Tumgik
#con harto calor
mxwin · 17 days
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angel-amable · 9 months
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Harto de La Frivolidad y Sinsentido del Ambiente Gay de BCN, el gay Radegundo regresó anoche a casa con ganas de darse una ducha para combatir la Ola de Calor. Casualmente, la ventana de su lavabo da al Norte/Este con lo que tuvo la oportunidad de ver ese espectáculo natural de Lluvia de Estrellas de las Perseidas. Y claro, como no tenía otra cosa que hacer... empezó a pedir deseos como si no hubiera un mañana.
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revistapipazo · 1 month
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El weon más caliente del mundo (Parte I)
Prácticamente todos los hombres tenemos nuestro amor pajónico. “Platónico habrá querido decir este huevón”, pensaran uds… “no”, dire yo, pajónico.
La descripción correspondiente está absolutamente de más. Y viene al caso porque durante muchos años Roberto tenía una amiga que él consideraba como un verdadero amor pajónico: se conocían por más de 5 años, habian estado andando/saliendo por un tiempo, tuvieron alguno que otro atado amoroso, por mientras cada vez que se veían terminaban agarrando medios copeteados, pero lo concreto es que nunca habían pisado.
Rober llevaba entonces más de 5 años comiéndose (esporádicamente para entonces) a la misma mina: Marcela, y tenido fantasías eróticas con ella en más de una ocasión, de hecho para ser más precisos, las estadísticas indicaban que para ese tiempo, una de cada 4 pajas que este gil se pegaba, tenían a la Marce como la más exclusiva y única protagonista.
Pero tanto franeleo de salchicha no tenía la recompensa que tanto anhelaba el Rober. Mientras este hueon siempre se las arreglaba para que cuando salieran, tuviera el pie para extender una invitación al motel o a su casa, esta loca siempre tenía una excusa aún mejor para tirar el poto pa las moras. Pasaban los años, pasaban las salidas, los besuqueos, alguno que otro manoseo loco por ahí, pero nunca una cacha.
Sin embargo un buen día Rober se levantó y decidió de plano dejar de ser tan perdedor. “Cómo cresta no me voy a poder culiar a esta gueona por las grandes rechuchas, se acabó esta wea, me la chiflo sí o sí”, sentenció mientras juramentaba ante su fotografía autografiada de Carlos Caszely que en 3 meses habría de concretar el sacro acto del coito con la mina esa, fuere como fuere. Para ese tiempo ya llevában casi 6 años de conocerse, y durante todo ese tiempo este pobre cristiano había soñado con hacer el amor con dicha mujer. Todo un loser.
Diseñó entonces un plan de contingencia para poder llevarla a la cama. Era infalible: Verano, vacaciones, plata pa invitar, auto nuevo y ondero regalado por sus viejos, y el calor del ambiente que hace que como que todos se pongan asi como mas calidos y las minas anden más ligeritas de ropa.
La pasó a buscar para invitarla a beber algo a algún pub de Manuel Montt. De entrada mató con el auto. “Aaaayyy, que lindo el autoooo”, dijo Marce abiertamente sorprendida… “ya se está mojando”, pensó para sus interiores Rober mientras ponía cara de abacanao y procedía a dirigirse al tugurio elegido. Una vez en el local, el muchacho no escatimó en invitarle tragos a su pierna. La conversación estuvo excepcionalmente animada y las tomaditas de mano, flirteos y besuqueos varios fueron notoriamente más efusivos que en ocasiones anteriores. “Hoy si me toca conchetumare!!!” pensaba el muchacho.
Al par de horas, salieron del local un tanto arriba del balon. Ni bien subidos al auto, Marcela le dice a Roberto, “estoy sola en mi casa, mi familia se fue a la playa, vamos para alla”.
“SI RECONCHETUMARE GRANDE!!!!!!!!!!!”, exclamó para sus interiores el Rober. Sin embargo luego de la sorpresa inicial, vino la duda… era raro que fuera tan simple, muchas veces habían estado tomando y habían terminado harto más ebrios que aquella vez… por qué ahora todo tan sencillo? En verdad estarían alineados los planetas? Por qué Frei es tan re aweonao? Tantas dudas asolaban la mente de este cabro que prefirió dejarlas de lado y simplemente dedicarse a vacilear. Vacilón que se vio inmediatamente interrumpido por un sonido de llamada a celular. Era el de la Marce.
“Quién es? no contestís, vamos pa tu casa!!!!”
Obviamente Rober saltó de inmediato ante la inminente posibilidad de que sus frágiles planes se vieran quebrantados por algún llamado más impertinente que pillarse al jefe en el baño meando.
“Aayyyyy es el Negrooooooo, tengo que hablar con él, acaba de llegar de viajeee!!!!”
Por la concha y la gran reconcha de su madre… Qué mala cueva por la chucha. Rober se hizo el weon y fingió que no cachaba qué onda con ese agilao, pero en su fuero interno hervía de rabia: el tal Negro era un weon que se comía a la Marce mientras el Rober estaba pololeando con otra loca. Un enemigo. Un rival directo. Un adversario al que no sólo había que derrotar, sino que además había que evitar porque tenía claro que si la Marce ya tenía presupuestado encamarse con él, entonces estaba dispuesta a pasarle hasta el chico al Negro.
“Yaaaa, que ricooooo, nooooo…. ¿ahora? ¿en tu casa?… es que… mmm…. a ver, déjame ver”
“Al final qué hacemos nosotros? es que el Negro me está invitando a carretear a su casa”.
Antes de que cualquiera de los involucrados pudiera tomar la más básica decisión, el Rober se adelantó. No podía dejar pasar esta oportunidad, era demasiado. “VAMOS!”, le dijo, sabiendo que aunque no podía mirar a ese sapo reculiao a la cara, al menos era mejor que dejarla ir sóla. Terminaron yendo para allá, y este weon estaba solo en la casa, carreteando con otra mina (mala, por cierto). Cuando llegaron, este aweonao se saludo con un efusivo y apretado abrazo con la Marce, lo que hizo hervir la sangre del Rober, quien aprovechó la inercia de la situación y le dio un abrazo aún más apretado a la mala, alcanzando a palparle toda la teta de pasada.
Se pusieron a chupar y echar la talla, pero el flirteo entre Marcela y el Negro era evidente. De cuando en cuando Rober intervenía, de manera algo esporádica, pero suficientemente inteligente, asertiva y estratégica, como para tomar la atención de la damisela y distraerla del otro gil. ¿Y la mala? nada, se dedicaba a tomar nomás, aunque también de cuando en cuando tiraba una talla loca y hacía reir a la escuálida concurrencia.
En un momento el Rober fue al baño a echar la corta. Al volver, nota que la mala está sentada sola en la mesa de la terraza donde estaban antes, en un más que evidente estado de ebriedad. “¿Y los otros dos?”, le pregunta Rober. “Ejmhaafll eagggg..aaee…. andaaaa bor alla…”, le dijo la mala, indicando una puerta de la casa. Ni weon, este pastel fue ipsofacto a interrumpir. No podía dejarse vencer de esa manera. No podía ser que ese saco de weas cabeza hueca le levantara la mina con tan poco. No ese día, no de esa manera, no en su casa. Se dirige raudo a la puerta, la abre… y estos weones estaban conversando tomados de la mano. Afortunadamente alcanzó a interrumpir a tiempo, el Negro le dirigió una mirada furibunda que casi le vuela 3 dientes y le deja un ojo morado. Mas se la sacó bien: “oe Negro, tenís hielo?”, le preguntó. Las ganas del Negro de mandarlo a la mierda se notaban a kilómetros de distancia, mas se la tuvo que mamar cuando la Marce le dijo “oye si, yo también necesito hielo”, con lo que cagó y tuvieron que salir de ahí los tres.
Luego de ello, siguieron poniéndole, con lo que el Rober ya estaba suficientemente puesto como pa no hablar niuna wea coherente y tener su cerebro únicamente ocupado con la sola idea de virar de ahí con la Marce y chantárselo enterito hasta dejarla pidiendo agua. Pasado un rato, el convite comenzó a funar, sobretodo tomando en consideración que la mala estaba completamente echada como un bulto con medio cuerpo sobre la mesa de tanto alcohol que ya tenía en su sangre. Era el momento preciso para atacar:  “vamos??” le dijo Rober a la Marce. Tenía claro que una posibilidad real era que le contestara que se fuera sólo y que ella se quedaba ahí con el Negro. Dicha posibilidad pasó más de una vez por la cabeza del Rober, caso en el cual él se imaginaba perdiendo como en la guerra, yéndose del lugar retirado y humillado, mientras el otro aweonao la rellenaba como pavo navideño en la desocupada cama king size de sus ausentes padres. Mas nada de ello ocurrió. Contra todo pronóstico, la Marce accedió a irse con el Rober. Sí señor, tal como lo leen: los buenos también ganan.
Para ese momento, ya eran cerca de las 6 am y el Rober estaba ultra cagado de sueño debido a la extenuante jornada laboral a la que estuvo sometido durante aquel día, pero era necesario un esfuerzo más. Pocos minutos lo separaban de un inminente primer culión con la Marce, el momento que tanto esperaba en su vida.
Se subieron al auto, y el Rober dijo “yapos… ahora sí vamos pa tu casa…”, mientras encendía el motor de su nuevo bólido e iniciaba la marcha a través de las oscuras calles de Santiago.
(Continuará...)
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oinorinoyaiba · 10 months
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Llevando ya encima las dos cosas que había venido a comprar, junto al regalito de Monique, coge el tren en la estación de Gres que lo deja en Porcelana. Es un tren muy lento, pasan dos cada hora, pero no le importa esperar, hoy no le toca trabajar.
Cuando llega a la estación de Porcelana, pero, se queda mirando la pantalla con los horarios con cierta curiosidad. Ha aparecido el anuncio de que el tren que lleva a Mayólica sale en dos minutos.
... Si hay algo peor que aguantar el jaleo nocturno de Mayólica es tener que aguantar ese jaleo de día y en verano, cuando hace el calor más insoportable de la región. No iría ni harto de vino.
Pero por otra parte... Pese a que ha intentado ignorarla durante estos días, sí que se ha dado cuenta de que ayer cierta pelirroja faltó a trabajar pese a que le constaba que, por horario, tenía que venir.
Y lleva encima todo lo necesario para "querer" verla, hace también unos cuantos días que no le da ese tipo de atención, desde que se quedó a dormir de hecho, y quizá podría...
Cuando quiere darse cuenta, ya está metido en el tren. Aproximadamente una hora más tarde, está llamando a la puerta de @not-sad-just-tired, y para nada tiene en mente la visión de esta en su conjunto de lencería con el que decidió sorprenderle la última vez.
#rp
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a-pair-of-iris · 5 months
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Noche de Paz
By Aris
"Se me olvidaron las papas". Manuel vuelve tarde del trabajo en la víspera de navidad odiándose a sí mismo por olvidar comprar una bolsa de papas duquesa para la cena. Va harto de todo y de todos, pero al llegar a casa recuerda que la vida no es tan mala, ya no. Oneshot Ecuchi, 2.114 palabras ao3
«Se me olvidaron las papas», seguía recriminándose Manuel, agarrado firmemente al pasamanos sobre su cabeza para que los tambaleos del vagón entre las interminables curvas de las vías, los frenazos nerviosos del conductor, o los empujones de la gente que se apretujaba con bolsas y cajas de regalos intentando abrirse paso al interior no acabaran por tirarlo al piso.
Lo estuvo pensando toda la semana: ir a comprar una bolsa apenas saliera del trabajo, pero entre las demandas y prisas previas a días festivos y la locura de fin de año que se apoderaba del mundo lo olvidó por completo. Todos los días.
Entonces ahí estaba, la tarde-casi-noche del veinticuatro de diciembre camino a casa desde el trabajo, y sin papas duquesas en la mano o en el refrigerador. Consideró la posibilidad de pasarse al super a ver si de milagro quedaba alguna solitaria y despreciada bolsita al fondo de los congeladores, entre las croquetas de garbanzos y not-pollo, pero conocía demasiado bien la naturaleza de sus conciudadanos como para hacerse ilusiones. Aparte que a esas alturas ya estarían correteando a todos fuera del recinto, apagando la música y luces y escondiendo a los señores que cortaban el queso y la carne. Así que debía hacerse a la idea de que no habría papas duquesa para la cena de navidad.
Una señora le pisoteó los pies en su arremetida para hacerse con un asiento vacío y Manuel se tragó las ganas de hacer algo más que mirarla feo. Ya estaba bastante cabreado como para empeorarlo peleándose con una vieja en el metro. Solo quería llegar a su casa y que el día se acabara. Que las fiestas y el año se acabaran de una vez.
Estaba harto, y todo era culpa de recursos humanos, por dejarlo sin aguinaldo y luego hacerlo cubrir el turno para que sus compañeros con hijos pudieran salir con “la familia”. Como si él no tuviera una de esas. Realmente, las infografías del departamento de inclusión las tenían de adorno en los muros… En fin, la cosa es que iba harto, sopeado y apestoso por el calor de Santiago, en un vagón repleto de gente igual de apestosa, enojada e histérica por sus compras de último minuto, e iba a llegar a su casa con todo ese enojo y desprecio pegado al cuerpo a ponerle mala cara a Francisco y a su cena sin papas duquesa. Y más molesto se sentía. Porque Panchito no se merecía ser el recipiente de su frustración y mal humor. No cuando los idiotas de recursos humanos ya le habían arruinado a su novio el fin de semana familiar en la casa de playa de Rodrigo y Fernanda del que había estado hablando las últimas semanas.
A diferencia suya, a Francisco sí le hacían ilusión estas fechas y las esperaba con entusiasmo y gran dedicación, vestigios de su crianza en una mezcla de la más pura liturgia católica y propaganda gringa. Y es que Manuel nunca acabó de tragarse ese discurso de “paz y amor” y “el espíritu de la navidad” que vendían las películas al por mayor de Hallmark, si no hasta que pudo pasar las fiestas en casa de los Burgos. Dejando de lado los rezos y lecciones bíblicas gratuitas, la vida familiar de su entonces mejor amigo apareció ante él como todo eso que había deseado tener mientras crecía, y no podía negar que sintió un poco -o más bien mucha- envidia al presenciar en vivo y en directo la suerte que tenían esos pocos niños que crecían en familias funcionales. Para Francisco, la navidad eran luces de colores y cantos junto al pesebre; juegos y risas correteando con sus hermanos por la casa; largas pláticas decorando el árbol o las galletas y tartas que horneaba su papá; enormes, alegres y bulliciosas reuniones familiares repletas de cariño y una armoniosa coexistencia que acababa con todos esperando la siguiente oportunidad de estar juntos. Para Manuel, significaba días eternos en la tensión constante de esperar a que algo saliera mal y todo le explotara en la cara; sombrías cenas en frío silencio y un nudo en la garganta que le dificultaba tragar el insípido pollo asado o lo que sea que Rayén consiguiera luego de salir tarde del trabajo; subirle el volumen a la tele para aplacar el sonido de los gritos y portazos a su espalda; sonrisas forzadas para una fotografía que le recordaría por siempre lo miserable que se sentía en ese momento; dormirse escuchando el llanto ahogado de su madre en la otra habitación y la pesada ausencia del innombrable. Claro que había algunas pocas cosas que valía la pena recordar, como la manito de su hermana que se aferraba firmemente a la suya en un gesto de mutuo aliento mientras caminaban por las calles iluminadas compartiendo un helado; las pequeñas lucecitas de colores danzando lentamente entre las tiras de plástico verde del árbol de navidad que lo hacían sentir en calma; las doradas y humeantes bolitas en el tazón de cristal al centro de la mesa en casa de su tía que se deshacían sin esfuerzo en su boca…
Las puertas se abrieron y Manuel forzó su salida hasta alcanzar las escaleras eléctricas y la calle. El aire arriba era un poco menos sofocante, y la leve brisa que se formaba debajo de los árboles de la plaza le ayudaba en la tarea de disipar esa inoportuna corriente de pensamiento. «Todo eso está en el pasado».
En su breve y lento paseo por el barrio también se distrajo mirando las pocas casas que se habían molestado en colgar decoraciones para la vista de los transeúntes. La mayoría de sus vecinos compartía su escaso entusiasmo por sumarse al espectáculo público, salvo un par que parecía odiar tanto al resto como para intentar provocarles un ataque epiléptico. Seguro había algo al respecto en el reglamento. Para cuando alcanzó el final del pasaje se encontraba mucho más relajado y se permitió un momento antes de entrar para admirar su casa desde la calle.
«Es bonita», pensó. Chica, y no llama mucho la atención, pero es bonita, con un suave color crema y marcos oscuros que hacían juego con la reja. Francisco había colgado unas guirnaldas con muérdagos en las cornisas y una corona de hojas en la puerta. Una cascada de tenues luces amarillentas cayendo del techo y un puñado de estacas que simulaban copos de nieve en las jardineras iluminaban la fachada y a la virgencita que Manuel poco a poco había aprendido a querer. Algo sutil y discreto, porque sabía que a él no le agradaban la pompa y las pistas de aterrizaje, y mucho menos querría tener gente pegada a la reja sacando fotografías o historias para Instagram.
Apenas deslizó la llave dentro de la cerradura del portón, la Negra levantó la cabeza y comenzó a mover la cola desde su camita junto a la puerta. Manuel no podía evitar hablarle como bebé cuando hacía esas cosas.
—Hola, mi niña ¿Me estaba esperando? ¿O es que hizo una maldad y me la tiraron pa’ fuera?
La perrita solo agitó más su cola en respuesta, haciendo que su trasero la acompañara. Manuel no escondió la sonrisa al verla. Mientras él volvía a poner el seguro su mascota finalmente se levantó de la cama estirándose perezosamente y fue a pegar la nariz contra la madera de la puerta, esperando a que le abrieran.
—Adelante señora. —dijo acompañándola finalmente dentro de la casa.
De inmediato lo golpeó el olor a especias y vino blanco del pollo que Francisco tenía cocinándose en el horno, la canela y jengibre de las galletas de hace unos días ya completamente opacadas.
Yo quisiera poner a tus pies
Algún presente que te agrade señor…
Hay un villancico resonando en toda la planta, Manuel supone que de esa lista navideña que armaron entre los dos en Spotify y en la que agregó el soundtrack de Duro de Matar solo para molestar. La sala y comedor están iluminados únicamente por las luces del árbol y la aldea navideña sobre el estante con la loza buena, algo de claridad de la cocina colándose en la habitación y desde donde también le llegaba la voz de Francisco cantando, con esa voz suave y quebrada hecha para los boleros y valses tristes que tanto le gustan al castaño.
Más tú ya sabes que soy pobre también
Y no poseo más que un viejo tambor…
Hay algo en la canción que imprime cierto acento a la voz de su novio, será la convicción cristiana o esa emoción profunda que solo despiertan las memorias felices, que Manuel llega a sentir el nudo en la garganta y humedad en los ojos por la ilusión nostálgica que le provoca escucharlo. Pero es una buena sensación esta vez, que lo calma, así como las diminutas luces titilantes del árbol a su costado.
«Todo está bien ahora. Ya está bien».
—¡Oh! Bebé ¿Y tú cuándo entraste?
La intromisión de la perrita detuvo el canto de Francisco y Manuel, ya habiéndose sacudido suficiente de la pesadumbre que acarreaba del mundo exterior y su forzoso paseo por los recuerdos, decidió que era hora de unírseles en la cocina.
—Fui yo. —dijo, arrastrando los pies hasta Francisco para darle un rápido beso en la mejilla antes de desplomarse contra su ancha espalda y abrazarse a su cintura por debajo del delantal de cocina. Siempre era un gusto pegársele así, incluso con el olor a ajo, pimienta o lo que fuera—. ¿Me la tenías castigada o qué onda?
—Claro que no. Estuvo casi todo el día saliendo y entrando hasta que quiso quedarse afuera. Supongo que estaba más agradable que aquí junto a los hornos.
Comenzaron a mecerse lentamente en un suave vaivén, la cabeza de Francisco inclinada levemente sobre la de Manuel que descansaba apoyada junto a su cuello.
—¿Cómo estuvo el día? —preguntó Francisco luego de un rato así acaramelados.
—Jum, pudo ser peor. —Admitió, sin ánimos de ahondar en más detalles—. ¿Y tú?
—Estuvo tranquilo. Entregué temprano los pedidos que me faltaban y pasé a recoger la encomienda de tu mamá luego de almorzar con mis papás, antes de que salieran a lo de Rodri. Dejé los regalos que nos dieron debajo del árbol.
—¿Seguro que no quieres ir con ellos? Podemos buscar pasajes para mañana temprano. —Ofreció nuevamente.
—Que sí, Manu. Vienes llegando del trabajo, estás cansado. Y yo también lo estoy después de hornear todo el día. Esta vez de verdad prefiero que nos quedemos aquí, tal vez ver una película en el sillón los tres y dormir hasta tarde mañana. Con los niños gritando y dando vueltas allá será imposible. Ya los veremos para año nuevo. —aseguró Francisco, frotando su mejilla contra la suya para acabar de tranquilizarlo.
—Okey. —aceptó Manuel, depositando un par de besos en su cuello—. ¿Qué estás haciendo? —preguntó, por fin reparando en la bandeja frente a Francisco y las pelotitas que en ningún momento había dejado de hacer.
—Ah. También pasé al mercado luego de que me escribieras, pero no quedaba ninguna de las papas que querías, así que… uhm, las busqué en Youtube.
Manuel se lo quedó mirando un instante, luego a las bolitas en la bandeja y finalmente de nuevo a Francisco, una sonrisa cada vez más grande formándose en sus labios. Sí que podría llorar ahora.
—… Espero que estén buenas. —Dijo finalmente Francisco, algo nervioso por la insistente atención y la extraña mueca en el rostro del otro. Pero no le duró mucho luego de que su novio lo atacara a besos y acabó riendo por la efusividad y las cosquillas que le provocaban los labios y el aliento de Manuel sobre su piel.
—Te amo. Te amo tanto, tanto, tanto, tanto… —repetía Manuel una y otra vez.
—Y solo hacían falta unas papas jajaja.
Más tarde esa noche, mientras acababa lo último de la panacota con la cabeza de Francisco sobre su hombro, la Negra mordisqueando uno de sus premios entre sus pies y el rostro verde y peludo de Jim Carrey en la pantalla de la televisión, Manuel miró el bonito centro de mesa sobre el mantel rojo, los platos verdes y cubiertos dorados que de alguna forma se veían bien juntos; miró el árbol con sus lucecitas danzando lentamente, así como lo hicieron con Francisco poco antes de servir la cena bajo una canción estilo jazz que ninguno de los dos tenía idea de cómo bailar; miró a Francisco estirar la mano disimuladamente para alcanzarle un trocito de asado a su perrita y la cola que se meneaba alegremente; y se sintió contento.
Eso era todo lo que siempre había querido. Una noche tranquila, y paz.
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persephonesroom · 5 months
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bien con harto calor no más jsj no sé si eres más de días frios o calidos? Jaja
En este blog somos Team otoño/primavera ni muy caluroso ni muy helado uwu
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zaraterendon · 8 months
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Nostalgia por unx desconocidx
Cuando sientas la nostalgia de mis besos, llorarás. Trío Los Santos
Los domingos pueden ser días solitarios. Son días de introspección forzada por el tipo de actividades que, muchas veces, no nos demandan un esfuerzo mayor del intelecto, como sí lo requiere el resto de la semana. Sobre todo, los lunes, cuando debemos salir del ensimismamiento y alejarnos de todo tipo de seducción a no abandonar la cama y alistarse para ir a la escuela o al trabajo. Mis domingos han sido muy distintos en el último año. Durante algunos, salgo a pasear por la ciudad; durante otros, no vuelvo a casa sino hasta la noche, con una cruda del día anterior. No obstante, los más memorables son aquellos en que me quedo en casa sin más propósito que descansar, limpiar o hacer las compras. Me aventuraría a declarar que, en lo que va del año, he vivido cinco domingos de este tipo. El año pasado, en cambio, eran habituales. Podría decirse que toda la semana esperaba impaciente a que llegara este día, para poder por fin echarme a leer en la hamaca, cerca de la persona que por entonces merodeaba a mi alrededor. 
Después de tanto, lo recuerdo. Es un amigo imaginario que me acompaña cuando estoy sola. Se hace más tangible, como si pensarlo tomara corporalidad, mientras me fumo un cigarro sentada en el patio de servicio, como hacía él; mientras leo fragmentos de un libro interesante del que ansiaría contarle; mientras se acerca la hora de la cena y no hay comida deliciosa para el día siguiente que robar; mientras me hundo más en este sillón fantaseando con el “qué hubiera sucedido si…”. 
A las rupturas vale la pena dejarlas dentro de una gran suposición, sobre todo conforme más lejanas son: cerrar la puerta y desaparecer la llave, por si algún domingo inusual en el universo de los nuevos domingos sin esa persona, se nos ocurriera asomarnos dentro. La verdad es que nos llevaríamos una desagradable sorpresa: encontraríamos un muro, ya imaginado por Eraclio Zepeda: “un cancel de cal y canto, pintado hermosamente de blanco, con grandes contrafuertes de piedra a cada extremo”. Estaría cubierto de vida, por supuesto, porque aún la oscuridad, el calor sofocante y la humedad son condiciones propicias para, por ejemplo, seres fúngicos, harto indeseados por evidenciar lo que se prefiere oculto. 
Una vez dentro de esa habitación cercenada por un muro, tendríamos que sortear a ciegas las trampas y los avisos de peligro, para poder tocar sus ladrillos resbalosos y, con los otros cuatro sentidos, darnos cuenta que hay mucho más por recorrer. Habría que surcar un río infinito, acampar en unas montañas jamás cartografiadas, atravesar una taiga sin nombre, para, al otro lado, encontrarnos con una espalda familiar, con la que despertamos muchas mañanas y a la que besamos tantas noches. Lx dueñx de esa espalda volteará: se acabó el viaje, llegamos al destino: un ser desconocido, idealizado durante su ausencia en el trayecto.
Recordar es ficcionar. Completar una cara, un cuerpo, una casa, una historia con fragmentos que no les corresponden, que son creación de la nostalgia de sentirse sola, abandonada, aun cuando la decisión de separarse fuera propia. Desconfío de mis propios recuerdos cuando siento que todo pasado en mi autobiografía fue mejor al presente que todavía estoy asimilando, porque cada segundo que pasa, se vuelve pasado, y el futuro, presente. Ficcionar nuestra vida corresponde a una amnesia casi sin importancia, más cuando buscamos que lxs culpables de la separación no hayamos sido nosotras mismas; cuando intentamos detectar en qué parte de nuestra memoria guardamos los intachables atributos de lx otrx. 
Será cuestión de cada una si quisiera atravesar ese muro convertido en un territorio inexplorado; si el final de la aventura se justifica por alguien que ya no conocemos y elle tampoco a nosotras. O si acaso es mejor mantener la indiferencia, fingir en público, incluso ante los ojos de tantxs que nos vieron juntxs, que no sabemos ni su nombre. Será cuestión de cada una si un domingo inusual, por solitario, se deja arrastrar por la nostalgia por unx desconocidx y busca desesperadamente la llave o forza el cerrojo, a sabiendas de que la historia se terminó hace mucho. Será cuestión de cada una si decide mejor recordar desde la no-ficción, aprovechar la introspección dominical, para enlistar las razones por las que existe ese muro en constante crecimiento, que desde antes de aquella ruptura se plantó en medio de una habitación compartida, “sin posibilidad de contemplarse uno a otro los rostros ni los cuerpos ni nada”.
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iamcxlleigh · 2 years
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𝐔𝐍𝐂𝐎𝐍𝐃𝐈𝐓𝐈𝐎𝐍𝐀𝐋. | 𝐞𝐥𝐯𝐢𝐬 𝐏𝐫𝐞𝐬𝐥𝐞𝐲 𝐱 𝐫𝐞𝐚𝐝𝐞𝐫
𝐄𝐋𝐕𝐈𝐒 𝐏𝐑𝐄𝐒𝐋𝐄𝐘 𝐨𝐫 (𝐀𝐔𝐒𝐓𝐈𝐍!𝐄𝐋𝐕𝐈𝐒)
𝐬𝐢𝐭𝐮𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧 ⨟ elvis simplemente siente que no está pasando por el mejor momento en su carrera, la opinión de las personas y medios le han comenzado a afectar bastante, siente que esta solo en el mundo, pero al momento que te ve recuerda que tú siempre estarás a su lado, incondicionalmente.
𝐚𝐭𝐭𝐞𝐧𝐭𝐢𝐨𝐧 ⨟ elvis distressed, reader comforts him, couple moment, lots of fluff.
𝐧/𝐚 ⨟ un poquito corto (para como escribo generalmente) pero así es perfecto, ojalá les guste, pueden imaginar tanto a elvis presley cómo a austin!elvis, cuando sea así les dejaré un aviso arriba como está allí. ♡
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No recuerdas en que momento te quedaste dormida, solo despertaste realmente cansada con la garganta seca deseosa de un vaso de agua, estiraste tu brazo inconscientemente buscando aquella fuente de calor que siempre dormía a tu lado, pero no estaba junto a tí.
Hay recordaste lo sucedido unas horas atrás, la noche había caído en Memphis y estando solita en Graceland, solo podías esperar a que Elvis regresara de sus ocupaciones, intentaste hacerlo tranquilamente en la recámara de ambos, hasta que finalmente caiste dormida.
¿Aún no había llegado?
Te sentaste frotando tus ojos mirando la oscuridad a tu alrededor, tomaste un poco de agua del vaso que dejaste en tu mesita de noche, y estirando tus brazos caminaste fuera de la habitación dispuesta a asegurarte si Elvis había llegado.
Portando una larga camisa de Elvis, con su olor característico impregnado, tus pies descalzos hacían el mínimo ruido en los suelos tapizados o de cerámicas mientras más avanzabas, bajaste al primer piso siendo guiada por una débil iluminación en una de las salas de la gran casa.
Caminaste a aquella sala empezando a escuchar con más claridad el ruido de unas voces algo estáticas, era la televisión.
— “ Elvis Presley ¿Qué podemos decir? Solo opinar que estoy harto de verlo en todas las películas vistas y por haber ”
Te asomaste discretamente por el marco de la entrada escuchando lo que hablaban en la televisión.
— “ Derrick, Derrick basta amigo, el ídolo de Memphis siempre fue un buen actor, nos hizo creer que era cantante, o al menos creía que tenía talento ”
Las risas en el programa y los comentarios solo te hicieron enojar, no era la primera vez que oías comentarios de ese tipo contra Elvis, tus pensamientos fueron interruptor por un suspiro desganado, allí te percataste de la presencia de tu esposo en el lugar.
Acostado apoyando sus brazos de los respaldo del gran mueble cerca del televisor, la mirada de Elvis no se despegaba de la pantalla con la mirada fruncida, dejando ver su enojo, claramente lo que habían dicho allí le había sentado mal.
— No les hagas caso — Hablaste con la voz notablemente ronca por haber despertado hace poco, pero aún prevalecía el cansancio en tu sistema.
Elvis giró su mirada hacia ti ablandando sus facciones al verte, con esa mirada somnolienta vistiendo una de sus camisas, creía que eras la criatura más bella que había visto asomarse en sus punzantes pensamientos.
— ¿Te desperté, bebé? Lo siento, no quería molestarte — Expresó con un tono de voz bajo pero que escuchaste con claridad.
Volvió a fijar su atención a la televisión conservando esa mirada de cachorro que mostro al verte, por más que le doliera escuchar esas críticas y comentarios, aún lo hacía, más de una vez Elvis te había dicho que no le afectaban esos comentarios.
Pero lo conocías perfectamente, era evidente como le estaba afectando esto, no solo los comentarios, si no todo el entorno al que el coronel lo ha puesto, alejado de sus verdaderos gustos e intereses.
— ¿Puedo quedarme contigo? — Preguntaste mirándolo está vez con tu mirada suplicante y tono dulce, querías quedarte a su lado y hacerle compañía el tiempo que lo necesite.
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— Por supuesto, amor. ven — Afirmó gustoso estirando su mano listo para tomar la tuya, sin esperar más te acercaste y tomaste tu lugar en su regazo, tu mano derecha fue envuelta por la suya tomándola con absoluta firmeza, encontraste total calma y relajación en el pecho de Elvis, transmitiendo su calor a tu cuerpo y el sonido de sus latidos eran una perfecta canción de cuna.
Presley beso tu cabeza antes de descansar la parte inferior de la suya allí, su mano libre sostenía el control del televisor, al cual le bajó el volumen un poco para no molestarte.
— Cuando llegué te encontré dormida y no quería molestarte, no tenía ganas de acostarme, de verdad no quería despertarte — Expresó volviendo a pedir disculpas a su pesar de despertarte, simplemente negaste levemente con los ojos cerrados.
— No fué tu culpa Elvis, solamente estaba pendiente de ti — Respondiste adormilada — Entiendo que estés estresado, pero sabes que cuentas conmigo para lo que sea, con mi amor y apoyo incondicional ¿Entiendes?
Levantaste la mirada esperando que Elvis encontrará tus ojos, y así fue, sus ojos azules miraron directamente a los tuyos formando una pequeña sonrisa, seguido beso tus labios con extrema dulzura.
— ¿Cómo es posible que pueda amarte tanto? Mm — Dijo estrujando tu corazón — Siempre estás a mi lado sin importar que suceda, tu y yo contra el mundo ¿Verdad, amor?
— Siempre E.P — Respondiste con una sonrisita dulce — Quiero que olvides todo lo que ves y oyes por allí, eres Elvis Presley, el Rey... Nadie jamás va a quitarte ese título.
Cerraste tus ojos nuevamente por el cansancio recargando tu cabeza en el pecho de Elvis como estabas anteriormente.
— Déjalos que hablen lo que quieran, ya verán que se equivocan, verán el día en que Elvis Presley los dejara con la boca abierta.
Tus palabras resonaron en la cabeza de Presley como un eco insaciable. verán el día en que Elvis Presley los dejara con la boca abierta, pensó en la idea que tanto le había ilusionado desde hace mucho.
Sin Hollywood, sin productores, sin contratos absurdos, sin más Coronel y sus estúpidas exigencias.
— Créeme Cariño, se van a arrepentir — Dijo Elvis con tanta determinación que soltaste una pequeña sonrisa, tu esposo tenía una idea.
lo que Elvis se proponía, lo lograba.
— Ese es mi chico — Dijistes besando su mandíbula, Presley bajo su mirada para mirarte a los ojos — Quiero ver brillar al Rey.
Ambos se miraron con determinación y absoluta certeza de sus palabras, Elvis solo pudo sonreír al tener tu absoluta bendición para verlo de regreso en la cima.
Elvis Presley estará de vuelta.
— 𝐭𝐡𝐞 𝐞𝐧𝐝 —
‹ 09. 10. 2022 ›
credits for : @iamcxlleigh
Espero les haya gustado sinceramente ♡ es mi primer escrito (imagine) relacionado a Elvis Presley en tumblr, en la plataforma wattpad ya tengo una historia publicada llamada ‘the heart of the king’ les dejaré el link si les interesa.
elvis presley ──── ‘the heart of the king’
calleigh angelo ──── ‘lista maestra’
Lamento cualquier tipo de error gramático u ortográfico. 🙇🏻‍♀️
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isivvywritting · 11 months
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Arte pa' tus ojos (Historia Chilena) Parte 2: Diablito (2/2)
"-Diablito llegaste?
-Sí, sí
Pero no te veo 😔
-No?
Yo acabo de ver un muy buen par de piernas pasando"
Will baja el celular y se detiene, mira hacía atrás y ahí ve a Bjorn sonriéndole desde debajo de un árbol, corre hasta él y lo abraza por el cuello.
-Hoola- Bjorn se  abraza a su cintura con fuerza.
-Wena po diablito.
-No te había visto.
-Sí caché, te ví dando vueltas como 5 minutos- Will ö y empuja a Bjorn levemente.
-¡Bjorn!- Este ríe apoyando la cara en el hombro de Will- Que eres malo.
-Yaa, si tampoco hace tanto rato pero te vei bonito con esa carita de perdío.
-Que tonto- Se levanta sobre la punta de sus pies para darle un corto beso a Bjorn quien lo profundiza rápidamente.
-Echaba de menos esos besitos.
-Y yo te echaba de menos a ti- Se separa de Bjorn y mira a su alrededor- Que bonito el parque, me encanta.
-¿Sí? No sabía qué tipo de lugares te gustaban.
-Me gusta todo en verdad, y no he visto casi nada lejos de mi casa así que estoy dispuesto a explorar donde me lleves- Bjorn lo observa largamente con una sonrisa- ¿Qué pasa?
-Que eri bacán- Will ríe risueño a la vez que Bjorn lo toma de la mano y comienzan a caminar por el parque.
-La próxima salida me toca a mí.
-¿Mmh?
-Yo voy a planear algo para que salgamos.
-Yaa, no es necesario igual
-No pero igual te quiero sacar yo a alguna parte, ¿Qué tipo de lugares te gustan?
-Mientras tengamos donde comernos, donde sea.
-¡Ay Bjorn!- Se voltea ligeramente mientras caminan, mostrando un bolso que llevaba cruzado por su cuerpo- Traje lo que te dije para comer y una manta.
-Wena, sí yo igual traje mis cosas así que busquemos sombrita y nos instalamos, ah- Will asiente con una sonrisa.
-Me encanta esta idea que tuviste del picnic- Dice Will poniendo las últimas cosas y sentándose en la manta bajo la sombra de un árbol.
-Ah, sí, supuse que era algo lindo- Will asiente mientras ve a Bjorn sentándose.
-No te ves del tipo de hombre al que le gusten los picnic.
-No, nunca he hecho uno, pero es comer po- Ambos ríen entre dientes- Comer no cuesta naa.
-Sí, bueno, la experiencia de comer en un picnic es muy diferente a la de comer en un mall, por ejemplo- Bjorn levanta las cejas mientras toma una de las galletas que Will había llevado- Es tierno que hayas pensado en esto, me hace verte como un hombre mucho más dulce de lo que pareces- Sonríe tímidamente, Bjorn solo lo queda mirando con media galleta en la boca.
-Ah- Se aclara un poco la garganta- Eh oye están super ricas las galletas.
-Eh…sí, las hizo Yaya, la trabajadora de hogar de mi casa, volvió el otro día de sus vacaciones y se ofreció a ayudarme con estas cositas…pero yo igual ayudé.
-...¿Teni nana?
-Ah, sí, ¿Hay algún problema?
-No, no, es como sorprendente, no sé, no en mala es que nunca había conocido a alguien con nana.
-¿No? Que raro, todos mis amigos tienen, es como…imposible vivir sin una, si cuando se fue de vacaciones tuvimos que aprender a hacer hartas cosas igual, imagínate, tuve que lavar una olla- Bjorn solo asiente lentamente con las cejas alzadas.
-Oye, ¿Te gusta ir a la disco?
-¿A la disco?
-Pensé en invitarte a una pero no sabía si era lo tuyo.
-...creo que las discos a las que vas tú no son iguales a las fiestas que voy yo- Bjorn ríe entre dientes.
-Seguramente, no deben escuchar ni reguetón en tus reuniones de cuicos.
-¡Bjorn!
-Pura música en inglés ¿O no?
-...más o menos- Will sonríe- Me da cosita pero si estoy contigo igual me gustaría ir a alguna disco.
-¿Sí?- Williams asiente- Buena, pa la otra te invito.
-Después de que yo te saque.
-Claro, claro, ¿Y a dónde me queri llevar?
-Todavía tengo que pensarlo, con el calor que hace.
-¿Algún lao pa mojarnos?
-Oye sí ah- Bjorn se acerca a Williams con las cejas alzadas.
-Aunque pa terminar mojaitos se me ocurren hartos laos.
-Ay, cómo eres- Toma a Will por la cintura y acerca su rostro a su cuello, dándole ligeros besos- Bjorn…- Mira a Bjorn y le da un cálido beso que pronto se transforma en uno hambriento y profundo que lo deja sin aliento- Ah Bjorn.
-Que te vei rico, diablito- Con una mano en la nuca de Will y la otra en su cintura, lo empuja levemente haciendo que se acueste sobre el pasto y besándolo profundamente, posicionando meticulosamente su cintura entre los muslos de Williams y su cuerpo sobre el del chico. Su boca resbala con habilidad por la mandíbula de Will y por el costado de su cuello, besando, lamiendo y mordiéndolo con pasión.
-Ay Bjorn, alguien nos va a ver- Siente el cálido aliento de Bjorn al dar un suspiro contra su cuello.
-Que miren, que disfruten del show- Siente los labios de Bjorn pegarse a su cuello y succionar, haciendo que no pueda contener el ligero gemido que escapa de sus labios, se siente sonrojar a la vez que Bjorn levanta la mirada con una sonrisa- qué lindo.
-Ugh, Bjorn- Habiéndole gustado la respuesta previa, Bjorn sigue besando el cuello de Will, succionando de vez en cuando, dejando un camino de marcas moradas y rojizas, algunas más profundas que otras- Ya, ya Bjorn- Will lo aleja entre ligeras risas.
-Ya no más, por ahora ah- Will asiente sonriendo risueño. Bjorn se quita de encima de Will-...oe, traje unas cositas más, pa la calor- Will observa a Bjorn sacar un par de botellas medianas de alcohol- Vienen helaitas.
-¡Bjorn!- Baja la voz como si corriera el riesgo de que alguien lo escuche a pesar de que estaban solos- ¿No es ilegal tomar en la vía pública?
-Pensé que te gustaba hacer cositas malas po diablito, no es naa, no nos va a ver nadie- Abre una botella y se la ofrece a Will- Mira, si nos pillan decimos que te obligué, ¿Ya?- Will ríe entre dientes tomando la botella.
-¿Y yo qué hago si te lleva carabineros?
-Me vai a ver en cana po', me vai a dejar de tus galletitas, imagínate, mi visita es el medio mino, voy a ser la envidia.
-Ayy Bjorn- Ríe viendo a Bjorn tomar un sorbo de su bebida y haciendo lo mismo. Beben en plácido silencio un rato, dándose esporádicas miradas y sonrisas.
-¿Le devolviste el encendedor a tu amiga?
-¿A la Trini? Sí sí- Bjorn parece divertido.
-¿Se llama Trini?
-Ay sí sé, es nombre típico. Pero a ver, yo me llamo Willy Wonka- Empuja a Bjorn levemente.
-Yaa si te dije así porque estaba enojao no más.
-Comprensible, la verdad- Parece recordar algo de pronto y Bjorn lo ve sacar algo de su bolso- Toma, se me estaba olvidando devolver tu chaqueta.
-Ah, pero diablito- toma la chaqueta y la pone sobre las piernas de Will- Si ya no es mía po.
-¿Cómo que no es tuya?
-Es del que se vea más bonito no ma, es tuya- Will ö y se sonroja ligeramente.
-P--Pero Bjorn no, no no, no puedo aceptar algo así.
-No le pongai color si es una chaqueta, y te queda bonita a vo po'
-No es ponerle color, si es algo bonito Bjorn, es un gesto muy tierno- Bjorn niega levemente con el ceño fruncido y expresión de asco, haciendo a Will reír.
-¿Qué?
-¿Por qué no te gusta que diga que hiciste algo lindo? Eres un hombre tierno, Bjorn.
-Aggh, no digai esas cosas po Williams, vo eri tierno, yo no, yo soy…
-¿Mmh?- Will apoya el mentón en una de sus manos con una divertida sonrisa.
-No sé, dime que estoy rico, no que soy tierno- Will gatea hasta hasta tener su rostro frente al de Bjorn, su expresión era seductora y su voz baja y aterciopelada, como el ronroneo de un felino.
-Eres muy sexy, estás muy rico, sí, tienes unos brazos muy marcados y me encanta la rudeza en tu mirada- Sube una mano lentamente desde la muñeca hasta el hombro de Bjorn- Me gustan mucho las cicatrices que tienes en la cara, ¿Fueron con cuchillos?
-Navajas- Bjorn parece falto de aliento.
-Eres el tipo de hombre que a cualquiera intimida.
-A cualquiera…
-Menos a mí- Su mano sube sorpresivamente hasta el cuello de Bjorn, este traga saliva contra su palma- A mí me gustas. Y aunque te diga que no, a mi me gustan las cosas que me haces hacer, entrar a una casa, tomar en la calle- Con su pulgar acaricia la mandíbula de Bjorn- Me encantaría saber hasta dónde podemos llegar.
-Oh pero diablito-- Will pone un ligero puchero sin borrar la seducción de su expresión.
-Porque yo estoy aburrido de tener una vida tan aburrida.
-¿Entonces?
-Ser tierno te viene de paquete, Bjorn, y me encanta, y no quiero que lo niegues. Pero no eres un caballero, y tampoco quiero que hagas cosas que no quieres o no te gustan. Y no me dejes fuera, yo también quiero vivir, mi vida es muy aburrida, y esa no es vida para tu diablito, ¿o sí?
-No…no- Con una traviesa sonrisa ladina, Bjorn se levanta sobre sus rodillas, besando a Williams apasionadamente y haciéndolo caer sobre su espalda al pasto nuevamente, toma los muslos de Will por debajo levantando sus caderas.
-¿Bjorn?
-¿No queriai hacer algo arriesgado?
-¿Eh?- Mira hacia abajo y ve a Bjorn desabotonando su pantalón con rapidez y disponiéndose a bajarlo- ¡No, no Bjorn!- Este se detiene de inmediato- Eso no, Bjorn, aquí no.
-No hay nadie, diablito- Will se sienta nuevamente- La hacemos rápida…
-No, si alguien nos pilla ahí sí que nos vamos presos. A parte me pondría muy nervioso.
-Ya, dale…disculpa- Will sonríe ampliamente y le da un beso en la mejilla.
-No te preocupes, cuando estemos solitos…veremos qué pasa, ah- Bjorn asiente con entusiasmo.
-Oe…pero, ¿Nos podemos comer un rato más?
-Sí po'- Empuja a Bjorn por los hombros, dejándolo en el suelo, y sentándose sobre él. Toma las manos de Bjorn en las suyas y las pone a ambos lados de su trasero con una ligera sonrisa- Dale Bjorn, agarra lo que quieras- Se agacha y besa a Bjorn, introduciendo su lengua en su boca con sensualidad, cuando se separa nota a Bjorn quien parecía estar en las nubes.
-Oooh diablito- Sube una de sus manos y la pone en la nuca de Will, acercándolo a su rostro- Me tení más caliente que la chucha.
-¿Quieres que pare?
-Nooo, por favor no- Williams ríe entre dientes y vuelve a besar a Bjorn. Pasan mayor parte de la tarde juntos en el parque, hablando, besándose, tocándose y bebiendo.
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c-ovarrubias · 1 year
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#ALEATORIO: para un starter en una situación aleatoria. @mozziefied​, @willharvelle​
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Dani está mirando la zona de los interrogatorios, aquellas puertas grises que muestran una ventanilla en la cual se podría observar el interior de las recámaras si acaso Dani estuviera de pie y no sentado en el pasillo sobre una de esas molestas sillas de plástico que desprecia pero que ya no le son tan incómodas como antes de la costumbre. Bebe un café con la mano inhábil mientras la otra permanece sobre el muslo y sobre el pantalón deportivo gris que es suave en su tela de algodón. Es un café negro y amargo que no ha cortado ni con leche ni crema, labios enrojecidos por el calor que bebe en silencio. Cierra los ojos un momento quizá por el sueño o tal vez porque está harto de ver las mismas paredes grises y que esta vivencia se repita constantemente desde hace tanto. No tiene nada que decir sobre Jean, ni si quiera la conoce, sólo lamenta de ella no el hecho de morir, que es algo que le pasa a todos, sino lo sucedido con Jack. No se lleva con los Crimson. Con casi nadie, en realidad. Un suspiro hace al cuerpo volver a la vida, Dani estira las piernas agarrotadas y luego las devuelve al ver a un cuerpo aproximándose.  —Casi te tiro. —Dice. No fue apropósito. 
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¡Pasión en la cancha!
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Resumen: Mañana es un día importante para la carrera de Baz, pero él esta preocupado por otras cuestiones.
Palabras: 898
Los personajes pertenecen a Rainbow Rowell
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Wattpad: https://www.wattpad.com/1290099097-carry-on-one-shots-¡pasión-en-la-cancha
Ao3: https://archiveofourown.org/works/43286982
Fanfiction: https://www.fanfiction.net/s/14165731/1/Pasión-en-la-cancha
@carryon-countdown​
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Simon.
No puedo dormir.  Si es culpa del Jet Lag o la emoción, y miedo por mañana, no estoy seguro. Tal vez sea a causa de ambas. En la otra cama, puedo escuchar cómo Baz se revuelve entre las cobijas. Él tampoco puede conciliar el sueño. 
Si estuviéramos compartiendo la cama, quizá nos sería más fácil ayudarnos mutuamente a dormir. Supongo que podría ir a recostarme junto a él, pero eso arruinaría las cosas.  En donde estamos no es seguro dormir juntos. Es por eso que pedimos un cuarto con dos camas para empezar.
Pero incluso si me acostaste con él, lo más probable es que igual no podría dormir. No todos los días uno juega su primer partido en un mundial. Mañana, Baz va a cumplir el sueño de cualquier niño: participar en una copa del mundo.
Al menos ese era mi sueño cuando era pequeño. Solía jugar con mi tío Jaime, imaginando que era una super estrella y que sería yo quien metería el gol ganador. También coleccionaba el álbum de Panini, esperando que algún día hubiera un cromo mío. 
Ahora tiene su propia estampa. Llevo una en mi cartera. Grité cuando me salió, Incluso besé ese pedacito de papel. Baz rodó los ojos.
—Tienes al Baz de verdad frente a ti ¿Por qué no lo aprovechas? 
Saqué la lengua.
—Si, pero este Baz tiene el tamaño justo para llevarlo siempre conmigo.
Y, entonces, el de tamaño real se acercó a besarme. 
(Debo admitir que me pone un poco celoso pensar en que hay personas que también lo llevarán consigo.)
Escuchar un fuerte suspiro de Baz me regresa a la actualidad. Me siento en la cama, estoy harto.
—¿Estás nervioso por el juego?—digo.
Se gira a verme, pero no se levanta. Puedo ver su perfil iluminado por la luna.
—Un poco... Aunque no estoy preocupado por eso. Sé que vamos a ganar.
No puedo evitar reírme un poco.
—Engreído.
—Es cierto Simon, por algo me trajeron aquí. Aunque tal vez no debimos haber venido.
Su tono es triste, demasiado. Él no debería sentirse así una noche antes de su gran día. No lo permitiré. Me levanto de la cama y me siento a su lado. Él también se para y queda con la espalda recargada contra la cabeza de la cama.
—¿Por qué dices eso? Puedes contarme.
Extiende su mano hacia mí, y yo entrelazo nuestros dedos. Incluso en el intenso calor de Qatar, sus extremidades se sienten un poco frías.  Le brindaré mi calor.
—Cuando empecé a jugar fútbol, lo hacía para librarme de las presiones que mi padre ponía sobre mi. 
Me viene a la mente un recuerdo de Baz, cuando ambos estudiábamos en el internado Watford.  Siempre iba a verlo entrenar; pensaba que así podía atraparlo haciendo algo malo y así librarme de él. (En realidad, lo único que yo hacía en ese entonces era babear por él, solo que no me daba cuenta)
En la cancha Baz es fuerte, agraciado y jodidamente despiadado.
—Creo que eres más tú mismo cuando vas detrás del balón.—le digo, mientras comienzo a frotar círculos en el dorso de su mano.
Me sonríe, pero aún hay algo de tristeza en su rostro.
—Pero aquí no puedo ser yo mismo. no por completo.
Ni él ni yo habíamos querido sacar el tema, incluso si ambos estamos conscientes. Qatar no es un país que sea muy amable con personas como nosotros. Aquí, nuestro amor es condenado. Aún más que lo usual. 
—Baz, mi amor... 
—Odio estar obligado a permanecer dentro del clóset.
—Lo sé, pero sabes que solo es temporal.
Baz es una estrella en ascenso. Es un buen jugador, pero aún es relativamente nuevo en este mundo. Cuando se estaban eligiendo a los jugadores que participarían en esta copa, su entrenador le sugirió que mantuviera nuestra relación en secreto. Al menos, hasta que acabe el mundial.
Es un milagro que me hayan permitido venir para empezar.
—No debería serlo. Me enoja tener que esconderme. Lo peor es que no puedo protestar, mi carrera y mi puta vida estarían en riesgo  si lo hiciera.
No está llorando, pero le falta muy poco para hacerlo.  A la mierda las restricciones snge el comportamiento homosexual. Me lanzo hacia Baz y lo atrapo entre mis brazos.  Quedamos abrazados sobre la cama. 
—Odio esto tanto en como tú. Me enoja no poder tomar tu mano fuera de esta habitación. Quisiera poder hacer más... Pero no podemos poner nuestras vidas en riesgo. 
—Lo sé Simon, lo sé. De cualquier manera, me siento mal.
Le doy un beso suave, succionando su labio inferior. Odio verlo sufrir.
—Te amo Baz, no podemos cambiar el mundo de la noche a la mañana. Pero...Tal vez podrías usar tu rabia para dar lo mejor de ti mañana.
—Ya verás que lo haré, cariño.
—Cuando regresemos a Inglaterra, podremos ser tan gays como de nos antoje. Ya lo verás.
Me abraza con fuerza, como si quisiera fundirnos en un solo ser 
...................................................................................................................................................
La mañana siguiente, antes de salir hacia el estadio, me acerco para juntar nuestros labios.
Quiero desearle buena suerte. Además, nada me va a impedir seguir nuestra costumbre de despedirnos con un beso.
(Baz anota dos goles. Y me los dedica, aunque sea de forma discreta.  Sin embargo la forma en la que celebramos en la privacidad de nuestra habitación es de todo menos discreta)
……………………………………………………………………………………………………………
¡Hola!
Este es mi primer aporte para el Carry On Countdown de este año <3 Se me contagió un poco la fiebre mundialista y decidi que era una buena idea escribir un pequeño AU de Baz siendo un jugador profesional. 
No me metí mucho en el tema como hubiera querido porqué en realidad no me gusta mucho el fútbol (Aunque eso no me detuvo de ver el partido de México hoy. Jugamos como nunca, perdimos como siempre. Ni modo)
Al menos pude salir de mi bloqueo :,D
Muchas gracias por leer
Ciao!
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jartitameteneis · 2 years
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Sin que sirva de precedente os cuento algo... he cenado en una terracita que se estaba de lujo, he mandado mi control alimenticio al carajo y me he puesto de pescado frito (riquísimo por cierto) hasta no poder mas, gula pura y dura... me he puesto hasta las cejas de cerveza, no Cruzcampo esta vez, sino de Alhambra bien fría, perdí la cuenta cuantas llevaba, ( me he puesto hasta las arriba vaya), he echado mano en casa de una caja de bombones que tenía ahí como desafío a mi resistencia que ha sucumbido esta noche 20 de junio de 2.022 después de seis meses, 7 días y unas horas, y aquí ando con un calor de cojones, hinchada, saturadísima de comer y de líquidos, y sin poder dormir. Todo esto no importa a nadie, pero me sirve para entretenerme ya que ponerme a leer un libro se presenta tarea harto difícil, ver una peli o seguir la serie que ando viendo... no me enteraría de nada, y porque con el calor (y no soporto el aire acondicionado), dormir difícil, con esta digestión de boa... más jodido aún caer en los brazos de Morfeo, ¿sexo? amos anda, si no puedo ni girarme en la cama... total, me dije "Anita... ponte a escribir tu odisea de hoy y fomentas la lectura aunque sea banal en todos los sentidos", y en eso ando...espero me perdonáis algún día... Si tardo en entrar por aquí mañana... no es que me encuentren muerta, es que encima madrugo porque una es muy responsable y tiene cosas que hacer, ¿cómo? ni idea, pero las haré y entraré por aquí, lo prometo, no os vayáis ninguno- a, ¿vale? @jartita (Y nunca mejor dicho) AnA OrnY
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puede q ya no tenga tanta pena.
en mi momento de desconexión te pensé, tal y cómo lo hago todos los días desde hace cuatro años y un mes. por más q pienses q no lo hago, siempre pasas por mi mente, es algo tan simple y tan inevitable q se me hace complicado tener q decirte adiós.
pensé en todos nuestros bellos momentos, en nuestro primer beso, la tensión de sentir la calor de nuestros cuerpos juntos y sentir levemente como nuestros labios se van juntando para hacer q explote una larga confusión q diga "estoy enamorada?" y q al pensar y pensar y pensar darme cuenta q lo estaba, y no dejaría de estarlo hasta estos momentos; nuestro primer mes, te esperaba frente a la costanera con una rosa en mi mano, tan ilusa yo, tiempo de conocimiento me di cuenta q no te gustaban q te regalen flores muertas, pero q iba a saber yo, era lo q se ven en las películas y yo? yo estaba por primera vez enamorada; nuestros besos a espaldas de todos, cuando teníamos q escondernos del resto para q nadie supiera q estábamos juntas, ya q no era una relación muy aceptada desde entonces. llegar a casa y recostarme en mi cama mirando el techo y recordando cada detalle de tu rostro, eso era el paraíso, saber q lo tenía todo contigo, cerrar la puerta y poder besarte con tranquilidad, eso era todo; la ardua batalla de pedirte pololeo, aprovechando cada recreo del colegio para avanzar tu regalo q definiría todo, excusarme q iba a estudiar a la casa de una amiga para afinar detalles, estaba tan pero tan nerviosa, ahorre y busque todas mis monedas para poder comprar unas fotos, pero valió la pena; me dijiste q sí! aunq por WhatsApp, porque en su momento era muy tímida, lo sigo siendo, pero contigo era demasiado tímida y la verdad nunca había pedido pololeo, q tonta; los meses se fueron haciendo años y llegaron varios problemas, pero de la mayoría pudimos salir, nuestro amor era más fuerte o bueno, eso creía.
te fallé y ha sido mi gran error q me hizo perderte, dejarme llevar por las necias palabras de mi mamá me llevo a soltar el amor de mi vida y créeme lo arrepentida q estoy de eso, pero diciéndote todo esto el dolor q te causé no se remediará. estoy avergonzada, todo eso solo hizo q mi vida se convirtiera en un verdadero infierno del q no podía salir, no sabía en q me había metido y no encontraba la forma de huir de ahí, pero tú? tu me diste siempre la solución, siempre estuviste para mí y eso es lo q me duele, q tu estuviste ahí, pero yo no estuve para ti cuando lo necesitaste y eso no me lo voy a perdonar nunca. salí de ahí de la peor forma posible, la cual aún lloro cuando la recuerdo, me sentí vulnerada y marchita, pero tú estabas ahí, ayudándome a salir de un hoyo cuando tú te estabas cayendo a uno.
volvimos, pero no era lo mismo. estabas agotada, cansada y recordando lo alto q habías llegado sin mi y q al volver estés abajo de nuevo era tu dolor. pero yo estaba feliz, feliz de tenerte a mi lado, haciendo lo mejor para hacerte sentir bien y q las cosas mejorarán, pero aún dando lo mejor de mí supe q no iba a ser lo mismo. en tus ojos no se veía amor, no sentía amor, solo sentía compasión y lástima, solo q harto tiempo me costó darme cuenta. yo ya no sabía q más hacer, me sentía mal y me hacías sentir mal y mi mundo se iba abajo y tu te ibas conmigo, como siempre.
tú solo explotaste y te cansaste de fingir un amor q no más q sentías y hoy puedo decir q está bien. entendí q no puedo obligarte a sentir lo q yo siento y por intente hacer las cosas bien, no te puedo forzar a q te vuelvas a enamorar de mí. es triste y lastimoso porque tu siempre fuiste mi refugio, siempre fuiste mi escaparate y mi hogar, tú fuiste mi hogar, mi familia, mi amiga, mi mejor amiga, mi hermana, mi compañera y mi gran primer amor.
mi chiquita, estaré bien, estoy haciendo mi mayor esfuerzo desde hoy, las vueltas de la vida son increíbles, ayer estaba escribiendo una carta de suicidio y hoy mi amor, te aseguro q no quiero ese final para mí, estate tranquila, deja de pensar en mí y enfócate en ti, se que crees q las promesas son en vano, pero hoy a las 01:51 de la madrugada, puedo prometerte q estaré bien, quiérete más de lo q me quieres a mí, estoy completamente feliz de tu decisión y orgullosa q hayas podido tomarla.
y por último; mi corazón, no me pidas q te odie cuando fuiste tú la razón de porqué hoy estoy viva.
con mucho amor, barbarita.
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Gelu, cómo estás? Hace banda q no mande mensaje, pero ya sabes como es la vida universitaria. Nada, espero q este bien x ahi y te deseo lo mejor.
Acabo de ver ese fanart de Cody en el hospital con los hermanos, y la verdad está brutal (pero no tanto como lo q inspiro a dicho fanart). Pobre Cody luce harto... algún hc para dicha situation? Donde está Charlie?
aljaskfhglaghalk pues me cortaron el wifi a mi a mi familia los de Telmex y aquí muriéndonos con la calor y ya sabes, volviéndome cada vez mas loco ahahhaahaha
Estoy tan feliz de verte que se me olvido que estaba a punto de romperle la al técnico que había venido solo ara decirme que ¨podrían¨ arreglar todo mañana.
Ya sabes, todo bien! Mas por que ire a ver Barbie!!
A y lo del sketch es algo relacionado con ESTE dibujo si (lo seguiré promoviendo).
Charlie se encuentra afuera del hospital calmando a la multitud. Se podría decir que Cody trato de tener un momento especial/de héroe/o solo algo fuera de su familia pero termino con sus hermanos... y Dani arruinándolo.
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El invierno en Madrid
Hace sol estos días en Madrid, y mucho frío. Maticemos (para quienes estén en coordenadas más inhóspitas): la temperatura diurna ronda los siete u ocho grados, bajando a unos tres por la tarde y descendiendo luego a cero o bajo cero por la noche. Eso, me dirá un siberiano, no es frío. «Y esto —le responderé yo— es Madrid.» ¡Ojo al parche! Hay en lo drástico una paradoja: que con frecuencia no es letal; mientras que los «pequeños trastornos» te pueden, por efecto crónico, descalabrar. Cuando la situación es dramática, movilizamos todos nuestros efectivos, y hacemos frente con armas y bagaje a la adversidad. Sabemos lo que hay. ¡El problema es no saberlo! O peor: sospechar que «no hay nada» y que está todo fetén. Entonces llega el aire de Madriles —ese aire que «mata a un hombre y no apaga un candil»— y ya te has enterado del valor de un peine. Josep Pla le dedicó brillantes páginas al asunto, describiendo con su habitual ironía detallista cómo en España («país de veraneo») podía uno quedar frigorificado vivo en menos que cantaba un estornudo. ¡De modo que cuidado! Servidor se ha convertido, más de una vez, en humano carámbano de hielo en tierras sevillanas, y concretamente estuvo cierto invierno a punto de perecer de hipotermia en un rutilante hotel azulejado de la señorial Jerez de la Frontera. Su experiencia ratifica con creces las conclusiones de Pla: en pocas latitudes del globo ha pasado uno tanto frío como en esta calurosa piel de toro. Y estos días, en la alta meseta castellana, lo está volviendo a comprobar. 
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Mateo Inurria · Madrid · 19 de enero de 2023
     Mi madre decía que cuando hacía frío te podías abrigar, mientras que cuando el calor era excesivo —y aplastante— bien pocos recursos existían para no morir de asfixia; y que el calor era por tanto harto peor que el frío. A mi madre el húmedo y sofocante calor del Levante español (la llamada basca) la convertía en fosfatina, y no puedo decir que yo de adulto lo llevara con deleite, aunque de niño los rigores del verano alicantino me resbalaban con la misma jubilosa indiferencia con que chorrea el propio sudor (cuando es uno pequeño todo es motivo de alegría). Con el paso del tiempo, sin embargo —y esto lo señala también Josep Pla— el frío se ha ido convirtiendo en mi peor enemigo. Cuando tengo frío ni pienso ni razono ni recibo, ¡y hasta puedo ponerme peligroso! Me ocurre igual que con el ruido, por ejemplo. De modo que esta noche alzo una plegaria al cielo, pidiendo algo de lluvia —que siempre suaviza las aristas del cielo y los paisajes— y un pequeño ascenso del mercurio. Un poquito de dulzura como la que siempre, hasta en los días más intratables, trae consigo el clima a orillas del mar que me vio crecer.
ROGER WOLFE · 24 de enero de 2023
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strawberry-1011 · 1 year
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No sé cómo estar sin ti.
No tienes la menor idea de lo que siento cada día sin ti, cada noche, mientras tú estás allí, viviendo tu vida. Las miles de cosas que me imagino y con las que mi mente me tortura una, otra y otra vez.
Mi parte racional me pide a gritos que terminemos con esto, sufrir todo de una vez y sacarte de mi corazón. Pero, no puedo, no tengo la fuerza suficiente, porque, siento que el dolor me consumirá.
Estos días han sido un infierno para mí, te he odiado tanto, he llorado tanto, me pregunté una y otra vez en qué lugar estoy en tu vida, qué importancia tengo para ti y un sin fin de cosas para decirte, pero, no lo haré, todo lo que podría decir, ya lo sabes, te lo he dicho durante todos estos años y ya estarás harto de escuchar lo mismo. Sabes perfectamente lo que siento, lo que pienso, cómo pienso, lo que necesito, y lo que me merezco.
No quiero dejarte, no quiero que me dejes, y sé que no me dirás lo que deseo, lo que necesito que digas, solo me dirás que lo sientes, que haces todo lo que puedes (sabes que no es así), entonces, no me queda de otra más que seguir aquí esperando, esperando poder soportar tanto hasta la fecha que habíamos acordado.
No sé qué planes tienes, no sé cómo piensas hacer las cosas, no sé nada, tengo un millón de dudas, vivo en la incertidumbre de qué piensas hacer, cuándo, etc.
De lo único de lo que estoy segura es que te amo, te amo con cada fibra de mi ser, te amo profundamente y sigo perdidamente enamorada de ti desde aquel primer día once. Eres todo lo que quiero y necesito, eres mi todo-todo.
Siento mucho dolor, demasiado, estar sin ti me mata poco a poco, pero, me aferraré con todas mis fuerzas a mis esperanzas un poco más.
Te necesito tanto, necesito a mi Pinky a mi lado. Necesito nuestro mundo, necesito tus mimos, tu amor, tu calor, necesito que hagamos el amor y follemos cada día, necesito cumplir nuestras fantasías, nuestros sueños, necesito que el tiempo no siga escurriéndose como arena entre nuestros dedos.
Necesito ese cero espacio entre nosotros, por siempre y para siempre.
❤️🌻🍓❤️
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