#timoteo 1:7

[gcik]

[mujerconalasdemariposa]

NI DEL QUE QUIERE NI DEL QUE CORRE:

Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia...

(Romanos 9:16)...

Mujer con alma de mariposa 🦋 Dependemos de la misericordia de Dios...

Necesitamos cambiar el Mundo: Estamos acostumbrados a vivir en un mundo lleno de ocurrencias y caprichos que impiden que el hombre pueda estar en la voluntad de Dios, por el consejo del cual se guía el mundo, nuestro corazón se ha tornado egoísta y amador de sí mismo, tal y como el Apóstol Pablo le advierte a su discípulo amado Timoteo...

(2 Timoteo 3:1-7)...

Estos últimos tiempos son peligrosos porque la humanidad vive para sí misma, algunos pocos tratán de agradar a Dios en su propia fuerza, pero la realidad es la que leemos hoy, que no se trata ni del que quiere ni del que corre, sino de quién Dios tenga misericordia...

A veces tratamos de hacer las cosas con la intención de agradar a Dios, pero por causa de que solamente su gracia en nosotros nos permitirá obedecerle,

el hombre se frustra y lejos de arrepentirse y de reconocer su incapacidad humana para ser salvo, empieza a inventar diferentes conceptos religiosos que al final también serán inútiles, porque solamente la Biblia es la verdad para arrepentirnos, ser salvos y alcanzar la vida eterna por medio de nuestra fe en Jesús...

No sigamos intentado humanizar el consejo de Dios, esto provoca que nos desviemos en obras vanas de aparente justicia, que al final de la jornada aquí en la tierra se quemarán como hojarasca, el día que nos presentemos delante del trono de Dios...

(1 Corintios 3:12-15)...

Lo mejor sería vivir nuestra vida escuchando la voz de Dios diariamente escrita en la Biblia y edificar sobre oro, plata y piedras preciosas, para que cuando Dios las pruebe no se quemen como sucederá con el heno y la madera y aun como hemos mencionado la hojarasca...

Hoy es tu día de salvación si te entregas a Jesús, lo declaras tu Rey y Señor, tu esperanza de gloria y tu victoria para cambiar el mundo y recibir el regalo de la eternidad con El...

(Romanos 10:8-13, Colosenses 1:27, 1 Corintios 15:10, 57)...

***ETERNIDAD***

Aleluyaaa...Amén... DTBM.!! 🙌🦋🌼🍃

[unaesposasumisa]

Mandatos de Dios para la mujer

1. La mujer es creada para estar al servicio del hombre. Es su ayuda idónea. (Génesis, 2:18)

2. La mujer con sus actos debe enorgullecer a su marido. (Proverbios 12:4)

3. La mujer debe cuidar y estar al servicio de todos. Procurando siempre hacer el bien. (Proverbios 31)

4. La mujer debe someterse a su marido y respetarlo, porque este es su Señor, así como Cristo es Señor de la Iglesia. (Efesios 5:22-33)

5. La mujer debe ser dependiente de su marido. (Colosenses 3:18)

6. La mujer debe tener una conducta casta y respetuosa. (1 Pedro 3:1)

7. La mujer debe centrarse en cultivar su corazón y alejarse de la vanidad. (1 Pedro 3:2-4)

8. La mujer debe estar sujeta a su marido, quien es su señor. (1 Pedro 3:5-6)

9. El cuerpo de la mujer no le pertenece a ella, si no que es de su marido, y este debe estar a su disposición siempre. (1 Corintios 7:3-5)

10. La mujer no dejará nunca a su marido. (1 Corintios 7:10-11)

11. El camino a la santidad de la casada pasa por ocuparse de agradar a su marido, de igual forma que la soltera y la viuda alcanzan la santidad tratando de agradar solo a Dios. (1 Corintios 7:34)

12. La mujer debe vestir con pudor y modestia. (1 Timoteo 2:9)

13. La mujer debe permanecer en silencio y sumisa al hombre. Las enseñanzas, leyes y gobernanzas pertenecen únicamente al hombre, y ella permanecerá callada y sumisa. (Timoteo 2:11-15)

[m4b3lsh]

"Mucha responsabilidad"

La vida de los pastores puede ser vista como un camino de soledad. La Biblia ofrece algunas perspectivas sobre el papel del pastor y las dificultades que pueden enfrentar.

Responsabilidad y carga: Los pastores tienen la responsabilidad de cuidar de su congregación, lo que puede ser una carga pesada. En 1 Pedro 5:2-3 se dice: "Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey."

Soledad en el liderazgo: A menudo, los líderes pueden sentirse solos en sus decisiones y responsabilidades. En Hebreos 13:17 se menciona: "Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría y no quejándose, porque esto no es provechoso."

Ejemplo de Cristo: Jesús también experimentó soledad en su ministerio. En Lucas 22:44 se menciona que en el jardín de Getsemaní, "y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra." Esto muestra que incluso el Pastor de pastores enfrentó momentos de soledad y angustia.

La importancia de la comunidad: Aunque la vida de un pastor puede ser solitaria, también es importante recordar que la comunidad de creyentes es fundamental. En Gálatas 6:2 se nos instruye: "Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo."

Esos versículos reflejan la complejidad de la vida pastoral, que puede incluir momentos de soledad, pero también la importancia del apoyo mutuo de los hermanos en la fé. Oremos por nuestros pastores para que Dios les de fuerza para seguir hasta el final y puedan decir: "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida." 2 Timoteo 4:7-8

[versiculos-para-cada-dia]

Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio— 2 Timoteo 1:7

[crecimiento-espiritual]

Éxodo 12:7-13

Un susurro de salvación

Cuando el apóstol Pablo le dice a Timoteo que “toda la Escritura es inspirada por Dios y útil”, deberíamos prestar atención, pues nos recuerda que cada palabra en la Biblia forma parte de la historia redentora de Dios, una narrativa grandiosa que, en su totalidad, apunta a Jesús.

Por ello, en nuestro camino hacia la Pascua, estamos recorriendo el Antiguo Testamento. Estos relatos antiguos enriquecen nuestra comprensión de la obra redentora de Cristo en la cruz y nos muestran que su sacrificio siempre ha estado en el centro de la voluntad y plan de Dios. Cuanto más comprendamos este diseño, más nos asombraremos de la majestuosidad y la intencionalidad de la redención de nuestro Creador.

Imaginemos esta escena en el antiguo Egipto:

La atmósfera es de caos y temor. Nueve plagas han devastado la nación, y la décima, la más mortífera, se avecina. Dios ha anunciado su juicio final: todos los primogénitos morirán. Pero lo más impactante es que esta sentencia no solo recae sobre los egipcios; también los israelitas están en riesgo. No hay excepciones en esta historia, como lo expresa Romanos 3:23: "...todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios". En pocas palabras, sin la intervención de Dios, el juicio sería universal.

Sin embargo, en medio de la calamidad, Dios ofrece un camino de salvación. Ordena a los israelitas que sacrifiquen un cordero sin defecto y marquen con su sangre los marcos de sus puertas. Luego les da esta promesa: “Cuando vea la sangre, pasaré de largo”.

En esta escena encontramos otro susurro de la redención de Dios: la salvación mediante un sacrificio sustituto. La sangre del cordero protegía del juicio, señalando hacia un futuro en el que otro Cordero, el perfecto y definitivo, derramaría su sangre por toda la humanidad. Siglos más tarde, Pablo en 1 Corintios 5:7 haría esta conexión definitiva: “Cristo, nuestro Cordero Pascual, ha sido sacrificado”.

Detente un momento y reflexiona sobre esto: Desde el principio, Dios estaba revelando su plan. La historia de la Pascua en Éxodo no es solo sobre la liberación de una nación; es un reflejo de la mayor liberación que Jesús traería. Así como la sangre en las puertas salvó a los israelitas, la sangre de Cristo nos rescata de la condena.

En medio de las preocupaciones diarias, es fácil perder de vista la magnitud de esta historia. Sin embargo, el pasaje de hoy nos invita a detenernos, a mirar el cuadro completo y maravillarnos con la fidelidad de Dios a través de los siglos.

Ahora, haz una pausa y medita en las siguientes preguntas:

¿Cómo cambia tu perspectiva el saber que esta historia forma parte de un plan mayor?

¿Cómo te recuerda la sangre del Cordero Pascual la seguridad que tienes en Cristo?

Permite que esta verdad inunde tu corazón de gratitud. Eres parte de una narrativa mucho más grande, escrita por el Autor de la vida. El mismo Dios que redimió a los israelitas con la sangre de un cordero, te ha redimido a ti con la sangre de su Hijo.

¡Este es el verdadero mensaje de la Pascua!

[dhmmdevocionales]

TRABAJADORES DEVOTOS

04 de junio de 2025

LEE: Hebreos 11:17-40⁠

Y si en lo que es ajeno no habéis sido fieles, ¿quién os dará lo vuestro? ⁠Lucas 16:12

Hay quienes piensan que nunca deben trabajar para alguien más. Dicen: “¿Por qué debería trabajar bajo alguien? ¿Por qué debo estar bajo alguien?” A veces es mejor ser la pierna de un elefante que la cabeza de una hormiga. Hay muchas ocasiones en que trabajar para alguien es mucho mejor que trabajar para ti mismo.

¡Se necesita mucha habilidad para liderarte a ti mismo! Si no tienes la habilidad de liderarte, guiarte, invertir en ti mismo y pelear por ti mismo, no serás bueno trabajando por tu cuenta. Dios nos humilla causándonos la necesidad de otras personas. Al final, descubrirás que no puedes ser perfecto sin los hermanos. Da tu apoyo inquebrantable para ayudar a otro hasta que mueras.⁠Dios, habiendo provisto algunas cosas mejores para nosotros, para que sin nosotros no fuesen perfeccionados. ⁠Hebreos 11:40

Pablo tuvo varias personas que trabajaron para él. En sus cartas, llegamos a conocer a sus colaboradores personales. Personas como Timoteo (1 Corintios 4:17), Tíquico (Colosenses 4:7) y Onésimo (Colosenses 4:9) fueron mencionados como sus trabajadores personales y ayudantes. En cada mención de ellos, nunca olvidaba decir que eran personas fieles. Esa es la característica que necesitas en un trabajador personal. Ser fiel hasta la muerte es correr bien como un trabajador personal hasta que mueras. Sé un buen asistente personal hasta que mueras. Sé constante e inquebrantable en tu amor, devoción y servicio hasta que mueras. Sé muy leal hasta que te acuestes en la cama para morir y desaparezcas de este mundo. Asegúrate de no cambiar nunca hasta que dejes este mundo.

[carmin59]

2º de Timoteo 1:7 - RVR1960

1:7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

[mybeautifulchristianjourney]

2 Timoteo 1:7 Sapagkat ang espiritung ibinigay sa atin ng Diyos ay hindi espiritu ng kahinaan ng loob, kundi espiritu ng kapangyarihan, pag-ibig at pagpipigil sa sarili.

For the Spirit that God has given us does not make us timid; instead, his Spirit fills us with power, love, and self-control. — 2 Timothy 1:7 | Magandang Balita Biblia (MBB) and Good News Bible: British Edition (GNBUK) Magandang Balita Biblia © 2012 Philippine Bible Society and Good News Bible (British Version) © 1992 The British and Foreign Bible Society Cross References: Isaiah 11:2; John 14:27; Romans 8:15

Read full chapter

What Does 2 Timothy 1:7 Mean?

[hairam1108]

Porque nada trajimos a este mundo, y nada podemos llevarnos. Así que, si tenemos ropa y comida, contentémonos con eso. 1 Timoteo 6:7-8

[feesperanza2016]

Para Ser tu Mejor Versión, Dale lo Mejor a Dios

“Por esta razón, te recuerdo que avives el fuego del don espiritual que Dios te dio cuando te impuse mis manos. Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina”. 2 Timoteo 1:6-7 (NTV)

Cuando Timoteo se unió a Pablo en su viaje misionero, Timoteo era todavía muy joven. Pablo lo envió a una ciudad llamada Éfeso para ayudar a iniciar y dirigir una iglesia. Aunque Timoteo luchó con el miedo, Dios lo usó.

Aquí hay tres lecciones que puedes aprender de Timoteo sobre cómo cumplir con el llamado de Dios en tu vida.

Desarrolla los dones que Dios te dio.

La Biblia dice: “No permitas que nadie te subestime por ser joven. Sé un ejemplo para todos los creyentes en lo que dices, en la forma en que vives, en tu amor, tu fe y tu pureza. . . No descuides el don espiritual que recibiste mediante la profecía que se pronunció acerca de ti cuando los ancianos de la iglesia te impusieron las manos. Presta suma atención a estos asuntos. Entrégate de lleno a tus tareas, para que todos vean cuánto has progresado” 1 Timoteo 4:12, 14-15 (NTV).

Pablo también le dijo a Timoteo que “Por esta razón, te recuerdo que avives el fuego del don espiritual que Dios te dio cuando te impuse mis manos. Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina” 2 Timoteo 1:6-7 (NTV).

Como creyente, tienes la responsabilidad durante toda tu vida de desarrollar los talentos y dones que Dios te ha dado.

Niégate a distraerte.

Pablo le dice a Timoteo en 1 Timoteo 4:16: “Ten mucho cuidado de cómo vives y de lo que enseñas. Mantente firme en lo que es correcto por el bien de tu propia salvación y la de quienes te oyen” (NTV).

Es fácil desviarse por el deseo de construir tu negocio, tu familia, tu carrera o tus ahorros. Y mucha gente pierde incontables horas de su vida en el Internet y en sus teléfonos. Como seguidor de Jesús, debes enfocarte en mantener las cosas más importantes para poder cumplir con tu llamado.

Dale a Dios lo mejor de ti.

La Biblia dice: “Pelea la buena batalla por la fe verdadera. Aférrate a la vida eterna a la que Dios te llamó y que declaraste tan bien delante de muchos testigos” 1 Timoteo 6:12 (NTV). Dios te ha llamado a una tarea específica, y solo se puede lograr cuando le das lo mejor de tu tiempo, esfuerzo, dones y enfoque.

Pablo dice acerca de Timoteo: “No cuento con nadie como Timoteo, quien se preocupa genuinamente por el bienestar de ustedes” Filipenses 2:20 (NTV). ¿Te imaginas un epitafio mayor? No había nadie más en el mundo como Timoteo. Estaba enfocado. Estaba comprometido con el llamado de Dios en su vida. Nadie podía distraerlo ni desanimarlo, y le dio a Dios lo mejor de sí.

A medida que le das lo mejor a Dios y sigues tu llamado, Dios también sacará lo mejor de ti.

Reflexiona sobre esto:

¿Cómo estás desarrollando los dones que Dios te ha dado?

¿De qué manera puedes eliminar las distracciones que te impiden concentrarte en tu llamado?

¿A qué tareas diarias das lo mejor de ti? ¿Das el mismo esfuerzo a tu ministerio y llamado?

[mujerconalasdemariposa]

Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio...

(2 Timoteo 1:7)... Amén...DTBM.!! 🙌🦋🌼🍃

[leftnotright]

PROOF APOLLO WEARS HAWAIIAN SHIRTS

“The Tri-Ni-Sette machine is failing. The world will die.” “We can’t do anything going forward. Going backwards, however, is another matter.” Ryohei had his mission: To go back. To before the most recent Arcobaleno Curse, to before the slaughter of the Simone. To before the Tri-Ni-Sette System finally gave out. Ryohei was used to loss, in the ring and in life. But this time, he promises, he’ll win. Reborn had his mission: Get in this man’s pants, or die trying. After all, Reborn was nothing if not an Icarus. (Or: The ‘size matters’ fic)

Parings: Reborn/Sasagawa Ryohei Characters: Reborn (Katekyou Hitman Reborn!), Ten Years Later Sasagawa Ryouhei, Sasagawa Ryouhei, Vindice (Katekyou Hitman Reborn!), Arcobaleno (Katekyou Hitman Reborn!), Checker Face | Kawahira Tags: Time Travel Fix-It, Alternate Universe - Time Travel, Angst and Hurt/Comfort, Angst with a Happy Ending, Ryouhei Time Travels

Part 1 Part 2 Part 3 Part 4 Part 5 Part 6 Part 7 Part 8 Part 9

CHAPTER 6: IF THIS IS HOW IT FEELS TO TAKE A FALL…

Ryohei smiled thinly as he sat on a comfortable, leather upholstered chair, his hands clasped in his lap and his feet planted firmly in the rug that lined the floor of the Vongola Mansion’s main drawing room. He was seated in the centre, perfectly poised to see the painting and ornaments of the room.

Ryohei refused to look upon that single painting that hung over the head of the couch across from him, the Vongola First Generation spread across the wall. Mukuro had said it was referencing ‘The Last Supper��, and was used to remind allies and enemies alike of what the Vongola had done in shaping and maintaining the Mafia. 

Ryohei had always found it funny how similar he and his family looked to the First Generation.

Now he wished anything but.

Giotto looked so much like Tsuna. It wasn’t funny now.

He missed his family. Kyoko was due to go into labour in thirty years and five months. He hoped she wouldn’t be too upset that he missed it. 

Ryohei closed his eyes and calmed himself and that sting in the back of his eyes.

“Sorry for the wait,” came a warm, fatherly voice and Ryohei had to pry open his eyes so he wouldn’t see all those times that voice, rusty with age, had told the emerging Vongola Generation stories of his own time, of his mother Octavia.

“No problem! So, what did you need to talk to me about?” Ryohei smiled, and Timoteo, barely into his fiftieth year with hair a dark chestnut, smiled back.

Ryohei looked upon him, clean-shaven and young, and realised why Xanxus might have thought there was a chance. Timoteo sat on the couch across from him, just as a member of the Vongola staff served them some light food and coffee. 

Ryohei blinked at the set they used. The Important Guest Set. 

Timoteo smiled.

“Help yourself, Ryohei. I quite like the biscuits, Maria makes them fresh for guests.”

Tsuna had once utterly gorged himself on these biscuits when they were new to the Vongola Mansion, and the kitchen staff would all but bend over backwards for their soft-cheeked princeling. He had spent the rest of the afternoon kneeling beside a toilet, Hayato patting his back and Takeshi assuring him that, yes, he would survive this. Ryohei himself had been put in charge of ensuring Tsuna kept to his strict biscuits-per-day limit. 

Ryohei took a biscuit and shoved the whole thing in his mouth, humming at the buttery, sugary taste. He hadn’t had one of these things in months.

“This is good!” He grinned and pinched another one from the plate. 

Timoteo chuckled and then looked around to the room almost wistfully, the adornments, the paintings on the walls. There were landmarks of the Vongola territory through the ages, the Second Boss looming behind his desk, a still-life of the Fifth’s Jur knuckle dusters with an arrangement of fruits and candles. 

“I like this room. It has a good feel to it, like a walk through history.” Timoteo touched the couch he sat upon. “This seating set was a gift from the Governor of Provence, Villars. That painting there, done by Paul Cézanne. This one, the one behind me thought?” 

Ryohei gritted his teeth as he was told to look upon those faces. 

“It was done by a woman, Sister Lodovica. She lived in a convent nearby, and worked closely with a man named Father Knuckles.” Timoteo pointed to the man two seats down on the right-hand side, caught in mid-laughter like that was the only way the artist could remember him being. “He was the first Vongola Sun, a man many of us still look towards when the darkness of this life becomes too much. The Patron Saint of the Vongola, almost,” Timoteo finished with a laugh.

Ryohei smiled thin. He knew all this. 

He had spent his fair share of time sitting alone in this room, staring up at that painting, hoping he could have what Knuckles had, that the Patron Saint would bless him with a Family and Home. 

But with the whole of the Vongola looking for guidance, Ryohei’s prayers must have been lost in the noise. 

“You look like him, you know?” Timoteo almost breathed out, looking upon Ryohei with something almost…covetous in his tone.

Ryohei pressed his feet into the rug and settled back into his chair. There it was. That Vongola Greed. That desire to hold onto everything they were so proud of, their heritage. Tsuna had worked hard to beat that old blood out of the Vongola, Enma at his side, but this Vongola was still steeped in their old sin. The history they refused to let go of.

“Tell me, Ryohei,” Timoteo said, “How well do you know your family tree? Do you, perhaps, have any Italian heritage? Blond hair isn’t exactly Japanese, I must say.”

Ah, so Timoto had done his research. He knew Ryohei was Japanese, so he had definitely done some digging and came up with Tabolt’s trail. 

Ryohei tilted his head, trying to think, “Not that I know of. I mean you know how after two or three generations things can get,” Ryohei made a vague motion with his hands. “Messy?”

Timoteo nodded understandingly, despite how strictly the Vongola monitored their bloodlines. “Of course, of course, without proper bookkeeping it does get foggy after a while.” 

Timoteo then took a sip of his coffee, humming in satisfaction at the taste. Then he sat the cup in his lap, palms cupped around the mug to soak up that warmth. He looked at Ryohei, a soft smile in place.

“Ryohei, are you aware that you have a very, and I do not say this lightly, strong Flame?”

Ryohei breathed deep, taking the scent of coffee, biscuits and badly concealed Harmony. Ryohei fought not to scrunch up his nose in distaste. 

That moment of hesitation seemed to be enough for Timote to reach his own conclusions. He cradled his cup in his hands and looked over to Ryohei, a concerned pinch in his brow, and in that moment, Ryohei saw the face of every father. 

Except his own. 

That quiet concern did not suit a Sasagawa. 

“Then you must realise a strong Flame, out on their own? It can get dangerous, to say the least. You’d have eyes on you wherever you go. You’re just fortunate to have chosen our Vongola territory to settle in, or you’d have been swarmed by Families for recruitment!”

Ryohei smiled and tilted his head at Timoteo, “Like you are, Vongola Ninth?”

Timoteo, to his credit, didn’t so much as waver.

“If you would like to join us, of course, I wouldn’t turn you away. In times like these having someone to call Family can make all the difference.” Timoteo hummed a bit, that look in his eyes again; young, jovial and sharp as a hawk. “My eldest son, Enrico, is around your age, maybe a bit younger. I think you and he would get along, he’s rather sharp, if a bit shy. I think your boisterous attitude would do him well.”

Silence hung between them. The artisanal clock, all but deafening. 

Ryohei continued to smile, but didn’t move. Timoteo waited.

The painting of the Vongola First Generation seemed to stare down at Ryohei, with those half-lidded eyes a soft amber glow. 

☀

Reborn strolled the streets of Sicily with his hands in his pockets and his eyes turned heavenward, watching the stars dot the night sky. 

He was bored. Usually, at this time of night when the urge burnt his heels, Reborn would galavant his way across town to that red building on the corner, and slip into that second-storey apartment where Ryohei’s window was always aglow in the dark, no matter the hour. But, Reborn had already passed that window tonight. It was dark and dull, no spark in the night. The Sun wasn’t home.

Instead, Reborn found Ryohei on some lonely bench, sitting in the bloom of a streetlamp, his head tilted back as if to bask in that honey-yellow light. 

Reborn crossed the distance, watching the rise and fall of his chest, each controlled, measured breath. His hands were loose in his lap, his feet were pressed into the earth. Ryohei was meditating, utterly still in the night.

Reborn loomed, a long, lanky figure dressed in black from hair to toe.

Warm brown eyes cracked open, and Reborn got to witness, up close, the moment Ryohei’s expression softened, and his eyes lit up like he was looking directly into the midday sun. Reborn stared at the reaction, soaking it in.

Then he let his lips curl, hands behind his back as he bowed from the waist and observed Ryohei, letting his eyes rake the man’s whole figure. 

“You look like you could use a drink.”

Ryohei let out a short puff of a laugh, “Yeah, I probably do!”

The bar was a shady hole-in-the-wall, with more class than deserved for a pub of Mafia goons. But Reborn wasn’t here to be gawked at, and this particular bar had no shortage of booths and nooks for those paranoid Mafia men to squirrel themselves into.

Reborn picked two seats at the far end of the bar, well soaked in shadow where the dull ambient light didn’t reach. They settled on their stools and Reborn ordered them a drink: two whiskeys, neat, leave the bottle.

The bartender didn’t need to be told twice. 

Reborn rested his elbows on the bartop and fingered the rim of his glass, watching the amber liquid ripple and stir at his touch.

Ryohei slammed his cup down on the table with a puff of a sigh. Reborn blinked. Ryohei had just taken a generous helping of neat whiskey like a shot. 

“That hits the spot,” Ryohei groaned, “A good burn.”

Reborn huffed and took a sip, feeling it bite his lips and sting his palate. Ryohei poured himself another glass and Reborn realised one bottle wasn’t going to be enough as Ryohei drank it down like water.

Reborn shrugged and did the same, tipping his head back as he took easy gulps.

Suns were notorious for their alcohol tolerance, and a Sun of Reborn’s size, let alone Ryohei’s? They’d be stone-cold sober by dawn. Their Sun would burn it out of their system within hours.

It took an unethical amount of liquor to get Reborn drunk.

But with how fast Ryohei was drinking straight, neat whiskey, he might get close to it tonight. 

Ryohei hummed and played with his cup for a bit, watching the light warp through the glass, the two of them quietly drinking their way through another bottle. The bartender resolutely did not look in their direction. 

“What happened with the Vongola?‘ Reborn asked, putting his cup down on the table and tried to breathe through the burn in his throat even as Ryohei continued to drink like a fish.

Ryohei’s lips were still pressed to the glass when a pouting frown formed. 

“They wanted me to join or something.”

Reborn glanced at him. Being asked to join by the Vongola was no joke, but being asked by the Boss? You’d be set for life—practically political immunity within the Mafia.

“What did you say?” Reborn asked, stirring the contents of his cup. 

Ryohei shrugged, “Said no. I don’t really wanna get involved with, you know, Families anymore.”

Reborn took another long drink.

“Families are a messy business,” he agreed. “All those loyalty ties, bargains and politics. All too restricting for my tastes.”

Ryohei hummed in acknowledgement, but not true agreement. 

“I didn’t mind that part honestly. It wasn’t too hard to figure out.”

“Oh?” Reborn eyed him as Ryohei finished off his glass, and the last of their second bottle wordlessly. The bartender offered them another, and Reborn inclined his head in thanks as their glasses were refilled. 

Ryohei grabbed the bottle and poured them more, topping up their glasses until the whiskey nearly rolled over the edge. 

“Did you have to deal with politics a lot in your old Family?” 

Ryohei seemed to wince and swallowed half the glass in a single singing gulp. But, Reborn saw, even those winces were slowing down. Nearly two whole bottles of whiskey within half an hour dredging Ryohei’s nerves.

Even Suns took a while to burn off that much so fast.

“Yeah, a bit. I mean, I wasn’t their foreman, but I can be charming!”

Reborn let out a chuckle.

“Yes, very charming,” he purred, and Ryohei, bless his soul, beamed at the praise.

Then Ryohei tipped the other half of his whiskey into his mouth and swallowed with revel, like that burn comforted him as it traced a line down his throat, chest and pooled in his belly. Ryohei sighed and relaxed, that whiskey finally melting his muscles and the tensions with it. 

Again, Ryohei poured himself another cup. Reborn couldn’t remember the last time he drank so much in one sitting. Where his belly felt warm with whiskey, and his head felt cloudy from the heat the man beside him gave off as, one glass at a time, the two worked through five bottles of neat.

Ryohei laughed as Reborn complained about his eyesore of a Hawaiian shirt and, not for the first time, tried to convert Ryohei to the wonderful world of solid and cohesive colour schemes.

“But I like my shirts!” Ryohei said, pulling at his collar to see the pink flamingos on blue skies. “And colours always go together! I knew this guy who had, like, three different hair colours and a whole uniform! And they pulled it off great!”

“I do not wish to meet this person,” Reborn said flatly and all Ryohei did was giggle.

“Damn, they were great. My first proper Mafia fight too! They really broke me in,” Ryohei recalled almost wistfully, and Reborn saw him gently rub his left hand, running his thumb along the knuckles. 

Ryohei’s hands were covered in scars. Each a tally of the battles he had fought.

“Your first? Popped your cherry, did they?” Reborn chuckled and took a sip of his drink. “What, did you get roped into a turf war or something?”

“Nah, inheritance issues,” Ryohei shrugged, then he smiled, a soft, bitter thing that made Reborn keenly aware of how much alcohol Ryohei had drunk that night. “That was when I was brought into the Family, when I was made their Sun. I fought for them on the first night, no one knew what was coming. We had never had to deal with something like that before.”

Ryohei took a gulp from his cup, then snorted so hard he nearly coughed the liquor back up.

“My Boss,” he started, voice thick with humour, “He had a huge crush on my little sister. The completely-lose-your-cool kind. I didn’t realise it at the time, but thinking back on it, the poor bastard probably could have used someone to tell him ‘hey, she’s a lesbian’. Probably would have saved him, like, three years of his life.”

He took another drink, and smiled when Reborn gave a pitying scoff. 

Ryohei emptied his cup and opened his mouth. He grinned and kicked his feet under the counter as he talked, voice all grumbley with whiskey as he told Reborn about his Family — and his family. He told Reborn about their trips to the beach, the stupid games they played at sleepovers. How they had trained together, bled together. Learned about everything life had to offer — one way or another.

“I sat them down one day, got everyone on the roof,” Ryohei giggled, yet another glass in hand. “Spent the whole of lunch giving them The Talk. God, their faces! It took all lunch because they kept screaming! But the teacher said it was important, so I needed to tell them!”

Reborn snickered into his cup and had to put it down, the true and pure earnestness in Ryohei’s voice utterly tickling Reborn. He had turned in his seat during the regaling, watching Ryohei and all the information he had been spilling.

All of it careful, not a single name dropped, not a single detail unobscured. A perfect omitter.

Ryohei laughed with him and threw his head back as he drained another glass. Then his laughter faded off, his smile lingering even as that slow, loneliness started to seep out. That weight he seemed to always carry, could never burn off, floated to the top of the bottle.

“I miss them,” he said, voice suddenly low and bitter-sweet. “I wish I hadn’t hurt them.”

Reborn leant his elbow on the counter and listened.

“I wish I had been right for them.” He took a long breath that shuddered down his throat, “I knew I didn’t quite, you know, fit in the set. It wasn’t Boss’ fault, he didn’t know. He’d never had a Harmony before. None of them had.” He reached up and rubbed his jaw, “We didn’t know what we were getting into. We were just following what we were being told to do.”

Reborn frowned.

“Boss — He had this tutor. The most extreme man I ever met. He was the one who brought us together. He—” Ryohei coughed, “He chose me in a pinch. They ran out of time, they needed a Sun to fight. I was nearby.”

“It’s not his fault either, though. That tutor thought he was doing the right thing, the best he could work with but… But I just wish I was the Sun they needed. The Sun they deserved.” Ryohei bowed his head and laid both his hands on the back of his nape. “I burnt them, Reborn. I burnt them, for years, from the inside out. My family, my little brothers and sisters. They were so tired of the heat.”

“What complete and utter bullshit.”

Ryohei blinked and pulled his head up, looking at Reborn with a confused wrinkle to his brow. Reborn sat on his stool, arms crossed and a severe frown on his face that spoke of several different kinds of pissed and indignation.

“That tutor is an absolute idiot,” Reborn continued, his cheeks flushed with whiskey and his arms heavy even as he pointed at Ryohei. “He didn’t take into account what could be coming, and made you suffer for it? He didn’t manage his time well enough, so he went ahead and grabbed anyone off the street to force a Harmony! Did he not realise, or was he just willfully ignorant that you can’t just stuff a bunch of boys into a room and expect them to create a sustainable Harmony? Jesus Christ, he fucking forced a Harmony.” 

Reborn pressed his hand to his face like he was reeling. Then he ripped his hand away and glared full force again.

“As a tutor, he should have seen the damage he was doing not just to you, but the whole Harmony! You were obviously too big for that Sky! For that Set! How did he not see!?” 

Reborn reached out and grabbed Ryohei by that unbearable, flamingo print Hawaiian shirt, and said in a voice that gave no room for doubt, “It was not your fault. It’s not your ex-Sky’s fault. It’s that stupid fucking tutor’s fault. If anyone burnt your family, it was the man who put them in the line of fire.”

Ryohei stared at Reborn, hanging off every word said even as they pounded his ears like an assault. He swallowed, collar tight against the side of his throat in Reborn’s fist.

Ryohei looked upon Reborn’s face, flushed with alcohol and righteous anger. 

Ryohei laughed. And laughed. A loud and deep laugh that bubbled from the belly and pulled at his cheeks. He saw his vision blur, tears stung the corners of his eyes. His head felt hazy, his shoulders felt light. 

He wheezed and let his head fall back, laughter bubbling over as the warmth of whiskey and something that rang so close to closure mixed hot in his belly. Ryohei felt warm to the core. 

Reborn stared upon Ryohei’s face, laughing from the belly, loud and clear and utterly lighting up that corner of their dark, murky Mafia bar with sunlight and glow. Reborn swore he could feel the wooden bartop under his hands warp from the heat, his cheeks flushed like he was basking in a summer’s midday.  

Reborn stared upon Ryohei, and realised the feeling that bloomed in his stomach, that scorched paths down his back like melted wax. He breathed in, and felt the air scorch his lungs and feed that undeniable realisation—

Reborn was falling in love with Ryohei Sasagawa.

But before he could cringe, before fate allowed Reborn even a chance to flinch back from the blaze that lit under his heart at the moment of horrible clarity, the dawning of this thunderstrike, Ryohei leant forward. Ryohei leant towards Reborn, inches away, with eyes brighter than the sun and a grin that could ignite a horizon. This man was tipsy and powerful as he leant over Reborn, those yellowing wall sconces haloing him as he said the words that would damn Reborn to an eternity of wax between his fingers and sun in his eyes—

“I’m going to raid the Vindice! Wanna come with?”

And Reborn felt it, the moment it was welded into place. The moment, with a promise of unrivalled chaos and near stupid endeavour, that Reborn realised that he was falling. Falling in love with Ryohei. That he, Reborn, was going to be in the fiery pits of tar and feather of love whether he liked it or not. 

This man who burnt brighter than the sun itself would not settle for being a passing interest, or a momentary blip in the grand scheme. Ryohei would not be a footnote in Reborn’s story, a side character in his legendary anthology. Ryohei would blaze bright, front and centre. His epic, his supernova. His Icarian Sun. 

Reborn gazed upon Ryohei, who called for another round of whiskey and drank that liquid fire without a flinch. Reborn swallowed and felt wax burnt his oesophagus. 

He was going to chase this sun, fly high and reach for it until his fingertips burnt black and gold and he could feel the grind of stardust between his teeth. He would follow this glow, this heat, this feeling, wherever it took him, see the world bathed in this man’s light.

And if he crashed and burnt? If one day Reborn heard the rush of wind in his ears and felt the scorch of his skin? If this love of his burnt him alive and left him brokenhearted and black with ash? 

Then it would be a hell of a story to tell. A turning point in his legendary anthology. A dramatic odyssey of love and loss befitting the World’s Greatest Hitman.

Because Reborn was nothing if not an Icarus. 

And if Reborn was going to burn, he was going to be blinding.

[amanda-amado]

Y ¿qué es la fe?

Hebreos 10:38: Pero el justo vivirá por la fe; y si se vuelve atrás, no será de mi agrado.

Hebreos 11:1 Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve/ Es pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven.

Hebreos 11:6: Sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe, y que sabe recompensar a quienes lo buscan.

---

1 Corintios 2:5: Para que la fe de ustedes no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

1 Corintios 16:13: Manténganse atentos y firmes en la fe; sean fuertes y valientes.

2 Corintios 4:18: No mirando nosotros a las cosas que se ven, sino á las que no se ven: porque las cosas que se ven son temporales, mas las que no se ven son eternas.

2 Corintios 5:7 Porque por fe andamos, no por vista

---

Romanos 1:17: Porque en el evangelio se revela la justicia de Dios, que de principio a fin es por medio de la fe, tal como está escrito: «El justo por la fe vivirá».

Romanos 4:3: Pues ¿qué es lo que dice la Escritura? Que Abrahán le creyó a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia.

Romanos 5:1: Así, pues, justificados por la fe tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.

---

Romanos 8.24: Porque en esperanza somos salvos; mas la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿á qué esperarlo?

Revisar vr17 y las siguientes lecturas: Y si hijos, también herederos; herederos de Dios, y coherederos de Cristo; si empero padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

Hechos 14:22; 22 Confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles á que permaneciesen en la fe, y que es menester que por muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.

2 Corintios 1:7; 7Y nuestra esperanza de vosotros es firme; estando ciertos que como sois compañeros de las aflicciones, así también lo sois de la consolación.

---

Filipenses 1:29; 29Porque á vosotros es concedido por Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él,

Romanos 10:17: Así que la fe proviene del oír, y el oír proviene de la palabra de Dios.

Romanos 14:1: Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones.

Romanos 14:23: Pero el que duda acerca de lo que come, ya se ha condenado, porque no lo hace por convicción; y todo lo que no se hace por convicción es pecado.

---

Isaías 26:3: Tú guardas en completa paz a quien siempre piensa en ti y pone en ti su confianza.

---

Jeremías 17:7: Pero bendito el hombre que confía en mí, que soy el Señor, y que en mí pone su confianza.

---

Nahúm 1:7: El Señor es bueno; es un refugio en el día de la angustia. El Señor conoce a los que en él confían.

---

Habacuc 2:4: Aquel cuya alma no es recta, es arrogante; pero el justo vivirá por su fe.

---

Gálatas 3:11: Y es evidente que por la ley ninguno se justifica para con Dios, porque «El justo por la fe vivirá».

Gálatas 3:24: De manera que la ley ha sido nuestro tutor, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuéramos justificados por la fe.

Gálatas 5:6: Porque en Cristo Jesús nada valen la circuncisión ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.

---

Efesios 2:8: Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios.

Efesios 3:17-19: Para que por la fe Cristo habite en sus corazones, y para que, arraigados y cimentados en amor. Podáis bien comprender con todos los santos cuál sea la anchura y la longura y la profundidad y la altura, Y conocer el amor de Cristo, que excede á todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.

Efesios 6:16: Además de todo esto, protéjanse con el escudo de la fe, para que puedan apagar todas las flechas incendiarias del maligno.

---

1 Timoteo 4:12: Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.

2 Timoteo 2:22: Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con aquellos que con un corazón limpio invocan al Señor.

2 Timoteo 4:7: He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.

---

Santiago 1:6: Pero tiene que pedir con fe y sin dudar nada, porque el que duda es como las olas del mar, que el viento agita y lleva de un lado a otro.

Santiago 2:17: Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.

---

1 Pedro 1:7: Pero cuando la fe de ustedes sea puesta a prueba, como el oro, habrá de manifestarse en alabanza, gloria y honra el día que Jesucristo se revele. El oro es perecedero y, sin embargo, se prueba en el fuego; ¡y la fe de ustedes es mucho más preciosa que el oro!.

1 Pedro 1:9: Obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.

---

1 Juan 5:4: Porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.

---

Mateo 21:21: Jesús les respondió: De cierto les digo, que si ustedes tuvieran fe y no dudaran, no sólo harían esto a la higuera, sino que a este monte le dirían “¡Quítate de ahí y échate en el mar!”, y así se haría.

---

Marcos 16:16: El que crea y sea bautizado, se salvará; pero el que no crea, será condenado.

---

Lucas 17:5: Los apóstoles le dijeron al Señor: «Auméntanos la fe».

---

Juan 1:12: Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su nombre, les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios.

Juan 3:16: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.

Juan 3:36: El que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero el que se niega a creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios recae sobre él.

Juan 6:40: Y ésta es la voluntad de mi Padre: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo lo resucitaré en el día final.

Juan 6:47: De cierto, de cierto les digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.

Juan 7:38: Del interior del que cree en mí, correrán ríos de agua viva, como dice la Escritura.

Juan 11:25: Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

---

Hechos 16:31: Ellos le dijeron: «Cree en el Señor Jesucristo, y se salvarán tú y tu familia».

---

Filipenses 3:9: Y ser hallado en él, no por tener mi propia justicia, que viene por la ley, sino por tener la justicia que es de Dios y que viene por la fe, la fe en Cristo.

---

Colosenses 2:12: Cuando ustedes fueron bautizados, fueron también sepultados con él, pero al mismo tiempo resucitaron con él, por la fe en el poder de Dios, que lo levantó de los muertos.

---

1 Tesalonicenses 5:8: Pero nosotros, los que somos del día, debemos ser sobrios, ya que nos hemos revestido de la coraza de la fe y del amor, y tenemos como casco la esperanza de la salvación.

2 Tesalonicenses 2:13: Pero nosotros siempre debemos dar gracias a Dios por ustedes, hermanos amados por el Señor, de que desde el principio Dios los haya escogido para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad.

---

Salmos 3:5: Yo me acuesto, y duermo y despierto, porque tú, Señor, me sostienes.

Salmos 4:8: Por eso me acuesto y duermo en paz, porque sólo tú, Señor, me haces vivir confiado.

Salmos 5:11: Pero que se alegren todos los que en ti confían; que griten siempre de júbilo, porque tú los defiendes; que vivan felices los que aman tu nombre.

Salmos 9:10: En ti confían los que conocen tu nombre, porque tú, Señor, proteges a los que te buscan.

Salmos 13:5: Yo confío en tu misericordia; mi corazón se alegra en tu salvación.

Salmos 16:1: Cuídame, oh Dios, porque en ti confío.

Salmos 18:2: Mi Señor y Dios, tú eres mi roca, mi defensor, ¡mi libertador! Tú eres mi fuerza y mi escudo, mi poderosa salvación, mi alto refugio. ¡En ti confío!

Salmos 20:7: Algunos confían en sus carros de guerra; otros confían en su caballería, Pero nosotros confiamos en el Nombre de Dios, ¡confiamos en el Señor, nuestro Dios!

Salmos 22:5: A ti clamaron, y fueron librados; en ti confiaron, y no quedaron en vergüenza.

Salmos 22:9: Pero eres tú quien me dio la vida, eres tú quien me infundió confianza desde que era un niño de pecho.

Salmos 27:3: Aunque un ejército acampe contra mí, mi corazón no se amedrentará; aunque me ataquen y me declaren la guerra, en esto fundaré mi confianza.

Salmos 34:8: ¡Prueben ustedes mismos la bondad del Señor! ¡Dichoso aquél que en él confía!

Salmos 37:5: Pon tu camino en las manos del Señor; confía en él, y él se encargará de todo.

Salmos 40:4: Dichoso el hombre que confía en el Señor y no en gente soberbia y mentirosa.

Salmos 56:11: Confío en ti, mi Dios, y no tengo miedo; ¿qué me puede hacer un simple mortal?

Salmos 64:10: Los justos se regocijarán en el Señor y pondrán en él su confianza. ¡Todos los rectos de corazón lo alabarán!

Salmos 94:22: Pero tú, Señor, eres mi refugio; eres mi Dios y la roca en que confío.

Salmos 115:11: Ustedes, temerosos del Señor, confíen en él; él es quien los ayuda y los protege.

Salmos 118:8: Es mejor confiar en el Señor que confiar en simples mortales.

Salmos 141:8: Por eso, Señor y Dios, mis ojos te buscan. En ti confío. ¡No me desampares!

Salmos 144:2: Tú eres mi castillo de misericordia, mi fortaleza, mi libertador; eres mi escudo, y en ti me refugio; ¡Él que allana mi pueblo delante de mi/tú haces que los pueblos se sometan a mí!

---

Proverbios 3:5: Confía en el Señor de todo corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.

Proverbios 3:26: El Señor te infundirá confianza, y evitará que tus pies queden atrapados.

Proverbios 29:25: El miedo a los hombres es una trampa, pero el que confía en el Señor es exaltado.

[plumarefrescante]

Porque nada trajimos a este mundo,

y nada podemos llevarnos.

Así que, si tenemos ropa y comida, contentémonos con eso.

1 Timoteo 6:7-8

[crecimiento-espiritual]

La Buena Semilla

Hola, quisiera compartir con usted el texto del 9 marzo 2024 del calendario “La Buena Semilla”.

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. (Mateo 5:7)

Misericordioso y clemente es el Señor; lento para la ira, y grande en misericordia. (Salmo 103:8)

Bienaventurados los misericordiosos (6)

 Ser misericordioso es mirar al otro, al prójimo, al que sufre o al que me hace sufrir, con la misma mirada de Dios, es decir, con Su bondad. Pero la misericordia no es solo una actitud interior, sino que se traduce en hechos concretos. Dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, acoger al extranjero, visitar a los presos y a los enfermos… esta es la misericordia en acción. Tampoco olvidemos las obras de misericordia menos visibles: aconsejar a los que dudan, enseñar, exhortar a los que se dejan dominar por el mal, consolar a los que lloran, interceder por todos los hombres…

 Lo sorprendente de esta bienaventuranza es la correlación que presenta entre nuestra experiencia y la acción de Dios. Es como si Dios nos tratara de la misma manera que nosotros tratamos a los demás. De hecho, encontramos esta correlación en muchas de las palabras de Jesús. Por ejemplo: “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores” (Mateo 6:12). Dios quiere que reproduzcamos su carácter, y por eso nos capacita para que actuemos con los demás como él lo hizo con nosotros. Pero cuidado, ser misericordiosos no nos hace merecedores de la misericordia de Dios. ¡Nuestra misericordia es el resultado de la gracia de Dios! El apóstol Pablo solía repetir: “Fui recibido a misericordia” (1 Timoteo 1:13, 16).

 “Sed… misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados” (Efesios 4:32-5:1).

(continuará el próximo sábado)

Lectura: Éxodo 21 – Hechos 15:36-16:10 – Salmo 31:14-20 – Proverbios 11:7-8

Otros textos del calendario en https://labuenasemilla.net