Tumgik
#caricias entre palabras
voglatte · 3 months
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⊹ ┊HOMEMADE ꒱ .゚
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↷ ˊ- pairing: bf!esteban kukuriczka x gf!reader.
warnings: mucho fluff, sugestivo, age gap? (solo 5 años), size kink?.
summary: esteban vuelve a casa cansado del trabajo y lo sorprendes.
• dani’s typing… ! adoro a kuku, amé escribir esto.
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no era sorpresa para ti las llegada de esteban a horas de la noche, ya que se encontraba en un proceso de audiciones para una nueva película. aún así estabas un poco preocupada por la salud de tu novio, podías ver el cansancio en sus grandes ojos marrones y pequeñas ojeras debajo de ellos, pero aún así con cansancio siempre te veía con esa sonrisa cálida que poseía.
por lo que decidiste hacerle un pequeño detalle, antes de que llegara a casa. pusiste manos a la obra haciendo una rica cena para ambos, enorgulleciéndote al ver el resultado final y esperando que a él también le gustara.
estabas dando los últimos detalles cuando sentiste un aroma muy conocido para ti y unos brazos masculinos rodeándote desde atrás.
“¿qué hacés, bonita?” murmuró cerca de tu oreja mientras resguardaba su cara en el espacio libre entre tu cuello y hombro.
te hizo sacar una pequeña risita al sentir su respiración haciéndote cosquillas.
“una pequeña sorpresa, para vos” decidiste encontrarte con su perfilado rostro cuando te volteaste viendo un pequeño brillo en su mirada, lo que hizo derretir tu corazón.
él no lo había dicho con palabras pero sus ojos mostraban todo el agradecimiento que sentía en ese momento y pensaste que no debería porque lo harías mil veces más solo por verlo así.
“te amo, bonita” dijo cerca de tus labios luego de conectarlos con los tuyos, un choque bastante dulce e íntimo.
susurraste un “yo también” entre besos y decidiste alejarte un poco sin antes dejar un pellizco amistoso en su nuca donde se encontraban tus manos entrelazadas.
ambos se sentaron en la pequeña mesa que adornaba el salón mientras escuchabas con atención cada palabra que salía de su boca, podría hablar por horas y nunca te cansarías de escucharlo, su voz te daba paz, una sensación que te llenaba el corazón de todo lo lindo en el mundo.
sus manos se encontraban encima de la mesa, su mano sobre la tuya acurrucándola mientras su pulgar daba caricias. la otra simplemente se encargaba de llevar uno que otro bocado o líquido para pasar la comida.
“estoy muy seguro que me van a dar el papel, amor” su voz sonaba con mucha seguridad y entusiasmo.
“no tengo ninguna duda, bonito. tenés un don único y tu manera de actuar es deslumbrante” asegurabas, te sentías tan orgullosa de esteban y como de a poco se iban abriendo puertas en su carrera de actor, era algo que le gustaba e ibas a estar ahí para él siempre, apoyándolo.
al terminar y con un sabor agrio pero dulzón del vino en sus bocas decidieron acomodarse en el sillón de cuero que adornaba el hogar de ambos. colocó tus piernas encima de sus muslos, su mano haciendo pequeños masajes en ellas.
“¿te acordás de cuando nos conocimos?” su cabello caía salvajemente por su frente y le daba un toque bastante tierno.
tu solo dejaste salir un sonido con la garganta afirmando mientras tus mejillas se calentaban. esteban te miró sonriendo y dejando escapar una carcajada pequeña.
“vos eras una nena” recalcó, haciéndote sentir más avergonzada.
esteban y tu se conocieron en una clase de teatro, en ese momento tenía veintiocho y tú solo 23, aún así siendo una mujer adulta, esteban se burlaba diciendo que eras una nena chiquita.
“no digas más, no sabés lo nerviosa que estaba cuando me tocó improvisar contigo” tus manos taparon tu cara, devolviéndote al momento donde tu lengua se enredaba por tener a semejante hombre delante y sin conocerlo.
esteban al ver tus mejillas sonrojadas y tus labios carnosos haciendo puchero, no logró controlarse y te cubrió con su gran cuerpo.
intercambiaron miradas y sin ninguna palabra de por medio sus labios atacaron los tuyos, parecía que se estaban comiendo sin ningún pudor.
a esteban le encantaba ver lo pequeña que te veías debajo de el.
sus besos bajaban desde tus labios hasta tu cuello dejando pequeñas marcas adornándolo, sus manos un poco frías se metieron debajo de tu camisa pellizcando sin llegar a ser brusco.
“divina sos, amor” levantó un poco tu camisa y bajo un poco para dejar muchos besos en tu abdomen, a veces con mordidas incluidas que te hacían chillar bajito.
“dale, nene” acariciaste su cabello. “subí, debes estar cansado, podemos dejarlo para otra ocasión” hablaste suave mientras sentías a esteban recostar su cabeza en tu abdomen.
“un poco” dijo, tú no lo sabías pero cada caricia que dejabas en su cabello lo hacía quedarse cada vez más dormido.
los ojos marrones de esteban se empezaban a sentir más pesados por lo que ninguno habló, solamente dejaron que el silencio reinara. hasta que sentiste una respiración tranquila y sabías que ya había caído en los brazos de morfeo.
te sentiste feliz de haber pasado un rato distinto con esteban, estaba más que claro que ambos se amaban hasta el infinito y era un amor puro.
así mismo con tus manos en su cabello que en ningún momento dejaron de darle pequeñas caricias, tus ojos se empezaron a cerrar con una sonrisa en rostro por lo feliz que estabas.
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by ﹫ VOGLATTE ╱ bueno aquí un one-shot? maybe súper cortito pero prometo hacer otros más extensos .ᐟ
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elcorazondealis · 3 months
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Partes de ti🤍
Amo cuando nuestras manos se entrelazan,
amo poner mis manos en tu rostro,
ver esa sonrisa cuando te digo
que es lo más hermoso que eh visto.
Amo incluso la manera en que sonríes,
y como se te ven tus gafas,
amo cada centímetro de tu cuerpo,
y llenarme de tu esencia en cada instante.
Amo cada beso de ardiente pasión,
incluso tu aliento es un vicio grato,
amo tu energía, tus ansias de acción,
y cómo te esfuerzas por alcanzarlo todo.
Amo cada una de las cosas que eres,
Amo cada una de las cosas que te hacen ser tu.
Así, entre versos de amor y sentimiento,
se entrelazan nuestras vidas, cual redes.
En cada encuentro, en cada mirada,
amo la forma en que me envuelves,
el fuego que arde en tu mirada,
y el amor que en nuestras almas vive.
Amo la pasión que nos transforma,
en cada abrazo, en cada caricia,
amo el tiempo congelado cuando estamos juntos,
y en ese instante, siento que la eternidad existe.
Amor que crece y se renueva,
publicando en tu corazón un decreto,
amo cada palabra que me susurras al oído,
amo cada verso que en tus labios recito.
Y cuando la noche se adueña del día,
y la luna llena ilumina nuestro rincón,
amo el silencio compartido,
amo el abrazo que nos llena de emoción.
Amo cada latido que nos une,
cada promesa que llevamos en la piel,
amo la libertad que juntos encontramos,
y el amor que en cada gesto se revela.
Amo ese eco de pasión que nos guía,
que nos empuja a seguir adelante,
amo construir contigo un futuro brillante,
y en cada paso, hacer historia con poesía.
Amo cuando nuestros cuerpos se abrazan,
amo el cariño que en tu pecho habita,
amo cada instante que a tu lado paso,
porque en tu amor, la vida se nos cuela.
Amo el brillo en tus ojos,
Cuando hablas apasionadamente,
Amo escucharte hablar de tus sueños,
De tus deseos y anhelos.
Amo cuando ríes a carcajadas,
Y tu risa se convierte en música,
Amo la forma en que me abrazas,
Y me haces sentir protegida y amada.
Amo cada momento que compartimos juntos,
Cada conversación profunda y sincera,
Amo la forma en que tu presencia
Llena de alegría mi vida entera.
Eres mi inspiración y mi motivo,
El fuego que enciende mi ser,
Amo amarte con cada fibra de mi ser,
Y hacerte sentir amado también.
Así que hoy celebro y alabo
A ese ser maravilloso que eres,
Tu luz ilumina mi camino,
Y cada día renuevo mi amor por ti.
-Pararuby
Esto lo escribí esa vez en tu casa cuando se te dije que hora entendía la diferencia entre sexo y hacer el amor recuerdo que 5 segundos después me di cuenta de lo ridículo que sonó y tú querías que repitiera lo que dije por qué según no habías entendido bien pero se que si escuchaste nose si te estabas burlando o si era verdad que no entendiste pero si esa noche muchas cosas cambiaron en mi.
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Mi amor eterno:
“Me encanta haber coincidido contigo en este preciso momento de nuestro joven universo.”
La vida desde que te conocí ha sido maravillosa y plenamente feliz, el amor y la alegría que has traído a mis días es algo que jamás lograré de terminar de agradecerte. Tomaste mi mano en los momentos más difíciles y te quedaste conmigo aún en medio de las dificultades. Tu amor se ha sentido como una cálida gota de lluvia en momentos de una terrible sequía. Las probabilidades de encontrar a tu alma gemela en una persona increíblemente hermosa son de una en un millón y es increíble que de entre trillones de personas nos hayamos encontrado. Sé, sin importar qué tantas cosas difíciles vengan, que mi corazón, mi alma y mi vida entera fueron hechos para amarte y que el universo nos trajo aquí, nos dirigió al instante en el que vimos nuestros ojos por primera vez, al instante en que nos miramos y supimos que éramos las personas con las que queríamos pasar el resto de nuestras vidas.
Estar contigo siempre se ha sentido como estar en una película romántica, con todos sus desenlaces, sus dramas y sus cursilerías, se ha sentido como caminar en una nube rosa, como volar por los cielos siendo un pajarito amarillo. Estar contigo, en pocas palabras… se ha sentido como se siente el amor verdadero: cálido, dulce, con un aroma a tu comida favorita (pero cuando la hacía tu abuelita), desenfrenado, intenso, fuerte como las olas y al mismo tiempo suave como las caricias llenas de cariño después de una noche loca. Estar contigo es como vivir. Vivir de verdad.
Las situaciones difíciles son parte de la vida y el aprender a sobrellevarlas es complicado, pero no imposible. Hemos pasado por tantas cosas juntos que el pensar en llegar a rendirnos no es posible. Nuestro amor es grande y las ganas de seguir juntos lo son aún más. No existe manera en la que no quiera seguir creciendo contigo, eres todo lo que siempre he querido, todo lo que siempre he soñado y la manera en la que cambiaste mi vida es algo que jamás podría llegar a olvidar. Tu esencia, tu personalidad y tu carisma me envolvieron y enamoraron de una manera que llevaré tatuada en mi alma por siempre. La magia que desprendes es tan maravillosa, simplemente perfecta. Eres hermoso, amable, bueno, entregado, inteligente, fuerte, colaborador, honesto, gracioso, increíblemente magnífico. Eres tan precioso, Jhorvin, en todos los sentidos posibles de la palabra. Cada parte de ti me tiene tan locamente enamorada, tan jodidamente extasiada.
La manera en la que mi corazón late cuando estás cerca, cuando me tocas, cuando me miras… es algo que no puedo explicar. Necesito tenerte cerca todo el tiempo, necesito sentirte, amarte, tocarte, lo necesito de la misma forma en la que todos los humanos necesitamos respirar. Es tan extraña la forma en la que me siento cuando me rodeas con tus brazos, cuando me besas, cuando me jalas hacia ti y me dices con la mirada que me amas, que siempre me amarás.
“Debo resignarme a conjugar el verbo amar, a repetir por milésima vez que nunca quise a nadie como te quiero a ti, que te admiro, que te respeto, que me gustas, que me diviertes, que me emocionas, que te adoro” — Adolfo Bioy Casares, Carta a Elena Garro.
Te amo, Jhorvin. Te amo tanto y no existe manera de describir este sentimiento de una manera en la que pueda entenderse completamente, porque yo te amo así: con locura, con fuerza, sin entendimiento, sin cordura. Te amo con valentía, con fortaleza, con ímpetu. Te amo como se ama a la vida aunque a veces ésta duela, te amo como se ama a los recuerdos felices, te amo como se ama al cielo, al sol, al viento. Te amo como se ama en los libros, en las películas, en las historias viejas. Te amo como se ama a todo aquello que te hace feliz.
Amo tu voz, tu sonrisa, tus ojos, tus manos, tus brazos, tu pecho, tus piernas, tus pies, tu cabello, tus mejillas, tus orejas, tus pestañas, tu corazón. Amo cuando te miro y después de un rato volteas, amo cuando tomas mi mano y empiezas a saltar, amo cuando ríes después de decir algo chistoso, amo tu coraje, tu manera de hacer las cosas sin tomarle importancia a los riesgos, amo que me impulses a hacer cosas que jamás en mi vida me creí capaz de hacer, amo tus bailes de la nada, amo tus ganas de tenerme cerca siempre, amo como me cuidas, como me respetas y me amas, amo tu manera de hablar, bailar y caminar, amo tus chistes, tus mensajes, tus audios, tus llamadas, tu manera de decirme de 100 mil maneras distintas que me adoras y que deseas estar conmigo siempre.
No quiero imaginar una vida en la que no estés, en la que tú y yo no existamos. No quiero y, definitivamente no puedo imaginar una vida sin tus besos, sin tus abrazos, sin ver tus ojos, sin tu calidez, sin tu magia alrededor. No puedo siquiera concebir un día en el que no estés a mi lado.
Las diferencias que tenemos han sido un punto clave en nuestra relación, no han hecho tener problemas, nos han dado risa y nos han hecho llorar múltiples veces, pero jamás podría verlas como algo que quisiera cambiar o algo de lo que me sienta arrepentida. Nuestras diferencias, aunque muchas veces nos han hecho dudar, son de las cosas más únicas que tenemos, son de las cosas que hacen que sigamos juntos a pesar de todo. Tú y yo, somos como el ying y el yang, la luna y el sol, el mar y la arena, los árboles y la tierra. Cosas completamente opuestas pero que se necesitan la una a la otra para poder sobrevivir, para poder subsistir.
“Te quiero a las 10 de la mañana, y a las 11; y a las 12 del día. Te quiero con toda mi alma, y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia” — Jaime Sabines
Nos hemos prometido incontablemente que nos quedaremos juntos en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, en la risa y en las lágrimas, en la felicidad y en el enojo. Es una promesa que mantengo conmigo cada día, porque me quedaré contigo siempre, amor. Me quedaré contigo cada día, incluso en medio de la tempestad, en los malos momentos, en las situaciones complicadas porque nuestro amor es así, porque nosotros somos así. No damos un paso atrás cuando las cosas se ponen difíciles, sino que es ahí cuando nos volvemos más fuertes.
Hay tantas cosas por las quiero y debo pedirte perdón, tantas cosas que he hecho mal y que cuando pienso en ellas sólo siento una tristeza y un arrepentimiento profundo. Te pido perdón por todo aquello que aún me cuesta mejorar, por todas esas cosas en las que aún piensas y que te siguen lastimando, por todo eso que hice inconscientemente pero que al final, hicieron daño. Te pido perdón por la parte de aquella persona que fui que te lastimó y te digo que ahora estoy creciendo, estoy mejorando y todo bajo la promesa de brindarte un mejor futuro, de brindarnos a ambos una buena vida y una buena relación. Mis ganas de sanar y seguir adelante se volvieron más grandes y fuertes desde que te conocí, porque me diste el valor suficiente para hacerlo, porque me impulsas, me animas, me motivas, me haces bien. Porque conocerte y amarte ha sido de las pocas cosas en mi vida que han salido bien. El que me ames ha sido la gran bendición de cada uno de mis días.
No sé qué nos depara el futuro, no sé qué nos tiene el universo preparado, pero sí sé que quiero averiguarlo mientras tomo tu mano, sé que quiero estar contigo y sé que quiero seguir creciendo a tu lado. Las cosas no se harán más fáciles a partir de ahora, pero nuestro amor sí se seguirá haciendo más grande y soy afortunada, porque estoy compartiendo todo de mí con la mejor persona que he podido conocer.
Eres tú el único chico con el que quiero vivir, dormir, llorar, reír, bailar, soñar, discutir, disfrutar, comer, brincar, viajar, coger, experimentar, brillar, crecer. Eres tú el único al que quiero contarle mis más locas anécdotas y chismes, el único al que quiero besar por siempre, el único con el que quiero correr por los senderos de lo que llamamos vida. Eres tú el único chico con el que quiero seguir viviendo esta loca pero increíble película romántica. 
Así que no me sueltes, amor. No me dejes, no dejes de mirarme con todo ese amor que parece sólo querer desbordarse hasta llegar a mí y envolverme con ternura, no dejes de tomar mi mano con fuerza, no dejes de sonreírme antes de besarme, no dejes de hacerme reír con tus locuras, no dejes de abrazarme en medio de la noche, no dejes de decirme cuánto me amas a cada momento, porque te juro, mi sol, que yo jamás dejaré de hacerlo.
Gracias por ser el sol que me da calor cuando muero de frío, gracias por ser la mantita que ahuyenta mis miedos en medio de la madrugada, gracias por ser la brisa por las tardes que me recuerda que estoy viva y que eso es increíble, gracias por mostrarme que siempre existirán las buenas oportunidades, gracias por extenderme tu mano en todos esos momentos en los que creí que todo seguiría mal, gracias por besar mis cicatrices y por secar mis lágrimas, gracias por salvarme, gracias por ser tú.
Te amé ayer, te amo hoy y con toda la seguridad del mundo… te prometo que te seguiré amando mañana.
Con amor, Tu Fany Lu.
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Sigo siendo infiel
a la poesía,
la engaño un día
con el olvido
y otro con el recuerdo,
hasta con lo que es
o lo que será,
soy infiel por naturaleza,
tan solo la busco
para recibir el calor
de sus rimas,
o las caricias de su ritmo,
que me hace sentir
una música invisible,
pero siempre vuelvo
a las andadas del engaño,
con esa realidad
que solo busca el placer
del instante,
de la luz viciosa del día
o de la noche provocadora,
no, no sé
mantenerme fiel a ella,
a la única que me calma meciéndome la angustia.
Sí, así se pasa la vida,
entre palabras infieles
y fieles palabras...
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historiasdeldivan · 29 days
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"No me dejes olvidarte"
Por favor, no me dejes olvidarte, no hagas caso a mis palabras, a mi tristeza disfrazada de olvido, a mis sonrisas después de ti, a mi voz no quebrantada luego de oírte, por favor, no lo hagas, no me dejes olvidarte.
Quiero conservar los buenos recuerdos, los que no duelen, tu mano en mi mano, el calor de tu cuerpo, tus caricias, el café por las mañanas, las charlas hasta la madrugada, las risas mientras nos mirábamos a los ojos, tu espalda y mi espalda liberando mil batallas.
No me dejes olvidarte, no quiero que esta tristeza que de vez en cuando siento haga que un día quiera arrancarte de mí por completo, y ya no sepa como regresar a ti. Sé que ya no somos, ni seremos, pero quiero guardar de alguna manera el sonido de tu voz en mi memoria, en un cassette, un disquete, un cd, un usb, un vinilo... no lo sé, pero quiero que sea algo tangible, que me recuerde que existes y que estás lejos de mi daño y de todos esos verbos que hablan de dejarte ir, de olvidarte.
Haré un compilado de música que guarde todas aquellas canciones que escuchaba mientras me enamoraba de ti, de esas que nos hacían cosquillas en los huesos y nido en las tripas. No quiero sembrar odio y convertirme en esa clase de chica que nunca quise ser, de esas que hablan mal de las personas que alguna vez amaron, de las alas que alguna vez la salvaron de la muerte. No quiero sentir como desapareces, como te desvaneces día a día entre mis recuerdos y mi rutina, no quiero enmudecer lo que hiciste en mí, la persona en la que me convertiste, hubiera deseado que te quedaras, que lo nuestro nunca hubiera terminado, así no hablaría como una loca dos por tres con tus fantasmas.
Por favor, no doblegues mi alma al desprecio, a mirar tus fotos con rabia e impotencia, a ver tu persona con desdén y decepción, por favor, no lo hagas, no permitas que te olvide, que olvide los fuimos y el sonido de nuestras risas juntas.
No me dejes olvidarte, no desaparezcas por completo de las esquinas de mi casa, de la oscuridad por la noche, de mis inviernos y veranos, de las noches estrelladas, de las tardes en la que lloro por alguna razón, por favor, al menos, no te vayas de aquí, que es el único lugar en el que te puedo tener.
- Jessica González -
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anon-402 · 2 months
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Para los pocos hispanos fans del Pissa que andan por aqui, ahi les va un WIP de un fic que ando haciendo:
Dear Dopamine
Tags: No RPF, Fluff, Mutual Pining, Awkward Flirting, Humor, Dialogue Heavy, Dirty Jokes, Letters
La vida de Philza era el tipo de comedia romántica barata que los críticos bombardearían con bajos ratings bajo el pretexto de ‘sobre-esforzarse’ y ser ‘demasiado cínica’. Es el mimos tipo de comedia que sería vendida como un romance pero era todo menos eso, e incluso cuando lo intentaba ser, el protagonista siempre era reacio con sus sentimientos; vacilando entre caminar esta línea firme de rechazo perpetuo y aceptación ambigua, y odiosamente ocasionando en más de un espectador confusión.
Lamentablemente para Philza, esa no era la única paralela existente que se podía inferir entre su vida y los romances de bajo presupuesto, pues había notado que las personas en su vecindad parecían moverse más en números pares estos últimos días. Claro, aun con las miradas calurosas y caricias asquerosamente cursis que otros intercambiaban en público, esto no presentaría un problema sino fuera porque también tenían un deseo descomunal en entrometerse en su vida personal.
Algunos optarían por señalar que la razón detrás de sus intromisiones eran bien intencionadas y se debía al hecho de que irónicamente, aun teniendo un esposo encantador que lo amaba y precedentes de varios otros pretendientes, el hombre no reconocería el amor aunque le golpeara directo en las bolas. Pero por supuesto, al no tener el concepto universal de la afinidad en un pequeño recipiente físico capaz de golpearlo, con Foolish bastaría.
Fue una suerte para él el seguir durmiendo en el templo de Rose mientras Foolish merodeaba por el centro de la ciudad. Después de todo, ¿Qué era mejor que dejarle el destino de tus relaciones interpersonales a un policía?
Si Philza tuviera la conciencia para contestar probablemente diría que cualquier otra cosa. Sin embargo, con la situación actual, fue inconscientemente forzado a otorgarle control sobre la escena del crimen que se estaba produciendo en la cima de la muralla. Los instintos policiacos de Foolish captaron en seguida al hombre encapuchado de negro que se escabulló en el elevador que llevaba a la casa de Philza, y Foolish no dudó en usar su gancho para subir y enfrentarlo.
“¡Alto ahí!” Gritó detrás del hombre que le daba la espalda, arma en mano apuntando su cabeza.
Foolish no le había ordenado levantar las manos, pero el hombre lo hizo de todas formas con un pequeño salto. Después, como si se hubiera percatado de quien provenía la advertencia, su comportamiento cambió en un instante. Sus hombros tensos cayeron en un suspiro junto con sus manos, y el hombre se dio la vuelta despreocupado. “Pendejo, casi me cago del susto.”
“Oh. Roier.” Bajó el arma, vergüenza curiosamente surgiendo dentro de él al haber apuntado a su hijo con ella. “¿Qué haces aquí?”
“Nada, nada. Solo visitaba.” Contestó demasiado rápido. Sospechosamente rápido, diría Foolish. Sus ojos se dirigieron a las ventanas de la casa de madera, “Hace mucho que no veo al Missa y quería ver si estaba en casa.”
“Missa no viene muy seguido.” Dijo Foolish, explicando lo obvio, tal vez solo para llenar la conversación y hacer sentir a Roier menos nervioso. No obstante, cuando regresó su mirada a él, se sorprendió de verlo considerando saltar de la muralla y huir. “¿Tenías algo que hacer aquí o…?”
“No, no, como crees.” Agitó una mano en desconsideración. “Bueno, a lo mejor. Pero no le digas a nadie.” Cualquier pizca de incertidumbre fue borrada de su voz, dando paso a un raro entusiasmo. Foolish asintió a su pregunta, y ambos se acercaron para susurrar a pesar de no necesitarlo. “Voy a ayudar a Missa con Philza.”
Tomado por sorpresa, retrocedió con una risita, “¿Qué?”
“Missa anda chinge y chinge con el Felipe y que no se merece su amor y no sé qué tanta verga– así que lo voy a ayudar a ver si así se calla.”
“Okay,” Digirió sus palabras con lentitud, “¿Pero no Phil y Missa ya eran… algo?” Finalizó estúpidamente, confuso de la posible relación de ambos. Estaba seguro de haber escuchado por ahí que estaban casados los primeros días de conocerse, pero considerando el tiempo que había pasado y la falta de presencia de Missa, bien podría haber sido solo un rumor.
Viendo la cara de Roier, él también parecía estar igual de confundido. “No. Creo. La neta no sé.”
“¿Entonces qué? ¿Tienes planeado irrumpir en su casa y buscar, como, evidencia de ellos siendo pareja?”
“¿Qué? No. Ni que estuviera pendejo.” Como si fuera por arte de magia – y distrayendo a Foolish al preguntarse si las había sacado del culo – produjo una pluma y varias hojas de papel, todas de un color amarillo suave con un estampado floral. “Voy a escribir una carta a Philza en nombre de Missa para empezar un intercambio de letras entre los dos. De esta manera, aun si fueran algo, seguiría ayudando a Missa con su crush.”
Dejando de lado la posibilidad de que los otros dos hombres fueran tan emocionalmente constipados como para estar casados pero no al tanto de sus respectivos sentimientos, Foolish comentó sobre algo que le interesaba más. “Eso no explica porque estás aquí.”
Roier sonrió. Era la clase de sonrisa de alguien que no sabía de lo que estaba hablando. “¿Dónde más las voy a entregar? Esta es la casa de Philza, ¿No?”
“Uhm, ¿En la biblioteca? Tenemos un sistema de correo y todo.”
“¡¿Tenemos una biblioteca?!”
“¡¿Dónde más pondríamos las cartas?! ¿En el buzón donde nadie pudiera encontrarlas?”
“Bueno, me vale madre. Ya estoy aquí.” Resopló tomando asiento al lado del trampolín y recostándose bocabajo al igual que una niña con su diario.
“Podrías simplemente dejarle una nota a Missa con tu idea y que él lo hiciera.”
“Missa nunca va a dar el primer paso. Es demasiado pussy para hacerlo.”
Instinto policiaco o no, cualquiera hubiera notado el tono inusual en su voz. Aun si Foolish no podía captar del todo qué era. ¿Anhelo? ¿Arrepentimiento? Fuera lo que fuese, era mejor no insistir. La pérdida de Cellbit era muy reciente todavía.
“¿Y si te atrapan?” Preguntó después de un minuto, llamando la atención del perpetrador.
“Pos culpamos al pinche Badboyhalo y que le haga como pueda.”
Foolish parpadeó, asimilando lo que acababa de decir su hijo. Honestamente, no era la peor idea que se había concebido en la Isla Quesadilla. Se encogió de hombros y tomó lugar a su lado. “¿Cómo piensas empezar?”
“No sé, con algo que diga que lo extraña o una mamada así. ¿Tú qué piensas?”
“Podría funcionar; algo que diga que tanto lo extraña. O, qué, no importa que tanto tiempo pase, él tendrá, ya sabes,” Foolish soltó una risa entrecortada, de repente cohibido ante el uso de la pareja como un reflejo de su propia relación. Quizás aquello podría servirle como un incentivo para armarse de valor e intentar reconectar con Vegetta a través de cartas. O Quizás debería prestar más atención y notar que Roier seguía escribiendo y diciendo en voz alta “Algo así como ‘Oh, Philza, estás bien pinche guapo vamos a coger–” al mismo tiempo que Foolish terminó con un “Seguirá regresando a su lado– Oh.” 
“¿Qué?”
“Tal vez– Tal vez no deberías de ser tan directo. No creo que Phil aprecie un trato tan directo…”
Rodó los ojos, “Le va a gustar cualquier cosa que venga de Missa.”
Pero pese a su comentario, Roier frotó su pulgar sobre la frase, tratando de borrarla con su sudor. Pensó en usar su saliva para dispersar la tinta, más pareció olvidarlo cuando Foolish volvió a hablar, y dio vuelta a la hoja como si nada hubiera sucedido.
“¿Qué tal si mejor comienzas con un saludo?” Roier asintió y se encaminó para escribir ‘Mi amor’ solo para ser interrumpido otra vez. “Creo que ‘Mi amor’ sigue siendo muy directo para ambos, o sea, si fueran solo amigos creo–” Roier chasqueó su lengua, tachando el escrito  y colocando ‘Pendejo’ como saludo, “No, no me refería a eso–”
“¡Cabrón, decídete! ¡No soy pinche documento de Word para darle control zeta cada que se te ocurra algo nuevo!”
“¡Solo estaba intentado ayudar!” Tratando de bajar su voz, suspiró, “‘Mi amor’ está bien.”
Roier entrecerró sus ojos con sospecha, pero regresó al papel para tachar el saludo una última vez y volver al apodo cariñoso. Jugueteó con la pluma paseándola entre cada valle de sus nudillos, no quitando los ojos de las palabras recién redactadas y esperando la luz verde de Foolish. “¿Y ahora?”
Hizo una pausa, considerándolo. “Supongo que podríamos irnos por algo más poético. Eso nunca fallaba con Vegetta.”
“A Vegetta solo le gusta lo poético porque es un viejo–” El movimiento de la pluma paró. “¿Qué tan viejo es Philza?”
“No lo sé, pero probablemente muy viejo.”
“Muy, muy viejo.”
Para ser dos personas excepcionalmente ruidosas, ambos se sumieron en un silencio.
“¿Entonces poético?” Foolish fue el primero en hablar.
“Nos van a llamar el mismísimo Paulo Coelho después de esto.” Roier contestó con una sonrisa, sumergiéndose dentro del rol de escritor fantasma.
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jorgema · 9 months
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Dulces Amantes: ternura entre sábanas y la Luna
~
Ven esta noche, sumerjamos nuestros cuerpos entre las sábanas, y dejemos que el tiempo desaparezca al tocarnos la piel. Perdamos la razón en una búsqueda de ese paraíso que se esconde en nuestra cama al caer el sol, ese paraíso que comienza donde nuestros cuerpos se encuentran y nuestras almas se hacen una. Ven, dejemos que la realidad a nuestro alrededor colapse con tanta ternura, y hagamos que nuestro amor y la fuerza de nuestra pasión inicien en medio de suspiros un nuevo mundo, uno donde tus caricias son el cielo y mis besos el viento que corre tu piel. Solo ven, y déjame contarle una historia a tu piel, utilizando el silencio y el contacto con mi ser. Deja que ella descubra antes lo que tengo que decirte con mis labios, y así sabrás la profundidad de mis palabras y de los sentimientos que se envuelven entre cada letra que pronuncie. Ven esta noche, y entre las sábanas, démonos cuenta de que la eternidad se encuentra cuando mis labios se unen a tu piel, y que la inmortalidad se siente cuando tus labios cuentan cada lunar en mí. Ven, y seamos todo lo que nuestros corazones desean esta noche; pero sobre todo, seamos dulces amantes hasta que el sol invada nuestra habitación, convirtiendo cada encuentro en un poema, que perdurará en el tiempo, como testigo fiel de nuestro eterno y dulce amor en piel.
— Confesión Poética 43 || @jorgema
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pricesugarwife · 3 months
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Derritiendo los glaciares de su corazón | Simon Riley x Reader
¡Mi segundo escrito aquí! Estoy intentando descubrir como funciona la plataforma, sigo estando nerviosa y pronto tendré que hacer una publicación fijada con mis pequeños retazos.
Simon "Ghost" Riley x Reader
Please, listen "Say yes to Heaven" of Lana del Rey mientras lee esto para una mejor experiencia.
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Los créditos se mostraban en la pantalla mientras quitabas la manta acolchada que te cubría, hacía unos minutos que la película había finalizado y como un gato perezoso, te estiraste en la cómoda cama en la que reposaba tu cuerpo, aun tratando de espabilar después del dulce sueño y las caricias compartidas por el hombre rubio del que no había rastro en la habitación.. Hacía frío, no era para menos el invierno los había arropado con una espesa capa de nieve y escarcha visible desde la ventana, donde se vislumbra el paisaje blanquecino pero ciertamente inspirador para una artista como tú. 
Aunque, nunca fuiste buena pintando o esculpiendo en arcilla, tus dedos se hallaban demasiado ocupados trazando formas en el cristal de este, tarareando de manera vaga la melodía de fondo, disfrutando de la brisa congelada que refresca tus mejillas sonrojadas; porque los recuerdos de la noche anterior transitaban por tu conciencia, los besos apasionados, las mordidas traviesas, palabras sugerentes y el delicioso vaivén de caderas que impuso Simon cuando descubrió los espacios más íntimos de tu cuerpo, trazando cual cartógrafo la geografía en antiguos pergaminos, proclamándose noble conquistador de las tierras vírgenes entre tus piernas.
Cada suspiro robado en la boca de Simon se repetía en bucle en tu imaginación, dejándote embriagar por el terroso aroma a almizcle, avellanas y madera, había algo en la entereza de su ser que te hacía sentir en casa. Quizás tanto tiempo en soledad, viviendo en la monotonía de los días con las mismas palabras vacías y la rutina hueca te había hecho sentir extranjera en tu propio cuerpo, en tu propia vida, hasta que conociste al hombre de ojos cafés tormentosos. 
Era una ocasión especial, llevabas un vestido fluido por insistencia de tu madre que te había convencido de salir al último festival organizado en la ciudad y lucir bonita para “pescar un buen hombre, porque el tiempo pasaba y no te hacías más joven”, sin embargo, la amargura en tu paladar al pensar en el amor y tus anteriores experiencias (aunque escasas, muy decepcionantes y terribles) se vieron empañadas en cuanto observaste a semejante semental que se encontraba sentado en un rincón oscuro del bar en el que estabas con tu hermana. 
Ella, como era de costumbre, no se callaba y continuaba parloteando sobre el militar con el que estaba saliendo desde hacía semanas. Pero espabilaste en cuanto saliste de la ensoñación, dándote cuenta que su parloteo se había detenido hacía segundos y se levantaba repentinamente de la silla, corriendo como el huracán que era hacia la figura voluminosa de un hombre que llamó “John” con un tono tan enfermizamente dulce que en otro momento te hubiese provocado arcadas. 
Al final conociste al misterioso hombre del que estaba enamorada tu hermana y también conociste a Simon Riley, a pesar de que al inicio se presentó con su indicativo “Ghost” con un tono seco y plano, anticipándote que no participaría mucho en la conversación. Sin embargo, al final de la noche lograste estar más cerca de ese cautivador espécimen que solía hacer bromas de papá, bebía cortos tragos de bourbon y te robaba el corazón con cada palabra que salía decorada por ese acento de Manchester. 
Regresando al presente, te sentías flotando en una danza encantadora y delicada como las de antaño, donde el caballero sujetaba a una distancia prudencial tu anatomía al compás de la orquesta que entonaba el ritmo de la pieza. Como un violinista que conoce las cuerdas de su instrumento, el rubio había aprendido a tocar en los sitios indicados para conseguir ese dulce sonido de tus labios pintados de bermellón. 
Aquel suceso permanece escrito en las páginas de tu memoria, garabateando corazones junto a sus nombres y anhelando esas varoniles manos sobre ti una vez más, generando una adicción a sus incandescentes sentimientos desmedidos, desprovistos de cualquier enajenación. Giraste sobre tus pies, dando vueltas como una ninfa de rostro soñador, la delgada camisa blanca de Simon cubría tu desnudez sin inmutarse por la baja temperatura hasta que percibiste esa fragancia casi afrodisíaca.
—Pensé que no querrías salir de la cama —murmuró el de orbes azules, sonaba divertido y maravillado por tu delicado semblante, aún cuando había pervertido tu mente con su excitación desenfrenada y te había devastado en su cama hacía unas cuantas horas. 
—Está nevando y es precioso, quería ver la nieve caer —señalaste, sentándote sobre tus tobillos en el esponjoso colchón invitándole a que se acercara hacia donde estabas.
—Quizás, sigue sin ser más precioso que tú.
Antes de que pudieras contestar, te sujetó por la cintura y te subió a su regazo, reposando tu cuerpo en sus gruesos muslos, acariciando tramos de piel que iba revelando al subir la poca tela que lo separaba de tu cálido centro. 
—Anhelo llenarte de los halagos que mereces... quiero devolverte esa alegría que provocas en mí —confesó, peinando los mechones sueltos que enmarcan tu rostro. Los mismos dedos que te habían llevado a las estrellas delineaban con delicadeza tus mejillas, hasta que el dedo pulgar reposó encima de tus labios, fascinado admirando la forma de tu arco de cupido. 
—Creo que alguien ha estado leyendo a Jane Austen —dijiste más para ti misma, sin percatarse que Simon empezaba a desabrochar los pocos botones que cubrían tu modestia. 
Nunca desvió sus profundos ojos marrones de tus reacciones, motivado por como mordiste tu labio inferior al observar los músculos cincelados y esos pectorales esculpidos por Miguel Ángel. Lo hacía con el objetivo de empujar tu deleite en ese armonioso espectáculo íntimo, develando la parte más sensual que poseía como individuo masculino. 
En cuanto te apoyó en la cama, posicionándose sobre ti, apreciaste en silencio como iba enseñándote el sendero feliz cubierto por una delgada capa de vello y jadeaste en silencio, sintiendo el agradable calor de tu humedad cuando Simon se quitó el jogger gris que llevaba y sus torneadas piernas tocaron el colchón para subir hacia donde tus brazos lo llamaban. En cuanto estuvo más cerca, sentiste la dureza de su miembro contra la parte interna de tus muslos, mordiéndote el labio y moviendo las caderas para que pudiera sentir lo lista que estabas para recibirle. 
Simon hizo descender sus dedos hacia tu centro resbaladizo, cubriendo sus dedos con la humedad acumulada en medio de tus muslos y llevándolos a su boca para probarlo mientras te miraba atentamente, provocando un gemido desesperado de tu parte. Para ese instante, el frío no era un inconveniente, puesto que apretaste los muslos al sentir como esa humedad crecía y descendía cálida, acción que no pasó desapercibida—. ¿Exaltada, mi dulce princesa?
—¿Qué crees? —dijiste, recostando tu fisionomía en la suavidad de las sábanas de tu amante. Querías repetir esa pecaminosa danza que se prolongó en la madrugada.
—¿No fue suficiente con lo de anoche? —cuestionó, una de sus cejas gruesas arqueadas y sus labios tirando de una sonrisa que prometía los placeres carnales.
Pero no te cohibiste como antes, la sumisión que habías mantenido se dispersó cuando lo besaste con todo el fuego que residía en tu pecho, presionando tus senos desnudos contra su pecho torneado y duro. Porque más allá de un derroche pasional y efímero, sus almas se conectaban en un plano espiritual que escribía con pluma dorada la leyenda de un amor inconmensurable, que por fin sería netamente feliz y perpetuo.
—Quiero que me hagas tuya, Simon.
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Una llamada, eso bastó. Una llamada para volver a saber de mí. Dijiste que habías vuelto a la ciudad, que querías verme, saber en qué líos andaba metido ahora. Llegaste con el otoño, a finales de un marzo que —ahora lo sé— me será difícil de olvidar. El encuentro tuvo lugar en el café de siempre, al lado de una plazuela cuyos árboles habían comenzado a desprenderse de su frondosidad. Por estas fechas todo tiende a lucir el ocre de una belleza fugaz, o quizá incomprendida. Las calles se alfombran de decrepitud, el cielo se cubre de un gris oscuro, de amenaza: nubes cargadas, pero sin lluvia. Todo se ve inerte, menos tú. El café volvió a tener sabor aquel día. Tu mirada no había cambiado, tu sonrisa volvía a enamorar a las flores del alféizar, y a través de la ventana la gente parecía haber recuperado el brillo en los ojos que el otoño les estaba robando. Me hablaste de tus planes, de lo bien que te iba en aquella otra ciudad. Y luego me preguntaste lo inevitable: si te había echado de menos. No te dije que ese era un secreto callado a voces, que mis palabras todavía se embriagaban en la silueta abstracta de tu ausencia, que los versos driblaban entre las vocales de tu nombre, arrebatando a su paso los recuerdos y disfrazándolos de una ficción estudiada. No te dije que, si estuve nervioso aquella tarde, no fue tanto por volver a verte, sino porque aquel que fui contigo pedía a gritos regresar también, y no podía. No fui capaz de admitir que, a pesar del tiempo que estuvimos separados, aquellas canciones todavía me unían a ti, que tu sombra todavía iba unida a la mía, al caminar por aquellos lugares que alguna vez nos vieron juntos. No cedí a la tentación de decir que te quería, por no romper el tratado de paz con aquel que tuvo que soportar la incertidumbre de tus caricias robadas, que tuvo que coleccionar los pretextos que ponías, las guerras que siempre se libraban bajo las sábanas, creando un abismo de distancia en mitad de nuestro abrazo. Habrá sido el otoño, supongo. En esta estación todo se sigue viendo hermoso, aunque se esté muriendo. Me permití abrazar mis razones para plantarte cara y decirte que me daba gusto verte, pero que aquella tarde iba a ser la última vez y para siempre. Una llamada, quién lo diría. Una llamada bastó para juntarnos nuevamente, y un silencio para distanciarnos por completo.
Heber Snc Nur
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danielac1world · 3 months
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No quiero nada, pero si me abrazas por las noches, me quedo.
No quiero nada, pero si no necesitas razones, me atrevo a mirarte a los ojos.
No quiero nada, pero si te quedas después de la madrugada, o escuchas mis recitados paranoicos y tristes, si me ves llorar rompiendo nuestros silencios, y todavía existes; si me extiendes la mano en plena pesadilla distopica, si no sales corriendo después de mi tercera crisis de pánico, puedo prometerte, que también tomaré tu mano.
Y si me llamas loca y provocas mi risa, si no me tocas con prisa sino con permisos de pausa, si haces que la piel de mi cuello descanse entre tus dedos de ceniza, si me avisas entre miradas que las llamas son demasiado altas, si saltas conmigo y sobrevives al fuego entre aguas, después del primer orgasmo de la noche nostálgica; puedes dormir bajo la misma almohada, mientras con tenerte pretendo quedarme sin querer nada.
Si no me llenas de arena los pies y las alas, si tus te quiero´s no riman con la fría nada, si te gusta abrazar bien fuerte a los miedos en distancia, si te dejas mimar a oscuras entre dramas; si pronuncias la "M" con el miedo de mis palabras... puede que quiera más que no querer nada. Quizás un beso bajo la lluvia sin la ropa mojada, una caricia como una melodía de piano a destiempo, una curita para los órganos muertos, una herida sana que rompa el silencio, y construir nuestra historia en la oscuridad de lo que seremos, porque si yo no quiero nada, y me das la mano entre tantas pausas, me atreveré a mirarte a los ojos para dejar de esconder el miedo de querer un poco más, que mis cimientos.
-danielac1world ~Desmintiendo una taza de té ~
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almadeversos · 27 days
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Qué vulnerables somos ante quienes amamos. Una palabra de amor tiene el poder de arreglar un día, de iluminarlo. Pero con la misma fuerza, un gesto equivocado podría desatar una tormenta, y el rayo capaz de destruirlo todo siempre apunta a quemarropa al único corazón expuesto; el mío. La intermitencia quema las entrañas, el no saber quién soy en tu vida. La niebla de la incertidumbre me desorienta y me aferro a una sola certeza: en mi vida, sos prioridad. Me refugio en recuerdos porque ellos son la cuerda que mantiene unido ese frágil puñado de ilusiones, que amenaza constantemente con desmoronarse.
No te culpo, en realidad fuiste experta, mi corazón se debilitó ante tu primera caricia. Bajé mis defensas frente a esa sutil señal de esperanza. Te busco (y me busco), enredada entre mis piernas. Repaso cada momento tratando de encontrar la falla, el detalle que pasé por alto, la señal de que ese sueño dorado sería de corta duración. Aquello que apenas iba iniciando ya tenía puesta su fecha de caducidad.
'Love bombing' le dicen ahora, no lo sé. Me quedé con todo el amor en las manos.
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esuemmanuel · 1 month
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It is Her and that impetus plagued with madness that, in her infinite tenderness, she lets fall on me, between kisses, caresses, smiles and desires to make me feel loved by her heart, because her heartbeat, her drive and vibration is honest, that is why I believe in her word and in her absolute devotion.
Es Ella y ese ímpetu plagado de locura que, en su infinita ternura, deja caer sobre mí, entre besos, caricias, sonrisas y deseos de hacerme sentir querido por su corazón, porque es honesto su latido, su empuje y vibración, por eso creo en su palabra y en su absoluta devoción.
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"Quiero que me trates suavemente", reza la canción del mago Cerati, como un hechizo que invoca la ternura en las notas musicales, en cada roce de tus manos. Entre acordes y versos, se teje la petición de un alma que ansía la caricia de la suavidad en medio del bullicio del mundo. En cada palabra, se despliega la magia de los sentimientos, como si la música fuera la alquimia que transforma el trato áspero en una melodía de profundo amor, un conjuro para sanar las heridas del corazón con la suavidad de unas manos que acarician el alma.
Don Ggatto | trátame suave, despacio con amor, sin prisa y con calma.
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Cuando te miro,
más siento.
Cuando siento,
más te escribo.
Cuando escribo,
más callo.
Cuando callo,
más escucho.
Cuando escucho,
más aprendo.
Así que si no te miro;
Ni siento,
ni escribo,
ni callo,
ni escucho,
ni aprendo.
Entiende ahora,
que no te miro
para mirarte.
Te miro,
como mira
la tierra al sol,
para alimentarse.
Y si te alejas,
allí donde tus días
se esconden
de los míos,
yo te buscare
en ese rincón
escondido
entre sueños,
pero al despertar
prometo
no echar de menos
tus palabras,
ni tus gestos,
ni tu boca,
ni tus labios,
ni tus ojos,
ni tu cuerpo,
ni tan siquiera tu risa,
tus besos,
abrazos,
caricias
y miradas.
Pues no sé dividirte
en partes.
Solo sé sumarte.
Por eso,
no te echaré
de menos.
Y por eso,
al sumarte,
siempre te echaré
de más,
para que así
no me falte ninguna
de tus partes,
para que si acaso
me sobren,
echándote de más.
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gyummigon · 7 months
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☆ mañana silenciosa | beomgyu
beomgyu x fem!lector
୨୧ palabra: 0.6k ୨୧ genero: romance, muy suave, relación establecida, algo sugerente? ୨୧ english ver
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Hundiste la cabeza en la almohada con un suspiro, el sueño de la noche a punto de desvanecerse de tus pensamientos. Beomgyu estaba acostado a tu lado, con el rostro relajado mientras permanecía dormido en tus brazos. Sonreíste un poco ante lo bello y frágil que parecía, acariciando su cabello suave y brilloso como si fuera un reflejo natural.
Con los ojos todavía medios cerrados, Beomgyu soltó un sonido de placer cuando sintió tus caricias, te rodeó con más fuerza entre sus brazos y escondió su cara en tu cuello. Durante los próximos minutos, te perdiste en la calidez e intimidad que percibiste en los pequeños detalles de esa interacción; en la forma en la que sus dedos se introdujeron debajo de tu camiseta y rozaron con delicadeza la desnudez de espalda, en las cosquillas que sentiste cuando las hebras doradas de su pelo cayeron sobre tus mejillas, y en su aliento tibio besando la piel de tu cuello, convirtiéndose de vez en cuando en un susurro en tu oído.
La suavidad del mentón de Beomgyu se deslizó poco a poco por tu cuello mientras sus labios rozaban tu piel en un tierno beso, quedandose inmóvil cuado llegó a tu barbilla. Por un instante creíste que se había quedado dormido de nuevo, pero cuando te inclinaste y depositaste un beso en su cabeza, pudiste sentir que sonreía sobre tu piel.
—Puedes seguir durmiendo, aún es temprano —musitaste cuando se inclinó y frotó su nariz contra la tuya.
Beomgyu sonrió gentilmente y asintió con la cabeza mientras daba un ligero apretón en tu espalda, soltando un bostezo silencioso y acercándose más a ti. Reíste de su actitud perezosa y le diste un leve pellizco en su oreja, al que él respondió con un gruñido juguetón.
—¿Soy tu almohada ahora? —preguntaste cuando sentiste casi la mitad del peso de su cuerpo sobre ti.
Beomgyu volvió a asentir y se acercó para depositar un beso corto y suave sobre tus labios, al que luego le prosiguió otros cuantos más. Siguió burlándose de ti hasta que llevaste una de tus manos a su cuello y forzaste la profundidad del contacto de sus labios contra los tuyos; haciendo que soltara un zumbido bajo y sus manos se aferraran a ti con mayor fuerza.
Sus bocas empezaron un baile exquisitamente lento en el que cada uno se tomó su tiempo para saborear, dejando que cada movimiento diera vida a una respuesta diferente, cada vez más húmeda e interesante. Un quejido de satisfacción escapó de la boca de Beomgyu cuando tu lengua acarició su labio inferior y le dio acceso absoluto a su boca. Dejo que tus manos lo acariciaran, casi sintiendo que se derretía en tus manos.
Supiste por la forma en que te abrazaba que empezaba a sentirse nervioso. Cada movimiento ocasionaba que nuevo un sonido escapara de su boca y la pasión en ellos enviaron un escalofrío a tu columna vertebral.
Su tacto, su labios, su aliento... Encontraste aquello tan adictivo.
Cuando rompiste el beso, los ojos de Beomgyu parecían dos ascuas oscuras y resplandecientes. Al mirarlo, no pudiste evitar deleitarte con el torrente de emociones que se reflejaban en su lindo rostro y te sentiste incapaz de apartar tus ojos de él. La forma en que su mirada se iluminó, el brillar de las comisuras de sus labios y el calor que desprendía su cuerpo..., tú corazón empezó a latir con fuerza mientras te maravillabas con todo aquello, preguntándote si era real, o si se trataba de un simple un sueño.
Al ver la intensidad con la que lo mirabas, un ligero rubor cubrió las mejilla y la puntas de las orejas de beomgyu.
—Hola —saludó, con una sonrisa tímida puso una mano detrás tu cabeza y te acercó para frotar su nariz contra la tuya de nuevo, mirándote con ojos llenos de serenidad y amor.
Sonreíste al escuchar su voz por primera vez en el día, consiente de lo sereno y taciturno que había estado hasta ahora.
—Hola.
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thylaniusrpg · 5 months
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Diversifica tu Vocabulario para un Rol Narrativo Excepcional
¡Saludos, Dinosaurios Perdidos, exploradores del mundo desconocido, y compañeros del Rol! ¡Y sí, lo admito, la edad de este dinosaurio cobra su peaje, pero aquí estoy, rugiendo con sabiduría jurásica! 🦖
Bueno, dejemos de hablar de la era de los dinosaurios y adentrémonos en el fabuloso mundo del rol. Thylas aquí, el dinosaurio rolante, y hoy no vengo a ofrecerte un PSD, sino a ofrecer un humilde recurso útil para las tierras del vocabulario imaginativo.
En nuestro viaje interminable por la tierra de la imaginación, la riqueza de nuestras palabras puede ser como el código secreto para desbloquear mundos aún más brillantes y emocionantes. Así que, aquí van unas sugerencias para que tu rol sea tan variado y cautivador como un velocirraptor en plena caza:
1. Glosario Mágico: Encantamientos, hechizos, y misterios arcanos pueden volverse aún más mágicos con un glosario específico. Agrega palabras místicas como "etéreo," "ánima," o "resonancia" para darle un toque especial a tus conjuros y rituales.
2. Descriptores Sensoriales: Haz que tus descripciones cobren vida al incorporar detalles sensoriales. Piensa en términos como "achocolatado" para describir un aroma, "sibilante" para un sonido misterioso, o "caricias de la brisa" para una sensación táctil.
3. Sinónimos y Antónimos: Enriquece tus descripciones utilizando sinónimos y antónimos. Siempre es útil tener un arsenal de palabras para expresar emociones. Por ejemplo, en lugar de simplemente decir "feliz", podrías optar por "jubiloso" o "radiante".
4. Lenguaje de Época o Cultura: Adapta tu vocabulario al contexto temporal o cultural de tu personaje. Un personaje medieval podría usar términos como "hidalgo" o "doncella," mientras que un personaje futurista podría utilizar jerga tecnológica como "holomalla" o "neónexus."
5. Arco Lingüístico Personal: Desarrolla un estilo único para tu personaje. ¿Tu héroe habla de manera grandilocuente o utiliza un lenguaje coloquial? ¿Tu villano prefiere el sarcasmo o la eloquencia oscura? ¡Define su voz!
6. La Poesía de la Acción: Transforma tus acciones en obras maestras literarias. En lugar de simplemente "correr," tu personaje podría "velocitar como el viento" o "dansear entre las sombras."
7. Consulta de Sinónimos Online: Explora recursos en línea como tesauros para descubrir sinónimos menos comunes y dar un giro fresco a tus descripciones.
Recuerda, la magia está en las palabras que elegimos. ¡Despliega tu magia personal y deja que tu vocabulario sea el conductor de tus épicas narrativas! ¿Tienes algún consejo o palabra favorita para compartir? ¡Déjalo en los comentarios y construyamos juntos para seguir creciendo y enriqueciendo el rol! 📖🌟
Thylas 🦕
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