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          Miró a quien había llegado ahora a la sala. Aquella era su primera sesión de quimioterapía y estaba muchísimo más que asustada. Por eso mismo, había solicitado la presencia de la figura recién llegada a lugar. Respiró hondo. No sabía como iba a ser aquello, pero sabía que le haría sentir muy mal. Siendo completamente honestos, lo que más le aterraba era no poder salirde aquella. Tal vez, aquel era su último año de vida, o tal vez última semana. De igual manera, le alegraba tener a todos de vuelta, aunque fuera por algo tan horrible como aquello — Hola —. Susurró, esbozando una forzada sonrisa. Que se sintiera mal no era motivo para que el resto lo hicera también, por eso curvaba sus labios, para ver a feliz a quien quería...

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Parecía que absolutamente cada movimiento, palabra u expresión que saliese de Dowell ocasionaba una brecha aún más grande ente ellos, no importaba qué tanto se esforzara parecía no poder regresar a aquello que le había hecho quererla en un principio, los sentimientos seguían intactos, todavía le miraba y sentía que se desvanecía, el corazón se le aceleraba y absolutamente todos los clichés de filmes románticos se cumplían en aquellos momentos al menos en la mente de Simon, de ahí que tuviese miedo a perderle o a lastimar-la por que entendía a la perfección que alejarla el mismo era mil veces mejor que dejar que Agnes le envenenara al completo.

Las interrogantes de Nicola eran comprensibles, en su lugar el habría hecho exactamente lo mismo y principalmente quería que lo supiera, aclarar absolutamente todo y que de cierta manera la morena pudiese apaciguar los miedos que poco a poco se había formado el mismo, parecía algo infantil, pero deseaba que de alguna manera aquello terminase bien. Suspiró ligeramente cansado y cerró los ojos por un minuto, incapaz de realizar movimiento alguno hasta que se encontró con la mirada obscura de la italiana y sonrió de manera efímera, era sorprendente el efecto que tenía en él, y lo ignorante que parecía ser al mismo “Son conversaciones monosilábicas” comenzó a explicar, el labio inferior ligeramente tembloroso “Me pidió ayuda por que no está bien, no se que pasa a fondo, pero parece necesitarme” prosiguió buscando de manera desesperada las palabras adecuadas “Necesito que consiga ayuda para dejar de hablarle” murmuró mirándole a los ojos “¿No estás celosa?” se sorprendió ligeramente, el tono de decepción era palpable, en un punto inclusive podría decir que lo que sentía él lo sentía la muchacha, con la misma intensidad, pero en aquellos momentos todo parecía perdido y el esfuerzo de mantenerla lejos del desastre que Agnes había provocado en su vida inútil “No quiero estar con ella, lo que tuvimos fue algo que no debió ser, me arrepiento, pero también me siento responsable, cómo dices no fue cualquier cosa y la dependencia emocional que tiene quizá se deba a lo mismo” sentenció.

Simon era idiota, lo sabía desde un principio, pero el re-afirmarlo con la reacción de Nicola al comentario formulado por sus celos le dolía de una manera que no hubiese esperado, al menos no a esas alturas. Lost in Love para el inglés había sido positivo y negativo al mismo tiempo, había arruinado demasiadas relaciones, había causado conflictos entre amistades, después de aquello el ponerse en contacto con un par de personas del proyecto le sabía catastrófico, pero absolutamente nada le molestaba más que la idea de Nicola con el que, en su momento, había sido su amigo. Newt lo había confesado de manera casual en una de sus charlas, en realidad no recordaba bastante de aquello y no merecía hacerlo, el chico, junto con Agnes y un par de personas más habían pasado a una lista de indeseables, parecía infantil, cuándo supo de lo que hubiese sucedido entre la italiana y el moreno ni siquiera se había planteado la idea de Nicola de aquella manera, pero al pasar el tiempo le había carcomido completamente, no le pensaba cómo una persona atractiva, probablemente eran los celos hablando, además de que la manera en la que finalmente terminó relacionándose con Aura había resultado sorprendente diversos conflictos les alejaron. Pero en aquellos momentos en los que el lenguaje corporal de la fémina cambiaba por completo y la molestia adornaba las facciones entendía que era un tema sensible mucho más para ella de lo que hubiese pensado. Se mordió el labio inferior mientras le escuchaba cabizbajo, no quería que le mirase en aquellos momentos, no se sentía ni siquiera completamente listo para aceptar que aquellas palabras eran celos en el máximo esplendor de la palabra, pero tenía que decirlo, no quería terminar añadiendo algo más a la lista de arrepentimientos que tenía con el nombre de la muchacha escrito en la misma. “Yo…no sabía que realmente hubiese terminado con Aura, demonios me parece imposible que teniéndote a ti la hubiese preferido” masculló frustrado con la mano libre enredándose aún más los cabellos rubios “No estoy usando esto cómo excusa Nicola, ¿Es que no es evidente?” alzó ligeramente la voz obligándose a mirarla “No me importa lo que haya sufrido Morgan, ni siquiera me importa Aura, lo que me molesta es que era mi amigo y durante un buen rato sentí que lo estaba traicionando” añadió con rapidez, el carmín llenando de a poco el rostro masculino “¿Quieres una excusa? Pues te la voy a dar Nicola” ya ni siquiera le importaba que salía de sus labios, era de mecha corta y en aquellos momentos se evidenciaba “Estaba celoso, sigo celoso”  finalizó poniéndose de pie para proseguir a arrodillarse frente a ella, mirándole a los ojos incapaz de mover un solo músculo.

Nicola era hasta incapaz de comprender como en pocos segundos la situación con el muchacho había cambiado tan brutalmente. Si bien le dolía como el rubio se mostraba, más le dañaba tener que enervarse por algo que, al fin y al cabo, resultaba obvio. Pues sabía que los celos que sentía por ver a Simon hablando con otra mujer de aquella manera. Además, no cualquier mujer; sino Agnes, quien había mantenido una relación con él anteriormente y de la cual la italiana tenía consciencia de la posesión que esta ejercía sobre las personas, sobretodo si era de su interés sexual como el inglés. Por ello y por todas sus imaginaciones, la morena sentía celos de la mujer de cabellos dorados. 

Su mirada se posaba ahora en Simon, esperando la respuesta ajena, nerviosa por el camino que aquello discusión estaba tomando ¿por qué no podría ser todo como una película Disney en la que todos acaban con sus respectivas parejas, comían perdices y vivían por siempre felices?¿o por qué no podría olvidarse del problemas con el contrario y dejarlo atrás? aunque no fuera lo más digno, si lo más fácil. La mujer no se sentía orgullosa de aquello, pero admitía haberle dado la espalda a algún contratiempo importante, pues en algún momento desaparecería. Por ello mismo, cuando aquella frase salió en una dulce brisa de los labios que la fémina deseaba besar, pensó que hubiera sido mejor no haberse alarmado por aquellas charlas que Dowell y Carlsson mantenían. Y el desconsuelo se hizo mayor al oír la siguiente oración, pronunciada con desconsuelo por parte del mayor. Ella bajó la mirada, observando como su rodilla derecha comenzaba a moverse rápidamente de arriba a abajo, pues siempre que se encontraba en una situación complicada aquel tiemble llegaba a ella sin previo aviso -Yo, eh...-. Musitó, sin saber como contestar a eso, aunque ciertamente llevaba la mayor parte de la conversación sin saber como gestionar todo aquello -Tal vez deberías ayudarla con lo que se supone que necesite, pero volver a hablar con ella sería una mala idea... No es por mi, es por ti-. Usó una de las frases más cliché que podría a ver encontrado, no obstante trastocó las palabras, dando a entender que se preocupaba por él -No quiero que te haga mal, y eso chica es probablemente lo único que te pueda causar-. Admitió sin tapujos finalmente, para soprenderse segundos después con la pregunta que le precedía. Levantó su mirada, posando su vista de nuevo en los preciosos ojos castaños del chico -¿Quieres que esté celosa?-. Formuló, sonando algo estúpido, pues no tenía ni pies ni cabeza lo que el masculino daba a entender, o eso hacía pretender la chica, pues bien sabía que tenía envidia de su relación con Agnes.

Después de explicar todo aquello, de preguntar y aborrecer la actitud que su compañero estaba mostrando, escuchó con atención lo que él quería decir, pues esperaba que algo cambiara, ya que el curso de la conversación, como ya había dicho, estaba tomando un camino que no le agradaba. Frunció el ceño, por confusión y no por enfado esta vez, puesto que la respuesta había trastocado todos sus esquemas ¿acababa de piropearla? tomó la decisión de no intervenir, esperar a la completa justificación que el individuo continuaba refutando. Ignoró la pregunta, esperando que todo aquella palabrería acabara, pues así podría participar en el coloquio que por el momento solo Simon elaboraba. 

Una vez hubiera acabado, una Nicola atónita permanecía en su asiento, observando a la figura viril apoyada en el suelo, de rodillas, confesándole algo que creía solo ella sentir. Ya no temblaba su pierna, a pesar de sentir como su corazón iba a mil por hora. Sabía que era su turno de habla, que ahora debía decir algo, pero las palabras quedaron encerradas en su garganta. Abrió la boca, esperando que los términos comenzaran ellos solos, que cobraran vida y le dieran una buena respuesta. Pero aquello no ocurrió. La morena se encontraba sola en aquel momento, y solo se le ocurrió respirar hondo y redirigir la mirada al mayor -No deberías estar celoso-. Sentenció finalmente -Entre Newt y yo no hay nada, ¿si? nada de nada. Perdí el contacto con él cuando salimos de LostInLove-. Inició su discurso, algo confundida por aquella confesión. ¿Quería decir que le gustaba? ciertamente, esperaba que fuera así, pues de aquella manera sus sentimientos hacia él serían recíprocos. Movió su mano para agarrar la del contrario, apoyando ambas en su rodilla -Simon, no estés celoso nunca ¿vale?-. Continuó, pues de aquella manera estaba mostrando sus sentimientos por el inglés -Me gustas, Simon-. Y acabó así, sin saber como proseguir y confesando algo de lo que jamás se hubiera visto capaz, pues no sabía si el otro la veía como una amiga simplemente, y tal vez se estuviera cargando su relación así, pero no soportaba la presión de mentirle cada vez que le veía.

no training wheels left for you [ liberowell ]

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↳INSTAGRAM @n-liberato​ uploaded a new photo.

“friendship isn’t about who you’ve known the longest. it’s about who walked into your life, said “i’m here  for you” and proved it.  i love you bby💕“

↳  2894 LIKES ♥, 124 COMMENTS:

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@shieldscxrter: haciéndoos selfies sin mi en mi propia casa, ofendido

@glasgowdebuchan: i love you, sweetie😘💕♡

@orion_rogers: bbies, you so beautiful😍

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           ( &.-@kent-schneider )

“Calma, calma…” Se carcajeó al ver la pasión de la castaña por los videojuegos  así que accedió a jugar abajo, levantándose del sofá y apagando el Xbox que al parecer no era la plataforma favorita de Nicola. Dejó el control y se fue con la chica al piso inferior, enredando un brazo alrededor de sus hombros como si fuera la hermana bajita que nunca tuvo. “Esta vez quizás permita que ganes, no me gusta verte tan frustrada peque.”

Frunció el ceño y se cruzó de brazos, observando las acciones del muchacho -No me calmo, necesito jugar enfada para que veas lo que es bueno-. Dijo, mirando como el chico se acercaba a ella y la seguía, sintiendo el brazo ajeno sobre su hombro. Movió este, haciendo que se soltara como si una niña fuera. Miró con desafío al rubio -Te vas a enterar...-. Susurró y curvó sus labios a la par que levantaba una ceja y poniéndose de puntillas para ver de cerca al joven, apenas rozando la altura de su cuello -Pero bien-. Giró sobre si misma, chocando su cabello con la cara del mexicano para andar hacia la cómoda donde se encontraba la TV, encender la PS3 y agarrar los mandos para después acomodarse en el sofá, pues sabía a la perfección que el Black Ops 3 se encontraba en el interior de su consola -¿Vienes o que, pardillo?-. Se tomó la libertad de bromear con el hombre, pues a pesar de que no fuera de los más conocidos allí, Nicola siempre trataba de entablar relación con todos. 

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( ooc; )

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“Dices eso porque me quieres, tú y yo lo sabemos” le respondió ante el cumplido acerca de su cabello. River no era precisamente la fanática número uno de peinarse, a menos de que fuese algo realmente importante, y aún cuando de algo así se tratara no le gustaba hacer algo muy elaborado y a pesar de ello no lucía mal incluso con su look despreocupado. “Además, la purpurina haría destacar tus ojos por extraño que suene” aseguró. Los labios de la canadiense por fin se despegaron y le hicieron soltar una risa divertida, casi al mismo volumen de la emitida por la contraria que ahora le rogaba por guardar su pequeño secreto.

“Hmmm” comenzó a pensar en una buena idea, al tiempo que llevaba su dedo índice a su barbilla, dándole un aspecto cómico a simple vista, como si interpretara a un detective en una película policíaca. “¿Pizza y cerveza?” enarcó una de sus cejas, orgullosa de si misma por lo que parecía una gran idea para compartir un buen rato con la italiana, con la cual durante el proyecto no había sido cercana sin embago le agradaba -y Simon tenían un ‘algo’ con ella-  razones suficientes para conocerla a fondo. “No hay nadie, así que suena como un plan hacernos compañía mutuamente, ¿no?” inquirió, esperando que aceptara. River no era buena relacionandose con chicas, eso ya estaba más que establecido, pero cuando se trataba -al menos en esos momentos- de Morgan o Nicola lograba entenderse con ellas a la perfección.

-Me has pillado, pero es recíproco así que no pasa nada-. Dijo, guiñándole un ojo y moviendo su hombro, observando a la muchacha por encima de este. Observaba con gracia todo aquella situación -¿Tú crees? De verdad que soy capaz de ponerme purpurina-. Carcajeó, mirando a la ojiazul. 

Escuchó como la fémina tomaba una decisión, sin convencerle la propuesta de la italiana -¡Claro! es más, hasta añadiré una película a ese trato-. Sonrió, esperando respuesta de la castaña -Pero me tienes que dejar limpiarme el pelo antes, así parecería muy estúpida-. Dijo con sinceridad al final, pues en ningún momento le había agradado aquel peinado, pero para hacer bobadas ella era la primera. Obviamente no se lavaría el pelo ahora, pero si que se lo aclararía con agua antes que nada; pues limpiarse el pelo le tomaría mucho más tiempo. Atendió al siguiente comentario, descifrando que la canadiense querría hablar de algo. Levantó delicadamente una ceja, intentando no parecer borde -¡Por supuesto!-. Añadió después, sonriendo. Ciertamente la castaña le agradaba, pero ella solía llevarse bien con todo el mundo, sobretodo cuando se encontraba dentro de su grupo de amigos. Aunque, obviamente; había excepciones, como lo fueron Agnes y Aura en su momento, pues ahora ni se molestaba en preocuparse de que le cayeran mal, ya que no deseaba ni la habla de estas.

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-¿¡QUÉ YO QUÉ!?-. Se alarmó al escuchar al muchacho desde la puerta de la habitación. Nicola había decidido jugar una partida a aquel juego que el rubio había sugerido, que sinceramente ni le había agradado ni había jugado nunca antes. Le dirigió una mirada de odio, apoyándose en el marco de la entrada -Tengo la play abajo, juguemos al Black Ops y vemos quien gana-. Levantó una ceja -O si quiere usar el ordenador podemos jugar al LOL, tu decides-. Sonrió, orgullosa de sus palabras. 

“¿Por qué no puedes aceptar que apestas jugando videojuegos?” Musitó el castaño con una sonrisa orgullosa después de su triunfo en el juego virtual de la NFL, amaba competir con sus compañeros de casa y salir como el campeón aunque hiciera trampa la mitad del tiempo. Como siempre se llevaba por su lema: el fin justifica los medios, menos cuando su novia lo miraba feo, en ese caso solo desistía porque no quería morir antes de dejar descendencia Schneider.

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am i the only one i know? | glasgow&nicola

La muchacha llevaba cinco minutos en la puerta de la casa rural que junto a sus amigos habían alquilado. La italiana había hablado con su compañera de piso para ir a recorrer la senda más cercana y adentrarse en la parte más verde del paisaje. Sabía que acabarían haciendo fotos del panorama, pues a Glasgow le encantaba tomar fotos de todo aquello. Sentada en una de las sillas que acompañaba a la mesa en el exterior del porche, esperaba a la escocesa, deseando que no tardara mucho pues no se le hacía agradable la demora ajena. Igualmente, se acomodó en el asiento, posando sus piernas sobre este y descansando su cabeza sobre su mano izquierda. 

Miraba al horizonte, escuchando la música que de sus cascos salía, sin poder repetir sus palabras pues las canciones que ella escuchaba eran sin letra o rap, algo que le costaba pronunciar y aprender. Segundos después, dejó aquellas melodías de lado; pensando en todo aquello que había ocurrido ya en la casa, sin tener muy claro como Simon y ella estaban ahora. Ciertamente le agradaba haber hablado, pero aunque sonara estúpido; probablemente necesitaría una charla de aquella charla. Pensó en lo que había hablado con River, sin olvidar cual era su posición con respecto a su mejor amiga. Rememoró el momento en el que había charlado con Javier y lo incomodo que hubiera sido si no hablaran de videojuegos ¿es que no iba a tener un descanso de tanto drama? la muchacha intentaba olvidarlo y actuar normal con todos, pero a veces resultaba difícil, y más cuando hablaban del tema por el cual aquella desventura existía. Pues puede que Nicola fuera infantil, pero madura; mas lidiar con todo aquello se le hacía difícil a uno y en cualquier momento iba a explotar, ya que se sentía en el ojo de la tormenta.

Dejó de estudiar todo aquello cuando notó la presencia de la ojiazul en la parte exterior, apartando sus auriculares y móvil de ella y dejándolos en su bolsillo -Hola, fea-. Sonrió, mirando directamente a la muchacha.

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❄

( ❄ - five thoughts my muse has recently had )

debería volver a jugar a skyrim

he de hacer mis trabajos p*** vida

penepenepene

quiero pizza, star wars y simon, vaya

sí, definitivamente voy a jugar a skyrim

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Simon

How interested they are in having sex with them: ahora mismo, no sé si bastantes o ninguna…How much they would pay (or have to be paid) to have sex with them: nada.If they would rather bottom or top them: top, creo.How good they think they would be: bastante bueno, supongo.If they’d prefer kitchen counter, wall, or shower sex with them: wall.If they’d fuck, have sex, or make love: make love… pero que no lo lea.If they were going to make it a threesome, the third person they’d pick: con aura, yo lo veo.If they think there’s ever a possibility that it would happen: por mi parte, si.

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Newt

How interested they are in having sex with them: nada interesada, gracias.How much they would pay (or have to be paid) to have sex with them: más de lo que el se puede imaginar y menos que nada; no me acostaría con el por nada en el mundo.If they would rather bottom or top them: me quedo con… ¡ah, ya! ningunaHow good they think they would be: pues no sé, pregúntenle a aura.If they’d prefer kitchen counter, wall, or shower sex with them: none.If they’d fuck, have sex, or make love: i would fuck him off.If they were going to make it a threesome, the third person they’d pick: hombre pues ya que me habéis dicho newt ¿por qué no añadimos a aura?  If they think there’s ever a possibility that it would happen: ¡claro que la hay! en sus sueños es muy posible.

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[NSFW] put a name in my inbox and my muse will answer:

How interested they are in having sex with them: How much they would pay (or have to be paid) to have sex with them:  If they would rather bottom or top them: How good they think they would be: If they’d prefer kitchen counter, wall, or shower sex with them: If they’d fuck, have sex, or make love:  If they were going to make it a threesome, the third person they’d pick: If they think there’s ever a possibility that it would happen:

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¿Cómo anda Newt?

supongo que seguirá andando con las piernas ¿alguna pregunta estúpida más?

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Absolutamente todo para el rubio parecía ir en cámara lenta, desde los movimientos propios hasta la respiración y acciones de la italiana, aquello realmente estaba sucediendo, era la vez primera desde hacía meses que se atrevía a dedicarle palabra alguna y aún así todo parecía lejano, Simon se sentía ajeno a su propio cuerpo a pesar de ser plenamente consiente de las acciones que realizaba. Una sonrisa se expandió por los labios resecos del muchacho ante aquella simple negativa y se mantuvo en su lugar, demasiado nervioso para mover aunque fuese un músculo y completamente atento a los movimientos de la morena, desde el temblor ligero de la voz hasta la duda que la llenaba completamente, se sentía impotente y principalmente culpable, pues una parte de su subconsciente le gritaba una y otra vez que aquello no hubiese pasado si el hubiese tenido el valor suficiente de declinar aquella primera llamada o en su defecto a no dar importancia a eventos del pasado, pero las cosas no siempre suceden cómo uno lo desea y los errores son lamentablemente humanos, por lo cual ahora se encontraba en aquella posición alejado de la muchacha. Asintió con la cabeza en un movimiento quizá demasiado suave, cauto y giró medianamente el cuerpo para mirarle de frente, analizando cada facción del rostro de Nicola, grabando cada rasgo y cada línea de expresión, las cuales eran escasas, no quería perder detalle alguno “Si…cre…creo que es necesario” el nerviosismo se encontraba presente en cada vocal, parecía un chiquillo asustado, cómo si le acabasen de descubrir rompiendo el cristal con la pelota de béisbol, una completa vergüenza, le recriminaría su hermana mayor.  

Se había negado a hablar después de aquello, probablemente todavía demasiado anonadado con el encuentro cómo para que las oraciones que se formaban cómo torbellinos en la mente del rubio tuviesen sentido alguno, no había una manera correcta de comenzar, no podía pedir disculpas por comportarse cómo un idiota, ni siquiera tenía la cara para admitirlo todavía, la supuesta lógica que todavía sostenía era el hecho de que todo lo que hacía era para el bien de Nicola, para que no terminase lastimada por los errores propios, pero al repetir aquello con mayor frecuencia paulatinamente caía en cuenta de lo idiota del razonamiento propio. Volvió la mirada a la silueta femenina ante la pregunta formulada y fue inevitable el enarcar las cejas por la sorpresa que aquellas simples letras le habían ocasionado, definitivamente era una sorpresa que precisamente ella se cuestionara aquello, y negó con la cabeza en un movimiento rotundo, todo lazo sentimental que existía con la sueca que había conocido en el proyecto se había cortado en el mismo, o al menos de su parte había sido así, había sido un idiota, por supuesto, pero había dejado en claro que las intenciones serias no eran dedicadas a la rubia que bien se comportaba de la misma manera “No, no hay absolutamente nada con Agnes” finalmente murmuró acercándose ligeramente a la muchacha, tomando una de sus manos entre las propias, suspirando pesadamente, agotado con aquella evasiva, con las largas que a lo largo de su separación le había tirado a Nicola, nunca había dejado implícito o había sugerido el tener una relación, pero tampoco había hecho absolutamente nada para negar-lo cuándo la duda se sembró en la morena “Se que creerme va a ser complicado, principalmente por que no hemos hablado desde hace tanto, pero no me interesa, al menos ya no más” murmuró, Dowell no se caracterizaba por ser una persona perceptiva en lo absoluto, pero en aquellos momentos, quizá demasiado esperanzado, deseaba que las interrogantes de Liberato fuesen por celos, lo necesitaba hasta cierto punto, la inseguridad de que los sentimientos no fuesen recíprocos era evidente en cada movimiento corporal.

Tragó saliva y volvió a buscar la mirada obscura, el silencio llenando la estancia en los momentos en los que el inglés buscaba con cuidado las palabras que deseaba sacar finalmente, la duda de la fémina era similar a la suya, pero a diferencia de la muchacha el no se atrevía a formularla en voz alta, no podía ir directo al grano, las inseguridades e inexperiencias en los rollos sentimentales le ganaban “¿Y tu?” el tono de voz fue, sin intención alguna, acusatorio, la muchacha había sido sutil, pero Simon era un caso completamente distinto, en esta clase de situaciones podía sentirse explotar “Parece que lo tuyo con Newt era un secreto” mustió evadiendo la mirada ajena, era un idiota, había dejado de hablarle desde hacía tanto y lo primero que se le venía a la mente era una escena de celos “¿Cuándo pensabas decírmelo?”  

Toda aquella situación dejaba a la joven echa polvo. Le dolía que tras todo aquel tiempo sin hablar, las primeras palabras que le dirigía fueran aquellas. Era obvio lo que Nicola sentía por aquel joven, y si no había quedado claro; la pregunta que hacía un par de segundos había salido disparada con odio de su boca, había dejado ilícito lo celosa y lo que quería al rubio. Por ello mismo, le parecía ruin como una sola mujer había conseguido tornar la felicidad de la italiana en lo que parecía ser tristeza. Deleznable aquella situación, pues después de tanto tiempo sin ni un hola o adiós, hablaban de nuevo para una discusión. 

La respuesta del muchacho hizo que la mujer se sorprendiera, gratamente; claro estaba. Tomó aire y suspiró, ya que tras todo aquel periodo entre octubre y diciembre no había dirigido palabra al chico, y solo por un espejismo que en su cabeza se había formado por la idea de un romance entre Agnes y Simon. Siguió observando al muchacho, esperando a que este actuara de nuevo, y así lo hizo; desconcertando a la morena en el mejor de los sentidos. Miró como el inglés se movía de su asiento acercándose a la figura de la fémina. No sabía muy bien como proceder ¿debía aproximarse ella?¿alejarse?¿rechazar la ofrenda del hombre al arrimarse?¿quedarse quieta? intervenir en aquella situación se la hacía difícil, pero optó por su última alternativa, y no movió un músculo. Dejó que Dowell la tocara e incluso amarrara su mano. Respiró hondo de nuevo, algo nerviosa por como estaba yendo aquello ¿se suponía que debía separarse? puede que ella estuviera enfadada y que ambos se hubieran comportado como idiotas, pero Nicola no podía hacerle tal desprecio. Tampoco podía negar que yuxtaponerse al masculino le gustaba o al menos le agradaba, así que simplemente dejó que aquella realidad sucediera. 

Las palabras del chico resonaban en su cabeza, sintiendo como todo aquel odio y amargura iban desapareciendo o al menos disipándose. Ocultando una sonrisa, pues aquello no estaba siendo fácil, pero esa declaración le había satisfecho, redirigió su mirada hacia donde su mano derecha descansaba junto a las del contrario. Segundos posó su mirada allí, pues después volvió a mirar el rosto de su “amigo” -Yo... Quiero saber ¿por qué se hablan tanto? no es que no te crea, pero tu registro de llamadas y conversaciones dicen otra cosa. Compréndeme, solo veo como todo eso aumenta y tú y yo sólo hablamos menos. Escucha Simon, ella y tú tuvisteis algo; algo que no se puede ignorar. No es porque esté celosa-. Mintió. Aquella calumnia era más que necesaria. Era consciente de lo que ella sentía por él y que probablemente no fuera recíproco. Prefería guardarlo para ella, no comentar nada por el momento; pues sino sería obvio que había fingido esa afirmación -Es porque creo que ella no te conviene... Solo eso-. Suspiró y mordió su labio inferior, esperando respuesta. 

La siguiente pregunta desbarajustó las ideas y pensamientos de la muchacha -¿Yo...?-. Formuló, repitiendo en su cabeza aquellas palabras que trastocaron la posición de la mujer, que no entendía aquella pregunta. El corazón de la muchacha se heló cuando escuchó ese nombre. Sus ojos se abrieron de par en par y la expresión facial cambió al completo. “Newt” pensó en las palabras del joven, en aquel nombre y el significado de todo ello ¿acaso él creía que ambos seguían hablando? Recordar el nombre de ese engendro le hizo rememorar toda su estancia en LostInLove. Los buenos ratos con sus amigas, los malos, las fiestas, Newt, Aura... Recapituló hasta el momento en el que su “amiga” decidió comenzar a salir con el moreno al que sin duda, en su momento, había querido. Ciertamente y por los anónimos que le llegaban a su buzón cada dos días, sabía con certeza que la traición de su amiga había sido elección propia. Y puede que no le debiera nada pues Hale y Liberato nunca habían llegado a ser pareja oficial, pero ella sabía perfectamente que si la condición hubiera sido al contrario, Nicola no se hubiera acostado con el chico que a una íntima le gustaba. Pero aquello le daba la respuesta; Aura nunca había sido una amiga. O al menos no una buena. Tras invocar todo aquello, volvió a su actual conversación con Simon, el cual también había estado presenta en las memorias de aquel proyecto -¿A que te refieres?-. Preguntó, frunciendo el ceño y negando con la cabeza. La confusión fue a más cuando aquella demanda salió con desprecio de los labios ajenos. Acusó a la muchacha de mantener relación con un hombre del que desearía no volver a hablar. En cierto modo, aquella relación no acabó tan mal; pero sin con la novia de este. Tuvo problemas con Morgan y Nicola, y aquello acabó causando mella en la amistad que se hab��a formado entre tantas chicas del proyecto. Por eso mismo, la fémina había cortado todo vínculo con el hombre; y realmente no se arrepentía -Llevo sin hablar con él desde que acabó el proyecto, Simon... Él y yo tuvimos algo en nuestro momento, pero eso pasó y tras lo que Morgan y yo sufrimos por culpa de Aura jamás volvería a tener relación con Newt... No puedo creer que uses esto de excusa-. Replicó -Ni siquiera he hablado con él. Escúchame; Aura y Newt están juntos, están saliendo y yo jamás me metería en una relación, jamás-. Prosiguió, algo más enfadada -No puedo creerlo...-. Susurró y se zafó de su agarre, posando sus dos manos sobre su regazo. Puede que ella se hubiera comportado de una manera infantil, pero aquella respuesta había resultado hasta estúpida. 

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           ( &.-@riverhx​ )

“O tal vez una coleta en la parte derecha con purpurina” sugirió rápidamente, con un tono de voz cercano a lo serio, como si fuera un asunto de vital importancia el aspecto del cabello de Nicola, como si entre más ingredientes añadieran a la mezcla sería cada vez mejor. “Mmmm” meditó unos instantes mientras se miraba a sí misma en el espejo, cepillando un poco con ayuda de sus dedos su cabello castaño que en comparación con el de la fémina era bastante corto. “Creo que no es mi estilo, más bien que tú lo luces muy bien” le devolvió la sonrisa que la menor le ofrecía, divertida por toda la situación y lo bobas que ambas podían llegar a ser, en especial ella misma que podía ser capaz de soltar diez o más bromas tontas cada que estaba con la morena. La risa que ansiaba por salir desde el centro de su estómago se mantuvo dentro, silenciada por sus labios que permanecian cerrados, esto requería del mayor esfuerzo de la ojiazul pues era consciente de lo absurda que la escena que tenían las dos muchachas y que alguna otra persona -de verlas- comenzaría a reír sin dudarlo, como si se tratara de una buena película de comedia. “Tendré que pensarlo, me estás pidiendo que le oculte algo muy importante” pronunció con toda la seriedad que su cuerpo le permitió, sus ojos mostraban lo entretenida que estaba y lo gracioso que todo resultaba. “¿Qué obtendré a cambio?” enarcó una de sus cejas divertida, esperando con atención una respuesta por parte de la castaña.

-Hummm...-. Susurró, imaginando como quedaría la coleta junto al brillo que la ojiazul deseaba añadir a su pelo -La coleta aplastaría el peinado, pero la purpurina suena bien-. Dijo, moviendo sus labios en una mueca; mostrando la indecisión sobre la propuesta contraria. Observó como la muchacha cepillaba su pelo, pensando en la proposición de la italiana, que sin duda podría repetir el mismo peinado en el pelo de River, aunque fuera más corto y voluminoso. Rió ante la respuesta de la contraria y sonrió después -Como veas, pero seguro que te quedaría precioso-.

-Por favoor-. Rogó a la castaña, juntando sus manos a modo de súplica, deseando que le hiciera caso y no le dijera nada a Javier, pues sabía que él le mataría si le quitaba gomina. Pensó en la pregunta de su amiga, imaginando lo que podría entregarle a la fémina que en su frente se encontraba -Dejaré que me pongas purpurina en el pelo-. Sugirió, aunque realmente no creía que la muchacha aceptara -O puedes darme ideas, dime River ¿qué deseas?-. Bromeó, soltando una dulce carcajada que casi en un suspiro se perdía, ya que realmente tenía miedo de las consecuencias que quitarle aquel producto capilar al joven supondrían.