Solo estoy atrapada en un estado de animo donde quizás no todo esté mal pero nada se siente bien, intento hacer lo mejor que puedo, y esforzarme por todo lo que debo cumplir estos meses, pero aún así no es suficiente. Siento mucho y al mismo tiempo nada pero lo estoy intentando, así que si me rio contigo, converso y parezco estar "feliz" valóralo porque puede que seas mi escape en estos momentos en los que nada se siente bien.
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Son las tres de la mañana y yo sigo sin poderme dormir.
Son las tres de la mañana y yo sigo sin poderme dormir. Tengo una sensación en mi pecho que en este momento yo podría hasta cambiar el mundo. Tengo la energía para eso.
Las madrugadas hacen cosas extrañas con los seres humanos, puede que hagan que te sientas en la cima del mundo; sentís que podes lograrlo todo, sos la persona más positiva del mundo, planificas mañana empezar una nueva vida, cambiar tu salud, permutar el sedentarismo por el gimnasio, ser más saludable, puede que hagan que te animes a todo, que creas que sos capaz de todo.
En ese estado me siento ahora, digamos que subí, subí,subí y ahora estoy arriba, en la montaña rusa, estoy en lo más alto, veo a todo el mundo desde acá, veo todo más claro, que hay qué hacer, cuándo y cómo..
Pero las madrugadas son un poco traicioneras, porque yo pienso que a estas horas, somos y no somos realmente nosotros, más que nunca. Es cuando la montaña rusa a veces empieza a caer en picada.
A la madrugada, tenemos los sentimientos en los poros, se salen, se escapan por ellos, están en el aire, en la posibilidad de creer que podemos cambiar el mundo o también destruir el nuestro. Porque a la madrugada o sos todo o no lo sos nada.
Cómo dije antes, las horas siguientes a las doce de la noche, son traicioneras, porque también tienen el poder de hundirte, de aprovecharse de esa sensibilidad que flota en el aire, tan palpable que puede que hasta se lleguen a hacer figuras con ellas. La madrugada puede llegar a cambiar el color de la habitación y de pronto las luces de navidad que cuelgan del cabecero de mí cama pasan de ser blancas a ser grises y yo me veo en blanco y negro y todo es blanco y negro.
Y desde mi cama veo la puerta, está cerrada, pero sé que a esta hora hay tantos magos en el aire que empiezo a ver agua entrar por debajo de esta. Y sé que eso no es verdad entonces para poder flotar hago una balsa con palabras, palabras que ya tengo repetidas por todos lados. Palabras que he dibujado, que he escrito, que he delineado y que he llorado. Palabras que puede que hagan un colchón en la balsa, así no me siento tan incómoda en todo esto de que me esté por ahogar.
Pero los magos se apiadan de mí y luego de que yo haya sacado todas esas palabras y haya hecho mi colchón, empiezo ver cómo el agua va saliendo. Y estoy sola en mi habitación y no hay nada mojado.
Entonces tengo razón, y la madrugada puede hacer cosas grandiosas o pueden ser incómodas.
O puede hacer, puede obligarte que seas y a que estés con vos mismo.
Ela.
Algún día. 3:00 a.m.
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Somos prisioneros del pasado buscando la oportunidad para poder escapar, para nadie es un misterio que no podemos cambiar algo que ya sucedió o quizás lo que irá a pasar. Estamos en un ciclo de eventos sin variable de error, en el que somos títeres llevados por la mano de un Dios capaz de decidirlo todo con el movimiento de sus manos, un chasquido y todo puede irse o volver así es esto, así es él.
Bajo la falsedad de la libertad vivimos, hacemos y deshacemos, al menos eso creemos. Pero el inicio es algo que no presenciamos, el final algo que no imaginamos y el proceso donde nos encontramos.
Azazel & Papittafritta
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Oh cariño, ¿en serio creíste que éramos tan distintos? quizá yo prefería escribir mala poesía y tú preferías el alcohol desenfrenado cuando realmente lo que hacíamos era querer olvidar nuestras vidas. Distintos medios para el mismo fin.
-Alice Gould.
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