 9 months
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Recuerdo abrir regalos con ilusión
Pedir cosas y no saber qué iba a llegar
Y deleitarme con las sorpresas a medias
Este año también han vuelto a acertar
chándales que aún no me he probado
Porque tengo terror a que no me queden bien
Hubo tiempos mejores pero también peores
Se ha muerto el hermano de mi madre
y me gustaría poder estar ahí para mi madre
Pero para variar es ella la que está ahí para mí
Hoy me tomare dos benzodiazepina con un cubata
Y quetiapina y todo lo que pueda
Porque mañana tendré que hacer el esfuerzo de ir a clase
y hoy es un día sin sentido
como lo fue ayer y como lo será mañana
O es a caso que por fin empiezo a ovular sola
y están todas mis fuerzas destinadas a ello
A crear un bonito y flamante ovulo
Que esperará y esperará en vano
Mientras yo aquí fuera digo
que nada tiene sentido
Ese ovulo debe estar enfadándose
Y tendría razón, tengo más edad de la que tenia mi madre cuando tuvo a mi hermano
Pero a dónde voy?
Como voy a ser buena madre para un crío?
Ni si quiera me lo planteo de verdad.
Estoy esperando a que cambie algo pero
No hago nada por cambiarlo
Así que me tomo la soledad por mi parte
me bebo una ginebra rosa
Con unos cuantos alprazolam
Y me lo bebo mientras me fumo un piti
Y veo una serie rara sobre un mesías
Imaginando como de guay sería ver una secta
Pero como de no guay es mi estado ahora
(Carne de secta? No lo creo no tengo dinero).
Bebo hasta casi terminármelo
Y fumo hasta casi consumirlo
Y cago como si esta mezcla quisiese salir de mi
tan rápido como ha entrado
Mi cuerpo resistiéndose
Acabará por sucumbir
Siempre lo hace
Apretar es la clave
Me invaden recuerdos
De hoteles lejanos al lado de la playa
Me estará haciendo un amarre?
Cuanto tardaré en quedarme muerta
Ahora me haría daño pero se que apenas conseguí nada
Así que compraré un cutter
Para qué
Hay dos escenarios.
Corto bien y nadie se entera y me muero
Corto bien y me ingresan.
Y realmente depende de mi ,
Por fin una elección propia.
No
VÉANME DECRECER
Neuronas dormidas cada vez más esparcidas
Como si alguien nos hubiese dicho que el terreno era nuestro
Me quedo aquí y con mi materia gris
Reclamando nada más que paz
Dónde por fin me abro y digo ven conmigo
Pero resulta que esas palabras nunca llegaron
Y si llegaron está claro que las perdisteis
Silenciasteis todo el amor que pude tener
Y ahora no sé quién soy cuando estoy sola
Ya haré algo de provecho
Y si por casualidad arriba no hay nadie
Otros dos hielos más
Más alcohol para mi soledad
Que no está completa
Pero me sorprende una gata
Que ni por asomo intuye lo que me está pasando
Pero como no hay nadie arriba que le de de comer
Baja conmigo casi de forma sincera
Sabiendo que a dónde estoy yo
No abunda la comida buena
Pero suele venir a compartir un tiempo conmigo
Supongo que por lo mala humana que seré
A ellos les da igual , carajo
Y así se va, como recordándose con mi recordatorio
de lo insuficiente que puedo ser para los gatos
Pero isel recuerda para que hemos venido aquí
Para llorar y para reír supongo
Maldita vieja nostálgica tragada por mares montañas y casas
Todas ellas empeñadas en hacer que nos fuésemos.
Y lo cobarde de mi vida entonces que planes puedo hacer
Más que dormir
Por fin se sincronizan las drogas
Y yo sigo its been a long day
Quiero a alguien en mi cama que me dé amor
Y por otra parte me da miedo conseguirlo
Porque no estoy segura de nadie ahora mismo
Solo de mi misma
Tocan tiempos de soledad y de calentar pollas
Pero esa no seré yo
Que siento que desaparezco
Pasáoslo bien por mi
Lo siento nunca olvidé
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unrayoluz · 9 months
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La mañana está calma. La calma de un día de mediados de diciembre a las 6.45 de la mañana en un barrio. Hago media cuadra y se levanta el portón automático de una casa. Sigo, cruzo una avenida y una cucaracha medio muerta patas para arriba intenta sobrevivir en una vereda amarilla con rayas acanaladas; mueve las patitas lentamente, no sé si ayudarla a morir o dejarla. Veo un cable pelado q sale de una ventana. Llegó a la esquina, el semáforo me da paso y cruzo a la parada; hay una caja de cigarros tirada, un cuarto de pancho con papitas pay, una botella de gaseosa Placer aplastada. Raíces que salen de un poste de luz. Detrás de él me resguardo de los rayos del sol. Me llega un calor que me acaricia la piel; una brisa me hace acordar a la que se siente en la costa y me pega de frente; me vuela el pañuelo que llevo en el cuello, como si fueran cortinas que salen por una ventana. Me gusta. Pienso por dónde estará mí colectivo, mientras paulatinamente se va aclarando el cielo. Pienso en mi vida. En sí uno se enamora una vez y después se réplica esa emoción varias veces. En sí el amor se busca, llega, o un poco de las dos cosas. En si realmente me importa. Pienso en lo feliz q soy ahora, y en las parejas insatisfechas que comparten la vida, la insatisfacción y la cama. Pienso en que me olvidé de comprar la verdura para la ensalada de navidad. Una hoja verde sobrevuela la vereda, y un chico vestido de blanco pasa en bicicleta. Hago tiempo para no ponerme los auriculares- es muy temprano para tanta información sonora-. Pasa un patrullero que lo maneja un policía parecido a Di María. Un auto frena a mi lado y se escucha la radio de adentro. Pasan los autos, las bicis, las motos y mi colectivo no llega; a veces toca esperar. Pero hay q pararse en la esquina indicada y cuando lo ves extender el brazo y sostenerlo para que el chófer te vea, pare y te suba. Tal vez sea así también en el amor. Un hombre infla la rueda de su auto en la estación de servicio. Me cae una notificación de whatsapp. Llega mi colectivo. Subo, consigo sentarme atrás de todo, arriba de la rueda y en la radio está sonando: El muelle de San Blas, -Que paradoja-. De un lado una señora habla a los gritos por teléfono. Un chico vestido de negro duerme, le pesa la cabeza. En la calle cada vez hay más autos. Pienso en que ya no es tan temprano. Me pongo los auriculares, le doy play y suena Sudestada de Cerati. Me arrepiento y la saco. Me hace ruido la panza. Me entra una ansiedad monótona pero me reconforta ir sentada. Empiezo a tener pensamientos negativos que no quiero. Cierro los ojos, respiro una, dos, tres, cuatro veces, observó la respiración, y finjo a los demás y a mi misma que me voy quedando dormida.
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criminxlis-archives · 6 years
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Durmió tan poco que acabó por caer en coma durante sus clases.
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thequarryatnight · 4 years
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Light a match inside of me, start a fire
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/
Antes de que termine la semana, Billy ya sabe que no lo va a conseguir.
Es una de esas situaciones en las que te puede la presión de grupo.  Al fin y al cabo, no es su propia intención el dejarlo. Pero Hopper lleva meses arrastrando un caso severo de abstinencia, Will estornuda cada vez que Billy enciende uno, y Dustin es asmático, así que,
Le convencen, de alguna manera.
“No eres capaz de dejarlo. Por eso no lo haces” fué el argumento de Max, el resto del rebaño asistiendo a su alrededor con entusiasmo “No porque no quieras”
Y todos han sido amables con él desde que regresó. Muy, muy amables. Hopper le ha acogido en su cabaña. Max y el resto de los críos han conformado una concha protectora a su alrededor, especialmente Jane. Steve Harrington se ha convertido en una especie de sombra que es incapaz de sacudirse de encima. Y Joyce. Bueno. Joyce es Joyce. Y es por eso Billy lo intenta, ser amable con ellos también (Aun cuándo se asegura de hacerle a Max la vida un poco imposible cada vez que se lleva a la boca uno de esos malditos caramelos que saben a placebo del malo y a menta).
Pero.
Toda su decisión se va al traste en la noche del tercer día.
Están vigilando una de las carreteras que salen del bosque. Steve y él. Atrincherados en la sólida seguridad del Camaro. Aparcados al borde de la carretera.
A poco más de ocho kilómetros hacia el interior de la espesura está el lugar por el que Billy escapó del mundo del revés hace poco más de dos meses.
Y Billy sabe que será capaz de sentirlos  en el momento en que crucen el umbral entre los mundos y vuelvan aquí. Insaciables, hambrientos de algo que les sepa a vida después de la oscuridad y la ceniza del  lado de la realidad en el que habitan. Sabe que los notará llegar como un animal que ha contraído la rabia, enfermo, incurable, irremediablemente unido a ellos. Por eso han estado haciendo esto desde que volvió a ser medianamente capáz de mantenerse en pié. Steve y él.  Horas y horas y horas plantados en los alrededores del bosque.
Esperando.
(Porque esta vez, cuando vengan, no van a pillarles por sorpresa)
Son las dos y veinticuatro de la madrugada según el reloj del coche. Steve está trasteando con la ruleta de la radio, y Billy suelta una risa por la nariz cuando pasa de largo después de los tres primeros acordes de Bad moon rising, decidiéndose por  dejar  que John Waite les cante bajito, el tono nostálgico de su voz en opuesto contraste con la oscuridad opresiva que les rodea.
“¿Miedo de atraer a la mala suerte?”
Steve alza una ceja rápida, sus dedos arañan pensativos la tela del vaquero por encima de su rodilla.
“Mejor prevenir que tener que lamentarse”
Están finales de octubre pero todavía hace calor. Fuera, se escucha el sonido de los grillos y la brisa se asoma por la ventanilla bajada para agitarle pelo. A Billy le da la sensación de que tenerla así es jugársela un poco, como tentar a la suerte, esa pequeña brecha en la sólida seguridad del coche.
Los dedos se le mueven solos, tap-taptaptap, al ritmo de And there's a storm that's raging. Through my frozen heart tonight. Lleva días sintiéndose más inquieto de lo normal. Tenso.  Tratando de aguantar el equilibrio en el fino borde que le separa de perder los nervios. Quiere achacárselo al tabaco pero sabe que es muy probable que en realdad sea otra cosa.
(Como si casi, casi estuvieran ya aquí. Y a Billy le parece que puede sentirlos, justo a otro lado de la puerta,  como un susurro en la periferia del sonido, una interferencia)
Con los faros apagados, la luna es lo único que ilumina la hilera de sombras donde empieza el bosque. Billy se lleva las manos a la nuca. Se masajea los músculos del cuello.
“¿Al final tienes que trabajar mañana?”
Steve mueve la cabeza ligeramente en su dirección, ese primer instinto de girarse hacia el sonido, pero no termina de apartar los ojos del otro lado de la ventanilla.
Llevan así más de dos meses. Steve y él. Billy ya sabe reconocer cuando también está nervioso.
“Robin me cubre. Se tiene a Keith metido en el bolsillo”
Robin podría meterse en el bolsillo a quien quisiera. Si quisiera. En las rarísimas ocasiones en las que no es Steve el que viene con él, lo hace Robin. Se sienta en ese mismo asiento y se dedica básicamente a no dejar de hablar ("El fin del mundo se acerca y yo sigo teniendo que ir a trabajar, ¿te lo puedes creer, Hargrove?) Le cuenta las historias vergonzosas de cuando los clientes intentan robar el porno del videoclub ("Y va y me suelta que tiene que cascársela por razones médicas. Pero que no le da el sueldo para gastárselo en porno y que cosas así debería de cubrírselas el seguro") Hace como que intenta ligar él con las citas textuales que Keith usa para intentar entrarles a las tías.
("Te invitaría a un bombón cielo, pero  no quiero que te mueras de sobredosis"
"Yo use esa una vez, y me funcionó"
"Ya sabes que yo no soy una experta en la materia, Hargrove. Pero puedo garantizarte que no fué por la frase"
“¿Me estás llamando guapo, Buckley?”
“De forma bastante aséptica, pero sí”)
 A Billy las horas con ella se le pasan volando.
“Dice que se ha visto la peli que le recomendaste, y que es una mierda”
Billy suelta un bufido por la nariz.
“Todo lo que no está en blanco y negro o en francés le parece una mierda”
A Steve se le curva la comisura de la boca en un ángulo suave, afectuoso, un ángulo que dice cariño.
“Esas putas pelis” dice, con el tono agotado del que se ha tenido que ver unas cuantas “Son horribles”
“Vaya que si”
Pero a pesar de lo agradable que es estar con Robin,  Billy prefiere estar con Steve. Con Steve, que siente tanto miedo como Billy (aun cuando nunca se lo haya dicho). Con Steve, que a veces le parece la persona más solitaria del mundo. Con Steve, que no le deja nunca solo. Que  se mete con él sin parar. Que le mira a veces como si no pudiera dejar de preocuparse, como si le importara más de lo que a Billy jamás se ha preocupado de sí mismo.
Con Steve.
El único problema con Steve es que, la mayor parte el tiempo,  no se entienden.
“¿No puedes cerrar esa ventanilla?
“No hace frio, que más te da”
Billy sí que tiene frío. Últimamente tiene frío siempre. Pero Steve tiene esta cosa con los espacios cerrados que sería claustrofobia si no fuera porque eso a lo que le tiene miedo podría arrinconarlo y cerrarle la salida de verdad.
Aunque en este caso, las cosas como son, a Billy le parece un poco incongruente.
Porque esas cosas también pueden entrar.
“Se me están erizando los pelos de los brazos, Harrington, y dentro de poco se me van a empezar a erizar los pelos de los co–”
“Por dios” Steve se despega del asiento y se quita la chaqueta en uno, dos, tres tirones. Se la lanza a Billy con fuerza y sin miramientos. Lleva más de una semana así de cabreado, tenso hasta casi el límite de la ruptura, igual que Billy, como si a base de vivir pegados el uno al otro se les acabara contagiando hasta el mal humor.
Y en condiciones normales, en las condiciones de antes, Billy ya le estaría mandando a la mierda. Pero en estas condiciones, estira la chaqueta y se arrebuja en ella, sometiéndola sobre sus hombros, intentando no dejarse vencer por el reflejo de inspirar hondo al sentir el calor que todavía guarda dentro. Billy ya no es el de antes. Pero Steve no lo es tampoco. Y Billy no está completamente seguro de que, si la historia pudiera repetirse, volviera a ser él quien ganase la pelea. No es que a Steve se le note mucho, no fuera de las horas muertas que pasan esperando en el coche, pero está ahí, esa cosa que Billy siempre ha sentido que ardía en su interior y que ahora asoma la cabeza cada vez más a menudo, como el fuego cuando el viento aviva las brasas, como si la violencia le hubiera anidado en los poros de la piel y estuviera a punto de eclosionar en algo vivo, hambriento.
Es como mirarse en un puto espejo.
Solo que,
“No pensé que tuvieras frío. No escucho bien si la dejo subida”
Steve es gilipollas.
Es tan tierno que resulta doloroso, también.
(A veces dice exactamente lo que Billy necesita escuchar. A veces toca a Billy como si supiera lo mucho que lo necesita. Como si supiera exactamente la clase de ganas con las que le duele el cuerpo. Una mano en su nuca cuando se desespera (“Eheheh. Está bien. Tranquilo. Tranquilo. Eh”). Su cuerpo al lado del suyo en la cama en esos primeros días, cuando todos se hacían turnos para velarle mientras Billy entraba y salía de esa otra dimensión que había en su propia mente. Sólido, real, y tan caliente en contraste con el frio que Billy sentía en todo el cuerpo, todo el tiempo, su voz templando las sábanas al lado de su oreja, un hilo que seguir fuera de las pesadillas (“Estás aquí. Estás aquí. Yo estoy contigo. Billy. Abre los ojos”). Sus dedos enredados en los de Billy algunas de las noches que pasan aquí (en las peores noches). Sin preguntas. Sin decir nada. Solo Steve y él, en el centro de esta noche que parece eterna)
“¿Mejor ahora?”
Billy se sube la chaqueta tan arriba que la tela le hace cosquillas en la nariz. Huele a  suavizante. A ese calor que se queda en las sabanas al despertarse. Huele a Steve.
 “¿A ti que te parece?” gruñe.
“Joder. No hay quien te entienda”
Billy aprieta los dientes, pensando en por qué cojones ha tenido que abrir la boca, por qué cojones es tan gilipollas él también.  Es como si Steve y él hablaran en millón de lenguajes diferentes, todos a la vez: miedo, soledad, rabia, cariño, violencia, necesidad, ira–. Como si solo pudieran entenderse a medias en cada uno de ellos.
La voz de John Waite se funde hasta mezclarse con los golpes suaves de batería de Knockin’ on Heaven’s door, la voz del coro reverberando en eco contra el costillar de acero del Camaro. Steve se echa hacia atrás en el asiento, coge aire tan profundo que Billy ve como se le hincha la parte alta del pecho, como sube y baja su esternón. Llevan aquí por lo menos unas tres horas y las que les quedan. Ya van varias veces que Billy intenta convencerle de que ya está lo bastante recuperado como para hacer esto solo, pero a Steve le entra por un oído y le sale por el otro.
Se lo preguntó una vez, en ese puente que enlaza las tres con las cinco de la madrugada, desde el que puedes ver la noche pasar como atravesando las aguas de un limbo, ese tiempo en el que todo te da bastante igual, la sensación de estar tal vez enseñando demasiado de uno mismo relegada fuera de unas horas que ya están muertas de todas formas. Se lo preguntó porque Billy sigue siendo Billy en algunas partes, casi todas pequeñas e imposibles de volver a soldar, esas que al Azotamentes no debían parecerle interesantes, y por eso a veces la curiosidad todavía le puede como si fuera un gato.
¿Por qué vienes aquí conmigo?
Fué la primera vez que se atrevió a conducir el Camaro tras noches y noches y noches de sentarse en el asiento del copiloto observando las manos de Steve deslizarse por el volante, escuchando el cuero crujir bajo la tensión de sus palmas, la forma fluida, concatenada, con que cambiaba las marchas tras más de dos meses conduciendo su coche (“Max quería conservarlo, y esta era la única manera, así que–”), el motor ronroneando bajo sus pies, dócil, complaciente. Esas noches en que Billy no podía evitar pensar que había sido un último golpe de suerte que, después de todo,  una  de las cosas que más había querido en la vida había acabado en buenas manos.
Se lo preguntó y lo que Steve le dijo fue que:
“Tú nos salvaste. Así que yo voy a salvarte a ti, si llega el momento”
Con esa clase de sinceridad a quemarropa que es tan difícil de encajar. Esa sinceridad con la que a Steve le importa todo tanto, dónde Billy casi no consigue que le importe nada. Así que torció la sonrisa e hizo como si no tuvieran peso, todas esas palabras.
“¿Y vas llevar puesta tu brillante armadura, Rey Steve? ¿Dónde te has dejado al blanco corcel?” un poco jugar a hacerse el insufrible, un mucho de no dejarse ahogar por la presión con la que el corazón se le estaba encogiendo en el pecho.
Pero Steve siempre acierta cuando dispara y últimamente tira siempre a bocajarro. Le acertó en mitad del pecho cuando le dijo,
“Y porque a El y a Max se les rompería el corazón si te pasara algo”
Así que seguramente es por eso, porque Steve Harrington está empecinado en deberle algo a lo que Billy no tiene derecho ninguno, por lo que cuando Billy se estira por encima de la palanca de cambios y abre la guantera para coger el paquete de Malboros, Steve sigue la trayectoria de sus movimientos ojos que lo más seguro es que podrían cortarle la mano solo con mirar. Cortan, desde luego, cuando Billy rompe el envoltorio, se lleva un cigarro a la boca. Suena afilado cuando le dice,
“No vas a fumarte eso”
Pero Billy ya está haciendo rodar la piedra del mechero, saboreando la anticipación cuando las papilas se le llenan del olor a gasolina.
“Ohhhh, mira como sí”
Un golpe seco. Dolor punzante el dorso de la mano. Steve reacciona rápido cuando se le resbala el mechero. No se lo piensa ni un segundo antes de lanzarlo de la ventana, directo a las sombras de la arboleda.
“¡Serás–! ¡Ese cacharro tenía un valor sentimental!”  Eso y que también es el único que tiene, el del coche no funciona desde hace años.
“El mismo que deberían tener tus pulmones”
Billy respira hondo por la nariz, el aire le suena al pasar por la garganta, la boca se le curva en una mueca.
“Harrington. Voy a fumar”
Y Steve Harrington no es ni de lejos es tío más grande al que se ha enfrentado Billy, pero parece gigante cuando se cabrea.
Redondea las palabras.
“Y u-na mier-da”
Le sostiene la mirada. Quema. A Billy le dan ganas de agarrarle del pelo. Le dan ganas de morderle. De cero a cien en un segundo y sin límite de velocidad. El corazón le galopa en el pecho. Un salto de longitud en la cavidad de sus costillas.
Cierra los ojos. Respira.
(Porque Billy sigue siendo Billy en algunas partes y la rabia, la rabia es una de ellas.
La rabia es la más grande, la más pura, la más insidiosa que le queda)
“Dije que iba a intentarlo. Ya lo he intentado”
Steve bufa, se le encogen los hombros, mitad burla, mitad risa de verdad.
“Tres días de mierda. Lo has intentado tres días”
Billy siente como se le acumulan las ganas de hacer un poco de daño. Solo que no sabe muy bien a quien.
“No está tan mal. En proporción. Dada mi esperanza de vida”
Pero da igual que lo sepa o no, porque Steve le mira como si le hubiera acertado de pleno.
“Así que, ¿qué? Casi te mueres. Lo has contado de milagro. Y lo primero que te parece una buena idea es empezar a matarte otra vez. Por tu propia mano”
Y Billy niega con la cabeza, rodea con los dedos la piel suave del volante. Vista al frente. La sangre se le hiela por un momento y le parece sentirlas otra vez. Las vainas. Agarrándole el cuerpo. Creciendo hacia el fondo de su garganta. Piensa Venga ya. Venga ya.
“Steve–”
“¿Qué?”
Billy aprieta los labios.
“Ya sabes qué”
A veces, de pura casualidad, colisionan en un eclipse. A veces se miran, y se entienden.
A Steve se le cae la mirada de esa forma tan suya, como si el cansancio le pesara en los párpados. Y hay momentos, como este, en que es transparente, que la decepción se le nota tanto en la cara que Billy desearía no importarle una mierda, darle completamente igual, solo para no tener que volver a sentirse como cuando le mira de esta manera.
“Osea que– No importa, ¿no? Vamos a morirnos todos igual, así que ya no importa”
Todos no piensa Billy. Por suerte todos no. Max no. Jane, que ya no tiene poderes con los que luchar contra esto, tampoco. Los críos. Sus familias.  Joyce. Están lejos ahora, todos están –por el momento— a salvo.
Y tú. Por favor. Tampoco tú.
Pero aquí no queda nadie más. Sólo la última línea de fuego. Nadie que responda ya al teléfono. Nadie a quien avisar. Solo ellos y más de ocho mil personas que no tienen ni idea de lo que está a punto de pasar.
Que morirán si el plan no sale como lo tienen previsto.
Y Billy lo sabe, lo nota, lo siente.
Están cerca.
Es solo cuestión de tiempo, nada más.
Cerca.
“¡Joder–Billy!” 
Steve bufa. Le brillan los ojos. La piel se le vuelve blanca dónde tensión se le acumula en los nudillos. Le mira como si estuviera por dios, tan triste. Siempre tan triste. Y es que hay algo más.
Hay algo más.
Y Billy nunca se había dado cuanta hasta ahora. Nunca. Hay que ser imbécil. Ni una sola vez en todo este tiempo que han pasado juntos. Pero de repente es tan fácil  como unir los puntos de esos dibujos que se les dan a los críos, unirlos, ver el puto elefante en la habitación:
Billy cree que ya están muertos. Steve cree que van a sobrevivir.
E igual ha sido eso, todo este tiempo, lo que ha estado causando interferencias entre los dos, que en el fondo, son tan diferentes que resultan irreconciliables: uno de ellos mantiene la esperanza, al otro ya no queda ninguna. 
Y Billy quiere inclinarse hacia delante. Quiere apartarle ese mechón del flequillo que se le descuelga sobre la frente, acariciarle la mejilla, decirle que todo va a salir bien.
Pero no quiere mentirle.
“¿Puedo fumarme ya ese cigarrillo?”
Steve se pasa la lengua por los dientes, aprieta los ojos, el mal humor le repta por debajo de la piel.
“Puedes intentarlo si quieres, Hargrove. Bajo tu cuenta y riesgo”
Billy se llena los carrillos de aire. Resopla largo. Continuo. No le dice Me tienes hasta los cojones ya  pero sabe que se le nota.  Le quema la lengua con las ganas de sentir el sabor amargo de la nicotina, notar como se le incendian los pulmones, reducir a cenizas la más mínima esperanza de que esto pueda no acabar mal. Se quita de encima la chaqueta de Steve y coge la linterna que ha dejado encajada en el hueco del cambio de marchas para salir en busca del mechero.  Con un poco de suerte no habrá ido a parar muy lejos.
Pero la cosa es que, aunque Steve Harrington no es ni de lejos es tío más fuerte al que se ha enfrentado Billy,  lo parece cuando se cabrea.
Le coge del brazo, aprieta. Lo más probable es que Billy pudiera ser capaz de soltarse, pero no está seguro del todo.
“¿De verdad quieres tener que verle la cara a Max cuando se lo diga?” Dispara.
Directo. Al puto. Corazón.
“Serás cabrón”
Steve le suelta. A Billy le late la piel en los lugares dónde se le clavaban sus dedos. Duele menos que imaginarse la cara que pondría Max.
Antes, Billy tenía miedo de pensar que a nadie iba a importarle una mierda si muriera.
Ahora es peor, ahora que sabe que hay gente a la que sí.
(Se lo preguntó a Max una vez. A los pocos días de haber regresado. Todavía malherido. Todavía imposiblemente roto. Pero vivo.
“¿Lloró cuando lo supo?” porque Neil Hargrove no sabe que Billy está aquí. No sabe que Billy ha vuelto.
Y Billy no piensa decírselo.
“Lloró” dijo Max, mandíbula tensa y más tristeza en los ojos de la que cree que nadie haya sentido nunca por él.
“Me alegro” dijo, porque es perfecto ahora, así, ahora que ya Billy no puede volver a ser nunca más una decepción.
Neil puede quererle ahora.
Se pasó casi toda esa noche sentado en la hamaca del porche, quemándose la garganta con el paquete de cigarrillos de Joyce, la voz de su padre dando vueltas en su cerebro como un vinilo atascado “Prefiero ser yo el que elija de lo que voy a morirme”)
“Ya la cagaste cuando empezaste a fumar otra vez. Pero venias hecho una puta mierda y vale. Pase. Pero ya no más”
A Billy le apetece decirle que se meta las órdenes por el culo. Que no es uno de sus críos, que no le va a obedecer sin rechistar. Le apetece decirle que a veces le puede el ansia de arrasarlo todo a su alrededor, que le corta el aliento como algo creciendo en el medio de su garganta. Que tiene miedo, que se le para el corazón solo de pensar que en el momento en que regrese pronto, pronto, muy pronto, atisbando ya por la mirilla, respirando al otro lado de la puerta esa cosa encontrará la manera de volver a metersele dentro, convertirle de nuevo en uno de ellos, como quien acciona un puto interruptor.Y fumar ayuda. Fumar quemaquemaquema. En las puntas de los dedos. La cara interna de los labios. Las ramificaciones como túneles dentro de sus pulmones.
Le calma los putos nervios.
Quiere decirle que,
Al muy hijo de puta no le gustaba que fumara, Steve. Me hacía beber toda esa mierda. Me envenenaba por dentro. Pero no tocaba un jodido cigarrillo. ¿Te los puede creer?
Y no es Steve, contra quien Billy siente toda esta rabia. No es contra Steve.
Pero ayuda. Joder. Ayuda.
(No es la primera vez que discuten. Por dios. No es ni la primera, ni la segunda ni la tercera ni va a ser la última. Hay noches, como esta, en las que Billy siente la estática del ambiente zumbar dentro de su cuerpo. Imagina que es así como debe sentirse la tierra cuando empieza a notar que se acerca un terremoto.
Y Billy lo necesita.
Sangrarle un poco. Tirársele al cuello. Morder. Que Steve le muerda.
Y Billy se pregunta a veces si Steve lo sabe, la falta que le hace. Alguien con quien sacarse de dentro lo que no quiere dejar suelto con nadie más. Alguien con quien prender la llama y dejar arder la gasolina.
Porque la rabia es una parte tan intrínseca a sí mismo –tan esencial, tan impresa dentro de su cuerpo, cosida a base de golpes– que ahora mismo es la única cosa que le hace sentirse vivo de verdad, volver a notar el calor incendiársele en la base del estómago, la euforia de sentirse al borde de una pelea. Estirar las uñas. Probar a ver si todavía hieren los dientes.
Se pregunta si Steve lo necesita tanto también.
A veces le parece que sí)
Así que lo que le dice es,
“¿A ti qué te importa?”
A Steve el aliento se le para a medio camino de los pulmones y Billy sabe que le ha hecho sangre.
“¿En serio me preguntas eso?”
Y no, no es en serio. Billy sabe que una vez Steve Harrington te deja entrar, ahí te quedas. Pero es más fácil hacer bajar las pestañas. Más fácil mojarse los labios con la lengua, levantar la barbilla. Es más fácil provocarle que ver cómo le duele el corazón en la mirada. Más fácil que sé que te importa. A mí también me importa. Pero no sirve de nada.
 “¿Entonces qué quieres que haga con las manos?” venenoso, visceral, irritante “¿Eh, Rey Steve? ¿Con que cojones quieres que me llene la boca?”
Le late el corazón en las sienes. Detrás de los oídos. Apartaría los ojos, pero Steve no deja de mirarle. Está cabreado. Billy también. Cuando los dos están así, son como dos reactivos a punto de tocarse.
Están los dos tan enfadados con su propio miedo que se los come por dentro.
Y es tan fácil –joder–tan fácil en comparación.
“Puedo llenártela bastante bien, si te hace tanta falta”
Voz ronca. Flexiona los dedos de la mano, las yemas hundidas en el cuero del asiento.
Billy sabe que  No lo dice con la intención con la que suena. Pero la luz de la luna resbala en ángulo por el trazo de su mejilla, no le ilumina la oscuridad de los ojos. Billy traga saliva.
La polla se le llena de sangre dentro de los pantalones.
No lo dice. Con la intención. Con la que suena.
El corazón le sube de ritmo contra los huesos. Tendría que callarse pero no. Discuten casi todas las noches. Nunca han llegado a las manos. Billy se pasa la lengua por los labios, solo porque quiere darse la satisfacción de ver lo mucho que le jode que se comporte como un completo imbécil.
(En el fondo, en el fondo, en el fondo, quiere que Steve lo diga con la intención con la que suena)
 “¿Cómo de llena?” Le sale áspero, estrangulado. Steve no deja de mirarle y Billy le escucha respirar,a ráfagas. No hay nada, nada más, que se escuche en el vacío del coche.
No hasta que Steve abre la puerta. Sale al exterior.
Y Billy no puede apartar la vista de él mientras echa hacia delante el asiento del Camaro. Pasa a la parte de atrás. Cierra la puerta con tanta fuerza que hace estremecerse la carrocería.
Suena al quejido del cuero al hundirse bajo su peso.
“¿Vienes o qué?”
A Billy se le seca la garganta.                     
No se molesta en salir. Pasa como puede por el hueco entre los asientos.  A pesar de su tamaño, de que es una malísima idea, de que el Camaro es raquítico aquí detrás. Cuando consigue sentarse, lo hace tan cerca que casi se arrepiente, se chocan las rodillas. No sabe si la respiración entrecortada que escucha es la de Steve, o la suya, o las dos a la vez.
“¿Y ahora?”
Y por dios. Por dios. Steve le mira como si dudara. Como si tuviera ganas de algo. Como si a él también se le estuviera poniendo dura entre las piernas.  A Billy se le acumulan los segundos. Los siente en la punta de la lengua.
 “Ahora abre la boca”
Le saben a ese instante en el que todo se prende fuego.
Abre la boca.
Ocurre a cámara lenta. Los ojos de Steve en los suyos. Los ojos de Steve en sus labios. Posa el pulgar sobre la comisura,  el resto de sus dedos como ascuas sobre el pulso de su garganta. Billy contiene el instinto de sacar la lengua. De probar a que sabe. No puede apartar los ojos de la mirada fija de Steve, de la forma en que admira el movimiento de su propia mano cuando hace resbalar el dedo sobre su labio inferior, cuando lo mete dentro.
Steve suelta aire. Lo estaba conteniendo. Billy siente que el suyo no le llega a los pulmones cuando aprieta los labios,  ahueca las mejillas y chupa. Y Steve sabe a piel templada y a sal, a ese olor de cuando le tiene cerca. Billy se mueve hacia delante, se lo mete entero en la boca, los ojos se le cierran solos. Le coge la muñeca.
El ruido que hace Steve con la garganta suena a uhm, ronco, raspando al final de la m. Billy siente la polla dura dura dura apretándole contra la tela de los pantalones. Recorre el dedo con los labios hasta sacárselo de la boca. Saca la lengua y lame. Desde la curva de la falange hasta la punta, su labio enganchándose al final contra la piel rugosa,  mueve la cabeza de lado a lado, resbalando la yema contra la humedad de su piel. Se lo hace igual que le gustaría, y para cuando abre los ojos, el pecho de Steve está subiendo y bajando, su mirada más negra que la noche sin estrellas.  
“Billy” murmura, “Billy”
Hay una línea recta que va desde sus ojos hasta los de Steve y a Billy el cuerpo se le mueve solo, acortándola lo suficiente como para poder imaginar a que le sabe la boca.
“Cuando dijiste llenar, cara bonita” dice, se lame el sabor de Steve de los labios “Esperaba algo más grande” 
Hay algo en la manera en la que Steve se queda quieto, como si hubiera decidido jugar a ciegas y ahora se diera cuenta de que el juego es más peligro de lo que se había imaginado. Y Billy podría ponérselo fácil, podría soltar algo de esta tensión por la que se tienen siempre atrapados el uno al otro, esta tensión que resulta ahora palpable, que tiene una forma y un tacto precisos,  pero solo puede pensar “Esperaesperaespera” porque esos dedos siguen apoyados en la curva de la yugular y Billy no está seguro de muchas cosas pero no le parece que Steve quiera que se lo ponga fácil.
Steve empieza a retirar la mano despacio,  sus dedos se entreteniéndose en acariciar  la forma de su mejilla, el ángulo de su boca, y antes de que pueda retirarla del todo Billy le atrapa el índice, chupa la punta, suelta, prueba el anular y cuando traga le arde la garganta de ganas, como si Steve tuviera las yemas de los dedos manchadas de pólvora.
 “Entonces cógela” dice, y Billy puede ver el movimiento de sus tendones cuando aprieta la mandíbula. Le dan ganas de frotarse contra la tela dura de los vaqueros.
Y es verdad que el juego es peligroso, pero Billy no puede ni imaginar dejar de jugarlo. Se mueve más cerca de Steve, le arrincona contra la puerta y más, más cerca, hasta que están casi boca con boca, hasta que cada vez que respiran se pelean por el aire.
“Antes dime cuánto, Rey Steve. Dime cómo de grande” acaricia con los dedos por encima de su rodilla, sube, sube, la electricidad le crepita por el cuerpo entero cuando se rozan los labios “Porque he oído historias por ahí. Un montón de historias. Pero no quiero elevar mis expectativas para luego tener que bajarlas”
Y Billy siempre, siempre tiene frío, pero a Steve le arde la cara interna del muslo cuando llega al final con la mano, le arde la polla contra la tela de la cremallera y Billy quiere hacerle sudar el cuerpo entero como si se consumiera de fiebre.
“Lo bastante para  hacer que te calles” dice, boca con boca, la mirada en sus labios y Billy extiende los dedos en abanico y aprieta.
Steve no hace ningún ruido, solo se tensa, inclina la cabeza hacia atrás. Un reto en sus ojos oscuros. Y Billy no ha tenido en toda su vida tantas ganas de hacer algo como de hacer encajar contra el hueco de la mano el bulto de su entrepierna, acariciarle hasta que se abre para hacerle sitio, no dejar de mirar para ver la forma en que se le entrecierran los párpados.
“Con eso me vale”
Y Steve gime, ahora sí que gime, se le suelta el cuerpo entero, como si  se hubiera estado aguantando por pura bravuconería. Gime y suena ronco,  desde la entrada del estómago, mueve la cadera y Billy le deja hacer, buscar la fricción en movimientos secos, cortos. Dos, tres embestidas largas, más rozarse contra su mano que otra cosa, y Billy se permite enamorarse un poco de las ganas con las que le brillan los ojos, de la rabia con la que le mira. A Steve se le entrecorta el aliento. Respira. Para. Están a centímetros. Se repelen como los imanes. Le sobresalta el calor cuando Steve cuela una mano por debajo de su camiseta, cuando sube, dejándole en la piel un rastro que escuece como una herida y  Billy  gime Joder, un latigazo en la base de su columna cuando Steve acaricia con el pulgar uno de sus pezones, su dedo húmedo todavía, la sensación súbita y visceral, como una cuchillada, gime Joderjoderjoder cuando Steve le toca de nuevo, cuando sus nudillos  rozan por encima de su otro pezón. Con la otra mano, Steve le aparta el flequillo de la cara. Billy palpa hasta encontrar el botón, el agarre de la cremallera.
Es otra clase de rabia, esta que está ahora mismo destilándose entre los dos, a punto de explotar en el espacio entre sus bocas. Y Billy se pregunta si Steve lo sabe, lo mucho que lo necesita. Se pregunta si Steve lo necesita tanto también.
Porque Steve le está dejando que le abra los pantalones, le mira como si sangrara el cuerpo con las ganas de que empiece a tocarle. El aliento le sabe dulce. Y a Billy le explota el cerebro porque sí,  joder.
Sí que lo decía con la intención con la que sonaba.
Steve posa la mejilla contra el cuero del respaldo, la boca abierta, los párpados pesados. Se lame los labios cuando Billy cuela las puntas de los dedos dentro de la cintura de sus calzoncillos, la mano dentro de los pantalones.
Y por dios Steve es suave, suavesuavesuave, y está duro, rígido contra su mano y todas esa historias, todas esas historias que ha oído son ciertas porque cuando Steve está así es grande, largo, pero sobre todo ancho, y Billy estaba seguro de que ya no podía ponerse más caliente pero lubrica hasta que nota la humedad manchándole el calzoncillo, caliente, espesa. El cuerpo le llora entero de ganas. Apoya la cabeza a su lado y la mano de Steve acaricia su costado, suave, casi sin presión, sin prisa, igual que todas esas noches que pasó su lado, que cuando le cogía la mano en mitad de la madrugada, lo más dulce que Billy que recuerda haber sentido desde hacía mucho tiempo contra la piel. No va a besarle si Steve no le besa pero quisiera, por dios, quisiera. Steve le agarra el pelo, le atrae hacia sí. Si Billy se tapara los oídos, igual podría entender las palabras por las formas que le hacen contra la piel.
“En la boca” el aliento le sabe a impaciencia y un poco a desesperación “Billy en la–” se le queda la frase a medias.
Billy sonríe.
“Me gustas así, Rey Steve, queriendo ponerte exigente  pero que te puedan las ganas”
Las uñas de Steve se le clavan en el costado. Billy le obliga a levantar el culo para bajarle los pantalones. Traga saliva y Billy le ve la anticipación en los ojos. No lo resiste. Se echa hacia delante y le muerde en el cuello, succiona y Steve resopla todo el aire, como si le estuviera costando un esfuerzo enorme hacer acopio de tan siquiera algo de autocontrol,  la cabeza inclinada contra Billy, reteniendo  el contacto  y a Billy le ronronea el cerebro, atrapado ahí, en ese hueco de calor, la polla de Steve palpitándole en la mano, Steve repitiendo su  nombre como si no se diera ni  cuenta.
No puede evitar ponerse un poco imbécil cuando le dice al oído:
"Dime cuantas ganas tienes, cara bonita. Dímelo y te la como" Steve gime, embiste y Billy le suelta "Con palabras"
Steve hace un ruido de frustración, un ruido como de joder, Hargrove. Le coge la cara entre las manos, le mira los ojos, la boca, a Billy el corazón se le resbala entre la curva de sus labios.
"Muchas ganas"  se le entrecorta la voz, acaricia con el pulgar en la comisura de su  boca "Muchas ganas"
Billy le besa en la concavidad de la mano.
"Muy bien"
Steve inhala hondo, se le encoge el diafragma cuando Billy se lo mete entero en la boca, todo de una vez, hasta el final de la garganta. Baja hasta chocar con su propia mano, y luego sube despacio, recorriendo con la lengua todo lo largo de la polla, tragando saliva alrededor de la cabeza. Steve suelta un ahh agudo, le mete los dedos en el pelo, acaricia suave en la curva de su nuca, hace un sonido como de mmhh que suena dulce, suena a que Steve lo está saboreando, mmhh, y Billy chupa la punta con cuidado, insinúa los dientes, sigue las formas con la lengua, hace círculos lentos en ese punto en el que sabe que la piel es más sensible y mmhh se convierte en mmhhbilly, mmhhbillybilly, el placer y su nombre en una palabra completa, mezclados, como si todo en Steve estuviera a punto de derretirse y a Bily le late el corazón en toda la longitud de la polla. Baja otra vez, traga cuando le nota en el fondo de la garganta, la  boca llena a más no poder, al límite de lo que aguanta. "¡Joder!. Billy. Joder" Steve le acaricia el pelo, las sienes, las mejillas y sus manos son suaves también, tan suaves, tocándole así, con tantísimo cuidado y esto es lo mejor se ha sentido Billy desde que regresó, envuelto en el calor que se condensa en los asientos de cuero del Camaro, Steve en la boca, sus manos agarrándosele al pelo como si no pudiera ni quisiera soltarse. Steve Harrington entero para él. Y Billy se le vacía la cabeza de todo lo que no sea estar aquíaquíaquí. Steve y él.  Envuelto en este calor imposible que desprende. Aquí, colocado de esta sensación de sentirle en el cuerpo entero, Steve llenado todos esos huecos de su mente que se han quedado vacíos.
Aquí,  como si no existiera la negrura a su alrededor, solo Steve, Steve, Steve y la forma en que dice su nombre,
Billy.
“Billy”
“Billy-paraparaparapara-Billy”
“Uhm?” Sus dedos le agarran el pelo,  tiran “¡Eh!”
Jadea.
“Que pares”
Billy le da un lengüetazo desde la base hasta la punta, medias lunas con la lengua dónde la piel es más fina.
“¿Por qué?”
La mano en su pelo insiste, y Billy siente como el dolor le escuece directamente entre las piernas.
“Billy. Sube. Si no me voy a–”
La polla de Steve le late en la boca, Billy tiene cuidado pero no se aguanta las ganas de morder, arrastra los dientes. Steve lubrica, le empapa la lengua, dulce. Billy embiste sin ritmo contra la humedad de sus propios vaqueros.
“¿No era esa la idea?”
Steve tiene los ojos cerrados. Se lame los labios, el pelo hecho una maraña contra el reposacabezas.
“No. Sube. Ven aquí. Quiero besarte”
A Billy se le seca la garganta. Se le paran los pulmones.
“Quie–?”
“Por dios ven”
Tira de él con ansia. Les chocan las bocas, la nariz  la frente. Y tiene los labios suaves también, mullidos, y Billy besa en esa curva ancha, muerde la carne tierna de su labio inferior, y está besando a Steve, los labios de Steve en sus labios, la lengua resbalandojoderresbalando contra la suya, tantancaliente, y Steve le está abriendo como puede los botones del pantalón, más intención que habilidad, más rabia que otra cosa, le mete la mano en el calzoncillo a la vez que Billy tira para quitárselo todo, sienta el culo en la tapicería, la cintura del vaquero se le clava contra los muslos pero Steve lebesalebesalebesa, le rodea la polla, le deja embestir en su mano  y "Hostia, por dios Steve, Joder" Billy se siente como en la cara iluminada de la luna, así, tocándose el uno al otro, con Steve besándole a bocajarro. Billy le masturba con más fuerza, aumenta el ritmo y Steve gime, le clava los dientes en los labios le dice “Frena. Billy. Frena” con voz ahogada, tan suave que a Billy el contraste le parece casi imposible y a Billy le gustaría dejar que se lo comiera vivo, que si algo tiene que devorarle sea Steve Harrington y esa forma en que le mira con los ojos entrecerrados, esa forma en que se lame los labios.
"Me sigues diciendo que pare, cara bonita," dice, sopla fuera el aire, hace acopio de autocontrol "pero no quiero parar"
Steve suelta una risa baja, niega con la cabeza, como si hubiera algo de tierno en tener que dejar a Billy por imposible.
"¿Por qué tienes prisa?"
"Por si no puedo volver a tocarte" lo dice, no lo piensa, qué más da. Steve ya sabe que se muere de ganas, tienen la mano el uno en la polla del otro y ahora mismo no hay nada que ocultar.
Steve le besa. Solo labios sobre labios. Le dice "Esa lógica tuya tiene muy poco sentido" Se humedece los dedos en la humedad que gotea de su propia polla, los mueve entre sí para extenderla "¿No tiene más sentido hacer que dure más?" mete las manos entre las piernas de Billy, le toca con un solo dedo, lo hace resbalar contra la entrada de su culo, presiona contra el músculo, a Billy le explotan todas las terminaciones nerviosas.
“¿Te lo han hecho antes?” pregunta Steve, y a Billy le sorprende todo lo que le ve mirada. Las ganas, el miedo, la anticipación, el hambre.
 “No” traga saliva "Solo yo" las piernas se le abren solas cuando Steve aprieta, solo un poco, la más ligera presión con la yema del dedo "¿Me dejas?" y a Billy se le escapa el peso de su propio cuerpo cuando Steve empieza a masturbarle con la otra mano, contesta “Sí” se humedece los labios “Si”. Steve vuelve a llevarse los dedos a la boca, los deja brillantes de saliva. A Billy le parece que mide kilómetros enteros, esa curva profunda que forma sus labios,  la lame para ver a dónde lleva y Steve le sonríe contra la boca, se bebe sus gemidos cuando empieza a meterse dentro,  despacio, con cuidado, mueve el dedo en círculos contra las paredes de su culo, círculos con el pulgar en la cabeza de la polla y Billy ni siquiera le está tocando ya, solo le tiene agarrado, una mano en la polla y la otra el pelo, sujetándole para poder comerle la boca “¿Puedo entrar más?” le pregunta Steve y Billy se ha imaginado esto tantas veces que le parece imposible que esté pasando de verdad. Asiente. Steve empuja. Más. Más profundo. Los círculos se hacen más amplios y a Billy se le derrite el culo. Steve le masturba más fuerte, hunde la cabeza en su cuello, murmura “Billy por dios” empieza a sacar el dedo y a Billy solo le sale un “Mmm–“, ahogado “Steve–” sin nada de aliento, mueve la cadera, buscándolo, quiere volver a tenerlo dentro. Steve se le ríe en la oreja “Voy, ya voy” se chupa dos dedos y Billy está ya tan mojado que esta vez se resbalan dentro. Se le va la puta cabeza, le coge de la muñeca y empuja “Más adentro. Más–más ahadentro” Steve suelta una risa, le besa a lengüetazos,  mueve la polla contra la mano de Billy y Billy no puede más, porque lo siente ahí, ahí justo ahí, el orgasmo empezando a acumularse como un escozor en la punta de la polla, en ese punto donde le rozan los dedos de Steve  cuando le folla el culo, diciendo “Billy” caliente “Billy” y Billy se corre a convulsiones, desde el calor que le resbala por la polla hasta las cosquillas en las puntas de los pies, siente el cuerpo como abierto en canal, hipersensible “No pares no pares Steve no pares” y a Steve jadea, le gime como un lamento en la boca, “Joder. ¿Vas a– vas a correrte otra vez? ¿Vas a–?”
“Más fuerte. Ahh-joder. Másfuerte”
Steve arquea los dedos dentro de su culo, la mano rápida en su polla, resbaladiza de semen y de sudor pero no es suficiente, no es suficiente, y  Billy nota la tensión acumulársele en los muslos, como una pulsión en la cabeza de la polla, pero acaba de correrse y joder, no es suficiente, necesita “Más” traga saliva “Más rápido” “¿Así?” “Más. Más fuerte” “Joder. ¿Así? Dime si-Billy”
Billy se mueve contra sus dedos, la boca abierta, casi sin respirar.
 “¿Que necesitas? Eh-Eh Dime que necesitas”
Y Billy piensa, a la mierda piensa esta puede ser la última vez, la única vez, piensa todo. todo.
Se quita las zapatillas con las puntas de los pies, tira de los vaqueros, de los botones de la camisa. Se le sube encima a horcajadas. Steve le mira con los ojos muy abiertos, un ciervo ante los faros de un coche “¿Qué haces?”, pero lo que hace está bastante claro así que lo que le responde es,
“Esto. Necesito esto”
Se mueve contra Steve mientras le besa, mojados, sucios de saliva y de semen. Tira hacia arriba para quitarle la camiseta y se resbalan los dos contra su estómago, contra la forma rígida, caliente, de la polla del otro, piel contra piel.  Steve resopla en su oreja, le agarra del culo y Billy piensa que quiere más, todavía más. Clava las rodillas en el asiento, se levanta. Steve le mira sin entender pero no tarda nada en comprenderlo cuando Billy le coge la polla, busca con el culo hasta encontrarse y aprieta, le dice,
“Quiero saber lo que se siente. Quiero hacerlo contigo”
“¿Estás seguro?” tan quieto que se tiene que estar conteniendo, la tensión marcada en los tendones del cuello “¿Billy estás–?”   
“¿No te parezco seguro?” alza una ceja, sonríe, baja un poco y por dios tiene la cabeza dentro, se siente lleno y ni siquiera acaba de empezar, Steve ahoga un gemido, respira como si llevara kilómetros y kilómetros corriendo sin parar a descansar.
“Imbécil”
Billy le habla al oído, se abraza a su cuello.
“Mmm” bufa una risa “Voy a. Moverme”
Steve asiente. Le huele el pelo a la humedad somnolienta de la noche, a aire fresco, y de todo lo que están haciendo a Billy le parece lo más increíble de todo, saber a qué le huele el pelo tan de cerca, cómo le sabe el sudor en la curva de la garganta.
Billy se mueve y por dios por dios ahora es demasiado. Steve le acaricia la espalda, esconde la cara en su cuello.
“Billy. Estamos– joder estamos follando Billy yo–“suena algo fuera de sí, algo sobrecogido y Billy no puede evitar que dé un poquito al risa porque igual Steve tampoco puede creerse que esté pasando esto, y Billy siempre, siempre se ha sentido atraído hacia Steve Harrington, siempre, desde el principio y siempre ha sabido, como se saben algunas cosas a pesar de que no tengan razón de ser, que algo en Steve también se sentía atraído por él.
Pero siempre pensó que era la sed de violencia, un incendio a la espera de una llama, la atracción inevitable de querer derramar un bidón de gasolina, pero no esto–
Esto,
“Eh, cara bonita, eh”
Steve jadea como si le costara respirar, tensión en la mandíbula, en el hueco de sus clavículas, y cuando Billy le coge la cara entre las manos y le mira Steve tiene los ojos más negros de lo que se los ha visto nunca. Billy quiere dibujársele dentro. Imprimírsele en la retina. Utilizar como un lienzo toda esa oscuridad.
“Quería, Billy. Todo este tiempo” le habla en los labios, le besa con los dientes “Quería”
Y Steve es enorme. No le deja sentir nada más. Se siente más desnudo que nunca, partido por la mitad, pero es por dios es justo lo que necesita, Steve dentro de él,  “Nunca había. Por dios Steve– Nunca había–Te noto entero en el culo por dios, te noto entero en el culo” Steve no dejando ni un solo hueco en el que no se sienta lleno, invadido, poseído por Steve, nada más, absolutamente nada más que Steve cuando le dice,
“Prométeme que quieres quedarte conmigo” le coge del pelo, frente con frente, le acaricia suave, le mira con esos ojos suyos que siempre parecen estar recitando una plegaria “Que quieres que salgamos juntos de ésta. Prométeme  que–”
“No puedo. No puedo–“
Steve levanta la cadera, y debe de haber estado conteniéndose, todo este tiempo, pero ahora embiste, embestidas largas, hasta el fondo del culo y a Billy no le queda en el cuerpo casi nada más que darle.
“Solo te pido que quieras”, le besa la frete, los párpados, la mejilla “Solo que quieras”
Y a Billy le da la risa porque  –como siempre, como siempre–  no se han entendido.
“Pero quiero, cara bonita––”
Es noche cerrada fuera del coche, una bóveda de negro profundo, pero la sonrisa de Steve se incendia al impactar contra la atmosfera, lo cubre todo de luz. Billy podría cerrar los ojos. Pedirle un deseo a la curva de esa sonrisa. Pero le parece que ya se ha gastado toda su suerte, esta noche. No quiere ser egoísta.
“–A ti te quiero siempre.”
Y besa despacio, esa sonrisa. Cálida, viva. Le calienta la piel.
“Pues cuando vengan esos cabrones, ya sabes lo que hacer”  le agarra del pelo, le habla a besos “Esta vez vamos a matarlos a todos. Esta vez vas a quedarte conmigo” y Billy siente que se desangra, que todo eso que siente por Steve es demasiado violento para retenerlo en el cuerpo, que le rompe la piel a tiras. Le cuesta coger aire. Le arden los ojos. Quiere que Steve se corra como si le costara la vida, que le llore la polla con las ganas de correrse, que se sienta como hace sentir a Billy, como si todas las partes en las que Steve le toca fueran como una herida abierta, así que se lo saca casi entero, baja la mano, le agarra la base de la polla y le masturba con la punta dentro, se inclina para susúrrale al oído,
“Quiero que te me corras dentro, cara bonita, quiero notar lo caliente que estás”
Y Steve le mira con esos ojos en los que no se diferencian las pupilas, le entierra los dedos en la piel de la cadera y Steve Harrington no parece la clase de tío que te folla como si quisiera ser lo único que sientes en  el cuerpo pero lo debe de ser porque le quita la mano, le agarra por debajo de las nalgas y le penetra en embestidas profundas, todo hasta fuera y dentro otra vez, lento y todo sensación y a Billy se le contraen todas las terminaciones nerviosas del culo cuando llega hasta el final y aprieta como si no quisiera dejar fuera ni hasta el más mínimo resquicio de piel,  hundido hasta los testículos, como si quisiera que Billy no pudiera ser capaz de dejar de sentirle nunca “Córrete conmigo. Quiero que te corras conmigo. Quiero verte, Billy. Quiero verte otra vez", su voz inoculada directamente en el cerebro,  y Billy se corre como el fósforo al rascar contra una lija, a combustiones largas, de un blanco profundo.  Nota como se le contrae el culo, la voz de Steve resonando contra su yugular, gimiendo “Billy, por dios Billy, voy a–“ “Vamos, cara bonita, vamos” y es visceral, la forma en que el cuerpo del pide moverse contra él, colocado de ganas de notarlo por dentro y joder Steve está caliente cuando se corre, las yemas de los dedos enterradas en sus nalgas, sacándole un último beso a mordiscos y luego más suave, acariciándole con alengua como quien lame una herida, más suave, labios contra labios, más suave, solo el olor de su aliento.
Se quedan un rato ahí, abrazados, respirando el uno en el cuello del otro. Las manos de Steve le acarician la espalda, bajan hasta sus muslos, le susurra al oído como si de verdad hubieran quemado algo entre los dos y ahora solo quedasen la calma de después.
“¿Bien?”
Billy se ríe bajito, pensando en que la pregunta es buena, en lo mucho que viene al caso, porque se siente exhausto, sobrecogido, exhilarante, como si por fin tuviera espacio para respirar y estirarse, como si estuviera  mudando a una piel nueva.
“Uhmmm. Aceptable”
No es lo que Steve pregunta. Siempre tan cuidadoso, siempre tan preocupado. Nota como la polla de Steve se contrae, espasma, dentro de su culo y Billy igual no es capáz de decirlo en voz alta pero Mejor que bien. Mejor que  antes de lo que pasó en California, antes de Hawkins, antes de los monstruos. Porque le parece que, a partir de ahora, va a poder besar a Steve Harrington cuando le dé la gana, y no cree que se pueda llegar a estar mejor que eso.
“Siempre tan fácil de complacer” bufa, pero por la voz que pone Steve, está claro que no le engaña.
Billy se mueve un poco y se permite perder el aliento cuando Steve separa despacio las pestañas, le sonríe mejor de lo que Billy podría llegar  a imaginarse en ningún sueño.  Se siente ligero, clamado, como si Steve le hubiera abrasado con más fuerza que ningún sol y luego soplado con cuidado sobre la piel ardiente.
“Lo decía–. Lo decía todo en serio, cara bonita” dice, inclinándose hacia delante y el corazón le duele dentro del pecho cuando Steve –cálido, lento, suspirando cuando Billy acaricia con la punta  de la lengua esa piel tierna bajo el labio superior– le devuelve el beso.
Cuanto te necesito. Lo mucho que te necesito.
Steve le retira el pelo que se le cae sobre la frente, recogiéndolo con ambas manos, sujetándolo hacia atrás.
Le mira a los ojos.
“Yo también”
 Se limpian como pueden. Más mal que bien. Sacrificando la chaqueta de Steve porque no hay nada más que pueda sacrificarse. Steve se queja “Oh, por dios. Ni queriendo puedes ser más asqueroso” cuando Billy se le echa encima amenazando con mancharle. Le empuja, le pega una colleja pero todo es más suave, más tranquilo. Billy sabe que esto entre los dos se mueve a la misma frecuencia a la que chocan las mareas,  a impulsos, a oleadas, que esto que han hecho hoy es el equivalente a deshacerse en espuma por primera vez, pero le parece que así es como tiene que ser, así es como funciona, entre él y Steve, así es como ha sido siempre, avocados a explotar contra el otro.
Recuperan el aliento bajo la luz amarillenta de la parte de atrás, espaldas apoyadas en lados opuestos del Camaro, las piernas de Steve estiradas sobre las suyas, mirándole atento, mirándole con algo que se sigue pareciendo demasiado a las ganas, a la toma de impulso, al principio de la cresta de la ola. 
Se está inclinando hacia delante justo en el momento en el que Billy la siente ramificarse como una ráfaga de electricidad, un terremoto superficial activando todas las alarmas de la superficie de su piel, esa sensación, esa puta sensación.
Steve se lo ve en los ojos, se le corta la respiración a centímetros de su cara.
“Están aquí” dice, justo en el momento en el que escuchan el primero de los aullidos.
Aunque aullidos nunca ha sido la palabra que los describe. El sonido que sale de las bocas de los Demoperros  a medida que se acercan es más parecido a un lamento primario, visceral: el dolor en estado puro.
 “No me jodas, ¿ahora? Eso sí que es saber elegir el momento”
Steve maldice entre dientes mientras se enfundan a toda prisa dentro de la ropa. Sale del coche en un movimiento rápido. Billy sale justo detrás.
Están aquí. Están aquí. Están aquí. Los siente acercarse como si alguien subiera y subiera y subiera el volumen de una emisora abandonada en la estática, como si algo estuviera buscando, buscando, buscando, tratando de encontrarlo.
No. Por favor. No. Por favor. No. Por favor.
“Tenemos que largarnos” Steve tiene los ojos muy abiertos, pupilas dilatadas.
 “No”
“¿Qué–? Billy. Tenemos que avisar a–”
Billy le agarra por los hombros. Nota los bordes de sus uñas hundiéndose en la carne.
“No van hacia el pueblo” Soy tan estúpido, por dios, tan estúpido “Los siento. Vienen a por mí”
Billy está atrapado en el centro de una tela de araña y Steve está atrapado con él.
“¿Y qué quieres que–?”
Pero Steve se lo ve en la cara otra vez. Steve, que lleva meses pegado al culo de Billy como si se hubieran convertido en un animal de dos cabezas, cosidos el uno al otro, inseparables. Unidos por el miedo, la soledad, la rabia, el cariño, la violencia, la necesidad, la ira––
Steve y él.
“No” da un tirón. Se separa “No. No. Ni de puta coña”
“Steve, tienes que irte”
“Ya te lo he dicho, Hargrove” le mira. No existen ojos más oscuros que los suyos “No sé por qué tienes la impresión de que me gusta repetirme”
Se zafa del agarre de Billy. Va hacia el maletero.
Cuando le tiende el hacha, lo hace con una sonrisa. Y ahora es Billy quien lo ve, quien se lo ve en la cara.
Porque a veces, mirar a Steve Harrinton es como mirarse en un puto espejo.
“Voy a quedarme contigo” y esa violencia, toda esa violencia que les late dentro de las venas como petróleo se le solidifica en los tendones de las manos cuando agarra el Bate de beisbol, lo hace girar en el aire como si las ganas estuvieran a punto de  salírsele del cuerpo “Vamos a matarlo”
Steve quiere sangre.
El Camaro ronronea cuando Billy acciona el contacto, las luces excavando un túnel de luz que hace brillar la humedad viscosa de la carretera. Sus sombras se estiran como gigantes cuando se colocan al frente. Largas, desproporcionadas, deformes. Como monstruos que han encontrado la forma de llegar a este mundo desde otra dimensión. Dentro de Billy, la estática sube y sube y sube hasta que todos los sonidos confluyen en un pitido ensordecedor y Billy escucha la voz de su madre en su cabeza, la risa en los labios “Alguien está pensando en ti.”
 “¿Listo?” pregunta Steve y Billy abre las piernas, y si, si,
“Vaya que si” porque si Billy los mata a todos y cada uno de ellos, no quedará nada que intente alcanzarlo desde el otro lado, ningún monstro que pueda susúrrale al oído.
Steve le agarra de la nuca, le besa con toda la boca. Le mira a los ojos: una pregunta.
Frente a ellos, la luz de los faros tiembla cuando aparecen los Demoperros, como el velo de un sueño al apartarse para dejar entrar  una pesadilla.
Billy coge el aire que escapa de sus labios, asiente: una respuesta.
Es como si Steve y él hablaran en millón de lenguajes diferentes, todos a la vez, pero a Billy, esta vez, le parece que se entienden.
Cierra los dedos, con fuerza, en torno a mango del hacha.
“Cuando acabe todo esto, voy a echarme ese cigarrillo”
La carcajada de Steve resuena como una ráfaga de claridad en mitad del terror de la noche.
“Puedes intentarlo”
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you-moveme-kurt · 4 years
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Glee «The quarantine» Part VII
Abril de 2020
Ok… —agrego Blaine entendiendo el mensaje— iré a buscar tu teléfono— dijo levantándose. -No quiero saber nada… —respondió Kurt abandonado su silla, caminó hasta el fregadero y tiro el café que le quedan en la taza, acto seguido la lavo con brusquedad y se quedó contemplando el chorro de agua, por más tiempo que cualquier ambientalista quisiera. -¿Como?... -Lo que escuchaste… —dijo dándose media vuelta— si son noticias terribles, como las que insinuó Carole, prefiero no saber nada… —agregó cruzándose de brazos— no quiero ver hospitales colapsados, ni cadáveres en las calles... -Kurt… eso es imposible… -No lo sabes… -No… pero podemos averiguarlo… si quieres...  yo veo mi teléfono y te cuento… ¿que opinas?— preguntó mirándolo, como a la expectativa de una respuesta, Kurt tomó un poco de aire y gesticulo un sí— muy bien… vuelvo enseguida —agregó comenzando a subir la escalera. -¿Dónde están esos teléfonos Blaine Anderson-Hummel?... —quiso saber Kurt mirándolo subir. -A resguardo… —respondió Blaine guiñandole un ojo— vuelvo enseguida… —repitió desapareciendo en el último escalón. -«A resguardo» —repitió Kutt en voz baja— como si yo fuera una amenaza o un ser en el que no se puede confiar o algo… —murmuro para si— si no fuera porque quizás hasta cuando estaremos confinados aquí, te seguiría para arruinar tu escondite  Blaine Anderson, —añadió tomando uno de los paños de cocina— y me importaría bien poco la discusión posterior… —continuó haciendo ademán de comenzar a secar lo que recién había lavado— ¡al demonio!… —exclamó dejando todo, tomó el monitor del bebé, subió la escalera saltando los peldaños de dos en dos y alcanzó a ver a su esposo justo antes de que se metiera en el estudio de grabación— «jaque mate» Blaine Anderson-Hummel… eres tan guapo como predecible —susurro encaminado sus pasos en esa dirección, tomó la manilla de la puerta y esperó un par de segundos antes de abrirla, como si se hubiese arrepentido o algo asi— ¡al demonio!… —repitió entrando. Blaine estaba de rodillas bajo la mesa de sonido tratando de alcanzar una pequeña caja detrás de todo el cableado.
-Con que aquí es donde escondiste todo… —preguntó Kurt parándose en la puerta con las manos en la cadera. -Y tú no pudiste resistir… ¿no es así?... —dijo de vuelta su esposo sacando ambos teléfonos. -Obvio que no… y tu me conociste así, asi es que ahora no te quejes… —agregó entrando del todo. -No me quejo… —contestó mientras salía a gatas de debajo del mueble— de lo que si me puedo quejar es de dolor de espalda…—agregó poniéndose ambas manos a la altura de los riñones— creo y no estaba preparado para eso… —dijo haciendo unos ejercicios de elongación. -Nadie lo esta… —dijo Kurt sentándose en el escritorio. -Tal vez alguien que trabaje en un circo...—añadió sentándose a su lado— ¿aún estás enojado? —preguntó Blaine dándole un toque divertido en el cuello. -No estoy enojado, nunca lo estuve… —respondió Kurt apoyando su cabeza en el hombro de él— es todo esto que me tiene debatiendo entre enterarme de lo terrible y el miedo que me da hacerlo… —añadió soltando un suspiro. -Una posición difícil sin duda… —opinó su esposo besándole la cabeza, Kurt sonrió y se refugió más. -¿Qué hacemos con esto entonces?— pregunto de vuelta Blaine enseñando los dos teléfonos. -Pues puedes guardarlos de nuevo… al menos el mio… -¿Sigues con lo de no querer ver nada?... -Sigo… —respondió Kurt de inmediato haciendo la señal de alto con sus dos manos— ya te dije que no quiero ver un desastre mundial como en «Contagion», menos si no esta Jude Law deambulando por las calles… —insistió aun con sus manos abiertas. -Claro… —añadió Blaine dejando el teléfono de su esposo sobre la mesa de sonido— ¿veo el mio entonces?  —preguntó moviendo el aparato entre sus manos. -No lo se… no lo se… —contesto restregándose la cara con una mano.. -Si quieres, podemos quedarnos como estamos… -¿Y eso es?... -Ignorantes y a salvo… —respondió Blaine repitiendo lo del beso. -Me encantaría… -Pero… —Kurt se incorporó y se le quedo viendo un instante antes de responder. -Pero… no puedo negar que quiero saber lo que esta pasando… —respondió poniendo cara de complicación, como si se viera obligado a decidir entre dos situaciones igualmente difíciles. -Lo encendre entonces… —dijo haciendo lo que dijera, Kurt se levantó y se paró en frente con las manos en la cadera primero y los brazos cruzados después, intercalando ambas posiciones cada tres segundo— Ok… —añadió esperando que se iniciara y actualizaran las aplicaciones— ¡vaya!… —exclamó levantando sus cejas. -¿Que?... —dijo Kurt tomándose la cabeza. -Tengo muchos mensajes en todos lados… —respondió riendo al tiempo que enseñaba la pantalla con todas las notificaciones. -Era de esperarse , ¿no crees? -Lo creo… veamos… ¿Facebook? -Mejor, «Twitter» es demasiado vil para estas circunstancias…. —dijo Kurt llevándose una mano a la boca para comenzar a comerse una uña. -Ok… bueno.. -Espera… —pidió su esposo como si necesitara un par de segundos para estar listo o para hacerse a la idea de que solo escucharía malas noticias.— solo dime lo esencial, nada de números, nada de cosas trágicas… -Bien… primero… «Broadway.com»,  anuncia que no espera la re apertura de los teatros hasta… -¿Hasta? -El primer fin de semana de junio… -¡Junio! —repitió sin poder creerlo. -Lo siento Kurt... -Con un demonio… —dijo llevándose ambas manos  a la frente— creo que voy a vomitar… -Siéntate… —pidió Blaine moviendo la silla del escritorio hasta donde su esposo estaba. -Blaine son casi dos meses… —dijo Kurt como si su esposo no supiera eso. -Lo se… pero… se que es difícil pedirte esto, pero… tómalo como un intermedio… al menos ya sabes que la temporada no esta totalmente perdida… —dijo Blaine mientras sacaba de un pequeño refrigerador una botella de agua— toma… —agregó entregándosela. -Gracias… —dijo Kurt poniéndose el envase en la frente— ¿puedes ver la página del teatro?… tal vez hay algo… una información o algo… -Claro… — contesto Blaine pasando pantallas— por dios...— murmuró poniendo cara de impacto extremo. -¿Que?, ¿cerraron el teatro para siempre? -No… es decir, no se… aun no se carga esa información… es… Kurt… la situación allá afuera es grave… -¿Grave?... ¿por qué?, ¿por qué grave?... —dijo levantándose. -Hay mas de… hay mucha gente muerta… mucha… -¿Como?... —dijo su esposo con un hilo de voz. -No lo puedo creer… -¿Cuánta gente?... -Dijiste que no querías saber cifras… -Blaine… -Hasta hoy, y solo en New York… hay... 8.627… -¿¡Muertos!? —exclamó abriendo sus ojos al máximo. -Asi es… solo hoy se reportaron 783… —dijo Blaine enseñando la pantalla de su teléfono, Kurt lo tomó despacio y con cuidado como si fuera una bomba a punto de estallar y  comenzó a leer la información, Blaine se levantó y se puso detrás de él para reaccionar a tiempo en caso de un posible desmayo o algo asi. -No lo puedo creer… —dijo queriendo llorar. -Ni yo… -¿Crees que nuestros amigos estén…? -Todos están bien… —se apresuró en responder Blaine tomando su teléfono de vuelta— mira…  casi todos han posteado cosas— dijo deslizando la información en su muro de Facebook— todos bien,  encerrados pero bien, incluso Rachel… ¿ves? —agregó mostrando un video que había «subido» su amiga cantando «Don’t rain on my parade» desde el balcón  de su departamento para los vecinos de Upper East Side. -Demonios Rachel ni siquiera en estas circunstancias dejas de llamar la atención… —dijo Kurt queriendo reír, Blaine le subió el volumen y  puso el video desde el principio, lo pausó y acercó la silla del escritorio para sentarse, acto seguido jalo a su esposo del sweater y le hizo un lugar en su regazo, Kurt se acomodó y lo abrazó de inmediato. -Como que me llamo Blaine Devon Anderson-Hummel que te juro que saldremos de esta… —le dijo sin soltarlo. -Lo se… —contestó Kurt con voz llorosa— ahora pone ese video... —añadió apartándose luego de un par de segundos que se sintieron como horas, se enjugó las lágrimas y se echó un poco de aire con las manos— juro que si desafinas alguna nota u olvidas la letra como en tu audición para NYADA, me hará olvidar todo Rachel Berry… —terminó por decir esbozando una pequeña sonrisa, Blaine le dio un beso en la mejilla y quitó el pause a la reproducción para comprobar juntos si aquello era cierto.
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jacquelinezalgo · 5 years
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Recuerdan que una vez me fui a vivir con mi abuela? Bueno...
Quiero volver
No había pensado en eso hasta este punto, estaba solo por YouTube viendo animaciones y una en especial me llamó la atención, me gustó pero no sabía que decía, lo busque y pues... Aquí estamos no? Cosas de media noche
Y me hace pensar... Jamás he sabido comunicarme, nunca hablo de lo que me pasa hasta que ya es un ayer, hasta que ya pasó
Y me cuesta aceptar aún un poco que todavía no sé quién soy, que todavía no me siento cómoda en donde voy ni el camino que sigo, que todavía no se que es enamorarme de verdad, que no se reconocer un amor, ni un solo tipo de amor
Me cuesta aceptar que aún me siento incompleta y a veces hasta muerta
Ya no quiero tener miedo de dormir por no querer recordar el pasado, porque siempre pareciera que tengo la mente en el pasado, que no puedo avanzar sin pensar en las palabras de mi madre, de mi padre, de a todos los que decepciono
Porque hasta hace poco me enteré que mi padre ya firmó la carta de cesión de derechos de paternidad, pero solo la mía, no la de mi hermana, su razón? No quiere a una inútil con su apellido, alguien que no sabe que generó es ni sabe quién es, no quiere a alguien que está fracasando en todos los aspectos
Yo no siento nada por mi padre, pero eso es un golpe bajo, haber pensado que por fin iba bien con mi vida, que al fin iba tomando el control y de repente eso, y enterarme que hasta mis vecinos esperan grandes cosas de mí? Quien debo de ser?
Hace una semana estaba hablando con mis vecinos, son gente mayor que nunca tuvo hijos y que nos hicieron "hijas por elección" a mi hermana y a mí, ellos piensan que aún sigo en la escuela, me preguntaron que como iba todo, si necesitaba algo, les dije que no y estaba por decirles las cosas como son pero me interrumpieron, diciéndome que me deseaban la mejor de las suertes, que ellos sabían que llegaría lejos en lo que sea que me propusiera, que seguro iba a ser una pionera en ello
¿Cómo les iba a decir que los iba a decepcionar? Cómo decirles que ni siquiera tengo una meta más que intentar tener un motivo para seguir?
Cómo decirles que su hija por elección estaba pérdida, que ese pequeño monstruo se estaba atorando en el pasado de nuevo
No puedo, no quiero decepcionarlos, nunca quise hacerlo, solo quiero ser lo que necesitan sin perderme a mi misma también
Solo quiero mi imagen de hace un año, mi cabello corto, mi vestimenta, solo quiero volver a ese periodo de seguridad sobre mi misma, saber que quería por fin, pero ahora solo me encuentro más perdida que en un principio, no sé dónde está mi escencia, no sé dónde está ese brillo de esperanza, no se dónde estoy en esta vida
Y solo pienso en como me sentía cuando mi padre decidió no hacerce cargo de mi el año pasado, en cuando me dejó en aquella puerta de la casa de mi abuela, como al final a pesar de todos los problemas que ya tenía ella decidió recibirme con los brazos abiertos, me dió mi espacio, supo cuando ocupaba hablar, cuando un abrazo, ella lo sabía todo
Solo pienso que solamente ahí me he sentido como en casa, que aunque solamente fueron 3 meses quiero volver, pero está vez siendo más útil que estorbosa, solo pienso en como aunque fue poca mi estadía ahí aún así el tiempo pasó lo suficientemente lento como para poder asimilar las cosas mejor
Y ahora solo las cosas me están estallando la cabeza, ya no es solo no decepcionar a mi familia, ahora también es a mis vecinos, a mis amigos, a ustedes, a mis compañeros de trabajo, a todos
Tengo logros, pocos y muy pequeños que aunque uno los considere estúpidos les tengo demasiado aprecio, mi telescopio de la única vez que servi de algo en la escuela, las fotos con mis amigos porque fueron los únicos que hice alguna vez, mis peluches de máquinas de garra, y más la cebra porque llegó cuando más la necesite, cuando fue a la única a la que me pude aferrar, dos días antes de que mi madre me sacara de casa, mi pequeña cebra ya lleva un año conmigo y hasta cumpleaños le hice, porque enserio le tengo demasiado aprecio a las cosas pequeñas que tengo, porque son lo único que conservo a pesar de todo
Ustedes son parte de eso y no quiero decepcionar a nadie pero la verdad es que solo me estoy ahogando conmigo misma, a la única esperanza que tengo la cual es salir de esta casa y ser independiente
Y es una promesa que tengo hecha con mi cebra, si, con ese peluche mío, le prometí que aunque quizás esté cansada en estos momentos, un día de estos, algún día en el que me sienta lista nos iremos, nos iremos lejos de aquí para jamás volver, no volver a mirar atras, no volver a llorar por estas tonterías mías, le prometí que algún día dejaría de ser quien preste su hombro para que yo lloré en silencio, le prometí que un día ya no habría más lágrimas de tristeza, si, se lo prometí a un peluche porque no sé cómo decírselo a una persona, porque no se comunicarme, mi ser es un desastre y no sé quién soy siquiera, cómo podré decir que siento entonces?
Y eso es lo que más me aterra, decepcionarle también, porque si no puedo cumplirle esa simple promesa, entonces qué hago en esta vida? Donde está ese pequeño rayo de esperanza si no logro cumplir está promesa? No estaría en ningún lado, estaría en ese momento ya sin forma de encontrarme o de ser alguien, decepcionaría a todos
A quienes creyeron en mi, a quienes me tendieron mano, a quienes en algún momento me escucharon, a quienes están leyendo esto, a todos, temo cagarla, temo no ser lo que esperan, temo decepcionarlos
Pero si ya me decepcione a mi misma que otra solución tengo, no? A eso estoy destinada aunque lo intente, a fracasar
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ninidreamworlds · 5 years
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obi wan +satine final alternativo
esto transcurriría entre el final del  el episodio 3 al 4, cuando obi wan lleva a tattoine a luke y se queda en el desierto protegiéndolo y viviendo recluido allí
Satine: lo ultimo que me acuerdo es que Maul me traspaso con una hoja negra mi cuerpo y de repente vi que obi wan corria hacia mi y veia como sus ojos azules se encharcaban de lagrimas, mientras yo cerraba los mios y le decia que le queria, y ahi cerre los ojos y ya pense que no volveria a abrirlo mas, pero mi hermana bo katan, habia metido un veneno paralizador, para que pareciera que moria pero no, la espada me traspado pero no me perforo ningun organo vital, lo unico que mi cuerpo con el veneno parecia muerto de verdad, de repente abri los ojos, y vi que estaba en un lugar alejado del borde exterior, alli mi hermana y varios amigos suyos de mandalore esperaban impacientes que despertara, entonces yo aturdida les pregunte, ella me dijo que sabian que Maul me iba a dar caza para coger a obi wan y destrozarle, ella pacto con el bastante dinero y algun favor mas, para que la atravesara con la espada laser, pero dañandole lo minimo los organos vitales, y asi hizo, rozo un poco el higado , un poco un riñom y el tejido muscular, nada que no pudieran regenerar un buen tanque de bacta y un buen cirujano con tecnologia puntera, y asi fue, me operaron , me drenaron el veneno y desperte, doloria por todos lados, pero tb me dolia el alma, porque la persona que yo amaba pensaba que estaba muerta, mi hermana me dijo que prometiera que me esconderia alli en esa isla perdida, xq no me podia salvar por segunda vez, ademas obi wan estaba bien ,se habia escapado de maul, y si yo contactaba con el , peligrarían nuestras vidas y esta vez no tendriamos opciones, como nos piyaran nos matarian de fijo, mi vida la verdad es que a estas alturas ya no me importaba, pero saber que podria matar o dañar a obi wan, no podia permitirmelo, despues de chillar , de gritar y golpear todo lo que estaba cerca, me tranquilice y decidi quedarme alli en la sombra, viviendo como granjera , en una pequeña poblacion, tenia unas personas cercanas que me ayudaron a llevar la granja. 
pasaron unos cuantos años, y me informe por varias redes de espionaje que les pagaba para que me mantuvieran informados de como iba la galaxia y como andaba y por donde mi amado obi wan, un dia llego la noticia que habian terminado las guerras clon, que el senado galactico se habia disuelto y que ahora era el imperio galactico quien controlaria todo, se subio al poder un senador que controlaba todo llamado palpatine, se destruyo el templo jedi y los jedis eran perseguidos como delincuentes y proscritos, en ese momento me dio un vuelco el corazon, mi querido kenobi , que era una persona justa y buena, ahora era un proscrito perseguido por el estado y condenado a morir si le encontraban, se me hizo un nudo en la garganta, no pude seguir, le comente a mi informador que le daria lo que quisiera a cambio de informacion sobre obi wan y su paradero, despues de varios meses teniendo el corazon intranquilo, llego informacion no fiable, decian algunas fuentes que estaba en tattoine , cerca de las granjas de humedad, custodiando a un bebe , pero no sabian nada mas, como la orden jedi estaba disuelta, los jedis perseguidos, y yo ya no tenia nada que perder, decidi coger mis cosas, el dinero ahorrado y pague un transporte que me llevara hasta tattoine, iria como granjera a trabajar alli, fue facil, yo tenia otro nombre , me llamaba Tisa, y era simplemente una granjera, nadie se fijo en mi, y eso lo agradeci, llegue a una granja cercana a donde me comentaron que habian dejado al bebe, despues conoci a los que tenian ese bebe hice amistad con owen y beru unos chavales muy majos, y un dia comentaron el tema de ben , yo no sabia quien era ben , pero por lo que describieron de el, parecia que hablaban de kenobi, de mi obi wan kenobi, entonces cogi una pistola, una motorbike y me adentre sin pensarmelo mas en el desierto donde estaban los tusken, nada mas adentrarme en su terreno, dispararon a mi moto, yo cai y me golpee la cabeza, perdi el conocimiento, y cuando desperte , era obi wan kenobi quien me estaba curando las heridas, me quede muda , y no supe que decir o como reaccionar, el parecia conocerme y me dijo.
Siempre has sido un poco temeraria , e incluso diria que imprudente, pero no sabes cuanto me alegro de verte querida, como prefieres que te llame, Tisa o Satine, mi duquesa, y sonrio. yo le sonrei y le dije, al fin juntos otra vez querido Obi, y me volvi a desmayar ya que no estaba aun curada de la contusion de la cabeza..................................... 
al dia siguiente desperte en una cama comoda y humilde, me dio en la cara los rayos de sol intensos que se filtraban tras las persianas, y vi al fondo a obi wan preparando algo que olia de maravilla, me levante despacio porque me dolia aun todo el cuerpo, y fui hacia la cocina donde el estaba, rapidamente vino a ayudarme, 
Obi- sati !!!!!! perdon tisa , ten cuidado aun estas muy debil, deja que te ayude
-no te preocupes obi wan, puedo yo sola, siempre tan caballeroso como recordaba, no has cambiado
obi- bueno, si he cambiado, pero sigo siendo un caballero, lo unico que he sufrido mucho con todo lo que ha pasado en las guerras clon, y tb con tu muerte, aunque ahora tendremos que ponernos al dia........... cuentame , como has vuelto de entre los muertos, ? ( sonrio suavemente) 
- bueno, pues es que no llegue a morir querido ...... y sonrei
le conte mi historia, el me conto la suya .........................
el habia sufrido muchisimo, muchas perdidas de amigos y compañeros, es verdad que se le veia mas viejo y mas cansado, la guerra siempre deja tocado a la gente, y me dio pena, mucha pena por el, le acaricie la mejilla, suavemente, me gustaba tocarle su barba, y el cogio mi mano, la beso y se acerco directamente a mis labios y me beso....................
obi wan- ya era hora que te besara, ahora que ya no me ata nada, voy a disfrutar de ti, de la persona que siempre he amado y nunca se lo habia dicho, de la mujer que siempre he soñado tener, ahora es el momento, si tu quieres  disfrutar juntos del amor que no hemos podido disfrutar, ya no me voy a reprimir, ya no me voy a atar, quiero ser yo, yo mismo, y yo te amo a ti y quiero pasar todo el tiempo del mundo que podamos juntos, si eso es lo que quieres, claro.
- ¿crees que he recorrido media galaxia buscándote, he perdido mis ahorros por llegar a ti, y aun dudas de para que he venido a buscarte? sabes desde hace años que te amo, que siempre has sido y seras mi único amor, y que volvería a morir mil veces por tener un momento mas junto a ti, te quiero kenobi y quiero pasar lo que me quede de vida contigo........................ aunque sea aquí en el fin del universo, 
y entonces le devolví el beso, un beso mas intenso y mas apasionado que nunca.................... el me miro con sus ojos azules y nos perdimos en los besos que desde hace años teníamos que habernos dado y no pudimos............................
continuara.............................
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blacksahdow · 5 years
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Siempre me a dado miedo la noche, y no por fantasmas o la oscuridad, me da miedo por que a estas horas, cuando todos duermen me pongo a pensar, a recordar, y lloro la mayoría de las veces, no me gusta el silencio que se forma ,no me gusta estar sola sin hacer nada por que menos esto, no necesariamente tiene que ser algo malo lo que recuerde, la mayoría de veces es bueno, lindo, como hoy; escribo esto para desahogarme, y es que ahora a media noche, me puse a ver las fotos y vídeos que tengo de mi hija, sí, mi hija, una gatita que tuve conmigo 10 meses, era mi bebé, es mi bebé, lamento cada día no poder seguir viendo su cara, sus patitas y que se acueste en mi cuello, lamento no haberme fijado que una noche no haya entrado a la casa, lamento llegar de la universidad y no preguntar por ella, lamento y odio con todo mi ser aquella mañana en la que mi abuela me despertó diciendo que la encontró muerta en la calle, atropellada, ella nunca salía de la casa, ella nunca debió salir de mi casa, Luna, mi hija, era todo para mi, mi vida, mi felicidad, mi pequeño rayito de sol, la que me aguantaba cuando andaba como loca tras de ella grabando hasta cuando cagaba y tomándole fotos como una mamá orgullosa de su bendición, y ahora escribiendo esto estoy dejando salir todo lo que no dije hace 2 meses, la extraño como nunca extrañe a alguien, la e llorado noches completas, ella no fue una mascota, ella fue parte de la familia, ella fue la niña malcriada de la casa, quizás algunos ya superaron su partida, pero yo sigo aquí, recordando y culpando culpandome de no poder estar ahí y evitar aquello...
Cuiden a sus bebés, por que uno nunca sabe cuando será la última vez que lo podrás tener entre tus brazos...
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escritos-perdidos · 6 years
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Un jueves a las cinco.
Estoy mirándote a los ojos, sabiendo que todo al fin se va, cerrándolos sólo pa' poderte imaginar. Te bajaría una estrella, pero está muerta, quizá, más muerta que nosotros, y eso ya es decir. Hoy sigo buscándome entero en tus medias y, qué va, no compensan tus pequeñas dosis para ser feliz, te he tenido cerca y sé qué es respirar, sólo cuando era de tu cuerpo y estabas aquí. He olvidado tanto de quien era pa' centrarme en ti que, cuando he buscado protegerme, no sabía luchar. Ahora me doy cuenta de que el amor de mi vida es mi vida, amor, y por eso no te debo amar. Hoy sigues tirando de la cuerda que sostenía mis manos, y por eso mi tacto ya sigue ardiendo. Será porque el roce de tus actos a pesar de que era malo, lo guardaba porque llegaba tan dentro. Por eso soplaba dientes de león pidiendo promesas que se las llevaba el viento. Si eras como el sol, estabas tan lejos, que si te miraba me quedaba ciego y muerto, y no, no, no. De verdad, mi vida, he intenta'o creerme cada uno de tus "lo siento", pero tu perdón fue romper mi cuerpo, que a pesar de muchos va a seguir roto en el tiempo. Oh, yo, no quiero de tu piel de porcelana, tu felicidad en la mañana, no me adapto bien al hueco de tu cama, y mucho menos al del corazón. Beret.
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novenacolmena · 5 years
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HUana y HUami
01
Ahora que estoy viejo puedo contaros que una vez —solo una vez— amé a una mujer. Y para mi desgracia luego de ella, las que siguieron sencillamente ante mis ojos apenas parecían sombras de su sombra. Y creerás que mi edad me conduce a perderme y a exagerar, pero HUana se volvió leyenda.
Y así es como empezó todo, el mismo día ese tan extraño en que encontramos miles de abejas muertas. Y no tardó mucho en empeorar. La tierra se puso magra, el ganado enfermó, los tomates se pudrieron mucho antes de madurar.
HUana era la hija del jefe, por lo que tenía voz en el consejo —Yo era nadie, y cincuenta años después sigo siéndolo—. Pero yo podría haberla hecho feliz, o medianamente feliz, y no completamente infeliz, como acabó siendo…
Pero divago y me alejo del tema. HUana sabía la respuesta a la pregunta que todos nos hacíamos,  mas nadie quiso oírla, y yo que estaba dispuesto a escucharla y creerla; a ella precisamente a mí, no le interesaba contarme. Yo podría haberla acompañado en su viaje, aligerar su carga, ser su escudo y su espada. Yo habría dado media vida por marchar tras ella en ese extraño viaje que acabó haciendo. Porque una mañana, aburrida y exasperada, casi fundida en ira —aunque era solo una muchacha su carácter rivalizaba con la de cualquier señor de clan—, así un día robó la mejor canoa y se lanzó al Azul completamente sola. Temprano se empezó a expandir el rumor de que la muchacha había ido en persona a arreglar el entuerto que seguro existía con los dioses. Nadie pudo detenerla, evidentemente, pues ella siempre se adelantaba a los planes de todo mundo. Así que seguro se había marchado con algo preparado.
Gran consuelo… yo solo me quería matar.
Las semanas pasaron. Tres meses pasaron y las cosechas fueron un asco absoluto. La tierra seguía negra y muerta. La gente estaba cada día más preocupada. Ni el más precavido tenía almacén o granos suficientes para aguantar hasta el siguiente invierno.
Una tarde cualquiera y cual cuento de hadas, escuché: “ha vuelto”, y supe que era ella. Y así fue. Y con ella regresó el perfume del bosque, la lluvia clara y fresca, el sabor a la fruta y el color al campo. Así fue y puedo jurarlo ante cualquiera, eso así aconteció. Se convirtió ella entonces en nuestra primera princesa, y prontamente después ya era nuestra verdadera reina. Y pese a saber que merece eso y más —yo le habría dado todo, si todo hubiera tenido—, así todavía no estaba yo contento, ni por ella, ni por mí. No solo acababa de cumplir los veinte el día que me enteré de todo esto, también acabé por perderla para siempre. Antes solo la quería yo. Ahora la querían todos.
Pero aunque ella no hubiera sido nadie (y entonces sé que debo detener esta cabeza chocha, pues ella era alguien, ella era la salvadora de la isla completa) y no hubiera partido el pan junto a dioses y espíritus, ni viajado por encima y por debajo del Gran Azul; así y todo su destino habría desbordado con mucho al mío.
La vi el otro día… tan gris, tan seca. Tan triste pese a su juventud eterna.
02
Y ahora que estoy muerto puedo contaros sobre HUami, el semidiós, y como apareció en la isla un día, que no era cualquiera día ni mucho menos. HUami llegó cuando murió HUana, a quien la muerte tenía prohibido tocar, ya que los dioses inmortales le habían concedido esa gracia. Pero la muerte se había enamorado de mi HUana, y su palabra siempre es la última en hacerse oír.
Así entonces mi amada HUana menguó y se fatigó hasta consumirse por entero.
Terribles resultaron aquellos días, que crecieron hasta acumular semanas de miseria. Y cuando finalmente durmió el gran sueño, HUami  apareció. Llegó oculto en el viento, nadie le vio pasar, más apenas reveló su presencia a nuestros ojos, el rumor de su arribo se extendió como brisa en hierba y la aldea completa salió a recibirle y colmarle de regalos. Pero el divino HUami no estaba para homenajes aquel aciago día, pues la pérdida de HUana atormentaba a su corazón. Con pavura y asombro nos fue revelado que la leyenda en torno a nuestra reina HUana era cierta: había ella caminado junto a semidioses. La misma Aena le prestó ayuda cuando, tras cabalgar el Azgul, las negras olas de éste quisieron romper las alas de su blanca nave.
Aunque la revelación más grande de todas era la presencia de HUami en la isla, quien derramó lágrimas de negra sangre, oscura como brea espesa, sobre el lecho en el cual velábamos el último sueño de nuestra soberana.
Pero un semidiós no es un hombre, y no ama como tal. El amor de HUami no se extinguió con la muerte de su amada. No mermó lentamente o se convirtió en recuerdo, sino y por el contrario creció de manera atroz y terrible con el tiempo, se retorció en su desesperación, se alimentó de amargura y enojo. La pérdida de HUana sumió a HUami en colérico desprecio, que duro noventa y nueve días de barbarie en torno al mar infinito y sus islas. El día número cien regresó a nuestra aldea…
¿Qué negro y oscuro pensamiento arrastró nuevamente a aquel demonio hasta nuestras costas? Nunca lo sabré, porque viejo y ya cumplidos yo también las edades de rebalse, sobrecargado en ira tremenda le salí al encuentro.
Enfrentarse a un semidiós iracundo es estúpido —no importa cuánto escueza tu sangre y tu corazón—; pero ofrece una satisfacción particularmente insana, que no por ello es menos alegre.
Lo sé, yo morí así una vez…
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moonlightsecretspot · 2 years
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Por si algún día lo lees
He querido escribir algo así casi desde que te conocí. Nunca pensé que iba a sentir nada por ti. De hecho, cuando te conocí, ni siquiera me planteaba darte un beso, y aún así, me robaste uno. No eras mi tipo, hasta que lo fuiste. No pensaba en ti, hasta que llegó un momento que no podía sacarte de mi cabeza. No quería nada con nadie ni me planteaba la opción de abrirle mi corazón a nadie, hasta que llegaste tú y te lo di todo. Después del golpe que me dio la vida, estabas ahí. Estabas a mi lado, me dabas cariño y me sentía querida. Fuiste el chute de adrenalina que necesitaba para despegar después de la caída, fuiste el chute de ilusión que llenó vacíos que ni yo misma sabía que existían. Por un momento pensé que eras la persona, que había encontrado a mi alma gemela por como eras tú, por lo mucho que me hacías reír, por lo bien que nos lo pasábamos juntos, por la de planes que podíamos llegar a compartir, por la energía que tenemos los dos a nivel individual y por la energía que se generaba cuando estábamos juntos, por todas esas caricias, esos abrazos, esos momentos íntimos, esas cenas viendo una película, esos planes improvisados. Pensé que eras la persona porque no podía pensar que había llegado otra lección más a mi vida. Pensé que eras la persona porque me negaba a creer que todas las mariposas que sentía dentro en realidad estaban muertas. Pensé que eras la persona porque me hiciste ver cosas de mi que hacía tiempo que no veía, me hiciste darme cuenta de las cosas que realmente quiero en mi vida y las que no. Hiciste que la Lídia aventurera despertara de nuevo, esa Lídia que llevaba reprimida dentro de mi. Todas las noches juntos, todas las conversaciones, los orgasmos, los mimitos, todo eso se ha esfumado. Dices que me habías avisado, que no querías nada y me lo dijiste. Si que es cierto que en algunas ocasiones intentabas frenarme, pero hay dos motivos por los cuales esas palabras se las llevaba el viento: el primero es porque actuabas de una forma completamente contraria a las cosas que decías, y el segundo, porque pasó el tiempo y cada vez nos hacíamos más inseparables, cosa que hacía que pusiera en duda donde iba todo esto realmente. Ahora me encuentro reconstruyéndome, reconstruyendo todo lo que rompiste. Sigo pensando en ti, sigo queriendo tenerte, sigo queriendo follarte. Y aún así, sólo me queda el recuerdo de todo lo que vivimos. Eres y presiento que vas a seguir siendo mi debilidad mucho tiempo, porque cuando me enamoro de una persona no tiro la toalla fácilmente, ni siquiera cuando me estoy dando cabezazos contra el muro. Y a ti, por suerte o por desgracia, te quiero. Te quiero a pesar de todo, a pesar de lo que sé de ti, a pesar de lo que he visto de ti. Te quiero en todas tus formas, en todas tus etapas, en todas las situaciones posibles, en las buenas y en las malas. ¿Pero sabes a quién quiero más? A mi misma. Por mucho que me arda el corazón y me escueza el alma de pensar que no eres mío y que ojalá porque te quiero, me arde más la vida de pensar que puedo llegar a perderme a mi misma otra vez intentando nadar a contracorriente. Porque así soy yo, no sé querer a medio gas, no sé dar de mi misma a medias tintas, sólo sé entregarme en cuerpo y alma, con todo, con cada centímetro de mi piel. Y así ha sido contigo, he dado y volvería a dar el 300% de mi misma si pudiera repetir nuestra historia y encima hacerla todavía mejor. No lo dudaría ni un segundo, no parpadearía ni una sola vez, iría a por ti 100%. Y quizás ese es el problema, que yo daría mi mundo por ti mientras tu no has sido capaz ni de entender ese mundo. Sé que algún día se me pasará, sé que algún día dejaras de doler, dejaré de sentir por ti, pero a día de hoy espero que si tienes que volver a mi vida, lo hagas antes de que eso ocurra. Porque si empiezas a darme igual, no hay marcha atrás. Los casi algo a veces duelen más incluso que una relación, por todos los sueños y todos los planes de futuro que tienes en mente con esa persona. Por todas las ilusiones que se van al traste. Por todos esos sentimientos que no han hecho más que despegar y ya se han estrellado. 
Te voy a querer siempre, y ese es mi talón de Aquiles. 
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cgainsbourgs · 6 years
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o he estado desaparecida por un tiempo o vuelvo y me voy de nuevo. ahí les va en lo que he estado por si piensan que estoy muy ocupada con cosas adultas: 
la casa que rento ya tiene luz!!!!!!!!!!!! ahora sólo me falta comprar otras cosas que van a cuenta de renta pero ya hasta me da vergüenza arreglarle tanto y no darle ningún mes la renta completa. yo no tengo la culpa que le hayan dejado casi inservible la casa pero sí da cosita decirle cada semana que estás arreglando esto y lo otro y que fue tanto así que lo debe descontar de la renta.... 
hablando de la casa, los imbeciles que me estaban rentando la casa actuando como si fuera de ellos y ganando $400 en el proceso se hicieron peores seres humanos porque además de estafar empezaron a robar. a un muchacho de la calle de atrás le cobraban lo mismo que a mi en renta y terminaron metiéndose a robar a su casa. primero le robaron el cableado y lo dejaron sin luz en algunas partes de su casa para días después meterse a su casa por la noche y robarle solo dinero. el muchacho llegó del trabajo y los vio adentro--traían una navaja, sólo vio al muchacho--y se encerró en una habitación mientras le robaban. creyó que le iban a dejar vacía la casa pero sólo le robaron dinero. días antes del robo de cableado la estúpida esa le pidió permiso de dormir allí porque se había peleado con el parasito de su esposo y el muchacho le dijo que sí. ahí le confesó lo que estaban haciendo y le prometió que le conseguiría el contrato real. ese chisme yo lo supe casi una semana exacta a que se metieran a robar también a la mía........ teníamos los celulares dentro y mi laptop y no se llevaron NADA. sólo mil pesos que issael tenía escondidos en los cajones. también buscaban algún papel..... probablemente el contrato falso que ella sabía que yo guardaba para demandarlos?? en fin. creí que estaban robando dinero porque se querían ir de aquí y rentar en otro sector pero esos sinverguenzas siguen.... viviendo...... aquí......... yo sólo espero pacientemente el día que por casualidad me los tope, ya sea él o a ella, en el camión y me de cuenta donde viven para ver que procede :)))))))) los :) odio :))
terminé la reina del sur hace tiempo cuando mi compañera tuvo que ser reemplazada un mes por un viaje que debía hacer. literalmente la vi desde el primer episodio casi obligada por mi nueva compañera pero como no había nada más que ver o hacer porque era un mes muerto decidí no poner tanta resistencia. si me preguntan el nombre de algún protagonista podría morir en el intento. no recuerdo absolutamente nada. 
planché tantos vestidos de tul durante tres días de un terrible mes donde la dueña de la tienda tenía tantos problemas personales y era tan infeliz en su vida que decidió hacer su meta arruinar las nuestras (o al menos intentarlo). mis reumas me hicieron probar equivocada de que no podían ponerse peor. además mi pie derecho se inflamó? fue también culpa de tanto planchar sólo que aún no sé cómo explicarlo. SABEN LO DIFICIL QUE ES PLANCHAR TUL??????? TODAS LAS HORAS DEDICADAS A SÓLO 4 VESTIDOS???? ERAN 20!!!!!!!!!!!!!!!!!1111 TAL VEZ MAS
mi compañera de trabajo se casó por el civil sin siquiera conocer tanto al tipo (ni él a ella, se veían días cada dos o tres meses, sin saber lo que era vivir juntos antes de casarse. cuál es la prisa, le preguntaba yo, por qué no te casas por la iglesia o de perdida por el civil pero te esperas y haces una fiesta acá bien nice???? en serio, hasta hoy sigo sin comprender su prisa (no está embarazada, ni siquiera tienen tiempo para eso de lo poco que se ven) o por qué te casarías con alguien que no sabes cómo es viviendo bajo el mismo techo, compartiendo responsabilidades. esas cosas sacan tu yo real. el tu sin mascara que ya no es tan encantador. mi compañera es de caracter fuerte (...increíblemente fuerte y bravo) y su ahora esposo vive bajo la mentira de que mi compañera es???? sumisa???? 
también le propusieron matrimonio a una de mis mejores amigas el mismo mes y eso por alguna extraña razón me hizo sentir CELOSA. por qué yo no me puedo casar así de fácil sin pensar en el gasto extra de viajar al estado mas cercano que acepte matrimonios del mismo sexo? gggrrrrr
MI PAPÁ ME ESTÁ PIDIENDO EXIGIENDO NIETOS. cómo demonios........ CÓMO
miré los últimos 11 episodios de mariposa de barrio cuando mi compañera de trabajo volvió a pedir como una semana libre y trajeron de nuevo a la muchacha que cubre favores/descansos/vacaciones... super interesante ehhhh. sabían que jenni rivera sacó de su testamento a su hija mayor porque de verdad creía que su hija se había metido con su esposo?? neta. la quitó semanas antes de morir. cómo vives con algo así wtf D: me entretuve mucho con esos 11 episodios.... me hicieron aliviar el estrés que era lidiar con la dueña de la tienda
tuve como 93287428374923723 peleas con issael por cosas super estúpidas. una vez peleamos por cereal. CEREAL. parece que es fácil vivir con tu pareja pero es tener muuuucha dedicación y recordar que esa persona que te la está haciendo de pedo porque no quieres dar el brazo a torcer con el choco krispis es la persona que puede hacerte sentir feliz y en paz luego de tener un día feo. y que es la única en el mundo que puede lograr eso porque se aman y son cursis cuando no están peleando por cereal o porque no hay sabritas para chucheriar en la madrugada mientras él mira naruto por millonesima vez en su vida y tu estás bien rolada en el quinto sueño 5min después de poner tu cabeza en la almohada porque estás viejita y cansada
un día antes del día del niño tuve una discusión fuerte con la dueña de la tienda. antes de eso había tenido otra donde ya muy cansada de que me tratara como su pendeja le dijer ME VALE MADRES en un susurro muy enojado que, admito, creí no iba a escuchar por teléfono--sí lo escuchó. 
en la discusión de abril (ahora que lo recuerdo la primera discusión también fue en abril, dos o tres semanas antes) fue algo como: ella: que sea la última vez que me dices que haga bla bla bla bla. (le sugerí que, como había mucha gente y mi compañera de trabajo y su reemplazo estaban valiendo verga, una sentada y desvelada sin importarle nada y la otra pretendiendo que le pagaban lo mismo que a mi por estar en la caja, podía traer a su esposo a cuidar afuera así nos asegurabamos que ningún cliente se robara nada porque se llenaba mucho la tienda (NO VI NADA DE MALO EN ESO PORQUE EN LAS COMPRAS DE NAVIDAD Y AÑO NUEVO ÉL ESTUVO HACIENDO ESO????) yo: no me hables así por favor. ella: es que tu no me vas a decir bla bla bla bla. yo, mas agitada, casi viendo rojo: no me hables así por favor......... ella no se detuvo y respiré hondo para decir TE DIJE QUE NO ME HABLES ASÍ, y ella tuvo el descaro de decir que ella me iba a hablar como quisiera?? me reí en su cara y le dije QUE HUEVOS OYE!!!!!! NI MI MAMÁ ME HABLA ASI! y después me dijo, SI NO TE GUSTA *apuntando a la puerta* YA SABES QUÉ HACER! jajajajjajaaaaaaaaaaaaaaaa inmediatamente me senté con cara de culo y dejé de generarle ventas mientras ella se daba cuenta que sus otras empleadas valían caca y les valía madres su empleo feo
dos días después nos reconciliamos y volvimos a ser amiguis. me tiró tantas flores!!!!!!!!!! TU ERES MI MEJOR VENDEDORA YO SÉ QUE VALEN VERGA LAS OTRAS DOS Y TU NO PERO ES QUE NO ME GUSTA QUE ME CONTESTES :(( yo, por dentro: jajaja te quiero pero ya callate alv, de paso nunca vengas a menos que veas que de verdad se ocupa tu presencia. seguro tienes cosas mejores que hacer en tu casa con tus hijos y esposo que estar en la tienda durante seis horas con dos empleadas a cargo de tu tienda, a veces tres, cuando entra un cliente cada dos horas. 
VI LA SERIE DE LUIS MIGUEL DESDE SU ESTRENO Y CASI ME REÍ DE MI COMPAÑERA DE TRABAJO CUANDO ME SUGIRIÓ QUE LE ECHARAMOS UN VISTAZO PORQUE EN SERIO........ LUIS MIGUEL???? QUE HABÍA DE INTERESANTE EN SU VIDA COMO PARA HACERLE UNA SERIE???? calladita me quedé cuando se terminó el episodio y no había más para ver. 
pasamos mucho tiempo en youtube investigando toda la vida de luis miguel. QUÉ LE PASÓ A MARCELA?? QUIÉN LA MATÓ?? fue su esposo?? fue durazo????? FUE ALGUIEN MÁS SIGUIENDO LAS ORDENES DE LUIS REY???? media hora después y estabamos convencidas de que estaba muerta, no recluida en un psquiatriaco ni de sin hogar en las calles de buenos aires
mandé alv a candy cuando volvió diciendo que me extrañaba y amaba aún y que había tratado de convencerse de que lo nuestro no podía ser porque estaba muy complicado pero que estaba dispuesto a enviarme dinero para que yo me fuera a hong kong porque quería que volvieramos!!!!!!!!!!! hajajhshAHHSHAHAHAHAHHA mientras, yo bien feliz viviendo con el amor de mi vida y nuestra gatita. diciendo no gracias a sus engañosas propuestas. 
aprendí a hacer pastas :) sí, sólo sé hacer esa comida. el GRANDIOSO trabajo me consume 13 horas diarias de mi vida. casi todas las que estoy despierta y no puedo darme un respiro para mi misma y aprender cosas nuevas. hubiera dejado el empleo cuando discutíamos mucho pero me convenció con seguro y mi sueldo intacto y comisiones intactas pero ya pasaron tres meses y le sigue valiendo mierda. 
iniciando junio nos prohibió usar el celular porque hay taaaaaaaaaaaanto trabajo que podíamos distraernos! vaya. yo y mi compañera ya agotamos chismes y pelis de disney en netflix. 
ME DESCONTÓ EL MALDITO VESTIDO QUE VENDÍ $400 MAS BARATO POR ACCIDENTE CUANDO A LAS OTRAS DOS FULANAS LES HA PASADO IGUAL PERO NUNCA SE LOS DESCUENTA. primero me dijo que no había problema (estaba de buen humor. tuve que esperar casi dos semanas para decirle porque no quería que estuviera enojada y empezara otra discusión), pero literal al día siguiente me dijo que sí me los iba a descontar porque quiso ver en las camaras si había sucedido así como yo le dije pero como no podía verlas porque ya había pasado un tiempo, no podía estar segura si yo le fui honesta con mi versión OSEA CREE QUE ME CLAVÉ LOS $400 
ya harta de estar aguantando no usar mi celular durante diez horas diarias por un sueldo mierda en un trabajo mierda sin seguro pero con suculentas comisiones en dos miseros meses del año y aguantando sus cambios de humor tan horribles que me hacen cuestionarme como demonios la soportan en su casa, decidí que le iba a renunciar, pero entonces mi compañera necesitó otros dos meses libres (es familia de su esposo y ella sabe que es un riesgo contratar a alguien nuevo ya sea por poca experiencia o porque ahí se saben cosas que no se deben saber de su vida personal). además, la dueña de la tienda quedó embarazada y está en reposo y no soy tan mierda como para renunciarle en estas circunstancias. 
el lunes regresó creyendo que ya podía (no pudo, volvió al reposo) y fue TAN LINDA conmigo que simplemente no pude ni comentarle que estaba en mi cabeza la idea de buscar otro empleo y que se estuviera preparando con una empleada nueva. ME LLEVÓ COMO UN MILLÓN DE MANGOS. osea como. me odias me amas o que
me podría quedar y soportar eso pero con un aumento de sueldo y seguro social porque no es justo que mi compañera se vaya y vuelva a su gusto sin problema y su sueldo sea igual al mío a pesar de que cree que es la maldita cajera y que puede estar sentada todo el día y odio que mi sueldo sea el mismo que la de los reemplazos cuando mi amiga no sabe ni vender sólo va a hacerme compañía y mirar series en netflix
QUÉ HAGOOOOOOOOOOOOOO
ah. el reemplazo de mi compañera me hizo ver la casa de papel. MIRENLA. es genial. es mucho mejor que varias series britanicas y estadounidenses. MUCHO MEJOR. 
a causa de que mi compañera de trabajo no está a mi lado durante diez horas chismeando bien genial sobre temas que me interesan y emocionandose conmigo el domingo a las 8pm porque ya salió un nuevo episodio de luis miguel, intenté comentarle al reemplazo sobre la serie, siendo realista y reconociendo que jamás chismearía conmigo como lo hago con la otra, pero detuve mis avances cuando me preguntó quién era luis miguel y que si ya estaba muerto....... ahora todo lo que escucho de ella las diez horas es ‘te cono’co? no creo’. aparentemente es un meme. de dónde? no sé, pero lo repite demasiado cuando no está pintandose sus cejas perfectas o usando facebook en la pc del trabajo porque no puede contener no hablarle a su novio que parece puntero de barrancos
ocupo vacaciones :))))))) 
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hala2021 · 4 years
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El volcán
Tengo solo unos minutos para escribir, porque debo ir al mercado. Para los que no me conocen, me he propuesto escribir todos los días, a pesar de tener poco tiempo. Uno de mis sueños es estudiar Escritura creativa.
Los temas de los cuales escribo son de pensamientos propios, cosas que me suceden, cuentos, relatos inventados, etc.
Hoy pensé en un Sheij que una vez me enseñaba y a veces hablábamos de varios temas, muchos de ellos no relacionados con el Islam. Yo pienso que todo lo que te sucede en la vida debes relacionarlo con Dios. Por ejemplo: si sufres, con pruebas que te manda Dios; si te encuentras con alguien que no veías hacía mucho tiempo, para dejarte una enseñanza. Muchas veces Dios te habla a través de las personas.
No sé si les pasa a ustedes, pero la mayoría de las veces no nos conocemos a nosotros mismos y por eso podemos ver mejor los errores ajenos y no los nuestros.
Bueno. Ese Sheij me habló del volcán. Yo no entendí qué tenía que ver esa enseñanza con el Islam, pero hoy me detengo a pensar en ello.
Dentro de media hora debo salir al mercado, pero en estos minutos que tengo, debo expresarles a ustedes la idea. En Tumblr, otra red social en donde participo, sigo a un escritor, premio Nobel. ¡Oh, Dios! Ahora puedo entender qué me quiso enseñar mi Creador a través de ese Sheij.
Este buen hombre me hablaba de los volcanes, que estaban muertos durante años y todos los habitantes del lugar vivían en sus casas, alrededor de ellos, en paz. Nadie los tomaba en cuenta y parecía que ni existían, pero, hasta que un día comenzaban a estallar. La lava del volcán comenzaba a derramarse y la gente huía despavorida. Los volcanes daban miedo, porque de permanecer muertos durante años, de repente y sin ninguna explicación posible, su fuego comenzaba a surgir. La lava destruía todo lo que encontraba a su paso.
Y me puse a pensar que así soy yo, como el volcán, parezco muerta. Toda la gente se encuentra en paz viviendo a mi lado, hasta que esa energía emana de mí. Pero en realidad siempre hay alguien que enciende ese volcán.
Sin embargo, muchos no comprenden ese fuego y salen corriendo. El volcán es todo un espectáculo, porque millones de bolas de fuego son despedidas.
Son pocos los que comprenden por qué los volcanes se encienden. La gente siente miedo y sale disparando.
El Sheij me decía: «nadie sabe por qué un volcán, que estuvo muerto por tantos años, comienza a revivir».
—¡Qué extraño —le contesté yo.
Nunca me vi como esos volcanes, porque siempre estuve como muerta, pero siempre hay alguien que me enciende. El volcán fue como una metáfora para explicar cómo soy yo.
Muchos salen espantados cuando de mí emanan esas bolas de fuego que asustan, pero no puedo reprimirlas. El volcán interno que yo tengo no es ningún misterio para mí.
Espero que esta vez, a quien yo encuentre en mi camino no sienta miedo de mi energía, mis ganas de vivir, mi sexualidad, mis sueños.
Los volcanes dan miedo solo a los cobardes. No pienso reprimirlo, porque Dios me hizo así. Solo espero que del otro lado me den luz verde.
Me resta esperar, sino el volcán se volverá a apagar y todos volverán a vivir en paz.
El Sheij me decía: «cuando el volcán se enciende es un espectáculo, la gente lo mira. Da miedo...».
Me voy al mercado.
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[TRAD] Conoce a BTS, el fenómeno k-pop que rompe récords mundiales.
Hablamos con el rapero RM de BTS, el grupo de siete miembros quienes son muy dedicados a su fanbase, el cual los han hecho lo más sobresaliente de Corea del Sur para romper el Occidente.
La línea telefónica interrumpe en Seul donde es casi la medianoche, y RM, el líder del grupo surcoreano BTS, ha mirado atrás de un mes donde han roto muchos récords -varios por su cuenta y otros que nunca pensaron que podrían lograr- uno tras otro en una ola implacable.
“Siento que somos como un globo...” dice RM, superando el periodo de tiempo, y hay un poco de incredulidad en su voz. No es inesperada esta respuesta después de que lanzaran su mini álbum Love Yourself: Her, el cual es el álbum k-pop más vendido en preordenar de la historia. Y con su canción “DNA” ahora son el grupo K-pop más rápido en llegar a los 10 millones, 20 millones y los 100 millones de visitas en YouTube. Luego están también los increíbles puesto en las tablas de posiciones, #14 en la tabla de UK, los mejores 10 en los Billboard hot 200-mientras que DNA no solo hacia récords en las posiciones de iTunes, también llegó a la posición #67 en los Billboard hot 100, la posición más alta que ha logrado un grupo coreano.
Tenían esperanzas, naturalmente, querían ir muy arriba para su regreso; BTS (raperos RM, J-Hope, Suga y los vocalistas Jimin, Jin, V y Jungkook) alcanzaron el nivel “fenómeno” después de lanzar su segundo álbum de estudio “WINGS” y el estilo moombahtom con su canción Blood Sweet & Tears que actualmente en el 2017 ha tenido un increíble éxito. Todos los días se encuentra otro milestone, otro artículo u otra radio occiental que reproduce la vibrante canción electro-pop de DNA. Si su poderoso fandom conocidas como A.R.M.Y se sintieron conmovidas en algún momento, entonces no están solas.
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“Todo está pasando muy rápido” agrega RM con una pequeña risa. Intrigante y carismático en la conversación, el es muy rápido pensado y puede batir tu estado mental como una montaña rusa. “No sabemos hacia donde se dirige el globo, pero trató de disfrutarlo porque antes hubo mucho sufrimiento. Trato de no perder de vista lo que estamos haciendo”
Mientras que no es muy común, que te metas en el ciclo de vida de un álbum es una expericienxia vulnerable e increíble. Pero sin dudarlo, nos sumergimos en Love Yourself: Her y explorarmos partes de la ciencia de BTS, su impacto, sus sombras y su grandeza producen efecto en los dueños del álbum.
En su regreso, llamaste a Love Yourself: Her un momento crucial y el capítulo 2 para BTS señalando a la música como su principal causa. ¿Cuáles son las razones de estas descripciones emergieran en el mes pasado?  
RM: El concepto de The Most Beautiful Moment in Life, ese fue nuestro capítulo 1 y se siente así porque empezamos desde cero, pero en este nuevo concepto, Love Yourself, empezamos a hablar sobre situaciones más brillantes como la realidad de la vida. Profesionalmente, entramos a la lista Billboard y la tabla de UK y nuestros estadios se están haciendo más grandes...para los dos adentro y afuera es un momento importante para BTS. Me gustaría decir que ahora estamos en otro universo diferente. Pienso, como un cangrejo que encuentra una nueva concha de mar.
Dos de los momentos más emocionales del álbum fueron las canciones escondidas; Skit: Hesitation & Fear y Sea. Ambas lidian con problemas de sus días de inicio y también sobre preocupaciones de su fama y éxito. ¿Por qué es tan importante incluirlas en este álbum?
RM: Agregamos canciones escondidas cuando queremos agregar detalles, no? “Skit” era necesario para que “Sea” fuera mejor explicada. Pienso que ambos reaccionan entre ellos. Yo de hecho hablo sobre esos miedos, felicidad del mar y del desierto en nuestro primer álbum (2 Cool 4 Skool) esas eran las canciones escondidas. Un Skit llamado On The Start Line y una canción que se llama Path. Cuatro años han pasado y hablo de cómo hemos lidiado con eso, cuál es el mar y desierto en nosotros y cuál es el futuro.
Han trabajado demasiado y, demonios, nunca me di cuenta. Entonces, durante esos cuatro años, utilizando este último concepto, que has tenido que hacer para aceptar y aprender amarte a ti mismo ahora, que antes no te gustaba de ti?
RM: Ummm, he tenido que aprender que no todos pueden amarme. Porque donde hay amor hay odio, cuando hay luz hay oscuridad. Pero fue verdaderamente muy difícil aceptar como artista que hay muchas personas que me odian pero, por el otro lado, hay muchísimas más personas que me aman. Creo que todos han pasado por eso.
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Recuerdas algún momento cuando pudiste decir, ok, Yo puedo lidiar con esto?
RM: De hecho, sigo en proceso (risas). Aún no siento que he podido salir de eso, pero ya me estoy acostumbrando. Soy como un surfo, primero solo remas y te caes de la tabla pero a medida que pasa el tiempo puedes levantarte sobre las gigantescas olas (risas).
Temas sobre la suerte y el destino corren sobre este álbum. ¿Has creído que tienes un camino sobre estos temas?
RM: Nietzche... una de sus frases célebres fue “amor fati” o “ama tu destino”. Digamos, yo que nací en Corea del Sur y tú Taylor (entrevistador) que nació en Australia, nosotros no podemos cambiar eso, no podemos tener la misma vida. Amor fati no es solo decir: le dejo todo al destino, primero debes aceptar las cosas que no podemos cambiar. Amar nuestro destino y nuestro ambiente y luego (pensar) que podemos hacer algo con nuestro destino y crear direcciones. Estamos en un camino que está establecido desde el día en que nacimos pero, creo que podemos cambiar algunas cosas. Entonces, creo en mi fe pero no creo en mi destino (risas)
El gran éxito que has experimentado en este álbum, como ha impactado en tu creatividad? Puedes pensar: “Voy a escribir una canción y ver cómo resulta” o es como “Tengo que escribir una canción y no puede ser menos que perfecta”.
RM: Eso es una gran presión actualmente, no puedo decir que no la siento. Lo que está pasando es mucho para mí y todo alrededor de BTS se mueve muy rápido, como por ejemplo hacer diez canciones en seis meses. A veces es mucho, pero siempre me recuerdo a mí mismo algunas cosas del 2007, yo inicié esto porque quería decir algo. Había un mensaje dentro de mí y quería compartirlo a través de la música, entonces cuando estoy en el estudio trato de tomarlo con calma. Trato de darle un buen vistazo y pienso: ¿Qué es lo que en verdad quiero decir?
Excepto para aquellas personas que golpean a tu puerta y te dicen: ya está listo? Ya tienes la canción para mi?
RM: (risas) Ah si, es por eso que las personas lo llaman una “línea muerta” porque sientes que estas muerto.
MIC DROP, la canción y la presentación ya es un clásico de BTS.  ‘My bag’s filled with trophies... / Haters are already giving up / My success is already so golden... / You’re rushing to run away. BTS siempre se ha mantenido entre ellos pero que ha hecho que esta canción sea integral en este nuevo capítulo?
RM: Hitman Bang ( el CEO/ productor de BTS) quería que descargáramos nuestra ira y dolor a través de esta canción pero, fue muy difícil porque no hay enojo ni celos dentro de nosotros. Estoy muy satisfecho en este momento (risas). Amo a nuestras fans, han pasado muchos milagros en estos días. No tengo tiempo para los haters. Pienso que esto va del porque Her ha sido tan exitoso para BTS y MIC DROP ayuda a decir eso. Ya dejamos caer el micrófono y el capítulo uno ya ha terminado. Es muy divertido.
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¿Cuantos micrófonos ha roto Suga después de tirarlos al final de la presentación de MIC DROP?
RM: (risas) Oh no (no los buenos) no aún, compramos de los baratos del mercado aquellos que se usan para karaoke que cuestan como $30.
Claramente estas disfrutando tu vida ahora pero hay algunas emociones oscuras ocultas en este álbum, entonces vamos a poder ver más de esto para el próximo?
RM: Esas (emociones) siguen dentro, no se van a ir pero ahora tiene una forma diferente. Pienso que el amor no solo está hecho de felicidad, cumplidos y luz. El amor incluye cicatrices, un poco de odio y algunas cosas sucias dentro de nosotros.
Y adivino que nadie está 100% feliz Los siete días de la semana, incluso cuando todo parece estar bien...
RM: Si tenemos emociones oscuras y a veces nos sentimos muy presionados con todos estos récords, artículos y personas diciendo “Oh están representando a Corea, están haciendo a Corea del Sur muy famosa” y cada segundo somos como “Muchas gracias”, pero sabes, yo sigo aquí en un pequeño estudio tratando de escribir algunas letras y eso es todo lo que hago. Sigo batallando con eso.
Entonces, dejando por fuera a BTS, que es lo que te hace feliz?
RM: Gracias por esta pregunta, no muchas personas la hacen (pausa muy larga) No tengo licencia de conducir entonces ando en bicicleta por el Río Han. Es por eso que me gusta mucho porque a nadie le importa un **  sobre mí en ese momento. Me siento muy libre. También me gusta coleccionar figuras y ver películas a media noche porque así puedo verlas solo y en el mejor asiento.
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¿Tienes que ponerte un sombrero, lentes de sol y una máscara para evitar  que te reconozcan?
RM: No uso la máscara, uso un sombrero porque mi cabello es muy colorido y muy brillante (risas).
Críticos han hablado sobre la posibilidad de que BTS esté nominado para un Grammy. No pasó este año pero el otro año... Nunca se sabe! ¿Como te hace sentir eso?
RM: He escuchado sobre eso y trato de no pensar en eso. Si empiezo a ilusionarme, termino decepcionándome. Un Grammy es otro nivel, es otro mundo para nosotros!
Si ustedes chicos ganan, tendrán que usar buen maquillaje a prueba de agua.
RM: Por supuesto. Todos llorarían. Creo que tendríamos que prepar un traje de gala a prueba de agua también.
Tal vez solo vestir plástico de la cabeza a los pies.
RM: (risas) Si, tenemos que vestir un traje espacial o algo así.
Has tenido en este mes un horario muy ocupado en Corea más dos concierto en Japón para más de 80.000 fans- que es lo más duro en ese proceso y que es lo que te mantiene cuerdo?
RM: Dormir. No dormir hace que una persona se convierta en otra tolamente diferente (risas). Culturalmente, los coreanos estamos acostumbrados, pero aún así es muy difícil. Ya nos acostumbramos pero no podemos aún acostumbrarnos totalmente. J-Hope siempre trata de animarnos y estoy muy agradecido. De hecho, me gusta llamarlo el nuevo líder del grupo.
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Después de estar juntos por años, quien en BTS aún te sorprende?
RM: V. Sus palabras son locas y su inglés es muy loco también. Inventa nuevas palabras y nuevas gramáticas y siempre me sorprende. Siento que el es bastante bueno en inglés también porque puede hablar con cualquiera, tiene mucha confianza, tiene las agallas.
Dicen que cuando aprendes un nuevo idioma, ya no puedes tener miedo de cometer errores.
RM: Siempre tengo miedo de cometer errores. Creo que nací con eso.
Siempre me he preguntado qué hace BTS antes de lanzar un nuevo álbum. ¿Hay algún ritual?
RM: Nos reunimos en nuestra sala de estar, nos tomamos algo y discutimos de cómo podemos lidiar con nuestros horarios y como nos sentimos. No es nada, pero nos hace sentir diferentes, nos mantiene corriendo y mantiene nuestra actitud porque siempre recordamos cuando antes estábamos tristes y pobres (risas). La popularidad es una burbuja. Es una montaña, puede subir lentamente pero bajar muy rápido.
Okay, la última cosa... Eres el Rey de los apretones y choques de manos los cuales siempre te rechazan.
RM: (risas) Si, eso es lo que dicen las fans de Europa y América. Pero aman esos momentos, verdad! Es algo cultural? No sé por qué pero nadie pone atención a mis apretones y choques de manos. Mis manos son muy grandes y mido casi seis pies (1.80m) por lo tanto pueden verme con bastante facilidad. Es muy triste, no lo es? (risas)
Esp. Trad: @BangBangtan_Esp (Bri~)
Me ofrezco de voluntaria para estrecharle la mano :) Que hermoso que sepa que hemos estado prestado atención a esos rechazos xD
Larga pero hermosa entrevista de nuestro querido líder :)
Chini~
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