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#anime vanidosa
hinamikyoukachan · 2 years
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armatofu · 4 months
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 La liebre y la tortuga
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En el mundo de los animales vivía una liebre muy orgullosa, porque era el animal más veloz. También era vanidosa y constantemente se reía de la lenta tortuga.
Un día, a la tortuga se le ocurrió de pronto hacerle una apuesta a la liebre.
- Estoy segura de poder ganarte una carrera - le dijo.
La liebre, muy divertida, aceptó y todos los animales se reunieron para presenciar la carrera. 
Confiando en su velocidad, la liebre dejó partir a la tortuga y se quedó remoloneando.
Un rato después, empezó a correr, corría veloz como el viento mientras la tortuga iba despacio, eso sí, sin parar. Enseguida, la liebre se adelantó muchísimo, tanto que se detuvo al lado del camino y se sentó a descansar. Varias veces repitió lo mismo, le dejó ventaja y nuevamente emprendió su veloz marcha. 
Confiada en su velocidad, la liebre se tumbó bajo un árbol y ahí se quedó dormida. Mientras tanto, pasito a pasito, y tan ligero como pudo, la tortuga siguió su camino hasta llegar a la meta. Cuando la liebre se despertó, corrió con todas sus fuerzas pero ya era demasiado tarde, la tortuga había ganado la carrera.
Moraleja: no hay que burlarse jamás de los demás. 
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javiegaray · 3 years
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Fotosíntesis (I - VIII)
I. Pétalos pútridos (Más metano que la performance)
Yo, Margarita que creció entre lavandas, ni siquiera había terminado de florecer; no había vivido. Nunca había sentido calor de la primavera que me quemara naturalmente, ni frío de las heladas por brotar antes de tiempo. Yo, Margarita de los campos, no había sentido las brisas del rocío en el amanecer. Blanca sobre amarillo, me posé sobre pastos infecundos, creciendo, a pesar de los cortes ajenos, intentando surgir entre malezas que quitaban mi oxígeno y mi agua para beber. Yo, Margarita que gozaba de belleza natural, rústica embellecía la naturaleza del lugar, por vulnerabilidad entre tanta fortaleza hostil. Margarita. Morí arrancada de los suelos natales, cuando me trasplantaron a un patio gris. Yo, Margarita, no pude sobrevivir a las envidias de las hiedras venenosas, a la institucionalidad de las pestes codiciosas y a los amores corruptos de insectos que, coquetos, solo me querían comer. Margarita de pétalos blancos, prístinos, engañada por el amanecer falso de los mentirosos gallos que cantan antes de ver el sol.
Margarita, pobre Margarita. Como ve su belleza reflejada en otras flores campestres, que se nutrieron de su podredumbre para poder brillar. Una rosa, una flor silvestre, las mismas rocas que cubren su tumba sin nombre al lado de la vid del Ser que no la quiso proteger; y es que todos los hombres necesitan la materia biológica para saciar su sed.
Margarita, Margarita… Todos los poemas sobre tu nombre y todos los campos que lloran tu muerte.
II.
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III. Margarita en tela cruda
Amarillo ocre
Blanco hueso
Mujer de bilis
Sin médula
Cuerpo verde
Crab Nebula
Enfermo
El Universo
Opacos los ojos
Brillantes los labios
Amarillos patos
Sin carnes los huesos
Mujer de bilis
¡Que asco! ¡Una mujer!
¡Que asco! Una mujer pariendo
¡Que asco! Una mujer muriendo
Que asco, una niña sobreviviendo
Amarillo ocre
Como atardecer
Pero el color del óleo
Se secó en la madera
Y no hay medio que quite
La mancha del mezclador
Ni cabellos que resistan
Tal ácido en los colores
De Rembrandt
IV. El invierno en los rosales
Margarita no entiende
Porque las rosas florecen
Y ella entristece el paisaje
Margarita no entiende
Los males del mundo en el limonero
Su musgo carcome el suelo
Y se acerca
Amenazando a las flores que crecen silvestres
Margarita no entiende
Los males del mundo
El diseño de los jardineros
Cómo las palas golpean la tierra
Pero no arrancan el musgo ni la maleza
Hiedras venenosas vanidosas
Objetos de retratos
Insultos a las cortinas de agua
Sobre las baldosas
Resbalosas, resbalosas
Mármol cercano a las astas
V. Amapola (Poppies envy daisies)
El opio que alimenta a tu país
Como las iras que florecen en desiertos
Nadie escucha los gritos
En kilómetros de silencio
El opio que adormece tu culpa
Como canción de cuna se ciñe
Sobre bosque esclerófilo
Formaciones xerofíticas
En las sombras de los cactus
Hay un secreto
Que imita el contorno bordado
De la isla de las luces
Crecen, rojas, salvajes
Y mi flora se rinde ante su falta de agua
Porque tus especies no necesitan luz
Y mi región sucumbe ante tu idioma
Porque tu corazón es de hielo
Y mi razón robada paraliza
Los pobres capullos que imitan mis mariposas
Margarita, viuda negra sobre trigos
Desérticos
Y mi aridez cede a tus lluvias
Para crecer
Pero se siente como la peor acritud
Margarita, tres veces viuda
Margarita, huérfana, madre
A Margarita, la mataron, los asesinos
De la cumbre en donde duermen las siestas
Y mueren las curvas que faltan el respeto
A los cerros
Margarita, viuda
Porque me pregunté
Solo queda polen
Y no.
VI. El león de los jardines
El exótico animal
Blanco de piel
Extinto
Calores, hedores
Indomable bestia
Ha encontrado domadora
“Si me domesticas,
Te prometo”, me dijo
“Un amanecer distinto,
Todos los días”, me juró
“Si me atas a tu alma”, continuó
“Sabrá todo lo que toca la luz,
Que tu semblante felino
No conocerá
Las flores que no tengan colores
Y que todas serán tuyas
Inmortalizadas en banderas
Y mi único precio
Es tu faz
Te juro, que no dolerá mi haz
Y que tu belleza será
Inmortal sobre los hombres
La de las mujeres
Los ojos calipsos
De la Ninfa que cantará
Desde un acuario
Porque soy tu rey
Desde la primera letra
Hasta la última
Del abecedario”, rezó
Margarita yace con el León
Piel de oveja
Diluviará en las margaritas
Tú, Margarita
La insignificante flor
Que domó un león
El precio, fue dejar de ser
Una flor
Para fundir el resplandor
Con el ardor
Luz no es lo mismo que calor
Querida Margarita
Esta faz será tu prisión
Por un mal amor
Margarita es tu león
Margarita, ¡Haz reverencia!
Conoces a tu reina
Todos los días
Me vistes de blanco
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phasmorpg · 4 years
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las luces se apagan, dejando como único vestigio aquello que juraste quebrantar. una fuerte energía comienza a cargar el ambiente, haciéndolo insoportable. ¿qué harás cuándo te encuentres a solas, clío vaughn? ¿serás capaz de lidiar con tus más profundos miedos?
¡bienvenide, nyx! esperamos que disfrutes del tiempo invertido en el grupal y te deseamos un muy buen inicio a éste. te hacemos recordar que dispones de 24h para enviarnos la respectiva cuenta del personaje, de necesitar más tiempo, estamos a tan sólo un ask de distancia. muchísimas gracias por tu interés.
OOC
nombre, seudónimo: nyx
edad: +21
país, zona horaria: GMT-6
triggers: pedofilia, incesto, abuso/maltrato animal
¿sugerencias?: Ninguna (8
¿nos permites usar tu personaje para el desarrollo del grupal?: Claro
¿nos permites usar a tu personaje en caso de unfollow?: Preferiría decidirlo en el momento
IC
nombre completo: Clío Vaughn
fecha de nacimiento: 30 de abril  (24 años)
faceclaim: aslihan malboran
tareas ( cupo ): encargada de radios
¿vive en la residencia grupal?: sí
rasgos de personalidad:
( + ) leal, honesta, disciplinada, versátil. (  - ) impaciente, vanidosa, impulsiva, posesiva.
¿cuál es su opinión respecto a lo sobrenatural?
Hubo un tiempo en que todo el tema le asustaba, pues tenía cierto problema con  lo desconocido. En efecto cree que hay un plano paralelo al de los humanos, donde hay seres intentado comunicarse, tratando de resolver sus “asuntos pendientes”. Sin embargo no prestaba mucha atención o no quería hacerlo por lo que le sucedía desde su adolescencia. Ahora que tiene mayor conocimiento, se siente más en paz y ha cambiado el miedo por la curiosidad. No quiere ser experta pero al menos necesita entender el propósito o las razones por las cuales hay seres que parecen atrapados y no pueden descansar en paz.
¿cuáles fueron sus experiencias antes de formar parte del grupo?
No recuerda con exactitud el día en que iniciaron esos pequeños susurros al oído, esa voz melodiosa que es bastante parecida a la de su madre, la cual le ha salvado de ciertas situaciones de riesgo y también en ocasiones, la despiertan a mitad de la madrugada. En un principio creyó que eran producto de su imaginación, pero con el tiempo y adquiriendo ciertos conocimientos, acepto que todo iba más allá de su alcance y el hecho de que ya no solo era una voz, sino la sensación de ser observada y ligeros toques en sus hombros. La única persona a la cual le ha contado esto es a su novio, persona en la cual confía plenamente, ya que de alguna u otra forma él comparte este sexto sentido, por llamarlo de algún modo.
¿cómo se unió al grupo?
El padre de su novio llegó a ser parte del grupo años atrás, inclusive trato de inmiscuir a su propio progenitor en el tema y también se uniera, sin embargo a quien terminó consiguiendo una entreviste fue a Clío. En un principio no creyó ser aceptada, pues no tiene mucha experiencia con lo paranormal, sin embargo sus conocimientos en tecnología y ciertas habilidades le otorgaron un lugar en el grupo. Planea demostrar que merece estar allí, ya que no le gusta que la gente piense que entró por un “favor”.
DATOS EXTRAS
Hija de una pareja de inmigrantes. Las cosas nunca fueron fáciles, ni siquiera en el nuevo continente donde creyeron sería una oportunidad para obtener y dar mejor calidad de vida a su pequeña. Una infancia de carencias, pero una familia unida venció todo obstáculo, sin embargo justo al inicio de su niñez, la madre es arrollada por un auto, lo cual logra poner al padre en un estado de negación y tristeza. Un año después su padre se quita la vida frente a los ojos de su pequeña sin planearlo.
Dura poco en un orfanato, ya que pasan un par de meses y  el psicólogo del lugar, tras leer su desafortunada historia, decide adoptarla junto con su esposa. En un principio, solo intentaban ayudarla, creyendo que el hecho de perder a sus padres había dejado algún trauma severo, lo cual nunca se presentó. Poco a poco terminan tomándole más cariño del que podrían admitir, pero lo cierto es que por alguna razón es que nunca tuvieron hijos propios.
Tuvo una buena vida, no puede quejarse ya que nunca le faltó nada material y la mayor parte del tiempo “sus padres” le demostraban su cariño, claro que no pasaban mucho tiempo juntos debido a que el trabajo de ambos les absorbía bastante tiempo y para Clío el estar a solas no era algo que disfrutara realmente pero, con el tiempo fue adaptándose a las situaciones que la vida le colocaba en el camino, en especial porque siempre fue una chica que se proponía metas altas para mantenerse ocupada de igual forma hasta lograr alcanzarlas de una u otra manera.
Parecía que sus intereses se enfocaban en la electrónica, sin embargo poco a poco descubrió que su pasión siempre ha sido el diseño. Le fascina absorber conocimiento como una esponja, es por ello que decidió estudiar dos carreras: comunicación y diseño gráfico. Actualmente trabajo como diseñadora web en una empresa de venta de ropa en línea. El siguiente paso quizá sea esperar a que su novio le proponga matrimonio o de lo contrario tendrá que hacerlo ella.
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forms0flove · 4 years
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Rojo como sangre.
La oscuridad era abrasadora; ni siquiera la luna se atrevió a mirar de reojo, las estrellas se habían ido a ver a todos aquellos que revelaban sus deseos y el sol aguardaba impaciente para ver morir todas las memorias que esa noche se creaban. Mientras caminaba intentaba no voltear hacia atrás, no porque tuviera miedo, sino porque sabía que lo peor te atacaba de frente. La mochila que llevaba colgada sobre mi espalda me golpeaba los omóplatos y las zapatillas de ballet, atadas a un tirante del bolso, revotaban constantemente en mi pierna. Conocía estos pasillos al igual que una bailarina conoce el paso siguiente de su coreografía. No había posibilidad de equivocarse, esta noche no.
 Mientras nos dirigíamos hacia el salón principal, recordé que ahí era donde se encontraba el escenario donde tantas veces había danzado, donde más había perdido, pero al mismo tiempo, era el lugar donde más feliz había sido. Cuando llegamos, una mujer abrió las puertas y me fijé detenidamente en sus manos; estas llevaban guantes de piel que impedían ver sus uñas cuidadosamente arregladas.
― Espero que entiendas lo peligroso que es tenerte aquí. ― me dijo apenas se cerraron las puertas detrás de nosotras. ―No logro comprender tu fascinación con esa ridícula historia, podrías estar viajando, experimentando con todo lo que alguna vez probaste y que ahora es completamente distinto a nuestros ojos. Podrías amar. ¡Oh! Amar sin preocuparte por pasar el resto de tu vida con alguien a quien detestas, porque vives cada día como el resto de tu vida. ― Cuando ella hablaba, cuando narraba todas las historias que había experimentado en cuerpo y alma― cuando todavía la tenía― sus ojos emitían aquel brillo que caracteriza a la especie humana; el que resplandece con cada pasión que cruza por la mente de ese ser. Sin ese brillo pierdes tu humanidad, cada rastro de ella.
En el centro del escenario se alcanzaba a ver la figura de un hombre; su piel resplandecía tenuemente bajo la luz artificial que adornada el santuario. Caminé hacía él de la misma manera en que un depredador se acerca a su presa y con cada paso podía sentir la tensión de sus músculos al estirarse, se estaba preparando al igual que yo.  Al ponerme mis zapatillas me di cuenta de que él las miraba detenidamente, sus ojos plagados de curiosidad e inocencia se situaban en los detalles de aquellos que serían mies pies por la próxima hora; la zapatilla derecha estaba más gastada que la izquierda y había algunas manchas de sustancias desconocidas y repugnantes en ellas, sin embargo, lo más llamativo y lo que más me cautivaba era su color rojo; se trataba de un rojo vívido, no tan intenso como el de la sangre, sino como el rojo que se utiliza para alarmar, para amar, para besar. Era el tipo de rojo que te distraía del verdadero objetivo. Terminé de abrocharlas y miré al hombre que se encontraba en frente mío, al tomarle la mano mientras lo llevaba detrás de mí él sonreía como si estuviera viendo alguna especie de animal desconocido pero agradable.
Esta vez concéntrate en el dolor, sé la niña vanidosa, la desobediente, la egoísta, sé todo lo que fuiste. Sé lo que eres, avergüénzate de ello y al mismo tiempo aprovéchalo.
La melodía comenzaba; mis pies conocían el tempo de aquella pieza, sabían en qué momento empezar y cuando terminar, pero esta noche todo iba a ser diferente. La  misma coreografía que conocía de memoria, que perfeccionaba con el paso del tiempo. El mismo tipo de hombre acompañándome en cada movimiento; obediente hasta la última nota y el último paso. Sus manos recorrían mi cintura, y sus dedos presionaban fuertemente para no dejarme caer; como si de verdad me amara. Cada vez que me acercaba a él podía escuchar los latidos de su corazón gritándome que estaba vivo todavía, exclamando y protestando por el esfuerzo. Sentía como los colmillos comenzaban a salir, avisando que no estaba concentrándome, que el rojo de las zapatillas me estaba distrayendo.
Ahora la melodía me decía que fuera la niña sin noción de sí misma, la que, cuando se coloca las zapatillas rojas, juega con la vida de los otros, baila con emociones que no son suyas y con sangre que no puede beber de un solo sorbo.
Aquel baile, y sí, me di cuenta muy tarde, no era para mantener un brillo apasionante dentro de mis ojos, era un juego para bailar con mi inmortalidad, para regocijarme de lo que poseo, pero aún más de aquello de lo que carezco: humanidad.
Estaba a punto de dar el último giro para caer muerta en los brazos del hombre a quien amo, para que escuchara el último latido de mi corazón inexistente. Aquel hombre estaba sediento de éxito, de un futuro brillante, de fama y reconocimiento; yo simplemente estaba sedienta. A mitad del último giro lo miré, por primera vez en toda la melodía. Los secretos, la frivolidad y la valentía se habían desvanecido; solo quedaba terror. Sabía que aquel escenario estaba a punto de escuchar un último latido y de soportar un último respiro. El último giro llegó, mi boca se posó en su cuello desnudo y con un solo beso lo invité a formar parte de aquella historia, la historia de las zapatillas rojas; esa donde bailas hasta morir o, en todo caso, matas hasta vivir.
 Miré hacia el piso y vi mis zapatillas rojas, más brillantes que nunca.
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lastvegashq · 4 years
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cuenta la antigua llamada ciudad del pecado que ha visto a FLEURETTE LEWIS-McALISTER deambulando por sus calles, ¿será este nuevo año su oportunidad para redimirse o caerá en viejos hábitos? los LEWIS-McALISTER esperan que no. para su mala suerte: lo que pasa en las vegas, se queda en las vegas.
¡BELIE! ya casi estás dentro. te agradecemos el interés y esperamos que disfrutes tu estadía en 𝐋𝐀𝐒𝐓𝐕𝐄𝐆𝐀𝐒𝐇𝐐. de acá en adelante cuentas con veinticuatro horas para hacernos llegar la cuenta de tu personaje. en caso de necesitar más tiempo, ¡no olvides comunicarte con nosotras!
OUT OF CHARACTER.
01. nombre. (nombre, alias o seudónimo.) belie
02. edad. 22 años
03. zona horaria. gmt-3, chile
04. nivel de conexión. (sobre diez.) 6-8/10
05. triggers. pedofilia, maltrato animal, non-con, abuso sexual, homofobia
06. en caso de unfollow, ¿nos permitirías el uso del personaje como no jugable? sí
07. ¿algo que añadir? tHANKS POR VOLVER
IN CHARACTER.
01. nombre completo. fleurette lewis-mcalister
02. faceclaim. dove cameron
03. cupo. 36
04. fecha de nacimiento. 8 de marzo de 1998 (acordarme de la fecha de la fleur original? nah)
05. ocupación. vendedora en il berardi outlet / bailarina
06. personalidad. (rasgos positivos y negativos o un párrafo.)
es muy consentida, pero en esencia siempre fue una niña de las buenas, muy amiga de sus amigos, confiable y extrovertida, sin embargo, y gracias a sus aficiones y lo bonita ( que sabe ) que es, se ha vuelto más vanidosa. puede llegar a ser muy terca y posesiva con lo que le pertenece –o lo que no–. es muy coqueta, y juega mucho con ello. tiene una personalidad dulce, atrayente y muy agradable cuando quiere, mas cuando no, puede llegar a ser muy fastidiosa, fría y cerrada. es fácil que confíe, pero no es fácil lograr que perdone si algo malo le hacen. es rencorosa.
07. qué hizo en el último año.
aunque todos (incluyéndola) hubieran esperado que fleurette llegará a convertirse en una de las principales atracciones en algún burdel de la ciudad, al final la rubia optó por un trabajo que le diera la oportunidad de ahorrar y donde no tuviera turnos demasiado agotadores, para así poder viajar más seguido con la academia de danza de la que es parte hace muchísimo tiempo y que siempre cuentan con su presencia como una de las bailarinas principales. sin embargo, no es fácil alejarse de la familia, menos aún cuando en el último tiempo sus padres se han vuelto más cercanos a ella. va y vuelve a las vegas, su ciudad, pero nunca se va de las vegas.
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sietemaravillashq · 4 years
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TU NACIMIENTO ES MI NACIMIENTO, TU MUERTE ES MI MUERTE. Los juramentos no están para romperse y eso lo sabes. ¿Recuerdas AMATISTA GARCÍA cuando profesaste aquellas palabras? Ahora que tu Aquelarre te necesita, ¿le harás justicia a la promesa que selló tus labios?
INTI, ¡Bienvenida a las Siete Maravillas! Gracias por acompañarnos en este proyecto, esperamos disfrutes del grupal. A partir de este momento tienes 24 horas para enviarnos la cuenta de tu personaje, pero si necesitas más tiempo nuestro buzón está abierto.
FUERA DE PERSONAJE
Pseudónimo: inti.
Pronombres: ella / suya.
Edad: 22 soon to be 23 chicas i’m getting old.
País o zona horaria: argentina.
Nivel de conexión del uno al diez: seis de diez.
Triggers: non-con, pedofilia, maltrato animal.
En caso de unfollow ¿permitirías que usemos a tu personaje para el desarrollo de la trama? sure thing, bbs.
¿Algo que añadir? AHORA SÍ
DENTRO DE PERSONAJE
Nombre: amatista “mattie” garcía.
Pronombres: ella / suya.
Faceclaim: emeraude toubia.
Edad y fecha de nacimiento: 25 años, 27 de noviembre.
Ocupación: médium.
Cupo y a qué Aquelarre pertenece: 83, aquelarre de ápate.
Personalidad: corajuda, rebelde, vanidosa, singular, solitaria, melancólica.
¿Qué poderes posee? descendum y transmutación / empatía, magia con espejos y espiritismo.
¿Cómo fue la primera vez que desarrolló uno de sus poderes?     es un dolor y anuncio de muerte que le corroe por completo, sin ningún tipo de aviso previo. es incapaz de poner en palabras aquello que de pronto le llena y no le deja ver más allá de lo que acaba de perder. hermano de propia sangre que acaba de quedarse sin vida en lo que poder de empatía escoge el peor momento para hacer aparición entre sus ya varias habilidades.
De desearlo, puedes añadir tres puntos relevantes a la historia de tu personaje o curiosidades.     uno.   se niega a hablar de su pasado y su familia, incluso hasta con la gente más cercana. su vida previa a unirse al aquelarre de ápate es declarada por sí misma prácticamente inexistente. dos.  a pesar de que es dolor punzante aquel que prevalece por encima de cualquier otra cosa, usa al miedo, al deseo y a la adrenalina para llenar huecos de todo aquello que la propia vida ha decidido arrebatarle.     tres.  vanidad que se presenta como escudo y que aún así tiende a ser compartida con un buen sentido del humor, aquello en un intento de mantener reflejo e interés lejos de la sombra que en realidad le pesa en los hombros. cuatro.   se adentra en la delincuencia poco tiempo después de perder a su hermano y en realidad se mueve como una presunta justiciera, quien justifica los medios para llegar a un determinado fin.
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hinamikyoukachan · 2 years
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💗
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letrasacidas · 5 years
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Agradezco ser un animal, porque los hombres han puesto en peligro la supervivencia del planeta.
Agradezco ser hembra, porque el hombre no es el centro del universo, sino apenas un eslabón más en la cadena de la vida.
Agradezco que me digan que soy irracional, porque la razón ha conducido a los peores actos de barbarie.
Agradezco no haber inventado la tecnología, porque la tecnología ha envenenado el agua y el ozono.
Agradezco que me hayan colocado más cerca de la naturaleza, porque nunca estaré sola.
Agradezco que me hayan confinado al hogar y a la familia, porque puedo hacer de toda la Tierra mi hogar y mi familia.
Estoy feliz de que me llamen ama de casa, porque puedo apoderarme de la mía.
Estoy feliz de no ser competitiva, porque entonces seré solidaria.
Estoy feliz de ser el reposo del guerrero, porque puedo cortarle el pelo mientras duerme.
Estoy feliz de que me hayan excluido del campo de batalla porque la muerte no me es indiferente.
Estoy feliz de haber sido excluida del poder porque lejos del poder me alejo de la ambición y la codicia.
Estoy feliz de que me hayan excluido del arte y la ciencia, porque los puedo inventar de nuevo.
Me agrada saber que mi cerebro es más pequeño que el cerebro del hombre, porque entonces mi cerebro cabe en todas partes.
Me agrada que me digan que carezco de lógica, porque entonces puedo crear una lógica menos fría y más vital.
Me agrada que me digan que soy vanidosa, porque puedo mirarme al espejo sin sentirme culpable.
Me agrada que me digan que soy emocional, porque puedo llorar y reír a gusto.
Me agrada que me digan que soy histérica, porque entonces puedo lanzar los platos a la cabeza de quien intenta hacerme daño.
Me gusta que me llamen bruja, porque entonces puedo cambiar la dirección de los vientos a mi favor.
Me gusta que me llamen demonio, porque puedo quemar el lecho donde me abusan.
Me gusta que me digan débil, porque me recuerdan que la unión hace la fuerza.
Me gusta que me digan chismosa, porque nada de lo humano me será ajeno.
Pero lo que más agradezco, lo que más me agrada, lo que más me gusta y lo que me hace más feliz, es que me digan loca, porque entonces ninguna libertad me será negada.
Una y mil veces me quemó la Inquisición y aprendí a nacer de las cenizas.
Me encerraron en un harén y encerrada no dejé de reír.
Me pusieron un cinturón de castidad y adquirí las artes de un cerrajero.
Cargué fardos de leña y me hice fuerte.
Me pusieron velos en la cara y aprendí a mirar sin ser vista.
Me despertaron los niños a medianoche y aprendí a mantenerme en vigilia.
No me enviaron a la universidad y aprendí a pensar por mi cuenta.
Transporté cántaros de agua y supe mantener el equilibrio.
Me extirparon el clítoris y aprendí a gozar con todo el cuerpo.
Pasé días bordando y tejiendo y mis manos aprendieron a ser más exactas que las de un cirujano.
Segué trigo y coseché maíz, pero me quitaron la comida y con hambre aprendí a vivir.
Me sacrificaron a los dioses y a los hombres y volví a vivir. Me golpearon y perdí los dientes y volví a vivir. Me asesinaron y me ultrajaron y volví a vivir. Me quitaron a mis hijos y en el llanto volví a la vida.
Con tanta fortaleza acumulada, con tantas habilidades y destrezas prendidas, MUJER, si lo intentas, puedes volver el mundo al revés.
Tatiana Lobo
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armatofu · 9 months
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La Jirafa Presumida
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Hubo un tiempo en que el lenguaje animal era hablado por doquier en el bosque. La jirafa, debido a su largo cuello, era la reina de todos los animales.
Era mucho más alta que todos los demás, caminaba con la cabeza muy erguida y sostenía largas charlas consigo misma.
Eso enojaba mucho a los otros animales, pues perturbaba su paz y tranquilidad a la hora de la siesta.
Un día se reunieron para hallar el medio de hacerla callar.
El leopardo incluso llegó a decir:
—No eres tan maravillosa como crees, reina jirafa.
Hay muchas cosas que tú no puedes hacer y nosotros sí podemos.
—¡A ver, dime una! —contestó la jirafa.
—Pues correr tan velozmente como yo —dijo el leopardo.
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—¡Pronto lo veremos, gato impertinente! ¡Haremos una carrera para comprobarlo!
Los otros animales, convencidos de que ganaría el leopardo, les acompañaron en calidad de espectadores. El leopardo y la jirafa comenzaron igualados, pero la jirafa no tardó en sacarle a su contrincante un cuello de ventaja.
Luego el leopardo fue ganando terreno, y adelantó a la jirafa, pero de pronto, el leopardo chocó con un árbol, se hirió en la cabeza y cayó al suelo.
Después de haber ganado la carrera, la jirafa se volvió todavía más vanidosa. Se paseaba con aires de suficiencia y se jactaba sin cesar de lo muy superior que era al resto de los animales.
Unos días más tarde, los animales volvieron a reunirse para tomar una decisión con respecto a la jirafa. Entonces el mono podió la palabra y explicó al resto de los animales que había concebido un plan, todos estuvieron de acuerdo y ayudaron al mono:
Recogió goma del árbol del caucho y se subió con ella a los árboles, extendiéndola sobre todas las hojas. Al poco rato apareció jirafa y se puso a comerse las hojas de los árboles.
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Pero a cada bocado que daba, las pegajosas hojas se le enganchaban en la larga garganta. Y por más que tragaba, las hojas no se despegaban. La jirafa sacudió su cuello naranja y negro y se bebió todo el agua del lago. Más no había forma de desprenderse de las pegajosas hojas. Y al abrir la boca para afirmar lo maravillosa que era, descubrió que no podía articular palabra. ¡Estaba muda!
Todos los animales dieron las gracias al mono por haber conseguido silenciar a la presuntuosa jirafa. Y a partir de ese día durmieron todas las tardes, mientras la jirafa corría por el bosque a medio galope pronunciando palabras silenciosas entre las copas más altas de los árboles.
Después de varios días en silencio, la jirafa reconoció que habia sido demasiado vanidosa y presumida, y pidió perdón a todos lo animales, entonces entre todos el ayudaron a quitarse las hojas pegadas de su garganta, y a partir de ese momento la jirafa respetó a todos los animales de la selva y ellos la respetaron a ella.
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carloscrixusnoir1 · 5 years
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Me han dicho que soy un depredador... Para ser sincero, por un momento me molesté, que además de depredador, era un cruel.
Debo ser honesto, me puse a pensar al respecto y... Vaya sorpresa, si, si soy un depredador, uno que asecha a su presa, que se apodera de ella con salvaje pasión, soy un depredador que se mueve con sigilo, pensando, planeando, analizando de que manera tomaré y poseeré a esa pequeña vanidosa.
Soy un depredador, sin prejuicios, sin escrúpulos, sin recato y sin el menor rastro de pudor en mi haber.. Un animal perverso, lascivo, lujurioso, inmoral, corrompido por la sed del sadismo que se encuentra clavado en mi ser.
Si, soy un depredador, pues cuando mi perrita está conmigo, soy una fiera que atenta contra ella, que se apodera de su voluntad y ejerce pleno control de su cuerpo y su mente.
Soy ese depredador que seduce su mente, que juega con ella y hace que se encienda y arda entre las llamas de mi infierno... Soy ese depredador que le hace sentir mi presencia, mis manos y caricias, aún en mi ausencia. Soy ese depredador que cautiva su cuerpo, que se clava en su mente como una estaca afilada y tajante, que permanecerá ahí, hasta el final de los tiempos.
Si, soy un depredador, una bestia que le usa a discreción, entre las penumbras de la noche, entre las sombras de esa habitación, desatando mis deseos por la carne, su carne, pues puedo sumergirme entre sus piernas probando las delicias que emanan de ella, puedo morder cada parte de su piel, de sus pechos turgentes, de su cuello sensual y excitante, apretar sus nalgas, como un perro rabioso, como todo un depredador.
Si, me declaro culpable... Ahora lo entiendo, soy un depredador, pero uno selectivo, que solo toma y asecha lo que es suyo, que no abusa o se aprovecha de quien es su presa, su pequeña, su princesa, su propiedad. por que ella siempre será mi prioridad.
© Carlos Crixus Noir
- Carlos Crixus Noir 龍
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vilebrookehq · 5 years
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     aitana garcía ha vuelto a ser parte del conteo anual de habitantes y se le ha declarado como parte fundamental de la comunidad de vilebrooke, pero es sabido que la ciudad significa una huella mucho más importante en la vida de cada vecino.
     ¡andrea, te damos la bienvenida a vilebrookehq! esperamos tenerte en el proyecto a lo largo de todo su desarrollo y que la experiencia dentro del mismo sea una grata y cargada de sorpresas. a partir de ahora, contás con 24 hs para enviarnos tu cuenta.
OOC.
Nombre: andrea
Edad: 18+
País: méxico
Nivel de conexión: siete
Triggers: violaciones, incesto, abuso infantil, maltrato animal.
En caso de unfollow, ¿nos permitirías el uso de tu personaje para la trama?: obvi sí
¿Algo que agregar?: nada, que estoy muy emocionada<3
IC.
Nombre completo: aitana garcía
Edad y fecha de nacimiento: 4 de octubre de 1997 ( 22 años )
Cupo: 96
Faceclaim: danna paola
Ocupación: estudiante de educación
Descripción psicológica: creativa, dedicada, curiosa, indecisa, testaruda, vanidosa.
Datos curiosos:
– cuando se fue de méxico tuvo bastantes problemas para adaptarse a su nueva escuela, no era que los compañeros no la aceptaran. era más bien que ella extrañaba todo lo que tenía en méxico, lo bien que la pasaba ahí y más que nada la falta que le hacía su mamá que había fallecido recientemente.
– le encanta la música, sabe tocar la guitarra, el piano y la batería, es un talento que heredó de su madre que era apasionada por la música. además tiene una bonita voz que agradece mucho ya que se la pasa cantando todo el tiempo cada canción que se pega en su cabeza.
– está estudiando para ser maestra. le costó mucho trabajo tomar esa decisión, se debatió entre psicología, educación especial y medicina pero finalmente su gusto por los niños fue lo que pesó más, además de que tomando en cuenta sus habilidades pensó que les sacaría más provecho en aquella carrera.
– colecciona tazas, tiene una gran colección que usa principalmente para colocar todas sus plumas, plumones y demás objetos de papelería que consigue.
– le fascinan los animales por eso no tiene ningún problema en apoyar a sus tíos con el refugio de animales en sus tiempos libres.
– para ganar un poco de dinero y no cargar a sus tíos con demasiados gastos, se ha dedicado a crear recursos digitales y físicos para maestros que vende en internet a precios bastante accesibles.
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decimoquintoarte · 6 years
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Ante ciertas turbulencias es inevitable que el espiritu nos haga vibrar hasta centrifugar cada aleteo del animal. Hoy se anidan, por fuera nos conecta el cuerpo de la flama fértil tan exquisita como la soledad, pero a la vez tan amarga como el delirio y el sabor escaso campestre. Llega el invierno donde chillan de humedad las ramas que se regaron de regocijo revelando su diadema original. De pronto cede la penumbra recostada en su manto, haciendo lugar en el deshacer de espacios, vapor de alimento, polvo insensato, fruto intrínseco, aire histriónico. Frente al regazo de la plenitud calamitosa somos divinos livianos, primitivos al encuentro de la brújula. Centro visceral que se esparce despacio en el céfiro de delicadas y flagrantes aguas desplazándose vanidosas durante su jolgorio primitivo.
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Yesterday was good day. Well as good is its going to get without you. I did something that i did not want to do but that you so desperately wanted when you were here. I cried when i saw Jorge, Alex in our house. In your home. I did not want to take them to go see you. I cried cause i did not want to do it. Not without you. I didn't want to deal with this. I cried but after that felt you in my heart. I still do. You gave me the strength to deal with this to persevere.
I was not prepared for the hugs. I wanted to just to shake their hands be distant and civil. I guess a bit cold. But i wanted to be on my best behavior, for you. I was though on my best behavoir. I didn't put Jorge in the ground like I promised him because my promise to you is more important.
I got to the mortuary early. I flew there to see you. I left them in my wake. My mom being who she starts to nag me about it. Trying to claim rights she lost long ago. Rights you made sure she knew where yours, when you were here. We protected each other.
I had to wait for Korrey the lady that is helping us, better yet me with these arrangements. I really wanted to dress you. My mom wants to be a miteda but i stopped her at the door. Your only fault was that you are very vanidosa. I knew that whatever state you were in you did would not be happy if they saw you like that. I went in before them by myself. I wanted, needed to do this myself. Well at least with out their help. Ended getting help from one of the worker in the mortuary. I put your pjs on 1st. I cut your toe nails. You always let them get to long. You should have told me you needed them cut already. I even cut the skin flap on the sole of your right foot. The one that always bothered you. put your socks on cause i know how you hated having cold feet. I put your crocs on in case you may have wanted to get up and walk around cause i know you hate walking barefoot, i hoped you may have gotten up to walk around for me one more time and told me anything and everything else you needed to tell me and to hug me and give me one last kiss. I even put on your nice robe in case i know how when you are outside of the house for a long stay like in the hospital, you dont like to be in just your pjs. You like to be covered up. You hate the cold but you also hate the heat more. But Your body was so cold.
Alex rode with us. He is a bit more respectful now or it could be that they are in mourning.
My dad and Jorge got lost or better yet I left them behind.
It reminded me of the winter when we would wake up in the morning and I would cook breakfast and you would come into the kitchen or when I would go to your room to wake you up and you would hug me and even though the heater was on your hands would be so cold and then you would be trying to get your hand under my shirt to hug me and steal my heat to warm yourself up. "Hmmm you're so warm. Give me!" And i would scream and we would play around and laugh while i tried to wrestle you off while in a loud and playful voice i would say ,"Stop! get off me dude! How are you so fucking cold?" We would only stop after the babies would start barking and dog piling on us and kiss us. You would let go and say, "Babies calm down! I'm not hurting your poppa! He is ok he is jus a big cry baby is all. I couldn't hurt even if i wanted to he is to big and strong. " i guess i am proving you right with the crybaby part now.
As I was zipping up your robe for the final time. You did something. Your physical body did something beautiful and wonderful. I was filled with hope that my prayer were being answered that there was a miracle and you did it you came back. Do you remember when we try and see what clothes fit you and we try to fit you into a pair of pants or i would help you get dressed in the hospital and you would be sitting on the bed and then lay down and throw your head back and huff and complain, "I've gotten too fat." Well you threw your head of the little brick pillow but without the huff. I smiled because i know you are still here with me. You are filling me with strength to keep on going. I had to finally agree with you that you had gotten a little fat. I see it now but i never saw it before because you were always so animated so vibrant and alive. Even in your sleep. But at least i was right it was water weight because they said because of the decomp you retain a lot of water and were beginning to leak all of that water. At least in death you shed that water weight right? Always with the extreme measures
To me you are my mom. To me you are beautiful. To me you are the whole world and more.
After i was done getting you dressed i called the family in. Who by now are as good as strangers to me but were never ever far from your mind and heart. Its been 10 years since i last spoke to them, a month in my mom's case. But I agreed to let my mom get them organized to see you on friday. Its what you really wanted in life and i denied it to you. You never held any ill will to me for it because you know i didn't want to expose you to pain. These people were toxic to you. You never deserved their hate. You never deserved their anger towards you. You never held any ill will toward them, all you had was love. You were not perfect but god dammit you were close to it.
They all went to you. One by one and said their good byes. They cried. They hugged you. They kissed you. They asked for your forgiveness. I had stop crying. There was no anger only a stillness in me. I felt all of this was very hypocritical at this point. I didnt say anything though. I didnt reach out to comfort anyone. I behaved. I let go out and wait and then we said our good byes. That soon you will be home to rest in your house. I know how you hate being gone from the house for to long. The babies miss you and i asked that when my time comes please let it be you that comes for me. Don't leave me. Please keep an eye on me. But if you can some way some how please come back to me. I'll need you no matter what. Its selfish of me but i don't care. You let me be selfish.
We had dinner. We ate at your favorite thai restaurant out here in riverside. I felt such warmth there. Not heat from outside we even got an extra thai ice tea. I guess that was for you. I drank it though. I thought you would not mind you know because of the lack of a physical body and you being dead and all. I know how much loved them though. I was so at peace yet so disconnected. After dinner though when we left the restaurant i had it out with them. I told them off. I didnt cuss at them Or say it in anger. I said it from the heart. I've started to let go of the pain and hate you were so worried would consume me. I guess you were worried about me getting angry but i didn't i only cussed twice. I laid all my issues with each individual person and told them how it was going to be. Jorge got angry i guess. I didnt really care not just because i exposed all of his sins but because i did it in front of his lady. I know what you would have said in the car. "You told them only 6 people. Thats you, my mom, my dad, alex, leslie, and him. He shouldn't have brought his entourage. But it was nice seeing oswaldito. He has gotten so tall." It was a reckoning. For them and for me. I did apologize to them because i know i was the only thing keeping them from you. I horded your love and attention. I tried to protect you. I feel bad because you wanted this, You were wearing me down on this issue, and i kept denying you. I know most of all you wanted this because you wanted me to let go of the hate and anger and i did.
Jorge left after that in a huff and mom wasnt happy eitherLeslie wanted ice cream so we went to the plaza. We sat around and talked we tried to talk about you but you know mom. She is so self centered and started in on her issues with my dad. I didnt want this shit eithe and i told her this. She got upset cause i shut her down. We left after that.
I had thought things were going to be bad and i had made plans i overbook. I should have cancelled them. I should have just stayed home. I just dont want people to think i am suicidal. Everyone keeps thinking that. I think but i am not. I wont hurt myself or the babies. They are our family. They are your legacy. Ohana! And what does ohana mean? It means family and no one gets left behind. At least now that you are no longer physically here i can start to fill the house with pictures of you and us like i wanted.
I still feel you here so i will stop with the day to day bs. I'll limit this to the things i cant say to you in public. Cause if people think i am going to off myself now they will probably have me committed if i started to talk to you out in public... at least when i do talk to "myself" when i am problem solving i'll be talking to you.
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«El perro», 安部 公房.
Yo odio los perros. A mi modo de ver, ellos reflejan la vulgaridad humana con fidelidad y verlos me produce un asco irrefrenable. Los dueños de los perros me repugnan aún más. Comprendo a la gente que cuida los perros con algún objetivo específico, tal como sucede con los pequeños productores, que los mantienen por necesidad laboral, sea para vigilar las ovejas o para transportar los trineos, pero no soporto a esos seres pretenciosos que los tienen solo para amarrarlos al porche de sus casas miserables; esto, para mí, no es sino un síntoma de la degeneración humana.            Lo que le sucedió a S también fue un caso ilustrativo. Claro, me refiero al joven pintor S… ¿No lo conoces? ¿Nunca te han contado del hombre devorado por su propia mascota? Me atrevo a decir que él mismo se lo buscó; al menos, no lo compadezco de ninguna manera.            Conozco todas las peripecias desde el inicio. De hecho me opuse a su matrimonio. Creo que fue a principios de febrero, hace como tres años, un día en que hizo mucho frío después de una tremenda nevada. Casi al mediodía, llegó S, emblanquecido por completo. Entró a mi casa con el periódico, que por mi pereza no había ido a recoger del buzón. Al recibirlo, sentí un aire glaciar que se colaba entre los pliegues del diario. Se me ocurrió pensar de manera inmediata que algo raro le había pasado. A decir verdad, S nunca me cayó bien, pero eso ya no me importa a mi edad. Le ofrecí un té, y luego nos sentamos en silencio con una estufa de por medio.            Se le ondularon los vellos sobre las mejillas como las alas de un insecto. Pensé que me iba a decir algo, pero en cambio sacó del bolsillo una foto envuelta en un papel semitransparente; vi una mujer bella, pero de expresión rencorosa, tendría alrededor de veintitrés años de edad, sentada de lado con las rodillas descubiertas que se salían por debajo de la falda. Cuando lo miré a los ojos a modo de interrogación, S sacudió afanado las manos delante de la cara y me dijo con voz de espanto:            —Me voy a casar con ella. —Y continuó—: Ya sé, por favor, no me digas nada.            Luego empezó a dar explicaciones detalladas:            —Ya sé lo que me quieres decir: esta mujer, que trabaja como modelo en el Centro de Investigaciones, donde dicto un par de clases a la semana, carece por completo de inteligencia y estética. Yo sé muy bien que no tiene ningún mérito como mujer. Sabes, yo estoy en contra de las modelos nudistas; a ella tampoco le dirigía la palabra. Sin embargo, era imposible evitarla del todo, pues era la modelo predilecta del joven F, de la famosa Asociación de Artes Realistas, y frecuentaba el Centro. La mujer solía vagar por ahí sin hacer nada en particular, escogiendo siempre sitios poco concurridos, tales como baños alejados o rincones ocultos, y parecía estar al acecho de algún estudiante que la abrazara al cruzarse. Cuando la tomaban entre los brazos, ella alzaba las dos manos sobre su cabeza como para proteger algún adorno frágil y se entregaba sin resistencia, emitiendo risitas cosquillosas. Quizá te parezca estúpido, pero los muchachos del Centro se acostumbraron a abrazarla así. Desde luego, fue F quien estableció este hábito, con el argumento de que se trataba de un entrenamiento diario, necesario para cosificar el cuerpo humano, es decir, para convertir a la mujer en una verdadera modelo. Yo no estaba de acuerdo. A mi modo de ver, su método no era más que una forma de corporeizar el objeto. Creo que el fauvismo no prosperó por esta misma razón. Los estudiantes se enloquecieron al tratar de entrenar a la mujer y se descuidaron de su propio entrenamiento artístico.            »Al principio yo propuse la destitución de la modelo. Sin embargo, los muchachos quisieron conservar el mismo hábito con las nuevas modelos, que desde luego huyeron espantadas una tras otra. Por eso fue que ella volvió. Con las caras fruncidas por la ansiedad, los estudiantes permanecieron al acecho para toparse a solas con ella; todo el tiempo andaban sin rumbo, con los nervios de punta para no perder la menor oportunidad de abrazarla. Cuando se encontraron tres compañeros por casualidad, empezaron a discutir con alboroto sobre la belleza de la modelo desde varios puntos de vista. Para colmo, todos perdieron el recato ante las miradas ajenas, fuera en un espacio público o a mitad de mi lección. Qué horror. Me empezó a angustiar el Centro; una vez adentro, me sentía como si el cerebro se me transformara en una masa de plomo, luego sentí la lengua adormecida, como si se tratara de un veneno. En varias ocasiones me petrifiqué delante de la pizarra, frente a los estudiantes que se mostraron indiferentes con todo; cuando no les tocaba el turno de abrazarla, se abstraían a su antojo frente a los lienzos, que permanecían interrumpidos durante más de tres meses con la tediosa rutina de pintar y borrar.            »Un día le pegué a un estudiante atrevido que trató de abrazar a la modelo en el mismo taller. El muchacho se envalentonó sin parpadear; al recibir otra bofetada, me acometió a puñetazos y resultó muy superior a mí en fuerza.            »Qué lío. ¿Qué significaba el arte para los muchachos? No se comportaban así en broma; al contrario, lo hacían todo en serio. Pensé que la culpa era de la mujer. Discutí una noche entera con F, enumerando los defectos de la modelo; primero le critiqué el mal gusto de vendarse siempre alguna parte del cuerpo, fuera el cuello, el brazo, la pierna o el muslo. Pero F me replicó:            »—Ella quiere pasar como enferma… aspira a ser un objeto abstracto, carente de vida productiva… ¿No te parece un caso ideal para tu estética?            »Entonces le respondí que en lugar de convertirse en un objeto abstracto, ella se vuelve un parásito con su sentimentalismo asqueroso; ¡cómo no se dan cuenta de que la están estropeando entre todos ustedes!            »—Cómo no —me respondió F sin retroceder—. Eso no importa de ninguna manera; yo no me fijo en la venda sino en su verdadera personalidad; en cambio, a ti te llama la atención la venda porque solo te interesa lo carnal…            »Luego sostuvimos un debate intenso sobre lo que sucedería si pusiéramos aretes a la estatua de Venus, pero ambos nos agotamos antes de llegar a una conclusión. El siguiente tema fue el perro que cuidaba la mujer. Bueno, por ahora no te hablaré más de esto, pues de ahora en adelante tendré que explicarte los detalles. F me dijo al final:            »—Te has puesto demasiado sensible, quizá por neurastenia; ¿estás resentido conmigo en relación con ella?; en tal caso, dímelo con toda franqueza.            »Cuando quise marcharme del taller, tropecé con una silla. Al salir al corredor, algo se me enroscó en los pies: era el perro de la modelo. Alcé la vista y me di cuenta de que ahí estaba ella, que había escuchado toda nuestra conversación. La interrogué por instinto: ¿qué haces aquí? Ya es muy tarde. La mujer emitió una risilla sofocada, ladeando su cuerpo con los brazos levantados, como si me hubiera detectado la intención de abrazarla. Avancé un paso para repetirle:            »—¿Qué haces aquí tan de noche?…            »Entonces me dijo con el pecho erguido:            »—Es que los estudiantes están al acecho a la salida.            »—Te acompaño —le dije, dando otro paso hacia adelante. Y terminé abrazándola.            »… No, por favor, no me digas nada. No me entenderás. Con ningún razonamiento lograrás que cambie de opinión. Ya es inevitable que me case con ella. Tengo plena conciencia de lo ilógico de este matrimonio, ya que, a diferencia de ti, siempre he sido célibe por principios. No he venido aquí para solicitarte una consulta psicológica. Sólo quería hablar contigo acerca del perro. Sé que odias los perros. Yo también, como tú bien sabes. Ahora, el problema es que la mujer dice que no se casará conmigo si no acepto al perro. Te imaginarás el dilema en que me encuentro, y me gustaría saber qué opinas tú…            Al escuchar todo esto, intervino mi esposa, que hacía rato había venido a cuidar el fuego de la estufa:            —Estarás muy inseguro al tener que escoger entre el amor y el perro.            —Efectivamente —dijo S con brío—. Desde luego, yo no confío en su cariño. Es una mujer tan egoísta que ni siquiera asume su personalidad frente a los demás. Es por eso que estoy atormentado; si no, hace rato me hubiera librado de ella. Para colmo, no se trata de un perro común, que se pueda soportar sin mayor dificultad, sino de uno que parece un gusano; tiene la cabeza gigantesca sobre el cuerpo estirado, siempre anda retorcido con un gesto de rencor. Intenta juguetear con cualquiera que se le acerque, sacudiendo con fuerza la cadera entera sin cola, como si deseara partirla en dos. Con las patas traseras, que le saltan por el peso de la cabezota, hace piruetas en el aire. Realmente es un perro miserable, casi una basura.            ”Y jamás ladra, fíjense; se limita a lanzar unos gruñidos, won-won o vau-vau, como los balbuceos de un sordomudo, y apenas chilla como un perro cuando siente la cercanía de las hembras. Claro, es macho. Me da tanta vergüenza que no soy capaz de mirarlo de frente. Tiene el rostro como el de una viuda vanidosa, con mechones caídos sobre la frente y siempre me encara resentido. No deja de vigilarme cuando estoy con ella, hagamos lo que hagamos. Le suplico que eche al perro, pero insiste en que se divierte más cuando ese animal la está viendo. Cuando le sostengo la mirada, el perro se deja caer sobre el piso con un chillido lastimero como si lo hubieran maltratado. Y no deja de lanzar esos gruñidos de espanto hasta que la mujer acude a su lado para acariciarle la cabeza. Puro simulacro. Qué odioso. Si hubiera sido un perro más común…            —Cómo no. Ha de ser un perro corriente, según lo que dices —le grité sin querer, subiendo el tono, golpeando la estufa con el atizador. Ya estaba harto—. No entiendo qué buscas al venir a verme. ¿Acaso renunciarás al matrimonio si te digo que no te cases? Qué raro eres.            De seguro le hablé en un tono demasiado fuerte. Mi esposa se levantó apresurada. Con la mirada clavada en el cielo raso, S me dijo, con voz afligida:            —He venido a ofrecerte disculpas, por haber consentido al perro… —y continuó en un tono apaciguado—. Bueno, me han contado que ese perro es de buen linaje, que es un pastor alemán. La mujer me cuenta con orgullo que al padre del perro lo trajeron los soldados norteamericanos, pero la realidad es que él mismo nació de un incesto entre la madre y el hijo. Así que prefiero callarme con la idea de que ese perro no es normal.            —Y eso, ¿qué tiene que ver conmigo? Tanto tú como yo odiamos los perros, pero yo los detesto y los desprecio mientras tú les tienes miedo. La diferencia es muy grande.            —¿Sí? Bueno, qué alivio. Ya puedo estar tranquilo —dijo con un leve murmullo antes de prender un cigarro. La columna de humo subió por encima de la estufa hasta alcanzar el cielo raso. Me irritaba. Ya no pensaba en él. Solo sabía que odiaba a ese perro.            El hombre, al fin, se casó con la mujer. Recién casado, recibió una carta de F que le reclamaba su mujer para el trabajo; decía que los muchachos querían tenerla de modelo como antes, aunque ya era una señora. Por primera vez, S cayó en la cuenta: el matrimonio, en última instancia, consistía en el deseo de despojar a la mujer de la posibilidad de ser otra. Desde luego, rechazó la petición. Y allí comenzó la tragedia de su vida. Con un ingreso aún más escaso desde que le habían quitado el sueldo del Centro, tuvo que mantener a los dos animales, carentes de la menor noción de lo que es la paciencia; para colmo, ambos eran capaces de fugarse sin escrúpulos a cualquier hora. De hecho, parece que la mujer añoraba la rutina del Centro, y se mostraba absolutamente aburrida de su vida doméstica. Además, los jóvenes estudiantes rondaban de tres en tres todo el tiempo alrededor de la casa, y se subían los unos sobre los hombros de los otros en espera de la oportunidad para asomarse a las ventanas. Al verse imposibilitado de salir de casa, S empezó a pedir trabajo por correspondencia a todos los conocidos. A mí también me preguntó unas tres veces si le podía facilitar algún encargo para hacer ilustraciones, y creo que sí se lo conseguí en una ocasión.            Lo peor de todo fue su pintura. Desde antes S pintaba solamente cuadros abstractos, que yo jamás aprecié, y gozaba de cierto renombre en algunos círculos de artistas, lo cual le permitía trabajar con vitalidad intelectual y confianza en sí mismo. Sin embargo, en la exposición primaveral de ese año presentó un cuadro con garabatos como los de un neurótico. Pensé que era el esbozo del perro; se veía con claridad una cara perruna, dibujada de frente con color gris sobre un fondo amarillo. A pesar de que había detalles que resaltaban con una vivacidad excesiva, el cuadro en sí carecía de unidad, como si fuera un animal disecado con torpeza. Aun así lo supe. Era el perro. Deduje que S también comenzaba a conocer a fondo lo que era un perro… Un niño que llegó justo detrás de mí, tomado de la mano por la madre, soltó a llorar al ver el cuadro. Hubo un estudiante de secundaria que se detuvo a escudriñarlo, abstraído, con el cuello encogido. ¡Qué inmundo!, dijo una dama. Una reseña publicada en la prensa lo despachó con frases cortantes: es un fraude, le falta modestia.            Si mal no recuerdo, fue en el camino de regreso de la misma exposición que se me ocurrió visitarlo, después de mucho tiempo sin verlo. O quizá fue al día siguiente, después de la clase. Bueno, no importa, de lo que sí estoy seguro es que fue un día lluvioso. Su departamento se encontraba en penumbra, mientras el resto del edificio resplandecía con las ventanas iluminadas. Llamé a la puerta, pero no obtuve respuesta. Me marchaba un tanto aliviado, pensando que había salido a algún lado, cuando se escuchó el chillido del perro y se encendió la luz. La cara de S se asomó detrás de la puerta entornada.            Aunque no lo vi bien a contraluz, estaba pálido y desgarbado, con el rostro enmugrecido, cubierto con una barba de varios meses, despidiendo un tufo agrio como de verduras podridas. S se quedó mirándome durante un largo rato. Mientras cerraba la puerta lentamente, murmuró en voz baja: «No, vete, déjame en paz, por favor». Me miró con ojos tan afligidos que no me pude marchar sin sentir pena por él.            Me enteré del desenlace unos diez días después, cuando me llegó una carta en que S relató toda la historia. Yo no me arrepiento. Él mismo sabía de antemano lo que le iba a suceder. Reitero lo único que sé: S se lo buscó.            Por fortuna aquí tengo la carta. Prefiero que la leas tú mismo, antes de brindarte mis explicaciones aclaratorias. Comienza de una manera brusca sin ningún preámbulo, pero yo no he tachado nada, y aquí la transcribo tal cual está:            Tú sí que eres malvado.            Si me hubieras dicho al principio que me perdonabas… Pero seguí luchando con el perro hasta el último momento. Tú nunca sabrás lo terribles que son los perros.            Mi esposa me abandonó aquella mañana en la víspera de tu visita. Quería contarte muchas cosas, pero tuve que rechazarte, pues todavía me aferraba a la idea de que mi esposa podía regresar en cualquier momento. No tenía ánimo para salir, y tampoco te dejé entrar porque el perro había empezado a hablar como cinco días antes. Después de escuchar nuestra conversación, ese perro maldito sería capaz de contarle todo a mi esposa.            Sé más o menos el paradero de mi esposa, pero prefiero mantenerme a la espera. Aunque pueda salir a buscarla, no me será posible recuperarla a la fuerza. Además, ¿qué tal si se le ocurre pasar por aquí para llevarse el perro cuando yo esté en la calle? Sería mi total perdición. Estoy seguro de que ella volverá conmigo mientras yo tenga el perro a mi lado. Bueno, déjame contarte lo que sucedió con el perro. Sin olvidar jamás tus palabras, yo luché hasta el último momento contra el perro, que a su vez no dejó de luchar contra mí. Al comienzo lo menospreciaba; creía que el perro, carente de memoria y conciencia, no dejaría de ser una sombra animada, con tal de que ignorara su comportamiento lisonjero para llamar la atención. De hecho, el animal permanecía melancólico todo el tiempo, acostado de bruces en un rincón, sin molestarme casi nunca. Hasta llegué a burlarme secretamente de ti y de tus semejantes. Pero pronto me di cuenta de mi error; el perro era capaz de fastidiarlo a uno sólo con su presencia. ¿Qué crees tú? Nadie sabe con qué objetivo permanece ahí; para peor, no solo está allí sino que su presencia es tal porque uno mismo se la otorga. Nunca he llegado a entender por qué tenemos que hacer que exista un ser tan banal. Nos pasaría inadvertido si tuviera algún significado, pero nos molesta porque no tiene ningún significado. Cuando lo observo con una mirada feroz, rumiando la posibilidad de dispararle un tiro, el perro se aferra al piso con un chillido estridente. Qué insignificancia tan vulgar.            Me pareció abominable su afición por cierta comida. Siendo perro, no comía huesos; en lugar de comida fría, probaba exclusivamente platos calientes.            Y su comida favorita eran las frutas y los dulces. También bebía licor, pero solo si era de buena calidad. Lo más grotesco de ese animal era que, pese a su incorregible pereza, reaccionaba de vez en cuando como si estuviera entendiendo la lengua humana. Un día en que dejé colgado su bacín al lado de la ventana después de lavarlo, tuvo necesidades naturales y empezó a husmear el sitio de siempre, acto que nos pareció tan gracioso, tan característico del perro, que nos hizo reír a mí y a mi esposa; pero el animal sacó, vaya a saber de dónde, una hoja de un periódico viejo, defecó encima, y luego lo enrolló correctamente con el hocico. Como si fuera poco, tomó el envoltorio entre los dientes para depositar lo sobre mis rodillas y empezó a juguetear eufórico con las piernas de mi esposa. De ahí en adelante, evité hablar con demasiada soltura cuando el perro parecía estar atento a lo que yo conversaba con ella. Jamás logré eliminar la sospecha, pese a la insistencia con que traté de convencerme de que yo solo exageraba, al igual que «el error del sabio Hans», y que era imposible que el perro me entendiera.            Uno de esos días me decidí a educarlo, porque el animal andaba tan indiferente que solicitaba más cariño a la gente ajena que a nosotros mismos. Me pareció insoportable la ingenuidad con que expresaba su alegría desbordante delante de los desconocidos, haciendo las piruetas de siempre. La cosa empeoró cuando los morbosos del Centro empezaron a rondar alrededor del edificio donde vivíamos. El alboroto repentino del perro al lado de la ventana era el indicio de que afuera había uno que otro muchacho, atisbando el interior. En esos momentos el animal me parecía tan fútil que me daban ganas de golpearlo, pero siempre me frené por estar frente a mi esposa, que me espetaba con frases tan corrientes como: «Es que tú no me quieres». Abriendo sus ojos penetrantes el perro me miraba de soslayo con arrogancia. Decidí aplicarle el entrenamiento espartano a ver si lograba fortalecerlo como un pastor alemán, pues pensé que dejaría de ser una vergüenza cuando se convirtiera en un perro hecho y derecho, con una apariencia más decente.            Y todo fue en vano; apenas iniciado el entrenamiento, el animal se acostó de espaldas para manifestar su rendición incondicional, como si fuera una araña o un escarabajo noqueado por un golpe inespera do. Nada que hacer; con cualquier trato brusco, por mínimo que fuera, el perro lanzaba un chillido tres veces más escandaloso que lo normal. A lo mejor los vecinos creyeron que aquí vivía un sádico irremediable.            Tuve que cambiar de plan. El perro era cabezón, y pensé que quizá fuera inteligente en realidad; podía ser un perro futurista, producto de alguna mutación… Al inculcarle una educación elitista, ¿no llegaría a ser un perro sabio?… Cuando algún grupo de circo ofreciera comprarlo con una suma estimable, mi esposa, tan aficionada siempre al dinero, accedería sin titubear… Podría matar dos pájaros de un tiro al vender el perro… Renuncié por completo al método anterior para emprender con paciencia la labor de integrarlo a la vida humana. Fue una experiencia angustiosa, pero nunca perdí el control de mí mismo. Además, conté con la colaboración activa de mi esposa, que se interesó en el proyecto. Engreído por nuestro amoroso trato, el animal se puso mil veces más abusivo que antes, pero a la vez cultivó el intelecto con rapidez, a tal grado que se parecía de una manera cada vez más grotesca al ser humano. Pronto aprendió a sonarse la nariz utilizando un papel, a fumar cigarrillos y a escupir entre refunfuños; hasta llegó a asentir o negar con el movimiento de la cabeza. Bueno, pero también es cierto que tardó mucho en aprender a reír; pareció costarle entender la psicología de la risa.            El cuadro presentado en la exposición fue una obra inspirada por el gesto tan cómico del perro, que se esforzaba en reír con desmesura. Sería como la versión canina de La Gioconda. Dicho sea de paso, yo perdí todo el interés en la pintura abstracta desde que me casé con mi esposa. Ahora estoy de acuerdo contigo; me he vuelto un pintor realista.            Pero lo más sobrecogedor tuvo lugar justo en el momento en que terminé de pintar ese cuadro. Mi esposa lavaba ropa en el balcón. En la cama el animal se relajaba, comiendo pan untado con mermelada, sin preocuparse por la pobreza, que nos forzaba a vivir sin tener ni qué cenar. Al dejar el pincel sentí alivio, y se me ocurrió comparar el lienzo con el modelo y le ordené que se riera. Y el perro se rio de verdad con malicia. «Carajo, se rio al fin, qué vida tan cómoda», murmuré sin querer, un tanto melancólico, y el perro me respondió en un gemido utilizando palabras perfectamente inteligibles: «Oye, qué buena vida la tuya». Mi asombro no podía ser mayor. No me soportaron mis piernas fláccidas y me desplomé ahí mismo. Intenté replicarle algo, pero un bulto palpitante en el estómago me cerró la garganta. Oí los pasos de mi esposa, que volvía a mi lado. Concentré todas las fuerzas restantes de mi cuerpo para suplicarle al perro:            —Por favor, por lo que más quieras, no le dirijas la palabra a mi esposa, que puede morirse de un infarto fulminante al escucharte hablar; por favor, guarda silencio, hasta que le diga sí… El animal asintió con la punta de la nariz, como si aceptara la complicidad.            Es espantoso que un perro hable. Aquí te voy a redactar al pie de la letra las palabras que me susurró al notar que ya mi esposa se había acostado. Me dijo:            —¿Ves que los perros no somos tan tontos como para ignorar lo que piensan los humanos? Tú te burlabas de mí, pero acuérdate que yo, con mis colmillos afilados, soy capaz de destrozar la piel humana sin dificultad. Sé comportarme para llevar una buena vida; todos mis actos, incluyendo zalamerías y sustos, son fríamente calculados para infundirles confianza. Deja de desdeñarme, que yo te puedo asestar un golpe mortal. Date cuenta de que tú no tienes ningún derecho a amarrarme…            (¿Te imaginas que un perro sea capaz de hablar así?)            Ahora bien, esto fue dos días antes de tu visita. Me llegó por correo el programa de la exposición. Al echarle una ojeada, mi esposa alzó de repente la mirada para acusarme: «¡Fue mi cara, entonces! Ni un estudiante del primer año sería tan torpe en el dibujo». Me dejó aterrado la cadena de insultos inauditos y poco frecuentes que salían de la boca de mi esposa, de quien no esperaba más que frases comunes, casi siempre empalagosas. Claro, no había excusa. Por alguna razón desconocida, el título estaba impreso en el programa con letras imborrables: El rostro de mi esposa, del pintor S. A la mañana siguiente, mi esposa ya había desaparecido.            Amarré el perro a una de las patas de la cama y lo amordacé. Despojado de su disfraz, el animal se puso más violento que nunca, mordiéndome la canilla y el brazo, pero todavía un humano podía superarlo en fuerza. Además de ser incapaz de sostener el peso de la cabeza al andar sobre sus patas, el perro lleva una desventaja fatal en los dedos, que le resultan inservibles por completo. Pero alcanzó a gritar justo antes de ser amordazado: «¡No te confíes! ¡Vas a ver que un súbdito nunca llega a dominar!».            … Luché contra el perro y seguiré luchando desde ahora en adelante. Sin embargo, te advierto que no me arrepiento de ninguna manera de mi matrimonio. Conozco más que tú lo tonta que es mi esposa. Nuestra vida conyugal, tan efímera, fue tan solo una sucesión de angustias desesperantes. Mi esposa siempre escudriñaba la comida antes de probarla; era incapaz de saborear sin atiborrarse la boca hasta empezar a babear y masticaba grotescamente. No soltaba ni un minuto un palo que utilizaba para rascarse una que otra parte del cuerpo. Su manía por los anillos llegaba a tal grado que vivía añorando a la americana que llevaba tres en cada mano. Desde luego, le fascinaban todos los hombres que la abrazaban…            Aun así, yo la espero. La esperaré, luchando contra el perro. Sé que tú eres malvado, pero por favor, te lo suplico una vez más: mándame algún trabajo de ilustración.            Al recibir esta carta, acudí a su llamado, y rápidamente estuve a su lado. Vi dos policías que rondaban distraídos delante del edificio donde estaba su departamento. Les dije que era amigo de S, y me dejaron pasar sin problema. Me crucé al pie de la escalera con un fotógrafo que venía bajando con una sonrisa despreocupada. Había otro policía en el departamento. Encima de la cama se acomodaba el cadáver de S, envuelto en una sábana. Me llegó a la nariz un penetrante olor a creosol. El policía que me creyó un periodista empezó a darme explicaciones minuciosas, casi museísticas, con el rostro fruncido:            —Una muerte extraña. Lleva muerto más de dos días. Seguramente, tanto el hombre como el perro se encontraban hambrientos. Hay indicios de que el perro estaba amarrado, pero parece que despedazó la soga con los colmillos para acometer al hombre; se pelearon fuertemente durante más de dos horas hasta que el perro lo venció al fin. Le comió primero el labio inferior y las orejas; luego, devoró los brazos y lamió la sangre. El hombre le había arrancado puñados de pelos con sus manos. El perro dormía satisfecho cuando entramos. Mire, ahí está. ¿Ve que le faltan pelos en muchas partes y que tiene manchas de sangre coagulada en todo el cuerpo? Es increíble que el hambre haya alterado tanto a ese perro, que parece tan bien domesticado…            Cuando el policía le tocó la espalda con la punta del zapato, como lo haría con su sirviente en espera de más propina, el perro alzó los ojos y jugueteó alrededor de sus pies con una alegría tan desoladora que daba pena. En efecto, era un perro cabezón que parecía una larva de saltamontes. Irritado, el policía le dio un manotazo para espantarlo, y el perro huyó hacia un rincón de la habitación, renqueaba a causa de su cadera torcida; después de mirarnos alternativamente al policía y a mí, vino corriendo a mis pies con la misma alegría miserable. «¡Maldito perro!», grité, y de inmediato le di una patada en el pecho. El policía se encogió de hombros, pero no me dijo nada. Salí expresando palabras de agradecimiento. Desde afuera siguieron escuchándose durante un largo rato los terribles chillidos del animal.
Autor:  Abe Kōbō
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hinamikyoukachan · 2 years
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