Tumgik
#aunque admito que con esto está mejor antes cuando era más chica lo hacía todo el tiempo ahora al menos la mitad del tiempo me pregunta si
aypelotuda · 11 months
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Admito que, aunque se con exactitud que nunca me mereciste y se lo que valgo, me destrozaste el corazón, literalmente te lo entregué después de haberte contado el daño que me habían causado antes y no se te ocurrió mejor idea que agarrarlo y tirarlo al piso, pisotearlo y seguir adelante, por mucho tiempo me hicieron sentir que siempre algo estaba mal conmigo, más de una vez fui a dormirme pensando en "que está mal conmigo?" Pero me permití abrirme a vos y volver a intentarlo, creyendo que iba a estar con vos para toda la vida, tonto e iluso de mi parte. Más de una persona me dijo que vos no eras bueno para mí pero yo preferí defenderte, frente a mis padres, frente a mis hermanos y amigos, porqué aunque sabía que había algo malo con vos yo te amaba y no podía renunciar a ese sentimiento y desgraciadamente todavía te amo, pero hoy, con el corazón completamente destrozado puedo decir que aquellas personas tenían razón, me lo demostraste más de una vez, cuando me hacías llorar en plena calle, cuando me decías que estaba mal de la cabeza y que nunca nadie iba a quererme como vos, (pero que ironía, ahora entiendo que nunca me quisiste siquiera) y me lo terminaste de confirmar aquella última vez que te vi, cuando acababas de cortarme y estabas haciendo planes para salir a ponerte en pedo y besarte con otras chicas que no iban a ser yo. Tal vez nunca leas esto, pero que sepas que perdiste a alguien que te amaba de verdad, alguien que por vos estaba dispuesta a hacer todo y tal vez ese fue mi error, ponerte por encima mío. Y aunque esto no signifique nada para nadie es mi manera más sana de descargarme y dejar plasmado en algún lugar lo mucho que me rompiste y que si algún día pensas en volver pueda leer esto y ponerte un alto de una vez por todas
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wuddaluppa · 2 months
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Cuando era chica me sentía desconectada del mundo porque al hablar de energías y cosas del mundo etéreo, o simplemente no compartir gustos que el común de las personas compartía, me llamaban la "rarita" excluyendome a pesar que intenten incluirme.
Siempre dude de si en verdad todos coincidían en sentir igual, me llamaba la atención y empecé a indagar inconscientemente porque mi curiosidad me llevaba a hacerlo a través de preguntas.
Muchos me dijeron que los hacía pensar demasiado o que hacía preguntas que a nadie le importaban. Se reían a veces en forma de burla.
Yo seguía sin comprender.
Con el tiempo comencé a juntarme a sola con las personas y noté ahí dejaban atrás el papel de ser sociales, comenzaban a mostrarse como individuos sin miedos, sin influencias.
Se le dice "ser vulnerables", pero a mi me gusta más llamarlo "ser ellos mismos" o quizá mejor "ser valientes" en un mundo donde ser uno mismo era casi excluyente, por no ser extremista.
Las personas se abrían, eran totalmente transparentes al decir qué les gustaba y qué no, qué sentían y que no.
Me tomó mucho tiempo y muchas personas comprender que al final mi duda no estaba tan lejos de la realidad.
Al final nadie coincidía con nadie en todo, es imposible. Simplemente se amoldaban por miedo a ser excluidos como me sucedía a mi al ir contra la corriente.
Y está bien, nadie quiere ser totalmente excluido de la sociedad, yo lo he sufrido mucho en su momento y admito hoy en día sigue sucediendome, pero en menor medida o quizá de una forma menos dañina que antes.
La sociedad cambió, se transformó a una era nueva donde las energías etéreas van tomando cada vez más lugar e interés en la vida de las personas.
Aun así, sigo sintiendome desconectada de la sociedad.
Amo mucho a quienes me rodean y son quienes pintan de colores mis días complementando la forma de pensar que logré contruir con los años de vida que tengo que me motivan a través del amor, pero eso no quita que siga viendo como el exterior se está engañando en su inconsciencia.
El daño que hay en la sociedad por tantas personas hablando de energía sin saber bien de lo que estan hablando o peor, trabajar energía sin saber trabajarla.
No es que no puedan, sino que se niegan a aprender. Observo como se nublan con sus egos y como absorben personas que -interesadas en aprender- buscan en esas personas un apoyo/enseñanza, embalandose en el mismo juego.
También hay muchas personas realmente despiertas, cantidades de videos, libros, personas publicas que dedican su vida a transmitir que se debe hacer un trabajo interno primero antes de comenzar a intercambiar energias con otras personas y aun así no son nuy escuchadas.
De igual manera comprendo en algun momento habrá más conciencia y estas personas seran escuchadas. Aunque también falta mucha escucha activa, razonar y procesar lo que oimos..
Por eso despues se repiten conceptos o se realizan actividades que pueden ser muy perjudicales para las personas si no se realizan de forma cuidadosa.
No existe una forma correcta, al menos no para mi, pero si existe una con más cuidado y amor que otras.
Simplemente espero poder ver una transformación positiva de todo esto en un futuro, porque a veces aunque quiera ser paciente se vuelve agotador ver como las personas toman caminos daniños para uno y con el otro.
Aunque quiera conectar con el mundo, aunque me adapto y comparto felizmente con todos, solo me siento conectada con la naturaleza y la vida.
La sociedad aun me intriga bastante, aun me ocasiona dolores y también muchas alegrías, pero todavía no puedo conectar con la forma de interaccion que tienen en sociedad.
Siento que la sociedad alimenta el ego en las personas, quizá por eso es todo un desafío ser humano. No lo se.
Solo se que observo personas que trabajan desde la energía del amor y deseo conocer más personas como ellos, genuinos, honestos, autenticos y con mucha conexión con la vida, la energia y el espiritu.
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mushroomjar · 2 years
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Your mum really sounds like my mum. She didn't make a big fuss before I cut my hair bc I didn't tell her, but I know she was upset with its length when I showed her. She was like "why so short??" She also gets too much on my bussiness. Like, she once entered a shop while we were shopping for food and asked the lady in the desk if they had any open spots for me to work, while I was right next to her. That was embarrasing. I didn't buy clothes in any feria americana for several years bc she didn't like using clothes already worn by someone else. When I was choosing which plushies I'd keep and which I'd gift, she started choosing them and said they were for her "future grandchildren". Now, on therapy, I've been learning to put boundaries and what things are okay and which aren't. I cry a lot, but it's worth it. Oh, and she doesn't believe in therapy either. Te deseo toda la suerte
Cheers to kids with very complex relationships with their moms. Thanks for the last part of your message though, that's very sweet of you to say :)
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sofi220303 · 3 years
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My Weeb Hero - Leviathan (Obey Me!) One-Shot en Español
Resumen:
(Después de los eventos de la Lección 16)
Despues de tener una pesadilla de ESA experiencia traumatica que tuviste recientemente en el Devildom, decides perdirle ayuda a Levi para olvidarte de tu pesadilla, y con una hermosa noche jugando videojuegos ambos se vuelven más cercanos.
*Solo leanlo por el fluff y para ver a Levi siendo tierno con la MC xD, soy horrenda para hacer resumenes interesantes*
Antes de Empezar:
Holis! Bueno, esta es la primera vez que estoy publicando un fanfic en mi vida (Solo porque es el cumple de Levi y lo amo, y quería publicar algo por su cumpleaños), Así que por favor no sean muy duras conmigo y en serio espero que lo disfruten! Gracias a mis hermosas amigas que fueron mis "lectoras de prueba" y también me ayudaron a corregir errores en la historia (se les quiere chicas!)
Escribí algunos rasgos de la personalidad e intereses de la MC basándome en los míos para hacerlo más realista, así que si no les gusta algunos de sus intereses que escribí, cámbienlos por los suyos! También tengo la misma idea escrita pero en vez de ser con Levi, con Satán, quizás que si les gusta esta la publique, y bueno, creo que eso es todo, espero que les guste!
My Weeb Hero
—Odio a los humanos. Los odio más que nada en los tres mundos.— Mientras Belphegor hablaba, todo lo que podía sentir era la presión de su cola, la cual lucía como la de una vaca, alrededor de mi cuello, apretándola más fuerte al compás de las manecillas del reloj. Traté de respirar, pero con cada segundo que pasaba se hacía más difícil. Traté de concentrar mi energía en alejarlo o quitarme su cola de alrededor de mi cuello, pero fue inútil. Mi cuerpo se sentía muy pesado y no tenía fuerzas para hacer nada; no había forma de escapar, de salvarme.
—...¡¿Por qué es tan divertido que apenas puedo soportarlo?! Yo... ¡No puedo contener la risa! ¡AJAJAJAJAJAJA!— sus ojos que alguna vez fueron dulces y hermosos, que mostraban tristeza y frustración, no, no frustración, sino desesperación por estar cautivo, ahora estaban brillando, casi parecía como si destellaran en la oscuridad de la habitación, brillando con pasión y satisfacción ante mi creciente dolor. Eran todo lo que podía ver junto con esa sonrisa que me ponía hasta el último pelo de punta, y esa risa que resonaba en mi mente, asfixiándome incluso más.
Mis párpados se volvieron más pesados ​​y todo se desvaneció en la oscuridad, pero aún podía ver esos ojos brillantes y esa sonrisa espeluznante con su risa resonando con fuerza en mi cabeza...
Sin aliento me desperté de mi sueño convertido en pesadilla, completamente sobresaltada por el recuerdo. Mi cuerpo temblaba y mi respiración era rápida, exasperada por obtener una milésima del aire que necesitaba desesperadamente y todavía sentía que me faltaba. Con una mano en mi corazón, cerré mis ojos y lo encontré latiendo a una velocidad terriblemente rápida. Me recosté en mi cama lentamente y traté de concentrarme en mi respiración para calmarme, sin darme cuenta puse mi mano en mi cara y comencé a reír, solo para empezar a llorar al siguiente segundo. Decidí ir al baño a lavarme la cara y tomar un poco de agua... otra vez esas pesadillas... genial.
Cuando volví a mi habitación decidí fijarme la hora en mi teléfono... 2:45 am... perfecto. Abrí el chat en mi D.D.D y desplacé un poco hacia abajo los contactos. Estoy segura de que estará despierto, no es tan tarde y probablemente esté jugando algún videojuego, haciendo un maratón de algún anime o volviendo a ver las películas de TSL.
"Leviachan Lord Otaku"
MC: ¡Hey! ¿¿Estás despierto??
Levi: Sí, ¿¿estás bien??
Levi: Creí haber escuchado un ruido...
Levi: ¡No es como si estuviera preocupado o algo así! Solo me preguntaba por pura curiosidad... Sería muy injusto si estuvieras con alguno de mis hermanos haciendo una pijamada como el otro día -_-'
MC: Jajaja... no es nada de eso, solo necesitaba a alguien con quién hablar y pensé que estarías despierto viendo algo o jugando algún juego.
MC: Perdón por molestarte, sé que no te gusta que te interrumpan.
Levi: Hmph, no es molestia si te estoy respondiendo (-////-)
Levi: Solo estaba viendo un programa, pero en realidad no es tan interesante.
Levi: ¿¿Tuviste una pesadilla de nuevo??
MC: Sí... el ruido que escuchaste seguramente fue de cuando fui a la cocina a buscar algo para beber ://
Levi: ¿¿T-Te gustaría venir?? Si no quieres, está bien. Tal vez sea mejor si solo hablamos por chat, pero no todos los días le doy a alguien la oportunidad de entrar a mi fuerte de mayor comodidad, a mi amada "cueva", como dirían mis hermanos.
MC: Jajajaja
MC: Está bien, está bien, si tanto lo quieres iré.
MC: Como dijiste, no todos los días me invitas a tu increíble cueva xD
Después de eso, Levi no volvió a contestar. Para mi suerte, su habitación estaba cerca de la mía, así que no tuve que caminar alrededor de la Casa de los Lamentos haciendo más ruido y arriesgándome a despertar a todos. Cuando llegué, llamé a su puerta tres veces. Después de un minuto, más o menos, la puerta se abrió lentamente.
—Entra.— dijo Levi casi en un susurro, escondiéndose detrás de la puerta. A pesar de que su rostro estaba serio, se podía ver un leve sonrojo en sus mejillas. Todavía no estaba acostumbrado a que la gente entrara a su habitación sin venir a arrastrarlo afuera, jugar videojuegos o ver animes o alguna película, pedirle un favor o revisar sus cosas, así que esto seguía siendo extraño para el introvertido demonio.
Además, sabía lo mucho que me gustaba su habitación con la temática oceánica y cuán relajada me sentía en ella, así que si eso me ayudaba a superar el susto de la pesadilla, él lo soportaría.
—Gracias...— dije en voz baja mientras me sentaba en su cama. Tomó un par de consolas de su escritorio y algunos juegos antes de sentarse a mi lado.
—¡No te preocupes!— dijo mientras se apresuraba a darme una consola y los juegos para así automáticamente mirar al otro lado de la habitación— E-elige un juego, jugaremos a algunos... pensé que te gustarían estos...— murmuró aún mirando hacia el lado contrario de la habitación pero más relajado que antes.
—¿Qué tal este?— Agarré el viejo y querido Mariokart de siempre y se lo mostré.
—Si eso es lo que quieres... realmente es una buena elección ya que es un clásico que nunca defrauda para traerte un buen momento. ¡Pero no creas que te dejaré ganar tan fácilmente! ¡Hmph!— Tomó el juego y puso los discos en ambas consolas.
—¡Es genial cómo tienes dos Nintendos y copias de los juegos para jugar con más personas!— dije mientras preparaba mi juego.
—Como otaku necesito las consolas de edición limitada, y esta consola con temática de Ruri-chan de Nintendo tenía que ser mía aunque ya tenía esa consola, y las copias son bastante nuevas, ya que pensé que lo mejor sería prestarte... ¿Sabes qué? No importa.
Incluso si no quiere demostrarlo, puede ser realmente lindo cuando se preocupa por los demás, no pude evitar sonreír pensando en eso.
—¿Estás lista para empezar?— preguntó mientras me miraba directamente.
—¿Eh? ¡Oh! Sí... — mientras me concentro en la pantalla de carga, agregó—. Yo tampoco pienso dejártelo fácil, ¡no estoy dispuesta a perder!
—¡Já! Veamos si puedes ganarle a un jugador hardcore como yo, normie—dice sorprendentemente confiado y con una sonrisa en su rostro.
Después de cinco rondas con dos victorias y tres derrotas...
—¡Por mi madre! ERES bueno en esto...— admito mi derrota.
—Te lo dije, pero aún así... sigues dando buena pelea—admite tímidamente— ¿y acabas de decir "Por mi madre"? ¿En serio?
—¡Lo siento pero no lo siento!  Me encanta Magos y me acostumbré a decirlo gracias a Douxie. No puedo evitarlo, así que no me culpes— reí divertida.
—Hmm... aunque no esté en posición para juzgarte, ¿por qué él?
—Porque lo amo y es mi personaje favorito. No te cuestiono cuando citas frases de Henry, ¿o sí?
—No... tú no lo haces...— finge resentimiento y hace pucheros, simplemente tierno.
Sin pensar realmente con quién estoy, me apoyo en su hombro. Puedo sentir que se pone un poco tenso, pero no se aleja y lo tomo como un permiso para quedarme así.
—Oye... tú... ¿a-acaso quieres hablar de lo que pasó? ¿Sobre tu pesadilla?— pregunta un poco avergonzado.
—Simplemente lo de siempre... el demonio de aquel entonces tratando de atacarme, pero ninguno de ustedes está cerca para salvarme... y no puedo escapar porque estoy acorralada y no soy lo suficientemente fuerte para correr o defenderme...— aunque quería contarle sobre la pesadilla, no me atrevía a decirle a ninguno de ellos que su propio hermano es el demonio en cuestión, ni siquiera a Levi con quien soy más cercana. Así que utilicé la historia sobre aquel momento en R.A.D cuando un demonio de un rango inferior trató de atacarme mientras caminaba hacia mi siguiente clase. En ese momento estaba sola porque ninguno de los hermanos tenía esa clase conmigo, pero para mi suerte antes de que pasara algo, Lucifer, que justo pasaba por ahí, me salvó y se hizo cargo de él. Desde entonces, al menos uno de los hermanos toma las mismas clases que yo, así ya no estoy sola.
—Juro que te protegeré... puedo ser un otaku asqueroso, un inútil ermitaño, pero soy lo suficientemente fuerte para protegerte. No dejaré que otros te lastimen... ni siquiera en tus sueños... así que asegúrate de llamarme en momentos como este. Puedo ser tu héroe, como los de los mangas, y... ¡Qui-quiero ser tu héroe!— con un rubor tiñendo sus mejillas y la punta de sus orejas, declaró con tanta pasión mostrando que hablaba en serio, pero de forma suave que demostraba su arrepentimiento por no haber estado allí en el momento en que sucedió el incidente.
—Gracias, Levi— le respondí en voz baja— ¿puedo quedarme aquí un rato más?— pregunté mientras cerraba los ojos y agarraba su brazo izquierdo acercándolo a mí. Otro escalofrío provino de su parte, pero nuevamente no se quejó. Pude sentir sus ojos fijos en mí y estaba casi segura de que estaba aún más rojo que antes. Con un pequeño movimiento de su cabeza, suponiendo que estaba asintiendo, y un "hmmh" finalmente me dormí sintiéndome segura.
No tuve más pesadillas esa noche.
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98-sblog · 4 years
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Perdón
A veces siento que no te he perdonado del todo y tal vez por eso aún me duele recordar todo lo que ha pasado en los últimos años, o quizá, es porque no recuerdo cuándo me pediste perdón por las veces que me has roto el corazón.
No recuerdo cuantas veces han sido las que me has dejado llorando sin saber qué he hecho mal, así que aquí te escribo las más importantes.
No me pediste perdón cuándo no quisiste verme por casi dos meses, lo recuerdo bien fue diciembre del 2017, estaba cerca de tu cumpleaños y yo compré tu regalo pero nunca te lo di porque eras distante conmigo y siempre me dabas excusas para no vernos, luego supe que era porque estabas con alguien más en esas fechas y preferías estar con ella que conmigo.
Septiembre del 2018, fuimos a una fiesta juntos, el plan era ir y luego regresar a tu casa a dormir, pero a media noche ya estabas tomado y me alejé de ti un momento porque fui con mis amigos, cuando regresé una chica discutía contigo, ella me dijo que era tu novia y mi corazón se partió en dos, aún así, yo le negué y le dije que tú eras mi novio, recuerdo sus palabras hacía ti “no vuelvas a buscarme, eres una mierda” y cuándo me miró me dijo “te mereces algo mejor.” Y se fue, yo te lleve a casa porque estabas mal y yo estaba llorando y no quería estar ahí, me quedé contigo hasta que te dormiste, al día siguiente no me pediste perdón, me dijiste que estabas ebrio y no recordabas nada, que era tu amiga pero qué no tenías nada con ella, luego supe que era mentira.
Diciembre 2018, cuando decidiste qué era un buen momento para borrarme de tu vida sin decirme el porqué, dos días antes habíamos bebido unas cervezas y me sentía tan bien contigo, me sentía segura de qué te amaba y el 27 de diciembre me dijiste que terminábamos, sin darme más explicación, me bloqueaste de todas partes y no respondías mis llamadas, lloré como nunca lo había hecho porque no sabía qué había hecho mal, recuerdo que un par de días después accediste a vernos por mi insistencia de verte, entonces me dijiste “podemos hacer como que nada sucedió, tomamos unas cervezas y seguimos juntos, o, podemos dejarlo hasta aquí.” Y decidí quedarme contigo, luego supe porqué lo habías hecho.
Marzo del 2019, tengo que admitir que aquí sí me pediste perdón, en la mañana había recibido una llamada de tu celular pero al otro lado no eras tú el que hablaba, era ella. No la chica de la fiesta, alguien más, alguien que en el fondo sabía que existía pero nunca quise aceptar. Tu novia, me preguntó acerca de ti, de mí y de nosotros, tengo grabado su timbre de su voz cuando me preguntó cuánto tiempo llevábamos juntos y yo le contesté que un poco más de 2 años, y ella me dijo que llevabas 4 años con ella. Creo que mi corazón ya estaba bastante roto que no lo lloré, quería vomitar, quería huir, no quería verte ni escucharte, recuerdo dos frases de ese día “es que ya sé que tengo que dejarlo pero no sé por qué no puedo, me duele” yo sentía lo mismo. “Sabía que tenía a alguien más, pero no tenía idea de qué fuera algo como esto” igual lo sentí. Supongo que lo que más me dolió de todo son todas las cosas que habías hecho con ella y no conmigo, como llevarla a tu graduación o ir a una boda juntos. Hablé por horas con ella y lloramos juntas. Un par de días después, accedí a vernos, no tenía ganas de arreglar lo que teníamos como las otras veces y esa ocasión fue un día decisivo, me invitaste a comer y me compraste cervezas porque eso hacíamos en días buenos, me trataste con amor y cuando llegó el momento, me hablaste de ella y de cómo querías dejarla para estar sólo conmigo, porque te habías dado cuenta que era yo a quién amabas, que tú habías sido un idiota y que lo sentías mucho. Me pediste no irme de ti y me dijiste que si eso era lo que yo quería estaba bien. Recuerdo que ese día me dijiste tantas veces que me amabas y lo mucho que me querías en tu vida que quise creerlo, de verdad. Y aunque fue en contra de todo lo que soy y aunque sabía que era un error, decidí perdonarte. Me juraste que todo sería diferente, que yo sería la única en tu vida porque de verdad me amabas. Recuerdo que te dije que sería la última vez que te perdonaría algo así, pero no fue así.
No tengo fecha de lo siguiente pero te supondré que fue de enero a octubre del 2019, creaste tantas inseguridades en mí que yo ya no podía confiar en ti, después del boom anterior pasábamos casi todos los días juntos y cuando no era así sentía que tú estabas con alguien más, entonces, me obsesioné con la otra chica, la de la fiesta, leía sus redes y hablaba de ti, de ustedes. Y me duele aceptar que a veces yo tenía razón y seguías viéndola. Ella sabía de mí, sabía que yo era tu novia y ella estaba ahí contigo, decía quererte y que tú la querías a ella. Recuerdo un tweet que ella escribió: “es más si te veo ahí te besó en frente de ella” hablaba de una fiesta que tú y yo iríamos juntos y tú le dijiste eso, nunca supe si de verdad lo dijiste o ella lo inventó. Escribía cada vez que te vería, y yo te reclamaba y preguntaba si era verdad, recuerdo una vez que peleamos por eso, me dijiste “ya te estás convirtiendo como ella” (la exnovia) y me dolió ¿sabes? porque no era justo, yo te había perdonado y no merecía eso, me estabas viendo la cara de nuevo y me dijiste que no era verdad, que a ella no la habías vuelto a ver desde aquella vez. Y si te lo preguntabas, sí me pediste perdón, pasó cuando un día antes ella había ido a tu casa, lo sé porque escribió de eso, tomaron cervezas y ella subió una foto de ello. Entonces, yo tenía pruebas. Me arme de valor, lloré esa noche y me prometí no volver a llorar por ti, fui a tu casa al día siguiente decidida a mandarte a la mierda. Cuando discutimos, lo negaste y me preguntaste si tenía pruebas, entonces te enseñé la foto. Al final, lo aceptaste y dijiste que eras un idiota, que no la volverías a ver nunca más, me pediste perdón y me dijiste que me amabas, recuerdo el “yo te elegí a ti porque te amo ¿crees que haría algo para arruinar lo nuestro?” me hubiera gustado decirte que sí. Supe que le dijiste que no se volviera aparecer en tu vida. Supongo que ella se cansó de ti o no lo sé, pasó el tiempo y no sé si volvieron a verse, pero dejé de indagar. Ahora sé que después de un tiempo ella no volvió a ti. Oh, y no te mandé a la mierda esa vez porque quería que lastimaras a esa niña con tus palabras, estuvo mal, pero admito que fue reconfortante... sólo lo dejé pasar, como las otras veces.
Me volví indiferente a ti después de eso, dejé de creer que lo nuestro era de verdad y empecé a verte diferente, nunca te lo dije, ya no quería nada serio contigo, quería sexo, cervezas y un abrazo reconfortante de vez en cuando. Pero las cosas fueron diferentes después de noviembre del 2019 y me hiciste volver a creer en ti, en qué de verdad me amas... supongo que los días buenos volvieron y empecé a olvidarme de los días malos; las cosas han cambiado, pero aún me duele recordar.
Eres especial para mí, siempre me haces volver a ti pero aunque te he perdonado mucho, no estoy dispuesta a perdonarte una vez más.
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noaaaahblack · 6 years
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Fanfic/Novela de CDMU. (Título aún por decidir) Nathaniel x Sucrette x Castiel.
¡Oye!
Supongo que algunos estarían confundidos, así que, dejad que me expliqué primero.
No lo estéis, confundidos digo. Soy la mítica persona que nunca está segura de nada, por ello, cuando subi el primer capítulo o el prólogo, el viernes, me di cuenta de algo. Que no estaba contenta con el resultado. Que me había precipitado, así que le he dado vueltas, una vez y otra vez, para intentar descubrir el motivo y me esforcé, seriamente, por rehacerlo. Y me gusta el resultado.
Es lo que estaba buscando.
Sé perfectamente que soy exigente y que nunca me conformo con mis historias y mis "logros", que siempre puedo mejorar, soy ambiciosa en ese aspecto, así que, cuando me siento bien con algo, como es el caso ahora, estoy seguro de que puedo empezar con buen pie con esta historia. Por eso la borré de tumblr y la he sustituido el día de hoy.
 Y ahora, las explicaciones.
No he decidido el título aún, lo tomaré con calma. Asi que, si a alguien, con el desarollo de la historia, quiere aportar ideas bienvenid@ sea.
Esta historia se trata sobre un universo, similar al actual corazón de melón en la universidad, pero con mis elementos de fantasía, por lo tanto, es posible y probable que contenga spoilers, pequeños, pero spoilers al fin y al cabo. Será un triángulo amoroso entre Nathaniel, Castiel y Sucrette. Y también quiero destacar algo importante, es una historia algo interactiva, sí, por lo tanto, podremos decidir ciertas cosas que sucederán, por ejemplo, con quien se quedará al final, que hará sucrette, diálogos importantes...
Dependiendo de cuantos reblogs y notes tenga, la subiré, o no, aquí. También esperaré sabre vuestras opiniones y comentarios ansiosa, ya que eso siempre me motiva a seguir subiendo más y esforzarme.
Recordad también sigo aceptando peticiones de fanfics de corazón de melón y eldarya. Asi que, no os corteis y pedid. Como un aparte de la historia que necesito decir antes de que se me olvide.
También decidiré, con el tiempo, una fecha de subida fija, escucharé sugerencias de lectoras y recomendaciones, quiero decir, para saber que día preferís que suba capítulo y me ajustaré a ese horario.
Y, por último, habrá presencia de personajes originales míos. No admito copias y adaptaciones sin permiso, me enteraré si alguien roba esta historia y me aseguraré de tirarla abajo, también quiero aclarar que tendrá contenido sensible, por lo tanto, lees bajo tu propia responsabilidad. 
Dicho todo esto, dejo de alargarme. Disfrutad de la lectura y dejad notes y reblogs.
рʀᴏɩᴏɡᴏ
Castiel
En el suelo de la habitación, con los papeles por el suelo, con el desorden rodeándonos, la atrapé entre mis piernas sin ser consciente, quedando en el absoluto silencio.
Entre mis brazos, con aquellas mejillas ruborizadas a juego con mi pelo, sus labios entreabiertos, expectante entre mi cuerpo, a centímetros, sentía el calor que emanaba de ella, sentía su aroma. Entonces lo recordé, recorde el sabor de sus labios, sus caricias, su amor. La recorde a ella, feliz y preciosa.
Y sin poder evitarlo, lleve mis manos, despacio, con una suavidad tremenda, deslizándolas por su cabello anaranjado, que caía en cascada por su espalda, sedoso y con olor a frutas, fino y delicado. Quería tocarla.
Ella alzó su mirada, nuestros ojos conectaron y se sintió como si nada hubiese cambiado, como si nunca nos hubiésemos dejado, como cuando éramos nuestros.
Sus orbes, del color de la miel, dulces y cariñosos que siempre habían estado conmigo, me miraron como antes, haciéndome sentir que, mi corazón, escaparía de mí.
-       Castiel…-
Sus labios se entreabrieron.
Apetitosa.
Su voz suave, que reconocería entre la de un millón de personas, atravesó por mis tímpanos, provocando un cosquilleo en mí. Electrizante al entrar en contacto con mi oído, maravillosa, sexy sin darse cuenta, deseable y mi debilidad, me tentó más de lo que nada me había engatusado.
Mi único deseo desde hacía cuatro años estaba a milimetros de, posiblemente, realizarse.
-       Sucrette…
Ella alzó su mentón, en busca de mí.
Me miró como lo hacía antes, me miró con el mismo anhelo que siempre tenía cuando estábamos a solas, en mi habitación, en la suya. Y lo notaba, me deseaba tanto como yo lo estaba haciendo con ella. Como yo la había deseado siempre. Desde hacía cuatro años, desde que la conocí, en el patio del Sweet Amoris.
Hipnotizado por su aroma, me incliné lentamente, sin apartar mi mirada de ella. La vi entrecerrar sus ojos, y contuve el aliento en una respiración fuerte al ver aquella imagen tan deleitosa.
La anhelaba, y me consumía ese deseo de ella. Mis manos temblaron, paseando y enredándose en su cabello.
El tiempo se había detenido en aquella habitación.
Alzó la cabeza para mí, en busca de nuestra comodidad, dando más acceso al movimiento de mis manos que se deslizaron hacia su nuca.
-       …
Quise preguntar, quise pedir su permiso, pero ni siquiera tuve un momento.
Me besó.
Ella me besó.
Tomó las riendas y saltó encima de mí.
Sus labios se abrieron paso en los míos y sus manos se agarraron a mi chaqueta, cogiéndome con fuerza, empujándome hacia atrás, provocando que la soltase para sujetar de mí mismo, apartándolas de su cabello. 
Entra la pasión, tomó un impulso, más frenético de contacto, sentándose sobre mis piernas, yendo aun más lejos, empujando su lengua dentro de mi boca. Más rítmico y más sexy.
Me hacía estremecer.
Incapaz de apartar mis manos sobre ella, me apoyé con una y coloqué la otra en su cintura. Se meneó encima de mí, para pegarse más, no había palmo entre nosotros.
Cortó el beso y me miró, otra vez.
-       Sucrette…
Ella no dijo nada.
Con sus labios hinchados, permaneció encima de mis piernas, enredada en mi cuerpo como muchas veces lo había estado. Aún en silencio, en aquel cuarto, solos, como en el pasado. Y bajó la vista, cortando el contacto visual que deseaba.
La aprisione más fuerte con mi mano, para mantener este momento, eterno, e intenté volver a ella, volver a mi deseo, pero apartó su rostro de mi cara. Su aparente rechazo me dejó patidifuso, pero no sabía que podía hacer al respecto. Así que me quedé sujetándola, con la mirada firme, esperando que me mirase, que levantase la vista y volviese a besarme, pero a cambio solo me habló.
-       Castiel… yo…
Tragó la saliva pesadamente y sentí como aquel anhelo se desvanecía.
Su rostro se levantó para mirarme, nuestros ojos volvieron a unirse, quise llevar mi mano a su rostro, acariciar su piel aterciopelada y perderme en nuestro contacto tan íntimo, consumirnos ambos por el deseo y terminar una vez más envueltos entre nuestros besos, pero no tuve ni tiempo.
Sus ojos, fueron detrás de mí, cambiaron, rompiendo en arrepentimiento y supe, una vez más, que esto no terminaría bien.
-       Nathaniel…
Ese nombre saliendo de sus labios me hizo fruncir el ceño.
Vi nuestro momento romperse y giré mi cabeza para ver detrás de mí, el idiota de Nathaniel estaba en los dormitorios de las chicas, en la habitación de Sucrette, con los brazos cruzados, el ceño fruncido y sus puños apretados. Amenazante, enfadado y lo entendía, yo sentía lo mismo. Nathaniel odiaba en ese momento, pero no tanto como yo a él.
Sucrette abandonó mi regazo, no la miré, pero si sentí como el frío me invadía ahora que no tenía el calor de su cuerpo, el rubio negó con su cabeza y retrocedió.
-       Nathaniel… yo…
-       Olvídalo.
-       N-no, espera…
Nathaniel nos dio la espalda y se marchó, con aquel odio que emanaba desde hacía cuatro años, desde que Sucrette nos dejó.
Observe la escena desde mi posición, Sucrette le miró, suplicante, aunque él no tenía la vista en ella. Desesperada y en medio de la habitación, de sus, hinchados, labios escuché un lastimoso gemido que se escapaba tortuosamente, y dolió como el infierno.
Ella se fue detrás de él.
Dejándome en el suelo aún.
Recordé cada segundo desde su llegada aquí, después de estos cuatro años. También recordé el tiempo que no estuvo cuando aún seguíamos juntos. Nuestra relación a distancia doliendo, el no poder besarla, tampoco poder tocarla, aunque estaban las llamadas con cámara, sentía que había una enorme distancia entre ambos. Lo recordaba perfectamente
Mis reminiscencias nunca me dejarían.
La vi dos veces en un año, dos veces que no me llegaban para recargarme el tiempo sin ella, y luego, discutir. Cada segundo, cada minuto que hablábamos eran gritos y llantos, sollozos internos que desgarraban. Era como veneno.
Pero la deseaba y la amaba.
Recordé cuando Sucrette intentaba dejarme, para hacernos un favor, y también recordé el miedo, el dolor, la angustia, como evité ese momento mil veces y como ese momento llegó a mí más fuerte y más doloroso. Y recuerdo mi llamada, como si fuera ayer.
Como, borracho, fui lo más sincero que pude.
“Nena, podemos arreglarlo, haré lo que quieras, cambiaré, me mudaré, lo arreglaré, pero no me dejes, no puedo sin ti, haré lo que quieras, pero no me dejes, eres lo mejor que tengo, te quiero.”
Recuerdo que ella estaba dormida, fue a las cinco de la mañana, así que su voz, estaba ronca, pero seguía siendo la mejor melodía para mis oídos. Ella preguntaba si estaba borracho. Y yo seguía divagando.
“¡Qué más da! ¡Es probable que sí, pero no lo cambiaría! Te quiero y necesito que lo intentemos, lo necesito”.
La quería al completo, para mí.
Pero, inevitablemente, no pudo ser.
Mi yo, borracho, continuó balbuceando, ella terminó por dormirse repitiéndome que me quería y que era lo mejor para ambos, que siempre me querría. Yo, aún tirado en mi cama, cuando Demonio aún estaba a mi lado, arrastrando las palabras hasta dormirme, continué diciéndole que la amaba y que se quedase a mi lado, hasta que mi teléfono se apagó, hasta que nos dormimos sin discutir, por primera vez en todo un año.
Recordé su llamada, nuestra última llamada, al día siguiente, ella me llamó a mí.
Y por último, en esa habitación del campus, en su habitación, recordé mis últimas palabras.
“Si es que, tienes razón, Su, tienes razón, somos como el veneno, él uno para el otro, aunque nos queremos, nos destrozaremos. Lo mejor siempre ha sido eso, es hora de dejarlo marchar.”
Recordé las canciones que escribí sobre ella, el rencor que me consumió al sentirme abandonado, recordé cada segundo hasta este momento, el tiempo que, después de cuatro años, habíamos pasado juntos.
Me levanté de aquel suelo.
No debía dudar.
Corrí detrás de ellos, cerrando la puerta de aquel cuarto donde ella me besó. Donde tantas veces fui a buscarla sin atreverme, corrí porque ella lo merecía y no me importaba que Nathaniel, una vez más, interfiriese en nuestro camino.
Mis pasos me condujeron al patio del campus. Corrí como nunca había corrido antes, hasta abandonarme en las imágenes que mis ojos captaron.
Sucrette y Nathaniel a centímetros, alterados y discutiendo, hasta que sus ojos se posaron en los míos, desafiantes. Y lo hizo ante mis ojos.
La besó.
Nathaniel me desafió, sin siquiera pestañear, la besó sujetándola contra su cuerpo y con una dulzura diferente a la del beso que antes había compartido con ella. 
Y lo supe.
Supe en ese momento que no pensaba rendirme y que la quería de vuelta. Que esto no iba a quedar aquí.
Supe, que merecía la pena.
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nethwan · 5 years
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Doble vida
Summary: Lars y Mei se conocen en un momento inoportuno. Ella no lo juzga, por tener un trabajo poco convencional, pero como en todo, siempre hay personas prejuiciosas.
Nota: Este es un reto de escritura, espero que haya quedado interesante, pues la propuesta lo fue.  
Otros links: 
https://archiveofourown.org/works/20583500
https://www.fanfiction.net/s/13383900/1/Doble-vida
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Lars dio un sorbo a su taza de café y suspiró al ver el reloj. Si no se daba prisa, terminaría llegando tarde a clases, además en la noche tenía trabajo. Se preguntaba en qué momento dejaría ese empleo, pero la paga era excelente y gracias eso podía vivir más tranquilo y pagar sus estudios. Se contentó pensando que estaba en su último semestre, pronto se graduaría y conseguiría un trabajo de verdad. Así pues tomó sus cosas y partió rumbo a la facultad.
“Esta noche tenemos una despedida de soltera” anunció Francis felizmente.
Los demás hicieron bromas, pero Lars sólo pudo pensar que eso significaba dinero extra. Antes de empezar con los preparativos, Francis les comentó que cada uno daría un show privado a alguna de las chicas, al parecer estaban muy dispuestas a disfrutar de esa noche al máximo
Este tipo de servicios aunque era más costoso, le daba mucha vergüenza. En el pasado algunas mujeres habían querido aprovecharse de él, algo que no estaba dispuesto a permitir, más que nada por principios y porque Francis no estaba de acuerdo en que confundieran las cosas. Lars se preparó y después esperó en ese pequeño cuarto a que la elegida llegara. Quería que todo terminara pronto.
“Vamos Mei. Tú también debes disfrutarlo” dijo una chica empujando a otra hacia el interior de la pequeña habitación. “Además ya está pagado. No seas mojigata”
Mei cedió y entró titubeante. Cerró la puerta detrás de ella y miró al joven que la esperaba. Era muy alto y tenía un buen cuerpo, además era bastante atractivo. Se sintió nerviosa en cuanto él se acercó.
“Espera, es la primera vez que vengo a un lugar así” dijo ella, como si fuera necesario.
“Está bien. Empezaré cuando estés lista”
Ella asintió. En verdad no estaba convencida de estar ahí. Se sentía tan incómoda,  probablemente él pensaba que era una chica tonta, además de puritana. Suspiró frustrada. Se quedaron en silencio unos minutos, hasta que él habló.
“Si no estás a gusto, entonces, podrías quedarte aquí y fingir que hice algo”
Mei aceptó y se sentó junto a él. Lars pensó que tal vez estaba ahí en contra de su voluntad. Entendía que obligarla no sería una buena opción porque él tampoco estaba cómodo con la idea. La observó por un momento, le pareció bastante bonita y delicada, además olía bien y creyó que era una chica bastante dulce y agradable.
“¿Y cómo te llamas?” le preguntó ella de pronto, dándose cuenta de que él la miraba.
“Abel”
“Ese no parece nombre de stripper” dijo ella y se arrepintió al momento, tapándose la boca.
Él la miró serio, alzó la ceja y cruzó los brazos, después él apretó los labios tratando de no reírse, pero no pudo más y soltó una carcajada. Mei se rio también. Aunque pudo haberlo tomado a mal y convertirlo en una situación aún más embarazosa, lo cierto era que aquella fue una respuesta tan espontanea e impertinente que a él le causó más bien gracia.
“Mi segunda opción era Jan. Me llamo Lars”
“Soy Mei, mucho gusto”
Eso disminuyó la tensión y la risa dio lugar a una conversación. Hablaron un poco de sus vidas, ella estaba estudiando arte y él derecho. Poco a poco descubrieron que tenían varios pasatiempos en común como la jardinería y leer. De pronto la incomodidad entre ellos desapareció por completo.  
“Si no es mucha indiscreción ¿qué te trajo a este lugar?”
Él se quedó pensando un momento, era la primera vez que hablaba de su situación con alguien. Es más, ni sus mejores amigos sabían de esta doble vida que llevaba. Pero ya que probablemente no se verían más, pensó que no perdía nada con contarle. Además había algo en ella que le inspiraba confianza.
Su historia empezó con el capricho de irse a vivir a la ciudad porque quería estudiar en la universidad del lugar. Decidió vivir por su cuenta, pero el dinero que ganaba en trabajos de medio tiempo apenas le alcanzaba. No tenía idea de que vivir en la capital fuera tan caro.
Entonces un día, cuando trabajaba como mesero en un café, conoció a Francis Bonnefoy y después de platicarle su situación, éste le ofreció el empleo. Al principio Lars quiso rechazarlo, pero le hacía falta el dinero. Desde entonces se había cuidado de que nadie supiera su secreto, en especial su familia.
Mei sonrió y le dio una palmadita en la espalda.
“Me alegra saber que has salido adelante. No es un trabajo convencional, pero te da para vivir. Creo que eres muy valiente. Yo en cambio, he recibido mucha ayuda de parte de mis padres, pero sé que pronto lo haré todo por mí misma”
Él sonrió también. Era una de esas muy raras ocasiones en las que una clienta no lo veía como a un objeto sexual, sino como a un chico normal con un empleo no tan normal.  Siguieron platicando, hasta que alguien tocó a la puerta, era una de las amigas de Mei. Al parecer, era momento de irse a casa de la futura novia.
“Espero que lo hayas disfrutado después de todo te tocó uno bastante apuesto” dijo al verlo.
Mei volteó a ver a Lars con cierta vergüenza y le hizo adiós con la mano. Aquella había sido una noche especial y ambos lo supieron.
Pasaron unos días y mientras Mei y sus amigas estaban en un café, una de ellas le hizo una seña para que mirara hacía otra mesa.
“Mei, ¿No es ese el stripper del otro día? El que estaba contigo” dijo con malicia.
Mei sintió mariposas en el estómago cuando lo vio. Estaba en lo cierto, era él. Se excusó ante la inquieta mirada de sus acompañantes y fue a saludarlo. Estuvo pensando en él toda la semana y quería volver a verlo, aunque pensaba que quizá sería imposible debido a sus ocupaciones y a que esa ciudad era muy grande.
“Hola, qué sorpresa encontrarte de nuevo”
“Hola” dijo él, sonriendo por tan maravillosa coincidencia.
La invitó a sentarse y se quedaron hablando un rato más. Mei ni siquiera se había dado cuenta de que sus amigas ya no estaban, pero no le importó. Sus ganas de estar con él eran más grandes que seguir escuchando las quejas de sus amigas por todavía no encontrar novio.
Así empezaron a frecuentarse más seguido. A Lars le gustaba su sentido del humor y lo optimista que era, y a Mei le agradaba que él fuera tan centrado y serio. Sus sentimientos no tardaron mucho en cambiar y poco a poco la amistad dio paso al amor, aunque él no se sentía seguro de si ella estaría cómoda con la idea de salir con alguien como él.
Conociendo su situación, pensaba que ninguna mujer estaría dispuesta a salir con un stripper, no era tan emocionante como se oía, ya lo había intentado, pero siempre era rechazado o le daban a escoger.
“Mei, me gustas mucho, pero ¿No te molesta mi empleo?”
“Lars, te conocí en ese lugar”
“Pero... ¿qué van a decir los demás? ¿Tus amigos? ¿Tu familia?”
“No me importa, saldrás conmigo no con ellos. Admito que al principio me sentí un poco celosa e insegura, pero te quiero y confío en ti”
Pero no Mei. Lars tuvo la certeza de que era la mujer para él.
Dicho esto, empezaron una relación amorosa. Mei recibió poca aceptación de parte de las que alguna vez llamó “amigas” y pronto dejaron de tomarla en cuenta, diciéndole que esa relación no tenía futuro, pues él probablemente la estaba engañando y era repugnante tener que estar con un hombre de tan bajo mundo.
Sin embargo, Mei no lo creyó así, no podía juzgarlo de esa forma y menos cuando sabía que él no tenía otra opción. Así que también les dijo adiós y al poco tiempo hizo otras amistades.
Como Lars quería, dejó el empleo unos meses después de graduarse y por fin pudo ejercer su profesión. Pero conservó su amistad con Francis por todo el apoyo recibido.
Pasaron  siete años, Lars y Mei ahora vivían juntos en un departamento, era pequeño, pero para ellos era su hogar. Y también, estaban a punto de casarse. Sentían que nada podría arruinar su felicidad.
Era la cena de ensayo, mañana sería el gran día. Sería una ceremonia sencilla, pero significativa, solamente familiares y amigos cercanos estaban invitados. Ambas familias estaban felices por aquel compromiso, aunque sus padres opinaban que se había tardado en comprometerse y dar ese paso tan importante. La pareja se sentía contenta al ver a todos conviviendo y deseándoles felicidad.
Al poco rato Mei vio de nuevo a sus antiguas amistades. Se sorprendió al verlas ahí pues llevaban años sin hablar por lo que no estaban invitadas ni pensaba que ellas estuvieran interesadas en verla casarse.
“Mei, me tomé la libertad de invitarlas. Sé que no han hablado en años, pero podrían reconciliarse” dijo su madre que no estaba al tanto de la razón del distanciamiento.
Ella fingió una sonrisa. Y las saludó como si nada pasara, esperando que aquel malentendido entre ellas hubiera desaparecido.                              
“Veo que siempre sí seguiste con él” comentó una de ellas con desdén.
“Así es, no veo por qué te sorprende”
“¿Pero en serio te casaras con ese tipo? ¿Acaso ya olvidaste dónde lo conociste?” replicó la otra.
“Eso no importa, quedó en el pasado”
“Imagino que ya todos lo saben” volvió a intervenir la primera con una sonrisa maliciosa.
Mei negó con la cabeza, incluso si lo supieran no creía que les importara de todas formas. Él estaba ganando prestigio en su trabajo, sus futuros suegros lo estimaban y se llevaba bien con sus amigos. Ya que más daba. Era raro que él hablara de eso, casi nunca sacaban el tema. Ella sabía que solo la estaban molestando, claro, porque ellas seguían obsesionadas con casarse, pensó.
“¿Qué sucede, Mei? ¿Todo bien?” le preguntó su madre al verla molesta.
“Sí, mamá, es que ellas ya se van”
“¿Por qué no le dices de una vez a tu madre que te vas a casar con un stripper...? Creo que merece saberlo” dijeron en voz alta.
La madre de Mei y otros invitados se quedaron en silencio. Lars se puso pálido y sus padres lo miraron esperando que fuera una broma de mal gusto. Él bajó la mirada.
“¿De qué está hablando esa muchacha?” preguntó el padre de Mei.
“De nada,  ya se van”
“Ya no les mientas ¿Qué van a decir todos cuando sepan que te vas a casar con un tipo que se desnudaba por dinero? Así fue cómo lo conociste ¿Recuerdas?”  
“Quién sabe con cuantas no te debe haber engañado. Siempre has sido una tonta”
Se hizo un silencio sepulcral y de ahí empezaron los murmullos. Los padres de ambos se mostraron molestos y confundidos. ¿Qué era todo eso de desnudarse por dinero? Mei miró a Lars, y fue a su encuentro. Él rechazó su abrazo.
“¿Lars?”
“Es cierto. Pensé que podía escapar de mi pasado, pero no es así. Lo lamento” dijo y se fue de allí sintiéndose humillado.
Todos los presentes trataron de asimilar tan sorpresiva escena. La madre de Lars rompió en llanto, mientras el padre ofrecía disculpas a los padres de Mei. Ella no imaginaba que todavía le afectara su pasado. Por petición de él, siempre lo mantenían como un secreto, como algo que pasó una sola vez.
Todos la miraron esperando una explicación, algunas personas murmuraban y otras empezaban a verla con malos ojos. Nadie parecía entender que lo habían humillado por puros prejuicios, que él era una buena persona y que no lo había hecho por gusto, sino por necesidad. No cualquiera se atrevería a hacer lo que él había hecho.  
“Ya sabía que había algo malo con ese muchacho” dijo una de sus tías. Y otras hicieron comentarios aún más crueles.
Mei entró en cólera. Estaba furiosa al escuchar palabras tan estúpidas.
“¡Basta!” dijo golpeando una de las mesas con el puño. “Él siempre ha trabajado duro para lograr sus metas, no hay nada de malo con él. De quienes deberían sentir pena es de estas hipócritas. Lars es un buen hombre y yo lo amo” dijo Mei y salió a buscarlo.
Francis que había presenciado todo sin inmutarse, sintió que debía decir algo.
“Es cierto lo que ella dice. Yo fui quien le ofreció ese trabajo, pero les doy mi palabra de que es un buen muchacho, testarudo, pero bueno. No creo que sea apropiado juzgarlo de esa forma, ¿o sí? ¿Acaso no todos tenemos nuestros secretos?”
Todos guardaron silencio. Era mucho lo que debían procesar, sumado al estrés de los preparativos de la boda, todo era demasiado.
Mei condujo por un buen rato pensando donde podría estar. Hasta que se le ocurrió que tal vez estaba en el mirador donde él le propuso matrimonio. Y no se había equivocado, él estaba ahí. Mei se acercó a Lars, mientras él trataba de ocultar sus lágrimas.
“Lo arruiné todo. Te puse en ridículo delante de tu familia y avergoncé a mis padres. Mei, desde el principio supe que no merecías esto. Te juro que jamás te engañé. ¿Cómo podría?”
“No arruinaste nada. Te dije que yo te quería y confiaba en ti. No te casas con esas locas ni con mis padres ni con otras personas ¡Te vas a casar conmigo! ¿No crees que mi opinión importa más?”
“¿Pero qué tal si te rechazan...? Todos te verán mal”
“Qué importa el qué dirán. Estos 7 años contigo han sido increíbles. ¿Por qué te dejaría por eso? Te amo. Si quieres huyamos justo ahora y casémonos en alguna capilla de las Vegas” le dijo enjugándole las lágrimas.  
Él la abrazó. No sabía cómo lo hacía, pero siempre lograba reconfortarlo y hacerlo sentir bien consigo mismo. Le pidió que se quedaran ahí otro rato para tranquilizarse por completo. Ella podía notar su ansiedad, nunca lo había visto tan asustado, pero estaría ahí para apoyarlo.
Él tenía miedo de volver, de encarar a todos. Mei lo tomó de la mano y por fin regresaron juntos al departamento. Estaban cansados, no les importaba que la boda no se hiciera al día siguiente, Mei seguía furiosa con todos luego de lo ocurrido. Quizá debían tomar su palabra y huir.
Sin embargo, ambas familias y sus amigos estaban esperándolos. Era una reunión bastante extraña. La madre de Lars lo abrazó al verlo llegar, y tanto ella como su padre le pidieron perdón por haberlo juzgado tan pronto. Los padres de Mei también sentían que debían reconfortarlo, sabían que era un buen hombre y que su hija lo amaba. Se disculparon con ambos, en especial después de haber invitado a gente indeseable sin permiso.
“¿Bueno, qué hacen ahí? Deben descansar mañana es el gran día” dijo la madre de Mei.
Mei se fue a casa con sus padres y Lars se quedó ahí con los suyos. Ninguno pudo dormir bien por la emoción. A la mañana siguiente, Lars no podía sentirse tranquilo hasta ver a Mei a su lado. Cuando por fin apareció, se quedó sin aliento, se veía tan hermosa. Por fin, llegó a su lado y la ceremonia comenzó.
A pesar de los pronósticos pesimistas, todo fue perfecto. Fue quien quiso ir y eso la hizo más especial. El pasado quedaba en el pasado y lo que importaba era el presente para construir un mejor futuro. Ahora sí, nada podía detenerlos.  
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gemini-in-tauro · 6 years
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Bien, Zuko, ¡bailemos!
Recientemente me enteré que hace poco fue la Zukaangweek, y que aceptan trabajos en español (y trabajos atrasados, supongo), así que ahí te voy ATLA.
Resumen: “Vamos, Zuzu, ¿qué es lo peor que podría pasar? Quizás hasta una novia te encuentras.” Y es de esa forma en la que su hermana y su primo le convencieron de tomar clases de danza georgiana. Zuko está irritado. Aang no parece darse cuenta de ello.
Ahora, si no mal recuerdo, el último día era AU así que...
Bien, Zuko, ¡bailemos!
“Vamos, Zuzu ¿qué es lo peor que podría pasar? Quizás y hasta una novia te encuentras.”
Ese fue el primer diálogo que tuvo con su hermana después de tres años de no verse. La chica hasta tuvo el descaro de sonreír inocentemente, aún cuando con esa mirada filosa era difícil de creer que lo fuera.
Bueno, el caso es que la idea original no había sido de su hermana, precisamente. Había sido en realidad Lu Teng quien había sugerido que tomara clases de danza georgiana. Es cierto que desde el divorcio de sus padres se había sumergido mucho en sus estudios y que poco salía de su casa (aunque es entendible, considerando que se había ido a un nuevo pueblo donde a pocas personas—entiéndase, a nadie—conocía; le tomó tiempo) y que se había vuelto lo que su hermana consideraba “rarito” pero no necesitaba que se lo recordaran.
Danza georgiana, ¿huh? No sonaba tan mal. Y en serio, ¿qué es lo peor que podría pasar?
(Una voz en su interior le dijo que esa frase era lo que se consideraba un detonante de situaciones irónicas, pero decidió ignorarla acérrimamente).
A Zuko no le hacía mucha gracia que Azula le guíe por la ciudad como si fuera un turista que jamás había pisado un pie. No ayudaba tampoco que Lu Teng estuviera también guiándolo por todos lados.
—¿No íbamos a ir directo al estudio de danza? —no quería sonar irritado, después de todo hace ya mucho tiempo que no los veía, pero también es cierto que había accedido a una cosa. Y esa cosa no era realmente darse vueltas y más vueltas por la ciudad.
Azula le sonrió conspirativamente. —Vamos, Zuzu. ¿No me digas que la luz del sol te está calando la vista?
—Puede que sólo hayamos mencionado el estudio de danza, pero queríamos que volvieras a familiarizarte con la ciudad —lo peor es que sonaba coherente viniendo de su primo el universitario, quien había planeado todo esto junto con Azula y no le había dicho nada sino hasta el último minuto.
Y es de esa forma que no fue hasta cerca de las cuatro o cinco de la tarde que finalmente llegó al estudio de danza. Siendo honesto, realmente no pensó que estarían practicando hasta esa hora. Lo primero que pensó al acercarse al estudio es que parecía que un terremoto de pequeña escala se había instalado permanentemente en el edificio.
—Tonterías, Zuzu, es sólo que no te has acostumbrado.
Se acercaron a lo que a duras penas podría considerarse recepción y inscribieron a Zuko a unos “cursos de verano” en ese estudio de danza, donde tendría una hora diaria de práctica de danza georgiana, que es, finalmente, la razón por la que había accedido a salir de su casa en primer lugar.
Azula y Lu Teng lo abandonaron no pasado mucho tiempo. Antes de que pudiera pensar en muchas maldiciones para lanzarles un niño que parecía de doce ó trece años (¿que no la edad mínima para inscribirse eran dieciséis?) se posicionó en frente de él, como intentando atraer su atención.
Casi por reflejo saltó un par de centímetros, soltando un gritito para nada masculino.
—Eres nuevo, ¿no? Soy Aang —y Aang no parecía en lo absoluto notar que Zuko no estaba interesado en conversar con él. Al notar que no le respondía, arqueó una ceja, como dándose cuenta de algo importante—. Ah, ¿eres extranjero? ¿Hablas español?
Zuko rodó los ojos. —Sí, hablo español. Y no, no soy un extranjero —o no se creía uno al menos. Viajar medio país al norte no era “ir a otra cultura completamente diferente”, pero sí era distinta a como notaba que la ciudad en la que había crecido se había vuelto.
Se aclaró la garganta. —Zuko —dijo finalmente. Esto hizo que el chico que se autoproclamaba Aang sonriese y lo tomara de la mano para acercarlo al grupo de adolescentes que ya estaban formados en fila esperando a las instrucciones del entrenador.
—Bien, Zuko, ¡bailemos!
De todo a todo, las clases de danza georgiana no estaban tan mal. En su vida había escuchado hablar de semejante tipo de danza, pero le recordaba bastante a lo que había en los libros de historia de su madre, quien se los había dado cuando comenzó a interesarse más en esos temas (es decir, inmediatamente después del divorcio de sus padres); una sobre ritos de hace mucho tiempo sobre cosechas y le gustaba.
—Ay, deberías ver tu cara, Zuko.
Pero no lo decía en voz alta, pues Aang, su “mejor amigo” (según él mismo) no le dejaría descansar si lo descubría.
—Mi cara no tiene nada de malo —aseguró bebiendo de su ánfora, sentándose al tiempo que con su mano libre alcanzaba su toalla de mano y se secaba el sudor en la frente. Aang se encogió de hombros, ¿cómo le hacía para no cansarse?
—No dije que lo tuviera, pero es divertida —inmediatamente, frunció el ceño de una forma muy exagerada a como lo hacía Zuko—. Bu, bu, soy Zuko y soy el fan número 1 de Hulk. Me gusta estar enojado todo el tiempo y me gusta pelear con mi encantador mejor amigo.
Zuko rodó los ojos. —A mí ni siquiera me gusta Hulk.
—Dijiste que habías visto Los Vengadores hace tres días —apuntó.
—¿Encantador? ¿No te parece un poco narcisista?
—Estás desviando el tema —volvió a señalar Aang—; además no fui yo quien lo dijo. Fuíste tú.
Zuko bufó. —Fuíste tú fingiendo ser yo.
—Nu-uh —Aang alzó una mano, negando con el dedo índice lo que su amigo decía—. Era yo traduciendo el idioma Zuko.
El mayor quiso replicar algo (¡No existe tal cosa como el  idioma Zuko!) mas lo detuvo el instructor, insistiéndoles que volvieran a enfilar todos.
Llegado el fin de semana, Azula notó que Zuko le prestaba más atención a su teléfono de lo que generalmente lo hacía. No es como si llevaran mucho tiempo reencontrados, pero ciertamente no estaba tan atento a su celular hace una semana a como lo estaba en ese momento. El ceño lo tenía fruncido, como si estuviera peleándose consigo mismo entre permanecer enojado o reírse a carcajadas de lo que sea que estuviera viendo en su pantalla.
—¿Coqueteando con tu novia, Zuzu? —aquello pareció atraer la atención de Zuko, quien la observó como si le hubiera crecido una segunda cabeza y después sacudió la cabeza, como si el pensar en quien sea que estuviera conversando como su “novia” fuera nauseabundo.
—Peleando con Aang —Azula se levantó de su silla en el comedor y se sentó en el sillón al lado de su hermano, intentando leer los mensajes que escribía furiosamente. Antes de que pudiera siquiera leer uno, sin embargo, su hermano bloqueó el móvil y lo lanzó al sofá que estaba posicionado en frente de su asiento, llevándose las manos a la cabeza a manera de querer arrancarse los cabellos.
La adolescente se encogió de hombros, si a su hermano le iban los chicos, bueno, que así fuera. Había cosas más importantes en su agenda (como esas nuevas dagas que Mai había comprado y que había prometido mostrarle, por ejemplo).
—Bueno, este es un país libre —fue lo que dijo a modo de respuesta. Como Zuko no podía leer mentes no entendió el contexto, así que terminó viéndola irse, perplejo.
—Qué irritante —si era para su hermana o para Aang, le era difícil decidirse.
—Admito que todavía me queda la duda —dijo a Aang, quien al igual que él había llegado media hora antes de la que tenían en los horarios, en lo que el menor comía lo que parecía ser queso (era… queso, ¿no?) de un recipiente que había traído consigo.
—Y puedes preguntar, mi estimado amigo —pronunció antes de engullir gran parte de su… queso. Zuko no sabía si estar horrorizado con la forma en la que podía comer tanto con un tenedor de plástico, o si dudar de todo lo que sus clases de física le enseñaron.
—Eh… ¿qué significan tus tatuajes? —y señaló al dorso de su propia mano, y a donde estaría su cabeza de no ser por su cabello. Aang pareció entender finalmente lo que quería decir (después de un par de segundos de mirarle desconcertado) y, guardando su recipiente vacío se irguió en su lugar, como indicando que la conversación era seria.
—Bueno, verás mi… eh, papá —esa palabra no la pronunciaba con mucha confianza— era parte de los monjes que habitan en el Tíbet, ya sabes el Dalai Lama y todo eso, y pues los… “heredó” por decirle de alguna forma. Y como me adoptó yo también los “heredé” así que… pues así.
Para Zuko parecía más difícil de explicar, y podía notar por la forma en la que Aang le rehuía la mirada (por primera vez en la semana que llevaban de conocerse) alcanzó a dilucidar que eso no era toda la historia.
—¡Además —añadió Aang, como si realmente se le hubiera olvidado un detalle importantísimo—, me ayudan bastante con mi ventilación! No te lo creerías si te lo explicara, pero estos tatuajes y mi rapa son la razón por la que casi no sudo en las sesiones de entrenamiento.
Aang se levantó de la banca y fue por su mochila, con la clara intención de guardar su recipiente y (si Zuko había aprendido a leer personas con las dos semanas que llevaba de volver a vivir con su hermana) alejarse de Zuko para que evitara preguntarle más cosas.
Zuko sabía que no le había mentido (no era parte de la naturaleza de Aang mentir) pero tampoco le había dicho toda la verdad.
Su cerebro enfocó a su amigo en una nueva luz, y no sabía cómo tomarlo.
—Y dime, Aang, ¿te gusta el mar? —preguntó Lu Teng sirviéndose un poco de la ensalada que habían ordenado.
Zuko deseaba que se lo tragase la tierra. Sabía que no debió dejar que Azula y su primo lo arrastrasen a esto, sabía que…
—Zuzu, tu spaguetti se enfría —señaló su hermana casi inocente, con un dedo manicurado señalando a su spaguetti que, en efecto, parecía enfriarse rápidamente. Con reluctancia, comenzó a sorber su spaguetti, mirando a su hermana con recelo, como si fuera ella quien le hubiera enfriado la pasta por arte de magia. Se giró de nuevo a Aang, quien ya estaba terminando de responder a su primo.
—...minando eso fuimos a pasear con unos delfines —se rio un poco, y Zuko no pudo evitar quedársele viendo como tonto—. Aunque en la noche Sokka terminó mareado —se encogió de hombros y tomó otra ración de ensalada—, efectos secundarios de no practicar mucho equilibrio antes de subirte al paddel, supongo.
—Azula, ¿puedo saber por qué andan entrevistando a Aang? —Azula jugueteó con sus albóndigas como si estuviera pensando en cómo explicárselo a Zuko sin que se ofendiera, rehuyéndole la mirada de forma que se notara que no estaba interesada en esta conversación.
—No te enfades conmigo, Zuzu —dijo, finalmente mordiendo una de las albóndigas—. Fue idea de Lu Teng —y no sonaba en lo absoluto como que quisiera desviar su atención, a pesar de que casi siempre intentaba hacer eso—, él quería averiguar con qué clase de personas te juntabas en la danza. No sé si lo hayas notado, pero el único que ha estado haciendo conversación con tu amiguito es nuestro querido y adorado primo.
Zuko odiaba admitir que su hermana tenía razón.
—¿Y cuándo comienzan a salir? —preguntó Azula una vez que Aang se fue en un taxi del restaurante italiano. De haber tenido una bebida, Zuko estaba casi seguro que la habría escupido en la cara de su hermana. A falta de esta, terminó atragantándose con su saliva, y tuvo que toser pesadamente para que se le pasara la sorpresa de las palabras de su hermana.
—¿Que cuando comenzamos a qué? —repitió, como si quisiera asegurarse de que su hermana realmente había dicho lo que le parecía que había dicho.
Azula rodó los ojos, esta vez sonriendo cual gato de Cheshire.
—A salir, tontito. Cuando dos personas se atraen románticamente, empiezan a…
—¡Sí sé lo que es salir! —la interrumpió. Casi podía sentir el resquemor en sus mejillas por la vergüenza que sentía de que su hermana dijera semejantes cosas de él—. ¿De dónde te sacaste semejante idea, de todas formas?
Su hermana se encogió de hombros. —Cuando éramos niños, te gustaba una niña de la escuela. Ahora actúas de la misma forma en la que actuaste en ese entonces, así que asumí.
Lu Teng asintió la cabeza, como diciéndole que concordaba con Azula. Zuko les envió a ambos una mirada que básicamente decía “me traicionaron” y, contando hasta diez, contuvo la respiración.
—Vamos, Zuzu, estoy segura de que tú también le gustas.
Si Zuko no dijo nada en el trayecto de vuelta al departamento de Lu Teng, Azula hizo como que no sabía que su hermano estaba irritado.
¿Realmente actúo “de cierta forma” con Aang?
Durante su quinta semana en los “cursos de verano” de la academia, Zuko se quedó pensando mientras observaba a lo lejos a su amigo. Recordaba vagamente la forma en la que se le había quedado viendo en el restaurante, el cómo convivir con él en un ambiente fuera del estudio le había hecho verlo de cierta forma (la calidez que sintió en su pecho al verlo reír de una forma tan nostálgica). Y la conversación que habían tenido el otro día ciertamente había sido muy privado para Aang, así que… puede que sea cierto que algo (no estaba seguro de qué, pero algo) de Aang le atrajera, pero no estaba seguro si realmente lo que había dicho Azula era cierto.
Aquello sólo hizo que su cabeza revolviera más de lo que ya lo había hecho. Y ni siquiera había comenzado a practicar.
—¿Estás bien, Zuko?
Y justo con la primera vez en la que se vieron, dio un grito para nada masculino. Aang pareció encontrar su susto entretenido, pues soltó una risa que Zuko encontraba traicionera (¿por qué todos se burlaban de él últimamente?).
—Sí, yo sólo… pensaba.
—¿En qué cosa, huh? —Zuko sacudió la cabeza, indicándole que ahora no era momento de hablarlo (después de todo, ¿cómo se lo podía explicar cuando ni él mismo lo entendía?).
Eso es. Cuando lo entendiera, se lo diría. Sólo esperaba que su hermana no tuviera razón y estuviera atraído a Aang, eso… ciertamente complicaría las cosas.
—Disculpa que esté tan… eh… ¿poco amueblado? A papá no le gustan mucho los muebles, pero los cojines debajo de la mesa son muy cómodos.
Aang parecía un poco incómodo de que a Zuko le pareciera tonto el apartamento que compartía con su padre.
—Está increíble —admitió por lo bajo—. El minimalismo no es tan malo si sabes decorarlo adecuadamente.
No estaba seguro de por qué intentaba hacer sentir mejor a Aang, no es como si hubiera algo que sentirse mal en primer lugar. Sea cualesquiera su motivación, pareció funcionar, pues Aang sonreía de oreja a oreja.
—Sí, eso mismo dijo papá —dejó su mochila al lado del librero (que estaba lleno de libros de teología budista, ciencias generales y… ¿era eso Con el corazón abierto?) y se giró para con Zuko—. ¿Quieres té? De momento se me acabó el Oolong, pero todavía hay té negro, Darjeeling, té verde y de limón, si prefieres algo más clásico. De los bocadillos… bueno, sólo tengo tofu… ¡ya sé! ¿Has probado los dangos?
Zuko negó con la cabeza, con lo que Aang se fue a la cocina y comenzó a mezclar el queso extraño que le había visto comer el otro día (ah, así que eso era tofu) con harina de arroz. Después de poner las pequeñas bolitas de tofu en agua hirviendo sacó una tetera para calentar el té.
—¿Entonces?
Zuko tardó unos segundos en darse cuenta de que se refería a su anterior pregunta. Se encogió de hombros y murmuró algo que le sonó muy parecido a “lo que a ti te guste”. Aang tomó la bolsa que decía Darjeeling y vertió dos cucharadas en la tetera antes de ponerlo al fuego.
—Sé que suena medio entrometido, pero… ¿por qué nunca mencionas a tu madre?
Aang dejó de prestarle atención a la tetera para girarse. Al notar que parecía un poco reacio a responderle, Zuko había comenzado a disculparse por la pregunta, y que no era necesario que respondiese.
—Bueno… nunca la conocí, supongo. Creo que murió cuando era joven —el otro se encogió de hombros, intentando sonreírle a Zuko y asegurarle que realmente no le molestaba la pregunta de Zuko—. A ninguno de mis padres, en realidad. Pero no importa, superé hace mucho eso de “¿y si mis padres…?” porque darle vueltas a ese tema sólo me hará entristecerme.
Zuko bajó la vista. Las palabras de Aang, el “darle vueltas a ese tema” le recordaba a cómo se había vuelto tras el divorcio de sus padres (¿y si había sido su culpa que se separasen? ¿Y si pudo haberlo evitado? ¿Ya no se querían porque él hizo algo?). Le tomó un año de terapia para superar esa fase, y aun así todavía había estado en negación hasta recientemente, cuando su madre sugirió que “viniera a visitar a su hermanita”.  Si se ponía a pensarlo, esas últimas ocho semanas había sido una persona completamente diferente a la que había sido en sus últimos tres años de vida.
—Es… lo más maduro que te he escuchado decir —dijo después de unos segundos de silencio. Aang se encogió de hombros.
—No tengo memorias de ellos, así que no puedo recordarlos.
Lentamente, Aang comenzó a sacar los dangos que estaban en la cacerola y los puso en un cuenco hondo, introduciendo los que habían quedado de la mezcla y que no había podido meter por falta de espacio.
—Bueno, ¿otra duda que tengas de mí, Zuko?
Zuko parpadeó. ¿Qué más preguntarle, que el otro no le haya dicho ya?
—¿Por qué decidiste acercarte a mí cuando comencé las clases?
Aquello hizo que Aang abriera la boca y la cerrase varias veces. Se quedó viendo a las pinzas en su mano, como buscando una razón para hacer lo que hizo.
—Es difícil de explicar si no estás familiarizado con las creencias budistas —señaló, pasando la mano que no sostiene las pinzas por su nuca.
—Mi padrastro tiene una hermana que practica el budismo. Creo que sé lo básico de ello.
Aang formó una O con su boca. Se quedó viendo a los dangos durante unos segundos.
—Sigue siendo muy difícil —admitió. Soltó un suspiro—. Dime, Zuko, ¿qué opinas de las vidas pasadas?
Antes de que el mayor pudiera responder, la tetera chirrió, señalando que el té finalmente había alcanzado su punto de ebullición. Aang apagó el fuego y quitó tanto a la tetera como a la cacerola que tenía a los dangos. Buscó en una de las repisas dos taza y en estas sirvió el té, dejando la taza de lado.
—Te recomiendo que dejes enfriar a los dangos, no quieres probarlos cuando acaban de salir del agua —después de eso, soltó un suspiro—. ¿Entonces, cuál es tu respuesta?
Zuko observó a la taza que Aang le había alcanzado y se encogió de hombros. —No estoy muy seguro, hay pruebas que lo comprueban y lo declinan, así que no puedo decirte que tenga una posición segura al respecto. ¿Por?
Aang hizo como que no era la gran cosa. —Bueno, sentí que ya nos conocíamos. Ya sabes, en una de mis… de nuestras vidas pasadas.
Como si la situación lo alentara, se bebió casi todo el contenido de su taza de un sólo sorbo. Zuko se habría sorprendido por esto de no ser que estaba intentando controlar los latidos de su corazón. Tosió un poco, intentó imitar el sorbo de Aang (fallando patéticamente) y se mordió el labio.
—¿Y lo crees?
Aang sonrió ligeramente, ya no tan nervioso como estuvo hace sólo segundos. —Sí, sí… eres la persona más extraña que he conocido.
Zuko no supo si tomarse eso como un insulto o como un halago, así que hizo lo único que parecía coherente para su ya de por sí confundida cabeza.
—Sal conmigo.
Hizo lo que su hermana venía diciéndole que hiciera.
Hizo un acérrimo intento de evadir la mirada de Aang (sus mejillas estaban ardiendo, sus manos estaban apretando muy fuerte la taza), pues casi podía sentir la sorpresa escrita en el rostro de su amigo.
Pero contrario a lo que esperó que hiciera, rio.
Casi como esperando que le juzgara de loco, alzó lentamente la vista.
—Sí, claro, seguro —como para decirse a sí mismo que concordaba con la loca idea de Zuko, asintió con la cabeza—. Deberías ver tu rostro.
fin.
[Como nota, Con el corazón abierto es un libro escrito por Tenzin Gyatso (aka el actual Dalai Lama]
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♡; A 1 año de conocerte.
                            07 de Abril del 2018 — 07 de Abril del 2019.
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Este es el primer escrito de tres que verás en este mes tan importante para nosotros.  Hoy se cumple exactamente un año desde que te conocí. Por lo cual quiero comenzar por enseñarte este plano de estrellas, antes de este, viste otro pero con la fecha en la que comenzó nuestro noviazgo, pero este refleja la noche en la que nos conocimos. Esa noche dos desconocidos intercambiaban palabras sin saber que tiempo después formarían una relación y estarían amándose con locura, creando su propia familia y siguiendo adelante sin importar el obstáculo que se atravesase. Admito que este escrito estaba pensado salir a la luz desde hace muchísimo tiempo, pero me estuve guardando varias cosas para poder plasmarlas aquí, so, según yo para que tuviera una estructura mejor. Regresando al tema, quiero volver a repetirte que jamás me arrepentiré de haberte hablado, gracias a mi ‘valentía’, ahora tengo a una persona increíble a mi lado que me acompaña día a día y puedo llamarle ‘mi amor’, ‘mi precioso’, ‘amor de mi vida’, ‘mi soulmate’, sumándole que puedo besarlo, abrazarlo, mimarlo, hacer el amor y demás cosas cursis. Y todo fue gracias a un tweet, el cuál es este:
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Y si, el ss es reciente, pues mientras tú estás trabajando, yo estoy acá haciendo esto para ti. Bien, la idea principal de esto, era poner distintos ss de momentos determinados de antes y después de empezar una relación, para serte sincera, no sé como saldrá esto, pero daré mi mejor esfuerzo, admito que de canción de fondo está ‘every breath you take’ de the police, quizás vaya diciendo a lo largo de esto que canción escucho en tal momento, aunque sabes que mi repertorio puede empezar con canciones sad y terminar con chalino bien prendida, si de esto sale una playlist, le pondremos ‘la licuadora mix’, okei.
Hace un año, exactamente hace un 07 de Abril, le daba follow a un chico que tenía un icon que lo hacía ver adorable. Decidí revisar un poco su perfil y me encontré con varios tweets que me hicieron creer que tenía algo con un chico y que era gay, desee hablarle, pues mis amistades eran casi nulas. Hasta que me tope con un tweet que había puesto un día antes, el cuál ya te mostré antes, con toda la decisión del mundo le mande su propio tweet como respuesta al dm, pero con un mensaje, el cuál era este (se podrá notar que ahí ya estaba el loves, ya llevábamos algo de tiempo de novios): 
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Su contestación no fue inmediata por lo que recuerdo, pero lo hizo, en la madrugada y esto fue lo que respondió:
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Quizás te estés preguntando, ¿Cómo chingados consiguió ese mensaje?, hay algo llamado correo que está ligado a mi cuenta de twitter, así que cada que alguien me manda algún mensaje, este me lo notifica. Lo aclaro, porque más adelante verás algunos como estos. Hagamos un corto aquí, agregándole otra canción al mix, será ‘we are young’ de fun, amo está canción, pero ajá, prosigamos. Graciosamente, después de eso yo ya no sabía que contestarle, pero me dije ‘ni pedo, si nos colgamos, pues ya ni modo’, así llena de barrio yo, ya sabes. Sorprendentemente la conversación se hizo amena y estuvimos hablando por días, nos saltaremos ese lapso donde conversábamos de cosas triviales y empecemos el thread del amor, si, así le puse, cállate. Comenzamos siendo ‘madre e hijo’, ya sabes, porque dije que me dabas alta ternura, aunque irónicamente tú eres mayor que yo. De ahí salió el ‘elises son’, pinche cabrón como te reías de eso, susurro negro. So, en ese tiempo tu me contestabas muy seguido pues me dijiste que te habías chingado no sé que cosa, ahre. Y así es como llegamos al 11 de Abril, nuestra primera ida a rabbit, aguanta que tengo unos ss.
JAJAJAJAJA, COMO OLVIDAR DE COMO SE TE SALE LA LENTEJA. Me dijiste ‘mamaste’, no te imaginabas que meses después te la estaría mamando a cada rato, papi rico ;).
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Y si, fuimos a ver Avengers, también fue nuestro primer encuentro due. En nuestra estadía en rabbit, no pude evitar sorprenderme al saber que eras chica, perdón, es que era muy nueva en eso de fake, jeje. Pero tu voz se me hizo muy linda y te calculaba de 18-20 años, me equivoqué, chale, eras más vieja. No te rías de mi, pendeja, que lo presiento. Pero es que, amor, ¿QUIÉN CHINGADOS DICE EN ESTOS AÑOS ‘ES LA ONDA’? Ya ni mi mamá lo hace. 
OH, MIRA, LA HISTORIA DETRÁS DEL ‘LOVES’, ÁMAME POR DARTE TANTA INFORMACIÓN SOBRE NOSOTROS.
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Antes de proseguir, encontré este otro ss de donde aceptabas ser mi hijo, mira, mira.
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Te tomaste muy enserio lo de ser gato, por qué ni te bajas de la cama cabrón, ya hiedes, báñate. Mentira, mi amor, te amo.
Saltando otros días, llegamos al 14 de Abril, donde después de días me di cuenta que no eras gay y pues, ya sabes, soy ganosa. Así que digamos que casi cogimos ese día, en el que empezaron las provocaciones donde me presumías porno de tu tl, desgraciado. Luego de eso, los admiradores de cc aparecieron, nuestros bellos fans, que emoción.
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Ese mismo día, por la noche me preguntaste esto, y jodidamente te dije que si, no me arrepiento de ello. So, para agregar a la playlist improvisada está sonando ‘te he prometido’ de leo dan, alta joyita aunque triste. Bueno, sin dejar el tema de lado, después de mi respuesta fue nuestro primer beso, que lindo todo. Aunque no me imaginaba que al otro día sería la pelea con la Zía y el idiota de Aslan, ah. Estuviste para mi en todo momento y te agradezco por eso, te me hiciste un lindo chico cuando tus intenciones eran ir a hablar con Zía, aunque al final mi orgullo ganó, pero dejemos ese tema de lado, oksi, gracias. ¿Sabes de que me estoy dando cuenta?, de que esto ya viene siendo como la trayectoria de como empezó nuestro nido de amor, pero para eso tendría que poner ss sobre los fans de cc y pues, tengo algunos but no todos. Bien, ahí te van;
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Pero que bello eres, mi amor. ¿Después de tantas mamadas que te di sigues pensando que soy una niña buena? (Gracioso, porque te estoy hablando sucio.)
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Agugú, me estoy exponiendo yo solita de tantos ss que tengo de varios momentos que han pasado en nuestra relación. Oh, agrega a la playlist ‘somebody that i used to know’ de gotye.
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Este ss fue cortesía tuya, gracias, amor.
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Uhhh, quién diría que hablar de nuestros hijos sin ser nada, se terminaría volviendo realidad y lo gracioso es que ya vamos para el segundo chispito.
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Aquí ya teníamos algo de novios como puedes darte cuenta por la fecha, pero vaya, que manera tan peculiar de hablar de nuestro nido de amor.
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ESTO TAMBIÉN FUE CORTESÍA TUYA, AMORR.
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Este ss fue del 19 de Abril de hace un año, quién diría que 10 días después ya seriamos pareja oficialmente. Ahora suena ‘invéntame’ el cover que hizo mon laferte del buki, jsjs. Well, creo que esto al final terminará siendo unos chilaquiles, pero unos chilaquiles llenos de amor y de momentos que quizás no recordabas. So, agregaré los últimos para ya decir goodbye.
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Este ss fue de un día antes de que nos volviéramos novios, que lindo.
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Oh, y no podía olvidarme de este ss de la primera vez que hicimos el amor, iconic. Ahora suena ‘american boy’ de little mix, arteeeee. Y antes de que esto culmine pondré el ss del milenio el cuál fue cuando me pediste ser tu novia.
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¿Fue lindo no crees?, siendo sincera, tuve miles de sensaciones en todo momento en el que estuve haciendo esto, no podía creer que tantas cosas nos decíamos, sé que no hay ss de cada momento en si, pero aún recuerdo esas conversaciones graciosas que teníamos y que aún tenemos, porque, admitamoslo, somos unos tontos juntos que se ríen de casi cualquier tontería.
Has llegado al final de este extraño thread de nuestro nido de amor, quizás no cuente con el orden más específico, pero la intención es lo que vale. Recabe todo lo que pude para plasmarlo acá, ah y al último no sé cuantas canciones te puse, pero agrega ‘bad guy’ de billie eilish. Ajá, regresando al tema, es grandioso leer todo esto y ver que ya ha pasado un año desde que me atreví a a hablarle a un chico que creí que era gay, pero sorpresa, no lo era. Siento que todo es muy lindo, no se notan incomodidades cuando estamos hablando, es más, todo fluye natural estando a tu lado y espero que así sea siempre.
Mi amor, nunca olvides lo mucho que te amo y que eres una maravillosa persona, que nadie te quite todo ese brillo que guardas.
-Con cariño, Elişe.
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En este mundo sobrepoblado en el que todo se ha convertido en una constante lucha, encontrar un empleo que permita sobrevivir y mantenerlo se ha convertido en un problema real para la mayoría de los jóvenes. A tal punto que muchos empleadores utilizan la necesidad de sus empleados para obligarlos a realizar actos que violan completamente su sentido de la moral.
Este es el caso de Nathaniel, un joven que, aprovechándose de su difícil situación familiar, ha sido obligado por su empleadora a abandonar a sus amigos, ignorar sus estudios y sumirse en una vorágine inconcebible de actos vandálicos so pena de perder su fuente de ingresos.
Karenn: Hola, Nathaniel, gracias por acceder a esta entrevista.
Nathaniel: Gracias por invitarme. (Sonríe nerviosamente)
K: Entonces, ¿Cómo conseguiste el trabajo en Corazón de Melón?
N: Cuando estaba en secundaria ChiNoMiko me propuso participar en un nuevo juego con temática escolar… como “personaje ligable”. (Su rostro se oscurece)
K: No pareces muy feliz al respecto.
N: Oh, yo no…. (suspira) La verdad es que no estaba muy convencido al inicio, digo: ¿Interpretar a un personaje ligable? ¿Yo? (se ríe nerviosamente.) Conocer a montones de chicas que pueden o no tratarme mal o de las que podría enamorarme para que ellas no me dieran la hora del día.Todo esto sin mencionar al “rival” que planeaban ponerme… simplemente no me parecía adecuado, y tampoco creí que mis padres lo aprobaran.
K:... Parece que en serio te desagradaba la idea. ¿Cómo fue que acabaste haciéndolo? No me queda muy claro.
N: ChiNoMiko invitó a mi hermana a participar también. Y ella, desgraciadamente, no sólo adoraba la atención sino que de alguna manera acabó prendada de Castiel… De alguna forma, convenció a nuestros padres de que participar en el juego era lo mejor que podría pasarnos en la vida. Así que terminé haciéndolo.  
K: Entonces ¿todo este tiempo odiaste tu trabajo?
N: (Sorprendido) ¡No! En lo absoluto… admito que tuvo sus altibajos, y hubieron momentos que realmente detesté, pero… aprendí a divertirme ahí; los NPC’s eran muy buenos conmigo por lo regular, e incluso los otros protagonistas eran muy agradables para pasar el rato, creo que conseguí verdaderas amistades entre ellos, salvo por contadas excepciones claro está.
K: Estas excepciones serían… ¿Castiel? ¿En serio se llevan tan mal como parece?
N: Castiel y yo… tenemos una programación muy distinta. Literalmente nos crearon para ser opuestos uno del otro, pero creo que con el tiempo hemos llegado a una especie de entendimiento. Especialmente ahora, con lo que nos toca vivir. No digo que nos llevemos bien, pero… sí, creo que podemos comprendernos mejor.
K: Ahora que mencionas los cambios ¿cómo te enteraste de ellos? ¿Hubo alguna advertencia o…?
N: No, nada de eso. Terminamos de grabar el episodio cuarenta y nos fuimos a nuestras casas a esperar el siguiente guión. Claro, había rumores de que habría algunos cambios, pero estábamos convencidos de que sólo tendríamos que sufrir otro rediseño. Al final de cuentas era una época importante ¿no? Habíamos dejado el instituto al fin… se suponía que íbamos a tener un enfoque más maduro. (Se pasó una mano por el pelo) Pero una semana después, llegamos al estudio sólo para que ChiNoMiko nos diera a firmar una carta de renuncia a todos menos a Castiel porque estaban “renovando” el juego.  
K: ¿Y cómo lo tomaron?
N: Castiel y Kentin estaban furiosos. Gritaron y reclamaron tan pronto como oyeron la noticia, aunque creo que Castiel lo hacía más por Lysandro que por ninguno de nosotros, Armin se unió a la refriega después de un momento de aturdimiento; Lysandro parecía no saber cómo procesar la noticia, normal con todos los problemas que ya tiene y yo… la verdad es que sólo podía pensar en cómo iba a mantenerme ahora, después de que ChiNo forzara las cosas con mis padres.
K: ¿Qué quieres decir con eso, exactamente?
N: (Palidece y mira alrededor con nerviosismo, como si quisiera retractar sus palabras) Bueno… en realidad no es nada. Quiero decir que ella salió mucho de su camino para meter mi… arco en la historia. Un tiempo después me enteré de que el joven que le robó el ascenso a mi padre, en realidad era el primo de ChiNo… pero seguro que ella no sabía que esto iba a desencadenarse. Sólo lamento que tanta gente lo presenciara.
K: Comprendo… volviendo a los cambios. Dices que ChiNo también te despidió a ti ¿No? ¿Entonces cómo acabaste en CDMU?
N: Oh, eso. (Suelta una risita incómoda) Alrededor de dos semanas después de que ChiNo nos asignara…  roles “menos interactivos” en la historia me llamó de vuelta. Me dijo que lo había reconsiderado y que me devolvería mi empleo, pero con algunos “pocos cambios”
K: ¿Y tú aceptaste así?
N: Admito que fue irresponsable de mi parte, en un inicio no quería regresar, pero honestamente no tengo otras habilidades laborales y no veía cómo abandonar mis estudios podría ayudarme de alguna forma. Por lo que sí, acepté; Armin aún no me perdona por eso. De hecho me metió un puñetazo tal que ChiNo lo castigó enviándolo a America.
K: Pero es comprensible, dada tu situación ¿no?
N: No creo que Armin lo viera así. Para él, lo dejé abandonado en la estacada cuando aún estaba recuperándose de que Alexy sí fuera seleccionado para participar en el nuevo juego. También es comprensible que se enojara, y, si hubiera sido listo, debí de haber rechazado esa oferta.
K: ¿Te arrepientes de haber aceptado?
N: ¡Dios, sí! Yo… yo jamás me imaginé que pasaría esto. Después de que firmé ese contrato fue el acabose. ChiNo me hizo terminar con $NameCharacter$$ y comenzó a esparcir rumores sobre mí. Me quejé acerca de que no iba con mi personaje, pero eso sólo empeoró las cosas, quemó mi guardarropa y me obligó a vestir así. Incluso puso trabas para que ya no asistiera a clases…. Todo el tiempo quería que me enfocara en este “Nathaniel mejorado” y yo… yo simplemente no puedo ver la mejora en esto. Mi mejor amigo ya no quiere hablar conmigo, toda mi carrera se ha ido al excusado y ni siquiera le agrado a $NameCharacter$$... No es como si pudiera culparla después de las cosas horribles que le he dicho….
K: Dios, ¿Y no has pensado en renunciar?
N: Cada día. Pero mi nuevo contrato no me lo permite, tampoco se lo permite a Castiel, es súper vinculante y ChiNoMiko y Beemoov se aseguran de que no nos contraten en otros juegos. Además: realmente ya no tengo otra fuente de ingresos y con todo lo que he hecho en esta nueva versión, no hay forma de que alguna vez pueda volver con mis padres… y… (aspira apretando los puños y luego exhala lentamente) ¿Podemos terminar esta entrevista, por favor?
K: Ummm… claro, sólo… ¿Quieres decirle algo a nuestros lectores antes de finalizar?
N: Yo… oh, de acuerdo: Si juegan mi nueva ruta, quiero disculparme con todas aquellas a las que hiera. Quiero que sepan que cada pequeño insulto está desgarrándome el alma, porque realmente no creo que nadie deba tratarlas así; nunca, si pudiera cambiar las cosas lo haría. Sólo… por favor no olviden los buenos momentos que compartimos todos estos años sólo porque ahora estoy siendo obligado a actuar como alguien más. Y también quiero que sepan que no las culparé si cambian de ruta ahora: todas ustedes se merecen a un mejor personaje.
K: Eso fue lindo. Pero sigues siendo un muy buen personaje desde mi punto de vista.
N: Gracias, Karenn, y gracias por invitarme. Pero… simplemente ya no puedo respetar al personaje que soy ahora.
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alexalma · 6 years
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Ximena Pacheco Zaamora #2
Llegó la hora, el ansiado día de escribir esto que me había reservado por falta de tiempo o porque tenía otras cosas que hacer, pero en fin, decidí que era momento de seguir con este top de chicas que han influenciado más mi vida, muy bien, empecemos.
Como de costumbre… ¿Cómo conocí a esta chica? Fue muy chistoso y muy raro a la vez, el primer acercamiento que tuve con ella fue en unos XV años de una chica llamada Andrea Gamboa, ella estaba en mi mesa, más bien, a decir verdad, yo estaba en su mesa porque yo iba con mi amiga Monse y como nos había tocado mesas distintas, ella me llevó a su mesa donde había varios de sus amigos de la escuela, entre ellos estaba Ximena Pacheco Zamora, ese día no tuve ningún acercamiento con ella más que ese, terminaron esos XV años donde me la pase excelente, baile mucho y conocí a dos grandes amigos en mi vida, Carlos Luna y Mario Vo, pero eso lo cuento en otra ocasión, bueno ¿Y qué pasó después? Pues, en otros XV años que me invitó Monse (yo iba de invitado de ella porque le habían dado 2 boletos) pues ahí, llegue y me senté en la mesa, y momentos después llegó el que había sido mi mejor amigo en la primaria Isaac; y no venía solo, venía acompañado de una chica que ese día la verdad pensé que nunca había visto una niña tan bonita, quede super impactado, bueno, ella era su novia, y se sentaron en nuestra mesa, yo me comporte a la altura de la situación, baile e igual me divertí, conforme pasaba la fiesta ella estaba sacándose fotos con todos, o casi todos creo, y bueno, me pidió una foto aunque yo supiera que ella ni me conocía… o tal vez si XD. Nos tomamos la foto y me dijo que si yo era Alex y yo le dije que sí, y en ese momento se me prendió el foco y no manches, ya sabía quien era, era Ximena, una chica que había calificado en ask (y viceversa) y supe que era ella, admito lo había supuesto al verla porque se parecía mucho a la chica que yo en ask había calificado con 9 haha. Fue como ahhhh eres tú hahaha, que cosas, en fin, ese día llegue muy feliz a mi casa porque había conocido a una linda chica, y la busque en Facebook y ¿Queeeeeee creeeeeen? :o Ya la tenía agregada, y se ve que era desde hace tiempo, no sé cómo ni porque pero ahí estaba haha, así que le mande msj, así la conocí.
Después de eso comenzamos a hablar y hablar y hablar, creo que ella me empezaba a gustar, pero ella seguía siendo novia de mi amigo Isaac, nos caímos muy bien y me gane su confianza ¿Creo? Haha, ella me invitó a sus XV años un día antes de que fueran, pero me dijó “¿Quieres ir a unos XV años?” y le dije que cuando y me dijo “Mañana”, le pregunté que de quien y me dijo “Mios” hahahahhahahha lo cual pienso que fue mala onda invitarme un día antes pero pues yo quería verla y pues acepte ir a sus XV, ese día ha sido de los más emocionantes de mi vida, estaba muy nervioso por verla y sentía como ese cosquilleo de no saber que pasa, pero se sentía muy bien y aw, haha fue muy bonito ese día, la vi bailar y ella ese día se veía woow haha, se veía muy cute hahaha, (juro que estoy riendo al escribir esto, es tan padre recordar) y la noche pasó… ahora que recuerdo ese día era 28 de junio porque al siguiente día tenía mi examen de ingreso a la preparatoria QUEEEEEEEEEEEEE? En vez de de yo estar estudiando para mi examen, decidí ir a su fiesta de XV años porque en verdad me gustaba, recuerdo haberle rogado por horas a mi madre para que me dejara ir, ya que ella me había dicho que no porque tenía que dormir bien para estar preparado para el examen, pero yo estaba necio y necio que quería ir y me termino dejando ir pero con la condición de que no tan tarde, en fin termine yendo y toda la noche transcurrió bien y ese día le confesé que era mi crush haha aunque ella tal vez ya lo sabía y me dijo que yo igual era el suyo y me fui bien feliz a mi casa, me fui como a las 11 porque pues tenía que descansar bien, nos tomamos una foto antes de que me fuera la cual adjuntare haha, llegue a mi casa más feliz que nunca, estaba en serio muy muy feliz y dormí, preparado para mi examen en el cual por cierto saqué 106 aciertos :DDD lo cual bastó y sobro para quedarme en mi primera opción, que no sirvió de mucho porque 4 años después, he aquí terminando la prepa en UNITEC, por cierto, recuerdo muy bien todo porque el siguiente día fue 29 de Junio mejor conocido como el #Noerapenal cuando eliminaron a México de Octavos de final en el mundial de Brasil, ese día llore mucho por ver a mi selección perder, tenía mucha ilusión haha pero me estoy saliendo del tema, regresemos al tema central.
Seguimos hablando y hablando y hablando y quedamos de salir una vez, no recuerdo muy bien porque fue hace 4 años pero la vez que salimos ya nos gustábamos, en esa primera cita pues platicamos y todo muy padre, hubo un momento de como “conexión” o algo así, y pues ella me gustaba, mucho, así que la besé, ella me respondió el beso y ahh, recuerdo ese día porque yo estaba muy feliz haha<3, pero no todo era felicidad, ella había engañado a su novio, y acto seguido después de besarnos ella lloró, porque sabía que había hecho mal, pero ¿Qué se podía hacer?
Seguimos saliendo y un día un chico llamado Paris nos vió en el parque haha, y él era de su escuela entonces conocía a su novio, obvio le dijo y pues terminaron, no pasaron ni 2 semanas y ella me invitó a un lugar donde también iban a estar sus padres, entonces los conocería y ¡Aun no eramos novios!
A donde fuimos era un evento como de electrónica, en la noche fuimos a cenar tacos y recuerdo que ahí mismo en los tacos ella me dijo “Desde esta noche ya eres mi novio”, yo así de mmm bueno :3 hahaha, en verdad si quería ser su novio, pero no me lo esperaba la verdad haha.
Empezamos siendo novios y todo era felicidad haha, yo era muy feliz porque mi novia, mi primera novia bien asi bien bien era una niña bien linda haha, se las presente a mis padres :o en una fiesta tipo XV años que me hicieron hahaha, ese día estuvo bien raro, haha pero hice el oso bailando con ella en frente de toda mi familia, pero por una parte sentía bien de que estábamos juntos en ese momento tan avergonzante para mi haha, fue muy lindo.
Como novia ella era fabulosa y super atenta, hablábamos por teléfono mucho tiempo y yo recuerdo que, al menos dos veces a la semana le mandaba un super mensaje de lo fantástica que era y ya saben, cosas cursis de novios. Una vez su amiga Sofia hizo una como fiesta y fui porque ella me invitó e iría mi amiga Monse, ese día también estuvo padre, ya cuando era de noche todos nos metimos a un tipo no sé qué era pero tenía pinta como de hospital y estaba muy raro y me dio miedo porque era de noche y yo soy bien miedoso alv, ese día la bese un buen porque me gustaba besarla haha, obviooo, era mi novia xd.
Después de eso hubo cosas buenas y algunas no tanto, hubo cosas malas y la gota que derramó el vaso fue Carolina, la chica #3 de este top, en un Halloween Ximena y yo habíamos peleado, ella estaba con sus amigos y yo estaba con mi amigo Paco Nava, el me presentó a Carolina y hablamos mucho, yo lloré por Ximena ese día :c y ella me consoló, pocos días después Ximena me terminó :c, si se saben la historia que está en el #3 sabrán que en una fiesta decidí entre regresar con Ximena o andar con Carolina, cosa que me costó trabajo, porque Ximena no sabía si quería regresar conmigo hasta ese mismo momento en que nos vimos, entonces tuve que romper el hielo y hablar, ya sabrán como terminaron las cosas, ¡SI! Ximena y yo regresamos, y a partir de ahí, todo iba para bien.
Fuimos a unos XV años juntos y ella se veía hermosa, de verdad, llevaba un vestido como de flores o algo así, medio colorido para la ocasión pero ella se veía wow con casi todo haha, esa noche pues en realidad la disfrute, ella me dio una carta donde me declaraba que me amaba, me había puesto te amo y muchas cosas cursis, pero recuerdo que se me salieron las lagrimas cuando la leí y le pregunté si me amaba y me dijo que si :3, yo le dije que también la amaba y en ese momento mi amiga Monse nos tomó una foto que me encantó neta :DDD, todavía tengo fotos en una memoria de ese día, por suerte tengo algunas fotos con ella en una memoria de respaldo que tengo porque esas fotos las tenía en un celular que perdí cuando me asaltaron :c, dejare unas fotos de ese día para que vean que onda, estábamos bien chiquitos y nos veíamos bien tiernos haha.
De ahí nuestra relación seguía fortaleci��ndose, yo iba a verla a UNITEC cuando yo iba en Voca 6, la iba a ver cuando salía y antes de que se fuera, aunque fueran 20 mins o menos, lo valían porque en verdad la quería demasiado, salíamos y aunque nuestras salidas no eran las mas wow, el simple hecho de pasar tiempo con ella me hacía feliz, la mayoría de veces íbamos al cine porque casi siempre íbamos a Patio, entonces no es como que hubiera mucho que hacer, recuerdo que con ella fui a ver la película de bob esponja (la segunda) y se quedó dormida y yo bien emocionado porque a mi me encanta bob esponja haha.
Yo estaba muy enamorado o muy encariñado, alguna de esas dos, y por otro lado tenía mucho miedo de que algún día llegaramos a terminar, yo me volví muy celoso con ella pero porque había un chico de su escuela llamado Diego Corro que le gustaba (ella a él), y una amiga que iba ahí me decía que se sentaban juntos y que pues siempre estaban como muy pues, juntos, entonces yo comencé a desconfiar, y una vez yo estaba en patio y vi bajar de las escaleras a Ximena y sus amigos, y estaba Diego, obvio yo me súper enoje porque pues a él le gustaba mi novia >:c haha, pero ella me dijo que ni se habían sentado juntos y ya saben, discusiones de novios. Yo me volví muy celoso, pero en exceso, hasta un punto en el que me volví súper posesivo, ya no quería que ella hiciera ciertas cosas o yo le decía que la terminaría, o me enojaba si ella hacia x o y cosa, como cada semana yo la “terminaba” y ella me hacía entrar en razón y ya todo normal como si nada, yo ay :c, me había vuelto loco, tampoco me juzguen tan feo, porque se que eso es lo que pensaran >:c, denme chance haha, era mi primera novia bien, hasta ella, yo no sabía lo que era tener una novia bien bien, de esas que les presentas a tu familia y duran tanto tiempo, yo no quería perder eso, pero perdí el control y me volví una persona super aggg, hasta recordar cómo era me da pena ajena hahaha, pero es parte de la historia y no voy a ocultarlo.
Ella se cansó de eso, y con toda razón, ¿Quién no? Estar soportando a un chamaco que solo es celoso y ya solo son peleas y peleas, pues terminas por cansarte, y fue lo que sucedió, ella un día en una pelea ya no intento hacerme entrar en razón, solo aceptó que yo la terminé y ella ya sabía que esas supuestas “rupturas” solo eran para condicionarla, porque yo no quería terminar, ella sabía que yo si quería con ella, así que me dijo que ella ya no me diría nada, que ahora tenía que ser yo el que tenía que hacer un esfuerzo para regresar con ella, yo al principio ni me importó pero no sabía lo que me esperaba…
Al siguiente día hubo una fiesta en frente de casa de mi amigo Marcos y sabía que ella iría así que fui, le rogué y le rogué pero ella decía que no era suficiente y que no quería ya andar conmigo, así que me puse bien borracho hahahahah y llore y llore y llore, su prima Karen que siempre me cayó bien me consoló y me trato de ayudar diciéndome lo que me debía de hacer, pero Ximena ya no quería andar conmigo, esa era la realidad.
Trate y trate y le rogué yo creo como unos 2 meses pero no funcionó, iba a ser su cumpleaños así que un día yo fui con mi amigo Mario Vo y Carlos Luna a comprarle un regalo, le compre un outfit que pensé que le agradaría, también le compre muchos dulces que le gustaban del Chilim Balam haha, y se lo fui a dar a su casa, su prima Karen me ayudó a que ella me lo recibiera, porque ella (Ximena) no quería verme, así que se lo di en la puerta de su casa y yo me esperaba más, pero solo me recibió el regalo, me dio las gracias y se metió a su casa, yo pues me puse bien triste :c y sufrí demasiado pero todo se cura y así fue, me costó, pero la superé y ahora pues todo esta OoooooOoooKay
Faltan muchísimas cosas por contar, muchísimas historias y momentos, pero es un pequeño pedazo de mi vida lo que viví con ella, y muchas cosas las guardo en mis recuerdos, esto es para tener evidencia por si algún día pierdo la memoria, haya algo que me haga recordar todo eso, esto que yo escribí… es wow.
Es la chica #2 en este top que les recuerdo no es el top “Chicas que más he querido” sino, el top de “Chicas que han influenciado más mi vida”, pero ella estaría tal vez por estos lugares si fuera un top de chicas que más he querido, ella influenció mi vida, ella influyó mi vida porque con ella hice una súper transición de PUBERTO a ADOLESCENTE, porque gracias a ella fue que descubrí muchas cosas por primera vez, como por ejemplo, presentarle a una chica a mis padres, querer a una niña tanto como la quise a ella, llorar y llorar por una niña haha, ese tipo de cosas de las que vas aprendiendo y te van formando como persona, con ella me sentí en las nubes y también en lo más profundo de lo profundo, aprendí demasiado y cambié para bien, aún hay muchas cosas por aprender y detalles que afinar, pero hoy en día soy una magnífica persona gracias a que hay personas que me han hecho darme cuenta de mis errores, primero hay que equivocarse para poder ir hacia adelante y creo que todo lo que pasó hizo que aprendiera demasiadas cosas.
¿Y cómo es la relación Ximena-Joshua hoy en día? Hahaha
Buena, rara vez la llegó a ver pero cuando la veo siempre nos saludamos, de vez en cuando juego Xbox con ella y la última vez que la vi fue caminando por Cuitláhuac, ella iba con su abuelito, y yo con mi exnovia Stephanie, todo a final de cuentas fue bueno y ahora pues somos conocidos con una historia muy buena que contar, si lo lees, gracias, espero haber sido certero en todo lo que conté, a final de cuentas, fueron buenos momentos.
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bkshist · 3 years
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Desde que te conocí y de estar contigo, jamás te quise contar mi versión, siempre quise que te quedaras con la versión de una persona. Siempre quise ser reservado y quizás hoy sea el momento de revelar lo que realmente pasó con Emily, aún así siento que no te debo involucrar en esto porque tienes una amistad con ella y bueno, te pasaré unos ss de las conversaciones que tenia con esta persona y te las explicaré porque mis actitudes ante a ella. No recordaba que tenia esas ss y al verlas me provocó algo desagradable, osea sentí que fui tan tonto y me vieron la cara. Pero también quiero que sepas todo lo que paso con pruebas y no con palabras que se puede prestar para manipular o contar no del todo las cosas, como también tengo la culpa de las cosas que pasaron. Lo que te pasaré, son conversaciones en due en lo cual yo soy muy reservado en esto y algo que te estoy entregando muy personal, porque no tengo ss de las cuentas que estábamos porque fueron eliminadas y solo me quedé con esto. Aún así debes saber todo, al menos quiero ser transparente, no ocultar nada.
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Emily la conocí el año 2016, estuvimos en un rol juntos y esa relación solo quedó como fake durante 5 meses, creo, no recuerdo bien. Después comenzamos a tener una relación en due, para mi eso fue nuevo y crei en algún momento que era normal, no sé todo para mi era nuevo porque ese año fue donde supe de fake. Tuvimos problemas en fake con una acosadora ya que esa chica le gustaba y decidimos no estar mucho en nuestras cuentas, osea era tomar un hiatus y darle prioridad a la relación que teníamos en due, a pesar que yo estaba muy pegado con fake se me hacía difícil dejarlo, porque tenía muchos amigos, era sociable y dejarlo era difícil, entonces le respondía eso de que iba ser difícil para mi y ella tomó esa actitud de enojarse, hasta que le dije que si.
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Como te decía había personas que les gustaba o me coqueteaban, yo tomaba la actitud de joda. Osea el típico de hacer bromas, pero jamás llegue a decir cómo “vamos a besarnos” Siempre fui cuidadoso con eso, pero ella lo tomaba como un coqueteo porque me gustaba ser amable con las personas y ser bromista. De la nada me decía que no entrara a ninguna cuenta, tenía dos cuentas y ella también y la juntamos, por eso decía a ninguna cuenta. Ella me hablaba enojada y con esa amenaza o solo decirme de que yo sabía que cosa estaba en juego, claramente era la relación y no me dejaba ella en hablar con esa persona en que dejara de molestarme, al final no hice nada y deje de ignorar a personas que me hablaban o tenían el inicio de coquetearme, al final deje de ser amable para no meterme en problemas. Porque ella creía que era coqueto y bueno, decidí no hacerlo más.
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Continuando con las conversaciones, fui yo quien bajaba la cabeza para no estar peleando y le prometí no hacer nada para que ella se sintiera mal. Lo único que queríamos era estar tranquilos pero venían anónimos en estas cuentas de confesiones a decirme que era infiel y engañaba a Emily con x persona, en lo cual nunca paso. Sino que era una acosadora donde había hablado con otra persona para separar a parejas (aclaró que eso pasó en fake) Entonces esa persona se le ocurrió nada menos en mandar esas confesiones y bueno, quedé adelante de todo fake como el infiel y ahí es donde ella me pregunta si realmente le fui infiel, honestamente nunca lo hice. Siempre respete la relación y a ella, pero ella tomaba que mi amabilidad o mi personalidad era forma de coqueteo y yo no tenía esas intenciones, sólo era yo.
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Antes de irnos, tuvimos problemas por un malentendido y nos salimos peleando. Porque había hablado con una amiga en ese entonces de que me iba a hiatus y está chica hablo con ella para decirle que no nos fuéramos, pero ella lo malinterpreto y tuvimos una pelea donde penso que ella me había alejado de mis amigos. En realidad no fue de esa forma, sino fui yo quien lo hizo porque ya estaba aburrido de todo el acoso y quise estar con ella en due. Fue difícil para mi alejarme de todo y todos, no lo puedo negar pero en ese momento sentí que era lo correcto.
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Después de irnos en definitiva en fake y ya la relación en due iba más tranquilo, hasta que ella me pregunta eso. Claramente le dije que si extrañaba twitter y por otro lado no, también le pregunté lo mismo y ella dijo que no. Esto es el principio de algo que me dejo con inseguridades y miedos, porque ella comenzaba a decirme que ella dormía mejor sin estar allá, en lo cual a mi me costaba mucho dormir y no era por estar en fake, sino que era por las situaciones que vivía en due y ella le daba por el tema de twitter. Sentía que no entendía de mis razones porque no podía dormir bien y eso que yo se lo explique pero le dama más por ese tema de twitter.
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Continuando con la conversación, admito que en ese momento me sentía incómodo estando en fake y le daba las razones a ella porque de verdad si lo sentía. Pero ella estaba en un modo donde decía que no quería estar allá por caerle bien a las personas, también me reclamó ahí mismo que no le gustaba que yo le dijera varias veces en que ella socializara con más personas, porque la veía sola y las amigas que tenía en ese entonces se había alejado. Porque decía que la dejaban de lado porque sus amigas tenían planes de cómo ir a rabbit y esas cosas, siempre hablaba mal de sus amigas y decía que cuando ella aparecía todas se quedaban callada. Solo quise ayudarla a que tuviera mas amigas o que hablara con sus amigas pero se salía enojando y bueno, me saco en cara eso y pensaba que estaba haciendo lo correcto y supongo que fue un error.
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Continuamos con la misma conversación, honestamente no me di cuenta que ella le molestaba o se enojaba por eso, sólo pensaba en ayudarla a que pudiera llevarse bien con todos o no se. Al final quedé como el intenso por sólo querer lo mejor para ella, como también había sentido feo cuando me dijo eso de que no le gustaba las perdonas intensos y que estaba ahí conmigo. Después decidí cambiar ese lado de no ser tan intenso y comencé a no expresarme tanto o de controlar más ese lado porque a ella no le gustaba y me dio esa palabra que lo iba a lograr, aún así cambié ese lado para que todo estuviera bien.
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Cambiando otro tema, cuando me dijo eso realmente no le había entendido eso y me trató de esa forma. Al principio me lo tomaba con humor porque sabía cómo era ella con sus bromas, pero si me sentía mal cada vez que me decía así o me trataba de esa manera. Realmente me sentía insuficiente cuando comenzaron ese tipo de cosas y a pesar que antes lo tomaba como en broma, comencé en tomarlo en serio y me afecto mucho. No se, fue todo raro y no me gustaba esa forma de trato, ahora menos.
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Aquí va otro momento donde me sentía mal, no puedo negar que lo tomaba como gracia pero cuando ella insistía con lo mismo, al final me lo tomaba en serio. Hasta a tuve que pedirle perdón por no haberle entendido, ella me trataba de lento y ya sabes como es, quizás también te ha pasado eso o algo similar a ello. Realmente había momentos donde ella no se explicaba bien y por esas razones no la entendía y se creaban esos problemas, aunque cuando pasaba eso se desquitaba conmigo por cosas que le pasaba en su trabajo.
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Otra situación que también me salió enojando fue esto, estaba todo emocionado en contarle que casi compraba una MacBook Air, su respuesta fue que eran malas. Entonces dije que alivio no la compre, pensaba que me iba a recomendar que computadores de sople podría comprar, porque el computador que tenía ya estaba malo. Después de recibir esas palabras, me senti mal y también me enoje por todo lo que me dijo, decirme que tenía ese tipo de manos realmente no me conocía lo suficiente porque siempre he sido cuidadoso con mis cosas o las cosas delicadas y en decirme que no me veía con Mac fue algo que dije “¿qué onda?” "¿Por que es así conmigo?” Osea no le encontré sentido a sus comentarios y decirme que era desesperado más me enojaba, al final no le decía nada. Pero si le contaba muchas veces que no tenía bueno el computador y bueno seguía pensando en eso, en ese entonces pensaba recibir buenos comentarios por parte de ella o recomendarme algo de esa marca y fue todo lo contrario. Al final decidí no contarle más cosas porque no quería recibir ese tipo de comentarios y actitudes.
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el-escritor-52 · 4 years
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The Dazzlings
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CAPITULO 12: ENCUENTRA LA MAGIA
Estoy emocionada, este día será el mejor del mundo, pronto mis hermanas y yo iremos al festival, al parecer será el momento perfecto para convivir más con ellas, quien sabe, hasta jugaríamos algún juego de mesa las 3, tal como “ajedrez extremo”, aunque cuando ponemos una pieza en el tablero siempre termina explotando, la verdad no tengo idea, lo importante es que iremos hoy al centro comercial de nuevo, tal vez iremos por el vestuario que usaremos en el video musical.
Ya en ese lugar, fuimos con calma a la tienda de ropa, Adagio consulto con la recepcionista, la misma les mostro la ropa más reciente, no lo pensé 2 veces y fui rápido a ver cuál me quedaría, habían distintas opciones, pero me llamo la atención uno en específico, una blusa con un taco en el centro, fue un gran sueño hecho realidad ver mi comida favorita en alguna ropa, para mi hermana de cabello amarillo eligió de igual forma una blusa morada junto con una chaqueta del mismo color, se ve que era su favorito.
Para Aria fue una chaqueta muy extraña, tenía una especie de algodón suave, parecía que tuviera pequeñas plumas, pero sin duda me encanto.
Ya estaba decidido, nosotras pagamos todo y nos fuimos, en ese momento se me antojo un delicioso helado de vainilla, le he implorado a mi hermanita de cabello morado para que me lo compre, sorpresivamente me acepto la petición de una. La verdad fue algo raro ¿será que le encanta verme feliz?, incluso Adagio iba a comprar uno del mismo sabor, fuimos a un puesto pequeño afuera del lugar y lo pedimos, después fuimos a la casa-móvil, me sentía como una niña consentida y no me quejo para nada.
Aunque sigo pensando: ¿lo hacen por lo que ha pasado ayer?, me había sentido aterrorizada por esas personas mirándome afuera del lugar, incluso me tome por sorpresa en cómo me salvo Aria en el aire, sin embargo, ellas no deben preocuparte tanto por mí, al final todo se arregló, ¿debería devolverles el favor?, si eso es lo que debo hacer, seré la encargada de dirigir todo lo relacionado con las liricas.
Les explique mi idea a mis hermanas y aceptaron con gusto, Adagio salió de la casa-móvil para hablar en privado, me imagino que llamo a ese hombre millonario famoso, cosa que ella nos confirmó: Clyde Ollivander nos ayudara con el presupuesto, Aria no se lo podía creer, tampoco yo, pero es un paso adelante para realizarlo de la mejor manera posible.
Empezamos a preparar todo para el viaje, llenando la casa-móvil de gasolina, llevando un poco de comida y bebidas. Me alivia al saber que si se nos acaba podríamos comprar más, pero quien sabe, tal vez pase rápido el viaje y ni nos damos cuenta.
Hemos partido rumbo al festival, pero a la mitad del viaje estuvo aburrido, sin ningún tema para conversar, hasta que Aria hablo:
-Deberíamos practicar el canto ¿no creen? -dijo mi hermana de cabello morado sonriendo.
- ¡eso sería genial! - grite emocionada. -iniciaremos con lo básico, espera aquí- fui a mi armario y me cambié a una ropa más adecuada.
Al volver, mi hermana se quedó en shock al verme, cubriéndose la cara con su mano.
- ¿de verdad sigues teniendo esa ropa? Es vergonzoso- dice ella sonrojada pero disgustada.
- ¡no quiero excusas!, si vamos hacerlo bien, debemos entrenar la voz-dije de manera estricta.
-no te puedo tomar enserio con eso- dice Aria avergonzada.
-oye, ¿Qué tiene de malo mi traje de chica vocaloid? Pienso que es perfecto para esto- dije de manera firme y determinada.
-solo es un cosplay de Hatsune Miku, no es para tanto- dice mi hermana de cabello morado de manera seria.
- ¡a callar, ponte esto en el cabeza rápido! -le ordene, dándole una cubeta de metal.  
- ¡No de nuevo! Aléjate de mí-grito ella dando varios pasos atrás.
Al ver esto reí un poco, en ese momento noté que Adagio nos miraba sonriendo un poco, para después concentrarse en conducir, sentí que debía hablar con ella, podríamos caernos bien, no me hablaba tanto en la batalla de las bandas, ni siquiera entablamos conversación alguna estos últimos días.
Pasaron las horas, convirtiéndose en largos días donde ensayábamos Aria y yo nuestras partes de las liricas durante todo el largo camino de la carretera. Al caer la noche me preparaba para dormir, sin embargo, vi a Adagio afuera, estaba sentada observando el horizonte iluminado por la luz de las estrellas.
Me puse mi sudadera color amatista ya que afuera hacía mucho frio, me dirigí hacia ella, saliendo de la casa-móvil.
Me senté a su lado, aunque no me notara, pregunté curiosa:
- ¿estás bien? - en eso volteo a mirarme, parecía que estaba en sus pensamientos.
-oh, hola Sonata, no te había visto- dice con una voz calmada, algo que yo jamás oí de ella, debería ser extraño, pero, al contrario, me sentí más segura.
-perdón si te molesto, solo quería saber si te encontrabas bien- le digo amablemente, dando una pequeña sonrisa.
-sí, no hay ningún problema, no te vayas a preocupar tanto ¿de acuerdo? - dice ella pasando a un tono serio, sin embargo, no se sentía como si estuviera enojada, más bien pensativa.
-claro que me preocupare, soy tu hermana y si hay un problema te apoyare con lo que sea- se lo decía de manera comprensiva.
-cómo sea- respondió de manera fría, mirando hacia la nada.
No sé qué le pasaba a Adagio, desde que iniciamos se comportó extraño, se veía estresada y ansiosa por algo, jamás le tome importancia a eso porque pensé que era algo pasajero, sentí que se calmaría al terminar este trabajo.
Había tensión en el lugar, no supe el porqué, sin embargo, lo vi de nuevo, los ojos de ella tenían ese mismo color del cristal, no comprendía porque sus pupilas estaban rosadas, los tiene así desde hace semanas, sentía un fuerte escalofrío al notarlo, no sabía que decirle ya que tenía un nudo en la garganta, decidí romper el hielo para romper esa fuerte sensación de terror que rodeaba mi cuerpo.
-oye ¿tienes nervios por cantar algo nuevo frente a miles de personas? - pregunte con seriedad, cosa que la misma nota al instante.
- ¿Qué cosa? - pregunta la rubia confundida, dirigiendo la mirada hacia mí.
- me imagino que es por eso, escucha, sinceramente no conozco la forma de animarte, pero quiero que sepas que admiro un poco tu forma de cantar en el escenario, con o sin magia o cristal, supiste dar el esfuerzo de llegar hasta aquí, este es nuestro momento de brillar y se que esto nos saldrá bien, solo ten fe en ti misma y no dejes que el miedo y los nervios te venza, ¡yo confió en ti! – se lo digo con mi determinación al aire, sobando suavemente su codo.
Creo que he logrado animarla, la cálida sonrisa de Adagio lo mostraba, aunque fue extraño que me apartara la mano de su hombro.
-yo…. te lo agradezco Sonata- dice la rubia, sonriéndome un poco, mirando a la nada al instante.
-no fue nada-se lo dije riendo un poco, procediendo a mirar el horizonte junto con ella.
Pensé que entablaríamos otra conversación, pero nadie hablo, ni siquiera se me ocurría un tema para charlar, después de varios minutos que parecían eternos, decidí por irme a dormir, me despedí de Adagio y ella hizo lo mismo, me dijo que se quedara un poco más aquí, quería decirle que ya es tarde, pero decidí no molestarla, más porque esas brillantes pupilas me ponen pálida.
Me despertó un sonido de motor, hemos dado rumbo de nuevo hacia el festival, hay que seguir la nueva rutina: desayunar, practicar la voz y un pequeño descanso a base de largas charlas con Aria, es triste que Adagio no hablara con nosotros, pero a pesar de eso se veía feliz por nosotras y eso es bueno.
En este largo camino, nos detuvimos a rellenar gasolina, la rubia se quedará mientras mi hermana de cabello morado y yo iremos a comprar mas comida y bebidas en un puesto cerca de la gasolinera.
Agarramos lo esencial sin llevar de más, ahí mire a lo lejos el puesto de vegetales, decidí hacer algo divertido, camine hacia ellos y agarre unos cilantros y una zanahoria, me acerque lentamente a Aria y llame su atención:
-oye, mira ¿a quién me parezco? - se lo digo dando una imitación elegante y burlona de Discord, la cual la misma nota riéndose un poco.
-maldita Sonata, no me recuerdes a ese tipo- me lo dijo cubriéndose un poco la cara con una sonrisa.
Me reí por lo que ha dicho, era divertido imitarlo.
Pagando las compras, observaba afuera del lugar con curiosidad, todo parecía un desierto y me encantaba de alguna manera inexplicable, me detuve al mirar con rareza a Adagio, se veía nerviosa, temblaba mucho y miraba a los lados asustada, como si estuviera al asecho, admito que eso me aterro un poco, quería decir algo, pero Aria ha roto la tensión, avisándome que ya debemos irnos.
Todo ha transcurrido normal, seguimos el rumbo, pero me intrigaba ese comportamiento de la rubia ¿Por qué estaba tan nerviosa? No me atrevía a preguntarle debido a lo obvio: no me dará una respuesta clara, no tenía otra opción más que esperar.
Han pasado 2 días después de lo ocurrido en la gasolinera, veo por la ventana que por fin llegamos al festival, un lugar impresionante con luces de neón y varios puestos de comida, un laberinto echo de césped y varias actividades más, los niños estaban correteando por el pasto, divirtiéndose, las demás personas convivían con tranquilidad y había una gran fila en la entrada, no me lo podría creer, desperté rápido a Aria, la misma se molesto mucho conmigo pero al mostrarle la maravilla de afuera se sorprendió tanto como yo.
Salimos de la casa-móvil emocionadas, lo raro es que no encontré a Adagio ni adentro ni por ningún lado, tal vez fue a tomar aire, fuimos hacia la entrada trasera, un guardia de seguridad nos detuvo, pero antes de expulsarnos de ahí vi al señor Ollivander acercarse hacia nosotras.
-Por favor, son nuestras invitadas especiales, debemos darles la bienvenida a las Dazzlings - lo dice con su elegancia, pero feliz al vernos.
El guardia nos dejo pasar al escuchar las palabras de aquel hombre elegante.
-gusto en conocerlas chicas- dice el mismo de manera amable.
-gracias señor, es muy amable- se lo dije feliz mientras adelantaba el paso.
Mi hermana de cabello morado empieza a sospechar de donde podría estar la rubia, sin pensarlo 2 veces se acerca al señor Ollivander.
-perdón por el inconveniente, pero creo que debemos esperar a Adagio, ella nos falta y no la hemos visto por ningún lado- dice Aria en un tono serio y preocupado.
-oh, no será necesario ya que ella está por allá- dice mientras señala a la rubia a lo lejos, quien estaba dirigiendo a los camarógrafos.
Me alegre al verla, corrí hacia ella, pero escuche una voz tranquila que casi me hace llorar:
-muy bien chicos, aquí está la que se encargara de dirigir todo lo relacionado al video. Háganle caso en todo lo que les diga por favor.
Las personas presentes aceptaron la orden de Adagio, quien me miro con una cálida sonrisa, la abracé todo lo que pude de forma de agradecimiento.
-oye, tu nos dijiste antes que dirigirías todo sobre la canción, bueno este es tu momento de brillar, no lo eches a perder- lo dijo de manera fría, aunque seguía sonriendo, dicho eso me entrego las liricas y se alejó de nosotros para darnos espacio.
Me sentí determinada y decidida, empecé a darles las ordenes: la posición de las cámaras y los efectos del escenario. Les dije mis ideas en cómo debería quedar el ambiente y de que trata la canción. Todos se pusieron manos a la obra mientras yo los supervisaba, mis dos hermanas Aria y Adagio estaban practicando el canto, lejos de nosotros, aunque la última aún tenía la sensación de que alguien la estaba acosando.
En esos pequeños descansos había varios niños invadiendo a las dos chicas, notaba la emoción en sus rostros, no cabe duda que se veían tan adorables. Tanto Adagio como Aria no tenían palabras para expresarse ante la situación, sin embargo, convivieron un poco, aunque la rubia tenga esa sonrisa nerviosa, parece que no le agradaban los niños.
Una niña pequeña apareció a lado mío, me ofreció un poco de su comida, ella si que conoce mi punto débil: los tacos, sin embargo le rechace la oferta, son para ella y seria descortés de mi parte toma su comida, ella lo entendió y me acompaño sentándose a mi lado, entablamos una conversación bonita, parecía que si era una gran fan suya y eso me alagaba, sinceramente todo esto me dio paz en mi interior, ver a todos siendo felices con sus vidas y conviviendo sin tanto peso de los problemas ¿Por qué nunca tuvimos esto antes? Simplemente era hermoso y agradezco que esto haya pasado.
Era el momento de brillar, cayo la noche y todo estaba preparado, las maquillistas hicieron todo el trabajo con nosotras. El señor Ollivander se encargo de que todos estén en posiciones, las personas están afuera del escenario curiosos por lo que haremos, nos acercamos las 3 al telón, nos hemos puesto nuestros dijes, los camarógrafos se prepararon para grabar todo, nos sentamos en espera del inicio, cerré los ojos, hemos aprendido las liricas, sin embargo, estaba nerviosa, todo el esfuerzo que hicimos para llegar hasta este punto de nuestras vidas por fin rinde frutos, di un ligero suspiro, despejando mi mente…
Las luces se encendieron, un humo verdoso cubre el escenario al mismo tiempo que se abre el telón, se muestra a Adagio sentada, dándole inicio a la melodiosa canción.
Todo fue calmado, nuestras voces sonaron relajantes, las personas estaban curiosas, pero lo disfrutaban en el fondo, las cámaras nos filmaban con cuidado, los dijes se iluminaban al suave ritmo.
La canción termina de forma melodiosa, mostrando el dije de adagio apagándose poco a poco, el video ha finalizado y todos aplauden por esa gran canción, me sentía tan feliz, mis lagrimas recorrieron las mejillas, abrace fuerte a Aria y a Adagio, agradeciéndoles por este momento. Ellas me devolvieron la sonrisa.
-Señores ¡buen trabajo, lo hemos conseguido! - grita el señor Ollivander, satisfecho por el trabajo.
Las personas empezaron a llegar hacia nosotras con varias preguntas, estaban emocionadas y se notaba por sus varias peticiones de fotos y autógrafos, claro que accedimos.
Las horas pasaron, todos platicando y pasando el rato con nosotras, algunos bailaron en la pista, amo bailar e invite a Aria a que se una conmigo, ella retrocedió un poco.
-no, yo no sé bailar- dice mi hermana de cabello morado apartando su visa a otro lado, claro que estaba fingiendo.
-vamos nena, esta canción es genial, no seas gallina- se lo digo acercándome a ella, bailando suavemente mientras chasqueo los dedos.
-no te acerques, me das miedo- me lo decía alarmada, pero no le hice caso, jalándole el brazo a la pista de baile.
Los presentes empezaron a animar a Aria para que baile, cosa que a ella le daba vergüenza, decidí ayudarla tomándole de la cintura y la mano.
Ella se confunde, pero la mire a los ojos, guiñándole el ojo, cosa que ella entendió, empezamos a dar buenos pasos de baile, digna de una pareja haciendo coreografía, las personas se emocionaban por algún motivo, cundo terminamos el baile a la luz de la luna, nos gritaban ánimos para que nos besemos:
- ¡beso, beso, beso! - gritaron ellos, como si fuera divertido.
Tanto Aria como yo nos separamos bruscamente al escuchar las peticiones de la gente, nos sentimos avergonzadas.
- ¡cállense pervertidos! Somos hermanas por el amor de dios, seria incesto- aclaro Aria, era adorable notar su cara, sus mejillas estaban rojas como un pequeño tomate.
Las personas rieron un poco, yo tuve que calmarla.
-tranquila hermanita, solo están jugando- se lo digo de forma amable.
-si como no… -la chica de cabello morado aparta la vista hacia otro lado, parece que no me quería prestar atención.
Ella había notado algo, se veía curiosa y preocupada, observé a su misma dirección y ahí me di cuenta del porqué: Adagio estaba tomando y escuchando una conversación, pero en su cuello se veía la misma cortada de hace semanas, se supone que debió cerrarse la herida, pero en lugar de eso le escurría un liquido extraño color rosado, el miedo me invadió de nuevo.
- ¿Aria?... -pregunte nerviosa.
-no lo entiendo… esa herida…- decía ella de manera preocupada.
No lo pensamos 2 veces, fimos hacia ella para que nos dé una explicación de lo que está pasando, de repente vimos que la rubia empezó a darle un dolor de cabeza, lo sabemos debido a que se cubrió la cara con una mano, su expresión no se veía del todo bien, ella se levanto de su silla y camino afuera del lugar.
Aria la alcanzo rápido, deteniéndole agarrando su brazo.
-Adagio, por favor dinos que te pasa- decía ella de una forma seria.
-yo... necesito tomar aire... déjenme sola por favor…-lo decía de forma rara, como si estuviera adolorida y cansada, en ese instante aparto la mano de aria lejos de ella y se fue rápido al bosque.
- ¡Adagio espera! - quería detenerla para ayudarla, pero Aria me detuvo rápidamente.
¿Qué esta pasando, que le pasaba a mi hermana y porque actuaba así? Quería ayudarla, no se que hacer, no tendremos más opción que esperar a que se recupere, aunque la chica de cabello morado sospecha de ella.
Tengo miedo…
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escalante158 · 4 years
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VALE LA PENA LEER TODO.
Te contaré mi historia.
En la primaria, no tenía amigos. Mi mamá me exigía ser la mejor de la clase y lo era, pero eso me alejaba de mis compañeros, hacía que no les agradará.
En la secundaria, me volví más independiente y por ende un poco irresponsable, baje demasiado mi promedio y sentía tanta presión por parte de mis padres. En ese tiempo también descubrí mi orientación sexual y por primera vez me gustó una niña, era tanta información para una niña insegura de 14 años y sin amigos a quien contarle nada. Todo estaba del carajo, porque podemos sumarle que para mis papás las apariencias lo eran todo y no podía vestirme ni comportarme como quería.
Paréntesis.
Creé una coraza disfrazada de rebeldía y un egocentrismo enorme. Comencé a decirle a todos que me sentía superior pero por dentro estaba asustada porque todos se lo creían. Admitía y juraba con burlas que no había nadie como yo.
Sobreviví la secundaria siendo una niña insegura y temerosa por dentro; pero por fuera tenía una seguridad al andar y hablar frente a todos que parecían ser dos versiones de mi, y ninguna era la real.
Fin de paréntesis.
En el bachillerato seguía sin poder expresarme como quería, seguía encadenada a las órdenes de mis padres, seguía sintiendo que no valía nada y que todos tenían algo que los hacía más especiales que yo. Por fuera siempre demostré lo contrario.
Conocí una chica y me enamoré, le mostré mis dos versiones, cosa que jamás había echo y me rompió el corazón. No aprendí nada de la relación que tuve con ella, sólo hizo que me convirtiera en una chica aún más insegura, me convertí en una persona detestable que también la lastimó.
Terminé el bachillerato y admito que su recuerdo sigue pegado en mi corazón, no he vuelto a enamorarme.
Comencé la universidad. Por fuera le digo a todos que "me amo como soy y que nadie es digno o digna de mi", literalmente lo digo así, con esas palabras.
Pero por dentro, estoy cerrada a conocer gente nueva, no sé si estoy sumida en depresión pero es lo más probable, no me la paso llorando, pero tampoco siento nada, son efímeras las actitudes sentimentales que tengo para con alguien. Es como si hubieran apagado en mi un interruptor que me hace no tener sentimientos hacia nadie, es como si todo me diera igual. También detesto estar donde hay muchas personas, odio convivir con gente.
Tengo 20 años, ya no me da miedo expresar mis gustos ante mi familia y ya entendí que nada va a cambiar mis ideales, que son demasiado claros, incluso le dije a mi mamá que no creo en Dios. Al principio me dijo estar decepcionada, y aunque aún lo está, ya no hablamos del tema.
En cuanto a mis dos versiones, siguen conmigo, acompañando y atormentando cada uno de mis pasos, a veces me canso de fingir que soy egocéntrica y me pongo a llorar en silencio, en medio de la noche. Justo como ahora que estoy teniendo una abrumadora cantidad de sentimientos encontrados que me hicieron escribir esto.
Quisiera poner una conclusión profunda, lo más probable es que lo haga. O lo intente.
Es fácil escribir y recomendarle a las personas que sean "ellas mismas" pero es una mierda ser tan insegura o inseguro que ni siquiera tú, puedes creer tus propias palabras. Así que sólo te diré, no te rindas.
Aún estoy en una lucha constante, aún finjo frente a las personas, y estoy sola en esto. Creo que mi recomendación será que encuentres una persona con la que puedas reír hasta que te duela el estómago y con la que puedas llorar hasta quedarte sin lágrimas. Definitivamente no es sencillo, y claro que vas a equivocarte de persona una y otra vez. Intenta no confiar en cualquiera.
Ese es el destino de la vida, nadie quiere estar solo consigo mismo ni lidiar con sus problemas, así que buscamos a una persona con la que podamos ser nosotros mismos.
No hay nada optimista al final de mi historia. Sólo intentemos no rendirnos.
Exprime con todas tus fuerzas las cosas que te hacen feliz. Pintar, cocinar, escribir...
Cuando te concentras en algo que te hace un poco feliz, distraes tu atención de los problemas y aunque eso no los desvanece mágicamente, si nos hace tener perspectivas diferentes para encontrar posibles soluciones.
Y ya para terminar, no me conoces. No te conozco. Pero soy buena siendo realista y escuchando, o bueno, leyendo. Sí no tienes a nadie con quien desahogarte, pues mucho gusto, me presento:)
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blackmoonxx300 · 7 years
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Mordidas
Durante la secundaria, algunas cosas habían cambiado radicalmente para los jóvenes de South Park.
A diferencia de primaria, en secundaria era obligatorio el uso del uniforme. Las chicas usaban falda a cuadros naranjas con verde y una blusa blanca, mientras que los hombres pantalón del mismo color que la falda y camisa blanca.
Lo único que se había mantenido intacto fue la verdadera amistad entre amigos.
Stan seguía reuniéndose después de clases con Kyle, Eric y Kenny. Aunque estuvieran en diferentes clases, hacían algunas tareas que coincidían y estudiaban juntos para los exámenes. Al menos, aún se mantenían en el mismo grado, cosa que era un milagro para su rubio amigo.
Además, Wendy se hizo la presidenta del comité estudiantil. Peleando de vez en cuando con Cartman, quien siempre le daba la contra a la pelinegra.
La relación de Wendy y Stan se hizo más fuerte. Su noviazgo estaba intacto desde hace 2 años. La mayoría juraba que se casarían y Testaburger sería proclamada alcaldesa de la ciudad.
Y, de manera clandestina, Heidi y Kyle mantenían una relación amorosa. Stan y Wendy lo sabían y los apoyaban. Sabían que si Eric se enteraba, el judío moriría de manera sospechosa.  
Por otro lado, Tucker y Tweak habían terminado su relación ni bien habían comenzado la secundaria. Estaban hartos de fingir.
Mientras que Craig mantenía cerca su grupo de amigos (Token y él iban en la misma clase, pero Clyde y Jimmy no pasaron la misma suerte.), Tweek se había vuelto más cercano a Wendy y Bebe, volviéndose los tres inseparables. Afortunadamente, compartían la misma clase.
 Y fue durante el primer año, que la extraña amistad entre Tweek y Kenny nació. El mismo año que Butters decidiría irse a Canadá a estudiar la secundaria junto a su enamorada.
Al principio, terminaban trabajando juntos por tema de grupos. Kenneth sabía que si quería aprobar el año, debía juntarse con alumnos destacados. O sea, Wendy Testaburger. Y con ella, siempre estaría Bebe y, eventualmente, Tweek.
Aunque no pareciera, Tweek era realmente inteligente. Se concentraba en las lecturas y era, incluso, más rápido que Wendy para comprender los textos complejos en las clases de francés e historia universal.
Para los trabajos en pareja, Kenny escogía al rubio menor para hacer grupo. A veces, Tweak no entendía el interés tan inesperado de su compañero por hacer grupo con él. Pero con lo obvio que resultaba, terminó por darse cuenta. Y, aunque al principio le molestó, terminó por acostumbrarse a la presencia de McCormick.
Para segundo, los rubios volvieron a compartir salón. Volviéndose mucho más unidos. Aunque a veces, con pena, Tweek dejaba de lado a su compañero por sus mejores amigas. Kenny no parecía prestarle importancia, pero con el tiempo se sentía dejado de lado. Incluso estando también con Kyle, prefería pegarse al rubio adicto al café que a su pelirrojo amigo. Para suerte del mismo, que podía irse libremente con Heidi.
Por suerte, tercer año los volvió a unir.
–Admito que eres un suertudo –volteó su rostro para mirar a su compañero de atrás. –Siempre te toca con tus amigas –refiriéndose a Wendy y Bebe.
–Tengo mis influencias –sonrió divertido.
– Y podría ser que… ¿También me toque a mi contigo, gracias a tus influencias? –sonrió pícaro, acercando su mano a la mejilla contraria.
Tweek se sonrojó y desvió la mirada ante la sorpresa de su amigo.
Kenny sonrió triunfante.
– ¿Interrumpo su cortejo? –preguntó divertida, Testaburger. Logrando que el sonrojo del rubio menor se volviera más notorio y Kenny tosiera por la vergüenza.
El profesor entró al salón y todos guardaron asiento. Wendy les mandó una última mirada de diversión y regresó a su lugar, que era en la primera fila justo al medio del salón. Ambos rubios se mantenían pegados a la pared. A Bebe nunca le gustó ser primera, por lo que iba en la misma fila de Tweek y la misma columna de su mejor amiga. Le gustaba estar cerca de ambos.
Y, como siempre, las clases pasaron lentas y aburridas. E igual los días.
Hasta que algo medianamente interesante sucedió.
 Llegó la hora del recreo y Wendy y Bebe cogieron de ambos brazos a su rubio amigo y lo llevaron a rastras hasta la azotea de la secundaria.
– ¿Y bien? ¿Qué te sucede? –preguntó preocupada la rubia. –Desde hace días que Kenneth y tú no se dirigen la palabra –torció los labios. – ¿Él hizo algo malo?
Tweek soltó aire con resignación. Negó con la cabeza.
–No lo sé –se sonrojó ligeramente. –Solo… yo… Jesucristo… –se dejó caer al suelo. –Esto es demasiada presión… –bufó.
Ambas amigas se miraron y suspiraron. Se sentaron frente a Tweek y le pidieron que por favor les cuente qué había sucedido.
Desde varios días que ningún rubio se dirigía la palabra y si en algún momento McCormick trató de acercarse, Tweek salía corriendo a cualquier dirección.
–Además no hace tanto frío para bufanda, Tweek –rodó los ojos, Bebe. –Quítatelo que verte me hace sentir más calor –trató de quitárselo, pero el rubio reaccionó mal. Quitándole con brusquedad la mano.
Ambas chicas se sorprendieron por lo agresivo que se había comportado su mejor amigo. Se miraron con complicidad y asintieron con la cabeza. Tweek temió por su integridad, tratando de salir corriendo. Sin embargo, terminó tirado en el suelo y con la bufanda lejos de su cuello.
Ambas chicas se mantuvieron en silencio.
Lo que tenía Tweek en el cuello eran claras marcas de mordidas. Una más grandes y moradas que otras.
¿Acaso McCormick había sido capaz de tremenda atrocidad? ¿Por eso Tweek huía del mujeriego de Kenneth?
Wendy frunció el ceño y no esperó a preguntar nada. Sabía que su amigo había sido cruelmente sometido por ese pervertido. Pero ya lo escucharía y lamentaría haberse metido con uno de los suyos.
Ambos rubios pudieron ver la ira en los ojos de su pelinegra compañera. Temiendo por la vida de Kenny.
– ¡Espera! ¡No sé qué estés pensando pero no es lo que te imaginas! –El cafeinómano cogió del brazo a su mejor amiga. –Yo… –sus mejillas y todo su rostro se tiñó de rojo. –Jesucristo… Fue mi culpa… –sus enormes ojos verdes se llenaron de lágrimas.
Testaburger trató de calmarse y se volvió a sentar. Como presidenta del comité estudiantil debía mantenerse firme y escuchar declaraciones antes de castig– actuar.
–Tranquilo, precioso –Bebe limpió las lágrimas de su amigo y le incitó a que les contará el porqué de esas marcas.
Tweek tomó una bocana de aire y comenzó su relato.
 Estábamos haciendo el trabajo de lenguaje. Cada uno leía un libro para encontrar más información sobre la tarea. Hasta que Kenny comentó que había encontrado algo interesante. Supuse que era del trabajo, pero me equivoqué. No solo no había conseguido información para el deber, si no que ni siquiera estaba buscando. Todo el tiempo había estado en el celular mirando quién sabe qué.
– ¡Mira! –me insistió y terminé por aceptar ver lo que tanta felicidad le hacía. –Está pregunta es divertida –vi como su sonrisa se tornaba maliciosa. No me había dado buena espina, pero le resté importancia. – ¿Por qué nos gusta morder a las personas? –me miró y yo desvíe la mirada.
– ¿Po-por qué no mejor avanzamos el trabajo? –gruñí un poco para, según yo, intimidar a Kenneth. Pero él ignoró mi pregunta y me jaló hasta el espejo de mi baño.
– ¿Alguna vez Craig te mordió? –Negué con la cabeza. Ni siquiera nos habíamos besado de piquito como para mordernos. Entonces, Kenny apretó más su agarre y me obligó a mirar al espejo. – ¿Puedo ser el primero? –su sonrisa empezaba a darme miedo. Negué con la cabeza varias veces, pero Kenny no parecía escucharme.
Primero me mordió en el brazo.
 Tweek se sacó la polera con la que había ido, dejando al descubierto unas cuantas mordidas más. Que no eran muy notorias, pero se lograban ver con facilidad.
 Luego, empezó a subir y me mordió la oreja. Por suerte no dejó marca. Yo solo me reía. Porque la verdad era que me daban cosquillas. Las mordidas no eran muy fuertes, pero dejaron pequeños hematomas.
Al final, Kenny me convenció de morderlo y estuvimos un rato mordiéndonos. Luego, lo obligué a hacer su parte del trabajo.
Esa había sido la primera vez. Luego vinieron unas cuantas más hasta que…
 Tweek aspiró hondo y se sonrojó.
…Hasta que para el último trabajo de matemáticas nos reunimos. Terminamos rápido, porque para su sorpresa, Kenny es muy bueno en números. Por lo que nos dio tiempo para una partida rápida de Fifa. Y de nuevo comenzaron las mordidas. Kenny me obligó a sentarme encima de él, mientras yo trataba de jugar. En cuanto empecé a sentir las mordidas fuertes, traté de zafarme. Estaba demasiado incómodo y sentía mucho calor. Era la primera vez que me sentía con tanto bochorno. Y sucedió…
Kenny me mordió en el cuello y yo… yo gemí.
Ambos nos quedamos congelados. Por suerte, mi madre regresó de la cafetería y nosotros nos separamos rápido. Kenny se despidió y se fue. Más tarde me mandó un mensaje pidiéndome perdón por lo que había pasado.
Pero, no sé.
 Tweek trataba de detener sus lágrimas. Ambas chicas se acercaron a sus costados y lo abrazaron. Era demasiada presión para el cafeinómano. Dejaron que su amigo se desahogue, mientras ideaban un plan para hacerlo sentir mejor.
El receso terminó más rápido de lo esperado y llevaron a su amigo corriendo hacia los baños para que se diera una rápida lavada de cara. No sin antes taparle las mordidas con su polera y bufanda.
El rubio menor ingresó al baño para poder mojarse un poco. No pensó que se encontraría con un viejo conocido.
Ambos se miraron sorprendidos. Hacía tiempo que no se encontraban a solas. Usualmente se saludaban a la distancia y Tweek saludaba a todos por igual. Pero esta vez solo estaban el rubio y Craig.
– ¿Estás bien? ¿Por qué has estado llorando? –preguntó preocupado el pelinegro. Craig no tenía permitido llevar su típico sombrero azul, por lo que su cabello oscuro estaba todo desordenado.
–Ay Dios… no, yo… no he llorado –se acercó al lavadero y se mojó el rostro.
–Tweek, estuvimos juntos por mucho tiempo. Te conozco –frunció ligeramente el ceño. –Sé que esos ojos rojos son de llanto –afirmó, sin darle tregua a Tweek de negarlo. – ¿Alguien te está haciendo sufrir? –sacó una papel toalla del dispensador y se lo acercó al rubio.
Tweak asintió con la cabeza para agradecer el detalle. –Nadie… –respondió, manteniendo el papel en su rostro.
–Bien… no puedo obligarte a que me cuentes la verdad… pero si alguien te está molestando –torció el labio y frunció más el ceño. –Dímelo y lo mataré –su mirada fría asustó a Tweek.
– ¡Ghn! ¡No, Craig! ¡No quiero que vayas a la cárcel! –gritó preocupado, alarmando a sus amigas.
Craig sonrió ante la inocencia de su ex enamorado. Se acercó a él y sin pensarlo, lo abrazó. De alguna extraña manera, había extrañado la calidez del oxigenado.
Bebe y Wendy entraron sin miedo al baño de hombres, para toparse con la escena. Se miraron sorprendidas, pero luego Bebe se daría cuenta de un importante detalle. Tweek no correspondía el abrazo.
Al sentirse observado, Craig se alejó de un impactado Tweek y lanzó dos dedos medios para las señoritas que habían invadido el lugar.
–Vete al carajo, Fucker –respondió, Bebe. –Tweek, cariño. Ya vámonos –jaló del brazo al rubio menor y se lo llevó.
Tweek no dejó de mirar con rareza a su ex pareja. Ese abrazo no se comparaba a los que le daba Kenny.
“Comparaba…���
Al llegar al salón, se toparon con que Kenneth los estaba esperando a fuera.
– ¡Por Dios! ¿Dónde carajos estaban? –Testaburger alzó una ceja ante el plural de la pregunta.
Wendy estaba por responder, pero el ver a Tweak taclear a Kenny la hizo callar.
– ¡Tweek! ¿Por qué lloras? –trató de no gritar, para no llamar la atención de los profesores y alumnos. –Dude, ¿Qué te sucede? –trató de despegar al rubio menor, pero no podía. Miró a las amigas del oxigenado, pero estas estaban tan confundidas como él.
Tweek levantó su rostro lleno de lágrimas y un poco de moco. Logrando estremecer al rubio mayor. –No quiero… –hipó. –No quiero… que… –un tic en el ojo se hizo presente. –Que te alejes de mí –las lágrimas caían con más fuerza por las rojas mejillas de su dueño. –No volveré a gemir, lo prometo –ocultó su vergüenza en el pecho de Kenneth.
Kenny se mantenía sorprendido por todo lo declarado por su compañero. ¿Alejarse? No lo había pensado en ningún momento. Al contrario, el chico más galante de la secundaria no encontraba la manera para disculparse por el momento vergonzoso que habían pasado. Tweek no tenía la culpa de nada, todo era su culpa. Si no hubiera seguido jugando a las mordidas, el rubio menor no estaría llorando como una magdalena.
Kenneth abrazó con calidez a su rubio adicto al café y le susurró al oído que eso jamás pasaría. No lograría librarse de él tan fácilmente.
Wendy y Bebe miraban con ternura la escena. Tweek parecía haberse calmado del todo y ahora hablaba animadamente con Kenny de las cosas que había estado haciendo los días que no habían estado hablando. Las amigas se sentaron y se unieron a la conversación. Seguro recibirían un castigo, pero lo valdría por ver feliz a su amigo cafeinómano.
Días más tarde, Kenny esperaría con un ramo de flores a Tweek fuera de la secundaria. Junto al rubio mayor, se encontraban Stan, Kyle, Heidi y Wendy. Mientras que, el rubio menor había sido distraído por Bebe para organizar la sorpresa.
–Tweek… –aspiró una enorme bocanada de aire. –Ya que no quieres que me aleje de ti…–sonrió divertido, sonrojando al menor. –Y yo no quiero alejarme por nada del mundo de ti… –su sonrisa se volvió tierna y sincera. – ¿Te gustaría ser mi enamorado? –se acercó lentamente al menor, esperando la ansiada respuesta.
Un ligero tic en el ojo se le dejó ver al maníaco del café. Su voz no parecía querer salir y sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas. Al no poder hablar, asintió con la cabeza. Tratando de ahogar su llanto.
McCormick abrazó con delicadeza a su enamorado y le plantó su primer beso. Tweek ocultó su emoción y vergüenza en el pecho de su nueva pareja.
Todos los presentes aplaudieron. Todos, excepto el grupo de Craig. Quienes se retiraron en cuanto su líder lo hizo.
Eric interrumpiría la hermosa celebración, tratando de pedirle regresar a Heidi. Quien no pudo más con lo molesto que era su ex y le gritó que salía con alguien más. Todos se tensaron al escuchar aquello, pero Kyle también estaba cansado de ocultarse. Cartman maldijo al judío y le juró venganza. Todos se fueron, dejando al gordo muy cabreado.
Stan, Wendy, Kyle, Heidi, Bebe, Clyde (quien terminaría por escabullirse de su grupo para reunirse con su enamorada), Tweek y Kenny caminaban por la ciudad. Emparejados y hablando de cosas cotidianas.
–Oye, bombón –le susurró al oído, estremeciendo al rubio.
– ¡Ahg! Di-Dios… Kenny… –su sonrojo se hizo presente. – ¿Qué sucede? –trató de tranquilizarse.
–Con respecto a gemir… –el oji verde miró confundido a su enamorado. –Me encantaría que solo lo hagas para mí –sonrío pícaramente, obteniendo un pellizco como respuesta. –Auch… Tomaré eso como un sí –volvió a sonreír, mientras se sobaba la parte afectada.
A Tweek no le quedó otra más que sonreír y reír. Cogió la mano de su pareja y caminaron en silencio.
Kenneth había comprendido que a veces no se tenía que hablar para transmitir. Basta una mirada o una sonrisa. Y con Tweek lo tenía todo. Sus miradas cómplices, los gestos que solo ellos entendían e incluso ahora, los sonidos de placer.
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simplehistoria · 7 years
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¡Hola a todos! Hoy les traje una sorpresa en modo de recompensa por hacerlos esperar tanto por una actualización de esta historia.
He decido publicar el día de hoy otra historia titulada METAMORFOS ( https://my.w.tt/UiNb/2YKDp1h0RH ).  Es mi primer historia (al menos publicada) con toques de fantasía, espero disfruten leerla. Por favor ayúdenme compartiendo mis historias con amigos, familiares, enemigos jaja y con todos los que puedan. Siéntanse libres de compartir los links en cualquier blog, me ayudaría mucho.
Sin más que decir, espero disfruten de este nuevo capitulo de Enlazados y de mi nueva historia METAMORFOS. ¡Muchísimas gracias por leerme!
Enlazados: Parte 3
-Llévame contigo, por favor –me pidió Alan después al salir de la ducha.
Admito que fue mi culpa que él estuviera despierto tan temprano, no tuve cuidado en ser silencioso esa mañana mientras me preparaba. Cuando me vio, me preguntó el motivo por el cual estaba tan contento y no pude hacer más que responder: “nada sin importancia”. Él siguió insistiendo hasta que admití que iría a la casa de Tomás a estudiar un poco. Después de haberle dicho la verdad fue imposible sacarle la idea de la cabeza de ir conmigo. A pesar de todas las negativas que le di, logró convencerme.
-Está bien, primero le mandaré un mensaje a Tomás para preguntar si puedo llevarte. Si él me dice que está bien, te llevo ¿de acuerdo?
-¡Sí! –respondió emocionado.
Al encender mi teléfono leí varios mensajes de Lirán con una sonrisa en los labios. “Finges estar molesto con la idea del sexo pero yo sé que no es así ¡ja! Te conozco bien”, decía el primer mensaje. Había un segundo mensaje en el cual se disculpaba por sus bromas, ese me hizo sonreír más que el primero. Él era así: hacía las cosas y después pensaba si era correcto lo que hizo. Con el paso de las semanas me había acostumbrado a eso pero aun así no dejaba de sorprenderme con las cosas que hacía.
Yo (7:50 a.m.): Dejando de lado el sexo (aunque no te hayas disculpado directamente, sí, te perdono), ¿podrías pasarme el número de Tomás?
Lirán (7:59 a.m.): Sólo con una condición. No vas a cancelar la salida ¿verdad? Eso de arreglar citas para ti es lo más complicado que hecho.
Reí un poco al leer su mensaje. Amigos como él deberían tener un lugar en el cielo o cualquier lugar donde se supone debían parar las personas buenas. Ignorando su lado manipulador y chantajista, era una gran persona. O casi una gran persona; después debería de hablar de eso con él.
Yo (8:02 a.m.): No preguntaré porqué estás despierto tan temprano en sábado, lo más seguro es que estés tramando algo y no querrás decírmelo. Y no. No cancelaré nada, sólo quiero enviarle un mensaje. PD: En lugar de estar arreglando citas para los demás deberías preocuparte por conquistar a tu chica. Ahí no eres tan bueno ¿verdad?
Lirán (8:03 a.m.): ¡Auch! Si no fueras mi amigo creería que tratabas de herir mi noble corazón. Fallaste. Por poco pero fallaste :( Consigue el número con alguien más.
Sonreí y lo imaginé frente a mí haciendo uno de sus acostumbrados dramas que solía montar cuando decía algo “hiriente”. Segundos después llegó un segundo mensaje con el número de Tomás y un: “Sólo bromeo. Besos y abrazos y… ¡sexo!” Lirán era un tonto.  Un adorable tonto que arreglaba mi vida cuando parecía caerse a pedazos. Rápidamente mandé un mensaje a Tomás, tratando de ser lo más amable, saludándolo, deseándole un buen día y al final preguntándole si podía llevar a Alan con nosotros. Su respuesta llegó varios minutos después,  cada palabra expresaba esa característica amabilidad que tenía. Respondió que era libre de llevar a mi hermano, que sería maravilloso conocerlo.
-Tienes máximo treinta minutos para estar listo –advertí a Alan desde el baño-. Lleva todo lo que quieras porque estaremos la mayor parte del día en casa de Tomás.
Escuché el crujido del colchón cuando se levantó de un salto y segundos después el sonido de su mochila al meter varios libros. ¿Cómo no amar a ese niño?
Al considerar que mi cabello estaba ordenado y mis dientes impecables, fui a mi habitación para guardar todo lo que necesitaba para estudiar. Todas mis notas de los que temas que incluiría el examen, lápices, borradores, calculadora, pañuelos para secar mis lágrimas cuando estuviera llorando y rezando porque no entendía nada y no pudiera permitirme reprobar ese examen. Sí. Creo que tenía empacado todo lo que necesitaba.
Bajamos juntos a la sala cuando recibí un mensaje un mensaje de Tomás, avisándome que ya venía en camino. Alan llevaba una mochila repleta de libros y algunos paquetes de galletas que había tomado de la cocina. Sobre su cabeza traía puesto un gorro que le regalé hace varios años en Navidad. Las orejas de lémur que simulaban, caían a los lados, descoloridas.  Recordé a ese Alan de hace varios años, siempre sumergido en su imaginación pensando en no sé qué cosa, tan callado y aislado. Una vez, escuché al Ogro mencionarle a mi madre que era muy extraño que sólo quisiera hablar conmigo, que normalmente con nadie lo hacía. ¿Y cómo iba a hacerlo si nadie se molestaba en preguntar qué era lo que le pasaba?
-¿Qué? ¿Por qué me miras así? –cuestionó con el ceño fruncido.
-Por nada, me gusta mucho ese gorro.
-A mí también. Es mi favorito –inconscientemente, llevó su mano derecha a una de las orejas del gorro y la acarició por varios minutos; ahí estaba la razón del mal estado en el que se encontraban.
Estuvimos en silencio por algunos minutos, cada uno pensando en sus asuntos, al menos hasta que escuchamos un auto estacionarse frente a nuestra casa. Alan levantó la vista del libro que leía y se paró a mi lado, junto a la ventana. Ambos observamos por unos segundos el auto de Tomás.
-¿Tu amigo sabe conducir? –preguntó con la esencia del asombro en su voz.
-Eso parece –respondí mecánicamente mientras caminaba hacia la puerta la abría. Un sonriente Tomás esperaba, recargado en la puerta del copiloto con los brazos cruzados. ¡Qué guapo se veía! Con ese pantalón de mezclilla, esas botas negras y su camisa roja a cuadros parecía un modelo digno de las mejores pasarelas… Mierda. Creo que ya me gustaba mucho. Después de cerrar la puerta, caminamos hacia él. Nos sonreía, alternando su mirada entre mi hermano y yo.
-Veo que es de familia eso de ser un estudioso –comentó al ver el libro que Alan llevaba en las manos. Al vernos sonreír al mismo tiempo, agregó:- y lo sonrientes.
Sonreímos aún más. Le dije a Tomás el nombre de mi hermano a modo de presentación y ambos se saludaron con un amigable apretón de manos. Al parecer, ambos se habían caído bien… o eso esperaba.
Después de subir al auto y abrocharnos los cinturones (por sugerencia de Tomás y los datos estadísticos de Alan, que había leído en algún lugar sobre las vidas que se salvaban), emprendimos el camino. Me sorprendí un poco al escuchar la música que sonaba en los altavoces del auto, esta vez no era una canción tranquila y melodiosa como el día anterior, sino todo lo contrario, sonaba lo que parecía ser una banda de heavy metal. ¿Qué iba a saber yo si ni siquiera escuchaba ese género?
-Five finger Death Punch es el nombre de la banda. Puedes atribuirle estos gustos musicales a Chris –respondió a una pregunta silenciosa.  Por un momento me pregunté si mi rostro delataba todo lo que pasaba dentro de mi cabeza. Si no era eso, no podría adivinar el motivo por el cual Tomás siempre sabía lo que estaba pensando-. Si gustas podemos escuchar otra cosa.
-No, está bien así –me apresuré a responder. Claro que estaba bien así. Era así como él era, con sus gustos musicales tan contrastantes, con su repetitiva sonrisa que le robaba un poco de brillo al día para lucir hermosa. No cambiaría nada de él.
Pasaron varios minutos en “silencio” mientras el auto avanzaba entre las calles de la ciudad, el único sonido en el auto provenía de la voz rasposa del vocalista y las guitarras eléctricas. Veía, fascinado la emoción con la que Tomás disfrutaba de la música.
Habíamos llegado a una de las colonias más lujosas de la ciudad, donde altos edificios de hormigón se erguían tan alto que pareciera que estaban a punto de tocar el cielo. El auto siguió su camino entre amplias calles, esquivando carros y peatones que deambulaban tranquilamente por la ciudad. Minutos después, los edificios se quedaron atrás y dieron lugar a enormes casas, todas lujosas y con jardines hermosos. Tragué saliva sintiéndome repentinamente incómodo. No encajaría de ninguna manera en este lugar. Se detuvo frente a una casa un poco más pequeña pero no menos lujosa. Lucía enromes ventanas de cristal oscuro al frente, todas situadas simétricamente alrededor de una puerta del mismo color. Su jardín delantero hacía que el nuestro pareciera un insulto a la jardinería, de un inmaculado verde que transmitía vida y dejaba en evidencia todo el cuidado que le daban.
-Tu casa es hermosa –dijo Alan robándome las palaras. Tomás sonrió avergonzado.
-Mis padres están un poco obsesionados con el cuidado de la casa. Alex se encarga de los jardines y Chris de todo el interior. Suena un poco injusto pero así se organizaron –parecía un poco incómodo ante el cumplido de Alan.
Bajé del auto y ayudé a mi hermano a desabrocharse el cinturón que al parecer se había atascado. Tomás ya tenía la pesada mochila en el hombro. Llegamos hasta la puerta siguiendo un angosto camino de piedras que estaban sobre el pasto formando algunas figuras geométricas.
-Me siento un poco nervioso –me sinceré antes de entrar. Tomás me dedicó una sonrisa y me palmeó suavemente el hombro.
-Tranquilo. Alex salió muy temprano, creo que tenía que arreglar algo en la empresa donde trabaja, y Chris seguía dormido cuando salí rumbo a tu casa.
No entendí por qué, pero puse más atención a las últimas palabras. Recordé inmediatamente lo que había dicho sobre su padre: se encontraba muy deprimido después de la muerte de su madre. Se me estrujó el corazón al pensar en el dolor causado por la muerte de un ser tan querido. No conocía a ningún familiar a parte de mi madre, pero si algo le pasaba a ella o a Alan, me moría con ellos.
Tratando de alejar esos pensamientos, entré detrás de Tomás y tomé de la mano a Alan para que entrara conmigo. Aspiré con fuerza al ver la enorme sala que nos recibía, con muebles modernos y fotografías familiares por todos lados. Alan estaba tan sorprendido como yo. Estaba consciente de que Tomás nos estaba dando el tiempo de ver todo lo que nos rodeaba; sentía su mirada divertida sobre mí. Le sonreí cuando nuestras miradas se encontraron.
La ensoñación se vio interrumpida cuando llegó el sonido del cristal al quebrarse de la habitación contigua. La cocina al parecer. Tomás dejó con cuidado la mochila en el sillón más cercano y salió disparado a la cocina. Alan y yo corrimos detrás de él al notar su cara de preocupación.
-¡Papá! ¿Estás bien?
Se acercó a un hombre que estaba inclinado tratando de levantar los restos de lo que antes había sido una tasa. El hombre traía puesto un holgado pants deportivo y un suéter gris unas cuantas tallas más grande. Se levantó con los trozos de la tasa en las manos. Al vernos a Alan y a mí una sonrisa torcida apareció en sus labios, como si el sonreír requiriera usar toda su energía.
-Hola –nos saludó-. El almuerzo está casi listo.
Caminó hasta un bote de basura que estaba detrás de una puerta diferente y que conducía a un amplio pasillo para deshacerse de los cristales rotos. Al estar nuevamente frente a nosotros nos dio un apretón de manos y agitó suavemente el cabello de Alan.
-Estoy bien –esta vez la respuesta era para Tomás. Besó durante unos segundos su frente y la escena me pareció tierna y rara a la vez. Nunca (o al menos no lo recordaba) había visto a un padre tan amoroso, o mejor dicho, nunca había visto un amor paternal que durara hasta esa edad. No sé si me explico, lo que trato de decir es que los padres son amorosos con sus hijos mientras son pequeños y cuando llegan a una edad adulta dejan de dar ciertas muestras de cariño. Los besos por ejemplo. Tonterías mías, quizá. Tomás agarró sus manos y las apretó de forma protectora.
Inconscientemente, empecé a analizar al padre de Tomás. A Chris. Era un hombre que rondaba por los cuarenta años, quizá más, quizá menos. No estaba seguro. La ropa holgada que traía puesta lo hacía ver frágil y pequeño; su rostro estaba cubierto por una ligera barba que no había sido afeitada en varios días. Debajo de sus ojos descansaban unas tenues sombras como consecuencia, tal vez, de varias noches en vela. Parecía un hombre realmente triste.
-Lávense las manos, les iré sirviendo sus platos.
Tomás nos guio a un pequeño baño que estaba al extremo opuesto del pasillo. Alan fue el primero en lavarse las manos y en regresar a la cocina. Alcancé a susurrarle “pórtate bien” antes de que se fuera.
-¿Está bien tu papá?
-Ha estado así desde que murió la abuela, han pasado tres semanas, sé que es poco pero… me preocupa mucho.
Estábamos hombro contra hombro frente al lavamanos. Mantenía la vista abajo como si enjabonarse los dedos fuera algo realmente complicado. A través del espejo pude ver reflejado su semblante de tristeza.
-Si puedo ayudarte en algo, sólo dímelo ¿sí? –atiné a decir.
-No te preocupes.
Nos secamos las manos en una toalla que estaba colgada cerca de la puerta. Salimos y pasó su brazo alrededor de mis hombros… Mierda. Mierda. Mierda. Mis manos empezaron a temblar. Sentía el latir de mi corazón en los oídos y las piernas tan frágiles como dos ramitas de madera.
-No tengo ganas de estudiar, ¿tú sí? –preguntó. ¿Qué tienes ganas de hacer? Me hubiera gustado responder; en cambió respondí:
-Pocas veces tengo ganas de hacerlo, pero no tengo opción.
La sonrisa había vuelto a aparecer en su rostro. Mis sentidos estaban atentos en cada parte de su cuerpo que hacía contacto con el mío. Su brazo firme, su costado sólido que golpeaba suavemente mis costillas con cada paso que dábamos. Su olor… Dios, su olor era exquisito.  No sabía si era el desodorante o alguna loción pero ese aroma fresco entraba en mi nariz y me embriagaba.
Deslizó sus manos hasta mis hombros y me cedió el paso para entrar en la cocina. Hizo presión y antes de que su padre volteara a vernos agregó:
-Siempre hay opciones, mi estimado Eric –el tono diplomático y pícaro que usó me hizo sonreír. Pero sonreír de verdad. ¿Eso era una propuesta para hacer algo más que estudiar? Tratando de relajarme, me repetí varias veces que eran solo imaginaciones mías.
Su padre charlaba animadamente con Alan, ambos sonreían y movían sus rostros en divertidas muecas. Una curiosa risa proveniente de Chris sorprendió a Tomás, como si hubieran pasado cien años desde la última vez que rio de esa manera. Nos sentamos alrededor de la mesa, cada uno sentado al lado de su familiar. Sobre la mesa había varios platos llenos de comida deliciosa, y junto a ellos una taza de café con leche. Olía riquísimo. Antes de dar el primer bocado, Tomás preguntó:
-¿Alex no almorzará con nosotros?
Chris, que apenas unos instantes había sonreído, respondió con semblante triste.
-No debe tardar, me mandó un mensaje hace varios minutos y me decía que ya venía en camino.
Al parecer no fui el único que notó ese cambio de expresión en su rostro, su hijo lo observó por unos segundos antes de preguntar:
-¿Está todo bien, papá?
-Tan bien como pueden estar las cosas en estos momentos.
No supe de qué manera interpretar esa respuesta porque… ¿Qué se supone que quería decir? Sopesé por unos instantes el significado de cada palabra, tratando de no olvidar el tono que había empleado. Me rendí al entender que sería imposible descifrar el mensaje sin saber la situación por la que estaba pasando su familia. Por lo visto, Tomás si entendió.
Durante poco más de quince minutos, el único sonido en la cocina era el de los cubiertos al chocar contra la cerámica de los platos, y cada tanto, los murmullos que compartían Chris y Alan. De alguna manera que yo jamás entendería, mi hermano se había llevado mejor con el padre de Tomás que con el mismo Tomás.
Chris giró la cabeza al escuchar el sonido de la puerta principal al abrirse. Mantuvo esa posición, con la mirada fija en la puerta de la cocina hasta que la silueta de un hombre apareció y nos sonrió a todos. Ambos padres eran muy apuestos, pero sus bellezas eran muy diferentes.  Chris parecía tener una belleza más delicada, con facciones suaves y un cuerpo delgado y pequeño. Si pudiera hacer una comparación,  el cuerpo de Chris sería el de un nadador: esbelto y atlético, y el de Alex, probablemente sería el de un levantador de pesas.  Ni de chiste era tan robusto, pero esos hombros anchos y firmes hacían ver un poco más pequeño a su pareja de lo que en realidad era. Alex caminó hasta quedar detrás de Chris y dejó un pequeño beso en la parte superior de su cabeza; éste sonrió con ternura y un débil brillo de amor parpadeó en sus ojos.
-Te levantaste –comentó Alex. Pareciera que se lo estaba diciendo a sí mismo para poder creerlo. Chris respondió con otra sonrisa. La ensoñación con su esposo menguó un poco al notar nuestra presencia.
Ahora que había llegado el otro padre de Tomás, el ambiente era completamente diferente. Hablaba y hablaba sin parar. Le dedicaba tiernas sonrisas a su esposo y cada tanto acariciaba su rostro con el dorso de la mano. Recordé aquella vez que hablaba con Lirán sobre el amor. Él insistía que todos teníamos una persona perfecta destinada para cada uno de nosotros, y yo estaba de acuerdo con eso porque suena lógico ¿no? Sin embargo, él no estaba de acuerdo cuando yo le decía que casi nunca (por no decir nunca) terminábamos con esa persona. Que muchas veces (o siempre) quedábamos con otras mitades que no eran las nuestras, que a su vez estaban buscando a su persona perfecta y al final se quedaban con lo que habían encontrado. Siempre nos enojábamos con charlas como esas.
-Eres como Tom –escuché que le decía Chris a Alan. Traté de salir de mis pensamientos y poner atención a lo que estaba pasando frente a mí-. Desde el primer día que estuvo con nosotros supimos que estaba enamorado de los libros.
-Es que son hermosos, los libros están llenos de vida, de dolor y de sentimientos ¿no es así Alan?
-Son perfectos –concordó Alan, tratando de no atragantarse con la comida. Almorzamos tranquilamente, Alex hacía preguntas sobre todo, sobre la escuela, sobre mi hermano menor que no dejaba de sonreír porque estaba recibiendo toda la atención, sobre la universidad. Prácticamente quería saber todo sobre mí. Y por primera vez, no me sentí incómodo.
 El reloj señalaba que eran las seis de la tarde. El sol teñía en tonos dorados la mayor parte de los muebles de la habitación de Tomás, que, conforme pasaban las horas me parecía más familiar. Era tan… él. Todo parecía encajar a la perfección, tener su sitio.
-Maldición, ya no sé qué hacer aquí –susurró desanimado.
Estaba mi lado; ambos sentados frente a un escritorio repleto de cuadernos, hojas sueltas y los restos de algunos bocadillos que había traído Alex en alguna parte de la tarde. Al voltearlo a ver mi concentración se perdió en su desordenado cabello, que a causa del estrés, había despeinado. Cuando no podía resolver algún problema pasaba repetidas veces las manos por su cabello.
-Déjame ver –dije, tomando su libreta y buscando el error que había tenido-. Tienes dos erres de signo, son errores pequeños pero causa resultados negativos y por eso no puedes darla solución a la ecuación.
Borré parte de su procedimiento y corregí los pequeños errores que tenía. Tomás se frotó una vez más la cabeza y se levantó de su silla. Lo escuché dar vueltas detrás de mí a lo largo de toda la habitación, respirando sonoramente tratando de liberar algo de estrés. Sintiendo los hombros adoloridos por la tensión, giré el cuello en pequeños círculos tratando de estirar los músculos.
-Descansemos un poco.
No supe en que momento había llegado hasta mí. Su barbilla descansaba sobre mi cabeza y sus brazos habían rodeado mi cuerpo. Sentía el calor de su respiración en el cabello, mismo calor que se extendía por mi cuerpo desde donde sus brazos me habían tocado. Tragué saliva buscando deshacer el nudo que se formó en mi garganta.
-Ya falta poco –espeté con un hilo de voz.
-Y por eso mismo podemos darnos un descanso. De todos los ejercicios que hemos hecho ninguna vez te has equivocado. Yo debería ser el que esté nervioso.
Tú me estás poniendo nervioso debí haberle dicho. Tratando de no parecer desesperado por ese contacto, alcé las manos y las puse sobre sus brazos. Habría sido una tierna escena romántica como la que sus padres habían montado mientras almorzábamos pero no estaba del todo seguro que le gustara tanto como él a mí.
Me tomó de los hombros y me levantó de la silla. Yo, como un títere dejé que me manipulara y me llevara hasta la cama. Me dejé caer sobre el mullido colchón e instantes después él se  desplomó a mi lado. Su cabeza muy cerca de la mía. El silencio reinó en la habitación por algunos minutos.
-¿Qué tal van las cosas en tu familia? –preguntó por fin.
Cada músculo de mi cuerpo se puso tenso al entender de qué iba la siguiente conversación.
-Pues bien –respondí, tratando de parecer distraído.
-¿Sí? ¿Tu padre ya no te ha… ofendido?
Una risa amarga salió de mis labios. ¿Ofendido? ¿Ofender y golpear podían tener el mismo significado? Yo no creía eso. Si Tom quería la verdad entonces se la daría.
-Lo he estado evitando. Lo vi por última vez hace varios días.
Claramente sentí como su cuerpo se encogía ante mi respuesta. Por más de medio minuto el sonido de nuestras respiraciones evitaba que un cruel silencio cayera sobre nosotros. Hice el intento por levantarme pues todo se estaba tornando muy incómodo, pero él con su mano tiró de mi playera y me obligó a recostarme una vez más a su lado. Esta vez su brazo me servía de almohada.
-¿Te incomodan las preguntas?
-Un poco –reconocí. Mi corazón latía desbocado mientras el calor de mi cuerpo aumentaba de forma alarmante. Si no hacía algo comenzaría a sudar como loco-. ¿A ti no?
-Depende de la pregunta y quien la haga –su tono de voz sugería tranquilidad, misma que envidiaba infinitamente en momentos como estos-. Tú puedes preguntarme lo que quieras.
Me moví un poco sobre la cama, rozando suavemente la piel de su brazo con mi rostro; por un momento esperé una queja por mi comportamiento raro pero nunca llegó.
-¿Cómo era tu vida antes de Chris y Alex?
Pensó la respuesta por unos instantes. Seguí atentamente su mano que se deslizaba debajo de su playera; la tela se levantó un poco dejando expuesta una line de piel suave y morena que estaba delimitada por el elástico de su ropa interior. Aunque no quería dejar de hacerlo, me forcé a dejar de verlo. Él parecía no notarlo.
-Estuve en un internado, estuve ahí por más de diez años. Trece para ser más exacto. Quizá pienses que mi vida es una historia triste pero no lo es. Siempre estuve bien, nunca tuve problemas con nadie. Durante los últimos meses me hice amigo de Leonardo, el director y dueño. Resultó ser un gran amigo de mis padres. Cuando era más joven fue psicólogo de Chris. Él y su esposa Areli lo ayudaron. Después mis padres llegaron un día al internado buscando formar una familia.  Recuerdo que ese día caí por la ventana por andar de mirón –una risa sueva, lenta y melodiosa hizo vibrar la cama-. Por esa razón fui  elegido para ser su hijo.
Traté de imaginar a un Tomás de trece años, viviendo en un internado sin imaginarse que terminaría siendo adoptado por dos hombres realmente hermosos. Había presenciado lo amorosos que eran con él; Chris a pesar de estar sumido en su tristeza se esforzaba por ser un padre ejemplar. Observé su rostro de reojo,  Tomás era uno de los pocos que conservaba esa inocencia.
-Tus papás son hermosos –dije al fin, saliendo de mis pensamientos.
-Estoy de acuerdo contigo.
Probablemente se sintió culpable por el padrastro que me había tocado o algo parecido porque de pronto me rodeó con ambos brazos. Sus músculos hicieron una suave prisión en la cual podría vivir de por vida.
-Nadie tiene la opción de elegir a la familia pero sí tenemos la oportunidad de escoger a los amigos.  Y créeme que estaré siempre para ti, no importa la hora, el día o la circunstancia. Estaré siempre para ti.
Si mi rostro no hubiera estado contra su pecho habría sido capaz de ver la  única lágrima que logró escapar de mis ojos. Emociones contradictorias se agitaron en mi interior, que, momentáneamente me hicieron desear estar en cualquier otro lugar. Solo.  Cuando mis brazos se enredaron alrededor de cuerpo y aplicaron más presión él me respondió de la misma manera.
-Gracias –respondí, escuchando mi voz amortiguada por su pecho.
Pasaron varios minutos, tal vez horas. No me hubiera importado si hubiera importado que fueran días, semanas o años con tal de que esa sensación de bienestar y seguridad se mantuviera conmigo.
Una vez más, la vida me demostró que ser feliz no era mi destino. Alex, su padre, subió a su habitación y nos observó desde la puerta. Abrazados. No dijo nada durante quien sabe cuánto tiempo, sólo nos miró.
-Ruth ha llegado, Tom.  Está esperándote abajo.
-Mierda, olvidé que  la vería hoy por la tarde –dijo para sí-.  Dile que ya bajo, papá.
-Claro. Deberías ver a Alan –dijo, esta vez dirigiéndose a mí, que ya me encontraba sentado en la cama a una distancia prudente de Tomás-. Es un experto en los videojuegos. Él y Chris hacer un buen equipo.
-También bajaré enseguida, señor –respondí. Estaba dándole demasiadas vueltas tratando de entender quién era Ruth. Nunca la había mencionado ¿o sí? Cerró la puerta y escuché sus pasos mientras se alejaba por el pasillo-. ¿Quién es Ruth?
-Es mi novia –respondió sin más.  Se levantó de la cama y se alisó la ropa. Se dio cuenta que su playera estaba muy arrugada así que caminó hasta el enrome closet y sacó una limpia. Dejó su abdomen plano expuesto ante mí durante varios segundos hasta que se puso la otra playera.
-Tengo que irme –solté, sintiéndome incómodo y adormecido emocionalmente. Sabía que esa sensación antecedía al llanto, me había pasado muchas veces cuando discutía con mi padrastro.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Porque sí.
Me siguió, confundido, hasta el escritorio. Me vio guardar mis cosas dentro de la mochila sin decir nada. ¿No entendía que me dolía lo que había dicho o no quería verlo?
-¿Por qué te vas?
-Porque ya es tarde.
-Apenas serán las siete. Déjame llevarte a tu casa.
-Puedo llegar solo.
Bajé a toda prisa las escaleras con un desconcertado Tomás pisándome los talones. Alan estaba en la sala frente a un enorme televisor de pantalla plana. Movía exageradamente un mando mientras la pantalla proyectaba la imagen de dos soldados invadiendo lo que parecía ser un cuartel general. Parecía que se estaba divirtiendo. Pensé por un momento que me gustaría de cambiar de lugar con él, ser yo el que estuviera jugando videojuegos pero me arrepentí y deseché ese pensamiento al no querer desearle un dolor como el que estaba sintiendo.
-Cúbreme, voy a entrar –gritó Chris, emocionado. Era un hombre totalmente diferente al que vi cuando llegué. Parecía haber recobrado vitalidad.
El soldado que él era en el videojuego entró en una habitación mal iluminada e incineró a los pocos soldados que quedaban con vida. Alan disparaba a los que trataban de escapar o de herir a su compañero de juego.
-Es hora de irnos, Alan.
-Nooo, ya casi llegamos al cuartel –repuso con tono de reproche.
-Anda, es hora de irnos, por favor.
El tono de mi voz transmitió algo que sólo él pudo entender. Giró para verme y al instante dejó el control en el suelo y caminó hasta mí.
-Está bien –respondió sin dejar de verme.
Ambos nos despedimos de los padres de Tomás que tampoco parecían entender la partida tan repentina.  Tom estaba en la esquina de la sala con una linda chica que no dejaba de sonreírle, embobada con su apuesto novio.
-Déjame llevarte a tu casa –insistió, acercándose a mí.
-Puedo irme solo, no me perderé.
Me había puesto esa armadura que con el paso de los años había mejorado. Una armadura que me hacía inmune a mis sentimientos y todo lo externo. Una armadura hecha a base de miedo, dolor y crueldad. Salimos de su casa y antes de que pudiera seguirnos cerré la puerta y lo dejé adentro.
Caminamos por varias cuadras en silencio y con respiraciones agitadas por el paso acelerado que llevábamos.
-¿Estás bien? –recuerdo la pregunta de Alan pero no si yo le respondí.
Recuerdo haber enviado un mensaje a Lirán pero no el haber leído su respuesta.
Recuerdo haber aguantado las ganas de llorar pero no por cuanto tiempo resistí. Había entrado en ese estado de ausencia que me aislaba del exterior cuando no podía manejar lo que estaba pasando.
Deseaba no recordar nada de lo que había pasado en el día.
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