Tukipá - MARCOS
Proyecto Habitacional - Hospedaje
Lo De Marcos, Nayarit, México
2020
Sección - Circulaciones
E’it tiuséijre cháanaka
(Cora)
Yaapú ti’nyúukari tikin a’najpú ityáj náimi ajnáana Náasisaa, Téijkame jemín i cháanaka ajtá i máxkirai, góutaaguaka’a i tabóujsimua yaati’xáata tikin mata’a já guatéchain majtá tyuipuán iyakúi cháanaka japuá.
Muxáj kimenpú góutaaguaka’a ti’kí nájki’ta gojoutyájtua. Áuna me’séira aijme taboujsimua matákua’naxi. Ti’kí aijna tanáana Náasisaa, ukipuapú guatákiinitya’a, yán guajaikagua’xijre uyóujmua mati’jmí jetsán guatyáaki yán miye’ntiné tajapuá. Kapú ain jé’i, matákua’naxi máj akábibii yán juté’e, makaupixii ujetsé mati’jmí chuéj kij tentyóu metya’úrara, ajtá i Taja’as xu’rabe’táana tiuirij tyautyájtua ajpúi tanáana Náasisaa tsíikiri guatyákistaka ukipuá kimen. Japuanpú aijna chuéj utíajka ti’kí goutaíjte aijme tabóujsimua guatáijte máj atapa’tsaren metya’tanya’tiki’káa ayaapú tiutéjbe máj tiunéitan. Ayaapú tiuséijre cháanaka. Ayáj tigua’nyúukari Náayeri.
La creación del mundo
(Español)
Cuentan que un día nuestra Madre Águila, creó a los dioses para que cuidaran el agua y regaran la tierra. Los hizo de algodón y los dejó en una laguna pero ellos se cansaron de estar ahí. Entonces nuestra Madre Águila se los llevó al cenit sin embargo, cansados de estar colgados y con la ayuda de Tajá’a, el Hermano Astro, usaron sus flechas, extrajeron células de su cuerpo y formaron la Tierra. Con un mechón de cabello nuestra Madre Águila,comenzaron a tejer un Tsíikiri u “ojo de Dios”. Entonces la Madre Águila puso encima la tierra y ordenó a los dioses que la pisaran y esparcieran mientras bailaban el mitote. Así se creó el mundo. Así lo cuentan los coras.
Tsíikiri u “Ojo de Dios”
Es nuestra labor como artistas que se ostentan existencialistas explorar cada una de las condiciones propias del proyecto y sus intersecciones para intentar
descubrir el -espíritu- propio del proyecto, no sólo en términos metafísicos, si no, llevarlo por el recorrido (aparentemente) continuo e infinito de los tres planos
descritos por el filósofo danés Soren Kierkegaard, que creemos, es una de tantas guías para encontrar ese punto preciso de la eternidad en el que nos encontramos parados y que constituiría nuestro proyecto como un -individuo- único e irrepetible, que responda de manera eficaz a sus responsabilidades existenciales o su -llamado a ser- (entiéndase individuo como un ente en particular, tratando en medida de lo posible, extraerlo del macro para poder conocerlo en lo micro).
Habiendo explicado lo anterior y asumiendo que está usted familiarizado con nuestra linea de investigación; entonces comprenderá a donde queremos llegar con la anterior cita del mito de la creación cora.
Retomando la metodología de los tres planos Kierkegaardeanos, nos encontraremos primero con el plano estético, seguido por el plano ético (y técnico para la labor arquitectónica específicamente) y consumada la
totalidad de la obra en el plano espiritual; de tal manera que para lograr una explicación íntegra del corolario de las tres etapas, necesitamos conocer a fondo como responde la -individualidad- de nuestra obra a la -eternidad- y que papel posee dentro de la misma. Una nota pertinente para poder descifrar la simple complejidad de nuestro desarrollo arquitectónico (además de lo descrito a lo largo de nuestro trabajo como filósofos) sería pedirle de manera amable que considere que, a pesar de ser el director de la orquesta constructiva, el arquitecto nunca podrá realizar el papel de “Dios y destino” (citando al mismo Kierkegaard); esto constituye el pathos de la concepción arquitectónica. No obstante, padecer no necesariamente quiere decir desarmarse y es ésto también un absurdo.
Detalle - Jardineras
En éste orden de ideas, podríamos citar a tantos y tantos arquitectos ensimismados con sus ideologías heredadas que caen en la misma desgracia que aquellos quienes permiten que el mercado decida por ellos perdiendo por completo su individualidad (si es que lograron siquiera cuestionarla a priori); deberá concedernos amable lector, que un proyecto arquitectónico que responda de manera óptima e íntegra a su -llamado a ser- suma las idiosincracias de todos los individuos involucrados y sus necesidades, atendiendo así todas las -variables humanas-, como podría ser: el cliente, los obreros, los usuarios, la mano del arquitecto que diseña, los inversionistas, los ingenieros, etc; las -variables medioambientales- que comprenden a la naturaleza y sus consecuencias, siendo algunas: edafología, orografía, orientación solar, predominancia de los vientos, etc; y las -variables sociales- correspondientes a la terra patrum del emplazamiento y su desarrollo a través del corto periodo de eternidad en el que se ha gestado el proyecto; entiéndase esto último como la historia propia del lugar, sus habitantes originales y, en ocasiones como la presente, el fin por el cual se convirtió en objeto de culto (pensando en Wirikuta o el puerto de San Blas para la región del Gran Nayar). Nada menos que esto, amable lector, constituye una obra arquitectónica y su propio -espíritu-.
Vista - Terraza de azotea
Habiendo hecho la apología anterior, describiremos el -plano estético- de nuestro proyecto, no porque éste sea el más importante, si no, porque éste es el resultado tangible de las demás etapas de la existencia del proyecto. Comenzaremos también con él, puesto que éste plano es el que atañe a una presentación conceptual per se, de manera que según se avance en el proyecto se irán definiendo los demás planos sucesivamente hasta lograr encontrar, en medida de lo posible, el tan añorado -espiritu individual del proyecto-
Vista - Departamento Tipo
Concebido como un monolito de tierra, buscamos hacer alusión al mito citado al principio de nuestra presentación. Los elementos que componen al unísono el proyecto son abstracciones del mito empleadas para un uso definido; por ejemplo:
La celosía de madera en la fachada para representar el puñado de cabellos con el que la -Madre Águila- tejió el ojo de Dios y sostiene el universo entero (de ahí su orientación vertical), al mismo tiempo que crea una celosía para dar privacidad y regular la entrada de luz hacia los departamentos más expuestos a la calle.
El acabado monolítico del enjarre de tierra que además de hacer honra a su pasado constructivo, nos dotará de regulación térmica dentro del departamento y simbolizará dentro de la sinfonía los pedazos de sí mismos que arrancaron los dioses para poder conformar el globo terráqueo.
El tragaluz principal y los jardines escalonados darán acceso uniforme a los asoleamientos y una visual constante a los departamentos, simbolizando también el ojo de Dios mismo que refiere la creación cora.
Vista - Fachada
Como fue mencionado anteriormente, amable lector, la obra arquitectónica depende en gran medida de los involucrados, por lo que se respetó de manera íntegra la idea original del cliente para la distribución y los espacios; de tal manera que nuestra labor como arquitectos para el presente proyecto se trata de buscar lo intangible, dado que lo tangible ya estaba predispuesto.
Es de esta manera como finalizamos con la presentación integra del -espíritu- del proyecto, la piedra angular que no solamente sumará en cuestiones estéticas, si no, que se convertirá según se habite, en un autentico -Tukipa-; un espacio de convivencia y espiritualidad propio de la región, contemplando así, su pasado y presente futuro; siempre buscando que la región del Gran Nayar nunca palidezca ante la inevitable fuerza homogeneizadora y fomentando así, el empoderamiento cultural necesario tanto para los habitantes previos como para los espectadores.
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