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#La Chica de Nieve
mikazuki-juuichi · 2 years
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Dos series televisivas españolas.
* Éste ha sido un mes muy pesado para mí, el de Enero, por muchas razones.
Pero como hoy gozo de un poquito de tiempo libre, pues van unas cuantas reseñas.
Por lo pronto dos series televisivas que terminé de ver en fechas recientes:
**
-  Smiley. Basado en la obra de teatro de Guillem Clua, quien lo adapta para la televisión. Dos jóvenes barceloneses se conocen por un despiste telefónico y poco a poco se enamoran... mientras sortean sus numerosas obsesiones y complejos, mas los dramas románticos de sus respectivos amigos y colegas.
Encantadora serie romántica gay. A veces sus personajes pecan un poco de ingenuos y de neuróticos... o mejor dicho, de inmaduros. Pero es el el tema que se trata desde el título, la manera en que se navegan las relaciones en un presente muchas veces incierto y con cierto olvido de las dificultades del pasado. Sumamente recomendable.
***
- La chica de nieve. Basado en la novela de Javier Castillo. Una reportera de Málaga sigue durante nueve años el secuestro de una niña, empeñada en dar con la desaparecida... o quizá más bien empeñada en cobrar venganza. Un thriller que sigue fielmente las reglas del género, con un misterio hábilmente manejado.
La protagonista, que a ratos recuerda a la Jessica Jones de la Marvel (creo que no por coincidencia) pone sobre la mesa toda clase de temas de muy interesante discusión... aunque en el fondo se trata más bien de un manido cuento de suspenso que hecha mano de temas de moda para sazonar sus vueltas de tuerca. De cualquier modo, resulta sumamente entretenida como serie televisiva.
****
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Pero porque con ella si y conmigo no.
Eso es lo que no entiendo :((
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vanessasisomonter · 2 years
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Libro 4 - La chica de Nieve - Javier Castillo
28 de Enero 2023 - Ayer Netflix, estrenó nueva serie, basada en este libro de Javier Castillo....que será mejor, la serie o el libro?
Nueva York, 1998, cabalgata de Acción de Gracias. Kiera Templeton, de tan solo tres años, desaparece entre la multitud. Tras una búsqueda frenética por toda la ciudad, alguien encuentra unos mechones de pelo junto a la ropa que llevaba puesta la pequeña. En 2003, el día que hubiese sido el octavo cumpleaños de Kiera, sus padres, Aaron y Grace Templeton, reciben en casa un extraño paquete con…
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wornoutspines · 2 years
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The Snow Girl | Trailer
#TheSnowGirl looks great, I love a good crime drama and it has the added bonus to be a Spanish language series, I've been watching a lot of those lately. #LaChicaDeNieve #Netflix #JavierCastillo #MilenaSmit
Writer: Javier Castillo (Novel), Jesús Mesas Silva and Javier Andrés Roig (Screenplays) Director: David Ulloa (4 episodes), Laura Alvea (2 episodes) Stars: Milena Smit, Jose Coronado, Loreto Mauleón Premise: During the Cavalcade of the Magi parade, the Martín family’s daughter Amaya disappears. Journalist Miren takes on the case, determined to find her. Streaming on Netflix on January…
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thenerdcantina · 1 year
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The Snow Girl and The Soul Game by Javier Castillo: Book Review
Miren Triggs is an investigative journalist working for one of the top news publications in New York. While some of her colleagues and former classmates would describe her as strange and introverted, she has the tenacity and resourcefulness that it takes to be great at her job. So when a three-year-old little girl goes missing during one of the most popular public events of the year, or when a…
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beautifulfaaces · 2 years
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Milena Smit
Facts
October 5, 1996
Spanish actress
She is of Dutch descent
Filmography
Miren [La Chica de Nieve: 2023]
Nico [Alba: 2022]
Cata [Libélulas: 2022]
Chica [Diagonales: 2018]
Appearance
black hair/ bunette
Brown eyes
Roleplay
playable: young adult
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stefyjonas1 · 2 years
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Just finished snow girl (because I’m not good at sticking to one show at a time) and my brain is exploding
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No he visto una resena negativa de La Chica de Nieve, así que voy a redactar algo.
Obviamente van a haber spoilers, asi que si no la hayas visto, para aquí. Y si no quieres ver opiniones negativas... pues, para también, por favor. Te puede encantar la serie y te respeto, pero esa es la opinión mía.
Mi primera critica de la serie es la mas grande y es asi: toda la investigación y todas las pistas del primer mitad (los primeros 4 capítulos) no tenían apena ninguna relación con la segunda. Empezamos al lado de Miren, quien ha sufrido una violación hace varios anos. Una chica (Amaya) ha desaparecido y porque nuestra protagonista (Miren) ha sufrido esta trauma horrible que sirve como su motor para investigar, tiene sentido que algo parecido esta ocurriendo con Amaya. Es horrible, es seguro, pero como avanza el trama, nos enteramos un red de crimen que hace porno de menores y todo se sume para sugerir que esto sea lo que paso a Amaya. Sigue siendo horrible, pero tenemos esperanza que va a ayudar. Y, claro, crea tensión, por que nos sentimos que cada ano que pasa, la vida de la pobrecita Amaya es cada vez peor.
Pero no es así. Ella estaba secuestrada por una mujer que quería tener hijos pero no podia. Y claro, ella esta aislada, pero no tiene que experimentar los abusos de que nos dimos miedo.
Y el problema es que todas las horas dedicadas a violaciones y pedofilia no sirven para nada. Solo eran porno de trauma. Y para mi, eso desvale la experiencia de esta crimen re real. Porque no es una historia que se ve el tema con un ojo critico. Solo usa el tema para crear tensión y crear una protagonista bella y triste y danada. Después de servir esta función, todas los hilos se abandonaba.
El segundo punto que no me gusto no es tan grande pero es esto: nunca recibimos el trasfondo de Iris (la mujer que toma a Amaya). Me esperan creer que una mujer normal, sin problemas de su salud mental, va a secuestrar a una nina porque no puede embarazarse? Solo es una loca y un instrumento de trama para evitar la necesidad de verse al tema de abusos de menores con la profundidad que se merece. Y mientras tanto, es misógino.
Hay cosas buenas de la serie pero para mi estos dos punto la arruinan.
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menrsluts · 7 months
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Yo: Hoy va a ser un gran día.
X: ¿Cómo lo sabes?
Yo:
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soyelmorse · 2 months
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Hola! 8 minutos tarde pero les prometí el capitulo 7 y aquí está! 😘, antes de darles el capitulo, aclararé que en el siguiente capítulo abra escenas subidas de tono (+18) Entre Pomni y Ragatha.
Sin mas que decir, la imagen no es mía, la saqué de pinterest, el autor de la imagen creo que está en la misma imagen con la marca de Agua y Disfruten el Capítulo.
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Kinger: Y ahora que hacemos?
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*Kinger termino de atacar a Gummigoo*
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Caine: No podemos dejarlo ir así de simple, oh, espera está es la oportunidad perfecta, en cuanto despierte le haremos varias preguntas para saber si está cuerdo
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Kinger: De acuerdo, que hacemos mientras tanto?
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Caine: uno de nosotros debe quedarse para hacerle las preguntas, así que me quedaré yo, ve y unete al resto y trata de hacer plática para que no noten la ausencia de este lagarto humano
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Kinger: Creo que es mejor que vayas tu, yo me quedaré, eres mucho más carismático que yo y sabrás que decir, apenas el despierte te llamaré de acuerdo?
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Caine: De acuerdo
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*Caine se despidió de Kinger y salió de área del cuarto de control, se dirigió a donde se encontraban los Chad y Max y empezó a darles la bienvenida y llevarlos a recorrer el lugar*
*Mientras tanto, Zooble y Gangle estaban revisando las marionetas de la Princesa Lu y ella conversaba con Pomni y Ragatha*
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Ragatha: Y como fue que lograste crearlas a tus súbditos?
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*Ragatha Le pregunté mientras se dirigían al centró del circo para comer unos helados*
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Princesa lu: Fue extraño la verdad, recuerdo que una noche estaba descansando en la cama pensando en como dormir, cuando derrepente me pareció ver algo asi como nieve, cuaso sali no vi nada de eso, pero el suelo estaba cubierto por cenizas, creo que siempre habia estado asi pero no me habia dado cuenta.
Después, agarre las cenizas y empecé a moldearlas, pensé en lo que quería y poco a poco sin darme cuenta había creado algo, no recuerdo exactamente en este momento que era Pero recuerdo que después de eso empecé a construir el castillo
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Pomni: Y porque no intentaste crear una salida?
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Princesa Lu: hm... Salida? Creo que hace tiempo intenté hacerlo. Recurso que lo anoté en mi diario pero este se perdió, un sujeto extraño me lo robo y-
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*Mientras hablaban, Observaron como Jax sacaba varios helados y se colocaba algo en los ojos y oidos para no ver o escuchar algo*
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Ragatha: Ignóralo el siempre es así
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Princesa Lu: De acuerdo, como te decía, un sujeto extraño robo mi diario, creo que algún momento lo conocí o algo así Pero todo eso lo anoté allí
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*Pomni busco varios helados y luego regreso con las chicas*
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Pomni: y realmente no Recuerda algo?
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Ragatha: a qué te refieres Pomni?
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Pomni: No lo se, ver una puerta, un portal, algo que no pareciera normal
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Princesa Lu: oh! El valle vacío, eso definitivamente no era normal
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Ragatha: Valle vacío?
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*Mientras que las chicas hablaban, Jax se quitó uno de sus bloqueadores de sonido y escucho disimuladamente*
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Princesa Lu: un día, envié a mis súbditos a explorar y uno de ellos me contó hacer a del valle vacío, era un lugar donde los árboles que nos rodean se terminaba y que todo era tan plano y blanco que no podías diferenciar el cuello y la tierra.
Tal vez en ese lugar misterioso este lo que buscas
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Ragatha: Jaja...
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*Ragatha rio nerviosamente*
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Ragatha: No lo creo, más bien parece algo como...
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Pomni: el límite del mapa...
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Princesa Lu: Límite del mapa?
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Pomni: No es nada
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Princesa Lu: Bien, gracias por el helado, iré a ver a sus compañeras ya mis súbditos ok?
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Pomni: Ok
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Ragatha: Gracias por charlar con nosotros!
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*Pomni y Ragatha despidieron a la princesa Lu cuando está no las escuchaba hablaron*
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Ragatha: tu que opinas Pomni De ese tal valle vacío?
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Pomni: tenemos que verlo primero, Pero más o menos tengo una idea
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Ragatha: De que se trata?
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Pomni: Si es cierto que es algo así como el límite del mapa, Nosotros debemos estar en alguna parte de este, así que necesitamos ver cómo se cierra este límite
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Ragatha: claro, entiendo, si estamos en un círculo, al llegar al límite, podemos volver en una sola linea recta y mas temprano que tarde llegaremos al centro, dónde probablemente haya una pista
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Pomni: Si, supongo que tendremos que esperar y-
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Ragatha: Esperar?
*Ragatha interrumpió a Pomni y llamo la atención de Caine, quien le estaba enseñando la entrada al salon de pinball a Chad y Máx*
Caine!
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Caine: Si!?
*Saludé a las chicas*
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Ragatha: Pomni y yo saldremos un rato ok!?
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Caine: De acuerdo! Pero no sé olviden llevar sus bubbles, el las ayudara a regresar por si se pierden!
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Ragatha: De acuerdo!!
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*Ragatha dejo de gritar y miro a pomni emocionada*
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Ragatha: andando Pomni! Tenemos que encontrar esa pista cuánto antes!
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*Ragatha se llevó a Pomni de la mano y rápidamente se prepararon para salir*
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Jax: ... Je, ilusas...
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*Jax se quito la venda que tenía en los ojos y fue a agarrar otro helado, sin embargo a lo lejos ví que algo se cayo y se dio cuenta de que era ese sujeto extraño*
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Jax: Que rayos está haciéndo?
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*Jax se dió cuenta de que este había descubierto la habitación secreta que el había hecho, rápidamente dejo a su bubble en la mesa sin activarlo y se dirigo disimuladamente hacia la habitación que el había ocultado*
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Jax: Que crees que haces idiota!
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*Jax confronto a Fudge*
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Fudge: Nos volveremos a ver Jax!
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Jax: Que? No te conozco, y más te vale salir de aquí, este lugar es privado
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Fudge: De seguro que si, pero no te preocupes, no le revelaré a nadie tu pequeño secreto, apuesto que nadie sabe que tú eres quien tiene la llave para salir de aquí, o me equivoco?...
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*Fudge saco la llave que Jax estaba ocultado*
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Jax: Como sabes lo de la llave?
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*Me pare en frente de el listo para pelear*
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Fudge: Porque yo estuve allí, y te Vi cuando escavaste el lugar donde todos nosotros aparecemos, también lo hice una vez te hiciste, pero solo encontré una puerta en el suelo la cual no pude abrir, y sospecho que está llave es para eso...
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Jax: je, lo lamento amigo, pero nadie me quitará mi diversión...
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Fudge: Lo suponía, Por eso vine preparado...
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*Cuando Jax dió un paso más, jalo un hilo y 2 columnas pesadas cayeron sobre Jax*
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Continuará :D
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chiquititamia · 6 months
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Lo más dulce
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Enzo Vogringic x female oc +18
Este es mi primer fanfic, he intentado muchas veces pero esta es la primera que logro terminarlo. Seguramente tenga muchos errores, pero ahí les va. Les pido que me digan qué les pareció y si quieren una segunda parte, sí? Disfruten :)
warnings: sexo oral, todo muy explícito
Era un hermoso día de primavera, de esos en los que de repente te das cuenta de que el viento ya no es frío. Un dulce olor a flores inundaba las calles empedradas del pequeño pueblo de montaña en el que el cast de La sociedad de la nieve se había instalado durante el rodaje.
Tenían el día libre, así que Enzo había decidido dar una vuelta al mediodía. Su bicicleta rodaba por las calles bajo el sol, había olvidado lo agradable que es pasear de esa manera. Tan sólo el sonido de la cadena de la bici y de las cigarras llenaban el aire, al fin y al cabo, era la hora de comer y la gente se encontraba en sus casas protegiéndose del sol.
Hablando de eso, Enzo notó un pequeño gruñido en su estómago, el hambre comenzaba a formarse, sería mejor que encontrase un sitio donde comer.
Dejaba que la bicicleta le llevase pasivamente, sin pedalear, aprovechando una ligera cuesta hacia abajo.
Al doblar una esquina, no podía creer sus ojos: ¡un restaurante vegetariano! En un pueblo tan pequeño no esperaba algo como eso. No se lo pensó dos veces. Apoyó su delgada bicicleta en la puerta del humilde establecimiento, sin sentir la necesidad de atarla, ya que la honestidad y amabilidad de la gente no habían hecho más que acompañarlos durante su estadía allí. De todas formas, no había nadie a la vista.
Nada más entrar al pequeño restaurante, sintió el alivio inmediato de la sombra en su piel, caliente por el sol. Dentro se estaba fresco, y un maravilloso olor a comida le enamoró, no podía creer su suerte.
Tan sólo había cuatro mesitas de madera en ese local tan lindamente decorado. Junto a la barra, una vitrina albergaba deliciosos postres caseros: lo que parecía ser una tarta de zanahoria, una de chocolate y pequeños pasteles de manzana y crema. Los ojos de Enzo brillaban devorando los manjares ante él.
Una dulce voz le sacó de sus pensamientos.
¿Hola, puedo ayudarte?
Una hermosa chica de melena larga y negra le miraba con ojos curiosos, sonriendo. Llevaba una camiseta de tirantes y una falda debajo de un pequeño delantal. Ella debía ser la dueña del local, pensó Enzo.
Buenas, sí, eh…
¿Qué le pasaba? ¿Desde cuando era así de tímido frente a una mujer? Las palabras no le salían, lo que le hizo patearse a sí mismo mentalmente por que tenía que estar quedando como un tonto ante ella.
Ella se rio ante la falta de palabras del moreno.
¿Tienes hambre?
Soltó una risa.
Sí, sí… muchísima, vengo de pasear con la bici…yo… - explicó casi tartamudeando, con media sonrisa.
Bien, ¿por qué no tomas asiento y te traigo una carta y algo de beber?
Enzo tragó duro, y asintió mirándola fijamente. Ella, se dio la vuelta grácilmente provocando un soplo de aire perfumado con su melena. El olor a coco y mango de su champú no hizo si no despertar aún más su hambre, aunque quizás no tanto la que aquejaba su estómago.
Cuando se sentó, el uruguayo dejó su mochilita de tela en el asiento libre que tenía al lado. Sacó su móvil y comprobó sin mucha sorpresa que no tenía nada de cobertura y apenas batería, pero tampoco le importó, no tardaría en comer y volvería con los chicos a su residencia.
Antes de que se diera cuenta, la chica había regresado con un menú y un vaso de agua helada, lo cual él agradeció profusamente.  Si bien no había muchos platos entre los cuales elegir, todos sonaban estupendamente para su estómago vacío, con el plus de que no tenía que limitarse entre una o dos opciones como normalmente, ya que casi todos los platillos eran veganos o vegetarianos. Se decidió por lo que más le apetecía: Wok de noodles con vegetales, salsa teriyaki y aceite de chile tostado. “Suena bárbaro”, pensó.
Enzo observaba discretamente a la que parecía ser la dueña, la camarera y la cocinera, todo en la misma persona.  La chica danzaba en la cocina entre los fogones, manejando con soltura los utensilios; alguna llamarada ocasional salía de debajo del wok, alarmándole, pero ella parecía esgrimirlas como una hechicera, sin miedo.  
No puede evitar reparar en como sus caderas y su trasero se contonean con los movimientos. “Quizá esté escuchando música” se dijo Enzo, no comprendiendo si no, el ritmo hipnótico de su cuerpo.
Y aquí está – dijo ella depositando el plato humeante frente a él.
Muchas gracias, tiene una pinta buenísima…
La camarera volvió detrás de la barra tras desearle buen apetito a su único comensal y él comenzó a devorar el plato con gusto.
Las miradas entre ambos no eran directas, si no veladas e intermitentes. Ella fingía no prestarle atención y dedicarse a sus tareas, mientras que él trataba de limpiarse constantemente la boca con la servilleta para no tener además de todo, pinta de boludo con la cara manchada de salsa.
¿Estaba loco o ese era el mejor plato que había comido en su vida? Quizás tan solo estaba hambriento… ¿O era porque ella lo había preparado?
Cuando hubo terminado el plato se levantó tomándolo y lo llevó a la barra junto con su vaso, también vacío, para ahorrarle a la chica el viaje hasta la mesa, siempre tan galante.
Ella sonrío y sacó el ticket de la caja registradora. Él le devolvió la sonrisa y le sostenía la mirada mientras buscaba su billetera en la pequeña mochila de tela.
Más pronto que tarde, su rostro se tornó preocupado. No puede ser. Su cartera no estaba más ahí. Un pensamiento le cruzó la mente como un rayo. Esa misma mañana la había cambiado de sitio a una riñonera nueva. Lo había olvidado completamente. ¿Qué carajo iba a hacer ahora?
No era muy difícil adivinar qué estaba sucediendo, él dirigía su mirada al fondo de la maldita mochila y después a los ojos de la chica, frenéticamente.
Te juro que no sabía, yo… A-ahora mismo voy a buscar mi bille-
Es que estaba por cerrar -dice la camarera sin perder la sonrisa, como divertida por la situación.
Entonces esta noche, y-yo … mierda, lo siento mucho­­- Enzo notaba sus mejillas y todo su rostro ardiendo por la vergüenza, se sentía como un idiota.
¿No se te ocurre otra forma de pagarme? - ronroneó ella.
Enzo se quedó congelado, aunque a decir verdad estaba totalmente acalorado. No podía ser que estuviera escuchando lo que acababa de escuchar. Pero tampoco cabía la posibilidad de que se estuviera refiriendo a ninguna otra cosa, ¿no?
Todas sus dudas se derritieron cuando ella paseó su mano por el pecho de él, acariciando el borde de su camisa.
¿Eso querés? -trató de sonar confiado.
Ella se mordió el labio, respirando el aliento cálido de él.
Enzo no esperó a que ella respondiera, pues sus ojos ya le estaban dando la respuesta que buscaba, y que en el fondo había anhelado desde que entró en el pequeño restaurante.
La verdad que me he quedado con ganas de algo dulce… ¿sabés, chiquita?, como con hambre de algo vegano ¿entendés?
En ese momento él lanza una rapidisima mirada por la ventana del local para comprobar que no haya nadie cerca que vaya a interrumpirles. No hay nadie. Entonces, como si algo en su cuerpo y mente hubieran mutado repentinamente, Enzo toma su rostro entre las manos con una firmeza que ella había intuido, pero que no había experimentado hasta ahora. Se lanza a besarla sin ambajes, como si no fuera la primera vez que lo hace con ella, como si ya supiera qué es lo que le gusta, qué tiene que hacer para derretirla. Su lengua entra en su boca de forma imparable, la diferencia de tamaños entre sus cuerpos cobra importancia desde ese mismo momento, siente que la va a devorar. Si bien hasta ese momento ella había llevado la voz cantante con su actitud de femme fatale, eso ahora no le servía más. Él era el que estaba al control, sus labios guiaban a los suyos, contenía su mandíbula como una pequeña jaula donde introducir su lengua como una serpiente. Lo único que ella podía hacer era intentar seguir su ritmo y disimular lo muchísimo que le costaba no empezar a gemir.
Sin casi darse cuenta, él la había ido empujando hacia el interior de la cocina, habían caminado al unísono enredados en un nudo de cuerpos en el que ya casi no quedaba ninguna pena.
Pasó sus grandes manos por su cintura mientras seguía besándola, redondeando sus formas. Agarró sus gluteos por debajo de la falda. Ella se felicitó a sí misma por haber escogido sus braguitas negras de encaje para ese día, por ninguna razón en especial. Enzo metió sus dedos por debajo del elástico que abrazaba sus caderas, amenazando con bajarlas en cualquier momento.
Me estabas poniendo malo, nena, ¿sabías?
Ella aprovechó el pequeño respiro que le dio a su boca para contestar un leve “sí”
Ah, sí, eh? Mirá vos… - sonaba divertido, pero también desafiado.
Sin ningún esfuerzo colocó sus brazos debajo de sus muslos y la subió a la encimera, junto a los fogones. Ante eso, ella no pudo contenerse más y gimió sin poder evitarlo, mientras clavaba sus uñas bien cuidadas en la nuca de él, de donde se estaba agarrando.
Me vas a dar algún dulce, gatita? Mirá que tengo mucha hambre…
Ella asintió rápidamente, como una niña obediente.
Sí…? - Decía mientras depositaba besos húmedos por su cuello, ¿qué me vas a dar? – ronrroneaba entre cada lamida.
Ahh…yo…
No podía parar de gemir, ninguna palabra, y mucho menos frase coherente iba a salir de su boca, simplemente no podía pensar, no mientras su lengua caliente recorría su cuello, no mientas sus manos invadieran el interior de sus muslos como si fuera el pan que ella misma había amasado esa mañana, sobre esa misma superficie. Sentía que estaba arruinando su ropa interior, no recordaba haber estado así de húmeda jamás.
 ¿Y? ¿qué me vas a dar? -comenzó a bajarle las bragas por la cintura ¿Una frutilla? ¿Eso tenés? – en lugar de pedirle que se levantara para poder sacarle la ropa interior la recostó en la encimera, tumbándola ligeramente, deslizando la prenda ya empapada por sus piernas.
Sin pedir permiso, abrió sus piernas para contemplar lo que sus bragas, ya tiradas por el suelo escondían. Enzo tragó saliva, provocando que su nuez se moviera por su garganta deliciosamente. De forma involuntaria apretó la mandíbula, había encontrado el postre más rico del restaurante.
¿Esta frutilla es tuya?- la miró a los ojos mientras un pulgar delíneaba sus labios ahora expuestos, como si nada.
Ella atinó a asentir con ojos suplicantes.
No,… no es tuya, es mía, chiquita. Es mía y me la voy a comer, ta? ­­– nunca una corrección le había parecido tan bien.
Sin más preámbulos bajó su cabeza hasta enfrentar su centro, que estaba húmedo estaba claro, pero es que además emanaba calor, parecía palpitar con deseo.
Y entonces empezó a comer.
Empezó a comer, comer y comer.
Abría la boca y manejaba su lengua como si en realidad le estuviera dando un beso francés, solo que en una boca distinta. Se introducía en ella como si no dispusiera de nada más que esa parte de su cuerpo para satisfacerla, con avidez.
Ella se deshacía en gemidos, no se retenía más, le daba igual gritar, sabía que nadie podía oirla, a esas horas no había nadie en la calle, no bajo ese sol abrasador. Pero, si así fuera, ¿sería capaz de parar?
Claro que no, aunque quisiera no podría pararle. Su boca mamaba de ella como un cachorro hambriento, no podría apartarle. Y sinceramente no querría por nada del mundo.
Qué rica que estás nena, sabes a miel … - dijo mientras introducía su dedo corazón en su vagina, con maestría, sin parar de lamer, en perfecta sincronía, como si su lengua y su mano fueran entes separados que sabían actuar de forma perfecta e independiente.
No faltaba mucho tiempo para que llegara a su clímax, lo notaba formándose en su bajo vientre, si seguía así no iba a durar nada.
Me voy a…!
A venir? Venite, princesa, vamos…- paró dolorosamente un par de segundos para pronunciar esas palabras, y al volver a tocarla con su lengua ella no pudó más y explotó en su boca como un fuego artificial. Grandes oleadas de placer arrasaban en ella, que gritaba y gemía. Él notaba como el único dedo que le había introducido quedaba aprisionado y recibía apretones entre sus paredes que pulsaban en su orgasmo. No lo sacó hasta que ella le hizo un gesto, recostándose ,agotada y sudorosa en la superficie donde normalmente trabajaba.  
Aún le costaba recuperar el ritmo normal de su respiración, y por una vez, su mente no se encontraba preocupada por tonterías como si estaba despeinada, o qué le había parecido al otro su ropa interior o si había gemido suficientemente sexy. Esta vez su cuerpo simplemente estaba anegado por el placer tan animal que Enzo le había provocado. Todo lo demás no importaba.
Él se había parado y se estaba echando el pelo hacia atrás, también estaba sudando. Gracias a Dios que un pequeño ventilador metálico les estaba apuntando a los dos, de lo contrario habrían muerto de calor.
Qué linda que sos, muñeca.
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deepinsideyourbeing · 5 months
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Holaaaaaaa! qué tal una historia en la que Enzo es entrevistado por una chica y la chica se empieza a sonrojar y a poner nerviosa porque le gusta su voz y su acento (ella no es uruguaya) y él coquetea con ella e incluso termina llevándola a su habitación de hotel??
+18!
Jamás imaginaste adquirir fama hablando sobre películas y mucho menos creíste llegar tan lejos como para hacer streams entrevistando celebridades, por lo que poder sentarte junto a uno de tus actores favoritos de La Sociedad de la Nieve aún te resulta shockeante.
Tus manos temblaban cuando abriste la puerta para recibir a Enzo, que como pequeño presente te obsequió una planta para tu hogar, pero te esforzaste para lucir profesional mientras él observaba atentamente cómo te encargabas de los últimos detalles antes de iniciar la transmisión.
Pero una vez que comenzaron las preguntas y respuestas y sentiste sus ojos sobre tu rostro... fracasaste. La profundidad de su voz junto con sus palabras medidas, los movimientos de sus manos y su atención sobre tu figura provocaron que tus mejillas ardan y te viste forzada a cruzar las piernas, tus muslos apretados en un intento de aliviar la sensación en tu centro.
Intentás sepultar los pensamientos que invaden tu cabeza y el recuerdo de todas las noches que pasaste tocándote mientras imaginabas que él estaba a tu lado, su aliento golpeando tu cuello y sus palabras guiándote. Esperás que no sea evidente que más de una vez te dormiste escuchando sus entrevistas porque su voz te resulta tan relajante como adictiva.
Enzo chequeó el ángulo de la cámara antes de colocar su mano sobre tu pierna y acariciar tu piel con su pulgar, una sonrisa tirando de sus labios al ver la forma en que disimulaste el sobresalto. Su voz se vuelve más grave, suspira profundamente mientras finge pensar sus respuestas y su mano no deja de moverse sobre tu muslo, cada vez más cerca de tu entrepierna.
Para cuando se despiden de tus seguidores y apagás la cámara, tu ropa interior está completamente humedecida. Evitás verlo a los ojos centrándote en tus manos sobre tu regazo, pero él se pone de rodillas para poder ver tu rostro mientras sus manos separan tus piernas.
-¿Qué pasó...?- pregunta con voz ronca, fingiendo inocencia-. Nunca te vi así con otros invitados.
-Perdón, es que...
-¿Por qué me pedís perdón?- sonríe y es tranquilizador, pero también una provocación. Sus dedos rozan tu ropa interior-. ¿Te pusiste este vestidito para mí? Te queda tan lindo...
Cerrás los ojos con fuerza cuando sus dígitos ejercen presión sobre tu clítoris y te contenés al oír su respiración volviéndose temblorosa. Emite un sonido de desaprobación seguido de una especie de quejido para burlarse de tu estado.
-Mirá cómo estás...- susurra contra tu piel, antes de reincorporarse para poder acercar su boca a tu cuello-. ¿Todo eso es para mí...?
No hace falta aclarar que el resto de la tarde transcurre con Enzo sacándote orgasmo tras orgasmo, permitiendo que te embriagues con su voz y todos los elogios (algún que otro comentario degradante también) que dejan sus labios. Cuando llega su hora de recibir placer no deja de gruñir y gemir palabras de aliento contra tu boca.
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coolpizzazonkplaid · 1 month
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La heredera del Infierno
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Aviso: En la estadía de Arctika, Adelina estará por varias semanas hasta incluso un par de meses.
Entrenamiento
Adelina despertó con el sonido de campanadas. Sus ojos tuvieron que hacer un esfuerzo titánico para abrirse y se levantó lentamente del futón. Se cambió el pijama y se puso el uniforme. Abrió la puerta corrediza y no esperaba ver el rostro Tomas.
–Buenos días –dijo y mostró una pequeña sonrisa. Un grupo de estudiantes se acercaron a mirar lo que ocurría y el gesto amable Tomas desapareció inmediatamente–. El Gran Maestro solicita tu presencia y ponte máscara.
–No la tengo –dijo la chica. Buscó en sus bolsillos, miró velozmente su habitación y no la encontró. Ante eso, Tomas acercó sus manos a la nuca de Adelina y tiró de la tela hasta mostrar una especia de capucha. Luego, sus manos fueron hacia su cuello y sacaron una especia de tela como máscara–. Ah, ahí estaba.
Soltó una pequeña risa e intentó acomodar la nueva parte de su uniforme, pero le fue imposible ya que hacía que su cabello se saliera de su cola de caballo.
–Déjame ayudarte con esto –el chico volvió a poner las manos en Adelina ayudándola a acomodar la máscara. Mientras la ayudaba, no se percató de que uno de sus dedos cálidos se clavó en uno de los ojos de Adelina.
–¡Ay!
–Perdón –dijo Tomas alarmado y la observó por un momento para corroborar el daño y si le puso bien la nueva parte del uniforme. Adelina sintió que sus mejillas se calentaban y agradeció que la tela cubría su rostro–. Siempre fue difícil ponérmela cuando era estudiante.
–Está bien, no hay problema –la tela la estaba asfixiando y no habían pasado más de pocos segundos de cuando se la puso. Tomas hizo un gesto con la mano, mientras caminaba y Adelina lo siguió–. No puedo respirar con esto.
Tomas soltó una risa pequeña.
–También me pasó eso siendo estudiante, pero te acostumbrarás.
Caminaron por los establecimientos del clan hasta un gran campo de entrenamiento. Estaba afuera, libre de nieve y estudiantes miraban a Adelina y Bi Han. Kuai Liang lo acompañaba, mientras observaba a la muchedumbre y caminó hacia ellos.
–Vuelvan a sus actividades –dijo mordazmente y los estudiantes se pusieron rectos. Kuai Liang los llevó a otro lugar y llamó a Tomas para que lo ayude. Miró a la joven una última vez y fue con su hermano.
Adelina enfrentó a Bi Han percatándose de sus ojos marrones gélidos y se le acercó, mejorando su postura. El hermano de Tomas parecía analizar cada detalle, incluso su respiración, pero Adelina se mantuvo impasible a sus ojos de hielo.
–Veamos qué te enseñaron en la Academia Wu Shi –habló Bi Han de forma mordaz.
Repentinamente, de sus manos emergieron escarcha hasta convertirse en antebrazos y expulsaron hielo haciendo que Adelina saliera disparada. Se levantó inmediatamente, se posicionó para el combate y arremetió contra su enemigo. Bi Han la esquivó, volvió atacar con una aguja de hielo, Adelina la rompió con un puñetazo, y le asestó una patada giratoria. Bi Han retrocedió, mientras la observaba Adelina lo analizó y supo a dónde tenía que atacar.
Bi Han creó una daga de hielo con sus manos repletas de escarcha y la embistió. Adelina se hechó para atrás de forma veloz y se agachó para evitar la nueva emboscada. Inmediatamente, le hizo una llave al brazo de Bi Han y trató de salir de su agarre. Poco a poco, comenzaba a dejar de forcejear, pero Bi Han logró escapar dejando una figura de hielo de él y pateó Adelina.
Se quitó la máscara para tomar aire, escupió sangre y se puso de pie tambaleante manteniéndose a la defensiva. Definitivamente, Bi Han era más difícil de estudiar sus ataques que su hermano, Tomas. El ninja azul le dio un gancho, luego otro, hizo una patada lateral y arremetió con un deslice de hielo en el suelo haciendo que Adelina cayera al suelo nuevamente. Intentó levantarse, pero Bi Han creó una lanza de hielo apuntándola al cuello de la chica terminando su pequeña pelea.
–Me decepciona lo que la academia te enseñó, Acosta –espetó Bi Han y se puso en postura firme. La muchacha se mordió la lengua para contestarle de la peor forma–. Es una pena que ni siquiera hayas desatado tu criomancia.
–No esperaba un combate, Gran Maestro –dijo Adelina e intentó ponerse de pie. Se limpió la sangre de la boca y se acomodó la ropa–. Tenía otras suposiciones sobre mi primera clase.
–La Academia Wu Shi te hizo débil –Bi Han siguió mirándola y los ojos heterocromáticos de la chica hicieron lo mismo–. Ellos mismos no pudieron detectar a una criomante ni siquiera sabrán cómo entrenarte. Recibirás el entrenamiento suficiente para desatar y controlar tu poder. No esperes amabilidad en tu entrenamiento.
Adelina se enderezó, mientras Bi Han le daba la espalda. Se fue caminando, pero al ver que la muchacha no lo acompañaba se dio la vuelta y le gritó:
–¡Camina!
Sintió las piernas como plomo por el combate, aun así, apresuró el paso. La llevó entre los tantos templos, donde los estudiantes miraban con burla cómo el Gran Maestro le dio una paliza. Llegaron a otra arena de entrenamiento donde Kuai Liang vigilaba los movimientos de ataque rítmicos de los alumnos y le dio permiso para poder seguir el entrenamiento, acompañando al resto.
Tomó una vara de madera y les siguió el ritmo hasta coordinar sus movimientos con el resto de la clase. Algunas veces, vio como los dos hermanos la estudiaban y se susurraban entre ellos, pero Adelina fingió que estaba concentrada en mover la vara.
Continuaron con esa actividad por varias horas más hasta que Kuai Liang dio la orden de hacer pequeños combates entre estudiantes. Adelina vio como la mayoría pasaba intentando dar lo mejor de sí e impresionar al maestro. Se sintió aliviada de que sonaran las campanadas anunciando el almuerzo, así evitaba pasar a combatir por el dolor muscular.
Durante el almuerzo, vio a los tres hermanos charlando animadamente, mientras ella disfrutaba su comida y las incesantes risas poco discretas de sus compañeros por su pelea con Bi Han. La mirada de Adelina reflejaba lo poco interesada que estaba de sus comentarios y trataba de dar su mejor mirada de asesina para evitar problemas.
Algunos susurros seguían siendo esparcidos para hacer que Adelina pisara el palito, pero mantuvo su buena postura e ignoró todos los comentarios sobre su persona. Si tenían algún problema con ella que se lo dijeran en la cara y no a escondidas.
Al terminar el almuerzo, un superior le dio un balde y una pala de madera para que continuara con la labor de la noche anterior, terminar de quitar la nieve de las entradas. Adelina tomó los objetos y continuó con la tarea. Lentamente, la primera entrada iba quedando despejada y más cómoda para caminar y Adelina dejaba la nieve a las afuera del recinto. Siguió con la segunda entrada, después tercera, hasta que las campanadas anunciaron el cambio de clase y donde la muchacha tenía que dirigirse.
Una clase de manejo de armas dirigida por Tomas. Todos eligieron un arma con las que pelear y, como en la clase de Kuai Liang, hicieron pequeños combates en los que Tomas corregía cada movimiento. La chica rezó para evitar participar en las prácticas por los dolores musculares y siguió observando como Tomas peleaba con uno de los estudiantes. Tras derrotarlo, el ninja gris los observó y sus ojos se toparon con la figura de Adelina.
–¿Quieres demostrar tus habilidades con armas, Acosta?
La muchacha maldijo por lo bajo y se puso de pie, llegando a unos pocos metros frente a Tomas.
–Con gusto, maestro –respondió Adelina resignada.
Había una repisa repleta de armas de largo y corto alcance. Dagas, cuchillos, espadas, hachas, lanzas, etc. Adelina eligió lo que parecía un cuchillo de cocina, era lo único que mejor manejaba gracias a las clases que tuvo hace tiempo con el Viejo Mario.
Se posicionó a la defensiva y Tomas hizo lo mismo con su karambit en mano. Se miraron uno al otro y Tomas fue el primero en atacar usando el arma como un proyectil con su magia de humo y Adelina lo bloqueó con el cuchillo. El humo llevó el arma a su dueño y atacó con una patada haciendo que la muchacha se alejara. Tomas volvió arremeter, pero Adelina lo impidió con su antebrazo, le asestó un puñetazo en el pecho e intentó embestir con el cuchillo de cocina. El traje gris del ninja quedó rasgado, miró el daño sorprendido y volvió a ubicar su karambit cerca suyo.
–Tienes habilidad, Acosta –dijo Tomas sonriente–. Pero eres muy lenta en algunos aspectos.
–De los errores se aprenden, maestro.
–Sí, espero que la Academia Wu Shi te haya enseñado corregirlos rápidamente –habló Tomas y se preparó para atacar–. Tu destreza en el combate es vital.
Adelina bloqueó un combo de golpes con toda su fuerza, pero el dolor muscular por sus actividades anteriores le cobraban factura. Volvió a enfocarse en su contrincante y atacó con un puñetazo seguido de una embestida con el cuchillo de cocina, pero Tomas la esquivó. Luego, usó su karambit como proyectil y Adelina lo desvió, aunque no pudo evitar que el muchacho se acercara velozmente. Intentó retroceder lo más que pudo, sin embargo, Tomas le quitó de las manos el cuchillo de cocina y con una maniobra hizo que la chica callera al suelo. Rápidamente, apuntó su karambit al cuello de Adelina dando por finalizado el combate de práctica.
–Peleaste bien, Acosta –el cuchillo seguía a centímetros de Adelina, pero Tomas lo retiró–. Te desempeñas bien, pero te falta aprender más el manejo de armas. Tus habilidades con las de corto alcance es bastante habilidoso.
–Gracias por el consejo, maestro –contestó la muchacha. En ese instante, Tomas le ofreció la mano y Adelina la aceptó con gusto.
Las manos de ambos se juntaron, y cuando se alejaban, Adelina sintió que sus dedos se tocaron y una electricidad desconocida la recorrió. Sus mejillas se calentaron, agradeció tener puesta la máscara de tela y caminó velozmente hacia su sitio, sintiendo las miradas de todos como un puñal constante.
Tomas siguió peleando con otros estudiantes hasta que las campanas sonaron y Adelina siguió a su grupo. En su caminata entre los pasillos, vio a las dos ninjas de la noche anterior hablando con Bi Han. Cuando pasaba con el grupo, la observaron momentáneamente y retomaron su conversación. Al mismo tiempo, los estudiantes hicieron una inclinación y siguieron su camino.
Las clases continuaron con normalidad hasta que las campanadas sonaron nuevamente para anunciar la hora de la cena y Adelina se sintió aliviada ante el sonido milagroso. Los músculos le dolían como nunca y extrañó las clases de la Academia Wu Shi. Con dificultad, se sentó en la mesa y soltó un pequeño suspiro aliviada de poder descansar.
Al recibir la comida, la chica la aceptó dichosamente y devoró todo su plato hasta dejarlo limpio y reluciente. Algunos compañeros, la observaron con risas y Adelina les devolvió la mirada hostilmente haciendo que volvieran sus rostros a sus platos, pero aun así siguieron soltando pequeñas risas.
Tras terminar de cenar, Adelina se aseó y sus músculos gritaron aliviados por cada gota de agua caliente. Se enjuagó bien el cabello negro y su cabeza se relajó con cada masaje en su cuero cabelludo. Salió de los baños con la mente más calmada y con el cansancio pesándole en el cuerpo.
Llegó a sus aposentos con pasos pesados y cerró rápidamente la puerta corrediza para evitar a sus compañeros. Ya bastantes la evitaban como la peste por ser una antigua estudiante de la Academia Wu Shi y no quería tener que confrontarlos o causar disturbios por los que el Gran Maestro se enojara.
Se acostó en la cama y se cubrió con las colchas hasta parecer un burrito. Sacó una mano para agarrar un libro que tenía pendiente y comenzó a leer, sumergiéndose en las palabras que se transformaban en imágenes en su cabeza. Con cada página, sus párpados empezaron a pesarle, las letras se volvían borrosas haciendo que Adelina volviera a leer la misma oración varias veces y dejó el libro al lado de su futón. Cerró los ojos gustosamente y, a la vez, temerosa esperando no tener pesadillas.
A los pocos días, buscó un lugar para poder enviarles cartas a sus amigos. En sus escapadas del almuerzo, encontró un palomar y los pocos soldados que quisieron hablar con ella le dijeron que las aves llegaban a la Academia Wu Shi. La muchacha intentó disimular su emoción y salió rápidamente a sus aposentos. Tomó una pluma de entre sus bolsos y papel, las puso en la mesa y comenzó a escribir.
Queridos Daniela y Mariano:
Espero que se encuentren bien en la Academia Wu Shi. En Arctika, las cosas son rutinarias y rigurosas… no sé si esto es la colimba como la que vivió el Viejo Mario, creo que estoy exagerando con lo que escribo. En estos días, no pude desarrollar mi criomancia, pero espero hacerlo pronto e irme. Bi Han sigue siendo el mismo amargo y creo que si viera a Mariano le daría un ataque de ira y dolor a su ego.
A veces, me escapaba de las horas del almuerzo para poder buscar el palomar. Por esta vez, Mariano tenías razón, ganaste. Además, estoy pensando dentro de poco ir a las ruinas de las fronteras de Arctika para ver si me faltó algo de mi investigación. Creo que encontraré respuestas, aunque sean pocas y quizás sobre el hijo de Hela, Kolbein.
Las comidas son ricas, pero extraño comer medialunas, vigilantes, milanesas, asado… No me atrevo a cocinar a escondidas porque hay guardia y no quiero causar problemas por las que Bi Han quiera matarme. A pesar, de esas nostalgias, intento adaptarme y volver rápido con ustedes y los demás.
Espero sus respuestas,
Adelina.
La chica corrió devuelta hacia el palomar, colocó el sobre en una de las palomas y la liberó, viéndola volar y alejarse más y más, hasta perderse en las montañas. Adelina se quedó unos minutos hasta que escuchó las campanadas anunciando que el almuerzo había finalizado. La muchacha corrió a seguir con sus labores con expectativas de que sus amigos recibieran su carta.
Las semanas siguientes transcurrieron lentamente en Arctika, los entrenamientos con Bi Han se volvieron más rigurosos y extremos con nulos resultados positivos en hacer que Adelina desatara su criomancia. Incluso, el Gran Maestro usó el combate y el silencio para hacerlo. Luego de que los entrenamientos con él finalizaran, Adelina barría los suelos y alrededores de los templos, también otras labores de limpieza con algunos principiantes. Al finalizar, retomaba sus clases con los otros hermanos de Bi Han y superiores. Clases de manejo de armas, estilos de lucha, meditación, sigilo, etc. Algunas, Adelina podía destacarse como en las armas de corto alcance y meditación.
Agradecía que no le tocó hacer guardia o preparar la cena por la ardua rutina que tenía constantemente. El resto de estudiantes podían manejarla de una manera tan tranquila que hicieron que Adelina envidiara su forma tan fácil de lidiarla. Todo el cuerpo de la chica parecía gelatina con cada día que pasaba y necesitaba un respiro.
En varias ocasiones, se topaba con Tomas, se saludaban gentilmente y volvían a sus labores. Otras veces, tenían pequeñas conversaciones que se esfumaban ante la presencia de otros estudiantes y superiores. Por otro lado, Adelina intentaba encontrar una forma de salir a las fronteras de Arctika para investigar las ruinas. Le costaba demasiado por la dura rutina y los guardias que custodiaban día y la noche, pero a pesar de esas incomodidades Adelina siguió sus tareas.
También, iba al palomar averiguar si llegaba una carta de sus amigos. Esperaba hasta que las campanas sonaban anunciando el fin del almuerzo y volvía a sus labores. Hasta que, un día, la paloma vino con una carta. Adelina, emocionada, la abrió y leyó su contenido:
Querida Adelina:
¡Te extrañamos mucho! Estamos bien en la Academia Wu Shi. Entrenamos bastante, pero conseguimos algo de tiempo para descansar y hacer otras cosas. Eso despertó las creatividades y manualidades de Mariano. Está empedernido en hacer una torre de radio con la electricidad que tiene el medallón de Raiden. Imagínate su estado de ánimo, harto y resignado. Tuvo que hacer todo un discurso para convencer a Liu Kang que lo dejara hacer sus inventos.
Kung Lao es casi su secretario, pero no soporta escuchar la música de Mariano, ni Raiden. Si estuvieras aquí, seguramente te parecería como canciones de cuna. Despiertas con heavy metal, comes con heavy metal y duermes con heavy metal. Además, hay cada explosión en la habitación de Mariano y cada ruido raro que me da risa.
Kenshi y Johnny siguen peleando por quien es el poseedor de Sento, siento que es la pelea por la custodia de un niño. Hace poco, casi luchan de enserio por la espada, lo único que los frenó fuimos nosotros… aparte de los maestros.
Por mi parte, no hay mucho que contar. Solamente veo cómo Mariano se mata así mismo, pero a veces lo ayudo, no tanto como lo hace Kung Lao. Estuve entrevistando a algunos maestros para una nota personal y para ver si les caigo bien. No creo que sea así, pero vale la pena el intento.
Te extrañamos mucho,
Daniela y Mariano.
P.S: El maldito me pidió que pusiera su nombre. Además, me dijo que te diera este aparato para cargar tu celular durante tu estadía en Arctika. Sí funciona y no te hace explotar.
Adelina vio el invento y le pareció maravilloso. Era redondo y metálico, emitía electricidad y cuando acercó su celular mostró que cargaba como lo hacía con su cargador. Guardó la carta y la máquina como reliquias y los llevó a su habitación en un escondite. Buscó una nueva hoja y escribió la respuesta, expresando todas sus emociones. Luego, fue al palomar, liberó a un ave con su carta y corrió a continuar sus actividades antes de que los superiores se enteraran.
Alrededor de esas semanas, se rumoreaban que harían noches más frías y algunos llevaban más colchas a sus habitaciones y leña cerca del establecimiento. Adelina le resultaba difícil de creer que podría hacer más frío del que hacía porque parecía que vivía en la Cordillera de los Andes que en montañas chinas.
Una de las noches, Adelina se quedó despierta mirando su celular, pérdida en las fotos que tenía con Daniela y Mariano. Pasaron pocas semanas, pero aun así los extrañaba al igual que a Kenshi, Kung Lao, Raiden y Johnny. Esperaba reunirse pronto con ellos y seguir con su vida, pero por ahora debía entrenar en Arctika. Adelina se quedó mirando una vieja foto en la que los tres estaban comiendo en una de las pizzerías de Avenida Corrientes, Mariano tenía un vaso alzando y las chicas sostenían una porción de pizza en forma orgullosa. Recordó ese momento, habían logrado conseguir una buena cantidad de dinero en sus trabajos y celebraron yendo al centro.
Pasó a la siguiente foto en la que estaban nuevamente, pero se encontraba el Viejo Mario. Adelina y Daniela eran más jóvenes de unos diecisiete o dieciocho años, estaban con su mejor ropa mostrando sonrientemente sus diplomas de graduación. El Viejo Mario vestía con uniforme militar para los dos actos de egreso del trío y se sentían orgullosos de poder compartir ese momento con él. Le invadió la nostalgia al recordarlo y cómo los cuidó antes de fallecer.
Los pensamientos fueron interrumpidos por los golpes a las afueras de la habitación de Adelina. Se levantó del futón, maldijo ante el abrupto aire congelado que la invadía, fue hacia la entrada para ver quién molestaba altas horas de la noche, frotando sus manos para conseguir algo de calor y abrió la puerta con dificultad. Se sorprendió ver a Tomas con su uniforme habitual de manga corta y una mirada preocupante. Sus ojos grises mostraban incertidumbre e hicieron que Adelina los comparara con la bruma de las madrugadas. Misteriosas y no sabía qué esperar de ellas.
–Tomas –dijo Adelina y tapó mejor su cuerpo del frío y de los ojos del muchacho. Se maldijo por lo bajo al decir su nombre cerca de los oídos de sus compañeros–. Maestro, ¿qué ocurre? ¿Qué hace a estas horas de la noche?
–El Gran Maestro quiere verte –contestó Tomas seriamente–. Pide que lleves puesta ropa de clima cálidos.
–¿Qué? Hace un frío horrible afuera ¿No se dio cuenta?
–Me ordenó que te llevara con él y con esas instrucciones. Él te dirá la otra parte de lo que quiere hacer esta noche –los ojos de Tomas se volvieron tranquilos y compasivos–. Si quieres lleva un abrigo, medias y un calzado.
Adelina lo miró por un momento y entró a su habitación cerrando la puerta. Eligió una remera de manga corta blanca con el logo del álbum “The Number of the Beast” de Iron Maiden, pantalones del mismo color con rayas azules, medias polares y unas pantuflas. Tomó una campera de invierno y se chocó con Tomas al salir apresuradamente. La atrapó antes de que callera y la miró por uno segundos para después recomponerse. Le hizo un gesto para que la acompañara y la chica lo acompañó, pasando entre pasillos oscuros hasta llegar a un área decorada con vasijas y retratos familiares.
Había alfombras y varias chimeneas dando calor, muebles decorados con armas antiguas, cajones, roperos y pinturas de guerras pasadas. En ese instante, Adelina se dio cuenta de donde se ubicaba, el área donde residía el Gran Maestro y sus allegados. Una zona prohibida para ella a pesar de que la curiosidad la carcomía cada vez que veía a los hermanos entrar y salir.
Tomas entró hacia una gran sala, por lo poco que pudo ver Adelina antes de que cerrara la puerta, y se quedó afuera caminando en círculos para obtener algo de calor. Sintió que sus piernas eran cubos de hielo y el resto de su cuerpo temblaba como una hoja. Se frotó los brazos en vano y siguió caminando por varios minutos.
Harta de esperar a que Tomas volviera aparecer o Bi Han la llamara, se acercó a la puerta para escuchar si la llamarían. La oreja derecha de Adelina tocó suavemente la madera y agudizó su audición lo mejor que pudo. Escuchó susurros entre los hermanos y gritos silenciosos seguido de pasos que se aproximaban de manera veloz y alarmó a Adelina. Se alejó de la puerta y comenzó a caminar en círculos nuevamente hasta que oyó el sonido de la madera abriéndose.
Tomas apareció, indicándole que podía pasar, fue recibida con la mirada gélida de Bi Han y se inclinó rápidamente. Volvió a poner sus manos cubriendo su pecho del horrible frío que hacía por más que las chimeneas dieran calor. Bi Han estaba sentado en lo pareció un trono con pieles de animales y sus ojos chocolate le lanzaron dagas a la muchacha.
–¿Para qué me llamó, Gran Maestro? –preguntó Adelina y bajó la cabeza–. Si no le molesta que la haga esa pregunta.
–Vamos a ver si esta noche puedes despertar tu poder de una vez, Acosta –dijo Bi Han poniéndose de pie y se acercó a Adelina–. Quítate el abrigo.
–¿Perdón? –un mal presentimiento la inundó y sentía que algo iba a salir mal de la situación.
–Quítate el abrigo –repitió Bi Han y su mirada se tornó amenazadora–. Vas a estar en el frío y no me hagas repetirlo.
–¿Por qué?
–Porque hará que tu criomancia despierte completamente –espetó Bi Han y alzó el dedo índice de forma represiva–. Y si sigues interviniendo me encargaré de hacer entrenamientos más duros y castigos extremadamente crueles.
La chica, resignada, se sacó la campera, medias y pantuflas y tembló locamente. El aire parecía ser miles de cubos de hielo que acechaban su piel descubierta y maldijo mentalmente de todas las formas posibles a Bi Han.
–Hermano, esto no es una buena idea –dijo Tomas y Adelina escuchó pasos acercándose, debía ser Kuai Liang–. Podrías ocasionarle un daño a su cuerpo o incluso matarla. Eso no le agradaría a Lord Liu Kang.
–¿Qué ocurre aquí? –preguntó Kuai Liang y salió de sus aposentos con una bata de seda–. ¿Qué hace Acosta en este lugar, Bi Han?
–Acosta despertará su criomancia –contestó su hermano tajante y volvió a enfocarse en Tomas–. Liu Kang no está aquí y si llegara a haber un problema con Acosta lo solucionaremos. Nos la trajo para que le enseñáramos la criomancia a nuestra manera.
–Bi Han, llevas entrenándola hace semanas, no creo que sea la mejor forma de hacer que su poder despierte –espetó Kuai Liang y se acomodó mejor la bata–. Deberías seguir con combate y meditación. Deja esto como último recurso. Padre no querría que te apresuraras en esto.
–No hubo ningún resultado –el tono de Bi Han se volvió oscuro–. Este es el último recurso. Sal al exterior, Acosta. Te vigilaré por si ocurre un inconveniente.
Adelina se quedó en silencio ante la discusión de hermanos y prefirió quedarse así que meter más leña al fuego. Aceptó con disgusto su destino y fue hacia la puerta que daba al exterior nevado.
El frío recorrió todo su cuerpo y quiso retroceder a toda costa. Miró una última vez la sala y comenzó a extrañar el calor que emergía de las chimeneas. Los rostros de los tres hermanos tenían diferentes expresiones, Bi Han reflejaba determinación y un aura amenazadora. El rostro de Tomas mostraba confusión y enojo y Kuai Liang miraba de una forma decepcionante a Bi Han.
Adelina puso un pie en frío suelo y sus dientes castañearon. Avanzó hasta quedar cerca de la puerta y seguía maldiciendo a Bi Han mentalmente.
–Debes alejarte del calor completamente, Acosta –gruño Bi Han–. Sino tu poder nunca despertará.
El rostro de Adelina reflejó enojo y caminó más lejos con los pies hundidos en la nieve alejándose del calor. El viento soplaba fuertemente haciendo que el cabello de Adelina se revolviera de un lado al otro. Su remera no le brindaba calor, sus pies ya no los sentía y temblaba como nunca antes lo había hecho en su vida. Sus dientes castañearon y Adelina se frotó los brazos para obtener algo de calor sin buenos resultados. Percibió la mirada penetrante de Bi Han a sus espaldas.
–Boludo de mierda y la concha de la lora –dijo entre susurros y castañeando–. La puta madre que te re mil parió, hijo de puta y la concha de tu hermana.
Para dejar de insultar, recordó canciones que le gustaban y comenzó a entonarlas para dejarla de pensar en el frío que estaba pasando. Se le dificultó memorizar cada letra por sus escalofríos y cantó desentonado por su castañeo constante. El cabello negro se le pegó constantemente a la boca seca, azotando cada parte de su rostro, haciéndole imposible ver su alrededor e intentó acomodárselo en vano.
Los minutos le parecieron horas o siglos, metida hasta la cadera en la nieve. No sentía sus piernas ni su cara, pero se mantuvo en su lugar, incapaz de poder hacer un movimiento. Extrañó con desesperación el calor y quería volver a la cama, el sueño la estaba consumiendo.
–Debo retirarme momentáneamente, Acosta –alzó la voz Bi Han–. Mi hermano, Tomas, te seguirá vigilando.
La chica no le contestó y siguió enfocada en cómo evitar morir congelada o por una hipotermia. A pesar del fuerte viento, pudo escuchar los pasos del ninja alejarse y quedó todo en silencio, como cuando estaba hace unos instantes, hasta que Tomas le habló:
–¿Estás bien?
–Me estoy cagando de frío –contestó Adelina dificultosamente–. No sé qué significa eso para vos, pero para mí es un no rotundo.
–Estoy intentando hacer que mi hermano recapacite de su idea loca –habló Tomas y Adelina volteó un poco para mirarlo–. Hasta Kuai Liang lo hace.
–Si quiere ver que haga que el clima pare, se está equivocando –dijo la chica frotándose fuertemente los brazos para tener movimiento–. Ni siquiera siento una sensación extraña o un llamado.
Una risa pequeña se escapó de Tomas, Adelina sonrió y sus mejillas se calentaron a pesar de estar en medio del frío.
–Lamento cambiar de tema, pero ¿qué demonio estabas llevando puesto? –preguntó Tomas fuertemente con curiosidad.
–¿Qué demonio? –Adelina volteó la cabeza, otra vez, haciendo que su cabello tapara su visión.
–El que llevas en la camisa –siguió explicando el muchacho–. Tiene una llama en la mano e hilos en la otra.
–Ah, no es un demonio –contestó Adelina con una risa pequeña–. Es Eddie The Head.
–¿Quién es?
–Es la mascota de la banda Iron Maiden –explicó Adelina con una sonrisa y se acomodó la maraña negra–. Es solo un personaje y la ilustración pertenece a la portada de uno de sus álbumes.
–¿Cómo se llama? –cuestionó el muchacho nuevamente.
–Me preocupa tu adolescencia. Te lo digo sinceramente, Tomas.
El muchacho río, Adelina sintió retorcijones en el estómago y el pecho comenzó a dolerle al igual que sus oídos. Volvió a mirar al frente rápidamente, pero no esperaba ver lo que tenía enfrente suyo. Una figura familiar, de cabello rubio y largo, rostro cuadrado y ojos azules.
–¿Mariano? –susurró.
Su amigo ni se inmutó ante su llamado, parecía que miraba hacia otro lado y Adelina vio que aparecían Kung Lao, Johnny y Kenshi. Pero el hombre tenía una roja en los ojos y una de sus manos estaba en el hombro del actor. Además, había tres desconocidos acompañándolos. Un hombre vestido de negro y verde, con una capucha ocultándole parte de la cabeza, una máscara cubriendo su rostro y Adelina creyó verle un tatuaje de espiral en uno de sus ojos. Un hombre calvo con heridas alrededor del cuerpo y lo que más le impactaba a Adelina eran sus dientes filosos. Por último, la que más le llamó la atención a Adelina, una mujer de cabello negro y ojos del mismo color vestida de blanco.
“Un demonio” pensó Adelina “Algo no está bien.”
–Tomas –llamó la muchacha. Sentía que el estómago le dolía más y la cabeza le daba vueltas–. No me siento bien. Quiero irme… ¿Tomas?
Volteó la cabeza y no lo vio, sino árboles con rostros de ojos verdes resplandecientes. Ese color abundaba por todo el mágico sitio, Adelina dejó de sentir frío y miró la escena que tenía delante suyo. Intentó tocar uno de los árboles con rostro, pero su mano lo traspasó. Comenzó a escuchar susurros por todo el lugar, no se había percatado de las voces que hablaban y recordó lo que le dijo Sindel.
“Es el Bosque Viviente.”
–¿Qué mierda es eso? –preguntó Mariano observando a la nada.
Pero Adelina vio a quienes sus compañeros espiaban. Eran cuatro extraños, dos hombres y dos mujeres que estaban caminando hacia una maquinaria extraña que irradiaba oleajes verdes. Esa… cosa, le dio escalofríos a la muchacha, le provocó asco, repulsión y le dio un mal augurio. Aunque uno de los cuatro desconocidos le originó desconfianza y mala espina. Un hombre calvo con dibujos en la cabeza, los ojos pintados y piel aceitunada.
Parecía discutir con uno de sus compañeros, tenía una joya roja y extraña como un rubí nunca visto por Adelina. Mientras Mariano y los demás observaban la escena, parecía que la chica de blanco sabía quién era el hombre. Comenzó a hablar:
–Un solo ladrón de almas basta para matar a cientos de miles. Si desplegara muchos…
“Ladrón de almas”. Le dio escalofríos hasta la médula, intentó recordar esas palabras en la Academia Wu Shi, tampoco los sueños que tuvo hace tiempo. Su memoria estaba en blanco. El miedo a esas tres palabras la tenía completamente paralizada y siguió escuchando la charla entre sus amigos.
Todos se pusieron de acuerdo y avanzaron hacia el ataque, Mariano alzó una ametralladora y en su espalda llevaba un rifle antiguo de guerra, el arma obsequiada por el Viejo Mario. Nunca pensó que la podría usar. Se lanzaron al ataque contra el hombre calvo y este se enfocó en la escalofriante maquinaria.
Entre los golpes de batalla, las manos del brujo se tornaron verdes como el aura del ladrón de almas terminando su conjuro. Las voces gritaron angustiadas, lloraban sin cesar y un grito femenino fue el más fuerte de todos. El bosque agonizaba, igual que ella y alguien más… Los oídos de Adelina fueron invadidos por quejidos de lobos, sus espeluznantes aullidos sin fin y lloriqueos… la estaban enloqueciendo… los gritos de femeninos se combinaron con los chillidos de las bestias haciéndose insoportables.
Las náuseas se volvieron más fuertes hasta volverse ganas de vomitar, la cena combinada con la bilis comenzó a subirse por la garganta de Adelina y salió de su boca manchando la nieve. Tosió fuertemente y su respiración se volvió pesada e irregular. No supo si en ese momento estaba gritando o Hela era quien lo hacía junto a los lobos.
–¿Adelina? –llamó Tomas Vrbada. Le pareció extraño que no haya contestado la pregunta, echándole la culpa a los fuertes vientos. Pero al ver que Adelina cayó a la nieve tras hacer arcadas y toser fuertemente, Tomas corrió hacia ella–. ¡Adelina! ¡Bi Han!, ¡Kuai Liang!
La chica tembló incontrolablemente y sus ojos estaban abiertos como platos. Soltó respiraciones agitadas y se le escapaba vaho por la boca dispersándose en el aire. Una parte de su cabello negro cubrió su rostro y se mezcló con el vómito. La recogió al estilo princesa y corrió hacia la puerta, uno de los brazos de Adelina colgaba inertemente, pero recobró la conciencia y se soltó del muchacho. Fue hacia la nieve nuevamente chillando y llorando como un bebé.
–¡No te me acerques! –gritó Adelina–. ¡Alejate de mí! ¡Todos aléjense!
–Adelina, soy Tomas –hizo un gesto con sus manos en señal de calma–. No hay nadie más que yo. Mis hermanos vienen para ayudarte.
–¡ALÉJENSE! –los ojos heterocromáticos de la chica reflejaban miedo, cayó en la nieve y con sus palmas se arrastraba por la nieve, apartándose del chico–. ¡BASTA! ¡NO ME TOQUEN!
–¡Bi Han!, ¡Kuai Liang! –gritó Tomas nuevamente. Intentó acercarse una vez más a Adelina, pero estaba completamente asustada–. ¡Vengan rápido!
Adelina se agarró su vientre y su rostro pasó a asco. Volvió a vomitar y cayó inconsciente. Al levantarla por segunda vez, Tomas se dio cuenta que estaba en el mismo estado que al principio, convulsionando y temblando sin cesar. La idea de Bi Han, sí que salió extremadamente mal. Cuando Tomas llegó a la puerta, Adelina volvió a gritar y patalear. Sus hermanos aparecieron y vieron el estado deplorable de los dos. Alarmados, los dejaron pasar y Adelina seguía gritando sin cesar.
–¿Qué le pasó, Tomas? –cuestionó Kuai Liang.
–No… no… no lo sé –dijo el muchacho. Los gritos de Adelina le impedían pensar con claridad–. Estaba bien y tosió… y… convulsionó…
–¡BASTA! ¡QUIERO QUE LOS CALLEN! –la chica comenzó a llorar y lágrimas emergían como cascadas de sus mejillas–. ¡NO LOS SOPORTO ESCUCHARLOS LLORAR!
Los gritos de Adelina se volvieron extremadamente fuertes y del suelo comenzó a surgir escarcha. Formaron púas haciendo que se dirigieran hacia la puerta y a otros lugares de la sala. Bi Han apareció y llamó a Cyrax y Sektor.
Tomas se le estrujó el pecho ver el estado desastroso de Adelina. Quiso hablarle, hasta incluso tratar de tocarla amablemente, pero no tuvo resultados. Él y Kuai Liang intentaron cargarla, pero se retorcía y seguía llorando sin parar.
–¡CALLENLOS, POR FAVOR! –volvió a gritar y dejaba a Tomas más confuso a lo que se refería–. ¡NO SOPORTO SUS GRITOS! ¡DÉJENME EN PAZ, POR FAVOR!
Adelina volvió a convulsionar, arquear su espalda y gritar, Tomas notó algo en la alfombra. Un líquido carmesí con el que vivió la mayor parte de su vida en Arctika… Sangre…
–Bi Han… Kuai Liang –el hermano menor señaló con el índice–. Miren.
El brazo tatuado de Adelina comenzó a sangrar y su remera blanca se manchó en la parte del abdomen. Tomas subió la prenda velozmente, su abdomen sangraba en donde estaban los tatuajes anatómicos. Buscó tela para quitar el líquido carmesí, pero Adelina se soltó nuevamente.
–¡NO ME TOQUEN! –las lágrimas inundaban su rostro. Sus mejillas estaban rojas y moqueaba sin cesar–. ¡QUIERO QUE ME DEJEN EN PAZ! ¡DEJEN DE GRITAR! ¡BASTA! ¡SE LOS SUPLICO!
Cayó nuevamente en convulsiones y vomitó una última vez. Tomas y Kuai Liang la recogieron y llevaron a la enfermería a toda prisa. Bi Han llegó con Cyrax y Sektor y se prepararon para tratarla inmediatamente. Adelina dejó de gritar, pero temblaba y susurraba incoherencias y Tomas trató, una vez más, de consolarla.
–Los escucho… están sufriendo –dijo Adelina y su mirada parecía perdida–. Ella está sufriendo… llora por su preciosa creación… está siendo corrompido… ¡AHHHH!
Escarcha salió por toda la camilla y los cinco lograron someterla. Cyrax le dio un calmante haciendo que los gritos incontrolables de Adelina se convirtieran en lloriqueos, luego respiraciones agitadas hasta lograr que descansara completamente.
Hubo un silencio sepulcral en la enfermería, solamente se escuchaban las respiraciones agitadas de los cinco y con cuidado soltaron a Adelina. Bi Han tomó su brazo derecho y limpió la sangre que emanaba de la extremidad. El trapo se teñía de rojo y Tomas limpió la parte baja del abdomen, mientras que Cyrax y Sektor preparaban vendajes.
–Te dije que no iba a salir bien, Bi Han –soltó Tomas, mientras pasaba desinfectante en el abdomen–. Ella no estaba lista para soportar el frío. Lleva pocas semanas en Arctika.
–Acepto que fui extremo, pero su criomancia no despertaba –suspiró Bi Han y su mirada se relajó, dejando su frialdad que le había ofrecido a Adelina. Siendo simplemente, el hermano mayor que era enfrente de Tomas y Kuai Liang–. En pocas semanas, pude despertar mi don y padre me enseñó a controlarlo. Ella necesitaba este cambio.
–Padre fue más cauteloso cuando estábamos desarrollando nuestras habilidades –dijo Kuai Liang, mientras observaba a sus hermanos.
–Podrías haber seguido por unas semanas más –espetó Tomas y observó momentáneamente a Adelina–. Antes de sacarla a una de las noches más frías.
–Este método era necesario y no volveré a repetirlo.
Kuai Liang siguió observando, mientras Tomas y Bi Han limpiaban la sangre. Tomas miró por un momento a Adelina. La remera blanca estaba roja, las puntas de su cabello negro tenían restos de bilis y comida, saliva en la comisura de sus labios y sus mejillas seguían rojas de tanto llorar con lágrimas que no se habían secado. Los ojos de la chica estaban cerrados como si estuviera en un coma, su rostro mostraba una paz que le resultaba difícil de creer y algunas extremidades se comenzaban a retomar color.
Los tatuajes le provocaban terror con solo mirarlos, más cuando sangraron sin ninguna herida. Tomas recordó que eran las mismas actitudes que Adelina tuvo hace meses. Cuando vino a Arctika y encontró esas ruinas antiguas. Le preguntaría cuando despertara. Por ahora, la muchacha necesitaba descansar.
Una vez desinfectada sus heridas, Cyrax y Sektor empezaron a vendar el brazo y el abdomen. Les pidieron a los hermanos que se retiraran para poder cambiar a Adelina y cubrieron la camilla con cortinas. Se miraron entre ellos, el primero en retirarse fue Kuai Liang, seguido de Bi Han y Tomas se quedó unos minutos más. Ante de que Cyrax y Sektor se fueran, le pidieron que si ocurría un inconveniente le avisaran en cuanto antes para así poder ayudar a Adelina.
Tomas la vigiló, parecía que estuviera en un sueño tranquilo, pero en algunos momentos, hacia muecas y susurraba incoherencias.
–Ella sufre… está corrompido… debe ordenarse… los oigo llorar…
El muchacho no supo cómo hacer para que se calmara y se preocupó que volviera a tener un ataque de pánico tan pronto. Pero verla dormida, hizo que sus nervios se desvanecieron lentamente y siguió cuidándola. Tomas se dio cuenta de que una parte de su cabello cubría su rostro, inconscientemente le quitó unos mechones recién lavados permitiendo ver su belleza. No se había dado cuenta de que en sus mejillas había un grupo pequeño de pecas, creando formas distintivas y hasta incluso constelaciones como las que recordaba en sus tiempos de cazador con su madre y hermana. Le resultó extraño no ver sus ojos ni escuchar su voz.
Rememoró los acontecimientos de hace unos momentos, al escucharla gritar, su pecho comenzó a sentir dolor, como un millón de agujas clavándose. Le dio pena verla llorar descontroladamente y más lo asustada que estaba de él. Esperaría a que a la mañana siguiente mejorase y pudiera decirle a él e incluso a Bi Han sobre lo que le ocurrió.
Se dio la vuelta, una última vez, Adelina seguía dormida y ya no lloraba ni hablaba. Salió de la enfermería y se dirigió a sus aposentos para un merecido descanso.
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jujuz299 · 1 year
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Mi reina (Fanrworld finn x lector) 4.
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Sinopsis: eres una chica de que por lo que crees que eres normal sin saber mucho de tu pasado y siendo una de los mejores amigos de Fiona y su gata cake y al salir de lo que parece ser la cabeza de un hombre Simón empiezan a tener aventuras extrañas de tu conocer tu ser, tus orígenes, quien crees que eres y en el camino enamorarte de un hombre con un pasado confuso y helado los dos enamorándose de su lado más oscuro y más bríllante como rey y reina.
capitulo 4
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-gracias a dios-dice simon feliz de ver algo que le guste con entusiasmo hasta que llegamos a la puerta nos movimos rápido por vandalismo de una persona sacando libros a loco.
-no me jodas, aquí incluso roban libros-dije sorprendida para después ver como agarraban los libros a una clase de foca y los quemaban -tal como MAD MAX mi pequeño tatto-max- dije con orgullo de broma hasta que ve que era un fogata para calentar a un cocodrilo gigante cocodrilo-no! Cocodrile!-dije  sintiendo lastima por el cocodrilo.
-oye, ¿para que es esto? ¿popcorn?-dijo cake solo para mirarla mal.
-que?-dijo notando mi mirada-
-atención, chusma. estamos a punto de empezar este funeral-dice una persona con la típica prenda apocalíptica con una cicatriz en el ojo derecho con un parque.
-parece un pirata…lo llamare tromo-dije con gracia.
-por qué?-pregunta fionna curiosa por lo que dije.
-no lo se-dije encendiéndome de hombros.
-asi que cállense y muestren respeto-dice tromo.
-respeto, mis huevos que no tengo-digo en susurro mientras escucho como fionna se aguanta de la risa por a verme escuchado mientras veíamos a varios acercase al lugar.
-presentamos al salvador de los páramos y vencedor del hombre de nieve ¡gran destino! -dice para mostrando a un hombre de espaldas como si pensara que eso es cool o impactante para agarrar el micrófono.
-hoy no se permite la tristeza-dice con una sonrisa egocéntrica-hoy festejamos por el cadáver de popcorn-
-¿el viejo popcorn al fin murió?-escucho decir a un enano que estaba allá arriba solo para recibir un golpe de la chica.
-popcorn fue un caudillo bomba, el ultimo de su tribu-dice gran destino.
-epa y como se llamaban los demás, cotufa y pochoclo? -dije susurrando viendo otra vez a fionna en el intento de no reírse-
-murió haciendo lo que amaba-
-haciendo sus cotufitas-dije susurrando.
-tratando de montar a caimán como caballo!-dice para después ver como lanzaban el cuerpo de popcorn al fuergo para después los de alrededor empezar a vitorear.
-epa, era suicida el popcorn-dije en susurro.
-popcorn parecía genial-dice fionna.
-si-dije solo para voltear la cabeza y ver como un chico salía de la biblioteca con un libro mientras lo guerdaba en un bolso.
-disfruta la arena del cielo. ¡lucha contra fantasmas y gana, popcorn!-dice gran destino mientras mi mirada se fijaba al chico  ver como se esconde a ver dónde esta gran destino y cuando dirigila a donde estaba mirando y mi rada se quedo en una chica que se veía con la misma edad del chico, era linda y ruda y cuando volvi a mirar al chico vi que estaba sonrojado.
-fin del funeral. Todo el territorio de popcorn pasa al clan del destino-volvi a ver a la chica como se lanzo a un tipo raro y lo dejo noqueado solo para ser jalada por una cuerda.
-¡el clan del destino manda!-dice la chica y en instante volví a ver al chico mas sonrojado.
-epa, chico enamorado-dije sonriendo con gracia.
-asi se hace, mi pequeña destino- dice el tipo
-ah, es su papa-dije un poco asombra al escuchar lo que dijo el tipo.
-sin discursos, solo golpes fuertes- le dice a la chica con orgullo.
-como dije perfil bajo-dice simon atrayendo mi atención.
-aburrido-dice cake.
-mira es como dije-dice fionna-debes golpear y empujar para conseguir lo que quieres-dice para agarrar a un anciano- hey tu, ¿Qué sabes de la corana mágica?.
-fionna no hagas eso, es un pobre anciano, déjalo en paz!-dije molesta para ver como suelta al anciano solo para voltear y ver al chico de antes ahora mirándonos a lo solamente salude con la mano y el se asombra pero no hace nada.
-oye tu!-dice fionna persiguiendo otra persona y los demás los persiguen pero solamente me quedo mirando un poco más al chico para después ir con los demás.
-fionna basta! -dije sintiéndome incomoda-lo que haces es llamar la atención!-
-que sabes de una corona mágica?-dice fionna
-por favor , solo soy un carnicero-
-tengo la corona mágica que buscas-dice un tipo  antes de que fionna golpeara a la persona.-pero mi precio es tan alto que te asustas.
-no le hagas caso es un estafador, siempre estafan en los lugares apocalípticos… como en tatooine-dije cruzándome de brazos seriamente, pero fionna no le hace caso y los demás tampoco-tks-
-bien, hombre raro. Di tu precio-dice fionna
-la corona no es mas que el tesoro mas raro-dice con misterio-presenta tu mercancía y la mediré al cabo-
-las rimas eran de mas-dije acercándome.
-deberíamos verificar si es la corona antes de…-dice simon pero fue interrumpida por fionna para darles una bolsa de papitas, una flauta, un vaso y un comic al vendedor pero saca su teléfono y lo pone en su boca.
-¿un dispositivo futurista? Me parece a la vista-dice
-bueno, aquí no me sirves de nada-le dice al teléfono que no tenía señal, menos mal que tengo el mío guardado en mi bolso.
-tiene el juego del gusano-dice cake
-trato hecho-dice fionna para ver como el vendedor guarda el teléfono en su sombrero y empieza a buscar la supuesta corona.
-toma querida- era una corona de papel
-esta es la corona mágica?-pregunta fionna.
-no, eso es basura-
-se los dije es un estafador-dije indiferente.
-devuélvelo-exige fionna
-no hay devoluciones, es lo justo-dice el vendedor.
-lo que dice es verdad fionna, al no verificar que era la carona que buscamos te estafaste tu misma-digo indiferente pero note que el vendedor saca un bate con otras armas en ella lo cual nos hizo retroceder.
-te quemaste y yo te ajusto-
-delincuente- dice cake para lanzar un puñetazo hacia en vendedor destruyendo su tienda.
-wow, mega puñetazo volador-dije a lo que cake sonríe.
-eso me gusta-dice sonriendo.
-cake!-dice fionna emocionada para después recuperar sus cosas.
-deberíamos salir de aquí-dice simon en nervios agarrando a cake para irse y ayude un poco y intentamos irnos como pudimos hasta que estuvimos en un callejón por el cansancio.
-cake, eres muy imprudente-dice simon.
-tranquilo, simon ella aun no sabe controlar sus poderes dale tiempo-dije para tranquilizarlo.
-nah, nadie vio eso- dice cake.
-gato mágico!- volteamos y cuando los vimos los puede reconocer, eran dos tipos que estaban con gran destino.
-como que alguien si lo vi cake-dije
-me comeré a ese gato-dice en enano-cuando tenga mi puño mágico, mi papa me hará líder del clan-
-te voy a decir algo enano a mi me importa un bledo que quieras el orgullo y atención de tu papi, pero si le tocas un pelo a cake, te degollare enano de mierda-dije sacando una de las dagas de mi bolso poniéndome al frente de los chicos.
-trauma jon-dice el enano.
-fionna-dice cake mientras yo pensaba como iba a actuar.
-nadie se come a cake!-dice queriendo golpear al tipo grande pero no le hace nada y es derribada fácilmente.
-ok,ok piensa, piensa-dije
-estúpida coneja-dice el enano-te cortaría la nariz, pero parece que se adelantaron o talvez te corte una oreja-dice sacando una navaja no termina por ser  pateado en el estómago por mi  lejos de fionna y se acerca enojado termino utilizando la daga para cortarle la mejilla mientras de reojo veo como arriba el chico de antes lanza un ladrillo la cual cae en la cabeza del tipo grande y se caiga inconsciente y cuando el enano se descuida el chico cae al suelo y le quita la daga.
-que tal tu nariz, maton?-
-mejor, su pie- dije mirándolo seriamente que tal parece que le di miedo por que empeso a temblar-
-no-dice el enano mientras el chico se la acercaba hasta que de un salto apareció la chica para quitarle  la daga al chico de en un segundo.
-atrás-dice la chica.
-pequeño destino-dijo el chico.
-chica emo-dije mirándola seriamente.
-estas muy lejos de casa, jay-dice pequeño destiny.
-el clan del destino te pateara…-dice el enano.
-recuerda tu lugar-dice littel destiny para darle una cachetada lo que me hizo sentir mal un poco y me di cuenta que el chico es solo un niño pero me quede en silencio.
-voy a crecer mucho y te hare pedazos PD- dice el enano.
-¿ que hago con….-no termina por terminar tosiendo y el tal jay se para-quieto!-dice mientras seguía tosiendo-no vuelvas aquí ¿entendiste?- espera, esta la chica sonrojada? Que yo sepa nadie toce y se sonroja, pero el chico tiene una expresión diferente una de preocupación- ¡ vete!
-despierta-dice el enano mientras salimos corriendo los chicos y yo-me comeré al gato!-
-¡jamas niño rata!-dije con molestia corriendo.
-quién eres?- dice fionna.
-aquí no-dice el tal jay mientras huíamos con el hasta que llegamos a unas alcantarillas la cual termino siendo un atajo para salir de la ciudad mientras nos presentábamos hasta salir de la acantarilla.
-igual de MAD MAX, fionna-dije con orgullo guardando mi daga en el bolso.
-cuando te oí hablar de la corona, me di cuenta que eran nuevos. A los lugareños no les gusta hablar de la magia-dice jay.
-a ti si?- pregunta simon
-es difícil no hacerlo-responde jay secamente- mi papa encontró la corona-dice secamente.
-que? Jay, tengo que conocer a tu papa-dice simon para agregarle el hombro a jay.
-¿adónde crees que vamos?-dice jay sonriendo.
-oíste eso, fionna?-dice simón sonriendo- debe ser la versión de este mundo de mi-
-vayan con cuidado-dice jay mientras caminábamos con redes de púas alrededor.
-oye jay-dije acercándome a el -te agradezco lo que hiciste fuer muy cool y heroico a cierto punto-dije sonriéndole amablemente.
-esta bien, igual también supe que no eran malas personas y gato-dijo mirándome con una sonrisa a la cual se la devolví.
-por cierto, alla también actuaste cool -dice.
-eh, gracias pero no lo creo-dije encogiéndome de hombros mientras acariciaba la cabeza de cake-no hice la gran cosa a diferencia de ti, prácticamente hiciste todo tu-
-hmm no lo creo-dice sonriéndome-tienes gran potencial-
-gracias chico-dije
 Mientras caminábamos en silencio después de un rato empecé a tararear una canción tranquilamente mientras pasábamos por el bosque haste llegar a una cabaña con un granjero alado con muchas reparaciones lo que me gusta teniendo un toque interesante a la casa, pero también sentía esa cabaña muy familiar pero no me acordaba de que lo cual me intereso mucho más la casa mientras más nos acercábamos a esta pero igualmente mi emoción me hacía caminar más lento que los demás con las manos un poco temblorosas y con los sentidos a todo poder para pensar que sucedería después y me ponía más alerta cuando escuche unos sonidos de unos hachazos, su padre estará cortando leña? No lo se pero sentía que debía estar en alerta pero también sentía una tranquilidad tan abrumadora que daba miedo mientras intentaba que mis manos no temblaran tanto y que los demás no se dieran cuenta pero eso fue en vano.
-oye _____, estas bien?-me pregunta fionna-te veo nerviosa-
-eh si estoy bien fionna-dije-
-enserio nena?, tus manos tiemblan mucho-pregunta cake mirándonos de reojo.
-si enserio, solo me siento nerviosa y no se por qué-dije para sentir como ponía su mano en mi hombro a lo que sonreí pero también sentía las miradas de preocupación de simon y una mirada de curiosidad pero parece no querer preguntar hasta que nos acercamos a la cabaña y jay caminaba hacia el la separación que estaba ente la cabaña y el granero.
-papa-dice jay con una sonrisa delante de nosotros.
mientras nos acercábamos hasta que el dejo de caminar y ver quién y saludar a sería su padre, solo podríamos verle la espalda grande y musculosa y notar que tenía un brazo prostético, pero sentía mas la abrumadora tranquilidad por alguna razón que hizo que mis manos dejaran de temblar un poco mientras jalaba un poco de la chaqueta de simon, pero el no reclamo mientras me lanzo una mirada y una pequeña sonrisa. Para cuando fui a mirar al padre de jay y verlo como se secaba el sudor por cortar leña y voltearse sentí como si el destino se riera de mi, es el hombre mas guapo que conocí y con solo mirarlo sentí que el tiempo se realentizo.
Y de pronto un dia de suerte se me hizo conocerte y te cruzaste en mi camino ahora dedico por siempre- ah no me acuerdo lo demás. Espérate es ese tipo de mi sueño ahora todo tiene sentido.
Pensé en mi cabeza mientras aun lo seguía mirando, pero pensé un momento que eso sería raro pero como los demás también lo miraban no seria raro pero siento como mi cara se  calienta un poco.
-vaya, el simon apocalíptico es rudo-
-no, ese es fin. Es tu apocalíptico-dice simon entusiasmado haciendo sorprender a fionna  pero sin darse cuenta que yo realmente me volví destrucción mental.
Me gusta una versión alterna de mi amiga, pero no me siento rara hace años me gustaba fionna pero ese fue un gusto del momento además que siempre bromeaba conmigo misma de que si no tenia algo con ella estaría bien terne algo con alguien parecido a ella solo para que ahora quiera darle una cachetada a mi yo de ese entonces.
-trajiste forasteros-dice en un tono de enojo.
-no te enojes-dice jay—se que no debo traer a nadie, pero estaban en problemas-dice sincerándose.
-son fionna, simon y _____ y esta es cake-dice presentándonos mientras cada una le saluda con una sonrisa pero yo con una mas nerviosa sintiendo mas su mirada en mi agarrándole la manga del brazo a simon con mas fuerza por instinto.
-hola, guapo-dice cake estirando su brazo para darle un apretón de manos mientras fin miraba a cake sin ninguna expresión guardando su hacha en su brazo prostético.
-gato mágico-dice asintiendo la cabeza como saludo y girar la cabeza poniéndose una gorra encima de la que ya tenia, dios! –no me gusta la magia, lo sabes-
-esta bien, papa. Peanut se la iba a comer-dice jay.-juro que lo haría-dice solo para recibir otro suspiro de su padre para acercarse y arrodillarse a su altura recostando su mano el en hombre del chico.
-no me guasta que te metas con el clan del destino-dice en un tono mas suave de una manera paternal-no es nuestro estilo-veo como el rostro de jay se contrae en cierta decepción, será por la chica creo que si.
-si, papa-termina aceptando con una expresión neutro pero en cierta manera mostrando su decepción y tristeza.
-matemático-dice para rescatar suavemente el gancho de su brazo protésico en el hombro de su hijo
Espera, ¿matemático? Je eso es gracioso. Finn se levanta para mirarnos, pero siendo que me mira más a mí que a los demás, pero solo decido ignorar eso y soltar el brazo de simon.
-pueden quedarse esta noche-dice tranquilamente, pero con su expresión neutral para guiarnos a la cabaña, pero noto a jay sin moverse a lo que me acerco a el y le toco el hombro con cuidado.
-oye jay, estas bien?-digo mirándolo.
-oh si estoy bien ______ gracias-dice sonriendo falsamente pero decido darle una sonrisa y dejarlo tranquilo y acercarme a los chicos.
-niños, pongan la mesa para tres mas-dice entrando a la cabaña a lo que fionna, simon y yo nos asomamos para ver a tres niños mas uno rubio parecido a jay pero mas pequeño con una banda en la cabeza jugando cartas con un niño moreno con pelo pelirrojo y ojos azules y una niña rubia acariciando a un perro amarillo, cuatro niños?! Y todos suyos. Eso me hace pensar muchas cosas.
-si, papa-dice el niño moreno para pararse y ordenar la mesa de ayuda de su otro hermano.
-tu también, Bonnie-le dice a la niña.
-pero rasco a jake-dice Bonnie.
-sin peros-
- está bien-dice parando y ayudar mientras veo a finn mezclar una sopa poniendo un chicle? no importa, y decidí con cuidado entrar mientras los demás aún estaban vacilando en la puerta y sentarme en el sofá que estaba cerca de la puerta de lo que creo que era el comedor por la mesa alado.
-no vacilen en la puerta. Siéntense-dice fin a lo que los demás empiezan a sentarse y cake sentarse alado mio cerca de fionna y simon en una silla alado de fionna los cuatro sonriendo amablemente.
-papa, hay un gato en la mesa-dice el niño moreno mirándonos, pero más a cake.
-también es un invitado-dice finn.solo para que los niños sigan haciendo la mesa para la cena.
-hola, gato-dice Bonnie.
-hola, linda-dice cake dándole una sonrisa.
-puede hablar-dice la Bonnie sonriendo-y tu pareces un búho!-dijo mirándome pero no pude responder por que no sabía como reaccionar.
-por eso los persiguió el gran destino-dice jay ayudando también con la mesa.
-vaya, ¿en serio? Eso es genial-dice el niño moreno asombrado.
-podre gatito-dice Bonnie-¿Qué hacemos si viene el clan del destino?-pregunta preocupada.
-los matare, si es necesario-dice fin cruelmente y noto a jay con una expresión no muy de acuerdo con ello.
-no veo la hora de tener edad para matar canallas-dice Bonnie con una sonrisa a lo sonrió por lo gracioso que se ve de una niña que se veía inocente.
-quien quiere sopa?-dice fin alzando la olla de con un brazo prostético para recibir la mano alzada de fionna, cake y yo con una sonrisa solo para escuchar mi estómago rugiendo fuertemente lo cual sorprende a todos y ver como los niños se ríen  incluidos fionna y cake mientras simon esboza una sonrisa y creí ver a finn con una leve sonrisa solo para volver a su expresión neutral.
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Gracias por leer 🦑✨
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xmissrogersx · 8 months
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Mi historia en Wattpad: https://www.wattpad.com/story/338459881?
Mi escritura es totalmente de mi autoría. Toda adaptación y/o copia esta prohibida.
espero que estén disfrutando mis historias bbys, me ayudan mucho si le dan 🩷, las quiero!
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“I Smell Snow” | Joel Miller
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-No creo que pueda hacerlo —exclamó Ellie por Ellie, según mi cuenta.
-Si no lo intentas, nunca lo sabrás —respondí, terminado de atar mi patin, para deslizarme en la pequeña laguna congelada. Voltee y estire mis manos hacia ella.
-No te voy a soltar, lo juro.
-Para ti es fácil decirlo, tú ya patinas —dijo aferrándose a mis manos al ver que casi resbala contra el suelo.
-Bien, ahora debes mantener el equilibrio y empezar a mover una pierna, y luego la otra. Tranquila, yo estoy detrás de ti todo el tiempo.
Suspiro y asintió con firmeza. Sonreí al ver su decisión de aprender, según ella, “algo del viejo mundo”. Empezó a moverse con lentitud, trastabillando un poco.
-Esto es cool —reímos al unísono. Ellie decidió tomar algo de velocidad, pero solo logró caer sobre un montículo de nieve.—Definitivamente, no hubiera sido patinadora.
Reí negando levemente al acercarme al grabador que Maria me había prestado, reproduciendo un cd que me recordaba a mi infancia en el viejo mundo.
-Todo requiere práctica, cariño. ¿Otra vez?
-Esta bien, pero si me dejas caer de nuevo, limpias mi habitación un mes —se levantó como si de un rayo se tratase.
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-¿Quieren venir a cenar esta noche? María va a hacer su carne especial —desenfundó la silla del caballo el menor Miller.
-Ellie va a salir con Dina, y quiero preparar algo para Paris…
-¿Así que te le vas a proponer? —sonrió Tommy por su hermano, quien se rascó la nuca nervioso.
-No sé cómo hacerlo, y si es corre…
-No empieces con la mierda moral, Joel. Se llevan años en medio. ¿Y que hay con eso? Ella te hace feliz, puedo verlo, en tus ojos de viejo malhumorado —exclamó señalando.
Joel calló, analizando lo que le había dicho. Sonrió levemente al recordar la cara de la joven que había irrumpido en su vida hacia 1 año. A veces no entendía como podía ser merecedor de alguien como París y Ellie. Tal vez la vida le estaba poniendo frente a una nueva oportunidad.
-Avísame lo de la cena —interrumpió sus pensamientos la voz de Tommy, quien se alejó a su morada. Joel suspiró y se encaminó a la casa que les habían otorgado.
Al llegar, comenzó a escuchar risas en la parte de atrás, por que se encaminó hacia allí. Sintió que el aire empezó a faltarle, pero por primera vez en mucho tiempo por una buena causa.
Ellie estaba sentada sobre un tronco y observaba a París patinar, la cual era imposible sacarle los ojos de encima.
-Es por eso que nunca te caes, tienes equilibrio perfecto —reprochó la adolescente, para luego la rubia girar la mirada y casi caer al ver a Joel.
-¿Soy una distracción, nena? —río arqueando las cejas, a lo que lo apunte con mi dedo índice. Sabía perfectamente la respuesta a esa pregunta.
-No empieces Miller, ahora por eso me voy a enojar —ambos espectadores rieron. Seguí la coreografía que conocía de memoria en mi mente desde hacía 26 años.
Contuve la respiración al realizar el doble salto.
-Wow, eso fue ¡de puta madre!
-Ellie.
-Lo siento, pero viste lo que hizo —movió su cuerpo “copiando” el movimiento.
-Por supuesto que lo vi, es mi chica a quien estoy viendo, no puedo sacarle los ojos de encima —mierda, mordía mi labio cada vez que me llamaba de esa manera.
-Hey, ¿porque no entramos a comer algo? —patine hasta el pequeño tronco.
-¡Voy a ir pedirle a Maria chocolate! —no tardo la castaña en salir corriendo inmediatamente, a lo que ambos reímos.
-¿Me daría una mano, mi fuerte hombre? —extendí el brazo para salir, para sentir como Joel me elevaba en sus brazos.
-¿Y si te doy las dos? —negué levemente mientras mordía mi labio inferior.
-Estás matándome, Miller —dije besando su mejilla y luego sus labios.-¡Espera!
Mire al cielo y aspiré profundamente, lo que hizo que Joel frunciera el ceño.
-Huelo nieve —asentí muy segura.
-¿Que? Preciosa, no se puede oler…
-¡Está nevando! —exclamó Ellie corriendo hacia nosotros al ver los copos blancos que caían. Los demás niños salían de la escuela al ver lo que ocurría.
Cruce mirada con Joel para ver sus ojos café clavados en mi. Inspiró profundamente ahuecando mi rostro en sus manos.
-Cásate conmigo, nena.
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