Tumgik
#ahora una gaseosa está más cara que todo eso junto
you-moveme-kurt · 2 years
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Glee «Without the need to prove it»
Junio de 2011
-Sólo tenían de ensalada de huevo, espero que esté bien— dijo Blaine llegando hasta donde estaba su novio, esperándolo en la intersección de Town Square y N Main St, justo a un costado del Municipio de Lima, traía dos emparedados en una mano y dos latas de gaseosa en la otra. -Está demasiado bien,  juro que te comería a ti… —contestó Kurt estirando sus manos para recibir la comida. -¿En serio?…—pregunto de vuelta Blaine poniendo cara de travesura. -Vamos… sabes bien lo que quise decir… —agrego  sintiendo que se ponía  un poco colorado. -Lo sé… -No haga ese tipo de comentarios entonces… —dijo desenvolviendo uno de los sandwich de inmediato, su novio le entregó una gaseosa y una servilleta y se acomodó junto a él mirando hacia la calle,  habían acordado ir por primera vez al desfile del orgullo que se realizaba en la ciudad— un momento, ¿preguntaste si los huevos son de gallinas libres? —dijo antes de dar la primera mascada. -Pregunte,  libres felices y además de comercio justo lo que es bastante importante… -Muy bien… ¿qué?… — pregunto al ver que su novio se  le quedaba viendo y a punto de sonreír. -No, nada… es sólo que no sé desde cuando te interesa ese tipo de cosas… -¿Disculpa?… -No, no, no quiero ofenderte ni nada, es  solo que nunca te he visto tan comprometido con alguna causa que no sea no sea la ubicación  del vestido de Marilyn cuándo le canto en el cumpleaños del presidente Kennedy. -Pues para tu información, estoy muy comprometido con el medio ambiente… en especial cuando supe que el próximo año el mundo se acabará, así es que pensé que al menos hay que darle la oportunidad de que se acabe en un buen momento… ¿no?
-Toda la razón… por el fin del mundo entonces… —dijo chocando su lata de soda con la de él —¿escuchaste algo mientras yo estaba comprando?— quiso saber Blaine  mirando cómo llegaban más personas y cómo se ponía más y más colorida la calle. -No… —respondió Kurt dando la primera mordida a su sandwich—  no puedo creer que estemos aquí, y que exista tanta gente de las disidencias en mi ciudad natal… -Pues yo no puedo creer que el municipio de Lima organizara este desfile,  creo que esta es la primera vez que lo hacen en años— dijo Blaine bebiendo de su gaseosa. -Bueno el próximo año estaremos en New York,  así que todo será diferente…—agregó Kurt sonriendo, Blaine le sonrió de vuelta  y terminó de tragar sin responder nada a eso— ¿cuál crees que es el siguiente paso aquí?— añadió señalando alrededor de las personas que seguían congregándose en las afueras del municipio con banderas y camisetas alusivas a la igualdad y que no temían mostrar abiertamente quiénes eran y lo que sentían. -Pues no lo sé,  pero supongo que sí es una marcha, hay que comenzar a caminar cuando todos empiecen  a moverse y en el panfleto que nos dieron en el centro comercial, decía que el recorrido era por la N West y, luego Jackson hasta el «Shoonover Park» dónde será el concierto. -Suena como un plan excelente, ¿no lo crees? -Lo creo, por supuesto que sí… -Genial, ahora sólo espero que no nos encontremos con nadie desagradable… -¿Y ese sería? -No lo sé,  algún pastor o algo que nos explique cuán grande es el infierno y cuán feliz estaría Satanás al recibirnos y todo lo demás… ¿que?… —repitió al ver que ahora su novio soltaba una gran carcajada sin miramiento alguno. -Vaya historia Kurt… -¡Oye!, es posible… -No creo que eso pase, además… —Blaine se quedo callado un segundo al reconocer entre la multitud a una de las personas que acababa de llegar— no puede ser… —dijo frunciendo el ceño. -¿Qué no puede ser?...—preguntó Kurt mirando— es un pastor, ¿no es así?... ¿ese que tiene el programa de televisión pública de Lima?. ¡con un demonio!, sabía que… -No, no es él…creo…creo que es mi prima Kim… -¿Tu prima Kim?... —repitió Kurt mirando hacia donde su novio miraba— ¿la que ponían a dormir contigo? -La misma… —respondió Blaine sonriendo al ver que Kurt recordaba aquel detalle— aunque no estoy seguro… acompáñame —le dijo tomándolo de la mano para avanzar con él hasta el medio de la calle, Kurt se dejó llevar y camino mirando a su alrededor esperando ver  a aquel pastor, Blaine siguió abriéndose paso hasta casi la segunda intersección de las calles principales y ahí se acercó a una chica que llevaba la bandera de la diversidad como capa,  le tocó el hombro y la llamo por su nombre. -¿Kim? —dijo esperando la respuesta, la chica se dio media vuelta y tardó un par de segundos en reconocer a su primo. -¡Blaine! — exclamó de lo más feliz— ¿qué haces aquí?...—pregunto antes de abrazarlo. -Creo que lo mismo que tú,  ¿cómo estás? -Bien, aquí de encubierto para el pastor  Dave Stanford —dijo poniendo  su mano abierta cerca de la boca, como se quisiera que nadie más escuchara lo que estaba diciendo, Kurt y Blaine  se miraron mutuamente pensando si aquello era una broma o era verdad o qué— ¡estoy bromeando!...—exclamó Kim dándoles un empujón a ambos— debieron ver sus caras… —agregó riendo Blaine río también a la par de su novio con una risa que todos notaron que era forzada— ¿él es tu novio?... — preguntó  mirando a Kurt. -Sí, por supuesto… Kim él es Kurt, mi novio…—dijo poniendo un orgullo especial cuando decía las palabras novio a continuación la palabra Kurt. -¡Oye!, mucho gusto, por fin te conozco en persona… hasta ahora sólo tenía todos los chismes que le cuenta mi tía a mi papá, pero creo que es bastante parecido a lo que me contaban…—dijo que mientras le estrechaba  la mano primero y le daba un abrazo buen apretado después, Kurt se vio  sorprendido y miró a su novio como pidiendo una explicación, este blanqueo los ojos como se dijera en silencio «así es Kim» -Me alegra saber que al parecer esos chismes son favorables para mi… —dijo Kurt apartándose. -Lo son, no te preocupes la tía Pam te quiere con la vida, creo que podría decir que te quiere más que mi primo. lo siento Blaine… —añadió Kim dándole un par de golpes en el hombro como si le dieron pésame o algo parecido. -¿Por qué no me extraña eso?... —contesto su primo como pensando en aquello, Kurt sonrió negando con la cabeza  y le dio mano— ¿viniste sola o…? -No, vine acompañar a mi amiga, es su primera marcha y todo y pensé que necesitaba un poco de apoyo… -Si es su primera marcha… seguro que lo necesita… —dijo Kurt mientas usaba su dedo pulgar para hacerle pequeños y disimulados cariños en la mano que le tenía tomada a su novio. -Lo se… —contestó Kim notando aquella demostración de cariño— Blaine me ha contado que  partes el próximo año a Nueva York, ¿cómo va eso? -Bien, bueno aún quedan muchas cosas por resolver, pero no sólo parto yo,  también él cuando se gradúe, ¿cierto Blaine?…—dijo  mirándolo. -Ese es el plan y hablando de planes… ¿tú sabes algo de lo que va a pasar aquí?, porque teníamos  un panfleto que decía qué la marcha empezaba a las 11 hasta el parque donde sería el concierto.  ¿sabes algo? -La verdad es que no tengo la menor idea, sólo estoy aquí acompañando a Samantha…—contestó señalando a su amiga que en ese instante hablaba con otras chicas que parecían ser parte de una organización o algo, estaban todas vestidas iguales y comentaban  acerca de una pancarta que empezaban a de doblar en ese mismo instante -Bastante comprometida tu amiga… —dijo Kurt  al ver lo de la pancarta. -Los e, y es muy divertida también, iré a buscarla para presen... -Oh por dios… —interrumpió Kurt llevándose al pecho la mano que tenía libre. -¿Que?...—dijeron los primos Anderson al unísono. -Creo y vi a Bylly Porter…—respondió poniéndose de puntillas para mirar en dirección del edificio del ayuntamiento -¿Que?... ¿quién es ese Billy Porter?... —quiso saber Kim también mirando. -Ahora sí  que sé que es tu primera marcha linda…  —dijo Kurt sonriendo. -Es un gran icono de la comunidad… —explicó Blaine mirando a  su prima— pero dudo que esté aquí… -¿Por qué?, esta es su ciudad natal… —sentencio Kurt alzando su ceja inquisidora. -¿No nació en Pittsburgh, Pennsylvania? —rebatió su novio mirándolo de medio lado. -¡Nada que ver!… iré a ver… —dijo Kurt sorprendiéndolo con un beso antes de irse a averiguar si lo que había visto era cierto o no, Blaine dio un respingo de sorpresa para luego sonreír enamorado. -¡Puedes estar más enamorado!... —exclamo Kim dándole un empujón a su primo, Blaine  sonrió aun mirando a Kurt y se apartó un poco de su prima para evitar futuros empujones— por no te culpo, es super guapo… -Lo es… -Y estiloso también… -También… -Y te ama… -... -¿Que? -¿Lo crees?... -Obvio que si, apuesto a que ya se lo dijeron el uno al otro… -Yo lo dije primero… -Y el te respondió… pero no te lo dice a menudo y dice «yo también» … ¿verdad? -¿Desde cuándo eres tan buena adivinado sentimientos?... —pregunto Blaine mirándola con el ceño fruncido. -Desde siempre… y créeme que sé de lo que hablo, los acabo de ver juntos un par de minutos y ya puedo deducir qué es así… tienen intimidad aunque me atrevería a decir que aun  no han… ya sabes… -No por mi culpa… —dijo Blaine sin pensar—por favor no le digas que dije eso…  —agregó levantando sus manos en señal de alto. -Obvio que no…  pero como decía… la manera como él te llena de detalles muestra que te ama sin necesidad de probarlo ante todos… —Blaine volvió a  sonreír creyendo en aquello— me alegro por ti primo… —añadió Kim besándolo en la mejilla mientras lo tomaba del brazo— ahora llévame a donde fue tu novio, si este Billy Porter esta aquí y es el icono que dices, Samantha lo querrá conocer… —terminó por decir la chica indicando hacia adelante.
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juegaelgallego · 5 years
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Orgullo en lucha (y mucho fútbol)
   En un mundo de gusanos capitalistas, hay que tener coraje para ser mariposa
Lohana Berkins
  No queremos ser más esta humanidad.
Susy Shock 
    Sábado 2 de noviembre de 2019
Una cronología
11:00
La ciudad de Buenos Aires amanece fresca y soleada. La tormenta que asomó durante la noche del viernes, con sinfonía de estruendos y apenas unas gotas, fue como un perro que ladra; ni siquiera hace falta jugar a la rayuela para esquivar baldosas flojas. La Avenida de Mayo luce su cara habitual de las mañanas de fin de semana: casi todxs son turistas. El cruce de la 9 de Julio funge como divisoria de aguas: del otro lado ya es peatonal. La administración porteña decoró las cuadras hasta la Plaza de Mayo con banderas arco iris que las atraviesan a lo alto, de vereda a vereda. La 28° Marcha del Orgullo ya empezó, todavía tibia como los rayos del sol de media mañana. Este cronista decide comenzar desde temprano; lo tienta la feria, los stands, los primeros discursos en el escenario principal, la disposición de cuerpos y espacios, mucho más que la recorrida de camiones ─la “marcha” propiamente dicha─ y la lógica Parade. La primera advertencia es que casi todo está en ciernes. Lo prueba el rubro de más de la mitad de los puestos, todos gastronómicos, con los infaltables aromas a chori y hamburguesas. El despliegue irá in crescendo con los minutos, ni que hablar con las horas. Otra evidencia: las veredas y el centro de la Plaza ya concentran a un grupo nutrido. Los stands ofrecen variedad de propuestas: libros, remeras, merch diverso, comida, información, volantes a full, gaseosas gratis. Algunos son de agrupaciones políticas, otros de organizaciones de la sociedad civil, otros de emprendedorxs surfeando la crisis… Este cronista se asoma un rato a la nostalgia y recuerda que la primera Marcha del orgullo a la que asistió fue la 9°, hagan cuentas... Lo hizo por las estrechas calles paralelas más que por la avenida principal, acaso con cuidado de no encontrarse con alguna cara familiar, alguna inoportuna cámara de televisión. Alguien evoca aquella emblemática primera movilización, la de 1992, donde la mitad del puñado de doscientxs participantes ocultó su rostro por temor a ser reconocida y perder su trabajo o ser expulsada de sus hogares. Otros tiempos en la Argentina previa al estallido de comienzos de siglo. Dos cosas llaman la atención en esta oportunidad. La primera: al mediodía la concentración en la Plaza es profusa. Seguramente a la hora de ir hacia el Congreso, las multitudes harán hablar de una marea humana. La segunda es el clima que se respira, que poco tiene que ver con el sol radiante que empieza a picar en pleno mediodía. Se trata de la energía que se siente en el aire y se puede palpar tan fácilmente como los globos de colores que adornan todos los rincones. Es inevitable asociarlo con la gesta electoral del domingo pasado, donde un aluvión de votos instituyó lo que la revista Barcelona definió como el Día Nacional de la Patada en el Orto, sacándose de encima al Gobierno que no paró de pisotear derechos y libertades desde el primer día de gestión. Se percibe una sensación muy nítida que oscila del alivio a la fiesta, y que contrasta de manera indiscutible con el clima de las marchas de los últimos años. Al igual que seis días antes en la esquina de Corrientes con Dorrego ─y en varias cuadras a la redonda─, se nota la necesidad de estar en el espacio público para celebrar, después de años de hacer un surco en esta misma avenida, reclamando ante el oprobio y la ignominia de la gestión saliente. Sí, hoy también se viene a festejar la despedida del neoliberalismo, parece decir la tempranera muchedumbre.
   13:30
La abundante lista de actividades de este sábado incluye ─qué oportuno─ a Español haciendo de local. Con el horario de invierno en retirada pero aún vigente, el pitazo inicial está previsto para las tres y media de la tarde. Este cronista vuelve a caminar Avenida de Mayo, ahora en sentido opuesto, mucho más concurrida. Anticipa una fiesta de proporciones, varios cientos de miles de personas. En la esquina con Piedras se hace de un pequeño volante, cuya imagen ilustra esta crónica. En el frente puede leerse la consigna principal de la Comisión Organizadora; en lenguaje aún más simplificado puede traducirse como “Dejen de matarnos”. Más claro, el agua. En el anverso aparecen más de dos decenas de sub-consignas, algunas específicas de las colectivas de la diversidad y las disidencias (por caso, “Basta de Genocidio Trans/Travesti”; o “Nuestros besos no son delito. Basta de lesbo-odio, violencia y discriminación. Absolución para Higui y Marian Gómez”) junto con otras más interseccionales (“Fuera FMI”; o “Legalización del autocultivo y consumo de marihuana. Despenalización de la tenencia simple de drogas”). Una de las sub-consignas llama la atención de este escriba: Por un ámbito deportivo diverso respetuoso de las identidades. Guarda el volante en el bolsillo trasero de su bermuda mientras se dirige a Asturias con Santiago de Compostela a presenciar un partido de ese deporte donde en pleno siglo XXI, en Argentina, no solamente todavía ningún jugador de fútbol en actividad ─ni dirigente, ni director técnico, ni árbitro─ asomó la nariz fuera del closet, sino que además siquiera hablar del tema supone meterse con una suerte de vaca sagrada. Hay ─escasísimas─ excepciones a la regla, como las declaraciones del Monito Vargas, de Vélez, este año. Hay, también, un episodio vergonzante que enluta al fútbol argentino, por su desenlace y por el silencio posterior que ya lleva quince años: el trágico final del árbitro Fabián Madorrán, puto tapado ─por decisión personal pero también por obligación no siempre tácita─, despedido por la AFA en 2004, quien se quitó la vida unos días después en el Parque Sarmiento de la ciudad de Córdoba, disparándose un tiro en la boca. Tenía la edad de este cronista: 39 años.
    15:30
Hay un partido de fútbol, claro. Completamente ajeno a lo que sucede en ese otro barrio de la Capital, por si hace falta la aclaración. Dos equipos en alza salen al Estadio España. El local, en racha ascendente, tal cual consignan las últimas entradas de esta extensa bitácora de crónicas españolistas. La visita, General Lamadrid, hilvanando cuatro victorias en fila en base al orden en sus líneas, la promoción de juveniles y la mano de Horacio Fabregat, un histórico de la categoría que ya logró un ascenso con el equipo de Devoto. La disposición inicial es la habitual en los partidos que juega el Gallego en su casa: con el correr de los minutos impone presencia y trata de generar jugadas para que el rival comience a simpatizar con la idea de llevarse apenas un punto a Pedro Lozano con Desaguadero. Una anomalía destella en la tarde de Parque Avellaneda: la inusual cantidad de veces que Pablo López y Lezcano quedan en posición adelantada. Cinco en la primera media hora. Se duplicará con el correr de los minutos y durante el complemento. Ansiedad, parece la primera lectura. Disciplina defensiva en la visita, y cierto exceso en el traslado de los volantes ofensivos de la escuadra Roja pueden funcionar como explicaciones. La forma de resolverlo que emana como instrucción desde el banco de suplentes es clara: jugar a un toque en el medio, y que el que sabe intente romper el cerco a pura gambeta. El que sabe es Jonathan Maza, que empieza a destellar pasta de crack. Hay quien se anima a la comparación y emula los mejores tiempos de Cristian Amarilla. La fórmula da resultados. El equipo se adueña del trámite y somete a la visita. De a ratos lo de Español es Fútbol Total. Un toqueteo entre volantes y un pase filtrado dejan a Lezcano mano a mano con Acosta. El día anterior al partido, el 9 declaró a la radio partidaria estar “aprendiendo a jugar en esa posición”, atípica en su historial. La quiso picar ante la rápida salida del arquero, quien pudo enviarla al córner en el momento en que el segundo de la tabla pedía que suene la campana. Pablo López pateó ese córner como los dioses, cerrado, al palo más lejano del arquero. La pelota lo sobró y Leguizamón, entrando por atrás de los defensores, puso firme la cabeza para confirmar la regla de los primeros tiempos. Español arriba. Nada que objetar.
  Dos jugadas ─separadas por el entretiempo─ marcaron los puntos de inflexión en una tarde que parecía redonda y roja. La primera, un yerro al querer salir jugando desde el fondo, algo que viene sucediendo casi todas las fechas desde que Bilbao propuso dejar de revolearla e instó a Figueroa y el trío del fondo a hacerla circular cerca del área propia para que el rival se acerque y deje espacios para la tarea de los volantes creativos. El resultado fue deplorable: Lamadrid, que no había generado situación clara de gol alguna en la primera etapa, aprovechó el regalito a falta de tres minutos para el descanso y volvió a poner pardas a través del otro Leguizamón. La segunda fue al comienzo del complemento, cuando Maxi Sosa se desentendió del partido y se hizo expulsar recibiendo dos amarillas en menos de cinco minutos. ¿Estaría con ganas de ir a la Marcha? Inexplicable para un jugador de su experiencia dejar al equipo con uno menos, acumular la tercera expulsión en el año, y sembrar un manto de dudas en un momento en que el local parecía reponerse del baldazo helado que significó el empate. ¿Qué hacer? Mover el banco parecía ser la primera reacción. Bilbao no lo hizo. Retrocedieron algunos de los volantes ─Hernández, Leguizamón─ para suplir el hueco en el medio, y el equipo superó esos primeros minutos de zozobra. Después sí, los cambios. Nuss por Pablo López, la especialidad de la casa. Siempre atolondrado de arranque, el pibe encara todo el tiempo con la ceguera de un caballo de carrera. Esta vez su frescura y su habilidad le alcanzaron para volver loca a la defensa visitante, en soledad o en asociación con Maza, primero, y con el ingresado Vázquez después. Greco, el cambio “natural” ante la falta de Sosa, completó los relevos. Algo llamó la atención de este cronista y de la mayoría de los presentes en la tribuna local. La diferencia numérica no sólo no se sintió, sino que además Español volvió a someter a Lamadrid, ahora con uno menos. Lo tuvo Nuss en una jugada desprolija y de suspenso infinito, pero se lo negó el poste. Lo volvió a tener el pibe a falta de diez minutos y esta vez no falló. Maza gambeteó y apiló por izquierda, Vocos recibió el centro y se la cedió de primera a Nuss, que con un furibundo derechazo tras quedar de frente al arco, casi en el punto penal, desató un grito de furia. Este cronista confiesa ─el verbo es ese─ que lo gritó como si se tratara de una final; agrega con pudor que, por suerte, no puede verse a sí mismo en el momento del éxtasis del alarido. Recién unos minutos después, todavía con pulsaciones al mango, caerá en la cuenta de que es un partido de fecha #14 contra Lamadrid. Qué va a hacer... Los quince minutos finales fueron de un sufrimiento light: la ventaja escasa, la inferioridad numérica, no se tradujeron en jugadas de gol del rival, que pagó caro el planteo amarrete y las pocas ganas con las que salió a buscar la victoria cuando se quedó con uno más y quedaban cuarenta minutos por delante. Para Español fue un festivo baño de realidad: aquella oportunidad de dar el salto que había tenido contra Ituzaingó y dejó pasar con pena y sin gloria, ahora la capitalizó a lo grande. Pudo meter un gol en el segundo tiempo después de más de dos meses. Bajó al segundo. Se acomodó en zona de reducido. Mira de cerca al grupo de equipos que jugará la Copa Argentina 2020. Dio una demostración de carácter ─el día se presta, piensa el cronista, para dejar de decir “de hombría”, los motivos son obvios─ y se prepara para enfrentar a los de arriba. Primero será el turno de Dock Sud, el nuevo segundo en la tabla, que acumula la friolera de cinco triunfos al hilo. Será otra prueba de fuego ─ahora de visita─ para un equipo que se consolida, que hizo su mejor partido en lo que va del Apertura, y que, hoy por hoy, no sabe a ciencia cierta cuál es su techo de cara a los últimos cinco cotejos del campeonato.
   18:00
El post partido incluye un brindis con agua y jugo ─lo impone el tener que conducir─ por el triunfo en el estadio, y por la victoria en las elecciones presidenciales del Frente de Todos que desalojará al macrismo de la Casa de Gobierno sin que haya podido reelegir. Se pellizca este cronista: tanta alegría seguida le va a hacer mal. Vuelve a la Marcha, que a esta altura, piensa, ya debe estar entre Plazas, con ese colorido inconfundible ─y tan necesario─ que combina la fiesta de la visibilidad con la arenga política, cada año más sofisticada.
   19:00
La Plaza del Congreso recibe a lxs primerxs manifestantes. El grueso de la columna todavía está avanzando por Avenida de Mayo. Tardarán un rato más en entrar por Rivadavia hacia Callao con una sostenida demora ─un clásico año a año─, ya en el crepúsculo. Este cronista recibe el llamado de un matrimonio amigo que se encuentra frente al Cine Gaumont, presto a ver el desfile de camiones. Las configuraciones familiares en esta edición también llaman la atención. Hay muchas familias, y hay para todos los gustos. Resulta una respuesta espontánea a los grupos odiantes en estos tiempos de bolsonarización que insisten en la pretensión de imponer el modelo de “familia tradicional”, cuando la realidad de la movilización ─y la del censo nacional que se hará el año que viene─ confirma sin proponérselo que lo “tradicional” pareciera ser que no haya un único modelo. Los camiones también ofrecen opciones múltiples. Encabeza el de ATTTA, histórica agrupación de trans, travestis y transexuales. Le siguen las de diferentes organizaciones sociales, partidos políticos, empresas de gaseosa y cerveza, boliches, fiestas, y un larguísimo etcétera. A este escriba le agrada en particular un camión destartalado, plagado de consignas combativas en blanco y negro, que van desde la negativa a hacerse cargo de la deuda externa ilegal, inmoral e ilegítima que multiplicó exponencialmente la gestión saliente, a otras más específicas como el reclamo por los faltantes de hormonas para los tratamientos de las poblaciones trans contemplados en la Ley de Identidad de Género. Desentona por su velado glam, brilla con la potencia de sus consignas y el grupo de manifestantes que lo acompaña. Las calles y la plaza rebalsan. Es imposible calcular la cantidad de gente. Es innegable la alegría. Tanta, como la necesidad de resaltar las demandas acuciantes que viven grupos que no reclaman “solamente” seguir viviendo: también, formar parte como un gran Sujeto Colectivo de los espacios en los que se toman las decisiones. Y destruir las opresiones que la “normalidad” genera en las vidas de tantxs. Menuda gesta.
   22:00
El sábado parece tener mil horas. La Marcha no sólo coincide con el partido de Español ─o viceversa─ sino también con una nueva edición de La Noche de los Museos. Este cronista no suele participar de la movida, poco adepto a las multitudes tan deseosas de visitar los centros como de hacer filas interminables. La novedad en esta edición es la presencia del Deportivo Español, a través de la Subcomisión de Cultura ─el Departamento que más empuje le viene dando al aspecto social de un Club moribundo en ese terreno y con una cúpula dirigencial impertérrita ante tal estado de situación─, con una muestra fotográfica y de archivo en el Centro Betanzos. El lugar no es elegido al azar: fue donde el 11 de octubre de 1956 se juntaron los hombres que dieron el puntapié inicial bajo el liderazgo de Luis Soler Camino, de esta institución que es el Club Deportivo Español. La actividad es conjunta y combina la exposición de imágenes con propuestas teatrales y musicales. Minutos después de estar entre las carrozas que saturaban de música electrónica las calles de Plaza Congreso, este cronista está sentado a oscuras en una sala viendo Machada, unipersonal basado en el último personaje de Lorca. El texto rezuma feminismo: imposible no leerlo atravesado por las coordenadas de época. Llueven rosas rojas sobre el escenario para la actriz, que la rompió toda. Acá sí, hay mención explícita a la celebración de la diversidad que al mismo tiempo se está produciendo en las calles de Buenos Aires.
  Entonces los planetas por un momento parecen alinearse y un breve destello ilumina la noche porteña. Un resplandor perceptible para quien le preste atención subvierte tanta pesadumbre. Por un instante, el fútbol y todas las formas de disidencia frente a la heteronorma y los mandatos impuestos sobre los cuerpos y las vidas de mujeres, lesbianas, trans, travestis, putos, tortas, maricas, travas, personas no binarias, bisexuales, intersexuales, pansexuales, y una lista felizmente cada vez más extensa de formas de hacer, pensar, vivir y sentir, parecen abrazarse. Tal vez ese fulgor sea un espejismo, acaso una mera expresión de deseo. Deseo, vaya palabra; esa que trazó una extraña parábola en el sábado de este escriba, uniendo barrios, experiencias, actividades, pasiones. Deseo, de eso se trata: de construir una nueva sociedad, más justa, más equitativa, más solidaria, en donde todos, todas y todes, con mucho Orgullo y en Lucha, podamos ser.
   Primera C 2019 / 2020 ─ Torneo Apertura ─ Fecha #14 ─ Estadio España
Deportivo Español 2 ─ 1 General Lamadrid
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felicianonavarro · 5 years
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Muñecos
MUÑECOS
Estaba mirándome a mí mismo. No era un espejo. Era el reflejo de mi rostro en el parabrisas de un patrullero. Todavía estoy intentando comprender cómo llegué a esta situación, mientras el oficial me ajusta las esposas.
Es todo un mal entendido, por supuesto. No es la primera vez que arrestan a alguien por error. Debe haber habido una denuncia, una descripción del agresor. Una confusión.
El oficial de policía tironea de mí para enderezarme y conducirme al interior del vehículo. Golpeo mi cabeza al ingresar, y el oficial cierra la puerta. El hombre, hasta el momento, me ha tratado con bastante frialdad. Debe estar convencido de que hice algo terrible y no puede dominar sus impulsos, los cuales se escurren en arrebatos de maltrato hacia mi persona. Debería sentirme molesto, pero no es así. El oficial está teniendo una reacción natural ante alguna evidente injusticia. En cierta manera lo comprendo, ya que yo sería perfecta e igualmente capaz de la misma actitud contra la iniquidad y la injusticia.
La enfermedad que una vez afligió a mi padre y a mi madre y que por poco me los arrebata, también provocó en mi la más irracional de las conductas. Pero esos brotes de primitivo salvajismo no tienden a durar. Pronto la claridad disipa los inconexos desvaríos de la mente.
¡Ah! Mí madre y mí padre. Ellos son los que me preocupan. Este accidentado proceder de la justicia los afligirá en gran manera, y no estoy seguro de que sus delicados estados de la salud soporten el estrés que les significará descubrir que he sido aprehendido por error.
Miro por la ventana mientras los oficiales se pasean por los cuartos de la planta baja de mi casa. El crepúsculo tiñe las paredes externas de un blanco grisáceo, y el vaivén azul de las sirenas parpadea incesante contra el revoque fino. Es hipnotizante.
Antes de perderme en ese oleaje intermitente, detecto al matrimonio vecino, y su único hijo en medio de ellos a la entrada de su propiedad. Me dirigen miradas perturbadas mientras la mujer, en su instinto maternal resguarda a su hijo entre sus faldas, como protegiéndolo de algo que podría perturbarlo de establecer contacto visual.
Lo confusión evidente en sus ojos ante esta infortunada situación iguala mi desconcierto. No esperaba solidaridad de parte de ellos, pero contar con la compasión que me extienden a través de sus expresiones dolidas y turbadas me sirve de consuelo. Yo, a su vez, les sonreí esperando hacerles saber que estaba tranquilo dentro de lo que era posible. Pronto, las cosas se resolverían.
·                                                            °
—¿Por qué trataron así al señor Corbalán? —inquirió Tobías Martínez.
—Ellos solamente querían hablar con él, mi vida —lo tranquilizó su madre—. Querían preguntarle acerca de eso que nos contaste a papá y a mí ¿te acordás?
—Pero le pusieron esas cadenas en las manos, y lo encerraron en el auto del policía —repuso Tobías—. Eso lo asustó. A mí también me dio miedo.
—Quedáte tranquilo, hijito, estoy segura de que no se asustó. Los policías lo trataron bien, y ahora van a hacerle algunas preguntas.
—Es mi culpa, mamá. Me metí en su casa y ahora él está en problemas. —Unas lágrimas brotaron de sus ojos.
—Mi amor —dijo su madre mientras lo aferraba—. Si el señor Corbalán tiene algún problema, no es tu culpa. Eso es imposible.
Una puerta del pasillo de la comisaría se abrió, y apareció don Alberto Martínez, acompañado por un oficial. Miró a Clara, su esposa, y cómo su hijo se acurrucaba entre los brazos de ella.
—Campeón —dijo Alberto arrimándose a ellos. Tobías alzó la vista—. Este señor quisiera que le cuentes lo mismo que nos contaste a nosotros esta mañana, ¿te acordás?
Tobías negó con la cabeza.
—El señor Corbalán está en problemas por lo que les conté, y ahora ese policía lo quiere poner en la cárcel.
—No, hijito, este señor sólo quiere que le cuentes lo de los muñecos. No vas a tener que hablar del señor Corbalán. Sabemos que él es tu amigo y que no quisiste meterlo en problemas. Y no lo hiciste, el señor Corbalán es un jóven mayor de edad, y él puede cuidarse solo. No lo vas a meter en problemas. Ahora, al señor policía le gustaría que le cuentes lo de los muñecos. ¿Te parece?
Tobías resolló para tratar de detener la mucosidad que estaba escapando por su nariz, y asintió con la cabeza.
—¿Cómo se llama este caballero? — dijo el oficial Hernández con cara amistosa.
—Tobías —respondió el niño.
—Hola Tobías. Yo soy el oficial Luis Hernández, pero como vos sos mi amigo, podés decirme Luis.
Tobías no dijo nada, pero volvió a asentir.
—¿Cuántos años tenés, Tobías?
El niño indicó el número seis con sus dedos.
—Sos todo un hombre, ya. —El oficial Hernández se aclaró la garganta—. Ahora, ¿querés contarme esa historia de los muñecos? Te puedo dar un vaso de gaseosa primero, si querés.
—Está bien —dijo Tobías.
Caminaron hasta la oficina de la que había salido su padre con el oficial Luis. Entraron los cuatro.
·                                                           °
Ya pasaron unos quince minutos desde que toda esta turba de oficiales irrumpiera por mis puertas. No puedo negar que siento una gran ansiedad, y que me cuesta luchar contra ella. Más vecinos se han sumado al espectáculo. Mejor, más ojos que grabarán este error en las fibras de la materia gris, para luego dar testimonio que esclarezca este bochornoso circo en mi casa.
Tobías, mi buen amigo, me dirige un tímido saludo con su mano y la señora Martínez se lo interrumpe. Bien que hace, no querrá que lo arrastren a compartir mi calvario por el simple hecho de que lo asocien conmigo. Es todo un mal entendido, claro, pero aun de ellos ha de rehuir el de mente perspicaz. Un acusado no puede ser testigo de nada y todos sus argumentos serán puestos en su contra. Es mejor que mantengan su distancia, para ser de mayor utilidad a mi causa cuando tengan que pararse en mi defensa.
Una luz en la planta alta se encendió. Mi pulso está acelerado, y ahora comencé a hiperventilar. Estoy demasiado angustiado por lo que pensarán mis padres cuando les llegue la noticia de lo sucedido. Ahora sí quisiera que todo esto se esclareciera con mayo rapidez. Esto está superando ya los límites, y necesito que acabe. Aunque tengo la sensación de que pronto acabará, no puedo esperar otro segundo. Mi madre se llevará un disgusto y mi padre también. El precio de este dilatado error.
                                                          °
—Bien, Tobías —dijo el oficial Hernández—. Este es un lugar seguro, y podés contarnos lo que viste, sin miedo.
Tobías tomó un sorbo de su gaseosa de naranja, y le dio el vaso a su madre.
—El señor Corbalán no quería que yo entrara a su casa cuando él no estaba —comenzó Tobías—. Dijo que a sus padres les molestaría si me veían saltar la tapia.
—¿Por qué entrarías a su casa, estando ausente el señor Corbalán, Tobías? Y, ¿podrías explicar lo de saltar la tapia?
Tobías les dirigió una mirada de preocupación a sus padres. Don Martínez le hizo un gesto que lo tranquilizó.
—Muchas veces —continuó el niño—, cuando jugamos al “arquero ciego” con mi primo Nahuel, la pelota se nos escapa y termina en la casa del señor Corbalán. Pero él siempre está ahí para pasárnosla. El otro día, yo estaba jugando sólo, a la hora de la siesta, y pateé la pelota demasiado fuerte, y esta se voló por encima de la tapia. Me dí cuenta de que el señor Corbalán no estaba, porque la pelota no volvía. Estaba asustado, porque no era mi pelota, era de mi primo Nahuel, y no quería perderla. Me subí a la tapia, y pasé para el otro lado. La pelota estaba cerca de la puerta, y al lado de la puerta había una ventana. Busqué al señor Corbalán por la ventana, pero no lo vi. Estaban su papá y su mamá. Podía verlos sentados en la cocina. Al principio me dio miedo, pero como estaban de espaldas me tranquilicé, porque no me iban a ver y no se iban a enojar.
 Agarré la pelota y la arrojé hacia el patio de mi casa. Y cuando estaba subiendo la tapia, escuché la puerta que estaba junto a la ventana. El señor Corbalán apareció. Estaba muy enojado porque lo había desobedecido. Nunca lo había visto así, siempre me trató bien. Me preguntó qué estaba haciendo y, cuando le explique que sólo había ido a recoger mi pelota porque él no me la pasaba, se tranquilizó. Me ayudó a subir a la tapia y cruzar a mi patio. Pero antes, me hizo jurarle que yo no volvería a irrumpir en su propiedad. Yo no sabía lo que significaba “irrumpir”, pero entendí que no tenía que volver a entrar ahí.
—Gracias, Tobías, lo estás haciendo muy bien —dijo el oficial mientas terminaba de mecanografiar las últimas frases del testimonio del niño—. Dijiste que viste a sus padres en la cocina, ¿te acordás qué estaban haciendo?
—Nada —dijo Tobías—. Sólo estaban sentados ahí. Tampoco salieron cuando el señor Corbalán me retó.
Clara, Alberto, y el oficial Hernández intercambiaron miradas de preocupación.
—Bien —prosiguió el oficial—. Seguínos contando. ¿Por qué volviste a ingresar hoy?
—Estaba jugando al béisbol. En realidad, sólo practicaba con el bate y una pelota. No es una pelota de verdad, aunque es bastante dura. Mi papá me la hizo con bollos de papel y medias usadas, pero sólo hasta conseguir una de verdad. Las venden en el mercado, pero mi papá dice que se rompen rápido. Todavía estamos esperado que el señor del correo nos traiga la que compramos en Buenos Aires por internet. Mi bate sí es de verdad. Estaba practicando para poder enseñarle a mi primo Nahuel. Estuve mucho tiempo tratando de pegarle a la pelota, y no podía. Me enojé y tiré la pelota con todas mis fuerzas. El vidrio del señor Corbalán se rompió y yo me asusté muchísimo. Esperé un rato largo, como cuando se me pasó la pelota de fútbol, y el señor Corbalán no aparecía. Si él encontraba mi pelota de béisbol no me la devolvería porque no sabía que era mía. Nunca se la mostré. Seguí esperando para ver si su papá o su mamá me la pasaban, pero parecía que ellos tampoco estaban en la casa. Recordé lo enojado que estaba el señor Corbalán ese día que entré a su patio y no quería que se enojara otra vez. Pero necesitaba recuperar mi pelota. Mi papá me iba a preguntar por ella y yo le tendría que decir… —calló por unos segundos, abatido por la vergüenza —que la había perdido y que…
—Está bien, hijo —dijo don Martínez —. No te preocupes que ni tu mamá ni yo estamos enojados con vos. Contále al oficial Luis lo que pasó después.
—Yo volví a cruzar la tapia para entrar al patio del señor Corbalán —continuó Tobías—. Ahí pude ver que había roto una ventana del piso de arriba. No sabía cuál había roto antes, porque la tapia me dejaba ver.
Espié desde lejos por las ventanas un rato largo y no vi a nadie. Creí que la puerta de la cocina estaría cerrada, pero se abrió. Me volvió a dar mucho miedo, no quería que el señor Corbalán se enojara conmigo otra vez. Entré a la casa y quise llamarlo, pero se me tapó la nariz porque había un olor horrible. Era el olor más feo del mundo. Me tapé la nariz y lo llamé. Me reí porque mi voz sonó graciosa. El señor Corbalán no estaba, y yo ya no me aguantaba el olor feo. Sentía que la panza me dolía como cuando estoy por vomitar. Ya le había roto un vidrio, no quería ensuciarle el piso también. Empecé a caminar más rápido. Aguantaba la respiración lo más que podía, y cuando ya no resistía tomaba aire, pero cada vez que lo hacía era horrible. Parecía que me estaba tragando ese olor. Subí al primer piso, y abrí la primera puerta que encontré. Era la habitación con el vidrio roto. Me asusté porque había un montón de moscas, y todas salieron volando. Muchas se chocaron con mi cara.
Vi mi pelota de béisbol en el piso. Fui rápido y la levanté. Cuando di la vuelta para volver a salir vi a los muñecos. Estaban en la cama, destapados. Tenían ropa de hombre y de mujer. Parecían dos personas que estaban durmiendo abrazadas. Pero yo sabía que eran muñecos, porque las personas no tienen la piel así de dura y negra. Y tampoco tienen ese olor.
                                                          °
Siento que la ansiedad me está ganando. Se han llevado a mi amigo Tobías. Seguramente indagarán sobre esta gran farsa. Creo que este malentendido se va a resolver pronto.
Llegó una ambulancia y de ella descendieron personas con barbijos. Estos entrometidos entran y salen de mi casa. ¡Quién sabe lo que estarán haciendo! Mis padres, ¡no molesten a mis padres! Les grito, pero ellos me ignoran.
Mis padres… ¡dejen dormir a mis padres! Del cuarto de ellos provienen destellos. Las fotografías que los curiosos toman. ¡A una se han confabulado para hundirme!
En seis meses nadie perturbó a mi madre, y en medio año nadie molestó a mi padre. Pero ahora, estos animales, ¡bestias pútridas!, les han interrumpido el sueño.
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kattvalkyria · 6 years
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Entre batas y libros 6
Viernes...
Viernes, viernes, viernes...
Decir que estaba nerviosa es quedarse corta. ¡Estaba que me subía por las paredes! 
No sólo estuve todo el día en las nubes sino que, además, me la pasé completamente pendiente de si Marco pasaba por ahí. Prácticamente lo buscaba con la mirada por todos lados. Tuve suerte de no hacer desastres con los turnos. 
Más o menos a media jornada, a eso de las 6 de la tarde, mientras llevaba unos expedientes, me lo crucé en uno de los pasillos de circulación del personal. Estaba parado junto a la puerta que daba a su consulta, mirando su celular sin prestar atención a los doctores y enfermeras que pasaban a su lado. Tampoco pareció percatarse de mi presencia así que, inspirando profundamente y tratando de darme valor, me acerqué a saludarlo.
-Hola...
-Hola - me contestó sin levantar la vista del teléfono, como si fuera una respuesta automática.
Algo consternada por su aparente indiferencia, me quedé parada al lado para ver si reaccionaba y se daba cuenta de quién era. Estuve así un rato, en silencio y mirándolo casi sin pestañar, hasta que, por fin, levantó la mirada del maldito teléfono (sí, ya lo odiaba).
-¿Necesitas algo? - me preguntó mirándome como si no me conociera. 
Me quedé anonadada. 
No había soñado lo de la invitación y todo lo demás... ¿No?
Abrí y cerré la boca sin saber qué decir. Parecía un pez fuera del agua, boqueando en busca respirar. 
-¿Becca? - preguntó con un tono que transmitía cierta preocupación por mi salud mental. Bueno, al menos sabía quién era. Aunque eso no me hacía sentir mejor, había algo raro...
-Yo... Quería confirmar... ¿En la puerta a las 9? - No me animaba a mirarlo a los ojos así que le pregunté mirándome los zapatos. 
-¿Qué? - Me miró de tal forma que me hizo sentir tan loca como él parecía creer que lo estaba. No sabía qué hacer. ¿De verdad se había olvidado de que me había invitado a salir?
Fue entonces cuando se activó dentro de mi una alarma que, como en las películas, advertía: “Danger, danger, danger...” (Peligro, peligro, peligro...) Pero no le hice caso.
Tal vez, sólo estaba distraído... O, me había invitado en un impulso del momento...
Mierda.
Me sentía mal, muy mal.
Me di vuelta dispuesta a irme, dejando las cosas así y tratando de conservar la compostura, cuando él pareció reaccionar.
-Ah, Rebecca - me dijo poniéndose frente a mí. - Perdoname, estaba pensando en un paciente complicado. Sí, nos vemos en las puerta a las 9 - agregó sonriendo de esa forma tan linda que él tiene. - Lo estoy esperando. 
Y, sin esperar respuesta, me hizo un guiño juguetón y se metió en su consultorio. Por alguna razón, que escapaba a mi comprensión, no me sentía convencida de lo que me había dicho. Algo no encajaba, pero no sabía qué... 
Ojalá hubiera sabido lo que ahora sé. Pero bueno, así es la vida. Todo resulta más claro en retrospectiva.
En fin, transcurrió el resto del día sin ningún acontecimiento relevante. No volví a ver a Quiroga y, en cierta forma, fue mejor así. A las 9 ya estaba en la puerta esperándolo y así me quedé, viendo a otros compañeros salir, hasta que él apareció media hora después.
- ¿Nos vamos? - me preguntó sin siquiera disculparse por el retraso. 
Valoro mucho la puntualidad y que a él le diera igual hacerme esperar no me subía el animo, precisamente. Sumado a ello, creo que ni siquiera me miró, estaba otra vez con su maldito (maldito!) celular.
Pensaba que íbamos a ir en su auto a algún lugar bonito o algo así pero terminamos yendo al bar de la esquina. No es un feo lugar, está bueno para ir a tomar algo pero no para comer. Es decir, tienen para comer pero las opciones son limitadas: sandwiches, papas, hamburguesas, cosas así. Si llegaba a comer una hamburguesa en mi primera cita con Marco, Jav me descuartizaba. Sin pena ni culpa. 
Quiroga entró en el lugar y se dirigió directamente a la barra, donde se sentó e hizo señas al barman para que lo atendieran. Claramente ni me esperó ni se fijó si me había sentado con él, menos aún preguntarme si quería sentarme allí. Estaba, de nuevo, mirando el celular... Aparato del demonio.  
No podía creer que él se comportara así. Prácticamente era como si yo no estuviera. Aun así, haciéndole caso a la parte tonta, muy tonta, y bobalicona de mí, fuí a sentarme a su lado. El barman se nos acercó y Quiroga, sin mirarnos a ninguno de los dos, le pidió una cerveza negra (no recuerdo el nombre) y un sándwich “Capresse” para después seguir con lo que estuviera haciendo con su celular. Aparentemente era algo que lo divertía ya que lo hacía sonreír, aunque de una forma rara... Como jactándose de algo, socarrón... No tuve tiempo a preguntarle ya que el barman, que si notaba mi existencia, me preguntó qué quería. En realidad, notaba demasiado mi existencia, al menos de ciertas partes de ella... Me miraba más de lo que me hubiera gustado pero ayudaba un poco a mi autoestima, ya bastante pisoteada ese día.
Algo descolocada por la indiferencia de Quiroga y la excesiva atención del barman, que no perdió la oportunidad de decirme su nombre, me limité a pedir una gaseosa sin azúcar (más por preferencia que por un tema dietético). Lautaro, el barman, trató de que pidiera algo más pero yo no estaba para eso. La verdad, sentía como si tuviera una piedra en la boca del estómago. Después de algunos intentos, se resigna y va a buscar los pedidos.
Por mi parte, tragándome mi pobre orgullo vapuleado intenté, varias veces, iniciar una conversación con Quiroga, pero no hubo caso. Si no miraba su celular, miraba el partido que transmitían por el televisor. Por “suerte”, por así decirlo, Lautaro no tardó en traer las cosas y, para mi sorpresa, se quedó hablando conmigo. Algo que, obviamente, a Quiroga no le importaba. 
Hablamos de qué hacíamos de nuestras vidas, trabajo, hobbies, etc. Fue bastante simpático y amable, aunque era evidente que había cierta parte de mi anatomía que le llamaba especialmente la atención, y no eran mis ojos. Aún así, no se propasó en ningún momento. 
Un rato después, aunque Lautaro no parecía tener muchas ganas de terminar la conversación, él estaba trabajando y tenía que atender a otros clientes. Lo que me tranquilizaba a la vez que me entristecía ya que, por un lado, me incomodaba bastante la falta de disimulo que tenía al mirarme mientras que, por el otro, por lo menos me hacía algo de compañía... Pero bueno, el pobre hombre no podía entretenerme por siempre.
No mucho después, ya sin gaseosa y sin compañía, al menos una que me tome en cuenta, decidí que era momento de irme.
- Bueno... - comencé a decir intentado que por lo menos me mirara una vez. - Mejor me voy yendo...
- Aja... Nos vemos - contestó distraído. Sólo eso.
Consideré irme así sin más y que pagara él, pero no me sentía cómoda haciéndolo. Ya sé que era sólo una simple gaseosa y no se iba a quedar pobre por pagarla, pero no podía. Soy así de boba. Dejé la plata en la barra y salí del local. 
Estaba parada en la vereda esperando a que pasara algún taxi cuando alguien me tocó el hombro. Y sí, tengo que admitir que por un momento pensé que era él, pero no lo era. 
- Hey, ¿ya te vas, linda? 
- Lautaro... Eh... Sí, mi cama me espera - respondí riéndome tratando de no hundirme en la depresión que se estaba formando a mis pies.
- Yo estaría más que encantado de acompañarte, si querés...
- Oh... -  me agarró por sorpresa y me puse roja como un semáforo. - No, gracias. 
- ¿Segura? - insistió acercándose más de lo debido, con su cara demasiado cerca de la mía. 
- Sí - contesté un poco más molesta por la invasión de mi espacio personal y buscando con mayor ahínco algún taxi que me saque de ese lugar y situación. Ya bastante terrible había sido mi noche como para que alguien me acosara.
- Te puedo llevar, tengo moto - dice señalando una moto que había encadenada a un poste de luz.
- ¿No tenés que trabajar?
- Me pueden cubrir mientras te llevo
- No hace falta, ahí viene un taxi - dije levantando la mano, casi desesperada, para que el taxi parara. Estaba dispuesta hasta tirarme en frente con tal de frenarlo y que me sacara de ahí. 
Por suerte, no hizo falta. El taxi paró y estaba por subirme cuando Lautaro me agarró del brazo y me frenó.
- Esperá... ¿Me das tu número?
- Eh... - no quería y él lo notó.
- Bueno, te doy el mio - dijo dándome una servilleta con un número escrito en lapicera. - Llamame cuando quieras.
- Está bien - guardé la servilleta en mi cartera y traté de sonreírle lo más conciliadoramente posible. Discretamente, zafé mi brazo de su agarre y me tiré dentro del taxi. Mientras éste se iba alejando, recibo un whatsapp de Javier: “Beccs! Qué tal con el Doc???”
Uff... 
La depresión ya había empezado a trepar por mi cuerpo y amenazaba con ahogarme. Pero, como me negaba a llorar en el taxi, me limite a escribirle “Desastre. Dsp hablamos.” Me puse los auriculares, que tenía enredados en el fondo de la cartera, seleccioné alguna lista aleatoria de música y me concentré en qué libro podía ponerme a leer al día siguiente... O después de que dejara de llorar al llegar a casa.  
Lo único que quería hacer era meterme en algún mundo fantástico en el que las cosas fueran mejores. Dónde me fuera bien y pudiera ser feliz, aunque sea sólo por un rato... Ya que en mi realidad nunca lo era. 
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shuneii-san · 6 years
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Chapter 6: Nuestro primer año
FANFIC - SAINT SEIYA
Chapter 5  ❀ Chapter 7
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El viaje a través de ese álbum nos muestra recuerdos de nuestro primer año juntos en el instituto. 
POV MILO
Vuelvo al primer piso algo adolorido. Camino a mi habitación en busca de una linterna, tropecé con algunos cuantos objetos que estaban en el camino. Creo que incluso me doblé el tobillo al subir por las escaleras. Para tener más frazadas y almohadas, tuve que asaltar la habitación de huéspedes. Lo importante es que tengo lo suficiente para que mis invitados se sientan cómodos. Lo malo es que ya no podremos ver las películas hasta que la luz vuelva y hasta ese momento podré llevar a cabo mi plan malévolo para que Camus se tire a mis brazos. Tendré que crear un plan B pero antes debo de investigar ¿cómo es que Aioria ya sabía de que me gustaba Camus? ¿Tan obvio era?
Ahora, mi prioridad es ver como se encuentran Aioria y Camus. Llego a la sala, dejando todo lo que llevo a como puedo en el piso, ilumino una escena que me deja boquiabierto.
- Traje lo necesario para pasar el frío pero por lo visto ustedes ya encontraron otra forma de pasar la noche. - Logro articular esas palabras sin salir completamente de mi estado de shock. Y es que ¿de qué otra forma habría actuado? Si en un simple momento en el que me voy, para buscar cosas para la comodidad de mis invitados, estos dos se coquetean y hasta veo a Camus sentado en el regazo de Aioria, con su rostro reposando en su hombro. No puedo pensar en nada más que la traición de Aioria. Acababa de confesarme con él, y resulta que él ya se estaba revolcando con Camus. ¡Y en mi casa! ¿Por qué no me dijo? Sin vergüenzas.
-¡Milo! Esto no es lo que parece... - Aioria se pode de pie tirando a Camus al sofá. Noto un rastro de gracia en sus palabras, una enorme sonrisa en su rostro. Me molesta.
Camus, por su parte, parece que se ha quedado en un estado de shock al igual que yo. Se limita a mirarme, serio, ni siquiera se movió del lugar donde cayó luego de que Aioria soltara el agarre. Quizá ni siquiera me mira a mi, y su vista está perdida en la nada.
- Camus le tiene miedo a los rayos y se acurrucó en mi inconscientemente debido al que cayó hace unos instantes. - Dice señalando hacia la ventana.
- ¿¡Y por ello aprovechaste para tocarle el trasero!? - Paso de mi shock a un estado de ira hacia Aioria. En cierto punto, son los celos los que hablaban.
- No le toque el trasero. Solamente lo abracé y ayudé a que soportara su fobia. - Se cruza de brazos mientras me mira desafiante.- ¿Acaso dudas de mi amistad? ¿O estás celoso de que Camus me prefiera a mí como soporte o consuelo? - Sus palabras dieron en el blanco.
- Simplemente no es el lugar para que coqueteen o se toqueteen. Respeten mi casa. - Mi orgullo no quiere creer las palabras de Aioria, los celos confrontan sus preguntas y es que Camus no ayuda a aclarar la situación. Ha permanecido en silencio, tal parece que no ha salido de su estado de shock.
- ¡No lo estaba toqueteando, joder! Solamente quería que Camus me dijera quien le gusta, tuve que chantajearlo. Es un malentendido. - Luego de soltar su confesión, tapa su boca con ambas manos y mira de reojo a Camus. Algo me decía que el que Aioria soltara ese secreto lo sacaría de su shock causándole un enojo.
Sin embargo, siento como una puñalada a mi corazón. ¿A Camus le gusta alguien? ¿Por qué yo no lo sabía? Aioria si, pero yo no. El secreto de Camus...
- ¿¡Quieren dejar de hablar de mi trasero delante de mí!? - Deja de ver a la nada para posar su mirada asesina sobre Aioria que ahora se encontraba detrás de mi temblando como un gatito ante la amenaza de un perro rabioso.
- ¿Quieres decir que podemos hablar de tu trasero cuando tú no estés presente? - Termina de cavar su tumba el castaño.
Camus le dio una mirada fulminante y luego se tira en el sillón recostando su cabeza en el respaldo. Ahora miraba al techo y como si estuviese cansado, tapa sus ojos con el reverso de su brazo derecho.
- Seguiremos con esta conversación cuando no esté Camus. - Escucho el susurro de de Aioria. "¿Hablaremos de qué o sobre qué? ¿Del trasero de Camus? Créeme eso no es algo que quiera discutir contigo o con nadie. "
Luego de que Camus y Aioria se calmaran charlamos un rato sobre qué haríamos. Quedaba claro que la luz no regresaría por un buen rato así que las películas tendrían que seguir esperando pero, ¿qué haremos mientras tanto?
- ¿Qué les parece si miramos un rato el diario de Milo? - Dice Aioria con una sonrisilla y tono de picardía mientras me mira desafiante.
- No es un diario.
- Está bien. ¿Qué les parece si miramos un rato el álbum de recuerdos de Milo, mejor? - Pregunta nuevamente, esta vez, utilizando las palabras correctas pero con el mismo tono en su voz.
- Por mí esta bien. - Habla por fin un ya más relajado Camus.
Me acuesto boca abajo en el suelo cubierto con frazadas, frente a mi las palomitas de maíz y gaseosas esperan desde hace ya un rato. Camus me sigue posicionándose a la par mía. Sonrío victorioso cuando sentí su cuerpo a muy pocos centímetros de mí. Sonrisa que se ve interrumpida cuando Aioria se coloca en medio de los dos, junto con su león de peluche y toma una palomita.
- Así está mejor, ambos me mantienen calentito como un gatito.
Sostengo el álbum con mi mano izquierda, paso las hojas con mi mano derecha. Camus, con su mano derecha iluminaba las fotografías con la linterna, con su izquierda me ayudaba a sostener el álbum. Aioria ocupaba ambas manos para acariciar a su león de peluche.
Iniciamos con el recorrido a través de mi historia. Tenía planeado relatarles a Camus y a Aioria un poco de mi vida con cada fotografía pero Aioria dio un brinco enorme en el tiempo para llegar a la página donde escribí: "Nuestro primer año". Al parecer nuestro entretenimiento dará inicio acá.
Allí estaba la primer fotografía. Era el día del cariño cuando les obsequié unas tarjetas de amistad por las cuales me desvelé la noche anterior. Recuerdo que Camus nos preparó unos chocolates caseros y según Aioria estuvieron deliciosos ya que yo ni los probé, gracias a que él mismo se comió los míos.
- Camus, me debes unos chocolates. - Le recuerdo, palabras con las cuales curva sus labios en una perfecta sonrisa.
Seguimos viendo las fotografías y la que llamó la atención de todos fue la del día de carnaval. Aioria se disfrazó de león, Camus de copo de nieve... Era eso o el hada de invierno del cascanueces. Y yo me disfracé de un lindo escorpión.
- ¡Mira Camus, casi olvidaba que te disfrazaste de almohada! - Con esas palabras Aioria solo logra que Camus apuntara la lampara directo a su rostro, cegándolo.
Decido voltear la página y nos encontramos con la fotografía del día familiar del cuso 1-A en el Instituto. Allí se encontraban mis padres, los padres de Aioria y su hermano Aioros, también la tía de Camus. En el frente estábamos sentados en el pasto nosotros tres con una enorme sonrisa.
Luego seguirían nuestras vacaciones en la playa. Aioria y su familia nos invitaron a pasar las vacaciones de medio año en su casa a las orillas de la playa. Aioros enterró el cuerpo de Aioria bajo la arena mojada. El pobre no pudo salir por si mismo. Camus se encontraba leyendo un libro bajo la sombra de la sombrilla mientras para "no quemarse", yo le contemplaba ¿embobado? Ahora que creo sentir algo por él, estas fotos tienen unos mensajes ocultos. Digo para mis adentros.
La risa de Camus me sacó de mis pensamientos.
- Ese día Aioria estuvo llorando como una nena diciendo que aún sentía el cangrejo dentro de su traje de baño. - Claro que fue lo último que dijo antes de que Aioria le diera un golpe con su león en la cara.
Aioria tomó la linterna con su mano derecha argumentando que eso nos daría una mejor iluminación, puesto que él se encontraba en el centro. Veo como Camus cambia de mano y ahora me ayuda con el álbum con su mano derecha, la que sostenía la linterna hasta hace unos segundos. Su izquierda, se queda perdida. Seguimos un poco más y llegamos a la fotografía de navidad. Ese año lo pasamos en casa de Camus. Su tía es una cocinera sin igual. De allí que Camus hiciera postres deliciosos. Horneó un pavo que estuvo para chuparse los dedos y luego con el fuego de la chimenea comimos "marshmellows", aunque después de eso tuvimos que apagar muy bien el fuego ya que Aioria dijo que de no hacerlo Santa Claus se quemaría el trasero.
- ¿Aún sigues creyendo en Santa Claus? - Le pregunto. Me parece muy tonto que alguien a su edad siga con esos pensamientos.
- No, ya no. - Dice con un tono de burla para luego resoplar.
Con su mano izquierda toma mi mano derecha que se encontraba pasando las páginas. Algunos podría decir que es un acto raro. Pero, es normal para mí, viniendo de mis amigos. Dejo esa acción sin darle mucha importancia. Pasamos a la página siguiente, asumo que es Camus quien ahora se encarga de eso.
Finalmente llegamos a la última foto del primer año luego de conocer a Camus, o quizá primer foto de nuestro segunda año juntos. Era la despedida de año viejo, celebración de año nuevo. Nuevamente las tres familias nos juntamos en el parque de la Ciudad de Atenas para disfrutar de los juegos artificiales que alumbraban todo el cielo estrellado. Hacía mucho frío pero a Camus parecía no importarle ya que era el que andaba menos abrigado, de igual manera los abrazos de todos nos mantuvieron en calor. Es una tradición abrazar a todo el que tengas cerca al sonar las doce campanadas.
- Creo que eso es todo. ¿Qué les parece si ahora hablamos de otra cosa? - Interrumpe Aioria. No era todo. Aún faltaban fotografías de año y medio.
Camus cierra el álbum, colocándolo en el suelo. Aun siento el tibio agarre de Aioria en mi mano derecha. La luz de la linterna ahora apunta al mentón de Aioria. En el cuarto a oscuras, su rostro es el que mejor se mira. A pesar de eso, con la luz restante puedo ver el rostro de Camus; apuesto que él tiene la misma percepción. El resto de nuestro cuerpo, queda en las sombras.
- A pesar de conocernos de hace ya tiempo. Creo que nunca les he preguntado algunas cosas básicas. - Es cierto que a veces Aioria habla y hace cosas sin sentido. Sin embargo hoy, parecía muy raro. Quizá sea la presión por saber mi secreto. - Como por ejemplo, ¿cuáles son sus colores favoritos?
Veo a Camus, quien le dedica una mirada extrañada a Aioria. Luego me ve a mi. Vuelve a ver a Aioria y de regreso a mi. De la nada, ambos reímos. Es una de esas risas explosivas. Sabemos el motivo pero no la explicación a nuestra exagerada reacción. Aioria nos mira desentendido. Me encantan los momentos así.
- ¿Qué hay con esa pregunta tan normal? - Una lágrima se escapa de los ojos de Camus a causa de la excesiva risa.
- No tiene nada de malo querer saberlo. Si algún día les regalo algo me gustaría saber el color de su preferencia. El mío es azul cielo. Ya lo saben ahora tienen que decir el suyo.
- No es una mala pregunta. Simplemente normal. Esperaba algo más raro, viniendo de ti. Pero bueno, - Toma una bocanada de aire. - mi color favorito es el amarillo. No me preguntes por qué. ¿Qué hay de ti Milo?
¿Color favorito? Nunca había pensado en eso.
- Pues, el rojo llama mucho mi atención.
- Hmn... Que coincidencia, ¿no creen? - Dice Aioria dejándonos con duda.
¿A qué se refiere? Camus me mira alzando una ceja como preguntando "¿entiendes a que se refiere?". Niego con la cabeza.
- Dicen que cuando tienes un "algo" favorito es porque tiene relación con un evento o alguien que haya marcado tu vida. Y aún así parece que a ambos les gusta el color de cabello del otro. Bueno, ahora, ¿letra favorita? La mía es la A. De A-iori-A. Al inicio y al final. La primera del abecedario, simplemente la mejor. - Dijo señalándose a sí mismo con su mano izquierda. - No es necesario que ustedes respondan. Yo los conozco tan bien que lo diré por ustedes. La letra favorita de Milo es la C. ¡Wah! Otra coincidencia, ya que el nombre de Camus inicia con C.
Mi rostro se tinta en color carmín nuevamente. No puedo articular palabra alguna. Camus solamente atina a sonreír alzando una de sus cejas, tal parece que le causa gracia. Creo que me ha descubierto, no sé que hacer.
- Y la de Camus es la... ¡Aich! ¿¡Quién tocó mi trasero?! - Un "no sé qué" interrumpe a Aioria.
Quedo con duda. Tenía que saberlo. Y Aioria me lo diría luego de que se le pasara la paranoia de que un fantasma le tocó el trasero.
Ante todo esto Camus solamente voltea a ver a una dirección opuesta a la mía. Intuyo que él tiene algo que ver con que Aioria no terminara su frase. Siente mi mirada, tímidamente voltea y vuelve a sonreír. Es una sonrisa muy tímida y oculta su mirada bajo su flequillo. No puedo evitar pensar que es un gesto tan sexy en él. ¡Espera qué! ¡¿Sexy?!
Suspiro. Camus, Camus. ¿Qué habrás hecho para gustarme tanto? Parece que ya lo he aceptado. Tengo que averiguar quién es esa persona que te gusta. Aioria lo sabe... Él me lo dirá, por las buenas o por las malas.
¡Gracias por leer!
Chapter 5  ❀ Chapter 7
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El amor como modo de vida
-¿Y vos viste a la de Química? Parece que la pisó un camión de lo fea que es. Dijo Martín con un tono burlón. Todos se ríeron, en especial Gonzalo, sacando a relucir esas perlas blancas que le pertenecían. Esa famosa sonrisa que tanto cautivaba a las chicas.
-Peor es el de física, parece que en cualquier momento va a llorar de la angustia. Dijo esta vez Bianca, y acto seguido tomó un sorbo de gaseosa. Julieta se relamió los labios, acción que siempre gestionaba antes de proceder a hablar. Solo Martín lo notó.
-¡Pero es tan lindo!.
-Es un tarado. Replicó Martín. El resentimiento y quizás los celos predominaban en su tono. Bianca lo notó e instantáneamente soltó una pequeña risita complice.
Hubo silencio. La noche reinaba junto con la tranquilidad. Excepto por un columpio que se mecía y rechinaba, por el exceso de su uso a lo largo de los años.
-Mañana es el gran día, ¿No? Dijo Gonzalo. La sonrisa se transformó en un simple esbozo que rebosaba melancolía.
-Sí. Pronunció Julieta, clavando su mirada color cielo en Gonzalo. Y se cumple un año de su muerte.
Estas últimas palabras quedaron en el aire, flotando, el silencio se reanunció con evidencia. Pero no fue acompañado por la incomodidad, se conocían hace tanto tiempo que el silencio no les afectaba. Una corriente de viento promueve a los arboles a moverse, adornados con las flores que hacían juego con la época.
-No es justo, era demasiado joven... expresó Martín, su rostro acompañaba lo susodicho con expresiones de dolor.
-No se trata de si es justo o no, pasó un año y tenemos que superarlo. Dijo Julieta
-Tenemos que estar juntos en esto. Sostuvo Gonzalo y Julieta asintió con la cabeza, confirmando su apoyo.
-No me importa cuánto tiempo pasó o si tenemos que superarlo, yo lo extraño y nunca voy a volver a ser el mismo sin "Él”. Los ojos de Martín estaban brillosos y su vista se empezaba a nublar.
-¿Y cómo pensás que me siento yo? Soy sin dudas la que más lo extraña y no hago berrinche. La voz de Bianca reflejaba su desesperación y resentimiento guardados.
-Calmense los dos. Somos amigos no importa lo que pase. Enunció Julieta a los dos, pero sus ojos solo miraban a Gonzalo.
-Juli tiene razón, calmemonos y disfrutemos nuestro picnic.
-¿Quién te pensás que sos para calmarme? Siempre te hacés el alfa enfrente de las chicas, me tenés cansado, él no permitiría esto.
-¡Pará, Martín! Gritó Gonzalo, pero ya era muy tarde. Martín ya había empezado a correr.
Abandonando el parque donde alguna vez conoció a sus amigos en aquel pequeño tobogán con sus colores brillantes que hoy solo era un pedazo de hojalata, Martín huyó y lloró.
De inmediato, Gonzalo comenzó a seguir a Martín, pero Martín era más rápido.
-Yo sé que lo extraña, ¿Pero era necesario lastimarme a mí también? Pronunció Bianca con su voz ya quebradiza.
-Él es así. No lo hizo para lastimarte.
-Yo lo amaba Julieta, “Él” era todo para mí, teníamos una vida planeada juntos.
-El amor es difícil Bianca, pero tenemos que continuar viviendo, nos queda mucho por delante.
-Vos lo dijiste Juli, el amor es realmente algo difícil.
-¿A qué te referís?
-Se nota por cómo mirás a Gonzalo.
Gonzalo no tardó demasiado en encontrar a Martín. Desde que “Él” murió Martín solía visitar su tumba.
La mano de Martín tocaba con delicadeza la tumba, casi como si se fuera a romper. Fría, imponente, muerta. Parecía que la lápida lo tocaba a él. El epitafio de la misma exponía: “Sé quién quieras ser y no quien los demás quieren que seas”.
Gonzalo lo miraba fijamente y con los brazos cruzados, su mirada poseía similitud a la de un padre preocupado, pero también mezclada con amor. Martín se percataba de su presencia, pero sus ojos no se encontraban.
-No lo soporto más, y no sé si algún día pueda olvidarlo.
-”Él” no querría verte en este estado, merecés ser feliz Martín. Pensá en todo lo que tenés ahora, nos tenés a Bianca, a Julieta, a mí... Dijo con enfásis en lo último, sin quererlo así.
-Lo sé, lo sé. Vos sabés lo importantes que son para mí. Su voz cautivaba a Gonzalo, quien, por ser hombre, no tenía permitido llorar.
-No estoy enamorado de Gonzalo, no digas tonterías Bianca.
-Dale, te conozco desde que tenemos cinco años, te vi tantas veces enamorada.
-Es que no sé qué es lo que siento por él, lo único que sé es que me siento feliz a su lado.
-Esto es más grande de lo que creés Julieta, yo realmente quisiera que fueras feliz con Gonzalo, pero...
-No le gusto a Julieta, ya sé que solo me ve como un amigo.
-Confiá en mí, tenés oportunidades con ella. Aunque su intención haya sido ánimos, Gonzalo sabía en el fondo que este no era su deseo. Gonzalo no quería que Martín estuviera con otra persona que no fuera él, pero también sabía que el amor entre hombres era imposible.
-¿No te dás cuenta? La miró con un gesto confuso.
-¿No lo vés? Pronunció con una pizca de ironía.
-Dejalo ahí. Replicó Bianca. Quizás algún día lo veas.
-Le gustás vos, Gon.
La cara de Gonzalo reflejaba su completa vergüenza, realmente no lo había notado.
-¿Y qué es lo que sentís vos por Julieta? Dijo Gonzalo, sin saber realmente dónde meterse.
-Es extraño, cada vez que sonríe, me mira, me saluda, me abraza, todo, todo es especial cuando es con ella. Me cautiva su perfume, me seduce su mirada, y me arrulla su voz. Su respiración me eriza la piel. Pero lo más importante, cuando ella está feliz, yo soy feliz. Y creo que por eso estoy enamorado.
Gonzalo se echó a llorar, una parte dentro de él se rompió, estaba cansado de disimular, de fingir, de mentirles a todos y aún más importante, de mentirse a sí mismo.
-No entiendo, ¿Qué es lo que tengo que ver? Julieta se impacientaba, ¿Por qué no lo veo?
-¿Por qué llorás?
-Porque vos... Replicaron ambos.
-La amás.
-Lo amás.
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luciaenelcosmos · 5 years
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11/01/2019
Mi querido Hernán, han sido días extraordinarios, hemos tenido una montaña rusa de situaciones, recuerdo como si fuera ayer la primera vez que te vi, y aún no me lo creo. Me e enojado, e tenido irá, me e reprochado cosas y sentimientos, te e querido, te e odiado (por un par de minutos 😬), te e adorado, te e anhelado, te e buscado, te e deseado, e reído, e llorado, y todos los sentimientos que e tenido han sido una experiencia diferente, no me quejo, ni me arrepiento, todo lo contrario, te agradezco exactamente T O D O, sin eso uno nunca aprendería ni mejoraría y sé que no soy fácil de entender pero aun así estás conmigo, y es algo que valoro, siempre quise tener un hombre que diera todo por mi como tú lo has hecho hasta ahora. Contigo e aprendido muchas cosas, desde tener muchísima paciencia, hasta escuchar tu música, son cosas en las que yo no era muy buena que digamos, y como tú dijiste yo tengo un problema soy muy “yoista” todo “yo,yo, y mas yo” pero aunque tú no creas todo este tiempo e pensado en un nosotros, es la mejor versión de mi la que tú tienes ahora, siempre en cada discusión, siempre siempre e estado dispuesta a quedarme a tu lado, por que todo el tiempo la balanza se inclina hacia nuestros sentimientos, y prefiero mil veces aceptar errores ( qué para ti y para mi son difíciles) a quedarme sin ti.
Muchas veces te e dicho lo mucho que te quiero 💕, hasta aburrido debes estar, pero es la verdad, espero que en el poco tiempo que hemos estado juntos ( qué como tú lo dijiste, “ parecen años”) lo hayas podido notar, aunque no estoy segura que lo sepas muy bien, por que aveces dudas de mi cariño, y entonces busco las formas distintas de poder demostrártelo.
Amo pasar el tiempo, las horas y los días a tu lado, no hay otra cosa que no quisiera hacer, pero aunque nunca somos dos si no tres, tú , tú celular y yo, somos felices ! (Aunque me cuesta y me molesta que estés metido ahí, ya no te digo nada)
Gracias por presentarme a tu familia, por que me aceptan y sin querer no solo me has dado cariño, tiempo y amor, me has dado nuevas amistades, y es lo que más valoro de esta relación, la gente que nos apoya, la gente que te ve feliz, la gente que te ve tranquilo, la gente que tiene la seguridad que estás siendo tú y no los antojos caprichosos de otra persona, eso me agrada, que tus tíos me reciban bien, que tu abuelita me pregunte cuando vuelvo, no sabes la felicidad inmensa que me da, por eso gracias ¡muchísimas gracias!
Hay cosas que e querido preguntar pero por no malograr momentos no lo e hecho, pero espero no equivocarme y seguir creyendo lo que tú me dices.
Sé que no es nada fácil esto que tenemos, desde que empezamos fue toda una odisea, la cual me la puse al hombro y no me importó nada solo tú, por que te quiero tanto, que no te lo imaginas, mis desvelos han tenido frutos, que quiero que cosechemos juntos, que las promesas que me has hecho se cumplan y que todo lo nuestro siga siendo así de lindo, fuerte, bendecido y aprobado por la gente necesaria, siempre va haber envidia y mala gente, pero no quiero que ese tipo de personas te perturben ni cambien tu forma de ser, no dudes que yo estaré contigo en las buenas y en las malas, solo quiero que tengas las ganas de luchar siempre, no te derrumbas y sigue adelante, por que si tú estás bien mucha gente lo estará, desde tu abuelita hasta yo misma, deja el orgullo de lado y trágate la cólera, cuando sientas que valga la pena luchar por algo o alguien, solo hazlo!
Cuídate mucho allá, no confíes en nadie, que hasta tu propia sombra te abandona, el que menos piensas que te va a traicionar es el que lo hace primero, cuida tus cosas, aliméntate, cuídate la pierna, siempre preocúpate por tu salud, y por regresar bien, recuerda que acá te estaré esperando, para irnos al cine, a comer, a pasear, a bailar, a que juegues voley, a reír, a tomar (gaseosa), a querernos y sobre todo para hacer el amor riquísimo.
Cierra los ojos e imagínate todas las cosas que hicimos, cuando te besaba toda la cara, cuando te abrazaba, cuando te mordía la boquita, escribo esto y no dejo de tener una sonrisa en mi rostro de solo recordarlo.
Hacer el amor contigo a sido toda una entrega, para mi hacer todo esto contigo, es un verdadero reto, haz logrado muchas cosas en mi, que otras personas en años no pudieron, y es por que yo misma quise, sé que te repito siempre esto, pero desde que te vi supe que estaríamos así, no sabía cómo iba a suceder las cosas, pero siempre te vi en mi brazos besándome y haciendo el amor.
Cuando lo hacemos es un extasis de sensaciones, empezar besándote acariciandote el sexo, y seguir besándote, mientras yo voy humedeciéndome lentamente, muriéndome las ganas de unirme a ti como una loca, desenfrenarme estando encima tuyo, y seguir mojándome deseándote locamente, cambiar de posición al ritmo del amor, y expresarme gritando las ganas que te tengo, diciéndote lo mucho que me encanta cuando estás dentro mío, el sentirme mujer solo contigo es una sensación inexplicable, que toda mujer envidiaría si supiera y sintiera lo que tú me haces pasar. Describiría de mil formas las veces que hacemos el amor 💕 por que lo que hacemos es arte, el camasutra estaría envidioso de lo mucho que gozamos mientras hacemos el amor, terminar es el acto más placentero que tengo, te has convertido en mi droga y me declaro adicta a ti, quiero hacerlo una y otra vez es lo único que quiero. Déjame darte amor y hacerte el amor con los ojos, con mis manos, con mi cuerpo y con mis sentimientos. ...
Escribirte es tan fácil y difícil, fácil por que todo fluye, las palabras vienen a mi como si fuera un huracán de ideas 💡 y difícil por que no me cansaría de escribirte todo el día, pero te aburriría, más de un día e venido pensando cómo empezar esta pequeña carta, ayer la inicie y hoy que te vas la termino para que te vayas con la seguridad de mi cariño hacia a ti...
Con estas palabras mi amor, quiero que sientas lo mucho que te pienso y te extraño, haces que mi vida tenga sentido y que mis días se han mejores. Una vez más cuídate mucho y no dudes el cariño que te tengo .... esperándote con ansias locas a tu regreso.... hasta pronto mi amor , mi buen amor , mi delirio ❤️
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El CrossFit salvó mi vida: Adiós Bulimia.
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Debes leer escuchando esta canción. 
Tenía 20 años, unos meses antes de cumplir 21; en enero del 2016, para ser exactos, empecé una dieta estricta (que yo me impuse) y ejercicio, todo muy cool, saludable, increíble. Me encantaba. Hacía ejercicio en el parque con Rodrigo (mi novio) de lunes a sábado, 1 hora diaria, empecé a bajar de peso rápidamente. Ni siquiera me daba cuenta y de pronto ya tenía 7kg menos, y la sensación era tan increíble... La ropa te queda más floja, empiezas a notar tu cara menos rellenita, todo genial. 
Olvidaba decirlo: Cuando empecé a hacer ejercicio, pesaba 95/96kg... Sí, ¡casi 100kg! para 1.60m es demasiado, poco saludable y “poco estético” según la sociedad. Todo iba muy cool, quité el azúcar de mi vida (no gaseosas, no dulces, no azúcar en general), quité el arroz, quité las grasas, empecé a comer verduras, y genial, me sentía bien. 2 meses después, tenía 20kg menos, y hacía 32 de pantalón (entallado, ¡pero 32!) después de haber hecho 38 (en pantalón, sí)... 
La gente empieza a halagarte, empieza a halagar tu delgadez, empiezan a decir que te ves bien, qué sigas así, qué todo está genial; es decir, aunque no parezcan más que halagos, es una presión inconsciente, en tu mente se queda eso: “debes ser más delgada y tendrás más aceptación”, y sí, eso pasó, me grabé tanto eso que mi enfermedad de años atrás, volvió.
Bulimia, this is your tape. Ah no, esto no es 13 reasons why, sorry. 
De un momento a otro, encontré “divertido” comer galletas integrales, pero mi cabeza empezó a maquinar cosas horribles: “Vas a engordar y no serás tan delgada cómo quieres ser, vomita, será sólo está vez”.
Empecé a vomitar una vez a las quinientas, súper inocente todo, muy cool yo, muy “sé lo que estoy haciendo”, no me importaba nada -ni nadie- más que mi delgadez y yo. Bajaba 1kg más, 2kg más, y así progresivamente pasé de los 70kg a los 60, y de los 60kg (en los cuales, según yo, me quedaría) a los 58kg, 57kg (ahí ya me veía bien y debí quedarme) a los 55kg, y cuando menos lo pensé estaba en 50kg... Pero, ya no era saludable, ya no hacía ejercicio, ya no comía carnes, ya no tomaba yogurt, ya no comía comida sana, mi vida era solo fruta y agua durante todo el día, y empecé a vomitar hasta eso... Sí, la fruta me empezó a hacer sentir gorda, muuuuy gorda. 
Qué lindo era haber pasado de ser talla 38 a ser talla 30 de pantalón hasta octubre del año pasado (2016), súper cool, súper gratificante para mí y para la bulimia en mi cuerpo.
De pesarme sólo los domingos, pasé a pesarme todos los días, a frustrarme si no bajaba así fuesen 500gr, a llorar por no estar en menos de 50kg y a soñar con comida, vomitar sangre, etc.
Mi relación con Rodrigo (mi novio) se volvió súper tensa, yo sólo estaba irritada, pensando en que no debía comer, y si comía debía encontrar una manera para escapar y devolver todo. Me volví tan egoísta, que lo dejé a un lado y sólo estaba pendiente de mí, y de lo flaca que quería ser. A pesar de todo, Rodri siempre estuvo a mi lado, comprendió, entendió y ayudó más de lo que él puede imaginarse. Cualquier otra persona, creo yo, se habría aburrido y me habría dejado sola. Él la luchó conmigo. Te amo infinitamente, gracias por todo, amor.
En noviembre, mi abuelo murió, choque durísimo para mí, y para mi cabeza enferma que encontró un pretexto súper fuerte para caer en depresión y seguir adelgazando. De 50kg, bajé a 49kg, 48kg y ahí me mantuve hasta pesar 47kg en diciembre, y seguir bajando durante diciembre y enero. Febrero ya eran huesos, 42kg, el límite, mi diente delantero roto, sangre saliendo de mi boca, frío, más vello en la barriga (común en los desórdenes alimenticios), uñas pálidas, mis ojos reflejaban unos puntos morados; ojeras, cansancio, cero fuerza, cero músculo, cero salud, taquicardias, sueños con comida que no podía devolver (vomitar), etc. Y, me di cuenta que, no podía seguir matándome a causa de querer ser demasiado delgada para otros. Sí, a ese punto el short talla 26 me quedaba flojo de la cintura, y ya podía comprarme polos de niña talla 16 (hasta ahora me quedan, jiji)
Aquí entras tú, querido CrossFit. 
Averiguando en Facebook que todo lo sabe, llegué a la página de “CrossFit Shaka”, leí que era el único “box oficial” en Trujillo y pedí informes, a todo esto, no tenía clara la idea de todo lo que tenía el CrossFit para mí; pero, estaba convencida que no quería estar en un gimnasio con tipos “mamados” y que de por sí, sabía que el ambiente de gym no era para mí. Paul, el que es mi coach ahora, me vio de pies a cabeza y pude ver en su mirada un: “Esta huevona no come, es un esqueleto y está horrible”, jajajaja. Me dio una resondrada indirecta el día que fui al box a conocerlo y ver qué onda, qué debía comer bien, qué debía hacer esto y lo otro, súper serio él, súper enojón. Saliendo de allí, mi cabeza me estaba jugando malas pasadas, Rodri me decía que me iría increíble y que empezaría a sanar, qué confiaba en mí; pero sabes, un desorden alimenticio es jodido, es una persona en tu cabeza que te domina y no te deja en paz. Cuando llegué a mi casa, empecé a evaluar si realmente quería dejar de pesar 42/43kg y estar sana, y entrenar fuerte; saben, cuando estás acostumbrada a tu zona de confort, vomitando y teniendo atracones de pan con ají tarí, te planteas si quieres esforzarte y ser delgada con tus abdominales marcados a un largo plazo, o si quieres seguir siendo un esqueleto sin poto, en tu cama, sin tener vida porque te pasas la mitad del día encerrada en el baño vomitando. Yo no quería seguir viendo mi vida irse por el inodoro, de verdad, no quería, ya no me sentía bien... Mi apariencia ya no estaba bien, mi cuerpo me estaba suplicando que parase, que lo amara y lo cuidara. 
Al siguiente día, fui al CrossFit, a mi día de prueba... No olvidaré ese día jamás, porque yo era la más flaca y la que menos fuerza tenía. Ajá, me caí haciendo spidermans, mi brazo se dobló y al piso. 
Me empezaron a alentar, empecé a comer lo que Paul me recomendó que comiera, empecé a sentir los estragos de la bulimia, las primeras semanas la comida no me digería hasta 5h después, y debía tomar té digestivo para ayudar a mi barriga a que procesara que la comida se quedaría y ya no saldría. Empecé a ir notando cambios poco a poco: más fuerza, mejor semblante, mi cuerpo empezó a revivir, empezó a sentirse bien, y yo junto a el. 
Tengo un mes y medio en el CrossFit, he subido 8kg en todo este mes y medio, sí 8kg más, pero sanamente, entrenando y comiendo sano; porque quiero ser una mujer fuerte, y no una mujer enferma. Porque quiero ver abdominales en mi estómago y no huesos. Porque quiero amarme más día a día y quiero disfrutar sin preocuparme qué comeré o cómo haré para vomitarlo. 
El primer día de CrossFit no podía cargar ni la barra más pequeña, eso significaba un esfuerzo sobrenatural, mis brazos temblaban. Ahora puedo cargar la barra de 17kg en overhead squats. Cool, ¿no? 
El proceso es lento, pero es increíble disfrutar de el. La familia que encontré en CrossFit Shaka, el amor de Rodrigo y la exigencia para mi bien de Paul, ha sido lo mejor. 
Liz, Noelia, Anthony, Elizabeth,Luis, Stephany, Eduardo, Fernando, Karen, y todas las personas con las que entreno y entrenaré en un futuro, gracias, son lo máximo. 
Y sí, el CrossFit salvó mi vida, y yo decidí aprender a escuchar a mi cuerpo antes que a la sociedad, porque nada es más importante que mi bienestar y mi salud.
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En las fotos de la izquierda, era mi cuerpo con bulimia. En la derecha, mi cuerpo con 3 semanas de crossfit y alimentación sana.
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Monsta X • Confesando su amor parte #2
Minhyuk:
El trabajo estaba muy pesado últimamente, ya que los chicos estaban grabando un vídeo y tú eras de las encargadas de ver por su maquillaje, especialmente el de Min. Hacía tiempo que eras tú quien lo arreglaba así que sabías perfectamente que le gustaba y que no, él siempre era muy lindo contigo y te decía que hacías muy bien tu trabajo y que le gustaba lo que hacías pero su timidez y a su vez la tuya no los dejaba pasar de una simple amistad del trabajo.
Ese día terminaban de grabar las últimas escenas, Min llegó un poco tarde al set de grabación así que fue el último en prepararse. Lo estabas esperando en un pequeño camerino, llegó y se sentó frente al gran espejo con luces que tenías. Comenzaste con tu trabajo hasta que él rompió el silencio.
- T/N...
- ¿Sí?
- Nunca habíamos tenido la oportunidad de estar solos ¿verdad?
- Hmmm creo que no, cierra los ojos.
- ¿Puedo decirte algo?
- Claro, no hay problema.
- Eres muy bonita.
Sonreiste y arqueaste una ceja, por suerte él no lo vio.
- No esperaba eso, pero ¿gracias?
- No tienes porque agradecer, sinceramente desde la primera vez que te ví, me dejaste deslumbrado y no puedo evitar sentir cosas por ti cada vez que te veo.
- Min, no puedes estar hablando en serio, digo, no creo que alguien como tú se fijaría en alguien como yo. Ya puedes abrir los ojos.
- ¿Alguien como yo? ¿Alguien como tú? Por Dios T/N cualquier hombre se enamoraría de ti, he visto como eres, tu personalidad y todo de ti me tiene loco. Me gustas mucho.
Tomó tu mano que estaba arreglando sus cejas y la acercó a su boca depositando un suave y tierno beso en tus nudillos. Estabas sorprendida, Min era como un rayo de sol para ti y escucharlo decir que le gustabas solo hizo tu cariño por él crecer.
- ¿Podemos hablar de esto después? - dijiste. - No sé podríamos ir por un café o a caminar un día de estos.
- Está bien si no te gusto, no quiero forzarte a nada.
- No es eso, también me gustas pero tenemos que darnos prisa con tu maquillaje. - reíste y el suspiró.
- Está bien, ¿salimos mañana por la tarde?
- Perfecto, ahora déjame ponerte la tinta en los labios.
- Mejor un beso. - dijo con una sonrisa amplia.
- Tienes que ganartelo.
- Puedo robartelo.
Y dicho esto tomó tu cara con sus manos y te dio un pequeño beso en los labios, mismo que después intensificó antes de que llamarán a la puerta.
Jooheon:
Tres años llevabas enamorada de tu mejor amigo Jooheon, eran casi hermanos, pasaban casi todas las tardes que podían juntos y lo acompañabas a sus ensayos con su banda. Muchas veces habías pensado en mostrarle tus sentimientos pero la amistad que tenían eran tan linda que no querías que de terminara solo por lo que sentías, tenías sospechas de que talvez él sentía lo mismo pero preferias no descubrirlo.
Sentada en el sillón esperabas que él regresara de la cocina con chucherías para comer.
- En verdad quería ver esta película, pero es mejor verla contigo. Siempre es lindo hacer cosas contigo. - dijo sentandose a tu lado.
- Uy alguien está siendo cariñoso, que extraño.
- Siempre te quejas de que no lo soy y ahora dices que es extraño. - hizo un puchero mirándote.
- Jaja está bien, si quieres ser cariñoso abrazame entonces.
Paso su brazo detrás de tu espalda y lo puso en su hombro acercándose a ti, rio por lo bajo.
- Hace días quería contarte algo T/N.
- ¿Sobre qué? ¿Es algún chisme?
- Jajajaja eso quisieras, pero no, es algo sobre mí, algo que he pensado mucho en contarte.
- ¿YA ESTÁS SALIENDO CON CHANGKYUN?
Jooheon casi escupe el poco de gaseosa que tenía en la boca.
- ¿ESTÁS LOCA? Por supuesto que no, sabes que no me gustan los hombres.
- Hmmm sí, bueno. No te creeré porque nunca me has querido decir quién te gusta, así que para mí que es Changkyun, se verían muy lindo juntos, aparte no me demuestras lo contrario.
- ¿Quieres que te demuestre lo contrario? - dijo con mirada retadora y asentiste. En un abrir y cerrar de ojos él estaba totalmente cerca de ti poniendo sus labios sobre los tuyos con una mano en una de tus mejillas, acariciándola mientras te besaba. Se separó de ti dejándote casi sin aliento.
- ¿Qué carajos fue eso? - dijiste riendo.
- Me pediste una prueba, además no me dejaste terminar de contarte.
- Estás loco, pero dime.
- De lo que quiero hablarte es la razón por la cual te besé y es que ya no quiero ser solo tu amigo, no sé si has dado cuenta pero me atraes muchísimo, me siento demasiado bien estando contigo y me gustas, estoy enamorado de ti.
Estabas más que sorprendida, no sabías como decirle sentías lo mismo por él, así que te limitaste a tomar su mano y darle un pequeño beso en lo labios.
- Yo siento lo mismo, honey. - dijiste finalmente y él puso sus manos en tu cintura atrayendote y dejándote sobre él para poder besarte.
- Te quiero tanto jagi. - dijo depositando un beso en tu frente.
Hyungwon:
Wonho y tú habían decido jugarle una broma a Hyungwon después de todas las que él les había hecho, la venganza estaba por llegar. Cuando vieron que dejó solo su celular decidieron tomarlo y cambiar los nombre de contactos, intercambiando tu nombre con el de Wonho y el de él con el tuyo, el plan era que Wonho empezara a coquetearle, mientras tanto tú actuarias distante como si no recordarás nada.
Esa misma tarde una vez que te fuiste de donde los chicos, recibiste un mensaje de Hyungwon, claro él creía que el mensaje era para Wonho.
🐢: ¡¡Hyung!! T/N me envió un mensaje que me tiene consternado. ¿Soy muy obvio?
"¿T/N? ¿Que dijo?"
🐢: Explícitamente que el día de hoy fue divertido porque estuvo conmigo yyyyy que le gustan mis abrazos.
"Talvez sea porque hoy estuviste muy cerca de ella, pero ¿de qué abrías de ser obvio?"
🐢: De verdad que no me estabas poniendo atención cuando te lo dije ayer, a veces quiero golpearte.
"YA, OK, perdón. Dime"
🐢: T/N tiene todo lo que busco en una mujer, Dios, esa sonrisa me tiene loco, es hermosa, hasta creo que estoy enamorado.
Casi te desmayas al leer esas palabras, nunca habías pensando en él como algo más, era guapo pero siempre lo habías visto como tu buen amigo aunque eso no descartara la posibilidad de intentar algo.
"Llámame, tenemos que hablar bien de esto."
Y acto seguido respondiste la llamada dejando a Hyungwon helado al saber lo que tú y Wonho habían hecho. Le pediste que salieran a algún café para conversar sobre lo que él sentía y él aceptó talvez ese sería el comienzo de algo muy bonito.
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you-moveme-kurt · 4 years
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Glee «The mechanics of the kiss»
Octubre de 2032
-¿Kurt? -Blaine… espera un segundo… —contestó dejando el teléfono sobre la mesa de la cocina, para poner el «altavoz» -¿Estás ocupado?... -No, bueno… si...estoy  preparando la cena…  ¿tú ya vienes en camino?... —pregunto mirando la pantalla al tiempo que revolvia una olla sobre el fuego. -Aún no… -¿Cómo?, ¿de verdad? -Si, esta reunión ha sido más larga de lo que presupuestaba, hay unos detalles con los que Elwood no esta de acuerdo y esta hablando con las personas correspondientes al otro lado del océano para cambiarlos. -¿De verdad?... algo importante? -Cosas de los escenarios y los equipos de sonido… lo usual.. -Lo usual… ¿tienes para largo entonces?... —pregunto probando lo que preparaba. -Un poco… pero una hora como máximo. -No es tanto, te esperaremos para cenar entonces... -¿Los chicos ya llegaron? -Si, Lizzie esta en su cuarto, tratando de meter su enorme cabellera en la peluca que le conseguí. -¿La de pelo corto? -Exacto… y no creo que pueda, así es que llamaré al teatro para que uno de los asistentes de maquillaje venga a ayudarla el día de su presentación… así, aprovecha de maquillarla y darle un look más “Jeanne d'Arc”... —dijo volviendo a comer. -Eso es genial… Lizzie estará encantada… -Eso espero… -¿Qué hay de Henry? -Esta en el edificio pero no en el departamento... -¿Cómo es eso? -Llegaron juntos, pero Henry se quedó hablando con Liang en el lobby, de acuerdo con Lizzie, ambos tenían cara de secreto.. -¿”Cara de secreto”?, ¿y qué cara es esa? -No lo se, una que tu hija cree reconocer… -Claro… oye, voy a entrar de nuevo a ver si Elwood hablo con quien tenía que hablar… —dijo Blaine apuntando hacia el salón de juntas como si su esposo pudiera verlo. -Espero y se solucione todo pronto… -Y yo… nos vemos en un rato… te amo…
-Lo se… ¡Blaine! -¿Que? -¿No te ha llamado el Doctor Jacobs? -Kurt, estuvimos en su oficina hace menos de 3 horas… dudo que tenga novedades para nosotros tan pronto… -Si pero… ya sabes, nuestro «material» esta allí congelado… tal vez ya tuvo la oportunidad de mezclarlo y hacernos el bebé que nos falta… -Ok, eso que acabas de decir sonó como lo más tierno del mundo,  no se si reír o salir corriendo para darte 150 besos… -Prefiero la segunda opción… -Y yo… -Disculpa por parecer tan ansioso, pero… esta posibilidad me ilusiona como ninguna. -No te disculpes… a mi me pasa lo mismo … -¿Si?... -Si…  tener un hijo mitad tuyo y mitad mío… es algo… —Blaine soltó un suspiro y se quedó en silencio un par de segundos como si lo que sintiera fuera inexplicable con palabras.. -Lo se… —agrego Kurt también  suspirando— ¿una hora entonces?... —añadió como volviendo en sí. -Una hora, si puedo me zafo antes… te amo… -Y yo… —dijo Kurt terminando la llamada, sonrió para si y volvió a suspirar antes de volver a lo de la cena. -¿Papá?... —dijo Henry entrando a la cocina. -Hola cariño… la cena ya esta casi lista… ¿qué tal la escuela?... —pregunto probando por última lo vez lo que con tanto esmero preparaba. -Bien… todo bien… —respondió el chico rascándose la cabeza. -¿Por qué no subiste de inmediato?, Lizzie me dijo que te quedaste hablando con Liang… —dijo Kurt lavando un par de utensilios -Si, me… me quede con él charlando un poco… -¿Esta todo bien cariño?, ¿tu amigo esta bien? -Si, si… todo esta bien… ¿el «Papáblen»?... —pregunto mirando a su alrededor -Recién hable con él, esta un poco atascado en una reunión que tiene por lo de la gira por Europa el año entrante… pero me aseguro que en una hora estaría aquí… ¿por qué?... —añadió secando sus manos con una gran porción de papel toalla. -Por nada… es decir… quería preguntarle unas cosas… pero esperare… -¿Qué  querías preguntar?, ¿yo no te sirvo?... —dijo cruzándose de brazos mientras apoyaba el trasero en el fregadero. -Si… es decir... no sé… -Intentémoslo cariño… ven… —agrego Kurt señalando la mesa, se sentó primero para luego invitar a su hijo a que hiciera lo mismo, Henry volvió a lo de rascarse la cabeza y se sentó al tercer intento— cuéntame… —añadió cruzando sus manos sobre la mesa. -Bueno… -Un momento… ¿quieres algo?... ¿un vaso de agua?, ¿leche?… ¿café? -No, estoy bien, nos tomamos una gaseosa a medias con Liang, su tío se la trajo de Corea y estaba muy entusiasmado, yo la encontré igual que las que venden aquí, pero el insistió que era una exclusividad o algo… -Al menos podrás decir que probaste algo así cariño… -Si… -Ahora cuéntame… -Si… es que no se… -¿No sabes que? -No sé si hablarte de esto… el otro día te pusiste todo incómodo por lo que encontraste en uno de mis cajones… y no se si… -Cariño… —Kurt trago un poco de saliva como si engullera su incomodidad— tú eres primero que cualquier incomodidad… —añadió tomándole una mano. -Gracias Papá… -Ahora dime… -Lo que pasa… ¿sabes que me quede hablando con Liang allá abajo?… ¿verdad? -Lo se… -Pues bien… lo que hablamos fue… bueno más bien él habló, no se porque siempre lo hace, tenemos la misma edad y él actúa como si conociera todos los temas del mundo y… en fin… —dijo Henry al darse cuenta que se estaba desviando del tema y la cara con que lo miraba su Papá era muestra de aquello— el asunto es que él dijo que la mejor forma de conquistar a una chica es dándole un beso… -Ok… -Y yo creo que es verdad, siempre y cuando ella esté de acuerdo… -Muy cierto cariño… -Pues, me gustaría hacer eso con Amelia… pero… lo que pasa es que...—Henry se rasco la cabeza, se tomó una oreja y cambio de posición en la silla unas cinco veces antes de decir lo que quería— «yonuncahebesadoanadie»… —dijo de corrido. -¿Como cariño?. -Que yo nunca… técnicamente… empíricamente… he besado a alguien.. —dijo desviando la mirada, Kurt sonrió sintiendo que moría de ternura por su hijo. -Tienes 14 años hijo, es perfectamente normal y esperable que no sepas… -¿Si? -¡Obvio que si!... dime que quieres saber... -Bueno… no se… es decir… se que hacer, es decir me imagino que hacer… pero… y se que tu nunca has besado a  una chica pero… un beso es un beso y no creo y sea tan diferente… ¿o no? -No lo es… bueno. al menos imagino que no lo es… aunque  igual debes saber que en una ocasión tu padre aquí, si beso a una chica...—dijo Kurt cruzando una pierna sobre otra como si lo que acababa de contar era algo por lo que estar orgulloso. -¿Si?...¿tú?... —agrego Henry apuntando de lo más sorprendido -Si… bueno es una historia bastante pobre porque en realidad ella me beso a mi y yo no sentí nada extraordinario, pero fue en una época en la que pensé que tu abuelo Burt prefería tener un hijo mas rudo… como el tío Finn por así decirlo... -¿El abuelo Burt?...  —pregunto Henry con cara de impacto extremo. -Si cariño, pero eran ideas que rondaban en la cabeza de tu padre, no en la de tu abuelo… en fin… que necesitas saber… -La mecánica de un beso. -No hay mecánica cariño, es como si en nuestra carga genética existiera la habilidad de besar…  solo tienes que juntar tus labios con los de ella y… —Kurt hizo el ademán de algo que se va rápido por un camino. -Si pero… debe haber algo que hacer para que el beso sea… ya sabes… no que se desmaye, pero sí que le cause algún impacto… —dijo Henry sintiendo que se ponía colorado, Kurt volvió a mirarlo con ternura. -¿Impacto? -Si… ya sabes como el del «Papáblen» y tú… -Oh… ese si fue de alto impacto cariño... que puedo decir… —dijo Kurt sintiendo que era él  esta vez á quien se le subían los colores, acto seguido carraspeó un poco y volvió al tema— pero está es tu historia cariño y no deberías buscar referentes en nadie, lo importante es que tengas confianza en tu mismo, que actúes en el momento adecuado, sabrás cuál es créeme… —se adelantó en decir al ver que su hijo abría la boca para replicar algo como “¿cómo sabré cuando es el momento adecuado?”— y si necesitas un dato más mecánico… como lo llamaste… humedece tus labios y mantén este bien relajado… —dijo señalando el labio inferior de su hijo— de esa forma tus labios podrán danzar con los de ella… —termino por decir esbozando una sonrisa. -Gracias Papá… —dijo Henry levantándose para abrazarlo con silla y todo— en serio… -De nada cariño… -Voy a … dejar mis cosas… ¿ya está la cena dijiste? — preguntó sobándose el estómago. -Ya casi está… pero me gustaría que esperáramos al «Papáblen», ¿o tienes algo que hacer? -No… solo preguntaba porque tengo un poco de hambre… —respondió el chico sobándose el estómago. -pues en ese caso… —Kurt se levantó y abrió uno de los gabinetes, sacó una bolsa de galletas y se las aventó a su hijo— pero no te las comas todas… ¿Ok? -Ok… gracias Papá...—dijo Henry abriendo el paquete para comenzar a comer de inmediato  mientras subía la escalera camino a su habitación. -¡Y no le digas a tu hermana!... —exclamó guiñándole un ojo, Henry volvió a sonreír y se fue subiendo los peldaños de dos en dos, Kurt se le quedo viendo y suspiro, esta vez no de amor, sino más bien de satisfacción por haber ayudado a su hijo y eso era algo de lo presumiría frente a Blaine en algún momento del día.
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Brujas de Aevingrove (2-1) | Terciopelo rojo
https://www.deviantart.com/pepperspotsunshine/art/Witches-of-Aevingrove-2-1-Red-Velvet-694833715
por PepperspotSunshine, 31 de agosto de 2017, 8:03:18 PM
Literatura / Prosa / Ficción / Romance / Erótico / Introducciones y Capítulos
ADVERTENCIA: Esta historia contiene grandes cantidades de material FART FETISH (y un poco de SCAT). Si algo de eso te molesta, entonces esta historia probablemente no sea para ti. Para aquellos que están en pedos, pero no scat, marcaré la parte de la historia donde scat comienza con "//" para que pueda leer hasta ese momento.
<- Lea la historia anterior aquí            Este mundo era un mundo de magia, y para las jóvenes brujas y magos talentosos no había un lugar mejor para perfeccionar su habilidad mágica que en Aevingrove, un pequeño grupo de brujas escondido en las profundidades del bosque de Aevinwood. Aquí, los dotados mágicamente venían de todas partes para perfeccionar su oficio en los antiguos pasillos de madera de la mejor academia arcana de la tierra. Entre los cientos de instructores, jóvenes estudiantes y los que viven en la aldea cercana, había miles de historias que contar. Este es solo uno de los pequeños momentos en la vida de las Brujas de Aevingrove. ---
       "Vamos ... c'moooon ..." Nellie entrecerró los ojos, concentrándose tan fuerte como pudo en la cereza roja, perfectamente redonda, que flotaba dos pulgadas delante de su cara. Colgaba mágicamente en el aire justo por encima de una cucharada de glaseado adornando una magdalena. Lo último en la sartén. Los otros ya estaban terminados, siete perfectos cupcakes de terciopelo rojo con remolinos hechos a mano de crema de mantequilla glaseados en la parte superior y cerezas colocadas tan bien que todo se veía directamente de una revista. ¡No podía fallar ahora! ¡Nunca antes se había intentado un conjunto tan atrevido de productos horneados! ¿Ocho pastelitos perfectos de una sola vez? ¡Por qué, era simplemente una arrogancia incluso intentarlo! Cualquier persona en su sano juicio lo habría cancelado a las cuatro, o como máximo a  seis. Pero no ... Nellie había ninguna persona cuerda ... ella estaba en su sano juicio.siendo un chef !!!        Con una precisión quirúrgica comenzó a bajar la cereza final . Gotas de sudor corrían por su frente. Descendió en el glaseado como un vehículo espacial que aterriza en un planeta sin descubrir. Contuvo el aliento, enderezó la espalda y se deslizó junto al mostrador de la cocina, vigilando el aterrizaje. Nada malo aquí ... nada malo allí ... ¡El glaseado fue todo parejo!
       "¡Sí!" Ella gritó, saltando en el aire, "¡Es perfecto! ¡Ella va a amar esto!"
      FffrRAAAAPP !!!        Mientras saltaba en el aire, un enorme pedo explotó detrás de ella, golpeando contra la nevera y extendiéndose por una parte de la habitación en una nube.        "¡Oh no! ¡Nada de eso!" Lloró, agarrando rápidamente la bandeja de pastelitos antes de que su pedo pudiera mancharlos. Ella bailó fuera de la cocina como si estuviera en llamas y en la tienda de su panadería. Nellie tensó sus piernas mientras colocaba delicadamente los cupcakes en un bonito círculo sobre un perezoso susan en el mostrador. Fijó la cúpula de vidrio hermética en la parte superior y la apretó, asegurándose de que las magdalenas se mantendrían frescas y protegidas de su propio gas.        Ella dejó escapar un suspiro. Dang, eso estuvo cerca, pensó.No puedo perder mi agarre tan fácilmente. Supongo que me emocioné. ¡No más emocionarse! Hinchó sus mejillas en una silenciosa determinación detrás del mostrador de su tienda vacía por unos segundos y parecía un idiota.        "... Hm. Supongo que debería ver lo mal que está hoy", dijo Nellie, caminando de regreso a la cocina. En el momento en que cruzó la puerta giratoria, su nariz afinada y fina de panadero pudo captar su aroma. No estaba tan mal , pero estaba allí. Sus pedos eran de tierra y dulces, como un establo o una pila de compost con bayas en él. Caminó hacia la nevera donde había soltado su pedo y olfateó con curiosidad como un perro para comprobar si era más fuerte allí. No lo era, y una parte de ella estaba  extrañamente decepcionada por eso.
       Ella vislumbró la puerta metálica de su nevera de reflejo. Nellie era muy alta, con una cabeza de cabello largo y rosado. Llevaba un gran delantal rosa esponjoso con símbolos de un ojo, un corazón y luego una magdalena en él. (" I <3 cupcakes! " Era su favorito.) Debajo del delantal había un top de rayas blanco y verde con leggings a juego y un vestido de gasa. Miró alrededor de la cocina.        Era un pequeño espacio cálido e íntimo con electrodomésticos de color crema y una gran cantidad de carteles motivadores que Nellie se había colgado gritando mensajes cursis en la línea de un pastel de dibujos animados que gritaba  "Piece of Cake! Y  una foto de un souffle sonriente junto a  las palabras "¡Levántate a la ocasión!". Nellie trabajó como una pastelería mágica en la ciudad y pasó la mayor parte del tiempo dirigiendo su pequeña panadería. A veces, cuando el dinero escaseaba, daba clases encantadoras aquí para la universidad cercana. Su especialidad era hornear, pero encantar algo simple como un muffin era generalmente bastante fácil e hizo una introducción decente a los fundamentos del encanto para los nuevos estudiantes.
       Nellie giró lentamente sobre las puntas de sus pies, observando la habitación como un pirata en un nido de cuervos. Cada encimera estaba limpia. Cada superficie estaba vacía. La tienda estaba cerrada. Estaba totalmente sola.        "¡Hm! ¡Esto debería estar bien!"        Entonces Nellie se relajó contra la ventana, sacó su trasero y comenzó a tirar pedos sin parar. Pffrt! Brt! brRaaA AAP! FRRRRRAAP! Un tren de enormes pedos voladores salió de ella como la sección de trombón de una banda de música. "¡Finalmente!" ella sonrió, rompiendo una larga a través de un gastado par de ajustadas bragas blancas con forro rosa con volantes. Un fuerte hedor a tierra flotó por la habitación y Nellie suspiró satisfecha. Su estómago gorgoteaba un poco y su sonrisa se ensanchó. Cuando su siguiente tremendo pedo se desprendió de su culo (la friolera de 8 segundos), lentamente puso sus guantes de cocina debajo del borde de su vestido y lo levantó, dejando que su gas explotara libremente, levemente rizando la parte posterior de su falda. Se aflojó las mejillas y se tiró de un pedo aún más fuerte antes de caer al suelo, inhalando su propio gas con un gran resoplido.
       Este estaba  
muy
 mal. Era profundo y natural como un establo. ¡Ella lo amaba! Alguien le dijo una vez que a todos les gusta su propio olor. Ella estalló en una gran carcajada y se sentó en el piso como si fuera a hacer un ángel de linóleo y nieve. Nellie tomó una gran bocanada de aire al mismo tiempo para recuperarse de la risa y tomó un bocado de su propio hedor.
       "¡Uf! ¡Oh, eso es realmente malo, jaja! ¡Me alegro de que nada de eso haya llegado a los pastelitos!" Levantó las piernas en el aire y los pedos empezaron a sonar uno por uno mientras hablaba en voz alta para sí misma. "Dios mío, realmente debería dejar de retener esto durante todo el día.
¡Prrrft! ¡Brrtt! ¡FrrrrTTT!
Como que necesito al
menos
 encontrar un tiempo para almorzar o algo para dejar salir algo.
Prtt! Prt! BrrrT! FRAART!
Pero siempre está tan ocupado en la tienda y en la plaza de la ciudad en esa época ...
¡Frap! PrrRpRAAAP! BRRRT !!!
La gente siempre está caminando afuera hasta que está cerca,
definitivamente
me escucharán ... hm ... "Ella continuó meciendo sus piernas hacia arriba y hacia abajo como si estuviera usando una máquina elíptica imaginaria y cada vez que empujaba su pierna, otro pedo explotó fuera de ella
       Nellie era una fábrica de gas absoluta. Siempre había sido así, desde pequeña. Personalmente, ella lo encontraba divertido, pero la mayoría de las personas lo encontraban asqueroso y los otros niños solían burlarse de ella por eso. Eran imposibles de ocultar también. Sus pedos siempre eran increíblemente ruidosos y apestosos. Tenía una reputación en su escuela primaria, pero cuando se mudó a Aevingrove a la edad de trece años para comenzar su entrenamiento mágico, ¡estaba decidida a rehacer esa imagen! Nellie se determinó a no tirarse con sus nuevos amigos, pero nunca tuvo menos gaseosa. Como no podía controlar el olor ni el sonido, aprendió a controlar el
tiempo.
. Nellie se convirtió en una maestra de arrancar enormes pedos el segundo que todos estaban fuera del alcance del oído y de la zona antes de ser atribuidos a ella. Puso mucho esfuerzo en su digestión (y al final del día hizo que sus pedos tuvieran un olor peor), pero Nellie siempre mantuvo la comodidad y la felicidad de todos los demás por encima de la suya, ¡así que ese fue el sacrificio que tuvo que hacer!
       Cada año, encontraba un nuevo lugar aislado al que podía retirarse al final del día y dejar que todo su gas saliera. Jardines secretos, cuartos privados, arboledas forestales, en cualquier lugar, nadie fue hasta tarde en la noche para no escucharla. Su gas acumulado era tan grande que normalmente tardaba unos veinte minutos en relajarse, pero una o dos veces estuvo fuera con sus pijamas durante más de una hora. Cada par de ropa interior en el cajón de Nellie estaba repleto de marcas de sus diferentes secciones de desgasificación. Algunos mucho peores que otros. Su pareja actual era una de sus mejores, así que siempre se sentía mal tirando pedos. Solo tenían un punto bronceado por un viejo accidente, y honestamente eso era mejor que la mayoría de su vestuario. A menudo llevaba este par cuando intentaba convencerse a sí misma de que
no
para provocar una tormenta, pero últimamente, y por primera vez en su vida, realmente había comenzado a disfrutar de estas sesiones de desgasificación al final del día. Ella no estaba segura de por qué? Tal vez se sintió como una recompensa al final de un duro día de trabajo? Siempre habían sido una fuente de vergüenza para ella antes. ¡Oh bien!
       Nellie saltó del suelo, imaginando que su pedo en marcha la impulsaba hacia arriba mientras lo hacía.        "Me pregunto cómo suena esto en el metal ~?" Ella golpeó su culo suave en el frío refrigerador de metal y se estremeció ligeramente. Un pedo largo y sexy brotó de su culo y se hizo eco metálico contra la puerta.
"
Hrrng ...."  
ppbbrrrRRT !!!
"¡Hee ~!"
                                                       El gas explotó alrededor de su culo y rápidamente la envolvió, oliendo profundamente a mierda. Esta fue una funky incluso por sus estándares. Se deslizó en su propia nube y aterrizó en el suelo, riéndose del eco que había hecho su enorme pedo. Continuó rompiendo el culo una y otra vez durante unos minutos, inhalando profundamente su hedor, cuando de repente hubo un golpe suave en la puerta principal.
       Nellie se sobresaltó sorprendida. ¿¡Qué!? Quien estuvo aqui Ellos no escucharon nada de eso, ¿verdad? Se supone que la tienda está cerrada ... Se suponía que nadie vendría hasta ... ¡ESPERE! ¿Y si fuera ... un
ladrón?
Nellie agarró una sartén cercana del estante y la sostuvo preparada mientras se inclinaba hacia la puerta, tratando de lograr un silencio total, pero pequeños y lindos pedos la acentuaban a cada paso.
      Prrt! Brrt! Brrpt! Prtt! PrbbRRT!        Nellie se acercó a la puerta principal, con las manos enguantadas, preparada para lo peor. Ella esperó otro sonido. Después de unos momentos hubo otro juego de golpes apenas más fuertes.
       "¿Hola? ¿Nellie?" dijo una suave voz desde la puerta, "¡Es Velvet! ¿Hola? ... ¿Estás ahí?"        ¿Qué? ¡¿Terciopelo?! ¡No! ¿Por qué ella ya estaba aquí? ? ¡Estaba 30 minutos antes! ¡Nellie estaba tratando de sacar todo su gas ANTES de que apareciera Velvet! No solo le quedaba alrededor del 60% en su tanque, sino que era muy  difícil detenerse una vez que comenzó a dejarlo salir. ... ¡Oh, Dios mío, y la cocina ahora olía a baño! Agh Velvet se inclinó ligeramente hacia adelante para mirar a través de la ventana de vidrio en el marco de la puerta y golpeó de nuevo.        "Um ... puedo verte escondida allí ... ¿puedo dejar entrar?"        "N-no!" La mano de Velvet se detuvo a medio camino del pomo.        "¿Hay algo mal?"        "¡Uh ... sí! ¡Tenemos ... insectos! ¡Muy malos! ¡M-insectos mágicos! ¡CON STINGERS! ¡E-espera!" Corrió de vuelta a la cocina y comenzó febrilmente a alejar sus pedos con el paño de cocina, sin mucho efecto. Todas las ventanas estaban abiertas y el ventilador ya estaba encendido, pero la habitación todavía apestaba como la parte de atrás de un granero, ¡y no quedaba tiempo! Sin mencionar que Nellie podía sentir otra serie de pedos que intentaban desesperadamente salir de ella. Una vez que comenzó a desgasificarse, fue difícil parar.
       "Si los insectos son mágicos, puedo ayudar con eso. No es realmente un problema para mí", dijo Velvet amablemente desde el otro lado de la puerta principal. "Si ... si pudieras ... ¿Estás seguro de que no quieres que entre?"        "¡No! No, está bien, um ..." ¡ Piensa, Nellie! ¡Pensar! Bueno, si la cocina huele demasiado mal para entrar ... ¡entonces obviamente no iremos allí! ¡La mantendré en la sala delantera de la panadería! ¡Perfecto! Los cupcakes ya están ahí! Nellie corrió a la puerta principal en un instante y la abrió de par en par. "¡Bueno!" ella sonrió        "¿Donde estan los insectos?" Dijo Velvet, vigilando la habitación.        "¡Oh! ¡Están muertos!" Velvet la miró fijamente. La sonrisa de Nellie le devolvió la mirada, inquebrantable. La ceja de Velvet se alzó un poco. Nellie estaba actuando raro. Ella siempre hacía este tipo de cosas cuando trataba de ocultar algo, y la chica no era buena para farolear.        "Bueno ... bien, entonces". Le dio a Nellie una sonrisa burlona y dejó su bolso en el mostrador de la panadería. Por lo general, cuando Nellie estaba actuando así, tenía una sorpresa que no quería que vieras o era parte de un juego ridículo que estaba jugando. Usualmente era mejor seguirlo.        Velvet era una chica esbelta con el cabello rosa claro que tenía la costumbre de cubrir su ojo derecho. Siempre llevaba faldas y vestidos de color claro, elegantes y de color pastel, y nunca se la veía sin la pata de un conejo de la suerte colgada del cuello. Tenía una piel del color del chocolate caliente y su voz era suave, pero sin embargo tenía una gran presencia detrás.
       A diferencia de la mayoría de las personas en Aevingrove, Velvet no era mágica en absoluto. De hecho, ella no se vio afectada por la magia, una condición rara en el mundo mágico conocido como "
obstaculismo
". Ser obstetra significaba que, a diferencia de sus compañeros de clase, Velvet no podía lanzar los hechizos más básicos. Sin embargo, ella
era
 totalmente inmune a todas y cada una de las maldiciones, por lo que pasó su educación estudiando cómo eliminar hexágonos, magias y otros encantamientos que eran demasiado peligrosos para que los brujos y brujas normales pudieran manejarlos. Velvet fue bastante exitosa como la limpiadora mágica de la ciudad y sus servicios casi siempre estaban en demanda, lo que hacía que los estudiantes nuevos hechizaran hechizos peligrosos al menos dos veces por semana.
       A pesar de su apretada agenda, Velvet siempre hacía un esfuerzo para pasar tiempo con su amiga Nellie en la panadería al menos una vez por semana. Los productos de Nellie fueron horneados con todo tipo de encantamientos que hicieron que el pan subiera más rápido o que el sabor del chocolate fuera un poco más dulce, pero Nellie siempre quiso que su cocina fuera
realmente sabrosa,
incluso sin magia, por lo que hace un tiempo atrás le pidió a su compañero de escuela que probara. prueba su trabajo y asegúrate de que sea bueno, incluso sin desventajas mágicas. Velvet estaba feliz de complacerlo. No solo era Nellie y una excelente cocinera, sino que se había envuelto tanto en su ocupado día de trabajo después de la graduación que ya no tenía mucho tiempo para ver a sus amigos de la escuela. Nellie era prácticamente la única chica de su antiguo grupo de amigas que todavía veía regularmente.
       "De todos modos!" Nellie se acercó a la caja de vidrio que contenía sus pastelitos. "¡Aquí está el lote de prueba de esta semana! ¡Estoy muy orgullosa de esto!" Levantó la tapa con delicadeza a pesar del hecho de que todavía estaba meciendo sus guantes para horno. "Ta da!" Ella hizo un pequeño gesto de manos de jazz. Velvet miró el plato.
       "¡Oh! De terciopelo rojo".        "¡Es tu favorito!" Nellie le guiñó un ojo.        "Mmhm" No fue Aunque cualquier cosa de la panadería de Nellie siempre fue muy buena. Velvet recogió una magdalena y la miró. "... Wow. Esto tiene un aspecto realmente perfecto. Casi se siente como un crimen comerlo". Dio un pequeño mordisco y masticó.        "¿Bien?" Nellie brilló.        "...Wow, esto es realmente bueno." El chef rebotó arriba y abajo con anticipación. "Es tan ... ¡es tan ligero!  Simplemente se derrite en mi boca. ¡Es como si apenas estuviera comiendo algo!"        "¡Sí!" Nellie se sobresaltó: "¡Eso es exactamente lo que buscaba! Espero que la gente se coma uno y se sienta como si lo hiciera"        "Ah. Listo". Velvet le dio a su amiga una dulce sonrisa. Nellie tenía mucha habilidad como chef, pero tampoco era una mala empresaria.        "Oop! Tienes un poco ..." Nellie se inclinó hacia delante y se quitó una cucharada de glaseado que descansaba sobre el labio superior de Velvet. "¡Boop!" Ella se llevó un dedo a la boca y lo probó. La crema también era buena! En general, un gran éxito! De repente, el estómago de Nellie gorgoteó un poco. Ah ... comer más comida ... probablemente ... no es la mejor idea en este momento. Ella volvió a apretar sus nalgas, inmediatamente recordó su hinchada barriga.        "Oye, ¿puedes agarrar el plato?" Velvet dijo de repente: "Deberíamos charlar en el jardín. Es realmente agradable". Nellie mantuvo un pequeño jardín de hierbas y verduras de cosecha propia en la parte de atrás. La única puerta del jardín era a través de la cocina, y Velvet tenía la mano en la puerta antes de que Nellie se hubiera dado cuenta de que estaba fuera de su silla.        "UH!" Nellie rebotó hacia ella como si alguien presionara demasiado la parte incorrecta de una pluma y el resorte de metal explotara fuera de ella. "¡No deberías entrar allí!" Agarró el brazo de la niña más pequeña de la manera en que un niño podría intentar alejar a un padre de un desastre que habían hecho antes de que fuera descubierto.        "¿Por qué no?" Velvet levantó su ceja de nuevo.        "R-renovaciones!"        "Entonces, ¿dónde hiciste estas deliciosas magdalenas?"        "...¿Secreto comercial?"        "... Estás actuando muy raro hoy", dijo Nellie con una suave sonrisa, "Vamos, salgamos". Velvet abrió la puerta. Ah! Nellie se tensó. ¡Estaba entrando! ... Bueno, estuvieron hablando un rato. Tal vez el olor se había aclarado? Oh, ¿de quién estaba bromeando? Nellie sabía que cada vez que volaba una habitación, esa era una zona de desastre durante al menos diez minutos, y eso era con  las ventanas abiertas. Pero ... Bueno, ¡Nellie era una panadera! Tenía una nariz bien afinada. ¡Tal vez el hedor no era tan malo si no tenías un buen sentido del olfato! Tal vez ella no se dará cuenta!
       Velvet se dio cuenta de inmediato. Resulta que Velvet también tenía un olfato muy agudo, incluso más que Nellie. A veces, la única forma de detectar una maldición era por el olor de ciertos residuos mágicos, por lo que tener una nariz aguda era especialmente importante para un limpiador. Pero esto no era un olor a maldición. Esto no era ni siquiera un olor a cocina. Velvet supo en un instante de abrir la puerta que se trataba de un olor a pedo. El olor a pedo de una niña . Sus ojos se ensancharon. Al final resultó que, este era un olor que Velvet casi siempre estaba buscando, porque a Velvet le gustaban las chicas, y ella tenía un  gran problema  con las chicas que se tiraban pedos. Ella era una puta absoluta para ello.        Se volvió para mirar a Nellie a pesar de sí misma, sus ojos rápidamente subían y bajaban inconscientemente por toda su figura.        "... Bichos, dijiste?" Nellie miró hacia otro lado tímidamente. ¿Lo había olido ella? ¡Nellie no tenía idea! Agh, había pasado tanto tiempo desde que otra chica había entrado con su pedo ... y NUNCA lo había hecho delante de Velvet antes. Se sentía especialmente embarazoso de alguna manera. Velvet siempre parecía tan apropiado ...          "En realidad", dijo Velvet, paseando lentamente por la habitación, inhalando tan a menudo como pudo, "¿Por qué no comemos aquí?" Nellie ladeó la cabeza como un cachorro.        "¿Eh? ¿En serio? "        "Sí. ¡Es agradable ver este lugar tan limpio por una vez!" Velvet olfateaba silenciosamente cada rincón de la habitación haciendo todo lo posible por parecer discreta y desinteresada, como si no hubiera notado el olor. El hedor de Nellie todavía estaba pesado en la habitación, pesado y dulce, como galletas de azúcar y aguas residuales. Habían pasado mesesdesde la última vez que una chica se tiró un pedo alrededor de Velvet, y no fue tan intenso. Ella se aseguró de cometer cada incidente individual a la memoria. A juzgar por este nivel de olfato, ella debió haberse tirado como DERECHA antes de que Velvet haya entrado ... tal vez incluso algunas veces. El hedor era tan poderoso que Velvet se preguntó brevemente si Nellie se había ensuciado o se había hecho una caca en el suelo o algo así. Sus ojos se movieron por un momento antes de darse cuenta de que no, eso era demasiado esperanzador. ¡Pero por Dios, los pedos de Nellie deben ser intensos!        ... En realidad, ahora que lo pienso, Nellie nunca se había tirado un pedo delante de Velvet. Ni siquiera una vez. ¿Cómo podría ser posible? Se conocían desde hacía casi 8 años. ¡Todas sus amigas se habían tirado un pedo alrededor de ella algunas veces! Fue una experiencia rara y maravillosa, ¡pero definitivamente había sucedido! Diablos, después de enterarse de que Celeste era intolerante a la lactosa, Velvet se había "olvidado accidentalmente" y había pedido su pizza en las noches de chicas y en pijamas varias veces.        Oh hombre, esos eran buenos tiempos ...        Velvet volvió su atención a Nellie. Estaba agitando los dedos de los pies y lanzando sus ojos de un lado a otro a través de la habitación como si estuviera buscando una ruta de escape. Velvet nunca había visto a Nellie como una opción romántica antes, pero de repente la posibilidad surgió de su mente. Después de todo, ella siempre había pensado que Nellie era linda, pero nunca ... comoque antes Era alta y con piernas largas y curvas en todos los lugares correctos. Ella también era muy suave. A Velvet realmente le gustaban las chicas suaves. Mientras su mente escaneaba la viabilidad de su amiga como una posibilidad sexual, Nellie repentinamente tomó una olla de un estante cercano y la tiró al suelo con un fuerte sonido. Durante el ruido hubo un " bbrrRRRAAAAAPTTT más tranquilo pero inconfundible" . ruido. La mayoría de la gente probablemente no habría escuchado el enorme pedo de Nellie debajo del clamor, pero la oreja de Velvet estaba sintonizada para eso.        ¡Buen intento! Ella sonrió, corriendo al lado de Nellie.        "¡Oh, déjame conseguir eso para ti!" Ella dijo dulcemente.        "NO NO NO, ES BIEN!" Nellie gritó. Intentó bloquear a su amiga para que no entrara en su radio de explosión, pero ya era demasiado tarde. Los pedos de Nellie se estaban volviendo más potentes cuanto más los retenía. Esta olía como una enorme cantidad de aguas residuales que alguien había rociado con perfume. Velvet juró que podía sentir que el aire a su alrededor aumentaba de temperatura. Ella se acercó lo más posible a Nellie sin levantar sospechas y sonrió inocentemente.        "¡Hoy eres tan torpe! ¿Algo está mal? ¡Puedes decírmelo!"        "¡No! ¡No, todo está genial, vamos, salgamos al jardín!" Oh no. Velvet no podía dejar que eso sucediera. En el momento en que estuvieran afuera, estaría a la merced de la brisa y Nellie podría entrar y salir con el pretexto de conseguir sus refrescos. Ella necesitaba esto. Tiempo para una apuesta.        "¡Oh, está bien! Me gusta esta habitación", dijo Velvet, esquivando a Nellie y caminando directamente hacia el centro de su pedo ... oh Dios, habían pasado años  desde que Velvet había estado tan expuesta ... era MARAVILLOSO. "¡Vamos, estás actuando tan tonto!"        "Vel, realmente creo que deberíamos--"        "¡Tonto!" Velvet dijo, extrañamente singsong. Luego se fue a matar. Velvet se lanzó hacia delante y comenzó a hacerle cosquillas a Nellie en los costados de su estómago, su mayor punto débil. Nellie estalló en una risa incontrolable. Nellie tuvo una carcajada burbujeante abundante, abundante, por todo el lugar. El tipo de risa que siempre quisiste en tus multitudes durante una actuación en vivo. Fue contagioso. Velvet comenzó a reírse también mientras bailaba con los dedos por los costados de su amiga.        "¡V-Vel-ppfffAHAHAHAHAHAHA Sss-deténgalo! ¡Bah! ¡B-BAHAHAHAHAHAHAHAHA! I-- h-jaj ... ¡Lo digo en serio! No quiere hacerlo ..."          Entonces, Velvet presionó el estómago de Nellie. la habitación se llenó con la explosión ensordecedora de sus pedos.       pffFFT! prtFFT! brrtt ... RUURRRPT !!!        FrrrAaaaAAAAAAA AAAAAAAAAAAAAPP !!!        El par de chicas se vio rápidamente rodeado por los pedos más gruesos, gruesos y ruidosos con los que Velvet había entrado en contacto. El aire se volvió pesado y caliente cuando cinco bombas explotaron por debajo del vestido con volantes de Nellie una fila, cada una más larga que la anterior y lo suficientemente fuerte como para hacer sonrojar a un ogro. Velvet casi podía ver la nube de hedor que los rodeaba. Se quedó en silencio total, incapaz de comprender que todos ellos acababan de salir de su amiga loca.        "¡Aaah! ¡No!" Nellie se agitó, pellizcando la nariz de Velvet tan rápido como pudo. "¡No lo huela!" Con su mano libre, ella comenzó a alejar inútilmente el olor detrás de ella. "¡Estoy muy apestoso!" Eso acaba de encender a Velvet aún más. Vergüenza. Ella podría hacer vergüenza. De hecho, era uno de sus favoritos. Su problema específico era cuando las chicas tenían accidentes en público, por lo que generalmente iban de la mano con sus cosas favoritas. Velvet se aclaró la garganta para hablar y tosió un poco a pesar de sus mejores esfuerzos para mantener su voz normal.        "Oh, izzat todo!" ella sonrió, su voz nasal desde que Nellie no había soltado su nariz todavía. "¡Solo estás gaseoso! Salta, no es gran cosa, no me importa". Nellie la miró con incredulidad.        "A-estas seguro?"        "¡Oh, sí! Tengo que lidiar con cosas mucho peores todo el tiempo cuando estoy tratando con maldiciones wiw". De repente, una idea hizo clic en la cabeza de Velvet. Fue increíblemente estúpido. "... Oye, Newwie ... ¿puedes mojarme la nariz?" Nellie lo hizo, vacilante. Había pasado mucho tiempo desde que había arruinado y permitido que alguien estuviera en esta situación. Velvet olfateó el aire un par de veces. "¡Uf! Sí, está un poco maduro, pero en realidad no es eso ... olfatear olfatear ... olfatear olfatear ... Hm. ¿Qué es eso?"
       "... ¿El olor? Me tiré un pedo! ¿Recuerdas?" Nellie sonrió.
       "No. Bueno, sí, pero ... es lo que huelen. Hay un cierto olor que a veces está presente en las funciones corporales ... eso significa que podrías estar bajo una  maldición particularmente peligrosa . Y creo que ... sniff ... sniiiiifff ... creo que podría olerlo en tu gas? Absolutamente nada de eso era cierto.
       "¿Wow realmente? T-eso suena serio!" Los ojos de Nellie eran tan grandes como platos de platillo.
       "Sí. Eso es definitivamente una cosa real".
       "¡Oh no!" prbBT! Otro pequeño y lindo pedo se escapó de Nellie mientras saltaba hacia arriba y hacia abajo con horror.        "Estoy seguro de que no es nada, ¿pero si quieres puedo darte una vez más con mi encantamiento de ojo malvado?"        "¡No podía hacer daño!" Velvet salió rápidamente a buscar en su bolso en la habitación del frente y volvió a entrar un minuto después con un talismán en forma de diamante. Estaba emocionada al notar que el olor se había intensificado, lo que significaba que Nellie probablemente había arrancado otro mientras no estaba. Levantó el mal de ojo a su amiga y le echó una ojeada. De repente, el diseño del ojo en el frente comenzó a brillar de color azul.        "¡AH!" Nellie se sobresaltó: "¡¿Cuándo me maldijeron? ¡¡¿CÓMO me maldijeron ?! ¡Ay, esto es terrible!"En realidad, el ojo malvado de Velvet había estado en el fritz durante la última semana y media. Por alguna razón, estaba diciendo que  todos  en la ciudad estaban malditos. Algo estúpido. No es que Nellie tuviera que saberlo        " . ser un fracaso ... Pero nunca se sabe ~, "Velvet se encogió de hombros, enigmáticamente." Siempre podría revisar manualmente, pero ... bueno ... hm ".        " ¿Qué? "        " Bueno, verás, puedo hacer una verificación manual ... arriba, pero ... tengo que acercarme mucho a la parte del paciente que muestra el síntoma. Así que, bueno ... Esto es un poco embarazoso, pero ... Tendrías que tirarte un pedo delante de mí. "        " Oh, Dios mío! ", Dijo Nellie, como si eso fuera un gran inconveniente para Velvet.        "Como dije, ¡no me importa! No soy un experto", dijo, porque estaba mintiendo, "pero esta es la única forma de verificarlo en tan poco tiempo".        "Bueno ... si realmente estás de acuerdo con eso ..."        "Soy un limpiador, Nellie. Mi principal preocupación es mantenerte saludable". Nellie pensó por un momento.        "Hm. Bueno ... ¡supongo que estoy de acuerdo con eso si lo eres! Para ser honesto, me preocupa que esto pueda ser realmente una especie de hechizo, pero como ... ¿también algo aliviado?  Tal vez yo ' ¡He sido maldecido toda mi vida! Cielos, eso explicaría mucho ".
       "Has estado gaseosa toda tu vida, dices?" Preguntó Velvet, vibrando ligeramente.        "¡Joder, sí! Súper gaseoso. Es un problema. Quiero decir, bueno, eh ... Sé que esto es raro, pero para decirte la verdad, Velvet, ¿en realidad me gusta tirarme un pedo?" El corazón de Velvet dio un vuelco. "Pero tengo muy mala gasolina, así que trato de no dejar salir a la gente".        "¿No lo dices?"        "Sí, es SUPER mal. Estoy feliz de que hoy sea más suave porque dejé que algunos se deslizaran frente a ti". Qué. Esto fue suave? Velvet no podía creerlo. Nellie se estaba tirando como un elefante. Donde había  esta  Nellie sido toda su vida? "Sí, como la semana pasada yo-- heehee, bueno eso ' Un paciente debe contar su todo limpiador que pueda a fin de obtener un diagnóstico preciso , "dijo Velvet empujando sus piernas juntas en un intento subconsciente para cubrir la creciente mancha de humedad en la parte delantera de su ropa interior, como si Nellie podía verlo.        " Je, bueno, um ... "Nellie comenzó a inquietarse tímidamente y se dio la vuelta," Dijiste que los síntomas serían simplemente pedos, ¿verdad? Así que no es realmente relevante ... "        " Dije que está presente en tus funciones corporales ", dijo Velvet, con los ojos muy abiertos, cerrando la distancia entre ella y Nellie tanto como pudo        " . ¡E-bien! ¿Qué tal si revisas mis pedos primero? Y si no hay problema allí, ¡entonces podemos volver a eso! "        " Suena bien ", dijo Velvet.        "Entonces, um ..." Nellie se balanceó de un lado a otro en su lugar, "... debería simplemente ... dejarlo salir?"        "Si, absolutamente."        "Um ... ¡ok! Aquí va ..." ¡Ella se tensó por un momento y un pequeño BRTT! sonaba desde su parte trasera. "¿Como fue eso?"         "Bueno, esa era bastante pequeña", Velvet se encogió de hombros, "Para obtener una lectura precisa, necesitaré un buen tamaño de muestra, así que cuanto más grande mejor". Nellie la miró con una expresión seria en su rostro.         "Estas seguro ?" Velvet en realidad se preocupó un poco por eso. La cara de Nellie hizo que pareciera que Velvet acababa de pedirle que fuera admitida en un culto.         "...Sí."        "¡Bueno esta bien!" Velvet esperaba que ella se tensara de nuevo, pero en cambio Nellie exhaló y dejó caer los hombros. Por un momento se vio totalmente relajada, y luego ...        frrt ... brrTT! pRAAaaAAP !!! pppPRRRA AAAAAAAP !!! ~ ❤        Una serie masiva de pedos explosivos explotó de la chica. La habitación estaba llena de pared a pared con su hedor y la fuerza de ella golpeó a Velvet como la explosión de un meteoro ondeando sobre ella. Velvet ni siquiera podía percibir el olor de una vez. Estaba demasiado concentrada en mirar a Nellie, que se quedó inmóvil y totalmente casual mirando hacia ella, mientras que enormes pedos continuaban explotando en su parte trasera, ondeando visiblemente su vestido. Ella era tan ... regular ...mirando. Como si esto no fuera nada. Si Velvet estuviera sorda, ni siquiera sabría que Nellie se estaba tirando pedos una y otra vez.        "¿Hay algo mal?" Nellie inclinó la cabeza hacia un lado. Velvet negó con la cabeza en un silencio de ojos grandes. ¿Cómo podía ser tan ... tan despreocupada? El corazón de Velvet comenzó a acelerarse aún más. Entonces su nariz finalmente se dio cuenta de que había sido atrapada durmiendo la siesta y estaba rodeada por todos lados. El olor era pesado y espeso y ella tosió reflexivamente un par de veces. Nellie parecía horrorizada. "¿S-debo parar?"        "¡N-no! ¡No!" Velvet inhaló profundamente para recuperar su compostura y por la razón obvia. Levantó la voz para escucharla en el desfile de los pedos de Nellie, que había comenzado a morir en su timidez. "En realidad me preguntaba si podrías voltearte. Necesito que el olor me golpee directamente. Se está dispersando demasiado rápido, yo, um ... ¡No puedo obtener un diagnóstico!" Nellie parecía vacilante. Ella los estaba reteniendo de nuevo. "Escucha, Nellie, he estado literalmente dentro de tripas de trolls literales antes de intentar eliminar los artefactos malditos. Esto no es un gran problema". Eso fue realmente cierto. Ser un limpiador era un trabajo bastante duro. El panadero se detuvo un momento pero luego asintió. Se dio la vuelta y su trasero se sacudió en silencio, preparando una segunda ola. "G ... adelante", dijo Velvet, Sus mejillas todas rojas.        Prfft ... frffr ...FRRRRRRT !!!        BrrrRRRrrrtT !!!        FrrraaaAAAAapapbbrrRAAAAA AAAAAPPP !!!        Velvet se acercó intencionalmente y se paró directamente en la línea de fuego de Nellie. Era como si el viento hubiera cambiado en un zoológico y el olor de la pluma del encargado de repente la golpeara directamente en la cara. Ella inhaló profundamente una y otra vez. Ella nunca habia He estado directamente detrás de una chica que se tiraba un pedo a su propósito Y nunca tan lindo como Nellie era. Velvet estaba viendo a su amiga desde una nueva perspectiva. ¿Por qué nunca había mirado sexualmente a Nellie antes? ¿Fue porque ella siempre fue tan amable y amigable? Ella salió como una hermanita servicial, pero ... Los ojos de Velvet trazaron la curva de las medias de Nellie a lo largo de sus piernas altas y curvas. Ella los siguió más y más alto ...        PRRT! FRT! bbbbbbrrrrRRRRRAA AAAAAAAAAAART !!!        Una serie de pedos particularmente ventosos volaron la falda de Nellie de su trasero y expusieron sus lindas y gorditas mejillas. Velvet miró con los ojos abiertos la ropa interior de su amiga que se envolvía alrededor de su culo redondo. Notó la mancha marrón descolorida de un antiguo accidente que cubría la tela. Nellie ha cagado sus pantalones antes, Velvet se dio cuenta. Nellie se ha cagado los pantalones mientras usa  este par exacto de ropa interior . Eso fue todo. Esa era su mayor torcedura. Chicas lindas teniendo accidentes gigantes en público. El alivio ... la vergüenza ... el desastre. Velvet fue hipnotizada de inmediato por la idea de que Nellie se ensuciaba mientras horneaba. Mientras que la compra de suministros. En la escuela. Solo, en público, en todas partes . Antes de que supiera lo que estaba haciendo, Velvet estaba en el suelo arrastrándose hacia el trasero de su amiga, que todavía estaba en su estado de trance.        "Um ... ¿Vel?" Nellie se inquietó, sin darse cuenta de que su enorme gas estaba exponiendo su ropa interior. "I-esta ahí?"        "... es lo que hay?" ella droneó        "¿El olor?"        "Oh si ~"        "No, no te preocupes", Nellie miró por encima del hombro, "¡El  olor de la maldición !" Al ver la cara de su amiga, Velvet volvió a la realidad por un momento. "¿Y por qué estás en el suelo?"        "¡Oh! Um ... yo ... no puedo olerlo lo suficientemente claro desde allí. Tengo que acercarme ..." Otro enorme y burbujeante destripador explotó del trasero de Nellie. Nellie apartó el olor de su rostro con una mano y abanicó su trasero con la otra.
       "¡Guau! ¿No puedes oler  eso  ? ¡Creo que podría ser tu nariz la que está arruinada, no mi trasero!" Oh, Velvet podía olerlo. Fue maravilloso Estaba maduro, rico y terrenal, y tan tóxico que prácticamente podía  saborearlo  . Pero ella había jugado tan lejos y todavía no iba a retirarse.
       "Bueno, sí, yo puedo ... um ... olerlo. Pero necesito para conseguir realmente  cerca . Usted ve, el aire dispersa las sustancias químicas en el flatulencias ... y una vez que se hayan ido, no puedo obtenga una lectura precisa, así que tengo que estar ... muy cerca de su parte posterior cuando se tira un pedo. Ya sabe. Procedimiento médico estándar ". ¡Cómpralo, cómpralo, cómpralo, cómpralo, cómpralo!
       "Hm ... ¡bien! Pareces estar bien hasta ahora, así que ... ¡Voy a seguir!"        ¡Sí! Velvet apretó silenciosamente su puño en señal de victoria.        Sus pedos salieron a un ritmo uniforme y explosivo ahora. BRRAP !! FrrRAAAP !!! BRRRAPP !!! Como los truenos cascos de una caravana de elefantes en marcha. Su trasero se sacudió ligeramente con cada uno. El apestoso gas de Nellie empujó hacia atrás el borde del sombrero rojo de Velvet y sopló el cabello frente a sus ojos. Velvet se arrastró más y más cerca como un explorador que busca un tesoro al final de un túnel de viento. Ella olfateó profunda y abiertamente ahora. No hay necesidad de ocultarlo, ¡Nellie ya sabía que iba a estar oliendo sus pedos! Puso una mano en cada una de las piernas de Nellie para estabilizarse.
       Nellie se estremeció al tocarla y se quedó inmóvil como una gacela que asoma la cabeza desde la hierba. Velvet se acercó más y más a la ropa interior de Nellie. Su nariz estaba apenas a unos centímetros de distancia cuando la parte posterior de la falda con volantes de Nellie se mezclaba con el sedoso cabello de Velvet. Todo era calor y olor. El trasero de Nellie se bamboleaba frente a ella como un animal curioso, ocasionalmente arrojando otro pedo directamente sobre su cara.        "¿Bien?" Preguntó Nellie.        "Uno más grande debería hacerlo", dijo Velvet, acariciando el trasero de su amiga como una masajista. Nellie se sonrojó.        "Terciopelo ... ¿qué estás ...?"        "Adelante ..." Velvet suspiró, "Dame uno grande por favor ~"        "O-vale ... me relajaré entonces ..." Los músculos de las piernas de Nellie se suavizaron. Durante unos segundos no hubo más que incómodo silencio.        Se deslizó fuera de ella suavemente al principio con un silbido. Velvet se ajustó y se abrió más para que todo aterrizara directamente en su lengua extendida. ssssss ..... ssppprRRRRRRRrrrrrr ... Su hedor amargo y de mierda comenzó a rociar las papilas gustativas de Velvet. Al principio era suave y concentrado, como un aerógrafo que rocía la ralladura de un pastel, pero después de un momento creció y se convirtió en una explosión masiva de trompetas que fue lo suficientemente fuerte como para ser escuchada desde afuera.       ... ssssss rrrssppppPPPPPRRAAAAAAAAAAA AAAAAAAAAAAAAAAAA--        El hedor era fenomenal. En el pasado, Velvet había entrado en el baño inmediatamente después de que las amigas de ella terminaran de usarlos, colocando su cara contra el borde, desesperada por oler su olor. Incluso antes había ido con sus amigos en baños de un solo puesto, pero el gas de Nellie era más intenso que cualquier cosa que hubiera experimentado antes. Nellie, con la esperanza desesperada de que Velvet no se sacara el máximo provecho de esto, comenzó a mover su trasero hacia la izquierda y hacia la derecha como un rociador de jardín, intentando evitar la cara de su amiga. Velvet respondió, a su vez, siguiendo a propósito su culo con su nariz, manteniendo el fuerte olor a mierda en su cara y agitando su flequillo. Se entrelazó en su ropa y cabello, rociándola como una mofeta. Olía horrible, y le encantaba.. Velvet se quedó estupefacto. Nunca se había imaginado que el gas de una niña pudiera ser tan poderoso. --- AAAAAAAPPPppppbbbbbBRRBbbbbbbbrrrrrRRRAAAAAAAAAAAA -----         Ella todavía estaba yendo. 10 segundos y ella todavía estaba fuerte . Los ojos de terciopelo picaban. Sus pulmones ardían. Su corazón se aceleró. Miró con dagas el punto dorado en la ropa interior de Nellie por el que pasaba el largo pedo como una puerta. Ella quería estar allí. Ella necesitaba  presionar su cara contra eso. Era más que probable que nunca obtendría una chica tan linda para hacer este tipo de cosas por ella nunca más. ¡Tenía que hacer algo!            Así que Velvet se endureció, apretó las piernas de Nellie y se golpeó la cara contra su trasero. El pedo tartamudeó y se detuvo cuando la fuerza de éste se estrelló contra la cara de Velvet y cayó en cascada sobre su cabeza y sobre su cabello, el hedor cayó sobre ella y se extendió como niebla en la base de una cascada.        - Flrrbbb bRRRRrrbbbbrRR RRRRRT !!!        "AH !!!" Nellie gritó: "Terciopelo, ¿qué estás haciendo?" Nellie se sonrojó ferozmente y trató de separar a su amiga de su trasero, pero no sirvió de nada, se aferraba demasiado fuerte. Velvet enterró su cara en el trasero de Nellie mientras pedo tras pedro la golpeó contra ella. Nellie no podía dejar de tirarse pedos. Se había relajado demasiado y ahora estaba saliendo el resto del gas que había estado acumulando dentro de ella todo el día. Y ella sabía lo que vendría después. "Terciopelo, vamos, déjalo ir!" Pero Velvet no lo soltaba. A ella no le importaba cuánta cara perdía aquí. Esta era la maldita cosa más sexy que le había pasado a ella. Las mejillas de Nellie con la cantidad justa de gorditos acolchados alrededor de su cara como un par de tortas de almohada. Ella inhaló profundamente, presionando su nariz directamente sobre el culo de Nellie. El olor a mierda explotaba cada vez más fuerte. Fue abrumador. Era todo lo que Velvet podía hacer para no comérsela.        "¡Oh!" Nellie se animó: "¡Sé lo que es esto! ¡Debe ser la maldición! ¡La ha atrapado allí! ¡  Aguanta a Vel!" Nellie comenzó a arrastrarse hacia el gabinete y lo abrió, su amiga todavía estaba atada a su trasero, que estaba explotando con pedos una y otra vez. El gas se presionó alrededor de la cara de Velvet en un anillo aireado.        Pmmph! Brmpph !! FRMPH !!!        Nellie agarró rápidamente un tubo de aceite de cocina antiadherente y lo descorchó, tirándolo por la mitad de su cuerpo. ¡Se sentía súper raro y terrible, pero esto era para salvar la vida de su amiga !Velvet, sin esperar esto en absoluto, comenzó a toser y ahogarse mientras el aceite corría por el puente de su nariz y cerca de su boca. Hubo unos pocos pedos con un sonido excepcionalmente húmedo cuando Nellie corrió a través del arroyo, causando que se formaran burbujas. Velvet retrocedió y se recuperó a unos pocos metros de distancia, mientras que Nellie se limpió.        "¡Terciopelo!" Nellie sonrió, "¡Gracias a Dios que estás bien!" Ella se tiró al suelo y abrazó a su amiga. "¡Pensé que te había perdido! ¡Lo siento, mi trasero es malvado! ¡Lo prometo, nunca volveré a andar contigo ! " Velvet se quedó aturdida. ¿Nunca? ¿Nunca más? No. No, eso no era lo que ella quería. ¿Sabes qué? Ya sabes qué, joder. Ella había estado jugando bien hasta este punto. Todo en. Vamos a entrar.        "Nellie ..."        "¡¿Sí?!" Nellie se inclinó muy cerca, como si Velvet se estuviera muriendo y estuviera a punto de susurrarle sus últimas palabras. Notó que había lágrimas que empezaban a formarse en los ojos de Nellie. Estaba muy preocupada. "...¿Puedo contarte un secreto?"        "¿Eh? ¿Por qué? NO VAS A MORIR, ¿¡ERES TÚ !?" Nellie comenzó a sacudirla apasionadamente de un lado a otro como una muñeca de trapo. Esta no era la manera apropiada de usarla cuando crees que alguien se está muriendo.        "N-no. No. P-por favor deja de sacudirme. Um ... la verdad es ... Uh ... Hm". Guau. Esto era ... nada que le hubiera contado a nadie. Um ¿Cómo dices esto sin sonar raro? ...Imposible. Oh bien. "La verdad es que no tienes que preocuparte ... por tirarte un pedo a mi alrededor. En realidad ... en realidad ... me gusta.        "Eso suena como algo que una persona malintencionada podría decir". Nellie señaló con un dedo acusador. Velvet la miró fijamente.        "Soy un obstra. ¿Recuerdas?"        "¡Ohh si!" Ella asintió con decisión. "Entonces, espera ... ¿ realmente te gusta oler pedos?"        "Yyyup". Velvet podía ver los engranajes girando en la cabeza de Nellie.        "Entonces ... te gustó lo que estaba haciendo?"        "...Sí."        Nellie se quedó quieta por un momento. Luego una gran sonrisa se extendió por su rostro y se dio la vuelta, levantándose la falda, soltando un enorme pedo.
"bbbbbBBRRAAAAAAAAA AAAAAAAAAAAPPPP !!!!" ""
       La ola de gas tóxico se derramó sobre Velvet antes de darse cuenta de lo que había sucedido. Nellie rebotó hacia arriba y hacia abajo como un hada cubierta de hedor.
       "¡Deberías haberme dicho que estabas de acuerdo con eso!" Ella sonrió, con alivio en toda su cara. "¡Estaba tan nerviosa! ¡Oh, Dios mío! ¡He ocultado mis gases por AÑOS! ¡Ojalá hubiera sabido que te ha gustado! ¡Debí haberte tirado un pedo delante de ti antes!"
       "Sí," Velvet vibró, "Eso hubiera sido ideal".
       "¡He tenido que dejarlo todo así al final del día, todos los días durante AÑOS!"
       "¿No lo dices?" Dijo Velvet.
Quiero casarme con ella
, pensó Velvet.
       "Así que ... como, tu no
yo, si te gusta ... "Velvet respondió, lujuria coloreando completamente su voz
       " Jaja, ¿qué? Uh ... está bien! ¡Si quieres! "Se acercó a Velvet y se levantó la falda." ¿Seguro que estás lista? ¡He necesitado terminar como quince minutos! ¡No creo que pueda detenerme de nuevo una vez que comience! Velvet presionó su cara contra el trasero de Nellie.
       "No te contengas. Por favor,
por
favor,  no te detengas".
       "¡Heehee! ¡Muy bien!" La barriga de Nellie retumbó y se aflojó una vez más.
BrrrTT! FrrrAAAART !!! BrrrRR RRPPppppPPPPLAPPP !!!
Una avalancha de pedos salió de ella. La habitación estaba llena de su miasma caliente y de mierda. La pintoresca y pequeña cocina de Nellie olía como un granero descuidado, como todas las noches, pero por primera vez Nellie finalmente tenía algo de compañía.
PrrrTTTTt ... ttrrPAPPP!
BrraPP !!
BRRRAAAAAAP !!!
Velvet descansó contra la pierna de Nellie, acariciando el culo con almohada de su amiga mientras se tiraba en su cara una y otra vez. Inhaló libre y profundamente, como si acabara de despertarse en un prado. Una o dos veces, cuando estaba bastante segura de que Nellie estaba mirando hacia otro lado, ella acariciaba sigilosamente su entrepierna. La parte delantera de sus bragas estaban empapadas. De repente, Velvet enarcó las cejas, sintiendo que algo se agitaba en su propio estómago. ¡Inclinó su cuerpo y levantó su trasero del suelo, dejando salir un
pfffffrrtt
delicado
~!
Velvet se llevó el gas a la nariz y lo olió con una sonrisa. Hedor a huevo podrido. Bailaba en el aire a su alrededor. Se
tiró un pedo
tres veces más
(prrt! Frt! Prrfffff ..... ~)
La tercera larga y tóxica, directamente en su mano ahuecada. Se levantó, envolvió sus brazos alrededor del frente de Nellie y se cubrió la nariz con el gas ahuecado.
       "¿Qu ...? ¡Kch! Tose
tos ...
¡Ew! Terciopelo, jajaja. ¡Eso es asqueroso!" Velvet se rió ligeramente de eso. Era como si Nellie olvidara lo que había estado haciendo durante los últimos diez minutos. "¡Voy a tener que recuperarte para eso! Hrn ..."
¡¡¡BRRAAAAPP !!!
Un destripador enorme, húmedo y burbujeante se lanzó directamente sobre el regazo de Velvet y llegó hasta su nariz. Ronroneó mientras vibraba su entrepierna. Esta olía como si estuviera siendo una mierda directamente porque era tan fuerte. Ella lo amaba. Ella se bañó en el olor. "¡Guau!", Suspiró Nellie, acariciando su retumbante estómago, "Está bien, creo que eso es casi todo el gas ... Mejor que eh-- ¿Eh?"
       Velvet rodeó a Nellie con sus brazos y se aferró suavemente a su espalda. Ella se inclinó hacia delante.
       "Gracias ...
" susurró suavemente Velvet. Ella envolvió sus brazos alrededor del vientre de su amiga y la apretó para darle un abrazo. Nellie no esperaba eso. //
       Nellie se lanzó hacia adelante y, antes de que pudiera detenerlo, lo último que le quedaba en el estómago salió. Ella se había relajado demasiado.
En un instante su ropa interior estaba abarrotada de manchas marrones. Burbujeantes, apestosos, pedos mojados llenaban sus bragas con mierda, turba tras cuajada cayendo en cascada en su linda y pequeña ropa interior con volantes. El blanco de la tela fue eclipsado por marrón y comenzó a ceder.
Velvet se quedó aturdida mientras su amiga tomaba una mierda en su regazo. Algo de la caca se cayó y golpeó su pie. Ambos intercambiaron una mirada y luego se inclinaron para mirar el daño. La ropa interior de Nellie había sido teñida
completamente
marrón.
       "Aw man ... no otra vez".
echa por : https://www.deviantart.com/pepperspotsunshine/art/Witches-of-Aevingrove-2-1-Red-Velvet-694833715
Esta es una historia bien exitante hecha por pepper una de las mejores historias de gases y esperamos su segundo capitulo :3
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prissm27-blog · 7 years
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La historia que oculte.
Hola, vengo a compartir una historia muy personal que quizá no les interese pero ahi va, disculpen la redacción pero no tengo costumbre de escribir así.
Todo empezó ahí por  agosto de 2013  cuando me fije en él, no fue la primera vez que lo vi porque ya había pasado a su lado tantas veces y realmente no me agradaba mucho… recuerdo que era el gimnasio oscuro y caluroso del colegio donde jugaba quien sabe con quién, pero recuerdo que  tenía una camisa amarilla y  desde entonces  no pude dejar de verlo.  Y mis amigas se daban cuenta  que siempre les decía algo de él. Paso el tiempo y empezamos a hablar de música, algo trivial pero que llego a unirnos tanto.  Resulto que yo también le gustaba y me costaba un montón creérmela pero a la vez lo disfrutaba ¿Cómo yo, alguien callada y  recha, con mi  pelo corto, lentes y la camisa dentro del pants iba a gustarle?  Pero el me hacía sentir la más linda.  4 de octubre fue nuestra primera cita. Así despeinada y todo, nos hicimos novios en diciembre. Pasaron tres años tan lindos donde existieron peleas y celos tontos,  pero también existió ese amor incondicional que te sostiene la cabeza cuando ya no das más, cuando el mundo parece estar contra ti  y esta esa persona que es tu escape, te escucha y te mantiene a flote.   A veces uno no entiende como personas tan  jóvenes pueden quererse de esa manera pero creo que es más linda esa inocencia y esa despreocupación, esa pureza de amor donde  no hay lugar para nada más que los dos.
Aprendes que no  come ensalada ni espinaca, que  casi siempre pide gaseosa de naranja y  que se duerme en cualquier lado. Una vez estábamos viendo una película y me quede dormida, cuando me desperté pensé que se molestaría porque no puse atención a lo que eligió pero él estaba más dormido que yo todavía. Comer, siempre comíamos un montón y  cantábamos nuestra música en el carro, en la casa, mientras cenábamos, donde fuera.  No me gustan los deportes y me dan miedo las pelotas de futbol, pero  iba a verlo a sus partidos cuando me invitaba. Éramos lo contrario, el tan gritón y yo más callada, el tan deportes y yo tan ciencia, el tan colores alegres y yo tan negro, ¡eso sí! teníamos que ver las películas de Marvel y DC juntos, por ley. Hasta llegamos a tener  camisas que hacían juego yo Team Cap y el Team Iron Man.   Estábamos en las buenas, en las malas y en las peores.  Siempre aprendíamos el uno del otro eso era lo interesante. Él sabía que si yo estaba seria mucho tiempo bastaba con que me hiciera cosquillas y me molestara un poco para hacerme reír. Que a veces tenía más significado juntar las orejas y escucharnos que escribir párrafos con palabras de amor.  Conoces   tanto a la otra persona que te moldeas de tal forma  que hasta adoptas ciertas cosas del otro. Tres años y dos meses,  mi cumpleaños no es el mismo. Conflictos y más conflictos.  Tres años y 4 meses, en un video de Q&A me entero que ya no tengo novio. Tres años y 5 meses, mi error, no se mezcla tristeza y malos hábitos. Tres años y  siete meses, parece que quienes están destinados a ser, de una u otra forma se unen. Tres años y nueve meses,   vale la pena luchar por lo que vale la pena tener. Cuatro años y ya nadie celebra un aniversario pero ambos parecemos estar bien con eso. Cuatro años y días, me fui de viaje  una semana y cuando regreso  no puede esperar para verme, llega a mi casa con comida y vemos una película, nos  damos los regalos de navidad como es costumbre,  uno de los días más bonitos. Empezamos el año con el pie derecho, intercambiando unos mensajes tan lindos, “Por un 2018 juntitos mi vida” comente en una de sus publicaciones. No suelo ser cariñosa, no  soy de escribir párrafos y de gestos lindos, pero él hacía  que me llenara de amor y hacer las cosas más cursis del mundo. Me moría por subir fotos y presumir el cariño que le tenía, como hacen tan fácilmente las personas pero al parecer todo era mejor si no lo hacía, porque “no es el mejor momento”, “no estoy listo”.  Lo acepte  y  bueno,  pensé que quizá tenía razón.  Dios me libre decir que somos pareja, porque para el mundo no  tenía novio y el tampoco tenía novia, porque no es necesario tener un “titulo” cuando ambos se quieren ¿verdad?   Pero ni los mejores amigos lo sabían.  Semanas sin vernos, nos vemos unas tres horas y listo, ni una muestra de cariño porque “no hay tiempo para eso”  tomarse de la mano no quitaba un minuto ¿o sí? Pero está bien porque somos adultos y el mundo se vuelve más complicado, lo acepto.  Quizá solo me fue acostumbrando a lo que venía.
Que ilusión combinar a la persona que más te gusta en el mundo, una banda que te encanta y música sinfónica, era el regalo del día del cariño perfecto, ¿no?   ¡Parecía serlo! Esa cara de emoción y esa sonrisa al decirle  que iríamos, pues eso si  no tuvo precio.   Esperaba tanto ese día, sería la cita perfecta.  Llego el día de mi cumpleaños y parecía que se le había olvidado, pero llego a buscarme a la universidad por un rato. Nos tomamos fotos como en los viejos tiempos, me dio un  beso antes de irse como en los viejos tiempos. Llego el jueves y me arregle linda para ir a mi cita ideal, íbamos camino al teatro y  mi corazón no podía con la felicidad del momento.  Llegamos  y fue lo máximo, siempre quise  algo así y lo estaba viviendo,  no me recuerdo que canción fue en la que me vio a  los ojos y siguió cantando,  fue super lindo.  Dos días después  ni una palabra.  El espacio es la excusa de siempre,  pasaron dos semanas y me llama para decir algo  tan inventado como los datos de la práctica de laboratorio que no te salió.   27  días y me pregunto ¿quién lo cambio? Fue  de un día para otro, aunque ahora ya tengo una idea.  O quizá no fue de un día para otro, quizá estuvo en cada detalle que pase por alto, que acepte porque creí que aceptarlo todo era parte del amor.
Un montón de veces me dijeron esa frase de “Uno acepta el amor que cree merecer” algo así y es cierto, no me tuve amor propio manteniéndome en esa cuerda floja. Quisiera  respuestas, saber que hice mal o que hicieron mejor que yo pero realmente no creo que valga la pena escuchar motivos de alguien que no tuvo el valor de decirlo viéndome a los ojos. Cometí errores y no me voy a  eximir de eso, realmente la arruine con lo de ese día y otras cosas aparte como enojarme fácilmente pero los dije.  Aun así intente redimirme, creo que no lo logre. Y es que uno creería que por estar en lo peor serias motivo de estar presente en lo mejor y que podes mover montañas por alguien pero esa persona no mueve un dedo por vos, pero eso no debe quitarte la paz porque significa que diste lo mejor de ti.  Es inevitable no pensar en lo lindo que fue todo y que me dé sentimiento  pero me da esperanza saber que si me la pase tan bien con la persona incorrecta, que bonito será cuando conozca a la persona correcta. 
Me quedo con eso, con los buenos tiempos, las risas  y los bailes tontos que hacíamos, en lo buenos amigos que fuimos pues en mi corazón no hay lugar para el odio ni para el rencor. Duele cerrar un capítulo de tu vida cuando pensaste que todo iba tan bien y luego ocurre algo repentino sin explicación. Cuando has tenido un  solo novio en toda tu vida crees que él será tu amor por siempre, suena súper tonto pero  así fue. No voy a cambiar por alguien ni voy a volver a aceptar algo que no me merezco pues no debo tener que recordarle a una persona lo que valgo para que no me aparte de su vida.
Si llegaron a leer hasta acá los aprecio por la paciencia jajaja si algo aprendí es que  no peleen con su pareja por cosas triviales amiguitos,  si sienten tantos celos con su pareja pregúntense si  confían en esa persona tanto como para creer que no haría eso, si lo creen capaz no sé qué hacen ahí y si  si confían ¡no hagan relajo! También si su pareja es los celos andante eso difícilmente mejora, si eso se vuelve en controlador/a andante, aléjense de ahí.  A veces hay que entender que el amor que se expresan es diferente pero eso no significa que sea malo. Y que  no tienen que pasar todo el tiempo pegados, recuerden que si están con una persona es para verlos crecer y cumplir sus metas. No pueden pasar todo el tiempo vagando ni haciendo lo que su parte quiere. Ah y no gasten tanto en regalos, mejor gástenlo en comida.  Y también como dicen cuando el rio suena es porque piedras lleva… Aunque quizá es tonto que les diga eso después de  lo que me paso pero en  el tiempo que estuve ahí comprendí algunas cosas.  No vengo a hacerme la víctima, ni a querer llamar la atención,  vengo a contar la historia que me  ha vuelto pesado el corazón  y  quiero quitarme ese peso de encima, no fue fácil escribir esto.  Cerrar y dejar ir.
                                                                                                    ~Priscila
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zyxelar · 8 years
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Bajo un mismo techo Cáp.1
Bajo un mismo techo
Y comienza la alegoría de la juventud, representada en las ciudades del mundo moderno, frías noches, mañanas lúcidas y tardes donde se disfruta de la cálida brisa de primavera, arraigado bajo la suposición de que nunca tendré una novia, tal vez porque no salgo de caso o por que no hago muchos amigos, aunque creo que es por lo segundo…
Capítulo 1: Mañanas color verde
Qué mundo más vacío, mientras diviso los lugares costeños cerca del mar donde se puede disfrutar de unas hermosas vistas, -José-, que hermoso sería una vida, cerca de alguien que te amé, y tú también le ames, -¡José!-, de nada sirve querer dominar un mundo, si no lo conoces, -¡JOSÉ!-, y de vuelta a la realidad.
-¿Sí mi querido profesor?-, con voz sarcástica para animar el ambiente.
-Te estoy preguntando, para ver si prestabas a tención a clases-, lo dijo con la voz de un típico profesor gruñón, de esos de secundaria.
-Como puede ver, no le respondí las primeras veces que me llamo, así que lógicamente debió intuir que no le estuve haciendo caso durante cierto tiempo, creí que era obvio-.
-¿Acaso quieres que te vote del salón?-. Y mientras todos me miraban con cara de que me iba a dejar influenciar por el mal carácter de mi profesor solo me limite a responder.
-¿Y usted?, ¿ya encontró su hotel ideal?-…
Y como personaje principal de mi vida, estoy en lugar donde continua mi travesía, afuera del aula junto a la puerta parado sin moverme hasta que termine la clase, o en este caso, hasta que toque la campana de salida.
El tiempo pasa lento, tal vez más lento del que debería, mientras escucho como el profesor grita ahí dentro a los alumnos, mientras estoy afuera disfrutando la vista y fingiendo no escuchar la tarea que nos va a dejar el profesor para luego utilizarlo de excusa, siento un ligero golpe en mi hombro, no muy fuerte pero si lo suficiente para hacer algo de daño.
-Oye torpe, ¿quiere un poco de jugo?-, ahí viene la amiga más amable del mundo, la única que no me haría daño aunque le den grandes sumas de dinero, Saraí.
-¿Yo recibiendo el jugo de una chica solo por pena?, me haces parecer un inútil-.
-¿Inútil?, pero si siempre lo has sido-, ven, es muy generosa.
-¿Y qué haces aquí afuera, volvisteis a molestar al profesor?-.
-Tú sabes muy bien que el profesor se enoja antes de que yo diga algo, viene preparado antes de eso-.
-Como sea me tengo que ir, mi profesora me regañara si ve que no estoy en el baño y pierdo el tiempo hablando contigo-.
-Pues déjame decirte que cada segundo conmigo es muy valioso, cobraría por eso, pero mi amiga, considérate afortuna-.
-Hm, como digas, nos vemos-, y luego se va, como todas se van de mi vida.
Terminan las clases, voy caminando hacia mi casa, mientras llego escucho el saludo de mi vecino Mario.
-¡Eh, José!, hoy día en la cancha, apostamos dinero, a las 6 en la tarde-.
-Claro, pero tal vez llegue algo tarde-, siempre llego tarde.
Entro a casa, y como si fuera lo típica del día para una persona como yo, lleno de motivación todos los días, bajo la influencia de fuerzas invisibles del universo, no hay nadie esperándome. Solo me cambio, me baño, como lo que me dejaron de cocinar, y entro a la computadora esperando que pace algo bueno aparte de leer memes por Internet, veré si puedo acosar a alguien por el Facebook.
-Pasamos a otra historia-habla el narrador, o sea yo-porque está no es una novela común, porque la estoy escribiendo yo, en esta novela veremos el desarrollo de varios personajes, algunos importas, y otros nada importas, como yo, estén atentos, esté es el esfuerzo de horas de jugar videojuegos, de horas viendo anime, de horas leyendo y riendo con momos en Facebook, está es la historia que haré con sueño y mucho café, así que disfrútenla-.
Que aburrido, demasiado, solo miro el techo, todos los días al despertar, como si mi cuerpo no pudiera mirar a otro lado más que arriba, solo me limito a levantarme, no creo en cosas como las supersticiones o deidades míticas, siempre trato de asegurarme que el primer pie que pise tierra sea  el izquierdo, a ver si algo hace que crea en algo, no diferente de nada, todo inicia igual y termina igual, aunque me digan que cambie mi forma de pensar, solo siento que terminare varado en el mismo lugar.
-¡Sebas, hora de comer!-, y tampoco puede faltar está parte del inicio.
-¡Ya voy madre!-, talvez sea pan y huevo frito, no sé ni porque me esfuerzo.
Centenares de cosas pasan todo el tiempo, la mayoría se repite, otras solo intentaron no parecerse a lo de antes, salgo de casa, para ver si hay algo de variedad por ahí, mientras me dirijo a la casa de mi amigo Alonso, aunque no sea una idea original, podré jugar con su consola algún juego.
-¡Estás ahí pinche wey!-grito para ver si se encuentra.
-¡Que quieres men, estaba tratando de conciliar el sueño!-.
-¡No me importa, habré ya la puerta, ando aburrido y fatigado!-, siempre igual.
La puerta se abre, unos 15 minutos después de tirar piedras pequeñas para obligarlo, aburrido de estar parado gran rato entro a su cuarto y me siento en cualquier lugar que parezca cómodo, mientras observo en su estantería lo que se me antoja jugar hoy.
-Oye, ¿sabes si Sandro va a hacer el juego que dijo hace tiempo?-me dice de forma desanimada.
-No lo he visto ni empezando, pero si quieres lo llamo para que te lo confirme-.
-Claro, ¡pero ni se te ocurra llamar a esa persona!-.
-¿Qué persona?-.
-Ya sabes de lo que hablo-.
-Como tú digas lord-digo yo con voz sarcástica.
-Ahora nos dirigimos a otra perspectiva, un pensamiento diferente, no se confunde con la realidad, pues solo existe una para él, la que se vive.
Si lo miro bien, hasta parece tierno, pero una cosa es perspectiva y la otra realidad, nada puedo aparentar ser otra cosa, si es mierda, es mierda, así de simple, pero como el perro hice lo suyo en la llanta de un auto, puede que tenga su encanto.
-¿Puedes dejar de mirar al perro?, enserio, me asustas-.
-Hasta un animal como el merece algo de atención-.
-No ese no es el problema, el problema eres tú-y empieza a sonar el celular.
-Está sonando tu teléfono-.
-¡No me digas!-.
-Yo solo decía-.
-Es Sebas, espera un momento, voy a salir afuera-.
-Es por la señal, ¿me dejas usar tu computadora?-.
-Claro, solo no me llenes de virus-.
-Lo que tú digas-.
No es que me queje, pero Sandro podría limpiar el teclado, está todo mugriento, y si lo volteo y lo sacudo sale migajas de comida, espera no, salió restos de uña, bueno, al menos tiende su cama, creo.
-Ya volví, ¿que estabas haciendo?-.
-Viendo los misterios de tu teclado-.
-Como sea, fue el Alonso quien llamo, me pregunto sobre lo del videojuego-.
-¿Y vas a hacer algo?-.
-La verdad ni idea, no tengo gente que me ayude-.
-Puedes llamar a Jhon, tu amigo que dijo que podía ayudarte-.
-Talvez, pero ahorita mismo no tengo interés de avanza algo-.
-Nunca lo haces, no es ninguna sorpresa, pero como sea, ya me voy, ten suerte-.
-Oye Alex, olvidas tu billetera-.
Es hora de irme, y mientras me largo le hecho vistazos a mi billetera para ver que no falte nada, en especial mi tarjeta de la peluquería, ¡dos visitas más y la próxima será gratis!, ¡SI!.
-Y así empieza, y así terminara, la historia de estos tres chicos en busca de un amor, su misión encontrar pareja antes de San Valentín y así poder presumir en sus redes sociales, pero antes de eso deberán escoger en alto repertorio de chica y situaciones inesperadas dadas por mí, como creador, como autor y como principal exponente de convertir a personas en protagonistas de eventos yaois a lo BL o Yuri On Ice, dependiendo de qué tan gay se vea el sujeto, en todo caso, espero que disfrutéis de mi controversial historia basada en una novela de hace ya un año.
Al día siguiente.
Obtuve mi corte gratis, de algo forma me siento realizado, no sabría cómo explicar esta felicidad, mientras ando por la calle y veo a muchos de mi edad saliendo de sus colegios por que los muy idiotas no estudiaron y tienen que hacer verano, pero el punto es que me siento libre, en paz conmigo mismo, y esto se merece un café de los más caros. Llego a uno de esos nidos de hípsters, claramente voy preparado, con gafas gruesas y un gorro que parece de abuelo, me adentro a los oscuros misterios de esta gente ignorante de los videojuegos que se la pasan con celular viendo cosas sobre cómo mejorar el ambiente, llego a una silla, solo procedo a sentarme y esperar…
-Señor, ¿va a ordenar algo?-mientras lo miro con una cara de sorprendido por la pregunta que me hizo.
-¿No es obvio?, café-.
-¿Qué clase de café?-.
-El más caro que tenga-.
-Claro, ¿desea algo más?-.
-Obvio que no, solo traiga mi café, para eso pago-.
-Lo que usted diga señor-.
Mientras me limito a esperar, me pongo a escuchar a los al rededores cuando entra una pareja de hípsters, un tipo con claro deseos de café y una tipa de cabellos de colores, los oía claramente.
-Oye Analía, si una lesbiana golpea a una mujer, ¿es machismo o feminismo?-.
-¿Tengo que responder?-.
-No necesariamente, pero como tú estás introducida a estos tipo de cosas pensé que me darías una opinión más concreta-.
-Te daría una, pero tu pregunta es tan estúpida que no merece una-.
-Lo que tú digas, pero debes admitir que fue una gran pregunta-.
-Ni siquiera pienso darte la razón-.
La verdad, es que si es una buena pregunta, o al menos para mí, y ahí viene el tipo que los atenderá-.
-Y díganme, ¿qué piensan ordenar?-.
-Quiero un cappuccino-dice ella.
-Pues yo quiero un batido de fresa-.
¿Quién pide un batido de fresa en este lugar?.
-Disculpe, en este lugar no servimos eso-.
-Ah bueno, entonces que sea de chocolate-.
Ese no es el punto, solo pide un café y ya-.
-Señor, aquí no se venden batidos, solo cafés, refrescos y bebidas como gaseosas-.
-Ah claro, a verlo dicho antes, entonces deme una Kola Real-.
Solo pide un estúpido café y ya, no me importa que te gusta las marcas de gaseosas baratas solo pide un café.
-No vendemos esa marca de gaseosa-.
-Pero tiene cafeína-.
Vale verga si tiene cafeína solo pide el café-.
-¿Y si mejor pide un café igual que la señorita?-.
-Usted no me da órdenes, solo deme mi gaseosa y ya-.
-Que aquí no se venden gaseosas de esa marca-.
¡Pide el puto café!-.
-Pues haga algo para que me den mi gaseosa-.
-Señor no tenemos eso-.
¡EL CAFÉ!-.
-Bueno, entonces debe un café, descafeinado-.
-Lo usted que diga-.
¡POR FIN PIDES EL CAFÉ!.
Después de esa escena con el café decidí no volver a uno de esos lugares, más bien, volví a casa, ahí disfruto mejor el café. Después me voy a mi cuarto y me tiro en la cama, me siento cansado, solo dormiré y esperare a que algo pase. Me levanto, es de noche y escucho mi celular sonar, me limito a contestar.
-¿Hola, quién es?-.
-¿Alex?, soy yo Betty-.
Y fue ahí mismo donde me di cuenta de que estaba jodido, muy jodido…
*Zyxelar Alexander*
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you-moveme-kurt · 4 years
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Glee «The Manhattan Yacht Club» Part IV
Agosto de 2042
-¿Interrumpimos algo?... —pregunto Kurt al notar aquella reacción en sus hijos. -¿Que?... no… es decir… -Lo que quiere decir Henry es que él me iba a ayudar… —se adelantó en decir Lizzie. -¿Ayudar con que? -Ay Papá, ayudar… ¿vamos Henry?... —agrego la chica haciendo unas muecas. -¿Si?... —Lizzie puso más caras— ¡si!... permiso… ¿vamos Noah?... —dijo Henry evitando la mirada de todos, el pequeño avanzó dos pasos para luego recordar que quería decirle algo a sus padres primero y se quedó quieto en el mismo sitio— ¿en que se supone y te voy a ayudar «Rizzie»?... —preguntó mientras era jalado por su hermana. -Ay Henry, no se como te va tan bien en todo si a veces eres super iluso...—respondió Lizzie avanzando con él al tiempo que miraba hacia atrás un par de veces— lo dije para que siguiéramos hablando del tema de James lejos del Papá… lo amo y todo pero es bien entrometido en ocasiones… —terminó por decir deteniéndose casi al llegar al sector de la popa— ahora dime...—agrego cruzándose de brazos. -¿Qué cosa?... -¡Lo del Papá y su reacción cuando mencione a James!... ¡hola!
-¡Ah claro!, la verdad es quiero que te prepares porque… un momento.. —dijo mirando hacia todos lados— ¿dónde esta Noah? -¿Que? -¡Noah!, ¡el «Goblin»!... ¡nuestro hermanito! -No lo se… —dijo Lizzie encogiéndose de hombros. -¡«Rizzie»!, ¡le dije que viniera con nosotros!... ¡ay por dios, mi hermano se cayó al agua!... —exclamó tomándose los pelos. -¡Ay Henry!, ¡eres super alaraco!... el «Goblin» esta allá con los Papás… —advirtió tomándole la camiseta para mostrarle aquello. -Ay que alivio… —dijo Henry soltando un suspiro. -¿Por qué eres tan extremista?... -¿Será porque tengo la carga genética del Papá y no otra?... —respondió soltando una risa entre aliviado y nervioso. -La respuesta más sensata que te he escuchado en años… —agregó la chica dándole unos golpes en la espalda al tiempo que soltaba una gran carcajada. -Ríete lo que quieras, pero al menos tengo un mejor cabello… —agregó Henry presumiendo de su peinado de revista de modas. -¡Oye!... —exclamó Lizzie dándole esta vez un empujón— ¡mi cabello es genial!… no esta hecho para el alta mar claro esta… pero es genial… -Lo es hermana… además si nos hundimos esto te mantendrá a flote un buen tiempo… —agregó tocándole algunos rizos, Lizzie repitió todo de manera burlona para luego hacerle un desprecio como de telenovela— ¿el Papá nos esta llamando? —pregunto mirando hacia donde estaba su demás familia en el momento en que Kurt batía los brazos como desenfrenado.. -Es eso o necesita la maniobra Helmich… —opino Lizzie mirando también. -Es porque nos llama… vamos… —dijo su hermano tomándola de la mano. -Pero oye… dime antes...—reclamó la chica impidiéndole avanzar. -Esta bien… digamos que tenías razón… -¿¡Que!? -Eso… tenías razón en lo que sospechabas del Papá con respecto a James… cuando lo mencionaste puso la cara que pone cuando alguien le menciona la idea de comprar ropa en el Walmart… -¿En serio?... —dijo Lizzie como desinflada. -Si… pero oye, a lo mejor es porque no lo conoce bien aun… tal vez si arreglamos un encuentro entre ellos… terminaría por simpatizarle...—aseguró Henry haciéndole unas cosquillas en el cuello. -Eso espero… sino no se que haré cuando me case y el Papá no quiera asistir a la ceremonia. -¡Lizzie Anderson Hummel, hablando de un compromiso a largo plazo?... —dijo Henry levantando una ceja divertido. -Así es… pero si lo repites en público lo negaré con mi vida… —agregó su hermana al tiempo que él daba piquetes en el estómago y pellizcos en los brazos.
-Papá, «Papáblen»… ¡vi todo el océano!… —exclamó Noah volviendo a lo de ponerse las manos en la cara. -¿Estas hablando en serio cariño? -Si… Henry Anderson Hummel me ayudó con las «bandarandas» —agregó apuntando la proa. -Pues me parece genial, pero debes prometerme que  nunca, nunca, nunca... te treparas solo, ¿lo prometes? -Lo prometo… dijiste que tuviera cuidado y lo tengo... -Muy bien cariño… —dijo Kurt dándole un toque divertido en la nariz. -¿Puedo preguntar otra cosa? -Lo que quieras hijo…  —contestó Blaine dándole un pequeño beso en una de las manos. -¿Quienes son Leo Dicaprio y Kate Winslet?, ¿están en este barco? -No bebé… son unas personas muy famosas en la antigüedad  pero que ya no lo son… ahora…¿tienes hambre cariño? -¿Y hay comida aquí acaso? -¿En este lugar tan lujoso?... ¡apuesta tus libros a qué sí!... —exclamo Kurt levantándose con él en los brazos, Noah río de manera pequeñita y dulce, como siempre lo hacía cuando tenía el cariño de sus padres para él solo. -¿Y bien?... ¿ven lo silencios que es?... —dijo Fred apareciendo junto a dos personas de uniforme, una cargaba una bandeja con tres copas llenas de champagne e igual numero de bebidas gaseosas y el otro, un dispositivo electrónico en una de las manos, ambas sonreían como al principio del viaje.. -Bastante, de hecho no supimos cuando comenzó a moverse… ¿cierto Blaine? -Así es… -Pues porque es super silencioso… y grande… —repitió Fred sonriendo, Kurt lo miro un poco ceñudo pensando si debía hablar de la teoría de Freud en relación al tamaño o no— en fin… les presento a parte de la tripulación, ella es Evelyn… nos asistirá con la comida y otras cosas y él es Vladimir… es quien maneja esta cosa… —explicó haciendo el gesto de conducción con sus manos cuando presentaba al capitán de la embarcación— ellos son Blaine Anderson y su esposo Kurt Hummel… —agrego indicando a cada uno, todos se saludaron de la más cortes de las maneras— y él por supuesto, es Noah y debo advertirles que sabe todo sobre yates… TODO… —dijo riendo, Noah sonrió para luego hacer una especie de venia oriental. -¿Es verdad eso pequeño?... —pregunto Vladimir mirándolo divertido. -Si, pero es porque tengo un libro que habla al «respepsto»… —contestó Noah de lo más serio mientras sacaba de su mochila el libro respectivo. -Genial… ¿te gustaría conocer la sala de máquinas? -¿Dónde está el motor acaso?... —pregunto de vuelta Noah tomándose a cara con libro y todo. -No, no el motor, porque ese esta bajo el agua, pero si donde esta toda la maquinaria interesante, ¿quieres? -¡Si! —exclamo Noah dando un pequeño salto. -Vamos entonces… —dijo el capitán señalando el camino, el pequeño no se hizo de rogar y partió de inmediato. -¡Noah!... —exclamo Kurt con mas voz de la que hubiera querido— perdón… —añadió al ver que todos se le quedaban viendo con cara de impacto extremo— ¿donde es que van?... —dijo tratando de guardar las formas. -A la primera cubierta… allí esta la «sala de máquinas», que en realidad es un rincón con un par de paneles y un poco de ruido, si desea lo puede acompañar usted…. —sugirió Vladimir apuntandolo, Kurt puso mala cara como si aquel plan le provocara desagrado con sólo escucharlo. -Yo voy si quieres… —dijo Blaine dando un paso hacia adelante. -Pero Anderson… tenemos bebidas… —se adelantó en decir Fred tomando una de las copas. -Le diré a mi hijo mayor… él también gusta de todo esto de las máquinas y las cosas andantes… —agrego Kurt mirando hacia la popa donde Henry platicaba con su hermana Lizzie, lo llamó por su nombre primero para luego hacer señas con las manos en alto en busca de su atención— él los acompañará… —dijo mientras hacía gesto que indicaban a Noah, el yate y toda la situación -¿Todo bien?... —preguntó Henry mirando a todos, Fred se encargó de presentar a Evelyn y a Vladimir. -Noah quiere conocer la máquinas de esta cosa, ¿lo acompañarías cariño?. -¿¡Las maquinaria!?... ¿¡en serio!?... —exclamó Henry desbordando más entusiasmo que el propio Noah, Kurt y Lizzie blanquearon los ojos al mismo tiempo.. -Si… como le decía su Papá no es como la del Titanic, pero sí es interesante. -Vamos entonces… —dijo Henry tomando a su hermano de la mano y  partiendo de inmediato -¿Yo puedo ir?, o es una cosa de hombres exclusivamente…  —quiso saber Lizzie haciendo un par de gestos con su cara que en su cabeza parecieron varoniles, pero que terminaron viéndose como un ataque de acidez estomacal en cambio. -Por supuesto Señorita… después de usted… —dijo Vladimir saludándola con el gesto militar, Lizzie sonrió coqueta y se arregló el cabello un par de veces. -¿Eso es seguro?... ¿verdad?... —dijo Kurt mirando a  su hijos .y tomándose el cuello de la camisa con aprehensión. -Por supuesto, Vladimir es experto en todo, creo que fue espía ruso o algo… —dijo Fred quedándose en silencio unos segundos como pensando en aquello, Kurt y Blaine dieron un respingo de sorpresa— en fin… ya que nosotros nos quedamos aquí, como estaba planeado… propongo que brindemos por este momento… —añadió entregando una copa a cada uno— ¿podrías llevar eso a los chicos?... —añadió mirando a Evelyn y señalando las gaseosas. -Por supuesto Señor Fletcher… que disfrutes el viaje… —terminó por decir la mujer yéndose a donde la habían mandado. -¿Porque brindaremos?... —pregunto Blaine alzando un poco su bebida. -Pues por nosotros, y por ese bendito dia en que nos conocimos… —respondió haciendo chocar su copa con las del resto, para luego beber al unísono -¿Aun trabajas en SONY?... —pregunto Blaine acercándose un poco más  a su esposo. -Obvio… aunque ya no estoy a cargo de los nuevos álbumes… ¿hace cuantos años fue que lanzaste el tuyo? -Veinte… 23… 23 años… -¿Tanto?... vaya… me parecía menos tiempo... aun recuerdo cuando Ginger llego a la reunión de pauta de ese día y nos dijo que una señora bien millonaria y empingorotada le había dicho que o te contrataba a ti, o ella se encargaría de reservar todos los anfiteatros de New York por un año entero para que ninguna de las bandas del sello pudiera presentarse… —recordó Fred riendo. -¿Cómo?... —pregunto Blaine un tanto descolocado. -Por dios… —murmuró Kurt dándose cuenta de inmediato de quien era «la millonaria empingorotada» y por consiguiente cuál sería la reacción de su esposo al respecto. -¿Como se llamaba?... July… Jessy… -¿No será por casualidad… June Dolloway?... —pregunto Kurt mirando a su esposo de reojo. -¡Ella!... ¿la conocen? -Una larga historia… —respondió mirando otra vez a Blaine que parecía y se había quedado en shock. -Como es el mundo, en fin ¿que tal…? -Fred… espera… —interrumpió Blaine haciendo el gesto de alto con una de sus manos— ¿qué significa eso? -¿Qué cosa? -Eso que acabas de decir… ¿significa que si no hubiese sido por la intervención de esta mujer… jamás me hubieran reclutado en el sello?... -¡Obvio!... —respondió Fred bebiendo mas champagne, Kurt carraspeo un par de segundos esperando ser notado por el anfitrión del viaje— Ginger se puso como loca y me acuerdo que le consultó a Elwood y todo… -Genial… —dijo Blaine totalmente fastidiado. -Bueno, estoy seguro que el talento de Blaine también influyó en esa decisión… —dijo kurt sonriendo nervioso. -La verdad es que… -ESTOY SEGURO Y EL TALENTO DE BLAINE TAMBIÉN INFLUYO EN ESA DECISIÓN… —repitió abriendo mas sus ojos, Fred cayó en la cuenta y trató de retractarse de lo que había dicho. -¡Pero claro!, ¡claro que si!… debes saber que Ginger nunca toma una decisión bajo presión… aunque en esta ocasión la amenaza era bien grande —Kurt volvió a lo del carraspeo— pero no fue por eso que te reclutaron exclusivamente, vamos Bliane… eres el artista que más vende y el más consentido de todo el sello… —Blaine guardó silencio y prefirió perder su mirada en alta mar— en fin… iré a ver si… ya saben… —termino por decir yéndose como con un paso de baile. -Blaine… -No digas nada por favor… tan solo... permiso… —dijo entregando la copa para luego perderse hacia el otro lado del yate. -Demonios… —susurró Kurt luego de decir el nombre de su esposo un par de veces, soltó un suspiro y acto seguido se bebió ambas copas al seco, las dejó sobre la cubierta y se encaminó hacia donde su esposo se había ido
-¿No vas a saltar?... ¿o si?... —pregunto llegando al sector de la popa, Blaine estaba parado con las manos en los bolsillos mirando la Marina y el mar que el yate dejaba atrás. -... -Porque si bien te amo… no estoy dispuesto a lanzarme al agua para rescatarte y correr el riesgo de arruinar mi peinado y este «outfit», que, por si no lo sabes es original de la colección náutica que Ralph Lauren diseñó en los 90’s,...—agregó acercándose. -No te preocupes, si bien no tengo mérito para estar en la industria de la música, si tengo muchas razones por las que seguir viviendo… tú entre ellas...—añadió mirándolo. -No digas eso, tienes los méritos suficientes y lo sabes… -¿Te acuerdas cuándo fue la primera selección en “Insect Record” y a mí no me escogieron? -Me acuerdo, y me acuerdo bien porque bebiste más de lo conveniente y dijiste varias cosas feas que aún recuerdo...—dijo Kurt alzando una ceja, como si se dispusiera a cobrarse aquellas cosas feas que su esposo había dicho hacía más de dos décadas. -Claro… ¿y te acuerdas también cómo fue cuando me escogieron para SONY? -Blaine… -Fue increíble, ¿te acuerdas verdad?, te di la noticia y segundos después se anuncia Henry… fue el segundo mejor día de mi vida… y ahora… -Ahora nada… Blaine, tú eres el hombre más talentoso que conozco. -Lo dices porque me amas… -¡Apuesta tus mejores partes a que sí!... pero también lo digo porque es la verdad… —sentenció parándose entre él y la baranda de seguridad de la popa— todo lo que has logrado lo has logrado tú… tú, no ella… esta bien, te ayudo a entrar, pero el camino desde ese día lo has hecho tú sólo… yo tampoco sería nadie si no fuera porque la obra que escribió Lily era espectacular...créeme que si ninguno de los dos tuviéramos talento, no habríamos durado en la industria ni dos meses y estaríamos vendiendo en Bloomingdales o algo… -Seríamos gerentes a esta altura… —dijo Blaine corrigiendole el peinado. -Y los mejores… —añadió Kurt sonriendo— ¿te he dicho que te amo?... —pregunto abrazándolo a la altura del cuello. -¿Como mi esposo o como el más grande de mis fans? —pregunto de vuelta Blaine ciñéndose a él. -Ambos… -No… la verdad es que no… -Pues te amo… y estoy orgulloso de ti… de todo lo que haces y has hecho, de las canciones que escribes, de la locura que provocas… de los premios y portadas que has ganado… eres perfecto Blaine Anderson-Hummel…y como digo siempre, perfecto y mio… que es lo mejor de todo —dijo Kurt dándole un beso con ganas.
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you-moveme-kurt · 5 years
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Glee «Barbra St. James Berry and his first year of life»
Febrero de 2037
-Creo que tú y el «Papáblen» son las únicas personas en Norteamérica que le ponen tanto entusiasmo al día de «San Valentin»… —opino Lizzie al ver llegar a su Papá a la sala todo arreglado y elegante. -Solo dices eso porque tú no tienes con quien celebrar cariño… —contestó Kurt como si tuviera la misma edad de su hija adolescente. -¡Ay Papá!, ¡eso fue super extra rudo!… ¡hola!... —exclamó Lizzie dejando caer unas palomitas por la rabia que le había producido aquel comentario de su progenitor. -Lo fue cariño… —se retractó riendo— disculpa… —dijo sentándose en uno de los sofás de enfrente— pero te lo mereces por tener este desorden… —agregó señalando la lata de gaseosa sobre la mesa de café, las zapatillas sobre el tapiz del sillón y las palomitas por doquier. -Luego ordenare… además, a mi ni me interesa el tal «San Valentín»… —agrego como refunfuñando, Kurt la miro con ternura y se levantó para entregarle una servilleta que a todas luces parecía y necesitaba con urgencia. -Toma cariño, no querrás quedar igual de sucia que el tapiz de este sofá… ¿que estás viendo?... —preguntó volviendo a sentarse. -No se… —contestó la chica limpiándose la boca de mala gana. -Eres una loca Lizzie Anderson, y te amo mas por eso… —agrego Kurt sonriéndole, su hija lo miró enfadada un segundo para luego soltar una pequeña risa y gesticular una serie de muecas divertidas.
-¿Henry va a llegar?... —pregunto comiendo. -Se supone, aunque no fue muy específico sobre este fin de semana. -Tal vez encontró novia… —dijo Lizzie como cantando. -Bien sabes que Henry esta enamorado de Amelia, y si no están juntos ahora, estoy seguro y lo estarán en el futuro… ellos tendrán un final feliz… —respondió sonriendo satisfecho al pensar en su propio final feliz, Lizzie repitió todo como si tuviera la misma edad de su hermano Noah o menos. -¿Vendrá Julianna?... —agregó con la boca llena. -¿Te he dicho que hay estudios científicos que afirman que es mejor tragar antes de hablar? -¡Ay Papá!... ¡hoy estas super en mi contra!...  ¡hola!... -Jamas podría estar en contra tuyo cariño, ya te dije que te amo con locura… —Lizzie hizo un gesto engreído y le lanzo un beso a la distancia— y respondiendo a tu pregunta, por supuesto que vendrá Julianna… se supone y debe estar por llegar… —agrego Kurt mirando la hora en su teléfono para luego chequear un segundo sus redes sociales— vaya contigo Rachel Berry… —murmuró levantando una ceja. -¿Como?... —preguntó Lizzie volviendo a lo de hablar con la boca llena de palomitas. -Nada cariño, es decir tu Tía Rachel que esta presumiendo con del cumpleaños de Barbra… mira… —respondió enseñando la foto de las afueras del teatro «Al Hirschfeld» y en donde el cartel de la entrada, en vez de anunciar una obra, decía «Barbra St James Berry y su primer año de vida» -Vaya… eso sí es presumir… y más que tú cuando quieres que la gente sepa algo…  ¿no te invito?... -Me invitó, por cierto que me invito, a mi y al «Papáblen»… —dijo Kurt mientras veía más fotos y murmuraba malas palabras en contra de su amiga— pero con Blaine ya teníamos planes, así es que tuvimos que declinar… —dijo abriendo sus ojos al máximo al ver a algunos de los actores y productores más importantes de Broadway posar con la pequeña cumpleañera. -¿Que?... —dijo Lizzie al notar la expresión en la cara de su Papá. -... -¡Papá!... ¡hola!... —insistió chasqueando los dedos, Kurt reaccionó como de pronto y decidió mejor apagar y apartarse de su teléfono. -Disculpa cariño… —agregó dejándolo sobre la mesa de café, lo miró con mala cara y después de un par de segundos lo volvió a tomar para seguir mirando, Lizzie blanqueo los ojos y volvió a concentrarse en su película de acción. -Vaya si hay violencia en esa película… —opino Blaine llegando hasta donde estaban todos, también lucía elegante y atractivo y traía a Noah en sus brazos, además de su abrigo y el de su esposo, Kurt soltó un suspiro al verlo tan guapo. -¡Ay «Papáblen»!, ¡nada que ver!… solo han muerto como tres personas… ¡hola! —respondió Lizzie apuntando el televisor con un puñado extra grande palomitas, gran parte de las cuales terminaron en el sofá y en el piso antes de alcanzar su boca. -Eso espero… mira quien despertó para despedirse de sus Papás… —dijo acercándose a su esposo, Kurt se levantó y sonrió estirando los brazos—te ves muy guapo… —agregó sonriendo coqueto. -Gracias, y digo lo mismo… —respondió Kurt sonriéndole de vuelta— ¿despertaste acaso bebé?... ven con Papá… —dijo en tono infantil. -¿Julianna no ha llegado?... —pregunto Blaine mientras entregaba al pequeño a su esposo. -Aun no, pero dijo que llegaría a las cinco y falta un cuarto de hora para eso… —respondió haciéndole caras a Noah. -Muy bien… —dijo mirando la hora en su reloj pulsera, dejo la ropa de abrigo sobre el piano y aprovecho de responder un par de mensajes desde su teléfono móvil. -¿Quien te escribe?... —quiso saber Kurt acercándose— ¿no te requerirán del sello o algo? -No, por supuesto que no… además no es nadie importante… ¿viste la cuenta de Instagram de Rachel?... —dijo Blaine apagando su teléfono. -La acabo de ver… —respondió su esposo poniendo mala cara— y vuelvo a decir  que es demasiado aspaviento para el cumpleaños de una niña que no tiene idea de nada… —agregó meciendo a Noah. -Aspaviento del que te gustaría ser parte… ¿o me equivoco? -Te equivocas de principio a fin Blaine Anderson-Hummel, prefiero estar contigo que con Jason Emanuel Gould… por muy famoso que sea él o lo que fueron sus padres… —insistió dándole pequeños besos a las manos de su hijo. -Podemos pasar por el «Al Hirschfeld» si gustas… tenemos tiempo… —dijo Blaine volviendo a mirar la hora en su reloj. -¿Si? -Obvio que si, si no fuera así, no te lo ofrecería… -Pero… ¿qué hay del plan que tienes?, ¿no necesita puntualidad además de las formas esas a llenar de las que hablaste hace un par de semanas? -Requiere las formas, pero no se si puntualidad… —contesto como pensando en aquello. -¡Llegó Julianna!... —grito Lizzie desde el sofá donde seguía tirada cuan larga era. -¿Y no quisieras colaborar con tus padres e ir a abrir la puerta cariño?... —dijo Kurt entregando el bebé a su esposo. -¡Estoy viendo una película!… ¡hola!... —Blaine sonrió a la par con Kurt pensando que Lizzie era tan dulcemente loca que siempre era imposible enojarse con ella. -Lo llevaré a su cuarto… -Déjame entonces darle un par de besitos… —agrego Kurt devolviéndose en sus pasos— adiós bebé… se bueno con Julianna, y si tu hermanita hace algún desarreglo reñido con las normas de esta casa, me lo cuentas… ¿bueno?... —Noah río y le dio un par de palmadas cariñosas en la cara. -¡Escuche eso!... —añadió Lizzie sin quitar los ojos del televisor.
-¿Estás seguro y tenemos tiempo?... no quiero que nos pase lo del año pasado en el que estuvimos a punto de cambiar los planes por culpa de Rachel… —dijo Kurt mientras entraba al auto. -Estoy seguro… —contestó Blaine subiendo por el lado del chofer— además… —agregó cerrando la puerta— creo y debemos aceptar el hecho de que después de Barbra, nuestros «San Valentines»  cambiarán  para siempre...—terminó por decir encendiendo el auto. -¿Que?... ¿de que estas hablando? -Del hecho que Rachel tuviera a su hija el 14 de febrero, es totalmente posible que siempre organice sus cumpleaños el mismo día y que cuente con nosotros para asistir… -Pues me niego a esa posibilidad… ¡uy!... estoy más que seguro y Rachel planeo todo esto para  ser el centro de atención en esta festividad… —dijo mientras se ponía el cinturón de seguridad. -¿Cómo es posible eso?... —agrego Blaine haciendo lo mismo. -Pues lo es… tal vez hablo con un doctor o algo… ¡uy!... —exclamó empuñando sus manos— lo que menos necesito en San Valentín  es que en vez de que sean tus palabras de amor en mis oídos las que me estremezcan de pies a cabeza, sea la voz de una «mini» versión de Rachel diciendo “eres especial si perteneces a algo especial”... —dijo Kurt hablando de manera aguda como según él una pequeña niña lo haría— y no hablo en este caso de estremecimiento de placer por cierto, si no que de incomodidad y disgusto...¡uy!... —repitió con mas ahínco para luego cruzarse de brazos, Blaine lo miró un segundo antes de enfilar hacia la  West 45th street, luego  sonrió para si engreído al escuchar que después de casi 20 años, aún era capaz de hacer que su esposo se estremeciera de pies a cabeza.
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you-moveme-kurt · 5 years
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Glee «Talk to me»
Abril de 2011
-¡Kurt!… ¡mira!… ¡casi chocamos!… —exclamó Carole al encontrarse frente a frente con su hijastro en la puerta de la casa, ella iba saliendo como apurada y Kurt entrando con toda la calma del mundo. -Así veo… —dijo con las llaves en la mano— ¿donde vas?...—agrego apartándose para dejarla pasar. -Tengo una cita con tu papá y te juro que tengo como dos días de retraso… —añadió poniéndose labial mientras bajaba las escaleras de la entrada. -Eso es mucho retraso Carole, pero si conozco a mi Papá y vaya si lo conozco, estoy seguro y ni siquiera ha llegado al lugar donde  se encontraran… ¿donde es apropósito? -En un restaurante del centro… ¿me veo bien?... —añadió parándose recta delante de él, se arregló un poco el pelo y pasó uno de sus dedos por sus dientes por si algo de labial había quedado en ellos. -Te ves muy bonita… ¿no cenaran aquí entonces? -No cariño… pero no te preocupes, que no cenaras solo… -¿Como?, ¿por qué dices eso?... —quiso saber Kurt con medio cuerpo dentro de la casa. -Ya veras… te quiero cariño… gracias… —acabo por decir Carole lanzandole un beso mientras partía corriendo a subirse a su auto— ¡tu Papá me va  matar! —grito sacando la cabeza por la ventana del conductor.
-Ok, eso fue bien raro… incluso viniendo de ellos… —reflexiono Kurt aun mirando a su madrastra que partía a toda velocidad casi quemando las llantas en el asfalto— en fin… —agrego terminando de entrar, dejó sus cosas en el perchero del recibidor y se encaminó a subir a su cuarto pensando que si los adultos de su familia se hubieran tomado la molestia de avisar sobre los planes que tenían, él habría hecho los propios con su novio— porque para que lo sepan, ahora tengo novio… —murmuró mientras abría la puerta de su cuarto— se llama Blaine y… -¡Sorpresa!… —dijo este levantándose de la cama y señalando la bandeja con lo que había preparado para ambos, era una merienda pequeña pero llena de detalles incluyendo un par de cajas de películas y unas flores. -¿¡Que!?... —exclamo Kurt llevándose las manos a la cara. -Sorpresa… —repitió Blaine acercándose, lo abrazo por la cintura y le dio un beso. -Dios… si que vale la pena tener un novio… —susurró Kurt envolviéndolo a la altura del cuello, Blaine le dio otro beso más largo y apasionado— me retracto… si que vale la pena tenerte a ti como novio… —agregó rozando su nariz con la de el. -¿Can dulce fue eso? -Lo suficiente como para ganarme otro beso… —dijo Kurt buscando los labios de su novio. -Ok… —dijo este dejándose llevar por el momento romántico. -¿Como entraste aquí? -Carole me dejo pasar, al parecer estaba un poco apurada… —respondió Blaine como pensando en el por qué de aquello -¡Lo se!, parecía una loca, lo que me alcanzó a decir  es que tenía una cita con mi Papá de la cual yo no tenía idea… —dijo Kurt levantando una ceja, se apartó de su novio y comenzó a mirar todo lo que había en la bandeja. -¿Te molesta eso? —quiso saber Blaine mirándolo divertido. -No… —respondió su novio alargando la «o»— lo que sí me molesta es que la gente haga planes sin decirme, yo también vivo aquí… —agrego señalándose— ¿puedo preguntar algo? -Siempre… -¿A qué se debe todo esto?... -¿A qué te refieres?... —dijo Blaine acercándose  a la cama. -A… que yo sepa, no tenemos ninguna ocasión que celebrar… falta para celebrar nuestro primer mes de todo —añadió Kurt tomando la flor que coronaba la merienda, la tomó con mimo y se la llevó a  la nariz. -¿Por que es necesaria una razón?... —dijo Blaine sentándose en un lado de la cama. -No lo es… pero es raro… ¿acaso quieres pedirme algo?... —pregunto devolviendo la flor a su lugar. -No… —respondió riendo— solo… esta bien te diré la verdad… —añadió su novio subiendo los pies en la cama, se cruzó de piernas y se sentó como un indio lo haría— lo que pasa es que creí que necesitaba resarcirme  por lo del otro día… —explico mientras servía gaseosa desde una lata a dos vasos bien labrados. -¿Que cosa?... —pregunto Kurt adoptando la misma postura de su novio. -Lo de la feria... -¡Ah!... un momento… ¿por fin aceptaste que a eso que me invitaste era una feria de pueblo? -Lo acepte… —dijo Blaine agachando su cabeza como derrotado. -Me alegro… —agrego Kurt riendo— pero quiero que sepas que no necesitas resarcirte de nada.. —añadió tomando una galleta y un trozo de queso. -¿No?... -No, lo pases de maravillas… -¿En serio? -Mucho… —insistió mascando -¿A pesar del olor a fritura, los niños gritando y que no ganara nada para ti?... —pregunto Blaine mirándolo de medio lado. -A pesar de todo eso… —respondió su novio tragando, tomó una servilleta y se limpió la boca— además… no es que no ganaras nada… —agregó señalando con su mirada un globo de helio sobre un palo plástico y que, a pesar que ya estaba medio desinflado,  Kurt lo conservaba a un costado de su tocador como lo más preciado. -Claro… —dijo Blaine mirando el globo— aunque el recuerdo de cortesía del ayuntamiento de Harlem no creo y cuente como algo ganado… —añadió bebiendo gaseosa. -Es bonito y me gusta… punto… —replicó Kurt perdiéndose en sus ojos un instante— háblame… -¿Como? -Eso… háblame… -¿Normal o obsceno? -¡Blaine! -¿¡Que?!... solo quería preguntar… porque te juro que hay algo que quiero decirte desde que nos conocimos y solo espero la venia de tu parte para decírtelo al oído...—dijo Blaine poniendo cara sexy. -Pues espera sentado… —agregó Kurt sintiendo que se ponía un poco colorado. -Ok… —dijo Blaine muriendo de ternura por su novio que decidía seguir los siguientes minutos sin levantar la vista— solo quiero decir y juro que es la última vez que saco el tema— advirtió al ver que Kurt se ponía cada vez más rojo— que si lo mencioné fue porque pensé que después de ver esa película el otro día, tus pensamientos se habían abierto un poco respecto a «eso»... -Pues te equivocas, una cosa es una película y otra es la vida… —respondió molestándose un poco—  Blaine... yo… -Lo sé… —se adelantó en decir el aludido dando a entender con una sonrisa que todo estaba bien— ¿quieres que hablemos de otra cosa?…. -Por favor… -Pero no te enfades, tenemos cosas que comer y un par de película por ver… —advirtió Blaine señalando la bandeja. -No me enfado… siempre y cuando entiendas que este tema para mi,  aún es un poco… -Lo entiendo...—dijo Blaine volviendo a lo de la sonrisa tranquilizadora— ¿quieres escuchar algo divertido? -¿Divertido para quien? —pregunto Kurt levantando una ceja. -Creo que para todo el mundo… —respondió Blaine riendo de antemano. -Cuéntame entonces… —agregó su novio moviéndose en su cama para quedar acostado de medio lado con su cabeza apoyada en una mano. -Mi Mamá está súper extra nerviosa por la cena que organizará para ti… -¿De verdad? —dijo Kurt sonriendo sorprendido. -Muy verdad, con decirte que ha ensayado su «plato estrella» toda la semana, lo que es bastante desagradable si lo piensas -¿Tan mal le queda?... —quiso saber Kurt poniendo cara de asco. -No, le queda perfecto, lo que es desagradable es comer lo mismo todos los días… —respondió Blaine blanqueando los ojos. -Claro… -¿A que te referías con lo de que te hablara? -A nada, fue una tontería… —respondió Kurt cambiando de posición para quedar de espaldas. -Por supuesto que no lo fue… ¿quieres preguntarme algo?... —añadió Blaine queriendo acercarse, tomó la bandeja y la puso sobre una de las sillas que estaba a los pies de la cama, luego volvió a treparse y se recostó junto a su novio— soy todo oídos… -¿No entiendes un no por respuesta no es así?... —pregunto Kurt sonriendo, volvió  a ponerse de lado y quedo frente a frente con el. -En ocasiones… —respondió Blaine recorriéndole el brazo con sus dedos como si fueran dos pequeñas piernas— dime... -No es nada, es solo… pensé que como… ahora que somos novios podríamos… no se, hablar de nuestras historias de vida… se que hemos hablado bastante como amigos, pero ahora… ahora es diferente… —explicó soltando un suspiro. -Lo es… ¿que quieres saber? -No se… ¿donde fuiste al colegio por ejemplo?... la primaria me refiero… -Pero si te lo conté… estuve en la escuela pública de Westerville… -¿Desde kindergarten? -No… —respondió Blaine riendo como si recordara algo particularmente gracioso. -¿Que? -Te contare algo, pero debes prometer que no lo repetirás frente a otras personas y que no lo usaras para sobornarme en un el futuro… —pidió tomándole una mano, entrelazó sus dedos con los de él y comenzó una pequeña lucha gentil y tierna entre pulgares e índices -Ok… te lo prometo… —dijo Kurt acomodándose más, como si la historia a la que estaba a punto de poner atención, requiriera una posición más cómoda para ser escuchada -Bien… como dije, la primaria la hice en la escuela pública, pero el kindergarten fue en la engreída «preschool» llamada «The Oxford school»… —contó Blaine dándole un acento serio a sus palabras. -Vaya… elegante… -Te lo dije… en fin, era una súper escuela con todas las exigencias posibles, y debo decir que mi primer día fue inolvidable por dos razones, la primera es porque no comencé con el pie derecho… -¿Por qué?... —quiso saber Kurt poniendo cara de  preocupación. -Porque, primero, lloré todo el camino al «preschool» -¿Que?... —dijo Kurt sonriendo -Lo que escuchas, llore porque básicamente no quería ir y alejarme de mi mamá…—explicó Blaine haciendo un puchero, Kurt hizo la misma mueca y agregó un «o» bien largo al imaginarse a su novio pequeño e invadido por la pena. -Creo que me dieron ganas de comerte a besos Blaine Anderson, ¿y que hizo tu Mamá? -Pues me llevo de todos modos, asumo y para enseñarme una lección o algo… me prometió un montón de cosas para que dejara de llorar, pero nada me consolaba en realidad. -Pobre… —dijo Kurt acariciándole la cara—¿y cuando acabó el llanto? -Cuando entré y vi todas las cosas que habían para jugar, imagínate,  era el paraíso y sin Cooper Anderson arrebatándome todo … -Claro… ¿y cual es la segunda? -Pues la segunda, y esta la recuerdo vívidamente… fue que mi Mamá olvidó recogerme… -¿¡Como!?... —exclamó Kurt abriendo sus ojos al máximo. -Eso, estuve con la maestra esperándola unas cuantas horas hasta que llegó pidiendo una y mil disculpas… -¿Tuviste miedo? -Un poco, pero como era pequeño creo y no sentí que había pasado todo el tiempo que realmente había pasado… mi mamá me hizo prometer que no le contaría a nadie y así fue… de hecho eres la primera persona que escucha esta historia… -Me siento halagado, raramente debo decir… -Pues deberías, nunca me he sentido tan confiado con alguien como me siento contigo… gracias… —dijo dándole un beso en la mano. -Por nada… ¿ves que puedes hablarme sin estar pensado en «eso» todo el tiempo? —dijo Kurt haciendo un gesto divertido cuando mencionaba lo de «eso» -Claro que puedo… ahora cuéntame tú una de tus historias… -Después, ahora veamos esa película … —dijo Kurt moviéndose hacia atrás hasta llegar a las almohadas. -¡Oye!... eso no es justo… -Lo que no es justo es que aún no pongas la película y que esa bandeja no esté aquí en medio de ambos… eso Blaine Anderson, eso sí que es injusto… —sentenció acomodando las almohadas tras su cabeza. -Bien… —respondió su novio alistando todo, Kurt sonrió y soltó un suspiro bien hondo pensando que Blaine era el hombre más guapo de todo el universo y que la imagen de él, pequeño y lloroso, era algo que realmente lo hacía desear olvidar sus pudores y comérselo a besos de pies a cabeza.
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