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vitrinanorte · 2 months

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Las ciencias y los conocimientos deben comunicarse más y mejor. Para innovar en ello y conseguir que lleguen a nuevos territorios, ciudadanos y ciudadanas, el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (MinCiencia) acaba de publicar las nuevas bases de dos Concursos Nacionales de Ciencia Pública.

Estos son el “concurso de dispositivos de comunicación de conocimientos” y el “concurso experiencias de comunicación de conocimientos en espacios regionales”, ambos ofrecen acompañamiento y financiamiento que va desde 25 hasta 50 millones para cada proyecto que comunique conocimientos de ciencia, tecnología, humanidades y/o artes a nivel nacional y local, en contextos no escolares.

“El objetivo es re imaginarnos la comunicación científica en diversas formas: puede ser a través de un cómic, una obra de teatro, juegos de mesa, webseries, aplicaciones para el celular o experiencias de realidad aumentada, entre otros. Lo que buscamos es innovar para llevar los contenidos de ciencia a nuevos públicos, fomentar su pensamiento crítico y evidenciar el tremendo aporte que realiza la investigación en los territorios”, explicó el Seremi de Ciencia, Cristian Cuevas.

“Este año nuestros concursos financiarán tanto el desarrollo de productos, como su distribución gratuita. Esto permitirá que los fondos costeen no sólo la distribución sino también la producción: el valioso hecho de llevar a cabo el proyecto. Esta y otras novedades se han pensado con el objetivo de transformar nuestros fondos en herramientas que puedan de verdad acercar los contenidos científicos a la ciudadanía, mostrar que los conocimientos están muy cerca de todos nosotros y que podemos verlos en un libro, un videojuego o un recorrido por un humedal de nuestra comuna”, afirmó la ministra Aisén Etcheverry.

La convocatoria 2024-2025 tiene tres líneas concursables, de las cuales dos se encuentran abiertas y serán profundizadas este lunes 15 de julio a las 15:00 horas, a través de un taller online realizado por el MinCiencia. Para participar, debes inscribirte en el siguiente link: https://tinyurl.com/mpzy78n4

Concurso de dispositivos de comunicación de conocimientos

Ofrece fondos para desarrollar y distribuir proyectos visuales, sonoros, editoriales, escénicos, audiovisuales u otros que comuniquen conocimientos de ciencia, tecnología, artes y/o humanidades basados en investigaciones previas.

Esta línea concursal, actualización de la que se conocía como “Productos”, ha financiado antes proyectos como el libro infantil “Voces del Bosque Maulino”, el videojuego “Audacia: Desafío Hadal”, que rememora la expedición submarina en el Foso de Atacama, y la Guía de Exploración Volcanológica “Siguiendo las huellas de los gigantes de Kütralkura”.

En esta ocasión, se puede postular con soportes visuales, sonoros, editoriales, escénicos, audiovisuales u otros utilizados para mediar y facilitar la apropiación de conocimientos, que puede ser multiformato o transmedia. Monto total del concurso: 400 millones de pesos (25 millones por proyecto).

Concurso Experiencias de comunicación de conocimientos en espacios regionales

Disponibiliza fondos para proyectos de desarrollo y exhibición de experiencias expositivas, inmersivas, interactivas o vivenciales/sensoriales que comuniquen conocimientos de ciencia, tecnología, artes y/o humanidades en espacios regionales de acceso público y gratuito.

Actualización de la línea concursal que se conocía como “Espacios públicos regionales”, ha financiado antes proyectos como “Visor de Paisaje”, exploración por la quebrada Potrerillos de la Quinta Vergara, el “Ramal de la Memoria”, ruta por la antigua línea del tren que cruzaba Ñipas, la instalación del Nodo FabLab en el Servicio de Educación Pública Colchagua y “La Caja Cuántica”, instalación con experimentos en Biobío.

La invitación a postular incluye, por ejemplo, a experiencias expositivas, inmersivas, interactivas o vivenciales/sensoriales, que pueden ser mediante un recorrido preestablecido o libre por una obra, conjunto de obras o instalación; el uso de herramientas tecnológicas como realidad virtual o aumentada; una interacción del público objetivo haciendo uso de un dispositivo digital o analógico o a través de vivencias tales como rutas o senderos guiados.

Monto total del concurso: 650 millones de pesos (50 millones por proyecto).

Ambas líneas concursales buscan proyectos que permitan facilitar la apropiación de los conocimientos y ampliarlos públicamente, considerando su pertinencia territorial y consideran, como temas de interés, los siguientes: cambio climático; desastres naturales y megaincendios; hidrógeno verde, energías renovables y electromovilidad; desarrollo productivo sostenible; inteligencia artificial; astronomía y política espacial, y convivencia y sostenibilidad social.

¿QUIÉNES, CÓMO Y CUÁNDO PUEDEN POSTULAR?

Las postulaciones deben realizarse hasta el 30 de julio de 2024 a través de la plataforma fondos.gob.cl. En ella, las y los postulantes deben registrarse previamente utilizando su clave única.

Los proyectos del Concurso de dispositivos de comunicación de conocimientos deben estar basados en investigaciones previas (publicación de algún integrante del equipo del proyecto, que haya sido previamente validada por un comité de expertos(as) o panel de selección, con una antigüedad máxima de 5 años). Pueden postular personas naturales o personas jurídicas, públicas o privadas, chilenas o extranjeras, con representación legal en Chile y con domicilio en el país.

En el caso del Concurso de experiencias de comunicación de conocimientos en espacios regionales sólo pueden postular instituciones (personas jurídicas). Además de aquellas tradicionalmente vinculadas a las CTCI, se invita a museos, archivos y bibliotecas a fortalecer con este concurso la programación de actividades de comunicación de los conocimientos. En este caso, además, se valorará positivamente la asociación de los proyectos con instituciones del Servicio Nacional de Patrimonio Cultural.

#Science #Ciencia #Chile #Chilean #LATAM #Latinoamerica #Culture #VitrinaNorte

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juarezesdeporte · 6 months

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ASTRO ESCIPLSADO!!

Monterrey, México.- El "Gigante de Acero" ensombreció la figura de uno de los astros más brillantes de los últimos tiempos en el firmamento del futbol mundial

Lionel Messi no olvidará la noche en la que vivió su primera eliminación en torneos internacionales con su Inter de Miami.

En su primer encuentro oficial en nuestro País, la afición de Rayados lo hizo sentir incómodo con sonoros abucheos y estruendosos silbidos.

La "Pulga" saludó de manera fría a sus compatriotas Maxi Meza, Esteban Andrada y Germán Berterame, no así a Sergio Canales, a quien le dio un abrazo durante la ceremonia protocolaria del duelo.

No obstante, el español le recetó la primera falta que recibió en el partido.

Messi tocó su primera bola al primer minuto con 22 segundos y trató de realizar su primer dribling cuando el reloj marcó el 02'49''.

El astro tocó poco más de 70 veces el balón en los 90 minutos, intentó una decena de driblings y tuvo su primer remate al arco a los 25 minutos, tras una jugada donde Luis Suárez le jugó de poste.

Luego del gol de Brandon Vázquez, tras una falla garrafal del arquero Drake Callender, Messi aplaudió ligeramente para arengar a sus compañeros.

Solitario, daba vueltas sobre su eje, se mostraba acalorado y se tocaba la barba, se le notaba abochornado y se secaba el sudor con el antebrazo.

Al minuto 29 del primer tiempo le punteó un balón a Gerardo Arteaga, lo que le originó un pique con el lateral izquierdo de Rayados, además de vociferar ante la banca de Fernando Ortiz, quien simplemente lo ignoró.

En la reposición del primer tiempo levantó a la tribuna con un túnel aplicado a Luis Romo.

Absorto, vio a la distancia el golazo de Germán Berterame y, en medio de los "olés" de la afición rayada, el tanto de Jesús Gallardo que sentenció la eliminatoria, tomándose nerviosamente la cinta de capitán y con semblante cabizbajo.

La afición le comenzó a cantar en contra y en un tono elevado.

A diferencia del primer tiempo, Messi casi no tuvo participación en el segundo y más aún con las anotaciones recibidas.

Sin embargo, puso la asistencia de la honra en los minutos finales para el gol de su compañero Diego Gómez a pelota parada.

Tras el silbatazo del salvadoreño Iván Barton, Messi apuró el paso al vestidor y así se esfumó el sueño de Messi de llegar al Mundial de Clubes 2025.

(Agencia Reforma)

#nacional

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stargatesblog · 6 months

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Storia e successi dei cartoni animati Disney

La storia dei cartoni animati della Disney inizia nel 1923, quando Walt Disney e il suo fratello Roy O. Disney fondarono la Disney Brothers Cartoon Studio, che successivamente divenne noto come Walt Disney Productions. Il primo personaggio creato dalla Disney fu Oswald the Lucky Rabbit, ma alla fine la società perse i diritti su di lui a causa di un disaccordo contrattuale.

Nel 1928, Walt Disney creò il personaggio di Topolino, che divenne presto il simbolo della Disney. Il cortometraggio "Steamboat Willie" con Topolino fu il primo cartone animato sonoro e segnò l'inizio del successo della Disney nel campo dell'animazione dei fumetti.

Negli anni successivi, la Disney ha prodotto una serie di lungometraggi d'animazione di successo, tra cui "Biancaneve e i sette nani" nel 1937, "Cenerentola" nel 1950 e "La bella e la bestia" nel 1991. La casa di produzione ha inoltre creato numerosi personaggi iconici come Paperino, Topolino, Pippo e tanti altri.

Negli anni '80 e '90, la Disney ha ampliato la propria produzione con film live-action e serie televisive. Nel 1989, ha creato il primo lungometraggio d'animazione in computer grafica, "La sirenetta". La Disney è diventata un gigante dell'intrattenimento, con parchi a tema in tutto il mondo, linee di giocattoli e abbigliamento, e acquisizioni di altre società come Pixar, Marvel e Lucasfilm.

I cartoni animati della Disney continuano a essere molto popolari, anche le buste con nuove generazioni di spettatori che amano le storie incantevoli e i personaggi indimenticabili creati dalla casa di produzione.

Topolino è un personaggio dei fumetti creato dall'italiano Giovan Battista Carpi nel 1932. Il personaggio è ispirato a Topo Gigio, un famoso personaggio della televisione italiana dell'epoca. Topolino è un topolino antropomorfo con abiti e caratteristiche umane.

Il primo fumetto di Topolino è comparso nel numero 7 di Topolino, una rivista italiana a fumetti pubblicata dalla casa editrice Nerbini. Il personaggio è diventato molto popolare in Italia e in molti altri paesi, diventando un simbolo della cultura popolare.

Topolino è stato creato per essere un personaggio divertente e intraprendente, con una forte personalità e un grande senso dell'avventura. Nel corso degli anni, il personaggio è stato protagonista di numerose storie e avventure, diventando uno dei personaggi dei fumetti più amati in tutto il mondo.

Le origini di Topolino risalgono al periodo tra le due guerre mondiali, quando i fumetti stavano diventando popolari in tutto il mondo. Topolino è diventato un'icona della cultura popolare italiana e ha ispirato numerosi altri personaggi e storie nel corso degli anni, vedi anche fumetteria e buste per fumetti per una migliore comprensione

In conclusione, le origini del fumetto di Topolino risalgono al 1932, quando il personaggio è stato creato dall'italiano Giovan Battista Carpi. Da allora, Topolino è diventato un'icona della cultura popolare italiana e uno dei personaggi dei fumetti più amati in tutto il mondo.

Prr chi volesse approfondire la storia dei fumetti americani consigliamo la lettura di questo interessante aritcolo che tratta nello specifico i fumetti della Marvel, da non perdere!

#cartoon #disney #fumetti

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gazeta24br · 9 months

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André Paixão já teve muitas personas musicais. Ele ficou conhecido na cena alternativa como Nervoso, tocou com muitos artistas e tem seu nome na história de projetos plurais como Acabou La Tequila, Lafayette e os Tremendões e Tripa Seca. Agora, ele faz o passo mais ousado de sua carreira, em um disco que levou uma vida para ser finalizado e maturado: “Fora do Ritmo”, onde a bateria - instrumento que se tornou um dos símbolos da carreira de André - ganha holofotes e papel de destaque com diversos artistas icônicos trazendo seu lado autor para o repertório proposto por Paixão. Ouça “Fora de Ritmo”: https://ingrv.es/fora-do-ritmo-bzf-s “Eu pensei em reunir grandes artistas que se expressam pela bateria mas que sabia que poderiam acrescentar muito pro repertório. O nome vem do fato que queria que os artistas trouxessem algo novo para as músicas que separei pro repertório. Estar fora do ritmo aqui funciona estar dentro da canção”, conta André. “Aqui não tem solos ou malabarismos percussivos, mas tentativas de inserir um instrumento muitas vezes associado à parte rítmica aos caminhos melódicos da canção. A vida inteira cresci com meus ídolos bateristas mirabolantes, com solos intermináveis, e acabei me ligando, com o passar do tempo na bateria como elemento de composição e nesses artistas que mais representam esse lado menos virtuoso e mais ‘cancioneiro’. Realizado em um longo processo de produção de 13 anos, o disco funciona não só como um retrato de todas as personas artísticas de André em uma só, mas como um registro sonoro de diferentes facetas da música brasileira das últimas décadas. Nas baquetas do álbum estão o saudoso mestre do samba Wilson das Neves, grandes nomes da cena do rock alternativo como Pupillo, Leonardo Monteiro (Acabou la Tequila) e Bacalhau (ex-Planet Hemp); Rodrigo Barba, conhecido pelo seu trabalho com o Los Hermanos; Guto Goffi, do Barão Vermelho; Dany Roland, que fez história com o Metrô; e nomes de destaque dos últimos anos, como Domenico Lancellotti e Marcelo Callado. E vai além dos bateristas, o disco conta com instrumentistas de peso como Kassin, Dengue, Lucio Maia, Billy Brandão e até a Orquestra de St Petersburgo, com o arranjos de André e Guilherme Bernstein sob regência de Kleber Augusto. “Esse trabalho é um encontro gigante entre artistas que admiro, fazendo música autoral, sem regras, dogmas. Sempre digo e parafraseio o que se diz por aí: ‘A música é um lugar de encontros’. E o ‘Fora do Ritmo’ representa essa celebração para mim. Este álbum é praticamente um longa metragem da minha trajetória, pois atravessou diferentes momentos da minha vida e, provavelmente, da turma que participou, em certos aspectos, pois continuamos em contato com nossas andanças e mudanças”, conta ele. “Fora do Ritmo” não é apenas um conceito musical; é uma filosofia que abraça o ensaio, a experimentação e a liberdade criativa. André Paixão convida o ouvinte e cada músico a participar desse movimento, onde o respeito à canção coexiste com a liberdade de explorar o momento presente. "Sinto uma forte assinatura minha nesse trabalho. Ele diz muito sobre mim, meus pensamentos, minhas idéias, às vezes, coisas que nem eu sei explicar por que estão ali e que foram aceitas conscientemente por mim sem satisfação. Se você gosta do álbum, então talvez você goste de mim, quem sabe. Se você conhece bem sobre as músicas que estão nele, talvez você passe a me conhecer um pouco mais", conclui André, que é compositor, produtor, designer de áudio, cantor e músico e agora já sonha em levar esse álbum para os palcos com o mesmo olhar plural do estúdio. O álbum está disponível em todas as plataformas via Super Discos. Ficha Técnica: Produzido por André Paixão 01 - O Colecionador de Céus Biba Meira - bateria e percussões de sucatas Katia Jorgensen - vocais André Paixão - vocal, guitarras, sintetizadores, programações Edo Portugal - mixagem 02 - O Ladrão de Vírgulas Marcelo Callado - bateria Benjão - guitarras André Paixão - voz, violão, guitarra, piano acústico, assovios

Kiko Ramos - baixo Martin Scian - mixagem 03 - Franchement Guto Goffi - bateria Jayme Monsanto - baixo Antônio Guerra - piano acústico, acordeon Lucas Vasconcelos - guitarra Katia Jorgensen - vocais André Paixão - voz, guitarras Pedro Selector - trompetes, flugel horn Orquestra de Estúdio de St Petersburgo* - cordas Edo Portugal - mixagem 04 - “Um Povo Só’ Dany Roland - bateria Alberto Continentino - baixo Alê de Morais - guitarra Antônio Guerra - piano acústico André Paixão - voz, tablet Leonardo Ribeiro - mixagem 05 - “Maduro” Domenico Lancellotti - bateria Kassin - baixo Marcelo Neder - Cavaquinho André Paixão - voz, violão, flauta doce Billy Brandão - guitarras Fábio Gomes - percussão Leonardo Ribeiro - mixagem 06 - “De Longe” André Coelho - bateria Billy Brandão - guitarras, baixo Mauricio Calmon - piano rhodes André Paixão - vozes, guitarras, programações, synth strings Daniel Carvalho - mixagem 07 - “Amor Egoista” Wilson das Neves - Bateria Kassin - Contrabaixo Acústico Katia Jorgensen - Coros Fábio Gomes - Percussão Ricardo Imperatore - Pandeiro Antônio Guerra - Piano André Paixão - Voz, Violão Orquestra de Estúdio de St Petersburgo* - cordas Leonardo Ribeiro - mixagem 08 - “Sabor do Equilíbrio” Rodrigo Barba - bateria Ramsés Toy - percussão Mauro Berman - baixo Alê de Morais - violão de nylon e guitarra Alexandre Vaz - guitarra Leonardo Vieira - guitarra André Paixão - vozes, ambiências, sintetizadores Mixado por Bruno Valansi 09 - “Arreatada” Lucas Tagore - bateria Gustavo Oliveira - baixo Leonardo Vieira - guitarra André Paixão - voz, violão, percussão, sintetizador e guitarra Leonardo Ribeiro - mixagem 10 - “Vestido Vermelho” Pupillo - bateria André Paixão - voz, guitarra, baixos elétrico e virtual, coro Antônio Guerra - piano Ramsés Toy - percussão Deborah Sztajnberg, Badke, Reinaldo Goredoom, Jayme Monsanto, Yuri Amorim, Melvin, André Coelho, Mauricio Garcia, The Alberto, Wagner Vallim - coral Bruno Valansi - mixagem 11 - “História de Luz” Bacalhau - bateria Guilherme Lírio - guitarra André Paixão - voz, baixo, guitarra, sintetizador, coros Leonardo Ribeiro - mixagem 12 - “Bocaina” Leonardo Monteiro - bateria Dengue - baixo Lucio Maia - guitarra André Paixão - violão, piano, guitarra, sintetizador Bruno Valansi - mixagem Todas faixas compostas por André Paixão com exceção faixa 05, parceria com Nina Becker * Orquestra de St Petersburgo Engenheira de gravação - Kira Malevskaia Estudio - Petersburg Recording Studio - St Petersburgo - Russia St Petersburg Studio Orchestra Direção Artística, regência e direção da gravação de cordas: Kleber Augusto Violinos: Mikhail Krutvik David Tchakvetadze Eugeny Zinin Nadezhda Troitskaya Anton Levin Sergey Stolpovskikh Victoria Velkova Vsevolod Lenskikh Lilia Sitdykova Tatiana Bogodukhova Alexander Baranov Olga Alexeeva Violas Sergey Zarubin Ilya Yelagin Dmitry Tchernyshenko Igor Bereznev Alexey Agee Sergey Kiütik Cellos Elena Burkina Kirill Kurshakov Yulia Rozovskaya Roman Kisilyov Contra Baixos Kirill Ziborov Dmitry Golovchenko

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richardanarchist · 9 months

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Itaculumim

As praias descanto, Que tem tanto encanto – – que ameiga meu pranto Do belo Cumã! A lua prateia Seus cambras d’areia, A vaga passeia Na riba louçã.

Fronteiras a elas Se ostentam tão belas Desertas singelas As praias de além; Há nelas penedos, Enormes rochedos, Que escondem segredos… Eu canto-as também.

Eu creio que irmã Deus fez o Cumã Da praia louçã Do Itaculumim. A vaga anseia Além – e vagueia Que nestas ondeia, Eu creio por mim.

Não vedes as praias fronteiras? A quem Se estende o formoso Cumã lisonjeiro: Além se dilatam de Itaculumim As praias saudosas, o morro altaneiro.

O índio em igaras – vencia esse espaço, Juntava-se em turbas – amigos queridos; Após os folgares, as breves canções, Valente p’ra guerra marchavam reunidos.

Mas, foram esses tempos de paz, e sossego E tempos vieram de guerra, e de morte.. E sempre ao irmão, – e sempre o penedo Qual firme atalaia – vigiam no norte.

Os íncolas tristes, – a raça tupi Deixando suas tabas, fugindo lá vão, Que mais do que a morte no peito lhe custa, A fronte curvar-se-lhes à vil servidão.

O índio prefere no campo da lide Briosos guerreiros a vida acabar: Ver mortos seus filhos, seus lares extintos Do que a liberdade deixar de gozar.

Sua alma que é livre não pode vergar-se, Por isso seus lares aí deixam sem dor; E vão-se prudentes – altivos – jurando Que a fronte não curvam da pátria ao invasor…

Ceder só à força, que poucos já eram, Que os mortos juncavam seus campos mimosos… Deixaram estas praias que tanto queriam, Fugiram prudentes – mas sempre briosos.

Depois, lá bem longe… nas noites de inverno, Ouvindo nas matas gemer o trovão, E os ecos saudosos, e os ecos sentidos Quebrados, chorosos na erma soidão,

Lembravam com prantos, que amargo lhes eram As praias amenas do belo Cumã; O morro altaneiro de Itaculumim, Os combros d’areia na riba louçã.

E ermo, e saudoso das ninfas, que amou, Das crenças, que teve descanta o pajé; Os outros escutam seu canto choroso Que fala das crenças, que vida lhes é.

Ele começa com voz soluçada: — Nas praias do norte nascidos tupi; Existem palácios no mar encantados, No leito das águas de Itaculumim.

Ah! quanto é formoso seu vasto recinto, Oh! quanto são belas as virgens d’ali! O teto, que as cobre de conchas de neve, O solo das perlas mais lindas que vi.

O colo das virgens é branco, e aéreo; As tranças de ouro rasteiam no chão; O canto é sonoro – tem tal harmonia Que prende de amores qualquer coração.

Seu corpo mimoso semelha à palmeira, Que troca coa brisa seu ledo folgar: As meigas palavras, que caem dos lábios, Parecem harmonias longínquas – do mar.

Saudades que eu sinto de tudo que amei, Se triste recordo seus mimos aqui… Saudades do belo Cumã lisonjeiro, Saudade das praias de Itaculumim…

Deixamos as tabas de nossos avós… As águas salgadas, que tinham condão! Deixamos a vida nos lares queridos, Vagamos incertos por ínvio sertão.

Entre suspiros cessa o triste canto; Mais não disse o pajé! Um silêncio dorido sucedera Ao seu canto de dor…

Ele! tão feliz… ele, ditoso Eu seu doce folgar; Em palácios dourados repousando, Em instantes de amor…

Agora na soidão – agora longe Dessas deusas do mar; Agora errante, triste, e sem destino Sentia a aguda dor…

Por isso era canto bem sentido Lá por ínvios sertões! Perdera as salças praias, arenosas, Perdera o seu amor!

Lastimava seu fado – e se carpia Das praias do Cumã. E de Itaculumim se recordava Com suspiros de dor…

E muitos prantos soluçados vinham De saudades – quebrar a solidão! Depois, era um silêncio amargurado, Depois, suspiro fundo de aflição…

Prosseguem entanto sem destino, aflitos, Prosseguem marcha duvidosa, errante: E aqui campeia do Cumã as praias, E Itaculumim gigante.

Maria Firmina dos Reis

#Itaculumim #maria firmina dos reis #arte #poesia #poema

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saravause08 · 10 months

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Quais as 5 Melhores AIR FRYERS OVEN? Você Precisa Conhecer!

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Hoje, vamos explorar o fascinante mundo do Air Fryer Oven e apresentar as 5 melhores opções disponíveis no mercado. Antes de mergulharmos nas avaliações, explicaremos o que exatamente é esse aparelho incrível e como ele pode revolucionar sua experiência na cozinha. Um Forno Air Fryer combina as funcionalidades de uma fritadeira com as de um forno elétrico, proporcionando uma gama ampliada de opções culinárias.

👉Número 5 – Air Fryer Oven Fry Elgin Começando nossa lista com a Fry Elgin, uma potente fritadeira com capacidade de 12 litros e impressionantes 1800W. Seu design moderno, detalhes em inox e funcionalidades como Painel Touch e Timer Sonoro tornam uma escolha incrível. A tecnologia Air Circuit garante resultados deliciosos e saudáveis. Fácil de limpar, com proteção contra superaquecimento.

👉Número 4 - Air Fryer Philco PFR2000 Em quarto lugar, temos a Philco PFR2000, uma fritadeira que frita sem óleo tão perfeitamente e oferece 11 litros de capacidade. Com 1700W, controle de temperatura e timer, essa opção é uma excelente adição à sua cozinha.

👉Número 3 – Air Fryer Philco PFR2200 A terceira posição é ocupada pela Philco PFR2200, uma gigante com 11 litros de capacidade total. Com 1700W, controle de temperatura e timer, ela oferece novidades como Air Fryer e Forno.

👉Número 2 – Air Fryer Electrolux EAF90 Agora, a Electrolux EAF90, uma fritadeira versátil 5 em 1 com capacidade de 12 litros. Com Painel Digital, 10 funções e temperatura ajustáveis. Uma excelente escolha para sua cozinha.

👉Número 1 – Air Fryer Oven Mondial AFO-12L BI E, finalmente, em primeiro lugar, a AFO-12L BI Mondial, um 2 em1, combinando o melhor da tecnologia da Air Fryer com o espaço e as características de um forno. Com capacidade total de 12 litros e potência de 2200W, este forno oferece praticidade e eficiência extraordinária. Seu painel digital com 10 funções pré-definidas simplifica a preparação de pratos deliciosos com apenas um clique. A tecnologia de circulação de ar quente é o segredo por trás do desempenho excepcional da Air Fryer Mondial AFO-12L BI.

E aí pessoal, qual desses Air Fryer Oven mais chamou a sua atenção? Compartilhe suas opiniões nos comentários! Lembre-se de considerar o tamanho, as funcionalidades e a praticidade na hora de fazer sua escolha. Esperamos que este guia seja útil na sua decisão de compra. Se gostou do vídeo, não se esqueça de deixar seu like, compartilhar com os amigos e se inscrever no canal para mais conteúdos. Agradecemos por assistir e até a próxima!

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rockanrolario · 1 year

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#Rola | Pablo Burgués | Los Niños

“Los Niños” es el segundo adelanto del nuevo disco de Pablo Burgués, que verá la luz en 2024. Al igual que el resto del disco, esta canción está también producida por Eric Sanderson (Augustines) y grabado en Tarquin Studios (Conectticut), templo del indie rock americano por donde han pasado bandas como The National, Interpol, Kurt Vile o Death Cab For Cutie. El disco ha sido mezclado en Sierra Studios por Alberto y Pablo Sierra, además de ser masterizado por Joe Lambert. https://www.youtube.com/watch?v=ljf5_0Nt5KE Durante toda su vida, Pablo ha estado vinculado al mundo de la música, destacando su paso por bandas como Belvès o Skimo, cuyo álbum “Un año de libros viejos y los restos de un incendio” fue considerado uno de los mejores discos del año para medios especializados españoles como RADIO3, MONDO SONORO o ROCKDELUXE. En 2018 compone su primera banda sonora para la película "Los Gigantes No Existen" y en la actualidad se encuentra componiendo la música de un nuevo largometraje "Los Niños habla de esas etapas vitales en las que nos sentimos perdidos y no tenemos claro quienes somos ni hacia dónde vamos. Son momentos difícles pero como dice la canción, todo pasará y sin darte cuenta volverás a ser tú” El videoclip que acompaña a la canción ha sido dirigido por Pablo, Se trata de un trabajo muy original, rodado en un solo plano secuencia y cuyo objetivo es ahondar en ese sentimiento de claustrofobia que sentimos cuando estamos atravesando momentos vitales complicados. El videoclip tiene un luminoso final abierto a diferentes interpretaciones. Read the full article

#España #PabloBurgués

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tempi-dispari · 1 year

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Andy Martongelli, un disco mirabolante

Prendete buona parte dei guitar hero’s degli anni a cavallo tra la fine degli ’80 e l’inizio dei ’90, mescolateli al suono dei Testament e, più o meno, potrete avere un’idea dei quello che è Ultradead di Andy Martongelli. Un disco da guita hero in tutto e per tutto. Soprattutto, un disco adrenalinico. Il nostro pare essersi concentrato sulla voglia di suonare, non su quella di dimostrare. I brani coprono stilisticamente buona parte del mondo metal.

Dall’epic al thrash. Vengono esclusi solo le frange più estreme del genere. Per questo il risultato è come un’onda che ti cattura sul bagnasciuga, ti porta al largo per poi riconsegnarti alla terraferma. Stremato, provato, ma entusiasta dell’esperienza. Prendete Skolnick, Malmsteen, Steve Vai, Satriani, e chi più ne ha più metta, mescolateli. E partite per questo lungo viaggio nel mondo della chitarra. Uno degli aspetti più apprezzabili del disco è che Martongelli ha prestato molta alla sezione ritmica.

A livello solistico il lavoro è ineccepibile. Sono interessate praticamente tutte le tecniche eseguibili sulla sei corde. Si passa da sfuriate ad altissima velocità a passaggi più bluesy. Il tutto a colorare un quadro variopinto e ricco di sfumature. Un track by track approfondito è impossibile. Sono talmente tanti i cambi e le influenze che si rischierebbe solo di essere prolissi senza riuscire a dare un’idea corretta di quello che accade.

Per questo meglio concentrarsi sulle sensazioni che i brani trasmettono e sul contesto che disegnano. Si parte subito in quarta con Army of darkness. Un brano che si muove su coordinate epiche malmsteeniane. Melodia a profusione alternata a sferzate supersoniche di note. Ciò che catture è l’andamento del brano, l’aspetto narrativo. Una colonna sonora per una battaglia senza esclusione di colpi tra eserciti vichinghi.

Da segnalare il break centrale dove si rallenta a favore di un muro sonoro d’impatto. Colossus tiene alto il ritmo. La struttura del brano tiene fede al titolo. L’immagine è proprio quella di un gigante che si muova in maniera imponente in una città ricca di vita. Anche in questo caso break centrale che rallenta per dare spazio alla descrizione di ciò che avviene nelle strade. Il passaggio del gigante non ha intenzioni distruttive. Si cambia con Ultradead. Andamento cadenzato e pesante iniziale.

Mid tempo marziale. Nonostante questo il brano risulta aperto, non claustrofobico. I cambi che si susseguono sono molto progressivi, in particolar modo per la sezione ritmica. Assenti cambi di tempo repentini eccezion fatta per un ulteriore rallentamento sul finale. My last tears, come il titolo può suggerire, è una struggente ballad. Lenta, evocativa, sofferta. Un brano carico di pathos e melodia. Come genere impone. I solo si alternano tra note languide, sofferte e accelerazioni improvvise.

Battle on the ice è forse uno dei brani più interessanti. In particola per la scelta ritmica. Intenso il passaggio iniziale affastellante e inusuale. La canzone poi si apre in un solo al fulmicotone non privo di alternanza tra velocità e melodia. Save us fa tornare su scenari epici con caratteristiche orientaleggianti grazie all’utilizzo di un sithar nell’intro. Mid tempo espressivo, melodico, incalzante. Facemelt ha un andamento pachidermico. Tempo lento, suono compresso, riff pesanti e ossessivamente lenti.

La chitarra solista invece si destreggia in accelerazioni supersoniche. La scelta del tempo lento dà la possibilità a martongelli di poter offrire pirotecnici fraseggi in 32simi. Altro brano particolarmente ben riuscito è Vertigo. Un mix tra hard rock e metal. Riffing incalzante su tempi medi. La ritmica spezzata offre ottima dinamica alla composizione.

Nel suo complesso sembra essere un omaggio alla musica classica ma senza i soliti cliche. Hand of fury è un brano speed con inserti di sintetizzatori. Una corsa sfrenata in discesa tra una pioggia di note e aperture melodiche. Chiude il lavoro Embers. Canzone che si muove su scale minori armoniche e crea atmosfere tee e cupe. Un breve ma intenso viaggio tra valli oscure.

Concludendo. Il disco di Andy Martongelli è un disco perfetto per il genere affrontato. Non si può dire nulla di nulla. Registrato in modo perfetto, sonato altrettanto bene. Le canzoni sono ineccepibili. Se un limite si vuol trovare a questo magistrale lavoro è la contestualizzazione. Ormai la tecnica ha raggiunto livelli incredibili. Ma non solo. È cambiato il modo di esprimersi dei chitarristi. I riferimenti oggi sono diventati Animal As a Leader e, soprattutto ultimamente, Polyhpia. Che hanno modalità espressive differenti dai riferimenti trattai in questa recensione. La velocità c’è ma non è la guida ultima dei giovani musicisti. Ma si tratta di una scelta stilistica.

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#andy martongelli

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projetodeprojecoes · 1 year

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Deixo mordidas no tempo para não parar de sonhar

Autoria: Thiago Saraiva Revisão: Ana Coutinho

O povo Tupi-guarani mede o tempo pela Lua e o divide em ara ymã (tempo primitivo), quando são realizados os plantios, e ara pyau (tempo novo), quando são feitas as colheitas, tempo de prosperidade do alimento. A cada fim de ciclo recomeça o anterior, completando um movimento circular infinito de ida e vinda, não há uma relação estagnada do passado, presente e do futuro. As noções Tupi-guaranis são bem diferentes das que concebemos o tempo, de modo linear e cronológico, no alarme das sirenes das fábricas.

Em vista disso, qual o poder do relógio sobre nossas vidas? Haveria modos de lutar contra as forças do tempo imposto? Quanto de abertura de nossas percepções seria suficiente para abocanhar este reinado sobre o mundo ocidental? Como podemos criar outras formas de contar o tempo?

Narra a mitologia grega que Cronos, o deus do tempo, o caçula de Gaia e Urano, engolia seus filhos ao nascer, pois segundo uma profecia um deles tomaria seu trono. No entanto, Réia cansada de entregar seus filhos, entregou a Cronos uma pedra envolvida por um tecido para que ele a engolisse no lugar de sua prole. Assim, a deusa o enganou e Zeus cresceu escondido na ilha de Creta, retornando para para vingar-se do deus do tempo.

Em Essa escada não dá em lugar nenhum (2021), a performer Crystal Duarte entra em batalha com Cronos. Para isso, sobe e desce três lances de escadas interconectadas de uma ruína, que é provocada a despertar sob o abandono de suas capacidades. Dos vestígios mortos de uma arquitetura integral, Duarte ressuscita a relação corpo a corpo. As partes de escada são obrigadas a responder às provocações. Elas a empurram nos ajustes quase que imperceptíveis de pequenos balanços, tendo como aliado o calor.

Em oposição, há desequilíbrios contornados, a atenção para onde e como se pisa, a respiração ofegante que mede pausas encostadas sobre os joelhos. A inventividade para burlar a possível repetição é recalculada: meia volta, acelerar, alongar, saltar, recuar, desacelerar, encurtar o passo. Duarte atravessa o centro das ruínas como se atravessasse um portal para outra dimensão de tempo. Os ruídos sonoros premeditam ou recuperam as ações se entrecruzando com as que acontecem à nossa vista.

Seria possível esgotar uma mesma ação ou ela sempre se transforma em um novo gesto a cada tentativa de repetição? Será que Cronos devora cada ação zerando o ciclo de suas existências para que nada o domine?

Entre 2017 e 2022, Diego Guevara realizou uma série de intervenções sobre asfalto, denominada por ele “experimentos artísticos-anamórficos". A reunião de alguns desses processos deram origem ao vídeo Ruas do Rio de Janeiro. Câmeras de vigilância nas ruas flagram o artista aprontando seus experimentos com a utilização de materiais diversos, durante as noites e madrugadas. As imagens anamórficas resultantes são vistas em completude a partir de certa distância e ângulo específico, elas exigem encaixes, como um quebra-cabeça gigante.

As ações acontecem em pistas de trânsito, onde sinalizações e limites são desmantelados com os novos gráficos. Além disso, elas contém graus de periculosidade, pois Guevara age nos intervalos de sinais vermelhos, na passagem entre um carro e outro e no risco da abordagem policial que com suas viaturas atropelam os experimentos, dentre eles: “FORA PM”. O flagrante é iminente ao seu processo artístico, seja pelos transeuntes, seja pela câmera que é cúmplice da própria “infração”. E nesse sentido, Guevara transgredi a ordem e o propósito citadino de controle, quando utiliza desse meio para capturar e expor suas intervenções que beiram a todo tempo, ao deboche desnudo.

Entre o amanhecer e o anoitecer, o tempo acelerado invade outras temporalidades na agitação da cidade acordada, evidencia que não apenas os experimentos concebem uma nova cidade, mas, também que seus agentes e intempéries os transformam, mesmo que seja sem notar. Assim, dão continuidade ao trabalho efêmero de Guevara, talvez, enquanto ele dorme.

Em vista disso, quanto de nossas percepções doamos às transformações por onde transitamos? As infrações anamórficas do grande quebra-cabeça de Guevara nos dá a chance de captarmos a potência das impermanências, do trânsito da completude na incompletude, o incontrolável e o imprevisível que são inerentes ao pulsar da própria cidade. Tudo muda enquanto existe? Mas, nem tudo é sobre o visível. O cruzamento não é só de ruas, mas de caminhos individuais que atravessam o coletivo, as histórias que se comunicam sem palavras, os gestos inacabados na vigília, os usos e desusos que ficam pelo entremeio. A arte cotidiana encarando os olhos desatentos, pedindo só um minuto da nossa atenção.

Outra proposta que privilegia as vivências por meio da vigilância é ¦ ENTREMEIO ¦ (2017). Nele, Juliamaria, moradora de um condomínio de classe média carioca, e Benedita Martins, empregada doméstica da casa de Juliamaria, intervêm na ordem do cotidiano de um prédio. Cada uma com uma câmera em mãos se posicionam em diferentes elevadores, que estão um de frente para o outro e separados por um corredor. Ao final, o objetivo é se encontrarem no último andar, onde fica a caixa de máquinas.

A tela do vídeo é dividida em quatro partes iguais como tvs de segurança, que por sinal também aparecem em uma das divisões; duas partes apresentam as perspectivas simultâneas dos dois elevadores em direção às suas respectivas portas; a última divisão apresenta ora a entrada principal do prédio pela perspectiva da rua ou da outra calçada, ora as áreas de convivência vazias.

O trabalho estabelece relação de metalinguagem entre os primórdios da videoarte e o sistema atual de vigilância e controle por meio da filmagem full time, que é de praxes nos condomínios, com todo rigor de múltiplas câmeras nas quinas. As duas intervencionistas evidenciam a presença dos habitantes tecnológicos triviais, os posicionando para as caras de seus vizinhos. Isso tensiona as interações sociais promovendo reações diversas, desde sustos que paralisam à abertura para diálogos, passando por desconfortos disfarçados de comicidade e silêncios constrangedores, até o bloqueio de uns dos elevadores. O estranhamento imediato é quase que certo daqueles que modificam o ciclo de espera entre o abrir e fechar das portas. Afinal, como sustentar a compostura num espaço mínimo em que uma câmera está voltada para você?

As muralhas éticas entre privado e público são desmanteladas pelas câmeras indiscretas que vazam o interior da fortaleza condominial. A viagem vertical transporta sons e imagens que se entrecruzam, temporalidades que transbordam uma nas outras. Realidades individuais são reeditadas no coletivo e revelam a estrutura das diferenças de classes. Afinal, o que separa Juliamaria e Benedita? O que há no entremeio que as impedem de se encontrarem na caixa de máquinas?

Em José (2022), a artista Julie Dias percorre a sua casa em uma comunidade de São Paulo e com câmera em mãos flutua por entre formas que sugerem antropomorfia. Esculturas compostas de baldes, latas, jaquetas, cordas, lonas, engradados, tecidos, pedaços de madeira, dentre outros. Elas moram entre paredes que em parte estão chapiscadas, em outras há cal, se somando aos tijolos aparentes, completadas por janelas abertas e o céu azul e branco.

Poderia se dizer que estes aspectos falam de processos inacabados ou nos revelam que a completude pode habitar aquilo que identificamos de incompletude?

As esculturas carregam sobre seus corpos temporalidades outras, de objetos triviais ressignificados em objetos-membros, camadas de gestos e memórias que coexistem. Eles apontam implicitamente o tempo de vida dos objetos em suas funções anteriores, ao mesmo passo que quase escapam delas quando ganham novos status: “tralhas” deslocadas pela artista, inaugurando-as como obras de arte que no transcurso pelos espaços vão assumindo protagonismo.

A moto corta o exterior, pilhas de tijolos crescem ou diminuem sobre a laje. A serra, o batidão e os latidos trocam ideias. Vozes passeiam livremente pelos cômodos e falam a mesma língua que as esculturas à espreita. José, a casa e a paisagem se confundem, de modo que são fragmentos do meio e o meio são seus próprios vestígios em estado de graça.

Fragmentos visuais e sonoros embalam o tempo em Advice (2022) de Larissa Pereira. A artista apresenta uma série de imagens ao ar livre, suas passagens podem ser contadas no intervalo do piscar de olhos, enquanto cantarola trecho de uma canção que não se completa. As imagens insistem em uma coloração predominante rósea que, talvez, aponta para um passado longínquo ou imaginado. Camadas de tempo transparecem o acúmulo de direções opostas.

As palavras se repetem e se sobrepõem umas às outras em fluxo espiralado. Assobios atravessam o verbo descompassado, o piano solitário convoca a voz embolada a não desistir, mesmo quando as palavras atropelam seus passos. Os ritmos não se encaixam. As palavras em inglês vão surgindo no esforço de formarem “soon it will be over”, que em tradução livre seria algo como “em breve isso irá acabar”. Esta frase faz menção a um trecho da música “Advice for the young at heart” da banda britânica “Tears for fears”, equivocadamente interpretado pela artista. O verso original diz “Soon we will be older”, ou seja, “Logo seremos mais velhos”.

O aspecto estético das imagens justapostas provoca comoção, parece evocar um saudosismo de suas vivências, das quais a canção ainda anuncia seu destino efêmero. Ao mesmo tempo que são compartilhadas pelo digital, que as tornam tempos alargados sob nossas pupilas. No entanto, ao serem parte de um vídeo, as supostas lembranças de Pereira já são tempos mortos ou fragmentos de experiências resgatadas, mesmo quando ela ainda canta o término? Ou será que nos prepara para o fim que persegue todas as coisas, e nos aconselha a amá-las mesmo em sua finitude?

O amor é uma lembrança Uma vez dado Jamais esquecido Nunca deixe-o desaparecer Esta pode ser a nossa última chance

No centro de uma tela preta surge o número 1 na cor branca. Um círculo se forma ao seu redor, inaugurando uma série de aparições e desaparições de outros números entre 1 e 256. A obra Catalisadores (2020-2022), de Pedro Paulo Honorato, apresenta a formação de anéis e números circunscritos que se alternam com imagens em negativo da apuração da eleição presidencial brasileira em 2022. A apuração mutada foi realizada por um podcast que compactua das ideologias de extrema direita em que anunciam, por meio de estatísticas, a disputa acirrada e a iminente vitória do seu adversário político.

No decorrer do tempo, o fluxo dos algarismos e as formas circulares crescem e decrescem de modo persistente e variável. A enganosa imprevisibilidade revela uma PG, uma sequência numérica na qual cada termo, a partir do segundo, é igual ao produto do termo anterior por uma constante, denominada de razão da progressão geométrica.

À primeira vista é de se estranhar, parece que invadimos o sistema de uma matrix, e, de certo modo, invadimos, pelo menos a do produto gerado por uma síntese de dados que o artista criou para transformar as imagens em representações gráficas e numéricas. Agora, o que causa de fato o estranhamento? Será que este trabalho está tão distante da natureza dos demais?

Possivelmente, seja de se estranhar a aparição de números em obras de arte que, de modo geral, são relacionadas às ciências denominadas humanas. Me parece um tanto costumeiro relacionarmos a lógica matemática a algo morto, quero dizer, que não acontece sem a nossa aplicação utilitária, um conhecimento ilusório que foge do que chamamos de real ou concreto. Para outrus de nós, a matemática parece estar distante das dinâmicas mundanas, da influência de nossas decisões e percepções de mundo. O que pode ser um grande equívoco.

Será que a percebemos apenas na hora de receber o troco e fatiar a pizza? O que acontece se ela se torna visível nas imagens que mediam nossas noções de verdade? Ou não pararem de acontecer de modo invisível no visível? Caberia mantermos os limites estabelecidos entre noções biológicas, humanas e exatas?

O sistema de conversão das imagens utilizadas por Honorato tem por base a síntese matemática extremamente organizada e ordenada da divisão celular. Um processo biológico que acontece nos seres vivos, no qual carrega e multiplica as informações genéticas das espécies. Portanto, o artista não só manifesta a tangibilidade da sequência celular, como desvela a organicidade dos números e a razão matemática que somos, extrapola os limites do que acessamos aos olhos. Revela as pulsações algorítmicas de nosso complexo sistema corpóreo em semelhança com o sistema binário digital. Contudo, a imagem e a vida são possíveis graças as sequências numéricas efetuadas ininterruptamente: enquanto escrevo, você lê e reflete comigo, neste instante ou quando roemos as unhas na apuração das últimas eleições em meio as incalculáveis fake news.

A noção binária de real ou irreal, vivido ou imaginado, me foi despertada pelo filósofo espanhol Paul Preciado, quando afirmou em “Um apartamento em Urano” (2020) que mesmo mediante a hipótese de uma natureza das abstrações, como se dá com os números, ou os canais cósmicos para comunicação com as almas de nossus ancestrais, os sonhos devem ser considerados como parte elementar de nossas narrativas biográficas. A questão não estaria em comprovar o que de fato é real ou imaginado (o que valeria uma boa discussão), porém, que os sonhos também são a própria vida. Afinal, seria um absurdo reduzirmos a vida à vigília.¹

Fole (2021) de Lucas Casemiro, nos convoca aos interstícios como fuga do binário. A experiência inicia-se com o desvio do breu para a vista interior de um automóvel, com olhar cambaleante avistamos uma paisagem verde e uma rodovia em dia ensolarado. Progressivamente, outros automóveis surgem em nossa direção em marcha ré. Placas de trânsito insistem em orientar o caminho contrário do qual percorrem todos, nós seguimos encostadus no banco traseiro do carro. A música indecifrável toca na rádio. Motos invisíveis aceleram nas proximidades. A paisagem cresce lá fora. Nos afastamos do que está a frente e nos aproximamos do que não vemos, é um caminho invertido às cegas. Tudo é aspirado para trás como um grande fole que suga o ar. O mesmo ar que faz arder os cabelos de fogo espelhados.

Casemiro percebe “a rodovia como o entre: meio limiar, meio rarefeito”. Desse modo, nos posicionamos no não-lugar, façamos uma parada no meio do caminho, na passagem entre a partida e a chegada. Onde apesar dos limites que definem seus extremos, tudo é organizado em prol da permanência do trabalho, onde se deve evitar paradas. O que poderíamos descobrir no vão?

Na obra há um ritmo delirante entre o sono e a vigília, desse que experienciamos nas viagens de carro, promovido pela combinação entre monotonia, balanço e passividade. Um berço de metal em que a respiração desacelerada esfria o corpo, as pálpebras pesam com a areia abandonadas por Morfeu. A sonolência é portal de passagem entre a entrega e a luta do aqui e o lá.

Dizem que quando olhamos para o céu vemos o passado, pois os astros estão a anos-luz de distância, o agora vivido daqui é a morte de lá. Fole parece correr em busca do que foi e ainda está sendo no limiar, insistindo em atrasar o ponto de nossa chegada. Somos sugadus para voltar sem chegarmos de fato a lugar nenhum, afinal, não é sobre o fim. Mas, talvez, compreender o intervalo por onde e como queremos passar. Ir para atrás não é apenas retroceder, é também pegar impulso para sermos lançadus para além de onde nossos sonhos habitam, onde as distâncias são encurtadas entre Terra e Urano.

Em O que você sonha às vezes? (2021), Sema nos narra uma passagem vivida em sonho. Em menos de um minuto, a imagem de um céu azul claro e nuvens brancas, que calmamente se transformam, preenchem nossos olhos. A narração fica por conta de legendas brancas que acordam silêncio:

uma vez eu sonhei com um céu estrelado um céu tão bonito que eu quis guardar pra mim mas, de qualquer forma, eu sabia que eu estava sonhando, então filmei o céu estrelado, com a esperança de que, ao acordar, um pedaço daquele céu estaria ali comigo eternamente

A narrativa poética nos revela a possibilidade de um estado de consciência no sono, assim como a inconsciência pode acontecer na vigília. Quão interessante é percorrer a vida nos estados em que o desejo existe e a criação também. Mesmo que a neurociência afirme que o sonho é apenas a reprodução de memórias acordadas, isso significa que continuamos em processo de criação com os olhos cobertos. Sobre eles o manto da noite repousa, despindo censuras e limites. Sobre os medos, não poderia afirmar…

A edição do sonhado acontece no despertar. Na tentativa de mantermos a escrita viva, fragmentos de memórias invadem nosso céu e contamos o que sonhamos na noite passada, há quem registre em papel ou em vídeo para não esquecer. O sonhar contém temporalidades diversas em movimento espiralado tornando-se uma só, não exige começo, meio, fim ou regras. Ele pode permanecer em aberto, voltarmos a vivê-lo como se déssemos uma pausa. O sonho nos dá a liberdade de deseducar o relógio, criarmos outras formas de contar o tempo.

Sonhar é mover a esperança e a espera. Aguça as percepções. Para nós, os sonhos podem ser a única forma de sobrevivermos. Descobrirmos tantos lados para se estar ou tantas formas de existir, mesmo que não tenham sido desveladas a nós. Desejar ardentemente nos apaixonarmos à primeira vista pelo que passa pelas vistas faz tempo ou pelo que ainda nem existe acordado. Mas, que está lá, à espreita nos esperando para uma visita. Sonhar, talvez, seja a possibilidade de vivermos plenamente uma biografia escrita pelos nossos corpos.

Então, porque ainda insistimos na incapacidade de vida mediante as experiências oníricas? Deixemos os sonhos romperem nossos peitos e invadirem este mundo perturbador. Mastigar e vomitar novos tempos. Já é hora de escaparmos, vivermos sonhos febris de céus reluzentes.

¹ PRECIADO, Paul B. Um apartamento em Urano: crônicas da travessia; tradução Eliana Aguiar; prefácio Virginie Despentes. - 1º ed. - Rio de Janeiro: Zahar, 2020.

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a-schwarzung · 1 year

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Awakening

Nota 1: Regalo para Leto de Antenora, la matriarca de la secta dedicada a esta pareja. Esta historia ha nacido de un intento muy humilde de parte mía por expresar mi más sincero aprecio y respeto por alguien que es quizás la persona más dedicada a una pareja que ama, que yo conozco.

Nota 2: Basada en varios capítulos de episodio G, Shaka debía elevar su cosmos al máximo para sellar ciertas criaturas que han aparecido como consecuencia del despertar de los titanes; Aiolia debe proteger su vida, pues mientras esté meditando, Shaka estaría vulnerable ante cualquier ataque. Un titán intenta atacar a Shaka, por lo que se enfrenta a Aiolia, quien se ve forzado a usar una técnica prohibida por su hermano Aiolos. Está a punto de derrotar al titán cuando éste huye. Finalmente, Shaka interviene cuando dos gigantes están por atacar a un casi inconsciente Aiolia, salvándole la vida.

La figura en la cama se removió, envuelta en la oscuridad de la noche, haciendo que la delgada tela que le cubría crujiese continuamente. Su agitada respiración parecía apenas resquebrajar el pesado silencio de la habitación perdida en las profundidades de aquel templo. El cuerpo se erizó ligeramente antes de incorporarse intempestivamente.

El joven entreabrió los ojos tras haber fruncido el ceño, dejando que las gruesas gotas de salino sudor resbalasen con impudicia por su arrugada frente. Los orbes verdes se clavaron en un lugar fijo de la habitación, tratando de adivinar las figuras yacentes en las tinieblas con el único fin de expeler de su consciencia aquella pesadilla.

¿Cuántas veces le había visto? No pudo recordarlo, pero desde hacía más de seis años ese momento de su vida había quedado grabado en su alma y en su memoria para siempre. Los labios de aspecto agrietado debido a la sequedad, se entreabrieron dejando escapar un sonoro suspiro. Llevó ambas manos hasta su rostro, enjugando el sudor del mismo con descuido y cierto desdén. Una mano ligeramente trémula se paseó por su humedecida melena.

Se estiró, buscando que la tensión en su espalda disminuyera. Finalmente se incorporó, abandonando la cama después de una breve lucha con las húmedas sábanas que se enredaban alrededor de su portentoso y joven cuerpo. Caminó con desgarbo por la habitación, para finalmente colocar sus manos sobre una de las paredes. Entrecerró sus ojos y maldijo en voz baja, sin desear que los demás ocupantes del templo supiesen lo que le ocurría.

Se giró y vio con desgano la revuelta cama. No deseaba acostarse de nueva cuenta, y ello no se debía a aquel sueño que hubiese tenido desde la más tierna infancia, sino al presentimiento de que era casi ineludible tener aquel otro sueño. Era mucho más reciente, pero igualmente intrigante; en ocasiones era imposible volver a dormir para él, más aún cuando trataba de darle un significado.

Aiolia de Leo siempre había considerado que los otros Santos de Oro no eran más que unos asesinos. Nunca nadie podría hacerle creer lo contrario, su hermano era incapaz de traicionar a la diosa, y había sido un santo tan imponente que no había nadie que pudiera verle sin bajar la mirada humildemente. Por eso la sangre le hervía al recordar como ninguno de los otros dorados había sido capaz de alzar la voz a favor de Aiolos. Ni uno sólo de ellos había hecho algo al respecto; por el contrario, Shura y Shaka habían sido dos de los santos a los que hubiese considerado intachables; sin embargo, ambos habían aceptado la orden del patriarca de ir y buscar a Aiolos para matarlo.

Y si bien Shura era quien había asestado las mortales heridas, todos los santos dorados no eran más que asesinos, gente fría que no había dudado en increparle a Aiolia los supuestos errores y faltas de su hermano mayor. Toda su vida era una continua prueba para demostrar que era un hombre digno y honorable. Había jurado ser el más poderoso de los doce, y estaba seguro de que lo lograría tarde o temprano.

Una de las manos del pelirrojo se crispó en un puño, sus nudillos quedando de una tonalidad blanquecina debido a la fuerza ejercida. Deseaba gritar y deshacerse de toda la rabia que sentía, dejando de lado la fría máscara de indiferencia y desdén que portaba siempre frente a los otros Santos dorados. Pero era algo que nunca haría, nunca les daría el gusto de mostrarles cuánto le afectaban las silenciosas represalias de las que había sido víctima desde hacía tantos años. Incluso ahora, los otros dorados tenían sus reservas respecto a él, desconfiando y mirándole con apenas velada hostilidad.

Los labios del muchacho se curvearon en una sonrisa sarcástica, antes de entreabrirse y dejar brotar una risa seca y metálica, carente por completo de toda calidez o alegría. El sonido no tardó en ahogarse en su garganta, haciéndole compañía al nudo que se retorcía lastimosamente en aquella misma parte. Elevó su mirada, para después desempuñar su mano; la observó detenidamente, ponderando en silencio.

Todos esos años los había odiado y despreciado, al igual que al Santuario. Pero nunca se había planteado la posibilidad de abandonar la Orden, por el contrario, había entrenado y trabajado encarecidamente con el único fin de hacer realidad su objetivo. Pero apenas unos días antes se había percatado de un cambio en él. Era algo apenas perceptible, un cambio nimio que no obstante, le había dejado perturbado.

El patriarca le había llamado y le había encomendado una tarea de suma importancia. Tendría que ir a la India y proteger a Shaka, uno de los asesinos de su hermano. No había dicho nada, mucho menos cuando se le había explicado que el guardián de Virgo estaría indefenso ante cualquier ataque debido al profundo estado de concentración que requería para poder hacer arder su cosmos al máximo y así, deshacerse de todas las criaturas malignas aparecidas debido al despertar de los titanes.

Aiolia partió sin más, llegó incluso antes que el mismo Shaka a aquel sitio en la India en el cual había muerto el llamado Buda. Lo vio llegar y no pudo evitar llenarse de amargura; tampoco de responder con cierto sarcasmo al comentario de Shaka cuando éste notó que había sido él quien tenía encomendado el proteger al rubio.

“¿Esta es tu gran oportunidad, no es así?”

Esas habían sido las palabras de Shaka, quien no se molestaba en ocultar su desconfianza; creía que Aiolia lo mataría, pero él era incapaz de hacerlo, el joven era un guerrero con honor, que sin importar lo que sucediera, nunca faltaría a uno de sus deberes. Sin embargo, algo oscuro en su interior lo había llevado a mirarle con fría seriedad.

“Así parece”

Su respuesta no era del todo sincera, con gusto lo hubiera matado, pero Leo sabía mejor que nadie que aquel no era el lugar ni las circunstancias; y quizás nunca lo haría. Pero había deseado soltar esas ponzoñosas palabras en busca de una oscura satisfacción.

“Aiolia, si lo deseas, puedes matarme bajo estos dos árboles, los sales gemelos. No daré oposición alguna”

“¿Quieres que tu vida se apague bajo los Sales gemelos?”

“Nada en la vida sucede por azar, todo tiene su razón de ser. Si muero en este lugar, es porque así estaba escrito en mi destino”. [1]

Aiolia se negaba a creer eso. El destino no era algo que estuviese escrito, cada uno forja su propio destino; o al menos eso era una certeza para él. Había cierta resignación en Shaka, pero al mismo tiempo el griego lo percibía como un desafío oculto dirigido a su persona. Shaka de Virgo no moriría ese día, al menos no mientras él fuera el encargado de protegerlo.

Cuando el joven ateniense vio al titán, no pudo evitar sentir cierta anticipación, una ansiedad por el inevitable encuentro. Cuando vio aquel ataque dirigirse hacia donde se encontraba meditando el otro dorado, no tuvo tiempo de pensar, su cuerpo se movió automáticamente para buscar interferir en el camino del mismo. Recibió aquellos impactos de lleno, teniendo únicamente su misión en mente: proteger a Shaka de Virgo.

Cuando su oponente le había preguntado si la razón de que deseara detenerlo era para poder matar con sus propias manos a uno de los asesinos de su hermano, Aiolia no había respondido. No deseaba explicar sus razones a ese ser que se llamaba a sí mismo Dios, además de que sus motivaciones no importaban en absoluto; lo único importante era evitar que el titán atacase al otro mientras éste estuviera meditando.

Su pulso aún se aceleraba al recordar aquel enfrentamiento, después de todo, había puesto su cuerpo hasta el límite de sus posibilidades. Había sentido su cosmos apagarse poco a poco, como si la vida le abandonara lentamente. Parecía como si hubiese estado dispuesto a morir ahí con tal de proteger al guardián de Virgo. Al inicio, había sido para cumplir la promesa que había hecho a Aiolos; pero en ese momento no se había cuestionado más allá. Su hermano le había hablado de sacrificarse por sus camaradas, amigos en quienes confiara. Se lo había dicho, y esas palabras habían resonado en su interior: “Todos merecen que arriesgues tu vida por ellos”.

Aiolia sabía muy bien que él no podía ser tan magnánimo como su hermano mayor, pero aquellas palabras eran algo en lo que deseaba creer. Por eso no había titubeado, dispuesto a hacer hasta lo imposible, incluso usando una técnica que el mismo Aiolos le había prohibido usar por ser tan peligrosa para sí mismo.

“¿Tanto deseas proteger al asesino de uno de tus seres queridos?”

Ante la pregunta, el griego no se había detenido a pensarlo, respondió lo que realmente sentía. No era sólo su misión, ni una promesa a Aiolos; pese a que ambas eran también parte del motivo. Era algo mucho más sencillo.

“Antes de ser un asesino, ¡Shaka es el Santo de Oro de la casa de Virgo! Alguien que está luchando por todos, sellando a los espíritus liberados por los dioses. Para proteger a la gente, los seres vivos de la tierra ¡y a Athena!”

Al recordar sus palabras, le era imposible saber por qué las había dicho, sólo estaba seguro de que eran la verdad. ¿Podía odiar a alguien así? ¿Incluso si había sido uno de los asesinos de su ser más querido? Las lágrimas se agolpaban aún es sus verdes ojos al recordar que esa técnica la había creado para proteger a Aiolos; incluso si al final no lo había logrado; inclusive si había terminado usándola para salvar la vida de un enemigo de su hermano. Pero realmente no estaba seguro de que alguien como Shaka pudiera ser un asesino frío. No deseaba admitirlo, pero quizás el Santo de Virgo podía llegar a ser un camarada. Era muy pronto aún, y su resentimiento aún era dolorosamente vívido como para considerar aquello posible; sin embargo, algo en su interior le decía que podía confiar en Shaka de Virgo, al menos tanto como lo haría un santo de oro en otro.

Aiolia se llevó ambas manos hasta la cabeza, emitiendo un apagado suspiro al mismo tiempo que sus dedos se enredaban en las húmedas hebras de color cobre. Dio unas cuantas vueltas más por su habitación antes de decidirse a salir. Caminó hasta la puerta, haciendo un intento por abrirla cuidadosamente, evitando así despertar a los demás.

Antes de que se diera cuenta, sus pasos ya le habían dejado fuera del quinto templo. Elevó su mirada y vio frente a sí el imponente templo de Virgo. Una delgada línea se dibujó en su entrecejo, mientras continuaba avanzando en silencio. Sus pies desnudos producían que un intenso estremecimiento recorriera su cuerpo ligeramente cubierto. Ascendió por las escaleras de Virgo, sin saber muy bien qué haría una vez que estuviera a la entrada de éste.

Lo más adecuado hubiera sido elevar su cosmos y solicitar permiso para penetrar en el sexto templo. Sin embargo, al considerar que Shaka estaría probablemente durmiendo, Aiolia había decidido sentarse en las escaleras del mismo. En ese instante sintió un cosmos cerca, puso atención, notando de inmediato que se trataba del cosmos del dueño de aquel templo. Eso significaba entonces que Shaka estaba despierto, y muy probablemente, meditando.

Leo siempre había sido alguien impulsivo, y con una cierta tendencia a ser rebelde, por lo tanto no era de extrañarse que terminara frente a la puerta de fino tallado en el sexto templo que le llevaría al jardín adyacente al mismo. Con un simple movimiento, la puerta cedió ante el peso de su cuerpo, crujiendo sonoramente al mismo tiempo. Aiolia maldijo en voz baja ante el ruido, seguro de que si bien Shaka probablemente le había sentido aproximarse, ahora estaba más que seguro de su presencia ahí, una presencia que él mismo no sabría explicar.

Asomó su cabeza pelirroja, para permitirse observar el vasto jardín de Virgo. Sus cejas se elevaron al notar cómo lo único que había ahí además del verde pasto, era un par de árboles, similares a aquellos que hubiese visto en la India. Se preguntó por un momento si Shaka tendría alguna fijación con esos árboles y su significado. ¿Pensaba acaso en el suicidio con frecuencia?

Por su parte, Shaka permanecía en la misma posición en la que había estado desde antes de que Aiolia llegara mientras esperaba silenciosamente a que el recién llegado se anunciara. Le había sentido aproximarse por las escaleras del sexto templo, y si bien su aspecto era sumamente sereno, por un instante su pulso se había acelerado de modo apenas perceptible. Shaka sabía bien que era anticipación, y aquello le sorprendió bastante; no sabía bien cuándo había sido la última vez que había experimentado aquella emoción.

Aiolia lo observaba en silencio, estudiando ese cosmos que emitía el guardián de Virgo. No podía explicar bien lo que esa energía le comunicaba, ni lo que evocaba en él. Era un cosmos cálido, sumamente poderoso pero en ese momento no había rastro alguno de hostilidad en él. Sin embargo, pese a la candidez, había algo distante en él; esa era la esencia del mismo Shaka. Sereno y poderoso, pero al mismo tiempo apartado de todo lo terrenal.

El joven Leo no notó que los instantes de silencio se habían prolongado, por lo que se sorprendió al escuchar la suave voz de Shaka irrumpiendo el silencio de aquel jardín.

—¿A qué debo el honor de tu visita, Aiolia?

Se quedó mirando a su interlocutor, mudo por un instante. Realmente no había pensando en qué motivo le daría a Shaka cuando éste lo viera ahí. Intentó pensar en alguna explicación creíble, incluso cuando él mismo no poseía una.

—Yo… —, titubeó, sintiendo en ese momento cierta molestia al observar como el otro permanecía calmosamente inmóvil, —vine aquí porque no tuve la oportunidad de agradecerte… por salvarme la vida.

El griego era orgulloso, pero era precisamente esa arrogancia lo que le llevaba a realizar aquel agradecimiento. Su deber había sido proteger a Shaka, y lo había cumplido, pero eso no significaba que el otro tuviera la obligación de ofrecerle ayuda; mucho menos de salvarle la vida. No sabía cómo sentirse al respecto, pero al estar ahí frente a Shaka había sentido el deseo de decir esas palabras.

Virgo entreabrió sus ojos, dejando que sus irises celestes se mostraran al chico frente a él, quien continuaba a varios metros de distancia. Por un momento Aiolia creyó ver una débil y efímera sonrisa dibujándose en los delgados labios del rubio. Éste ladeo la cabeza, antes de responder pausadamente.

—No es necesario que me agradezcas Aiolia, tú me salvaste la vida—, le miró fijamente, —pese a todo—, enfatizó aquellas palabras para proseguir de inmediato. —No podía hacer menos, además fue algo que hice por voluntad propia.

En ese momento Shaka sonrió abiertamente, de un modo sincero aunque discreto. Parpadeó unas cuantas veces, no creyendo aquella imagen que no había durado más que escasos segundos; por lo que Aiolia simplemente asintió a la par que un apagado gruñido abandonaba sus labios.

—No fue nada, solamente hice lo que me ordenó el Patriarca.

Shaka le observó un instante antes de entrecerrar sus ojos nuevamente. Permaneció inmóvil, de modo tal que el griego estuvo a punto de irse al creer que con ello daba por terminada la incómoda plática.

—Pero pudiste no hacerlo…

Se giró, y una de sus cejas se arqueó. Había llegado a pensar que había algo extraño en que fuera él a quien se le hubiese asignado esa misión. No estaba seguro si sólo se trataba de probar su lealtad. A veces pensaba que había algo oscuro en los designios de aquel hombre; pero era imposible creer que había sido enviado porque el patriarca esperara precisamente que Aiolia dejara morir a Shaka.

—Sabes que no es así.

Ambas cejas en la frente de Virgo se elevaron, antes de que éste asintiera al mismo tiempo que sus labios se curveaban débilmente. Era tan extraño ver a Shaka sonreír tantas veces en un mismo día.

—Entonces, déjame repetir las palabras que le pedí a tu escudero que te dijera—, se puso lentamente de pie, aproximándose al joven Leo hasta estar apenas a unos cuantos pies.

—Sin importar cuántas veces caíste, derramaste sangre, o perdiste la esperanza; cada vez que te levantaste, sentí el cosmos de alguien que luchó valientemente. Nunca olvidaré que quien resguardó mi vida ese día fue el León de Oro; por eso prometo resguardar tu vida sin importar las circunstancias.

La voz de Virgo era tersa y grave, carente de exaltación alguna, sin embargo, poseía cierta calidez que el otro no lograba explicarse. Había una emoción que no lograba identificar y que nunca hubiera creído poder relacionar al usualmente distante Shaka. Era una promesa que no podía tomarse con liviandad, y aquella comprensión hizo que Aiolia se sintiera repentinamente incómodo. Hizo un esfuerzo casi titánico para evitar que el calor que sentía ascender por su rostro se convirtiera en un bochornoso sonrojo.

—Yo… no sé qué decir Shaka—, pausó antes de mirarle con profunda seriedad. Pero su interlocutor prosiguió.

—También le dije, que la próxima vez que nos viéramos, deseaba que fuera como amigos.

Aiolia se quedó en silencio, ignorando cuál podría ser la respuesta más acertada. ¿Amistad? ¿Acaso era posible ser amigo del asesino de su hermano? Pero Shaka le había salvado, y le había demostrado su valor. Recordó en ese instante lo mucho que había admirado otrora a Virgo, y no pudo evitar sentir una punzada en su pecho. Alguna vez había considerado a Shaka un santo tan respetable como su hermano mayor.

—¿Por qué mataste a Aiolos?

La voz del griego era fría y estaba cargada de represalias. El blondo estaba consciente de que Aiolia sabía perfectamente bien que él no había matado, al menos no literalmente, a su hermano. Sin embargo había aceptado con serenidad el papel que se le había asignado por aquél, incluso él mismo se había llamado asesino ante Leo.

—¿Qué hubieras hecho en mi lugar?

La pregunta destanteó al aludido, quien levantó su mirada, hasta entonces gacha, para fijarla en un punto cualquiera del jardín. Se hizo la pregunta mentalmente, tratando, quizás por primera vez, de ponerse en el lugar de otro Santo dorado en aquellos momentos. Era difícil dejar de lado que Aiolos era su hermano, y todo lo que ello implicaba. Sus ojos se abrieron sobremanera al darse cuenta de que, de haber sido informado de la traición de otro dorado, probablemente hubiera hecho lo mismo que Shaka. Quizás era injusto pretender que Virgo supiera qué clase de hombre había sido su hermano mayor.

—Puedes leer los corazones de los hombres, ¿no es así, Shaka?

Éste lo observó, antes de asentir.

—Entonces, si en ese momento hubieras sido tú el que hubiera encontrado a Aiolos, estoy seguro de que no lo habrías asesinado. Habrías visto en su corazón, toda la bondad, todo el valor y la grandeza de su alma.

Su voz parecía estar a punto de quebrarse, por lo que se había detenido, para después regresar su mirada verde a la figura del otro dorado frente a él.

—Dices que soy alguien que merece que protejas mi vida. Pero yo te diré una cosa más—, se detuvo, mirando con intensidad la figura frente a él, —yo no soy tan noble ni tengo tanto valor como mi hermano. Probablemente hubiera hecho lo mismo que tú, pero si eres la persona que creo, entonces habrías visto quién era realmente Aiolos.

Shaka no respondió inmediatamente, reflexionaba en silencio lo dicho por el griego. Lo analizaba con la misma tranquilidad con la que meditaba todo a su alrededor. Era algo que parecía tener sentido, y él mismo estaba consciente de que realmente nunca había conocido bien al guardián de Sagitario. Quizás el destino así lo había querido, por mucho que Aiolia proclamara que no había cosa tal.

Finalmente decidió acercarse aún más al joven pelirrojo, para después colocar su diestra sobre el hombro de éste en un gesto amistoso. Sintió en ese momento una profunda simpatía por Aiolia, deseando más que nunca poder acercarse a él. Había ofrecido su amistad, y eso era algo que raramente hacía Shaka de Virgo, pero estaba decidido. Siempre estaría ahí para Aiolia, incluso estaba dispuesto a arriesgar su vida para resguardar la de aquella persona que había derramado su sangre por él, incluso si no había sido por afecto.

Era una emoción desconocida, pero que Shaka comenzaba a atesorar. Quizás el griego no estaba consciente de ello, pero necesitaba a alguien que lo ayudara a encontrar de nuevo su camino. Respetaba profundamente a algunos de sus compañeros, pero Leo era el único al que respetaba lo suficiente como para considerar la posibilidad de apreciarle y de considerarle un amigo, incluso si no era algo mutuo.

—Te creo, Aiolia, y probablemente tengas razón. Así que dime ¿Aceptarás mi amistad?

Sintió la mirada y la confusión de éste, pero dejó que buscara la respuesta en su interior.

—Creo que podremos ser camaradas Shaka, y quizás pueda confiar en ti algún día.

Aiolia había sonreído sin haberse percatado, correspondiendo al gesto de Shaka con uno semejante. Tras presionar con suavidad el hombro del rubio, se apartó con un movimiento grácil y lento.

—Será mejor que me retire Shaka, descansa.

Levantaba su diestra a modo de despedida mientras comenzaba a salir de aquel jardín. Miles de preguntas asaltaban su mente. No sabía por qué, pero le causaba cierta alegría pensar que quizás había alguien más entre el escaso número de personas que creían en él.

—¿Un camarada y amigo en quien confiar, eh? Alguien que merezca, incluso más que otros, que arriesgue mi vida por él…

Levantó su mirada y vio su propio templo, inconsciente de que por primera vez en mucho tiempo, su ser entero se sentía más tranquilo, casi alegre; tal y como lo testimoniaba la sonrisa apenas perceptible que se pincelaba en sus labios.

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