Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir.
Idea Vilariño, Ya no será.
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A poetic plaque portraying the poet Ono no Komachi (小野小町, c. 825 – c. 900), one of a set depicting 36 key waka poets illustrated by the artist Kanō Kōho (狩野興甫, ?-1671) during the 1660's for Tamatsushima Jinja Shrine (玉津島神社) in present-day Wakayama City, Wakayama Prefecture
Currently within the collection of the Wakayama City Museum
Una placa poética que retrata al poeta Ono no Komachi (小野小町, c. 825 - c. 900), uno de un conjunto que representa a 36 poetas waka importantes ilustrados por el artista Kanō Kōho (狩野興甫,? -1671) durante la década de 1660 para Santuario Tamatsushima Jinja (玉津島神社) en la actual ciudad de Wakayama, prefectura de Wakayama
Actualmente dentro de la colección del Museo de la ciudad de Wakayama
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Te sigo buscando, alma mía, alma entera que llevas mi nombre como la nube al viento. Sigo aguardando por ti en la espera intranquila de una letra más muerta que viva, porque voy cayendo por un abismo plagado de estrellas, de luciérnagas, del resplandor que emerge de la mágica tierra cuando las invisibles alas de los ángeles emprenden el vuelo. ¡Oh, mi cielo, yo te quiero y escudriño entre los rincones de mi psique, sé que ahí estás, estás ahí escondido entre el sueño revestido de desvelo! Porque tú, niño, también buscas las aves de luz que llevo dentro. Y estaré aquí, aquí en medio de lo azul y de lo blanco, entre la niebla y el turquí de este cielo arrebatado, arrebolado como la mujer que quiere hacerte el amor con el dorado del bosque y el encanto de sus hechiceras desoladas.
—Paloma.
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Amnesia.
Esos latentes diluvios me devolvían
a todo aquello fugaz y delicado
del olvido
-todo aquello antónimo de ti -
mientras me encontraba en tu regazo
y me recitabas la historia de tus
omoplatos
Ahí me di cuenta que soñar y encontrarte
era como aquel sonámbulo muriendo por sus sueños.
Esos imperdibles días
- Como los lunes -
eran para mí domingos
porque implicaba volver a repetirte;
como aquella canción que no termina
hasta que arrebatas de mi cuello oxígeno
mientras me besas.
Y ahí temblaron mis huellas.
Esos intensos y fusilantes pronósticos
del calendario tachaban al amor como una
carta sin destinatario.
Nosotras que entre los versos ecuánimes
unificabamos la pusilanimidad fue el detonante
para la falta de extasis y versos simples.
Fue entonces cuando esos deseos
de poesía ralentizada me abrieron los ojos como cuando arrebatas de un niño
la última inocencia para encontrarse con su mal tiempo.
Esos lunares tuyos
me hicieron oler la lluvia
y tuve amnesia crónica
porque recitabas el recuerdo
- Con mi nombre -
Y de un vaivén de lujuriosas danzas
que nos hacía tener sed de anhelo.
Sobre todo cuando estábamos
impregnadas
en el sector de la vulnerabilidad
me hacía encontrar más vida en tus suspiros.
Pero al ubicar el tiempo
en la versatilidad fue entonces cuando me
escribiste tan tuya en un libro sin páginas
O a esa amnesia que me llevó a
no palpar siquiera la verdad de las comillas
mientras sostenía tus bragas.
-Mnsc
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Yo le llamaba a ella:
La mujer de mi vida
Porque tenía ese par de ojos hermosos y profundos,
me perdían y con el mismo afán hacían que me encontrara.
AzulBelleth ✨
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Tal vez tuvimos sólo siete noches
no sé
no las conté
cómo hubiera podido.
Tal vez no más que seis
o fueron nueve.
No sé
pero valieron
como el más largo amor.
Tal vez
de cuatro o cinco noches como ésas
pero precisamente como ésas
tal vez
pueda vivirse
como de un largo amor
toda una vida.
Idea Vilariño para Juan Carlos Onetti (La Habana, 1968).
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