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#Sombras del Ayer
projectrevolutionff · 2 months
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Sombras del Ayer: Dennis I
En una sala que se designó específicamente para el novio y su séquito de padrinos, esperó el manojo de nervios bautizado como Dennis. Mal dormido, nervioso y con el estómago revuelto, observó discretamente por la ventana del primer piso a los invitados ser entretenidos. Sintió fuertes náuseas mientras intentó acomodarse los accesorios del cuello, los botones de las mangas y los zapatos. ¿Acaso eran normales esos nervios? Douglas le llamó la atención un par de veces, pero el ensimismamiento del muchacho lo ensordeció. Él buscó con la mirada a alguien en particular: una mujer especial para él. La idea de tenerla allí le recordó que fue un tonto tantísimos años atrás. Que, en ese preciso momento, en vez de contraer matrimonio con la hija de uno de los amigos de su padre, podría estar contrayéndolo con ella. Douglas le palmeó el hombro, sobresaltandolo cómicamente. Dennis suspiró frustrado, volviendo a sus últimos preparativos antes de salir a recibir a los invitados. —Mi último hijo, minutos antes de casarse. ¿Quién lo diría? —mencionó con emoción el alto hombre de cabello semicano. Dex elevó las temblorosas manos hacia su cuello—. Déjame que te ayude con el moño, muchacho. Douglas se las retiró con cariño sin mencionar su temblor. —Nunca voy a ser tú y saber hacer estas cosas, papá. —A sus oídos llegó las risotadas de sus padrinos, quienes se entretuvieron a lo grande con la costosa champaña—. ¿Faltan muchos invitados? —No digas eso, a todos nos cuesta y más si es un día importante. Y no, ya casi están todos. Creo que faltan tus amigos del club de tenis, nada más. En su lengua quedó atorada la pregunta; su padre captó el mensaje. —Tus amigos del secundario ya están aquí, e incluso Collin trajo a su pareja. Pídeles por favor que no se den arrumacos en público, mucha gente presente no está de acuerdo con eso. —Seguro, papá. Cuando salga les pediré que se comporten. —¿Qué hubiese pasado si en vez de una Kelly se casaba con alguien llamado Kevin? ¿Su padre diría lo mismo? —. ¿Ella está aquí? —¿Quién? —Chelsea. ¿Llegó? El hombre suspiró paciente. Asintió con los labios formando una línea recta en su avejentado rostro. —Si, hijo. Llegó hará veinte minutos. —¿Le dijiste al servicio que no le ofrezcan alcohol o pescado crudo? ¿Qué no puede comer avellanas? ¿Qué para ella hay un menú aparte? —Dennis: entiendo que estes muy nervioso por tu matrimonio y que quieras que todo salga perfecto, pero ya basta. Ella estará bien, es adulta y creo que la identificamos bien con la fotografía en el listado. ¡Qué caray! Un menú especial en una boda, esto en mi época no sucedía. El caballero frunció el ceño. ¿Tanto drama por una amiga? —Lo sé, y de veras lo comprendo, pero necesito que esté cómoda. No pudo decir que si ella se incomodaba podría irse. Y lo que menos quería era verla irse con él. —Hijo: pensaste hasta en su ubicación. Eso en mi opinión es magnífico, en especial para una embarazada. —Le estrujó los cachetes de forma cariñosa y luego le palmeó el rostro—. Concentrate en ti, Chelsea no tiene tanta importancia. El rubio resopló un poco al tiempo en que su padre le acomodó el cabello. Douglas le dio un apretón en los hombros y se alejó a servirse un poco de champaña. Dennis volteo hacia su derecha y enfrentó el espejo de pie con bordes blancos; analizó detenidamente su reflejo para luego suspirar.
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outlanderrepublic · 3 months
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Y vamos con las efemérides y los #AvisosParroquiales. La fecha: 22 de marzo de 2014. El lugar: Hyde Park, Londres. Una #QueenB que venía de hacerse la segunda permanente en una semana y un #KingOfTodo al que le habían teñido el pelo de rojo por vez quichimil para dar con el tono exacto, se encontraron y se hicieron una promesa que sellaron con las selfies más icónicas del universo #Outlander. Se cumplieron ayer 10 años de esas fotitos.
“Dimos un paseo por Hyde Park. Estábamos como, quién sabe qué será esto, pero vos y yo, tenemos que cuidarnos las espaldas. Por supuesto, así es como ha sido desde entonces”. — (Tal cual lo cuenta nuestra queen en cada reportaje y podcast dónde le preguntan sobre el principio) Como podrán ver en el ángulo superior de esa foto del trailer de una #QueenB super beibi, ella tiene una copia de la selfie de las sombras patilargas de Hyde Park #VeoVeoQueVes. Desde la primera selfie hasta la última (de un descanso durante la filmación de la #Season7), cuántas selfies divinas nos regalaron!!! Y que nos sigan lloviendo como los besos del #KingOfTodo en la #Season5!! 1..2..3...5..
#Selfieversario
#SábadoDeSelfies
#EfemeridesOutlanderas
#OutlanderElOrigen
#SelfiesIconicas
#RememosLaSequia
#Outlander
#OutlanderFanMal
#OutlanderPasion
#OutlanderasInsaciables
#PoneleOutlanderATodo
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by-yls · 1 month
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Mi último recuerdo de ella fue su silencio frío e indiferente.
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Diario abierto
Era un arma de pasividad agresiva que enmascaraba un silencio que gritaba las verdades de su alma, rechazadas por su propio ego.
Se escondía en las sombras a la distancia, cayendo en vano su invisibilidad. No podía encararme tras los acontecimientos pasados, le sujetaba la culpa tortuosa, pero entre corazas, líneas y susurros de silencio, aún así yo la detectaba.
Era capaz de reconocerla a través de su mutismo, de sentir las ondas sutiles de un caos interno. Cada silencio suyo era un mensaje no dicho, su callar revelaba en voz alta sus sentires más profundos, sus batallas con certezas angustiantes y un desdén sordo a sí misma. Sabía que se enredaba en sus propios pensamientos y bloqueos, rehusándose a encarar/se/me.
Ella ******* ***** ******, ** ****** ********* ***** **.
(?) Respuesta que residía en su interior, era su deber hallarla en su inconsciente, o seguiría bajo ese autocontrol limitante, engañándose, traicionándose a sí misma. La decisión estaba en sus manos. Optar por la revelación significaba la expresión del inconsciente mediante sueños, la entrada a el vericueto del un abismo por enfrentar y observar, la llave está en lo profundo de su ser. El tiempo y su amor le despejarían e iluminarían el camino hacia lo que realmente quiere para si misma.
Datos
Y aunque mi habilidad de percepción era una herramienta poderosa, también provocaba un sentir incómodo; tenía que repetirme con seguridad mentalmente: te percibo pero no haré nada al respecto, no me corresponde.
El ser humano es maravilloso, puede desarrollar habilidades extrasensoriales, científicamente es por el trauma y adaptación, espiritualmente lo llaman sentidos extrasensoriales que se activan. Yo tengo esta habilidad desde pequeña que se ha intensificado y con el tiempo he pulido, he confirmado por varias personas que es real, puede parecer un superpoder pero créanme, sentir lo caótico de otra persona no es nada lindo.
Por ejemplo mi sis acude a mi para encontrar asistencia cuando se encuentra bloqueada o en la neblina, es como un sentir de saber lo que ocurre dentro de ellxs y mi asistencia es hacerles preguntas para que ellxs mismxs se respondan, pues no me gusta darles la respuesta directamente, es mas efectivo cuando tú lo encuentras.
Con ciertas y pocas personas es más intenso el sentirles. Es como si observara su totalidad y la mayoría del tiempo si me es abrumador, no crean que voy por la vida haciéndolo a propósito, pasa, así como el sentido de ver, he aprendido a no ponerle atención y enfocarme en lo mío. Es un aplicarlo todos los días, aunque eso si, un dato importante, me pasa que tengo mis etapas de bloqueo en mi y obvio bloquea mi percepción, es esta sensación de se que ocurre en el fondo pero dudo por el bloqueo y me enredo.
Esta habilidad todos la pueden desarrollar.
Les cuento una anécdota reciente, ayer fui a un local, entré y miré a la dueña, tenia entre 40-44, en cuanto la miré a los ojos rapido recibí la información de su campo electromagnético, por ello no me gusta mirar a los ojos pero fue raramente automático, sentí síntomas de abstinencia, una tristeza profunda encarcelada por pérdidas de seres muy queridos, sus padres pero también sentí una consciencia muy grande dispuesta a liberar y vivir esos duelos que por años llevaba retenidos por que no tuvo las herramientas y optó por medicarse y vivir años adormecida, y por fin después de más de 20 años dejaría el medicamento y haría lo que tuviese que hacer para liberarse y vivir los duelos. Aunque eso si, la estaba pasando tan mal por la abstinencia pero no le detendría, sentía una fortaleza enorme. Obviamente había culpa por haber estado dopada por tantos años y sentía la pérdida de su vida, era algo de lo cual debía ser compasiva pues hizo lo que pudo con lo que tenía.
En nuestra charla obviamente no le soltaría toda la información, es muy íntimo y no se como abordarlo, curiosamente ella se sintió cómoda y terminó hablando de ello, y cada palabra que expresaba me confirmaba todo eso que percibí al principio. Evitaba mirarle a los ojos por qué cuando tocó el tema de su madre sentí mucho dolor y quité la vista. Después ella en plan de ¿eres terapeuta espiritual? Y yo de no jaja soy autista, hablé sobre el tema y más que nada le dije que mi propio proceso me ha dado la sabiduría. Duramos un buen rato hablando, yo más que nada escuchando, me fascinaba su nivel de consciencia, y solo me nació compartirle información sobre un curso que le ayudaría en su proceso para gestionar sus duelos. Fin.
Algo que aprovecho de esta habilidad es que cuando voy por la vida hay personajes que me llaman la atención, observo un poco y tomo la información para inspirarme y escribir, en plan creativo. 10/10.
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Pensamientos en 2 tonos
Los pensamientos danzan en dos tonos, entre la melancolía de los recuerdos y la esperanza que se cuela entre las sombras. Susurran historias de ayeres perdidos y promesas por cumplir, formando un contraste vibrante en la sinfonía de la mente.
En el tono sombrío, la nostalgia teje sus hilos invisibles, recordando amores que se desvanecen como el sol al ocultarse. Las sombras de los arrepentimientos se entrelazan con los suspiros de lo que pudo haber sido, creando un paisaje de melancolía que se despliega en cada rincón del alma.
Sin embargo, en el tono luminoso, los destellos de sueños no realizados se transforman en destellos de posibilidades. La penumbra se convierte en un lienzo donde las promesas se iluminan con la chispa de la esperanza, como estrellas titilantes en la vastedad del cielo nocturno.
En este ballet de pensamientos en dos tonos, la dualidad de la experiencia humana se expone. Entre sombras y luces, se forja el tapiz de la vida, donde cada reflexión es una nota en la sinfonía de nuestra existencia.
Don Ggatto
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sinfonia-relativa · 11 months
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Caminar hacia adelante requiere dejar atrás las sombras del ayer y mirar hacia la luz del mañana.
Dariann.
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nuestrodestinocomun · 8 months
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La Junta de los Ríos
“La luz del sol ilumina la habitación al completo, se filtra a través de los árboles del jardín y crea pequeñas sombras que se mecen proyectadas sobre la pared. Este fenómeno solo sucede durante los meses de verano. Se que estoy de vuelta en el pueblo, en casa de mis padres. Escucho a Loki, abajo con mi hermano”, dice Julia.
“Tendré que darme prisa si quiero llegar a la hora fijada, aún tengo que darle una vuelta a los animales de la granja, antes de salir hacia el lavadero del pueblo donde hemos quedado”, dice Alfredo. No quiero llegar tarde, la excursión de la Junta de los Ríos es exigente y no es recomendable hacerla al medio día durante los días de verano, cuando el sol cae implacable de pleno sobre el ardiente suelo de pizarra que abunda durante todo el camino.
“Soy como un insecto que quedó atrapado esperando ser devorada por la araña”, dice Rosa, mientras espera a Luis, contemplando la telaraña que ha crecido en un ángulo de la ventana de la cocina.
“Aún tengo tiempo de llegar a casa para asearme y cambiarme de ropa, quiero causarle buena impresión a Julia, hace tanto tiempo que no la veo”, dice Luis.
“A veces siento que si desapareciera, no le importaría a nadie, que si no acudiera hoy a la cita con mis amigos para hacer la excursión que programamos ayer, esa que tantas veces hicimos cuando vivíamos todos juntos en el pueblo, seguramente nadie me echaría en falta”, dice Ernesto mientras termina de preparar una mochila con las cosas que ayer le pidió Teresa que comprara.
“Ojalá venga Ernesto, no lo vi muy convencido ayer cuando me lo encontré en el mercado y estuvimos comprando las cosas que llevaríamos hoy para la excursión”, dice Teresa.
“Ya estamos todos, excepto Luis que siempre llega tarde”, dice Julia. Volveremos a caminar juntos como en los viejos tiempos. Nos saludaremos como si no hubiesen pasado los años. Como si fuéramos los mismos amigos que un día se separaron, justo en este mismo punto en el que ahora nos volveremos a encontrar, el antiguo lavadero del pueblo, en la Calle Gracia, con sus frías y  cristalinas aguas. Nos abasteceremos de agua, para adentrarnos en el imponente paraje que nos espera, con sus colinas y sus senderos, por los que transitaremos a la búsqueda de nuestro propio destino.
“Por una vereda entre huertos abancalados de frutales y hortalizas, de nogales y castaños, vamos dejando atrás las últimas granjas, la seguridad del hogar, y nos adentramos en lo salvaje”, dice Alfredo. Julia y Luis, van por delante, abriendo la expedición, con Loki. Teresa, Rosa y Ernesto los siguen. Nos adentramos en el desconocido mundo que me relataba mi abuelo cuando era pequeño, la tierra que fue testigo de las sangrientas guerras de Las Alpujarras, la revolución de los moriscos.
“Nos aproximamos al Molino de la Carraca, testigo de la historia reciente de estas tierras, la era de Pepe el Juez, mi abuelo, el último molino que estuvo en funcionamiento en el pueblo”, dice Luis. Ahora tristemente sepultado entre la vegetación, como mi infancia, soterrada, sumergida y olvidada bajo los años, bajo los recuerdos. Los vecinos del pueblo acudían al molino, para trabajar con mi abuelo, para recoger el grano con el que se hacía el pan del pueblo, para alimentar a los animales de la familia de Alfredo. Al llegar los recibía y me presentaba orgulloso, su nieto Luis. Al pasar por el sendero dejamos el edificio a la derecha, abandonando y desatendido, en la quietud del bosque, como a veces se descuida y se desatiende a la familia, a los amigos.
“Amigos, caminemos, pero obviando aquellas veredas que suben a la izquierda,  esas no deberemos tomarlas, no lo olvidemos, o nos perderemos”, dice Teresa. Nuestra referencia siempre debe ser la Acequia Nueva que camina paralela a nosotros, permanente y ruidosa en el fondo del valle, perseverante e infatigable guía hacia la Junta de los Ríos, a una hora de camino desde el pueblo, donde el río Grande y el río Chico se reúnen estruendosos.
“Al atravesar estos parajes resuenan en nuestras cabezas los gritos y aullidos estridentes de los rebeldes y sus familias durante los últimos días de la Guerra de las Alpujarras, escenario de traiciones y asesinatos, donde sus últimos monarcas, se aferraban al inútil e insufrible poder que presagiaba sus muertes, resistiendo a las tropas cristianas de Don Juan de Austria”, dice Ernesto. Vienen a nuestra mente, los recuerdos de esos relatos con los que el abuelo de Alfredo nos atemorizaba en las noches de verano, cuando nos reuníamos los seis en su casa. Como la historia del salvaje asesinato del último rey de Andalucía, Aben Aboo, por sus tropas, tras haber matado él mismo con sus propias manos a su primo Abén Humeya y sustituirlo en el regio cargo. Como la historia de los tres hermanos moriscos que salieron un día con su rebaño de ovejas y resultaron emboscados por los caballeros cristianos en su afán por terminar con el reinado de Abén Aboo. Estas mismas laderas fueron testigos de su desaparición a pesar de los intentos de Mofas, la perra de los tres hermanos, de encontrarlos.
“Bajemos por la ladera, vayamos despacio, como vagando sin rumbo”, dice Rosa. Tomemos el sendero de la derecha, el que conduce hacia el cruce de los ríos, el pequeño camino de bellos y gráciles tallos, de hierbas frescas, en el que un grupo de petirrojos nos viene a saludar mientras se alimentan del grano de los tallos y los insectos del lugar. Entremos en esa nebulosa de aves que nos acompaña durante un rato, mansos y confiados en nuestra buena voluntad. Incluso Loki, al frente con Julia y con Luis comprende la virtud y la paz de este lugar. Al igual que estos petirrojos, Julia se aleja y se escapa de mi, y se eleva cada vez más alto, con sus letras, con sus palabras.
“Soy un nido, soy el árbol, soy las ramas sobre los que los petirrojos se posan y descansan al descender de su vuelo”, dice Julia. Siento que me elevo con ellos sobre la vertiente escarpada del barranco que no me pierde de vista, los Tajos del Reyecillo, imponente y soberbio, con sus cuevas colgadas del abismo, desde donde cuenta la leyenda que un rey se arrojó con su caballo dejando en la roca marcadas sus huellas, la Patá.
“Debemos darnos prisa si no queremos que el sol nos encuentre en nuestra expedición hacia el horcajo”, dice Alfredo. Desde aquí puedo ver ya el sendero que debemos tomar para avanzar en nuestra marcha. Caminaremos al fin entre árboles, por pequeños senderos cubiertos de abundante vegetación, donde pasta el ganado, entre riachuelos que darán de beber a Loki y con los que jugará a atrapar el agua, que nos darán de beber a los seis y nos refrescarán del esfuerzo realizado.
“Ardo y tiemblo al salir de este sol y entrar al fin en esta sombra. Zumba una abeja en mi oreja, de repente está aquí, y de repente ya ha pasado. Escucho el discurrir del agua por las acequias a nuestros pies, acompañándonos en la marcha. Esto es aquí, esto es ahora, pero sin darnos cuenta, ha pasado”, dice Teresa.
“Estos riachuelos van secándose conforme el día va avanzando, se evaporan por el calor del sol. He visto como Rosa le ha dado la mano a Ernesto. El que ama, arde, se consume, se evapora”, dice Luis.
“Ahora, exploremos. Caminemos estos senderos, que ya se empieza a intuir nuestro destino cercano entre los árboles. La Junta del río Grande y el río Chico”, dice Ernesto. Crucemos el puente sobre el río Chico, y frente a nosotros, en el horcajo de los ríos, coronando la colina, contemplamos las ruinas de la antigua fábrica de seda, con su arco morisco, casi intacto, con su historia, la historia de nuestra tierra, que compartimos los seis, a pesar de ya no estar juntos, a pesar de ya no ser uno. A pesar de que los tres hermanos y Mofas desaparecieron entre las colinas que ahora recorremos. Rosa me escucha atentamente, las constelaciones de sus ojos iluminan mi día.
“Amigos, subamos estas sendas de fresnos, nogales y saúcos. Hablemos bajo, casi susurrando, para poder escuchar el mensaje de estos árboles milenarios. De este bosque encantado que adoro, en el que nos sumergimos. De los tres hermanos que aún vagan por estos parajes. Ernesto, dame tu mano, me gusta cuando me cuentas estas historias”, dice Rosa.
“Las terrazas casi inalteradas desde tiempos moriscos nos observan a nuestro paso. Los senderos cuajados de moreras, que en otros tiempos utilizaran para fabricar la seda de vestidos y trajes, nos custodian en nuestra marcha. En mi cabeza, una palabra árabe resuena, vergel, de donde proviene el nombre de nuestro pueblo”, dice Alfredo. Amigos, tomemos la senda que rodea la vieja fábrica por la derecha, bajo el antiguo arco, como lo hicieran antes nuestros antepasados, y continuemos nuestro camino hacia las pozas de agua de los tres hermanos.
“La vegetación se hace cada vez más y más espesa. El sendero se estrecha y nos obliga a ir en filia india, uno detrás de otro. Alfredo nos dirige y Loki da continuas batidas hacia delante y hacia atrás para controlar que los seis amigos se mantienen unidos en esta aventura”, dice Julia.
“Alfredo siempre ha sido nuestro faro, nuestro guía, por eso encabeza la expedición y va abriendo camino en el sendero que nos conduce a las pozas. Resulta evidente que es el motivo por el cual Julia termina regresando a esta tierra”, dice Luis.
“Siento que hoy, el aire en este lugar, está cargado de una electricidad magnética, puedo percibirlo en mi piel, en mis cabellos, en mis manos y en mis pies, una chispa frenética y delirante que me invita a vivir intensamente, que nos invita a mantenernos unidos, siento que empiezo a vibrar, me gustaría gritar y cantar”, dice Teresa. Una versión alternativa de la leyenda de los tres hermanos cuenta que aunque fueron emboscados por los caballeros cristianos lograron salvarse y aún siguen vagando por estos lugares, junto con su perra Mofas como espíritus mágicos, poseyendo los cuerpos de los excursionistas, que como nosotros, deciden visitar estos lugares, para mostrarles las historias de aquellos que antes que nosotros habitaron estos parajes.
“Jamás había visto a Ernesto de esta manera”, dice Rosa. “Jamás había visto a Rosa de esta manera”, dice Ernesto. Vamos de la mano hacia las pozas de los tres hermanos. Bañémonos en sus aguas límpidas, frescas y cristalinas. Una poza por cada uno de los tres hermanos. Será nuestro bautizo.
“Loki es el primero en llegar a la primera de las pozas y comienza a saltar en la orilla, intentando morder y controlar el agua”, dice Julia. Los demás llegamos a continuación, emocionados por encontrarnos en este mágico lugar, por estar los seis juntos, poseídos por el espíritu de los tres hermanos, de la Junta de los Ríos, del río Grande, del río Chico, que resuenan estruendosos en el fondo de nuestro corazón y de nuestra alma.
“Subamos a las otras pozas, bañémonos, desnudémonos, abracémonos, sumerjámonos en este instante inolvidable y eterno”, dice Teresa.
“Mis ojos estallan en lágrimas como nunca antes lo hubiesen hecho, contemplo a mis amigos, son titanes, bellas criaturas del bosque”, dice Alfredo.
“Siento que un enorme gigante de piedra nos hubiese dejado caer en esta tierra, en este lugar, desde sus manos rocosas, a través de las copas de los árboles”, dice Luis. No tendremos que regresar a los trémulos senderos de la vida, podremos permanecer aquí juntos, mis amigos y los espíritus del bosque.
“Seré tuya”, dice Rosa. “Seré tuyo”, dice Ernesto. Cada átomo mío está en el viento, será mi forma de tocarte allá donde estés, dicen los dos al unísono.
Definitivamente vibramos, nos agitamos.  Nuestro cuerpo entero se transforma en moléculas que se funden con el aire, con el agua, con la tierra de este lugar.
Ya no somos los individuos que antes conocíamos (Julia, Rosa, Teresa, Alfredo, Ernesto y Luis) somos facciones, átomos que cambian tan rápido, que se mueven y oscilan tan deprisa que parecen no existir, que desaparecen de este mundo. Solo queda de nosotros, los seis amigos, las huellas impregnadas en pintura que un día dejamos sobre la piedra.
El bosque parece desdibujarse a nuestro alrededor, la tierra se convierte en una inmensa claridad y ni un sonido rompe el silencio del paisaje que habitamos.
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love-letters-blog · 2 months
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Hay una parte de mi que se quedó contigo aquel día. Una parte que partió mi alma en trozos descompuestos que no se volverán a componer.
Te llevaste esa brisa añorada que limpiaba mis traspiés, y los rayos de sol de cada mañana que calmaban esa sed, llena de desasosiego por no tenerte como un día te pude tener.
Una parte de mi se fue contigo y cuando me pierdo no me preocupa buscarme otra vez. Hago caso omiso al silencio pues retumba en mis oídos como lo hizo el ayer, porque gritar no será suficiente para que vuelvas a abrazarme y te fundas con mi ser.
Echo de menos tantas cosas que todo parece nuevo si sigo en pie, no me doy cuenta de las sombras que me arrastran sin querer por no luchar como me enseñaste contra todo y todos sin clemencia ni por qués.
Una parte de mi se fue contigo por la puerta del ayer, triste es que se recuerden más las ausencias que las presencias cuando estén. Pero mi alma aún en pedazos guarda lo que pudo ser y no fue. Y es que los que estamos hechos de sueños, creemos en que todo posible algún día ….
—-☮️
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esuemmanuel · 1 year
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No estoy en el pasado. Estoy en el futuro. Despega los ojos del ayer y mira hacia adelante. Ahí estoy, mírame. Camina hacia mí, no tengas miedo… no dudes… no tiembles… no dejes al pasado amarrarte los pies. Despégate del ayer, de lo que fue, de lo que hubo; del dolor, de la decepción, de la injusticia; de las sombras, de los obstáculos y del amor. Ven hacia mí, aquí están mis manos, mis brazos te esperan, así como mi latir. Soy tu otro nombre; el silente, el transparente, el innombrable, háblame con la lengua pegada al paladar y los labios sometidos a mi aliento. Estás llegando a mí, ya te siento. Confía… y volverás a sentir. Esta es mi promesa futura. Este eres tú al albergarme a Mí.
— Esu Emmanuel©️, I am not in the past. I am in the future. Take your eyes off yesterday and look forward. There I am, look at me. Walk towards me, don't be afraid... don't doubt... don't tremble... don't let the past tie your feet. Let go of yesterday, of what was, of what there was; of pain, of disappointment, of injustice; of shadows, of obstacles and of love. Come to me, here are my hands, my arms are waiting for you, as well as my heartbeat. I am your other name; the silent one, the transparent one, the unnamable one, speak to me with your tongue glued to the roof of your mouth and your lips subjected to my breath. You are coming to me, I feel you already. Trust... and you will feel again. This is my future promise. This is you harboring Me.
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verteder0 · 4 months
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No
No estoy en el mismo lugar que ayer.
Ahora, por ejemplo, estoy sentada en el patio de una casa que gracias a mi suerte puedo alquilar en una situación que cada vez se torna más brumosa.
Siento el viento denso entremezclarse con el pesado aliento con aroma a cerveza que se desprende de mi boca. El gato duerme y el pitido de los murciélagos surca el cielo nocturno en la ciudad de Buenos Aires. Está nublado.
Y pienso.
En la estupidez.
En lo que vendrá, tal vez.
De a momentos, mi corazón se acelera. La ansiedad desmedida, preocupada por pelotudeces que exceden mi obrar individual es una cosa muy de la modernidad. Atacar o huir, el instinto primitivo intacto en un tiempo que pareciera no requerir comportamientos tan drásticos.
Mi mente dice que no se puede confiar en nadie;
que hasta mi sombra es una artimaña de la realidad.
No sé.
Pero no estoy en el mismo lugar de ayer.
Y cuando miro hacia atrás, puedo ver, entrecerrando mis ojos, los pasos que he dado, incluso un vislumbre sagrado de quién soy.
Adentro y afuera de mí.
Lo de afuera está a merced de las habladurías del mundo:
siempre alguien más te va a decir qué cosa te conviene hacer.
Lo de adentro no lo ve nadie, pero es lo que ha lubricado los engranajes de esta máquina que aún me mantiene con vida.
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projectrevolutionff · 2 months
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Sombras del Ayer: Chelsea I
Chelsea sintió serias dudas sobre si fue correcto aceptar la invitación a la boda; la idea de comida gratis pronto se agotó, dando paso al terrible baile de sentimientos encontrados, dolor de pies y bebés en su vientre moviéndose todo el tiempo. Para peor: era la boda de su ex mejor amigo, antiguo amante y otro hombre que le rompió el corazón. Pero ¿nerviosa de qué? Dennis ya no era de su preferencia y ni siquiera eran tan cercanos como en su día. No estaba enamorada ni tampoco podía verlo a la cara sin sentir un deje de desprecio. ¿Entonces? Posó la mano sobre su enorme tripa al tiempo en que el bebé A pataleó inquieto. Ethan condujo tranquilamente en la soleada tarde de sábado; salieron más temprano de lo habitual para asistir al mismo Club de Campo donde ellos se casaron, lugar que los novios eligieron. Miró al hombre de su vida. Su perfil se le antojó exquisito; lo vio tranquilo, apuesto y mascullando la letra de una canción. Keane sonó por los parlantes, al ritmo de “Your Eyes Open” y favorita del rubio. Pero nada la preparó para las palabras que le hizo en un semáforo, tomándole la zurda con amor y sin quitar la vista del camino. —Se que soy lindo, pero tampoco para que me observes tanto. ¿Está todo bien? Chelsea fingió modestia, pasándose la mano por la elegante coleta de cabello castaño. —¿No puedo admirar a mi Marco Antonio? —No, son quince dólares y el asiento de la ventana en el avión en el próximo viaje. —La hizo reír—. Tú estás inquieta, y quiero saber por qué. Chelsea se sorprendió, tosiendo un poco debido a un escozor en la garganta. Ethan soltó una risita cómplice. —Yo… No tengo puta idea, si te puedo ser honesta. ¿Será el ver a la novia? ¿Que algo malo pase? ¿Los niños? ¿Qué mi mamá los cuide? Eso sí que es terrorífico. La aceleración del coche empujó los cuerpos hacia los asientos, la canción terminó e inició algo más alegre en el repertorio. Un rayo de sol le dio directo a los ojos ámbar. —No estoy tan seguro de eso, por ese lado no va la cosa. Nada malo va a pasarnos a nosotros ni a los niños, y tu mamá no va a convertir a Meghan o Dylan en clones suyos. No voy a dejar que eso pase. —Un suave apretón en su mano le infundió ánimos—. ¿Quieres decirle al viejo Ethan que te pasa? —Realmente no lo sé, cielo —suspiró frustrada—. Mi sexto sentido me dice que algo va a pasar. Algo que me disgustará mucho, pero no se bien qué. ¿Estoy enloqueciendo? ¿O son las hormonas? En el aire quedó flotando la verdad oculta. Ethan desvió brevemente la mirada hacia ella, incitándola a continuar. —No, no estoy celosa ni triste de que se casen. Tu ya sabes eso: para mí lo mío con Dennis está muertísimo y apenas si mantenemos una relación. Por mí que vivan felices comiendo putas perdices, pero creo que me molesta la idea en sí del compromiso. En especial cuando me llegaron rumores… —Hablamos de eso y decidimos dejarlo correr —rememoró el rubio levantando el índice—. Está por casarse, las malas lenguas siempre corren más rápido. —¿Y si realmente es así? ¡Estamos hablando del mismísimo Dennis “me voy porque tengo miedo a comprometerme y quiero coger a cuanta persona encuentre” Atkins! —redobló ella—. Tiene veintisiete años, un futuro en la política, ¿y sigue comportándose así? Ethan meneó su diestra natural, rascándose la afeitada barbilla a continuación.
—Cariño: ya está. Si él hizo esas cosas, es su problema y va a tener que enfrentar las consecuencias cuando llegue el momento. —No es eso, Eth. Es que el maldito tarado la lastimará y no quiere aceptarlo. —Se adelantó un poco en el asiento y lo miró—. Yo estuve ahí, se lo que es que Dennis Atkins te ponga el cuerno una y mil veces. ¿Y ahora a Kelly? ¿Quién verdaderamente lo ama? —Chels, basta. Si él se quema con fuego, que se queme. Tu ya eres una hermosa mujer con una vida estable, un marido perfecto que te adora con la vida y unos hijos preciosos que te verán mañana en la mañana. —Chelsea resaltó el auto halago—. Soy divino y agradable, eso es indiscutible. Ahora: vamos a ir a esa boda, comeremos lo que nos den y nos iremos. ¿Feliz? —Si, mi “marido divino y agradable” a quien yo también amo con locura. Se entretuvieron cantando por un rato. De Keane pasaron a Coldplay, luego a Taylor Swift y finalmente a Franz Ferdinand. Arribaron al destino con tiempo de anticipación. La crema y nata de la política norteamericana se reunió, sumado a los amigos de toda la vida y familiares. Elegancia, perfumes importados al igual que excesiva falsedad: el paquete completo para una cuestionable celebracion. De la mano se hicieron presentes en la enorme terraza. El Club de Campo era un anexo al complejo principal, el Club de Golf de Washington DC, y era un precioso salón con enormes ventanales blancos hacia un complejo de tres niveles de terrazas. Cada una era separado por un puñado de escalones, finas decoraciones con agradables ornamentos; el tercer nivel era el lugar donde los invitados fueron conducidos, lindero al cuidado césped del campo de golf. El dúo pudo ver en la distancia el decorado nupcial: arco con forma de corazón y ornamentos florales, sillas plegables de blanca madera, tul y telas colgantes sobre las sillas, mecidas por la suave brisa de la tarde. Vaporoso, veraniego y con tintes románticos de película. Descendieron con calma hacia el sector de recepción; para desconcierto de la castaña un fuerte tirón la sorprendió en su lado izquierdo del abdomen. ¿Y eso? La pareja saludó s su grupo de años, ahora con dos nuevos integrantes: Sam con Andrew, Delaney junto a su novia Ally, Collin del brazo de Fawkes. El risueño equipo intercambió amorosos recuerdos entre abrazos y sonrisas de oreja a oreja. Todos elogiaron sus vestimentas formales, pero quien más aplausos se llevó fue la futura madre. Su vestido color azul profundo con escote corazón, mangas cortas y ceñido a su figura; la longitud fue correcta para un evento formal; zapatos de tacón cuña, de gamuza negra y boca de pez, con una fina hebilla ajustándolo al tobillo. Maquillaje suave y peinado de coleta con trenzas uniéndose en la cola de caballo. Ethan, fiel a la tradicional figura elegante masculina, vistió un pantalón negro con saco a juego, camisa blanca y moño negro. En las muñecas usó los gemelos que su suegro le regaló, un pañuelo en el bolsillo del pecho y un guante cubriendo su mano biónica. Zapatos color nuez de cuero, de punta redondeada y cordones a juego completaron su atuendo. Bebieron, comieron algunos aperitivos y saludaron a quienes se acercaron. La señora Atkins les dedicó unos cuantos minutos con mucho afecto y cariño, agradeciéndoles por estar presentes en la boda de su hijo. Les estrujó las mejillas (con más cuidado a las mujeres) y las vestimentas. Repentinamente se puso seria. —Se que todo está algo raro entre ustedes, pero les agradezco mucho que hayan venido. —Cruzó sus manos delante del fastuoso vestido gris con falda plisada—. A Dex y Kelly le hacía mucha ilusión tenerlos aquí en su día especial, y quería compartirlo sin importar que hayan tomado caminos separados. Chelsea enarcó una ceja, Ethan le pellizcó el muslo. Quizá no se llevaba tan bien con ella, pero con Delaney y Andrew seguía llevándose razonablemente bien. Trató de mantener rostro de póquer hasta que la emocionada madre se alejó. Se miraron entre todos, conteniendo las respiraciones al igual que los chismes.
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El pasado.
Ayer te ví y sonreí.
No sé sí fue casualidad, si el destino quiso que te volviera a ver o quizás como dicen por ahí, me estabas pensando y el susurro de mi nombre en tus labios me hizo llegar a ti
No lo sé, y buscarle alguna explicación es innecesario o crearle alguna expectativa al encuentro, es irracional. Es más, ni siquiera me viste, no te diste cuenta que pase en frente de ti, y me quedé observado esos grandes ojos cafés, aquellos que en un tiempo expresaron mucho más de lo que tu boca alguna vez me dijo o simplemente fue mi espejismo y jamás supe leer tus ojos y todo fue obra de mi loca mente, en donde allí, prendí una luz de esperanza al pensar que alguna vez, me quisiste.
Sonreí en medio de la nostalgia que me dio el verte, porque sé qué estás bien sin mí, que creces, que avanzas a pasos gigantes y que mi sombra ya ni siquiera te toca, ya ni mis crespos revueltos te alborotan y mucho menos mi boca roja se hace incendio en tu pantalón.
No niego que llega la marea alta en mis ojos y con ella arrasa una que otra perla salada que baja por la playa de mi tez blanca. No, no niego la nostalgia que me da el que ya no estés a mí a lado, pero sé que era lo mejor para los dos, o al menos para mí, ya que para ti prefiero pensar, que solo fui una neblina que se cruzó por instante en tu vida y que cuando me fui, te salió el sol.
Tormentas como yo, no son fácil de llevar y menos de aguantar, tormentas como yo, no se sostienen, simplemente se dejan ser, y tú, tú quisiste catalgorme en la toxicidad de la vida y no comprendiste mis falencia y mucho menos los dolores que con tus acciones se detonaban a reventar en mi pecho y Tú, tú no me querías en tu vida. Y esto lo sé, porque aunque cerré las puertas, ayer me dí cuenta que dejé sin querer ventanas abiertas y te pudiste colar como un vil ladrón por alguna de ellas y no, solo respetaste mi decisión, sin alguna intención de tan siquiera cruzar por la calle de mi corazón.
Lo juro, me mordí los dedos para no enviar ese mensaje de: "Hola, cómo estás"
Me tragué el suspiro, para que de mi alma no salieran corazones de amor y más bien, solo fuera un sollozo de "qué bien que estás" ...mi amor.
Pero lo que no pude hacer, fue callar mi mente, esa tenía que venir y explotar en letras que jamás leerás, estas letras se acaban de pintar con la tinta que se derrama aún en mis ojos, al creer terminar un texto inconcluso que se queda a medias, porque no dejo salir por completo mis sentimientos.
Cómo si valiera la pena gritar, si estás sordo.
Cómo si valiera la pena pararme en frente de ti, si estás ciego.
Cómo si valiera la pena cerrar los ojos y hacer que me sintieras en tu piel, si estás insensible al tacto del amor
Cómo si valiera la pena terminar esta prosa, cuando desconoces la verdadera poesía, aquellas que por un año, fueran tan tuyas, tan pero tan de ti, que las tiraste en la cisterna del olvido, por no saber leer la versos de mi corazón.
Pasado, eso eres, y allí te debes quedar, y espero que el destino no sea otra vez cruel conmigo, y me vuelva a cruzar en tu camino. Espero que ya no me pienses más, porque sé que no tienes los pantalones para quitarte la venda y el orgullo de tu corazón y decirme: aquí estoy.
Paola Maldonado
7/12/23
Mi Perverso y Yo
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la-semillera · 4 months
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ESTHER FERRER & GUADALUPE GRANDE
Jardín de las variaciones
Aún no había llegado la maleta de los objetos perdidos, la caja de seda para los zapatos anfibios, es decir, el pequeño ataúd para tu mano.
Cegada por la luz de otros días, giras el rostro hacia la tarde: el caracol deja su baba transparente sobre la fotografía, una silla en el mar de los días y un muro de viento que empuja el brocal del recuerdo convertido ahora en ceniza, nunca estuvimos allí, a la orilla de aquel jardín, al borde de la distancia, en el párpado de aquel naufragio blanco, festejando las nupcias de los animales de la nostalgia en el umbral de la escarcha.
Y ahora miramos absortos las horas con la infancia atravesada en los labios, quietos, muy quietos, recostados en el muro de viento antes de que desaparezca este copo de ayer que arde en nuestra pupila: arde la muleta para el pie que nunca tuvimos, y en ese instante somos sólo eso, una ráfaga de miedo en el viento.
* Un mirlo atraviesa el jardín, lleva en su pico rojo la vela azul para nuestros años, lleva, entre salto y vuelo, la esquirla de hielo bajo su lengua de flecha, la gota de cera para la doble despedida de nuestra edad.
La cicatriz cruza el jardín hacia el agua, la vereda parte los días y deja una escama del silabario, una brizna de días en el monóculo del tiempo que se balancea en la dulce higuera, funambulista del extravío para la correa del lazarillo del porvenir. Imposible mansedumbre del vigía, inútil docilidad de quien se ata por vez primera los zapatos con el crespón de los átomos del duelo.
*
Sea el diente de leche quien tire del pomo de la puerta.
Viene y va la caligrafía del tiempo, viene y va.
Está lejos la luz y no importa, lejos las mariposas del olvido, las que callan su memoria, lejos la raíz del vocablo que florece en el aroma, lejos la cuchara con su hueco, con su nido de levadura, el pan ácimo lejos, lejos el pabilo, el aceite y la oscura leyenda del cuenco con su hondura, está lejos la vida y no importa.
*
Al otro lado de la vida, al otro lado de la infancia, al otro lado del jardín.
Todos se han ido y sólo queda regresar.
Giran los días, giran bajo la púa de nieve, bajo la implacable batuta del porvenir, hipótesis de luz en la sombra, al otro lado de la dársena, donde el ala pliega su duelo, donde el perro esconde tu mano en la grieta del muro y el pez muerde el sedal, la semejanza que hilvana el vestido para el viaje de las últimas cosas, la incesante madeja, fundación de penumbra en la penumbra.
Un soplo, un resplandor, la nieve. Hoy, mañana, nunca, cuando ayer y hoy son ya un mismo día en tu corazón.
Entonces, el regreso, para llegar al lugar donde la cicatriz siembra su íntima voluntad, texto borrado donde te sientas a escuchar los días mientras el mundo gira cuando cae la noche. Aquí.
_ Guadalupe Grande. de «Hotel para erizos» Calambur Editorial, 2010
_ Las cosas, performance, Festival Le Lieu, Québec (Canadá), 1990 © Esther Ferrer, VEGAP, Bilbao, 2018. Foto: F. Bergeron.
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magneticovitalblog · 9 months
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"Las Sombras del pasado"
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En las sombras del pasado, en silente calma, yacen recuerdos que el tiempo no desarma, huellas profundas, marcadas en el alma, historias vividas que aún encuentran su trama.
En el telar del ayer, tejimos sueños dorados, pero también enfrentamos días nublados, cicatrices y heridas en lo más profundo, pero aún así, emergimos con el mundo.
Las sombras del pasado, como un eco persistente, nos hablan de momentos, de luchas y coraje, nos muestran que somos más fuertes de lo que parece, que la resiliencia es nuestro mayor equipaje.
Las cicatrices son símbolos de batallas ganadas, de lecciones aprendidas en noches estrelladas, caminamos con orgullo, con pasos decididos, porque el pasado nos forja, nos hace resilientes.
Las sombras del pasado no nos hacen prisioneros, sino que nos dan alas, somos verdaderos guerreros, cada desafío, cada obstáculo superado, nos ha convertido en lo que somos, en el presente anhelado.
Así, en la penumbra de la historia vivida, encontramos la fuerza para seguir la vida, las sombras del pasado, con su toque de nostalgia, nos recuerdan que somos la luz en nuestra propia biografía.
En las sombras del pasado, hallamos la razón, para buscar la luz en cada nueva estación, cada amanecer es una oportunidad dorada, para dejar atrás las penas, seguir la jornada.
Los errores cometidos, los fracasos vividos, son piedras en el camino que nos han dirigido, hacia la fortaleza que llevamos adentro, un tesoro oculto, un poder siempre sincero.
Los recuerdos dolorosos, como hojas en el viento, nos enseñan que el sufrimiento es solo un aliento, un impulso para crecer, evolucionar, y descubrir en nosotros la capacidad de amar.
Así, en las sombras del pasado, hallamos el arte, de transformar las penas en una nueva parte, de nuestra historia, una lección valiosa, que nos guía con firmeza hacia la senda hermosa.
La resiliencia florece como una flor en la tormenta, nos muestra que el alma humana es resistente, y en cada página escrita en el libro de la vida, las sombras del pasado son la luz compartida.
Así avanzamos, con la esperanza como guía, en este viaje que es la vida, día a día, las sombras del pasado, un recordatorio fiel, de que somos capaces de sanar y renacer en nuevo papel.en otro guion protagonista de una novela quizas nunca acabada,pero si soñada.
En el lienzo del tiempo, somos autores y artistas, tejiendo historias con momentos que resisten, las sombras del pasado, aunque a veces duelen, nos muestran que en el corazón humano, la fuerza siempre prevalece.
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sinfonia-relativa · 7 months
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Mi despedida
En las sombras del ayer, Dani Lu,
un poema de desamor se teje en mi alma azul.
Juntos bailamos en un sueño efímero,
donde el amor floreció, mas no fue duradero.
Tus ojos, luceros que iluminaban mi cielo,
ahora son sombras, destellos en desvelo.
Caminamos por sendas de risas y complicidad,
pero el destino trajo consigo la oscuridad.
Promesas susurradas en noches de ensueño,
se desvanecen como hojas en otoño.
La brisa lleva consigo fragmentos de un "para siempre",
que en la realidad se deshace y se pierde.
En el eco del silencio, resuena el adiós,
cuerdas de un amor que rompió su voz.
Dani Lu, tu nombre se torna en eco lejano,
un recuerdo amargo en el rincón de mi piano.
Así concluye la danza de dos almas errantes,
se separan los destinos, se apagan los amantes.
En el lienzo del desamor queda plasmada la herida,
un capítulo cerrado, una historia ya olvidada.
Don Ggatto | Poder decir adiós...es crecer
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danielcalao · 3 months
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El dolor se ha marchado...
El dolor se ha marchado, en el alma un nuevo jardín de alegría ha brotado, antes el corazón estaba maltrecho con tu adiós que me llegó sin avisar, ahora se desvanecen las sombras que nos llenaban de miedos y las cicatrices del pasado sólo son testimonio que hemos sido capaces de superar la tristeza del ayer...
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ÉXODO 3:13-15
Yo soy el que soy
¡Todos buscamos estabilidad! ya sea en nuestras actividades cotidianas, en lo relacional, lo económico, en nuestra fe. Siempre estamos buscando seguridad y garantías para evitar sorpresas o desilusiones en nuestro camino.
Esto también lo podemos ver en la Escritura: cuando el Señor eligió a Gedeón para dirigir al pueblo contra los madianitas, Gedeón pidió señales que confirmaran que Dios estaba realmente con él. Al conceder a Ezequías otros quince años de vida, Dios hizo que la sombra retrocediera diez grados en el reloj de Acaz como prueba del favor divino. Tomás necesitaba ver para creer que Jesús había resucitado, y así varios ejemplos.
Como podemos ver, la búsqueda de seguridad y certezas es parte de nuestra naturaleza humana. No obstante, a través de la vida de Tomás, Jesús nos da una gran enseñanza: son bienaventurados aquellos que creen sin necesitar pruebas concretas. La certeza de Dios no está en lo sobrenatural, sino en una fe firme en el poder de su nombre.
Cuando Dios llamó a Moisés desde la zarza ardiente, le ordenó que regresara a Egipto para liberar al pueblo de la esclavitud, y le aseguró: "Yo estaré contigo". Moisés, sin embargo, tenía dudas sobre esta tarea y comenzó a hacer preguntas, entre ellas, cuál era el nombre que debía dar si los israelitas le preguntaban quién lo enviaba.
La respuesta de Dios a Moisés fue profunda y tiene gran relevancia. Dios le dijo: "Yo soy el que soy”, y esto es lo que tienes que decirles a los israelitas: “ Yo soy me ha enviado a ustedes”. La expresión "Yo soy" significa que Dios no cambia, no da marcha atrás, no retrocede, es digno de confianza, él es.
En la antigüedad, un nombre no era una etiqueta o una forma de identificación; era más que eso. Era una manera de describir las cualidades y rasgos únicos de una persona, y transmitía quién era en su esencia. Cuando Dios se presentó como "Yo soy", le dio a Moisés y al pueblo la seguridad de que cumpliría su promesa de llevarlos a la libertad. A través de este nombre, Dios mostró que era una garantía sólida de que cumpliría sus promesas. Así, el pueblo podía confiar plenamente en que el Señor estaría con ellos y nunca los abandonaría.
En el Nuevo Testamento, a Jesús también se le presenta con la expresión "Yo soy", de hecho, el autor de Hebreos explicó este significado diciendo que "Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre". Por otro lado, en el libro de Apocalipsis, el Señor se presentó a Juan como el "Alfa y la Omega, el que es y que era y que ha de venir". Estos versículos nos aseguran que el Señor está con nosotros de manera constante, que es fiel y que su presencia es segura para su pueblo.
¡Es maravilloso saber que las promesas de Dios están con nosotros siempre! La mano protectora del Señor nunca nos dejará desprotegidos o sin su presencia a nuestro lado.
Dios se presentó ante el pueblo de Israel como "Yo soy", él estuvo con ellos en cada paso, desde su liberación de la esclavitud hasta su marcha hacia la tierra prometida.
De la misma manera que Dios estuvo con el pueblo de Israel, está con nosotros hoy y nos dice “Yo soy el que soy. ​​El Señor es nuestra guía hacia la eternidad y nos protege en cada paso. Permite que esta verdad llene tu corazón con paz y confía porque ¡no estás solo!
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