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#evitando el amor
conini-tanza · 4 days
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Salud! por esas cartas de amor, que llevan un pedacito de mi corazón pero nunca te entregaré...
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n7raul · 5 months
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Yo le voy a decir algo que usted esta olvidando, y es que usted es una reina, usted es una guerrera, usted es única en este mundo y no importa lo que le digan los demás o lo que opinen, porque eso no la define, ni la describe. Y si, yo se que va a leer esto y por eso se lo dejo escrito acá también, porque así es el universo.
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mini-iceberg · 2 years
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Sufres tanto por amor que terminas cerrandote para que nada ni nadie pueda volver a herirte.
-Mini-Iceberg
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lvsliv · 1 year
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No sé cómo quitarme ese freno, no tengo las herramientas, no sé cómo hacerlo
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junmsli · 3 months
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heated
pairing. felipe otaño x reader
cw/tw. smut, oral sex (pipe recibe), unprotected sex, pipe!celoso, relación establecida, afab!reader/pronombres femeninos, otra vez siento que me olvido de algo
word count. 1.8k+
rating. +18
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"¡no podes estar tan cerca de fran y pretender que no me joda!" pipe suelta con furia, ambos de pie en la sala de su apartamento frente a los muebles, tú con un semblante exasperado y él manteniendo un rostro enojado, sus rasgos están tensos y su mirada es fulminante.
“fran es solo un amigo cercano, feli, ¿no es eso obvio?” tratas de razonar pero pipe no busca entender la situación, quiere dejarte en claro que la sola idea de verte cerca de otro hombre le causa repulsión.
“me importa una mierda si es amigo nuestro o no, no puede ser tan pegajoso y cariñoso con mi mujer.”
"feli, entiende que esa es su manera de expresar cariño. por favor, bájale dos líneas a tus celos", exclamas con un suspiro, exhausta de la situación. felipe simplemente rueda los ojos, incapaz de comprender.
no puedes negar que fran ha permanecido cerca de ti durante gran parte de la noche, pero comprendes que sus intenciones no son coquetear contigo ni interferir en la relación con felipe. para él, el contacto físico es su forma natural de mostrar afecto, pero eso no lo convierte en alguien que busca seducir o romper relaciones, eso lo sabes con certeza.
aún así, pipe está furioso, cegado por los celos al imaginar que estás con alguien que no es él. “seré tan celoso como quiera si se trata de vos” te mantienes en silencio por unos segundos, evaluando la situación.
“feli, soy tuya, ¿entiendes?” dices mientras rodeas su cuello con tus manos. él baja la mirada hacia tus brazos que lo envuelven, incapaz de resistir el contacto, coloca sus manos en tu cintura y la acaricia lentamente. su expresión enfadada titubea por un momento, exhala un suspiro y asiente.
“lo sé, bebé, pero me pone mal verte con cualquiera.”
suspiras suavemente y ríes, encontrando cierta diversión en su actitud, que a su vez te excita un poco. “fran no es cualquiera,” afirmas, notando cómo felipe aprieta la mandíbula una vez más, cansado de tus intentos por defenderlo. “sabes a lo que me refiero. es tu amigo, mi amigo, y nunca intentaría nada.”
él niega con la cabeza y retira sus manos de tu cuerpo. “¿podes dejar de mencionarlo, por favor?”
“¿tanto te molesta?” comienzas a molestarlo, retirando tus manos de su cuello y colocando las suyas de nuevo en tu cintura, para luego volver a posarlas en su cuello. llevas tus labios a su mejilla izquierda, la que lames por un par de segundos y depositas un dulce besito, jugando a la inocente.”dale, qué tal si se te pasa tu mal humor y vamos a la cama.”
la furia en su rostro titubea una vez más “¿te calenta verme todo celoso, no?”
“feli…” dices y acercas tus labios a los de él. “dale, vamos a la cama.” felipe toma tu mentón y aprieta ligeramente, sin lastimarte. 
“no respondiste mi pregunta.” dice tu nombre y te mira fijamente en espera de tu respuesta.
“sí amor, me gusta cuando estás todo celoso conmigo, me gusta mucho.” dices, sus ojos conectados a los tuyos, saben lo que está por venir, este juego del gato y el ratón que les encanta es solo parte de su juego previo.
“¿te gusta o te calienta?” felipe cuestiona.
“¿no es lo mismo?” dices y acercas finalmente tus labios a los suyos, el mero pensamiento de sentir su boca contra la tuya te enloquece, pero pipe tiene otros planes y voltea su cara evitando lo que tanto esperabas. “¿feli?”
“seguís sin contestarme, no le doy besos a atrevidas.” pipe suelta y tú cara se transforma en una de sorpresa por unos segundos.
“te odio.” musitas y pipe alza una ceja.
“¿ah sí? ¿posta vos no sos la misma que me rogaba que me la garche hace menos de un minuto?”  ahora es su turno para que sus manos vayan a parar a tus mejillas.
“feli… me calienta tanto cuando te pones celoso conmigo, solo puedo imaginarte así de enojado mientras me coges duro” sueltas finalmente. pipe une sus labios en un acalorado y totalmente sucio beso, su lengua se convierte en una intrusa dentro de tu boca, ambas sucumbiendose ante el deseo de sentirse.
sin separarse, empiezan el recorrido hacia su habitación, pipe mantiene una de sus manos en tu cintura, usa la otra para mover la manilla y abrirles paso en su cuarto, aún con la pasión del momento, te sienta en la cama mientras se mantiene de pie. comienza la labor de quitarse su ropa y tú lo sigues quitando la blusa de tu cuerpo, dejándote en brasier, las bragas y tu falda. pues antes de poder continuar, un pipe desnudo niega con la cabeza y suelta en voz alta; “primero me tendrás en esa dulce boca tuya.” 
asientes y salivas ante el pensamiento de tenerlo dentro de tu cavidad bucal, el deseo por sentirlo y poder saborear su sabor salado humedece tu centro. “bien, follame la boca, por favor.”
“ya que me lo pedís tan dulcemente, te haré mierda.” felipe expresa sin vergüenza, te bajas de la cama y te arrodillas lo más rápido posible, abres la boca, en posición y lista para recibirlo. pipe lucha para no soltar un gemido ante la vista tan obscena. no extiende tu espera por él por más tiempo y tomando su pene en una de sus manos, lo lleva a tu cavidad bucal, tu lengua pasea de arriba hacia abajo por aquella vena marcada en su miembro, sientes tu vagina mojarse aún más ante la sola idea de tu accionar en el momento acalorado.
 “sí, chupame la pija como solo vos sabes.” no lo decepcionas, lo llevas en tu boca como una campeona, pipe toma tu cabello en un moño mal hecho y apresurado, lo jala y empuja su longitud en tu garganta. “la única pija que vas a tener.”
nunca has sido la mejor cuando se trata de los reflejos nauseosos, así que aunque son pocos los segundos que pipe tiene en tu boca, empiezas a lagrimear. 
felipe lo sabe y sonríe con malicia ante tu imagen algo destruida a causa de únicamente él, en caso no quieras seguir siempre puedes decir la palabra segura y no dudaría en detenerse y verificar tu bienestar, pero acostumbrado a tu imagen desecha al llevarlo en tu boca, solo se divierte con ella. “¿te gusta chupármela, no mi amor?”
entra y sale de tu cavidad bucal, hace y deshace. “¿te pensás que podes estar con otro toda la noche y que no me va a joder? ¿tengo que recordarte que el único que te puede tener así soy yo?”
no puedes soltar palabra con él follándote así la garganta, “pues sí tengo que hacerlo, lo haré, pendeja malcriada.” de insultarte a decirte sus apodos cursis designados solo para ti, este momento lo tiene de acá para allá. “esta boquita es solo mía.” dice y tú sólo asientes torpemente, te mueves queriendo perseguir el ritmo que pipe mantiene dentro de tu boca.
hasta que el oji celeste se aleja con lentitud, consiguiendo una mirada un poco desconcertada de tu parte. señala con su cabeza la cama. “dale, en cuatro.” sin querer darle la contra, le haces caso y te acomodas quedando según su orden. procede a ponerse de rodillas en la cama y su miembro queda a la altura de tu mojada entrada. su cuerpo está encima del tuyo, tu rostro y el suyo a la misma altura, pero sin permitirte que lo veas. se presiona contra ti y antes de introducirse en tu intimidad, lleva un dedo a tu clítoris, haciendo movimientos circulares, formando dulces ochos que hacen que la atmósfera se vuelva el doble de pesada para ti y empieces a soltar grandes gemidos. 
“feli… sí sí.” palabras sucias abandonan tu boca. “estoy lista feli, por fa.” le ruegas ganando una sonrisa maliciosa del castaño. 
“¿sí?” dice y acelera los movimientos en tu clítoris, inserta un dedo en tu coño empapado sin detener los dulces toques en tu clítoris. “¿de quién sos?” ruedas los ojos en medio de tu fascinación por la estimulación de parte de pipe, pero decides darle lo que quiere si es lo que necesita para penetrarte.
“tuya feli, toda tuya.” gemidos no dejan de salir de tu boca, felipe lleva su pene hacia tu entrada con el apoyo de una de sus manos, en menos de un par de segundos se introduce en ti sin mucha delicadeza dejando salir un gran jadeo de alivio al sentir tu interior de una vez por todas. “sí sí sí feli, m-más más.” dejas salir, los que para felipe, son los gimoteos más dulces que ha escuchado en toda su vida. 
“sos mía, cada centímetro.” continúa con un delicioso ritmo dentro de ti, saliendo y entrando, lleva ambas manos hacia tus caderas para arremeter con más rapidez y fuerza. su pene felipe cierra los ojos en contra de sus deseos de ver tu figura desmoronándose, toca ese dulce punto en tu interior dónde se mueve con destreza. la habitación se llena del sonido obsceno que causa el choque de ambos cuerpos, embiste tu interior con determinación. “mía, sos solo mía.”
“si feli, por favor, por favor.” tus gemidos no se detienen mientras apoyas tu cabeza contra la sábana, el placer nubla tu mente haciéndote pronunciar las palabras más sucias para incentivar a pipe a seguir con su continuo vaivén en lo profundo de tu coño. “soy tuya.” 
felipe sostiene un rostro sumido en la satisfacción, su mirada fija en tu cabeza inclinada contra el colchón “feli, más.” ruegas sin un atisbo de vergüenza, tus manos se convierten en puños, tu boca abierta soltando todo tipo de incoherencias.
“nadie más te hará sentir así, solo yo ¿entendés?” asientes con dificultad, logrando que pipe niegue,  “respondé usando esa boquita” sus manos se deslizan lentamente a tu cintura donde deja suaves caricias, en contradicción a sus duros y rápidos bombeos en tu interior. 
“s-sí feli, solo tú, te lo juro.” el castaño toma tu palabra, la manera en la que te lleva no es como ninguna otra anterior, te folla como si su vida dependiera de ello y no hace falta más para que sientas tu orgasmo llegar a cada parte de tu ser. felipe no tarda en notarlo, gracias a tu característico aspecto consumido por el reciente orgasmo, que por cierto, siempre disfruta registrar en su memoria. 
disminuye la rapidez de sus movimientos penetrándote de forma pausada en búsqueda de su propio clímax. “correte en mí, por fa.” suplicas, jadeos de cansancio y satisfacción acompañan tu pedido. 
“te dejaré toda llena, ¿querés?” accedes de manera casi automática y después de sólo unos pocos segundos derrama toda su carga en tu interior. permanece dentro de ti unos minutos más, permitiendo que ambos se recompongan.
“¿ya no estás enojado?” rompes el silencio que lejos de ser incómodo, les trae calma a ambos, volteas para afrontar la deliciosa vista de un felipe recién follado.
quien solo rueda los ojos y con una sonrisa juguetona replica “sos una conchuda.”
-
wn: llevo bastante sin subir un os pero les juro que no tenía nd de inspiración. espero les haya gustado <3 tengo algunas requests que seguro tomen tiempo pero espero darles T - T 
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xexyromero · 3 months
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double trouble. matias recalt x fem!reader x pipe otaño
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fem!reader, matias recalt x reader x pipe otaño, menage, smut.
cw: +18!, ménage, nipple play, dirty talk, matias sendo implicante.
sinopse: seu amigo matías te chama pra fazer um menage com outro amigo.
wn: baseado totalmente na mensagem anonima que recebi dizendo q pipe ia ficar chateado e fazendo bico caso a leitora falasse de menage nao aguentei
pipe fez bico. 
matias soltou um suspiro cansado, embora mantivesse os dedos de dentro da sua buceta e os movimentos continuassem rápidos e certeiros. seus dedos do pé se curvaram e você segurava um gemido. já era a terceira discussão que os dois tinham desde que começaram aquilo tudo.
“cara, pelo amor de deus. ou fode ou sai de cima.” reclamou o argentino mais novo, dando um tapa (até forte demais) na cabeça de pipe. 
“pô, mas não é sobre isso.” felipe ponderou, alisando o local que matías bateu, se afastando e ficando de joelhos na sua frente. ele aproveitou o movimento alheio e tomou seu peito com tudo na mão, apertando o seu mamilo com maestria. 
a sua situação não podia ser pior (ou melhor?).
matías era um amigo querido seu, com o relacionamento aberto, que te convidou para participar de um ménage com outro amigo dele. a desculpa é que esse amigo nunca tinha vivido a experiência e que todos os outros amigos do mesmo grupo já tinham. 
você jamais ia entender homens - mas topou de primeira. matías dificilmente te metia em enrrascada. 
colocou seu vestido mais colado, curto e rumou para o apartamento de recalt. todos os envolvidos já sabiam bem o que aconteceria. não teve mistério - beberam um vinho, se apresentaram (afinal, você não conhecia felipe) e foram direto para o quarto do mais novo. 
tudo estava tranquilo durante a pegação - os beijos compartilhados, a roupa arrancada. matías e felipe não se tocavam (homens e sua maldita heterossexualidade rígida), mas compensavam te tocando em tudo que era lugar. 
finalmente foram para a cama. matías te colou no próprio peitoral, te deixando nua e exposta para felipe fazer o que quisesse. 
uma pena que não paravam de brigar. no meio do caminho, pipe havia decidido que gostou muito de você e que queria te encontrar fora daquele contexto. 
“se você continuar com drama, felipe, quem vai broxar sou eu.”
“mas eu não broxei!” ele bufou. os movimentos dos dois iam te enlouquecer. “eu fiquei afinzão dela. não posso gastar uma primeira vez assim.”
matías estava a ponto de se levantar, gritar e espancar pipe. 
“cara, você leva ela pra sair depois. come ela só vocês dois, com vela, buquê e o caralho. finge que não conhece.”
“não tem como fingir não conhecer, matí! eu tô com a mão no peito dela!”
você estava a ponto de gritar. era muita estimulação ao mesmo tempo. pipe levou os dedos a boca, umedeceu e voltou apertando seus mamilos. agora os dois ao mesmo tempo. 
“princesa.” matías chamou sua atenção, usando a mão livre para levantar seu rosto. você virou a cabeça com dificuldade para olhá-lo. “diz pra esse pau no cu que buceta é que nem roupa, lavou e tá nova. por favor?” piscou os olhos em falsa inocência. 
você não estava mais aguentando. pipe com a mão nos seus peitos, matías com a mão na sua buceta. os movimentos cada vez mais precisos, mais loucos, mais necessitados. você mexia os quadris a fim de mais fricção. 
“eu vou goz-” antes que conseguisse falar, matías tirou a mão de dentro, acalmando o ritmo e, embora continuasse te masturbando, evitando o clitóris. ele queria que você durasse mais. você soltou um suspiro chateado, mas entendeu. 
“tá vendo, cara? a primeira vez que eu vou ver ela gozar e você tá aqui no meio.”
“felipe, ou você fode ela agora ou eu te jogo pra fora do quarto.”
“nossa, morreu o romantismo.” pipe falou com ironia, soltando seus peitos com frustração e com certa violência. você gemeu. “tá tudo bem, viu?” falou, pela primeira vez, olhando nos seus olhos com muita gentileza. “eu vou te levar pra jantar. você só precisa dar se você quiser.” você não aguentou e soltou uma risadinha. 
“quem não te conhece que te compre.” matí riu também, dirigindo o olhar a você. deixou um beijinho na curva entre seu pescoço e ombro. parou com as mãos, as usando para abrir suas pernas ainda mais. 
seu interior molhado, estimulado, aberto assim aos olhos de pipe quase te levou ao clímax ali mesmo. felipe te olhava, as bochechas vermelhas. o pau esquecido dele rapidamente endureceu. 
“fode ela, pipe. a buceta dela tá no ponto.” o argentino mais novo sussurrou no seu ouvido, mesmo que a mensagem fosse para o outro. 
sem enrolar mais um minuto, pipe se aproximou, te penetrando com cuidado. te olhava o tempo todo, vendo seu rosto se contorcer e relaxar na medida que sua buceta ia se acostumando. ao som do seu primeiro gemido, ele começou a te foder com gosto. o movimento de vai e vem, as estocadas… você não durou muito. ao sentir o contrair da sua buceta, pipe gozou também. matías, que se masturbava, o pau friccionando nas suas costas, foi logo em seguida. 
felipe te deu um beijo calmo e singelo na boca. “me passa seu telefone pra gente conversar?” você só conseguiu concordar com a cabeça. estava acabada. 
“ué, pipe. meu beijo cadê?” perguntou matías, em falsa indignação.
  “vai pra casa do caralho, matí.” e quem deu o tapa foi pipe.
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idollete · 3 months
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– 𝐛𝐮𝐛𝐛𝐥𝐞𝐬, 𝐜𝐚𝐧𝐝𝐥𝐞𝐬 & 𝐡𝐢𝐦   ⋆ ˚。 𖹭
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𝑤arnings: conteúdo exclusivo para +18.
ೀ ׅ ۫ . ㅇ atendendo a esse pedido; enzo!maridinho; enzo!dilf e pai de menina; sexo desprotegido (pero no puede, chiquitas); penetração vag.; breeding kink; termos em espanhol (‘tan desordenada’ - tão bagunceira; ‘dame eso’ - me dá isso); uso de apelidinhos ('princesa', 'bebê', 'anjinho'); masturbação (masc. e fem.); fingering; menção a creampie (?); muita melosidade, romance e palavras no diminutivo; size kink (?).
notas da autora: se enzo vogrincic me dá esse sorriso eu faço QUALQUER COISA que ele me pedir, irmãs, eu não responderia por mim
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– Cálmate, tesoro…Foi só um pesadelo, shhh. Eu estou aqui agora.
Encostada na porta, observava com encanto a cena de Enzo acalmando a pequena de vocês, sorrindo ao ouvi-lo cantarolar uma canção de ninar em espanhol, colocando-a para dormir novamente. Antes que explodisse de amor ali mesmo, seguiu em direção ao quarto, suspirando frustrada ao observar a pilha de roupas a serem dobradas e guardadas. O que, com toda certeza, ficaria para o dia seguinte, porque tudo que você precisava agora era de um bom banho de banheira. 
Foi se despindo e largando as roupas espalhadas pelo chão do quarto, deixando uma trilha para trás em direção ao banheiro. Colocou a banheira para encher, aproveitando para acender algumas velas aromáticas, deixando o cômodo com um cheirinho aconchegante de baunilha e na água despejou sais de banho de lavanda. Depois de escovar os dentes e fazer uma skin care rápida, não perdeu tempo e logo já estava imersa em meio às bolhas, sentindo todos os músculos relaxarem. 
Soltou um gemido baixinho em deleite, fechando os olhos e apoiando a cabeça em uma das extremidades do acrílico. Enzo, atraído pelo aroma já familiar, foi até o quarto, não evitando o riso ao reparar na tua bagunça, tan desordenada, foi o que ele murmurou, recolhendo todas as peças e deixando-as no cesto. No banheiro, sorriu mais afetuoso ao admirar o teu semblante calmo, quase pegando no sono. 
– Cabe mais um aí, princesa? – O sussurro te despertou, te fazendo abrir os olhos e sorrir para o uruguaio. 
Você assentiu, chegando o corpo para frente para que Enzo se aconchegasse ali. Observou quando ele se despiu, correndo o olhar rapidamente desde o rostinho com um semblante cansado até o físico atraente, deitou a cabeça nos joelhos, com uma expressão bobinha de amor, o sorriso travesso de quem não negava o quão apaixonada era. Quando ele entrou, se aninhou ao peito masculino, sendo enlaçada pelos braços em um aperto delicado, a presença dele te deixava ainda mais leve, você se sentia segura, apreciada, amada. 
As mãos te acariciavam desde os ombros até as coxas, tua postura encolhida fazia com que Enzo pudesse sentir cada parte de ti nele, nessa troca de calor confortável, envoltos em uma bolha própria, onde nada mais existia ou importava, a não ser a existência um do outro, íntimos em um nível que transcendia o aspecto físico. Você, por sua vez, acariciava a lateral das pernas do uruguaio, arrastando de levinho as unhas contra a derme, sem arranhar de verdade, mas causando um arrepio gostosinho no homem. 
O tempo lhe fez sentir a necessidade de ter os corpos unidos de uma forma diferente, do jeitinho que dava o encaixe perfeito. Por isso, se virou, ficando cara a cara com o marido, sorriu miúdo antes de abrir os braços em direção a ele, ganhando um sorriso mais largo como resposta, aquele que fazia as covinhas aparecerem e que te fazia querer gritar um tiquinho, feito adolescente, porque Enzo era perfeito demais para a sua mente aguentar. 
– Quer colo, é? – Teu jeitinho manhoso mexia com ele do mesmo jeito, deixava bobo, fazendo ele se perguntar como deu a sorte de acabar como uma mulher como você. – Vem aqui, vem, meu anjinho. – Te puxou para pertinho, te colocando com as pernas ao redor da cintura, agarrada a ele feito um coala.
– Por favor, a gente pode ficar assim, tipo, ‘pro resto da vida? – Perguntou, abraçando-o e repousando a cabeça no ombro alheio, inalando o cheirinho do xampu que tanto gostava. 
– Não me tenta… – Ameaçou, brincalhão. – Se dependesse de mim, eu já tinha te levado para o meio do nada, passaria o dia todo de chamego contigo. 
A ideia te fez suspirar, sonhadora. Encarou a expressão do uruguaio, acariciando as madeixas escuras, fazendo-o respirar fundo, relaxando diante do carinho. Se aproximou até que os lábios se tocassem em um selinho demorado, as mãos de Enzo percorriam a tua cintura até o quadril, alisando a pele macia das tuas nádegas, não era completamente sexual, só queria te sentir. Foi ele quem aprofundou o contato, no entanto, deslizando a língua para dentro da sua boca, iniciando um beijo calmo. 
Movida pela saudade, você grudou os corpos, espremendo os seios contra o peitoral de Enzo. Arrancou um sorriso do uruguaio quando, distraída, rebolou sobre o colo dele, sutilmente se esfregando contra o membro semi-ereto, embora cansada, teu corpo sempre reagia quando era tocado daquela maneira. O ósculo se tornava cada vez mais babadinho, causando estalos molhados em meio aos arfares que soltavam. Se separaram somente quando o ar se fez necessário, ambos agora ofegantes e com as bocas vermelhinhas, sorridentes. O olhar que recebia era de pura afeição, os lábios lhe envolveram o seio, selando, mordiscando e sugando, toda a pele era revestida pelos afagos do homem.
Sua mãozinha desceu até encontrar o pau mais endurecido, segurando pela base até a pontinha em movimentos vagarosos, fechava o punho contra a extensão, arrancando gemidos arrastados de Enzo, o cenho franzido entregava o quanto gostava do toque. Ele levou a palma até o seu íntimo sensível também, esfregando os dedos longos contra o clitóris, circulando a área e espalhando o seu melzinho até a entrada apertada, deslizou um dígito, depois outro, gentil, te preparando para levar o caralho grosso. 
– Enzo… – Você chamou, dengosa, quando a necessidade se tornou insuportável. 
– Shhh. Eu sei, eu sei, princesa. – Sussurrou terno, te acalmando. Foi ajeitada com delicadeza sobre o colo, sentindo a cabecinha pressionar o caminho estreito. – Vou te dar o que você quer. 
Lentamente, Enzo te fez descer sobre todo o comprimento, pouco a pouco preenchendo a buceta que latejava em excitação, te arrancando um ofego, fechando teus olhos. O olhar dele estava vidrado nas tuas expressões, te encarava com toda a admiração que carregava no peito pela mulher que tinha. Te puxou novamente para um beijo repleto de paixão, mantendo o teu corpinho grudado ao dele quando começou a empurrar o quadril contra o teu, era lentinho, preguiçoso, não tinham pressa para acabar, desfrutavam um do outro. 
Você se segurava nos ombros masculinos, subindo as mãos pela nuca e agarrando o cabelo cheinho, fazia um cafuné e recebia beijos castos sobre todo o rostinho, no pescoço, no colo, te arrancando uma risada boba. Abriu os olhinhos diante da explosão de afeto, se derretendo com o sorriso que o uruguaio te dava, você é tão lindo, sussurrou, sentindo todos os seus pelinhos arrepiarem quando rebolou contra no colo do homem, a posição te permitindo esfregar o botãozinho carente contra a virilha alheia. 
Enzo te fazia se sentir completa quando estava dentro de ti, não só porque ele te deixava estufadinha, alargando todo o caminho, mas porque, desde o princípio, ele sempre pareceu saber fazer a coisa certa para te levar ao paraíso. A maneira como movia o quadril com precisão, atingindo aquele pontinho que te fazia arquear a coluna e estremecer, como as mãos sabiam exatamente onde e como apertar.
Tentava ao máximo se manter de olhos abertos, só pelo prazer de ver as expressões de Enzo, ou encontrar o olhar de adoração, sentir as orbes clarinhas admirando cada uma das suas curvas, fascinado. Se sentia vaidosa, desejada. Acompanhava os movimentos aos poucos, enquanto o uruguaio metia em uma lentidão deliciosa em ti, você rebolava contra ele, espremendo a buceta ao redor da dureza, entorpecida pelos vários estímulos.
– Te quiero, te quiero, te quiero. – Enzo repetia com devoção, a doçura com que falava contigo tornava o sentimento praticamente palpável, você o sentia no ar, dentro de si, no teu peito acelerado, na forma que ele te olhava. A intensidade do olhar aumentou, te hipnotizando com o castanho das íris. – Quero fazer outro filho em ti. – A revelação te pegou desprevenida, mas o seu interior revirou em um misto de paixão e excitação. – Deixa, hm? Quero te deixar cheinha de mim, colocar os meus filhos todos aqui. – Te tocou o ventre com uma mão, acariciando a região. – Dame eso, cariño? 
Sua mão alcançou a dele, entrelaçando os dedos, não sabia ao certo dizer se era o prazer ou a emoção do momento, mas teus olhos se encheram d’água, dominada pelos sentimentos que enchiam o teu peito da mais pura euforia.
Você assentiu, dando a permissão que Enzo tão docemente te pedia, grudando as testas, repetiu o quanto o amava, se entregando ao momento e deixando que ele guiasse ambos até o clímax, sentindo todo o cansaço se dissipando do teu corpo, porque tudo que você precisava para relaxar era de um pouco de bolhas, velas e ele.
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barbiedirectioner · 4 months
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Eu tenho uma one do Harry e do Louis casalzinho bem briguento pq o Louis tá sempre trabalhando e o Harry bem doninha de casa. Ela tá fluindo bem e eu acabei programando ela pro dia 10 de março, ou seja, eu tenho menos de um mês pra que ela seja concluída se eu não quiser que leiam ela toda incompleta. um trechinho pra vocês:
🎀
“— Porra, Harry, para com isso. — Um olhar furioso, foi o que Harry lhe deu ao vê-lo logo abaixo de si, ela esticou seu corpo pra cima ainda tentando pegar o pote de chá e ao perceber que a mesma não ia falar com ele, Louis resolveu aumentar as coisas. — Ouça, querida, não fiz por mal, esqueci de avisar que hoje era confraternização da empresa, acabei esquecendo também do jantar de hoje. Me perdoa, amor — Sua mão subindo pelas costas da cacheada, afagando a mesma e alisando as laterais de seu corpo, a mão rapidamente descendo para sua bunda no que o moreno resolveu descansar a mesma em uma das bandas.
Harry suspirou, fazia tanto tempo que não sentia o toque de Louis em si, era quase como alguém que já havia superado o vício, voltando para o mesmo. A cacheada não se deu por vencido com aquela mão boba, rapidamente estapeando a mesmo e fazendo com que Louis se assustasse.
— Pare você com isso, não sei se percebeu mas estou puta com você, e nenhum tipo de carinho vai melhorar isso — Era verdade, ela podia estar bem carente mas nunca deixava que Louis o manipulasse com aquilo. (bem, nunca era uma palavra muito forte)
A menina desceu as escadas passando por Louis, colocou dois scoops do pó de chá e deixou o copo no microondas, o barulho logo se espalhou pelo ambiente. Ela encostou no balcão evitando contato visual com Louis, que ainda seguia atordoado pelo movimento tão repentino do mesmo.
Fazia muito tempo que eles não faziam sexo, isso era fato. Desde que a bolsa começou a cair, Louis passava muito tempo no escritório fazendo o possível para sua empresa não ser prejudicada e graças a seu ótimo trabalho, não estava sendo. Era fato que isso exigia muito de si, exigia que ele negligenciasse muito de seus momentos com a esposa para que tudo continuasse nos eixos, mas veja, ao menos ele voltava pra casa com muito dinheiro no bolso para mimar sua menina.”
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kyuala · 2 months
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♡ cast de lsdln como letras de claudinho & buchecha ♡
E VAMOS DE BRASILIDADES? gente peço perdão e licença poética aqui pois não sou a maior fã dos claudinho & buceta e coloquei só as que eu já conhecia porém ☝🏼 vi o filme deles esses dias (aliás recomendo muito) e fiquei pensando 💭 como eu tenho síndrome de cast de lsdln (ao invés de cérebro tem só o cast de lsdln na minha cabeça) não pude evitar fazer a ponte mental e saiu essa besteirinha aqui rs espero que gostem! não é necessário conhecer as músicas para ler <3
enzo vogrincic
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é muita ousadia ter que percorrer / o país inteiro pra achar você / mas tudo que eu faço tem um bom motivo / linda, eu te amo, vem ficar comigo
de mãos cheias (ocupadas com bolsas, casacos, documentos e mais algumas coisas que nem ele mesmo se recorda agora) e coração também, enzo só consegue pensar que agora só faltam os braços, ansiosos pela sua presença, enquanto atravessa a entrada da rodoviária a passos largos até você e mira o próprio sorriso espelhado no teu rosto.
"nem acredito que você veio mesmo," você suspira em meio ao calor do abraço, mais para si mesma do que para ele. sabia que a viagem era longa e penosa, ainda mais de ônibus. sente teu peito estremecer colado ao dele quando teu namorado apenas dá uma risada.
"claro que vim, mi amor," enzo responde, se desvencilhando do abraço para te olhar direito agora, admirar cada detalhe - novo e já conhecido - teu. "tudo por você."
agustín pardella
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'tô alucinado pelo seu olhar / vou aonde for até te encontrar / eu te amo demais, você é minha paz / faz amor gostoso de novo comigo, faz
o olhar de agustín te queima da cabeça aos pés, apesar de se esforçar para ignorá-lo - tudo parte do teu jogo, é claro.
"amor, sabe onde coloquei aquele meu shorts escuro?" pergunta, dissimulada, enquanto se dobra sobre o cesto de roupa suja na lavanderia ligada à cozinha, de onde teu marido assiste o teatrinho, tão vidrado que já nem presta mais atenção na tigela e na colher que tem em mãos. faz questão de presenteá-lo com a melhor visão do teu bumbum empinado, pouquíssimo coberto pelo tecido minúsculo e transparente da calcinha, antes de bufar e sair em direção ao quarto, evitando o olhar voraz alheio para não sair do personagem e empregando teu melhor biquinho nos lábios. "eu 'tô com tanto frio com as pernas de fora assim..."
mal consegue esconder o sorriso quando ouve o som da tigela sendo deixada na pia de qualquer jeito, seguido dos passos firmes. sabe que ele não te resiste e o fato nunca perde a graça. o vê encostando no batente da porta e cruzando os braços assim que você se senta na cama de casal, não deixando escapar a forma como o olhar dele recai automaticamente sobre tuas pernas abertas sem vergonha alguma.
"'tá com frio e não coloca uma blusa?" ele indaga, o tom alegre e descontraído de sempre faltando na voz, enquanto fita a própria regata larga que mal cobre teu torso.
você apenas dá de ombros, "gosto de usar suas roupas."
"ah, é?" agustín se aproxima, perdendo tempo nenhum ao te puxar pelos calcanhares, te arrastando até estar deitada na beirada da cama, concordando com a cabeça. teu sorrisinho denuncia que o plano segue invicto, funcionando como sempre. uma das pernas abraça o tronco forte à tua frente enquanto a outra recebe beijinhos castos - fingidos, ardilosos - do homem. "mas pode ir tirando tudo que eu mesmo te deixo bem quentinha rapidinho, nena."
matías recalt
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eu não existo longe de você / e a solidão é o meu pior castigo / eu conto as horas pra poder te ver / mas o relógio 'tá de mal comigo
teu sorriso já vem mal contido desde antes de abrir a porta e entrar no quarto do rapaz. assim que te percebe no campo de visão, matías te fita com os olhos numa mistura de raiva e chateação - sabe que é tudo implicância, entretanto.
"lembrou que tem namorado?"
você sorri ainda mais ao ouvir a voz rouca, caminhando em passos cuidadosos pelo quarto mal iluminado até a cama. "eu nunca esqueço de você, meu amor."
ouve um resmungo qualquer como resposta e segura o riso - tentando não cutucar a sensibilidade do teu namorado ainda mais -, levantando o cobertor e se emaranhando junto ao corpo quente ao teu lado. se já não estava claro antes, tem certeza quando o sente te envolver com os braços, como se fosse um coala, de que todo o showzinho do garoto é só manha. a mais pura manha.
"você sabe que eu só não vim antes porque não consegui, matí," você o lembra novamente, levando uma das mãos a fazer carinho nos cabelos castanhos quando o sente te apertar ainda mais nos seus braços. "'tava muito ocupada no trabalho."
"eu sei," matías lamuria baixinho, quase inaudível se não estivessem tão próximos um do outro. "é que o tempo passa mais devagar quando você não 'tá aqui, bebita," continua, fazendo um calor se espalhar por todo teu peito mesmo sem querer e sem saber. "parece até que o relógio 'tá de mal comigo."
esteban kukuriczka
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quero te encontrar / quero te amar / você pra mim é tudo / minha terra, meu céu, meu mar
esteban sente os joelhos subindo e descendo de nervoso enquanto espera sentado à mesa da padaria, sozinho, mas mal lhes dá atenção. na cabeça não há espaço para outro pensamento agora, apesar de parecer não haver nenhum à primeira vista; culpa do olhar longe e divagado.
se sente feliz pela oportunidade, claro. mas não pode deixar de pensar. o que será que você vai achar? maravilhoso, é óbvio, responde a si mesmo, pois já te conhece como a palma da própria mão - por mais suada e escorregadia que esta esteja agora. mas e os planos que fizeram para o próximo ano? vamos dar um jeito, pensa, nós sempre damos um jeito. mas e se não derem? será que vão aguentar? será que vão se cansar um do outro, se afastar, brigar ou pior, terminar?
esteban mal consegue sentir os calafrios da cabeça aos pés, aqueles que sempre vêm acompanhados desse pensamento assombroso, quando te avista chegar à mesa, se aproximando com o sorriso mais caloroso que já viu. aquele que só você tem e que reserva só para ele.
é lembrado, então, que passarão por esse desafio assim como passaram por todos os anteriores. com a certeza de que são o céu, a terra, o mar, tudo um para o outro. e só isso basta.
fran romero
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amor sem beijinho, buchecha sem claudinho / sou eu assim sem você / circo sem palhaço, namoro sem abraço / sou eu assim sem você
"sai, francisco!" tua voz esbraveja, apesar da risada que a acompanha.
"francisco?!" teu namorado questiona, tão indignado que as mãos quase te dão uma trela e te deixam escapar. quase.
"ué, seu nome é qual?" você insiste em implicar, enquanto ainda tenta se safar dos braços alheios. "se chama de 'amor' você não me escuta, fica querendo me agarrar quando eu falo que quero ficar sozinha. palhaço."
aí sente, então, o abraço perdendo a força. mas a pontinha de culpa vem mesmo quando vê o bico já formado nos lábios do rapaz.
"nossa, mas que namoro é esse?" fran reflete, mais para deixar no ar mesmo do que direcionado a você agora que te vira as costas. "não tem um abraço, não tem beijinho..." continua, com um sorrisinho no rosto, escondido de você, sabendo que nesse momento já te tem nas mãos - quase que literalmente, pois teus braços já se dispõem a encurralá-lo, rindo em meio a mil desculpas, desculpas, desculpas. "não deve nem ter amor mais."
"para, amor!" tua voz quebrada choraminga enquanto você luta para voltar aos braços do teu namorado.
o sorriso segue intacto nos lábios de fran quando ele te olha, negociando: "'tá bom, eu paro. mas só se você fizer um brigadeiro pra gente," pausa, analisando tua face ansiosa para o agradar. "e depois me der quantos abraços e beijinhos eu quiser."
"'tá bom."
fran sorri quando ouve tua voz concordar. "promete?"
e recebe um tão esperado selinho antes da resposta.
"prometo."
felipe otaño
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por que é que tem que ser assim? / se o meu desejo não tem fim / eu te quero a todo instante / nem mil alto-falantes vão poder falar por mim
sinceramente, você gostaria de dizer que não sabe como veio parar nessa situação, mas a verdade é que sabe muito bem, sim, e que a confusão já vem se armando há um bom tempo.
"pelo amor de deus, vida, fala comigo," o rapaz te implora, os olhinhos azuis brilhando sob as luzes neon da balada e você se questiona se ele está mesmo à beira do choro ou se você só está muito louca. "você não me responde, não me atende quando eu te ligo, agora eu te acho aqui se esfregando em outro cara! por quê é que você tem que ser assim?"
"e por quê que você liga?!" você rebate, já aumentando o tom de voz e se exaltando, quase encostando o dedo indicador no rosto de pipe. "não era você que queria deixar sempre bem claro que era só sexo, sem compromisso? pra você poder comer quem quiser? por quê que agora você vem ligar pra mim, hein?"
"PORQUE EU TE AMO, DESGRAÇA!" esbraveja emocionado, o tom de voz superando o volume dos alto-falantes do local, atraindo a atenção de quem dança ao redor. tua pele se incendeia sob os olhares curiosos.
você o encara, incrédula. inacreditável como até para se declarar, num momento que deveria ser romântico, pipe dá um jeito de deixar tudo mais... pipe. é de enlouquecer, de arrancar os cabelos - tanto de raiva quanto de afeto. não tem como negar que o jeito bruto, nada polido do rapaz mexe com você, pois sabe que tudo que vem dele é real, é nu e cru, natural. e sabe que o sentimento, para ele, é recíproco.
"porra e não tinha um jeito melhor de me dizer isso não?" questiona, um pouco mais calma mesmo ao ainda manter a pose de marrenta, se esforçando para ignorar os olhares alheios pro showzinho de vocês. pipe aparenta nem sequer percebê-los, a face tão concentrada em ti que parece lhe causar dor física - já há tempos não consegue prestar atenção em nada que não seja você.
"é que você me deixa louco, maluco, perrita."
"felipe!" desfere um leve tapa no braço do argentino, que logo esfrega o local com a mão numa tentativa de aliviar o impacto e faz uma careta de dor, exagerado como sempre.
"ué, você sempre gostou quando eu te chamava assim," dispara, mas já se preocupa em pedir desculpas atrás de desculpas após teu resmungo de moleque, eu juro por deus. e, como o lema do argentino aparentemente é não aprender nada e te infernizar sempre que possível, sorri ladino quando emenda: "mas é verdade..."
teu olhar o queima.
"não só o lance do 'perrita'", ele logo se justifica e se aproxima de você, apesar de teu olhar desconfiado, e te envolve nos braços fortes, "mas de você me deixar maluco. eu te quero o tempo todo, mi reina."
você ainda o encara com desconfiança e marra, os braços cruzados, não querendo ceder tão cedo, porém o uso do apelido especial de vocês quase a faz deixar escapar um sorrisinho. "eu sei."
pipe ri soprado, o ar quente batendo na tua bochecha com tamanha proximidade quando o argentino roça o nariz na lateral do teu rosto, beijando tua têmpora e se aproximando perigosamente do teu ouvido quando sussurra, "eu sei que você sabe... mas deixa eu te lembrar."
simón hempe
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amor, vou esperar pra ter o seu prazer / seu corpo é mais quente que o sol / eu vivo a sonhar, pensando em você / delírio de jogar futebol
"ACORDA, SIMÓN!"
o rapaz é puxado da perdidão dos próprios pensamentos pelos gritos dos colegas de time, mas nem se preocupa em desviar o olhar do alvo ou em disfarçar o quanto não poderia ligar menos para a partida em andamento. não quando você está lá, sentada na arquibancada de onde torcia pelo namorado até minutos atrás, linda e o incentivando como sempre.
simón já vem observando o desenrolar da cena desde seu início, as mãos apoiadas nos quadris, estático em algum canto da quadra enquanto assistia um dos reservas do time rival se aproximar de você e puxar algum assunto, prontamente continuado apenas pela sua educação de sempre, simón presume. sabe que você não tem intenções a mais do que ser amistosa com o estranho, mas não pode deixar de sentir a pontinha de ciúmes como uma fagulha no peito. ri desacreditado quando reconhece os sinais de que o outro jogador acredita piamente que está te ganhando na lábia quando você não faz mais do que rir de algo que ele comenta.
"porra, irmão, tu veio pra jogar ou pra assistir?" indaga matías, se aproximando do amigo assim que alguém apita o início do intervalo do jogo. simón apenas estala a língua, murmurando um já volto, que é recebido com uma risadinha de matí, já ciente dos planos do amigo.
"e aí, minha princesa?" teu namorado te chama quando se aproxima, te arrancando um sorriso com o pronome possessivo. não é raro ele colocar um minha antes de qualquer apelidinho fofo que tem para você, mas sabe que dessa vez tem um objetivo por trás. objetivo esse que é alcançado assim que manda um e aí, mano nada amigável para o rapaz que se engraçava contigo até agora, fazendo-o prontamente devolver o cumprimento e se levantar dali, se afastando de vocês dois. simón devolve teu sorriso, satisfeito. "escuta, que 'cê acha da gente ir pra casa?" pergunta, laceando os braços ao redor da tua cintura e depositando um beijinho no teu pescoço quando você se levanta e se aproxima, apoiando os antebraços nos ombros alheios. "tenho uma ideia bem melhor pra gente curtir nossa quartinha à noite."
você ri. "e teus amigos? fez tanta questão de vir jogar bola e agora quer ir embora no meio da partida?"
"ah, eles se viram sem mim," teu namorado faz pouco caso, "'tão bem grandinhos já."
você puxa os cabelos escuros da forma mais sugestiva que consegue sem levantar suspeitas em público - e falha imediatamente quando simón puxa o ar por entre os dentes, claramente afetado pelo gesto - e o faz olhar diretamente para você. "não. você vai ficar e vai jogar até o final," decreta, firme. "e, se for bonzinho, quem sabe eu te deixo me curtir nessa quartinha à noite quando a gente chegar em casa."
teu namorado faz a carinha de sofredor que quase sempre te convence a ceder aos desejos dele - quase. "porra, tu só me enrola, hein, gatinha?"
você dá o seu melhor sorriso cínico, tombando levemente a cabeça para o lado e sustentando o olhar que faz teu interior pegar fogo. "e você gosta."
simón sorri de canto, quebrando ele mesmo o contato visual para te olhar de cima a baixo com desejo.
"eu adoro."
santi vaca narvaja
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quando você vem / pra passar o fim de semana / eu finjo estar tudo bem / mesmo duro ou com grana
santi encara a tela do celular, imóvel, analisando de novo e de novo os números descritos na conta no aplicativo do nubank. como pode uma fatura de cartão custar mais que a minha casa? se questiona em pensamento, tão concentrado que mal te vê se aproximando novamente de onde está sentado te esperando dar uma volta na c&a, como de costume.
"pronto, amor, podemos ir," você informa, parando teu passo imediatamente quando percebe o semblante sempre tão amistoso do namorado agora com as sobrancelhas franzidas e os olhinhos azuis cerrados, e o reflete no teu próprio, preocupada. "que foi? 'tá tudo bem? aconteceu alguma coisa?"
"não, 'tá tudo ótimo, amor! não se preocupa," o rapaz já se apressa a te tranquilizar com o sorriso de sempre, levantando do banco de shopping e guardando o celular no bolso; a mão já se direciona pra tua lombar, lugar habitual dela. "como assim 'pronto'? não achou nada de legal?"
você sorri, sem jeito, já sabendo onde esse papo vai dar. "ah, até achei... mas 'tá caro então deixa pra lá. outro dia eu passo aqui e pego."
"não, mas se você gostou a gente tem que levar," santi já começa, apesar do teu olhar de advertência. "amor, vai que alguém leva a última peça que você quer... quem garante que ela vai estar aqui quando você voltar?" questiona, já te puxando pela mão em direção à loja. "não, a gente passa no meu cartão. eu pego pra você, não tem problema."
você o para no lugar na mesma hora.
"santiago, você já gastou demais comigo esse mês. é um lanchinho aqui, uma lembrancinha ali, umas flores lá... e aquela blusa que você me deu que nem terminou de pagar ainda?" você raciocina com o rapaz, arqueando uma das sobrancelhas quando ele apenas dá de ombros. amansa a voz, pois sabe que tudo que ele faz é de coração. "eu te amo e agradeço muito pelos presentes mas é dinheiro demais."
"nunca é demais pra você, meu anjo," santiago se aproxima, aconchegando tua bochecha na própria mão, "você merece o mundo." ele cala sua próxima reclamação com um selinho, já sabendo aqui que não há mais espaço para argumentações. "deixa eu te mimar."
agustín della corte
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e mesmo que eu arriscasse alguém / não seria tão bom quanto é / eu não vou confiar em ninguém / e nem vou me envolver com qualquer
agustín assiste enquanto a mulher se afasta, caminhando de volta ao bar de onde veio em meio à festa. as palavras ficam presas na garganta - sinto muito - pois sabe que, em maior parte, não são verdadeiras. não sente muito de tê-la dito um "não, obrigado", rejeitando seus avanços, por mais graciosos que tenham sido ou por mais atraente que fosse. não sente muito de não ter ido atrás dela, acompanhando-a até o bar para beberem uma juntos a fim de distrair a cabeça - motivo esse pelo qual foi arrastado pelos amigos até à festa em primeiro lugar.
mas, por outro lado, sente muito, sim. sente muito de estar ali agora, sozinho. sente muito de não estar em casa, deitado confortavelmente no sofá e debaixo das cobertas, dividindo um balde de pipoca e assistindo uma comédia romântica qualquer que protestou (fracamente) para não ver. sente muito de não estar com você. e sente muito por você - não no sentido de sentir pena, não. esse nunca foi um dos sentimentos do rapaz por você, que sempre foram muitos em quantidade e intensidade. ele sente muita coisa por você, por vocês. sempre sentiu e agora não é diferente - e nem intenta que seja.
perdido nos pensamentos, agustín saca o celular do bolso, abrindo a conversa com você - abandonada há alguns dias - quase que por reflexo, sem perceber. as palavras enviadas também são automáticas, sem muito pensar ou planejar, pois são as que já martelam na cabeça dele desde que te viu pela última vez.
dale, vida, vamos deixar de besteira, diz a primeira mensagem, prontamente seguida pela segunda: sinto sua falta que nem louco. vamos conversar.
rafael federman
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é que você ignora tudo que eu faço / depois vai embora / desatando os nossos laços
rafael gostaria de ter acordado assim que a cama ficou mais leve, sem a tua presença. ou até mesmo assim que teu calor se dissipou completamente de seus arredores, deixando os lençóis - que horas antes pareciam pegar fogo - frios, gelados. mas sabe bem o efeito que tem sobre ele, para bem ou para mal.
acorda assim que o corpo relaxado permite, despertando do sono profundo que sempre segue as noites ao teu lado e no qual com certeza sonhou com você - até o inconsciente do rapaz busca incessantemente por mais de ti.
não é a primeira vez que acorda sozinho na própria cama apesar de ter ido dormir acompanhado por você. a noite passada foi, entretanto, a primeira em que te disse as tão temidas três palavras, acompanhadas timidamente pelo pequeno pacote de presente que agora repousa sobre a mesa de cabeceira - intocado, imóvel, servindo de apoio para o pequeno bilhete escrito apressadamente no papel rasgado: me desculpa.
rafael suspira fundo e fecha os olhos, inutilmente tentando voltar para o mundo dos sonhos onde ainda te tinha há meros minutos atrás - cada parte do rapaz ainda busca incessantemente por mais de ti.
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lacharapita · 8 days
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PARALELOS - PT. 1
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Pequenos momentos estranhos e nada reais com alguns latinos sedutores
Os latinos sedutores:
- Enzo Vogrincic [Parte 1]
- Matias Recalt [Parte 1]
- Esteban Kukuriczka [parte 2]
- Agustin Pardella [parte 2]
- Simón Hempe [parte 3]
- Blas Polidori [parte 3]
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MATIAS RECALT - FUGIR?
– "Vai embora, Matias!"– Sentada no sofá verde escuro junto com ele você dizia, o olhar evitando ao máximo a figura do argentino, até que as mãos dele seguraram seu rosto, te fazendo não ter outra escolha além de olhar para a figura dele.
– "Não tem nada no mundo que vai me separar de você, nena."– Ele dizia com tranquilidade, ignorando completamente o fato de que seu pai o odiava e nunca permitiu o seu relacionamento com Matias. – "Foge comigo!"– O sotaque se embaralhou e as palavras ficaram confusas.
– "Fodo!"– Você disse, não pensando muito antes de subir no colo de Matias e não demorar para selar seus lábios nos dele, mas as mãos dele agarraram seus braços e te afastaram levemente.
– "No, no! Eu disse FOGE. Foge comigo."– Suas bochechas ficaram vermelhas e você teve vontade de entrar em um buraco fundo. Um "Ah" deprimido e surpreso saiu de seus lábios como um sussurro. – "Mas a gente resolve isso depois, vamo' terminar isso aqui agora."– Logo os lábios de Matias voltaram nos seus e uma sessão quente de amassos que durariam até o amanhecer começou.
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ENZO VOGRINCIC - 'TÁ LOUCO??
— Os gritos e palavras de baixo calão eram ouvidos na casa inteira e talvez até quem passasse na calçada pudesse ouvir também.
– "Deixa de ser paranóica, pelo amor de Deus!"– Ele disse, as mãos grandes passando pelo próprio rosto em total descrença com seu ódio repentino.
– "Paranóica? Vai se foder, Vogrincic. Passou a noite inteira com os olhos colados nos peitos daquela mulher e vai se fazer de sonso?"– Você disse, a voz carregada de desprezo e ciúmes. A verdade é que talvez você tenha criado toda aquela situação na sua cabeça. Enzo de fato conversou com a mulher por menos de vinte segundos [o que pra você foi tempo até demais], mas quando percebeu que ela já estava perto demais resolveu se afastar e te encontrar.
– "Eu CONVERSEI com ela por pouquíssimo tempo, mulher! Se você quer brigar pelo menos arrume um motivo descente para isso."– O olhar dele nunca saia de seus lábios que estavam vermelhos pelas mordidas que você dava na intenção de não deixar as lágrimas nos olhos escaparem. A camisola de seda em seu corpo mostrava muito de suas coxas e Enzo pensava se você calaria a boca caso ele estivesse ajoelhado entre suas pernas.
– "EU TE ODEIO!"– Você descarregou o ódio nessas três palavras, mas a reação de Enzo foi absurda pra você. Olhando pros seus lábios, ele se aproximou e correu para selar os lábios nos seus. Suas mãos pressionaram o peito dele e empurrou o corpo dele para longe. – "Tá louco, porra? Eu aqui putassa e você me beijando?"– Enzo se assustou com suas palavras, se afastou de você e quando alguma palavras ameaçou sair de sua boca, você o interrompeu.
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svholand · 2 months
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𝐥𝐬𝐝𝐥𝐧 + 𝐝𝐞𝐚𝐝 𝐩𝐨𝐞𝐭𝐬 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐞𝐭𝐲 — ESTEBAN KUKURICZKA. 👓📙📻
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𝐖𝐀𝐑𝐍𝐈𝐍𝐆: smut (eu aviso quando começa, então menores podem ler até certo ponto só) mas muito mais fluff + slice of life. ps: imaginem todos os personagens como maiores de idade e eh isso.
𝐒𝐔𝐌𝐌𝐀𝐑𝐘: headcanon do esteban baseado em dead poets society. (um dos melhores filmes existentes, assistam!) eu imaginei ele bastante como o steven meeks, então muito dele foi baseado nesse personagem! 🥺
𝐍𝐎𝐓𝐄: ia desenvolver e postar apenas mais tarde, mas me deu um surto de criatividade para essa headcanon, então tá aí! 🖤
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[ sfw. ]
∿ entrou na welton hellton academy por pura pressão dos pais, que querem que ele siga a área da saúde (mais especificamente: medicina). no entanto, tem um grande amor por eletrônicos. não sabe exatamente o que seria caso seguisse essa paixão porque, na cabeça dele, seu futuro já foi escolhido pelos pais;
∿ é a cabeça do grupo, sempre ajudando os amigos com as tarefas que eles estão com dificuldade porque ele é bom em todas as matérias. porém, o que ele tem mais facilidade de aprender e ajudar é latim, porque tem muito interesse na área e acha divertido aprender uma língua morta. quando quer confundir os amigos, fala algum palavrão em latim;
∿ os melhores amigos dele são fran romero e matías recalt, cujas personalidades são contrastantes, mas trazem o melhor de esteban: fran é o companheiro de estudos e do pequeno clube (de duas pessoas, cof) que montaram sobre eletrônicos. com matías, é porque o menor é naturalmente extrovertido - compensando a introversão de esteban - e porque ele sempre pede a ajuda de kukuriczka em alguma matéria;
∿ como é proibido qualquer eletrônico - além de relógios - em welton, ele e fran construíram um rádio do zero (escondendo dos professores, falando que era um projeto de ciências) e gostam de ouvir rock em uma das torres mais vazias de welton, evitando o olhar curioso dos professores;
∿ não gosta muito de quebrar regras, mas, às vezes (lê-se: quando entrou pra sociedade dos poetas mortos), acha que vale a pena, especialmente sobre quando é por algo que ele acredita;
∿ entrou na sociedade dos poetas mortos sem precisar de muito convencimento, na verdade. inclusive, ele quem convenceu fran de participar do clube. esteban sempre gostou de poesia secretamente e, agora, podia expressar o amor pela arte com os amigos;
∿ usa óculos praticamente fundo de garrafa e não enxerga nada sem eles. odeia quando matías - para zombar dele - pega os óculos dele e esconde em algum lugar;
∿ ele e fran são tão tímidos que se perguntam como eles se aproximaram. a resposta? são colegas de quarto em welton, ou seja, não tiveram outra opção a não ser conhecer melhor um do outro e virarem amigos;
∿ joga xadrez nas horas vagas, um hobby que pegou costume por causa do pai, que o ensinou. é um ótimo jogador e tem muito orgulho disso... exceto quando falam isso para as garotas, aí ele fica com muita vergonha de ser um nerd;
∿ no entanto, apesar de preferir os livros, é um jogador razoável de rugby - o esporte oficial de welton - e joga quando os amigos pedem. geralmente fica como reserva, porque não é a atividade de escolha dele;
∿ gosta de arrumação e, diferente de fran, pega muito no pé dos amigos para que tudo esteja bem limpinho. quando os encontros da sociedade dos poetas mortos começaram, ele encheu o saco de todos para que limpassem a caverna - local onde as reuniões da sociedade acontecem - da floresta que fica ao lado de wellton e mantessem o lugar sem lixo, de preferência;
∿ gosta de poesias clássicas (dos gregos), mas também tem uma paixão secreta por poesia simbolista e parnasiana. gosta bastante da métrica parnasiana por ter uma lógica e, por ser um homem lógico, se sai melhor escrevendo e entendendo esse tipo de poesia;
∿ te conheceu em uma das saídas com os membros da sociedade para uma festa em um final de semana livre que a coordenação de welton deixou com que eles saíssem para passear;
∿ você estava casualmente tentando mudar a música da festa para algo mais animado e, sem querer, acabou quebrando o rádio. ele viu tudo, do cantinho da parede no qual estava encostado e, em um breve surto de confiança, se ofereceu para ajudar a consertar;
∿ a interação teria acabado por aí (porque, apesar do interesse dele e dele te achar linda, ele é muito tímido) se você não tivesse dado o número do seu telefone para ele, deixando bem claro que queria conhecer ele melhor;
∿ naquela noite, os amigos zoaram muito ele, mas também deram todo o suporte necessário e confiança para que ele te ligasse na primeira vez. depois disso, ele sempre dava um jeito de correr para algum telefone público de welton para te ligar e conversar sobre o seu dia;
∿ por ser mais tímido, prefere que você puxe assunto... exceto quando você toca em algum dos interesses dele, aí ele fala igual uma matraca sem perceber (e é extremamente fofo);
∿ traços de personalidade: calmo, gentil, inteligente, leal, lógico, introvertido, pensativo, metódico, influenciável, inseguro.
[ nsfw. ]
∿ a primeira vez de vocês acontece na segunda vez que vocês se encontram, para o choque de todo mundo;
∿ vocês já eram bem próximos por ligação e, quando você teve que voltar para o seu internato - que só permitia garotas - preparatório para faculdade, era difícil se encontrar pessoalmente. quando ele tinha tempo livre, você estava ocupada... quando você estava livre, ele estava ocupado. então, passaram meses se conhecendo por ligação;
∿ matías deu camisinhas de presente pra dele, falando que ele "ia precisar", dando uma risadinha maldosa que deixou esteban todo vermelho... mas, no final de tudo, acabou realmente precisando das camisinhas;
∿ vocês foram para um café que ficava em uma distância razoável para ambos, onde passaram a tarde toda conversando e dando risada sobre assuntos diferentes. só perceberam que o tempo tinha passado quando o barista teve que avisar que o café estava fechando e vocês teriam que se retirar;
∿ na calçada, você achou que o encontro ia acabar por ali, apesar de não querer. esteban achava a mesma coisa, lamentando internamente por não ter tanta atitude para levá-la para outro lugar. contudo, quando vocês foram dar um beijo na bochecha de despedida, se atrapalharam e acabaram dando um selinho - inicialmente vergonhoso, porém não queriam se separar de jeito nenhum, aproveitando aquele momento delicado;
∿ você que tomou a atitude de transformar aquele selar em um beijo de língua, puxando o homem alto para sua altura e beijando-o com vontade;
∿ ele aproveitou para te puxar pela cintura, colando seu corpo no dele e mantendo-a ali em um beijo demorado até que o fôlego acabasse;
∿ ele ficou tímido e todo vermelho quando percebeu que estava duro contra seu corpo só por causa de um beijo, mas aquilo te deu confiança para puxar esteban até um motel mais próximo e ter a primeira noite de vocês ali;
∿ como era a primeira vez de ambos, foi romântico e calmo, ainda descobrindo o que vocês gostavam. isso, claro, foi mudando conforme se encontravam outras vezes e esteban foi ficando cada vez mais confiante...
∿ após ganhar confiança, virou bem mais dominante e mandão. não é muito de falar demais durante o sexo - assim como também não fala muito fora dele -, mas quando fala com aquela voz rouca e te manda obedecer... é o suficiente para que você fique maluquinha por ele.
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mywritingonlyfans · 2 months
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Kuku pai de menina!! X2 🩷🎀 // Esteban Kukuriczka X Reader.
words: 1,3K.
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Sua cabeça doía bastante, o corpo todo na verdade. Você estava encolhida na cama, o cheiro dele ainda no travesseiro, e você desejava se fundir aos lençóis. Mesmo se sentindo mal, com os olhos fechados evitando qualquer clarão, você se viu engajada em prestar atenção na conversa deles.
O combinado era que Esteban levaria Mia à escola e, quando voltasse, te levaria à emergência. Segundo ele, 3 dias doente significavam que já tinha passado da hora de ver o que estava acontecendo. No geral, isso servia para sua filha de 5 anos, mas a preocupação dele sobre você também não era algo que te alegrava.
“Olha pra mim, baixinha. Vai acabar me deixando triste também", Esteban falou, a voz cautelosa, te fazendo sorrir fraco ao imaginar os olhos miúdos e inchados dele cheios de amor olhando para ela. Ele segurou os ombros dela num afago, e o olhar dela encontrou os dele pelo espelho. Mia estava num banco que fazia com que ela ficasse na altura dos ombros dele, e aquilo sempre fazia Esteban rir porque era tão adorável.
“Parece triste, meu amor", ele insistiu, beijando a cabeça dela, e ela se inclinou encostando nele para mais. Ela ficou em um breve silêncio, olhando a sua aparência no espelho com os olhos avermelhados. Ele não sabia muito o que fazer, mas sempre estaria ali por ela. As mãos dela tocaram rispidamente o cabelo, abaixando-os, e então as lágrimas escorreram, entender aquele gesto doeu tanto nele. Ele passou os dedos pelas mechas, alinhando melhor os fios, era cheio e encorpado, tão bagunçado quanto o dele. Ele não podia negar a similaridade, mas era um misto perfeito do seu cabelo com o dele, e ele achava aquilo lindo; ela era linda.
"Você é tão bonita", ele sussurrou, de uma forma clara. Ela sorriu, aninhando as costas no peito dele enquanto ele apoiava o queixo no ombro dela. "Você não acha?" Ela estava silenciosa e apreensiva. Muitas coisas se passavam na cabeça dele: alguém disse algo para ela que fez ela ter esse pensamento? Nessa idade, já nos comparamos a outras pessoas? Insistir para ela ir para a escola de cabelo solto com presilhas como de costume seria torturá-la ao invés de ajudar?
E em meio a um monólogo mental, ele sabia que recorreria a você primeiro. "Eu gosto das minhas estrelinhas", ela apontou para as sardas dele ao invés das próprias, e ele riu beijando as mãozinhas dela. Ela estava melhor, já tinha um sorriso tímido substituindo os olhos aguados. "Eu também gosto muito das suas sardinhas, baixinha", ele passou os dedos nas bochechas dela, e o riso dela se alastrou em um som tão gostoso.
"Eu gosto de como você é uma mistura de mim e de sua mãe," ele continuou com os olhos nela, querendo deixá-la ciente de que poderia confiar nele com os sentimentos dela. "Você me lembra muito ela." Ele tinha um sorriso nítido no rosto e a voz demonstrava isso na mesma intensidade.
Ele umedeceu os cabelos dela, passando creme e penteando eles para trás; ela estava mais confortável. "Você acha?" Ela estava desconfiada e ele riu concordando. "Gosto disso." Os dedos dela se enroscaram no uniforme e ele já havia ouvido várias vezes, e te falado também sobre isso, o quão bonita ela te achava. "Você é tão linda quanto ela, baixinha." As bochechas ficaram quentes. 
Esteban em algum momento havia aprendido a fazer tranças por meio de um tutorial no YouTube, e embora não fosse recorrente, ele tinha feito algumas em Mia que não ficaram muito ruins. Ele arriscou dar play no mesmo vídeo novamente e seguiu-o com a voz calma dela encorajando-o. Você conseguia ouvir o áudio do celular e recriar em sua mente as sobrancelhas arqueadas e lábios finos contraídos de Esteban ao dar seu máximo por uma única trança. Assim que ele conseguiu, Mia pediu para ele ajeitar alguns fios e ele se lembrava bem de como você fazia aquilo com gel.
Ela ficou se encarando no espelho por alguns minutos, não tão séria como antes, ela parecia mais animada com sua aparência. Ele pegou o protetor solar, passando no rosto dela, cobrindo todas as sardas e, como ela quis, ele deu tempo a ela para passar no rosto dele também. "Se sente melhor?" Ele perguntou, tendo a afirmação dela. "A gente vai fazer uma coisa legal, consiste em você repetir o que eu falar para si mesmo, entende?" Ele explicou devagar, segurando a cintura dela enquanto ela olhava entre ela e ele pelo espelho.
"Eu sou inteligente." Ela mordeu os lábios, suspirando fundo. Demorou uma pausa considerável até que ela repetisse com a voz bem fraca. Ele assentiu, "Perfeito, só preciso que seja mais alto, vai ter que confiar em mim." Ele beijou a têmpora dela, as costas dela novamente no peito dele. "Eu sou inteligente!" Soou mais alto, bem mais confiante. Ele elogiou ela por isso. "Eu sou capaz, eu sou confiante." Ela seguiu com um sorriso contagiante.
Aquilo aquecia o peito dele, assim como o seu. "E eu sou linda!" O sorriso continuou, ela respirou brevemente, e disse sem dificuldades e pensar muito sobre. "Talvez um pouco mais alto, o que acha?" As sobrancelhas dele arquearam, e ela aumentou a voz, apontando para o espelho nas pontas dos pés, repetindo o que acabou de ouvir sobre si mesma. "Eu te amo, baixinha." Ele sussurrou, perto dela, e ela acabou por gritar isso para ele também, se atirando nos braços dele. Ela tomou ela para si, deixando com que ela abraçasse ele o quanto tempo ela achasse preciso.
“A mamãe vai junto?" Ela disse, conforme caminhavam pela casa. "Não, meu amor, ela precisa descansar um pouco." Ela não disse nada, e então ele reparou que havia ficado sério momentaneamente e que ela percebia isso. "Ela vai ficar bem?" Ele sorriu, de fato não achava que você tinha algo sério, mas não tinha como afirmar. "Não precisamos ficar preocupados, ela é a mulher mais forte que já conheci.” 
Você havia dormido, aproveitando o silêncio da casa, o que fez com que não prestasse atenção neles saindo; eles teriam falado com você antes de ir, e mesmo que não gostasse de não ter dado um beijo em Mia, também gostava de ter conseguido dormir um pouco. As mãos geladas de Esteban te despertaram; elas eram carinhosas, e ele delicadamente dava beijos em seu rosto. Ainda sonolenta, você esfregou o rosto pela barba dele, fazendo-o rir. "Eu acabei dormindo," você soou culpada. Ele negou, sussurrando que estava tudo bem. "Que bom que conseguiu descansar, amor." Por mais que você não fosse falar, ele notou você tonta ao se sentar e ficou por perto. Ele te abraçou pela cintura, sua cabeça encaixada no peito dele enquanto ele te afagava. "Está doendo bastante," ele beijou seu rosto, te dando alguns segundos. Sempre que estava assim e ficava preocupada, ele repetia as histórias cotidianas de vocês dois, mas pela perspectiva unicamente dele, e você sentia que aquele dia seria marcado por uma dessas, e o conhecimento disso de certa forma te fazia acreditar que ia ficar tudo bem.
“Você quer uma trança? Acho que consigo fazer outra." Ele sorriu levemente, deixando você saber que ele sabia que você havia ouvido eles. "E eu vou pegar roupas pra você." Você assentiu, ele afastou o cabelo da sua testa, e você podia sentir o quão quente estava. Ele passou uma das camisetas de botões dele pelos seus braços, antes de beijar seus ombros, e você gostava de quão confortável se sentia ao estar vulnerável perto dele. Você teve sua trança e ele colocou um gorro em você. "Eu separei algumas frutas pra levar, você precisa comer alguma coisa." Ele disse, segurando seu rosto e olhando para você. Ele tinha bolsas de cansaço, mesmo que ainda fosse tão lindinho. "Eu estou bem, Kuku. Eu te amo por cuidar da gente tão bem." Ele riu levemente, da forma doce em que você pode notar os dentes tortinhos e o rosto brilhante. O nariz dele tocou a sua bochecha, ele mordiscou o lugar, e em meio a risos leves você quase não ouviu ele falar o quanto te amava também.
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markiefiles · 5 months
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— DESENCONTROS
fem reader x rodrigo santoro
avisos: br!au (amamos) — não especificado o Estado, mas se passa no litoral — cuddlefuck(?), fingering, age!gap — não especificado mas a reader tem entre 21/23 anos — leve torção pelos apelidinhos etc, deve ter mais coisa que não vou lembrar, perdão.
notas: como pode um homem carioca molhar tanta calcinha, escrever isso aqui imaginando a voz dele nos diálogos foi um terror😥 Boa leitura! Rodrigo Queria Fazer Amor Com O Senhor.
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Você gostava do ventin’ que batia na janela de sua casa, verão, né? Super descontraída, tempo úmido, casa pertinho da praia, férias da facul, o teu sonho.
Vez outra colocava o biquíni e quando tinha essa moleza pra sair de casa, costumava ficar por ali, tomando sol na varanda, olhando o sol, tomando um açaízin’ de lei enquanto brincava com seu gatinho.
Num dia desses de mercado, você fez uma listinha, saiu de casa às pressas, o elevador era seu foco. Na volta, você parecia ter dificuldade de trazer as sacolas, mas principalmente o saco de ração, sendo honesta, não pensou no carrinho que o condomínio disponibiliza, muito apressada.
Você caminhou até o elevador, empurrando com os pés o saco, entrando na cabine com mais algumas sacolas na mão. Inclinada, não notou a porta se fechando. Você escutou uma voz “Cuidado menina!”, dedos finos impedindo as portas de metal.
Era o seu vizinho, Rodrigo, que vez ou outra te via, muito educado e muito bonito. Um homem mais velho que te arrancava suspiros.
Ele deu uma risadinha, entrou junto de você e cortês, ofereceu ajuda com suas compras, você só conseguiu dizer “obrigada, seu Rodrigo” mantendo certa formalidade. Você estava envergonhada — e silenciosa —, seus olhos analisaram os músculos dos braços e veias se dividindo entre a pele. O perfume cítrico dele inundava suas narinas e por Deus, você queria sem querer cair no colo dele.
Então a porta do elevador se abriu, você passeou pelo hall tentando encontrar a chave e assim que abriu as portas de casa, ele disse “Cuidado mocinha” feito um adulto responsável, deixando o saco de ração sobre o chão. Você respondeu sem perceber “obrigada pai”, definitivamente era uma piada.
Mas Rodrigo ficou sem jeito, levemente surpreso. Você só pôde mais uma vez agradecê-lo antes de o ver sumir.
Algumas semanas se passaram, você voltava de uma caminhada no calçadão da praia. A marquinha do biquíni era teu charme, teu cheirinho de creme de pitanga chamava atenção assim como tua beleza espetacular.
Você cumprimentou os porteiros, entrou na primeira torre e mais uma vez, um desencontro. Rodrigo te olhou, quieto, tímido e te acompanhou no elevador, esperando as portas fecharem.
Só você e ele.
Ele começou um pequeno diálogo “Calor, né?” E você acenou positivamente, evitando os olhos castanhos profundos “Queria ter esse tempo pra tomar sol, você… está ótima”, você pensou que talvez ele estivesse te elogiando. Rodrigo era simpático, mesmo que falasse pouco, era sempre muito receptivo. Era o que todos diziam dele.
E num piscar de olhos, um baque.
A luz vermelha de emergência no elevador te deixou aérea, por alguns segundos você não entendeu que o elevador tinha parado entre um andar e outro. Rodrigo foi o primeiro a tentar achar uma solução, verdadeiramente focado; ele verificou se os interfones estavam funcionando e, sem sucesso, apertou os botões de emergência. Aparentemente a energia tinha colapsado.
— Celular? — te fez uma pergunta, verificando a porcentagem da bateria, você o respondeu “Deixei em casa”, levemente decepcionada.
Não imaginava que estaria naquela situação.
Você gostaria de se expressar. Aqueles estavam sendo os minutos mais longos da sua vida até então, não só pelo elevador quebrado, mas porque o cheiro de Rodrigo estava te deixando enervada. Sentir aquela tensão não estava te fazendo bem, nossa, você queria muito dizer algo inapropriado, a situação parecia conveniente com sua mente devassa.
A única coisa que precisava era focar, mas estava quente, você sentia suor pela nuca, uma agonia sem igual que não te deixava relaxar e mais, ficar presa com o vizinho – gostoso — te deixava preocupada.
Rodrigo estava apoiado na parede, você se sentiu levemente estúpida perguntando “Você também tá com muito calor?” e é claro que ele estava. Claro! Foi a primeira coisa que te disse antes disso tudo. Mas ele pareceu não se importar, apenas disse “sim”, a voz imersiva te fazendo revirar os olhos.
— Você precisa relaxar — ele te aconselhou e, mesmo com a luz alaranjada de emergência iluminando levemente, não ver o rosto dele deixava seu estômago revirando, as pernas formigando. E não era de medo. — Posso?
Rodrigo perguntou, você não entendeu, mas disse “sim”, talvez desesperada. Os dedos dele foram para os teus ombros, ele apertou a região. Você sentia a respiração dele bater contra sua pele, era quente e parecia tão tensa quanto a sua.
Você suspirou, relaxou o pescoço e continuou sentindo os dedos dele, agora na sua nuca.
— Você cheira muito bem. — Rodrigo te elogia.
Ele ouviu seu leve gargalhar, seus olhos estavam fechados e a cada tensão desfeita em tuas costas você gemia suave.
— Você também tem um cheiro ótimo — Naquele momento você queria ter contigo a péssima escolha de palavras, talvez chamá-lo de gostoso, talvez aquilo fosse te confortar.
Confusa, você choramingou, sentindo o beijo molhado despejado em seu ombro. Os dedos de Rodrigo não paravam jamais, dopada pelo carinho, você se esfregou nele. A respiração resvalou contra sua orelha e de repente, a mão dele parou no teu quadril. “Tão linda você, doce” foi o suficiente pra te fazer ronronar, implorando para ser beijada.
Rodrigo não saiu de trás, muito mais alto, deixou seu pescoço inclinado e te beijou, lambeu teus lábios, a destra apoiada sobre sua mandíbula, atencioso. O barulho molhado te fazia arquear as sobrancelhas, sua língua se enroscava na dele, atrapalhada e o bumbum continuava roçando sobre a pélvis dele, necessitada. Ele nunca quis tanto ver seu rosto, te encarar enquanto você gemia.
Um arrepio percorreu sua espinha, ele desfez o nó do biquíni em suas costas e usou os dedos nos mamilos, te estimulando, de um lado para o outro enquanto engolia seus gemidos. Rodrigo se afastou levemente e sua boca estava uma bagunça de saliva, você conseguia sentir o pau dele contra sua bunda, excitado. “Seus peitinhos são lindos, princesa” te contemplou, educado e carinhoso.
“Agora, amor, você tem que ficar quietinha. Estamos presos aqui mas ainda podem nos ouvir.”
Rodrigo segredou e amolecida você concordou. Ele desviou os dígitos de seus seios para teu centro. Baixinho disse “afaste as pernas, querida” e você obedeceu de prontidão, o abraço dele guiando e comandando seu corpo. Suas unhas fincaram contra a pele dele, os pelos dos braços de Rodrigo te deixando ainda mais acesa; ele contornou suas dobras e estimulou seu clitóris, mais propriamente envolvido no seu prazer, fascinado por ti.
— Sua bucetinha tá encharcada, doce.
Você procurou os olhos dele, mas então, o primeiro dedo foi introduzido, Rodrigo sussurrou “apertada…” intrigado e sádico, adicionou mais outro dígito. Aí, uma de suas pernas foi levemente arqueada, seu peso inteiro sendo sustentado por ele, sua bucetinha sendo usada por Rodrigo até que você gozasse. E se o elevador não fosse consertado, vocês provavelmente transariam ali.
Seus olhinhos se apertaram, Rodrigo te fodia e consolava, ora beijos nas suas costas, ora beijos na sua boca, tão melada, uma bagunça…
E você só esperava que esses desencontros se tornassem frequentes.
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mais notas : quebrei a cabeça escrevendo com ele. teria uma parte extra onde o rodrigo e reader acabam transando no hall, basicamente na porta do apartamento dele <3, mas deixo pra imaginação de vocês. e btw muito exibicionista eles.
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creads · 2 months
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diva, pensando aqui no Kuku de "Little Black Dress" acordando de madrugada sedento pela lobinha e pedindo bem manhoso pra guardar o pau no cuzinho dela pela 1a vez, vai fazer um amorzinho bemmmmm lento enquanto deda uns três dedos nela. COM AQUELA CARINHA DE COITADO, sabe? boquinha aberta e gemendo baixinho como se estivesse sofrendo e fosse explodir de tanto tesão 😔😢 isso é desumano!
a carinha de coitado… PEOPLE DIED
e ele ia criar coragem de pedir depois de um dia de piscina na casa de praia dos pais da leitora, a saudade de comer ela pq estão evitando transar com os pais na mesma casa somada com o fato dele fisicamente não conseguir parar de encarar sua bunda quando você tá de biquíni faz ele perder toda a sensatez que tem na cabeça
ela ia acordar com ele dizendo “amor? tá acordada?” bem baixinho e roçando contra ela enquanto eles estão de conchinha, ele ia beijando o pescoço bem devagarinho descendo até o ombro enquanto faz massagem e carinho nas costas e no braço dela. depois vai apertando as coxas com a mão e subindo até a calcinha dela e fazendo círculos bemmm devagarinhos e ☝🏻 digo mais ia chupar os dedos antes pra ficar mais molhada ainda. e enquanto deda ela bem devagarinho falando coisas no ouvido ia guiar o pau até a parte de trás ela, pincelando o pré-gozo ali, e ia falar “posso, amor? deixa, vai… prometo que vai ser gostoso” e ia ser DEMAIS 🪦🪦🪦🪦 ele ia se tornar o rei do multitasking enquanto enche os dois buraquinhos dela
old que ele ia gemer horrores no ouvidinho dela e com direito a muito praise e falando que se ficasse mais um dia sem comer a namorada gostosa dele ele ia morrer
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zarry-fics · 3 months
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Sempre foi você | Harry Styles [parte dois]
avisos: uma angústia "leve", brigas e um possível uso de palavrões, linguagem agressiva.
♡ parte um | masterlist nova | imagines antigos
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S/N não me deu nenhuma resposta.
Ou melhor... Talvez eu não a tenha deixado me dizer nada, porque queria que ela pensasse sobre tudo o que eu falei. E isso foi o que ela queria, sei que gostou de me ouvir pedindo para que não falasse nada por enquanto... Ela estava em choque, sem palavras. Me encarava como se estivesse extremamente assustada. ── Veja... Eu preciso ir embora. Depois conversamos.
Eu sorri minimamente para ela e quando me afastei, lhe dei as costas para que pudesse caminhar até a porta. ── Vou acompanhar você até lá fora, Harry. Eu... Quero fazer isso. Por favor.
Não me opus a esse pedido.
Nós dois caminhamos juntos para fora do apartamento dela. O clima estava bem pesado, ambos calados; no elevador, eu podia ouvir a sua respiração pesada, como ela estava tensa somente por estar aqui comigo, eu sinto isso. ── Eu não queria te assustar, S/A. Falei tudo aquilo pois quero que esteja claro os meus sentimentos, não só para você, mas para mim também... Porque, mesmo que seja difícil acreditar, eu também estou muito confuso em relação ao que eu sinto e não é de agora.
── Está tudo bem, Harry. Eu entendo. ── ela me olhou finalmente e sorriu. ── Você não precisa se preocupar, ── ao dizer isso, colocou a sua mão na lateral do meu rosto e acariciou a minha bochecha. Havia algo diferente em seu olhar quando o fitei e analisei-o por um segundo. ── Não estou assustada, querido.
Nos afastamos quando as portas do elevador se abriram e já demos de cara com duas mulheres que estavam querendo entrar também. Elas olharam diretamente para mim e foi notório o choque no rosto das duas. Mas eu segurei a mão de S/N e a puxei para fora do cubículo metálico, uma reação impulsiva que acabei refletindo depois, me sentindo um pouco mal por transparecer que estava evitando aquelas duas que poderiam ser fãs.
Mas eu estava tão perturbado que não pensei nisso no momento. Com certeza, o medo de levar um fora da minha melhor amiga foi maior... Porque, se caso acontecer, eu sei muito bem que a nossa amizade nunca mais será a mesma.
E eu jamais me perdoaria por algo assim.
Do lado de fora, enfiei uma das mãos no bolso para puxar a chave do meu carro. Assim que o destravei e comecei a caminhar mais depressa em sua direção, ouvi a voz de S/N. ── Harry! ── ela chamou e quando olhei para a mesma, a vi caminhando bem depressa para chegar mais perto de mim.
Abri a boca para falar algo, mas não pude fazer isso. Mais uma vez, ela me abraçou e suspirou, profundamente. ── Você não me assustou. Eu só estou confusa também... Mas quero mesmo que possamos nos entender, ── nos afastamos e eu a olhei nos olhos. ── Harry, eu te amo muito. Você sempre foi a melhor pessoa para mim, sabe o quanto eu esperei para te ouvir me dizendo essas palavras?!
Sorri com mais vontade dessa vez. Ela foi aproximando seu rosto do meu, e eu senti meu coração parando de bater por um segundo, achei mesmo que ela me beijaria e não sabia nem como reagir, mas não me movi. Não sou bobo.
Entretanto, para a minha decepção, S/N não me beijou, pois o carteiro nos interrompeu. ── Srta. S/S, tenho uma correspondência destinada à você! ── ele disse em alto e bom som, o que a obrigou a se afastar de mim.
── Vá, H. Depois conversaremos melhor. ── e com um sorriso, eu a deixei. Com o coração quentinho... Porque de repente, eu fiquei cheio de esperança.
Talvez possamos ser aquele "algo" que eu sempre desejei.
Como nem tudo nessa vida dura muito, assim que cheguei na minha casa, minha alegria se dissipou quando eu encontrei-me com Nora. Parecia que ela já estava me esperando. ── Harry, meu Deus! Onde você esteve?! ── ela perguntou, assustada. Se jogou em meus braços e me abraçou, beijando o meu pescoço inúmeras vezes. ── Meu amor, eu senti tanta saudade, eu... Me perdoa! Me perdoa por ter brigado com você, nunca foi a minha intenção, eu-
── Nora, por favor... Você está me machucando. ── resmunguei, tentando a tirar de cima de mim.
── Oh, meu amor... Me desculpa. Eu só... Querido, só estou preocupada com você. Não me ligou durante a noite, eu deixei várias mensagens, ligações e você não me atendeu, não me retornou. Como eu deveria me sentir a respeito disso?!
Ela continuou me fazendo várias perguntas, mesmo que eu demonstrasse claramente não estar afim de responder nenhuma delas. Todavia, Nora adora ser inconveniente. ── Precisamos conversar. ── eu falei, tentando até mesmo evitar olhar nos olhos dela. Não sei, talvez eu acabe perdendo a coragem.
── Quer brigar mais, Harry? ── indagou-me, de fato se afastando. Ela até colocou as mãos na cintura e me olhou com os olhos semicerrados. ── Porque eu já me cansei de brigas! Certo, eu errei e pretendo nunca mais-
── Você não entende, Nora. Isso não está mais dando certo e não é nem a questão de eu querer brigar com você, eu só não suporto mais me manter preso em algo que não evolui, que não me traz felicidade! ── eu a interrompi, dessa vez olhando no fundo de seus olhos sem ao menos desviar por um segundo. Perdi completamente a paciência! ── Sempre vamos acabar discutindo sobre a mesma questão e eu quero parar. Já estou ficando velho, poxa, eu já tenho 30 anos! Não quero mais viver brigando, não quero viver sempre indo para lá e para cá, tentando evitar uma briga pior contigo, tentando não falar algo que possa lhe machucar enquanto você faz isso repetidas vezes. Toda esta merda está me cansando muito e eu sei que está cansando você também.
Falei tudo isso e já senti um nó se formando em minha garganta. Daria tudo o que eu tenho para não precisar estar passando por essa situação, não precisar destruir o coração de Nora, mas o meu já está destruído há muito tempo, eu não posso continuar me permitindo viver assim. ── O que você quer dizer com "isso", Harry? A gente? Você está rompendo comigo? Com um casamento de anos? ── ela questionou, seu tom de voz aumentava a cada frase e não foi possível manter-me neutro. Lágrimas começaram a escorrer dos meus olhos.
── Me escute, Nora...
── Não, você está cuspindo em tudo o que a gente viveu e não está se importando com os meus sentimentos! Por que você está fazendo isso comigo? ── ela também começou a chorar. Seu celular começou a apitar, indicando várias notificações e ela não demorou a pegar o aparelho, checar quem estava lhe mandando essas mensagens.
── Estamos tendo uma discussão séria aqui e você vai mexer no celular? Pelo amor de Deus, Nora! ── agora fui eu quem aumentei minimamente o meu tom de voz, mas ela ergueu o dedo indicador, como se me pedisse para ficar em silêncio; sua expressão se tornou indecifrável e isso me trouxe um desconforto ao estômago.
Novamente!
── É por causa dela que você está acabando com o nosso casamento? ── questionou, apontando com a cabeça para o seu aparelho celular. Logo virou-o na minha direção e foi aí que eu vi fotos em que eu estava do lado da S/N, hoje mesmo, mais cedo.
── Ah, que ótimo! ── eu murmurei para mim mesmo, passando a mão nos cabelos, muito nervoso. ── Nora, precisamos conversar. Largue esse celular e me escute pelo menos uma vez na sua vida. Eu entendo que não é fácil para você e eu odeio estar magoando os seus sentimentos, mas-
── Você odeia estar magoando os meus sentimentos? Como assim? Você não parece odiar enquanto joga na minha cara que não me quer mais. E tudo por causa dessa vagabunda que só quer acabar com a nossa vida. Você não entende, Harry? ── ela gritou, sem se controlar. Mas eu precisava me controlar, por isso mesmo puxei com força o ar para dentro dos meus pulmões, uma vez que não queria incomodar os vizinhos, não queria que os paparazzis tivessem mais merdas para falar sobre mim.
── Não fale desse jeito com a S/N, Nora. Pelo amor de Deus! ── rebati, meio desesperado. Sinto meu corpo esquentando por causa do estresse que sinto. A cada dia que eu adio esse momento, fico ainda pior. ── Eu amo essa mulher. Que droga, eu a amo desde que a conheci. Eu venero esta mulher que você tanto odeia desde o momento em que coloquei os meus olhos nela pela primeira vez! E é por isso que eu estou terminando o nosso relacionamento. Não é por causa da S/N, é por mim... Porque eu a amo tanto que não suporto mais viver num casamento em que não há amor! Porque eu amo outra pessoa e não quero continuar te enganando... Não posso continuar fingindo que te amo, não posso continuar fazendo amor com você enquanto eu a vejo no seu rosto. Eu simplesmente não posso.... Sei que estou sendo horrível, mas céus, eu não consigo me conter. Não aguento mais guardar isso para mim!
Mais lágrimas escorreram do meu rosto e até um soluço escapou de minha garganta. A situação foi se agravando cada vez mais, porque mesmo que seja difícil para ela acreditar em mim, eu estou me odiando por fazer isso. Se o tempo voltasse atrás eu jamais teria me envolvido com ela para tentar magoar a S/N. Nunca! Mas eu era imaturo demais para perceber a merda que estava fazendo comigo e com uma inocente. ── Eu tentei, Nora... Juro que tentei ser bom o suficiente para você. Juro que tentei esquecê-la, eu tentei de tudo mas não consigo. Eu não consigo... S/N não sai da minha cabeça, por todos esses anos eu a amei em silêncio e imagine que agonizante foi para mim viver assim. Foi ainda pior porque eu estava te enganando, eu confesso que me odeio por isso. Você é uma mulher incrível e eu desejo tudo de bom na sua vida, mas meu amor... Não tenho mais como manter esta farsa, não quando tudo o que eu mais quero é viver com S/N, a mulher que eu sempre amei.
Ela arregalou os olhos e os notei vermelhos... Estava em prantos também. ── Me perdoe. Me perdoe por tudo o que eu te fiz passar, me desculpe por te obrigar a viver numa farsa comigo. Mas agora eu estou te liberando para seguir com a sua vida, seguir a sua vida, quem sabe, com o Bryan, que é o homem que você tanto amou na sua adolescência. E não adianta você tentar mentir para mim dizendo que o superou, porque ele foi o seu primeiro namorado e é óbvio que você nunca o esqueceu. ── ela negou com a cabeça, se afastando mais de mim. ── Não quero entrar em guerra com você, até porque você foi a minha esposa por muitos anos. Eu te respeito demais, Nora. Então, por favor... Facilite para nós dois e não me faça te odiar. É só isso o que eu peço.
── Você acha mesmo que tem direito de exigir algo de mim depois de tudo o que me fez? Depois de toda essa humilhação a qual me submeteu? E ainda falar do Bryan?
── Eu sei que não tenho o direito de exigir nada de você... Por isso mesmo só estou lhe pedindo, educadamente. Jamais vou tentar impor alguma coisa a você depois de tudo. Vamos nos resolver de maneira pacífica, você sabe que não precisamos brigar mais. Eu só quero poder estar com a S/N sem culpa, Nora. É só isso. ── ela chorou mais ao me ouvir.
── Você tem dormido com ela? ── perguntou, amargamente.
── O quê?!
── Você me ouviu, Harry. Transou com a S/N?
Respirei bem fundo antes de a responder:
── Não, eu não transei com ela. Nunca. ── falei, baixo. ── Não faria isso com você, eu-
── Ah, não fode! Não me vem com esse papo merda, você já me destruiu, não precisa mentir mais ainda. ── interrompeu-me furiosa, e tomei um grande susto quando ela passou as mãos rapidamente pelo balcão e derrubou os dois jarros de tulipas que havia ali em cima. ── Vou perguntar só mais uma vez e espero que você seja sincero... Transou com a S/N ou não?!
── Porra, Nora. Eu não transei com ela, caralho!
── Por que está se alterando? Você por acaso está mentindo?
── Não, Nora. Eu não estou mentindo, eu só estou estressado pelo fato de você estar me pressionando a falar algo que não fiz. Até parece que você queria ouvir uma resposta positiva!
Ela sorriu sem humor. ── Olha, quer saber? Foda-se essa merda. Quem não te quer mais sou eu. Se era o divórcio que você queria, então terá; aí poderá ser feliz com a sua amiguinha de merda. ── dito isso, ela saiu andando rapidamente até o nosso quarto. ── Não venha atrás de mim. Vou arrumar as minhas malas e estarei saindo desta casa em seguida. E depois, não quero mais falar contigo, meu advogado tomará a frente disto e prosseguirá com os trâmites para o nosso divórcio.
Eu não sei o que Nora esperasse que eu fizesse, mas não a segui. Estava me sentindo culpado o suficiente, e à essa altura só pedia que ela não resistisse e facilitasse para mim. Que fosse embora de fato.
• • •
~~ alguns dias depois
Nora foi embora e não me procurou mais. Confesso que fiquei aliviado por isso... Mas mesmo que ela não estivesse me torturando por eu ter agido de forma covarde ao respeito dela, a internet estava fazendo isso pela mesma. Várias manchetes, matérias saíram nesses dias que sucederam o nosso divórcio, não conseguia nem pegar o celular tamanho o desgosto que sentia.
Recebi uma ligação do advogado dela e o mesmo até marcou uma reunião para conversarmos a respeito do divórcio. É em uma semana, e eu já estou me preparando mentalmente para este dia.
Não falei com mais ninguém, tampouco com S/N. Não tinha coragem o suficiente.... De repente, me senti uma merda de ser humano.
Sentado no sofá, eu estava com o olhar fixo na televisão à minha frente. Meus olhos começaram a pesar repentinamente e eu acabei pegando no sono, sem nem perceber.
Acordei com uma movimentação na minha sala, o que me fez entrar em estado de alerta. Até que S/N apareceu na minha frente, com uma expressão nada boa. Todavia, este detalhe sequer me chamou tanto a atenção, até porque fiquei mais entretido em olhar para o seu corpo... Ou melhor, a forma como estava se vestindo. Ela está maravilhosa.
Está com roupas mais quentes, o que quer dizer que hoje Londres amanheceu mais fria. ── Pelo amor de Deus, Harry. Você está acabado! ── resmungou, me olhando com certo desgosto. ── Já faz quanto tempo que não sai desse sofá? ── perguntou, mas sequer me esperou responder. ── Ah, quer saber? Eu acho que já faz tempo. Você não atende as minhas ligações!
── Me desculpe, mas eu-
── Você me deixou extremamente preocupada. O que está sentindo? Está passando mal? ── fez as perguntas e já se aproximou, tocando meu pescoço para sentir minha temperatura corporal.
── Como entrou aqui? ── indaguei, de fato curioso. Até porque não lembro de ter dado a ela uma cópia das chaves.
── Isso importa? ── assenti. Não importa muito, até porque eu gosto da presença dela... Mas ainda quero saber como conseguiu entrar. Nora deixou as chaves dela, então não existem quaisquer possibilidades de ela ter dados as chaves à S/N. ── Bom, a sua mãe me deu a cópia da chave, fui até a casa dela. Porque eu, de fato, estava preocupada com você, Hazz.
── Eu sinto muito, mas estou me sentindo indisposto. Não tô muito bem...
── Quer conversar sobre isso? ── ela foi prestativa e cuidadosa ao me perguntar; eu encarei seus olhos e sorri minimamente.
── Você sabe muito bem o que eu fiz. Não preciso repetir.
── Tá, mas você não está feliz com essa decisão? Acha que errou?
S/N estava com medo da minha resposta. Pude perceber isso pela forma como seu olhar pesou sobre o meu, como a sua testa se enrugou, curiosa para ouvir a minha resposta.
Mas eu não me arrependeria... Poderia até acontecer, porém, se eu não tivesse pedido o divórcio e ainda estivesse preso à Nora enquanto amo esta maravilhosa mulher que está na minha frente.
── Eu não errei em pedir o divórcio à Nora. Só me sinto culpado por tê-la magoado, e também... Você já viu as notícias? Estão acabando comigo. ── bufei ao falar essa frase. Não quero imaginar o que estão dizendo sobre a minha pessoa por aí... Caso contrário, me sinto ainda pior. O que eu vi já me deixou mal o suficiente.
── Não era você que não se importava com o que os outros pensam ao seu respeito? ── indagou ela, se afastando mais de mim. ── Harry, querido... Levante-se daí e vá tomar um banho, você está acabado e cheira mal. E não permita que a opinião de pessoas que você ao menos conhece interfira na sua vida dessa maneira. Só você sabe o que estava passando, só você sabe o que é melhor para você. Um dia seus fãs entenderão isso e se não entenderem... Não importa!
As palavras dela me confortaram — surpreendentemente. Talvez pela forma como tenham soado ao sair de seus lábios macios, ou talvez por ser ela a me dizer tudo aquilo. Talvez eu estivesse esperando que a própria S/N viesse até mim me dizer palavras de conforto para que eu possa me sentir bem e seguro, para que eu possa sentir que devo seguir em frente, que a decisão que eu tomei foi a correta.
── Obrigado por vir, S/A. Obrigado por se preocupar comigo. Eu te amo muito... ── quando falei a última parte, ela me olhou assustada e as suas bochechas ficaram vermelhas no mesmo segundo. Foi uma cena tão fofa que se tornou impossível não sorrir minimamente.
── Eu também te amo, Styles. Agora vai tomar um banho... Vou preparar algo para você comer. Seus lábios estão pálidos, você não parece nada bem.
Quando ela pediu mais uma vez por isso, eu finalmente atendi a este pedido e me levantei, rumando para o banheiro. De fato, eu preciso de um banho... Desde que Nora foi embora eu me sinto perdido, não pela falta dela, mas pela culpa. Me sinto extremamente culpado por magoar não só ela, como a mim mesmo e à S/N. Tudo por causa do meu orgulho e de meu egoísmo. Jamais deveria ter me comprometido com uma mulher que não sinto nada somente para magoar a que eu verdadeiramente amo.
E ainda me torturei por ter usado as palavras que usei para romper com o nosso casamento. Mas não pude me conter... Eu sabia que tinha de ser sincero para que Nora me entendesse de uma vez por todas.
Tirei as minhas roupas, entrei embaixo do chuveiro e fiquei ali por um bom tempo, sentindo a água escorrendo por minhas costas, por todo o meu corpo até rumarem para o ralo no chão. Aos poucos, fui sentindo a tensão em meu corpo deixando-me e isso me aliviou muito. Suspirei profundamente, passando a mão nos cabelos.
Usei os primeiros produtos que encontrei para lavar o meu cabelo e assim que encerrei o meu banho, me apressei a vestir uma roupa. Queria estar com a S/N, meu peito arde pela ansiedade de poder, finalmente, tê-la comigo, para que possamos nos entender.
Da maneira correta desta vez.
Borrifei um dos meus melhores perfumes em áreas estratégicas do meu corpo e quando acabei, saí do meu quarto. ── Ahaa, sabia que você ficaria bem melhor depois de tomar um banho! Consigo até ver um sorriso nos seus lábios... ── ela comentou sorrindo muito, me olhando de uma maneira brilhante.
Ah, se soubesse que o meu verdadeiro motivo para sorrir é ela. A sua presença aqui.
── Pois é. Você não imagina o quanto foi revigorante!
Haviam algumas sacolas no balcão, ao que parece, ela saiu rapidamente para comprar algo enquanto eu tomava banho. ── O que você comprou? ── questionei, me aproximando.
── Comprei café quente para você. Está do jeito que gosta. ── respondeu-me, me entregando um copo. ── Precisa se alimentar, H.
── Obrigado por estar sempre do meu lado, você é incrível. Sabia? ── ela também se serviu com um copo de café, ao mesmo tempo se aproximando de mim.
── Você não precisa me agradecer. Eu sempre vou estar aqui, sempre que precisar de mim, Harry. Você é muito importante para mim, sabe disso... ── olhei em seus olhos enquanto ela me dizia essas palavras doces e acabei sorrindo.
Como o grande idiota que sou quando se trata dessa mulher.
── S/N eu não estava mentindo quando disse que te amava há uns dias atrás. ── comecei a falar o que está me incomodando há muito tempo. ── E eu te amo de uma maneira que muito se diferencia de um amor sincero entre dois amigos de verdade. Porque, por Deus, tudo o que eu mais quero nesse momento é te beijar até que esteja completamente sem ar e então precise parar para recuperá-lo devidamente.
Novamente, eu consegui a deixar sem palavras.
── Harry...
── E eu também sei que errei em me casar com a Nora. Errei muito feio... Se eu tivesse admitido para mim mesmo que te amava, há muito tempo poderíamos estar vivendo felizes, poderíamos estar casados. Por causa do meu egoísmo estamos nessa situação. A culpa não é de ninguém a não ser minha... Mas agora eu quero muito poder consertar tudo isso, quero muito poder tentar de novo! ── coloquei o meu café intocado de volta no balcão e dei mais alguns passos curtos na direção dela. ── Eu só preciso que você me aceite. Que você diga que concorda que precisamos pelo menos tentar, e aí eu vou fazer de tudo para te fazer feliz, ser o homem que eu deveria ter sido há muitos anos para você, S/A. Só preciso que me dê uma chance.
Não vou mentir e afirmar que não fiquei nervoso por causa do silêncio dela. Mas foi só notar que ela estava reprimindo um sorriso que meu coração disparou... Mas não parou por aí. S/N também colocou seu café de lado e colou os nossos corpos. Ela colocou as mãos em meu rosto e deixou um beijo em meu queixo. ── Eu quero, Harry. Sempre quis isso, e não sabe como estou feliz em poder finalmente mostrar para você, para o mundo o quanto eu te amo. Então, sim... A minha resposta para você, para nós é sim.
Era tudo o que eu precisava ouvir. Por isso não pensei demais, somente uni os nossos lábios no beijo que eu tento esperei por anos... Agora sim eu poderia afirmar que estava caminhando em nuvens, porque a sensação era parecida até demais. S/N sorriu entre o beijo e apoiou as suas mãos em meu peito, logo em seguida em meu pescoço e acariciou o pé do meu cabelo com a ponta dos seus dedos.
Minha pele se arrepiou com seus toques. Por isso mesmo nosso beijo foi aumentando cada vez mais a sua intensidade... A minha necessidade de estar mais perto do corpo quente dela também se tornou extremamente forte, e eu não conti os meus extintos. Não consegui. ── Harry, eu... ── ela tentou falar algo coerente ao afastar nossas bocas por milésimos de segundos, mas não conseguiu.
A peguei no colo e caminhei com a mesma até a sala. Quando me joguei no sofá, ela se encaixou em meu colo e então o clima foi esquentando cada vez mais. ── Eu te amo tanto, Harry. Que droga! Por que você tem que ser tão incrível assim?! ── indagou-me logo após a sua tentativa frustrada de falar alguma coisa. Seus olhos fitavam os meus de maneira profunda, quase como se estivesse observando a minha alma através dos mesmos, me deixando completamente sem jeito, como a merda de um adolescente.
S/N me ama... Ela disse isso em alto e bom som. ── Fala que me ama de novo, por favor. ── implorei, lhe dando vários selinhos, diversas vezes. ── Eu quero muito ouvir você me dizendo isso mais uma vez.
Ela riu baixinho e me abraçou. ── Eu te amo, Harry Styles. Amo como nunca amei ninguém em toda a minha vida! Sempre te amei...
Céus... Se ela ao menos imaginasse como esperei por esse momento. Como o meu coração está em festa por finalmente poder estar vivendo tudo isso.
Eu também te amo, S/N S/S. Também te amo... E não é de agora.
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lucuslavigne · 2 months
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Angels like you.
Jason Todd × Leitora.
๑: RedHood!Jason Todd, informante/hacker!leitora mas isso não é muito mencionado, angst, twt (time? what time?), Batman VS Red Hood au, menção a traficantes, menção a armas de fogo, hematomas.
Espero que gostem.
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A noite em Gotham estava agitada, as sirenes da polícia soavam por todo o bairro. Tiros e gritos podiam ser escutados, e se você não estivesse acostumada com isso com certeza estaria assustada. Sabia que logo ele viria, então deixou sua janela aberta para ele entrar sem esforços enquanto você continuava a prestar atenção no trabalho que lhe foi designando pelo Asa Noturna.
Quando ouviu algo atrás de você, se virou rapidamente, querendo ver o rapaz que te fazia ter um sentindo na vida.
— Jason. — se levantou, indo receber o rapaz ainda com seu uniforme de Robin.
— Oi linda. — te abraçou pela cintura, deixando um selar em sua têmpora direita.
— Noite muito agitada? — se sentou em sua cama, fazendo o rapaz se acomodar ao seu lado.
— Um pouco. — riu. — Briguei com o Bruce.
— Sinto muito. — colocou a mão na coxa do mais alto.
— Não sinta. — te puxou para o próprio colo, te abraçando com firmeza.
Você apenas aproveitou o toque, agradecendo ao universo por ter protegido o seu Jason.
Já fazia mais de uma semana que Jason não aparecia. Seu coração doía em dúvida, queria saber onde ele estava, se Bruce estava com ele, ou se ele estava vivo. Já estava cansada de sentir esse vazio em seu peito, essa dor incessante que insistia em te perturbar.
No meio dessa imensidão ruim que estava em sua mente, o homem morcego adentrou em seu quarto sem ser percebido, só fazendo presença quando te chamou.
— Senhorita. — reconheceu a voz do Wayne.
— Onde o Jason 'tá, Bruce?— fungou, evitando olhar nos olhos penetrantes do homem.
O silêncio ensurdecedor foi o suficiente para te fazer entender a resposta não falada do cavaleiro das sombras.
— Sinto muito. — disse.
— Agradeço a consideração que tem por mim, Bruce, mas preciso ficar sozinha. — se deitou e virou para a parede.
— Caso julgue como necessário a minha ajuda, sabe onde me encontrar. — e pulou pela sua janela.
— Obrigada. — respondeu mesmo sabendo que ele não havia escutado. Afinal, o Batman está sempre com pressa.
E você continuou alí, sentindo as lágrimas te consolarem.
Seu costume de deixar a janela aberta nunca sumiu. Cinco anos, cinco longos anos vivendo sem o seu Jason. Sem o calor dele na sua cama, sem os flertes bobos, sem nada. Só a dor e as lágrimas te perseguiam desde a notícia que Jason se foi. Olhava todo dia o álbum de fotos de vocês, observava cada fotografia alí com muito amor, carinho e saudade, sentindo a falta do seu amor.
Você se assustou quando escutou o barulho de passos atrás de você, se virando com pressa, vendo um homem com uma máscara vermelha na sua frente, ajoelhado, com duas armas na cintura, uma de cada lado.
— Quem é você?! — perguntou assustada enquanto tentava se afastar, não funcionando muito bem, já que o homem agarrou sua cadeira, fazendo ela ficar parada.
— Capuz Vermelho. — respondeu. — Mas você já me conhece gatinha.
— Sai daqui! — tentou chutá-lo, mas em vão, já que ele desviou.
— Não precisa ficar assustada minha linda. — levou as mãos até a máscara, apertando um botão para a abrir, a retirando de seu rosto, revelando uma franja conhecida e um par de olhos verdes escuros olhando para você com um sorriso de lado. Era Jason Todd alí. O seu Jason.
— Jason! — você se levantou e o abraçou fortemente, sentindo seus as lágrimas descerem pelo seu rosto até a jaqueta que ele usava.
— Não precisa chorar meu amor... — limpou suas lágrimas. — Eu 'tô aqui... — beijou sua têmpora.
— O Bruce disse que... — fungou.
— Eu sei. — te respondeu. — Mas eu voltei p'ra você. — sorriu. — Eu 'tô limpando Gotham. — te levou para a janela. — Eu vou fazer o que o Batman nunca teve coragem de fazer.
— Eu tenho que ir linda. — soltou sua mão.
— Cuidado Jason. — o olhou preocupada.
— Não precisa se preocupar. — te beijou antes de ir.
Todos os dias eram assim, perigosos para Jason, e angustiantes para você.
— Você... — engoliu seco. — Matou todos os maiores traficantes de Gotham? — o olhou nervosa.
— Sim. — segurou sua cintura. — E essa noite eu acabo com tudo, desde o começo.
— Não tem que ser como eles, Jason. — colocou sua mão no peitoral forte do mesmo. — Você não era assim.
— Esse Jason morreu, S/N. — falou. — Eu vou ser melhor que o Batman.
— Não desse jeito. — retrucou.
Jason te olhou um pouco surpreso, já que você havia falado a mesma coisa que Bruce tinha o falado horas antes.
— Como você vai ser melhor que o Batman, agindo como um criminoso Jason? — perguntou. — Você sabe quantas noites eu fiquei sem dormir? Quantos dias eu fiquei sem comer? Tudo isso porque eu ficava preocupada com você. — o encarou com os olhos marejados. — Isso desde os seus dias como Robin.
— Ele não se importou com a minha morte. — falou sem olhar em seus olhos.
— Ele mais do que qualquer um se importou Jason. — apontou o dedo na face do mais alto. — Ele se culpa por tudo o que envolve você, ele acha que é culpa dele o sofrimento que você passou.
— E mesmo assim deixou aquele palhaço maldito viver! — respondeu.
— Você me mataria por causa do Bruce? — perguntou.
— Óbvio que não! Você é minha vida! — respondeu rapidamente.
— Agora entenda o Bruce. — o olhou duramente. — Ele não mata ninguém porque fez uma promessa para os pais, você mais que ninguém deveria saber disso. — virou as costas.
Jason queria ir embora dali, mas ele precisava de você para viver, para ter força.
— É diferente. — tentou sair por cima.
— Não! Não é. — se virou novamente. — Você voltou p'ra mim, mas você não é o Jason que eu conheci. — algumas lágrimas desceram por suas bochechas. — Você não é o Jason que me amou, não é o Jason que queria sempre aprender mais com o Bruce, não é o meu Jason. — começou a chorar.
Seus joelhos cederam, te fazendo cair no chão enquanto suas mãos cobriam seus olhos.
— Amor... — se ajoelhou na sua frente.
— Saia dessa vida Jason, por favor. — o abraçou com força, chorando desesperadamente. — Deixa o Bruce te ajudar! — o seu choro só se intensificava.
O Todd não podia deixar de se culpar por te fazer passar por todo esse sofrimento sozinha.
— Por favor Jason! — o encarou com os olhos cheios de lágrimas incessantes. — Você vai acabar morrendo nessa vida. Eu não quero te perder de novo! Eu já te perdi uma vez, não posso perder outra. — seu peito doía com tamanha angústia.
— Me desculpa princesa. — afagou seus cabelos. — Você deve desejar que a gente nunca tivesse se conhecido naquele museu. — falava calmante. — Você me deu tudo de você, tudo e mais um pouco. Te coloquei de joelhos todos esses anos longe, te fazendo pensar que eu 'tava morto. — te abraçou mais forte. — Mas enquanto isso eu 'tava planejando um assassinato em massa. Eu te fiz sofrer sozinha desde sempre e eu nunca percebi. — percebeu seu corpo se acalmando enquanto acariciava suas costas. — Não é culpa sua que eu tenha estragado tudo, também não é sua culpa que eu não possa ser o que você precisa. — suspirou. — É que anjos como você não podem viver essa vida que eu escolhi viver. Não podem ser destinados a terem as mãos cobertas de sangue.
Seu coração havia se aliviado um pouco, mas continuava a temer a vida de Jason. Não queria perder seu amor novamente, não queria que a polícia continuasse o procurando. Queria seu Jason de volta, aquele que se importava com a vida dos inocentes, o que era feliz, sem amargura ou mágoa no coração.
— Me prometa que vai deixar o Bruce te ajudar. — falou baixinho. — Me prometa.
— Eu prometo meu bem. — selou seus lábios com ternura. — Agora vamos dormir, você já se preocupou muito hoje. — te pegou no colo para te colocar delicadamente na cama, deitando na sua frente.
— Eu te amo Jason. — confessou. — Com toda a minha vida.
— Eu também te amo com toda a minha vida. — te puxou para perto, te deixando finalmente descansar depois de muito tempo.
A luz do Sol batia em seu rosto, aquecendo a sua pele. A respiração de Jason contra sua nuca te arrepiou, te arrancando um sorriso, fazia muito tempo desde a última vez que se sentiu assim.
Se virou tentando não se mexer muito, queria deixar Jason descansar já que você sabia que ele havia brigado feio com Bruce, ele estava com vários hematomas no rosto e deveria haver mais pelo resto do corpo. Apreciava o cabelo castanho escuro caindo pelos olhos fechados, os lábios bonitos secos por conta do clima e as bochechas levemente coradas naturalmente. Jason era perfeito aos seus olhos.
— Me admirando princesa? — sorriu.
— Com certeza. — riram.
Fazia anos que não sentia o coração tranquilo assim. Jason realmente era tudo o que você precisava.
— Eu preciso de um banho. — Jason falou enquanto se alongava.
— Pode ir, tem algumas peças de roupa que você deixou aqui. — o disse. — E se precisar de ajuda com seus machucados...
— Obrigado. — te beijou. — Eu volto logo.
Você se levantou e arrumou a cama, indo procurar algumas roupas para Jason enquanto ele ainda estava no banho. Quando as encontrou, as deixou em cima de seu travesseiro para que ele pudesse ver.
— Precisa de alguma coisa? — o perguntou.
— Só de ajuda com esses machucados aqui. — respondeu.
— 'Tô entrando. — a abriu a porta, finalmente vendo os ferimentos que estavam no corpo de Jason. — Pelo visto a briga foi feia. — pegou o kit de primeiros socorros dentro do armário do banheiro.
— Já tive brigas piores. — te tranquilizou.
— Fique parado. — falou enquanto segurava um algodão em uma pinça, colocando um pouco de rifocina para auxiliar na cicatrização dos machucados.
— Aish... — resmungou.
— Sinto muito. — se desculpou.
— Tudo bem gatinha, só continua. — segurou sua mão livre delicadamente.
Já tinha cuidado dos machucados de Jason outras vezes, mas dessa vez era diferente.
— Prontinho. — sorriu.
— Obrigado. — te abraçou, escondendo o rosto em seu pescoço.
Apenas o abraçou de volta, o medo de tudo ser um sonho te assombrando.
— Nunca mais me deixe sozinha. — falou.
— Não vou, eu prometo. — falou. — Mas agora temos que ir ver o Bruce, não é? — te olhou.
— Temos sim. — respondeu.
Agora sim você reconhecia o seu Jason.
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