Tumgik
#livvia spellbody
kai6dt · 4 years
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La extravagante vida de un poltergeist
El bosque
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"Lilo" oyó que alguien susurraba. "Lilo" insistió la voz, y la sacudió levemente el hombro "despierta idiota". "Livvy? Que que diablos quieres?" Lilo se levantó y se frotó los ojos, cuando vio que Livvy estaba vestida. "Lilo, vamos a ir al bosque encantado" explicó Liv, le tiro unos vaqueros y unas botas negras "que? No. Ni de broma. No vamos a ir a ningún sitio por la noche, nos van a pillar" dijo, y se volvió a tapar. "Vale, pues iré yo sola. Adiós." Lilo abrió los ojos y vio a Livvy en vaqueros largos, con su camiseta grande que usaba para dormir metida por dentro de los pantalones, unas botas negras y el pelo recogido en dos trenzas de espiga invertidas. "Livvia Spellbody no vas a ir a ningún sitio" Liv abrió la puerta para picarla y Lilo gruñó "Dame dos minutos".
"Livvy, para de tararear, nos van a oír" "ay Lilo, suéltate un poco querida". Lilo gruñó, esto era una pésima idea. Livvy la había convencido de ir a la reserva de criaturas mágicas, pero había insistido en recorrer el colegio primero, lo cual solo aumentaba sus probabilidades de ser pilladas y encima Livvy no paraba de tararear. De repente oyeron unos pasos rápidos hacia el pasillo en el que estaban, las habitaciones masculinas de gryffindor. "Te prometo que oí a alguien cantando" Livvy y Lilo se ocultaron entre las sombras "habrá sido tu imaginación Dante, o algún chico tarareando, por que aquí no hay nadie" "Que no, que la voz era de chica, era demasiado, suave, bonita y..." "seguro que hemos venido aquí para ver si había alguien?" Lilo se tapó la boca para evitar reír "C-Claro que si" el otro chico suspiró "Anda, vámonos" y los pasos se alejaron. Lilo miró a Livvy que estaba roja de vergüenza, mientras que Lilo intentaba no reírse muy alto. "Anda, sigamos" susurro Lilo. Retomaron el camino para ir al bosque, pero de repente Livvy sintió una mano tapándole la boca y otra cogiéndola la cintura, apretándola contra el pecho fuerte del que supuso que era un chico. Abrió mucho los ojos y miró a Lilo preocupada, pero vio que ella parecía relajada y estaba saludando a... ese era Luke? Que hacía Luke ahí? Entonces este tenía que ser...Connor. Como no.
"Hola cariño" le susurro Connor y a Livvy le dio un escalofrío en la espalda. Le mordió la mano y el se la quito de la boca. "Suéltame idiota" dijo en un susurro alto pataleando al aire, pero en vez de hacerla caso, Connor uso la mano que antes estaba en su boca para suejetarla más fuerte contra su pecho.
"Shhhh no grites que nos van a oír"
"Lilo! Ayuda!" suplicó ella
"venga a Connor, déjala ir". El la dejo suavemente en el suelo, aunque no soltó los brazos alrededor de su cintura y posó su cabeza encima de la de Liv, haciéndola sentir mariposas en el estomago. Lilo miraba encantada a su amiga y a Connor, hacían una pareja perfecta, y luego se giró hacia Luke. "Que hacéis aquí?" Le pregunto ella. "Connor oyó a Liv cantar y quería verla" dijo el encogiéndosela de hombros y mirando hacia donde estaban ellos, Liv intentando liberarse del agarre de su captor y Connor sonriendo." La pregunta es que hacéis vosotras aquí" "Emmm. Pues nosotras... íbamos a..." intento empezar, pero suspiró derrotada y soltó de golpe "Íbamos a ir a la reserva de criaturas mágicas" Lilo se quedó mirando como el fuego de las velas cercanas iluminaba su cara, haciendo bailar a las sombras y reflejar sus ojos verdes con destellos...
"Lilo? Estás ahí?"
"Eh, si. Que decías?"
"Te estaba diciendo que porque te me habías quedado mirando"
Porque eres más guapo de lo que recordaba, pensó ella. Espera, que? No. No era eso. "Ehhh tenias algo en la cara, una pelusa o algo"
Se oyó una risita femenina, y cuando los dos se giraron vieron que Connor seguía a agarrando a Liv por detrás, y ella había parado de resistirse y tenía las manos encima de las de el. "Ya. Una pelusa. Claro" dijo Livvy guiñándoles el ojo. Connor se rió de su comentario.
"Enserio, tenía algo en la cara y-" unos pasos de alguien corriendo interrumpieron a Lilo. "Esta vez si que los has oido verdad?" Dijo la voz masculina. El otro debió decir que si con la cabeza, porque se veían sus sombras acercándose a ellos por las paredes. "Corred" susurró Connor, cogió a Liv de la mano y desaparecieron. Luke cogió la mano de Lilo, haciéndola sentir un calambre y también echaron a correr.
Consiguieron salir sin ser pillados y vieron que Livvy y Connor les estaban esperando fuera "anda, al final han decidido aparecer" exclamó ella con sacrcasmo. "Ja ja, que graciosa Livvy" dijo Luke con el mismo tono, pero bromeaban amistosamente. La mirada de Liv bajó hasta su manos, que seguían juntas y arqueó una ceja "uy, mira eso Connor, se están dando la mano" dijo dándole un codazo suave y señalándoles con la cabeza, haciéndole reír suavemente. "Bueno, empecemos a andar que si no se hace de día" dijo Luke soltando la mano de Lilo rojo como un tomate. La cabeza de Lilo iba a mil. Era posible que... no. Imposible. Pero a lo mejor..., solo a lo mejor había una pequeña probabilidad de que sus sentimientos hacia Luke fuesen recíprocos. "Lilo muévete hija, que si no vas a echar raíces" dijo Liv, andando con Connor a su derecha y Luke a su izquierda. "Y-ya voy" respondió, y se puso al lado de Connor. Necesitaba aclarar sus sentimientos hacia Luke.
El bosque se mostraba impotente ante ellos, kilómetros de árboles frondosos y caminos ensortijados. A Lilo le estaba empezando a parecer peor idea que antes. Y si se perdían? Y si les atacaba algún monstruo? Y si se separaban y no encontraban el camino de vuelta y se morían de hambre? Y si-. "Lilo, alegra un poco la cara, parece que vas a vomitar" dijo dándole un golpe con la cadera.Estaban en una posición de menor a mayor: Luke primero, con uno setenta, luego Connor, con un centímetro menos que Luke, después Lilo, con uno sesenta y seis y finalmente Liv, con uno sesenta. Miraron al bosque y empezaron a avanzar juntos, intentando no separarse. Era luna llena, por lo cual había bastante luz, pero las copas de los árboles eran tan espesas que el camino era casi negro,así que avanzaron con cuidado. Liv iba unos pasos por delante, tarareando una canción en bajito. Esa niña nunca se callaba. Se empezaron a relajar y a hablar en susurros, hasta que oyeron unos relinchos y bufidos. Los tres chicos pararon de andar inmediatamente, pero Livvy miró en la dirección de los sonidos y empezó a avanzar hacia ellos, hasta que desapareció. Había salido del camino y se había internado en los arbustos. Lilo no se había apuntado para esto.
Livvy avanzó si hacer ni un solo ruido. Había reconocido esos sonidos en cualquier lado: eran los sonidos de un equino, y no había nadie que le gustasen más los caballos que a ella. Llegó a un claro donde un trío de caballos color whiskey y gigantes alas más claras se enfrentaban a un Galés Verde de Cinco metros. Si no se equivocaba, los caballos eran abraxam y eran intensamente poderosos, por otra parte, el dragón galés verde era uno de los más grandes que había visto en su vida y parecía que estaba guardando un nido. A lo mejor los abraxam habían invadido el territorio de la madre galés verde, y esta se había sentido intimidada. No sabía quién ganaría si se enfrentasen, pero no quería descubrirlo, así que se aclaró la garganta "eh h-hola" todas las cabezas se giraron para mirarla. La galés verde le enseño su lengua viperina, avisándola, y uno de los abraxams levantó sus dos patas delanteras y bufó. "Soy Livia Spellbody, encantada... em, esto, habéis entrado en el territorio de la mamá galés verde y no le gusta. Podríais, no se, iros a comer hierba a otro sitio?" Livvy estaba cagada. Le temblaba todo el cuerpo: las manos, las rodillas e incluso estaba segura de que la estaban empezando a dar ticks en el ojo. La galés verde se giró para mirar a los abraxams, como si la estuviese dando la razón, pero a los equinos no les parecía buena idea. Los tres caballos empezaron a avanzar hacia ella. Seis metros. Vale, voy a morir. Soltera, joven y sin haber experimentado nada en la vida. Cinco metros. 'me pregunto cuantas veces he pestañeado' pensó. Cuatro metros. Inspiró, esperando ser pisada cuando de repente un sonido lleno el aire, era como las alas de un pájaro, pero multiplicadas por cuatro. Una figura se posó delante de ella, levantando tanto aire que la hizo caer de culo al suelo. Era un hipogrifo. Un hipogrifo de verdad.
El hipogrifo se colocó delante de ella, mirando a los tres abraxams, como si la estuviese protegiendo y soltó un grito de águila. Los abraxams titubearon, se miraron entre ellos y decidieron que no valía la pena, así que se internaron otra vez en el bosque. El hipogrifo se giró para mirarla, tenia los ojos amarillos como si fuesen dos bombillas, y el pico tan afilado que podría partir huesos. Ella seguía sentada en el suelo, pero el grifo le cogió la parte de atrás de la camiseta y la puso de pie. Livvy seguía estupefacta. Un hipogrifo de cuatro metros de largo y dos de alto le acababa de salvar de tres caballos alados. Un día normal en Hogwarts, pensó con ironía. La madre Galés Verde se enroscó alrededor de su nido y miró a Liv. Ella se acercó dos pasos y la dragon bajo la mirada con actitud mansa. Tomando esto como permiso, Liv le acarició la frente escamosa y aprovechó para mirar dentro de su nido. Había dos huevos marrones y la madre los miraba como si estuviese orgullosa. Retiró su mano de la frente caliente del dragón y se giró al grifo, que la miraba con impaciencia. "Porque lo has hecho?" Pregunto en un susurro. El grifo la miró y hizo un gesto para que se montase. "Quieres que... monte? Yo?" El grifo se agacho a cuatro patas, confirmando su teoría. "Y ahora vamos a montar en grifo, claro, porque no?" El hipogrifo hizo un sonido como si estuviese molesto. "Perdón, me refiero hipogrifo" aclaró con una risita nerviosa.
"Donde se habrá metido?!" Gritó Lilo "LIVVY?!" "LIVVY VUELVE!" Todos gritaban su nombre viendo a ver si aparecía, ya no les importaba hacer ruido, solo querían encontrar a su amiga. Connor se paso los dedos por el pelo peinándoselos hacia atrás por vigésimo cuarta vez "es mi culpa. Debería haber ido con ella. Debería haberla cuidado, era mi responsabilidad" dijo con lágrimas en los ojos. "Si la ha pasado algo yo-" pero fue interrumpido por un sonido de alas gigantes, que espantaban a los pájaros y separaban las hojas de los árboles con una potencia increíble. Su primer instinto fue huir, hasta que divisaron una figura de pelo largo encima. 'Esa es... no, imposible. No estaría tan loca para montar un grifo salavaje'.
Aparentemente Livvy si estaba tan loca. Le rasco la cabeza al hipogrifo, lo que le hizo mover un poco la cola y luego se bajó de un salto "hola chicos, siento haberme ido antes..." fue interrumpida por Connor, que la abrazó y empezó a dar vueltas con ella. Luego le puso la mano en la mejilla y le dijo algo en bajito, a lo que Liv asintió embobada, y luego juntaron las frentes, cerrando los ojos y disfrutando de la sensación. Cuando se separararon, Luke fue corriendo y la abrazó, haciendo gruñir a Connor. Luego la hizo girar para ver si estaba herida, pero no tenia nada más que un par de arañazos. Luego fue el turno de Lilo, que la abrazó todo lo fuerte que pudo "Me vas a ahogar" se quejó ella. "No haberme pegado ese susto idiota." "Tranquila, no te vas a librar de mi tan fácilmente"
El hipogrifo chilló impaciente. Si Liv tuviese que usar una palabra para describirlo, era esa: impaciente. "No me vuelvas a dejar por favor" las palabras que Connor le había suplicado todavía resonaban en su cabeza, haciéndola sonreír y sentir que las mariposas de su estómago se multiplicaban. "Vamos" les dijo, y empezó a seguir al grifo. Los otros cuatro se miraron extrañados, pero la siguieron. Después de unos diez minutos caminando llegaron a una gran roca con una espiral en el centro. Toda la vegetación cerca de ella había empezado a marchitarse y ennegrecerse. En el centro de la espiral había una piedra morada incrustada, que diablos era ese sitio?. El hipogrifo gritó, empujando con su cabeza la espalda de Livvy hasta que estuvo cerca de la gran piedra gris. Recorrió la espiral con los dedos, pero cuando llegó a la piedra morada le dio un calambre que le hizo soltar un chillido y apartar la mano rápidamente. Connor se acercó rápidamente "estas bien?" Se veía preocupación en sus ojos. Ya no tonteaba y ligaba con ella, algo había cambiado desde que se abrazaron debajo del árbol, ahora parecía que le importaba. "Tranquilo, solo me ha dado un pequeño calambre" era mentira. Casi no podía flexional los dedos y el aire se había inundado de un olor a carne quemada. El la miró con preocupación pero le soltó la mano. "Chicos" dijo Luke y señaló el cielo, estaba empezando a amanecer. Livvy giró la cabeza have ja su amigo el hipogrifo y este como si obedeciese sus órdenes se agachó para que se pudiesen subir. Ella se montó primero "vamos?" Todos la miraba como si estuviese loca, pero Connor se subió detrás de ella y se agarró a su cintura. "No tenemos todo el día, y pronto empiezan las clases" Lilo se subió y le agarró los hombro a Connor, mientras que luke la cogía la cintura y la pegaba contra su fuerte pecho.
El hipogrifo les dejó por donde habían entrado al bosque, y después de una reverencia a la que Livvy correspondió, se internó en el verde bosque. Liv y Connor se despidieron de un abrazo, mientras que Luke y Lilo se miraban incómodos. "Ehhh supongo que hasta mañana? Bueno hoy es técnicamente mañana, así que hasta después de unas horas, o bueno unos minutos, bueno de pende de si..." Luke estaba diciendo cosas sin sentido y Lilo lo interrumpió con un abrazo, y después sin pensarlo, le dió un beso en la mejilla. Cuando se separaron, Luke estaba rojísimo y Livvy y Connor les miraban sonriendo. "Venga, vamos Lilo, que si no no nos da tiempo y se la llevo de la muñeca. "Un beso en la mejilla eh?" Preguntó Connor, dandole una palmada en la espalda a Luke. "Cállate Clutterbuck" Connor echo la cabeza para atrás y se rio de lo rojo que seguía su amigo.
Colaboración con @gabbyfluffy ❤️
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gabbyfluffy · 4 years
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Como un tatuaje
Liv se recolocó el jersey y entró en su cuarto. Todo estaba oscuro, aunque una figura estaba sentada en su cama, y casi la mata del susto. “Liv?” Ella estaba demasiado feliz para recordar su enfado con Lilo. “Lilo, que haces despierta?”
“Encontré tu mochila en el bosque y la traje a la habitación, para que puediéramos hablar. Donde has estado durmiendo?”
“Como que donde he estado durmiendo?” Respondió confundida Liv “Te han borrado la memoria?”
“No, pero... Todas las mañanas que me he levantado desde que nos enfadamos no estabas, y tu cama estaba sin hacer, y...”
“Lilo, sigo durmiendo aquí. Se llama hacer la cama, aunque dudo que tu lo conozcas”
“Ja ja ja” dijo Lilo sarcásticamente “toma tu mochila”
Liv la cogió y sacó un brazalete de plata. “Si me disculpas...” y se encerró en el baño.
Lilo se quedó confundida en silencio. Liv ya no estaba enfadada? Lilo oyó a su amiga desde el baño.
“Magno, llama a Sirius, estúpido gusano”
“Te diría que tu también eres un gusano, pero ellos al menos son útiles” siseó Magno, y soltó una risita metálica.
“Calla chatarra. Hola Sirius!”
Lilo movió su varita y silenció el baño, para que Liv tuviese privacidad. Se levantó de la cama de su amiga y se dirigió a la suya, cuando oyó un chillido como de delfín. “Que...?” Esperó en silencio a ver si algo más sonaba, pero solo había completo silencio. Supuso que habría sido la cama o el sueño, y se fue a dormir.
                                                           ———
Lilo abrió los ojos y olió el aire. Olía a... algas? Su amiga roncaba ligeramente en la cama de enfrente, medio destapada y cubierta por un jersey grande. Lilo supuso que era nuevo, ya que no lo reconoció. 
Salió silenciosamente de la habitación para no despertar a su amiga (y también para evitar el horrible olor a pescado muerto). Tomó la escalera del comedor, cuando esta empezó a cambiar. Corrió para intentar llegar a tiempo, pero la escalera ya había cambiado de dirección y se dirigía a otro camino. Suspiró frustrada. Esta no era la mejor manera de empezar el día.
Bajó de la escalera a regañadientes, decidida a llegar al comedor lo más rápido posible para calmar sus tripas rugientes. El pasillo era bastante estrecho y oscuro, parecía más antiguo que el resto de Hogwarts. Unas risas resonaban por las paredes, y Lilo se temió que fuesen fantasmas, pero luego se acordó que ella era medio fantasma. “Fred, para!” Rio una dulce voz femenina “te he dicho que tienes que girar a la izquierda!” Lilo se paró en seco. Fred?
“Perdón, perdón” reconocería esa voz hasta si estuviese distorsionada, la tenía perfectamente memorizada, como un tatuaje cubriendo cada centímetro de su alma.
“Venga boing, muévete, la música ya ha empezado” Dijo Angelina, seguido de risitas de ambos.
El ruido venía de una puerta entreabierta, y Lilo miró cuidadosamente. La pareja que debía de haber estado bailando, ahora estaban enfrascados en un beso apasionado. La mano de Fred estaba enredada en el pelo oscuro de Angelina, y las manos de ella acariciaban sus hombros con amor. 
Lilo tuvo ganas de vomitar, pero no supo por que. Se alejó silenciosamente de la puerta y andó veloz hasta la escalera del principio, que afortunadamente seguía ahí. En cuanto subió a ella, la escalera se movió y la dejó en el pasillo del comedor, como si la hubiese enseñado lo que tenía que ver.
                                                          ———
Liv bostezó y algo mordisqueó sus dedos. Al principio pensó que era Magno, que a veces la intentaba morder pensando que sus colmillos eran venenosos, pero resultó ser la cría de dragón que había traído por la noche, después de que Lilo se durmiese. “Buenos días Índigo.” La cría movió la cola entusiasmado, y Liv arrugó la nariz. “Hueles a pescado muerto, colega.”
Índigo se chupo el ojo, una muestra indudable de su inteligencia superior; luego, rodó en la cama y cayó sin querer al suelo, dejando una mancha babosa. “Vale cariño, vamos a limpiarte.”
Encontró una zona escondida detrás de un invernadero abandonado, y deshizo el hechizo de invisibilidad de Índigo. Sacó su neceser con jabones e invocó un chorro con su varita, bajo el que el dragón se metió debajo ronroneando. Después de haberle enjuagado, desenredado algas y haberle quitado trozos de cosas que no quería saber que eran, le echó su jabón de miel y coco. La habían prestado un cepillo de lavar los platos de la cocina, y con eso quitó toda la suciedad de su cuerpo, pero su cara de cocodrilo la lavó con las manos para no hacerle daño. Le aclaró el jabón con agua templada y le secó cuidadosamente con una toalla (también de la cocina).
“Liv?” Ella pego un salto del susto. Ese señor tenía un radar para encontrarla. “Draco? Estoy aquí” El llego con una sonrisa, que perdió lentamente tras ver a Índigo. “Livvia, dime que no has vuelto a meter un dragón en el colegio.”
“La ultima vez no fue un dragón! Era una salamandra de fuego, Draco, necesitaba fuego para sobrevivir!”
“Y que pasó entonces...?”
Liv miró al suelo, con las mejillas rosas. “La salamandra le prendió fuego a la túnica de Snape” contestó avergonzada “pero solo fue un poco!”
“Liv, no se puede prender un poco en fuego a alguien!”
“Ay, calla”
Draco rió y se sentó al lado de su novia, no sin mirar mal al animal. “No le mires así!” El puso los ojos en blanco “es mi amigo! Te gustaría que yo mirase así a tus amigos?” 
“Livvia, miras así todos los días a Crabbe y a Goyle”
“Ya pero... eso es diferente. Ellos si son tontos.” Draco volvió a poner los ojos en blanco, con una pequeña sonrisa naciéndole en sus labios. Cogió las manos de Liv y se mordió el labio; Liv miró el movimiento embobada.
Sacudió la cabeza y despertó de su ensoñación “hmh?”
“He dicho que que miras, cara babosa?” Liv resopló y le apartó la cara con la mano, mientras él se moría de la risa.
“Te odio”
“No decías lo mismo ayer, cuando te comía la boc-“
Liv enrojeció hasta las orejas y le tapó la boca.
                                                          ———
Lilo caminó ausente hasta el árbol donde antes se reunían Luke, Connor, Liv y ella, y se sentó debajo, enterrando la cara en las manos y ahogando un sollozo. Segundos después, se dio cuenta de que alguien cantaba; al principio pensó que se lo imaginaba, por que venía de arriba, pero luego reconoció la voz.
Miró hacia arriba y ahí estaba. Con su pelo rubio alborotado, más alto que el año anterior y con más músculo. “...Connor?” El chico paró de tararear y miró hacia abajo. “Lilo?”
Ella se apartó del tronco y su viejo amigo bajó de un salto, aterrizando con agilidad. “Que haces aquí?” 
“No sabía que estarías aquí”
Se sentaron en la base del árbol y quedaron un largo rato en silencio, mirando al horizonte. El cielo había oscurecido. “Que tal está?” Preguntó el, con voz ausente, y Lilo no tuvo que preguntar ni a quien se refería “Bien.” Contestó secamente “tu que tal con las dos chicas con las que la engañaste?” Lilo sabía que lo que decía era cruel, pero estaba enfadada, y el era el objetivo más fácil.
“Esas no...” dudó un segundo “esas fueron errores.”
Sorprendentemente, empezó a nevar. El primer copo cayó en la mano temblorosa de Lilo, mientras miraba con tristeza a Connor. “Solo dime... De verdad mereció la pena?”
Volvieron a quedar sumidos en un horrible silencio. “Cada día que pasa me arrepiento de lo que hice, pero nunca fue mi intención. Al principio sólo tonteaba con ellas, pero luego una se lanzó, y yo, debería haberla parado, pero no... no lo hice” contestó son aire ausente.
Lilo por fin se fijó en su cara. Los ojos claros como una gota de rocío, unas pocas pecas espolvoreadas por sus pómulos, y su pelo color trigo, todo colmado por una cara atractiva y mucho, mucho más mayor de lo que recordaba. “No se si lo entenderías, pero ver a la persona que amas, que necesitas tan desesperadamente abrazar, puede existir perfectamente sin ti, es desgarrador. Te hace sentir un desperdicio de humano, una tristeza inexplicable, como si te pegasen un puñetazo en el estómago y tu pensases que te lo mereces, por que es así.”
“Créeme, lo comprendo” murmuró Lilo, sintiendo la mirada sarcástica de él sobre ella. “Quieres hablarlo?”
“Me quede sin cosas que hablar contigo el día que le rompiste el corazón a mi mejor amiga. Adiós Connor.”
“Adiós, Lilo” contestó con un suspiro cansado, como si se hubiese rendido hace mucho tiempo.
                                                          ———
“Draco, Draco, nos van a ver...” Draco rompió el beso y la miró confundido; estaban en el mismo sitio de antes, con Liv tirada en el suelo y Draco encima suya. El la volvió a besar “eso significa que quieres que pare?” 
Liv soltó una palabrota y le besó “claro que no, imbécil.” Draco sonrió con arrogancia, justo antes de ser tumbado por un dragón baboso. “Livvia! Quítame a tu hipopótamo de encima!”
“No le llames hipopótamo! Índigo, cariño, deja a Draco en paz.”
“Ah, ahora el bicho es ‘cariño’ y yo soy solo Draco?” Índigo empezó a lamer la cara de Draco mientras el se quejaba y gritaba el nombre de Liv.
“Índigo! Vamos, te estas pasando!” La cría le miró con ojos de cachorrillo y paró de menear la cola “déjale en paz” se quitó de encima de Draco con expresión arrepentida y se sentó cobre sus patas traseras.
“Ves, es bastante obediente.”
“Bastante? Tiene de obediente lo mismo que yo de pelo negro” Liv ahogó una sonrisita, viendo el pelo de punta de Draco por los lametones de su amigo. 
“Ciertamente tienes un pelo precioso, amor” el sonrió orgulloso, sin darse cuenta de que ella se estaba burlando de él “verdad que si” contestó con orgullo, y se arrimó para seguir besando a Liv “seguimos con lo de antes...?”
Liv le hizo la cobra muy descaradamente. “Y besar todas esas babas de dragón? Estás loco? Lávate la cara y luego hablamos de besarme”
“No sabes lo mal que me caes” suspiró el, mirando medio enfadado, medio divertido a su novia.
“Anda ya, si me adoras”
“Deberías haberte abrigado más.” La reprochó Draco con enfada preocupación. Acababan de volver de lavarle la cara a Draco y había empezado a nevar, dejando ya una considerable capa de nieve sobre el césped. “No hace tanto frío” murmuró, intentando no temblar. Llevaba solo un jersey y un abrigo impermeable fino, con unos pantalones vaqueros.
Draco la miró con desaprobación “Por que eres tan malditamente orgullosa? Si tienes frío dímelo, y te dejo algo”
“Te lo diría, en el hipotético caso de que tuviese frío, pero como no lo tengo...” Metió las manos dentro del jersey para guardar calor, y arrebujo la cara sonrojada en el abrigo.
Draco se quitó su abrigo gordito y se lo tendió a Liv, que se sintió enormemente tentada. Olía a él, a manzanas, a su colonia...
“Vivy, yo tengo ropa de sobra, he cogido de más por que sabía que a ti te iba a faltar! Ahora déjame-“ forcejearon un rato, Liv resistiéndose y Draco poniéndola por las malas el abrigo. Liv acabó con abrigo grande y calentito, y una expresión enfurruñada en el rostro. 
“Oh, venga amor, no seas así.” La dio un tierno beso en la frente y Liv sonrió, hasta que Draco la metió nieve por la espalda. Soltó palabrotas hacia el y cogió nieve del suelo, redondeando la para formar una bola.
“Oh, ahora sí que te vas a enterar, Malfoy”
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gabbyfluffy · 4 years
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Sueños y confusiones
“Parece que no has dormido nada. Estás bien?”
Liv se encogió de hombros. “He tenido pesadillas. Sobre mi madre y eso.” Se quedaron en silencio, con el tren traqueteando de fondo. “Quieres hablar sobre ello?” Le preguntó Lilo suavemente, pero Livvy negó.
“No, gracias. Y tu que tal?”
“Bien. Pero Liv, si quieres hablar...” su amiga se restregó los ojos con cansancio. “No quiero. Pero gracias igualmente.”
Alguien desbloqueó la puerta del compartimento y las sonrió. Bueno, le sonrió a Liv, a Lilo la saco el dedo del medio con mucho disimulo. “Malfoy. A que debemos este placer?” Dijo Lilo sarcásticamente, y Liv y Draco la fulminaron con la mirada.
“Hola Draco, que tal?”
“Hola Liv. Yo... em, he conseguido un vagón desocupado, y me preguntaba si...” Lilo levantó las cejas. Ese tío era patético. “Me preguntaba si a lo mejor querías... no se, venir conmigo? Si te apetece, claro. Y no estás ocupada” jugueteaba nervioso con el borde de su chaqueta negra.
Lilo rio. No había manera de que su amiga la dejase tirada por ese- “si, ahora voy” Lilo la miro pestañeando varias veces. Miró a Draco y vio que el estaba tan sorprendido como ella. “Perdona, has dicho que te vas?”
“Sip”
“Con ese?”
“Lilo, no seas mala. Además, tu te vas a poner con Fred y George, y a mi... a ver, no me caen mal, pero prefiero estar con Draco.” Lilo seguía en shock, mientras que Draco parecía muy complacido. “Pero te veré luego en Hogwarts, vale?” Cogió su equipaje y Draco la echo una ultima mirada. <<Me prefiere a mí>>, Dijo él moviendo mudamente los labios, y Lilo le hizo una peineta. Cerraron la puerta y el compartimento se quedó en silencio.
Miraba a la puerta esperando a Fred y a George (y vale, también a la traidora de Liv), pero los que entraron no fueron ninguno de ellos; Harry, Ron y Hermione se sentaron en los asientos vacíos.
“Hola Lil, donde está Vivy?” La preguntó Hermione, y Lilo se quitó el fleco de la cara con exasperación. “Está con otra persona”
“Oye, por casualidad” preguntó Harry “le caigo mal a Livvia?”
Lilo se mordió el labio; debía decírselo delicadamente. “A ver, Liv es un poco... mmm” pausó para buscar la palabra adecuada “territorial. Entonces siente que la has robado a Sirius y pues no, no la caes muy bien.”
El se cruzó de brazos y levantó la barbilla “me da igual. Ella también me cae mal, así que lo prefiero así. Y Sirius es mi padrino, así que yo tengo derecho!”
Los otros tres chicos suspiraron con cansancio mientras Harry hablaba de lo genial que era su padrino, pero un sonido le interrumpió a los pocos minutos.
Se bajaron del tren con un salto y Lilo esperó al lado de la salida. “No vienes, Lilo?” La preguntó Harry, y ella negó con la cabeza. “Livvy me dijo que me esperaría en Hogwarts, pero id yendo, yo os veré ahí”
“Por que te quedas con ella? Te ha dejado tirada por otra persona, ven con nosotros!”
Lilo se sintió extremadamente tentada; es verdad que Vivy la había dejado tirada, pero...
“Nah, id yendo vosotros. Yo la esperaré” el grupo de tres se alejó, dejando a Lilo sola con la poca gente que faltaba de desmontar.
Habían pasado cinco minutos y Livvy no había salido. Y si se había bajado ya y no la había visto? Decidió entrar en el tren otra vez para investigar.
Pasó por los pasillos desiertos, lo cual la resultaba muy extraño. Las cortinas de los compartimentos estaban abiertas, por lo que podía ver fácilmente que estaban vacías. Hasta que llegó a una que no.
“Liv, despierta, vamos. Tenemos que bajar ya.” Alguien farfulló algo “venga, levántate ya...” Lilo abrió la puerta bruscamente y Draco salto del susto, aunque rápidamente se recompuso. “Por que tardáis tanto?” Draco señaló a Liv con la cabeza- estaba dormida, agarrada de su brazo como un koala y reposando la cabeza en su hombro.
“Me dijo que no había dormido bien y... pensé que... se durmió y yo no pude, no quise despertarla.” Dijo nervioso, con un pequeño rubor tiñendo sus mejillas.
“Hay que bajar ya. Despiértala”
“Despiértala tu, Poltergeist”
“Tu!”
“Tu!”
De repente, un silbato resonó en el aire, y Liv levantó la cabeza totalmente alerta. “Ya hemos llegado?”
“Ha sido culpa de Lilo!” Exclamó Draco apuntándola, y Liv pestañeó confusa “que diablos esta pasando...?”
“Mentiroso! Ha sido culpa tuya! Si no fueses tan nenaza...!”
Draco se levantó amenazante y encaró a Lilo“Por que no me lo dices a la cara Poltergeist?”
“Cuando quieras-“
“Suficiente!” Gritó Liv “Por lo que he entendido, hay que bajarnos inmediatamente!” el tren accionó los motores, y ellos salieron corriendo. Bajaron de un salto de las puertas casi cerradas cuando el tren empezaba a moverse, pero ninguno se hizo daño.
“Me he manchado mi esmoquin! Todo por tu culpa, Poltergeist!”
“A nadie le importa tu esmoquin, don pijo!” 
“Por favor dejadlo ya...” Liv oculto la cara en las manos y respiro hondo “todos los carruajes se han ido. Como vamos a llegar ahora? Corriendo? Se puede saber por que no me habíais despertado?!”
Lilo y Draco miraron al suelo, avergonzados. “Es que estabas cansada...” se excusó Lilo, y Liv intento peinar sus rizos rebeldes, con cara de cansancio. “Mira, da igual, dejadlo.” Draco y Lilo compartieron miradas preocupados. Liv nunca dejaba un tema. “Voy a llamar a Alpha y a Cira” se llevó los dedos a la boca y silbó una extraña melodía.
Unos segundos después, unas pisadas hicieron retumbar el suelo, y dos dragones enormes aparecieron. Cabecearon y chuparon a Liv moviendo las colas con emoción, mientras ella les palmeaba la cabeza y les daba toda clase de cumplidos. 
“Mis niños preciosos, cuanto habéis crecido!” Usaba el típico tono que la gente usaba para los cachorritos... excepto que estos eran dragones asesinos escupe fuego de cuatro metros “Estáis emocionados de ver a mami, verdad? Verdad que si, mis bebés preciosos?” Luego se giró hacia Lilo y Draco con una mirada glacial. “Montad” Dijo con sequedad.
Lilo había decidido que prefería montar en hipogrifo. Las escamas del dragón la rozaban las piernas, y cuando Alpha se emocionaba, por ejemplo, al ver un pájaro, se calentaba como un horno. Lilo ya estaba segura que la quedarían marcas de parrillas en el culo.
Al menos no estaba al lado de Draco. El iba delante, Liv en el medio para ‘evitar discusiones’ -ni idea a lo que se refería- y Lilo al final, agarrándose a Liv como si le fuera la vida en ello, lo cual era verdad. Recordó su paseo con buckbeack, sus suaves plumas, su vuelo estable y ligero,su manera de acariciar el agua con las plumas de la punta de sus alas... Y luego estaba Alpha, que daba piruetas innecesarias, echaba bolas de fuego (un nuevo truco que había aprendido y quería enseñar a Liv) y con su vuelo tosco e inestable. El pelo de Liv la entraba en la cara, por lo que tenía que cerrar los ojos y eso solo hacia la experiencia más terrorífica. Después de unos minutos que parecieron horas, llegaron a los jardines de Hogwarts, donde el Señor Filch las esperaba con una lámpara en la mano.
“El director querrá ver por que no habéis llegado a tiempo. Y también tiene que hablar contigo Spellbody, una conversación que según me han dicho llevas rehusando desde el año pasado...” Liv y Lilo se miraron nerviosas. “A que conversación se refiere Liv?” La preguntó Malfoy.
“Es... Es una tontería en realidad, da igual. No quiero hablar sobre ellos” Lilo enarcó las cejas. No creía que convertirse ilegalmente en animaga a los doce años fuese una ‘tontería’, pero se notaba que su amiga no estaba con ánimo de debatirlo.
“Llegar a Hogwarts montados en dragón! Sabéis el escándalo que habéis montado en el gran comedor!? Tuvimos que interrumpir la ceremonia de selección por que hasta el sombrero se distrajo!” Les regañó McGonagall. Lilo miró ansiosa la puerta por la que se había ido Liv a hablar con Dumbledore. Que diría? Y si la expulsaba...? Razones, tenia pero...
Draco la dio un codazo y ella volvió a la realidad. “Que?!” Preguntó ella con enfado, y Draco señaló la puerta con la cabeza. “Tenemos que salir ya.”
Anduvieron en silencio por los pasillos, que parecían más llenos que de costumbre. Unas chicas muy guapas con vestido azul pasaron al lado suyo, hablando en un idioma que la sonaba. Y ahí es cuando cayó. Esas no eran de Hogwarts. “Y estás quienes son?” Draco rodó los ojos como si fuese un parásito molesto.
“Poltergeist, son de Beuxbatons. Es que no te enteras de nada?” Lilo esperó que la contase más, pero el se marchó y la dejó sola entre la multitud.
Intentó encontrar a sus amigos, pero solo veía a chicos hablando en un idioma muy extraño, chicas guapas francesas (había identificado el idioma) y a gente desconocida de su colegio. Se estaba empezando a agobiar; llegó al gran salón, donde había una copa con fuego azul. Que diablos? De repente vio un pelo rojo familiar. “Geo- Fred!” El la miro con enfado. “Me puedes explicar lo que está pasando.”
“A lo mejor si te hubieses quedado en la campaña te lo explicaría, si!” Lilo asimiló la información. Estaba cabreado por que no se había quedado en la campaña como la dijo el señor Weasley?
“Eso que tiene que ver? Además, era mi familia, no podía dejarles ahí! Tu hubieses hecho lo mismo!”
El resopló enfadado, pero gesticuló para que se sentara al lado suyo; ella así lo hizo. “Este año se va a celebrar el torneo de los tres magos. Se elegirá un mago de cada colegio, Hogwarts, Beuxbatons y Durmstrang. Las chicas de vestido azul son de Beuxbatons, son de Francia, y los chicos de Durmstrang, que son de Noruega.” Lilo asintió “El nuevo profesor de defensa contra las artes oscuras es ese, Moody” señaló con la cabeza a un señor lleno de cicatrices y un ojo falso, que se movía con nervios es por la sala. Ella asumió que era mágico “y eso de ahí es el cáliz de fuego. Los que quieran participar, que deben tener más de diecisiete años” Dijo lo último con extrema irritación “meterán su nombre en un papelito. Se enfrentarán a pruebas peligrosas, intentarán no morir y si ganan conseguirán una copa y mucho dinero. Fin.”
Lilo hizo una mueca. De verdad seguía enfadado? Angelina Johnson se sentó al lado suyo y la sonrió. “Hola Lilo, que tal?”
Ella forzó una sonrisa y se levantó. “Muy bien, gracias” Angelina y Fred se estaban echando miraditas “bueno, pues yo me voy.” Ellos ni la miraron.
Decidió subir a su habitación para ver si había algo con lo que podría entretenerse. Su amiga estaba ahí, tirada en la cama y mirando pensativa al techo. “Vivy! Que tal!”
Ella se encogió de hombros. “Bueno. Le expliqué por que lo hice, y me dijo que había sido por motivos nobles; Snape no se lo dirá a nadie y el tampoco, pero aún así no me gusta que tanta gente lo sepa. Y si les borrásemos la memoria?”
“Que?!” Lilo pestañeó sorprendida. Parecía que no había ido tan mal, pero su amiga parecía muy desanimada. “Eh, que pasa?”
“Estoy cansada, nada más”
Se quedaron en silencio. “Has oído lo del torneo de los tres magos?” 
Su amiga se acurrucó en la cama y asintió “Dumbledore me lo ha contado todo” se tapo con las mantas y cerro los ojos. “Vas a dormir?” La preguntó, y ella asintió de nuevo. “Lo voy a intentar”
Colaboración con @carol-friki-06
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gabbyfluffy · 4 years
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La verdad
Lilo se puso delante de Harry y le protegió con su cuerpo. “Si quieres matar a Harry, tendrás que pasar por nosotros!”
“No” Sirius tenía aspecto sucio y mirada de psicópata. “Solo uno morirá esta noche.”
“Y serás tú!” Harry quitó a Lilo del medio y cargó contra Sirius, tirándolo al suelo e inmovilizándole. Le apuntó con la varita y Black sonrió. “Como si fueses a matarme, Harry…”
“Expelliarmus!” la varita de Harry salió volando y Remus entró en escena. Ayudó a Sirius a levantarse y le abrazó, luego apuntó a los chicos.
“Lo he encontrado… Está aquí, matémosle!” dijo Sirius con voz temblorosa de la emoción.
“Expelliarmus!” la varita de Remus saltó de su mano y todos miraron a la puerta sorprendidos. “Qué diablos pasa aquí, panda de idiotas?” Livvy les miraba cabreada y con la varita en alto.
Lilo sonrió aliviada. Ahora que su amiga estaba ahí, podrían encarcelar a Sirius. “Mishi…?”
Livvy se fijó en Sirius y frunció el ceño. “Cómo sabes quién…?” Black se sacó un collar de debajo de la camiseta y Liv bajó la varita. “Canuto?”
“Cachorrita!” Liv sonrió y fue corriendo hacia Sirius; el abrió los brazos y Liv se colgó de su cuello con un salto. Todos contemplaban la escena asombrados, viendo como una niña abrazaba a un criminal psicópata y sucio.
“Dónde estabas? Te he estado buscando todo el día! Y porque eres un criminal buscado en todo el mundo?”
Sirius hizo una mueca y soltó Liv. “Te acuerdas de lo que te dije en el bosque?” ella asintió “Pues es ese” señaló a Ron. Liv asintió como si fuera obvio y apuntó al pelirrojo con la varita.
“Un segundo, como os conocéis?” Remus había recuperado su varita y les miraba inseguros. “Es una larga historia” dijeron a la vez sin dejar de mirar a Ron.
“Livvy, que haces?! Porque te pones de su lado?” le gritó Lilo, sacando también su varita y apuntándola.
“Lilo, baja la varita. Todo tiene sentido, solo… Confía en mí.” Lilo negó con la cabeza y la miró como si estuviera loca. “Ese es Sirius Black, asesino de doce muggles y el mago Peter Pettigrew!”
“Es mi amigo.” Dijo Liv. “ Expelliarmus!” Lilo se había distraído y su varita voló de sus manos. “Traidora!”
“Confiamos en ti!” Hermione se puso delante de Harry y miró a Lupin. “Guardé tu secreto! Es un hombre lobo, por eso falta a clases!”
Liv echó una mirada a Lilo de <<te lo dije>>
“Lilo, todo tendrá sentido. Ron, danos tu rata.” Dijo ella.
Él tembló “Scabbers? No, es mi mascota!” Harry, Hermione y Lilo miraron a los tres con odio. Remus y Liv les apuntaban, mientras que Sirius tenía un brillo demencial en los ojos.
“Toma” Liv le dejó su varita a Sirius, que la miró con cariño “Mátalo” terminó ella con expresión seria. “Esperad! Harry tiene derecho a saber por qué!” dijo Lupin.
“Sé por qué” gritó Harry “él traicionó a mis padres! Por su culpa están muertos!”
Liv negó con la cabeza y su coleta rizada siguió el movimiento. “No, Harry. Él no fue.”
“Peter Pettigrew!” bramó Sirius “Y está en esta habitación, aquí y ahora!” sonreía como un loco “ Sal a jugar Peter!”
“Expelliarmus!” la varita de Sirius abandonó sus manos. “La venganza es dulce…” dijo Snape con su clásica voz nasal. Liv se interpuso entre él y Black. “Quita, niña!”
“No!” lo desafió ella. Con un movimiento de varita, la tiró contra una pared. “Mishi!” gritó Black, pero Snape tenía la punta de la varita en su garganta.
“Dame una razón. Te lo suplico.” Dijo el profesor Snape.
“Severus, no seas insensato…”
“No puede evitarlo, Remus, ya es un hábito” se carcajeó Sirius.
“Cállate Sirius!”
“Cállate tú, Remus!”
“Miraos, discutiendo como un matrimonio trasnochado” Lilo vio como Liv buscaba disimuladamente su varita.
“Porque no vas a jugar con tus cacharritos de química?” ladró Sirius. “Podría hacerlo, sabes?” dijo Snape con tono cruel “Pero no te ahorraré el beso de los dementores. Detecto cierto miedo? He oído que es insufrible de presenciar, pero haré lo que pueda…” apuntó la puerta con la mano “Después de ti”
“Profesor, por favor…” gimoteó Liv con preocupación.
“Expelliarmus!” Harry había cogido la varita de alguien y el profesor Snape cayó hacia atrás, destrozando una cama vieja.
“Harry, que has hecho!” se quejó Lilo, viendo como Black ayudaba a Liv a levantarse y la abrazaba. “Has agredido a un profesor!” la secundó Hermione.
“Háblame sobre Peter Pettigrew!” mandó Harry.
“Fue al colegio con nosotros! Creíamos que era nuestro amigo!” Remus limpió un poco de polvo de la cara de Liv. Lilo no sabía cuando habían cogido tantas confianzas.
“Pettigrew está muerto! Tu lo mataste!” Potter apuntó a Sirius, quien tenía a Liv detrás con actitud protectora. “Eso pensaba yo también! Pero luego lo vi en el mapa” Remus miró a Lilo, que dio un paso adelante.
“El mapa mentía, entonces!” gritó ella.
“El mapa nunca miente!” dijo Remus con firmeza. “Peter está vivo! Y está ahí!” apuntó a Ron. “Yo? Estás loco!”
“No tú, tu rata!” gritó Sirius, dando vueltas como un perro enjaulado.
“Scabbers lleva en mi familia…”
“Doce años?” inquirió Black con sorpresa fingida. “Una vida larga para una vulgar rata de alcantarilla. A que le falta un dedo?”
“Si” dijo Ron abrazando a su roedor. “Y qué?”
Lilo lo entendió. “Todo lo que encontraron de Pettigrew fue...”
“Un dedo!” Sirius la miró. “Se lo cortó para que pensaran que había muerto! Y luego se transformó en una rata!”
“demuéstralo” pidió Harry. “Dásela Ron.” Sirius cogió la rata, ignorando las protestas de Ron. Le colocaron en un viejo piano y Liv le volvió a dar su varita a Sirius. En cuanto soltaron al roedor, este intentó escapar mientras ellos le tiraban hechizos; justo cuando iba a pasar, un hechizo le dio y él aumentó de tamaño hasta ser un humano con cara de… bueno, de rata.
“Remus…? Sirius…? Mis viejos amigos…” intentó escapar pero ellos se lo impidieron. Peter se escondió detrás de un piano. “Vendiste a James y a Lily a Voldemort!” gritó Remus con odio.
“No era mi intención!” se escabulló por debajo del piano y cogió a Harry por los hombros. “James no me habría matado, el me habría perdonado! Habria mostrado piedad!”
Remus y Sirius le separaron de Harry y le apuntaron con la varita. “Deberías haber sabido que si Voldemort no te mataría, entonces lo haríamos nosotros! Juntos!” gritó Black.
“No!” todos se giraron hacia Harry.
“Harry, esta rata asquerosa-“empezó Liv, pero Harry la cortó. “Sé lo que es. Lo llevaremos al castillo”
“Bendito seas, Harry! Bendito seas!” gimoteó Peter y Liv gruñó.
“Te llevaremos al Castillo y después serás de los dementores” terminó Potter.
 Avanzaron por el estrecho túnel de camino a Hogwarts “Liv, perdón por lo de antes…” su amiga la miró y me masajeó el brazo, que estaba amoratonado del golpe. Sirius ya la había devuelto la varita; ella la sonrió. “No pasa nada Lilo. Sinceramente yo tampoco habría confiado en ti si hubieses estado en mi lugar.” Las dos se sonrieron y se chocaron el puño.
“Estás bien cachorrita? Snape te dio una buena sacudida” preguntó Sirius desde delante. Él y Harry ayudaban a Ron a avanzar y Liv le gruñó. “No me llames cachorrita, Can” él resopló y siguió contándoles una historia sobre el y James.
Salieron del agujero y Lilo inhaló aire fresco por fin. Sirius y Harry dejaron a Ron en la roca, y luego se fueron a hablar. Livvy miraba en su dirección con las cejas fruncidas y el cuerpo en tensión. “Estás celosa?” la preguntó Lilo con una sonrisa.
“No” respondió su amiga con tono serio “Al fin y al cabo, es el padrino de Harry, yo no pinto nada” contestó con amargura.
Lilo se mordió el labio y no contestó. Remus salió del tronco arrastrando a Pettigrew. “Remus, cuidado!”gritó Lilo. La luna había empezado a salir y el profesor Lupin empezó a temblar. “Liv, yo me ocupo, tu protégelos!” la dijo Sirius.
Livvy miró con desdén a Harry, pero al final asintió. “Mantened esto en secreto o sufriréis.” Les amenazó ella, y Ron, Harry y Hermione asintieron asustados. Liv se transformó en pantera y se colocó delante de ellos. Remus ya había completado su transformación, y tiró a Sirius. El hombre lobo gimoteó, pero Liv le gruñó.
Remus aulló a la luna y devolvió el gruñido a Liv. Dieron vueltas, midiéndose el uno al otro, y Lupin atacó.
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gabbyfluffy · 4 years
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Depresión
Lilo corrió las cortinas de su cama y se aproximó a la de su mejor amiga. Livvy seguía con la sudadera de su ex novio y estaba despierta, aunque con los ojos rojos y terribles ojeras. “Liv? Que tal has dormido?” la acarició la cara tiernamente “ Como si mi novio me hubiese dejado ayer” Dijo Livvy riendo con amargura. “Venga levanta, vamos a desayunar”
“No me apetece bajar Lilo, baja tu sola con Luke, yo me quedaré aquí. A lo mejor me he tirado por la ventana cuando vuelvas”
“Ayer un chico, Cedric. Me dijo que quería hablar contigo” Liv solo gruñó.
“Liv, venga, no puedes quedarte todo el día en la cama!”
“Es sábado, puedo hacer lo que me plazca”
“Livvia Spellbody, levanta tu culo de la cama y demuéstrale a Connor que la ruptura no te ha afectado”
“No quiero verle…” su susurro tenía tanta tristeza que conmovió a Lilo. Ella suspiró y se dirigió al gran comedor. En la comida se sentó con Fred y George, y robó una manzana y un pastelito para Liv. Salía del comedor cuando se topó con Peeves, que tiraba globos de agua a los demás estudiantes. “Hola tío!” él la sonrió y la hizo un saludo militar “Que tal sobrina, quieres mojarte un poco?” Ella negó y le devolvió la sonrisa “No, pero no me importaría mojar a alguien…” El Poltergeist la pasó varios globos y Lilo se divirtió tirándoselos a los alumnos de tercer año y para arriba, que se preparaban para ir a Hogsmade y huían despavoridos, pero ella también tuvo que huir cuando uno de sus globos accidentalmente dio al profesor Snape. Llegó a la sala común mojada y con un globo de agua todavía en la mano; algunos alumnos la miraban extrañados, pero a ella le dio igual. Caminó deprisa hasta que vio a Connor besándose con una rubia. Miró el globo restante y apuntando con cuidado, se lo tiró a la cara. El globo alcanzó a el chico perfectamente, que se separó de la rubita y escaneó la habitación, furioso. Toda la sala común se rio disimuladamente mientras Lilo se escaqueaba a su habitación. El cuarto estaba oscuro, pero Lilo corrió las cortinas y abrió las ventanas, ignorando los siseos y palabrotas de Liv, que seguía tirada en la cama. “Livvy, le acabo de tirar un globo de agua en la cara a tu novio” Ella pestañeó sorprendida “Es una broma no?”
“No. Si quieres bajar a verle, esta calado, seguro que Percy le estará echando la bronca” Livvy soltó una carcajada y se cubrió la boca. Se frotó los ojos y miró a la puerta con una sonrisa en la cara. “Eh, tengo una idea genial. Por qué no vamos a Hogsmade?” Livvy la miró con sorna “Sabes perfectamente que no podemos hacer eso”
“Debo recordarte que tenemos una mapa mágico de todo Hogwarts y tu sabes hacer hechizos desilusionadores bastante buenos”
“Bastante buenos?” Livvy se llevó una mano al pecho dramáticamente y fingió indignarse. Lilo le entregó su desayuno, que ella devoró con ansia, y luego se quitó la sudadera de Connor, tirándola al suelo y remplazándola con una camiseta con el logo de un pegaso. “A que esperas Poltergeist?”
Con el hechizo desilusionador puesto sobre ellas y el mapa del merodeador, atravesaron la sala común de la mano, con mucho cuidado de no tocar a nadie. Livvy iba delante, aunque Lilo no la veía por el hechizo. Notaba el mapa debajo de su chaqueta, estaba ocultado por la chaqueta. Salieron de la sala común y recorrieron Hogwarts hasta llegar al sauce boxeador. “Wingardium leviosa” susurró Liv, y una piedra pesada levitó hasta presionar un nudo situado a la base del árbol. El sauce, que hacía poco se movía lentamente, quedo totalmente inmóvil y las chicas se escurrieron por un hueco de las ramas. Avanzaron agachadas por el estrecho túnel, y salieron a una habitación oscura. Lilo salió primero y soltó un grito. “Lilo! Lilo?! Que pasa, que pasa?!” sintió la mano de su amiga tanteando su espalda, hasta que se detuvo, y ella también gritó. Había encontrado a su gemela.
Lilo sollozó y tocó la cara petrificada de su hermana “Sigui? Sigui?! Livvy, tenemos que avisar a alguien, a McGonagall, a Dumbledore!”
“Lilo, no podemos. Nos podrían expulsar, o-“
“NO PODEMOS DEJARLA AQUÍ TIRADA LIV, ES MI HERMANA!”
“No he dicho que la dejemos tirada, sino… creo que Cedric vino hoy a Hogsmade, verdad?” Lilo sacó el mapa y lo examinó unos minutos. “Yo no lo veo en el castillo”
“Bien, entonces bajaremos a Hogsmade, lo buscaremos y le diremos que informe a un profesor de que Sigui. Así nadie se llevará la bronca y Sigui podrá volver al colegio.” Lilo se sorbió la nariz y asintió, aunque luego se sintió tonta, seguían con el hechizo desilusionador “Vale.”
Después de casi media hora buscando a Cedric, lo encontraron con un par de sus amigos. Lilo y Liv se estaban helando, no habían traído mucha ropa de abrigo, algo tonto por su parte, pero al menos Hogsmade estaba precioso nevado. Sin soltarle la mano Livvy tiró hacia los tres chicos; de repente Cedric se sobresaltó y miró su mano alarmado –Lilo dedujo que Liv se la había cogido-, luego un débil susurro llegó hasta ella. “Esperad chicos, creo que se me ha caído algo, seguid adelante, ahora os alcanzo” los dos chicos le miraron extrañados, pero siguieron adelante y giraron una esquina. “Liv? Que haces aquí? Estás bien? Que ha pasado?” Livvy se deshizo el hechizo a sí misma “Hola Ced. Estoy bien, pero escúchame” Cedric la quitó un poco de nieve del pelo “Hay una niña en la casa de los gritos, que tiene los mismo síntomas que Mrs Norris y Collin Creevy. Tienes que decírselo a alguien y que la saquen de ahí. No te echaran la bronca verdad?” el negó después de una larga pausa “pero por que…?”
“Te lo explico luego, vale? Gracias. Y no le digas a nadie que nos has visto” le dio un abrazo y se volvió a hacer invisible. Tocó el brazo de Lilo hasta llegar a su mano, y volvió a tirar de ella hasta volver a la casa de los gritos. Deshicieron el camino de vuelta y salieron del árbol, que ya volvía a moverse frenéticamente, pero no llegó a herirlas. Liv se aseguró de que no hubiese nadie cerca y deshizo los dos hechizos; luego se acercó a Lilo y la abrazó fuertemente, dejando que esta llorase sobre su hombro.
Horas después se esparcieron los rumores de que Sigui Poltergeist había sido encontrada igual que a las anteriores dos víctimas. Lilo se pasaba todo el día en la enfermería con su hermana, y le había dicho a Liv que las dejase un momento a solas.
“Venga Alpha, despega!” Liv se encontraba montada en un dragón azul. Espera, no, verde. Espera, no, azul con manchas… Bueno, da igual. Se agarró fuertemente al cuello de Alpha, que ya era más grande que su madre, y el dragón se elevó por los aires. Subió alto y luego planeó en círculos, dándole estabilidad a Livvy. Ella se puso de pie y empezó a caminar de arriba abajo, esperando ver una sombra debajo de ella. Cuando por fin la vio,  saltó del dragón, y aterrizó en otro que había debajo, desafortunadamente, se resbaló y volvió a caer. El suelo se aproximaba más y más, y ella no conseguía sacar la varita. Gritó con pánico cuando vio que el suelo se aproximaba… “Arresto momentum!” Liv se detuvo a centímetros del suelo, y luego bajó suavemente. “Estás loca? Se puede saber en qué diablos estabas pensando?” Draco la levantó furioso del suelo “Yo… solo estaba-“
“Intentando matarte?! Por que sinceramente es lo que parecía, estúpida” Liv tragó saliva y miró el cielo, que empezaba a oscurecerse. “Que pasa, la ruptura de tu novio te afectado también en la cabeza, o es que ya eras tonta cuando llegaste?” ella se zafó de su brazo y le miró con los ojos llenos de lágrimas y odio, sintió las primeras gotas caerla en la cara. “A ti que te importa, Malfoy? Si tanto te molesto, podrías haberme dejado romperme el cráneo!”
“A lo mejor es lo que debería haber hecho, si” Liv se dio la vuelta y agradeció la lluvia, que escondía sus lágrimas, últimamente lloraba mucho. “Siendo sincero, si yo hubiese sido tu novio también te hubiese dejado por otra” se dio la vuelta y vio que Draco la miraba con una sonrisa cruel. Liv abrió la boca para decir algo, pero en vez de eso se dio la vuelta y se intentó ir antes de que Draco la viera. Odiaba llorar en público. “Eh” Draco la tocó el hombro y ella se dio la vuelta, furiosa. “Que quieres Draco? Que haces aquí? Vienes a restregarme algo más en la cara, a echar aún más sal en la herida?!” el retrocedió un paso, asombrado, y ahora era Liv la que sonreía con crueldad. Malfoy sacó algo de la chaqueta, Liv le apuntó con la varita pensando que él iba a sacar la suya, pero quedó sorprendida cuando el tiró una bolsa de caramelos. “Que es esto?”
“Caramelos. Aparte de tonta eres ciega también?”
“Se que son caramelos idiota, pero por que? Que les has echado?” El sonrió levemente “Solo por que sea un Slytherin no significa que vaya a envenenar tu comida. Pruébalos.” Liv se cruzó de bracos y levantó la barbilla “Tu no me mandas, Malfoy. Y no quiero tus estúpidos caramelos.” Los recogió del suelo y se los dio “Adiós.”
“Pruébalos. Por favor” La lluvia se había intensificado y ella solo quería irse al castillo, junto al fuego, pero Draco se lo había rogado con un suave susurro. Cogió la bolsa que la tendía y se comió uno. Estaba buenísimo, el sabor parecía ir cambiando, pasando por todos sus favoritos: pastel de calabaza, algodón de azúcar y… el pastelito que Connor la había dado en su primera cita. “Te crees muy gracioso, no?!” ella se sorbió la nariz y se frotó los ojos, ignorando su cara de sorprendido. Ese era el truco, hacerla sufrir. “Te odio” pasó al lado suyo y le golpeó el hombro, corriendo de vuelta al castillo. Se aseguró de que Alpha y Cira volviesen al bosque, ya no vivían en el invernadero por qué no cabían, pero siempre salían a jugar con Liv. Se escurrió el pelo y se limpió los zapatos llenos de barro, luego se hizo un hechizo desilusionador y subió a su cuarto sin ser vista. Pero ya estaba harta, harta de tener miedo, cogió toda la ropa de su ex novio y bajó a la sala común hecha una furia, buscó a Connor, que estaba sentado en un sillón jugando con el pelo de una chica, y le tiró toda la ropa encima. El la miró sorprendida –estaba más guapo de lo que recordaba- y todo la sala se había quedado en silencio. Liv tragó saliva y volvió a su cuarto, pero sonrió levemente cuando oyó las burlas de los demás hacia Connor. Entre todas las voces distinguió a sus amigos: Percy, Ron, Fred y George Weasly, Harry y Hermione.
Lilo tocó suavemente la muñeca de su hermana “Tranquila Sigui, te pondrás mejor, ya verás. En cuanto las mandrágoras sean un poco más mayores estarás como nueva.” Enterró la cara en las manos y lloró angustiada. Y si no volvía a ser normal? Y si se quedaba así para siempre? Y si ya estaba muerta?
“Señorita Poltergeist, entiendo que quiera estar con su hermana, pero ahora sí que tengo que cerrar. Buenas noches, y tranquila, hoy me ha dicho Sprout que le falta poco a las mandrágoras” Madame Pomfrey la miraba con una tierna sonrisa. Todo el mundo se había ido hace tiempo, pero a ella la había dejado un rato más. “Gracias por todo, Madame Pomfrey” se agachó y le dio un beso en la frente a Sigui “Buenas noches hermana. Buenas noches Madame Pomfrey”
“Buenas noches”
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gabbyfluffy · 4 years
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Hasta el siguiente año
Su amiga la sonrió desde la camilla. “Da igual, la cicatriz está chula. No me importa tanto.” Se levantó la camiseta y Lilo vio una línea blanquecina que iba desde su cintura hasta por debajo de las costillas. “Al menos no es de las que sobresale” dijo Lilo, y Liv sonrió.
“Exacto. Canuto ha dado señales de vida?” Lilo negó con la cabeza y Liv hizo un puchero. Cogió una caja de bombones de al lado de su cama y se metió tres seguidos en la boca. “Y todo eso?” en la mesilla había tantas cajas de bombones que se apilaban unas encima de otras, tantas flores que habían tenido que poner jarrones extras y muñequitos y peluches de todo tipo; Liv se encogió de hombros. “No sé, de chicos que no conozco. Me dicen que me mejore y todo ese rollo…”
“Por fin aceptas que le gustas a medio colegio?” Liv suspiró y rodó los ojos. “Es mentira! Solo son buenos compañeros!” Lilo rió y cogió una caja de bombones con una etiqueta roja colgando. “Para mi amada Liv, espero que te recuperes pronto. Besos, admirador secreto” leyó en alto, y Liv enrojeció “Si, si, se nota el compañerismo!” dijo sarcásticamente Lilo.
“Oh, cállate! Me están empezando a asustar, lo juro! Cada mañana me levanto y hay diez cosas más, y creo que Madame Pomfrey se está empezando a enfadar conmigo…”
Lilo se guardó unas cajas en la mochila y la guiñó el ojo pícaramente. “Tranquila, como soy tan buena amiga, te ayudaré…” Livvy sonrió y fue a decirla algo, pero Draco justo entró en ese momento.
“Fuera, estúpida!” se giró hacia Liv “Que tal estás, pequeña?” Ella le miró enfadada y se cruzó de brazos. “No le hables así a Lilo! Pídela perdón!” Draco levantó la barbilla y se cruzó de brazos “No!”
“Señorita Livvia, es hora de cambiar la poción” Madame Pomfrey entró con un bote y la cara de Liv se quedó blanquecina. “Eh… Chicos, os veo luego.” Draco se sentó a su lado y la cogió la mano. “Ni de broma. Yo me quedo. Lilo es la que se debería ir, porque malgasta oxígeno!”
“Tú sí que eres un malgasto de magia!” la gritó ella, y Draco se levantó, encarándola. “Repite eso…”
“Basta!” Madame Pomfrey los miró furiosa. “Ya hemos retrasado esto bastante! Esperad fuera y luego me pensaré si os dejo volver a entrar!” gritó ella, y Lilo y Draco se encogieron. Corrieron las cortinas y se sentaron en la cama de enfrente a esperar, aunque no veían a Liv, que estaba rodeada completamente por cortinas. “Idiota” murmuró Lilo.
“Estúpida”
“Imbécil”
“Inút-“ fue interrumpido por los gritos de Liv. Draco se levantó rápidamente, pero Lilo le cogió del brazo y negó. Ella ya sabía que el proceso de cambiar la poción era doloroso pero necesario. Draco forcejeó para que la soltase, pero Lilo no cedió; lo empujó de vuelta a la cama y él se tapó los oídos, balanceándose. Lilo se mordió el labio y también se tapó las orejas. Intentó ignorar los gritos, pero igual que las canciones de Liv te animaban, sus gritos te rompían por dentro.
A pesar de tener las manos cubriendo sus orejas, oía a su amiga suplicando que parara, sollozando y gritando de dolor. Al lado suyo, Draco tembló y soltó un gemido angustiado, apretándose las orejas más fuerte. Finalmente, los gritos cesaron y Madame Pomfrey salió del cubículo. “Os dije que salierais! Fuera, fuera!” salieron corriendo de la enfermería y se separaron.
Lilo movió sus muñecas doloridas y esperó a que la escalera movediza parase en su pasillo. Cuándo lo hizo, montó y dejó que girara. Recorrió los pasillos y llegó por fin al gran salón, dónde habían empezado a traer el correo los búhos. Se sentó al lado de Harry y Luke, que se interesaron por la salud de Liv. Ella recordó sus gritos, pero decidió que no era necesario contar eso. “Está mejor. Se está recuperando. Madame Pomfrey dice que saldrá dentro de dos semanas o así. Justo a tiempo para cuando acabe el colegio.” Luke sonrió aliviado y la palmeó afectuosamente la espalda.
Un búho llegó con un largo paquete y lo dejó caer delante de Harry, volcando jarras de zumos de calabaza, boles de cereales y vasos con leche. Después de la sorpresa inicial, todos miraron el paquete entusiasmados. “Que será?” preguntó Harry emocionado, y empezó a desenvolverlo.
“Es… Una Saeta de Fuego! Harry, me la tienes que prestar!” Lilo dio unos saltitos emocionada. “Quien te la ha regalado?” preguntó alguien del corro que se había hecho alrededor de la escoba. Harry sacó una gran pluma gris de debajo de la escoba. “Solo viene esto”. El y Lilo compartieron una mirada, poniéndose de acuerdo mentalmente. Sirius.
 “Venga Liv, despacito…”
“Lilo, para ya! Puedo caminar perfectamente!” Su amiga se levantó con piernas temblorosas e intentó ponerse de pie sola, pero casi se cae. “Déjame ayudarte!” Liv soltó una serie de palabrotas y se apoyó en Lilo. Anduvieron despacio hasta llegar a la sala común, dónde Liv se desplomó exhausta sobre el sofá. “Porque te has empeñado en salir tres días antes?!”
“Porque” explicó su amiga como si fuese lo más lógico del mundo “esos días eran de rehabilitación. Y obviamente no los necesito. Además, quiero ver que tal está Harry estúpido Potter con su nueva estúpida escoba” gruñó ella. Lilo rodó los ojos “Livvia, no puedes ser tan celosa!”
“No estoy celosa! Es que… Sirius es tonto! Y tú también!” Lilo hizo un gesto despectivo con la mano y subió a la torre de las chicas, dejando a Liv ahí. Se sentó en su cama enfadada. Encima que perdía clases para ayudarla, iba a visitarla todos los días, ella la llamaba estúpida!
Un picoteo la distrajo y ella se acercó a la ventana. Una lechuza de color arena picoteaba y arañaba la ventana, con un paquete cuadrado colgando de el pico. Lilo abrió la ventana y la dejó pasar, y la lechuza ululó indignada. Dejó el paquete en la cama de Liv y voló hasta su mesilla, abrió el tercer cajón y robó una galleta que Lilo había escondido en el desayuno. “Eh, esa era mi galleta!” intentó atraparla, pero la lechuza salió hábilmente por la ventana y desapareció. “Maldito pajarraco…”
Se acercó a la cama de su mejor amiga e investigó el paquete. Tenía un nombre escrito en pulcra caligrafía… “Cachorrita…? Sirius!”
 “Has visto a Liv?” Draco la miró irritado. “Si está es otra de las bromas que os gusta gastar a los poltergeist, fuera de mi vista maldita mestiza” sus dos guardaespaldas se rieron y le palmearon la espalda como si acabase de contar el mejor chiste de la historia. Lilo apretó los puños y se aguantó las ganas de romperle la nariz como Hermione. “No es una broma, Malfoy” pronunció su apellido con burla, y Draco perdió la sonrisa.
“Pero se suponía que salía en tres días!”
“Los dos sabemos como es Livvia…”
“Es tonta, eso es lo que es!” Lilo asintió seriamente. Creo que era la primera vez que compartía la opinión de Draco. Pansy se acercó y rodeó la cintura de Draco con un brazo. “Yo si se dónde está” Lilo se quedó callada para que continuase, pero Pansy no lo hizo. Sabía lo que quería.
“Me puedes decir dónde está?” Pansy enarcó las cejas, y Lilo puso los ojos en blanco “Por favor” Pansy sonrió con satisfacción y besó a Draco en la mejilla, él puso cara de asco y apretó la mandíbula. “La última vez que le ví estaba con el profesor hombre lobo…”  dijo Parkinson con tono meloso y Draco la empujó de su lado. Ya tenía la información que quería.
Lilo se dio la vuelta y se marchó a paso rápido, no le interesaba el drama de los Slyhterin. Subió las escaleras rápidamente y abrió la puerta si llamar. Lo que vio la dejó congelada; el profesor Lupin lloraba sobre el hombro de Liv mientras la suplicaba perdón, y ella le daba palmaditas en la espalda y le consolaba. “Remus, no pasa nada… No fue tu culpa, no lo hiciste adrede” él sollozó y la abrazó aún más fuerte. “Pero lo fue! Fue mi culpa, debería haberme tomado la poción, y encima no te he ido a visitar porque me daba miedo… Soy un cobarde y un monstruo, lo siento…”
“Remus, cállate ya! Yo no te culpo, y te prohíbo que te culpes a ti mismo. No eres un monstruo! Eres mi amigo! Además, Sirius me contó que doblas los calcetines, y nadie malo haría algo así.” El profesor se sorbió la nariz y se soltó, y ahí fue cuando vio a Lilo.
“Ehhh, señorita Poltergeist, puedo ayudarla en algo?” Lilo carraspeó incomoda y avanzó hacia Liv, que la miraba cabreada. “Esto ha llegado para ti”
Liv lo cogió con sospecha, una costumbre cuando eres amiga de una Poltergeist, pero cuando vio lo que había escrito se le llenaron los ojos de lágrimas. “Remus, es de Sirius!” apoyó delicadamente el paquete en la mesa y lo desenvolvió. Había una cajita blanca con una nota encima.
“Léelo en alto!” la dijo Lilo, y Liv la sonrió. Parece que el paquete la había puesto de buen humor. “Mi querida cachorrita, esta es una reliquia Black. Se la tendría que dar a mi heredero, por eso te la doy a ti. Porque la familia no es solo sangre. Son las personas que te quieren en su vida, las que te aceptan como eres, las que-“
Liv lloraba a mares, así que Remus retomó la lectura “harían lo que sea por hacerte sonreír, y lo más importante, las que te quieren por encima de todo. No sabes lo feliz que me hace haberte conocido. Te quiero, hija” Livvy sollozaba y cogió la carta que Remus la tendía, poniéndosela sobre el corazón. “No vas a abrir el paquete?” dijo Lilo con voz temblorosa, y Liv asintió.
Dejó la carta delicadamente en la mesa y abrió la caja; dentro había una pulsera preciosa con forma de cobra; sus ojos eran dos esmeraldas brillantes. Liv la cogió con delicadeza y la serpiente se enroscó sobre su muñeca, luego se quedó inmóvil. “Hay otra nota” Liv se quitó las lágrimas de la cara y acarició la pulsera “Tu me diste mi collar de adopción, asi que ahora te devuelvo el favor. Esto no solo es una pulsera, sino que también sirve para comunicarse. Yo tengo un anillo igual, y por el podremos hablar cuando quieras. Simplemente dile a la serpiente que me llame, aunque te advierto que puede ser un poco cabezota. Esperaré tu llamada.”
“Ehh, serpiente?”
Los ojos de la serpiente se iluminaron, e irguió la cabeza. “No me llamo serpiente idiota. Soy Magno. Tú no eres una Black. Me has robado?”
“No Magno, un amigo te ha dado a mí. No se si se dice así.” Lilo no sabía si las serpientes-pulseras mágicas podían enarcar las cejas, pero juraría que lo hizo. “Podrías llamar Sirius por favor?”
“No” contestó la serpiente secamente.
“Por qué?”
“Porque no me apetece. Y además no eres una Black. Adiós.” La serpiente bajó la cabeza y se quedó inactiva, enroscada en la muñeca de Liv. Todos se quedaron en silencio, sorprendidos, hasta que Remus habló.
“Por cierto, tomad esto.” Sacó el mapa de los merodeadores y se lo dio a Lilo, que le sonrió.
“Vivy? Deberíamos hacer las maletas” su amiga asintió y guardó las notas en la caja blanca. “Deberíamos, si”
                                             . . . . . . . . . . . . . . . .
Bajaron del tren  y se estiraron; llevaban demasiado tiempo sentadas. “Vaya añito” dijo Lilo y Liv sonrió. “Ya te digo. Pero peor que el del basilisco?”
Lilo se quitó el fleco de los ojos y también sonrió. “Bueno, al menos en el basilisco sabíamos más o menos a lo que nos enfrentábamos”
“Que mentira! Lo de Tom Ryddle fue toda una sorpresa” Lilo ladeó la cabeza, valorándolo. “Bueno, vale, tienes razón. Me tengo que ir, mi familia está ahí.”
“Hasta el siguiente año, Polti.”
Colaboración con @carol-friki-06
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gabbyfluffy · 4 years
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Crushing
“Amato animo animato animagus” Lilo se desperezó y vio a su amiga apuntándose el corazón con la varita y haciendo las maletas. “Buenos días!” todos los cortes y heridas del episodio del basilisco habían sanado, y hoy ya volvían a casa, pero esta vez Lilo volvería con su hermana, Sigui. Lilo murmuró algo y se tapó la cara con la almohada. “Cierra las malditas ventanas!” gruñó ella, y Liv rió. “Venga Lilo, no te amargues!” se acercó a su cama y se sentó; la quitó la almohada suavemente y luego la golpeó con ella. “Des-“ la golpeó la cara. “Pier-“  la quitó la sábanas. “Ta!”
“LIVVY!”
“Eso fue por el otro día, que me tiraste un globo de agua helada!”
“Solo porque tú me hiciste creer que había deberes de pociones! Escribí cincuenta centímetros de pergamino para nada!” gritó Lilo
“Pero solo hice eso porque me metiste una tarántula en la cama!” Las dos se retaron con la mirada y luego se sonrieron. “Sabes que te quiero, no?” le dijo Liv, y Lilo puso los ojos en blanco. “Yo también te quiero pesada.”
Liv terminó de hacer su maleta con toda la ropa perfectamente doblada y vio a Lilo, sentada encima de la suya y con toda la ropa arrebujada dentro. “Lilo, usa el guisante que tienes como cerebro y dobla la ropa.” Lilo la imitó con tono burlón, viendo como ella introducía una caja cuidadosamente. “Que es eso?” Liv sonrió emocionada y abrió la caja. Dentro estaba un bote con un líquido plateado, asegurado con muchísimo papel de burbujas. “La poción de animaga, obviamente. Te falta mucho?”
“Ve bajando sin mí” Lilo cambió de postura y siguió intentando cerrar su baúl. “Yo tengo que librar una batalla.”
Liv paseó sola por el jardín, inhalando el aroma de verano y escuchando las risas de los otros alumnos. Pasó por el árbol en el que ella y Connor se habían besado por primera vez y sintió un pinchazo en su corazón. Después de quedar atrapada en una cueva durante horas, casi tener la memoria borrada por un profesor y estar cerca del rey de las serpientes, no debería molestarla tanto que un chico la hubiese dejado, pero no era así.
Acarició la corteza con cariño y sintió como se le humedecían los ojos. Tragó saliva recordando su voz, su tacto, sus besos… Ya basta Liv. Sacudió la cabeza y paró de autocompadecerse. Sintió un toque en el hombro y se giró, asustada- Draco siempre se acercaba a ella en silencio y la asustaba. No estaba totalmente segura de si era adrede o era un hábito suyo. “Hola” dijo el y Liv le sonrió. “Que tal Draco?” el chico parecía incómodo, y se sentó; Liv le imitó y quedaron cara a cara. “Que tal tú? Siempre que estás sola pareces deprimida”
Liv miró el suelo y arrancó unas briznas de hierba, la gustaba mantener las manos en movimiento. “Estoy bien. Solo estaba recordando a alguien”
“A ese tal Connor Clutterbuck?” Livvy se sorprendió nuevamente y se quedó sin aliento al oír ese nombre. “Cómo… Cómo lo sabes?”
“Los rumores corren rápido. Además, os vi en el baile de primer año, recuerdas?” Liv suspiró y le miró enfadada “No quiero hablar de él, vale? Si has venido para interrogarme, vete!” Livvy se levantó para irse, pero anduvo unos pasos y se volvió. “Vale, perdón. Es un tema sensible y… siento haberte hablado así” Draco hizo una mueca y la cogió la mano delicadamente, examinando sus reacciones. Liv tragó saliva incómoda; con el único chico que tenía tanta confianza era Cedric, pero no apartó la mano. “Liv, no quería cotillear, me preocupo por ti porque eres mi amiga…” la dio la vuelta a la mano y trazó círculos en su palma. Liv se relajó y los dos se quedaron mirando como el trazaba figuras en su mano.
Lilo había terminado con su baúl y paseaba con Fred y George, uno a cada lado. “Entonces, cual es el plan chicos?”
“Tú tienes que distraer a Snape, llevarle lo más lejos posible, mientras nosotros…” Fred miró a su hermano. “Bajamos a las mazmorras y le ponemos trampas.” Terminó George con una sonrisa pícara. Lilo les sonrió y les golpeó el hombro a cada uno. “Pues allá vamos chicos.”
“Dice que ha visto a un hombre lobo en el bosque prohibido señorita Poltergeist?”
“O mujer. No me fijé en… Bueno, usted ya sabe” Lilo aguantó la risa viendo la cara de asco de Snape. Le llevó al jardín, y paró en seco cuando vio a Malfoy sentado con la mano de su amiga cogida. “Ah no. Ya me robaste a mi hermana, deja a Liv en paz.” Susurró ella, y Snape siguió su mirada con una sonrisa cruel. Lilo se intentó ir pero Snape la paró. “Creo que la seguridad de Hogwarts es prioritario, no cree señorita Poltergeist?”
 Lilo se acercó con pisadas firmes, la furia parecía brotar de sus poros. Snape la había hecho revisar buena parte del bosque prohibido, pero al fin la había dejado ir. Livvy y Draco seguían en la misma postura; unos niños de primero la vieron y se apartaron de su camino, alarmados. Liv giró la cabeza hacia sus pisotones y cuando la vio, retiró su mano de las de Draco y la miró alarmada. “Lilo, no es lo que parece…”
“Livvy, ya hablamos luego. Y tú…” miró con cólera a Draco, que se levantó y la encaró, pero Lilo no se amedrentó. “Mantente alejada de ella! No te es suficiente quitarme a mi hermana? En cuanto se juntó a ti… cambió. Porque eres una persona horrible, pija y-“
“No fue mi culpa que tu gemela descubriese quien era en realidad conmigo! A lo mejor deberías plantearte si la conoces realmente!”
“Basta!” Liv se abrió paso entre los dos y los miró desesperada. “Basta. Por favor. Lilo, al principio pensaba lo mismo, pero… Dale una oportunidad.” Lilo miró con rabia a Draco, que la devolvió la mirada. “Yo la quería, lo sabes? Estaba enamorada de ella, pero le gusta uno de primero. Sabías eso, eh? Sabías que me rechazó y se fue con ese… Con ese mocoso? Ni si quiera me dio una oportunidad para demostrar que yo la trataría mejor.” Lilo le miró sorprendida. “Pero Liv es mi amiga. Y mira tú por donde, otra Poltergeist no me va a volver a quitar algo que me hace feliz. No te estoy pidiendo que seamos mejores amigos, solo que nos soportemos por ella.”
Lilo le examinó cuidadosamente. “Livvy es tonta, así que ahora también es tu problema. Te odio, pero a ella le caes bien, no sé porque, pero haré un esfuerzo por Liv.” Se siguieron mirando cara a cara. Eran más o menos de la misma altura. Liv les miró desde abajo enfadada. “Por qué habláis como si no estuviese aquí?”
Draco y Lilo la miraron cabreados, y ella les miró inocentemente. “Se puede saber porque me lo has ocultado, Livvia?”
Ella se removió incómoda y salió corriendo, escalando un árbol, pero Lilo la pilló el tobillo. “Baja ahora mismo!”
 “Es que sabía que te ibas a poner hecha una loca, y me has dado la razón.” Lilo la miró indignada. La había conseguido bajar del árbol y estaba sentada en la hierba, con ramas en su coleta mal hecha. “Y tú, Draco, no es que me avergüence de ser tu amiga, casi todo el colegio lo sabe, excepto Lilo, porque es tonta” Livvy la sacó la lengua y Lilo sintió ganas de ahogar a su amiga.
 “Entonces sois solo amigos, verdad?” preguntó Lilo por cuarta vez, y Liv puso los ojos en blanco, apoyándose en la ventana. Ya habían subido al tren y habían conseguido un vagón para ellas solas. “Que si, pesada!”
“Y Cedric? Te gusta?”
“Lilo!” Liv se tapó la cara con vergüenza. “No me gusta nadie, ahora cállate por favor! Son solo mis amigos y ya.” Se hizo una bolita en el asiento, enfurruñada. “Bueno, vale, ya me callo. Seguro que Cedric…?”
Liv golpeó la mesa enfadada. “Y tú que tal con los gemelos? Te veo muy unida a ellos, todos los días juntos, con las bromitas y eso… No te gustará Fred? O a lo mejor George?” Lilo sintió calor en las mejillas. “No me gusta ninguno!” En ese momento entraron los gemelos y Lilo enrojeció aún más. “Uuuuuuuuuu, a Lilo le gusta alguien?” preguntó George con una gran sonrisa, mirando a su hermano de soslayo. Livvy sonrió cruelmente y Lilo escondió la cara en las manos. “No, no le gusta nadie. A ti, George? Te he visto mirando mucho a Angelina  Johnson” ahora le tocó a George enrojecer y el resto se rió. Liv siempre había tenido ojo para estas cosas; se giró hacia ella y Lilo la leyó los labios: <<Me debes una>>.
colaboración con @carol-friki-06
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gabbyfluffy · 4 years
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Vuelta a casa
Tercer año
“Liv! Levanta, tienes que ir al colegio! Espero que ya hayas hecho las maletas!” Liv gruñó y se levantó. Alguien estaba arañando la puerta; se levantó y la abrió. Un pequeño perrito de dos colas entró trotando y se subió a su cama. “Otra vez por aquí, Arrow?”
La mayoría de los animales de su casa no eran realmente suyos, pertenecían a los alrededores y entraban y salían de la casa cuando querían, siempre tenían cariño, comida y refugio. El cachorro ladró y meneó sus colas. “Alex?” su hermano apareció por la puerta. “Buenos días hermanita. Que tal has dormido?”
“Puedes llevar mi baúl al coche?” el se peinó el pelo rubio y asintió. Sacó su varita y se llevó el baúl levitando. Livvy cerró la puerta. “Arrow, sienta.” El perro, que se estaba persiguiendo las colas la miró confundida.
“Déjalo” se miró al espejo. Su largo pelo rizado, castaño con puntas rubias, estaba enredado, así que se lo recogió en un moño bajo. Se frotó sus ojos miel y se miró las pequitas debajo de ellos. Era menuda y delgada, con trece años cumplidos el seis de agosto. Se cambió el pijama por una sudadera y unos vaqueros largos, cogió una mochila y bajó abajo, con Arrow a su lado.
“Minos, deja a Ágape en paz” cogió con cuidado a la serpiente dorada y la separó de su Puffskein. Minos se enroscó en su cuello sin apretar, mientras Ágape intentaba subirse también. “Lo siento Ágape, pero este curso te quedarás en casa. Has cogido un resfriado y no voy a poder cuidarte bien en Hogwarts. Pero tranquilo, Tom te cuidará.” Él justo pasaba por ahí y le subió la capucha de la sudadera. Ella se la bajó molesta y le gruñó, mientras Minos siseaba. “Papá ha hecho tortitas, y no te voy a dejar ninguna, petarda.” Echaron una carrera hasta el gran comedor y se sentaron en la larga mesa, dónde su padre y Alex ya desayunaban. “Livvy, deja a la serpiente para comer” le dijo su padre, y ella suspiró con fastidio y depositó la serpiente en el suelo. “Y las tortitas? Me muero de hambre”
“Que tortitas? Toma, si tienes tanta hambre…”Su padre la puso un plato de cosas asquerosas y ella fulminó con la mirada a su hermano, que se retorcía de la risa. “Pitufo…” un zorro rojo se acercó con un cuenco en la boca y ella echó todo el plato. Alex la miró sonriendo maliciosamente y luego se giró hacia su padre. “Papá, Liv te quería decir algo sobre la comida”
Dominic miró a su hija y la sonrió. “Te ha gustado, cariño?”
“Estaba riquísimo Papá, pero nos tenemos que ir. He quedado con Lilo en la estación.” Su padre asintió y se fue. Livvy se pasó un dedo por la garganta y apuntó a Alex, luego a Tom. “Sois dos mitades del mismo idiota” ellos rieron y dijeron que también la echarían de menos.
 “Ahí está Lilo! Adiós, cuida bien de Ágape. Te quiero!” él la sonrió y la abrazó. “Tu madre estaría orgullosa de ti” Liv asintió con ojos acuosos y fue con su amiga. Estaba delante y miraba la estación 9. Su pelo castaño oscuro contrastaba con sus puntas azules, perfectamente liso. Era alta y delgada, llevaba una chaqueta de cuero y sus ojos marrón oscuro brillaban de alegría. “Liv!”
“Lilo!” se abrazaron fuertemente, eran mejores amigas desde el primer día. “Has visto lo de Hogsmade? Te lo han firmado, verdad?” la preguntó Lilo, y ella asintió vehemente. “Claro. Pasamos?”
“Después de ti.”
Atravesó el muro para llegar a la plataforma 9 ¾ y fue recibida por una multitud asfixiante, compuesta por estudiantes y sus padres. Lilo apareció detrás de ella y subieron al tren. “Que optativas has elegido Liv?”
“Te mandé un búho Lilo, voy a runas antiguas y a cuidado de criaturas mágicas.” Lilo abrió la boca para hablar, pero Liv la interrumpió, “Y tú vas a estudios muggles y a cuidado de criaturas mágicas, lo sé. Porque estudios muggles?”
Encontraron un compartimento vacío y entraron, cerrando tras de sí. “No sé, me parece interesante como los muggles hacen funcionar las cosas sin magia, no crees?” ella se encogió de hombros y la rugieron las tripas. “Mira lo que tengo” se sacó el collar de la sudadera y se lo enseñó a su amiga. Era el collar que ella le regaló por su cumpleaños; una media luna con pequeños cristales montados sobre plata. El tren se puso enmarcha y el collar se balanceó. “Te gustó, eh” Livvy rió y asintió. La puerta se abrió y una cabeza rubio platina asomó. Lilo puso una cara de asco y miró para otro lado, pero Liv sonrió. “Hola Draco, que tal el verano?” se había cambiado el pelo, ya no lo llevaba para atrás, si no para adelante y con una raya a un lado. “Bien, tu?” el chico la sonrió y Liv se dio cuenta de lo atractivo que realmente era. “Yo… Yo bien, y tú?” Lilo soltó una carcajada y a Liv se le tiñeron las mejillas de rosa. Draco la dirigió una última sonrisa amable –una emoción rara en el- y se marchó.
Lilo miró a su abochornada amiga, la había echado de menos. Se preguntó dónde estaría ahora su gemela, seguramente con el resto de su casa, Slytherin. Liv y ella estaban en Gryffindor, y eso había distanciado un poco a las hermanas, aunque ya estaban en mejores términos. “Yo… Yo bien, y tú?” imitó Lilo con sorna, y Liv gruñó. “Cállate, Poltergeist” Lilo rió “Ha sido muy gracioso, por que el te ha dicho que estaba bien, y luego tu le has vuelto a preguntar y…”
Las puertas se volvieron a abrir y un chico moreno entró. “Hola Liv, que tal?” ella se levantó y le dio un abrazo a uno de sus mejores amigos, Cedric Diggory. “Hola Ced, te he echado de menos” él la sonrió y la dio un beso en el pelo, pero dos chicos le sacaron a rastras. Fred se sentó al lado de Lilo, y George ocupó el que antes era el sitio de Liv. “Yo iba en la ventana!” gruño ella, y George fingió desmayarse. “Oh, Cedric, te he echado tanto de menos, bésame!” ella volvió a gruñir y le dio un puñetazo en el hombro. “Cállate imbécil.”
Fred rió y cogió la cabeza de Lilo, plantándole un beso en el pelo como había hecho Cedric hace unos momentos. “Oh mi querida Liv, casémonos…” Liv gritó de rabia e intentó alcanzarle, pero George la sujetó. “Que no me gusta, pesado!” se volvió a sentar y se alisó la ropa. “Yo creo que lo que de verdad querías era aprovechar la oportunidad y besar a Lilo” Fred se giró hacia Lilo y la guiñó el ojo, haciéndola sonrojar. Las puertas se abrieron de nuevo y otro pelirrojo apareció. “Hola chicas, mirad, soy delegado!” Liv aplaudió a Percy Weasly mientras sus hermanos le abucheaban. “Pesado! Eres un pesado!” Percy se fue del compartimento indignado y los gemelos rieron. “Pobrecito, dejadle en paz!” dijo Liv, y el tren se detuvo de repente. “Ya hemos llegado?” preguntó Lilo extrañada, y se asomó a la ventana. De repente el compartimento se empezó a enfriar y una figura oscura pasó por la puerta. Se detuvo y miró a Lilo a los ojos, y ella sintió ganas de llorar. “Dementores…” tartamudeo Liv; los dementores eran unos seres horribles que enfriaban todo a su paso y robaban la felicidad. La figura se giró y siguió por el pasillo. Alguien gritó un hechizo y todo volvió a la normalidad.
“Liv.” Su amiga asintió y las dos salieron a ver qué pasaba, pero se chocaron con alguien. “Uy, perdón” dijo Lilo, y miró al señor. Tenía el pelo castaño peinado para un lado, aspecto desaliñado y tres cicatrices le cruzaban la cara. “No pasa nada” él las mostró una sonrisa amable y siguió su camino. “No es por ofender ni nada, pero olía a perro” dijo Liv arrugando la nariz. Desde que se había convertido en animaga, algunos de sus sentidos se habían agudizado. “Me pregunto quién será…”
 “Este es el profesor Remus J. Lupin, que dará defensa contra las artes oscuras. Buenas suerte” todos los alumnos aplaudieron entusiasmados. “A ver si este dura” la susurró Liv, y Lilo rió suavemente. “Y nuestro nuevo profesor de cuidado de criaturas mágicas es ni más ni menos que Rubeus Hagrid!” los alumnos aplaudieron aún más, y Hagrid se levantó casi tirando la mesa. Dumbledore terminó el discurso y el festín comenzó. Liv se puso un buen plato y gimió. “Me moría de hambre…” Lilo miró a su alrededor y saludó a Luke, su ex novio, que la sonrió y la saludó con la mano. Connor, el ex novio de Liv, estaba sentada con una pelirroja; sus miradas coincidieron una milésima de segundo y el la miró con tristeza, luego su mirada se desvió a Liv, ignorando a la pelirroja que tenía al lado. Decidió no contárselo a Liv, ya que seguía un poco sensible con el tema. “Vuelta a casa…”
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gabbyfluffy · 4 years
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Cualquiera que la tocase caería
“Siete y media… Que estábamos haciendo a las siete y media?” Hermione se giró hacia Harry. “Yendo a ver a Hagrid, pero… Cómo que hemos viajado en el tiempo?” ella echó  a correr y Lilo y Harry no tuvieron más remedio que seguirla.
Atravesaron el patio y llegaron al jardín. “Esos somos nosotros…” dijo Harry asombrado, y era verdad. Una chica con el pelo de Hermione apuntaba a Draco. “Hermione, no! No merece la pena.” Dijo Ron, la Hermione del pasado bajó la varita y le dio un puñetazo en la nariz a Malfoy.
“Buen puñetazo” la felicitó Lilo, y Hermione la sonrió “Gracias. Corred, que viene Draco!” salieron del pasillo y se escondieron detrás de la pared.
“Vamos” bajaron a la cabaña de Hagrid y se escondieron detrás de unas calabazas gigantes. El ministro, Dumbledore y el verdugo se acercaron a la cabaña. Hermione cogió una piedra y la tiró por la ventana de Hagrid, luego otra.
“Al bosque, rápido!” ya ninguno cuestionaba a Hermione. Se escondieron detrás de unos árboles y vieron como sus yos pasados se escondían dónde momentos antes habían estado ellos.
“Más de una vida inocente puede ser salvada hoy… Buckbeack! Quiere que salvemos a Buckbeack “ murmuró Hermione del presente. Hermione del pasado se dio la vuelta y miró en su dirección, pero estaban bien escondidos. Al final, su grupo del pasado se fue y ellos les remplazaron detrás de las calabazas.
“Vale, ahora!” les dijo Granger. Avanzaron hacia Buckbeack y Harry le desató la cadena, como planearon. Lilo cogió unos hurones muertos con cara de asco mientras Hermione vigilaba.
Consiguieron persuadir al hipogrifo de que se moviese tentándole con los hurones y se adentraron en el bosque sin ser vistos.
“Vale Lilo, quédate vigilando a Buckbeack, nosotros iremos a por Sirius” dijo Harry, y Lilo fue a quejarse. “Pero-“
“No, Lilo. Mejor quédate aquí. Vamos, Hermione” Lilo resopló y se sentó cruzada de brazos, sujetando con fuerza la cadena de Buckbeack. “Quédate aquí Lilo, no vayas ahí Lilo, vigila a Buckbeack Lilo…” Harry y Hermione ya se habían ido y Buckbeack chasqueó la lengua con tristeza.
Miraba detrás de Lilo como buscando a alguien, y Lilo tuvo un presentimiento. “Buscas a Liv, verdad?” el hipogrifo pió contento y dio unos saltitos emocionados.
“Liv no está aquí, está… malita” Buckbeack no parecía entenderla, pero Lilo siguió hablando. “Bueno, técnicamente todavía no, pero no puedo ayudarla. Tengo que vigilarte.” Buckbeack ladeó la cabeza y emitió un triste ronroneo.
“Lo se bichito” Lilo perdió cuenta del tiempo contándole todos sus problemas a Buckbeack. No la entendía nada, pero hacia ruiditos contentos cuando nombraba a su mejor amiga.
Un aullido la distrajo. Pensó que sería Remus, pero oyó un segundo, y los dos parecían bastante humanos; de hecho, se parecían a los de… Hermione. Sería una indirecta de que necesitaban ayuda?
Una figura grande y oscura pasó a lo lejos, pero afortunadamente no se dirigía hacia ella, si no al lugar del que venían los aullidos. Lilo se levantó rápidamente y dio unos pasos con indecisión.
Debería ir? La habían dicho que se quedase ahí, así que eso haría. Se paseó inquieta y oyó un grito femenino, de Hermione sin duda. Buckbeack había levantado la cabeza alarmado, y Lilo hizo una reverencia. Buckbeack ladeó de nuevo la cabeza, pero al final se la devolvió, y Lilo montó con bastante dificultad.
Entró en un claro y escaneó la oscuridad; una figura amorfa –Remus- perseguía a otras dos más pequeñas, que lo esquivaban por los árboles. Buckbeack entró en acción él solo y atacó al hombre lobo, que gimoteó y salió corriendo.
“Lilo!” gritó Harry con una gran sonrisa “Nos has salvado!”
“Montad y vamos a por Sirius” respondió ella, pero él negó. “Tengo que ir a ver a mi padre, tu quédate aquí y cuida de Buckbeack” Lilo gruñó y se llevó las manos a las sienes. “Hacedlo rápido!”
Después de lo que a Lilo le parecieron años, Harry y Hermione aparecieron con expresión afectada. “Que ha pasado?” les preguntó ella, pero ellos solo negaron. “Luego. Ahora tenemos que darnos prisa y rescatar a Sirius.” Dijo Hermione quitándose las lágrimas de la cara.
Hermione se subió detrás de ella y Harry detrás de Hermione. “Listos? Agarraos bien!” Lilo se agachó a lo que supuso que era el oído de Buckbeack. “Podrás con tres?” el hipogrifo rodó los ojos y trotó, elevándose lentamente.
Esquivaron con dificultad unos árboles y otros obstáculos , hasta que por fin estuvieron en cielo abierto. Planearon tranquilamente y Lilo suspiró. Se olvidó de la situación y observó el paisaje; la luna llena se duplicaba en el lago e iluminaba su alrededor, creando un efecto plateado y sombras increíbles. La luna del cielo iluminaba Hogwarts, con sus pequeñas pero cálidas ventanas de luz anaranjada que parecían faros en medio de la noche. “Lilo, necesitamos ir más rápido” dijo Hermione.
“Voy.” En realidad no tenía ni idea de cómo. Buckbeack siempre iba a su bola, ellos solo eran pasajeros. “Eh, amigo. Podrías ir un poco más rápido?” Buckbeack chilló y se lanzó en picado. Los tres tripulantes gritaron. “Demasiado rápido, demasiado!” gritó Lilo viendo como se aproximaban los árboles.
Buckbeack cambió el ritmo y volvió a planear. Aleteó y ganó altura, luego descendió a buen ritmo. Lilo le dio unas palmaditas en la nuca y se giró hacia Harry y Hermione, que tenían cara de horror. No pudo evitar una carcajada y volvió a mirar para adelante. Ya casi habían llegado.
 Aterrizaron suavemente y Lilo se bajó como Liv la había enseñado en verano. Liv… Que tal estaría? “Es aquí” Hermione la distrajo de sus pensamientos y avanzaron hacia una celda redonda con garrotes. “Bombarda!” la cerradura explotó y Harry y Hermione ayudaron a Sirius a salir. “No deberíais… Que hacéis- Cómo?” preguntó él confuso. “Livvy… Livvia está bien?” miró directamente a Lilo, que desvió la mirada.
“Dime que está bien… Fue mi culpa, yo debería haberla cuidado…” Harry abrazó a su padrino, que sollozó. “Se recuperará, solo son un par de arañazos, tranquilo” lo tranquilizó Harry “Pero ahora tienes que irte, los dementores vendrán pronto.” Lo condujo a Buckbeack, pero él seguía llorando. “Cuando… Cuando se recupere dila que me escriba” se limpió las lágrimas y subió temblando a Buckbeack. “Dila que la quiero, y que fue muy valiente.” Lilo tragó saliva y se limpió las lágrimas, asintiendo.
Sirius y Buckbeack desaparecieron, y ellos bajaron rápidamente a la enfermería. Llegaron justo a tiempo para ver como Dumbledore cerraba las puertas y sus yos del futuro desaparecían. Hermione y Harry se quedaron hablando con Dumbledore, pero Lilo fue directa a buscar a Madame Pomfrey.
“Alguna nueva noticia?” Madame Pomfrey la miró sorprendida “Pero si acabas de entrar!”
Lilo lo pensó. Para Madame Pomfrey solo habían sido unos minutos, pero para ella casi seis horas. “Va a recuperarse?” Madame Pomfrey asintió.
“La pócima ya la está haciendo efecto, lo que pasa es que mientras actúa, es muy asqueroso. Por eso no puedes verlo, pero sí, estará bien. Es fuerte.” A Lilo le temblaron las rodillas de alivio y se fue a dormir por esa noche.
 “Y Canuto?”
“Liv, acabas de despertarte, no te quiero sobresaturar…”
“Pero que tonterías dices? Que tal está?!”
“Está bien, se fue con Buckbeack. Me dijo que te quería mucho y que eras muy valiente.” A Liv se le llenaron los ojos de lágrimas. “Y que le escribas” Liv se sonó la nariz con unos pañuelos de al lado de su cama. “De verdad dijo eso?”
“S-“
“Cómo que no puedo verla?! Mi padre ha donado más dinero al colegio que el que tu ganarás jamás!” Se oyeron unos fuertes pisotones y alguien descorrió la cortina. Lilo se levantó del taburete en el que estaba sentada, preparada para enfrentarse a él. “Vete por ahí Poltergeist, me toca!”
Lilo le gruñó y se resistió para no ahogarle. En cuanto vio a Liv, la mirada de Draco se suavizó. “Livvy… que te ha pasado, tonta?” pasó al lado de Lilo y la dio con el hombro. Sacó unas flores y unos chocolates.
“Draco, no hacía falta que-“
“Cállate y hazme hueco.” Liv se intentó mover e hizo una mueca “Vale, no, no, no te muevas! Quédate quieta, ya me siento…” se sentó en el taburete que antes ocupaba Lilo y la sonrió con maldad “aquí”. Se giró hacia Liv y empezó a colocar las flores en un jarrón.
“Pequeña, me tenías preocupado” Lilo notó verdadera pena en su voz y se decidió por no matarle. Le cogió la mano a su amiga y depositó besitos por toda ella. “Draco, para…” Liv estaba totalmente roja y avergonzada.
“Idiota. Voy a hacer que mi padre mate a ese Remus Lupin de la manera más horribl-“
“Ni se te ocurra! Cómo lo hagas te mataré yo a ti!” Draco sonrió y Liv entrecerró los ojos “Cómo lo hagas te pararé de hablar! Para siempre!” a Draco se le borró la sonrisa del rostro. “Vaaaale, no diré nada!”
Se quedaron en silencio, examinándose el uno al otro. Liv estaba mucho mejor, el corte de la sien estaba cicatrizando, el resto no eran visibles por las sábanas, aunque sabía que el grande del costado era el que más problemas estaba dando. Draco tampoco tenía buen aspecto. Estaba más pálido de lo habitual y tenía los ojos rojos e hinchados, cómo si hubiese estado llorando.
Lilo pensó en lo raro que era ese chico. Parecía no preocuparse por nada ni nadie, pero cuando se trataba de Liv… Cualquiera que la tocase caería.
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gabbyfluffy · 4 years
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Cortando lazos
Lilo le tiró una almohada a su amiga, que se despertó de un salto. “A que viene eso Lilo?”
“llegamos tarde al desayuno Liv, vístete ya!”
Después de prepararse bajaron a toda prisa a la sala común, donde chocaron con dos personas: Fred y George Weasly.
“Hola Lilo”
“Hola Liv” ellas les saludaron con un asentimiento “Te estábamos buscando Poltergeist…”
“…queríamos entregarte una cosa. Considéralo un…”
“Regalo de nuestra parte”
La entregaron un papel y ella frunció el ceño “Es una broma? Esto solo es un trozo de papel” Fred la sonrió y apuntó con la varita al mapa “Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas” Lilo y Liv vieron como aparecía “Lunático, colagusano, canuto y cornamenta presentan el mapa del merodeador. Quiénes son?”
“Nuestros héroes. Venga, ábrelo” dijo George sonriendo. Hicieron lo que les dijeron y se quedaron con la boca abierta. “Realmente es…?” preguntó Livvy dejando la frase en el aire, y los gemelos asintieron “Un mapa completo de Hogwarts, con todos sus pasadizos y la gente moviéndose a tiempo real. Para cerrarlo apunta con la varita y di: travesura realizada” terminó Fred por ella. Lilo abrazó fuertemente a Fred, luego a George “Chicos, esto es… es increíble.”
La mañana pasó rápidamente, comentando en susurros las identidades secretas de los cuatro creadores y las increíbles utilidades del mapa. Tocaba tiempo libre, así que se dirigieron a la biblioteca y sacaron unos libros de metamorfomagas. Bajaron a uno de los jardines y se alejaron donde nadie las podía ver. Liv leyó un rato en silencio y luego empezó a explicarle los primeros pasos. “Vale, debes visualizar el animal, sentirte como el. Relájate y concéntrate Lilo, empieza con un lobo, una vez conseguiste medio transformarte en el. Recuerda como se sentía ser un lobo, como oías, como percibías todo. No creo que te salga a la primera pero no pasa nada, tu tranquila.” Lilo hizo todo lo que liv dijo, pero no sintió nada cambiar. Pasó un minuto. Cinco. Diez. “he cambiado?”
“No, sigue intentándolo. Aquí pone que intentes imaginar tu cara transformándose lentamente en la del animal.” Lilo lo intentó con todas sus fuerzas, pero no sentía nada cambiar. Cerró los ojos y se concentró en su alrededor. Los sonidos se intensificaron, los olores se volvieron más fuertes… Liv tenía un nuevo perfume? Concéntrate Lilo. Que perfume era ese? Le sonaba de algo, no sabía a qué, pero le gustaba mucho. Abrió los ojos para preguntarlo y vio que Liv examinaba el mapa del merodeador. “Liv, concéntrate!”
“Si, si, solo estaba mirando… travesura realizada” el mapa se quedó en blanco y ella lo metió en su mochila. “Has notado algo diferente?”
“Bueno, mis sentidos aumentaron un poco, pero no se si realmente me lo imagine o si… por cierto, de dónde es ese perfume?”
“Quieres hablar de mi perfume o quieres aprender a convertirte en lobo?” Lilo levantó las manos en el aire rindiéndose “Vale, vale, tu mandas. Que hago ahora?”
“Tampoco te creas que pone mucho, es todo el rato lo mismo. Visualiza y transfórmate.” Lilo volvió a cerrar los ojos, pero después de una rato los volvió a abrir “esto es inútil, no siento nada!” Livvy la miraba con una sonrisa radiante. “Lilo, lo has conseguido! O sea bueno, parcialmente, pero tienes un ojo azul, como de lobo!” Lilo abrió mucho los ojos con sorpresa y sacó un espejo de la mochila. Un ojo grande y azul como el hielo reemplazaba a uno de sus marrones oscuro. “Lo he… lo he conseguido!” Liv la miraba con sus ojos amarillentos y sonreía con orgullo “Ya te dije que lo conseguirías, lo llevas en la sangre. Literalmente. Ahora ve progresando poco a poco, practica el otro ojo, ponerlo y quitar, luego pasaremos a la nariz, las orejas…” pasaron practicando el resto del día, hasta que llegó la hora de cenar. “Lilo?”
“Si?”
“He estado pensando…”
“Ah que sabes hacer eso?”
“Ja, ja, muy graciosa. He estado pensando e investigando, es una idea alocada y podría salir fatal”
“Me das miedo… Sorpréndeme con tu gran idea”
“Pues, para acompañarte en el proceso de metamorfomaga, yo podría convertirme en animaga.” Lilo se quedó en silencio un largo rato “No tienes que registrarte para eso?” Liv sacudió la mano con desdén “Legalmente si, pero no lo voy a hacer. Estudiaré y le preguntaré a McGonagall discretamente” Lilo asintió complacida “Me parece genial”
El comedor estaba más ruidoso que de costumbre. Luke estaba sentado a su lado y Liv enfrente, con expresión distante. Connor no parecía estar por ningún lado. Acababa de aparecer el postre cuando Connor le pidió hablar en privado a Liv. Su amiga y ella compartieron una mirada de pánico y luego esta se levantó y siguió a su novio. La llevó a la entrada y se apoyó contra la pared. Liv movía el pie nerviosamente y jugueteaba con su bata, mientras recibía las noticias que tanto había temido. Lilo no llegaba a oír la conversación, pero por la cara de desesperación de su amiga sabía perfectamente de que iba. Liv le tocó el brazo, pero el se movió bruscamente para soltarse. Lilo se fue a levantar, pero Luke la retuvo en su sitio “Tu… tu lo sabías verdad?!” Luke miró fijamente a su plato, y esa fue una respuesta para Lilo. Giró la cabeza para ver como Liv salía del gran comedor andando rápidamente y Connor se peinaba el pelo para atrás, con una expresión de culpabilidad en el rostro. Dirigió una última mirada neutra a Lilo y se fue a sentar al lado de una chica de Gryffindor. Lilo metió unas galletas en una servilleta y siguió a su amiga. La encontró tumbada en su habitación, con todas las luces apagadas y una sudadera de Connor puesta. “Liv…” esta se quitó las lágrimas de la cara rápidamente “Lilo? Por que no estas cenando?” su voz sonaba extrañamente calmada y Lilo se acercó como si fuese un animal salvaje “te he traído galletas” Liv se incorporó y empezó a devorar las galletas en silencio
“Entonces… ha roto contigo verdad?” Livvy asintió “Y… estas bien?” ella se encogió de hombros “Que te ha dicho?”
“Pues… ya sabes, que ya nunca estábamos juntos y no hacíamos buena pareja así que quería cortar. Yo le dije que vale y me fui.”
“ya está?” Liv se encogió de hombros y asintió, luego se volvió a tumbar dándola la espalda. Lilo tomó eso como una invitación a irse, así que cerró la puerta detrás de ella y bajó a la sala común. La mayoría de gente había terminado de cenar ya, y como era demasiado pronto para acostarse, pasaban el tiempo en la sala común. Luke la llamó pero ella pretendió no oírle, no le apetecía hablar con el ahora. Salió de la sala común de Gryffindor y se chocó con alguien. Un chico de quinto, muy apuesto y de Hufflepuff. No se acordaba de su nombre, pero sabía que su apellido tenía algo que ver con excavar en inglés. Digger? Digging? “Eres Lilo Poltergeist verdad?” Ella asintió sonrojándose levemente. Era guapo. Muy guapo. “soy Cedric, Cedric Diggory” Casi “Liv está bien? La vi salir del comedor después de hablar con ese chico rubio. Era su novio, no?”
“Era” Cedric pareció entender y miró al suelo. Lilo empezó a unir hilos. Lilo había estado en contacto con alguien de quinto, su nombre empezaba con C, y Cedric parecía tener todas esas cualidades. “Crees que puede salir a hablar?” Lilo dudó un momento y negó “No creo. Liv es orgullosa y no querrá que todo Hogwarts sepa que ha estado llorando, pero la diré que quieres hablar con ella” el asintió agradecido. “Bueno, pues, eh, gracias. Adiós” Lilo le saludó con la cabeza y Cedric se marchó arrastrando los pies.
Lilo volvió a entrar en la sala común de Gryffindor. Alguien había puesto música, y Connor y una chica rubia bailaban animados. Lilo apretó los puños con furia y subió a su cuarto. Justo antes de entrar apoyó el oído en la puerta y oyó los débiles sollozos de Liv.
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gabbyfluffy · 4 years
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Un buen día para morir
Lilo examinó sus alrededores. Se encontraba en una sala de techos altos, con un largo pasillo decorado con estatuas de serpientes; enfrente había una gran estatua, y a sus pies había alguien tumbado y otro de pie. “Ginny!” gritó Harry, corriendo hacia ella. Se arrodilló a su lado “Ginny, por favor no estés muerta…”
Lilo investigó los alrededores con la varita en alto, cubriendo a Harry. Oyó unos pasos y un chico atractivo salió de las sombras. “Tom… Tom Ryddle?” preguntó ella. “Tú debes ser Lilo Poltergeist” ella asintió. “Eres un fantasma?”
“Soy un recuerdo. Un recuerdo guardado en un diario por cincuenta años.” Dijo Tom, y se agachó al lado de Ginny, dónde Harry estaba murmurándola cosas. “Lilo, nos tenemos que ir, tenemos que salvarla. Además, también está el basilisco…”
“No vendrá hasta que sea llamado” le cortó Tom, y luego se giró hacia Lilo “Expelliarmus!” la varita de ella salió volando hacia Ryddle, que la cogió con destreza. “Tom… devuélveme mi varita… la necesitamos para salvar a Ginny” le pidió Lilo. “No la vas a necesitar, Poltergeist. Y en cuanto salvar a la pequeña Weasly, me temo que no va a ser posible… Cuanto más ella se debilite, yo me hago mas fuerte.” Harry y Lilo le miraron con sorpresa.
“Si,Fue Ginny la que abrió la cámara de los secretos, la que pintó todos los mensajes y eligió todas las víctimas. Ella no sabía lo que hacía, estaba en una especie de trance, pero puedo ser muy persuasivo… El poder del diario la empezó a asustar, y lo tiró al baño de las chicas. Y ahí lo encontró la pequeña Lilo, que me llevó directamente a ti Harry.” Se giró hacia Lilo y la guiñó un ojo. “Muchas gracias por eso, por cierto. Luego solo tuve que enseñaros esa memoria del idiota de Hagrid para ganarme vuestra confianza…”
“No importa Tom, pronto la cura de mandrágoras estará lista, y todos los petrificados volverán.” Le dijo Harry con enfado. “Matar sangresucias no me importa ya Potter… Desde hace muchos meses ya, mi único objetivo has sido tú, y que me importa a mí se me llevo algún amigo tuyo por el camino?” Lilo miró a sus alrededores con cansancio. Vale sí, pero dónde estaba el basilisco? No quería  que de repente saliese y les petrificase.
“Voldemort es mi pasado, mi presente y mi futuro” esa frase renovó el interés de Lilo en la conversación. Tom usó la varita de Harry y escribió en el aire:
<<Tom Sorvolo Ryddle>>
Luego, con un movimiento suave, las palabras se desordenaron y formaron unas nuevas. “Yo… Soy Lord Voldemort?” dijo Lilo impresionada, y no pudo evitar retroceder unos pasos. “Eres… Eres el heredero de Slytherin? Voldemort…”
“De verdad pensaste que me iba a quedar con el nombre de mi padre, un sucio muggle? No, me di a mi misma un nuevo nombre, uno que los brujos temerían por todo el mundo, cuando me convirtiese en el mejor brujo de la historia!”
“Albus Dumbledore es el mejor brujo de la historia!” dijo Harry con voz decidida, y en ese momento, un canto melodioso inundó la sala. Un fénix, con algo en las patas se acercó a Harry y le dejó lo que llevaba. “Fawkes…?” así que ese era el legendario fénix de Dumbledore. Había oído rumores, pero Lilo no estaba segura de que fuesen reales.  Miró lo que Harry tenía en las manos y vio que era el sombrero seleccionador. Y para que les iba a servir eso? Tom Ryddle se acercó a la estatua y susurró algo; una puerta se abrió y Lilo se dio la vuelta, recordando las palabras de su amiga. “Harry, corre!” Ambos corrieron por el largo pasillo, oyendo los siseos y gruñidos detrás de ellos. Harry tropezó y Lilo se paró bruscamente, casi resbalando. “Levanta, Harry!” recogió sus gafas, que se le habían caído, y se las tendió. Lilo vio como la sombra del basilisco se cernía sobre ellos, y los músculos le tensaron de anticipación. El canto melodioso volvió, y Fawkes se abalanzó sobre el basilisco. Lilo y Harry se fijaron en la sombra; el pájaro no era tonto, y había ido directamente a por los ojos de la serpiente gigante. “No!” gritó Ryddle, y Lilo y Harry se giraron. El basilisco movía la cabeza bruscamente y tenía profundos arañazos en los ojos. Harry le hizo el gesto de silencio a Lilo y ella asintió. Corrieron hacia otros túneles –este sitio era como un laberinto- y esperaron en silencio. Giraron por una esquina y se encontraron que estaba cerrada. Antes de que pudiesen retroceder, la cabeza del basilisco se asomó y olfateó el aire. Lilo se quedó sin aire. Era realmente enorme, seguro que a Liv le hubiese encantado verlo… El basilisco giró la cabeza hacia ellos, y emitió un leve gruñido. Estaba a menos de cincuenta centímetros del suelo, cuando Harry se agachó, cogió una piedra y la tiró, distrayendo al basilisco. La serpiente se fue y el camino quedó despejado, así que volvieron con Ginny y Tom. “La queda poco tiempo” murmuró Harry, y Tom sonrió. “Y Voldemort volverá a la vida.”
El basilisco salió del agua, soltó un fuerte rugido mientras sacudía la cabeza y les salpicó. Lilo se giró hacia Harry para volver salir corriendo, pero vio que él tenía una espada en la mano. “De dónde has sacado la espada?”
“Eso no importa. Sígueme!” Harry corrió hacia la estatua gigante y empezó a escalarla, Lilo, después de un momento de vacilación le siguió. Casi habían llegado arriba cuando el basilisco les atacó, pero falló por los pelos. “Harry, corre!” Lilo terminó de subir, le tendió la mano a Harry y le ayudó a terminar de subir. El chico empezó a mover la espada como un loco contra el basilisco, fallando todos los ataques. El basilisco les respiró encima y Lilo tuvo arcadas, su aliento olía a ratones muertos y carne podrida.
El basilisco empujó a Harry, y Lilo gritó; se tiró a por la espada y relevó a Harry. El frío metal la aportó seguridad y valentía, y justo cuando el basilisco se abalanzaba sobre ella, Lilo le atravesó el paladar, a la vez que sentía un dolor horrible en el brazo.
El basilisco soltó un grito horrible y cayó hacia atrás, dándole a Lilo el tiempo justo para desclavar la espada. Lilo se miró el antebrazo y vio como un colmillo de basilisco estaba clavado. Se lo arrancó y lo guardó en el bolsillo de su túnica –seguro que a Liv le encantaría investigarlo-. Bajó de la estatua con la ayuda de Harry y volvieron con Ginny. Lilo sintió como la pesaba la cabeza y le temblaban las rodillas; los ojos le habían empezado a llorar, y sentía como se fuese a desmayar.
“Es sorprendente la rapidez con la que actúa el veneno de basilisco, verdad?” rió Ryddle. Lilo cayó de rodillas y reprimió las nauseas. “Lilo, Lilo! Que pasa?”
“El diario, Harry, destrúyelo. En mi bolsillo, cógelo” Harry cogió el colmillo de basilisco que había guardado. “Espera, que haces?!” le preguntó Tom, y con una última mirada de odio por parte de Harry, apuñaló el diario con el diente. “NOOOOOOO!” gritó Tom, mientras Harry apuñalaba el diario dos veces más.
Ryddle se deshizo en luz, y Ginny despertó. Lilo se estaba muriendo, lo sabía pero ver a Ginny recuperada la hizo sonreír. Sus dos amigos se pusieron al lado de ella y la hablaban, pero Lilo no oía nada. Le pesaban los ojos, y solo quería descansar, descansar de este dolor…
Harry vio como Lilo empezaba a cerrar los ojos. “Lilo, despierta, venga!” Fawkes se posó al lado de ella, y unas lágrimas cayeron en su herida. Harry vio con sorpresa como esta empezaba a curarse. “Lilo…?”
“Hola Ha… Harrington?” dijo Lilo lentamente, y luego empezó a reírse. Harry y Ginny rieron también y la ayudaron a levantarse. Deshicieron el camino y se encontraron con la gran montaña de piedras, ahora con una abertura para pasar. Se escurrieron por ahí y luego subieron colgados de Fawkes.
Al volver al baño Lilo ya estaba más espabilada y revivía los últimos acontecimientos. “Entonces me mordió, no?”
“Si. Luego Fawkes lloró encima de ti, y como sus lágrimas son curativas, pues, sigues viva” dijo Harry, y Lockheart rió. “Eso rima!” le ignoraron miraron hacia donde estaba Fawkes, que recibía cariñitos de Liv. Lilo sacudió la cabeza viendo como el pájaro piaba contento “En fin, deberíamos contárselo a Dumbledore”
 “Habéis roto como catorce reglas del colegio, sabéis que eso es suficiente para expulsaros a todos, verdad?” Dumbledore alternó la mirada entre los cuatro alumnos. Lilo, Harry, Livvia y Ron presentaban un aspecto sucio y arrepentido. “Pero gracias a vosotros, habéis salvado una alumna, así que no se hará tal cosa. Podéis retiraros, excepto Harry.” Lilo y Liv salieron y se derrumbaron sobre un banco cercano, exhaustas. “Que tal con el basilisco?”
“Genial, nos hicimos súper buenos amigos” contesto Lilo sarcásticamente y Liv soltó una gran carcajada. “Toma” Lilo la entregó el colmillo de basilisco. “Voy a ducharme.”
“Voy contigo”
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gabbyfluffy · 4 years
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T es de Trauma
Lilo y Liv se bajaron del tren. “Entonces lo tienes, no?”
“Que si Liv, eres una pesada. Lo recogí por la noche, justo después de llover. No ha sido tocado ni por los pies de nadie ni por el sol”
“Segurísima?”
“Siiiii, ahora vayamos a la habitación a ver qué tal está Pachi.” Hoy era el tres de enero, y faltaban dos días para terminar de recolectar los ingredientes de la poción de animagos;  ya tenían las gotas de rocío que había recogido Lilo en su estancia en casa, el pelo de Liv lo conseguirían en el momento y les faltaba la crisálida de polilla esfinge de la calavera.
“Livvy, Pachi no… Pachi no está. Ha desaparecido!” Lilo dijo con pánico. Observo el terrario cilíndrico. Estaba llenado con tierra más de la mitad, y eso que el tubo era de un metro. Tenía un tronquito y sobras de hojas por encima de la tierra y una tapa con pequeños agujeros para que Pachi no tuviese problemas al respirar. “Eso es imposible!” Livvy se acercó y le quitó la tapa al terrario; removió las hojas y el tronquito con cuidado y suspiró. “Está?”
“Si, lo que pasa es que cuando se va a transformar en polilla se mete debajo de la tierra, por eso tuve que poner tanta. No sé cuánto tardará, pero espero que no sea mucho. Bueno, no hay nada que podamos hacer, así que quieres salir afuera?” Ella empezó a sacar hojas medio comidas y a tirarlas a la basura, Pachi ya no las necesitaría. Apartó el tronquito a un lado y Lilo vio un pequeño agujero. “Vamos.”
“He estado practicando mucho en casa. Mis padres estaban bastante preocupados por… por Sigui, así que no me hicieron mucho caso” Dijo Lilo apenada, y Liv la miró con compasión “Enséñame lo que sabes” Lilo se concentró en sus alrededores. Sintió como la empezaba a crecer el hocico y los olores se intensificaban, como sus orejas se alargaban y oía mejor, como sus ojos se adaptaban a la luz y se le agudizaba la vista. “Lilo, es increíble!” ella le tendió un espejo, y cuando fue a cogerlo vio que ya no tenía manos, sino patas de lobo. Liv se dio cuenta y la sujetó el espejo. Había conseguido convertirse en un lobo! Lilo se miró el cuerpo y se llevó una desilusión: sus piernas seguían humanas, lo que le daba un aspecto ridículo, pero solo Liv la había visto. Ella estaba revolcándose en la nieve de la risa. “Lilo, ha estado genial, pero…” Se sentó enfrente de ella y siguió riendo. Era la primera vez que Lilo la oía reír de verdad en el último mes, y no pudo evitar una pequeña sonrisa orgullosa. Livvy se cubrió la boca para dejar de reír, cuando de repente una bola de nieve la dio en la parte trasera de la cabeza. Ella soltó una palabrota y se giró con furia hacía atrás; Leo, Marcus y William estaban riéndose detrás de ella, y ahora era Lilo la que reía… Hasta que le tiraron una bola de nieve a la barriga. Ella gruñó y sacó su varita “Ahora sí que la habéis cagado. Liv, yo te cubro. Protego!” un escudo las protegía mientras Livvy hacía bolas de nieve rápidamente. Los chicos seguían tirándolas bolas de nieve, pero el escudo de Lilo las abrigaba. “Estás Liv?”
“Un segundo… ” ella también saco la varita, la agitó y murmuró un conjuro, “Ya!” Lilo quitó el escudo y las bolas salieron volando hacia los tres chicos. Ellos los esquivaron hábilmente y rieron “Eso es todo chicas?” le gritó Will mientras las tiraba una bola, pero ellas la esquivaron. Lilo y Livvy sonreían con maldad “Imbéciles” rió Liv. Las bolas de nieve que habían hechizado volvieron y dieron a los chicos por detrás. Ellos gritaban e intentaban huir, pero las esferas les perseguían y les daban por todos lados, se les metían por los abrigos, camisetas y pantalones. Lilo trazó una figura en el aire y una barricada de nieve se irguió ante ellas. Los chicos se quejaban y lloriqueaban, y los gemelos Weasly aparecieron “Lilo y Liv, no os enseñamos ese hechizo para que lo usaseis así! Míralos, tan indefensos…” Dijo George con una sonrisa. “Tendremos que ayudarlos…” terminó Fred, y se acercaron a los chicos. “Traidores!” les gritó Lilo riendo, viendo como ellos también hacían una barricada de nieve y metían a los chicos detrás de ella, no sin llevarse algunos impactos de nieve antes, claro. Liv y Lilo vieron con sorpresa como alguien se les unía a la barricada, era Cedric. “Ced? Que haces aquí?” le preguntó Liv, tirando una bola y esquivando otra.
“Pues me iba a poner con ellos, pero son el triple más que vosotras, así que vengo a echar una mano”
“Eh, Cedric” Lilo se calló un momento para tirar una bola de nieve que le dio en la cara a Fred, y luego se agachó de nuevo “Es verdad que cancelan el partido de Quiditch?” Cedric encantó un montón de nieve para que hiciese bolas de nieve solas “Si, petrificaron a una tal Hermione”
“Hermione?!” Dijo Liv abriendo los ojos con sorpresa, y una bola le dio en el hombro “Ah, ah, ah, frío, frío, frío!” se intentó quitar la nieve que se la había metido por la camiseta. Cedric sonrió y encantó unas bolas para que atacaran a los otros. Ellas salieron volando y pronto oyeron los gritos y aullidos de los chicos.
 Lilo se terminó de vestir y se secó el pelo. Acababa de terminar de ducharse y estaba esperando a su amiga. “Lilo?”
“Si?”
“Tengo el pelo bastante enredado, así que vete yendo a la sala común, yo te veré ahí.”
“Vale, pues… Adiós, te veo luego” Hizo lo que Livvy la había dicho y se dirigió a su sala común. Estaba extrañamente vacía y no vio a ningún conocido, hasta que encontró a Harry, que estaba haciendo los deberes. “Hola Harry, que haces?”
“Deberes de pociones, Snape nos ha vuelto a poner muchos y me gustaría adelantar algo.” Contestó el sin levantar la mirada del papel. Lilo fue a sacar sus deberes de defensa contra las artes oscuras, pero topó con la libreta antigua que había encontrado en el baño. La sacó, la abrió y la examinó con cuidado. Qué sería? Sacó su tintero y lo destapó, pero Harry había ido a meter la pluma en el suyo y toda la tinta se derramó encima del cuaderno viejo. “Lo siento Lilo, lo siento muchísimo!” ella sacó un paño e intentó secar la tinta, pero de repente las páginas la absorbieron. Lilo y Harry se miraron extrañados. “Has sido tu?” se preguntaron a la vez. “No” los dos volvieron a hablar a la vez y se miraron confundidos. Harry cogió el cuaderno y le dio la vuelta “Tom Sorvolo Ryddle. Lo conoces?” Lilo negó con la cabeza y volvió a coger el diario “Que pasaría si…” mojó su pluma en tinta que había caído en la mesa y escribió: <<Hola, soy Lilo Poltergeist.>> la tinta se disolvió y apareció una respuesta. <<Hola Lilo. Yo soy Tom Ryddle>> Lilo chilló emocionada y se le ocurrió una idea. <<Sabes algo sobre la cámara de los secretos?>> el diario pareció vacilar un poco, pero al final respondió.
<<Sí>> Harry y Lilo se chocaron la mano.
<<Puedes contármelo?>>
<<No.>> Lilo dejó la pluma y suspiró decepcionada. Había estado tan cerca… Tan cerca de recuperar a su hermana. <<Pero puedo enseñártelo>> antes de que Lilo procesase la información, Harry y el fueron absorbidos por el libro.
Se encontraban delante de un chico atractivo que hablaba con un Dumbledore más joven. “Pero señor, si arreglo esto… Si arreglo esto podría quedarme no?”
“Hay algo que quieras contarme, Ryddle?” el chico negó con la cabeza “No señor.” Y luego se marchó. Harry y ella siguieron a Tom por los pasillos hasta una puerta de madera. El la abrió con gran estruendo y apuntó a alguien con la varita. Lilo se fijó en el chico; era grande, muy grande para alguien de su edad y bastante peludo. “… te expulsarán por esto Hagrid!”
“No, por favor, Aragog es inofensiva y no haría daño a nadie…” Tom lanzó un hechizo, y una araña del tamaño de un gato salió y se escabulló a otro sitio. El recuerdo se acabó y ellos regresaron a sus asientos en Hogwarts. “Hagrid… Hagrid abrió la cámara de los secretos?” preguntó Lilo asustada. “No, eso es… Hagrid nunca haría algo así.” Lilo le miró con pena y Livvy entró bostezando en ese momento.”Lilo, subimos?” Lilo le dio un apretón en el hombro a Harry y siguió a su amiga. Cuando se acercaron a la puerta, se oyeron gruñidos y golpes. “Qué diablos…?” Dijo Liv entrando en la habitación. Pachi en forma de polilla había conseguido salir del terrario, y Ágape la perseguía por toda la habitación intentándola comerla, con su larga lengua estirada y sin importarle lo que tirase. Tiró unos pergaminos de Liv y ella gimió. “Ágape! Deja en paz a Pachi” el puffskein la miró sorprendido y luego se puso en la cestita que Liv tenía para el encima de una mesa. “Pachi, ven!” la polilla se posó en la pared; era amarilla y negra, con una especie de dibujo de calavera en el torso. “Livvy de verdad crees que la polilla va a venir?”
“Pero… pero es mi amiga, yo la he criado. No me- no me quiere?” ella hizo un puchero y se le llenaron los ojos de lágrimas. Lilo vio con pánico como Liv comparaba a la polilla con su ex novio y se apresuró a corregirla. “Liv, no, no, no es que no te quiera, si no que está asustada, mejor la soltamos ya y que vuele libre, no?” Liv se sorbió la nariz y asintió, abriendo la ventana, pero la polilla no se movió. “Vuela libre Pachi!” le dijo Liv, pero la polilla parecía congelada. “Bueno, vale… Vamos a sacar a Ágape y la dejamos un rato sola en nuestra habitación” propuso Lilo y Liv asintió. Esperaron en la sala común una hora pero cuando subieron la polilla seguía en el mismo sitio. “Bueno… pues buenas noches supongo” dijo Lilo y  las dos chicas se acostaron mirando la polilla en la pared.
 “Lilo, Liv, tenéis que acompañarnos al bosque prohibido!” Harry se les acercó corriendo, seguido por Ron “Por favor”
“Y por que haríamos tal cosa?” ahora a Liv le había dado por decir frases así, y a Liv le medio enternecía, medio sacaba de sus casillas. “Por que Hagrid nos dio una pista antes de que le detuviesen. Sigue a las arañas.” Dijo Ron con un escalofrío en la última parte. “Quieres que sigamos unas arañas a un bosque? Así sin más, no nos vais a dar más explicaciones? Tu que opinas Liv?” Liv tenía el ceño fruncido y se mordía el labio, cosa que hacía cuando se intentaba concentrar. “Arañas… Todo esto me suena de mucho, pero… no, es imposible. Yo por mi sí”
“Bueno… pues vamos al bosque”
Aunque era de día, el bosque seguía ofreciendo un aspecto oscuro y siniestro, y Lilo lo estaba pasando mal al intentar no tropezarse con las ramas ni pisar el rastro de arañas que estaban siguiendo. Oía a Liv llamando a Buckbeack, y los pasos de Ron y Harry por detrás. “Buckbeack? Ven bonito, ven!” Livvy fue interrumpida por una rama partida. Lilo no recordaba haber avanzado tanto, pero se encontraban en una ligera depresión llena de telas de araña gigantes. “Quién es?” una voz grave hablaba arrastrando las palabras. “Somos… Somos amigos de Hagrid” dijo Potter.  Una araña colosal se dejó ver, y Liv  soltó un quejido “Odio las acromántulas…”
“Donde está Hagrid?” dijo la Acromántula. “Eres Aragog…” dijo Harry, y el y  Lilo intercambiaron miradas “Hagrid está en problemas. Le han arrestado por abrir la cámara de los secretos, como la última vez” continuó Harry. “Eso es una mentira! Hagrid nunca abrió la cámara de los secretos. “Entonces tú no eres el monstruo?” le preguntó Lilo.
”No. El monstruo es mucho peor. Es algo antiguo, algo que las arañas tememos más que a nada.”
“Harry…” Ron señaló hacia arriba y vieron a otras arañas, mirándoles hambrientos. No eran tan grandes como Aragog, pero eran igual de imponentes. Todos empezaron a retroceder lentamente, viendo como las arañas aumentaban en número “A dónde vais? Mis hijos e hijas nunca han hecho daño a Hagrid, pero no les puedo negar comida fresca cuando ha llamado directamente a la puerta…” las arañas empezaron a rodearles y ellos se juntaron inconscientemente. “Adiós amigos de Hagrid…” las arañas se acercaron rápidamente y ellos sacaron las varitas. Antes de que hiciesen algún hechizo, un coche se abrió paso atropellando y apartando arañas; se paró delante de ellos y abrió las cuatro puertas. Ron y Harry se subieron delante, y Lilo y Liv les siguieron. Arañas caían y les perseguían por todos lados, y todos los ocupantes del coche chillaban aterrorizados. Cuando por fin llegaron a un sitio a salvo, el coche les dejó y volvió al bosque. “Que…” Livvy se quito una telaraña del pelo y la miró con horror “Divertido. Voy a vomitar” se acercó al árbol más cercano y cumplió su palabra. Lilo le sujetó el pelo a Liv mientras los niños miraban con una mezcla de pena y asco. Cuando por fin llegaron al castillo, las chicas subieron rápidamente a los baños y Liv, después de frotarse a consciencia en la ducha y lavarse los dientes por tercera vez, decidió que deberían subir. En cuanto Livvy tocó la cama se durmió, pero Lilo pensó que no iba a poder dormir en las próximas tres semanas.
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Muérdago
Lilo saltaba de emoción mirando todo lo que la rodeaba. “Liv, Liv, mira! Siempre he querido probar la cerveza de mantequilla! Podemos entrar?” Liv se encogió de hombros y Lilo la arrastró dentro.
Las sirvieron un par de botellas frescas con un líquido ámbar. Liv miraba alrededor inquieta. “Oh, venga, Liv! Para ya de buscar a Malfoy!” su amiga se puso totalmente roja y la miró molesta. “No estoy buscando a Draco, idiota!”
“Ya, claro. Venga, admite que te gusta!”
“Mentira. Solo somos amigos” replicó ella enfadada, y Lilo sonrió. “Ya claro… Venga, admítelo!”
“No!” Livvy refunfuñó un insultó y bebió un trago. “Y tú con Fred? El otro día cuando estabais patinando, no os separabais…”
Lilo sintió como el calor subía a sus mejillas. “No me gusta, solo es mi amigo. O sea, es guapo, y bueno, y gracioso…” sonrió como una tonta y sacudió la cabeza. “Pero no me gusta.”
Liv soltó una gran carcajada y jugueteó con uno de sus rizos dorados. Se quedaron en silencio y Lilo probó su cerveza. Casi no tenía alcohol, así que era apta para niños; sabía a galleta de mantequilla, pero un sabor más suave y fresquito. Miró por la ventana, había empezado a nevar. Perfección.
 “Eh, Vivy!” Cedric las alcanzó. “A dónde vais?”
“A dar una vuelta por dónde sea. Te unes?” le dijo Lilo, y el se encogió de hombros. “Por cierto, uno de los gemelos Weasly te estaba buscando antes.” Se enganchó al brazo de Liv y la revolvió el pelo, ella le miró molesta. “Cuál de los dos?” Cedric apartó la mirada de Liv y se encogió de hombros. “Ni idea. Pero estaban en Zonkos hace unos minutos.” Lilo alternó la mirada entre ellos. Por una parte no quería dejar a Liv sola, no porque no confiase en Cedric, si no porque quería estar con ella; por otra parte, quería ver que se tramaban Fred y George. Livvy la sonrió y asintió. “Cuídamela” le dijo Lilo, y Ced asintió.
 Lilo corrió por las calles de Hogsmade y entró en Zonkos. Inhaló; la tienda olía a juguetes recién hechos y humo, una combinación que la recordaba a Fred y parecía decir <<TRAVESURAS>> en mayúsculas.
“Lilo!” George estaba examinando unos tenedores.
“George! Me buscabas?”
“Yo no soy George, soy Fred!” el aparentó indignación y Lilo rió. “Sabes perfectamente que eso no funciona conmigo, Weasly” Fred asomó la cabeza detrás de su escondite. “Te dije que no funcionaría Fred”
George la miró sonriendo y la tendió un caramelo. “Toma, pruébalo”
“Ni de broma. Llevo siendo amiga vuestra suficiente tiempo para saber que no debo comer nada que me deis.” El rió y se guardó el caramelo en el bolsillo, seguramente para otra desafortunada víctima.
“Si, yo te estaba buscando. Qué te parece si le gastamos una broma a Filch?” Fred asintió con vehemencia y Lilo se frotó las manos. “Cuál es el plan, chicos?”
“Te puedes convertir en gato?” preguntó George y Lilo frunció el ceño. “Con un poco de práctica sí, pero para que-“ Fred la interrumpió.
“Señora Norris. Te vas a convertir en la Señora Norris.” Los tres compartieron sonrisas de maldad.
 Draco se escondió detrás de Liv. Estaba temblando y lleno de nieve. “Draco? Que pasa?” el la miró con ojos llenos de lágrimas y se sorbió la nariz. “Algo invisible nos atacó y…” Liv miró a Cedric y el negó. “No os pienso dejar solos.”
“Cedric!” le miró enfadada “ Tengo trece años, me se cuidar sola! No necesito un guardaespaldas…”
“No es que no sepas cuidarte sola Liv. Es que no me fio de él.” Apuntó a Draco, que le miró con asco y odio. “Cedric, por favor…” el dudó unos segundos y se apartó unos metros, apoyándose contra un árbol.
“Que ha pasado, Draco?” él tembló y ella le empezó quitar la nieve. Le quitó el abrigo y se lo sacudió, el gorro nuevo también, y luego le ahuecó las manos en sus mejillas. “Puedo abrazarte?” la preguntó Draco, y Liv asintió. Cuando se estaban abrazando, aprovechó que Liv no le veía y le dirigió una sonrisa maliciosa a Cedric, que entrecerró los ojos y le miró con odio. Se acercó a grandes zancadas y los separó. “Liv, vámonos.”
“Ella no se va a ir a ningún sitio…” gruñó Malfoy. Se acercaron y se midieron con la mirada. “Estoy harta con vosotros dos! Hasta las narices! Ninguno de vosotros me manda!!” Los chicos la miraron asustados mientras Liv gritaba. “Sois un par de idiotas. Y no quiero que ninguno de los dos me hable más hasta que hagáis las paces y no me digáis-“ apuntó a Cedric en el pecho con el dedo “lo que tengo que hacer-“ hizo lo mismo con Draco. Los chicos se cruzaron de brazos y murmuraron disculpas, como un par de niños de seis años. Liv se recolocó el gorro. “Adiós.”
 El gran comedor estaba decorado con nieve, y un gran árbol se erguía al final. Las dos mejores amigas iban por el pasillo, y Livvy intentaba esquivar a todos los chicos que la llamaban para intentar meterla debajo del muérdago y besarla.
Lilo se moría de la risa viendo como su amiga casi temblaba de miedo, Liv nunca había sido muy fan de mucha atención, prefería estar sola en el bosque con sus animales. “Son como ácaros Lilo, están por todas partes!” Lilo rió y su amiga le dio un codazo en las costillas. “No te rías! Venga, cuanto antes lleguemos al gran comedor, antes podremos come-“
“Liv…” la expresión de Liv cambió y se giró hacia su ex novio, que estaba apoyado contra la pared. “Podemos hablar?” Lilo pensó que se pondría a gritarle, pero se quedó en el sitio con las manos temblorosas. “Connor?” consiguió susurrar. Lilo se fijó en la expresión de su mejor amiga, de felicidad pura. “Livvy” él la sonrió y Liv dio unos pasos hacia él, pero paró. Lilo miraba la escena indecisa. Debía parar a Liv? No quería que Connor la volviese a hacer daño, pero por otra parte, si Liv volvía con él, a lo mejor olvidaba a Draco.
Livvy la miró y Lilo se encogió de hombros. “Liv, lo siento tanto…”
Ella volvió a girar la cabeza hacia él, con una expresión iracunda. “Que sientes, engañarme con esa rubia o que me dijiste que era una carga de la que te tenías que deshacer? Que llevabas meses saliendo con dos chicas. DOS! Y que yo tenía la culpa por ser demasiado aburrida?! Que nunca sería lo suficientemente buena para ti, y que te arrepentías de haberme conocido?!” Lilo se tapó la boca con sorpresa.
“Pero Liv, escúchame…”
“No tengo por qué escucharte, Connor! Que quieres, decirme algo más? Vienes a rematarme?!” Connor se irguió y Lilo vio que estaba llorando.
“Livvy, yo no quise decir eso, no me refería a… Estaba enfadado, vale?” El se intentó a cercar, pero Liv le paró con una mano. “No te acerques. Nunca más. Por favor. Esto acaba aquí. No puedo seguir enamorada de ti, esto ha ido suficientemente lejos.”
Connor se acercó con largos pasos y la acarició la mejilla. “Entonces todavía me quieres?” Lilo vio como las defensas de su amiga flaqueaban, y ella cerraba los ojos, inclinándose hacia su tacto. “Ha dicho que la dejes en paz!” gritó Lilo, pero Connor la apuntó con la varita. “Esto no tiene nada que ver contigo.” Sus ojos estaban oscurecidos por el odio, y Lilo retrocedió asustada.
“Connor. Claro que te sigo queriendo. Pero no puedo, ya no confío en ti.” Se quitó su palma de la mejilla. “Adiós, rubito.” Liv soltó una risa que se mezcló con sus lágrimas. Connor, sin decir nada más, desapareció por el oscuro pasillo.
“Vete tú a la cena. Yo no tengo hambre.” Miró que no hubiese nadie cerca y se encogió a sí misma con un hechizo, luego se hizo pantera. La gente solo vería un gato negro deambulando por los pasillos.
 Lilo removió la comida con desgana. Estaba terriblemente preocupada por su amiga. Luke la dio unas palmaditas en la espalda. “Seguro que estará bien, cariño.” Fred puso el brazo sobre los hombros de Lilo y miró mal a Luke. “Si, cariño” imitó el tono de Luke y los dos se miraron enfadados. Lilo no se había dado cuenta de nada y seguía removiendo sus guisantes. “Espero que si…”
Livvy entró en el gran comedor y Luke la hizo hueco entre el y Lilo. “Gracias Luke” se sentó y se masajeó las sienes. Luke la miró preocupado. “Estás bien? Estás enfadada conmigo?” Livvy le miró sorprendida. “Claro que no estoy enfadada contigo, idiota” Luke suspiró aliviado y la dio un abrazo. “Connor… Él nunca me dijo que iba a romper así…” Liv le interrumpió con la mano. “No quiero más disculpas hoy.” Luke la abrazó y Liv enterró la cara en su cuello.
Percy Weasly la vio desde el otro lado de la mesa y se hizo hueco entre los de primero que se sentaban enfrente. “Perdón, quitaros, soy delegado… Esto es importante, espacio, soy delegado…” se sentó delante de Liv y la cogió la mano, dándole un apretón amistoso. “Dónde estabas Livvia? No puedes estar dando vueltas por ahí, va contra las normas…” sonrió levemente y Liv rió. “Perdón delegado” el se miró la placa de su pecho orgulloso. “A lo mejor tu llegarás a ser delegada algún día, Spellbody.”
“Así podré mojar la sala común sin que nadie me eche la bronca…” Percy puso los ojos en blanco. “Lo retiro, eres un desastre. Se me olvidó ese episodio…” todos rieron.
 Draco frunció el ceño. Que hacía ese sangresucia tocando a su Liv? Sintió ganas de charle una maldición a ese desgraciado, pero sabía que Liv nunca se lo perdonaría. Y ese estúpido Cedric Diggory que se metía en medio de su amistad. Apoyó la barbilla en la palma de su mano y los observó a lo lejos. Liv metió la cara en el cuello de ese sangresucia y Draco sintió una punzada en el corazón. Sabía que era normal que Liv se relacionase con otras personas, pero no lo podía evitar
Se mordió el labio fuertemente cuando ese estúpido Weasly la cogió la mano. Observó el brillante pelo de su amiga y sintió un cosquilleo en el estómago. No sabía lo que significaba, pero ella era como un imán para el. A veces quería matarla y otras veces quería abrazarla. Luego estaba ese sentimiento raro en el fondo del estómago. Había ido a decírselo a Madame Pomfrey para que se lo curase, pero ella solo había sonreído y lo había mandado fuera. Apretó la mandíbula y miró a la chica al lado suyo. Pansy le sonrió y le intentó tocar, pero Draco se apartó. Volvió a mirar a Liv y sintió el cosquilleo. Miró a Pansy. Nada. Sentía que ser amigo de Liv no era suficiente… Mañana la preguntaría que si son mejores amigos. Seguro que así quedaría satisfecho.
Relajó el ceño y los puños, que no se había dado cuenta de que apretaba. Removió su comida y la apartó con asco. Se preguntó que estaría comiendo Liv. La gustaría? “Feliz navidad Draco…” ronroneó Pansy. Sujetaba un muérdago encima de sus cabezas, y Draco la fulminó con la mirada. “Se puede saber que pretendes?”
“Oh, venga, ya sabes las normas…” Draco dudó. A lo mejor el cosquilleo se le quitaba si besaba a otra persona. Miró a Liv y su corazón saltó en su pecho. Cállate, pensó. Agarró Pansy por la nuca y la besó.
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gabbyfluffy · 4 years
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El chico y el gato
Livvy vio como Lilo y Oliver se despedían con la mano y cerraban la puerta. “Ahora a dormir.” Dijo Madame Pomfrey con tono firme, y acto seguido apagó las luces.
Liv se masajeó las sienes y se tapó con la manta. Pestañeó lentamente y se quedó dormida.
Se incorporó asustada, empapada en sudor y temblando. Alguien se acercó corriendo a su cama, pensó que era Madame Pomfrey, pero se sorprendió al ver a Draco. “Estás bien?” tenía ojeras y un aspecto terrible. Se agachó al lado de su cama y la intentó tocar la mejilla, pero ella le apartó la mano. “No me toques” gruñó ella, y él la miró apenado.
“Liv, yo…” ella se fijó en su brazo con castrillo. Se puso de costado dándole la espalda. “Me puedo sentar?” Liv miró la luna casi llena por la ventana, decidida a ignorarle. Sintió peso en la cama; se había tumbado a su lado, vaya cara. “Vete” sintió su respiración en la nuca, y tuvo un escalofrío. “Pero, déjame explicarme, por favor… Mi padre…”
Liv se giró bruscamente y se mareó, pero la dio igual. “Tu padre?!” Draco la indicó silencio, y Liv bajó el tono. “Que crees que va hacer tu padre cuando se entere? Draco, van a matar Buckbeack!”
Ahora estaban tumbados cara a cara; Liv podía verle perfectamente. Su piel pálida, pelo claro y suave, ojos azules como el mar con una rabia apenas contenida. “Claro que lo van a matar” su voz era dura, fría, y a Liv se le llenaron los ojos de lágrimas. “Ese bicho nos ha hecho daño. Te ha hecho daño. Y que me caiga un rayo si dejo vivo a cualquiera que se atreva a dañarte.”
Livvy sintió un cosquilleo en la barriga, y se sintió furiosa. Como se atrevía a decir que iba a matar a Buckbeack para ella? Cerró los ojos y se imaginó a ella misma ahogándole con la almohada, lo cual le produjo una extraña satisfacción. Draco la tocó las mejillas suavemente y la quitó las lágrimas que la caían, ella ni se había dado cuenta  de que lloraba. Liv se volvió a dar la vuelta y Draco gruñó detrás de ella.
“Así que estás saliendo con Oliver Seawod?”
“A ti que te importa, Malfoy?” contestó agresivamente, y Draco empezó a jugar con uno de sus rizos sin que ella se diese cuenta. “Venga Liv, no me llames por mi apellido. Somos amigos, no?” ella le quitó el pelo y le dio un codazo ‘accidentalmente’ en el costado. “Buenas noches Malfoy” el se puso más cómodo e intentó pasar un brazo por su cintura. “Eso significa que puedo dormir contigo…?” Liv lo apartó de un manotazo y se giró hacia él con expresión peligrosa. “Tú lo acabas de decir, tengo novio”
Draco la miró enfadado y confundido. “Enserio? Lo decía de broma, pensé que solo eran rumores… Seguro que no sois solo buenos amigos?” Él se incorporó y la miró alarmada, Liv levantó una ceja. “Le quieres?” ella le miró pensativamente, con el ceño fruncido. “Buenas noches. Vete a tu cama o me voy a poner a gritar.” El dolor de cabeza se había intensificado, y cerró los ojos. Estaba exhausta y mareada, sin fuerzas para aguantar esta tortura emocional. Sintió que el peso de la cama desaparecía, y suspiró aliviada.
Antes de poder evitarlo, Draco la dio un beso en la frente y se escabulló, abriendo la cortina que les separaba para poder verse mientras dormían.
 “Sirius Black ha destrozado el retrato de la señora gorda, y ayer unos dementores intentaron atacarme, pero el profesor Lupin los ahuyentó con un hechizo que no he oído nunca, algo así como <expectros patrum>? No sé, no me acuerdo muy bien, pero hizo una especie escudo blanco y los dementores huyeron rápidamente, fue increíble!” Lilo estaba poniendo al día a Livvy, que ya había salido de la enfermería y estaba completamente normal, excepto por un pequeño dolor de cabeza.
“En realidad es expecto patronum, señorita Poltergeist, pero casi.” Remus Lupin había oído su conversación y se había acercado por su espalda. “Qué tal se encuentra, señorita Spellbody?” ella le sonrió. “Mucho mejor profesor Lupin. “Queréis…” él las tendió dos tabletas de chocolate, que cogieron rápidamente. Remus las guiñó un ojo y se alejó con las manos en los bolsillos. “Lupin es mi profesor favorito” murmuró Liv mientras saboreaba su chocolatina.
 Estaban empezando defensa contra las artes oscuras, esperando a que llegase Lupin. Draco se intentó sentar al lado de Liv, pero Lilo cogió el sitio antes. Compartieron miradas de odio y asco mutuas y luego Draco se fue a sentar con uno de sus dos secuaces. Como los llamaba Liv? Ah sí, tonto bajo y tonto alto.
En vez de entrar el profesor de siempre, entró Snape. Se plantó delante de la clase y les dijo que el profesor Lupin estaba ausente, así que él les daría la clase hoy. Les enseñó el tema de los hombres lobos y les mandó una redacción excesiva.
Liv se despidió de ella y fue a ver a Oliver. Cuando le encontró, el se despidió de sus amigos y se sentaron en el patio a hablar. Liv le cogió las manos y le miró a sus profundos ojos azules. Siempre la había resultado más fácil hablar con la gente manteniendo contacto físico. “Oliver, eres muy buena persona y eso, pero…”
“Te gusta otra persona.” Liv le miró sorprendida. Vaya mentira más gorda. “Lo sé. He sido egoísta al mantenerte a tu lado, pero es que me gustas mucho…”
“Madre mía Oliver, no es tu culpa! Ni se te ocurra echarte la culpa. Pero podemos ser amigos.” El sonrió con un deje de tristeza y la apretó la mano. Liv se levantó y se fue al bosque a estar sola.
En cuanto estuvo oculta por los árboles, se transformó en pantera. Paseó por el bosque sintiendo las hojas crujir debajo de ella; se acercó a el lago y miró su reflejo. La encantaba su forma animaga. Se agachó y bebió agua del lago, cuando una rama rota la interrumpió.
Liv giró sus orejas para captar mejor los sonidos. Una sarta de maldiciones y unas hojas crujiendo. Draco salió de las ramas y la tiró un trozo de carne cruda. “Come, Mishi.”
Livvy miró la carne con asco y luego parpadeó lentamente. “Oh, no me mires así, encima que bajo a las cocinas para que los elfos asquerosos me den algo…” Liv gruñó y le enseñó los dientes, Draco retrocedió asustado. “Perdón, perdón, no me mates!” Liv le miró con desdén. Seguía con el brazo en un cabestrillo y parecía no haber dormido muy bien.
Resopló y se fue, aunque oía a Draco siguiéndola. Después de unos minutos, se giró y le miró irritado. Él la miró con indecisión y avanzó unos pasos patosos. “Yo…” se le llenaron los ojos de lágrimas y se sentó en el suelo con los brazos cruzados y un puchero. “Vete! No te quedes conmigo, nadie nunca lo hace! Todo el mundo me odia!”
Liv se acercó a él lentamente y se tumbó a su lado. Le dio un golpecito con el hocico en la pierna para que hablase. “Es que Mishi… Creo que mi padre me odia. No tengo amigos de verdad” Liv soltó un gañido de indignación “Y la única amiga que tengo me odia” el acercó la mano a su cabeza y la acarició torpemente. “Que eres, Mishi?” Livvy le miró y maulló. “Las panteras maúllan?”
Ella volvió a maullar como respuesta. “Igualmente. Livvia Spellbody, mi amiga, me odia. Y con razón. Debería haberla escuchado, debería haberme inclinado, pero es que quería impresionarla. Ella lo hizo, sabes?” Liv se miró las patas con culpabilidad. “Se tiró hacia Buckbeack y el la dejó, así que pensé que yo también podría.”
“Y luego está esa estúpida Lilo Poltergeist.” Liv le miró de soslayo. “Siempre queriendo a Liv para ella y protegiéndola. Todo el día juntas. Y luego está también el idiota de Connor Cluterbuck.” Livvy apoyó la cabeza en las patas delanteras y rodó los ojos. “Ese idiota la hizo daño y se va a arrepentir. Y luego está el maldito Potter.” Liv le escuchó despotricar sobre medio Hogwarts, hasta que veinte minutos después ya parecía haberse quedado sin personas.
“Bueno Mishi, gracias por escucharme. Espero que caces muchas gacelas, o lo que comas. Yo tengo que ir a clase. Algún consejo para recuperar a Liv?”
La pantera se relamió, y Draco le dio unas palmaditas en la cabeza. El chico se marchó más contento y Liv se quedó sentada. Se transformó en humana y se quedó tumbada en el bosque, pensando. Realmente estaba siendo injusta con Draco? Pero por su culpa Buckbeack iba a juicio.
Sintió ganas de matarle, pero también de darle un abrazo. Volvió al colegio desganada antes de que se hiciese demasiado tarde y los dementores la quitasen el alma. Que divertido.
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gabbyfluffy · 4 years
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El cumpleaños de Livvia
Lilo miró aburrida su habitación. Pósters y vinilos la decoraban, y los enumeró uno a uno desde su cama con sábanas azules.  Ahora que había salido de Hogwarts todo parecía más aburrido. Le había mandado una carta a Luke, pero este todavía no había respondido. “Lilo, hay un búho para ti!” la voz irritada de su hermana la levantó de la cama, y bajó corriendo a la cocina. Un búho con grandes orejas y de color arena extendió la pata. Lilo se extrañó, ese no era el búho de la familia ni el de Luke, aunque si le sonaba de algo. Miró los increíblemente grandes ojos del ave y cogió la carta.
<<Querida Lilo,
Siento no haber escrito mucho este verano, pero he estado viajando por Europa y aprendiendo sobre sus criaturas mágicas. Este es el búho de mi familia, se llama Heather; no le intentéis acariciar por que si no a lo mejor os pica. Igualmente, quería decirte que celebro mi cumpleaños mañana (siento no haber avisado antes). Quería ir a recogerte con mi pegaso Percy, pero no sé porque mi padre no me deja; te advierto, mis hermanos son unos idiotas, así que si vienes es a tu propio riesgo. (Era broma. Más o menos.) Te quedarías a dormir dos noches , Y NO QUIERO REGALOS. La dirección está por detrás (No me cabía). Espero tu respuesta. Besos,
                                                                -Liv>>
La distrajo el chillido de su hermana, que había intentado tocar a Heather y se agarraba un dedo sangrando. Lilo hizo una mueca “Si, cuidado no lo toquéis. Dice que pica.”
“Muchas gracias Lilo” su hermana se miró el dedo y subió al baño.
 Lilo botaba emocionada en el asiento de copiloto. “Mamá, falta mucho?”
“Lilo, faltan cinco minutos menos desde la última que me lo preguntaste. Mira, creo que ese es el camino que menciona, no?” había un gran camino en medio de un bosque frondoso. Lilo revisó el papel. “Tiene que ser, si” entraron con el coche y unos minutos después llegaron a un claro con una gran casa rodeada del bosque. Bajaron del coche con su maleta y se quedaron en el centro. Miraron alrededor y no vieron a nadie. “LIVVY?!”
“Lilo! Que educación es esa? Vamos a llamar al timbre…” Livvy se colgó bocabajo de una rama y por poco da a su madre. “Hola Lilo!” tenía la cara sucia y una hoja estaba enredada en el pelo. “Hola Liv!” su amiga se bajó con una hábil voltereta y saludó a su madre con un apretón de manos. “Hola señora Poltergeist, perdón por…” señaló el árbol de donde había bajado. “No pasa nada Livvia. Feliz cumpleaños!”
“Es pasado mañana, pero gracias” Liv se dio la vuelta y se dirigió a su casa. La puerta estaba entornada y entro con facilidad. Lilo abrió los ojos alucinada; criaturas de todo tipo merodeaban por ahí, mágicas y no-mágicas. El puffskein de Liv, Ágape, recogía las migas de la encimera, y una pitón dorada perseguía a un perro de dos colas. “Cuidado con los animales. Algunos son venenosos!” la madre de Lilo miró a su alrededor con pánico. “Es una broma, no?” Liv rió nerviosamente. “Ahora taparos los oídos, un fwooper ha entrado en este cuarto y no quiere salir. Normalmente tenemos la puerta cerrada para no oír su canto, pero Thomas la ha dejado abierta.” Las poltergeist se miraron extrañadas entre ellas pero hicieron lo que las dijeron. Liv entró en el cuarto rápidamente, abrió una ventana y esquivó al búho de un rosa llamativo y cantarín, luego cerró la puerta detrás de ella. “A ti no te afecta? Que hace el canto?” le preguntó Lilo, ya quitándose las manos de los oídos.
“Ah, si. Te vuelve loco, pero solo si es por mucho tiempo. Tiene la ventana abierta por si se quiere ir. Ahora pasad por aquí…” todas las estancias, a pesar de tener muchas criaturas estaban impecablemente limpias. “Papá, Lilo ha llegado” gritó Liv, y entró en lo que parecía ser un comedor. Un zorro rojo se acercó a Liv y la olisqueó las manos. “No tengo nada Pitufo. Ve a buscar a Tom y a Alex, quieres? Sentaros, por favor.” Lilo se sentó con una gran sonrisa. Este sitio molaba, aunque sabía que su madre no era muy fan de los animales. Lo demostró cuando dijo que tenía que volver a casa y se marchó. Liv y Lilo se abrazaron emocionadas. “Me encanta tu casa Liv!”
“Gracias! Sabes, he oído que mañana hay una tormenta eléctrica…” Lilo chilló emocionada. “Puedes tomar la poción! Yo he progresado mucho con mis transformaciones, el lobo ya lo domino, ahora también me puedo convertir en gorrión. Bueno, más o menos. La última vez…” Lilo dejó la frase en el aire y se quedó con la boca abierta. Dos chicos acababan de entrar y sentarse en la mesa; era altos y musculosos, uno con el pelo dorado y ojos amarillentos, como los de Liv, y otro con el pelo castaño claro y ojos marrones. “Estos son los dos idiotas de mis hermanos. Tom” el moreno levantó la mano y la sonrió de medio lado. Lilo sintió que se derretía. “Y Alex” el rubio la saludó con la cabeza y Lilo se acaloró. “Oh, cállate Liv. Eres una renacuaja, que vas a saber tu de…”
Un señor entró y interrumpió a Tom. “Thomas, Livvia, no empecéis. Yo soy Dominic, o Dom, como prefieras.” La tendió la mano y Lilo se la estrechó. Parecía tener cuarenta o así y era atractivo para su edad. Dominic les sirvió un pollo estupendo. Lilo se preguntó dónde estaría su madre, tenía ganas de verla, su amiga nunca la había mencionado. “Lilo, quieres ir a ver los establos?” ella asintió y Liv llevó sus platos a la cocina. “Por aquí” pasaron cerca de Alex, que le hizo la zancadilla a su hermana y rió cuando ella saltó su pierna hábilmente. “Vas a necesitar esforzarte más Alexander.”
 El establo estaba en la parte trasera de la casa y era enorme. Más de cincuenta cuadras organizadas en pasillos, y con un pegaso en cada una. “Mira, mira, esta es pétalo!” un pequeño caballo alado blanco con crin rosa claro batía sus enanas alas. “Y este es Percy, aunque ya has oído hablar de él” un magnífico caballo blanco y de crin azul mar acercó su hocico cariñosamente a la cara de Liv. Ella le rascó la barbilla y abrió la puerta para que saliese. “Sígueme, te vamos a buscar uno. A lo mejor Iris… no, ella no…” empezó a caminar y Percy le dio con la cola en la cara a Lilo. Ella gruño con fastidio y miró mal al pegaso, que la devolvió la mirada.
“Liv, yo no sé- no se montar a caballo”
“Claro tonta, y por eso te voy a enseñar” llegaron a una cuadra y Liv la abrió. Los pegasos no llevaban cabezadas ni nada, seguían a Liv tranquilamente. El otro pegaso era uno gris, con pequeñas estrellas doradas recorriendo su lomo y crin del mismo color. “Esta es Diana. Es muy buena” salieron a un gran campo y Liv montó. “Y las sillas?” preguntó Lilo asustada. Liv se dio una palmada en la frente “Siempre se me olvida... quédate aquí, ahora vuelvo” Lilo asintió y vio como su amiga se alejaba galopando.
“Liv te ha dejado sola?” el hermano de su amiga, Alex se acercaba a ella y Lilo se puso nerviosa. “Esto… eh, si. Pero, o sea, no pasa nada, ella… ya vuelve” Livvy se acercó trotando hacia donde estaban ellos. Y miró ceñuda a su hermano.
“Alex, Damian está esperando a que le laves. Si no me voy a chivar a papá” el chico gruñó y se alejó. “Perdón por eso” colocó la silla y la cabezada con una habilidad impresionante. “No- No pasa nada”
“Vale, empezamos andando suavemente. Mueve las riendas así…”
 Pasaron el resto del día practicando y el siguiente también. Lilo ya le estaba empezando a pillar el tranquillo. “Podemos volar ya?”
“Primero tendrás que aprender a galopar, pero hoy no. Se está oscureciendo…” Un rayo violeta cruzó el cielo, y su yegua (pegasa?), Diana se movió incómoda. “Tormenta eléctrica! Lilo, Lilo!” las dos se miraron emocionadas y regresaron a los establos.
“Venga Liv!”
“Allá voy!” ya habían guardado los caballos y se encontraban en la habitación de su amiga. Sacó un bote con liquido plateado que parecía mercurio y le quitó la tapa. Olió el contenido y arrugó la nariz. “Esto huele horrible. Cuando me destransforme no me mires, porque no sé si apareceré con ropa” era tarde por la noche, casi la una, y un trueno retumbó a lo lejos. “Para de quejarte y tómatelo ya!” Liv se lo tragó rápidamente y luego sacó la lengua. “Asqueroso!” Lilo la miró y no notó ningún cambio… hasta que su amiga parpadeo; unos ojos dorados con pupilas verticales remplazaron a sus normales. “Liv!”
“Si?”
“Tus ojos!” Liv se miró a un espejo grande de su habitación y se tapó la boca. “Mooolaaaa” el pelo se la pegó al cuerpo y su hocico se alargó. Sus orejas cambiaron y sus dientes se afilaron. Pelo negro y sedoso empezó a cubrir su cuerpo. Cayó a cuatro patas y soltó un gemido angustiado “Lilo…” unos bigotes trasparentes la brotaron de las mejillas. Lilo se apartó asustada. Una gran pantera negra la miraba amenazadoramente y soltó un rugido. “Livvy… soy yo…” la pantera gruñó amenazadoramente y luego pareció sonreír. Empezó a ronronear y se enroscó por sus piernas. “Liv? Me reconoces?” la pantera asintió y se subió de un salto a su cama, luego se empezó a lamer la pata. “Livvia, para, eso es una guarrada!” la pantera enseñó sus grandes caninos. “Bueno vale haz lo que quieras. Te vas a destransformar?” la pantera asintió y Lilo se dio la vuelta. “Ya” cuando se volvió, Liv estaba con el pijama. “Al final sí que pude dejarme la ropa”
“Por cierto, feliz cumpleaños” Lilo la entregó una caja y Liv la miró irritada. “Te dije que-“
“Lo sé, lo sé, que no trajera regalos, pero me dio igual.” Liv abrió la caja y soltó un suspiro trémulo. “Lilo, es precioso…” sacó un collar con una media luna con diamantes incrustados. Se lo puso y lo tocó. “Muchísimas gracias”
“Tu madre no va a venir?” a Liv la temblaron las manos y dejó caer su pelo delante de su cara. “Mi madre está muerta” Lilo la miró con horror. Nunca lo había mencionado, aunque también pensándolo, nunca la había mencionado a ella. “Yo… Perdón, no quería…” Liv se apartó el pelo de la cara y la dedicó una pequeña sonrisa. “No pasa nada” La luna llena iluminó su cara y Lilo se acercó asustada. “Liv… Siempre has tenido pecas?”
“Qué? Yo… No?” se acercaron a el espejo de nuevo y examinaron las nuevas pecas de su amiga. La recorrían la parte inferior de los ojos, pasando por la nariz. “Cuando me convertí en pantera… los bigotes… Claro, la poción en el viaje de vuelta casa se habrá movido, y ponía que no se la podía molestar” Lilo la examinó. Las pecas la quedaban monísima, estaba aún más guapa. “Te quedan genial. Estás preciosa.” Liv se tocó la mejilla y sonrió. “Son un recuerdo.”
colaboración con @carol-friki-06
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gabbyfluffy · 4 years
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Hora de ponerse serios
Livvy escupió la mandrágora en el tubo “Por fin” gimió ella, y se masajeó las mejillas. “Venga, ahora lo otro” Dijo Lilo. Las dos chicas estaban asomadas por la ventana admirando la luna llena y preparando la poción de animaga. Livvy se arrancó un pelo y lo añadió al vial, luego le puso una cucharada del rocío que Lilo había traído por navidad y la crisálida de Pachi (que seguía en la pared quieta). “Vale, pues… ya está.” Livvy se acercó al hueco que había preparado en el armario y la escondió. “No debe ser molestada y necesito tomarla durante una tormenta eléctrica…  Y hasta que llegue la tormenta, debo recitar Amato Animo Animato Animagus todos los días apuntándome el corazón con la varita” explicó Liv, y Lilo asintió. Livvy seguía haciendo movimientos raros con la boca “Esto es muy raro, es como si me faltase algo… Bueno igualmente, tengo que irme” Livvy sacó un paquete cilíndrico y se metió un caramelo redondo en la boca. “Esos no son los caramelos que te regaló Malfoy? Y a dónde vas? Qué es eso?”
“Son unas galletas muggles llamadas Oreo.” Lilo la bloqueó el paso “Lilo…”
“Para quien son las galletas”
“Déjame pasar”
“Pero para quien son?” Lilo preguntó enfadada. “Tú lo has querido” Livvy se apuntó a sí misma con la varita y desapareció. “Livvia, soy tu mejor amiga! No puedes ocultarme cosas”
“Si claro, porque tú me cuentas todo sobre tu y Luke” Lilo apuntó a donde creía que venía la voz “Revelio!”
“Has fallado…” canturreó Liv y Lilo gruñó. “Luke y yo hemos cortado, pero se me olvidó decírtelo. Aunque seguimos siendo buenos amigos”
“Ves? Nunca me cuentas nada!” La puerta se abrió de golpe y Lilo supo que ya se había ido.
 Livvy se metió en un aula vacía y deshizo el hechizo de invisibilidad. “Estúpida Lilo, nunca me cuenta nada…” murmuró abriendo la puerta enfadada. “Que murmuras Spellbody?” Liv se asustó y soltó un gritito, lo que hizo que Malfoy se riera. Estaba apoyado en la pared al lado de la puerta por la que ella acababa de salir. “Te he asustado?” Livvy le fulminó con la mirada viendo como sonreía con chulería. “Lo único que me asusta es tú cara, imbécil” gruñó ella, Draco echó la cabeza para atrás y soltó una gran carcajada. “Toma” Liv le tiró el paquete de galletas y Draco lo miró con curiosidad. “Y esto?”
“Tú me regalaste los caramelos, yo te devuelvo el regalo” A Draco se le iluminó la mirada “Entonces… somos amigos?” dijo Draco esperanzado, y Liv lo miró con curiosidad. Por qué parecía tan desesperado por ser amiga suya? Ya tenía a esos dos que le seguían a todas partes, como se llamaban? Ah sí, tonto bajo y tonto alto. “Que tienes conmigo? Por qué  tanto interés y los regalos?” preguntó ella, y el de repente se interesó mucho en el paquete de galletas “De que sabor son?”
“Draco, no me cambies de tema.”
“Es que… Todo el mundo alrededor de ti parece tan contento, y yo… Me gustaría saber que se siente tener una amiga de verdad” contestó el con la cabeza baja, y Liv sintió unas terribles ganas de abrazarle. “Claro que puedes ser mi amigo Draco, pero con una condición” él la miró con las mejillas ligeramente rosadas. “Qué?”
“Intenta meterte menos con la gente. Harry, Neville, Hermione… Tienen sentimientos, sabes? Al menos inténtalo.” Draco pareció arrepentido y asintió. “Lo intentaré.” El la tendió la mano y ella se la agitó. “Aunque he oído que tu cuando te enfadas te pones hecha un basilisco…” dijo Draco riendo, y Liv abrió mucho los ojos “Basilisco…?”
“No era para ofender ni nada, era una brom-“
“ Basilisco, Draco, eres un genio! Dios mío, gracias!” le dirigió una última sonrisa y salió corriendo. Entró en la sala común y se dirigió a Harry y a Ron. “Chicos, chicos, lo tengo! Es un basilisco, estaba clarísimo, soy una tonta…”
“Hermione lo averiguó antes. Acabamos de encontrar esta nota en su mano” dijo Ron apenado. “Ah. Bueno, pues… nada. Eh, y que vamos a hacer al respecto?”
“Ahora vamos a ir a los baños a interrogar a Myrtle con el profesor Lockhart” dijo Harry “Por qué… Bueno, da igual, yo voy a buscar a Lilo. Os veo en los baños.” Dijo Liv, y los chicos asintieron.
Lilo y Liv entraron en los baños y vieron una escena muy rara: Harry y Ron apuntaban a Lockhart con sus varitas, Myrtle reía, el lavabo había sido desplazado y había un agujero enorme en el centro. “Qué diablos…?” dijo Lilo, y todos se giraron hacia ellas. “Hola chicas, podéis quitarme a estos alumnos locos de encima-“ dijo Lockhart, pero Harry lo interrumpió. “Cállate Lockhart, y salta ya” Lilo y Liv también sacaron sus varitas y apuntaron a el profesor. “Haz lo que te dicen Gilderoy” gruñó Liv, y el profesor saltó. Luego fue Harry, luego Liv, Luego Ron y finalmente Lilo.
Lilo deslizó por un tobogán de piedra y cayó encima de cositas duras, se quejó y se levantó rápidamente. Eran huesos. Lilo puso cara de horror y miró a Liv, que tenía la misma cara. “Recordad, si veis algo que se mueve cerrad los ojos inmediatamente” dijo Liv, y todos asintieron. Pasaron por un agujero mientras Lilo se quitaba un hueso de rata que se la había atascado en la manga. Se giró hacia su amiga “Es solo una serpiente, no?”
“Si, como de quince metros” Lilo sintió un escalofrío y se puso delante con Harry. “Por aquí” gritó él, y todos le siguieron. Delante de ellos se hallaba una piel de serpiente gigante. Ahora entendía a su amiga. Bajaron y examinaron la piel más de cerca, cuando de repente Lockhart se desmalló. “Y a este idiota que le pasa ahora?” dijo Liv. Gilderoy se movió y le quitó la varita a Ron bruscamente, luego les apuntó. “La aventura acaba aquí, chicos. Pero no temáis. El mundo conocerá vuestra historia, como yo llegue muy tarde para salvar a la pequeña Weasly…” Lilo oyó como Liv murmuraba algo no muy bonito hacia Lockhart
“Y como vosotros cuatro perdisteis la vida trágicamente” alternaba la varita entre ellos. “Así que… tu primera señorita Spellbody. Ya no somos tan valientes, verdad?” ella le sonrió y le sacó el dedo del medio mientras Lilo aguantaba la risa. “Si Gilderoy, valiente hasta la muerte, maldito-“
“Obliviate!” ante todo pronóstico el hechizo lanzó a Gilderoy para atrás. Era la varita de Ron, que estaba estropeada. Lockhart chocó contra una pared de piedra y de repente todo el techo tembló. Lilo miró hacia arriba y vio como una gran grieta se esparcía rápidamente; en el último momento, se tiró hacia un lado y cayó rodando. “Lilo!” gritó Liv, y ella se incorporó “Livvy? Ron?” ellos contestaron al otro lado “Y Harry?” el gruñó al lado suya “Estoy aquí.”
Los dos se acercaron rápidamente a la gran montaña de piedras que se había derrumbado.”Estáis bien?” preguntó Ron. “Si, vosotros?” contestó Lilo. “Estamos bien. Iremos abriendo un agujero para cuando volváis, pero vosotros tenéis que ir a la cámara y rescatar a Ginny, rápido” dijo Liv.
“Hola. Quien eres?” Livvy soltó una gran carcajada. “Gilderoy se ha desmemorizado a sí mismo. Corred, salvar a Ginny. Y recordad, cerrad los ojos!” Harry y Lilo se miraron con decisión y echaron a correr por un túnel rocoso, hasta llegar a una puerta circular decorada con serpientes. “Háblale en pársel Harry”
“Vale, em, si, ya voy.” Emitió una serie de silbidos y siseos y las serpientes se empezaron a mover. Con un click final, la puerta se abrió, y los dos entraron con las varitas en alto.
colaboración con @carol-friki-06
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