Tumgik
#Mitos de Chile
lalen-lafken · 2 years
Text
Quintrala
Catalina de los Ríos y Lisperguer, mujer cuya vida abarca gran parte del siglo XVII, deja una huella de sangre y de leyenda. Encomendera analfabeta, posee varios fundos en las cercanías de Santiago. Flagela y tortura sin piedad a sus servidores, a los que les aplica fierros calientes, les corta la lengua a los hombres; y a las mujeres los pechos. Se le acusa de realizar pactos con el diablo y de…
Tumblr media
View On WordPress
6 notes · View notes
sinfonia-relativa · 4 months
Text
La leyenda de Mario Rizzo
En los pliegues de la memoria, se entreteje la epopeya de Mario Rizzo, un hombre de linaje italiano cuya vida ha sido un constante baile con el caos y la adversidad. Desde el rugir telúrico del terremoto en México en 1985 hasta las aguas crecientes de la inundación que envolvía a Nueva Orleans, Mario emergió como un testigo imperturbable de la furia elemental.
Desafiando las convulsiones sísmicas en México en 2017 y el temblor en Chile, Mario navegó por el torbellino de eventos naturales, sobreviviendo como una anomalía en el tejido del destino. Resistió el embate de pandemias, desafiando la influenza H1N1 y esquivando las garras mortales del COVID-19, como un espectador que desafía a la propia muerte.
Su existencia se convirtió en un mito viviente al enfrentarse al rugir del tsunami en Japón y desafiar al huracán Otis en Acapulco en 2023. Atravesó las catástrofes como si estuviera protegido por un escudo invisible, siempre saliendo ileso de la vorágine de la destrucción.
Pero la leyenda de Mario Rizzo no se limita a la naturaleza desbocada; se extiende a las fronteras del tiempo. En el año 2000, desafió el apocalipsis informático con un modesto diskette, ganándole la batalla al temido bug del milenio. Y cuando las profecías del fin del mundo resonaron en 2012, Mario emergió del supuesto abismo, desafiando incluso la perspectiva apocalíptica.
Así, en la sinfonía del caos, Mario Rizzo se erige como un inquebrantable contendiente, desafiando las fuerzas del destino y proclamándose como el hombre que desafió al tiempo y a las catástrofes, dejando una estela legendaria en sus viajes increíbles.
Don Ggatto | graduado con honores como Superviviente
6 notes · View notes
rosesandalfazemas · 10 months
Text
Tumblr media
The twin brother of Aurora~ :D Hope you like it!
HCS (spanish - english) below the cut!
-Si bien desde el 900 al 1000 DC fueron habitadas por vikingos y los pueblos originarios los Inuit, ancestros que comparte directamente con Matthew, y los nordicos e Inglaterra llegaron desde el S XIV, las primeras expediciones modernas comenzaron en el S XIX. -Sus países de influencia directa (sus "tutores") son Canadá, los nórdicos (Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega Suecia), Rusia y Estados Unidos. -A diferencia de su hermana no tiene bandera actual ni nominal, pero en 1991 se declaró el Concilio Artico desde Estado Unidos, dándole una simbología propia, con el objetivo de preservar la geografía y el medio ambiente, en la responsabilidad de todos los tutores y países observadores. Más info: arcticportal.org/
FISICO:
-Sus ojos son iguales a Aurora, pero su pelo tiene la característica de las nubes iridiscentes o nacaradas que se ven con frecuencia en los polos (fenómeno conocido como irisación). -Habla suave y lento, pero tiene un humor más jocoso que Aurora, ya que el tuvo siempre habitantes humanos y está más acostumbrado a los viajes y las visitas. -Su aspecto tiene más rasgos asiáticos, por la permanencia histórica de los Inuit. -Si bien su fauna autoctona es escasa, hay muchas migraciones en las que se destacan el zorro ártico, el charrán artico y el oso polar (¡Sí, comparten a Kumajiro!).
SOBRENATURAL:
-Así como Aurora, su nombre es una opción. Viene de la etimología griega y significa "oso". Algunos países lo llaman de manera puntualmente diferente: por ejemplo, Heracles lo llama Calisto, referido a la mitología relacionada con la Osa Mayor. Por su lado, relacionado con la mitología súfi derivada del Islam, Sadik lo llama Jabal Qaf, "la montaña del Norte de los Nortes". Finalmente, Feliciano y Lovino lo llaman Rupes, refiriendo a la Rupes Nigra, la ascención máxima del alma peregrina, que aparece en la Divina Comedia de Dante Alghieri. -Sabe donde está Papa Noel (Santa Claus), pero es un secreto que guarda junto con Finlandia. Algunos dicen que es una metáfora de la pureza espiritual que conserva en sí mismo, y muchas religiones y mitos comparten esta idea.
-Datos curiosos:
-La única bandera que posee en sus geografía es la rusa, plantada en 2007. Los Yupik, gente de la siberia, llegó a mezclarse con algunos grupos Inuit en edades tempranas. -El 10 de abril de 2013, el argentino Juan Benegas llegó a pie al polo norte geográfico a partir de la base rusa Barneo, distante unos 170 km del objetivo. Fue acompañado por cinco rusos, un italiano y un belga. -Autora también tiene el Tratado Antártico, conformado por Argentina, Australia, Chile, Francia, Noruega, Nueva Zelanda y el Reino Unido. -Argentina llegó a plantar bandera finalmente en 2016, www.telam.com.ar/notas/201604/…
-----
Finally! It was a little more complex to make this OC because I had to read twice as much as with Aurora, but here it is! I hope you like it~
Some HCs:
-Although from 900 to 1000 AD they were inhabited by Vikings and the original Inuit peoples, ancestors that they share directly with Matthew, and the Norse and England arrived from the XIV century, the first modern expeditions began in the XIX century. -His countries of direct influence (his "tutors") are Canada, the Nordics (Denmark, Finland, Iceland, Norway, Sweden), Russia and the United States. -Unlike his sister, does not have a current or nominal flag, but in 1991 the Arctic Council was declared from the United States, giving it its own symbology, with the aim of preserving geography and the environment, under the responsibility of all guardians and observer countries. More info: arcticportal.org/
PHYSICAL:
-Her eyes are the same as Aurora's, but his hair has the characteristic of the iridescent or pearly clouds that are frequently seen at the poles (a phenomenon known as iridescence). -He speaks softly and slowly, but he has a more jocular humor than Aurora, since he always had human inhabitants and is more accustomed to travel and visits. -His appearance has more Asian features, due to the historical permanence of the Inuit. -Although its native fauna is scarce, there are many migrations in which the arctic fox, the arctic tern and the polar bear stand out (Yes, they share Kumajiro!).
SUPERNATURAL:
-Just like Aurora, his name is an option. It comes from the Greek etymology and means "bear". Some countries call it in a different way: for example, Heracles calls him Callisto, referring to the mythology related to. For his part, related to Sufi mythology derived from Islam, Sadik calls him Jabal Qaf, "the mountain of the North of the Norths". Finally, Feliciano and Lovino call it Rupes, referring to the Rupes Nigra, the highest ascent of the pilgrim soul, which appears in Dante Alghieri's Divine Comedy. -He knows where Papa Noel (Santa Claus) is, but it is a secret that he keeps together with Finland. Some say that it is a metaphor for the spiritual purity that he preserves in himself, and many religions and myths share this idea.
-Fun facts:
-The only flag it has in its geography is the Russian one, planted in 2007. The Yupik, people from Siberia, came to mix with some Inuit groups at an early age. -On April 10, 2013, the Argentine Juan Benegas reached the geographic North Pole on foot from the Russian base Barneo, some 170 km from the target. He was accompanied by five Russians, an Italian and a Belgian. -Author also has the Antarctic Treaty, made up of Argentina, Australia, Chile, France, Norway, New Zealand and the United Kingdom. -Argentina finally planted the flag in 2016, https://www.telam.com.ar/notas/201604/144574-la-primera-expedicion-nacional-al-polo-norte-planto-la-bandera-argentina-en-su-destino.html
6 notes · View notes
reinato · 4 months
Text
Tumblr media
Ilha de Páscoa:
A Ilha de Páscoa é uma remota ilha vulcânica localizada no Oceano Pacífico. Famosa por suas enigmáticas estátuas de pedra chamadas de moais, o local atrai visitantes de todo o mundo. Com uma cultura única, a ilha é lar do povo Rapa Nui, que preserva tradições ancestrais e possui uma rica história. Além dos moais, a Ilha de Páscoa oferece paisagens deslumbrantes, praias paradisíacas, vulcões e sítios arqueológicos fascinantes, que encantam os turistas em busca de uma experiência única e misteriosa.
Confira algumas curiosidades:
1- A população da Ilha de Páscoa, de cerca de 8 mil habitantes, é composta por nativos rapanui e chilenos.
2- A Ilha de Páscoa está localizada a cerca de 3.700 km a oeste da costa do Chile, tornando-a uma das ilhas habitadas mais remotas do mundo.
3- As famosas estátuas de pedra chamadas moais são o principal símbolo da Ilha de Páscoa. Cerca de 900 moais foram esculpidos pelos antigos habitantes da ilha, sendo que algumas chegam a ter 10 metros de altura e pesam várias toneladas.
4- O método exato usado pelos antigos Rapa Nui para transportar e erguer os moais continua sendo um mistério. A falta de registros escritos dificulta a compreensão de como essas estátuas monumentais foram criadas e posicionadas.
5- Escassez de recursos naturais: A ilha é caracterizada pela falta de recursos naturais, como água potável, madeira e materiais de construção. Isso torna ainda mais impressionante o fato de que os antigos habitantes conseguiram criar uma civilização tão avançada.
6- Rongorongo é um sistema de escrita único e misterioso desenvolvido pelos Rapa Nui. Até hoje, não foi completamente decifrado, e apenas algumas poucas tábuas de madeira com inscrições sobreviveram.
7- O idioma Rapa Nui, falado pelos habitantes da ilha, é uma língua polinésia que possui características únicas. O número de falantes do idioma tem diminuído ao longo dos anos, mas esforços estão sendo feitos para preservá-lo.
8- A Ilha de Páscoa possui um Parque Nacional que abrange uma grande área, onde estão localizados os principais sítios arqueológicos, incluindo a impressionante plataforma cerimonial de Ahu Tongariki, com 15 moais restaurados.
9- A Tapati Rapa Nui é uma celebração anual que ocorre na ilha, onde os habitantes participam de competições culturais tradicionais, como corridas de canoa, danças folclóricas, esculturas em pedra e muito mais.
10- Os Rapa Nui têm uma cultura rica e preservam tradições ancestrais, incluindo mitos, lendas e danças tradicionais. Suas crenças estão fortemente ligadas à natureza e aos antepassados.
11- A Ilha de Páscoa tem se esforçado para promover o turismo sustentável, limitando o número de visitantes e implementando medidas de preservação ambiental para proteger seus recursos naturais e culturais únicos.
12- Prepare-se para se encantar! Confira as incríveis fotos deste lugar dos sonhos:
instagram
2 notes · View notes
patitas-de-elefante · 7 months
Note
Bueno, el problema de los murciélagos es que son portadores naturales de la rabia (claramente los hematófagos no todos) pero así la cosa.
Claro, menos del 10% de casos en las especies es portadora, como pasa con muchas otras JWJDKSK.
https://www.ngenespanol.com/naturaleza/mitos-y-verdades-sobre-los-murcielagos/
http://infografias.elmercurio.com/20161029-VA-murcielagochile/
OBVIAMENTE NO TE VAS A ACERCAR, porque son animales en estado salvaje. No hay que molestarlos ni interferir en su hábitat. Hay que respetarlos, y en caso de que se metan en tu casa o veas a alguno con comportamiento extraño, debes llamar al SAG, al igual que si te encontraras con cualquier animal no doméstico fuera de su hábitat. 🤝
2 notes · View notes
fashionbooksmilano · 1 year
Photo
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Hugo Marín
“Mistero Coronato”
Presentazione di Alejandro Jodorowsky e Guillermo Carrasco Notario
Galleria San Carlo, Milano 2007, 79 pagine, rilegato,  italiano ed inglese
euro 15,00
email if you want to buy [email protected]
L'artista cileno Hugo Marín (Santiago de Chile, 1930) inaugurò il 15 febbraio 2007 alla galleria San Carlo a Milano la mostra -Mistero Coronato-: una serie di dipinti e sculture della sua produzione piu' recente. Opere realizzate in un periodo di profonda sperimentazione e ricerca di nuovi materiali, forme e dimensioni. Conchiglie, cuoio, fibre vegetali, protesi dentarie e oculari, pietre e argille diventano materia prima della sua arte in continua evoluzione. Il maestro cileno, professore di meditazione trascendentale, costruisce un ponte tra passato e presente avvicinando epoche tra loro lontane. Per lui l'energia creativa dell'arte consente la percezione magica del mondo, delle dinamiche celesti, della saggezza dei popoli originari. Nell'opera di Marín le culture precolombiane, come aymarà, maya, inca, mapuche si fondono con la cultura africana e quella tibetana, nei miti di Atlandide, Lemuria. Una rappresentazione reale e immaginaria che trova il suo nutrimento nell'intrinseco, invisibile legame tra la storia e il mito, tra la leggenda e le testimonianze visibili.
orders to:     [email protected]
twitter:                @fashionbooksmi
flickr:                  fashionbooksmilano
instagram:          fashionbooksmilano
tumblr:                fashionbooksmilano
05/02/23
7 notes · View notes
julio-viernes · 1 year
Text
Piedra Roja, el increíble primer festival de rock en Chile en octubre de 1970 con Escombros, Blops y High Bass (Los Jaivas). Fantástica crónica de Felipe Retamal, Pablo Retamal N. y Alejandro Jofré para La Tercera en la que también recuperan las controvertidas portadas de los LPs de Aguaturbia y el escándalo de "Todos Juntos" Y En Pelotas (o en cutis), que acabó con dos de Los Jaivas en comisaria.
2 notes · View notes
asearrochile · 1 year
Photo
Tumblr media
Este viernes 7 de abril desde las 7:30 de la noche (hora Chile Continental) nos juntamos por Instagram con @diversidad_maipu y @esienmimuni para conversar sobre mitos y realidades de la vivencia #asexualidad a propósito del D.I.A. #DiaInternacionalDeLaAsexualidad también conocido como I.A.D #internationaldayofasexuality que se celebra cada 6 de Abril. Conversaremos sobre qué significa la letra A en las siglas #LGBTQIA + y cuál es la experiencia de la comunidad asexual en Chile.
2 notes · View notes
todosobreballenas · 1 year
Text
Conoce más: ¿Por qué la ballena azul está en peligro de extinción?
Tumblr media
Lo cierto, es que cada vez son más las especies que se suman a la lista de animales en riesgo de desaparecer. De la misma manera, se suman también a la lista de animales extintos. Así sucede con la ballena o rorcual azules. Desde hace años que se encuentra a punto de la extinción.
Según información de The IUCN Red List of Threatened Species, el organismo internacional que registra el estado de distintas especies animales y vegetales, precisamente la especie “Balaenoptera musculus” es la que está “Endangered” o en “peligro de extinción”.
Es interesante saber por qué la ballena azul está en peligro de extinción y mucho más aún, cómo se puede ayudar para que esta hermosa especie marina se recupere. Mientras, ante todo, qué mejor que conocer mejor sus características principales para saber mucho más de ellas.
Básicamente, existen muchas especies de cetáceos. En concreto, son unas 80 especies que abarcan a los delfines, a las ballenas y marsopas. Un ejemplo son los rorcuales o Balaenoptera, la ballena gris o Eschrichtius robustus, la ballena franca o Eubalaena y, la ballena azul o Balaenoptera musculus.
Conócela más sobre su vida: Características de la ballena azul
Lo primero que se destaca de la ballena azul es su tamaño. Actualmente, es el animal más grande del planeta y no solo en los océanos sino en toda la tierra. Su tamaño es inmenso. Cualquiera de ellas puede llegar a medir más de 30 metros y a pesar aproximadamente 200 toneladas.
Para hacerse una idea, se puede pensar en aquellos elefantes africanos. Así es, la ballena azul tiene un tamaño que equivale a más de 30 elefantes de esas características. Son mamíferos marinos porque viven en el agua. Sin embargo, respiran oxigeno del aire. Por ello, tienen pulmones y un espiráculo (u orificio) respiratorio en su cabeza para coger el aire de la superficie.
Sin necesidad de sobresalir mucho, no tienen branquias como los peces ni tampoco respiran en el agua. Esto, las lleva a tener la capacidad de aguantar muchas horas seguidas bajo el agua. Incluso, pueden estar en las profundidades por horas.
Quienes se preguntan de qué se alimenta, pues principalmente de plancton. Las ballenas tienen un papel muy importante y hasta vital en la cadena trófica y en el equilibrio del ecosistema marino. Se las pueden ver nadando todos los días en todos los mares y océanos del mundo por varios kilómetros.
Según la época del año, habitan en distintas zonas de los océanos. De esa manera pueden soportar las aguas heladas como sucede en el Artico. Gracias a la capa gruesa que tiene su piel, se protegen de las altas y bajas temperaturas.
Por ello es que en general suelen verse mucho en lugares como: Sur de chile, Noruega, Canadá, Groenlandia, Rusia, España, Golfo de California y en el Triángulo de Coral, que se encuentra entre el Sureste de Asia y Oceanía.
Ya conociendo mucho más sobre cómo es su vida y algunas características sobre su cuerpo y alimentación, es importante conocer las razones por las que la ballena azul se encuentra en peligro de extinción.
Tristemente, aunque es el animal más inmenso, por su tamaño, tengan tantas historias e incluso sean un mito, no se encuentran a salvo. Según la WWF (World Wildlife Fund), las principales causas por la que se encuentra en peligro de extinción son las siguientes.
En peligro de extinción
Capturas por accidente: Aunque suene extraño, esta es una de las causas más graves y frecuentes por las que la ballena azul se encuentra en peligro de extinción. Cada año, durante las pescas de peces con grandes redes, las ballenas siguen siendo capturadas por accidente.
Caza para la venta
Es otra de las razones que aún siguen existiendo. Su comercialización. De ellas, obtienen carne, grasa o aceite. Es una práctica que debería haber quedado en el pasado, incluso luego de aprobarse leyes con su prohibición en 1986. Países como Islandia, Noruega y Japón siguen haciéndolo con una justificación.
Accidente entre barcos
Debido a que hay muchos barcos en el océano y en su mayoría son de gran tamaño, tanto las ballenas azules como otros cetáceos colisionan contra estas embarcaciones. Esto sucede porque se desorientan y porque la contaminación les afecta. Luego, estos accidentes les provocan lesiones graves que con el tiempo las llevan a la muerte.
Cambio climático, los varamientos por la contaminación y el gran impacto de las industrias donde tiran sus desechos en los mares, terminan en sus cuerpos. Así es como, no solo destruyen su hábitat, el mar, sino a ellas mismas trayéndoles muchas consecuencias hasta morir.
Se puede ayudar a que la ballena azul no se extinga. Existen leyes que las protegen, también muchos proyectos y organizaciones que trabajan para ello. Sin embargo, el resultado no es suficiente y hay que seguir trabajando.
Originally published at http://todosobreballenas.com/ on February 22, 2023.
2 notes · View notes
layasbyme · 1 year
Photo
Tumblr media
NO SABEN CÓMO AMO ESTA FOTO 🥹♥️ 🧏🏻‍♀️Desliza hacia al lado para ver el antes de mi bichectomia Antes que todo😌☝🏻: Hay personas que me han escrito “me gusta más antes” Chic@s porfavor recuerden que todo lo que uno se hace, se compra, etc, le tiene que gustar a uno no a los demás ♥️ yo me amo más que nunca y es lo único que importa 🥹 Antes no era capaz de sacarme una foto de frente por que odiaba mi cara redonda y ahora me siento tan linda y segura 🤭 Cuando busque sobre la bichectomia las redes estaban inundadas de malas información y mitos, es como si subieran solo los casos trágicos y cualquiera se asusta al verlos, así que me puse a investigar por mi cuenta, con expertos, información oficial y personas que llevan años de hacerse este procedimiento, y me di cuenta que la mayoría de los casos que han terminado en fracaso se los han realizado en cualquier lugar y con cualquier persona 🙃 Pasaron 8 meses y tome la decisión de hacerla, Una vez que estaba segura comencé a buscar lugares CERTIFICADOS con profesionales! 📌 NO SE TE VA A CAER LA CARA (es un mito) La principal función de las bolas de bichat es mejorar la succión en la etapa lactante 👌 ✅ Es segura, ambulatoria, indolora y mínimamente invasiva. Jamás terminaré de agradecer el hermoso trabajo del dr @od.alvarotroncoso que estuvo atento a mi post x dos semanas hasta mi primer control donde ya se veían mis primeros resultados 🥹 y obvio a @oralcare_clinicadental que me atendió de maravillas y me explico todo pasó a paso ♥️ Les dejo mi experiencia con el fin de que las personas interesadas tengan una información real y se sientan segur@s al momento de tomar una decisión. A mi me cambio la vida, estéticamente AMO! Y solo llevo 3 meses ♥️ y funcionalmente también! ya que al tener tanta grasa en mis mejillas vivía con heridas por dentro x morderme sin querer y jamás volví a morderme 👏🏻 Espero mi experiencia les ayude y si tienes consultas, de valores, post bichectomia u otros no dudes en consultarme. 😊 un abrazote gigante! (en Santiago, Chile) https://www.instagram.com/p/CpPBBQjOpPJ/?igshid=NGJjMDIxMWI=
4 notes · View notes
lalen-lafken · 2 years
Text
Piedra Chancura
Según los habitantes del sector, para un diluvio una madre y su hijo se encontraban en esas tierras y no pudieron escapar de la lluvia, por lo que ella levantó lo que más pudo a su pequeño para salvarlo y se terminaron convirtiendo en roca. Asimismo, otros aseguran que por las noches se suele ver a una mujer vestida de blanco y si encuentra a un hombre solo andando a caballo, se monta atrás en…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
Text
Ha muerto un mundo
Esa fue la frase que eligió una revista francesa para su portada luego de que se conociera la muerte de Edson Arantes do Nascimento. Cuando yo nací “o Rei” llevaba 6 años retirado del fútbol, ya era una figura totémica que se paseaba de terno y corbata por las canchas del orbe, la FIFA lo acompañaba y seguía ayudando en la promoción del fútbol a largo del mundo, para mí era una suerte de caballero del balompié, que contrastaba rotundamente con el irreverente Pelusa, por donde pasaba Pelé se notaba que dejaba una estela nobiliaria futbolística imposible de negar.
Gracias a la tecnología hemos tenido la posibilidad de ver partidos históricos, así desentrañé, con mi vista, la importancia del brasileño. Debemos contextualizar la época en que el joven Pelé debutó en un mundial con su selección; no existían las reglas arbitrales actuales, técnicamente los defensas podían salir al encuentro para matarte si eso significaba frenar el ataque de los jugadores habilidosos y no se les penalizaba con expulsión. De hecho en el mundial que se realizó en Chile el jugador recibió tantas patadas en los primeros partidos que, finalmente, acabó lesionado. Luego está el tema de la pelota, que era fabricada con cuero de cromo, por lo tanto era muchísimo más pesada que los actuales balones y cuando llovía aumentaba más su carga, puesto que absorbía agua. Finalmente hay que nombrar las condiciones del terreno de juego, en donde no existía el nivel de tecnología como para tener campos de pasto en un clima semidesértico o buenos drenajes. En las grabaciones en blanco y negro siempre se ve algo irregular la cancha a la hora de los pases rasantes.
Lo increíble es que a pesar de todas estas dificultades si observamos en los videos pareciera que Pelé juega con una pelota liviana, en un campo casi sin alteraciones y con defensas lentos que siempre logra pasarse, he ahí lo improbable de la vida de Edson, el chico pobre que nació en un pueblito a las afueras de Minas Gerais, siempre dijo que nació así, pero que él trabajó el don y claramente por la maestría que se ve en las imágenes queda ese esfuerzo demostrado. Cada vez que le preguntan a Menotti por el mejor del mundo, no lo duda ni medio segundo “el negro fue el mejor” es su frase, comentaba que era dotadísimo que tenía una fisonomía de boxeador, otros hablan que era como un pantera, en los videos se ve absolutamente atlético. La otra cosa es su nivel mágico de técnica; regates, corridas, saltos, cabezazos, toques imposibles, verdaderamente, como dijo una vez Garrincha cuando le preguntaron por su compañero “Pelé es el hombre gol”. Así se le ve de 17 años cuando hace uno de los cinco tantos a Suecia, un gol ficcional en el cual levanta la pelota por sobre el defensa y luego hace una bolea semi karateka para patear el balón o ese casi gol en contra a Uruguay donde realiza una carrera en velocidad, se pasa a todo el mundo, pero el esférico se va a fuera por centímetros.
Cuando falleció Maradona fue una explosión de amores y odios, llantos y risas, todas la contradicciones posibles a flor de piel, creo también que con el deceso de Pelé se alimenta aún más el mito y sus paradojas, muere el hombre ordenado en público que igualmente tenía cierta vida alocada en privado, Xuxa como una de sus antiguas parejas sabe de aquello, el hijo exfutbolista en la cárcel por malversación de fondos también muestra su lado más fisurado. Una persona que era el ejemplo, por excelencia, de la meritocracia de los afrobrasileños en su país, doble valía, pero que nunca dio discursos muy incendiarios acerca de las desigualdades raciales, aunque al mismo tiempo fue amigo íntimo del rebelde Mohamed Alí y visitó a Mandela en Sudáfrica, gestos que retratan posiciones sin estridencias. Muere un mundo, perece el fútbol del siglo XX, fallece uno de los creadores del “jogo bonito”, el único tricampeón del planeta, de sonrisa fácil y humildad en cancha, con una vocación de bajo perfil y con la valentía para enfrentar de buen ánimo a esos defensas matadores como a un cáncer de colon. Un periodista brasileño aclara en una entrevista “el que murió fue Edson Arantes do Nascimento, Pelé es eterno.”
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
2 notes · View notes
considerandos · 9 days
Text
Em Busca do Homem do Saco
Muitas vezes ouvi a minha avó, que era pessoa simples e sem papas na língua, assustar-me com o homem do saco, que supostamente levava consigo, dentro do saco, as crianças que não faziam aquilo que os pais e as avós lhes mandavam fazer.
Confesso que sempre achei a história muito estranha. Um homem com um saco? Isso é suposto assustar alguém? É certo que poderia raptar crianças, mas, para quê o saco? Para as enfiar lá dentro? Mas quão grande teria que ser esse saco e quão forte o homem, para conseguir levar uma resma de crianças às costas?
Aquela história não fazia grande sentido e confesso que nunca me assustou muito. Sempre fui demasiado racional para me assustar com mitos, sobretudo quando eram absurdos, como este.
Mas o certo é que a moda é antiga e não foi só a minha avó a ameaçar crianças com o homem do saco, outros falavam do mesmo sujeito e com gravidade despropositada.
Recentemente veio-me à lembrança esta figura, ao ver uma humorista brasileira ironizar que as crianças de hoje só têm medo de coisas insignificantes, como violência doméstica ou pedófilos, enquanto antigamente se tinha medo de coisas verdadeiramente assustadoras, como o homem do saco ou a mula sem cabeça.
De facto, os medos mudam com as gerações, embora nem tanto, porque há medos que se mantêm, apenas se expressam de acordo com as realidades do seu tempo, atualizam-se mas mantêm-se na sua essência.
O homem do saco é seguramente um deles. Por isso esta lembrança despertou-me a curiosidade e resolvi partir para a internet, em busca do homem do saco.
Afinal de contas para que serviria este manancial de informação que é a internet, se o não pudéssemos usar para as coisas verdadeiramente importantes, como a mitologia infantil?
Quem era afinal este homem do saco e porque deveriam as crianças ter medo dele?
Uma teoria fascinante, defendida por várias pessoas, é que no passado (alegadamente até 1913, que é tão específico que só pode ser verdadeiro) era comum enviar crianças pelo correio, com selo postal e tudo. Estas iam penduradas no saco do pobre carteiro, a quem não chegava levar o correio, como ainda tinha que carregar com pirralhos ao domicílio.
Porque motivo se enviariam crianças pelo correio, perguntará o perspicaz leitor, habituado aos confortos contemporâneos e à comunicação digital? A resposta é simples, para as afastar de locais onde proliferassem epidemias ou em casos de miséria extrema, que obrigava à entrega das crianças para adoção (não sei se nestes casos haveria isenção de portes).
Há quem afirme, com convicção, que a prática era não só legal, como comum. As crianças de tanto verem os amigos serem levados pelo carteiro, começaram a chamar-lhe o homem do saco e a temê-lo como ao demónio, dando origem à lenda urbana do homem do saco.
Mas o mito não ficava por aqui. Havia sempre o perigo adicional de se extraviarem, como acontecia com tanto correio, nesses tempos. Alguns até morriam no percurso, o que fazia os mais velhos temerem pelo regresso das suas almas, para assombrar os que os enviaram para longe.
Esta teoria está apresentada online, entre outros, por uma senhora jornalista brasileira que se chama Ana Claudia Rebello. Não foi inventada por mim, juro!
Acho que, maior do que o mito do homem do saco, é este mito do carteiro que leva crianças, com selo e tudo, ao domicílio, para fugir a epidemias ou entregas para adoção. É tão absurdo que é bem possível que haja quem acredite nele.
É esse o fascínio dos mitos. Não há nenhum tão fantástico que não se lhe possa acrescentar qualquer coisa.
Pegando nessa instituição contemporânea que é a Wikipédia, temos múltiplas versões do mito. Comecemos pela brasileira, que é onde o homem do saco, a par da mula sem cabeça, ocupa o lugar cimeiro na mitologia infantil tradicional.
Para os wikepedistas brasileiros o homem do saco, também conhecido como o velho do saco (a influência virá do castelhano, já que na Argentina e no Chile o mito é muito comum e conhecido sobretudo como “El viejo del saco”) é uma figura mitológica equiparada ao bicho-papão, retratado como um homem com um saco nas costas que carrega crianças malcriadas. O mito está presente em toda a América Latina, vindo de Portugal e Espanha, mas também existe na Europa oriental e nalguns países asiáticos (não diz quais, serão as Filipinas, de colonização espanhola?). Nalguns países da América Latina chamam-lhe “el hombre del costal”, que quer dizer bolsa ou saco, em espanhol.
Na Espanha, o “hombre del saco” geralmente é retratado como um velho malvado e extremamente feio e magro, que come as crianças que se portam mal.
Um dado curioso, que é repetido exaustivamente na internet, é a associação do mito a um crime real ocorrido alegadamente em 1910, na vila espanhola de Gádor, na província de Almeria, na Andaluzia. O assassinato do menino Bernardo Gonzalez Parra por Francisco Leona Romero, em Gádor, em 1910, teria dado origem a este termo em Espanha, porque os sequestradores usaram um saco de juta para levar a criança. Esta associação tem por fonte um artigo de 2014, de Federico Ayala Sörense publicado no Diário ABC e teve ampla repercussão na América Latina, onde a história foi republicada centenas de vezes, em jornais nacionais e locais como “A verdadeira história do homem do saco”.
No Brasil, o homem do saco é retratado como um homem adulto, alto e imponente, geralmente na forma de um vagabundo, que carrega um saco às costas e recolhe crianças desobedientes, para fins nefastos não especificados. Houve até quem associasse o mito a Laerte Patrocínio Orpinelli, que ficou conhecido popularmente como o Homem do Saco ou o Maníaco da Bicicleta, um pedófilo e serial killer que admitiu ter assassinado mais de 100 crianças na região da cidade de Rio Claro, no interior de São Paulo, entre as décadas de 1970 e 1990.
Curiosa é também a associação do homem do saco a outro mito famoso, o do Krampus.
O Krampus é uma criatura mitológica que acompanha São Nicolau, durante a época do Natal. A palavra Krampus viria de Krampen, significando "garra" no alto alemão antigo.
Nos Alpes, o Krampus é representado como uma criatura semelhante a um demónio que dá raspanetes e castigos às crianças que se portem mal. Nestas regiões, existe a tradição dos rapazes se mascararem de Krampus, nas duas primeiras semanas de dezembro, especialmente na noite de 5 de dezembro, e vaguear pelas ruas, assustando as crianças com correntes e sinos enferrujados, usando uma máscara de madeira, coberta de pele de ovelha e com chifres.
Em Oberstdorf, no sudoeste da parte alpina da Baviera, a tradição chama-se “der Wilde Mann” ("o homem selvagem"). Como o Krampus (exceto os chifres), veste peles e assusta crianças (e adultos), com as suas correntes e sinos enferrujados, mas não é um assistente de São Nicolau.
No Brasil, parecem existir resquícios desta tradição em Santa Catarina, no Vale do Itajaí. Na cidade de Guabiruba, por exemplo, é chamado “Pensinique” (deturpação de Pelznickel, nome utilizado no Sul da Alemanha). Aparece vestido com roupas velhas e sacos de juta, tem cabelos de palha e carrega um saco às costas, como o Pai Natal. Nesse saco, guarda instrumentos para assustar as crianças más, e às muito más, ameaça mesmo levar no saco. Maria Luiza Renaux, no seu livro de 1995, “O outro lado da história: o papel da mulher no Vale do Itajaí, 1850-1950”, faz referência a esta lenda do Pensinique.
Jorge Cabral no seu blogue PORTUGALd'antigamente menciona a lenda do homem do saco. Em versões alternativas da lenda, em vez de um velho, o elemento que levava as crianças seria um cigano e, em versões remotas, esse velho ou o cigano levava as crianças para sua casa e fazia com elas sabonetes e botões.
Ainda segundo ele, no início da lenda, os pais amarravam uma fita vermelha à perna da cama da criança indesejada e o velho do saco passava a noite, de casa em casa, buscando fitas vermelhas amarradas às pernas das camas. Quando as encontrava, poderia levar consigo a criança em questão.
Embora não indique o início temporal da lenda, apresenta uma estimativa histórica da sua introdução no Brasil, coincidindo com a chegada dos Sintos e dos Rom, duas etnias ciganas, ao Brasil, no final do século XIX. Sem pátria, num mundo onde tudo se transformava a uma velocidade cada vez maior, o povo cigano viveria marginalizado da sociedade, desenvolvendo-se uma aversão da população a esse povo, apelidados de ladrões, sequestradores e vadios.
A verdade é que o Brasil do séc. XIX, neste particular, não parece muito diferente do Portugal do séc. XXI. O povo cigano sempre foi marginalizado e vítima de desprezo por parte das populações sedentárias, por toda a Europa, sendo ainda evidentes esses comportamentos descriminatórios na Europa atual, tando no leste, como no ocidente. Estranho seria se os ciganos fossem recebidos no continente americano de modo diverso ao que sempre foram tratados nos outros continentes onde estão presentes.
Fábio Previdelli debruçou-se sobre a lenda no sítio brasileiro Aventuras na História. Atribui-lhe o caráter de lenda urbana, embora reconheça logo de seguida que é mais conhecida nos meios rurais. Ainda assim penetrou nas cidades sob o nome do Papa-figo.
O Papa-figo não só rouba os menores malcriados como também se alimenta de seus fígados. Pelo que Papa-figo seria uma contração de Papa-fígados.
A lenda diria que o Papa-figos, sendo portador de uma doença grave, acredita que, alimentando-se de fígados de crianças, que possuem os órgãos mais puros e sadios, poderia curar a sua enfermidade.
Por vezes conta com ajudantes, que capturam as crianças, levando-as até ele. Outras vezes atua sozinho, atraindo os infantes com doces e briquedos.
Um dado curioso é que, após roubar as suas vítimas, deixaria uma quantia em dinheiro, ao lado dos corpos das crianças, como forma de ajudar os familiares a pagarem o funeral.
Esta preocupação com o pagamento do funeral, que os agentes funerários seguramente agradecem, poderá ser também ela uma associação ao povo cigano, que tem por tradição a divisão dos custos com o enterro, entre todos os membros da comunidade.
Voltando a Previdelli, ele diz que a aparência deste Papa-figo varia consoante as regiões do Brasil. Nuns locais é um velho, vestido com roupas sujas e rasgadas, corcunda e com uma barba longa, que anda pelas ruas com um saco às costas. Noutras regiões ganha umas orelhas enormes e uns dentes de vampiro, como consequência da sua doença.
Em Geografia dos Mitos Brasileiros, o antropólogo Luís da Câmara Cascudo discorre sobre esta aparência: “O papa-figo é como o lobisomem da cidade, que não muda de forma, sendo alto e magro. Diz-se que é um velho negro, sujo, vestido de farrapos, com um saco ou sem ele, ocupando-se em raptar crianças para comer-lhes o fígado ou vendê-lo aos leprosos ricos”.
“Em outras regiões é muito pálido, esquálido, com a barba sempre por fazer. Saí à noite, às tardes ou ao crepúsculo. Aproveita as saídas das escolas, os jardins onde as amas se distraem com os namorados, os parques assombrados. Atrai as crianças com disfarces ou mostrando brinquedos, dando falsos recados ou prometendo levá-las para locais onde há muitas coisas bonitas”.
Segundo um estudo publicado pela Universidade Estadual da Paraíba, no imaginário popular, o Papa-Figo pode ter sofrido de hanseníase, popularmente conhecida como lepra, ou de doença das chagas, que causa inchaço no fígado. Assim, a lenda pode ter surgido em meados do século XX, quando o Nordeste brasileiro sofreu uma epidemia da doença. Os funcionários do Ministério da Saúde visitavam as comunidades, onde as pessoas haviam sido acometidas por tal enfermidade, e realizavam necropsias aos mortos. O procedimento normal, na época, era a retirada de líquidos e pus dos fígados das vítimas. Assim, o mito pode ter surgido por falta do conhecimento popular, o que não impediu que fosse transmitido de geração em geração.
Repete-se a história da metamorfose dos mitos. O homem do saco, seguramente uma lenda muito antiga, importada da Europa, evolui para o Papa-figo, um personagem alegadamente oriundo do nordeste brasileiro e que retira fígados a cadáveres de leprosos.
Jair Ferreira Junior, no sítio Brasilescola debruça-se também sobre o mito do homem do saco e do papa-figo, citando obras sobre o folclore brasileiro de Luís da Câmara Cascudo, Basílio de Magalhães e Simões Lopes Neto (Contos gauchescos e lendas do sul), mas também um estudo antropo-sociológico de José Vazquez Santisteban sobre o crime de Gádor, já atrás mencionado.
Para ele a lenda do homem do saco, chamado em algumas regiões como papa-figo, é parte do folclore brasileiro, sendo uma das lendas mais populares do país. No entanto, em todos os continentes é contada a lenda de um homem com um saco, que rapta crianças desobedientes, punindo-as. O crime de Gádor, praticado em 1910, popularizou a lenda do homem do saco e originou o nome papa-fígado, que no Brasil se tornou papa-figo. O papa-figo é geralmente representado como um homem rico, que sofre de alguma doença e que, acreditando que será curado, rapta crianças para beber o seu sangue e devorar o seu fígado.
O papa-figo é descrito de forma diferente pelo território brasileiro, mas, em todas as versões, ele é representado como um homem que carrega um saco às costas. Ele pode aparecer como um homem comum, geralmente um idoso, ou como um ser com garras e longos dentes.
No início do século XX, no Brasil, o papa-figo passou a ser associado a pessoas com hanseníase, mais conhecida como lepra. A lenda ajudou a piorar a estigmatização com a qual as pessoas com a doença viviam, nesse período.
Desde a Idade Média, existem relatos de um homem do saco que capturava crianças desobedientes. Existem representações desse mito em algumas pinturas do século XVIII, entre elas a do artista alemão Abraham Bach de Ältere. Na obra, Ältere compôs um homem, com um saco cheio de crianças, aproximando-se de uma residência. Uma criança corre para uma mulher adulta, procurando proteger-se desse homem do saco.
Xilogravura do século XVIII, de Abraham Bach de Ältere, representando o homem do saco.
Foi no início do século XX que o homem do saco passou também a ser chamado papa-figo. Acredita-se que isso ocorreu por causa do crime real conhecido como Crime de Gádor.
Em 1910, em Gádor, na Espanha, o menino Bernardo González Parra, de sete anos, foi raptado por Francisco Leona. Para isso, Leona havia recebido dinheiro de Francisco Ortega, um homem rico que sofria de tuberculose.
Ao visitar uma curandeira chamada Agustina Rodriguez, ela informou Ortega que ele só poderia curar-se se ingerisse sangue de uma criança e passasse a gordura dela no seu próprio peito. Por isso, Francisco Ortega pagou a Francisco Leona para sequestrar o pequeno Bernardo.
Leona fez a criança perder os sentidos com clorofórmio e colocou-a dentro de um saco de juta, levando-a para a propriedade do patrão. Como previa o plano, o menino foi assassinado, e Ortega bebeu o seu sangue. A gordura do menino foi retirada e com ela foi feito um unguento que foi aplicado no peito do doente.
Após o desaparecimento de Bernardo, a polícia foi avisada e acabou por encontrar os responsáveis pelo crime. Francisco Ortega, o patrão, Francisco Leona, o homem que capturou e assassinou o menino e a curandeira Agustina Rodriguez, foram condenados à morte pelo crime.
A lenda já mereceu duas adaptações cinematográficas no Brasil. Uma curta metragem de 2018 chamada o Papa-figo, que conta a história de duas crianças atormentadas pelo mito e uma longa metragem estreada em 2019, dirigida por Adriano Portela e chamada Recife Assombrado, onde o personagem principal, Hermano, procura o seu irmão, enfrentando diversos personagens do folclore brasileiro, entre eles o papa-figo.
Ferreira Junior faz ainda o paralelismo entre o Homem do saco/Papa-figo e outros personagens do folclore internacional com os quais partilha características, como o Sack man, versão anglo saxónica do homem do saco ou o nosso já conhecido Krampus, personagem que atua em conjunto com São Nicolau, o Pai Natal. Ele é uma figura antropomórfica, peluda, com cauda e com chifres. Castiga, com varadas ou com o rapto, as crianças que se portaram mal durante o ano, enquanto o Pai Natal entrega presentes às crianças que se portaram bem.
Acrescenta contudo mais dois mitos, relacionados com o homem do saco: O Robachicos do folclore mexicano, personagem popular que se assemelha muito ao homem do saco. Rapta principalmente crianças que não voltam para casa à hora certa ou à hora do jantar; e o Antjie somers da África do Sul, que, apesar do nome feminino, se trata de um homem que, durante a noite, se veste de mulher para sequestrar crianças. Uma versão da lenda conta que ele era o carrasco da Cidade do Cabo e, com o fim da escravidão, passou a perambular pela África do Sul, com um saco às costas, raptando crianças.
Eis como a liberdade de género chegou também ao homem do saco. Na África do Sul há um homem do saco transexual.
Daniela Diana, no sítio Toda Matéria, retoma no essencial os traços já referidos para o Papa-figo, mas refere uma novidade. Alegadamente, na região do Recife existe outra lenda muito parecida, a do “palhaço que rouba crianças”. A semelhança entre elas é que ambos raptam crianças. No entanto, ao invés de um velho corcunda, este é uma pessoa vestida de palhaço que não se alimenta do fígado de suas vítimas, mas rouba os órgãos das crianças com o intuito de vendê-los.
Aqui a lenda do homem do saco funde-se com a do palhaço assassino, celebrizada pelo cinema norte-americano.
A lenda é tão popular que, em Portugal, até deu origem a um concurso televisivo produzido pela RTP, onde o comediante Manuel Marques encarna o personagem. Mas em vez de um homem mau, um vilão capaz de aterrorizar adultos e crianças, este "Homem do Saco" tem um lado carinhoso e amigável e está até disposto a distribuir prémios por todos aqueles que ousarem cruzar o seu caminho. Só têm que escolher o saco correto.
Já no documentário brasileiro The Scavenger, de 2015, dirigido por Carol Wachockier, Felipe Kfouri e Rafael Halpern o homem do saco é um personagem real, um homem que vive à margem da sociedade e caminha invisível perante os olhos de todos, catando materiais recicláveis para se sustentar. Esse homem desenvolveu o seu próprio método de coleta e tornou-se catador, profissão alternativa ao desemprego que assola muitos brasileiros.
Da apresentação do filme pelo Instituto Pólis pode ler-se o seguinte:
“Cerca de 90% de tudo que é reciclado no Brasil passa pelas mãos dos catadores de materiais recicláveis, agentes invisíveis para grande parte da sociedade. Esses profissionais desenvolveram um método de coleta seletiva eficiente para o cumprimento de algumas etapas da gestão de resíduos sólidos e criaram uma alternativa profissional ao desemprego que assola muitos brasileiros.
Com o objetivo de semear o debate sobre a importância que os catadores possuem na sociedade atual, os diretores Rafael Halpern, Felipe Kfouri e Carol Wachockier produziram o filme de forma independente, sem patrocínio ou financiamento, e decidiram antecipar a divulgação gratuita e online do documentário “O Homem do Saco”(...).
O filme de 58min mergulha no mundo desses trabalhadores e abre nossos olhos para enxergar essas pessoas consideradas invisíveis. A partir da história de vida de diversos personagens, vemos os problemas que enfrentam e vislumbramos possíveis soluções para uma vida mais digna desta figura tão significativa para a cadeia de reciclagem.”
O filme está disponivel gratuitamente no Youtube.
Adelina Lima, no sítio Segredos do Mundo, retoma a associação do homem do saco aos leprosos. Para ela, no imaginário popular, os portadores da lepra eram pessoas totalmente desfiguradas que atacavam crianças para ingerir o seu fígado e assim ficarem curados da doença. Durante muito tempo, os pais enganavam as crianças afirmando que o velho do saco iria sequestrá-las para lhes retirar os fígados e alimentar-se com deles. Daí teria surgido o termo papa-fígado, que foi abreviado para papa-figo.
Esclarece que, antigamente, muitas pessoas acreditavam que a lepra era uma doença do sangue (sangue impuro ou sujo). Como o sangue é filtrado pelo fígado, muitos achariam que, comer esse órgão, ajudaria a restabelecer a sua saúde. Um fígado doente trata-se com um fígado sadio, era a firme convicção do senso comum popular dos antigos. Por este motivo, acreditava-se que o Papa Figo era um homem acometido por essa doença, que sequestrava as suas vítimas para lhes arrancar este órgão.
O papa figo era um senhor, geralmente careca e de dentes tortos, que andava com um grande saco às costas, onde sequestrava as crianças que ficavam a brincar até tarde na rua e que não obedeciam as mães.
Ela prossegue referindo que a lenda do papa-figo é confundida com o velho do saco devido à incorporação de um mito europeu no folclore brasileiro. Segundo a crença, bastante comum na Europa de leste, haveria um velho que andava sujo, mal vestido, com um grande saco às costas, cheio de crianças que ele sequestrava pelo caminho. E de acordo com esta lenda, as crianças do saco que o velho carregava, eram crianças que estavam longe de algum adulto, brincando à frente das suas casas ou na rua. As crianças apanhadas pelo velho eram mortas e não tinham só o fígado retirado mas também o sangue, usado para sarar as suas chagas.
Em Espanha a lenda seria tão popular e a figura tão temida por mães e crianças, a ponto da histeria em massa e o medo levarem várias populações a atacarem qualquer estrangeiro ou pessoa potencialmente suspeita.
Durante o século XIX, a tuberculose assolava a Europa. Embora fosse uma doença mais urbana, devido às péssimas condições de vida e insalubridade das periferias, as consequências atingiram também os meios rurais.
Tal como no Brasil, a medicina e o método científico coexistiam com superstições, remédios caseiros e sabedoria popular. Nas áreas mais isoladas, havia apenas a figura do curandeiro ou feiticeiro. Um velho, que carregava um saco gigante, onde guardava o material para suas poções. Ele era o encarregado de oferecer remédios, como misturas e poções que muitas vezes eram acompanhadas de rituais. Acreditava-se que o sangue das crianças era bom para curar a tuberculose. Então, muitas crianças temiam ser sequestradas por estes homens do saco curandeiros, por causa do seu sangue jovem e saudável.
No sítio da comunidade ABC do Bebé, é partilhado um pequeno conto em que se pretende desmistificar a lenda, para evitar mais sustos, às crianças de hoje:
Era uma família de três irmãos, o pai e a mãe. Moravam numa residência muito graciosa. Não lhes era permitido juntarem-se aos garotos que brincavam na rua. “Por que?” Bem, não sei muito bem, mas o pai era uma pessoa muito diferente dos outros pais.
Nunca ninguém ia brincar na casa e as portas e janelas raramente se abriam. Às vezes conseguia perceber-se que havia alguém por detrás da janela a espreitar, mas nada se sabia. Tinham um cão grande, muito feio, que rondava a casa dia e noite, e nunca latia.
Naquele tempo recebia-se carvão em casa e pedras de gelo para a geladeira e até mesmo leite em garrafas especiais. O gelo chegava numa carroça sempre pingando, e era atirado pela porta. O leite ficava no portão, do lado de fora da casa.
O carvão vinha em sacos especiais. Conta-se que certo dia, ao chegar a casa, antes mesmo de deixar o saco do carvão, o carvoeiro ouviu um choro sentido, que vinha lá de dentro.
Parou e ficou á escuta. Não precisas de chorar mais, dizia alguém. Ele já se vai embora.
Tenho medo dele – suspirava a criança.
Pára, senão ele não se vai embora.
Fez-se um silêncio e o carvoeiro deixou o saco no lugar e partiu. Ficando intrigado com o sucedido, pensou:
“- Da próxima vez vou ficar à escuta para ouvir do que é que a criança tem medo. Será que é de mim”?
E assim foi. Deixou o saco de carvão, fez de conta que se ia embora, mas não foi.
Pronto – dizia alguém lá dentro – ele já se foi.
Você viu? Ele traz o saco nas costas e fica á espera, se saíres ele agarra-te e leva-te embora dentro do saco.
Ele é o homem do saco.
O pobre coitado ficou ali ouvindo, atónito! Credo, como é que alguém pode dizer uma coisa destas a uma criança? Pensou. Voltou para a carvoaria e, no final do dia, depois de um bom banho, foi falar com o polícia da cidade.
Narrou o sucedido, e os dois foram até àquela casa. Bateram à porta, bateram e nada de abrirem. Finalmente, depois de muita insistência, apareceu o dono da casa. O polícia repreendeu-o e à sua mulher também. Chamaram as crianças, apresentaram o homem do saco e contaram toda a verdade.
Daí em diante, aquela casa ficou conhecida como “a casa do homem do saco”. Até hoje ainda existem pessoas que gostam de assustar as crianças com esta história:
Um dois três…
O último que ficar,
O homem do saco vai levar…
Roni Dalpiaz, num artigo publicado no jornal “A Folha de Torres”, pequena cidade do estado brasileiro do Rio Grande do Sul, retoma o mito com uma variante também popular no Brasil que é o do carro ou carrinha preta. A história é a de um homem maltrapilho, todo de preto. que saía pelas ruas desertas da cidade, à procura de crianças para colocar num saco e levá-las, sabe-se lá para onde. Mas não era só o tal homem, havia também uma carrinha preta, que saía pelas ruas da cidade à noite, parava, escolhia e levava algumas crianças, que estavam nas ruas, retirava-lhes algum órgão (geralmente o fígado ou um rim) e as devolvia ainda vivas.
Numa leitura mais social do mito, Ricardo Lemos publicou um poema dedicado ao homem do saco, no Site das Poesias:
Lembro-me bem
Do velho "homem do saco".
Pobre coitado. Morador de rua, Embriagado, Caminhava solitário Quando foi atropelado Por um ônibus apressado Que o jogou contra a guia, E indiferente, seguiu pela via Cheio de gente, Numa noite fria, E rua vazia.
Luísa Souto, no sítio Manual Geek, retoma o mito em termos mais tradicionais, como lenda de Dia das Bruxas.
O Papa Figo possui uma aparência comum, ainda que bastante feia. É descrito como um homem bastante velho e de modos esquisitos, e é comum vê-lo sempre carregando um grande saco, pendurado às costas. A sua aparência costuma chamar a atenção das pessoas, por isso, o velho Papa Figo prefere agir através dos seus ajudantes, para atrair vítimas inocentes, em geral crianças, com idade abaixo dos 15 anos. Mas há relatos de jovens de 16 e 17 anos que tiveram sumiço relacionado com o velho homem.
O Papa Figo é uma pessoa de bastante posses, e através de promessas de pagamentos em dinheiro, acaba atraindo seguidores. Homens gananciosos e criminosos que utilizam todos os artifícios para atrair crianças, sequestrá-las, e levá-las até ao velho.
O nome Papa Figo advêm do que o cruel homem faz às suas vítimas, sendo Papa Figo uma abreviatura de Papa Fígado (ou Come Fígado).
Devido a uma grave doença (alguns dizem tratar-se de Lepra) o Papa Figo acredita que, devorando o fígado de crianças, a sua condição será atenuada. Dizem que as suas dores, apenas são aliviadas após ele devorar os órgãos das crianças (principalmente o fígado).
Era comum a polícia encontrar as vítimas mortas, com um punhado de dinheiro junto ao corpo, para cobrir as despesas do velório, mas, com o passar do tempo, o Papa Figo acabou pegando o gosto pelo sofrimento das crianças, assim como pelo seu sabor. Até mesmo os ajudantes têm muito medo dele e geralmente sequestram as crianças, conquistando a confiança delas através de doces, brinquedos, presentes e moedas.
Portanto, quando a nossa mãe nos dizia que não deveríamos falar com pessoas estranhas, ela estava absolutamente certa.
Eduardo Machado, no sítio Catequese Hoje, alude à lenda relacionando-a com o tráfico humano, sobretudo de crianças pobres.
Para afugentar o malvado, as mães cantavam o refrão “canta, canta meu surrão, que eu te dou um beliscão!”. “Surrão” era o saco onde o homem colocava as crianças desobedientes, que eram levadas das suas casas. O homem percorria aldeias e cidades, recolhendo dinheiro das pessoas, que pagavam para ver “o surrão cantar”, isto é, negociarem em tráfico humano, exploração de trabalho infantil e escravidão.
Na versão da sua família, o homem do saco chamava-se “Tibum Guererê”. O enredo era o mesmo e, no final, a menina sequestrada era salva pela mãe, que a resgatava do saco, colocando no seu lugar estrume de vaca, para desespero do Tibum Guererê.
Para ele, no imaginário desta história infantil, esconde-se a questão do tráfico humano. Famílias que traziam meninas pobres do interior para “ajudar a criar”, e que, na capital, sob o manto dessa aparente caridade, eram submetidas à condição de empregadas domésticas num regime quase escravo, mantidas na ignorância, no analfabetismo, na submissão absoluta.
Com a globalização, a questão tornou-se ainda mais complexa. O Brasil figura como um dos maiores “fornecedores” de homens, mulheres e crianças, submetidos ao tráfico sexual no país e no estrangeiro, assim como ao trabalho forçado, no seu próprio país. A pedofilia, na forma de turismo sexual infantil, continua a ser um problema grave, em especial nas cidades do litoral, em complexos turísticos do Nordeste do Brasil.
Assim “o homem do saco” continua ativo e presente, em pleno terceiro milénio, convivendo com a tecnologia moderna e até se servindo dela para fazer o “seu surrão” cantar.
Ngoma Usuku conta-nos um conto do homem do saco angolano, no sítio Palavra e Arte, mostrando assim que o mito não se se cingiu à Àfrica do Sul, mas também penetrou na antiga colónia portuguesa de Angola.
“Numa aldeia distante, era de praxe as crianças irem até ao rio tirar água para levarem às suas casas. Era também costumeiro os pais avisarem-nas para que não brincassem dentro do rio – pois, temiam que as crianças fossem levadas pela forte correnteza – e que muito menos deviam tentar atravessá-lo – pois, havia o risco de elas serem sequestradas pelo infame Homem do Saco.
Todavia, havia meninos cuja curiosidade lhes corroía os olhos. Kaculu era desses. E, um dia, decidiu aventurar-se por entre os caminhos proibidos.
Engenhosamente, o rapaz inventou calçados de pedra que o possibilitaram passar incólume pela brava correnteza do rio. Após andar variadas horas por entre as majestosas e intimidadoras árvores, Kaculu viu-se perdido a sonoite. Procurou pelo caminho de volta para a casa, mas sem sucessos. Deixou esvair de seus olhos algumas lágrimas de angústia e medo. Nem lhe foi dado tempo para limpá-las de seu rosto pequeno, pois um barulho sinistro despertou a sua atenção.
O rapaz tentou correr, mas caiu e arrastou-se com os braços até à árvore mais próxima. Enquanto o barulho ganhava maior alarde, Kaculu viu a aproximar-se de si uma figura abissalmente negra, possuidora de um odor horripilante e um par de olhos bizarros, noctívagos, vermelhos escuros, que imediatamente o pôs num grande saco feito de pele de cabra.
Apesar dos gritos e dos movimentos bruscos que o rapaz empreendeu dentro do saco, foi levado com pouco esforço por aquela aberração. Depois de inúmeras tentativas infrutíferas, a Kaculu restou apenas o fôlego para perguntar ao ser que o apanhara:
– Para onde me levas?
Após alguns segundos de silêncio, o maior raptor de crianças daquela área respondeu-lhe friamente, com voz áspera de monstro.
– O ratinho que vai procurar comida sem a ajuda da mãe é apanhado pelo gato. As palavras dos teus pais deviam ser como algemas pesadas em tuas mãos, manter-te-iam sempre em casa e seguro. Porém, visto que te atreveste a desobedecê-los, eu farei a ti o que o gato faz sempre que apanha um ratinho.
A noite já ia distante. Kaculu estava amarrado a um poste. O ser que o apanhara acendera a fogueira debaixo de uma panela gigantesca e, no momento, colocava o que pareciam ser legumes para dentro dela. Estava abismalmente escuro. Via-se apenas a silhueta dele. Era alguém gigantesco. Não se podia ver o rosto. Via-se o brilho avermelhado de seus olhos. Seria humano? O que pensava fazer com o rapaz? Comê-lo como havia dito?
A figura atemorizante deu passos até ao rapaz. Tinha uma pequena tigela na mão. Brasas – havia brasas na tigela. O ser julgado terrível colocou a mão no arredondado recipiente e girou as brasas. Saía fumo de seus dedos. Ele fez aquilo por alguns segundos, depois atirou – cinzas! Ele atirou cinzas para cima do corpo do rapaz. Como é que conseguira fazer aquilo? Ninguém mexe em brasas e as transforma em cinzas!
O rapaz tossiu – o que saiu das suas narinas pareceram pequenas fagulhas cintilantes em vez das cinzas que lhe foram lançadas. A figura tenebrosa afastou-se. Colocou um pesado e comprido pau na panela e começou a girar. De repente, o brilho da lua aumentou. Kaculu conseguiu ver duas enormes figuras a aproximarem-se do monstro. Um deles parecia ter a forma de um jacaré, o outro parecia ser um fantasma. Ambos se aproximavam lentamente do raptor; não faziam barulho. Quando se aproximaram o suficiente para que a figura de olhos vermelhos sentisse a sua presença, cada um ficou pousado de um lado – um à sua esquerda e outro à sua direita.
De repente, o jacaré começou a ganhar forma humana, assim como o provável fantasma. Os dois ficaram abaixados, em posição de respeito. Pareciam ser seus arautos, seus lacaios, seus servos. Ambos estavam vestidos como indígenas; estavam quase nus. Quando o raptor levantou as mãos para o céu, eles ergueram-se e andaram em aproximação do Kaculu. Desamarram-no e o levaram para perto da figura com os olhos vermelhos brilhantes. Os dois ergueram o Kaculu. O rapaz conseguiu ver o interior da panela enorme. Não era água e legumes que estavam lá dentro. Eram pedras de carvão incendiadas em estado líquido, e cheiravam a petróleo.
Oh! Não! Os homens lançaram o rapaz para dentro da panela. O menino gritou. A panela era tão grande que todo o corpo dele coube dentro do recipiente. Parecia que se afogava em lava. O seu corpo derretia, mas agora já não sentia dor. A sua pele, os seus cabelos, os seus músculos – tudo derretia, menos os seus ossos.
Quando todo o tecido cutâneo, capilar e muscular desapareceu por completo do corpo do rapaz, apenas o tecido ósseo restou. Os dois homens retiram o esqueleto da panela. O esqueleto – o esqueleto tinha vida. Todas as suas articulações não sofreram danos. Ainda era uma pessoa, apenas não tinha músculos, cabelos e pele.
– O que sentes? – perguntou-lhe um dos prováveis lacaios, enquanto o rapaz andava e esfregava os ossos dos braços.
– Sinto frio – respondeu Kaculu.
Outro dos prováveis lacaios colocou um pano pesado sobre o menino. Kaculu sentiu-se aquecer. Os quatro andaram até uma tenda. O raptor estava à frente de todos.
– O que é que vocês fizeram comigo? – perguntou Kaculu, depois de se ter sentado e ver inúmeros objectos artesanais no local.
Antes de receber a resposta, o gigante de olhos vermelhos fez um gesto e os outros dois saíram. O gigante estava de costas voltadas para o rapaz. O raptor retirou o capuz que não permitia que o Kaculu visse o seu rosto. O rapaz viu que o gigante tinha muito cabelo – o cabelo era muito comprido. Ainda de costas, o raptor retirou o tecido ligado ao capuz e rugiu levemente. O rapaz ficou com medo. Kaculu não tinha olhos no rosto, mas via.
O gigante começou a virar-se lentamente. Kaculu viu… seios? Uma mulher? O Homem do Saco era uma mulher?
– És uma mulher? – perguntou ele ao beirar a rouquidão e a gaguez.
– Qual é o problema? – perguntou ela, enquanto os seus olhos vermelhos ganhavam a coloração dos olhos normais. A voz era suave, contudo séria e firme.
– Tu não és o Homem do Saco, és?
– Sou. Porque te surpreendes?
– Todo mundo na aldeia pensa que és um homem: o teu próprio nome diz isso: Homem do Saco. Homem…
– Este nome não se refere a mim, mas à humanidade… à humanidade no saco, à humanidade a apartada do que é bom, à humanidade que faz o que é errado, à humanidade que destrói os nossos campos, as árvores, polui os rios, à humanidade trancada que precisa de liberdade.
– Muito estranho esse teu nome.
– Na verdade, é mais que um nome, é um cargo, é a minha designação. O que me deram para fazer.
– Quem te deu?
– Alguém que veio antes de mim.
– Não percebi – disse o rapaz, levantando-se enquanto sentia que grande parte de seus ossos já estava preenchida por músculos.
– Houve muitos Homens do Saco antes de mim. Temos o período de dez anos para cuidar dessa tarefa. Depois temos de escolher alguém e passar-lhe os nossos poderes. Neste contexto, voltamos a ficar humanos e nos esquecemos de tudo o que fizemos antes.
– E o que faço aqui?
– Foste escolhido por mim… O ritual pelo qual passaste há pouco é princípio da transição dos meus poderes para ti.
– Como assim? Eu vou me tornar num gatuno de crianças?!
– Não ouviste bem o que disse – disse a enorme mulher ao colocar-lhe as mãos pesadas sobre o ombro. – Quantas crianças foram raptadas desde que nasceste?
– Nenhuma… mas…
– Quantos anos tens?
– Dez.
– Entendeste agora? Parece que não. Qual a última pessoa que foi raptada? O que te contaram os teus pais?
– Uma menina.
– Aqui estou eu, dez anos depois… Só são raptados os escolhidos. Nem sequer se chama rapto – disse, reparando que o rapaz olhava para as inúmeras penas finas que ela tinha no pulso. – É uma bênção proteger a natureza, o nosso país… Conheces coisas que mais ninguém conhece. Os animais te pertencem, te obedecem, as árvores, os rios, os mares… Tudo, tudo é teu e está ao teu serviço.
– E quem são aqueles dois?
– Um é o Jacaré Bangão, o outro é o Kazumbi.
– O que é que eles fazem?
– Também são uma ajuda. São os meus olhos nos sítios em que não estou. Quantas províncias temos?
– Dezoito…
– Somos três, cada um cuida da terceira parte desse número.
– Seis.
– Pensas rápido. Exactamente. Cada um cuida de seis províncias.
– Quais são as tuas?
– Bengo, Malanje, Zaire, Cabinda, Uíge e Kwanza-Sul – respondeu ela, contando nos dedos dele.
Kaculu viu que sua mão estava como a de humano novamente, mas que tinha penas finas como as dela.
– Elas serão agora o teu território.
– O que está a acontecer comigo, Homem do Saco? – perguntou o rapaz ao olhar para todo o seu corpo e sentir que sua visão se tornava avermelhada.
– Já te disse. Estás a ganhar novos poderes. Toma. Veste isso – disse ela, atirando-lhe uma pequena peça de roupa com o intuito de encaminhar o rapaz para a saída. – Tens muito que aprender. O teu treino começa a partir de agora.”
Este conto é uma deliciosa mistura de atualidade e tradição. Temos a tradição portuguesa do homem do saco que rouba crianças, temos o Antjie Somers sul-africano, que transforma o homem do saco numa mulher (ou num homem vestido de mulher ou numa mulher vestida de homem, a transexualidade do Antjie Somers é claramente assumida neste conto, o que contribui igualmente para a sua atualidade) e temos ainda a contemporaneidade da temática da defesa do ambiente, em que o mito é transformado numa espécie de super herói ou deus animista, com dois ajudantes, cuja missão é proteger a natureza: “os animais te pertencem, te obedecem, as árvores, os rios, os mares… tudo, tudo é teu e está ao teu serviço”. É um deus vocacionado para a defesa da natureza dos abusos do Homem e só rapta uma criança, a cada dez anos, com o propósito de preparar a sua sucessão, de modo a que sempre exista alguém que assegure a sua missão sagrada em Angola.
Temos assim o homem do saco elevado a um personagem de ficção literária que faz lembrar o realismo mágico latino-americano, que também existe em autores africanos e asiáticos, alguns de enorme sucesso, como o angolano José Eduardo Agualusa, o moçambicano Mia Couto, o indiano Salman Rushdie ou ainda o japonês Kazuo Ishigurô.
No sítio de “O Semanário”, um jornal de Rafard, São Paulo. O jornalista Rubinho Souza lembra o medo que o irmão mais velho tinha do homem do saco, que, na cidade de Rafard, era conhecido pelo nome de Ligeira. O mito seria comum nos países latinos, oriundo de Portugal e Espanha, mas também exista em países como o Haiti, Estados Unidos, nalguns países asiáticos e ainda na Alemanha, Rússia, Inglaterra, Grécia, Itália e França.
No que respeita às características do homem do saco ou “Ligeira” paulista, refere ser um velho malvado, feio e magro, que come as crianças que se comportam mal. A lenda na Europa era de que as crianças carregadas pelo velho do saco eram transformadas em sabonetes, pele de tamboretes e os seus ossos eram transformados em botões.
Já quanto à origem do mito menciona a inverosímil história das crianças enviadas pelo correio - “Esse mito passado de geração para geração, na realidade se deve ao trabalho dos carteiros, que nos séculos passados, além de entregar correspondências cujo transporte era feito através de animais, era comum os pais enviarem crianças pelos Correios com selo pendurado em suas roupas para a escola ou para parentes, onde elas viajavam numa espécie de sacola que ficava presa ao ombro do carteiro.
Essa prática também acontecia, quando as famílias queriam livrar as crianças pequenas de locais com incidência de doenças contagiosas, pobreza extrema ou mesmo para a doação, quando os pequenos eram dados à adoção para outras famílias, o que nessa época era perfeitamente legal e muito comum.” - mas também aos “sequestros de crianças por povos ciganos que invadiram em massa diversos continentes, sequestrando crianças pra vendê-las em outros locais para usá-las como mão de obra em fábricas que eram em grande número naquele tempo.“
Uma vez mais assistimos à fusão entre o mito e realidade. Aqui desaparece o papa-figo, tão popular no Brasil, para dar lugar a um Ligeira paulista que ora seria um carteiro, ora um cigano, mas com o propósito bem realista de entregar crianças para adoção, a famílias mais ricas da cidade, ou mesmo para as traficar, como mão de obra barata para a indústria.
A popularidade do mito é tão grande no Brasil que até foi adotado pela famosa “Turma da Mónica”, do ilustrador Maurício de Sousa, em que os personagens Seu Cebola e Zé Moreira, um ogre da floresta negra, já foram associados ao homem do saco.
A Desciclopédia é um sítio que pretende ser uma versão louca e humorística da Wikipédia, com artigos sobre os mais diversos temas, carregados pelos utilizadores.
Sob a epígrafe “Homem do Saco” encontramos o seguinte:
“Na Dinamarca, no século XII, a mortalidade infantil era muito alta, já que as vacinas e os xaropes ainda não haviam sido inventados e, no inverno, época do natal, não havia muita coisa para se comer além de neve e esterco de cavalo. Assim, para não ter problemas com crianças subnutridas que provavelmente ficariam doentes, as famílias preferiam abandoná-las fora de casa na expectativa de que morressem congeladas e pudessem ser reaproveitadas mais tarde na janta (a mesma coisa que a Sadia faz atualmente, portanto).
Entretanto, algo muito estranho começou a acontecer: em vez da fina película de gelo que normalmente envolvia os corpos das crianças, elas passaram a aparecer envoltas numa grossa camada de uma substância branca congelada, que tinha um estranho cheiro de queijo e gosto muito ruim, de forma que as crianças ficavam inutilizadas para consumo. Alguns mais corajosos punham a substância branca na boca e cuspiam, enquanto outros ainda mais valentes a engoliam. Daí surgiu a expressão "Cospe ou engole?", usada por bravos Vikings quando referindo-se às suas preferências alimentares.
Porém, muitos dinamarqueses começaram a morrer de fome por recusarem-se a comer as crianças com gosto de queijo brie, e logo uma Comissão de Moradores com Tochas (CTC) se formou para investigar o que estava acontecendo. Assim, numa madrugada fria de abril ou março (a história não registra precisamente) de 1113, foi descoberto o enigma: um velho tarado, com um enorme saco entre as pernas, abusava sexualmente das crianças e, devido à enormidade de seu atributo, jorrava cerca de 4,2 litros de esperma quando atingia o orgasmo, cobrindo completamente as crianças.
A multidão furiosa, armada de foices, pedras e más intenções, não deu tempo para que o grande gozador se defendesse: seu saco foi cortado pelas foices e devidamente dividido entre toda a população, que não morreu de fome. Bem abastecidos e satisfeitos, mantiveram a tradição de comer peru no natal. O corpo do homem do saco foi esquartejado e queimado dezenas de vezes (após as sessões de tortura chinesa, claro).
A lenda do Homem do Saco, no entanto, durou mais que ele.”
Uma versão do mito que fala por si mesma, desprezando mais comentários.
Rodrigo Alves de Carvalho, escritor e poeta de Minas Gerais, no Brasil, escreveu também uma crónica sobre o homem do saco no “Jornal da Cidade” de Aracaju, capital do estado brasileiro de Sergipe.
“(…) Nunca tive medo do Homem do Saco e sim muita curiosidade em saber como ele era, como é que as crianças ficavam dentro do saco, onde ele as levava. O Homem do Saco poderia nos submeter a cruéis castigos insanos como por exemplo, nos forçar a comer quiabo, ou então algo mais tenebroso nos cozinhando num caldeirão fervendo como faziam as bruxas.
Para as outras crianças, o medo do Homem do Saco imperava naquele mundo infantil cheio de mistérios e fantasias e o melhor a fazer era obedecer aos pais, não teimar em ficar brincando por muito tempo na rua depois que éramos chamados, até porque se o Homem do Saco não aparecesse, com certeza o chinelo da mãe apareceria.
Certa tarde eu estava brincando sozinho na calçada, aproveitando a água que descia junto ao meio fio, construía uma represa com paus e tijolos velhos. Quando olhei para baixo, subia um homem alto, com chapéu engraçado, andar lento, que não tirava os olhos de mim. Meu desespero começou quando observei que segurava um saco enorme nas costas que sacolejava para lá e para cá.
Em pânico, minhas perninhas tremiam e com muita dificuldade consegui ficar em pé. O Homem do Saco se aproximou, sempre me olhando sem parar, consegui dar uns passos para trás e fiquei próximo ao portão de casa. Porém, mesmo com as pernas bambas, não queria gritar chamando minha mãe, pelo contrário, havia curiosidade em saber o que ele faria e como eu iria caber naquele saco que devia estar repleto de crianças.
- Sua mãe está aí?
Ao perguntar isso, tive certeza que minha hora havia chegado, mas decidi juntar forças e lutar, principalmente porque um instinto heroico tomou conta de mim e iria acabar com aquela história de Homem do Saco. Então xinguei da maneira mais vil e ofensiva já existente para uma criança:
- Bobão! Feio! Cara de mamão! Boboooo!
Minha mãe ao ouvir tais ofensas saiu de casa e se deparou com o filho se preparando para o fatal pontapé na canela do tenebroso vilão que carregava um saco nas costas...
À tarde quando meu pai chegou, vieram conversar comigo e explicar que não podia xingar as pessoas simplesmente por estarem carregando um saco nas costas e que o Homem do Saco não existia de verdade.
E minha mãe não ficou chateada por eu ter me assustado com o Homem do Saco e sim porque teve que pedir desculpas ao humilde pedinte que só queria um copo d’água.”
Os efeitos perversos dos mitos no desenvolvimento psicológico da criança.
A associação do mito do homem do saco aos crimes macabros não é nova, aliás muitos garantem que a origem do mito foi o crime hediondo de Gádor em 1910, em Espanha. Também já vimos que serial killers, que atuaram muito mais recentemente, como o brasileiro Laerte Patrocínio Orpinelli, que cometeu múltiplos infanticídios no interior do estado de São Paulo, entre as décadas de 70 e 90 do século XX, foram relacionados com o mito.
Por isso não espanta que o sítio brasileiro entitulado Canal Ciências Criminais apresente a história de outro serial killer, como sendo a do verdadeiro homem do saco.
“Em São Petersburgo, os contos de fadas tornaram-se um pesadelo tangível quando um homem desequilibrado começou a atacar e abusar de meninos à luz do dia, com níveis chocantes de brutalidade. A cidade ficou em pânico com esses horríveis acontecimentos, onde em alguns casos as vítimas tiveram seus órgãos internos retirados e descartados.
Igor Irtyshov, aterrorizando a cidade com seus atos monstruosos, se tornou o homem do saco personificado. Nascido fraco e subdesenvolvido devido à dependência alcoólica de sua mãe, Igor enfrentou um início de vida trágico. Sofrendo um traumatismo craniano na infância e, em seguida, sendo abandonado por sua mãe num internato para deficientes mentais. Ele próprio foi vítima de abusos e maus-tratos, o que agravou sua condição mental.
Os terríveis ataques de Irtyshov ocorreram durante um ano, de dezembro de 1993 a novembro de 1994. Ele foi finalmente detido quando um suposto amante encontrou uma mochila infantil ensanguentada entre seus pertences e informou à polícia.
Apesar do caos na cidade e das autoridades em seu encalço, Igor não se deteve, mostrando sua crescente perda de controle e crueldade. Diagnosticado com graves distúrbios mentais, Igor foi julgado são e condenado à morte. Morreu aos 49 anos de ataque cardíaco na prisão, em 2021.
Uma das vítimas do homem do saco, o jovem Konstantin Kouzmine, foi capaz de sobreviver, embora com sérias sequelas físicas. Depois de uma mobilização nacional, Kouzmine foi levado para os EUA, onde passou quatro anos sendo alimentado por nutrição parenteral total (NPT), devido à perda de grande parte de seus órgãos digestivos causada pelo ataque.
Após um transplante de intestino em 1998, infelizmente, seu corpo começou a rejeitar o novo órgão em 1999. A falta de resposta de seu sistema imunológico fez com que Kouzmine não resistisse e ele faleceu no início do ano 2000, aos 14 anos.
Esta história trágica de Igor Irtyshov e suas vítimas nos lembra que, por mais aterrorizantes que sejam as histórias inventadas para disciplinar as crianças, os verdadeiros monstros podem estar mais perto do que imaginamos.”
Apesar do tom sensacionalista do artigo, os factos referidos são reais e Igor Irtyshov foi um assassino em série russo real, um jovem de 22 anos, que se dedicava à prostituição, e que violou e assassinou oito jovens com idades entre os 9 e os 15 anos, em São Petersburgo, entre Dezembro de 1993 e Outubro de 1994. Foi preso em Novembro de 1994, julgado e condenado à morte em 1996, mas a sua sentença seria comutada para prisão perpétua em 1999, tendo morrido na prisão, de insuficiência cardíaca, em Fevereiro de 2021, aos 49 anos de idade.
Não obstante a veracidade dos factos, a única semelhança do caso Irtyshov com o mito do homem do saco é o rapto de crianças. O infanticida não era velho, nem usava qualquer saco para transportar as crianças. Trata-se assim de uma associação claramente abusiva ao mito, com o propósito de despertar a curiosidade do leitor para um caso criminal com contornos extremamente violentos e por vezes macabros.
Num plano completamente diverso, existe em Portugal uma coleção de obras literárias denominada o Homem do Saco, que tem por objetivo apoiar e divulgar jovens artistas, nomeadamente, através da publicação da sua primeira obra. A iniciativa é do Grupo Experimental de Intervenção Cultural (GEIC), criado em Lisboa em 1990, mas atualmente ativo na Moita, concelho de Castro Daire e distrito de Viseu.
O mito é aqui interpretado como o arrebanhar de jovens talentos literários, à procura de oportunidade para editar uma primeira obra. Um saco cheio de jovem talento.
Sob a influência de Roberto Gamonal Arroyo, professor na Faculdade de Ciências da Informação da Universidade Complutense de Madrid, existe também uma associação cultural, dedicada às artes visuais, que junta artistas portugueses e espanhóis, e se chama precisamente o Homem do Saco.
Este “Homem do Saco é uma colusão internacional contra a fealdade do mundo, sob a forma de associação cultural e atelier de tipografia e de edições artesanais (ou não tanto). Constituído por Juan Yusta, Miguel Pereira, Luís Henriques, Luís França, Joana Pombo, Manuel Diogo, Mariana Pinto dos Santos, Ricardo Castro e Rui Miguel Ribeiro, imprime cartazes e edições de algumas dezenas de exemplares, em ti pografia de caracteres móveis, serigrafia, gravura e outras técnicas (recorre também a impressões digitais, a Risografia ou a offset, em edições de tiragens maiores). Há várias chancelas editoriais dentro do Saco: Landscapes d’ Antanho, Pianola, Momo, Diário de um Ladrão, 100 cabeças, Troppo inchiostro, O Homem do Saco. Eventualmente, também respinga tinta por encomenda, para executar pequenas edições de autor, edições ou capas de outras editoras, cartões, menus ou workshops de tipografia.”
Aqui temos um saco cheio de novas ideias e oportunidades criativas para os artistas.
Voltando à nossa bem conhecida wikipédia, direi que a versão portuguesa é em tudo semelhante à brasileira exceto num pormenor importante: a associação do mito não apenas ao Krampus alpino mas também a um misterioso “coco”, “coca” ou “cuca”, que ainda não foram mencionados em nenhuma das consultas anteriores.
A coca ou cuca é um ser mítico, uma espécie de fantasma, bruxa ou bicho-papão com que se assustam as crianças. Embora não tenha uma aparência definida, este ser assustador tinha uma representação figurada, a sua cabeça era uma espécie de abóbora ou cabaça da qual saía luz (ou fogo). A representação da coca era feita com uma panela ou abóbora oca em que se faziam três ou quatro buracos, imitando olhos, nariz e boca, e em que se colocava uma luz dentro e deixava-se, durante a noite, num lugar bem escuro para assustar crianças e pessoas que passavam. A coca é um ser feminino, o equivalente masculino é o coco, nas definições de Cândido Figueiredo e Nuno Matos Valente (Bestiário Tradicional Português).
Trata-se pois de uma figura muito semelhante ao Jack-o'-lantern do folclore norte-americano, associado ao Halloween ou Noite das Bruxas.
O mito do Coco teve origem em Portugal e na Galiza. Segundo o dicionário da Real Academia Espanhola,“el coco” (também chamado “el cuco” na América Latina) teve origem no fantasma português: “(Do português côco, fantasma que leva uma abóbora vazía, a modo de cabeça). Fantasma com que se mete medo às crianças”. A palavra coco é usada em linguagem coloquial para significar a cabeça humana em português e espanhol. Coco também significa crânio. A palavra "cocuruto" em português significa a coroa da cabeça e o lugar mais alto. "Gogo" em basco significa espírito. Na Galiza "crouca" significa cabeça, deriva do proto-celta krowkā, e tem a variante "croca"; e quer coco ou coca também significam cabeça. São cognatos o córnico "crogen" que significa crânio, o bretão "krogen ar penn" que significa crânio, e o irlandês "clocan" que também significa crânio.
Na mitologia Calaico-Lusitana Crouga (do proto-celta krowkā) é o nome de uma divindade ainda com contornos obscuros, a quem são feitas oferendas, no entanto na inscrição de Ginzo de Limia é a Crouga que é oferecida.
Nas Ordenações e Leis Extravagantes, "dar coca a alguém" significa "trazê-lo sujeito e à sua disposição com carícias e afagos, trazê-lo tonto, manso com amavias".
Coco era o nome do fruto de uma espécie de carvalho. Por sua vez o nome cuca era dado a uma "espécie de bugalho que se cria nos carvalhos e que, quando verde, tem côr avermelhada que faz lembrar a de certas maçãs" (maçã-de-cuco). O vocábulo transmontano "cócora" significa 'castanha cozida, que se não descascou parcialmente', e deriva de coco, coca. Em provençal "coca" é o nome que se dá à castanha.
O nome do coco é usado frequentemente como aviso de um mal iminente nos países de língua castelhana, tal como acontecia em Portugal, quando as crianças desobedecem aos seus pais, não querem dormir, não querem comer, ou para as dissuadir de irem para lugares perigosos e de se afastarem de casa. Não é o aspeto do coco mas o que ele faz que assusta a maioria das crianças. O coco é um comedor de crianças (um papa-meninos) e um sequestrador. Ele imediatamente devora a criança e não deixa rastro dela ou leva a criança para um lugar sem volta. Mas ele só faz isso às crianças desobedientes. A coca fica a vigiar as crianças mal comportadas do topo do telhado (fica à coca). O coco toma a forma de qualquer sombra escura e fica também de guarda. Eles são atraídos pela desobediência de uma criança. Ambos representam o oposto do anjo da guarda e são frequentemente comparados ao diabo. Há ainda quem veja o coco como a representação dos defuntos da comunidade local.
No Minho a máscara que se faz com a casca de uma abóbora é chamada de coco. Na antiga Beira Alta era costume os rapazes levarem espetada num pau, como símbolo das almas do outro mundo, uma abóbora esculpida em forma de cara, com uma vela acesa dentro, lembrando uma caveira.
Segundo Rafael Loureiro, a tradição de esculpir abóboras com rostos é uma tradição milenar na Península Ibérica que remonta ao tempo dos celtiberos, um costume parecido ao que Diodoro Sículo atribuía aos guerreiros Iberos na batalha de Selinunte em 469 a.C., que penduravam nas lanças as cabeças dos inimigos.
"O costume outonal e infantil de esvaziar abóboras e talhar na sua casca olhos, nariz e boca buscando uma expressão tétrica, longe de ser uma tradição importada por um recente mimetismo cultural americanizante, é um rasgo cultural antiquíssimo na Península Ibérica" ~ Rafael López Loureiro (in Samain: A Festa das Caveiras).
Nas Décadas da Ásia (1563), João de Barros descreve como o nome do coco (fruto), teve origem nesta tradição:
“Esta casca per onde aquelle pomo recebe o nutrimento vegetal, que he pelo pé, tem uma maneira aguda, que quer semelhar o nariz posto entre dous olhos redondos, per onde elle lança os grellos, quando quer nascer: por razão da qual figura, sem ser figura, os nossos lhe chamaram coco, nome imposto pelas mulheres a qualquer cousa, com que querem fazer medo ás crianças, o qual nome assi lhe ficou, que ninguem lhe sabe outro, [...]”.
Rafael Bluteau, no primeiro dicionário da língua portuguesa o Vocabulario Portuguez e Latino (1712) define o coco e a coca como caveiras: “O Coco ou a Coca. Usamos destas palavras, para pôr medo aos meninos, porque a segunda casca do Coco tem na sua superfície três buracos com feição de caveira.“
Na primeira metade do século XX a coca era parte integrante de festejos como o do Dia de Finados ou o peditório ritual do Pão-por-Deus. O Pão-por-Deus, já mencionado no século XV, é um peditório ritual feito por crianças, embora antigamente participassem também os pobres, feito com o fim de partilhar o pão ou guloseimas com as alminhas queridas, os defuntos da comunidade, que eram aguardados ansiosamente e chegavam de noite em forma de borboletas ou pequenos animais. Conforme a região, este peditório assume diferentes nomes: santoro ou santorinho, dia dos bolinhos, fieis de Deus, já na Galiza o peditório tem o nome de migalho (migallo).
"Nesta mesma cidade de Coimbra, onde hoje nos encontramos, é costume andarem grupos de crianças pelas ruas, nos dias 31 de Outubro e 1 e 2 de Novembro, ao cair da noite, com uma abóbora oca e com buracos recortados a fazer de olhos, nariz e boca, como se fosse uma caveira, e com um coto de vela aceso por dentro, para lhe dar um ar mais macabro." (Manuel de Paiva Boléo, Universidade de Coimbra. Instituto de Estudos Românicos, 1963).
"Em Coimbra o peditório menciona «Bolinhos, bolinhós», e o grupo traz uma abóbora esvaziada com dois buracos a figurarem os olhos de um personagem e uma vela acesa dentro[...]outro exemplo da utilização da abóbora ou cabaço como figuração humana, nas máscaras dos embuçados das esfolhadas de Santo Tirso de Prazins (Guimaräes), que depois, estes passeiam, alçadas num pau e com uma vela dentro, e deixam espetados em qualquer sitio mais ermo, para meterem medo a quem passa." (Renato Almeida, Jorge Dias. Estudos e ensaios folclóricos, 1960).
"Em Landim (Famalicão) fingia-se, para amedrontar a gente das esfolhadas, um rosto humano com um cabaço ôco onde se metia uma vela a arder. A seguir espetava-se o cabaço num espeque, e deixava-se num ponto de passagem." (Leite de Vasconcelos, Revista lusitana: arquivo de estudos filológicos e etnológicos, 1919).
Na Galiza começava-se a talhar as cabaças com cara de caveiras perto do dia de São Miguel (21 de Setembro), e continuava-se pelo outono dentro. Toda a estação do outono era tempo de fazer caveiras com as cabaças.
As cabeças teriam poderes protetores, protegiam as pessoas ou comunidades. Teriam também poderes divinatórios ou proféticos e de cura. Os locais de exibição das cabeças cortadas, da Idade do Ferro, situavam-se dentro e fora dos edifícios, notando-se uma preferência por locais públicos, de trânsito e locais altos acima do nível de circulação das pessoas (ruas, varandas ou entradas de edifícios, paredes e pilares), sempre com uma preferência pelos locais mais visíveis (Hortalá. M. Carme Rovira. Las armas-trofeo en la cultura ibérica: pautas de identificación e interpretación)
A representação da coca, com uma abóbora iluminada, faz parte do património imaterial galego-português. Na Galiza é tema na festa das caliveras, ou samaín, e assume vários nomes: calacús, caveiras de melón, calabazotes, colondros, etc.
Os rituais em torno da Nossa Senhora da Cabeça, em Portugal, incluem a oferta de ex-votos com a forma de cabeças de cera, rezar a Avé Maria com uma estátua da Nossa Senhora em cima da cabeça, e rezar com a cabeça dentro de um buraco aberto na parede da capela (Enciclopédia das Festas Populares e Religiosas de Portugal).
A capela de Nossa Senhora das Cabeças localizada 50 metros a noroeste das ruínas do templo romano de Nossa Senhora das Cabeças (Orjais, Covilhã) evidencia uma continuidade no uso de um espaço sagrado que passou de uma área de culto pagão para a de um culto cristão e que continuou a ser um local de culto nos séculos seguintes até ao dia de hoje. De acordo com Pedro Carvalho os achados pré-romanos e a localização invulgar das ruínas romanas dentro das muralhas de um castro do século VIII a.c. sugerem a possibilidade de o local ter sido inicialmente de um culto pré-romano. Em Mileu, a capela de nossa Senhora das Cabeças tem cabeças humanas, uma cabeça com gorro, e cabeças de lobo como motivos decorativos. Na aldeia de Ponte, freguesia de Mouçós, num monte que dá para o Rio Corgo, há uma capelinha chamada de Santo Cabeço que a lenda diz ter sido construída pelos Mouros. Na parede voltada para o sul tem uma cavidade redonda onde os Mouros metiam a cabeça para ouvir o mar. O povo local tem também o costume de colocar a cabeça no buraco: uns para ouvirem o sussurro semelhante ao das ondas, outros para aliviarem as dores de cabeça (A Capela de N. S.a de Guadalupe. APL 930. Centro de Estudos Ataíde Oliveira )
Para além das tradicionais abóboras, fazem-se as lanternas com buracos a figurarem um rosto com panelas velhas furadas, com melões, e com caixas de sapato.
Em Portimão nas celebrações da Semana Santa, durante a “procissão dos Passos", organizada pela Misericórdia, o arauto, um homem vestido de negro com uma capa e um capuz, que tinha três buracos correspondentes aos olhos e boca, a cobrir a sua cara, que liderava a procissão e anunciava a morte de Cristo, era chamado quer de coca, farnicoco, (farricunco, farricoco do Latim far, farris e coco) ou morte. Dava-se o nome de coca quer à capa quer ao homem que a vestia.
Em 1498, o rei Manuel I deu permissão aos irmão da Misericórdia para que todos os anos no Dia de Todos-os-Santos recolhessem os ossos e os restos mortais, deixados no cadafalso, daqueles que tinham sido condenados à morte, e lhes dessem uma sepultura. A irmandade, durante a Procissão dos Ossos, era seguida pelos farricocos que levavam as tumbas e recolhiam os ossos dos condenados. O farricoco era o tumbeiro da Misericórdia que levava os defuntos para a sepultura.
O papel de assustar meninos estendeu-se até ao Brasil, levado pelos primeiros colonizadores, onde a coca é conhecida por um outro sinónimo: Cuca.
"Para Câmara Cascudo [...], a cuca pode ter três origens. De Santa Coca que aparecia nas procissões da província do Minho, em Portugal. Também no Minho, coca é o nome popular de abóbora que, assim como em nossos dias, era perfurada desenhando-se nela os contornos dos olhos e da boca, e colocando-se uma vela acesa dentro. A terceira possível origem é a partir de “Farricoco”, personagem amedrontador, vestido com uma túnica que acompanhava a procissão de Passos, no Algarve, também em Portugal."
E eis como, de repente, o mito do homem do saco se vê relacionado com outros dois mitos famosos, a célebre abóbora do Halloween, Jack-o'-lantern, que hoje associamos às celebrações norte-americanas mas que, afinal, parece ter origem galaico-portuguesa, e a brasileira Cuca, que muitos, sobretudo da minha geração, se lembram de ver no famoso Sítio do Picapau Amarelo, série de 23 volumes originalmente escritos, entre 1920 e 1947, pelo novelista brasileiro Monteiro Lobato e adaptados à televisão pela Globo em 1977, com música de Gilberto Gil e novamente em 2001.
A abóbora luminosa e de olhos, nariz e boca esculpidos, de ar ameaçador, é um comedor de crianças (um papa-meninos) e um sequestrador. Ele imediatamente devora a criança e não deixa rastro dela ou leva a criança para um lugar sem volta. Mas ele só faz isso às crianças desobedientes. A coca fica a vigiar as crianças mal comportadas do topo do telhado (fica à coca). É a reprodução quase exata da história do homem do saco e dos seus ajudantes e do Krampus e do Pai Natal.
Já a malvada Cuca, versão brasileira da Coca portuguesa, é a mesmíssima coisa, embora a versão que conhecemos do Sítio do Picapau amarelo seja inspirada na representação da mesma em forma de dragão, que também abundou em terras lusitanas.
A mais antiga referência à Coca surge no Livro 3 de Doações de D. Afonso III, ano de C. de 1274:
"E se per ventura algua Balea ou Baleato ou serea ou coca ou Roaz ou Musaranha ou outro pescado grande que semelhe algun destes morrer em Sesimbra ou em Silves ou em outros lugares da Ordin de El Rey."
No norte de Portugal, a coca é representada por um dragão com escamas. Na vila de Monção, conhecida como a terra da "coca", ela é chamada de "santa coca", (numa alusão à santa irlandesa Kilcock), ou "coca rabixa". Na festa da coca do dia do Corpus Christi a coca é o dragão que luta com São Jorge na representação da lenda de São Jorge e o dragão. Há referências à Festa da Coca desde o século XVI.
"A tal Coca é um monstro em figura de dragão. É de arcos, cobertos de lona, e rodas por baixo, sobre as quais marcha e contra marcha. Tem asas, pontas, e uma grande cauda retorcida. A boca é de molas, e, para que se abra e feche, atam-lhe uma corda porque puxam atrás os homens que fazem andar o dragão para meter medo ao cavalo. Esta luta de São Jorge com a santa Coca é a que mais embasbaca o povo." (Almanach de lembranças Luso-Brazileiro para o anno de 1867. pg 227).
Além da cabeça de abóbora ou de cabaça, iluminada por dentro, e do dragão, a coca era ainda representada, nalgumas regiões, por rapazes disfarçados, com máscaras de couro ou madeira, de assustar as crianças e raparigas, o que remete indubitavelmente para o nosso já bem conhecido Krampus, costume aliás, que se mantém, ainda hoje, nalgumas aldeias trasmontanas e da Galiza, fazendo as referidas máscaras as delicías dos colecionadores e dos espólios de museus de antropologia nacionais e estrangeiros.
Os embuçados ou serandeiros das desfolhadas são rapazes mascarados, cobertos com um cobertor, lençol ou capa encapuzada, trazem uma "racha", pau de marmeleiro ou de lódão da sua altura numa mão, na outra trazem raminhos de manjerico ou maçãs que dão a cheirar ou fazem cócegas nas bochechas dos presentes, e às vezes, por travessura, trazem urtigas. Quando uma rapariga reconhece quem é o serandeiro ou se reconhece o seu namorado joga-lhe a maçã que ela tinha trazido de casa. Os serandeiros representam os espíritos dos mortos, os espíritos da natureza.
De tal modo a máscara e capa preta se associou à coca que passou a designar qualquer tipo de capa ou véu negro destinado a encapuzar o portador.
Coca é o nome que se dava à capa ou traje com um capuz que cobria o rosto. Era também o nome do vestido de noiva, tradicionalmente de cor preta, com capuz, que ainda se usava no início do século XX. Camilo Castelo Branco relembrava com saudade o poder sedutor da coca:
"Ai! Eu ainda conheci mulheres formosas de mantilha. A graça com que elas a apanhavam e refegavam na cintura! Como as nalgas se relevavam redondas debaixo do lapim! E o bamboar dos cabelos anelados sob o docel negro e arqueado da côca..."; [...] "Quando elas tornarem, saiba o século XXI que fui eu quem nesta anarquia de modas francesas, comemorou com saudade a majestosa veste com que nossas avós se fizeram queridas de seus maridos e de outros."
Por seu lado, Teófilo Braga achava um curiosíssimo costume as noivas vestidas de coca:
"Ao contrário do que geralmente se observa por toda a parte do país, em algumas pequenas vilas e aldeias do distrito de Portalegre, como Arronches e outras, usa-se o curiosíssimo costume das noivas irem casar de coca ou mantilha preta e vestido da mesma cor, exactamente com o mesmo esquisito trajo com que vão à igreja noutras ocasiões. As madrinhas aparecem vestidas de igual forma. Nada menos elegante nem mais impróprio. Faz lembrar o «Noivado do Sepulcro»."
O mesmo Teófilo Braga faz recuar a tradição da coca negra ao século XV, citando o relato das viagens do Barão de Rozmital:
Nas Viagens do Barão de Rozmital, de 1465 a 1467, encontram-se algumas referências ás tradições fúnebres da época: "...os parentes do morto acompanham o funeral vestidos de roupas brancas próprias dos enterros com capuzes à maneira dos monges, com o qual vestuário se vestem de um modo admirável. Aquelles porém, que são assalariados para carpirem o defuncto vão vestidos com roupa preta, e fazem um pranto como o d'aquelles que entre nós pulam de contentes ou estão alegres por terem bebido.
Vale também a pena espreitar o que dizem os wikipedistas espanhóis sobre esta lenda, tão popular nos países de língua castelhana.
El hombre ou el viejo del saco, também chamado del Costal ou de la Bolsa, é um personagem do folclore infantil espanhol. É representado habitualmente como um homem que vagueia pelas ruas, após o anoitecer, em busca de meninos perdidos, para os levar metidos num grande saco para um local desconhecido. É um personagem assustador de meninos, utilizado para os obrigar a regressar a casa mais cedo. É similar ao “coco” e ao “sacamantecas”.
Os espanhóis não fazem naturalmente a associação direta ao crime de Gádor, que tanto impressionou os sul-americanos, porque o mito é manifestamente muito anterior a 1910. Antes referem que é uma figura imaginária, relacionada com vários crimes conhecidos, que resultaram no sequestro e morte de crianças, ao longo da história. Não se baseia assim em nenhum crime em particular, embora possa ser confirmado por todos.
No entanto mencionam o crime pelo impacto que teve na época, precisando que, em Junho de 1910, cometeu-se um crime brutal em Gádor, na província de Almeria.
Francisco Ortega, El Moruno (o mourisco), pai de família de 55 anos, sofria de tuberculose e procurava desesperadamente uma cura para a doença.
Para isso recorreu à curandeira Agustina Rodríguez que, por sua vez, lhe enviou o barbeiro e curandeiro Francisco Leona Romero. Este, que já tinha antecedentes criminais, a troco de 3000 reais, sugere-lhe a cura por ingestão de sangue de criança e untar o corpo com as suas gorduras ainda quentes. Ortega aceitou a cura.
Agustina Rodríguez e o seu filho Julio Hernández, conhecido como el Tonto, ofereceram-se para arranjar uma criança. E foi assim que na tarde de 28 de Junho de 1910 sequestraram Bernardo Gómez Parra, de sete anos de idade e natural da Rioja. Meteram o menino num saco e levaram-no para uma fazenda afastada em Araoz, que Agustina tinha preparado.
Um irmão de Julio Hernández el Tonto foi avisar o cliente, el Moruno, deixando a sua mulher Elena a preparar o jantar.
O assassinato ocorreu da forma seguinte: depois de tirar a criança aturdida do saco, fizeram-lhe uma incisão na axila para que saísse sangue, que o Moruno bebeu, misturado com açúcar. Depois levaram o menino para um local conhecido como Las Pocicas, onde Leona matou a criança com uma pedrada na cabeça. Tiraram-lhe a gordura e o omento (ou epíploo, que é uma prega peritoneal que liga entre si e suspende as vísceras abdominais) para confeccionar uma compressa que aplicaram no peito de Ortega.
Terminado o ritual, ocultaram o corpo numa greta, tapado com ervas e pedras, sem ser enterrado.
Na hora de repartir os 3000 reais, que tinha pago el Moruno pelo serviço, o curandeiro Leona tentou enganar o cúmplice Julio el Tonto, sem obter bons resultados. Dando-se conta das intenções de Leona e para se vingar dele, Julio contou à Guarda Civil que tinha visto o corpo de um menino, enquanto andava à caça de perdizes.
Quando as forças da Guarda Civil chegaram ao local indicado e encontraram o corpo, este estava de barriga para baixo, com o crâneo esmagado. Toda a aldeia acusou Leona, pois ele era conhecido pelas suas irregularidades, algumas delas criminosas. Detido, prestou declarações acusando Julio e vice-versa. Finalmente, após mil e uma histórias, ambos confessaram o crime.
O curandeiro Leona foi condenado ao garrote, mas morreu no cárcere. O cliente, Ortega, e Agustina, a curandeira, foram executados. José, um dos filhos de Agustina, foi condenado a 17 anos de cadeia, enquanto da mulher dele foi absolvida. Finalmente Julio el Tonto foi também condenado à morte, mas foi indultado, por ser considerado demente.
Fazem também menção a um jogo homónimo para crianças, El hombre del saco, alegadamente oriundo da Alemanha e descrito em 1796 por Johann Christoph Friedrich Gutsmuths. O jogo tem lugar num pátio ou outro espaço aberto. Os jogadores colocam-se todos de um lado exceto um menino, que fica sozinho no lado oposto e se faz passar pelo homem do saco. Quando grita “Quem tem medo do homem do saco?”, os outros respondem “Ninguém!” e começam a correr, cruzando o campo e tentando chegar ao lado contrário, enquanto o “homem do saco” corre na direção deles, tentando agarrar o maior número possível de jogadores. Os jogadores agarrados também se convertem em homens do saco. Na ronda seguintes juntam-se em cadeia ao “homem do saco”, como seus ajudantes, e tentam agarrar os que ainda não foram apanhados, mas só os do final da corrente, além do homem do saco, podem agarrar os adversários. Continuam assim, até só existir um menino livre, que será o vencedor.
Este jogo interessantíssimo, que se perdeu (ou se converteu na “apanhada”, versão com menos regras e por isso mais atrativa para as crianças) mais do que a origem do homem do saco é um seu reflexo, mostrando assim, não apenas que o mito é antiquíssimo, como também, que era conhecido e satirizado pelas crianças alemãs, antes do século XVIII, data em que foi assinalado em Espanha.
Algumas versões mais completas do jogo adicionam mais duas falas ao início do jogo:
El hombre del saco: ¿Quién teme al hombre del saco?
Jugadores: ¡Nadie!
El hombre del saco: ¿Pero que hacemos si lo vemos?
Jugadores: ¡Correr!
A sua referência ao coco, el coco, cuco, cuculelé ou cucuy, em castelhano, menciona que é uma criatura fictícia, de origem ibérica, caracterizado como um assustador de crianças, com que se ameaça, quando estas não querem dormir.
Gravura de Francisco de Goya, de 1799, representando El coco
A sua popularidade passou para as Américas, sendo conhecido como El Cuco em Porto Rico, República Dominicana, Panamá, Equador, Perú, Bolívia, Chile, Argentina e Uruguai e como El Coco em Cuba, Espanha, México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicarágua, Costa Rica, Colômbia e Venezuela. No Brasil existem serem folclóricos similares como a Cuca, que tem cabeça de jacaré em vez de uma abóbora, e o bicho-papão. Em Portugal há a Coca e no Paraguai o Cuculelé ou simplesmente Cuco.
Seres imaginários semelhantes existem noutros países, como na Bulgária, que tem o terrível Torbalan ou em Itália, que tem o Babau. Na Noruega e Dinamarca é conhecido o Bussemanden e na Finlândia o Mörkö.
Consultando a fonte destas informações, citadas na wikipédia espanhola, encontramos um curioso blogue chamado “Una Leyenda Corta” (Uma curta lenda) onde sob o título “La Leyenda del Coco” (A lenda do coco) ficamos a saber mais coisas sobre este Coco.
El Coco é um ser que gosta de assustar as crianças que não querem dormir. Os seus preferidos são aqueles que não obedecem ou que se portam muito mal. O Coco gosta de se esconder nos quartos das crianças mal educadas, assim como também nos seus roupeiros, nas gavetas e debaixo da cama, para os poder assustar de noite.
Mas há outro tipo de Coco, que aparece nas noites em que não há lua. Este enfia os meninos mentirosos num saco, para os transformar em sabão. Quando uma criança faz algo que não deve, tem de pedir desculpas e aceitar o castigo, senão receberá a visita do El Coco. Essa é a única maneira de salvar-se deste ser malévolo.
O aspeto do Coco varia em muitos lares, pode ter formato fantasmagórico e cabeça com três buracos (dois para os olhos e um para a boca) assim como em outros lugares ele é conhecido como o Homem do Saco (no Brasil e na Catalunha), ou "El Pequeño Hombre” (Bahamas), além de outros nomes já antes mencionados. Na República Checa e na Polónia é conhecido como "Bubak" ou "Hastrman" e na Alemanha chamam-lhe “Derschwarze Man“ (O Homem Negro).
De volta à wikipedia espanhola, dão-nos conta das várias sugestões de origem do nome e características deste personagem. Desde o latim coquus (cozinheiro) até ao náuatle (a antiga língua dos Astecas) Kojko (dano).
O etimologista Joan Corominas afirma na sua obra “Breve dicionário etimológico da língua castelhana” que os homens do almirante português Vasco da Gama chamaram assim ao fruto homónimo por comparação da sua casca de três furos, com cabeça, olhos e boca, com a do Coco.
Parece ser uma palavra expressiva que surgiu em muitas línguas diferentes em paralelo, geralmente com o significado de “objeto esférico”. Assim, no grego antigo já existe a palavra kókkos, “grão, pepita”. São vozes de formação paralela, entre outras, o italiano còcco ou cucco ("ovo"), o francês coque ("casca de ovo"). Em basco existe também a palavra “Koko”, que em espanhol equivale a coco, fantasma ou duende.
A forma cuco, predominante no Cone Sul e em certas áreas da América Central, pode ser devida a um cruzamento entre o coco europeu e alguma divindade de origem africana (o demónio bantu Kuku) ou maia (o deus Kukulcan).
Postula-se também que se trata de uma deformação da palavra cucurucho que é o nome do capuz usado pelos condenados pela inquisição, nas suas manifestações de rua e assustava crianças fisicamente pelo formato grotesco que tem e psicologicamente porque são pessoas más, para a Igreja Católica.
Existem outras variantes: no México existe a forma Kukui (em Zacatecas, Michoacán e também no Novo México, nos Estados Unidos), às vezes escrita Kookooee para acomodar a pronúncia inglesa. Nos Estados Unidos, os chicanos usam frequentemente o nome Cocoman (paralelo a Sacoman ou Boogeyman). Em Cuba, o Coco estende seu nome para Cocoricamo.
No Peru, a forma Cucufo é um dos nomes do próprio Diabo. Na Espanha a forma "Coco" é a mais utilizada, mas o Cocón e a Cucala, assim como o Coco Cirioco, também são conhecidos como assustadores.
Até agora, o testemunho mais antigo conhecido em língua espanhola da palavra coco, encontra-se no Cancionero de Antón de Montoro, de 1445.
El Coco tem, de fato, um papel muito importante nas canções de embalar, uma forma poética que o folclorista chileno Oreste Plath descreve como composta de bajulação e ameaça. Embora o texto de Antón de Montoro deixe claro que o personagem já era muito conhecida no século XV, a canção de embalar mais antiga que se conhece sobre o Coco é do século XVII e encontra-se numa obra dramática, o Auto de los esposorios de la Virgen, de Juan Caxés.
Uma das mais antigas cantigas infantis conhecidas, que se referem ao coco, é portuguesa, e pode ser encontrada no Auto da Barca do Purgatório (1518), de Gil Vicente, onde uma criança identifica o diabo como sendo o “coco”.
Mãe e o coco está ali
queres vós estar quedo co'ele?
Demo: Passa passa tu per i.
Menino: E vós quereis dar em mi
Ó demo que o trouxe ele.
No último capítulo da obra de Miguel de Cervantes, o epitáfio de Dom Quixote identifica-o como o Espantalho e o Coco.
Além do Coco, outras figuram similares aparecem na tradição espanhola.
O Tio Saín é o personagem de uma lenda muito difundida na região de Múrcia. Ele era um homem terrível, caracterizado como um assustador de crianças, com o qual se assustavam os pequenos, para que adormecessem.
O mito do “Tio Saín” relata que ele era um personagem real. E até há poucos anos atrás ele podia ser visto, enfiado sob um chapéu desleixado, preto e gorduroso, feito de feltro puído. Aqueles que disseram ter visto o seu rosto, afirmaram que ele tinha uma aparência sombria.
Corria o boato de que ele morava num chamizo (barraca), no coração da Serra de la Almenara, ao sul de Cotes. E, quando descia às planícies de Alporchones, estava sempre distante e solitário, absorto em pensamentos ancestrais. Nunca teve meeiro, como era costume no local. Ele sempre usou atalhos e reviravoltas nas suas aventuras. Nem mulher nem homem lhe eram conhecidos.
Contavam às crianças que o tio Saín os levava para tirar o sangue ou a gordura do corpo (saín é a gordura dos animais) e atirava-as para a cisterna, se na hora de dormir começassem a fazer ronha. Nas noites de chuva e granizo, ele aparecia ao menor ruído. A escuridão das noites infantis era permeada pela sombra obsessiva do tio Saín.
O som do vento e o uivo dos cães, repetidos de montanha em montanha pelo eco, levavam o cheiro sanguinário ao imaginário da criança, nas longas noites de inverno.
Alguns aventuraram-se a pensar que havia algo entre o tio Saín e um determinado acontecimento ocorrido, ainda nos anos da guerra, na zona de Los Alporchones, entre um par de polícias e um 'vendedor' que contrabandeava produtos desde o litoral até a planície de Guadalentín, evitando os postos de vigilância, pelas montanhas.
El Sacamantecas é outro personagem do folclore espanhol. Ele geralmente é descrito como um homem que mata principalmente mulheres e crianças, para extrair a sua manteiga (gordura corporal), geralmente para fazer pomadas ou sabonetes curativos. Esse personagem é caracterizado como um assustador de crianças, e é usado como trama para assustar as crianças e obrigá-las a voltar para casa cedo e ter cuidado com estranhos. É semelhante ao Boogeyman e ao bicho-papão.
A sua origem remonta pelo menos à Idade Média. Durante séculos, pensou-se que a gordura corporal, especialmente de pessoas jovens e saudáveis, tinha propriedades curativas e que certas pessoas eram capazes de utilizá-la. Daí surgiu a lenda do personagem, geralmente um caixeiro-viajante, que mata crianças ou mulheres para obtê-lo. O termo tornou-se popular novamente durante o século XIX e início do século XX, devido a vários assassinos reais com semelhanças com o personagem.
Os mais famosos “Sacamentecas” reais espanhóis foram:
Manuel Blanco Romasanta (1809-1863), que assassinou e supostamente usou gordura corporal para fazer sabão, e que se defendeu alegando ser um lobisomem.
Juan Díaz de Garayo (1821-1881), que violou e assassinou mulheres, e que esfaqueou ou estripou algumas.
Francisco Leona Romero (1835-1910), que assassinou o menino Bernardo González Parra, de sete anos, para usar seu sangue e entranhas como remédio curativo.
Enriqueta Martí Ripollés (1868-1913), prostituta e proxeneta, que usava restos mortais de crianças que assassinou para fazer pomadas.
El pishtaco (também chamado nakaq ou lagarto) é um personagem mitológico da tradição andina, principalmente no Peru. Em alguns lugares dos Andes, o pishtaco é chamado de kharisiri. A palavra pishtaco vem do quíchua pishtay (decapitar, cortar a garganta ou cortar em tiras).
A lenda do pishtaco ou pishtakuq como assassino "cortador de gargantas", surgiu entre a população dos Andes Centrais peruanos (Junín, Huánuco, Pasco, Ancash e Serra de Lima), além de Ayacucho, Huancavelica e Cuzco durante a construção de ferrovias, estradas ou exploração mineira intensiva.
Segundo Tauro del Pino, no seu dicionário enciclopédico do Peru, ele seria um bandido - que visitaria as províncias - cuja ocupação era agredir mulheres ou homens solitários. Principalmente, o pishtaco cortava a garganta das suas vítimas para retirar a gordura e vendê-la, além de comer a sua carne em forma de torresmos. Ou então enterrava-os, às vezes vivos, para fertilizar a terra ou dar força às construções.
A preocupação com a gordura corporal tem uma longa tradição na região andina, a tal ponto que os indígenas pré-hispânicos a adoravam na forma do deus Viracocha (literalmente “mar de gordura” em quíchua). Também é natural que os camponeses pobres vejam a gordura e o excesso de gordura corporal como um sinal de vida, boa saúde, força e beleza. Acreditava-se que muitas doenças tinham origem na perda de gordura corporal, por isso a magreza extrema era desprezada. Levando isso em conta, a prática dos conquistadores, de tratar as suas feridas com a gordura corporal de indígenas mortos em batalha, horrorizou-os.
A figura do pishtaco aparece desde a antiguidade na tradição quíchua, já na época pré-hispânica há relatos de assassinos enviados por grupos de poder, ou etnias rivais, para eliminar figuras importantes ou simplesmente dizimar a população.
A lenda, na sua forma atual, remonta à conquista espanhola da América do Sul. Os indígenas andinos temiam os missionários espanhóis, pois consideravam-nos pishtacos e acreditavam que matavam gente para lhes tirar a gordura, com a qual untavam os sinos das igrejas, para que soassem melhor. Ricardo Palma menciona, nas suas Tradições Peruanas (Os Barbones), a figura do pishtaco ou naqak em Cuzco, narra a agressão que os indígenas cusquenhos infligiram a um grupo de betlemitas, acusando-os de serem pishtacos, pois segundo essas pessoas, os bons frades sequestraram pessoas, de quem extraíram a gordura para fazer os unguentos, com os quais eram curados no hospital que tinham ao lado da sua igreja e mosteiro.
Hoje, lendas semelhantes afirmam que as máquinas de uma fábrica de açúcar precisa de gordura humana como lubrificante, ou que os motores a jato dos aviões não podem trabalhar sem uma gota de gordura humana.
A crença pishtaco afetou programas de assistência internacional, fazendo com que várias comunidades rejeitassem o programa Food for Peace, dos EUA, por medo de que seu verdadeiro propósito fosse engordar crianças e depois matá-las e extrair a sua gordura. Os povos indígenas atacaram geólogos que realizavam registos nas terras altas do Peru e da Bolívia, confundindo-os com pishtacos. O trabalho dos antropólogos tem sido limitado, pois havia rumores de que as medições das dobras de gordura corporal faziam parte de um plano para selecionar os indivíduos mais gordos que seriam então vítimas dos pishtacos. Em 2009, a lenda do pishtaco foi citada como um possível fator contribuinte para a suposta criação, pela Polícia Nacional Peruana, de uma história sobre um gangue que matou 60 pessoas para extrair a sua gordura corporal.
Uma rápida revisão do imaginário coletivo dos Andes deixará claros alguns pontos comuns que constituem a personalidade do pishtaco.
Aparência – São geralmente de raça andina, mas podem ser brancos, mestiços ou até negros (os pishtacos pretos eram obrigados), têm barba desgrenhada e corpo atarracado (forte);
Modus Operandi - O pishtaco é um bandido solitário, carece de companhia ou apoio, se for capturado pela população, sem dúvida se matará para não revelar os seus segredos; Não é assim se as autoridades o capturarem, porque se acredita que ele atua sob a proteção do governo, como agente secreto. Atua protegido pela solidão das estradas que ligam as cidades, ataca pessoas solitárias, que viajam distraídas; Ele espera-os numa curva da estrada e mata-os imediatamente, sem lhes dar oportunidade de se defenderem. Para isso, usa um tipo de faca curva, muito afiada e grossa que esconde nas roupas;
Vítimas - O pishtaco não mata por diversão, nem indiscriminadamente; Ataca apenas pessoas de parcos recursos, viajantes, cidadãos comuns; Acredita-se que tenha sido enviado por alguém poderoso, provavelmente estrangeiro, com um propósito específico. Os cadáveres de suas vítimas são usados para extrair a gordura e utilizá-la em diversas coisas. Versões bastante díspares foram compiladas, sobre o uso desta gordura humana (como lubrificante para máquinas de alta tecnologia, para preparar sabonetes finos, pomadas curativas, cremes de beleza, até mesmo combustível para aviões e foguetes espaciais), aparentemente todas as versões têm em comum a extração de gordura do corpo, para comercializá-la. Diz-se que os colonizadores assentados na zona andina, assassinaram moradores comuns sob acusações de heresia ou desacato. Porém, essas são as únicas referências que temos sobre esse personagem, já que ele quase nunca foi visto. Uma das mais difundidas é que o pishtaco não andava sozinho, eram sempre dois ou mais. Os pishtacos, dizem os indígenas, que eram enviados do Vaticano (Roma) ou figuras de poder, atacavam pessoas bem alimentadas, mas que viviam sozinhas ou eram encontradas em locais solitários, para que não imaginassem o que realmente lhes aconteceu. Uma vez morta a pessoa, eles levavam-na para uma caverna e depois enforcavam-na e queimavam-na. Debaixo, colocavam alguns recipientes, para recolher a gordura da pessoa. Esta gordura teria sido possivelmente utilizada pela Santa Igreja de Roma ou em grandes invenções. Não se sabe para que fins a gordura foi usada. Como prova da existência desse personagem, utiliza-se o argumento de que foram encontradas, pelo povo andino, estacas nas cavernas onde ele queimou as suas vítimas.
Embora o pishtaco atue sozinho, recebe apoio indireto. A população está convencida de que o pishtaco é um agente do governo ou que - embora possa ser enviado de um país estrangeiro - conta com o apoio dos poderes locais, o que lhe permite gozar de total impunidade. Esta é a principal razão pela qual as pessoas não têm sido encorajadas a denunciá-los, porque temem que, ao fazê-lo, sejam punidas ou desapareçam, por atacarem os interesses económicos do Estado. No segundo governo de Manuel Prado, estava na moda ouvir contos ou notícias do aparecimento de pishtacos; coincidentemente, foram realizadas invasões nos areais periféricos de Lima, juntamente com reivindicações sindicais e diversos movimentos de camponeses, reivindicando a posse das terras onde trabalhavam.
A imagem do pishtaco evoluiu no imaginário coletivo, de um assassino indígena, durante o tempo dos Incas, para um americano, hábil no trabalho de cortar a garganta aos outros; passando por vários tipos europeus. Parece refletir uma metáfora relativa à exploração estrangeira dos habitantes locais.
O Silbón é um espectro do folclore venezuelano, cuja lenda tem origem na região de Guanarito, Estado de Portuguesa.
Segundo a tradição oral, trata-se da alma perdida de um jovem que assassinou o seu pai. Irritado, o avô mandou açoitá-lo, mas não teve coragem de matá-lo, então amaldiçoou-o obrigando-o a carregar os ossos do seu pai. Amaldiçoado, ele vagueia pelos Llanos carregando os ossos de seu pai num saco, lançando ao ar assobios sombrios, com todas as notas musicais, daí o seu nome. A lenda do Silbón teve origem em meados do século XIX.
Segundo a lenda, em vida ele foi um jovem teimoso, caprichoso, rude e mimado ao extremo. Desde pequeno estava acostumado a que lhe fizessem todas as vontades. Ele andava de cantina em cantina, desperdiçando a vida com o álcool. Apelidaram-no de El Silbón porque era o que ele sabia fazer de melhor: "Assobio", mas uma noite ele ficou irritado com o que lhe foi servido à mesa, já que disse à mãe que queria miudezas de veado para o jantar. Então ele se levantou e saiu furioso de casa, em direção à cantina para acalmar a sua raiva. A mulher ainda pediu ao marido que fosse à floresta caçar um veado para o filho, mas o pobre homem não conseguiu caçar nada.
Depois de beber até ficar embriagado, Silbón voltou para casa, onde o pai, frustrado, lhe tentou explicar por que não tinha conseguido caçar o veado que ele queria. Sem ouvir as explicações do pai e embriagado, espancou brutalmente o pai e quando ele caiu no chão, com a espingarda de caça disparou vários tiros até o matar. Então, com a faca de caça do pai, tirou-lhe as entranhas, sem nenhum remorso, e finalmente embalou-as no tecido da sua camisa e levou-as para casa. Levou os intestinos à sua mãe, que ao vê-los ficou um pouco desconfiada. Foi fazendo perguntas até se aperceber que estava a cozinhar os intestinos do marido. Ela entrou em pânico e começou a gritar por socorro e por castigo. O avô mandou que ele fosse amarrado a um poste, no meio do campo, para lhe destruir as costas com violentas chicotadas, para depois lhe lavar as feridas com água ardente e aloe vera. Depois de solto, colocou-o ao lado de dois cães famintos e raivosos. Depois de o torturar, o avô condenou-o a vagar, sendo perseguido por cães, chamados "Perros Tareco" ou "Cães do Diabo" e segundo a lenda, os cães irão persegui-lo até o final dos tempos. Antes de libertá-lo, o avô amaldiçoou-o e condenou-o a carregar os ossos do pai, por toda a eternidade, dizendo:
"Maldito seja você e amaldiçoado será pelo resto da eternidade, até que Deus tenha misericórdia da sua alma".
Após ser sentenciado, dirigiu-se ao local onde estava o cadáver do pai, que os animais selvagens haviam se encarregado de limpar. Guardou os ossos do pai num saco sujo que depois colocou ao ombro, levando-os consigo, seguido de perto pelos cães Tareco para se tornar uma lenda.
Segundo quem supostamente o viu, caminhando pelas planícies venezuelanas ou colombianas, descrevem-no como um homem adulto, magro, que pode medir 6 metros de altura, que usa roupas sujas, usa um chapéu enorme na cabeça e carrega um saco cheio de ossos. Caminha pelas planícies e entre as copas das árvores, enquanto emite o seu assobio arrepiante. Ele anda pela planície matando mulherengos e bêbados, para beber o seu sangue alcoólico, diretamente do umbigo. Diz-se que o seu assobio soa como a melodia de "dó, ré, mi, fá, sol, lá, si, dó", mas de uma forma misteriosa, que soa com um eco sombrio e fantasmagórico. Por vezes senta-se à frente das casas, para contar com cuidado os ossos do saco, um por um. Se as pessoas daquela casa o ouvirem, nada acontece, se não houver bêbados ou mulherengos entre eles, caso contrário, no dia seguinte haverá velório em casa. Diz-se que quando o assobio é alto, é porque se dirige a um homem, mas quando é baixo é destinado a uma mulher.
A melhor forma de evitá-lo é levando um chicote, pimenta ou um cão doméstico, essas três coisas assustam-no. Além disso, não se deve ser mulherengo, nem ficar bêbado nas planícies venezuelanas, à noite.
Veio à tona graças a um trabalhador da La Portuguesa chamado Rafael. Diz-se que “Quando se ouve o seu assobio perto, é porque está longe, portanto não há perigo, mas quando se ouve longe é melhor os viajantes que caminham sozinhos pelas planícies terem cuidado, porque significa que o Silbón está próximo".
E assim o Silbón percorre as planícies, ao lado dos cães Tareco, que o perseguirão, desencadeando morte e infortúnio, por onde forem, às suas infelizes vítimas, até o fim dos tempos.
Bogeyman (também chamado de bicho-papão, bogieman, boogie monster, boogieman ou boogie woogie) é um tipo de criatura mítica usada por adultos para assustar as crianças e fazê-las portarem-se bem Os bichos-papões não têm aparência específica e as concepções variam drasticamente de acordo com o lar e a cultura, mas são mais comummente descritos como monstros masculinos ou andróginos que punem as crianças pelo seu mau comportamento. O bicho-papão ou monstros concetualmente semelhantes podem ser encontrados em muitas culturas de todo o mundo. Os papões podem ter como alvo um ato específico ou um mau comportamento geral, dependendo do propósito pretendido, muitas vezes com base num aviso da figura de autoridade da criança. O termo "Bogeyman" é às vezes usado como uma personificação ou metonímia não específica do terror e, em alguns casos, do Diabo. O seu equivalente nos países de língua espanhola é "el coco" ou "cuco" e, mais distante, o homem do saco (el viejo del costal, el viejo del saco, el señor de la basura, el viejo de la bolsa, o el ropavejero).
O bicho-papão não tem uma aparência específica, pois é uma lenda popular sobre uma pessoa que usava um manto e nunca mostrava o rosto, e às vezes é comparado a pessoas reais, como o serial killer Albert Fish. O termo bicho-papão pode ser usado metaforicamente para denotar uma pessoa ou coisa da qual alguém tem um medo irracional. A lenda pode ter tido origem na Escócia, onde essas criaturas são, por vezes, chamadas de boggart, bogles ou bogies.
As histórias do bicho-papão variam de acordo com a região. Em alguns locais o bicho-papão é homem, noutros, mulher. O conceito mais comum é o de um personagem popular, caracterizado como alguém que assusta crianças: geralmente é um monstro que se esconde nos quartos (por exemplo, atrás da porta, dentro do armário ou debaixo da cama), antes de atacar o dorminhoco. Porém, em algumas regiões dos Estados Unidos, o bicho-papão não entra nos quartos, mas arranha as janelas pelo lado de fora. Diz-se também que às vezes o bicho-papão assume a forma daquilo que mais aterroriza a vítima.
Manuel Blanco Romasanta (Regueiro, Esgos, Orense, 18 de novembro de 1809 - Ceuta, 14 de dezembro de 1863) foi um serial killer espanhol. Autor confesso de treze assassinatos durante o século XIX, não foi executado por ser considerado o único caso documentado de licantropia clínica (referindo-se à doença mental, e não ao ser mitológico). Conhecido como El Hombre Lobo de Allariz, é considerado uma representação real do Sacamantecas ou do homem do saco.
Manuel Blanco Romasanta nasceu a 18 de novembro de 1809 na aldeia de Regueiro, Esgos, Orense, Galiza, Espanha, como Manuela Blanco Romasanta, foi considerada mulher até aos 8 anos. Foi um dos cinco filhos de Miguel Blanco e María Romasanta. Tinha aparência física normal, embora mais baixo que a média, dizem que media cerca de 137 cm, loiro e com traços suaves ou femininos, descritos por alguns historiadores como "ternos".
Considerado culto para a época, pois sabia ler e escrever, também costurava e bordava, por isso trabalhava como costureira. Casou-se aos vinte e dois anos, mas sua esposa morreu no ano seguinte, aparentemente sem qualquer envolvimento na sua morte.
Depois de ficar viúvo em 1833, decidiu abandonar o sedentarismo e passou a dedicar-se à venda ambulante, deslocando-se nos primeiros anos para a zona de Esgos e posteriormente percorrendo toda a Galiza.
A primeira acusação de homicídio viria contra ele em 1844 pela morte, perto de Ponferrada, de Vicente Fernández, um xerife de Leão que tentava cobrar-lhe uma dívida. Depois de ter sido condenado, à revelia, a dez anos de prisão, conseguiu fugir para um refúgio na vila abandonada da Ermida. Morou lá com o gado, durante meses.
Voltou a aparecer em público sob a falsa identidade de Antonio Gómez, desta vez em Rebordechao, misturando-se gradualmente com a população local e estabelecendo progressivamente relações pessoais, ganhando especialmente a confiança e a amizade das mulheres. Chegou a trabalhar como tecelã, algo considerado típico das mulheres da época. Tudo isso fez com que ele tivesse uma certa reputação de ser “afeminado”. Além disso, continuou atuando como caixeiro-viajante e companheiro, principalmente das mulheres que precisavam de atravessar as florestas.
Foi nesses anos que começaram os seus assassinatos, que cometeu nas florestas de Redondela e Argostios. Ele cometeu pelo menos treze assassinatos, sendo as vítimas sempre mulheres ou crianças. Os desaparecimentos passaram despercebidos, pois ele garantiu que os seus familiares recebessem cartas, informando que se haviam estabelecido noutros lugares, conseguindo assim fugir à justiça durante anos.
A sua fama como vendedor de uma pomada gordurosa espalhou-se rapidamente pela Galiza, mas os habitantes locais começaram a suspeitar que era composta por gordura humana. O aparecimento de alguns pertences dos desaparecidos aumentou as suspeitas sobre os desaparecimentos, cada vez mais comentados. Planeou a sua fuga, deixando a Galiza com passaporte falso.
Em 1852, foi finalmente apresentada uma queixa na cidade de Escalona, alegando que um caixeiro-viajante enganou mulheres e crianças para que viajassem com ele, e nunca mais se ouviu falar deles. Por isso, as autoridades - ao relatarem posteriormente os rumores sobre o vendedor de gordura - iniciaram a busca do suspeito. Finalmente foi capturado em Nombela (Toledo) e julgado em Allariz (Orense), sendo Manuel Blanco Bastida o procurador.
Ele foi acusado de levar mulheres e crianças com ele, por meio de mentiras e enganos, para matá-los e extrair seu sebo ou óleo e depois vendê-los. Em sua defesa, Blanco Romasanta declarou ter sido vítima de um feitiço de uma bruxa que, segundo ele, o fez transformar-se em lobo nas noites de lua cheia. Indicou que, transformado em lobo, matou treze pessoas por instinto, usando as patas e os dentes para acabar com suas vidas e comer os restos mortais, na companhia de outras pessoas.
“A primeira vez que me transformei foi na Serra do Couso. Deparei-me com dois lobos grandes e de aparência feroz. De repente, caí no chão, comecei a sentir convulsões, rolei três vezes sem controle e em poucos segundos eu também era um lobo. Passei cinco dias convivendo com os outros dois, até recuperar o meu corpo. Aquele que você vê agora, Sr. Juiz. Os outros dois lobos que vieram comigo, que pensei que também fossem lobos, mudaram para a forma humana. Eram dois valencianos. Um chamava-se Antonio e o outro era Dom Genaro. E eles também sofreram uma maldição como a minha. Durante muito tempo saí como um lobo com Antonio e Dom Genaro. Atacámos e comemos várias pessoas, porque estávamos com fome.
Manuel Blanco Romasanta, Causa no. 1778: Processo contra lobisomem, tribunais de Allariz (Orense)”
Mais tarde, ele alegaria que, o que estava sofrendo não era uma maldição, mas uma doença. Além disso, declarou que se lembrava de tudo o que aconteceu, quando foi transformado novamente em ser humano, o que foi decisivo para a sua sentença. A defesa do preso argumentou que um homicídio não poderia ser comprovado com uma única confissão, mesmo que fosse do próprio acusado. O julgamento (conhecido como "caso do lobisomem") durou cerca de um ano. A sentença viria em 6 de abril de 1853, quando Romasanta tinha quarenta e quatro anos: considerou-se que ele não era louco, nem idiota ou maníaco, e foi condenado ao vil garrote pelos únicos nove assassinatos que puderam ser comprovados. contra ele e pagar multa de mil reais por vítima.
Um hipnólogo francês, que acompanhou o caso, enviou uma carta ao Ministro da Graça e da Justiça, na qual expressava as suas dúvidas sobre se Romasanta sofria ou não de licantropia. Ele alegou ter curado outros pacientes com hipnose e pediu que, antes de executá-lo, permitissem que ele o hipnotizasse. Solicitou também a intervenção da Rainha Isabel II, que por sua vez pediu ao Supremo Tribunal que revisse o caso. Algum tempo depois, Isabel II assinou uma ordem para libertar Romasanta da pena capital, reduzindo-a à prisão perpétua. Morreu a 14 de dezembro de 1863 na prisão de Ceuta, de cancro do estômago e não se sabe para onde foram os seus restos mortais.
A sua vida deu origem à criação de canções, romances, documentários e filmes.
No Chile o mito é também extremamente popular, sob o nome Viejo del Saco.
Víctor Rojas Farías, no seu livro Valparaíso, el mito y sus leyendas, de 2001, consultado no sítio Memória Chilena, da Bilioteca Nacional do Chile, descreve da seguinte forma o tenebroso mito:
Um velho malévolo caminha pelas colinas, com aspeto de vagabundo, roupas sujas, cabelo despenteado... Ele carrega um saco de serapilheira às costas, velho, para lá guardar as crianças que rouba. A sua única intenção é espancá-los e forçá-los a trabalhar até morrerem, embora às vezes os coma.
É o antónimo do Viejo Pascuero (O Pai Natal): sujo, mau, cruel e terrível com as crianças. A sua felicidade consiste em consumar os sequestros infantis e castigar os mais pequenos com uma rédea ou um cinto. Os pais ou os tios podem chamá-lo, se quiserem livrar-se de uma criança desobediente, e ele vai com prazer. Com ele não podem os maldosos nem os contestatários: conhece a verdade e trata deles num instante e sem piedade, com o coração cheio de ódio genuíno.
Se ele aparecer, tens que fugir imediatamente, mesmo que estejas a ganhar dez macaquinhos dos difíceis, porque o poder do Velho é tão grande, tanto, que até a polícia e os papás o deixam em paz quando o veem. É muito mau.
A lenda do Velho de Saco é encontrada sob vários nomes em vários lugares da América: o homem da bolsa, o velho da huasca, o velhote, o fabricante de brinquedos, etc. A essência desta figura corresponde ao inverso: tem atributos e características inversas do internacional Viejo Pascuero (ou Pai Natal), podendo corrresponder a um qualquer sem abrigo. Como o cuco, o lacho de la burra (enamorado da burra), o gato montês, obedece à funcionalidade coercitiva: os mais velhos propalam com a sua autoridade a história desse velho para induzir as crianças, por medo, a adotar ou abandonar determinados comportamentos.
Mas também no Chile há uma inevitável associação a um assassino em série verdadeiro.
Sob título “O velho do saco”: o serial killer de Santiago que deu origem à aterrorizante história popular, o jornalista Javier Arriagada, no jornal Página 7. edição online de 19 de Março de 2022, associa o mito a uma série de crimes praticados na capital chilena nos anos 50 dos século XX por Francisco Varela Pérez, convertido assim no verdadeiro velho do saco chileno.
A descoberta do corpo de uma criança violada e estrangulada num terreno baldio de Santiago, em 1954, revelou a série de crimes de Francisco Varela Pérez.
Naquela época, o sujeito nascido em Hierro Viejo, Coquimbo, tornou-se um dos assassinos mais terríveis da crónica criminal nacional da época.
Da mesma forma, as suas ações macabras e aparência deplorável deram origem à popular história do “velho do saco”, que continua a fazer parte da cultura popular do nosso país.
Segundo informações de antecedentes, o homem de 52 anos, vivia na rua, estrangulou as vítimas com a mão esquerda, já que sua mão direita havia sido mutilada. Segundo o que confessou à polícia, cometia entre uma e duas agressões sexuais por mês.
No entanto, os seus crimes só foram descobertos quando foi encontrado o corpo de Luis Vergara Garrido, uma criança de apenas 6 anos.
Naquele 16 de abril de 1954, o menino escapou da violência doméstica que ocorria em sua casa. No entanto, essa decisão custou-lhe a vida.
Segundo dados da Judiciária, num local do antigo bairro industrial de Santiago, a criança foi violada e assassinada por um desconhecido.
Nesse caso, foram encontradas unhas e cabelos nas roupas da vítima, o que foi fundamental para a identificação do culpado. As análises determinaram uma característica particular: ele tinha utilizado apenas a mão esquerda para cometer o ataque.
Desta forma, a Polícia começou a prender vários sem abrigo no bairro Carrascal, na Quinta Normal.
Foi nesse período que um menino de 17 anos relatou que um sujeito sem a mão direita havia tentado violá-lo. Com essa informação crucial, conseguiram capturar o sujeito, que era conhecido no bairro como “el manco Varela”.
Embora inicialmente tenha negado os factos, mais tarde confessou o crime, reconhecendo que “o vinho o excitou” e que tinha violado mais de 20 pessoas.
O número real de suas vítimas nunca pôde ser determinado, pois o sujeito migrava constantemente para diversas cidades do país.
Após dois anos de julgamento, os tribunais condenaram o chamado “velho do saco” à pena de morte.
O jornal Diário Libre, da República Dominicana, na edição online de 28 de Outubro de 2023, dá conta do mito e da estreia de uma série de televisão e duas longas metragens a ele dedicadas.
O personagem aterrorizante que sequestra crianças à noite e as leva num grande saco ou sacola é uma lenda universal que continua a alimentar os pesadelos de crianças em todo o mundo, e também tem sua contraparte real num criminoso que existiu no início do século 20. no sul de Espanha.
Os “bicho-papão”, monstros presentes em diversas culturas em todo o mundo e cuja existência é aproveitada pelos adultos para assustar as crianças e levá-las a corrigir maus comportamentos, costumam ser representados como criaturas com mantos e capuzes, que não mostram o rosto e se escondem dentro ou fora das casas.
A lenda do homem também conhecido internacionalmente como “o velho do saco”, “o cuco”, “o velho varal” ou “o coco”, ainda é válida no imaginário coletivo e renovou a sua validade nas telas com a recente estreia da série televisiva "Curon" e de duas longas-metragens.
O filme espanhol "O Homem do Saco. A Origem do Mito", é inspirado num acontecimento sangrento conhecido como “o crime de Gádor” (Almería, sul de Espanha), ocorrido em 1910 e que consistiu no rapto de uma criança de 7 anos, que foi colocado dentro de um saco e assassinado.
Trata-se de uma coprodução hispano-uruguaia, dirigida por Ángel Gómez Hernández e estreada em 2023, que adaptou a história do crime de Gádor ao cinema, sob o nome El hombre del saco.
Independentemente de ser uma ferramenta questionável ou conveniente para disciplinar a família, a lenda do “homem do saco”, do "velho do saco" ou "o saco", monstro mítico também conhecido como "o velho roupador", “o removedor de manteiga”, o "papão" ou "o bicho papão", é uma das histórias mais universais usadas pelos adultos para assustar as crianças e fazê-las portar-se bem.
Além de ter nomes diferentes, a lenda do ‘bicho papão’ varia e oferece diferentes facetas e nuances, dependendo da região geográfica onde é contada, enquanto as suas origens se perdem nas brumas do tempo, remontando a uma época remota e imprecisa, não definitivamente estabelecida.
Em essência, o personagem “O Homem do Saco”, conhecido na República Dominicana como “O Velho do Saco”, costuma ser representado como um homem que vagueia pelas ruas à noite, em busca de crianças perdidas para levá-las consigo numa grande sacola que carrega às costas, para um lugar desconhecido e com destino nada lisonjeiro.
Os “Bogeyman” (ou bicho-papão) não possuem aparência específica e são descritos, de acordo com diferentes países e culturas, como monstros masculinos ou andróginos, que perseguem crianças à noite, para puni-las pelo seu mau comportamento. Geralmente são cobertos por uma túnica e possuem um capuz que esconde o rosto, o que lhes confere uma aparência assustadora.
O filme americano de terror sobrenatural intitulado ‘Boogeyman: Your Fear is Real’ no mundo latino e dirigido por Rob Savage, é baseado no conto ‘El Coco’, de Stephen King, publicado pela primeira vez em 1973 na revista Cavalier e compilado na coletânea de contos 'O limiar da noite', de 1978.
Com El Hombre del Saco (conhecido como 'El Viejo de la Bolsa', no Río de la Plata, e 'El Ropavejero' no México) "estamos a falar do primeiro monstro que qualquer criança descobre nalgum momento precoce da sua vida, e sobre o qual milhões de crianças de muitas culturas e países já ouviram falar, antes de Frankenstein, Drácula ou Slenderman", diz Ángel Gómez Hernández.
A lendária e apavorante personagem “simboliza o medo e revive o frio que sentíamos quando crianças na hora de dormir, acreditando que num canto escuro do nosso quarto havia alguém nos observando.
Para Gómez Hernández, o crime de Gádor em 1910 foi “uma fonte aterrorizante e muito poderosa que serviu de base à criação de uma obra cinematográfica de terror”.
Acrescenta que o “O Homem do Saco” é o monstro por excelência das crianças e tornou-se um ícone indelével e um mito que transcende fronteiras.
“Ao contrário de outras figuras aterrorizantes como Frankenstein, Drácula ou Jason (do filme Sexta-Feira 13), que são conhecidas através de livros, filmes ou videojogos, este personagem chega à consciência das crianças através da transferência da lenda de pais para filhos, tornando-se muito popular", conclui.
Fevereiro de 2024
0 notes
romiswired · 11 days
Text
Cody Rhodes (c) vs. AJ Styles (WWE Backlash 2024 in France)
Nananana, nananana, nananana.
Tumblr media
La lucha libre profesional se esta volviendo mas global con el paso del tiempo. Ahora, talentos internacionales estan siendo igual o mejor pagados que talentos estadounidenses, y es por el hecho de que la globalizacion ha pegado tanto que se han podido construir puentes de un pais a otro en la misma industria. WWE esta apostando por los mercados internacionales de Occidente, y en dicha apuesta ganan por goleada porque los mercados internacionales poco visitados estan compuestos de fanaticadas acerrimas hacia otro tipo de deportes. Los tratan de otra manera, con mas pasion e incluso con mas respeto. El publico frances, por ejemplo, aporta un condimento especial a los shows de lucha libre masivos porque mas alla de la exclusividad y el hecho de que estos shows se plantean como algo historico y de una sola vez, existe un amor sincero hacia lo que sea que paguen por ver. La lucha libre es un claro ejemplo de esto, porque aun si Francia no tiene una escena tan activa como otros paises europeos (España) existe esa pasion en sus genes por la historia que tienen en sus deportes mas populares.
Esta reflexion inicial es una manera mas bonita de decir que el publico estadounidense es mediocre comparado a cualquier otro publico porque el costumbrismo y la idea de que no tienen sangre en las venas se vuelve mas evidente en casos como los de ellos. Sea porque ven a este deporte como algo rutinario, o porque quizas la lucha libre no pegue tanto alla como pensamos que lo hace (me inclino mas por la segunda) hay algo vacio en el publico gringo que se resalta mas al ver el recibimiento y el hecho de que las audiencias europeas estan mas preparadas para un espectaculo de la masividad de un PPV de WWE. No, no le voy a decir PLE, eso es para los policias.
En este contexto, recibimos una lucha por el Campeonato Mundial Indiscutido de WWE (o cual sea el nombre) con una atmosfera de partido de futbol, y es notorio el shock de los luchadores y los comentaristas apenas el publico empieza a hacer canticos tradicionales de dichos eventos multitudinarios. No se si le podemos decir choque cultural o que, pero me parece genial ver que la burbuja en la cual se ha encapsulado al wrestling occidental en las ultimas decadas finalmente esta a punto de explotar y demostrarles a los gringos que no se merecen lo que tienen. Ansio el dia donde la industria abrace mas escenas de paises como Francia, España, Chile, Argentina o incluso casos mas extremos como aquellos paises asiaticos que estan siendo expuestos al mundo por lucahdores como Chris Brookes y Zack Sabre Jr.
Parece que lo que pasa en Estados Unidos no es tan importante del todo si el mismo publico no lo demuestra. Una de las mejores luchas el año pasado fue Damian Priest vs. Bad Bunny, y eso fue porque el publico boricua estaba completamente loco, digno del legado que tiene el wrestling de esas tierras. Incluso si WWE llegara a hacer shows en Japon mucha gente se daria cuenta de que el mito de que el publico japones es callado es solamente una manera bonita de decirle a los extranjeros que no estan "over" con la gente. Para publicos que desbordan los decibeles hay miles, pero por supuesto, yo me pongo la camiseta y digo que un PPV de WWE en Argentina seria una cosa increible porque independientemente de lo que haya en la cartelera, la atmosfera me haria perdonarle todo.
Habiendo hecho este analisis/reflexion del publico gringo y lo horribles que son, puedo pasar a la reseña de una lucha que me sorprendio gratamente y hasta podria decir que me callo la boca. No se si fue la atmosfera, no se si fue el lugar, no se si fue el momento, pero de manera ironica no veo un AJ Styles tan prendido fuego como el que vi en Backlash. No lo se, habia algo en su agresividad que me hacia engancharme a cada cosa que hacia. Supongo que no se puede desconfiar de alguien con la carrera de Styles, pero tambien aprovecho este espacio para destacar la actuacion de Cody. Solamente en WWE algo tan melodramatico y exagerado podria funcionar. Porque en AEW o en NJPW ese momento donde juegan con la supuesta lesion del campeon seria algo super cheesy que Styles intentaria carrear. En este combate, eso funciona a la perfeccion.
Tambien ayuda el hecho de que Styles tuvo un cambio de forma sospechosamente notorio estos ultimos meses, y que si ya de por si es una maquina en el ring, su habilidad mezclada con la fuerza que adquirio lo vuelven una wrestling machine de la cual quiero ver mas luchas de este estilo. No es la mejor lucha del año, pero las cosas que tiene funcionan muy bien, y eso es lo que importa. El momento que cambiaria seria el Burning Hammer, pero eso es mas gusto personal porque senti el kickout de Cody algo vacio y lento. Se supone que si vas a hacer un kickout en 1 tiene que ser algo frenetico e inmediato. Si vamos a hacer algo "a lo indie" tenemos que hacerlo mal asi tiene otro spice. Fuera de eso, la lucha cumple su cometido pero el publico la amplifica de manera descomunal. Good shit.
0 notes
Text
Tamaño promedio del aparato reproductor masculino en el mundo Como Hacer Crecer El Pene
Tamaño promedio del aparato reproductor masculino en el mundo
El tamaño del aparato reproductor masculino es un tema que ha generado curiosidad y debate a lo largo de la historia. Muchos hombres se preguntan si su tamaño está dentro de la media y si es considerado normal. Además, existe una gran cantidad de mitos y creencias populares en torno a este tema. En este artículo, exploraremos el tamaño promedio del aparato reproductor masculino en el mundo y desmitificaremos algunas ideas erróneas.
Tamaño promedio del pene más pequeño y uniforme de un país a otro
Una de las primeras cosas que debemos tener en cuenta es que el tamaño del pene varía de un individuo a otro y también de un país a otro. No existe un tamaño único que se pueda considerar como «normal» o «ideal». Sin embargo, los estudios han demostrado que el tamaño promedio del pene en estado erecto oscila entre los 12 y 16 centímetros.
El tamaño del pene está determinado por la genética
El tamaño del pene está determinado principalmente por la genética. Al igual que otras características físicas, como el color de ojos o el tipo de cabello, el tamaño del pene es heredado de nuestros padres. Esto significa que no podemos hacer mucho para cambiarlo, ya que está determinado por nuestros genes.
Es importante tener en cuenta que la genética no es el único factor que influye en el tamaño del pene. Otros factores, como la nutrición y el estilo de vida, también pueden tener un impacto en su desarrollo. Sin embargo, la genética sigue siendo el factor principal.
La nutrición adecuada durante los primeros años y la adolescencia es importante
Si bien la genética juega un papel importante en el tamaño del pene, la nutrición adecuada durante los primeros años de vida y la adolescencia también puede tener un impacto en su desarrollo. Una dieta equilibrada y rica en nutrientes es fundamental para un crecimiento saludable en todas las áreas del cuerpo, incluido el aparato reproductor masculino.
Además, es importante destacar que la obesidad puede afectar negativamente el tamaño del pene. El exceso de grasa en el área del pubis puede hacer que el pene parezca más pequeño de lo que realmente es. Por lo tanto, mantener un peso saludable es esencial para una apariencia óptima del aparato reproductor masculino.
No hay correlación entre el tamaño del pene y el tamaño corporal total
Es importante tener en cuenta que no hay una correlación significativa entre el tamaño del pene y el tamaño corporal total. Esto significa que no se puede determinar el tamaño del pene de un hombre simplemente mirando su altura, peso u otras características físicas.
No hay correlación entre el tamaño del pene y el tamaño del pie, las manos o los dedos
Uno de los mitos más comunes es que el tamaño del pene está relacionado con el tamaño del pie, las manos o los dedos. Sin embargo, no hay evidencia científica que respalde esta afirmación. El tamaño del pene y el tamaño de otras partes del cuerpo no están relacionados entre sí.
Es importante recordar que el tamaño del pene no determina la virilidad o la capacidad de satisfacer sexualmente a una pareja. La satisfacción sexual depende de muchos otros factores, como la comunicación, la intimidad emocional y la técnica sexual.
Comparativa de tamaños promedio del pene en diferentes países
Según una encuesta reciente realizada por el sitio web «Everyday Health», se encontraron diferencias significativas en el tamaño promedio del pene en diferentes países. A continuación, se muestra una comparativa de algunos países:
Ecuador: 17,61 cm
Ghana: 17,31 cm
Colombia: 17,03 cm
Venezuela: 16,93 cm
Lebanon: 16,82 cm
Nigeria: 16,79 cm
Perú: 16,77 cm
Chile: 16,73 cm
Argentina: 16,67 cm
Brasil: 16,51 cm
Estados Unidos: 14,88 cm
Reino Unido: 14,88 cm
Australia: 14,48 cm
Canadá: 14,47 cm
China: 10,89 cm
Camboya: 10,01 cm
Estos datos muestran que hay una variación considerable en el tamaño promedio del pene en diferentes países. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos son solo promedios y que cada individuo es único.
Consejos Prácticos
Si te preocupa el tamaño de tu pene, es importante recordar que la satisfacción sexual no depende únicamente del tamaño. Aquí hay algunos consejos prácticos que pueden ayudarte:
Comunícate con tu pareja: La comunicación abierta y honesta es fundamental en cualquier relación sexual. Habla con tu pareja sobre tus deseos, necesidades y preocupaciones.
Enfócate en el placer mutuo: El sexo no se trata solo del tamaño del pene. Aprende a explorar y disfrutar de otras formas de estimulación, como el juego previo, el sexo oral y el uso de juguetes sexuales.
Confía en ti mismo: La confianza en uno mismo es atractiva y puede mejorar la experiencia sexual. Recuerda que el tamaño del pene no define tu masculinidad ni tu capacidad de satisfacer a tu pareja.
Consulta a un profesional: Si tienes preocupaciones persistentes acerca del tamaño de tu pene, considera hablar con un médico o un terapeuta sexual. Ellos pueden brindarte información y apoyo adicional.
Conclusión
El tamaño promedio del aparato reproductor masculino varía de un país a otro y de un individuo a otro. No existe un tamaño único que se pueda considerar como «normal» o «ideal». El tamaño del pene está determinado principalmente por la genética, aunque la nutrición adecuada durante los primeros años y la adolescencia también puede tener un impacto en su desarrollo.
No hay una correlación significativa entre el tamaño del pene y el tamaño corporal total, ni entre el tamaño del pene y el tamaño del pie, las manos o los dedos. La satisfacción sexual no depende únicamente del tamaño del pene, sino de muchos otros factores. Si tienes preocupaciones acerca del tamaño de tu pene, considera hablar con un profesional que pueda brindarte información y apoyo adicional.
0 notes
todoespecias · 2 months
Text
Los chiles no producen úlceras de estómago
Es muy frecuente escuchar que la comida picante, y concretamente los chiles, sientan mal al comerlos y eso es un mito que se tiene que desmitificar. Continue reading Los chiles no producen úlceras de estómago
Tumblr media
View On WordPress
0 notes