Tumgik
buliminalspace · 5 months
Text
TRAUMA DUMP 4: LA VEZ QUE CREÍMOS QUE UN AMIGO NUESTRO INTENTÓ MATAR A SU MADRE
En el anterior trauma dump te conté la historia de cómo conocí a Juan y algunas cosas que nos pasaron con él pero he querido guardarme la peor y hacer una publicación a parte ya que quiero explicarla bien porque es muy heavy.
Esto pasó cuando yo estaba estudiando para los exámenes de acceso a la universidad en el post-confinamiento. Apenas hacía unas pocas semanas que el gobierno nos dejó salir a la calle y todo era un poco raro.
En aquel momento estaba a tope con unos ejercicios de mates cuando me empezaron a llegar unos mensajes de whatsapp. Al principio (como cada vez que estoy estudiando) no hice mucho caso al móvil pero al ver que mi whatsapp estallaba pues tuve que mirar.
Lo primero que vi fue un mensaje de Juan que decía que le había explotado el horno y que tanto él como su madre estaban ingresados en el hospital. Adjuntó una foto suya con una mascarilla de oxígeno puesta. También nos dijo que ella estaba inconsciente y que salieron tan rápido que dejaron a sus mascotas, que no sabía nada de ellas. Nos pidió que fuesemos al hospital a por sus llaves de casa para que comprobásemos si sus animalitos estaban bien.
Claro yo me quedé loca con toda la situación, es que ¿cómo explota un horno? no es ni medio normal. Bueno, yo viendo el panorama dije que cuando tuvieran las llaves que me avisasen porque no me quería perder ni un detalle de toda la situación pero necesitaba acabar de estudiar.
Tardaron como una hora en ir a recoger las llaves y volver. Durante todo ese tiempo no pude estudiar nada, no podía quitarme de la cabeza semejante locura. Un horno no explota así como así y teniendo en cuenta el historial de Juan, sus tendencias suicidas y otros pequeños acontecimientos del confinamiento solo me llevaban la mente a una cosa: Juan había intentado matar a su madre.
En el otro trauma dump omití ciertos detalles como que Juan nos contó que cuando se mudaron a la ciudad se pasó durmiendo en el suelo unos cuantos meses hasta que su madre se dignó a comprarle un colchón, o que nos dijo que no tenía padre porque fue un fruto de un affair de un hombre casado con su madre. Cuando no le "pasaba" nada, tenía que llamar nuestra atención igualmente así que le echaba la culpa de todos los males a su madre. Claro, después de un confinamiento largo en el que obviamente no le podía "pasar" nada, podía haber tenido problemas con su madre y como está fatal de la cabeza seguro que se le habría ocurrido quitársela del medio. Tampoco es una idea tan descabellada ¿no? Quizá a tí te parece una ida de olla pero si lo conocieras seguro que estarías conmigo.
De hecho, de camino a casa de Juan, les expuse todo esto a mis amigos y cada uno sacó más experiencias que reafirmaban mi teoría. Era totalmente plausible.
En cuanto llegamos al portal nos vino un fuerte olor a gas (sospechoso cuanto menos), saqué el móvil y empecé a grabar. Al abrir la puerta nos recibió un perrito mayor, ciego y cojo que en cuanto notó que estábamos se meó encima (pobrecito).
No podíamos parar de toser, el aire de la casa era irrespirable y las pobres mascotas habían estado allí por horas. Abrimos las ventanas y en seguida salió un gatito en dirección al balcón del salón dispuesto a tirarse. Lo cerramos corriendo y nos dispusimos a buscar a los demás animales entre todo el caos. La casa era un desastre, como si una persona con síndrome de diógenes, depresión y fetiche por la mierda de animal viviese en ese piso. Flipamos en colores. (De todo esto tengo fotos y vídeos pero no los voy a poner porque es un domicilio particular y no me han autorizado para difundir las imágenes, por lo que no quiero problemas legales -que eso es algo de lo que hablaremos más tarde-)
Encontramos al otro gato encerrado en un armario de puerta corredera (no se puede encerrar solo) y a dos hurones albinos en una caja de madera. Fuimos corriendo a por agua y comida para todos ellos. Misión imposible. En la cocina (además de un horno negro con una pizza calcinada) no encontramos casi comida, ni de humano ni para las mascotas. Estuvimos buscando un buen rato hasta que encontramos unas latas de comida de gato y de perro. Al abrirlas los animales se pusieron a comer como si no lo hubieran hecho en días y es entonces cuando nos dimos cuenta de lo delgados que estaban. Todo mal.
Obviamente, viendo el estado de la casa y sobre todo el de esas pobres criaturas llamamos a la policía para ver qué podíamos hacer. Al informarles de la situación nos dijeron que teníamos que llamar a la protectora de animales y cuando lo hicimos ellos nos dijeron que teníamos que hablar con la policía. Era ridículo, como si se estuvieran pasando una pelota. Cuando volvimos a llamar a la policía estos accedieron a venir a ver la casa y a comprobar todo lo que les contamos. 
Para entonces me llamó mi madre y me dijo que tenía que volver a casa a seguir estudiando. Les dije a mis amigos que me mantuviesen informada de todo y que en cuanto acabase me reuniría con ellos.
Un par de horas más tarde avisé de que había terminado y ellos me dijeron que estaban en casa de Sonia. Estaba a medio camino de la casa de Sonia cuando en la otra acera ví a Juan acompañado de su madre y de Nico. Al principio pensé que me lo estaba imaginando pero eran ellos. Ni siquiera me miraban a la cara. 
Llegué a casa de Sonia en menos de 2 min desde el encontronazo y cuando le fui a decir que me había encontrado a Juan por la calle ella me interrumpió y me dijo que les habían dado el alta a ambos en cuanto su madre recuperó la consciencia. Fue decirme eso y le llegó un mensaje de la madre de Juan al movil. Era un audio en el que la mujer estaba indignadísima diciéndole que gracias por llamar a la policía, que era una sinvergüenza y que no quería volver a saber nada de ella, que si tenía la casa como la tenía y los animales estaban como estaban era porque estaba pasando por una depresión muy fuerte. Nos quedamos loquísimos. 
Claro, estábamos todos en el salón comentando la jugada cuando apareció la madre de Sonia, que al enterarse de todo el panorama y escuchar el audio se puso furiosa (tengamos en cuenta que el audio lo envió una mujer con sus buenos 50 años a una chica de 18) y cogió el móvil de Sonia para enviarle una respuesta. Estaba tan enfadada que le dijo de todo. La mujer no se cortó ni un pelo y empezó a decirle que su hija también estaba pasando por una depresión y que no por eso tenía su habitación llena de mierda de gato, que tuviera un poquito de decencia y que se metiese con alguien de su edad, que todo lo que habíamos hecho no era con una mala intención. (She ate)
Todo terminó en desastre y desde entonces no volvimos a saber nada de Juan. Este sería el final perfecto de no ser porque un año después cuando volví a casa a pasar unas vacaciones un conocido me preguntó que cómo estaba después de lo del juicio. (¿Excuse you?) Le pregunté que de qué estaba hablando y me dijo "claro, el juicio que tuviste con Juan, ya sabes, que te denunció por difundir vídeos de su casa y que además te ganó, ¿no?" No podía más. En menos de 5 minutos llamé a Juan, el cual me respondió con un "cuánto tiempo, ¿eh?" Casi me lo cargo por teléfono. Le dije que de qué coño iba, que dejase de inventar cosas sobre mí y sobre el resto porque no estaba en condiciones de hablar.
Conclusión: ese maldito psicópata no va a dejar de inventarse cosas hasta que se muera y por si tienes alguna duda, sí, yo si que creo que intentó matar a su madre.
0 notes
buliminalspace · 5 months
Text
TRAUMA DUMP 5: UNA NIÑA ME OBLIGÓ A TOCARLA CUANDO TENÍA 6 AÑOS
Hacía tiempo que no escribía un Trauma Dump, así que para compensar vengo con uno fuertecillo. A lo mejor no supera el TD 4 pero es muy traumático.
Antes de mudarme a la ciudad donde me acabé de criar, mis padres y yo vivimos en otra comunidad autónoma. Era un sitio bastante apartado del resto de la civilización, rodeado de bosque. Mis padres compraron un chalet adosado en una urbanización chulísima con piscina, frontón, parque para niños...
Creo que comprar esa casa fue la mejor decisión que tomaron porque nos permitía tener un espacio para desarrollarnos como familia rodeado de otras familias similares, con niños y esas cosas. Cuando mi hermana y yo volvíamos del cole muchas veces mis padres nos dejaban salir a jugar con el resto de niños de la urbanización. Normalmente íbamos al parque, al frontón o al jardín de alguno de nosotros. 
Ese día mi hermana y yo decidimos ir a casa de unos amigos (también hermanos). El pequeño tenía la misma edad que mi hermana y la mayor, vamos a llamarla Ane, me sacaba unos meses (estaba un curso por encima) así que normalmente jugábamos juntos.
Cuando llegamos a su casa nos abrió su madre y nos invitó a pasar diciendo que los niños estaban en sus habitaciones. Subimos y nos fuimos cada una a la habitación de uno de ellos. Los más pequeños se pusieron a jugar con juguetes, mientras que Ane me dijo que no le apetecía hacer eso.
Le pregunté que qué le apetecía hacer entonces y me dijo que jugar a papás y mamás. Cáda vez que jugábamos como yo tenía menos edad siempre me tocaba ser el bebé y a ella la mamá. Estábamos preparando la habitación para jugar cuando me dijo que ese día quería jugar diferente. Que quería ser ella la mamá y que yo fuese el papá. Me pareció raro, pero como ella era la mayor y estaba en su casa acepté. Yo no había jugado nunca así y le pregunté que qué quería que hiciese. Entonces empezó a besarme pero de esa manera en la que se intentan besar los niños pequeños. Lejos de parecerme raro, como era lo que veía que mis padres hacían en casa, seguí.
No tardó en meter mi mano en sus pantalones y me dijo que le tocase. Obviamente no sabía lo que estaba haciendo así que le hice caso. Como eso no era muy divertido le dije que me aburría e intenté quitar mis manos de sus partes pero no me dejó. Me obligó a tocarla hasta que se cansó o tuvo un orgasmo. Después de eso, viendo que era la hora de volver a casa recogí a mi hermana y nos fuimos. Nunca le dije nada de esto a nadie porque tampoco me pareció algo extraño, solo me pareció desagradable y sabía que no quería volver a jugar de esa manera con Ane.
#SA
0 notes
buliminalspace · 10 months
Text
Supongo que no estoy hecha para esto. No se me da bien sentir ni hacer las cosas que se todos esperan que haga, las cosas que hasta yo misma espero hacer. Se me daría mucho mejor ser cualquier otra cosa, niebla o algún instrumento, se me daría mejor ser la pluma que el poeta, el medio y no la causa. Prefiero dejar de pensar, dejar de ser.
El mundo se me hace bola y me siento atrapada en mí misma. Ojalá todos mis sentimientos flotaran fuera de mí, como humo negro de una chimenea. Eso haría las cosas mucho más fáciles. Algunas noches le pido al universo que me deje entrar en coma mientras duermo.
Hacía tiempo que no pensaba en el suicidio. El suicidio no es más que una forma romántica de quitarse uno mismo del medio. No sé si dejar de respirar me hará sentir mejor o si siquiera supondría alguna diferencia para mí, pero es un pensamiento que ha rondado mi cabeza en los últimos días.
Este año he fallado en todos y cada uno de mis propósitos de vida, he perdido 12 meses de mi vida, meses que no voy a poder recuperar y que solo me han llevado a un camino de angustia y malas decisiones. Las expectativas que otros han puesto sobre mí durante los últimos años se convirtieron en ideas y las ideas se convirtieron en voluntad de seguir haciendo las cosas pero este año se han ido desvaneciendo una a una. Un golpe de realidad en la fantasía idealizada de mi cuento de hadas. Siento que decepciono a todos los que alguna vez confiaron en mí y cada vez me encuentro más incómoda en el mundo.
Sé que puedo con todo y sé que todo está bien solo que no lo está y que este no es el momento para afrontarlo todo. En otra ocasión me hubiera cubierto de gloria pero siento decepcionarte, aún no estoy preparada.
No es mi momento.
1 note · View note
buliminalspace · 11 months
Text
Trauma dump 3: mi amigo el mentiroso profesional, el orígen de mis trust issues
Conocí a Juan (no es su verdadero nombre) a través de unos amigos. Éramos un grupo poco numeroso pero lo justo para que Juan y yo apenas nos conociésemos. No me malinterpretes, había buena honda pero tampoco nos esforzamos mucho en saber el uno del otro. No me caía nada mal pero había algo en él que no me cuadraba mucho. Verás, era una de esas personas incómodas, de esas que no acaban de encajarte por algún motivo y creo que él lo sabía muy bien. 
Cuando el grupo se disolvió (por movidas internas y muchas tonterías) le perdí la pista por al menos un año.
Un día de julio cuando yo tanía 16 o 17 años, iba paseando por un parque en mi ciudad con unas amigas y me encontré a Juan con uno de los chicos del grupo anterior. Nos saludamos y nos unimos para tumbarnos en la hierba y comer pipas. Hablamos un poco de todo y recordé por qué habían sido mis amigos. Desde entonces recuperamos la amistad y contábamos con ellos para cualquier plan chulo.
El caso es que al poco tiempo me empecé a dar cuenta de que Juan no nos decía toda la verdad en algunas ocasiones. Estoy hablando de las clásicas mentirijillas que uno dice para encajar en un grupo con personas nuevas. Mentiras inocentes como "oye ¿te gusta la música indie?", "claro, ¿cómo no?", "¿y cuál es tu grupo favorito?" y decía uno que no tenía nada que ver o respondía a medias o incluso evadía alguna de las preguntas.
No podía enfadarme con él, todos hemos estado en su situación en algún momento y sobre todo al principio lo veía bastante normal.
Lo que ocurre es que pasaba el tiempo e íbamos cogiendo confianza con él y no dejaba de mentirnos de esa manera (suspicious). Lo hablé con Sonia (¿te acuerdas de Sonia?) y nos pareció un poco extraño pero pensamos que aún no se sentiría del todo incluido y no le dimos demasiada importancia.
Poco a poco nos empezó a mentir sobre cosas más gordas. 
(Después de esta intro tan larga voy a comenzar a contar las cosas más heavys que nos pasaron con él).
ÉL, ANORÉXICO POR UN MES Y MEDIO:
Debido a su estado de salud mental dejó de ir al instituto (no le culpo, estaba como Sonia o peor). Eso hizo que mientras todos los demás estábamos en clase, ellos quedasen para hacer cosas juntos y darse apoyo emocional o algo así. (Quédate con esto).
Como ya habré comentado en algún otro post, llevo bastantes años con mi TCA y para aquel entonces ya llevaba algún tiempo con eso encima. Después de un episodio bastante heavy decidí ser 100% sincera y hablarlo con mis amigos. Todos se volcaron bastante con el tema y entonces Juan nos dijo que él también estaba pasando por un inicio de anorexia y que no era su mejor momento. 
Me sentí super comprendida y nos dimos bastante apoyo emocional con respecto al tema durante unas cuantas semanas hasta que explotó la burbuja en la que me había metido.
Después de aproximadamente un mes y medio de haber hablado del tema con mis amigos, Sonia me contó que Juan nos había engañado a todos, que cada vez que quedaban en su casa (la de Sonia) por las mañanas mientras todos estábamos en el instituto, le saqueaba la nevera y después se iba a comer a su casa, que comía como una lima y que probablemente se había inventado todo lo de la anorexia para encajar. En ese momento me sentí engañada y utilizada. Había utilizado mi trastorno para que le diera mi atención constante y apoyo emocional cuando yo me estaba matando de hambre y pasándolo mal. 
Eso solo fue la punta del iceberg.
ÉL, CRYPTOBRO:
En otra ocasión nos comentó que estaba invirtiendo en bolsa (recordemos que tenía 17 años y que eso muy legal no era) y que lo que hacía era robar acciones y apropiárselas, que estaba ganando muchísimo dinero.
La verdad es que después de lo de la anorexia pasamos bastante de lo que nos contaba. 
Unos días después de que nos dijese eso, me encontré con él cuando iba de camino a la biblioteca y se ofreció a acompañarme porque tenía que seguir haciendo cosas en bolsa. Cogió su ordenador y se vino conmigo.
Nos sentamos en una mesa un poco apartada y nos pusimos a hacer nuestras cosas. No tardé en darme cuenta de que en su pantalla había imágenes de la bolsa internacional y del mercado de stock (que había buscado en google). En aproximadamente media hora cerró el portátil de golpe y se puso super nervioso. Se giró toda la biblioteca. Que puta vergüenza. 
Me dijo que le habían hackeado porque estaba metido en la bolsa y le habían pillado robando acciones. A continuación me dijo que si podía encender el portátil con normalidad estaría a salvo (literalmente cerró la pantalla). Patético. Yo no sabía ni dónde meterme, quería que me tragase la tierra.
ÉL, PROGRAMADOR DE VIDEOJUEGOS
En esa misma época le dio por decirnos que le estaba haciendo un videojuego a su novia porque era programador y después de encender el portátil en la biblioteca se puso a hacer cosas para el videojuego. Nunca vimos el resultado final.
ÉL, ESQUIZOFRÉNICO
Una semana después de uno de los intentos de suicidio de Sonia, mientras estaba ingresada en el hospital psiquiátrico nos enteramos de que a Juan se lo habían llevado también al mismo sitio para ingresarlo. Por lo visto había intentado matarse y decía que oía cosas. Okaaaaay...
Vale, pues por lo visto fue un ingreso voluntario porque el equipo de psicólogos que lo trataron dijeron que el ingreso no era necesario. Durante las siguientes semanas estuvo con Sonia en el centro y le decía que podía hablar con su libreta. Literalmente como si fuera el horrocrux de Harry Potter. Escribía "hola" y se respondía a sí mismo con otra letra. Well...
No niego que esta persona estuviera trastornada pero tenía ansiedad o depresión, no esquizofrenia. Cuando salió no quería decir nada al respecto y solo nos enseñaba su cuaderno, en el que había cosas sin sentido, preguntas y respuestas, conversaciones enteras consigo mismo, cosas escritas en sangre... Que puto asco. Todo fingido porque obviamente solo quería nuestra atención.
ÉL, CLEPTÓMANO
En esos meses (piensa que todo esto pasó en un año más o menos), una de las chicas del grupo confesó que pensaba que era cleptómana, que robaba cosas que ni siquiera necesitaba.
El caso es que (cómo no) Juan dijo que también era cleptómano. La cosa se quedó así por unas semanas hasta que una de mis profesoras de química nos propuso asistir a una clase de refuerzo en horario de bachillerato nocturno ya que a los pocos días teníamos un examen y no lo llevábamos muy bien que digamos. 
La clase era a las 7 de la tarde y sobre las 8:15 habíamos acabado. Llamé a mis amigos para ver si querían hacer algo antes de que fuese la hora de que me fuese a casa. Aparecieron Nico (not his real name) y Juan. Les enseñé el instituto de noche, ya que a esas horas había oscurecido y ninguno de ellos asistía a clases conmigo. Nico no tardó en irse y me quedé sola con Juan. Nos dimos cuenta de que los pasillos estaban desiertos, no había nadie a nuestro alrededor. Al poco nos aburrimos y decidimos salir de allí. Cuando salíamos por la puerta, nos dimos cuenta de que en el estacionamiento de bicicletas había una super bonita y sin candar. Entonces le digo "está como para que alguien la coja y se la lleve jaja". Entonces el tío coge y se la lleva. No supe cómo reaccionar pero todo fue super rápido. Cuando estábamos a un par de calles de distancia, reaccioné "¿qué coño has hecho?", "lo que me has dicho" respondió. Me quise morir. Le dije que ya era tarde para devolverla y que la escondiese porque si alguien la veía me podía meter en problemas ya que yo era la alumna del instituto y no quería estar relacionada con eso.
Apareció en su casa con una bicicleta nueva y como es normal hubo preguntas. Le dijo a su madre que yo le había regalado la bicicleta.
A otro amigo le dijo que yo había robado la bicicleta y que él tan solo me la estaba guardando. Finalmente esto evolucionó a que yo había robado la bicicleta para él.
A cada uno le dijo una cosa distinta y a las pocas semanas tuve que desmentirlo todo porque me dejaba en una malísima posición.
Esas son algunas de las mentiras más fuertes que recuerdo pero estoy segura de que hubo muchas más. Estaba realmente enfermo.
0 notes
buliminalspace · 11 months
Text
Esta imagen me da mucha paz mental.
Tumblr media
𝙩 𝙧 𝙚 𝙣 𝙘 𝙝 部屋
http://www.instagram.com/eth3realm
3K notes · View notes
buliminalspace · 11 months
Text
Tumblr media
Trauma dump 2: El día que mi amiga intentó suicidarse en su fiesta de cumpleaños
29/05/2023
A lo largo de nuestras vidas nos cruzamos con al menos una persona con riesgo de suicidio o incluso nosotros mismos hemos tenido pensamientos suicidas. Por desgracia, cada vez hay más personas que lo llevan a cabo e innumerables que se plantean la idea.
Por mi parte, podría decir que desde principios de mi adolescencia he atraído a ese perfil de persona. No sé si es por lo que dicen las personas mayores de "Dios los cría y ellos se juntan" o si es porque les inspiro cierta confianza. El caso es que en mi etapa clave de la formación de la personalidad la gran mayoría de mis amigos tenían depresión, ansiedad o algún otro trastorno o adicción. Yo no era mejor, tenía una ansiedad de caballo y estaba desarrollando las primeras etapas de un TCA, además que vivía triste y cansada (porque no comía muy bien que digamos) y estaba super rebelde. Typical, supongo. Todas las personas que me rodeaban (fuera del ámbito familiar, claro) tenían algo en común conmigo: nos queríamos morir.
Por suerte o por desgracia no pasé de las autolesiones y mis padres lo pasaron por alto porque desde luego, yo no era la cosa más importante de sus vidas. Con el paso del tiempo dejé de tener pensamientos suicidas y me enfoqué en matarme de hambre pero eso es otra historia.
Cuando empecé bachillerato, me hice amiga de una chica. La llamaremos Sonia (obvio no es su nombre real). Conocí a Sonia desde hacía unos años pero tampoco me había esforzado mucho en conocerla antes hasta ese momento que por circunstancia spersonales parecidas, nos volvimos inseparables. El caso es que Sonia vivió ciertos momentos traumáticos y surrealistas en su infancia y en su adolescencia y no estaba muy bien que digamos. Tenía depresión ansiedad y un trastorno relacionado con la personalidad (todo esto diagnosticado y en tratamiento). A mitad del primer curso de bachillerato, Sonia abandonó los estudios porque no le estaban haciendo bien a su salud mental. Eso no me impidió seguir viéndola porque quedábamos casi todos los fines de semana.
El primer intento de suicidio que tuvo desde que nos conocimos fue una tarde en la que yo estaba en la biblioteca municipal preparándome porque pronto iba a tener mi primera semana de exámenes de bachillerato. Cuando empezó a anochecer empecé a recibir mensajes de whatsapp en mi móvil, pero como yo estaba concentrada no les hice mucho caso. "Si es importante ya llamarán", pensé. Y así pasó, llamaron. Salí corriendo del pabellón de la biblioteca y contesté. Era una amiga que teníamos Sonia y yo en común que me dijo que estaba muy preocupada por un mensaje que Sonia escribió en el grupo de amigos en el que se despedía de todos nosotros. Teniendo en cuenta el estado de salud mental de mi amiga, cogí mis cosas y salí corriendo hacia su casa. Vivía como a 20 min de la biblioteca pero como fui cagando leches llegué en unos 10. Llamé a la puerta de su casa y me abrió el alcohólico de su padre diciéndome que no tenía ni idea de dónde estaba su hija. Entonces le expliqué todo lo que había pasado y entonces llamamos a emergencias y nos pusimos a buscarla por el barrio (obviamente él a su ritmo porque no le importaba una mierda). 
La encontré subida a un puente dispuesta a tirarse. Por suerte uno de los coches patrulla enviados por emergencias pasó por allí y pudieron sacarla. Al poco llegó una ambulancia con un montón de sanitarios que la sedaron y ataron para llevársela al hospital e internarla. Eso fue realmente violento y traumante.
Esto se repitió un par de veces más hasta llegar al día de su cumpleaños. Cumplía 18 años y le habíamos preparado una fiesta de cena y misterio tipo cluedo, tenía super buena pinta.
Cuando nos reunimos todos los invitados, ella no parecía muy animada pero nos siguió el rollo durante todo el juego. Cuando acabó, comimos tarta y pedimos unas pizzas. Traje un juego de mesa para jugar y pasar un buen rato pero no le hicimos mucho caso. Es entonces cuando la cosa se estanca y empezamos a aburrirnos así que empezamos a recoger. Mientras estamos recogiendo, nos damos cuenta de que mi amiga ha desaparecido. La buscamos por toda la casa y no estaba. 
Entonces caemos: se ha ido sola en mitad de la noche y seguro que vuelve a intentar tirarse por un puente. En efecto, nada más salir corremos hacia el puente más cercano y nos encontramos a mi amiga gritando y a una pareja de mediana edad sujetándola para que no se tire. Llamamos corriendo a la policía y vienen de seguida. Un coche patrulla y dos de la nacional. La tuvieron que reducir entre cuatro policías nacionales. Llamo a su madre, ya no sabía cómo decírselo pero captó la idea y vino cagando leches. Ella gritando, nosotros de los nervios, la policía intentando calmarla... Un desastre.
Entonces mi pareja del momento al verme con los nervios de punta me pide que me vaya a casa, que él se encarga de todo. Me voy. A los diez minutos llega él, me dice que se estaba calmando. Intentando convencer a la poli y a su madre de que puede volver andando a casa. Claramente, nadie se fiaba de ella y se la acabaron llevando al hospital, probablemente sedada y atada a una camilla como la última vez.
Por la mañana me despertó una llamada de teléfono. Era su madre. Me preguntaba por el cargador del móvil de Sonia, porque ya había vuelto a su casa y no puede vivir sin su estúpido teléfono. Lo encuentra y cuelga. A los minutos me llegó un mensaje de Sonia.
0 notes
buliminalspace · 11 months
Text
Trauma dump 1: la vez que con 11 años fui víctima de un exhibicionista en la calle
27/05/2023
*Quiero que esto sea una sección semanal porque tengo mucho salseo que contar. Si crees que lo que vas a leer a continuación es heavy espera a ver lo que tengo preparado, he sido partícipe de muchas movidas.*
___________________________________________________________Me crié en una ciudad pequeña, pero no como Palencia o Toledo sino más pequeña. Como todo, esto tiene muchas ventajas pero también inconvenientes. Estamos hablando del típico sitio donde todo el mundo se conoce y donde nunca pasa nada, el lugar adecuado para criar a tus hijos y proporcionarles una infancia saludable pero también perfecto para jubilarte y pasar allí tus últimos días.
Desde que tuve cierta edad, mis padres me dejaban salir de vez en cuando con mis amigas. No se preocupaban demasiado por mi seguridad porque como bien he dicho no solía haber muchas incidencias.
Algunas veces me obligaban a llevar a alguna de mis hermanas conmigo pero este no fue el caso.
Quedé con mis amigas un sábado después de comer. Como una de ellas vivía muy cerca de mi urbanización, la recogí y nos fuimos yendo al lugar donde habíamos quedado con las demás.
De camino nos paró una señora mayor, que estaba haciendo una videollamada con uno de sus familiares, pidiéndonos ayuda para rotar la cámara del teléfono porque no sabía cómo hacerlo. Después de solucionar su problema nos sentimos como muy realizadas y pasamos los 5 minutos siguientes diciendo cosas como "ya hemos hecho nuestra buena acción del día" hasta que se nos acercó otro hombre.
Este nos pidió ayuda porque no era de la ciudad o algo así y nos preguntó por una "casa de citas". Teníamos 11 años, ¿cómo íbamos a saber nosotras lo que era eso? El caso es que le dijimos que no teníamos ni idea y seguimos con nuestro camino. Es entonces cuando este señor nos adelanta y se mete en un callejón que había un poco más adelante. En el momento en el que pasamos por delante del callejón escuchamos como este señor nos llamó diciendo que tenía algo que enseñarnos. 
Nosotras curiosas (recordemos, 11 años) nos acercamos a ver qué quería y entonces nos acorraló y se sacó el pene diciendo "es que estoy muy caliente" y comenzándose a tocar.
Nos quedamos petrificadas, me giré para ver la cara de mi amiga que no podía ni parpadear. Teníamos mucho miedo de que nos hiciese algo pero a pesar de eso cogí a mi amiga del brazo y nos escabullimos de allí en cuanto pudimos corriendo sin mirar atrás. Al principio nos siguió pero luego se cansó, aún así nosotras no paramos hasta encontrarnos con nuestras amigas que al ver lo asustadas que estábamos nos preguntaron si nos había pasado algo. Estábamos en shock pero les contamos lo que nos había pasado, juramos una y otra vez que había pasado de verdad pero aún así no nos creyeron.
No volvimos a mencionar el tema nunca más.
1 note · View note
buliminalspace · 11 months
Text
Lastre mental
25/05/2023
Supongo que todo empieza por algo, las cosas no empiezan de la nada. En mi caso, mi terapeuta me acosejó escribir para mantener el orden en mis pensamientos y para descargar todo lo que arrastro a lo largo del día. 
Un diario me parecía algo infantil y además en un blog puedo tener algo de feedback de quien lo lea si me apetece mirar los comentarios. 
Obviamente Ohiana no es mi nombre real, no tengo intención de manipular nada en este blog pero claro, al ser público cualquiera puede leerlo y eso puede comprometer un poco mi intimidad, así que un correo falso y un nombre chulo puede servir para evitarlo. 
Mi objetivo es ser 100% sincera con lo que escriba aunque mi vida es, en cierta medida, un circo así que dejo al criterio de cada uno la posibilidad de creerme o no.
Quizá no publique mi nombre pero no tengo problema en decir que tengo 21 años, que estoy en tercer año de una carrera que no me apasiona y que tengo bulímia. (Aquí se pone interesante, pensarás, porque todo lo anterior ha sido una intro muy larga).
No digo que en todos funcione de la misma manera pero en mi caso, me como mis sentimientos, luego me entra el remordimiento de haber comido tanto porque mi objetivo es bajar de peso, así que para que no me vuelva a pasar me mato de hambre todo lo que puedo hasta que empiezo el ciclo de nuevo. Maravilloso.
Esto no es así todos los días, depende mucho de las circunstancias pero es un esquema básico para que te ayude a comprender un poquito mejor todo lo que escriba.
El plan no es dar pena ni romantizar los TCA, pero si plasmar un poco lo que es mi día a día, con lo bueno y con lo malo.
Mi personalidad no está basada en mi TCA, hay más cosas importantes en mi vida como la apatía que me genera mi carrera, lo que me gustan las pelis de terror o mis aventuras robando plantas a las señoras (porque sí, es algo que hago habitualmente).
Esto es algo que hago por y para mí y aunque agradezca el feedback, me da bastante igual porque esto no es un show, es mi cabeza.
3 notes · View notes