Jajajaja no soy del anónimo de tienes amigos ajajja pero yo también tengo pero ya no viven en mi ciudad, así que chocalas🙌🏼😂.
Eres el mejor plan de sábado por la noche, gracias por responder.
Tienes gatos ?
Chocalas, además hace mucho frío para salir, cierto(?)
No de qué, ustedes hacen mis días más llevaderos.
Si tengo una gatica, se llama Mía porque es de mí. (que se note lo posesivo) Hahaha
1 note
·
View note
Chocalas por andar de soltera como yo :'D espera un momento... estás soltera, estoy soltera *inserte música del link al abrir un cofre* listo casadas! :3 (ahre tengo que dejar con las joterias xd)
Hi five 🖐️ XD .. 😳 espera que jajaja
Yo no creo poder dejar de jotear, es parte de mi 😔👊🏿✨
XD y si te sale natural como a mí XD no veo por qué dejes de hacerlo, tu dalai bb cada vez que quieras jotear aquí estoy 😔✨👌🏿
69 notes
·
View notes
La Abuela Hilda le cuenta a Mia sobre su Abuelo Cele.
Mis memorias favoritas de Cele son tantas. Primero te diré que nació y fue un niño muy especial. Fernando nació en una clínica, pero cuando yo iba tener a Cele nosotros estábamos construyendo una casa y yo no quería que Celedonio gastara plata en la clínica y le dije que quería tener a mi hijo en la casa, entonces tuve a Cele con una partera. Fue un mal rato pero nació el niño. Desde que nació fue un niño muy lindo. Una señora una vez me dijo “ay, ese niño no se te va a criar” y yo le pregunté “¿cómo me dice eso? Porque?” dice “es un niño Dios”. Era tan bonito, una cara linda, linda, con muchos pelitos asi negritos asi sueltos. Y él siempre fue un muchacho muy especial, muy, muy especial. Sufrió mucho, sufrió mucho de pequeño, se quemó. Luego, él sufría de unas ampollas. De chiquitico le salieron unas ampollas en los deditos de las manos y en sus pies. Lo vieron muchos médicos y un médico deijo que cuando él creciera se iban quitando. Si cuando cuando se fue creciendo se le fueron quitando efectivamente.
El fue muy buen estudiante, mientras que su hermano estaba fastidiando el la calle con las muchachas y con los amigos y todo eso, Cele siempre estaba leyendo un libro. Acostado en la cama leyendo un libro.
El fue siempre muy especial, estudiaba mucho, siempre fue buen alumno hasta que cuando cumplio catorce años el jefe de Celedonio se puso viejo, le dijo que porque no mandamos uno de los hijos para Italia a prepararse en los textiles para que trabajara en telares. Entonces le hablamos con Cele y a el le entusiasmó la idea. El tenía catorce años cuando se fue a Italia. A mi me pego mucho porque nunca me habia separado de mis hijos pero bueno, era por su bien y sus estudios. El se fue entre los meses Julio y Agosto, ya en Diciembre él ya perfectamente podía hablar, escribir y leer en italiano. Él siempre fue muy muy inteligente. Se acostumbró allá, hizo amigos, estudio y todos los años regresaba a Venezuela de vacaciones. En su penúltimo año fue cuando tuvo el accidente del brazo. Le dijeron que fuera como una pasantía y una imprudencia de él, porque dio la mano a quitar una pelusa y eso fue cuando la maquiina le agarró el brazo. El sufrio muchisimo.
Cumplio sus deicisiete años en el hospital en Venezuela. Eso para mi fue un golpe muy duro. Que perdiera su brazo.
Los médicos; le veían muchos psicólogos porque solo tenía diecisiete años y habia perdió el brazo. Después de aconsejar decidieron que sería mejor que él regresara a Italia, yo no quería, llore y llore y le dije a Cele que “No, no, no, yo no lo dejo ir! Gracias a Dios que fue así, porque él allí aprendió a sobrevivir solo, con solamente un brazo. Si se hubiera quedado en Venezuela conmigo yo le hubiera hecho todas las cosas, eso sería muy malo para él.
Luego cuando se graduó se regresó a Venezuela y fue a trabajar un tiempo en telares y allá pues, se enamoró. Fue cuando se casó con Tita; Laura Leal. Se enamoraron y se casaron. Estuvieron chévere, porque Laura fue una persona muy bella y buena mujer para él, lo quiso mucho y se quisieron mucho. Nacio Juan Carlo y fueron felices.
A los diez años del niño, paso lo que pasó con Laura. Ella murio de cancer. Eso fue muy duro para él y Juancito, muy, muy duro. Entonces bueno yo pensaba que él no se iba volver a casar. Entonces se fue con Juan a vivir conmigo y yo lo termine de criar. Hicimos la convivencia, todos muy unidos porque estaba en la casa y trabajaba con el papa.
Paso casi diez años de viudo, él empezó a salir con Susana. Yo me acuerdo que yo me preocupaba por la diferencia de edad. Hable con Susana porque, Susana era la hija de una cuñada mía, entonces yo le dije “Susana, tú estás segura? Estás segura, porque Cele te lleva muchos años. Tu estas segura que quieres casar con él de verdad?” “Si, claro que si” “Bueno, mi hijo ha sufrido mucho, él sufrió mucho con la pérdida de su esposa. Yo no quiero que pase un dolor otra vez. ¿Estás completamente segura? Por favor, piensalo, piensalo.” “No, no, no. Yo estoy segura, yo si lo quiero, yo si me quiero casar.” Era mi deber decírselo, pensando en Cele porque no quería que sufriera un desengaño. Pero mira, gracias a dios también fue una mujer magnífica para él y también fue feliz y lo quiso mucho y tuvo su otro hijo. Gracias a dios que las dos mujeres que le dio dios a mi hijo, lo hicieron feliz y él fue feliz. Si el fue feliz y sus mujeres lo quisieron muchísimo, porque tanto Laura como Susana, estuvieron un matrimonio bien bonito. El no era como Fernando que era tan mujeriego y sinvergüenza, siempre fue muy tranquilo, muy, muy tranquilo siempre. Le gustaba mucho leer, le gustaba mucho aprender, nunca se cansaba de aprender.”
Claro quizás esto no vale porque soy su mamá y claro pero sinceramente, no porque sea mi hijo, él fue magnífico; hijo magnífico, padre magnífico, hermano magnífico y amigo. Él volvía mucho por la gente humilde, por los trabajadores, porque los querían tanto allá, las mujeres que planchan, lo adoraban, porque, porque él estaba siempre pendiente, echando broma, dando palabras de aliento, estaba con ellos. Eso era Cele. Eso era Celito. Siempre, siempre. Yo recuerdo trabajando allá en la casa, en la casa donde hacen pañales, cuando negociamos, cuando fuimos a hacer una entrega en el centro, el siempre me decía “Mamá, chocala, chocala con el rosario para que encontráramos puesto!” Siempre. Y mira, me ponía a rezar el rosario de la casa, cuando llegábamos, eso era fijo, había un carro, siempre encontrábamos puesto. Siempre. Y él siempre dijo cuando íbamos diré eso. Y si, siempre encontramos puesto.
Dice Nilma que claro, él fue quizás con quien mas compartió de sus hermanos porque todos los fines de semanas en la mañana subian al Avila los dos. Luego aqui, mas de diesiocho años, trabajando aqui con el (Nilma). A Nilma le pega muchísimo, al principio, el primer dia que fue a la oficina no pudo trabajar se tuvo que regresar, no podía, porque dice yo lo veía y todos diciendo “Cele, Cele, Cele, Cele esto, Cele aquello”. Entonces era muy duro, muy duro para ella. El restaurante, cuando tenían el restaurante, recuerdas el restaurante? El llegaba y si estaba muy ocupado, él la ayudaba con lo que fuera.
Si tenía que poner mesas, ayudar con la comida, o si era de lavar platos, o si era de ayudar con “compre esto o compre aquello” si, lo hacía. Por eso lo pusimos “siempre listo.”
Estaba listo a ayudar a lo que fuera. Bueno, ellos, los tres (Sergio, Cele, Fernando). Si Fernando venía y venía Sergio, eran los tres mosqueteros, porque si hay algo bonito de esta familia Fernandez, es la unión que habido siempre, muchísimo unión, es mucho amor. El problema de uno es problema de todos, la alegría de uno es alegría de todos. Celedonio estuvo muy en eso, siempre me decía “Hilda tenemos que los muchachos sean así, que sean unidos, sean muy unidos.” Si había algo que a Celedonio lamento, es la distancia entre los otros muchachos.
2 notes
·
View notes