Tumgik
#esperando las tortillas
ipaaciir · 1 year
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Lanbglr reactivation challenge: Day 5
Find a video in your target language and watch it as many times as you need to in order to understand it. Make a post about the video. What was it about? Did you like the video? Was it difficult to understand? Make sure you link the video. Try to write your answers in your target language, but if you can’t that’s okay!
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What was it about? It was a day in my life but in German video. The person went to some places, especially to eat food at some restaurants and hang out with friends.
Did you like the video? In general I did. I didn’t like the part with the Tarot cards, I don’t like that kind of stuff. With what I saw idk if I would watch another video of their channel.
Was it difficult to understand? I tried not to read the sub in English, only the German ones. Since I just began my German journey I could only recognize some words but not what they were referring to. I think the day was very cold tho.
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meetmeatmidnai · 2 months
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¿todo el mundo anda despacio o yo siempre estoy corriendo?
miércoles, 19:04, mi última clase termino a las 18:25 y el bus acaba de llegar a mi parada, ya no tengo nada mas que hacer en todo el día; bueno, tengo que hacer compras y adelantar trabajo de clase, pero si quisiera podría cenar una tortilla francesa y hacer el trabajo mañana a la mañana. No tengo prisa. Bajo del bus y me dirijo a a repetir la misma rutina de siempre que ya casi se ha convertido en un juego: esperar y cruzar los 4 semáforos que hay en fila justo antes de llegar a mi piso. La verdad es que normalmente tengo suerte, siempre me encuentro mínimo dos de ellos en verde y en un mal día tengo que esperar dos minutos a que se pongan en verde los siguientes. Dos minutos, no es ni un canción entera pero ya empiezo a zapatear contra el suelo, comprobar la hora en el móvil y mirar a los alrededores. Pero no tengo prisa. El semáforo se pone en verde y adelanto a todos los demás peatones que están cruzando el paso de cebra junto a mi. Llego al final del paso y de aquí en adelante todo es recto sin pausas, el camino esta junto a una escuela de secundaria y otra de grados profesionales, por lo que, no importa la hora del dia, siempre esta infestado de adolescentes y de jovenes. Hay una cancha de baloncesto donde unos chicos estan jugando, estan haciendo tiros libres, desvío mi mirada con frecuencia a la cancha, con el miedo de que alguna de las pelotas salga del recinto y me de a mi, o tenga que ir a devolvérsela. Sigo con el paso firme, varios grupos de adolescentes estan a mi derecha, sentados en los bancos del pequeño parque que hay delante de las escuelas, llevo los cascos puestos pero aun asi puedo escuchar unos murmullos que provienen de las conversaciones que tienen. Algunos se rien, tan alto que lo llego a escuchar; son las 19:09, los alumnos del turno de tarde tendrán un descanso de menos de 25 minutos, por unos segundos me acuerdo de que hace un año yo también estaba en el recreo del instituto; bueno, a estas horas no, pero a la mañana si. Mis amigas y yo no solíamos salir a la calle, nos quedábamos sentadas en los bancos dentro del edificio, con la calefacción al lado. Tengo que esquivar a varios alumnos que se disponen a entrar a clase y que se cruzan conmigo, noto que mas personas se dirigen a las escaleras del edificio, por donde estoy pasando yo ahora mismo, acelero el paso para ahorrarme mas tropiezos. Solo me queda un paso de cebra mas, este sin semáforo, pero aun así espero un poco para que el coche se detenga, esperando en el paso de cebra hay una mujer con dos niños pequeños que apenas caminan, el paso es pequeño asique ellos van delante y yo atrás. Tengo que ir pausándome cada dos pasos por la lentitud de la familia, intento esquivarles por la izquierda para seguir caminando a mi ritmo pero el niño que va agarrado de esa mano se mueve y no puedo pasar. Me quedan tres pasos para llegar al otro extremo pero puedo sentir como la respiración se me acelera, no entiendo como la gente puede ir tan lenta por la vía publica. Por fin me deshago de la madre y sus dos hijos. Esta calle suele estar bastante vacía, pero hoy hay partido de fútbol, y cuando eso pasa siempre se llena de gente; cada persona camina a su ritmo pero todos muy lentos. Hoy no tengo prisa, normalmente nunca la tengo a estas horas, por un memento me pregunto si es que ¿todos andan lento o si soy yo que siempre voy corriendo? que pensamiento mas extraño. Llego al portal de mi casa, por el monta cargas baja una vecina anciana con su andador, le sujeto la puerta. Me he encontrado en muchas ocasiones con ella, la he visto intentar abrir la puerta ella misma y la pobre siempre tarda demasiado, es muy mayor, lo se por que cada vez que la ayudo me responde con una sonrisa y con un "askarri asko" mal dicho, pero siempre me hace ilusión escucharlo. La mujer sale del edificio y yo cojo el ascensor. Piso 7. Este ascensor es muy rápido, pero se para en el piso cuatro para recoger a una vecina, la saludo y me despido cuando se para en mi piso. 19:15, hace casi una hora que termino mi clase.
No tengo ninguna obligación mas, no tengo prisa. ¿Por qué no siento que la carrera ha terminado?
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little-lamb-lyosha · 1 year
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Arthur y John comen algo bien enchilado pa lo del ask sksksnsjsjd
Sometimes somewhere else and peace is just a cozy taqueria in México for you, your husband, the weird ex detective and the Eldritch voice in his head.
"Jesus Fucking Christ Arthur hay una masa oblonga de carne goteando sangre ensartada en un pedazo de metal sobre las llamas, un perro enorme y mosntruoso está sentado a los pies del altar esperando por una oportunidad para abalanzarse y..."
– Uhh en realidad eso es el adobo de pastor, no sangre, los tacos al pastor son en realidad resultado de la influencia de inmigrantes libaneses y turcos en México en los años 20, no fue hasta los años 60 cuando se popularizaron en el país siendo una modificación del shwarma o kebab reemplazando el cordero por cerdo y el pan pita por tortillas de maíz.–
Jon se giró incómodamente sobre el banco de metal para ver mejor a Arthur.
– Y Titán no es monstruoso, los pitbulls son en realidad una especie bastante incomprendida, que es para empezar el motivo de porqué alguien lo abandonó, cuando Martin y yo llegamos aquí...
"El extraño hombre de las cicatrices puede escucharme?"
– John no seas descortés, Martin y Jon nos ofrecieron refugio.
"Bien, pero aún creo que deberíamos salir de aquí."
– Si, erm si desean irse nadie lo va a impedir, pero Martin y yo insistimos en que al menos coman algo primero.–
En ese momento Martin regresó con dos platos llenos de tacos en las manos.
– Cómo te encuentras Arthur? Se detuvo el sangrado?
Arthur bajo la mirada hasta su pecho por inercia como si fuera capaz de dar respuesta a esa pregunta.
– Uhh.
"Se ha detenido, las vendas siguen blancas e inmaculadas."
– Si, si, estoy mejor gracias.
Martin les sonrió y dejó los platos sobre la mesa antes de agacharse a la hielera a sus pies en busca de dos boing de mango, sólo lo mejor para alguien que había pasado algo similar a lo que ellos tuvieron que enfrentar.
A pesar de la reticencia de John Arthur reconocía que la comida olía increíble y no recordaba cuando fue la última vez que habían comido algo.
– Oh esperen, falta algo esta salsa la prepara Martin y es el complemento perfecto.
Jon no esperó más y puso una cucharada de salsa roja en los tacos tras lo que ambos empezaron a comer.
Martin puso las botellas de vidrio junto a los platos y añadió sin poner mucha atención.
– Jon prueba la salsa roja primero o ponle guacamole, probé una nueva receta pero no estoy seguro de qué tal...
Pero ya era tarde.
– Martin! Martin! auxilio la desolación existe en este universo y viene por mi.
– John? John qué está sucediendo? Porqué siento que mi boca está en llamas?
"No lo sé Arthur! Puta madre hay una botella de jugo a tu derecha"
Los dos hombres se bebieron el jugo en unos segundos tirando la mitad sobre sus ropas y haciendo aspavientos como si trataran de aprender a volar, la piel pálida de Arthur estaba roja y Jon parecía a punto de desmayarse.
– Martin auxilio! Necesitamos más agua!
– Chale pinches gringos chillones.
El único cliente a esas horas, un muchacho de piel morena y cabello rizado con manchas de cemento en la ropa se levantó y pagó su cuenta.
Martin no tuvo el corazón de decirle que uno de esos gringos chillones era su esposo.
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miyin2 · 1 year
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Ruta 30 Día 3: Olympic Sculpture Park, Gas Works Park, Fremont Troll, Starbucks Reserve
Ruta 30 Día 3: Olympic Sculpture Park, Gas Works Park, Fremont Troll, Starbucks Reserve
El tercer día en la ciudad decidimos probar el desayuno de otro lugar. Para eso buscamos en la aplicación Foursquare opciones que estuvieran de camino al parque al cual nos dirigíamos y fue así como terminamos desayunando en CJs Eatery. Había gente afuera del restaurante esperando por mesas disponibles. Nosotros nos añadimos a la lista y en quince minutos nos sentaron. Ordenamos dos tortillas…
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cemillita · 21 days
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5.49
Con restos del manto glorioso del chapati en las esquinas de mi boca, y un picor casi seductor en los labios.
A la espera de una llegada.
Sentada en el banco junto la compañía de alguien de quien sólo la pose de sus manos y el semblante expectante reconozco.
En el mar de caras dormidas y sonrisas cansadas rodeadas de cachetes que enfrentan la fresca caricia de un nuevo día.
De fondo suena Nino Bravo, entre voces ajenas canta un romanticón viejo que acompaña al dúo amasador de tortillas.
Escucho el sonido del tren, llega y se vá, cruza la barrera pero ninguno es. Ya voy tarde. Sigo esperando.
Siento en mi pecho la hermosa posibilidad de no presentarme. Pero arrasa una voz en mi cabeza que esta hace años comprometida con el deber. Será la autenticidad de mi Ser lo que proteje? O simplemente lo distrae..
Llega una nueva compañía, suenan risas a mi lado, de repente el banco parece más chico y se mueve como roto.
Para no caerme me pongo cinturón, la música cambia, el olor a humo se desvanece y empiezo a avanzar hacia delante.
Será que hoy también llego tarde?
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jartitameteneis · 2 months
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Yo no estoy solo, Francisca,
Me he quedado con tus árboles de frutas, me quedé con tus sembradíos de papayo quelite, con tu milpa, con tu guía de calabaza y tu chayote.
No me dejaste solo, Francisca, me quedé con la vereda que baja del cerro al pueblo, con las cigarras que cantaban al vernos pasar, con las luciérnagas que nos alumbraban cuando nos agarraba la tarde al regresar.
No, Francisca, no estoy solo. Me acompaña el perro que siempre fue buen compañero, y el guajolote que corretea a los que pasan por el jacal, me acompañan tus calandrias, formaditas esperando que muela el nixcomel y les desbarate la tortilla recién salida del comal.
Yo no estoy solo, Francisca, me queda tu rebozo que uso de almohada para sentir tu aroma a leña y a hierba, me queda tu enagua con la que me cobijo cuando arrecia el frío y tu huipil florido que me calienta el alma.
A mí la soledad ya no me asusta, Francisca, ya hice tregua con ella, por las noches me deja sentirte en el jarro de café caliente, y me enseñó a esperarte en el otoño cuando los hongos salen en los árboles caídos y el naranja del cempasuchil pinta la ladera.
Sepa usted, Francisca, que la sigo queriendo como desde el primer día, que no importa cuánto tiempo pase, uste' será siempre la mujer de mi vida, de mi herida.
Y no se preocupe por mí, Francisca, aprendí a quererla aunque no esté aquí, la veo paseándose junto a mí todos los días, espero paciente la muerte, pa volver a abrazarnos, pa' volver a tenerle...
@LaHijadelaBordada
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diarioelpepazo · 5 months
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Los árbitros también el juego sucio de los jueces Orlando Bohórquez Parra Corresponsal Chile Viendo la pelea de Ryan García contra Oscar Duarte, realmente "el Galán" estaba ganando con poca diferencia, pero cuando el árbitro detuvo la pelea, el mexicano Duarte estaba en condiciones de continuar, porque no estaba muy golpeado y tenía oportunidad de voltear la tortilla. EL tercer hombre del ring, parecía estar esperando la primera oportunidad para parar el combate y favorecer a García, quizás obedeciendo órdenes, porque entre ambos el que mueve mucho dinero es Ryan, y lamentablemente se repitió la historia de Ismael Barroso, donde también el árbitro detuvo injustamente. Ya eso es un mal que se seguirá repitiendo y donde los interesados en las danzas de los millones, utilizan a los jueces, e igualmente al tercero en el cuadrilátero. Así esta el pugilismo profesional en estos tiempos de marketing, donde los organismos rectores del boxeo, ya no hacen respetar el ranking, y por el contrario, permiten que se cometan irregularidades como esas que ya conocemos, donde árbitros y jueces se prestan al negocio, perjudicando a muchos pugiles a quienes les arrebatan descaradamenre sus victorias. Para recibir en tu celular esta y otras informaciones, únete a nuestras redes sociales, síguenos en Instagram, Twitter y Facebook como @DiarioElPepazo El Pepazo
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dinoriffic-doc · 6 months
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Miedo al costumbrismo
El Sol brillará mañana, decía Annie. Y no lo decía de cualquier modo, no qué va. Ella soltaba esa frase cantando y sonriendo de oreja a oreja, afinando cada nota mientras sus ricitos pelirrojos rebotaban contra su cara. Ella, casi desnutrida y más sola que la mierda en un orfanato de mala muerte no dejaba de repetirse que el mañana sería mejor, que el sol saldría, que todo iría bien, que por muy mal que te vaya, mañana sale el sol ¡joder!, así que relájate, alégrate.
Puso el listón muy alto la Annie, las cosas como son. Esa niña con ojos de carcinoma papilar de tiroides, igual llevaba un poquito de narcisismo incrustado entre los dientes; Quiero decir, claro que va a salir el sol mañana, porque al Sol se la suda en que momento te encuentres. Al sol le da igual que puedas llegar o no a fin de mes, que se haya muerto tu perro o que te hayan echado del trabajo: da iguaaaaal el Sol va a seguir su curso, porque en realidad así lo hace la vida y todo lo que conocemos.
El sol saldrá, tu vecina irá a comprar el pan a la misma hora, el repartidor de la carnicería volverá a llegar a descargar a las 8 con la misma camiseta sudada de siempre, la tortilla de patata seguirá siendo mejor con cebolla y los días seguirán pasando.
Mañana siempre va a haber y eso es lo desesperante: que el mañana no cesa, pero tampoco tiene por qué reparar, pensar en el mañana no tiene por qué ser una conquista y a veces incluso es una condena. Que salga el sol no es un alivio, que el mundo siga girando mientras tú te ahogas no tiene por qué ser necesariamente un motivo de canción alegre de musical.
Y es que no es lo mismo el costumbrismo que acostumbrarse. Porque el tiempo pasa a pesar de ti y las cosas se siguen sucediendo a pesar de ti y tus circunstancias. Las señoras siguen sacando las sillas a la fresca en verano, aunque ese verano haya una señora menos. Te acostumbras a ir perdiendo a gente, pero sin dejar de hacer tu cotidianidad, por la misma razón que Annie se acostumbró a la miseria cuando le cantaba al puto Sol: porque no te queda otra. Y es que nada cambia aunque sigas cumpliendo años, como bien decía Holden Caulfield cuando se refería al Museo de Ciencias Naturales: “Todo sigue exactamente igual, excepto tú”.
En definitiva, el mundo va rapidísimo, el tiempo va rapidísimo. Excepto cuando tienes una crisis de ansiedad y quieres que acabe cuanto antes. Y en ese momento en que quieres que todo termine y volver a tu estado basal normal y parece que va a acabar…pero no, el tiempo ahí se ralentiza, tanto que parece que te está insultando mientras se ríe de ti.
Es curioso, nada deja de girar y sin embargo las costumbres permanecen. Cumples años, la gente se va y llega otra y sin embargo todos los domingos, sin tregua al cambio, se come arroz en casa.
El detalle de lo cotidiano no es lo malo, no hay problema en una escena de alguien tendiendo ropa interior en el tendedero de su ventana, pasar por debajo y ver bragas ondear como banderas de lo común, de hecho, creo que hay algo muy bello en esa imagen, como en las cocinas de la gente o en los patrones de los adoquines de las calles.
Lo jodido es cuando nos acostumbramos a perder mientras todo sigue igual. Cuando en esas comidas apenas lo que se puede escuchar es el tintineo de los cubiertos en los platos porque ya no existe conversación: solo se trata de una familia que sigue manteniendo una costumbre pero que está vacía. Ya no hablan, menos se miran, ya no se escuchan. Cuando esa relación que una vez creíste eterna estalla en mil pedazos y tú tienes que disimular que no te ha arrancado una pierna y seguir andando como si nada, porque tu camino sigue. Cuando no hablas porque han sido tantas las veces que te han ignorado o desestimado que el reflejo natural ya es tragártelo y esperar a que pase esa bola por la garganta sin ahogarte.
Las costumbres han de alejarse de las rutinas, porque corren el peligro de volverse mortales.
Haceros un favor, no seáis Annie esperando que el sol salga mañana, porque igual llueve o nieva o hay un puto eclipse y el Sol no aparece. Y está bien no pasa nada. Y además así como dato, el Sol no sale, la Tierra gira en torno a él y en ocasiones le vemos. Así que limpiémonos de egoísmo porque ver o no ver el Sol, no es relevante. Lo importate es poder disfrutar del cambio, saborear la ausencia y dejar de acostumbrarnos a todo.
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martin-fontana · 8 months
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La ansiedad no nos deja dormir.
Cada tanto Isabella sueña, a mi lado, encontrar mañana unos nombres y esa quinta fotografía que falta. A mí me atrajo la invitación de compartir su búsqueda. Pausa en Netflix y abro América Profunda de Kusch. Sentí instantáneamente el óxido de mis neuronas.
Salir del marco…
Salir del marco leo hoy al abrir mi libreta en una mañana vertiginosa que no llego a entender. Madrugar en el subte. Salir sin mates es un chocarse con todo. Algo tan propio como viajar al pasado. Y descubrir que las cosas no estén en el lugar que nos dijeron. Corregir o corroborar es el motor, si se puede de algún modo denominar, lo que a ella la moviliza. Y ahí va Isabella, desafiante amazona con ímpetu a través de todo y arrastrando, a su vez, este carro que soy al ir escribiendo en el anotador.
Como si no pudiéramos llegar tarde al pasado.
Salir del marco. Releo y salgo, por así decirlo, al pensar la frase, mientras Isa esquiva autos semáforos al salir del subte. (La mañana no nos es propia, pero ella me sorprende conocerla mejor.) Por detrás de las copas se alza una enorme estación de trenes estatal. Constitución flama a la otra historia. A ese buceo en el aire de lo que fue esa pampa. Una reconstrucción de castillos de naipes invertidos, dudosas estructuras de polvo y destellos de mica dentro, esperando ser descubiertos. En busca de corregir ciertas miradas impresas dijo y me conquisto.
¿Cómo podemos saber tanto de un grupo de espartanos de hace miles de años a miles de kilómetros de distancia con un océano y otro continente de por medio y no conocer del todo bien lo que pasó hace poco a 5000 mts de nuestro pueblo?
Cruzamos la plaza que antes era selva y que ahora parece haber un estado. Bien. Hay olor a tortilla asada y puestos de chipa que sobreviven como balsas que ese mar de cemento no pudo desvanecer. Veo un segundo la fachada de Constitución porque ya estamos adentro y esa velocidad en el cambio es como entrar en una bóveda de signos, en salas de espera llenas de personajes, en andenes de palabras. Lo ves. Me dice. No. Y de golpe, ya, antes de que salga el tren hay que buscar al Nano en un hormigueo de gente como buscando a wally pero sin rayas. No. No. No. Y por fin lo vemos y el Nano casi sin saludar se amolda al ritmo que marca Isabella. Ya dentro del tren, ya sentados, ya cuando vamos dejando atrás ese cráneo estructural de hierro nos tranquilizamos. Mientras ellos acomodan sus papeles y discuten claramente sobre un mapa del tesoro que se va armando con hojas y fechas, me cuelgo en la ventana y pienso en conurbanos, en Sao Pablo y en Autopista del Sur. Entre el ruido propio del tren y de los vendedores que pasan abro la mochila que Isa preparó. Saco mi anotador, lapicera, caras, yerba, azúcar, voy ordenando el espacio y se cae azúcar (siempre se cae azúcar). Cuando logro cierto equilibrio empiezo a cebar mates, sumado a unos libritos comestibles, la mañana, o el todo, por definir éste presente, deja de ser una un lugar sombrío. Avanzamos, entonces, con mates de por medio, en un tren, ahora eléctrico, en busca de huecos del pasado. Hace años hacía Bs As-La Plata ida y vuelta cinco veces por semana. El 80% del trayecto estudiando y leyendo. Química inorgánica-Ciudades invisibles de Calvino. Anual. La composición de la materia. Promoción. Y después digerirlo me costó un tiempo. Levantar la vista y ya de golpe Espeleta y ya el árbol de cristal que se esconde y bajamos del tren. La cúpula verde. Sucesos del pasado que parecen estatuas de polvo que recuperan el movimiento. Sigo sus pasos en búsqueda de un hecho que sucedió en 1900. Vamos al Registro penitenciario o algo así. Un hecho en el cenit del modelo agroexportador, antes de la dicotomía peronismo-radicalismo. Momentos que no sólo las vacas eran vacas. Confecciones diferente del concepto de libertad, juegos que todavía están latentes.
A ese rompecabezas nos metemos por las fichas que faltan. Y, de a poco, me pierdo en el pasado.
Las hojas grises de un Fumo bravo me confirman que estoy en La Plata. Que lindas son esas confirmaciones. Un lustro observando árboles. En 42 y 5 los veo que manejan cierta ansiedad pero ya cuando divisamos el registro de la penitenciaria se maneja claramente otra. Datos, maquetas, puertas, escaleras, papeles que llenar y por fin el archivo ante nosotros. Estanterías y estanterías llenas de papeles y libros (en el mejor de los casos). Más de un siglo de historias de delitos, asesinatos, penas y errores archivados. (Cientos de químicas inorgánicas seguidas.)
Nos quedamos los tres. Isa. Nano y yo. Estupefactos, ante papeles que nadie leería. Salvo la chica de anteojos, ellos dos y yo para darles una mano. La historia criminal de la provincia comprimida en una sala. La chica de anteojos nos explica el vientre de esos libros que la mayoría ha leído y ese calcular me remite a sus ojos. Buscamos las órdenes del día, del año 1900.- Dice Isa. La chica lo busca en una de las estanterías y nos pasa ese libraco cómo quien te pasa un resumen. Guantes y a manipularlo. Trampolín al pasado, a buscar las piezas perdidas del puzzle. Abrirlo de a poco, buscar en el mes, en el día, en los días siguiente y nada. Nada. Ningún nombre, ningún registro.
Desilusión.
La Pampa parece cerrarse. Los manchones de ausencia consolidarse. A las 11 y cinco de la mañana ellos miran el libro como una oxidada y misteriosa locomotora que se apaga.
En ese silencio que merece ser llenado. La chica habla.
-Si no fueron presos pero si detenidos puede que tengan algún registro en el museo de la policía.
Y nos da una dirección como señalando un nuevo rastro a punto de apagarse. Uff. Respiran. Respiro. Un indicio. El archivo de la policía. Salimos, seguimos caminando, tomamos un colectivo, bajamos, diagonal y estamos. La puerta cerrada. Uh. Dicen. Timbre y después de un momento se escucha una voz. Isa y Nano se explican por el portero. La reja se abre. Vuelve la ansiedad. En la pared izquierda a un costado hay un mural de Vucetich muy soviet cual Lenin enarbolando un libro en el que se notan huellas dactilares. El lugar promete. Entramos y nos recibe un olor a milanesas que el Nano cataloga casi pornográfico. En una biblioteca detrás de mangueras de bomberos, motos ochentosas y trajes antiguos aparenta estar una pieza del rompecabezas. Una señora sale por una puerta. Volvemos a explicar cada vez más puntualmente la búsqueda. La señora mira a un costado, duda, seguramente la milanesa es un obstáculo en ese pensar de archivos requeridos. No, de eso nada. Dice.
Ni siquiera un centro, un apuntar para allá. Una ramita rota. El rastro nuevamente termina. La noche parece acercarse demasiado, quizás deberíamos pensar en prender un fuego, de cazar alguna alimaña. Tendría que haber puesto el poncho y el cuchillo.
En base a lo ocurrido y en ese deambular entre líneas asíntotas estos dos universos parecen no querer acercarse.
- Puede ser que encuentren algo en la biblioteca de legislatura o en el palacio, si hubo un procesamiento-Agrega la señora- seguramente intervino un juez y quedo algún registro.
Consideramos sabias sus palabras. Y avanzamos nuevamente. Puerta, Lenin, Circulo de Ajedrez. Plaza San Martín, Evita en un obelisco. Y¿Cuál es la vara de lo registrable? ¿Qué registro hubiese si los muertos de ese hecho fueran sacerdotes? ¿Que recortar y cómo en lo histórico y en lo cotidiano? Ping pong de eso mientras avanzamos cada vez más lentos, más arcaicos, pisando los adoquines que no hace tanto fraccionaron los presos que estaban dentro del archivo. Vamos, esquivando atrayentes puestos de comida, buscando papeles que hayan gambeteado de 120 años de asados. Ya claramente aquel olor enturbió el pensar. En la esquina 8 y 50 había un macdonals y ya no está. Una buena noticia. Vemos los dos posibles edificios. Dudan y eligen Tribunales. (Pasar a página 58.) Entramos. Buen día. ¿El archivo del poder judicial? Un hombre vestido de gendarme nos pone cara de no conocer pregunta.
Pregunta en el primer piso. Dice.
Señalando una escalera de mármol demasiado francesa. La pesades al subirla para terminar en un vacío secretarial que nos hace golpear en una ventanita de una oficina. Buen día. ¿Acá es el archivo del poder judicial?
-¿El qué? – Nos ladrá una señora como Atrás de Gasalla.
Un humor nefasto del ambiente que parece querer repelernos. Nos pide, un papel, un papel que permita que le podamos preguntar lo que antes preguntamos. Claramente un bucle burocrático. El Nano se pone rojo de la calentura. Nos tira un palo al 3er piso. Vamos, pero porque queremos ir y no perder un posible rastro. ¿Qué carajo es la Subsecretaria de la superintendencia? Dice Isa. Un superflexas. Bromea el Nano. Nos reímos. En otro despacho, otro empleado con dije de gimnasia nos recibe claramente de mejor humor que la señora pero con igual tipo de soluciones. Pera q consulto. Esperamos dentro de un borrador de Kafka. Sale otra señora que nos manda a otro lado. Quinto piso. Distinto ascensor nos sumerge en un proceso de encontrar otros noes. Nos manda de nuevo al segundo y en ese laberinto llegamos a una zona más amachimbrada y brillante en la que claramente le erramos.
Salgamos de este lugar por favor. Dice Isa. Presientiendo al Minotauro. Y todos apoyamos su moción.
Salimos.
Las columnas jónicas, democráticas, están llenas de marcas de bombas de pintura. Ya desganados, a punto de abandonar esta empresa cruzamos a la biblioteca de la legislatura. Se llama Eva Perón. Una señal. Entramos. Ficha. Documentos nuestros. Documentos a llenar. Locker. Llave. Y por fin bajamos a un sótano. Interrumpimos, también, el almuerzo de 5 mujeres. Una se levanta a atendernos. Hay un globo terráqueo en el que distingo Cuba enseguida. Y desde ahí voy bajando por américa. Salir marco. Isa pide el número 1 de la revista de la policía del año 1900. Si. Dice la chica y nos miramos sorprendidos. La bibliotecaria se sumerge en esa selva de letras cadúcalas detrás de las vitrinas. Vuelve con un hombre y un libro. Hay silencio. ¿Estará?
Isa lo abre y enseguida dice que no.
-Necesitamos de la provincia.
-No ese no lo tenemos.
Uff. Huecos en este presente. ¿Qué hacemos?
-Y que diarios de alcance nacional tienen de ese año.
-La prensa y la Nación.
Piden el de la Nación porque el otro ya lo habían consultado.
Son de los pesados. Se dicen entre ellos. Nos mandan a un lugar más bajo todavía, una sala de lectura en la que se vuelve manipulable lo inmanipulable. Hay una mesa enorme con una lámpara de pie. Cuando el hombre trae un libro mucho más grande de lo que imagine con el adjetivo de la chica, Isa abre la boca y se agarra las manitas sorprendidas. Un mundo nace, algo en el aire cambia, ecos del pasado brotan mientras van buscando el hecho en la fecha anotada. Rastros de guerra, campos de bullrich, remedios de tabaco para curar ovejas son detalles que van generando un clima. Hasta que aparece el titular.
Los indios de Coliqueo. Sublevación inesperada.
Increíble. La parábola que se vuelve elipse. Y ahí ya el pasado es una serpiente que se enrosca en nosotros. Tercerizo, entonces, dejo ese fifty fifty del ahora. Y entro 90-10. Sólo signos vitales. Me maravilla el hallazgo y cómo ellos traen esas otras voces de un suceso que de a poco se va escenificando. Un notero del diario La Nación sorpresivamente progresista. Y ya de lleno a seguir en la otra biblioteca con 4 diarios más que hablan del tema y encontrar otras voces y la revista de la policía de Buenos Aires en la que aparece la quinta foto. La x del mapa. Santa María comandando un malón.
Al salir con el botín en nuestros celulares pedimos un taxi. Nos lo merecemos. Dice Isa.
Todo afuera es muy moderno, taxi blanco, diagonal, nueva cancha de estudiantes, ficus monkei y la estación trenes. Estirar las piernas en el asiento y pleno sueño que continua aun cuando bajo, cuando los sigo por el andén desandando el pasado, sin mate y de nuevo en constitución, gente que me choca como asteroides, he perdido esa gambeta porteña. Subte con anécdotas, recordar cosas de aquel pasado y el Nano que sigue para el centro y con Isa bajamos para hacer combinación. Escalera mecánica, pasos, gente y de golpe, a cero, chocar un asterioide de presente en un vagón hacinado, viajar cómo ganado, una piña en el ojo, la mejilla en el asfalto, una novela de Martini, un impacto temporal para traerme a este ahora.
Nadie sale ileso de aquella lejana pampa.
Después vendrá una tarta improvisada del Apu y un vino para festejar que el esfuerzo valió la pena. Volveremos en un tren estatal que es mucho mientras el sol se irá poniendo de su color preferido y aquellas voces van logrando esquivar injusticias y adjetivos de monjes para salir, gracias a ella, del marco y para explicar, también, que hay otra América, mucho más profunda.
No contada aún.
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ipaaciir · 1 year
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Langblr reactivation challenge: Day 3
Create a list or a Mindmap of vocabulary topics. Start with a broad topic and narrow down to more specific topics. Keep a hold of this because you’ll use it later to create vocab to study.
Places
Places in a town
Countries
Places in a building
Technology
Devices
School
School supplies
Places in a school
Subjects
Education system
Music
Musical instruments
Musical elements
German bands and composers?
Languages
Linguistic terms
Languages names
House
Furniture
Places in a house
Objects in a house
Food
Fruits
Vegetables
Meets
Cereals
Diary
Tableware and such
Kitchen
Kitchen supplies
Market
Recipe
Measurments
Cooking verbs
Art
Art movements
Art supplies
Art expressions
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Cómo Saber Si Vale La Pena Esperar a Alguien
Hay personas por las que merece la pena esperar y otras que no merecen que pierdas el tiempo.
Normalmente, las primeras se esfuerzan por llegar, aunque no estén. Las segundas, aunque estén ahí, tienen sus intereses en otra parte.
Las buenas personas
Las buenas personas suelen acabar viviendo, tarde o temprano, con alguien que no las respeta ni las valora.
Cuesta darse cuenta, lleva tiempo, y muchas veces, aunque te traten mal, tragas y guardas todo eso en una bolsa que parece no tener fondo, y además es elástica, y todo cabe en ella.
La fea verdad
Con el paso del tiempo, ampliamos nuestros límites y toleramos cosas que en toda nuestra vida nunca imaginamos aceptar.
Ahí estás tú: comprobando el teléfono para ver si lo has dejado sin sonido, mirando si la pantalla brilla, reiniciándolo por si acaso no tiene buena cobertura.
Estás deseando ver el icono de notificación, pero nunca llega. Actualizas las notificaciones deslizando el dedo, pero sigue sin llegar.
Nunca recibes sus mensajes cuando los necesitas, sino sólo cuando la otra persona está interesada.
Y digo interesada porque, al final, cada vez que llega esa persona, pasas de la ilusión a la decepción en el tiempo que tarda en recibir de ti lo que vino a buscar.
Caes en su trampa una y otra vez.
Te preguntas por qué esperas a que te llame, por qué no te presta la atención que mereces, por qué no te valora como tú.
Y al final, te quedas vacío, sientes angustia, te preguntas por qué todo tiene que ser tan complicado cuando debería ser sencillo, y piensas que algún día cambiarán, que se darán cuenta de que tú eres la opción, porque tú, a diferencia de los demás, quieres su bienestar y estás dispuesto a luchar por su felicidad, pero no es así.
En el fondo, lo sabes.
Corres a responder a sus mensajes. Pero te dejan en visto y se inventan una excusa si llueve un reproche.
Reconozcámoslo: te tienen en la palma de la mano y saben cómo darle la vuelta a la tortilla para que, al final, acabes haciendo lo que te piden y, si no lo haces, te sientas culpable.
Es como si siempre fueras tú el egoísta.
No importa lo fuerte o inteligente que seas.
Esa persona conoce todos tus puntos débiles.
Los utiliza, como Paris los utilizó con Aquiles, para garantizar su victoria porque de eso se trata: de vencedores y vencidos, y no debería tratarse de eso porque, en el amor, no hay necesidad de competir.
En el amor, debes elegir a alguien que te desee a diario, aunque pueda ser feliz sin ti.
Lo sabes
Los que te utilizan te tienen como pieza de recambio.
Eres el plan B de su plan A, y es injusto porque le das prioridad por encima de todo y de todos, y ellos te ponen en el banquillo, esperando a que te elijan cuando se supone que tú ya has elegido.
Y no sabes por qué, pero tragas y vives esperando a esa persona.
Te sientes como un producto afectado por la ley de la oferta y la demanda.
Y sabes que estás tan disponible para ellos que llegas a la conclusión de que no te dan una oportunidad porque eres low cost, porque, para esa persona que te tiene cuando te quiere, siempre estás en oferta, con un precio reducido, siempre disponible para uso y abuso.
Lo peor de todo
Lo peor de todo es que todo lo que se repite se convierte en hábito y genera dependencia.
Empiezas a vivir con drama y angustia. Y acabas dominado por la víctima que vive en todos nosotros.
Vives la misma situación repetidamente en bucle como si tu vida fuera un disco rayado que se repite, ya no gira y se atasca.
Y las preguntas se clavan en ti como clavos en la cruz.
¿Por qué no me llama?
¿Por qué no me escribe?
¿Por qué nunca tiene tiempo para mí?
¿Por qué, aunque sea yo quien le hace un favor, acabo sintiéndome en deuda?
¿Por qué me habla mal?
¿Por qué nunca me da las gracias?
¿Por qué?
¿Por qué?
¿Por qué?
Las preguntas te apuñalan y, por mucho que sangres, sigues pendiente del maldito teléfono, esperando un gesto, un cariño, lo que sea para no perder lo que ya está perdido.
Lo peor es tener que mendigar amor. Intentar retener a alguien que sólo está de paso porque está insatisfecho, una persona inconformista que siempre cree merecer mucho más de lo que da.
Deja morir esa relación: deja de regar las malas hierbas.
Advertencia
Si esto sucede, recuerda que se fueron, cerrando la puerta, sin mirar atrás, sin pensar en todo lo que dejaron allí (a ti).
Te hicieron daño y te dejaron para que sangraras a solas.
Y ahora tienes que respetarte a ti mismo.
Se acabó: no más deudas, no más dependencias, no más llantos, no más sensación de pérdida.
La vida es mucho más que una relación con alguien que se aprovecha de ti y luego no quiere quedarse.
Reflexión final
No busques a esa persona. Déjalos ir, y serán ellos los que te buscarán en otras personas.
Elígete, por una vez elígete, comprende que mereces mucho más de lo que has recibido.
Empieza sólo por eso, por elegirte, por rechazar a las personas que no son claras, por protegerte, por cuidarte.
Las personas que entren en tu vida deben hacerte feliz, aunque haya días malos; la diferencia debe ser siempre positiva porque si no, no estás viviendo en una suma sino en una resta.
No te aferres a lo que te hace daño. A lo que te hace dependiente, a lo que te destruye.
Da el paso y avanza; No esperes más y camina hacia otro lugar donde seas tú mismo, y quien te acompañe te reconozca y le guste tu compañía.
Y por último, déjame decirte algo: cuando tomes la decisión y avances, grandes éxitos te estarán esperando porque el lastre que te retiene, que te bloquea, que te pesa, ya lo habrás soltado, pero ten en cuenta que tu éxito molestará, incomodará, a quienes no quieren que cambies porque temen perder tu favor si progresas.
Tampoco dejes que eso te detenga.
Mereces que tu vida vaya en una sola dirección a partir de ahora, hacia arriba.
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lasrecetasdecarol · 9 months
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los3enthailandia · 10 months
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Koh Tao, el lindo gatito
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La llegada a este pequeño paraíso de Tailandia ha logrado que me vaya enamorado de esta tierra. Desde la misma llegada, por muy cansado que estés, no dejas de impresionarte por el azul de su agua, el paseo de hoteles y bungalows que atraviesas caminando en primera línea de playa nada mas desembarcar, un clima cálido y placentero que te envuelve y un ambiente chill y vacacional por toda la isla.
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Puedes encontrar bastantes españoles, sobre todo de Barcelona. De hecho los thais han oído hablar mucho más de Barcelona que de Madrid.
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Conocimos a uno de los jefecillos de la isla, Fran. Es dueño de un pequeño emporio en este paraíso: escuela de buceo, bar, alquiler de snorkel y motos y asuntos varios, por no decir que lo que te haga falta le das unos baths y te lo gestiona. 
También cenamos en un restaurante español, donde puedes degustar algo de sabor de la patria. Cuando digo algo, no esperes probar la mejor tortilla de patata de tu vida, de hecho es bastante parecida a las de las gasolineras de la autovía del levante. 
Hemos podido alquilar unas scooter. Ha sido una de las mejores decisiones. De hecho, las hemos disfrutado hasta el último momento. Pudimos recorrer la isla con nuestras motorizadas de playa en playa. Conducir por la izquierda en Tailandia es de las cosas más costosas, tu cerebro europeo cortocircuitará antes de 3 seg. Debes saber que dentro de los carriles oficiales hay 2 subcarriles en la práctica. Puedes pitar suavemente y hacer la maniobra que se te ponga en gana. No te sorprendas si ves en una moto a 3 personas y 3 perros, o, incluso si conduce un perro o un bebé, aquí es lo más habitual.
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Una vez más, en Asia las cosas funcionan a la inversa respecto a occidente. Aquí los gatos son animales muy agradables y cercanos. Sin embargo ojo con los perros que pasean tranquilamente por la playa, por la calle o se toman unos cubos en los garitos. Creo que hay una raza concreta en esta isla, los perros koh tao, no dudarán en morderte y robarte la billetera. 
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No puede faltar hablar del Havana. Un pequeño pub colonial regentado por catalanes. Las noches son para el regaeton latino y cubos de ron. 
Una noche pillamos la Secret party, una especie de rave en mitad de la jungla. Como fuimos con las moto, Javi y yo no bebimos demasiado. Mientras Yiyi Bambú se retaba a jugar quien bebe más rápido contra unos irlandeses que le dieron para el pelo.
Por supuesto, el Snorkel y fauna de esta isla son brutales. No puedo añadir los vídeos, por que cuando los grabas bajo el agua y crees que son buenísimos resultan ser una basura. 
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Disfrutamos de la compañía de pequeños tiburones y una tortuga gigante entre otros.
Desde cualquier punto de la isla se aprecian los mejores atardeceres que he visto.
El Barco a koh samui de regreso fue una auténtica ilíada. Por lo visto, dentro de ese ferry cundió el pánico, las vomitonas y los desmayos. Al llegar a puerto una ambulancia estaba esperando a varios guiris. Fuimos ajenos a esas cosillas por que nos hicimos el viaje en popa, sentados en sillas de plástico, sin ningún tipo de anclaje, más que el nuestro propio agarre a las tuberías y pomos cercanos mientras nos empapaba la marea. Un conocido de Madrid cuando salió y nos vio solo puedo soltar: “joder, sois duros cabrones, ahí dentro ha sido un espectáculo” .
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hola, vengo hablar de una receta que hice el día de hoy y mas que nada mi experiencia pues todo empezó por que mire un video en internet donde una señora estaba cocinando y hizo tortillas de harina a mano, se miraban buenas y se me antojo, luego recordé que mi tia cuando era niña me había enseñado, pues decidí ponerme a hacerlas.
Busque lo que necesitaba y me di cuenta que tenia todo en mi casa para hacerlas, y pues se me hizo a un más sencillo. Solo necesitaba, Harina, Sal, Manteca de puerco, Mantequilla, Sal y Royal entonces lo tenia todo solo era mezclar esos ingredientes con agua.
Decidí hacerlo, ya las había echo antes mas nunca sola, lo mezcle todo hice las bolitas que serán las tortillas y las deje reposando 30 minutos.
Proceso…
Después estire la masa para intentar hacer formas redondas, y poder hacer las tortillas
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ahi fue cuando las estaba estirando, la verdad yo no me tenia fé por que no se inflaban o me quedaban muy feas
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Fácil tire como 5, después fueron saliendo mejores y me las iba comiendo, sabían muy ricas, mi papá se comió 4 y dos quesadillas porque si estaban muy buenas
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Son las quesadillas de mi papá y yo también me hice una quesadilla
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La verdad mis respetos a todas las personas que hacen tortillas, no es difícil pero es cansado, estar parado esperando a que se cocinen, si las estiraste mal o bien, pero si lo volveré a hacer y cada ves saldrán mejores, una experiencia algo cansada pero muy ricas🫢🥰💘
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restlesshazel · 1 year
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Cuando tenía 7 años me preguntaba constantemente qué significado tiene el hogar, ¿Por qué le llamamos hogar?, y ¿dónde se encuentra?
Cuando corrí por el diccionario comprendí que hogar, por definición es "Domicilio habitual de una persona y en el que desarrolla su vida privada o familiar"
Pero, conforme fui creciendo y cambiando de ciudad cada cierto tiempo, no me parecía buena idea llamarle hogar a una casa nueva y vacía, a una colonia donde los árboles eran diferentes, y la gente a veces saludaba y otras veces nos ignoraban.
Hogar, estuvo en mi mente por un buen rato, volando entre las palabras sin ningún significado personal. Y a veces esa palabra me hacía sentir que no pertenecía a ningún lado, porque mi hogar nunca fue el mismo y, supongo que yo tampoco.
Así crecí por varios años, hasta que poco a poco olvidé esa palabra y dejé de tratar de encontrarle un significado más allá del físico, más allá del que encontramos en el diccionario. Hasta que un día, viendo tu sonrisa y sintiendo esa cálida sensación en mi cuerpo, lo entendí.
Hogar era aquella señora del puesto de tortillas que siempre me apartaba una con sal aunque no le comprara todos los días, hogar fue la persona que me llevaba a la escuela en las mañanas y prendía la radio donde comentaban las noticas del fútbol solo porque sabía que era mi deporte favorito.
Hogar fue un pequeño amiguito que me compraba jugos de naranja en una bolsita y los congelaba para que me durara frío todo el día.
Hogar fueron los papás de mi mejor amiga, cuando compraban molletes después de una reunión escolar y siempre me mandaban el mío con salsita.
Hogar es el abrazo fuerte de mi papá diciéndome que todo va estar bien , los "buenos días" llenos de amor de mi mamá cuando me despierto y las peleas de luchita en la cama con mi hermano para que vayamos a hacer ejercicio.
Hogar es escuchar sus patitas caminar hacia mi cuarto y sentir su peso en mis pies mientras estoy trabajando, hogar es llegar a casa después de un largo día y saber que siempre me está esperando con sus incansables ganas de jugar y esa colita revoloteando.
Hogar eres tú, cuando me diste un abrazo y no me soltaste, hogar eres tú, cuando cuidaste de mi corazón y de todos a tu alrededor sin importar que el tuyo se rompiera primero. Hogar fue aquel día, que levantaste tu mano y me hiciste saber que no estaba sola.
Hace mucho que ya no veo tu sonrisa, espero que cada día tengas algo por lo cual sonreír, espero que tú también tengas un hogar al cuál volver de vez en cuando, como yo lo estoy haciendo ahorita para no olvidar que siempre tuve uno, solo que no lo podía entender.
- restlesshazel
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targaryenact · 2 years
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Victoria vivía en el pueblo vecino, hija de un campesino sobre protector, iba y venía 3 veces por semana al huerto donde Gael trabajaba desde que su familia descubrió la buena mano a la hora de plantar. No se hablaban para nada, pero compartían miradas que significaban saludos desde sus distancias; como levantar las cejas dos veces o ella guiándole con el ojo. Reían cuando Gael intentaba imitarla, aunque siempre cerraba ambos ojos al no poder. 
—¡Gael! 
—¡Victoria! 
Se gritaban sus nombres cuando ella, en su bicicleta, se alejaba bastante del huerto y así regresarse a su casa, desapareciendo junto a los últimos rayos del sol. Repetían la misma escena cada día lunes, miércoles y viernes sin falta. Su padre Casimiro sospechaba tanto de su hija por encontrarse a solas con el muchacho, no permitía conocer otros hombres porque él sabe como son, así como decir que ese muchacho no tenía los pantalones suficientes para ser llamado “hombre”. 
Su viejito, papá de Gael, no podría atender pedidos en la semana siguiente porque tenía que recoger semillas y revisar crías de ganados porque era el que mejor los hacía crecer rechonchos y sanos. Sintiendo la oportunidad llenar su pecho de emoción por conocer a Victoria. Sábado y domingo llegaba del huerto a casa de su madrina para preguntarle cosas sobre mujeres. 
—Pos madrina, ¿qué le digo? 
—Qué vas a estar preocupado por otra chamaca, apenas estás convirtiéndote en hombre. Ahora eres un rapazuelo. 
Pasaron un poco de esa noche comiendo tortillas con sal y café, también le aconsejó solo ser auténtico en cuanto la viera: 'No hay nada más romántico que conocer sin tapujos a un hombre' mencionó recordando a su chatito. El resto de la noche durmió tranquilo esperando ser de día. 
Así pasaron las horas y la campana de su bicicleta sonó dos-tres veces al llegar. Sorprendidos quedaron al verse cara a cara y el rubor en Victoria se incendió, se sonrieron apenados. Sus “hola” estuvieron presente cada vez que se regresaban las miradas. Ambos querían terminar rápido para irse, en su lugar Gael habló. 
—¿Puedo acompañarte? 
—¿Estás loco? Te mataría mi papá si te ve. 
—Nos despedimos en el puente, tú te vas y yo me quedo viendo. 
—Estás loco. 
Su sonrisa fue confirmación ante su petición, habitualmente se iba al atardecer porque el calor era fuerte. Le invitó a tomar jamaica en lo que acababa, mientras se preguntaban cosas como su edad, comida, o por qué estaba atendiendo. Todas respondía cada vez que un cliente terminaba de comprar. Surgieron tantas preguntas en un solo instante que la hora rápido pasó, él iría caminando sosteniendo la pesada bicicleta con dos cajas que compró Victoria y de esta manera seguían platicando hasta llegar al puente que los dividía a ambos. 
Hicieron de esta caminata su costumbre, compartieron risas y pocas vivencias que ocurrían en sus vidas. Era todo lo que tenían; un melancólico apretón de manos a las 5 luego venderle tomates tan rojos como sus cachetes cada vez que Gael la sorprendía mirándole. 
—Adiós Gael. 
—Adiós Victoria, eres tan bonita. 
Creyó haberla asustado con su declaración, puesto que se montó y manejo como nunca antes había visto. Viendo como se iba una vez más junto con el atardecer, desapareciendo a lo lejos.
El fin de semana sentía presionado el pecho con una mezcla de sentimientos, como si tuviera aire acumulado, se lo contaba a su madrina 'solo es pasajero, no te asustes o te vas a empeorar'. Una semana había pasado desde que Victoria no fue los 3 únicos días, el sentimiento no abandonaba su gélido pecho. 
—¿Qué pasó con Victoria? 
—Estará bien, muchacho. 
Solo podía preguntar lo mínimo, nadie sabía de su amistad y mucho menos hablarle con tanta confianza al señor Casimiro. Otra semana pasó desde entonces, cada verdura que plantaba no germinaba, si lo hacía, se moría o podría. 
—Gael ven, tengo algo que decirte. — llamó su padre. 
—¿Qué es? — pregunta con cierta incomodidad, de pronto sabe lo que dirá. 
—Otro vendrá por las cajas de Casimiro, el próximo mes, porque este no podrá. Victoria... 
El corazón iba perdiendo fuerza con esa brevedad y pausa que se tomó para decir lo siguiente:
—Murió mientras dormía, su papá y los doctores no saben mucho, pero Gael. Siento... 
—No sintió dolor entonces... 
Dos días después regresó al mismo puente donde encandilaban sonrisas y estrechones de manos sudorosas que se causaban, arrojaba piedras pequeñas que solo miraba cuando llegaban al agua donde se formaban ondas al impactar. Por un minuto pudo sentir a Victoria y su brisa estacionada a su lado, un pequeño recuerdo febril que sentía al verla irse y perderse en dirección al sol. 
Solo quedaban vestigios de su recuerdo sumado a la podredumbre de las verduras y oscuridad en la que su corazón comenzó a llenarse. Alguien como ella sabía que no duraría para siempre, encontrando, apenas, un detalle romántico y filosófico al desfallecer en sueños en los que viviría para siempre.
[ Primer (des)amor.
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