Tumgik
#van a hacer las paces? ah :')
a3-supeingo · 1 month
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Episodio 3, Capítulo 23: Compañerismo al desnudo
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Banri: …
Izumi: Estamos en casa~.
Taichi: ¡Ban-chan! ¿¡Volviste!?
Omi: Directora, Banri, bienvenidos.
Sakyo: …¿Por qué volviste?
Banri: …
Sakyo: ¿No te dije que te aseguraras de no volver a poner un pie en este dormitorio?
Izumi: Banri-kun cambió su forma de pensar
Sakyo: De ninguna manera puedo confiar en un compañero que renuncia tan fácilmente.
Banri: …
Juza: …
Banri: Vi cada una de sus presentaciones. Pensé que de verdad había perdido.
Durante las audiciones pensé que, fácilmente, yo era el mejor. Pero, antes de que lo supiera, ustedes iban adelante de mí y me frustré.
Una vez más… Esta vez quiero ir en serio y ganar de verdad. Así que, por favor, déjenme volver.
Taichi: Ban-chan hizo una reverencia…
Omi: Banri, tú…
Sakyo: …Promete que, de ahora en adelante, harás tu trabajo como líder
Banri: …Lo haré.
Izumi: (Gracias al cielo… Sakyo-san lo perdonó.)
Sakyo: Hyodo, de esta manera no tienes quejas, ¿verdad?
Juza: …Sí.
Banri: Practicaré sin hacer trampa y esta vez te derrotaré de verdad, inlcuyendo en tus sentimientos por la actuación.
Juza: …Adelante.
Izumi: (Estoy segura de que su relación, junto con toda la Troupe de Otoño, cambiará de ahora en adelante.)
Taichi: ¡Ah, es cierto! ¡Tomemos todos un baño!
Banri: ¿Ah?
Juza: ¿Por qué de repente?
Taichi: ¡Estábamos a punto de ir al baño juntos! ¡Ban-chan, Juza-san, Sakyo-nii, vamos todos juntos!
Omi: Ah, eso se oye bien. Antes nos bañábamos a diferentes horas.
Taichi: ¡Hacer un vínculo mientras se está desnudo es la mejor manera de hacer las paces después de una pelea!
Sakyo: ¿Por qué rayos debería…?
Izumi: ¡De vez en cuando estaría bien! ¡Diviértanse!
Sakyo: Sólo porque a ti no te están arrastrando a esto…
***
Taichi: Ah~, nunca nos habíamos bañado juntos. Es algo nuevo.
Omi: Aunque la bañera se siente un poco estrecha con cuatro personas en ella
Banri: Por eso nos bañamos a horas diferentes.
Juza: Eres enorme y estorbas.
Banri: ¡Mira quién lo dice!
Taichi: La Troupe de Otoño está llena de chicos musculosos~. Soy el más bajo… Incluso Yuki-chan me llamó pequeño…
Omi: Bueno, más grande no significa que sea mejor.
Banri: Pero te da ventaja cuando estás en una pelea.
Juza: Ser enorme como Settsu significa que estorbas.
Banri: ¡Mira quién vuelve a decirlo!
Sakyo: ¡Cállense, mocosos!
Omi: ¿Eh…?
Taichi: ¿Ese es… Sakyo-nii?
Sakyo: Qué rayos les pasa. Dejen de ver mi cara.
Juza: …No tiene gafas.
Banri: Qué raro.
Sakyo: Cállense. Estorban, así que apúrense y salgan ya.
Taichi: ¡Qué grosero! ¡Todos nos íbamos a bañar juntos!
Sakyo: Tch…
Omi: Sakyo-san, te ves muy joven sin tus gafas.
Banri: También te ves delgado sin tu ropa.
Juza: Te ves completamente diferente.
Taichi: ¡Es sorprendente!
Sakyo: Rayos, esta era la razón por la que no quería…
Omi: Se siente más apretado con cinco personas.
Banri: Esto es un desastre.
Taichi: ¡Vamos, de vez en cuando está bien!
Sakyo: Saben, no tenemos tiempo para actuar sin prisas.
Sólo queda un mes para la presentación inicial.
Omi: ¿Eh? ¿Ya pasó tanto tiempo desde que empezamos?
Juza: Un mes, ¿eh?…
Banri: No hay problema.
Sakyo: ¿Qué estás diciendo? Aquí tú eres el problema más grande. Sé más responsable a partir de ahora.
Banri: No te preocupes, lo sé.
Juza: …Haremos que sea un éxito, definitivamente.
Sakyo: Por supuesto. De lo contrario, la compañía estará acabada.
Omi: Entonces tenemos que recobrar la compostura. Si lo echamos a perder aquí, las Troupes de Primavera y Verano van a odiarnos.
Sakyo: Exactamente. Tenemos que hacer lo mejor.
Taichi: …
***
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montvsquieu · 4 years
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♡     “𝒏𝒐 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒐 𝒅𝒐𝒓𝒎𝒊𝒓 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒖𝒆́𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒑𝒂𝒔𝒐́.”
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la voz de shadia le sorprende, pero se incorpora en la penumbra y enciende el velador, agradeciendo la excusa para dejar de dar vueltas en su cama. ❛ tú y yo igual. ❜ la madrugada es cuando suele pensar con mayor claridad, pero hasta ahora no ha llegado a una explicación que le satisfaga. ❛ ¿qué persona enferma se hace pasar por una estudiante muerta? ❜     @shvdia​​.
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mieltrabajos · 3 years
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Capítulo 6 - Encuentro desagradable (Ijiwaru na Deai).
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( Haz click aquí para ir a la lista con el resto de los capítulos )
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El día del festival en el santuario, Arisa estaba ocupada tratando de entrar y sacar a la multitud. El almuerzo que habían pedido finalmente había llegado, así que lo recogieron y lo llevaron a la habitación de atrás. Después de eso, Arisa estaba volviendo al pasillo cuando escuchó llamar a la entrada.
—Arisa, tengo las manos ocupada. ¡Por favor, abre tú! —La madre de la susodicha habló desde la cocina. Era aquella la condición desde la mañana, la gente venía sin descanso.
Arisa  respondió y se dirigió hacia la entrada.
—¡Ya abro! —Fue la chica quien abrió la puerta de la entrada con una voz alegre.
Detrás de aquel objeto estaban Kotarou, Koudai, Hina y Ken.
—¿Eh…? Ustedes… ¿por qué…? —Alisa se sorprendió y miró a los cuatro.
—Oh, um, eso es… —Cuando los chicos intentaron explicarse, solo les salió lo siguiente—:  Arisa, ¿cómo estás?
—¿Quién es? —La madre de Arisa salió de la cocina y los cuatro la saludaron. —¡Oh, oh, oh ... oh, tal vez, los amigos de la escuela de Arisa!
La cara de la madre brillaba de la emoción y el entusiasmo de ver a los cuatro.
—Mamá, eh… —Hina tiró de la manga de Arisa, que trataba de explicarse con prisa. Kotarou respondió a la madre con una sonrisa. 
—¡Sí! ¡Somos amigos de la misma clase y vinimos a ayudar hoy!
—Suban, suban. Estamos ordenando todo aún.
Cuando la madre de Arisa recomendó, los cuatro inmediatamente se quitaron los zapatos en la entrada y subieron.
—Oh, prefiero agregar un poco más de sushi para el almuerzo entonces. ¡Arisa, por favor, dame el resto! —dijo la madre, que estaba ocupada regresando a la cocina.
—¡Almorzaremos sushi! ¡Que suerte! —Exclamó Kotarou con una enorme cara de felicidad. Hina lo empujó ligeramente con el codo. 
—Detente —puntualizó. 
—Takamizawa-san, ¿en qué puedo ayudar? —Después de que Koudai se puso sus zapatos, se dio la vuelta y le preguntó a Arisa.
 —Bueno… debo cambiarme al hakama*...
—¿Dónde nos podemos cambiar de ropa nosotros? —Kotarou fue al fondo del pasillo con las manos detrás de la cabeza. Luego lo siguieron Hina y Kodai.
Solo se quedaron Arisa y Ken. Arisa no pudo entablar ninguna conversación, por ello se quedó en silencio. 
—Eh… esto… —Ken abrió la boca preocupado. Su mirada vagaba inquieta. —Porque esto es…
Arisa se dio la vuelta y volvió al pasillo.
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Cuando llegaron con el hakama puesto, se trasladaron al lugar donde se ubicaba el "lugar de concesión". Entonces, aprendieron todos los procedimientos por parte de Arisa. Se suponía que los cuatro debían atender a los fieles en donde se vendían amuletos y billetes. Sin embargo, la presentación del festival comenzaba por la noche, por lo que las personas que visitaban por la tarde eran solo aquellas involucradas en el comercio y los santuarios.
Hina recibió una tetera en una oficina llamada "oficina del santuario" y regresó al edificio de la oficina de premiación. 
—Takamizawa-san, pareces preocupada.
Arisa guió a los cuatro a la estación de premios e inmediatamente se fue. Desde entonces, apenas los cruzaban.
“Es difícil”.
Hina no sabía nada sobre la familia de Arisa. No habría tenido ni un vistazo de aquello si no hubiera venido a ayudar ese día.
—Ah, señora Takamizawa-san —Al ser detenida, Hina se sorprendió. Había sido la madre de Arisa quien había tocado su hombro.
—Estoy un poco en problemas... Me pregunto si podrías reemplazar a alguien.
—¿Qué ha pasado?
—La chica que iba a venir no puede, tuvo inconvenientes.
—De acuerdo, puedo hacerlo.
—Oh, ¡fantástico! Muchas gracias.
—Umm, entonces... ¿a dónde debería ir?"
—Arisa se encuentra en la habitación trasera del santuario, ella te dirá.
—Está bien —La chica dejó la olla con la madre de su amiga y regresó a la oficina.
—Buena suerte!  —Por alguna razón, la animaron con una sonrisa.
“¿Eh…?”
-`ღ´-
Ken dejó el trabajo de la oficina de premios a Koudai y Kotaruo y cruzó los recintos mientras tarareaba.
Arisa y Hina se encontraban con sus hakamas rojas, y ellos con sus hakamas celestes. Él lo había comprobado cuando los visualizó antes, se veían bien.
“Vine aquí hoy para ayudar a hacer las paces con Arisa, todos vinieron a ayudarme en ello”.
Para hablar de eso, ella estaba de vacaciones de verano, por lo que solo se encontraba con Arisa durante la escuela complementaria. En la escuela no hablaban y Arisa regresaba a casa poco después de terminar.
“Si ayudas al santuario, tendrás la oportunidad de hablar con ella.
Al mismo tiempo, quiero mostrar buenos puntos, aumentar las acciones y hacer que Arisa también se exprese mejor”.
Ese es el plan que hicimos con Setoguchi.
Sin embargo, Arisa se había alejado después de explicar la ceremonia de premios, y ya no aparecía a los ojos de Ken.
“Pensé que , de esta manera, no tendría la oportunidad de hablar, así que dejé la ceremonia de entrega a Kodai y Kotaro”.
Ken no sabía dónde estaba Arisa, solo se vagueaba por los recintos.
—.... ¿Está ocupado?
Las chicas caminaban llevando una olla, pero la madre de Arisa las detuvo y regresaron a la oficina.
“¿Esa era ella…?”
—¡Arisa! —Ken pone su corazón para gritar, era hora de hablar con ella.
—¡Oye tú!
Ken fue interrumpido de repente y dijo: 
—¿Eh…?
Era un hombre alto con gafas de montura negra. Algo joven, de unos treinta años.
—¡Aquí, ven!
—¿Eh? ¿Sí? —Ken repentinamente fue agarrado del brazo y fue atraído por aquel hombre.
“¿A dónde me llevas? Esta persona... ¿quién es?”
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 Kotaro, sentado en el salón de la ceremonia de premiación, bostezó en su tiempo libre. A su lado, Kodai estaba ansioso por leer un folleto titulado "Introducción a los santuarios".
—Bueno, Kodai. ¿Te quedas?
—Vamos, ¿te estás saltando esto?
—¿Por quién me tomás? Creo que me estoy tomando un descanso y ayudando.
Kotarou se tumbó en el tatami.
—¡Ah! ¿Dónde estará Hina?
—Estará ocupada —Kodai cerró el folleto y sonrió.
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—¡No, no, no, no! ¡Absolutamente no! 
Hina escuchó a Arisa, quien esperaba en el cuarto de atrás, sacudiendo la cabeza en negativa.
Parece que la chica que se suponía que debía bailar Kagura con Arisa de repente se había enfermado. Por lo tanto, era ella quien debía reemplazarla.
—¿No es mejor que esto lo haga gente adulta?
—Si ves a las mujeres del arco en el santuario, cualquiera puede bailar Kagura. Pero si no estás cerca de mí, no podrás equilibrarte. Así que no hay nadie más en quien pueda confiar que en Setoguchi... ¡Por favor, solo lo haremos una vez!
Es inusual que Alisa confíe tanto. Eso es todo lo que necesita saber.
“Si pudiese manejarlo, desearía hacerlo realmente con Takamizawa...”
—Nunca he hecho Kagura, y tengo miedo de hacerlo mal.
—Te enseñaré. No es un baile difícil, ¡y Setoguchi puede hacerlo!
—¿Pero es hoy? No tengo tiempo para practicar... si no puedo hacerlo. Podría cometer un error.
—¡No cometerás errores, en serio! —Arisa agarró la mano de la chica y exclamó con fuerza.
—Pero...
—Si te equivocas, solo copia mis movimientos.
—Takamizawa-san...
—Estaba tan feliz cuando me dijiste que eras un amigo. Incluso si no fuera cierto, estaba tan feliz. Estaba tan feliz. Quiero hacerlo contigo. —Sus ojos, que conectaban palabras intermitentemente, parecían húmedos de emoción
A Hina le sorprendió que Arisa pensara de esa manera. Su corazón se sentía cálido con esas palabras.
“Bueno, también lo siento así...”
La falta de palabras provocaba un nerviosismo en el ambiente. Incluso para Arisa que esperaba una respuesta.
La chica de repente relajó sus hombros: 
—Soy tu amiga.
Los ojos de Arisa veían lentamente a la chica.
—Kotaro, Yamamoto, Shibasaki y yo somo tus amigos —sonrió detrás de ella.
Alisa realizó una expresión de sorpresa, pero de inmediato sonrió.
—Sí… lo sé.
Hina respiró suavemente, luego levantó la cara con entusiasmo. 
—¿Todavía tengo tiempo hasta la noche, no? ¿Llegaremos?
—¡Por supuesto que sí!
Alisa y Hina rieron, empezando a practicar.
-`ღ´- 
—Lo siento por dejarles la oficina de premios.
La puerta corrediza trasera se abrió y entró la madre de Arisa, sosteniendo una bandeja.
Kotarou, que estaba acostado, se levantó rápidamente y se sentó de nuevo.
—¡No, no! No es un trabajo pesado.
—Este es el pastel de queso que acabo de recibir. Es realmente delicioso. Así que cómanlo. —La madre puso un plato de tarta de queso y dos tazas de café mientras sonreía.
—¡Muchas gracias!
—Gracias.
Kotaro y Koudai gritaron y comenzaron a degustar.
El primero, que mordió una gran bocado, dijo: 
—¡Hmm!
—Hablando de eso, Señora Takamizawa. ¿Qué pasa con las chicas? —Kotaro preguntó. La madre de Arisa se puso la mano en la mejilla y dijo que no debía preocuparse, que estaban ocupándose de otras cosas.
—Estoy un poco preocupado… Bueno, ¿van venir a ayudarnos?
—Ah, no. Lo dudo, no creo que puedan regresar hasta de momento, así que cuando estén muy ocupados, yo vendré —respondió la madre de Arisa y se retiró.
Kotaro se comió la tarta de queso en un bocado y se puso de pie
—Kotaro, ¿a dónde vas? —Koudai atrapó a Kotaro del hakama en el corredor, deteniéndole.
—No sé, parece que las chicas están haciendo algo importante.
—El trabajo de almacenista también es importante.
—... OK ... iré al baño.
—¿Vas a dejarme solo?
—¡Solo será un rato, quiero verlas solamente!
—Kotaro no te voy a dejar ir así. Siéntate, Ken ya huyó. No harás lo mismo.
Kotaro se sentó de mala gana y cruzó las piernas: 
—Así es, ¡Shibaken no regresará seguramente! Oye, ¿a dónde crees que fue realmente?
—No lo sé, ni me interesa.
—Qué cosa...
—Termina lo que nos trajeron —Después de ver el perfil de Kodai bebiendo café con su cara sonriente, Kotaro suspiró de mala gana.
-`ღ´-
“Bueno, espera, ¿qué es esto? ¿Por qué está pasando esto?”
Ken fue llevado por un hombre con gafas a un salón público justo al lado de los escalones de piedra de un santuario.
Entonces, por alguna razón, Ken, quien estaba vestido de manera tradicional, fue llevado a trasportar un santuario portátil, sin preguntarle.
Era un evento anual, y el día del festival del santuario, los lugareños parecían estar desfilando por el vecindario mientras llevaban el santuario portátil sobre sus hombros.
Los hombres fuertes que lo llevaban gritaban: "¡Washoy!"
Ken notaba la barra del santuario sobre sus hombros y sentía ser aplastado mientras escucha cómo la gente canta.
“¡Esto es pesado!”
—¡Oye, hermano, haz un poco de espacio! —Un vecino pareció pedirle.
“¡¿Por qué me pasa esto a mí?!”
A esas alturas, Kotarou y Koudai seguramente estarían tranquilos bebiendo algo, eso pensaba. Se arrepentía de haberlos dejado solos.
A lo largo del camino, las chicas están tomando fotos con sus cámaras y teléfonos celulares en sus manos. El evento de llevar un santuario portátil no debería haber sido incluido en su horario.
—¡Oye, wasshoi!
—¡Washoy! —Alrededor, Ken levantaba la voz como si se hubiera vuelto terco.
“¡¿Qué estoy haciendo?!”
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El exterior se veía caliente a medida que el calor se extendía sobre la superficie del asfalto, pero cuanto más frío fuese el interior del automóvil, mejor sería el aire acondicionado.
Los domingos, la carretera estaba más congestionada y los embotellamientos eran más de lo habitual.
—Mañana voy a hablar con Sena-chan y una revista en una editorial a partir de las 10 en punto. Dile a Yujiro cuando se levante —desde el espejo del conductor, se veía que la gerente hablaba.
—Oh, sí, sí. —Aizo, sentado en el asiento trasero, fruncía el ceño mientras respondía.
Cuando el coche giró por la carretera, Yujiro, quien estaba durmiendo, terminó inclinado sobre el hombro de Aizo.
“A diferencia de cuando estás despierto, tu perfil para dormir es tranquilo”.
Cuando Aizou le apartó, Yujiro se golpeó la cabeza contra el otro lado del cristal de la ventana. Por un instante, abrió los ojos con una cara de dormido, pero inmediatamente los cerró y volvió a dormirse.
—Después de eso, comenzamos a grabar y nos reuniremos en la noche. Estoy tratando de reducir su horario, así que levántense temprano.
—Oh sí, sí —Aizou miró el paisaje exterior mientras estaba colgado junto a la ventana.
En ese momento, Aizou pudo escuchar una voz poderosa que decía “¡Washoy!” mientras la policía lideraba un grupo de personas felices que bailaban con un santuario portátil. 
En realidad, ¿qué le importaba eso?
. . .
¡¿. . . . . ?!
Mirándolo dos veces, Aizou pone sus manos en el cristal de la ventana. 
—¡Detén el auto, para! —Gritando en voz alta, el gerente dejó a un lado el auto a toda prisa. Su cuerpo se golpeó contra el asiento.
Aizou logró reconstruir su postura, pero Yujiro, que estaba durmiendo a su lado, enterró la cara en el asiento delantero y rodó en reacción a eso. Aún así, seguía durmiendo cómodamente.
—Hey, ¡¿por qué pides eso?! —Ignorando la voz del gerente, Aizou abrió vigorosamente la puerta y saltó.
“¡¿Qué rayos está haciendo este tipo?!”
—¡Eh, miren! ¡Es Aizo de LIP×LIP!
—¡Sí, es él! ¡Miren!
Las chicas que pasaban por ahí gritaron: "¡Kyaa!”
“Mierda…”
El  gerente salió del asiento del conductor y cerró la puerta. 
—¿Qué haces? ¿Y qué hace tu hermano allí?
—No lo sé, no tengo idea… —Aizou respondió casualmente y se volvió hacia el coche.
—Bueno, pero... ¿no hace ese tipo de cosas? ¿Ir a festivales casualmente?
—No, esto es extraño. —Cuando Aizou abrió la puerta, vio a Yuujirou acostado en el asiento, le picoteó el rostro y lo despertó.
Una vez dentro del auto, el gerente regresó al asiento del conductor.
—Tu hermano mayor parece ser una buena persona. Quizás deberíamos invitarlo luego. 
—¡Ni de broma! Está raro —Insistiendo, Aizou miró por la ventana con los brazos cruzados.
“..... De repente recogiendo gatos, gritando en la habitación, participando en un festival extraño...”
"¡Me da miedo!"Tuiteando, Aizou tenía un rostro sombrío.
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Kotarou, que intentaba masticar un mochi* con la boca, se dio la vuelta con el sonido de una puerta corrediza abriéndose.
—¡Shibaken! ¿Dónde has estado? ¿Qué ha pasado? —Ken, que sentía su cuerpo adolorido, se tiró en el suelo.
—Eh, amigo. ¿Qué pasa? ¿Estás bien? —Cuando Kotarou se sorprendió y gritó, Ken sostuvo el brazo en donde éste tenía el mochi.
—Wow, ¿qué pasa? ¡Son mis frijoles Daifuku*!
—A… ri...
—¿Qué?
—Arisa...
—Trabaja en ello de hablarle. Yo no soy Arisa —Mientras lo dice, Kotaro apartó la mano de Ken.
En ese momento, había una voz desde el pasillo que decía: "¡Oh, aquí estás!"
Un hombre con gafas mirando hacia la sala de premios entró sin dudarlo. —Shibasaki-san, todavía nos queda trabajo.
El hombre de anteojos volvió a tomar a Ken, que estaba acostado, y lo arrastró como estaba.
Kotaro y Kodai solo se quedan viendo cómo se lo llevaban.
—Shibaken… ¿a dónde lo llevarán?
—.... ¿Vamos por él?
Se miraron y continuaron comiendo el mochi, al final se decidieron: 
—Bueno, vayamos por él.
-`ღ´-
Ken finalmente fue liberado por la noche.
Una tras otra, las balas de arroz, los barriles de sake y las cajas de cerveza de artículos votivos fueron llevados al santuario, y después de eso, no hubo tiempo para instalar una carpa nocturna en la carretera y descansar.
Debido a aquello, varias partes del cuerpo las tenía más que adoloridas. 
��No puedo más… ¿acaso a la gente no le gusta usar transportes para llevar eso?”
Ken revoloteó por el pasillo y abrió el fusuma*.
Los visitantes se reunían en la ceremonia de premiación, y Kotarou y Koudai estaban ocupados haciendo frente a ello.
—¡Oh, finalmente estás de vuelta! —Kotarou miró hacia atrás mientras rellenaba la bolsa de amuleto— ¡Ayuda, Shibaken! Estamos muy ocupados ahora.
Mientras tanto, había voces diciendo "perdona" desde varios lugares.
Kotarou se dio la vuelta de inmediato, estaba respondiendo mientras atendía.
Cuando Ken se movió detrás de la cortina y se tomó un descanso, Koudai vino y le ofreció un vaso de té frío de cebada. 
—¿Dónde has estado?"
Ken tomó el vaso y se rió cansado.
“Realmente ... ha sido difícil...”
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—Debido a que hay menos gente, vayan a disfrutar viendo el Kagura. 
La madre de Arisa les ofreció un descanso. Ken se dirigió a Kagura Hall con Kodai y Kotaro para escuchar el baile.
El sol se había ido completamente y mucha gente se reunió en la plaza.
Una antorcha meciéndose en la brisa nocturna iluminaba el escenario.
El Kagura parecía haber comenzado ya, y el sonido de las campanas sonaban bien.
—… ¿Eh? ¿Esas son las chicas? —Kotarou, que estaba mirando detrás de la cerca, grióa como sorprendido.
Bailando al son de la campana en el medio del escenario, se encontraban Arisa y Hina. Ambos llevaban trajes femeninos y adornos, con el cabello a juego.
Las caras, iluminadas por la luz, parecían tener un ligero maquillaje, y los labios pintados de rojo. Estos parecían cantar la letra de la canción que se escuchaba.
Arisa tenía el pelo largo atado hacia atrás. Ella siempre estába de mal humor, pero ahora parecía sonreír de verdad.
Cuando danzaban, las mangas de ambas parecían revolotear de una linda forma.
El sonido agudo del silbato superpuesto al sonido de la campana que golpeó el cielo nocturno se escuchó.
“Oh ..... ¿Qué es esto?”
Ken miró el escenario detrás de la cerca y lleva su mano sobre su frente sudorosa. No sabía por qué se esforzó en llevar el mikoshi, y finalmente los fardos de arroz y barriles de sake.
Después de eso, había estado tan cansado que no había podido ver a Arisa ni hablar con ella.
En este caso, la estrategia de reconciliación había fallado. Sólo había recibido músculos adoloridos.
Realmente le apenaba un poco.
Todas las dificultades del día estaban desapareciendo si se daba cuenta. 
“La vista es tan grande que quiero plasmarla para siempre
Es bonito y hace mucho calor dentro santuario”.
De repente, cuando miró hacia un lado, pudo ver que Kotarou había perdido sus palabras y se encontraba mirando perplejo a las chicas en el escenario.
Era sorprendente verlas en ese estilo.
“Yo seguramente tenga la misma cara...”
A Ken igual le daba envidia. El cómo Kotaro pensaba seriamente en Hina, en que estaba enamorado.
Después de bailar y gritar con las campanas, Arisa miró a Hina.
Las dos estaban sonriendo, como si estuvieran relajadas y aliviadas de que salga bien
Koudai sacó la cámara de su mochila y comienza a acomodar el lente.
El sonido de un chirrido le sorprendió a Kotaro
—Koudai, ¿a qué le estás sacando foto?
—Al ambiente.
—¿Hah? Por favor... ¿Por qué está Hina con Takamizawa? —Kotarou señaló el escenario, poniendo su cara roja.
—Pero, ¡oye! Finalmente después de tanto rogar, la has visto. —Ken rodeó a Kotaro con un brazo, sobre los hombros de este.
—Bueno... sí...
Kotarou miró a las chicas en el escenario hasta que desaparecieron.
—Le diré más tarde a Setoguchi que Kotarou estaba viéndola embobado.
—¡No digas nada!
Riéndose de Kotarou, Ken caminó con las manos detrás de la cabeza.
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El festival terminó justo después de las nueve de la noche.
Los adultos ya habían comenzado los banquetes, fue ahí cuando los cinco se dirigían a Okuzashiki* después de la limpieza.
En el centro de la gran sala de estilo japonés, había asientos de mesa y los platos se preparaban sin problemas.
—¡Ooh, comida frita! —Con sus ojos brillantes, Kotaro llegó inmediatamente a la mesa de estar. Koudai y Ken también se sentaron uno al lado del otro.
—Bueno, no seas demasiado tímido, eh... Me estás dando vergüenza —Hina entraóen la habitación y se sentó frente a Kotarou.
Estaba completamente vestida con ropa simple y se había quitado el maquillaje. Kotaro la miraba seriamente.
—No, no..
—Eso espero.
Inclinándose hacia los chicos, Kotaro miró hacia otro lado casualmente.
—Setoguchi, ¡Kotarou estaba viéndote mientras bailabas! —Ken bromeó notando que la cara del mencionado se puso roja, como si tuviera un incendio.
—Bueno, ¿por qué Hina bailaba Kagura?
—Se suponía que otra chica debía hacerlo, pero no podía venir de repente y parecía que estaba enferma... Me pidieron que lo aceptara. Fue realmente difícil —respondió mirando Koudai y Kotaro.
—¡Pero salió bien!
—No, no soy tan buena
Kotarou mira hacia otro lado incómodo. No podía seguir el ritmo y Ken estaba gritando.
—Aunque igual Ken se ha estado yendo a algún lado por un tiempo
—Estaban realmente ocupados conmigo —Ken alcanzó la mosca del camarón, riendo. Entonces sintió que alguien le toca el hombro por detrás.
—Shibasaki-san, ¿está cansado?
Él sonrió y le sonrió al hombre con gafas que lo había arrastrado durante todo el día.
—Oh, hombre.
La cara de Kotarou se apagaba del intenso rojo. 
—Kotarou y Ken, ¿no? —preguntó el hombre. —Ah, hola Koudai. Te salvaste por hoy.
El hombre con gafas luego se movió hacia los adultos emocionados.
“Entonces ese era el tío de Kodai...” De alguna manera pese a estar cansado, Ken se rió.
-`ღ´-     
El animado banquete se abrió durante las diez. 
Arisa fue a la trastienda con una bandeja para limpiar. 
Todos deberían haber regresado. Lamentaba haber estado tan ocupada que ni pudo verlos.
“Gracias por venir y ayudarme”.
Arisa abrió el fusuma, entró y dijo: 
—¿Eh? 
Ken solo se acostó en una habitación oscura con un cojín como almohada, aunque pensó que no había nadie. Arisa puso la bandeja sobre la mesa y caminó hacia él. Cuando se puso en cuclillas y le miró a la cara, parecía estar dormido. Dormía tan cómodamente que probablemente no se despertaría. ¿Dónde estaba su casa? ¿Sería posible ir caminando hasta ella? 
“Si no despiertas, no podrás tomar el último tren.
¿O es demasiado tarde para que se vaya?”
El edificio principal estaba separado al de la casa de Arisa, por lo que parecía que estaría bien dejarlo allí, pero también había personas. ArIsa extendió la mano vacilante. Ken intentó abrir los ojos un poco. 
Cuando Ken tomó la mano de ella, Arisa entró en pánico.
—¿Qué…? —... Finalmente te encontré.. —... ¿Eh? 
Cuando entrecerró los ojos, Ken apretó la mano de ella.
De repente ambos sintieron como su temperatura corporal se elevaba, más que nada en sus manos entrelazadas. Era irresistible y vergonzoso, y Arisa lo soltó.—¡Todos ya han regresado! Solo Shibasaki es el único que aún está aquí —Apenas exclamó ello, escondió su mano detrás de ella. Sin embargo susurraba de todas formas.
Ken se levantó finalmente y miró alrededor de la habitación, donde no había nadie más. Su rostro todavía tenía sueño y sus ojos se sentían pesados. 
“Solo agradece correctamente, no seas tonta”.
Arisa sostuvo su mano sobre sus rodillas como si estuviera tensa, y abrió la boca.
—Por lo de hoy… gracias.  —No tenía la confianza suficiente para mirarle a los ojos, así que se lo dijo mientras tenía la vista enfocada en sus manos. —Escuché que me ayudaste de varias maneras.
Ken levantó los ojos ligeramente y sonrió con mucha felicidad. Por alguna razón, Arisa se dio la vuelta.
 —Por eso... Gracias de nuevo.
—Arisa-chan —Ken la llamaba emocionado. Se escuchó un rugido de un aire acondicionado anticuado en una habitación sin voz humana.Se envía el aire, pero era lo suficientemente húmedo como para pensar que no funcionaba en absoluto—. Salgamos juntos… —Ken continuaba mirándola con una sonrisa.
—... ¿Eh? —Lo que salió de la boca de Alisa fue una voz molesta. 
—¿Qué dices? ¿A dónde te gustaría?
—¡Oye, estás dormido!
Arisa apretó su falda con sus manos sudorosas, estaba enojada porque las palabras de Ken provocaron que su rostro se tiñese de rojo.
—¿Qué tiene? —Ken preguntó y se rió divertido.
—¡Estás dormido! ¡Vete a casa y acuéstate!  
De pie, Arisa se dió vuelta y salió de la habitación. Cuando regresó al edificio principal, subió las escaleras y saltó a su habitación. Cerró el patrón y la puerta, y se sentó en su cama exhausta. 
“Siento un dolor fuerte en el corazón…”
Arisa miró hacia el techo mientras tocaba su frente.
—”Juntos”...
“No bromees, ¿de qué estás hablando?”
Aunque sonaba algo bueno, pero sabía que no hablaba en serio. 
“Pero si hablaras en serio…”
Mientras llevaba su mano contra su pecho, se desató el cabello.
“No lo sé…
Con las palabras de Ken, mi corazón tiembla tan fácilmente”. 
Arisa agarró su cabello y apagó la luz de su habitación.
-`ღ´-    
Ken estaba bajando los escalones de piedra del santuario. Debido a que la noche estaba cerca, los coches en el camino delantero eran apenas accesibles. No se encontró ninguna figura humana. 
Un insecto invitado por la luz de la máquina expendedora estaba volando.Ken pasó frente a él con las manos cerradas en los bolsillos de sus pantalones.
“Tengo demasiado sueño…”
Ese día había sido algo poco realista, y la sensación de estar en un sueño envolvió el resto. El suelo parecía sentirlo esponjoso, como si no pudiera caminar del cansancio.
El mundo a su alrededor siempre se desvanecía, no importaba lo que estuviera haciendo, no podía sentir nada con nadie. Aburrido, monótono, rutinario.
“¿Cuánto tiempo continuarán estos días? “
Mientras pensaba en esas cosas, se rió apropiadamente por lo que le había dicho a Arisa.
“Soy estúpido, de verdad.
Si no haces lo que realmente quieres hacer, no puedes disfrutarlo.
Si realmente no lo quieres, no estarás satisfecho con él”.
Estaba cansado, pero su mente era ligera. Se hallaba mirando hacia el cielo nocturno con una sensación refrescante.
Solo fingía no notar lo que su corazón deseaba.
-`ღ´-    
Cuando Aizou regresó a su casa y abrió la puerta de la sala, la habitación estaba vacía.
“Mi hermano está recostado en el sofá, como si no hubiera nadie aquí”.
Ken habría regresado y se había acostado al instante, incluso con la ropa que tradicional llevaba antes puesta.
—Uh… Estaba quejándose entre el sueño mientras dormía, o eso escuchaba Aizou. El gatito negro, que había estado montando un poco sobre su pecho, se había levantado y empezaba a golpear de las mejillas de su hermano, instándolo a "jugar y jugar".
Cuando Aizou se acerca con pasos ligeros, levantó con cuidado al gato negro.
“¿Qué estás haciendo?  Es tan inusual últimamente”.
Después de reír, Aizou se fue con Kuroo.
-`ღ´-    
Mientras caminaba de regreso de la escuela, observó su teléfono móvil. 
En el camino a casa desde el festival, le entregó una nota con su número de teléfono a la madre de Arisa antes de despedirse. Ken no había tenido la oportunidad de contactarla nuevamente antes y no pudo encontrar mejor forma que esa. 
Había estado esperando, desde ese día, el contacto de ella. Pero nada.La madre de Arisa se echó a reír en su momento y dijo: "No me ha preguntado, pero sí le he entregado la nota”
“¿La rechazó entonces?���
En el medio del camino se detuvo, mirando hacia arriba la neblina de calor  que se formaba al estar cayendo la noche.
Mientras sostenía su teléfono móvil, Ken volvió su mirada al frente.
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*Hakama: vestuario tradicional japonés.
*Tatami:  una superficie utilizada similarmente como una alfombra.
*Mochi: dulce japonés.
*Frijoles Daifuku: un tipo de mochi.
*Fusuma: puertas corredizas de papel tradicionales en Japón.
* Okuzashiki: un restaurante.
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( Haz click aquí para ir a la lista con el resto de los capítulos )
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karenhikari · 5 years
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Manifiesto de la Citerea
Resumen:  
 La memoria del hombre es tan efímera, no soporta el paso de centurias sin deslavarse, por eso ha hecho a los mortales pensar que las oceánides salieron a su encuentro llenas de admiración, que se aproximaron a ella para adorar su belleza. Ignoran la prontitud con la que las nereidas quisieron alejarla de sus dominios, temiendo quizá que ella deseara hacerlos suyos y no pudieran detenerla.
¡Hola a todos! Bueno, hora de ser honestos. Yo sé que he estado ausente por mucho tiempo. Sé que van a decirme que es una excusa vieja, pero la verdad es que la escuela me ha mantenido tremendamente ocupada. Les traigo este pequeño texto como ofrenda de paz. No es propiamente dicho un fanfic, pero vamos a fingir que sí.
Este escrito fue un experimento. Sucede que Afrodita nunca ha sido una diosa que me agrade mucho. Con frecuencia bromeo que es por eso que no se me da el maquillaje y que estoy soltera. En una ocasión un amigo mío, que la adora, era nuestra eterna pelea , me comentó que ella era la diosa más poderosa del Olimpo. Por supuesto, yo me reí de él. Afrodita es muchas cosas, pero "poderosa" no es como yo la describiría. Para mí, es una cara bonita y ya está. Es alguien que está muy ocupada en su apariencia como para preocuparse por lo demás. Es el típico estereotipo de la mujer bonita pero tonta.
Yo sé que mitológicamente hablando no es así y que tiene muchas buenas cualidades, pero la cosa es que, por lo menos a mí, me cuesta trabajo verlas. Esa vez discutí con mi amigo, y el me dijo algo que realmente se me quedó grabado. Él dijo "Ella es la más poderosa, piénsalo. Ella causó la Guerra de Troya. Y eso lo hizo sin querer, imagina qué podría hacer si quisiera". Y la cosa es que mi amigo tenía razón. Resulta que Afrodita es muy poderosa, pero no usa ese poder por estarse arreglando el cabello.
Por supuesto, el hecho de que mi hicieran notar eso no hizo nada para que ella me cayera mejor. Digo, si es tan poderosa, debería usar su poder, ¿no? Así que, tras mucho pensarlo, decidí que quizás ella está perfectamente consciente de su poder, pero prefiere que los demás la vean como una cara bonita y nada más.
Así que, este pequeño escrito explora esa posibilidad. Es una interpretación personal del mito y, pues, es mi intento de hacer las paces con ella.
La portada es una obra de Lauren K Cannon, la pueden encontrar en artist station . com (fuera espacios). Ella ha dicho que no se trata de Afrodita, pero a mí me parece que expresa perfectamente lo que yo quería, así que la mantuve. Sin más... ¡a leer!
Manifiesto de la Citerea
Dicen que surgió del Océano cubierta de blanca espuma, con perlas entrelazadas en los cabellos de oro y con la bendición de Helios brillando a su espalda. Dicen que las nereidas la siguieron, que las hijas del mar formaron un coro para alabarla y escoltarla a Tierra. Dicen que los vientos dejaron de soplar al verla elevarse entre las olas, bañada en gloria, sólo para admirarla. Dicen que la blancura de su piel era tal, que la arena de la playa parecía oscura cuando ella la pisaba.
Ah, dicen... dicen tanto. Les fascina esta pequeña quimera, una licencia poética. La han mandado esculpir en templos, la plasmaron hombres de gran reputación en lienzos sagrados, la cuentan a las jóvenes incautas que se rizan el cabello y que se colorean los labios para, por un instante, sentir que se acercan a ella.
Cuentan, pobres ilusos, que ella surgió del Océano, sí, mas lo hizo goteando sangre mezclada con agua salada, no espuma blanca. Son incapaces de imaginar siquiera el espectáculo que ofreció esa tarde, mientras recobraba el aliento encaramada en un islote y se apartaba los cabellos del rostro empapado. Hablan de perlas, sí, pero no de las perlas negras que ella llevaba colgadas de los lóbulos de sus perfectas orejas. No dicen, pobrecillos, que entre el revuelto cabello asomaban puntas de algas, una premonición, quizá, de que esas plantas marinas se convertirían en corales teñidos con la sangre de la Gorgona siglos más tarde.
La memoria del hombre es tan efímera, no soporta el paso de centurias sin deslavarse, por eso ha hecho a los mortales pensar que las oceánides salieron a su encuentro llenas de admiración, que se aproximaron a ella para adorar su belleza. Ignoran la prontitud con la que las nereidas quisieron alejarla de sus dominios, temiendo quizá que ella deseara hacerlos suyos y no pudieran detenerla. Piensan que las hijas del Océano la escoltaron a tierra para que otros pudieran alabarla de la misma manera; no obstante, nadie menciona que los peces se apartaron del camino de la recién surgida titánide con aleteos cargados de pánico.
Fueron los mortales los que blanquearon la extensión de su cuerpo, ignorantes de la manera en la que los colores bailaban en su piel y las hebras de su cabello alternaban entre rozar sus hombros y acariciar sus caderas según el sol la iluminaba. Ella, tan voluble, cambiante en la misma forma que las olas a sus pies, oscurecía y aclaraba su cuerpo para acomodar las preferencias de aquél que la miraba. Ella, a quien pintores sin imaginación, que nunca tuvieron la distinción de mirar sus orbes caleidoscópicos, le tiñeron los ojos de azul.
Son pocos los que recuerdan la manera en que el mismo Urano contuvo el aliento cuando ella se irguió, en su veleidosa gloria; pocos los que recuerdan que la tierra tembló cuando ella la pisó por primera vez. Nadie sabe que, en realidad, el Olimpo aún se pregunta si ella resultaba más intimidante mientras se enjuagaba la sangre ajena de los miembros o cuando dejó atrás el piélago para dirigirse a las montañas.
La grandeza del cielo le palpitaba en las venas, y la sal se le aferraba a los labios. Así, con una determinación que no podía aprisionada, ella puso a prueba qué tan lejos podía llegar, pues el sol abrasador no le provocaba más que un leve malestar y la tempestad en el Océano no la amedrentaba. Qué lejos ha ido, el mundo aún no tiene barreras que puedan contener a alguien capaz de convencer con un sólo guiño de sus ojos.
No, las historias no cuentan eso. La cadencia de su risa se ha encargado de hacer olvidar su procedencia titánica para convertirla en una diosa más. Una diosa ligera, una diosa de voz suave, de piel tersa, de corazón grande.
Y qué no se ha encargado de borrar con el contoneo de su cintura la voluble diosa, con tal de que el mismo Olimpo alejara de su memoria que ella cuenta la ceniza de las piras y los granos de los relojes en sus manos. Qué no ha hecho ella desde las sombras. Ella, que es capaz de iniciar guerras con el movimiento de una mano; ella, que es a quien la Guerra misma rinde pleitesía.
Así que bueno... ¿qué les pareció? Fue muy interesante escribir este texto y estoy muy satisfecha con el resultado final. Espero que les haya gustado a ustedes también. Si fue así, por favor no duden en dejar un comentario.
Por cierto, ¡feliz Año Nuevo!
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malkaviian · 2 years
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Seba con L, N y R... Also Rafael con E y P 👉🏻👈🏻
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Seba:
L = Location (Favourite places to do the do): Le gusta que lo pongan contra la pared, si eso cuenta como lugar (?) o la ducha, aunque no es muy fan tampoco de la posibilidad de pegarse un porrazo lmao pero bueno, cuando uno está horny lo hace (?) si no los sitios altos, aunque suene curioso, como un balcón en un piso 7 o una azotea de un edificio con muchos pisos.
N = NO (Something they wouldn’t do, turn offs): El petplay. Lo hace sentir incómodo y humillado en un sentido que no le gusta. El fireplay está ahí, porque el fuego inevitablemente le recuerda a Fox y no es muy sexy pensar en tu padre en un momento que se supone debería ser sexual dsnfnjkdsf, menos si tal padre no te quiere
R = Risk (Are they game to experiment, do they take risks, etc.): Como dije, le gusta el sexo en la ducha, aunque exista el riesgo de caerse y golpearse lol pero tomar demasiado riesgo ya no. Tipo, si el concepto en sí de algo no le gusta mucho, prefiere evitarlo. De todas formas, si su pareja le propone algo que no le cierra demasiado, estaría dispuesto a ver porno sobre eso y ver cómo se siente. Si sigue sin cerrarle, lo siento, pero lo más probable es que no lo haga. Perdón Derek (?)
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Rafael:
E = Experience (How experienced are they? Do they know what they’re doing?): En lo que lleva casado con Charlotte aprendió bastante lel ella es muy demandante, y como se siente tan atraído por ella siempre tiene ganas tbh, así que aunque antes no hubiera tenía demasiada experiencia (pero la tenía), con el tiempo fue aprendiendo aún más y ahora sabe bien lo que hace. Lucky you, Charlotte (y Mary dependiendo si se me da algún día por hacer que caiga ante sus encantos, pero por el momento eso no pasará).
P = Pace (Are they fast and rough? Slow and sensual? etc.): Rápido y duro por lo general porque así le gusta a su esposa, a menos que alguno esté cansado o estén melosos ah (que sí, tienen sus momentos aunque no parezca porque alguien no es muy fiel del todo(?))
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Ellie:
A = Aftercare (What they’re like after sex): Le gusta mucho los mimos, aunque prefiere más recibirlos que darlos, además de que no activa si su pareja no lo hace antes. Por ende, puede parecer un poco fría.
T = Toy (Do they own toys? Do they use them? On a partner or themselves?): Tiene unas esposas y una mordaza, pero sabe que a Molly no le van ese tipo de cosas así que no las usa lel, aunque a veces le gusta imaginar como se vería Jack con eso. Y no es suyo prácticamente, pero su hermana compró uno de esos dildos dobles para que usen, le gusta bastante.
Y = Yearning (How high is their sex drive?): Es bastante alto la verdad, pero a la vez se reprime mucho por querer aparentar lo contrario frente a los demás (especialmente Jack), así que se desahoga en sus libros. No ha publicado todos y tiene varios escritos por ahí publicados bajo el anonimato, por lo que en realidad no saben del todo lo que se cruza por su cabecita. Molly es la que más o menos sabe, pero incluso a ella hay cosas que le oculta.
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bernardjleman · 4 years
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Lemanómetro de septiembre: reptiles y orgías
Un mes más cumplo con mi cita para presentar las novedades que han pasado por la Torre. Llego bastante tarde, pero con la mochila cargada. Mira, si no, abajo.
Pero antes, una aclaración.
Noto signos de agotamiento en la, digamos, «estrecha» área temática que prevalece en el blog en estos últimos meses. Así que, después de darle algunas vueltas al tema, me he decidido por darle un pequeño giro: añadir algunos matices y aligerar otros. Retocar un poco la idea.
Mantendré el tsundoku, porque creo que es una tradición y un centro de gravedad que además marca una diferencia. Pero lo aligeraré de peso, porque creo que tampoco es plan de dorarme la píldora durante párrafos y párrafos con compras de libros que a poca gente le importan. Por ello, seré breve, intentando sintetizar en unas pocas líneas lo que me parezca más importante de la caza de cada mes, y añadiré recomendaciones, reseñas, reflexiones, novedades, frustraciones y cualquier otra cosa digna de mención que haya pasado por la Torre durante el periodo. Creo que esta concepción, más cercana a aun «estado de situación» enriquecerá más el blog.
Sin más dilación, vamos con ello. Para no perder las tradiciones, empezaremos por la caza.
Durante el mes pasado hice cuatro batidas y no tuve compasión ninguna. Fue uno de los más grandes meses, digno de recordarse en los anales del tsundoku: una de las mayores odas de amor a la literatura oscura, un frenesí de horror y tinta, una orgía cinegética que ya quisieran los predators:
Destacaré, brevemente, el horror bundle de quince libros de la editorial Word Horde en Story Bundle. Todo canela fina. Cayó también otro bundle lovecraftiano de Lovecraft eZine porque estaba a un precio ridículo. Una última compra electrónica de seis libros sobre escritura, obras referenciadas a su vez en otro libro sobre escritura (Booklife, de Jeff Vandermeer). Y, finalmente, una compra en una librería, con cositas ricas a las que ya tenía echadas el ojo. Seguimos acumulando.
No sé por qué, pero al terminar el verano sentí un impulso irrefrenable de ver películas de reptiles asesinos. A veces surgen estos oscuros deseos con los que uno tiene que convivir, hacer las paces, y reconocer como consustanciales a una mente desequilibrada por culpa de las visitas al videoclub durante la infancia.
Como no encontré nada de cocodrilos, que era lo que realmente necesitaba, me tuve que conformar con Anaconda, en su lugar. Recordaba esta película como una auténtica bazofia. Vuelta a ver, tampoco es que sea muy buena, pero tiene una vena de aventura clásica que resulta enternecedora, y unas cuantas cosas buenas, dignas de mención: sale Machete, Owen Wilson sufre una muerte horrible relativamente pronto, el personaje gracioso no es un pelma detestable, los efectos digitales son cutres pero simpáticos, Owen Wilson sufre una muerte horrible relativamente pronto, Jennifer López está bellísssima y Jon Voight se come la pantalla con una actuación rayando en el absurdo y un acento imposible. Es, desde ya, uno de mis malos favoritos de todos los tiempos, con esa entrada en pantalla tropezando sobre el barco, esa salida regurgitado por una serpiente gigante, guiño de ojo incluido, y ese pecho (¡Dios, ese pecho!) amplio como hectáreas de cebada bajo el sol del mediodía. ¿He mencionado que Owen Wilson sufre una muerte horrible relativamente pronto?
Lo del guiño de ojo me resultó tan surrealista cuando vi la película por primera vez que llegué a creer que me lo había imaginado. Pero no: está ahí. Y ¿por qué? ¿Por qué está ahí? No dejo de preguntármelo. ¿Qué quiere decir? ¿Se supone que es un reflejo involuntario? ¿Acaso es un recuerdo de ese mismo gesto, que le hemos visto hacer antes en la película? Yo me inclino a pensar que Jon Voight simplemente no pudo evitarlo, inmerso como estaba en aquel desenfreno interpretativo. Probablemente no pudieran repetir la secuencia. O la repitieran y se le ocurrirían cosas peores, quién sabe. Puedo imaginarme el cachondeo del equipo durante la grabación.
En conclusión, una agradable sorpresa, Anaconda. La segunda parte, que lleva el ingenioso título de Anacondas, ya no me apetece tanto. Creo que no seguiré con la saga. La serpiente es un plato indigesto, por mucho que digan que sabe a pollo.
Siguiendo en la tónica de cine de animales tochos asesinos, caí en la tentación y vi en enfrentamiento entre Jason Statham vs Tiburón gigante: The Meg. Es una película perversa, traída desde las cavidades más inmundas del averno: actúa como una droga, que sabes que es muy mala para ti, pero no puedes dejarla. Me encanta que, desde el momento de la presentación de personajes, sabes cuáles de ellos van a morir y cómo van a morir exactamente, así que cuando finalmente ocurre es tan tópico que resulta cómico. Y luego está el torso de Jason Statham, con pelazo y todo, como Dios manda. No son hectáreas de cebada bajo el sol de mediodía, pero uno se puede dar un paseo por allí y volver a casa ya para la merienda. Para mi gusto, en la película faltó sangre, pero, claro, es que el bicho es muy grande y se come a la gente de un bocado, sin dejar ni una migaja.
También vi Tenet, el nuevo juguete de Nolan. Siendo un film espectacular, muy en su línea, me dio la impresión de que en esta ocasión se le veían demasiado las costuras, de que todo ese rollo de la entropía invertida no era más que una excusa para producir imágenes chulas. La batalla final me resultó decepcionante, y no podía evitar el tener la sensación de que los soldaditos que corrían hacia atrás iban demasiado despacio: como si estuvieran calentando, pero al revés. El resto de la película me recordaba constantemente al cine de Michael Mann. Y luego está Kenneth Branagh, que se come la pantalla: no es de este mundo, ese señor.
Gracias a la extensión online del Festival de Sitges ha pasado recientemente por la Torre la película The Dark and the Wicked, que arranca muy bien y mantiene una factura visual inusualmente inquietante, pero que, cuando la historia deriva hacia las posesiones demoníacas, me deja de funcionar y se convierte en una sucesión de sobresaltos orquestados por un diablo más preocupado por asustar al espectador que por su verdadero objetivo, que no es otro que apropiarse del alma de un moribundo. No quiero ser injusto (lo que hace, lo hace tremendamente bien), pero es que a mí las posesiones ni fu ni fa.
Este año estoy leyendo, por fin, A Night in the Lonesome October, de Roger Zelazny, que es un libro que estaba deseando leer desde que me enteré de su existencia. Lo estoy haciendo de la manera canónica, a un capítulo por día, hasta terminar en la noche de Halloween, porque así es como el libro está estructurado. Es una preciosidad de libro. Me encanta la voz del perro protagonista (sí, el protagonista es un perro. Concretamente, el perro de Jack el Destripador), entre ingenua, perversa y compasiva, algo muy próximo a una cierta mirada infantil. Al ver el argumento uno se espera un refrito amarillista, pero resulta que es un libro interesantísimo y muy inspirador.
He empezado la relectura de Salem’s Lot, uno de los primeros libros que leí de Stephen King, hace cientos de años. El comienzo es interesante: cómo juega con la información. Sabes que está manejándote a su antojo, es evidente cómo se guarda cientos de ases en la manga, pero a ni a ti ni al casino le importa gracias a esa máquina apisonadora que es la voz de narrador que tiene King.
Series: comenzando The Wire. No, aún no la había visto. Vamos lentos, pero seguros. Es impresionante la profesionalidad de la industria norteamericana: apenas avanzados un par de capítulos, ya tenemos una galería de personajes bien formados con los que todos nos podemos reconocer y que además despiertan nuestro interés. Sigo recorriendo Lodge 49: me encanta esa serie. El cuarto episodio, Sunday, creo que alcanza altas cotas de escritura. Empecé El tercer día, en HBO, que me gustó mucho, pero me voy a que esperar a que liberen todos los episodios porque paso de que sea la cadena la que me marque el ritmo. Y tengo pendiente Lovecraft Country. Ya caerá. Por lo que he visto por ahí, creo que ha sido un poco bluff.
Ah, me olvidaba: Errementari. Si solo quedáis con una cosa de esta entrada, por favor que sea esta película: es una joya. No os dejéis vencer por el equívoco marketing, que hace pensar en una película de posesiones cutre, y poneros a verla cuanto antes. Está en Netflix. Es un cuento lleno de poesía y sentido del humor basado en una leyenda tradicional vasca, facturado con un gusto exquisito. Una rareza en nuestro cine. Lo dicho, una joya.
Se acerca el festival Sui Géneris Madrid (todo online este año), y no puedo dejarlo pasar sin recomendarlo, incluido el congreso que aguarda agazapado entre sus góticas entrañas. Este año se reparte entre las tardes de un par de semanas y por eso no creo que pueda asistir, pero las actividades gratuitas del festival de este año son La Bomba y seguro que alguna cae.
En otro orden de cosas, en verano se me ocurrió una idea de reseñar relatos breves de terror por aquí, en forma de serie, resaltando sus valores y lo que se puede aprender de ellas, pero no sé si voy a tener tiempo. El proyecto pide a gritos una cierta regularidad. Ya veremos.
Finalmente, debo confesar que he vuelto a la bossa nova. Bueno, en realidad a Antonio Carlos Jobim, que es Dios, Amo y Señor. La necesitaba. Necesitaba esa nostalgia, y los recuerdos que trae, de una época que ya no existe, teñidos de amargura pero también felicidad.
Y eso es todo por ahora. Seguiremos vigilando desde la Torre.
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mestefaniarv · 4 years
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DIARIO DE UNA CONFINADA
Introducción
“Escribir es la manera más profunda de leer la vida”
Es curioso como el encierro te obliga a reflexionar, a decir verdad no sé si sobreviviré o por cuanto tiempo estaré confinada, no sé que pasará, nadie lo sabe... Lo mas seguro es que sí, que sobreviviré al COVID-19, (he sobrevivido a otras crisis peores que el encierro) y luego como cualquier ser humano en la tierra, moriré por otras causas, siempre se encuentran formas de sobrevivir hasta que llega el fin definitivo, pues eventualmente a todos nos llega la hora.
Solo quedara lo que le deje a los otros ¡no somos mas que lo que damos! Pero bueno... ya comencé a divagar y estoy segura que esto me ocurrirá seguido en las páginas de este diario, (quien quiera que lo lea sabrá perdonarme) supongo que es normal con tanto encierro.
Quiero pensar en que sobreviviré, por un buen tiempo, al menos el suficiente para escribir -trato de ser positiva pues pensar en lo peor me mataría de a poco, y yo no quiero morir aún- pero como lo importante es saber que se hace con ese tiempo en el que se sobrevive o se vive, (cosas totalmente diferentes) escribiré los pensamientos del insomnio ¿El propósito? Leerme el aislamiento y lo que brota de él.
(El caos y confusión, la nostalgia y el recuerdo, el pasado y el condicional, la oscuridad y la luz , la libertad y el amor.
ENTRADA 2: Caos y confusión,
Lunes 16 de Marzo 2020
Aún pienso en la emisión del presidente de hace unas horas, el comunicado que nos limitaría a todos en Francia a partir de mañana a cambiar los planes que teníamos. Yo tenia para el fin de semana ya varios planes, también para el próximo mes, para las vacaciones; sin embargo nada de esto se llevaría acabo.
Recuerdo sus palabras cuando dio la orden del confinamiento y como el -Estamos en guerra- que repetía constantemente Emmanuel Macron, me perturbaba cada vez más.
Esa noche no pude dormir, ni tampoco las siguientes. ¿Estamos en guerra? Pero qué tipo de guerra es esta donde no podemos salir, donde tenemos que enfrentarnos a los miedos de morir de una pandemia que no se ve. Hay mucha confusión afuera, hoy recuerdo haber ido a la librería, para buscar con qué llenar mis horas de confinamiento y escuchar los comentarios de la gente, todos confundidos y alterados, yo más lo primero que lo segundo .
Siempre medito mejor en la madrugada, mire el reloj: 3:30 am, no podía dormir pensando en las guerras con hay muertos y mucha sangre, nadie gana en ellas o si se gana no se regresa completo, creo que quienes van, pierden partes de ellos mismos.
Esta guerra guerra según Macron es diferente, porque el enemigo es invisible, un virus que no se puede ver instalándose silencioso y uno no se da ni cuenta. Yo digo que ese enemigo es lo tóxico que está en el interior de cada persona y que el virus después ataca: las dudas, el miedo, los remordimientos; todo esto se queda en los ojos y no deja reposo alguno. El problema no es que no deje dormir, sino que no permita despertar al día siguiente.
Mejor intento descansar, espero despertar...a pesar de todo el caos y la confusión de hoy, a pesar de “la guerra”.
Pensaré en algo bonito para recuperar el sueño, ¿pero en que? ¿Será que cuento ovejas? Una, dos, tres... me llegaron entonces las palabras de mi madre, lo que me decía antes de dormir para conciliar el sueño (cuando lloraba de pequeña por pesadillas o cualquier tontería) su voz dulce me decía: - Calma mi niña, si lloras en la noche porque no puedes ver el sol, tus lagrimas te impedirán ver las estrellas.- y yo me calmaba de golpe, no había entendido esas palabras hasta ahora ¡Ah que bonita esta la luna!
ENTRADA 3: LA NOSTALGIA Y EL RECUERDO
Miércoles 18 de Marzo
Los recuerdos joden un poco, cada vez que evoco los buenos tiempos la nostalgia me invade, y no puedo evitar aumentar quizás la sensación de otras épocas. A veces dudo de si en realidad yo era tan feliz como mis recuerdos claman en las noches ¿y si no lo era?
La cosa es que como lo comparo con aquello que no tengo, el recuerdo se agranda, la nostalgia me embriaga y entonces me dejo llevar. Gabriel Garcia Marquez decía “la memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos y gracias a ese artificio logramos sobrellevar el pasado”. La frase de Gabo me llevo a reflexionar y me embriague de nostalgia.
Pensé entonces en esos fantasmas que nos atacan siempre en la madrugada, traje a mi memoria esos días donde leía en el tren en Nueva York y por estar sumergida en un libro, había dejado de mirar por la ventana, me había pasado la estación donde debía bajarme ¿A donde iba ese día? Estaba perdida ¡Ah si ya lo recordé! iba camino a ver unos ojos claros que me quitaban el sueño. Recuerdo también el poema que le escribí a esos ojos esa noche, y como me sentía a su lado. ¿Donde estará? ¿Que estará haciendo? No sabía nada de él desde hacía tiempo; yo había decidió alejarme, siempre me alejo, es como un circulo vicioso...
¡Basta! Tengo que dormir, la nostalgia y el recuerdo son adictivos, hay que tener cuidado con ellos ¿Acaso todo había sido tan perfecto? o ¿eran recuerdos magnificados?.
Hay que aprender a seleccionar bien los recuerdos, porque la nostalgia y la memoria juntas pueden jugar malas pasadas. Por esta noche haré las paces con ellos, necesito dormir, no puedo dejar que el insomnio se me llene de imágenes, no se puede ver bien con recuerdos en los ojos.
ENTRADA 4: EL PASADO Y SUS CONDICIONES
Viernes 20 de Marzo
Hoy pasó algo curioso, algo inesperado. Ya dormía cuando mi teléfono sonó a eso de las 2 o 3 de la mañana. Un mensaje, un tímido texto de mi pasado, tuve que mirar dos veces la pantalla de mi celular y ahí estaba, su nombre, luego de años sin saber de él, había aparecido. ¿Que quería? Me saludo preguntando como estaba, utilizaba como pretexto el corona virus y de súbito me dijo que se sentía débil y que por eso me había escrito. Yo me preocupe ¿Todo bien? - Le dije. El me hablaba sobre una conversación que tuvimos 5 años atrás, cuando estábamos enamorados:
Habíamos terminado de hacer el amor y yo me había puesto a pensar, ¡como de costumbre! El me decía que yo le hablaba sobre el condicional y en como me fastidiaba, ese Qué pasaría sí. Me contaba que yo lo había mirado a los ojos, esos ojos grandes que me querían toda y le había dicho: “No me gusta el condicional, no me gusta ese que hubiera pasado si... no sé sí me entiendes, ojalá en el lenguaje no existiera ese condicional hipotético, porque no habla sino de las condiciones de algo que no se hizo, y que hubiese dado un resultado diferente si se hubiera hecho esto o aquello ¡puros remordimientos de un pasado inexistente!” En sus mensajes estaba esa sensación esos remordimientos, entendí que también se le había metido el recuerdo en el insomnio. Él insistía: “-Si el hubiese dicho a tiempo todo lo que ahora me te estoy diciendo quizás no te hubieras ido, no me hubieras dejado, quizás aún estarías conmigo. A medida que me habla me llenaba de preguntas: ¿Cuando regresas?¿Sabias que no volví a sentir nada luego de ti? He sufrido mucho, ¡Cuanto haz cambiado!”
¿Que quería que hiciera con todas estas palabras que debió haber dicho cuando las sintió ? -Pensé para mi y luego supe que nos había pasado lo mismo, ninguno de los dos había hecho el dicho lo que tenía que decir, nos habíamos alejado sin más, pero ya era hora de hacer las paces con el pasado y continuar. Le agradecí por tener la valentía de decir todo lo que me había dicho, que había sido una persona importante, un buen hombre y que deseaba encontrara a la mujer de su vida, me despedí, lo deje ir.
Mientras me acomodaba en la cama, pensé en que él tenía razón, yo había cambiado mucho y me alegre que así fuera. Luego se me vino
la frase de Marquez de la noche anterior mientras cerraba los ojos, ya no tenia que “sobrellevar” el pasado conmigo, pues yo no quería volver ahí.
Sonreí, puse mi celular al lado de la cama y dormí como no lo había hecho en años.
ENTRADA 5: LA OSCURIDAD Y LA LUZ
Domingo 22 de Marzo
Las pesadillas más tempranas que tengo de mi infancia siempre han estado relacionadas con la oscuridad: si bien la falta de luz en el sueño me molestaba, aquello con lo que no podía de pequeña era esa angustia en el pecho que no se calmaba con nada, el no saber que había en esa oscuridad, la impotencia de no poder ver, imaginando que quizás, un monstruo en la oscuridad me observaba; minutos después me despertaba sudando frío y con el corazón a mil por hora.
Ahora pienso en los momentos más difíciles que he vivido y curiosamente fueron en épocas donde no podía ver con claridad: inviernos prolongados y grises, habitaciones oscuras con pequeñas ventanas, consultas con el doctor donde me decía que no recuperaría la vista de mi ojo izquierdo. Momentos donde lo único que quería era cerrar los ojos y no pensar en nada, irónicamente cuando se cierran los ojos también hay oscuridad; solo que esta es interior.
Lo peor de la oscuridad interior, es la sensación de no saber qué tenía dentro causándome una angustia que no sabía con que calmar.
Esta madrugada era oscura también, mientras trataba de dormir pensé en todo lo que había vivido en mis pocos 24 años: asma de pequeña, la ausencia de un papá que me viera crecer, luego la ausencia de ambos padres durante dos años (pues mi mama había viajado a España buscando un mejor futuro para nosotras y yo me quede con una tía a los 5 años), la adolescencia y el desamor, luego de adulta el decidir viajar sola buscando el sueño americano -que no fue más que un espejismo- y verme envuelta en situaciones de las que sin duda había pensando no tendrían salida.
Aunque creo que el peor momento de todos, fue sentir que había perdido la razón en esa casa azul tristeza, donde viví por un año. Recuerdo ese día en el sótano, que sentí estaba enloqueciendo de tanta presión, estrés, situaciones que no podía explicar y tenía que manejar sola. Lo juro esa... sensación de perder el control de uno mismo porque la confusión y la desesperación son tan grandes, no sé la deseo a nadie.
Sin embargo, la oscuridad de esta madrugada era diferente a la de esos días. Llore como diría Oliverio Girondo a lagrima viva, lo llore todo pero lo llore bien, y al terminar de llorarme el insomnio, me di cuenta que todo eso ya no existía, no eran más que imágenes de un pasado que yo misma me encargaba de traer.
Yo había logrado salir de situaciones muy difíciles sola y esta crisis del COVID-19 no sería la excepción. Había pasado ya la hora más oscura y un tenue rayo de luz se desplegaba en mi cuarto, tuve de repente una sensación de inmensidad al aceptarlo todo: mis errores, mis miedos, mis defectos, esa oscuridad que vivía dentro mío. Por último, le entregue todo a Dios -a ese ser superior, que sabía existía, porque me había sacado de mis horas más negras, cada vez- y entonces me sentí libre, no poseía más que la vida misma, lo simple, lo esencial: el aire, la tierra, el cielo, la libertad de ser y hacer; el presente. La oscuridad es ese miedo que nos paraliza, sin embargo esa noche aprendi a tomarle la mano al miedo y a seguir viviendo.
ENTRADA 6: La libertad y el amor
Lunes 23 de Marzo
Durante muchos años pase de un extremo a otro, de buscar el amor sin tregua hasta desinteresarme por completo de este y concentrarme solo en mi, mis metas y sueños. Lo irónico de esta actitud es que uno no puede escapar jamás del amor aunque quiera, este se encuentra en todas partes, solo que a veces nos hacemos los sordos o los ciegos y no nos permitimos verlo por miedo.
La libertad y el amor van de la mano. Lo entendí en el momento en el que me libere de todo y de todos: de mi país, mi casa, mis amigos, mi lengua materna, mi lengua materna, mi tierra, mi familia, mi perro; a pesar del miedo que suponía alejarme y adentrarme a lo desconocido.
Cuando me liberé de ese compendio de cosas que yo era, estuviese o no con ellas entendí el gran amor que tenía por todo y la decisión de vivir mi vida lejos no cambiaba en absoluto lo que yo sentía; para vivir hay que soltar y abrazar lo que llega, aun si no se sabe muy bien qué es.
La definición de libertad es difícil de encontrar, las descripciones de felicidad tampoco son fáciles de expresar con palabras, porque a decir verdad cuando las sentimos estamos tan ocupados viviéndolas, que no podemos detenernos a reflexionarlas. Son preciosos momentos que vivimos y no queremos dejar ir pues son fugaces, pero hay que aprender a vivirlos, a amarlos y luego a dejarlos ir.
Platon decía que la libertad se basa en en ser dueños de la propia vida, y el día que tome la decisión de viajar, de ser responsable de mi misma, tanto de mis errores como mis aciertos, fui libre y feliz.
Puedo decir sin duda que mis mas grandes viajes han sido interiores, y escribir este diario en tiempos de encierro y confinamiento por el COVID-19, ha sido uno de esos viajes. No es fácil cantarse las verdades, ni llorar el insomnio, ni enfrentarse a los miedos y luego aceptarse y confiar, pero de eso se trata, de esos nuevos comienzos que empiezan sin saber cómo : con una pandemia, un viaje, un fin o un inicio, entonces lo único que nos queda es dejarnos llevar y confiar en nosotros mismos y que todo estará bien.
“Me di cuenta que, a pesar de todo, que en medio del invierno había dentro de mi un verano invencible. Y eso me hace feliz. Porque no importa lo duro que el mundo empuje en mi contra, dentro de mi hay algo mejor empujando de vuelta” - Albert Camus
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galthorcomics · 6 years
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➡️ Darth Vader: Lord Oscuro #1 ¿Os acordais cuando dije que se acabaron las grapas? Tenía que venir Vader para llevarme al lado oscuro de nuevo. Y no me quejo eh, en parte mi economía actual, agradece que me compre una grapa en lugar de un tomo asi que toca apechugar. Tampoco me quejo por que he descubierto algo de esta serie que ya hace que merezca la pena. Pero vayamos por partes. La historia nos cuenta como Vader, que acaba de perder a Padme y lo acaban de remendar tiene que hacer las paces con el lado oscuro. Para ello un emperador dibujado raro de narices se dedica a putearle. Asi que vader tiene que ir por ahí matando gente e intentando hacerse una espada roja por que la azul es de flojos por lo visto. Y poco más, fin del capitulo sin mucha más historia. Está entretenido y es Vader cabreado matando gente. No se que mas pedirle a la serie. Ah si, la clave. Van a contar como se crean el proyecto inquisidor. Para los que hayais visto Star Wars Rebels ya sabeis de que va la movida. Yo por mi parte, ahora que se esto, tengo mas ganas de que me cuenten eso, y que salga el inquisidor! Que de saber como consigue su espada. Yo que se, prioridades. Las mías están con rebels siempre. #starwars #darthvader #starwarsrebels #inquisitor #charlessoule #giuseppecamuncoli #marvel #marvelcomics #disney #planetacomic #galthorcomics #instacomic #comic #comics
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sabrielove · 7 years
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Sweet home Alabama.
Bajo la pacífica noche caminaban dos hombres hombro con hombro por la acera, ambos fijándose en letreros llamativos de las tiendas que dejaban atrás, con completos gustos diferentes.
El silencio reinaba entre ellos a pesar de que las personas en el pueblo lucían bastante parlanchinas y contentas ingresando a cafeterías por una cena o sencillamente caminando igual que ellos.
Gabriel finalmente se soltó un poco teniendo en mente las palabras que le había dicho su compinche Castiel.
"De acuerdo, Deano. ¿Tan sólo pasearemos por las calles sin decir nada y volveremos con Cas a decirle que fue una divertida noche y ojalá se repita para cuando él se distraiga quieras echarme otra vez?"
El ojiverde rió sarcástico. "Y ya que lo mencionas."
"Quiero decir, acepté 'hacer las paces' contigo y todo, pero eres muy aburrido."
"Hey, yo también lo hago sólo por Cas."
"Sí, ese pequeño bastardo nos controla más de lo debido ¿huh?" No recibió respuesta, a lo lejos divisaba un letrero con la palabra bar donde le hizo crecer su interés señalándolo como opción y Dean asintiendo. "¿Qué hay con Sammeh?"
"¿A qué te refieres?"
"Siempre está pegado a ti como goma de mascar. Es raro no verlo por ahí." Encogió un hombro.
"Hizo algunos amigos que no me quiso presentar la última vez que pasamos por aquí, supongo... De todas maneras no creo que sea nada serio, él sabe las cosas que enfrentamos."
"Ah sí, la regla de las relaciones de ninguna clase." Rió. "¿Debo sentirme afortunado por ser uno de los únicos amigos que aceptaron?"
"No es como si nos dieras otra opción, y la razón es porque eres algo que implica nuestro trabajo."
"No soy tan malo. Han convivido con ángeles todo el tiempo, ¿y qué? Después de todo no somos fenómenos mata personas."
"¿Oh, no?" Dean alzó las cejas.
Gabe rodó los ojos. "¡Sólo fue una vez!"
Ingresaron al bar repleto de gente, en su mayoría hombres sentados en las mesas compartiendo cervezas mientras miraban en los televisores un juego de béisbol, otros permanecían parados o en la barra buscando conquistas, y unos cuantos alrededor de una mesa de pool apostando. Había música mezclándose con la narración del televisor y los gritos de las apuestas en totalidad.
El rubio le dio una mirada a Dean con las cejas arriba, a lo que este asintió sin más haciéndoles paso para entrar. Esto no duró ni cinco pasos cuando sin querer se encontró con la figura de espaldas de su hermano en una mesa al fondo, yacía con dos hombres y una mujer riendo y charlando amenamente con bebidas en sus manos.
Sin quererlo se había detenido presenciando esa escena, ocasionando que Gabriel chocara contra él al venir detrás. Cuando notó que no pensaba seguir adelante y nadie cubría su paso, miró por sobre su hombro fijándose en lo que Dean miraba.
Sonriendo palmeó su espalda. "Mira a quién tenemos aquí."
"Vámonos." Susurró.
"Por supuesto que no, iremos a avergonzarlo desde luego."
Dean torció la boca mirando al más bajo. "Te odio por ser tan yo."
Tomando expresiones sorprendidas por encontrarlo en ese lugar, luego de ordenar su propio alcohol se acercaron a esa mesa ganándose de inmediato una sonrisa borrada de Sam.
"¡Hey!" Saludaron. "Sammy, qué sorpresa verte aquí." Aportó Gabe.
El menor carraspeó mirando a sus amigos una vez antes de dirigirse a su hermano y el ángel. "Sí, qué sorpresa. ¿Qué hacen aquí?" Decidió preguntar sopesando el que precisamente fueran Dean y Gabriel estando juntos.
"¡Ah!" Dean tomó dos sillas de otra mesa y las colocó entre los sitios de su hermano y la muchacha rubia que todavía no decía nada. "¿No les molesta verdad?" No esperó respuesta pues ya se habían sentado. "Verás, Gabe y yo nos arreglamos y aquí estamos, dejando toda esa mierda atrás." Sonrió pasando un brazo por los hombros del rubio, amistoso.
"Te sorprendería lo mucho en común que tenemos." Rió muy divertido sólo con Dean siguiéndole.
Sam de inmediato supo que todo había acabado y no le quedaba más que presentarles a sus amigos. "Uhm ellos son Patrick, Jason y Michelle. Y ellos son Dean, mi hermano y... Gabriel." Dijo señalando a cada uno.
"Su bestie." Aclaró Winchester mayor a los demás, haciendo aguantar reír al arcángel.
"Es un gusto." Habló la chica amable.
"Sam ya nos habló sobre ustedes." Sonrió el llamado Jason.
"¿En serio?" Gabe miró a Sam a su lado, palmeó su rodilla un par de veces por debajo de la mesa ganando su atención. "¿Qué maravillas has dicho de nosotros, moose?"
El sobrenombre hizo reír a los amigos en cuestión. "Moose, nunca lo habría pensado. Buena esa." Le habló Patrick haciéndolo sonreír cortésmente, porque, se había arrepentido de llamarlo así en voz alta cuando sólo él le decía así.
"¿Qué podría ser?" Cambió de tema el chico alto, sabiendo bien y más que bien en lo que Gabriel pensaba. Quizá alguna vez le haya mencionado que sólo de su boca se escuchaba bien el sobrenombre y si lo escuchaba desde alguien más, escupiría en su cara. Sam no quería que eso pasara . "Mi bobo hermano y mi bromista amigo, no podría hablar de algo mejor sobre ustedes." Rió.
"Ya que lo mencionas..." Añadió Michelle observando a los recién llegados. "Nunca escuché más admiración en la voz de alguien hablando sobre su hermano. Quiero decir que esto ocurrió desde que nos conocimos y deben saber de sobra que Sam no es un tipo muy abierto." Sonrió hacia Dean logrando que se sintiera dichoso con simples palabras, mientras Sam quería cerrar los ojos y no abrirlos nunca más para ver esa expresión en el rostro de su hermano mayor.
"Por otra parte, Gabriel..." Se dirigió esta vez al rubio que probaba algunos cacahuetes de la mesa. "Sam dice que eres un chico imposible."
Gabe rió con la boca llena. "Por supuesto."
"Pero justo antes de que llegaran nos hablaba sobre ti nuevamente." Repuso siendo seguida por asentimientos de los otros dos chicos.
El Winchester menor se quería morir ahora.
"¡Ja! Sí, qué cosas. ¿Mencionaron haberse arreglado, Dean y Gabe?"
Fue ignorado por todos.
"¿En serio?" El arcángel se encontraba muy divertido con una mano sujetando su barbilla y el codo sobre la mesa, a la vez que con la otra mano jugaba con las frituras llevándose algunas a la boca de vez en cuando.
"El chico está loco por ti." Quiso bromear Jason, siendo divertido únicamente para Patrick y Michelle, ajenos a las miradas entre los cazadores y el ángel, que a pesar de que no demostraban nada, se había vuelto algo incómodo  mantener esa plática.
Gabriel carraspeó. "Vaya, Deano y yo vinimos acá para avergonzar a Sammy y yo salí pagando." Nunca dejó parecer aburrido, o mostrarse molesto. Los tres amigos de Sam tampoco lucían capaces de entender siquiera un poco de sus vidas y eso evidenciaba al menor sobre no haberles dicho básicamente nada sobre lo que realmente eran.
"¿Ya se van?" Dijo con disgusto Jason cuando ambos se pusieron de pie.
"Sí, Gabe y yo tenemos una borrachera que planear y no queremos arruinarles su noche." Dean les sonrió cortés poniendo una mano sobre el hombro del más bajo. "Fue bueno conocerlos. Y, Sam, nos vemos más tarde." Él asintió sin mirarlos, no había querido hacerlo desde que la tensión había crecido.
Tras despedirse de todos, fueron a la barra encontrando un lugar para colocarse de entre toda la gente. Pidieron algo más fuerte, cualquier cosa doble y cuando les fue servido lo tomaron de un trago haciéndoles hacer muecas ante el sabor rasposo.
El ojiverde se colocó de lado para mirar al rubio sentado en un taburete con la vista perdida al frente, aunque no lucía afectado ni nada por el estilo, sabía bien sobre sus posibles pensamientos por el simple hecho de estar presente ahí y no sólo refiriéndose a lo que ocurrió hace minutos.
"¿Quieres hablar?"
Resopló bajando la mirada al shot vacío en su mano. "Dean Winchester queriendo ser mi propio psicólogo."
"Si te hace sentir mejor, será gratis." Ambos sonrieron antes de ponerse serios de nuevo.
"Es- no hay nada en realidad. No voy a negar cosas, porque no eres estúpido ni ciego, pero tampoco admitiré nada." Encogió un hombro y chasqueó la lengua entretenido con el vaso.
Dean asintió, sabiendo que era correcto lo que él veía. "Hay tensión entre ustedes desde hace tiempo." Desvió la mirada. "No me incumbe, lo sé, pero se trata de mi hermanito y de mi pequeño bastardo. Así que no puedo fingir siempre que la virgen me habla cuando ustedes se alejan y conversan sobre sabrá Dios qué hasta que discuten y te vas por semanas sin que siquiera Cas sepa tu paradero."
Él suspiró. "Deano... En verdad no quiero tener esta conversación." Admitió viéndolo. "No ocurre nada malo, son cosas que pasan entre Sam y yo. Como las peleas entre nosotros, cuando te juego bromas mentales sobre casa erótica y te molestas hasta clavarme un cuchillo, o cuando quiero una maldita cama donde relajarme y crees que es divertido proteger las habitaciones contra ángeles haciéndome quedar afuera para pinchar los neumáticos de tu auto. Sí, son cosas que pasan." Repitió volviendo a las jugarretas logrando que Dean niegue con la cabeza pensando en eso y todo lo que ocurría en su día con día.
"Bien." Colocó un billete bajo el vaso. "Larguémonos de aquí."
Sin chistar ambos salieron del bar, volviendo a las templadas calles pero esta vez con menos personas transitando de un lado a otro.
Comenzaron a caminar sin rumbo, ensimismados en sus pensamientos aunque Dean sabía bien a dónde dirigirse ahora.
"Y mira, finalmente sí terminamos en una salida como amigos normales y sin matarnos, ni siquiera lo intentamos."
"La noche es larga."
"Idiota." Rieron.
Dean metió las manos en su chaqueta con una sonrisa listilla, dirigiéndose a una licorería abierta. "Como dijiste, la noche es larga, ¡Estamos en Alabama! Y todavía podemos embriagarnos como locos para mañana ver a Cas tragarse sus palabras con eso de que nuestro vínculo no se fortalecería."
Gabriel ladeó una sonrisa estando de acuerdo. Así caminó junto al humano atravesando la calle para llegar a su destino.
Aunque no quisiera admitirlo en voz alta, le gustaba después de todo pasar el rato con Dean, pues, siempre lograba hacerle crecer el ánimo desde sus bitch faces hasta sus intentos por matarlo; sí, él era un buen chico y gran amigo.
"Uhm, ¿Gabe?" Lo detuvo antes de abrir la puerta de cristal, quedando incluso con la mano en la perilla.
"¿Sí?"
"Sé que te gusta mi hermano." Sin esperar reacción mordió su lengua aprovechando que alguien abría la puerta al salir para poder entrar y echarse a reír deseando ver la cara del arcángel, como si de la mejor broma se hubiese tratado y fuera el ganador en ese juego que ambos mantenían de por vida.
Mientras tanto aún Gabe afuera, no hizo más que rodar los ojos y decir en voz baja lo lógico cuando nadie podía escuchar. "Sé lo que piensas idiota, las bromas dejan de ser un factor sorpresa cuando las mentalizas tanto que pasan a ser realidad. Uhg mejor dime algo que no sepa." Y tras eso, entró finalmente observando todavía reír al chico que intentaba no doblegarse ante sus carcajadas contenidas.
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zyxelar · 7 years
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Bajo un mismo techo Cáp.1
Bajo un mismo techo
Y comienza la alegoría de la juventud, representada en las ciudades del mundo moderno, frías noches, mañanas lúcidas y tardes donde se disfruta de la cálida brisa de primavera, arraigado bajo la suposición de que nunca tendré una novia, tal vez porque no salgo de caso o por que no hago muchos amigos, aunque creo que es por lo segundo…
Capítulo 1: Mañanas color verde
Qué mundo más vacío, mientras diviso los lugares costeños cerca del mar donde se puede disfrutar de unas hermosas vistas, -José-, que hermoso sería una vida, cerca de alguien que te amé, y tú también le ames, -¡José!-, de nada sirve querer dominar un mundo, si no lo conoces, -¡JOSÉ!-, y de vuelta a la realidad.
-¿Sí mi querido profesor?-, con voz sarcástica para animar el ambiente.
-Te estoy preguntando, para ver si prestabas a tención a clases-, lo dijo con la voz de un típico profesor gruñón, de esos de secundaria.
-Como puede ver, no le respondí las primeras veces que me llamo, así que lógicamente debió intuir que no le estuve haciendo caso durante cierto tiempo, creí que era obvio-.
-¿Acaso quieres que te vote del salón?-. Y mientras todos me miraban con cara de que me iba a dejar influenciar por el mal carácter de mi profesor solo me limite a responder.
-¿Y usted?, ¿ya encontró su hotel ideal?-…
Y como personaje principal de mi vida, estoy en lugar donde continua mi travesía, afuera del aula junto a la puerta parado sin moverme hasta que termine la clase, o en este caso, hasta que toque la campana de salida.
El tiempo pasa lento, tal vez más lento del que debería, mientras escucho como el profesor grita ahí dentro a los alumnos, mientras estoy afuera disfrutando la vista y fingiendo no escuchar la tarea que nos va a dejar el profesor para luego utilizarlo de excusa, siento un ligero golpe en mi hombro, no muy fuerte pero si lo suficiente para hacer algo de daño.
-Oye torpe, ¿quiere un poco de jugo?-, ahí viene la amiga más amable del mundo, la única que no me haría daño aunque le den grandes sumas de dinero, Saraí.
-¿Yo recibiendo el jugo de una chica solo por pena?, me haces parecer un inútil-.
-¿Inútil?, pero si siempre lo has sido-, ven, es muy generosa.
-¿Y qué haces aquí afuera, volvisteis a molestar al profesor?-.
-Tú sabes muy bien que el profesor se enoja antes de que yo diga algo, viene preparado antes de eso-.
-Como sea me tengo que ir, mi profesora me regañara si ve que no estoy en el baño y pierdo el tiempo hablando contigo-.
-Pues déjame decirte que cada segundo conmigo es muy valioso, cobraría por eso, pero mi amiga, considérate afortuna-.
-Hm, como digas, nos vemos-, y luego se va, como todas se van de mi vida.
Terminan las clases, voy caminando hacia mi casa, mientras llego escucho el saludo de mi vecino Mario.
-¡Eh, José!, hoy día en la cancha, apostamos dinero, a las 6 en la tarde-.
-Claro, pero tal vez llegue algo tarde-, siempre llego tarde.
Entro a casa, y como si fuera lo típica del día para una persona como yo, lleno de motivación todos los días, bajo la influencia de fuerzas invisibles del universo, no hay nadie esperándome. Solo me cambio, me baño, como lo que me dejaron de cocinar, y entro a la computadora esperando que pace algo bueno aparte de leer memes por Internet, veré si puedo acosar a alguien por el Facebook.
-Pasamos a otra historia-habla el narrador, o sea yo-porque está no es una novela común, porque la estoy escribiendo yo, en esta novela veremos el desarrollo de varios personajes, algunos importas, y otros nada importas, como yo, estén atentos, esté es el esfuerzo de horas de jugar videojuegos, de horas viendo anime, de horas leyendo y riendo con momos en Facebook, está es la historia que haré con sueño y mucho café, así que disfrútenla-.
Que aburrido, demasiado, solo miro el techo, todos los días al despertar, como si mi cuerpo no pudiera mirar a otro lado más que arriba, solo me limito a levantarme, no creo en cosas como las supersticiones o deidades míticas, siempre trato de asegurarme que el primer pie que pise tierra sea  el izquierdo, a ver si algo hace que crea en algo, no diferente de nada, todo inicia igual y termina igual, aunque me digan que cambie mi forma de pensar, solo siento que terminare varado en el mismo lugar.
-¡Sebas, hora de comer!-, y tampoco puede faltar está parte del inicio.
-¡Ya voy madre!-, talvez sea pan y huevo frito, no sé ni porque me esfuerzo.
Centenares de cosas pasan todo el tiempo, la mayoría se repite, otras solo intentaron no parecerse a lo de antes, salgo de casa, para ver si hay algo de variedad por ahí, mientras me dirijo a la casa de mi amigo Alonso, aunque no sea una idea original, podré jugar con su consola algún juego.
-¡Estás ahí pinche wey!-grito para ver si se encuentra.
-¡Que quieres men, estaba tratando de conciliar el sueño!-.
-¡No me importa, habré ya la puerta, ando aburrido y fatigado!-, siempre igual.
La puerta se abre, unos 15 minutos después de tirar piedras pequeñas para obligarlo, aburrido de estar parado gran rato entro a su cuarto y me siento en cualquier lugar que parezca cómodo, mientras observo en su estantería lo que se me antoja jugar hoy.
-Oye, ¿sabes si Sandro va a hacer el juego que dijo hace tiempo?-me dice de forma desanimada.
-No lo he visto ni empezando, pero si quieres lo llamo para que te lo confirme-.
-Claro, ¡pero ni se te ocurra llamar a esa persona!-.
-¿Qué persona?-.
-Ya sabes de lo que hablo-.
-Como tú digas lord-digo yo con voz sarcástica.
-Ahora nos dirigimos a otra perspectiva, un pensamiento diferente, no se confunde con la realidad, pues solo existe una para él, la que se vive.
Si lo miro bien, hasta parece tierno, pero una cosa es perspectiva y la otra realidad, nada puedo aparentar ser otra cosa, si es mierda, es mierda, así de simple, pero como el perro hice lo suyo en la llanta de un auto, puede que tenga su encanto.
-¿Puedes dejar de mirar al perro?, enserio, me asustas-.
-Hasta un animal como el merece algo de atención-.
-No ese no es el problema, el problema eres tú-y empieza a sonar el celular.
-Está sonando tu teléfono-.
-¡No me digas!-.
-Yo solo decía-.
-Es Sebas, espera un momento, voy a salir afuera-.
-Es por la señal, ¿me dejas usar tu computadora?-.
-Claro, solo no me llenes de virus-.
-Lo que tú digas-.
No es que me queje, pero Sandro podría limpiar el teclado, está todo mugriento, y si lo volteo y lo sacudo sale migajas de comida, espera no, salió restos de uña, bueno, al menos tiende su cama, creo.
-Ya volví, ¿que estabas haciendo?-.
-Viendo los misterios de tu teclado-.
-Como sea, fue el Alonso quien llamo, me pregunto sobre lo del videojuego-.
-¿Y vas a hacer algo?-.
-La verdad ni idea, no tengo gente que me ayude-.
-Puedes llamar a Jhon, tu amigo que dijo que podía ayudarte-.
-Talvez, pero ahorita mismo no tengo interés de avanza algo-.
-Nunca lo haces, no es ninguna sorpresa, pero como sea, ya me voy, ten suerte-.
-Oye Alex, olvidas tu billetera-.
Es hora de irme, y mientras me largo le hecho vistazos a mi billetera para ver que no falte nada, en especial mi tarjeta de la peluquería, ¡dos visitas más y la próxima será gratis!, ¡SI!.
-Y así empieza, y así terminara, la historia de estos tres chicos en busca de un amor, su misión encontrar pareja antes de San Valentín y así poder presumir en sus redes sociales, pero antes de eso deberán escoger en alto repertorio de chica y situaciones inesperadas dadas por mí, como creador, como autor y como principal exponente de convertir a personas en protagonistas de eventos yaois a lo BL o Yuri On Ice, dependiendo de qué tan gay se vea el sujeto, en todo caso, espero que disfrutéis de mi controversial historia basada en una novela de hace ya un año.
Al día siguiente.
Obtuve mi corte gratis, de algo forma me siento realizado, no sabría cómo explicar esta felicidad, mientras ando por la calle y veo a muchos de mi edad saliendo de sus colegios por que los muy idiotas no estudiaron y tienen que hacer verano, pero el punto es que me siento libre, en paz conmigo mismo, y esto se merece un café de los más caros. Llego a uno de esos nidos de hípsters, claramente voy preparado, con gafas gruesas y un gorro que parece de abuelo, me adentro a los oscuros misterios de esta gente ignorante de los videojuegos que se la pasan con celular viendo cosas sobre cómo mejorar el ambiente, llego a una silla, solo procedo a sentarme y esperar…
-Señor, ¿va a ordenar algo?-mientras lo miro con una cara de sorprendido por la pregunta que me hizo.
-¿No es obvio?, café-.
-¿Qué clase de café?-.
-El más caro que tenga-.
-Claro, ¿desea algo más?-.
-Obvio que no, solo traiga mi café, para eso pago-.
-Lo que usted diga señor-.
Mientras me limito a esperar, me pongo a escuchar a los al rededores cuando entra una pareja de hípsters, un tipo con claro deseos de café y una tipa de cabellos de colores, los oía claramente.
-Oye Analía, si una lesbiana golpea a una mujer, ¿es machismo o feminismo?-.
-¿Tengo que responder?-.
-No necesariamente, pero como tú estás introducida a estos tipo de cosas pensé que me darías una opinión más concreta-.
-Te daría una, pero tu pregunta es tan estúpida que no merece una-.
-Lo que tú digas, pero debes admitir que fue una gran pregunta-.
-Ni siquiera pienso darte la razón-.
La verdad, es que si es una buena pregunta, o al menos para mí, y ahí viene el tipo que los atenderá-.
-Y díganme, ¿qué piensan ordenar?-.
-Quiero un cappuccino-dice ella.
-Pues yo quiero un batido de fresa-.
¿Quién pide un batido de fresa en este lugar?.
-Disculpe, en este lugar no servimos eso-.
-Ah bueno, entonces que sea de chocolate-.
Ese no es el punto, solo pide un café y ya-.
-Señor, aquí no se venden batidos, solo cafés, refrescos y bebidas como gaseosas-.
-Ah claro, a verlo dicho antes, entonces deme una Kola Real-.
Solo pide un estúpido café y ya, no me importa que te gusta las marcas de gaseosas baratas solo pide un café.
-No vendemos esa marca de gaseosa-.
-Pero tiene cafeína-.
Vale verga si tiene cafeína solo pide el café-.
-¿Y si mejor pide un café igual que la señorita?-.
-Usted no me da órdenes, solo deme mi gaseosa y ya-.
-Que aquí no se venden gaseosas de esa marca-.
¡Pide el puto café!-.
-Pues haga algo para que me den mi gaseosa-.
-Señor no tenemos eso-.
¡EL CAFÉ!-.
-Bueno, entonces debe un café, descafeinado-.
-Lo usted que diga-.
¡POR FIN PIDES EL CAFÉ!.
Después de esa escena con el café decidí no volver a uno de esos lugares, más bien, volví a casa, ahí disfruto mejor el café. Después me voy a mi cuarto y me tiro en la cama, me siento cansado, solo dormiré y esperare a que algo pase. Me levanto, es de noche y escucho mi celular sonar, me limito a contestar.
-¿Hola, quién es?-.
-¿Alex?, soy yo Betty-.
Y fue ahí mismo donde me di cuenta de que estaba jodido, muy jodido…
*Zyxelar Alexander*
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