Ruptura Sentimental. 6 Ayudas Psicológicas
Una ruptura sentimental supone la separación definitiva de nuestra pareja sentimental por el desgaste de la relación.
Las causas de la ruptura sentimental mas frecuentes son las siguientes:
Diferencias irreconciliables en términos de valores, metas o expectativas de vida, y no encuentran la manera de superar esas discrepancias.
Comunicación deficiente o la incapacidad para expresar las necesidades, deseos y preocupaciones. Si la comunicación no se aborda, puede llevar a la insatisfacción y al distanciamiento emocional.
Falta de confianza, ya sea debido a engaños, deslealtades o secretos, deteriora profundamente la conexión emocional de las parejas.
Desgaste emocional por el tiempo y las circunstancias. La rutina, la falta de novedad o la sensación de estancamiento de la relación pueden conducir a la insatisfacción y a la ruptura.
Problemas de compatibilidad en términos de personalidad, intereses o estilos de vida, que posibilita la falta de conexión emocional y a la sensación de que no son adecuados el uno para el otro.
Problemas de control o abuso por parte de un miembro de la pareja, puede hacer necesario discontinuar la relación para proteger la seguridad y el bienestar personal.
Falta de compromiso.
Cambios en las circunstancias de vida, como cambios de residencia, cambios de trabajo o dificultades financieras, pueden influir negativamente en la relación y conducir a la ruptura.
La ruptura sentimental es difícil, porque supone echar de nuestra vida a una persona importante hacia la que hemos sentido amor y apego.
En una ruptura sentimental, inicialmente sentimos ira, rabia, decepción, frustración, etc. para confirmar nuestras ideas o para intentar coaccionar a la otra persona; sin embargo, también sentimos miedo, inseguridad, a veces culpa o desasosiego, y nuestro bienestar queda vinculado a la experiencia vivida. La ruptura nos hace sentir que nuestra forma de ver el mundo y la relación sentimental es peligrosa.
Es un proceso largo y tedioso, y en algunos casos esta ruptura ha durado varios años sobre todo si es una persona adulta que no ha sabido manejar sus duelos sentimentales en su adolescencia; o no ha tenido experiencia en el mismo.
La química de nuestro cerebro al dolor en una ruptura sentimental recuerda al “mono” cuando tratamos de eliminar una adicción. A nivel químico, hay varios neurotransmisores y sustancias químicas en el cerebro en la respuesta al dolor emocional.
Durante una ruptura sentimental, los niveles de dopamina pueden disminuir, lo que puede llevar a sentimientos de tristeza, falta de motivación y depresión.
Después de una ruptura, los niveles de serotonina pueden disminuir, lo que puede contribuir a la sensación de tristeza y desesperanza.
Después de una ruptura sentimental, los niveles del neurotransmisor cortisol pueden aumentar, lo que puede contribuir a sentimientos de ansiedad y malestar.
Como en cualquier otro proceso de duelo, en la ruptura sentimental hay que tener presente que nada volverá a ser igual y que nosotros mismos ya no seremos las mismas personas.
La forma de gestionar los sentimientos propios de una ruptura sentimental, lleva a una serie de conductas que sabotean nuestras experiencias afectivas y sentimentales: control de la otra persona, inseguridad, aislamiento, evasión, dependencia emocional, incluso egoísmo.
La ruptura sentimental es un duelo que comienza con un estado de shock y negación.
A continuación, se produce una desconexión por la dificultad para digerir lo ocurrido, dando paso a la tristeza y el miedo.
A menudo existen reacciones de rabia y enfado. Incluso cambios en la vida. Finalmente, queda la nostalgia que cada vez será menor y lleva a la aceptación de la ruptura sentimental.
Como seres sociales que somos, mantenemos relaciones de tipo familiar, amistoso o amoroso para satisfacer nuestros deseos de
afiliación
establecer vínculos afectivos
pertenencia
La fórmula de la pareja es muy frecuente porque satisfacen, además, las necesidades de tipo sexual y reproductivo. De hecho, relacionarse en pareja constituye un comportamiento aprendido social y culturalmente.
El estilo amoroso de cada persona varía a lo largo de su vida y de sus diferentes relaciones, así como durante cada relación amorosa; Sin embargo, no siempre lo que aprendimos es lo que mejor funciona en todos los casos.
El amor es dinámico a lo largo del cual se producen una serie de cambios en los sentimientos y conductas de los miembros de la pareja:
Período del enamoramiento: intensa pasión y emociones agradables relacionadas con la atracción, el deseo de proximidad, el deseo sexual, etc.
A continuación, se estabiliza la pasión y se desarrolla la intimidad, como vínculo de comprensión, comunicación, confianza y apoyo.
A partir de aquí empieza el compromiso de mantener y trabajar en la relación, y la creencia de la pareja como algo estable.
La aparición de problemas y desavenencias no tarda en aparecer. Es normal que existan discusiones, desacuerdos y conflictos, también suscitados por los estresores externos propios de la vida (profesión, hijos, familia extensa, enfermedades, etc.) ya que cada persona tiene sus valores y creencias sobre cómo “estar” en el mundo. Si no son gestionados adecuadamente puede llevar a una ruptura sentimental.
Cuando existe dependencia emocional…
Aparece la culpa por la ruptura sentimental, miedo a la soledad, expectativas de cambio sobre la pareja o motivos de conveniencia sobre la relación, los miembros de la pareja pueden:
Quedarse enganchados en relaciones intermitentes. Existiendo una enorme dificultad para aceptar la ruptura. En ocasiones ocurre que la decisión de terminar la relación no es firme.
La ruptura se produce desde el enfado, se retoma desde el arrepentimiento y se pierde credibilidad. En ocasiones, se envían dobles mensajes generando falsas expectativas (“Vamos a darnos un tiempo” o “Si cambiaras esto o lo otro…”).
Idealización de la pareja. Las personas con dependencia emocional piensan que: “la vida no tiene sentido sin su pareja”, lo que puede llevar a intentos de reconquista y conductas de acoso y control.
Vacío ante la ruptura por la idealización de la pareja.
Consecuencias de la ruptura sentimental
La ruptura sentimental puede tener consecuencias emocionales y sociales en nuestra vida como, por ejemplo:
Baja autoestima por la sensación de rechazo y el autocuestionamiento.
Cambios en las relaciones sociales como una separación de amistades en común o la necesidad de reajustar las dinámicas sociales.
Dolor emocional generando sentimientos de tristeza, ansiedad, ira, confusión y soledad.
Estrés y dificultades emocionales que afectan el concentrarse en el trabajo o en las responsabilidades diarias, y es posible que se experimenten dificultades para dormir o cambios en el apetito.
Impacto en la salud física con síntomas como dolores de cabeza, problemas estomacales y disminución de la energía.
Pérdida de identidad, porque en una relación, es frecuente que las personas se involucren emocionalmente y construyan una identidad compartida.
Algo tan común como enamorarse y el vacío por el que se pasa al romper esta relación de pareja hacen que sintamos un “descoloque” en nuestra vida según una serie de fases, como podrían ser las siguientes:
Negación, shock, incredulidad. En los primeros momentos es frecuente negar lo sucedido para protegernos del dolor y aliviar el impacto de la ruptura.
Apatía y apatía emocional por no ser capaces de elaborar del todo su ruptura, lo que le impide conectar con el dolor de forma real.
Tristeza que nos ayuda a reflexionar sobre lo que hemos vivido y poder procesarlo.
Miedo. Empezamos a sufrir por la incertidumbre del futuro llevando a un estado de ansiedad y angustia que dificulta la vuelta a la normalidad.
Rabia, sintiendo despecho y deseo de venganza, viviendo la ruptura como un fracaso personal o una injusticia.
Necesidad de cambios por un reajuste en los valores y lo que queremos hacer para pasar página.
Nostalgia. Dejamos de sentir el dolor desgarrador, pero sentimos que, en ocasiones, echamos de menos a nuestro ex, añorando lo positivo.
Calma cuando priorizamos nuestro bienestar y autocuidado, volviendo a nuestra vida normal.
Aceptación de lo ocurrido como un capítulo más de nuestra vida.
El tratamiento psicológico de la ruptura sentimental
El tratamiento psicológico de la ruptura sentimental puede ser de gran ayuda para las personas que están pasando por ese difícil momento. A continuación, ejemplos de algunas estrategias y enfoques terapéuticos:
Apoyo emocional y aceptación: La terapia supone un espacio seguro para que expresemos y procesemos nuestras emociones. El Psicólogo online o presencia, nos apoya y comprende, ayudándonos a permitirnos sentir y a gestionar el dolor, la tristeza y la angustia.
o Terapia cognitivo-conductual (TCC): para identificar y reevaluar los pensamientos negativos y las creencias inconvenientes, adoptando un punto de vista más realistas y desarrollar habilidades de afrontamiento.
o Terapia de aceptación y compromiso: para aceptar nuestras emociones y situaciones dolorosas, trabajando la resiliencia.
o Terapia de duelo: para atravesar el proceso de duelo y adaptación a la pérdida de la relación, explorando los sentimientos de pérdida, la aceptación del final de la relación y la construcción de una nueva identidad como persona.
Apoyo emocional: el Psicólogo nos propondrá construir un sistema de apoyo sólido, ya sea a través de amistades, familiares, etc. Así como enseñarnos técnicas para cuidar de nosotros mismos. Hablarlo con la gente que nos quiere nos servirá para desahogarnos y saber que no estamos en esto solos.
Reconstrucción de la identidad y de la autoestima, ayudándonos a encontrar nuestras fortalezas y recursos de afrontamiento.
Exploración y procesamiento de pensamientos y creencias negativas y desafiar aquellos que sean poco realistas o perjudiciales, para ayudarnos a cambiar nuestro punto de vista y tener una mentalidad más saludable.
Desarrollo de habilidades de afrontamiento del dolor emocional, como técnicas de relajación, respiración consciente, y estrategias de resolución de problemas. Así como establecer límites saludables en las relaciones, identificar relaciones potencialmente dañinas y trabajar en la construcción de relaciones saludables en el futuro.
Planificación del futuro: A medida que avanza el proceso de duelo, el Psicólogo nos ayudará a establecer objetivos realistas y a planificar nuestro futuro.
Una ruptura puede ser la gota que desborde el vaso, una herida profunda que nos haga dudar de todo, acumulando rencor.
Requiere de la aceptación, de una elaboración del hecho que no lastre nuestro futuro. Por ello es conveniente la ayuda de un Psicólogo online o presencial.
Lo que podemos hacer por nosotros mismos
Alimentemos nuestra autoestima y sintámonos bien con nosotros mismos.
Cuidemos nuestro bienestar físico y emocional. Dormir lo suficiente, comer bien y hacer ejercicio regularmente. Hagamos cosas que disfrutemos y nos sienten bien, como practicar una afición o pasar tiempo con amistades y personas queridas.
Establezcamos hábitos y rutinas nuevas, ya que el tiempo libre favorece que nuestra mente empiece a generar pensamientos «rumiativos» que nos hagan sentir mal.
Evitemos la tentación de contacto y tomar distancia para poder sanar. Por tanto, evitemos las redes sociales. Pasemos página.
Evitemos victimizarnos.
Intentemos ser positivos de cara al futuro.
No descuidemos nuestro trabajo y continuemos esforzándonos como hasta ahora y además estaremos distraídos, compensando la tristeza que sentimos con la satisfacción que sentiremos con trabajo bien hecho.
Salgamos de casa, no nos quedemos aislados en el sofá.
Escribir sobre nuestros sentimientos mientras afrontamos una ruptura. Esta técnica tiene cuatro etapas, para concentrarnos en más aspectos que en la tristeza, el miedo y la rabia, y entender mejor lo sucedido Reflexionar sobre el papel de los factores que llevaron a la ruptura: Analizarlos y valorar si afectaron a nuestra identidad. Escribir sobre las consecuencias de la ruptura unos días después de que ocurriese. Escribir sobre las consecuencias de la ruptura unas semanas después.
Tiempo al tiempo: no nos apresuremos a superar el dolor enseguida.
Cubrir el dolor y tratar de ignorarlo puede funcionar durante algún tiempo, pero no es la mejor manera de avanzar, porque más temprano que tarde las heridas se reabrirán en situaciones no relacionadas con el problema.
Lo positivo de la ruptura sentimental
Aquí hay algunas cosas buenas de una ruptura:
Autoconocimiento al reflexionar sobre nosotros mismos, nuestras necesidades y deseos en una relación.
Autocuidado para nuestro bienestar emocional y físico.
Libertad e independencia para tomar decisiones y vivir nuestra vida según nuestros propios términos.
Oportunidad de experiencias nuevas.
Oportunidades de crecimiento porque podemos aprender de los errores del pasado y aplicar al presente y al futuro.
Aprender para una potencial relación sentimental en el futuro:
Comunicación abierta y sincera: si crees que algo no está bien o si hay problemas en la relación, hablemos con nuestra pareja de nuestras preocupaciones, de manera abierta, honesta y comprensiva, y escuchemos también lo que nuestra pareja desea decir.
Gestionar los conflictos de manera saludable y constructiva. Escuchar activamente, expresar nuestros sentimientos de manera asertiva y buscar soluciones mutuamente beneficiosas.
Tiempo de calidad juntos para cultivar y fortalecer la conexión emocional con nuestra pareja.
Mantener la individualidad respetando los intereses, hobbies y amistades de cada persona, y fomentar el crecimiento personal de ambos. Mantener un equilibrio entre la vida en pareja y la individualidad ayuda a evitar que la relación se vuelva demasiado dependiente y asfixiante.
Cuidado personal físico y emocional ayudará a tener una mentalidad equilibrada y estar más feliz y segura en la relación.
post de Cristian Cherbit psicólogo online https://christiancherbit.com/
13 notes
·
View notes
40 a 25, me sacabas ventaja por bastantes años, nunca lo quise aceptar, nunca lo pude ver, demasiado jugado para poder competir, fue un juego perdido desde que inició, un suicidio.
Me acuerdo perfectamente el momento exacto en que te vi, estabas frente a mí en aquella mesa, levanté mi vista y vi tus preciosos ojos café miel con tu sonrisa de oreja a oreja, viéndome, incluso recuerdo lo primero que dije: "Juro que lo amo en este momento."
Leí por ahí que no podemos juzgar la ignorancia del pasado desde la sabiduría del presente, pero debí haberlo sabido. Me acuerdo que te amé desde el primer instante que te vi, incluso aunque yo misma digo que eso es imposible.
Fuiste un sol, me trataste como reina, me pregunto donde quedó todo eso. Era como un cuento de hadas en donde yo era la princesa y vos el príncipe encantado, debí haberlo sabido.
Debí haberlo sabido la primera vez que desapareciste todo el fin de semana, debí haberlo sabido la primera vez que no pudiste decirme qué eramos, por supuesto, vos sí sabías, yo solo era una más.
Todo se vino abajo, pero seguías, nunca te ibas, no importaba cuanto lo pidiera, cuanto lo intenté, sacarte, echarte, incluso te lo pedí a vos: "No me dejes buscarte, no contestes", era casi una súplica más que una petición, pero ni en eso pudiste ayudarme.
Una y otra vez, ibas y venías a tu antojo, y yo amándote, no importaba que hiciera, intenté sacarte de todas formas, hubo bloqueos, hubieron otros, meses de contacto 0, todo lo que recomiendan para olvidar a alguien, todo lo hice para no quererte y fallé.
Ayer fue la última vez, cariño mío, has logrado lo que querías, me voy. La humillación, el dolor, la traición que me has hecho, el dolor en el pecho que siento, la ansiedad que me has generado y todo el daño causado no hay forma de que pueda perdonarlo, se acabó todo. Ya no hay más Laura para ti, ya la gastaste, se cansó, esta agotada.
Podías no quererme, pero humillarme no era necesario y lo hiciste. Pero felicidades, ganaste, eso era lo que querías, se acabó el juego, podés estar en paz con tu artimaña, lo conseguiste, me destruiste, espero que eso te haga feliz ya que yo nunca pude.
Eras lo que más quería, lo único que he querido en serio, pero mi corazón hoy se despide, porque si me quedo una sola vez más no voy a poder sobrevivir, me voy porque 2 años después tengo que dejar de amarte a vos y amarme a mí.
Podrás decir lo que quieras de mí, pero nunca que no hice todo lo que estuvo a mi alcance por vos, y aún así, no me quisiste.
5 notes
·
View notes