Tumgik
#Nudo Rosa
librossad · 1 year
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Un romanzo rosa di quelli con un fusto a petto nudo in copertina
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Dopo aver perso i genitori in un orribile ed improvviso incidente in dirigibile, Miranda si imbarca in un epico viaggio fino ai confini di Murcia per reclamare la sua eredità. Sotto il sole cocente, tra le serre abusive, inizierà un'appassionata storia d'amore con un uomo misterioso dal passato tragico ed oscuro, dalla voce virile, di poche parole, affari sospetti, sopracciglia aggrottate, addominali scolpiti e con un livello di tossicità degno di Chernobyl.
Disponibile in
Amazon Kindle
Amazon (copertina flessibile)
Altri libri
La maldición de las cuatro brujas
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slayernina · 1 year
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Un romanzo rosa di quelli con un fusto a petto nudo in copertina
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Dopo aver perso i genitori in un orribile ed improvviso incidente in dirigibile, Miranda si imbarca in un epico viaggio fino ai confini di Murcia per reclamare la sua eredità. Sotto il sole cocente, tra le serre abusive, inizierà un'appassionata storia d'amore con un uomo misterioso dal passato tragico ed oscuro, dalla voce virile, di poche parole, affari sospetti, sopracciglia aggrottate, addominali scolpiti e con un livello di tossicità degno di Chernobyl.
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La maldición de las cuatro brujas
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iimsc · 5 days
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mi hanno regalato il campioncino di un profumo che sta esistendo sulla mia pelle come una fragranza delicata composta da limone, bergamotto, arancia amara, rosa, bacca di ginepro, gelsomino, muschio, abete balsamico e ambra grigia e mi fa sentire come se fossi una fata dei boschi nuda e pulita e bianca e morbida accompagnata da cerbiatti e uccellini e lepri e c'è l'uomo più bello, più interessante, più nudo della terra che respira profondamente il mio collo e entrambi stiamo desiderando di sottrarre l'aspetto pudico dalla purezza di questo odore. ma il mio cuore è a pezzi perché internet dice che l'offerta migliore è di 175€ x 30ml
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pricesugarwife · 2 months
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Devoción | John Price x Fem! Reader
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Estoy pensando en una colección de John Price como esposo y sus diferentes facetas. Si se preguntan de donde salió, les diremos que de mis ganas de tener un hombre fuerte que cuide de mí y la idea de John Luterano.
Reader es femenino pero no se mencionan los genitales. Es neutral en cuanto a raza.
¡Espero lo disfruten! 🩷
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El olor almizclado con el pino y las notas del picante whisky hacían cosquillas a tu nariz cuando escondiste tu rostro en la curva de su cuello. Por su parte, el hombre de brazos firmes te mantenían prisionera entre su robusta figura y el cómodo colchón que todavía permanecía caliente tras una noche de sueños dulces, reconfortantes…
La barba castaña dejaba una ligera picazón en tus parches de piel revelados por la vaporosa túnica rosa que te cubría escasamente. Cuando respiraste, embriagándote con el remolino de sentimientos y sensaciones que se apretaba como un nudo en tu bajo vientre, John levantó su rostro para que miraras sus apasionados ojos azules que ardían como las brasas congeladas de un gigante de hielo, poderoso, mágico y aterrador.
Tu mano se deslizó por la regordeta carne de su pectoral salpicado por pecas y cubierto con una capa de vellos rojizos que se enredaban en la piel tostada por el sol del desierto, como un cuerpo endurecido por la crueldad de la guerra pero que tú suavizabas con cazuelas de amor cada vez que regresaba a su hogar. Sentiste los latidos apresurados de su corazón desbocado, mientras te miraba con intensidad y acariciaba los contornos de tu figura, apretando la carne dulce y esponjosa.
“Te amo y cada día que pasa, crece mi devoción por ti, porque ahora me haces sentir más humano, digno de ser amado a pesar de lo que estás manos han destrozado”
Tu otra mano subió a su rostro, acariciando la barba espesa y desordenada, delineando la comisura de su boca y quedándote extasiada con la vulnerabilidad que te había mostrado. Nunca habías conocido un hombre que te amara con ese ímpetu, y mientras tu otra mano ascendí hasta el centro de su pecho donde reposaba la sencilla cadena de oro con una cruz que simbolizaba tu fe, correspondiste a su confesión:
“Siempre soñé con el amor, aun cuando pensaba que no era para mí y te encontré, y me abriste las puertas de tu corazón… John, eres más que digno de ser amado y cuidado. Prometí ser tu apoyo cuando necesites descansar”
Lo abrazaste nuevamente, besando su hombro, escuchando las promesas murmuradas en tu sien mientras sus ojos se llenaban de lágrimas que solo derramaría en la intimidad de su habitación.
“Eres mi único amor”
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angelap3 · 7 months
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Schiava greca in vendita nel mercato orientale
Dipinto del pittore spagnolo José Jimenez Aranda 1897 .
L’insegna appesa al collo recita in greco, rosa (il fiore )18 anni in vendita per 800 monete
La ragazza gira la testa a terra per nascondere la sua vergogna, la postura delle mani e dei piedi suggerisce lo stesso, e gambe dei potenziali acquirenti sono visibili dietro il corpo nudo della ragazza.
Questo è stato il destino crudele di molte donne e bambine che sono state rapite da Saraceni e Ottomani (Turchi),
da "La Veja"
La Storia dell'Arte tra Miti e leggende
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estereonauta · 6 months
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¿A veces te cansas de estar cansado, sabes? Al menos yo me canso, necesito dos que tres días para sacarme del dolor y pensar en la vida color rosa que aún no conozco, ignorarme por un par de horas, atarme el nudo en la garganta y secar el río que de mis ojos desbordan.
'Anda, salí más a menudo' _me digo de vez en cuando, mientras limpio este desastre _ Anda no volvas, acostumbrate a la luz, acortardarte de reír, ¿Hace cuánto no reís de verdad?, ¿Qué hizo que te acostumbrarás tanto a la tristeza que ahora te asustas cuando te vez feliz?
Anda, deja de regresar a la caberna llena de telarañas y acostumbrate a la paz, viví para vos que han sido suficientes los años que te has perdido de ti.
Ve, abraza a esa niña pequeña y déjala ir, deja que te vea crecer, cámbiale el luto por la tranquilidad y en una de esas solta, solta todo, arrancarte la espada que llevas enterrada y tira por la borda todo lo que te atrapa, ó ¿hasta cuando más vas a seguir viviendo así?
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Señorita con sentimientos de hielo, te pido que me brindes el mismo afecto que te doy para saber si soy sólo yo el único que vive en esta relación o no, si hay verdades en tu tacto o sólo son mis ilusiones las que me hacen creer que también me amas.
Señorita “Giro a la izquierda cuando vienes por la derecha”, no te refugies de mi lluvia de rosas cuando intento demostrarte mi amor, cuando trato de hacerte ver que no caen espinas sólo pétalos. No rehúyas la cara cuando enfrento tu falta de querer. El uno por ciento de mi corazón roto lo llevas tú, pero el noventa y nueve por ciento lo llevo yo por enamorarme de una pared.
Señorita “No tolero tus gustos”, escúchame cuando te hablo de lo que me apasiona, léeme cuando me inspiro escribiendo sobre ti. No me calles y digas que mis ideas son estúpidas o dudaré del próximo paso que planee dar en tu dirección, No digas que no haré realidad mis sueños cuando me empeño todos los días en alcanzar una pizca de ellos.
Señorita “No te dedico una sonrisa porque no tengo razón”, no les digas a tus amigos que soy insuficiente cuando me parto la espalda todo el tiempo por hacerte feliz.
Señorita “Me encierro ya que eres el único que se abre”, ¡exprésate ante mí, dime lo que sientes, lo que piensas, lo que amas, lo que odias! Déjame entenderte. Muéstrame tus verdaderos colores.
Señorita sin responsabilidad afectiva, te importan un demonio las lágrimas que lloran tu nombre, resbalando por mis mejillas.
Señorita “Me percato de lo negativo, desestimo lo positivo”, nunca me das crédito cuando consigo que esboces una sonrisa pero me arrojas platos a la cabeza cuando te hago enojar.
Señorita “Nunca reparo lo que rompo”, has terminado conmigo más de lo que recuerdo porque siempre acabas hartándote de mí, y todas esas veces he corrido detrás de ti para recuperarte, incluso cuando no he sido yo quien ha encendido la llama en la madera.
Así que ya no me des más oportunidades. Me he aferrado tanto a ti que no puedo dejarte ir, por lo tanto, corta el nudo que me tiene atado a ti. Me la he pasado buscando tu corazón que ya no recuerdo cómo volver a casa.
Ayúdame un poco con esto.
Vete lejos, empaca tus maletas, cruza la puerta y el jardín; finalmente me he dado cuenta que estando contigo, más me quiebro.
Anda, se cruel. Sigue siendo destructiva. Evapora las ilusiones que tengo de que algún día podré encontrar calor en la fría atmósfera que emanas. No envíes ninguna otra señal de humo. No me confundas más con falsas esperanzas.
Señorita “Nunca cambiaré”, continua decepcionándome de la única manera que sabes, sígueme desequilibrando emocionalmente.
Hazme odiarte para dejar de amarte. Dame razones imperdonables para irme de una vez.
Quiero ser el Señor “Me he cansado de la Señorita sin sentimientos”.
-Dark prince
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chvvlmin · 11 months
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‘ te juro que la vi — pasó por aquí hace un segundo. ’ respiración agitada y un nudo en su garganta intentan formular, mirada y conversación manteniéndose fijas en la primera persona que se ha cruzado por periferia. ‘ es una niña pequeña. no muy alta, con un vestido rosa. necesito encontrarla, no llevaba puestos sus zapatos. ’
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José Jiménez Aranda, La schiava in vendita, 1897
Una giovane schiava, completamente nuda, siede su un tappeto. Il cartello che porta al collo reca un'iscrizione greca ( Rosa, 18 anni, in vendita a 800 monete ) che la offre come merce in un mercato orientale. China castamente la testa per nascondere la sua vergogna. Dietro di lei sono visibili i piedi dei suoi possibili acquirenti che la circondano per osservare la sua nudità indifesa. Si tratta di uno dei dipinti più emblematici di Jiménez Aranda, nonché uno dei nudi femminili più interessanti della pittura spagnola del XIX secolo. Si tratta inoltre di un dipinto davvero unico nell'opera dell'artista sivigliano, che comprende una selezione sorprendentemente scarsa di nudi femminili e pochissime ambientazioni orientali, nonostante tali opere fossero diventate molto di moda alcuni decenni prima sul mercato internazionale.
La concezione di questo nudo rivela invece una visione pienamente naturalista del corpo femminile, con una definizione corporea che potrebbe essere collegata al largo utilizzo della fotografia in quel periodo come elemento di studio e analisi del corpo umano nell'ambito delle discipline artistiche. Qui Jiménez Aranda conferisce alla postura casta della giovane donna una sensualità suggestiva che scaturisce da un'interpretazione immediata e vibrante della sua nudità in chiave assolutamente naturalista.
L'artista giustifica questa splendida raffigurazione accademica di un nudo di donna collocandola in un ambiente orientale che ricorda le scene di schiavi e odalische diventate di moda in Francia grazie alle opere di grandi maestri della pittura orientalista come Jean-Léon Gérome (1824 -1904). L'enorme successo di quelle opere sul mercato internazionale qualche decennio prima consolidò un linguaggio pittorico che Jiménez Aranda utilizzò fino alla sua morte, sebbene lo reinterpretasse con una concezione nuova e pienamente naturalista nel trattamento del soggetto.
Colpisce molto la modernità dell'angolo di visione ripido verso il basso, che pone lo spettatore notevolmente più in alto rispetto alla giovane donna, suggerendo perfettamente il punto di vista dell'anello di uomini che hanno circondato lascivamente la giovane umiliata. Dipingendo solo i piedi, senza ampliare il campo visivo, si concentra sulla sensazione degradante e vergognosa prodotta dagli sguardi dei possibili acquirenti attorno alla schiava, conferendo così un grande effetto narrativo alla composizione.
José Jiménez Aranda è stato pittore e illustratore, nato a Siviglia il 7 febbraio 1837, morto ivi il 6 marzo 1903. Fu discepolo di Eduardo Cano nella Scuola di belle arti di detta città. Concorse fin da giovanissimo alle esposizioni di Madrid. Visse successivamente a Jerez de la Frontera, a Madrid e a Roma, dove fu protetto dal Fortuny. Ritornato in Spagna, vi rimase fino al 1881, quando si trasferì a Parigi, dove i suoi quadri di genere ebbero larghissimo successo. Nel 1893 fece ritorno nella città natale. Eseguì anche illustrazioni per opere di Cervantes, Zorrilla e Daudet.
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lisia81 · 6 months
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The lost Tomb 2
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La drama saga di The lost Tomb è tratta da una serie di romanzi di tale Xu Lei, autore con una sconfinata passione per tutto cio che è geografia, orografia, geologia e scoregge .sopratutto scoregge
Ma se il primo drama percorre abbastanza fedelmente la storia del romanzo, nel secondo i punti di contatto sono veramente pochi.
Il primo libro ha una certa utilità: il lettore scopre perché nel drama c’e’ una bara trasparente senza nulla dentro, scopre che la poracciata del tubo di plastica se l’è inventata l’autore, scopre che Little Master non è mezzo nudo in una Tomba umida e fredda perché Yang Yang, con lo splendore e lucentezza della sua pelle e i suoi pettorali, allieti la visione o sostituisca qualche luce di set rotta. Semplicemente c’è stata una lotta con uno zombie e gli si è strappata la maglia.
Non c’è Ning questa è una bellissima cosa.
Insomma chiarisce incongruenze scene che ti lasciano 😳 o 😍 dando spessore e un senso alla vicenda
.
Con @dilebe06 ci siamo chieste più volte se la serie fosse stata fatta per gli appassionati del romanzo. Se non si è letto il romanzo, The lost Tomb è incomprensibile?
La parte seconda per primo libro e il secondo libro ci hanno dato la risposta. Assolutamente no!
The The lost Tomb 2, per usare un eufemismo è LIBERAMENTE tratto dai romanzi.
- Nel romanzo non esiste un personaggio principale, come Xie Yu Chen, ovvero l’unico uomo che pur di rosa vestito sembra essere letale. Non esistendo lui, non esistono minimamente tutte le vicende legate al suo personaggio. 😅😅😅😅😅😅😅
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- Manca completamente l’esplorazione della Tomba dei muti. Quindi il mistero del cadavere/non cadavere di Poker Face rimane tale. 😳😳😳😳 Comparirà sta storia prima o poi? Lo scoprirò solo leggendo.
- Fatty e Little Master e l’inutile Ning non sanno neppure cosa sia l’albero di Bronzo perché non andranno mai in quella tomba 😩
- Di contro l’avventura nella Tomba sotterranea in Paracelso è abbastanza fedele e là si comprende meglio. La teoria di come era stata costruita la tomba era corretta, evviva!!!!! L’interno però, per quanto mi sia impegnata rimane ancora un mistero.
- Capiamo il rapporto tra Wu Xie e Lao Yang nella Tomba dell’albero di bronzo, la storia di Lao Yang e dell’albero acquista un senso.
- Possiamo presupporre perché a fine drama Wu Xie abbia perso la memoria. Ma lo presupponiamo solo perché quel pezzo, nel libro, non esiste.
- La marcia della morte nella neve è veramente una marcia della morte ed è fedele al libro. Però nel libro le ciaspole le hanno.
Ma “il problema” principale è che il Trio di ferro (Wu Xie, Fatty, Poker Face) passa nel romanzo molto meno tempo assieme. Ne deriva un legame di amicizia fra i 3 quasi inesistente. Aggiungiamoci che Xu Lei non è che sia un mago nel far esprimere sentimenti ed emozioni ai suoi personaggi si sforza solo col lead visto che parla in prima persona per cui da lettore ne soffro un po’.
A fine del secondo romanzo troviamo i nostri eroi assoldati dallo zio Three per andare al Palazzo Celeste. C’è molto rispetto per Poker Face ma il suo mutismo è pari a quello del primo drama, c’è un germe di complicità tra Fatty e Wu Xie.
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Ma tutto è ben lontano da quello che è la parte migliore del drama. Il loro rapporto di scherzoso cameratismo e l’intesa tra Wu Xie e Poker Master che ti fa sospirare è inesistente.
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Ringrazio e ringrazio ancora solo che nel libro Wu Xie abbia più e più volte l’istinto omicida per a Ning. Sta storia non dovrà nascere mai!!!!
Tutto questo per dire cosa? Che The Lost Tomb è il suo mondo rimane ,in un modo o nell’altro,sempre fedele a se stesso. Strano, sconvolgente ma…
Adorabile!!!
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aschenblumen · 10 months
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En la mano se te dio: un Tú, sin muerte, junto al cual todo Yo regresó a sí. Iban en derredor voces sin palabra, formas vacuas, todo entró en ellas, mezclado y desmezclado y mezclado otra vez. Y números había entretejidos en lo Innumerable. Uno y Mil y lo que delante y detrás era más grande que sí mismo, más pequeño, ma- durado y transformado al revés y en delante en un Jamás terminal Lo olvidado echó mano a lo que está por olvidar, partes de tierra, de corazón nadaban, sumíanse y nadaban. Colón, en el ojo la sin- tiempo, la madre- flor, mató mástiles y velámenes. Todo zarpó, libre, descubridor, la rosa de los vientos se marchitó, se des- hojaba, un océano de mundo floreció en masa y de día, en la negra luz de la deriva del timón enloquecido. En sarcófagos, urnas, canopes despertaron los pequeños niños Jaspe, Ágata, Amatista – pueblos, tribus y linajes, un ciego S e a se anudó en los libres cordajes con cabeza de sierpe – : un nudo (y contra-nudo, y anti-nudo, y no-nudo, y nudo gemelo y mil-nudo, en el cual la camada con ojos de noche cuaresmal de las estrellas de marta en el abismo de-le, de-le, de-le- treaba, letreaba.
—Paul Celan, «La sílaba dolor», originalmente publicado en La rosa de nadie (1963), en Pablo Oyarzun Robles, Entre Celan y Heidegger. Traducción de Pablo Oyarzun Robles.
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sciatu · 8 months
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L’ULTIMA VOLTA (non penso sia un racconto erotico)
Si girò di lato raggiungendo il bordo opposto del letto. Era tutto sudato e respirava velocemente mentre il cuore piano piano tornava al suo ritmo normale dopo la corsa in crescendo per seguire il crescendo del piacere. Anche Sonia respirava affannosamente mentre nella stanza si spargeva l’odore di seme e sudore. Chiuse gli occhi e gli sembrò di galleggiare sulla superfice del mare mentre la sua coscienza lentamente si spegneva facendolo sprofondare in un assoluto nulla. Perse il senso del tempo e restò così, non capì per quanti secondi o minuti.
In fondo era per questo che faceva sesso con lei, per stordirsi, dimenticare tutto senza sensi di colpa e sentirsi bene nel nulla in cui scompariva.
Ad un certo punto Sonia, con la lentezza dovuta alla sua stazza, si spostò nel letto. Si sentì addosso il suo grosso seno che schiacciava metà del suo corpo. Aprì gli occhi e vide i suoi occhi nocciola, tondi e grandi come quelli di una bambina. Vide il piccolo naso e le labbra allargate in un sorriso simile a quello della Gioconda.
“Ciccino, si sempri u megghiu”
Le rispose con un sorriso. Poteva essere un complimento ma lui era sicuro che lei lo diceva a tutti i suoi amanti.
Le labbra di Sonia baciarono velocemente le sue
“Pero ora sbrigati che dopo il rosario mio marito rientra”
Il materasso incominciò a muoversi nuovamente come se fosse un canotto nel mezzo dei cavalloni. Lei si stava girando per alzarsi e fare la doccia.
Chiuse gli occhi
“Ogni volta mi dici la stessa cosa. Tanto prima delle otto non rientra”
Sonia recuperò la sua vestaglia rosa e la indossò.
“Questa sera torna prima, perché deve andare alla Confraternita”
La sentì andare verso il bagno, ma non si mosse.
Aspettò cinque minuti per evidenziare la sua indipendenza, poi ubbidiente, si alzò. Non per la paura del marito, che era una brava e santa persona, ma per non creare imbarazzo mostrandosi e confermando cose che tutti e tre preferivano restassero nascoste per continuare a recitare la loro commedia esistenziale di coniugi felici e studente di medicina modello.
La loro non era ipocrisia, si disse, ma solo pigrizia di dover affrontare il peso che cade addosso a chi infrange convenzioni che tutti considerano come assolute ma che nessuno rispetta. E quindi, se nessuno era disposto a rinunciare alla propria maschera, perché dovevano essere loro a doversi fare carico di questa antipatica incombenza. L’eventuale problema si risolveva facilmente non facendolo nascere.
Si alzò e si sedette su water per fare due gocce  ed osservarla. Sul suo corpo correvano infiniti  rivoli  d’acqua sottili,  mentre lei lo ricopriva di un profumato bagnoschiuma, il cui sentore di mughetto e tuberosa, intenso e delicato, galleggiava persistente nel bagno. Era una cicciona, si disse sapendo di mentire perché il sovrappeso che allargava la sua sagoma, era perfettamente distribuito lungo il suo corpo soffice, mostrando un seno importante, un ventre piatto con la vita stretta e un sedere perfettamente tondo su cosce larghe che erano, come lui ben sapeva, profumate e delicate. Era il corpo ben proporzionato e gioioso di una soprano o di una giunonica divinità. Anche se era in quella età che sta lasciando la giovinezza ma non era ancora maturità aveva la freschezza della primavera e la pienezza interiore dell’autunno. Questa sua età indefinita, quel suo essere piacevolmente abbondante e il suo volto da bambina, gli facevano sangue ogni volta che la vedeva, gli scaldavano la carne rendendolo arso di lei. Lo eccitava pensare che ogni parte di quell’innocente, soffice corpo era dedicata al piacere, per inventarlo, rubarlo e donarlo. Con Carmen, la sua fidanzata, era tutto diverso. Il suo corpo nudo, essenziale e rustico, gli faceva nascere una intensa tenerezza. Avrebbe voluto cullarlo, accarezzarlo prima di santificarlo nel sesso. Con Sonia invece ammirare il suo corpo (e lei sapeva bene come e quanto farsi ammirare e desiderare) voleva dire trasformarsi in cantori del piacere carnale, in  maratoneti insaziabili del semplice godimento.
Dalla doccia lei gli fece segno di raggiungerla. Lui seguì la sua amicante richiesta e una volta dentro l’abbracciò, lasciando che le mani di lei scivolassero esperte sul suo corpo. Anche lui accarezzò tutta quella calda pelle che fino a poco prima avevano esplorato con labbra avide e una lingua complice. Le sue braccia lo strinsero in modo che ogni sua parte fosse immersa nella sua piacevole e peccaminosa sofficità
“Saresti capace di rincominciare”
“perché no? Sei stanco?”
“Anche se fossi morto sapresti resuscitarmi”
“Sicuro …”
lo baciò liberando la lingua a caccia della sua.
Ricordò che era iniziato tutto così. Gli stava mostrando la casa dove avrebbe affittato una camera. Dopo aver visto la cucina e il bagno, gli mostrò la stanza grande e comoda che voleva affittargli.
“Ecco vede, la camera è ampia ed i mobili sono un po' datati ma li ho fatti riprendere da un ebanista di mia fiducia. Mi raccomando: come glieli do li rivoglio, senza graffi o rotture. Se qualcosa non funziona me lo dice ed io mando l’operaio a sistemarli.”
Chiuse le ante dell’armadio con cautela.
“La raccomandazione vale anche per il letto: non ci salti sopra come un selvaggio e non si butti a peso morto come fanno i lazzaroni”
Sistemò la coperta e si avvicinò a lui guardandolo seria e sottovoce aggiunse
“e per favore non incominci a portare avanti e indietro ragazze che poi i condomini si lamentano con mio marito che sta più tempo in chiesa che a casa sua.”
Lo guardò attentamente negli occhi
“ma lei non mi sembra il tipo che corre dietro alle ragazze…”
“è che non ho tempo signora, con tutti gli esami che ho da fare è già tanto se posso respirare”
Lei sorrise divertita e si avvicinò ancor di più così che il suo profumo dolce lo assalisse e percepisse la sua sensualità come un’onda calda dal sapore speziato, delicata ma nello stesso tempo, aggressiva.  I suoi occhi lo trafissero e il loro colore cioccolato lo ingolosì. Il delicato fucsia con riflessi setacei del rossetto, la scollatura ampia, a mostrare una pelle chiara, senza alcuna imperfezione, il seno dominante, sfacciatamente invitante, tutta la sensualità che fino a quel momento aveva ignorato gli esplose davanti, e sentì, dentro di lui, il fuoco impetuoso del sesso bruciare ogni altro ragionevole pensiero. I suoi capelli ondulati, di un nero corvino intenso e naturale, sembravano la corona fiammeggiante di una oscura sacerdotessa e davano ai suoi occhi un riflesso magnetico, mentre la sua voce bassa, calda, vellutata, scivolava sensualmente a rimproverarlo
“Fa male! Una ragazza ci vuole sempre: stimola, soddisfa, motiva, giustifica! – ogni parola era accompagnato da un lampo dei suoi occhi e dal suo respiro che gli arrivò profumato, sottile, invitante - E poi lei è un bel ragazzo: scommetto che bacia molto bene”
“non lo so signora, finora nessuna si è lamentata”
Fece sorridendo nervosamente perché sentì che qualcosa stava succedendo ma non riusciva a capire bene che cosa stesse accadendo
“Vediamo”
Fece lei improvvisamente guardandolo dritto negli occhi, e mentre lui era ancora con il suo sorrisino in bocca, lei superò con un passo la poca distanza che divideva i loro corpi , gli mise un braccio intorno al collo, lo stringe tirandolo a se tenendo fissi gli occhi nei suoi, esitando quando le loro labbra stavano quasi toccandosi, ma solo per far aumentare il desiderio ed il prossimo piacere, poi fece combaciare le loro bocche,  violando la sua con la lingua, una lingua decisa, dominante,  lasciva, liquida di voglia.
All’inizio restò sorpreso, non dal suo seducente gesto, ma dal piacere che provava, un’onda di miele che lo sommergeva risvegliando ogni suo muscolo con una intensa vibrazione vitale di puro desiderio. Poi reagì assecondando il suo gioco orale per stringerla e attirarla a sé, sentendo il corpo di lei premere contro il suo. L’abbracciò e succhiò la lingua che aveva dischiuso le sue labbra a trattenerla giocandoci vorticosamente, mentre le sue mani esploravano quel corpo tondo, pieno, morbido, così come lei stava facendo con il suo, senza alcuna vergogna e con tanta inarrestabile voglia.
La sua mano scese a stringere la sua virilità e sentendolo pronto, disse solo
“dammilla”
Quella parola, detta in un modo volgare, popolare, oscena, fù l’unica che si scambiarono nel silenzio della stanza, nella sua complice penombra, tra l’ondeggiare ritmico delle tende e le voci lontane dei bambini che giocavano felici nel cortile.
Solo quella parola l’eccitò, più del suo tastare e dell’intrecciarsi delle loro lingue.
Capì il motivo della sua richiesta di non buttarsi a peso morto sul letto. Capì che fino ad allora, malgrado le sue esperienze fugaci e mercenarie, non aveva mai fatto veramente l’amore, non aveva mai morso e leccato come lei aveva fatto e preteso, non aveva conosciuto la passione, la forza, il desiderio, che un corpo poteva dare e ricevere.  Un’oretta dopo mentre si rivestiva, gli disse di uscire per primo e di passare domani da casa sua per firmare il contratto. In quel momento ebbe la certezza che tutto si sarebbe ripetuto come in quel pomeriggio forse con ancor più passione, con meno paure o freni e che quella signora pacifica e neutrale che lo aveva divorato, bruciando ogni sua forza, saziando ogni suo desiderio, gli era entrata nel sangue e lì sarebbe rimasta per molto, moltissimo tempo da padrona esigente e serva devota, abisso profondo e dominante bisogno.
Staccò la bocca sfuggendo alle sue esperte e golose labbra.
“Devo andare, tra venti minuti arriva la corriera di Carmen devo prenderla per  fare delle spese”
“Ah, va bene … salutala”
Disse ironicamente e staccandosi uscì dalla doccia. Fini di levarsi la schiuma dal corpo ed uscì anche lui
“Ti ho portato il mensile”
Le disse mentre di asciugava ed incominciava a vestirsi
“In ritardo come al solito”
“sono stato preso … comunque, ti lascio l’appartamento. Vado via, ad Aosta a fare la specialistica … Per qualche anno non ci sarò”
Lo guardò seria mentre in vestaglia si spazzolava i capelli.
“Dovevi dirmelo prima, così ci perdo il mese: come faccio ad affittarlo adesso che siamo a fine mese, - il suo volto si irrigidì - mi devi pagare anche il mese prossimo come è scritto nel contratto”
“È stata una occasione improvvisa, l’altro ieri mi ha chiamato un collega che avevano bisogno e giusto oggi ho avuto la conferma – sorrise nel modo che a lei piaceva per addolcire la bugia – e poi, pensavo che visto il nostro rapporto, avresti lasciato stare questa cosa dei soldi”
Si avvicinò e gli sistemo il colletto della camicia e con voce delicata, come se parlasse ad un bambino, sottolineò
“Ciccino, noi non abbiamo un rapporto, facciamo sesso e basta, per sfogarci, per distrarci o solo perché ci piace, punto. Tu sei in affitto e io sono la padrona come sono la padrona di un'altra decina di case, e tu per me fuori dal letto, sei uno dei tanti studenti a cui affitto le case e basta: non ti far venire strane idee alla “futtemu-futtemu”. Devi pagarmi il prossimo mese! c’è scritto nel contratto … o vuoi che ne parli con tuo padre, o con … Carmen”
La guardò con la faccia seccata
“ni sarivi capaci!”
“lo sai che non farei mai del male a qualcuno, ma quel che è scritto, è scritto”
rispose sorridendo. Aveva sempre quei modi da bambolina con cui smorzava ogni conflitto. Era così che lo fregava sempre.
Si rilassò e dalla tasca della giacca tirò fuori una busta bianca
“Sapevo che quando si tratta di soldi non guardi nessuno. Ti ho messo pure i soldi del mese prossimo”
Buttò la busta sul tavolino a cui era solita sedersi per truccarsi. Sonia si chiuse la vestaglia e avvicinandosi a lui, lo abbracciò
“Ciccino te l’ho detto dall’inizio: ne amore, ne sentimento, solo sesso finché ne abbiamo voglia e poi basta, ognuno per la sua strada, e tu hai risposto “mi va bene così” e da allora, così siamo rimasti. Questo non vuol dire non rispettarsi: a modo nostro un po' di bene ce lo vogliamo”
E gli sorrise
“Si l’ho detto, ma a volte mi sembrava che ci fosse qualcosa in più del semplice “un po' di bene””
“Ah si e quando ti è venuta questa strana idea?”
“ti ricordi il professor Santoro, quando mi bocciò all’esame di anatomia e sono venuto qui tutto incazzato? “
“si mi ricordo, eri nero dalla rabbia, ti ho preso e ti ho portato a letto per parlare. Sarà stata l’unica volta che non abbiamo fatto l’amore…”
“È vero, mi hai chiesto perché ero rabbioso come un cane randagio chiuso in una gabbia e io te l’ho spiegato. Allora tu ti sei messa a ridere e hai detto che ogni cristiano ha una porta da cui si arriva al suo cuore.  Bastava conoscerla e quell’uomo avrebbe fatto quello che gli chiedevi. Per trovare la porta però bisogna, frequentare, conoscere, condividere, partecipare. Il professore Santoro mi aveva bocciato perché mi ero messo in testa tutto a memoria. Lui aveva capito che pensavo solo a superare l’esame anche con un diciotto. Allora mi avevi suggerito di andare a trovarlo, di chiedergli spiegazioni, libri, appunti, insomma di mostrarmi appassionato alla sua materia”
“Infatti, hai fatto così e hai preso trenta”
“Si ed ero contentissimo. Ricordo che ero venuto felice a portati una rosa per ringraziarti per il suggerimento”
“Questo lo ricordo, e mi ricordo anche cosa abbiamo fatto dopo”
Fece ridendo maliziosamente
“hai preso la rosa e l’hai buttata dicendo che i fiori si portano ai morti, poi mi hai stretto come fai adesso e mi hai detto “Ciccino, per premio fammi tutto quello che vuoi””
“Si, si questo me lo ricordo … e tu lo hai fatto … Ciccino porcellino”
Ricordò con imprevisto piacere, la sua schiena, lucida di sudore, larga e pallida, distesa davanti a lui, i fianchi stretti, il sedere meravigliosamente tondo.
Ricordò l’urto ripetuto del corpo di lei contro il suo mentre le stringeva i capelli con la destra, facendogliela piegare all’indietro e con l’altra mano sul fianco di lei, l’attirava con forza verso di se. La sentiva ansimare di gioia in quell’osceno dondolare, in quel lasciarla andare per allontanarla da lui, per poi tirarla ancora a se, con più forza, quasi con rabbia, e nel suo tornare a colpirlo con il suo tondo, enorme posteriore, sentire il suo respiro più forte, ogni volta sempre più forte, sentire il suo eccitante lungo  lamento e il corpo vibrare per la sua intensa estasi, e colpirla con una manata sul sedere, per farla sentire schiava di quel suo piacere e punirla per questo. Alla fine lei si distaccò, si sdraiò sul letto, stanca, stordita da quanto provava, restò ferma qualche secondo, ansimando, poi si voltò sulla schiena e allungando le braccia, con il volto rosso e le labbra socchiuse, gli implorò
“Vieni”
Raccogliendolo tra le sue braccia mentre le sue gambe si allargavano per poi stringerlo nel nido del suo piacere, ed ancor di più stringerselo con le braccia al cuore, come fosse il bene più grande che avesse.
Ricordò quel suo continuare a darle piacere, colpo dietro colpo, convito che niente lo avrebbe fermato e provare per questo inarrestabile dominio del suo corpo, una forza degna di un dio, finché d’improvviso ogni suo muscolo si sciolse, diventando liquido e inutile, ed il suo corpo affondò in lei come un ferro rovente buttato sulla neve, mentre ogni sua forza vitale scompariva nel candore immenso del suo corpo,  in cui stava inabissandosi, raffreddandosi, appassendo  e planando nel nulla assoluto. Si girò di lato per respirare, per lasciar volare via con il sudore anche la sua anima liberandola da quel debole involucro carnale.
Ricordò lei, che ansimando si avvicino in quell’enorme letto in cui era disteso guardando senza vederlo il soffitto. Ricordò che lei  lo osservò per poi baciarlo e quindi alzarsi sul letto inginocchiata su di lui, guardandolo negli occhi per  scendere lentamente con il suo sesso sulla  sua bocca, chiedendogli con lo sguardo, di darle quello che il resto del suo corpo non era riuscito a farle provare. Lì, circondato dalle sue cosce, meravigliosamente prigioniero di quell’intimo, liquido sapore di miele, ricordò il suo lento pendolare ritmato dal crescendo lamentoso del piacere che provava; ricordò  le sue piccole dita tra i suoi capelli, il suo spingere delicatamente, ma con decisione, la sua testa verso il centro del suo godere, a guidarlo in quel crescente ondeggiare che la stava bruciando.
Ricordò l’effluvio liquido che accompagnò il suo improvviso ed ultimo lamento e lo stordimento che la prese lasciandola esausta, mentre si accasciava lontano da lui, senza forze. Subito però  lo raggiunse, strisciando e ansimando l’abbracciò e con il lenzuolo gli pulì il volto dagli umori del suo paradiso e lo baciò, intensamente, perdutamente, appoggiando poi il capo sul suo petto, lasciando che il respiro si calmasse, che le loro anime tornassero in quel mondo, che il tempo tornasse a scorrere, lì dove erano morti e rinati nel mezzo dell’immenso candido letto. Tornò a guardarlo negli occhi ed improvvisamente, come presa da una necessità inevitabile, sembrò che gli   volesse dire qualcosa
“io ….”
Ma si fermò a pensare e fu incapace di continuare, fissando i suoi occhi, la sua bocca ed ancora i suoi occhi, incapace di confessare quello che sentiva e che lui doveva assolutamente sapere. Alla fine si arrese appoggiando il suo capo sul suo petto e chiudendo gli occhi, lunghe lacrime le scivolarono sulle gote a dire più di quanto lei stessa volesse dire. Vi fu solo un silenzio che sembrava quello che segue l’ultima rima di una poesia d’amore, l’ultima onda, prima della quiete assoluta ma che in fondo riassumeva il loro rapporto fatto solo di piacere da rubare e di silenzi in cui immaginare il prossimo godere. E nulla di più. Tutto questo ricordò con inesauribile, indomabile gioia.
“ho fatto alla fine tutto quello che piaceva a te”
“… e a te, Ciccino, anche a te, non dimenticarlo: nel sesso ci vuole eguaglianza se no è violenza”
“e sei stata tenera, come non lo eri mai stata, lì ho pensato che per me avevi un sentimento particolare”
Lei sorrise
“volevo solo premiarti per il trenta”
Lui la guardò in silenzio
“Era un premio che agli altri non hai mai dato”
“Ne sei sicuro?”
La guardò negli occhi cercando la sua sincerità
“Si, per questo ho pensato in quel momento che non era solo il sesso ad unirci, che anche tu provavi quello che io sentivo, una intensa complicità, che era un amore che non avevamo il coraggio di confessare”
Sul volto di lei tornò il solito sorriso della gioconda
“Ciccino, mi dispiace contraddirti ma non era così. Se avevi qualcosa per me, dovevi dirmelo o venirmelo a cercare. Ora non ha più senso a parlarne. Tu si zitu, io sono sposata non siamo soli e indipendenti: abbiamo dei doveri che non sono più, solo formali”
La guardò negli occhi
“Ma tu non ti sei mai innamorata?”
Sorrise divertita. Si staccò da lui e andò a sedersi al suo tavolino di bellezza incominciando a spazzolarsi.
“All’inizio, come tutte le ragazze ingenue, anch’io mi ero innamorata. Poi quando ho saputo che mio marito non voleva figli perché non poteva farli, mi sono detta che l’amore è solo uno stordimento temporaneo, creato per motivare due persone a rinunciare alla loro libertà. Allora l’ho messo da parte e mi sono dedicata solo alle cose che contano: il sesso e i soldi.”
“Ma i soldi, non li aveva tuo marito”
Scoppiò a ridere
“Gustavo non ha niente, ha speso quel poco che aveva per diventare santo. Io sono partita affittando la casa di mia madre ed ora, visto il numero, il prezzo che faccio per le mie stanze, vale per tutta la città. Per questo non può dirmi niente, perché posso divorziare quando voglio e avere l’annullamento alla Sacra Rota perché lui non poteva consumare il matrimonio e non me lo ha detto. Lo butterebbero fuori anche dalla confraternita. Ma ora non voglio scandali, non mi servirebbero. Dai Ciccino, si sta facendo tardi, vai per favore.”
Fece preoccupata simulando con le labbra da bambolina un piccolo broncio, e si alzò per accompagnarlo alla porta
Lui la guardò serio
“Tra sei mesi mi sposo….”
Lei si fermò e batté gli occhi come faceva quando qualcosa la prendeva in contropiede
“… Non ci vedremo più Sonia. Dopo Aosta, andrò a lavorare all’ospedale di Taormina e andremo a stare a Letoianni, nella casa di Carmen.”
“E che cosa cambia Ciccino? Anche adesso stai andando a prenderla, ad abbracciarla, a chiamarla “Amore” con sulla schiena i segni delle mie unghie e del mio piacere.”
“Cambia che lei mi vuole bene ed io ne voglio a lei. Fino adesso era solo un sentimento minore perché stavamo bene insieme, ma ora che abbiamo deciso, che dobbiamo programmare una vita nuova, non voglio più giocare.”
Si avvicinò guardandola negli occhi.
“Tu sei pericolosa, mi piaci, mi sei sempre piaciuta, ma con te non c’è futuro. Carmen forse a letto non sa fare tutti i tuoi giochetti, ma mi ama, mi considera il centro del suo mondo ed abbiamo fatto progetti per il domani. Con te vicino non durerei molto come marito. Per questo non ti vedrò più”
lei sorrise
“… non ci indurre in tentazione… non è vero Ciccino? Perché anche tu non resisteresti, e non per colpa mia, ma per quel piacere, quel serpente oscuro che dentro di te si contorce quando mi vedi. Invece di liberarlo e dargli quello che vuole preferisci accecarlo, negargli l’esistenza. Ad un certo punto ti si rivolterà contro perché lui è più forte di te e ce ne saranno altre come me che distruggeranno quello che adesso pensi di provare”
La prese per le braccia
“Tu non sei bella, non sei socievole, non sei simpatica, ma leghi tutti a te semplicemente dandogli quello che vogliono, quello che in loro nasce al vederti. Io non voglio più dipendere da te. La vita con te si ferma in uno stato di continuo desidero che la soffoca. Io voglio tornare a vivere, ad avere progetti, a costruire un domani con Carmen, perché la vita non è solo futtiri e futtiri, almeno non per me. Ho provato ad amarti, ma tu non sai amare nessuno o forse non vuoi amare nessuno perché se no diventeresti debole, vulnerabile e allora se non puoi stare con me, è meglio trovare un'altra strada.”
Si liberò dalla stretta e lo guardò con occhi di fuoco, ma al solito la sua voce era lenta, mielosa, sinuosa, come lo scivolare tra l’erba di un serpente
“Ciccino, queste sono parole da maschio che ha paura di perdere il controllo della situazione e cita l’amore a giustificare i suoi presunti diritti. Perché non usi i concetti giusti? Io sono libera! E grazie a quel Dio a cui mio marito è devoto, non dipendo da nessuno, perché a nessuno do il vantaggio di ricattarmi sentimentalmente.”
Si avvicinò guardandolo dritto negli occhi con aria quasi di sfida
“Parli di amore…. Che non so amare…. Ma quando sei venuto a parlarmene, a dichiararlo, a darmi il tuo sentimento oltre quel pezzo di carne che mi mettevi tra le gambe? Mi hai mai chiesto di vedermi fuori da un letto? Di incontrarci su un lungomare per prendere il sole insieme o mangiare due cose allo stesso tavolo? Hai mai detto qualche frase affettuosa dopo ogni scambio carnale che abbiamo avuto? No, solo silenzio e la fretta di andartene. Cosa ti aspetti allora? Che ogni volta che venivi a trovarmi mi buttavo ai tuoi piedi ad onorarti come la statua di un santo perché così tu vedi l’amore?  – lo guardò con occhi di fuoco – Perché poi? visto che te ne sei venuto a sfidarmi, ad umiliarmi, dicendomi che ti eri fidanzato con quell’ingenua di Carmen, che di te conosce solo la facciata, il sorriso da primo della classe e non sa ancora l’ipocrisia con cui sei vissuto in tutti questi mesi, quando la baciavi con ancora in bocca il gusto della mia.”
Si allontano risiedendosi al suo tavolino
“Ciccino, vattene per favore, stiamo degenerando e anche se non era una gran cosa, non è giusto buttare via la nostra storia in questo modo. Non lo merita. Vai per favore, e auguri per la tua nuova vita. Cosa ho provato per te, se ho provato qualcosa, a te non è mai interessato. Ormai è solo cosa mia, e qualsiasi cosa fosse, grande o piccola, vera o falsa …  Ciccino non te lo meritavi. Se volevi farmi uscire dalla tua vita non c’era bisogno di darmi della Messalina e considerarmi una puttana. Fai il maschio: salutami con rispetto, girati e vai senza tornare più. Non nasconderti dietro a scuse o risentimenti”
Lui sistemò nervosamente il giubbotto e si avviò verso la porta
“Non di là, esci di dietro, vieni ti accompagno”
Attraversarono le stanze del grande appartamento per arrivare in corridoio che dava su una porta secondaria, il vecchio accesso di uno dei due appartamenti che Sonia aveva unito. Lei aprì la porta e guardò sulle scale se vi fosse qualcuno.
“Puoi andare.”
Uscì sul pianerottolo
“Aspetta – gli disse – mi devi dare   l’ultimo bacio”
Si voltò a guardarla
“Vuoi cercare di svegliare il serpente?”
“Non c’è bisogno, si sveglierà da solo, quando l’amore per Carmen di oggi diventerà obblighi, doveri, rinunce. Malgrado la tua paura delle mie voglie, io ti ho fatto felice: devi ringraziarmi con un attimo di tenerezza: almeno per questo, Ciccino”
Sorrise pensando che la cicciona aveva un po' di ragione. Lei dischiuse le labbra, lui si avvicinò e le guardò quelle labbra con cui tutto era iniziato. Poi si abbassò e la baciò sulla guancia, fece un sorriso di circostanza, si voltò e se ne andò giù per le scale.
Restò ad osservarlo, poi, chiusa la porta, se ne tornò lentamente nella sua stanza da letto con la sua andatura leggera e sensuale.
“Ipocrita, come tutti i maschi: se amore era, e se per te aveva un qualche valore, dovevi insistere nel farmelo accettare, pretendendo il mio malgrado, anche se sono una donna sposata e più vecchia: dovevi contagiarmi con la tua incoscienza e farmi credere in quanto provavi e in un possibile futuro.”
Spalancò la finestra per far cambiare l’aria alla stanza e tornò a sedersi al tavolino con i suoi prodotti di bellezza. Aprì la busta con i soldi e li contò, prese da un cassetto un quaderno con la copertina nera l’aprì ad una pagina piena di nomi e di numeri e dopo aver cercato quello di lui, scrisse in linea i due mensili.
Guardò la pagina studiando chi ancora doveva pagare, poi chiuse il quaderno e lo ripose nel cassetto.
Aprì un grande portagioie e levò il primo ripiano fatto a scacchiera colmo di orecchini e bracciali. Dal doppio fondo tirò fuori una rosa ormai secca e scura con ancora attaccato un nastrino rosso con il suo nome. La osservò facendo ruotare il gambo.
“Eri il migliore a letto Ciccino, ma nel mio cuore eri l’unico! Non hai mai avuto ne l’intenzione né coraggio di esserlo per sempre. Avevi già avuto tutto e subito, senza fatica e non hai capito che questo era stato il mio primo dono d’amore.  Non hai mai fatto nulla per tenertelo o ricambiarlo. Stupido, nessuna potrà mai darti la felicità che provavo per tè e parlartene sarebbe stato inutile: avresti raccontato al bar del paese della cicciona che si era innamorata di te e a cui facevi fare a letto tutte le porcate che volevi”
Diceva così alla rosa mentre la faceva girare su sé stessa e osservava rapita il suo ruotare. La ripose delicatamente nel portagioie e con ancor più delicatezza la copri con il ripiano a scacchiere.
“Ciccino l’amore rende deboli ma non perché rende vulnerabile chi ama, ma perché rende debole chi non ama abbastanza per accettare i sacrifici che l’amore impone. Il tuo amore Ciccino, era sempre debolissimo, perché vi cercavi solo il piacere e non i sacrifici, i problemi, le contraddizioni e le spine che avrebbero reso il tuo sottile sentimento forte ed invincibile.”
Restò a guardarsi allo specchio mentre gli occhi si inumidirono.
“Io, quei sacrifici, per te li avrei accettati, ma tu hai avuto paura di quello che avrebbero detto gli altri a vederti con una grassona più vecchia di te. Sapevi che per me eri speciale e l’unica cosa che hai fatto è stato cercare di non pagare una rata d’affitto. Ciccino, mi hai deluso. Ti sei trasformato in un maldestro cigolò anche se nei tuoi momenti bui sono stata io la tua unica forza”
Prese un fazzolettino e si soffiò il naso. Raccolse il cellulare e compose un numero
“Si, signora, buonasera sono la signora Loiacono, come sta …. Bene grazie… volevo dirle, mi si è liberata una camera, … si una camera, se a suo nipote interessa…. E che vuol fare, se ne è andato senza avvertirmi prima, così sono i ragazzi … inaffidabili. Non sanno capire che tra il rispetto che si riceve e quello che si dà deve esserci un equilibrio che loro purtroppo, non sanno ancora raggiungere, … bisogna aver pazienza perché a volte si perdono dietro ai loro stessi capricci … Comunque signora, mi mandi domani suo nipote che gli faccio vedere l’appartamento … le mando l’indirizzo per Whats Up.  Se è suo nipote, sarà sicuramente un bravo ragazzo?  … Ah l’ho già visto? … Quello alto si, me lo ricordo …. Un bel ragazzo …. Va bene, va bene a domani la saluto buonasera.”
Guardò lo specchio sorridendo e mordendosi il labbro inferiore come faceva quando le venivano strane voglie. Osservò un sopracciglio e preoccupata incominciò a cercare la pinzetta per risolvere una terribile asimmetria.
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mighty-wind · 8 months
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Coyote Graves x Lector femenino
_Nunca eh compartido nada en esta aplicación, pero espero que esto sea del agrado del público hispano hablante y también para las personas que tienen el inglés como lengua nativa._
Philip Graves es un híbrido salvaje de coyote, constantemente ataca algunas granjas cerca de su territorio en busca de alimento fácil, huevos, pollos o algún animal pequeño que sea fácil de robar, a veces lo hace con su extraña manada conformada por híbridos de distintas especies, por lo tanto los granjeros de la zona optaron por conseguir híbridos guardianes que cuidarán sus cultivos y animales, algunos eran grandes toros robustos y altos, o algunas razas de perro ágiles y rápidas para defender.
Llegó un día donde una granja criadora de ovejas apareció, pero eran híbridos, lindas ovejitas que iban aquí y allá jugando pasando el día, algunas también cuidaban de la lana marrón o gris que crecía en sus pechos, caderas, pantorrillas y espalda. Siempre eran custodiadas por los dos grandes híbridos de perros pastores, Alejandro y Rudy.
Aunque había una ovejita en particular, era un poco bajita, algo regordeta y tenía lana, blanca, esponjosa y espesa...algo dentro de Graves se encendió, eran tan adorable meneando ese lindo moño rosa en su colita esponjada... Quería esa ovejita, convertirla en su linda compañera para calentarse durante el invierno y follarla durante la temporada de apareamiento... Solo tuvo que esperar, solo un pequeño descuido de esos dos perros pastores ...
La tomo desprevenida mientras dormía, la pequeña no supo que sucedía cuando fue alzada sobre el hombro de ese fuerte depredador, soltando balidos asustados y nerviosos...Rudy y Alejandro no habían llegado a tiempo para salvar a la pequeña ovejita de exhibición...
La ovejita temerosa solo se hacía un ovillo asustado cuando veía a graves ingresar a la madriguera, él le traía bayas y frutas silvestres para alimentarla y solo podía salir en su compañía... Tardo bastante tiempo en agarrarle confianza, al principio dejo que la ayudara a acicalarse, en su tierna lana empezaban a formarse nudos gruesos y no podía hacerlo sola... luego acepto caricias y uno que otro apretón, a cambio recibía objetos para su comodidad, probablemente robados. Se sentía agradecida de no ser agredida a forzada...En cambio Graves solo podía pensar en su pequeño coño cubierto de lana, estaba claro que no era una ovejita para la cría por lo tanto nunca fue montada antes, empezaba a acabarse su paciencia y la temporada de celo estaba más cerca que nunca...
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grotesqui · 2 years
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rosa chemical vince sanremo si presenta all'esc completamente nudo coi capezzoli coperti di panna montata
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surrealismopuro · 1 month
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De esas noches donde: un beso de carretera dio inicio a experiencias donde las subidas y bajadas han pesado mucho, donde las miradas y las palabras inconclusas o no dichas han quedado en el aire que rosa nuestras caras mientras vamos en la carretera con música de fondo, donde el solo compartir una copa de vino o una cerveza fría se torna una experiencia de la cual no quieres irte por qué no sabes cuándo volverá a pasar, de una llamada por la noche donde te recuerdan que te aman, pero donde todo puede volverse caótico si no se sabe expresar bien un sentimiento, de esas noches donde solo el recordar trae melancolía al corazón, sensibilidad a los ojos y un nudo a la garganta.
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aleo-lax · 1 year
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La historia de una estrella y una rosa
( LuxBul ) One-shot
Muchos cuentan lo impresionante que es ver un astro surcar la noche, hoy, en este relato, será narrada la historia de una estrella y una rosa.
Brillante y reluciente, así era el lucero que brilló con fuerza ante aquella rosa, que como en un clásico animado, sus pétalos dejaron marcas de cómo fueron menguando. Ellos ya se conocían, pero no fue hasta ese año que el deslumbrante chico, como una estrella fugaz, pasó por sus marchitos pétalos otorgando a aquella rosa al fin una luz a la que aferrarse, pues en su planeta era el único recurso que faltaba.
Y es que su inicio fue algo difícil, una rosa llena de espinas y una estrella cargada de deseos por cumplir, pero aquel cometa no se rindió y entendió a la perfección, o lo más cercano posible, como tratar a la rosa, tomando suavemente su tallo sin dañar sus espinas, así pudiendo apreciar la belleza de sus pétalos y a la vez las heridas dejadas por los caídos, suavemente los acarició admirando cada detalle, amándolos y entonces, se prometió cumplir los deseos de aquella abandonada rosa.
La flor, en cambio, tenía miedo, miedo de ser dañado, miedo de ser querido, miedo de apagar más vidas, más aún la de una estrella tan centelleante como el contrario.
“Deberías ayudar a otro.” Repetía.
“Pero tú eres quien me ayuda a mí.” El otro respondía.
Aquella rosa no entendía, pero sentía su luz, siempre la sentía, y como es natural en una planta, acabó cediendo para acercarse y tomar su claridad, pues parece ser que entendió que aquel chico era incapaz de lastimarlo y de verdad buscaba amarlo.
Ambos se arrimaban, sobre todo la estrella, todos lo notaban, percibían que cada día él estaba más radiante en presencia de la rosa y como sus ojos, verdes como el jade, chispeaban como joyas al tener al búlgaro alrededor o incluso, en su consciencia. Pero aquel astro era algo ingenuo y bastante inocente, que no se fijaba en cómo su celeste corazón, palpitaba fuerte en la presencia de su rosa.
Pero con el paso del tiempo, aquel chico de cabellos brillantes, se dio cuenta de cómo su corazón palpitaba y ahí se dijo a sí mismo.
“Sus pétalos no son lo único que amo”
Entonces aquella estrella, con su estela celeste y su alma encendida, se puso de rodillas sobre las raíces de su amada rosa a confesar dulcemente lo que sentía, el contrario volvió a tener miedo y se escondió de nuevo, afilando sus espinas y resguardándose en sus tallos.
Pero el cometo lo esperó y buscó al chico de cabellos oscuros entre todos sus pinchos y tallos, hasta que logró verlo de nuevo y acercarse lentamente.
“Eres el amor de mi vida.” Afirmó genuino.
“No lo creo, no sirvo para nada, mira como te pusiste por venir aquí.” Respondió desanimado.
“Habrá valido la pena si logró convencerte.” Aclaró, acercándose lentamente.
El chico se quedó quieto, ambos quedaron en silencio, pero el chico precavido como una rosa suspiró.
“Sí que eres persistente.”
En ese momento, dejó finalmente que su vida fuera iluminada por el rubio, al principio sus pétalos, al final su pistilo.
Y así una rosa y una estrella, con un nudo tan apretado y un desenlace tan deseado, acabaron enamorándose.
[Espero que gustará aaaah;;; Gracias a mi noviecita linda por animarme t amo 🩵]
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