Tumgik
#jimin se corto el cabello
aricastmblr · 1 year
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jimin weverse live
지민
BTS 09.01. 06:54
hyu
jm-¡Hola, estoy aquí! Déjame traer el control remoto de mi aire acondicionado y volveré.
jm-Llegué un poco tarde, ¿verdad? Lo siento. ¿y mi mano? Oh, no me lastimé, se raspó un poco por hacer ejercicio.
jm-¡Ha pasado un tiempo desde que vine a Weverse live! He estado buscando formas de hacer live y hablar contigo y hablé con la empresa sobre eso.Y durante ese mes, he estado haciendo muchas cosas. He estado trabajando duro, jeje
jm-¿Crees que no he estado haciendo nada? ¿A mí a quién le cuesta si no estoy trabajando?
jm-Después de mucho tiempo, hice una aparición en público y fue la celebración de Lady Dior.
jm-Pude verlos a todos ustedes venir a saludarme también, y eso también fue muy lindo.
jm-Estaba muy nervioso hoy. Y vinieron a verme y a saludarme y se los agradecí mucho. ¿Me hizo pensar en esa vez que estuve en París o en Estados Unidos?Muchos de ustedes habían venido, pero no pude saludarlos adecuadamente.Hubo una vez en la que no pude saludarlos a todos y tuve que irme, y hay una historia detrás de eso que quería contarles
jm-Vi a muchos de ustedes, y los saludé adentro y luego estaba listo para salir a saludarlos a todos después de abrir la puerta, y yo estaba tan emocionado de hacerlo, pero abrí la puerta y ustedes no estaban allí, jaja, debo haber abierto la puerta equivocada.
jm-Estaba reflexionando y mirando hacia atrás sobre lo que estaba haciendo y evaluándome fríamente, y también trabajando en algún trabajo. ¿y que puedo hacer? Tengo que trabajar duro. Para estar preparado, parece que tomará un poco de tiempo y estoy pensando en lo que haré durante este tiempo.
jm-Quiero crecer y venir a mostrárselo en los conciertos. Y cuando comencé a buscar partes que podía mejorar, había muchas.
jm-Tendré que ir al ejército y en el tiempo restante estuve pensando mucho en cómo debería pasar tiempo contigo. Y esos pensamientos me tomaron un tiempo, por lo que retrasé mi llegada a verte. Pero sé que siempre nos estás esperando y animando a los miembros. Yo he estado mirando con un corazón feliz.
jm-Sé muy bien que me estás esperando y animándome. Estoy estudiando inglés y ah… las lecciones de inglés son difíciles… tomar lecciones ha sido difícil y, a menos que te esfuerces en tomarlas, tiendes a no terminar tomándolas. Estoy tomando clases y algunos rodajes, además he estado un par de semanas solo en casa.
jm-por supuesto que los extraño mucho a todos. he comido antes
jm-He estado teniendo estos pensamientos. *pausa* No, te lo contaré más tarde.
jm-Ahora que estoy cerca de los treinta, también tengo algunos pensamientos como este… Siento que realmente quiero tener unos felices treinta con todos ustedes. He estado pensando en cosas así últimamente. Ya que es el capítulo 2 como lo mencionó Namjoon Hyung.
jm-"Por favor, no olvides que hay muchas personas que te están animando, Jimin".
jm-Si no hay nadie que te anime, este trabajo es difícil, y no puedes llegar tan lejos. Necesitas gente que te ayude a animarte y apoyarte. Y podemos trabajar gracias a que todos ustedes nos apoyan más allá de los medios.
jm-Salí por primera vez en mucho tiempo, me peiné y me maquillé, y también me corté el pelo hoy temprano. Era largo (longitud de los hombros) antes.
jm-También he estado trabajando en canciones y practicando desde el principio, y he estado pensando: ¿Por qué no hice esto desde el principio?
jm-He estado saliendo a correr, y cada vez que voy, es muy temprano en la mañana, y cuando salgo, Namjoon Hyung está allí, jaja.
jm-Salgo a correr al río Han para reorganizar mis pensamientos y cada mañana cuando salgo a correr temprano, Namjoon hyung está allí (se refiere al cartel que army puso por su cumpleaños).Cuando corro temprano en la mañana y camino solo, no hay nadie en la calle.
jm-¡Hoy es el cumpleaños de Jungkook! Está muy ocupado. Ayer hablamos por teléfono. Está muy ocupado. Espero que cuide su salud. le deseamos feliz cumpleaños.. Por favor deséale muchos felices cumpleaños, ya que es un día feliz.
jm-Tengo algo que mostrarte, no fue demasiado fácil mostrar esto, y en realidad no tenía planes de hacer un directo en casa... Vine hoy solo para charlar contigo, pero tengo algo que mostrarte. *lleva la cámara a otra habitación* No quería mostrárselo y está un poco sucio así que no tenía intención de hacer un live en mi casa. Pero estos días no salgo. *se sienta* (sonido)
jm-Pero tengo una lámpara ambiental, y ja, ja, estoy un poco avergonzado de tener una lámpara así cuando tengo casi 30 años, ja. Compré esta luz ambiental... es bonita, ¿verdad? déjame mostrarte *apaga la luz* no puedes verme, ¿verdad? ¡y mira! ¿No es bonito? este es el Sol... esto es Mercurio, Venus, Tierra, Marte... pero parece realista, ¿verdad? Duermo mirándolo por la noche. ajá, y también puedes configurarle un temporizador. y se siente muy real *mueve el pie dentro del marco...?*(muestroconsudeditoysupie)
jm-(leyendo comentario)i am your face ¿eh? ¿Qué significa eso (en coreano) soy tu cara? (en Inglés)
jm-ah? ¿Cambió al modo de voz? ¿Vaya? ¿eh? pero he estado haciendo esto últimamente ajá. y tengo esto. (seponesufotoconjin) sale de la habitacion y *muestra pancarta del concierto y foto enmarcada-muestra el banner que dice "La espera ha terminado y (finalmente) nos volvemos a encontrar"*Yo también tengo esto * muestra la imagen la foto. (Es el banner y la foto de los conciertos de PTD)
jm-ah que calor hace la casa? y también tengo esto *cambia al modo de voz* oh, lo presioné por accidente. (seponesufotoconjin) y no, no puedo mostrar esto, ajá, pero compré una caja de taza de ramen. Me preguntaba qué podía comer mientras jugaba y los compré para que pareciera un poco como un café con computadoras o PC.
jm-Esta es una prueba de vida. ¡Estoy vivo!
jm-"¿puedes mostrar la habitación secreta?"
jm-Seguro. Este es un saco de arena y algún equipo de ejercicio. Esta es mi habitación secreta. Y esta es la habitación que usa mi papá cuando viene de visita. Mis padres vinieron de visita y dijeron que no hay mucho en mi casa. aha y que parece una casa modelo y que tal vez deberían cambiarla por mí.
jm-"¿Está bien el marimo?"Oh, lo dejé en la empresa, me pregunto si Suga está bien. Me pregunto cuánto tiempo puede vivir. (leyendo comentario) ¿lo has comido? ¿puedes comerlo? pero necesita moverse bien, como si hubiera crecido, ajá.
jm-"Jimin, I love you so much, please!" ¡Gracias, yo también te amo! *sonríe*
jm-"¿Cuál es tu TMI hoy?" Quería bostezar pero no lo hice.
jm-Estoy planeando ir a visitar a Jin y J-hope.
jm-(leyendo comentario) ¿un live donde estoy cocinando ramen?Lo haré la próxima vez, no tengo mucha hambre ahora. Realmente no tengo nada en particular que esté deseando actualmente.
jm-"Por favor muéstranos tu tatuaje" Lo viste, ¿no? Subí la foto Para ser honesto, cuando lo estaba mirando, definitivamente estoy... haa... Soy una anchoa kkkkk Ahhhh.. Una anchoa… hyoo~ kkkk Por favor, solo sonríe/ríe y sigue adelante kkk
jm-¿rutina de cuidado de la piel? Sólo me lavo y me pongo crema hidratante, eso es todo.
jm-Normalmente cuando tengo un horario no puedo dormir bien, pero anoche pude dormir bien
jm-¡no estoy enfermo! solo estoy hablando un poco suavemente
jm-Volvamos a vernos. Una noche en la que no puedo conciliar el sueño, miremos juntos la lámpara ambiental.
jm-Vine a verlos a todos en breve, 1. Vine a hablar sobre lo que estaba haciendo 2. Vine a mostrarles la luz ambiental 3. Quería hablar sobre el evento Dior 4 ¿ahora? 4. ¡Deséale a Jungkook feliz cumpleaños y nos vemos pronto!
jm-Realmente no veo dramas, pero ''moving', lo vi todo, fue divertido. y también vi ''shadow detective'
jm-¿por qué los comentarios dicen fábrica de chocolate? ¿Cuál es la razón? ¿¿¿Qué significa??? ¿Por qué todos dicen eso?
jm-"¿Sabes lo que cerró la fábrica de chocolate?"No, ¿por qué?*minutos después*¿Por qué cerró la fábrica de chocolate? Se pasan muy rápido los comentarios, ¿no vi la respuesta? Quiero saberlo antes de irme. ¿Es porque soy tan dulce?
jm-Voy a ir ahora, bañarme y descansar. Todos, que estén bien. Beban mucha agua y tengan cuidado. Parece que está lloviendo mucho, así que tengan cuidado también. Sé feliz hoy y termina bien el día de hoy. Has trabajado duro ~ adiós ~ te amo hoy y mañana
FIN (Resumen de lo que entendí de weverse live de jimin)
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lileuph-milkybanana · 6 months
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Segundo año / Cuarto año
Resulta que todos vivían en el continente británico excepto por Hoseok, quien era de Belfast. La primera semana de vacaciones, Yoongi usó los polvos Flu para ir donde Seokjin, quien vivía en un elegante departamento de clase alta en Londres, y resultó ser que Jin había invitados a los tres más jóvenes, también, y Yoongi terminó haciendo un tour en el Museo Nacional de Historia con Jungkook y Namjoon mientras los otros cuatros bebían café, escuchándolos emocionarse sobre dinosaurios.
Era divertido.
Yoongi vivía en Devon, la cual era una tierra tan lejana que no se sentía mal por pasar todo el verano usando los polvos Flu para ir a otras partes de Gran Bretaña. Pasaba tiempo con su mamá, su papá y su hermano, obviamente, pero las visitas a Jin, a Namjoon en Aberysthyth e incluso a Hoseok en Irlanda, sucedían al menos una vez a la semana.
—¿Cómo estuvo la ciudad elegante? —preguntó Nathan un día, un amigo de la escuela primaria de Yoongi que nunca pudo perder. Muggle. Estaban pateando un balón de fútbol en el parque, con sus patinetas abandonadas bajo el aro de basquetbol.
Yoongi se alzó de hombros. —Estuvo bien. Lleno de imbéciles. Uno rompió mi nariz.
—¿Estás bromeando?
—Nah.
Nathan sonrió. —Vamos a destruirlo.
—Dudo que puedas, amigo. Yorkshire.
Nathan simuló vomitar en un arbusto, y patearon la pelota hasta que el sol se fue y ya no podían ver la pelota.
Y estaba la tarea de vacaciones de verano, ahora que el tercer año había terminado y se debían preparar para los T.I.M.O.S. Jungkook tomó el bus hasta la casa de Yoongi un día, y ambos se sentaron afuera con helados e hicieron su tarea de Historia de la Magia; el cabello de Jungkook estaba creciendo y su cara estaba comenzando a rellenarse y sus orejas comenzaban a ajustarse a su cara. Hablaba mucho sobre la guerra de los Goblin, y sobre Crowley, y Quidditch y Yoongi le hablaba de vuelta mientras se comían sus helados.
Ven a mi casa. O eres un cuadrado. El próximo año ganaras.
-Gerry Thompson, Capitán del equipo de Quidditch de Slytherin.
La cual era una rara nota para recibir.
—Deberías ir —dijo su mamá—, me agrada Gerry.
Así que Yoongi cruzó el mar irlandés en su escoba, porque los polvos Flu no eran muy confiables con largas distancias, y se enteró de que Gerry en realidad vivía en una granja que procesaba carne a unos kilómetros de Armagh, y que el papá de Gerry era igual de amistoso que él, y que Gerry pasó sus T.I.M.O.S con sobresaliente y que iba a ser un aprendiz de Encantamientos Teóricos en algún lugar del Ministerio de Magia de Dublín.
—¡Yoongi!
—¡Jimin!
Un día caluroso de julio, e incluso Inglaterra tenía sol algunas veces. Edie-Maude Black, con su cabello corto cerca de su barbilla y sus mejillas pecosas rojas con un toque de quemadura de sol, estaba sentada en el techo de uno de los cobertizos, con su escoba a su lado. Jimin estaba jugando con un gato doméstico, moviendo una cuerdita alrededor. Gerry estaba de pie con unos jeans y una camisa sin mangas y unas botas de agua pesadas, resplandeciendo, dirigiendo a Yoongi para que aterrizara en algún lugar medio limpio, con la mitad de la casa de Slytherin corriendo alrededor de su patio en vestidos de verano, pantalones cortos, túnicas en uno o dos casos.
—Qué pasa, cabrón.
Damien Roadfell saludó a Yoongi con una palmada en su hombro y una sonrisa, vistiendo una extraña mezcla de una túnica de mago sobre su hombro y una camisa que decía blur, las letras despegándose a medias. —¿Buen verano?
—Supongo—Yoongi se deslizó fuera de la escoba, inclinándose en el abrazo—. He estado pasando el rato con los demás, en su mayoría.
—Genial—Damien hizo lo contrario a Edie-Maude; donde ella se había cortado el cabello, más corto y bonito, él lo dejó crecer, desaliñado, de color pajizo rizado en la nuca. Había crecido como quince centímetros en un mes.
—¿Hiciste lo de encantamientos?
—Nah.
Entraron en la casa de Gerry uno al lado del otro, Yoongi usando la sudadera de Jungkook, todavía sin devolver. Y los dos nuevos de primer año estaban ahí, también...o de segundo año, ahora, Isobel Way y Alwyn Brydon, sentados mientras comían pan de jengibre en la mesa de la cocina.
—Adivina qué gilipollas apareció—anunció Damien—. Espera- mierda, Ger, ¿está tu mamá?
—Nah—dijo Gerry—, si estuviera, te jodería. Va a misa dos veces por semana.
Damien lanzó su brazo alrededor de la cintura de Yoongi y Edie-Maude tropezó en la cocina para comenzar a cantar una canción sobre los malditos sacerdotes dos veces a la semana, o algo como eso. Una canción para beber. Alwyn e Isobel se veían levemente asustados.
—Los llamé a todos por una razón especifica- Sam, entra—Dijo Gerry, mientras Samantha Woods se tropezaba por la puerta de la cocina, gritando un saludo—. Los llamé aquí por una razón específica- Jimin, te juro por-
—Vas a comenzar un culto—sugirió Damien.
—Una comunidad—dijo Yoongi.
—Un culto que vive en una comunidad.
—Nudistas—dijo Jimin, todavía con el gato acurrucado sobre sus hombros— Un culto que vive en una comunidad con nudistas.
—Hay niños presentes—dijo Edie-Maude—, solo pensamientos puros aquí.
—Una comunidad nudista suena genial—ofreció Alwyn, y se agachó para evitar la bofetada que Isobel le dio en la nuca—¡Oye!
—Soy su entrenador oficial, así que cállense la maldita boca sobre comunidades—Gerry juntó sus manos—. Si yo y Derek dejamos el equipo, voy a meter a los niños como cazadores, cierto, así que no comunidades o cultos o Jimin caminando con su pene afuera o los mataré a todos.
Isobel rompió el pan de jengibre en dos—Ya he escuchado demasiado sobre el pene de Jimin en mi vida.
—Espera a que tengas mi edad—le dijo Yoongi, con la mayor solemnidad que pudo juntar.
Era divertido, sin embargo. Damien era divertido para hacer tonterías, y estaban lo suficientemente lejos del pueblo para poder jugar un partido de Quidditch apropiadamente. Isobel y Alwyn jugaban bien como cazadores, dirigidos por Edie-Maude, y Damien logró mantener la mayoría de los lanzamientos cuando se alinearon para hacer penales. Gerry estaba en su elemento dirigiéndolos a todos con alegre y frenética energía, y Jimin y Samantha mostraron orgullosamente sus golpes sincronizados.
(Entre tiempos, Yoongi estuvo bastante seguro de que Jimin estuvo grabando todo para sus historias de Snapchat, lo que era...bueno. Estaba bien.)
(Esto se probó cuando Yoongi miró su celular y recibió una foto de Jungkook sonriendo, con la frase "¿divirtiéndote?" escrito en texto rosado brillante.)
Era un buen verano. Uno de los mejores. Yoongi se divirtió, comió un montón, y se mensajeó con Jungkook sobre lo mucho que odiaba los dramas de BBC estos días, y habló con Damien acerca de sus tareas de verano, y el equipo de Quidditch se consiguió una lechuza en beneficio a aquellas personas que no tenían celulares, y Gerry le contó cómo iba su pasantía.
Y volver a Hogwarts fue lo que siempre era.
Catártico.
*
*
*
Tres días antes de que comenzara el semestre, Yoongi se encontró con Jungkook, Taehyung y Namjoon en una pequeña tienda de discos tres callas lejos del Caldero Chorreante.
—Esto es de último minuto—dijo Namjoon, su mano bailando incómodamente en la lista que tenía. Él y Yoongi estaban tomando casi las mismas clases en cuarto año (las básicas, además de Runas Antiguas y Adivinación. Namjoon escogió Estudios Muggles y Yoongi Aritmancia.)
Jungkook estaba sonriendo: había crecido también, rápidamente, como un brote de frijol, y la sudadera que estaba usando se subía por sus antebrazos donde antes quedaba suelta. —¡Compras! Vamos, vamos, vamos...
—Pero viniste aquí en tu primer año—dijo Yoongi, mientras pasaban por el Caldero Chorreante—¿no es así?
Jungkook se encogió de hombros, un poco avergonzado mientras Namjoon sacaba su varita de su manga para tocar la pared. —Padres muggles, ¿no? Mamá no pudo tomarse el día libre del trabajo para venir, así que los ordené por lechuza y simplemente tuve que aparecer en la estación ese día.
—Oh, wow—dijo Yoongi, y retrocedió para mirar la cara de Jungkook mientras los ladrillos se salían de la pared.
—¿Qué son esos?
—Ojos de sapo-
—¿Qué es eso?
—Habla más bajo, eso es un-
—¿Quiénes son ellos?
—Aurores, creo, mira sus túnicas-
—Qué- oh por dios, una tienda de Quidditch-
Yoongi estaba bastante seguro que su manga ya se había estirado más allá de su muñeca con la fuerza de la emoción de Jungkook al arrastrarlo a lugares— Sí- Gguk, espera a Namjoon-
—Oh, no—dijo Namjoon, siguiéndolos—. Oh, no, ¿por qué deberían esperarme? Nah, simplemente me quedaré aquí. Un cero a la izquierda. Ese soy yo.
—Cállate—dijo Yoongi, pero tomó el codo de Namjoon para llevarlo hacia donde Jungkook se dirigía—. Es una locura aquí. Vamos a perder al niño.
—No vas a perder al niño—respondió de vuelta Jungkook. Luego gritó. —¡Algo mordió mi pie!
—Una rana goblin de tierra—dijo Namjoon, sabiamente, asintiendo—Una mordida de ellos...bueno, probablemente no mueras...
Yoongi arruinó la broma al soltar una risa, y Jungkook les disparó a los dos una mirada antes de entrar a la tienda, todavía sosteniendo a Yoongi por su manga, con su mano alrededor de la muñeca de Yoongi. Suministros de Quidditch de cualidad, con la última saeta de fuego en la ventana, y con todas las pelotas de Quidditch en un círculo en el techo como un sistema solar, con la snitch en el centro.
—Hola—saludó el mago detrás del mostrador—¿Nuevo semestre, chico?
—Ah, uh...sí, pero...simplemente miraremos por ahora—dijo Yoongi, frotando la parte trasera de su cuello. Tenía un Galleon en su bolsillo, Namjoon siempre estaba sin dinero y Jungkook tenía dinero muggle que dijo que necesitaba para volver a casa.
—Ah, bien, bien.
—Eso es tan genial—dijo Jungkook en voz baja, señalando una brillante Snitch de plata.
—Ah, eso—dijo el hombre detrás del mostrador— Me temo que eso es de adorno. Aun así, una pieza bonita.
—Huh.
Miraron la tienda de Quidditch por un rato, y luego fueron a la tienda Weasley, donde Jungkook admiró una caja de Gobstones.
—Flourish & Blotts—dijo severamente Namjoon—Necesitamos libros, mis pequeños patitos, no un maldito ahorcado que de verdad se ahorca cada vez que te equivocas, ¿está bien?
Yoongi tocó su costado con su dedo— Ustedes vayan—murmuró—. Voy a comprar algo, ¿está bien?
Los encontró de nuevo diez minutos después en Flourish & Blotts, escondiendo el pequeño paquete envuelto en antiguo papel de diario dentro del bolsillo de su abrigo. Namjoon llevaba a Jungkook de sección en sección, desde historia al plan de estudios de Hogwarts a la pequeña colección de libros de ficción Muggles. Narnia, en su mayoría.
—¿Por qué no tienen nada de, no sé, ficción mágica? —Jungkook deslizó su mano por el lomo desgastado de El señor de los anillos. Namjoon, detrás de él, llevaba los brazos llenos de libros de Runas Antiguas y se veía disgustado.
—A los magos no les gusta mucho la ficción—dijo Yoongi. Sí, había unos cuantos libros de Lizza White, aquella serie donde la chica se enamoraba de un centauro y todos hacían orgias en el bosque, pero en general...la gran tradición literaria de casi todas las sociedades pasó de largo para ellos.
—Solía amar leer estos—murmuró Jungkook, de canclillas en el estante de abajo—Quería ser un hobbit. Quería hacer magia y ese tipo de cosas.
—Yo quiero ser capaz de usar mis brazos en el futuro—interrumpió Namjoon—Vamos y paguemos, dios.
Mientras se iban, Yoongi deslizó los Gobstones en la mochila de Jungkook y pasó todo el camino en el Autobús Noctámbulo de vuelta a Devon sintiéndose feliz y cálido y listo para volver a la escuela. Gerry tenía a su equipo entrenado, iba a tener casi todas sus clases con Namjoon, Damien seguía enviándole cartas sobre cómo iban a decorar su dormitorio este año y Jungkook iba a estar ahí, feliz y brillante y sonriendo de oreja a oreja. Chester Whitehall y la humillación de final del tercer año era un recuerdo distante, mientras Yoongi se arreglaba su corbata plateada y verde en su cuello, mientras atravesaba la barrera el primero de septiembre, con su baúl y su varita guardada en la manga de su suéter.
*
*
*
En el expreso de Hogwarts, Yoongi vio a Jungkook en un compartimiento con un montón de otros Ravenclaw e intentó no sentirse extraño sobre eso. No era como si fuese dueño de Jungkook, y no era como si no tuviese otros amigos, Damien y Edie-Maude tenían un compartimiento justo ahí para él, pero era raro.
—Te ves de la mierda—dijo Damien, mientras Yoongi forcejeaba para entrar al compartimiento por la puerta pegajosa.
—Gracias, Damien. Muy amoroso.
—Te ves bien—dijo Isobel para ayudar. Ella estaba, pero Alywn no, todavía. Y su corbata estaba atada y su túnica estaba puesta y tenía lazos plateados y verdes al final de sus dos trenzas. —¿Quién es el capitán de Quidditch este año?
—¿Quién es el mayor? —dijo Edie-Maude, con la boca llena de sándwich de tomate y queso—¿Roadfell? ¿Min? ¿Woods?
—Sam podría hacerlo—Damien se encogió de hombros— Podemos hablarlo en la sala común.
Alwyn llegó y se apretujó junto a Isobel; se había cortado el cabello, así que sus rizos pelirrojos eran más como una nube de hongos, y sus gafas eran un poco más fuertes. Parecía un insecto palo y su apariencia en general no mejoraba con el sapo gordo que estaba agarrando en su mano. Aun así, hubo saludos e insultos intercambiados y todos se acomodaron de nuevo.
—Jimin se va a ir con Taehyung—reportó Edie-Maude—Recibí la lechuza ayer. "No me guarden un puesto". Imbécil.
Muchos asentimientos de cabeza y murmullos confirmando que, de hecho, Jimin era un imbécil. El tren comenzó a moverse de la estación; Isobel se despedía felizmente por la ventana y una pequeña mujer similar se despidió de vuelta, viéndose un poco llorosa. El resto de ellos simplemente se sentaron, incluso Alwyn, hasta donde Yoongi sabía, llegaron solos a la estación.
—Más importante—dijo Yoongi, cuando parecía que Alwyn estaba a punto de burlarse de Isobel, o algo igualmente insensible—¿Cuántos niños creen que tendremos este año?
Edie-Maude sacó un galeón de su bolsillo—Tres.
Damien dejó su propia moneda en la mesa de centro—Dos.
Yoongi añadió la suya. —Está bien, voy a decir cuatro. Jódanse. —Y luego, a Isobel y Alwyn—¿Van a jugar? Quien sea que gane se lleva todo el dinero.
Isobel se encogió de hombros y añadió un galeón. —Uno, supongo—porque era básicamente imposible que Slytherin tuviera más de cuatro en un año—¿Alwyn?
—No me cuenten—dijo—No hay manera de que gane con cinco.
—Ah, vamos.
—Nah.
—¡Gallina!
—Eres una idiota, Izzy.
—¡Gallina!
Por la ventana, el Londres urbano se estaba volviendo el campo del sur, mientras el expreso realizaba el largo viaje al norte. Hogwarts, brillando en el límite de las tierras altas de Escocia y Hogwarts era catarsis, no importaba cuan grande y fuerte Chester era, no importaba cuan pequeño y triste Slytherin era, no importaba qué pasara, no importaba quién se quedara.
Yoongi se arregló su corbata de nuevo una hora antes de llegar y pretendió no ver cómo Isobel se quitaba los lazos de su cabello, guardándolos cuidadosamente antes de desarmar sus trenzas y dejar su cabello suelto.
Y sin Gerry este año, eran una casa de veintitrés.
*
*
*
La selección de este año fue sombría. Ninguno de ellos se alegró al dejarle su dinero a Isobel, e Isobel no se veía mucho más feliz de recibirlo. El único Slytherin que recibieron ese año era un silencioso norteño llamado Max Hastings, quien intentó no llorar en su flan. Yoongi hizo contacto visual con Namjoon sobre la cabeza del chico y sacudió la suya sombríamente.
Fue una noche tranquila. Yoongi se fue a la cama temprano, el cuarto año seguía siendo el cuarto año, los T.I.M.O y cosas así, y escuchó a Isobel diciéndole al niño nuevo, con voz seria y pesada, qué gente evitar.
Tristeza.
*
*
*
—¿Adivinación de los últimos en la tarde del viernes? —Hoseok le entregó su horario a Yoongi, con un bollo de mantequilla a medio comer en su mano—Debes estar loco, amigo. Eso es asqueroso.
—Será relajante—dijo Namjoon, pero se veía dudoso—. Aún podrías cambiarte a Estudios Muggles si de verdad quisieras.
—Quiero tomar Adivinación—Yoongi los golpeó a ambos bajo la mesa del desayuno, uno por uno. Técnicamente, mezclarse entre las casas no estaba permitido en el Gran Comedor, pero era un sábado en la mañana y a nadie le importaba. (Yoongi no había visto a Chester en todo el día desde que volvieron, y no quería romper su suerte, no ahora.)
—Creo que estás loco—anunció Jungkook felizmente, sentado a su lado con una tostada y un tazón de miel con gachas de avena—. Yo quiero tomar Estudios Muggles.
—Eres hijo de muggles.
—Sí—Jungkook apuntó su cuchara a Yoongi, sonriendo—. De esa forma puedo pasar fácilmente. No pensaste en eso, ¿cierto?
Seokjin se les unió, viéndose exhausto. —Me hicieron prefecto de Gryffindor—dijo, con su voz sonando como campanas de funeral—Odio a los niños. Los odios. ¿Has intentado darles un tour a treinta niños con un gran nivel de azúcar? Nunca más. Nunca.
Yoongi pensó sobre Max Hastings llorando en su manga, y acerca del pequeño tour solemne, andando alrededor de la Sala Común de Slytherin, mostrándole los dormitorios y la ventana que daba al lago y la chimenea y las sillas cómodas para leer. —Sí, debe ser difícil—dijo, e intentó no hacerlo sonar sarcástico.
Creyó lograrlo.
Jungkook se estiró por otra tostada durante su conversación. —¿Juega Gobstones conmigo mañana? —le pidió, pateando a Yoongi bajo la mesa—Un alma cualquiera muy bondadosa a la cual no conozco dejó una caja muy buena en mi mochila y quiero estrenarlo.
—Eso fue agradable de su parte.
Jungkook empujó un cromo de las Ranas de Chocolate sobre la mesa. —Gracias—dijo, un poco más bajo. —Y. ¿um? Espero...si alguna vez necesitas ayuda con el chico nuevo de primer año...
Yoongi giró el cromo y vio a Aleister Crowley guiñando un ojo, con una pequeña nota rosada en la parte trasera. Hola, de nuevo, le decía con la boca el cromo. —El de primer año—repitió, un poco confundido, metiendo la carta en su bolsillo—Sí, si alguna...si alguna vez necesito ayuda, te la pediré.
La sonrisa de Jungkook era gigante y brillante e intensa. —Gracias, Yoongi.
—Cuando quieras.
*
*
*
Fueron unos primeros días muy productivos, en el sentido de que la casa de Slytherin se asentó rápidamente a su antigua rutina de horas muy tarde jugando póker frente a la chimenea y abundante whiskey consumida a una velocidad aterradora. Max Hastings cayó en el ritmo de Isobel y Alwyn, y los tres conformaron un pequeño trío acurrucado frente a la chimenea; Max tenía una gata llamada Molly, la cual parecía llevar a todos lados. Era ridículamente mimada por Izzy y Alwyn y Sam y Edie-Maude.
—¿Has visto a Chester? —le preguntó Damien el primer lunes en la mañana de vuelta a clases. Estaba amarrando su corbata, aquella en la que Yoongi sangró en su primer año.
—Lo he evitado. ¿Orgulloso de mi?
—Tan orgulloso de ti—Damien alisó su camisa y luego comenzó a quitarle el polvo de los hombros a Yoongi. —¿Cuál es tu primera clase?
Yoongi le entregó su horario sobre su hombro; estaba ocupado abotonando su camisa, justo hasta sus clavículas. —Pociones, ¿cierto? Malfoy. Namjoon está ahí, así que puedes sentarte con Sam. Estaré bien.
—Genial—Damien le entregó su horario, doblado en la forma que estaba antes.
Pociones. Una clase central. Yoongi ya sabía que la dejaría para la evaluación ÉXTASIS. El profesor Malfoy era un imbécil, pero era admirable de cierta forma y Yoongi lo admiraba, lo distante que se hacía ver, la forma en la que hacía impensable que alguna vez fuese insultado. O golpeado. O, gritado, o maldecido con hechizos vergonzosos.
—No tengo hambre—dijo Yoongi, cuando Damien señaló hacia la puerta—Oye, si vez a Namjoon, dile que me guarde un asiento.
—Claro.
Damien se fue, dejando a Yoongi solo; se tiró en su cama sin hacer, mirando apáticamente el techo. No quería volver a clases. Había tenido el mejor verano de su vida y no quería volver a evitar a Chester y Sadie y ser maldecido con hechizos de clima y practicar Quidditch solo para perder.
—Deprimirte no se ve bien en ti—dijo una voz familiarmente irritante. Yoongi giró su cabeza hacía un cuadro impresionista bastante bonito que colgaba entre su cama y la de Damien, y se encontró con el antiguo profesor del año pasado viéndolo de manera lúgubre con pinceladas manchadas por el sol.
—Vete—dijo terminantemente Yoongi. Se sentó, rozando sus rodillas. —. No estaba deprimiéndome.
—Santo dios, chico, al menos cuando estaba vivo Slytherin se tenía respeto.
—Respeto-
—Nada de estar en la cama sintiendo pena por uno mismo.
—Perdón, quién-
—Aunque sí había un poco de eso—dijo el profesor, su tono ligero se tornó oscuro y áspero—. Según recuerdo. Siento lástima que crezcas en esta época.
—Lástima es igual de malo—murmuró Yoongi mientras amarraba sus cordones en un lazo limpio—. ¿Por qué no puedes simplemente decir, sí, cuatro casas, este montón, este montón, este montón, este montón en vez de ir todo- Slytherin, como si fuéramos una especie de maldita enfermedad rara? Sin ofender, señor.
—No lo haces—dijo secamente la pintura—. No eres el estudiante más grosero que he conocido. Ni tampoco eres el más elocuente. Pero mi punto sigue siendo el mismo, no deberías pasar todo este tiempo deprimiéndote. Especialmente sobre algo que sientes que no puedes cambiar.
—No puedo cambiarlo—dijo Yoongi, poniendo su mochila en su hombro, esperando cerca de la puerta mientras la pintura saltaba a un cuadro más pequeño cerca del espejo- un antiguo profesor oscuro. Tiziano, quizás.
—¿No puedes?
—Si pudiera, ¿no lo habría hecho ya?
La pintura se encogió de hombros; un gesto moderno que se veía horriblemente fuera de lugar en su cuerpo pintado de forma clásica. —Eso depende de la clase de persona que eres. Ve a clase, o llegarás tarde. Pociones es un arte fino, de hecho, y sería una lástima perdértela. Malfoy especialmente ha estado a la altura de las expectativas.
Yoongi no se molestó en preguntarle a qué se refería; simplemente asintió y se despidió con la mano y se fue. Y se encondió detrás de una pared o dos cuando vio a personas que probablemente reaccionarían mal al verlo.
*
*
*
Jungkook sacó el set de Gobstones de su mochila con una especie de reverencia aterradora, dejándolo sobre la mesa entre ellos en la biblioteca. El sol de septiembre brillaba felizmente a través de las ventanas y la bibliotecaria estaba al otro lado de la habitación y el lugar estaba lleno del suave murmurar de los estudiantes que volvían al ritmo de Hogwarts.
—Es bonito—dijo Jungkook, con sus dedos bailando sobre el broche de plata—. No debiste comprármelo.
—Puedo comprarles cosas a mis amigos—dijo Yoongi. Murmuró. —. No fue nada.
—Lo fue.
—No.
Jungkook lo golpeó bajo la mesa. —Gracias, de todas formas—dijo suavemente. Cuando abrió el estuche, la caja de madera hexagonal se abrió, revelando un tablero de Gobstones tallado en madera, con pequeñas lunas y soles estilizados que detallaban las metas de los puntos. Doce Gobstones por lado, verdes y azules, se agitaban en sus pequeñas plumas.
—¿Sabes cómo jugar? —preguntó Yoongi, tomando los seis gobstones azules. Jungkook se quedó con los verdes.
Jungkook se encogió de hombros. —Jugué a las canicas en la escuela, si eso cuenta.
—¿Un poco? Piensa en las canicas con un fondo y pequeñas pelotitas que escupen acido. Algo así.
—Suena...raro—dijo Jungkook y sonrió. —. Jugaré con las verdes.
Las seis piedras se sentían pesadas en la mano de Yoongi y las sacudió de un lado a otro antes de dejarlas en su lado del tablero. —ordénalas así, ¿está bien? Seis, una en cada esquina del hexágono—Jungkook copió sus movimientos. Las piedras brillaban en el sol; Jungkook parecía brillar, también, un gran destello en su rostro mientras las ponía de manera torpe en su lugar.
—Las lanzas, así—Yoongi se lo demostró, haciendo su primer movimiento—¿Ves los círculos en cada parte de nuestro hexágono? El objetivo es poner tus seis piedras en mi circulo, y las mías en el tuyo, y el ganador es quien lo haga primero.
—Está bien—dijo Jungkook, con el ceño fruncido. Su lengua estaba atrapada entre sus dientes en concentración.
Gobstones era esa clase de juego que era fácil de aprender cuando conoces las reglas básicas y Jungkook aprendía rápido. Hablaban mientras jugaban, sobre Gerry, quien enviaba lechuzas divertidas a la Sala Común, y sobre Namjoon, quien estaba intentando reunir coraje para invitar a salir a Seojkin y sobre Jimin, quien simplemente existía, siendo Jimin.
—Quizás intente entrar al equipo de Ravenclaw este año—dijo Jungkook. Escogió su objetivo y disparó, pero rebotó en el interior de su propio hexágono y terminó sacando de lugar unas piedras cuidadosamente colocadas; todas le dispararon rápidamente ácido verde, el cual evitó por poco.
—Deberías—dijo Yoongi—. Si quieres.
—Todavía tienes un equipo, ¿no?
—¿No lo sé? Gerry era como la vida y el alma—Yoongi disparó su tercera piedra en el objetivo—Creo que no tiene mucho sentido, con Izzy y Alwyn tan pequeños. Chester solamente los molestaría.
—Ya te molesta a ti.
—Es diferente.
—Mm—Jungkook disparó y sacó una de las piedras de Yoongi de su posición—. Serías el capitán, ¿no es así?
—No necesariamente—Yoongi se encogió de hombros. —. Podría ser Damien o Samantha. Incluso podría ser Jimin o Edi-Maude. Ser el mayor no significa ser capitán, ya no.
Jungkook no habló más acerca de Quidditch y Yoongi se sintió agradecido; la conversación se terminó, como lo hacen todas las conversaciones, y el tiempo pasó lentamente en la biblioteca, en el sol.
—Me acuesto con Samantha, mato a Jimin y me caso con Diamen—dijo Yoongi, en respuesta a la pregunta de Jungkook—Listo, es tú turno.
—¿Por qué te casarías con Damien? —interrumpió Jungkook. Yoongi ganó el primer juego y estaban jugando el segundo, pero sus movimientos eran lentos y lejanos, ahora que habían encontrado un juego de palabras para jugar—¿Por qué no Sam?
—Sam está bien, pero me volvería loca con el tiempo—Yoongi le siguió la corriente al tono serio de Jungkook, aunque no sabía por qué—Yo y Damien hemos vivido juntos por cuatro años. Es genial.
Jungkook se encogió de hombros. Disparó su piedra con un poco más de fuerza y rebotó por todo el tablero antes de golpear sus propias piedras. —Mierda. Uh...¿cuál era la pregunta?
—Ravenclaw. Acostarse, casarse y matar.
—Me acuesto con...Sadie, me caso con Fred y mato a Sophie.
—¿Sadie?
Jungkook sonrió—Puede que sea un pedazo de mierda, pero sigue siendo parte Veela.
—Es un pedazo de mierda—dijo Yoongi—. Y tiene un puño malditamente fuerte, también.
Yoongi disparó su piedra a una dirección aleatoria. —Uh, oye, ¿alguna vez te conté sobre aquella vez que Jin se emborrachó tanto que comenzó a pensar sobre cogerse al sauce boxeador?
—No—Jungkook sonaba encantado—¿En serio?
—Sí, fue genial. Y Namjoon comenzó a hablar sobre casarse el concepto abstracto de...algo.
—Cuando los Ravenclaws se emborrachan, solo hablan de estupideces—dijo lamentándose Jungkook—. Una vez me desperté para ir a clase y Sadie y sus amigas estabas hablando sobre qué Gryffindor se cogerían. ¿Qué tan asqueroso es eso?
—Muy—dijo Yoongi. De la nada, se imaginó a Sadie y Seokjin y fingió vomitar sobre el tablero—Eso es asqueroso.
—Muy cierto que es asqueroso—dijo una voz cerca de los estantes y apareció Sadie, con su cabello arreglado perfectamente sobre sus hombros, sus pestañas largas y encantadoras, con su corbata de bronce y azul fresca y prístina al igual que su nueva insignia roja de prefecta. Dos chicas la acompañaban, cada una en cada hombro, las dos Ravenclaw. —Jungkook, si estás siendo molestado, no debería darte miedo decirle a un adulto.
Jungkook tiró sus hombros hacia atrás—No me está-
Sadie golpeó la mesa con sus nudillos y las piedras rodaron por todos lados. —Está bien—dijo—. Yoongi es un estúpido.
—Déjalo solo, Sadie—dijo Yoongi.
—Tú déjalo—dijo Sadie, con algo brillante y malvado en sus ojos—. Eres un asqueroso, Yoongi. Siempre lo fuiste.
Jungkook no dijo nada. Sus ojos estabas bien abiertos y su pie golpeó el talón de Yoongi bajo de la mesa, al ritmo de una disculpa.
Yoongi asintió, tomó su mochila y se fue.
*
*
*
Lo siento mucho pero sadie me da mucho miedo le dije que no debió hacer eso después de que te fuiste créeme xfavor
Yoongi dobló la nota. —Gracias, Friedrich—dijo, y vio como la lechuza salía por la ventana. Damien estaba sentado en la cama, haciendo planes para Quidditch y apenas lo miro mientras Yoongi leía la nota de nuevo.
—Práctica el sábado. Cinco de la madrugada—dijo Damien. —. Te despertaré.
—Maldito—dijo sin un tono en particular Yoongi, y sacó sus piernas de la cama. —. Voy a caminar. Retrasa la práctica hasta las seis si quieres durar algo.
—Tengo que hacer cosas más tarde también—Damien rozó sus nudillos contra su maleta—¿Sabías que hacen vodka de frambuesa? Sabe a trasero de perro.
—Probablemente lo sacaron del trasero de un perro—dijo Yoongi, poniéndose sus pantuflas esponjosas—. No esperes despierto.
En la Sala Común, nadie estaba despierto. Isobel, Alwyn y Max, los de segundo año y el pequeño de primer año que adoptaron estaban dormidos en el sillón, con un juego muggle abandonado en la alfombra con una botella de tinta y una página donde Max había estado escribiendo los puntajes.
—¿A dónde vas, tan tarde en la noche? —le preguntó la pintura-profesor, saltando a la pintura cerca de la puerta, aquella con un recipiente con frutas junto a un jarrón de agua—Estudiantes fuera de la cama, cincuenta puntos menos.
—Sin ofender, pero no tenemos cincuenta puntos para perder—señaló Yoongi—. Y quería encontrarte, de hecho. Uh, ¿recuerdas el chico de Ravenclaw que fuiste a buscar el año pasado?
—Mensajes. No es como si tuviera algo mejor que hacer—dijo la pintura sarcásticamente.
—No tienes. Estás muerto.
La pintura hizo una mueca; sus labios se curvaron. —Iré a buscarlo por esta vez, pero solo porque las pinturas de la biblioteca me contaron lo que pasó. ¿Dónde debería ir? No te confíes con esto, Yoongi. No soy un mensajero.
—Séptimo piso...donde está esa pintura de Barnabas-
—¿Barmy enseñándoles a los trolls a bailar balé? —la pintura pareció pensativa—¿Alguna razón...en particular?
—Usualmente está vacía—dijo Yoongi. ¿Qué otra razón podría haber?
Los pasillos de Hogwarts estaban abandonados y Yoongi era muy bueno escondiéndose para ir a los lugares que quería, incluso si sospechaba que Jungkook no era bueno. Y a pesar de la melancolía que lo atacaba este año, todavía había algo de esperanza para tener normalidad. Damien y la promesa de emborracharse el sábado por la noche, Seokjin, Namjoon y Hoseok pasando el rato juntos, Quidditch el fin de semana, los viajes a Hogsmeade, las cartas que Gerry prometió llegarían a fines de mes.
Simplemente deseaba-
—Desearía que hubiera un lugar donde ser normal—dijo, con su voz rompiéndose cuando susurró. Estaba yendo de un lado a otro en el pasillo del séptimo piso. Barnabas y los trolls bailarines estaban mirándolo mientras señalaban y se reían.
—Solo un lugar para ser normal—dijo. Como si eso justificara algo.
Algo pareció retumbar dentro de la muralla.
—Normal—dijo y Jungkook llegó haciendo ruido mientras subía las escaleras con un pijama azul adornado con Peter Rabbits, con sus ojos grandes y somnolientos y el profesor de la pintura llegó tambaleándose dentro de Barnabas, justo cuando una puerta aparecía en la pared detrás de él.
—Qué mierda, Yoongi—dijo Jungkook.
—¿Qué mierda yo? Qué mierda la muralla, creo que quisiste decir.
Jungkook se dio un golpecito en la mejilla. —Perdón por lo de antes—dijo, acercándose a la puerta; su pijama le quedaba un poco grande, a pesar de que sus mangas se estaban deshilachando y Yoongi podía ver los elásticos y pequeños Peter Rabbits impresos por toda la parte frontal. —Yo solo- Yoongi, qué mierda.
—No sabía que esto estaba aquí—Yoongi de pronto estuvo consciente de sus pantuflas esponjosas con pompones rosados y se avergonzó. —Yo solo- yo solo...
—Entren a la habitación—interrumpió la pintura—. Eso es lo que hace uno, generalmente, entrar a las habitaciones.
—Jódete—dijo Yoongi.
Jungkook mordió su pulgar y giró el pomo de la puerta.
*
*
*
—¿Qué esseso?
—Ess—Yoongi giró el chocolate—Aw, mierda, fruta y nuez. Odio la fruta y nuez.
—Nuez—dijo Namjoon, y se rio—. Oye, nuez. ¿Entiendes?
Hoseok metió su mano dentro de la caja de dulces que le envió su hermano; estaban sentados en el lago, pasándose un cigarrillo entre los cuatro, mientras que las cervezas se desvanecían y sus latas vacías eran apiladas en una pequeña pirámide en el césped húmedo. —Déjame encontrar el dulce que me gusta—dijo Hoseok—. Y Joon, cállate.
—Come pene—dijo amigablemente Namjoon—. O nueces. Come nueces. Frutas y nueces.
—Me gusta cremoso—dijo Seokjin, y miró a Namjoon y Namjoon comenzó a toser en su sidra.
Yoongi se acostó en el césped con sus manos detrás de su cabeza, mirando el cielo nublado. Bebió lo suficiente como para sentirse mareado y un poco aturdido y solo quería acurrucarse y dormir en algún lugar cálido y calmado.
Una barra de dulce lo golpeó en el pecho y Hoseok dio golpecitos en su frente en una forma torpe de darle consuelo—¿Alguna vez te han dicho que eres como un gato? —dijo, y tiró su cabeza hacía atrás, gotas caían de la lata que estaba bebiendo—Como un gato grande y triste lleno de miedos adolescentes y chocolate. Ese eres tú. Ese es quién eres.
—Meow meow, hijo de puta—dijo Yoongi—. Jódete.
Namjoon abrió la barra de chocolate para él y le sacó un pedazo—Aquí viene el avioncito, zoom zoom...
Seokjin era quien estaba fumando el cigarro cuando se volvió una colilla; lo puso en el césped y luego lo disparó con sus dedos hacía el lago para que se uniera a sus camaradas caídos. —¿Tienes más?
Hoseok sacudió su cabeza. Era él quien tenía una provisión interminable de alcohol y cigarros, porque su hermana siempre le enviaba paquetes por correo, los restos de la tienda de sus padres. —Ese era el último. Dijo que enviaría más la semana que viene, bastardo impaciente.
Yoongi cerró sus ojos, y se encontró kilómetros y un día lejos.
—Se llama Sala de los Menesteres—dijo la pintura, con sus brazos cruzados y su larga cara con un deje melancólico. —Te da lo que más necesitas, santuario, un lugar para entrenar, un...un lugar para esconder un libro. Pensé que se había quemado hace mucho tiempo.
—Obviamente no—espetó Yoongi, la sorpresa lo irritó—. Kook, no entres, en caso de que sea peligroso.
La mano de Jungkook todavía descansaba sobre el pómulo de la puerta. —. Vi unos pufs y una TV—dijo suavemente—. No creo que sea peligroso a menos que abras los pufs y te comas las pelotas pequeñas —y luego bufó—. Ahogarse con pelotas pequeñas. Heh.
La pintura resopló. —Entren, entonces. ¿Qué pediste?
—Nada—dijo Yoongi. Ser normal parecía ser demasiado triste para admitirlo. —Solo un lugar para...relajarme. Jungkook, ¿quieres-?
—Tengamos una revancha de Gobstones—dijo Jungkook y atravesó la puerta, manteniéndola abierta para Yoongi. —¿Vas a venir o qué?
Y hace mucho tiempo no había dormido tan bien como esa noche, acurrucado en un puf suave, con el tablero de Gobstones entre ellos y una manta suave sobre sus hombros, junto con un aroma rico y limpio en el aire. Jungkook había estado jugando con la configuración de la TV cuando Yoongi se fue a dormir, pero cuando Yoongi despertó el chico estaba roncando también y la habitación estaba más oscura, como si se sincronizara con la noche.
—Alguien está silencioso—Hoseok golpeó su rodilla—. ¿Alguien ha estado molestándote o simplemente estás siendo un imbécil?
—¿Huh? Oh, no. —Yoongi tomó el chocolate de las manos de Namjoon—. Simplemente pensaba.
La sala de menesteres (aparentemente) no era nada especial. Una habitación un tanto pequeña, con un techo bajo y una bombilla en la sombra, tan refrescantemente realista en el gran desorden medieval de Hogwarts. Las paredes eran de paneles de madera, tal y como lo recordaba Yoongi, con esos aquellos tres patos tontos voladores colgados en el borde del papel pintado, igual que en su casa. Había pufs esparcidos por todas partes, desordenados en un rincón, una chimenea, paneles de ladrillos y cerámica gris. Un montón de libros, libros viejos, libros muy queridos, libros que Yoongi recordaba haber leído y disfrutado se encontraban apilados en estanterías. Había una mesa de cocina, y unos cuantos armarios y estanterías, y una jarra de agua que no se vaciaba por mucho que se sirvieran.
Yoongi se encontró a sí mismo queriendo volver. No hicieron mucho, solo jugaron y después durmieron, pero fue agradable ser normal, sin pensar en Chester o Sadie o alguien que interrumpiera.
—Escuché que Sadie estuvo en la biblioteca ayer—dijo Namjoon.
—Yoongi.
—No hizo una mierda—dijo Yoongi, rodando para quedar acostado sobre su estómago—. Hoseok, dame más chocolate y Joon, cállate.
—Según Maisie Phair, molestó a Jungkook toda la tarde en la Sala Común de Ravenclaw.
—Bueno, sí, podría haberte dicho que ser mi amigo no iba a terminar bien para el chico—dijo Yoongi e intentó comerse una barra entera de caramelo en una sola mordida.
*
*
*
Queridas serpientes bastardas (y también Izzi y Alwyn y El Chico Nuevo Max)
Su más magnifico, querido y verdadero capitán ha adjuntado su insignia a continuación y por la presenta declara a Damien Roadfell como capitán porque es el más grande y también el que menos posibilidades tiene de sufrir un ataque de nervios antes del partido. Practiquen duro, cabrones, que los estoy vigilando. Y los que vayan a Hogsmeade el próximo fin de semana, vayan al Cabeza de Puerco y den la contraseña "Gerry es genial" y serán conducidos a un misterioso caballero que los espera.
Mucho amor, besos y todas esas mierdas,
Gerry Thompson, el Único y Verdadero Capitán.
Yoongi permitió que una sonrisa gigante se apoderara de su cara mientras leía la carta. Dirigida a Los bastardos de Slytherin, había sido depositada en su mesa en el desayuno por la pequeña lechuza enojona de Gerry (Micky) y los veinte Slytherin se reunieron a su alrededor mientras Yoongi la leí en voz alta.
—¡Va a volver! —Samantha se inclinó sobre la mesa para chocar las cinco con Edie-Maude—. ¡Excelente!
Izzy y Alwyn inmediatamente comenzaron a explicarle a un confundido Max Hasting quien era exactamente Gerry y por qué toda la casa de Slytherin de pronto estaba planeando ir a Hogsmeade la próxima semana y por qué el ambiente en la mesa se elevó masivamente.
(Demonios, incluso había una conversación audible. Yoongi sabía que estaban recibiendo mirandas burlescas, pero no le importaba.)
—Maldito imbécil, enviando su insignia en la carta—dijo Damien, sonriendo mientras la ponía en su pecho—Mierda, de verdad tenemos que ganar el primer partido ahora.
—¿Contra quién?
—¡Gerry está de vuelta!
—¿Con quién jugaremos?
—Sí, pero Gerry-
—Jugamos contra Ravenclaw—interrumpió Yoongi, dejando la carta en la mesa, cauteloso con las manchas de mermelada y mantequilla. —Sadie es buscadora. Así que ninguno puede tontear porque queremos que Gerry crea que somos geniales.
(Sadie, Ravenclaw, lo que significaba que Jungkook no lo animaría a él. A ellos. Ellos.)
(Pero al menos Chester no rompería su maldita nariz-)
—Eso es fácil—dijo Damien. La insignia de capitán parecía hacerlo más grande, fuerte, mucho más feliz, aunque su voz era baja para que no pudieran escucharlos los de Hufflepuff que estaban a su lado—Yoongi, tú eres quien debe encargarse de Sadie, así que ese es el trabajo más difícil ahora. Izzy, Alwyn, Edie-Maude-
—Sus cazadores son buenos, pero nosotros somos mejores—dijo Alwyn, inclinándose hacia adelante en sus codos y ensuciando su túnica con mantequilla—. Mierda.
—Hay que meter goles—señaló Samantha.
Damien asintió. —Pero su estrategia es apoyarse en Sadie. Es una buscadora llamativa, mientras que Yoongi es-
—Aburrido—lo ayudó Yoongi—. Soy realmente aburrido. Así que el equipo de Ravenclaw simplemente distrae a los jugadores principales mientras que Sadie busca, pero ustedes, malditos, deben tener un impacto real y forzar a los Ravenclaw principales a dejar de ayudar a Sadie o a defenderse a ellos mismos.
En el cabeza de puerco, cuando están con Gerry, escucharon su plan.
—Y, por lo tanto, solo hay una forma en que puede terminar el juego—dijo Gerry. Era sábado, estaban en Hogsmeade con al menos quince Slytherin a su alrededor mientras Gerry repetía lo mismo que Damien, Yoongi y Samantha habían estado teorizando en el desayuno el otro día.
Yoongi asintió—Ganamos, pero Sadie consigue la Snitch, o-
—O ganamos con la Snitch y humillamos a Sadie—terminó Damien y se inclinó en la mesa para chocar las cinco con Yoongi.
Gerry se veía bien, al menos. Ya llevaba un mes en su programa de investigación de magia de Irlanda, y su acento era mucho más fuerte y se había comenzado a dejar crecer un poco de barba. Seguía viéndose como Gerry, sin embargo, y seguía pagando sus tragos incluso cuando era obvio que había vaciado su billetera.
—Veré el partido, por supuesto—dijo—. Así que más les vale hacerme sentir orgulloso. ¿Cómo está el chico nuevo?
—Max es genial—dijo de forma entusiasta Alwyn y se lanzó en una larga perorata sobre qué era exactamente lo que hacía tan genial a Max, ayudado por las frecuentes interrupciones y elogios de Isobel. Solo había otra persona en el pub, un hombre encapuchado y embozado, y Yoongi se preguntó si lo estaban molestando, pero no le importó mucho. Gerry había vuelto.
—¿Cómo está tu nariz?
—¿Huh? —Yoongi alejó su vista del hombre y miró a Gerry—. Oh, oh. Sí, está bien.
—¿Algo nuevo?
—Sadie está molestando a mi-, ah, ¿mi amigo? ¿el chico de Ravenclaw?
—Jungkook, sí, lo conozco—Gerry intentó verse astuto—¿Tú lo conoces?
—Cállate, Gerry—dijo Yoongi, y lo pateó por debajo de la mesa.
Y Samantha levantó su puño en el aire. —¡Más tragos!
*
*
*
El partido contra Ravenclaw apareció con una especie de brusquedad surrealista, de pronto era sábado y Yoongi estaba poniéndose su túnica y luchando con sus botas y apretando su varita entre los dientes para poder anudarse la capucha.
Gerry estaba en algún lugar entre la multitud; y lo que era más importante, también lo estaba Jungkook, moviendo una pequeña banderita de Ravenclaw porque, aunque quizás le agradaba Yoongi, Ravenclaw seguía siendo su casa, y Yoongi no envidiaba el apoyo, simplemente sentía la falta de él.
Damien se abrochó el casco de Guardián bajo la barbilla con la determinación de alguien que va a la guerra. —Muy bien, cabrones. Vamos a ganar o a morir. Yo compro los tragos si ganamos.
—¡Sí!
Izzy y Alwyn, animando, moviendo sus escobas en el aire, las únicas adiciones nuevas después de que Derek Molesey se fue para concentrarse en los E.X.T.A.S.I.S. El equipo de Quidditch de Slytherin, desaliñado, pero todavía juntos a pesar de todo.
—¡Y aquí están, caminando hasta la cancha, el equipo de quidditch de slytherin!
Aquellos nerds, también. Namjoon y Seokjin sentados mientras discutían en la cabina de comentaristas, con el profesor Malfoy entre ellos con un aspecto tan estresado que parecía que había pasado por algún lado de zona crepuscular de zen mientras sus estudiantes se asesinaban luchando por el control del megáfono.
—¡Y desde el otro lado, los Ravenclaw!
Un mar de gritos y alientos. Cuando Yoongi forzó su mirada en la tribuna de Ravenclaw, imaginó que veía a Jungkook, aunque no podía, no en aquel mar de azul y bronce. Miró la tribuna de Slytherin y vio al pequeño Max Hastings gritando, moviendo su bandera, adornado en verde y plateado, con su cara completamente escondida en su bufanda.
—Buena suerte—dijo Damien, dando palmaditas en el hombro de Yoongi.
—Buena suerte.
Cuando el silbato para iniciar el partido sonó, Yoongi voló inmediatamente hasta el circulo de la arena, justo como en el primer partido en el que jugó. No podía ver a Sadie. Se dio cuenta de que no le importaba; que hiciera lo que quisiera. Podía atrapar la Snitch. Tenía que atrapar la Snitch.
La táctica de Sadie siempre fue involucrarse en la acción, distraer a la audiencia ellos mismos de la meta principal. Yoongi se forzó a sí mismo a quitarle la mirada a ella y enfocarla en el cielo. Seguían estando en desventaja, los Slytherin, y anoche Damien admitió que su mejor opción para ganar sería atrapar la Snitch lo más pronto posible, antes de que los cazadores de Ravenclaw tuvieran tiempo de anotar goles.
—¡Y de buenas a primeras es Isobel Way de Slytherin en posesión, una nueva adición al equipo! —dijo Namjoon—¡Y mírenla!
Yoongi observó a Izzy volar, deslizándose a través del estadio, Alwyn flanqueándola de cerca y por debajo. Un Ravenclaw se movió para bloquear y una bludger voló sobre su camino; pasó a Alwyn y esquivó la bludger, y Alwyn lanzó limpiamente el balón por el aro central.
—¡Slytherin anota! ¡Santa mierda!
El lamento del profesor Malfoy se escuchó en todo el estadio.
Yoongi alentó para sí mismo, demasiado alto como para que alguien lo escuchara. Abajo, Izzy y Alwyn chocaron las cinco; en la tribuna el pequeño Max Hastings estaba gritando hasta quedarse afónico, a un lado de Gerry, quien estaba disfrazado de mala forma con una túnica antigua de Damien mientras movía un peluche de serpiente en el aire.
Resultó ser exactamente la motivación que necesitaban. Reacios a ser superados por los más jóvenes, Edie-Maude anotó dos veces seguidas y Samantha y Jimin eran una fuerza imparable, bloqueando a los Ravenclaw al menos tres veces cuando parecía que los cazadores iban a anotar. Después de media hora, el puntaje era de 50-20 en favor de los Slytherin, pero Yoongi todavía no podía ver rastro alguno de la snitch.
—Debo decir, los Slytherin nos están ganando pro completo aquí-
—Seokjin Kim-
—Señor, ese no fue una declaración imparcial, puedo ver desde aquí como celebra-
Yoongi vio a Sadie abajo, volando entre los jugadores como una especie de elegante libélula azul, con sus dos trenzas rubias sobre sus hombros. Tenía lazos azules y bronces amarrándolas, y brillaban en la luz de sol. Quizás sintió su mirada sobre ella, porque miró hacia arriba y le sonrió de medio lado y Yoongi miró hacia otro lado, inquieto.
Tenía que ayudarlos a ganar. Nunca descansaría de las burlas de Sadie o Chester o cualquiera de ellos si perdían por culpa de Yoongi.
—¡Slytherin anota de nuevo! ¡Joder, estos chicos cazadores lo están haciendo de maravilla!
Abajo en la cancha, Damien dio vueltas alrededor de los aros para celebrar, una mancha de verde y plateado en su escoba.
Pero Yoongi no podía ver ningún rastro de aquella pelotita dorada, en ningún lado.
Y
Entonces
La
Vio
Un destello de dorado que se cernía cerca de la tribuna de Hufflepuff, y su cuerpo reaccionó incluso antes que su mente lo hiciera, llevando el mango de su escoba hacia abajo en una zambullida tan elegante y rápida como si fuera una golondrina de esmeralda dirigiéndose en picado hacia la tierra. Seokjin gritó algo a través del megáfono, pero Yoongi no tenía la energía para escucharlo. La snitch estaba ahí, de verdad lo estaba.
Sadie voló para encontrarlo, y la snitch cambió de dirección.
—Los buscadores están a la par-
Yoongi enterró sus dientes en su labio inferior-
Sadie se deslizó hacia arriba de él y fue como el año pasado de nuevo, Chester y el partido contra Gryffindor, y la snitch estaba frente a una fila de Ravenclaws impactados y silenciosos, sus banderas colgando sin fuerza de sus puños.
El mundo se detuvo.
Yoongi estiró su mano para alcanzar la snitch, la cual bailaba justo frente la cara asombrada de Jungkook Jeon, apenas visible bajo su bufanda azul que envolvió en su cuello.
—Es mejor que vengas a la fiesta más tarde—logró decir, antes de envolver sus dedos fuertemente alrededor de la pequeña cosa dorada y gritó cuando Sadie chocó con él.
—¡Y en un final impresionante, la buscadora Sadie McDemot envió al buscador Yoongi Min a la enfermería!
Con la mano que podía sentir, Yoongi apoyó su cabeza en el césped y levantó dos dedos en saludo en vaga dirección hacia la cabina y Namjoon comenzó a reírse.
Al final, O'Shannon lo diagnosticó con un par de dedos rotos, lo cual no era lo suficientemente severo como para arreglarlos con magia, así que los entablillaron y luego lo mandaron fuera de la enfermería. Gerry estaba esperando en la Sala Común, con Namjoon, Jin y Hoseok, pero sin Jungkook.
—¿Puedo firmar tu yeso?
—Es una maldita venda, idiota.
Namjoon suspiró.
Tuvieron una fiesta y Yoongi bebió hasta sentirse enfermo. Cuando miró los retratos en las paredes vio al antiguo profesor en su túnica con su cabello negro y largo mirándolo. —No soy un mensajero—dijo el cuadro.
Le tomó un momento para procesar las palabras a través del mareo en la cabeza de Yoongi. —Sí sé eso—dijo, parpadeando—. Oye, ¿no sabes que ganamos? ¡Vencí a Sadie!
—Muy bien hecho—dijo secamente la pintura—. En mis tiempos incluso para el profesor Malfoy era difícil vencer a ese equipo. Pero recibí un mensaje, aunque le dije que no estoy aquí para eso. Tu amigo quiero verte en el séptimo piso, a un lado de esa horrible pintura del troll bailando balé.
—¿La sala de menesteres?
—Asumo que sí.
Yoongi se dio la vuelta para excusarse y se encontró con que casi toda la casa de Slytherin -y algunos visitantes- estaban desmayados en diversos estados. Alwyn e Izzy estaban durmiendo junto a la chimenea y Damien estaba tirado en su pijama con los labios entreabiertos. Incluso Gerry estaba dormido, entre botellas vacías del mejor whisky irlandés que se puede comprar con un sueldo de aprendiz; y Edie-Maude y Samantha estaban bebiendo vodka en copas de vino y animándose cada vez que tenían que parar para toser.
Así que nadie lo extrañaría.
Yoongi le agradeció entre dientes al cuadro y salió a trompicones de la Sala Común, lanzándose a sí mismo un rápido conjuro de sobriedad que funcionó casi todo el camino. Subió las escaleras, demasiado tarde para que los estudiantes respetuosos de la ley estuvieran fuera de sus camas.
Y de un lado a otro contra la pared, tres veces.
—Quiero estar donde está Jungkook, quiero estar donde está Jungkook, quiero estar donde está Jungkook—repitió, y atravesó la puerta tan pronto como apareció, de vuelta en aquella habitación hogareña que encontraron la última vez.
Y vio a Jungkook, estirado boca abajo en medio de la carpeta.
Yoongi, curioso, lo empujó con su pie. —No viniste a nuestra fiesta. Incluso vino Gerry. Y, además, había trago gratis.
—Soy demasiado joven para beber—dijo Jungkook, amortiguado por tener su cara contra la alfombra.
—Nunca detuvo a nadie antes. ¿Qué pasa? —la poca cantidad de alcohol que quedaba en el sistema de Yoongi se fue un poco y no se sintió raro acostarse a un lado de Jungkook y pasar un brazo alrededor de sus hombros—Lo de antes no fue raro, ¿cierto?
Jungkook no dijo nada.
—¿No yo?
Jungkook no dijo nada.
—Uh...aw, mierda—dijo Yoongi. —¿Te atrapó Sadie?
Jungkook dijo algo en la alfombra que bien podía ser la odio por qué tiene que ser tan mala o la odio porque tiene una hamaca. Yoongi ponía su dinero en la primera opción, especialmente cuando vio la cara de Jungkook cuando se dio vuela; sus mejillas estaban manchadas y sus ojos estaban tristes, como un cachorro desolado. —Me dijo que solamente eras mi amigo para molestarla.
Yoongi sintió como algo se apretó dentro de él, de forma horrible e incómoda—. No es verdad.
—Lo sé. ¿Pero por qué los demás no?
—Porque soy una serpiente bastarda malvada—dijo fríamente Yoongi, llevando sus rodillas hasta su pecho y poniendo sus dedos rotos entre ellas—. Simplemente...dile que se vaya a la mierda, supongo. O dime a mi que me vaya a la mierda. La ves más a ella, de todas formas, es la prefecta.
Jungkook no dijo nada en respuesta. Los dos se sentaron en los puf y Jungkook sacó un libro de la estantería. El caballo y el muchacho. Yoongi se encontró a sí mismo durmiéndose gracias a la voz de Jungkook mientras leía sobre Shasta, quien, maltratado y abusado, encontró a Aravis y viajó a una nueva tierra donde a nadie le importaba de donde venía y nadie le hacia daño y nadie pensaba que no era bueno.
(Yoongi pensó que había una mano en su cabello. No lo sabía. Estaba cálido y cómodo, y su mano no dolía y le ganaron a Ravenclaw y Jungkook estaba aquí, y no con Sadie, y eso era mucho más de lo que Yoongi tenía derecho de pedir.)
*
*
*
Adivinación era, como Hoseok lo mencionó a comienzo del año, la última cosa el viernes por la tarde. En invierno había sido frío, en primavera sofocante, pero ahora estaba más cerca a la pascua y la profesora Bloom los dejaba abrir las ventanas.
Estaba resultando ser, hasta el momento, una clase muy fácil de tener éxito. Yoongi y Namjoon se sentaban al final, bebían té y dibujaban profecías con los restos que veían en las hojas de té, como darles forma a las nubes, pero con una recompensa al final. Bloom era una profesora decente, aparentemente mucho mejor que la última profesora de adivinación. Era escocesa y tenía cabello negro largo y pequeñas gafas que se balanceaban en su nariz, y un gato que Yoongi pensó era una bufanda hasta febrero.
—Hoy nos moveremos a algo más, —dijo—más, más. ¿Quién me puede decir el propósito de las hojas de té?
—Para hacer una taza de té—le susurró Yoongi a Namjoon.
—Eso es correcto—dijo Bloom, apuntándolo y guiñando bajo un flequillo de pelo negro. —Sin embargo, hay otro propósito. ¿Alguien con un poco más de espíritu educativo que Min podría decirme?
—Para predicciones—dijo confiadamente Amanda Reily. Era vegana y tenía una insignia de P.E.D.D.O en su túnica y prácticamente adoraba el piso en que Bloom caminaba.
Bloom sonrió e incluso aunque el día era uno caluroso y no había nada ni remotamente misteriosos acerca de ello, por un segundo Yoongi sintió un escalofrío en su espalda. —Por supuesto que no. Las hojas de té son un placebo. Fácilmente podría mirar los restos de tu cena y predecirlos como con tus hojas de té. Son una forma de ver quiénes confían en las imágenes que ven en el libro de texto y quiénes pueden ver la verdad para la que las hojas son una muleta.
Lo que sonaba tonto. Yoongi simplemente había estado escribiendo estupideces todo el año. A veces, él y Namjoon usaban el libro, pero la mayormente del tiempo no. Tenían competencias para ver quién podía decir la cosa más estúpida.
—Todos ustedes, ahora—dijo Bloom—. Háganse una taza de té, pero por favor no usen el libro.
Con vacilación, Amanda levantó su mano. —¿Profesora? ¿Es una prueba?
Bloom le sonrió y luego sus ojos se desviaron a Yoongi. —La mayoría de las cosas lo son.
*
*
*
La primavera se transformó en verano casi de la misma forma. Yoongi iba a las prácticas de Quidditch y cuando tenía tiempo libre se encontraba yendo siete pisos arriba, levantando el dedo de en medio a Barnabas y sus troles bailarines y caminando de un lado a otro tres veces para luego entrar a la sala de menesteres.
La mayoría de las veces, Jungkook estaba ahí, y si no lo estaba, usualmente aparecía. Jugaban Gobstones y Jungkook le enseñó a jugar a Yoongi algunos juegos muggles y leían libros.
(Leían libros: si era tarde en la noche, Jungkook tomaba el libro de Narnia en el que estaban del estante y lo leía en voz alta hasta que Yoongi se dormía. Había descansado mucho mejor estos días, incluso si pasaba solo la mitad en su propia cama.)
(Ahora mismo, habían comenzado El príncipe Caspian. Hasta el momento, El león, la bruja y el ropero era su favorito, pero Yoongi pensaba que siempre tendría espacio para El caballo y el muchacho.)
—¿Qué es Monopoly?
La boca de Jungkook se abrió y agua escapó de su boca. —De ninguna manera. ¿Hablas en serio? ¿De verdad?
Yoongi empujó la caja con su pie. —¿Qué parte de "fui criado por magos y solamente me permitían jugar con mis amigos muggles a veces" no entendiste? Por supuesto que hablo en serio. ¿Qué es Monopoly?
—Compras cosas y termina matrimonios—dijo seriamente Jungkook, abriendo el juego y sacando las partes del juego para ponerlas a un lado de los pufs y la comida sana que la habitación seguía dándoles de la nada. —¿Ves esto?
—Es Londres—dijo Yoongi—. Con...una plancha y... ¿es eso una bota?
—Siempre soy la bota. Puedes ser la plancha.
—Oh, sí, genial. Gracias.
Jungkook le dedicó una sonrisa descarada y le entregó la pequeña plancha metálica. —¿No te sientes uno con la plancha, huh? ¿No es genial? Así eres tú como persona, así que cállate y escucha cómo te digo cómo jugar.
—Sí señor—dijo Yoongi, y chocó su planchita con la bota de Jungkook.
—...y luego doscientas libras cada vez que pasas, bien, y si consigues suficiente dinero consigues poner una casita verde, y si consigues cuatro casas verdes consigues un hotel rojo-
—Esto es una inmobiliaria—dijo Yoongi, parpadeando, recostándose en uno de los pufs más blandos. La habitación se encogía cuando jugaban; era pequeña y acogedora, y siempre se sentía como si estuviesen en su propio mundo cuando estaba aquí; el y Jungkook, sentados, jugando como si no tuvieran nada mejor que hacer. Quizás no lo tenían.
—Seré el banquero.
—¿Ves? ¡Es una inmobiliaria!
Jungkook obtuvo once al tirar los dados y el juego comenzó.
—¿Por qué quieres tanto Mayfair? ¿No es ahí donde se reúnen los banqueros de Londres? —Yoongi jadeó dramáticamente. —Te estás transformando. Oh, dios, ya no te puedo salvar.
—No seas un idiota—Jungkook lo golpeó con uno de los hoteles de plástico pequeños—. Quieres los morados porque son más caros, así que si aterrizas en ellos tienes que darme cincuenta libras, y si hay hoteles ahí estás jodido.
—Quiero estas pequeñas cositas cafés—Yoongi tocó las propiedades a un lado del cuadrado de COMENZAR—. ¿Cuánto cuestan?
—No tanto como los azules.
—Lo pensé.
Jungkook lo miró con recelo, sosteniendo una carta de suerte. —¿Qué se supone que significa eso?
—Nada.
—Está bien. Gané un concurso de belleza, así que dame diez libras.
El Monopoly los entretuvo dos horas y media, casi la una de la madrugada, y para entonces Yoongi ya estaba acurrucado alrededor de uno de los pufs con su cabeza en el muslo de Jungkook, contando sus centavos y diciendo "oye, tengo que comenzar a contar de nuevo", en una voz somnolienta llena de cansancio. Jungkook comenzó a acariciar su cabello de vez en cuando y se sentía bien.
—Recibes doscientas libras.
—Genial.
Las cosas electrónicas todavía no estaban permitidas en Hogwarts, así que no podían reproducir CDs o algo por el estilo, pero de vez en cuando un gramófono aparecía en antigua mesa y una pila de discos en fundas de papel descoloridas. A la mitad de su juego de Monopoly, Jungkook tomó un disco de Les Miserables, por alguna maldita razón, y ahora Yoongi estaba tan cansado que todo se estaba mezclando. Cada vez que Jungkook abría su boca parecía que estuviera cantando alguna canción fúnebre acerca de una prostituta Parisina, y el surrealismo se arremolinó en un charco de sonidos y papelitos que cambiaban de mano en un ciclo interminable.
—Estás cansado—dijo Jungkook—. Acabo de dejarte en banca rota.
—Llama a los malditos agentes judiciales—dijo somnoliento Yoongi en la pierna de Jungkoook—. Por supuesto que estoy cansado. Siempre estoy cansado. Soy como el maldito Hulk, pero en vez de golpear desgraciados me desmayo en el supermercado Tesco.
—¿Vas a Tesco?
—Todos van a Tesco.
—Mmm—Jungkook tiró el cabello de Yoongi—. ¿La reina?
—Va a Tesco.
—¿David Beckham?
—Él va a Sainsburys.
Jungkook se rio suavemente. —Deberíamos ir a dormir.
—Cambia el disco—Yoongi se estiró y sintió sus rodillas y tobillos sonar con la presión. —. Mierda, ¿qué hora es? Estoy triste.
—Una de la madrugada. Vamos.
—Mmh. Está bien.
El tablero de Monopoly fue tirado cuando Yoongi se levantó, balanceándose hacia atrás y adelante al ritmo de la música suave, con las manos de Jungkook en su codo. La sala de menesteres obligatoriamente les reveló la puerta, a un lado de los estantes, y el gramófono giraba casi silenciosamente. Nunca tenían que ordenar nada aquí, aunque la mayoría de las veces lo hacían. Yoongi sentía que, si eran amables con la sala, la sala sería más amables con ellos.
Estaba cansado, sin embargo. El Monopoly seguramente podía esperar a que volvieran.
—¿Jungkook?
—Mm—dijo Jungkook, más silencioso ahora que estaban fuera de la sala y en el pasillo. Desde el cuadro de los trolls bailarines, el antiguo profesor los miraba. —Sí, ¿qué pasa?
Yoongi suspiró. —¿Sadie te molesta mucho?
—Me importa una mierda Sadie.
—No me interesa si te importa una mierda—dijo Yoongi, agachándose en el pequeño arco donde Jungkook había sanado su nariz rota el año pasado—. Me interesa si Sadie te molesta,
Jungkook se encogió de hombros. —Molesta a todos.
—Me molesta a mí, a Jimin y a Edie-Maude y a personas. Y podemos sobrellevarlo porque tenemos nuestra casa—Yoongi rozó sus nudillos en el hombro de Jungkook—. Si te molesta por mi culpa-
—La vida no es color de rosa—dijo secamente Jungkook—. Déjame lidiar con ello si tengo que hacerlo. No es tu culpa que Sadie sea una perra.
—Es mi culpa si te molesta porque eres mi amigo.
Por alguna razón, fue un error decir eso. El rostro de Jungkook se cerró y oscureció y soltó el codo de Yoongi. —Me voy a la cama—dijo—. Tú también deberías. Te veo mañana.
—Está bien—dijo suavemente Yoongi.
(Y luego, al cuadro: —¿Qué hice?)
*
*
*
Justo antes de las vacaciones de Pascua, en la última tarde de un viernes del semestre, la profesora Bloom se paró frente a la clase con sus manos tomadas frente a ella. —Hoy haremos algo un poquito diferente—dijo—. Van a hacer una taza de té-
Quejidos generales. Namjoon golpeó su cabeza teatralmente contra su libro.
—...y voy a tomar todas las tazas y les daré una al azar. Irán hacia esa persona y les dirán su futuro.
—¿Así que nos dará su taza y su nombre? —preguntó Amanda Reilly.
Bloom sonrió angelicalmente. —¿Por qué haría eso? Hay tanto por leer en el aire como lo hay en las hojas de té.
Yoongi caminó hasta la tetera con el resto de la clase, murmurando junto a los demás lo injusto que era introducir un nuevo tema el último día del semestre. Diablos, antes de que Bloom entrara a la clase todos habían estado hablando de lo mucho que dormirían en el descanso, y Sara Jennings iba a ir a un crucero en malta, a lo que todos habían reaccionado de forma alegre. Yoongi no tenía la energía para esforzarse, especialmente en una materia tan estúpida como esta.
—La taza, Min—Bloom estiró su mano—. Vamos, apresúrate.
—Todavía está hirviendo—gruñó, pero se la pasó tan rápido como pudo y le entregó la taza con el mango por delante. —Hey, Joon, dame la tuya también.
Les tomó casi toda la clase beberse el té, pero a Bloom no pareció importarle. Conversó serenamente con los de cuarto año, aunque su vista se posó en Yoongi más de una vez. Le habló a Amanda por casi diez minutos antes de seguir y Amanda se veía un poco engreída, como si hubiera sido ascendida. Una futura profesora de adivinación en proceso adivinó Yoongi.
—Gracias—dijo Bloom mientras recibía la última taza—. Sé que todos están ansiosos por tomar el tren lo más temprano posible, así que haré esta parte rápida.
Todas las tazas de té en su infierno de colores pasteles se veían iguales. Y si era sincero, Yoongi no le estaba prestando mucha atención a la taza que le entregaron finalmente. Era la misma que todas las tazas de té que tomó en esta clase, una vez a la semana, los viernes por la tarde, durante dos horas de incienso y tratando de no reírse a carcajadas por los dibujos humorísticos de Namjoon. Siempre lo mismo, hojas de té en una forma vagamente legible con el borde de la taza un poco astillado. Hojas de té que quedan para ser derramadas.
Namjoon sacudió la suya, perplejo. —Me siento tonto—susurró.
Yoongi asintió.
(También se sentía...raro. Estuvo despierto hasta tarde, anoche, y Jungkook no fue a hablar con el a la hora del desayuno aquella mañana; si lo saludó desde su mana, sin embargo, lo que era algo.)
—Encuentren a la persona con su futuro en la t—leazas dijo Bloom.
Yoongi miró las hojas con desesperación. Vamos, dame algo. Vamos. Cualquier cosa.
Tocó un hombro al azar entre la multitud y Amanda Reilly se dio la vuelta, sorprendida. —¿Yoongi? ¿Ya lo descubriste?
—Tienes un hermano—dijo tan seguro como pudo.
—Yo- sí—dijo, con la voz llena de sospecha, con su taza colgando en su mano. —¿De verdad es mi taza? Tienes que intentarlo, Yoongi-
—Tú hermano tiene qué, ¿siete años?
Amanda suspiró. —Le preguntaste a Namjoon, ¿no es así?
—Por supuesto que no. Escucha, no sé si esto está bien, pero tú hermano- deberías decirle que vaya a un hospital muggle para que le revisen su pierna, ¿está bien? —y Yoongi no sabía de dónde salió eso. Parecía demasiado directo como para que lo imaginara en ese mismo momento, y muy ofensivo si consideraba que simplemente estaba improvisando, pero-
—No sabes nada—dijo Amanda. —. Dios, ¿qué estás haciendo en esta clase?
—Su nombre es Peter—dijo Yoongi, de pronto y de manera inexplicable tuvo la urgencia de ser tomado en serio por Amanda. —Y deberías, no sé, al menos sugerírselo.
Ella levantó una ceja. —Lo haré. Solo para mostrarle lo mierda que eres en Adivinación.
—¿Qué mierda fue eso? —le preguntó Namjoon a su lado, cuando Amanda se fue. —Usualmente no te comportan como un imbécil, amigo.
—No lo sé—dijo Yoongi—. Solo algo, supongo. Me deshice de mi taza, al menos; me voy a sentar.
—Está bien.
Yoongi se sentó en la silla más cercana para poder considerar apropiadamente como arreglarse con Jungkook. Estaba pensando en darle pastel y otra partida de Gobstones donde Jungkook lo venza al menos dos veces. O un abrazo. Quizás un abrazo fuera mejor. O ambas. En realidad, no podía recordar qué dijo ayer, pero estaba casi seguro en un cien porciento que fue algo malo, ya que Jungkook era la persona más agradable que pudiera existir en la tierra.
O algo así.
O algo así.
—Min.
Yoongi miró hacia los ojos de la profesora Bloom. —Ya entregué mi taza, profesora. —dijo.
—Te vi—Bloom se sentó suavemente en la silla opuesta a la de él. —. El hermano de Amanda, ¿cierto?
Un sofocón se arrastró por el cuello de Yoongi, porque no había forma de que alguien como Bloom no supiera que estaba diciendo estupideces. —Uh, ¿sí?
—Tengo tú taza.
—Oh. Genial.
Bloom se la mostró y luego la dejó en la mesa y llevó su mirada hacia arriba, hasta el techo de piedra con telarañas. Era plomo, en comparación con la explosión de rosado en la habitación; un recordatorio de no importaba lo mucho que se pareciera a un calabozo de una abuela, seguía siendo parte de Hogwarts. —Tú taza es muy interesante.
Yoongi intentó mantener una expresión que indicara que le importaba el tema en su cara.
—¿Estás interesado en los riesgos, Min?
Cierto. Genial. Más adivinación. —Me temo que no, profesora—dijo, e intentó no sonar muy sarcástico.
—Eres el buscador de Slytherin.
—Solo porque nadie más quería hacerlo.
—Por supuesto—Bloom dio golpecitos a la mesa con su dedo—. Bueno, la adivinación siempre es una materia muy quisquillosa y difícil de ser precioso en ella. No me andaré con rodeos, tu futuro dice que el gran riesgo que tomes valdrá la pena, y que el hombre mirándote a ti no es el mismo que miras tú, aunque seré sincera y diré que no miré mucho más acerca de eso. El romance estudiantil no es mi taza de té.
Yoongi se rio por deber.
—Riesgos, hombres...—Bloom se alzó de hombros—. Y un recordatorio, aunque fue difícil de ver. Me gustaría decir que te estaba diciendo que mantengas tu cabeza en alto, considerando tú...casa, pero también podría ser perseverar. Al final, lo entenderás.
—Gracias—dijo Yoongi de la manera más sincera que pudo lograr.
Bloom le dio palmaditas en el hombro. —Puede que no creas en ti mismo, pero tienes un talento real para la adivinación—dijo—. Sería una pena verlo desperdiciado. ¿Te veré el próximo año o no te has decidido?
—Probablemente me vea—dijo—. Yo- sí. Lo disfruto.
—Bien. No muchas personas lo hacen.
Mientras la clase se retiraba, Bloom lo llamó hasta su escritorio. Yoongi se despidió de Namjoon, porque Namjoon quería tener buenos asientos en el tren al igual que todos los demás. Al igual que Yoongi. (Maldita Bloom, en serio.)
—Te daré esto—le dijo—. En preparación para el nuevo semestre.
Un paquete de papel. —Gracias—dijo, y luego se movió, incómodo. —Uh, ¿qué es esto?
—Una ayuda, eso es todo. Todo en la adivinación es una ayuda—su collar de plástico sonaba al chocar y se veía muy pequeña en su silla—Ve. Si corres, todavía puedes encontrar un asiento al lado del chico de Ravenclaw. Te está guardando uno.
Y cuando Yoongi bajó las escaleras hasta el expreso de Hogwarts, se dio cuenta de que Jungkook lo hizo.
*
*
*
Querido Yoongi,
Namjoon me dio tu dirección, espero que no te importe. Le dije a mi hermano sobre lo que dijiste en clase y fuimos a San Mungo. Verás, Peter tiene una cojera desde que era pequeño y acaban de darle un bastón mejor.
Ya le compramos uno por si acaso
Y hay un hospital muggle cerca de San Mungo así que fuimos allí y recibió una hora para tener terapia física lo que suena a mierda de muggles pero realmente funciona y Peter dijo que su pierna ya no duele tanto
Así que gracias, supongo?
Gracias por parte de Peter, también
Amanda Reilly
Lo cual fue raro. E inesperado.
Querido Yoongi,
Buen trabajo buscando
T veo en mi casa este verano
Por siempre tuyo, Gerry, el único y verdadero capitán
Lo que no fue raro y muy esperado y se fue hacía la página del álbum que Yoongi llamó momentos estúpidos de Gerry. (Esto estaba a un lado de momentos estúpidos de hoseok, otra página que se estaba llenando.)
Yoongi,
Mi mamá dice que hará pudin si vienes a mi casa la próxima semana. Ah, y creo que Namjoon intentó mandarme una carta pq encontré a Friedrich afuera de mi ventana pero se desmayó de nuevo
Firmada por el Mejor Chico del Monopoly, Jungkook
A lo cual Yoongi sonrió y guardó en una página al final del álbum que tenía como título simplemente Jungkook.
*
*
*
El paquete de Bloom resultaron ser cartas de tarot y Yoongi pasó casi todo el descanso intentando aprender cómo se llamaban. Las cartas estaban un poco usadas y dobladas, y demasiado pegadas y reparadas y olían a librería.
Yoongi simplemente usó su descanso para hacer eso, con un breve viaje a Irlanda para pasar el rato en la casa de Gerry y un paseo en Londres para visitar a Jungkook.
Un buen descanso, en general.
*
* *
—¿A dónde vas?
Damien estaba sentado en la cama, con el cuello de su camisa caída hacia un lado así que estaba apretada alrededor de su garganta y se caía por su hombro. No había cortado su cabello este año. Ahora, entrando en mayo, había comenzado a crecer y a rizarse dramáticamente, lo que lo hacía ver más misterioso. (Pero Yoongi sabía que roncaba, así que, ningún misterio.)
—A ningún lado—dijo Yoongi, con la mano en la puerta, listo para ir a la sala de menesteres. —¿Por qué?
—Estoy comenzando a pensar que mi capitanía de Quidditch te está inquietando. Ya casi no duermes aquí—la voz de Damien sonaba ligera, pero había una corriente de verdadera preocupación allí.
—Simplemente...—Yoongi se alzó de hombros. La sala de menesteres era suya, suya y de Jungkook. —. Simplemente iré a hablar con Jungkook.
Damien lo vio irse.
Y la siguiente práctica de Quidditch fue el domingo en la mañana, a las cinco, cuando el amanecer apenas comenzaba a aparecer en el cielo. —Los Gryffindor tendrán la cancha a las ocho—gritó Damien en los vestuarios—¡Así que a trabajar! El último partido del año es contra los Hufflepuff, recuerden. Edie-Maude, llévate a Izzy y a Alwyn un rato, yo quiero intentar cosas con Sam y Jimin...
Yoongi apretó sus cordones y se ató la túnica de Quidditch más firmemente alrededor de su cuello y jugó Quidditch del bueno por dos horas y media, animado por Max Hastings, todavía en pijama y con la capa de Alwyn alrededor de sus hombros para calentarse en el aire húmedo.
—Oye—dijo Damien, deslizándose a su lado cuando se detuvieron por un momento—Yo... ¿puedes quedarte en los vestuarios?
—Sí, claro.
Se estaban volviendo muy, muy buenos. Yoongi sabía que Damien recibía cartas especiales de Quidditch de Gerry, además de las que envía a toda la casa, y Slytherin había estado entrenando más duro este año que el anterior. Yoongi no es de los que se hacían ilusiones, pero creía, realmente creía, que podrían hacerlo.
Tal vez.
Todo lo que tenían que hacer era jugar contra Hufflepuff y esperar que Gryffindor perdiera el último partido de la temporada y tendrían una oportunidad.
Tal vez.
(Por favor.)
Izzy, Alwyn y Jimin jugaban al pilla-pilla por el estadio, gritando cada vez que uno de ellos agarraba al otro y Samantha intentaba hacer malabares, procurando que ninguna quaffle le entrara a su ojo. Max bajó corriendo de las gradas para unirse a ellos y no había nada mejor que la diversión pura y dura que consiguen con sus juegos, aunque fuera al amanecer, cuando estaban casi demasiado cansados para ducharse.
Cuando Yoongi salió de la ducha secándose el pelo con los pantalones del colegio puestos y la camisa desabrochada, Damien estaba esperando en el vestuario principal, con la corbata colgando del cuello y se arreglaba el cinturón. —Hola.
—Hola. ¿qué pasa?
—¿Por qué te juntas con ese chico de Ravenclaw a las tres de la madrugada?
Yoongi se alzó de hombros, un poco irritado, si era honesto. Esto era como la pascua del año pasado, con Namjoon y Seokjin. —¿Por qué no? Sadie lo molesta, así que nos juntamos cuando ella no nos puede molestar.
—Es lo que Sadie y Chester y los de su clase hacen—dijo Damien, sus dedos largos amarraban su corbata de forma desordenada—. Qué, ¿está avergonzado de ti?
—Fue mi idea, de hecho—Yoongi dijo más brusco de lo que pretendía. A veces Chester levantaba su mano en los pasillos y Yoongi se estremecía, y entonces Chester chocaba los cinco con sus amigos y todo su grupo estallaba en carcajadas y Yoongi se escabullía con lagrimas en sus ojos y no quería eso para Jungkook. Chester, Sadie...eran malas noticias.
—Tú idea.
—Sí—Yoongi comenzó a abotonarse su camisa y Damien se puso de pie, unos centímetros más altos que Yoongi, incluso más pronunciado ahora que estaba tan cerca—. Damien, es un niño. No quiero joder con eso.
—Sí, pero- podrías volver a la habitación, es todo lo que digo—Damien tiró de la camisa de Yoongi, enroscando sus dedos en la tela—. La abotonaste mal, estúpido.
—Jódete.
Damien tocó el botón mal abotonado, viendo como Yoongi lo desabotonaba y lo ponía en el lugar correcto. —¿Te irás esta noche?
Y algo en su cara hizo que Yoongi dijera que no.
(Él y Jungkook se encontraban en la biblioteca para hacer tareas juntos -debían estudiar para fin de año- y Chester les lanzó escupitajos y Jungkook simplemente sonrió y Yoongi sabía que solo estaba poniendo una cara valiente y eso dolía.)
Damien seguía mirándolo. Estaban estudiando en la biblioteca, Yoongi, Damien, Samantha y Jimin, y Damien seguía mirando la muñeca de Yoongi y Yoongi se sentía quisquilloso con su mirada. Los exámenes eran la próxima semana y estaba preparado para todos ellos, incluso adivinación, y tenía el presentimiento de que Bloom lo haría pasar de todas formas por su intuición o lo que sea, así que estaba escribiéndole una carta a Gerry.
Y Damien lo estaba mirando.
Gerry
El equipo lo está haciendo bien. Damien disfruta mucho ser el capitán
—Puede leer desde aquí—dijo Damien—. Jódete.
—Damien disfruta ser capitán demasiado—Yoongi amenazó con incluir la palabra, la punta de su pluma contra el pergamino—¿Qué se supone que debo decir?
—Dile que Izzy está dejando que su cabello crezca—dijo Samantha.
Jimin lo pateó por debajo de la mesa. —Dile que lo extrañamos.
Yoongi escribió diligentemente ambas cosas, aunque subrayó el te extrañamos y añadió una carita triste en vez de un punto. Gerry seguía enviándoles sobre lo injusto que era el chantaje emocional, así que Yoongi y el resto de la casa doblaron sus esfuerzos para hacer que Gerry llorara en el trabajo.
Y Damien lo estaba mirando.
Una bola de papel aterrizó en su mesa; Jimin la abrió, mientras Yoongi miraba sobre su hombro de donde provenía.
Maricones. Y un dibujo de alguien con un pene al lado de su cara, y la palabra Min con una flecha apuntando dicha cara.
—Gracias, Chester—Yoongi gritó sobre su hombro y luego se metió debajo de la mesa antes de que la bibliotecaria pudiera encontrarlo y decirle que se callara.
—Lo odio—susurró Damien.
—Sí, eso es genial y todo, pero él podría arruinarte—siseó Yoongi, pellizcando su pierna—. Cállate. Quizás piense que me fui.
Podía ver las piernas de Chester, sus zapatos moviéndose hacia la mesa y deteniéndose. —¿Roadfell? ¿Min se fue?
—¿Y qué si lo hizo? —dijo fríamente Damien, y bajo la mesa Yoongi agarró la fabrica de sus pantalones. —¿Cuál es tu maldito problema?
—¿Cuál es el tuyo?
Yoongi pellizcó a Damien lo más fuerte que pudo.
—Simplemente aléjate de Yoongi—interrumpió Jimin—. Nunca te hizo nada.
Yoongi no podía ver a Chester, pero podía imaginar su cara arrugándose de forma maliciosa. —Son unas malditas serpientes de todas formas. Es cosa de tiempo.
—Maldito imbécil—murmuró Samantha, pero Yoongi se mantuvo debajo de la mesa, sosteniendo la mano que Damien le tendió y deseó estar en la sala de menesteres con Jungkook.
*
*
*
Y ahí es donde estaba, cuando le llegó la noticia.
Jungkook terminó sus exámenes dos días después que Yoongi y ambos celebraron con una botella de whisky de fuego en la sala, sentados en un sofá grande y suave mientras escuchaban discos antiguos de La divina comedia y cantaban lo más fuerte posible. Yoongi estaba feliz y Jungkook estaba feliz y había un partido de Quidditch el sábado y Slytherin iba a ganar y todo era simplemente -malditamente- asombroso.
Y entonces el retrato del antiguo profesor de pociones corrió hacia La sala, dentro de la pintura que colgaba cerca de la mesa -Lucien Freud, o la reproducción de uno, con verdes y negros crudos que se encontraban con un desnudo espigado. El profesor se veía graciosísimamente fuera de lugar junto a los colchones, pero no parecía importarle. —¡Min! ¡Sal de aquí, ahora!
Jungkook soltó la mano de Yoongi. —Qué mier-
—Es- la chica Way—dijo la pintura, dándose cuenta solo ahora de la pintura a la que entró y envolvió su túnica a su alrededor. —Rápido, debes ir.
—¿Por qué? ¿Qué pasó?
—Sígueme—dijo sombríamente la pintura. Yoongi no necesitó un hechizo para estar sobrio para ponerse de pie, y Jungkook tampoco; salieron de la sala y bajaron las escaleras, y aunque eran las tres de la madrugada y Jungkook debía estar destrozado, nunca mencionó volver a la cama.
Y abajo en las mazmorras, en el pasillo, la pequeña Isobel Way estaba sosteniendo su muñeca y lloraba.
—¡Mierda!
El antiguo profesor se metió en otra pintura y Yoongi fue hasta la chica, con Jungkook a su lado. —Mierda, Izzy, Izzy, mierda, ¿qué pasó?
Los ojos de Jungkook estaban abiertos como plato, mirando la muñeca luego a Yoongi y luego a Izzy y de vuelta a su mano—C-conozco episkey-
Izzy se acurruco alrededor de la mano y simplemente lloró más fuerte y Yoongi terminó levantando su cuerpo y le dijo a Jungkook la contraseña entre dientes para poder entrar a la sala común. Eran las tres de la madrugada, así que nadie estaba despierto, pero Jungkook tocó cada puerta que pudo ver mientras Yoongi acostaba a Isobel en el sillón más largo. Samantha llegó corriendo en su bata, Damien en una camisa suelta y Max con su pijama de ositos, Edie-Maude todavía en su uniforme y Alwyn en su camisón.
—Alwyn-
—Izzy-
Yoongi atrapó al chico por su cintura antes de que pudiera abalanzarse sobre Izzy y causar más daño—. No sé qué está herido-
—Izzy, qué mier-
En ese momento, Jimin cayó, más que caminó, a través de la puerta de la Sala Común. Su pómulo estaba morado y sus ojos llenos de furia. —El maldito Chester Whitehall estuvo aquí—dijo, y estaba tan enojado que su voz eran lágrimas burbujeantes—Maldito, maldito Chester, intenté perseguirlo y dijo que me acusaría por estar fuera de la cama y entonces Sadie la maldita perra me dio una cachetada y- ¿está bien Izzy, lo está? ¿Está bien?
—Ve por tú mismo—dijo sombríamente Damien.
—¿Qué mierda pasó? —Yoongi todavía sostenía a Alwyn, aunque ahora ya no estaba peleando por moverse, sino que estaba quieto, viendo como Izzy lloraba como si nunca hubiese visto algo como eso. —Jimin, ¿tú lo viste?
—Whitehall tiró una especie de maldición—dijo Jimin, arrodillándose al lado de Izzy, desabotonando su túnica para dejarla sobre sus hombros—. Levantó su mano y la golpeó en la mucha, y me enfurecí y lo perseguí y Sadie se interpuso en mi camino y volví a mis malditos sentidos y una pintura dijo que la encontraste. Mierda. Mierdamierdamierda.
Yoongi puso su mano en el hombro de Jungkook. —Oye-
—Izzy-
Al otro lado de la chimenea, el retrato del antiguo profesor los estaba mirando desde el gran Carvaggio colgado ahí. Yoongi caminó hacia el lo más silencioso que pudo, detrás de Edie-Maude maldiciendo el cielo y Alwyn amenazando con matar a todos los que pueda pensar; Jungkook, mientras tanto, estaba arrodillado a un lado de Izzy con su varita sostenida por su mano temblorosa.
—¿Puedes ir por el profesor Malfoy? —dijo silenciosamente Yoongi. Dickens era el jefe de la casa, pero Malfoy sabría qué hacer. —¿Por favor?
Por una vez, el retrato no hizo un escándalo sobre no ser un mensajero. Asintió, mirando la escena en la Sala Común y envolvió su túnica sobre su cuerpo antes de desaparecer, dejando a Yoongi abandonado.
Cuando el profesor Malfoy entró, estaba con su ropa de dormir y pantuflas, sus pómulos brillosos y rojos y sus ojos salvajes. —¿Qué pasó? Way, ¿Way? ¿Está-? Roadfell, Min, díganme qué sucedió.
Le dijeron de la mejor forma que lograron.
—Whitehall—repitió Malfoy. —. Whitehall y...¿McDermot? ¿Sadie? ¿La Ravenclaw?
Ante el sonido del nombre de su casa, Jungkook se escondió detrás del hombro de Yoongi. Max Hastings se unió a Alwyn y se acomodó junto a Izzy en el sillón, e Izzy había dejado de llorar tan fuerte, aunque seguía apretando su muñeca, con lágrimas cayendo por sus mejillas. —Todos ellos—dijo fríamente Jimin. Todos los Slytherin, además del profesor y un Ravenclaw, estaban en la Sala Común. Todavía se sentía vacía.
—Serán castigados—dijo Malfoy—. Way – Isobel, ¿puedes pararte? Podemos ir hasta donde O'Shannon.
Con la cara blanca, Izzy sacudió su cabeza.
—O-O'Shannon no podrá hacer nada—dijo Jungkook, con la voz débil.
—¿Qué diablos estás haciendo tú aquí, Jeon?
—Perdón, señor—Jungkook le envió una mirada de disculpa a Yoongi mientras sostenía su codo—. Yo- yo y Yoongi estábamos pasando el rato, y escuchamos- y bajamos, así que pensé que podría hacer algo-
—Arregló mi nariz el año pasado cuando Chester la rompió—dijo Yoongi.
Malfoy le dio una mirada. —No sabía que Whitehall rompió tú nariz.
—Se arregló, así que no me molesté en mencionarlo.
El profesor suspiró, sus hombros se hundieron y se veía muy muy joven y al mismo tiempo muy muy viejo. —Bueno. Jeon, ¿por qué O'Shannon no podrá hacer nada?
—Es una maldición—Jungkook sostuvo su propia mano, dejándola caer hacía adelante—¿En realidad no le hace nada a la mano? Simplemente duele mucho, es como una cosa que duele demasiado y tu mano se siente adormecida.
Malfoy frunció el ceño, pero no dudó de las palabras de Jungkook. —Aún así quiero que O 'Shannon sepa. Isobel, ven conmigo-
—Iré también—dijeron Alwyn y Max al mismo tiempo.
—No soñaría con algo diferente—les aseguró Malfoy y levantó a Izzy con alguna especie de hechizo—Vamos. Profesor, ¿puedes despertar a O'Shannon? —eso fue dirigido hasta la pintura, la que siempre estaba ayudando a Yoongi, quien asintió obedientemente y desapareció por segunda vez esa noche.
—Maldita sea—dijo Jimin cuando todos se fueron—. Dios.
Damien, con su cara pálida, se derrumbó en una silla. Nadie le sugirió a Jungkook que se moviera. Nadie sugirió ir a la cama.
*
*
*
—¿Detención? ¿Por una semana? ¡Le hizo mucho daño a Izzy!
—Lo sé—dijo tranquilamente el profesor Malfoy. Damien, Yoongi y Samantha estaban de pie en su escritorio, Damien casi vibraba por la furia. —Sugerí detención y suspensión el próximo año, pero nadie estuvo de acuerdo.
—No es justo, señor—dijo Damien.
—No, no lo es—por primera vez, Malfoy se veía enojado, realmente enojado y no por culpa de ellos. ¿En lugar de ellos, quizás? —. No es justo, pero no puedo hacer nada. O'Shannon dijo que Isobel no fue herida-
—Estaba llorando, señor-
—Lo sé—Malfoy cerró sus ojos y frotó su cien—. Lo que está hecho, está hecho. Withehall no se ganó ningún favor con sus profesores, sin embargo.
Yoongi no dijo nada. Toda la escuela parecía saber acerca de Izzy. Habían recibido muchas miradas compasivas estos días, pero nadie hizo nada realmente. Slytherin tendría que retirarse de la copa de Quidditch, porque sin Izzy tenían un cazador menos y no importaba cuánto rogaran, nadie rompería la regla de primer año para que Max jugara.
(—Harry Potter lo hizo-
—Pero tú no eres Harry Potter, Hastings.
Max entró furioso a la sala común, pateó un cojín y gritó ¡chupa un pene! Hasta que se sintió mejor.)
Fue una forma abrupta y dolorosa de terminar el año.
*
*
*
—Te veré en el verano—dijo Jungkook, abrazando a Yoongi en el abrazo más grande y cálido que había tenido en mucho tiempo—. ¿Cierto? ¿Te veré, cierto?
—Por supuesto que sí, bobo—Yoongi lo abrazó de vuelta—. Eres mi mejor amigo. ¿A quién más vería?
Estaba un poco satisfecho con el sonrojo en las mejillas de Jungkook, incluso cuando tuvieron que separarse, viendo como el tren paraba en la estación. —Eso es tonto. Eres tonto.
—Tú eres tonto.
Jungkook lo empujó. —¿Escribe?
—Escribiré tanto que tendrán que comprarme mi propia lechuza—dijo Yoongi, apretando su corazón de forma melodramática. Jungkook tuvo tiempo de reírse antes de que sus amigos de Ravenclaw se lo llevaran lejos y Yoongi fue dejado de pie con su maleta y el pecho lleno de calidez.
—¿Yoongi?
—Hey—Yoongi levantó una mano hacia Damien, subiendo al carruaje al cual Damien apuntaba. —¿Estás bien?
—Gerry me envió una carta—Damien le entregó una hoja de papel que simplemente decía QUE SE JODA CHESTER con letras gigantes escritas con un sharpie rojo.
—Bien por Gerry.
—Le envió una a Izzy, también, pero creo que sí se esforzó en escribir esa.
—Bien por Gerry—Yoongi miró por la ventana y pudo ver a Namjoon, Seokjin y Hoseok escogiendo un compartimiento para ellos. Tendría que ir hasta allí en algún momento durante el viaje.
Media hora después, Damien envolvió su dedo meñique en el pulgar de Yoongi.
Y Yoongi estaba cansado, así que lo dejó. Se sentía bien. 
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heeslips · 2 years
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Jimin nunca se cuestionó su orientación sexual. Durante el desarrollo de su adolescencia se sintió atraído a distintas chicas de su clase, no se los dijo, pero le parecían lindas.
Incluso cuando su mejor amigo Taehyung le confesó que tenía novio, aún no dudaba de que el fuera homosexual. No fue una sorpresa para Jimin saber que su amigo estaba de pareja con un chico, se lo esperaba porque Taehyung era muy claro con sus gustos, y no lo juzgaba, pero no era su caso.
Jimin nunca tuvo una novia formal, y tampoco se vio con la necesidad de buscarla, estaba satisfecho con su vida, iba a la escuela, salía con su grupo de amigos, alguna que otra vez salía con una chica, pero con ellas era algo corto, pasajero.
Su mirada iba dirigida a las chicas.
No fue hasta que un día caminando hacia su casa después de la universidad, que su mirada se enfocó en un chico, Jimin lo había visto un par de veces, era un año mayor, se llama Jaebum.
Se encontraba con su grupo de amigos, hablando de cosas triviales, o riéndose, Jimin nunca lo había visto con detalle hasta ese día, y se preguntó ¿por qué había sido diferente de otras veces?
Jaebum no vestía algo extravagante, tampoco vestía formal, elegante o de alguna manera para llamar la atención, una sencilla sudadera azul con unos pantalones holgados color café, su cabello incluso estaba ligeramente despeinado, pero Jimin no podía quitar la mirada de él.
Al darse cuenta de que sólo estaba mirándolo como un acosador, sacudió la cabeza y se fue.
Después de ese día su mirada hacia los chicos se hizo constante, y no era algo que hiciera intencional, simplemente prestaba más atención a los rostros de sus compañeros, casi analizandolos. Cuando llegaba a casa pensaba en los distintos chicos que había visto y en si sólo reconocía que eran atractivos o si había algo más ahí.
Jimin realmente creía que sólo era curiosidad.
Pero cuando chocó con Jaebum un día algo distraído, y quiso besarlo, se alarmó.
No es que Jimin tenga un odio, o tenga asco de los homosexuales, su mejor amigo lo era y él estaba más que bien con eso, pero cuando se trataba de él era algo distinto.
Jimin no tenía una buena experiencia con su autoestima, muchas veces quiso cambiar, y lo hizo, pero siempre quedan secuelas de los malos comentarios, y eso era lo que le pasaba.
Además, que él tuviera una mente abierta no significa que todos a su alrededor la tuvieran.
Por ejemplo, su familia, su madre y su hermano eran muy similares con respecto a las distintas personalidades de la gente, ellos comprendían lo que era estar en pleno siglo xxi, sin embargo, su padre no, él poseía del típico pensamiento "está mal" "no es natural", nadie podía hacerlo cambiar de opinión, él siempre diría lo mismo, él siempre pensaría así.
Cuando Jimin supo que su atención iba cada vez más hacía los hombres, quiso inmediatamente evitarlo, no podía permitirse ser así, no porque estuviera mal, sino porque no quería sufrir como a sabido de otras personas, siempre fue una persona frágil, le costaba quererse tal como era, que fuera homosexual era un plus a más sufrimiento, pensaba que si ya le costaba aceptarse justo como era, iba a ser una guerra agregar algo más.
El día que beso a Jaebum lo supo, y le aterró.
Ambos tuvieron acercamientos con el tiempo y sus miradas podían describir lo que querían, un día se encontraban solos, demasiado cerca, Jaebum dio el primer paso, tomó el rostro del rubio con ambas manos y con uno de sus pulgares hizo caricias en una de sus mejillas, Jimin se estremeció ante ese gesto, pero no lo apartó, y justo como pasaba en las películas, ambos acercaron más sus rostros hasta terminar con la distancia y se besaron.
Fue un beso tierno, no duró mucho pues pronto se escuchaba el ajetreo de los estudiantes al salir de clases, fue algo que ambos disfrutaron, y cuando Jimin se percató de eso, quedó sin palabras.
Jimin pasó días cuestionandose que le estaba pasando, varias veces pensó en pedir ayuda con su mejor amigo, era quien más lo entendería, pero se acobardó. Él no estaba acostumbrado a esto, tenía miedo, ¿de qué exactamente? no lo sabía.
Un día decidió salir a un club, un club gay.
Ese día fue el mejor y peor para Jimin, se había divertido, había bebido, bailado, conoció unas cuantas personas, y sí, besó a un par de chicos, Jimin sabía que lo disfrutaba, que lo quería, o peor, que lo necesitaba. Pero al llegar a casa era lo mismo, se cuestionaba, se preguntaba por qué le estaba pasando eso a él, y no encontraba una respuesta.
Jimin solía estar afuera de su casa por las tardes y dibujar, un día se dio cuenta de que había dibujado a un chico, más específicamente, a su vecino. Muy pocas veces lo había visto, pero ese día estaba recorriendo la cuadra y llevaba una cámara, el interés del rubio fue inmediato, y sin quererlo tenía un dibujo de aquel chico.
Un chico el cual apenas veía.
Jungkook era su nombre, y era muy observador, tanto que el rubio no tenía idea de que lo miraba, y mucho menos lo que le esperaba en un futuro, o tal vez en unos días.
Jimin no tenía idea de la vuelta que ese chico le daría a su vida.
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lifeflowingon · 2 years
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SINOPSIS: Después de muchos años sin verse, Bomi se reencuentra con un antiguo vecino de su infancia y, lo que debió haber sido una reunión amistosa, terminó escalando hasta convertirse en un infierno, cuando Bomi es acusada de asesinato.
PAREJA: Seokjin x female oc
GÉNERO: Crimen, asesinato, misterio.
N/A: Gracias por leer :) Este es el último post programado, esperemos que haya terminado los 4 capítulos que me quedaban en agosto jaja
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La luz del mediodía se filtraba por una rendija de la cortina, por lo que Bomi trató de moverse para evitar que le llegara en el rostro. Un peso en su espalda y su cintura le impidió hacerlo y por una fracción de segundo olvidó dónde estaba. Asustada y con el corazón latiendo a mil por hora, intentó zafarse del brazo que se aferraba a ella. Jin murmuró unas palabras ininteligibles y por fin, Bomi recordó dónde estaba y por qué estaba siendo aprisionada entre un cuerpo y la cama.
Respirando profundo, obligó a su corazón a tranquilizarse y con mucho cuidado, se deslizó de debajo del cuerpo de Jin. En su camino hacia el baño, recogió las prendas de ropa que había perdido la noche anterior y se vistió apurada.
Tras terminar de hablar con Hoseok y Jimin, ellos habían intentado armar una línea de tiempo. Lamentablemente, les faltaba mucha información ya que Jimin solo había podido ver que Jungkook se había devuelto a la cocina, pero no el por qué.
Tampoco sabían a dónde había ido después, aunque Jin tenía la teoría de que había ido al baño. Según él, cuando Jungkook bebía mucho tendía a caminar por todos lados y muchas veces lo habían encontrado durmiendo en lugares insólitos como el baño.
Como ni Bomi ni Jin sabían si la policía había encontrado más pistas o no, no tenían claro que más podrían tener en común las muertes. Hasta ahora solo habían podido llegar a la conclusión que ambos habían sido asesinados con la misma arma y que no habían encontrado señales de lucha. O al menos que ellos supieran.
Eso solo reforzaba la teoría de Jin de que el asesino era Kim Namjoon. Jin insistía en que ambos conocían a la persona y Bomi no tenían argumentos para negarlo. Tampoco tenían una explicación de por qué nadie lo había visto, pese a que había llegado a la fiesta.
Sin tener acceso a la información de la policía, se habían topado con una pared y mientras no se contactaran con Yoongi, no tendrían más pistas al respecto.
Bomi tomó una ducha rápida y luego de vestirse, rebuscó en la habitación la bolsa que contenía la comida que habían comprado. Jin seguía durmiendo profundamente, por lo que ella prendió la televisión para ver si podía encontrar un noticiero que pudiera aportarles más datos.
Mientras cambiaba los canales, Bomi escuchó a Jin quejarse. Pese a que últimamente estaban durmiendo un poco mejor - porque insistían en agotarse mutuamente - sus periodos de tranquilidad nunca duraban mucho. Era de esperarse que Jin pudiera estar teniendo una pesadilla.
Cuando Bomi se dio cuenta que Jin estaba sollozando, se inclinó en la cama y sacudió su hombro para despertarlo.
-Jin, despierta - susurró Bomi, temiendo asustarlo.
Jin abrió los ojos luciendo aterrorizado y con dificultad enfocó su mirada en ella.
-Bomi - murmuró.
-Todo está bien, era un sueño.
-No - respondió él - no fue solo un sueño.
Bomi se arrastró hacia él y lo abrazó como pudo. Temblando, Jin buscó sus labios y la besó con fiereza. Un gemido abandonó la garganta de ella y sus manos se aferraron a su corto cabello.
Bomi lo entendía. A veces solo necesitaban una distracción.
-No tengo ganas de estar aquí encerrado - dijo Jin después de pasar un rato besando el cuerpo de Bomi - Podríamos salir a desayunar a alguna parte.
-No sé - gimió Bomi, sintiendo los dedos de él subir por su muslo - ¿No es un poco peligroso?
-Quizás, pero necesito salir - mirándola desde entre sus piernas, añadió - Es difícil, el sentir que estamos aquí, solos con nuestros recuerdos.
Bomi sintió la lengua de Jin acercarse peligrosamente a dónde más lo necesitaba, por lo que no fue capaz de responder.
-Tomaré tu silencio como un sí.
Bomi agarró su pelo y tirando de su cabeza hacia atrás, le dijo:
-No te atrevas a no terminar lo que empezaste.
-No se me había pasado por la cabeza.
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Tiempo después, Bomi y Jin estaban sentados en un café concurrido en una calle bien transitada. Armados con gorros y mascarillas, se arriesgaron a ser capturados en las cámaras esperando que entre mucha gente fuera más difícil rastrearlos.
- Quizás también debería haber pedido algo salado - murmuró Bomi, volviendo a mirar la carta.
- Si después de los panqueques aún tienes hambre, no veo el problema de comer algo más.
-No me gusta esperar tanto a que traigan las cosas - respondió ella, mirando a su alrededor con cuidado.
- Bomi - dijo Jin tomando su mano - Si no me reconocieron a mí, dudo que por esperar un plato alguien llame a la policía.
- No seas engreído - poniendo los ojos en blanco, Bomi jugueteó con los dedos de Jin - Sabes a qué me refiero. Mientras más rato estemos aquí,  más riesgoso es.
- Lo sé, lo sé, solo quería tomar algo de aire - suspiró Jin.
Ambos volvieron a mirar a las otras personas, pero todas parecían estar sumidas en sus propios asuntos.
-Voy al baño y vuelvo - dijo Jin, poniéndose de pie - No me voy a demorar - agregó cuando Bomi se mostró asustada.
Jin se levantó y caminó hacia el baño del café con suma tranquilidad. A veces Bomi no entendía si realmente estaba calmado o era muy buen actor. Pero su ademán seguro y tranquilo la hacía sentirse menos ansiosa.
Ella ya estaba tan acostumbrada a su presencia, que incluso una breve ida al baño la ponía nerviosa. Como si en cualquier momento la policía pudiera irrumpir en el lugar y llevarla detenida.
Para tranquilizarse, Bomi tomó aire y procuró prestar atención a lo que estaban dando en la televisión. Parecía ser la repetición de un programa de entretenimiento de los 90, o de acuerdo con los peinados, eso parecía.
-¿Los panqueques para quién? - preguntó la chica de repente. Bomi se sobresaltó y se apuntó con un dedo.
- Gracias - fue todo lo que alcanzó a decir, cuando otro de los trabajadores le subió el volumen a la televisión.
"Noticia de último minuto. La policía acaba de identificar el cuerpo que fue encontrado esta mañana a orillas del río Han. De acuerdo con los rápidos peritajes realizados, la víctima fue identificada como Kim Namjoon, también conocido por su nombre artístico RM.
Kim Namjoon, quien por años fuera parte del exitoso grupo BTS, se había visto envuelto en los escabrosos asesinatos de otros de los miembros del que fuera su banda. De acuerdo con la información entregada por los detectives, se desconoce si fue un suicidio, pero la policía está barajando la posibilidad de que sea un homicidio.
Cho Bomi y Kim Seokjin aún se encuentran prófugos de la justicia y parecerían ser testigos claves de estos asesinatos. La policía parece barajar la posibilidad de que sean los perpetradores detrás de estos violentos crímenes.
Más información a la vuelta de comerciales".
- ¿Qué? - exclamó Jin, agarrando el brazo de Bomi repentinamente - ¿Está muerto? ¿Namjoon está muerto?
- Sí - respondió Bomi atónita, con la mirada aún puesta en la pantalla.
- Está muerto, él nunca... Pensé... Yo realmente creí que él... Bomi ¿Qué hicimos?
-No sé - respondió sujetando la mano que él aún tenía en su brazo.
La culpa hizo que Bomi sintiera náuseas. ¿Podría ser que... si ellos se hubieran quedado bajo custodia, la muerte de Namjoon no hubiera sucedido? ¿Habría hecho la diferencia? ¿En qué ayudaba que ellos estuvieran escondidos? Al final solo los hacía lucir más culpables.
- Deberíamos irnos - dijo Jin abruptamente. Sacando dinero de su bolsillo, lo dejó en la mesa, agarró sus cosas y sujetando a Bomi firmemente de la mano la guió hacia la salida.
- Van a empezar a buscarnos pronto - dijo él, una vez estuvieron en la calle.
-Si es que no han empezado a hacerlo ya - masculló ella.
Las personas del local se veían tan conmocionadas por las noticias, que nadie pareció notar que se fueron sin tocar la comida.
De todas formas, Bomi no habría podido comer nada.
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Bomi y Jin estaban sentados a los pies de la cama, ambos con los ojos pegados a la televisión que tenían enfrente. Todos los canales estaban hablando de la muerte de RM y de la posibilidad de que ellos fueran asesinos seriales.
"Entonces, ya está claro que Kim Namjoon no se suicidó, como muchos de los internautas estaban afirmando en internet.
En efecto, según las últimas informaciones, el cuerpo habría sido arrojado al río después del asesinato. Pareciera ser que la muerte fue causada por un golpe con un objeto contundente, en la parte posterior de la cabeza".
- RM ya no es un sospechoso - comentó Bomi de forma cuidadosa. Estaban sentados a cierta distancia y ella no podía ver su rostro con claridad - ¿Dónde nos deja eso? ¿Qué va a pasar con...?
Jin se levantó de la cama y caminó hacia el velador para agarrar la libreta donde tenían anotado todo lo que sabían. Dándole la espalda a Bomi, le dijo:
- Seguimos sin saber por qué se devolvió Jungkook a la cocina. Si no fue porque vio a Namjoon... No sé, realmente no sé qué está pasando.
- ¿Qué motivo podría tener otra persona para hacer esto?
- Si él no estaba en la fiesta para matarnos - prosiguió Jin, sin escuchar a Bomi - Entonces por qué...
Bomi no sabía qué decir. Se quedó ahí sentada, en silencio, sabiendo lo difícil que debía resultarle a Jin reconocer que al final, RM no era el asesino. Si bien, la policía no había dado detalles al respecto, su muerte era un claro indicio de que este era inocente.
Desde el principio, a Bomi le había parecido que RM no tenía motivos para matar a Taehyung. Quizás a Jungkook, pero no a Taehyung. Por eso nunca había estado tan segura de que fuera él. Sin embargo, Jin lo creía y se había convencido de que era esta persona mala que solo insistía en herirlos.
-Quizás él estaba en la fiesta porque quería arreglar las cosas con nosotros y no era por venganza o para hacernos daño - dijo Jin finalmente, llenando el silencio cargado de culpa - Sí, quiero creer eso. Que por fin había aceptado mi invitación y que quería vernos.
Bomi también quería creer eso, sin importar cuán doloroso resultara el pensarlo.
Un sollozo se atoró en la garganta de Jin, y Bomi vio como sus hombros se sacudían, mientras él intentaba contener su pena.
Poniéndose de pie, ella caminó hasta que pudo ver su rostro lleno de lágrimas y lo abrazó con fuerza. Jin le devolvió el abrazo de forma débil.
-No entiendo Bomi-ah - murmuró él contra su pelo - No se me ocurre nadie tan malo o que nos odiara tanto como para hacer esto.
-¿Quizás es alguien que fue fan en algún momento? ¿Crees que podría ser?
-A lo mejor, pero lo dudo - respondió Jin, algo más tranquilo. Enfocarse en la investigación era la única manera de no ahogarse en su tristeza - Imagino que a estas alturas, las compañías ya habrán descartado a las acosadoras de las que tienen registro.
Con delicadeza, Jin tomó la cabeza de Bomi entre sus manos y la besó suavemente en los labios. Soltando un suspiro dijo:
-No nos queda más que tratar de volver a analizar la información, pero sin considerar a N-Namjoon en esta ocasión.
-Jin, ¿No será mejor que vayamos a la policía? ¿Si explicamos dónde hemos estado, podrán revisar las cámaras y ver que no hemos salido. Tendríamos una coartada.
-No sé Bomi, elegimos este lugar porque no parece muy seguro ¿Crees que las cámaras estén funcionando siquiera?
-Pero, incluso presos, podrán ver que no matamos a nadie si es que aparece alguien más - rogó ella asustada.
-Si solo falta que nos maten a nosotros - dijo Jin con seriedad - Estar en la cárcel solo le va a dar la razón a la policía.
Saliendo de entre los brazos seguros de Jin, Bomi se volvió a sentar en la cama, sintiéndose aturdida. ¿Realmente ella estaba en peligro? ¿O era Jin el único que quedaba por morir?
-Voy a llamar a Yoongi, necesitamos más información - sacando el teléfono, Jin corroboró el número en la libreta y marcó.
-Yoongi, es hyung.
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g0thh0le · 3 years
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"Mean girls"
Yoongi: ¿por qué no te siguieron educando en casa?
Jin: querían que aprendiera a socializar
Hoseok: un bocadito como tu claro que socializara.
Jin: ¿de qué estás hablando?
Yoongi: eres toda una reinita.
Jin: ¿qué?
Hoseok: acéptalo.
Yoongi: ¿Cómo se escribe tu nombre Jim?
Jin: es Jin, j i n.
Yoongi: ¿si?, pues yo te diré Jim.
Hoseok: en nombre de todos los sagrados, ¿ya vieron el uniforme de gimnasia de Taehyung?
Yoongi: todas las plásticas en la misma clase de gimnasia.
Jin: ¿las plásticas?
Hoseok: realeza adolescente, si North Shore fuera semanal, siempre estarían en la portada.
Yoongi: ese de ahí es Kim Taehyung— mencionó apuntando en dirección a un muchacho el cual llevaba una camiseta deportiva sin mangas y pantalones cortos.
Yoongi: es uno de los chicos más tontos que jamás conocerás, el año pasado Hoseok se sentaba junto a él.
Hoseok: me pregunto como se escribía naranja— Jin soltó una pequeña risa.
Yoongi: y esa bajita, es Park Jimin— mencionó esta vez apuntando a un chico el cual vestía una camiseta de gimnasia atada a la altura de la cintura, hablaba por teléfono, cuando alguien le tiro un balón.
Hoseok: es asquerosamente rico, porque su padre invento el strudel de tostador.
Yoongi: Jimin sabe de que pie cojeamos, sabe todo de todo el mundo.
Hoseok: por eso su cabello es enorme, está lleno de secretos.
Yoongi: y el demonio toma forma humana en Jeon Jungkook— expresaba mientras veíamos a un chico rubio entrar a la cancha siendo cargado por más chicos— que no te engañe, parece ser el tipo niño traicionero y egoísta con cara de mosca muerta— los chicos bajaban a Jungkook con delicadeza frente a sus amigos y este les tira un beso de manera coqueta— pero en realidad es mucho más que eso.
hoseok: es la abeja reina, la estrella, los otros apenas son sus obreras.
Yoongi: Jeon Jungkook... como podría comenzar a describir a Jeon Jungkook.
Yungyeom: jeon jungkook es perfecto.
Jennie: tiene dos bolsos fendi y un Lexus plateado.
Lee Know: escuche que su cabello esta asegurado por diez mil dólares.
Jessi: escuche que hace comerciales de autos en Japón.
Jackson: su película favorita es varsity blues.
Baekhyun: una vez conoció a Leonardo DiCaprio en un avión.
Kai: y él le dijo que era hermoso.
Bang pd: una vez me pego en el rostro, y fue estupendo.
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iswetties · 3 years
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LOVE IS A BITCH
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🌱author: iswetties {cutielifesis}
🌱pairing: min yoongi [suga] x fm! reader
🌱gender: angst / fluff
🌱 sypnosis: Moly tiene los recuerdos de Yoongi en su mente como si todo hubiera sucedido el día anterior, sigue anhelando esa cita que le prometió antes de irse. El había hecho una nueva vida, y ella sólo se dedicaba a recordarlo tristemente mientras fumaba.
🌱word count: +2k
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El humo que entra a mis pulmones me lleva a cerrar los ojos, el aire de la ciudad mueve mi corto cabello negro con lentitud. Desde esta altura los edificios más bajos se ven pequeños y las personas como hormigas cuando en verdad son parásitos. Mi edificio es uno de los mas grandes de Seúl, en la zona de gangnam la mayoría es así, pero este los supera. El piso más grande con la suite, es solitario, he aprendido a adaptarme a este estilo de vida. Mi yo de hace años estaría en desacuerdo con esto, pero luego amaría el dinero, siempre fui egoísta, supongo.
Casi a mis treinta años los lujos son algo trivial cuando estás tan sola, fumando en el balcón pensando en el pasado que se fue sin avisar, sólo queda expulsar el humo e imaginar que hubiera pasado si las cosas hubieran sido diferentes. Min Yoongi, ese chico unos años mayor que yo, me traía vuelta loca, a mis diecinueve años era el a quien yo más quería, supongo que me converti en el a está edad. Fumando, utilizando una bata, y con una botella vacía de champagne en la mesa del living limpio.
Creo que simplemente tome lo que dejo, asimile tarde que el ya no volvería, Seúl es la ciudad en la que crecí, pero es muy grande y las personas simplemente pueden desaparecer. Luego de la Universidad estudie tanto que ahora busco amigos de la infancia que ya no están, los únicos que siempre han estado a mi lado ahora tienen familias y no tienen tiempo para mujeres solteronas cómo yo.
Tire el cigarrillo acabado y avance hacia el interior del departamento.
Me pregunto si haber creído en sus palabras no me hubiera dejado aquí, ¿dónde estaría?
hace diez años
Hay días especiales, para mi y para mis amigos esos tipo de dias son los fines de semana donde no hay escuela, podemos hacer lo que queremos, o al menos así lo intentamos. Éramos los tipos de adolecentes que sus padres prefieren fingir que mantienen en control pero que en realidad nunca saben donde están sus propios hijos.
Mamá se había ido doble turno en el hospital y no llegaría hasta alrededor de las diez al día siguiente. Yo, como una estúpida adolescente tratando de ser genial, acepte la invitación de Jungkook para ir a algún bar con identificación falsa, en ese entonces para mi era fácil conseguirlas, treinta mil wons y te hacían unos personificadas que serían totalmente convencibles.
Aún la tengo guardada como un buen recuerdo.
Estaba segura de que si mi madre se hubiera enterado de lo que hacia... ella probablemente se desmayaria, pero yo se que ella hacía lo mismo a mi edad, aunque lo niegue.
Itaewon se convirtió en ese entonces en una zona muy amada por lo extranjeros, cada vez que íbamos veíamos a gente de otros países, nos sacabamos fotos con ellos y aprendiamos idiomas que al día siguiente olvidabamos. Era genial. Esa noche Jungkook, Jimin y Nahyun me convencieron de entrar a un bar poco conocido para ser más fácil ingresar, había poca gente, pocas mesas y el lugar no era tan grande, eso sí, el olor de la comida hizo mi estomago gruñir con fuerza.
―Identificación, por favor.―nos pidió el mesero.
Ese fue el momento.
Cabello negro, perforaciones en sus orejas, tatuajes en sus brazos, y un rostro lleno de mala vida, lo deduje al ver sus ligeras ojeras, era el tipo de chicos que chicas como yo amaban. Se veía algo joven, ¿entre los veinte? sólo pude morder mi labio inferior al notar su mirada en mi.
Una adolescente hormonal, el sólo esperaba que le entregue mi identificación. Nahyun me codeo, fue entonces que comprendí avergonzada, le extendi la tarjeta y el la inspeccionó sin borrar su mueca.
―¿Tienes veintisiete?―asenti, el levanto la vista― ¿Tu nombre es Kim Moonhyun?
―¿Feo, no? Puedes llamarme Moly.―sonreí como idiota.
―De acuerdo Moly, y sus amigos ―mis amigos se sintieron algo nerviosos ante sus ojos como "se todo"― Disfruten de la comida, gracias por elegirnos ―da una inclinación y nos deja pasar a una mesa.
Mis cortos recuerdos de esa noche varían, yo había ordenado lo mismo que Jimin, en ningún momento pude concentrarme en la charla de mis compañeros de aventuras por estar viéndolo a el. Atendía las otras meses con simpleza, era algo que me volvía loca, jamás he sido enamoradiza, me cuesta interesarme en alguien, pero el, ni siquiera se su nombre y estoy obsesionada con ver sus ojos negros, como su camisa, como su cabello, como sus tatuajes, y como todo de el.
Me sentí nerviosa cuando lo visualice acercándose con una bandeja, en esta había unas cuatro botellas de soju frío, de seiscientos mililitros.
―En segundos traigo sus órdenes. ―dijo, volviendo a irse.
―Es guapo.―murmuró Nahyun, volteé a verla sorprendida― ¿Qué? ¿No te parece lindo? me gustan sus tatuajes.
Si, pero no. Me asqueaba imaginarla enamorada del mismo chico que yo.
―Parece odiar su vida.
―Debe ser un universitario.―dijeron entre ellos ambos chicos― Mi hermana trabaja en una pastelería, ¡Ella lo odia! tiene su rostro enojado todo el tiempo. Pero le sirve para pagar sus estudios.
―Suena muy...
―Sus órdenes.―el chico de negro volvió, junto a el otra chica, está era pelirroja teñida, tenía una sonrisa que cautivaria a cualquiera con dos neuronas. Dejaron nuestros platos en el centro― Disfruten.
Y volvieron a irse.
¿Está mal pensar en pedirle su número antes de irnos? Bueno, eso fue lo que hice. Habíamos pagado por lo nuestro luego de una corta cena llena de risas y malas anécdotas de años atrás, fuimos a la caja, siendo atendidos por la pelirroja de sonrisa encantadora. Yo, como la maníaca que soy, busque entre el lugar al chico, no logrando nada me sentí desanimada.
Puede que haya ido al baño. Pero era improbable, este estaba en mantenimiento.
Cuando ya estábamos fuera del lugar, pasando por este hasta volver a la calle y caminar hacia alguna heladería, fue que un extraño olor inundó mis fosas nasales.
―Alguien fuma.―Jungkook cubrió su nariz, el es sensible a los olores.
Yo gire a mi derecha, había un pequeño callejón, la parte donde hay un contenedor de basura, supuse que es donde los del bar tiran sus residuos. Afine un poco más la vista hasta notar una figura entre la oscuridad, alguien fumando tranquilamente. Eso es ilegal, no puede hacerlo en un espacio tan concurrido.
Entonces me acerqué, escuchando a mis amigos diciéndome que no a mis espaldas, escendi la luz de mi teléfono y lo apunte.
―¡Mierda, ¿qué te pasa?!―cubrió con una mano su rostro.
―Lo siento.―lo apoye hacia otro lado, aún así nos daba luz como para ver nuestros rostros.
El olor incremento, y auque debería quejarme, no me desagrada, mucho menos el humo que inhala y exhala a un costado.
―¿Qué quieres?―pregunto tajante, expulsando el humo― Las niñas deben estar en la cama a está hora y no bebiendo ilegalmente en un bar de adultos.
¿Cómo...
―¿Qué como lo sé? Es obvio que son menores, además, eres una enana.
Gruñi, parecía un idiota.
―¿Y eso qué? Tu no pareces muy alto que digamos.
El sonrió, tirando el cigarrillo al suelo para pisarlo y así apagarlo. Dio un sólo paso, quedando a centímetros de mi rostro, su perfume, el olor a nicotina, todo eso mezclado, fue algo que podría hacer mojar mis bragas.
―¿Qué quieres, Moly?―preguntó en un susurro.
―Tu número.―fui clara.
―¿Para qué? Eres una niña.
―Cumplire diecinueve en Abril.
―Y yo veintitrés mañana, no hay chance.
―Por favor.―junte mis manos, el volvió a sonreír.
―¿Fumas?
¿Por qué había preguntado eso? Aún no lo entiendo.
―No. ―negué.
―Anota.―señalo mi móvil.
Era encantador a su manera.
❝¿puedes seguir a mi lado?❞
La vida continuaba, y una semana después, yo volví a esa rutina cotidiana que nunca me agradó pero con la cuál aprendi a vivir. Ese número seguía en mis contactos pero algo en mi no se atrevía a marcarle o sólo enviarle un mensaje, un "¡hola!" o un "¿cómo estas? ¿me recuerdas?" amenazaba con ser escrito, pero el orgullo y la timidez se apoderan de mi cuerpo evitando que pueda animarme a lanzarme.
Luego de la escuela, un viernes ya casi en la noche, Jungkook leía sobre mi cama mientras yo dibujaba en mi escritorio, era ya casi oscureciendo, mamá se quedó en casa por más extraño que fuera, y todo parecía estar tranquilo. Hasta que entró, llevan a su ropa de turno y una expresión preocupada en su cansado rostro.
―¿Te irás?―pregunté, no sería raro que no cene conmigo otro día más.
―Lo siento cariño...
―No importa, Jungkook se queda ―señale al chico, este levanto su dedo pulgar en señal de aprobación. Mi madre suspiro― en serio mamá, no importa, ire al mercado por algo de fideos o lo que sea, ve tranquila.
―Gracias cariño, te adoro.―ingreso sólo para besar mi cabeza con algo llamado "amor", si, mamá aveces también podía demostrar algo asi― Y a ti también kookie, gracias por cuidar de Moly.
―No hay problema, haría lo que sea por comida gratis.
La risa de mamá fue lo último que escuche de ella antes de salir de la habitación, e irse de la casa para así arrancar su vehículo y desaparecer. Un suspiro escapó de mis labios, era molesto, me sentía inconforme nuevamente. Algo en mi necesitaba de adrenalina, diversión, poder sentirme completa.
―Vamos a comprar.―le dije a mi amigo.
Tome mi chaqueta, me coloque mis zapatillas adidas y sólo baje las escaleras con el castaño siguiendome de atrás. La calle estaba deshabitada a pesar de que apenas son las siete, caminamos una o dos calles hasta que estuvimos frente a la tienda de conveniencia abierta las veinticuatro horas del día, apenas entramos el rostro de una chica masticando chicle llamó nuestra atención.
―Hola Eun.―Jungkook se acerco a ella, le gustaba, así que no les di atención y pase por un pasillo en busca de ramion.
Tome dos paquetes grandes picantes de un estante, gire en busca de alguno otro con sabor a pollo, entonces me percaté de una no tan esbelta figura tomando el único paquete que quedaba de el estante.
―Hey...―me queje, aunque sabía que por derecho era de el y yo no podría hacer nada más que llorar por el paquete de ramion que perdí.
Vaya, ya tendría que irme acostumbrando a las decepciones.
―¿Otra vez tu?―cuando giró, mi pulso se disparó con nervios.
―¿T-tú?―mi garganta se seco, mis manos sudaban y mis mejillas estaban rojas.
El era increíble, podía causar tantas cosas en mi sin siquiera intentarlo.
―¿Acaso me sigues? ¿Eres una acosadora?
―¡No!―negué rápidamente, el sólo biro sus ojos y siguió su camino hacia la caja, yo como toda niña tonta lo seguía de atrás tratando de hablar con el al menos un poco― ¿Qué haces tu por aquí? ¿Vives por acá?
―No tendría que decirte algo tan personal.
Jungkook me observaba mientras le hablaba al chico, debe considerarme una idiota.
―Yo vivo en la otra calle.
―¿Eres idiota?―giro una vez que pago por su paquete― ¿Y si soy un violador que engaña niñas para ir a buscarlas a sus casas y abusar de ellas? ¡¿Por qué me dices donde vives?!
Porque quiero que me busques.
Claro, no diría eso.
―Si fueras un violador no dirías esto.―dije.
El nuevamente desvió sus ojos de mi y siguió su camino hacia afuera, yo con diversión no pude evitar seguirlo hasta la salida, una moto estaba estancada, el se subió a esta, me acerqué tímidamente. Quería seguir hablando con el.
―Se directa niña, ¿qué quieres?
―No soy una niña.
―Aparentas serlo.―suspiro, colocandose el casco― Mira, ya tienes mi número...
―Una cita.
―¿Una cita?
―Si.―asenti, eso sólo había salido involuntariamente de mi― Sólo una para conocernos mejor.
―Te seré sincero, no tengo tiempo para estas cosas, estoy planeando ir a la Universidad de New York cuando acabe el año... pero―un gruñido escapó de sus labios, arrancó el motor y me sonrió― eres astuta, insistente y hasta algo manipuladora, se nota que te irá bien, así que aceptó. Encontremonos el próximo sábado en itaewon.
En ese momento me sentí muy feliz, incluso cuando el me dio una última mirada y se fue en la moto no pude evitar sonreír. El sábado siguiente fui, nos vimos, pude escuchar su risa por primera vez, todo el mes que le siguió fuimos como dos idiotas creyendo ser una pareja. Era bueno por momentos engañandonos a ambos, creyendo que de esa forma íbamos a seguir bien.
―El viernes pasaré a buscarte luego de la escuela, podemos ir a cenar, tengo una buena noticia.―dijo.
Pero sus noticias no fueron buenas para mi: "Fui admitido". Mierda, mi reacción fue peor, discutimos tanto, que al final no hubo una cita siguiente, ni otra llamada, ni otro mensajes, simplemente... Min Yoongi se había ido.
Supongo que en realidad así debía ser.
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2. Park JiMin
Park JiMin yacía recostado en la enorme cama de su habitación conciliando con un sueño profundo. Solía ser muy soñador, característica con la que su mejor amigo Kim TaeHyung lo solía describir muy a menudo.
Hablando del rey de Roma, actualmente JiMin se encontraba soñando con él. Era gracioso, JiMin todos los días iba donde su amigo y le contaba que tuvo el mejor sueño de su vida. Sin embargo, a la hora de que el rubio le preguntase sobre qué se trataba, Park evitaba a toda costa la conversación.
Taehyungnie, ¿cómo te sentirías al saber que sueño contigo todas las noches sin falta? ¿Me alejarías de ti? Ese es mi peor temor....
En el sueño, JiMin y TaeHyung estaban sentados en las verdes hierbas de un enorme prado de aquella ciudad de Alemania. El mayor por meses le enseñaba a Kim un libro sobre flores que su madre siempre le solía leer desde chico.
--- Tae, mira ésta. "La flor de Nochebuena, que en realidad es una planta, se conoce así por su parecido a una flor, pues sus hojas son de un color rojo carmín. Los antiguos mexicas, por su lado, utilizaban esta planta como símbolo de pureza de los guerreros muertos en combate" ¿No es hermosa? ¡Podría ir perfectamente contigo! Naciste en diciembre y.... --- JiMin sintió su rostro enrojecer, abrió sus ojos en grande por las atrevidas palabras que iba a decir y mantuvo sus ojos pegados al libro.
--- Si, cumplo en diciembre, Jimminie --- TaeHyung rio burlón, se levantó con delicadeza y sacudió su ropa alistándose como todo un caballero --- Debo irme, William me debe estar buscando como loco, nos vemos mañana, señorito Park --- Kim volvió a reír con diversión y sin escuchar palabra del pelinaranja se fue.
JiMin se despertó dando un brinco algo agitado. En un intento fallido quiso recuperar la estabilidad de su respiración, estaba bastante agitado debido al reciente sueño. Se hizo bolita en el lugar, escondió su rostro en sus brazos y lloró. Lloró como lo hace todas las mañanas al recordar que estaba enamorado de TaeHyung, de Kim TaeHyung, de su mejor amigo, de un hombre.
───◌──────────♡*̥
El pelinaranja bajó de su habitación aún con su costosa y caliente pijama mientras miraba al piso. Llevaba los pies descalzos, pues era una costumbre que tenía desde chico. Amaba no sentir sus pies cubiertos por algún calzado, de esa forma podía tocar la superficie a la perfección. Podía afirmar que tenía los pies sobre la tierra. Y tal vez, solo tal vez por eso siempre usa zapatos cuando está con TaeHyung
Caminó sin ninguna motivación al comedor, era muy bueno en transmitir sus sentimientos. Si él se sentía mal, todos alrededor podían notarlo. es por eso que se detuvo frente a la gran puerta, reflexionó en silencio unos segundos, formó una falsa sonrisa y entró con "alegría" al lugar.
--- Buenos días madre, buenos días padre --- Hizo una pequeña reverencia antes de sentarse en su lugar y empezar a comer delicadamente el gran desayuno que tenía frente suyo.
--- Buen día, hijo. ¿Cómo dormiste hoy? --- Se tensó al escuchar las palabras de su madre, carraspeó su garganta, dejó de comer la tostada que estaba a punto de ingresar en su cuerpo y miró con una sonrisa a su progenitora.
--- Muy bien, casi como un bebé --- Los tres rieron. Se podría decir que JiMin tuvo suerte a la hora de sortear familia. Un padre bastante trabajador, amable y generoso. Por otro lado, una madre muy cariñosa y dulce. Se sentía más que satisfecho con la vida que tenía respecto a la familia.
Se removió algo incómodo de la silla, esperaba que su madre no pregunte respecto a sus sueños.
Obtuvo solo una sonrisa encantadora que lo alivió en demasía. Siguió comiendo con paciencia y lentitud.
--- Oh, por cierto hijo, Taehyung te ha mandado una carta recientemente --- JiMin apenas escuchó su nombre sintió algunos bichitos removerse en el. Levantó de golpe su vista y tragó con fuerza.
--- ¿U-Una carta? --- Intentó no tartamudear fallando --- ¿D-Donde está? --- Su madre, quien todo el desayuno mantuvo la famosa carta al lado de su plato, la tomó y se la extendió a su hijo.
JiMin no dijo nada más, simplemente hizo una reverencia y corrió hacia su cuarto sin recibir regaño alguno por parte de sus padres.
Llegó a su habitación, cerró la puerta con seguro demostrando que quería privacidad y se apuró en sentarse en la silla que estaba pegada al escritorio. Se acomodó en la silla y suspiró nervioso.
Tranquilo, JiMin. Todo está bien, tal vez quiere hablar contigo o verte.
Al pensar en lo último, una boba sonrisa no tardó en formarse. Negó rápido intentando quitar esa idea de su mente, pues no quería ilusionarse por una simple carta.
Antes de abrir la famosa carta, la acercó a sus fosas nasales y olió con cuidado. Si....olía a café, TaeHyung tomaba mucho café y siempre olía a este.
Emocionado abrió con cuidado el sobre y pudo ver la carta dentro. La sacó y se decepcionó al ver que estaba escrita con una máquina de escribir y no con la preciosa caligrafía del rubio.
Relájate, tal vez solo estaba cansado como para escribirla a mano. No fue William, fue Tae...
Sacó la carta y sonrió automáticamente al leer la primera palabra.
Hey, Jimminie,
¿Cómo estás? Espero que te encuentres más bien. ¡Tu familia también! Mándales mi grato saludo. Espero poder visitarlos pronto y que tu madre nos hable sobre las flores de tu jardín.
Quería saber si gustas venir a casa a la tarde. Podríamos jugar ajedrez - a menos que tengas miedo de perder contra mi como siempre - o simplemente charlar mientras tomamos un café de esos que me gustan. Si tu respuesta es sí, espero que realmente esa sea tu respuesta, te espero en mi casa a las 12 p.m. No tardes, por favor.
De nuevo, mándale mis saludos a tu familia. Espero verte hoy, saludos.
K.T.H
Patalea el suelo emocionado y abraza la carta. En ningún momento había borrado su sonrisa de típico adolescente enamorado.
Kim TaeHyung le había escrito otra carta deseando verlo. ¿Acaso seguía soñando? Ojala no.
Sin más guardó la reciente carta en el cajón del escritorio donde tenía muchas más, obviamente escritas por su mejor amigo. Había cartas de hace diez años, cuando eran jóvenes de tan solo dieciocho años. Las atesoraba con cariño leyéndolas en su tiempo libre o cuando extrañaba al rubio.
Escribió velozmente una carta en forma de respuesta, corrió hacia la cocina y entró sin tocar la puerta. Allí, algunos sirvientes descansaban, comían u otros cocinaban. Todos dieron un brinco del susto por la repentina aparición del pelinaranja y se aliviaron al instante de ver su enorme sonrisa en el rostro.
--- Pequeño Park, ¿qué ha pasado? --- Mary, la encargada de recibir a invitados, lo miraba con una suave sonrisa y con algo de curiosidad.
--- Mary, ¿dónde está Jeremy? ¡Necesito que me ayude! --- La señora de tan solo cuarenta y cinco años reía bajo por la desesperación del joven -- Es urgente, por favor.
--- Está en el jardín hablando con el jardinero --- Sin decir nada más, hizo una reverencia y corrió hacia el jardín.
No quería demorar, tal vez Tae pensaba que le respondía tarde porque estaba inventando alguna excusa creíble con tal de no ir a visitarlo. Sintió una presión en su pecho al imaginarse al rubio triste y decaído por recibir rechazo de parte del pelinaranja.
Distinguió a lo lejos a Jeremy y a un viejito que cortaba con precaución las rebeldes hojas de una enredadera. JiMin se acercó con timidez y jaló la manga del elegante saco de Jeremy.
-- Jeremy.... --- Llamó la atención del contrario quien se giró inmediatamente al distinguir la voz del menor de los Park. Asintió en señal de que estaba escuchando con atención --- N-Necesito que le envíes esta carta a alguien, por favor.
Jeremy vio la carta en manos del joven y sonrió --- Claro, en seguida la envió --- JiMin se la entregó y luego de agradecerle corrió hacia la mansión.
Debía alistarse más que bien, pues vería al chico que le hacía suspirar cada vez que su rostro venía a su mente. Mordió su labio emocionado y empezó a rebuscar por su enorme armario algún conjunto que le siente bastante bien. Dejaría a Kim TaeHyung con la boca abierta.
¿Y quién sabe? Tal vez puedan pasar una linda tarde finalizando con un tierno y corto beso.
Si, TaeHyung tenía razón. JiMin era una persona muy soñadora.
Encontró la vestimenta ideal y sin más se vistió. Era una camisa con volados tanto en las mangas como en el gran escote en v que tenía dejando a la luz sus marcadas clavículas. En la parte de abajo llevaba un pantalón fino negro combinado con sus zapatos color marrón oscuro.
Peinó su cabello dejando que algunos mechones tengan rebeldes ondas colándose en su frente. Se miró al espejo más que satisfecho. Luego de TaeHyung, se rumoraba que Park JiMin era uno de los jóvenes más bellos de la ciudad y más deseado por todas las muchachas que lo veían andar tranquilamente por los mercados. Sin embargo, todo esfuerzo era en vano. Pues JiMin ya tenía ocupado su corazón.
Tomó un bálsamo que le había tomado prestado, secretamente, a su madre. Se lo aplicó con cuidado y paciencia haciendo que sus labios luzcan un carmesí brilloso. Sus labios eran uno de sus mayores atractivos, es por eso que debía sacarle provecho, pues tal vez con algunos movimientos delicados y sensuales podría seducir a su amor prohibido.
Se echó fragancia en su cuello y muñecas. Su perfume era olor a vainilla, pues TaeHyung le había dicho - un día que salieron al mercado - que aquel olor le atraía demasiado. A escondidas de él, le pidió a su sirviente personal, Mark, que le comprase una docena de esos aromatizantes y comenzó a usarlo solamente cuando se encontraba con su mejor amigo.
Terminó de alistarse y caminó hacia la salida. Se detuvo antes de llegar, pues quería asegurarse de que Jeremy había enviado la carta a TaeHyung.
Caminó con rapidez hacia el jardín sin correr, no quería estropear todo el trabajo de treinta minutos de preparación. Llegó donde antes estaba el jardinero charlando con Jeremy y solo pudo encontrar al primer nombrado.
Carraspeó suavemente su garganta y miró al suelo, era algo tímido para tener veintiocho años.
--- Disculpa, ¿sabes dónde está Jeremy? --- El jardinero detuvo su labor y giró a ver al hijo de los Park.
--- Señorito Park, disculpe pero no lo he visto luego de que se haya marchado cuando le entregó la carta --- Hizo una mueca lamentando no poder ayudarlo a encontrar al cartero.
--- Oh, no se preocupe. Todo está bien --- Echó un vistazo al costado y vio como una hermosa gardenia* florecía. Dudó unos segundos y se decidió por acercarse a ella. --- ¿Puedo tomarla?
El jardinero miró a donde el joven miraba y sonrió. Asintió repetidas veces y volvió a su labor.
--- Claro, es una hermosa flor --- JiMin no esperó más y la arrancó con cuidado.
Agradeció al viejito y caminó apurado a la salida. Allí vio a Mary quien parecía esperarlo.
JiMin se acercó tímido y escondió la flor. Quería evitar que cualquier persona le hiciera preguntas sobre la bella planta. ¿Qué diría? "Es para TaeHyung, es mi forma de demostrarle mi amor hacia su persona" Claro que no.
--- ¿Ya te vas, JiMin? Abrígate que hace un frío invernal, no queremos que te enfermes --- El pelinaranja negó, se despidió de Mary y salió de la mansión.
───◌──────────♡*̥
Observó la mansión desde la cuadra de enfrente. Lamió sus labios en señal de nerviosismo, acarició la flor más que tímido y cruzó la calle con cuidado.
¡Ánimo! Eres Park JiMin, lo puedes todo y eres muy fuerte.
Se repetía hasta llegar a la puerta de la mansión y cuando estuvo a punto de golpear la puerta, un auto estacionó detrás de él. Ladeó la cabeza confundido al ver que era un auto demasiado caro, frunció el ceño intentando distinguir quién podría ser.
Su emoción y esperanzas de que sea la mejor tarde de su vida decayó en el momento en que vió a Jennie salir del vehículo. Kim sacó sus lentes de sol cuando estuvo frente a JiMin para analizarlo de arriba a abajo.
--- ¿Y tú qué haces aquí? --- Volvió a poner sus lentes y soltó esas palabras en un tono arrogante y venenoso.
Además de sus celos, JiMin deseaba todos los días antes de ir a dormir que TaeHyung nunca le encuentre algún atractivo a esa mujer. Era la peor persona que conocía y eso que él perdonaba demasiado y comprendía a los demás.
Él era una persona pacífica con todos, excepto Kim Jennie. Siempre fue una molestia para él, siempre en el medio interrumpiéndolo a él y a TaeHyung.
Suspiró intentando calmarse y cuando estuvo a punto de responder, William abrió la puerta.
--- Señorita Kim y señorito Park, adelante por favor --- El sirviente se hizo a un lugar para que pasen. Jennie, obviamente, ingresó primera siendo seguida por JiMin.
El enojo y furia reciente debido a la castaña, se esfumaron en el momento en el que vio a Kim TaeHyung tan elegante y hermoso parado en medio del lobby esperando a por ellos. Escondió la flor detrás de su espalda tímido y miró al suelo encontrando más entretenido sus zapatos.
Pudo escuchar el chillido de Jennie, de seguro estaba abrazando a su amado como lo hace siempre. Cruzó sus brazos, bufó triste y enojado, TaeHyung no lo había invitado a él para hablar solos, ¿verdad? Había invitado también a Jennie.
--- ¡Mi amado! --- ¿Vas a corresponder a su abrazo, TaeHyungnie? Por favor, dime que no. Cuando alzó su vista aún cruzado de brazos, vio como su mejor amigo revoleaba sus ojos y la abrazaba con cierta distancia.
Kim Jennie era bonita, tenía dinero, un buen cuerpo y sobre todo, era mujer.
📷
🏴‍☠️💰
15/05/2021
* Gardenia: Se les considera símbolo de pureza, sinceridad y admiración, pero también pueden ser usadas para expresar un amor secreto.
Espero que te encuentres bien, recuerda cuidarte <3
Gracias por leer mi libro.
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horosebi · 6 years
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✦Eres como la mamá de tus hermanitos✦
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⊰ 𝓚𝓲𝓶 𝓢𝓮𝓸𝓴𝓳𝓲𝓷 ⊱
Siempre que estabas llena de trabajos de la universidad Jin pasaba por tu casa a dejarte comida antes de él ir a los ensayos y así poder verte y estar juntos un rato.
Se sorprendió cuando le dijiste que llevara un poco más de lo acostumbrado, pero lo hizo más cuando al llegar a tu casa se encontró con un bebé rodeado de cojines. Se acercó dejando las bolsas en un mueble llamando tu atención.
“¿Tenemos un bebé y yo no sabía?” Reíste recibiéndolo con un beso, luego de eso cargaste al bebé. “Es mi hermanito, siempre lo cuido cuando mamá está haciendo horas extras en su trabajo.” Lo tomó en brazos sentándose en donde estaba anteriormente sacando la comida de las bolsas, se sentía orgulloso de su chica. “Llamaré a los chicos.” Te dijo mostrándote una sonrisa angelical. Rodaste los ojos sabiendo que tendrías que soportar a 7 niños más.
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⊰ 𝓚𝓲𝓶 𝓝𝓪𝓶𝓳𝓸𝓸𝓷 ⊱
Tu mamá se había mudado hace poco y por cuestiones de trabajo no podía cuidar de tu hermana a cómo debería. Como tu novio y sus amigos estaban de gira, decidiste cuidarla y ayudar a tu madre todos los meses que los chicos estuviesen fuera.
Namjoon se sorprendió cuando entró al departamento que compartían y verlo con varios juguetes dispersos y pequeñas prendas tendidas en el sofá; te vio salir con tu pequeña hermana en brazos junto con algunas cosas que habías preparado de comer, sin pensarlo corrió a ayudarte tomando las cosas dejándolas en la mesa de centro.
Después de explicarle la situación sonrió dejando ver sus hermosos hoyuelos, acercándose con más confianza a la pequeña, no podía evitar sentirse orgulloso de ti al tomar y llevar tan bien aquella responsabilidad.
“Te ayudaré en lo que pueda.”
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⊰ 𝓜𝓲𝓷 𝓨𝓸𝓸𝓷𝓰𝓲 ⊱
Habían quedado de que esa tarde irías a verlo a su estudio, pero no contabas con que tu madre te dejara a tu hermano puesto que hoy era su día libre; llamaste a tu novio para avisarle que no irías sola, pero éste no contestó.
Empacaste todo lo necesario para ambos, llevando contigo unos dulces que Yoongi te había estado pidiendo. Al llegar saludaste a todos, abriste la puerta del lugar poniendo la clave, Yoongi el escuchar tu voz salió a tu encuentro pero se detuvo al ver al pequeño.
“¿Quién es?” Le diste un beso. “Es mi hermano, lo cuido siempre que mamá trabaja.” Asintió poniendo tu bolso en el sofá, era admirable tu acción. Se sentó tratando de ponerte en su regazo pero el niño no se lo permitió, Yoongi gruñó viéndolo mal. “Es mía niño.” Reíste yendo a donde estaba tu bolso en busca de los dulces para después tendérselos. El pequeño lo miro pidiéndole con la mirada. “Yoongi, dale un poco que te traje muchos.” Suspiro cansado apartando la mirada. “¿A parte de que te tengo que compartir tengo que darle de mis dulces?” “Después te daré un premio.” Terminó dándole dos completos.
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⊰ 𝓙𝓾𝓷𝓰 𝓗𝓸𝓼𝓮𝓸𝓴 ⊱
Estaba llegando a tu departamento de una ardua practica con los chicos, se quedo encantado con la imagen de la niña abrazada a ti mientras hacías los deberes de la universidad, dedujo que estaría con sueño debido a que era relativamente tarde y él había ido en son de buscar tu calor para poder descansar a gusto. 
Luego de saludarte y explicarle que era tu hermana y del porqué estaba ahí, la tomo en brazos llevándola al cuarto que le habías preparado para que descansara, volvió a donde estabas abrazándote por la espalda dejando cortos besos en tu cuello.
“Bebé vamos a descansar, te ves muy agotada.” Pensaba que cuidar un niño/a era difícil y, vaya que lo era. Hiciste tu cabeza para atrás al sentir como daba pequeños masajes en tus hombros. “Tengo que terminar esto, Hobi.” Quitó el libro de tus piernas ayudando a levantarte. “Mañana te ayudaré para que puedas terminarlo a tiempo, lo prometo.” Te ayudaría en lo que pudiera para que no sintieras mucha presión, un gran novio. 
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⊰ 𝓟𝓪𝓻𝓴 𝓙𝓲𝓶𝓲𝓷 ⊱
Te sobresaltaste cuando escuchaste el portazo que había sido dado por Jimin al entrar a tu departamento, dio unas cuantas zancadas hasta posicionarse frente a ti; paso su mano por su cabello varias veces tratando de tranquilizarse y no gritarte por no haberle dicho tal cosa.
“¿Qué te pasa?, ¿Por qué entras de esa manera?” Soltó una risa sarcástica, se notaba a kilómetros lo enojado que estaba pero no sabias la razón, según tú no habías hecho nada fuera de lo normal o que lo hubiese hecho enojar. Sacó su teléfono buscando algo para después tirarlo donde estaban tus apuntes, lo tomaste viendo que se trataba de una foto tuya saliendo de una tienda con tu hermanito en brazos. Abriste la boca tratando de explicarle pero este no te dejo.
“¿Como pudiste esconderme algo así?, se supone que confías en mi. Debiste ser sincera conmigo no iba a dejarte por algo así. T/N, por el amor de Dios, es un niño no podías simplemente no decirme.” “Per-” Te interrumpió alzando su mano. “Hay demasiadas fotos. Ni siquiera puedo mirarte a la cara, voy a enloquecer.” Lo tomaste de las manos haciendo que te mirara. “Cariño, ¿De qué estas hablando?” “Pues, ¿De qué mas? De tu hijo.” Abriste los ojos, pero después te reíste fuertemente haciendo que tu novio te mirara inmediatamente. “Jimin, es mi hermano, siempre lo cuido.” Se sonrojó a más no poder apurándose a abrazarte. “Jagi, lo siento. Debí preguntarte antes de aceptar los rumores de las fans.” Negaste dándole un corto beso, luego se acurrucaron con él llenándote de besos en modo de disculpa.
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⊰ 𝓚𝓲𝓶 𝓣𝓪𝓮𝓱𝔂𝓾𝓷𝓰 ⊱
Tae adora a los niños y los niños adoran a Tae; por lo que estaba muy emocionado cuando le dijiste que cuidabas de tu hermanito desde que había nacido. Casi inmediatamente querría conocerlo, pero lastimosamente esa semana tendría que viajar a Japón por el encuentro con las fans y se iría un poco desilusionado.
Todo aquello desapareció cuando, al llegar a casa, lo recibiste con un beso y un cálido abrazo. Sonrió enternecido al ver al pequeño escondido detrás de tus piernas, después de que su timidez haya cesado no encontrarías la manera de calmarlos, por lo que prepararías unas galletas.
Se reunirían los tres para decorarlas juntos, al estar así, tu novio se sentiría completo. De pronto, la idea de formar una familia contigo no sería tan lejana ahora.”Nena, debemos practicar para estar preparados cuando nuestros pequeños estén con nosotros.” Sorprendida por su comentario te mordiste el labio sonrojada. “¿Hablas en serio?” Asintió energético tomándote por la cintura. “Quiero una familia contigo.”
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⊰ 𝓙𝓮𝓸𝓷 𝓙𝓾𝓷𝓰𝓴𝓸𝓸𝓴 ⊱
Llevabas cuidando de tu hermano desde que tenías unos catorce años por lo que hoy en día él ya pasaba los 6 años, era igual o más celoso y competitivo que Jungkook. A pesar de su edad, cuando se entero de que ahora tenías novio, no lo dejo pasar por alto llegando al punto de llegar a tu habitación impidiendo algunas citas.
Le comentaste a tu novio sobre esa parte de tu vida, él encantado quiso conocerlo, pero el pobre no sabía lo que le esperaba. Tú por tu cuenta, trataste de sobornar a tu hermano con unos dulces, pero los niños de hoy en día eran muy astutos, no funcionaría. 
Se llego el día, el chico llego a tu casa tocando el timbre. El pequeño abrió la puerta con ayuda de tu mamá con poker face. “¿Messi o Ronaldo?” Miró a tu mamá en busca de ayuda, la cual movió sus labios indicándole lo que debía decir. “Oh, Messi es el mejor del mundo.” Tu hermano sonreiría satisfecho tirando de él hasta el sofá, te acercaste dejando un beso en los labios de tu chico. “Me agrada tu novio, ¿Sabes jugar videojuegos?” Tu madre y tu rodaron los ojos dejándolos solos, se pasaron toda la tarde jugando.
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aricastmblr · 1 year
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Jungkook Weverse Live
JK
BTS
06.05 01:03
ㅎ...
heh...
https://weverse.io/bts/live/0-120039348?hl=ko
jk-¡Hola! Si quiero ver los comentarios, tengo que verlo así. Es porque está encima de las bolsas de suplementos herbales que compré para mis padres.
jk-Aún no he dormido. ¡Buenos días! ¿Dormiste bien? Tengo que irme a dormir. Honestamente, estaba en pijama preparándome para dormir, pero esto es lo que usé ayer. No podía dormir y pensé en hacer un concierto, así que me puse la ropa de ayer y vine aquí.
jk-¿La guitarra aquí atrás? ¿Por qué? Tengo que recibir lecciones de guitarra, pero me he estado sintiendo perezoso, así que no he podido hacerlo bien. Pero tengo que hacerlo para poder tocar la guitarra en el escenario en el futuro.
jk-Te extrañé así que vine.
jk-  "¿Comiste?" Desayuné. Creo que tengo un apetito fuerte.
jk- Está describiendo su receta especial de fideos en taza que implica una técnica muy complicada con huevos, arroz y esas cosas.
jk- tengo que irme en 4 hrs. Tengo que ir al dermatólogo.
jk- Soy bastante bueno instalando cosas. Soy bueno juntando cosas. Incluso cuando era niño, era bueno jugando con Legos.
jk- Justo cuando estoy pensando en todos ustedes, pensé que tal vez ustedes también podrían estar pensando en mí, así que pensé en ir a verlos y ver qué tipo de pensamientos están teniendo.
jk- Está explicando que le duele el hombro derecho cuando se mueve de cierta manera, por lo que ha estado trabajando en su postura, estirando y fortaleciendo los músculos de la espalda y los hombros.
jk- "Tengo sueño". Vete a dormir. Dormir bien. No tengas pesadillas. No tengas sueños en absoluto. Dicen que tienes el sueño más profundo cuando no tienes ningún sueño.
jk- Lindo. Lindo. Eres tan... Eres el mismo de siempre.
jk- No tengo una receta nueva. Si se me ocurre alguno, te lo haré saber.
jk-los comentarios desaparecen para él - van y vienen 
jk- lee comentarios
jk- ¡Gracias por gustarte mi estilo!
jk- No es que haya trabajado hasta tarde hoy. No trabajé hoy. Dormí hasta tarde y luego no pude irme a dormir, así que encendí el en vivo.
jk- Alguien dijo que tenía miedo. ¿De qué tenías miedo?
jk- Si tienes miedo, tienes que pedir ayuda. Porque tener miedo no es bueno.
jk-JK está revisando su horario de hoy para ver cuándo irá a almorzar.
jk- "Traté de traducir y solo quería dormir, pero ahora solo te amo". 
jk-Gracias por traducir.
jk- No uso shampoo con esencias. Solo los que son buenos para tu cuero cabelludo.
jk- No he estado tocando mucho la guitarra. Me disculpo con mi anterior profesor de guitarra. Probablemente se estén preguntando qué me pasó cuando lo había disfrutado tanto antes. ¡Lo lamento!
jk- Tenía muchas ganas de conocer a un fantasma. Entonces, ¿alrededor de las 2 a.m.? Apagué todas las luces y, ¿conoces ese equipo que usan los cazadores de fantasmas para detectar fantasmas? ¿Hacen ruido? Los instalé y a las 2 am apagué las luces y esperé. Y... No salió ningún sonido.
jk- No dejo de creer en los fantasmas. Yo creo en ellos. Me pregunto cuánta tristeza deben tener para quedarse en este mundo. Quería hablar con ellos. Pregúnteles qué edad tienen y cuándo pasó, qué pasó. Podríamos hablar y tal vez podríamos haber sido amigos.
jk- ¿Quién quiere ir a ver una película conmigo?
jk- ¿Alguien? ¡Vamos a ver una película! Alquilaré un teatro.
jk- No será un horario oficial. Sin que la empresa lo sepa. ¿Es eso posible? Necesito un espía. Entonces encontraré un tiempo con ARMYs. Será divertido.
jk-🐰 ¿Estás tratando de entender lo que estoy diciendo? jk-¡Lo siento! jk- Soy coreano y el coreano es el idioma que mejor hablo. jk- Pero hay una traducción, así que más adelante podrán ver lo que dije. jk- Si trato de hablar en otro idioma, no podré decir lo que quiero.
jk- Puede que haya empezado demasiado tarde, pero estoy trabajando duro para aprender. Espere por favor.
jk- Creo que entiendo. Si alguien que me gusta hablara un idioma diferente, sería frustrante. Pero como esa persona está trabajando duro, espera. Ya me conoces, me cuesta mantener algo funcionando por mucho tiempo, así que vamos despacio, despacio.
jk- A veces, los ARMY internacionales usan traducciones y sus mensajes pueden sonar duros. Pero puedo decir que es porque fue traducido. 
jk-Justo ahora, alguien escribió: "No me ignores*" o "¿Puedes hablar buenos días?". 
jk-Entiendo lo que está pasando.
jk-en estos días, probablemente todos ustedes lo conocen, pero conocen a jji-dragon-ssi, ¿verdad? el es tan divertido (TN: creo que es un comediante que imita/parodia a gdragon) ¿Conocen a jji-dragon, todos? ¿Lo sabes? *imita al comediante*
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jk- está viendo esto actualmente y dice que aún no lo ha visto.
jk mwoyaaa~ (aegyo) su carita feliz (cuando presentan y sale jimin)
jk-oh porque es un especial del día de los inocentes, [está cantando canciones] con 'mentira'
jk- ¡por favor enséñame guitarra! (a lee mujin) [reaccionando a lee mujin diciendo que no estoy seguro si te gustó la apertura] ¡me gustó! [reaccionando a lee mujin presentando a un invitado diferente] ¡¿oh?! ¡Oh, mentiste porque es el día de los inocentes!
jk- is tocando/cantando Lee Mujin's canción Traffic Light
jk-[cambiando la letra en sintonía con el semáforo de lee mujin]
jk viendo a jimin cantando like crazy versión ingles en el programa de LEEMUJINSERVICE
[리무진서비스] EP.56 만우절 특집 con 방탄소년단 지민 | Especial del Día de los Inocentes con BTS Jimin
https://youtu.be/1wvz8Rs7dgc?t=654
jk imitando a jimin hablar XD
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jk hablando de la pelea del día lluvioso T T 
más joven. Y ni siquiera recuerdo cuál era mi estilo de hablar en ese entonces, pero era en la medida en que incluso el angelical Hobi-hyung se molestaba. No es que mi forma de hablar fuera mala, sino que tenía mal genio, así que por eso, mis hyungs me dijeron que me detuviera. Por eso Jimin-hyung me llamó a un lado para hablar conmigo. Pero la forma en que me sentía... Sabía que había cometido un error, lo sabía yo mismo porque eran mis acciones, pero tenía mi orgullo y pensé que había partes en las que también tenía razón. Así que mientras hablábamos, también me enojé. Eso es cómo sucedió. Así que Jimin-hyung dijo, entonces de ahora en adelante no cuidaré de ti, haz lo que creas que debes hacer. Y se fue. Así que estuve en la sala de práctica por un tiempo, después de que él se fue, y luego me fui también. Iba a ir directamente al dormitorio pero me desvié vueltas y vueltas sin pensar. Y soy malo con la navegación, así que no sabía dónde había terminado. Pero esta situación me hizo sentir tan agraviada y triste. Así que lloré y lloré solo y llamé a Jimin-hyung. Y mientras lo llamaba, pensé que tal vez no debería porque debería hacerlo
jk-yo llame? Y colgué. Pero luego volví a llamar. ¡Y volví a colgar! Y luego volví a llamar y Jimin-hyung atendió de inmediato y me preguntó: ¿Qué estás haciendo? No dije nada. Me preguntó, ¿Dónde estás? Le dije que no sabía. Dijo, ¿Qué estás hablando? Dije que no sabía dónde estaba. Y cuando hablo, a veces las lágrimas salen de repente. Y yo dije, no sé dónde estoy *mientras lloraba *. Él dijo, ¿dónde estás, mocoso? ¡No lo sé! Jimini-hyung dijo: ¿Qué ves a tu alrededor? jk-A mi alrededor, no sé. Hay una tienda de conveniencia. jm- Dijo, iré a buscarte. jk Dije, No, puedo tomar un taxi. Lloré. Y la lluvia estaba realmente torrencial. Así que tomé un taxi y me fui a casa y Jimin-hyung estaba al frente de la casa. Jimin hyung preguntó, ¿Dónde estabas? Y lo vi y las lágrimas volvieron a brotar. Y me llevó a la azotea y hablamos los dos. Y él dijo: Mocoso. En este punto, ambos ya no estábamos enojados. Y dije, lo siento y que lo haré mejor de aquí en adelante. Y Jimin-hyung estaba todo "eong" [*tal vez llorando? tal vez de acuerdo?*] y nos dimos un abrazo de felicidad y bajamos a nuestra habitación en casa. Al día siguiente, cuando me desperté, ¡mis ojos estaban así! ¡Totalmente hinchado e hinchado! Fue así(hace la forma en su cara). Por qué Jimin-hyung no te lo dijo?
cr. @ryuminating twt
https://threadreaderapp.com/thread/1665494541128835079.html
jk- cantando cambiando la letra
jk-Tengo que ir a ver el concierto de hyung. Y también veré ARMY, así que me gustaría eso. ¿Debería simplemente subir al escenario? ¿Debería saludarlos desde el escenario? Si Yoongi-hyung dice que está bien, realmente lo haré. Si Yoongi-hyung ve esto y lo menciona primero, lo haré. Subiré y saludaré.
jk-En 3hrs tengo que ir al dermatólogo. Pero hacer el concierto es demasiado divertido. No sé qué haré, así que voy a hacer Weverse Live así, así que déjame ser.
jk-Parece que me quedaré despierto toda la noche y saldré. ¡Es un fracaso!  ¡Es un fracaso!
jk-Me voy a dormir ahora. Son las 8:46 casi las 9:00. Se podría decir que apenas dormí. Sí, ha llegado el sueño.
jk-voy a descansar ahora ~ Creo que tendré que irme después de acostarme [un rato] después de cepillarme los dientes. Yo también te amo. Realmente te amo. Te amo / Te digo que te amo, ¿hmm? Ya que te amo/nosotros nos amamos, no nos enfermemos..y tengamos salud. No sé cuándo nos volveremos a ver, pero cuídense. *  * démonos la mano y choquemos los cinco. Descansa bien. Comamos juntos pronto. Ve/adiós~ ve/adiós~ 
jk- se despidió - apobangpo~
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woneoseu1 · 2 years
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Su pequeña mano sujetaba fuertemente la de su madre, mientras que de su frente resbalaban gotitas de sudor. También tenía sed y un dolor en sus pies que se volvía casi insoportable.
“Saldremos a dar un paseo”, había dicho su madre. Pero, eso no parecía un simple paseo.
Sus sandalias de gusanito fue lo único que su madre le dejó ver durante todo el camino, aún así, podía sentir un ambiente familiar y su mente comenzaba a imaginar por dónde se encontraban.
Los auriculares todavía descansaban sobre su cabeza reproduciendo una tonada de la cual había olvidado el nombre... Pero le gustaba y era su favorita.
Fue un poco tarde cuando notó que su paseo había terminado. Su madre le indico en silencio que tomara asiento al pie de unas escaleras.
“No te muevas de ahí ”, le dijo en un tono inaudible.
La madre junto con otra mujer (que no supo de dónde salió) se aseguraban de cerrar bien la cortina y dejar bien puestos los candados.
Posteriormente, los tres subieron las escaleras (que eran estrechas), la desconocida de cabello corto y ropa oscura subió por delante, enseñándoles el camino.
En el segundo nivel, los ojos del niño brillaron de deseo, de ambición, de armonía, estaba tan extraviado que podía ahogarse en lo sublime. Cada repisa, cada estante, de derecha a izquierda, de arriba a abajo, donde quiera que mirase, todo, absolutamente todo estaba dedicado a una década de música.
Mamá le quitó los audífonos con delicadeza, dándole así permiso de caminar alrededor de la sala.
Ella después, comenzó a murmurar cosas que Jimin (el niño), no podía comprender.
“Se bueno con él cariño” escuchó que la desconocida decía.
Usaba una playera a rayas blancas y negras junto con un overol, tenis blancos e incluso usaba lentes.
En su afán de solo congeniar, ambos se unieron en un vínculo único e inseparable.
Juntos decidieron que parecía buena idea mirar a través de la ventana... A ambas mujeres no parecía importarles.
Al asomar los ojos, Jimin tuvo una impresión sobre la gama de colores tan opacos que pintaba el panorama y toda esa suciedad acumulada en el cristal...
Lo sabía, la plazuela (que ahora reconocía mejor) y todos sus establecimientos estaban hechos cenizas, los árboles botaban cenizas en lugar de hojas, creando una lluvia de recuerdos destrozados; todo aquello era la sobra de lo que alguna vez consideró como su lugar favorito en el mundo.
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confetidefondo · 6 years
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sakura.
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hoseok se hallaba sentado al borde del muelle, mirando el fondo azul del lago. siempre quiso nadar allí, pero por desgracia el era muy pequeño para tales profundidades y su madre no permitía que se metiera allí, aun así seguía yendo, para ver los múltiples peces de colores nadar bajo sus pies.
su fiel cachorro lo acompañaba todas las tardes, recostándose aun lado suyo en aquella tabla, que flotaba sobre el lago azul. los arboles de cerezo dejaban caer sus pétalos allí, haciendo una extensa sabana rosada. donde hoseok se sentaba había una especia de hueco, donde podías ver hacia abajo, entre tantos pétalos y pétalos. 
con una ramo de flores cruelmente arrancadas del jardín de sus vecinas, el castaño las dejaba sobre la frágil superficie, despidiéndose de ellas con una sonrisa... ¿triste? quizás. 
un pequeño suspiro salio de sus labios, casi al mismo tiempo que aquella fuerte ráfaga de viento que sacudió el agua con real fuerza, asustando casi de manera estrepitosa al pequeño. el agua se calmo, reflejando su figura sentada de manera perfecta, casi como un lizo espejo, a su alrededor algunos pétalos. 
parpadeo rápido, inclinándose sobre si mismo con sorpresa cuando diviso una pequeña mano, tanto como la suya, salir del agua.
y luego la otra.
luego una mata de cabello, que se movió mas cerca de él. hoseok saco los pies del agua con miedo, viendo como los pétalos se juntaba y tapaban aquel cabello rosado, trago saliva, aun confundido. y como si aquello hubiera sido llave, la criatura se dejo ver, mirando a hoseok desde abajo, con los ojos azules fijos y dejando salir algo de aquella cola de pescado al aire.
okay, si hoseok antes estaba asustado y confundido, ahora lo estaba el doble. o quizá, solo quizá, el triple. una de las manos mojadas extendió una flor amarilla, con una tierna sonrisa en el rostro. 
_¿eres un pez?_ pregunto hoseok, arrodillándose e inclinándose para tomar la flor, dejándola dentro de la cubeta naranja que había llevado. el pelirosado nego.
_soy un tritón_ sonrió. 
moemento. ¿un tritón? 
hoseok abrio la boca, aun notablemente sorprendido.
_eres como... ¿una sirena?_
_si, pero a los niños se les dice tritones_
por dios, estoy hablando con un niño pez. pensó. 
quedo levemente tildado, no notando como el pequeño ser acuático se dejaba ver un poco mas, apoyando sus brazos sobre la madera aun lado de las piernas de hobi, quien parpadeo saliendo de su trance. 
_¿no puedes salir?_ tímidamente llevo su mano a la flor que descansaba sobre la cabeza del contrario, tocando sus pétalos y un poco mas el corto cabello rosado. 
_moriría si lo hiciera_ disimuladamente,inclino su cabeza un poco hacia la mano de hoseok.
_¿cual es tu nombre?_
_me llamo jimin_ la voz sonando suave en el silencio del lago. _¿cual es tu nombre, humano?_
_oh, me llam-_
_¡hoseok!_ llamo su madre, peligrosamente cerca. jimin salto y se sumergió dentro del agua, mirando por debajo de esta a hoseok con una sonrisa. _¡es hora de volver a casa cariño, se hará de noche!_ insistió su madre
_¡ya voy mamá!_ grito en respuesta. miro hacia abajo y jimin dejo salir su rostro a la superficie. _¿te volveré a ver?_ pregunto triste, había encontrado un nuevo amigo y ya tenia que irse, era injusto. 
el niño pez asintió, dándole una sonrisa amigable.
_nos volveremos a ver hoseok_
hecho por_gl0ss_ en wattpad (todos los derechos reservados)
O.S original 2018.06.21 general roca, rió negro. argentina.
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Cap 2 | These Hollowed Halls |
Resulta que todos vivían en el continente británico excepto por Hoseok, quien era de Belfast. La primera semana de vacaciones, Yoongi usó los polvos Flu para ir donde Seokjin, quien vivía en un elegante departamento de clase alta en Londres, y resultó ser que Jin había invitados a los tres más jóvenes, también, y Yoongi terminó haciendo un tour en el Museo Nacional de Historia con Jungkook y Namjoon mientras los otros cuatros bebían café, escuchándolos emocionarse sobre dinosaurios.
Era divertido.
Yoongi vivía en Devon, la cual era una tierra tan lejana que no se sentía mal por pasar todo el verano usando los polvos Flu para ir a otras partes de Gran Bretaña. Pasaba tiempo con su mamá, su papá y su hermano, obviamente, pero las visitas a Jin, a Namjoon en Aberysthyth e incluso a Hoseok en Irlanda, sucedían al menos una vez a la semana.
—¿Cómo estuvo la ciudad elegante? —preguntó Nathan un día, un amigo de la escuela primaria de Yoongi que nunca pudo perder. Muggle. Estaban pateando un balón de fútbol en el parque, con sus patinetas abandonadas bajo el aro de basquetbol.
Yoongi se alzó de hombros. —Estuvo bien. Lleno de imbéciles. Uno rompió mi nariz.
—¿Estás bromeando?
—Nah.
Nathan sonrió. —Vamos a destruirlo.
—Dudo que puedas, amigo. Yorkshire.
Nathan simuló vomitar en un arbusto, y patearon la pelota hasta que el sol se fue y ya no podían ver la pelota.
Y estaba la tarea de vacaciones de verano, ahora que el tercer año había terminado y se debían preparar para los T.I.M.O.S. Jungkook tomó el bus hasta la casa de Yoongi un día, y ambos se sentaron afuera con helados e hicieron su tarea de Historia de la Magia; el cabello de Jungkook estaba creciendo y su cara estaba comenzando a rellenarse y sus orejas comenzaban a ajustarse a su cara. Hablaba mucho sobre la guerra de los Goblin, y sobre Crowley, y Quidditch y Yoongi le hablaba de vuelta mientras se comían sus helados.
Ven a mi casa. O eres un cuadrado. El próximo año ganaras.
-Gerry Thompson, Capitán del equipo de Quidditch de Slytherin.
La cual era una rara nota para recibir.
—Deberías ir —dijo su mamá—, me agrada Gerry.
Así que Yoongi cruzó el mar irlandés en su escoba, porque los polvos Flu no eran muy confiables con largas distancias, y se enteró de que Gerry en realidad vivía en una granja que procesaba carne a unos kilómetros de Armagh, y que el papá de Gerry era igual de amistoso que él, y que Gerry pasó sus T.I.M.O.S con sobresaliente y que iba a ser un aprendiz de Encantamientos Teóricos en algún lugar del Ministerio de Magia de Dublín.
—¡Yoongi!
—¡Jimin!
Un día caluroso de julio, e incluso Inglaterra tenía sol algunas veces. Edie-Maude Black, con su cabello corto cerca de su barbilla y sus mejillas pecosas rojas con un toque de quemadura de sol, estaba sentada en el techo de uno de los cobertizos, con su escoba a su lado. Jimin estaba jugando con un gato doméstico, moviendo una cuerdita alrededor. Gerry estaba de pie con unos jeans y una camisa sin mangas y unas botas de agua pesadas, resplandeciendo, dirigiendo a Yoongi para que aterrizara en algún lugar medio limpio, con la mitad de la casa de Slytherin corriendo alrededor de su patio en vestidos de verano, pantalones cortos, túnicas en uno o dos casos.
—Qué pasa, cabrón.
Damien Roadfell saludó a Yoongi con una palmada en su hombro y una sonrisa, vistiendo una extraña mezcla de una túnica de mago sobre su hombro y una camisa que decía blur, las letras despegándose a medias. —¿Buen verano?
—Supongo—Yoongi se deslizó fuera de la escoba, inclinándose en el abrazo—. He estado pasando el rato con los demás, en su mayoría.
—Genial—Damien hizo lo contrario a Edie-Maude; donde ella se había cortado el cabello, más corto y bonito, él lo dejó crecer, desaliñado, de color pajizo rizado en la nuca. Había crecido como quince centímetros en un mes.
—¿Hiciste lo de encantamientos?
—Nah.
Entraron en la casa de Gerry uno al lado del otro, Yoongi usando la sudadera de Jungkook, todavía sin devolver. Y los dos nuevos de primer año estaban ahí, también...o de segundo año, ahora, Isobel Way y Alwyn Brydon, sentados mientras comían pan de jengibre en la mesa de la cocina.
—Adivina qué gilipollas apareció—anunció Damien—. Espera- mierda, Ger, ¿está tu mamá?
—Nah—dijo Gerry—, si estuviera, te jodería. Va a misa dos veces por semana.
Damien lanzó su brazo alrededor de la cintura de Yoongi y Edie-Maude tropezó en la cocina para comenzar a cantar una canción sobre los malditos sacerdotes dos veces a la semana, o algo como eso. Una canción para beber. Alwyn e Isobel se veían levemente asustados.
—Los llamé a todos por una razón especifica- Sam, entra—Dijo Gerry, mientras Samantha Woods se tropezaba por la puerta de la cocina, gritando un saludo—. Los llamé aquí por una razón específica- Jimin, te juro por-
—Vas a comenzar un culto—sugirió Damien.
—Una comunidad—dijo Yoongi.
—Un culto que vive en una comunidad.
—Nudistas—dijo Jimin, todavía con el gato acurrucado sobre sus hombros— Un culto que vive en una comunidad con nudistas.
—Hay niños presentes—dijo Edie-Maude—, solo pensamientos puros aquí.
—Una comunidad nudista suena genial—ofreció Alwyn, y se agachó para evitar la bofetada que Isobel le dio en la nuca—¡Oye!
—Soy su entrenador oficial, así que cállense la maldita boca sobre comunidades—Gerry juntó sus manos—. Si yo y Derek dejamos el equipo, voy a meter a los niños como cazadores, cierto, así que no comunidades o cultos o Jimin caminando con su pene afuera o los mataré a todos.
Isobel rompió el pan de jengibre en dos—Ya he escuchado demasiado sobre el pene de Jimin en mi vida.
—Espera a que tengas mi edad—le dijo Yoongi, con la mayor solemnidad que pudo juntar.
Era divertido, sin embargo. Damien era divertido para hacer tonterías, y estaban lo suficientemente lejos del pueblo para poder jugar un partido de Quidditch apropiadamente. Isobel y Alwyn jugaban bien como cazadores, dirigidos por Edie-Maude, y Damien logró mantener la mayoría de los lanzamientos cuando se alinearon para hacer penales. Gerry estaba en su elemento dirigiéndolos a todos con alegre y frenética energía, y Jimin y Samantha mostraron orgullosamente sus golpes sincronizados.
(Entre tiempos, Yoongi estuvo bastante seguro de que Jimin estuvo grabando todo para sus historias de Snapchat, lo que era...bueno. Estaba bien.)
(Esto se probó cuando Yoongi miró su celular y recibió una foto de Jungkook sonriendo, con la frase "¿divirtiéndote?" escrito en texto rosado brillante.)
Era un buen verano. Uno de los mejores. Yoongi se divirtió, comió un montón, y se mensajeó con Jungkook sobre lo mucho que odiaba los dramas de BBC estos días, y habló con Damien acerca de sus tareas de verano, y el equipo de Quidditch se consiguió una lechuza en beneficio a aquellas personas que no tenían celulares, y Gerry le contó cómo iba su pasantía.
Y volver a Hogwarts fue lo que siempre era.
Catártico.
*
*
*
Tres días antes de que comenzara el semestre, Yoongi se encontró con Jungkook, Taehyung y Namjoon en una pequeña tienda de discos tres callas lejos del Caldero Chorreante.
—Esto es de último minuto—dijo Namjoon, su mano bailando incómodamente en la lista que tenía. Él y Yoongi estaban tomando casi las mismas clases en cuarto año (las básicas, además de Runas Antiguas y Adivinación. Namjoon escogió Estudios Muggles y Yoongi Aritmancia.)
Jungkook estaba sonriendo: había crecido también, rápidamente, como un brote de frijol, y la sudadera que estaba usando se subía por sus antebrazos donde antes quedaba suelta. —¡Compras! Vamos, vamos, vamos...
—Pero viniste aquí en tu primer año—dijo Yoongi, mientras pasaban por el Caldero Chorreante—¿no es así?
Jungkook se encogió de hombros, un poco avergonzado mientras Namjoon sacaba su varita de su manga para tocar la pared. —Padres muggles, ¿no? Mamá no pudo tomarse el día libre del trabajo para venir, así que los ordené por lechuza y simplemente tuve que aparecer en la estación ese día.
—Oh, wow—dijo Yoongi, y retrocedió para mirar la cara de Jungkook mientras los ladrillos se salían de la pared.
—¿Qué son esos?
—Ojos de sapo-
—¿Qué es eso?
—Habla más bajo, eso es un-
—¿Quiénes son ellos?
—Aurores, creo, mira sus túnicas-
—Qué- oh por dios, una tienda de Quidditch-
Yoongi estaba bastante seguro que su manga ya se había estirado más allá de su muñeca con la fuerza de la emoción de Jungkook al arrastrarlo a lugares— Sí- Gguk, espera a Namjoon-
—Oh, no—dijo Namjoon, siguiéndolos—. Oh, no, ¿por qué deberían esperarme? Nah, simplemente me quedaré aquí. Un cero a la izquierda. Ese soy yo.
—Cállate—dijo Yoongi, pero tomó el codo de Namjoon para llevarlo hacia donde Jungkook se dirigía—. Es una locura aquí. Vamos a perder al niño.
—No vas a perder al niño—respondió de vuelta Jungkook. Luego gritó. —¡Algo mordió mi pie!
—Una rana goblin de tierra—dijo Namjoon, sabiamente, asintiendo—Una mordida de ellos...bueno, probablemente no mueras...
Yoongi arruinó la broma al soltar una risa, y Jungkook les disparó a los dos una mirada antes de entrar a la tienda, todavía sosteniendo a Yoongi por su manga, con su mano alrededor de la muñeca de Yoongi. Suministros de Quidditch de cualidad, con la última saeta de fuego en la ventana, y con todas las pelotas de Quidditch en un círculo en el techo como un sistema solar, con la snitch en el centro.
—Hola—saludó el mago detrás del mostrador—¿Nuevo semestre, chico?
—Ah, uh...sí, pero...simplemente miraremos por ahora—dijo Yoongi, frotando la parte trasera de su cuello. Tenía un Galleon en su bolsillo, Namjoon siempre estaba sin dinero y Jungkook tenía dinero muggle que dijo que necesitaba para volver a casa.
—Ah, bien, bien.
—Eso es tan genial—dijo Jungkook en voz baja, señalando una brillante Snitch de plata.
—Ah, eso—dijo el hombre detrás del mostrador— Me temo que eso es de adorno. Aun así, una pieza bonita.
—Huh.
Miraron la tienda de Quidditch por un rato, y luego fueron a la tienda Weasley, donde Jungkook admiró una caja de Gobstones.
—Flourish & Blotts—dijo severamente Namjoon—Necesitamos libros, mis pequeños patitos, no un maldito ahorcado que de verdad se ahorca cada vez que te equivocas, ¿está bien?
Yoongi tocó su costado con su dedo— Ustedes vayan—murmuró—. Voy a comprar algo, ¿está bien?
Los encontró de nuevo diez minutos después en Flourish & Blotts, escondiendo el pequeño paquete envuelto en antiguo papel de diario dentro del bolsillo de su abrigo. Namjoon llevaba a Jungkook de sección en sección, desde historia al plan de estudios de Hogwarts a la pequeña colección de libros de ficción Muggles. Narnia, en su mayoría.
—¿Por qué no tienen nada de, no sé, ficción mágica? —Jungkook deslizó su mano por el lomo desgastado de El señor de los anillos. Namjoon, detrás de él, llevaba los brazos llenos de libros de Runas Antiguas y se veía disgustado.
—A los magos no les gusta mucho la ficción—dijo Yoongi. Sí, había unos cuantos libros de Lizza White, aquella serie donde la chica se enamoraba de un centauro y todos hacían orgias en el bosque, pero en general...la gran tradición literaria de casi todas las sociedades pasó de largo para ellos.
—Solía amar leer estos—murmuró Jungkook, de canclillas en el estante de abajo—Quería ser un hobbit. Quería hacer magia y ese tipo de cosas.
—Yo quiero ser capaz de usar mis brazos en el futuro—interrumpió Namjoon—Vamos y paguemos, dios.
Mientras se iban, Yoongi deslizó los Gobstones en la mochila de Jungkook y pasó todo el camino en el Autobús Noctámbulo de vuelta a Devon sintiéndose feliz y cálido y listo para volver a la escuela. Gerry tenía a su equipo entrenado, iba a tener casi todas sus clases con Namjoon, Damien seguía enviándole cartas sobre cómo iban a decorar su dormitorio este año y Jungkook iba a estar ahí, feliz y brillante y sonriendo de oreja a oreja. Chester Whitehall y la humillación de final del tercer año era un recuerdo distante, mientras Yoongi se arreglaba su corbata plateada y verde en su cuello, mientras atravesaba la barrera el primero de septiembre, con su baúl y su varita guardada en la manga de su suéter.
*
*
*
En el expreso de Hogwarts, Yoongi vio a Jungkook en un compartimiento con un montón de otros Ravenclaw e intentó no sentirse extraño sobre eso. No era como si fuese dueño de Jungkook, y no era como si no tuviese otros amigos, Damien y Edie-Maude tenían un compartimiento justo ahí para él, pero era raro.
—Te ves de la mierda—dijo Damien, mientras Yoongi forcejeaba para entrar al compartimiento por la puerta pegajosa.
—Gracias, Damien. Muy amoroso.
—Te ves bien—dijo Isobel para ayudar. Ella estaba, pero Alywn no, todavía. Y su corbata estaba atada y su túnica estaba puesta y tenía lazos plateados y verdes al final de sus dos trenzas. —¿Quién es el capitán de Quidditch este año?
—¿Quién es el mayor? —dijo Edie-Maude, con la boca llena de sándwich de tomate y queso—¿Roadfell? ¿Min? ¿Woods?
—Sam podría hacerlo—Damien se encogió de hombros— Podemos hablarlo en la sala común.
Alwyn llegó y se apretujó junto a Isobel; se había cortado el cabello, así que sus rizos pelirrojos eran más como una nube de hongos, y sus gafas eran un poco más fuertes. Parecía un insecto palo y su apariencia en general no mejoraba con el sapo gordo que estaba agarrando en su mano. Aun así, hubo saludos e insultos intercambiados y todos se acomodaron de nuevo.
—Jimin se va a ir con Taehyung—reportó Edie-Maude—Recibí la lechuza ayer. "No me guarden un puesto". Imbécil.
Muchos asentimientos de cabeza y murmullos confirmando que, de hecho, Jimin era un imbécil. El tren comenzó a moverse de la estación; Isobel se despedía felizmente por la ventana y una pequeña mujer similar se despidió de vuelta, viéndose un poco llorosa. El resto de ellos simplemente se sentaron, incluso Alwyn, hasta donde Yoongi sabía, llegaron solos a la estación.
—Más importante—dijo Yoongi, cuando parecía que Alwyn estaba a punto de burlarse de Isobel, o algo igualmente insensible—¿Cuántos niños creen que tendremos este año?
Edie-Maude sacó un galeón de su bolsillo—Tres.
Damien dejó su propia moneda en la mesa de centro—Dos.
Yoongi añadió la suya. —Está bien, voy a decir cuatro. Jódanse. —Y luego, a Isobel y Alwyn—¿Van a jugar? Quien sea que gane se lleva todo el dinero.
Isobel se encogió de hombros y añadió un galeón. —Uno, supongo—porque era básicamente imposible que Slytherin tuviera más de cuatro en un año—¿Alwyn?
—No me cuenten—dijo—No hay manera de que gane con cinco.
—Ah, vamos.
—Nah.
—¡Gallina!
—Eres una idiota, Izzy.
—¡Gallina!
Por la ventana, el Londres urbano se estaba volviendo el campo del sur, mientras el expreso realizaba el largo viaje al norte. Hogwarts, brillando en el límite de las tierras altas de Escocia y Hogwarts era catarsis, no importaba cuan grande y fuerte Chester era, no importaba cuan pequeño y triste Slytherin era, no importaba qué pasara, no importaba quién se quedara.
Yoongi se arregló su corbata de nuevo una hora antes de llegar y pretendió no ver cómo Isobel se quitaba los lazos de su cabello, guardándolos cuidadosamente antes de desarmar sus trenzas y dejar su cabello suelto.
Y sin Gerry este año, eran una casa de veintitrés.
*
*
*
La selección de este año fue sombría. Ninguno de ellos se alegró al dejarle su dinero a Isobel, e Isobel no se veía mucho más feliz de recibirlo. El único Slytherin que recibieron ese año era un silencioso norteño llamado Max Hastings, quien intentó no llorar en su flan. Yoongi hizo contacto visual con Namjoon sobre la cabeza del chico y sacudió la suya sombríamente.
Fue una noche tranquila. Yoongi se fue a la cama temprano, el cuarto año seguía siendo el cuarto año, los T.I.M.O y cosas así, y escuchó a Isobel diciéndole al niño nuevo, con voz seria y pesada, qué gente evitar.
Tristeza.
*
*
*
—¿Adivinación de los últimos en la tarde del viernes? —Hoseok le entregó su horario a Yoongi, con un bollo de mantequilla a medio comer en su mano—Debes estar loco, amigo. Eso es asqueroso.
—Será relajante—dijo Namjoon, pero se veía dudoso—. Aún podrías cambiarte a Estudios Muggles si de verdad quisieras.
—Quiero tomar Adivinación—Yoongi los golpeó a ambos bajo la mesa del desayuno, uno por uno. Técnicamente, mezclarse entre las casas no estaba permitido en el Gran Comedor, pero era un sábado en la mañana y a nadie le importaba. (Yoongi no había visto a Chester en todo el día desde que volvieron, y no quería romper su suerte, no ahora.)
—Creo que estás loco—anunció Jungkook felizmente, sentado a su lado con una tostada y un tazón de miel con gachas de avena—. Yo quiero tomar Estudios Muggles.
—Eres hijo de muggles.
—Sí—Jungkook apuntó su cuchara a Yoongi, sonriendo—. De esa forma puedo pasar fácilmente. No pensaste en eso, ¿cierto?
Seokjin se les unió, viéndose exhausto. —Me hicieron prefecto de Gryffindor—dijo, con su voz sonando como campanas de funeral—Odio a los niños. Los odios. ¿Has intentado darles un tour a treinta niños con un gran nivel de azúcar? Nunca más. Nunca.
Yoongi pensó sobre Max Hastings llorando en su manga, y acerca del pequeño tour solemne, andando alrededor de la Sala Común de Slytherin, mostrándole los dormitorios y la ventana que daba al lago y la chimenea y las sillas cómodas para leer. —Sí, debe ser difícil—dijo, e intentó no hacerlo sonar sarcástico.
Creyó lograrlo.
Jungkook se estiró por otra tostada durante su conversación. —¿Juega Gobstones conmigo mañana? —le pidió, pateando a Yoongi bajo la mesa—Un alma cualquiera muy bondadosa a la cual no conozco dejó una caja muy buena en mi mochila y quiero estrenarlo.
—Eso fue agradable de su parte.
Jungkook empujó un cromo de las Ranas de Chocolate sobre la mesa. —Gracias—dijo, un poco más bajo. —Y. ¿um? Espero...si alguna vez necesitas ayuda con el chico nuevo de primer año...
Yoongi giró el cromo y vio a Aleister Crowley guiñando un ojo, con una pequeña nota rosada en la parte trasera. Hola, de nuevo, le decía con la boca el cromo. —El de primer año—repitió, un poco confundido, metiendo la carta en su bolsillo—Sí, si alguna...si alguna vez necesito ayuda, te la pediré.
La sonrisa de Jungkook era gigante y brillante e intensa. —Gracias, Yoongi.
—Cuando quieras.
*
*
*
Fueron unos primeros días muy productivos, en el sentido de que la casa de Slytherin se asentó rápidamente a su antigua rutina de horas muy tarde jugando póker frente a la chimenea y abundante whiskey consumida a una velocidad aterradora. Max Hastings cayó en el ritmo de Isobel y Alwyn, y los tres conformaron un pequeño trío acurrucado frente a la chimenea; Max tenía una gata llamada Molly, la cual parecía llevar a todos lados. Era ridículamente mimada por Izzy y Alwyn y Sam y Edie-Maude.
—¿Has visto a Chester? —le preguntó Damien el primer lunes en la mañana de vuelta a clases. Estaba amarrando su corbata, aquella en la que Yoongi sangró en su primer año.
—Lo he evitado. ¿Orgulloso de mi?
—Tan orgulloso de ti—Damien alisó su camisa y luego comenzó a quitarle el polvo de los hombros a Yoongi. —¿Cuál es tu primera clase?
Yoongi le entregó su horario sobre su hombro; estaba ocupado abotonando su camisa, justo hasta sus clavículas. —Pociones, ¿cierto? Malfoy. Namjoon está ahí, así que puedes sentarte con Sam. Estaré bien.
—Genial—Damien le entregó su horario, doblado en la forma que estaba antes.
Pociones. Una clase central. Yoongi ya sabía que la dejaría para la evaluación ÉXTASIS. El profesor Malfoy era un imbécil, pero era admirable de cierta forma y Yoongi lo admiraba, lo distante que se hacía ver, la forma en la que hacía impensable que alguna vez fuese insultado. O golpeado. O, gritado, o maldecido con hechizos vergonzosos.
—No tengo hambre—dijo Yoongi, cuando Damien señaló hacia la puerta—Oye, si vez a Namjoon, dile que me guarde un asiento.
—Claro.
Damien se fue, dejando a Yoongi solo; se tiró en su cama sin hacer, mirando apáticamente el techo. No quería volver a clases. Había tenido el mejor verano de su vida y no quería volver a evitar a Chester y Sadie y ser maldecido con hechizos de clima y practicar Quidditch solo para perder.
—Deprimirte no se ve bien en ti—dijo una voz familiarmente irritante. Yoongi giró su cabeza hacía un cuadro impresionista bastante bonito que colgaba entre su cama y la de Damien, y se encontró con el antiguo profesor del año pasado viéndolo de manera lúgubre con pinceladas manchadas por el sol.
—Vete—dijo terminantemente Yoongi. Se sentó, rozando sus rodillas. —. No estaba deprimiéndome.
—Santo dios, chico, al menos cuando estaba vivo Slytherin se tenía respeto.
—Respeto-
—Nada de estar en la cama sintiendo pena por uno mismo.
—Perdón, quién-
—Aunque sí había un poco de eso—dijo el profesor, su tono ligero se tornó oscuro y áspero—. Según recuerdo. Siento lástima que crezcas en esta época.
—Lástima es igual de malo—murmuró Yoongi mientras amarraba sus cordones en un lazo limpio—. ¿Por qué no puedes simplemente decir, sí, cuatro casas, este montón, este montón, este montón, este montón en vez de ir todo- Slytherin, como si fuéramos una especie de maldita enfermedad rara? Sin ofender, señor.
—No lo haces—dijo secamente la pintura—. No eres el estudiante más grosero que he conocido. Ni tampoco eres el más elocuente. Pero mi punto sigue siendo el mismo, no deberías pasar todo este tiempo deprimiéndote. Especialmente sobre algo que sientes que no puedes cambiar.
—No puedo cambiarlo—dijo Yoongi, poniendo su mochila en su hombro, esperando cerca de la puerta mientras la pintura saltaba a un cuadro más pequeño cerca del espejo- un antiguo profesor oscuro. Tiziano, quizás.
—¿No puedes?
—Si pudiera, ¿no lo habría hecho ya?
La pintura se encogió de hombros; un gesto moderno que se veía horriblemente fuera de lugar en su cuerpo pintado de forma clásica. —Eso depende de la clase de persona que eres. Ve a clase, o llegarás tarde. Pociones es un arte fino, de hecho, y sería una lástima perdértela. Malfoy especialmente ha estado a la altura de las expectativas.
Yoongi no se molestó en preguntarle a qué se refería; simplemente asintió y se despidió con la mano y se fue. Y se encondió detrás de una pared o dos cuando vio a personas que probablemente reaccionarían mal al verlo.
*
*
*
Jungkook sacó el set de Gobstones de su mochila con una especie de reverencia aterradora, dejándolo sobre la mesa entre ellos en la biblioteca. El sol de septiembre brillaba felizmente a través de las ventanas y la bibliotecaria estaba al otro lado de la habitación y el lugar estaba lleno del suave murmurar de los estudiantes que volvían al ritmo de Hogwarts.
—Es bonito—dijo Jungkook, con sus dedos bailando sobre el broche de plata—. No debiste comprármelo.
—Puedo comprarles cosas a mis amigos—dijo Yoongi. Murmuró. —. No fue nada.
—Lo fue.
—No.
Jungkook lo golpeó bajo la mesa. —Gracias, de todas formas—dijo suavemente. Cuando abrió el estuche, la caja de madera hexagonal se abrió, revelando un tablero de Gobstones tallado en madera, con pequeñas lunas y soles estilizados que detallaban las metas de los puntos. Doce Gobstones por lado, verdes y azules, se agitaban en sus pequeñas plumas.
—¿Sabes cómo jugar? —preguntó Yoongi, tomando los seis gobstones azules. Jungkook se quedó con los verdes.
Jungkook se encogió de hombros. —Jugué a las canicas en la escuela, si eso cuenta.
—¿Un poco? Piensa en las canicas con un fondo y pequeñas pelotitas que escupen acido. Algo así.
—Suena...raro—dijo Jungkook y sonrió. —. Jugaré con las verdes.
Las seis piedras se sentían pesadas en la mano de Yoongi y las sacudió de un lado a otro antes de dejarlas en su lado del tablero. —ordénalas así, ¿está bien? Seis, una en cada esquina del hexágono—Jungkook copió sus movimientos. Las piedras brillaban en el sol; Jungkook parecía brillar, también, un gran destello en su rostro mientras las ponía de manera torpe en su lugar.
—Las lanzas, así—Yoongi se lo demostró, haciendo su primer movimiento—¿Ves los círculos en cada parte de nuestro hexágono? El objetivo es poner tus seis piedras en mi circulo, y las mías en el tuyo, y el ganador es quien lo haga primero.
—Está bien—dijo Jungkook, con el ceño fruncido. Su lengua estaba atrapada entre sus dientes en concentración.
Gobstones era esa clase de juego que era fácil de aprender cuando conoces las reglas básicas y Jungkook aprendía rápido. Hablaban mientras jugaban, sobre Gerry, quien enviaba lechuzas divertidas a la Sala Común, y sobre Namjoon, quien estaba intentando reunir coraje para invitar a salir a Seojkin y sobre Jimin, quien simplemente existía, siendo Jimin.
—Quizás intente entrar al equipo de Ravenclaw este año—dijo Jungkook. Escogió su objetivo y disparó, pero rebotó en el interior de su propio hexágono y terminó sacando de lugar unas piedras cuidadosamente colocadas; todas le dispararon rápidamente ácido verde, el cual evitó por poco.
—Deberías—dijo Yoongi—. Si quieres.
—Todavía tienes un equipo, ¿no?
—¿No lo sé? Gerry era como la vida y el alma—Yoongi disparó su tercera piedra en el objetivo—Creo que no tiene mucho sentido, con Izzy y Alwyn tan pequeños. Chester solamente los molestaría.
—Ya te molesta a ti.
—Es diferente.
—Mm—Jungkook disparó y sacó una de las piedras de Yoongi de su posición—. Serías el capitán, ¿no es así?
—No necesariamente—Yoongi se encogió de hombros. —. Podría ser Damien o Samantha. Incluso podría ser Jimin o Edi-Maude. Ser el mayor no significa ser capitán, ya no.
Jungkook no habló más acerca de Quidditch y Yoongi se sintió agradecido; la conversación se terminó, como lo hacen todas las conversaciones, y el tiempo pasó lentamente en la biblioteca, en el sol.
—Me acuesto con Samantha, mato a Jimin y me caso con Diamen—dijo Yoongi, en respuesta a la pregunta de Jungkook—Listo, es tú turno.
—¿Por qué te casarías con Damien? —interrumpió Jungkook. Yoongi ganó el primer juego y estaban jugando el segundo, pero sus movimientos eran lentos y lejanos, ahora que habían encontrado un juego de palabras para jugar—¿Por qué no Sam?
—Sam está bien, pero me volvería loca con el tiempo—Yoongi le siguió la corriente al tono serio de Jungkook, aunque no sabía por qué—Yo y Damien hemos vivido juntos por cuatro años. Es genial.
Jungkook se encogió de hombros. Disparó su piedra con un poco más de fuerza y rebotó por todo el tablero antes de golpear sus propias piedras. —Mierda. Uh...¿cuál era la pregunta?
—Ravenclaw. Acostarse, casarse y matar.
—Me acuesto con...Sadie, me caso con Fred y mato a Sophie.
—¿Sadie?
Jungkook sonrió—Puede que sea un pedazo de mierda, pero sigue siendo parte Veela.
—Es un pedazo de mierda—dijo Yoongi—. Y tiene un puño malditamente fuerte, también.
Yoongi disparó su piedra a una dirección aleatoria. —Uh, oye, ¿alguna vez te conté sobre aquella vez que Jin se emborrachó tanto que comenzó a pensar sobre cogerse al sauce boxeador?
—No—Jungkook sonaba encantado—¿En serio?
—Sí, fue genial. Y Namjoon comenzó a hablar sobre casarse el concepto abstracto de...algo.
—Cuando los Ravenclaws se emborrachan, solo hablan de estupideces—dijo lamentándose Jungkook—. Una vez me desperté para ir a clase y Sadie y sus amigas estabas hablando sobre qué Gryffindor se cogerían. ¿Qué tan asqueroso es eso?
—Muy—dijo Yoongi. De la nada, se imaginó a Sadie y Seokjin y fingió vomitar sobre el tablero—Eso es asqueroso.
—Muy cierto que es asqueroso—dijo una voz cerca de los estantes y apareció Sadie, con su cabello arreglado perfectamente sobre sus hombros, sus pestañas largas y encantadoras, con su corbata de bronce y azul fresca y prístina al igual que su nueva insignia roja de prefecta. Dos chicas la acompañaban, cada una en cada hombro, las dos Ravenclaw. —Jungkook, si estás siendo molestado, no debería darte miedo decirle a un adulto.
Jungkook tiró sus hombros hacia atrás—No me está-
Sadie golpeó la mesa con sus nudillos y las piedras rodaron por todos lados. —Está bien—dijo—. Yoongi es un estúpido.
—Déjalo solo, Sadie—dijo Yoongi.
—Tú déjalo—dijo Sadie, con algo brillante y malvado en sus ojos—. Eres un asqueroso, Yoongi. Siempre lo fuiste.
Jungkook no dijo nada. Sus ojos estabas bien abiertos y su pie golpeó el talón de Yoongi bajo de la mesa, al ritmo de una disculpa.
Yoongi asintió, tomó su mochila y se fue.
*
*
*
Lo siento mucho pero sadie me da mucho miedo le dije que no debió hacer eso después de que te fuiste créeme xfavor
Yoongi dobló la nota. —Gracias, Friedrich—dijo, y vio como la lechuza salía por la ventana. Damien estaba sentado en la cama, haciendo planes para Quidditch y apenas lo miro mientras Yoongi leía la nota de nuevo.
—Práctica el sábado. Cinco de la madrugada—dijo Damien. —. Te despertaré.
—Maldito—dijo sin un tono en particular Yoongi, y sacó sus piernas de la cama. —. Voy a caminar. Retrasa la práctica hasta las seis si quieres durar algo.
—Tengo que hacer cosas más tarde también—Damien rozó sus nudillos contra su maleta—¿Sabías que hacen vodka de frambuesa? Sabe a trasero de perro.
—Probablemente lo sacaron del trasero de un perro—dijo Yoongi, poniéndose sus pantuflas esponjosas—. No esperes despierto.
En la Sala Común, nadie estaba despierto. Isobel, Alwyn y Max, los de segundo año y el pequeño de primer año que adoptaron estaban dormidos en el sillón, con un juego muggle abandonado en la alfombra con una botella de tinta y una página donde Max había estado escribiendo los puntajes.
—¿A dónde vas, tan tarde en la noche? —le preguntó la pintura-profesor, saltando a la pintura cerca de la puerta, aquella con un recipiente con frutas junto a un jarrón de agua—Estudiantes fuera de la cama, cincuenta puntos menos.
—Sin ofender, pero no tenemos cincuenta puntos para perder—señaló Yoongi—. Y quería encontrarte, de hecho. Uh, ¿recuerdas el chico de Ravenclaw que fuiste a buscar el año pasado?
—Mensajes. No es como si tuviera algo mejor que hacer—dijo la pintura sarcásticamente.
—No tienes. Estás muerto.
La pintura hizo una mueca; sus labios se curvaron. —Iré a buscarlo por esta vez, pero solo porque las pinturas de la biblioteca me contaron lo que pasó. ¿Dónde debería ir? No te confíes con esto, Yoongi. No soy un mensajero.
—Séptimo piso...donde está esa pintura de Barnabas-
—¿Barmy enseñándoles a los trolls a bailar balé? —la pintura pareció pensativa—¿Alguna razón...en particular?
—Usualmente está vacía—dijo Yoongi. ¿Qué otra razón podría haber?
Los pasillos de Hogwarts estaban abandonados y Yoongi era muy bueno escondiéndose para ir a los lugares que quería, incluso si sospechaba que Jungkook no era bueno. Y a pesar de la melancolía que lo atacaba este año, todavía había algo de esperanza para tener normalidad. Damien y la promesa de emborracharse el sábado por la noche, Seokjin, Namjoon y Hoseok pasando el rato juntos, Quidditch el fin de semana, los viajes a Hogsmeade, las cartas que Gerry prometió llegarían a fines de mes.
Simplemente deseaba-
—Desearía que hubiera un lugar donde ser normal—dijo, con su voz rompiéndose cuando susurró. Estaba yendo de un lado a otro en el pasillo del séptimo piso. Barnabas y los trolls bailarines estaban mirándolo mientras señalaban y se reían.
—Solo un lugar para ser normal—dijo. Como si eso justificara algo.
Algo pareció retumbar dentro de la muralla.
—Normal—dijo y Jungkook llegó haciendo ruido mientras subía las escaleras con un pijama azul adornado con Peter Rabbits, con sus ojos grandes y somnolientos y el profesor de la pintura llegó tambaleándose dentro de Barnabas, justo cuando una puerta aparecía en la pared detrás de él.
—Qué mierda, Yoongi—dijo Jungkook.
—¿Qué mierda yo? Qué mierda la muralla, creo que quisiste decir.
Jungkook se dio un golpecito en la mejilla. —Perdón por lo de antes—dijo, acercándose a la puerta; su pijama le quedaba un poco grande, a pesar de que sus mangas se estaban deshilachando y Yoongi podía ver los elásticos y pequeños Peter Rabbits impresos por toda la parte frontal. —Yo solo- Yoongi, qué mierda.
—No sabía que esto estaba aquí—Yoongi de pronto estuvo consciente de sus pantuflas esponjosas con pompones rosados y se avergonzó. —Yo solo- yo solo...
—Entren a la habitación—interrumpió la pintura—. Eso es lo que hace uno, generalmente, entrar a las habitaciones.
—Jódete—dijo Yoongi.
Jungkook mordió su pulgar y giró el pomo de la puerta.
*
*
*
—¿Qué esseso?
—Ess—Yoongi giró el chocolate—Aw, mierda, fruta y nuez. Odio la fruta y nuez.
—Nuez—dijo Namjoon, y se rio—. Oye, nuez. ¿Entiendes?
Hoseok metió su mano dentro de la caja de dulces que le envió su hermano; estaban sentados en el lago, pasándose un cigarrillo entre los cuatro, mientras que las cervezas se desvanecían y sus latas vacías eran apiladas en una pequeña pirámide en el césped húmedo. —Déjame encontrar el dulce que me gusta—dijo Hoseok—. Y Joon, cállate.
—Come pene—dijo amigablemente Namjoon—. O nueces. Come nueces. Frutas y nueces.
—Me gusta cremoso—dijo Seokjin, y miró a Namjoon y Namjoon comenzó a toser en su sidra.
Yoongi se acostó en el césped con sus manos detrás de su cabeza, mirando el cielo nublado. Bebió lo suficiente como para sentirse mareado y un poco aturdido y solo quería acurrucarse y dormir en algún lugar cálido y calmado.
Una barra de dulce lo golpeó en el pecho y Hoseok dio golpecitos en su frente en una forma torpe de darle consuelo—¿Alguna vez te han dicho que eres como un gato? —dijo, y tiró su cabeza hacía atrás, gotas caían de la lata que estaba bebiendo—Como un gato grande y triste lleno de miedos adolescentes y chocolate. Ese eres tú. Ese es quién eres.
—Meow meow, hijo de puta—dijo Yoongi—. Jódete.
Namjoon abrió la barra de chocolate para él y le sacó un pedazo—Aquí viene el avioncito, zoom zoom...
Seokjin era quien estaba fumando el cigarro cuando se volvió una colilla; lo puso en el césped y luego lo disparó con sus dedos hacía el lago para que se uniera a sus camaradas caídos. —¿Tienes más?
Hoseok sacudió su cabeza. Era él quien tenía una provisión interminable de alcohol y cigarros, porque su hermana siempre le enviaba paquetes por correo, los restos de la tienda de sus padres. —Ese era el último. Dijo que enviaría más la semana que viene, bastardo impaciente.
Yoongi cerró sus ojos, y se encontró kilómetros y un día lejos.
—Se llama Sala de los Menesteres—dijo la pintura, con sus brazos cruzados y su larga cara con un deje melancólico. —Te da lo que más necesitas, santuario, un lugar para entrenar, un...un lugar para esconder un libro. Pensé que se había quemado hace mucho tiempo.
—Obviamente no—espetó Yoongi, la sorpresa lo irritó—. Kook, no entres, en caso de que sea peligroso.
La mano de Jungkook todavía descansaba sobre el pómulo de la puerta. —. Vi unos pufs y una TV—dijo suavemente—. No creo que sea peligroso a menos que abras los pufs y te comas las pelotas pequeñas —y luego bufó—. Ahogarse con pelotas pequeñas. Heh.
La pintura resopló. —Entren, entonces. ¿Qué pediste?
—Nada—dijo Yoongi. Ser normal parecía ser demasiado triste para admitirlo. —Solo un lugar para...relajarme. Jungkook, ¿quieres-?
—Tengamos una revancha de Gobstones—dijo Jungkook y atravesó la puerta, manteniéndola abierta para Yoongi. —¿Vas a venir o qué?
Y hace mucho tiempo no había dormido tan bien como esa noche, acurrucado en un puf suave, con el tablero de Gobstones entre ellos y una manta suave sobre sus hombros, junto con un aroma rico y limpio en el aire. Jungkook había estado jugando con la configuración de la TV cuando Yoongi se fue a dormir, pero cuando Yoongi despertó el chico estaba roncando también y la habitación estaba más oscura, como si se sincronizara con la noche.
—Alguien está silencioso—Hoseok golpeó su rodilla—. ¿Alguien ha estado molestándote o simplemente estás siendo un imbécil?
—¿Huh? Oh, no. —Yoongi tomó el chocolate de las manos de Namjoon—. Simplemente pensaba.
La sala de menesteres (aparentemente) no era nada especial. Una habitación un tanto pequeña, con un techo bajo y una bombilla en la sombra, tan refrescantemente realista en el gran desorden medieval de Hogwarts. Las paredes eran de paneles de madera, tal y como lo recordaba Yoongi, con esos aquellos tres patos tontos voladores colgados en el borde del papel pintado, igual que en su casa. Había pufs esparcidos por todas partes, desordenados en un rincón, una chimenea, paneles de ladrillos y cerámica gris. Un montón de libros, libros viejos, libros muy queridos, libros que Yoongi recordaba haber leído y disfrutado se encontraban apilados en estanterías. Había una mesa de cocina, y unos cuantos armarios y estanterías, y una jarra de agua que no se vaciaba por mucho que se sirvieran.
Yoongi se encontró a sí mismo queriendo volver. No hicieron mucho, solo jugaron y después durmieron, pero fue agradable ser normal, sin pensar en Chester o Sadie o alguien que interrumpiera.
—Escuché que Sadie estuvo en la biblioteca ayer—dijo Namjoon.
—Yoongi.
—No hizo una mierda—dijo Yoongi, rodando para quedar acostado sobre su estómago—. Hoseok, dame más chocolate y Joon, cállate.
—Según Maisie Phair, molestó a Jungkook toda la tarde en la Sala Común de Ravenclaw.
—Bueno, sí, podría haberte dicho que ser mi amigo no iba a terminar bien para el chico—dijo Yoongi e intentó comerse una barra entera de caramelo en una sola mordida.
*
*
*
Queridas serpientes bastardas (y también Izzi y Alwyn y El Chico Nuevo Max)
Su más magnifico, querido y verdadero capitán ha adjuntado su insignia a continuación y por la presenta declara a Damien Roadfell como capitán porque es el más grande y también el que menos posibilidades tiene de sufrir un ataque de nervios antes del partido. Practiquen duro, cabrones, que los estoy vigilando. Y los que vayan a Hogsmeade el próximo fin de semana, vayan al Cabeza de Puerco y den la contraseña "Gerry es genial" y serán conducidos a un misterioso caballero que los espera.
Mucho amor, besos y todas esas mierdas,
Gerry Thompson, el Único y Verdadero Capitán.
Yoongi permitió que una sonrisa gigante se apoderara de su cara mientras leía la carta. Dirigida a Los bastardos de Slytherin, había sido depositada en su mesa en el desayuno por la pequeña lechuza enojona de Gerry (Micky) y los veinte Slytherin se reunieron a su alrededor mientras Yoongi la leí en voz alta.
—¡Va a volver! —Samantha se inclinó sobre la mesa para chocar las cinco con Edie-Maude—. ¡Excelente!
Izzy y Alwyn inmediatamente comenzaron a explicarle a un confundido Max Hasting quien era exactamente Gerry y por qué toda la casa de Slytherin de pronto estaba planeando ir a Hogsmeade la próxima semana y por qué el ambiente en la mesa se elevó masivamente.
(Demonios, incluso había una conversación audible. Yoongi sabía que estaban recibiendo mirandas burlescas, pero no le importaba.)
—Maldito imbécil, enviando su insignia en la carta—dijo Damien, sonriendo mientras la ponía en su pecho—Mierda, de verdad tenemos que ganar el primer partido ahora.
—¿Contra quién?
—¡Gerry está de vuelta!
—¿Con quién jugaremos?
—Sí, pero Gerry-
—Jugamos contra Ravenclaw—interrumpió Yoongi, dejando la carta en la mesa, cauteloso con las manchas de mermelada y mantequilla. —Sadie es buscadora. Así que ninguno puede tontear porque queremos que Gerry crea que somos geniales.
(Sadie, Ravenclaw, lo que significaba que Jungkook no lo animaría a él. A ellos. Ellos.)
(Pero al menos Chester no rompería su maldita nariz-)
—Eso es fácil—dijo Damien. La insignia de capitán parecía hacerlo más grande, fuerte, mucho más feliz, aunque su voz era baja para que no pudieran escucharlos los de Hufflepuff que estaban a su lado—Yoongi, tú eres quien debe encargarse de Sadie, así que ese es el trabajo más difícil ahora. Izzy, Alwyn, Edie-Maude-
—Sus cazadores son buenos, pero nosotros somos mejores—dijo Alwyn, inclinándose hacia adelante en sus codos y ensuciando su túnica con mantequilla—. Mierda.
—Hay que meter goles—señaló Samantha.
Damien asintió. —Pero su estrategia es apoyarse en Sadie. Es una buscadora llamativa, mientras que Yoongi es-
—Aburrido—lo ayudó Yoongi—. Soy realmente aburrido. Así que el equipo de Ravenclaw simplemente distrae a los jugadores principales mientras que Sadie busca, pero ustedes, malditos, deben tener un impacto real y forzar a los Ravenclaw principales a dejar de ayudar a Sadie o a defenderse a ellos mismos.
En el cabeza de puerco, cuando están con Gerry, escucharon su plan.
—Y, por lo tanto, solo hay una forma en que puede terminar el juego—dijo Gerry. Era sábado, estaban en Hogsmeade con al menos quince Slytherin a su alrededor mientras Gerry repetía lo mismo que Damien, Yoongi y Samantha habían estado teorizando en el desayuno el otro día.
Yoongi asintió—Ganamos, pero Sadie consigue la Snitch, o-
—O ganamos con la Snitch y humillamos a Sadie—terminó Damien y se inclinó en la mesa para chocar las cinco con Yoongi.
Gerry se veía bien, al menos. Ya llevaba un mes en su programa de investigación de magia de Irlanda, y su acento era mucho más fuerte y se había comenzado a dejar crecer un poco de barba. Seguía viéndose como Gerry, sin embargo, y seguía pagando sus tragos incluso cuando era obvio que había vaciado su billetera.
—Veré el partido, por supuesto—dijo—. Así que más les vale hacerme sentir orgulloso. ¿Cómo está el chico nuevo?
—Max es genial—dijo de forma entusiasta Alwyn y se lanzó en una larga perorata sobre qué era exactamente lo que hacía tan genial a Max, ayudado por las frecuentes interrupciones y elogios de Isobel. Solo había otra persona en el pub, un hombre encapuchado y embozado, y Yoongi se preguntó si lo estaban molestando, pero no le importó mucho. Gerry había vuelto.
—¿Cómo está tu nariz?
—¿Huh? —Yoongi alejó su vista del hombre y miró a Gerry—. Oh, oh. Sí, está bien.
—¿Algo nuevo?
—Sadie está molestando a mi-, ah, ¿mi amigo? ¿el chico de Ravenclaw?
—Jungkook, sí, lo conozco—Gerry intentó verse astuto—¿Tú lo conoces?
—Cállate, Gerry—dijo Yoongi, y lo pateó por debajo de la mesa.
Y Samantha levantó su puño en el aire. —¡Más tragos!
*
*
*
El partido contra Ravenclaw apareció con una especie de brusquedad surrealista, de pronto era sábado y Yoongi estaba poniéndose su túnica y luchando con sus botas y apretando su varita entre los dientes para poder anudarse la capucha.
Gerry estaba en algún lugar entre la multitud; y lo que era más importante, también lo estaba Jungkook, moviendo una pequeña banderita de Ravenclaw porque, aunque quizás le agradaba Yoongi, Ravenclaw seguía siendo su casa, y Yoongi no envidiaba el apoyo, simplemente sentía la falta de él.
Damien se abrochó el casco de Guardián bajo la barbilla con la determinación de alguien que va a la guerra. —Muy bien, cabrones. Vamos a ganar o a morir. Yo compro los tragos si ganamos.
—¡Sí!
Izzy y Alwyn, animando, moviendo sus escobas en el aire, las únicas adiciones nuevas después de que Derek Molesey se fue para concentrarse en los E.X.T.A.S.I.S. El equipo de Quidditch de Slytherin, desaliñado, pero todavía juntos a pesar de todo.
—¡Y aquí están, caminando hasta la cancha, el equipo de quidditch de slytherin!
Aquellos nerds, también. Namjoon y Seokjin sentados mientras discutían en la cabina de comentaristas, con el profesor Malfoy entre ellos con un aspecto tan estresado que parecía que había pasado por algún lado de zona crepuscular de zen mientras sus estudiantes se asesinaban luchando por el control del megáfono.
—¡Y desde el otro lado, los Ravenclaw!
Un mar de gritos y alientos. Cuando Yoongi forzó su mirada en la tribuna de Ravenclaw, imaginó que veía a Jungkook, aunque no podía, no en aquel mar de azul y bronce. Miró la tribuna de Slytherin y vio al pequeño Max Hastings gritando, moviendo su bandera, adornado en verde y plateado, con su cara completamente escondida en su bufanda.
—Buena suerte—dijo Damien, dando palmaditas en el hombro de Yoongi.
—Buena suerte.
Cuando el silbato para iniciar el partido sonó, Yoongi voló inmediatamente hasta el circulo de la arena, justo como en el primer partido en el que jugó. No podía ver a Sadie. Se dio cuenta de que no le importaba; que hiciera lo que quisiera. Podía atrapar la Snitch. Tenía que atrapar la Snitch.
La táctica de Sadie siempre fue involucrarse en la acción, distraer a la audiencia ellos mismos de la meta principal. Yoongi se forzó a sí mismo a quitarle la mirada a ella y enfocarla en el cielo. Seguían estando en desventaja, los Slytherin, y anoche Damien admitió que su mejor opción para ganar sería atrapar la Snitch lo más pronto posible, antes de que los cazadores de Ravenclaw tuvieran tiempo de anotar goles.
—¡Y de buenas a primeras es Isobel Way de Slytherin en posesión, una nueva adición al equipo! —dijo Namjoon—¡Y mírenla!
Yoongi observó a Izzy volar, deslizándose a través del estadio, Alwyn flanqueándola de cerca y por debajo. Un Ravenclaw se movió para bloquear y una bludger voló sobre su camino; pasó a Alwyn y esquivó la bludger, y Alwyn lanzó limpiamente el balón por el aro central.
—¡Slytherin anota! ¡Santa mierda!
El lamento del profesor Malfoy se escuchó en todo el estadio.
Yoongi alentó para sí mismo, demasiado alto como para que alguien lo escuchara. Abajo, Izzy y Alwyn chocaron las cinco; en la tribuna el pequeño Max Hastings estaba gritando hasta quedarse afónico, a un lado de Gerry, quien estaba disfrazado de mala forma con una túnica antigua de Damien mientras movía un peluche de serpiente en el aire.
Resultó ser exactamente la motivación que necesitaban. Reacios a ser superados por los más jóvenes, Edie-Maude anotó dos veces seguidas y Samantha y Jimin eran una fuerza imparable, bloqueando a los Ravenclaw al menos tres veces cuando parecía que los cazadores iban a anotar. Después de media hora, el puntaje era de 50-20 en favor de los Slytherin, pero Yoongi todavía no podía ver rastro alguno de la snitch.
—Debo decir, los Slytherin nos están ganando pro completo aquí-
—Seokjin Kim-
—Señor, ese no fue una declaración imparcial, puedo ver desde aquí como celebra-
Yoongi vio a Sadie abajo, volando entre los jugadores como una especie de elegante libélula azul, con sus dos trenzas rubias sobre sus hombros. Tenía lazos azules y bronces amarrándolas, y brillaban en la luz de sol. Quizás sintió su mirada sobre ella, porque miró hacia arriba y le sonrió de medio lado y Yoongi miró hacia otro lado, inquieto.
Tenía que ayudarlos a ganar. Nunca descansaría de las burlas de Sadie o Chester o cualquiera de ellos si perdían por culpa de Yoongi.
—¡Slytherin anota de nuevo! ¡Joder, estos chicos cazadores lo están haciendo de maravilla!
Abajo en la cancha, Damien dio vueltas alrededor de los aros para celebrar, una mancha de verde y plateado en su escoba.
Pero Yoongi no podía ver ningún rastro de aquella pelotita dorada, en ningún lado.
Y
Entonces
La
Vio
Un destello de dorado que se cernía cerca de la tribuna de Hufflepuff, y su cuerpo reaccionó incluso antes que su mente lo hiciera, llevando el mango de su escoba hacia abajo en una zambullida tan elegante y rápida como si fuera una golondrina de esmeralda dirigiéndose en picado hacia la tierra. Seokjin gritó algo a través del megáfono, pero Yoongi no tenía la energía para escucharlo. La snitch estaba ahí, de verdad lo estaba.
Sadie voló para encontrarlo, y la snitch cambió de dirección.
—Los buscadores están a la par-
Yoongi enterró sus dientes en su labio inferior-
Sadie se deslizó hacia arriba de él y fue como el año pasado de nuevo, Chester y el partido contra Gryffindor, y la snitch estaba frente a una fila de Ravenclaws impactados y silenciosos, sus banderas colgando sin fuerza de sus puños.
El mundo se detuvo.
Yoongi estiró su mano para alcanzar la snitch, la cual bailaba justo frente la cara asombrada de Jungkook Jeon, apenas visible bajo su bufanda azul que envolvió en su cuello.
—Es mejor que vengas a la fiesta más tarde—logró decir, antes de envolver sus dedos fuertemente alrededor de la pequeña cosa dorada y gritó cuando Sadie chocó con él.
—¡Y en un final impresionante, la buscadora Sadie McDemot envió al buscador Yoongi Min a la enfermería!
Con la mano que podía sentir, Yoongi apoyó su cabeza en el césped y levantó dos dedos en saludo en vaga dirección hacia la cabina y Namjoon comenzó a reírse.
Al final, O'Shannon lo diagnosticó con un par de dedos rotos, lo cual no era lo suficientemente severo como para arreglarlos con magia, así que los entablillaron y luego lo mandaron fuera de la enfermería. Gerry estaba esperando en la Sala Común, con Namjoon, Jin y Hoseok, pero sin Jungkook.
—¿Puedo firmar tu yeso?
—Es una maldita venda, idiota.
Namjoon suspiró.
Tuvieron una fiesta y Yoongi bebió hasta sentirse enfermo. Cuando miró los retratos en las paredes vio al antiguo profesor en su túnica con su cabello negro y largo mirándolo. —No soy un mensajero—dijo el cuadro.
Le tomó un momento para procesar las palabras a través del mareo en la cabeza de Yoongi. —Sí sé eso—dijo, parpadeando—. Oye, ¿no sabes que ganamos? ¡Vencí a Sadie!
—Muy bien hecho—dijo secamente la pintura—. En mis tiempos incluso para el profesor Malfoy era difícil vencer a ese equipo. Pero recibí un mensaje, aunque le dije que no estoy aquí para eso. Tu amigo quiero verte en el séptimo piso, a un lado de esa horrible pintura del troll bailando balé.
—¿La sala de menesteres?
—Asumo que sí.
Yoongi se dio la vuelta para excusarse y se encontró con que casi toda la casa de Slytherin -y algunos visitantes- estaban desmayados en diversos estados. Alwyn e Izzy estaban durmiendo junto a la chimenea y Damien estaba tirado en su pijama con los labios entreabiertos. Incluso Gerry estaba dormido, entre botellas vacías del mejor whisky irlandés que se puede comprar con un sueldo de aprendiz; y Edie-Maude y Samantha estaban bebiendo vodka en copas de vino y animándose cada vez que tenían que parar para toser.
Así que nadie lo extrañaría.
Yoongi le agradeció entre dientes al cuadro y salió a trompicones de la Sala Común, lanzándose a sí mismo un rápido conjuro de sobriedad que funcionó casi todo el camino. Subió las escaleras, demasiado tarde para que los estudiantes respetuosos de la ley estuvieran fuera de sus camas.
Y de un lado a otro contra la pared, tres veces.
—Quiero estar donde está Jungkook, quiero estar donde está Jungkook, quiero estar donde está Jungkook—repitió, y atravesó la puerta tan pronto como apareció, de vuelta en aquella habitación hogareña que encontraron la última vez.
Y vio a Jungkook, estirado boca abajo en medio de la carpeta.
Yoongi, curioso, lo empujó con su pie. —No viniste a nuestra fiesta. Incluso vino Gerry. Y, además, había trago gratis.
—Soy demasiado joven para beber—dijo Jungkook, amortiguado por tener su cara contra la alfombra.
—Nunca detuvo a nadie antes. ¿Qué pasa? —la poca cantidad de alcohol que quedaba en el sistema de Yoongi se fue un poco y no se sintió raro acostarse a un lado de Jungkook y pasar un brazo alrededor de sus hombros—Lo de antes no fue raro, ¿cierto?
Jungkook no dijo nada.
—¿No yo?
Jungkook no dijo nada.
—Uh...aw, mierda—dijo Yoongi. —¿Te atrapó Sadie?
Jungkook dijo algo en la alfombra que bien podía ser la odio por qué tiene que ser tan mala o la odio porque tiene una hamaca. Yoongi ponía su dinero en la primera opción, especialmente cuando vio la cara de Jungkook cuando se dio vuela; sus mejillas estaban manchadas y sus ojos estaban tristes, como un cachorro desolado. —Me dijo que solamente eras mi amigo para molestarla.
Yoongi sintió como algo se apretó dentro de él, de forma horrible e incómoda—. No es verdad.
—Lo sé. ¿Pero por qué los demás no?
—Porque soy una serpiente bastarda malvada—dijo fríamente Yoongi, llevando sus rodillas hasta su pecho y poniendo sus dedos rotos entre ellas—. Simplemente...dile que se vaya a la mierda, supongo. O dime a mi que me vaya a la mierda. La ves más a ella, de todas formas, es la prefecta.
Jungkook no dijo nada en respuesta. Los dos se sentaron en los puf y Jungkook sacó un libro de la estantería. El caballo y el muchacho. Yoongi se encontró a sí mismo durmiéndose gracias a la voz de Jungkook mientras leía sobre Shasta, quien, maltratado y abusado, encontró a Aravis y viajó a una nueva tierra donde a nadie le importaba de donde venía y nadie le hacia daño y nadie pensaba que no era bueno.
(Yoongi pensó que había una mano en su cabello. No lo sabía. Estaba cálido y cómodo, y su mano no dolía y le ganaron a Ravenclaw y Jungkook estaba aquí, y no con Sadie, y eso era mucho más de lo que Yoongi tenía derecho de pedir.)
*
*
*
Adivinación era, como Hoseok lo mencionó a comienzo del año, la última cosa el viernes por la tarde. En invierno había sido frío, en primavera sofocante, pero ahora estaba más cerca a la pascua y la profesora Bloom los dejaba abrir las ventanas.
Estaba resultando ser, hasta el momento, una clase muy fácil de tener éxito. Yoongi y Namjoon se sentaban al final, bebían té y dibujaban profecías con los restos que veían en las hojas de té, como darles forma a las nubes, pero con una recompensa al final. Bloom era una profesora decente, aparentemente mucho mejor que la última profesora de adivinación. Era escocesa y tenía cabello negro largo y pequeñas gafas que se balanceaban en su nariz, y un gato que Yoongi pensó era una bufanda hasta febrero.
—Hoy nos moveremos a algo más, —dijo—más, más. ¿Quién me puede decir el propósito de las hojas de té?
—Para hacer una taza de té—le susurró Yoongi a Namjoon.
—Eso es correcto—dijo Bloom, apuntándolo y guiñando bajo un flequillo de pelo negro. —Sin embargo, hay otro propósito. ¿Alguien con un poco más de espíritu educativo que Min podría decirme?
—Para predicciones—dijo confiadamente Amanda Reily. Era vegana y tenía una insignia de P.E.D.D.O en su túnica y prácticamente adoraba el piso en que Bloom caminaba.
Bloom sonrió e incluso aunque el día era uno caluroso y no había nada ni remotamente misteriosos acerca de ello, por un segundo Yoongi sintió un escalofrío en su espalda. —Por supuesto que no. Las hojas de té son un placebo. Fácilmente podría mirar los restos de tu cena y predecirlos como con tus hojas de té. Son una forma de ver quiénes confían en las imágenes que ven en el libro de texto y quiénes pueden ver la verdad para la que las hojas son una muleta.
Lo que sonaba tonto. Yoongi simplemente había estado escribiendo estupideces todo el año. A veces, él y Namjoon usaban el libro, pero la mayormente del tiempo no. Tenían competencias para ver quién podía decir la cosa más estúpida.
—Todos ustedes, ahora—dijo Bloom—. Háganse una taza de té, pero por favor no usen el libro.
Con vacilación, Amanda levantó su mano. —¿Profesora? ¿Es una prueba?
Bloom le sonrió y luego sus ojos se desviaron a Yoongi. —La mayoría de las cosas lo son.
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La primavera se transformó en verano casi de la misma forma. Yoongi iba a las prácticas de Quidditch y cuando tenía tiempo libre se encontraba yendo siete pisos arriba, levantando el dedo de en medio a Barnabas y sus troles bailarines y caminando de un lado a otro tres veces para luego entrar a la sala de menesteres.
La mayoría de las veces, Jungkook estaba ahí, y si no lo estaba, usualmente aparecía. Jugaban Gobstones y Jungkook le enseñó a jugar a Yoongi algunos juegos muggles y leían libros.
(Leían libros: si era tarde en la noche, Jungkook tomaba el libro de Narnia en el que estaban del estante y lo leía en voz alta hasta que Yoongi se dormía. Había descansado mucho mejor estos días, incluso si pasaba solo la mitad en su propia cama.)
(Ahora mismo, habían comenzado El príncipe Caspian. Hasta el momento, El león, la bruja y el ropero era su favorito, pero Yoongi pensaba que siempre tendría espacio para El caballo y el muchacho.)
—¿Qué es Monopoly?
La boca de Jungkook se abrió y agua escapó de su boca. —De ninguna manera. ¿Hablas en serio? ¿De verdad?
Yoongi empujó la caja con su pie. —¿Qué parte de "fui criado por magos y solamente me permitían jugar con mis amigos muggles a veces" no entendiste? Por supuesto que hablo en serio. ¿Qué es Monopoly?
—Compras cosas y termina matrimonios—dijo seriamente Jungkook, abriendo el juego y sacando las partes del juego para ponerlas a un lado de los pufs y la comida sana que la habitación seguía dándoles de la nada. —¿Ves esto?
—Es Londres—dijo Yoongi—. Con...una plancha y... ¿es eso una bota?
—Siempre soy la bota. Puedes ser la plancha.
—Oh, sí, genial. Gracias.
Jungkook le dedicó una sonrisa descarada y le entregó la pequeña plancha metálica. —¿No te sientes uno con la plancha, huh? ¿No es genial? Así eres tú como persona, así que cállate y escucha cómo te digo cómo jugar.
—Sí señor—dijo Yoongi, y chocó su planchita con la bota de Jungkook.
—...y luego doscientas libras cada vez que pasas, bien, y si consigues suficiente dinero consigues poner una casita verde, y si consigues cuatro casas verdes consigues un hotel rojo-
—Esto es una inmobiliaria—dijo Yoongi, parpadeando, recostándose en uno de los pufs más blandos. La habitación se encogía cuando jugaban; era pequeña y acogedora, y siempre se sentía como si estuviesen en su propio mundo cuando estaba aquí; el y Jungkook, sentados, jugando como si no tuvieran nada mejor que hacer. Quizás no lo tenían.
—Seré el banquero.
—¿Ves? ¡Es una inmobiliaria!
Jungkook obtuvo once al tirar los dados y el juego comenzó.
—¿Por qué quieres tanto Mayfair? ¿No es ahí donde se reúnen los banqueros de Londres? —Yoongi jadeó dramáticamente. —Te estás transformando. Oh, dios, ya no te puedo salvar.
—No seas un idiota—Jungkook lo golpeó con uno de los hoteles de plástico pequeños—. Quieres los morados porque son más caros, así que si aterrizas en ellos tienes que darme cincuenta libras, y si hay hoteles ahí estás jodido.
—Quiero estas pequeñas cositas cafés—Yoongi tocó las propiedades a un lado del cuadrado de COMENZAR—. ¿Cuánto cuestan?
—No tanto como los azules.
—Lo pensé.
Jungkook lo miró con recelo, sosteniendo una carta de suerte. —¿Qué se supone que significa eso?
—Nada.
—Está bien. Gané un concurso de belleza, así que dame diez libras.
El Monopoly los entretuvo dos horas y media, casi la una de la madrugada, y para entonces Yoongi ya estaba acurrucado alrededor de uno de los pufs con su cabeza en el muslo de Jungkook, contando sus centavos y diciendo "oye, tengo que comenzar a contar de nuevo", en una voz somnolienta llena de cansancio. Jungkook comenzó a acariciar su cabello de vez en cuando y se sentía bien.
—Recibes doscientas libras.
—Genial.
Las cosas electrónicas todavía no estaban permitidas en Hogwarts, así que no podían reproducir CDs o algo por el estilo, pero de vez en cuando un gramófono aparecía en antigua mesa y una pila de discos en fundas de papel descoloridas. A la mitad de su juego de Monopoly, Jungkook tomó un disco de Les Miserables, por alguna maldita razón, y ahora Yoongi estaba tan cansado que todo se estaba mezclando. Cada vez que Jungkook abría su boca parecía que estuviera cantando alguna canción fúnebre acerca de una prostituta Parisina, y el surrealismo se arremolinó en un charco de sonidos y papelitos que cambiaban de mano en un ciclo interminable.
—Estás cansado—dijo Jungkook—. Acabo de dejarte en banca rota.
—Llama a los malditos agentes judiciales—dijo somnoliento Yoongi en la pierna de Jungkoook—. Por supuesto que estoy cansado. Siempre estoy cansado. Soy como el maldito Hulk, pero en vez de golpear desgraciados me desmayo en el supermercado Tesco.
—¿Vas a Tesco?
—Todos van a Tesco.
—Mmm—Jungkook tiró el cabello de Yoongi—. ¿La reina?
—Va a Tesco.
—¿David Beckham?
—Él va a Sainsburys.
Jungkook se rio suavemente. —Deberíamos ir a dormir.
—Cambia el disco—Yoongi se estiró y sintió sus rodillas y tobillos sonar con la presión. —. Mierda, ¿qué hora es? Estoy triste.
—Una de la madrugada. Vamos.
—Mmh. Está bien.
El tablero de Monopoly fue tirado cuando Yoongi se levantó, balanceándose hacia atrás y adelante al ritmo de la música suave, con las manos de Jungkook en su codo. La sala de menesteres obligatoriamente les reveló la puerta, a un lado de los estantes, y el gramófono giraba casi silenciosamente. Nunca tenían que ordenar nada aquí, aunque la mayoría de las veces lo hacían. Yoongi sentía que, si eran amables con la sala, la sala sería más amables con ellos.
Estaba cansado, sin embargo. El Monopoly seguramente podía esperar a que volvieran.
—¿Jungkook?
—Mm—dijo Jungkook, más silencioso ahora que estaban fuera de la sala y en el pasillo. Desde el cuadro de los trolls bailarines, el antiguo profesor los miraba. —Sí, ¿qué pasa?
Yoongi suspiró. —¿Sadie te molesta mucho?
—Me importa una mierda Sadie.
—No me interesa si te importa una mierda—dijo Yoongi, agachándose en el pequeño arco donde Jungkook había sanado su nariz rota el año pasado—. Me interesa si Sadie te molesta,
Jungkook se encogió de hombros. —Molesta a todos.
—Me molesta a mí, a Jimin y a Edie-Maude y a personas. Y podemos sobrellevarlo porque tenemos nuestra casa—Yoongi rozó sus nudillos en el hombro de Jungkook—. Si te molesta por mi culpa-
—La vida no es color de rosa—dijo secamente Jungkook—. Déjame lidiar con ello si tengo que hacerlo. No es tu culpa que Sadie sea una perra.
—Es mi culpa si te molesta porque eres mi amigo.
Por alguna razón, fue un error decir eso. El rostro de Jungkook se cerró y oscureció y soltó el codo de Yoongi. —Me voy a la cama—dijo—. Tú también deberías. Te veo mañana.
—Está bien—dijo suavemente Yoongi.
(Y luego, al cuadro: —¿Qué hice?)
*
*
*
Justo antes de las vacaciones de Pascua, en la última tarde de un viernes del semestre, la profesora Bloom se paró frente a la clase con sus manos tomadas frente a ella. —Hoy haremos algo un poquito diferente—dijo—. Van a hacer una taza de té-
Quejidos generales. Namjoon golpeó su cabeza teatralmente contra su libro.
—...y voy a tomar todas las tazas y les daré una al azar. Irán hacia esa persona y les dirán su futuro.
—¿Así que nos dará su taza y su nombre? —preguntó Amanda Reilly.
Bloom sonrió angelicalmente. —¿Por qué haría eso? Hay tanto por leer en el aire como lo hay en las hojas de té.
Yoongi caminó hasta la tetera con el resto de la clase, murmurando junto a los demás lo injusto que era introducir un nuevo tema el último día del semestre. Diablos, antes de que Bloom entrara a la clase todos habían estado hablando de lo mucho que dormirían en el descanso, y Sara Jennings iba a ir a un crucero en malta, a lo que todos habían reaccionado de forma alegre. Yoongi no tenía la energía para esforzarse, especialmente en una materia tan estúpida como esta.
—La taza, Min—Bloom estiró su mano—. Vamos, apresúrate.
—Todavía está hirviendo—gruñó, pero se la pasó tan rápido como pudo y le entregó la taza con el mango por delante. —Hey, Joon, dame la tuya también.
Les tomó casi toda la clase beberse el té, pero a Bloom no pareció importarle. Conversó serenamente con los de cuarto año, aunque su vista se posó en Yoongi más de una vez. Le habló a Amanda por casi diez minutos antes de seguir y Amanda se veía un poco engreída, como si hubiera sido ascendida. Una futura profesora de adivinación en proceso adivinó Yoongi.
—Gracias—dijo Bloom mientras recibía la última taza—. Sé que todos están ansiosos por tomar el tren lo más temprano posible, así que haré esta parte rápida.
Todas las tazas de té en su infierno de colores pasteles se veían iguales. Y si era sincero, Yoongi no le estaba prestando mucha atención a la taza que le entregaron finalmente. Era la misma que todas las tazas de té que tomó en esta clase, una vez a la semana, los viernes por la tarde, durante dos horas de incienso y tratando de no reírse a carcajadas por los dibujos humorísticos de Namjoon. Siempre lo mismo, hojas de té en una forma vagamente legible con el borde de la taza un poco astillado. Hojas de té que quedan para ser derramadas.
Namjoon sacudió la suya, perplejo. —Me siento tonto—susurró.
Yoongi asintió.
(También se sentía...raro. Estuvo despierto hasta tarde, anoche, y Jungkook no fue a hablar con el a la hora del desayuno aquella mañana; si lo saludó desde su mana, sin embargo, lo que era algo.)
—Encuentren a la persona con su futuro en la t—leazas dijo Bloom.
Yoongi miró las hojas con desesperación. Vamos, dame algo. Vamos. Cualquier cosa.
Tocó un hombro al azar entre la multitud y Amanda Reilly se dio la vuelta, sorprendida. —¿Yoongi? ¿Ya lo descubriste?
—Tienes un hermano—dijo tan seguro como pudo.
—Yo- sí—dijo, con la voz llena de sospecha, con su taza colgando en su mano. —¿De verdad es mi taza? Tienes que intentarlo, Yoongi-
—Tú hermano tiene qué, ¿siete años?
Amanda suspiró. —Le preguntaste a Namjoon, ¿no es así?
—Por supuesto que no. Escucha, no sé si esto está bien, pero tú hermano- deberías decirle que vaya a un hospital muggle para que le revisen su pierna, ¿está bien? —y Yoongi no sabía de dónde salió eso. Parecía demasiado directo como para que lo imaginara en ese mismo momento, y muy ofensivo si consideraba que simplemente estaba improvisando, pero-
—No sabes nada—dijo Amanda. —. Dios, ¿qué estás haciendo en esta clase?
—Su nombre es Peter—dijo Yoongi, de pronto y de manera inexplicable tuvo la urgencia de ser tomado en serio por Amanda. —Y deberías, no sé, al menos sugerírselo.
Ella levantó una ceja. —Lo haré. Solo para mostrarle lo mierda que eres en Adivinación.
—¿Qué mierda fue eso? —le preguntó Namjoon a su lado, cuando Amanda se fue. —Usualmente no te comportan como un imbécil, amigo.
—No lo sé—dijo Yoongi—. Solo algo, supongo. Me deshice de mi taza, al menos; me voy a sentar.
—Está bien.
Yoongi se sentó en la silla más cercana para poder considerar apropiadamente como arreglarse con Jungkook. Estaba pensando en darle pastel y otra partida de Gobstones donde Jungkook lo venza al menos dos veces. O un abrazo. Quizás un abrazo fuera mejor. O ambas. En realidad, no podía recordar qué dijo ayer, pero estaba casi seguro en un cien porciento que fue algo malo, ya que Jungkook era la persona más agradable que pudiera existir en la tierra.
O algo así.
O algo así.
—Min.
Yoongi miró hacia los ojos de la profesora Bloom. —Ya entregué mi taza, profesora. —dijo.
—Te vi—Bloom se sentó suavemente en la silla opuesta a la de él. —. El hermano de Amanda, ¿cierto?
Un sofocón se arrastró por el cuello de Yoongi, porque no había forma de que alguien como Bloom no supiera que estaba diciendo estupideces. —Uh, ¿sí?
—Tengo tú taza.
—Oh. Genial.
Bloom se la mostró y luego la dejó en la mesa y llevó su mirada hacia arriba, hasta el techo de piedra con telarañas. Era plomo, en comparación con la explosión de rosado en la habitación; un recordatorio de no importaba lo mucho que se pareciera a un calabozo de una abuela, seguía siendo parte de Hogwarts. —Tú taza es muy interesante.
Yoongi intentó mantener una expresión que indicara que le importaba el tema en su cara.
—¿Estás interesado en los riesgos, Min?
Cierto. Genial. Más adivinación. —Me temo que no, profesora—dijo, e intentó no sonar muy sarcástico.
—Eres el buscador de Slytherin.
—Solo porque nadie más quería hacerlo.
—Por supuesto—Bloom dio golpecitos a la mesa con su dedo—. Bueno, la adivinación siempre es una materia muy quisquillosa y difícil de ser precioso en ella. No me andaré con rodeos, tu futuro dice que el gran riesgo que tomes valdrá la pena, y que el hombre mirándote a ti no es el mismo que miras tú, aunque seré sincera y diré que no miré mucho más acerca de eso. El romance estudiantil no es mi taza de té.
Yoongi se rio por deber.
—Riesgos, hombres...—Bloom se alzó de hombros—. Y un recordatorio, aunque fue difícil de ver. Me gustaría decir que te estaba diciendo que mantengas tu cabeza en alto, considerando tú...casa, pero también podría ser perseverar. Al final, lo entenderás.
—Gracias—dijo Yoongi de la manera más sincera que pudo lograr.
Bloom le dio palmaditas en el hombro. —Puede que no creas en ti mismo, pero tienes un talento real para la adivinación—dijo—. Sería una pena verlo desperdiciado. ¿Te veré el próximo año o no te has decidido?
—Probablemente me vea—dijo—. Yo- sí. Lo disfruto.
—Bien. No muchas personas lo hacen.
Mientras la clase se retiraba, Bloom lo llamó hasta su escritorio. Yoongi se despidió de Namjoon, porque Namjoon quería tener buenos asientos en el tren al igual que todos los demás. Al igual que Yoongi. (Maldita Bloom, en serio.)
—Te daré esto—le dijo—. En preparación para el nuevo semestre.
Un paquete de papel. —Gracias—dijo, y luego se movió, incómodo. —Uh, ¿qué es esto?
—Una ayuda, eso es todo. Todo en la adivinación es una ayuda—su collar de plástico sonaba al chocar y se veía muy pequeña en su silla—Ve. Si corres, todavía puedes encontrar un asiento al lado del chico de Ravenclaw. Te está guardando uno.
Y cuando Yoongi bajó las escaleras hasta el expreso de Hogwarts, se dio cuenta de que Jungkook lo hizo.
*
*
*
Querido Yoongi,
Namjoon me dio tu dirección, espero que no te importe. Le dije a mi hermano sobre lo que dijiste en clase y fuimos a San Mungo. Verás, Peter tiene una cojera desde que era pequeño y acaban de darle un bastón mejor.
Ya le compramos uno por si acaso
Y hay un hospital muggle cerca de San Mungo así que fuimos allí y recibió una hora para tener terapia física lo que suena a mierda de muggles pero realmente funciona y Peter dijo que su pierna ya no duele tanto
Así que gracias, supongo?
Gracias por parte de Peter, también
Amanda Reilly
Lo cual fue raro. E inesperado.
Querido Yoongi,
Buen trabajo buscando
T veo en mi casa este verano
Por siempre tuyo, Gerry, el único y verdadero capitán
Lo que no fue raro y muy esperado y se fue hacía la página del álbum que Yoongi llamó momentos estúpidos de Gerry. (Esto estaba a un lado de momentos estúpidos de hoseok, otra página que se estaba llenando.)
Yoongi,
Mi mamá dice que hará pudin si vienes a mi casa la próxima semana. Ah, y creo que Namjoon intentó mandarme una carta pq encontré a Friedrich afuera de mi ventana pero se desmayó de nuevo
Firmada por el Mejor Chico del Monopoly, Jungkook
A lo cual Yoongi sonrió y guardó en una página al final del álbum que tenía como título simplemente Jungkook.
*
*
*
El paquete de Bloom resultaron ser cartas de tarot y Yoongi pasó casi todo el descanso intentando aprender cómo se llamaban. Las cartas estaban un poco usadas y dobladas, y demasiado pegadas y reparadas y olían a librería.
Yoongi simplemente usó su descanso para hacer eso, con un breve viaje a Irlanda para pasar el rato en la casa de Gerry y un paseo en Londres para visitar a Jungkook.
Un buen descanso, en general.
*
* *
—¿A dónde vas?
Damien estaba sentado en la cama, con el cuello de su camisa caída hacia un lado así que estaba apretada alrededor de su garganta y se caía por su hombro. No había cortado su cabello este año. Ahora, entrando en mayo, había comenzado a crecer y a rizarse dramáticamente, lo que lo hacía ver más misterioso. (Pero Yoongi sabía que roncaba, así que, ningún misterio.)
—A ningún lado—dijo Yoongi, con la mano en la puerta, listo para ir a la sala de menesteres. —¿Por qué?
—Estoy comenzando a pensar que mi capitanía de Quidditch te está inquietando. Ya casi no duermes aquí—la voz de Damien sonaba ligera, pero había una corriente de verdadera preocupación allí.
—Simplemente...—Yoongi se alzó de hombros. La sala de menesteres era suya, suya y de Jungkook. —. Simplemente iré a hablar con Jungkook.
Damien lo vio irse.
Y la siguiente práctica de Quidditch fue el domingo en la mañana, a las cinco, cuando el amanecer apenas comenzaba a aparecer en el cielo. —Los Gryffindor tendrán la cancha a las ocho—gritó Damien en los vestuarios—¡Así que a trabajar! El último partido del año es contra los Hufflepuff, recuerden. Edie-Maude, llévate a Izzy y a Alwyn un rato, yo quiero intentar cosas con Sam y Jimin...
Yoongi apretó sus cordones y se ató la túnica de Quidditch más firmemente alrededor de su cuello y jugó Quidditch del bueno por dos horas y media, animado por Max Hastings, todavía en pijama y con la capa de Alwyn alrededor de sus hombros para calentarse en el aire húmedo.
—Oye—dijo Damien, deslizándose a su lado cuando se detuvieron por un momento—Yo... ¿puedes quedarte en los vestuarios?
—Sí, claro.
Se estaban volviendo muy, muy buenos. Yoongi sabía que Damien recibía cartas especiales de Quidditch de Gerry, además de las que envía a toda la casa, y Slytherin había estado entrenando más duro este año que el anterior. Yoongi no es de los que se hacían ilusiones, pero creía, realmente creía, que podrían hacerlo.
Tal vez.
Todo lo que tenían que hacer era jugar contra Hufflepuff y esperar que Gryffindor perdiera el último partido de la temporada y tendrían una oportunidad.
Tal vez.
(Por favor.)
Izzy, Alwyn y Jimin jugaban al pilla-pilla por el estadio, gritando cada vez que uno de ellos agarraba al otro y Samantha intentaba hacer malabares, procurando que ninguna quaffle le entrara a su ojo. Max bajó corriendo de las gradas para unirse a ellos y no había nada mejor que la diversión pura y dura que consiguen con sus juegos, aunque fuera al amanecer, cuando estaban casi demasiado cansados para ducharse.
Cuando Yoongi salió de la ducha secándose el pelo con los pantalones del colegio puestos y la camisa desabrochada, Damien estaba esperando en el vestuario principal, con la corbata colgando del cuello y se arreglaba el cinturón. —Hola.
—Hola. ¿qué pasa?
—¿Por qué te juntas con ese chico de Ravenclaw a las tres de la madrugada?
Yoongi se alzó de hombros, un poco irritado, si era honesto. Esto era como la pascua del año pasado, con Namjoon y Seokjin. —¿Por qué no? Sadie lo molesta, así que nos juntamos cuando ella no nos puede molestar.
—Es lo que Sadie y Chester y los de su clase hacen—dijo Damien, sus dedos largos amarraban su corbata de forma desordenada—. Qué, ¿está avergonzado de ti?
—Fue mi idea, de hecho—Yoongi dijo más brusco de lo que pretendía. A veces Chester levantaba su mano en los pasillos y Yoongi se estremecía, y entonces Chester chocaba los cinco con sus amigos y todo su grupo estallaba en carcajadas y Yoongi se escabullía con lagrimas en sus ojos y no quería eso para Jungkook. Chester, Sadie...eran malas noticias.
—Tú idea.
—Sí—Yoongi comenzó a abotonarse su camisa y Damien se puso de pie, unos centímetros más altos que Yoongi, incluso más pronunciado ahora que estaba tan cerca—. Damien, es un niño. No quiero joder con eso.
—Sí, pero- podrías volver a la habitación, es todo lo que digo—Damien tiró de la camisa de Yoongi, enroscando sus dedos en la tela—. La abotonaste mal, estúpido.
—Jódete.
Damien tocó el botón mal abotonado, viendo como Yoongi lo desabotonaba y lo ponía en el lugar correcto. —¿Te irás esta noche?
Y algo en su cara hizo que Yoongi dijera que no.
(Él y Jungkook se encontraban en la biblioteca para hacer tareas juntos -debían estudiar para fin de año- y Chester les lanzó escupitajos y Jungkook simplemente sonrió y Yoongi sabía que solo estaba poniendo una cara valiente y eso dolía.)
Damien seguía mirándolo. Estaban estudiando en la biblioteca, Yoongi, Damien, Samantha y Jimin, y Damien seguía mirando la muñeca de Yoongi y Yoongi se sentía quisquilloso con su mirada. Los exámenes eran la próxima semana y estaba preparado para todos ellos, incluso adivinación, y tenía el presentimiento de que Bloom lo haría pasar de todas formas por su intuición o lo que sea, así que estaba escribiéndole una carta a Gerry.
Y Damien lo estaba mirando.
Gerry
El equipo lo está haciendo bien. Damien disfruta mucho ser el capitán
—Puede leer desde aquí—dijo Damien—. Jódete.
—Damien disfruta ser capitán demasiado—Yoongi amenazó con incluir la palabra, la punta de su pluma contra el pergamino—¿Qué se supone que debo decir?
—Dile que Izzy está dejando que su cabello crezca—dijo Samantha.
Jimin lo pateó por debajo de la mesa. —Dile que lo extrañamos.
Yoongi escribió diligentemente ambas cosas, aunque subrayó el te extrañamos y añadió una carita triste en vez de un punto. Gerry seguía enviándoles sobre lo injusto que era el chantaje emocional, así que Yoongi y el resto de la casa doblaron sus esfuerzos para hacer que Gerry llorara en el trabajo.
Y Damien lo estaba mirando.
Una bola de papel aterrizó en su mesa; Jimin la abrió, mientras Yoongi miraba sobre su hombro de donde provenía.
Maricones. Y un dibujo de alguien con un pene al lado de su cara, y la palabra Min con una flecha apuntando dicha cara.
—Gracias, Chester—Yoongi gritó sobre su hombro y luego se metió debajo de la mesa antes de que la bibliotecaria pudiera encontrarlo y decirle que se callara.
—Lo odio—susurró Damien.
—Sí, eso es genial y todo, pero él podría arruinarte—siseó Yoongi, pellizcando su pierna—. Cállate. Quizás piense que me fui.
Podía ver las piernas de Chester, sus zapatos moviéndose hacia la mesa y deteniéndose. —¿Roadfell? ¿Min se fue?
—¿Y qué si lo hizo? —dijo fríamente Damien, y bajo la mesa Yoongi agarró la fabrica de sus pantalones. —¿Cuál es tu maldito problema?
—¿Cuál es el tuyo?
Yoongi pellizcó a Damien lo más fuerte que pudo.
—Simplemente aléjate de Yoongi—interrumpió Jimin—. Nunca te hizo nada.
Yoongi no podía ver a Chester, pero podía imaginar su cara arrugándose de forma maliciosa. —Son unas malditas serpientes de todas formas. Es cosa de tiempo.
—Maldito imbécil—murmuró Samantha, pero Yoongi se mantuvo debajo de la mesa, sosteniendo la mano que Damien le tendió y deseó estar en la sala de menesteres con Jungkook.
*
*
*
Y ahí es donde estaba, cuando le llegó la noticia.
Jungkook terminó sus exámenes dos días después que Yoongi y ambos celebraron con una botella de whisky de fuego en la sala, sentados en un sofá grande y suave mientras escuchaban discos antiguos de La divina comedia y cantaban lo más fuerte posible. Yoongi estaba feliz y Jungkook estaba feliz y había un partido de Quidditch el sábado y Slytherin iba a ganar y todo era simplemente -malditamente- asombroso.
Y entonces el retrato del antiguo profesor de pociones corrió hacia La sala, dentro de la pintura que colgaba cerca de la mesa -Lucien Freud, o la reproducción de uno, con verdes y negros crudos que se encontraban con un desnudo espigado. El profesor se veía graciosísimamente fuera de lugar junto a los colchones, pero no parecía importarle. —¡Min! ¡Sal de aquí, ahora!
Jungkook soltó la mano de Yoongi. —Qué mier-
—Es- la chica Way—dijo la pintura, dándose cuenta solo ahora de la pintura a la que entró y envolvió su túnica a su alrededor. —Rápido, debes ir.
—¿Por qué? ¿Qué pasó?
—Sígueme—dijo sombríamente la pintura. Yoongi no necesitó un hechizo para estar sobrio para ponerse de pie, y Jungkook tampoco; salieron de la sala y bajaron las escaleras, y aunque eran las tres de la madrugada y Jungkook debía estar destrozado, nunca mencionó volver a la cama.
Y abajo en las mazmorras, en el pasillo, la pequeña Isobel Way estaba sosteniendo su muñeca y lloraba.
—¡Mierda!
El antiguo profesor se metió en otra pintura y Yoongi fue hasta la chica, con Jungkook a su lado. —Mierda, Izzy, Izzy, mierda, ¿qué pasó?
Los ojos de Jungkook estaban abiertos como plato, mirando la muñeca luego a Yoongi y luego a Izzy y de vuelta a su mano—C-conozco episkey-
Izzy se acurruco alrededor de la mano y simplemente lloró más fuerte y Yoongi terminó levantando su cuerpo y le dijo a Jungkook la contraseña entre dientes para poder entrar a la sala común. Eran las tres de la madrugada, así que nadie estaba despierto, pero Jungkook tocó cada puerta que pudo ver mientras Yoongi acostaba a Isobel en el sillón más largo. Samantha llegó corriendo en su bata, Damien en una camisa suelta y Max con su pijama de ositos, Edie-Maude todavía en su uniforme y Alwyn en su camisón.
—Alwyn-
—Izzy-
Yoongi atrapó al chico por su cintura antes de que pudiera abalanzarse sobre Izzy y causar más daño—. No sé qué está herido-
—Izzy, qué mier-
En ese momento, Jimin cayó, más que caminó, a través de la puerta de la Sala Común. Su pómulo estaba morado y sus ojos llenos de furia. —El maldito Chester Whitehall estuvo aquí—dijo, y estaba tan enojado que su voz eran lágrimas burbujeantes—Maldito, maldito Chester, intenté perseguirlo y dijo que me acusaría por estar fuera de la cama y entonces Sadie la maldita perra me dio una cachetada y- ¿está bien Izzy, lo está? ¿Está bien?
—Ve por tú mismo—dijo sombríamente Damien.
—¿Qué mierda pasó? —Yoongi todavía sostenía a Alwyn, aunque ahora ya no estaba peleando por moverse, sino que estaba quieto, viendo como Izzy lloraba como si nunca hubiese visto algo como eso. —Jimin, ¿tú lo viste?
—Whitehall tiró una especie de maldición—dijo Jimin, arrodillándose al lado de Izzy, desabotonando su túnica para dejarla sobre sus hombros—. Levantó su mano y la golpeó en la mucha, y me enfurecí y lo perseguí y Sadie se interpuso en mi camino y volví a mis malditos sentidos y una pintura dijo que la encontraste. Mierda. Mierdamierdamierda.
Yoongi puso su mano en el hombro de Jungkook. —Oye-
—Izzy-
Al otro lado de la chimenea, el retrato del antiguo profesor los estaba mirando desde el gran Carvaggio colgado ahí. Yoongi caminó hacia el lo más silencioso que pudo, detrás de Edie-Maude maldiciendo el cielo y Alwyn amenazando con matar a todos los que pueda pensar; Jungkook, mientras tanto, estaba arrodillado a un lado de Izzy con su varita sostenida por su mano temblorosa.
—¿Puedes ir por el profesor Malfoy? —dijo silenciosamente Yoongi. Dickens era el jefe de la casa, pero Malfoy sabría qué hacer. —¿Por favor?
Por una vez, el retrato no hizo un escándalo sobre no ser un mensajero. Asintió, mirando la escena en la Sala Común y envolvió su túnica sobre su cuerpo antes de desaparecer, dejando a Yoongi abandonado.
Cuando el profesor Malfoy entró, estaba con su ropa de dormir y pantuflas, sus pómulos brillosos y rojos y sus ojos salvajes. —¿Qué pasó? Way, ¿Way? ¿Está-? Roadfell, Min, díganme qué sucedió.
Le dijeron de la mejor forma que lograron.
—Whitehall—repitió Malfoy. —. Whitehall y...¿McDermot? ¿Sadie? ¿La Ravenclaw?
Ante el sonido del nombre de su casa, Jungkook se escondió detrás del hombro de Yoongi. Max Hastings se unió a Alwyn y se acomodó junto a Izzy en el sillón, e Izzy había dejado de llorar tan fuerte, aunque seguía apretando su muñeca, con lágrimas cayendo por sus mejillas. —Todos ellos—dijo fríamente Jimin. Todos los Slytherin, además del profesor y un Ravenclaw, estaban en la Sala Común. Todavía se sentía vacía.
—Serán castigados—dijo Malfoy—. Way – Isobel, ¿puedes pararte? Podemos ir hasta donde O'Shannon.
Con la cara blanca, Izzy sacudió su cabeza.
—O-O'Shannon no podrá hacer nada—dijo Jungkook, con la voz débil.
—¿Qué diablos estás haciendo tú aquí, Jeon?
—Perdón, señor—Jungkook le envió una mirada de disculpa a Yoongi mientras sostenía su codo—. Yo- yo y Yoongi estábamos pasando el rato, y escuchamos- y bajamos, así que pensé que podría hacer algo-
—Arregló mi nariz el año pasado cuando Chester la rompió—dijo Yoongi.
Malfoy le dio una mirada. —No sabía que Whitehall rompió tú nariz.
—Se arregló, así que no me molesté en mencionarlo.
El profesor suspiró, sus hombros se hundieron y se veía muy muy joven y al mismo tiempo muy muy viejo. —Bueno. Jeon, ¿por qué O'Shannon no podrá hacer nada?
—Es una maldición—Jungkook sostuvo su propia mano, dejándola caer hacía adelante—¿En realidad no le hace nada a la mano? Simplemente duele mucho, es como una cosa que duele demasiado y tu mano se siente adormecida.
Malfoy frunció el ceño, pero no dudó de las palabras de Jungkook. —Aún así quiero que O 'Shannon sepa. Isobel, ven conmigo-
—Iré también—dijeron Alwyn y Max al mismo tiempo.
—No soñaría con algo diferente—les aseguró Malfoy y levantó a Izzy con alguna especie de hechizo—Vamos. Profesor, ¿puedes despertar a O'Shannon? —eso fue dirigido hasta la pintura, la que siempre estaba ayudando a Yoongi, quien asintió obedientemente y desapareció por segunda vez esa noche.
—Maldita sea—dijo Jimin cuando todos se fueron—. Dios.
Damien, con su cara pálida, se derrumbó en una silla. Nadie le sugirió a Jungkook que se moviera. Nadie sugirió ir a la cama.
*
*
*
—¿Detención? ¿Por una semana? ¡Le hizo mucho daño a Izzy!
—Lo sé—dijo tranquilamente el profesor Malfoy. Damien, Yoongi y Samantha estaban de pie en su escritorio, Damien casi vibraba por la furia. —Sugerí detención y suspensión el próximo año, pero nadie estuvo de acuerdo.
—No es justo, señor—dijo Damien.
—No, no lo es—por primera vez, Malfoy se veía enojado, realmente enojado y no por culpa de ellos. ¿En lugar de ellos, quizás? —. No es justo, pero no puedo hacer nada. O'Shannon dijo que Isobel no fue herida-
—Estaba llorando, señor-
—Lo sé—Malfoy cerró sus ojos y frotó su cien—. Lo que está hecho, está hecho. Withehall no se ganó ningún favor con sus profesores, sin embargo.
Yoongi no dijo nada. Toda la escuela parecía saber acerca de Izzy. Habían recibido muchas miradas compasivas estos días, pero nadie hizo nada realmente. Slytherin tendría que retirarse de la copa de Quidditch, porque sin Izzy tenían un cazador menos y no importaba cuánto rogaran, nadie rompería la regla de primer año para que Max jugara.
(—Harry Potter lo hizo-
—Pero tú no eres Harry Potter, Hastings.
Max entró furioso a la sala común, pateó un cojín y gritó ¡chupa un pene! Hasta que se sintió mejor.)
Fue una forma abrupta y dolorosa de terminar el año.
*
*
*
—Te veré en el verano—dijo Jungkook, abrazando a Yoongi en el abrazo más grande y cálido que había tenido en mucho tiempo—. ¿Cierto? ¿Te veré, cierto?
—Por supuesto que sí, bobo—Yoongi lo abrazó de vuelta—. Eres mi mejor amigo. ¿A quién más vería?
Estaba un poco satisfecho con el sonrojo en las mejillas de Jungkook, incluso cuando tuvieron que separarse, viendo como el tren paraba en la estación. —Eso es tonto. Eres tonto.
—Tú eres tonto.
Jungkook lo empujó. —¿Escribe?
—Escribiré tanto que tendrán que comprarme mi propia lechuza—dijo Yoongi, apretando su corazón de forma melodramática. Jungkook tuvo tiempo de reírse antes de que sus amigos de Ravenclaw se lo llevaran lejos y Yoongi fue dejado de pie con su maleta y el pecho lleno de calidez.
—¿Yoongi?
—Hey—Yoongi levantó una mano hacia Damien, subiendo al carruaje al cual Damien apuntaba. —¿Estás bien?
—Gerry me envió una carta—Damien le entregó una hoja de papel que simplemente decía QUE SE JODA CHESTER con letras gigantes escritas con un sharpie rojo.
—Bien por Gerry.
—Le envió una a Izzy, también, pero creo que sí se esforzó en escribir esa.
—Bien por Gerry—Yoongi miró por la ventana y pudo ver a Namjoon, Seokjin y Hoseok escogiendo un compartimiento para ellos. Tendría que ir hasta allí en algún momento durante el viaje.
Media hora después, Damien envolvió su dedo meñique en el pulgar de Yoongi.
Y Yoongi estaba cansado, así que lo dejó. Se sentía bien.
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btscenarios-espanol · 7 years
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BTS REACCIONA A: Tú tocándoles el pelo.
Jin:
Era la primera vez que dormiríais juntos.
Habíais quedado para ver una película en tu casa pero se hizo tarde, por lo que le propusiste de quedarse a dormir y él sin poner ninguna excusa aceptó directamente. SOLO DORMIR.
Para dormir sueles acariciar a tu perrete, porque su pelo es tan suave que te relaja y te hace dormir rápidamente; sin embargo, esta noche tenías a Jin, por lo que esperaste a que él se durmiese. Cuando ya considerabas que estaba en el “quinto cielo”, te acomodaste y empezaste a acariciar un mechón de su ahora negro cabello.
Estabas ya casi que no te enterabas de nada, cayendo en un sueño profundo, cuando sentiste a Jin moverse. Temiendo que se hubiese despertado, paraste y abriste los ojos:
“¿Debería decirle a la compañía que te ponga como mi nueva peluquera?”- dijo abriendo sus ojos de repente, asustándote.
“Ups. No”- dijiste un poco incómoda. No habías querido molestarle. “¿Te he despertado?”
“Puedes continuar…” -dijo simplemente volviéndose a acomodar y cerrando los ojos, con una sonrisa.
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Yoongi:
A pesar de estar muy cansado por haber estado todo el dia trabajando, Yoongi fue a tu casa a hacerte una corta visita, para al menos cenar juntos.
Decidiste prepararle para cenar una comida típica de tu país, por tanto, mientras tú hacías la cena, Yoongi, ya que no podía ayudarte, se quedó sentado en el sofá viendo la TV.
Cuando terminaste y fuiste a avistar a tu novio, te diste cuenta que estaba dormido. Te sabía mal despertarlo, ya que sabías lo duro que había sido el día para él; y como no tenías mucha hambre, guardaste todo en un tapper y te echaste junto a él en el sofá.
Te acurrucaste a su lado y empezaste a tocarle el cabello para intentar dormirte.
Fue ahí cuando Yoongi se dio cuenta de que no era la primera vez que le tocabas el pelo y pensó: “Ah, conque es así como consigue conciliar el sueño”, y esperó hasta que te quedases dormida.
Una vez dormida, él abrió los ojos y se quedó observándote:
“La verdad es que tengo mucha suerte de tener a una persona como tú a mi lado”- dijo en voz baja. “Eres de las mejores cosas que me han pasado en la vida”.
Y, muerto él de sueño también, te recogió del sofá, y, al estilo princesa, te llevó a la cama.
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J-Hope:
Había sido un día duro, así que nada más llegar a casa pensaste en darte una ducha e irte lo más rápido posible a la cama. Por eso, inmediatamente después de pisar el suelo del piso que tú y Hoseok compartíais, te desvestiste rápidamente y entraste a la ducha.
Después de unos merecidos 20 minutos de relax, envuelta en un albornoz y con una toalla en forma de turbante en tu pelo, saliste relajada y descansada del baño, preparada para dormir. Decidida a irte ya a dormir, divisaste un gran bulto negro que reposaba sobre los pies de la cama. Una gran sonrisa apareció en tu cara.
“Hoseok”- dijiste con un tono suave, como si estuvieras despertando a un bebé, mientras te acercabas a él.
Cuando te acercaste y viste a tu novio pudiste comprobar lo cansado que estaba de la práctica de hoy. Aún llevaba la ropa sudada puesta, y, su pelo en la parte del flequillo estaba muy mojado por el sudor. Tenía los ojos cerrados.
“Hoseok”- repetiste mientras te sentabas a su lado. “Estás chorreando. Deberías ducharte”- le dijiste mientras apartabas las puntas mojadas de su pelo de su frente con mucha delicadeza y le retirabas el pelo hacia atrás.
“Yo también estoy super cansada”- dijiste mientras pasabas de estar sentada a estar tumbada a su vera. En este instante estábais cara a cara. Te quedaste observando sus expresiones. Parecía estar verdaderamente dormido.
“Con este pelo mojado te vas a constipar”- dijiste mientras le empezaste a tocar el pelo y el cuero cabelludo. Sin darte cuenta, tú, poco a poco, empezaste a sentirte cada vez más adormilada, hasta que llegó un punto que no pudiste mantener tus ojos abiertos más y te quedaste durmiendo.
Lo siguiente que sabes es que te despertaste con la habitación oscura, miraste la hora del móvil, eran las 4:23 de la mañana. Te despertaste un poco confundida, por lo que te costó ubicarte. Te encontrabas metida en la cama, con lo que parecía ser una camiseta de Hoseok. Miraste a tu izquierda. Hoseok estaba plácidamente durmiendo.
“Hoseok”- le dijiste mientras le sacudías ligeramente el hombro- “¿Me has puesto tú esto?”
“Sí”- dijo con voz grave y ronca- “Estabas durmiendo tan profundamente ...que me sabía mal despertar...te...para no tener que... moverte mucho ...te he puesto una camiseta mía... y te he meti...do en la cama...”- Dijo medio durmiendo. No se le entendía muy bien.
Sonreíste para tus adentros. Le empezaste a tocar el pelo nuevamente.
“Me encanta cuando haces esto”- dijo con una voz mucho más despierta y espabilada- “Antes cuando estaba tirado en la cama te estaba oyendo en todo momento, y estaba dispuesto a  levantarme y ducharme, pero cuando has empezado a tocarme el pelo me he dado cuenta que no quería moverme.”
“Me ayuda a dormir”
“Lo sé”- se dió la vuelta. Ahora estabais cara a cara. “Me alegro que mi pelo te ayude a dormir”- Te dió un beso en la frente. “Buenas noches, jagiyah”
“Buenas noches Hobi”- cerraste los ojos y te adentraste en un plácido sueño.
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Namjoon:
Eran unos días bastante ajetreados en los que apenas veías a Namjoon, ya que se encontraban, tanto él como el resto de los chicos de Bangtan, preparando letras y nuevas bases para el álbum que sacarían el próximo año.
Dentro de esa época tan agobiante Nam y tú habíais conseguido establecer una rutina: durante los cinco días laborables de la semana cada uno se ocupaba de sus cosas respectivamente: Nam su música, y tú tus clases y prácticas de la universidad. Pero habíais conseguido sacar un tiempito los viernes por la noche, momento en el que tú podías acercarte a su estudio para luego iros juntos a dormir a tu casa; aunque a la mañana siguiente él tendría que volver a su estudio para continuar trabajando.
Así es la vida de idol.
Aunque la de estudiante tampoco es fácil…
Llegó ese momento del viernes noche que ambos siempre esperábais con ansias, ya que él podía salir de la casa Bangtan y despejarse un poco, y tú así también podías comprobar que tu novio seguía vivo.
Cuando llegaste al estudio de RM te lo encontraste todavía trabajando.
“Sólo dame unos minutos más, jagi, que termine esto” -te dijo nada más verte entrar.
Directamente te quitaste tu mochila y te tiraste en el sillón que había en la esquina del lugar. Estabas cansadísima después de haber estado todo el día metida en la biblioteca estudiando para el parcial que tendrías el lunes.
Pasaban los minutos y Namjoon seguía entretenido, mientras tanto tú te morías por irte a casa ya y descansar, por lo que se te cerraban los ojos.
“Nam, ¿te queda mucho?” -preguntaste.
“Nada. Enseguida termino” -Namjoon estaba tan concentrado que ni siquiera te había dirigido una mirada.
Llegó a pasar hasta media hora, por lo que ya harta de esperar te levantaste para comprobar si él recordaba que estabas ahí esperándolo.
“Oye… “ -dijiste mientras te acercabas por detrás y apoyabas tus manos en sus hombros - “¿y si me voy yo y luego ya te acercas tú a casa?”
“No, no. Sólo me falta revisar una última cosa y ya, te lo prometo” -dijo acariciándote rápidamente tu mano derecha.
Mientras Nam terminaba tú te quedaste ahí, detrás de él mirando su pantalla y esperando, empanada por el cansancio. Al notar el sueño inundándote, automáticamente tus manos se trasladaron al pelo de Nam, el cual empezaste a acariciar con delicadeza. Como consecuencia tus ojos se empezaban a cerrar. Él, disfrutando de tu tacto, en un momento echó la cabeza hacia atrás y te miró, soltando una risita al verte ahí detrás con los ojos cerrados.
Enseguida Nam se quitó los cascos y giró su silla, haciendo que te sentaras en su regazo.
“Creo que no deberías tocarme el pelo cuando estás tan cansada” -dijo mientras rodeaba tu cintura con un brazo, apegándote a él para alcanzar tu cuello y depositar un corto beso. “Me he dado cuenta que es como un somnífero para ti”.
“¿Mmmmm?”
“Tranquila, ya nos vamos a casa, vamos”. -sentenció sonriendo tiernamente.
Seguidamente apagó todos sus equipos, aunque todavía no había terminado; y, cogidos de la mano, salisteis por fin del estudio a disfrutar de vuestro único tiempo juntos en la semana, aunque fuese simplemente durmiendo.
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Jimin:
El frío había llegado a Corea de golpe justo la mañana en la que no te abrigaste lo suficiente para salir a trabajar, por lo que era inevitable que al cabo de unos días notases los primeros síntomas del resfriado que se había gestado en tu organismo.
Estabas demasiado debilitada como para ir a hacer tus obligaciones diarias y las tareas de casa. Pero gracias a Dios tenías a Jimin, que era un cielo y siempre que podía se acercaba a tu casa para hacerte un poco de sopa bien calentita y ayudarte en lo que necesitases.
Ya te ibas encontrando mejor con el paso de los días, no tanto por los cuidados de Jimin si no por el antibiótico que te había recetado el médico, las cosas como son.  Sin embargo, había una cosa para la cual no encontrabas solución: el insomnio. Siempre te ha costado conciliar el sueño, pero estos días había sido peor. No hay peor sensación que la de estar muerta de sueño y no poder dormir.
Es por eso que una tarde antes de que Jimin se fuese le pediste que se tumbase a tu lado para probar una técnica que siempre te había funcionado en esas situaciones:
“Jimin… ¿me puedes hacer un último favor?” -preguntaste, exagerando un poco el cansancio en tu voz para darle pena a Jimin y que te hiciese caso. “¿No puedes quedarte un ratito hasta que me duerma? Solo media hora.
Jimin pareció pensarlo un momento, ya que tenía ensayo con los chicos y no era recomendable que se retrasara.
“Bueno… pero media hora, ¿vale?”
Dicho esto, se echó de lado y apoyó su barbilla en tu hombro mientras te abrazaba. Mientras tanto, tu mano que se encontraba al alcance de su cabeza se hundió directamente en su pelo y empezaste entretenerte acariciando durante un rato el mismo mechón. De esta manera cerraste los ojos, esperando poder conciliar el sueño aunque fuese al menos media horita.
Los minutos pasaban y sin daros cuenta ambos caísteis en los dulces brazos de Morfeo: tú poniendo fin a tu insomnio de días y Jimin olvidándose por completo del ensayo.
Para cuando Jimin abrió los ojos, ya había pasado una hora desde que el ensayo había empezado. Rápidamente se levantó y cogió sus cosas para salir disparado de allí.
Sin embargo, antes de salir por la puerta se paró y te observó unos segundos.
“Así que me utilizas para dormir” -dijo volviéndose a acercar a ti- “No te voy a volver a dejar tocarme el pelo” -dijo sonriendo para seguidamente dejar un beso en tu frente y salir corriendo al ensayo, sin darse cuenta del desastre que tenía en el pelo… por tu culpa.
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Taehyung:
Taehyung llegó tarde esa noche a casa. Había estado practicando las coreografías con los chicos durante horas, por lo que nada más llegar se duchó y se tiró en la cama.
Tu tardaste un poco más en ir, ya que tenías trabajo pendiente que estabas terminando, pero cuando terminaste te encontraste al pobre muchacho en una posición un tanto extraña durmiendo. Aguantándote la risa te acostaste a su lado.
“Ay, mi jagi…” -decías sonriendo mientras comenzabas a acariciarle el pelo, como siempre cuando él se encontraba en el quinto cielo.
Estabas ya conciliando el sueño cuando algo te paró la acción de tocar su pelo. Sorprendida, abriste los ojos y miraste qué era lo pasaba.
Notaste como la mano de Taehyung rodeó la muñeca y apartó tu mano de él, acercándola a sus labios para darte un tierno beso en el dorso.
“¿Por qué siempre que piensas que estoy dormido me tocas el pelo?” - te preguntó aún con los ojos cerrados, con una voz adormilada.
“¿Eh?”- preguntaste extrañada- “¿Acaso me has visto hacerlo otras veces?”
“Visto no… estoy con los ojos cerrados.” -dijo sonriendo, a lo que tú le diste un golpecito en la frente, por hacerse el graciosete.
“Tranquilo, que ya no te toco más” -dijiste borde, quitando tu muñeca de su embrace- “Búscate a otra. Yo ya me compraré un perro para acariciarlo a él.
“No te he dicho nada…” dijo acurrucándose más cerca de ti, poniendo tu mano nuevamente en su pelo. Al ver que tú no hacías movimiento, empezó a mover tu mano encima de su cabeza para hacerte reaccionar.- “Vengaaaa…”
Tú decidiste ignorarlo un poco más. La broma fue bien hasta que él, ya harto de tu indiferencia, decidió buscar tu atención de otra manera.
Taehyung, de repente, decidió ponerse a horcajadas encima de ti, posando sus manos a los lados de tu cabeza dejándote  sin poder moverte tumbada en la cama.
“Taehyung ¿Qué haces?. Se supone que estás cansado, así que, DUERME”- dijiste riéndote.
“Pues tócame el pelooo”- sonrió pícaramente- “a no ser que…”- dejo de mirarte a los ojos, ahora miraba para tu izquierda avergonzado.
Abriendo los ojos como platos apartaste como pudiste a Tae de encima tuyo y te levantaste de la cama.
“Aissh ¿Whe?”- dijo un poco molesto tirado en la cama boca arriba, dando pataditas infantiles.
Te quedaste mirándolo con desagrado- “Eres mayor que yo pero me siento una asaltacunas… debería dejarte en una guardería.” -decías mientras te ibas a la cocina a por un vaso de agua.
“¿Conque esas tenemos?- dijo un poco molesto. A continuación, un poco rabioso, se quitó la camiseta y enseñando su masculino torso y sus abs te siguió hasta la cocina.
“¿Esto te parece infantil?”- dijo vacilante cuando te paraste a mirarlo. En un abrir y cerrar de ojos se abalanzó sobre ti y comenzó a besarte fogosamente.
“Soy un hombre, no un niño”- tomó un respiro- “Y si quieres te lo demuestro ahora”.
“Ay, señor… y eso que estás cansado. Está demostrado que debería hacerte dudar de tu masculinidad más a menudo.” -dijiste sonriendo antes de que Taehyung te volviera sumergir en un apasionado beso.
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Jungkook:
Con la llegada del otoño en Corea, se acercaba el Chuseok, que era una especie de Acción de gracias coreano. Esto significaba que, como todos los años, tus suegros os invitaban a ti y a Jungkook a Busan para pasar el día allí con ellos.
Este año, Jungkook acababa de adquirir su 4x4 de alta gama, así que decidió que haríais el viaje  desde Seúl a Busan en carretera. Aunque no te hizo mucha gracia, ya que pasaríais 5 horas en el coche, accediste porque viste lo ilusionado que estaba de estrenarlo.
Debido a que Jungkook tenía schedule el día anterior, el mismísimo día de Chuseok tuvisteis que levantaros a las 4:30 de la mañana para a las  5 poder emprender el viaje.
Y allí os encontrabais, en el 4x4 de camino a Busan con una neblina blanca que os acompañaba y que os evitaba ver el paisaje. Miraste el móvil, eran 5:48 de la mañana y aún os encontrabais en la mitad de la nada coreana.
“Duerme si quieres, yo me encargo”- te dijo sin despegar los ojos de la carretera mientras apoyaba su mano derecha en tu muslo izquierdo y lo sacudía suavemente.  
“No, no pasa nada. En serio”- dijiste mientras apoyabas tu mano sobre la suya.
“No seas cabezota, __ duerme. Sé que estás cansada de ayer. Te despertaré cuando hayamos llegado”- dijo dandote otra suave sacudida en el muslo a la misma vez que se giró para mirarte por un corto tiempo.
Posaste la mano, que antes estaba sobre la suya, ahora en su nuca.
“Está bien. Pero 20 minutos”- le dijiste mientras que tu mano subía más y más arriba, masajeando su pelo.
“Si me haces esto, al final me voy a quedar yo durmiendo también.”- dijo con una pequeña sonrisa.
“Sabes que lo hago para relajarme”- dijiste mientras te apoyabas en el lateral del coche, inclinando tu cabeza lo más cómodamente posible.
“No lo sabía. Aunque he de decir que no me importa en absoluto.”- dijo manteniendo esa pequeña sonrisilla de antes.
Sin darte cuenta, te viste inmersa en un profundo y dulce sueño, mientras que Jungkook se dispuso a poner un poco de música Blues. En esta acogedora y tierna atmósfera, tu mente desconectó de la realidad y comenzaste a soñar.
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-Adm. P y Adm. R
¡Esperamos que os haya gustado mucho! Si lo ha hecho dadle a like y si queréis ver otro sólo tenéis que pedirlo. Un abrazo muy fuerte y hasta la próxima :).
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guccijikoook-blog · 5 years
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Aquí vamos otra vez...
Estaba ahí, sentado pensando en el “por que” se había enfadado tanto, “por que” le había molestado tanto que Jimin estuviera con aquel chico de pelo menta, estatura mucho mas chica que Taehyung, ¿Por que estaba así?, estaba ¿celoso?, no el no podía estarlo, para Kim ya no había espacio en su corazón, y el motivo de esto era Jeon Jung Kook, el era un muchacho joven dos años menor que el, cabello azabache y corto,. Jeon tenia el cuerpo muy bien trabajado tanto así que este mismo no aparentaba de 21 años. Era simple, Kim se sentía confundido, pero decidió no contar absolutamente nada ya que según el era “momentáneo” y pasaría, ya que de por si se metió en la cabeza que nunca mas volvería a ver al chico rubio y al de cabello menta ^por suerte^. El mismísimo Taehyung sabia que haberlos cruzado fue una completa casualidad, nada del destino y toda esa mierda. Pero ¡Vaya! que le era imposible no volver a repetir la escena de aquel día, de no pensar en sus ojos, en sus cabellos rizados en el momento, se le hacia tan adorable la forma en la que se había sonrojado el mayor, pero esa ternura se esfumaba por completo cuando en aquella imagen se veía el rostro de Min, lo detestaba y odia detestarlo y mas aun detestaba odiar y mas al novio de el mayor con cabellos rubios. Amor, ya estoy aquí, otra vez- Aviso el de cabello azabache, para después de eso sacar a Kim de sus pensamientos -¿Como te fue?, te eh extrañado durante el tiempo que no estuviste ¿Sabes?- Lo cual no era del todo mentira, porque por mas que pensara en aquel rubio, Jeon también era parte de su cabeza y dueño de mas pensamientos, al menos eso creía Taehyung. -¿Te trataron bien?- Agrego Kim para luego de esa pregunta agarrar al menor para un suave pero frió beso, suerte que el azabache y el mismo Kim no lo sintieron. -Obviamente, me van, me tienen que tratar bien tonto, es mi familia y por mas que tengan negocios un poco bastantes raros, yo se que todavía me aman., y como es eso que ¿me extrañaste?, solo me fui tres días y medios, aparte tuviste conciertos. -Lo se, pero mira casualidad, ahora te extraño mas- Kim se llevo al menor para que ambos cayeran al sillón que tenias detrás de ellos para repartirse mimos durante toda la mañana, se sentía bien, pero no como lo solía ser,. El menor por supuesto no sentía eso, o solo lo dejo pasar. 
Fighting
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les dejo su hermoso Taekook, pero siempre puede haber un giro que nadie se lo espere :). Mas adelante voy a estar haciendo historias en ingles people...
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aricastmblr · 2 years
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jimin weverse live
지민 
BTS 02.03. 05:15
여러분 잠깐 들렸어요 !
¡todos, he venido por un rato!
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aricastmblr · 10 months
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jimin weverse live (fotos1/2)
지민
12.11. 05:02
다녀오겠습니다
BTS
Iré y volveré
jm-Llegué un poco tarde.
jm-Voy a entrar mañana, todos. Entonces vine a saludar. Llegué un poco tarde. Debería haber venido antes, lo siento.
jm-¡Iré y volveré sano y salvo! ¡Sentí que tenía que decírselo, así que estoy aquí!
jm-No hay mucho que decir pero quería decirles que me iré con cuidado y volveré.No es que no te vuelva a ver nunca más. Lo que quería decirte no pude expresarlo del todo pero después de que me corté el pelo, sentí la realidad.
jm-Yo también los extraño. Ya los extraño ahora, ¿cuánto más los extrañaré cuando me vaya? (army)
jm-Últimamente el clima es frío, así que tengan cuidado de no resfriarse.
jm-Vi a Taehyung y Namjoon-hyung entrar hoy. Entraron con mucha valentía y sonriendo.
jm-¡Dijeron que irían y volverían sanos! No lloré jajaja, yo también los extraño mucho, pero si vamos y volvemos rápidamente, ¡el momento en que volvamos a estar juntos llegará antes!
jm-Y como entraré con Jungkook,creo que será de gran apoyo.( ¡Y siento que es un buen apoyo que vaya con Jungkook!)
jm-Sí, se lo pasaré a Suga-hyung. Suga-hyung está trabajando duro. A Namjoon-hyung y Taehyung les irá bien y regresarán también. Jin-hyung y Hoseok-hyung también lo están haciendo admirablemente. Jungkook y yo lo haremos con calma y regresaremos también.
jm-Algo que los miembros han estado diciendo mucho es que realmente queremos hacer una gira juntos. Desde que Seokjin hyung fue (al ejército) hemos trabajado duro en nuestras propias cosas y hemos estado trabajando en ello ha pasado un año en el que hemos puesto todo de nuestra parte. Realmente hablamos de querer hacer una gira juntos nuevamente . Hacer una gira, un concierto, lanzar álbumes, una vez que regresemos, ¡¡¡espero que ese momento llegue pronto!!!
jm-¿Te voy a mostrar mi cabello? risas Te lo mostraré justo antes de irme.
jm-¡Siempre estuve feliz y agradecido! ¡Revisaré muchos de nuestros recuerdos mientras esté allí!
jm-Siento que tengo que estar separado de amigos con los que he estado durante 10 u 11 años. Sigo pensando que es una lástima que no podamos pasar un buen rato juntos por un tiempo.
jm-Tengo algunas cosas que preparé pero no lo sé. Pensé en lo que quería hacer y preparé lo que quería, pero no sé si será de tu gusto. Espero que sea algo con lo que puedas divertirte.
jm-Tienen muchas ganas de ver mi cabello jajaja
jm-se quita el gorro
jm-Si yo también voy.. el tiempo pasa volando... pero estos días lo que he estado pensando es que ahora tengo casi 30, pienso en lo rápido que pasa el tiempo... así que he estado pensando en cómo vivir mis 30s, cómo pasar mi tiempo...pensando en planificar realmente las cosas
jm-Me veo lindo porque me afeité la cabeza? jajajajaja ¿Soy lindo porque me corto el pelo? Jejeje
jm-¡Iré y volveré bien, todos!
jm-Algo de lo que estoy muy agradecido y feliz es que hay tanta gente que se despide de mí cuando me voy y me da la bienvenida cuando regreso, eso me hace muy feliz.
jm-Y hoy vi que los ARMY no vinieron al lugar. De verdad muchas gracias. Gracias por cumplir tu promesa. Así que les pido que cumplan esa promesa hasta mañana también! Vienen muchas personas, así que estoy muy agradecido. Me conmoví. De hecho, nuestros ARMY, son geniales. Gracias.
jm-Iré y volveré sano e intentaré dejar mensajes cuando pueda~ Iré y volveré bien~así nos vemos cuando regrese. Voy a terminar el directo ahora...
jm-Volvamos a encontrarnos para hacer algo divertido, con nuestro lado divertido, con nuestro lado genial. ¡Iré y volveré bien!
jm-Después de terminar este live comeré con mi familia que está aquí visitándome. -Me comunicaré contigo. Escribiré una carta o haré algo, me comunicaré contigo. Te extrañaré. Iré y volveré bien. Te amo.
jm-¡Iré y volveré bien! ¡Te amo! ¡Iré ahora!
FIN (Resumen de lo que entendí de weverse live de jimin)
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