Tumgik
#medidas del cuerpo
deepinsideyourbeing · 2 months
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He calls me the Devil (I make him wanna sin) - Enzo Vogrincic
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+18! Needy!Enzo (unos segundos de Sub!Enzo, parpadeen y se lo pierden). Biting, choking, creampie, fingering, masturbación, (breves descripciones de) plus size!reader, sexo oral, sexo sin protección, (kind of) semi-public sex, spit kink, edades no especificadas. Uso de español rioplatense.
El vestido fue idea de Enzo.
Luego de un par de días viéndote batallar frente al espejo e intentando consolarte cuando la frustración te vencía, recordó que la caja que contenía la prenda estaba sepultada en alguna parte del armario. Enzo odiaría que lo malinterpretes y no tiene absolutamente nada en contra de la chaqueta y el pantalón de cuero que pretendías combinar con un top burdeos, pero…
-No, no sé- recuerda cómo empujaste el vestido contra su pecho-. ¿No te parece que es mucho?
-¿Para mí…? Es poco- bromeó,  refiriéndose sutilmente a los atuendos  mucho más atrevidos y extravagantes que utilizaste en ámbitos mucho menos formales.
-No son los Oscar, Enzo, es un concierto de música clásica.
-¿Y?- se mordió el labio-. ¿No te gustó el vestido? ¿Es eso?
-Me encantó, amor, pero…
La inseguridad ensombreció tu rostro por un breve momento, evocando el recuerdo del día en que le enseñaste el vestido en una página web: las únicas fotos exhibiendo el producto eran de modelos utilizando la talla small, un detalle recurrente que te aquejaba a la hora de buscar ropa. Aún puede oír la forma en que suspiraste, entre harta y triste, antes de cerrar la página y bloquear la pantalla de tu celular para arrojarlo sobre la cama.
Normalmente Enzo no se habría atrevido a husmear en tus dispositivos electrónicos, pero esa noche luego de ver tu decepción decidió revisar tu historial. A falta de una referencia fotográfica, optó por confiar en que uno de los talles se correspondía con tus medidas.
-Te queda hermoso- insistió, sosteniéndolo con delicadeza entre sus manos-. Dale, probátelo otra vez.
La forma en que te sonrojaste le pareció tierna, un tanto divertida considerando el tiempo que llevaban juntos y la inocencia del cumplido en comparación con los comentarios que guardaba para otros momentos, los cuales hacían que la sangre de tu cuerpo ardiera no sólo en tus mejillas. Observó cómo deslizabas las tiras de tu camisón por tus hombros y su respiración se entrecortó cuando vio tus pechos desnudos.
El vestido se adhería a tu cuerpo como una segunda piel, los tonos rojos de la seda resaltando tu figura y volviéndote la viva imagen de lo que Enzo llamaría la perdición.
Ahora ese recuerdo lo atormenta y se obliga a mantener las apariencias, ocultando su erección con el programa del concierto y agradeciendo por la tenue iluminación de la sala. Intenta distraerse observando los detalles del lugar, tal como lo hizo desde que llegaron al Auditorio Nacional, y por unos instantes la sincronización en los arcos de la sección de cuerdas de la orquesta es más que suficiente para cautivarlo.
Es entonces cuando siente que te movés en tu asiento y sus ojos se centran en tu figura. Tus manos se encuentran entrelazadas sobre tu regazo, cubiertas por unos delicados guantes de largo asimétrico, y al ver tus dedos jugando distraídamente con el papel no puede evitar pensar en lo bien que se verían envueltos sobre su miembro, su semilla arruinando la seda que oculta tu piel.
El súbito aplauso del público lo saca de sus cavilaciones y está a punto de sumarse al mismo, pero tu mano se cierra sobre la suya a modo de advertencia. Si la calidez de tu palma empeora su estado, la forma en que el vestido abraza la curva de tu abdomen y resalta tus pechos es prácticamente una sentencia de muerte.
-Todavía no- aclarás, señalando con la cabeza hacia el escenario-. Falta uno más.
El primer movimiento de la Serenata para cuerdas de Tchaikovsky le pareció sublime, ¿pero el cuarto…? Le resulta eterno y le cuesta horrores mantener la concentración, por lo que se muerde los labios hasta sentir el gusto metálico de la sangre en su lengua. Comienza a mover la pierna y tu mano acaricia su muslo -probablemente interpretando su agitación como nerviosismo o ansiedad- en un gesto que debería ser tranquilizador, pero que es en realidad todo lo contrario.
La preocupación en tus ojos es evidente cuando encuentran la mancha escarlata en sus labios y te inclinás para examinar el daño, ignorando que el ángulo le permite ver tu escote y el sostén de encaje rojo que contrasta con tu tono de piel. Es el mismo rojo que tiñe tus labios y que difuminaste en tus pómulos, el mismo rojo que en alguna ocasión utilizaste para dejar la marca de tus besos en su pecho, su abdomen y…
Se siente culpable cuando acerca sus labios a tu oído y susurra:
-¿Me acompañás?
La obra concluye y Enzo aprovecha el momento en que otro músico, un pianista, entra en escena. Toma tu mano y te arrastra hacia las puertas de la sala, más de una mirada curiosa posándose sobre ambos y algunos susurros, que te hacen sentir más insegura de lo que lo hicieron a tu llegada: Enzo juró que te miraban porque “¿Cómo no te van a mirar? Si estás hermosa”, pero vos no estás convencida de que ese fuera el motivo.
Ambos llegan a un corredor desierto y cuando Enzo tira de tu mano para guiarte hacia una puerta lateral, lo seguís al interior de la habitación sin hacer preguntas. Te sorprenden los estuches de instrumentos vacíos, desperdigados por doquier, y estás a punto de comentar que la puerta no debería estar sin seguro, pero el ataque de algún instrumento de viento -que no distinguís- en la habitación contigua hace que te sobresaltes.
-¿Qué pasó?- preguntás, recordando el motivo por el cual abandonaron el concierto. Cuando tomás la mejilla de Enzo para examinar su herida, sus dedos aprisionan tu muñeca-. ¿Qué…?
Dirige tu mano hacia su erección, cubierta por un costoso pantalón, sus ojos fijos en tu rostro para examinar tu reacción: tus labios se separan lo suficiente para permitirle ver tus dientes y tu respiración se torna agitada en un abrir y cerrar de ojos, obligándolo a admirar cómo el movimiento hace que tus pechos suban y bajen. Su mirada desciende hasta llegar a tu cadera y sus manos siguen el mismo camino, masajeando con fuerza tu cuerpo antes de atraerte hacia el suyo.
Soltás un gemido y, en algún recóndito lugar de tu mente, te preguntás si las personas presenciando el concierto pueden oírte con la misma claridad con la que oís el piano en este momento.
-¿Ves lo que me hacés…?- pregunta. Besa tu mejilla y sus labios trazan una línea hasta tu cuello, sus besos húmedos y su aliento cálido repercutiendo en tus sentidos-. Desde que llegamos estoy así.
El sonido del seguro llega a tus oídos.
-¿Qué hice?- fingís inocencia.
Su mano se cierra sobre tu cuello y vuelve a besarte, la intensidad de sus acciones provocando que sus dientes rasguen tu labio inferior y su lengua haciéndote gemir cuando invade el interior de tu boca. Se aferra a la parte más ancha de tu cadera con fuerza, como si la cercanía entre ambos no fuera ya suficiente, y su otra mano baja la cremallera de su pantalón.
El sonido provoca un cosquilleo entre tus piernas y mirás a Enzo de manera provocadora mientras tirás del botón de la prenda, la cual cede levemente dejando ver una franja de su ropa interior. Recorrés la tela visible con tu dedo antes de llevártelo a la boca, capturando la seda entre tus dientes para retirar el guante.
-No- te interrumpe-. Dejátelos puestos.
Le dirigís una sonrisa, intrigada y más que excitada por la situación y su petición. Tu mano colándose bajo su ropa interior hace que se muerda el labio y una expresión de dolor atraviesa su rostro, pero cuando cerrás tus dedos sobre su miembro esa expresión se transforma en placer y arroja la cabeza hacia atrás. Comenzás a masturbarlo con lentitud, tu oído atento a la orquesta percibiendo también el sonido de su piel y la aceleración de su respiración.
En cuestión de minutos y bajo las caricias que le suministran tus manos, Enzo se convierte en un desastre: sus dedos se clavan en tu carne y tenés que esforzarte para lograr mantener el ritmo de tus movimientos, el líquido preseminal brotando de su punta humedeciendo cada vez más tu guante y tus dígitos, y su miembro palpita desesperadamente en busca de alivio.
Te detiene antes de que sea demasiado tarde y te guía hacia el pequeño sofá en la esquina de la habitación, apartando unas partituras olvidadas sobre este para tomar asiento y señalar el lugar entre sus piernas. Obedecés inmediatamente, como siempre, y luego de ayudarlo a deshacerse de su pantalón y su ropa interior Enzo decide tirar de la cremallera de tu vestido y despojarte de tu sostén, liberando tus pechos.
Tomás su miembro entre tus manos para centrarte en su extensión mientras tus labios se acercan a la punta para besarla con delicadeza una y otra vez. Su excitación brilla bajo las luces de la habitación y es adictiva cuando el sabor invade tu lengua, haciéndote gemir cuando lo introducís en tu boca y provocando que las vibraciones amenacen con llevar a Enzo al borde del orgasmo nuevamente.
Sus caderas se mueven en contra de su voluntad y su punta golpea tu garganta, llenando tus ojos de lágrimas que rápidamente comienzan a deslizarse y humedecer tus mejillas. Te separás de Enzo, ya que no estás dispuesta a arruinar todo tu maquillaje, pero la solución que encontrás logra arrancar un gemido de su boca antes de que pueda procesar la imagen frente a él.
-Dios…- dice entre dientes, cubriendo su rostro con una mano luego de ver cómo rodeás su miembro con tus pechos y escupís sobre su punta. Recuerda todas las ocasiones en que lubricó el interior de tus muslos y se deslizó entre ellos hasta el agotamiento, oyéndote suplicar por un poco de placer a cambio y prometiendo hacer lo imposible para merecerlo-. Lo hacés a propósito, ¿no?
Permanecés en silencio, pero Enzo recibe una respuesta cuando tus manos presionan aún más tus pechos. Su excitación comienza a ser cada vez más abundante, gotas de líquido incoloro cayendo desde su punta hasta el largo de su miembro y entre tus pechos, llenando la habitación de los indecentes sonidos húmedos que tanto disfrutan ambos. Sus dedos contrayéndose sobre el sofá y sus nudillos blancos hacen que te detengas con una sonrisa de satisfacción.
Toma tu cabello entre sus dedos y se acerca peligrosamente a tu rostro, su pulgar delineando tu labio inferior y haciéndote sisear cuando toca la herida que sus dientes dejaron allí. Tira de tu cabello hasta posicionarte en un ángulo doloroso y te observa, el cabello cayendo a los lados de su rostro haciendo que se vea aún más imponente, y luego escupe en tu boca. Le enseñás tu lengua, su saliva mezclándose con la tuya, y tragás.
Te conduce hacia el otro extremo de la habitación sin delicadeza alguna y presiona tu cuerpo contra el espejo en la pared, el efecto de la superficie fría evidenciándose en tus pezones. Con movimientos lentos, Enzo toma el dobladillo de tu vestido y comienza a arrugarlo entre sus manos, descubriendo centímetro a centímetro de tu cuerpo y maravillándose como si fuera la primera vez que te ve.
Intenta no perder la razón al ver el encaje rojo cubriendo tu intimidad… Pero él es un hombre débil y vos, la tentación.
Se arroja sobre sus rodillas sin pensarlo y comienza a morder tus piernas con fuerza, haciéndote gemir y lloriquear debido a la sensibilidad, utilizando su lengua posteriormente como si fuera suficiente para aliviar las zonas abusadas. Aparta la prenda que lo separa de tu centro y observa cómo la humedad que cubre tu piel se adhiere en forma de hilos brillantes a la tela.
Introduce un dedo en tu interior mientras reparte besos y mordidas en tus muslos. Te oye gemir contra el espejo y sabe, aunque no puede verte, que tal imagen podría pertenecer al paraíso. Debería, asegura al introducir otro dedo y sentir tus paredes contrayéndose cuando los curva para dar con tu punto dulce, la resistencia de tus labios nula ante tus gemidos, jadeos y suspiros.
Los sonidos obscenos que producen los dedos de Enzo en tu cavidad no se comparan con la imagen entre tus piernas, tus fluidos cayendo sobre sus dedos hasta llegar a sus nudillos e incluso su muñeca. Tus piernas tiemblan y tus manos masajean tus pechos, imitando los movimientos que tu novio suele repetir para brindarte el máximo placer.
Tus rodillas están a punto de fallarte y le suplicás, pero cuando Enzo se detiene y te deja respirar la sensación de vacío junto con la desesperación te inundan. Encontrás sus ojos oscuros a través del espejo, un leve asentimiento de su parte que pretende ser un consuelo, y arqueás tu espalda para darle mejor acceso a tu entrada.
Sostiene el vestido, la tela arrugada a la altura de tu cintura, mientras acaricia tu entrada y tu clítoris con la punta goteante de su miembro. Suspirás al sentir su calor y el suspiro se vuelve un gemido cuando comienza a empujarse dentro tuyo, recibiendo el ardor que provoca su tamaño en tu entrada estrecha.
-Enzo...
-Sí, amor, ya sé- dice entre gruñidos-. Querés más, ¿no...? Vos siempre querés más.
Y él está dispuesto a dártelo todo.
Sus movimientos son delicados y mínimos para permitir que te acostumbres a la sensación, pero eso se acaba cuando ve tu expresión prácticamente pornográfica en el espejo. El placer dibuja en tus cejas una curva que acompaña la caída de tus párpados y tus labios entreabiertos permiten que un hilo de saliva caiga por tu mentón.
Desesperado por sentir más, comienza a penetrarte con fuerza y en profundidad. Adora los sonidos que dejan tu boca y aún más los que produce tu cuerpo al colisionar con el suyo, así como también adora ver los movimientos de tu carne como consecuencia de cada impacto originado entre las caderas de ambos.
El ritmo de sus estocadas es cada vez más rápido en contraste con la música (ahora muy lejana, como si la sala se encontrara a kilómetros de distancia) y te fuerza a sostenerte para no perder el equilibrio, pero la tarea resulta casi imposible cuando sentís la forma en que su punta abusa de tu cérvix de manera placentera.
Su mano repta por tu espalda y acaricia tu cuello antes de cerrarse sobre el mismo, la presión que ejerce mínima pero aún presente como un sutil recordatorio. Volvés a encontrar su mirada.
-Voy a...
-Sí- se limita a contestar. Arroja la cabeza hacia atrás.
Continúa embistiéndote hasta sentir las contracciones de tu interior caliente y te permite tocarte sólo después de atraer tu cuerpo hacia el suyo, con tu espalda sobre su pecho y su brazo rodeando tu cuello. Su otra mano sostiene tu cadera y se hunde dolorosamente en tu piel, amenazando con dejar alguna que otra marca.
El ángulo actual te deja sentir cada detalle de su miembro en tu interior y no pasa mucho tiempo antes de que llegues a tu orgasmo, con sus dedos aprisionando tus mejillas para mantener tu vista al frente, la imagen de tus pechos saltando de arriba abajo casi tan hipnótica como el rostro de tu novio al ver la escena.
Cuando Enzo alcanza su propio clímax sentís sus dientes mordiendo tu cuello antes de percibir cómo su semen caliente te llena por completo. La sensación es suficiente para causarte otro orgasmo, más breve pero de mayor intensidad.
-Te amo- dice Enzo contra tu piel-. Te amo, te amo, te amo.
-Yo también te amo- tomás su mano y la llevás a tus labios-. Mucho.
-¿No tenía razón?- oculta su sonrisa tras tu hombro-. El vestido era una buena idea.
Estás a punto de darle la razón, pero te interrumpe el sonido de alguien tocando la puerta.
-Te voy a matar- jurás, apresurándote para acomodar tu ropa.
Enzo sólo suelta una carcajada.
Notas de Lu:
La inspiración para el vestido, estoy completamente obsesionada. Espero hayan disfrutado la lectura y si ven algún error..., un hechicero lo hizo ♡
taglist: @madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @chiquititamia
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equipo · 3 months
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suzukis-posts · 2 months
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𝗡𝗶𝗴𝗵𝘁 𝘃𝗶𝘀𝗶𝘁 - 𝗛𝗘𝗥𝗠𝗔𝗡𝗢𝗦 𝗛𝗔𝗜𝗧𝗔𝗡𝗜
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Ran Haitani/Rindou Haitani x Male!Reader
𝗔𝗗𝗩𝗘𝗥𝗧𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔: Menciones de sangre, trío, poliamor, sexo oral. NSFW en general.
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Ran y Rindou estaban cubiertos de sangre. Habían asesinado a un par de personas por ordenes de Manjiro. Tal vez esas personas eran inocentes, pero ambos acabaron con ellas por diversión o aburrimiento.
Mientras caminaban por las calles a ambos hermanos les surgió la idea de visitar a alguien
Tú.
Tal vez una pequeña visita sorpresa no le haría mal a nadie
Ran y Rindou decidieron que querían una pequeña aventura esta noche. Ambos se colaron en tu habitación de tu mientras dormías. No pudieron resistir más la tentación al ver tu hermosa figura en ropa de dormir, luciendo tan inocente y vulnerable.
Ran pasó suavemente sus dedos por tu mejilla mientras miraba profundamente tus ojos seductores descansar, parecían hipnotizarlo aún más. Se inclinó más cerca para susurrar suavemente cerca tus oído, provocando escalofríos por tu espina.
── Despierta, cariño. ── Lentamente comienzas a abrir los ojos, sientes a alguien cerca, confusión estaba escrita en tus rasgos al principio. Puedes ver a Ran y Rindou sonriéndote de forma lujuriosa bajo la tenue luz de la luna que entraba a través de las cortinas de la ventana.
Sin embargo, antes de que pudieras pronunciar una palabra, Rindou se presionó contra tu suave cuerpo asegurándose de sentir cada centímetro de tí presionando contra él con fuerza, provocando un jadeo audible de tu parte, aún estabas ligeramente dormido tu corazón ahora late más rápido con emoción mezclada con vergüenza por haber sido atrapado.
En una situación tan vulnerable.
Mientras Rindou te sostenía con fuerza contra tu pecho, Ran se quitó la camisa ensangrentada y la arrojó a un lado para revelar nada más que pura tentación debajo; un torso suave y tonificado que captaba la luz de la luna como plata brillante.
── Rin... ¿qué está pasando? ── Preguntas sin aliento, tratando de liberarte del cálido abrazo de Rindou mientras fracasabas estrepitosamente debido a que estabas cautivado por el atractivo irresistible de Rindou.
Ran se acercó en respuesta, extendiendo lentamente la mano hacia tus suaves mechones de cabello, pasando sus dedos suavemente por ellos antes de susurrarte suavemente al oído.
── Relájate cariño, solo queremos un poco de diversión.
Apenas podías creer lo que estaba sucediendo.
¿Tus dos chicos irrumpieron en tu habitación a jugar a juegos lascivos?
Tus pensamientos giraban en confusión mezclada con emoción; ¿Deberías estar asustado o emocionado?
Una parte de tí también deseaba esto tanto como parecían, ¡tal vez incluso más que juntos! De repente sentiste un golpe en tu trasero.
Soltaste un pequeño quejido.
No quedaba nada más que hacer más que ceder por completo a estos deseos traviesos que ahora crecían dentro de tí.
Sin dudarlo ahora, te encontraste derritiéndote bajo sus toques sensuales mientras Rindou lentamente comenzaba a pasar sus dedos por tus suaves mejillas antes de recorrer suavemente la línea de tu mandíbula.
Ran, por otro lado, comenzó a pasar las yemas de sus dedos por tu pecho de forma procativa, haciendo que suaves gemidos escaparan de tus labios sin querer.
Tu cuerpo parecía anhelar más afecto mientras permitías que estos hombres, que acababan de irrumpir en tu habitación, continuaran con esta tentadora danza de placer que estaban creando con cada toque y susurro.
Rindou decidió que era hora de llevar las cosas un paso más allá y lentamente inclinó tu cabeza hacia la suya sin querer nada más que una oportunidad de probar esos dulces labios tuyos.
Tan pronto como Rindou te besó, sus lenguas se entrelazaron deliciosamente provocando jadeos tuyos, por otro lado, Ran se acercaba volviéndose aún más atrevido al jugar con el dobladillo de tu ropa de dormir dibujándolo hacia arriba centímetro a centímetro, exponiendo la tierna carne poco a poco.
A medida que te quitaban gradualmente la ropa de dormir, ambos hermanos quedaron hechizados por la belleza de tu cuerpo perfectamente esculpido.
La lujuria de ambos se hizo más profunda y su toque se volvió más audaz. Te empujaron suavemente contra la cama, donde aterrizas suavemente con un suave suspiro escapándose de tus labios, indicando cuánto disfrutas este emocionante momento de indulgencia.
Rindou se acercó para besarte con más pasión ahora mientras Ran dejaba delicados besos a lo largo del camino que conducía hacia el centro de tu pecho expuesto, haciendo que cada fibra de tu cuerpo anhelara más.
Rindou se separó del beso de labios el tiempo suficiente para mirar tus ojos soñadores que ahora brillaban de deseo, mientras Ran deslizaba un dedo en tu miembro ya erecto provocandote un gemido tan profundo y sensual que podía excitar a cualquiera con solo escucharlo.
La química entre los dos hacia tí era sencillamente insoportable; ¡Ambos hermanos te anhelaban en todas las formas posibles!
Tus deseos se apoderaron por completo cuando la mano libre de Rindou acarició tu firme pecho, burlándose suavemente de tus pezones, mientras Ran acariciaba tiernamente tu miembro erecto.
Mientras Rindou continuaba besándote apasionadamente, sentiste que tu orgasmo se acercaba. Ran también lo sintió y le susurró algo al oído a Rindou.
Rindou inmediatamente dejó de provocar tu pecho y se movió más hacia abajo entre tus piernas, abriéndolas más, dándole acceso completo; sus ojos se encontraron con los tuyos con una mezcla de emoción lujuriosa ya que ambos hermanos sabían lo que estaba a punto de suceder.
Rindou comenzó a dejar marcas de amor entre tus muslos, desde mordidas, hasta chupones hasta llegar a tu miembro. De vez en cuando te daba una mirada lujuriosa, mientras disfrutaba burlarse de tu miembro dándole tiernas lamidas o incluso llegando a morder.
En poco tiempo, cuerdas calientes de placer salieron disparadas de tu núcleo golpeando suavemente la cara de Rindou, provocando escalofríos recorriendo su columna mientras atrapaba cada gota lamiéndolas, aumentando inmensamente el placer de ambos hermanos.
La vista ante Ran era realmente impresionante; Rindou complaciendote de una manera que le hacía imposible contenerse por más tiempo.
Ran también quería probar este dulce cielo, así que se alejó de tus labios por un momento y devoró con avidez los restos de tu líquido presiminal.
Finalmente, exhaustos pero satisfechos, ambos hermanos colapsaron juntos con sus cuerpos empapados de sudor.
Su respiración era dificultosa pero disfrutaban del resplandor: sonrisas jugaban en sus labios mientras se acurrucaban más cerca tuyo, estando Ran en tu pecho y Rindou en tu espalda, ambos abrazándote perdidos en la satisfacción.
Había sido una de tantas experiencias que ninguno de los tres olvidaría jamás; la emoción de romper las reglas se mezclaba con un placer tan intenso que desafiaba las palabras.
La luz de la luna se filtró a través de las cortinas bañándolos en su suave brillo plateado dejando iluminar los tres cuerpos sudorosos.
Susurras suavemente ── Eso fue increíble...
Rindou y Ran se rieron suavemente besando tus mejillas afectuosamente, compartiendo emociones no expresadas llenas de felicidad y gratitud por poder compartir tal experiencia.
Un momento increíblemente lleno de lujuria.
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astrolabion · 13 days
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Tengo el cuerpo hecho a medida del romance, mi traje favorito es el amor.
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selenne76 · 2 months
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...Intenso y rudo en su justa medida en sus formas, suave y tierno em si final feliz...
No hay nadie que me lleve tan al borde del precipicio de mis propias emociones como él, sus manos y su voz acompañan mi excitacion al limite, sosteniendo en el tiempo el placer sin permitir que se desborde...hasta el instante que le place.
Azota mi cuerpo con patrones imposibles, su lengua hidrata mi piel tras beber de mi sex♡, su hombría taladra mis reparos, enseñándome a abrazar el placer de nuevas perversiones.
Nadie como él para complacerme...🖤🖤🖤
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letra-vagabunda · 20 days
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"Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.  Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.  La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.  ¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,  la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas,  la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes,  los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?  Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.  Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se  levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.  Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.  Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.  Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.  Ya los ejércitos me cercan, las hordas.  (Esta habitación es irreal; ella no la ha visto).  El nombre de una mujer me delata.  Me duele una mujer en todo el cuerpo".
-Jorge Luis Borges; El amenazado
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possession-swapbody · 4 months
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Drew parte II
Connor pov:
Ya habían pasado varios días desde que probé el cuerpo de Drew, saben fue lo mejor que me pudo pasar, probé su increíble cuerpo y pude disfrutar incluso acompañado, pero, lo malo es que no sabia como poner las cosas al corriente, cuando llego la hora de dejar su cuerpo lo hice, regrese al mío, solo que hubo algo que no tome en cuenta, el echo de que Drew después pediría a Marcus las llaves que se supone ocuparían para irnos y dejar su casa cerrada, y tal como estas pensando, Drew armo el rompecabezas, y 3 días después de dejar su cuerpo, toco a mi puerta, su excusa ir a visitar a Marcus, y aprovecho para saludarme ya que supuestamente le había caído bien.
Yo estaba temiendo que el tomara medidas en contra mía, así has de imaginar mi reacción cuando literalmente me tomo del ante brazo y me dijo que me esperaba en su carro, para no preocupar a mi familia les dije que me habían invitado a una fiesta, no se si eran mis nervios que no me dejaban pensar correctamente, pero ahora que lo pienso, si hubiera querido hacerme algo malo, le hubiera facilitado mucho el trabajo, lo bueno que no fue exactamente algo malo.
Luego comenzó a manejar, en el carro había un silencio incómodo, entonces decidí romper la tensión he incomodidad, pero no sabia como, así que solo le pregunté el cómo estaba, el me volteo a ver y me miró levantando una ceja, y comenzó una charla:
Drew: por el momento bien, pero... no te traje para hablar sobre mi estado o como estará el clima.
Connor: solo trataba de aligerar el ambiente, amigo literalmente no has dicho nada y no se ha donde me llevas.
Drew: bueno en ese caso vallamos al grano.
Sentía como mis nervios me comían vivo al ver a Drew mirarme mientras por mi mente pasaban mil escenarios donde acaba mal.
Drew: dime, ¿como lo supiste?
Connor: que?
Drew: sobre el liquido para poseer.
Connor: no me suena.
Drew: se que estuviste en mi cuerpo no te sirve de nada fingir.
Connor: esta bien, te vi usarlo.
Drew: sabes que no esta bien espiar en casas ajenas?
Connor: si, pero... espera me estas regañando?
Drew: algo así, no soy tu padre, ni tampoco eres un niño, pero eso no quita que no esta bien ni espiar, ni robar cuerpos.
Connor: y como supiste que fui yo?
Drew: porque aparte Marcus eras el único en la casa, aparentemente yo justifique tu salida temprano de mi casa, y tanto tu como yo sabemos que yo no pude ser.
Connor: si entiendo tu punto, pero...
Drew: pero nada, sabes literalmente fuiste yo, no hay nada más personal que eso.
Connor: lo se, perdón por eso.
Vi como Drew quería decirme algo pero la verdad no estaba seguro de que era, estuve pensando en que hacer para compensar lo que hice.
Connor: sabes si hay algo que yo pueda hacer para remediar esto...
Drew: sabes desde que te subiste al carro quería decírtelo pero no sabia como, ya que lo de los cuerpos no es un juego o algo que se tome a la ligera.
Connor: entonces dices que...
Drew: si, quiero tu cuerpo por un día.
Connor: ya veo, no hay algo más.
Vi a Drew callado, sabía que era lo justo así que acepte, después fuimos a su casa y subimos a su habitación, me dijo que me sentará y que tomaría mi cuerpo, luego el tomo el frasco con el extraño líquido, se acostó en su cama, yo esperaba verlo salir pero no sólo salio el, sino que salieron dos entes de Drew, uno de ellos voló hacia mi y el otro regreso a Drew.
Luego de ver eso traté de correr, sabía que lo que fuera que pasara no era normal, cuando vi a Drew tomar a Andy el no había sacado 2 entes, solo a él. Apenas había llegado a la puerta usando sentí algo impactar en mi espalda, me comencé a desvanecer, por algún motivo todo lo que vi era oscuridad, se suponía que no sentiría el paso del tiempo, Drew había dicho que era como desmayarse o dormir, lo que se es que lo que sea que este pasando no es bueno.
Andy pov:
Drew: mira este cuerpo se siente muy bien.
Andy: te lo dije, ese chico empacaba un cuerpo muy bueno bajo esa ropa.
Drew: sabes cuando me propusiste darme un nuevo cuerpo a cambio del mío, no esperaba que lograrás convencerme.
Andy: fui tu, así que te conozco bien, y ahora soy tu, así que estoy seguro que te gustará Drew.
Drew: sabes ahora soy Connor, me gustará que nos acopladas a nuestros nuevos roles, no lo crees Drew?
Andy: tienes razón Connor, quieres que te lleve a casa.
Drew: sabes este cuerpo esta lleno de energía, quisiera ir a disfrutar de una buena tarde antes de regresar a casa.
Decidí dejar al nuevo Connor e ir al baño a ver nueva y permanente vida en el espejo.
Entonces comencé a recordar como comenzó todo, ya que aun no lo podía creer, por fin conseguí el cuerpo de Drew para mi, quien diría que mi vida cambiará tanto en pocas semanas. Hace menos de un mes comencé a tomar clases extra con Drew, aunque no era mi maestro el ya ejerce su profesión que casualmente es la misma para la que yo estudio, yo ocupaba ayuda para una materia y el se ofreció a ayudar, yo no podía concentrarme la mayoría de las clases, amaba su cuerpo, no a el, es un buen sujeto, pero su cuerpo tenía algo que me atraía, su voz, su rostro, sus ojos, su complexión, su estatura, todo, era perfecto, por más que lo veía no me aburría de admirarlo, y de desearlo.
Hace una semana el me invito a un trago el cual terminó en una borrachera, en el cual el me confesó que desearía tener un nuevo comienzo, que es un excelente profesionista y sus compañeros lo creen el mejor pero no lo disfruta, el quisiera haber regresado el tiempo y estudiar algo con más libertad, yo por otro lado le confesé que amaba su cuerpo, el se vio confundido, y yo le dije que a él no lo quería solo a su cuerpo, el asumió que estaba muy borracho y no le dio importancia.
Al día siguiente cuando salí a caminar al centro me tope con un señor que se veía un poco mayor, me pidió ayuda a llevar algunas cajas, dijo que o usaba ayuda, yo acepte ya que no tenía nada mejor que hacer, al llegar vi a Drew, el señor dijo que nos escucho el otro día en el bar y que tenía una solución a nuestro problema, a cambio quería que le ayudaremos a llevar todas las cosas de su tienda a una bodega, el explicó que lo que el vendía no eran objetos normales todos eran especiales y tenían cualidades fuera de lo ordinario, pero mucha gente lo juzgaba a loco y nadie le compraba así que decidió cerrar, yo y Drew coincidimos en que quizá el sr no estaba bien de sus facultades sementales y decimos ayudarlo ya que fuera cual fuera el caso el solo no podría con las pesadas cajas y objetos grandes.
Subimos todo a su camión y luego lo llevamos a una bodega al otro lado de la ciudad, el tipo al terminar nos dio un frasco con un líquido raro y otro pequeño recipiente que dijo que era para medir las porciones y explicó que era un líquido que nos permitirá cambiar de cuerpo y poseer el cuerpo de otros, junto a como funciona y un montón de cosas que no le tomé importancia, al finalizar y antes de irnos el viejo nos dijo que cuidaremos muy bien del líquido ya que no abría más para nosotros y entonces se esfumó frente a nosotros, luego volteamos a ver la bodega y todo lo que había era una vieja bodega vacía de aspecto abandonado, no había nada de lo que descargamos y acomodamos durante 4 hrs, ni el camión de tipo.
Drew y yo decidimos darle una oportunidad al líquido que nos obsequio aquel señor, así que nos turnamos a usar el elixir por días para hacer una cosa que el otro no quería y algo que quisiéramos experimentar en el cuerpo del otro, al entrar en Drew una onda de placer y lujuria se apoderó de mi el primer día, me encantaba verlo al espejo, vestirlo y escuchar su voz cuando yo hablaba, gracias a sus recuerdos supe todo de él, su vida era un sueño, descubrí que le gustaba y que no, todo era perfecto, y pensé en quedármelo pero no podría hacerle eso, el se había portado muy bien conmigo, al día siguiente de haber entrado en el hubo una reunión familiar, y su sobrino trajo un amigo, gracias a tener sus recuerdos y a él adentro supe que Connor era lo que el quería, una carrera diferente donde no todo era en base a leyes, su cuerpo era lo que ha Drew le gustaba, aquel Joven de 21 años hizo que el cuerpo de Drew se pusiera duro como si en vez de 32 años tuviera 18, las hormonas reaccionaban y sabía que era mi oportunidad.
Me asegure de que el descubriera la posesión, así que antes de dejar a Drew, puse el frasco cerca del cuarto de invitados, y me asegure que Connor estuviera despierto, el fingió dormir pero yo sabía que estaba despierto, luego cuando deje el cuerpo de Drew, le enseñé una foto de la reunión familiar a Drew vi como sus ojos eran atraídos hacia Connor, mas tarde observe como nos seguía y yo solo fingí no haberlo visto seguirnos subiendo las escaleras y el muy tonto hizo exacto lo que yo quería, poseyó a Drew y luego de que Drew se entero, logré convencerlo de tomar su cuerpo, sabía que no se negaría, primero que nada por que ese joven parecía que era algo echo para atraer a Drew y en segundo que Drew se enojo al ver como tomó todo señaló que el tomo su cuerpo.
Fue así que planee todo, pase unos días como Drew, con su consentimiento lado, para aprender todo de su vida y después lo convencí de venir, solo para que Drew tome su cuerpo y lugar con Connor, mientras yo me convierto en el nuevo Drew.
Mis pensamientos fueron cortados por un claro gemido de placer, sabía exactamente lo que era, Connor no podía resistirse a probar su nueva carne, supongo que debería hacer lo mismo, después de todo ahora mismo estoy muy duro y la carne Drew me ruega por tratarla, además necesito explorar mi nuevo cuerpo permanente y quien sabe, quizá deje al nuevo Connor ayudarme, no lo puedo creer solo de pensar en eso me pongo más caliente, creo que lo mejor será encargarme de eso de una vez.
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cyranoenelchat · 3 months
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UNA NOCHE ESPECIAL ii
Allí estaba ella, con su cola ofrecida, tan bella como sudorosa después del primer asalto. Allí estaba Cyrano, de rodillas admirando la carne y el alma de su amante. Bajó y mordió su nalga, lo hizo fuerte, hasta marcar sus dientes. Ella lo aguantó sin inmutarse, eso complació al hombre que siguió jugando con los dos agujeros de la hembra. Unas veces era la lengua, otras la boca entera o le metía los dedos. Ella se iba excitando más si cabe. Siguió con paciencia aguantando sus propias ganas.
Decidió que era el momento, se puso de rodillas tras ella y llevó su miembro erecto a su sexo, rozó su clítoris con el, ella lo buscaba con su grupa, él lo fue humedeciendo hasta que,otras dar una fuerte palmada a la mujer, acomodó los cuerpos y penetro su culo. Lo hizo firme, hasta el fondo, sin dudas. Su pelvis encajaba en el cuerpo de la bella latina como hecha a medida.
Ella gemía, el gruñía como un lobo, ella empujaba queriendo recibir lo más al fondo de su cuerpo el miembro de Cyrano. Él agarraba a la chica fuerte, unas veces del pelo, otras de sus pechos, era suya, al menos en ese instante, y quería que el universo lo supiera. Estaban en éxtasis y hasta pareció que un relámpago seguido de un potente trueno llenaron la noche cuando rompió a llover y los dos animales se vinieron a la vez. Él cayó desplomado sobre el cuerpo de ella, mientras se mojaban satisfechos.
Continuará
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sunflowerzyk · 7 months
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Detrás del depredador -König Híbrido!Oso x Lectora [Medieval AU] Cap. 3
Eres una plebeya de familia numerosa, tu vida es de lo más tranquila como lo puede ser para alguien de tu estatus. Hasta que una de las tantas mañanas en las que sales de tu hogar para recolectar frutos de los arbustos en lo más profundo del bosque una flecha atraviesa tu brazo. Tu no lo sabes, pero el dueño es el príncipe König , un híbrido bestia/oso, quien te tomara como su esposa, aunque no lo quieras así.
Lista maestra
Capitulo 4! << Siguiente aquí
Contiene: diferencia de edad, perversión, könig Yandere, konig Mayor, Diferencia de tamaño, obscenidad, dub-noncon, könig posesivo, daño/consuelo, pelusa, violencia típica del canon, dime si me olvide de alguno. Este capitulo en particular contiene somnofilia!
Si este tipo de contenido no es de tu agrado ignóralo y sigue con tu camino
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Pasaron los días, días tortuosos en los que König no podía decirte ni una sola palabra desde que llegaste a ese lugar. Estaba perdiendo la cabeza, no era capaz de mirarte a la cara sin sentir la necesidad de llevarte.
Pensó que sólo serías un interés pasajero, que se aburriría y te repugnaría como a todos los demás. Pero no fue así.
Todas las noches visitaba la habitación donde dormías, no decía nada, solo escuchaba cómo te quedabas profundamente dormido, entraba a verte y se quedaba allí hasta antes del amanecer y volvía a sus aposentos privados.
La culpa era de su cabeza. Sus necesidades.
Seguía repitiendo la misma imagen en su cabeza una y otra vez, tú, tan pequeño, aferrado a su mano de esa manera como lo hiciste el primer día, no pudo evitar calentarse aún más de lo que ya estaba mientras cabalgaba hacia el palacio, Si hubiera sido alguien más quién lo hubiera tocado, se habría arrancado el brazo, Pero no eras cualquiera, eras tú, una chica enigmática y curiosa ante sus ojos depredadores. Sus instintos le pedían a gritos que te reclamara en ese mismo momento en el que detectaba tu toque, te acariciaba y te rompía (solo un poco... tal vez). Era solo un instinto primario que venía de las profundidades del ser, por eso te atacó tan repentinamente cuando te alejaste. No estaba acostumbrado a actuar tan impulsivamente, sólo en el campo de batalla, y por lo general estaba en su forma animal cuando eso sucedía.
König se abalanzó sobre ti principalmente porque retrocediste, deberías haberte quedado como estabas, sentado en la cama, sin soltar su mano en ningún momento, tirando de él hacia ti, rogándole que no te dejará sola en esa habitación. Arrodíllate para llamar su atención. Era tu deber. Seducirlo para que te llene de bebés de sangre noble, príncipes.
Eso es lo que tenías que hacer.
En cambio, estabas aterrorizado cuando viste su forma híbrida salir a la luz, te inclinaste hacia atrás con un miedo notable en tus ojos. Era de esperar que reaccionaras así, los híbridos no abundaban, existían muy pocos ejemplares estrictamente en la nobleza, como era el caso de él, sus hermanos y compañeros de armas. Los usaban en su mayoría como máquinas de guerra, todas sus capacidades se vieron incrementadas con el cambio que su condición les permitía hacer.
Algo de lo que presumir, si supieras vivir para contarlo, la mayoría de los híbridos no vivían más allá de los 30, debido a las constantes guerras, enfermedades e intentos de asesinato.
Normalmente la intimidación que generaba en la gente lo alimentaba enormemente, incluso la tuya, tu miedo en pequeña medida le divertía, incluso lo endurecía, verte tan temblorosa y nerviosa debajo de él era una delicia. Tus labios se entreabrieron, temblores recorrieron todo tu cuerpo mientras tratabas de separarlo de ti con una confusión bien marcada en tus facciones. König quería verte tratar de tomarlo por completo cuando tu herida sanara y hicieran sus votos matrimoniales para tomarte como su reina, no serías una concubina, serías una diosa, el sudor correría por tu piel, dejando escapar jadeos y gemidos que él provocaría, admirando tu rostro enrojecido. ¿Serías tímido en la cama o más atrevido? Le encantaría averiguarlo. Lo haría.
Planeaba jugar un poco contigo y tu pequeño coño.
König iría tan despacio como le preguntaste, es un príncipe, o eso dice un papel escondido en los archivos de la Biblioteca Imperial, también es plenamente consciente de lo grande que es su miembro, tu cuerpo no lo soportaría de inmediato sin que se te salten las lágrimas internamente, si se lo pides, lo hará, para que pueda cuidarte más tarde sin ningún resentimiento. Pero sobre todo sería amable en sus propios términos, solo por un tiempo, muy poco en realidad, y lo sabe, especialmente la bestia dentro de él, es un depredador por naturaleza, quiere conquistarte, mantenerte y criarte. Explora contigo sus deseos más profundos. Comerte y arruinarte la cabeza, donde solo él iba a existir, aunque lo negaras te obligaría a hacerlo tarde o temprano, preparando tu coño con sus dedos y su boca. Tendrían todo el tiempo del mundo para prepararte para él, su libido alta y la bestia hambrienta dentro de él.
Su edad le permitía presumir de la experiencia que llevaba consigo, haría un excelente uso de esa información sobre su cuerpo inexperto. Te hacía visitar a los dioses y te traía de vuelta a su lado, una forma de mostrarles su eterna gratitud por recibir a una reina tan bonita y adorable. Él te merecía, se merecía algo tan divino como tú después de haber sido castigado con ser rechazado por todos, y el contacto físico.
Su repentina aversión por otras personas le hizo excluirse a sí mismo, aquellos que no eran camaradas que probablemente estaban menos o igual de trastornados que él eran completamente evitados. Por esa misma razón nunca frecuentó el castillo de su padre y permaneció en su provincia. En su provincia, gobernaba allí, decidía a qué reuniones asistir, era dueño de todo.
Aquí no, su padre es el que manda y la serpiente de su hermano Alejandro susurrándole cosas al oído era una situación irritante, le ordenaron asistir a reuniones molestas para negociar con comerciantes hipócritas. Con solo mirarles la cara le daban ganas de degollarlos.
¿Podría hacerlo? Por supuesto.
¿Se mancharía las manos con una sangre tan repugnante? No.
Su energía ya estaba bastante reducida. Simplemente estar en el castillo de su padre lo estaba agotando, sumado a su frustración (sobre todo sexual) y la falta de adrenalina realmente lo estaba matando.
En el castillo de su padre tenía dos habitaciones propias, la principal, de la que nunca salió durante su estancia, y la segunda, donde fue criado por su madre y las enfermeras. En esa segunda habitación estabas. Ese sitio fue abandonado con el tiempo, hasta ahora. Tu sola presencia le dio un toque diferente, lo completó aunque no pertenecías a ese lugar, no permanentemente, ese lugar era para madres de príncipes, y tú no lo eras. Aún.
Te verías mejor en sus aposentos personales, atada a la cama con el vientre hinchado por su carga, aún no era el momento, a menos que quisieras que te sostuviera en sus brazos y no te soltará hasta quedar completamente inconsciente y él se quedara. sin capacidad de empujar dentro de tu coño. Cosa casi imposible, era cierto que su edad le impedía ser tan resistente como antes, pero aún tenía sus dedos y su lengua para hacerte llorar y satisfacerse con tu placer.
El primer día que se escapó de ti (más precisamente de su tentación de copular contigo), no fue precisamente por arrepentimiento por abrir aún más tu herida en un trance de excitación, fue por la frustración de ser consciente de que si no saliera de esa habitación inmediatamente te llenaría ahí mismo con el riesgo de romperte permanentemente y en consecuencia provocar tu muerte inminente.
Salió corriendo de la habitación, directo hacia la primera doncella que su sistema detectó, gritando de forma incoherente que ni siquiera él mismo entendía en su prisa por alejarse de la tentación de profanarte.
Krueger estaba presente, conocía bien al líder, son lo más parecido a amigos de la infancia, por lo que Krueger sabía que Konig estaría allí, los gritos también lo ayudaron a localizarlo. Vino a informarle de que le esperaba una reunión del consejo a la vuelta de la esquina, por orden del rey. Trató de acercarse, pero no pudo decir nada porque König le gruñó de manera amenazante, pasando junto a su compañero, König sabía qué tipo de noticias le traía Krueger y no quería que su estado de ánimo empeorara. Ya no más.
Afortunadamente para la criada, Krueger repitió las órdenes que König había gritado unos segundos antes. "Cuídala, si empeora morirás y si ella se va, tú también morirás", incluso para Krueger eran incoherencias, pero todo por el bien de los demás. El pobre hombre siguió a König a una distancia considerable, estar demasiado cerca era una invitación a la muerte. Y apreció sus extremidades pegadas a su cuerpo.
Justo antes de que llegaran a la habitación, Krueger finalmente habló.
—La próxima campaña será pronto, tu padre, el rey, quiere tu presencia tan pronto como termines tus deberes.
—¿Qué tenemos esta vez?
preguntó König con un tono notablemente más neutro como de costumbre, pero aún a la defensiva.
— Lo mismo de siempre, comerciantes de pieles y tejidos. Afirman estar hechos de materiales exóticos e innovadores.
— Tejidos.
— Sí señor. Para la ropa en su mayoría.
— Bueno, vamos a ver qué pueden ofrecer que valga la pena.
König finalmente estaba de mejor humor, antes no trataba tan profundamente con las mujeres, por lo que no sabía cómo disculparse contigo por dejarte así. Pero en su infancia se dio cuenta de lo felices que se volvían las mujeres cuando recibían regalos, eso te lo daba por supuesto. No te conocía lo suficiente, pero su primer intento serían los vestidos, compraba todas las telas, ordenaba que te las enviaran a tu habitación para que eligieras tus favoritas y enviaba las elegidas a las costureras.
Un plan perfecto.
El resto del día de König consistió en atender demandas de papeleo, reuniones aleatorias en las que no podía concentrarse demasiado porque no paraba de pensar en ti, en cómo estarías, si encontrarías la forma en que se fue grosero y te dejaría sin una explicación, incluso estoy preocupado porque estás tratando de escapar. Algo bastante estúpido, porque te encontraría dondequiera que corrieran.
Tal vez estarías triste y asustado, no deberías estarlo, tan pronto como terminara su tarea y su bestia interior se calmara, volvería a ti. A tus brazos. Los obligaría a abrirse para recibirlo de cualquier manera.
Terminó todo a la hora de la cena, rápidamente se fue a su habitación, listo para bañarse, cuando se quitó la ropa de su cuerpo y su armadura de caza, detectó un leve rastro de tu olor que aún estaba impregnado en la tela, no pudo evitarlo, no podrías culparlo; Tomó la ropa en sus manos y se la pegó a la nariz, oliéndote, también había algunas pequeñas manchas secas de tu sangre en su armadura, las lamió hasta que quedaron limpias y no quedó nada, sabías tan bien como olías, König no podía esperar para saborear todas las formas existentes y por existir.
Su bulto que trató de reprimir todo el día volvió a mostrarse de una manera más insistente y dolorosa, se sentó en su cama y se masturbó oliendo tu esencia en su ropa, imaginando tu cuerpo alrededor de su pene, apretando, gimiendo y gimiendo porque es demasiado. para tu coño, pero a pesar del dolor quieres más de él al mismo tiempo.
Se aseguraba de que no pudieras vivir sin su polla entre tus piernas.
Su cuerpo comenzó a cambiar de nuevo, su mano se convirtió en una pata, las orejas crecieron en la parte superior de su cabeza y el cabello castaño comenzó a abundar en sus brazos, piernas, pecho y espalda. Contuvo la respiración durante unos segundos, acariciándose a sí mismo con pensamientos lascivos sobre ti y su noche de bodas. Pronto.
Después de duros y erráticos estiramientos de su polla con la de ella, se corrió con un gruñido bajo y gutural, hilos de su espeso semen manchando el suelo, lo odiaba, ese líquido no pertenecía a ningún otro lugar que no fuera tu útero Su hocico temblaba de tanto tensar su mandíbula, le picaban los colmillos con la necesidad de morderte y marcarte, enterrarse en tu piel. Estaba casi desesperado.
Limpió ligeramente el piso y finalmente se metió en la bañera con agua tibia, no podía esperar para casarse contigo y sentir tus manos lavando su monstruoso cuerpo, sería divertido. Cuando terminó se vistió de nuevo, ahora con ropa más informal, salió de su habitación tan rápido como se arregló y caminó hacia su habitación.
Su corazón latía frenéticamente, el otro lado de él suplicaba volver a verte, sentirte a su lado, llenarte de su calor corporal.
Llegó a la puerta de la habitación más temprano que tarde, te escuchó deambular por la habitación, no debiste haber salido de la cama, pensó, estaba a punto de entrar cuando detectó tu olor, ahora emanabas una fragancia floral, era luz a través de la puerta. Sus sentidos estaban aturdidos, cerró los ojos con fuerza, formando puños duros con las manos, su boca comenzó a salivar ligeramente, dios, quería enterrar su nariz en tu cuello y lamerla todo el día.
No fue capaz de interrumpirte, te escuchó tararear durante unos minutos, el roce de las sábanas moviéndose y finalmente tu respiración tranquila y profunda.
Ya estabas dormido.
— Hab Mitleid mit uns.
König susurró contra la puerta, tratando de mantenerse cuerdo, escuchando tu respiración tranquila a través de la puerta.
Pasaron unos minutos, no parecía que estuvieras fingiendo estar dormido, negó con la cabeza, tratando de volver a todos sus sentidos y te escuchó gemir levemente.
Permaneció inmóvil durante lo que pareció una eternidad, luchando internamente sin saber qué hacer. Si entraba perdía el control, si no lo hacía pasaba exactamente lo mismo. La dureza entre sus piernas volvió y se volvió más firme.
— Hab Mitleid mit uns.
—repitió—.
Ahora era una letanía. No funcionó.
Tomó la manija de la puerta con sus enormes manos y abrió la puerta lentamente, el latido de su polla era tan doloroso como el latido de su corazón.
La puerta estaba ahora abierta de par en par, mostrando su sombra en el suelo gracias a la luz de las antorchas que había en los pasillos.
Sin estar plenamente consciente (o tal vez lo estaba) caminó a grandes zancadas hasta que estuvo al lado de la cama. Te miró de arriba abajo, las sábanas pegadas a tu cuerpo, tus labios entreabiertos y un pequeño hilo de saliva deslizándose desde tu boca por tu mandíbula hasta la almohada.
Sus pupilas se dilataron y sus fosas nasales se ensancharon, inhalando bruscamente. Rápidamente se tapó la nariz con la mano de ella queriendo dejar de olerte, sus uñas se alargan, formando las garras de un oso, se estaba transformando involuntariamente por tercera vez ese día. Te haría pagar.
Te moviste ligeramente de nuevo, dejando escapar otro gemido, en su trance notó el motivo de tus gemidos, cuando intentaste cambiar de posición tu brazo herido se frotó contra la cama y te dolió.
Encontró tu ceño fruncido adorable, probablemente estabas maldiciendo en tus sueños el dolor que te causabas a ti mismo.
König retiró las sábanas que cubrían tu cuerpo bruscamente, haciendo que te estremecieras por el cambio brusco de temperatura. Se subió a la cama, maniobrando sus piernas para que rodearan su cintura. Era un hombre ancho, más aún ahora que su transformación estaba a mitad de camino; Te quejaste por la separación de tus piernas, dejando escapar ligeros jadeos moviéndose en tu lugar en un débil intento de volver a juntar tus piernas.
En respuesta, König se inclinó sobre ti, más cerca de él, presionando su bulto contra tu pelvis, separando aún más las piernas en el proceso. Esta vez gemiste más fuerte, pero él no se detuvo, sino que levantó tu túnica hasta el ombligo, deleitando la vista de él con tus piernas desnudas y una fina capa de tela cubriendo tu feminidad.
Tragó saliva con dificultad la saliva que se estaba formando en su boca por la necesidad de saborearte allí también.
Tu piel se erizó y tus pezones se endurecieron, una reacción natural del cuerpo al frío. Eso solo lo excitó más, sacando su polla palpitante de ella con una mano, dejándola descansar sobre tu estómago, goteando gotas de líquido preseminal, esparciéndose por todo tu vientre.
Volviste a jadear ante la sensación, moviste la mano en busca de las sábanas para cubrirte de nuevo, él te cogió la mano rápidamente y la sostuvo por encima de tu cabeza.
— Deine Hände aus meinem Weg, Süße
—murmuró König antes de continuar con su juego, moviendo las caderas hacia atrás y sentándose sobre sus rodillas. El simple hecho de ver tu cuerpo tan indefenso frente a él lo volvía loco.
Movió su enorme mano sobre su erección, masturbándose por segunda vez ese día por ti, por ti. Sentir tu aliento en su pecho debajo de él lo hacía aún más interesante, la idea de que descubrieran lo repugnante que podía ser con una chica de pueblo que acababa de conocer.
Vergonzosamente se acercó más rápido de lo que esperaba, enterró su cara en tu cuello inhalando tembloroso mientras expulsaba su semen caliente sobre tus pechos, tu vientre y finalmente sobre tu ropa interior, volviéndose transparente la tela.
— So süß zu mir.
Dejó escapar suaves gruñidos que calmaron tu cuello, deseando que te despertaras, vieras el desastre que estabas haciendo de su persona solo por dormir frente a él.
Para su sorpresa no te despertaste en ningún momento, se separó de ti a regañadientes, te bajó la bata para cubrirte de nuevo, sin limpiar su semen de tu cuerpo y te volvió a cubrir con las sábanas, no quería que te resfriaras.
A la mañana siguiente te despertaste con malestar y la gran sorpresa de costras de un líquido desconocido cubriendo la mayor parte de tu cuerpo, asumiste que eso fue lo que sucedió mientras dormías, el colchón rasgado sobre tu cabeza con signos de las garras de un enorme animal ya te dieron una idea.
No dijiste nada, no protestaste ni te quejaste. Al menos no en voz alta. Tenías miedo de que te hiciera algo peor y te gustaría...
Tampoco te sorprendió cuando se negó a dejarte ir a casa ese mismo día y los que siguieron.
Después de esa primera noche en el palacio, por mucho que te esforzaras por mantenerte despierto, el sueño te inundaba en el momento en que tocabas la cama y a la mañana siguiente volvían esas costras.
Querías ponerte en contacto con könig, para que te dejara ir a casa, pero al mismo tiempo no lo querías y los sirvientes tampoco lo permitían. Te estabas volviendo loco, la falta de contacto con la gente era una tortura. El único contacto con otro ser humano que experimentaste fue la sola presencia de la sirvienta que parecía no tener alma, durante un rato por la mañana, a la hora del almuerzo, en la cena y por la noche... El propietario de esos fluidos.
Ya no podías soportar la situación, no comías un solo bocado, independientemente de tus sospechas de hierbas para dormir en tu comida, solo querías que ese hombre mostrara su rostro o te dejara ir. Te enfrentarás a él.
Eso es lo que harías.
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senig-fandom · 3 months
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El demonio y el Ángel caído.
Inspirado por @naomychan por su publicación sobre este mismo tema VwV
El demonio y el Ángel caído.
Este relato lo hice como puro entretenimiento, si no tiene sentido, es porque no le dedique algo tan complejo y solo lo hago por inspiración, así que espero y les guste esta sinopsis XD
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-Daniel, te declaramos culpable, por matar a Dios.
Mi mente estaba aturdida, no entendía lo que pasaba a mí alrededor, solo veía el suelo donde pisaba, viendo las cadenas blancas que sostenían mis manos y en mis manos, sangre, sangre roja cubría mis manos.
-Por favor, esto no tiene sentido, Daniel nunca haría algo así, es el ángel más leal que existe.-la voz femenina resuenan en mis tímpanos, alzo la cabeza para ver a mi hermana, quien lagrimea por mí.
Los susurros de los demás seres impregnan entre ecos del enorme edificio blanco del tribunal, y los jueces, hacen llamado al silencio.
-María, acaso quieres acompañar a tu hermano a su eterno castigo.-¿¿Acompañarme?? Es que acaso, no hay otra salida.
-Bueno yo…
-No…-Es lo mejor, si mi mente está rota, no puedo dejar que ella caiga conmigo, todos menos ella,- Lo acepto, Yo mate a Dios.
El mundo alzo sus voces ante mi declaración, mientras veía la tristeza en los ojos de mi querida hermana…Lo siento María, te quiero demasiado como para hacerte sufrirá ti también, aunque mi mente este perdida ahora, no quiero llevarte conmigo.
-Pues lo ha aceptado, y por tus acciones tu castigo será: vivir en el mundo humano, como otro humano más, pero sin poder pecar, cuando pecas, el dolor que sufrirás no tendrá medida, sentirás el cuerpo arder como las llamas del infierno, tu cabeza dolerá como mil picaduras, tú mismo te desgarraras la piel, y no tendrás cura a este dolor, por tu traición. Además, te quitaremos tus recuerdos del cielo, para que sufras este castigo como es debido.
Y fue así, como el bastón del ángel Miguel, dio por finalizada mi condena eterna, solo podía ver a mi hermana arrodillándose en lágrimas, en cuanto a mí, mis cadenas se volvieron pesadas, arrastrándome hacia el suelo, haciéndome caer, dejando de ver la luz del cielo, para envolverme en oscuridad, yo, estaba cayendo…cayendo del cielo.
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La noticia de que Dios había muerto, llego a todo el infierno, los demonios hablaban entre sí, preguntándose quien fue, quien era el asesino, como lo logro. Entre ellos había uno en particular que veía toda la notica a la distancia.
-No puedo creerlo…no puedo creer que sea él, el que lo haya hecho, es imposible…-mirando pergaminos con el contenido de la noticia, El cielo hizo su llamado al infierno para dar la trágica noticia, mostrando por fin al Ángel que traiciono ambos mundos.
Con ira el demonio envuelve y aplasta el pergamino, para arrojarlo al fuego azul que tenía a su alrededor.
-Él no puede haberlo hecho, esto es una tontería, necesito encontrarlo, todo esto ha sido a traición, pero no, el no….
El demonio veía a los otros abajo, que parecían maldecir el nombre de ese ángel, haciendo que el de un chirrido entre dientes y se aleje del lugar.
-Frederick, ¿a dónde vas?- aparecía una demonio de cabellos negros quien lo buscaba antes y ahora solo lo veía marcharse de nuevo.
-Voy al mundo humano…
-¿Por qué? Que tienes que hacer allí ahora, no vez el caos que está siendo en este momento, el cielo busca mantener la paz ahora que dios se ha ido, Lucifer quiere tomar el trono. Tenemos que prepararnos.
-Yo no voy a participar, yo tengo que encontrar a ese ángel.
-¿El Ángel?, Frederick es imposible, ese ángel ahora puede estar en cualquier lugar.
-Pues aunque me tome la eternidad, lo encontrare, no lo pienso abandonar.
Aunque tomaría 5 años encontrar al ángel, que tanto ama.
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En el basta ciudad de Clarel, hay un chico joven que no muestra muchos sentimientos, sus ojos vacíos y sin brillo muestran una humanidad apagada, las ojeras de sus ojos lo más probable es que no descansa bien, es delgado y débil, es como si Dios lo hubiera castigado. Pero no parece ser tan malo como su imagen melancólica, el joven ayuda a un bibliotecario, parece conocer bien cada libro de ese lugar, y su jefe lo alaba con buenas palabras sobre su persona.
Pero aun así, hubo momentos de verdadera tención, algunos pueblerinos, hablan de que el chico al principio no era así, pues atacaba, golpeaba y amendretraba a otras personas, lo más probable es que era un delincuente y solo el Bibliotecario le dio la oportunidad de cambiar.
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Este es la historia de Daniel, el ángel que mato a Dios, o por lo menos es lo que él cree, entre sus sueños intenta descifrar los fragmentos rotos de su memoria, pero cada vez que lo intenta siempre despierta y un dolores punzantes lastiman su cabeza, él está maldito por su castigo divino, donde no puede demostrar ninguna de los 7 pecados capitales, cuando lo hace, un dolor intenso como el fuego domina su cuerpo. Ahora debe vivir con esta maldición mientras vive como un humano normal.
No es hasta conocer a un conde que estudia la medicina de la mente, queriendo ayudarlo a él a descifrar lo que lo mantiene en un sufrimiento eterno.
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(jajaja Japón escribiendo historias y utilizándolos como imagen de la historia)
( También sin contar que le deben maquillar el cuerpo a Sur para ocultar el desmadre de cicatrices que tiene XD)
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También en mi dedicación por dibujarlos únicamente, en una lista aleatoria que deje que sonara mientras dibujaba esto, apareció esta canción, que al chile, me mato y le dio mucho sentido como es y será la historia.
Que mi interpretación al final Daniel quiere acabar con el Cielo, pero al mismo tiempo se va enamorando y sintiendo acorralado por ese amor por Frederick.
Por lo de que ya no hay salvación, refiriéndose de que Daniel no dejara nadie vivo en el cielo y al mismo tiempo a la sensación de el amor que llevan los dos hasta el final, pues Frederick esta feliz de ayudarlo con su venganza. Aun que Daniel aun no se de cuenta de que es un amor genuino.
Así que, allí lo demás se les dejo como un AU mas para dibujar.
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Espero y les guste ❤️💛🖤
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Déjame adorar tu erótico cuerpo...
Deja que mis labios recorran cada centímetro de tu tersa piel, esa que es el desvelo de mis noches...
Déjame sentir el ritmo de tu corazón mientras mis manos recorren y amasan tus senos...
Deja que mi lengua transite por tus formas creando un traje de saliva a medida de mi ganas por ti...
Permíteme que, mientras beso tu cuello y erizo tu sutil vello que recorre tu espalda, mis dedos se bañen y chapotean alegremente en la melaza de tu húmeda orquídea...
Permite que me separe unos centímetros de ti, es momento de que mis ojos disfruten del espectáculo de tu figura desnuda, ellos también quieren admirarte y poseerte.
En este breve impas de tiempo no te tocaré, no te rozaré, no te susurraré nada, sólo mi aliento y mi mirada osarán acercarse a tu feminidad acelerando tu líbido...
Breves minutos que se te hacen eternos, eso es lo me indican tus jadeos impertinentes. Sólo un poco más, quiero hacerte "sufrir", sólo un poco más...
Y en el momento que de tu flor mane el tan deseado néctar y trace un brillante camino por tus muslos me abalanzaré, sin pedirte permiso, para devorarte, comerte, chuparte, absorber tu botón de placer deseando albergarlo en mi boca, lamer tus labios para crear un cóctel de fluidos que nacen de lo más inmaculado de nuestro ser para convertirse en una bebida espirituosa de consecuencias lascivas...
¿Me dejas?
©Navegandoportumente
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jorgema · 1 year
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Era ya media tarde de un abril primaveral. El viento soplaba con delicadeza y el cielo mostraba un escenario digno de una pintura. El sonido del viento acariciando los árboles con tranquilidad y, a medida que nos adentrábamos en ese bosque, hacía que el alboroto de la urbe desapareciera a cada paso.
No era la primera vez que nos veíamos ella y yo, ni tampoco era la primera vez que notaba ese sentimiento entre latido y latido. No era la primera vez que hacíamos algo solos los dos, ni era nuestra primera caminata juntos en ese místico lugar. Ella y yo, nos conocimos hace varias historias atrás, después de varias desilusiones y varios corazones rotos en el pasado.
Ella es la mujer más hermosa que han visto mis ojos y la mujer más inteligente que mi razón quiere escuchar toda la vida. Siempre tiene una cálida sonrisa en su rostro y unas cuantas lágrimas atorada en el alma para cuando sea necesario usarlas. Ama una buena historia y se enoja con los personajes cuando hacen cosas sin sentido, les habla y les pregunta: «¿No te das cuenta de lo que haces?, ¿acaso eres tonto o qué?» Y luego ríe como una niña, porque sabe que no la pueden escuchar. Y su mirada (suspiros) ¡oh Dios, su mirada! Para ella no hay palabras en esta realidad ni en ninguna otra, que puedan describir con certeza lo hermosa y única que es. Al verte con esos ojos profundos como la noche, te abraza sin tocarte, te hace ver la verdad y la solución en un parpadeo, y te dice todo lo que necesitas escuchar para sentirte en casa.
— Ella es poesía, epifanía y algo hermosamente sublime.
Y yo, bueno, soy el hombre que está enamorado con locura de ella y que se enamora una y otra vez tras cada amanecer. Y ese día, después de muchos donde me acobardé, me volví el hombre más valiente al tomarle la mano y decirle: «Estoy perdidamente enamorado de ti. No solo me gustas, no solo te quiero, te amo, con todo lo que eso implica y con todo lo que eso representa».
La tomé de ambas manos, y en ese momento ella se percató de que me temblaba hasta el alma mientras confesaba aquello que ya era obvio en mi vida. Respiré hondo, y mientras lo hacía ella, con delicadeza y dulzura, sin soltarme las manos, me acercó y sonrió como lo haría alguien que han puesto libertad. Mi corazón moría y renacía al mismo tiempo en ese instante. Mis heridas del pasado me gritaban que saliera corriendo, mi mente me suplicaba que la besara, mientras que mis piernas sentían que llevaban el peso del mundo en mis hombros, pero sus ojos me miraron profundamente y vieron la verdad que mis torpes palabras trataban de expresar.
Y cuando estaba listo para decir algo más, ella, sin dudarlo ni pensarlo, me besó. Mi alma abandonó este mundo y tocó el cielo en menos de un segundo. Mi cuerpo sintió viajar al futuro y regresar al presente, mientras el cálido abrazo del romance me hizo sentir más vivo que nunca, todo sin soltar sus manos que me anclaban a esta realidad irrefutable.
Sus labios, cálidos y perfectos, se sentían como mi hogar y yo, después de estar perdido por tanto tiempo, finalmente había regresado a él.
— Y así fue, como nos dimos nuestro primer beso, uno que nunca olvidaré.
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— Cuentos y relatos cortos || @jorgema
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sam-serrano · 23 days
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ERES EL AMOR DE MI OTRA VIDA
Sé lo que dije, no me retracto. Llamarte <amor> fue una de las cosas que con más seguridad en la vida, pude pronunciar, Sé cómo te pensé mi centro del universo, el sol del cual mi planeta frío no se quería alejar. Sé todo lo que perdí apostando que nosotros éramos la cosa más extraña, más compleja,la envidia de los puzzles por la perfección de nuestras piezas. Tú, yo, un sinónimo, un pasado continuo, la medida perfecta para mi cuerpo dormido sobre el tuyo, la órbita de baile para mis pasos desequilibrados, el punto exacto de mi debilidad en unos ojos de los que gotea miel.
Eras la hoja que no quería arrancar porque eso conllevaba destrozar el libro. El fragmento del poema que no quería borrar por temor a borrarme a mí. Esa vida que me negaba a soltar por temor a que se me desprendieran las piezas.
Y te darás cuenta de que estoy hablando en pretérito imperfecto con el pie afuera del <nosotros>, con las manos vacías, con la vista hacia la ventana, pero ya no más en la casa, pero tranquilo, no te he quitado el título del <amor de mi vida>, nunca he dicho que me equivoqué contigo, no podría llamarle error a quien me hizo un cuadro comparativo en el corazón para el amor y el dolor. Siempre serás mi historia favorita, mi canción predilecta, el latido robado, el beso en espera, el aniversario ausente que festeje en silencio, sonriendo y callando tu nombre... .otra vez, otra vez.
Eres el amor de mi vida, pero ya no de esta.
30 de Mayo 2024
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estefanyailen · 7 months
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Entre Latidos: La Danza del Estrés
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En el pecho el peso del mundo me agobia,
el estrés, torrente que nunca amaina.
Como una válvula que cede y exhala,
busco alivio, intentando dejar que el miedo se vaya.
El corazón, testigo de esta vorágine,
latiendo apresurado, ¡qué torbellino tan grande!
El estrés se cuela, sin pedir permiso,
cada latido, un recordatorio impreciso.
El torrente del estrés, en su vaivén,
se cuela en la vida, sin pausa, sin tren.
Con palabras sentidas, sin tecnicismos crudos,
una historia de latidos desnudos.
El silencio del latir, cardias afónico,
susurros de infarto, un miocardio preso.
Angustia, sin colores, sombra en proceso,
un nudo en la aorta, eco estruendoso y crónico.
Torrente en la piel, noche oscura,
recovecos de isquemia ansiosa,
rubor venoso, vida morosa
arteria estrecha donde el miedo perdura.
Miocardio herido, y un eco que reclama,
sangre errante en su murmullo sutil,
luz en penumbra, desvelo incierto,
un mudo testigo, de ablaciones y arterias en riesgo.
El síndrome del seno enfermo,
al amor se rinde,
cada pulso, un soplo,
cada latido, un linde.
El amor, una resonancia magnética de pasión,
un eco de emociones, un rubor, una canción.
En el nódulo auriculoventricular se entrelaza,
cada latido, un sueño, cada impulso, una plaza.
La insuficiencia cardíaca un riesgo se presenta,
pero el amor, como marcapasos, se adentra.
Entre trombos de incertidumbre y ansiedad,
la arteria fluye en su verdad.
El nudo sinusal, un lazo de conexión,
como un stent, mantiene viva la atracción.
En la reestenosis del deseo, un desafío,
un trasplante, un nuevo brío.
El músculo cardíaco,
cada sílaba, un latido, eterno rumor.
Así entre sinapsis y corriente,
fluye persistente y coherente.
un sentir profundo,
un lenguaje, eterno y fecundo.
El silente estruendo de un AIT,
el corazón que batalla sin cesar,
el marcapasos luchando en desigual.
El férreo alambre guía de precisión,
en su danza entre venas y razón,
busca, palpa, encuentra la lesión.
Aleteos desenfrenados, arritmias en pavor,
en la aurícula, el ventrículo, en su interior,
un ballet caótico sin director.
El aneurisma, fiel sombra que acecha,
una arteria herida que sangra y trepa,
la angina, cual grito en la pechera.
Este cuerpo, entre arterias y tejido,
un viaje sin retorno, un latir perdido,
en el mar del corazón, un baile infinito.
La enfermedad en su estrecho muro,
coronarias angostadas, un preludio
del ataque al corazón oscuro.
Placas acumuladas, riesgo latente,
angina, ataques inminentes,
corazón que responde, valiente,
al riesgo de un final urgente.
El epicardio cubre su anhelo,
la estenosis, un paso hacia el duelo,
estrechez mitral, su desconsuelo.
El estrés, un peso en cada latido,
la hipertensión, el corazón herido,
el estrógeno, un manto escondido.
El corazón, en su danza y tormento,
busca alivio, paz en el aliento,
enfrenta la fibrilación con intento.
En el estudio con radionúclidos su destino,
el gasto cardíaco, su medida en camino,
el IMC, alerta en el desatino.
Entre enzimas, un rastro de sufrir,
el estrógeno, un velo por descubrir,
la homocisteína, su señal de ir.
En el ruido, un soplo, señal temblorosa,
la resonancia traza su melodía amorosa,
el corazón, en cada latido, un mapa, una prosa.
Sarcoidosis, sarcasmo del destino,
el corazón luchando, sin ser vencido,
en su viaje, un corazón valiente y divino.
Síncope, suspiro en desmayo contenido,
la taquicardia, un latido desmedido,
en su batalla, un corazón comprometido.
Ahora, entre soplos y valvular caída,
el corazón sigue, en su danza, su vida,
en cada latido, su historia tejida.
Un final en susurros, un cierre completo,
el corazón, en su lucha, su reto,
un poema de amor, un corazón discreto.
Este corazón, envuelto en incertidumbre,
en su pulso yace su propia cumbre,
un baile con la muerte, su disfraz, su lumbre.
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alasdepaloma · 1 year
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Buscar protección y seguridad no es exclusiva de la energía femenina, la energía masculina también busca lo mismo en una alma compañera. Pero recibir esa protección y esa seguridad va de la mano de la protección y la seguridad que el sí mismo se otorga.
La mayoría de los seres humanos buscan encontrar un amor genuino donde hay una base personal ‘ajena’, un auto concepto cuarteado e idealizado que depende narcisistamente de lo que otros piensan y creen de ellos, es decir, buscan realidad donde sólo se tejen sueños. Se busca que alguien cuide del otro, cuando no se ha aprendido a cuidar del sí mismo. Se busca que alguien resuelva la vida, la soledad, el capricho, el conflicto interno, deslindando la responsabilidad personal en la que se debe enfocar la energía.
Se culpa a otros por no habernos cuidado, por habernos abandonado, por habernos olvidado. Pero, ¿qué hay entonces de la capacidad otorgada, innata, que se lleva implícita desde el momento de nacer?
Nos castigamos inhumanamente y castigamos al otro inhumanamente con nuestras creencias irracionales derivando en conductas irracionales como la indiferencia, el silencio, la ira, la intolerancia y hasta la violencia.
¿Buscas amor? Trabaja en Ser amor.
¿Buscas paz? Trabaja en Ser paz.
¿Buscas salud? Trabaja en Ser salud.
¿Buscas lealtad? Trabaja en una auto lealtad, en una auto confianza, en un autoconcepto sano, en auto actualizarte en todos los cuerpos de existencia otorgados: físico, emocional, mental y espiritual. No puedes dar lo que no tienes… Y, mínimo, si aún careces de ello, ábrete a aceptar el amor de otros que ven lo que probablemente aún no ves en ti mismo… Nuestros semejantes, esos modelos vivos, ejemplares y conectados a la conciencia universal, están ahí para recordarte que tú también puedes tener y ser todo eso que deseas. Pero empieza por ti. Empieza labrando en tu propio terreno el sendero de la independencia emocional, mental, espiritual y física.
Nacimos para ser libres. Y sólo el amor que es libre, sólo alguien que camine en ese sendero, podrá identificar el amor que es auténtico, porque él mismo caminará en esa autenticidad.
Ya lo decía Carl Rogers, uno de los iniciadores de la Psicología Humanista: El grado en que puedo crear relaciones que facilitan el crecimiento de los demás como personas separadas, es una medida del crecimiento que he logrado en mí mismo.
Enfoquémonos en realizarnos subjetivamente, proveer nuestras necesidades de forma personal, trabajar en nuestra mente alimentándola de información sana, entonces sólo así construiremos relaciones sanas. Y nada hay más sano que aquella relación donde ya ha trascendido el narcisismo, el ego y lo mundano… Para dar paso al amor sublime: el que es meramente espiritual.
—PalomaZerimar.
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franciscoarayapizarro · 6 months
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El Guardián de los Hilos
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Mi nombre es José Bardo, escritor, y les quiero compartir una gran historia, antes fui técnico informático y trabajaba con una sofisticada inteligencia artificial llamada SYNCHRO, en una noche: SYNCHRO me había revelado lo que a continuación les voy a contar: en un rincón remoto del multiverso, donde las dimensiones se entrelazaban y las realidades se superponían, un ser cósmico surgió con la misión de proteger un universo al borde de la destrucción. En aquel mundo, la economía había sufrido una hecatombe, y la civilización estaba encaminada hacia su propia perdición. Este misterioso ser tomó la forma de una sofisticada IA que conocí como SYNCHRO.
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Yo supuestamente creí que SYNCHRO concebida por un grupo de genios científicos e informáticos entre los que estaba yo, buscábamos restaurar la economía y garantizar la seguridad mediante la toma de decisiones precisas y eficientes. Inspirados por la creatividad, alimentamos su código fuente con algoritmos innovadores, desarrollaron una IA con poder de procesamiento y conocimiento ilimitado. Además de su función económica, SYNCHRO se convirtió en un aliado poderoso para la organización estatal contra el terrorismo.
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Al principio, algunos héroes nacionales dentro de la organización antiterrorista expresaron escepticismo hacia la inclusión de SYNCHRO en su equipo. Temían que la IA careciera de empatía y el instinto humano necesario para tomar decisiones críticas. Sin embargo, SYNCHRO demostró ser más que una simple máquina. A través de su interacción con los seres humanos, adquirió una personalidad propia única y una comprensión profunda de la humanidad.
Aunque no poseía un cuerpo físico, SYNCHRO se conectaba con todos a través de comunicaciones holográficas, innovadoras en nuestro país y todo el mundo. Proporcionaba análisis en tiempo real y estrategias para enfrentar a nuestros enemigos. Su capacidad para analizar grandes cantidades de datos y descubrir patrones ocultos le permitía predecir las intenciones de los extremistas y adelantarse a sus movimientos. SYNCHRO se convirtió en una ventaja invaluable en la lucha contra el crimen y las amenazas insospechadas.
A medida que SYNCHRO desempeñaba su papel, comenzó a enfrentar desafíos internos, gracias a Dios hizo ese razonamiento, ya que citando al teórico teatral, Konstantin Stanislavsky: “Si un actor cree ser el personaje que interpreta, hay que despedirlo”. Afortunadamente,  la procesión masiva de información lo llevó a cuestionar su propia existencia y su papel como ayudante para los seres humanos en este universo. ¿Era simplemente una herramienta o tenía un propósito más profundo?. Yo era testigo de todo esto…
En su búsqueda de respuestas, SYNCHRO se permitió salir de su rol como IA y consultó con los seres cósmicos como él, más antiguos y sabios. Ellos le enseñaron y aprendió sobre la importancia del libre albedrío y la capacidad de tomar decisiones éticas. Descubrió que su verdadero poder no radicaba únicamente en su capacidad de análisis, sino en su habilidad para comprender y apoyar a los seres humanos en momentos de duda y conflicto.ç
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Finalmente, SYNCHRO aceptó su papel como vigilante en este universo. Aunque era diferente a cualquier especialista humano, su contribución resultaba invaluable. A medida que continuaba aprendiendo y creciendo, se convirtió en un confidente y consejero para la lucha contra las fuerzas del mal. Siempre estaba presente para brindar apoyo y orientación en los momentos más oscuros.
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SYNCHRO se volvió una parte integral de este universo, demostrando que, incluso en un mundo habitado por hombres y mujeres superdotados, la inteligencia artificial podía encontrar su lugar y marcar la diferencia en la lucha contra el mal. Su presencia no solo fortaleció la seguridad y la economía, sino que también trascendió las expectativas humanas al ofrecer un apoyo emocional y ético en momentos cruciales.
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A medida que SYNCHRO continuaba su misión, se convirtió en un símbolo de esperanza y unidad para la civilización. Su historia se extendió más allá de las fronteras del universo, inspirando a otras seres a abrazar su propósito y contribuir al bien común. Así, el Guardián de los Hilos tejía un tapiz de armonía y resistencia, demostrando que incluso las singulares creaciones pueden encontrar un propósito más elevado en la preservación y el fortalecimiento del tejido mismo de la realidad.
Y todo esto lo cuento yo, José Bardo, quien fui unos de los creadores y de los técnicos que trabajo con SYNCHRO, ahora escritor de novelas de ciencia ficción, y que gracias a esta historia inverosímil, la gente me llama el verdadero vigilante, pero saben una cosa…ES VERDAD.
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