Tumgik
#negra sombra
juliancallejo · 1 month
Text
Tumblr media
youtube
1 note · View note
victormalonso · 1 year
Text
Tumblr media
sombras de luz | victor m. alonso
447 notes · View notes
Text
Cidade Negra - A sombra da maldade
2 notes · View notes
leregirenga · 1 year
Text
Si me quieres, quiéreme entera, no por zonas de luz o sombra...
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca. Y gris, y verde,
y rubia, y morena...
Quiéreme día,
quiéreme noche...
¡Y madrugada en la ventana abierta!
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda... O no me quieras!
Dulce María Loynaz
14 notes · View notes
Text
3 - Sombra Oscura
Las astas del Ciervo de Luna, colgadas en el gran salón del castillo, eran un símbolo de honor y valentía. Bajo ellas, un retrato al óleo de YeoSang con una capa violeta, el color de la familia Kang y el escudo del ciervo, recordaba su logro, capturando su imagen con una nobleza que inspiraba a todos en Arvendale. Su cuadro se ubicaba a la derecha de otros 6 en el salón circular, y aún quedaba espacio para su descendencia, si es que la tenía. Aunque su idea era deshacerse de esa estúpida tradición, y que su hijo, si lo tuviera, fuera Rey después de una extensa preparación, que se case si quería y con quién quería y que al morir él, deje el mejor Rey que Arvendale haya tenido, sin esa malditas astas.
El Príncipe no podía dejar de pensar que aquellas ramas simplemente habían pasado como las astas del ciervo. Nadie había preguntado cómo las astas habían aparecido en el salón, junto al Príncipe, fresco como como una lechuga en la madrugada siguiente al Eclipse. Había mentido, obviamente, había mentido descaradamente y sentía una terrible culpa.
Su padre lo abrazó, orgulloso, incluso podría haber jurado que derramó una lágrima, y su madre simplemente se echó a llorar sin consuelo alguno. Eran lágrimas de alegría y orgullo, YeoSang lo sabía.
Había logrado encontrar al Ciervo de Luna sólo en la noche del eclipse lunar. Bueno, sólo no, lo había acompañado YunHo, y lo había remarcado muchas veces, mientras el guardián sonreía y aprobaba todo lo que YeoSang decía. Ahora debía recordar esa historia improvisada que inventaron mientras volvían del bosque con un asta cada uno sobre sus regazos, por si algún día, alguna vez, a alguien, se le ocurría preguntar nuevamente cómo había sido la hazaña.
El día que YeoSang haga bajar esos cuadros y queme sus astas, descubrirían que no era más que madera de árbol. YunHo le había explicado que, según él, la madera se había teñido de blanco por la sal que traía el río. Aunque YeoSang, según sus libros de estudio, no podía creer en esa teoría, no pensaba chupar la madera para confirmarlo, y ¿qué pasaba si algún día algún guardia, explorador, o el mismísimo Rey encontraban las mismas maderas sobre la orilla del río?
Eran muchas las dudas sin respuestas que tenía YeoSang, y sin embargo estaba ahí, en medio del salón, observando su vergonzoso acto colgando en algo que no era. Sólo YunHo y él lo sabían.
-Si te sirve de consuelo- dijo el guardia a su lado-, eres el más hermoso de todos.
-Soy un fraude, YunHo- susurró.
-Bueno, si alguna vez lo desea, lo acompañaré a matar al majestuoso Ciervo de Luna, traeremos su cuerpo y lo comeremos con el pueblo, y colgaremos las reales durante la noche- susurró-. Nadie se dará cuenta.
-Eres perverso, YunHo.
-Señor- dijo un guardia detrás de él, YeoSang y YunHo se dieron vuelta-, lo llaman a reunión con los consejeros y el Rey, Su Alteza. Es urgente.
Príncipe y Guardia se miraron, intrigados. Lo más urgente que podría existir era la maldita madera colgada a sus espaldas.
Al llegar al salón de reuniones, el ambiente se sentía pesado y triste. Algo peor que las astas pasaba. YeoSang tomó su lugar al lado de los Reyes, mientras que YunHo se ubicó detrás de su asiento, parado, apoyando su mano en su espada atada a su cintura en señal de respeto.
-Hay rumores, Su Alteza- dijo uno de los viejos consejeros, dirigiéndose al Rey-, de los pueblos vecinos. Nos llegó esta carta- anunció, entregando un pergamino enrulado sobre sí mismo, había sido abierto, ya que su sello de cera estaba roto.
El Rey palideció cuando leyó la nota.
-Cierren el pueblo, que nadie salga ni entre a la ciudad, y menos al castillo. Que los mejores médicos se queden dentro. No queremos que ninguno de nosotros muera. Nos aislaremos completamente del exterior.
-Sí, Mi Rey- dijeron los consejeros.
Los chismes de una peste se esparcieron como fuego en un campo seco.
Los primeros rumores sobre la enfermedad, llamada "Sombra oscura" llegaron desde los pueblos fronterizos. Los aldeanos hablaban de una enfermedad que surgía sin previo aviso, atacando sin piedad, comenzando con una fiebre intensa que sumía a los afectados en un estado de delirio. Las manchas oscuras aparecían en la piel, expandiéndose rápidamente y causando un dolor punzante que hacía gritar a los enfermos. Los cuerpos se debilitaban hasta que ya no podían sostenerse, y muchos sucumbían en cuestión de días.
Las palomas mensajeras iban y venían de su palomar con diminutas notas en sus patas con noticias de aldeas enteras siendo diezmadas, en las aldeas de Eldrath y Mevrin, los síntomas aparecieron de la noche a la mañana. Las familias, desesperadas por encontrar una cura, recurrían a remedios caseros y curanderos locales, pero nada parecía funcionar. Los relatos hablaban de aldeanos muriendo en las calles, sus cuerpos descompuestos y cubiertos de manchas negras. El olor de la muerte impregnaba el aire y las casas se convertían en tumbas silenciosas para quienes no podían escapar.
Los curanderos, impotentes ante la magnitud de la peste, comenzaron a huir, dejando a las aldeas sin esperanza. Los que quedaban intentaban quemar los cuerpos infectados para evitar la propagación, pero los incendios solo añadían más dolor, desesperación y desolación.
Los primeros casos se registraron en las cercanías con los pueblos de Eldrath y Mevrin, como era de suponer por el éxodo de los pocos habitantes que quedaban, ya contagiados con o sin síntomas, exparciendo la peste a los habitantes locales, a pesar de las estrictas órdenes del Rey de mantener la frontera despejada, muchos eran amigos o familiares entre sí, y no podrían negar su ayuda. Así, entre gente que iba y venía, no pasó mucho tiempo antes de que la enfermedad llegara a las puertas de Arvendale.
El propio Rey se encargó personalmente de detener el avance de las personas que ahora querían ingresar al castillo en búsqueda de los médicos y curanderos para sanarse a sí mismo, a sus familiares y a sus hijos.
YeoSang podía escucharlos desde su habitación, los gritos, llantos y lamentos. Aislado del mundo exterior, odiaba que las noticias y la información sea escasa, deformada y segmentada. No sabía qué era verdad y qué no. No los veía, no veía a nadie, pero podía imaginar a las madres sosteniendo los cuerpos enfermos de sus hijos pequeños, muriendo a cada momento en sus brazos sin ninguna ayuda posible. Su corazón se llenaba de angustia cada vez que pensaba en su pueblo, en la gente del castillo, en YunHo, en sus padres...
-Esto no está bien- dijo YunHo a su lado con tono lúgubre. El guardia alto se había guarecido en su habitación para hacerle compañía y para asegurarse que nadie tenga un contacto demasiado cercano con el Príncipe, ya que aún no sabían cómo la enfermedad se transmitía tan rápidamente.
-¿Qué haremos YunHo?
-Si ingresan, mi deber es sacarlo de aquí, Príncipe. No puedo permitir que nadie se acerque a usted.
-Realmente quisiera poder ayudar. Ser inmune y poder estar con ellos, hacer algo...
-No sabemos si es inmune, Mi Príncipe, y no sugiero correr el riesgo para averiguarlo.
-¿Papá no volvió aún?
-No, Su Alteza.
El amanecer había llegado con las puertas balcón de la habitación de YeoSang abiertas, y el guardia alto apoyado en el marco, parado con los brazos cruzados, mirando hacia la puerta principal del castillo.
-YunHo, ¿no dormiste?- preguntó el Príncipe, desperezándose.
-Muy poco, tengo que velar por su seguridad- se acercó a él, pero se detuvo cuando recordó que tenía que mantener distancia.
-Iré a bañarme y cambiarme- dijo el Príncipe, dirigiéndose al baño a tomar una ducha.
Se estaba vistiendo cuando gritos llegaron desde el pasillo. YeoSang salió a medio vestir del baño, con los ojos presos del pánico, mientras que YunHo lo detuvo en la puerta extendiendo su brazo. Fue el guardia quién abrió apenas unos centímetros para ver qué pasaba afuera.
-¡El Rey! ¡El Rey!- gritaban los guardias y las doncellas, corriendo a un lado y otro.
-¿Qué pasa, YunHo? ¿Qué pasa con papá? ¿Volvió? ¿Por qué tanto alboroto?- preguntó el Príncipe, intentando asomarse por la puerta también, olvidando la distancia que debía tomar con su guardia.
-Quédese aquí, Príncipe, iré a ver qué sucede. Pero si alguien me toca o me habla cerca, no entraré más. ¿Entendió?
-No vayas, entonces. Me quedaré sólo.
-Permaneceré detrás de la puerta en todo momento si eso ocurre.
YeoSang terminó de vestirse y esperó por YunHo lo que parecieron siglos. Caminó por su enorme habitación, que ahora parecía que las paredes lo apresaban y encerraban, se sentó en la cama, se levantó de nuevo. La ansiedad lo estaba consumiendo, hasta que golpearon la puerta.
-¿YunHo?- preguntó, acercándose a la puerta de madera.
-Está bien, puedo pasar.
YeoSang le abrió, alejándose de todas maneras, esperando que YunHo le diga qué estaba pasando en el castillo. Observó que el más alto cerró la puerta con llave, y la guardó en su bolsillo.
-¿Qué pasa? ¿Por qué...?
-Es el Rey, está enfermo, Su Alteza.
YeoSang sintió que sus piernas se debilitaban, cayendo al piso. Vio que YunHo se acercó, pero no demasiado.
-Tengo que ir... tengo que ir con papá- murmuró, avanzando hacia la puerta.
-Tengo órdenes de la Reina, Príncipe. No puede abandonar la habitación. En estos momentos, conservar su salud es la prioridad para todo el reino.
-¿Mi madre está con él? Se va a contagiar también- dijo débilmente, apoyándose en la puerta y dejándose caer, aferrando su cabeza con sus manos-. Los voy a perder a los dos, YunHo.
-Lo siento mucho, Su Alteza. Pero no olvidemos que están con los mejores médicos. Estarán bien, aún hay esperanza para la gente del castillo- dijo a unos metros de distancia. Demasiado lejos para sentir algún tipo de consuelo en sus palabras.
YeoSang se abrazó las rodillas y se mecía solo en alguna forma de consuelo. ¿Qué haría sin sus padres? ¿Cómo gobernaría bien en tal evento catastrófico? ¿Y si él también moría? Ningún libro lo había preparado para esto, YunHo le había enseñado a pescar y hacer fogatas, pero tampoco le servía.
-Abrázame- susurró el Príncipe.
-¿Cómo, Mi Señor?- pregunto YunHo, algo confundido.
-Abrázame- dijo con seguridad, abriendo los brazos hacia el guardia.
-Lo haría, pero tengo que mantener distan...- YeoSang había corrido hacia él aprisionándolo con fuerza. Su pequeño pero no débil cuerpo temblaba como una hoja en una tormenta y su respiración se había vuelto errática.
El guardia mantuvo silencio mientras lo envolvía en un abrazo cálido, más cálido de lo que YeoSang había sentido hacía mucho tiempo, acariciando su espalda y murmurando palabras de aliento hasta que el Príncipe pudo respirar nuevamente. YunHo lo condujo hasta la cama, no sabía si tenía sueño o no, pero lo arropó y se quedó a su lado sentado en el borde del colchón hasta que se durmió.
YeoSang despertó cuando escuchó el carrito de la comida, estos días, les entregaban la comida de esa manera. La mucama dejaba el carrito afuera, se alejaba, YunHo retiraba las fuentes con comida, y una vez cerrada la puerta, la chica seguía su camino. Sólo tenía que esperar a que YunHo abra la puerta mientras pensaba que YeoSang estaba profundamente dormido.
En el momento en que YunHo tomó con ambas manos las dos enormes bandejas de alimentos, YeoSang lo empujó hacia adelante, haciéndolo chocar con el carro, y salió disparado hacia la habitación de los Reyes.
-¡Príncipe!- escuchó que gritó el guardia- ¡Deténganlo, va a la habitación del Rey!- ordenó a los guardias que estaban apostados en los pilares de las columnas, pero ninguno se movió. También tenían órdenes de no dejar sus puestos, y no acercarse a nadie, mucho menos a la familia real.
YunHo corrió rápidamente, agarrando a YeoSang por la cintura cuando abrió de par en par la habitación de los reyes.
-¡Papá! ¡Papá!- gritó, forcejeando con el más alto, que no lo dejaba entrar en el cuarto.
La Reina apareció en su campo de visión, levantándose del lado de su padre.
-Te di órdenes estrictas, YunHo- exclamó a unos metros de distancia, sus ojos abiertos enormemente ante la sorpresa y el enojo-. Cuando esto termine, me ocuparé de tu cabeza- sentenció.
-No... No... - gritó YeoSang, aun forcejeando. El guardia aun luchaba contra la enorme fuerza que tenía el Príncipe-. No es su culpa, yo me escapé. Quiero saber... Quiero verlo, quiero verte, mamá.
La Reina se acercó a una corta distancia a YeoSang, que se calmó un poco, cruzando miradas, la mujer le dio una cachetada que hasta el guardia sintió el envión del cuerpo de YeoSang hacia su derecha.
-Te estamos protegiendo, Príncipe desobediente y desagradecido- dijo entre dientes, con evidente enojo-. No vuelvas a llamarme mamá, niño caprichoso, ojalá te hubieran comido los lobos. ¡Suéltalo!
-¿Mi Reina...?- dudó YunHo.
-¡Suéltalo, dije!
YunHo soltó lentamente al príncipe, temiendo que pase algo si dejaba de rodearlo con sus brazos.
YeoSang pasó el umbral de la puerta hacia la habitación mientras la Reina hizo un gesto y los guardias cercanos tomaron el cuerpo de YunHo, colocando sus espadas sobre su cuello.
-Uno de los dos va a morir, ¿a quién elijes, YeoSang?- sentenció la Reina.
YeoSang sintió sus mejillas humedecerse por las lágrimas. Miró hacia donde estaba su padre, a una gran distancia aún, vio su respiración agitada, los paños mojados que cubrían su delirante cabeza y las manchas negras en lo que se podía ver de su rostro y sus manos. Agachó la cabeza en una reverencia a la Reina y caminó nuevamente hacia YunHo, agarrando su ropa.
La Reina no tuvo que dar una orden más para que los guardias se alejen de YunHo, simplemente cerró las puertas de la habitación Real, ni siquiera dándole una mirada a YeoSang, que hubiera caído de rodillas si YunHo no lo sostenía.
-¡Oh, Dios! Estamos vivos. Estamos vivos- susurró YunHo, cayendo también con el Príncipe, aliviado de no ser comida para los perros-. ¿Príncipe?
YeoSang sentía que sus ojos se empañaban y su visión se apagaba, no había podido respirar correctamente desde hacía rato, y la falta de oxígeno le estaba afectando.
Despertó en su habitación, aunque no abrió los ojos, lo sabía por el perfume de sus almohadas, y también sabía que YunHo estaba con él, sosteniendo algo frío en la mejilla que su madre, la Reina, había abofeteado.
-Lo siento- murmuró, haciéndose ovillito entre las sábanas y mantas-. Fui un estúpido. Empeoré todo.
-No fue tan malo- lo consoló el guardia, colocando el paño frío en el agua y estrujándolo para volver a colocarlo en su mejilla-. Pero esa mujer pega bien fuerte, prefiero enfrentarme a un batallón que a ella.
YeoSang abrió los ojos, esperaba encontrarse con una mirada enojada y severa pero, ¿YunHo se estaba riendo?
-Las Reinas también son entrenadas para luchar- aclaró.
-Lo sabía, pero no pensé que de ésta manera.
-¿Cuánto tiempo pasó?- preguntó incorporándose en la cama.
-Despacio, no se esfuerce, que aún no sé por qué se desmayó- le dijo, recostándolo de nuevo.
-No estaba respirando.
-¿Cómo?
-Cuando tengo emociones muy fuertes, no puedo respirar bien- dijo, casi sin darle importancia, haciendo una pausa-. ¿El Rey...?
-Apenas pasaron un par de horas, sigue con vida, al menos no avisaron nada en el castillo. No hay gritos, ni movimientos. Creo que ahora tienen miedo a la Reina- sonrió, colocando nuevamente el paño frío.
-Realmente lo lamento, actué sin pensar. Casi te matan por mi culpa - hizo otra pausa, intentando sin éxito contener el llanto-. Mi madre... La Reina... prefiere que me coman los lobos- sollozó, agarrando las mantas para cubrirse el rostro.
-Eso no es verdad. La Reina lo ama, Su Alteza, pero está pasando por una situación difícil. Estoy seguro que no quería decir eso, Príncipe.
-Nadie dice algo que no quiere decir- aclaró debajo de las mantas, su grave y ronca voz ofuscada por las telas.
Se sentía herido. No sólo su madre la había dicho que hubiera deseado que aquella vez se lo coman los lobos, dejando en manifiesto que estaba también decepcionada de él, sino que además le quitó el derecho de llamarla mamá, la única conexión sincera e íntima que tenía con alguien fuera de los protocolos y los buenos modales reales.
-Me duele, YunHo.
-Mi Príncipe, ¿qué le duele? llamaré a los médicos- dijo, levantándose de la cama con urgencia.
YeoSang lo detuvo.
-Me duele el corazón, la boca del estómago, me duele el alma. Mi dolor no lo cura ningún médico. Si mi... la Reina muere, lo último que recordaré de ella es este momento, estas frases que me seguirán por el resto de mi existencia.
YunHo no supo qué decirle, sólo se limitó a acariciar su hombro sobre las apretadas mantas que mantenían a YeoSang en una especie de fortaleza de seguridad. 
0 notes
thebuhonerodazorrow · 2 years
Photo
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Blacksad #1
Un lugar entre las sombras 
2001
1 note · View note
manoelt-finisterrae · 3 months
Text
Tumblr media
Federico García Lorca
frescor do raio onde hai auga de nada a nena e a árbore beizos de auga salgada noite de día como ollada como frío noite que estivo fronte á túa trenza nena
é de auga esa cobra de luz? do como o teu amor pendurado da sombra do dor cartilla do verso onde escorregou un fío de ciencia errante noite pintada como fonte sombras como de choiva
réquiem fonte negra ti e o bico abolorecido dos asasinos bico frío e frío
© Manoel T, 2024
149 notes · View notes
Text
Place where I belong - Rhaenyra Targaryen x reader
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
disclaimer these gifs are not mine, they belong to @femalescharacters
divider @dingusfreakhxrrington
resumo: Rhaenyra Targaryen x reader; ANGST; a vida não é fácil quando se é apaixonada pela rainha casada!; não revisado ainda; taylor swift
Tumblr media
"I couldn't turn things around (you never turned things around) 'Cause you never gave a warning sign (I gave so many signs) So many signs, so many signs"
A Rainha Rhaenyra Targaryen se encontrava sentada em uma negra cadeira de couro voltada para as janelas em uma das enumeras salas de Dragonstone, mexendo incessantemente em seus anéis da mão esquerda. Suas crianças haviam partido há pouco tempo para o vale acompanhadas de princesa Rhaena, guardas, servas e sua senhora de armas mais leal, amiga, confidente e amante, porém pensava se ainda podia atribuir a última posição, pois ainda revolvia a conversa que precedeu a partida.
Teria ela por todos esses anos menosprezado, mesmo que não intencionalmente, os sentimentos e necessidades daquela que partira levando sua alegria? Sua amante nunca lhe pediu muito, pelo contrário era por natureza uma doadora. Sabia que amava aquela mulher com todo o coração, mas talvez.....talvez não soubera demostrar esse amor.
...............
“eu não entendo, simplesmente não entendo” dizia Rhaenyra exasperada, não havia sido comunicada sobre a partida até que a hora havia chegado, se sentia furiosa, quase traída. Assim que soube, gentilmente convidou a dama para uma sala ao lado para modo de acertar as ultimas questões, sempre tão bem contida era ela.
Com um sorriso conciliador no rosto a moça parada a alguns passos de distância respondeu calmamente “não possuo utilidade aqui, minha rainha, não monto um dragão e nem poderia, ademais possui homens bem melhores do que eu ao seu lado, no vale com as crianças terei maior serventia” respirou profundamente “e já é hora de voltar para o lugar ao qual pertenço” agora parecia que uma sombra de tristeza sobrevoava seu rosto.
Sua fala de nada acalmou os ânimos da Targaryen, apenas influiu a sua raiva, mas se conteve, não desejava que os demais ouvissem a discussão. Ficou ereta o máximo possível, a fitando
“o que você quer dizer com voltar ao lugar que pertence e não meça as palavras é uma ordem não um pedido”
sua reação foi dar um passo para trás, não estava acostuma a ouvir esse tom direcionada a si, mas compreendia de onde vinha. “não seja assim Nyra”
mas a resposta veio na forma da pronuncia grave de seu nome, ah como isso seria doloroso
A lady de armas se aproximou dela e pegou seu rosto etéreo nas mãos, buscando em seus olhos algum tipo de compreensão dos motivos da partida, aqueles que não queria dizer em voz alta, porém Rhaenyra se endureceu ainda mais, pegando um dos pulsos próximos ao rosto com firmeza. Não havia como fugir
“Vossa alteza trava uma guerra honesta, é pelo seu direito legitimo ao trono existem muitas coisas em risco, parto com as crianças para que seus olhos se voltem para a vitória e tam-“ sua divagação foi cortada por um áspero apelo de “pare” e uma expressão seria no rosto alvo de vossa graça, apenas um coração aflito buscando por respostas, e fazer sua dama de armas se debulhar em lagrimas com essa ação de forma alguma era o que pretendia, uma mulher que tampouco chorava, mas ainda tocava-lhe o rosto com gentileza.
Soluçando tentou novamente, com mais franqueza dessa vez “há muito tempo sei que o que me mantém ao seu lado é apenas sua consideração por minha pessoa, não fira a minha dignidade me mantendo como uma velha amante na qual não se interessa mais, já estou ferida o suficiente, alteza, então só peço que reúna o que sobrou do carinho que um dia teve por mim e me permita voltar a carregar com honra o meu título, me faria deveras feliz”
A rainha negra sentia ao mesmo tempo a dor e a clareza da catarse, afastou-se do toque como se lhe queimasse a face, seus olhos grandes e marejados buscavam por toda a figura da mulher compreensão que aquilo era real. Uma onda de ansiedade caiu sobre seu corpo, a caravana estava de partida e se a ordenasse que permanecesse sabia que nunca mais teria noticias dela, mas.......mas ainda havia tanto que precisava compreender, queria gritar que a amava verdadeiramente, todavia nesse estado do que valeriam suas palavras? Então chutou algo, a primeira coisa que lhe veio à mente.
“o rei consorte à incomoda?” rapidamente percebeu o erro na escolha de palavras quando seu rosto tristonho se enfureceu
“não me ofenda” cuspiu “não é hora para isso”
“me abandona por ciúmes, é isso?” aos que estivessem mais próximos da porta ao lado de fora já era possível ouvir a exaltação de espíritos
Aproximando como se fosse para cima da rainha, a mulher se pôs ao lado dela e sussurrou entre os dentes “não ouse me acusar de abandono quando foi você que me deixou primeiro” sem esperar por uma replica cruzou a sala pisando forte e saiu pela grande porta, convocando a caravana para partir, seu tom era frio e grave.
Se controlando para não parecer desesperada a rainha surgiu logo atrás, mantendo a pose e se despedindo mais uma vez, pode observar sua amada de costas carregando o pequeno Joffrey no colo, era engraçado pois já era grande demais para isso mas era apegado. As vezes o pequeno chamava as duas de mãe devido o tempo que passavam juntos, Foi neste momento que percebeu que também havia reduzido uma guerreira a uma babá.
Agora na grande sala temia ficar só com seus pensamentos pois com toda a certeza eles revelariam as demais vezes que fez pouco de alguém que amava tanto, entretanto uma coisa era verdade, era hora de governar e ganhar uma guerra, não importava a sede do peito, não agora.....era o que ela diria.
"You're not my homeland anymore So what am I defending now? You were my town Now I'm in exile, seein' you out"
86 notes · View notes
chiquititamia · 6 months
Text
Lo más dulce
Tumblr media
Enzo Vogringic x female oc +18
Este es mi primer fanfic, he intentado muchas veces pero esta es la primera que logro terminarlo. Seguramente tenga muchos errores, pero ahí les va. Les pido que me digan qué les pareció y si quieren una segunda parte, sí? Disfruten :)
warnings: sexo oral, todo muy explícito
Era un hermoso día de primavera, de esos en los que de repente te das cuenta de que el viento ya no es frío. Un dulce olor a flores inundaba las calles empedradas del pequeño pueblo de montaña en el que el cast de La sociedad de la nieve se había instalado durante el rodaje.
Tenían el día libre, así que Enzo había decidido dar una vuelta al mediodía. Su bicicleta rodaba por las calles bajo el sol, había olvidado lo agradable que es pasear de esa manera. Tan sólo el sonido de la cadena de la bici y de las cigarras llenaban el aire, al fin y al cabo, era la hora de comer y la gente se encontraba en sus casas protegiéndose del sol.
Hablando de eso, Enzo notó un pequeño gruñido en su estómago, el hambre comenzaba a formarse, sería mejor que encontrase un sitio donde comer.
Dejaba que la bicicleta le llevase pasivamente, sin pedalear, aprovechando una ligera cuesta hacia abajo.
Al doblar una esquina, no podía creer sus ojos: ¡un restaurante vegetariano! En un pueblo tan pequeño no esperaba algo como eso. No se lo pensó dos veces. Apoyó su delgada bicicleta en la puerta del humilde establecimiento, sin sentir la necesidad de atarla, ya que la honestidad y amabilidad de la gente no habían hecho más que acompañarlos durante su estadía allí. De todas formas, no había nadie a la vista.
Nada más entrar al pequeño restaurante, sintió el alivio inmediato de la sombra en su piel, caliente por el sol. Dentro se estaba fresco, y un maravilloso olor a comida le enamoró, no podía creer su suerte.
Tan sólo había cuatro mesitas de madera en ese local tan lindamente decorado. Junto a la barra, una vitrina albergaba deliciosos postres caseros: lo que parecía ser una tarta de zanahoria, una de chocolate y pequeños pasteles de manzana y crema. Los ojos de Enzo brillaban devorando los manjares ante él.
Una dulce voz le sacó de sus pensamientos.
¿Hola, puedo ayudarte?
Una hermosa chica de melena larga y negra le miraba con ojos curiosos, sonriendo. Llevaba una camiseta de tirantes y una falda debajo de un pequeño delantal. Ella debía ser la dueña del local, pensó Enzo.
Buenas, sí, eh…
¿Qué le pasaba? ¿Desde cuando era así de tímido frente a una mujer? Las palabras no le salían, lo que le hizo patearse a sí mismo mentalmente por que tenía que estar quedando como un tonto ante ella.
Ella se rio ante la falta de palabras del moreno.
¿Tienes hambre?
Soltó una risa.
Sí, sí… muchísima, vengo de pasear con la bici…yo… - explicó casi tartamudeando, con media sonrisa.
Bien, ¿por qué no tomas asiento y te traigo una carta y algo de beber?
Enzo tragó duro, y asintió mirándola fijamente. Ella, se dio la vuelta grácilmente provocando un soplo de aire perfumado con su melena. El olor a coco y mango de su champú no hizo si no despertar aún más su hambre, aunque quizás no tanto la que aquejaba su estómago.
Cuando se sentó, el uruguayo dejó su mochilita de tela en el asiento libre que tenía al lado. Sacó su móvil y comprobó sin mucha sorpresa que no tenía nada de cobertura y apenas batería, pero tampoco le importó, no tardaría en comer y volvería con los chicos a su residencia.
Antes de que se diera cuenta, la chica había regresado con un menú y un vaso de agua helada, lo cual él agradeció profusamente.  Si bien no había muchos platos entre los cuales elegir, todos sonaban estupendamente para su estómago vacío, con el plus de que no tenía que limitarse entre una o dos opciones como normalmente, ya que casi todos los platillos eran veganos o vegetarianos. Se decidió por lo que más le apetecía: Wok de noodles con vegetales, salsa teriyaki y aceite de chile tostado. “Suena bárbaro”, pensó.
Enzo observaba discretamente a la que parecía ser la dueña, la camarera y la cocinera, todo en la misma persona.  La chica danzaba en la cocina entre los fogones, manejando con soltura los utensilios; alguna llamarada ocasional salía de debajo del wok, alarmándole, pero ella parecía esgrimirlas como una hechicera, sin miedo.  
No puede evitar reparar en como sus caderas y su trasero se contonean con los movimientos. “Quizá esté escuchando música” se dijo Enzo, no comprendiendo si no, el ritmo hipnótico de su cuerpo.
Y aquí está – dijo ella depositando el plato humeante frente a él.
Muchas gracias, tiene una pinta buenísima…
La camarera volvió detrás de la barra tras desearle buen apetito a su único comensal y él comenzó a devorar el plato con gusto.
Las miradas entre ambos no eran directas, si no veladas e intermitentes. Ella fingía no prestarle atención y dedicarse a sus tareas, mientras que él trataba de limpiarse constantemente la boca con la servilleta para no tener además de todo, pinta de boludo con la cara manchada de salsa.
¿Estaba loco o ese era el mejor plato que había comido en su vida? Quizás tan solo estaba hambriento… ¿O era porque ella lo había preparado?
Cuando hubo terminado el plato se levantó tomándolo y lo llevó a la barra junto con su vaso, también vacío, para ahorrarle a la chica el viaje hasta la mesa, siempre tan galante.
Ella sonrío y sacó el ticket de la caja registradora. Él le devolvió la sonrisa y le sostenía la mirada mientras buscaba su billetera en la pequeña mochila de tela.
Más pronto que tarde, su rostro se tornó preocupado. No puede ser. Su cartera no estaba más ahí. Un pensamiento le cruzó la mente como un rayo. Esa misma mañana la había cambiado de sitio a una riñonera nueva. Lo había olvidado completamente. ¿Qué carajo iba a hacer ahora?
No era muy difícil adivinar qué estaba sucediendo, él dirigía su mirada al fondo de la maldita mochila y después a los ojos de la chica, frenéticamente.
Te juro que no sabía, yo… A-ahora mismo voy a buscar mi bille-
Es que estaba por cerrar -dice la camarera sin perder la sonrisa, como divertida por la situación.
Entonces esta noche, y-yo … mierda, lo siento mucho­­- Enzo notaba sus mejillas y todo su rostro ardiendo por la vergüenza, se sentía como un idiota.
¿No se te ocurre otra forma de pagarme? - ronroneó ella.
Enzo se quedó congelado, aunque a decir verdad estaba totalmente acalorado. No podía ser que estuviera escuchando lo que acababa de escuchar. Pero tampoco cabía la posibilidad de que se estuviera refiriendo a ninguna otra cosa, ¿no?
Todas sus dudas se derritieron cuando ella paseó su mano por el pecho de él, acariciando el borde de su camisa.
¿Eso querés? -trató de sonar confiado.
Ella se mordió el labio, respirando el aliento cálido de él.
Enzo no esperó a que ella respondiera, pues sus ojos ya le estaban dando la respuesta que buscaba, y que en el fondo había anhelado desde que entró en el pequeño restaurante.
La verdad que me he quedado con ganas de algo dulce… ¿sabés, chiquita?, como con hambre de algo vegano ¿entendés?
En ese momento él lanza una rapidisima mirada por la ventana del local para comprobar que no haya nadie cerca que vaya a interrumpirles. No hay nadie. Entonces, como si algo en su cuerpo y mente hubieran mutado repentinamente, Enzo toma su rostro entre las manos con una firmeza que ella había intuido, pero que no había experimentado hasta ahora. Se lanza a besarla sin ambajes, como si no fuera la primera vez que lo hace con ella, como si ya supiera qué es lo que le gusta, qué tiene que hacer para derretirla. Su lengua entra en su boca de forma imparable, la diferencia de tamaños entre sus cuerpos cobra importancia desde ese mismo momento, siente que la va a devorar. Si bien hasta ese momento ella había llevado la voz cantante con su actitud de femme fatale, eso ahora no le servía más. Él era el que estaba al control, sus labios guiaban a los suyos, contenía su mandíbula como una pequeña jaula donde introducir su lengua como una serpiente. Lo único que ella podía hacer era intentar seguir su ritmo y disimular lo muchísimo que le costaba no empezar a gemir.
Sin casi darse cuenta, él la había ido empujando hacia el interior de la cocina, habían caminado al unísono enredados en un nudo de cuerpos en el que ya casi no quedaba ninguna pena.
Pasó sus grandes manos por su cintura mientras seguía besándola, redondeando sus formas. Agarró sus gluteos por debajo de la falda. Ella se felicitó a sí misma por haber escogido sus braguitas negras de encaje para ese día, por ninguna razón en especial. Enzo metió sus dedos por debajo del elástico que abrazaba sus caderas, amenazando con bajarlas en cualquier momento.
Me estabas poniendo malo, nena, ¿sabías?
Ella aprovechó el pequeño respiro que le dio a su boca para contestar un leve “sí”
Ah, sí, eh? Mirá vos… - sonaba divertido, pero también desafiado.
Sin ningún esfuerzo colocó sus brazos debajo de sus muslos y la subió a la encimera, junto a los fogones. Ante eso, ella no pudo contenerse más y gimió sin poder evitarlo, mientras clavaba sus uñas bien cuidadas en la nuca de él, de donde se estaba agarrando.
Me vas a dar algún dulce, gatita? Mirá que tengo mucha hambre…
Ella asintió rápidamente, como una niña obediente.
Sí…? - Decía mientras depositaba besos húmedos por su cuello, ¿qué me vas a dar? – ronrroneaba entre cada lamida.
Ahh…yo…
No podía parar de gemir, ninguna palabra, y mucho menos frase coherente iba a salir de su boca, simplemente no podía pensar, no mientras su lengua caliente recorría su cuello, no mientas sus manos invadieran el interior de sus muslos como si fuera el pan que ella misma había amasado esa mañana, sobre esa misma superficie. Sentía que estaba arruinando su ropa interior, no recordaba haber estado así de húmeda jamás.
 ¿Y? ¿qué me vas a dar? -comenzó a bajarle las bragas por la cintura ¿Una frutilla? ¿Eso tenés? – en lugar de pedirle que se levantara para poder sacarle la ropa interior la recostó en la encimera, tumbándola ligeramente, deslizando la prenda ya empapada por sus piernas.
Sin pedir permiso, abrió sus piernas para contemplar lo que sus bragas, ya tiradas por el suelo escondían. Enzo tragó saliva, provocando que su nuez se moviera por su garganta deliciosamente. De forma involuntaria apretó la mandíbula, había encontrado el postre más rico del restaurante.
¿Esta frutilla es tuya?- la miró a los ojos mientras un pulgar delíneaba sus labios ahora expuestos, como si nada.
Ella atinó a asentir con ojos suplicantes.
No,… no es tuya, es mía, chiquita. Es mía y me la voy a comer, ta? ­­– nunca una corrección le había parecido tan bien.
Sin más preámbulos bajó su cabeza hasta enfrentar su centro, que estaba húmedo estaba claro, pero es que además emanaba calor, parecía palpitar con deseo.
Y entonces empezó a comer.
Empezó a comer, comer y comer.
Abría la boca y manejaba su lengua como si en realidad le estuviera dando un beso francés, solo que en una boca distinta. Se introducía en ella como si no dispusiera de nada más que esa parte de su cuerpo para satisfacerla, con avidez.
Ella se deshacía en gemidos, no se retenía más, le daba igual gritar, sabía que nadie podía oirla, a esas horas no había nadie en la calle, no bajo ese sol abrasador. Pero, si así fuera, ¿sería capaz de parar?
Claro que no, aunque quisiera no podría pararle. Su boca mamaba de ella como un cachorro hambriento, no podría apartarle. Y sinceramente no querría por nada del mundo.
Qué rica que estás nena, sabes a miel … - dijo mientras introducía su dedo corazón en su vagina, con maestría, sin parar de lamer, en perfecta sincronía, como si su lengua y su mano fueran entes separados que sabían actuar de forma perfecta e independiente.
No faltaba mucho tiempo para que llegara a su clímax, lo notaba formándose en su bajo vientre, si seguía así no iba a durar nada.
Me voy a…!
A venir? Venite, princesa, vamos…- paró dolorosamente un par de segundos para pronunciar esas palabras, y al volver a tocarla con su lengua ella no pudó más y explotó en su boca como un fuego artificial. Grandes oleadas de placer arrasaban en ella, que gritaba y gemía. Él notaba como el único dedo que le había introducido quedaba aprisionado y recibía apretones entre sus paredes que pulsaban en su orgasmo. No lo sacó hasta que ella le hizo un gesto, recostándose ,agotada y sudorosa en la superficie donde normalmente trabajaba.  
Aún le costaba recuperar el ritmo normal de su respiración, y por una vez, su mente no se encontraba preocupada por tonterías como si estaba despeinada, o qué le había parecido al otro su ropa interior o si había gemido suficientemente sexy. Esta vez su cuerpo simplemente estaba anegado por el placer tan animal que Enzo le había provocado. Todo lo demás no importaba.
Él se había parado y se estaba echando el pelo hacia atrás, también estaba sudando. Gracias a Dios que un pequeño ventilador metálico les estaba apuntando a los dos, de lo contrario habrían muerto de calor.
Qué linda que sos, muñeca.
119 notes · View notes
dreaming-star20 · 9 months
Text
Infidelidad
Una persona con el corazón roto es capaz de cualquier cosa por despecho. Cuando Antonio se enteró de que su esposa le había sido infiel, se volvió loco. 20 años de matrimonio se fueron directamente a la basura. Aparentaba estar tranquilo ante todos, incluso firmó los papeles de divorcio sin ninguna protesta. Pero de lo que nadie se había percatado era que Antonio cocinaba su venganza desde las sombras. Hasta donde él sabía, su esposa estaba por fugarse de la ciudad con su amante, varios años más joven que Antonio. Las piezas estaban en el lugar ideal para la venganza.
- Veo tu cara en el espejo, y por más que lo intento, no comprendo lo que vio ella en ti. 
Tumblr media
Germán, el joven hombre de 29 años, se dijo a sí mismo en el espejo, mientras con sus manos, acariciaba su musculoso cuerpo lampiño. Bueno, algo así. Si bien ese era el cuerpo de Germán, era Antonio quien lo utilizaba. El hombre había robado el cuerpo de este joven como parte de su plan.
- Quiero decir, eres guapo, bastante, a decir verdad. Y tienes un cuerpo bastante sexy. Pero yo también tengo lo mío. Para empezar, gano más dinero que tú. En lo que respecta a la apariencia, es verdad que no hago tanto ejercicio como tú, pero nunca he descuidado mi cuerpo.
Mientras estas palabras salían de su boca robada, Antonio continuaba sintiendo con sus nuevas manos cada centímetro del cuerpo de Germán. Poco a poco sus dedos se acercaron hacia su zona más íntima. Sin vacilar, sus dedos entraron por debajo de su ropa interior y le dio un buen apretón al largo y sensible trozo de carne circuncidada entre sus muslos.
Mientras estas palabras salían de su boca robada, Antonio continuaba sintiendo con sus nuevas manos cada centímetro del cuerpo de Germán. Poco a poco sus dedos se acercaron hacia su zona más íntima. Sin vacilar, sus dedos entraron por debajo de su ropa interior y le dio un buen apretón al largo y sensible trozo de carne circuncidada entre sus muslos.
- ¡Vaya muchacho! Puedes sacarle el ojo a alguien con esta cosa. Pero el mío es mucho más grueso.
Una sonrisa arrogante se dibujó en el rostro de Germán, una que el verdadero nunca haría. Antonio continuó con su monólogo frente al espejo, odiaba admitirlo, pero toda esta experiencia lo excitaba demasiado.
- Bueno, no importa lo sexy que seas, ahora todo esto me pertenece. Yo soy tu, al menos por ahora. No me malinterpretes amigo, esto tiene poco o nada que ver contigo. Tu no tenías idea de que te estabas metiendo con una mujer casada. Simplemente estuviste en las circunstancias incorrectas. Pero, en fin, eres justo lo que necesito para vengarme de ella.
Antonio terminó de quitarse la ropa que llevaba puesta, dejando al aire libre la hombría de Germán, además de su redondo y suave trasero. La figura redondeada del par de melones que ahora poseía fue irresistible para Antonio. Se dio una fuerte nalgada que hizo a sus glúteos temblar como dos gelatinas.
- La idea original era grabarme teniendo sexo con varias de las amigas más íntimas de mi ex, pero tengo una mejor idea. Llevo semanas con una inquietud en la cabeza, pero no me atrevo a intentar en mi propio cuerpo. Supongo que esta es mi oportunidad.
Antonio les dio un fuerte apretón a las suculentas nalgas de Germán. Estaba muy excitado por la emoción de estar en un nuevo cuerpo. Y más por el estar en uno tan sexy. Se dirigió a la mesa de noche junto a su cama, abrió el cajón, y de él sacó una bolsa negra. Dentro se encontraban un estimulador de próstata totalmente nuevo y una botella de lubricante. Solo Antonio sabía cuánto tiempo llevaban esos objetos guardados. Antonio sacó de su empaque el vibrador y se aseguró de cubrir meticulosamente todo lo largo del objeto de plástico con suficiente lubricante. Aún recordaba con recelo su último chequeo médico, cuando tuvo que consentir un tacto rectal. Salió del consultorio caminando como un cervatillo. Antonio se agachó casi hasta tocar sus pies, de tal manera que su trasero quedó expuesto al cielo.
Todo estaba listo, y con una mezcla entre emoción, duda y algo de miedo, Antonio acercó poco a poco el estimulador a su ano. Introdujo suavemente la punta en su culo virgen, y con toda la delicadeza que pudo, metió el objeto hasta el fondo. Antonio se incorporó y se vio de nuevo al espejo. Hasta el momento todo iba excelente, su rostro mostraba genuina emoción. Su pene incluso se había comenzado a poner erecto sin haberlo tocado. Antonio se recostó cómodamente en su cama y tomó el control del vibrador. La verdadera diversión estaba por empezar. Con mucha seguridad presionó el botón de encendido, haciendo así que un muy corto y rápido movimiento sacudiera el ano robado de Germán. Esto solo había sido el aviso de encendido, pero fue más que suficiente para que un gemido escapara de los labios de Antonio.
La mirada de Antonio se llenó de determinación. Configuró el aparato a una intensidad media y con vibración constante. Tan pronto cómo el estimulador comenzó a hacer su magia, Antonio comenzó a retorcerse de placer en la cama. Daba vueltas y vueltas por todos lados, intentando agarrarse de las sábanas. Las olas de placer recorrían su cuerpo, su respiración comenzó a agitarse. Gemidos, bufidos e incluso gritos se hicieron audibles por toda la habitación. Antonio estaba volviéndose loco de placer. Gotas de líquido preseminal salían de la punta de su pene erecto, que se sacudía erráticamente al ritmo de sus caderas.
Su parte consciente se repetía a sí mismo una y otra vez que debía controlarse, pero poco a poco la lujuria y el placer fue todo lo que su mente obedeció entre el caos sensorial. Constantemente Antonio tapaba su boca, en un intento deliberado de no dejarse llevar tanto por sus instintos. “¿Por qué hago esto?” pensó a la vez que apartaba sus manos de su rostro y se dejaba llevar por la excitación. Respiró profundamente, recuperando un poco el aliento, y a partir de ese momento dejó que el cuerpo que tanto trabajo le había costado robar fuera dominado por sus instintos más salvajes. 
Los ruidos de placer se hicieron más intensos. Probablemente podían escucharse desde la calle, pero a Antonio no le importaba. Su cuerpo estaba empapado por el sudor. El olor que emanaba de él era exquisito. Con sus fuertes manos recorrió cada parte del cuerpo bien tonificado de Germán. Su pene se encontraba ya a reventar. Antonio quería llegar de una vez por todas al clímax, así que tomó la botella de lubricante, se untó las manos con él y comenzó a acariciar furiosamente su verga. No pasó mucho tiempo hasta que hilos de blanco y caliente semen salieron disparados en todas direcciones. El cuerpo de Germán terminó cubierto en sus propios fluidos. Varios chorros aterrizaron en su cara, uno incluso en su boca, permitiendo a Antonio probar por primera vez en su vida el jugo viril de otro hombre.
- No puedo esperar para que metan algo aún más grande por allí. Esto va a ser aún mejor de lo que había pensado. - Antonio apagó el vibrador y recobró su aliento. Tras unos minutos pudo ponerse de pie, tomó una toalla de su baño y se limpió un poco. Sabía que debería haberse duchado, pero le pareció más apropiado conservar su cuerpo cubierto por fluidos corporales. Se puso de nuevo sus Jens y se recostó de nuevo viendo hacia el espejo.
- Voy a matar dos pájaros de un tiro contigo. Tú no te preocupes amigo, descansa allí adentro. Cuando salga de ti no recordarás absolutamente nada de todo esto, y yo abre obtenido mi venganza contra esa perra que alguna vez llamé esposa.
Tumblr media
165 notes · View notes
hefestotv · 1 month
Text
Tumblr media
Dessa vez o programa começava de maneira diferente. Logo após a exibição da logo do reality, ao invés das câmeras mostrarem Hefesto no estúdio, estavam em um cenário específico demais para ser a superfície.
As paredes de obsidiana negra, cravejadas com ossos brancos e polidos, pareciam pulsar com uma energia sombria. Ao longo da sala, tochas acesas em chamas esverdeadas tremulavam fracamente, projetavam sombras inquietas que se moviam como criaturas vivas, sempre à espreita. Bem no final da sala, o Trono Hades se erguia de maneira imponente e majestosa. Ébano preto, grande e alto. Com estalactites afiadas surgindo no encosto e na ponta delas, crânios esculpidos. O Trono de Hades parecia ter imagens de almas torturadas surgindo ao longo da estrutura, para qualquer um que olhasse, manter a atenção ali era difícil, impossível. Mas para Perséfone? Não havia nada mais fácil. Aquela aura fria e sombria que o Trono combinada com a presença do deus em nada afetava a deusa. A teimosia da Rainha do Submundo era vista em seu olhar, na determinação que ela o encarava. “Eles não merecem isso, Hades. São apenas crianças. Devemos ajudá-los!” Perséfone tentou.
Hades, por sua vez, revirou os olhos. "Este não é um lugar para inocentes, Perséfone. Eles caíram aqui pelo destino e aqui permanecerão. Não é nossa função interferir no fluxo natural do fio das Parcas.” argumentou para ir contra a insistência alheia.
“As Parcas não estão…” a deusa calou-se com rapidez, soltando um suspiro pesado. O que quer que fosse dizer, morreu em sua língua e não saiu.
“Cuidado com suas palavras, minha esposa.” o deus alertou, os olhos escuros fixos na figura feminina. “Cuidado com seus atos. Você sabe que eu não poderei ajudá-la caso algo dê errado.” acrescentou. Naquele instante, Hades realmente parecia cansado. A câmera-autômato mudou para se aproximar, por trás do trono do deus para pegar a expressão de Perséfone de frente e a expressão da deusa… parecia entristecida.
“Eu sei. Mas não posso deixá-lo sucumbir por um erro nosso, posso?” A voz soou mais suave e desprevenida da raiva anterior. Agora havia apenas um arrependimento pesado. Hades de repente se levantou. Perséfone olhou-o confuso quando o deus começou a andar ao redor da sala, mas então ele se virou exatamente de frente para a câmera, erguendo as sobrancelhas. “Parece que temos uma audiência.” ao dizer isso, estendeu a mão na direção da câmera e o vídeo foi cortado, ficou preso.
A tela voltou a clarear com uma visão do submundo lá fora da Casa de Hades, mostrando onde os semideuses Caídos estavam escondidos. As sombras que estavam por perto pareciam se mexer, se aproximar mais dos semideuses e não dava para saber se era uma jogada de câmera ou não, mas então as sombras pareceram ficar mais sólidas e um cão enorme surgiu. Um cão infernal.
Na superfície, os semideuses soltaram um suspiro coletivo. Assim como o cão infernal que matou na enfermaria Aiden, filho de Apolo, aquele ali iria matar todos? A resposta para essa dúvida veio logo em seguida quando o cão chamou atenção de Aurora para deixar aos pés dela uma mochila. A semideusa não parecia com medo e nem surpresa, ela apenas parecia agradecida. O olhar em sua face era como estar vendo um velho amigo. E talvez fosse, já que a ajuda vinha em uma boa hora e o cão desaparecia com a facilidade com a qual surgiu.
“Se alimentem e se hidratem, semideuses. A jornada ainda é longa.” o recado de Perséfone estava preso dentro da mochila junto com alguns lanches industrializados. Na superfície, uma criança da deusa soltou uma risada e comentou que a mãe foi esperta, já que se oferecesse uma comida do submundo para aqueles campistas, eles ficariam presos ali no Mundo Inferior.
Comida e água garantidos. O dia dos semideuses seguiu. As câmeras mostraram de novo a paisagem sombria do submundo com terra se entendendo horizonte além, o céu alaranjado parecendo fogo, a areia opaca, as altas montanhas escuras… e no meio destas, um grupo de criaturas estranhas surgiu. As câmeras se aproximaram com zoom e enquanto os campistas da superfície viam duas daquelas criaturas se desgarrando do bando. O que eram elas? Os adolescentes não sabiam, as crianças muito menos. Alguns semideuses mais velhos, porém, sussurram atônitos.
Ghouls.
Os dois Ghouls passaram a atacar os semideuses e Melis pareceu ter uma boa estratégia quando ficou invisível para tirar a atenção de um deles. Os dentes afiados com sangue pingando da mandíbula larga, os olhos enormes, a pele pálida ressecada e aquele barulho infernal que eles faziam trariam pesadelos aos semideuses. Para desespero de quem assistia, no canto da câmera e logo ganhando destaque, o outro Ghoul que não era distraído pela filha de Hermes atacava Tadeu. O filho de Nêmesis quase foi morto, mas escapou com a ajuda da filha de Quione. A câmera voltava para Melis enquanto a semideusa bravamente com sua arma decapitou a criatura. Todos comemoraram e gritaram ainda mais quando a câmera focou em Arthur surgindo para, com sua lança, exterminar aquela última criatura.
Todos estavam inteiros, ao que parecia. Mas por quanto tempo? Porque os Caídos não tiveram tempo para respirar, a Quimera surgia para dificultar a vida daqueles pobres coitados.
Dois Ghouls foram difíceis, mas um Quimera? Com o fogo sendo atirado em todas as direções e quase atingindo Katrina? Aquilo despertava coisas piores do que a ânsia pela sobrevivência. Despertava gatilhos que nem mesmo Hades poderia prever que alguém teria. O fogo parecia acionar algo na filha de Éris e os semideuses na superfície testemunharam o que parecia ser o início de um massacre. Ao invés de lutar contra o monstro, Katrina e Arthur lutavam entre eles. Os poderes dos dois atuavam como dois ímãs de pólos iguais fariam. Se repelem. O caos estava instalado. A briga era feia e as câmeras não sabiam se pegavam aquele desastre ou se ficavam na Quimera que Tadeu, Aurora e Melis lutavam para controlar. Os três semideuses mostraram um foco imenso em acabar com a vida daqueles monstro enquanto os poderes descontrolados de Katrina e Arthur queimavam a energia dos dois.
De um lado, Tadeu dava um fim na cabeça de cabra da Quimera, Aurora matava a cabeça de leão; do outro, os campistas assistiam em choque a filha de Éris revelar um par de asas no meio da confusão. E a briga sendo separada, a adrenalina correndo não só nas veias daqueles Caídos como também nas dos que assistiam.
O silêncio que se seguiu foi ensurdecedor.
A câmera se afastava mostrando os semideuses tentando se recuperar e só então… poucas pessoas em cada chalé pareciam notar uma coisa. Só havia cinco semideuses lutando.
Ninguém teve coragem de verbalizar aquela percepção mas não foi preciso fazerem já que a imagem da tela retornou para a Sala do Trono. Hades sentado em seu Trono de Ébano preto com crânios à mostra no encosto e nos apoios dos braços, ao seu lado, Perséfone, em um Trono de Ébano preto também mas ao invés de crânios, era repleto de flores espalhadas de maneira elegante.
Nos pés de Hades estava esticado o corpo sem vida do filho de Dionísio.
“Acredito que os intrusos de Hefesto não tenham mostrado o que aconteceu ao filho de Dionísio, não é? O garoto não resistiu ao impacto com o chão.” começou indo direto ao assunto, ao seu lado, Perséfone revirava os olhos com a forma insensível que o marido agia naqueles momentos.
“Seu último ato em vida foi de proteção. Lutou na superfície para proteger o acampamento meio-sangue e aqui no nosso Reino, ele protegeu os amigos. Sua alma está em êxtase nos Campos Elísios e seu corpo será enviado para a Casa Grande para que vocês possam fazer uma despedida digna.” a deusa disse de maneira suave, havia empatia em suas palavras. Não precisava de grosseria em um momento como aquele, o chalé de Dionísio já sentia o luto. O deus do submundo fez um movimento leve com a mão e sombras envolveram o corpo do semideus no chão, transportando-o direto para a Casa Grande.
“Feito. Mas agora, acredito que a preocupação de vocês deveria ser com os vivos, não com os mortos. Tenho cinco intrusos aqui que não me pertencem e eu não os quero em meus domínios perturbando minhas criaturas.” Hades reclamou. Aqueles semideuses já tinham matado dois Ghouls e uma Quimera! Precisavam ir embora dali. “Vocês terão uma chance de recuperá-los. Mas faremos uma troca.” o deus se inclinou um pouco em seu trono, o olhar pesado trazendo um arrepio na espinha de cada um que o assistia. “Quíron, Dionísio, enviem dois de seus campistas até mim. Os seus Caídos vão estar aqui no aguardo para serem resgatados. Em troca deles, eu quero um amuleto.” a voz do deus era firme, decidida. Pela primeira vez naquele episódio, Perséfone também ficava séria. “Sem enrolação. Um amuleto em troca dos cinco Caídos.” reafirmou. “Minhas Fúrias vão trazê-los até a minha casa e, caso vocês não cumpram com a parte de vocês… elas terão um belo jantar.” finalmente Hades sorria, soando mais descontraído. “E Hefesto, se você tentar me espionar de novo após a saída desses pestinhas, eu vou colocar Cérbero para brincar com os seus filhos.” anunciou, as sombras mais uma vez engolindo a câmera.
O vídeo exibia Hefesto parecendo sem graça no cenário onde apresentava o Reality, depois de uma aparição daquelas, como ter realmente algo bom para falar? “E estes foram os nossos convidados, como prometido. Sugiro que tirem a noite para velar o companheiro enviado para a Casa Grande mas não percam mais tempo em planejar a ida para o Submundo. Hades não irá esperar por muito tempo e não sabemos quanto mais seus amigos conseguirão sobreviver.” o aviso era simples porém direto. Com um aceno, o deus das forjas se despediu. “O próximo episódio é o último e eu espero que eu consiga mostrar um final feliz. Então boa sorte, semideuses. E que os deuses os ajudem.”
A transmissão era encerrada com a logo do programa e logo em seguida já começava a exibição de um episódio antigo do programa de pegadinhas de Hermes. Mas não precisava alguém dizer que hoje teria uma audiência baixa. Ninguém estava no clima, não sabendo que na Casa Grande havia mais um deles sem vida.
A CHAVE DA MORTE
Nas mãos do semideus que foi transportado para a Casa Grande havia uma chave de ossos. Enrolado na chave, um pergaminho pequeno. “Daqui uma semana, os Escolhidos devem se dirigir sozinhos até a Caverna dos deuses e, juntos, esticarem a chave na direção do lago na parte interna da caverna. Uma porta irá se abrir e a chave nas mãos de ambos irá se dissipar. Os Escolhidos devem trazer o amuleto e, quando este for entregue, darei uma segunda chave para que possam abrir uma nova porta para retornar ao acampamento junto com os Caídos.”
As instruções eram claras: haveria uma troca e nada poderia dar errado. Do contrário, todos virariam jantar das Fúrias.
OOC
E veio aí o episódio da revelação do plot twist! Agora sim todos sabem que o filho de Dionísio, Brooklyn Edwards, morreu durante A Queda.
É Canon que o semideus recebeu a mortalha e seus irmãos prepararam a cerimônia de queima dessa mortalha, assim como acontece quando um campista morre.
E agora posso revelar sobre o tal sorteio! O sorteio será para que DOIS CAMPISTAS se dirijam até o Submundo.
Esperamos que gostem desse episódio e vamos ansiosos ver como será construído o próximo!
Lembrando que este é apenas um resumo da situação, a luta em si vocês podem acompanhar nos blogs dos Caídos.
ACOMPANHEM OS CAÍDOS!
41 notes · View notes
margicristal13 · 15 days
Note
Hola señorita margi , tengo una idea para un dibujo croopy
En el dibujo cross esta sentado en un sofá , con su manga larga negra pero normal , y el esta viendo su teléfono , mientras que goopy esta alado suyo durmiendo recostada sobre su pierna , y cross tiene su otra mano sobre el vientre de goopy , porque ella está embarazada , y en el vientre de goopy se puede ver el alma de su bebé ,
( PD : goopy tiene su vestido negro del shiptober day 5 , y que el vientre de goopy se un poco grande , es decir que su vientre está de 27 semanas de embarazo )
Para explicar mejor el dibujo , es tipo como este
Tumblr media
ORIGINAL : SHAMBA999
Tumblr media
no me gusto como quedo la luz y sombra
cross by @xtaleunderverse\@jakei95
goopy by sunnycider
29 notes · View notes
victormalonso · 6 months
Text
Tumblr media
de luz y de sombras | victor m. alonso
123 notes · View notes
villasmillove26 · 17 days
Text
Un beso un secreto ajeno, que no puede ser develado, una mirada oculta como el eclipse de la luna, un misterio en tu boca que mis labios necesitan descubrir a toda costa, aún lucho por volver a ver, aquella tan dulce presencia, como la sombra de la piel más negra, o más clara como la luz del sol más duradera, besarte sería un aleluya pasajera, pero perdurable como la iluminación de las estrellas.
32 notes · View notes
kretina · 3 months
Text
Tumblr media Tumblr media
MIYA HORCHER? não! é apenas KATRINA DELA CRUZ,  ela é filha de ÉRIS do chalé TRINTA  e tem VINTE E SEIS ANOS. a tv hefesto informa no guia de programação que ela está no NÍVEL III por estar no acampamento há ONZE ANOS, sabia? e se lá estiver certo, TRINA é bastante DIVERTIDA mas também dizem que ela é MANIPULADORA  mas você sabe como é hefesto,, sempre inventando fake news pra atrair audiência.
! DESENVOLVIMENTO DA PERSONAGEM.
extras: reflexo e força sobre- humanos; bissexual, CONSELHEIRA DO CHALÉ DE ÉRIS; faz parte da equipe de patrulheiros e da equipe azul de luta. aniversário em 24 de outubro, do signo de escorpião; instrutora de sobrevivência em ambientes hostis.
manipulação do ódio; o usuário pode sentir e manipular todos os aspectos do ódio, de si mesmos, pessoas, animais e outras criaturas, quer aumentando, diminuindo, causando ou de outra forma canalizando o ódio, até manifestando a energia emocional ao nível físico. ao encher-se de ódio, é capaz de se fortalecer em vários aspectos. cada coisa que ele odiar será uma fonte a mais para suas capacidades e, com isso, ele se torna mais forte e mais resistente, além de obter vigor e regeneração muito maiores. katrina, também consegue transmitir o ódio através de alguns objetos, o mais costumeiro é sua guitarra; através das notas musicais, consegue expandir o ódio pelo ambiente. nova adição: katrina descobriu que quando utiliza seus poderes, uma marca fica no indivíduo, como um cartão de visita. ela consegue através dessa marca, ver o que cada pessoa fez quando sob influência do seu poder, contudo, quanto mais tempo se passa do uso, essa marca vai ficando mais fraca e perde a eficácia.
asas da discórdia (passivo): assim como sua mãe era uma deusa alada, a prole de éris terá um par de longas asas negras, reptilianas, que podem se mimetizar em uma peça de roupa assim como, em seu corpo; sendo liberta apenas diante da necessidade do portador. até o presente momento, katrina consegue apenas planar, mas possui a habilidade de voar, precisa apenas aprender. imagem de referência.
benção de nêmesis: após se vingar de alguém do seu passado, o matando em nome de um grande amor, a deusa da vingança concedeu a katrina uma benção. a semideusa se envolve em sombras e desaparece da visão, permanecendo invisível até realizar uma ação hostil e ser revelada. no entanto, a benção só funciona se caso houver uma sombra, em dias de muita claridade ou ausência de escuridão no ambiente, não consegue se camuflar.
grilhões da discórdia; um par de pulseiras com vários detalhes de caveiras e espinhos. ao comando do portador torna-se um par de correntes feitas de ouro imperial que prendem-se ao pulso de trina. costuma utilizar das correntes para atingir seus alvos ou prendê-los por um tempo junto a si, mas basicamente, as correntes têm o mesmo efeito que chicotes.
o punhal da dor (arma feita nas forjas de hefesto): é uma arma feito de ferro estígio e ao contrário dos seus grilhões, não tem imagens em sua superfície. a diferença está na bainha que usa para guardá-la, que é preta com rostos em lágrimas. update: em contato com corrente sanguínea, através da ponta do punhal um veneno é liberado; através desse veneno de cor escura, o indivíduo entra em um estado de transe, semelhante a uma tortura psicológica.
brutus, o martelo: arma feita pelos ferreiros, composta de bronze celestial. a arma é feita para ser comparada com a força bruta de katrina; quando não ativa, se transforma em um anel que fica na mão esquerda, simples, se não pela cor roxa. informações e foto do martelo aqui. eco da ruína: o martelo, vibra com uma energia sombria que ressoa com os sons da destruição. sempre que atinge um alvo (podendo ser inanimado ou orgânico, no caso pessoas) emite um eco assustador que abala os inimigos próximos, que desorienta e perturba os sentidos.
anel do desejo (item conquistado): o anel também concede habilidades de persuasão e manipulação para seu portador por 2h; o anel fica na mão direita.
diferente do que é comum acontecer, os fatos que antecederam o nascimento de katrina, em nada são baseados por amor; eles são formados por caos e discórdia, como a própria deusa. éris se mostrou intrigada por como christian (na época um chefe de estado das filipinas) era contra as suas ideias, ideias que incitavam guerra e dor. para christian, a deusa éris não passava de uma conselheira dentro do alto comando do país, em nada ela a cativava. de questionamentos aflorados, discussões que estendiam-se por todos os comandantes, em uma noite, a deusa bateu a porta do homem portando um ser em suas mãos: katrina. a verdade doeu, muito mais porque christian já tinha esposa e outros dois filhos. como poderia explicar o que acontecia? foi cogitado colocar katrina para a adoção, mas a família a recebeu, mesmo que dali há alguns anos fossem se arrepender. a personalidade caótica logo se mostrou evidente, odiava a todos, mas principalmente aos irmãos, que claramente tinha um tratamento melhor que o direcionado a ela. seus dias giravam em torno de os provocar, de os fazer chorar; mesmo mais nova, tinha a capacidade de os irritar, assim como a sua madrasta. na adolescência as coisas se tornaram ainda piores quando os poderes apareceram; katrina foi responsável por pequenos incêndios nas três escolas que passou, responsável por pequenas rebeliões na cidade e por fim, o olocausto, quando um dos irmãos tentou esfaquear a própria mãe. naquela noite, foi expulsa de casa.  foram dois anos perambulando pelas ruas, praticando pequenos delitos até que, achou escapatória quando foi alcançada por um sátiro, um que foi enviado pela própria deusa éris; ela nunca acreditou em destino, porém, em silêncio, odiou que seu caminho tivesse sido traçado daquela maneira. a estadia no acampamento se mostrou pior ainda, contudo, o lugar jamais poderia expulsá-la. se mostrou muito mais intensa, mas habilidosa; as poucas missões em que fora enviada, tivera êxito ainda que danos tenham sido causados. 
katrina tem poucos amigos, isso porque sua personalidade não a permite deixá-los longe do seu ódio, às vezes não suporta a respiração da pessoa, a fazendo colocar outrem no meio da sua confusão. 
se um dia, ousar dizer a ela que o a falta é amor…saiba que você é uma pessoa morta. 
se pensar em pisar em seu pé…saiba que é uma pessoa morta. 
odeia a tudo e a todos, parte disso, por achar que nada é interessante o bastante.
embora tenha as correntes como arma, também gosta de utilizar espadas ou adagas, estás sempre escondidas em alguma parte do seu corpo.
40 notes · View notes
misshcrror · 1 month
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
              𝐇𝐎𝐔𝐒𝐄 𝐎𝐅 𝐇𝐎𝐑𝐑𝐎𝐑: ──── YASEMIN's armoury ;
Não foi uma surpresa total quando @kitdeferramentas surgiu entregando para si uma morningstar cravada de ferro estígio. Havia solicitado que o ferreiro usual lhe fizesse uma arma que fosse de seu agrado e personalidade. Dito e feito, entregando um trabalho impecável, a arma era a sua cara e combinava perfeitamente com Yasemin. Era uma arma ameaçadora, projetada para instilar medo. Logo de cara ela já pensou no nome: Heart Of Fury.
O cabo da arma é feito de um metal escuro e fosco, com uma superfície ligeiramente irregular, evocando a aparência de uma rocha vulcânica forjada nas profundezas do submundo. O cabo é robusto e pesa o suficiente para garantir um golpe potente, mas é suficientemente equilibrado para permitir um controle ágil. No topo do cabo, a cabeça da morningstar é uma esfera de ferro estígio, com uma tonalidade quase negra, como a escuridão pura. Cravada nessa esfera, há uma série de longos espinhos de ferro, igualmente sombrios, que se projetam em todas as direções. Esses espinhos são afiados, projetados para perfurar e rasgar carne e armaduras com uma força brutal que Yasemin já tinha devido a sua habilidade. Cada espinho parece ter sido esculpido com precisão, com bordas levemente irregulares, como se fossem dentes de uma criatura maligna e assustadora. Quando balançada, a arma corta o ar com um silvo baixo, como um presságio de destruição. O design é tanto funcional quanto intimidador, feita para uma guerreira que busca não apenas derrotar seus inimigos, mas também aterrorizá-los antes do golpe final. Em sua forma de objeto escolheu o óbvio e como par de seu machado: uma pulseira de espinhos para o pulso livre.
Hellbreaker é um machado de batalha de duas mãos, forjado com lâminas duplas de bronze celestial. Dado de presente por Deimos para Yasemin após ela concluir sua primeira missão, foi necessário muito treino para poder utilizar o machado com cuidado. Isso porquê ele é pesado, suas lâminas são amplas e afiadas, com bordas que irradiam uma incandescência intensa. O calor gerado por essas lâminas é alto e a arma pode cortar através de praticamente diversos materiais, podendo até derreter e vaporizar alguns mais fracos. Com cada golpe, as lâminas incandescentes liberam ondas de calor extremo, propagando chamas que incendeiam o ar ao redor. Essas ondas altamente incendiárias podem alcançar inimigos a uma distância considerável. Quando não está em uso, o machado pode se transformar em uma pulseira de espinhos, que se enrola firmemente ao redor do braço da ruiva.
Shadow Curse é uma kusarigama sombria, forjada a partir do ferro estígio. A corrente negra da arma se move com uma fluidez quase sobrenatural, como se estivesse viva, enquanto a lâmina afiada em formato de foice na extremidade parece absorver a luz ao seu redor, mergulhando o ambiente em uma penumbra inquietante. Imbuída com energia das trevas, a arma tem a capacidade de manipular sombras, permitindo que a turca desfira golpes furtivos e mortais. A arma foi dada a Yasemin por Zeus, como recompensa por sua missão quando os semideuses saíram do acampamento em busca de itens perdidos. Shadow Curse pode se transformar em uma versão reduzida de si mesma, que Yasemin usa como um brinco de orelha.
Electrolion é um par de manoplas de combate, forjadas com ferro estígio e equipadas com garras afiadas. Feita em Waterland com ajuda de @kaitoflames que havia lhe dado um prototipo na missão de ambos semanas antes. Essas manoplas têm a habilidade de conduzir energia elétrica, canalizando-a diretamente para as garras. O resultado é um poder que pode causar danos elétricos tanto a monstros quanto a mortais. As manoplas também são ideais para escaladas, com as garras afiadas proporcionando aderência e estabilidade em superfícies difíceis. Quando as manoplas são ativadas: uma imagem espectral de um leão elétrico surge sobre as mãos de Yasemin, rugindo com uma fúria que aumenta a potência de seus ataques. Ele emite descargas elétricas que amplificam o dano causado. Quando não está em uso assume uma forma disfarçada como um anel de dedo inteiro, prático e discreto.
+ bônus:
A Pedra da Proteção é uma pequena e elegante gema azul-marinho, com um brilho suave e uma leve translucidez. Quando ativada, essa pérola cria um campo de energia protetora ao redor de Yas, bloqueando qualquer ataque físico ou mágico. Essa barreira é quase invisível e sua proteção dura até 20 minutos. Após esse período, a pedra exige um descanso de 10 horas para recarregar sua energia. Ganhou a mesma após cumprir uma tarefa de Quíron sobre escrever sobre uma missão importante. Compacta e prática, a pedra é uma defesa valiosa que Yasemin anda sempre consigo.
24 notes · View notes