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#La Guerra de las Plumas
lubay-nue · 2 years
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La Guerra de las Plumas 16
Notas del cap:
Si, ya sé que no tiene nada que ver con el especial de día de muertos y Halloween pero ¿Qué quieren? De una vez hago una ultra mega publicación de esas que solía hacer cuando tenía vida para escribir y no responsabilidades ¬¬ como sea
¡A leer! ¬u¬ nueva ship hoy
16 - La Verdad que Oculta el Ave
Tenía calor, un extraño y agobiante calor que, aunque le resultaba incomodo en primera instancia, la verdad, es que lo prefería a lo que había sufrido en… ¿Cuánto tiempo llevaba sufriendo aquello? Desde que despertó luego de ser asesinado, solo sabe que estuvo encerrado en esas cuatro paredes, atado, negado a la comida o al agua mientras su cuerpo recibía el castigo por sus crímenes
Sus ojos se abrieron de golpe, realmente asustado de pensar que estaba aun en ese lugar, pero, en cuanto su mirada consigue enfocar a sus alrededores, lo que encuentra, no parece en nada a su prisión dentro del Vaticano. Asustado, se sienta de golpe, soltando un quejido de dolor total, su cuerpo, tan herido y lastimado, le hace entender que no está soñando, pero al mismo tiempo, le hace tener dudas al respecto
No estaba muerto, eso ya era algo que no necesitaba preguntar, pero también era confuso ver que tenía una camisa con el logo de lo que muy seguramente era un partido político y unos bermudas tan endiabladamente grandes que casi los confunde con unos pantalones (solo que muy amplios) confundido de la ropa y en especial, de una extraña cobija que tenía el dibujo de un tigre, le hace cuestionarse donde es que se encuentra
Era un ambiente caliente, sentía algo de calor pero, mientras trata de moverse, también descubre (junto al mismo dolor agonizante) vendas cubriendo absolutamente todo su cuerpo junto a algunos curitas por doquier. Pega un brinco y suelta un pequeño grito cuando una silueta salta hacia la cama dando un suave golpe a su rostro, le dolió, pero no por la fuerza, sino por lo lastimado que estaba. Asustado, descubre que se trata de un perro… no precisamente de un perro de raza, o al menos, no reconoce el tipo de perro, color crema con blanco, de pelo corto pero suave al tacto, con mirada dulce y calma que de un modo perezoso se deja caer en la cama como si fuera suya en realidad
—¿Dónde estoy? —pregunta asustado, cierra sus ojos pero, mas allá de las constantes torturas que había recibido, no puede recordar nada ¿Cómo fue que llego hasta donde esta? ¿Qué significa todo esto? Muchas dudas que no podía responder hasta que una puerta es abierta y de esta, el posible dueño de la casa aparece
—Ho, despertaste antes de lo que esperaba —responde el country. El countryhumans México. Entra despacio, con una bandeja llena de comida y un pequeño kit de primeros auxilios, avanzando hasta sentarse delante de la cama— Taco, abajo, esta es cama para invitados, orale cabron, abajo —ordena al perro que se estira primero y luego se baja por ordenes del latino— discúlpalo, suele ser bien lindo el taco y se queda siempre con las visitas
—¿Qué haces aquí? —asustado, es lo primero que puede preguntar o que cree, que ha conseguido preguntar al latino que ha detenido sus monólogos sobre el perro y ahora le mira fijamente, dejando la charola de comida en un buro de noche y tomando el kit de primeros auxilios
—¿Qué más? —Pregunta desinteresado— estas en mi casa y yo vengo a curar tus alas —ese comentario congela al country que, mirando hacia sus espaldas, descubre sus grandes alas negras como el infierno encogidas en su espalda. Asustado, trata de contraerlas pero no lo consigue, el dolor es mucho— wey, despacio, te harás mas daño así —regaña el latino, tomando con tanto cuidado puede una de las alas y, tomando una pequeña pomada, ponerla con cuidado sobre la herida, haciendo a Vaticano soltar un grito por el dolor que de pronto se vuelve una sensación refrescante que pronto, acaba por entumecer sus heridas
—Uy, si, lo siento —se queja— olvide decirte que arde como la mierda —parece disculparse, pero en realidad, continua untando la medicina— esta madre me la puso Rusia para anestesiar mis alas y curarlas más rápido. Duele un putero, pero sirve mucho
¿Rusia? Se pregunta Vati un momento, y, como a una maldita pesadilla, el recuerdo de cuando vio al latino, tirado en el suelo, herido de su tobillo sangrante, con resquicios de lo que alguna vez fueron alas intentando curarse entre manchones de sangre y hueso y luego, la lluvia de balas que habían acabado por delante y detrás suyo con su vida… mientras cae muerto, ve al latino temer por aquel que le ha salvado la vida… el mismo country que el por poco pudo alcázar a ver como Rusia…
—Veo que si te acuerdas —la voz de México, fría y sin alegría, sumado a la mirada afilada del mismo mientras termina de curar las alas de Vaticano es suficiente para el country, un sentimiento de pavor le carcome junto al sentimiento de saber que pronto sería castigado y torturado, le hizo ponerse mas pálido si es que fuera posible y temblar descontroladamente mientras con horror, miraba al latino—, veo que lo tuyo es tan malo como lo mío —susurra con un aire cansado el latino, colocando pequeñas gasas a las alas y después, pasando a revisar las heridas y vendas en el resto del cuerpo del country
—¿Me…—su voz, parece titubear, dificultada para poder expresar el miedo que su cuerpo y sus acciones ya demuestran— mataras? —la mirada de ambos colinda, México puede apreciar ese brillo de miedo en su mirada y simplemente acaba por soltar un suspiro cansado mientras continua revisando el resto de las heridas del country
—Si esas hubieran sido mis intenciones, no te habría rescatad de tu ciudad ¿Estás de acuerdo? —tras ello, un silencio pesado se crea entre ambos countrys. México ha terminado de cambiar las vendas del lastimado y, luego de limpiar algunas heridas, le hace entrega de la bandeja con comida que le entrega al country— come, necesitas fuerzas para curar tus heridas
—¿Para qué?—pregunta Vaticano, luego del prologando silencio que se había creado entre ambos. México lo observa, como su mirada yacía perdida en el suelo, con un mirar derrotado— prefiero morirme aquí que volver con ellos —su voz, tan desolada como parece, permite entrever el dolor mas allá del que ya ha pasado— ¿De qué servirá que regrese? Apenas me vean en pie, me volverán a someter con esa maldita música y me obligaran contra mi voluntad a volver a atacar a las aves que me hacen falta —México puede ver como una de las manos de Vaticano entierra sus uñas dentro de su otra mano herida, creando sangre— todo estarán a salvo si muero ahora —lagrimas caen de sus ojos fuertemente cerradas, sus uñas lastiman su piel pero una fuerza ajena a la suya separa su mano. Vaticano abre sus ojos con asombro al descubrir una calidez diferente al ambiente. Se trata de México, tomando su mano para alejarla y que no siguiera haciéndose daño. Ahora que ambos se miran, México simplemente toma aquella mano manchada de su propia sangre y la lleva hasta sus labios, besando los nudillos con cuidado
—Es verdad —susurra sin separar sus labios de los nudillos de un confundido y sonrojado Vaticano— ni siquiera yo puedo perdonarte por lo que has hecho, pero tampoco soy estúpido —continua, mirándolo fijamente, directo hacia sus ojos, llegando más profundo en su mirada, alcanzando su asustada y lastimada alma. México se pone en pie, dejando a un lado la bandeja con comida, sube una rodilla sobre la cama, se acerca peligrosamente a Vaticano quien, intimidado, se hace hacia atrás pero acaba por caer en la cama al no poder moverse, aun así, su rostro entero se torna carmesí luego de observar como lentamente, el mismo mexicano que se niega a crear distancia, se acerca mas y mas hasta que, acorralado contra la cama, Vaticano se encuentra directamente contra el rostro de México, chocando alientos en una pose sugerente de no ser por esa mirada pesada del tricolor y sus ojos bicolor— Ahora me perteneces Vaticano —es lo primero que brota de los labios del country luego del prologando silencio. Vaticano siente su corazón dando un vuelto violento y asustado, pero, aun cuando lo sabe, aun cuando siente miedo, mientras se siente visto por el latino… no tiene miedo, al menos, no le teme al latino y eso, en el fondo, es lo que le asusta y confunde— te he secuestrado, no solo de tu país, no solo de tu gente, sino del mundo —continua hablando— así que, mientras te mantenga en mis territorios, el mundo no podrá encontrarte —la mano del latino, que antes le sostenía de caer, acaba paseando sobre las mejillas del country en una caricia cuidadosa debido a la inflamación del mismo— ni tu gente, ni tu país, te harán daño mientras te mantengas a mi lado
Tartamudeos que intentan convertirse en preguntas, un sonrojo en sus mejillas y un latir alocado sin ritmo en su corazón ensordecen la confundida mente del Vaticano que, aun entre suaves caricias dadas por la mano de México, escucha con atención cada una de sus palabras, sus “amenazas” que, aunque son eso, amenazas, no las puede sentir así
—¿Qué… vas a —titubea, pero de a poco, consigue hablar— vas a hacerme?
—No te hare daño si es lo que temes —responde con calma— ni a ti ni a tu gente —continua, mientras acaricia aun su mejilla suavemente, curioso, Vaticano descubre que, entre mas acaricia su mejilla inflamada, el dolor que le molestaba, desaparece y luego, esa misma mano, pasa a acariciar su cabeza vendada— pero te guste o no, es verdad que en estos momentos no tienes muchas opciones —Vati pega un brinco tras sus palabras— te he secuestrado de tu país. Míralo como un rescate o un secuestro. Si vuelves ahora, no habrá cambiado nada —mientras Vaticano parpadea, descubre que el dolor de su cabeza lentamente desaparece— pero, si te quedas y nos ayudas, a las aves y a mí. Te doy mi palabra que tu gente no volverá a lastimarte como ha hecho hasta ahora
¿Ayudar? ¿A las aves? Un escalofrío recorre su cuerpo y le hace estremecer, sintiendo el calor de la mano del mexicano pasando de su cabeza que ya no duele, para ir ahora sobre su cuerpo, suaves y muy cuidadosas caricias apenas perceptibles sobre la ropa que, aunque aceleran su corazón y hacen a sus mejillas calentarse con violencia, también le permiten sentir alivio al dolor que le niega a moverse
—¿Ayu…dar? —pregunta, no comprendiendo las palabras— fui yo en principio quien los lastimo —susurra, descubriendo la mano del latino, acariciando descaradamente sobre las ropas, en su vientre y pasando sobre sus piernas, entregando alivio a su dolor después de sus caricias suaves
—Te estoy dando la oportunidad de cambiar tu propio destino —de pronto, Vaticano siente que México esta demasiado cerca de sus labios, puede sentir como sus alientos rosan y un leve cosquilleo le inquieta tras sentir el rose leve, apenas perceptible de los labios ajenos— ayúdanos, a las aves en esta guerra y me hare cargo de que tu gente no te haga daño, ni ahora, ni nunca mas
—No puedes —susurro, intentando alejarse del latino, apoyando sus manos sobre los hombros del latino y tratando de dar un leve empuje sobre este, sin conseguir moverlo de su lugar— soy un ave corrupta por culpa de mi gente, por culpa de mi propia historia… no puedo ayudar, no puedo salvar a nadie —solloza, con sus ojos cerrados, intentando inútilmente escapar de las garras del latino que continua acariciando el cuerpo ajeno
—Puedes hacerlo —tan tajante como había sonado, también era confuso. Obliga a la llorosa mirada de Vaticano a concentrarse en el tricolor que le observa— puedes conseguirlo si se te es guiado correctamente. Yo puedo guiarte
—No es diferente lo que haces aquí a lo que ellos querían hacer —suspira entre lagrimas, perdiendo la fuerza para defenderse
—Error —responde— yo quiero proteger a las aves, de gente como Rusia, de España, incluso de la gente de tu país —afirma— aun si no fuera la Ciudad del Vaticano quien quiera nuestras alas, no tardara mucho tiempo en que hayan otros que nos busquen. Nadie está a salvo
—¿Y qué esperas que yo haga? —pregunta— mírame, no puedo ni estar de pie
—¿Según quien? —insiste el latino, tomando la muñeca antes herida de Vaticano y jalando con el suavemente, haciéndolo volver a sentarse sobre la cama. Sorprendido, Vaticano descubre que el dolor de su cuerpo ha diezmado considerablemente, no le duele, no sufre, puede soportarlo y de hecho, puede notar varias de sus heridas ya casi curadas. Sus ojos se abren con sorpresa mientras descubre a México viéndolo fijamente— espero que hagas lo correcto y me ayudes a mantener a salvo a todas las aves, incluyéndote a ti
Ambos se miran fijamente, Vaticano mueve suavemente su cuerpo, descubriendo la menor cantidad de heridas a como estaba hace un momento. Aquellos lugares donde el tricolor había acariciado, ahora yacen menos adoloridos ¿Qué clase de magia había sido aquella?
—¿Cómo?
—Si mis deducciones son correctas, puedes predecir hasta cierto punto el futuro —los ojos de Vaticano se abren y un escalofrío le carcome— estamos en guerra las aves contra el mundo y tu habilidad seria crucial para el futuro —ante la mirada sorprendida de Vaticano, las alas de México aparecen tras su espalda, imponentes y grandes (aunque denotan un grupo de coloridas plumas ajenas al color del resto de las alas del latino) y, como si no fuera suficiente el asombro, también observa como el mexicano se quita una pluma que entrega al contrario en sus manos— he aquí, mi propio voto de fe Vaticano —responde, volviendo a colocar la bandeja de comida sobre las piernas del country y alejándose de la cama
—Piensa en lo que te he dicho mientras reposas. Volveré en un rato por la bandeja y espero que te hayas comido todo— antes de salir, México gira a verlo y le sonríe con calma, un gesto sereno y maduro que Vaticano jamás habría creído poder ver en el country— independientemente de tu decisión, puedes quedarte aquí el tiempo que haga falta, eres bienvenido en estas tierras
Fue todo lo que dijo, saliendo de la habitación junto al perro que antes le había hecho compañía al country… ¿Qué había sido todo eso? Incluso sus acciones
Una suave sonrisa nerviosa broto en el country ¿Qué tenía que pensar? Sabía que se lo debía a las aves pero, mas allá de ello, por algún motivo, sentía que, quería ayudar a esta causa en realidad…
Si México pensaba que podía ser de ayuda para la causa, el ayudaría también.
Notas finales:
Me lleva la puta de la chingada!!! Estaba tan inspirada escribiendo casi casi el lemon de México con Vaticano y pum… me putas hablan y me han cortado la inspiración… lo siento si después de que Mex acuesta a Vati todo se ve de la mierda… pero no pude conseguir de vuelta mi inspiración y ahora solo quiero ver correr puta sangre por haberme interrumpido 7.7
Err… originalmente, esto debía de ser una discusión entre Vaticano y México… Vaticano debía de acabar al final derrotado y acorralado por México, casi casi, sin opciones para tomar, obligado a ayudar a la causa de las aves luego de ser utilizado pero… entre que Mex se ayudo de la habilidad de Nazi para controlar a la gente con sus palabras y como que el hijo de la chingada sigue seduciendo… termino convenciéndolo sin que se diera cuenta… (o al menso es lo que quiero imaginar que conseguí) aunque, no negare que me dio cierto aire bien cabron a pinche Rusia amenazando a México… lo sentí, casi casi igual, pero no, tenía sus diferencias…según yo… DX ojala y si, en fin
Obviando de las perras ganas de que México se cogiera ahí mismo a Vaticano, no siento que hayan datos extra que deba de explicar, digo, todo se ha explicado dentro de este capítulo… a según yo, como sea, hasta aquí llega este capítulo, lo demás, luego lo pongo porque aun no lo escribo XD
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Filete - Rhaenyra Targaryen x reader
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A rainha negra se encontrava de pé no meio da sala do conselho negro, havia há pouco dispensado todos, precisava alinhar seus pensamentos e necessidades frente a usurpação de seu trono, de sua herança. Rodava incessantemente seus anéis nos dedos, mas evitava olhar para eles, havia muito o que considerar.
Ressentia-se do velho rei por não te-la instruído na arte da guerra, não sabia em quem confiar ou recorrer, a ameaça vinha de todos os lados, provavelmente de sua própria morada também. Seria Daemon tão confiável assim? Sabia que não o agradava o posto de consorte, ou ter que reconhece-la como sua superior. Mas pensar nele agravava sua aflição pois era impossível cobiçar lealdade e não pensar naquela que havia jurado lhe proteger, mesmo que no começo Rhaenyra não acreditasse que alguém tão delicado aos seus olhos seria capaz de empunhar uma espada em seu nome, mas supreendentemente ela havia se provado errada. A dama selvagem de espadas, de pele parda, longos cabelos cacheados, olhos gentis e fala desconcertante. Sua protetora jurada.
Pensava em sua declaração frente ao conselho
“à minha rainha juro lealdade, pois ela não possui apenas minha honra e espada, mas toda a minha existência se assim desejar, me aponte o caminho e irei”
Nem o mais honrado dos homens construiria uma frase assim, tampouco esse comportamento era novo. Virando-se para a parede direita e encarando a chama de castiçal se lembrou de quando a havia perguntado se o fardo de seu trabalho não era deveras pesado, sua resposta simples e melódica “faço por amor a minha rainha”, não respeito, não temor ou obediência, mas amor. Pensar tais coisas fazia uma culpa crescer em seu peito, havia uma guerra lá fora em seu nome, logo logo as baixas iriam começar, não era hora de se perguntar a extensão dessa devoção.....mas então..........então havia o seu companheirismo para com ela. Sua delicadeza ao repreende-la longe dos olhos, o modo como tratava seus meninos e como possuía um tom único de voz para acalma-la quando a tormenta chegava.
Lembrava de suas secretas aulas de luta, a seu pedido, uma surpresa para quem ousasse chegar perto demais da rainha dragão. Se arrepiava da mesma forma que se arrepiou quando as mãos dela se colocaram sobre as suas para demostrar a firmeza com a qual se empunha um espada e suas bochechas coraram ao lembrar de sua voz melindrosa ao pedir para ser atacada, sua cavaleira não apenas se desviava, mas dançava com a leveza de uma pluma tornando cada vez mais difícil se concentrar, e ela sabia, claro que sabia....
Por isso quando a lamina rasgou uma de suas mangas e tirou um filete de sangue não havia raiva ou preocupação em seu rosto, contrastando com a situação.
A rainha largou a espada no chão  e agarrou o braço ferido, não era grande coisa, porém os olhos de Rhaenyra pareciam turvos e tristes.
“Minha rainha” disse segurando suas mãos vacilantes “isso não é nada” sorria espirando tranquilidade para o rosto platinado um pouco acima do seu.
“como nada, lhe tirei sangue” havia irritação no tom
“eu poderia lhe mostrar diversas cicatrizes que tenho espalhadas por todo o meu corpo, marcas de luta, de guerra e honra, duvido que esse arranhão vá deixar marca, embora admita de seria uma bela medalha” enquanto falava posicionou as mãos em cada lado do rosto da rainha e a olhava com ternura e algo mais que isso.
Confusa com a intimidade do toque arriscou perguntar o por quê.
“quando um dia eu vier a perecer em batalha, seja contra a carne ou contra a roda vida, parto com algo de minha rainha comigo”
Por um segundo os olhos da rainha percorreram o rosto da moça, os olhos dela miravam seus olhos mas vez ou outra se demoravam em seus lábios. Não havia se enganado, em um impulso de valentia beijou sua professora, que retribuiu sem demora com ardor faminto.
Tocando os próprios lábios Rhaenyra é desperta de seus devaneios por uma de suas criadas que avisava, como fora instruído, que o jantar estava servido.
Como era penoso estar entre o dever e o desejo.
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lemecdlucas · 2 months
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▐ ⦙ ❛ *   ♡ ·゚ Ꮺ ࣪˖ ᥫ᭡ 🦢ˎˊ˗ Crowley/@lemecdeliott❜ ♥
          🌾 ❛❛👹🤵🏻‍♂️🗡️🕶️Ghoul le había buscando para decirle que Asmodeus requería su presencia, ¡nah! llevaba años separado de los asuntos del infierno y de los demonios, tanto porque ya no le interesaba como porque le recordaba a Aziraphale; traicionero soñador. Pensaba para sus adentros cada que le venía a la imagen su bobo rostro. Aunque si debía reconocer que estaban pasando cosas extrañas en el mundo, eventos que no deberían estar ocurriendo ¿había escuchado bien? ¿el señor del bigote era un aclamado pintor austriaco en lugar de hacer la guerra? Había investigado y en los libros de historia aún existía ese momento histórico ¿entonces por qué? Y luego estaba John F. Kennedy y su fallido atentado hace 3 días ¿como? Todo estaba extraño. —No es mi problema—Se repitió haciendo un ademán para retirarse de ese lugar al que había ido solo para confirmar lo que había escuchado y sí efectivamente era idéntico al hombrecillo austriaco maniaco de 1939. Vaya a saber que era lo que tramaba ahora "el creador". Se giró y ahogó un grito cuando reconoció la figura frente a él. —Bonitas plumas, deben ser calidad premium, con permiso—Lo miró con desdén y paso de su lado. No quería intercambiar palabras con él, es más no quería saber de él y su utópica vida feliz en lo celestial.
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Desde que escuché el llamado de las letras como quien llama a la guerra mi pluma quiso hacer una trinchera y desde ella disparar al corazón, quiso hacer estallar mentes poderosas y forzar a la razón, quiso hacerme menos de todos y obligarme a pelear esta batalla para descubrir realmente quien soy.
Efimera Lunar Intemporal
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Lo llamaron Cassius Clay: se llama Muhammad Alí, por nombre elegido. Lo hicieron cristiano: se hace musulmán, por elegida fe. Lo obligaron a defenderse: pega como nadie, feroz y veloz, tanque liviano, demoledora pluma, indestructible dueño de la corona mundial. Le dijeron que un buen boxeador deja la bronca en el ring: él dice que el verdadero ring es el otro, donde un negro triunfante pelea por los negros vencidos, por los que comen sobras en la cocina. Le aconsejaron discreción: desde entonces grita. Le intervinieron el teléfono: desde entonces grita también por teléfono. Le pusieron uniforme para enviarlo a la guerra de Vietnam: se saca el uniforme y grita que no va, porque no tiene nada contra los vietnamitas, que nada malo le han hecho a él ni a ningún otro negro norteamericano. Le quitaron el título mundial, le prohibieron boxear, lo condenaron a cárcel y multa: gritando agradece estos elogios a su dignidad humana.
Memoria del Fuego III: El Siglo del Viento
Alí por Eduardo Galeano
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jartita-me-teneis · 4 months
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Los guerreros águila, o "Cuauhtin" en náhuatl, eran guerreros élite en la antigua cultura mexica (azteca). Eran miembros de un grupo militar selecto y altamente entrenado que se distinguían por su valentía, destreza en el combate cuerpo a cuerpo y su papel en la captura de prisioneros para el sacrificio ritual.
Estos guerreros vestían trajes especiales que incluían tocados de plumas de águila real, simbolizando el poder y la conexión con lo divino. Eran considerados una de las fuerzas militares más temidas en Mesoamérica debido a su ferocidad en combate y su importancia en la expansión y dominio del imperio azteca.
Los guerreros águila eran altamente respetados en la sociedad azteca y tenían un estatus social elevado, ya que su valentía y habilidades les otorgaban prestigio y reconocimiento. Su participación en batallas y ceremonias rituales les proporcionaba un estatus especial dentro de la estructura militar y religiosa de la civilización azteca.
Los Guerreros Águila eran una casta de élite dentro de la sociedad azteca, y su entrenamiento y rol en la sociedad tenían aspectos tanto militares como religiosos. Eran guerreros altamente respetados y se consideraban una de las unidades militares más formidables de Mesoamérica.
El símbolo del águila tenía una gran importancia en la cosmovisión azteca, ya que el águila devorando una serpiente sobre un nopal es el emblema que se muestra en la actual bandera de México, y que según la leyenda, indicaba a los aztecas el lugar donde debían fundar la gran Tenochtitlán, la ciudad sobre el lago que luego se convertiría en la Ciudad de México. Los guerreros águila, al portar tocados de plumas de águila real, estaban conectados simbólicamente con esta poderosa deidad y su simbolismo de la fundación de la gran ciudad.
Aparte de su papel militar, los Guerreros Águila también tenían una función ceremonial en la sociedad azteca, ya que eran responsables de capturar prisioneros para ser sacrificados en honor a los dioses. Este aspecto religioso de su rol reflejaba la profunda interconexión entre la guerra, la religión y la cosmovisión azteca.
En resumen, los Guerreros Águila eran una fuerza militar de élite que también desempeñaba un importante papel religioso y simbólico en la sociedad azteca, y su legado perdura como un símbolo del poder y la complejidad de la civilización mesoamericana.
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de-letras-somos · 6 months
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Me mira con dulzura, esa que embelece mis fisuras.
Me exorciza los miedos y quiero quedarme.
Fotografiar esa mirada inefable, atesorarla en los días grises y adorarla en verano.
Me mira como si fuera la obra más valiosa de este museo que es mi cuerpo lleno de guerras.
Y me despoja del tiempo, solo existimos aquí y ahora.
Sus palabras son como plumas suaves que recorren un camino que se ilumina de a poco hasta llegar al corazón.
No sé cómo explicar la belleza de esa mirada que se mezcla con un café dulce.
Una mirada que logra borrar la existencia de mis por qué o de mis dudas.
Le creo cuando me dice que soy hermosa o que me ama.
Le creo sin arrepentimientos ni un ápice de desconfianza.
Porque su mirada traspasa el lenguaje de las palabras.
Esa mirada dice todo sin siquiera agregarle sonido.
Me mira, lo miro.
Desenfoca fantasmas, anestesia el frenesí del mundo.
Me mira y me ama.
Se detuvo a observar a esta obra inacabada.
Emilia R.B
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94marbel · 10 days
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Soñé que llovía y las gotas tenían forma de letras, y, pausadas, ellas caían sobre ríos de renglones, acomodándose ordenadamente para armarse a un frente de batalla. Las palabras fueron hechas y derechas.
Un tramo de sorpresas que me picó la esquina de mi mano diestra.
Hoy no tengo recuerdos, y en mi conciencia grité: «¡debo fabricar uno!», entonces me lancé a hacerlo.
Y aquí estoy toda ojerosa tratando de acomodar el cuadro en mi mente, de ese rompecabezas deslizable que se arma tan fácil y crea una herencia de paisajes admirable.
Mis ojos se cierran, traslúcido párpado, miro, el sol en mi cara, veo todo rojo. La sangre de mis venas veo correr. «Con la sangre en el ojo», pensé. Así dicen los más ambiciosos y feroces cazadores.
Me lancé al ataque, mi imaginación comenzaba emprender el viaje...
Mis manos temblaron al oír en mi mente el pequeño sonido de tu voz, e intente ir hacia allí. Yo ya no era cazadora, era presa de ti, de tus grandes fauces, de tu poderosa garra, de tu burda piel.
Con una espada peleé, cualquier espada no era, pues era mi pluma, la que me incita a crear, y allí me encontré conmigo, aguerrida luchadora de las hojas, guerrera de las noches, enigma de los penitentes dormilones poco imaginativos, la que escribe y apasiona al trazar.
Pelear contigo no fue fácil, pues quién no le teme al fracaso. Y aunque herida salgo de la batalla, me dejo llevar al menos algo, un tesoro de guerra, el más sublime sin dudas... un diente, el de la bestia, que en sueños me quiso robar la inspiración.
Abrí mis ojos nuevamente, sabía lo que dirían mis renglones. Felices ellos de encontrarme, ojerosa, terca, inspirada... gatillando tinta, desenvainando mi espada, trazando el corte final a la bestia en esta historia de aventuras que hoy vuelvo a pintar en mis hijas inspiradas.
~Bethlehem y;
~ WalterL
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esuemmanuel · 2 years
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Me rendí ante la soledad cuando el corazón se me llenó de ira. No podía llorar, ni gritar, ni maldecir, porque nadie me entendería. Las veces que lo hice, salí sojuzgado, criticado y regañado. No era viable escupir las emociones ante los seres amados, tenía que buscar una forma menos dolorosa que me ayudara a vaciar lo que aquejaba a mi corazón sin herir las creencias y los sentimientos de mis cercanos. Fue así que decidí esconderme en mi habitación con una libreta y una pluma en mano. Me sumergí en las líneas azules que resplandecían ante mis ojos amargados de furia y parí mi realidad en ellas sin tenerme piedad. Me dolía escupir el fuego que me quemaba las entrañas por las manos y los ojos, pero dejarlo dentro de mí no era una opción. Me estaba haciendo daño callar. Me mataba llorar mientras me mordía los labios con fuerza al ser testigo de tanta inhumanidad. Si bien miraba que los seres humanos podían ser solidarios y amorosos, también era testigo de su horrenda vanidad. Me movía en un mundo en el que el bueno era masacrado por el inhumano, mientras éste era aplaudido y la víctima ignorada. Vi a muchas víctimas morir entre las manos de los malvados y, también, por sus propias manos. Estos eran los que más tristeza me daban, porque, sin pensarlo, les entregaban el triunfo a sus victimarios. ¿Cómo no sentir ira en mi corazón? ¿Cómo ignorar tanta malevolencia? Tenía frente a mis ojos la balanza de la justicia, y ésta tendía a la ignorancia, a la inmundicia, a la impudencia. ¿Y qué pasaba con el bueno, con el que no se metía con nadie, con el que vivía su vida dándose al mundo con la gracia del cielo entre las manos? A ése se le mataba por ser inocente, por no defenderse, por no caer en provocaciones, por preferir la paz a la guerra, por entregarse ciegamente a la fe y no a la condena, por creer en el amor y no en la putrefacta maldad lisonjera. ¿Cómo no iba a tomar la hoja para escupir el veneno que me embebía al mirar al mundo caminar hacia el abismo de su propia aniquilación? ¿Cómo iba a callar tanta desesperación? Necesitaba decirlo, me urgía dejarlo salir de este corazón que no late si no mira al amor subsistir, porque, al final de todo, soy un amante de la bondad que ruega por que el cielo caiga sobre las ruines cabezas de los que no saben lo que es vivir.
— Esu Emmanuel©, I surrendered to loneliness as my heart filled with anger. I could not cry, nor scream, nor curse, because no one would understand me. The times I did, I came out subjugated, criticized and scolded. It was not feasible to spit out my emotions in front of my loved ones, I had to find a less painful way that would help me to empty what ailed my heart without hurting the beliefs and feelings of those close to me. So I decided to hide in my room with a notebook and a pen in hand. I immersed myself in the blue lines that glowed before my bitter eyes of fury and I gave birth to my reality in them without pity. It pained me to spit the fire that burned my insides through my hands and eyes, but leaving it inside me was not an option. It was hurting me to be silent. It was killing me to cry as I bit my lips hard as I witnessed such inhumanity. While I saw that human beings could be caring and loving, I was also witnessing their horrendous vanity. I moved in a world where the good was slaughtered by the inhuman, while the inhuman was applauded and the victim ignored. I saw many victims die at the hands of the wicked and also by their own hands. These were the ones that saddened me the most, because, without thinking about it, they gave the triumph to their victimizers. How could I not feel anger in my heart? How could I ignore so much malevolence? I had before my eyes the scales of justice, and it tended towards ignorance, filthiness, impudence. And what happened to the good, to the one who did not mess with anyone, to the one who lived his life giving himself to the world with the grace of heaven between his hands? He was killed for being innocent, for not defending himself, for not falling into provocations, for preferring peace to war, for surrendering blindly to faith and not to condemnation, for believing in love and not in rotten flattering evil. How could I not take the blade to spit out the poison that filled me as I watched the world walk towards the abyss of its own annihilation? How could I silence so much despair? I needed to say it, I needed to let it out of this heart that does not beat if it does not see love subsist, because, after all, I am a lover of goodness who prays for the sky to fall on the ruinous heads of those who do not know what it is to live.
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violenceislying · 29 days
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La mentira sería su final
Triste y amarga ilusión
Eterno resplandor
Que ilumina los escombros
Reliquias de un corazón
Endurecido a fuego
Dulce melancolía de aquel engendro
Maldito poeta que escarba entre recuerdos
En busca de los retazos
De la felicidad que alguna vez sintió
Escribió por ahí
El enigma que lo enloqueció
Envuelto de aire y fuego
Sin aliento cogió vuelo
En el cielo no habría sufrimiento
Cómo un pez nado en el infierno
El final de la mentira
Sería un pájaro con dirección al horizonte
Que fue dejando plumas
Camino hacia la verdad
Quien es realmente el pez
Que meditó entre el caos
Y engendro las tinieblas
En tiempos de guerra
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nahua-tlahtolli · 1 month
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EL TLALPANHUÉHUETL DE MALINALCO, ESTADO DE MÉXICO
Hasta ahora, mediante las fuentes y piezas arqueológicas se sabe que existieron dos tipos de tambor vertical, el tlalpanhuéhuetl, “tambor que está sobre el suelo”, y el huéhuetl o tambor pequeño. Los ejecutantes del tlapanhuéhuetl lo hacían sonar golpeando con las manos la piel colocada en uno de sus extremos. Uno de los más famosos ejemplares de tlalpanhuéhuetl es el que, de acuerdo con el arqueólogo José García Payón y el investigador Xavier Noguez, fue utilizado hasta principios del siglo XX por los habitantes del barrio de Santa Mónica, Malinalco. Por órdenes de José Vicente Villada (gobernador del estado de México entre 1889-1895 y 1897-1904) fue trasladado al Museo de Arqueología, en Toluca, estado de México, fundado por él en la década de 1890. El tlalpanhuéhuetl está tallado espléndidamente y tiene una rica iconografía que está vinculada con la época imperial de los mexicas.
Guerreros águila. Hay dos representaciones de ellos: una a un lado del glifo nahui ollin (a) y otra en uno de los soportes (a), que tienen forma de almena. Entre las plumas de las alas y la cola está un técpatl, cuchillo de pedernal (b), y de sus ojos sale un glifo de atl, agua, como si fuera llanto (c). En una de las manos llevan una pámitl, bandera que representa el sacrificio (d), y en la cabeza un aztaxelli (e), adorno de plumas que era divisa de los guerreros mexicas; al frente del pico y las garras está la representación de atl-tlachinolli, metáfora que significa guerra (f).
Guerreros jaguar. De éstos se ven tres imágenes: una al lado del glifo nahui ollin y otras dos en los soportes (a). Debajo de los ojos está el glifo atl (b) y llevan una pámitl (c), un aztaxelli (d) y el glifo atl-tlachinolli (e) frente al hocico y en las garras.
Fotos: Marco Antonio Pacheco / Raíces
“El tlalpanhuéhuetl de Malinalco, estado de México”, del autor Daniel Díaz está publicado íntegramente en la edición regular número 95, titulada Los Volcanes de México.
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- Arqueología Mexicana.
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lubay-nue · 2 years
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La Guerra de las Plumas 16
Notas del cap:
Si, ya sé que no tiene nada que ver con el especial de día de muertos y Halloween pero ¿Qué quieren? De una vez hago una ultra mega publicación de esas que solía hacer cuando tenía vida para escribir y no responsabilidades ¬¬ como sea
¡A leer! ¬u¬ nueva ship hoy
16 - La Verdad que Oculta el Ave
Tenía calor, un extraño y agobiante calor que, aunque le resultaba incomodo en primera instancia, la verdad, es que lo prefería a lo que había sufrido en… ¿Cuánto tiempo llevaba sufriendo aquello? Desde que despertó luego de ser asesinado, solo sabe que estuvo encerrado en esas cuatro paredes, atado, negado a la comida o al agua mientras su cuerpo recibía el castigo por sus crímenes
Sus ojos se abrieron de golpe, realmente asustado de pensar que estaba aun en ese lugar, pero, en cuanto su mirada consigue enfocar a sus alrededores, lo que encuentra, no parece en nada a su prisión dentro del Vaticano. Asustado, se sienta de golpe, soltando un quejido de dolor total, su cuerpo, tan herido y lastimado, le hace entender que no está soñando, pero al mismo tiempo, le hace tener dudas al respecto
No estaba muerto, eso ya era algo que no necesitaba preguntar, pero también era confuso ver que tenía una camisa con el logo de lo que muy seguramente era un partido político y unos bermudas tan endiabladamente grandes que casi los confunde con unos pantalones (solo que muy amplios) confundido de la ropa y en especial, de una extraña cobija que tenía el dibujo de un tigre, le hace cuestionarse donde es que se encuentra
Era un ambiente caliente, sentía algo de calor pero, mientras trata de moverse, también descubre (junto al mismo dolor agonizante) vendas cubriendo absolutamente todo su cuerpo junto a algunos curitas por doquier. Pega un brinco y suelta un pequeño grito cuando una silueta salta hacia la cama dando un suave golpe a su rostro, le dolió, pero no por la fuerza, sino por lo lastimado que estaba. Asustado, descubre que se trata de un perro… no precisamente de un perro de raza, o al menos, no reconoce el tipo de perro, color crema con blanco, de pelo corto pero suave al tacto, con mirada dulce y calma que de un modo perezoso se deja caer en la cama como si fuera suya en realidad
—¿Dónde estoy? —pregunta asustado, cierra sus ojos pero, mas allá de las constantes torturas que había recibido, no puede recordar nada ¿Cómo fue que llego hasta donde esta? ¿Qué significa todo esto? Muchas dudas que no podía responder hasta que una puerta es abierta y de esta, el posible dueño de la casa aparece
—Ho, despertaste antes de lo que esperaba —responde el country. El countryhumans México. Entra despacio, con una bandeja llena de comida y un pequeño kit de primeros auxilios, avanzando hasta sentarse delante de la cama— Taco, abajo, esta es cama para invitados, orale cabron, abajo —ordena al perro que se estira primero y luego se baja por ordenes del latino— discúlpalo, suele ser bien lindo el taco y se queda siempre con las visitas
—¿Qué haces aquí? —asustado, es lo primero que puede preguntar o que cree, que ha conseguido preguntar al latino que ha detenido sus monólogos sobre el perro y ahora le mira fijamente, dejando la charola de comida en un buro de noche y tomando el kit de primeros auxilios
—¿Qué más? —Pregunta desinteresado— estas en mi casa y yo vengo a curar tus alas —ese comentario congela al country que, mirando hacia sus espaldas, descubre sus grandes alas negras como el infierno encogidas en su espalda. Asustado, trata de contraerlas pero no lo consigue, el dolor es mucho— wey, despacio, te harás mas daño así —regaña el latino, tomando con tanto cuidado puede una de las alas y, tomando una pequeña pomada, ponerla con cuidado sobre la herida, haciendo a Vaticano soltar un grito por el dolor que de pronto se vuelve una sensación refrescante que pronto, acaba por entumecer sus heridas
—Uy, si, lo siento —se queja— olvide decirte que arde como la mierda —parece disculparse, pero en realidad, continua untando la medicina— esta madre me la puso Rusia para anestesiar mis alas y curarlas más rápido. Duele un putero, pero sirve mucho
¿Rusia? Se pregunta Vati un momento, y, como a una maldita pesadilla, el recuerdo de cuando vio al latino, tirado en el suelo, herido de su tobillo sangrante, con resquicios de lo que alguna vez fueron alas intentando curarse entre manchones de sangre y hueso y luego, la lluvia de balas que habían acabado por delante y detrás suyo con su vida… mientras cae muerto, ve al latino temer por aquel que le ha salvado la vida… el mismo country que el por poco pudo alcázar a ver como Rusia…
—Veo que si te acuerdas —la voz de México, fría y sin alegría, sumado a la mirada afilada del mismo mientras termina de curar las alas de Vaticano es suficiente para el country, un sentimiento de pavor le carcome junto al sentimiento de saber que pronto sería castigado y torturado, le hizo ponerse mas pálido si es que fuera posible y temblar descontroladamente mientras con horror, miraba al latino—, veo que lo tuyo es tan malo como lo mío —susurra con un aire cansado el latino, colocando pequeñas gasas a las alas y después, pasando a revisar las heridas y vendas en el resto del cuerpo del country
—¿Me…—su voz, parece titubear, dificultada para poder expresar el miedo que su cuerpo y sus acciones ya demuestran— mataras? —la mirada de ambos colinda, México puede apreciar ese brillo de miedo en su mirada y simplemente acaba por soltar un suspiro cansado mientras continua revisando el resto de las heridas del country
—Si esas hubieran sido mis intenciones, no te habría rescatad de tu ciudad ¿Estás de acuerdo? —tras ello, un silencio pesado se crea entre ambos countrys. México ha terminado de cambiar las vendas del lastimado y, luego de limpiar algunas heridas, le hace entrega de la bandeja con comida que le entrega al country— come, necesitas fuerzas para curar tus heridas
—¿Para qué?—pregunta Vaticano, luego del prologando silencio que se había creado entre ambos. México lo observa, como su mirada yacía perdida en el suelo, con un mirar derrotado— prefiero morirme aquí que volver con ellos —su voz, tan desolada como parece, permite entrever el dolor mas allá del que ya ha pasado— ¿De qué servirá que regrese? Apenas me vean en pie, me volverán a someter con esa maldita música y me obligaran contra mi voluntad a volver a atacar a las aves que me hacen falta —México puede ver como una de las manos de Vaticano entierra sus uñas dentro de su otra mano herida, creando sangre— todo estarán a salvo si muero ahora —lagrimas caen de sus ojos fuertemente cerradas, sus uñas lastiman su piel pero una fuerza ajena a la suya separa su mano. Vaticano abre sus ojos con asombro al descubrir una calidez diferente al ambiente. Se trata de México, tomando su mano para alejarla y que no siguiera haciéndose daño. Ahora que ambos se miran, México simplemente toma aquella mano manchada de su propia sangre y la lleva hasta sus labios, besando los nudillos con cuidado
—Es verdad —susurra sin separar sus labios de los nudillos de un confundido y sonrojado Vaticano— ni siquiera yo puedo perdonarte por lo que has hecho, pero tampoco soy estúpido —continua, mirándolo fijamente, directo hacia sus ojos, llegando más profundo en su mirada, alcanzando su asustada y lastimada alma. México se pone en pie, dejando a un lado la bandeja con comida, sube una rodilla sobre la cama, se acerca peligrosamente a Vaticano quien, intimidado, se hace hacia atrás pero acaba por caer en la cama al no poder moverse, aun así, su rostro entero se torna carmesí luego de observar como lentamente, el mismo mexicano que se niega a crear distancia, se acerca mas y mas hasta que, acorralado contra la cama, Vaticano se encuentra directamente contra el rostro de México, chocando alientos en una pose sugerente de no ser por esa mirada pesada del tricolor y sus ojos bicolor— Ahora me perteneces Vaticano —es lo primero que brota de los labios del country luego del prologando silencio. Vaticano siente su corazón dando un vuelto violento y asustado, pero, aun cuando lo sabe, aun cuando siente miedo, mientras se siente visto por el latino… no tiene miedo, al menos, no le teme al latino y eso, en el fondo, es lo que le asusta y confunde— te he secuestrado, no solo de tu país, no solo de tu gente, sino del mundo —continua hablando— así que, mientras te mantenga en mis territorios, el mundo no podrá encontrarte —la mano del latino, que antes le sostenía de caer, acaba paseando sobre las mejillas del country en una caricia cuidadosa debido a la inflamación del mismo— ni tu gente, ni tu país, te harán daño mientras te mantengas a mi lado
Tartamudeos que intentan convertirse en preguntas, un sonrojo en sus mejillas y un latir alocado sin ritmo en su corazón ensordecen la confundida mente del Vaticano que, aun entre suaves caricias dadas por la mano de México, escucha con atención cada una de sus palabras, sus “amenazas” que, aunque son eso, amenazas, no las puede sentir así
—¿Qué… vas a —titubea, pero de a poco, consigue hablar— vas a hacerme?
—No te hare daño si es lo que temes —responde con calma— ni a ti ni a tu gente —continua, mientras acaricia aun su mejilla suavemente, curioso, Vaticano descubre que, entre mas acaricia su mejilla inflamada, el dolor que le molestaba, desaparece y luego, esa misma mano, pasa a acariciar su cabeza vendada— pero te guste o no, es verdad que en estos momentos no tienes muchas opciones —Vati pega un brinco tras sus palabras— te he secuestrado de tu país. Míralo como un rescate o un secuestro. Si vuelves ahora, no habrá cambiado nada —mientras Vaticano parpadea, descubre que el dolor de su cabeza lentamente desaparece— pero, si te quedas y nos ayudas, a las aves y a mí. Te doy mi palabra que tu gente no volverá a lastimarte como ha hecho hasta ahora
¿Ayudar? ¿A las aves? Un escalofrío recorre su cuerpo y le hace estremecer, sintiendo el calor de la mano del mexicano pasando de su cabeza que ya no duele, para ir ahora sobre su cuerpo, suaves y muy cuidadosas caricias apenas perceptibles sobre la ropa que, aunque aceleran su corazón y hacen a sus mejillas calentarse con violencia, también le permiten sentir alivio al dolor que le niega a moverse
—¿Ayu…dar? —pregunta, no comprendiendo las palabras— fui yo en principio quien los lastimo —susurra, descubriendo la mano del latino, acariciando descaradamente sobre las ropas, en su vientre y pasando sobre sus piernas, entregando alivio a su dolor después de sus caricias suaves
—Te estoy dando la oportunidad de cambiar tu propio destino —de pronto, Vaticano siente que México esta demasiado cerca de sus labios, puede sentir como sus alientos rosan y un leve cosquilleo le inquieta tras sentir el rose leve, apenas perceptible de los labios ajenos— ayúdanos, a las aves en esta guerra y me hare cargo de que tu gente no te haga daño, ni ahora, ni nunca mas
—No puedes —susurro, intentando alejarse del latino, apoyando sus manos sobre los hombros del latino y tratando de dar un leve empuje sobre este, sin conseguir moverlo de su lugar— soy un ave corrupta por culpa de mi gente, por culpa de mi propia historia… no puedo ayudar, no puedo salvar a nadie —solloza, con sus ojos cerrados, intentando inútilmente escapar de las garras del latino que continua acariciando el cuerpo ajeno
—Puedes hacerlo —tan tajante como había sonado, también era confuso. Obliga a la llorosa mirada de Vaticano a concentrarse en el tricolor que le observa— puedes conseguirlo si se te es guiado correctamente. Yo puedo guiarte
—No es diferente lo que haces aquí a lo que ellos querían hacer —suspira entre lagrimas, perdiendo la fuerza para defenderse
—Error —responde— yo quiero proteger a las aves, de gente como Rusia, de España, incluso de la gente de tu país —afirma— aun si no fuera la Ciudad del Vaticano quien quiera nuestras alas, no tardara mucho tiempo en que hayan otros que nos busquen. Nadie está a salvo
—¿Y qué esperas que yo haga? —pregunta— mírame, no puedo ni estar de pie
—¿Según quien? —insiste el latino, tomando la muñeca antes herida de Vaticano y jalando con el suavemente, haciéndolo volver a sentarse sobre la cama. Sorprendido, Vaticano descubre que el dolor de su cuerpo ha diezmado considerablemente, no le duele, no sufre, puede soportarlo y de hecho, puede notar varias de sus heridas ya casi curadas. Sus ojos se abren con sorpresa mientras descubre a México viéndolo fijamente— espero que hagas lo correcto y me ayudes a mantener a salvo a todas las aves, incluyéndote a ti
Ambos se miran fijamente, Vaticano mueve suavemente su cuerpo, descubriendo la menor cantidad de heridas a como estaba hace un momento. Aquellos lugares donde el tricolor había acariciado, ahora yacen menos adoloridos ¿Qué clase de magia había sido aquella?
—¿Cómo?
—Si mis deducciones son correctas, puedes predecir hasta cierto punto el futuro —los ojos de Vaticano se abren y un escalofrío le carcome— estamos en guerra las aves contra el mundo y tu habilidad seria crucial para el futuro —ante la mirada sorprendida de Vaticano, las alas de México aparecen tras su espalda, imponentes y grandes (aunque denotan un grupo de coloridas plumas ajenas al color del resto de las alas del latino) y, como si no fuera suficiente el asombro, también observa como el mexicano se quita una pluma que entrega al contrario en sus manos— he aquí, mi propio voto de fe Vaticano —responde, volviendo a colocar la bandeja de comida sobre las piernas del country y alejándose de la cama
—Piensa en lo que te he dicho mientras reposas. Volveré en un rato por la bandeja y espero que te hayas comido todo— antes de salir, México gira a verlo y le sonríe con calma, un gesto sereno y maduro que Vaticano jamás habría creído poder ver en el country— independientemente de tu decisión, puedes quedarte aquí el tiempo que haga falta, eres bienvenido en estas tierras
Fue todo lo que dijo, saliendo de la habitación junto al perro que antes le había hecho compañía al country… ¿Qué había sido todo eso? Incluso sus acciones
Una suave sonrisa nerviosa broto en el country ¿Qué tenía que pensar? Sabía que se lo debía a las aves pero, mas allá de ello, por algún motivo, sentía que, quería ayudar a esta causa en realidad…
Si México pensaba que podía ser de ayuda para la causa, el ayudaría también.
Notas finales:
Me lleva la puta de la chingada!!! Estaba tan inspirada escribiendo casi casi el lemon de México con Vaticano y pum… me putas hablan y me han cortado la inspiración… lo siento si después de que Mex acuesta a Vati todo se ve de la mierda… pero no pude conseguir de vuelta mi inspiración y ahora solo quiero ver correr puta sangre por haberme interrumpido 7.7
Err… originalmente, esto debía de ser una discusión entre Vaticano y México… Vaticano debía de acabar al final derrotado y acorralado por México, casi casi, sin opciones para tomar, obligado a ayudar a la causa de las aves luego de ser utilizado pero… entre que Mex se ayudo de la habilidad de Nazi para controlar a la gente con sus palabras y como que el hijo de la chingada sigue seduciendo… termino convenciéndolo sin que se diera cuenta… (o al menso es lo que quiero imaginar que conseguí) aunque, no negare que me dio cierto aire bien cabron a pinche Rusia amenazando a México… lo sentí, casi casi igual, pero no, tenía sus diferencias…según yo… DX ojala y si, en fin
Obviando de las perras ganas de que México se cogiera ahí mismo a Vaticano, no siento que hayan datos extra que deba de explicar, digo, todo se ha explicado dentro de este capítulo… a según yo, como sea, hasta aquí llega este capítulo, lo demás, luego lo pongo porque aun no lo escribo XD
¿Les ha gustado?
Que tengan lindo día
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pinturasdeguerra · 1 year
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1811 05 05 Fuentes de Oñoro, infantería francesa - Peter Dennis
Me ha costado esfuerzo identificar esta batalla porque el número del regimiento no se ve en la placa. En casi todas las batallas de la guerra de España los franceses atacaban cuesta arriba, pensaba que era Busaco, la pendiente es demasiado empinada para ser los Arapiles (Salamanca) pero los detalles del uniforme y la bandera permiten identificarla.
"en una ordenanza fechada el 9 de Noviembre de 1810, se estaban suprimiendo las inútiles y molestas plumas con que se coronaban estos gorros. Una nueva ordenanza, esta del 21 de febrero de 1811 fija el color de estos pompones en función de la compañía a que se pertenezca. Verde oscuro para la primera, azul cielo para la segunda, naranja la tercera y violeta para la cuarta."
La bandera es del patrón de rombo 1804 que no se cambió hasta 1812 por la del modelo de franjas verticales
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elbiotipo · 2 years
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fun fact pero la historia de los Biopunks está basada en una buena parte en la canción Papá Cuentame Otra Vez.
Los Biopunks no son hijos de la Revolución, son sus nietos.
Fueron sus abuelos los que tomaron el cielo por asalto. Ellos estuvieron en la Plaza de Mayo cuando la Dra. Alegre proclamó la nueva constitución, escucharon las señales de estrellas distantes que por fin apagaron la soledad eterna, vieron a los astronautas brasileros en las orillas de los mares de Titán, disfrutaron bajo la sombra del Nawe Epaq en una ciudad hecha bosque, bailaron en la danza de la civilización con las Especies Hermanas de los Hombres, hicieron arte de su propio cuerpo y poesía del lenguaje de la vida, y soñaron con que al fin, después de tanta incertidumbre, iban a tener un destino: íban a ser la conciencia de la Tierra que estaba despertando.
Sus padres alcanzaron a ver solamente los últimos rayos de aquel arcoiris antes de que salga el vil sol antropogénico que incineró las capitales del mundo. Una década de cuarentena y guerra, el terror del Otoño Gris que casi se devora al mundo, la esterilidad hecha industria, el mundo mobilizado. Cinco millones de Cascos Azules marcharon desde Nueva York hasta Shanghai, sin nadie que se oponga. Porque todos, por primera vez, estuvieron de acuerdo en algo: un solo Ecocidio fue suficiente.
Pero que lejos que queda todo eso! Que lejos que queda la UBA Tomada y el Grito en los Andes, que lejos quedan los misteriosos cantos del Ángel Eléctrico y el rock de Mitocondria y las Organelas, que lejos que queda aquella chiquita clonada en Perú, las estampitas de Gregor Mendel, las canciones de las ballenas del sur, los arrecifes flourescentes de Rio de Janeiro, la bandera argentina en el Mar de las Lluvias, la copa levantada en Colombia, los árboles flotando en el lago de Maracaibo, las escamas tornasoladas y las plumas de guacamayo y las mentes abiertas y las flores con los aromas de toda América... que lejos que queda todo eso...
Basta Marquitos, no pienses en todo esto, no hay tiempo. Tenés que estudiar que mañana hay parcial.
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ximenitaramoseblogs · 2 years
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Coyolxauhqui
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Coyolxauhqui (pron. Koy-ol-shauw-kee) diosa azteca de la luna o la vía láctea quien fue masacrada por su hermano Huitzilopochtli, el dios de la guerra, en la mitología azteca.
La leyenda es asi:
Cuenta la leyenda Azteca la historia sobre Coatlicue , la diosa de la vida y la muerte y madre de los Cuatrocientos Surianos , Centzon Huitznáhuac, dioses de las Estrellas del Sur y de la diosa Coyolxauhqui , la cual regia a sus hermanos. Coatlicue vivía en Coatepec , donde hacía penitencia barriendo. Un día mientras barría, cayó del cielo una hermosa pluma, que ella recogió y colocó en su seno. Al terminar de barrer buscó la pluma que había guardado y al no encontrarla se dió cuenta que estaba embarazada. Los Cuatrocientos Surianos al enterarse que su madre estaba embarazada, enfurecieron.Su hermana Coyolxauhqui , la convenció que quizás matarla por que los había deshonrado. Coatlicue estaba muy asustada y triste, pero su hijo Huitzilopochtli , que estaba en su seno, le dijo que no temiera porque él la iba a proteger. Ella se sintió consolada y su corazón se tranquilizó.
Mientras tanto, Coyolxauhqui y sus hermanos planeaban la venganza contra su madre. Cuahuitlicac , uno de los hermanos, fue en busca de su madre y Huitzilopochtli para comunicarles lo que planeaban. Los Cuatrocientos Surianos guiados por Coyolxauhqui , se encaminaron entonces hacia la montaña, decidieron a matar a su madre, pero nuevamente Cuahuitlicac fue a informales que los guerreros ya estaban en camino.
En ese momento nació Huitzilopochtli , quien se convirtió instantáneamente en adulto; tomó un escudo de plumas de águila, un lanza dardos y unos dardos de turquesa.Huitzilopochtli pintó sus brazos y piernas de azul, dibujó su rostro con franjas diagonales, sobre su cabeza colocó plumas y en el pié derecho se colocó una sandalia cubierta de plumas.Controlando a una serpiente, exactamente herir a su hermana Coyolxauhqui y después le cortó la cabeza, su cuerpo rodó y fue cayendo en pedazos totalmente desmembrada.
Huitzilopochtli furioso, arrojó su cabeza al cielo y así se convirtió en la luna.
Este siguió persiguiendo a los Cuatrocientos Surianos , desde la cima de Coatépetl hasta el pie de la montaña sin que ellos tuvieran oportunidad de defenderse.Muchos rogaban por su perdón, pero solo unos pocos podrían escapar de su ira y bibliotecarse así de una muerte terrible.Los que lograron escapar se dirigieron al sur en donde se dispararon en estrellas.
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Para el viento, una cometa Para el lienzo, un pincel Para la siesta, una hamaca Para el alma, un pastel Para el silencio una palabra Para la oreja, un caracol Un columpio pa' la infancia Y al oído un acordeón Para la guerra, nada Para el sol, un caleidoscopio Un poema para el mar Para el fuego, una guitarra Y mi voz para cantar Para el verano bicicletas Y burbujas de jabón Un abrazo pa' la risa Para la vida, una canción Para la guerra, nada Para el viento, un ringlete Pa'l olvido, un papel Para amarte, una cama Para el alma, un café Para abrigarte, una ruana Y una vela pa' esperar Un trompo para la infancia Y una cuerda pa' saltar Para la guerra, nada Para el cielo, un telescopio Una escafandra, para el mar Un buen libro para el alma Una ventana pa' soñar Para el recreo, una pelota Y barquitos de papel Un buen mate pa'l invierno Para el barco, un timonel Para la guerra, nada Para la guerra, nada Para la brisa una pluma Para el llanto una canción Para la guerra, nada Para el insomnio la Luna
Marta Gómez
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