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Fine noctis

Recuerdo las lágrimas rodando por la cara y cayendo en la camisa blanca, esa fuerza en la garganta reteniendo el sonido de un mar que desembocaba por mis ojos, la respiración agitada, casi pausada mientras me volvía invisible en la parte trasera de un taxi que compartía con otras personas, estaba observando por la ventana como las luces de la ciudad se transformaban en hilos de colores vibrando. Sin saber que hacer, me empujaba al campo frígido de mi mente que me obligaba a no llorar pero en simultáneo me arrastraba con desespero a la fragilidad humana que me permitía sentir, (sentir casi en la piel) cuando fui interrumpida por una detonante pregunta del exterior: ¿estás bien?, ¿por qué lloras?. Y como saber si estoy bien cuando simplemente no estoy; me encuentro perdida en las latitudes extrañas de mi ser donde todo es vacío. 

Hoy por fin encontré la palabra que se atravesó como daga en mi pecho esa noche: vacío; como una ciudad sin gente o un jardín sin flores, tan deshabitada que mi dolor hacía eco en las paredes del corazón hasta que me desarmaba la acción de respirar. Quizá existe una explicación razonable al sentimiento de nostalgia (no lo sé), el estar físicamente circundada de elementos o individuos y aun así sentir que todo se derrumbaba sin treguas, sin poder gritar hasta que desapareciera la angustia. 11:30 PM el taxi se esfumo, continuo el recorrido con la finalidad de acercar a una última persona a su respectivo destino. Me aproxime y encendí las luces de la casa, yo solo pensaba ahogarme, así que inunde de lágrimas la soledad, el silencio y posteriormente me lancé hasta difuminarme en un sueño donde se acomodaron nuevamente las piezas, todo volvió a ser como antes y desperté. Hoy no quiero volver a mi casa llorando y con un abismo en el pecho, no tiene sentido escribir cartas que nunca tendré el valor de enviar y terminaran por perderse entre las incontables notas que antes eran importantes y hoy optaron por desaparecer, quiero olvidar los días raros cuando cargo una maleta con todas las cosas que no quiero ser, pero involuntariamente siempre termino descendiendo a esos acantilados a darle vueltas a lo que siento y lo que me construye.

- Jenniffer Herlaut

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Inter tempus et verba

No sé cuántos días "viv��" pensando en si escribir esto, en el transcurso simplemente quise renunciar, quemar las hojas, botar al tacho todos los lápices o arrancarme el corazón de a poquitos para no sentir más, pero como silenciar al subconsciente que se filtra en la cama y cada noche sueño que te escribo que ya encontré el valor que me faltaba, luego despierto y busco en cada rincón de la casa las palabras para escribírtelas en un estado físico, no las encuentro y mi consiguiente acción es llorar mientras me voy perdiendo de nuevo en mí, en el piélago de teorías que había creado y olvidado desde aquel día que pensé en escribirte,  no sé cuál es el factor denominador, el fragmento incógnito o la parte secundaria propia que sembró la idea sin plantear las limitaciones que existen: veo con mucha consistencia y seriedad las cosas que me nacen, por eso no quiero escribirte sin que no haya una razón de fondo, estoy buscando la chispa de electricidad pequeña pero suficiente para prender en llamas el circuito que te hace funcionar, haciendo malabares con las palabras, otorgando un sentido y añadiendo un peso extra para que no sean simples letras haciéndose compañía en un jardín de párrafos. Me duele en mínimas porciones decir que la inspiración artística y yo no compartimos la misma habitación, tengo que invocarla, buscarla, no miento debo hacer un llamamiento y voy dando vueltas en círculos, me lleno el organismo de café y seis onzas de vino, miro el cielo y me apetece crear una laguna con mis lágrimas para completar el paisaje, y sí; lloro, hasta que el arte me viene a buscar y ofrece pañuelos, hacemos los pases y termina haciendo de guía para llevarme al fondo del pozo lugar en el que desmenuzo y selecciono mis sentimientos hasta bautizarles con un nombre y de manera seguida pongo mis cartas sobre la mesa con el objetivo de darles forma y enviártelas. Después de caminar peregrinamente entiendo que este es el precio de buscar lo magnífico en una creación cuando no se tiene automatizado, servido ni guardadito debajo de la cama el talento, no es culpa de nadie son simples -cuestiones de familia-. El arte o “mi excusa” saco el sable afilado para escribir sobre tablas que cree en mí y que puedo materializar lo que siento, dice que es verdadero y valen las horas despierta. (Espero no fallarle, no fallarnos).

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¿Quién eres? Aun no es noticia de primera plana, pero estuve navegando y me descubrí planeando un intento de diccionario donde escribo lo que significas - para mí- eres (nuestro) universo alterno en el que la felicidad existe y no es un estado complejo que buscamos para sentir en pequeños momentos -eres- los colores que se mezclan y crean otros (cálidos, fríos, brillantes) los poemas que aún no están escritos o tal vez los de Bécquer en junio del 68, -eres- las canciones que le dan la vuelta al globo terráqueo y hacen de mapa cartesiano para llevarme a ti, coros y estribillos ondeantes que redefines y los sellas con tu nombre, (porque sí para mí llevan tu nombre) un rayo de luz en la oscuridad introduciéndose sutil y feroz hasta embadurnar todo de luminosidad que me en candelilla y logra desvanecerme el miedo, como la luna eres, tu brillo es congénito y natural y yo tan arraigada ti que escribes de nuevo las leyes de gravedad para hacerme flotar a tal punto en el que los problemas no pesan. Tu valor sobrepasa al de un vvs -eres- teóricamente imposible de encontrar como aguja en el pajar, el nacimiento de un arcoíris o el astato, pero sucede que rompiste los pronósticos y te encontré (nos encontramos). -Eres- mi canción favorita sonando en bucle mientras amo la vida, el cielo abierto, azul y pintoresco combinando con las flores amarillas que reposan pacientes en el tallo, -eres- las noches tranquilas en las que agradezco el poder observar lo infinito de la atmósfera mientras brotan interesantes preguntas, -eres- los segundos previos a un acontecimiento místico e histórico, no eres una obra de arte que alguien creo, tú -eres- obra del mismo arte esa es la razón por la que no existe palabra que te defina, -eres- como una guitarra de blues sonando en Do mayor que no necesita retoques ni voces adornando, como magia. Sobre todo -eres- tu ese pequeño y gran detalle es lo único importante.

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El mundo es un escenario caótico, acelerado y lúgubre en el cual cronos logro domesticarnos hasta implantar la idea de que este no es un lugar óptimo para existir,  me pregunto si el verdadero responsable es el mundo o tal vez soy yo que aún no sé cómo desempeñar mi papel en la obra. (de cualquier forma la respuesta hoy no es relevante) sin embargo, doy por sentado que la vida es un juego escrito en idioma incomprensible ( hay momentos en los que me siento como la vida), cuando me acoplo con alguien (como tú) y nos leemos en el mismo lenguaje me percibo ganando un logro importante, como si Prometeo bajara del olimpo y entregara el fuego en mis manos para derretir la invisibilidad que me resguarda, atravesando y divagando mi proceso conflictivo comprendí lo sustancial del efecto mariposa hoy lo entiendo como una cadena de momentos que no ocurren por casualidad, es más bien causalidad eso explica porque un día sin imaginarlo llegaste, traes un objetivo secreto (no quiero descifrarlo) pero disfruto especular que tal vez viniste a sanarme, (amarme o amarnos?) llegaste a devolverme la fe o quizá a entregarme motivos suficientes para escribir con más color, también creo que viniste para ofrecerme hacer una retroflexión (gracias). En tu lugar pudo llegar otra persona o en mi línea de tiempo incongruente no estaba escrito que alguien viniera - causalidad- entre 7 mil millones de habitantes en la tierra solamente tú tenías un pasaje para visitar esta playa, remar entre aguas turbulentas y encontrar el mensaje embotellado que escribí sin saber que leerías, pero así funciona el destino como huellas invisibles que tú fuiste dejando en el camino y que yo seguiría fielmente sin saber que nos estaríamos encontrando. Aún no sé con exactitud a quien debo agradecer por este milagro entonces lanzo mis palabras al aire y brindo por la persona que eres y me haces ser.

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En mi disco duro mental guardé tu voz leyéndome un cuento a las tres de la mañana y cuando los tiempos violentos se aproximan para arrasar mi tranquilidad, doy pausa a todo para escucharte, te llevo -aquí- en el centro del pecho donde reposan los sueños, donde nace el valor, creo fidedignamente en los besos que aún no hemos pactado pero que ya nos entregamos, pues en los sueños la distancia no es la unidad en la que nos medimos. Quiero acunarme a la sombra de tu luna y dormir noche tras noche escuchando los latidos de tu corazón como música, tienes el código secreto para usarlo en mí cuando quieras, sabes emplear aquel don intachable para encontrar mis sentimientos, los que daba por perdidos pero contigo han renacido y crecen cada vez más como enredadera de buganvillas que adornan el arco del triunfo, no quiero dejar mi alma pendiendo en tus manos y al mismo tiempo soy consciente que el peor accidente en el amor es salir ilesa, ( no quiero salir ilesa de esto) voy a conservar las palabras importantes para cuando necesites oírlas y si los temas de conversación se van agotando estudiaré en todos los idiomas y si es posible inventare otras formas de enseñanza, así tendré siempre un concepto nuevo para mostrarte. Quiero que me imantes a ti como raíz a la tierra no pretendo ser volátil, tampoco subordinarme a tu presencia, no eres mía, - eres tuya - yo soy cada diminuto y extenso fragmento que compartes y quieras seguir compartiendo conmigo, ahorro el dinero con la esperanza de gastarlo en un viaje al espacio, comprar una casa en la Messier 74 para escaparnos cuando el mundo pretenda hacernos daño. Voy a celebrarte cuando llegues a donde ni haz imagino; creo en ti, en tus sueños y en la valentía que impregnas a diario para seguir remando en la dirección correcta. Todo está destinado a durar lo necesario ni un segundo más ni un segundo menos ¿cuál es nuestro tiempo? no lo sabemos ¿quizá 730 días o más?, si la estrella que nos une se apaga pronto, conservo conmigo la certeza de encontrarnos en otra dimensión, - tú y yo - somos como gotas de agua cayendo desde el pico de un nevado de forma relativa hasta que un día desaparecen, evaporizan cumpliendo un ciclo natural, disfrutemos el trayecto. Yo  por ahora dejo estas palabras como manifiesto de lo intangible que habita en mi ser por ti. Cuando no escribo un mensaje te pienso el doble, observo tus fotos el doble, te sueño el doble, cuando no me escribes, te escribo cartas en silencio para no interrumpir, así siento que me lees de una u otra forma (esta ) es una de esas cartas que te escribí, mi único anhelo es que esto tengan sentido en tus oídos y no se conviertan en 1577 palabras volando como aviones de papel sin lugar de aterrizaje, espero que aún no sea tarde para decir que te quiero, no he aprendido a poner punto final cuando escribo entonces prefiero que este sea un final abierto.

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Epifenómeno

Las cuatro paredes que me circundan han pasado mucho tiempo conmigo y yo con ellas. Son el resultado de un trabajo grupal, en verano mis brazos cargaron los ladrillos que las componen y observe desde la relativa lejanía como otras manos edificaban y pulían cada pequeño detalle hasta dar por terminado un muro que unido a otros se convirtió en mi guarida, el tiempo ha dejado marcas de cinta adhesiva la misma cinta que aun sostiene las fotografías-dibujos y garabatos, en el centro hay heridas de puntillas que hacen de soporte a los discos vinilo que encontré tirados en la basura, esas paredes y yo compartimos los secretos una imponente masa de concreto me ha permitido ver mis murallas internas y comprender que soy mas que un cuerpo y unas ideas intangibles ( la materia que me rodea también hace parte de mi totalidad) esos muros que me observan y me hacen su prisionera en un lugar donde no existen ventanas que hagan de túnel hacia la realidad externa solo pequeñas aberturas por la cual se filtra la luz del día y la de farolas en la noche, un parecido a la caverna de platón con la diferencia de que yo conozco de forma casi empírica lo que hay fuera entiendo que el mundo que invente y vivo en mi habitación es una proyección de mi consciencia y solo existe para mi, se de sus características y código, me gusta habitar mi lugar, pero todas las cosas un día salieron de su margen  la llave dio vuelta y entre en conflicto, ante la amenaza de perder la poca cordura que me hace abrazar mi pizca de equilibrio decidí abrir la puerta y salir a otra realidad, la de afuera, donde los limites no son cuatro paredes y existen muchos objetos a mi disposición para adaptarlos, calles, transversales y colores.

8:30 am mi buso cuello tortuga negro y zapatillas negras, pies puestos sobre el pedal de la bicicleta escarlata, el sol extendido sobre el cielo de norte a sur y este a oeste, con aquel pintoresco panorama emprendí un pequeño/largo viaje siguiendo las coordenadas que había trazado horas antes, el viento acariciando las mejillas y golpeando desenfrenadamente el cabello que me sobresale de la gorra. Traspasando y entrando en contacto con el mundo subjetivo que es un doble filo, un vaso con agua y pizca de cianuro, rostros de esperanza e inocencia jugando en el verde pasto y otra cara de la moneda habitada por miradas que pueden arruinar los días, violencia; desolación; odio; abandono o una mezcla desorbitante de todo, gritos pidiendo libertad y vida acompañados de carteles que hacen eco de sus voces, en simultaneo disparos letales acaban con un futuro apagando una luz y embadurnando de oscuridad y sangre una nación, pájaros sobrevolando el cielo observan el desorden y se alejan de todo, lugares de silencio contrapuesto a lugares de revolución, mucho dinero en algunos bolsillos y personas muriendo de hambre en la esquina de un restaurante de “alta clase”. 8:30pm luces saliendo de mi pecho, un camino ilusorio donde todo se siente solitario e inerte como un espacio liminal, soy el movimiento de ese lugar ¿aterrador o afortunada? afortunada por estar viva hoy, aterrador el frió de la noche que no es más que aquella realidad que viven los otros. Vuelvo a mis cuatro paredes 9 metros cuadrados de paz, la verdadera paz, la que no tiene un precio.  

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( Discontinuidad )

Y cuando lo cotidiano pierda la magia ya no estaré aquí, si hay una canción que me redima no dejare de seguir. En la línea entendí que la felicidad va mas allá de lo que nos vende la estructura consumista, buscamos todo fuera pero lo mas importante adentro nuestro habita, el espíritu, el valor y el alma, - riqueza no monetaria-. En el camino aprendemos muchas cosas pero en distinguidas ocasiones no sabemos como usarlas, nos odiamos y odiamos al otro vamos hiriendo con las palabras porque hay muchos cerebros en el mundo pero carecemos de mentes sabias, siempre y cuando exista un papel y un lápiz el corazón tendrá un sentido más para latir, no tendré resuelta mi existencia pero ya encontré un lugar donde poder fluir, una hoja en blanco donde escribo lo que me inspira, lo que me daña y me hace feliz. Hoy desperté pensando en que quisiera cambiar el mundo pero no puedo romper el curso del espacio-tiempo, si tuviera ese poder ya no habría dudado en hacerlo, viajar al pasado y arreglar la raíz, limpiar la vía, hacer de esta una civilización menos infeliz, no es secreto que la vida se esta convirtiendo en un despropósito desde que el dinero le resto valor, cada día más es un día menos  o eso es lo que dicta el reloj; cada grano de arena debe caer a su tiempo pero hay momentos donde todo parece moverse lento aunque es solo una ilusión, en realidad el mundo va rápido y con un destino incierto, reproduciendo a entes ciegos y sin amor. Responde ¿para qué quiero exceso de dinero?  ¿para tener de más y degradar al que no tiene e inflar mi ego? prefiero no tener más de lo necesario, ser buena persona y entregar místicos momentos aunque en mi intento de mesías me traicionen varios. Existe un virus mas grande y se titula arrogancia; odio tal vez estamos infectados todos, nos empujamos entre nosotros por morbo de ver quien cae primero al abismo para reírnos y disfrutar el espectáculo, somos perversos por naturaleza y de mi instinto natural me quiero despojar, he encontrado la razón por la cual siempre me siento extraña, todo se mueve de manera predecible; ignoro lo que siento; cada día estoy muriendo y lo disfruto, oscuro laberinto, paredes frías, el NO absoluto: - aun sueño con la libertad.

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(encrucijada) Guardo dentro, en lo mas profundo de mi ser un temor inexplicable por perder todo aquello que me hace feliz me brinda libertad y me hace sentir tranquila, y es el mismo miedo el que se come mis ganas de salir al mundo a vivir, de ver por la ventana abierta el sol que se cuela por las pequeñas heridas de la persiana, no sé con exactitud el porque de ese sentimiento pero me hace percibirme a mi misma absurda e incoherente, símil a estar caminando en un hilo ubicado en un precipicio de 100 metros donde no quiero caer porque me dolerá, pero en donde quedarme quieta en definitiva no es la mejor opción.

Jenniffer Herlaut 

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Encerrados en nosotros mismos, siempre buscando el abismo perfecto para lanzarnos. Aun no entiendo porque es tan difícil abrazarnos, mirarnos al espejo y reconocernos, ver en nuestra alma, carne y huesos lo bueno que tenemos. Hablamos de relaciones toxicas ajenas y propias con otra persona pero nos cuesta ver y aceptar nuestra lucha interna, cuando nuestro alter ego aumenta las inseguridades, traumas y odiamos hasta lo mas mínimo que nos conforma. Nadie afuera de nuestro caparazón va a repararnos el corazón, porque cada ser tiene su propio infierno dentro y día a día encuentra razones distintas para lidiar con ello, como controla sus demonios o los demonios ganan la batalla y obtiene controlar su cuerpo. Por ese motivo busco la luz y la tranquilidad  navegando dentro de mi persona hasta encontrar la llave que  abra la habitación del amor propio y encarcelar por fin al auto sabotaje y el desprecio. Poder verme como realmente soy, querer lo que armoniza  mi sangre y mente, los errores que he cometido; el pasado que me ha dolido pero de no soltarlo estaría lesionando a mis propios sueños. Las canciones que me describen mejor que yo, los desiertos donde he caminado, la gente que he odiado y amado, los círculos insanos donde he rondado y aun suelo frecuentar cuando me apago. Reconocer lo bueno y lo malo, entender que la felicidad comienza en mi y no en otro ser humano, perdonarme por hacer de arma cortante en mis propias ideas y generar una buena relación con mi yo donde pueda tomarme un vino aunque todo se derrumbe a mi alrededor. Ser el uno en un millón que todos somos, ayudarme cuando se vayan y no quede nadie en el salón, porque aunque existan lugares dentro que solo puede tocar otro quiero aprender a conocerme antes de que me dañen cuando me enfrente a este mundo desgastado y loco.

Jenniffer Herlaut 

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Me despierto en medio de la negra noche y enciendo las luces de la habitación, descalza me apresuro y bajo a la sala y minutos después me siento en el comedor, posteriormente me dirijo al baño y termino mirando la ciudad a través del balcón, recorro mi refugio como si fuera un mundo nuevo y ambiguamente inexplorado, hasta que percibo mi cuerpo envuelto en melancolía, ansiedad y gotas de desesperación, me convierto en un cúmulo de dudas y en ese instante comienza de nuevo el juego, de pregunta tras pregunta mientras los segundos pasan, conversaciones con la luna entendiendo a mi  mente enredada, todos mis sueños salen de la almohada y van gritando que los cumpla dicen que mi tiempo esta veloz y yo sigo escondiéndolos en la sombra, el futuro no existe, pienso, al final todo es vanidad el humano esta acabando con el mundo ¿entonces de que me sirve soñar? me siento en controversia arrastrando el ancla de mi tristeza, anhelando ser una rotunda ganadora pero continuamente existe un factor que no me deja, todo transcurre como un bucle entre pasado, presente y futuro donde voy buscando mis propias respuestas pero cuando las hallo, dudo, y vuelvo al punto de encuentro para enfrentarme conmigo misma sintiéndome culpable por no agradecer la deidad de estar viva, el reloj suena a lo lejos y el sol se asoma por la ventana, y he pasado otra noche descobijando mi mente y alma, afuera de mis cuatro paredes hay una sociedad hambrienta y salvaje, donde se vive una competencia por el poder absurda y perpetuamente constante, entonces termina el ciclo mas largo de mi rutina donde entiendo que vivo en guerra todo el tiempo, noche y día en soledad y en compañía, busco paz pero no esta porque yo debo construirla, aveces quiero dormir para siempre en un cajón pero recuerdo que soy muy cobarde para darle pausa a mi corazón ..

Jenniffer Herlaut 

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Nunca me sentí tan sola como esa noche cuando el vació empezó hacer parte de la cama, el frió me congelo el corazón hasta que se llego a resquebrajar y las gotas de sangre se escondían en los pétalos de rosa esparcidas en la sabana. El mundo es más putrefacto y abrumador de que lo que decías y hoy entiendo porque tu objetivo era protegerme a toda costa y sin dar un paso atrás. Muchas cosas han cambiado desde aquel día, ya aprendí a llorar cuando las luces se apagan, a celebrarme y destruirme cuando nadie ve, a guardar valiosos secretos y resistir los dolores del alma. Después de nueve años aun la soledad comparte la cama conmigo y escribiendo comprendí que soy el fruto de todo el amor, dedicación y sacrificio que lograste sembrar en mi vida para ayudarme a edificar un futuro sobre bases estables, hoy soy los abrazos que me diste cuando mi familia me soltó, los miedos e inseguridades que en el camino encontré, quizá soy lo que siempre soñaste y al mismo tiempo me he ido convirtiendo en lo que nunca esperaste de mi. En este día dueles mas y tu ausencia parece un ruido ensordecedor que impregna cada rincón de la habitación; siempre seras la primera mejor mamá que una pequeña niña pudo tener, hoy no soy esa niña pero te sigo amando igual como si aun tuviera seis años. No hay despedida mas cruel que la muerte y cada que el calendario marca Julio puedo entenderlo al pie de la letra.

Jenniffer Herlaut 

[unaandromeda3]

Buscar(té) La taza de té que solíamos compartir ya no está sobre la mesa. Tus besos rojos ya no se esconden en mis prendas. El olor de tu perfume se mudó hacia otras camas. Tus libros favoritos ya no hacen parte de mi estante. Las canciones me dicen que hace un tiempo te haz ido, pero yo sigo buscando el fantasma de tu amor en cada rincón de la casa.

Jenniffer Herlaut 

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Me molesta un poco escribir sobre amor, hablar de amor, sentir el amor como un mal necesario, siempre niego todo en mi cabeza cuando me estoy enamorando, siempre situó una coraza en mi pecho para evitar mostrar mis sentimientos, no sé si es temor a que me lastimen como ha sucedido en reiteradas ocasiones o solo es timidez de que el mundo afuera me vea desde adentro. Me molesta no poder dormir y pasar las madrugadas escribiendo poemas cortos que deciden abandonarme letra por letra cuando sale el sol, me molesta no saber que hacer un domingo en la tarde cuando la soledad se sienta a mi lado y el viento dibuja tu nombre , no sé si llorar, aprender una receta de nueva o probablemente huir de mis pensamientos hasta que desaparezcan en la atmósfera. Me molesta escribirte cuando se que no me lees porque estas disfrutando la vida y yo sigo encerrada en mi propio circulo de incertidumbre, no me gusta dejarte ir cuando te quiero cerca, te quiero conmigo, cuando caminamos por el mismo lugar pero no me miras ni te miro, cuando te sueño y te pierdo cuando despierto. Me molesta ver el mundo destruirse y no tener el poder de cambiar todo en un segundo, ver la oscuridad en unos ojos ajenos a lo míos y no tener la capacidad de iluminarnos, me incomoda estar ausente cuando yo misma me necesito, cuando las letras de un álbum que un día me llenaban el alma hoy me destruyen, me molesta saber que todo lo malo se olvida cuando escribo, y que escribir me duele un poco mas cuando es sábado y me resigno a compartir la cama con los segundos que pasan lentos.

Jenniffer Herlaut 

[unaandromeda3]

Me prometí mil veces que no volvería a escribir sobre amores fugases, que prefería guardarme las palabras antes que desperdiciarlas, y aunque no merezcas un verso hoy te escribo lo que nunca te diré a la cara. No sé en qué momento te metiste en el corazón y arreglaste los cables rotos para hacerlo funcionar nuevamente, el mundo es demasiado grande pero lo nuestro es coexistir sin importar que camino elijamos, porque entre dos mil canciones, 30 noches has desatado una batalla entre mi corazón y mi cabeza, entre seguirte los pasos o dejarte ir. La noche donde el reloj dejo de importarme y sentía que tú y yo no solo coincidimos, sino que coordinamos, en un universo donde siempre he sido la incorrecta en la vida de los demás, hablarte de mis heridas; de los lugares que visité; de lo que fui y lo que soy, escucharte y saber que no hablaba con el silencio me hizo sentir en un lugar seguro y comencé aferrarme sin miedos. Pero como todo en la vida, nadie decide a quien quiere, nadie decide quien le duele, yo no te buscaba y mírame ahora buscando tus ojos entre la gente, siguiendo las instrucciones de mi corazón para verte  dos segundos y que la noche no me sepa tan amarga. Sé completamente y con exactitud que de nuevo soy la equivocada en esta historia, pero también sé que necesito que dejemos de (dedicarnos) tantos silencios, que de pronto coincidamos en una que otra noche (o tal vez no) y aunque a estas alturas parece todo perdido, no puedo perder lo que nunca fue mío, pero tampoco  sé cómo pedirte que te quedes, aunque sea un minuto para convers(arte). Solo tengo dos preguntas ¿cuánto de esto es amor? ¿cuánto es capricho?

Jenniffer Herlaut 

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Me senté en aquel viejo banco, respire profundo mire el reloj y decidí esperar, pasaron los segundos, los minutos, las horas y los días, pasaba la vida y todo estaba en movimiento los arboles bailaban al ritmo del viento, las naranjas amarillas  brillaban como el sol, los niños corrían sonriendo sin importar si caían, los adultos discutían sin importar quien veía, a plena luz del día observe que dos jóvenes se acercaban a la fuente ella bonita y paciente el tímido y ligero se veía un amor sincero pero poco duradero, ella sutil lo agarro de la mano el correspondió con un beso. El aroma a soledad llego cuando la noche se asomaba, un olor a frutos rojos, a mermelada o quizá a pizza me esperaban en la mesa de la casa, era la noche más fría de toda mi vida, recuerdo que llovía pero yo dormía y en ocho segundos el despertador sonaría anunciando que solo era otro día. Nuevamente me senté a esperar y a la hora 11 llego la inspiración entrando delicadamente en mi razón y entre la sensibilidad de Drexler y Taylor frente a un cielo azul escribí esto.

Jenniffer Herlaut 

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El ruido de la mañana me ha despertado, ya casi es medio día y aun sigo en la cama, me levanto y me encuentro con la soledad acariciando cada rincón de mi casa, camino descalza hasta el balcón y observo un día frío, con tonos grises y un poco melancólico, bajo apresurada y medio triste hasta la cocina, me preparo un café mientras canto como si estuviera en el teatro frente a muchos espectadores que gritan mi nombre, me he dejado llevar por la letra y el café se ha derramado, aveces soy tan patética, suena el teléfono y me apresuro a contestar subo las escaleras tan rápido como puedo y cuando llego a mi habitación el  artefacto ha dejado de resonar, me tiro en la cama y pienso en que el día es tan triste que me recuerda a ti. Buscando un vino en la enoteca me he encontrado con las cartas que te escribí y nunca tuve el valor de entregarte, me he sentado a leerlas y a llorar un poco, el amor es tan bonito cuando lleva tu nombre junto al mío pero tan doloroso cuando en la historia solo estoy yo tratando de enamorarte y tu sigues viajando a otros planetas, se me fue la tarde entre botellas de vino y lagrimas, ya ha caído la noche y aun no he terminado de leerlas todas, ya me duele el alma de dibujar con llanto lo que eramos, me levanto con las cartas en la mano las llevo al patio de la casa, las enciendo y me acomodo en un rincón a ver como arden y el fuego me calienta el cuerpo, me recupera y me arrulla, y me digo a mi misma que la mejor manera de superar un viejo amor es dejándolo arden en la hoguera y calentándote el alma con dicho fuego, a final del día he vuelto a la cama y no dejo de pensar en que los días tristes y solitarios solo sirven para dos cosas: hacernos sentir miserables por lo que fuimos y  hacernos sentir ganadores porque a pesar de todo el corazón nos funciona y seguimos en pie.

Jenniffer Herlaut. 

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Son las dos de la mañana, hoy he vuelto al escritorio después de tres largos meses, quizá nadie se ha muerto por pasar  91 días sin escribir, pero este es un caso aparte, estamos hablando de una amateur de 18 años que cree haber conocido todos los mundos literarios, que se siente Cortázar por escribir frases cursis en la última hoja del cuaderno, que cree ser Neruda cuando recita en la ducha y para colmo que sueña con tener su propio libro de antología en el estante, hablamos concertadamente de una niñita que aun sueña con tocar las estrellas e ir a tomarse un vino en la luna. Soy independiente de aquellas cosas que el mundo llama importantes y soy totalmente dependiente de todo aquello que me hace sentir que el corazón también es otro universo; escribir con la luz medio tenue en la madrugada y escuchando piezas musicales que me quiebran de a poquitos, esa es mi delegación y como no serlo si esta diletante está en la edad perfecta para escribir de corazones rotos, amores volátiles o de vivencias trascendentales, la edad de las emociones donde cuentas lo que vives o lo escribes. Lamentablemente yo lo escribo y afirmo que es lamentable porque durante tres meses entendí que esto no es un amor pasajero de esos que besas y abandonas, este es un amor de esos  a los que te aferras con todo lo que tienes, que te hacen bien y al mismo tiempo te matan, de lo que te quieres divorcias pero eres consciente de que morirás con ello, escribir es la pasión que tenía escondida entre los cajones, empolvada y cuando decidí sacarla y situarle sobre el escritorio no medí los riesgos, nunca imaginé que por mucho que me escondiera y buscara tripular otra nave, escribir  terminaría siendo la escapatoria de aquellas noches frías donde la inspiración no tocaba a mi puerta, hoy volví al escritorio... quizá no ha pasado mucho tiempo desde la última vez, pero sentir que me estoy quitando pesos de encima, es la sensación que no quiero dejar de sentir nunca en mi vida.

Jenniffer Herlaut. 

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Y aun estoy aquí por si pensabas que me había alejado, estoy en cada canción que te dedique y que me dedicaste, estoy en cada lagrima que corre por tus mejillas cuando recuerdas lo lejos que estamos, estoy en el café que tomas todas las mañanas a las 6:30, en el aroma que tiene tu ropa, estoy divagando en tu mente unas ocho horas al día , estoy en un rincón de tu corazón ese lugar secreto y pequeño en donde todas las personas temen entrar, estoy en ese cielo azul que te recuerda aquel noviembre donde se cruzaron las miradas, en esos escritos viejos que guardas en el cajón, estoy en cada amanecer cuando el reloj marca las 5 de la madrugada y vuelves a los tiempo de antaño, donde se entrelazaban las manos y se buscaban los labios con ganas de escribir una historia, aun estoy en ese helado que es tu favorito, una parte de mi se quedo viviendo en el 19 de abril en ese beso robado, esa noche estrellada y fría, estoy en las mariposas que se posan en tu ventana, estoy en esa parte que creías olvidada, en ese pasado que creías haber borrado, estoy siendo una sombra, un ayer del que jamas te soltaras, pero por mi parte esta cancelado.

Jenniffer Herlaut. 

[unaandromeda3]

Llevo varios  días caminando en círculos, recorriendo las mismas calles y avenidas, mi mente ya sabe de memoria las características de cada lugar, cada fachada e incluso me he grabado el rostro de algunas personas, he intentado  no mirar a través de la ventana del transporte público porque  se ha convertido en un acto soporífero, siempre llevo un libro conmigo para obligar a mi mente a dejar la monotonía a un lado, pero tengo un recuerdo tan constante de la rutina que en momentos no sé si me encuentro en la regularidad del día a día o si estoy atrapada en la historia que me relata el escritor, el tiempo se encarga de quitar la sensación de adrenalina a eso que soñaba vivir, el pasar de los días va robándose el color de aquellos lugares que suelo frecuentar, quizá rose la línea de la exageración pero la monotonía me va manipulando a la manera que ella quiere hacerlo y cuando me entero ya no estoy viviendo, simplemente arrancándole hojas al calendario y escribiendo fechas en el cuaderno como si se tratara de cualquier apunte, me di cuenta que estaba en ese momento  cuando me sentí cansada me subí al autobús y observe las luces de la ciudad adornando la noche y pensé en que me aburren muchas cosas en la vida pero sentir como el frío se cala en los músculos de mi cara mientras veo la ciudad como una obra de arte en formato gigantesco, son los pequeños detalles que me hace sentir que vivo. Termina el día y hago el recorrido mental de todo lo que he hecho, veo todo vacío, incoloro, los mismos lugares, las mismas personas, la misma basura en el mismo anden, pero cuando veo una ciudad interminable creo que el mundo es demasiado grande, pero siempre tenemos miedo a los cambios, a salir de nuestra normalidad,  nos aferramos al mismo universo e ignoramos que más allá hay un mar ignoto por descubrir y está esperando por cada uno de nosotros, para hacernos sentir que la monotonía es solo una palabra y no una atadura.

Jenniffer Herlaut 

[unaandromeda3]

Todos tenemos algo por decir, por eso estoy aquí Porque no importa cuántas veces has caído, ni cuantas personas te han dicho que no puedes, que no sirves, que nunca vas a poder surgir, la vida no es fácil y en algunos momentos se convierte en una montaña rusa de emociones, en el camino nos encontramos con barreras, con circunstancias difíciles, errores de los cuales aprendemos, tal vez tengas el corazón roto, producto de un "amor"  la pérdida de un ser querido o porque ya te acostumbraste a sentir de esa forma, sea por el motivo que sea quiero que sepas que entiendo ese estado, sé lo que duele sentirse vació y llorar a solas hasta poder dormir, entiendo lo complicado que es buscar una salida y ver todas las puertas cerradas, o cuando estas a mitad del día con muchas personas a tu alrededor riendo y de un momento a otro te sientes triste con ganas de salir corriendo. Tal vez tengas una enfermedad que robo tus esperanzas, una mala situación que opaco tus sueños e incluso tus ganas de seguir viviendo, o peor aún, quizá sigues viviendo tu pasado, aun frecuentas aquellos miedos que te inculcaron cuando eras niño/a, habitas los traumas ocasionados por esos momentos dolorosos: las despedidas, las burlas, o cuando cortaron tus alas, quizá el problema es que aun estas en el ayer. Entiende,  la vida de nadie es fácil ni por perfecta que quiera mostrarla, todos tenemos baches en el alma que aun no encontramos como tapar o reconstruir. Tal vez hoy tu vida es un caos, un laberinto oscuro carente de iluminación o quizás hoy estas bien pero mañana puede que no sea así, quiero que sepas que si hoy fue un mal día mañana puedes mejorarlo,  que tus sueños deben que ser más grandes que tus miedos o acaso nunca te has preguntado todas aquellas oportunidades que perdiste ¿por no decir lo que sentías a tiempo? por no atreverte y vivir del que dirán de unas cuantas personas que nada te dieron, porque no tenemos que pagar para soñar y el pasado quedo tan atrás que hoy es el momento perfecto para levantarnos y cumplirnos, hacer que la vida valga el afán, salir a construirnos el mundo que queremos porque [ Nadie lo va hacer por nosotros] no importa lo oscuro que se torne el día, ni que tan difícil es la prueba, como dicen: no hay mal que dure mil años ni cuerpo que lo resista, todo mejora tarde o temprano pero mejora o.. ¿no?, todas las respuestas están en cada quien y la capacidad de mirar mas allá de su propia catástrofe, esa sed de callar la boca de los que un día dijeron que no podíamos. Nadie elije en qué lugar nacer, en que familia y mucho menos si tendrá corona o no, pero si tenemos  elección de transformar el camino que nos espera. No importa el estatus, los millones, el color de piel, ni la condición: todos tenemos algo por decir, por comunicar, por aportar a la sociedad. ¿ y tú que tienes por decir?

Jenniffer Herlaut