Tumgik
#guitarras blancas
supersonic11 · 2 years
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Por favor, déjenos bailar. Por favor, que nos dejen bailar
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No hablen ahora de Nueva York, de estar en Roma o en Disney World
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Yo solo quiero que nos dejen bailar acá
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dcminikv · 5 days
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"¿Eso es tuyo?" @alexxv @ncmra @tvheo
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‘¿te refieres a la guitarra?’ cuestionó con instrumento en mano, volteando su mirada para distinguir a quien le dirigía la palabra ‘ojalá, pero no me dejaron ocupar tanto espacio con el equipaje’ y señaló con el mentón a unos jovenes que estaban en la barra, exceso de alcohol en sus sistemas era evidente. ‘la tomé prestada’ explicó con una pequeña mentira blanca en el medio.
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gposada · 6 days
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Juanes, la experiencia.
Con la Plaza de La Macarena llena, Juanes tocó guitarra hasta más no poder; y lo sorprendente no es sólo su capacidad física de correr, saltar, cantar y gritar amor a todo pulmón, sino la de respirar, interpretar y resistir. No debe ser fácil cantar "Querida" de Juan Gabriel en ese tono impecable que usa a la altura del 70% del concierto con 51 años. Y, además, el esfuerzo vocal que le exigen canciones como el clásico "Solo" de Ekhymosis en versión acústica, la fiesta en "La Tierra" o "Sin Rencores". Pero para todo eso se ha preparado en los recientes años, no sólo para cantar sino para escribir y componer. La carrera de Juanes no se detiene, al contrario, se consolida en el recinto más importante de su trayectoria, en casa, y con doña Alicia (mamá), viéndolo presente en el escenario.
El montaje, la logística y la producción de Páramo no pudo ser inferior al reciente concierto de Caifanes en el mismo recinto de eventos La Macarena, pero lo de Juanes alberga una atmósfera electrificante, un abrazo etéreo que se quieren dar mutuamente el masivo público y el artista, porque todos somos relativamente cercanos; incluso la pareja que vino desde Perú a verlo cantar su catálogo en casa, experimentaron ese entusiasmo contagioso, como aquellos que se pegaron una escapada desde Miami a apreciar esa cercanía entre el vecindario y el parcero.
¡Este man tiene mucha música! Decía a mi lado Juan David, sorprendido con la sincronización de luces, música y video. Más allá estaban familias enteras en las que cantaban desde la mayor hasta el más pequeño al unísono "La Camisa Negra". Hay un detalle no menor en su banda y en el equipamiento de sus numerosas guitarras cuidadosamente afinadas por "Chepe". Esa blanca, Stratocaster con el clavijero invertido tiene una curiosa historia que narra Juanes para el reciente episodio en el podcast “EnLa Casa” en Spotify sobre los 70 años de Fender. Resulta que ese diseño es registrado por Jimi Hendrix, y el guitarrista de Metallica, Kirk Hammett hizo un híbrido entre su reciente modelo Luna White Strat y el modelo invertido y se la mandó de regalo a casa:
"Cuando yo abro la puerta (del hotel), me entregan el domicilio, esta caja gigante que decía Jackson. Y yo decía ¡Mierda, esto es una guitarra Jackson, guau! No puedo creer esto. Ahí te manda Kirk Hammett, me dice Billy (Fender) ¡Dios mío, debe ser un muñeco de Frankenstein! (Porque me había dicho que no era una guitarra). Destapo la caja y lo que veo es mi guitarra, la Luna Strat, blanca tal cual, la mía con los mismos micrófonos, pero digamos el neck y la cabeza de la guitarra estaban invertidas como la guitarra de Jimi Hendrix. Es decir, como si la guitarra fuera para una persona que toca zurdo, como la de Kurt Cobain o como la de Jimi Hendrix; que era una de las cosas que yo le había dicho a Billy (Siegle) al principio: Billy, me gustaría que mi guitarra tuviera la cabeza volteada hacia arriba, como la de Hendrix. Él me dijo, no; mira, es muy complicado, eso es una cosa que está patentada por Hendrix y bueno, no se puede. Y yo, listo, no pasa nada, perfecto. Y resulta que a Kirk Hammett le encantó mi guitarra, mandó a hacer una guitarra para él con el cacho para arriba y me mandó una a mí, y yo no lo podía creer. Yo decía, esto es demasiado loco. O sea ¿Cuándo en mi vida me iba a imaginar que Kirk Hammett me iba a mandar una guitarra mía?
Y lo más emocionante siempre serán los encuentros, no solo en la arena entre viejos amigos y conocidos, sino en el escenario con la banda. Juanes invitó arriba, no solo a abrir el telón a la debutante artista local Antonia Jones, con quien además interpretó "Fotografía", sino a sus excompañeros de banda Felipe Alzate (percusión) y al legendario "Toby" Tobón, quien se echó la impecable interpretación de su guitarra acústica en el clásico "La Tierra" de Ekhymosis ¡Impresionante!
Juanes ya no es un concierto, es una experiencia que la mayoría de colombianos de diversas generaciones pueden contagiar a través de lo más importante para la memoria, sus canciones. Abre con "Gris" de su reciente álbum "Vida Cotidiana" con el que acaba de ganar el premio Grammy de la Academia, y cierra con "Me Enamora"; uno pierde la cuenta de cuántas canciones van por la mitad. Los fans de las siguientes ciudades de su gira local se merecen vivir la emoción de este encuentro como un evento importante para cantar a todo pulmón en Cali, Pereira, Bucaramanga y Bogotá.
Y yo, ya pasé el límite ético del periodismo musical al fanatismo sensible y grouppie: ¡Me compré la camiseta!
Gabriel Posada Gálvis
Medellín – Colombia.
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cassandra-baker · 4 days
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It's not a phase (Hazbin Hotel GuitarPrincess one-shot +18)
Por fin había conseguido zafarse de sus guardaespaldas perpetuos. Serán pequeños, pero eran prácticamente implacables a la hora de vigilar sus movimientos. Protegerla era el único propósito por el que habían sido creados y seguir las órdenes de Lucifer era lo único a lo que dedicaban su vida.
Y esa actitud sobreprotectora era agotadora. Ya no era una niña y no soportaba lo protegida en exceso que la tenía su padre de forma constantemente agobiante. ¡Era la maldita princesa del infierno y debería poder hacer lo que quisiera! Todavía se acordaba de cómo su padre la regañó hace unos meses por teñirse el flequillo de negro a juego con su estridente maquillaje oscuro. Era una decisión que había tomado por probar algo nuevo, pero que decidió dejarlo cuando vio que había conseguido hacer rabiar a su padre.
Se sentía ahogada en su casa a pesar de pasar mucho tiempo sola. Sus obligaciones como princesa eran mínimas y sus padres estaban tan ocupados con sus propios deberes que casi nunca estaban juntos y menos pasaban tiempo con ella. Y las pocas veces que coincidía con alguno de sus progenitores, solo le recriminaban su actitud que ellos tildan de demasiado rebelde para ser una princesa. Menuda hipocresía viniendo de las personas que desafiaron al mismísimo Cielo.
¡Ni que ella hubiera decidido ser princesa! Dada la situación, prefería haber nacido como un demonio cualquiera. Así seguro que podía ir por ahí sin ninguna restricción y podía hacer lo que quisiera con quien quisiera y cuando quisiera.
Lo que Charlie tenía claro era que no iba a dejar que su posición le impidiera divertirse. Es por eso por lo que, como muchas otras veces, había conseguido despistar a Razzle y Dazzle para infiltrarse en la ciudad en busca de algún sitio en el que pasarlo bien.
Tampoco era la primera vez que lo hacía, pero siempre tenía que ser muy cuidadosa en los momentos en los que elegía su momentos de escape.
En aquella ocasión decidió pasar la noche en un bar que le gustaba mucho y en el que había bastante ambiente. Todo tipo de demonios abarrotaban el lugar en busca de diversión mientras el alcohol corría y la música rock retumbaba en sus oídos. A Charlie le gustaba mucho ese bar desde que empezó a aficionarse al rock hacía unos años cuando entró en la que sus padres llamaban una fase rebelde.
Normalmente la música del bar era pregrabada y los camareros aceptaban peticiones de los clientes, pero aquel día Charlie había tenido suerte. En ocasiones muy concretas algunos grupos de rock de la ciudad actuaban en aquel local y aquel fue uno de esos días.
La princesa se quedó fascinada viendo al hombre que tocaba en el centro del escenario. No le parecía nada un demonio: llevaban ropa de cuero con tachuelas y pinchos, la piel blanca que brillaba con el sudor y el pelo castaño cenizo totalmente despeinado y unos ojos dorados a juego con sus alas y su brillante guitarra. Si no estuviera en el infierno, Charlie juraría que lo que tenía delante era un ángel como integrante principal de un grupo de rock, pero era imposible. La princesa se rio de su propia idea y se centró en disfrutar del concierto.
Aunque el concierto era increíble, Charlie no podía apartar la vista del vocalista y notó que él también había empezado a fijar su dorada mirada en ella. Era todo un macarra que le encantaba gustar y sus ojos no pudieron evitar fijarse en aquella rubia con el flequillo negro que estaba disfrutando de su concierto como nadie. Le guiñó el ojo y ella le respondió con una sonrisa pícara. Se había creado una especie de conexión invisible y el resto del concierto transcurrió como si solo estuvieran ellos dos en el local. La atracción estaba empezando a surgir a pesar de la distancia entre ambos, a pesar de no haber intercambiado una sola palabra.
El concierto terminó y la banda se retiró a disfrutar de un merecido descanso. Cuando estaban celebrando otro concierto exitoso, escucharon a alguien llamando a la puerta. El batería abrió para ver a la rubia que había llamado la atención del vocalista.
—Ha sido un gran concierto —dijo ella con una amplia sonrisa.
—Gracias, muñeca. Veo que lo has disfrutado —respondió el vocalista esbozando una sonrisa socarrona.
Charlie entró en el camerino con seguridad y desafió al hombre con la mirada. Era increíble lo bien que se entendían dos desconocidos simplemente por las miradas.
—Chicos, salid a tomar algo, voy a hablar más personalmente con mi fan.
El resto de integrantes de la banda se marcharon lanzando vítores y silbidos. No era la primera vez que el vocalista aprovechaba el camerino para pasar un buen rato con una fan después del concierto.
—Nunca te había visto por aquí —comentó el hombre sentado en el sofá del camerino.
—Bueno, me tienen muy controlada en casa. Pero a veces me escapo.
—Me gustan las chicas traviesas.
El hombre sonrió, se levantó del sofá para acercarse a la chica.
—¿Ah, sí?
Ella le sonrió con picardía y se acercó a él. Puso las manos en el pecho del hombre y disminuyó la distancia que los separaba. El hombre podía ver las mejillas sonrojadas de la chica. Parecía que había estado bebiendo pero no era nadie para decirle nada. Él también se había pasado de copas y su mente no tenía ganas de pensar. Quería disfrutar de un buen rato con aquella rubia.
Y ella parecía pensar lo mismo cuando rodeó su cuello para lanzarse a sus labios. Él correspondió el beso con la misma voracidad que le estaba ofreciendo ella.
Aunque la chica era alta, para él se sentía muy pequeña en el momento en el que la rodeó con los brazos para profundizar aquel beso. Podía notar cómo la totalidad de su cuerpo la podía abrazar completamente. Con esa idea en mente y mientras sus lenguas empezaban una danza llena de necesidad para llevar el liderazgo en ese beso, él agarró el trasero de la chica para levantarla y acercarla todavía más a él. La princesa de forma instintiva rodeó las caderas del hombre con sus piernas para no caerse. Lo rodeaba llena de necesidad por la embriagadora violencia con la que se estaban besando. Él los llevó a los dos hasta un tocador que había en el camerino. La sentó en el mueble para seguir besándola con ferocidad.
El impacto de la chica contra el mueble había hecho caer todo lo que había encima, pero a ninguno les importó mientras sus lenguas se enfrascaban en una violenta pelea por conquistar la boca del otro.
Se vieron obligados a separarse por falta de aire y, por primera vez, se miraron a los ojos mientras intentaban controlar su respiración. Los de él brillaban con lujuria al igual que los de ellas que estaban enmarcados en un coqueto sonrojo.
Charlie se relamió los labios y empezó a desabrocharse el vestido. Ya no tenía suficiente con unos simples besos por muy apasionados que fueran. El hombre silbó sorprendido por la tenacidad de la chica. Así que, para igualar las condiciones, se quitó la chaqueta y la camiseta.
—Si quieres que me quite algo más te lo tienes que ganar preciosa —la retó el hombre.
Ella sonrió con picardía antes de volver a devorar los labios del hombre más que dispuesta a aceptar el desafío con el objetivo de conseguir la jugosa recompensa. Sin descuidar los labios de la chica, el hombre empezó a bajarle el vestido. Ella se levantó lo suficiente como para conseguir que la prenda tocara finalmente el suelo.
El hombre se relamió al ver aquel cuerpo esbelto completamente a su disposición. Iba a pasárselo muy bien esa noche. No tardó mucho en quitarle el sujetador mientras ella empezaba a tantear de forma juguetona la cremallera de sus pantalones.
Mientras él empezaba a pasar su lengua traviesa por los pezones de la chica, ella desabrochó finalmente la cremallera hasta liberar el miembro del hombre que reclamaba algo de atención.
Ambos estaban hambrientos del otro. No hacían falta las palabras, en la habitación solo se escuchaban los pesados suspiros de él y los contenidos gemidos de ella que intentaba hacerse la difícil ante los precisos toques de aquel hombre sobre su pecho.
Intentando que la situación se igualara, ella empezó a acariciar aquella polla que tantas ganas tenía de tener dentro.
El hombre gruñó de placer ante el tacto de las cálidas y delicadas manos de la chica envolviendo su miembro. Sonrió sin dejar de morder los pechos de la chica y, mientras ella disfrutaba de masajear su pene. El hombre se cansó de juguetear con los pechos de la chica, quería más de ella así que apartó las bragas de ella a un lado y empezó a masajear su intimidad con la misma intensidad con la que ella seguía acariciando su miembro. Sonrió satisfecho, no tendría que hacer mucho, ella ya estaba bastante húmeda.
Acarició muy travieso el clítoris de ella e hizo que diera un pequeño salgo en el mueble. Era muy sensible, le encantaba. Como estaba ya tan mojada, introdujo dos dedos en el interior de la chica que entraron sin ningún problema. Su acción obtuvo como respuesta un pequeño gemido junto a la sensación de que la chica se contraía de placer. Estaba claro que ella se estaba esforzando por centrarse en el trabajo manual que le estaba haciendo, pero los dedos del hombre dentro de ella la hacían perder el control.
Él sonrió. Estaba más que lista y estaba claro que él también.
—¿Estás lista para probar la primera polla de todas, muñeca?
Charlie levantó la ceja.
—Así es, preciosa —dijo orgulloso e hizo aparecer sobre su cabeza un halo brillante—. Vas a tener el privilegio de follarte a Adam, el primer hombre.
La sonrisa de ella no hizo más que ampliarse con aquella información. Siempre le había gustado hacer rabiar a su padre por intentar controlarla. Sabía que por haberse escapado al concierto y haberse acostado con un escondido desataría la ira del rey del Infierno pero si ese desconocido era el primer hombre, solo haría la situación más interesante. ¡Jódete, Lucifer!
—¿Por qué te ríes, preciosa? Ya sé que tiene que ser una impresión saber que estás con la mejor alma del Cielo. Pero créeme que es verdad. A veces bajo a este estercolero con mi banda porque aquí se aprecia más mi arte. —Se pavoneaba haciendo pequeños círculos con los dedos dentro de la princesa.
—No sabes quien soy, ¿verdad? —dijo ella con una risita pícara mientras que, en ningún momento, había separado su mano de la entrepierna del hombre.
—¿Debería?
Adam alzó la ceja. Normalmente cuando revelaba quién era, las chicas se volvían locas. Pero en aquel caso no había tenido la reacción que esperaba. ¿Qué le pasaba a esa rubita?
—Creo que sí —comentó ella—. Mis padres son los que llevan todo esto.
—¿Son los dueños del bar?
Guapo pero no muy listo.
—De todo esto —contestó con una sonrisa—. Del Infierno.
El hombre se quedó en silencio mientras ella sonreía y no dejaba de bombear la primera polla de la historia.
—¿Eres la hija de Lilith?
—Sip —la sonrisa traviesa de la princesa no dejaba de ampliarse.
La sonrisa de Adam se ensanchó igualmente. Aquella era una forma deliciosa de vengarse al fin de Lucifer. Y estaba claro que su niñita estaba más que dispuesta a complacerlo.
—¿Estás segura de esto, nena? Tu papi se va a enfadar.
—Eso espero.
Una chica rebelde. Eso le gustaba todavía más.
Con determinación, apartó la mano de la chica y, sin que diera tiempo a que pudiera reaccionar, adentró su miembro dentro de la princesa que se abrazó a su cuello de forma instantánea.
Las embestidas salvajes de Adam hacían que el mueble en el que estaba sentada la princesa golpeara la pared de forma frenética. Pensaba que podría destrozarla y la pared también y eso le encantaba.
Aquello parecía un sueño. Por muchas mujeres con las que se hubiera acostado nunca había sentido una conexión así con nadie. La princesa había empezado a seguir su ritmo de forma perfecta sin necesidad de palabras entre ellos. La notaba jodidamente tan apretada y tan húmeda que era una delicia.
Ella jadeaba agotada sin bajar el ritmo de sus caderas que no hacían más que anhelar sentir al hombre cada vez más dentro de ella.
—Estás muy apretada, princesa —comentó él con la voz jadeante.
—¿Acaso es un problema? —Ella rodeó su cuello para robarle un beso necesitado aprovechando ese apoyo para intensificar el salvaje movimiento de sus caderas.
—Para nada —dijo él después del beso—. Eres deliciosa, hija de Lucifer.
El primer hombre empezó a repartir mordiscos esporádicos por el cuello de la princesa que empezaba a gritar de placer mientras sus caderas se sacudían más violentamente. Adam bajó las manos hasta las caderas de la chica para aumentar más la profundidad de los embistes.
Aquella chica era deliciosa, notaba como su coño envolvía perfectamente su polla y lo volvía loco. Ninguna otra mujer había conseguía envolver su miembro de una forma tan perfecta. Se sentía al límite, no iba a aguantar mucho más y, cuando ella empezó arañar su espalda y notaba como su interior apretaba con necesidad su miembro, él no tardó mucho en correrse también.
Los dos habían asumido que aquello sería un polvo de una noche así que, tras el orgasmo, ambos se adelantaron antes de despedirse. Charlie no podía llegar demasiado tarde si quería salir airosa de su pequeña escapada y Adam sabía que Lute y Vaggie no lo podían cubrir mucho más tiempo.
—No ha estado mal, princesa —se despidió él antes de volver a entrar en el bar.
—Lo mismo digo, primer hombre —contestó ella encaminádose a la salida trasera del local.
El tiempo pasó y, junto a la resaca del día siguiente, ambos olvidaron por completo aquel apasionado incidente. Ni siquiera cuando se reunieron para negociar los exterminios fueron capaces de reconocerse mutuamente.
La memoria de aquella noche parecía haberse esfumado del recuerdo de la princesa y el primer hombre. Pero lo que siempre les acompañaría convirtiéndose en un problema común era el herpes que el primer hombre le contagió a la princesa por no haber tenido cuidado.
One-shot dentro de la antología Tanto en el Cielo como en el Infierno.
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indicr · 1 year
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cuando   les   habían   confirmado   que   la   música   tenía   una   oportunidad   dentro   de   la   muestra,   las   hermanas   roachford   no   tardaron   en   poner   sus   manos   a   la   obra,   la   idea   de   la   muestra   era   clara,   sinestesia,el   momento   de   indica   de   demostrar   como   funcionaba   su   cerebro.   no   tenía   idea   de   la   parte   tecnica,   pero   las   cuerdas   de   su   guitarra   estaban   conectadas   a   las   luces   de   colores   para   una   demostración   en   vivo,   pero   allí   se   encontraba   la   morena   admirando   su   preciada   guitarra,   su   hermana   reproduciendo   en   parlantes   la   voz   de   mayor   y   el   sonido,   una   canción   original,   coordinando   los   colores   y   las   formas   que   iluminaban   la   pared   blanca   vacía.   "   es   increíble   lo   que   la   tecnología   puede   hacer   ¿no   te   parece?   "   comenta   a   alguien   que   pasaba.   "   puedes   tocar   la   guitarra   si   quieres   "
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vomitaydefeca · 4 months
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Estas educado por la doctrina de la libertad hurgas en dimensiones donde tu sólo puedes llegar
Vienes cabalgando sobre ilusiones blancas bajo cielos verdes de inquietas esperanzas
Tus manos se han transmutado en cuerdas de guitarra que sostienen pasajes de melodías encantadas
Vienes cabalgando sobre ilusiones blancas bajo cielos verdes de inquietas esperanzas
Pero ten cuidado de no sentarte en el jardín del dragón pues su aliento puede calcinarte
Advertencia
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rubimoon45 · 11 months
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EL RUIDO DEL RELOJ -Hobie Brown x Reader
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CAPÍTULO 5: Mis derechos
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CAPÍTULOS: PRÓLOGO, CAP 1, CAP 2, CAP 3, CAP 4,
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Verano de 2023, 3 de Agosto EN ALGÚN LUGAR DE NUEVA YORK Hora: 21:49
Khristina se despertó como si hubiese estado años durmiendo. Le pesaba el cuerpo y la cabeza le dolía como si una estampida de rinocerontes le hubiera dado una paliza. También sentía el pecho comprimido, costándole respirar, y la espalda.
Y no estaba en su casa. Estaba tumbada en un sofá, no el de su casa, pues lo habría reconocido. Este estaba más duro, como los de la sala de espera de los hospitales. Y estaba en un salón amplio, no como el suyo tal vez, pero con muchas puertas, y la puerta de entrada cerrada con cerrojo. Estaba muy oscuro, y por la única ventana entraba la luz de la luna. O la poca que podía entrar dando a otro muro. Había muchas plantas, y las paredes estaban llenas de pósteres y papeles. No era el mismo ambiente en el que Khristina se habría criado, pero no estaba tan mal.
Una chica apareció en el salón dando zancadas. Alta y esbelta, bastante joven pero no tanto, y caminaba erguida como una bailarina haciendo su danza. Era la chica del local, la que tocaba la guitarra. ¿Cómo se llamaba?
-Oh, ya estás despierta. Gracias a Dios. No te asustes por la ropa, es mía, yo te he cambiado. Pensaba que preferirías eso a estar llena de pintura... Yo sí. Soy Gwen.
-Yo...Me tengo que ir -miró a todos lados-. ¿Dónde está mi ropa?
-Lavándose. Tenía restos de pinturas. Tú también tenías, y he limpiado lo que he podido, pero no quería meterme donde no me llamasen.
Khristina asintió. Entendió a lo que se refería rápidamente. Ella también habría hecho eso. Prestarle su ropa pero no tocar donde no debía por pudor y porque no era su cuerpo, sino el de otra persona, y dormida.
-Eeeh, ¿no tienes ropa y mañana puedo revolvértela?
La chica se rió suavemente.
-Esta no es mi casa -señaló, divertida-. ¿No se nota? Solo estoy por aquí de paso hasta solucionar...unos problemas.
-¿No es tu casa?
-Es de Hobie.
¿Hobie? Khristina recordó a los integrantes de su banda, e instantáneamente recordó al guitarrista y chico que había estado yendo más días a su cafetería. Maldita sea. Y había hablado con él. Se había liado con el novio de aquella chica, vivían juntos, y ella los había visto.
Y por la forma con la que la estaba mirando, no parecía tan enfadada. Pero mentir era fácil. Y camuflar el enfado aún más si se tenía experiencia o eras un manipulador de manual. Algo le decía que no iba a dejarla salir por las buenas de ese sitio.
-Oye...
Entonces, alguien más entró por la puerta. Iba descalzo por estar en su casa y todo parecía diminuto a su lado. Incluso sin aquellas botas con plataforma, era una persona alta e intimidante. No solo por el gesto, sino por la postura. Pero ahora... Ahora caminaba como una persona normal y no como el vacilón que la había subido a una torre en medio de Nueva York.
-Estás contando de más, Gwen.
Khristina se levantó del sofá. Le pesaba el cuerpo, pero igualmente tenía fuerzas para mantenerse en pie y caminar. Antes, claro, estaba más cómoda.
-Me tengo que ir,
-Han cortado las calles por las protestas.
-Para algo existe el metro. Gracias a Dios que vivimos en el siglo XXI.
Gwen se enderezó.
-Tampoco funciona. Lo han anunciado después de cortar la movilidad en determinadas zonas.
Khris la miró como si la estuviera vacilando.
-Y una mierda -maldijo en alto. No se arrepintió.
No dejaban salir a nadie por el corte de carreteras y de servicios. Entonces, era imposible volver a casa y salir de aquel sitio. Ese no era el problema. El problema era que estaba al otro lado de la ciudad e ir caminando era imposible sin el metro. Tardarían horas y horas en volver a casa con sus padres. Khristina se puso blanca.
Sus padres. Mierda. Habrían visto o escuchado las noticias en algún lado. Y la habrían visto en medio de eso. Con un poco de suerte, tal vez no supieran nada a esas alturas. Pero lo dudaba. Khristina se mareó con solo pensar en la idea de que sus padres la hubiesen visto en ese tipo de situaciones. La matarían. Bueno, no literalmente porque iba fuera de su ideología, pero se encargarían de que recordase aquel castigo. Gwen la ayudó a sentarse otra vez.
¿Tenía también un instinto innato para ayudar a la gente?
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Hora: 22:20
Gwen y Hobie estaban hablando en otra sala. Ya llevaban un rato, y había subido el volumen de la televisión para no escucharles. Tal vez era privado. No quería inmiscuirse más en sus vidas; si es que era posible.
Dios. ¿En qué estaba pensando cuando lo besó? Un chico con novia se respetaba, era lo básico en la ley femenina. Y en el respecto y educación de una persona. ¡Y encima vivían juntos! Maldita fuera su suerte. ¿No tenía él también la culpa por corresponderla? Seguro que a Gwen no le importaba eso. Lo raro era que la hubiese tratado bien después de pillarles besándose... ¡En su propio concierto! ¡Maldita sea!
Un golpe le llamó la atención. Centró su concentración el lugar del que venía, en la única ventana del salón que daba a una pared de ladrillo con otra ventana y la pared pintada de graffitis. Había una escalera de incendios. Si se pensaba que era tan tonta como para no darse cuenta de lo que estaba haciendo, de lo que sospechaba, estaba equivocado. Y mucho. Tiró hacia arriba de ella, arrastrándola. Hizo un sonido tan feo que podría haberla echado para atrás de ser una niña con miedo a las alturas, como si las bisagras estuvieran desgastadas de tanto abrirla. Pero eso tampoco la detuvo.
Hobie estaba ahí arriba. Sentado al borde de la azotea y con el rostro serio. Tenía algo entre las manos.
-Cuidado cuando subas.
Khris no se lo debatió. Ni tampoco le preguntó cómo se había dado cuenta de que estaba ahí.
En vez de eso, se acercó con cuidado hacia donde estaba. En lo alto de una azotea, cómo no. Debían de gustarle mucho las alturas como para ponerse ahí y quedarse tan tranquilo, como si una caída desde ahí arriba fuera el menor de sus problemas. Aunque literalmente la había subido a un edificio más alto que ese, y luego atrapado en el aire con ese absurdo disfraz de araña metalera... Khristina pasó una pierna con cuidado y se subió, sin mirar hacia abajo para no despertar un vértigo que la pudiera matar, y se puso a su lado. Hobie tenía algo entre manos, de la forma más literal. Estaba dándole vueltas.
-No tendría que haber estado ahí, ¿verdad? En plan, no es como si alguien como yo pudiera hacer algo contra unos policías.
-Es culpa de la pasma y que son unos cabrones asesinos. Se piensan que una diferencia de color o unos ojos diferentes son la razón por la que pueden empezar a disparar.
Khristina pensó en ello.
Era una buena razón, la verdad, para odiar a toda la policía. Él era negro, e iba en contra de los ideales que se proponían en todos lados para aceptar. Sus leyes morales irían también en contra de la sociedad, seguro. Podría haber tenido experiencias en el pasado como una agresión policial injustificada de un blanco y que le haya cambiado la vida. Y ella tenía ascendencia asiática por parte de madre, concretamente coreana. Lo demostraban la forma de sus ojos y algunos de sus rasgos.
-Las leyes ahora van en nuestra contra. Pero de todos. Esto -hizo un gesto señalando con la barbilla al frente, hacia el mar de luces y sonidos- solo es el inicio.
Ella también miró.
Solo veía una ciudad normal y aún despierta frente a ellos. Ruidos de coches y ambulancias a lo lejos, donde las calles estuvieran abiertas. En aquella zona, si bien había luces en los establecimientos en los apartamentos, las calles cortadas no dejaban la entrada ni salida de vehículos. Khristina razonó en la posibilidad de hablar de lo que ambos habían estado esquivando; o al menos, ella.
-No... No voy a decir nada de lo que eres. No tengo a nadie más a quien decírselo, además. Después de esto tengo menos ganas de verme en problemas -le confesó, con la mano en el corazón aunque él pudiera pensar lo contrario.
Él solamente tarareó una respuesta, concentrado en lo que tenía entre manos.
-NPI*, tía. Aunque no será un problema. No altera nada, así que los de arriba estarán a otras cosas.
*[NPI: jerga. No Poseo esa Información]
Khristina se acercó las piernas al pecho un poco más, en busca de refugio contra sí misma. No sabía la jerga que utilizaba, pero podía hacerse una idea de lo que significaba solo sacando un poco el contexto... Más o menos.
-Nunca he dicho que sea muy lista.
-Podrías serlo y ser humilde. La gente es así... O tienes un problema contigo misma -sintió su mirada sobre ella pese a no estar mirándole-. Nah, creo que eres lo primero.
Khristina reprimió una sonrisa. Abajo, las luces de la calle parpadeaban cuando
-¿Esa chica... Gwen...?
-¿Buena onda, verdad? La recogí de la calle. Me dije "sus mechas molan, seguro que sabe hacer cosas", y desde eso vivimos juntos. Cocina bastante bien.
-Pensaba que era tu novia... O algo así. No sé.
-Nah, su pive está perdido por ahí y la tiene loca. Y los calificativos son horribles.
Volvió a mirarla, solo para encontrarse con ella devolviéndole la mirada con los ojos muy abiertos. Su risotada sonó por lo alto de la azotea. Khristina se sintió avergonzada... Muchísimo. Y su cuerpo lo demostró haciendo que empezara otro momento bochornoso del que se arrepentiría.
-Toma -le pasó un trozo de pañuelo después de rebuscar en los pequeños bolsillos de todo su atuendo. Khris lo tomó amablemente y lo puso debajo de su nariz para detener la hemorragia-. Segunda vez, ¿eh?
-Es por la presión.
-O una excusa, quién sabe. Es una buena metáfora.
Negó con la cabeza.
Él cruzó los brazos detrás del cuello, mirando al horizonte contemplativo. Los anillos de su cara resaltaban con todas las luces. Y las púas metálicas de sus muñequeras.
-No tiene.
-"El sistema se desangra" o "La sangre de los inocentes que mancha el sistema".
Khristina suspiró.
Hizo más fuerza contra su nariz, agachando la cabeza. Hobie se acercó a ella para ver cómo estaba desde más cerca... Y se volvió a alejar cuando vio lo bien que lo llevaba.
-El sistema no está tan jodido.
Hobie lanzó un silbido.
-Eso es lo que diría un capitalista.
Khristina miró el pañuelo manchado con su sangre en silencio.
Miró el mensaje muy por encima, sorbiéndose por última vez la nariz, pero lo leyó dos veces más cuando vio de quién era. Era el correo electrónico de la universidad en la que estudiaba. Y el contacto secundario del Comité Extraordinario de Becas del Estado de Nueva York. Le habían aceptado la beca.
"Esto no es capitalista", pensó inmediatamente.
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ocasoinefable · 1 year
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Ese querer palabra. Ese querer traer, andar, perder. Ballesta y flor blanca sobre el mar. Mirar las hojas blanquillas, y pausar. Dejar cantar, revolver mis labios con soga que atraviesa el pecho y regresar con la piel de nieve. tocar como guitarra el viento, traer como voz al sueños sin la noche. Arrebatar, y dar las ballenas de mis vellos tu aroma. Suspirar y volver pétalo contigo. Soltar y dejar que la hoja colete y me sumerja...
Ocaso-Inefable
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hvrperd · 5 months
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harper dallas ellis : harper . 13.04.2000 ( 24 , aries , enfj ) , ella / suya. nacida en little rock, arkansas. electrokinesis, lucha contra el crimen, habitación #b205. @genvm
lista de preproducción : tablero de pinterest : etiqueta de musings : conexiones establecidas : historia y búsquedas debajo del corte
biografía.
nacida como la primogénita de la familia, residentes a la prefiriera de la pintoresca little rock, en el estado arkansas. su familia materna siendo dueños de una granja de duraznos, donde paso la infancia correteando entre los cultivos, además del parque de remolques, donde vive su padre, son los únicos sitios que harper podría llamar hogar. siendo hija de divorcio, desde temprana edad aprende a valerse por sí misma, por ella y por su hermano menor, fruto del segundo matrimonio de su madre, con quien no tiene la mejor relación.
durante su niñez y adolescente participó en concursos de belleza, algunos la considerarían una pequeña celebridad local, también apareciendo en comerciales y campañas para tiendas de ropa, no es nadie más que su progenitora quien tiene sueños de estrellado, fama y fortuna, y harper que siempre ha aborrecido seguir las instrucciones, es en medio de una discusión tras bambalinas que, sin querer, termina haciendo reventar los toma corrientes del estudio y con el sistema sobrecargado, la mitad de la ciudad se queda sin energía eléctrica durante una semana.
suceso de mantiene en secreto, principalmente por la salud de harper, que entiende la nueva habilidad como una maldición, ella que siempre disfruto de su vida común, de gustos sencillos y placeres cotidianos. es durante la segunda manifestación de su poder, empleado contra asaltantes en el parque de caravanas que piensa; tal vez sí sea una virtud. posterior a ello, a la edad de diecinueve, decide mudarse a nueva york, con la motivación especifica de matricularse en la universidad y aprender a controlar sus poderes.
curiosidades.
aunque lleva cuatro años en la universidad, esta lejos de completar el programa curricular, es común que repruebe una o dos materias cada semestre y que tenga conflictos con los profesoras.
no es la más fuerte ni más talentosa, pero sí la que le pone más empeño. aun si sus poderes de descontrolan ocasionalmente ya no llega a los conclusiones catastróficas de antes.
su madre piensa que atiende en la universidad en el programa de artes escénicas, pequeña mentira blanca para dejar de recibir llamadas coléricas. ¿su mejor talento?, el canto, y sabe tocar las melodías de dolly parton en guitarra.
búsquedas.
ex mejor amigo: quizá comenzaron a estudiar en la universidad al mismo tiempo, inseparables hasta que algo sucedió, y como harper es obstinada y, francamente, tiene mal carácter, terminaron distanciándose.
mentor o tutor o persona que le deje copiar su deberes: no es secreto que lo académico se le da terrible, necesita un alma caritativa que se apiade de ella y le brinde un poco de ayuda, ¡ por favor ! .
compañero de habitación pero sin serlo: harper es territorial, así que no creo que le guste tener compañeros de habitación, pero seguramente existe esa persona con la que gusta pasar el día viendo reality shows y compartir el espacio.
ex novio o la famosa situationship: a lo mejor salieron durante unos meses haces unos meses, y ahora se odian formalmente, pero, como dicen, donde hubo fuego...
igualmente, estamos abiertas a cualquier tipo de conexión .
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astre60-51 · 1 year
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"La ropa es el reflejo de uno mismo"
Suele repetir mi madre sin saciarse.Y es una frase curiosa,agridulce de saborear.
En cada blusa y pantalón que usa,se siente esa calidez maternal agresiva suya que expresa con pellizcos y palmadas.
Las camisetas azules y pantalones grises de mi hermano(una cantidad excesiva) son tan simples y rígidas como su actitud.
Los vestidos y zapatos de mis tías dislumbran colores distorcionados y lujos malditos.Tan inalcanzable.Tan incómodo.Un muro formado alrededor de sus corazones rebeldes sumidos a reglas
Por otro lado,mis tíos son transparentes,vistiendo sus emociones con una confianza envidiable.
Hay personas que no podría ver de otra forma.Como mi abuelo y sus inseparables sobrero de gaucho,y boina.Y quizás ese perfume característico,que al sentirlo ya sé que se trata de mamá.
Debería de agregar a la lista ese viejo compañero de escuela de mamá,que pasaba por el barrio con su cabello largo y ropa grunge.Hace años podía afirmar que tocaba guitarra cuando era joven.Ni siquiera se su nombre,pero tiene pinta de viejo guitarrista.
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Mi pequeña familia suele rotar la ropa unisex de ciertos talles.Esa camiseta que un pariente regaló a mi hermano porque no daba con el talle la hemos usado mi madre,mi hermano y yo.
Mi madre agarra lo que necesite para combinar con su vestuario.Camisetas lisas o a rayas,bermudas o camperas unisex.
Mi hermano toma lo que tenga a mano de color negro,gris o azul y lo usa sin mas.
Por otro lado,prefiero esas camisetas gigantes y oscuras que nadie usa.Usualmente se quedan como pijama,pues las prendas las dejan en mis manos manchadas o desteñidas.
Tengo una en este momento.Una camiseta gris y negra.Con palabras ilegibles.Que de no ser por una mancha blanca en un brazo,pasaría por algo grunge de alguna tienda de rock.
Y de paso menciono,para completar el pijama tengo un antiguo pantalón verde que me queda enorme.Probablemente proveniente de algún pariente fallecido.
A ojos de mi familia resulta divertido.Mis pies descalzos apenas visibles.Levantando entre mis dedos ligeramente la tela del pantalón como vestido medieval.La camiseta que resbala por mis hombros,dejando expuesta la camiseta de abajo(producto del infernal frío invierno).Y mi cabello corto,trenzado para tener completo acceso a los auriculares y las pantallas.
Esa sola camiseta que me da ese toque delicado y afeminado,transforma mi apariencia en la de un adolescente delincuente de película de los '90 al usar un jean negro.
Despierto como princesa.Desayuno y hago recados como adolescente delincuente.Salgo del barrio como un friki budista(no soy budista,la sudadera era linda).Ceno como delincuente.Y vuelvo a dormir como princesa.
En fin,como es habitual,terminé divagando y perdí el sentido por el que fluían mis palabras.
La ropa puede expresar muchas cosas.Pero no comparto opinión.Los pequeños detalles hablan más de uno mismo que las telas que envuelven el cuerpo.
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Cerraré los ojos a una hora peligrosa por un simple capricho de mi cuerpo.Resistirse al sueño no es algo bueno.
Espero caer en los fríos y reconfortantes brazos de Morfeo,y no batallar bajo los murmullos venenosos y juguetones de Fobetor.
La pereza debida a un mal sueño es algo con lo que no puedo lidiar en días tan pesados como lo será a la salida del sol.
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byakattack · 9 months
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<< Siempre serás quien contará
Viejos secretos del bosque
Hada juglar, hechizaras
A los que escuchen tu voz >>
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©Byakattack
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hahahax30 · 1 year
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Deja que empiezen los festivales para tirarte fotos de altares y pinturas autenticas pero para q entiendas más o menos lo que digo!!
Los instrumentos tambien ayudan a diferenciar los barriles de bomba son un instrumento afro-decendientes, la maraca era asociado con la comunidad afro-indigena ( aunq origina del areyto taino) y no se diferenciar si eso es una guitarra o cuatro pero ambos son instrumentos criollizados (criollos = comunidad decendiente de españoles)
Zia...
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Creo q os habéis pasado con la españolizacion, vuestro rey mago parece un puto rey castellano (antes de q España se hiciese España había muchos reinos entre los q encontramos castilla --este es padre de la reina responsable de la colonización de las Américas). Ponle la barba blanca y esq son iguales
Pero hazme cuántas fotos quieras de los Reyes cuando las celebraciones empiecen! Y si quieres te puedo hacer vídeos de las cabalgatas q tenemos aquí jajaja
Lo de los instrumentos es muy interesante, nunca los había visto con instrumentos aquí solo vienen con los regalos q les trajeron al niño Jesús. Y me llamarás ignorante (perdón) pero no sabía q las maracas provenían de pr
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diarios-errantes · 2 years
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diciembre - 19
Era una gran columna de humo elevada hacia la tarde de Santa Lucía. El cielo, de un color luminoso, parecía ajeno a la desgracia, pero la chicharra de los bomberos retumbaba hasta el puerto de Castries. En el centro de la ciudad se quemaba lo que alguna vez fue un cine y ahora era un predio ocupado por una variedad de negocios (una tienda, un restaurante, una agencia de viajes). Desde el barco lo veía arder. 
Ese día, hasta entonces, no me había inquietado el hecho obvio: que la vida periclita. Lo aceptaba como de costumbre, sin sobresaltos. Venía del otro lado de la isla, de sus montes verdes y humeantes, sus ensenadas pristinas, socavadas por las olas del vientre de la tierra. Había hundido mis pies en la arena volcánica de la bahía de Soufrière, a la sombra de los Pitones, cuyo verdor totémico se mostraba aún más profundo bajo la llovizna del mediodía. El mar tibio apenas se erizaba, y de las yolas de los pescadores colgaban nasas traslúcidas como la lluvia. A la vera de la playa yacía un cementerio. Era un terreno a cielo abierto, sus crucetas carcomidas por la salitre. Me pareció hermoso, tan o más hermoso que el cementerio Magdalena de Pazzís, encallado entre el agua y la muralla de San Juan. El mar más allá de las tumbas le quitaba toda dureza. Recordé unos versos de Walcott: “el amén de las aguas mansas, el amén de las aguas mansas, el amén de las aguas mansas”.
Llevaba una semana atravesando las Antillas Menores, reconociéndome en ritmos, resonancias, descubriendo un mundo que a medida se ensanchaba más sentía mío. Primero, por el oído. En el vértigo de los mercados, entre el patois y el creole y el papiamento, los pregones de vendedores dominicanos me devolvían la lengua materna como una fruta a ser rodada en mis labios. Las calles eran idénticas a las que yo conocía, pero con las claves cambiadas: de las ventanas de los carros brotaban dance-halls de Jamaica, zouks de Martinica, socas de Trinidad. De juma en una playa de Barbados, mi padre resolvió también pasear su temple. Encendió la bocina portátil y recorrió medio Bridgetown con sus tórridas bachatas, sus guitarras láseres relampagueando a todo volumen. No era un gesto desafiante. Era como si dijese: esto podría ser casa, esto igual lo conozco. Imaginé una cadena atando el archipiélago, imaginé la música como una marejada que venía y retrocedía a nuestros pies, a la orilla de las islas, una serpiente inmaterial zambulléndose en el aire, reventando en las caderas.
Ahora no era ruido, sino humo, lo que ataba al archipiélago en mi memoria. En el puerto de Castries, la gente se apelotonaba para ver el siniestro. Decenas de niños, recién salidos de la escuela, correteaban, comentaban el espectáculo. Pequeñas motas de ceniza caían del aire para manchar sus polos blancas, meticulosamente planchadas. Era evidente que el fuego había sido controlado: el predio fue evacuado, la calle acordonada. Las llamas no habrían de esparcirse. Pero el daño estaba hecho. Procuré la fecha: 22 de noviembre de 2019. Hace un año, en noviembre, bajo el mismo cielo luminoso, yo había salido al balcón de mi casa en Carolina, Puerto Rico, y vi con espanto cómo una enorme columna de humo se elevaba sobre los techos de mi urbanización. 
El incendio no llegó a mayores, aunque ardió hasta el día siguiente. Una planta de reciclaje que cogió candela. Esa tarde salí a caminar. Hice muchas fotografías. Una en particular me pareció ominosa. Cielo azul, típica casa de urbanización, y aquella torre de humo negro en el fondo. En la acera, una nevera mohosa y dañada. Alguien había pintado encima de ella: “P.R. LIBRE.” Quedé perturbado. Aquella escena torva y banal reflejaba, para mí, el estado anímico de las cosas. La de los desastres acumulándose en el fondo hasta estallar de una forma que no puede ignorarse. La de un mundo vulnerado, un Estado descompuesto. La de mi realidad colonial. De pie en la popa del barco, mientras nos alejábamos de Santa Lucía, volví a tener la misma sensación. El Caribe era también eso: aquel simulacro, aquella torre de humo. Aquella certeza de que la vida es acechada. 
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holocowboy · 2 years
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very bored so here's a smattering of foreign oldies i enjoy
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bitterorbittersweet · 2 years
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8, bien detallado
Fuaa bueno. 8: ¿Me puedes describir tu dormitorio? Tiene 8 metros cuadrados, al entrar a la habitación pasamos por una puerta verde oscuro que tiene pegado una cáscara de nuez (?) a la derecha una biblioteca donde están mis libros de escritores varios (van desde filosofia, pasando por arte a novelas) mangas (serie Fruits Basket, Serie Given, tomos unicos de BL's y de Inio Asano ) figuras de Kimetsu No Yaiba, pinturas que fuí haciendo y un cuadro que me regalaron de Lemmy, una escultura de madera de un gato, una impresión 3D de una escultura llamada "Victoria Alada de Samotracia", un peluche de emoji de 😒, un vaso de Hard Rock, una taza de cuba, las medallas de la secundaria por haber sido abanderada, una escultura de buho, un cofre de madera. Al lado de la biblioteca un placard de 4 puertas. Mi cama está en el centro de la habitación, respaldo contra la pared, en la pared de la cabecera hay dibujos mios y pinturas colgadas, una tela negra donde hay pegadas fotos que me regalaron y cosas que me gustan, una guirnalda de luces y papeles de colores. A la izquierda de mi cama la mesa de luz, un velador, cremas y medicamentos. Al lado de la mesa de luz, una mesa con los perfumes, las cremas de peinar, cremas de rostro, un florero y una matriz de xilografía. Al lado de esa mesa empieza un arco que lleva a otra habitación, pero antes hay un zapatero que tiene mis zapatillas de todos los dias, los zapatos de salir y demás. En el otro extremo, es decir, del lado de la puerta de ingreso a la izquierda, está el televisor y arriba en la pared hay unas laminas de pinturas "Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte" de Seurat. Debajo de esa lámina una red para colgar imágenes que tiene fotos con mis amigos, cartas, fotos de mis amigos, pines, etc. A la izquierda, en la pared que da a la otra habitación hay un espejo rodeado de banderines y grullas de papel. El piso es rojo y amarillo con paredes blancas. Pasando a la otra habitación hay un colgante de hilos. El piso es blanco con vetas grises y las paredes son blancas, pero con dibujos. A la izquierda un escritorio que tiene estantes donde está la impresora, fotocopias, papeles de arte y obras terminadas o a medio terminar. a la derecha del escritorio ese hay una mesa con un canasto que tiene multiples papeles, cartulinas y cartones, esa pared tiene una ventana pequeña y dibujo de hojas gigantes, en la siguiente pared hay una bandera de Racing, una guitarra, una ventana con cortinas violetas y una biblioteca que tiene los estantes llenos de materiales de arte, papeles, oleos, pinceles, lápices, pegamentos etc etc etc, en la siguiente pared que está pintada de triángulos de colores hay un espejo antiguo de madera, y una mesa baja que tiene los cuadros que están secándose, en la siguiente pared, que conecta con la primera habitación donde está mi cama, hay un panel de corcho donde pincho los papeles importantes ejemplo el plan de estudio de la facultad PARA SER IGNORADO. y en la parte superior un banderín de Racing, y llamadores de ángeles colgados del techo en específico 5. En el centro de la habitación, el escritorio y la silla donde suelo trabajar, es de color amarillo. Encima de esa mesa hay lapiceros. Creo que eso es todo, vos pediste bien detallado.
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adominguezs · 11 days
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Los Vikings 5 - 20 Cumbias A Todo Ritmo. Año 1979. Edición Chilena. Cumbia. Marfil.
Compilatorio de exitos bailables de la banda.
Músicos Onofre «Chagua» Núñez - voz. Carlos «Mafafa» Gallardo - voz y animación. Guillermo «Willy» Montero Ireland - guitarra. Eduardo «Lalo» Macuada - guitarra. Juan Núñez - timbales. Mario García - bajo.
Producción EMI Odeon Chilena S.A.
Tracklist: A1 Candombe Para José A2 Se Murió El Enterrador A3 Los Zapatos De Manacho A4 Río Rebelde A5 Gavilán Tao Tao A6 Linda Provinciana A7 Enamorado De Mi Suegra A8 El Minero A9 Linda Colegiala A10 Si Vas Para Chile
B1 No Me Preguntes Cómo Es Mi Muchacha B2 Plena Española B3 De Coquimbo Soy B4 Cara Sucia B5 Moliendo Café B6 Candombe Para Miguela B7 La Saporrita B8 El Pescador B9 La Vaca Blanca B10 Ese Muerto No Lo Cargo Yo
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