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#descubierta
fuegoesquivo · 3 days
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Anna Tatu
20 notes · View notes
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EL DINERO NO LO ES TODO: "Puedes comprar una cama, pero no el sueño. Puedes comprar un reloj, pero no el tiempo. Puedes comprar un libro, pero no la inteligencia. Puedes comprar una posición, pero no el respeto. Puedes comprar una medicina, pero no la salud. Puedes comprar sangre, pero no la vida. Puedes comprar una casa, pero no un hogar. Puedes comprar al perro, pero no el movimiento de su cola. Puedes comprar sexo, pero no el amor...y los ejemplos son interminables. 
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bundacanastra · 2 years
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Artes, cores, classes online. Busca pelo melhor no pessoal e no profissional. Entrando em caminhos novos, me redescobrindo. Me amando cada vez mais. As vezes o desespero com o choro. E passa... Sei da minha evolução e o quanto ainda vou crescer... Para frente que se anda... Então vamos! . . Artes, colores, clases online. Buscar lo mejor en lo personal y profesional. Adentrándome en nuevos caminos, redescubriéndome. Amándome más y más. A veces me desespero. Lloro. Y pasa... Sé de mi evolución y lo cuánto voy a crecer todavía... Adelante que se camina... ¡Así que vamos! . . www.bundacanastra.com 📷 @euwellingtonlira 📷 @mericayla_13 #luz #paz #autoconhecimento #vida #descoberta #busca #arte #amor #autoconocimiento #descubierta @thiago.bundacanastra (en Mendoza, Argentina) https://www.instagram.com/p/CemVLS-pC-3/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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yo-sostenible · 26 days
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Una nueva investigación revela la existencia de una antigua llanura costera situada hoy tierra adentro entre las localidades de Rota, Sanlúcar de Barrameda y Chipiona Parque Nacional de Doñana. / Junta de Andalucía Un equipo científico de la Universidad de Huelva, la Universidad de Cádiz y la Estación Biológica de Doñana – CSIC ha identificado lo que habría sido una extensa llanura en el Pleistoceno Superior, hace unos 130.000 años, en la costa del Noroeste de la provincia de Cádiz. En este tiempo, esta zona pudo ser muy similar a lo que hoy es Doñana, con la presencia de playas, lagunas y marismas. El estudio ha sido publicado recientemente en la revista Geomorphology. La detección de estas formaciones geológicas se ha realizado a través del análisis geomorfológico de imágenes aéreas y modelos digitales en 3D, realizados por el Laboratorio de SIG y Teledetección de la Estación Biológica de Doñana. Para datar la antigüedad de la formación y sus características geológicas, se realizaron análisis sedimentarios y cronológicos. Los resultados han revelado hasta qué altura subió el nivel del mar en esta zona del sur peninsular hace unos 130.000 años. Durante este tiempo, el mar en el Golfo de Cádiz habría estado entre 7 y 8 metros por encima del nivel actual, en consonancia con lo que revelan otros estudios, y habría trazado un acantilado que hoy se localiza entre 1,5 y 3 km tierra adentro y que es visible en los terrenos de las comarcas de Jerez y Sanlúcar de Barrameda. “Cuando se estabilizó el nivel del mar, en esta zona se formó una amplia llanura caracterizada por barreras arenosas, lagunas y marismas protegidas, semejantes a las actuales flechas litorales de Doñana y la Algaida en la desembocadura del Guadalquivir”, explica Antonio Rodríguez Ramírez, de la Universidad de Huelva.“Esta enorme llanura de arena fue creciendo posteriormente hacia el noroeste”, añade. Modelo en 3D del área de estudio, entre las los municipios de Chipiona y Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz Una extensa llanura costera El desarrollo de dunas, según el estudio, fue escaso, por lo que el paisaje sería más semejante a la zona de lo que hoy son los Navazos de Marismillas, en el Parque Nacional de Doñana, con amplios surcos y cretas de playa, formando una extensa llanura costera. Esta formación se habría desarrollado durante el anterior interglaciar, el intervalo climático cálido inmediatamente previo al presente y que tuvo lugar entre los 130.000 y los 80.000 años. Desde aquí hasta la última glaciación, hace unos 20.000 años el nivel del mar empezó a descender hasta alcanzar un mínimo que se situaría en torno a cien metros por debajo del nivel actual y dejó al descubierto una amplia plataforma marina. En ella se siguieron acumulando sedimentos con el paso del tiempo, que formarían nuevas barreras arenosas y playas. Cuando el nivel del mar comenzó a subir de nuevo, una vez finalizada la Edad de Hielo, esta plataforma se fue erosionando y dejó tan solo una pequeña área, que es la que se ha podido estudiar en esta investigación. “Si el nivel del mar sigue subiendo, hasta alcanzar los 7 y 8 metros de altitud que presentaba hace unos 130.000 años, una importante porción de las tierras emergidas actualmente podría quedar bajo las aguas, como hemos podido visualizar en el estudio”, explica Rodríguez Ramírez. “Una vez más el pasado nos muestra la senda de un previsible futuro”. Referencia: A. Rodríguez-Ramírez et al. “A Late Pleistocene coastal plain pertaining to MIS 5 in the Gulf of Cádiz (mouth of the Guadalquivir River, SW Iberia)”. Geomorphology.  Fuente: Estación Biológica de Doñana
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pezsandalia · 2 years
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¿Sabías que una empleada de #Coca-Cola intentó robarse la #receta secreta de la marca? Y peor aún ¡intento venderle la receta de Coca- Cola a #Pepsi! Lo realmente increíble de toda esta historia es el final que tuvo ¿quieres saber como se enteró Coca – Cola de que esta mujer, su propia empleada, había robado información #confidencial de la empresa? El riesgo fue bastante alto pero la ganancia que presuntamente recibiría la mujer rondaba el millón y medio de dólares (una suma muy alta también). Hoy te contamos la historia de #JoyaWilliams, la mujer que robó la receta secreta de Coca-Cola.
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sweetillnessofm · 3 months
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... i fucked up.
(one shot)
🗯ADVERTENCIAS/TAGS: enzo vogrincic x reader, smut, porn with plot(?), infidelidad, reader es infiel, fingering, squirting, enzo es el cuerno, moral muyyy cuestionable, sobreestimulación, un poco de size kink (no importa si reader es gorda o flaca, tetona o plana ENZO ES MAS GRANDE), age gap de 10 años (reader 20 enzo 30), sexo sin protección, sexo rudo(?), choking (muy ligero), llanto durante el sexo (de placer), un poco emocional y confuso al final.
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eran las siete de la mañana cuando ibas saliendo de tu apartamento compartido con tu novio blas. te dirigías al set de la nueva película en la que estaban trabajando él y otros dos chicos de LSDLN, enzo y francisco, ya que formabas parte del equipo de maquilladores en esta nueva película, al igual que en la anterior. de hecho, fue gracias a aquella que te hiciste pareja del rizado y formaste amistad con la mayoría de los otros actores, volviéndote más cercana con enzo.
fue el mismo blas quien solicitó a los directores y productores de este nuevo proyecto que te contrataran para trabajar como maquilladora, así que tú no podías estar más feliz pues significaba que ibas a estar cerca de él más tiempo... y cerca de enzo también.
a los tres meses de hacerte novia de blas, asististe a una pequeña reunión en casa de juani que organizaron entre todos los chicos, como matías había llevado a su novia al igual que esteban, el de rizos decidió llevarte a ti también. lo que no sabía él es que esa misma noche empezarías a guardar un secreto con enzo.
sentados en los escalones de la entrada de la casa más alejados del ruido, cada uno con una cerveza en la mano, estabas con enzo charlando y riéndote de sus incontables chistes, blas no había querido unirse ya que estaba concentrado jugando con la play4 de juani.
"no no pero ahora decime algo, con sinceridad". dijo el castaño repentinamente, haciendo que la risa que tenías cesara un poco.
"¿qué?" dijiste un poco nerviosa sin dejar de sonreír igualmente.
"¿vos estás satisfecha con blas? ¿él te hace sentir bien?"
tragaste duro sintiendo como tu boca se secaba de los nervios, ¿qué pregunta era esa?
"e-eh, a qué te refieres?"
"digo, no niego que blas sea un buen novio, he visto cómo es contigo, pero a veces lo veo muy infantil, no sé, falto de experiencia," chasqueó la lengua, sentiste como ponía su mano en tu rodilla descubierta y la apretaba.
con cada palabra que salía de la boca de enzo y con cada acción te ponías más nerviosa, aunque realmente no le faltaba mucha razón. a pesar de tener la misma edad que blas, sentías a veces que no andaban en lo mismo...
"te pregunto, ¿él te coge bien?"
te ahogaste con tu saliva.
"perdoname el atrevimiento," se retractó casi instantáneamente mientras sobaba tu espalda, ayudándote en tu ataque de tos. "creo que tomé mucho, no mido lo que digo".
cuando dejaste de toser te quedaste mirando al suelo por un momento, enzo era un hombre atractivo y muy intimidante, no lo ibas a negar, pero no captabas por completo sus intenciones y tampoco querías malinterpretarlo, tal vez te pregunta esas cosas porque te considera su amiga cercana y te tiene confianza, así que decidiste ignorar su mano en tu pierna otra vez y tanteaste el terreno.
"tranquilo, s-solo me agarró por sorpresa" le sonreíste. "nada más lo hemos hecho dos... tres veces, creo" notaste como abrió más los ojos, mirándote asombrado. "y realmente no ha sido la gran cosa" murmuraste con pena.
qué carajos estabas haciendo.
"mhm," enzo asintió y frunció el ceño, mirándote atento mientras pensaba. "¿por qué no es la gran cosa?
suspiraste recordando como han sido las experiencias con blas hasta ahora, sintiendo un poco de frustración. "perdoname el atrevimiento a mi ahora," te sinceraste "dios, que vergüenza, pero..." te acercaste un poco a su oreja, hablando más bajo como si alguien más aparte de él te fuera a escuchar. "no me he venido con él nunca, siempre termina y se duerme".
enzo tomó el último trago de cerveza que le quedaba. "no sé por qué no me sorprende sabés," soltó una pequeña risa y desechó la lata en el tacho de basura que había en una esquina. "como te dije, le falta," dijo mirándote a los ojos y acariciando tu muslo con su pulgar "no sabe todavía cómo satisfacer a una mujer".
"¿y tu qué, si sabes?" preguntaste de repente y te sorprendiste de tus propias palabras.
ya había llegado demasiado lejos la conversación, y no sabías por qué no te detenías. tal vez eran las cervezas en tu organismo, o simplemente era la atracción sexual tan fuerte que sentías por enzo que ya no lo podías ocultar.
"no te voy a afirmar nada, chiquita" acercó su cara a la tuya mientras te acomodaba un mechón de pelo detrás de tu oreja. "deberías comprobarlo tu misma".
cortaste el poco espacio que había entre ustedes y lo besaste con deseo.
rápidamente su lengua se apoderó de tu boca haciéndote soltar un pequeño gemido y poner tu mano en la parte de atrás de su cabeza, tomando su cabello.
te separaste cuando un sentimiento de culpa te llenó el cuerpo.
"e-enzo, espera" pusiste una mano en su pecho, jadeando, mientras mirabas el suelo con pena. "esto es malísimo, sabes?" negaste con la cabeza cerrando los ojos y abriéndolos despues de una pausa. "yo quiero mucho a blas, no entiendo por qué hago esto" dijiste más que nada para ti misma.
el mayor te tomó por la barbilla suavemente, obligándote a mirarlo. "nena, esto no tiene por qué significar nada, si?" acarició el borde de tu mandíbula con sus dedos, mientras observaba tus labios "pero entiendo si no quieres seguir".
tomaste aire y suspiraste temblorosa, tenías un conflicto interno. por un lado no querías hacerle esto a blas, te sentías como una mierda y sabes que si se enteraba se iba a ir todo al carajo, pero por otro... tenías tantas ganas reprimidas y acumuladas, que tus bragas ya estaban empapadas y tu coño pulsaba nada más con un roce en tu pierna y medio minuto de besos. realmente patético, pero nadie podía culparte.
"solo será esta vez, y luego seguimos como siempre, como amigos, y hacemos como que no pasó". volviste a cerrar los ojos intentando prometerte a ti misma algo que sabías sería difícil de cumplir. enzo asintió juntando sus frentes y retomando aquel beso hambriento.
enzo se separó, se levantó y se dirigió a la puerta. "espera aquí un momento".
al entrar vio a todos en un desastre, la música estaba demasiado alta y casi todos estaban borrachos ya, algunos jugando cartas y otros bailando. blas seguía jugando con la consola ahora acompañado de matías.
le dijo que te empezaste a sentir mal y que te llevaría a casa, el rizado dudó un poco pero finalmente terminó agradeciéndole. enzo tomó tus cosas y salió de nuevo.
esa noche tuviste tu primer orgasmo provocado por un hombre.
sobra decir que no fue cosa de una vez.
cuando estabas cerca de tu destino recibiste un mensaje de uno de tus compañeros de trabajo, habían rodado la grabación para otro día por un problema con los productores.
bufaste con fastidio y marcaste el número de blas.
"hola lindo, buenos días" lo saludaste cuando contestó. "oye, no tienes que venir hoy al set, no sé si te avisaron ya pero cambiaron la fecha del rodaje".
"mierda, justo salí de bañarme, eh, bueno" escuchaste su voz frustrada. "me voy a dormir otra vez, ya qué. venís?"
"voy a aprovechar de comprar unas cosas, ya que estoy acá, para no perder el día" dijiste recordando al ver un super en la esquina.
"bueno, está bien, traeme algo" dijo divertido y supiste que estaba sonriendo.
"claro, te quiero" hiciste un sonido de beso. "nos vemos".
colgaste y te encaminaste hacia dicho supermercado, cuando sentiste otra vez la vibración de tu celular en tu bolsillo.
era enzo.
"nena, estás sola?"
en menos de veinte minutos estabas en el auto de enzo dirigiéndote hacia su casa.
hablaron de cosas cotidianas y de la nueva película, tú riendo ocasionalmente de los comentarios del mayor.
era increíble el contraste entre esos momentos tranquilos e inocentes y lo que sucedía cuando estaban en privacidad. apenas cerrada la puerta de la casa enzo ya tenía sus labios sobre ti y sus manos encima de tu cuerpo.
te cargó por los muslos y enrolló tus piernas en sus caderas, los llevó a ambos a su habitación y se sentó en el borde de la cama contigo en su regazo. llevó sus besos hasta tu cuello, donde empezó a lamer y morder suavemente un punto que ya conocía a la perfección, un punto que te hacía poner los ojos en blanco y empezar a frotar tu coño contra su bulto.
enzo ya se había memorizado tu cuerpo.
te sacó el suéter que tenías y desabrochó tu brasier en el proceso, tomó una de tus tetas en su mano y acercó su boca a tu pezón, empezando a lamerlo en círculos y succionarlo con la fuerza necesaria para hacerte gemir y jalar su pelo entre tus dedos.
"me encanta lo sensible que eres, tan preciosa" jadeaste ante el apodo.
en un instante, enzo te había acostado en la cama y ahora él estaba encima de ti, repartiendo besos desde tu pecho hasta tu abdomen, donde sentías su aliento caliente bajar hasta tu vientre.
alzaste la cabeza y sus miradas se encontraron cuando empezó a bajar tu short y tus bragas al mismo tiempo, sin dejar de verte, hasta que los terminó de sacar por completo dejándote descubierta ante él.
abrió tus piernas y al encontrar tu coño brillante y húmedo, no pudo evitar relamerse los labios.
"bebé, intentemos algo" dijo mientras te jalaba por tus piernas hacía él, te apoyaste en tus codos sobre la cama para verlo mejor. "si se te hace mucho solo decime, pero tenés que dejarte llevar igual" asentiste con un poco de nervios. desde hace varios encuentros enzo te había ayudado a experimentar algunas cosas nuevas y todas te habían gustado hasta ahora, así que te preguntabas qué sería esta vez.
subió ligeramente una de tus piernas y envolvió su brazo en tu muslo, mientras que con su otra mano frotaba tus jugos en sus gruesos dedos y en todo tu coño, desde tu entrada hasta tu clítoris, el cual empezó a frotar en circulos con su pulgar haciéndote cerrar los ojos y jadear, echando tu cabeza hacia atrás.
metió despacio dos de sus dedos y los empezó mover dentro ti con un ritmo lento, curvándolos ligeramente hacia arriba sin presionar del todo tu punto más sensible, provocándote, desmoronándote ante él. por ahora no había nada nuevo, solo era enzo sabiendo usar sus dedos como un experto. hasta que aceleró el ritmo y la fuerza de sus movimientos, presionando por completo y únicamente tu punto g, con la palma de su mano rozando tu clítoris repetidamente.
todo se volvió demasiado intenso de repente, tus cejas estaban arqueadas en una expresión de placer, tus labios rojos de tanto morderlos formaban una 'o' de la cual salían gemidos y lloriqueos que iban directamente a la erección de enzo, que estaba roja y adolorida encerrada en su pantalón.
abriste los ojos y se encontraron rápidamente con los del mayor, que te miraban con adoración.
"m-me voy a venir, en-" enzo asintió, alzaste tu cabeza y bastó solo con mirar como su mano cubría completamente tu coño, para que un orgasmo te recorriera desde la cabeza hasta la punta de los pies, haciendote soltar un jadeo seguido de un fuerte gemido, mientras tu espalda se arqueaba y tus piernas intentaban cerrarse involuntariamente.
enzo no cesó el movimiento de su mano, más bien mantuvo el mismo ritmo lo cual hizo que tomaras su muñeca intentando sacar sus dedos por la sobreestimulación.
"solo un poquito más, chiquita" dijo quitando tu mano con delicadeza y acercando su cara a la tuya para tratar de distraerte con un beso.
pronto sentirías como se formaba un nuevo orgasmo en tu vientre, pero esta vez se sentía raro.
tomaste otra vez la muñeca del castaño "e-enzo, creo que me voy a-". te interrumpió una sensación de presión en tu vientre.
un segundo orgasmo más intenso que el anterior, te llevó a sentarte de golpe mientras se formaban lágrimas de placer en tus ojos, tus uñas se clavaron en la piel de la muñeca del mayor con fuerza y lo único que sentías eran los espasmos de tu cuerpo y tu coño alrededor de sus dedos.
cuando te calmaste un poco abriste los ojos, los cuales ni siquiera sabías que tenías cerrados, solo para encontrarte con la cama totalmente empapada al igual que el brazo y la mano del castaño, cuyos dedos seguían dentro de ti, ahora quietos.
te asustaste y te giraste hacia él, haciendo que salga de tu cuello donde estaba repartiendo besitos.
sacó sus dedos con cuidado de tu coño haciendote soltar un quejido, sintiendote vacía de repente, y viste como se metió ambos dedos en la boca, limpiándolos con ella. jadeaste por lo obsceno que se veía.
"qué vergüenza... perdoname". dijiste viendo otra vez el desastre que era la cama.
"nada de eso," respondió recostándote otra vez. "fue demasiado caliente ver como te venías tan duro, te gustó?"
"la verdad sí..." dijiste bajo, "mucho". lo miraste a los ojos y viste como algo se oscureció en ellos.
"decime, tu novio te ha hecho venir así, princesa?" dijo observándote, con la voz más grave y baja de lo normal.
"n-no, nunca". de repente estabas apretando tu coño alrededor de la nada otra vez.
enzo pensaba que esta era una de tus mejores facetas, cuando estabas desnuda en su cama, temblorosa y jadeante, completamente jodida por él, porque sabía que era él y solo él quien te llevaba a ese estado. tú ni siquiera debías hacer nada complicado para ponerlo caliente, le era suficiente ver como reaccionabas a las cosas que le hacía a tu cuerpo, porque tu placer era el suyo.
parecía que con cada encuentro que tenían, más atraído se sentía hacia ti, más hermosa eras en cada ocasión.
tenía tiempo sin sentirse de esa manera.
a todo esto, el mayor seguía completamente vestido, así que tomaste el borde de su camisa y la subiste intentando sacársela.
"¿todavía tenés ganas?" te miró con diversión, incrédulo, quitándose la ropa igualmente.
observaste sus anchos hombros y sus brazos, tan grandes en comparación con los tuyos. enzo como tal, era tan grande al lado tuyo, y tan fuerte. amabas como te podía cargar y mover fácilmente, como sus grandes manos apretaban tu cuerpo mientras empujaba su miembro dentro de ti.
el hecho de que no solo era más grande en físico, sino en edad también, te excitaba más de lo que le podías admitir.
cuando el castaño liberó su polla de la ropa interior que se había vuelto incómoda, sentiste que se te hizo agua la boca. la punta estaba sonrosada, brillante con líquido preseminal, y viste como una gruesa vena sobresalía a lo largo de la base.
"dejame chupartela, por favor", casi suplicaste, levantándote para quedar más a su altura y tomando su polla en tu mano, recogiendo la humedad de la punta para empezar a moverla de arriba a bajo más fácil.
"no, no, preciosa" detuvo tu mano. "necesito ya estar dentro de ti".
te empujó suavemente y tu hiciste un puchero en frustración, pero te volviste a acostar, con enzo encima tuyo.
con una mano apoyada al lado de tu cabeza como soporte, alineó su miembro en tu entrada con la otra. no te preocupaste por el condón porque ya habían hablado el tema, ambos estaban sanos y tu estabas con la pastilla.
"nena, mirame". te dijo obligándote a mantener contacto visual, le gustaba ver tus expresiones en todo momento.
un gemido de alivio salió de ambos al sentir como finalmente introducía la punta, pero cerraste los ojos con fuerza cuando siguió empujándose dentro de ti. no importaba que tan mojada estuvieras, el grosor de su miembro casi siempre los obligaba a tomar una pausa.
sentiste como su pelvis chocaba con la tuya y exhalaste fuertemente, el castaño corrió el cabello desordenado que se habia pegado a tu frente, y comenzó a repartir pequeños besos.
"estás bien? querés que me mueva?" murmuró contra tu piel, bajó su mano desocupada hacia donde ambos se unían y empezó a frotar círculos en tu clítoris con sus dedos.
el estímulo hizo que tu coño se apretara alrededor de él, sacándole un jadeo.
asentiste con fervor, moviendo tus caderas en un intento de estar imposiblemente más cerca de su cuerpo. "s-sí enzo, cogeme duro esta vez". tus mejillas se enrojecieron, ya no tenías nada de pena.
"¿ah, sí? ¿querés que te coja fuerte y que te deje sin caminar bien?" el castaño rió al verte asentir con ojos grandes mientras te relamías los labios.
"¿querés llegar a casa y que blas se de cuenta de que no está haciendo su trabajo como debe, ah, chiquita?" masculló y se irguió en su lugar, comenzando sus embestidas controladas pero duras, sus manos apretando con fuerza tus caderas y sosteniendote.
gemidos agudos salían de tu garganta mientras jalabas las sábanas en puñados, sentías como el placer hormigueaba en la punta de todos tus dedos, estabas sensible todavía por los orgasmos anteriores.
tus tetas rebotaban con cada estocada, enzo las tomó en sus manos y las amasó, pellizcando y frotando sin cuidado tus pezones, mientras aceleraba el movimiento de sus caderas. la punta de su polla llegaba a golpear tu cervix haciéndote lloriquear, pero el ligero dolor solo te excitaba más, y enzo sintió como te contraías en su miembro.
"mirá como me apretás, dios" el mayor dijo casi sin aliento. "así querías que te cogiera? hmm? querías que fuera malo contigo, princesa?"
lo miraste directamente a los ojos con una expresión de placer puro. "sí, sí, m-mierda, tan rico- ah,"
agarraste una de sus manos y la dirigiste hacia tu cuello "a-ahorcame enzo, dios" suplicaste prácticamente fuera de ti misma y tus ojos se llenaron de lágrimas otra vez, extasiada. estabas muy cerca y sabías que querías correrte con sus manos en tu cuello.
sin detener sus duras embestidas, el mayor envolvió su mano y apretó con cuidado los lados de tu cuello, haciéndote girar los ojos y echar la cabeza hacia atrás, mordiéndote el labio inferior. "qué preciosa sos-" se acercó a tu oreja dándote un beso en la mejilla antes de murmurar muy, muy bajo "no sabés cuánto te amo".
no descifraste qué palabras dijo enzo en tu oído, porque el tercer orgasmo de esa mañana te azotó con más fuerza que los dos previos.
tu vista se nubló y tu boca se abrió sin soltar ningún ruido, agarrabas con fuerza la muñeca de enzo cuya mano seguía en tu cuello, pero que yacía quieta ahora, nada más que acariciando tu piel suavemente.
con un gritito ahogado tu cuerpo pareció ganar consciencia de nuevo, y sentiste como el castaño todavía se empujaba con dificultad dentro de tu agujero, de forma más desordenada y errática por cómo tu coño se contraía repetidamente alrededor de su miembro.
tu mano se posó en su abdomen débilmente, intentando alejarlo de ti por lo incómodo que se estaba volviendo tanto estímulo, hasta que su orgasmo llegó de manera repentina, llevándolo a sacar su polla y venirse sobre tu vientre, gimiendo con el ceño fruncido mientras terminaba de exprimir hasta la última gota de semen sobre ti.
lo único que se escuchaba en la habitación eran sus respiraciones agitadas y ocasionalmente pequeños gemidos tuyos, estabas completamente sensible y podías sentir las corrientes de placer en todo tu cuerpo aún. al recomponerse, enzo bajó delicadamente tus piernas temblorosas de la posiciónen la que estaban, y se levantó a buscar un paño para limpiarte.
al llegar de nuevo a la habitación, el castaño recién pareció notar tus mejillas sonrojadas y húmedas, al igual que tus pestañas, por tus lágrimas.
"bebé, te hice daño?" preguntó preocupado analizando tu cuerpo, temía haberse pasado. "fue demasiado para vos?"
acarició tu rostro suavemente, apartando las lágrimas de tus ojos.
"estuvo más que perfecto, enzo" lo miraste con ojos adormilados y una pequeña sonrisa en tu boca, estabas tan saciada.
tan satisfecha.
la expresión en su cara se suavizó y te devolvió la sonrisa. "deberíamos ducharnos" dijo antes de darte un piquito en los labios.
"estoy taan, tan cansada sabes" te quejaste e hiciste un puchero que enzo también besó.
"no importa chiquita, nos metemos en la bañera y yo te limpio, sí?"
no entendías nunca esto. pasaban de tratarse como amigos normales... a tener sexo así de sucio, para luego tratarse con una intimidad que parecía de pareja.
cuando tu verdadera pareja te estaba esperando en el apartamento que compartían.
¿te sentías culpable? demasiado, todo esto era el resultado de un error, un error que cometiste en una noche de desliz. todo por no haberte comunicado desde el principio con tu novio sobre su situación sexual. tu estabas segura de que lo amabas, simplemente sentías que... el sexo con él era lo terrible.
la peor parte era que tal vez ya no había vuelta atrás. los meses pasaron y perdiste la cuenta de las veces que estuviste con enzo, blas no sospechaba nada pero sabías que era cuestión de tiempo para que se enterase.
sí debías poner un alto a la situación con el mayor, aunque no sabías cómo, ni cuándo exactamente.
por los momentos, solo te dedicarías a disfrutar de los dedos que masajeaban tu cuero cabelludo suavemente en aquel baño.
pensabas que no sería tan difícil dejar el tema con enzo, después de todo, antes de besarse y coger, eran amigos muy cercanos. el único sentimiento que había entre ustedes era ese, amistad.
o al menos eso creías tú.
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mayatecum · 2 years
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myillicitaffair · 3 months
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Hands to myself | Esteban Kukuriczka.
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Sumario: mañanas tranquilas con tu novio.
Warnings: sexo explícito (+18), fingering, sexo desprotegido, dirty talking.
Notas: cómo argentina, me parece preocupante la falta de fanfics que hay de este hombre xx.
Créditos: esta inspirado en la canción de Selena Gómez, las imágenes del principio no me pertenecen y las encontré en pinterest, sin embargo, el collage fue hecho por mi.
1.3k words.
La suave brisa bonaerense inunda el amplio cuarto, jugueteando con mis mechones, desperdigados en las almohadas. El sol empieza a colarse sin consideraciones por las ventanas entreabiertas, obligando a mis cansados parpados a perforar mi sueño.
Los fuertes brazos anclados en mi cintura me atraen aún más cerca del hombre dormitando a mi lado, su rostro anidado en mi cuello, su dulce y varonil aroma inundando mis fosas nasales, envolviéndome en su calor corporal.
“Buenos días, Tebi”- Murmuro suavemente, cubriendo sus hombros con delicados besos para despertarlo.
“Buenos días, preciosa”- Responde, despegándose de la somnolencia y serpenteando sus extremidades con las mías.
Hinco mis dientes seductoramente en su piel descubierta, salpicándolo con pequeñas marcas rojas en contraste con su tez pecosa. Ansiosa, deslizo mis piernas sobre las suyas, posicionándome a horcajadas sobre su regazo.
“¿Andamos cariñosas esta mañana?”- Socarrón, amasa la desnudez de mis caderas entre sus palmas, causando que nuestros sexos se rocen firmemente. La burlona fricción no está ni cerca de ser suficiente para calmar las llamaradas que empiezan a asentarse en mi estomago bajo.
“Dale, amor, ¡por favor te pido!”- Ruego impaciente, tratando de replicar sus movimientos. Su agarre me mantiene estática en mi lugar, sin permitirme mover.
“¿Por favor qué?”- Finge inocencia mientras las puntas de sus dedos empiezan a dibujar entramados sobre mis costillas, trepando hacia mis pechos.
Atrapa mis pezones entre sus yemas, jugueteando con ambos a la vez, hasta sentir como se endurecen ante sus atenciones.
“Tocame, te necesito…”- Aclaro sin aliento.
Con una sonrisa ladina, acerca su boca hacia el derecho, provocando el montículo con la lengua hasta empezar a succionarlo con urgencia. Me enredo en su cabello, tirando de el con ferocidad, ganándome un gimoteo de satisfacción de su parte.
Separándose de mi abusado busto, observa mis ojos con cierta malicia impresa en los suyos al tiempo que me restriega contra su palpitante centro. Una creciente erección se hace notar bajo la ropa interior que nos separa.
“Mira lo que me haces”- Acentúa su punto al embestir mi coño cubierto con su pulsante miembro. Mi boca se entreabre ante el placer repentino- “Me pones tan duro.”
“Tebi, no puedo más”- Susurro cuando su mano baja por mi estomago hasta hallar mi intimidad, desliza mi tanga por mis pantorrillas para así estimular el clítoris en premeditados movimientos circulares. Creo enloquecer ante sus ralentizadas caricias
Asienta su toque errante en mi humedad, sus yemas buceando entre mis jugos. Retira sus dedos índice y corazón, para luego sorberlos ruidosamente, lamiendo mi reluciente excitación.
“¿Quién te tiene así de mojadita? Mh?”- Pregunta orgulloso, sabiendo perfectamente que el es el causante.
Reanuda sus ministraciones en mi núcleo, colándose por entre mis labios para penetrarte con dos dígitos. Mis orbes fijos en sus movimientos, aun desconcertada por lo obsceno de su accionar.
Rápidamente acelera sus movimientos, curvándose para golpear la esponjosa cavidad. Su longitud roza todos mis puntos sensibles, acercándome a un inexorable crescendo. Sumergida en el disfrute, lo único que escapa mis cuerdas vocales son quejidos de satisfacción, entrelazados con gemidos nombrándolo.
“Contestame, nena. ”- Reclama, forzando el contacto visual al aprisionar mi mandíbula en su agarre.
“Vos, Kuku, ¡solo vos!”- Contesto, hundiendo mis uñas en la tersura de sus bíceps, marcando lunas crecientes para la posteridad. Una sonrisa engreída tiñe sus delicadas facciones al notar mi estrechez aspirándolo, signo de mi orgasmo aproximándose a pasos agigantados.
Meciéndome sobre sus largos dedos, comienzo a percibir las avasallantes olas de mi culminación; la presión en mi vientre amenazando con explotar, la euforia difuminando todo a mi alrededor, centrándome solo en el rostro de mi novio cercano al mío.
El clímax se ve remplazado por un insoportable vacío cuando retira sus dígitos de mi calor, negándome la liberación. Un sollozo se cuela por mi expresión desahuciada, mis ojos alarmadamente abiertos cubiertos por una fina capa de lágrimas.
“No no no, por favor”- Lloriqueo en su oído, tratando de reganar el pasado contacto. Sus fuertes extremidades me aquietan por encima de su muslo, logrando que mis movimientos mueran lentamente.
“Tranquila, linda. Ahora te voy a coger, ¿sí?”- Pronuncia, apaciguando mis patéticos hipidos. Asiento frenéticamente, deseosa de sentirlo en mi interior.
Con un preciso movimiento, me enjaula bajo suyo, su largo cuerpo enmarcando al mío. Lo observo despojarse de sus calzoncillos, ardiendo al presenciar su desnudez absoluta.
Mis ojos merodean desde su esbelto pecho hasta los colorados vellos que trazan el inicio de su pelvis, gruesa y rebosante de líquido preseminal.
Casi ausente, permito que mi mano recorra su cuerpo, centrándome en su furioso pene. Con lánguidos movimientos, trazo su longitud, torciendo mi muñeca para proporcionarle el mayor placer posible.
“Me vas a matar, bebé”- Confiesa, acalorado y excitado. Sus rizos cobre empiezan a pegarse a su frente ante el esfuerzo físico, unas singulares gotas de sudor recorren su tórax.
Toma mis extremidades superiores entre sus garras para anclarlas sobre mi cabeza, dejándome completamente a su merced. Con un gesto busca mi consentimiento, el cual soy rápida en proporcionarle.
Su glande comienza a ingresar por mi núcleo, empujándose pacientemente dentro mío. Mas allá de la cantidad de veces que repitamos el procedimiento, jamás lograría acostumbrarme a la deliciosa manera en que me estira. El aire se condensa de sus suspiros de alivio al sentir su polla completamente en mi interior.
Así, inmóvil entre mis piernas, logro sentir cada una de sus vena latiendo dentro mío, las crestas y surcos que lo componen.
“Hace conmigo lo que quieras, Kuku, pero por favor movete”- Demando sin aire, todavía pasmada por la intrusión.
Ni bien las palabras me abandonan, Esteban retira su falo casi por completo antes de embestirme ferozmente. Su boca yace abierta, su cara contorsionada por el deleite, sus cejas arrugadas entre sí… La vista más bella del mundo.
Noto que mis caderas intentan acompasarse a su compás, encontrándolo a medio camino. Un frenesí casi inhumano apoderándose de ambos, obligándonos a acelerar el ritmo para satisfacer aquel deseo tan primal.
Su palma izquierda apresando mis muñecas fuera de su camino, la derecha se posa en mi abultada panza, advirtiendo la protuberancia que su pene delinea en mi vientre bajo. Un gemido nace de mi garganta al notar lo que ocurre.
“Así de profundo te estoy cogiendo, nena”- Gruñe en mi oído, su mano aún en mi estómago, sus penetraciones cada vez más hondas.
“Ay, Esteban, estoy tan llena”- Plaño frente a su boca, robándole un chape al notarme increíblemente mojada ante la imagen.
Vuelven a apropincuarse las primeras olas de mi culminación quemándome por dentro, consiguiendo desesperarme por concluir. Sin siquiera notarlo, mi voz se fuerza por vociferar el regocijo que me inunda, aumentando su volumen a medida que mi clímax me alcanza.
“Dios, me voy a venir”- Advierto, enloquecida por las sensaciones apoderándose de mí. El mayor se apresura, complaciendo mi pedido tácito.
Su boca busca de nuevo la mía cuando mi coño pulsa delirantemente su entrepierna, buscando conducirlo hacia su propia liberación.
“¿Ah sí? ¿Me vas a empapar la chota, amor?”- Cuestiona, sabiendo cuanto me gusta que me hable así de sucio.
Su nombre huyendo de mis labios como mantras, mis uñas anclándose en su espalda, marcándolo como propio.
Me entrego al orgasmo que me engulle, mi cuerpo retorciéndose espasmódicamente bajo su imponente figura, mi centro manchándolo con mi corrida al contraerse.
En la brevedad, aúlla desaforado pues su masculinidad pulsa hasta derramarse dentro mío. Su semen pintando mis paredes internas, colmándome por completo.
Se retira de mis cavidades con lentitud luego de venirse, procurando que sus espermatozoides permanezcan en mi interior. Selecciona mi ropa interior de las desechas sabanas, calzándomelas como si nada.
“Así no se escapa nada”- Murmura, regalándome un pico. Me fascino ante la idea de mantener su eyaculación así de cerca de mí.
Lo arropo contra mí, exhausta y saciada, con la intención de quedarme atrapada en sus brazos por un rato más. Recíproca mi voluntad, reposando su cabeza entre mis pechos y acariciándome delicadamente.
“Te amo”- Digo luego de unos instantes, observándolo maravillada.
“Yo te amo más”- Responde, presionando nuestras bocas en un beso descuidado.
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verde123 · 2 years
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fuegoesquivo · 2 days
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Barbara
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only-girlss · 2 months
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Esteban Kukuriczka -
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Fem! reader
☆`~ Advertencias: Smut. Sexo sin protección. Diferencia de edad.
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El día recién comenzaba, eran las 9 am, y la mayoría del cast ya estaban despiertos y desayunados.
Esteban siempre había sido la excepción.
Esteban, el actor que te tocaba maquillar la mayoría de las veces (ya que aveces iban rotando con tus compañeros)
Te encantaba, para que mentir. Te encantaban esas 3 o aveces 4 horas que pasan juntos, solo vos y él, cara a cara.
Al principio, fueron muchos momentos de timidez entre ambos, pero con el tiempo y su personalidad tan extrovertida, habían desarrollado una buena amistad. Largas charlas de parte de él contándote el rodaje mientras colocabas capas y capas de maquillaje en su cara.
Trabajar con él fue fácil, no se quejaba mucho y la mayoría de las veces, si no estaba hablando, aprovechaba a dormirse. Y ahí aprovechabas a verlo: Una verdadera belleza.
No sabias porque te atraía tanto, no sabias si eran sus labios finitos, o el porte qué tenía para hablar, o su voz grave, o sus manos, o su considerable altura, o por la manera en que te miraba...
Ush, habías vuelto a divagar pensando en mil escenarios, claramente imposibles.
Por el momento.
Un Esteban muy adormecido se acercó a la silla frente a tu escritorio de maquillaje, como era costumbre. Tenía un vaso de café en la mano y unas ojeras cubrían sus ojos, había pasado una noche difícil.
Te saludó y enseguida se recostó en la silla y cerró los ojos.
No habían pasado ni 15 minutos, por lo cual recién le estabas preparando el cabello. Él hombre en tu silla había empezado a largar suaves ronquidos hace bastante. Aunque era de esperar, ya que con la combinación del silencio que ofrecías y la música tranquila que ponías de fondo, cayó rápidamente en un sueño.
Te dio ternura, así que decidiste dejarlo ahí, hasta que viste el vaso de café totalmente lleno arriba del escritorio. Enseguida lo moviste para que se despertara y lo tome, los productores siempre lo retaban por vivir medio dormido.
Él, tonto por el repentino despertar, agarró la bebida y la llevo a sus labios. Pero más de la mitad se volcó por un descuido, mojandole toda la remera.
-UY, que boludo soy. Dijo levantándose enseguida.
Por suerte el café no estaba tan caliente como para lastimarlo, pero si le generó cierto calor en el cuerpo. Vos enseguida le preguntaste si estaba bien o si se había quemado.
Él negó con la cabeza - Nono, tranquila, pero estoy todo mojado. Y mientras lo decía se sacó la ropa, quedando con la parte de arriba descubierta.
Quisiste no hacerlo, pero no pudiste. Lo miraste, por más tiempo del debido.
Él notó como te sonrojabas, y solo sonrió mirando hacia otro lado.
Se sentó y te preguntó si podías seguir así. No te quedó otra que asentir.
Así que seguiste, intentando concentrarte, ignorando el hecho de que estaba en cuero.
Le estabas arreglando la parte de adelante del pelo, así que te paraste enfrentó suyo. Y por el momento lo controlaste bastante bien.
Hasta que viste sus manos.
Estaba tronandose los dedos, de todas las maneras. Pero vos no pudiste evitar verlo y sentir un cosquilleo entre tus piernas. Dios, sus manos estaban tan bien.
Rápidamente apretaste los muslos para calmar ese pequeño dolor y seguiste como si nada.
Él de repente te agarró de la cintura. Te sorprendió, y lo miraste mientras dejabas el peine sobre el escritorio.
-¿Pasa algo? Preguntaste. Te tembló la voz mucho más de lo que querías.
- Si, pero quiero que sigas, tranquila.
No entendiste muy bien a que se refería, así que optaste por preguntar.
-¿De qué hablás?
- ¿Enserio vamos a fingir qué no te gusto?
Te sorprendiste, todos tus sentidos se pusieron tontos, no sabias que decir.
- Si sabés que está mal ¿no? Apenas cumpliste 19, y yo tengo 32.
Ups... Pequeño detalle...
No sabías si dejarlo ahí o seguirle el juego, después de todo, la cosa ya estaba bastante cagada.
'Si la vamos a cagar, hay que hacerlo bien' pensaste.
- Bueno, técnicamente soy legal, así que...
Esteban solo rió, una carcajada fuerte pero corta. Pero después de ver tu seriedad, preguntó:
- ¿Me estas jodiendo? O lo decís enserio.
Te quedaste sería y asentiste levemente con la cabeza.
Recién habían pasado 30 minutos, quedaban 3 horas para poder terminar el maquillaje, tenias tiempo de sobra.
Así que sin pensarlo mucho, te agachaste hasta quedar cara a cara, él sentado y vos parada. Lo miraste a los ojos, y al ver que no mostraba oposición, lo besaste.
Fue un beso lento, apasionado.
En su mente rondaban una cantidad considerable cantidad de pensamientos negativos sobre la situación. Pero por otro lado, no podía dejar la idea de tu pequeño y delgado cuerpo siendo manejado por el suyo.
Se dejó llevar y mordió fuertemente tu labio. Abriste la boca para dejar salir un pequeño quejido y aprovechó la oportunidad de meter su lengua. Pasó sus manos por toda la extensión de tu cintura, y llegando a la cadera, notó lo fácil que sería levantarte y moverte a su gusto.
Esto fue la gota que colmó el vaso.
Se levantó de golpe, golpeando te contra el escritorio. La gran diferencia de altura provocaba que tuvieras que estirar tu cuello con tal de no separar sus labios.
Empezó a bajar sus besos, paseando por tu cuello y encontrando con facilidad tu punto dulce. No quería dejar marcas a la vista, así que lo abandonó con rapidez.
Siguió bajando, hasta encontrarse con el cuello de tu remera. Mirándote a los ojos, buscó permiso, y una vez seguro, te arrancó la prenda. Seguida de esta, medio segundo después, te sacó el corpiño.
-Dios princesa ¿Donde las tenias guardadas?Dijo comenzando a repartir besos y mordidas por la zona. Con el comentario haciendo referencia a que siempre usabas ropa holgada.
No podías hacer más que gemir y mojarte más y más a cada rato.
Lo estabas tocando todo, sus hombros, sus brazos, su pecho, todo gracias al anterior accidente con el café. Te encantaba sentir su piel pecosa, pero querías más.
-Esteban, por favor. Dijiste desesperada mientras tu mano izquierda se dirigía a su notable bulto.
Él suspiró por tu acción y te dio la vuelta, dejándote mirando al espejo del escritorio.
No pudiste evitar notar que estabas hecha un desastre, con la cara roja y caliente, los pechos llenos de marcas, y el pelo muy desordenado.
Esteban por su parte, no perdió tiempo y bajó tus pantalones rápidamente. Enseguida tuvo la vista de tu culo respingón cubierto por una pequeña braga celeste.
- Mirá lo mojadita qué estás, hija de puta. ¿Crees que no te vi frotando tus piernitas hace un rato? Sos una sucia tremenda eh.
Decía todo esto mientras pasaba un dedo por tu raja vestida.
- Basta de bromas, por Dios. Eras un lio mientras gemías.
Él no pudo resistirse más, y bajó completamente tu bombacha empapada.
Escuchaste el sonido de sus pantalones en el piso, y de repente sentiste como iba metiéndose poco a poco en vos.
Era grande. Enorme.
Más de lo que podías aguantar.
Una vez toda adentro, empezó a envestirte , con estocadas fuertes y controladas.
Sus manos en tu cintura, controlando cada movimiento. Sus labios en tu hombro. Y sus ojos mirando el reflejo de ustedes dos frente a él.
Vos estabas con los ojos cerrados, disfrutando la divina sensación. Pero de repente se abrieron cuando te golpeó fuertemente en la nalga derecha.
Casi gritas, pero te tapó la boca.
- Acordate donde estamos, chiquita. Dijo tranquilamente en tu oreja.
Él sentía que lo exprimias. Sentía como tu interior lo apretaba, y sentía tus espasmos.
No iba a durar mucho más.
- ¿Ya estás cerca, hermosa?
Asentiste rápidamente, sintiendo como tu abdomen se tensaba.
Él empezo a masajear todo tu cuerpo, pasando por tus senos, a tu cintura, a apretujar tu culo.
Y en ese instante, sentiste como te llenaba, dejándote su carga pintando tus paredes.
Esa misma sensación fue lo que necesitabas para venirte, todavía con el adentro.
Te dejó respirar 5 segundos, y te beso el hombro mientras retiraba su miembro. Rápidamente agarro un pañuelito y te limpio suavemente.
- Lo hiciste muy bien.
Solo sonreíste ante esto, estabas muy feliz. Relajada.
Ambos se cambiaron rápidamente en silencio, vos fuiste a abrir las ventanas para que saliera el olor a sexo y Esteban salió corriendo de la habitación a buscar una remera limpia.
De vuelta, se sentó y te dejó trabajar, sabiendo que estabas media justa de tiempo.
Una sonrisa no abandonó la cara de ninguno de los dos. Y de vez en cuando se hicieron presentes una qué otra risita, un par de besitos inocentes y muchas caricias por todos lados de parte del Kuku.
Xoxo - Emma.
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solo-confesiones · 19 days
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Quiero confesar que hemos agarrado el gusto por empezar a hacerlo con las cortinas descubiertas para ver si alguien nos alcanza a ver
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yo-sostenible · 1 year
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Descubiertas tres especies de arañas inocuas en la región alpina de Australia
◽️Alrededor de tres cuartos de la biodiversidad australiana aún es desconocida para la ciencia. Este hallazgo refleja la riqueza biológica de ese territorio. Un grupo de científicos descubrió tres nuevas especies de arañas inocuas en la zona alpina de Australia, un país conocido no solo por sus curiosos animales como los canguros, koalas y ornitorrincos sino también por los peligrosos tiburones…
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dariann-garcia · 17 days
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La vida está llena de aventuras esperando ser descubiertas; nunca dejes de decir «sí» a las posibilidades que se presentan.
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© Lucas Garcete, Amor antiguo (Old love)
Eres tú el amor antiguo. Amor, detenido en el aire como una mano por otra mano. Una mañana descubierta, pero perdida —cae su luz donde los labios no están preparados. Auge fantasma, a ningún ave deslumbra este brillo. Los rayos de tu beso obligo a devolverse.
You are the old love. Love, stopped in the air like a hand by another hand. A morning discovered, but lost—its light falls where the lips are not prepared. Phantom boom, no bird is dazzled by this shine. The rays of your kiss forced to be returned.
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neuroconflictos · 12 days
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La vida es una alienación en el tiempo de la que no puedo escapar, y aunque a veces me siento perdido en el espacio infinito, algún día podré alcanzar las estrellas que siempre han estado allí, esperando a ser descubiertas.
Julsen Bastian
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